Impulsan la venta de servicios ambientales

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Impulsan la venta de servicios ambientales
Nicaragua - 27/03/2003 - La Prensa (Nicaragua) - Pag.//
La vinculación de la actividad productiva con la conservación de los
bosques y suelos, está siendo practicada en rubros como la ganadería
con resultados económicos atractivos, generados principalmente por la
venta de servicios ambientales.
Una investigación realizada por Alfredo Ruiz, del Centro de
Investigación Nitlapán de la Universidad Centroamericana (UCA), en
conjunto con el Centro Agronómico Tropical de Investigación Enseñanza
(Catie), refiere que el aumento del potencial de los suelos con un
doble propósito es una de las nuevas modalidades de la venta de
servicios ambientales.
Durante la investigación, realizada en el Norte del país, Ruiz analizó
los diferentes tipos del uso del suelo y el potencial de carbono, a fin
de determinar cuál modalidad es la que proporciona más sostenibilidad y
rentabilidad económica. La investigación se realizó con los ganaderos
en la cuenca del Río Bul-Bul en el municipio de Matiguás (Matagalpa).
Se estudiaron cinco usos de suelo en fincas ganaderas: pasto natural
sin árboles, pasto natural con árboles, pasto mejorado sin árboles,
pastos mejorados con árboles y tacotales o bosques secundarios.
La investigación concluyó que el pasto mejorado asociado con árboles
era la alternativa ideal, puesto que permite un mejor equilibrio entre
lo económico y lo ecológico.
Ruíz explicó que el estudio buscaba la combinación óptima donde un
productor pueda obtener máximos ingresos pero con el mínimo efecto
negativo al ambiente.
Según los cálculos realizados, una hectárea de tierra ocupada por
tacotales de 15 años de edad almacenó 60-75 toneladas de carbono (unas
cuatro a cinco toneladas de carbono por hectárea al año).
El mercado internacional paga entre cinco a diez dólares por cada
tonelada obtenida en el mismo período.
POSIBLE ESCEPTICISMO
Dijo que si al productor se le dijera que dedique toda su finca
solamente para la conservación, lo más probable es que se niegue a
participar en la venta de servicio ambiental ya que los ingresos que
percibiría serían insuficientes.
No obstante, los sistemas silvopastoriles (asociación de árboles con
pastos mejorados), permiten almacenar cantidades de carbono superiores
a las almacenadas por los tacotales (170-180 toneladas por hectáreas) y
además permiten incrementar la productividad de las actividades
pecuarias con una mayor oferta forrajera en comparación a las pasturas
naturales.
Esto significa que la mejora de los sistemas tradicionales de pastoreo
por sistemas silvopastoriles mejorados, son una mejor alternativa
económica y con posibilidad de reducción de impacto ambiental, explicó
el investigador.
Ruiz explicó que las grandes plantaciones forestales, tal como
recomiendan algunos expertos, son sistemas muy extensivos y por tanto
generan poco empleo, en cambio manejar una hectárea con pasto mejorado
y árboles genera de cuatro a cinco veces más empleos.
Agregó que los sistemas pecuarios o agropecuarios generan mucho más
ingresos que cualquier opción forestal en el corto plazo. Esto se debe,
por un lado, al bajo precio de la madera en finca y por otro, el bosque
sigue siendo visto como un generador de productos primarios únicamente.
EL PROYECTO
Un primer esfuerzo bajo esa modalidad de venta de servicios ambientales
donde se asocia los árboles, el pasto y la ganadería es el proyecto de
Enfoques Silvopastoriles para el Manejo Integrado de Ecosistemas,
establecido en la micro cuenca del Río Bul-Bul en Matiguás y Río Paiwas
en Río Blanco, fundamentalmente.
Elías Ramírez, coordinador nacional de este proyecto, indicó que éste
es un plan piloto regional que también se impulsa en Colombia y Costa
Rica, donde participan el Catie, Nitlapán y el Centro para la
Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria
(Cipav), con el respaldo financiero del Banco Mundial.
Con el mismo se trata de proponer esquemas de pago por servicio
ambiental para los productores pero promoviendo alternativas o sistemas
silvopastoriles.
Ramírez, dijo que el caso de Nicaragua merece mucha atención, pues se
carece de una política de pago por servicio ambiental.
El proyecto impulsado en la zona de Matagalpa inició en septiembre del
2002 e involucra a 130 productores de las dos microcuencas. El primer
paso fue la evaluación del estado de las fincas mediante imágenes
satelitales y determinar el uso del suelo que han hecho.
La idea es que el proyecto mismo pague los cambios técnicos que el
productor hará en su finca, en pro del aumento de carbono o
conservación de la biodiversidad.
Ramírez consideró que las mejoras en las zonas de influencia del
proyecto son muy pequeñas y es por ello que capacitarán a los
productores para que puedan tener más acceso al pago.
El primer pago se realizará entre abril y mayo para reconocer los
cambios que hayan hecho desde septiembre hasta esa fecha, con un
reconocimiento máximo de 500 dólares dependiendo del estado de la
finca, la cual también pasará por un proceso de reconversión ganadera
que le llevará a un ingreso adicional por carne y leche.
Según lo planificado, los pagos serán hechos de acuerdo a una tabla
previamente definida sobre 28 usos de suelo seleccionados a los que se
les asignó un valor específico en dólares. De eso dependerá la cantidad
a recibir. Aunque también serán apoyados en capacitación para que
puedan aumentar sus ingresos.
Posterior a la finalización del proyecto se iniciará un sistema de
seguimiento y coordinación con las alcaldías para que continúe
pagándose por el servicio ambiental.
CONTROVERSIA POR RECURSOS
Actualmente persiste una discusión alrededor de la dependencia de los
recursos externos planteados para apoyar los servicios ambientales.
Alfredo Ruiz, del centro de investigaciones Nitlapán sostiene que en la
región latinoamericana "siempre producimos para exportar y los
servicios ambientales no escapan a esta tendencia, al igual que el
café, la carne y el algodón en sus tiempos, los servicios ambientales
se están viendo como una oportunidad en los mercados externos, no
existe una estrategia de país para pensar en la oportunidad de crear
mercados internos".
Néstor Windevoxhel, biólogo, considera que el Protocolo de Kyoto
establece responsabilidades a los países que se comprometen a pagar por
causar daños al ambiente, pero eso no excluye de ninguna manera que
existan mecanismos nacionales para el pago de un servicio ambiental.
Rado Bazev, economista ambiental del Corredor Biológico Mesoamericano,
propone realizar coordinaciones para analizar las leyes forestales del
área para sacarle provecho conjunto.
Señala que el Fondo del Ambiente implica el control exhaustivo de los
ingresos provenientes de impuestos, donaciones y ventas de servicios
ambientales, entre otros, pero en el caso particular de Nicaragua no se
ha reglamentado pese a estar establecido desde 1996 cuando se creó la
Ley del Medio Ambiente.
Details:
Document Title:
Impulsan la venta de servicios ambientales
Document Source:
La Prensa (Nicaragua)
Region:
LAC
Country:
Nicaragua
Date:
03/28/2003
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