comarca; le pertenecían casi todas las actuales parroquias de Bergondo, más algunas de Sada y Oleiros. Los vecinos de Bergondo tienen, desde muy antiguo, fama de habilidosos plateros y joyeros, fama que ya estaba muy extendida en el siglo XVII, cuando se les concedió el derecho a la ciudadanía de Betanzos. El principal interés turístico de Bergondo radica en sus playas, muy concurridas durante el verano. La principal es la de Gandarío, tranquila y segura, con buenos servicios turísticos. En el Pasaxe do Pedrido, bajo el puente que une las dos orillas de la ría de Betanzos, se despliega otro amplio arenal con espacios recreativos y servicios turísticos. BERGONDO A Coruña Municipio Coruñés situado en la margen occidental de la Ría de Betanzos, en el corazón del Golfo Ártabro y en plena Comarca natural de as Mariñas dos Condes La fundación de Bergondo o su relación con el legendario personaje Brigo, a la que alude Benito Vicetto en su Historia de Galicia, no parece suficientemente probada. La abundancia de castros prehistóricos, en cambio, cuyo recuerdo se conserva en la toponimia y en algunos casos en la misma orografía del terreno, indican una población prerromana considerable. Podemos citar el castro de San Fiz de Vixoi, el del monte da Fame (en Guísamo, desfigurado por una industria), el de lllobre (en el límite con el ayuntamiento de Betanzos), el de Bergondiño (cerca de la capital municipal), los de Montecelo, Lubre, Reboredo de Ouces, etcétera. Desde el punto de vista monumental destacan el Monasterio de Bergondo y el Pazo de Mariñán. También encontramos detalles interesantes en los templos de Ouces y Guísamo. Abundan los pazos, pero muchos de ellos han perdido su carácter al acondicionarlos para el moderno vivir. Quedan, sin embargo, además del de Mariñán, algunos interesantes ejemplares como el de Valdomir, en Guísamo; el de Armuño, en Lubre; el de Casal, en Santa Marta de Babío, con sus hermosos jardines; el de Fiobre, de la familia Romay, y el de A Colmela, en Moruxo. El Monasterio Una tradición, sin apoyo documental, afirma que el apóstol Natanael fue el primero que predicó el cristianismo por estas tierras. Pero el primer documento claramente referido a Bergondo es del año 1138, cuando se cita a un abad, Recendus de Burgundio, que confirma una donación hecha por el conde de Traba a su hija Urraca. Burgundio es el primitivo nombre de Bergondo, como también aparece en el testamento de la misma Urraca, de 1193, que deja cierta cantidad de dinero para la obra de la iglesia así llamada. Hay una tradición que localiza la leyenda del Peito Bordel, o tributo de las 100 doncellas, en tierras bergondinas y la aplica a los hijos de un personaje llamado Fernán Pérez de Acuña, que derrotarían a los moros peleando con ramas de higuera en el lugar de Ouces. Roi Xordo das Mariñas, que acaudilló la primera guerra de los lrmandiños en contra de los abusos cometidos por Nuño Freire de Andrade, o Mao, así como otro de sus jefes, Martiño de Ouces, eran también originarios de As Mariñas de Bergondo. Poco más tarde, en 1469, la señora María das Mariñas fundó el mayorazgo del que proviene la denominación de la Un monasterio del siglo XII que sufrió reformas y ampliaciones. El Monasterio de Bergondo existía ya, según pruebas documentales, en el año 1138, cuando era su abad fray Recendus. El templo, que se ha conservado nasta noy, es de estilo romanico de la segunda mitad del siglo XII y hay constancia de su existencia por un documento en el mantuvieron en 1140 los habitantes del municipio con el arzobisto de Compostela sobre los derechos de pesca en las aguas del río Mandeo y la explotación de las salinas de la ría, que los comopostelanos no querían compartir con ellos. En el año 1256 fue puesto bajo la protección del rey Alfonso X y más tarde bajo la de los condes de Andrade, que hicieron reformas y ampliaciones, de lo que ha quedado recuerdo en numerosos escudos pétreos que hay en diversas partes de la iglesia, así como en los jabalíes, porcos bravos, que se ven esculpidos en ella. En 1509 pasó a ser Priorato dependiente de San Martín Pinario, una vez impuesta la reforma ordenada por los Reyes Católicos. La puerta del templo tiene tres ábsides semicirculares, con unas ventanas perfectamente diseñadas, forman un conjunto armonioso, completado con un buen crucero. La cruz que corona uno de los ábsides, sobre el totémico jabalí de los Andrade, perdió incomprensiblemente un brazo en los últimos años. La planta es basilical de tres naves, con arcos semicirculares de entrada a los ábsides y ojivales los de las naves. En el prebisterio y en el muro sur se pueden ver dos interesantes sepulcros medievales. La capilla de Santa Catalina, adosada al muro sur, es de últimos del siglo XIV o principios del XV, de bóveda de crucería sobre columnas acodilladas en los ángulos y con sepulturas medievales. La actual casa rectoral es el antiguo convento, edificado a finales del siglo XVI. . Los elementos románicos abundan en el cenobio, que estuvo bajo la protección de la poderosa casa de los Andrade hasta el año 1509 Pazo de Mariñán Desde el siglo XIV aparece el apellido Das Mariñas en la historia de Galicia, pero tal vez el personaje más importante de este linaje fue Gómez Pérez das Mariñas, que recibió por concesión del rey de Castilla Juan II el señorío vitalicio de la ciudad de A Coruña, con una serie de tierras entre las que estaba comprendida la comarca de As Mariñas. Los cuidados jardines del Pazo La Casa de Bergondo cambió su nombre y hoy se conoce como Pazo de Mariñán, un marco incomparable para multitud de actos Gómez Pérez das Mariñas, que se casó con Teresa de Haro, de esta noble familia vizcaína, fue el fundador de la Casa de Bergondo, nombre con el que fue siempre documentado el actual Pazo de Mariñán. Los dueños y señores de este dominio de As Mariñas emparentaron con diversas familias nobles gallegas: Ribadeneira, Lemos, Oca y, finalmente, con Pedro Isidro de Yebra Pimentel Suárez de Deza, que poseía la Casa de Láncara en Lugo. De este modo se unieron Láncara y Mariñán. Un descendiente de Pedro Isidro, Gerardo Bermúdez de Castro y Suárez de Deza, conocido como Gerardo Láncara, al no tener sucesión directa legó en 1936 el conjunto a la Diputación de A Coruña, que lo dedica a actividades culturales. Elementos arquitectónicos, ornamentales y paisajísticos asombran al viajero que se acerca a Mariñán El actual pazo, llamado también en los últimos años de Láncara, es una edificación del siglo XVIII levantado en el lugar donde tenían su fortaleza los Pérez das Mariñas. Aunque fue construido en la época barroca, no presenta el aspecto de los clásicos pazos gallegos. Tiene capilla, dos escalinatas con balaustradas, figuras y fuentes en las que se mezclan elementos barrocos y neoclásicos de estilo Este edificio, a pesar de su mal estado de conservación, es uno de los más hermosos de As Mariñas, tanto por la nobleza del edificio (de mampostería enfoscado y partes de sillería) com los jardines que lo rodean, bosques y huerta. compostelano. Llaman la atención los jardines, con mirtos recortados formando complicados encajes y árboles de especies raras y exóticas, entre los que se cuentan algunos de los primeros eucaliptos traídos por el obispo de Nueva Nursia (Australia) a Galicia. Guísamo En la iglesia de la parroquia de Guísamo se han encontrado recientemente restos románicos interesantes, piedras de un antiguo templo que se han aprovechado para otros elementos de la construcción distintos de los originales, como es una de las ventanas laterales. Este edificio, a pesar de su mal estado de conservación, es uno de los más hermosos de As Mariñas, tanto por la nobleza del edificio (de mampostería enfoscado y partes de sillería) com los jardines que lo rodean, bosques y huerta. En la fachada campean dos escudos en los que se ven los blasones de los Ribera, Soutomaior, la Torre, Caamaño, Leis, Taibo y Ponte; tales armas son indicio de los conocidos linajes galle que los poseyeron Además, en la capilla se ven emblemas de los Figueroa, Bañales y Fontao. Una gran escalinata en la fachada posterior da vista a la, en la actualidad, selvática finca Pero tal vez el monumento más interesante de Guísamo es el Pazo de Valdomir, durante mucho tiempo abandonado y actualmente en proyecto de restauración. Ouces En el atrio de la iglesia de San Juan de Ouces unos sepulcros medievales hacen las veces de bancos para descanso del visitante. Lubre Aunque la iglesia parroquias de San Juan de Ouces se terminó de construir, según una inscripción, el año 1248, lo que vemos hoy es el resultado de una importante reconstrucción del año 1751. De todas formas se conserva un sepulcro perteneciente al templo primitivo, del siglo XIII, con una inscripción en la que curiosamente se entremezclan el gallego y el latín. Dice así: ERA MCCCXXV (año 1287): AQUIJAS FERNAN PEREZ DE OCES QUI FECIT ECLESIAM POLA SUA ALMA PATER NOSTER En la parroquia de Lubre, cuya iglesia aparece citada en la Historia Compostelana (aunque la actual construcción de estilo gótico degenerado no debe pasar del siglo XV), se puede ver el Pazo de Armuño, del siglo XVIII, con reformas modernas. Es uno de los lugares próximos a Betanzos que se atribuyen el episodio de los Figueroa ahuyentando con ramas de higuera a los moros que exigían a sus hermanas como tributo del Peito Bordel. En el interior se guarda un viril de 1674 y un cáliz de plata que regaló Fernando VI en 1753 por mediación de la condesa de Lemos. También se conserva una imagen de la Virgen de los Dolores del siglo XVIII, a la que se tiene gran devoción en la parroquia, acudiendo los vecinos a ella para su intercesión en favor de las mujeres encinta y en tiempo de sequía. Torre del Pazo de Armuño En el atrio podemos ver unas losas de antiguos sepulcros medievales utilizadas como rústicos bancos de piedra. En el edificio resaltan varios escudos, algunos originales de la casa y anteriores a la reforma del siglo XVIII, con los emblemas de Figueroa, Bermúdez, Boado, que fueron señores de Armuño. La casa fuerte de Armuño pudo haber sido escenario del enfrentamiento contra los moros que exigían llevarse varias mujeres como tributo Cruceiros es cierto que los cruceiros se levantaban preferentemente en cruces de caminos o separando parroquias, esta vez se presenta el dibujo de un ejemplar que cumple esas características y alguna más. La ermita del Espíritu Santo está a pocos metros de la carretera a Lugo, en el alto del mismo nombre y en el inicio de la desviación a Castro de Osedo; es un poco frecuentado cruce de caminos y, frente a ella, puede verse este ejemplar, un antiguo cruceiro, bello e intacto como pocos. Su ubicación coincide además con el punto de contacto entre los concejos de Sada y Cambre, siendo quizá más discutible, cuestión de metros, su adjudicación a Bergondo. Con el nombre de San Salvador posee este municipio los restos de un antiguo mosteiro; tras su ábside puede verse otro ejemplar, moderno pero tradicional, cuya virtud primordial quizá sea su ubicación. En Ouces, próximo a la playa de Gandarío, hubo un antiguo cruceiro, destrozado hace unos años por un tractor; únicamente su basamenta es la original pues ahora puede apreciarse lo «moderno» de su restauración en el capitel y cruz actuales, y aún más en la postura del Cristo nada tradicional. Sada Un poco de historia No son muy abundantes o no han sido aún suficientemente estudiados los orígenes históricos de Sada. Se habla de una población lacustre en la zona de As Brañas y de una colonización fenicia que daría origen al topónimo Sada. Con el significado de la primera hipótesis se basa en el hallazgo de pilares y vigas de madera quemada en la desembocadura del río de A Ponte. La segunda carece de testimonios que la prueben. Los primeros documentos históricos fehacientes se refieren a la colonización monacal de San Rosendo durante el siglo X y a la derrota que sufrieron los normandos en las cercanías de Sada en la misma centuria. A finales del XI, un conde, de nombre Sirario Monici, hizo donación de grandes territorios de nuestro municipio a la iglesia lucense. Más tarde se habla de la defensa de la villa contra el duque de Lancaster y su postura a favor de Enrique de Trastámara. Por eso le fue concedido el señorío a los condes de Andrade, de los que pasó a los duques de Lemos y finalmente al ducado de Alba, hasta la supresión de los señoríos. En 1923 se trasladó La Terraza desde A Coruña a Sada Las últimas tendencias pictóricas tmabién están reflejadas en el complejo de O Castro Los sadenses participaron en la defensa de A Coruña, cuando fue atacada por Francis Drake en 1689, y cerraron el paso a las tropas que el inglés desembarcó en la ensenada de Sada. Organizó la operación el capitán Colmelo. Elegantes edificios se levantan repartidos en los 27,6 kilómetros cuadrados La ciudad Entre el paseo marítimo y el núcleo urbano se conserva un curioso edificio modernista, La Terraza, que fue trasladado el año 1923 desde el Relleno de A Coruña, en donde se había construido 10 años antes. Son sus elementos constructivos madera, hierro y cristal, y ha llegado a convertirse en una típica estampa local. En el límite de la ciudad, saliendo en dirección a Betanzos se yergue el pazo del mismo nombre que el concello, que fue destruido en parte por un incendio. Hoy podemos contemplar el edificio principal y un cuerpo de torre a paño con el portalón de entrada. Corona este portalón un escudo que muestra los emblemas episcopales y las armas de los Lourido -aspa surmontada por un laurel-, el castillo con caballero caído de los Posse y el creciente con las estrellas de los Valledor. En los últimos años, Sada se ha conformado como un lugar de esparcimiento de miles de coruñeses Su frente costero está formado por el activo puerto de Fontán, la playa de Las Delicias y, entre ambos, un paseo marítimo de 1,1 kilómetros de longitud y 62.000 metros cuadrados de superficie recreativa. En el escudo del ayuntamiento se ven las ondas del mar sobre las que navega un velero entre dos castillos. De estos dos castillos que protegían el puerto ya no queda prácticamente nada, del que se levantaba en la punta de Corbeiroa apenas quedan unos restos entre las rocas. El de Fontán, que se localizaba en el lugar de Cova da Anca, desapareció por completo. En la torre se distingue otro escudo con las armas de Lourido, Posse, Valledor y el pato sobre las ondas de los Patiño. El retablo de la capilla fue trasladado al pazo de Meirás en tiempos de Emilia Pardo Bazán; el pequeño templo fue demolido. Madera, hierro y cristal convertidos en arte; el secreto de La Terraza Casi dentro del casco urbano posee Sada una zona de gran valor ecológico, conocida como As Brañas. Se originaron estas lagunas y juncales al estancarse el agua del río de A Ponte y el arroyo Maior en las cavidades producidas por la extracción de barro. Ocupan una superficie de unas cinco hectáreas y suponen una riqueza faunística y floral importante. Con motivo del día del Medio Ambiente Natural se soltaron en 1988 dos docenas de ánades reales, o patos azulones, para enriquecer el ecosistema de la zona. En el aspecto monumental destaca el pazo de Meirás y son interesantes los detalles que se pueden observar en los de Sada, Castro de Samoedo, en las iglesias de Osedo y Meirás, y en el cementerio de Soñeiro. Las Torres de Meirás A pesar de su aspecto medieval, la antigüedad de las Torres de Meirás no se remonta más allá del siglo pasado. La escritora Emilia Pardo Bazán poseía en este lugar una finca y las ruinas de una casa fuerte de su familia, que había sido destruida por las tropas francesas durante la guerra de la Independencia. Ese primitivo pazo pertenecía desde el siglo XVI a los Patiño de Bergondo, que se unieron por enlaces matrimoniales con los Pardo de Lama, de los que descendía la ilustre escritora. Ella fue la que ideó, a finales del siglo XIX y con acertado gusto artístico, la construcción del nuevo pazo y puso la primera piedra en 1893. Allí pasaba grandes temporadas, escribía y tenía reuniones con literatos. En 1939, una vez extinguida la sucesión de los Pardo Bazán, fue adquirido por suscripción popular y regalado a Francisco Franco, que lo utilizó como residencia veraniega. En 1978, poco después de la muerte del que fue jefe del Estado, se declaró un incendio que, por fortuna, no afectó al exterior del edificio. Torres de Meirás (arriba) y detalle del pazo de Sada (abajo) Componen el conjunto tres torres almenadas desiguales. Las dos frontales están unidas por un pequeño edificio que aloja un solemne vestíbulo, y entre las otras dos está la capilla, con una portada románica auténtica (trasladada de otro lugar). También se pueden encontrar allí mismo piezas arqueológicas interesantes, cruceiros, fuentes, balaustres, escudos... traídos de otros pazos (Sada, Ximonde, Hermida) tanto en tiempos de Emilia Pardo Bazán como de Francisco Franco. En el piso superior de la torre que mira hacia Sada tenía la condesa su biblioteca, que en parte se conserva en la sede de la Real Academia Galega en A Coruña. En aquella torre, que ella llamaba de la Quimera escribía sus libros y artículos. Osedo En la parroquia de Osedo se pueden ver los vestigio de uno de las mayores castros de la comarca: el de Samoedo -o Agra das Arcas-, que tiene unas dimensiones de 550 metros en su eje mayor y 197 metros en el menor, pero está muy deformado por efectos de la urbanización y roturación de tierras. Dentro del recinto primitivo se halla, ocupándolo en parte, el complejo de Cerámicas do Castro y el pazo de Samoedo. Escudo del pazo de Samoedo La conocida cerámica de O Castro se caracteriza por una laboriosa y cuidada decoración Fachada del pazo de Samoedo Este último tiene un gracioso encanto con su escalera exterior y patín. En el escudo aparecen cuatro conocidos emblemas. En el primero vemos el pato sobre las ondas de los Patiño; en el segundo, el árbol y las lanzas de los Lanzós- y en los inferiores, el árbol de los Romero y el brazo armado de los Vilardefrancos. En otro escudo se pueden ver los roeles de los Castro y la banda con dragantes de Andrade, entre otros. El origen de esta casa noble hay que buscarlo en la familia de los Patiño, que, unida a los Castro de Luaces, la poseyó hasta nuestros días. Relacionado con los dueños de este edificio está el complejo de Cerámicas do Castro. Además de la fabricación de cerámica artística, encontramos una completa exposición y venta de cerámica de Sargadelos y 0 Castro, el Laboratorio de Industria y Comunicación, el museo Carlos Maside de arte contemporáneo y varias instituciones dirigidas a fomentar el desarrollo de las artes y la cultura gallegas. Muy cerca se halla el Pazo de Enriba, de la misma familia que el anterior, pero al ser totalmente reformado en el siglo XIX perdió todos los atributos clásicos y el escudo fue incrustado en la vecina iglesia de Osedo. En este último se puede ver la M coronada de los Montenegro y la espada entre seis roeles de los Feyjoo. Betanzos El Pasatiempo : La obra de los Hermanos García Naveira Betanzos, capital de Las Mariñas dos Condes Situada en el fondo del seno Artabro y en el corazón de las Mariñas, su emplazamiento goza de unas condiciones naturales admirables: sobre una colina (antiguo castro de Unta) en la confluencia de los ríos Mandeo y Mendo. La ciudad nació en el monte Tiobre, pero, al fortificar Augusto el castro de Unta, se trasladó a éste posiblemente en época medieval. Obtuvo la ciudadanía romana (Brigantium) y don García, rey de Galicia en la segunda mitad del sigo X, estableció en ella su corte. En la baja Edad Media destacó por su puerto (pleito de la sal y del vino con el de La Coruña) y perteneció a los conde de Andrade. Fue capital de una de las provincias del reino de Galicia. En la actualidad es centro comarcal (11.667 habitantes en 1986) al que acuden las aldeas de sus entornos a las ferias y mercados. Tiene un pequeño puerto (el antiguo Peirao) utilizado para dar salida a la madera. Perdió importancia, sobre todo, a raíz de la construcción del Puente del Pedrido sobre su ría, y, como consecuencia, dejó de ser nudo de comunicaciones por carretera entre La Coruña y Ferrol. Betanzos conserva, como muestra de su riqueza y esplendor pasados, restos de murallas medievales, calles con construcciones típicas, innumerables casas blasonadas y tres hermosas iglesias: santa María del Azogue, San Francisco y Santiago. En la parte vieja dominan las calles empinadas, de fuerte pendiente, que terminan en tres arcos abiertos en las antiguas murallas: Ponte novo, Ponte vello y el del Cristo. El nombre de su calles evoca una posible importancia gremial: Ferreirós, Platerías, Percadería, etc. La parte nueva se localiza a lo largo de la carretera de Madrid y del río Mendo. Muy concurridas son las fiestas patronales de San Roque, en las que se eleva un globo de papel, se danzan las antiquísimas danzas gremiales de labradores y marineros y se celebra la famosa romería fluvial a los Caneiros, en barcas engalanadas, que entablan entre ellas batallas de flores. La mejor definición que tenemos del Pasatiempo es la de Luis Seoane: "Parque Enciclopédic o", de arquitectura caprichosa, ecléctica y ensoñadora; expresión que engloba dos características básicas: La de ser un parque para el recreo y disfrute estético La de ser una extraordinaria y fabulosa enciclopedia del saber, con finalidad claramente didáctica. Don Juan García Naveira fue el gran protagonista de esta obra inmensa. Cubría 90.000 m2 e integraba, en un conjunto lleno de originalidad: edificios, esculturas, jardines... Constaba de dos plantas bien diferenciadas: 1) Los jardines del Pasatiempo, que con 80.000 m2 se extendían por toda la parte baja y llana del conjunto. 2) El Pasatiempo propiamente dicho, de unos 8.000 m2, distribuídos en diferentes niveles, aprovechando la inclinación del borde este de la cunca fluvial. Inició las obras Don Juan García naveira entre el año 1893 y el 1895, recien llegado de Argentina. El conjunto fue creciendo poco a poco como si de un organismo vivo se tratase. En un artículo de La Gaceta de Obras Pública de Madrid (año 1908) se dice: "como don Juan no sabe estar ocioso, compró un terreno que era erial y de charcas y con una preseverancia increible, lo ha transformado en una posesión admirable y admirada por todo el mundo, lo cual le tiene completamente obsesionado... y costará muchos miles de duros, pues don Juan García, cada vez más obsesionado por lo que ha hecho y hace, no sabe dar paz a la mano y al bolsillo, y ha de hacer que el nombre de BETANZOS y de ARGENTINA sean glorificados". El tiempo empleado fue, por lo tanto, necesariamente dilatado, con épocas de baja actividad, como entre 1908 y 1912 cuando contruyó el Asilo y las Escuelas y, asimismo, entre 1914 y 1918 por problemas de suministro de materias, debido a la Primera Guerra Mundial. Con todo, en el año 1914 estaba prácticamente configurado, aunque siguió comprando nuevos terrenos y añadiendo ideas. Independientemente de cualquier explicación más o menos ligada al comportamiento de la clase social que representaba Don Juan como millonario y como indiano, debemos destacar la función de beneficio social que persiguió el Pasatiempo. Esta finalidad tenía dos vertientes: a) Proporcionar trabajo a los desocupados. b) Tratar de hacer rentable el conjunto, como apoyo del Asilo; es decir, servia de fuente de ingresos para el Asilo. Estos ingresos provenían del pago de las entrada de El Pasatiempo y de la venta de las postales del mismo. Don Juan llego a tener unos 200 obreros trabajando al mismo tiempo, con lo que no solo mejoraba las condiciones inmediatas de vida de mucha gente, si no que también fomentaba el aprendizaje de oficios y técnicas. Hay que tener en cuenta que empleaban una gran diversidad de materiales, tales como: conchas, cantos rodados, esquistos, botellas, etc. Se moldea la propia vegetación; se le saca partido en un alarde de improvisación genial a las características del terreno; se introduce el cemento Portland y nuevas técnicas constructivas de la época... El propio Don Juan dirigía los trabajos a píe de obra y, al parecer su hija Águeda le proporcionaba buena parte de los dibujos que precisaba. Dos parecen ser los pilares sobre los que se basó: 1. La propia visión del mundo y de la socidad que Don Juan tenía a partir de su experiencia vital, y 2. Los viajes que realizó. Don Juan apenas sabía leer cuando emigró a Buenos Aires, por lo que se vio en la obligación de acudir allí a clases nocturnas hasta conseguir una cultura digna. Esta experiencia personal hizo que diese una extraordinaria importancia a la educación, cosa que se trasluce perfectamente en el Pasatiempo. En el periódico local Nueva era del 07-VI-1914 aparece la siguiente noticia: "El profesor de Instrucción Primaria Edelmiro Moreno está encargado de dar clases gratuitas de doce a dos de la tarde a los trabajadores de El Pasatiempo de Don Juan García, por orden de este generoso filántropo. Merece unánimes elogios la meritoria obra del Sr. Naveira para con sus obreros". Por la importancia que D. Juan daba a la educación, se comprende sobradamente que hubiese una vinculación muy estrecha entre El Pasatiempo y las Escuelas. El propio reglamento de estas decía: "De cuando en cuando, en las épocas y días convenientes, se organizarían paseos y excursiones de práctica escolar; para los alumnos y alumnas de la primera enseñanza, acompañados de sus respectivos profesores, quienes, sin prescindir de la Lección teórica del día, les explicarán cuanto a su vista se presente digno de atención. A fin de desarrollar la factultad de discurrir, los niños y las niñas de las secciones más adelantadas, escribirán y redactarán una memoria descriptiva de lo que fuesen observando, y de las impresiones recibidas en estas instructivas, higiénicas y amenas distraciones escolares". En esta línea, se organizaron excursiones de las Escuelas a Madrid, Sevilla (Exposición Iberoamericana), Ferrol... y, naturalemente, El Pasatiempo. En el propio patio y la parte posterior de las Ecuelas (también en el "Refugio" donde aún quedan) tenían asimismo numerosos relieves, similares a los del Pasatiempo, destinados a este fin pedagógico, verdadera "obsesión" de Don Juan. Los viajes fueron, desde luego, fundamentales en la concepción general de Don Juan. Argentina aparece representada ampliamente, pero no hay que olvidar su recorrido por Europa, año 1899: Burgos, Vitoria, Tolosa, San Sebastián, París (donde se preparaba la Exposición Universal), Suiza, Milán, Turín, Venecia, Florencia, Roma, Nápoles, Pisa, Génova... La importancia parisina y la italiana son muy visible en el Pasatiempo. Otro viaje de trascendencia fue el realizado a Egipto, año 1910; del queda amplia memoria en el Pasatiempo. De la antigua parte baja del Pasatiempo hoy sólo queda la Fuente de las Cuatro estaciones, la Estatua de la Caridad y la de los dos hermanos García Naveira (está trasladada a la Plaza de su nombre), pero desaparecieron la Fuente de Neptuno y la Fuente Florentina. Los leónes de la entrada están en Covadonga y la Avenida de los Emperadores Romanos o la de los Álamos (entre los que estaban las estatuas de grandes literatos) solamente son recuerdo. Nada queda del Estanque de los Papas, ni del Espanque Japonés, tampoco está el Mirador Chino, ni el Pabellón Octogonal. Bancos del jardín con banderas de los distinto paises también desaparecieron, así como canales, puentes, surtidores, un invernadero, un labertinto... Toda esta parte cambió, es cierto, pero hoy revive de otra forma, gracias a la realización de un nuevo parque, donde se condensan muchos elementos perdidos. El Pasatiempo entró en declive con la Guerra Civil, estando allí un campo de concentración, y desde ese tiempo quedó en el olvido hasta que el Ayuntamiento compró esos terrenos en el año 1986, momento desde el que empezo a renacer: para los viejos volvieron los recuerdos y para los jovenes la sorpresa. Andar por El Pasatiempo es como hacerlo por las páginas de un libro, un libro de piedra que nos trasmite múltiples conocimientos y sensaciones.... arquitecturas. Esta zona tiene cinco niveles. Recomendamos pasear tranquilamente por estos cincos niveles, para ir descubriendo multiples detalles: el panel de los relojes que nos muestra las variaciones horarias existentes entre diversos puntos del planeta, el friso con relieves de animales que constituye una auténtica lección de zoología, las cuevas con sus animales prehistóricos en las paredes, el panel de entrada a las "Cuevas" con el plano del Canal de Panama, los datos sobre la Muralla China y la Pirámide de Keops... Sugerimos, pues, un recorrido lo más pausado posible; estamos seguros que será abundante en descubrimientos y una buena ocasión para comprobar hasta que punto los nombres con que era conocido, Pasatiempo y Parque Enciclopédico, reflejaban la realidad. No obstante y a modo de pequeña guía, describimos, escuentamente, el recorrido por los distintos niveles. En el primer nivel se encuentra la gran entrada a la Gruta artificial, con la representación de un elefante y de una jirafa.. Enfrente a ella está el Estanque de la Gruta con la inscripción "PASATIEMPO" Y "1893". En sus paredes podemos ver diversos animales: caballo, camello, dromedario, hipopótamo, rinoceronte... Ver el Pasatiempo. Desde la Plaza de la Marina, siguiendo el curso del rió Mendo, iremos hacia la Ponte Nova y dando un paseo por la Avda. de Castilla, giramos a la izquierda para tomar la Avda. de Fraga Iribarne, donde está El Pasatiempo. Originariamente El Pasatiempo estaba estructurado en dos zonas bien diferenciadas. Una era la zona del paseo, provista de jardines y fuentes. Actualmente está destruída y solo se conserva la estatua de la Caridad y algunas edificaciones de la entrada situadas junto al Polideportivo. La otra zona instalada en la ladera, se llamaba Parque Enciclopédico o Pasatiempo y en el se pretendia instruir al visitante a través de relieves, esculturas o Comunicado con este estanque hay otro más pequeño en el que se ve una ballena y la boca de Hades o del Infierno, copiada del italiano Bosque Sagrado de Bomarzo. Cara al sur está el impresionante Estanque del retiro, recubierto de piedras y conchas. En el puede verse un dirigible y dos automóviles, la Torrde de Hercules, el Faro de Alejandría... En la cara sur vemos otra vez grutas y, en medio, hay una isla artificial con un hermoso templete... El Árbol de Guernica también está aquí representado. En la gran pared que cierra El Pasatiempo, al sur, podemos leer: "ESPAÑA MONARQUICA Y SUS 18 HIJAS REPUBLICANAS" con los escudos de esas repúblicas. En está zona está la Fuente de la Agricultura, representada por una campesina. En esta pared también podemos ver copia de manuales escolares y de postales de viajes con diferentes escenas, tales como: el sacrificio del indio Tupac Amaru, la muerte de los cristianos en el circo romano, el fusilamiento de Torrijos, "La Paz por el arbitraje" (figura puramente geométrica), etc. También en este primer nivel, podemos contemplar la cornisa de una pared con innumerables animales, otra pared decorada con azulejos; en otra vemos un buzo y una estación de funicular. Argentina aparece representada con todos los escudos de sus provincias, además de la ciudad de Buenos Aires, simbolizada por el obelisco de la Avenida 9 de julio. Coronaban el conjunto los bustos en cemento de los doce primeros presidente argentinos. En la pared del segundo nivel, a la derecha, podemos ver el árbol genealógico del Capital, y a la izquierda de esta, un recuerdo del viaje de los García Naveira a Egipto, con la imagen de los protagonistas, copia de una fotografía tomada al pie de las pirámides. Aparece también un aeroplano, la Mezquita de Mohamed Alí de El Cairo... A través de un complejo entramado de grutas llegamos al tercer nivel, donde aún quedan los restos de un gigantesco león. Rematan este espacio una formas que semejan montañas o pináculos caprichosos, al estilo de Gaudí (Parque Güel). En el cuarto nivel estaba el zoológico, con lobos, un yak (regalo de Alfonso XIII)... en jaulas especiales. También habia cisnes, ocas en una "Arca de Noé" con patos en los estanques... En la actualidad este espacio esta destinado al cultivo de árboles de distintas especies. El paso al quinto nivel se realizaba por una escalera flanqueda por dos estatuas (una representa a la Justicia)... En la cima, nos encontramos con un invernadero y un espectacular mirador desde donde podemos contemplar no solo el conjunto del parque, si no también la ciudad de Betanzos al fondo. Aquí finaliza nuestra visita al Pasatiempo.