JESUCRISTO ¿REY? El poder absoluto corrompe absolutamente 1.-La fiesta de Cristo Rey, inaugurada por Pío XI en 1925 apareció en un contexto social en el que Iglesia se veía en acentuado declive frente a las ideologías republicanas y anticlericales de los países europeos. Las monarquías europeas se declaraban católicas y los eclesiásticos en general fervientes monárquicos. Declarar a Jesucristo Rey era querer perpetuar la cristiandad medieval en oposición a la secularización del mundo moderno, con la pretensión de que al menos los Estados monárquicos reconocieran oficialmente a Jesucristo como Rey de reyes, y a partir de ahí reconocer el poder temporal del Papa sobre los demás soberanos y Estados, y que la Iglesia ejerciera la realeza incondicional con todas las consecuencias relativas a derechos, autoridad absoluta, influencias, privilegios, prebendas, etc., como lo había hecho durante siglos anteriores. La Iglesia quería seguir siendo un poder absoluto, y el poder absoluto corrompe absolutamente. El Vaticano II vino a poder las cosas un poco en su sitio, por ejemplo, reconociendo la autonomía del poder temporal, propia del mundo; pero en este viaje del Papa a España hemos visto cómo aún el papado se sigue aferrando a ser él el dueño absoluto de la verdad y de las conciencias para los de dentro y para los de fuera. Solo la democracia puede controlar el poder. Una iglesia que es una monarquía absoluta, verticalista, asimétrica, no democrática, no puede verse libre de corrupción, y quien la cuestiona acaba fuera, como fuera de la estructura jerárquica de la iglesia están más de la mitad de los seguidores de Jesús como son las mujeres, fruto escandaloso de ese mismo poder absoluto. 2.-La verdad que llamarle hoy a Jesucristo REY desde la imagen que tenemos de los reyes de este mundo resulta una gran ofensa para El, porque en nada se pareció a ellos, pues estos viven en grandes palacios, salones suntuosos, rodeados de lujos, de banquetes, de ropajes, de ceremonias deslumbrantes, de desfiles en carrozas, etc. Jesús fue lo contrario de todo eso. Lo cierto es que en muchas ceremonias y recepciones del Papa, y en algunas otras, seguimos viendo mucho de esto, que ya nos cae hasta repugnante, además de anticristiano: en este último viaje cuántas veces el papa se cambió de atuendos, de ropas, de escenarios, de decorados, de colores... Pero a muchas gentes, víctimas de una conciencia ingenua, creada por el sistema neoliberal de mercado, esas cosas les gustan, y al sistema también, y por eso las fomenta: un pueblo dormido no molesta. 3.-Jesús, después de vivir pobre en Nazaret, trabajar como un esclavo y durante tres años andar de pueblo en pueblo anunciando la liberación a los oprimidos, curando a los enfermos, durmiendo muchas veces al aire libre, anunciando la llegada del Reino de Dios, le interpretan su mensaje como que El quiere ser el rey de los judíos. De hecho en una ocasión quisieron nombrarlo rey por aclamación, pero El no quiso saber nada porque era totalmente contrario a todo triunfalismo, cosa que a la iglesia oficial de hoy y a demasiados seguidores suyos les sigue atrayendo. Jesús en cambio había dicho: "Sabéis que los jefes de las naciones las gobiernan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande será vuestro servidor, y el que quiera ser primero que sea esclavo vuestro, de la misma manera que el Hijo del Hombre (Jesucristo) no ha venido para ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por todos". 4.-Si algo deja claro el relato de la pasión es que Jesús fue condenado a muerte de cruz como un esclavo, por la ejecución de la sentencia de Pilatos, representante del poder de Roma, a pesar de no encontrar en El motivo de condena, pero lo hizo forzado por las autoridades religiosas y gente manipulada por ellas, porque los hechos y las enseñanzas de Jesús eran realmente subversivas para ellos, por cuestionar su situación privilegiada, y para el orden establecido por el Imperio Romano 5.-Según lo dicho, ¿Jesucristo es Rey? Todo lo contrario: Jesucristo fue un esclavo, y por tanto acusado como un esclavo de ir contra el sistema de poder absoluto impuesto por Roma. De ahí su condena a morir crucificado, como establecía la Ley romana para los esclavos. Hoy el mayor poder absoluto lo ejercer las compañías multinacionales, sobre todo en el Tecer Mundo contra los oprimidos de la tierra. Es muy triste que ese poder absoluto lo hayan ejercido las "autoridades" romano-vaticanas contra los teólogos y algunos obispos más comprometidos con la liberación de los oprimidos. 6.-¿Podemos llamarle a Jesucristo Rey? Sí, pero solo a condición de entenderlo como uno de los seres humanos más comprometidos con la dignidad del hombre, con la justicia, con la verdad, la libertad, el amor, la igualdad, la vida, la esperanza, la solidaridad, la defensa de los débiles, el compromiso con los pobres, la reivindicación específica y absoluta de la dignidad de la mujer y de los niños porque entonces lo necesitaban más (y aún ahora), la apertura a la dimensión trascendente de la persona humana, la claridad absoluta con que veía el camino que debería seguir la humanidad, el descubrimiento humano de Dios a nivel de la persona humana concreta, la fe y la seguridad con que afrontó las exigencias y los retos que le pedía su misión liberadora integral. Y todo esto lo hizo Jesús desde abajo y desde dentro, no desde arriba y desde fuera. Fue a su destino con los pobres de la tierra. De todo esto Jesucristo sí es el verdadero Rey de Reyes, "porque El hará justicia a los humildes del pueblo, salvará a los hijos de los pobres. Porque El librará al pobre suplicante, al desdichado y al que nadie ampara, se apiadará del débil y del pobre, la vida de los pobres salvará. De la opresión, de la violencia rescatará su vida. Su sangre será preciosa ante sus ojos" (Salmo 72)