28- REFLEXION La tentacion de huir de las cruces propias Papa Francisco

Anuncio
Especiales de Catholic.net
Viaje del Papa a Cuba y Estados Unidos. Septiembre 2015
La tentación de huir de las cruces propias y
de las cruces de los demás
Angelus del Papa en el 25o. domingo del Tiempo Ordinario, en La Habana,
Cuba. 20 de septiembre de 2015
Por: Papa Francisco | Fuente: es.radiovaticana.va
Texto completo de las palabras del Papa a la hora del Ángelus
Agradezco al Cardenal Jaime Ortega y Alamino, Arzobispo de La Habana, sus
amables palabras, así como a mis hermanos Obispos, sacerdotes, religiosos y
fieles laicos. Saludo también al Señor Presidente y a todas las autoridades
presentes.
Hemos oído en el evangelio cómo los discípulos tenían miedo de preguntar a
Jesús cuando les habla de su pasión y muerte. Les asustaba y no podían
comprender la idea de ver a Jesús sufriendo en la Cruz. También nosotros
tenemos la tentación de huir de las cruces propias y de las cruces de los demás,
de alejarnos del que sufre. Al concluir la santa Misa, en la que Jesús se nos ha
entregado de nuevo con su cuerpo y su sangre, dirijamos ahora nuestros ojos a
la Virgen, Nuestra Madre. Y le pedimos que nos enseñe a estar junto a la cruz
del hermano que sufre. Que aprendamos a ver a Jesús en cada hombre postrado
en el camino de la vida; en cada hermano que tiene hambre o sed, que está
desnudo o en la cárcel o enfermo. Junto a la Madre, en la Cruz, podemos
comprender quién es verdaderamente «el más importante», y qué significa estar
junto al Señor y participar de su gloria.
Aprendamos de María a tener el corazón despierto y atento a las necesidades de
los demás. Como nos enseñó en las Bodas de Caná, seamos solícitos en los
pequeños de detalles de la vida, y no cejemos en la oración los unos por los
otros, para que a nadie falte el vino del amor nuevo, de la alegría que Jesús nos
trae.
En este momento me siento en el deber de dirigir mi pensamiento a la querida
tierra de Colombia, «consciente de la importancia crucial del momento presente,
en el que, con esfuerzo renovado y movidos por la esperanza, sus hijos están
buscando construir una sociedad en paz». Que la sangre vertida por miles de
inocentes durante tantas décadas de conflicto armado, unida a aquella del Señor
Jesucristo en la Cruz, sostenga todos los esfuerzos que se están haciendo,
incluso en esta bella Isla, para una definitiva reconciliación. Y así la larga noche
1
de dolor y de violencia, con la voluntad de todos los colombianos, se pueda
transformar en un día sin ocaso de concordia, justicia, fraternidad y amor en el
respeto de la institucionalidad y del derecho nacional e internacional, para que
la paz sea duradera. Por favor, no tenemos derecho a permitirnos otro fracaso
más en este camino de paz y reconciliación.
Les pido ahora que se unan conmigo en la plegaria a María, para poner todas
nuestras preocupaciones y aspiraciones cerca del Corazón de Cristo. Y de modo
especial, le pedimos por los que han perdido la esperanza, y no encuentran
motivos para seguir luchando; por los que sufren la injusticia, el abandono y la
soledad; pedimos por los ancianos, los enfermos, los niños y los jóvenes, por
todas las familias en dificultad, para que María les enjugue sus lágrimas, les
consuele con su amor de Madre, les devuelva la esperanza y la alegría. Madre
santa, te encomiendo a estos hijos tuyos de Cuba: ¡No los abandones nunca!
2
Descargar