Metodología - Telecentros para el desarrollo comunitario

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METODOLOGÍA
FASE 1. DISEÑO / ACTIVIDAD 7
INTRODUCCIÓN AL RENTING TECNOLÓGICO
La evolución del renting en TIC
La creciente importancia estratégica de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC)
en las compañías, y el elevado presupuesto destinado a ellas, a pesar de la conyuntura actual,
han hecho necesaria la optimización y adecuación de su gestión según las necesidades de cada
momento. Este hecho se ha agravado por la variedad y complejidad de tecnologías que
disponemos o podemos disponer.
En este contexto se ha desarrollado y potenciado la figura del renting tecnológico, dentro del
contexto de la creciente externalización, la cual permite poner en manos de especialistas —
gestores tecnológicos — la gestión flexible del hardware, software y servicios, para adecuarlo en
cada momento a las necesidades reales de las compañías, o a las oportunidades que ofrece el
mercado, por un coste fijo mensual totalmente deducible.
Gestión especializada necesaria
Tanto en la actual conyuntura de incertidumbre económica general, tras la caída de la inversión
empresarial en TIC, un 7,9 % en 2002, llegando en el caso del hardware al 18,5 %, de contención
de costes, como en una situación de expansión y crecimiento como en años anteriores y en el
último trimestre del 2003, un 4,8 %, y por tanto de incremento del presupuesto en TIC a pesar del
aumento de productividad gracias a ellas, esta figura permite a las compañías controlar y
gestionar sus recursos en TIC, adecuándolos a sus necesidades sin incrementar o realizar posibles
desembolsos necesarios, pagando sólo su cuota de renting, que puede ser fija, y por tanto,
limitándose al pago por uso, con independencia del contenido de su plataforma tecnológica.
Integración de todos los proveedores en una única plataforma
Este gestor tecnológico debe integrar todos los proveedores, habituales o no, de hardware,
software y servicios, con independencia de marca o proveedor, en una única plataforma, de
modo que para las compañías sea totalmente transparente el contenido de la misma,
“olvidándose” de ella y siendo él mismo quien se encargue de su gestión. De este modo se evita
la existencia de diversos interlocutores, especializado cada uno de ellos en sus productos y/o
servicios con su complejidad añadida, focalizándose en un único interlocutor, simplificando la
gestión de la plataforma tecnológica acorde con los intereses de las compañías frente a los
distintos proveedores.
La independencia como clave del gestor tecnológico
Al ceder esta responsabilidad al gestor tecnológico, las compañías deben exigir y confiar que éste
le aconseje en cada momento la mejor solución, con independencia de marca o proveedor. Ello
vendrá determinado por su papel dentro de la figura; si se trata de un verdadero integrador
independiente, no vinculado a una marca o proveedor determinado, ofrecerá permanentemente
un análisis objetivo de las alternativas existentes, pudiendo las compañías determinar incluso el o
los proveedores de estos productos y servicios, y si al contrario es un mero intermediario,
interesado en la colocación de sus productos o servicios a través de esta figura, la usará como
canal o herramienta de venta de aquellos, lo cual desvirtúa la figura, y convierte a las compañías
en clientes cautivos de este proveedor, lo que en determinadas ocasiones se llama renting
propietario.
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METODOLOGÍA
La solvencia financiera de la plataforma tecnológica
A corto, medio o largo plazo, la continuidad de las compañías dependerá de la continuidad de su
plataforma tecnológica —hardware, software y servicios—, por ello es importante la solvencia
financiera del gestor tecnológico, o de su socio financiero, si lo hubiese, como en alguna
compañía especializada. En este sentido, el renting que ofrecen las entidades financieras,
reconocido en ocasiones como renting financiero, aporta como punto fuerte esta solidez a la
operación, y si se trabaja con el banco o la caja habitual se pueden obtener incluso mejores
condiciones. Pero por el contrario, adolecen en la mayoría de las ocasiones de la especialización
requerida en el mercado de las TIC y de la flexibilidad ante los continuos cambios que puede
exigir su plataforma tecnológica.
La renovación tecnológica como adecuación planificada
Con la rápida obsolescencia de estas TIC, y cuando las necesidades tecnológicas de las compañías
son estimables en el tiempo, con cierta exactitud y rigurosidad, el gestor tecnológico debe
ofrecer la posibilidad de establecer por adelantado la adecuación de esta plataforma de una
manera perfectamente planificada, mediante la renovación tecnológica. Ésta se realizará con la
periodicidad requerida, —6 meses, 12 meses, 18 meses, 24 meses, etc.— dependiendo de la
tipología de la plataforma: ordenadores personales, ordenadores centrales, centralitas
telefónicas, etc., y permitirá una vez más “olvidarse” tanto de su propia gestión como de su
periódica adecuación. A pesar de ello, también este gestor debe garantizar esta renovación en
contextos de difícil estimación y planificación. Así pues, en este contexto, en la actual evolución
del renting en tecnologías hacia esa figura del Gestor Tecnológico, lo que las compañías deben
solicitar de él es:

Capacidad de gestión: de incidencias, siniestros, de renovación del parque, etc.

Experiencia demostrada en los distintos segmentos de mercado, es decir, en pymes y en
grandes compañias

Alto conocimiento del sector de las TIC

Independencia de cualquier proveedor de HW, SW y/o servicios

Independencia del sector financiero
Fuente: GRUPO PENTEO, S.A.
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