El gran Meaulnes; Henri Alin-Fournier

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El Gran Meaulnes
Alain Fournier
Análisis
La mansión es un elemento maravilloso, parece ser sacada de un cuento de hadas ¿comparte esta
afirmación?
La descripción de aquella mansión en que se realiza la fiesta, verdaderamente nos acerca mucho a los cuentos
de hadas. Tal vez la mayor similitud la encontramos en el misterio que la rodea, por ejemplo, el ambiente
físico que se describe nos hace imaginar una construcción antigua, gastada y arruinada por el tiempo, cercada
de muros mohosos, perdida en medio de un bosque en el que se esconden enormes misterios; rodeada de
patios enormes llenos de carruajes y caballos. La descripción de la lluvia, el frío, el viento que trae el canto de
un ruiseñor, parece trasmitir un aire misterioso y fantasmal. Baúles que contienen vestuario usado en otras
épocas, muchachas que llevan vestidos hasta el suelo adornados con cintas de colores. Los ruidos, las voces,
los cánticos, los suaves acordes de un piano, los preparativos de una fiesta en que se espera con impaciencia la
aparición de los novios, a quienes se da una connotación casi principesca. La casa a la que llegaría pronto la
novia debía parecer un palacio. Era un lugar extraño, como un pequeño país perdido en el tiempo, en el que
los niños tienen especial participación. Todos estos ingredientes transforman este lugar en un elemento
importante en la historia que se desarrolla en esta novela. El ambiente que se describe concuerda plenamente
con el estado de curiosidad y ensoñación en que se encuentra el personaje. Meaulnes quiere descubrir el
mundo y allí está, necesita experimentar aventuras y las encuentra.
Enuncie algunos símbolos constitutivos o representativos de esta novela e indique el significado que
tiene como revelación en el sentido mismo de la vida de los protagonistas.
• Símbolos constitutivos y representativos
Para descubrir los elementos constitutivos y representativos de una obra literaria es necesario realizar un
pequeño análisis.
En una novela podemos distinguir: un mundo narrado y un narrador. El narrador es un ente ficticio, creado
por el autor y es quien nos cuenta los hechos. En el Gran Meaulnes los hechos están narrados por Francisco
Seurel, amigo del protagonista. El narrador posee gran conocimiento de todo lo que acontece, sabe como
piensan y sienten los personajes, por lo tanto, se trata de un narrador omnisciente. La historia está narrada en
primera persona; el narrador está dentro del mundo narrado, participa en los hechos, nos cuenta parte de su
vida y su relación con el resto de los personajes. Utiliza un estilo directo en algunas partes del libro, por
ejemplo: en la llamada de Frantz −¿Qué quieres? −Y tú mismo, Frantz ¿qué haces aquí? ¿Por qué tienes que
molestar a los que son felices? ¿Qué tienes que pedir? Dilo. Aquí hay parte del diálogo que se produce cuando
Frantz de Galais se encuentra con Francisco Seurel en el bosque, quien le promete ayudarle a encontrar a
Meaulnes, éste debe cumplir la promesa de ayuda mutua y encontrar a Valentina, la novia de Frantz que huyó
el día de la boda. En otras partes se utiliza un estilo indirecto, el narrador nos cuenta lo que ocurre entre los
personajes.
El mundo narrado corresponde al argumento de la obra, a la historia que nos entrega el narrador a través de
los ambientes, los personajes y sus acciones.
Argumento: Francisco Seurel, de 15 años, hijo de un maestro de la Aldea Santa Agueda,
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ubicada en el interior de Francia, conoce a Agustín Meaulnes, de 17 años, cuando éste llega a su casa como
pensionista y alumno de la escuela. Francisco siente una gran admiración por su amigo, a tal punto que su
vida cambia radicalmente. Meaulnes es un joven decidido, audaz y con muchos deseos de aventuras. El
interés de la novela se centra en cómo este muchacho llega a descubrir un castillo en medio del bosque en el
que todo está dispuesto para la gran fiesta de bodas de Frantz de Galais, quien a partir de ese momento
adquiere gran importancia en el desarrollo de la novela y transforma totalmente la vida de Agustín.
Espacio o ambientes: La novela está ambientada en los comienzos del Siglo XX, en Francia. En ella se
describen diferentes espacios, pero el que predomina son los campos desolados que rodean la ciudad de París.
Hay una descripción detallada del bosque, del tipo de vegetación, el canto de los pájaros, la lluvia, el viento y
el silencio que es interrumpido por los cánticos de los campesinos Parte de la historia se desarrolla en la
mansión del señor Galais, la casa de Frantz y la casa donde habitaba Ivonne en París. También se desarrolla
en la escuela , ubicada al final del pueblo de Saint−Agathe, donde el señor Seurel dicta clases y donde
estudian varios de los personajes. Allí se planean las aventuras que tiempo después darán vida a esta novela.
El ambiente psicológico que podemos descubrir en esta obra nos muestra a personajes ansiosos de aventuras,
pero marcados por los desencuentros y la fatalidad. Aparece el amor idealizado, la amistad y la lealtad llevada
a un extremo. La angustia y la frustración de Frantz mientras busca a su novia y a Meaulnes. La enorme
tristeza de Francisco cuando Agustín abandona la casa para volver con su madre. El amor oculto de Francisco
hacia Ivonne cuando queda bajo su cuidado. En los ambientes sociales encontramos la familia de Francisco,
cuyo padre es maestro de escuela, tienen lo más indispensable para vivir. El padre de Frantz fue dueño de la
mansión misteriosa y los campos que la rodean, realizaban allí grandes fiestas, pero con el tiempo perdieron
casi todos sus bienes. Los campesinos que trabajan las tierras y la gente del pueblo tampoco poseen grandes
riquezas.
Tiempo: El tiempo en la narrativa, es un tiempo irreal, creado y distribuido por el autor de acuerdo al
desarrollo de la historia. En esta novela el tiempo en que transcurren los hechos comienza con la llegada de
Meaulnes a la casa de Frantz en el mes de noviembre de aquel año, se supone que transcurren varios años,
pero es difícil precisar cuántos. Se habla de inviernos, primaveras, otoños; se menciona varias veces los meses
febrero, agosto, noviembre. Al parecer transcurrieron varios años, puesto que la historia comienza con el
inicio del año escolar de Francisco y termina cuando éste ya es un maestro. Frantz dice haber recorrido
Francia durante tres años buscando a Valetine. La historia termina cuando la hija de Frantz tenía un año.
Acciones y acontecimientos: Se trata de una novela de acción y aventuras relacionadas entre sí por un
personaje que es el narrador. La historia comienza cuando Meaulnes llega a la casa de la familia Seurel. Los
hechos están contados en forma lineal y cronológica, es decir en el mismo orden que ocurren.
Personajes: Los personajes son seres imaginarios que se desenvuelven en el mundo narrado. Piensan y actúan
como si fueran seres reales, pero han sido creados por el escritor para dar vida a una historia. En esta novela el
personaje principal es Agustín Meaulnes, un muchado de 17 años que llega a estudiar a un pueblo y es
hospedado en la casa del maestro de la escuela, quien tiene un hijo de 15 años llamado Francisco Seurel. La
amistad que nace entre ellos es tan grande que cuando Meaulnes regresa a casa de su madre, Francisco
expresa: Me encontré solo por primera vez después de tantos meses, con una larga tarde de jueves por
delante, con la impresión de que, en aquel coche viejo, se había ido para siempre mi adolescencia. En una de
sus aventuras Meaulnes descubre el castillo escondido en medio del bosque y allí conoce a Frantz de Galais
que ha sido abandonado por su novia Valentine. También conoce a Ivonne, hermana de Frantz, que se
convierte en la mujer soñada y con quien se casa después de una larga y penosa espera. Frantz deja a su
esposa embarazada al cuidado de Francisco para ir en ayuda de Frantz que quiere recuperar a Valentine. Ellos
terminan casados gracias a la intervención de Frantz, pero cuando regresa a su hogar se entera que su esposa
ha muerto en el parto y también ha muerto su padre. Francisco le entrega a su hija.
Otros personajes de esta historia son: El señor Seurel y Millie, padres de Francisco. Su tío Florentin, tía Julie
y sus primas Mary Louise y Chrlotte, sus abuelos los señores Charpentier. Sus compañeros de escuela
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Jasmin Delouche, Boujardon, Moncheboeuf y Giraudat; Ganache, el ladrón de gallinas y compañero de
Frantz.
• Elementos representativos
Lo más representativo de esta novela es la amistad entre adolescentes, la necesidad de ayuda mutua, el
cumplimiento de los compromisos y la realización emocional buscada en un amor lejano, obsesionado e
idealizado. Los sueños y los deseos de descubrir lo desconocido que experimentan los jóvenes. El recuerdo de
una niñez alegre, fantasiosa, llena de experiencias nuevas.
A través de la narración de esta historia aparecen algunos símbolos, por ejemplo elementos de color rojo:
seda, casquete, farol, la casa de Francisco y la canción que se escuchaba en la mansión: Mis zapatos son rojos,
adiós mi amor.
¿Podemos considerar a esta novela, llena de magia y encantamiento, como la búsqueda de la vida desde
la adolescencia a la adultez? de ahí su nostalgia por las fiestas, en otras palabras, viaje de lo externo a lo
interno.
Sin duda que esta novela puede ser considerada un reflejo de nuestra propia existencia. El país soñado de
Meaulnes podría ser el viaje hacia una edad de ensueños que es la niñez, para adentrarse en la búsqueda de los
misterios que comenzamos a descubrir en nuestra adolescencia: el amor soñado e idealizado, las ansias de
aventuras y descubrimiento de lo desconocido. Tal vez ese país soñado que nunca vuelve a encontrar
corresponde a la niñez de la que muchas veces nos cuesta desprendernos y que en muchos momentos de
nuestras vidas quisiéramos regresar a ella. Las aventuras y la rebeldía juvenil del protagonista nos identifican.
Los fuertes lazos de amistad que surgen entre Francisco Seurel, el narrador y su amigo Agustín Meaulnes, el
protagonista, es una caracterización muy real de las necesidades de amistad de un adolescente con personas de
su edad. La amistad que nace entre Meaulnes y Frantz de Galais llega a ser tan fuerte que Meaulnes es capaz
de abandonar a la mujer por la que tanto luchó y con la que siempre soñó, para acudir a su lado a cumplir una
promesa que ambos habían pactado cuando se conocieron en la mansión, el día en que Frantz se casaría con
Valentine. Aparece la idealización del amor que tiempo después desaparece entre las turbulencias y
frustraciones de ambos. Los deseos de aventura y libertad, más la búsqueda de experiencias nuevas trasladan
al protagonista a un mundo adulto. Tiene la posibilidad de ser feliz y la rechaza, al parecer no puede vivir sin
una búsqueda constante de aventuras y sufrimiento. Yo no diría que hay una añoranza por las fiestas, sino más
bien una añoranza de sueños, recuerdos y obsesiones que envuelven y aprisionan a los protagonistas. La
historia que comienza relatando lo más simple de la vida de los jóvenes, como su escuela, su clase, sus juegos,
diabluras y paseos por el campo, de pronto se transforma en el descubrimiento de sus sueños, sus penas, sus
sentimientos más ocultos, en un despertar y abrir los ojos al mundo de los adultos. Hay que enfrentar otras
situaciones, otras responsabilidades que se entremezclan con los recuerdos infantiles. Hay dos mundos ocultos
en las personalidades de Frantz y Francisco Seurel. Francisco representa nuestro lado sensible, leal, es un
buen amigo, comprensivo, servicial y luchador. No deja fluir sus sueños porque prevalecen los de su amigo
Frantz a quien admira y ayuda en todo lo que le es posible. Frantz de Galais es un aventurero marcado por la
adversidad, capaz de renunciar a sus propios sentimientos a cambio de ser parte de la aventura de los demás.
El autor logra cautivar al lector produciéndose una comunicación que logra que los hechos narrados
despierten el interés y los deseos de continuar conociendo los detalles de la historia. A través de los
antecedentes que nos entrega nos conduce a lo más íntimo de sus personajes.
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