Tratamiento de religiones africanistas en la televisión

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Tratamiento de religiones africanistas en la televisión1.
En diversas oportunidades, desde el Observatorio de la Discriminación en Radio
y Televisión hemos sostenido que los medios de comunicación cuentan entre
sus funciones con la socialización, razón por la cual tienen una gran
responsabilidad. Los medios pueden producir y reproducir estereotipos y
prácticas discriminatorias, además de transmitir ideas erróneas sobre los
distintos sectores que forman parte de nuestra sociedad.
A raíz de distintas consultas y reclamos recibidos durante los últimos días de
junio, el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión analizó varios
segmentos de noticieros televisivos que informaron sobre el femicidio en
Santiago del Estero de Fabiana Raimundi, una maestra jardinera, cuyo
cadáver fue hallado el día 15 de junio de 2012. En términos generales, los
programas televisivos coincidieron en encuadrar el homicidio como un “rito
satánico”, vinculado en forma confusa con rituales que, acorde muchas de
estas versiones, serían propios de una de las religiones africanista, la religión
umbanda.
A efectos de evitar comunicar y vehiculizar discursos discriminatorios, desde
este espacio brindaremos algunas pautas para trabajar desde el paradigma de
una comunicación inclusiva y no discriminatoria.
Las religiones en los medios de comunicación2.
La historia argentina se encuentra ligada indisolublemente a las corrientes
migratorias de diverso origen. Comunidades de diferentes países llegaron con
sus tradiciones, su lengua y su fe, dando al país, junto a los pueblos indígenas,
un inconfundible sello plural y diverso. En la Argentina hoy coexisten más de
2.500 cultos oficialmente reconocidos.
Agradecemos la colaboración de Myriam Bustos del Programa de Diversidad Religiosa
de Inadi.
2
Este informe ha uilizado información disponible en el Dictamen INADI 85/2007.1
1
Sin embargo, el Plan Nacional Contra la Discriminación, explica que pese a la
existencia de diversas religiones en el seno de la sociedad argentina, algunas
muy arraigadas y ligadas al fenómeno de la diversidad de pueblos que la
compusieron y continúan integrándola, los medios de comunicación suelen
replicar únicamente que la inmensa mayoría de las/os habitantes de la Nación
Argentino practican la religión Católica Apostólica Romana. Toda alusión a la
diversidad de religiones y a una religión distinta de la Católica Apostólica
Romana
es
considerada
como
“otras”,
“diferentes”
a
la
“norma”
y
caracterizadas como “marginales” o “reducidas” y “no convencionales”.
Asimismo, es habitual que se mantenga una sutil relación entre viejos y
nuevos estereotipos: pervive un marcado antisemitismo, sumado a una fuerte
islamofobia, etc. Las formas de discriminación hacia la espiritualidad indígena
se presentan en la folklorización o la invisibilización total. Asimismo, las nuevas
formas de religiosidad de los sectores populares son automáticamente
caracterizadas de “sectas”.
En el caso particular de las religiones africanistas, suelen aparecer en los
medios vinculados con el delito o con ritos satánicos que incluirían el sacrificio
de personas.
Las religiones africanistas
Las religiones de matriz africana, y en este caso, la umbanda como Afroamericana tiene sus comienzos en tierra americana, cuando los barcos
esclavistas
provenientes
del
África,
trajeron
innumerables
cantidad
de
esclavos/as. Los/as mismos/as fueros arrebatados/as de sus hogares, tribus,
etc., en forma compulsiva y criminal, bautizándolos/as en forma imperativa
por la Iglesia Católica Apostólica Romana de la época colonial.
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Para salvaguardar la riqueza espiritual que trajeron de sus lugares de origen,
entre otras estrategias, desarrollaron un sistema al enmascarar sus ritos
detrás de las costumbres coloniales portuguesas y la mística católica romana
de la época, siendo la transmisión oral la única forma por la que llega hasta
nuestros días.
La religión africanista tradicional contiene los postulados del cuerpo sagrado de
Ifa, reconocido como patrimonio tangible de la humanidad por la UNESCO,
conserva toda su esencia primigenia monoteísta.
Dentro de las variantes de la religión tradicional, podemos encontrar:
●
Batuke: contiene mitos, ritos y símbolos sagrados. Se desprende de su
tronco tradicional, con algunas variantes, dado que aquellos/as esclavos/as
que llegaron al Brasil, Uruguay y Argentina, tenían varias etnias en una misma
hacienda, zenzala (lugar de vivienda), pueblo etc. De esta convivencia y sus
creencias monoteístas en Odumaré (Dios) y en los orixás: Òxún, Yemonjá,
Ògúm, Shangó, Oyá, shalá, etc. (elementos intermediarios de la naturaleza).
●
Umbanda: contiene cinco raíces que son: Africana, Espirita, Católica
Apostólica Romana de la época, tradición amerindia y elementos del
colonialismo portugués; logrando, a través de sus mediuns reconectarse con
su ancestralidad, consiguiendo así conservar su tradición en el cono sur de
América. Contiene, dentro de su legado, mitos, ritos y símbolos. Sus
contenidos son la base de la moralidad y la ética que, en una constante entre
el amor, respeto y caridad, transmiten, continuamente, mensajes en dirección
a la evolución de las personas. Dentro de esta variante y con una misma
intención se encuentra la “Kimbanda”.
●
Santería de Osha: esta variante del Africanismo, ingresa a Brasil,
Uruguay y a nuestro país desde Cuba, por medio de los/as esclavos/as.
Contiene “un Libro Sagrado” llamado Cuerpo de Ifá”. Es considerada una de las
variantes religiosas que más se expandió por el mundo entero y conserva su
lenguaje sagrado, el “lucumí”, que engloba las varias lenguas de las diferentes
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etnias que ingresaron al país. Contiene ritos, mitos, leyendas y símbolos
sagrados.
La Religión Tradicional Africana y sus variantes, tienen en común “la música”,
con sus típicos tambores, consideradas para todas “Mantras”, Loas (rezos),
específicos para cada orixá. Contienen días para sus festividades y todas
mantienen un sistema de clan (familia). Los seres que toman contacto con esta
religión están en búsqueda de un saber espiritual para mejorar su calidad de
vida, ya que son sus ineludibles fundamentos el resguardo de la familia, las
buenas costumbres y el respeto por los mayores. En todas existen grados
iniciáticos.
El Registro Nacional de Cultos, en la órbita de la Secretaría de Culto de la
República
Argentina,
tiene
registrados
66
cultos
que
incluyen
en
su
denominación la palabra umbanda. Como explicamos más arriba, el umbanda
es solamente una de las variantes de la Religión Africana Tradicional.
La supuesta peligrosidad de las religiones africanistas y el colectivo
afro.
El protocolo del Área Queer sobre discriminación y medios de comunicación
indica que los medios suelen vincular “ciertas formas de asociación y grupos
con la percepción del crimen. Este mecanismo hace que los individuos se
perciban como posible blanco de ataques, o sea, se conforma una experiencia
de riesgo colectivo que habilita el reclamo de control y represión sobre esos
grupos.”3 En el caso de las religiones africanistas, los supuestos “sacrificios
humanos” son presentados como parte de los rituales de estas religiones, lo
cual es incorrecto.
Área Queer (2007). “Medios de comunicación y discriminación: desigualdad de clase
y diferencias de identidades y expresiones de géneros y orientaciones sexuales en los
medios de comuniación”. Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras.
Secretaría de Extensión y Bienestar Estudiantil. <
3
4
Los medios pueden producir y reproducir términos, imágenes y tramas
discriminatorias, ya sea como burla, insulto, menosprecio o condescendencia
respecto de un determinado colectivo, o a través de descripciones, narraciones
o argumentos que colocan a los colectivos, sus símbolos, sus rituales, su
vestimenta, elementos o costumbres características en escenas o situaciones
que los muestran como “extraños”, “problemáticos” o “peligrosos”. También
resulta estigmatizante la aparición de términos e imágenes que sin ser
“abiertamente discriminatorios” resulten ofensivos por sus efectos sobre la
caracterización y la valoración de un colectivo determinado y sus prácticas
(estereotipos).
En el tratamiento de la noticia analizada en esta ocasión varios noticieros
relataban los hechos utilizando imágenes de rituales y ceremonias de las
religiones africanistas, extraídos de archivos, que no se corresponden con la
noticia que están tratando. Por otra parte, en varios medios, el hecho se
presentó como un “rito satánico” o un rito “umbanda”, términos utilizados
prácticamente de forma intercambiable o como sinónimos.
Desde el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión consideramos
que es habitual la aparición de tramas o narraciones que colocan a las
religiones africanistas como causa de problemas sociales como la violencia y el
delito y también como responsables de situaciones de peligro para la “moral”
o la “seguridad personal”. Este fenómeno se conoce como “criminalización” de
grupos o movimientos. También es habitual señalar a estas religiones como
extrañas u opuestas a la “cultura de la Nación Argentina” o a los “intereses
nacionales”. En este sentido, cabe recordar, que estas religiones están
enraizadas profundamente con la historia de nuestro país, como se señala más
arriba. Por último, nos parece importante señalar que muy pocos noticieros
abordaron la noticia como un nuevo caso de femicidio, producto de la violencia
de género.
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Recomendaciones Generales
●
Que no se utilicen imágenes, símbolos o prácticas y rituales asociadas
con el africanismo para producir enunciados que adviertan respecto de
“peligros” potenciales de vincularse con personas o agrupaciones que
involucren africanistas.
●
Que no se identifique a sujetos, asociaciones y modos de agrupación con
escenas de criminalidad a través de enunciados que enlacen casualmente
situaciones delictivas con la condición de africanista de alguno/a de los/as
involucrados/as.
●
Siendo la umbanda una religión practicada por habitantes de la
Argentina, se recomienda que los distintos medios de comunicación (radiales,
televisivos, etc.) no identifiquen esta religión con algo ajeno a nuestra cultura,
pues vale recordar que la Argentina es un Estado de Constitucional de
Derecho, donde se respeta la libertad de cultos y se promueve el respeto por la
diversidad.
RECOMENDACIONES CONCRETAS
●
Cuestionar los estereotipos que el sentido común establece en
relación con la desigualdad y las diferencias haciendo visible que las imágenes
binarias se basan en procesos ideológicos. Esta tipología es la que habilita la
burla y el desprecio hacia prácticas que no responden a los parámetros de
“normalidad” (varón blanco, heterosexual, de clase media). En la medida en
que los estereotipos son usados para afirmar la aparente “regularidad” de una
situación, hay que tener presente que limitan a las personas a un espectro
restringido de actuaciones o acciones o profesiones que luego se naturalizan
como “lo real”.
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●
Evitar los abordajes que plantean “las dos campanas del
problema” y ponen en igualdad de posición los prejuicios y enunciados
discriminatorios con los no discriminatorios. Tanto la supuesta objetividad
como la teoría de las dos campanas sostienen y legitiman, ideológicamente, la
desigualdad de clase, la criminalización y la represión de los individuos y
colectivos involucrados.
●
No desconocer ni descuidar aspectos sociales, culturales y políticos más
amplios
en
la
cobertura
de
las
historias
personales,
para
evitar
las
presentaciones naturalizadas de las identidades de géneros, clase, étnicas,
religiosas, nacionales, de orientaciones y prácticas sexuales no normativas,
etc.. Estas naturalizaciones no sólo invisibilizan sino que impiden la discusión
colectiva sobre las condiciones en las que estas identidades se producen (por
ejemplo, condiciones de pobreza, explotación, persecución, exclusión social,
étnica, de género etc.). Sugerimos evitar caracterizaciones y "perfiles" que
impliquen una naturalización del prejuicio, la burla y/o el insulto, o la
exposición de los conflictos por géneros u orientaciones y prácticas sexuales no
normativas como nota de color o pintoresquismo.
●
Considerar las designaciones discriminatorias como tales, señalarlas
críticamente contra el carácter extendido y naturalizado de su uso cotidiano.
●
Consultar con colectivos involucrados cuando se informa sobre historias,
experiencias o situaciones relacionadas con personas pertenecientes a esos
colectivos. La inclusión de estas voces no sólo colabora con la riqueza y la
complejidad
de
la
información
(es
habitual
que
en
el
periodismo
contemporáneo se consideren como “expertos” a los activistas de los distintos
movimientos políticos) sino que permite situar la creciente supremacía que
tienen los agentes de gobierno (ministerios, secretarías de estado, etc.),
empresas y corporaciones en la producción de opinión pública, como
legitimación de modos de autoridad y hegemonía.
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