EL COLABORADOR DE PRENSA O FREE LANCE

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EL PERIODISTA AUTONOMO O FREE LANCE
CONCEPTO JURIDICO
Una figura cada día más numerosa en la profesión
periodística, debido sin duda a la alta precariedad en el trabajo, es
la del denominado free lance que, de acuerdo con la definición que
da la Real Academia Española, es la persona que realiza por su
cuenta trabajos periodísticos escritos o gráficos y los ofrece en
venta a los medios de comunicación.
La figura del Free Lance , colaborador de prensa o periodista
autónomo, reúne a la vez características de empresario y de
trabajador por cuenta ajena y, sin embargo no es ni lo uno ni lo otro,
al menos en la mayoría de los casos.
Se puede definir al trabajador autónomo, como la persona
física que realiza por cuenta propia, de forma habitual, personal y
directa, fuera del ámbito de dirección y organización de otra
persona, una actividad económica o profesional a titulo lucrativo.
Esta definición es la que se contempla en el Proyecto de Ley
del Estatuto del Trabajo Autónomo, y en base a la misma podemos
establecer que el trabajador autónomo se diferencia del trabajador
por cuenta ajena, en que la actividad del primero se realiza
precisamente por cuenta propia, de forma independiente, y no bajo
el ámbito de organización y dirección del empresario (que es la
principal característica del trabajador por cuenta ajena).
Sin embargo, la diferenciación con el empresario puede ser
más difícil de establecer, por cuanto que el trabajador autónomo
puede tener empleados, trabajadores por cuenta ajena a los que da
ocupación.
Una de las definiciones que nos da la Real Academia
Española de la palabra empresario es la de persona que emplea
obreros. Así comúnmente se considera empresario a quien recibe la
prestación de los servicios de los trabajadores, mientras que por el
contrario el trabajador autónomo es prestador de servicios, en lugar
de receptor. Sin embargo, como hemos indicado, con frecuencia el
trabajador autónomo se convierte a su vez en empresario recibiendo
la prestación de los servicios de trabajadores por cuenta ajena.
Con el Proyecto de Ley del Estatuto del Trabajo Autónomo, la
situación resulta más compleja, ya que dicho Proyecto contempla
además la figura del trabajador autónomo económicamente
dependiente, que es aquél que presta de forma predominante sus
servicios para una persona, física o jurídica, de la que percibe, al
menos, el 75% de sus ingresos. La figura del trabajador autónomo
económicamente dependiente requiere en que este no tenga
trabajadores a su cargo, que disponga de infraestructura productiva
y material propio y que desarrolle su actividad bajo criterios
organizativos propios.
En el caso del Free Lance o colaborador de prensa, que es el
periodista cuya actividad consiste en la realización de trabajos para
terceros (colaboraciones), a cambio de una contraprestación
económica, inicialmente está clara su condición de trabajador
autónomo, por cuanto que su trabajo (la colaboración) lo realiza
siguiendo sus criterios y utilizando sus propios medios, es decir por
su propia cuenta y lo efectúa para un tercero, el empresario de
medios de comunicación, aunque cuando entre en vigor el Proyecto
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de Ley al que antes hemos hecho referencia, en unos casos el
colaborador de Prensa tendrá la condición de trabajador autónomo
(sin más calificativos) y en otros casos la condición de trabajador
autónomo económicamente dependiente.
Desde el punto de vista de quien elabora este informe, se
corre el riesgo de que en muchas empresas periodísticas se utilice
esta última figura en sustitución de trabajadores por cuenta ajena.
En el caso del periodista autónomo (sin más calificativos), es
indiferente que el trabajo o colaboración sea consecuencia de una
oferta por parte del periodista, de un encargo concreto por parte del
medio o de un acuerdo de colaboración habitual, al igual que es
indiferente que se formalice por escrito o sea un acuerdo verbal. En
todos los casos estamos ante trabajos que el periodista realiza por
cuenta propia y que encajan dentro de la labor que desarrolla un
trabajador autónomo.
En el momento en que exista legalmente la figura del
trabajador autónomo económicamente dependiente, el acuerdo
deberá formalizarse siempre por escrito y registrarse en la oficina
pública correspondiente.
Evidentemente podrán darse casos en los que bajo un
acuerdo de colaboración o, en su momento, un contrato de
prestación de servicios de trabajador autónomo económicamente
dependiente, se oculte una relación laboral por cuenta ajena. Tal
supuesto se daría cuando las colaboraciones se realizaran de
manera constante y habitual, siguiendo los criterios emanados de la
empresa y utilizando medios facilitados por esta.
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OBLIGACIONES ADMINISTRATIVAS
Las obligaciones de los trabajadores autónomos, desde el
punto de vista de la Administración, se pueden dividir en dos grupos,
obligaciones en materia Fiscal y obligaciones en materia de
Seguridad Social.
Obligaciones Fiscales
En primer lugar el trabajador autónomo viene obligado a
declarar el ejercicio de su actividad. Para ello basta simplemente
con rellenar un impreso conocido como “Alta Censal”. En este
impreso el trabajador autónomo va a declarar cuales son sus
obligaciones en relación con los dos grandes impuestos que le
afectan, el impuesto sobre la renta de las personas físicas y el
impuesto sobre el valor añadido.
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (I.R.P.F.)
El trabajador autónomo, como cualquier otro trabajador, como
cualquier ciudadano, viene obligado a realizar anualmente la
declaración de sus rentas mediante la presentación anual del
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Además de la obligación de la presentación anual de dicho
impuesto, la normativa del mismo establece para los trabajadores
autónomos la obligación de presentar, trimestralmente, liquidaciones
a cuenta de dicho impuesto, salvo que más del 70% de sus trabajos
estén sujetos a retención del I.R.P.F., en cuyo caso dicha obligación
de declaración trimestral no existiría.
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En este sentido es preciso señalar que todo trabajo que se
realiza para un empresario está sujeto a retención del I.R.P.F.,
siendo el empresario el obligado a efectuar dicha retención. En el
caso de las colaboraciones periodísticas hay que entender que las
mismas se realizan para empresarios, estando por lo tanto sujetas a
retención, por lo que el Free Lance o colaborador de prensa no tiene
obligación de presentar declaraciones trimestrales del I.R.P.F.,
viniendo obligado únicamente a efectuar la declaración de sus
ingresos y retenciones por tales colaboraciones en su declaración
anual de renta.
Impuesto sobre el Valor Añadido (I.V.A.)
En el caso de este impuesto, la normativa del mismo exige
realizar declaraciones trimestrales y un resumen anual de dichas
declaraciones.
El colaborador de prensa que se halle sujeto a este impuesto
debe por lo tanto cumplir con dichas obligaciones.
Pero debe tenerse en cuenta que las colaboraciones
realizadas para publicaciones impresas (diarios, revistas, etc.) no
están sujetas a dicho impuesto, por lo que en el caso de que el
periodista solo realice colaboraciones de este tipo no viene obligado
a declarar por este impuesto, ni en consecuencia, a realizar las
declaraciones trimestrales y el resumen anual.
Sin embargo si las colaboraciones se realizan para medios
audiovisuales, se hallan sujetas al impuesto y es preciso formular
las declaraciones correspondientes.
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Como dijimos al principio, en el “Alta Censal”, el colaborador
de prensa tiene que declarar si viene o no obligado a presentar las
declaraciones de I.V.A.
Si se considera
que se va a realizar alguna colaboración
sujeta al impuesto, es preciso señalarlo así en el “Alta Censal” y
efectuar trimestralmente la declaración, que podrá efectuarse como
“sin actividad” cuando no se haya efectuado en el trimestre
correspondiente ninguna colaboración sujeta al impuesto.
Seguridad Social
Nuestro sistema de Seguridad Social viene (al margen de los
socios trabajadores de cooperativas de trabajo asociado y los regímenes
especiales) a establecer dos grandes grupos de personas obligadas
a estar incluidas en dicho régimen, con la correspondiente
obligación de cotizar: los trabajadores por cuenta ajena y los
trabajadores autónomos.
El trabajador autónomo viene pues obligado, a cotizar al
régimen de la Seguridad Social, por el simple hecho de tener la
condición de trabajador autónomo.
En este punto conviene señalar que no todo aquel que realiza
un trabajo de forma autónoma tiene la condición de trabajador
autónomo, al menos a los efectos de su inclusión en el régimen
especial de la Seguridad Social.
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Antes hemos definido al trabajador autónomo como el que
realiza por cuenta propia, de forma habitual, personal y directa una
actividad económica a titulo lucrativo.
Uno de los requisitos, pues, del trabajador autónomo es que
realice la actividad de forma habitual, lo que quiere decir que la
actividad, además de tener el carácter de periodicidad, tiene que
constituir un medio de vida.
En consecuencia si la actividad no es periódica o si aún
siéndola, por la escasa cuantía de la retribución percibida, no
constituye un medio de vida, no se da la condición de trabajador
autónomo (a efectos de su inclusión en la Seguridad Social) en
quien realiza tal actividad, no existiendo, en tales casos, la
obligación
de causar alta y cotizar al régimen especial de
trabajadores autónomos de la Seguridad Social.
Si deseamos cuantificar cual es la retribución que constituye
un medio de vida y cuya percepción conllevaría la obligación de
cotizar al régimen de autónomos, dicha cifra sería la equivalente, en
computo anual, al salario mínimo interprofesional, cifra que es
establecida anualmente por la Administración y que para el año
2.007 está fijada en 570,60 euros/mes, o lo que es lo mismo en
7.988,40 euros anuales.
LA RELACIÓN DEL FREE LANCE CON EL EMPRESARIO
Un trabajador autónomo puede realizar su actividad para sí
mismo o para un tercero, y en el caso de un periodista sucede del
mismo modo.
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En estas notas vamos a analizar únicamente el supuesto del
periodista que realiza su trabajo para un tercero, sin perder por ello
su condición de autónomo.
La prestación de servicios por parte de una persona para un
tercero (empresa o empresario), habitualmente se realiza a través
de un contrato, en virtud del cual el trabajador se obliga a prestar
sus servicios a un empresario, bajo su dirección, comprometiéndose
a cumplir con un horario, etc.
En este caso estamos ante la típica relación laboral de trabajo
por cuenta ajena.
En el caso de los periodistas, este suele ser el modo habitual
del ejercicio de su profesión en los grandes medios de
comunicación.
Pero la prestación de servicios para otro puede realizarse a
través de otros tipos de contrato sin que entre las partes se cree una
relación laboral.
Los dos tipos de contrato más comunes, cuando los
contratantes desean excluir una relación laboral, son los contratos
de arrendamiento de servicios y de ejecución de obra, aunque
dentro de poco tendremos también que contemplar el contrato del
trabajador autónomo económicamente dependiente, que es un
contrato peculiar, y con un tratamiento jurídico diferente por cuanto
que para conocer de cuantas cuestiones pudieran surgir de estos
últimos contratos, serán competentes los órganos jurisdiccionales
del orden social, mientras que para conocer de los primeros (los
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contratos de arrendamientos de servicios y de ejecución de obra) los
órganos jurisdiccionales competentes son los del orden Civil.
El contrato de arrendamiento de servicios, también llamado de
prestación de servicios, es muy similar al contrato de trabajo por
cuenta ajena, pero no implica una relación laboral entre las partes.
En virtud de este contrato, el empresario tiene derecho a percibir del
empleado,
a
cambio
de
la
remuneración
estipulada,
unos
determinados servicios durante un tiempo determinado. En estos
casos la obligación del empleado consiste en la realización de una
actividad, con independencia del resultado final de la misma.
El contrato de ejecución de obra supone que una de las partes
se obliga a ejecutar una obra a la otra a cambio de un precio cierto.
La obra puede consistir en la realización de cualquier producto,
desde la construcción de un edificio hasta la redacción de un
informe.
En el caso de los periodistas, podrían darse ambos tipos de
relación contractual.
Si pensamos en un colaborador habitual de un medio
audiovisual para realizar comentarios de actualidad (por ejemplo los
participantes en las tertulias radiofónicas o televisivas), seguramente
su contrato de colaboración responderá a la forma de un
arrendamiento de servicios.
En cambio, si estamos pensando en la típica colaboración en
medios escritos o incluso en medios audiovisuales, el contrato
tendrá el carácter de ejecución de obra, ya que en esos casos
empresa y periodista convienen un resultado concreto, que consiste
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en el trabajo periodístico que debe realizar el periodista por su
cuenta y riesgo.
Nosotros entendemos que el contrato habitual del colaborador
de prensa o free lance, es el que corresponde al de ejecución de
obra, y por ello ese tipo de contrato es el que va a ser objeto de
análisis en las siguientes líneas.
Contenido y alcance del contrato. Los derechos de propiedad
intelectual.
Aceptando, pues, que la relación jurídico-formal habitual entre
un colaborador de prensa y el empresario es la que corresponde a
un contrato de ejecución de obra, es necesario establecer cuales
deben ser los puntos que deben contemplarse en dicho contrato.
El contrato de ejecución de obra es un contrato civil, que
puede formalizarse tanto por escrito como verbalmente.
El problema de los contratos verbales consiste en demostrar
cuales eran las condiciones de los mismos e incluso, con frecuencia,
su propia existencia, por lo que siempre es deseable formalizar un
contrato escrito.
A la hora de realizar un contrato de colaboración para un
medio, es preciso tener en cuenta que todo trabajo literario, toda
colaboración periodística, tiene el carácter de obra y por lo tanto
está sujeta a derechos de propiedad intelectual que pertenecen al
autor.
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Los derechos de propiedad intelectual los podemos dividir en
dos grupos. De una parte los derechos patrimoniales y de otra los
denominados derechos morales.
Los derechos patrimoniales son aquellos que están en
relación con la utilización y reproducción de la obra, pudiendo ser
cedidos a terceros, lo que habitualmente se realiza a cambio de una
retribución económica.
Los derechos morales, por el contrario, no son susceptibles de
cesión a terceros, ya que se trata de los derechos inherentes a la
autoría de la obra, como el derecho a reivindicar dicha autoría y el
derecho de oponerse a modificaciones de la misma.
Si el contrato supone la entrega de una obra sujeta a
derechos de autor, el contrato deberá contemplar, además de las
condiciones económicas pactadas entre las partes, el contenido y
alcance de la cesión propiamente dicha en relación con los
derechos de autor, es decir si tal cesión se efectúa o no en
exclusiva, si puede ser a su vez cedida por el adquirente en
exclusiva, si la cesión se realiza para una sola publicación o para
varias, si la cesión se refiere también a los derechos o retribución
por reproducción en revistas de prensa, etc.
Los derechos de autor y las colaboraciones periodísticas.
Las obras que se realizan para una publicación periódica
tienen un tratamiento especial en relación con los derechos de autor
que suelen ser desconocidos por los periodistas e ignorados por los
empresarios y que consiste en la posibilidad del autor de explotar su
obra en cualquier forma que no perjudique la explotación normal de
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la publicación en que se haya insertado y en el hecho de que el
autor podrá disponer libremente de su obra si esta no se publica en
el plazo de un mes desde su envío o aceptación en las
publicaciones diarias o en el de seis meses en las restantes. Ambos
supuestos son susceptibles de pacto en contrario.
Recientemente la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual
ha establecido la obligatoriedad de retribuir la reproducción de los
artículos periodísticos en las denominadas revistas de prensa.
Se trata de un derecho que pertenece a los autores, es decir a
los periodistas, y cuya cesión, en el caso de los colaboradores
periodísticos, requiere un pacto expreso y por escrito para cada obra
realizada, ya que la Ley de Propiedad Intelectual establece la
nulidad de la cesión de derechos de obras que el autor pueda crear
en el futuro.
EL CONTRATO DE COLABORACIÓN PERIODISTICA
Todo
contrato
suele
dividirse
en
tres
partes,
el
encabezamiento, donde se identifica a las partes contratantes, los
expositivos donde se explica cual es la voluntad de las partes y las
estipulaciones o clausulado, donde se establece realmente lo que es
objeto de contrato.
En el encabezamiento, lógicamente deben identificarse las
partes contratantes con su nombre, domicilio y número o código de
identificación fiscal.
En el supuesto de que una de las partes
contratantes
una
sea
entidad
mercantil,
como
sucede
frecuentemente, debe identificarse a la persona que suscribe el
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contrato en nombre de la sociedad, así como el carácter o
representación con que interviene.
En los expositivos, se hace mención a la voluntad de las
partes de obligarse y de someterse a las condiciones que se
recogen a continuación.
Finalmente
el
clausulado
o
estipulaciones
recogen
el
contenido propiamente dicho del contrato, es decir los pactos entre
las partes, cuyo cumplimiento podrá ser exigido posteriormente.
En un contrato de colaboración periodística –contrato de
ejecución de obra- el contenido del clausulado deberá recoger, en
líneas generales, los siguientes apartados:
a) El objeto de contrato, que será la realización por el
colaborador
de
prensa
de
un
trabajo
literario
o
colaboración, con un tamaño determinado, habitualmente
expresado en folios.
b) El plazo en que deberá entregarse el citado trabajo.
c) El precio que será satisfecho por el mismo y la fecha y
forma en que deberá ser satisfecho dicho precio.
d) El destino del trabajo, es decir el medio en que será
publicado, y el plazo dentro del cual debe ser publicado.
e) Si la cesión del trabajo se realiza o no con carácter de
exclusiva, así como el alcance de la cesión y, en su caso,
de la exclusiva.
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Lógicamente un contrato puede contener otras muchas
cláusulas, pero en nuestro sistema jurídico no es necesario
establecer contratos excesivos en cuanto a su tamaño y clausulado,
ya que gran parte de las cuestiones que podrían consignarse, se
encuentran reguladas en las leyes y los derechos son que recogen
estas son con mucha frecuencia de carácter irrenunciable.
En base a cuanto antecede, y para finalizar este trabajo,
sugerimos a continuación un “Contrato Tipo”, que puede ser
utilizado por los colaboradores de prensa o servirles de referencia o
comparación a los contratos que les puedan proponer las empresas.
MODELO DE CONTRATO TIPO
En «Población», a «Fecha».
REUNIDOS:
De una parte, DON / DOÑA ____(periodista)_____, mayor de
edad,
vecino de _________________________________titular del
D.N.I. _________.
Y de otra parte, DON / DOÑA _____(empresario)______,
mayor de edad, vecino de ___________________________titular del
D.N.I. _________.
DON / DOÑA ____(periodista)_____, interviene en su propio
nombre y derecho.
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DON / DOÑA _____(empresario)______, interviene en nombre
y representación de la entidad mercantil __________________, con
domicilio en ______________________ y C.I.F. ____________, en su
calidad de ________________.
Ambas partes en la representación que ostentan se reconocen
mutuamente capacidad legal suficiente para obligarse por medio del
presente documento y, a tal efecto
EXPONEN:
I
Que DON / DOÑA ____(periodista)_____, en lo sucesivo “EL
COLABORADOR”,
realiza
por
cuenta
tiene la condición de periodista y como tal
propia
trabajos
periodísticos
(crónicas
informativas, artículos de opinión, reportajes, etc.).
II
Que la entidad ________________, en lo sucesivo “LA
EMPRESA”, esta interesada en la adquisición del trabajo realizado (o
que se realizará) por EL COLABORADOR que más adelante se
reseña, lo que llevan a efecto por medio del presente documento y
con sujeción a las siguientes
ESTIPULACIONES
PRIMERA.- Objeto del contrato.- Es objeto del presente contrato
el/los trabajo/s periodístico/s realizado/s (o que se realizará/n) por
EL COLABORADOR, siguiente/s:
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TITULO:
TEMA:
TAMAÑO:
SEGUNDA.- Plazo de entrega.- EL COLABORADOR se obliga y
compromete a entregar el trabajo/s objeto de este contrato en la/s
siguiente/s fecha/s:
TERCERA.- Precio y forma de pago.- LA EMPRESA satisfará al
COLABORADOR, la cantidad de ____________ € por el trabajo
objeto de este contrato (o por cada uno de los trabajos objeto de este
contrato), con independencia de si son o no publicados.
La/s suma/s indicada/s se satisfará/n por LA EMPRESA al
COLABORADOR en un plazo no superior a treinta días desde la
fecha de entrega del trabajo (o de cada uno de los trabajos) objeto de
este contrato.
CUARTA.- Publicación.- El trabajo objeto de este contrato será
publicado en (medio en el que vaya a ser publicado), estando previsto
que lo sea en el nº __.
En todo caso, LA EMPRESA se reserva el derecho a publicar el
trabajo en cualquier otro número del medio citado, durante el plazo
de un mes (seis meses para publicaciones no diarias) desde la fecha de su
entrega.
Si transcurridos un mes (seis meses para publicaciones no diarias)
desde la fecha de entrega del trabajo este no ha sido publicado, LA
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EMPRESA perderá cualquier derecho sobre el/los citado/s trabajo/s
incluido el de su publicación.
QUINTA.- Derechos de Autor.- El COLABORADOR, mantiene la
totalidad de los denominados Derechos Morales sobre el/los
trabajo/s objeto de este contrato.
Ello supone, las siguientes obligaciones para LA EMPRESA:
-
Consignar en la publicación del/los trabajo/s el nombre (o
en su caso, si se desea, el seudónimo) del COLABORADOR.
- No modificar el/los trabajo/s, sin el consentimiento del
COLABORADOR.
Por lo que refiere a los Derechos Económicos, LA EMPRESA
adquiere, única y exclusivamente, los relativos a la publicación del
trabajo objeto de este contrato en el medio consignado en la anterior
estipulación cuarta.
La reproducción y difusión de dicho medio a través de
Internet, se encuentra /no se encuentra/ comprendida entre los
derechos que adquiere LA EMPRESA.
La reproducción del trabajo objeto de este contrato en
cualquier otra publicación diferente, aunque la misma sea
propiedad de LA EMPRESA, se encuentra /no se encuentra/
comprendida entre los derechos que adquiere LA EMPRESA.
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SEXTA.- Resolución de divergencias.
Para cualquier divergencia o interpretación que pudiese surgir
respecto del contenido y alcance del presente contrato, las partes se
someten a Arbitraje de equidad, que será realizado por un único
Arbitro que será designado por el Presidente de la Asociación de la
Prensa de ____________de entre los miembros de la Junta Directiva
de dicha entidad.
ALTERNATIVA
Para cualquier divergencia o interpretación que pudiese surgir
respecto del contenido y alcance del presente contrato, las partes con
renuncia a cualquier fuero propio o derecho que pudiera corresponderles, se
someten expresamente a la Jurisdicción y Competencia de los Juzgados y
Tribunales de __________.
Y en prueba de conformidad los contratantes firman por
duplicado el presente documento en el lugar y fecha arriba
indicados.
Lógicamente,
el
contrato
deberá
ser
completado
posteriormente con un documento, o justificante suficiente, de la
fecha en que se entrega el trabajo.
CARLOS HERNÁNDEZ-SANJUAN MARCH
18
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