GALILEO finalmente despega IP/02/478

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IP/02/478
Bruselas, 26 de marzo de 2002
GALILEO finalmente despega
De conformidad con las conclusiones del Consejo Europeo de Barcelona, el
Consejo de Ministros de Transportes ha desbloqueado hoy los 450 millones
de euros necesarios para el desarrollo de GALILEO, el sistema europeo de
posicionamiento y navegación por satélite, y ha adoptado el Reglamento por
el que se crea la empresa común encargada de su gestión. Esta decisión se
ha tomado a raíz de las conclusiones unánimes del Consejo Europeo de
Barcelona de los días 13 y 14 de marzo último. El proyecto GALILEO,
desarrollado en colaboración con la Agencia Espacial Europea, permitirá al
usuario determinar con exactitud en todo momento su posición en el tiempo
y el espacio: sus aplicaciones en la vida diaria son múltiples, desde la
radionavegación en los automóviles particulares hasta la seguridad en los
transportes, pasando por los efectos en diversas actividades comerciales
(sector bancario, geología, obras públicas, energía, etc.).
“Europa ha tomado finalmente la decisión política de lanzar este programa
estratégico: hoy es la Europa resuelta la que se ha expresado» ha declarado con
satisfacción Loyola de Palacio, Vicepresidente de la Comisión responsable de
transportes y energía. «Es una buena noticia que demuestra la capacidad de la
Unión Europea para llevar a cabo un proyecto industrial ambicioso que creará
150.000 empleos altamente cualificados y que generará unos ingresos anuales de
alrededor de 10.000 millones de euros” ha subrayado la Vicepresidente. «Este
proyecto permite a Europa conservar su autonomía, su soberanía, su capacidad
tecnológica y el control de sus conocimientos», ha concluido la Vicepresidente.
GALILEO, el primer sistema de posicionamiento y navegación por satélite diseñado
para necesidades civiles, será más avanzado, eficaz y fiable que el GPS
norteamericano que en la actualidad goza de una situación de monopolio. Habida
cuenta de la amplitud de las necesidades de la radionavegación en los próximos
años, Europa no puede contentarse con un sistema único e imperfecto. Todos los
segmentos de nuestra sociedad pasarán a depender en los próximos años de un
servicio de posicionamiento preciso, por ejemplo, los transportes, las
telecomunicaciones, le energía, el mundo de las finanzas, la salud, la agricultura y la
pesca. "El proyecto GALILEO persigue la compatibilidad y redundancia perfectas
con el GPS: la conjunción dará a ambos sistemas mayor solidez y fiabilidad", ha
señalado Loyola de Palacio. "Pero permite evitar una situación de monopolio y dar
a todos la posibilidad de elegir".
GALILEO representa una baza crucial en términos tecnológicos, económicos y
estratégicos para el futuro de Europa, a quien le permitirá adquirir la independencia
y el control de esta tecnología, al igual de lo ocurrido en otros sectores con Ariane o
Airbus. Las repercusiones económicas serán enormes: según distintos estudios, el
mercado de los equipamientos y servicios que se derivarán de este programa se
considera alrededor de 10.000 millones de euros al año, con la creación en Europa
de decenas de millares de empleos altamente cualificados.
Esta tecnología de vanguardia es un activo de primer plano para la influencia de
Europa en el mundo en las esferas comercial e industrial. El acuerdo de hoy permite
la participación del sector privado en el desarrollo de GALILEO en las mejores
condiciones.
La utilidad de GALILEO no se limita al campo de la economía y las empresas, si no
que afectará el conjunto de la sociedad. Es evidente para los servicios de ayuda
(bomberos, policía, urgencias médicas, ayuda en el mar o en montaña...) que
podrán intervenir más rápidamente para llevar asistencia a las personas en peligro;
para la guía de los ciegos, para el seguimiento de personas afectadas por la
enfermedad de Altzheimer que sufren pérdidas de memoria, al igual que para la
orientación de los exploradores, los excursionistas o los aficionados a la vela.
La fase de desarrollo de GALILEO (2002-2005) tiene por objeto validar las opciones
técnicas y crear el conjunto de las condiciones indispensables para el despliegue
rápido de la infraestructura, incluido el lanzamiento de los primeros satélites de
prueba. La financiación de esta fase está garantizada conjuntamente por la Unión
Europea, por un importe global de 550 millones de euros, y la Agencia Espacial
Europea (ESA), cuyo Consejo aprobó un compromiso de 550 millones de euros a
partir del 15 de noviembre de 2001.
La gestión de esta fase será llevada a cabo por una empresa mixta cuyos miembros
fundadores son la Unión Europea y la Agencia Espacial Europea (ESA).
Pro memoria:
GALILEO es el programa europeo de radionavegación por satélite1 puesto en
marcha por iniciativa de la Comisión Europea. Representará una revolución
tecnológica equivalente a la generada por la telefonía móvil. Promete también el
desarrollo de una nueva generación de servicios universales en ámbitos tales como
los transportes, la agricultura o la pesca. Esta tecnología, que puede generar
beneficios económicos considerables, hasta ahora está controlada exclusivamente
por los Estados Unidos, con su sistema GPS, y por Rusia, con su sistema
GLONASS, ambos financiados y controlados por las autoridades militares. El
programa GALILEO2 será administrado y controlado por civiles y ofrecerá una
garantía de calidad y continuidad que es indispensable para muchas aplicaciones
sensibles. Su complementariedad con los sistemas actuales aumentará la fiabilidad
y la disponibilidad de los servicios de navegación y localización. Se ha propuesto su
desarrollo en cuatro fases: definición hasta 2000, desarrollo hasta 2005, despliegue
hasta 2008, operación y explotación posteriores. La fase de definición se acabó a
finales de 2000.3
Hay información adicional disponible sobre GALILEO en la dirección siguiente :
http://europa.eu.int/comm/energy_transport/en/gal_en.html
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La radionavegación por satélite permite al poseedor de un receptor determinar con
exactitud su posición a cada momento gracias a la captación de señales emitida por
varios satélites.
Véase la Comunicación de 10 de febrero de 1999, COM (1999)54 final.
La Comisión presentó los resultados de la fase de definición en una Comunicación de 22
de noviembre de 2001, COM(2000)750 final.
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