AGONIZA EL IMPERIO FRANCES

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AGONIZA EL IMPERIO FRANCES
El Ejército Galo Ha Perdido sus Mejores Cuadros en Indochina
Por VICTOR ALMAGRO
EXCLUSIVO
PARIS.- (Especial).- Si se examina exteriormente, Francia es un ejemplo de
equilibrio social: una sólida clase media, seguros mutuales para los obreros, abundancia de
artículos de consumo, un moderado bienestar, una burocracia eficiente. El turista admira
estas y otras virtudes aparentes y reales de este país, que es la encrucijada política y cultural
de Europa. Un estudio atento proporcionaría un cuadro más verídico. Cumplido de manera
clásica el proceso de su evolución capitalista. Francia parece haberse congelado en 1900,
año cumbre de su plenitud.
El estancamiento francés obedece a varias causas. La más importante reside en un
mal europeo: la economía continental se encuentra sofocada por las murallas aduaneras y
la angustiosa estrechez de los mercados. Ya desborda los límites de las fronteras
nacionales. La decadencia de Francia se explica a la luz de esa limitación y se extiende a
todos los planos de su vida como nación. El imperio colonial francés satisfizo en otros
tiempos las necesidades de la exportación de capital y de provisión de materias primas, del
mismo modo que alimentó el presupuesto del ejército. En nuestros días, las colonias
francesas en plena revuelta, como en el caso de Indochina, o en paz armada, como
Madagascar, Túnez y Marruecos, agotan los recursos metropolitanos y destruye físicamente
los mejores cuadros técnicos del ejército francés.
La pérdida de oficiales
En relación con este último problema, una alta personalidad del gobierno ha
formulado declaraciones explícitas. Dirigiéndose a los norteamericanos, el señor Monnet,
ha dicho: “De todos los países de Europa, Francia es el único cuyo esfuerzo sobrepasa
voluntariamente las recomendaciones que les han sido hechas, pues el gobierno francés
hace frente a los gastos crecidos de la guerra de Indochina sin reducir su contribución a la
defensa europea. En Indochina, a 12.000 Kilómetros de su suelo, Francia combate como
ustedes lo hacen en Corea. Ella lucha en el interés del mundo libre para proteger el bastión
del sudeste asiático. A pesar de una ayuda considerable de los Estados Unidos. Francia
soporta aun la carga principal de esta guerra que dura desde hace seis años”.
Resulta significativa la analogía que el señor Monnet hace entre la guerra de
Indochina y la de Corea. Sorprende que el orador no se haya referido al paternal interés de
la Banca de Indochina en la prosecución de esta guerra.
El señor Monnet agregó que: “Francia pierde cada año mas oficiales que los que se
forman en sus escuelas militares”. Este hecho es de suma gravedad, no sólo para la
integración francesa en el ejército europeo, sino para la existencia misma del ejército
francés como institución nacional. Su peso político ha sido siempre considerable, sobre
todo en los momentos de crisis.
De hecho, el ejército francés ha perdido sus mejores cuadros en la guerra de la
colonia insurrecta. De este modo no solo se ha debilitado la influencia de Francia en
Indochina y en todo el Medio oriente, sino que el ejército se ha descapitalizado en la escena
interna. De acuerdo a numerosos testimonios de oficiales superiores, publicados en la
prensa francesa, en la actualidad el ejército de Francia no está en condiciones de
proporcionar una instrucción militar completa a la juventud, por la escasez de medios
materiales: faltan nafta, municiones en los campos de tiro, instrumentos técnicos. Según
uno de estos oficiales, la guerra en Indochina, que califica de “aventura”, tendrá las mismas
consecuencias que la expedición napoleónica en España.
Articulo publicado en el diario Democracia
Edición del Miércoles 21 de Mayo de 1952 (Pág. 1)
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