Caracterización de los segmentos fonéticos Desde el punto de vista acústico Vamos a repasar nuevamente los segmentos fonéticos, atendiendo esta vez a sus características acústicas. Utilizamos para ello las clasificaciones habituales (vocales, consonantes, etc.). 1. Los segmentos vocálicos 1.1. Las cartas de formantes 1.2. Los triángulos acústicos 2. Los segmentos consonánticos 2.1. Las consonantes oclusivas 2.2. Las consonantes fricativas 2.3. Las consonantes africadas 2.4. Las consonantes aproximantes 2.5. Las consonantes nasales 2.6. Las consonantes laterales 2.7. Las consonantes vibrantes 1. Los segmentos vocálicos Desde el punto de vista acústico, lo importante para describir una vocal es su timbre vocálico:1 "Las resonancias que caracterizan el timbre de una vocal oral resultan de la filtración que sufre el tono glotal (la vibración de las cuerdas vocales) al pasar por la boca [...]. La boca se comporta como un filtro (o un resonador, que vienen a ser lo mismo) que no deja pasar nada más que ciertas vibraciones salidas de la glotis. Las frecuencias que la boca deja pasar son diferentes para cada vocal; y si son diferentes se debe principalmente a que las cavidades de resonancia que las filtran cambian de forma y/o de dimensiones". (DELATRE: 1948, 480) Dicho de otra manera: al ponerse en vibración, las cuerdas vocales producen una onda compuesta. Si los órganos de la articulación no se moviesen, el resultado sería siempre un único sonido vocal (con las pequeñas modificaciones derivadas de las oscilaciones en el tono fundamental) para cada hablante. Sin embargo, la articulación de cada vocal requiere unas determinadas posiciones de los órganos articuladores, que crean cavidades de diferentes formas y volúmenes; en ellas, se originan distintas frecuencias de resonancia que filtran la onda acústica periódica -que hasta este punto era siempre igual-, de modo que se configura una estructura armónica diferente para cada vocal. Esta estructura armónica consiste en que unos determinados armónicos del tono fundamental quedan realzados y otros, difuminados. Véase el espectro de la secuencia [i e a o u], donde los armónicos se acentúan o desaparecen, según la vocal: Cada conjunto de armónicos que quedan realzados por el fenómeno de resonancia descrito recibe el nombre de formante. Los formantes son, pues, los responsables del timbre de cada vocal. Si repetimos los espectrogramas de las vocales [i e a o u] de otra manera algo más difuminada (con un filtro más ancho, que permite ver los armónicos no de uno en uno, sino con trazos más gruesos, obtenemos los espectrogramas típicos de –por ejemplo– las vocales españolas; los formantes se ven ahora como manchas horizontales más intensas que el resto del espectro de cada vocal. No todos los formantes tienen la misma importancia. Mientras que los dos primeros son indispensables para la percepción del timbre vocálico (de la diferenciación vocálica, por tanto), el tercer formante desempeña una función clara sólo en determinados casos. El resto de los formantes superiores, llamados formantes individuales, dependen de la configuración faringo-bucal de cada individuo y de la lengua de uso, y resultan redundantes o aportan información particular. Aunque las relaciones entre la situación de los formantes en el espectro vocálico y los mecanismos articulatorios no están completamente descritas, sí se han establecido al menos las siguiente relaciones básicas: 1. Existe una relación directa entre la elevación de la frecuencia del primer formante (F1) y la abertura de la cavidad oral. Cuanto más alta es la frecuencia del F1, la vocal es más abierta, y a la inversa. 2. Existe una relación directa entre el retroceso de la lengua y el descenso de la frecuencia del segundo formante (F2). Cuanto más alta es la frecuencia del F2, más anterior es la vocal, y a la inversa. 3. Asimismo, existe una relación directa entre el descenso frecuencial del F2 y la protusión o redondeamiento labial. Cuanto mayor sea el redondeamiento, más bajo será el F2, y a la inversa. 4. Existe una relación directa entre la elevación frecuencial del tercer formante (F3) y el descenso del velo del paladar (como en la nasalización), y una relación directa entre el descenso frecuencial del F3 y la elevación de la punta de la lengua hacia una posición retrofleja. Además de estas relaciones, que pueden considerarse como fijas o estables, las modificaciones frecuenciales de los tres primeros formantes también pueden suministrar información sobre otros hecho articulatorios generales, como labialización, palatalización, velarización ,etc. La síntesis del lenguaje ha permitido el establecimiento de la altura de los dos primeros formantes de las vocales cardinales: 1.1. Las cartas de formantes Para representar gráficamente los valores formánticos que caracterizan a cada vocal, de manera que se facilite además la comparación de cada una de sus realizaciones, se utiliza un procedimiento gráfico conocido como carta de formantes, que consiste en un eje de coordenadas, en cuya ordenada se colocan los valores del F1, y en cuya abscisa se representan los valores del F2. La escala que se suele utilizar en estos gráficos no es lineal, sino logarítmica, puesto que representa mejor la percepción del oído humano.2 Los valores vocálicos colocados en una carta de formantes muestran la relación entre los parámetros acústicos y las posiciones de los órganos articulatorios: 1. En el eje de ordenadas puede observarse la abertura vocálica, puesto que existe una relación directa y constante entre la abertura bucal y el nivel frecuencial del F1. 2. En el eje de abscisas puede observarse la localización vocálica (anterioridadposterioridad), puesto que existe una relación inversa y constante entre la longitud de la cavidad bucal anterior y el nivel frecuencial del F2. En la siguiente figura aparece una carta de formantes en la que se han situado 31 realizaciones vocálicas de una informante española (QUILIS: 1981, 158). El conjunto de los puntos marcados para cada vocal constituye la zona de dispersión de dicha vocal y determina su campo vocálico: 1.2. Los triángulos acústicos Si unimos entre sí los puntos representados en una carta de formantes, obtenemos un triángulo acústico de las vocales en cuestión. La figura que muestra un triángulo acústico guarda, lógicamente, un estrecho parecido con el triángulo articulatorio (que muestra, como sabemos, la situación articulatoria de la cavidad bucal en la producción de cada elemento). La información que brindan ambos triángulos es, pues, similar, aunque, de acuerdo con QUILIS (1981:162-3), lo acústico presenta al menos las siguientes ventajas: 1. El número de parámetros que debe tenerse en cuenta en el nivel articulatorio para dar cuenta con precisión de los órganos de la fonación es mucho más elevado que el de los parámetros que maneja el análisis acústico.3 2. El triángulo articulatorio supone una excesiva simplificación de la realidad articularia que pretende representar, puesto que sólo recoge dos de los muchos parámetros que cabría mostrar: posición lingual anterior/posterior y superior/inferior. 3. Lo que se percibe en la comunicación es el sonido: no nos comunicamos por medio de movimientos faciales, sino de ondas sonoras variables, cuya estrucutra acústica es, por tanto, lo esencial a la hora del análisis lingüístico. Además, hay que tener en cuenta que posiciones articulatorias diferentes pueden dar el mismo resultado acústico. La gráfica de la izquierda4 muestra la relación entre el triángulo acústico de las vocales tónicas españolas (el pequeño, con cinco elementos) y el correspondiente a las vocales cardinales primarias sintetizadas (el mayor, con ocho elementos). La gráfica de la derecha corresponde al triángulo acústico general del euskara.5 inicio 2. Los segmentos consonánticos Vamos a señalar las principales características acústicas de las consonantes, ordenándolas según su modo de articulación. 2.1. Las consonantes oclusivas Las consonantes oclusivas se originan por un cierre -oclusión- en algún lugar del tracto vocal. Por tanto, la característica acústica durante esa fase es la ausencia de sonido. En realidad, esto no es del todo exacto, puesto que se aplica únicamente a las oclusivas sordas; en las oclusivas sonoras, las cuerdas vocales vibran durante la fase de oclusión, generando una banda de frecuencias muy bajas, que se conoce como barra de sonoridad. Sea como sea la oclusión (sorda o sonora), la presión de la columna de aire proveniente de los pulmones la rompe, originando un ruido característico conocido como explosión. Ésta, acústicamente, se manifiesta como una barra vertical que ocupa más o menos todo el espacio frecuencial que se muestra en un sonograma convencional, y recibe el nombre de barra de explosión. ¿Cómo se distingue acústicamente el punto de articulación de una oclusiva? Por una serie de índices: las duraciones de sus distintas fases, la banda frecuencial en la que se sitúa la máxima intensidad de la barra, las transiciones vocálicas que genera en la vocal siguiente, etc. Veamos un ejemplo del espectro de una consonante oclusiva:6 2.2. Las consonantes fricativas Acústicamente, una consonante fricativa es un puro ruido, es decir, una onda aperiódica. En el espectro, esa inarmonicidad se muestra como una mancha, sin las estriaciones ni los formantes característicos del sonido armónico. Los sonidos fricativos se distinguen muy bien del resto del inventario consonántico. Lo que no es tan sencillo es dintinguir las diferentes fricativas entre sí. Los índices principales para ello son: la intensidad general, las zonas de mayor concentración de energía a lo largo de la fricación, la presencia/ausencia de sonoridad y las transiciones vocálicas. 2.3. Las consonantes africadas Las africadas presentan, en primer lugar, la oclusión y la barra de explosión propias de las cosonantes oclusivas.7 Después, aparece un momento fricativo, es decir, inarmónico. Para la discriminación del punto de articulación, vale lo dicho en los dos casos anteriores. 2.4. Las consonantes aproximantes "El grado de constricción necesario para producir una aproximante es menor que el requerido por una fricativa, hasta el punto de que el aire que pasa por el espacio que ha quedado no es suficiente como para producir ruido. Así, la diferencia fundamental entre las fricativas y las aproximantes es la ausencia de ruido o turbulencia en el segundo caso. Acústicamente, las aproximantes se parecen mucho a las vocales: también poseen formantes bien definidos (aunque es cierto que no siempre se aprecian con claridad), pero observamos que son sonidos mucho más breves y con muchas menor intensidad que las vocales [...]. Su brevedad hace que presenten transiciones muy rápidas hacia los segmentos adyacentes. Justamente, la dirección de las transiciones, junto con su segundo formante, permite averiguar el punto de articulación de la aproximante" (FERNÁNDEZ PLANAS: 2005:100-101). 2.5. Las consonantes nasales Por sus características articulatorias (paso de aire por la cavidad nasal y constricción en la cavidad oral), los sonidos nasales presentan una estructura armónica parecida a la vocálica, pero con mucha menos intensidad. La diferencia fundamental de las nasales con respecto a las aproximantes consiste en que aparecen en el espectro en forma de bloque recto, sin las suaves transiciones características de las aproximantes. 2.6. Las consonantes laterales Las laterales, junto con las nasales y las aproximantes, presentan estructura formántica, aunque siempre con menor intensidad que las vocales. No obstante, las laterales poseen más intensidad que las nasales y las aproximantes. La transición de las laterales a las vocales adyacentes no es ni tan brsuca como en las nasales ni tan suave como en las aproximantes.8 La diferente altura del F2 y las transiciones premiten distinguir el punto de articulación de las distintas laterales. 2.7. Las consonantes vibrantes Las vibrantes se caracterizan por presentar periodos oclusivos (interrupciones de energía) muy breves, que corresponden a las pequeñas oclusiones producidas en el tracto vocal.9 Cada una de esas oclusiones da origen a su propia explosión, seguida de un periodo vocal, todo ello muy breve. Este ciclo descrito de un brevísima oclusión seguida de un brevísimo momento vocálico puede producirse una sola vez o varias veces seguidas. En el primer caso, la vibrante es simple; en el segundo, la vibrante es múltiple. inicio Notas 1 No debe olvidarse que el concepto de timbre vocálico no es equivalente al de timbre instrumental, que deriva directamente del número y disposición de los armónicos de un sonido fundamental. Por ejemplo, la gráfica siguiente muestra dos espectrogramas de una misma nota musical, emitida por dos fuentes sonoras: a la izquierda, una ocarina (un instrumento musical, concretamente un aerófono); a la derecha, una voz humana. Obsérvese que la calidad acústica de la voz humana es incomparablemente mayor: por eso –y también por más cosas– suele decirse que la voz es el instrumento musical más completo. De un modo más general, esta magnífica herramienta diseñada por Fu-Kwun Hwang (National Taiwan Normal University) permite experimentar con las distintas sensaciones tímbricas conseguidas al manipular los armónicos de una onda compuesta: 2 Efectivamente, la percepción humana funciona de manera logarítmica. De este modo, los intervalos que percibimos como iguales se representan en la carta de formantes por distancias también iguales. De todas maneras, cada vez se presentan más habitualmente triángulos lineales o aritméticos, puramente acústicos. 3 Por ejemplo, CERDÁ (1972) operó con 9 parámetros para su descripción articulatoria del vocalismo catalán. 4 Tomada de MARTÍNEZ CELDRÁN (1984:300). 5 Tomado de URRUTIA-ETXEBARRIA-TÚRREZ-IRIBAR (1995:260). 6 Todos los espectrogramas que aparecerán a continuación corresponden a palabras del euskara y han sido extraidos del portal FonAtari: euskal fonetikaren ataria. 7 La barra de explosión puede aparecer muy difuminada, o resultar prácticamente inexistente. 8 El cuadro general de consonantes IPA distingue tres tipos de sonidos: laterales fricativas, laterales aproximantes y aproximantes. Las dos laterales del español y del euskara ([l] y [ʎ]) están colocadas en el grupo de laterales apoximantes. Las laterales fricativas son relativamente escasas en las distintas lenguas. 9 Durante estos breves momentos oclusivos, las cuerdas vocales no dejan de vibrar. Las vibrantes son, pues, sonoras. Sus sonogramas presentan la característica barra de sonoridad. inicio Alexander Iribar >> Fonética >> Apuntes elementales Comentarios: [email protected] Fuente: http://paginaspersonales.deusto.es/airibar/Fonetica/Apuntes/06.html Caracterización de los segmentos fonéticos Desde el punto de vista articulatorio 1. Los segmentos vocálicos 2. Los segmentos consonánticos 2.1. El punto de articulación 2.2. El modo de articulación Vamos a repasar el aparato fonador, atendiendo a las clases de sonidos que se generan en cada caso. En primer lugar, la actividad producida en las cavidades infraglóticas origina las primeras divisiones en los sonidos del lenguaje: 1. Sonidos inspirados o ingresivos: los que aprovechan el aire que entra a los pulmones. 2. Sonidos espirados o egresivos: los que aprovechan el aire que sale de los pulmones. Son la mayoría. Pueden distinguirse tres tipos: 1. Sonidos pulmonares: la energía necesaria para la producción del sonido se origina en los pulmones. Son la mayoría. 2. Sonidos glóticos o glotales: se produce en la glotis.1 3. Clics: se produce en la cavidad oral. Así pues, los sonidos que funcionan en los sistemas fonológicos de la mayoría de las lenguas (español y euskara, por ejemplo) son egresivos y pulmonares. La acción de la glotis genera otra división de los sonidos del lenguaje, entre sordos (las cuerdas vocales están abiertas y no vibran) y sonoros (las cuerdas vocales están cerradas y vibran al paso del aire). 2 Al llegar a las cavidades supraglóticas, los sonidos del lenguaje se han dividido desde antiguo en dos categorías: vocales y consonantes. Desde el punto de vista articulatorio, ésta es su diferencia fundamental: 1. Vocales: en su articulación no se interpone ningún obstáculo articulatorio a la salida del aire (salvo cierto grado de elevación de la lengua). 2. Consonantes: en su articulación se interpone algún obstáculo a la salida del aire: una oclusión o algún tipo de constricción, de diverso grado y en distintos puntos de la cavidad oral. 1. Los segmentos vocálicos Desde el punto de vista articulatorio, las vocales se clasifican o caracterizan de acuerdo a tres parámetros articulatorios: 1. La altura de la lengua: las vocales son así altas (o cerradas), medias o bajas (o abiertas).3 2. La posición de la lengua con respecto al eje antero-posterior de la cavidad bucal: las vocales pueden ser anteriores, centrales o posteriores. 3. La acción de los labios distingue entre vocales redondeadas (o labializadas) y no redondeadas (o no labializadas). Los dos primeros parámetros dan lugar al conocido como triángulo de HELWAG, esto es, una representación vocálica en dos dimensiones, que representa bastante bien el esquema articulatorio (o triángulo articulatorio) de las vocales: Esquema representativo de la articulación de las vocales del español Triángulo de HELWAG Este triángulo se acomoda bien al vocalismo del español o del euskara, que también puede representarse esquemáticamente de la siguiente manera: Anterior Central Posterior Cerrada /i/ /u/ Media Abierta /e/ /o/ /a/ El triángulo de HELWAG es excesivamente simple para representar adecuadamente la complejidad de los sistemas vocálicos de las distintas lenguas.4 Para ello, D. JONES (1918) ideó un esquema teórico que llamó de vocales cardinales, donde se colocan todas las vocales que distingue la IPA (International Phonetic Association), en intervalos equidistantes desde las posiciones más extremas (desde lo más alto y avanzado hasta lo más abierto y posterior). Las vocales cardinales no corresponden a ninguna lengua determinada, sino que son un sistema teórico de refencia donde situar las vocales de las lenguas, de modo que se facilita su clasificación, descripción y comparación. Éste es el cuadro de las vocales cardinales primarias, es decir, sin redondeamiento labial. Las vocales cardinales secundarias son equivalentes a éstas, pero con redondeamiento: Si una vocal de una lengua no se corresponde con la cardinal, debe especificarse su característica fonética. Por ejemplo, la /a/ del español es central con respecto a la cardinal. En definitiva, los sistemas vocálicos se describen en relación al sistema de las vocales cardinales. Además de lo anterior, los sonidos vocálicos pueden modificar sus características básicas al sufrir una serie de articulaciones secundarias. Para el vocalismo, las más importantes son: la nasalización y la retroflexión. 1. En las vocales nasales (o, más exactamente, oronasales), una buena porción del aire sale a través de la cavidad nasal. Este rasgo puede tener sólo validez alofónica (como en español) o poseer valor fonológico (como en francés). 2. En las vocales retroflejas (o retroflexas), la punta de la lengua esta curvada hacia el interior. inicio 2. Los segmentos consonánticos La producción de los sonidos consonánticos se caracteriza por la existencia de algún obstáculo articulatorio. Esta constricción se caracteriza a su vez mediante dos parámetros principales: 1. Punto de articulación: el lugar en el que los órganos articuladores se tocan o se aproximan. 2. Modo de articulación: la manera en la que se produce ese contacto (o aproximación). El siguiente esquema5 muestra todos los tipos consonánticos a que dan lugar los dos criterios señalados: – Bilbabial – Labiodental – Dental / Interdental – Alveolar PUNTO DE – (Retroflejo) ARTICULACIÓN – Palatal – Velar – Uvular – Faríngeo – Glotal PARÁMETROS DEFINITORIOS DE LOS SONIDOS CONSONÁNTICOS SEGÚN EL TRACTO VOCAL MODO DE ARTICULACIÓN – Oclusivo – Fricativo – Aproximante – Africado – Vibrante – Lateral – (Eyectivo) – (Inyectivo) – Clic SEGÚN LAS – Sordo CUERDAS VOCALES – Sonoro SEGÚN EL VELO DEL PALADAR 2.1. El punto de articulación – Nasal – Oral Repasaremos aquí cada una de las articulaciones consonánticas que se distinguen de acuerdo al punto de articulación: 6 Bilabial: el labio inferior toca o se aproxima al labio superior. Labiodental: el labio inferior toca o se aproxima a los incisivos superiores. Dental: el ápice (o el predorso) de la lengua se coloca tras los incisivos superiores. En la articulación interdental -clasificada como un subgrupo de las dentales- el ápice se coloca entre los incisivos superiores e inferiores. Alveolar: la lengua toca o se aproxima a los alveolos. Cuando el órgano activo de la articulación es el ápice de la lengua, el sonido se denomina apicoalveolar; cuando es el predorso de la lengua, el sonido se denomina predorsoalveolar. Cuando el punto de articulación es más atrasado, llegando casi a la zona palatal, el sonido resultante se denomina postalveolar o prepalatal. Retrofleja: la IPA incluye las retroflejas entre las alveolares y las palatales, aunque en rigor no es un punto de articulación, sino un modo: la lengua se coloca de manera perpendicular al paladar, o incluso con el ápice mirando hacia el interior de la boca. Lo que sucede es que el punto de articulación de estas consonantes es habitualmente postalveolar o prepalatal. Por eso se incluyen de esta manera. Palatal: el predorso y/o el dorso de la lengua toca o se aproxima al paladar duro. En este grupo pueden considerarse también las prepalatales, palatoalveolares o postalveolares. Velar: el dorso o el postdorso de la lengua toca o se acerca al velo del paladar. Uvular: el postdorso de la lengua se acerca o toca la úvula. Faríngea: la raíz de la lengua se acerca a la pared faríngea. Glotal: la cuerdas vocales participan de la articulación, bien uniéndose fuertemente sin vibrar (lo que se suele llamar golpe de glotis) o bien acercándose. Por último, hay que tener en cuenta que existen sonidos con un punto de articulación principal y otro secundario (como, por ejemplo, la [l] velarizada del catalán o del inglés). En la transcripción fonética, los puntos de articulación secundarios se marcan habitualmente con diacríticos. 2.2. El modo de articulación Veamos cuáles son las características principales de las consonantes según los distintos modos de articulación producidos en el tracto vocal:7 Oclusivas: los órganos de la articulación se cierran estrechamente (en algún punto) y bloquean el paso del aire durante una fracción de tiempo. Por fin, la presión de la columna de aire logra vencer la oclusión y éste sale bruscamente, originando un ruido o chasquido característico, que se denomina explosión. Fricativas: los órganos de la articulación se acercan sin llegar a cerrarse, dejando entre ellos un estrecho canal por el que la columna de aire, al pasar, produce un ruido turbulento característico de fricción, es decir, de roce. Aproximantes: los órganos de la articulación se acercan, pero no tanto como en el caso anterior, de modo que no llega a producirse el ruido de fricción. Por el contrario, son sonidos muy parecidos acústicamente a las vocales. 8 Africadas: son articulaciones "dobles", puesto que vienen a ser la concatenación de dos articulaciones simples sucesivas. En primer lugar, se produce una oclusión; pero cuando ésta se rompe por la presión ejercida por la columna de aire, la ruptura no se produce de manera abrupta (lo que originaría una explosión) sino retardada. De esta manera, los órganos de la articulación no se separan inmediatamente, sino que quedan muy cercanos durante un breve periodo de tiempo; el aire pasa por ese estrecho canal y se produce el ruido característico de la fricción. Así pues, podría decirse que "oclusión + fricación = africación". Vibrantes: su articulación presenta fases alternativas de pequeñas oclusiones (habitualmente, del ápice de la lengua en la zona alveolar)9, seguidas de pequeños momentos de similares características a las vocales, producidos por el rapidísimo alejamiento del ápice de la lengua. En definitiva, la lengua se pega y se despega de los alveolos a gran velocidad, dando lugar a sucesivas fases de oclusión y de vocalización. Cuando en la articulación se producen varias de estas fases, la vibrante es mútiple; si se produce sólo una fase, la vibrante es simple.10 Laterales: la constricción se produce en la zona central de la cavidad bucal, de modo que el aire escapa por los laterales (o por uno de ellos). Según el grado de constricción, las laterales puede ser aproximantes o fricativas, aunque lo más normal es lo primero. Además de los modos de articulación descritos, la acción de las cuerdas vocales distingue entre sonidos sordos y sonoros y la acción del velo del paladar distingue entre sonidos orales y nasales. En estos últimos, parte de la columna de aire ingresa también en la cavidad bucal, donde queda retenido por una oclusión producida en algún lugar, que señala el punto de articulación de la nasal en cuestión. Si colocamos en una tabla todas las clasificaciones articulatorias efectuadas, nos resulta una matriz como la del Alfabeto Fonético Internacional, donde aparecen los modos de articulación en el eje vertical y los punto de articulación en el eje horizontal. La nasales ocupan una fila propia, como un modo más de articulación. Dentro de cada celda, se colocan a la izquierda los elementos sordos y a la derecha los sonoros. Los inventarios fonéticos de las distintas lenguas pueden representarse (siempre desde el punto de vista articulatorio) de esta manera. Como sabemos, el Alfabeto Fonético Internacional presenta en su tabla consonántica los símbolos necesarios para la descripción del mayor número posible de lenguas. Reproduzco seguidamente la información sobre los fonemas consonánticos del español peninsular aparecida en la serie de Illustrations of the IPA11 inicio Notas 1 En realidad, los sonidos glotalizados no sólo son egresivos, sino que también pueden ser ingresivos. Se denominan entonces eyectivos (egresivos) o inyectivos (ingresivos). 2 En rigor, clasificar el estado de las cuerdas vocales en dos posiciones (sordo-sonoro) es excesivamente esquemático, puesto que existen otras posibilidades: sonido susurrado, murmurado, laringalizado, falsete, etc. Sin embargo, esta clasificación binaria es suficiente desde el punto de vista fonético-fonológico. 3 Si en vez de tres grados de abertura se distinguen cuatro, las vocales serán entonces cerradas, semicerradas, semiabiertas y abiertas. 4 La mayoría de las lenguas poseen sistemas vocálicos de entre 5 y 7 elementos, pero hay numerosas lenguas con sistemas muy complejos, de hasta 20 elementos. El inglés, por ejemplo, posee 12 vocales. 5 Adaptado de FERNÁNDEZ PLANAS (2005: 45). 6 La IPA distingue también algunos tipos especiales de consonante con doble punto de articulación, que no merece la pena señalar. 7 Olvidamos ya las articulaciones eyectivas, inyectivas y los clics, muy escasos en las lenguas del mundo y que, además, tampoco constituyen un verdadero modo autónomo de articulación, sino que son sonidos oclusivos que presentan dos cierres y no utilizan el aire proveniente de los pulmones. 8 Los términos de fricativa y aproximante suelen prestarse a equivocaciones. En primer lugar, muchos autores no utilizan el segundo término (es relativamente moderno en el ámbito hispánico), y llaman entonces fricativos a todos estos elementos. Algunos distinguen entonces entre fricativas "de resonancias altas" (las propiamente fricativas) y "de resonancias bajas" (las aproximantes). Para acabar de complicar la situación, la IPA incluye los símbolos fonéticos que utilizamos para transcribir las aproximantes del español (es decir, [β], [ð] y [ɣ]) en la categoría de fricativas. Para indicar que, en este caso, estos sonidos carecen del ruido de fricción -es decir, son aproximantes- se les añade un diacrítico: [β̞], [ð̞] y [ɣ̞]. 9 Algunas lenguas, como el francés, presentan vibrantes uvulares, en lugar de alveolares. Lo mismo sucede con algunos dialectos franceses del euskara. 10 A veces, la fase de oclusión no llega a tal, sino que se produce únicamente un acercamiento de los órganos de la articulación, que genera así la variante aproximante de la vibrante. 11 MARTÍNEZ CALDRÁN, E.; FERNÁNDEZ PLANAS, A.M.; CARRERA-SABATÉ, J. (2003). inicio Alexander Iribar >> Fonética >> Apuntes elementales Comentarios: [email protected] Fuente: http://paginaspersonales.deusto.es/airibar/Fonetica/Apuntes/05.html