¿Tocar a nuestro concepto del universo, por ese

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¿Tocar a nuestro concepto del universo, por
ese pedacito de tiniebla griega?1
de Javier Daulte
Pieza comisionada por Casa de América de Madrid para participar del espectáculo
Cabaré Borges, estrenado el 15 de diciembre de 1999 en el anfiteatro de esa Casa, con
dirección de Andrés Lima.
Hay dos sectores en el espacio, A y B. Estos sectores están lo suficientemente
Distantes el uno del otro como para que lo que puede ser oído con claridad en uno (a
un volumen de voz mediano y coloquial) es inaudible el otro, y viceversa. En el sector
A, un joven, al que llamaremos N, vistiendo pantalón corto y remera musculosa, realiza
ejercicios deportivos de calentamiento. Va de blanco. Ingresan dos hombres mayores Y
Z. Visten horrendos guardapolvos. El primero lleva un cronómetro en la mano. El otro,
una cinta métrica. Ingresa otro joven, X algo mayor que N; nada atlético, quizás muy
gordo, quizás demasiado flaco. Desgarbado. Una ruina. Viste un gastado jogging. Con
desgano, apenas si entendemos que se comprometa con algo de lo que aquí sucede.
Permanecerá en el sector A, cerca de N. Z, el hombre de la cinta métrica, observa todo
en modo vivaz. Se acerca a N. Le habla al oído. N le responde también al oído. Luego
va hasta X y hace lo mismo. X levanta los hombros dándonos a entender que todo le da
igual. Z vuelve donde está N. Vuelven a establecer un diálogo mudo. Acuerdan en algo.
Luego Z le hace una seña a Y. Y va hasta una posición por detrás de N. Z le da un
extremo de la cinta métrica. Y la sostiene. Z, con el rollo de cinta en su mano,
retrocede. La cinta se va extendiendo. La extensión es de diez metros exactos. Una vez
llegado a ese punto, Z saca de su bolsillo una cinta engomada blanca. Corta un trozo y
pega la marca en el suelo. Luego Y comienza a avanzar. La cinta se va enrollando sola
gracia a un mecanismo retráctil. Cuando llega a la marca blanca del suelo, se detiene,
saca una tiza de su bolsillo y anota en el suelo, al lado de la marca blanca, la letra A. Z
vuelve a retroceder. Esta vez un metro. Pega una nueva marca blanca en el suelo. Y
avanza nuevamente. Cuando llega a la segunda marca, anota con la tiza blanca la letra
A’ (prima). Z se retira con la cinta métrica, lejos de los jóvenes, cerca del público, en el
sector B. Y saca de su bolsillo el cronómetro. Mira a los jóvenes.
Y Dos minutos para comenzar.
Acciona el cronómetro. Se retira hasta llegar al lado de Z. Se miran. Miran a los
jóvenes. Y no puede reprimir su risita.
Acción que se desarrolla en el Sector B (esto es simultáneo a lo que mas adelante se
detalla sucediendo en el Sector A):
Y Suda.
Z Es lógico.
1
Texto inspirado en “La perpetua carrera de Aquiles y la Tortuga” incluido en el tomo Discusión de
1932. El titulo del presente trabajo no es más que la fantástica ironía con que Borges se interroga al cierre
de dicho escrito.
Y Es… hormonal. (Vuelve a reír. La risa se disipa. Silencio. Mira a Z. Lo huele) tenes
un olor de mierda.
Z ¿A mierda?
Y No. De mierda. No sé qué es. La mierda tiene un olor definido: Como el sudor.
Z La adrenalina también huele mal.
Y Vos olés mal. Pero no es adrenalina. Apestás.
Z Supongo que se va agotando. Con los años. Con el tiempo la adrenalina se va
agotando. Mayormente todo lo líquido se termina. Las secreciones se agotan. El cuerpo
va perdiendo humedad. Eso es estar muriéndose. Supongo. (Pausa) ¿Se muere de
sequía? (Y ríe. Z lo huele. Silencio. Vuelve a olerlo. Silencio.)
Y ¿Y?
Z Debo estar perdiendo el olfato.
Y (Ríe) La naturaleza es sa…
Z Dios.
Y ¿Eh?
Z No digas naturaleza. Decí Dios. Es más…
Y Dios es sabio. Te da olores espantosos y te quita el sentido del olfato. No deja de ser
un delicado gesto.
Z (Refiriéndose a los jóvenes al otro lado del espacio) ¿Empiezan?
Y (Mirando el cronómetro) Pasaron los dos minutos.
Z ¿Y por que no empezaron?
Y No les avisé.
Z Vos les dijiste que empezaban en dos minutos ¿o me equivoco?
Y Pero yo tengo el reloj.
Z Es cierto. Y están obligados a confiar en mí. Les voy a decir que se van a cumplir
dentro de diez segundos. Que los dos minutos se van a cumplir dentro de diez segundos.
Z Deciles.
Y Les voy a decir (Duda.)
Z Es una tontería.
Y ¿Qué?
Z El cronómetro. Es una tontería. Los relojes son una tontería. Las cintas métricas no.
No podría engañarlos.
Y No.
Z A menos que fueran ciegos. Entonces podría decirles: esto es un metro cincuenta
centímetros; y marcar ocho metros.
Y Yo no podría engañarlos demasiado. Todavía pueden creer que no pasaron dos
minutos, pero difícilmente pueda hacerles creer que pasó una hora.
Z (Por N y X) ¿De que hablarán?
X (Desde su lugar, sin moverse) ¿Y? Ya pasaron más de dos minutos.
Y (A X, levantando el tono de voz) No.
X ¿No?
Y No.
X Hubiera jurado que sí.
Y Es la ansiedad.
X No estoy ansioso. Sé que voy a ganar. Y además se que competimos por nada.
Z ¿Él sabe que el problema es conceptual?
Y (Alto) Faltan cinco segundos.
X Es entúpido hacerlo.
Y ¿Por qué?
X Porque ya esta hecho. ¿No podríamos irnos? Todos.
Acción que se desarrolla en el Sector A (Simultánea a la que se desarrolla en el Sector
B): Los ejercicios de N continúan. X lo observa. Después de un momento:
X ¿Podés dejar de hacer eso?
N ¿Te molesta?
X Es inútil. Y me llena de envidia. (N abandona los ejercicios. Mira a X. Luego retoma
los ejercicios) ¿Por que seguís?
N Me gusta que me observes.
X Yo no te observo.
N Recién dijiste que te llenaba de envidia.
X Pero no te observo. Estás… alrededor de mí. Eso es todo.
N Me gusta ver la envidia en los demás.
X ¿De verdad?
N ¿A vos no?
X Siempre preferí pensar que la actitud deportiva era mas una forma degradada de la
espiritualidad que una impúdica exaltación narcisista. (N abandona los ejercicios)
N (Que no ha comprendido una palabra) ¿Qué?
X No interesa.
N La pereza siempre quiere ridiculizarnos.
X Demasiado general. Nadie quiere nada. Vos sos ridículo sin la necesidad de que
alguien se tome el trabajo de señalarlo.
N Tengo el perfil del héroe. (Pausa.)
X ¿Sabes que vas a perder?
N ¿Cómo?
X Inexorablemente.
N No lo creo.
X No hay nada que creer. Es un hecho. (Pausa)
N (Por Y y Z) ¿De qué están hablando?
X (Desde su lugar, sin moverse. A Y.) ¿Y? Ya pasaron más de dos minutos.
Y (A X, levantando el tono de voz) No.
X ¿No?
Y No.
X Hubiera jurado que sí.
Y Es la ansiedad.
X No estoy ansioso… Sé que voy a ganar. Y además sé que competimos por nada.
N (A X) Creo que nos están tomando por estúpidos.
X (A N) Mienten. Les es fácil porque tienen la cinta métrica y el cronómetro, y eso los
hace dueños de la situación; pero están lejos de dominar el universo; ni siquiera una
mínima parte.
N ¿Qué universo? (X solo lo mira)
Y (Desde su lugar) Faltan cinco segundos.
X (A Y) Es estúpido hacerlo.
Y ¿Por qué?
X Porque ya esta hecho. ¿No podríamos irnos? Todos.
(A partir de aquí se unifica la escena. Es decir estamos en una zona común a todo el
público. El sector se llama A-B)
Z No. No podemos. Vamos a empezar. (Saca papeles de sus bolsillos. Se calza los
lentes. Finalmente encuentra lo que busca y lee): “Las implicaciones de la palabra joya,
valiosa…”
Y ¿Qué?
Z Estoy leyendo.
Y Saltá… Saltá eso.
Z (Retoma la lectura):”…valiosa…” (Avanza rápidamente en la lectura) Bla, bla, bla…
Acá. (Lee): “No sé de mejor calificación para la paradoja de Aquiles, tan indiferente a
las decisivas refutaciones que desde más de veintitrés siglos la derogan, que ya
podemos saludarla de inmortal…” (X sonríe satisfecho)}
Y Qué idiotez. Las refutaciones.
Z (Busca en los papeles. Encuentra. Lee): “Es sabido que su inventor fue Zenón de
Elea, discípulo de Parménides, negador de que pudiera suceder algo en el universo”.
(Ríe) Es muy gracioso porque…
Y Las refutaciones, las refutaciones.
X Nunca va a poder alcanzarme…
Y ¡Sh!
X Quiero decir que el movimiento no existe y…
Y Silencio.
X Es un hecho.
Y Basta.
Z (Por los papeles) No. Está bien. Es lo que dice acá.
Y (A Z) No me interesa. Las refutaciones.
Z Acá (Lee) Primer refutación. Según Stuart Mill “atravesar un espacio finito requiere
un tiempo infinitamente divisible, pero no infinito”.
N (Casi burlón a X) Ya ves.
X No entendiste una palabra. (A Z) Estupideces. ¿Qué más da?
Z Segunda refutación. (Lee) Según Henri Bergson “atribuimos al movimiento la
divisibilidad misma del espacio que recorre, olvidando que puede dividirse bien un
objeto, pero no un acto.”
Y (A X) ¿Y?
X Eso no me dice nada. La paradoja es incontestable. Por mucho que “N” corra no
podrá alcanzar nunca a “X”, es decir a mi.
N (A Y y Z, divertido) Es una tontería. Es evidente que…
X ¿Qué es evidente?
N Que soy quien gana.
X Muy bien. Ya que no pueden resolver la paradoja, hagamos la prueba.
N Hagámosla.
X Muy bien. (A N) ¿Listo?
N Listo. (Se separa. X también lo hace, pero a pesar del entusiasmo que sugiere, no
deja de moverse con ostensible desgano)
Y Bien, bien. Prepárense. (A Z) A la cuenta de tres hace sonar el silbato.
Z Sí. (Breve pausa) No trajimos silbato.
Y ¿No trajimos silbato? ¿Por que?
Z No sé. No… yo lo tenía… ¿Vos no lo tenías?
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