“EL ANUNCIO DEL NUEVO PACTO EN JESÚS DE NAZARET”

Anuncio
“EL COMIENZO DEL NUEVO PACTO”
APÓSTOL DOCTOR JOSÉ LUIS DE JESÚS MIRANDA
JESUCRISTO HOMBRE
15 de febrero de 2012
El tema de hoy es “El comienzo, el anuncio del nuevo pacto en la boca de Jesús de Nazaret”. Cómo fue
que él lo anunció.
Dice que comenzó de esta forma: Juan 13: 34, vamos a comenzar ahí.
“Un mandamiento nuevo os doy:…”
Se asustaron los discípulos, dijeron: -Este es del diablo, porque se conocen 10 mandamientos-.
¿Correcto? Diez. Y ahora, Jesús de Nazaret que lo tienen en duda, en la mirilla, porque a él todo lo que
decía lo estaban velando; como a nosotros, que están allí: -Mira, qué dijo ahora. Pues, cuando dijo: “Un
mandamiento nuevo os doy”; de momento brincaron y dijeron: -¿Cómo que un nuevo mandamiento?
Ahora fíjate cuál era el mandamiento:
“Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.”
Así comenzó Jesús a anticipar lo que venía. Esto es “Un mandamiento nuevo; que os améis los unos a
los otros.”
Y lo repite allí en Juan 15:12, también. Más o menos, va alertando, porque él venía hablando y no
podía explicarlo. Él hablaba así, porque si dice lo que yo les voy a decir hoy, lo descubrían.
“Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.”
Y entonces, Juan 3: 16, el famoso Juan 3: 16. Hay iglesias que se llaman así: “Iglesia Juan 3:16”. Ah, y
todavía no entienden qué significa eso.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo,…”
Naturalmente, a su mundo, no al mundo entero, porque él también dice: -El Espíritu de Dios, el cual el
mundo no puede recibir, porque no le conoce”. Entonces, él no va a morir por un mundo que después
no le puede recibir, porque hay dos simientes, dando a entender eso. Pero ese ‘mundo’ es el mundo de
los escogidos.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que
en él, ¿crea?, que en él cree…”
¿Sabe por qué yo digo eso? Eso es un hincapié que te estoy haciendo allí. Porque si tú le preguntas
esto a cualquier persona, él no te va a decir, cree, él te dice para que “crea”, porque ellos creen en el
libre albedrío. Como quien dice: -Si alguno se atreve a creer. Pero la palabra ‘creer’ es que ya estás
creyendo, porque tiene el don de la fe. ¡Hello!
“…no se pierda, más tenga vida eterna.”
O sea, que ya está creyendo.
Entonces, fíjate cómo comienza el anuncio del nuevo pacto. Porque en sí cuando él habla del nuevo
pacto, él dice: “Este mandamiento nuevo os doy”.
Pero, yo me puse a leer a Romanos 2: 16 que ya ustedes lo conocen. Así es que se iba a manifestar
ese amor, porque de ese amor nunca se habló. Mira como dice Pablo, de cómo se iba a manifestar.
“…en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme, a qué,
conforme a mi evangelio.”
¿Y cuál era el evangelio de Pablo? La incircuncisión. Quiere decir, que Dios te iba a amar a través de
una información. Porque de qué vale que él diga: Yo te amo. Pero, si todos los cristinos, digo, los
llamados ‘cristianos’, todos los religiosos dicen: -Dios te ama, pero te puedes perder-. Entonces, como
que se contradicen, diciendo: -Dios te ama, pero el diablo te puede llevar. Dios te ama, pero te vomitaré
de mi boca, si te enfrías-. Y cuándo uno en el sistema, a veces, no se siente frío y piensa, -Ah, si me
coge Papá ahora, me vomita-. ¡Un Papá vomitando!
Entonces, en verdad, la única forma que tú ibas a conocer el amor de Dios era a través del evangelio de
la incircuncisión. Ese es el verdadero amor. Porque, ¿para qué él se dio? Pues, para librarte del diablo,
para que estés sin pecado, para que tengas limpia conciencia. Mira cómo ese preso se siente, estaba
esclavo 5 años y ahora dice: -No, ahora tengo limpia conciencia. Me siento amado, me siento libre, libre
del diablo, libre del pecado, libre, perfecto con una sola ofrenda.
Quiere decir, que el único que te enseña eso es el evangelio de la incircuncisión. Naturalmente, ese
evangelio nunca se enseñó, porque no le conviene a las religiones. El evangelio de la incircuncisión, el
único que lo ha predicado SOY YO, más nadie. Eso tú puedes estar seguro, porque si alguien lo
hubiera predicado antes, ya lo hubiéramos sabido, y en vez de yo comenzar “Creciendo en Gracia”, lo
hubiera comenzado otro.
Ahora, fíjate que en sí, lo que Jesús nos estaba advirtiendo es -miren, yo verdaderamente les he amado
y les doy un nuevo mandamiento, olvídense de aquellos diez. Yo les doy un nuevo mandamiento, con lo
que yo los voy amar a ustedes. Y naturalmente, cuando hablamos de amor, fíjate lo sabio que es Dios,
que la raza humana, por más inteligente, por más estudios, por más equipado, por más bien que se
crió, el ambiente, no importa, Dios le dejó un huequito a cada ser humano que sólo lo llena el amor. Sí,
uno busca que lo amen, eso es todo.
Cuando tú ves un muchacho por ahí, un delincuente, busca, pregúntale: -¿Qué pasó?
-Bueno, mi papá me levantaba a patadas por la mañana.
Búscate cualquier caso. El matrimonio que se divorció; falta de amor. O sea, el amor, bueno es el
vínculo perfecto, dice Pablo. Entonces, cuando a ti se te ama, pues tú respondes, porque todo el mundo
anda buscando eso, olvídate. Vete a las cárceles, allí hay alguien llorando de noche. Pero es que el ser
humano no puede vivir si no es amado.
Ahora, dice que hay diferentes tipos de amor; está un amor ágape, que es un amor que sale de una
fiestecita; está el amor erótico que es sexual, animal; entonces está el amor filial, que es relaciones
entre hermanos, y el amor ágape que es el amor de Dios.
En este caso, yo estoy hablando del amor de Dios, que Dios quiso amar con un amor que es el que
sana. Por eso, tú ves que la gente no entiende que es lo que les sucede a ustedes, que ustedes en
alguna forma esta información te ha sanado, porque con ese amor es que él te amó. Dice: “Un
mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a los otros.” Pero es un mandamiento nuevo, y el amor
siempre ha existido. ¿Por qué él le llamó “un mandamiento nuevo”? Porque se iba a manifestar en una
información que te iba a llegar a lo interior e iba a sanarte. Por eso es que tú te sientes, como tú te
sientes. Eso es un amor bien profundo, el amor del evangelio de la incircuncisión.
Mira, allí en el Internet hay un muchacho con dos o tres más que está peleando como con 10 ó 12
personas, y él escribe: -Mira, ese es falso, ese es esto, ese es aquello-, bueno y él le escribe a todo el
mundo. Pero, todos los de nuestro ministerio lo que le dicen: -Mira, no seas tonto, tú tienes un velo-, y el
pobrecito se cree que va a convencer a alguno de nosotros. A nosotros no hay quien nos convenza de
que esto es falso. Bueno de aquí nadie se puede ir, imagínate. Tú no ves que después que tú escuchas
esto tú quedas sellado, tú quedas marcado. NO HAY FORMA DE QUE NADIE DE AQUÍ SE VAYA A
OTRA IGLESIA. (Aplausos).
Y para dañar estas estadísticas, tiene que ser que alguien se meta aquí fingiendo y al año se vaya y
diga: -Mira, sí, yo me fui. Pero, el que llega aquí y entiende esto, es más, a ti se te acabó la opción de
que me voy para otra iglesia. ¿Para cuál? Si esta es la única iglesia.
Es más, fíjate, cuando dice “cuando aparezca el deseado de las naciones”. ¿Ustedes saben por qué
ustedes me llaman a mí Papi y me aman tanto? Porque, no por José Luis, el boricua José Luis, sino
porque el mensaje que este velo iba a traer, era un mensaje de amor y entonces, tú lo reflejas diciendo
que me amas, amándome y entonces, el mundo no entiende eso.
Es más, los medios, cuando yo he estado con abogados, en estos casos, esas buenas experiencias
que yo he tenido en la corte, pues ellos dicen:
-Pero, dígame una cosa, en el ministerio ¿quién manda?
-Bueno, manda el evangelio.
-Pero, ¿quién toma la decisión del evangelio? ¿Quién más? ¿A parte de usted, hay alguien más?
Imagínate.
-O sea, ¿que usted controla todo?
-Bueno, no es que controle, es que…
-Pero, ¿quién establece un pastor en tal país?
-Bueno, la información llega a nosotros.
-Pero, ¿y, cuáles son las calificaciones?
-Pues, que conozca la palabra, que crea doctrinalmente.
-¿Y quién enseña esa doctrina?
-Bueno, yo la enseño.
Dicen: -Entonces ¿quién manda?
Digo: -Bueno, manda la palabra.
-Pero ¿quién representa la palabra, usted?
-Bueno, entonces usted es el que manda.
Porque en otras denominaciones no manda un líder, mandan un montón. Democracia significa, muchos
mandan. Esto no es democracia, eso no sirve. Aquí es teocracia, aquí Dios manda. (Aplausos)
Hay muchas formas de gobierno: Monarquía, pues, donde unos reyes mandan, una monarquía.
Entonces está la democracia de Estados Unidos, que ya tú sabes como es eso, -aquí mandamos todos.
Y entonces, está el gobierno dictatorial, que es un dictador. Ese es el mejor, porque se parece al de
Dios, lo que pasa es que los dictadores de hoy son malos y se quedan con todo. Bueno mira, pregunta
lo que le pasó a Cuba, porque hay un dictador. Pero, Dios es dictador porque Dios no pide consejo, ni
pide opinión. Pero, entonces nosotros lo dibujamos y le pasamos un pañito y le llamamos teocracia,
pero que no es otra cosa que una dictadura de amor.
Entonces, cuando digo “el deseado de las naciones” es por el mensaje. Así es que tú descubres si
estás en la verdad, si lo que se te ha dicho a ti contiene amor, lo más grande es el amor. Ese es el
vínculo perfecto, la expresión máxima: El amor.
Los americanos tienen un cántico, los carismáticos, dicen: ♫ His banner over me is love…♫ (Su
bandera sobre mí es amor). Que es lo menos que tienen, pero como lo dice así, pues ellos dicen: ♫And His banner over me is love…♫ Pero cómo pueden amar si no conocen el evangelio de la
incircuncisión.
Tú sabes que en el sistema (religioso) no hay amor, aunque ellos dicen: -Cristo te ama y yo también.
Pero, que te cojan en una fiestecita por allá bailando, dicen: -¡Mira, fuera! Dame la membresía. Te la
quitan. Eso es una mentira. Mira ni los pentecostales, ni los bautistas, ni metodistas, ninguna religión,
los católicos menos. Ninguno tiene el amor de Cristo manifestado, porque el amor de Cristo se
manifiesta a través de un conocimiento, que es las inescrutables riquezas de Jesucristo expresadas en
el evangelio. (Aplausos).
Mira como dice Romanos 5: 5, hablando de este amor.
“…y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones
por el Espíritu Santo que nos fue dado.”
¿El amor de Dios derramado? ¿Cuándo tú has visto un derramamiento o un cubo que se te hace así y
es vertido? ¿Qué es el amor de Dios derramado? ¿Por qué tú piensas que yo te amo? Por las
convicciones que yo tengo; que no te conozco en carne, que te soporto, que trato de entender. Pues
entonces, ¿qué es lo que fue derramado en nuestros corazones? Un conocimiento. Lo que pasa que
ahora se manifiesta en esa terminología: AMOR.
Por ejemplo, hay otro texto que dice “vestíos de amor”, y después dice “vestíos del nuevo hombre”; pero
es sinónimo. Entonces el amor de Cristo fue derramado en nuestros corazones. ¿Qué es el corazón?
¿Éste (el corazón físico) o éste (la mente)? -La mente. ¿Y qué fue lo que fue derramado en ti? Una
fuente de información, sino tú no puedes amar.
Por eso Álvaro leyó: “El fruto del espíritu es amor”, no dijo “los frutos.” Tú no puedes decir: -Yo tengo
amor, pero no tengo bondad. Yo tengo amor, pero no tengo otra cosa-. No, no, “el” es un solo fruto. Tú
no puedes decir: -Bueno, yo tengo amor, pero no tengo paciencia. Yo tengo amor, pero no tengo
benignidad. Yo le meto una bofetada a cualquiera, en cualquier momento.
-Oye, pero ven para acá. ¿Tú amas o qué es lo que tú tienes encima?
-Mira, yo soy una fuente de amor, ahora, humilde no soy.
O sea, no puedes contradecirte, o tienes el fruto, o no lo tienes. O eres, o no eres.
De hecho, fíjate si es así, que la incircuncisión es un conocimiento y ese conocimiento se puede
aprender. Se puede aprender. Por ejemplo, Pedro -el gran hipócrita, Pedro- digo, así lo llamó mi Apóstol
Pablo. Dice “que por la hipocresía de Pedro fue arrastrado el discípulo de Pablo, Bernabé.” Así que, yo
no lo estoy llamando hipócrita, lo está llamando así el gran Apóstol Pablo. Tú sabes, yo lo que le añadí:
“el gran”, ja, ja, ja.
Pedro se aprendió el evangelio de la incircuncisión. Fíjate que Pablo le dijo: -“Oye, como tú siendo
judío, vives como los gentiles.” Qué, es que él aprendió el término: -Si yo digo, bendecido, aquí, me
meto y le quito todo lo que tienen. Ahora, cuando voy donde Santiago y mis hermanos allá, había una
división y les digo: ¡Shalom!
Bueno, fíjate si es así que en uno de sus actos de su hipocresía, en Gálatas capítulo 2, verso 11 y 12
dice, que de momento supo que Santiago venía, Santiago era miembro con Juan y Pedro los jefes de la
circuncisión, y dice que se apartó seguida porque tenía miedo a los de la circuncisión. O sea, cuando él
es el jefe de la circuncisión dijo: -Espérate que me van a ver. Si Santiago me coge aquí, muchacho, voy
a perder posición con los legalistas de allá.
Por eso aquí tú no puedes fingir. Aquí tú no puedes venir a decir: “Dios te bendiga”, porque viste un
amigo que entró por ahí. Tú dices: “Dios te bendiga” aquí, muchacho, se te explota la cabeza. O, un
“abaluya”, ja, ja, ja, jaaaaaa.
Vamos a ver Gálatas 5, verso 6.
“…porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra, cómo,
por el amor.”
“La fe que obra por el conocimiento”, porque como tú puedes aprender el pacto de la incircuncisión.
Nosotros hemos visto gente que aprende a hablar como nosotros. Es más, yo he llegado a lugares que
pregunto: -¿Ellos son del ministerio, verdad?
-No, no, ese hombre tuvimos que alquilarlo por esto y por esto y tuvimos que pagarle aparte.
-Pero y ¿por qué dijo, bendecido?
-Ah, porque él lleva un par de días aquí organizando el sonido y sabe que esa es la clave.
Imagínate, si el FBI (Buró Federal de Investigación) o el Departamento de Inteligencia de Estados
Unidos, que nosotros les preocupamos grandemente por el Jim Jones, y el Dave Koresh. Entonces,
¿qué pasa? Cuando un líder se levanta y tiene grupos como nosotros tenemos, no solo local,
internacional, mundial, les preocupa. Y como hay un montón de vagos allí en el FBI, que no tienen nada
que hacer y hay tanto dinero que tiene este gobierno, pues entonces les asignan: -Mira, investígate tal
grupo, coge todo el tiempo que tú quieras, métete allí, apréndete un par de códigos, habla como ellos,
porque nos preocupa grandemente porque esa gente allí les dan training con metralletas a la ‘Súper
Raza’-. Ellos piensan que los niños de aquí, uno les da un ‘training’ (entrenamiento) de lavado de
cerebro, porque ellos no entienden que nosotros le llamamos ‘Súper Raza’ porque no están
contaminados con la religión.
Ah, y tú no dudes eso. Tú no dudes eso, porque yo tengo la historia de la bendecida Sonia, que en
Bogotá salió a una fiestecita y conoció a uno del Departamento de Inteligencia de Estados Unidos que
lo asignaron a Bogotá a un trabajo, y entonces, estaba en una fiestecita y entonces parece que
empezaron a hablar: -¿Qué trabajo tú haces?
-Bueno, trabajo en llegar a lugares e investigación.
Bueno, el punto está que ella le pregunta: -¿Y de dónde vienes?
-Bueno, yo estuve trabajando en Miami, 2 años.
-Ah, ¿y qué proyecto tenías allá?
Le dice: -Ah, de un hombre allí que dice que es “Dios”, que maneja un BMW y se dice que está lavando
dinero y que está esto, que está aquello.
-Bueno y ¿qué encontraste?
-No, estuvimos mucho tiempo y no encontramos nada malo.
-Y, ¿a quién asignaron ahora?
-Asignaron a un cubano-, porque este era americano, -asignaron ahora un cubano-. Lo pusieron que
hable español.
Y, entonces, vino ella y le dijo: -¿Pues tú sabes qué, cómo se llama ese hombre que ustedes estaban
investigando? Entonces le dio un falso nombre para desviar, porque tú sabes cómo trabajan ellos.
-Es un tal…Suárez, yo no sé qué.
-Aaah.
Pero, que entonces, ella lo vio en otra ocasión y tenía una foto mía y le dice: -Oye, ese Suárez ¿es
éste?
Y, entonces, parece que él le afirmó: -Sí, es él.
Ella con autoridad le dijo: -Él no es Suárez, él es José Luis De Jesús Miranda y te voy a decir una cosa,
no le encontraste nada malo en dos años ni le vas a encontrar. Entonces, ella le dijo: -Mira, por ese
hombre yo doy mi vida, mis hijas y todo el mundo. (Aplausos).
Así que, no dudes que pueda haber varios espías entre nosotros. Oye, no mires al del lado, por favor.
Pero a nosotros eso no nos asusta, porque este es un ministerio que es indestructible, mira,
INTOCABLE, INDESTRUCTIBLE, Y SI LE ECHAS AGUA, NOS MULTIPLICAMOS. (Aplausos).
Entonces, yo entiendo el amor de Dios por una información que se manifiesta por un conocimiento, y
ese conocimiento va a lograr más que amenazas, que lo que sea. Bueno, eso es lo que ha hecho estos
cambios, mundialmente, en las cárceles, en tantos lugares y se expresa a través del evangelio de la
incircuncisión.
Por ejemplo, fíjate que cuando dice que “el fruto del espíritu es amor”, después también te dice otro
atributo, “el fruto del espíritu es fe”. Pero la fe que produce el espíritu no puede ser la fe que tú tenías,
porque tú estabas en apostasía y el Señor Jesús de Nazaret dijo: “Cuando yo venga por segunda vez,
¿hallaré fe en la tierra?” Quiere decir, que el fruto del espíritu no lo iba a hallar, lo que encontró fue a
religiosos. Porque la fe sólo se activa con el evangelio de la incircuncisión.
-Ay, no Apóstol, si yo he visto ministerios de fe que tumban gente.
Esos no son ministerios de fe, esos son ministerios de señales. Te lo digo que no son, porque mira,
esos ministerios de señales y de fe, diles: -Oye, predestinado, ¿cómo estás?
-¡Cuidado con esa palabra!
-¡Bendecido!
-¡Cuidado!
Quiere decir, que no aceptan nada del pacto de la gracia, pero parecen ‘cristinos’, parecen cristianos.
Ahora, no digas allí: ABBA PADRE. Tú tienes que decir: Aleluyaaaaaa o abaluya, ja, ja. Pero, no
puedes decir eso de: ¡BENDECIDO! ¡Ummm!, esas son palabras insultantes. Tú no ves que el amor de
Dios se expresa en una forma que sólo el que es escogido dice: -Ay qué lindo, ¡bendecido! Ay, que
estoy ‘libre del diablo’. Oye, pero qué noticia. Oye, yo quiero averiguar si eso es verdad.
El que no es hijo de Dios, inmediatamente rechaza eso. -¡NO! El diablo está vivo.
Le encanta la idea. Es como el pastor de Costa Rica que dijo: -Esta gente dice que el diablo está
destruido, imagínate lo mal que están. Estos bandidos dicen que el diablo está destruido-.
Y después dice: -Oye, ¡qué bueno si estuviera! Qué bueno sería-. Y no sabe que lo está.
Por eso, cuando se predica el evangelio que nosotros conocemos y tú se lo predicas a un familiar y te lo
rechaza, no lo margines todavía porque tú sabes que al principio tú lo rechazaste también. Tú te
asustaste, y tuviste que pasar poquito a poco en lo que el velo fue quitado. Pero, hay unas
probabilidades que tú estés tratando con uno de la simiente de perdición, con un vaso de ira. A mí me
ocupa mi familia, ciertos familiares que están en la iglesia y son líderes de iglesia. Aunque
naturalmente, a veces nadie es profeta en su propia tierra: -No, si este es José Luis, nosotros lo
conocemos. Él ha sido travieso siempre-. Se pegan por allí. -¿Cómo puede ser él? Y es bien difícil, y
recuerda que Dios se encubre, Él se encubre bajo mil cosas para que tú no lo entiendas por la
apariencia, sino POR CONTENIDO.
Por ejemplo, dice Segunda carta a los Corintios capítulo 3, verso 14:
“Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto,
les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es, qué, quitado.”
Entonces, Cristo, el término ahí no es Jesucristo, ahí es CRISTO, está hablando cómo Cristo se iba a
manifestar. ¿Cómo se iba a manifestar? En este caso, tú no puedes mirar mi carne, tú tienes que mirar
lo que yo enseño. Entonces, Cristo tiene una información que quita velos. A ti te lo quité y tú le has
quitado el velo a otras personas.
Ahora, si oyen esto y la persona sigue igual, decimos, -¡Ay Padre! que yo no tenga un familiar lobo-.
Porque tú sabes que Eva tuvo dos hijos: Caín y Abel; y Caín era malo. Tú has visto el término: ¡Muchacho, ese es más malo que Caín! Se complació en matar, le dio celos por la ofrenda de Abel.
Dice que le molestó. Hay gente así, que se molesta cuando tú haces algo bueno. Les da un celo
tremendo. Ellos quieren verte mal; si te ven bien, les da celo y se molestan. ¿Tú has visto gente así?
Hay gente que no se gozan en los triunfos del otro, les molesta y más si te conocen bien: -Ah, éste llegó
aquí los otros días y se cree que es mejor que nadie. Debe estar mintiendo y robando.
Aunque no sea verdad, les llega la malicia: -Algo malo tiene que estar haciendo este hombre o esta
mujer porque yo los conozco desde pequeños, que no sirven para nada.
Hay gente mali- ciosa, que la malicia les reina enseguida -¡uuum!-, y fabrican maldad. Y tú sabes que el
miércoles pasado estuvimos hablando aquí que debemos ser ingenuos para el mal; tontos, en otras
palabras, no pensar malo de nadie, que cada cual siga por allí su camino tranquilo.
Fíjate lo que dice Tito antes -de Hebreos- Tito capítulo 3, verso 4.
“Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, le llama Cristo Dios y su amor para con
los hombres, nos salvó…”
Inmediatamente, te dice la información de la incircuncisión. El amor se manifestó. ¿Cómo? Verso 5.
“…nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia,
por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,…”
O sea, que el amor se manifestó cómo, -Lavamiento, regeneración, una nueva creación, por el Espíritu
Santo que nos fue dado, que nos fue derramado. ¿Cómo? A través de la información del evangelio, o
sea, que hubo un conocimiento que fue derramado en ti.
Segunda carta a Timoteo capítulo 1, verso 7.
“Porque no nos ha dado Dios espíritu, o sea, enseñanza, de cobardía,
sino de poder, de amor y de dominio propio.”
O sea, que es un conocimiento que te domina, te da dominio propio; y ese Espíritu es el fruto del
Espíritu que es amor. O sea, que en esta noche, toda la doctrina nuestra de todos estos años, es
sinónimo de Amor. O sea, cuando tú te expresas, lo que tú expresas es amor por tus labios,
porque allí es que está derramado el amor de Dios en un conocimiento.
Termino con Segunda carta a los Corintios capítulo 5, verso 14.
“Porque el amor de Cristo nos constriñe,…”
¿El amor de quién? “Nos constriñe”. ¿Cómo nos constriñe?
“…pensando…”
El amor nos impacta, nos constriñe pensando.
“… pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;…”
Eso es doctrina pura. O sea, ¿dónde está el amor? Porque hay gente que dice: -No, no, el amor no.
Esa gente se jacta de que saben mucho.
-Depende qué es lo que tú sepas.
-No, porque allí es todo conocimiento, no ves que están calladitos. En mi iglesia es: - Aleluya, Aleluya,
Aleluya, Aleluya, Aleluya-, y grito y grito. Y el pastor dice media zanganada y, -¡Gloriaaaaaaaaa!
Y el pastor les dice: -Hermanos el infierno está ardiendo.
-¡Gloria a Dios!
-Cuando yo mataba a la gente…
-¡Aleluuuuuuya!
-Cuando yo estaba enfermo en aquel hospital
-¡Aleluuuuuuuya!
-Oye, pero qué es eso.
Así es que funciona ese sistema, de todo te dicen un Aleluya. Gloria a Dios, aleluya. Gloria a Dios,
aleluya…
Entonces, aquí no se puede hablar así porque “el amor de Cristo nos constriñe, pensando.” Y al
pensar dices: -Espérate, uno murió, y el que muere, ¿verdad que el pecado no puede hacerle nada? El
que ha muerto ha sido justificado de qué, del pecado. Romanos 6: 6 dice: -El que ha muerto ha sido
justificado al pecado. Y ¿quién murió? -Jesucristo murió. ¿Fue justificado del pecado? Ya no podía
pecar más porque murió. Entonces, ¿qué te dice la mente? Yo tengo que pensar en el amor de Dios.
¿Qué significa el amor de Dios? Que yo también estoy muerto. “Uno murió, luego todos murieron”.
(Aplausos).
Vamos a buscar Romanos 6:6-7, para que veas que no te estoy mintiendo, porque aquí todo lo
probamos con amor, con el evangelio.
“…sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del
pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido
justificado, de qué, del pecado.”
Entonces, el amor de Cristo te constriñe pensando esto: Si él murió y está justificado del pecado, todos
hemos muerto y estamos justificados delpecado. NO HAY PECADO.
Vamos a estar en pie. (Aplausos).
Diga: EL AMOR DE DIOS ES EL EVANGELIO DE LA INCIRCUNCISIÓN. EL AMOR DE DIOS ES SU
PALABRA. EL AMOR DE DIOS ES UN CONOCIMIENTO QUE ME LIBRA DE MÍ MISMO Y ME HACE
EXPRESAR SU AMOR A TRAVÉS DE UN CONOCIMIENTO. (Aplausos).
Ellos dicen: -Que no, que todavía tú eres un pecador.
Mira, ¿qué dice el sistema? Que todavía somos pecadores. ¿Verdad? ¿Qué dijo Juan? Ellos, ellos.
¿Qué dijo Juan, el gran apóstol del amor? “Hijitos míos, si alguno dice que no tiene pecado, le hacemos
a él mentiroso.”
Entonces, quiere decir que el amor de Cristo no constreñía a Juan, para decir: -No, cómo yo voy a decir
que soy pecador, si el amor de Cristo me constriñe a pensar que si él murió y fue justificado al pecado,
yo también estoy justificado al pecado.
Digo, pregúntale al sistema: -¿Cristo murió?
-¡Oooh, yes! (Síii). Él murió y resucitó.
-Entonces, ¿tú estás muerto al pecado?
-¡Nooooo!
Entonces, ¿en qué quedamos? Estás engañándote a ti mismo, estás mintiendo contra la verdad
del evangelio, estás pisoteando la sangre de Cristo y haciéndole afrenta al Espíritu de gracia. EL
QUE TE DIGA QUE HAY PECADO EN LA IGLESIA, ES ENEMIGO DE LA CRUZ DE CRISTO Y
TIENE UN VELO PUESTO. (Aplausos).
Descargar