Pág. 1−3 Autor y género novelístico Pág. 4−6 Argumento Pág. 7−9 Personajes

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• Pág. 1−3 Autor y género novelístico
• Pág. 4−6 Argumento
• Pág. 7−9 Personajes
• Pág. 10 Narrador
• Pág. 11−16 Vocabulario
• Pág. 17−19 Localización espacio−temporal
• Pág. 20 Opinión personal
• Pág. 21 Bibliografía
AUTOR:
Arturo Pérez−Reverte (Cartagena, noviembre de 1951) se dedica a la literatura, tras vivir 21 años
(1973−1994) como reportero de prensa, radio y televisión, cubriendo informativamente los conflictos
internacionales de ese periodo. Trabajó doce años como reportero en el diario Pueblo, y nueve en los servicios
informativos de Televisión Española (TVE), como especialista en conflictos armados. Arturo Pérez−Reverte
ha cubierto como reportero, entre otros conflictos, la guerra de Chipre, diversas fases de la guerra de Líbano,
la guerra de Eritrea, la campaña de 1975 en el Sahara, la guerra de las Malvinas, la guerra de El Salvador, la
guerra de Nicaragua, la guerra del Chad, la crisis de Libia, las guerrillas del Sudán, la guerra de Angola, el
golpe de estado de Túnez. Los últimos conflictos que ha vivido son: la revolución de Rumania (1989−90), la
guerra de Mozambique (1990), la crisis y guerra del Golfo (1990−91), la guerra de Croacia (1991) y la guerra
de Bosnia(1992−93−94). En España, sus novelas El húsar (1986), El maestro de esgrima (1988), La tabla de
Flandes (1990), El club Dumas (1993), los relatos La sombra del águila (1993), Cachito (un asunto de
honor) (1995), Territorio comanche (1994), Obra breve (1995) y Patente de Corso (1998) siguen presentes en
los estantes de éxitos de la librerías y consolidan una carrera más allá de este país, donde ha recibido
importantes galardones literarios. A finales de 1996, aparece la colección Las aventuras del capitán Alatriste
que, en menos, de dos años se convierte en una de las colecciones de más éxito de todos los tiempos y, su
protagonista, Diego Alatriste, en uno de los personajes de referencia literaria y de aventuras. Después de su
primer volumen del capitán Alatriste, le siguieron Limpieza de sangre y, ahora, El sol de Breda. Durante la
pasada Feria de libro de Frankfurt' 98, Arturo Pérez−Reverte se convirtió en uno de los principales
protagonistas del certamen, participando junto al escritor norteamericano Ken Follet en un coloquio sobre
cómo se crea un escritor de éxito. Pérez−Reverte desarrolló un interesante planteamiento sobre la
especificidad del best−seller europeo basado en la calidad literaria.
Premios y distinciones
1993
Grand prix de literatura policíaca de Francia.
La revista Líre elige a Pérez−Reverte como uno de los diez mejores novelistas extranjeros en Francia por La
tabla de Flandes.
1
Recibe el Premio Asturias de Periodismo por su cobertura para TVE de la guerra de la ex Yugoslavia.
Obtiene el Premio Ondas 1993 por La ley de la calle, de Radio Nacional de España, un programa sobre el
mundo marginal que se mantuvo en antena cinco años.
1994
La tabla de Flandes es distinguida con el Premio de la Academia Sueca de Novela Detectivesca a la mejor
traducción extranjera.
The New York Times Book Review cita La tabla de Flandes como una de las cinco mejores novelas
extranjeras publicadas en Estados Unidos.
El club Dumas, Premio Pelle Rosenkranz 1994, otorgado por la Academia Criminológica de Dinamarca. El
jurado la considera la mejor novela policiaca del año.
1995
La tabla de Flandes, nominada por la Swedish Academy for Detection como uno de los mejores thrillers
traducidos en Suecia durante 1995.
La piel del tambor obtiene el Premio de las lectoras de la revista Elle al mejor libro de ficción publicado en
1995.
1996
Pérez−Reverte es distinguido con el Premio del Día Mundial del Turismo de la ciudad de Sevilla, por haber
situado la acción de La piel del tambor en aquella ciudad.
1997
La piel del tambor, Premio Jean Monnet de literatura europea 1997.
Premio Grupo Correo a los valores humanos, por su labor profesional y su proyección social, como uno de
los escritores más leídos en España y más traducido.
The New York Times Book Review recomienda a sus lectores La tabla de Flandes durante 1997 y 1998.
1998
La revista Times saluda la aparición de Ibe Seville communion (La piel del tambor) como una de las obras
más destacadas de 1998 en Estados Unidos.
Nombrado Caballero de la Orden de las Letras y las Artes de Francia por el presidente de la República
Francesa. La distinción se concede para honrar a personalidades distinguidas en el ámbito artístico o literario.
Sus novelas:
El húsar (1986)
El maestro de esgrima (1988)
2
La tabla de Flandes (1990)
El club Dumas (1993)
La sombra del águila (1993), relatos
Territorio comanche (1994)
Cachito (Un asunto de honor) (1995)
Obra breve (1995)
La piel del tambor (1995)
El capitán Alatriste (1996) *°
Limpieza de sangre (1997)*
El sol de Breda (1998) *
Patente de corso (1998)
La carta esférica (2000)
El oro del Rey (2000) *
GÉNERO NOVELÍSTICO:
El género novelístico de esta historia es la novela histotica, esta forma narrativa reconstruye personajes,
acontecimientos o la atmósfera espiritual de las épocas pasadas. W. Scout fue quien asentó sus características
con Waverley (1984).
Esta historia comienza con la vida de un soldado veterano de los tercios de Flandes, que malvive en el Madrid
de los Austrias del S. XVII en una España corrupta y en decadencia.
El capitán Alatriste no era el hombre más honesto, ni el más piadoso, pero era un hombre valiente. Se llamaba
Diego Alatriste y Tenorio, y tenia una excelente hoja militar por lo que se alquilaba como espadachín para los
trabajos sucios que los demás no querían hacer.
Iñigo Balboa, hijo de familia pobre, es acogido por el capitán como promesa a su padre Lope de Balboa,
amigo de Diego en las guerras de Flandes.
El capitán, después de salir de la cárcel por impago de impuestos, sin dinero, habla con el teniente de
alguaciles Martín Saldaña, antiguo compañero de Diego y Lope de Balboa, que le dice que unos hombres
están interesados en su espada y que le pagarán muy bien, por lo menos para vivir satisfactoriamente después
de pagar los impuestos pendientes.
Por la noche fue al lugar citado para hablar con los que le tenían que contratar. Los enmascarados hablaron de
la misión, en la que tenían que asaltar a dos ingleses apellidados Smith, una misión que tenia gato encerrado.
Su compañero, el italiano Gualterio Malatesta, también estaba presente. Uno de los enmascarados se marcha
no sin antes advertir que no quería sangre, y aparece fray Emilio Bocanegra, el presidente del tribunal de la
Inquisición, temido por todos, pues no era muy piadoso tanto con los que no eran católicos como con los que
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sí lo eran.
Este les dice que no hagan caso de lo que les han dicho y que aparte de robarles debían matarles, a cambio les
darían veinte doblones más. Alatriste duda, pero le obligan a cumplir la misión.
Al día siguiente, por la noche, Alatriste y Malatesta acuden a cumplir la misión, y permanecen ocultos en la
sombra a la espera de los dos ingleses. Cuando estos llegan empiezan a combatirse, y cuando el mayor, que
luchaba contra Alatriste, es desarmado, pide cuartel para su compañero. Esto conmueve al capitán que le
perdona la vida y además, desvía una estocada mortal de Malatesta al mas joven de los dos.
Diego los lleva a la casa del conde de Gualmedina donde descubre que los ingleses eran personajes de la
realeza británica y que vienen a negociar el matrimonio entre la infanta doña María y uno de ellos, el príncipe
Carlos Estuardo.
Alatriste pasa la noche en casa de su amigo pero debe volver a su apartamento donde duerme armado hasta los
dientes, por si acaso.
Al día siguiente el teniente Martín le detiene y se lo lleva a una cabaña.
Iñigo en un acto de valentía los sigue y se queda esperando al capitán fuera. Dentro, en la casa, Alatriste se
encuentra con uno de los enmascarados y con fray Emilio Bocanegra, que le interrogan sobre lo ocurrido con
los ingleses y le dejan marchar sin más. Alatriste desconfía.
Al salir, le tienden una trampa e intentan matarlo unos hombres, entre ellos el italiano Malatesta. Con la ayuda
de Iñigo, Diego consigue salvarse.
Mientras tanto, Iñigo se enamora de Angélica de Alquezar, hija de Luis de Alquezar secretario del rey.
Inocentemente y sin saber la trampa que la niña le esta tendiendo, le cuenta todos los planes que él y Alatriste
tienen.
Diego, ya un poco más tranquilo, va al teatro con Iñigo y sus amigos de la taberna, a ver una obra de Lope de
Vega. Pero cinco espadachines le atacan y con mucho valor y la ayuda de Quevedo se enfrentan a ellos. Los
ingleses que también estaban presentes al ver que el que estaba en peligro era el capitán no dudan en ayudarle.
Por desgracia los guardias aparecen y se llevan a Quevedo, a Diego y a los espadachines que consiguen
capturar, presos.
Al día siguiente, el capitán se encuentra con el conde de Olivares, y hablan del historial militar de Alatriste,
pero lo que en verdad el conde quiere saber era quienes estaban implicados en la emboscada en la que
Alatriste participó. Diego oculta la verdad y aparece Luis de Alquezar, quien implica indirectamente a fray
Bocanegra, claro porque él era uno de los enmascarados.
Los ingleses vuelven a su país, pero como agradecimiento le dejan un anillo de oro y una letra de cambio en la
que obliga a cualquier súbdito de Su Majestad Británica a ayudarle si lo necesita.
Fuera del edificio, Malatesta deja un recado a Iñigo( que estaba esperando al capitán), sobre asuntos
pendientes que tiene con Alatriste.
Principales:
• Diego Alatriste y Tenorio − Alatriste es un viejo soldado que frecuenta tabernas y se dedica en sus
ratos libres al oficio de matón a sueldo. El apodo de Capitán no era ni mucho menos, la graduación
que en realidad tenia como soldado. El mote le había llegado tras una batalla en la que, muerto el
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verdadero capitán, él mismo tuvo que dirigir a sus compañeros. Era un hombre rudo, sin costumbres
fijas, pero no maleducado. La vida le convierte en un hombre solitario, de pocos y buenos amigos. Sin
embargo, y tal como lo describe el joven que tiene a su cargo, No era el hombre más honesto ni el
más piadoso, pero era un hombre valiente () lo que le lleva quizás a ser un incauto, como por
ejemplo, al no querer dejar la ciudad tras el incidente de los ingleses. Así mismo, a lo largo de la obra
podemos advertir un cambio en su personalidad. Si bien al principio es duro e inexpresivo, como lo
demuestra tras salir de la cárcel, cuando de lo único que dice a Iñigo es que le hierva la capa. A
medida que llega el final, descubrimos como, en la emboscada del Portillo de las animas, por ejemplo,
concibe un pequeño gesto de gratitud y afecto mientras alzaba una mano para tocarme levemente una
mejilla, con un roce de afecto desusado en él. Y me seguía mirando como antes, cuando había
preguntado si estaba bien Pese a las casi inexistentes expresiones de afecto es un hombre siempre
dispuesto a ayudar a sus amigos, por los cuales se ha tenido que meter en algún que otro lío.
• Iñigo Balboa − Ver apartado del narrador
Secundarios:
• Martín Saldaña − Es el teniente de alguaciles, tiene una amistad profesional y alejada con el capitán,
aunque no son de contarse secretos, se respetan el uno al otro. Es duro y tostado como un ladrillo,
solía estar muy armado, creo que es lo que necesita al ser un teniente importante en Madrid.
• Caridad la Lebrijana − Es la dueña de la Taberna del Turco, fue prostituta anteriormente y seguía
haciendo unos cuantos servicios al capitán y algunos de sus clientes. De treinta a treinta y cinco años,
una andaluza vulgar, pero una hermosa morena, de trapío y buenas trazas, ojos grandes, negros y
vivos. Estaba enamorada de Alatriste.
• Francisco de Quevedo − El conocido escritor es un amigo de batallas del capitán, pero su cojera lo
hace lento de reflejos a la hora de usar la blanca, pero su valentía lo equilibra. Siempre metido en líos
y en prisiones por insultar al rey y a su valido, en sus certeros versos, que lo hacen famoso en la corte,
además de su mala leche. Es un bebedor empedernido, creo que bebe para esconderse de la tristeza y
de la cruda realidad en que está viviendo. Es algo corto de vista. Lo llaman caballero de Santiago. Es
tan rápido de ingenio como de espada.
• Gualterio Malatesta − Es el italiano de Palermo que acompaña a Alatriste en la emboscada. Es
sicario de Luis de Alquézar, el secretario del rey. Callado y peligroso, sin miedo de matar. Espadachín
rápido y peligroso, le gusta matar por la espalda, y se deprime cuando lo tiene que hacer por delante,
pues cree que pierde facultades. Muchas de las ocasiones le reconocen por silbar, más o menos,
tirurí−ta−ta.
• Álvaro de la Marca − El conde de Guadalmedina, pidió los servicios del capitán, y se siente obligado
a ayudarle cuando lo necesita. Es un noble apuesto, elegante y muy rico. Viciado a los juegos y a las
putas, soltero, mujeriego, cortesano, culto, algo poeta, galante, y seductor.
• Carlos Estuardo − Es el heredero de la corona británica, un noble caballero. Sale de su nación para ir
a España de incógnito, para conocer a doña infanta María, con quien pretende casarse, a pesar de las
dificultades que encuentra. Está acompañado de Jorge Villiers, el marqués de Buckingham, quien no
está muy de acuerdo con las decisiones que toma el príncipe en relación con Alatriste.
• Luis de Alquézar − El secretario del rey que estaba muy relacionado con el intento de asesinato de
los ingleses. De cabeza redonda, en la que flotaban desamparados unos cabellos; todo su pelo era muy
mezquino y ralo. Tenía una gruesa nariz. Muy arrogante, pero no se atrevía serlo delante del valido
del rey, el Conde−Duque de Olivares, por su mala fama. Es uno de esos raros aragoneses astutos y
complicados.
• Emílio Bocanegra − El fray Emílio era de la Inquisición, muy macabro. Flaco y rígido, demasiado
arrogante y validoso para un fray decente. Era famoso por la muerte de varios herejes y quería
aumentar su lista personal con la muerte del heredero británico.
• Jorge Villiers − El marqués de Buckingham, el favorito del rey. Famoso caballero y elegante
cortesano, era adorado por las damas. Apuesto, ambicioso, romántico e inteligente.
• Dómine Pérez − Padre jesuita que se desempeñaba en la iglesia de San Pedro y San Pablo. Hombre
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de bien, aunque aparezca pocas veces, sus apariciones son divertidas y le da algo de gracia al texto,
con sus dichos en latín.
• Gaspar Guzmán − El tercer conde de Olivares, era grande de España y su poder, a los treinta y cinco
años, resultaba inmenso. Era muy arrogante, abusaba de su poder cuando podía. Es el personaje
principal del final del libro, yo no esperaba, nada parecido.
EL narrador de la Obra es, Iñigo Balboa. Iñigo es hijo de Lope Balboa, y se va a vivir con el capitán por
petición de su madre, quien estaba en la miseria y no podía pagar la comida para todos los hijos que tenía. Es
valiente y le gustan las aventuras, al salvar a Diego, violando la ley. Está enamorado de la chica equivocada,
aunque sea rubia, de ojos azules, y pálida como la leche (ideales de belleza de la época), es mala y no tiene
compasión, lo que podrá comprobar al final.
Es un narrador omnisciente, comenta sobre todas las situaciones y los sentimientos de los demás. El motivo
por el cual además de ser un personaje secundario de la obra sabe como piensan y que sienten los personajes,
es que el cuenta la historia en pasado, cuando ya se han producido los hechos, años atrás.
• acicatear.− pág 125. Verbo. Incitar, estimular. Ej: El vendedor nos acicateo a comprar.
• ademán.− pág 76. Sustantivo. Movimiento o actitud. "en ademán de": En actitud de ir a hacer una cosa. Ej:
él estaba en ademán de comer.
• angosto, ta.− pág 71. Adjetivo. Estrecho o reducido. Ej: Ese pasillo era muy angosto.
• arcabuz.− pág 171. Sustantivo. Antigua arma de fuego, con cañón de hierro y caja de madera; se disparaba
encendiendo la pólvora del tiro con una mecha móvil. Ej: El capitán guardo su arcabuz.
• azaroso, sa.− pág 82. Adjetivo. Que tiene en sí azar o desgracia; agitado, lleno de penalidades o
perturbaciones. Turbado, temeroso. Ej: El muchacho era azaroso.
• baladí.− pág 110. Adjetivo. Natural o propio de la tierra o del país. De poco valor o consideración. Ej: El
rey no era ningún baladí.
• covachuela.− pág 188. Sustantivo. Cualquiera de las secretarías del despacho universal, que hoy se llaman
ministerios. despectivamente: Oficina pública. Ej: La dueña acudió a las covachuelas.
• duela.− pág 68. Sustantivo. Cada una de las tablas que forman las paredes curvas de las pipas, cubas y
barriles. Ej: El barril se cayó, rompiendose todas las duelas.
• escaramuza.− pág 103. Sustantivo. Pelea entre soldados de caballería. Combate militar de poca
importancia, normalmente protagonizado por las avanzadillas de los ejércitos. fig. Riña, pelea o disputa de
poca importancia. Ej: Todos se vieron envueltos en la escramuza.
• glauco, ca.− pág 17. Adjetivo. Verde claro. Ej: Sus ojos eran glaucos.
• guardacantón.− pág 143. Sustantivo. Cada uno de los postes de piedra que se colocan a ambos lados de los
caminos, para evitar que los vehículos se salgan de ellos. Poste de piedra colocado en la esquina de un
edificio para resguardarla de los roces o golpes de los vehículos. Cada una de las piedras prismáticas o
troncocónicas que se colocan a los lados de paseos y caminos para separar la calzada central de los arcenes.
Ej: La chica estaba apoyada en el guardacantón del edificio.
• hidalgo, ga.− pág 23. Sustantivo. Persona de linaje noble. Adjetivo. Perteneciente o relativo al hidalgo.
Dícese de la persona generosa, noble e íntegra.Los hidalgos eran en la Edad Media la parte más baja de la
clase nobiliaria. Estaban exentos de tributos, pero su escasa o nula fortuna material los alejaba de los
caballeros y de la nobleza titulada. Ésta sólo reconocía a los hidalgos solariegos, es decir, con linaje y solar
conocidos. Los hidalgos de privilegio eran aquellos a quienes la Corona había concedido la nobleza por
algún servicio. Los notorios se decían hidalgos, pero no podían probarlo. Los de bragueta eran los que
quedaban exentos de pagar tributos después de tener doce hijos varones. La hidalguía era especialmente
abundante en el norte de la Península (Guipúzcoa, Vizcaya y Santander). La venta de títulos de hidalgo a
partir del s. XVI en Castilla aumentó su cifra hasta más de 700.000 en el s. XVIII. Los hidalgos
desaparecieron con la pérdida de los privilegios en el s. XIX. Ej: Todos querían ser hidalgos.
• hosco, ca.− pág 141. Adjetivo. Dícese del color moreno muy oscuro. Ej: Era un hombre hosco.
• impío, a.− pág 148. Adjetivo. Falto de piedad o de fe religiosa. Falto de compasión o piedad. Irreverente.
Ej: Ese soldado era impío.
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• impávido, da.− pág 136. Adjetivo. Dícese de la persona que permanece serena ante el peligro y no muestra
ningún temor. Impasible. Ej: El capitán era un hombre impávido.
• ínterin.− pág 147. Sustantivo. Intervalo, intermedio. Interinidad, tiempo que dura el desempeño de un
cargo interino. Adverbio. Entretanto o mientras. Ej: Uno dormía ínterin el otro vigilaba.
• irreductible.− pág 53. Adjetivo. Que no se puede reducir. Ej: Pese a la desventaja, permanecía irreductible.
• lance.− pág 61. Sustantivo. Acción y efecto de lanzar o arrojar. Trance u ocasión crítica. Suceso,
acontecimiento, situación o episodio interesante o notable. Encuentro, riña, pendencia. En el juego, cada
uno de los accidentes o combinaciones notables que ocurren en él. apretado. Caso o situación de difícil
salida o solución. de fortuna. Casualidad, suceso inesperado. de honor. Antiguamente, desafío entre dos
para un duelo. Ej: Eso era un lance histórico.
• magnánimo, ma.− pág 170. Adjetivo. Que tiene o denota grandeza de espíritu. Generoso. Ej: Aquella chica
debería ser un poco magnánima.
• macilento, ta.− pág 74. Adjetivo. Flaco, pálido, demacrado. Ej: Aquel hombre estaba macilento.
• matarife.− pág 16. Sustantivo. El que tiene por oficio matar y descuartizar las reses. Ej: Sólo portaba la
cuchilla de matarife.
• opulencia.− pág 134. Sustantivo. Abundancia, riqueza y exceso de bienes. Ej: Vivía en completa opulencia.
• parva.− pág 170. Sustantivo. Parvedad, porción escasa de alimento. Mies tendida en la era para trillarla, o
después de trillada, antes de separar el grano. Desayuno, entre trabajadores. fig. Montón o abundancia de
una cosa. salirse uno de la parva. fig. y fam. Apartarse del propósito o del asunto.Ej: Sólo comió una parva
de pan.
• pífano.− pág 90. Sustantivo. Flautín de tono muy agudo, usado en las bandas militares. Persona que toca
este instrumento. Ej: Era un buen pífano.
• pragmática.− pág 72. Sustantivo. Instrumento legislativo sancionado directamente por el rey de España y
que tenía valor de ley en la América colonial. En general, las disposiciones legales válidas emitidas por el
rey para las Indias adoptaron la forma de real cédula y, desde el s. XVIII, la de reales órdenes. En Cataluña,
desde Jaime I, precepto sancionado por el monarca por propia iniciativa o a petición de un estamento de las
Cortes. sanción. Disposición normativa emanada del poder real sobre una materia de gran importancia. Ej:
La no utilización de pistolas era la una ley pragmática.
• prominente.− pág 199. Adjetivo. Que sobresale de la cosa que forma parte, o que sobresale más de lo
normal. Figuradamene Dícese de la persona ilustre, destacada. Ej: Era un contrincante prominente.
• riguroso, sa.− pág 61. Adjetivo. Áspero, desagradable. Muy severo, estricto, cruel. Estrecho, rígido,
austero. Dícese del temporal, mal o desgracia extremos, insoportables. Ej: El cadáver desprendía un olor
riguroso.
• renuencia.− pág 215. Sustantivo. Reticencia o repugnancia a hacer o admitir alguna cosa. Ej: Le daba
renuencia que yo era mejor.
• rubricar.− pág 116. Verbo. Poner uno su rúbrica, acompañando o no a la firma. Suscribir, firmar un
documento. Figuradamente Dar testimonio de una cosa, suscribirla. Ej: Él rubricó la carta.
• sicario.− pág 15. Sustantivo. Asesino a sueldo. Ej: El capitán había sido sicario.
• suspicaz.− pág 147. Adjetivo. Inclinado a concebir sospechas o a tener desconfianza. Ej: Era un hombre
muy suspicaz y eso lo salvó en ocasiones.
• tahalí.− pág 137. Sustantivo. Banda de cuero que cuelga del hombro y que sostiene la espada, el sable o el
tambor. Cinturón de cuero del que cuelga el machete o el cuchillo de la bayoneta. Pequeña caja de cuero en
la que los soldados guardaban objetos personales. Ej: Guardó su espada en el tahalí.
• tudesco, ca.− pág 75. Adjetivo. Perteneciente o relativo a cierta región de Alemania, en la Sajonia inferior.
Natural de esta región.Ej: Era de origen tudesco
• tuétano.− pág 121. Sustantivo. Locución:. hasta los tuétanos, figuradamenete y familiarmente, hasta lo más
íntimo o profundo de la parte física o moral del hombre. Ej: Estaba enamorada hasta los tuétanos de su
vecino.
• vizcaina.− Daga estrecha y larga con la que los reñidores profesinales se ayudaban a menudo. Ej: Cuando
su contrincante se distrajo, él le clavo la vizcaina.
• yantar.− pág 56. Sustantivo. Durante la Edad Media, tributo o redención en dinero del deber de los
súbditos de un monarca de albergar y sustentar en sus casas al rey y su séquito cuando pasaba por el lugar
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donde habitaban aquéllos. Censo que se pagaba al poseedor del dominio de una finca. Comida, alimento.
Ej: El campesino entrego su yantar al séquito real.
• zaguán.− pág 143. Sustantivo. Espacio cubierto o habitación inmediata a la puerta de entrada de una casa.
Ej: Se resguardo de la lluvia en el zaguán de la casa.
EXPERSIONES:
• Desvainara la blanca (pág. 22).− Desvainara la espada.
• Licor de Baco (pág. 60).− El vino. (Baco, el dios griego de la orgía y las fiestas)
• Hay gato encerrado, no era precisamente callejero y sarnoso, sino de Angora (pág. 88).− Hay
trampa, no es de poca importancia, sino muy grande. (los gatos de Angora son conocidos por su pelo
brillante y sedoso).
• La flor y la nata de Madrid (pág. 131).− Las personas de más alta clase social de Madrid.
• El cling clang de las toledanas (pág. 160).− El ruido del combate entre dos espadas, quizás hechas
en Toledo (ciudad conocida por la calidad de su hierro y por sus buenos y tradicionales herreros).
• Desarboló un palo del barco (pág. 182).− Cortó las velas de uno de los mástiles del barco.
• Media luna turca (pág. 155).− Media luna con la forma de la luna de la bandera turca.
• Voto a tal (pág. 20).− Votar a tal significa jurar vehemente ante alguien para dar a conocer una
opinión o estado. En el caso de Alatriste, Voto a Dios que tengo sed no quiere decir que intente
convencer a Dios de que él tiene sed, sino que pretende dar a conocer su imperativa necesidad de
beber, sin ningún carácter sagrado o religioso.
• Poner como sotana el dómine (pág.53).−Dómine significa maestro de latín, que en esa época era un
sinónimo de capellán o cura, por tanto, indudablemente estos vestían sotana que era, generalmente
negra. Poner como sotana de dómine a algo o alguien alude al color expresando menosprecio por ese
algo burlándose de ello insultando y difamando.
• De hito en hito (pág.84).−De hito en hito quiere decir fijamente o con saña y arrogancia. En este caso
se utiliza con la expresión de mirar de hito en hito, que obviamente y siguiendo el contexto,
representa que uno mira al otro con ferocidad y menosprecio. (Cap. IV, pág. 84)
• Tomar las de Villadiego (pág. 88).−Por el contexto es obvio que esta expresión significa salir
huyendo, aunque no puedo concretar el sentido de este dicho ya que, por una parte tenemos la
posibilidad de que la locución aluda a una antigua leyenda española o bien también podría estar
hablando de una población argentina.
• Pelar la pava (pág. 118. ).−Solas ni para decir un avemaría. En este caso representa que, pese a
la inesperada llegada no les van a permitir saltarse el protocolo establecido ni hacer las cosas a
su aire.
El relato tiene lugar en el Madrid de los Austrias del siglo XVII, durante el reinado de Felipe IV, en su valido
el duque de Olivares. Es un Madrid de valentones, bravucones dados a la espada, ladrones, pícaros y galanes
en el que el imperio español de la época había comenzado sin remedio a hundirse y destruirse por dentro.
Como era el Madrid de aquella época:
La villa de Madrid, estaba organizada en torno a tres áreas. En el oeste, el Alcázar Real, que era el corazón de
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la zona residencial cortesana; en el centro de la ciudad, la plaza Mayor y su entorno constituían el espacio
privilegiado de la economía urbana; y al sur, la zona del Rastro era el principal núcleo productivo de la
ciudad. Como es lógico, la ciudad creció notablemente en este período, de manera que la construcción era la
principal actividad de la ciudad. En la Villa Vieja se situaban aristócratas y burgueses de alto nivel, a los que
se sumaban únicamente oficiales, plateros y ciertos comerciantes. El centro estaba dominado por el comercio
mayorista y de lujo, así como por artesanos de elevados ingresos, mientras que la periferia estaba poblada por
artesanos modestos, pobres y gentes vinculadas al abastecimiento y la construcción.
El Alcázar Real era la residencia regia y, por ello mismo, la sede de la corte y del gobierno, y estaba situado al
oeste de Madrid, en el lugar actualmente ocupado por el Palacio de Oriente. Además de su núcleo central
(basado en el antiguo castillo medieval), el Alcázar se expandió hacia el este con las Casas de Oficios, las
cocinas nuevas y la Casa del Tesoro; hacia el sur, en torno a la plaza de Palacio, con la Armería y las
Caballerías Reales ,la Casa de Pajes, las Caballerías de la Regalada y las cocheras reales; hacia el norte con la
plaza del Picadero, los jardines de la Priora; y hacia el oeste con el Parque (el actual Campo del Moro).
Los miembros de la Corte que no se alojaban en el Alcázar Real, eran alojados o pensionados por la Regalía
del Aposento y solían residir en los alrededores del palacio real y en los de la Cárcel de Corte (el actual
Ministerio de Asuntos Exteriores),los principales enclaves urbanos que en ese momento pertenecían a la
Corona.
En consecuencia, los cortesanos y los oficiales reales se concentraban al oeste y al norte de la Villa Vieja, en
el límite occidental de la Parroquia de San Martín y en la parroquia de Santa Cruz.
La Plaza Mayor es la célebre plaza porticada de Madrid, de planta rectangular, forma da en la segunda mitad
del siglo XV, como plaza del Arrabal.
La plaza sufrió diversos incendios que obligaron a otras tantas restauraciones, el más importante fue el sufrido
en agosto de 1790, que obligó a reedificar buena parte de la misma, bajo las órdenes del arquitecto Juan de
Villanueva, quien redujo en dos las alturas de los edificios y proyectó el cerramiento de la plaza mediante los
arcos realizados sobre sus accesos.
Los artesanos y los mercaderes que les suministraban sus materiales o comercializaban sus productos tendían
a localizarse en el centro y el sur de la ciudad, especialmente en los alrededores de la plaza Mayor y en la
zona del Rastro. En torno a la primera preferían lugares como las plazas de Santa Cruz y Puerta Cerrada, así
como las principales arterias de la ciudad (calles de Toledo, Mayor y Atocha). En particular, la confección
tenía su sede principal en los soportales de la Plaza Mayor, mientras que las materias primas (seda y paño) se
expandían en la calle Mayor. Cerca de la citada plaza se situaban los cordoneros (calle Mayor y Puerta de
Guadalajara), jubeteros (calle de Toledo), tundidores (cava de San Miguel y plaza de Herradores) y
sombrereros (Arenal y Santa Cruz). Había zapateros por toda la ciudad, pero buena parte de ellos se
concentraban en las cercanías de la iglesia de Santa Cruz, donde se aglutinaban otros oficios relacionados con
la elaboración del calzado: esparteros y cordoneros. Dentro de las industrias del metal se establecía una clara
diferencia entre los oficios artísticos y los artesanales. Los primeros (plateros, orfebres) se instalaban en la
zona denominada la Platería, comprendida entre la calle del mismo nombre (que era el tramo final de la calle
Mayor), las calles del Arenal y Santiago, y la plaza de herradores. Los joyeros se hallaban establecidos en las
calles Mayor, Atocha, Santa Cruz, Postas y en las covachuelas de San Francisco. En cambio los artesanos del
metal (cuchilleros, latoneros, herreros, espaderos, y caldereros) se situaban, siguiendo las ordenanzas
municipales, en torno a Puerta Cerrada y la calle de Toledo. Por último, los que trabajaban con pieles
(pellejeros, curtidores y zurradores) se situaban en el Rastro, en el límite meridional de la villa.
Algunos de los hechos más importantes, ocurridos en el año 1623, están recogidos aquí:
1623− Primera fecha segura de la publicación de una comedia de Calderón de la Barca : Amor, honor y poder
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1623− Muere el que fuera válido de Felipe II, Francisco Sandoval y Rojas, duque de Lerma.
1623− El escultor español Gregorio Hernández, principal representante de la escuela barroca castellana, acaba
el paso procesional titulado Descendimiento, para la iglesia de Vera Cruz.
1623− Fallece en Vallfogona de Riucorp el sacerdote y poeta Francisco Vicente García y Torres.
1623− Se ordena en Zaragoza la quema del libro verde de Aragón en el que se demuestra el origen converso
de la mayoría de linajes nobles de dicho reino.
1623− El rey Felipe IV autoriza el establecimiento en España de extranjeros católicos con el objetivo de
combatir la falta de población.
El libro de EL CAPITÁN ALATRISTE, he de reconocer que no es muy de mi estilo, y por lo tanto no me ha
gustado mucho. Al leer el libro con un poco de desinterés me costaba entender lo que leía, y tuve que releer
gran parte del libro, además su complejo vocabulario aún me dificultaba más su comprensión.
Aunque en definitiva, si haber leído el libro me sirve para aprobar esta asignatura bien me doy por satisfecho.
• Diccionario de la real academia española
• Enciclopedia Salvat
• Diccionario enciclopédico Espasa
• Internet (principalmente buscadores)
* Pertenecen a la serie de aventuras de El Capitán Alatriste.
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