NO TODOS LOS ARTISTAS SON “ANTIGUOS MUERTOS”

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NO TODOS LOS ARTISTAS SON “ANTIGUOS MUERTOS”
“UN ESPACIO DE ARTE EN LA ESCUELA”.
GABRIELA BENÍTEZ. (1.900) La Plata, Prov. de Bs. As., Argentina
Marco institucional de la experiencia:
El proyecto “un espacio de arte en la escuela” fue una experiencia de la asignatura especial
“Plástica”, para el área de educación artística, llevada a cabo durante los tres últimos meses
lectivos del año 2001 en la EGB Nº 102 de La Plata, Bs. As.
El planteo y puesta en práctica de mi propuesta como maestra de plástica de primer ciclo,
estuvo a su vez enmarcado en un proyecto más abarcativo del cual fue el eje centralizador (que
incluyó también las áreas de lengua y de educación física y el servicio de biblioteca), propuesto y
coordinado por el gabinete de orientación escolar de dicha EGB a cargo de la OE A. Uranga, la
OS L. Ruiz, bajo la supervisión de la Inspectora del área de psicología.
Todo el proyecto y, por ende, también mi propuesta, estuvo destinado a los niños del primer
año de primer ciclo de EGB y a los niños de la tercera sección de educación inicial del jardín de
infantes Nº 934. Y se pensó para un objetivo fundamental: la articulación del nivel inicial con la
EGB y el acercamiento de los niños de jardín a las actividades escolares antes de su ingreso a la
escuela.
Las actividades de mi propuesta del área artística estuvieron a su vez apoyadas y asesoradas
por la prof. G. Gutierrez Marx a través del CAIE La Plata.
Fundamentos:
Históricamente, y no solo en la escuela, se ha construido una idea del arte como un lugar
privilegiado, al que han accedido solo algunos “elegidos”. Esos lejanos y ya difuntos personajes
de los libros que fueron los “artistas”. Una visión enraizada en un concepto etnocéntrico y elitista
del arte y de lo cultural, por la cual las obras de arte son la cultura y los artistas siempre han de
ser otros.
Sin embargo los niños, al igual que los artistas, tienen en común el poder aventurarse a una
relación creativa con el mundo. Los artistas, desde una intención profesional de comunicar
estéticamente, y los niños simplemente desde su intención de jugar, disfrutar y conocer el mundo
modificándolo. Es esta posibilidad lúdica – cognitiva - creativa lo que debe ponerse en juego
tanto al producir como al observar una obra de arte (más allá de la mera admiración). El que
observa una obra es parte de un hecho artístico, un interpretante activo, convocado y provocado
por el arte para la producción de nuevos hechos artísticos.
Con estos fundamentos las actividades artísticas escolares deben constituirse en un espacio
de arte en la escuela.
La experiencia realizada:
En virtud de estos fundamentos y de los del proyecto general en el cual se enmarcó, mi
propuesta de plástica tuvo los siguientes propósitos:
 Propiciar una actividad cognitiva - creativa que acerque a los niños del nivel inicial y sus
familias a su futura actividad escolar y a los niños de la EGB.
 Crear en la escuela un espacio de arte, guiando a los niños en la observación activa y
creativa de las obras.
 Vincular a los actuales artistas de la zona con los niños y la comunidad educativa,
desmitificando la idea del arte como producción de otros en el pasado.
 Brindar una oportunidad de acercamiento a la escuela para las familias con la posibilidad
además de recuperar junto a los niños la inocencia y la capacidad lúdica – perceptiva que
requiere la creación.
Para ello se trabajó durante seis semanas con dos grupos de 45 alumnos, conformado de
manera mixta entre los el nivel inicial y los de EGB.
Cada grupo comenzó primero observando reproducciones y expresándose oral y
plásticamente con la consigna “¿Qué hay más allá de lo que se ve en el cuadro?”. Luego
asistieron y fueron guiados en una observación interactiva, a una muestra de obras de los artistas
platenses Lido Iacopetti y Susana Lombardo, montada en la escuela (con la colaboración de
alumnos de la carrera de museología y su profesora L. Conless). Con la consigna de “Pintar la
obra que falta” (aludiendo a un marco vacío incluido en la muestra), los niños se expresaron
pictóricamente y sus obras fueron luego expuestas para la comunidad.
A las muestras se invitó luego a los padres y a los artistas para que los niños cuenten lo que
vieron y dialoguen a gusto con los realizadores en persona. En este encuentro, reunidos en
grupos los niños con sus familias y los artistas trabajaron en collages grupales y escribieron
acerca de la experiencia.
En un encuentro posterior, observando estos collages, se trabajó colectivamente en la
realización de una serie de murales en el patio, que hoy pueden ser vistos por los niños que
ingresaron a esta EGB.
Autocrítica para la réplica de la experiencia:
Una vez culminado el proyecto se realizó una evaluación pensando en una futura réplica del
mismo. La principal falencia advertida fue el hecho de trabajar con una “muchedumbre”. Para
realizar nuevamente esta actividad será indispensable pensar en instrumentar una forma de
trabajo en la que, tal vez extendiendo el tiempo, se pueda interactuar con grupos pequeños para
poder estar atento a las individualidades y seguir con atención cada proceso creativo.
A pesar de esta falencia, sin embargo, considero que se pudo llevar a cabo un primer intento
en la creación de un espacio de arte en la escuela, diferente a las actividades tradicionales de la
asignatura “plástica”, donde los niños y la comunidad tuvieron la oportunidad de conocer a un
artista en persona y como persona (superando el estereotipo del artista inalcanzable); pudiendo
también cada uno pensarse a sí mismo como posible artista o como parte de interactiva de una
obra.
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