LECTURAS DE 2ª SEMANA DE JULIO 2016 Coordinadores: Robinson Salazar-Pérez y Nchamah Miller Visite la Biblioteca Especializada Nchamah Miller http://insumisos.com/index.php?option=com_content&task=view&id=98&Itemid=35 Revistas, vídeos y libros Golpes siglo XXI: nuevas estrategias para viejos propósitos. Los casos de Honduras, Paraguay y Brasil. (por Sabrina Flax, Silvina Romano y Camila Vollenweider) http://www.rebelion.org/docs/214112.pdf Vídeo: La Crisis de Capitalismo (en dibujos), por David Harvey https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214068 Vídeo. Benedicto Castillo: "Los secretos del caso Frei y el patrimonio de Pinochet" https://www.facebook.com/PeriodicoElCiudadano/videos/10153506486652470/ Ya salió el nuevo número de la Revista de Ciencias Sociales (N°91) La Secretaría de Proyección Institucional comparte el Número 91 de la Revista Ciencias Sociales, dedicado a pensar las claves de la dependencia actual. http://alternativaweb.mailrelay-iv.es/newslink/29148/41.html http://www.sociales.uba.ar/?page_id=36730 Revista IDEAL, “Gobiernos progresistas, restauración conservadora y nuevas resistencias en América Latina y el Caribe”. Este número de 2016 intenta conjugar la mirada corta para analizar la coyuntura de los diferentes procesos en marcha en la región, y la mirada larga de qué hacer ante el ciclo de desacumulación política y social que parece que estamos viviendo en Nuestra América. 1 https://issuu.com/mne_org/docs/ideal_02_2016?e=9331434/36636014 Revista Nexos/ México. Julio 2016 http://www.nexos.com.mx/?cat=3364 Revista Sociedad HD http://revistasociedadhd.sociales.uba.ar/ Revista Didáskalos http://revistadidaskalos.blogspot.mx/2016/06/ensenanza-de-la-geografia-concepciones.html Polhis. No. 16. Revista especializada en historia política http://www.polhis.com.ar/index.php/PolHis/issue/view/3 Prometeo Edición # 02 "Conmemoración del 122° aniversario del natalicio de José Carlos Mariátegui" https://www.dropbox.com/s/pbl9nsfctmcwm93/Edici%C3%B3n%20%23%2002%20%28Junio% 202016%29.pdf?dl=0 Lucha de clases y posmodernidad http://www.revistavientodelsur.com.ar/lucha-de-clases-y-posmodernidad-2/#more-1635 Descolonizar el saber , reinventar el poder http://www.boaventuradesousasantos.pt/media/Descolonizar%20el%20saber_final%20%20C%C3%B3pia.pdf Carlos Beorlegui, Historia del pensamiento filosófico latinoamericano. Una búsqueda incesante de la identidad https://filosofiaum.files.wordpress.com/2014/06/beorlegui.pdf La guerra contra el pueblo http://www.ciudadccs.info/wp-content/uploads/2015/01/20/La-guerra-contra-el-pueblo.pdf México: Trayectorias de violencia Homicidios 2008-2014 http://www.nexos.com.mx/?p=28803 Revista Sin Permiso http://www.sinpermiso.info/ La austeridad es la causa de nuestros males económicos. Nada tiene que ver con la UE Mariana Mazzucato “Con la Renta Básica aumentaría la libertad de buena parte de la población”. Entrevista Jordi Arcarons, Daniel Raventós 2 En el aniversario de los controles de capital impuestos por la Troika a Grecia, la lucha del pueblo griego se ha convertido en la lucha por salvar a Europa MDeE25 / DiEM25 ¿Estamos presenciando un nuevo “paradigma sobre la desigualdad” en las Ciencias Sociales? Mike Savage No importa quién sea el líder, puede que el laborismo nunca se recobre de esta crisis John Harris Brasil: La bancarrota de una de las principales empresas de telecomunicaciones Gustavo Gindre Reflexiones sobre el género. ¿Cuál es la relación entre el patriarcado y el capitalismo? se reabre el debate Cinzia Arruza Una nueva mirada a la renta básica Robert Skidelsky Brexit: el naufragio del neoliberalismo Alejandro Nadal Brasil: Antonio Consejeiro de vuelta Santiago Ortiz Crespo Economía, propiedad, gestión y democracia Ariel Dacal Díaz El Brexit, una estupenda noticia para el resto de la UE Joris Luyendijk La cultura del silencio en el Estado, lo público y la ciudadanía René Fidel González García La globalización excluyente o entender lo que no cuadra Jordi Borja "Valls es la unidad con la derecha, yo defiendo la unidad con la izquierda" Entrevista Gérard Filoche El escenario de “La Batalla de Ideas” Juan Valdés Paz La lucha magisterial y la crisis política. AMLO en su laberinto Manuel Aguilar Mora "El discurso de clase ha vuelto a la política estadounidense" Entrevista Andy Robinson 26 J en Asturias. A quien interese José Ramón Hevia Fernández “Europa decepciona. Ha dejado hundirse a la gente en la crisis”. Entrevista Bernardo Atxaga 3 Triunfo de la derecha y sin ‘sorpasso’ de la izquierda Ramón Zallo La doble humillación (1) Gregorio Morán Argumentos sobre el Brexit Rolando Astarita Viento Sur actualizada VIENTO SUR 146 ya en abierto 3 de julio de 2016. http://vientosur.info/ sumario al vuelo J.P. EE UU La crisis actual de la ideología dominante Dan La Botz Francia En plena tormenta social y política Josu Egireun China La lucha de los enseñantes Keegan Elmer y Geoffrey Crothall Sin refugio. Samanta Aretino (...) Leer más Investigación médica La ética y la investigación médica con humanos 2 de julio de 2016. Marcia Angell En la primera parte de este examen, discutí los principios y códigos éticos sobre la experimentación humana, incluyendo el Código de Núremberg y la Declaración de Helsinki/1. Pero los principios y códigos no son lo mismo que las leyes y regulaciones, (...) Leer más Poselecciones Desde el espejismo de la victoria a la falsa derrota 2 de julio de 2016. Tomás Alberich Hemos pasado unos meses en que el PP se quejaba de que le hacían bullying:nadie quería hablar con él, era el apestado. Pero resulta que vas de víctima, haces nada y casi ganas las elecciones. Recordemos que el PP no ha ganado las elecciones: ha (...) Leer más Investigación médica Los peligros para los sujetos humanos 2 de julio de 2016. Marcia Angell [Este es el primero de dos artículos que sobre el mismo tema y con la misma autoría publicaremos en VIENTO SUR] Cada año, millones de americanos (nadie sabe cuántos 4 exactamente) se presentan voluntarios como sujetos humanos en investigaciones (...) Leer más EE UU, entrevista a Cornell West “El sonambulismo liberal del pueblo negro está a punto de acabar” 2 de julio de 2016. George Souvlis En esta entrevista, Cornel West habla del neopopulismo de Bernie Sanders, del neofascismo de Donald Trump, y arrasa con el narcisismo miope que impidió cualquier tipo de crítica al neoliberalismo de Obama. El año pasado, cuando Bernie Sanders (...) Leer más Brexit Otro lío europeo 1ro de julio de 2016. Albert Recio Andreu I Ocurrió lo impensable. Ni la euforia de las bolsas en los días anteriores al referéndum (seguramente teledirigida por la City y el Banco de Inglaterra) pudo evitar que al final Reino Unido votase salir de la UE. Es esta una historia muy (...) Leer más Colombia: acuerdo entre el gobierno y las FARC Anuncio histórico desde La Habana 1ro de julio de 2016. Fernando Álvarez El anuncio de un conjunto de acuerdos concernientes al Punto 3 “Fin del conflicto”, dentro de los cuales se destaca el cese bilateral definitivo de fuego y de hostilidades y la definición de las reglas para el proceso de dejación de armas, es con (...) Leer más Francia, contra la Ley El Khomri Valls no quiere salir del túnel 30 de junio de 2016. Léon Crémieux Valls no quiere salir del túnel El gobierno de Valls no llegará acallar el rechazo a la Ley El Khomri antes del 5 de julio, fecha en la que el proyecto de ley comenzará a debatirse de nuevo en la Asamblea Nacional para ser votado definitivamente. (...) Leer más Elecciones 26 J, pese al triunfo de la derecha y sin sorpasso en la izquierda Una mirada desde la diferencia en Euskadi 30 de junio de 2016. Ramon Zallo 5 Nunca sabremos si el Brexit torció definitivamente la tendencia en estas elecciones, pero, dada la unanimidad al respecto de todas las encuestas previas al Brexit(en el sentido de la polarización PP- U/P en perjuicio de PSOE y C´s con el (...) Leer más Tras el 26J El desconcierto de una noche de verano 29 de junio de 2016. Josep Maria Antentas Sin duda, esperábamos una noche mejor. Del sorPPasso a la sorPPresa, las elecciones del 26J marcan definitivamente el final de la primera etapa del ciclo político abierto con la irrupción de Podemos en las elecciones europeas del 25 de Mayo de 2014 (...) Leer más Tras el 26J Se acabó el juego... electoral 29 de junio de 2016. Juanjo Álvarez Tras las elecciones del domingo 26 y en plena conmoción –parece obvio que el término “resaca” se queda corto–, la primera cuestión que todas estamos abordando para entender el resultado de Podemos es la confluencia, que ha ocupado los titulares de (...) Leer más Medicina. Del virus zika a las superbacterias multirresistentes Bienvenidos a la nueva era de los contagios 28 de junio de 2016. Sonia Shah Haces de luz solar se cuelan en el interior oscurecido de viviendas abandonadas desde hace tiempo en la calle Waco, en el corazón del Fifth Ward de Houston, un barrio degradado, habitado mayoritariamente por negros y latinos, que se halla a dos (...) Leer más Reducción del tiempo de trabajo Una propuesta post-marxista y de economía radical 28 de junio de 2016. Pedro María Rey Araújo El colapso definitivo del modelo de crecimiento español durante el período 19952007 se revela no como una crisis estrictamente de su modelo productivo, sino que afecta a la práctica totalidad de las instituciones económicas, políticas y sociales (...) Leer más Tras el Brexit La advertencia a las fuerzas de izquierda 28 de junio de 2016. Mauro Gasparini, Daniel Tanuro El resultado del referéndum en el Reino Unido es de una extrema importancia para la situación social y política en Europa. La salida del Reino Unido de la Union Europea 6 profundiza la crisis de esta institución creada por y para los grandes grupos (...) Leer más Prohibido mariconear durante el Ramadán Con Erdogan Turquía se queda sin Orgullo 28 de junio de 2016. Tino Brugos Desde su ascenso al poder en el año 2002 Tayip Erdogan ha venido realizando una política con un proyecto claramente neoliberal adaptado a las condiciones particulares de Turquía. Con esta idea ha venido liquidando buena parte de los cimientos del (...) Leer más Entrevista a Antonio Méndez Rubio Crisis, poesía, posibilidad, utopía 28 de junio de 2016. Alberto García-Teresa Además de un brillante conjunto de producción poética, Antonio Méndez Rubio (Fuente del Arco, Badajoz, 1967) ha ido construyendo una interesante obra ensayística que, partiendo de la poesía como herramienta de intervención y de propuesta de análisis, (...) Leer más Tras el 26J El primer contratiempo de Podemos 28 de junio de 2016. Manuel Gari El ciclo electoral español posterior a la irrupción del 15M que permitió el nacimiento de una nueva fuerza política anti neoliberal de masas, está a punto de cerrarse. Solamente quedan pendientes las elecciones en los parlamentos gallego y vasco tras (...) Leer más Tras el 26J Euskal Herria: una excepción al triunfo de la derecha 28 de junio de 2016. Mikel de la Fuente El resultado electoral en Hego-Euskalherria (Comunidad Autónoma Vasca-CAPV y Nafarroa) difiere sustancialmente del que ha tenido lugar en el Estado español. En la CAPV la participación, del 67,4 %, ha sido cuatro puntos inferior a la de diciembre (...) Leer más Debate El fin del trabajo: el tiempo de los gurúes 27 de junio de 2016. Michel Husson La crisis actual genera un clima degradado, por la desorientación y la desesperanza: "El viejo mundo se muere, el nuevo mundo tarda en aparecer y en ese claroscuro 7 surgen los monstruos" (Gramsci). Es también el tiempo de los gurúes. La lista de (...) Leer más Tribuna VIENTO SUR 26J en Catalunya: pocos cambios y muchas tareas 27 de junio de 2016. Marti Caussa Los cambios electorales del 26J respeto del 20D son pocos. Las tareas para todos los agentes que aspiran a un cambio político i/o social tampoco son nuevas, pero se han hecho más urgentes y más claras. Si miramos sólo el número de diputados, el (...) Leer más Tras el 26J El régimen resiste frente a la apuesta por el “cambio” 27 de junio de 2016. Jaime Pastor Con una participación de solo un 4% menos que en el pasado 20D (69,84% frente a 73,20 %), los resultados de esta “segunda vuelta”, con un PP que aumenta sus votos (más de 600.000, con un 33%) y llega a 137 escaños (14 más) y un PSOE que, pese a (...) Leer más Crítica de arte Andrea Fraser: la artista como campo de batalla 27 de junio de 2016. Maite Aldaz En los más de 30 años que Andrea Fraser (1965, Billings, Montana) lleva haciendo crítica institucional, su cuerpo ha sido el lugar de enunciación de estudiados guiones que, a partir de citas, conforman un montaje plagado de rotos, descosidos y (...) Leer más Estimadas amigas, estimados amigos: volvemos a encontrarnos con las Novedades Nº 502 del sitio Biodiversidad en América Latina y el Caribe de la última semana. http://www.biodiversidadla.org/ Nuevo número de e-l@tina. Revista electrónica de estudios latinoamericanos. http://publicaciones.sociales.uba.ar/index.php/elatina/issue/current VOL. 14, NÚM. 55 (2016) TABLA DE CONTENIDOS ARTÍCULOS 8 LA MORAL INSTITUCIONALIZADA.REFLEXIONES SOBRE EL ESTADO, LAS SEXUALIDADES Y LA VIOLENCIA EN LA ARGNETINA DEL SIGLO XX. Patricio Simonetto ORGANIZACIONES CAMPESINAS EN LA PROVINCIA DE CHACO, ARGENTINA. UNA APROXIMACIÓN A SU COMPOSICION SOCIAL A PARTIR DE SUS ACCIONES DE PROTESTA: EL CASO DE LA UNIÓN CAMPESINA DE CHACO (UCC), 2002-2011 Roberto Muñoz CONGRESOS NACIONALES Y MERCOSUR. PREFERENCIAS POLÍTICO-PARTIDARIAS EN ARGENTINA, PARAGUAY Y URUGUAY (1991-2006) Hugo Daniel Ramos DE LA PERIFERIA AL CENTRO: CULTURA Y POLÍTICA EN TIEMPOS POSMODERNOS Celso Federico RESEÑA Stefanoni, Pablo: Los inconformistas del Centenario: Intelectuales, socialismo y nación en una Bolivia en crisis (1925-1939), La Paz, Plural editores, 2015 Enzo Andrés Scargiali Libros del mes Oda Ariel Adriana 416 Hidalgo; al Magnus Buenos Aires, páginas, octubre 390 odio (compilador) de 2015. pesos. Esta nutrida antología de textos odiosos no es una oda al odio en general sino a un sentimiento muy específico: el aborrecimiento al género humano, es decir, la exaltación de la misantropía. Acorde con el tono general del libro, su compilador hace gala de un malditismo burlón en el prólogo y las breves notas introductorias a cada trabajo, que sólo faltan, 9 injustificadamente, en los de autores contemporáneos. Por lo demás, la edición es impecable y las traducciones, excelentes. La historia de la misantropía es tal vez tan larga como la existencia del ser humano; abundan testimonios escritos hace 2.300 años, como la comedia El díscolo, de Menandro, con su personaje Cnemón, o casi dos milenios, como Timón o el misántropo, de Luciano de Samósata, o aun 3.800 años, como el poema egipcio que también incluye Magnus en su compilación. Pero son muchos los rostros que exhibe la misantropía –no se trata de un bloque uniforme de aversión sin matices–, y en este libro los hay muy variados: muchos de los que la profesan son a menudo antiguos optimistas decepcionados por los humanos, a quienes habían idealizado, y moralistas horrorizados por la crueldad incesante que se prodigan los hombres (ejemplo: el “Belphegor”, de Johann Karl Wezel). No faltan incluso odiadores pacifistas y humanistas (Jean Paul, Diario de a bordo del aeronauta Giannozzo), y hay otros radicalmente democráticos e igualitarios en su desprecio a una humanidad de la que no se autoexcluyen: empiezan por odiarse a sí mismos y siguen con todas las clases, con todas las jerarquías, con todas las creencias y oropeles que erigen los hombres. Estos son quizás los más coherentes. En cambio, resulta dudosa la inclusión en la antología de José Antonio Ramos Sucre y su “Elogio de la soledad”, ya que lejos de ser una imprecación misántropa es en realidad un canto de amor a los humillados y oprimidos. También hay casos que ofrecen matices muy particulares, como el de Anton Reiser, el personaje romántico de la novela de Karl Philipp Moritz. Más que tomar la iniciativa de abominar del mundo, fue éste quien lo expulsó a él y lo convirtió en una víctima hundida en su soledad. Existe en la mayoría de los misántropos un egotismo desenfrenado, una especie de aristocracia espiritual autoatribuida que los eleva a una cumbre desde la cual observan con desprecio a los demás. El personaje emblemático en este sentido es el duque Jean de Floressas Des Esseintes, protagonista de la novela Al revés, de Joris-Karl Huysmans, símbolo extremo del aristócrata decadente que pretende vivir su vida como una obra de arte, refinado hasta la náusea, heredero de una gran fortuna y absolutamente improductivo, abroquelado en una mansión hermética que lo protege del asqueroso mundo exterior. Un mundo burgués que Des Esseintes detesta con toda su alma por su grosería, su vulgaridad, su amor por el dinero y por multiplicarlo (el duque no ama el dinero; lo posee como una condición natural). En la concepción de Des Esseintes los burgueses no constituyen una clase social sino una categoría estética. Es este un rostro más de la misantropía, aristocrático y selectivo. Carlos Alfieri La Razmig 10 naturaleza es un campo de batalla Keucheyan Capital 200 intelectual; Buenos páginas, Aires, febrero 245 de 2016. pesos. La dinámica capitalista se encuentra en peligro por su propia destrucción de las condiciones de producción. El principio y el final de la cadena productiva están en crisis: se agotan los recursos y los residuos-sumideros planetarios explotan. Keucheyan analiza tres problemáticas clave en este escenario. Frente a la idea de que la entropía ecológica hará padecer a todos por igual desarrolla la tesis del “racismo ambiental”, demostrando cómo en verdad se trata recurrentemente de que la padezcan los estratos menos favorecidos (y los países dependientes). Ante la idea clásica de la naturaleza como donadora primera y generosa del proceso económico sostiene que la lógica financiera ha desarrollado toda una batería de servicios (bonos catástrofe, mercados de carbono, hipotecas ambientales) destinados a sacar provecho de la incertidumbre ambiental. Por último, contra la idea ingenua de un humanitarismo planetario encarado por los países dominantes –y los organismos internacionales– describe cómo los principales ejércitos globales incluyen al cambio ambiental global en sus proyecciones estratégicas para garantizar a sangre y fuego su “seguridad natural”. Hay un dejo bastante aterrador en su tesis central: el capitalismo no va a fenecer cuando la locomotora del crecimiento se vuelva completamente insustentable, va a derivar los costos a los más débiles, a obtener ganancias en su circuito financiero y a militarizar lo que sea preciso. Bruno Fornillo Juicio C. Siglo 264 a Rodríguez XXI; Gavarito, Buenos Aires, páginas, la D. Rodríguez septiembre de 266 exclusión Franco 2015. pesos. Juicio a la exclusión investiga los efectos de una emblemática sentencia de la Corte Constitucional de Colombia sobre los derechos económicos, sociales y culturales de las personas desplazadas, como consecuencia del conflicto armado que ha sacudido a ese país desde el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán en 1948. Exhibe el impacto real –material y simbólico– que un fallo puede generar cuando el propio tribunal sentenciante asume el compromiso de monitorear su cumplimiento efectivo. Sin resignar críticas, estos dos autores colombianos destacan el diseño del mecanismo de seguimiento implementado: un proceso dialógico, participativo y deliberativo entre la Corte, las víctimas y sus organizaciones, la sociedad civil, la prensa, los expertos nacionales e internacionales; una verdadera red para envolver al Estado, desbloquear su naturaleza burocrática e imprimirle a su administración el dinamismo y la articulación adecuados. 11 En Argentina, después de la frustración que significó la imposibilidad de establecer la plena vigencia de la Ley de Medios Audiovisuales –en todo su potencial desmonopolizador–, en tiempos (turbulentos) de partidización del poder judicial, de subordinación a los poderes fácticos, este trabajo académico es una excelente oportunidad para reflexionar sobre lo que debería ser una intervención virtuosa de los tribunales en la vida democrática de los pueblos. Federico Casiraghi Género Sabrina UNSAM; 208 y sexualidad Buenos páginas, en Aires, la Policía febrero 160 Bonaerense Calandrón de 2015. pesos. Investigación etnográfica en dos comisarías de la Provincia de Buenos Aires que permite cuestionar los prejuicios y sentidos comunes arraigados en la sociedad acerca del rol de la mujer en espacios históricamente vinculados con lo masculino. De la mano de un vívido trabajo de campo, Sabrina Calandrón se adentra en un mundo en el que conviven la autoridad, la organización de los quehaceres, la disciplina, el machismo, las emociones, las confidencias, la camaradería y la sexualidad como reguladora de la profesión. En paralelo, la autora señala las transformaciones que se han dado en las comisarías con los años. Como en el resto de los campos, la mujer ha sabido hacerse un lugar no sin enfrentar en esa vocación grandes obstáculos. De una histórica separación autoritaria de las tareas realizadas por unas y otros en la comisaría y en la calle, lentamente, a la presencia de la sexualidad y el género como aliados para hacerse de autoridad y poder. En este sentido, resulta valiosa la propuesta –justificada– de romper con la idea de femineidad ubicada invariablemente del lado de la debilidad. Un aporte muy interesante para entender el cambio histórico en el rol profesional de las mujeres en la Policía de la Provincia de Buenos Aires y comprender cómo se construye la femineidad en un terreno que, como cualquier otro, también conoce de emociones, intimidad y sexualidad. De un rol periférico y secundario a un rol activo y a la par. Bárbara Schijman 12 La José Ampersand; 353 otra Luis Buenos páginas, cara Aires, de de febrero 200 de Jano Diego 2015. pesos. El título de la obra alude a la afirmación del sociólogo francés Pierre Bourdieu, quien definió al libro como un “objeto de doble faz, económica y simbólica, es a la vez mercancía y significación, el editor es también un personaje doble, que debe saber conciliar el arte y el dinero, el amor a la literatura y la búsqueda de beneficio”, comparando la figura del editor con la de Jano, aquel dios romano guardián de las puertas que, como tenía dos caras, podía vigilar las entradas y las salidas, los principios y los finales, el este y el poniente. Del mismo modo, el editor custodia con una cara el dinero; con la otra, la cultura. El objetivo de este libro es sumarse a la trabajosa reconstrucción de la historia del libro y la edición en lo que tiene que ver con ese rostro olvidado, deteriorado: la otra cara de Jano. Los trabajos aquí compilados por José Luis de Diego son de su autoría, y fueron dados a conocer (publicados o expuestos en congresos o acontecimientos similares) entre 2009 y 2014. El conjunto propone una lúcida y panorámica mirada crítica del mundo del libro y la edición en Hispanoamérica a lo largo de todo el siglo XX y hasta la actualidad, analizando la entretela de las redes transnacionales –comerciales pero también ideológicas– que forjaron autores, editores y agentes literarios, haciendo especial hincapié en editoriales emblemáticas como Sudamericana (Argentina), Fondo de Cultura Económica (México), Seix Barral (España) y Monte Ávila (Venezuela), entre muchas otras. Julián Chappa 13 Destruir Louis Fiordo; 304 la Buenos Aires, páginas, mayo 280 de pintura Marin 2015. pesos. Publicado en 1977, este texto meduloso de Louis Marin, filósofo de la imagen y la pintura, plantea un cuestionamiento a la posibilidad de hablar (o escribir) sobre la pintura, de emitir un discurso sobre una obra pictórica. ¿O acaso no basta con que el cuadro proporcione placer o goce? Gran pregunta sobre la crítica, que podría extenderse a otros ámbitos estéticos. Marin escribe sobre pintura, y lo realiza de manera erudita, a menudo laberíntica, para referirse a dos obras emblemáticas: Los pastores de Arcadia, de Nicolas Poussin, y Cabeza de Medusa, de Caravaggio. Considera el cuadro de Poussin como una representación de la representación misma, narrativa de una historia, y para refrendarlo se vale de diversos métodos de análisis, aproximaciones y lecturas. Marin desarrolla un texto, pero también esquemas geométricos para analizar el espacio, la composición de las figuras que emiten un mensaje, el juego de las miradas. Sucesivas lecturas que actúan como capas de significación. Poussin decía que Caravaggio había venido para destruir la pintura. Y Marin adhiere a esa premisa, deconstruyendo su Cabeza de Medusa desde múltiples aproximaciones. Acusa al italiano de dejarse llevar por la verdad de la naturaleza y de no ser agradable, de no cumplir con el objetivo de la pintura: el deleite, la contemplación teórica-erudita del cuadro. Sin embargo, se desmiente con su ensayo, que evidencia la fascinación que le provoca esta obra. Josefina Sartora 14 La La convertibilidad Alexandre FCE; Buenos 308 páginas, 284 pesos. moneda argentina Aires, marzo de de imposible 1991 Roig 2016. Como el amor en los versos de Vinicius de Moraes, la moneda de la convertibilidad fue eterna mientras duró, y duró diez años. Decía Georges Bataille que lo sagrado sigue siendo verdad aunque sea imposible, y así fue, imposible pero incontestable y eterna, la moneda de la convertibilidad en Argentina. Con las categorías de Bataille y Marcel Mauss, Alexandre Roig trata de enten der cómo fue posible que tres hombres decidieran, una noche de marzo de 1991, la creación de esa moneda imposible, y reconstruye para ello la genealogía del complejo saber-poder economicista, desde la misma fundación de una ciencia económica que se construyó en paralelismo con la medicina, con la pretensión de intervenir sobre una economía “ineficiente” como si de un cuerpo enfermo se tratase. La emergencia del saber autorizado académico conllevó la progresiva autorización del discurso político en torno a la economía y la moneda: sólo “los que saben” de economía podían analizar y, por tanto, intervenir. Para los años 80 ya se había instalado la idea de que la moneda debe ser neutra y, si eso no sucede, se debe neutralizar. Así, en una suerte de acto sacrificial, que se apoyaba sobre el miedo a los efectos de la hiperinflación, la fundación de la moneda de la convertibilidad supuso la supresión de “la capacidad de acción de lo político sobre ese campo”. Fue así que la moneda quedó sacralizada, y por ello, se hizo soberana, durante los diez años que duró su eternidad. Quince años después, advierte el autor, la moneda de la convertibilidad pasó, pero persisten las subjetividades que la hicieron posible. Combinando el rigor analítico con la fluidez de su prosa, Roig anima a “entender la vitalidad y peligrosidad de las instituciones autorreguladas”, como advirtió Karl Polanyi setenta años atrás. La suya es, también, una crítica radical a la modernidad, que, como decía Bataille, no es la ausencia de lo sagrado, sino su ocultamiento. Nazaret Castro 15 Revistas que provocan al Norberto Angeletti, Alberto Planeta; Buenos Aires, abril de 448 páginas, 660 pesos. poder Oliva 2016. Fruto de una investigación de cinco años, este libro de bella factura, ampliamente ilustrado con fotografías, reproducciones de portadas y páginas interiores, se propone homenajear a cuatro revistas semanales de información –y sus directores– que tienen como común denominador a la provocación como principal arma periodística y que los autores consideran, en una selección que reconocen “puede sonar arbitraria”, como las que mejor representan al cuarto poder: Time (Estados Unidos), Der Spiegel (Alemania), Veja (Brasil) y Noticias (Argentina). Así, repasan la historia de cada una de ellas, empezando por el nacimiento de Time en 1923, “la revista que cambió el periodismo”, sus principales coberturas y denuncias de corrupción (de los linchamientos de negros a las maniobras ilegales de Alemania en la OTAN, de Collor de Mello a Yabrán), su arte de tapa, su filosofía, estilo y diseño, sus cambios en la era digital, su visión de Argentina. Historia Mercedes Biblos; 236 del fundamentalismo Saborido, Marcelo Buenos Aires, enero páginas, 225 de islámico Borrelli 2016. pesos. En busca de una comprensión profunda y desprejuiciada de los violentos conflictos que sacuden a gran parte del planeta desde el 11 de septiembre de 2001, los autores, investigadores argentinos, bucean en las raíces ideológicas del islam en tanto identidad religiosa y herramienta política, analizando la historia más amplia y heterógenea del 16 islamismo desde el siglo VII, su evolución contemporánea y las bases doctrinales del terrorismo islámico. Repensando Max Machado 398 páginas, 449 pesos. el Paul Libros; Madrid, antiamericanismo Friedman 2015. El autor presenta los resultados de una profunda investigación sobre la evolución, la utilización y el impacto a lo largo de doscientos años del concepto de “antiamericanismo”. Desarrollado por los sectores conservadores estadounidenses en el siglo XIX para acallar las críticas internas de la izquierda y enfrentar resistencias en el extranjero, el mito del antiamericanismo se constituyó en un elemento esencial del imaginario colectivo y la política exterior estadounidenses. Barón El Christian Sudamericana; Buenos 384 páginas, 299 pesos. Aires, enero Biza inmoralista Ferrer de 2016. El oscuro atractivo de Barón Biza aumenta con los años. Escritor, playboy, millonario, izquierdista, pornógrafo, exiliado, empresario, financista de revoluciones, político, habitué de prisiones, editor de periódicos, huelguista de hambre, suicida, enamorado e infame. 17 Christian Ferrer ha compuesto una biografía única que discute la leyenda, destacando el pasmo y las extravagancias tanto del hombre maldito como de su país, Argentina. La muerte Petros Tusquets; Buenos 184 páginas, 219 pesos. de Aires, marzo de Ulises Márkaris 2016. El personaje de Ulises que da nombre a esta serie de relatos es un anciano griego que ante la proximidad de la muerte decide volver a su verdadera patria: Estambul. Allí se enfrentará a una organización paramilitar turca de extrema derecha. Protagonizados en parte por el comisario ateniense Kostas Jaritos, estos atrapantes relatos de Petros Márkaris se enmarcan en el sufrimiento presente y pasado de Grecia. NOTICIAS EN CORTO China tiene todo listo para lanzarse a la búsqueda de vida extraterrestre Publicado: 4 jul 2016 04:16 GMT | Última actualización: 4 jul 2016 07:26 GMT El Telescopio de Apertura Esférica de 500 metros está formado por 4.450 paneles que serán los encargados de recibir las señales de radio provenientes del espacio. https://actualidad.rt.com/ciencias/212135-china-construccion-radiotelescopio-grandealienigena Tensión en Asia: "Сhina puede hacer que EE.UU. 'pague un precio muy alto' por su intromisión" China se muestra firme ante la ostentación militar de EE.UU. para presionar a Pekín antes de la decisión del Tribunal de La Haya sobre las islas Spratly. https://actualidad.rt.com/actualidad/212352-china-eeuu-disputa-islas-confrontacion Cárceles de agua: historia y consecuencias del cautiverio de mamíferos marinos 18 http://www.portaloaca.com/articulos/mundo-natural/11990-carceles-de-agua-historia-yconsecuencias-del-cautiverio-de-mamiferos-marinos.html Periodista afirma que EEUU conoció actividades de narcotráfico de Pinochet Benedicto Castillo afirmó que el primer antecedente sobre la fabricación de cocaína por el Ejército emanó de un ex piloto de la CIA que trabajó con bandas criminales en Miami y Centroamérica, en el tiempo en que la Contra nicaragüense se sirvió de fondos ilícitos. "La DEA tiene todo. Yo tengo fuentes que me han dicho que efectivamente es así", declaró. http://www.elciudadano.cl/2016/06/29/301683/periodista-afirma-que-eeuu-conocioactividades-de-narcotrafico-de-pinochet456/ Estimados Colegas y amigos les enviamos el Boletín de Barómetro. Atentamente Barómetro Internacional En este boletín encontrará: Por Sergio Rodríguez Gelfenstein: Brexit Es ineludible hablar sobre el Brexit. Posiblemente no ha habido otro hecho de impacto internacional tan trascendente y de tanta controversia como éste en lo que va de siglo, ríos de tinta se han derramado para explicar, conjeturar o emitir predicciones acerca de causas, implicaciones y consecuencias para Gran Bretaña, Europa y el mundo. La verdad, no quisiera ser parte de eso, entre otras cosas porque el hecho resulta tan complejo de analizar que siento temor de formular ideas equivocadas, más llevadas por el sentimiento que por la razón, por lo que en vez de aportar a la comprensión del fenómeno, más bien podrían llevar a profundizar cierta confusión, -que al menos yo tengopara estudiar un proceso, que solo está comenzando y que me temo, tendrá repercusiones impensables aún, en este momento en que apenas “calienta motores”.Sin embargo, debo decir que hay dos cosas que me quedan claras: la primera es que la única moneda que no se debilitó, al contrario se fortaleció después de la decisión del pueblo británico el pasado 23 de junio, fue el dólar y lo segundo es que al mismo tiempo que Gran Bretaña decidía su salida de la Unión Europea, se preparaba para fortalecer su membrecía en la OTAN. Sigue leyendo copia y pega el enlace…. http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/07/03/brexit/ Por Bruno Lima Rocha: El rostro de la nueva-vieja derecha brasileña Parte (2) En este segundo artículo de la serie, sigo intentando mapear la nueva derecha brasileña, la que emergió al grande público después del golpe con nombre de impedimento en Brasil. El objetivo de este y de los textos afines es intentar identificar el origen contemporáneo del giro reaccionario del sentido común brasileño y sus similitudes con el conservadorismo de los EEUU, y, por consecuencia, la transferencia del léxico, del glosario y de las identidades políticas gestadas en el interior del sistema político del Imperio. Entiendo que, si identificáramos los focos domésticos e internacionales del pensamiento conservador, reaccionario, ultra liberal y con lazos neofascistas, estaremos aptos a intentar estancar lo que vengo afirmando como “hedor de línea chilena ” teniendo vasto crecimiento en Brasil. El ascenso del reaccionarismo en los últimos diez años: la alianza entre neo pentecostales y la extrema derecha militar y policial Sigue leyendo copia y pega el enlace…. http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/07/03/rostro-la-nueva-vieja-derecha-brasilenaparte-2/ Por Norma Estela Ferreyra: El imperio cambia siempre su estrategia bélica. Quienes crean que la guerra, se realiza con ejércitos, como lo hicieron hasta la Segunda guerra mundial, se equivocan. La evolución de las estrategias imperiales para el dominio global, es tan rápida, que casi no advertimos sus avances. Desde el uso de las flechas indígenas contra las espadas españolas, en aquella invasión devastadora de España a nuestro continente, se han venido inventando armas silenciosas y otras no tanto, pero muy efectivas, como la bomba atómica. Surgieron aviones no tripulados, submarinos, y portaaviones, entre muchas otras cosas. En el siglo pasado, las armas pasaron de ser fusiles, metrallas, tanques y cañones, a las armas químicas, biológicas, enfermedades implantadas en forma de epidemias o personalizadas, misiles de gran poder destructivo, gases venenosos, y armas tóxicas, atmosféricas, de envenenamientos lentos y masivos, sequías, huracanes, terremotos, lluvias químicas, fumigaciones fatales, etc.,etc. Se usaron antenas que emiten sus rayos de microondas a la ionósfera y desde allí, impactan en la tierra con precisión para provocar desastres atmosféricos, climáticos y lentos envenenamientos masivos. Sigue leyendo copia y pega el enlace…. 19 http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/07/03/imperio-cambia-siempre-estrategia-belica/ Por Antonio Guillermo García D La “Masacre de Curuguaty” y el golpe de Estado en Paraguay – PARTE I “La Policía Nacional masacró a la gente, y es una verdadera vergüenza porque esta tierra le pertenece a los campesinos”, decía un habitante de Curuguaty, al este de Paraguay, junto a los cuerpos abandonados de dos dirigentes campesinos asesinados en los sucesos violentos conocidos como la “Masacre de Curuguaty”, donde 11 campesinos y 6 policías fueron asesinados y decenas de personas resultaron heridas. Por estos hechos fue juzgado y destituido una semana más tarde, el 22 de junio de 2012, el presidente de izquierda Fernando Lugo, en un “juicio exprés” que llevó a cabo congreso de ese país dominado por los partidos de la oligarquía conservadora paraguaya, y que con el apoyo de la prensa corporativista y el auspicio de Washington, emulaba el golpe de Estado “bueno” ejecutado tres años antes en Honduras. Conociendo el largo historial de autoatentados y campañas mediáticas de Washington para justificar sus intervenciones extranjeras y, particularmente, su participación en las experiencias golpistas en Venezuela (2002), Haití (2004) y Honduras (2008), Sigue leyendo copia y pega el enlace…. http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/07/03/la-masacre-curuguaty-golpe-estadoparaguay-parte-i/ Por Carolina Vásquez Araya: No estamos entendiendo. Los embarazos en niñas son producto de violación. Once años no es nada Sin duda mi columna ya les parece disco rayado, pero si no menciono en este espacio a Mariela Vásquez Díaz, su existencia pasará inadvertida porque una niña embarazada no es noticia hasta cuando muere. Mariela era una adolescente de 15 años. “No lloren por mí, tomé la decisión porque estaba embarazada” reza la escueta nota con la cual explica su decisión de suicidarse. El mismo procedimiento de colgarse de una soga fue utilizado por Diana Marisol Carrillo López, de 18 años y con siete meses de gestación, quien decidió poner fin a su vida en mayo del año pasado. Así como Mariela y Diana, miles de menores son abusadas sexualmente por hombres de su entorno cercano, algunas desde sus primeros años de vida. Lo excepcional en estos casos es haber tomado la decisión de acabar con su vida. A muchas otras víctimas de violación la vida se les acaba más lentamente y de distinto modo: convirtiéndose en adultas sin haber disfrutado su niñez, cargando con un hijo cuando ni siquiera tienen conciencia de su propia infancia, enfrentando un futuro Sigue leyendo copia y pega el enlace…. http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/07/03/no-estamos-entendiendo-los-embarazosninas-producto-violacion/ Bajo las normativas internacionales del SPAM, este correo electrónico no podrá ser considerado como tal, mientras incluya una forma de ser removido. Si no desea recibir más nuestro Boletín debes enviarnos un correo a ésta dirección con “asunto” REMOVER y su dirección será retirado de nuestra base de datos a la brevedad posible. Si desea publicar nuestros artículos, incluya nuestra fuente como crédito de los mismos y solicitamos remitirnos el Link de la página donde está publicado. Atentamente, El Equipo de Barómetro Internacional http://www.barometrointernacional.com.ve MERCOSUR/ La presidencia de turno de Venezuela provoca una profunda crisis en Mercosur http://internacional.elpais.com/internacional/2016/07/05/america/1467755424_716464.html Macri negocia para que Maduro no lidere el bloque mientras Brasil propone posponer decisión Otros28GuardarEnviar por correoImprimir CARLOS E. CUÉ El canciller brasileño en Montevideo. FOTO: JUAN IGNACIO MAZZONI (EFE) | VÍDEO: EFE Mercosur ha entrado en una profunda crisis. Esta vez el motivo no es el habitual, el estancamiento de más negociaciones con la Unión Europea y otros. Ahora se trata de algo más de fondo que puede romper el grupo. Varios países han entrado en disputa por la inminente presidencia de Venezuela, a la que por turno le tocaría asumir ahora ese papel destacado en 20 medio de una profunda crisis interna y con denuncias internacionales por la persecución de la oposición. No hay acuerdo entre los socios y las posiciones se alejan. Argentina y Uruguay parecían en principio dispuestas a que el régimen de Nicolás Maduro presidiera el grupo siempre que dejara las negociaciones con la UE en manos de Montevideo, actual presidente. Venezuela está fuera de esas negociaciones por decisión propia. Pero Mauricio Macri ha dado un giro sobre la posición de su canciller, Susana Malcorra, y ahora apuesta abiertamente por impedir que Venezuela presida Mercosur. Lo dejó claro en su viaje estos días por Europa. Incluso planteó que sería Argentina la que lo presida, lo que implicaría una crisis grave con Venezuela. Fuentes cercanas a Macri señalan que se está negociando con varios países para impedir la presidencia de Caracas, pero aún no hay nada cerrado. Malcorra estaba en una posición más suave, que algunos en Argentina atribuyen a su campaña para ser secretaria general de la ONU, un puesto para el que necesita los votos de Venezuela y sus satélites. Paraguay tiene la posición más dura de rechazo frontal a la presidencia de Venezuela que ya solo apoya abiertamente Uruguay. Brasil y Argentina se han colocado claramente más cerca de Paraguay aunque el Gobierno interino de Michel Temer busca una vía intermedia, que consiste en ganar tiempo y posponer la decisión a agosto. Debía tomarse en julio, en la próxima cumbre del día 12 en Montevideo, pero la tensión es tan alta que parece difícil. MÁS INFORMACIÓN Macri ve oportunidades de acelerar el acuerdo comercial UE-Mercosur La crisis venezolana genera tensión entre Paraguay y Argentina El ministro interino de Exteriores de Brasil, José Serra, ha viajado de forma sorpresiva a Montevideo este martes y ha lanzado esa propuesta intermedia: ha pedido la postergación del traspaso de la presidencia rotatoria de Mercosur a Venezuela argumentando que al país caribeño le faltan ciertos requisitos en “materia de normas y temas cambiarios”. El retraso sería hasta el mes de agosto y previamente se celebraría una reunión de Mercosur centrada en Venezuela, dijo el ministro interino. La petición de Brasil y la posición de Argentina pone en aprietos al Gobierno uruguayo, que había anunciado el traspaso de la presidencia al país de Nicolas Maduro dentro de una semana, el 12 de julio. Por su parte, Paraguay había pedido una reunión para examinar la situación de Venezuela que fue agendada un día antes, el lunes 11 de julio, también en Montevideo y a nivel de ministros de Exteriores. “Nadie quiere salir el la foto al lado de Maduro”, dice el analista Oliver Stuenkel, professor de relaciones internacionales de la Fundación Getulio Vargas, en Sao Paulo. Aunque la presidencia del Mercosur sea meramente simbólica, el país de Maduro podría convocar una cumbre para mostrar al mundo que Venezuela no está aislada políticamente. “Y esa es una victoria diplomática que nadie en el bloque esta dispuesto a concederle". “Pedimos a Uruguay más tiempo”, dijo el canciller brasileño después de reunirse en Montevideo por la mañana con el presidente uruguayo Tabaré Vázquez y el ministro de Exteriores Rodolfo Nin Novoa. El ministro de Exteriores de Uruguay había rechazado cualquier medida contraria a Venezuela y este mismo lunes, ante medios locales, había asegurado que en Venezuela no se ha producido “interrupción del orden democrático” y que por ello no existen razones jurídicas para frenar el traspaso de poderes. Declaraciones "amorales" de Brasil Interrogado por los periodistas, Serra evitó pronunciarse sobre la situación política interna de Venezuela y atribuyó su petición exclusivamente a cuestiones burocráticas ligadas a la adhesión del país al conjunto regional. Es improbable que los temas legales y de normas de 21 Venezuela se resuelvan hasta agosto, pero en ese mes Serra espera ser confirmado canciller y tener una posición más fuerte de negociación. "Estoy convencido, no solo yo, toda la clase política en Brasil, que el Senado va aprobar por dos tercios el impeachment definitivo”, dijo Serra, añadiendo que tanto los partidarios del PT como la suspendida presidenta piensan lo mismo. La votación clave esta prevista para después de los Juegos Olímpicos. El canciller brasileño siempre criticó la participación de Venezuela en el bloque. El país de Caribe es miembro de Mercosur desde junio del 2012 y ya ejerció una presidencia de turno del organismo de julio del 2013 a julio del 2014. Serra también ha defendido que se realice el referendo revocatório de Maduro lo antes posible. La propuesta de Brasil tensó aun más las relaciones entre Brasilia y Caracas. Mientras Serra estaba en Montevideo, la canciller venezolana Delcy Rodríguez contestó a través de Twitter a su homólogo: "La República Bolivariana de Venezuela rechaza las insolentes y amorales declaraciones del Canciller de facto de Brasil”. La tensión no para de crecer y la cumbre del día 12, que precisamente no se hizo de presidentes para calmar los ánimos, se prevé muy complicada. El 73,5 por ciento de los jóvenes desempleados de América Latina son mujeres https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214191 Carmen R. Ponce Meléndez Cimacnoticias Se estima que aproximadamente 30 millones de jóvenes en América Latina, equivalente al 22 por ciento del total, se encuentran desvinculados de los principales ejes de la inclusión social: el sistema educativo y el mercado laboral. De esos 30 millones, 73,5 son mujeres. Lo anterior, de acuerdo con la información generada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) “Juventud: realidades y retos para un desarrollo con igualdad”. Esta situación no sólo implica una importante desventaja en términos presentes y futuros para no caer en condición de pobreza, o para salir de ella, sino que también lleva consigo una etiqueta negativa que les estigmatiza. El estigma se construye en torno a la idea de que la juventud que no está incorporada al sistema educativo o al mercado laboral son una población de riesgo que se asocia a problemas como la vagancia, la delincuencia, el abuso de alcohol y las drogas. La realidad es que este grupo de jóvenes es muy heterogéneo y, por esta razón, se hace necesario visibilizar su complejidad y diversidad de situaciones, además de los motivos de la exclusión. 22 Esto permitiría identificar otros caminos de integración social que está siguiendo este grupo de la población juvenil. Como se evidenció en un reciente estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) (2014b), el grupo de jóvenes desvinculados del sistema educativo y del mercado laboral está constituido en su mayoría por mujeres (73,5 por ciento) y residentes de zonas urbanas (63,5 por ciento); las excepciones son Guatemala y Honduras, donde la mayoría de estas juventudes viven en áreas rurales. A pesar de que las diferencias entre tramos etarios no son muy significativas, la mayoría de las personas jóvenes que no estudian ni se encuentran empleadas tienen entre 20 y 24 años (37.5 por ciento) y este número disminuye en el tramo de 25 a 29 años (30,1 por ciento), lo que da cuenta de la característica dinámica y transitoria de la condición de actividad de los jóvenes. Finalmente, se observan brechas considerables entre los niveles de ingreso, ya que cerca del 50 por ciento de quienes no estudian ni tienen un empleo remunerado pertenecen a los dos primeros niveles de ingreso. VER GRÁFICA AQUÍ Como se puede apreciar en la gráfica en el caso de México la diferencia es muy considerable; el nivel de ingreso I tiene un porcentaje de desempleo del 10,6 por ciento, en tanto que para el nivel de ingreso V (el más ato) este porcentaje se reduce a tan sólo 4,4 por ciento. A mayor pobreza mayor desempleo y viceversa. Más de la mitad (55 de cada 100) de las y los jóvenes que no estudian ni se encuentran empleados se dedican a tareas de cuidado y trabajo doméstico no remunerado. Este hecho evidencia una distinción de género, ya que la gran mayoría de las personas jóvenes que se dedican a esta actividad son mujeres y el tiempo que destinan a eta tarea es muy superior a los hombres. Tampoco debe obviarse el alto costo que esto tiene en la trayectoria de oportunidades futuras de estas mujeres, que las hace dependientes económicamente de otras personas y dificulta su inserción en el mercado laboral. Este es un costo al que los hombres jóvenes que abandonan el sistema educativo no se enfrentan en la misma medida, puesto que compensan la falta de educación formal con experiencia laboral, algo relativamente bien valorado en el mercado de trabajo. 23 Otro grupo de jóvenes que se encuentran inactivos, y que es importante visibilizar, es el que está conformado por jóvenes que tienen alguna discapacidad que los inhabilita de manera permanente para trabajar y que muchas veces les impide seguir una trayectoria educativa. Si bien las encuestas no permiten indagar los tipos de discapacidad, sobre la base de información disponible para 18 países se da cuenta de que el 5 por ciento de los jóvenes de 15 a 29 años que no estudia ni está empleado presenta esta condición. Dentro de las recomendaciones que formula Cepal sobre esta problemática es disponer de una oferta educativa formativa y flexible, pertinente a las necesidades del mercado laboral. El eslabón entre el sistema educativo y el mercado laboral debe reforzarse tomando en cuenta ámbitos tan importantes como los espacios de formación técnica y vocacional, particularmente al de la secundaria. A su vez, se sugieren estrategias que apunten a mejorar la empleabilidad mediante educación, formación y competencias, programas de inserción laboral (pasantías y aprendizajes), y programas de iniciativa empresarial y empleo por cuenta propia (OIT, 2013a). Estas iniciativas deben buscar la articulación de la variada oferta educativa (y de capacitación) con las demandas proyectadas de fuerza laboral con diversos tipos de calificación. Carmen R. Ponce Meléndez. Economista especializada en temas de género Fuente: http://www.cimacnoticias.com.mx/node/73118 Informe Chilcot: Tony Blair mintió sobre Irak y supuestas armas de destrucción masiva http://www.elciudadano.cl/2016/07/06/303962/informe-chilcot-tony-blair-nodijo-la-verdad-sobre-irak-y-supuestas-armas-de-destruccion-masiva1/ Aznar y Blair pactaron una estrategia para mostrar que intentaban evitar la guerra MIGUEL GONZÁLEZ Madrid 564 El informe Chilcot sobre la invasión de Irak recoge el papel jugado por el expresidente español en la preparación del conflicto http://elpais.com/internacional/2016/07/06/actualidad/1467830143_177889.ht ml 24 Blair acepta que la "inteligencia" sobre Iraq era "errónea" y pide disculpas http://www.lavanguardia.com/internacional/20160706/403007311878/blair-acepta-que-lainteligencia-sobre-irak-era-erronea-y-pide-disculpas.html El expremier acepta "toda la responsabilidad" sobre los errores que apunta el informe Chilcot Blair en la rueda de prensa que dado este miércoles en Londres (Stefan Rousseau / AFP) El exprimer ministro británico Tony Blair admitió este miércoles que las pruebas que proporcionaron los servicios de inteligencia para justificar la guerra de Iraq en 2003 estaban equivocadas y pidió disculpas por las consecuencias de su decisión de iniciar el conflicto. "La información de inteligencia que se produjo en el momento de la guerra resultó ser errónea y las consecuencias resultaron ser más hostiles, prolongadas y sangrientas de lo que habíamos imaginado", declaró Blair en una comparecencia pública tras la divulgación del informe oficial en el Reino Unido sobre la invasión de Iraq. "Por todo eso, expreso más pena, arrepentimiento y disculpas de las del que ustedes puedan llegar a conocer o creer", afirmó Blair, que puntualizó que, si se hubiera dejado en el poder a Sadam Husein, el presidente iraquí habría supuesto una amenaza para la "paz mundial". Blair sostuvo que acepta "toda la responsabilidad" sobre los errores a los que apunta el llamado informe Chilcot, que sostiene que el Gobierno subestimó las consecuencias de la guerra y no agotó todas las opciones pacíficas antes de dar luz verde a la invasión. "Sé que hay personas que nunca lo olvidarán ni me perdonarán por aquella decisión y que piensan que la tomé de manera deshonesta. Pero, como deja claro el informe, no hubo ninguna mentira", sostuvo el antiguo jefe del Gobierno británico. El político laborista aseguró que "no había ningún compromiso secreto para ir a la guerra" y que tomó la decisión "de buena fe". "Sabía que era una decisión impopular", dijo Blair, que recalcó que la tomó porque pensaba que "era correcta" y que el coste en vidas humanas "iba a ser mayor a largo plazo" si decidía no intervenir. "Lo que no puedo aceptar, como dicen algunos, es que apartando a Sadam provocamos el terrorismo de hoy en día en Oriente Medio y que deberíamos haberlo dejado ahí. Estoy profundamente en desacuerdo con eso", señaló Blair, para quien el entonces presidente iraquí era "una continua amenaza para la paz y para su propia gente". Blair afirmó que, trece años después de la invasión, el escenario político en Iraq es mejor de lo que habría sido si no se hubiera intervenido. "Al menos en Iraq, aunque presenta muchos retos, tenemos un Gobierno electo, reconocido como legítimo por la comunidad internacional, que está luchando contra el terrorismo", argumentó. El informe Chilcot refleja que en abril de 2002, meses antes de la invasión, Blair le trasladó al entonces presidente de Estados Unidos, George Bush, su intención de apoyarle "en cualquier circunstancia". En ese sentido, Blair sostuvo hoy que "no había ninguna prisa por ir a la guerra" y negó que en aquel encuentro con Bush se comprometiera a brindar apoyo militar para una misión en Iraq. A pesar de que la investigación oficial sobre la guerra concluye que el ataque no era el último recurso antes de renunciar a una solución pacífica, Blair aseguró que en aquel momento "tenía que tomar una decisión". "Pensé en Sadam y su historial, en el carácter de su régimen. Pensé en nuestra alianza con América (EE.UU.) y su importancia para nosotros en el mundo posterior al 11 de septiembre", argumentó. Cameron pide a todos los partidos hacer examen de conciencia El primer ministro del Reino Unido, el conservador David Cameron, dijo este miércoles que todos los partidos, incluido el suyo, y los parlamentarios que apoyaron la guerra contra Iraq de 2003 tienen que asumir su responsabilidad. “Todos los que votamos (en la Cámara de los 25 Comunes) a favor de atacar Iraq debemos asumir nuestra parte justa de responsabilidad”, afirmó el jefe del Gobierno, al analizar las conclusiones del informe de John Chilcot. En su intervención ante el Parlamento, Cameron reconoció brevemente que todos los diputados, incluidos los de su partido -muy partidarios de atacar Iraq-, debían asumir su responsabilidad por la mala gestión y resultados de esa guerra. Sin embargo, insistió en que en ningún momento Chilcot halló pruebas de “ilegalidad” ni de “engaño” por parte de Blair, quien convenció a los Comunes de apoyar la invasión sobre la base de que el expresidente iraquí Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva, lo que resultó ser falso. “No dice explícitamente que hubiera un intento expreso de engañar a la gente”, incidió. El líder conservador también advirtió de que los resultados de este informe no implican que no haya ocasiones en que la guerra es necesaria, y justificó su controvertida decisión de atacar Libia en 2011. “Creo que era innecesario intervenir”, aseguró. Cameron destacó la “independencia” del autor del informe, que realizó 150 entrevistas que se incluyen en doce volúmenes con 2,6 millones de palabras, y alabó la labor de los militares británicos. En este sentido, se comprometió a “cuidar para siempre” de los veteranos que resultaron heridos en el conflicto bélico, que fue liderado por los Estados Unidos con el apoyo del Reino Unido y España. El primer ministro anunció que la semana próxima se dedicarán dos días para debatir las conclusiones del informe Chilcot en la Cámara de los Comunes. Humberto Maturana: "Esta crisis ética-moral no es producto de un error, es producto de un fraude sistémico" http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2015/07/04/humberto-maturana-esta-crisis-eticamoral-no-es-producto-de-un-error-es-producto-de-un-fraude-sistemico/ Humberto Maturana: "La autoridad no resuelve los problemas, los problemas se resuelven en las conversaciones porque tienen que ver con las emociones, no tienen que ver con la razón, tienen que ver con la colaboración. Y cuando decimos que a nosotros mismos, también estamos trayendo a la mano nuestras raíces, nuestras historias, experiencias y comprensiones diversas", señala el epistemólogo y doctor en biología. El epistemólogo, doctor en biología, filósofo, premio nacional de Ciencias 1994 y co-fundador de Matríztica, Humberto Maturana, sostiene que la creciente desconfianza en las instituciones, las irregularidades en el financiamiento de la política y el aumento del malestar social, no es el reflejo de una crisis, sino que se revela un aspecto de nuestra historia. En entrevista en La Segunda, el académico expresa que lo que está aconteciendo en el país "no es nada raro... Se revela simplemente un aspecto de nuestra historia, de uso y a veces mal uso de las relaciones humanas para obtener resultados particulares, que van acompañadas de cierta malicia y deshonestidad. Esa práctica viene de la época de la Colonia. Nunca lo habíamos visto como problema, siempre hablamos de que Chile no era un país corrupto y, cuando ha habido estas situaciones, las hemos visto como puntuales. Lo que pasa es que ahora se ha visto una trama mucho más grande que afecta la convivencia económica, política y social". Y agrega que "lo miramos como crisis y eso es bueno, porque quiere decir que la situación no nos gusta (...) La crisis no es porque ocurra lo que está ocurriendo, lo potente es que hoy nos damos cuenta y no nos gusta. Encuentro magnífico lo que está ocurriendo, es nuestra oportunidad de volvernos respetuosos de nosotros mismos y entender esta crisis ética-moral no es producto de un error, es producto de un fraude sistémico, lo que la hace más grave aún". Maturana menciona que existe un desencanto al dar cuenta de la situación que atraviesa el país y "si esto nos escandaliza, es maravilloso porque nos muestra que no queremos vivir así, ahí está la gran oportunidad para cambiar las cosas". 26 "Si le voy a pedir a la autoridad religiosa, política, o económica que venga a resolver los problemas, no voy a participar en la generación de una convivencia, porque no me voy a comprometer. La autoridad no resuelve los problemas, los problemas se resuelven en las conversaciones porque tienen que ver con las emociones, no tienen que ver con la razón, tienen que ver con la colaboración. Y cuando decimos que a nosotros mismos, también estamos trayendo a la mano nuestras raíces, nuestras historias, experiencias y comprensiones diversas. En Chile no somos todos iguales. Somos maravillosamente diferentes, diversos, y la gran tarea es encontrarnos en un conversar en la colaboración en esa diversidad en torno a un proyecto país común. La equidad tan conscientemente anhelada hoy, no es otra cosa que la legitimidad de la diversidad", sostiene el académico. Respecto a la situación que protagonizó Arturo Vidal, Maturana señala que la ovación recibida en el estadio por las personas que estaban presentes era al jugador y no lo que hizo fuera de la cancha, ya que "desde luego su conducta fue inadecuada, torpe y tonta. Creo que él está consciente de ello, pero tiene que vivir las consecuencias de haberse conducido de manera inadecuada". LOS EXTRAÑOS PREPARATIVOS PARA EMERGENCIAS DEL GOBIERNO DE EEUU https://elrobotpescador.com/2016/07/04/los-extranos-preparativos-para-emergencias-delgobierno-de-eeuu/ EX FUNCIONARIO DE LA ONU MUERE EN EXTRAÑAS CIRCUNSTANCIAS POCO ANTES DE TESTIFICAR CONTRA HILLARY CLINTON https://elrobotpescador.com/2016/07/04/ex-funcionario-de-la-onu-muere-en-extranascircunstancias-poco-antes-de-testificar-contra-hillary-clinton/ Los riesgos para América Latina del empobrecimiento de la clase media de EE.UU. Redacción BBC Mundo http://www.bbc.com/mundo/noticias-36691218 "El precio del petróleo aún caerá hasta los 10 dólares por barril" La reciente subida del precio de petróleo no significa que la crisis haya sido superada, opina un reconocido economista, y agrega que el valor del crudo podría caer https://actualidad.rt.com/economia/212136-precio-petroleo-volver-caer CHINA PLANEA ENVIAR 10.000 SOLDADOS A ORIENTE MEDIO PARA COMBATIR A ESTADO ISLÁMICO https://elrobotpescador.com/2016/07/05/china-planea-enviar-10-000-soldados-a-orientemedio-para-combatir-a-estado-islamico/ 27 Incluye vídeo: Descubridor paraguayo de los archivos del Plan Cóndor: "El 'Cóndor' sigue volando en América Latina" “¡El 'Cóndor' sigue volando!”, denuncia el paraguayo Martín Almada, el defensor de los derechos humanos que, en 1992, descubrió toneladas de archivos del Plan Cóndor. ¿Por qué en la época de Stroessner lo declararon "terrorista intelectual" y lo torturaron? ¿Cómo logró hallar los documentos secretos del Plan Cóndor? ¿Qué acontecimientos de la actualidad comprueban que esta operación del Pentágono sigue vigente? Véanlo en Entrevista, de RT. https://actualidad.rt.com/programas/entrevista/212265-martin-almada-plan-condor-volarlatinoamerica Efecto dominó: la caída de la clase media de EE.UU. puede empobrecer a millones en América Latina Publicado: 5 jul 2016 03:39 GMT | Última actualización: 5 jul 2016 04:19 GMT Si el proteccionismo, la bajada de la demanda y los cambios de condiciones en el comercio bilateral se imponen en EE.UU. el resto del continente sufrirá las consecuencias. https://actualidad.rt.com/economia/212229-caida-clase-media-eeuu-efecto-america-latina Rusia, a toda vela hacia el récord de exportaciones de crudo este año El nuevo récord se sumaría al liderazgo en extracción registrado el año pasado. https://actualidad.rt.com/economia/212269-rusia-vela-exportaciones-crudo-record "Europa, ¿el hazmerreír de la economía mundial?" https://actualidad.rt.com/economia/212108-europa-economia-mundial-brexit Turbio panorama económico para México en lo que resta de 2016 https://actualidad.rt.com/economia/212004-turbio-panorama-economico-para-mexico Viaje a la escuela del siglo XXI “Viaje a la escuela del siglo XXI” es un proyecto educativo que identifica las escuelas más innovadoras del mundo para comprender aquellas metodologías clave que están cambiando la educación. La presentación del proyecto se celebró en Madrid y Barcelona el 3 y 4 de febrero de 2016. http://www.fundaciontelefonica.com/educacion_innovacion/viaje-escuela-siglo-21/ Venezuela: La crisis de los alimentos http://www.elciudadano.cl/2016/07/04/302292/venezuela-la-crisis-de-los-alimentos1/ VINYL: Drogas, rock y sexo en el Nueva York de los 70 Nueva York no fue siempre ese parque temático que ahora visitan los turistas. La vieja y sucia ciudad de los años de la coca y la música disco -que recrea la serie Vinyl-, era un mundo tan sórdido y peligroso que si Scorsese y Jagger no hubieran estado allí, nos costaría creer que fuera así. Aquellos lugares ya no existen, pero los supervivientes de la generación de las drogas, el rock y el sexo - ¡en este orden! -, gobiernan el mundo...... Puedes leer el resto desde el siguiente enlace: 28 http://www.entrelineas.org/leer.asp?a=vinyl&utm_source=suscripcion&utm_medium=email&utm_ca mpaign=vinyl Saludos, José Pablo Fernández Entrelineas ¿Quiere vivir en un paraíso? Una comunidad neozelandesa ofrece 1.000 empleos https://actualidad.rt.com/sociedad/212086-comunidad-nueva-zelanda-ofrece-mil-trabajos México. Se importa 12.8 veces más maíz del que se exporta Las importaciones de maíz superaron 12.8 veces las exportaciones del grano básico que hizo México entre enero y abril de este año, revelan las estadísticas más recientes del Banco de México (BdeM) sobre la balanza comercial. http://www.jornada.unam.mx/2016/07/04/economia/021n1eco Gobierno y Central Obrera Boliviana debaten último punto en conflicto https://diario-octubre.com/?p=61892 Macri, satisfecho con el giro del Papa: “Se ratifica lo que yo vengo diciendo” http://www.puraciudad.com.ar/macri-satisfecho-con-el-giro-del-papa-se-ratifica-lo-que-yovenia-diciendo/ Los 20 argentinos del Bicentenario Fueron elegidos en la gran Encuesta de El Cronista, para celebrar los 200 años de la independencia. El prócer preferido, el líder político más importante de la historia, el mejor y el peor presidente, el intelectual más destacado, el referente religioso, el mejor empresario, el periodista más influyente, el argentino más honesto y el más corrupto. Vea quién es quién en esta nota. http://www.cronista.com/infoespecial/Los-20-argentinos-del-Bicentenario-201607070114.html Barack Obama incumple y mantendrá hasta 8.400 soldados en Afganistán http://www.lavanguardia.com/internacional/20160706/403008068828/obama-mantendra8400-soldados-en-afganistan-al-final-de-su-mandato.html La otra cara de la crisis: así la vive la clase alta en Venezuela Juan Paullier http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-36680377 México: el desabastecimiento que no se ve en Oaxaca pese a las denuncias http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-36710929 México repite como el país del mundo donde se trabajan más horas http://elpais.com/economia/2016/07/07/actualidad/1467886894_771736.html 29 ¿De qué tamaño es la izquierda mexicana? Un recuento de las elecciones en 21 Estados del país refleja el crecimiento de Morena frente al PRD http://internacional.elpais.com/internacional/2016/07/07/mexico/1467853128_498944.html El regreso del Narco de Narcos abre una guerra de cárteles en México El legendario Caro Quintero, tras 28 años de prisión, ha reagrupado sus fuerzas y ataca el feudo de El Chapo http://internacional.elpais.com/internacional/2016/07/06/mexico/1467824703_253910.html Brasil frena a Venezuela en el Mercosur Si asume la presidencia, Venezuela quedaría en una posición clave cuando se está negociando un amplio acuerdo comercial con la Unión Europea y se alzan voces a favor de alcanzar algún tipo de asociación con la Alianza del Pacífico. http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-303607-2016-07-07.html EN SU CARTA AL SENADO, DILMA CALIFICO DE “FARSA” SU JUICIO POLITICO “Van a juzgar a una mujer honesta” En su alegato, la mandataria sostuvo que es víctima de un acuerdo entre “traidores” y que los que voten a favor del juicio se verán ante “la vergüenza del espejo de la Historia”. http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-303559-2016-07-07.html Guillermo Lousteau: de funcionario de la dictadura a ONG vinculada a la CIA http://www.agenciapacourondo.com.ar/politica/19895-guillermo-lousteau-de-funcionario-dela-dictadura-a-ong-vinculada-a-la-cia El padre del actual embajador en los Estados Unidos es uno de los 26 ex funcionarios de la última dictadura que cobra jubilaciones de privilegio. Hoy pertenece a una ONG con sede en Miami y con vinculaciones con la CIA. Por Redacción APU “La recuperación de la república en la Argentina es un aliciente para extenderla a los países bajo el llamado 'socialismo del sigo XXI'. En ese sentido, la promesa de Mauricio Macri de llevar al seno de las entidades regionales (OEA, Unasur y Mercosur) la situación de Venezuela, a la que considera una dictadura al margen de los recaudos democráticos de esos organismos, es sumamente alentador”. Así festejaba el triunfo de Cambiemos la ONG en la que se desempeña el padre de Martín Lousteau. Guillermo Lousteau, padre del actual embajador macrista, es además uno de los 26 ex funcionarios de la última dictadura que cobra jubilaciones de privilegio. Según indica Diario Z, una investigación de la Unidad Fiscal de Investigación de Delitos de la Seguridad Social reveló a que entre otros figuran ex ministros, secretarios de Estado y directores del Banco Central. Lousteau padre se desempeñó como secretario de Turismo entre 1981 y 1982. En la lista también figuran los abogados Roberto Durrieu (ex subsecretario de Justicia) y Ricardo Yofre (subsecretario general de la Presidencia durante el régimen de Jorge Rafael Videla y hermano mayor del ex jefe de la SIDE, Juan Bautista Yofre). 30 Como para no perder actualidad, Guillermo hoy figura en el Directorio y el Consejo Consultivo del Instituto Interamericano para la Democracia (IDD), una ONG con sede en Miami y vinculaciones con la CIA y con la Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos (USAID), según las denuncias de varios gobiernos. La misma se presenta “en defensa de la democracia, los derechos humanos y los valores de la libertad”. Centra su lucha contra Cuba y todos los gobiernos que padezcan el “síndrome populista”, según calificó su propio director, Carlos Alberto Montaner. Venezuela, Ecuador, Bolivia y –hasta hace poco- la Argentina, eran el blanco de las críticas. En línea con la política exterior del gobierno macrista (del que Lousteau hijo es embajador en EEUU, claro) la IDD se pronunció “a favor de la activación de la carta democrática interamericana en Venezuela”. Queda claro que la relación del dirigente de Eco y ex-opositor del PRO es más profunda de lo que muestra en sus declaraciones. Y que son parte de un entramado internacional que lo llevaron a ocupar la sede diplomática en Washington. Martín Lousteau Guillermo Lousteau Artículos de coyuntura, de análisis y reflexión El mito de la democracia (I) http://www.portaloaca.com/articulos/politica/11996-el-mito-de-la-democracia-i.html Esto no es una terapia narrativa disidente, sino una crítica concreta a la democracia representativa, sus mitos y quienes la exaltan mediante el llamado generalizado por una “necesaria participación” en los distintos procesos electorales en el mundo, ejemplificando con la elección de la Asamblea Constituyente del 5 de junio pasado en la Ciudad de México, las votaciones nacionales en España, la coyuntura electoral en Australia y las campañas de sabotaje por diversos grupos anti-sistema ocurridos en Sydney, y a la par de ello, enfatizando la rabia, confrontación y lo absurdo de los dos ejes potenciales en el proceso electoral de Estados Unidos que se aproxima en noviembre de 2016. He dividido el ensayo en cuatro partes. La primera parte contempla un análisis filosófico al concepto democratizante y la retórica discursiva de quienes lo sostienen, en la segunda integro los fenómenos políticos del trending topic de este año, para concluir con algunos apuntes desde la psicología de masas en torno a la mass-media. Las alternativas organizativas para una democracia directa y comunitaria serán la commedia é finita de este ensayo. I 1: Para la esfera democratizante, el héroe absurdo y mundializado. Todos los conflictos de la política prostituida llevan una forma esférica de poder, donde todos sus elementos se encuentran idénticamente a la misma distancia del centro, es decir, equidistan del punto creador de la estructura. Ingenuamente, algunos pensarán que nos encontramos dentro de esta esfera y que la participación en los procesos de la democracia 'prostituyente' es vital para el futuro como habitantes de tal o cual territorio, pero no se han percatado que jugamos el papel de Sísifo en esta relación geométrica (y mítica) de Estado-sociedad. Empujamos y llegamos a cargar en nuestras espaldas esta esfera vital para y conformada por los 'otros', pero sin un valor significativo para el 'nosotros'. Una piedra de proporciones colosales que al 31 arrastrarla a la cúspide del monte, cae por su propio peso, haciendo que el individuo una y otra vez la lleve a la cima sin buscar otra alternativa. Más que entender este acto monótono como un castigo de los dioses (y gobernantes), Sísifo lo considera como un acto puro del corazón humano por el cual cree lograr la negación de sus tormentos para convertirse en un héroe contradictorio. Es un vicio del individuo llevar la piedra titánica de la historia "democrática" sin siquiera entenderla. ¿Quién quiere ser el primero en hacer la cuesta de Sísifo en el Popocatépetl o en el Monte Kosciuszko? 2: Nacimos dentro de la democracia... ¡y no hay más! Esta prostitución democrática es la más alta expresión de la centralización política y el totalitarismo ontológico de nuestros tiempos, además, representa de forma antitética a las libres decisiones –y asociaciones- ya que desde nuestro nacimiento, es bajo su democracia el único sistema al cual podemos "pertenecer". No estamos acostumbrados a tratar de organizar la vida pública mediante asambleas, consejos o comités territoriales sino es hasta que surge alguna problemática en los intereses inmediatos de la gente, provocando la confrontación entre la sociedad y el Estado, que para el pensamiento zapatista es una dialéctica perpetua entre la resistencia y el autoritarismo, siempre y cuando el ser humano continúe reproduciendo los mecanismos del capitalismo mundial (y hasta intergaláctico). Psicológicamente, su democracia es el supramecanismo que genera una inconsciente (pero efectiva) aceptación –o resignación rutinaria- del pueblo hacia sus dirigentes, bajo la fundamentación de que “es el pueblo quien elige a sus gobernantes”. Digamos que esta explicación puede resumirse en que la democracia representativa anula la conciencia real sobre el tiempo, rebasando mediante la retórica todo el contenido histórico de las distintas expresiones políticas en el espectro, dejando visible únicamente el aspecto vertical de ésta. En la democracia, se intenta erradicar la inmensa variabilidad de las expresiones organizativas del pasado humano a través de diversas instituciones, por tanto, el conocimiento histórico se vuelve confuso para los gobernados. La educación es la muestra más clara, por ejemplo, la mediocre enseñanza de la historia de la filosofía nos ha enseñado sobre la democracia única y solamente eso: la historia de la democracia. La pureza de los seres humanos impera ingenuamente (a Diógenes no le gusta es esto). 3: La santa trinidad de la democracia. Existe una fórmula discursiva de la cual maman y se nutren los gobiernos del nuevo siglo, cual feto y su cordón umbilical al organismo de la madre. Enunciar "progreso-democracia-libertad" guarda también un objeto indirecto en su cauce conceptual. Analicemos en nuestro pizarrón mental dicha fórmula: "el progreso de las naciones se obtiene con el ejercicio de la democracia, y esta a su vez practicando la libertad de uno y de los demás". Si tomamos clases básicas de español, tenemos que preguntarnos obligatoriamente por un elemento invisibilizado en la oración: ¿para quién es el progreso y la práctica la libertad?, ¿es sinónimo de libertad que hayan decenas de partidos políticos en nuestra boleta electoral? La respuesta puede llevar a una revuelta inconmensurable. 4: De que los memes son más democráticos que la misma democracia. Siendo así, el voto en esta democracia representativa es únicamente eso, una mera representación intangible de nuestras necesidades. Votamos por imágenes, discursos y spots televisivos que no entendemos, nunca por acciones políticas concretas. ¿Por qué mejor no votamos por los memes, que son más divertidos y placeros que la clase política?, ¡ah no, esperen!, si cuando es tiempo de elecciones lo que más abunda son los memes, apaciguando la crítica al concepto de democracia. ¿Qué alternativas hay para contrarrestar el control totalizador de quienes festejan sus elecciones como opíparo festín, mientras los votantes prefieren fabricar y compartir memes de los candidatos a las ternas del parlamento? 32 Demián Reyes El campo en oferta Del campo a la guarida fiscal http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-303421-2016-07-05.html Empresas radicadas en guaridas fiscales como islas Caimán, Hong Kong o Andorra dominan una de cada 16 hectáreas de campos argentinos en manos de extranjeros. El Gobierno modificó por decreto la Ley de Tierras para promover la extranjerización. Por Tomás Lukin La red global de servicios offshore no se limita a administrar cuentas bancarias secretas o crear empresas pantalla para controlar activos financieros no declarados: compañías radicadas en guaridas fiscales como Islas Caimán, Uruguay, Hong Kong, Liechtenstein, Andorra, Vírgenes Británicas y Luxemburgo controlan 1,1 millones de hectáreas de territorio rural argentino. Los datos del Registro Nacional de Tierras Rurales a los que accedió este diario revelan que una de cada 16 hectáreas en manos de extranjeros son administradas a través de firmas emplazadas en jurisdicciones del secreto. Los cambios a la reglamentación de la ley de tierras rurales dispuestos la semana pasada por el Gobierno promueven el proceso de extranjerización. La eliminación de la intervención de la Unidad de Información Financiera y la AFIP ante incumplimientos a la legislación facilita la canalización de operaciones a través de las opacas estructuras provistas por los paraísos fiscales. La extensión de tierras rurales controladas por sociedades offshore representa 55 veces la superficie porteña. La legislación aprobada a finales de 2011 para regular la adquisición de tierras rurales por parte de extranjeros estableció el 15 por ciento como límite a la tenencia de tierras en manos de esos inversores. En la actualidad, el territorio controlado por inversores del exterior alcanza al 6,1 por ciento del total nacional, es decir unas 16 millones de hectáreas. Bajo el argumento de “facilitar y posibilitar las inversiones en el país”, el Gobierno flexibilizó por decreto el jueves pasado los controles dispuestos por la Ley de Tierras Rurales para la venta de propiedades a extranjeros. Prácticamente el 80 por ciento de la superficie de tierra rural extranjerizada del país se encuentra en poder de 253 individuos y sociedades que representan al 1,6 por ciento del total de los propietarios extranjeros. Los últimos relevamientos oficiales muestran que, con casi tres millones de hectáreas, los estadounidenses encabezan el listado de dueños de tierras seguidos de los italianos y españoles. En cuarto y quinto lugar se ubican dos reconocidas guaridas fiscales: Suiza y Uruguay. Los datos disponibles no permiten determinar qué porción de esos terratenientes suizos y uruguayos son genuinos y cuáles estructuras societarias pantalla radicadas en esas jurisdicciones controladas desde otro país. Para “promover” las inversiones extranjeras y como antesala a una profunda modificación de la ley vigente el gobierno de Macri flexibilizó las exigencias para que una persona física o jurídica extranjera compre tierras rurales. La ley estableció que los inversores foráneos que pretenden adquirir territorios en el país deben tramitar previamente un certificado de habilitación ante el Registro de Tierras. En esa documentación busca garantizar el cumplimiento de las limitaciones a la extranjerización dispuestas por la ley que los legisladores del PRO se abstuvieron de votar a fines de 2011. De acuerdo a la normativa, el 15 por ciento del territorio nacional puede estar controlado por extranjeros, esas empresas no pueden adquirir tierras rurales que limiten o contengan cuerpos de agua de envergadura y 33 permanentes, y se dispone un tope personal de 1000 hectáreas en zona núcleo, o su equivalente en cada provincia. El decreto del gobierno no modificó esas restricciones pero abrió la puerta para se puedan realizar transferencias de acciones a extranjeros solo “comunicándole” al Registro la operación sin requerir de un certificado de habilitación. Un documento del Centro de Estudios Patagonia advierte que la nueva normativa precisa a los interesados en saltarse las limitaciones cómo deben hacerlo: si la persona física o jurídica supera los límites del artículo10 de la Ley 26.737 (las restricciones vinculadas a cuerpos de agua y las 1000 hectáreas) esta dispone de 90 días para readecuarse a la ley transfiriendo a sociedades controladas la propiedad de la tierra o modificando el tipo de explotación. [email protected] Entender o no entender… ese es el dilema/La guerra mediática Fernando Buen Abad Domínguez Rebelión/Universidad de la Filosofía https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214201 “Estamos a tiempo”. Pronunció Walter Martínez [1] el “Discurso de Orden” [2] en la entrega de los premios de periodismo 2016 en la República Bolivariana de Venezuela. Walter fue receptor de tal premio, una vez más, por sus aportes al periodismo latinoamericano y a la “batalla de las ideas”, también con herramientas de comunicación e incluso dentro de los llamados mass media. Es imposible reseñar el total de los temas tratados en tal discurso, pero es indispensable subrayar uno de ellos que es preocupación permanente de Martínez y tema obligado para un continente acosado por las bases militares y las “bases mediáticas” que operan con toda impunidad e impudicia: La guerra mediática o de "cuarta generación”. En “pleno desarrollo” (Walter Martínez Ipse dixit). Lo que en la ceremonia de premiación tuvo formato de “conferencia magistral”, cumplió con volver a martillar sobre un yunque de principios y de acciones donde es necesario labrar el plan conjunto de los pueblos revolucionarios hacia un frente de unidad para la defensa y para la vanguardia de la comunicación emancipada y emancipadora. La guerra mediática no es una ficción de mentes conspirativas, no es una pesadilla hija de la indigestión, no es un ataque paranoico ni es un destilado de morbos pensados para vender miedos rentables. Aunque a no pocos les parezca exagerado, inverosímil o inaceptable. Todas las formas del énfasis y todas las tácticas y estrategias discursivas (pertinentes al formato expositivo desplegado por Walter Martínez) fueron usadas para abrir cabezas y despejar nubarrones… la guerra mediática está en marcha y sólo faltó tomar por las solapas a los asistentes y sacudirlos para reiterar lo urgente y alarmante de la situación enredada con nuestras debilidades y nuestras confusiones que, a granel, generan frenos, desvíos y extravíos costosos, peligrosos y suicidas. Una y otra vez el acento en el discurso de Walter Martínez tuvo referencias en las fuentes de información militar pero fue escrupuloso en esclarecer la importancia excluyente la amalgama cívico-militar, de la movilización popular y su carácter revolucionario inspirado por las ideas y la práctica de Hugo Chávez y su apuesta por el socialismo. En ese discurso no hubo tiempo suficiente para profundizar, eso lo advirtió el propio Walter desde el principio y su advertencia no fue un simple gesto de cortesía, por el contrario, fue una 34 ventana al realmente enorme problema y un alerta pertinaz para entender la dimensión exacta de una guerra super-dinámica que se nos va de las manos, se nos va de la vista se nos va y nos inunda incluso cuando nos “entretenemos” con la “tele”. Y más allá de las limitaciones del tiempo y de propio formato de la exposición, quedó bien claro que es urgente asumir esa guerra mediática como una prioridad de investigación y como urgencia de acción en momentos en que se llenan los imaginarios con el terrorismo mediático basado, por ejemplo, en convencernos de que la década ganada llegó a su “fin de ciclo”. Que la revolución no es permanente. Aunque parezca increíble, a pesar de las miles de evidencias y consecuencias que la guerra mediática ha tatuado en nuestra historia reciente, todavía no es materia obligatoria ni agenda prioritaria en los centros de enseñanza ni en los frentes de lucha. Exculpemos a las excepciones. Todavía es necesario tocar miles de puertas y no pocas veces soportar algunos gestos de fastidio por insistir en la obligación de tomar en serio todo plan de ataque mediático para saquearnos y explotarnos mientras nos convencen de que lo “hacen por nuestro bien” y de que debemos estar agradecidos cuando nos humillan y cuando nos ahogan con mentiras, ignorancia e ideología chatarra. Historia, por cierto, nada nueva. No entender la importancia de la guerra mediática, no comprender su extensión y duración, sus escenarios visibles e invisibles, sus bases materiales y sus bases subjetivas, sus escuelas, sus tradiciones teóricas, sus bibliotecas y sus centros de investigación… es tan irresponsable y tan suicida que no nos quedará margen de lamento ni tiempo para lloriquear las consecuencias que imaginamos y las que no. Eso lo sabe Walter Martínez y por eso insiste, como se debe, en hacer de su insistencia militancia y persistencia que, con su estilo y con su historia, abre oídos donde otros no pueden. No entender la importancia de la guerra mediática, no combatirla y no derrotarla, pone en evidencia un flanco débil, un descuido, una banalización o una falta de conciencia que no podemos permitirnos más tiempo. No nos ha servido la improvisación, no nos ha servido el voluntarismo, no nos ha servido el auto-halago, no nos ha servido el empirismo… ya nos han derrotado incesantemente. Los pueblos cuentan con fuerzas inmensas para ganar la guerra mediática, hay muchas experiencias y muchas ansias sólo nos falta derrotar la desorganización y la crisis de dirección. Es verdad “estamos a tiempo” y por eso no hay tiempo que perder. Notas [1] 27 de junio 2016 Salón Ayacucho Palacio de Miraflores, Venezuela. [2] https://www.youtube.com/watch?v=T3l1tmHfWIA Temer anuncia más medidas impopulares en Brasil http://www.elclarin.cl/web/noticias/internacional/19480-temer-anuncia-mas-medidasimpopulares-en-brasil.html El mandatario provisional de Brasil, Michel Temer, anticipó hoy que "a partir de cierto momento" no dudará en comenzar a aplicar medidas antipopulares si estas sirven para mejorar el país. La advertencia fue lanzada durante el discurso de inauguración del Foro Global del Agronegocio 2016, en Sao Paulo, en el que Temer se refirió a sus proyectos para después de agosto, cuando concluya el juicio político de la apartada presidenta constitucional de Brasil, Dilma Rousseff. 35 Mi objetivo no es electoral, dijo y aseguró que si logra extender su mandato (como consecuencia de la separación definitiva de Rousseff) por dos años y medio, y en ese lapso consigue poner al país en marcha "para mí basta", reseñó la Agencia Brasil. El gobernante en funciones se refirió asimismo a su interés por viajar por varios países para incentivar las inversiones en la economía nacional, así como a la importancia que para esta reviste el agronegocio, el cual -precisó- representa más de un 40 por ciento de las exportaciones y cerca de 20 puntos porcentuales del PIB. Admitió además que el reajuste de los salarios para el ramo judicial, el Ministerio Público y otros sectores que consideró esenciales, el cual costará al país 60 mil millones de reales (más de 18 mil millones de dólares) hasta 2019, tuvo como propósito evitar huelgas cuyas consecuencias serían "desastrosas", valoró. Por otra parte, significó el hecho que en su poco tiempo de gobierno consiguió establecer una conexión entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, lo cual consideró fundamental. En ese sentido, el diario digital Brasil 247 publicó hoy una nota en la cual señala que el paso de Temer por el poder le está costando caro al país, pues solo en el mes de junio destinó 669 millones de reales (más de 200 millones de dólares) a la enmiendas parlamentarias. Para que se tenga una idea, explicó la publicación, en junio del pasado año tales gastos no rebasaron los 57 millones de reales (alrededor de 17 millones y medio de USD). Rehacer Europa Por Serge Halimi* http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/rehacer-europa/ onald Tusk, presidente del Consejo Europeo, se debe arrepentir de haber asimilado un eventual voto negativo de los británicos a un “inicio de destrucción no sólo de la Unión Europea (UE) sino también de la civilización europea” (1). Sin embargo, la victoria del Brexit representa un fuerte golpe para todo el Viejo Continente. Porque esta vez va a ser difícil ignorar el sufragio universal apoyándose en una clase política impugnada por el resultado del referéndum del 23 de junio para remendar un acuerdo rechazado por el pueblo. Nadie imagina en Londres una negación democrática tan flagrante como la que fue perpetrada en Francia y en los Países Bajos después del voto negativo de mayo y junio de 2005 sobre el Tratado Constitucional Europeo. También es dudoso que a los británicos se los pueda tratar con el desprecio que se trató a los griegos, que, como respuesta a su pedido de reorientación del rumbo de la UE, fueron asfixiados financieramente y obligados a aceptar una purga social con desastrosos efectos económicos (2). Un gran mercado En 1967, el general De Gaulle se opuso a que el Reino Unido ingresara en la Comunidad Europea porque rechazaba “la creación de una zona de libre comercio en Europa Occidental, en función de la zona atlántica, que le quitaría a nuestro continente su propia personalidad”. De todas maneras sería injusto imputarle sólo a Londres la responsabilidad de semejante supresión, dadas las complicidades que encontró en Berlín, París, Roma, Madrid… A punto tal de que no se entiende demasiado cuál es la “personalidad”, cuál es la especificidad que aún defiende la Unión Europea (Cassen, pág. 22). De hecho, resulta esclarecedor que, para intentar evitar la salida del Reino Unido, la UE haya aprobado sin mayores dificultades una 36 disposición que hubiese suspendido las ayudas sociales para los trabajadores de otros países europeos, y otra que le hubiese otorgado una protección reforzada a los intereses del sector financiero. Proyecto de elites intelectuales nacido en un mundo dividido por la Guerra Fría, la UE se perdió hace un cuarto de siglo una de las grandes bifurcaciones de la historia, otro proyecto posible. La caída de la URSS le ofrecía al Viejo Continente la oportunidad de volver a fundar un proyecto capaz de satisfacer la aspiración de los pueblos a la justicia social y a la paz. Pero hubiese sido necesario no tener miedo de deshacer y reconstruir la arquitectura burocrática erigida subrepticiamente por fuera de las naciones, cambiar el motor librecambista de esta máquina. La UE le habría opuesto entonces al triunfo de la competencia planetaria un modelo de cooperación regional, de protección social, de integración por lo alto de los pueblos del ex bloque del Este. Pero en vez de una comunidad creó un gran mercado. Lleno de comisarios, de reglas para los Estados, de castigos para los pueblos, pero completamente abierto a la competencia desleal para los trabajadores. Sin alma y sin mayor voluntad que la de complacer a los más acomodados y a los mejor conectados de las plazas financieras y las grandes metrópolis (3). La UE ya sólo alimenta un imaginario de penitencias y austeridad, inevitablemente justificado por el argumento del mal menor. No se tomará conciencia de la dimensión de la protesta que acaba de expresar el voto británico calificándolo de populismo o de xenofobia. Tampoco es recortando aun más las soberanías nacionales a favor de una Europa federal que casi nadie quiere que las elites políticas autistas y desacreditadas van a responder al enojo popular que acaba de liberarse en Reino Unido, y que crece en los demás países… 1. “Brexit could threaten western political civilization, says EU’s Tusk”, BBC World, 13-6-16. 2. Véase “La Europa que ya no queremos”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, agosto de 2015. 3. El voto de clase se confirma. Véase “EU referendum results in full”, www.theguardian.com * Director de Le Monde diplomatique. ¿Qué es hoy soberanía? Por Gabriel Puricelli* http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/que-es-hoy-soberania/ Si hay un concepto esencial de la filosofía política que ha experimentado los cambios más profundos en el devenir histórico, ése es el de soberanía. Cabe, entonces, preguntarse qué significa hoy realmente, cuando la globalización hizo astillas la antigua organización de los Estados-nación. ocos significantes están tan presentes en la conversación pública como el de soberanía, y pocos también tienen significados tan variados. La polisemia no se origina tan sólo en su uso dentro de los distintos discursos ideológicos disponibles, sino en un desajuste creciente entre el significado pasado de la palabra y los cambios que ha sufrido la realidad a la que le daba nombre. Aun cuando presenta estos contornos borrosos o estas distorsiones cronológicas, la soberanía es tanto un objeto de discusión como –sobre todo– un fenómeno que se pone en cuestión y en tensión a diario, aunque no se lo nombre o no se tenga explícitamente en cuenta cómo lo afectan las prácticas cotidianas de los actores económicos o la política exterior de los gobiernos. El desajuste más marcado hace referencia a la imagen de la soberanía que está incorporada 37 al sentido común y que remite a los planisferios con división política que usaban nuestros docentes de geografía cuando íbamos a la escuela. Representada así, la soberanía cabe en un territorio limitado por una línea de puntos en el papel y defendido por una fuerza armada en el mundo real. Ese imaginario persiste con fuerza y es reproducido todos los días en las aulas de nuestras escuelas, impávidas frente a lo que significó para esa definición de soberanía la creación de lo que hoy es la Unión Europea, en 1957, y de lo que hoy es el Mercosur, en 1991: en los dos casos, un grupo de países encapsuló el conflicto a que daba lugar la disputa acerca de dónde se dibujaba una línea de puntos y redefinió parcial pero decisivamente la idea de soberanía. Si la Unión Europea y el Mercosur son, entre otras cosas, arreglos que previenen la reiteración o el estallido de la guerra, lo son porque en lugar de delimitar soberanías nacionales en un juego de suma cero, las superponen, en un juego de suma positiva. Lo nacional y lo global Ese imaginario que aún tiene tanta fuerza sólo se puede adjetivar como anacrónico por su incapacidad de describir lo que sucede en el mundo hoy, pero es totalmente contemporáneo en su uso político. Tanto los nacionalismos xenófobos en Europa, como el nacionalismo blanco que encarna Donald Trump en EE.UU. están fijados en una fotografía sepia que, paradójicamente, tiene enorme productividad política. Menos transparente es la relación entre ese imaginario y las retóricas integracionistas que estuvieron en boga y siguen teniendo fuerza significativa en América del Sur. La retórica de la Patria Grande tiene un núcleo de buen sentido que pone en tela de juicio las fronteras que separaron a los países del subcontinente en el período poscolonial. Pero éste convive con una mirada que muchas veces identifica los efectos nocivos de la globalización exclusivamente con un país, que invoca una noción vulgar de imperialismo como declinación de imperio, más que como “etapa superior del capitalismo”. Seguramente el problema viene de antes. El concepto viaja mal a través de las épocas. Cuando empezó a tener uso, la soberanía provenía de un dios, y estaba en cabeza de un monarca. Cuando la Revolución Francesa puso la soberanía en manos de los ciudadanos, se volvió más difícil de asir, pero el Estado-nación proveyó una imagen singular que facilitó reemplazar imaginariamente al monarca. La democracia representativa vino a reforzar ese reemplazo y la rutina eleccionaria lo renueva cada vez que votamos por el líder y el Parlamento de un país. Mas esa rutinización nos prepara mal para ejercer colectivamente la soberanía en un contexto de globalización, para representarnos un campo de fuerzas en el que se inscriben nuestras vidas y que excede (largamente) lo nacional. Pocos síntomas de disonancia cronológica son tan vívidos como la cobertura mediática de los avatares de algunas celebrities, cuya arena espectacular es global, pero que son retratadas desde su condición supuestamente esencial de argentinas. Máxima Zorreguieta o Jorge Bergoglio son presentados bajo esa luz, aun cuando sus trayectorias ponen en evidencia que la soberanía ni la capta ni la fija el pasaporte. Por el contrario, Bergoglio, en su papel papal, confiere un liderazgo particularmente eficaz a la que es, a la vez, la más arcaica y la más posmoderna de las instituciones. Una agenda arcaica, asediada en un flanco por la secularización y en el otro por la competencia de otros credos, se despliega globalmente con una combinación de diplomacia global idealista, hecha exclusivamente de poder blando, y un lobby conservador en cada escenario nacional, donde no se priva de blandir la amenaza de volcar la opinión pública en contra de cada gobernante electo. Dice Saskia Sassen que “los procesos y las formaciones globales pueden, y logran, desestabilizar la jerarquía de escalas centradas en el Estado-nación” (1). Eso implica que si somos representados sólo a escala nacional (y no vivimos en el centro de un país central), no hay modo de garantizar derechos adquiridos, ni de conquistar nuevos. Por lo tanto, la soberanía en este siglo que comenzó, según Eric Hobsbawm, con la disolución de la URSS, puede entenderse como la capacidad de un colectivo ciudadano inscripto en un Estadonación de alcanzar las condiciones de vida a las que aspira actuando en un campo de fuerzas que excede ese Estado-nación. 38 El capital trasciende las fronteras Si esta perspectiva tiene sentido, el Estado de Bienestar puede ser visto como el máximo despliegue posible de las aspiraciones de las mayorías en la plenitud del Estado-nación, antes de que éste fuera irreversiblemente desestabilizado y desplazado de la cúspide de la jerarquía de escalas de la que habla Sassen. El Estado de Bienestar representó (si se nos permite lo marxiano) un parcial favorable en la lucha de clases, pero el capital (también marxianamente) demostró que su condición revolucionaria no se había agotado en el derrocamiento del Antiguo Régimen, y que era largamente capaz de proseguir su acumulación sin la férula de las regulaciones nacionales. En un mundo así, se debilita la identidad (nunca perfecta) entre los intereses de la General Motors y los de Estados Unidos. O entre los de Odebrecht y los de Brasil, para hablar de una ruptura más reciente, las esquirlas de cuya explosión hieren a todo un subcontinente. En un mundo así, el aislacionismo es una quimera y no se puede disfrazar de regionalismo: la región como un Estado-nación más grande es un proyecto fallido desde el vamos, ya que su escala no da la talla de los flujos que es necesario regular para evitar la producción continua de desigualdad. Los procesos globales, que no son nuevos, conviven y convivirán seguramente por el tiempo que nos toque vivir con las formas nacionales, que son sólo un poco más viejas. El futuro que nos toca es menos radicalmente nuevo que lo que el tecno-optimismo pretende pintar, pero es necesario captar plenamente todo lo que tiene de novedad para actuar en él con posibilidades de moldearlo de acuerdo a lo que consideremos deseable. Las formas nacionales, que son también formas de representación política, tienen una rigidez que contrasta con la fluidez absoluta del capital, que se presenta en acto. Ello no quiere decir que estén derrotadas de antemano: cuando los gobiernos nacionales se preocupan por pensar más allá de la coyuntura, producen atisbos de estrategias que dan cuenta del desafío del capital. Nos arriesgamos a pensar que Ralph Miliband vería en el G20 un germen de “capitalista colectivo” (2) bosquejando una autonomía relativa frente a los capitales globalizados que siempre arriesgan matar la gallina de los huevos de oro. En ese plano también los reflejos adquiridos chocan con la conciencia de lo nuevo: el núcleo duro del G20, el G7, no está convencido de que haya que hacerles lugar a los ciclotímicos BRICS ni a los otros ocho invitados a la mesa, que incluyen desde el principio a Argentina. América del Sur encarnó también las posibilidades y las contradicciones de esta fase de la globalización. Brasil proyectó todo su poder blando con el activismo internacional de Lula y con el efecto material en la región y en el mundo de la incorporación de 40 millones de brasileños a la esfera del consumo y de las dos comidas diarias. Venezuela rentabilizó con Petrocaribe todo el poder duro que le dio el petróleo mientras el precio del barril de crudo voló cerca de los tres dígitos. Perú y Chile perfeccionaron su especialización productiva para anclarse más firmemente en el océano que será el centro económico y gravitacional del planeta que viene. Argentina no estuvo en condiciones de proyectarse con las fuerzas que debió ahorrar para lidiar con su recuperación doméstica, pero consolidó su perfil de buen ciudadano en el ámbito multilateral y logró capitalizar con creces una trayectoria de larguísimo plazo al ser reconocida como un par en la mesa del G20. A nivel regional, se buscó maximizar la autonomía, creando un foro político en el que el reaseguro era la ausencia de EE.UU. (la Celac) y estableciendo la Unasur, que se ganó sus primeros galones gestionando una salida pacífica y sin intervención extrarregional a la espiral de enfrentamiento entre la Colombia de Álvaro Uribe y la Venezuela de Hugo Chávez. Sin embargo, todo cuanto se avanzó en iniciativas políticas se ve empequeñecido por el estancamiento de las iniciativas pre-existentes: el Mercosur y la Comunidad Andina. En ambos casos, la retórica de la integración no logra disimular que no se avanzó hacia la unión aduanera, en el primer caso, ni se impulsaron iniciativas complementarias con la inserción de cada país a partir exclusivamente de sus ventajas comparativas. 39 Fracasos y triunfos del Mercosur El caso del Mercosur es particularmente elocuente: se avanzó tanto y tan poco como lo ha requerido el comercio intra-empresa de los grupos industriales que tienen enterrado capital en Brasil y Argentina y se retrocedió tanto como lo determinaron las reacciones proteccionistas a la crisis global de 2008-2009, que no distinguió socios de competidores, y la total ausencia de coordinación de políticas macroeconómicas entre esos mismos países. El saldo histórico positivo de esta experiencia sigue siendo la desactivación definitiva de las hipótesis de conflicto y la transformación de las fronteras, antiguas líneas de fractura, en zonas de ósmosis. Con cinco ciudades globales (según el índice confeccionado por la revista Foreign Policy basado en la definición de Sassen) y áreas de frontera que ya no son sinónimo de peligro, sino de oportunidad económica (3), América del Sur tiene excelentes condiciones de partida para insertarse en términos soberanos, ventajosos para la mayoría de sus ciudadanos, en los procesos globales. Cuenta con la inteligencia para pensar el modo, tanto la que producen día a día centros académicos que desarrollan investigación pertinente, como la que atesora la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). La inercia nacional y la crisis como modo existencial de alguno de los países de la región conspiran contra ello: la persistencia de un patrón donde las decisiones de inversión siguen exclusivamente el plan de negocios de las transnacionales (sean éstas basadas en el exterior o multilatinas) facilita y justifica la acción de gobiernos cuyos líderes creen en el efecto benéfico del “derrame” de los beneficios económicos de los grandes inversores. En la versión más extrema de esa visión, los inversores extranjeros son los únicos soberanos y la única fuente del crecimiento. El uso de metáforas animistas como la “lluvia de inversiones” no es más que el emergente de una concepción y puede transformarse en moneda retórica corriente con facilidad, porque (en última instancia) viene a hacer el relevo de una retórica de la integración que está anclada en logros concretos muy poco significativos. Y ya que hablamos de retórica (lo cual no implica menospreciar, dados los efectos performativos que la retórica siempre tiene) también es prudente rechazar la tentación de presentar como enteramente contrapuestos el proyecto del Mercosur y el de la Alianza del Pacífico. Lo primero es entender a cada uno como la respuesta a una dotación de recursos distinta y a un tipo diverso de inserción internacional posible en cada orilla de América del Sur. Presentar esos proyectos como visiones puramente ideológicas contrapuestas no sólo es una pésima descripción, sino que propone un framing en el que la idea de integración sale perdiendo. Dar dos pasos atrás después de haber dado uno adelante es la medida módica de los avances de largo plazo. Sin embargo, si los dos pasos atrás se dan luego de un período de estancamiento, el objetivo de un ejercicio soberano colectivo en el marco de los procesos globales se aleja. Un efecto paradójico del abuso de la retórica integracionista de la década pasada fue la desactivación de la demanda por una integración real, ya que ésta se daba por alcanzada. Sin caer en la ingenuidad de ignorar las fuerzas materiales que actúan para que el patrón productivo de América del Sur se adecue a la maximización de inversiones particulares, en detrimento de uno que garantice los derechos de las mayorías, se puede esperar que el abandono parcial de la retórica de la integración, en particular en el Mercosur, actúe como campana de largada para una demanda de integración inteligente, sin recelo en el futuro y despojada del reflejo de retornar a una “edad de oro” que nunca existió. Una palabra final para Estados Unidos, cuya poca presencia en este texto alguien podría calificar de omisión: hemos puesto énfasis en el capital, que (huelga recordar) no tiene bandera, en tanto limita las opciones soberanas disponibles y en tanto valoramos positivamente las ganancias de autonomía. La agenda estadounidense sigue buscando involucrar a la región en “guerras”: contra las drogas y contra el terrorismo internacional. La autonomía concreta frente a esa agenda no emanará tampoco de una retórica: depende de resolver correctamente los desafíos que hemos planteado en la mayor parte de estas líneas. 40 1. Saskia Sassen, Una sociología de la globalización, Katz, Buenos Aires, 2007. 2. Ralph Miliband, El Estado en la sociedad capitalista, Siglo XXI, México, 1970. 3. Alejandro Rascovan, “Integración regional y dinámicas transfronterizas: el ferrocarril internacional en la frontera argentino-brasileña. El caso del puente Agustín P. Justo-Getúlio Vargas”, mimeo, https://www.academia.edu/1291480/_Integración_regional_y_dinámicas_transfronteriza s_el_ferrocarril_internacional_en_la_frontera_argentinobrasileña._El_caso_del_puente_Agustin_P._Justo_Gètulio_, consultado el 21 de junio de 2014. * Coordinador, Programa de Política Internacional, Laboratorio de Políticas Públicas (http://lppargentina.org.ar). La soberanía, ayer y hoy Por Rafael S. Gagliano http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/la-soberania-ayer-y-hoy/ Los americanos piensan hoy sobre sus derechos, sin otra diferencia, que la que resulta de la mayor o menor precisión en sus ideas; y desde el ciudadano más ilustrado hasta el último menestral, todos se creen ofendidos cuando experimentan un acto de opresión y todos conocen la injusticia de las usurpaciones que han sufrido durante el régimen antiguo”. Así se expresaba Bernardo José de Monteagudo (1789-1825), promotor incansable del movimiento revolucionario e independentista. Su biografía constituye una valiosa guía para contextualizar el largo ciclo de las luchas por la Independencia americana desplegadas entre los años 1809 y 1826. Revolución e Independencia constituyeron los dos grandes impulsores de las conquistas de los derechos de los pueblos americanos en su más íntima estructura social. La Declaración y posterior Jura de la Independencia se hizo tanto respecto al rey de España como “de sus sucesores y metrópoli” y “de toda otra nación o dominación extranjera”. La Independencia constituye, pues, un grito sostenido ante el conjunto de las potencias coloniales del Viejo Mundo. En ese largo ciclo comienzan a disolverse las jerarquías sociales y culturales que habían sostenido el pacto de dominación de la vieja tradición española. Los letrados criollos y los sin-poder –los menestrales de Monteagudo– cambiaron sus costumbres civiles y, sin sentirse ni aristócratas ni plebeyos, comprendieron que los valores del mérito y la virtud ciudadana conformarían horizontes de libertad nunca antes recorridos. España estaba aún en América para 1816. Había tensiones en las subjetividades de vasallos y ciudadanos que en muchas ocasiones eran el mismo sujeto, a causa del desarrollo desigual de las prácticas consuetudinarias –lentas y poco propensas al cambio– y las luchas políticas y militares aceleradas por los ejércitos libertadores y la reconquista del espacio americano. Es bueno recordar los distintos planos en que se despliega la significación emancipatoria de la Independencia americana: político, económico, cultural y personal. Cada uno de estos registros cuenta con una temporalidad distinta y no siempre convergente con los otros planos del movimiento común. Durante el orden poscolonial hubo vasallaje sin vasallos y libertades sin ciudadanía por muchas décadas. De allí las dificultades de una síntesis superadora de la Independencia americana de escala continental que transcendiera el “divide et impera” con que los españoles habían formulado el pacto colonial. La Independencia jurada en Tucumán el 9 de julio de 1816 surgió en momentos de gran debilidad política y pobreza ostensible: Santa Fe, Corrientes y Entre Ríos, bajo la influencia criolla y popular de José Gervasio Artigas (1764-1850), caudillo “protector de los pueblos libres”, no formaron parte del Congreso celebrado en la provincia del mulato Monteagudo. 41 América del Sur tenía tres ejércitos españoles desplegados aún en su vasta geografía. La geopolítica europea había cambiado sustancialmente después del Congreso de Viena (18141815), la diplomacia de Metternich y el regreso de los absolutismos monárquicos. En conclusión, nada era auspicioso para declarar la Independencia, pero esta se alcanzó contra todos los determinismos del presente inmediato y proponiéndose como un proyecto hacedero en el compromiso de varias generaciones americanas. El documento firmado en Tucumán posee un carácter pedagógico inscripto en su naturaleza política: se trata de aprender a recuperar los derechos de los que han sido despojados los pueblos de las Provincias Unidas de Sud América. Como lo diría Monteagudo, “es libre el pueblo que quiere ser libre y no porque lo dejen serlo”. Voluntad y Bildung: emanciparse como afirmación de autonomía a través de una formación continua en la libertad del ciudadano. La Independencia constituía un hito fundamental que cerraba simbólicamente el contrato colonial para abrir un campo de nuevos problemas vinculados a la unidad territorial, la forma de gobierno y las políticas del nuevo Estado republicano. Los desafíos planteados fueron mucho más interesantes que los cancelados por la jura y los propios combates en la guerra de la Independencia. Fue necesario (re)construir un orden sociocultural para el que no había todavía una doxa o sentido común expresado en gramática o vocabulario propios. No había en la sociedad criolla de aquel vasto territorio una masa crítica de fuerzas sociales que alentaran un proceso constituyente, hecho que derivará en la falta de autoridades nacionales por más de tres décadas. Pero la Independencia del 9 de julio de 1816 se configuró como un pliegue de la historia común que permitió pensarnos durante los dos últimos siglos como una comunidad de iguales con memoria de derechos, compromisos y libertades. Un punto destacado de la constelación emancipatoria de la Independencia americana fue su capacidad de mezclar a las masas plebeyas, campesinas y también indígenas en las luchas soberanas junto con las elites letradas y los ejércitos profesionales. Cabría preguntarse cuánta acción política –con sus aprendizajes consiguientes– desplegaron las clases subalternas de la sociedad americana junto a los criollos herederos del poder político poscolonial. Tal vez, los acuerdos y desacuerdos posteriores entre las elites y los sin-poder nacieron de esa presencia protagónica y horizontal de conocimiento recíproco en las luchas por la Independencia. En la historia larga, las diferencias combinadas de entonces perseveraron como capital cultural intangible de la solidaridad americana. Monteagudo viene en nuestra ayuda con precisiones conceptuales de un nuevo léxico político de época que redefine el trabajo educativo en la producción de la subjetividad ciudadana. “Todos aman su patria, y muy pocos tienen patriotismo: el amor a la patria es un sentimiento natural, el patriotismo es una virtud: aquel procede de la inclinación al suelo donde nacemos, y recibimos las primeras impresiones de la luz, y el patriotismo es un hábito producido por la combinación de muchas virtudes, que derivan de la justicia. Para amar a la patria basta ser hombre, para ser patriota es preciso ser ciudadano”. Los sectores populares de la plebe urbana y rural –amantes de la patria o decididos patriotas– quedaron subsumidos en procesos y dinámicas históricos que les confirieron derechos a poseer proyectos como sujetos colectivos en el espacio público común. Las guerras por la Independencia tuvieron derivaciones impensadas para las costumbres consolidadas por la sociedad colonial pero comprensibles para el optimismo emancipatorio ilustrado. La Independencia abrió otras posibilidades de soberanía. Por ejemplo, los cuerpos de mujeres y hombres tuvieron un campo de expresividad que desafiaba las costumbres acendradas. Nuevas estéticas y sensibilidades en las relaciones sociales y de género se combinan con los procesos emancipatorios y la conquista de las libertades fundamentales. Dirigiéndose “A las Americanas del Sud”, Monteagudo las interpela con un discurso que fragua género y política: “Uno de los medios de introducir las costumbres, fomentar la ilustración en todos sus ramos, y sobre todo estimular y propagar el patriotismo es que las señoras americanas hagan la firme y virtuosa resolución de no apreciar, ni distinguir más que al joven moral, ilustrado, útil por sus conocimientos, y sobre todo patriota, amante sincero de la Libertad, y enemigo irreconciliable de los tiranos. Si las madres y esposas hicieran estudio de inspirar a sus hijos, maridos y domésticos estos nobles sentimientos; y si aquellas 42 en fin que por sus atractivos tienen derecho a los homenajes de la juventud emplearan el imperio de su belleza y artificio natural en conquistar desnaturalizados, y electrizar a los que no lo son, ¿qué progresos no haría nuestro sistema?”. Los cuerpos de las poblaciones subalternas, campesinos e indígenas, las muchedumbres de las plebes urbanas y rurales, los mestizos, criollos, mulatos, todos ellos inician un largo proceso manumitorio de las rigideces del cuerpo colonial, servil, sumiso y doblegado. Un nuevo cuerpo político soberano combina con nuevas representaciones del cuerpo del coraje, el trabajo libre y la incipiente independencia amorosa. Cielito de la Independencia Provenientes de las tradiciones orales y populares, los cielitos y diálogos patrióticos acompañaron el ciclo de la Revolución y la Independencia en el ámbito del Río de la Plata. El oriental Bartolomé Hidalgo (1788-1822) constituye la condensación literaria de ese linaje juglar y trovadoresco que acompañó las principales jornadas de la naciente vida independiente. Cielito, Cielito Que Del Hoy En Pues Proclaman cielito la y siempre alegría más es cielo del es una el la nueva mundo las se Provincias su cielo, cantad cielo, libertad. Nación presenta, Unidas Independencia. Sin contar todavía con una educación pública nacional, la transmisión cultural de base popular contaba con géneros tradicionales renovados para comunicar los cambios de la vida en común. El conocimiento estaba disperso y las distancias devoraban lejanías. Los Gobiernos de la etapa independiente inician un largo proceso por organizar y hacer operativo ese fondo común de saberes. Conforme al imperativo iluminista kantiano de salir de la infancia atreviéndose a conocer, la libertad fue descubierta tanto en los campos de batalla como en los salones de baile y tertulia, en los cantos de las pulperías y por cierto en las humildes aulas de la primera década de vida independiente. La escuela pública republicana nació en la preferencia de orientarse a personas y futuros como opciones de contrato pedagógico ciudadano. La independencia también se autoorganizó como cuestión cultural y educativa, aunque su significado suplementario pudo haber diferido en lugares y territorios. Los estilos de enseñanza de maestros de escuela como Mariano Cabezón en el norte diferían de los de Rufino Sánchez en Buenos Aires, pero un hilo común de resonancias simbólicas articulaba los primeros eslabones de un archivo cultural soberano. La escuela republicana proponía nuevas interacciones y combinaciones que no existían previamente en las dinámicas de las relaciones sociales coloniales. Y ese propósito conformó una comunidad más compleja y abierta al aprendizaje. Cielito, Se Porque Los Jurando Tenemos De Y cielito, acabarán ya grillos y nuestras hemos las la ser consolidar buenos la cantemos, penas, arrojado cadenas. Independencia obligación ciudadanos Unión. El sufrimiento derivado de la condición colonial se apagaba con el canto, los compromisos ciudadanos y el conocimiento de la unidad en la diferencia. Los efectos coloniales no podían desprenderse solo por la declaración y la jura de la Independencia, pero aquellos gestos 43 simbólicos abrían puertas para explorar nuevas soberanías. Los procesos emancipatorios surgidos de la escena fundante del 9 de julio de 1816, como punto de condensación emblemático, hacen entrar al territorio americano en un nuevo campo de significación, ya no como periferia poscolonial en ruinas, sino como un nuevo mundo por construir. Producen un dislocamiento de la sociedad estamental y de castas a la que le cuesta nombrar lo acontecido. Consolidan, por lo demás, la reterritorialización de los proyectos americanos de vida autodeterminada. A ese fenómeno de volver a habitar el suelo del nacimiento, de estar y permanecer en él de modo independiente, se le asocia la lucha por iniciativas identitarias de todos los grupos subalternos y sus sedimentadas representaciones coloniales marginales. Conquistar la autonomía, esto es, la capacidad de hacer lo que se necesita hacer en cada momento de la vida histórica, tuvo en la escuela pública y en la cultura popular lugares de posible realización. Una propuesta de educación afectiva y sentimental subyace al nuevo contrato de vida independiente para que esta devenga en campo de emancipaciones. La propuesta formadora incluía, tanto desde la tradición letrada como desde la oral popular, un saber sobre los intereses y una educación de las pasiones. Los pueblos americanos habían alcanzado la independencia pero debían construir todavía el ancho mundo de las emancipaciones posibles. Y tal horizonte demandaba hacer dialogar intereses y pasiones en comunidades afectivas republicanas. Todo Hace Si Y Cielito, Que Y Jamás fiel la a fomenta propende no en el que la a cielo cielo el Americano traición discordia Unión. Patria la la la está busque podrá la en cantemos, paz discordia encontrar. La experiencia social que abre el movimiento de la independencia favorece y estimula el uso público de la razón, la construcción de una opinión pública que despierte libertades dormidas. Cuando Mariano Moreno propone el Contrato social de Rousseau como texto escolar no pretende solamente que maestros y estudiantes lean otros libros, sino que puedan leerlos de otras maneras. Le importaba, como a muchos de su generación, suscitar nuevas sociabilidades que hicieran circular ideas, desarrollos experimentales, nuevas vitalidades. No era cosa sencilla institucionalizar un nuevo orden independiente, despejar malos entendidos y atender los problemas del 10 de julio. Recrear un ideario republicano con actitudes y estilos del viejo régimen abría escenas de emancipación de resultado incierto. La Independencia americana exigió denodados esfuerzos de traducibilidad de sus propósitos, modos de aprender a ver desde las lenguas y los ojos del otro. Y el ejemplo estuvo en el propio texto de la Declaración de la Independencia que fue traducido simultáneamente a las lenguas quechua y aymara, que eran habladas por los americanos del Noroeste y el Alto Perú. La vida común nació, pues, intercultural, y su fuerza radica en el propio origen. Conceptualmente, esa génesis despliega una lucha política centrada en justicia, libertad y derechos. Los fundamentos simbólicos de la Independencia se anticiparon a las bases materiales de las emancipaciones posibles, y ese proceso tuvo una dinámica que arrastró muchas residualidades de la vieja doxa colonial. Toda revolución e independencia deben luchar contra sus propios adanismos, las ilusiones de querer empezar todo desde cero. Descolonizar las identidades del viejo régimen, tomar en serio la práctica de comprender los extrañamientos y reconocer el nosotros que nos incluye de modo soberano, constituyó un largo trabajo que llega hasta el presente. ¡Viva ¡Viva Viva 44 la la Patria nuestra Patria, y la patriotas! Unión, Independencia, Viva la Cielito, Cielo Que el Es cielo más estrellado. nueva Nación! cielo del cielo hermoso del dichoso, Americano, Sud *Docente UNIPE y UBA. Tres sentidos “La emancipación puso a la escolaridad en el centro de sus preocupaciones. Una nueva nación suponía gestar un ciudadano en lugar de un súbdito; tarea a cargo de la escuela. Por otro lado, las disputas por la organización política entre los territorios independientes y los gobiernos que pretendían centralizar la conducción produjeron distintos ensayos autónomos de soberanía. En tercer lugar, hasta entonces, el dispositivo de enseñanza era el catecismo: un pastor poseía el libro, lo leía en voz alta, y el auditorio lo repetía. La incipiente producción de textos permitió leer en soledad a los educandos. Ciudadanía, autonomización e individuación fueron los sentidos que vincularon soberanía y escolarización.” (Myriam Southwell, investigadora de UNIPE) Khatchik “Todavía por DerGhougassian, el doctor mundo Diego en Relaciones es Internacionales unipolar” Herrera* “Hay Estados más soberanos que otros”, afirma Khatchik DerGhougassian, reconocido experto en política internacional y doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad de Miami. “La soberanía –explica– implica básicamente la no intervención en los asuntos internos de otros países y la existencia del Estado como único referente de las decisiones que se toman en la arena internacional. Aunque el mundo moderno no es imaginable sin su ejercicio, nunca existió una soberanía absoluta. Siempre existieron grados de soberanía de acuerdo con el contexto internacional.” “Desde la década de los 70, con la constatación de la interdependencia de las naciones y del auge de actores no estatales como multinacionales y movimientos de la sociedad civil, la soberanía está bajo mucha más presión. Hablar de soberanía de parte de los Estados en los mercados financieros, por ejemplo, sería incorrecto”, analiza el especialista. Además de los límites que los flujos de capital financiero imponen a las soberanías nacionales, DerGhougassian considera que existe un supersoberano: “Desde la perspectiva militar, económica y tecnológica, todavía el mundo es unipolar y hay una superpotencia. Más allá de que no crece al ritmo de China, Estados Unidos consume casi el 40% del producto bruto internacional”. Sin embargo, matiza, “las instituciones son factores civilizadores del comportamiento de los Estados. Ni siquiera el supersoberano se lanzó en la aventura de Irak en 2003 sin tratar de lograr algo de legitimidad internacional. Se tomó un año para convencer tanto a su propio electorado como al mundo de la necesidad de una intervención militar”. Entre los actores no estatales que ponen en discusión las soberanías nacionales, DerGhougassian incluye no solo a las empresas multinacionales sino también al crimen organizado y a organizaciones como Al Qaeda o el Estado Islámico. “Nadie dice que el Estado Islámico sea soberano y, sin embargo, actúa como tal”, sostiene. Y argumenta: “Hoy, la secularización de la política está cuestionada. Si uno lo piensa bien, de las tres religiones monoteístas, probablemente solo el cristianismo se ha secularizado. El Islam definitivamente no. En el caso de Israel, cada vez más el concepto de judaísmo es lo que define lo que en algún momento quiso ser un Estado secular. La religión pone ciertas limitaciones a la idea de la 45 soberanía del Estado, que no es una realidad universal sino algo muy propio de Occidente”. Así, pese a que hubo momentos de liderazgos seculares en Oriente, las religiones serían fuerzas profundas que en muchas sociedades nunca desaparecieron. A partir del inmenso éxodo sirio, el especialista también analiza: “Durante los siglos XIX y XX, en general las inmigraciones eran bienvenidas en todos los países. Hoy en día, la paradoja es que el movimiento de las personas está mucho más facilitado por los medios de transporte, pero este desplazamiento masivo es consecuencia de conflictos y se ve como algo ‘indeseado’. Ahora bien, solo es un problema para Europa y para tres países en Medio Oriente”. Y observa: “Por suerte, a pesar de toda la retórica antiinmigratoria y de cierto auge de la extrema derecha, hay un avance en el concepto de derechos humanos que hace difícil que los Estados se comporten de la forma en que se comportaron los Estados autoritarios y genocidas en su momento”. Para DerGhougassian nada escapa al mito, y las identidades nacionales forjadas en Latinoamérica podrían considerarse mitos exitosos. “¿Qué no es un mito? –se pregunta–. Todas las teorías, mientras nos ayudan a analizar mejor la realidad social, son válidas. Ahora, ninguna es la verdad. Todas tienen algo de mito. Y la política siempre recurre a él. Puede ser la identidad nacional, la hermandad latinoamericana y muchas cosas más. Lo importante es hasta qué punto esos mitos logran incluir masas en la política; y hasta qué punto se transforman en instrumentos de discriminación, de represión y de mayores crímenes contra la humanidad. Es cierto, la identidad nacional es un mito, pero también es un proceso social, político e histórico que generó cosas buenas y también nefastas.” En muchas escuelas argentinas conviven niños de distintas nacionalidades, pero DerGhougassian no considera que constituya necesariamente un problema la interpelación de esta población a través de ritos y símbolos patrios: “Mientras ese simbolismo no degenere en discriminación y en conflictos dentro de la propia sociedad, no me parece mal la idea de una integración a través de él. Al fin y al cabo, existe, por lo menos en nuestros países, algo que se llama ‘identidad nacional’. Es un progreso en la historia porque demuestra el éxito de un proceso de formación estatal y de homogeneización positiva de una sociedad muy distinta”. Y agrega: “Hay una identidad argentina, una uruguaya y una chilena. ¿Por qué hablamos de identidades distintas si en esos países se habla el mismo idioma y prácticamente tienen la misma fuente de inmigración y la misma religión? Se trata de un proceso económico, social y político complejo pero exitoso”. *Licenciado en Ciencias de la Comunicación y docente. Miembro del equipo editorial de la UNIPE. Antonio Elio Brailovsky, miembro de la defensoría del pueblo de la ciudad Nación, empresas y ambiente Además de escritor y economista especializado en historia ambiental, Antonio Elio Brailovsky fue Defensor del Pueblo Adjunto de la Ciudad de Buenos Aires entre 1998 y 2003. Desde abril de 2016 está a cargo del observatorio de medio ambiente en la Defensoría del Pueblo: “La idea es difundir datos que habitualmente no se conocen. Hay que armar un sistema que responsabilice a las empresas y esto requiere de una política pública que contemple estrategias de soberanía ambiental”. ¿Nuestro país es soberano respecto de las decisiones que afectan al medio ambiente? El hecho de que se deleguen las decisiones en las empresas es uno de los temas centrales del modelo de privatización que se siguió en Argentina. El agua del Río de la Plata, por ejemplo, tiene un montón de contaminantes que no se pueden depurar y siempre se dice que están por debajo de los parámetros admitidos. Ahora, no hay un control externo que mida y ponga online “hoy apareció tanto de plaguicida, tanto de plomo, tanto de mercurio o tanto de 46 petróleo”. Aunque AySA sea una empresa estatal, funciona como privada. El ente de control se limita a sancionar económicamente a la empresa, del mismo modo que se multa a las telefónicas si tienen una falla. Otro caso es el de la aprobación del uso del glifosato. ¿Por qué? Monsanto le entregó al Estado una carpeta enorme llena de antecedentes y enseguida se aprobó su uso. Cualquiera con sentido común o sin intereses creados chequearía si eso es cierto. No lo chequearon. Años después empiezan a aparecer problemas en los ecosistemas, la salud, etc. Ahí hay un caso muy claro en que la política de delegar todo en las empresas tiene que ver con la soberanía. Se Son parte espantoso problema, Barrick cruzan lo económico y lo ambiental. de lo mismo. Lo mismo sucede con la megaminería. Se armó un escándalo con un derrame de cianuro en San Juan, en una mina de Barrick Gold. El aunque es grave y no lo minimizo, no pasó a mayores. ¿Qué va a pasar cuando se vaya? ¿El Estado no puede controlar a futuro los efectos de la extracción de minerales? La gran minería no puede tratar los grandes volúmenes de residuos que genera porque su actividad ya no sería rentable. Por eso, la autorizan a no tratarlos y con ellos se arma un dique de cola, un enorme lago de varios hectómetros cúbicos. Un día el yacimiento se termina, pero el lago queda. El problema puede suceder dentro de un año o de doscientos. Andá a buscar a la Barrick dentro de doscientos años, o incluso dentro de veinte. Entonces, ¿por qué se autorizan estas actividades? Con la Constitución de 1994 le dieron la reelección a Menem a cambio de que los recursos naturales fueran de las provincias. Esto sirvió para que distintas oligarquías provinciales arreglaran con las multinacionales. Si es difícil controlar para un Estado nacional, es difícil para un Estado provincial. Aun cuando sus representantes fueran honestos, es imposible. ¿Puede controlar a estas empresas un país económicamente dependiente? Por lo menos tendría que intentarlo. Una cosa es autorizar la gran minería en un sitio donde, cuando haya un terremoto, los residuos vayan a un descampado donde no vivió nadie en mil años; otra cosa es que esto se haga en la cabecera de las cuencas hídricas, como sucede en San Juan. ¿Son compatibles el desarrollo capitalista con el cuidado del medio ambiente? Por el lado de los capitalistas, no; por el lado del control, sí. Lo mismo que hacemos luchando contra los talleres clandestinos tenemos que hacerlo contra la contaminación. El Senado nunca quiso aprobar el proyecto de ley que presentó Daniel Filmus sobre residuos electrónicos porque responsabilizaba a las empresas. Lo menos que uno puede plantear es que las empresas se hagan cargo de los residuos de alto riesgo que introducen. ¿Existe educación ambiental en Argentina? Es una de las asignaturas pendientes. En la primaria se culpa al individuo y no se habla de la responsabilidad de las empresas. Esta es la trampa: “Vos sos el culpable, pero podés salvar la Tierra si ponés las cáscaras de banana aquí y los papeles sucios allá”. ¿Y qué sucede en el resto del sistema educativo? En la escuela media a la educación ambiental se la aloja en las Ciencias Naturales, que describen lo que les pasa a los pobres seres vivientes cuando un miserable tira mercurio o plaguicidas al río. Ahora, el tema es por qué nuestra sociedad tolera que algún canalla tire tóxicos. Esto no se explica desde las Ciencias Naturales sino desde las Sociales. En el nivel universitario, básicamente no hay educación ambiental. Eduardo Pigretti, uno de los que introdujo el derecho ambiental en Argentina, fue decano de la Facultad de Derecho en la UBA y apenas consiguió que Derecho Ambiental fuera una materia optativa. En Arquitectura no hay ambiente urbano; en Ingeniería no hay ingeniería ambiental; en Medicina no hay 47 medicina ambiental... D.H. Natalia ¿Usuarios Zuazo, politóloga o y periodista ciudadanos? Natalia Zuazo, periodista y politóloga, es autora de Guerras de Internet, una investigación periodística que permite entender, desde Argentina, el funcionamiento de la red de redes. “Conociendo cómo funcionan las máquinas y quién domina la tecnología vamos a ser ciudadanos además de usuarios. La idea de que la tecnología solo implica progreso y libertad es falsa, de la misma forma que no todo tiene que ser paranoia, control y temor”, sostiene. ¿Qué implica hoy la soberanía tecnológica? Por el lado de la infraestructura, el acceso a Internet es muy importante y fue declarado un derecho humano por la ONU. Hoy Internet es el sistema nervioso a través del cual hacemos de todo: nos entretenemos, trabajamos, estudiamos, pagamos las cuentas y sacamos turnos. Instalar redes de fibra óptica y dar conectividad a los ciudadanos debería ser una obligación de los Estados. ¿No hay ciudadanía plena sin acceso a Internet? Como el acceso a la salud o a la educación, hoy tener Internet es fundamental para gozar de una ciudadanía plena. Existe una iniciativa impulsada en 2013 por Mark Zuckerberg que se llama Internet.org/freebasics que es un proyecto por el cual Facebook se asocia a telefónicas y a fabricantes de equipos celulares para poner una aplicación de conectividad a Internet limitada. Es decir, solo sirve para acceder a un menú limitado de contenidos. Aunque algunos Estados puedan decir en sus estadísticas que tienen más personas conectadas a Internet, se genera una nueva desigualdad porque esta gente no accede a todos los contenidos. De hecho, que muchos ciudadanos del mundo entiendan que Internet es igual a Facebook es un problema. Si un Estado acepta la conectividad limitada que ofrece una empresa, está cediendo soberanía. ¿Qué otros aspectos hacen a la soberanía tecnológica? Además del acceso, está el conocimiento y el uso de la tecnología. No hay soberanía posible si yo me adapto a algo que viene de afuera, lo utilizo como me dicen que lo haga y no tengo ninguna mirada crítica. Peor si el Estado acepta que usar Windows es la única forma de usar la tecnología. Por eso, es muy importante aprender a programar. Si la educación tecnológica consiste solamente en aprender a usar el paquete Office estamos en el horno. ¿Se puede hablar de imperialismo tecnológico? Totalmente. Ese imperialismo tecnológico sucede, fundamentalmente, porque Microsoft, Facebook, Yahoo y Google, al igual que las grandes empresas en fabricación de infraestructura como Cisco, ganan si todos utilizamos los mismos aparatos con los mismos softwares. Lo importante es que tomemos la parte que nos sirve, pero sin dejar de hacer desarrollos propios. Esto lleva más tiempo e implica más capacitación de recursos locales, pero invertir en soberanía solo es más caro en el corto plazo. Lo que hacen las grandes empresas tecnológicas es regalarte una prueba para que después te pases toda la vida comprando computadoras que tienen ese software. Los usuarios tenemos mucha resistencia a innovar en ese aspecto. Yo no soy una fundamentalista del software libre, aunque lo uso. Reconozco que implica más tiempo e implica un aprendizaje. Todo está hecho para que utilices el camino más fácil, que es usar Windows. El tiempo para probar variantes es probable que escasee, por eso es tan importante que estos usos se promuevan desde el Estado. Tiene que estar garantizado desde la escuela. Si no, va a seguir siendo un privilegio de los que cuenten con tiempo y con 48 recursos. D.H. Mario Rapoport, economista “Los Estados no manejan sus economías” “Es evidente que estamos en pleno momento de pérdida de soberanía económica”, se lamenta el economista Mario Rapoport. Y agrega: “Ha habido una política de desendeudamiento durante el Gobierno anterior, pero actualmente estamos atados a una carga de deuda externa que van a pagar las próximas generaciones. Podemos llegar a otra crisis como la de 2001”. Docente emérito de la Universidad de Buenos Aires y Doctor Honoris Causa de la Universidad de San Juan, lleva cuatro décadas dedicado a la historia económica. Con esa experiencia sobre sus espaldas, sentencia: “La educación tiene que jugar un rol fundamental para promover la importancia de la soberanía económica, pero no basta. Los poderosos tienen el dominio de todos los medios. Nuestra tarea es silenciosa y de largo aliento”. Aunque los contextos mundiales se han complejizado, Rapoport recurre a la historia para comprender el presente. “En general, las crisis argentinas han sido de endeudamiento. No son nuevas y, además, suelen corresponderse con momentos de predominancia de modelos agroexportadores”, sostiene. Para realzar su argumento, el especialista repasa en pocos minutos los ciclos de endeudamiento que derivaron en sucesivas crisis económicas, desde el empréstito de Baring de 1824 hasta el brutal endeudamiento que tuvo lugar durante el menemismo. “Los Estados nacionales no pueden manejar sus propias economías porque están a disposición de un poder mundial, concentrado en ciertos países que dictan las reglas del juego”, analiza Rapoport y subraya que en este contexto los Estados defienden, con mayor o menor éxito, su soberanía económica. “Esto también sucede en el ámbito político. Las Naciones Unidas no son democráticas porque cinco países tienen poder de veto. La mayoría de las organizaciones financieras y económicas también tienen predominancia de los países más poderosos. Pasa lo mismo en los tratados de comercio que se firman entre distintos países”, agrega. “La pérdida de soberanía ha existido en toda la historia del capitalismo –analiza el especialista–. No podemos tener control de cambio porque los capitales quieren entrar y salir del país cuando quieren. Cualquier política proteccionista por nuestra parte va a ser atacada por ir contra la libertad de comercio o de capitales, mientras que los países poderosos aplican políticas proteccionistas para defender sus productos”. Los mecanismos cambian pero los objetivos son los mismos: “En Estados Unidos no se usan más los aranceles, sino las subvenciones a los productores agrarios. Pero representan lo mismo: esos productores están defendidos de la competencia extrajera”. Los financiamientos internacionales, según Rapoport, constituyen otro problema para las economías dependientes porque están sujetos a la cesión de soberanía jurídica “para que los problemas que surjan se diriman en otros países”. Y ejemplifica: “Argentina cedió su soberanía por cuestiones de endeudamiento. Nuestra jurisdicción había pasado a manos de jueces extranjeros y por eso tuvimos ese litigio con los fondos buitre”. Por otra parte, sostiene, “Estados Unidos es el único país con soberanía monetaria absoluta. Por eso, a pesar de ser el país más endeudado, puede pagar fácilmente porque lo hace en su propia moneda”. En la actualidad, opina Rapoport, “se está destruyendo la integración latinoamericana para volver a reencauzar las relaciones en el marco de lo que era el ALCA”. Las perspectivas para Argentina no serían buenas: “Estados Unidos no es un mercado para nuestro país. De modo que no veo ventajas y, por el contrario, va a permitir la entrada de capitales especulativos y de servicios culturales”. En cambio, “habría que generar tecnología propia, consolidar 49 industrias que puedan exportar y fortalecer el mercado interno”. De acuerdo con el investigador, el Gobierno anterior intentó hacerlo pero no pudo ir a fondo. D.H. El Brexit redistribuye las cartas de la geopolítica mundial por Thierry Meyssan http://www.voltairenet.org/article192523.html La prensa internacional se esfuerza ahora por imaginar cómo podría reactivarse la construcción europea, manteniendo a Rusia fuera de ella y, en lo adelante, sin poder contar con el Reino Unido. Por su parte, Thierry Meyssan estima que ya nada podrá evitar el derrumbe del sistema. Pero señala que lo que está en juego no es la Unión Europea en sí sino todo el conjunto de instituciones que permiten la dominación de Estados Unidos a nivel mundial e incluso la integridad misma de este último país. RED VOLTAIRE | DAMASCO (SIRIA) | 27 DE JUNIO DE 2016 DEUTSCH ΕΛΛΗΝΙΚΆ فارسىFRANÇAIS ITALIANO PORTUGUÊS РУССКИЙ POLSKI NEDERLAND S عربيENGLISH NORSK TÜRKÇE Favorable al Brexit, la reina Isabel II tiene ahora la posibilidad de reorientar su país hacia el yuan. Nadie parece entender las verdaderas consecuencias de la decisión británica de abandonar la Unión Europea. Los comentaristas, que se limitan a interpretar la política al nivel de los politiqueros y han perdido desde hace tiempo el conocimiento verdadero de los juegos de intereses regionales, se han focalizado en los detalles de una campaña absurda, protagonizada por dos bandos: el de los adversarios de una inmigración incontrolada y el de quienes amenazan al Reino Unido con los peores tormentos y calamidades. Sin embargo, lo que realmente está en juego en esta decisión nada tiene que ver con esos temas. La diferencia entre la realidad y el discurso político-mediático es la mejor muestra de la enfermedad que padecen las élites occidentales: su incompetencia. Aunque el velo se desgarra ante nuestro ojos, nuestras élites siguen sin entender la situación y están en una posición análoga a la del Partido Comunista de la Unión Soviética, que no supo prever las consecuencias de la caída del muro de Berlín, en noviembre de 1989: disolución de la URSS en diciembre de 1991; disolución del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME, también conocido bajo las siglas COMECON); disolución del Pacto de Varsovia, 6 meses después; y los intentos de desmantelamiento de la propia Rusia, que estuvo a punto de perder Chechenia. En un futuro muy próximo, asistiremos –siguiendo esa misma mecánica– a la disolución de la Unión Europea; posteriormente, a la disolución de la OTAN; e incluso, si no tienen mucho cuidado, al desmantelamiento de Estados Unidos. ¿Qué intereses se mueven detrás del Brexit? A pesar de lo que parece indicar la fanfarronería de Nigel Farage, el UKIP no provocó el referéndum que acaba ganar. La decisión de organizar esa consulta fue impuesta al primer ministro David Cameron por un grupo de miembros del Partido Conservador. Esos personajes estiman que la política de Londres debe consistir en adaptarse de forma pragmática a la evolución del mundo. Esta «nación de tenderos» –así la llamaba Napoleón– observa que Estados Unidos ya no es la primera economía mundial, ni la primera potencia militar. Así que ya no hay razones para tratar de seguir siendo sus socios más cercanos. 50 De la misma manera que Margaret Thatcher, quien no vaciló en destruir la industria británica para transformar su país en polo financiero mundial, exactamente de esa misma manera, esas personalidades conservadoras no han vacilado en abrir el camino a la independencia de Escocia y de Irlanda del Norte, y por ende a la pérdida del petróleo del Mar del Norte, con tal de convertir la City en el primer centro financiero offshore del yuan. La campaña a favor del Brexit contó con amplio apoyo de parte de la gentry [la nobleza media y clases adineradas] y del palacio de Buckingham, que movilizaron la prensa popular para llamar los electores a recuperar la independencia del país. Al contrario de lo que afirma la prensa europea, la salida de los británicos de la Unión Europea no será lenta porque la UE se derrumbará rápidamente, antes de que transcurra el tiempo necesario para el cumplimiento de las negociaciones burocráticas de dicha salida. En el pasado, los Estados miembros del CAME no tuvieron que negociar su salida de ese órgano de integración económica ya que este simplemente dejó de funcionar en cuanto comenzó el movimiento de centrífuga. Los Estados miembros de la Unión Europea que se aferran a las ramas y se empecinan en querer salvar lo que queda de la Unión, van a dejar pasar la posibilidad de adaptarse a la nueva situación y se verán en peligro de sufrir las dolorosas convulsiones que caracterizaron los primeros años de la nueva Rusia: caída vertiginosa del nivel de vida… y de la esperanza de vida. Para el centenar de miles de empleados, funcionarios electos y colaboradores europeos que inevitablemente perderán sus empleos y para las élites nacionales que también dependen de ese sistema, lo más conveniente sería reformar urgentemente las instituciones para tratar de salvarlas. Todos creen, erróneamente, que el Brexit abre una brecha que los euroescépticos van a tratar de aprovechar. Pero el Brexit no pasa de ser una respuesta a la decadencia de Estados Unidos. El Pentágono, que actualmente prepara la cumbre de la OTAN en Varsovia, tampoco ha entendido que ya no está en condiciones de imponer a sus aliados el aumento de sus presupuestos militares y de obligarlos a respaldar sus aventuras bélicas. La dominación de Washington sobre el resto del mundo ha llegado a su fin. Estamos cambiando de era. ¿Qué es lo que va a cambiar? La caída del bloque soviético fue, en primer lugar, la muerte de una visión del mundo. Los soviéticos y sus aliados querían construir una sociedad solidaria, que pondría en común la mayor cantidad posible de cosas. Pero acabaron lastrados por una enorme burocracia y dirigentes anquilosados. El muro de Berlín no fue derribado por los anticomunistas sino que cayó ante el empuje de una coalición de las juventudes comunistas y las iglesias luteranas. Querían refundar el ideal comunista sin la tutela soviética, sin policía política, ni burocracia. Pero las traicionaron sus élites que, después de haber servido los intereses de los soviéticos, se dedicaron con el mismo celo a servir los intereses de Estados Unidos. Los electores más comprometidos con el Brexit quieren, en primer lugar, recuperar su soberanía nacional y hacer pagar a los dirigentes del oeste de Europa la arrogancia con la que les impusieron el Tratado de Lisboa, a pesar de que los pueblos habían rechazado, en 2004-2007, el proyecto de Constitución Europea. Pero es posible que esos electores también sufran una decepción ante lo que viene. El Brexit marca el fin de la dominación ideológica de Estados Unidos, de la democracia barata de las «Cuatro Libertades». En 1941, en su discurso sobre el Estado de la Unión, el presidente estadounidense Roosevelt las definió como (1) la libertad de palabra y de expresión, (2) la libertad de cada cual de honrar a Dios como le parezca, (3) la libertad de vivir sin penuria y (4) la libertad de vivir sin miedo [a una agresión extranjera]. Si los ingleses quieren volver a sus propias tradiciones, los ciudadanos de Europa continental volverán a los cuestionamientos de la Revolución Francesa y la Revolución Rusa sobre la legitimidad del poder y modificarán profundamente sus instituciones, llegando incluso a correr el riesgo de ver resurgir el conflicto franco-alemán. 51 El Brexit también marca el fin de la dominación militaro-economica de Estados Unidos –ya que la OTAN y la Unión Europea no pasan de ser las dos caras de la misma moneda, a pesar de que instaurar la Política Exterior y de Seguridad Común llevó más tiempo que implementar el libre intercambio comercial. Yo redactaba hace poco una nota sobre esa política ante Siria. Analicé todos los documentos internos de la Unión Europea, los públicos y los que no se han publicado, y llegué a la conclusión de que fueron redactados sin ningún conocimiento sobre lo que realmente pasa en el terreno, pero a partir de las notas del ministerio alemán de Relaciones Exteriores, que a su vez reproduce las instrucciones del Departamento de Estado de Estados Unidos. Hace varios años hice un trabajo similar para otro país y llegué a una conclusión también similar, sólo que en aquel momento el “intermediario” no era el gobierno alemán sino el gobierno francés. Primeras consecuencias dentro de la Unión Europea En este momento, varios sindicatos franceses luchan contra el proyecto de ley sobre el Trabajo redactado por el gobierno de Manuel Valls y basado en un informe de la Unión Europea, informe que a su vez retoma las instrucciones del Departamento de Estado de Estados Unidos. Aunque la movilización de la CGT [1] ya permitió que los franceses descubrieran el papel de la Unión Europea en el asunto, el hecho es que todavía no acaban de entender la relación entre la UE y Estados Unidos. Han entendido que, al invertir las normas y anteponer los acuerdos a nivel de empresa a los acuerdos ramales, el gobierno cuestiona el predominio de la Ley sobre los contratos. Pero no conocen la estrategia de Joseph Korbel y sus dos hijas –su hija biológica, la demócrata Madeleine Albright, y su hija adoptiva, la republicana Condoleezza Rice. El profesor Korbel aseguraba que, para dominar el mundo, Washington no tenía más que imponer una rescritura de las relaciones internacionales en términos jurídicos anglosajones. Efectivamente, al poner el contrato por encima de la Ley, el derecho anglosajón privilegia a la larga a los ricos y poderosos en relación con los pobres y los miserables. Es probable que los franceses, los holandeses, los daneses y otros pueblos también traten de separarse de la Unión Europea. Para lograrlo, tendrán que enfrentarse a las clases dirigentes de sus países. ¿Cuánto puede durar esa lucha? Es imposible predecirlo, pero es indudable el resultado. En todo caso, en medio del periodo de cambio que ya se anuncia, manipular a los obreros franceses resultara muy difícil. No será así con sus homólogos ingleses, actualmente desorganizados. Primeras consecuencias para el Reino Unido El primer ministro David Cameron utilizó las vacaciones de verano como pretexto para posponer su renuncia hasta octubre. Su sucesor, que sería en principio Boris Johnson, tiene así tiempo para preparar el cambio y aplicarlo en cuanto entre en Downing Street. El Reino Unido no esperará hasta su salida definitiva de la Unión Europea para seguir su propia política, comenzando por apartarse de la política de sanciones contra Rusia y Siria. Al contrario de lo que hoy escribe la prensa europea, el Brexit no afectará directamente a la City de Londres, o sea a la gran finanza. Dado su particular estatus de Estado independiente bajo la autoridad directa de la Corona, la City no ha sido nunca parte de la Unión Europea. Por supuesto, ya no podrá seguir siendo sede de algunas casas madres de empresas que tendrán que replegarse hacia los territorios de la Unión Europea. Pero podrá utilizar la soberanía de Londres para desarrollar el mercado del yuan. Ya en abril, la City obtuvo los privilegios necesarios para ello mediante la firma de un acuerdo con el Banco Central chino. Y también desarrollará sus actividades como paraíso fiscal para los europeos. Si bien es cierto que el Brexit desorganizará temporalmente la economía británica, en espera de la adopción de nuevas reglas, es muy probable que el Reino Unido –o al menos Inglaterra– se reorganice rápidamente para sacar el mayor provecho de su nueva situación. Queda por ver si los promotores de este terremoto tendrán la sabiduría de hacer que también beneficie a 52 su pueblo: el Brexit es un regreso a la soberanía nacional, pero no garantiza la soberanía popular. El panorama internacional puede evolucionar de maneras muy diferentes, en función de las reacciones que ya aparecen. Pero, aunque algunos pueblos se vean afectados, ese panorama será mucho más realista, tanto como los británicos, en lugar de aferrarse a un sueño hasta acabar estrellándose contra la dura realidad. Thierry Meyssan [1] La CGT (Confederación General del Trabajo), es la organización obrera más importante de Francia. Nota de la Red Voltaire. Thierry Meyssan Intelectual francés, presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Última obra publicada en español: La gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de comunicación (Monte Ávila Editores, 2008). http://www.voltairenet.org/article192523.html José Gabriel Palma, profesor Facultad de Economía de Cambridge y USACH “El Brexit es en lo fundamental el resultado de una derrota ideológica de la “nueva-izquierda”” http://www.elciudadano.cl/2016/07/01/302352/el-brexit-es-en-lo-fundametal-l-resultado-deuna-derrota-ideologica-de-la-nueva-izquierda/ La salida del Reino Unido de la Comunidad Europea sigue dando que hablar, tanto por la inestabilidad de los nunca estables mercados financieros internacionales como por los efectos políticos que tiene en el Viejo Continente. Lo más preocupante del Brexit es que fue resultado de una ciudadanía descontenta, cansada tanto de ser los grandes perdedores de la globalización neo-liberal, como de la incapacidad de la “nueva-izquierda” de formular una alternativa creíble y viable. Por tanto, ahora encuentra refugio en la extrema derecha. Hace poco más de una semana los británicos decidieron dar el sí a la salida del Reino Unido de la Comunidad Europea, lo que rompe una relación de más de 40 años de la Isla con el continente y que tiene consecuencias insospechadas tanto para Europa como para el resto del mundo. Los primeros efectos de los resultados del referéndum fue la gran volatilidad de los mercados financieros, con caídas históricas en las principales bolsas de comercio, y las alzas y bajas de las principales monedas mundiales; para luego pasar al efecto rebote – que a una semana del plebiscito – dejó por ahora muchas cosas casi como estaban. En términos políticos los efectos fueron igualmente visibles. La inmediata renuncia del Primer Ministro David Cameron gestó una frenética carrera por la sucesión, que terminó con su partido, el Conservador, quebrado y con los principales impulsores del Brexit, el ex alcalde de Londres, Boris Johnson, y el actual ministro de Justicia, Michael Gove, en veredas diferentes; siendo este último el que ganó la pulseada por ser el candidato de los parlamentarios conservadores que apoyaron al Brexit en la carrera por suceder a Cameron. Por su parte, el Partido Laborista entró en guerra civil interna. Esto, junto a la confirmación del avance de la extrema derecha en el continente. 53 El Ciudadano conversó con el doctor en Economía de la Universidad de Oxford y doctor en Ciencia Política de la Universidad de Sussex y profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Cambridge y USACH, José Gabriel Palma, para hacer un análisis del contexto post Brexit. Al respecto, su primer análisis es que “Lo que sucedió, y que de alguna forma era predecible, pero que no se tomó muy en cuenta y mucha gente prefirió no pensar en eso es que los ganadores en la así llamada globalización iban a ser muy ganadores y que los perdedores iban a ser muy perdedores“, en referencia a desarrollo económico del Reino Unido en el transcurso de la implementación del neoliberalismo en la región. “Aquí en Europa, a diferencia de Estados Unidos, salió un discurso de nueva izquierda. En Inglaterra se llamó “los nuevos laboristas”, y en Francia los que todavía se llaman socialistas están en el gobierno con Hollande”, expresa Palma, quién agrega que “ese discurso que se auto-denominó “Tercera Vía” trató de competir con el neoliberal hegemónico, algo así como el socialista renovado chileno. En Inglaterra los laboristas estuvieron 13 años en el poder y parecía, en el inicio especialmente, que estaba tratando de construir algo paralelo y lo que pasó fue que esa nueva izquierda perdió legitimidad porque fue incapaz de construir una ideología creíble, viable y alternativa al modelo neoliberal para canalizar a los descontentos dentro de un nuevo proyecto de desarrollo”. "El Brexit es el resultado de esa derrota ideológica. Y eso es peligroso, pues mientras los “nuevos laboristas” desperdiciaban su oportunidad histórica de construir algo nuevo, los descontentos fueron atraídos por la extrema derecha con su discurso retrógrado y simplista" En este sentido, Palma es claro en señalar que “El Brexit es el resultado de esa derrota ideológica. Y eso es peligroso, pues mientras los “nuevos laboristas” desperdiciaban su oportunidad histórica de construir algo nuevo, los descontentos fueron atraídos por la extrema derecha con su discurso retrógrado y simplista, ambos en el peor sentido de la palabra. Así los grandes perdedores de la globalización fueron atraídos por Trump en Estados Unidos, los Le Pen en Francia, el UKIP en Inglaterra, y a eso podemos sumar lo que sucedió en Austria, Holanda y Dinamarca, entre otros”. La única razón por la que en el Reino Unido los conservadores llamaron a este referéndum fue para parar la hemorragia de sus bases a la extrema derecha, pues no sólo los Laboristas perdían apoyo por haber perdido su imaginación crítica, sino ellos también perdían apoyo en los grupos de ingreso medio bajo, su pilar político. Inmigración ¿El principal argumento? Consultado respecto de cuán influyente es la crisis migratoria que vive Europa en estos días en la decisión de los británicos, Palma insiste que es muy fácil sobrestimar su papel como la principal razón del descontento, tal como ha aparecido en diferentes medios. “El tema de inmigración fue la guinda en la torta del Brexit. La inmigración, a pesar de ser un tema relevante hace tiempo, sólo pasó a ser central con la ola inmigratoria del año pasado; fue la gota que rebalsó el vaso, pero no era lo fundamental del problema. Lo que llevó al Brexit es algo mucho más complejo, mucho más profundo y sobredeterminado”, sostiene el académico. “Lo migratorio le dio el último empujón al Brexit. No hay que engañarse que fue sólo un problema migratorio, eso se sumó a muchos otros“, agrega. 54 "El tema de inmigración fue la guinda en la torta del Brexit. La inmigración, a pesar de ser un tema relevante hace tiempo, sólo pasó a ser central con la ola inmigratoria del año pasado; fue la gota que rebalsó el vaso" Al mismo tiempo, Palma sostiene que se ha producido un fenómeno de carácter antineoliberal que ha sido aprovechado de manera exitosa por los sectores de extrema derecha, ultra nacionalista y que se oponen a los niveles de apertura que exige este modelo económico. En esta línea agrega que “lo interesante que pasó es que las personas que han perdido con el modelo neoliberal, que son muchos, de repente perdieron la paciencia, y muy rápido”. Y, junto con lo anterior, José Gabriel Palma recalca que “El crecimiento de la extrema derecha en Europa es un fenómeno claro, creciente y con consecuencias futuras que da susto pensarlo“. De esta forma, establece que la respuesta se encuentra en la revisión y el reimpulso de la lucha ideológica puesto que “aquí hay que volver a Gramsci: las peleas de este tipo se ganan o se pierden en el terreno de la ideología. La nueva izquierda, por su insubstancialidad, perdió la pelea ideológica tanto con la derecha neoliberal como con los descontentos”. Incertidumbre financiera: mercados que son un fraude Una de las consecuencias más notorias tras la aprobación del Brexit ha sido la volatilidad que han mostrado los mercados financieros internacionales. Sin embargo, para Palma “hay que recalcar que los mercados financieros internacionales son en gran medida un fraude. Si fueran estables nadie ganaría”. “Su principal fragilidad están en su total desvinculación con la economía real. Se transformaron en monstruos rentistas cuyo sello es la inestabilidad” explica Palma. “hay que recalcar que los mercados financieros internacionales son en gran medida un fraude. Si fueran estables nadie ganaría" Reglón seguido recalca que “el precio de muchos activos financieros están de vuelta en un escenario similar a la previa del Brexit, a pesar que el contexto económico y político está cada vez más convulsionado. Para ellos tomar en cuenta lo que se llaman los “fundamentos” pasó a ser algo opcional”. Finalmente al ser consultado sobre las posibles consecuencias en la economía chilena, Palma dice que “la inestabilidad financiera y la de los precios de las materias primas no ayuda a nadie, salvo a los agentes financieros, pero como ya estamos en un pantano, no creo que la cosa empeore mucho más“. Pero esta posibilidad está siempre presente. En economía nunca hay algo tan malo que no pueda estar peor. José Robredo H. El Ciudadano El Brexit, es anti-Grexit // Étienne Balibar Traducción para LS!: Igor Peres http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2016/07/el-brexit-es-anti-grexit-etienne-balibar.html Débil, Atenas fue condenada al ostracismo en el interior de las fronteras de la Unión. Hay fuertes evidencias de que el proceso se dará de forma inversa respecto a los británicos: la geometría del sistema europeo se adaptará para reintegrarlos por el margen. 55 Lejos de mí la idea de minimizar el carácter dramático de las consecuencias que serán producidas por el voto del Reino Unido: para los británicos y para la Europa. Pero me sorprende la manera como se nos presentan los hechos en los títulos de la prensa francesa y extranjera: “Après le Brexit…. [Después del Brexit…]". Salvo raras excepciones, todos parecen dar por sentado que el divorcio ocurrió. En realidad, adentramos seguramente en una fase de turbulencias cuyo desenlace, sin embargo, no tiene nada de claro. Es esta incertidumbre que me gustaría intentar comentar e interpretar. Sabemos bien que comparación no es razón, y, sin embargo, cómo no recordar que en la historia reciente de la política europea los referéndums nacionales o transnacionales jamás son aplicados? Este fue el caso en el 2005 y en el 2008 a propósito de la "Constitución Europea" y del tratado de Lisboa, y, de manera todavía más evidente en 2015, en el caso del memorándum impuesto a Grecia. Probablemente, lo mismo ocurrirá ahora. La clase dirigente británica, más allá de los conflictos personales que la dividieron tácticamente, maniobra para retardar los plazos y negociar de la mejor forma la "salida". Ciertos gobiernos (el francés a la cabeza), así como los porta-voces de la Comisión, multiplican la fantochada ("fuera es fuera", "salir quiere decir salir"). Pero Alemana no lo ve así, y no habrá unanimidad alguna a propósito, salvo de mentira. Lo más verosímil - al término de un periodo de tensiones cuyo resultado no será tan determinado por las opiniones públicas como por las situaciones de los mercados financieros es que se fabricará una nueva geometría del sistema de los Estados europeos en la cual la pertenencia a la Unión europea será siempre compensada por otras estructuras: la eurozona, pero también la OTAN, el sistema de seguridad en las fronteras que sucederá al acuerdo de Schengen, y una zona de “libre comercio” a ser definida en función de las relaciones de fuerzas económicas. También desde este punto de vista, la comparación entre el Grexit y el Brexit puede revelarse instructiva; la debilidad de Grecia, abandonada por todos aquellos que, lógicamente, tendrían que haber sostenido sus reivindicaciones, llevó a un régimen de exclusión interna; la fuerza relativa del Reino Unido (que puede contar con sólidos apoyos en la UE) conducirá sin duda a una forma acentuada de inclusión externa. Eso quiere decir que giro algún acaba de ser dado? Obvio que no. Examinemos brevemente el “lado inglés” y el “lado europeo” antes de decir porque ellos no son separables, sino que representan los dos lados de una misma moneda. Es evidente que la historia particular de la Grand Bretaña - su pasado imperial, su historia social hecha de cambios brutales - debe ser llevada en cuenta para explicar la emergencia de un sentimiento “anti-europeo” hegemónico. Los análisis que nos son propuestos muestran que este último abarca una diversidad de motivaciones, repartidas según factores de clase, generación, nacionalidad y etnicidad. Potencialmente, son contradictorios entre sí, y es esta contradicción que es ocultada por el discurso “soberanista”, que fue manipulado por los partidarios del Brexit. Entonces, tenemos que plantearnos la cuestión de saber por cuánto tiempo lo mismo discurso estará en condiciones de “mascarar” el hecho de que las tensiones económicas y sociales, en primer plano, de las cuales una proporción creciente de los “nuevos pobres” del reino son victimas hoy en día, se deben a los efectos acumulados de políticas neoliberales que la UE no impuso sola a la Gran Bretaña, ya que esta última ha sido, al contrario, desde la época de Thatcher y después en la del New Labour, uno de sus más activos sostenedores en relación a toda la Europa. Por si solo, el Brexit – cualesquiera que sean sus modalidades – no aportará correctivo alguno para esta situación. Salvo si, evidentemente, una política alternativa se tonase mayoritaria. Para eso será necesario, empero, y esa no es la principal paradoja de la situación, que ella implique una contrapartida continental, pues la ley de concurrencia entre los territorios se impondrá más que nunca. Lo que nos lleva al lado "europeo". Todas las especificidades consideradas, ninguno de los problemas que asolan el Reino Unido están ausentes de las naciones europeas. Es lo que hay 56 de verdadero en la propaganda "populista" ("ni izquierda ni derecha") que se despliega ahora por toda UE, demandando referéndums como el inglés. Ya por el 2005 el canciller Schmidt observaba que, salvo excepción, las consultas como las hechas en Francia y Holanda tendrían dado resultados negativos por todas partes. La crisis de legitimidad, el retorno del nacionalismo, la tendencia a proyectar el malestar social y cultural sobre un "enemigo interno", buscada por los partidos xenófobos e islamofóbicos, se desarrollaron por todos lados. La crisis griega ha sido utilizada por los gobiernos adeptos a la austeridad social para hacer de la deuda pública el fantasma de los contribuyentes. La crisis de los refugiados ha sido amalgamada a las cuestiones de seguridad. Dicho claramente: aquello que se manifiesta más allá de la Mancha como "separatismo" se traduce por todos lados en Europa como tendencia al despedazamiento de las sociedades, agravación de sus fracturas internas y externas. Digamos mejor: cruzamos un límite en el proceso de disgregación de la construcción europea, no en razón del voto británico, sino en razón de aquello que lo mismo revela en términos de tendencias hacia la polarización del conjunto europeo y de la crisis política, que es también moral. No solo estamos en un "interregno", como ya he escrito, sino que asistimos también a un proceso destituyente que, por ahora, no tiene contrapartida constituyente. ¿Impotentes? Esa es toda la cuestión. A corto plazo, soy muy pesimista ya que todos los discursos de "refundación" de Europa están en manos de una clase política y tecnocrática que no vislumbra transformación alguna de las orientaciones que le aseguran la indulgencia del poder oculto (lo de los mercados financieros), y no quieren reformar en profundidad el sistema de poder de dónde saca su monopolio de representación. Y, por vía de consecuencia, la función de contestación es asumida por partidos e ideólogos que tienden a destruir los lazos entre los pueblos (o más genéricamente los residentes) europeos. Será necesaria una muy larga marcha para que se conjuguen y se precisen a los ojos de una mayoría de ciudadanos, a través de las fronteras, la estrecha interdependencia entre soberanía compartida, democracia transnacional, alter-mundialización, codesarrollo de las regiones y naciones, traducción entre culturas. No estamos a la altura, y el tiempo urge... Una razón más - si creemos en Europa para buscar la explicación sin cesar. [Fuente:http://www.liberation.fr/debats/2016/06/27/le-brexit-cet-antigrexit_1462429 escrito en 27/6/2016] Alianza del Pacífico: “Las líneas de trabajo serán vía APEC y fortlecer la ideología neoliberal” http://www.elciudadano.cl/2016/07/01/302580/lianza-del-pacifico-las-lineas-de-trabajoseran-via-apec-y-fortlecer-la-ideologia-neoliberal/ La reunión de los presidentes de los países miembros de la Alianza del Pacífico, reforzaron el mensaje de ser una alternativa neoliberal a los esfuerzos de construir un bloque progresista en la región. Las dudas se sostienen en las condiciones políticas e ideológicas que lo sostienen. Este viernes se reunieron en Puerto Varas, en el cierre del encuentro empresarial de la Alianza del Pacífico, los presidentes de Chile, Michelle Bachelet; de Perú, Ollanta Humala; de 57 Colombia, Juan Manuel Santos; y de México, Enrique Peña Nieto, para dar un reimpulso a este bloque que busca oponerse a Mercosur. En la misma reunión Bachelet, a nombre del gobierno de Chile, asumió la presidencia Pro Tempore de la Alianza, donde se establecieron una serie de objetivos en donde la clave, según la mandataria chilena, se encuentra en que “yo creo que aquí los colegas todos han planteado que es importante la integración, pero que tiene que tener una cosa clave que es justamente el bienestar social, la mejora, la prosperidad compartida como un elemento clave“. En este sentido el periodista y analista internacional Pablo Jofré señala que “Lo primero que uno puede concluir es preguntarse ¿qué hace Mauricio Macri en esta reunión? Esto demuestra que hay una decisión política de incorporar a otros actores regionales en virtud de darle fuerza a la Alianza del Pacífico, que ha sufrido los embates de otras alianzas como el ALBA o UNASUR, bloques regionales que hoy están a la baja en virtud de dificultades políticas que enfrentan”. Al mismo tiempo, Jofré cree que “la Alianza del Pacífico a través de Bachelet, Santos, Humala y Peña Nieto lo que está mostrando son nuevos aires, señalando “señores somos la alternativa dentro de una línea política que esta a la baja como es el bloque bolivariano”ese es el mensaje de fondo”. En este sentido la presidenta Bachelet señaló que “es tiempo de menos retórica“, en franca alusión a los bloque que nacieron bajo el alero del liderazgo bolivariano. Para Jofré los dichos de Bachelet son una muestra clara que “son una crítica a lo ideológico, que tanto le duele a los tecnócratas,que suelen decir que es importante hacer que decir, pero en realidad si una alianza política o económica no va acompañada de un sustento ideológico firme, queda simplemente en esto, en el hacer cosas, en el cosismo, en exportar más o hacer más tratados de libre comercio, ero sin un fondo de desarrollo político e ideológico a América Latina”. “La Alianza del Pacífico representa en lo meramente económico, de tal forma que el presidente Santos – de Colombia – habla de poner estabilidad en los mercados de capitales como una forma de poder favorecer el esfuerzo integrador de la Alianza. Santos profundiza en un discurso meramente financiero, sin contar a las personas”, recalca Jofré. Al finalizar su mensaje de inicio de la Presidencia Protempore del bloque, Bachelet expresó que “es cierto, enfrentamos una coyuntura económica internacional compleja, aquí hemos hablado de volatilidad, hemos hablado de incertidumbre. Yo creo que tenemos que 58 aprender a vivir con eso, es parte del mundo actual, los países desarrollados siguen insertosen un contexto de incertidumbre acentuado sin duda por el Brexit y a esto se suma la reducción del crecimiento de China”. Estos dichos, bajo el análisis de Jofré, significan “Este grupo busca convertirse en una instancia regional de vinculación directa con el Asia Pacífico, por todas las cualidades que puede tener. Las líneas de trabajo serán vía APEC y fortlecer la ideología neoliberal”. José Robredo H.El Ciudadano Jorge Zabalza: "decir izquierda no quiere decir nada" http://elmuertoquehabla.blogspot.mx/2016/07/jorge-zabalza-decir-izquierda-no-quiere.html Emiliano Tuala Alejado de la militancia política formal y de muchos de quienes fueron sus compañeros de lucha en el MLN, aunque bien cerca de su compañera Verónika y de sus ideas de toda la vida, Jorge Zabalza siempre tiene algo interesante para decir. Por eso esta entrevista a "el Tambero", con quien conversamos sobre la izquierda de hoy y la de ayer, el marxismo y los gobiernos del Frente Amplio. Jorge, ¿qué implica ser de izquierda en estos tiempos? El término izquierda indica a quienes poseen una visión crítica sobre el estado actual de cosas y se proponen cambiarla. Abarca una gama muy variada de posturas ideológicas. En primer lugar, dentro de la izquierda hay un grupo de posiciones que proclaman el propósito de cambiar solamente algunas de las aristas del sistema, las más filosas, aquellas que producen mayor espanto y, por consiguiente, la propuesta de cambiarlas posibilita convocar el espectro más amplio de alianzas. Esta finalidad política, que renuncia a cambiar el sistema en sí, frena al pensamiento crítico, le impide descender de la superficie, no lo necesita porque como no piensan tocar las bases de la sociedad, ¿para qué ir hasta el fondo? Muy diferente es la corriente integrada por personas moralmente indignadas con este el mundo dominado por el afán de lucro y la competencia feroz entre feroces individuos. Indignación moral porque las grandes mayorías están siendo privadas de su condición humana. El enojo y la bronca empujan el pensamiento crítico al fondo del asunto y allí descubre que esos males son propios de un sistema organizado en torno al mercado y al trabajo forzado. Que es necesario transformar al capitalismo en su totalidad y no solamente algunas de sus externalidades, que es preciso erradicar el salario y la ley del valor como forma predominante de relación entre las personas y organizar un modo justo e igualitario de producir y hacer política. Que se necesitan mujeres y hombres que se sientan socialmente responsables, que sean generosos, solidarios, capaces de dar la vida por el bienestar del prójimo. Cabe destacar que la definición de izquierda es lo suficientemente ambigua para que quepan ambas corrientes ideológicas y que ninguna de ellas es más verdadera que otra. Decir “izquierda” no quiere decir nada: lo que define es anti-capitalista o pro-capitalista, socialismo o barbarie. ¿Y qué países o modelos creés que deben ser una referencia para la izquierda del siglo XXI? 59 No hubo ni hay modelos para la sociedad que queremos. Existen e influyen en el pensamiento político las raíces históricas del movimiento popular, el artiguismo, que en el siglo XIX logró conformar un pueblo armado y organizado con los sectores sociales más desprotegidos de las provincias del Plata: guaraníes misioneros, zambos, mulatos, negros, criollos pobres, charrúas, artesanos, troperos. Un pueblo en armas para terminar con la injusticia del latifundio y del monopolio extranjero del comercio y las finanzas. Doscientos años de historia desde la revolución de 1810 y los enemigos del pueblo siguen siendo los mismos: el latifundio y las grandes corporaciones de capital extranjero. Existe e influye la historia del movimiento obrero desde de la Comuna de París, de 1871, al presente, toda la cadena de experiencias revolucionarias frustradas que, en definitiva, constituyen un rico caudal de enseñanzas, una biblioteca a disposición de quienes se propongan revolucionar el mundo. No quiere decir que las futuras insurgencias se puedan librar del pecado y el error, sino simplemente que hay mucho donde aprender, mucho que estudiar e investigar, mucha teoría para amasar y digerir. No hay modelos preestablecidos, el modelo se va a construir a partir de una moral revolucionaria firme, sin ella no habrá revoluciones. ¿Qué evaluación hacés de lo que fueron los regímenes del llamado socialismo real? ¿Y qué lecciones puede sacar la izquierda de esos procesos? El término socialismo real tampoco dice mucho y, además, induce la falsa idea de que los precursores del '17 y los revolucionarios de todo el mundo lucharon por un socialismo irreal, en el aire, sin asidero real. En el impulso de los insurrectos rusos de 1917, en el espíritu de los combatientes rojos que derrotaron a los nazis en 1945 y en el esfuerzo de quienes creyeron estar construyendo el socialismo, se descubren los rasgos principales de una subjetividad capaz de hacer revoluciones. El fracaso de la experiencia soviética vino de la mano con la decisión de mantener vigentes las armas melladas del capitalismo e interrumpir el desarrollo de esos valores que fueron la fuerza moral de la insurrección del '17. La revolución es un fenómeno de consciencia, de cambios muy profundos en las maneras de sentir y de pensar que, de haber continuado luego de la insurrección de octubre, habrían impedido que un grupo de burócratas monopolizaran el quehacer político en la URSS. Las políticas de construir el socialismo en la URSS y la de coexistir pacíficamente con el capitalismo son la consecuencia de esa renuncia a continuar impulsando el espíritu revolucionario. Todavía se sufren las consecuencias éticas, morales y culturales de la derrota de la insurgencia del '17 por la contrarrevolución estalinista. ¿El marxismo tiene vigencia como herramienta de análisis y transformación de la realidad? ¿Considerás que conceptos como lucha de clases y dictadura del proletariado aún son válidos? Bueno, bueno, la lucha de clases aparece cada vez que le meten la mano en el bolsillo a los asalariados, sea con aumento de las tarifas de los servicios públicos o del IRPF. La lucha de clases reaparece cuando quieren desalojar a quienes viven en los asentamientos de la ciudad de Maldonado o del Parque Guaraní en Montevideo. También vive y colea la lucha de clases en el decreto de esencialidad con el fin de desarticular la movilización sindical de los docentes. Cada día queda más en evidencia que esta democracia, entre comillas, a la que se regresó en 1985, es muy demócrata para las 3.300 personas que se apropian del 50% de los ingresos de capital y la sienten como una verdadera dictadura del capital los 120.000 jubilados que cobran menos de $8.000 y el medio millón de uruguayos que gana menos de $15.000. 60 ¿Es un marxista Leonardo Boff cuando dice que la clase dominante se apoderó del sistema político en Brasil? ¿O simplemente expresa conceptualmente la realidad que todos perciben a través de sus sentidos? ¡A no joder con jueguitos de palabras! El marxismo continúa proporcionando los elementos y las categorías que permiten aproximarse con mayor exactitud a la realidad de la sociedad de clases. Vengamos más acá y hablemos concretamente de Uruguay. ¿Cuánto se ha avanzado a partir de los gobiernos del Frente Amplio y cuánto falta por hacer? ¿Se pueden considerar las políticas asistencialistas como un avance? ¿O simplemente son un alivio momentáneo que genera dependencia del partido de gobierno y permite que esos clientes consuman un poco más, sin por ello escapar a la marginación política y social? ¿Se puede considerar un avance que haya un 10 o un 15% menos de rapiñas? ¿O simplemente son cifras para justificar la apuesta política y presupuestal al aparato policíaco represivo y las cárceles para resolver el problema social de la marginación y la exclusión? Se ha revelado que el 25 % de los liceales tiene extraedad. ¿Eso es un avance de la educación gratuita e igualitaria? ¿O son cifras que revelan la ausencia de una política educativa que tienda a producir jóvenes que piensan críticamente? ¿Se puede considerar un avance que se cultiven un millón y medio de hectáreas en base al uso de agrotóxicos que contaminan tierra y agua? ¿O es una cifra que debe provocar pavor en cualquier ser más o menos pensante? ¿Se puede considerar un avance que las calificadoras de riesgos expresen su satisfacción por la buena marcha del capitalismo en el Uruguay? ¿O debemos preocuparnos por el regocijo de quienes hacen su negocio provocando crisis de la economía mundial y utilizando para expropiar los ingresos de las clases más favorecidas? ¿Puede considerarse un avance el crecimiento de las inversiones extranjeras directas, de la deuda externa y de las ganancias de los bancos? Sí, ya lo sé, es un avance para la clase dominante criolla y para los capitales del exterior. En realidad, Emiliano, si al Frente Amplio todavía le queda más por hacer en ese rumbo, ¡pobre de nosotros! Y entonces, ¿dónde está la izquierda política en Uruguay? ¿Desde qué espacio político se puede avanzar en la construcción de una alternativa al capitalismo? Quiero abrazar al compañero Óscar Andrade y reconocer que su actitud de regresar al movimiento social es un hecho con aroma a futuro. Una actitud que implica colocar en la lucha social el eje de la acumulación política. Reconforta este mensaje ideológico que fortalece a las organizaciones sindicales. Casi todo el espectro de izquierda ha caído en la trampa de la democracia formal y consume sus esfuerzos en recorrer caminos electorales que la conducen a un túnel sin salida. El propósito de captar votos a cualquier costo indujo la renuncia a luchar por la anulación de la ley de impunidad por parte de la mayoría de los delegados de un Congreso del Frente Amplio. Las alianzas y las concesiones programáticas necesarias para ganar elecciones conllevan la confusión que oscurece el entendimiento político del movimiento popular. En las luchas sociales se identifica nítidamente a los responsables del desastre de las clases populares y a quienes les prestan su consentimiento desde el gobierno y el parlamento y, en consecuencia, se avanza en la comprensión de la realidad. Puede afirmarse, sin embargo, que en estos últimos diez años la gente ha ido entendiendo que sus problemas no se resuelven con mayorías parlamentarias. Que con un gobierno progresista 61 la distribución del ingreso sigue siendo muy injusta y la brecha social se ensancha al tiempo que se profundiza. Que han convertido al Uruguay en la reserva ideológica de la impunidad de los crímenes del terrorismo de Estado. Que han permitido que la propiedad de la tierra esté cada vez más concentrada y pertenezca a capitalistas extranjeros. Que abortar siga siendo el vía crucis de las mujeres que quieren interrumpir su embarazo. Que la legalización de la marihuana y el matrimonio igualitario para borrar prejuicios y alivianar las mentalidades conservadoras y reaccionarias que dominan nuestra sociedad. En fin, se va entendiendo que el camino para dar soluciones a los grandes problemas sociales está muy alejado de la juntadera demagógica de votos. Boaventura de Sousa: La embestida de la derecha y su relación con el fascismo financiero http://www.surysur.net/boaventura-de-sousa-la-embestida-de-la-derecha-y-su-relacion-conel-fascismo-financiero/ Los logros en el nivel de consumo alcanzados en los últimos años en la región no se han podido sostener en el tiempo. La embestida de los sectores de derecha en distintos países de América Latina, asume el investigador portugués Boaventura de Sousa Santos, pone de manifiesto la “fragilidad” de tales conquistas. Frente al actual proceso de transición regresiva en países como Argentina, Brasil, Ecuador y Venezuela, el reconocido jurista y sociólogo propone continuar con la lucha por la igualdad. No una igualdad clásica, sino una agiornada, que define como “igualdad con diferencias”. –¿Qué nuevas formas cree que toman las luchas por la igualdad en América Latina? –Las luchas por la igualdad han sido luchas tradicionales en este continente, ya que es un continente muy desigual. Las desigualdades se han profundizado a lo largo de las últimas décadas, excepto quizás en los últimos 12 o 15 años, dependiendo de los países. Algunos gobiernos, salidos muchas veces de movimientos populares, lograron realizar alguna redistribución social aprovechando el boom de los commodities y el alza de precio de los productos primarios; con eso integraron en el consumo –aunque no en términos de ciudadanía, por lo menos en el consumo–, a millones de personas en el continente. Claro. Se está demostrando que estos logros son frágiles y reversibles. De hecho están siendo ya puestos en cuestión en varios países: Argentina es uno de ellos, Brasil puede ser el próximo, Ecuador también, y Venezuela. Dado que no ha sido un proceso sostenible, la lucha por la igualdad debe continuar. No se trata de una lucha clásica por la igualdad entre clases, sino que se trata de una “igualdad con diferencias”. –¿En qué sentido “igualdad con diferencias”? –Desde los años 90, pero sobre todo después de 2000, hay una lucha muy fuerte por el reconocimiento a la diversidad protagonizada, sobre todo, por los movimientos indígenas y afrodescendientes. Ya había obviamente una lucha de las mujeres por la diferencia, por la diversidad, pero estos dos movimientos –el afrodescendiente y el indígena–, tuvieron un impacto enorme sobre todo en algunas de las constituciones, como las de Bolivia y de Ecuador, para mostrar que la igualdad para ser incluyente debe tomar en cuenta las diferentes maneras de pertenecer a una cierta comunidad política que es el Estado. Esos fueron logros. Ahora, en este momento, estamos en un proceso de reversión, de transición regresiva. –¿A qué se refiere cuando habla de que “asistimos a un nuevo ciclo constituyente”?ch constituyente –Cuando hablo de procesos constituyentes me refiero a procesos que buscan intentar ver de qué manera se puede abrir otro ciclo una vez que éste está agotado o que se presenta como un proceso destituyente, en la medida en que los derechos conquistados se están 62 destituyendo, a veces a través de cambios constitucionales, otras veces sin cambios constitucionales. Por eso también es que las constituciones se están revelando como un papel mojado y con poca eficacia; ellas, que fueron creadas fundamentalmente para crear la idea de seguridad y que podrían aguantarse momentos cíclicos complicados. Pero no es así. Tenemos un tipo de estado de excepción en el que no hay suspensión de las constituciones, no hay dictadura, todo parece hecho dentro de una normalidad democrática pero el hecho es que la democracia se está espaciando. Por eso el apego a un proceso constituyente es a un nuevo proceso que pueda blindarse en relación a las debilidades del proceso anterior. –¿A qué atribuye el cambio de signo político de algunos gobiernos de la región? –Creo que es producto de muchos errores por parte de algunos gobiernos, que en su parte final y producto de la degradación del ánimo político, tenían casi actitudes suicidas. Todos sabemos que quizás la presidenta Dilma Rousseff no fue necesariamente la mejor opción para suceder a Lula. –¿Por qué lo cree? –Fue una decisión personal suya postular a una persona que nunca se había presentado a elecciones en ninguna parte. Una buena técnica, pero quizás buena para gobernar en períodos de bonanza y no en períodos de turbulencia. Por eso digo que hubo un casi suicidio. Pienso que los gobiernos progresistas no prestaron la atención necesaria para ganar victorias contundentes. Para eso era necesario mantener una lealtad con los grupos sociales con los cuales trabajaron durante años; lealtad que no mantuvieron. Al final de sus mandatos implementaron políticas casi ofensivas. –¿Por ejemplo? ¿A cuáles se refiere concretamente? –Por ejemplo, en el caso de Dilma, el hecho de nombrar para ministra de agricultura a Kátia Abreu, la gran mujer representante de los agronegocios. Y así tantas otras cosas ocurrieron en otros países que hicieron parecer que se estaba traicionando todo lo que se había prometido en la campaña electoral. Fueron muchos errores. La gente no es estúpida. La gente quería esta redistribución, ¿quién no? Solamente la clase media puede ser muy crítica por temor a que se le recorte algún beneficio, pero sigue teniendo su salario, su coche… Pero la gente que estaba muy abajo y que finalmente pudo comer, ir al colegio, ir al supermercado… a esa gente le gustaría poder sostener esa política. El caso es que los gobiernos no fueron lo suficientemente elocuentes para que la gente pudiera advertir que lo que la derecha y los medios de comunicación decían era realmente falso. –Usted atribuye estos cambios de signo político a la fragilidad de los logros alcanzados en los últimos 15 años. Sin embargo, en algunos países los cambios se dieron por la voluntad popular… –Es una buena pregunta pero complicada de responder. Estos cambios de transformación y de políticas de redistribución social están siendo eliminados a través de procesos democráticos. Por eso puede decirse que es el pueblo el mayor beneficiario de estas políticas, el que se muestra ingrato y vota en contra. En ese sentido habría varias cosas que decir. –¿Cómo cuáles? –Primero, es claro que estos gobiernos progresistas cometieron muchos errores; hay quienes no consideran a estos gobiernos progresistas, yo los sigo denominando así en el sentido de que buscaron una redistribución social en un continente marcado por las desigualdades que venían desde la Colonia. Uno de esos errores fue no aprovechar la gran oportunidad que se les dio para transformar políticamente la sociedad: hacer reformas políticas, reformas del sistema fiscal, de los medios de comunicación, de la economía. Y al contrario, de una manera perezosa, aprovecharon el aumento de los commodities y el alza de precios de las materias primas para permitir, a partir de esto, una redistribución social que era dependiente de los precios. Al mismo tiempo, permitieron a las clases oligárquicas, a los sistemas financieros, a los ricos, enriquecerse como nunca. No aprovecharon la gran aceptación, casi hegemónica, que tuvieron en algún tiempo para transformar la política de manera de poder resistir a una situación más 63 adversa. Por eso es que estas formas de inclusión no fueron realmente formas de inclusión democrática y ciudadana. –¿Qué tipo de inclusión observa en estos procesos? br shoppings–Fueron formas de inclusión por el consumo. En ese sentido, estos nuevos sujetos políticos, que en muchos casos por primera vez podían comer tres veces al día, no fueron invitados a ejercer el control sobre las políticas públicas mediante mecanismos de democracia participativa, tampoco fueron invitados a debatir sobre el servicio que se daba en los hospitales y se quedaron, por así decirlo, como pasivos recipientes de un consumo que ahora les era permitido. Por eso esta inclusión es frágil, por eso permite que esta población que fue realmente beneficiada esté sujeta a influencias que pueden de alguna manera disfrazar y pervertir todo lo que se hizo. –Puntualmente, ¿a qué influencias se refiere? –Hay influencias sin las cuales no podemos entender qué está pasando. En primer lugar, la presencia de un fascismo mediático. En mi trabajo he distinguido diferentes formas de fascismo: el fascismo del apartheid social, el fascismo territorial, el fascismo paraestatal, el financiero y, obviamente, el fascismo mediático. El fascismo mediático es aquel que permite a los medios, a través de la concentración mediática, manipular de una manera grosera la realidad y las percepciones de la vida cotidiana, de la vida política, de manera que la gente se sienta traicionada por los que apoyó anteriormente y que piense que los que le dieron una nueva vida a través de la inserción en el consumo son los responsables de la crisis. Eso fue lo que ocurrió a través de una manipulación mediática muy inteligente y poderosa que se hizo en todo el continente. –¿Qué otros elementos coadyuvaron a este tipo de influencias? –El segundo factor es la presencia del imperialismo norteamericano. No se puede ocultar más que los errores internos que cometieron los gobiernos progresistas no serían tan graves si no hubiera una fuerza internacional muy fuerte proveniente del imperialismo norteamericano que opera por diferentes mecanismos, que por supuesto ahora no son las dictaduras militares pero que son las presiones del sistema financiero internacional y la financiación de organizaciones democráticas en varios países que son democráticos desde la fachada pero que aplican condiciones hostiles a los gobiernos progresistas. Sin ir más lejos, en Brasil está absolutamente documentada la presencia de los hermanos Koch, muy conocidos en Estados Unidos por ser de los más ricos y de los que más promueven políticas de derecha. –¿En qué consistió el rol de los hermanos Koch en el impeachment llevado a cabo contra Dilma? –Los Koch Brothers han financiado muchas organizaciones que están hoy en la calle pidiendo el impeachment de Dilma. El imperialismo norteamericano aprovechó los errores cometidos por los gobiernos progresistas para atacar con una violencia sin precedentes. Empezaron por los pequeños países: primero Honduras, luego Paraguay con el golpe parlamentario a Fernando Lugo. Y ahora están intentando con los grandes países: Venezuela, Brasil y Argentina, y debemos decir que lo están haciendo con bastante éxito y que por eso hay que empezar de nuevo. –¿En qué consiste el “fascismo financiero”? –Todas las formas de fascismo son formas infra-políticas, no son parte del sistema político, que es democrático, pero condicionan las formas de vida de los que están abajo a través de desigualdades de poder que no son democráticas, que son inmensas y permiten que los grupos que tienen poder casi obtengan un derecho de veto sobre las oportunidades de vida de quienes están más abajo. Si eliminan la escuela pública y la salud pública la gente con bajos recursos podrá enviar a sus hijos a la escuela si es que tiene un amigo o padrino. Ahora, si el padrino no quiere pagar entonces sus hijos ya no irán a la escuela. Es la filantropía: el veto sobre la oportunidad. Es la discrecionalidad, que ocurre de diferentes formas.br negros asesinados en bahia - copia 64 Por ejemplo, la discrecionalidad de la policía ante los pibes que son negros o que usan gorra. Y que llaman “leyes de convivencia”, pero que no tienen nada de convivencia sino que cuestiona a cualquiera que tenga un comportamiento apenas distinto. Eso es fascismo. Es arbitrariedad. Lo mismo el fascismo del apartheid social. En todas partes hay zonas salvajes de la ciudad y zonas civilizadas, donde existen todos los requisitos de urbanidad, de seguridad y saneamiento básico, y otras zonas donde no hay electricidad, donde el agua está contaminada, etc. Todo esto en un marco de la legalidad. Una discrecionalidad por debajo de los procesos políticos, y por eso digo que vivimos en sociedades que son políticamente democráticas y socialmente fascistas. –¿Qué rasgos distintivos encuentra en el fascismo financiero? –El fascismo financiero tiene una característica especial: permite salir del juego democrático para tener más poder sobre el juego democrático. O sea, alguien con muchísimo dinero puede ponerlo en un paraíso fiscal. De este modo sale del juego democrático de los impuestos, pero al salir se queda con más dinero y más poder para poder influenciar el juego democrático y además darles consejos a los ciudadanos de que no deben gastar tanto, que están viviendo por encima de sus posibilidad, que el Estado está gastando más en salud, por supuesto, porque el Estado no está siendo financiado con los impuestos que podría recibir si esta plata estuviera en el país. Se crea una corrupción de la democracia a través de la cual hay dos reglas: los que huyen de las reglas democráticas son los que se quedan con más poder para imponer las reglas democráticas a los otros. Esa es la perversidad del fascismo financiero. Claro que también tiene otras formas como las “agencias de rating” y la especulación. –¿Qué hay del fascismo político? –Justamente, el problema radica en ver hasta cuándo se mantiene como fascismo social y cuándo se transforma en fascismo político. Porque hasta ahora, políticamente, las sociedades son democráticas. Hay libertad de expresión, relativa pero existe. Hay elecciones libres, por así decirlo, con toda la manipulación. Hay un mínimo de credibilidad democrática, pero los asuntos de los que depende la vida de la gente están cada vez más sustraídos al juego democrático y los más poderosos son quienes más salen de ese juego democrático para después imponerlo a los que están abajo. Esto a mi juicio es la situación en la que estamos y donde surge la necesidad de un otro proceso constituyente. –El acceso al saber también es desigual. ¿Se puede hablar de un fascismo del conocimiento? esp universidades–Lo que diría es que estamos asistiendo a la mercantilización del conocimiento. Durante mucho tiempo el conocimiento científico valió por su rigor y por la curiosidad de los cientistas que se decidieron a investigar un tema y que llegaban a conclusiones útiles para los países. Hoy ya no es así. El valor del conocimiento es un valor de mercado: el conocimiento contribuye a la innovación, genera patentes. Las universidades están ante una presión enorme por generar recetas propias del conocimiento. Se mercantiliza el conocimiento y por eso las propias universidades están cada vez forzadas a funcionar como corporaciones mercantiles, como empresas, los profesores como proletarios que producen para revistas de impacto, y los estudiantes como consumidores. Hay una mercantilización general del conocimiento y es esto que ha dado impulso al trabajo que me domina hoy sobre las “epistemologías del sur”: intentar llevar a cabo una lucha radical en todo el conocimiento. Por eso trabajo tanto con los movimientos sociales, para mostrar que el conocimiento científico es importante y no se puede demonizar, que la ciencia demuestra que los transgénicos o los insecticidas contaminan el agua y destruyen la vida, que debemos usar esa ciencia, pero tener en cuenta que esa ciencia no es la única válida. En este sentido es necesario descolonizar el saber para poder democratizar la sociedad, despatriarcalizarla y desmercantilizarla. –¿Es posible aplicar su concepto de “apartheid social” a las políticas segregacionistas hacia los refugiados que se despliegan en varios países europeos? –Toda la razón en mencionar a Europa, que está bajo la misma presión. Los refugiados son un caso extremo de una política de exclusión, pero lo más significativo es todo el sistema de 65 fascismo financiero, disciplinario, que se aplicó en Grecia, Portugal, España, y que se está aplicando en otros países para intentar exigir que todos los países sigan la misma línea conservadora, de privatización, de liberalización, de destrucción de servicios públicos como salud y educación, de privatización de los servicios que son rentables para el capital. Europa puede hoy con menos arrogancia reconocer y entender mejor lo que pasa en América Latina. –¿Por qué? –Porque durante mucho tiempo pensó que ciertas situaciones sólo sucedían en países menos desarrollados, pero hoy Europa está pasando por un proceso de subdesarrollo: algunos países que estaban más desarrollados ahora están siendo subdesarrollados (el caso de Grecia es muy dramático y, desde el año 2000, el caso de Portugal también). Portugal es el único país de la Unión Europea que tiene un gobierno de izquierda que puede ser destruido en cualquier momento por Bruselas porque no está muy interesada en gobiernos de izquierda. Pero es una lucha cada vez más común entre países latinoamericanos y europeos. –¿Cuál es su mirada hacia los partidos de izquierda?por boaventura16 –Creo que es necesario que redefinamos qué son las izquierdas y cuál es su forma política. Primero, no se puede decir que las izquierdas no aprendan. Voy a dar el ejemplo de la izquierda portuguesa. Durante mucho tiempo los comunistas pensaron que jamás podrían aliarse a los socialistas porque los consideraban de derecha. Ante la posibilidad de que una derecha siguiera gobernando Portugal por cuatro años más decidieron unirse al partido socialista. –¿Por qué las izquierdas tienden a la fragmentación? –El problema es que la izquierda partidaria hizo lo que yo llamo “una sociología de ausencias”. Invisibilizó todo lo que no se designaba como izquierda y que no tenía la forma de partido. Por eso lo que falta, a mi juicio, es juntar estas diferentes dinámicas y, para eso, es necesario que las izquierdas abandonen la idea de que los partidos son la única forma de representación política. Los partidos tienen que pasar por una refundación donde la democracia participativa sea constitutiva de la formulación de las políticas, de los partidos, y de las elecciones de los candidatos. BOAVENTURA DE SOUSA SANTOS ANALIZA LA EMBESTIDA DE LA DERECHA EN LA REGION Y SU RELACION CON EL “FASCISMO FINANCIERO” “Los más poderosos son quienes más salen del juego democrático para después imponerlo a los de abajo” http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/21-303326-2016-07-04.html En medio del actual proceso de transición regresiva en varios países de la región, como Argentina y Brasil, el reconocido jurista y sociólogo propone continuar con la lucha por la igualdad para impulsar un nuevo ciclo constituyente que haga frente a los intentos destituyentes. Los logros alcanzados en los últimos años y sus límites. Los errores de los gobiernos progresistas. Por Natalia Aruguete y Bárbara Schijman Los logros en el nivel de consumo alcanzados en los últimos años en la región no se han podido sostener en el tiempo. La embestida de los sectores de derecha en distintos países de América Latina, asume el investigador portugués Boaventura de Sousa Santos, pone de manifiesto la “fragilidad” de tales conquistas. Frente al actual proceso de transición regresiva en países como Argentina, Brasil, Ecuador y Venezuela, el reconocido jurista y sociólogo propone 66 continuar con la lucha por la igualdad. No una igualdad clásica, sino una agiornada, que define como “igualdad con diferencias”. –¿Qué nuevas formas cree que toman las luchas por la igualdad en América Latina? –Las luchas por la igualdad han sido luchas tradicionales en este continente, ya que es un continente muy desigual. Las desigualdades se han profundizado a lo largo de las últimas décadas, excepto quizás en los últimos 12 o 15 años, dependiendo de los países. Algunos gobiernos, salidos muchas veces de movimientos populares, lograron realizar alguna redistribución social aprovechando el boom de los commodities y el alza de precio de los productos primarios; con eso integraron en el consumo –aunque no en términos de ciudadanía, por lo menos en el consumo–, a millones de personas en el continente. Claro. Se está demostrando que estos logros son frágiles y reversibles. De hecho están siendo ya puestos en cuestión en varios países: Argentina es uno de ellos, Brasil puede ser el próximo, Ecuador también, y Venezuela. Dado que no ha sido un proceso sostenible, la lucha por la igualdad debe continuar. No se trata de una lucha clásica por la igualdad entre clases, sino que se trata de una “igualdad con diferencias”. –¿En qué sentido “igualdad con diferencias”? –Desde los años 90, pero sobre todo después de 2000, hay una lucha muy fuerte por el reconocimiento a la diversidad protagonizada, sobre todo, por los movimientos indígenas y afrodescendientes. Ya había obviamente una lucha de las mujeres por la diferencia, por la diversidad, pero estos dos movimientos –el afrodescendiente y el indígena–, tuvieron un impacto enorme sobre todo en algunas de las constituciones, como las de Bolivia y de Ecuador, para mostrar que la igualdad para ser incluyente debe tomar en cuenta las diferentes maneras de pertenecer a una cierta comunidad política que es el Estado. Esos fueron logros. Ahora, en este momento, estamos en un proceso de reversión, de transición regresiva. –¿A qué se refiere cuando habla de que “asistimos a un nuevo ciclo constituyente”? –Cuando hablo de procesos constituyentes me refiero a procesos que buscan intentar ver de qué manera se puede abrir otro ciclo una vez que éste está agotado o que se presenta como un proceso destituyente, en la medida en que los derechos conquistados se están destituyendo, a veces a través de cambios constitucionales, otras veces sin cambios constitucionales. Por eso también es que las constituciones se están revelando como un papel mojado y con poca eficacia; ellas, que fueron creadas fundamentalmente para crear la idea de seguridad y que podrían aguantarse momentos cíclicos complicados. Pero no es así. Tenemos un tipo de estado de excepción en el que no hay suspensión de las constituciones, no hay dictadura, todo parece hecho dentro de una normalidad democrática pero el hecho es que la 67 democracia se está espaciando. Por eso el apego a un proceso constituyente es a un nuevo proceso que pueda blindarse en relación a las debilidades del proceso anterior. –¿A qué atribuye el cambio de signo político de algunos gobiernos de la región? –Creo que es producto de muchos errores por parte de algunos gobiernos, que en su parte final y producto de la degradación del ánimo político, tenían casi actitudes suicidas. Todos sabemos que quizás la presidenta Dilma Rousseff no fue necesariamente la mejor opción para suceder a Lula. –¿Por qué lo cree? –Fue una decisión personal suya postular a una persona que nunca se había presentado a elecciones en ninguna parte. Una buena técnica, pero quizás buena para gobernar en períodos de bonanza y no en períodos de turbulencia. Por eso digo que hubo un casi suicidio. Pienso que los gobiernos progresistas no prestaron la atención necesaria para ganar victorias contundentes. Para eso era necesario mantener una lealtad con los grupos sociales con los cuales trabajaron durante años; lealtad que no mantuvieron. Al final de sus mandatos implementaron políticas casi ofensivas. –¿Por ejemplo? ¿A cuáles se refiere concretamente? –Por ejemplo, en el caso de Dilma, el hecho de nombrar para ministra de agricultura a Kátia Abreu, la gran mujer representante de los agronegocios. Y así tantas otras cosas ocurrieron en otros países que hicieron parecer que se estaba traicionando todo lo que se había prometido en la campaña electoral. Fueron muchos errores. La gente no es estúpida. La gente quería esta redistribución, ¿quién no? Solamente la clase media puede ser muy crítica por temor a que se le recorte algún beneficio, pero sigue teniendo su salario, su coche... Pero la gente que estaba muy abajo y que finalmente pudo comer, ir al colegio, ir al supermercado… a esa gente le gustaría poder sostener esa política. El caso es que los gobiernos no fueron lo suficientemente elocuentes para que la gente pudiera advertir que lo que la derecha y los medios de comunicación decían era realmente falso. –Usted atribuye estos cambios de signo político a la fragilidad de los logros alcanzados en los últimos 15 años. Sin embargo, en algunos países los cambios se dieron por la voluntad popular... –Es una buena pregunta pero complicada de responder. Estos cambios de transformación y de políticas de redistribución social están siendo eliminados a través de procesos democráticos. Por eso puede decirse que es el pueblo el mayor beneficiario de estas políticas, el que se muestra ingrato y vota en contra. En ese sentido habría varias cosas que decir. 68 –¿Cómo cuáles? –Primero, es claro que estos gobiernos progresistas cometieron muchos errores; hay quienes no consideran a estos gobiernos progresistas, yo los sigo denominando así en el sentido de que buscaron una redistribución social en un continente marcado por las desigualdades que venían desde la Colonia. Uno de esos errores fue no aprovechar la gran oportunidad que se les dio para transformar políticamente la sociedad: hacer reformas políticas, reformas del sistema fiscal, de los medios de comunicación, de la economía. Y al contrario, de una manera perezosa, aprovecharon el aumento de los commodities y el alza de precios de las materias primas para permitir, a partir de esto, una redistribución social que era dependiente de los precios. Al mismo tiempo, permitieron a las clases oligárquicas, a los sistemas financieros, a los ricos, enriquecerse como nunca. No aprovecharon la gran aceptación, casi hegemónica, que tuvieron en algún tiempo para transformar la política de manera de poder resistir a una situación más adversa. Por eso es que estas formas de inclusión no fueron realmente formas de inclusión democrática y ciudadana. –¿Qué tipo de inclusión observa en estos procesos? –Fueron formas de inclusión por el consumo. En ese sentido, estos nuevos sujetos políticos, que en muchos casos por primera vez podían comer tres veces al día, no fueron invitados a ejercer el control sobre las políticas públicas mediante mecanismos de democracia participativa, tampoco fueron invitados a debatir sobre el servicio que se daba en los hospitales y se quedaron, por así decirlo, como pasivos recipientes de un consumo que ahora les era permitido. Por eso esta inclusión es frágil, por eso permite que esta población que fue realmente beneficiada esté sujeta a influencias que pueden de alguna manera disfrazar y pervertir todo lo que se hizo. –Puntualmente, ¿a qué influencias se refiere? –Hay influencias sin las cuales no podemos entender qué está pasando. En primer lugar, la presencia de un fascismo mediático. En mi trabajo he distinguido diferentes formas de fascismo: el fascismo del apartheid social, el fascismo territorial, el fascismo paraestatal, el financiero y, obviamente, el fascismo mediático. El fascismo mediático es aquel que permite a los medios, a través de la concentración mediática, manipular de una manera grosera la realidad y las percepciones de la vida cotidiana, de la vida política, de manera que la gente se sienta traicionada por los que apoyó anteriormente y que piense que los que le dieron una nueva vida a través de la inserción en el consumo son los responsables de la crisis. Eso fue lo que ocurrió a través de una manipulación mediática muy inteligente y poderosa que se hizo en todo el continente. –¿Qué otros elementos coadyuvaron a este tipo de influencias? 69 –El segundo factor es la presencia del imperialismo norteamericano. No se puede ocultar más que los errores internos que cometieron los gobiernos progresistas no serían tan graves si no hubiera una fuerza internacional muy fuerte proveniente del imperialismo norteamericano que opera por diferentes mecanismos, que por supuesto ahora no son las dictaduras militares pero que son las presiones del sistema financiero internacional y la financiación de organizaciones democráticas en varios países que son democráticos desde la fachada pero que aplican condiciones hostiles a los gobiernos progresistas. Sin ir más lejos, en Brasil está absolutamente documentada la presencia de los hermanos Koch, muy conocidos en Estados Unidos por ser de los más ricos y de los que más promueven políticas de derecha. –¿En qué consistió el rol de los hermanos Koch en el impeachment llevado a cabo contra Dilma? –Los Koch Brothers han financiado muchas organizaciones que están hoy en la calle pidiendo el impeachment de Dilma. El imperialismo norteamericano aprovechó los errores cometidos por los gobiernos progresistas para atacar con una violencia sin precedentes. Empezaron por los pequeños países: primero Honduras, luego Paraguay con el golpe parlamentario a Fernando Lugo. Y ahora están intentando con los grandes países: Venezuela, Brasil y Argentina, y debemos decir que lo están haciendo con bastante éxito y que por eso hay que empezar de nuevo. –¿En qué consiste el “fascismo financiero”? –Todas las formas de fascismo son formas infra-políticas, no son parte del sistema político, que es democrático, pero condicionan las formas de vida de los que están abajo a través de desigualdades de poder que no son democráticas, que son inmensas y permiten que los grupos que tienen poder casi obtengan un derecho de veto sobre las oportunidades de vida de quienes están más abajo. Si eliminan la escuela pública y la salud pública la gente con bajos recursos podrá enviar a sus hijos a la escuela si es que tiene un amigo o padrino. Ahora, si el padrino no quiere pagar entonces sus hijos ya no irán a la escuela. Es la filantropía: el veto sobre la oportunidad. Es la discrecionalidad, que ocurre de diferentes formas. Por ejemplo, la discrecionalidad de la policía ante los pibes que son negros o que usan gorra. Y que llaman “leyes de convivencia”, pero que no tienen nada de convivencia sino que cuestiona a cualquiera que tenga un comportamiento apenas distinto. Eso es fascismo. Es arbitrariedad. Lo mismo el fascismo del apartheid social. En todas partes hay zonas salvajes de la ciudad y zonas civilizadas, donde existen todos los requisitos de urbanidad, de seguridad y saneamiento básico, y otras zonas donde no hay electricidad, donde el agua está contaminada, etc. Todo esto en un marco de la legalidad. Una discrecionalidad por debajo de los procesos políticos, y por eso digo que vivimos en sociedades que son políticamente democráticas y socialmente fascistas. 70 –¿Qué rasgos distintivos encuentra en el fascismo financiero? –El fascismo financiero tiene una característica especial: permite salir del juego democrático para tener más poder sobre el juego democrático. O sea, alguien con muchísimo dinero puede ponerlo en un paraíso fiscal. De este modo sale del juego democrático de los impuestos, pero al salir se queda con más dinero y más poder para poder influenciar el juego democrático y además darles consejos a los ciudadanos de que no deben gastar tanto, que están viviendo por encima de sus posibilidad, que el Estado está gastando más en salud, por supuesto, porque el Estado no está siendo financiado con los impuestos que podría recibir si esta plata estuviera en el país. Se crea una corrupción de la democracia a través de la cual hay dos reglas: los que huyen de las reglas democráticas son los que se quedan con más poder para imponer las reglas democráticas a los otros. Esa es la perversidad del fascismo financiero. Claro que también tiene otras formas como las “agencias de rating” y la especulación. –¿Qué hay del fascismo político? –Justamente, el problema radica en ver hasta cuándo se mantiene como fascismo social y cuándo se transforma en fascismo político. Porque hasta ahora, políticamente, las sociedades son democráticas. Hay libertad de expresión, relativa pero existe. Hay elecciones libres, por así decirlo, con toda la manipulación. Hay un mínimo de credibilidad democrática, pero los asuntos de los que depende la vida de la gente están cada vez más sustraídos al juego democrático y los más poderosos son quienes más salen de ese juego democrático para después imponerlo a los que están abajo. Esto a mi juicio es la situación en la que estamos y donde surge la necesidad de un otro proceso constituyente. –El acceso al saber también es desigual. ¿Se puede hablar de un fascismo del conocimiento? –Lo que diría es que estamos asistiendo a la mercantilización del conocimiento. Durante mucho tiempo el conocimiento científico valió por su rigor y por la curiosidad de los cientistas que se decidieron a investigar un tema y que llegaban a conclusiones útiles para los países. Hoy ya no es así. El valor del conocimiento es un valor de mercado: el conocimiento contribuye a la innovación, genera patentes. Las universidades están ante una presión enorme por generar recetas propias del conocimiento. Se mercantiliza el conocimiento y por eso las propias universidades están cada vez forzadas a funcionar como corporaciones mercantiles, como empresas, los profesores como proletarios que producen para revistas de impacto, y los estudiantes como consumidores. Hay una mercantilización general del conocimiento y es esto que ha dado impulso al trabajo que me domina hoy sobre las “epistemologías del sur”: intentar llevar a cabo una lucha radical en todo el conocimiento. Por eso trabajo tanto con los movimientos sociales, para mostrar que el conocimiento científico es importante y no se puede 71 demonizar, que la ciencia demuestra que los transgénicos o los insecticidas contaminan el agua y destruyen la vida, que debemos usar esa ciencia, pero tener en cuenta que esa ciencia no es la única válida. En este sentido es necesario descolonizar el saber para poder democratizar la sociedad, despatriarcalizarla y desmercantilizarla. –¿Es posible aplicar su concepto de “apartheid social” a las políticas segregacionistas hacia los refugiados que se despliegan en varios países europeos? –Toda la razón en mencionar a Europa, que está bajo la misma presión. Los refugiados son un caso extremo de una política de exclusión, pero lo más significativo es todo el sistema de fascismo financiero, disciplinario, que se aplicó en Grecia, Portugal, España, y que se está aplicando en otros países para intentar exigir que todos los países sigan la misma línea conservadora, de privatización, de liberalización, de destrucción de servicios públicos como salud y educación, de privatización de los servicios que son rentables para el capital. Europa puede hoy con menos arrogancia reconocer y entender mejor lo que pasa en América Latina. –¿Por qué? –Porque durante mucho tiempo pensó que ciertas situaciones sólo sucedían en países menos desarrollados, pero hoy Europa está pasando por un proceso de subdesarrollo: algunos países que estaban más desarrollados ahora están siendo subdesarrollados (el caso de Grecia es muy dramático y, desde el año 2000, el caso de Portugal también). Portugal es el único país de la Unión Europea que tiene un gobierno de izquierda que puede ser destruido en cualquier momento por Bruselas porque no está muy interesada en gobiernos de izquierda. Pero es una lucha cada vez más común entre países latinoamericanos y europeos. –¿Cuál es su mirada hacia los partidos de izquierda? –Creo que es necesario que redefinamos qué son las izquierdas y cuál es su forma política. Primero, no se puede decir que las izquierdas no aprendan. Voy a dar el ejemplo de la izquierda portuguesa. Durante mucho tiempo los comunistas pensaron que jamás podrían aliarse a los socialistas porque los consideraban de derecha. Ante la posibilidad de que una derecha siguiera gobernando Portugal por cuatro años más decidieron unirse al partido socialista. –¿Por qué las izquierdas tienden a la fragmentación? –El problema es que la izquierda partidaria hizo lo que yo llamo “una sociología de ausencias”. Invisibilizó todo lo que no se designaba como izquierda y que no tenía la forma de partido. Por eso lo que falta, a mi juicio, es juntar estas diferentes dinámicas y, para eso, es necesario que las izquierdas abandonen la idea de que los partidos son la única forma de representación 72 política. Los partidos tienen que pasar por una refundación donde la democracia participativa sea constitutiva de la formulación de las políticas, de los partidos, y de las elecciones de los candidatos. Un gobierno anti-proletario Raúl Prada Alcoreza http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2016070105 El caso de ENATEX nos enseña otros perfiles del gobierno populista y progresista, con pretensiones de “socialismo-comunitario”. Asombrosamente, después de que lo calificamos como gobierno anti-indígena, con el conflicto del TIPNIS, ahora podemos calificarlo como gobierno anti-proletario. ¿Cómo puede darse un gobierno anti-proletario? Un gobierno burgués, es decir, ejemplarmente capitalista, no puede ser anti-proletario, pues el modo de producción capitalista depende del proletariado para el cumplimiento del proceso de valorización dineraria. Un gobierno liberal burgués no puede ser anti-proletario, a no ser que quiera suicidarse, y acabar con el modo de producción capitalista. Lo que si puede ser este gobierno burgués, por lo menos hipotéticamente, es ser represivo con las demandas y pretensiones sociales, económicas y políticas del proletariado organizado; pero, no antiproletario. Yendo al otro lado, ungobierno socialista, que por las circunstancias de la coyuntura, compungido por los bloqueos, los boicot y las restricciones de los Estado-nación, las potencias imperialistas, del sistema-mundo capitalista, se ve obligado a optar por un pragmatismo y un realismo político, que lo llevan al burocratismo, no puede ser antiproletario, aunque tenga que sabotearlo, en lo que respecta a la democracia obrera, al mandato de los consejos, de lossoviets, preservando el monopolio y la centralización del mando en el comité central del Partido Comunista. Esto significaría, descartar no solamente sus bases, sino la matriz de su misma ideología y praxis política. ¿Qué es, entonces, un gobierno anti-proletario? Comenzaremos con algunos balbuceos. Un gobierno anti-proletario aparece como un dispositivo de boicot alproductor directo, en condiciones de proletariado; algo que no podría hacer un gobierno burgués, tampoco, por razones simétricas y opuestas, un gobierno socialista. ¿Qué clase de gobierno boicotea al proletariado por razones económicas o por razones políticas? Solo podría ser un gobierno al que no le interesa la producción, tampoco el socialismo, aunque se lo proponga como prolongación de la dictadura burocrática y no comodictadura del proletariado. ¿A qué clase de gobierno no le interesa la producción ni el socialismo, aunque lo diga demagógicamente, que le interesa? Solo puede ser una clase de gobierno que le interesa de sobremanera laespeculación, acompañada por la simulación; sobre todo, dada en las formas de la economía política del chantaje. Estos no son gobiernos típicos al servicio del capitalismo, sino se trata de gobiernos que habitan en los espacios del sistema-mundo capitalista; pero, para hacer de parásitos, para alimentarse de las economías políticas del chantaje, del capitalismo especulativo; en términos de las expresiones políticas, optan por las formas más estridentemente demagógicas, más bulliciosamente teatrales, más evidentes en los montajes mediáticos. Esta clase de gobiernos, pueden optar por distintos discursos, dependiendo de las coyunturas y los periodos característicos; la clave no está en lo que dicen, en lo que expresan, en el papel que representan, sino en la estrategia dúctil y plástica de la acomodación. Se acomodan a las convocatorias y discursos atractivos a las masas, en su momento. Por eso, cuando hablan deproletariado, no lo hacen como lo hicieron lobolcheviques o como lo hacen otras expresiones socialistas marxistas, sino, como una metáfora comodín. Apoyan al “proletariado” porque fue el referente de las grandes revoluciones del siglo XX. Otorga prestigio el usarlo como referente de los discursos políticos en el siglo XXI. Cuando tienen que atender las demandas delproletariado, desde las más economicistas hasta as máspolíticas, lo hacen de manera improvisada. Pueden abrirfuentes de trabajo o contratar en masa a poblaciones demandantes, sin evaluar las condiciones económicas ni las consecuencias políticas. Lo que importa es elmomento, en el sentido, de la oportunidad de satisfacer demandas para obtener clientelas del poder, ampliando la masa de los involucrados en la economía política del chantaje. Así mismo, con la misma facilidad, pueden cerrar 73 las fuentes de trabajo, cuando las tuercas les aprietan. Pueden abrir una empresa pública, comprada a la empresa privada, por sus perfiles exitosos, y después pueden cerrarla estrepitosamente, por el fracaso económico y competitivo; sobre todo, por una pésima administración, teñida por corrupción depravada. Obviamente ocultando estos datos elocuentes, inculpando a las trabajadoras y trabajadores por el fracaso. Un gobierno anti-proletario es un dispositivo gubernamental al que no le interesa la existencia o inexistencia del proletariado; solo le interesa el nombre, como uso en el discurso demagógico. No le interesa laproductividad, como a la burguesía; tampoco elsocialismo, como al Partido Comunista ideal, no el efectivamente dado, que es una calamidad de diletantismos y de imposturas grotescas, muy lejos del heroico bolchevismo. Solo le interesa el espectáculo político, y en este espectáculo, la perduración en el poder. Gobiernos de estas características, anti-proletarios, es decir, anti-productivos y, efectivamente,anti-socialistas, aunque digan lo contrario, sonfenómenos gubernamentales de la era de la simulación; de lo que podríamos llamar formas estatales de la decadencia de la modernidad. ENATEX se ha cerrado con una ley que lo único que dice es que la empresas públicas que no son rentables se cierran; ¿por qué las abrieron, cuando se cerró el mercado de la ATDPA? ¿Improvisación, irresponsabilidad, decidía? En vano buscaremos una respuesta en los voceros gubernamentales. No la puede haber; los gobernantes no están en condiciones de darla, pues actúan, respondiendo a las “lógicas” de laeconomía política del chantaje. Para ellos basta emitir un argumento tan vago como éste. Los refrendan todos los señores de los órganos del poder del Estado, acompañados por la masa castrada de llunk’us. El proletariado en el conflicto tiene un argumento irrebatible, la preservación de las fuentes de trabajo; argumento, además, avalado por la propia Constitución. No se puede decir concluyentemente que la empresa no puede ser competitiva en el mercado internacional; ¿por qué no puede volver a serlo? Lo que ha quedado en claro es la incompetencia del ministerio del rubro, de los directores y administradores de la empresa, que, en la práctica, hicieron, todo para destruir la empresa, en vez de optar por medidas, que la hubieran hecho marchar. No tiene sentido la discusión general, sin asideros, de si la empresa pública es una mala administradora, como si esto fuera una característica esencial o si solo la empresa privada puede ser competitiva. Cuando de lo que se trata es de contar, en uno u otro caso, con aplicación de técnicas, tecnologías, administraciones, subjetividades, espíritu de cuerpo, adecuado, en un mundo competitivo. Nada de esto estuvo presente en la administración estatal de ENATEX. Los gobernantes demagogos, charlatanes, pretensiosos, simuladores, patéticos teatreros, descargan todo el peso de la crisis en los trabajadores, tal como lo hacían los gobiernos liberales en las crisis económicas, tal como lo hicieron los gobiernos neoliberales en las crisis económicas y de legitimidad. En esto se parecen, estos gobiernos de la burguesía y estos gobiernos charlatanes; en Bolivia se dice pajpacus. Al final, cuando, hay que tomar decisiones, cuando hay que descargar el peso de la crisis, la descargan sobre el proletariado. Las trabajadoras de ENATEX han lanzado una propuesta desafiante: ya que el gobierno ha fracasado en la administración, dejen que los trabajadores de textiles se hagan de la empresa, pues ellos saben del oficio, además de tener experiencia; son los únicos que pueden hacer marchar la empresa. Esta propuesta es no solamente coherente, además de consecuente, sino que corresponde claramente al gesto y actitud proletaria en la perspectiva del porvenir de la clase trabajadora y de la humanidad. La única observación que haríamos es que los derechos no se los mendiga se los toma; es una decisión asumida por las trabajadoras y trabajadores, entonces, se la efectúa en el acto, y debe ser apoyada por los bolivianos y las bolivianas, que creemos en la autogestión. La experiencia de ENATEX y la próxima experiencia de Huanuni, aunque ya conocida y reiterada, de nuevo, deben obligarnos a reflexionar. ¿En lo que respecta al porvenir del proletariado qué es lo que importa? ¿Los argumentos delequilibrio macroeconómico, las pretensiones de realismo y pragmatismo económico, los argumentos políticos de estabilidad, los discursos divagantes del populismo tardío, que opta por las relaciones clientelares y la economía política del chantaje? ¿O, al contrario, importan los argumentos de las trabajadoras, del proletariado, que defiende sus fuentes de trabajo, con la pasión que demanda la defensa de la vida? Hay que optar. Optar por lo primero, es optar por los institucional, el Estado, la economía, que no es más que un supuesto campo existente autonomizado; optar por lo segundo, es optar por las apuestas por la vida, que tiene en los cuerpos, en este caso del proletariado, a las materialidades vitales de la creatividad y la inventiva de la potencia social. El gobierno, no solo ha optado por lo primero, por la metafísica banal de la economía y de la política decadente, en la modernidad tardía, sino ha optado por la simulación insostenible 74 de una economía política, ya desaparecida en el siglo XX. Los ciudadanos, si es que quedan, tienen que optar entre la decadencia o la oportunidad de reavivar los ciclos vitales. Nadie debería quedar indiferente, pues son temas cruciales que nos competen. Al quedar indiferentes, avalamos las maniobras de un gobierno anti-proletario. No hay neutralidad ante la emergencia de la crisis organiza y estructural del sistema-mundo capitalista. Sobre todo, es grave, cuando se trata de versiones decadentes y agonizantes en el crepúsculo de este sistemamundo. Los y las bolivianas no debemos dejar que se cierre ENATEX, debemos apoyar a los y las trabajadoras en la autogestión industrial de la empresa textil. Al respecto, es conveniente hacernos varias preguntas pertinentes. Quizás la primera tenga que ver con unsentimiento lanzado por un canta-autor y por un ensayista sensible. El primero se preguntaba: ¿Cuándo bolivianos podemos tomar un vaso de chicha o de cerveza juntos? El segundo, desafiaba: atrevámonos a ser bolivianos. Muy lejos de todo chauvinismos muy distantes de todo patrioterismo, que se contentan con desgarrarse las vestiduras, haciendo valer sus gritos estridentes por la patria vulnerada; empero, en eso se quedan, en la pose gritona. Estos chauvinistas y estos patrioteros están muy lejos de hacer patria, de la única manera que se la puede hacer, con el afecto propio a todo lo que hace a lo que se llama patria; es decir, a sus territorios entrañables, a sus hombres y mujeres amados, a la dedicación a sus tramas y tragedias padecidas, a la conjunción entrelazada de los pueblos del continente. Los proletarios, los trabajadores y las trabajadoras de ENATEX, son nuestros y nuestras compatriotas. No podemos dejarlas abandonadas, cuando nos dicen que es su fuente de trabajo, que tienen hijos, familia, sobre todo, que ese es su oficio de años, de décadas. Sobre todo, cuando estos discursos pasionales, se contrastan con el cinismo de los voceros del gobierno, la versión incoherente y deshonesta del gobierno, la actitud corrosiva y chingonade los administradores oficialista de la fábrica. Cuando somos convocados por nuestros hermanos y hermanas no podemos ser indiferentes; la indiferencia sería una muestra lamentable de nuestra propia muerte adelantada. Ya no se trata de “ideologías” sino de nuestro apego a la vida. Toda vida que quiere vivir merece nuestra atención, sobre todo nuestro apoyo. Hemos ido demasiado lejos por el apego a los imaginarios, a las ideas, por el desapego a la vida, de donde amamantan los imaginarios y las ideas. Este camino nos ha desbarrancado. Es menester desandar el camino; reencontrar los senderos iniciales, inventar recorridos, de acuerdo a los compromisos afectivos con nuestras dependencias y nuestros entornos complementarios. Hermenéutica de la humanidad Raúl Prada Alcoreza http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2016070302 Vamos a volver a analizar la episteme moderna, que hemos descrito, esquemáticamente, como relativa al esquematismo dualista. Lo hicimos, de este modo, por razones de exposición. Preferimos remarcar los perfiles sobresalientes, sobre todo, que expresan claramente las formas de razonamiento de epistemologías, indudablemente variadas; empero, compartiendo lo que Theodor Adorno y Max Horkheimer denominaronracionalidad instrumental. Ahora, con esta vuelta a las caracterizaciones de la episteme moderna, vamos a concentrarnos en otras formas epistemológicas, que tienen que ver con las cuestiones que plantean las problemáticas humanas, que requieren dehermenéuticas singulares en la comprensión de sus fenomenologías y acontecimientos. Por ejemplo, la estética requiere de interpretaciones que suponen la experiencia simbólica, lingüística y cultural de los pueblos. Otro ejemplo, la historia como saber o como ciencia, requiere de la precomprensión y comprensión de las memorias sociales y la decodificación de las huellas inscritas y dejadas por sociedades y pueblos. Un tercer ejemplo, la filosofía, como amor al saber, como saber especulativo, en el buen sentido de la palabra, pone en juego construcciones de conceptos y narrativas teóricas, que tejen tramas teleológicas, que conforman sistemas explicativos, sobre la base de sentidos inmanentes, de sentidos trascendentales, de sentidos dialécticos, de sentidos existenciales. En estos tres ejemplos, es patente la referencia común, la humanidad; que también es el reconocimiento de lo que distingue a los humanos, desde la perspectiva de esta autorreferencia. 75 Entonces, hablaremos de otra formación epistemológica, que forma parte de las composiciones de la episteme moderna. Que si bien no deja elesquematismo dualista, se distingue de la metodología positivista de las ciencias naturales. Para decirlo resumidamente, no busca necesariamente lageneralización sino, mas bien, la singularidad de los hechos, eventos, sucesos y acontecimientos sociales. Nos vamos a detener en el concepto de humanidad, pues aquí se encuentra la arqueología enunciativa de lossaberes y ciencias humanas, también llamadas ciencias del espíritu. La humanidad viene a ser el concepto autoreferido de ese ser o de esos seres, que se reconocen como humanos, por sus lenguajes, sus culturas, sus memorias registradas, por sus tecnologías; sobre todo, si se quiere, por la percepción de sí mismo. Ahora bien, laarqueología del concepto puede remontarse a la filosofía antigua, así como a las religiones. Por consiguiente, a las simbolizaciones y significaciones de esta figura delhomo político, del homo racional, del homo lingüístico. Sin embargo, parece que la arqueología del concepto de humanidad adquiere una estructura conceptual más elaborada y sistemática en el llamado renacimiento. Se puede decir que el retorno al clasicismo antiguo, que es, mas bien, la invención del clasicismo, corresponde alacontecimiento múltiple del nacimiento del mundo moderno. Mundo moderno que también crea al hombrecomo figura dominante en la composición descriptivade la humanidad. La apertura de los ámbitos de relaciones entre sociedades, pueblos, culturas y civilizaciones, hacen al mundo, que, a su vez, hace alhombre moderno. Este ser ya no es tanto el ser hecho a imagen y semejanza de Dios, como en la versión religiosa, sino unser finito, que compensa su finitud, por su capacidad inventiva. Quizás el concepto de potencia de Baruch Spinoza tenga vínculos con esta intuición de la humanidad, aunque, ciertamente, la filosofía de Spinoza le da connotaciones, mas bien, cosmológicas. Y, obviamente, la arqueología del concepto de potencia es diferente a la arqueología del concepto de humanidad; se remonta al concepto griego de energía - ἐνέργεια,enérgeia, que significa actividad, también operación - y de dinámica[1] - το δυνατόν -. Empero, como se trata de conceptos que se imbrican, como todo concepto, es menester tener en cuenta estos mapas conceptuales. Pero, más que la arqueología conceptual, nos interesa su irradiación metodológica en la investigación y en el análisis. La hermenéutica de las ciencias humanas va a remarcar las cualidades metodológicas en los estudios del arte, de la estética, de la cultura y de la historia. Estascualidades metodológicas tienen que ver con lacomprensión más que con el conocimiento; tienen que ver más con la interpretación de la singularidad que encontrar la regularidad generalizable. Tienen que ver con la experiencia cultural de los pueblos más que con los datos ordenados para proyectar regularidades. Estametodología es sugerente para entender lascomposiciones de la episteme moderna, ahora, incorporando otros enfoques y métodos, que aunque no dejen de formar parte de esta episteme, ni de losesquematismos dualistas, adquieren una estructura conceptual propia, por la perspectiva de la autorreferencia, además de tratarse de una certeza inmanente. Lo que caracteriza a esta formación epistemológica, a esta metodología hermenéutica, como perteneciente a laepisteme de la modernidad, es la diferencia trazada entre humanidad y naturaleza. Distinción propia de la “ideología” de la modernidad. No nos interesa, ahora, en este ensayo, la crítica a esta concepción jerárquica de lahumanidad, concepción que podríamos denominareconomía política de la humanidad, por su bifurcación, entre naturaleza y humanidad; siendo lo concreto lanaturaleza, siendo lo espiritual la humanidad;valorizando lo espiritual, desvalorizando lo concreto,como toda economía política. Esta crítica se encuentra en otros ensayos[2]. Lo que nos interesa es comprenderlas formaciones enunciativas y discursivas humanistas. Sobre todo, para comprender el impacto de laarqueología humanista en la episteme moderna, además de evaluar el alcance de esta herencia en el nuevo horizonte epistemológico. En Episteme compleja[3] definimos tres grandesepistemes o, si se quiere, tres substratos o matrices desitios de arqueologías epistemológicas, definidas y estructuradas como formaciones de saberes y ciencias. El zócalo epistemológico de cada una de estas epistemesestá conformado por la física y matemáticascorrespondientes a época. Esta física y matemáticasdefine el alcance del horizonte epistemológico abierto; ninguna formación epistemológica de la estructura, composiciones y combinaciones de la episteme, va más lejos que este horizonte. Metafóricamente, podríamos decir, que esta física y matemáticas hacen como lapercepción de la época, fuera del zócalo y estructurabásica de la episteme. Por ejemplo, la filosofía de la época no puede ir más lejos del horizonte abierto por lafísica y matemáticas correspondientes. 76 Teniendo en cuenta esta configuración epistemológica, es indispensable aclarar que la estructura de la epistemees dinámica; de ninguna manera estática o algo parecido. Nos referimos a que el conjunto de estratos de la formación epistemológica, no se acomodan sucesivamente, unos encima de otros, teniendo comozócalo a la física y matemáticas. Si bien, el zócalo hace de suelo de la formación epistemológica, los estratos se yuxtaponen, imbrican, incluso se afectan. Un estrato epistemológico que se yuxtapone, se imbrica y afecta a la estructura dinámica de la episteme moderna es el estratode los saberes y ciencias humanas. Se podría decir que la llamada física clásica o física newtoniana tiene a su campo de estudio de los fenómenos físicoscomo si fuesen una exterioridad; en contraste, las ciencias humanas consideran su campo de estudio como si fueseinterioridad. Pasamos, si se quiere, de una heterorreferencia a una autorreferencia. El conjunto de ciencias y saberes de la formación epistemológica tiene la certeza de que las ciencias y los saberes son producciones sociales y humanas. La formación enunciativa humanista incide en toda la estratificación de la episteme moderna. En el caso de la física, si bien no en lo que respecta a las descripciones, regularidades, fenómenos y comportamientos físicos, para no hablar de “leyes físicas”, en cambio, si, en lo que respecta a las metáforas usadas, a las formas de expresión y exposición. Además de que el interlocutor es la humanidad misma, fuera de que el productor de conocimiento es también la humanidad misma. Se podría describir las distintas imbricaciones del estrato de las ciencias humanasrespecto a los otros estratos epistemológicos, así como ocurre entre el conjunto de los estratos entre sí. Sin embargo, lo que importa, por ahora, es comprender el impacto de las ciencias humanas en la episteme moderna. En primer lugar, se considera a la ciencia física y a las demás ciencias como conocimientos al servicio del hombre, que es la figura dominante de la composición de la humanidad. En segundo lugar, el concepto de humanidad es transversal a toda la formación epistemológica de la episteme moderna; incluso en el caso de la física y de lasciencias naturales, pues el lugar o la visión desde donde se enfoca, se observa y se ve es el de la mirada humana. En tercer lugar, toda la formación epistemológica se sostiene en la materialidad de las mallas institucionales; por ejemplo, todo el campo escolar y académico, fuera de las mallas institucionales del Estado, que promueven o sostienen el funcionamiento de estas ciencias. Toda la institucionalidad social y estatal de la modernidad está constituida teniendo en cuenta la figura y el referente primordial de la humanidad. En cuarto lugar, la hermenéutica humanista incide en las interpretaciones y explicaciones del conjunto de los saberes y ciencias; incluso en la física yciencias naturales. Menos notorio en la física, más notorio en las ciencias naturales. Resumiendo y haciéndolo esquemáticamente, si bien el método preponderante de la física y de las ciencias naturales fue el inductivo, combinado con el deductivo; en otras palabras, si bien la metodología preponderante fue la positivista, por lo menos, en un largo periodo de la modernidad, incluso condicionando las investigaciones en ciencias humanas, éstas, desarrollaron métodos propios, de carácter hermenéutico. El impacto del humanismo en la formación epistemológica de la modernidad, no se circunscribe solamente a estasincidencias en el conjunto de los estratos epistemológicos, sino que alcanza al sentido inmanente de lasinterpretaciones y explicaciones de las ciencias y los saberes. Por ejemplo, que el sentido inmanente del cosmostiene como autorreferencia a la humanidad. Si el mundo es mundo porque tiene sentido, es decir, tiene sentido para la mirada humana, el cosmos también tiene sentido para la mirada humana. Como se puede ver, la composición y combinaciones epistemológicas de la episteme moderna tienen como autorreferencia a la humanidad. Si bien, ya no se trata de la concepción geocéntrica de Claudio Ptolomeo, que tiene como centro inmóvil a la tierra y como centrode este centro al hombre, sino, mas bien, se trata de una concepción descentrada, en principio de carácterheliocéntrica; de todas maneras, a pesar de los descentramientos; sobre todo, al observar millones de galaxias, siendo la nuestra, la Vía Láctea, una de ellas, la autorreferencia de la humanidad, preserva la jerarquía concéntricay antropocéntrica, aunque sea de forma matizada y hasta opaca. Hans-Georg Gadamer dice que el concepto de humanidad tiene que ver con el concepto de formación; entonces comoaprendizaje; no como fin, sino como experiencia[4]. Aprendizaje del lenguaje, de la cultura, de las memorias; es decir, la formación, si se quiere, de la comprensión. Por lo tanto, el acceso al conocimiento de los tópicos, los temas, la estética, los saberes, la historia humana, se da por la comprensión antelada. La diferencia del método hermenéutico respecto de los métodos positivistas radica en esta pre-comprensión y comprensión cultural. Ser parte de saberes constituidos; no se observa y se describe fenómenos como dados en la exterioridad; sino se tiene en cuenta la experiencia y la memoria, que ya son saberes o matrices, si se quiere, 77 de saberes. Por esta razón, se define al método hermenéutico como círculo hermenéutico; es decir, como recurrente interpretación cíclica y contextual. Nos interesan por lo menos dos aspectos del concepto de humanidad; uno, la arqueología filosófica en relación y entorno al concepto; dos, la incidencia del método hermenéutico, su herencia y su función en el horizonte epistemológico de la modernidad y en el nuevo horizonte epistemológico de la episteme compleja. En lo que respecta a lo primero, Michel Foucault escribe, en Las palabras y las cosas, en el apartado El triedro de los saberes, lo siguiente: El modo de ser del hombre tal como se ha constituido en el pensamiento moderno le permite representar dos papeles; está a la vez en el fundamento de todas las positividades y presente, de una manera que no puede llamarse privilegiada, en el elemento de las cosas empíricas. Este hecho — no se trata para nada allí de la esencia general del hombre, sino pura y simplemente de este apriorí histórico que, desde el siglo XIX, sirve de suelo casi evidente a nuestro pensamiento —, este hecho es sin duda decisivo para la posición que debe darse a las "ciencias humanas", a este cuerpo de conocimientos (pero quizá esta palabra misma sea demasiado fuerte: digamos, para ser aún más neutros, a este conjunto de discursos) que toma por objeto al hombre en lo que tiene de empírico. La primera cosa que ha de comprobarse es que las ciencias humanas no han recibido como herencia un cierto dominio ya dibujado, medido quizá en su conjunto, pero que se ha dejado sin cultivo, y que tendrían la tarea de trabajar con conceptos científicos al fin y con métodos positivos; el siglo XVIII no les ha trasmitido bajo el nombre de hombre o de naturaleza humana un espacio circunscrito desde el exterior pero aún vacío, que tendrían el deber de cubrir y analizar en seguida. El campo epistemológico que recorren las ciencias humanas no ha sido prescrito de antemano: ninguna filosofía, ninguna opción política o moral, ninguna ciencia empírica sea la que fuere, ninguna observación del cuerpo humano, ningún análisis de la sensación, de la imaginación o de las pasiones ha encontrado jamás, en los siglos XVII y XVIII, algo así como el hombre, pues el hombre no existía (como tampoco la vida, el lenguaje y el trabajo); y las ciencias humanas no aparecieron hasta que, bajo el efecto de algún racionalismo presionante, de algún problema científico no resuelto, de algún interés práctico, se decidió hacer pasar al hombre (a querer o no y con un éxito mayor o menor) al lado de los objetos científicos —en cuyo número no se ha probado aún de manera absoluta que pueda incluírsele; aparecieron el día en que el hombre se constituyó en la cultura occidental a la vez como aquello que hay que pensar y aquello que hay que saber. No hay duda alguna, ciertamente, de que el surgimiento histórico de cada una de las ciencias humanas aconteció en ocasión de un problema, de una exigencia, de un obstáculo teórico o práctico; ciertamente han sido necesarias las nuevas normas que la sociedad industrial impuso a los individuos para que, lentamente, en el curso del siglo XIX, se constituyera la psicología como ciencia; también fueron necesarias sin duda las amenazas que después de la Revolución han pesado sobre los equilibrios sociales y sobre aquello mismo que había instaurado la burguesía, para que apareciera una reflexión de tipo sociológico. Pero si bien estas referencias pueden explicar perfectamente por qué en tal circunstancia determinada y para responder a cuál cuestión precisa se han articulado estas ciencias, su posibilidad intrínseca, el hecho desnudo de que, por primera vez desde que existen seres humanos y viven en sociedad, el hombre aislado o en grupo se haya convertido en objeto de la ciencia — esto no puede ser considerado ni tratado como un fenómeno de opinión: es un acontecimiento en el orden del saber. Y este acontecimiento se produjo él mismo en una redistribución general de la episteme: cuando, al dejar elespacio de la representación, los seres vivos se alojaron en la profundidad específica de la vida, las riquezas en la presión progresiva de las formas de la producción, las palabras en el devenir de los lenguajes. Era muy necesario en estas condiciones que el conocimiento del hombre apareciera, en su dirección científica, como contemporáneo y del mismo género que la biología, la economía y la filología, a tal grado que se vio en él, muy naturalmente, uno de los progresos decisivos hechos, en la historia de la cultura europea, por la racionalidad empírica. Pero, dado que al mismo tiempo la teoría general de la representación desapareció y se impuso la necesidad, en cambio, de interrogar al ser del hombre como fundamento de todas las positividades, no podía faltar un desequilibrio: elhombre se convirtió en aquello a partir de lo cual todo conocimiento podía constituirse en su evidencia inmediata y no problemática; a fortiori, se convirtió en aquello que autoriza el poner en duda todo el conocimiento delhombre. De allí esa doble e inevitable disputa: la que forma el perpetuo debate entre las ciencias del hombre y las ciencias sin más, teniendo las primeras la pretensión invencible de fundamentar a las segundas que, sin cesar, se ven obligadas a buscar su propio fundamento, la justificación de su método y la 78 purificación de su historia, contra el "psicologismo", contra el "sociologismo", contra el "historicismo"; y aquella que forma el perpetuo debate entre la filosofía que objeta a las ciencias humanas la ingenuidad con la que intentan fundamentarse a sí mismas, y esas ciencias humanas que reivindican como su objeto propio lo que en otro tiempo constituyó el dominio de la filosofía. Pero el que todas estas comprobaciones sean necesarias no quiere decir que se desarrollen en el elemento de la pura contradicción; su existencia, su incansable repetición desde hace más de un siglo no indican la permanencia de un problema indefinidamente abierto; remiten a una disposición epistemológicaprecisa y muy bien determinada en la historia. En la época clásica, desde el proyecto de un análisis de la representación hasta el tema de la mathesis universalis, el campo del saber era perfectamente homogéneo: todo conocimiento, fuera el que fuera, procedía al ordenamiento por el establecimiento de las diferencias y definía las diferencias por la instauración de un orden: esto era verdad tanto para las matemáticas, para las taxinomias(en el sentido amplio del término) y las ciencias de la naturaleza, como también para todos esos conocimientos aproximativos, imperfectos y en gran parte espontáneos que trabajan en la construcción del menor discurso o en esos procesos cotidianos del cambio; por último, era verdad con respecto al pensamiento filosófico y a esas largas cadenas ordenadas que los Ideólogos, no menos que Descartes o Spinoza, pero de modo distinto, quisieron establecer a fin de llevar necesariamente las ideas más simples y más evidentes hasta las verdades más complejas. Pero, a partir del siglo XIX, el campo epistemológico se fracciona, o más bien estalla en direcciones diferentes. Sólo difícilmente se escapa al prestigio de las clasificaciones y de las jerarquías lineales a la manera de Comte; pero el tratar de alinear todos los saberes modernos a partir de las matemáticas es someter al único punto de vista de la objetividad del conocimiento la cuestión de la positividad de los saberes, de su modo de ser, de su enraizamiento en esas condiciones de posibilidad que les dan, en la historia, a la vez su objeto y su forma. Interrogado en este nivel arqueológico, el campo de la episteme moderna no se ordena según el ideal de una matematización perfecta y no desarrolla a partir de la pureza formal una larga serie de conocimientos descendientes más y más cargados de empiricidad. Es necesario representarse más bien el dominio de laepisteme moderna como un espacio voluminoso y abierto de acuerdo con tres dimensiones. Sobre una de ellas se colocarían las ciencias matemáticas y físicas, para las cuales el orden es siempre un encadenamiento deductivo y lineal de proposiciones evidentes o comprobadas; en otra dimensión, estarían las ciencias (como las del lenguaje, de la vida, de la producción y de la distribución de las riquezas) que proceden a poner en relación elementos discontinuos pero análogos, de tal modo que pueden establecer entre ellos relaciones causales y constantes de estructura. Estas dos primeras dimensiones definen entre sí un plan común: aquel que puede aparecer, según el sentido en el que se le recorra, como campo de aplicación de las matemáticas a esas ciencias empíricas o como dominio de lo matematizable en la lingüística, la biología y la economía. En cuanto a la tercera dimensión, se trataría de la reflexión filosófica que se desarrolla como pensamiento de lo Mismo; con la dimensión de la lingüística, de la biología y de la economía dibuja un plan común: allí pueden aparecer y, de hecho, aparecieron las diversas filosofías de la vida, del hombre enajenado, de las formas simbólicas (cuando se trasponen a la filosofía los conceptos y los problemas nacidos en diferentes dominios empíricos); pero allí aparecieron también, si se interroga desde un punto de vista radicalmente filosófico el fundamento de estas empiricidades, las ontologías regionales que trataron de definir lo que son, en su ser propio, la vida, el trabajo y el lenguaje; por último, la dimensión filosófica definió con la de las disciplinas matemáticas un plan común: el de laformalización del pensamiento. Las ciencias humanas están excluidas de este triedro epistemológico, cuando menos en el sentido de que no se las puede encontrar en ninguna de las dimensiones ni en la superficie de ninguno de los planes así dibujados. Pero de igual manera puede decirse que están incluidas en él, ya que es en el intersticio de esos saberes, más exactamente en el volumen definido por sus tres dimensiones donde encuentran su lugar. Esta situación (en un sentido menor, en otro, privilegiada) las pone en relación con todas las otras formas de saber: tienen el proyecto, más o menos diferido pero constante, de darse o en todo caso de utilizar, en uno u otro nivel, una formalización matemática; proceden según los modelos o los conceptos tomados de la biología, de la economía y de las ciencias del lenguaje; se dirigen en última instancia a ese modo de ser del hombre que la filosofía trata de pensar en el nivel de la finitud radical, en tanto que ellas mismas quieren recorrer sus manifestaciones empíricas. Quizá es esta repartición nebulosa en un espacio de tres dimensiones lo que hace que 79 las ciencias humanas sean tan difíciles de situar, lo que da su irreductible precariedad a su localización en el dominio epistemológico y lo que las hace aparecer a la vez como peligrosas y en peligro. Peligrosas ya que representan algo así como una amenaza permanente para todos los otros saberes; ciertamente, ni las ciencias deductivas, ni las ciencias empíricas, ni la reflexión filosófica se arriesgan, siempre y cuando permanezcan en su dimensión propia, a "pasar" a las ciencias humanas o a contagiarse de sus impurezas; pero se sabe con cuántas dificultades tropieza, a veces, el establecimiento de esos planes intermedios que unen unas con otras las tres dimensiones del espacio epistemológico; la menor desviación en relación con esos planes rigurosos hace caer al pensamiento en el dominio investido por las ciencias humanas: de ahí el peligro del "psicologismo", del "sociologismo" — de eso que en una palabra podría llamarse el "antropologismo" — que se convierte en una amenaza desde el momento en que, por ejemplo, no se reflexionan correctamente las relaciones del pensamiento y de la formalización o desde que no se analiza como es debido los modos de ser de la vida, del trabajo y del lenguaje. La "antropologización" es en nuestros días el gran peligro interior del saber. Se cree con facilidad que el hombre se ha liberado de sí mismo desde que descubrió que no estaba ni en el centro de la creación, ni en el punto medio del espacio, ni aun quizá en la cima y el fin último de la vida; pero si el hombre no es ya soberano en el reino del mundo, si no reina ya en el centro del ser, las "ciencias humanas" son intermediarios peligrosos en el espacio del saber. Pero a decir verdad, esta postura misma las entrega a una inestabilidad esencial. Lo que explica la dificultad de las "ciencias humanas", su precariedad, su incertidumbre como ciencias, su peligrosa familiaridad con la filosofía, su mal definido apoyo en otros dominios del saber, su carácter siempre secundario y derivado, pero también su pretensión a lo universal, no es, como se dice con frecuencia, la extrema densidad de su objeto; no es el estatuto metafísico o la imborrable trascendencia del hombre del que hablan, sino más bien la complejidad de la configuración epistemológica en la que se encuentran colocadas, su relación constante a las tres dimensiones, que les da su espacio[5]. Podemos decir que las ciencias humanas forman parte de un acontecimiento epistemológico, el del desenvolvimiento y fraccionamiento de las ciencias y los saberes de la modernidad. En este despliegue epistemológico se encuentra lafigura del hombre, como figura dominante de la composición de la humanidad, como empiricidad, en el sentido de ser finito y mortal; pero, también en el sentido de sus perfiles sociales y culturales. Aunque estos perfiles no sean del todo empiricidades, cierta tendencia de las ciencias sociales, la sociología, la psicología y la antropología, las consideran como tales, abriendo el campo de sus descripciones. La figura humana también aparece como preocupación filosófica; mas que extensión de la filosofía misma, como extensión de las ciencias sociales hacia la filosofía. Por otra parte, es el hombre el que habla y usa el lenguaje; el que vive de una determinada manera, compartiendo con los seres vivos esta condición biológica; el que trabaja y produce formando parte de los circuitos y transformaciones económicas. Estas vinculaciones o afincamientos en las ciencias, como tales, como las nombra Foucault, en la lingüística, en la biología y en la economía, induce a estas ciencias a consideraciones teóricas, desde sus perspectivas y enfoques, sobre la humanidad. La formación epistemológica de la episteme moderna tendría la siguiente configuración: un zócalo físico matemático, las estratificaciones de las ciencias, que usan la medida para cuantificar sus observaciones, o, en su caso, sacan consecuencias teóricas e interpretan regularidades encontradas como generalizables. Como prolongación de los problemas no resueltos por estas ciencias, emergen las ciencias sociales, que Foucault considerasaberes, no ciencias, en situación de precariedad epistemológica. Las ciencias sociales no se logran ubicarse en la configuración epistemológica de la episteme moderna, definida por este triedro de los saberes. Clausurada la teoría de las representaciones, es decir, la primera acepción de ideología, con la cual el concepto de humanidad estaba conectada, las ciencias sociales quedan en suspenso. Por eso dice Foucault, que la figura del hombre es una figura transitoria en el umbral entre dos epistemes, la de la ciencia general del orden y la episteme moderna. Ahora bien, las ciencias humanas, como la historia, los estudios estéticos y literarios, los estudios culturales, en parte anteceden a las ciencias sociales, en parte las atraviesan, y en parte las trascienden. Su condición epistemológica se debe, de alguna manera, tanto al fraccionamiento de las ciencias modernas, sobre todo, cuando se abren dos ámbitos de campos epistemológicos; el de la formalización filosófica y el de la historia. Así como por laemergencia de la literatura, sobre todo, de la novela, como narrativa donde la trama adquiere la ironía de la ficción. Las ciencias humanas son como herencias de las 80 formas del saber de epistemes anteriores, no solo la relativa a laciencia general del orden, sino lo que podríamos llamar inapropiadamente, de una manera general, las epistemes antiguas. Sin embargo, por conformarse y consolidarse en la episteme moderna, son también recursos epistemológicos para resolver problemas planteados por las temporalidades sociales, culturales y civilizatorias;temporalidades, tomadas ambiguamente como empiricidades, aunque también como inmanencias de la experiencia y memorias humanas. ¿Cuál es la condición epistemológica de las ciencias humanas, desde la perspectiva foucaultiana? ¿Son también saberes y en condición de precariedad epistemológica, como sucede con las ciencias sociales? ¿O estamos ante una suerte de extemporaneidad-temporal de estas ciencias del hombre? Esto último es importante, pues no debemos olvidar, como proponemos en Episteme compleja, que la arqueología del saber, lacrítica epistemológica foucaultiana, es también un instrumento crítico de orientación para las acciones, prácticas y comportamientos sociales, además de interpretaciones de los acontecimientos epistemológicos dados en la modernidad. En este sentido, consideramos que en la configuración epistemológica de la episteme moderna, hay tópicos, temas y problemas no resueltos. El mismo Foucault dice que no hay que considerar las epistemes como sucesivas, sino, mas bien, como coexistentes, aunque dando lugar a una configuración hegemónica y dominante, por así decirlo. En este sentido, desde laperspectiva de la complejidad, que comprende la simultaneidad dinámica, la condición de las ciencias humanasquiebra las interpretaciones historicistas de la epistemología. En un escrito anterior, decíamos que, no podemos hablar, de manera sustentada, de modernidad, que es una auto-adscripción histórica de la episteme moderna, pues, desde la perspectiva de la crítica de la economía política generalizada, las genealogías de esta economía política generalizada, se remontan a la economía política religiosa, cuando se separa cuerpo y espíritu. Desde laperspectiva de la complejidad, las ciencias humanas son como una condensación de los saberes acumulados, en lascondiciones de posibilidad histórica de la modernidad. Las ciencias humanas forman parte de la división del trabajo de los saberes, al estilo de la organización del sistema-mundo capitalista; lo que llama Foucault el fraccionamiento epistemológico de la episteme moderna. Lamodernidad, por así decirlo, de las ciencias humanas, radica en su enfoque historicista, en su comprensión yrepresentancia, como dice Paul Ricoeur, de la hermenéutica literaria y en el análisis de las narrativas. Incluso sumodernidad también es elocuente cuando se preocupa y construye su metodología hermenéutica. Esto también corrobora la división de tareas de la episteme moderna.-- NOTAS [1] Aristóteles definió el movimiento, lo dinámico, το δυνατόν, como realizaciónde la capacidad depotencia, en constante actualización. [2] Ver Critica de la economía política generalizada. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/critica-de-la-economia-politica-generalizada/. [3] Ver Episteme compleja. https://pluriversidadoikologas.wordpress.com/2016/04/17/episteme-compleja/ [4] Ver de Hans-Georg Gadamer Verdad y método, tomos I y II. Ediciones Sígueme. Salamanca 1991-1992. [5] Michel Foucault: Las palabras y las cosas. Siglo XXI; Buenos Aires 2008. Págs. 357-361. file:///C:/Users/RAUL%20PRADA/Documents/Bolivia/2016/Gobierno/Las%20palabras%20 y%20las%20cosas%20682.pdf.http://www.uruguaypiensa.org.uy/imgnoticias/682.pdf. Un mundo cada día más convulsionado La era de la desintegración https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214097 Patrick Cockburn TomDispatch Traducción del inglés para Rebelión de Carlos Riba García Un interminable ciclo de guerras que no resuelven nada 81 Introducción de Tom Engelhardt He aquí un hecho inevitable: estamos ahora en un mundo brexit. Estamos viendo las primeras señales de una importante fragmentación del planeta que, hasta hace poco tiempo, los entendidos estaban convencidos de que estaba globalizándose rápidamente y dirigiéndose hacia todo tipo de unificaciones. Si queréis una sola imagen que capte el desalentador espíritu del momento, esta imagen es la cifra 65 millones. Este es el número de personas que la Oficina el alto comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR, por sus siglas en inglés) estima que fueron desplazadas en 2015 por “los conflictos y la persecución”, un refugiado por cada 113 habitantes del planeta Tierra. Esta situación es peor de la que se produjo al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando importantes partes del mundo habían sido devastadas. De los 21 millones de refugiados de entonces, el 51 por ciento eran niños (muchas veces separados de sus padres y sin posibilidad alguna de acceder a la educación). Muchos de los desplazados de 2015 eran, de hecho, refugiados internos, incluso en su propio despedazado país. Casi la mitad de aquellos que cruzaron alguna frontera provenían de tres países: Siria (4,9 millones), Afganistán (2,7 millones) y Somalia (1,1 millones). A pesar de los titulares de la prensa que hablan de refugiados que se dirigen a Europa –aproximadamente un millón de ellos consiguieron llegar allí en el última año (dejando muchos muertos en el camino)–, muchos de los desarraigados que habían dejado su tierra acabaron en empobrecidas zonas de países vecinos; a la cabeza de ellos, Turquía, donde hoy hay 2,5 millones de refugiados. De este modo, la propagación de conflictos y caos, especialmente en el Gran Oriente Medio y África, no hace otra cosa que llevar más conflicto y caos allí donde esos refugiados son forzados a ir. No olvidéis que, con todo lo extremo que ese guarismo –65 millones– pueda parecer, sin duda es el comienzo –no el final– de un proceso. Una razón: esa cifra no incluye a los 19 millones de personas desplazadas el año pasado por condiciones climáticas extremas y otros desastres naturales. Incluso, en las próximas décadas, el calentamiento global con la posibilidad de fenómenos climáticos extremados (como la actual ola de calor en el oeste de Estados Unidos) y la elevación del nivel del mar, indudablemente provocarán nuevas aleadas de refugiados, que no harán más que sumarse a los conflictos y la fragmentación. Como Patrick Cockburn lo señala hoy, hemos entrado en “una era de la desintegración”. Y él debe saberlo. Quizá no haya un informador occidental que haya cubierto el sombrío amanecer de esta era en el Gran Oriente Medio y el norte de África –desde Afganistán hasta Irak, desde Siria hasta Libia– tan exhaustivamente como él lo ha hecho en los últimos 10 años y medio. 82 Su libro más reciente, Chaos & Caliphate: Jihadis and the West in the Struggle for the Middle East, es una vívida muestra de su forma de informar y de un mundo que se está resquebrajando como consecuencia de los conflictos que lo han tenido como testigo. E imaginad que esto empezó con una operación –los atentados del 11 de septiembre de 2001– que, según estimaciones, apenas costó entre 400.000 y medio millón de dólares y empleó a 19 fanáticos (sobre todo saudíes) y algunos aviones secuestrados. Osama bin Laden debe estar sonriendo en su acuática tumba. *** El neoliberalismo, el intervencionismo, la maldición de los recursos y un mundo en fragmentación Vivimos una época de desintegración. En ningún sitio esto es más evidente que en el Gran Oriente Medio y África. En todo el territorio que va desde Pakistán a Nigeria hay por lo menos siete guerras en curso –en Afganistán, Irak, Siria, Yemen, Libia, Somalia y Sudán del Sur–. Estos conflictos son extraordinariamente destructivos; están desgarrando los países donde ellas tienen lugar; tanto que se duda que puedan recuperarse alguna vez. Ciudades como Alepo, en Siria; Ramadi, en Irak; Taiz, en Yemen; y Benghazi, en Libia, están parcial o totalmente en ruinas. Además, hay por lo menos otras tres serias insurgencias: en el sureste de Turquía, donde el ejército turco combate contra la guerrilla kurda; en la península de Sinaí, Egipto, donde un apenas comentado pero muy feroz conflicto de guerrillas está librándose; y en el noreste de Nigeria y los países vecinos, donde Boko Haram continúa lanzando mortíferos ataques. Todos estos enfrentamientos tienen varios aspectos en común: son eternos y nunca parecen producir claros ganadores y perdedores (efectivamente, Afganistán está en guerra desde 1979 y Somalia desde 1991), y conllevan la destrucción o el desmembramiento de las naciones implicadas o su partición de facto en medio de movimientos populares y alzamientos; muy tratadas mediáticamente en el caso de Siria e Irak, aunque menos en lugares como Sudan del Sur, donde más de 2,4 millones de personas han sido desplazadas en los últimos años. Hay una similitud más, no menos importante por ser obvia: la mayor parte de estos países –donde el Islam es la religión predominante–, los movimientos extremistas de orientación salafista-yihadista –entre ellos el Estado Islámico (Daesh, en adelante), al-Qaeda y el Talibán– son prácticamente la única forma de vehiculizar la protesta y la rebelión. A estas alturas, han reemplazado por completo a los movimientos socialistas y nacionalistas que predominaban en el siglo XX; en estos últimos años ha habido una total reversión hacia la identidad religiosa, étnica y tribal, hacia los movimientos que tratan de 83 establecer un territorio propio y exclusivo mediante el acoso y la expulsión de las minorías. En el proceso y debido a la presión de la ingerencia militar extranjera, una vasta porción del planeta parece estar abriéndose en canal. Aun así, la comprensión de lo que está sucediendo es muy limitada en Washington. Recientemente, esta situación se hizo patente cuando 51 diplomáticos del departamento de Estado de Estados Unidos protestaron contra la política siria del presidente Obama y sugirieron que debían lanzarse ataques aéreos selectivos contra las fuerzas del régimen sirio en la creencia de que el presidente Bashar el-Assad estaría dispuesto a un cese del fuego. El pensamiento de los diplomáticos continúa siendo ingenuo en el más complejo de los conflictos mencionados y supone que el bombardeo con barriles explosivos a los civiles realizado por el gobierno sirio es “la principal causa de la inestabilidad que continúa castigando a Siria y toda la región”. Es como si la mente de esos diplomáticos estuviera todavía en los tiempos de la Guerra Fría, como si aún estuviesen luchando contra la Unión Soviética y sus aliados. Contra toda lo visto en los últimos cinco años, suponen que una apenas existente oposición moderada siria se beneficiaría con la caída de elAssad y una falta de comprensión de que la oposición armada en Siria está completamente dominada por el Daesh y los clones de al-Qaeda. A pesar de que en estos momentos se reconoce ampliamente que la invasión de Irak en 2003 ha sido una equivocación (incluso por quienes en su día la apoyaron), no se ha aprendido lección alguna sobre cómo las intervenciones militares –directas e indirectas– de Estados Unidos y sus aliados en los últimos 25 años solo han empeorado la violencia y acelerado el fracaso de algunos países. Una extinción en masa de países independientes El Daesh, que justamente celebra su segundo aniversario, es la derivación grotesca de esta época de caos y conflicto. La existencia misma de esta monstruosa secta no es más que un síntoma de la profunda dislocación sufrida por las sociedades de esa región, una región gobernada por elites corruptas y carentes de reputación. Su surgimiento –y el de sus variaciones estilo Talibán o al-Qaeda– muestra la dimensión de la debilidad de sus oponentes. El ejército de Irak y sus fuerzas de seguridad, por ejemplo, tenían registrados 350.000 soldados y 660.000 policías en junio de 2014, cuando unos pocos miles de combatientes del Daesh capturaron Mosul, la segunda ciudad del país, que aún mantienen en su poder. En estos momentos, el ejército iraquí, los servicios de seguridad y unos 20.000 paramilitares chiíes respaldados por el enorme poder de fuego de Estados Unidos y la fuerza aérea de sus aliados 84 se han abierto camino dentro de la ciudad de Fallujah, a 64 kilómetros al oeste de Bagdad, luchando contra la resistencia de los combatientes del Daesh, que quizás sean unos 900 hombres. En Afganistán, el resurgimiento del Talibán, supuestamente derrotado totalmente en 2001, tiene menos que ver con la popularidad de ese movimiento que con el desprecio con que los afganos miran a su corrupto gobierno con sede en Kabul. En todas partes los estados nacionales están debilitados o derrumbándose, mientras unos jefes autoritarios luchan por su supervivencia frente a las presiones, tanto exteriores como interiores. Así es muy difícil esperar que la región pueda desarrollarse. Se suponía que unos países que en la segunda mitad del siglo XX habían conseguido quitarse de encima la dominación colonial se unirían más a medida que el tiempo pasara, no menos. Entre 1950 y 1975, los líderes regionales accedieron al poder en buena parte del anterior mundo colonial. Prometieron que alcanzarían la autodeterminación nacional; para ello, crearon poderosos países independientes mediante la concentración de todos los recursos políticos, militares y económicos que estuviesen disponibles. En lugar de eso, después de algunas décadas, muchos de esos regímenes se convirtieron en Estados policiales controlados por un reducido número de familias extraordinariamente ricas y un círculo de hombres de negocios que dependían de sus conexiones con jefes como Hosni Mubarak, en Egipto, o Bashar elAssad, en Siria. En los últimos años, esos países se abrieron también al torbellino económico del neoliberalismo, que destruyó cualquier rudimentario contrato social que existiera entre gobernantes y gobernados. Tomemos a Siria, por ejemplo. En este país, las ciudades y poblaciones rurales que una vez habían apoyado al régimen baazista de la familia al-Assad porque les proporcionaba empleos y mantenía bajos los precios de los artículos de primera necesidad fueron, después de 2000, abandonados a las fuerzas del mercado que siempre favorecen a quienes detentan el poder. Estas poblaciones se convertirían en la columna vertebral del levantamiento posterior a 2011. Mientras tanto, instituciones como la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que en los setenta habían hecho tanto por el aumento de la riqueza y el poder de los productores de crudo de la región, habían perdido su capacidad de actuar de común acuerdo. La pregunta en este momento es: ¿Por qué se está produciendo una “extinción en masa” de países independientes de Oriente Medio, el norte de África y más allá? Es frecuente que los políticos y los medios occidentales se refieran a esos países como “estados fallidos”. La implicación subyacente en esa expresión es que el proceso que viven esos países es de tipo destructivo. Pero unos cuantos de esos estados ahora etiquetados como “fallidos”, como puede 85 ser el caso de Libia, solo accedieron a esa categoría después de que un movimiento de oposición respaldado por Occidente se hiciera con el poder gracias al apoyo y la intervención militar de Washington y la OTAN y demostrara ser demasiado débil como para imponer su poder gubernamental centralizado y el correspondiente monopolio de la violencia dentro del territorio nacional. De un modo u otro, en Irak 2003, este proceso se inició con la intervención de una coalición liderada por Estados Unidos que condujo al derrocamiento de Saddam Hussein, la proscripción del Partido Baazista y la disolución de sus fuerzas armadas. Fueran cuales fueran sus defectos, tanto Saddam como el autocrático mandamás de Libia, Muammar Gaddafi fueron satanizados y culpabilizados de todas las disputas étnicas, sectarias y regionales de los países que gobernaban, unas dsiputas que de hecho se dispararon del modo más nefasto después de la muerte de cada uno de ellos. Sin embargo, aún hay una pregunta más: ¿Por qué la oposición a los autócratas y a la intervención occidental adquirió la forma islámica y cómo es qué los movimientos islámicos fueron los que consiguieron dominar la resistencia armada particularmente en Irak y en Siria; una resistencia tan violenta, regresiva y sectaria? Formulémosla de otra manera: ¿Cómo pudieron esos grupos encontrar tanta gente dispuesta a morir por una causa, mientras que sus oponentes apenas consiguen reclutar alguna? Cuando las unidades de combate del Daesh arrasaban el norte de Irak en el verano de 2014, los soldados [iraquíes] se quitaban el uniforme, dejaban sus armas y desertaban abandonando las ciudades del norte del país; y justificaban su fuga diciendo desdeñosamente: “¿Morir por [el primer ministro Nouri] al-Maliki? ¡Jamás!”. Una explicación corriente de la ascensión de los movimientos islámicos de resistencia es que la oposición socialista, laica y nacionalista había sido aplastada por las fuerzas de seguridad del antiguo régimen, mientras que no había pasado lo mismo con los islamistas. Sin embargo, en países como Libia y Siria, los islamistas habían sido también salvajemente perseguidos, pero llegaron a dominar la oposición. Aun así, aunque esos movimientos confesionales fueron lo bastante fuertes como para oponerse a los gobiernos, en general demostraron no tener la fuerza suficiente como para reemplazarlos Demasiado débiles para ganar, pero demasiado fuertes para perder A pesar de que está claro que hay muchas razones para la actual desintegración de países y que esas razones difieren de un lugar a otro, hay algo que es incuestionable: el fenómeno en sí mismo se está convirtiendo en la norma válida a lo largo y ancho de una vasta porción del planeta. 86 Si buscamos las causas del fracaso de naciones en nuestro tiempo, el punto de partida es sin duda el final de la Guerra Fría, hace un cuarto de siglo. Una vez acabada, ni Estados Unidos ni la Rusia que surgió del descalabro de la Unión Soviética tenían un interés especial en continuar apuntalando “estados fallidos”, como lo habían hecho durante tanto tiempo ante el temor de que lo hiciera la superpotencia rival y sus ‘apoderados’ locales. Antes de eso, los líderes nacionales de regiones como el Gran Oriente Medio habían sido capaces de mantener a sus respectivos países en cierto grado de independencia conservando un equilibrio entre Moscú y Washington. Con el colapso de la Unión Soviética, eso ya no era factible. Además, el triunfo de la economía neoliberal de libre mercado tras el colapso de la Unión Soviética agregó un ingrediente crítico a la mezcla; con el tiempo se vería que esto era mucho más desestabilizante. Una vez más, tomemos en consideración a Siria. La expansión del libre mercado en un país en el que nunca había habido una responsabilidad democrática ni regido la ley por encima de todo significó una cosa: los plutócratas relacionados con la familia gobernante del país se apropiaron de todo lo que parecía ser potencialmente rentable. Gracias a esto, aumentaron pasmosamente su fortuna, mientras que los empobrecidos habitantes de las aldeas, los pueblos rurales y los barrios de chabolas de las ciudades de Siria, que una vez había dependido del Estado para conseguir trabajo y alimentos baratos, ahora sufrían. Nadie debería sorprenderse de que estos lugares se convirtieran en el centro de los levantamientos en la Siria posterior a 2011. En la capital, Damasco, mientras se extendía el reinado del neoliberalismo, incluso los miembros de rango bajo de la mukhabarat, o policía secreta, vivían con entre 200 y 300 dólares por mes; mientras tanto, el Estado se transformó en una maquinaria dedicada al robo. En esos años, el robo y la subasta del patrimonio nacional se propagaron por toda la región. El nuevo gobernante de Egipto, el general Abdel Fattah al-Sisi, implacable con cualquier asomo de disenso interior, fue típico. En un país que alguna vez había sido el modelo a emular de los regímenes nacionalistas de todo el mundo, al-Sisi no titubeó el pasado abril en entregar dos islas en el mar Rojo a Arabia Saudí, de cuyos financiamientos y ayudas depende régimen egipcio (sorprendiendo a todo el mundo, recientemente un tribunal de El Cairo anuló la decisión de al-Sisi). Este gesto, sumamente impopular entre los cada vez más empobrecidos egipcios, fue el símbolo de un cambio de mayor alcance en el equilibrio de poder en Oriente Medio: los otrora países más poderosos de la región –Egipto, Siria e Irak– habían sido nacionalistas laicos y un auténtico contrapeso respecto de Arabia Saudí y las monarquías del golfo Pérsico. Según se debilitaban las autocracias seculares, aumentaba el poder y la influencia de las 87 monarquías sunníes fundamentalistas. Si 2011 fue testigo de la propagación de la rebelión y la revolución en todo el Gran Oriente Medio, mientras la Primavera Árabe florecía fugazmente, también vio la extensión de la contrarrevolución financiada por las monarquías absolutistas del Golfo ricas en petróleo, que nunca iban a tolerar cambios de régimen democráticos y no confesionales en Siria o Libia. Hay algo más en juego que agrega todavía más fragilidad a esos países: la producción y comercialización de recursos naturales –crudo, gas y minerales– y la cleptomanía que acompaña a esas actividades. Esos países sufren a menudo los efectos de lo que se conoce como “la maldición de los recursos”: unos estados cada vez más dependientes de los ingresos por la venta de sus recursos naturales –teóricamente suficientes como para asegurar un nivel de vida razonablemente decente– que en cambio pasan a ser unas dictaduras grotescamente corruptas. En ellas, los yates de los multimillonarios locales con importantes conexiones con el régimen de turno se balancean en puertos rodeados de barrios de chabolas sin agua corriente ni saneamiento. En esas naciones, las políticas suelen centrarse en rencillas y maniobras de elites para robar los dineros que ingresa el Estado y trasladarlos fuera del país lo más rápidamente posible. Esta ha sido la pauta de la vida económica y política de gran parte del África subsahariana desde Angola a Nigeria. En Oriente Medio y el norte de África, sin embargo, existe un sistema algo diferente, uno normalmente mal comprendido fuera de esas regiones. En Irak o Arabia Saudí hay una desigualdad parecida y unas elites igualmente cleptómanas. No obstante, han gobernado mediante Estados clientelares en los que a una parte importante de la población se le ofrece empleo en el sector público a cambio de la pasividad política o el apoyo a los cleptócratas. Por ejemplo, en Irak, con una población de 33 millones de personas, no menos de siete millones están en la nómina del gobierno, gracias a salarios o pensiones que cuestan al Estado unos 4.000 millones de dólares por mes. Este burdo sistema de distribución popular de los ingresos derivados del petróleo ha sido denunciado frecuentemente por comentaristas y economistas occidentales con el nombre de corrupción. Estos, por su parte, recomiendan generalmente recortar el número de esos empleos, pero eso significaría que todos –no solo una parte– los ingresos estatales provenientes de los recursos naturales serían robados por la elite. De hecho, este es cada vez más el caso en esos territorios a medida que el precio del petróleo toca fondo; incluso los miembros de la realeza saudí han empezado a recortar la ayuda estatal a la población. Una vez se pensó que el neoliberalismo era el camino hacia la democracia secular y la economía de libre mercado. En la práctica, ha sido cualquier cosa 88 menos eso. En lugar de ello, junto con la maldición de los recursos y las repetidas intervenciones militares de Washington y sus aliados, la economía de libre mercado ha desestabilizado profundamente el Gran Oriente Medio. Alentado por Washington y Bruselas, el neoliberalismo del siglo XXI ha hecho que las sociedades desiguales sean todavía más desiguales y ha ayudado a transformar regímenes que ya eran corruptos en maquinarias de pillaje. Por supuesto, es también una fórmula para el éxito del Daesh o cualquier otra alternativa extremista al statu quo. Esos movimientos están limitados a encontrar apoyo en las zonas empobrecidas u olvidadas, como el este de Siria o el este de Libia. Sin embargo, tengamos presente que este proceso de desestabilización de ninguna manera está limitado al Gran Oriente Medio y el norte de África. Ciertamente, estamos en la era de la desestabilización, un fenómeno en alza en el ámbito global, y ahora mismo propagándose en los Balcanes y el este de Europa (con una Unión Europea cada día más incapaz de influir en los acontecimientos en su ámbito). Ya no se habla de la integración europea, sino de cómo impedir un completo desmembramiento de la UE después de que los británicos votaran para marcharse de ella. Las razones para que una exigua mayoría de ciudadanos británicos votara por el brexit tienen paralelos con Oriente Medio: las políticas económicas de libre mercado seguidas por los gobiernos desde que Margaret Thatcher fue primer ministro han ensanchado la distancia entre ricos y pobres y entre ciudades prósperas y buena parte del resto del país. Es posible que Gran Bretaña haya hecho bien las cosas, pero millones de ciudadanos del Reino Unido no han participado de esa prosperidad. El referéndum sobre si continuar o no siendo miembro de la UE, la opción defendida por casi la totalidad del establishment británico, se transformó en el catalizador de la protesta contra el statu quo. La rabia de los votantes por “salir” tiene mucho en común con la de los seguidores de Donald Trump en Estados Unidos. Estados Unidos continúa siendo una superpotencia, pero ya no es tan poderosa como lo fue una vez. Este país también está sintiendo las tensiones de este momento mundial, en el que tanto EEUU como sus aliados son los suficientemente poderosos como para pensar que pueden acabar con regímenes que no son de su agrado; sin embargo, el éxito no les ha acompañado bastante, como en Siria, o si han tenido éxito, como en Libia, no han podido reemplazar aquello que destruyeron. Un político iraquí dijo una vez que el problema de su país era que los partidos eran “demasiado débiles para ganar, pero demasiado fuertes para perder”. Este patrón es el que predomina cada vez más en toda la región y se extiende por todas partes. Esto implica la posibilidad de un interminable ciclo de guerras que no resuelvan nada y una era de inestabilidad que ya ha comenzado. 89 Patrick Cockburn es corresponsal en Oriente Medio del periódico The Independent de Londres y autor de cinco libros sobre Oriente Medio; el más reciente es Chaos and Caliphate: Jihadis and the West in the Struggle for the Middle East (OR Books). Fuente: http://www.tomdispatch.com/post/176158/tomgram%3A_patrick_coc kburn%2C_an_endless_cycle_of_indecisive_wars/#more Los negocios de la DEA https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214099 Héctor Bernardo Diario Contexto El presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció que la agencia norteamericana revende el 50% de la droga que incauta y utiliza el dinero para financiar operaciones ilícitas. A pesar de estas acusaciones, el Gobierno argentino firma acuerdos de cooperación. Opina: Stella Calloni. El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, denunció a través de un comunicado de prensa que la agencia antinarcóticos de Estados Unidos, la DEA, “se quedaba con el 50 por ciento de la cocaína” que incautó en Bolivia para financiar actividades ilícitas. Según señaló la cadena de noticias TeleSUR: “El mandatario boliviano explicó que agentes de la DEA aceptaron que ganancias de las incautaciones eran utilizadas para pagar bonos a las autoridades y a los agentes encubiertos”. Morales ya había señalado en la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) que Estados Unidos “creó, con el problema de las drogas, la excusa mañosa para aplicar una lógica imperialista de control de las fuerzas policiales y las Fuerzas Armadas de la región, para interferir en la administración de los Estados”. “El Imperio ha utilizado esta guerra hipócrita para inducir una estrategia militar y geopolítica intervencionista en las zonas ricas de recursos naturales, para el control y saqueo de los mismos. Donde está instalada la DEA y las bases militares de Estados Unidos, crece el narcotráfico, la delincuencia, los gobiernos privatizadores, los sistemas judiciales y policíacos de la narcocorrupción, la riqueza ilegal, las élites millonarias corruptas servibles y funcionales al imperio”, agregó. 90 Por todo ello, el presidente Morales propuso “disolver la DEA, cerrar las bases militares norteamericanas, acabar con las certificaciones unilaterales, acabar con el intervencionismo y aprobar una resolución para terminar de una vez con el secreto bancario”. La periodista e investigadora Stella Calloni señaló: “La DEA ha sido denunciada hasta por sus ex agentes. En los años ochenta se descubrió que había un laboratorio en Huanchaca, Bolivia, desde donde la DEA enviaba la droga al Comando Sur, luego iba a Miami y retornaba el dinero, que servía para financiar la compra de armas para la contra nicaragüense, ese grupo de mercenarios que atacaba a la revolución sandinista”. “Es importante señalar que ese laboratorio en Huanchaca fue descubierto por el científico boliviano Noel Kempff Mercado, quien luego murió asesinado por los narcotraficantes”, afirmó la investigadora. Calloni, autora del libro Evo en la mira: la CIA y la DEA en Bolivia, aseguró: “Esta institución tenía casas de torturas y siempre peleó por apropiarse de todo el negocio de la droga. Es evidente que no pretenden combatir el narcotráfico, sino tenerlo bajo su control. Todos sabemos que se trata de un negocio de millones y millones de dólares”. Por último, Calloni señaló: “Evo expulso a la DEA y, en Bolivia, la producción de droga se redujo. En el otro extremo está Colombia, que tiene siete bases militares de Estados Unidos en su territorio, tiene a la DEA actuando libremente ahí, y la producción de droga en ese país crece cada año”. Argentina en manos de la DEA Mientras que Bolivia se aleja cada vez más de la influencia de la DEA, el Gobierno argentino se acerca a esta institución. Recientemente, una delegación del Ministerio de Seguridad encabezada por la titular de la cartera, Patricia Bullrich, el secretario, Eugenio Burzaco, y el director nacional de Cooperación Regional e Internacional del Ministerio, Gastón Schulmesister, realizaron una visita a la DEA y el FBI en Washington, con el fin de comenzar con las conversaciones para firmar acuerdos de colaboración. En este sentido, en una entrevista publicada en Contexto y titulada “Para combatir el narcotráfico no hay peor cosa que obedecer a la DEA”, el ex diputado nacional Carlos Raimundi señaló: “Otra de las señales claras del cambio de eje del nuevo Gobierno argentino es el decreto de emergencia en materia de seguridad. Al permitir la injerencia de las fuerzas armadas en temas de seguridad interna y con la Ley de derribos, lo que hace es, con la 91 excusa de combatir al narcotráfico, volver a situar al país en la esfera de la DEA. Está claro que la DEA es un mecanismo de control del ‘patio trasero’, no de combate al narcotráfico. Esto es ingresar en un nuevo eje geopolítico, no es priorizar el combate contra el narcotráfico, porque para combatir el narcotráfico no hay peor cosa que obedecer a la DEA”. En la provincia de Buenos Aires también Un dato no menor es la denuncia que realizó el diario Página/12, en un artículo titulado “Un policía bien relacionado con la DEA”. El texto señala que el recientemente designado jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia, “era el nombre bendecido por la embajada de Estados Unidos para conducir la Federal. De estrechos lazos con la DEA”. Cabe recordar que el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, confesó que el nombramiento de Pablo Bressi como jefe de la Policía bonaerense fue por una recomendación de la embajada de Estados Unidos. El narcotráfico es un problema mundial. Entregarse a las manos de una institución que parece querer monopolizarlo en lugar de combatirlo puede transformarse en un problema irreversible. https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214122 Espacio geocéntrico de guerra del municipio de Tierralta-Córdoba La nube negra del paramilitarismo en Tierralta, Córdoba Sara Leukos Rebelión El municipio Tierralta en el departamento de Córdoba, fue creado como municipio en el año 1931 por ordenanza de la Asamblea de Bolívar, la que fue anulada por ilegal, se inhabilitó por algunas ilegalidades e irregularidades procedimentales. Se creó como municipio en 1949, se destaca por ser geográficamente parte del Parque Nacional Natural de Paramillo, nudo central y paso histórico de grupos de paramilitares. Según investigaciones realizadas por la Universidad de Córdoba, se reporta un total de 288 especies pertenecientes a 227 géneros y 97 familias, constituyéndose un gran ecosistema. [1] 92 Fuente: https://turismocordoba2012.wordpress.com El nudo del Paramillo: paramilitarismo El municipio de Tierralta hace parte del gran Nudo de Paramillo geoestratégico del paramilitarismo de ayer y de hoy en Córdoba. No se sabe si llegará la tan anhelada paz a estas tierras, cuando se firme el proceso de paz entre las FARC-EP y el gobierno Hoy los paramilitares están en Tierra Alta se llaman e l clan Usuga. En este municipio se abre otra realidad: es un espacio estratégico para la disputa del territorio que de manera segregativa y en las vertientes geográficas del Paramillo, hacen presencia los movimientos insurgentes del EPL, las FARCEP y se imponen los criminales paramilitares denominados el clan Usuga y las Bacrim. La primera evidencia de las Bacrim, y puntualmente el clan Úsuga, tienen poder hoy en Tierralta, fue en el mes de abril donde el clan Usugaparamilitares, uniformados, hicieron circular aterradores panfletos y mensajes de voz en chats de celular para intimidar y amenazar la población. Escenarios de guerra con su relación territorial en las diversas veredas del municipio. [2] La homogenización del miedo del clan usuga y las Bacrim para atemorizar la gente mediante vacunas, extorsión y amenazas no tiene ningún reparo y viene de tiempo atrás. Hoy día, todos deben pagar la extorsión bajo cuotas, ¡hasta para vender minutos de celular!, es un circuito de una economía moral con una horizontalidad, hacia pequeños comerciantes y otros pobladores. Nadie lo dice, pero se sabe. Es la criminalidad impuesta por el paramilitarismo hacia la 93 población por parte de integrantes bajo circuitos económicos de extorsión agenciados por narcotraficantes y en cooperación del silencio de entes burocráticos, militares y políticos. Lo más grave es que Tierralta se ha convertido en un lugar de silencio de sus pobladores y dominio de voz de los paramilitares. Hoy nadie habla nada y quien lo hace, lo expresa con suma reserva. El Clan Usuga, las Bacrim hacen de las suyas en este gran paisaje de sol. Existe un gran tráfico de armas que llega a manos de los paramilitares. La pregunta señor lector, ¿Cómo cree Ud. que se financia el armamentismo? ¿Quién protege a estos criminales? Ahí le dejo solo dos pregunticas, para las demás vayan avanzando… En el año del 2014, las necesidades azotaban a una población desplazada hacia Tierralta, más de 50 familias desplazadas vivían en extrema pobreza, la administración se hacía oídos sordos que sin vergüenza y sin dolor no atendía bien a dichas familias desplazadas campesinas. [3] Los malos programas del gobierno sobre las políticas públicas empleadas para atender a las familias desplazadas eran de un trazo de miseria y de total desprecio por el ser humano, como el ICBEF, Familias en Acción, la Unidad de Atención a las Victimas, los programas desprendidos por parte del Departamento de Planeación Nacional y el sistema del SISBEN, no servían para nada, solo para imprimir un modelo impuesto de políticas públicas de corte neoliberal que no tiene ningún diseño participativo y está lejos de solucionar problemas sociales de la comunidad. Estas instituciones son una política de estado que dé pública y participativa no tienen nada, basta el ejemplo de la comunidad indígena San Matías de la etnia Zenú, en el municipio de Sahagún, se ha visto afectada por la falta de inclusión verdadera en el manejo de un diseño de una política pública; que dicho de paso no ha existido para los indígenas en el territorio nacional, ni para la comunidades campesinas y menos para las poblaciones desplazadas en los cascos urbanos del territorio nacional. ¡Y ni que hablar de los afros , raizales a la redonda¡ Es un caos burocrático, donde los paramilitares se afincaron en todas las esferas de los territorios en relación sobre la soberanía alimentaria, la salud, la vivienda y educación de esta población afectada por la guerra. Los paramilitares hoy día realizan asesinatos segregados, gota a gota y las desapariciones afloran, bajo mecanismos de empadronamiento y en secciones de que el asesinato no sea visto según ellos con horror, bajo un método incremental de conteo. Es el fascismo con tentáculos de araña venenosa. Ni hablemos de los “accidentados lideres” que mueren día a día por accidentes en la calle, en las vías locales por agresión. Todo un modelito importado para segregar, arruinar y atemorizar a un entrono local. Paso a paso, el crimen de 94 estado avanza, sin que se deje ver. El estado está muy lejos de resolver aún la desaparición de las estructuras paramilitares . Lugar y espacio sobre el paramilitarismo . Es urgente que el gobierno abra un espacio nacional de diálogo, con los integrantes locales y regionales de los diversos movimientos sociales, sobre el tema de las estructuras paramilitares vigentes, la responsabilidad del gobierno de Juan Manuel Santos es garantizar la vida de las personas como mandatario. La urgencia queda en si –misma, ante la naturaleza del estado que aún pervive bajo estructuras paramilitares. “La gente siempre cree lo que ven sus ojos”. (Proverbio afgano) Notas [1] Mirar algunas brevedades allí. https://es.wikipedia.org/wiki/Tierralta [2] http://www.larazon.co/web/2016/03/ejercito-incauto-caleta-de-guerra-delas-bacrim-en-cordoba/ [3] Entrevista con desplazados por Sara Leukos en ese año, en Tierralta – Córdoba Lula no se presentará en 2018 solo si está preso o muerto” http://internacional.elpais.com/internacional/2016/06/30/actualidad/1467319711_786435.ht ml Frei Betto, fraile, escritor, amigo y exministro del expresidente brasileño, asegura que el PT debe reformarse para sobrevivir En una habitación pequeña de la planta baja del convento guarda Carlos Alberto Libânio, de 71 años, más conocido como Frei Betto, ejemplares de sus libros. Ha escrito más de 50. El último, una conversación con Fidel Castro. Fraile dominico, estudioso, activista, exministro de la primera etapa de Lula, teórico de la izquierda pero también práctico en movimientos sociales, Frei Betto es una especie de conciencia crítica del Partido de los Trabajadores (PT) brasileño. Conoció a Lula en la juventud de ambos, cuando compartían habitaciones improvisadas en los tiempos de la creación del partido y de la casi clandestinidad. Ahora, le reprocha a Lula que no haya renunciado a un tren de vida demasiado lujoso como para ser ejemplar y al partido que no haya llevado a cabo todo lo que, a su juicio, se proponía en sus principios. Él, por su parte, sigue viviendo austeramente en un convento de São Paulo, alérgico a cualquier bien material, argumentando que el ecologismo traerá, por fin, esa esperada sociedad más justa. Pregunta. ¿Por qué dice que le ha decepcionado el PT? Respuesta. Los años de Lula y el primer mandato de Dilma Rousseff fueron los mejores de la historia republicana de Brasil. Se hicieron muchas cosas: se sacó a 45 millones de la pobreza, se llevó la electricidad a 15 millones de hogares… Pero se podría haber hecho más. 95 P. ¿El qué? R. El PT iba a ser el partido de la ética (lo que no ha sido) e iba a ser el partido de las reformas estructurales, como la reforma política, pero no se hicieron. Y ahora Dilma Rousseff y el PT son víctimas de eso precisamente. MÁS INFORMACIÓN El presidente de Brasil tacha de falsa la acusación de corrupción Dilma y Marina, ¿dos símbolos quebrados? Lula, un final aún sin escribir P. ¿Y por qué no la hicieron? R. Porque temieron enfrentarse a las élites brasileñas. Era una reforma encaminada a no tener 36 partidos, encaminada a obstruir las vías de la corrupción. El PT, además, hizo una vía de inclusión social por el consumo. Dio crédito, e hizo programas sociales. La gente pasó a tener microondas, nevera, hasta coche, pagando todo a plazos. Pero no bienes sociales públicos, educación, salud, transporte o seguridad. Por eso las personas tienen rabia ahora, ahora que todo está peor. P. ¿Y qué va a pasar ahora con la crisis política? R. Todo dependerá de la decisión del Senado. Si efectivamente los senadores mantienen el impeachment, Temer se va a convertir en el gran apoyo de Lula para 2018. El Gobierno va a ser tan malo que va a ayudar a volver a Lula. P. ¿Usted cree que Lula va a volver? R. No es que crea. Es que estoy seguro: Lula solo no será candidato si está muerto o está preso. Lo conozco bien. P. Hay quien piensa que está desilusionado desde la salida de Dilma… R. Lula es un genio de la política. Ahora que la Operación Lava Jato reparte las cartas de la política brasileña, le conviene no sobresalir mucho. Conviene que deje a Temer desgastarse. P. ¿Cree que a Lula le cambió el poder? R. No, no le cambió. Pero creo que Lula debería haber preservado algunos símbolos, como Mujica en Uruguay. Podía haber continuado vivir en la casa donde vivía cuando era presidente del sindicato y viajar con un avión normal, no con un avión privado, esos símbolos dicen mucho para la opinión pública. Con todo, seguimos siendo amigos, y yo creo totalmente en su integridad ética. P. ¿Cuál es la renovación pendiente del PT? R. Tiene que hacer primero una profunda autocrítica y segundo, refundarse. Para eso tiene que decir cuál es su propuesta. En un determinado momento, el PT se volvió una formación especializada en su perpetuidad en el poder, preocupándose sobre todo de eso. Pasó de ser un proyecto para el país a un proyecto para el poder. Permanecer en el poder se convirtió en algo más importante que cambiar el país. P. Desde su perspectiva de fraile católico, ¿por qué tiene tanto poder la iglesia evangélica? 96 R. Por causa de la pobreza. En muchos lugares de Brasil no hay acceso a la salud o a la enseñanza básica. Por eso muchos prefieren una iglesia que hagan milagros de curaciones. Explotan la miseria de esas personas: “Usted viene aquí y se va a curar, va a ser feliz, va a tener empleo”. Esto va a acabar en fundamentalismo. Estas iglesias se transformaron en grandes fuerzas políticas que tienen en sus manos el aparato del Estado. La iglesia evangélica está cometiendo el mismo error que cometió la iglesia católica en la Edad Media: querer ejercer el poder político a partir de sus propios preceptos religiosos. Eso fue desastroso. Y es una puerta para la homofobia, para el machismo o para la discriminación…. Ahora, esto pasa porque las personas están desamparadas, porque tienen muchas carencias, porque creen en todo lo que venga envuelto en algo divino… La Iglesia evangélica está en esos barrios, usted se siente valorizado ahí, se siente parte de ese proceso. La iglesia Católica lo hizo durante mucho tiempo, con las comunidades eclesiásticas de base. Pero dos papas no quisieron esas comunidades. Ahora, con el papa Francisco, vuelven a renacer. P. ¿Cree que se puede acabar con el problema de la desigualdad? R. Si no creyera, certificaría la desesperanza de la especie humana. Un ejemplo es Cuba: Cuba tiene muchos defectos, pero ahí no ve una familia en la calle, ni millonarios. Yo creo que nos salvará la ecología. Antes creía que nos salvaría la economía, pero las personas tienen mucho apego a sus bienes, no están dispuestos a renunciar. Así que solo la ecología, el ver que los recursos del planeta son limitados, hará que tales empresas dejen de querer ganar tanto. O iremos todos al apocalipsis antes del tiempo. Pero como digo yo siempre: guardemos el pesimismo para días mejores. La guerra mediática y la necesidad de reiventar el discurso y reimaginar la izquierda Aram Aharonian http://www.contextolatinoamericano.com/articulos/la-guerra-mediatica-y-la-necesidad-de-reiventar-eldiscurso-y-reimaginar-la-izquierda/ Hoy, todas las luces de alarma permanecen encendidas en el norte y en el sur del sur ante la ofensiva restauradores del viejo orden neoliberal. Las fuerzas más reaccionarias del mundo han intensificado sus campañas para desestabilizar nuevamente a varios gobiernos latinoamericanos, en una experiencia que bien puede ser aplicada en cualquier país latinoamericano cuyos recursos naturales sean apetecidos por las potencias centrales. La creciente y orgánica participación de los medios de comunicación cartelizados –nacionales y extranjeros– en la preparación y el desarrollo de las guerras y planes desestabilizadores del poder fáctico jurídico-policial-parlamentario-promovidos por y desde Estados Unidos, pero también desde Europa, demuestra que estos se han convertido en verdaderas unidades militares. Si hace 40 años necesitaban de fuerzas armadas para imponer su proyecto, hoy el escenario de guerra es simbólico y hoy no hacen faltas bayonetas ni tanques: les basta con el control de los medios hegemónicos para imponer modelos políticos, económicos y sociales. La guerra se traslada al espacio simbólico, a la batalla ideológica, a la guerra cultural y, por ende, las armas para esa nueva confrontación son diferentes. Ya no son metralletas, sino micrófonos, computadoras, teléfonos, cámaras de video… La guerra por imponer imaginarios colectivos se da a través de medios cibernéticos, audiovisuales y gráficos. Y para esas batallas hay que saber cómo usar esas armas, apropiarse de las nuevas 97 tecnologías, saber cuál es la masa crítica a la que queremos dirigirnos, aprender a diseñar y producir contenidos de calidad para poder pelear en ella: no copiar formatos, agendas, discursos ni estéticas de los medios hegemónicos. Los medios comerciales de comunicación han incautado la libertad de expresión y, precisamente, la han aprisionado para usarla como rehén. Ante ese poder los individuos no valen, no valemos nada. Hoy somos víctimas de lo que se da en llamar la guerra de cuarta generación y que los sufrimos en nuestros países como terrorismo mediático, donde la cartelización de los medios imponen imaginarios colectivos, verdades virtuales muy distantes de la verdades reales, pero que influyen en la conducta de los pueblos. Los ejemplos son muchos: Venezuela desde 2002 hasta hoy, Ecuador, Bolivia, los golpes “blandos” en Paraguay y Honduras, la desestabilización financiera en Argentina en 2015 y el golpe judicial-parlamentario.mediático de hoy en Brasil En medio de esta pelea por masificar nuestros mensaje, para romper el bloqueo informativo y comunicacional, nos damos cuenta que la caja de herramientas con que contábamos ya no nos sirve. No logramos masificar nuestro mensaje, porque carecemos de medios masivos o porque no hemos sabido crear redes que masifiquen mensajes. Seguimos perdiendo por goleada, porque tarde nos dimos cuenta que una ley de medios no es más que un marco jurídico que sirve para no respetarlo, porque seguimos siendo reactivos y no proactivos, porque no sabemos informar sino denunciar, porque seguimos copiando modelos exógenos, seguimos comprando espejitos sin lograr sacudirnos el coloniaje cultural. ¿Para qué queremos nuevos medios, nuevas frecuencias si no contamos y sumamos nuevos contenidos que tengan que ver con nuestras idiosincrasias, nuestras luchas, nuestros anhelos, nuestra memoria? ¿Cuándo vamos a construir nuestra propia agenda y dejar de de ser reactivos a la agenda del enemigo? ¿Cuándo vamos a salir del eventismo, cómo vamos a romper esta ilógica lógica comunicativa desde organizaciones verticales? La horizontalidad ayuda a construir unidad, en procesos de organización, con movilización. Tenemos doctorados en lloriqueo y denunciología, y creemos que eso es resistencia. Llevamos más de 500 años de resistencia que hay un cambio de y no hemos comprendido que vivimos un cambio de época, en el que debemos comenzar a construir: una nueva comunicación, base elemental en la lucha por una sociedad más democrática, participativa. Pero, claro, es más fácil denunciar y llorar. La construcción se hace desde abajo, ladrillo a ladrillo, hom,bro con hombro, colectivamente. Lo único que se construye desde arriba… es un pozo… Reimaginar la izquierda La tarea de reimaginar la izquierda no se puede desarrollar desde los esquemas tradicionales (sean o no oficialistas), desde añejadas ortodoxias. Debemos asumir no solo las derrotas electorales sino –lo que es más grave y difícil de digerir- la derrota cultural. Hace rato que la izquierda tradicional está agotada, sin capacidad para abandonar sus viejos nichos, para pensar una alternativa para amplias franjas –incluidas aquellas que no se definen de izquierda– y pasar a la disputa de conciencias con una derecha que, pese a su crisis, sigue avanzando en la reconquista de diversos escenarios sociales y en la restauración conservadora. Y cuando hablamos de izquierda, no nos estamos refiriendo a partidos marxistas, leninistas o trotskistas, sino a todos los movimientos que impulsaban (e impulsan) -desde sindicatos, partidos, organizaciones sociales, estudiantiles, campesinas, indígenas-, los cambios estructurales que desembocaran en sociedades inclusivas, equitativas, justas. Lo cierto es que la izquierda todavía no generó valores alternativos, por ejemplo, al mundo de valores neoliberales centrado en el consumismo, el individualismo y la falta de solidaridad. No caben dudas: hay que reconstruir el pensamiento de izquierda. Y en esta reconstrucción hace falta la academia, hacen falta los intelectuales para sumar capacidades de reflexión y formulación de propuestas alternativas al pensamiento hegemónico. Durante más de tres 98 décadas se denostó el modelo neoliberal, pero no se avanzó en la elaboración de una propuesta alternativa. El discurso de la izquierda tradicional quedó anclado en la etapa de la resistencia, por incapacidad propia, por no entender que se transita una nueva etapa de construcción, sobre todo de estas propuestas y teorías alternativas al liberalismo, vinculadas a los desafíos del siglo XXI. La intelectualidad “progre”, olvidada o ignorante del pensamiento crítico latinoamericano, no participa activamente en los nuevos procesos políticos, muchas veces anclada en el “marxicismo” (narcisismo marxista), en la denunciología permanente (y su paralelo lloriqueo) o en la repetición de consignas y firma de solicitadas (que engruesan los listados de organismos de seguridad de los países centrales), lo que algunos confunden con militancia. Se necesitan nuevas teorías para poder ponerle freno a este proceso de vaciamiento democrático que caracterizó por décadas a los gobiernos neoliberales, dictatoriales o no. Y en eso nueva academia está en deuda: en América latina la praxis está 30 años por delante de la teoría. Se enfrenta una arremetida contra la unidad latinoamericana y especialmente contra los avances y logros que generaron los gobiernos y los pueblos en la integración. Uno de los objetivos de ese uno por ciento de los “dueños del mundo” es neutralizar, aniquilar todo movimiento de resistencia en su contra, desde los partidos progresistas hasta los movimientos populares. No hay lugar para aquellos que no siguen a rajatabla el libreto neoliberal, extractivista, depredador. Para ello trabajaron en la domesticación, el adocenamiento, incluyendo la inserción o cooptación de líderes de movimientos y partidos de izquierda en la estructura del poder fáctico. Pero como esto no alcanzó, trabajan en la desestabilización y los golpes de estado, cruentos o blandos, para lo cual cuentan con una estructura de poder donde confluyen las grandes corporaciones nacionales y trasnacionales, las elites que dominan los aparatos judiciales y financieros, junto al terrorismo mediático desarrollado por las usinas de imposición de imaginarios colectivos de la prensa hegemónica. Sin duda no es lo mismo el acceso al mercado de consumo, muchas veces sacando de la pobreza a importantes sectores sociales, que jugarse por cambios estructurales que garanticen la inclusión, la equidad, la igualdad de oportunidades en educación, salud, nutrición y la gestación de democracias participativas y no meramente declamativas. Es hora de pensar a largo plazo, con sentido estratégico y no ahogarse en esa confusión de que resistencia significa denunciología y lloriqueos permanentes. Es la única forma de construir nuevas sociedades, nuevas democracias, y no continuar ayudando a gestionar las dificultades de este sistema antipopular. Y, lamentablemente, seguimos comprando los espejitos de colores que nos ofrecen desde las usinas del colonialismo, en Estados Unidos o Europa. Ese colonialismo cultural, que aún no hemos logrado sacudirnos, hace que no creamos en nuestras fuerzas, en nuestras soluciones colectivas, y nos dejemos llevar por cantos de sirenas de quienes jamás entendieron quiénes somos, cómo somos y qué queremos ser. - Aram Aharonian es periodista y docente uruguayo-venezolano, director de la revista Question, fundador de Telesur, director del Observatorio Latinoamericano en Comunicación y Democracia (ULAC). * Texto de la participación del autor en el conversatorio Guerra mediática y desafíos para la democracia en América Latina, del Foro Latinoamericano y Caribeño de Comunicación Popular y Comunitaria – II Congreso Internacional sobre Comunicología del Sur, Quito junio 2016 99 Bachelet y su duró análisis a la crisis política: “Es universal y tenemos que replantearnos todo” http://www.laondadigital.uy/archivos/14468 La Presidenta Michelle Bachelet realiza un duro análisis de la crisis política que afecta al país y al mundo, afirmando que la democracia representativa ya no estádando respuestas por sí sola los anhelos de la gente que quiere ser parte constructora de una sociedad y sostiene que, por tal motivo, los partidos tienen que replantearse todo. En una entrevista con el diario El País de España, la Mandataria explica que “tengo la impresión de que la crisis de la política es universal. En Europa pasa lo mismo. Los partidos tenemos que replantearnos todo”. Y agrega que “la democracia representativa por sí sola ya no da respuesta a los anhelos de la gente de ser parte constructora de la sociedad. Por eso nosotros en Chile estamos haciendo un proyecto constituyente desde abajo hacia arriba”. “Las élites latinoamericanas tienen que remirarse, recuestionarse qué estamos haciendo y reinventarse para seguir jugando el rol que corresponde a los partidos políticos, la única organización que puede ofrecer a una nación una idea colectiva. Necesitamos una política cercana, limpia, transparente, preocupada por las personas”, explica la Mandataria. Respecto a si se puede gobernar con una valoración tan baja en las encuestas, la jefa de Estado explica que lo primero que hay que hacer es cumplir con los compromisos que se han tomado y “mirar cómo restablecer confianza. La desconfianza es con la política, pero también con el mundo empresarial, con las instituciones religiosas”. En ese sentido, sostiene que existe un cuestionamiento a la élite, por lo que “las élites latinoamericanas tienen que remirarse, recuestionarse qué estamos haciendo y reinventarse para seguir jugando el rol que corresponde a los partidos políticos, la única organización que puede ofrecer a una nación una idea colectiva. Necesitamos una política cercana, limpia, transparente, preocupada por las personas”. Bachelet, asimismo, analizó el giro que ha hecho la región hacia el liberalismo, señalando que “nosotros respetamos las decisiones de cada país. Chile siempre ha creído en el libre comercio, lo hemos defendido con fuerza. Muchos países con presidentes de izquierdas nos pidieron en el pasado apoyo para hacer tratados de libre comercio, para ver nuestra experiencia, trabajamos con muchos de ellos. Siempre explicamos por qué para Chile esto ha sido positivo y no negativo”. También rechaza los cuestionamientos que se hacen en Latinoamérica, EE.UU. y el mundo respecto a que el libre comercio ha traído una baja en los salarios, más desigualdad y menos derechos para los trabajadores. Sobre ese tema, menciona que “no es real. Al menos no para Chile. Hay tratados y tratados. Nosotros hemos firmado algunos que nos exigen mucho en términos de estándares laborales o medioambientales. Para Chile implicó mejorar, por ejemplo para entrar en la OCDE, en temas también de paraísos fiscales”. Bachelet: tema Mercosur Alianza… “Nosotros dijimos “no queremos que la Alianza de la espalda al resto de la región”. Creemos en la convergencia en la diversidad. No para fusionar sino para ver qué podemos hacer. Invitamos a Argentina, Uruguay, Brasil. La Alianza ha dado resultados positivos, por eso tenemos 49 países observadores. Sí, pero convergencia no significa fusión. Ellos tienen cierta reglamentación interna en Mercosur que ha hecho que Chile no sea un miembro pleno sino un miembro asociado. Cualquier cosa que uno haga en Mercosur tiene que pedirles permiso a todos los demás. Algunos han querido hacer tratados de libre comercio con otros países y no les han autorizado. 100 Chile tenía una experiencia distinta, creía y cree que la salida al exterior es muy importante y el proteccionismo no es la solución. Pero entendemos que podemos encontrar puntos en común con Mercosur. Hay muchos países observadores que quieren ser miembros de la Alianza pero tienen que aceptar las reglas. De momento tenemos Costa Rica y Panamá. Macri está en esta cumbre, vamos a ver, y Brasil… La presidenta Dilma había manifestado su interés pero ahora Brasil está en otras cuestiones, no creo que esta sea su prioridad hoy”. diario El País de España Respecto a la idea de la izquierda en cuanto a que la globalización está generando más desigualdad, la Mandataria sostiene que “no la rechazo. Detrás del Brexit y del éxito de Donald Trump hay algo claro, y esto es más viejo que el hilo negro, lo hemos sabido siempre: la globalización ha incrementado las desigualdades. Pero la globalización es un hecho, no va a desaparecer porque no me guste. Estamos conectados por todos lados. Tenemos desafíos enormes que no podemos resolver solos los países”. En ese contexto, precisa que “una de las conclusiones que sacamos del Brexit y del ascenso de Trump es que tenemos que introducir políticas para que lo que traen de positivo los acuerdos de libre comercio resulten en una prosperidad compartida, que se puedan generar políticas de inclusión, que la gente no quede fuera de los éxitos. ¿Quién vota por Brexit? Mayores de 50 años, zonas rurales con peor educación, gente cuyas fábricas no pudieron competir por la globalización y tuvieron que cerrar. Este es un llamado de atención para que el libre comercio se use para políticas de desarrollo y para no dejar a nadie fuera del progreso”. Además,responde a la interrogante de si la izquierda latinoamericana tiene futuro en un ambiente de giro liberal, afirmando que “la lucha por la justicia social, por sociedades más integradas, más solidarias, más justas, siempre tiene sentido y va a encontrar su lugar”. Fuente de Recuadro del P. de M. La ONDA digital la síntesis El Mostrador.cl La nueva agenda exterior argentina y el armado de un bloque más geopolítico que comercial http://www.laondadigital.uy/archivos/14437 ¿QUÉ ES LA ALIANZA DEL PACÍFICO? /// Desde diciembre del año pasado, la agenda de política exterior ha dado un giro de 180 grados. El discurso del nuevo gobierno se ha centrado en la urgencia de volver a insertar a la Argentina en el mundo. El problema es cómo quieren hacerlo y a qué costo. Por el momento, todo indica que el camino sería la firma de tratados de libre comercio con diferentes bloques económicos, mientras que cualquier otra estrategia de profundización del maltrecho MERCOSUR o de consolidación de la UNASUR- parece haber quedado en el olvido. De hecho, las relaciones internacionales argentinas en los últimos meses han tenido como objetivo el acercamiento hacia la Alianza del Pacífico (AP) que, cual nuevo bloque estrella de la región, es visto como el puente de conexión para la integración al Acuerdo Transpacífico, liderado por los Estados Unidos. La Argentina ya solicitó ser incluida como veedora de la AP y en ese contexto Mauricio Macri viajó a Puerto Varas para participar, como hecho inédito, de su cumbre de presidentes. Es interesante analizar, entonces, cuáles son las características de este bloque regional, cuál es la filosofía detrás de su construcción y cuáles serían los posibles beneficios que la Argentina podría obtener. En abril de 2011 Chile, Colombia, Perú y México anunciaron la creación de un nuevo bloque económico latinoamericano, la AP, que entre sus objetivos destaca aquel de conformar “un proceso de integración abierto e incluyente, constituido por países con visiones afines de desarrollo y promotores del libre comercio como impulsor de crecimiento”. Esta renovada, 101 aunque vieja idea liberal encuentra su base teórica en la concepción según la cual las economías deberían especializarse en aquellas producciones en las cuales tengan ventajas competitivas (en nuestros casos serían las manufacturas basadas en recursos naturales y los productos primarios) y obtener el resto de los productos a partir del libre intercambio comercial internacional. Así, según esta teoría dominante, todos los países alcanzaríamos mayores niveles de riqueza y desarrollo. Como en muchos casos, la realidad supera a la teoría y, más allá del corto periodo de bonanza reciente que experimentaron las exportaciones de commodities, la especialización primaria se muestra nuevamente incapaz de cerrar las brechas tecnológicas y de crecimiento de los países en vías de desarrollo con respecto a los países avanzados. ¿Por qué, entonces, tanta retórica librecambista? Tal vez los motivos deberían buscarse más bien en los aspectos geopolíticos que en los beneficios económicos. El discurso del nuevo gobierno se ha centrado en la urgencia de volver a insertar a la Argentina en el mundo. El problema es cómo quieren hacerlo y a qué costo El nuevo bloque no se distingue por sus niveles de integración y complementariedad productiva. De hecho, al momento de la creación de la AP, los cuatro países evidenciaban niveles de intercambio comercial exiguos y sus principales productos ya gozaban de bajos aranceles aduaneros. En 2012, el flujo de exportaciones intra-bloque representó el 3,9 por ciento del total de exportaciones del conjunto de países, mientras que del total de productos importados por los países de la región sólo el 4,3 por ciento fue producido por alguno de ellos. Hacia 2014, dichos guarismos se redujeron. Según los datos de comercio internacional de Naciones Unidas, las exportaciones intra-bloque pasaron a representar 3,4 por ciento del total, mientras que para las importaciones dicho porcentaje fue de 3,7. En ese sentido, la creación de la AP parece tener como objetivo más bien la necesidad de demostrar un posicionamiento político, que contrastara con las ideas de integración y de estrategia de política económica más de tipo progresista que predominaban en la UNASUR en ese entonces, que la consolidación de la integración comercial y la autonomía económica del bloque. Esto explica también la reticencia por parte del anterior gobierno argentino a firmar este tipo de acuerdos. Por otra parte, el principal socio comercial del bloque (considerando exportaciones e importaciones) es Estados Unidos. Las ventas a dicho destino en 2014 llegaron al 62,2 por ciento de total y las compras al 43,9 por ciento. Hay que destacar que si bien Estados Unidos desempeña un rol central en el intercambio comercial para los cuatro países de la AP, su importancia es significativamente mayor para la economía mexicana, dada la profundización de la relación a partir de la creación del NAFTA y, sobre todo, a partir de la emergencia de la producción llamada “maquila”, que se encarga del ensamblado de productos y partes de los Estados Unidos. Es importante destacar que luego del fin de las negociaciones entre Estados Unidos y los países Latinoamericanos para crear el ALCA en 2005, los diferentes gobiernos de los Estados Unidos han tenido una política activa para promover la proliferación de acuerdos de libre comercio, bilaterales o multilaterales, con diferentes países de la región como parte de su estrategia geopolítica. Entre 2005 y 2006 Perú y Colombia firmaron Acuerdos de Promoción Comercial (tratados de libre comercio) con Estados Unidos. En ellos, el principal elemento atractivo era la promesa de flujos de inversión extranjera norteamericana. La AP se ha creado con este espíritu y la participación de Argentina parecería encaminarse en ese sentido. El actual gobierno está desesperado por resolver la falta de dólares necesarios para evitar la crisis de balanza de pagos (para ello hasta ahora accionó el acuerdo con los fondos buitres, bajo condiciones draconianas de pago, devaluó la moneda local y se volcó a los mercados internacionales en busca de crédito a cualquier costo). El acercamiento a la AP y, a través del mismo, a Estados Unidos, sería parte de la estrategia para incentivar el ingreso de flujos de inversión extranjera que, hasta el momento, no se ha verificado ni siquiera mínimamente. El problema esencial es que la inversión extranjera, si llegare, difícilmente sea inversión productiva, ya que el contexto de recesión, caída de la demanda interna y externa y las altas tasas de interés de mercado hacen que aquella se canalice hacia la especulación financiera. En el mejor de los casos, podría servir para tapar 102 algún bache temporal de falta de dólares, pero no sería una solución permanente, dado que no ayudaría a resolver la restricción externa en el largo plazo. ¿Por qué tanta retórica librecambista? Tal vez los motivos deban buscarse más en los aspectos geopolíticos que en los beneficios económicos Tampoco pueden esperarse grandes beneficios en el intercambio comercial entre Argentina y la AP. En 2014 la AP compró a la Argentina sólo el 1,5 por ciento de sus importaciones, mientras que sus exportaciones a dicho destino fueron 0,6 de las exportaciones totales. Para Argentina, el peso de la AP es relativamente mayor, pues Argentina le vende el 8,7 por ciento de sus exportaciones y le compra el 4,4 por ciento de sus importaciones totales. Este intercambio es esencialmente de productos primarios y de manufacturas de recursos naturales, y en menor medida productos de complejo automotriz. La industria automotriz tal vez sea el único caso significativo de intercambio bilateral entre México y Argentina, aunque poco relevante dado su peso relativo; de hecho para incentivarlo sería suficiente un acuerdo específico sectorial y no todo un TLC. En conclusión, la integración con la AP parecería tener un doble objetivo: primero, el simbolismo que este acercamiento implica respecto al cambio de rumbo tanto de política local como externa y, segundo, el intento de incentivo a la inversión extranjera por un canal indirecto (dado que quienes podrían aportar los flujos de capital serían los países del acuerdo transpacífico, esencialmente Estados Unidos y Japón, y no la AP), que sirva para mejorar la disponibilidad de dólares. Con todo, en el contexto de recesión nacional, con las exportaciones estancadas y altas tasas de interés, difícilmente dicho ingreso de divisas trasformará la estructura productiva en el camino de solución de largo plazo de la restricción externa. Por Margarita Olivera Profesora del Instituto de Economía de la Universidad Federal de Río de Janeiro Fuente revistazoom Argentina Todavía sin un modelo de desarrollo Por Claudio Scaletta* http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/todavia-sin-unmodelo-de-desarrollo/ La Argentina agroexportadora comenzó a resquebrajarse hacia la Primera Guerra Mundial, y la Segunda marcó el auge de la industrialización por sustitución de importaciones por razones de fuerza mayor. La discusión teórica de un modelo de desarrollo supera hoy este esquema bipolar y exige fórmulas mucho más complejas. n economía, como en cualquier otra ciencia, existen paradigmas establecidos, y hasta modas, que articulan líneas de pensamiento. Uno de los más difundidos es una reacción y una consecuencia del modo de inserción del país en la economía global. Sostiene que pensar en el desarrollo sobre la base de la explotación de recursos naturales es lo mismo que resignarse a la dependencia y, en consecuencia, que se necesita avanzar en procesos más complejos de agregación de valor, los que, adicionalmente, no deberían basarse sólo en los recursos naturales. Estas pocas líneas abren uno de los debates más fascinantes del pensamiento económico, el debate por el desarrollo independiente con transformación y diversificación de la estructura productiva, una discusión multidimensional que incluye entre sus variables el rol de los recursos naturales, las ventajas o desventajas comparativas, la relación entre los sectores primario, industrial y de servicios, el rol de las clases sociales derivadas, incluido el Estado, y el grado de independencia económica en el marco de un sistema de poder global. El 103 “paraíso” agroexportador Los tópicos más clásicos del debate son conocidos. En tanto país de origen colonial, su inserción internacional a partir de las revoluciones industriales fue la de proveedor de materias primas, es decir, un modelo de desarrollo basado en los recursos naturales. Si se siguen los ciclos del modelo agroexportador desde el siglo XIX, desde el tasajo, los cueros y las lanas, pasando por los cereales y las carnes, hasta la soja y sus derivados, se encuentra una corriente principal que va desde el punto de origen de los recursos naturales hasta la puerta de salida al mundo, corriente que se plasmó hasta en la infraestructura de transporte, con centro radial en la ciudad puerto de Buenos Aires. La visión historiográfica, descalificada por “mitrista”, según la cual el proceso independentista fue apenas una respuesta al cambio de hegemonía en el centro, pasando de la metrópoli española a la inglesa a través de la bandera del libre comercio, secuencia que habría durado hasta la Segunda Guerra Mundial, tiene su correlato fáctico en el flujo internacional de las mercancías y el dinero. A esta base material correspondió una determinada estructura de clases sociales que concentró la propiedad de los recursos, principalmente la tierra, aunque asociada a las finanzas y a la logística de comercialización, y en consecuencia el poder político. A pesar de las sangrientas guerras civiles durante el proceso de consolidación del Estado Nacional, el país cumplió sin mayores fisuras su primer siglo de historia festejando este modelo de inserción internacional, con la elite europeocriolla del puerto liderando el proceso. Las anomalías locales de este modelo comenzaron recién con las anomalías mundiales, con el fin del largo y próspero siglo XIX. El ocaso de la tranquilidad agroexportadora del Primer Centenario fue concomitante a la Primera Guerra Mundial, en tanto que las manifestaciones políticas que reivindicaron el industrialismo comenzaron a partir de la Segunda gran conflagración. La propia bibliografía de raíz cepaliana [proveniente de la CEPAL] que profundizó en las teorías de la dependencia (1) explicó cómo algunos países de América Latina iniciaron y profundizaron procesos de desarrollo de sus manufacturas en momentos en que, por razones ajenas a su voluntad, no pudieron importarlas. Sin retorno Englobar extensos períodos de tiempo y la pluralidad de experiencias nacionales supone inevitablemente prescindir de los múltiples detalles que se apartan de la corriente principal, pero el ciclo largo y general fue marcado por estas tendencias: América Latina y Argentina en tanto parte se acoplaron a la economía mundial como proveedores de materias primas y las experiencias “industriales” incipientes se produjeron en los momentos de “desacople”. Desde la perspectiva de la armonía agroexportadora, el gran problema fue que durante las experiencias de desacople, las estructuras productivas se diversificaron en mayor o menor grado, diversificando también la estructura de clases asociada. Se abrieron así dimensiones políticas de no retorno. Mientras las nuevas clases emergentes no estaban dispuestas a resignar sus reivindicaciones y desaparecer, las viejas oligarquías se sumergían en la añoranza perpetua por los tiempos calmos y ubérrimos del granero del mundo. La misma nostalgia que, transmutada, hoy intenta aggiornarse bajo el rótulo de supermercado global. Puede parecer hasta sorprendente que el país llegue al Segundo Centenario de su Independencia formal sin haber resuelto su modelo de desarrollo de largo plazo. El péndulo argentino es también una oscilación entre la aceptación acrítica del lugar que Estados Unidos y Europa esperan para la región –como en tiempos de la colonia, un mercado ampliado proveedor de materias primas y, más recientemente, manufacturas de origen agropecuario y energía– y la propuesta de una inserción más diversificada e independiente que, por su propia naturaleza, demanda una doble ruptura con la estructura de clases dominantes, asociada tanto con la burguesía local como con la internacional, que controla el 80 por ciento de las 500 principales empresas del país. Una primera síntesis que explica el péndulo político es que la clase dominante local, nacional y global, no estaría interesada, por su natural asociación con la estructura productiva actual, 104 con las rupturas demandadas por el desarrollo independiente. Al mismo tiempo, los períodos de desacople generaron nuevas fracciones de clase que comprenden que el camino del desarrollo es inseparable de la independencia económica. El resultado hasta el presente ha sido la inestabilidad política y la indefinición del modelo de desarrollo. Tres debates Frente al nuevo escenario existen consensos y debates. Entre los acuerdos generales se destaca el casi lugar común de la mayor agregación de valor sobre los recursos naturales, una obviedad para cualquier modelo de desarrollo. Los debates ocupan todo el resto de los problemas. Entre los más relevantes se destacan en principio tres. El primero es la pregunta por si el desarrollo debe ser principalmente “industrial”. El segundo es el problema de las ventajas comparativas, y el tercero la cuestión de la inserción exportadora y la restricción externa. Los tres tópicos demandan ser profundizados. En el actual estado de desarrollo de las fuerzas productivas del capitalismo, las commodities derivadas de la explotación de recursos naturales tienen dos características principales: se producen en economías de escala y con la mediación de tecnología de vanguardia. Empezando por la segunda característica, no existe cosa tal como aquello que en los años 80 del siglo pasado se denominaba “tecnologías de punta”. Hoy toda la producción estandarizada es “de punta”. Piénsese, por ejemplo, en la tecnología media, sin llegar a la agricultura de precisión, involucrada en el agro y la agroindustria, o en las firmas biotecnológicas o la explotación de los recursos hidrocarburíferos no convencionales. Lo mismo corre para los servicios asociados, como la logística de comercialización. O servicios más tradicionales, como la salud, incluida la industria farmacéutica. En todas estas áreas se utilizan, por ejemplo, los recursos más avanzados de las tecnologías de la información y de la microelectrónica. La misma agricultura utiliza máquinas y requerimientos de capital crecientes; es casi “una industria”. La dicotomía del desarrollo sobre los recursos naturales versus la industria o los servicios parece basarse, entonces, en categorías relativamente obsoletas. El dato crítico está en otra parte, no en la separación entre sectores sino en la demanda de empleo de cada sector, lo que remite a la primera característica: en un marco competitivo, todas las commodities se producen en economías de escala y, por lo tanto, la explotación de los recursos naturales supone una baja demanda de mano de obra. Luego, siguiendo a Karl Marx, con el aumento de la concentración orgánica del capital también se producen a escala las commodities industriales, ese sector secundario que teóricamente demandaba mayor empleo. Finalmente, el sector terciario –los servicios– no es autónomo y depende de que estén desarrollados los sectores primario y/o secundario. La demanda de empleo, crítica en términos de bienestar, pero también de sustentabilidad política, no está sectorialmente determinada y depende, en cambio, de la complejización de la estructura productiva, de aquello que el economista Aldo Ferrer sintetizaba en el concepto de “densidad nacional”. La cuestión de las ventajas comparativas es la segunda clave. Esta teoría, desarrollada en plenitud por David Ricardo (2), pero continuada en el presente por los modelos de crecimiento neoclásicos, representa el sustento de legitimación de la división internacional del trabajo. La idea básica es que los países deben concentrarse en la producción de aquellos bienes para los que tienen ventajas comparativas. En el caso de Argentina, por ejemplo, la fertilidad de las Pampas y sus riquezas naturales resultaron determinantes para la elección lógica del modelo basado en el agro y en la explotación de los recursos naturales. A esta teoría se le opuso la idea de las “ventajas comparativas dinámicas”, que sustenta todos los regímenes de promoción industrial, y que supone que con tiempo, esfuerzo, aprendizaje y recursos financieros, se pueden generar las condiciones para la creación de ventajas comparativas allí donde naturalmente no existen. Es el ciclo que siguieron, por ejemplo, todos los países de industrialización tardía, como Japón, Corea, todo el Sudeste Asiático y 105 China. Se comprende que en el medio de los dos conceptos, ventajas comparativas puras y dinámicas, existen matices y también un tema menos tratado por la teoría, las “desventajas comparativas”. Si tras la aplicación sistemática de recursos públicos a una determinada promoción sectorial, durante décadas el sector promocionado no adquiere ventajas dinámicas, puede deberse a dos razones: o el tipo de promoción es completamente ineficiente o, peor todavía, a que existen desventajas comparativas lo suficientemente potentes como para abandonar el intento. Un ejemplo por el absurdo sería la producción de legumbres en la Antártida, pero quizá no haga falta ir tan al Sur para encontrar más casos. La tercera cuestión, la inserción exportadora y la restricción externa, es probablemente una de las más tratadas por los macroeconomistas argentinos. Es obvio que la inserción en el mundo se produce por la vía del comercio exterior, por eso muchos economistas piensan en cómo mejorar las condiciones para aumentar las ventas externas. La propuesta más constante se resume en la baja artificial de costos internos vía el “tipo de cambio competitivo”, herramienta que pese a su denominación se relaciona primero con la distribución del ingreso antes que con la competitividad. Desde la perspectiva del desarrollo, el economista y politólogo Eduardo Crespo contesta este debate con una sola frase: “Los países no exportan para desarrollarse, sino que exportan porque se desarrollan”, lo que sin renunciar mucho a la precisión también puede decirse más rápido en términos deportivos: “Para ser campeón mundial primero hay que ser campeón nacional”. La segunda dimensión de este tópico, la necesidad de exportar dada la existencia de la restricción externa, es el único componente verdadero de la argumentación. Para desarrollarse se necesitan divisas, lo que supone aumentar exportaciones, sustituir importaciones o, en la transición, tomar deuda que debe ser repagada. Si esto no sucede, la economía se desestabiliza cuando aparece la escasez relativa de dólares: no se puede mantener el nivel decidido de tipo de cambio, se devalúa y el Producto se contrae, con lo que la restricción desaparece, pero siguiendo el camino contrario al desarrollo. Nueva independencia Esta presentación muy rápida de las principales discusiones en torno al desarrollo permite obtener algunas conclusiones provisorias. •Primero. En el actual estado de evolución de las fuerzas productivas, el desarrollo no se recorta necesariamente por el énfasis en su dimensión estrictamente industrial en tanto oposición a la explotación de recursos naturales. •Segundo. Parece más claro que, para países con la cantidad de habitantes de Argentina, la inserción internacional vía producción de commodities de cualquier tipo no alcanza en términos del factor crítico “generación de empleo”, lo que no sólo se refiere al bienestar de las mayorías sino muy especialmente a la sustentabilidad política. Se necesita complejizar la estructura productiva y el sistema nacional de innovación para evitar lo que la bibliografía desarrollista denominaba “heterogeneidad estructural”, con economías de enclave en medio de conjuntos atrasados. •Tercero. El objetivo debería ser el desarrollo de ramas dinámicas para su inserción en el mercado mundial, de gran autonomía y competitividad en el contexto internacional, y que aprovechen o puedan desarrollar rápidamente ventajas comparativas. Estas ramas, que pueden ir desde las basadas en los recursos naturales, como la minería, los hidrocarburos y el agro, hasta las que se fundan en conocimientos intensivos, como la industria farmacéutica, la biotecnología y el software, pueden combinarse o no con procesos de sustitución de importaciones de bienes que se consideren estratégicos o que sirvan para la integración de las cadenas de valor elegidas. •Cuarto. El rol del Estado parece tener dos dimensiones. La primera es orientadora e 106 impulsora de las ramas elegibles, principalmente generando los equilibrios para superar las tensiones de doble ruptura implícitas en el desarrollo. La segunda es proporcionar “el contenedor”: una infraestructura moderna, que sea parte de las ventajas competitivas, proceso que demanda un aumento significativo de la inversión pública. Ello va desde la educación al transporte en todas sus dimensiones. A modo de ejemplo, hoy puede ser más cara la logística de transporte y comercialización interna que la internacional. •Quinto. El modelo tradicional de la ISI (Industrialización Sustitutiva de Importaciones) no parece corresponderse con el actual estado de desarrollo de la economía mundial. Para ser independientes no hace falta necesariamente producir todos los bienes que se demandan internamente, pero el determinante sigue siendo siempre la restricción externa. Una adecuada provisión real de divisas constituye el principal factor de independencia o, lo que es lo mismo, de grados de libertad para una política económica orientada al desarrollo productivo. 1. Por ejemplo Osvaldo Sunkel y Pedro Paz, El subdesarrollo latinoamericano y la teoría del desarrollo, Siglo XXI, México, 1986. 2. Con su célebre ejemplo de las telas de Inglaterra y los vinos de Portugal, en David Ricardo, Principios de economía política y tributación, Sarpe, Madrid, 1985. * Economista y periodista. Verdad y mentira de la inversión externa Por Matías Kulfas* http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/verdad-y-mentira-de-la-inversion-externa/ El ingreso de capitales extranjeros al país no promueve por sí mismo la actividad económica ni, mucho menos, el desarrollo. Su función sólo puede ser positiva si se enmarca en un contexto legal que establezca controles, limitaciones y una escala de prioridades de inversión que lo dirija hacia sectores realmente productivos. Luis Felipe Noé, Incógnita, 2015 (gentileza Galería Rubbers Internacional) a economía argentina ha tenido históricamente una elevada presencia de capitales externos. Las políticas públicas y el abordaje intelectual sobre el tema han experimentado vaivenes, con etapas de especial interés gubernamental en captar ingresos y otras de rechazo o de figurada indiferencia. El capital extranjero se hizo fuerte en nuestro país desde las últimas décadas del siglo XIX, cuando la Revolución Industrial y la consiguiente alza en la demanda de alimentos por parte de las naciones industriales, junto a la reducción de los costos del transporte, generaron un mayor interés en estas lejanas tierras hasta entonces relativamente poco atractivas para las grandes potencias (1). A diferencia de otros países, que implementaron estrategias de desarrollo utilizando de manera moderada los ingresos de capitales externos, e incluso limitándolos, Argentina osciló entre enfoques liberales, fases restrictivas de poco alcance y, más recientemente, instancias donde la crítica se centró en los capitales de tipo especulativo. Desde esta última mirada, cuya raíz es el desarrollismo de Arturo Frondizi, el origen del capital no es relevante en tanto haya inversiones que amplíen la capacidad productiva y la infraestructura del país. Más aun, desde el saber convencional se da por sentado que todos los países desarrollados han tenido una actitud abierta hacia todo tipo de capital y ello explica, en cierta medida, el éxito alcanzado. 107 Estos enfoques tienen poco anclaje en la experiencia histórica. En países de reciente industrialización acelerada en el Este Asiático, como Corea y Taiwán, el foco estuvo puesto exclusivamente en el desarrollo de grupos de capital nacional. Estados Unidos impuso en el siglo XIX regulaciones que, por ejemplo, impedían votar a los accionistas foráneos o establecían que sólo los ciudadanos estadounidenses podían ser directores de un banco nacional. En un sentido más amplio, los ingresos de capital extranjero quedaban sujetos a gestión norteamericana, algo que, de manera similar, es posible observar actualmente en China. En Japón, la propiedad extranjera estuvo limitada al 49%, particularmente hasta 1963, y en muchas industrias definidas como estratégicas su ingreso fue prohibido. Finlandia tuvo una legislación que caracterizaba como “peligrosas” a las empresas que tuvieran más de 20% de titularidad extranjera y recién en la década de 1990 fueron liberalizados los ingresos (2). Aun en los casos en que se adoptaron estrategias de atracción de inversión extranjera, tales como los de Singapur e Irlanda, priorizaron atraer capitales hacia sectores previamente seleccionados. ¡Bienvenidos, capitales! Estos debates quedaron en buena medida clausurados en nuestro país en las últimas décadas. En los años 90, se estimuló un mayor ingreso de firmas extranjeras, comenzando por el proceso de privatización de activos públicos (que en muchos casos exigía la presencia de operadores transnacionales), y una activa actitud del gobierno en materia de promoción, donde toda inversión extranjera, de cualquier tipo y hacia cualquier sector era bienvenida. El país firmó 58 tratados bilaterales de inversión y estuvo entre los tres primeros lugares de América Latina que atrajeron mayor volumen de inversiones. Tras la crisis de 2001–2002 y el inicio del ciclo de gobiernos kirchneristas, se produjeron cambios de relevancia, pero antes que una actitud adversa al capital extranjero predominó una mayor presencia del Estado en diferentes órbitas económicas, aspecto que en ocasiones generó situaciones conflictivas con el sector empresario, sin que ello implicara diferencias de abordaje según el origen del capital. La legislación se mantuvo incólume, se sostuvieron las cláusulas de trato igualitario con relación al capital nacional, prosiguieron vigentes los tratados bilaterales de inversión y las restricciones cambiarias implementadas a partir de fines de 2011 afectaron de modo similar a firmas nacionales y extranjeras. El reciente cambio de gobierno muestra un giro discursivo que retrotrae a la década de 1990. Reaparecieron las reuniones con inversores externos, la participación en foros internacionales destinadas a transmitir “confianza” y se solucionaron rápidamente y sin mayores reparos diferendos existentes. De manera más reciente, el ministro Prat-Gay realizó una reunión de negocios en España donde animó a los empresarios a invertir en Argentina y les pidió disculpas por el mal trato recibido, gesto poco comprensible tanto desde una mirada puramente pragmática (¿tiene hoy España algo interesante para ofrecerle a Argentina?) o de revisión de los daños recíprocos (existe evidencia de trato predatorio y cortoplacista por parte de las inversiones españolas que ingresaron en Argentina en la década de 1990) (3). 108 La paradoja de la inversión La teoría convencional señala que los países en desarrollo poseen una insuficiente tasa de ahorro, de modo que una estrategia para captar capitales de los países avanzados permitiría complementar los escasos recursos disponibles para invertir. La inversión extranjera directa creció notablemente en la década de 1990 y Argentina concentró el 15% de los ingresos que recibió América Latina. Durante los gobiernos kirchneristas, dichos ingresos fueron sustancialmente menores y la participación en el total recibido por América Latina se redujo al 7%. Sin embargo, la tasa de inversión, es decir el total de recursos destinados a ampliar la capacidad productiva de la economía y las infraestructuras, no solo no se redujo sino que se incrementó. En efecto, en los años de mayores ingresos de capitales externos del decenio de 1990, la tasa de inversión promedió el 15,7% del PIB, mientras que en los gobiernos kirchneristas, particularmente en el auge de 20032011, promedió 21% del PIB con un pico cercano al 25% en 2011. En otras palabras, períodos de mayor inversión extranjera no significaron mayor inversión en general. Esta aparente paradoja fue constatada hace algunos años por el economista chileno Manuel Agosin, quien trabajó con un panel de países en desarrollo y concluyó que mientras la presencia de mayores ingresos de inversiones externas en los países asiáticos tenía lugar en simultáneo a un crecimiento de la tasa de inversión, en América Latina el efecto era el contrario y la tasa de inversión no crecía o incluso declinaba (4). Este efecto indica entonces que la inversión extranjera en América Latina no complementa a la nacional sino que la desplaza. La contrapartida del menor espacio para el capital nacional es el achicamiento del segmento PyME que se vivió en los años 90 y la fuga de capitales de grandes empresarios nacionales. La otra idea presente en la teoría convencional, señalada por muchos de los actuales funcionarios económicos, radica en asociar una mayor disponibilidad de recursos financieros con oportunidades de inversión. La idea suena bien en la teoría pero no se condice con la experiencia histórica. Mayor disponibilidad de recursos financieros puede generar negocios relevantes para una estrategia de desarrollo si esos negocios existen o se estimulan. Pero un régimen que promueve la especulación financiera solo hará que se reciclen en negocios de arbitraje que acentúan la vulnerabilidad de economías pequeñas como la argentina. ¿Siempre contribuyen a crecer? El pensador brasileño Celso Furtado señalaba que el subdesarrollo no era un estadio previo al desarrollo, sino un proceso particular de desarrollo capitalista, desarticulado y con rasgos de economía dual donde conviven islas de alta productividad en un mar de pobreza y atraso tecnológico (5). Debemos detenernos entonces a pensar en las estrategias para avanzar hacia el desarrollo y en todo caso ver qué papel puede jugar el capital extranjero. A riesgo de simplificar excesivamente el problema, me atrevo a señalar que los dilemas del desarrollo argentino pasan por tres aspectos. El primero refiere al tratamiento de los recursos naturales. Argentina es un país que cuenta con una 109 abundante dotación pero –contrariamente a lo que muchos creen– no es un país rico en recursos naturales. La última estimación de riqueza natural disponible (6) indica que nuestro país posee unos 10.000 dólares por habitante, contra 40.000 en Australia, 37.000 en Canadá, 20.000 en Finlandia y 110.000 en Noruega, es decir los países con los que tiene sentido la comparación y que han logrado una estructura productiva diversificada y alto bienestar. La primera reflexión es clara: hay mucho por hacer y mejorar, pero sólo con recursos naturales no alcanza. El segundo aspecto tiene que ver con las industrias de frontera, donde Argentina mostró logros interesantes que se vieron afectados por las oscilaciones de la política científico–tecnológica. Si Argentina tuvo avances en energía nuclear, satelital, bienes de capital, microelectrónica, informática, etc., es en gran medida por las apuestas que hizo el Estado argentino desde la década de 1940. Finalmente, el tercer aspecto tiene que ver con el diverso y heterogéneo aparato industrial, que incluye sectores maduros que necesitan actualizaciones y otros que generan empleo pero carecen de condiciones competitivas para subsistir a mediano plazo bajo las actuales condiciones de escala sin mecanismos más o menos explícitos de protección. Los desafíos son múltiples. Los recursos naturales deben dejar de ser vistos como un mero apéndice del mercado mundial de alimentos, metales o hidrocarburos y ser incorporados a una estrategia de desarrollo. Esto implica desarrollar cadenas productivas en torno a estos recursos y, fundamentalmente, fomentar las industrias que proveen los insumos y tecnologías para explotar el recurso. Australia posee empresas mineras globales; algunas de ellas extraen cobre y oro en Argentina. Noruega desarrolló tecnologías propias para explotar su riqueza petrolera off-shore a través de empresas estatales y se apropió de la renta petrolera mediante estas mismas empresas y elevados impuestos sobre los operadores privados. El contraste es fuerte: la minería argentina está completamente extranjerizada y nuestro país fue el único de la región que extranjerizó su firma petrolera. La estrategia de Repsol en Argentina consistió en extraer hidrocarburos al mayor ritmo posible e invertir el producido en nuevos pozos en Trinidad y Tobago y otras latitudes, donde el costo de producción y exploración es mucho más barato que en Argentina. Seamos claros en este punto: no lo hizo por perversión depredatoria sino por una cuestión de rentabilidad. El problema es que esa estrategia de negocios le fue muy útil a Repsol pero no a Argentina, y por eso la decisión de re-estatizar YPF no fue más que pura racionalidad económica para el desarrollo nacional antes que una reacción reparatoria. En el campo argentino, el paquete tecnológico de la soja combina desarrollos realizados en el país con patentes de firmas transnacionales como Monsanto. En los últimos meses esta empresa ha pretendido avanzar en extremo sobre los productores imponiendo inspecciones y cobros compulsivos sobre aquellos que no hubiesen pagado sus regalías, de modo similar a como lo haría la autoridad aduanera o impositiva. Se trata de un problema para el desarrollo agrario argentino. Una mirada noruega sobre el tema hubiese recomendado no dejar algo tan sensible como las semillas en manos de firmas transnacionales, avanzar de manera decisiva en tener más tractores, sembradoras y cosechadoras nacionales y cobrar elevados impuestos sobre la renta para generar fondos anticíclicos y contribuir en parte al gasto estatal. ¿Estarían dispuestos los actores del sector 110 agropecuario a discutir una estrategia de desarrollo sectorial sobre estas bases? Industrias engañosas Sobre las industrias de frontera no hay demasiado para agregar. Jamás existió interés por parte de actores transnacionales; de hecho, si las centrales nucleares no fueron privatizadas en la década de 1990, ello fue porque no hubo interesados (Ferrer, 2010). El foco de las corporaciones transnacionales en Argentina y otros países de la región está centrado en los recursos naturales y en nichos de servicios e industrias vinculados al mercado interno. Las estrategias en estos ámbitos no incluyen el desarrollo de proveedores locales o regionales sino que predominan políticas de compras globales y abastecimiento de insumos, partes y piezas con importaciones. Argentina producía en la década de 1970 unos 300.000 automóviles. Eran modelos alejados de las mejores prácticas internacionales, pero ciento por ciento nacionales, generando aprendizaje y mejoras en la ingeniería local. El actual modelo automotor produce vehículos similares a los que se pueden encontrar en países avanzados, pero el contenido nacional no supera el 30%, siendo el resto un mero ensamblaje de partes y piezas importadas (7). Cuando el sector informa que ha fabricado un número récord que orilla el millón de autos, omite que el valor agregado es aproximadamente el mismo que en 1970, lo demás son importaciones que afectan notablemente a nuestra balanza comercial. Si abandonáramos el sueño de tener un auto argentino, o argentobrasileño, cosa que no hizo Corea y hoy fabrica automóviles Hyundai cuando en 1970 tenía un sector industrial cinco veces más pequeño que el argentino, al menos no deberíamos abandonar la idea de tener un sector autopartista nacional, tecnológico y competitivo. Las bases están, pero la estrategia de las terminales automotrices transnacionales y del régimen legal vigente desde los años 90 no van en esa dirección. Llegamos entonces al punto central. Revisar el papel del capital extranjero en la economía argentina no significa xenofobia. Ni siquiera implica prohibir nuevos ingresos o reducir stocks en todos los sectores. Implica repensar los espacios de desarrollo e incorporar al capital externo en esa mirada. Naturalmente, en ocasiones trae consigo conflictividad, particularmente en el ámbito de los recursos naturales, como la que se vivió con YPF, y donde la única crítica que se puede hacer es no haberla re-estatizado antes. Un ejemplo de los desafíos presentes puede graficar mejor esta idea. La actividad que mayores inversiones promete en los próximos años es la energía renovable. El gobierno está especialmente entusiasmado en que el proceso en curso aporte ingentes ingresos de inversión extranjera porque sería leído como señal de credibilidad externa. Pero ese frenesí en captar recursos externos no ha tenido un entusiasmo de igual proporción en el desarrollo de las industrias que generarán la energía. Para cumplir los objetivos de la ley habrá que instalar entre 2.000 y 3.000 molinos eólicos en los próximos 10 años (8). Si recurrimos a la industria nacional y las instituciones de ciencia y tecnología tendremos una oportunidad extraordinaria de generar desarrollo productivo y empleos en todo el país. Pero si nos quedamos en la mera amigabilidad con el mercado, ingresarán las inversiones que servirán, en un 80%-90%, para financiar importaciones de aerogeneradores y otros bienes de capital. Habremos generado energía renovable, lo cual es muy bueno, pero también perdido una oportunidad para el 111 desarrollo y sembrado una nueva semilla de crisis de pagos externos. El desarrollo económico no es tarea sencilla, requiere esfuerzos públicos y privados de envergadura y en esto no hubo ni habrá atajos: no nos vamos a salvar con un par de buenas cosechas de trigo, maíz, soja o de capitales externos. 1. Véase Aldo Ferrer (2010), El futuro de nuestro pasado. La economía argentina en su segundo centenario, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires. 2. Véase particularmente el libro de Chang Ha-Joon (2009), ¿Qué fue del buen samaritano? Naciones ricas, políticas pobres, Universidad Nacional de Quilmes. También Alice Amsden (2004), “Prebisch renace en Asia”, Revista de la CEPAL, Santiago de Chile. 3. Véase Matías Kulfas (2002), “Las inversiones españolas en América Latina”, Revista Alternativa Sur, Nº 2, Madrid. 4. Manuel Agosin y R. Mayer (2000), “Foreign investment in developing countries. Does it crowd in domestic investment?”, UNCTAD, Discussion Papers Nº 146, Ginebra. 5. Celso Furtado (1964), Desarrollo y subdesarrollo, EUDEBA, Buenos Aires. 6. Véase Banco Mundial (2011), The Changing Wealth of Nations. Measuring Sustainable Development in the New Millennium, The World Bank, Washington D.C. 7. Matías Kulfas (2016), Los tres kirchnerismos. Una historia de la economía argentina, 2003-2015, Siglo XXI Editores, Buenos Aires. 8. Darío Caresani, Evelin Goldstein y Matías Kulfas (2016), “El desarrollo de las energías renovables en la Argentina y su efecto industrializante”, Realidad Económica Nº 299, Buenos Aires. * Economista, profesor de la UBA y de la UNSAM. Dirige el Centro de Estudios Económicos Idear Desarrollo. Fue subsecretario PyME (2006-2007), director del Banco Nación (20082012) y gerente general del Banco Central (2012-2013). La gran estafa de las privatizaciones Por Niels Kadritzke* http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/la-gran-estafa-de-las-privatizaciones/ Contra la pared, Atenas capituló ante las exigencias de sus “socios” en julio de 2015. Sus decisiones presupuestarias y fiscales se encuentran sometidas a aprobación previa. Y el programa de privatizaciones que se le impuso constituye la mayor transferencia de bienes públicos para un país de la Unión Europea. n estudio del Transnational Institute (TNI) sobre la “industria de la privatización en Europa”, publicado en febrero de 2016, llega a la conclusión de que “no existe ninguna prueba que demuestre que las empresas privatizadas ofrecen un servicio más eficaz”. Al contrario, la ola de privatizaciones provocó la caída de los salarios, deterioró las condiciones de trabajo y aumentó las desigualdades en los ingresos (1). En este aspecto, Grecia constituye un caso de manual. Durante la crisis provocada por su endeudamiento, el país se vio obligado por sus acreedores a vender al mejor postor la mayor cantidad posible de sus empresas estatales o semiestatales, con el único objetivo de honrar sus deudas. Este remate de los bienes de la comunidad es uno de los aspectos más absurdos de los “planes de rescate” impuestos desde el 2010 por la “Troika” (2), que llevaron a la economía griega a una interminable recesión. Exigir que un Estado en crisis privatice sus 112 empresas, implica necesariamente obligarlo a liquidarlas, observan los autores del estudio. La privatización reúne todos los rasgos de una apropiación fraudulenta. Esta constatación se impone independientemente de la idea que se tenga de las ventajas o los inconvenientes de un sector público. En Grecia, éste sufría innegables dificultades, que los defensores de la privatización utilizaron como argumentos. Algunas empresas del Estado no brindaban ningún bien o servicio indispensable a la población (como la electricidad o el transporte público), sino que tenían por vocación esencial otorgar a los partidarios del gobierno de turno empleos bien remunerados, protegidos y poco demandantes, a costa del cliente y de los contribuyentes. Esto explica por qué su puesta en venta no suscitó sólo rechazos. Trampas Para evaluar, desde un punto de vista liberal, los fundamentos de una privatización, los dirigentes deben responder a tres preguntas: ¿el precio es proporcional a los ingresos de los que el Estado se priva al vender un bien?, ¿de qué garantías disponen respecto a las inversiones que la operación debería generar?, ¿qué margen de acción conserva el Estado sobre las empresas privatizadas en los ámbitos estratégicamente vitales para los intereses del país? Estas preguntas resultan de particular importancia en el caso de los dos proyectos de privatización más grandes del país: la venta del 67% de las acciones de la sociedad del Puerto del Pireo (OLP) al grupo chino Chinese Ocean Shipping Company (COSCO) (3) y la concesión de catorce aeropuertos a un consorcio privado liderado por el grupo alemán Fraport. La adquisición del Pireo por parte de COSCO, empresa del Estado chino, se desarrolló de acuerdo a un procedimiento que caracteriza a casi todos los remates de las “joyas de la abuela” griegas: la licitación estaba dirigida a un solo candidato. El negocio se cerró en provecho de una potencia monopólica que podía imponer al vendedor no sólo el precio de la transacción, sino también toda una serie de condiciones. Esta operación confiere a los chinos un control absoluto sobre el mayor puerto de Grecia, ya que una filial de COSCO ya administra, desde el 2008, dos de las tres terminales de contenedores del Pireo, gracias a una conveniente concesión de treinta y cinco años. Para adquirir los dos tercios de las acciones del OLP, COSCO desembolsó 368,5 millones de euros. Esta tarifa se negoció en total opacidad. El fondo de puesta en valor del patrimonio del Estado griego (TAIPED), que supervisa las privatizaciones, había juzgado insuficiente la primera oferta del grupo chino; pero el monto suplementario concedido por este último sigue siendo tan secreto como el “precio justo” establecido por las sociedades de peritaje. El TAIPED se limitó a estimar el valor total de la transacción en 1.500 millones de euros, cifra alcanzada por medio de un cálculo acrobático que consistió en sumar al precio de venta los ingresos fiscales que podría generar en el futuro y las inversiones de 350 millones de euros prometidas por el comprador. Este cálculo encierra una doble trampa. Antes de la operación de venta, la filial de COSCO que reina en las dos terminales de contenedores, le transfería al OLP un derecho de concesión de 35 millones de euros por año. Sin embargo, dos tercios de esta suma serán ahora asignados al propietario mayoritario del OLP; en otras palabras, el dinero pasa del bolsillo izquierdo de COSCO a su bolsillo derecho. El Estado griego se priva, de esta manera, de percibir los alquileres que le quedaban por cobrar hasta el término de la concesión de las terminales, una suma que equivale a unos 700 millones de euros, que sería lógico, en consecuencia, descontar del valor total de la privatización del Pireo. La cuenta del TAIPED esconde otro error, aun más absurdo: toma en cuenta los 115 millones de euros de subvenciones acordadas por la Unión Europea a un proyecto de ampliación de la terminal de cruceros, una suma cuyo pago de ninguna manera estaba condicionado a la privatización del puerto. Por otra parte, nada garantiza que COSCO realizará las inversiones 113 prometidas, ya que el acta de venta contiene una cláusula que prohíbe durante cinco años toda sanción en su contra en caso de incumplimiento de sus compromisos (4). Curiosidades Hay otra operación de privatización que despierta numerosos interrogantes. De común acuerdo con el oligarca griego Dimitris Copelouzos (5), la sociedad alemana Fraport acaba de adquirir por cuarenta años –con opción por cincuenta– los derechos de explotación y de ampliación de catorce aeropuertos. A los 123.000 millones de euros depositados con la firma del contrato se agregará anualmente el monto correspondiente a los derechos de concesión e impuestos valuado en un total de 8.000 millones de euros a cuarenta años. Los detractores de esta venta proponen otro cálculo. Los catorce aeropuertos dejan actualmente un beneficio anual de 150 millones de euros, es decir, 6.000 millones por el período total de la concesión. Pero se espera que estos ingresos aumenten considerablemente, así lo estima también Fraport, que apuesta al potencial de crecimiento de los vuelos comerciales en dirección a las islas turísticas de Rodas, Kos, Mykonos, Santorini y Corfu –el tráfico aéreo que une al continente con estos preciados destinos aumentó un 20% por año en el transcurso de los últimos dos años–. El director financiero de Fraport, Matthias Zieschang, estima en 100 millones de euros anuales las ganancias suplementarias que su grupo debería acumular a partir de 2017 “únicamente gracias a los aeropuertos griegos” (6). Al comienzo, tres candidatos se habían presentado a la licitación –una diversidad excepcional para una privatización en Grecia–. Sin embargo, ¿hay que creerle al patrón de Fraport, Stefan Schulte, cuando afirma que su grupo “venció a una fuerte competencia gracias a la calidad de su propuesta”? En el procedimiento hubo al menos dos curiosidades que llaman la atención. Primero, la sorprendente decisión de ceder una red aeroportuaria que genera dinero. Hasta inicios del 2013, el Estado contemplaba otra manera de proceder: los treinta y siete aeropuertos del país estaban repartidos en dos lotes y cada uno contenía instalaciones que producían ganancias y otras que generaban pérdidas. De esta manera se buscaba que el comprador no se contentara sólo con embolsar las ganancias generadas por los destinos de moda, sino que invirtiera también en el desarrollo de los aeropuertos mal comunicados de las islas más alejadas. Este esquema equilibrado, concebido para evitar un incentivo demasiado impactante, chocó con el categórico rechazo de la “Troika”, que insistió para que el “paquete” a privatizar incluyera sólo las piezas escogidas considerablemente lucrativas. Es tentador suponer que la potencia más influyente en el seno de la “Troika”, es decir, Alemania, no sea ajena a esta decisión. Y la sospecha se refuerza al descubrir otra rareza del caso: en el procedimiento de licitación, el TAIPED eligió como “consejero técnico” a Lufthansa Consulting, filial de la compañía aérea alemana que vela por los intereses de Fraport, ya que representa el 8,45% de sus acciones… En resumen, aparecen todos los ingredientes para un flagrante conflicto de intereses, lo cual violaría todas las reglas europeas en materia de licitaciones –por no hablar de la infracción a la decencia más elemental–. Los autores del estudio del Transnational Institute llegan a la misma conclusión. Subrayan además otro detalle insólito: Fraport pertenece en su mayoría al Land de Hesse y a la ciudad de Fráncfort, que juntos detentan el 51,3% de sus acciones. La mayor parte de los beneficios acumulados gracias a la liquidación de los bienes públicos de Grecia vendrá entonces a alimentar las arcas de las colectividades locales en Alemania, país que, coincidentemente, es el principal acreedor de Atenas. Aunque se lo considere o no un desfalco disimulado, el resultado es el mismo: el Estado griego se ve privado de una fuente de ingresos a largo plazo que hubiera sido de mayor utilidad para la estabilización de sus finanzas que el producto inmediato de una privatización rebajada, que fue inmediatamente absorbido por las letras de cambio de su deuda. Por su parte, Fraport está decidida a maximizar las ganancias de su artimaña mediterránea. 114 Apuesta al aumento continuo de la cantidad de pasajeros, pero también a una “ampliación y optimización consecuentes de las zonas comerciales” para “generar rápidamente beneficios suplementarios”, como confiesa con toda franqueza Zieschang. El concesionario tuvo el cuidado de garantizarse las condiciones óptimas para que la máquina de producir dinero funcione. Fraport está exonerada no sólo del pago de los impuestos inmobiliarios y locales, sino también de cualquier otro tipo de obligaciones de base. Puede, por ejemplo, anular de un solo trazo los contratos de alquiler y cualquier otro contrato suscrito por los antiguos prestatarios de los catorce aeropuertos, y redistribuir las licencias de explotación a otros socios de su elección sin pagar un solo centavo de indemnización a los comerciantes y proveedores despedidos: de esto se encargará el Estado griego. Y eso no es todo. Los poderes públicos también se comprometen a indemnizar a los empleados despedidos por Fraport, a hacerse cargo de las futuras víctimas de accidentes de trabajo, incluso cuando la responsabilidad de la empresa sea evidente, y también a financiar las pericias medioambientales requeridas para los trabajos de ampliación de los aeropuertos. También está previsto que el Estado meta la mano en su bolsillo en caso de que algún desafortunado descubrimiento arqueológico retrase las obras (7). Este uso ilimitado de los fondos públicos para cubrir cualquier gasto del concesionario no sólo revela un cinismo desenfrenado; también va en contra de los principios promulgados por la propia Unión Europea. “La privatización de empresas públicas contribuye a la reducción de las subvenciones, transferencias de fondos o garantías de Estado otorgadas a las empresas públicas”, declaraba en octubre de 2012 la Comisión Europea a las organizaciones no gubernamentales (ONG) que protestaban contra la privatización de plantas de tratamiento de agua. En el caso de Fraport, las cosas son diferentes: el concesionario de los catorce aeropuertos goza de una reserva casi ilimitada de subvenciones, de transferencias de fondos y de garantías por parte de un Estado griego que tiene la soga al cuello. Este último no puede opinar sobre las decisiones que afectan a uno de los sectores clave de su economía nacional. Por ejemplo, sobre los impuestos locales, tan necesarios para el desarrollo de algunas islas. Los abogados de la operación Fraport hacen valer el hecho de que la renovación de aeropuertos vetustos y poco acogedores –como el de Corfu y el de Santorini– exige inversiones que Atenas no puede permitirse. Pero otras soluciones hubieran sido posibles. Los créditos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) habrían podido servir para modernizar esas infraestructuras. Hubiera sido una ocasión de invertir de manera útil y duradera, y de asegurarle al Estado ingresos regulares y en constante progreso. Para quienes se preocupan por la estabilización duradera de las finanzas públicas griegas, la operación Fraport representa claramente la peor de las opciones posibles. Podría decirse lo mismo de la mayoría de las diecinueve privatizaciones (gas, electricidad, el puerto de Tesalónica, etc.) realizadas o programadas en este país en crisis; a excepción quizás del sector inmobiliario del Estado, donde los inversores privados parecen querer utilizar sus compras para fines bastante útiles. No sería acertado deducir que la conservación del sector público tal y como funcionaba antes hubiera sido la solución ideal. Pero entre las ofertas para los predadores internacionales y la economía del clientelismo, había lugar para una tercera opción. 1. Sol Trumbo Vila y Matthijs Peters, “The privatisation industry in Europe”, Transnational Institute, Amsterdam, febrero de 2016. 2. Grupo informal constituido por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, que impuso a los sucesivos gobiernos griegos varios planes de ajuste económico a cambio de nuevos préstamos. 3. Véase Pierre Rimbert, “Modèle social chinois au Pirée”, y Panagiotis Grigoriou, “Visite guidée de la nouvelle Athènes”, Le Monde diplomatique, París, febrero de 2013 y abril de 2014 respectivamente. 115 4. Estos detalles fueron revelados por el sitio independiente griego The Press Project. 5. Dimitris Copelouzos hizo fortuna en los sectores de la energía y las infraestructuras gracias a sus redes políticas en Grecia, pero también gracias a sus contactos con el grupo ruso Gazprom. 6. Börsen-Zeitung, Fráncfort, 27-2-16. 7. La lista de las condiciones impuestas a Grecia fue publicada por The Press Project. * Responsable de la edición alemana de Le Monde diplomatique, donde se publicó una versión más extensa de este artículo. Europa al servicio de Su Majestad Por Bernard Cassen* http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/europa-al-servicio-de-su-majestad/ El Reino Unido, bajo gobiernos de signos políticos aparentemente distintos, siempre ha sido capaz de hacer prevalecer sus intereses en el seno de la Unión Europea y de ir modelándola según la matriz del neoliberalismo y de la desregulación financiera que adoptó con fervor desde los tiempos de Margaret Thatcher. Todo que el gran el mercado y gran nada más mercado” Aun cuando no se reduzcan a ello, los debates políticos suelen presentarse como batallas de números. La campaña del referéndum del 23 de junio sobre la permanencia (remain) del Reino Unido en la Unión Europea (UE) o su abandono (leave), que tuvo como resultado el triunfo del “Brexit”, lo demostró una vez más. Cada sector había movilizado a especialistas, lobbistas e instituciones de todo tipo para producir montones de estudios prospectivos – evidentemente contradictorios– sobre las ventajas o los peligros, en particular económicos y financieros, del “Brexit” para el reino. Contrariamente, el ciudadano británico fue poco o nada informado sobre la manera en que su país diseñó las prácticas y las políticas comunitarias de la Unión. Aquellos que, tanto en Bruselas como en la mayoría de las capitales europeas, se alegran de esta influencia evitan gritarlo a los cuatro vientos. Aquellos que la aceptan con dificultad, especialmente en Francia, no quieren mostrar públicamente su incapacidad para contenerla. A excepción de Francia, involucrada militarmente en numerosos escenarios de operaciones exteriores, los Estados miembros de la Unión limitaron en gran medida sus ambiciones estratégicas internacionales al horizonte europeo y a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) (1). Se expresan desde el interior de la UE, incluso de la eurozona, habiendo incorporado sus exigencias y sus presuntos logros, y no razonan en términos de un mano a mano o un enfrentamiento con “Europa”. Grecia, sometida a las imposiciones de sus socios y amenazada con una expulsión de la moneda única, parece ser la excepción que confirma la regla. Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, las élites políticas británicas adoptaron una postura totalmente diferente. En un discurso del 5 de diciembre de 1962, Dean Acheson, secretario de Estado del presidente estadounidense Harry Truman entre 1949 y 1953, había fustigado esta postura en términos retomados constantemente luego e, incluso de manera muy reciente, en las polémicas sobre el “Brexit”: “Gran Bretaña perdió un imperio y aún no encontró su papel. El intento de desempeñar el papel de potencia autónoma –es decir, un papel basado en una ‘relación especial’ con Estados Unidos, un papel basado en su lugar a la cabeza de un Commonwealth que no tiene ninguna estructura o unidad o poder–, ese papel llegó a su fin”. En ese entonces, estos dichos generaron un escándalo en el establishment británico, más aun cuando ridiculizaban los términos de dos discursos, también históricos, pronunciados por Winston Churchill unos quince años antes. En el primero, el 5 de marzo de 1946 en Zurich, 116 el primer ministro preconizaba la creación de una Europa federal a la cual el Reino Unido brindaría un generoso apoyo, pero desde el exterior: “Estamos con ustedes, pero no somos parte de ustedes”. En el segundo, en 1948, ante el Congreso del Partido Conservador, desarrollaba su teoría de los “tres círculos” en cuya intersección se encontraba, según él, el Reino Unido: primero los países de lengua inglesa –a saber también Estados Unidos y los dominios “blancos” (Canadá, Australia y Nueva Zelanda)–; luego Europa, y finalmente el Commonwealth (2). La pertenencia exclusiva a uno de ellos, incluso al más cercano, Europa, estaba fuera de discusión. En su casa y en la ajena Una expresión reapareció con frecuencia estos últimos tiempos en los medios de comunicación para caracterizar las relaciones entre Londres y la Unión: “semi-detached”, palabra que evoca las casas con medianera de los suburbios británicos. La Unión no constituye una sola casa, sino dos: una que posee 28 habitaciones –entre ellas, la del Reino Unido– y otra con una sola habitación, la del Reino Unido. Según las circunstancias, Albión vive en una u otra de estas residencias. Las concesiones obtenidas por el primer ministro David Cameron en el Consejo Europeo del 18 y 19 de febrero de 2016 lo confirman (3). La reivindicación de una “relación especial” con Estados Unidos resulta menos fácil. Esta ilusión, alimentada durante mucho tiempo, se actualizó en 2013 en ocasión de las revelaciones de Edward Snowden sobre la red planetaria de vigilancia tejida por la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA). Lo que nadie ignoraba en la comunidad de los servicios de inteligencia quedó espectacularmente expuesto en la plaza pública: las “grandes orejas” que escuchan todos los mensajes del planeta por cuenta de Estados Unidos no son sólo estadounidenses, sino también australianas, británicas, canadienses y neozelandesas. En efecto, los estrategas de Washington sólo depositan su total confianza en sus subcontratistas con quienes comparten la lengua inglesa. Este club de los “cinco ojos” (“Five Eyes”) se había formalizado después de la Segunda Guerra Mundial mediante tratados secretos, comenzando por el United Kingdom-United States Communications Intelligence Agreement (UKUSA), firmado en 1946. De ahí a imaginar que esta “anglosfera” constituye un polo de poder al margen de la Unión, desde el cual Londres podría proyectarse internacionalmente, hay un abismo que Barack Obama, ni sus predecesores, pensó jamás en cruzar. El 22 de abril de 2016, durante su visita a Londres, el presidente estadounidense recordó firmemente a sus anfitriones que la permanencia del Reino Unido en la UE era también un asunto de interés nacional –lo único que cuenta– para Estados Unidos. Aun cuando la “anglosfera” siga teniendo una resonancia sentimental y cultural muy fuerte en Canadá, Australia y Nueva Zelanda, no podría constituir una prioridad para sus gobiernos, aunque más no sea por razones geopolíticas: Ottawa debe primero manejar su relación con su gran vecino del Sur, y Canberra y Auckland, encontrar su lugar en la zona Asia-Pacífico. Estas fuerzas centrífugas dan cuenta de la dificultad de constituir una comunidad política con el vínculo lingüístico como único cimiento. Pero los devotos de la “anglosfera”, que deploran su desintegración, todavía no se dieron cuenta de que ya ganaron una enorme victoria. Ya existe una “anglosfera” bis, y en plena expansión: la Unión Europea (4). En términos estrictamente lingüísticos, la Unión es cada vez más inglesa. Se lo observa en la mayoría de los ámbitos científicos y técnicos, en la administración de las empresas, en la enseñanza superior, en las actividades relacionadas con la comunicación y el comercio, etc., donde el inglés reemplaza a las lenguas nacionales. En el seno de las instituciones europeas –que deberían dar el ejemplo–, la Comisión, aunque estatutariamente guardiana de los tratados y del resto del “acervo comunitario”, ignora abiertamente el reglamento lingüístico de 1958, que otorga a los idiomas nacionales (actualmente, 24) de los Estados miembros el estatuto de idiomas oficiales e idiomas de trabajo de la Unión. De hecho, privilegia excesivamente el inglés, al igual que el Servicio Europeo de Acción Exterior e incluso las instancias del Consejo Europeo (5). 117 Sometimiento vergonzoso La servidumbre voluntaria llegó a su punto máximo cuando Pierre Moscovici, comisario europeo de nacionalidad francesa, envió una carta oficial en inglés a Michel Sapin, ministro de Finanzas de François Hollande. Esta pesada tendencia comunitaria tiene consecuencias económicas: menospreciando la “competencia libre y sin distorsiones”, favorece a las empresas de los países anglófonos (Irlanda y Reino Unido), que, en cambio, no deben pagar los considerables gastos de traducción de las respuestas, a menudo voluminosas, a los llamados a licitación de la Comisión (6). Otro motivo de satisfacción para Londres: la Unión no sólo es inglesa en sus prácticas lingüísticas; lo es también en su filosofía y sus políticas, y ello, desde su origen. En efecto, el Tratado de Roma que dio origen a la Comunidad Económica Europea (CEE), en 1957, ubica los dogmas liberales de la competencia y el librecambio en la cima del edificio comunitario. Los tratados ulteriores, y en particular el Acta Única (1986), no hicieron más que confirmarlo. No habiendo sido signatarios del tratado fundacional, en aplicación de la doctrina Churchill, los dirigentes británicos evaluaron luego sus potencialidades y trataron de corregir su error. Tras dos intentos bloqueados por el general De Gaulle, el Reino Unido ingresó finalmente en la CEE en 1973. Este cálculo pragmático de los costos y beneficios de la adhesión estaba en las antípodas de la mística europeísta de los dirigentes de la socialdemocracia y la democracia cristiana del continente. Fue Margaret Thatcher, primera ministra de 1979 a 1990, quien formuló con mayor claridad el objetivo perseguido por el Reino Unido: “Todo el gran mercado y nada más que el gran mercado”. De ahí una línea política constante, cualquiera sea el color de los gobiernos de Londres: eliminar las trabas a las fuerzas del mercado, de manera unilateral de ser necesario, exigiendo derogaciones de leyes comunitarias, en particular en materia social; multiplicar los obstáculos a toda forma de unión política o monetaria; reivindicar, sin vacilaciones, la obtención del máximo de consecuencias económicas de la pertenencia a la Unión. Uno de los logros –compartido con Alemania– de esta estrategia fue la ampliación, en 2004 y luego en 2007, a los Estados de Europa Central y Oriental, que aumentó significativamente las posibilidades del dumping social intracomunitario, en particular, a través de la utilización de “trabajadores desplazados” (7). Un gran talento, como se observa, pero cuyos resultados no son reivindicados sino en voz baja por la diplomacia británica con el fin de obtener siempre más de sus socios... Copamiento de puestos clave Londres encontró un compañero de ruta inesperado: la Comisión Europea. Desde luego, el Ejecutivo bruselense, que se ve como el gobierno de una hipotética Europa federal, se muestra radicalmente hostil a la Europa de los Estados preconizada por la mayoría de los dirigentes británicos. En cambio, ve en ellos valiosos aliados para generar liberalismo de manera continua. Esta connivencia se traduce en la presencia de británicos en puestos estratégicos para sus intereses en el seno de las instituciones de la Unión. Así, uno de ellos preside desde hace más de diez años la Comisión de Mercado Interno del Parlamento Europeo. Más significativa aun fue la decisión de Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión, de nombrar comisario de Servicios Financieros a Jonathan Hill, conocido sobre todo como agente de influencia de la City y vocero del lobby bancario. No es el único comisario en situación de conflicto de intereses, pero ciertamente el más emblemático, al igual que Juncker, ex primer ministro de Luxemburgo, quien, tal como lo demostraron los LuxLeaks, otorgó beneficios fiscales a varias multinacionales, tales como Apple o Amazon (8). Para Dean Acheson, hace más de medio siglo, el Reino Unido estaba en busca de su papel. Si se expresara hoy, podría pensar en el de pasajero clandestino de la construcción europea (9). Un pasajero que obtiene un triunfo modesto y deja a otros la tarea de recordar sus proezas. 118 Y nadie está más calificado para un ejercicio semejante que Peter Sutherland, verdadero oligarca de la mundialización liberal (10). En efecto, sabe de qué habla cuando escribe: “Una de las ironías más lamentables respecto del ‘Brexit’ es que Londres logró un éxito tan grande construyendo una Unión Europea librecambista a su imagen y semejanza” (11). 1. Entre los miembros de la Unión Europea, sólo los cuatro países neutrales (Irlanda, Suecia, Finlandia y Austria) no son miembros de la OTAN. 2. Véase Bernard Cassen, “Cameron en su trampa”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, Buenos Aires, febrero de 2016. 3. Véase “Et si David Cameron avait ouvert la voie à une ‘autre Europe’?”, Mémoire des luttes, 1-3-16, www.medelu.org 4. Véase Benoît Duteurtre, “La langue de l’Europe”, Le Monde diplomatique, París, junio de 2016. 5. Véase “Pour une ambition francophone”, informe Nº 1.723 presentado por Pouria Amirshahi, Comisión de Relaciones Exteriores, Asamblea Nacional, París, enero de 2014. 6. Véase Dominique Hoppe, “Los costos del monolingüismo”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, Buenos Aires, abril de 2015. 7. Véase Gilles Balbastre, “Travail détaché, travailleurs enchaînés”, Le Monde diplomatique, París, abril de 2014. 8. Véase Eva Joly y Guillemette Faure, Le Loup dans la bergerie, Les Arènes, París, 2016. 9. Utilizada en ciencias sociales para designar al beneficiario de una acción colectiva a la cual no contribuye, esta noción fue elaborada por el economista estadounidense Mancur Olson, Logique de l’action collective, Presses universitaires de France, París, 1978 (1ra ed.: 1965). 10. Ex miembro de la Comisión Trilateral, ex comisario europeo, ex director general del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (General Agreement on Tariffs and Trade, GATT), ex presidente de Goldman Sachs y de British Petroleum, etc. 11. Peter Sutherland, “A year of magical thinking for the Brexiteers”, Financial Times, Londres, 31-3-16. * Profesor emérito del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de París VIII, secretario general de la asociación Mémoire des luttes. LA ESCASEZ AMENAZA A VENEZUELA Los chavistas buscan salvar la Revolución Por Loïc Ramirez* http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/los-chavistas-buscan-salvar-la-revolucion/ A medida que se agrava la escasez de productos de primera necesidad, Venezuela se hunde en el caos. La oposición, agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática, busca sacar a Nicolás Maduro del poder a través de un referéndum revocatorio, frente al cual las bases del chavismo cierran filas, pese a un creciente desencanto. ¡No! ¡Eso no!”, reta una mujer a un hombre que acaba de pegarles una patada a las cajas llenas de comida, exasperado porque tiene que esperar al ministro de la Juventud para que empiece el reparto de los alimentos. El impaciente se va del local en el que están reunidos los miembros del Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP), casi exclusivamente mujeres. Creado en abril de 2016, el dispositivo apunta a luchar contra el desvío de productos alimenticios y la especulación, que, según el gobierno venezolano, vacían los negocios del país. A través de distintas organizaciones, entre las que se cuentan los CLAP, el Estado le provee a cada habitante los productos alimenticios básicos (arroz, harina, aceite…), que ya sólo se encuentran en el mercado negro a precios exorbitantes. El kilo de leche en polvo, que cuesta 70 bolívares –6,36 euros (1)– al precio oficial, se vende treinta veces más caro en la calle. 119 Finalmente empieza el reparto. “Yo les dije de empezar sin esperar al ministro –nos cuenta Jesús Guzmán, un habitante del barrio–. Si no, la gente lo habría recibido diciéndole de todo.” Los brazos cargados, los militantes empiezan la distribución del precioso botín en este edificio de Hornos de Cal, en el centro del barrio San Agustín de Caracas. “¿Para qué diario trabajas? ¿Formas parte de alguna organización política en tu país? ¿Qué te parece Caracas?”, pregunta un poco insistente una cara escondida detrás de unos anteojos muy gruesos. Yurami Quintero, viceministra de la Juventud, parece otorgarles a los periodistas extranjeros una confianza medida. Sin esperar verdaderamente una respuesta, retoma el trabajo, en medio de un grupo de una media docena de personas. Piso por piso, distribuyen, lista en mano, las bolsas de provisiones que se venden a precio fijo y reducido. En los pasillos, dejando abiertas las puertas de los departamentos por donde se asoman cabezas de niños, los residentes escuchan los intercambios. “Actualmente enfrentamos una guerra económica –estalla Rodbexa Poleo, diputada del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que tiene puesta la camiseta de la selección nacional de fútbol–. Pero estamos aquí para mostrarles que la Revolución los defiende. ¡Que estamos con el pueblo!” Luego es el turno de Quintero, que adopta un tono más tranquilo: “Los CLAP no son la solución a todos los problemas, pero es un principio. Gracias a los CLAP estamos golpeando duramente a esta mafia que nos roba”. Contrabando ¿“Mafia”? Una referencia a los sectores patronales, a los que el gobierno acusa de organizar el caos económico interrumpiendo la producción y, más problemático aun, las importaciones, en un país que compra en el extranjero gran parte de lo que consume. El 31 de mayo de 2016, el diputado del PSUV Ricardo Molina denunció por televisión, por ejemplo, la destrucción de 3 millones de huevos destinados a la venta por la empresa Ovomar. “¡Y leche! –agrega Charles Ruiz, militante del PSUV–. Varias veces se han encontrado miles de litros derramados en las rutas. Todo eso por orden de los patrones, con el fin de crear escasez.” En los comercios, los productos de primera necesidad faltan cruelmente. En el mercado negro, los precios se disparan y atizan la inflación, que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima alcanzará el 700% en 2016. Las bolsas distribuidas esta mañana del 28 de mayo de 2016 contienen azúcar, leche, harina, aceite, arroz y pastas, por un total de 475 bolívares, es decir, menos de lo que cuesta un kilo de leche en polvo en el mercado negro. En una pequeña plaza del barrio Marin, Martha González, trabajadora del sector cultural, ayuda a algunos amigos a pintar frescos en las paredes; una actividad cultural destinada a mantener, esperan, la movilización de los jóvenes en el campo artístico en período de crisis. “Los CLAP no funcionan en todas partes con la misma eficacia –señala con una sonrisa–. El problema del país es la corrupción. Y no sólo en las altas esferas de la administración. Todo el mundo está implicado: los secretarios, los empleados de aduana, los que hacen las entregas y desvían productos para revendérselos a amigos que, a su vez, los revenden en el mercado negro… En pocas palabras, la corrupción concierne a todos esos venezolanos que les roban a los venezolanos.” Alrededor nuestro, los colores vivos de retratos y dibujos hacen las veces de telón de fondo para un partido de básquet improvisado por chicos de la calle. “¡Y sin embargo el gobierno no hace nada! ¡Por la corrupción, de hecho! De una punta a otra, es el sálvese quien pueda general. Todo el mundo acá conoce la historia del delincuente que, cuando el policía lo arresta, le ofrece 10.000 bolívares. El policía los rechaza y lleva al malhechor a la comisaría, para después verlo salir enseguida. ‘No eres muy vivo: ¡tu jefe me ha dejado salir por 5.000!’.” Miembro del colectivo Comando Creativo, Víctor trabaja junto a Martha. Ya pintó una buena cantidad de frescos que se pueden ver acá. Con una gorra grande y roja en la cabeza combinada con una remera del mismo color –el de los chavistas–, se expresa removiendo el aire, como un boxeador a los golpes con un contrincante invisible. “Acá, ¡hay de todo! Pero 120 en negro. Y todo el mundo se involucra en eso. Una persona hace la fila bien temprano a la mañana para comprar pañales el día en que, de acuerdo con el número de su documento, le toca comprar, ¡pero esa persona no tiene hijos! Compra todo el stock y lo revende en la vereda de enfrente, diez veces más caro.” Otro ejemplo, que nos da Ruiz: “El panadero les compra su harina a los ‘bachaqueros’ [los que especulan con la venta de productos regulados]. Como el precio está fijado por las autoridades, no la puede revender, a no ser que la use para hacer pan, que sí se puede vender muy caro”. Señalando una fila que se extiende ante una panadería, concluye: “Y los que compran pan lo saben”. “Eso mantiene una especie de fuga hacia adelante en el individualismo –retoma Víctor–. La gente no tiene la sensación de formar parte de una comunidad política.” Cuando se le pregunta por qué el Estado no reprime con mayor severidad semejantes prácticas, tan contrarias al proyecto socialista defendido por el presidente Nicolás Maduro y su predecesor Hugo Chávez, Víctor responde, decepcionado: “Es la pregunta del millón…”. Otros, como el periodista del canal TeleSur Eduardo Rothe, avanzan algunos elementos de respuesta. A veces pasmosos. “Ni la producción ni las importaciones bajaron: los niveles son los mismos desde hace años. Por el lado de la distribución, en cambio, es otra cosa. Todo lo que no encuentras en los negocios lo encuentras fuera de los negocios.” El paso del comercio tradicional a la ilegalidad hizo que naciera un inmenso mercado, del que muchos se benefician, o dependen. “Es una cuestión colectiva –concluye Rothe–. Y este gobierno no es una dictadura: no quiere quedar tan desconectado de la gente.” En la televisión pasan una y otra vez una pauta financiada por el Estado. En un aula, una maestra les pregunta a sus alumnos qué quieren ser de grandes. Uno de ellos responde que va a ser “bachaquero” como su papá. La pauta termina con un aviso que recuerda el carácter ilegal e inmoral del contrabando, contrario al trabajo de la hormiga… Un intento de sensibilización que cuesta creer que alcance para frenar la epidemia. Corrupción y burocracia Porque la vulnerabilidad económica del Estado venezolano no es un fenómeno nuevo. Se basa principalmente en su dependencia de la renta petrolera (2). “Desde los años 1930, el economista Alberto Adriani invitaba a desarrollar la economía: la ganadería, la agricultura, la industria. Según él, había que ‘sembrar el petróleo’ –nos explica Carlos Mendoza Potellá, director de la revista del Banco Central de Venezuela, detrás de su escritorio en el que se destacan muestras de petróleo y de azufre–. Nunca lo hicimos. ¿Cómo ‘sembrar el petróleo’ cuando los recursos son tan gigantescos?” Venezuela cuenta con las reservas petroleras verificadas más importantes del mundo, lo que, paradójicamente, desalienta las inversiones productivas. Retomando su análisis de la versión caribeña de la “enfermedad holandesa”, que traba el desarrollo industrial de un país dotado con inmensas riquezas en materias primas, Mendoza Potellá resume: “Estos ingresos del exterior aumentan nuestra capacidad de importación y, al apreciar nuestra moneda, reducen nuestra competitividad para las exportaciones”. Al igual que sus predecesores, Chávez intentó durante su presidencia (1999-2013) corregir este mal estructural; en vano. Potellá nos cuenta: “Un amigo agrónomo iba hace algunos años a la zona agrícola más productiva, en el estado de Barinas, en el centro del país. Tenía que hacer un largo trayecto en helicóptero. Desde el cielo, de repente ve manchas amarillas y verdes. Baja para ver qué es. Eran terrenos enormes en los que había tractores abandonados. Las manchas verdes eran John Deere y las amarillas Caterpillar. ¿Qué significa eso? Se habían usado créditos agrícolas, se habían comprado tractores. Pero no funcionó…”. Por lo demás, sigue nuestro interlocutor, “las financiaciones agrícolas se transformaron en especulaciones inmobiliarias en Caracas”. ¿El carismático presidente fallecido en 2013 no tendría entonces ninguna responsabilidad? Nuestro interlocutor sonríe: “¿Qué hace Chávez cuando llega al poder en 1999? No se concentra primero en la economía, sino en la urgencia social: la desnutrición, la vivienda. No se lo reprocho; es lo que imponía la solidaridad humana. Pero no es así como se desarrolla la 121 producción nacional”. Comprensible, esa decisión tiene graves consecuencias. A imagen del consumo de calorías, en alza gracias a la redistribución de riquezas, las importaciones de alimentos no pararon de aumentar desde la llegada al poder de Chávez. Según el investigador Carlos Machado Allison, pasaron de 1.400 millones de euros en 2000 a 6.500 millones en 2013 (3). Desde entonces las necesidades de la población no disminuyeron, pero el valor del bolívar se fue a pique, agravando aun más el problema. Ni la “guerra económica” ni las prioridades sociales del chavismo alcanzan para explicar la escasez, según Mendoza Potellá, que toma el ejemplo del azúcar: “El gobierno es dueño de todas las centrales azucareras: las expropió. Pero la producción ya ni siquiera alcanza el nivel de consumo nacional. Está todo parado, la caña no se cosecha. ¿Sabotaje, ineficacia? No lo sé. Usted dirá que hablo como un partidario de la oposición, ¡pero la corrupción está en todos lados!” Según un estudio realizado por la empresa Ecoanalítica, “alrededor de 70.000 millones de dólares fueron malversados mediante las importaciones entre 2003 y 2012. El 20% de las importaciones realizadas por empresas privadas y el 40% de aquellas llevadas a cabo por agencias o empresas piloteadas por el gobierno eran fraudulentas” (4). Y Mendoza Potellá concluye: “No reemplazamos la racionalidad capitalista por otra, socialista, sino por la de administradores corruptos”. “Corrupción”: no hubo una charla en toda nuestra visita al país en la que no se pronunciara la palabra. A punto tal que muchos le reprochan al gobierno su “liviandad” en la lucha contra esta calamidad. “No se quiere mostrar demasiado severo por miedo a dañar la popularidad del Presidente –estima Fermín Sandoval, que se encarga de una radio en el barrio de Petare– . Reprima o no reprima, los medios de comunicación de cualquier manera van a decir que Venezuela es una dictadura.” Una 4x4 rutilante aparece por una calle que bordea la Plaza Bolívar, así bautizada en homenaje al Libertador, el prócer independentista Simón Bolívar (1783-1830), a quien Chávez adoptó como uno de sus héroes. Les preguntamos a dos mujeres jóvenes vestidas de rojo sentadas a una mesa en la vereda de un café: ¿es el auto de un miembro de esas “elites” que denuncian los revolucionarios bolivarianos? Miran al cielo: “¡Es el auto de un ministro, o el de un prócer del PSUV!”. ¿Será así? Imposible saberlo. Pero todos los testimonios lo confirman: la brecha entre el modo de vida de algunos dirigentes chavistas y el de su base militante provocó otra brecha, pero política. En lucha constante En el barrio 23 de Enero esto se ve mejor que en cualquier otra parte. Bastión histórico de la izquierda venezolana, epicentro de la resistencia popular durante el período insurreccional de los años 1960 y durante las décadas que le siguieron, en el “23” ganó la oposición en las legislativas de 2015, marcadas por una fuerte derrota nacional del chavismo (5). “¡Por sólo veinte votos de diferencia!”, insiste Juan Contreras, figura política de primera línea en el barrio. Nos recibe en la sede de la radio comunitaria Al Son del 23, donde trabaja para la Coordinación Simón Bolívar. “Nuestras oficinas están en una ex comisaría en la que se torturaba a los jóvenes de izquierda en los años 1960. Era importante para nosotros recuperar lugares como éste.” En la fachada del edificio ahora se pueden ver los rostros de Ernesto Che Guevara y de Bolívar, o grafitis a favor de la causa palestina. Para muchos, Contreras era el candidato natural del barrio. Sin embargo fue dejado de lado por la dirección del PSUV, que puso a un candidato paracaidista. Un “error”, estima humildemente el militante. Procedimientos como ése explican el revés de diciembre de 2015, según Eduardo Rothe, que recuerda que el PSUV sufrió más el hundimiento de un voto chavista que una avalancha a favor de la oposición. “Las elecciones fueron regulares –subraya–. Ningún chanchullo. Pero el partido, demasiado burocrático, se disparó en el pie al rechazar a los candidatos que propuso la base.” En el “23” muchos dicen haberse abstenido en señal de protesta. Ahora, el chavismo cierra filas. El 1º de junio de 2016, una manifestación de apoyo al gobierno reunía a la juventud chavista en la capital. En un ambiente festivo, centenares de 122 alumnos y estudiantes de todas las edades desfilaban a lo largo de las avenidas cantando canciones a favor del oficialismo y agitando banderas del PSUV, de Venezuela e incluso de Cuba. Cuando llegó al Palacio de Miraflores, la multitud fue recibida por el presidente Maduro. Apretones de manos, aclamaciones… Al igual que Fidel Barbarito, profesor de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (UNEARTE), algunos chavistas sacan conclusiones esperanzadoras: a pesar de las importantes manifestaciones que tienen lugar también del lado de la oposición, semejante movilización sugiere según ellos que si hubiese un referéndum revocatorio (6), ganarían. “Estamos en un período de radicalización: las máscaras se cayeron. La derecha, desesperada y preocupada por defender las prioridades de Estados Unidos, cambió el guión. Es una verdadera guerra.” Sandoval nos cuenta un incidente que él considera como revelador de la situación actual. “Esta semana, hubo un ataque armado contra las fuerzas del orden, ¡acá, en Petare! Unos tipos enmascarados disparaban con ametralladoras –eran paramilitares–. Era una prueba. El objetivo era ver si, en el contexto de la escasez, una escaramuza podía generar un estallido social. Por el momento, la mayoría de la población no se suma, porque sabe quién provoca todo esto; pero yo creo que la gente se va a cansar.” Sin poder disimular su inquietud, agrega: “En casos así, ¿cómo puede ser que se llame a jóvenes reclutas de la policía? ¿Por qué el gobierno no manda unidades especiales?”. A modo de respuesta, Barbarito, que fue ministro de Cultura en el primer gabinete de Maduro, recuerda la creación de las Operaciones de Liberación del Pueblo (OLP), dirigidas por las Fuerzas Armadas Bolivarianas en el verano de 2015. “Estas operaciones apuntan a desmantelar las organizaciones paramilitares. No retrocedemos ante el combate físico.” Aunque nadie quiere ver a Venezuela caer en manos de los paramilitares, la creación de las OLP no deja vislumbrar verdaderamente un horizonte apacible para la Revolución. Militante comunitario en Petare, Rubén Pereira también se muestra confiado en cuanto al resultado de un posible referéndum revocatorio. Pero duda de que esta eventual victoria alcance: “Un referéndum no arreglaría nada. Nosotros les ganaríamos, ¿y después qué? La oposición va a seguir estando ahí”. ¿La solución que él prefiere? “Una Asamblea Constituyente. Si estuviese en el lugar de Maduro, arriesgaría mi mandato, así como también el de esta Asamblea Nacional de derecha. ¡Hay que volver a empezar de cero!” Según él, un nuevo “giro a la izquierda” debería apuntar a reforzar el poder popular, esas instituciones paralelas al Estado tradicional, que se supone desarrollan la participación ciudadana (7)… Ahí, otra vez, surge una duda: ¿Maduro cuenta con el apoyo necesario para un proyecto semejante dentro del PSUV, del que todo el mundo admite que está ampliamente gangrenado por la corrupción? Menos optimista en cuanto al resultado del referéndum, Martha González se niega sin embargo a hundirse en la tristeza. ¿La cachetada de las legislativas de 2015? “Sobre todo una derrota de la boliburguesía [los funcionarios que se aprovecharon del movimiento revolucionario]. Eso no me preocupa, en la medida en que lo que se obtuvo, las misiones, los programas sociales, todo eso queda en la cabeza de la gente. No se van a dejar desvalijar. Y después, a pesar de la guerra económica, el chavismo sacó cinco millones de votos. Ese es su núcleo duro; es enorme.” La pregunta, según ella, es la siguiente: ¿qué van a hacer los que votaron a la oposición pensando que acabaría con la escasez? Con respecto a este tema, los chavistas no dudaron en ridiculizar el título del spot de campaña de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD, coalición de los partidos de oposición), “La última fila”, en el que se veía gente haciendo la fila “por última vez” para votar, echar a los chavistas y terminar con la escasez. “Con tantos escaños, se podría haber esperado que la oposición, al llegar a la Asamblea, aprobara leyes populares en economía y seguridad –remarca Rothe–. ¡Pero no! ¡Lo primero que hicieron fue votar una ley de amnistía!” Este texto, que excluye las demandas judiciales 123 para todo el período que va del 1º de enero de 1999 a la entrada en vigencia de la ley, blanquea a los autores de crímenes o delitos como las “difamaciones e injurias” contra funcionarios o la participación en los “acontecimientos del 11 de abril de 2002 y los días siguientes”. En esa fecha, la oposición, la patronal y los medios de comunicación orquestaron un golpe de Estado (que fracasó) (8). “Encuestemos a los que votaron a los candidatos de la oposición con la idea de que les iban a cambiar la vida –se divierte Pablo Artiage, militante comunitario de Petare– . No creo que nos encontremos con una ola de entusiasmo.” ¿Pero la oposición tuvo verdaderamente la oportunidad de gobernar? Apenas instalada en la Asamblea el presidente Maduro decretó el estado de urgencia económica de manera tal de poder continuar con sus políticas. Las paredes y las fachadas de Caracas son la imagen de la situación política del país: están en lucha constante. Los afiches que alaban los méritos de gaseosas o de cadenas de restaurantes de comida rápida se disputan el espacio con consignas revolucionarias o con frescos que representan los ojos de Chávez. Por el momento, “el umbral mínimo de conciencia del pueblo” del que hablan los chavistas logró evitar un estallido social, en gran parte gracias al trabajo diario de la base militante. Por la mañana temprano, filas de decenas de personas se forman en las veredas. Delante de las panaderías, las farmacias, los negocios, los bancos, en calma, leyendo el diario o charlando con el que está al lado, los habitantes de Caracas esperan. ¿Hasta cuándo? 1. La moneda venezolana circula con un valor mucho menor en el mercado negro. A esa tasa de cambio paralela, 70 bolívares equivalen a 0,14 centavos de euro. 2. Véase Gregory Wilpert, “Venezuela se ahoga en su petróleo”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, Buenos Aires, noviembre de 2013. 3. Libération, París, 24-6-13. 4. William Neuman y Patricia Torresmay, “Venezuela’s economy suffers as import schemes siphon billions”, The New York Times, 5-5-15. 5. La oposición obtuvo 109 escaños en la Asamblea Nacional, contra 52 para el PSUV, sobre un total de 167. Véase Gregory Wilpert, “Vientos de tormenta sobre Caracas”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, enero de 2016. 6. Exigido por la oposición y aprobado en abril de 2016 por la Asamblea Nacional, un referéndum revocatorio requiere principalmente la firma del 20% del cuerpo electoral. El 7 de junio de 2016, el Consejo Nacional Electoral (CNE) validó la mayoría de las firmas (el gobierno había denunciado fraudes). Ahora los signatarios tienen que confirmar su decisión en persona. El gobierno no obstante busca demorar el proceso para conservar el poder hasta el final del mandato de Maduro, en 2019. 7. Véase Yoletty Bracho y Julien Rebotier, “El chavismo por su base”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, enero de 2016. 8. Véase Maurice Lemoine, “Golpe de Estado abortado en Caracas”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, mayo de 2002. Artículos relacionados Vientos por Gregory Venezuela por Ignacio Arena, por Wilpert, tormenta Nº 199, sobre enero de Caracas 2016. Ramonet, Nº 199, enero de candente 2016. diciembre de recesión 2015. de decepción 2015. sol Ayelén Elecciones, por Pablo 124 de Oliva, y Nº crisis Stefanoni, Nº 198, y 196, octubre La por Federico Vázquez, grieta Nº 190, abril venezolana de 2015. * Periodista. Autor de La Rose assassinée, Notes de la Fondation Gabriel-Péri, París, 2015. SINGAPUR, MALASIA, INDONESIA/ El triángulo de la desigualdad Por Philippe Revelli* http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/el-triangulo-de-la-desigualdad/ El “triángulo de crecimiento” establecido entre Singapur, Malasia e Indonesia es una buena representación del mundo globalizado. Bajo el discurso oficial de complementariedad entre los tres países se encubre la explotación de las diferencias de desarrollo entre sus socios. arrio de Bandar, en la bajada de Causeway, el puente de sólo un kilómetro que une la isla de Singapur a la ciudad de Johor Bahru, en Malasia. Un viernes a la tarde, las terrazas de los cafés de la calle Meldrum están abarrotadas. Muchos clientes son singapurenses de juerga. Los patrones de los hoteles, bares y restaurantes son malasios, una buena parte de sus empleados indonesios, a veces en situación irregular. ¿Hay que ver en esto una ilustración de la división del trabajo que opera bajo el manto de la cooperación económica entre estos tres países? Aparecida a fines de los años ochenta, la noción de “triángulo de crecimiento” se corporizó el 17 de diciembre de 1994, cuando Singapur, Malasia e Indonesia firmaron un memorándum que crea el Indonesia Malaysia Singapore Growth Triangle (IMS-GT). Singapur, Johor Bahru en Malasia y el archipiélago de Riau en Indonesia representan cada uno un vértice de ese triángulo (véase el mapa). Este protocolo de entendimiento no es un tratado que incluye cláusulas precisas ni un programa de desarrollo con un calendario determinado; se contenta con reforzar el proceso en curso. Ante todo se trata de “promover y facilitar las relaciones de negocios transfronterizos”, indica en su discurso inaugural Lee Hsien Loong, viceprimer ministro de Singapur (1). Presentada como un ejemplo de desarrollo regional en un mundo globalizado donde las fronteras se vuelven obsoletas, la iniciativa pretende valorizar las complementariedades de los asociados en términos de capital, tierras y mano de obra. Los tres vértices El proyecto germinó en las oficinas del Consejo de Desarrollo Económico de Singapur. Entre 1987 y 1994, la ciudad-Estado registró un crecimiento anual de dos cifras. En su minúsculo territorio las empresas se sentían agobiadas y, con una desocupación casi nula, la fuerte demanda de mano de obra empujó los salarios al alza. Entonces apareció un “esquema de complementariedades” en condiciones de paliar las necesidades apremiantes de espacio, de mano de obra y de recursos naturales. En la cúspide del triángulo, Singapur dispone de capitales, de una mano de obra calificada, de tecnologías e infraestructuras comerciales de punta y de un acceso al mercado mundial. En la base: Malasia, con una mano de obra semicalificada, tecnologías intermedias, infraestructuras básicas, tierras y recursos naturales. Y bien al final Indonesia, con una mano de obra no calificada, tecnologías elementales, recursos naturales y tierras inexplotadas en abundancia. Del otro lado del brazo de mar que lo separa del “dragón” singapurense, el “tigre” malayo (2) también tiene dientes largos. El área metropolitana de Johor Bahru está en vías de convertirse en un polo industrial de importancia, y a despecho de las tensiones políticas persistentes entre los dos países, ligadas en parte a las condiciones históricas que condujeron a la independencia de Singapur en 1965 (3), el gobierno de Kuala Lumpur no le pone mala 125 cara al aporte de los capitales singapurenses. En cuanto a Indonesia, bajo la bota del general Mohammad Suharto al momento de firmar el memorándum, su maná petrolero se redujo. Procede a los ajustes estructurales de su economía según los preceptos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial. El Triángulo le ofrece la posibilidad de aprovechar la situación geográfica privilegiada del archipiélago de Riau: en el cruce de las rutas comerciales que conectan Asia, Australia, Europa y Medio Oriente, cerca de Singapur pero con una mano de obra barata. Veinte años más tarde, Singapur alberga la más fuerte concentración de multimillonarios por kilómetro cuadrado del mundo, el segundo mayor puerto de contenedores (después de Shanghai) y el cuarto centro financiero (detrás de Londres, Nueva York y Hong Kong, y a buena distancia delante de París, que sólo llega en vigésima posición). “Sin esta perspectiva regional habría sido más difícil, hasta imposible para Singapur, mantener su papel de ciudad mundo”, considera la agencia Bloomberg. “Combinen las fuerzas dominantes de la economía del siglo XXI, globalización y urbanización: de esto resulta una metrópolis que supera las fronteras, las culturas y las monedas”, prosigue, un poquitín ditirámbico, el periodista (4). De paso olvida que en 2015, en Singapur, medio millón de personas sobre 5,5 millones vivían por debajo de la línea de pobreza (5). Por el lado malayo, el comercio local y el sector inmobiliario prosperan gracias a la clientela singapurense que viene a hacer sus compras o a alojarse por mucha menos plata que en su país. “Debido a la abundancia de tierras baratas en el sur de Malasia, el dinero se derrama desde el otro lado de la frontera”, puntualiza el artículo de Bloomberg. Singapur invirtió así 3.400 millones de dólares en el proyecto Iskandar Malaysia, que comprende zonas francas industriales y portuarias, complejos residenciales y centros comerciales. Lanzado en 2006, este proyecto faraónico debería extenderse sobre una superficie tres veces superior a la de Singapur, atraer 100.000 millones de dólares de inversiones y crear 800.000 puestos de trabajo de aquí a 2025. E incluso si, todos los días, 150.000 malasios cruzan la frontera para ir a trabajar a la ciudad-Estado, Johor Bahru no se contenta ya con ser el suburbio obrero de su rica vecina. Al lado de las actividades industriales (componentes electrónicos, petroquímica, construcción naval), las dos terminales portuarias de Pasir Gudang y Tanjung Pelepas, integradas en el proyecto Iskandar, compiten directamente con los puertos de Singapur. En el archipiélago de Riau, por último, las islas de Bintan y Batam captan lo esencial de los proyectos e inversiones del Triángulo en dirección a Indonesia. Situada a una hora de ferry de Singapur, Bintan se especializó en el turismo. En el norte de la isla, pueblos para vacacionar y hoteles de lujo se extienden a lo largo de 23.000 hectáreas. Están comunicados por un aeropuerto internacional que debería estar plenamente operativo en 2017; podrá entonces acoger a 3,5 millones de pasajeros por año. Batam, por su parte, se convirtió en un centro industrial. Numerosas empresas basadas en Singapur, ubicado a una veintena de kilómetros, transfirieron sus actividades a la isla, donde la legislación es mucho menos coercitiva y los salarios muy inferiores –una deslocalización en la puerta de casa–, al tiempo que sigue beneficiándose con los acuerdos de librecambio cerrados por Singapur, sobre todo con Estados Unidos. Desde 2007, el conjunto del archipiélago de Riau está ubicado bajo el estatus de zona franca. En la actualidad, cerca de 600 compañías extranjeras, en particular de ensamblado de componentes electrónicos (Sanyo, Panasonic, Siemens, Sony, Toshiba, Epson) o que trabajan para los astilleros, están instaladas en los trece parques industriales administrados por la Autoridad de Desarrollo Industrial de Batam. Ellas emplean unos 300.000 asalariados, dos tercios de los cuales son mujeres. Consecuencia de este boom económico: una afluencia masiva de migrantes procedentes de las otras islas del archipiélago indonesio. En tres decenios, la población de Batam pasó de algunas decenas de miles a dos millones de habitantes. Antes mayoritariamente constituida por comunidades de pescadores, ahora es urbana y está en constante renovación. Impulsados 126 por la demanda de las empresas, los precios del sector inmobiliario levantan vuelo. Una parte significativa de la población ya no puede alojarse decentemente, y decenas de miles de familias se ven reducidas a ocupar terrenos insalubres. Nuevos migrantes, atraídos por el espejismo de El Dorado, siguen llegando todos los días y, con más candidatos a empleos que puestos por cubrir, los excluidos son cuantiosos. Estos alimentan el sector informal y una prostitución floreciente. Las agencias de reclutamiento están principalmente instaladas en Java y en Sumatra, y la población local casi no tiene acceso a los empleos asalariados. Al mismo tiempo, la ocupación del litoral por el sector inmobiliario y los astilleros, la destrucción de los manglares, la contaminación de las aguas costeras por los desechos industriales y el intenso tráfico marítimo en los estrechos de Singapur y de Malaca le asestan un golpe fatal a la pesca artesanal. Privados de su fuente de ingresos tradicional, algunos pescadores o pilotos de taxis acuáticos se entregan ocasionalmente a una piratería artesanal y son en ocasiones cooptados por organizaciones criminales para operaciones de mayor envergadura. La región es así considerada como una de las cúspides del bandidismo marítimo mundial. En el curso de los seis primeros meses de 2015 se declararon más de un centenar de actos de piratería (6), entre ellos, ocho desvíos de petroleros que transitan por los estrechos de Malaca y de Singapur. Disparidades incorregibles Para colmo de males, la coyuntura económica no está en su mejor momento. Las libretas de pedidos de los astilleros están vacías, y un artículo alarmista del Jakarta Post muestra que las empresas no vacilarán en hacer jugar la competencia con otros países de la región, donde los salarios son todavía más bajos y los trabajadores más dóciles (7). Implantadas en Batam desde comienzos de los años 2000, las organizaciones sindicales son efectivamente combativas, y un tercio de las empresas disponen de una sección sindical. Para el período 2013-2020, pronostica Toh Mun Heng, profesor en la National University of Singapore Business School, el Triángulo debería registrar un crecimiento anual global de 5,7% (8). No obstante, es poco probable que la jerarquía bien establecida entre los tres vértices del triángulo resulte perturbada. Hoy en día, Singapur ocupa el tercer lugar en el ranking de países clasificados según el Producto Interno Bruto por habitante (en paridad de poder adquisitivo), después de Qatar y de Luxemburgo, con 83.066 dólares. Indonesia ocupa el puesto 103 (10.651 dólares). El salario mensual medio es de 850 dólares en Malasia, pero de solamente 130 dólares en Indonesia. Para la geógrafa Nathalie Fau, estas disparidades no resultan de disfuncionamientos que se podrían corregir en el seno del Triángulo de crecimiento: por el contrario, son su fundamento. “A escala microrregional –explica– el IMSGT pone en práctica los principios de la división internacional del trabajo. Éste explota en su provecho el hiato geoeconómico inducido por las fronteras nacionales. Su funcionamiento descansa en la existencia de gradientes económicos (costo de la mano de obra, nivel de industrialización y de tercerización), demográficos (disponibilidad de mano de obra) y políticos (proteccionismo o librecambio) entre los países ribereños del estrecho” (9). La esperanza de un crecimiento justamente compartido entre los socios es ilusoria; las promesas de un territorio sin fronteras en el seno de una luminosa ciudad global son espejismos. En las fronteras nacionales se añadieron nuevas líneas de demarcación, que son internas. Así, las mercancías producidas en el archipiélago de Riau no pueden pasar libremente hacia el resto de Indonesia porque existen restricciones a la venta de los productos fabricados en la zona franca, en nombre de la protección a los productores locales. Y si mercancías y capitales circulan más o menos sin trabas entre los tres vértices del triángulo, no ocurre lo mismo con los individuos. En el norte de Bintan, explican dos especialistas, Michele Ford y Leonore T. Lyons (10), la inmensa zona turística de Lagoi constituye una suerte de enclave autónomo. Está unida a Tanjung Pinang, la principal ciudad de la isla, por una ruta estrecha, en mal estado, cortada 127 por un puesto de control donde vigías armados expulsan a los indeseables. Mientras que, hasta comienzos de los años ochenta, los habitantes del archipiélago de Riau se dirigían frecuentemente a Singapur para procurarse mercancías o visitar parientes, la profundización de la diferencia entre su nivel de vida y el de la ciudad-Estado dificultó progresivamente estos viajes. Luego, inmediatamente después de la crisis de 1997-1998, Singapur endureció sus controles en las fronteras con el objeto de contener la inmigración ilegal de miles de trabajadores desocupados. Y las reforzó, en esa ocasión, so pretexto de lucha contra el terrorismo, después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. “Últimamente – consideran sin embargo Ford y Lyons–, más que los controles migratorios, son las diferencias de niveles económicos las que constituyen las principales barreras a los movimientos transfronterizos”. Y, hablando de la isla de Bintan, concluyen: “A despecho de las promesas del IMS-GT […], la vida en el triángulo de crecimiento tiene más que ver con el encierro que con la movilidad”. 1. Comunicado de prensa del gobierno de Singapur, 25 de diciembre de 1994. 2. Son designados como “dragones asiáticos” Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong y Singapur. Los siguen los “tigres asiáticos” : Malasia, Tailandia, Indonesia, Filipinas y Vietnam. 3. Véase Jacques Decornoy, “De Sir Stamford Raffles à M. Lee Kuan Yew”, Le Monde diplomatique, París, abril de 1979. 4. Sharon Chen, “Cut-price luxury homes fuel Singapore tri-nation sprawl”, Bloomberg, 4 de junio de 2014, www.bloomberg.com 5. Timothy Ho, “3 hard truths about poverty in Singapore”, 19 de mayo de 2015, www.dollarsandsense.sg 6. Fuente: Regional Cooperation Agreement on Combating Piracy and Armed Robbery against Ships in Asia (ReCAAP), Singapur. 7. “Electronics industry may soon abandon Batam”, The Jakarta Post, 22-7-14. 8. Sharon Chen, “Cut-price luxury homes fuel Singapore tri-nation sprawl”, art. cit. 9. Nathalie Fau, “Le détroit de Malacca : des flux maritimes à la structuration d’une mer intérieure”, Géoconfluences, http://geoconfluences.ens-lyon.fr 10. Michele Ford y Leonore T. Lyons, “The borders within: mobility and enclosure in the Riau Islands”, Asia Pacific Viewpoint, Vol. 47, N° 2, Hoboken (Nueva Jersey), agosto de 2006. AUTOCRÍTICAS CATÓDICAS EN CHINA Cuando las excusas sí se televisan Por Zhang Zhulin* http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/cuando-las-excusas-si-se-televisan/ Desde que llegó a la cima del Partido Comunista chino a fines de 2012, el presidente Xi Jinping no ha dejado de reforzar su poder en el aparato estatal mediante la instrumentalización de la justicia para fines políticos. Mientras tanto, la puesta en escena de la lucha contra la corrupción evoca la Revolución Cultural, en particular las confesiones ante las cámaras. hina, no habría sido más que un estafador. Parecería que, al igual que el estadounidense Bernard Madoff, su fortuna se debe principalmente a una “pirámide de Ponzi”. En todo caso es lo que él mismo “confesó” el 16 de mayo de 2016 no ante la policía o un juez, sino en la cadena privada Dragon TV. Desde 2013, estas confesiones se han vuelto costumbre. No menos de una decena de personalidades, actores o periodistas, hombres de negocios o abogados, chinos u occidentales, pasaron por la Televisión Central de China (CCTV, un grupo estatal dueño de varios canales) en el horario central para presentar sus excusas tanto al partido como al país. Las confesiones más rocambolescas fueron las de Gui Minhai, un chino-sueco, accionario de 128 una famosa librería de Hong Kong, Causeway Books, especializada en libros de índole política sobre el poder central de Pekín. El 17 de enero de 2016, apareció en el noticiero de las 19 hs. (el de mayor audiencia en todo el país), después de haber estado desaparecido por tres meses. Gui aseguró que lo carcomían los remordimientos por haber causado la muerte de un adolescente… Once años atrás. Y que había decidido volver a China de manera clandestina. Una historia poco creíble, menos aun sabiendo que cuatro de sus colegas también desaparecieron entre el 17 de octubre y el 30 de diciembre de 2015. El 29 de agosto de 2013, el chino-estadounidense Xue Biqun, más conocido bajo el seudónimo de Xue Manzi (Charles Xue), reconoció que le gustaban las relaciones sexuales pagas y las fiestas privadas; malos hábitos adquiridos durante su vida en el exterior, explicó. Esta estrella de la web, que cuenta con más de doce millones de seguidores en su cuenta de Weibo (el Twitter chino), había sido detenida por la policía algunos días antes en compañía de una prostituta. Claramente las autoridades no habían terminado con él. Ocho meses más tarde, el 16 de abril de 2014, tuvo el honor de volver a CCTV: “Cometí un crimen… Espero que el gobierno pueda darme la oportunidad para dar vuelta la página y comenzar una nueva vida. Reconozco mis errores, no lo volveré a hacer”, prometió. Ese mismo día fue liberado bajo fianza. Probablemente, ése haya sido el fin de las aventuras para Xue en CCTV, pero fue el comienzo de una pesadilla para los demás: Chen Yongzhou, Gao Yu y Shen Hao, todos ellos periodistas, y muchos otros. Para uno de los pocos periodistas que aceptan hablar –bajo garantía de anonimato–, no hay nada malo en estos métodos: “Uno puede rechazar este tipo de entrevistas, pero también tiene el deber de cooperar”. Incluso retoma una locución familiar china que expresa consenso: “Una mano sola no puede aplaudir”. Estas palabras tienen la capacidad de hacer saltar de indignación al abogado pequinés Liu Jianjun, detenido del 15 de junio al 15 de julio de 2015 por haber participado de una manifestación de unas quince personas frente al tribunal de Weifang (Shandong). Algunas de ellas llevaban una bandera que clamaba: “El pueblo tiene derecho a vigilar la justicia”. Liu estaba defendiendo a un cliente, un funcionario condenado a una pena de diez años por un caso de corrupción. “Si uno no tiene ningún tipo de libertad, ¿cómo puede rechazar una ‘entrevista’ como esa?”, protesta el abogado. El 22 de junio, junto con sus codetenidos, quedó boquiabierto cuando vio sus confesiones en el noticiero de CCTV: “La policía me había asegurado tres veces que si aceptaba dar una entrevista, no iban a difundir mi nombre e iban a difuminar mi cara”, aseguró. Unas condiciones de detención “muy duras” lo llevaron a colaborar con la policía. Según cuenta, los prisioneros sólo disponen de veinte minutos de paseo por día, a pesar de que la ley china exige una hora por la mañana y otra por la tarde. Se sumerge a los simples sospechosos “en un clima de terror, para que se muestren obedientes cuando salgan”. Las motivaciones del ensañamiento son un misterio para él: “No tengo ninguna ambición política ni capacidad de derribar el poder del Partido Comunista chino”. Liu Jianjun cuenta que, por sus problemas para dormir, pero también para que su madre, una mujer iletrada, no se preocupara demasiado, se dijo en ese momento: “Tengo que salir, aunque sea para ir al campo y convertirme en campesino”. El 18 de junio de 2015, aceptó una entrevista con CCTV, a condición de que se protegiera su identidad. El 13 de julio, estaba bajo los reflectores de las cámaras de una decena de periodistas. Diez meses después de que lo liberaran bajo fianza, sigue clamando inocencia, arriesgándose a encrespar al poder: “No cometí ningún crimen, no hice nada ilegal, es una humillación total”. Periodistas y fiscales El ex redactor en jefe del diario Nanfang Dushi Bao, Cheng Yizhong, detenido en 2004, cuenta cómo los periodistas de los medios oficiales montan las entrevistas y tienden una trampa a los detenidos. El periodista Philip Pan describe la escena en su libro Out of Mao’s Shadow (1). Unos empleados de la fiscalía vestidos de civil fueron a buscar a Cheng Yizhong para llevarlo a la oficina del fiscal. Allí, unos jóvenes universitarios se acercaron para decirle que lo admiraban; uno de ellos incluso citó uno de sus poemas. Para el almuerzo, el fiscal hizo preparar algunos platos de su terruño natal. Más tarde, llegó una mujer con una enorme 129 torta. “Cheng, hoy es tu cumpleaños número treinta y nueve. Todavía no sabemos dónde pasarás el próximo, pero esperamos que el camino que te lleve a él sea agradable”, le dijo el fiscal. Luego le tendió un cuchillo plástico y le propuso pedir un deseo antes de cortar la torta frente a varios fotógrafos: “Por un instante, Cheng Yizhong pensó en su familia y casi se le escapan unas lágrimas. Pero rápidamente se dio cuenta de que esas lágrimas eran justamente lo que estaban buscando […]. Querían verlo desmoronarse para capturar la imagen de ese instante. La televisión las difunde con regularidad: los corruptos lloran amargamente mientras confiesan sus crímenes”. Doce años más tarde, el recuerdo sigue grabado a fuego. Cheng Yizhong no duda ni un segundo sobre la fecha de esa manipulación: “El 3 de abril de 2004, entre las 11 y las 17 hs., en una oficina del Ministerio Fiscal de Cantón”. Tampoco se salvan los extranjeros. En agosto de 2013, el británico Peter Humphrey, inspector de la sociedad farmacéutica GlaxoSmithKline, apareció en CCTV con la cara difuminada. Confesó haberles pagado a ciudadanos chinos para que identificaran a las personas que informaban a las autoridades sobre las coimas que Glaxo pagaba a los empleados estatales. El 22 de enero de 2016, fue el turno del sueco Peter Dahlin, fundador de una ONG que ayuda a los abogados especializados en derechos humanos. Antes de ser expulsado, confesó actividades que ponían en peligro la seguridad nacional. He Weifang, uno de los juristas más respetados del país, profesor en la Universidad de Pekín, denuncia que “la manera en que CCTV fuerza a la gente a confesar cuando ni siquiera fueron juzgados representa una evidente violación a la ley china y a los derechos humanos. […] Si se considera que los medios son órganos del Partido Comunista y que CCTV es el portavoz del poder, esta obligación de ‘arrepentirse de los pecados’ se vuelve aun más abominable. Esta constituye, en sí misma, una presión insostenible sobre la justicia, ya que obliga a las instancias judiciales a seguir las conclusiones de estos medios”. Wen Tao, un reconocido periodista (2), denuncia estas prácticas: “CCTV se convirtió en un tribunal, pero no es un tribunal donde cada uno puede exponer su defensa. No es algo que uno puede aceptar sin reaccionar”. Si bien, en su opinión, la sociedad actual es más transparente que durante la presidencia de Hu Jintao (2002-2012): “En la época de Hu, no sabíamos nada de estos asuntos. Ahora conocemos algunos de ellos, pero sólo los que tienen interés para el poder”. Se trata de una apreciación matizada, probablemente debido a su propia experiencia: en 2011, estuvo aislado durante veintitrés días en una celda, sin que se le levantara ningún cargo ni se le diera ninguna explicación. Otros, como Huang Tianbo, ex coordinador editorial de Cable News Network (CNN), relativizan la acción del poder y prefieren creer que sus intenciones no necesariamente son malas: “Pekín considera que este método es un canal de transmisión de información. Es directivo y busca asustar con ejemplos. Pero frente a las conclusiones de CCTV, tan humillantes y destructivas, no hay posibilidad de réplica”. Considera que la manera en que el canal público abordó el caso de Xue Manzi fue vulgar: “Imagine cuántas familias chinas con sus hijos estaban a la mesa mirando las historias de prostitución de Xue. De todos modos, es deshonesto usar a los medios para humillar a alguien”. Un porcentaje de los chinos no tiene nada para decir acerca del papel que desempeñan estos periodistas-fiscales. Según ellos, forma parte del sistema político del país. Teng Biao, abogado y defensor de los derechos humanos, investigador invitado en Harvard, en Estados Unidos, rechaza esta idea con firmeza: “Estos periodistas no son víctimas del sistema, participan de él, son colaboradores del poder”. Las confesiones televisadas evocan uno de los recuerdos más dolorosos de la historia china contemporánea: los diez años (1966-1976) de la Revolución Cultural, que dio lugar a confesiones públicas forzadas y humillantes exhibiciones callejeras. A algunos se los obligaba a llevar una pancarta; a otros, con frecuencia intelectuales sospechados de derechización o acción contra el partido les afeitaban la cabeza. Ni siquiera Liu Shaoqi se salvó. Acusado de 130 ser el líder de los capitalistas infiltrados en el partido, este ex Presidente de la República (1959-1968) fue obligado a mostrarse con su mujer frente a un millón de personas en la plaza Tiananmen, el 5 de agosto de 1967, antes de ser torturado hasta la muerte. ¿Esta pesadilla podría volver a empezar bajo el poder del todopoderoso Xi Jinping? Es una pregunta válida, que resulta sorprendente considerando que el propio presidente fue enviado al campo durante varios años cuando era estudiante. Su padre, Xi Zhongxun, vicepresidente de la Asamblea Popular y vice primer ministro, fue víctima de una purga en 1962. Le hicieron llevar un cartel en el cuello con su nombre y la expresión “insurrecto antipartido” (3) y luego lo enviaron a prisión durante quince años. Si bien el castigo por humillación forma parte de la cultura china y no es exclusivo de la Revolución Cultural, también está presente en otras tradiciones. “Estas prácticas de confesión pública existieron durante mucho tiempo entre los cristianos. La especificidad china reside en el hecho de que la confesión no se realiza ante Dios, sino ante un poder laico. Otra diferencia: en la esencia del confusionismo, todos pueden transformarse en una persona moral. Entonces, la humillación es una especie de aprendizaje y un castigo para las personas difíciles de transformar”, analiza el profesor He Weifang. Las oposiciones a la televisación de las confesiones son escasas. En las redes sociales, los internautas suelen ser más discretos, autocensurarse. Así, la expresión “¡Usted sabe!” se popularizó en todo el país para hablar de temas delicados. El 2 de marzo de 2014, Lu Xinhua, portavoz del Comité Nacional de la Conferencia Consultativa Política del Pueblo Chino (CCPPCh), retomó esta ambigua expresión cuando un periodista del South China Morning Post (Hong Kong) le preguntó sobre la suerte de Zhou Yongkang, ex jefe de seguridad condenado a cadena perpetua por encubrimiento de corrupción, abuso de poder y divulgación intencional de secretos de Estado. El pasado mes de marzo, Zhu Zhengfo, otro miembro del CCPPCh y vicepresidente de la Asociación de Abogados de China, hizo un pedido oficial para que se diera fin a las confesiones televisadas. Esto desató una tormenta mediática que, sin embargo, no tuvo repercusiones políticas. Incluso se censuraron varias notas del sitio del periódico Caixin. La cuenta en inglés de Caixin tuiteó esta frase: “Los comentarios sobre la libertad de expresión de miembros del Comité Nacional del CCPPCh preocupan a los controladores [del poder]” antes de remitir a sus artículos prohibidos. He Weifang invoca el artículo 38 de la Constitución china: “La dignidad personal de los ciudadanos de la República Popular de China es inviolable. Todos los procedimientos orientados a insultar, calumniar a los ciudadanos o acusarlos falsamente están prohibidos”. El artículo 12 del Código de Procedimiento Penal indica: “Sin un juicio del tribunal del pueblo, nadie puede ser reconocido culpable”. Las leyes chinas tienen todo previsto, pero el camino hacia su aplicación parece no tener fin. 1. Confesiones recogidas por el periodista Philip Pan, Out of Mao’s shadow. The struggle for the soul of a new China, Simon & Schuster, Nueva York, 2009. 2. Colabora con The Global Times, el Nandu Zhoukan, el canal Phoenix Chinese News and Entertainment (Phoenix CNE) y el sitio Initium Media (Hong Kong). 3. Mingjingnews, 2-7-14. ¿De derecha o de izquierda? Por Mona Chollet* http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/de-derecha-o-de-izquierda/ La propuesta de establecer un sueldo básico universal por el solo hecho de vivir fue calificada durante mucho tiempo como utopía idealista o motor de la vagancia general. Pero 131 hoy la defienden desde liberales de derecha hasta izquierdistas, aunque con propósitos y contenidos absolutamente opuestos. Hablar de instaurar un salario básico sin precisar qué se entiende por eso equivale a discutir la adopción de un felino sin aclarar si se piensa en un gatito o un tigre”, señala Olli Kangas, director de investigación de KELA, el Instituto Finlandés de la Seguridad Social (1). Ahora bien, hace algunos meses que la idea tiene amplio eco en Europa y más allá; y sus partidarios de la primera hora no pueden evitar tener la impresión de ver gatitos, tigres y variadas criaturas híbridas saltar en todos los sentidos delante de sus asombrados ojos. Es cierto que todo el mundo coincide en una sucinta definición de renta básica. Cada persona recibiría de la colectividad, desde el nacimiento hasta su muerte, sin condición ni contrapartida, una suma establecida, acumulable con sus otros ingresos, incluso los provenientes de un trabajo. En las versiones de izquierda, sería un monto cercano al salario mínimo (2), lo suficientemente elevado para cubrir las necesidades básicas (unos 1.000 euros), lo que permitiría rechazar un empleo considerado no interesante, perjudicial y/o mal pagado (3). Se trata de reconocer las distintas formas que puede adoptar la contribución que cada persona hace a la sociedad: trabajo remunerado o no, formación –antes de entrar a la vida activa o para reconvertirse–, ayuda a familiares, inversión asociativa, creación, etc. Uno de los actuales defensores de esta versión en Francia (4), Baptiste Mylondo, la asocia a drásticas medidas de reducción de las desigualdades: impuesto a la renta fuertemente progresivo, tasa sobre el patrimonio, instauración de un salario máximo (con una diferencia máxima autorizada de uno a cuatro) (5). En el otro extremo del espectro, en la versión liberal –que teorizó el economista estadounidense Milton Friedman (1912-2006) con su “impuesto negativo” (6)–, el monto es demasiado bajo para poder prescindir del empleo. En lugar de reforzar el poder de negociación de los asalariados, la renta básica corre el riesgo de funcionar como un subsidio a los empleadores, que estarían tentados a reducir los salarios. Serviría de “saldo por todo concepto” que reemplazaría las prestaciones sociales existentes (seguro de enfermedad, desempleo, familia, vejez). En resumen, la herramienta puede ponerse al servicio de visiones del mundo y proyectos de sociedad completamente contrapuestos. “Nos tratan a veces de liberales, a veces de comunistas”, suspiran Nicole Teke y Yin Yué, miembros del Movimiento Francés para la Renta Básica (MFRB), fundado en 2013 y que cuenta con unos novecientos afiliados. ¿Hacia cuál de esos polos se inclina el debate hoy? Curiosamente, los análisis son divergentes: algunos sólo ven gatos, y otros, sólo tigres. A la derecha, el ingeniero Marc de Basquiat, uno de los principales teóricos de la idea en Francia, observa: “Dos sondeos realizados con un año de intervalo entre los militantes de los partidos políticos muestran que la idea es connotada cada vez más ‘de izquierda’. Es muy molesto, dado que si es vista como un antojo de los izquierdistas, será aun más difícil de hacerla progresar”. Las asambleas de Nuit Debout [Noche en Pie], que debatieron ampliamente sobre el salario básico y sus méritos comparados con el salario vitalicio teorizado por Bernard Friot (7), no aportaron soluciones… Vaciamiento de sentido Existe la misma contrariedad, pero por razones opuestas, en la posición de Corinne Morel Darleux, miembro del Secretariado Nacional del Partido de Izquierda (PG, en francés). Ella descubrió el salario garantizado hace alrededor de ocho años, junto con Mylondo, en el seno del Movimiento Utopía (transversal a los Verdes y PG): “Para mí, sigue siendo la idea más subversiva del campo político. Salvo que hoy veo que todos la retoman, pero en una forma que la vacía de su sentido”. De hecho, las muy mediatizadas experimentaciones puestas en obra en Holanda y en Finlandia, por ejemplo, nada tienen de revolucionario. En la veintena de ciudades holandesas que la consideran, se trata más bien de “reformas a la ayuda social inspiradas por algunos principios del salario básico”, indica el economista Sjir Hoeijmakers. En Helsinki, el Partido del Centro, en el poder desde abril de 2015, hizo campaña a favor del salario básico como solución para mejorar la eficacia de la protección social en un contexto 132 de austeridad y de relanzar la actividad, impulsando a los beneficiarios de la ayuda social hacia el mercado del trabajo. Es un principio que tanto la población como los Verdes y la Alianza de Izquierda sostienen con determinación. Acumulable con un empleo, el salario básico permitiría suprimir las trampas de la inactividad, es decir el riesgo de que retomar un trabajo remunerado termine en menos ingresos, debido a la pérdida de las prestaciones sociales. Un informe definitivo tendrá que permitir que a comienzos de 2017 se lance una experimentación de dos años, pero los primeros elementos hechos públicos muestran que la ambición fue revisada a la baja. El proyecto piloto sólo prevé un salario de 550 euros, acumulable con la ayuda a la vivienda y pagado a diez mil personas. “El espíritu es muy diferente de aquel del referéndum suizo (véase recuadro) –insiste el economista Otto Lehto, miembro de la sección finlandesa del Basic Income Earth Network (Red Mundial por la Renta Básica, BIEN)–. No es cuestión ni de luchar contra la pobreza ni de instaurar un derecho a la renta, y menos aun de liberar del empleo”. Todavía poco numerosos y a menudo aislados en el seno de sus respectivos medios y partidos, los partidarios franceses del salario básico trabajan juntos, pero son conscientes de lo que los separa. “Admiro mucho a Baptiste [Mylondo], pero es un idealista –declara De Basquiat–. Y luego, querer limitar las diferencias de ingresos a una escala de uno a cuatro, es con todo un gran golpe dado a las libertades”. Antiguo político cercano a Nicolas Sarkozy, el diputado Frédéric Lefebvre (Los Republicanos), candidato a las primarias de su partido para las elecciones presidenciales de 2017, cuenta cómo Julien Bayou, portavoz de Europe Écologie– Les Verts (EELV), lo llevó a discutir sobre el sueldo básico con un sin techo albergado en un edificio ocupado de la asociación Jeudi Noir. En enero de 2016, en la Asamblea Nacional, junto con su colega socialista Delphine Batho, en el marco del examen de la ley sobre la República digital, también defendió las enmiendas que piden que el gobierno presente al Parlamento un informe sobre la factibilidad de un salario básico. “Asumo totalmente el aspecto interpartidario de este trámite –comenta Batho–. Los partidos ya no generan ni una idea nueva. Lo esencial sucede fuera de ellos. Y ese tema divide tanto en el interior como en el exterior. No estamos de acuerdo en todo, pero debemos trabajar para crear mayorías de ideas.” Entre nuestros interlocutores, ninguno preconiza abiertamente un desmantelamiento de la protección social. Ni siquiera Lefebvre ni Gaspard Koenig, fundador del think tank liberal Generación Libre. Si bien se dice “ni de derecha ni de izquierda”, en su declaración el MFRB precisa que la instauración de un sueldo básico “no tiene que cuestionar los sistemas públicos de seguros sociales, sino completar y mejorar la protección social existente”. Podría reemplazar algunas prestaciones del régimen de solidaridad pagado por el impuesto, como el Ingreso de Solidaridad Activa (RSA, en francés), pero nadie pretende afectar el régimen de seguros que financia el aporte (jubilaciones, desempleo, seguro de enfermedad). Sólo los subsidios familiares serían reemplazados por una renta básica pagada a cada niño, de un monto menor al de los adultos. Una excepción: en un informe publicado en mayo (8), la Fundación Jean-Jaurès, cercana al Partido Socialista (PS), propone tres hipótesis de financiamiento que, inspiradas en la preocupación de “no generar endeudamiento suplementario”, todas implican eviscerar sin complejos la seguridad social. La primera prevé repartir a todos los adultos 500 euros mensuales, a cambio de desmantelar el seguro de salud y el seguro de desempleo; la segunda, con 750 euros –a la que los autores consideran la más creíble–, “recicla” incluso las prestaciones jubilatorias. Sólo la tercera, con un monto de 1.000 euros, prevé descuentos suplementarios. Preocupado, el 26 de mayo de 2016 Jean-Éric Hyafil, miembro del MFRB, quien prepara una tesis en economía sobre el sueldo universal, en ocasión de un debate en un café parisino con Jérôme Héricourt, coordinador del grupo de trabajo de la Fundación, denunció las “grandes tonterías” que contiene ese informe. “Un sueldo básico es perfectamente compatible con una protección social y un gasto público importantes”, insistió. Confundido, Héricourt respondió que los autores del informe no veían en el salario básico “la solución correcta a los problemas del siglo XXI”, pero que no habían querido detallarlo en el documento, redactado “con espíritu de neutralidad”. De manera que sus hipótesis fueron consideradas por toda la prensa como recomendaciones… 133 La misma suma para cada uno, cualquiera fuere su situación: todos los partidarios del salario básico están de acuerdo en poner fin a la intrusión en la vida privada que implica el régimen actual de solidaridad, en el que las prestaciones están sometidas a condición (de ingresos, de situación familiar…). “Que se le pague a alguien para que vaya a contar los cepillos de dientes en los baños de los beneficiarios del RSA para asegurarse de que no viven en concubinato (9), cuando lo único que quieren es comer todos los días, es insoportable”, estima De Basquiat. Koenig sostiene el mismo discurso: “Hay que luchar contra la pobreza de manera más eficaz y menos paternalista, dando a la gente el mínimo que necesita sin entrometerse en su vida privada o verificar su apego al valor trabajo”. Además, las economías que permitirían pasar a la incondicionalidad contribuirían a financiar un salario básico: Lefebvre subraya el costo que actualmente representan “la producción de las normas, el acompañamiento del público, la verificación, la sanción”. Pero también el “círculo virtuoso” de economías que engendraría la medida: “Menos delincuencia, menos gastos de salud, un mejor nivel de instrucción…”. Contrariamente a las otras personalidades de derecha que se apoderaron del tema, preconiza un monto situado en un rango alto, “entre 800 y 1.000 euros”. A comienzos de los años 1980, el filósofo belga Philippe Van Parijs reactivó el concepto en Europa con el nombre de “subsidio universal”. Como ex adherente en su país del Partido Ecológico, estima que la posibilidad de que cada persona organice su vida y su trabajo choca al mismo tiempo con los hábitos de pensamiento de la derecha y la izquierda. Cuenta: “En una intervención ante el Partido Liberal Flamenco, pregunté: ‘¿Quién piensa que la libertad es un valor central?’ Todo el mundo levantó la mano. Agregué: ‘Ahora, ¿quién piensa que debería estar reservada a los ricos?’ Al revés, un encuentro con militantes griegos, españoles e italianos de Syriza, Podemos y Rifondazione Comunista à Bari, en Pouilles, fue la ocasión de preguntarse si la izquierda no se equivocaba al limitarse a defender el Estado y la igualdad, y abandonar la libertad a la derecha”. La devastación de los robots Evidentemente, siguen existiendo diferencias fundamentales: Koenig y De Basquiat, quienes elaboraron un proyecto en común (10), buscan luchar contra la pobreza, pero no contra las desigualdades. Preconizan un impuesto negativo (subsidio) de 450 euros por adulto y 225 euros por niño, financiado mediante un impuesto con tasa única del 23% sobre los ingresos (11). Para evitar el efecto antirredistributivo de este tipo de impuesto contemplan un refuerzo de las deducciones sobre el patrimonio, el fin de las exoneraciones sobre los ingresos inmobiliarios y financieros… “Eso apenas cambiaría el actual equilibrio de la redistribución en Francia –explica De Basquiat–. Los ricos cobrarían un poquito menos y los pobres un poquito más. Pero se racionalizaría el sistema; se pondría fin a la estigmatización y al paternalismo; se suprimirían los efectos de umbral y trampa, y se lucharía con eficacia contra la pobreza extrema.” Se fundan en una definición “absoluta” y no “relativa” de la pobreza que, estima Koenig, sería una definición “envidiosa”: “No tendría que importarte que otros se vuelvan muy ricos, en tanto tengas el sentimiento de vivir bien”. ¿Qué otros argumentos justificarían la instauración de un salario básico? Todos invocan el número de empleos destinados a desaparecer debido a la automatización y digitalización. En Suiza, los autores de la iniciativa “Por un salario básico incondicional” desfilaron por las calles disfrazados de robots, que a los gritos pregonaban sus ganas de trabajar en lugar de los humanos. Sin embargo, un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) atempera las conclusiones de estudios anteriores que predecían un “desempleo tecnológico” masivo: estima que sólo el 9% de los empleos “presentan un elevado riesgo de automatización”, al tiempo que prevén que “los trabajadores menos instruidos son los que corren los mayores riesgos” (12). “Nueve por ciento ya es muchísimo –comenta Hyafil–. Sobre todo sumado a nuestro actual nivel de desempleo. A pesar de eso, no creo en los discursos sobre el ‘fin del trabajo’. La transición ecológica, por ejemplo, crea numerosos empleos. Como dice el economista Jean Gadrey, apuntar a menos crecimiento no implica por fuerza menos empleos, al contrario. 134 Pero hay que poder preocuparse por su calidad, y no por su cantidad. E incluso con pleno empleo, tendríamos un salario básico para que cada uno pueda elegir su trabajo y no soportarlo”. El panfleto del antropólogo estadounidense David Graeber, figura del Movimiento Occupy Wall Street contra los bullshit jobs (“trabajos de mierda”, sin interés ni utilidad social), conoció una significativa repercusión (13). Otro partidario del salario básico, el ex ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis, cree en la posibilidad de impulsar una oferta “esencial tanto para una sociedad civilizada como para un mercado laboral que funcione bien” (14). Se trata también de dar seguridad a las trayectorias de vida en el actual proceso de precariedad generalizada. Con el riesgo de ratificar el desequilibrio de la distribución de las riquezas entre salarios y ganancias. Lo que es evidente cuando Lefebvre cita el ejemplo del Earned Income Tax Credit, mediante el cual en Estados Unidos el Estado completa los salarios de algunos trabajadores pobres. Otro escollo: que el sueldo básico dé libre curso al desmantelamiento del derecho del trabajo y sus conquistas salariales, iniciado por aplicaciones como Uber (15). “Hay que construir un nuevo compromiso social, más adaptado a nuestra época que aquel heredado de la Liberación, sin por ello hacer que el sueldo básico se convierta en la muleta de la uberización”, resume Batho. ¿Pero cómo estar seguros? Todo depende del poder de negociación que el monto del salario garantizado daría a los trabajadores, así como los descuentos y, por otra parte, la distribución de las riquezas. Ahora bien, sobre estos temas la timidez de muchos partidarios del salario básico contrasta con la audacia de la idea que proponen. Van Parijs aboga por una instauración progresiva, empezando con un monto bajo; pero, objeta Mylondo, “nada garantiza que un monto reducido se aumente después”. El MFRB elogia los méritos emancipadores de la medida, el “cambio de paradigma” que permitiría, pero se conforma incluso con proyectos que proponen un monto bajo –alrededor del RSA actual–. Incluso trabajó con la muy conservadora Christine Boutin, presidenta del Partido Democristiano, cuando proponía un sueldo básico de 400 euros. Un posicionamiento coherente con el apoliticismo reivindicado por el movimiento, pero incómodo para Mylondo, quien nunca adhirió a eso. Más bien “nada en absoluto que se asemeje a un sueldo básico a la baja”. Declara: “No soy un incondicional del sueldo incondicional”. La propia Morel Darleux también se defiende de cualquier “fetichismo”. La eterna evasión fiscal Tratándose de financiamiento, el argumento del “realismo” y del “pragmatismo” traduce un cierto fatalismo frente al estado de la relación de fuerzas sociales y políticas. El MFRB participa en la campaña “Quantitative Easing [flexibilización cuantitativa] para el Pueblo”, que milita para que el Banco Central Europeo (BCE) ponga su iniciativa de creación monetaria directamente al servicio de los ciudadanos más que al de los bancos privados. Allí ven la ocasión de establecer las bases de un salario universal europeo. Por otra parte, a falta de éxito en la lucha contra una deflación que podría ser devastadora, el BCE no descarta recurrir al “helicóptero monetario”, que arrojaría dinero sobre todos para reactivar la demanda. Pero el movimiento se muestra mucho más prudente en el frente de las desigualdades. Hyafil considera inútil “recurrir a los más ricos”, so pena de aumentar más aun la evasión fiscal, y reivindica un enfoque “consensual”, “centrista”, con el fin de lograr la unión. “En la Liberación, los patrones se mantenían en segundo plano porque habían colaborado [con la ocupación nazi]; hoy ya no ocurre”, señala Martine Alcorta, vicepresidente EELV del Consejo Regional de Aquitaine, quien prepara un salario básico experimental. De Basquiat estima que antes de poder reunir una mayoría en torno a un sueldo garantizado de izquierda, se necesitarán “una o dos guerras”… La hipótesis de una lucha por fin eficaz contra el fraude fiscal (16), deseada por muchos partidarios de la medida, lo hace sonreír: “Si de verdad existiese una voluntad real de ponerle fin, se habría logrado hace mucho tiempo”. Como cualquier proyecto progresista, el sueldo garantizado en su versión de izquierda choca contra la ausencia de un poder en posición de instaurarlo. A medida que el principio se populariza, se le añade el creciente riesgo de ser desnaturalizado. Incluso si, en lo esencial, la 135 hipótesis de un sueldo básico sigue suscitando indiferencia o reprobación, para algunos parece llegar como una cómoda salvación en vísperas de los comicios –legislativos y presidencial– de 2017, en un contexto de penuria de ideas nuevas y descrédito de la acción política. Esta primavera boreal, en plena batalla en torno a la ley de trabajo, Guillaume Mathelier, alcalde socialista de Ambilly (Haute-Savoie) y autor de una tesis sobre el sueldo universal, señalaba que el primer secretario del PS, Jean-Christophe Cambadélis, aunque personalmente escéptico, le había encargado “impulsar el tema” en el seno del partido. En cuanto al primer ministro, Manuel Valls, el 19 de abril declaró en Facebook querer “iniciar el examen del tema del sueldo universal”, antes de agregar de inmediato que no se trataría de un subsidio “pagado a todos”, dado que “sería costoso y no tendría sentido”. Dicho de otra manera: el sueldo universal, por qué no, pero a condición de que no sea… universal. Sea como fuere, ¿cómo esperar basar la legitimidad de un derecho al sueldo en una sociedad asfixiada por la austeridad, bombardeada por iracundos discursos sobre el “asistencialismo”, y donde la visión del trabajo sigue dominada, como dice Mathelier, “por el mito del pecado original”? Morel Darleux invita a desconfiar de cualquier precipitación: “Si se trata de reclamar medidas urgentes, prefiero insistir en la revalorización del salario mínimo o la titularización de los precarizados de la función pública. En estos temas, se está en la reconquista, mientras que el salario básico es la conquista. Por otra parte, los debates que suscita me parecen tan interesantes como su puesta en marcha. El viaje cuenta tanto como el destino. Basta con evocar la idea para lanzar discusiones apasionadas sobre lo que queremos hacer de nuestras vidas, sobre la organización de la sociedad…”. Tomarse el tiempo para llevar adelante la batalla cultural y política: quizás el mejor medio de asegurar que una vez introducido en el salón, el gatito no se transformará en un tigre dispuesto a devorar a sus dueños. 1. Debate en la embajada de Finlandia en París, 3-3-16. 2. El Smic [salario mínimo, vital y móvil] para 2016 asciende a 1.141 euros netos. 3. Véase el dossier “Un sueldo por existir”, Le Monde diplomatique, mayo de 2013. 4. Baptiste Mylondo, Un revenu pour tous. Précis d’utopie réaliste, Utopia, París, 2010. 5. Véase Sam Pizzigati, “Tope a la desigualdad”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, febrero de 2012. 6. Milton Friedman, Capitalisme et liberté, Leducs Éditions, Col. “À contre-courant”, París, 2010 (1ª ed.: 1962). 7. Véase Bernard Friot, “À partir des retraites, imaginer un salaire à vie”, Les blogs du Diplo, 8-9-10, http://blog.mondediplo.net 8. “Le revenu de base, de l’utopie à la réalité?”, Fundación Jean Jaurès, París, 22-5-16. 9. El monto de base del RSA es de 524,68 euros para una persona sola, y de 787,02 euros para una pareja. 10. Marc de Basquiat y Gaspard Koenig, Liber, un revenu de liberté pour tous, Éditions de l’Onde – Génération libre, París, 2014. 11. Cabe señalar que, según ellos, la ayuda a la vivienda debería ser objeto de un subsidio diferente, en función de las situaciones individuales. 12. “Automatisation et travail indépendant dans une économie numérique”, Synthèses sur l’avenir du travail, OCDE, París, mayo de 2016. 13. David Graeber, “On the phenomenon of bullshit Jobs”, Strike !, 17-8-2013, http://strikemag.org 14. “Technical change turns basic income into a necessity”, conferencia “The Future of Work”, Instituto Gottleib Duttweiler, Zurich, 5-5-2016, https://yanisvaroufakis.eu 15. Véase Evgeny Morozov, “La uberización del mundo”, Le Monde diplomatique, edición especial “El mundo en crisis”, marzo de 2016, y “L’utopie du revenu garanti récupérée par la Silicon Valley”, Les blogs du Diplo, 29-2-16. 16. Véase Eva Joly, “En finir avec l’impunité fiscale”, Le Monde diplomatique, París, junio de 2016. Mayoría de conservadores 136 En Suiza, un debate sin precedentes Un sujeto gordo, en musculosa constelada de manchas, apoltronado en un sofá delante de una pizza y latas de cerveza. En Suiza, este afiche de los opositores a la iniciativa popular “Por un sueldo básico incondicional” probaría lo intenso de las fantasías asociadas a la haraganería de los pobres. Irónicamente, el personaje exhibía una corona de cartón dorado. En efecto, los autores de la iniciativa habían organizado la distribución de coronas de cartón en las estaciones, aludiendo con ellas al símbolo del poder sobre su vida que, a sus ojos, un sueldo básico podría devolverle a cada uno. El pasado 5 de junio, esa utopía fue rechazada por cerca del 77% (con una participación del 46,4%). Sin embargo, encontró algunos partidarios más (alrededor del 35%) en la ciudad de Basilea, Ginebra y la región de Jura. Incluso ciertos barrios de Zurich y Ginebra dijeron “sí”. El texto presentado a los electores no indicaba ni el monto ni el modo de financiamiento. Sólo se leía que el sueldo básico, abonado a cada ciudadano independientemente de su trabajo remunerado, debería “permitir al conjunto de la población llevar una existencia digna y participar en la vida pública”. Pero, desde que comenzó la campaña, sus autores hablaron de 2.500 francos suizos (2.200 euros) por adulto y 625 francos por niño. Una suma apenas superior al umbral de pobreza (2.200 francos) en un país donde el costo de vida es muy elevado. Habría bastado para estudiantes que comparten un alquiler en una ciudad pequeña, pero no seguramente “para una persona sola y enferma en Zurich o Ginebra”, señala Benito Perez, uno de los dos jefes de redacción del diario de izquierda Le Courrier. Ambas ciudades figuran entre las cinco más caras a escala mundial, según la clasificación 2016 de la Economist Intelligence Unit. Además, el seguro de salud, totalmente privado (1) (los trabajadores sólo aportan para el desempleo y la jubilación) puede por sí solo gravar ese presupuesto. La iniciativa debutó en 2012 en la Suiza germana, siguiendo la huella del filme de Enno Schmidt y Daniel Häni La renta básica. Un impulso cultural, difundido en internet (2). “También influyó la precarización general que se observa en la vecina Alemania tras la reforma Hartz IV de 2005”, indica Julien Dubouchet Corthay, miembro de la sección suiza del Basic Income Earth Network (Red Mundial por la Renta Básica, BIEN). El Consejo Federal, el gobierno suizo, se pronunció en contra, invocando su costo y su peligro para la economía. El único partido que apoyó el texto fue el de los Verdes. Sin embargo, la autonomía de la que gozan las secciones cantonales permitió que algunos llamaran a votar por el “sí”. Fue en especial el caso de todos los partidos de izquierda ginebrinos, de los socialistas a los trotskistas. Así, la campaña se estableció con fuerza fuera de los aparatos, con golpes de efecto. En ocasión de la presentación del texto, el 5 de octubre de 2013, después de reunir las 100.000 firmas necesarias para someterlo a la población, sus autores contribuyeron con ocho millones de doradas moneditas de 5 centavos derramadas en la Plaza Federal de Berna, es decir una por cada habitante del país. Reaparecieron el 14 de mayo de 2016 ensamblando en Ginebra un afiche de 8.000 metros cuadrados en el que figuraba “la más importante pregunta del mundo: ¿Qué haría si tuviera asegurado su sueldo?”, entrando así en el récord Guinness. “Francamente, ¿qué más cursi que el libro Guinness?”, suspira Dubouchet Corthay, al tiempo que a su alrededor constata que esas espectaculares acciones impactan en las conciencias. Desde el año 2000, este autor de una tesis en Economía sobre el sueldo básico, y por otra parte militante del Partido Socialista, observa a los nuevos conversos con una mezcla de perplejidad e interés. “Les falta cultura política, muchos son abstencionistas, incluso complotistas. Pero los partidos de izquierda que buscan en vano ampliar su base para proyectos anticapitalistas no pueden eliminar de un manotazo el entusiasmo y la capacidad de movilización que demuestran”. Se muestran escépticos ante las modalidades de financiamiento aludidas, como una microtasa sobre todas las transacciones financieras –de los pagos con tarjeta bancaria al trading de alta frecuencia–. Sólo les agrada la idea de un descuento en origen sobre la 137 producción de las empresas, anterior al reparto entre salarios y ganancias. Lamenta la pusilanimidad de los autores de la iniciativa, que se esforzaron en tranquilizar en lugar de asumir su carácter conflictual. “En este país, la mayoría de los que votan son las personas mayores, y se inquietan fácilmente –justifica Ralph Kundig, presidente de BIEN suizo–. Una campaña radical no hubiera tenido mejores resultados.” No obstante, el sueldo básico no tenía ninguna chance. Fuera de la iniciativa “Contra las remuneraciones abusivas”, aprobada en 2013 por cerca del 68%, estos últimos años los suizos se mostraron socialmente poco progresistas. En 2012, el 66,5% rechazó aumentar las vacaciones pagadas anuales de cuatro a seis semanas; luego, en 2014, el 73% rechazó la instauración de un salario mínimo bruto de 4.000 francos (3.600 euros). Perez observa una “identificación de intereses del país con los intereses del empresariado”, así como la convicción de que se necesita “todavía más liberalismo para salvar la excepción suiza, so pena de ser devorados por la crisis europea y el fin del secreto bancario”. Sin embargo, la campaña es movida. Se multiplican artículos, tribunas, reuniones públicas y programas televisivos. El 25 de mayo, el sitio internet del diario Le Temps batió todos los récords de visitas cuando invitó a sus lectores a dialogar con Kundig. Como la iniciativa “Por una Suiza sin ejército” en 1989 (rechazada por el 64%), la del sueldo básico apuntaba ante todo a abrir un debate social; y lo logró ampliamente. 1. Véase Michaël Rodriguez, “En Suisse, la santé aux bons soins des assurances”, Le Monde diplomatique, febrero de 2011. 2. http://le-revenu-de-base.blogspot.fr M.C. Traducción: Teresa Garufi “El Efecto Pandora” Brexit y la crisis de Expectativas POR JOSÉ E. GONZALES ·@JOSEG333 · EN JULIO 3, 2016 https://www.viceversa-mag.com/efecto-pandora-brexit-la-crisis-expectativas/ La vasija de Pandora – Sustantivo, “un proceso que genera muchos problemas y complicaciones como resultado de una interferencia poco sabia en alguna circunstancia”. Para la mitología clásica griega, Pandora fue la primera mujer sobre la tierra, creada por órdenes de Zeus para vengarse por el hurto del fuego del Olimpo que cometiera Prometeo. Según Hesíodo, Pandora había sido creada con cualidades múltiples, pero traía una “caja” – una “vasija” en realidad – consigo, que abrió al ser aceptada por Epimeteus, el hermano de Prometeo, como regalo de Zeus. La vasija contenía la muerte y muchos males que fueron liberados al mundo cuando Pandora la abrió, dejando en su interior, al cerrarla, solamente “Elpis” que, para los griegos, era la “esperanza” o la “expectativa”. La salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (UE), el “Brexit”, por “BritainExit”, es una “vasija de Pandora” en nuestro tiempo, similar a la quiebra de Lehman Brothers en el 2008 y diferenciada de la caída del Muro de Berlín, en 1998, por los malos presagios (“expectativas”) que el evento augura. 138 Si bien, la quiebra de Lehman Brothers liberó a todos los demonios financieros de la crisis hipotecaria, de pasivos que superaban a los activos del banco de inversión en treinta y seis veces, desatando la furia de un inventario inimaginable de “Credit Default Swaps” y congelando fondos de terceros; el “efecto Pandora” del “Brexit” es más político que financiero, a pesar de sus implicancias en esta última esfera. Por un lado, los mercados financieros habían descontado la salida de Gran Bretaña de la UE, en una suerte de inercia que prevalecía luego de los intentos fallidos de escisión de Escocia, y Cataluña en España y el hecho que el “Grexit” (“Greek-Exit”), la salida de Grecia del Euro, luego de su colapso económico, no se materializara. Por el otro, las encuestas previas al evento le daban la razón a la inercia en función de un margen estrecho, pero ganador, a la tendencia del “stay” que alegaba permanencia en la Unión. Así, el triunfo del “exit”, con 51.9% contra un 48.1% del “stay”, tomó a los mercados por sorpresa, ya que éstos habían asumido que Gran Bretaña optaría por continuar en la “modernidad” y la “globalización”, antes que sumirse en el “aislacionismo”. El margen, estrecho como parece ser en toda elección reciente, se logró entre las regiones más distritales de Inglaterra (Escocia y Londres votaron mayoritariamente por el “stay”) y en función del voto de los mayores, antes que de los jóvenes, otorgándole la victoria al sector más tradicional del Partido Conservador inglés y al Partido Independentista, que habían culpado al continente, a la inmigración de Europa del Este y a las burocracias de la UE de los males ingleses. De esta manera, la reacción inicial de los mercados bursátiles y de renta fija que, como es usual en estos casos, ha estado enfocada en variables económicas y financieras, podría reflejar, en el fondo, un gran temor por variables políticas que, por ser más “cualitativas” (acaso más bien sociológicas y/o antropológicas) que “cuantitativas”, confunden a mercados financieros que prefieren enfocarse en valoraciones y rendimientos, antes que en actitudes y preferencias ideológicas. En este sentido, parte de la volatilidad imperante es en función del temor político a que el “Brexit” genere contagio en Holanda, Francia y Alemania, donde hay presión separatista y elecciones a la vista. Una rebelión conservadora nacionalista, xenofóbica y aislacionista, no solo podría resultar en una Europa menos europea, sino que, de desmembrar la Unión, acabaría con el orden monetario hegemónico existente. La circunstancia política europea se 139 ha visto complicada, además, por la ruptura del orden político tradicional en países como España, donde la segunda elección parlamentaria en menos de un año no ha determinado una mayoría clara, cuestionando nuevamente el orden bipartidista español y la aparición de nuevos actores políticos, como el Movimiento de las Cinco Estrellas, que acaba de ver elegida a su c andidata, Virginia Raggi, una abogada de 37 años, como la primera alcaldesa de Roma. Todas estas tendencias políticas “anti-sistema” de derecha e izquierda, habrán de estar pendientes de los resultados y las implicancias del “Brexit”, aplacándolos – si el trauma es mayor – o estimulándolos, si se enfocan en el triunfo de lo que se consideraba una quimera. El resultado del “Brexit” tendería a confirmar así un espíritu aislacionista en Occidente, reflejado también en la elección norteamericana. Las posiciones de Donald Trump y Bernard Sanders de cara a los tratados de libre comercio y de inmigración – en el caso del primero – y su popularidad, parecieran ser una consecuencia de los continuos efectos de la crisis hipotecaria del 2008 y el cuestionamiento que éstas plantean a lo que ha sido el orden imperante en la economía global desde la “Revolución Reagan”, en alusión a las reformas antiinflación y pro-mercado emprendidas por Ronald Reagan y Margaret Thatcher en los ochenta y globalizadas en las últimas décadas. Es en ese cuestionamiento probablemente donde se puede encontrar el mayor malestar al que alude el “Brexit”. El progreso en el transporte, la tecnología, la movilidad y la emancipación individual, generados por la globalización y la irrupción de las redes sociales, coinciden con un reconocimiento de la dimensión de la crisis económica existente, resultante en “estancamiento económico”, baja inflación, altas tasas de desempleo y salarios congelados y del agotamiento del modelo político/económico del Siglo XX y la búsqueda de alternativas cuyo horizonte no es claro aún. La presión social y el resurgimiento del “nativismo” occidental desarrollado, que le echa la culpa a la UE y a la política de fronteras abiertas a los problemas de un sistema que necesita renovación, ignora por razones ideológicas que el capitalismo “economicista” se ha enfocado en demasía en el retorno sobre el capital, ignorando el bienestar ciudadano. De allí que se necesiten reformas que busquen redistribuir las cargas fiscales y reactivar el gasto público, racional, para disminuir la desigualdad en la distribución del patrimonio y el ingreso, y reactivar economías estancadas que tienen a la gente alienada en contra de los migrantes. Se trata así de un contexto absurdo, en la medida que 140 la crisis no solo es coyuntural, sino estructural en función del envejecimiento de la población en Occidente, determinando que los países europeos necesiten más inmigrantes, no menos, y del agotamiento de un modelo de crecimiento que ha dependido del crédito y el consumo, de cara al fin de la “era del crédito” en función de la crisis hipotecaria. Para los mercados financieros lo que queda más o menos claro, es que las medidas de auxilio monetario ya no son capaces de reactivar las economías y que la austeridad no es una salida como lo demuestra la Gran Bretaña. Curiosamente, los mercados emergentes bien podrían tomar un camino divergente en la medida que sus renovados regímenes políticos son en su mayoría democráticos y diversos, concentran la población joven del planeta en un marco de expansión de las clases medias y apoyan la globalización y el libre comercio, empezando a depender más de las dinámicas del Asia que de Occidente, a pesar que el “estancamiento económico” de Occidente afecte a todos los mercados. En cuanto al “Efecto Pandora”, Hesíodo, el poeta griego quien, con Homero, fue fundador de las costumbres religiosas griegas, además de ser considerado el primer economista en la historia, señalaba que la “Edad de Oro” de hombres inmortales llegó a su fin con el hurto del fuego por Prometeo y con la aparición de Pandora, la primera mujer, cuya naturaleza femenina marcó el inicio de la “Edad de Plata” en la que los hombres encararon la muerte, pero también la génesis de todo renacimiento, de toda esperanza. El autor es Director de ECG Asset Management y Managing Partner de GCG Advisors. Este artículo fue también difundido como un comentario de mercado por ECG Asset Management. Colombia posconflicto/ Refrendación, el cabo suelto de la paz Escrito por Hernando Gómez Buendía http://www.razonpublica.com/index.php/conflicto-drogas-y-paz-temas-30/9560refrendaci%C3%B3n,-el-cabo-suelto-de-lapaz.html?utm_source=MadMimi&utm_medium=email&utm_content=Refrendaci%C3%B3n%2 C+el+cabo+suelto+de+la+paz&utm_campaign=20160705_m132578749_Refrendaci%C3%B3n% 2C+el+cabo+suelto+de+la+paz&utm_term=Hernando+G_C3_B3mez+Buend_C3_ADa Imagen del contactoTodo indica que hubo un acuerdo secreto entre las FARC, el gobierno y la Corte Constitucional. De otra manera corremos el peligro de que fracase el proceso de La Habana y se eternice esta guerra criminal. Hernando Gómez Buendía* 141 El Presidente Santos en Cartagena, Bolívar. La verdadera noticia El párrafo que sigue puede ser el más importante –y ciertamente es el más desconcertantede los que ha difundido la mesa de La Habana: “III. Acuerdo sobre refrendación. El gobierno de Colombia y las FARC-EP…hemos convenido acoger como fórmula de convergencia la decisión que profiera la Corte Constitucional sobre los alcances del Proyecto de Ley Estatutaria (sobre el plebiscito), en el espíritu hasta ahora anunciado y en esa medida aceptamos el mecanismo de participación popular que la Corte indique y en los términos que ese alto tribunal señale.” El párrafo es sorprendente porque de un solo golpe pone en entredicho los acuerdos de La Habana: ¿Qué pasaría si la Corte no acepta la rebaja del umbral que propone aquella Ley Estatutaria y en su lugar reitera que “el plebiscito requiere la mayoría del censo electoral” -como en efecto dispone la ley vigente (134 de 1994, articulo 79)- o por lo menos “la cuarta parte del censo electoral” que el artículo 198 de la Constitución exige para una consulta popular que implique reformas de la Carta? ¿Qué pasaría si el pueblo soberano vota mayoritariamente por el “no”? Ora por falta de votos (como ha ocurrido hasta ahora con las consultas populares en Colombia), ora porque triunfe el “no”, las consecuencias serían, de verdad, dramáticas: La única manera de tener esta certeza es saber que no habrá consulta popular. Se perderían los 44 meses trascurridos desde que se instaló la mesa de negociación, con sus 37 rondas, sus 76 comunicados conjuntos y, sobre todo, sus más de 20 acuerdos temáticos y operacionales. Con lo cual volveríamos (y no lo digo yo, lo viene reiterado en estos días el presidente Santos) “a las grandes masacres y actos terroristas del pasado”, con la adición de una “carnicería urbana” y de una cascada de impuestos para pagar el gasto militar. El párrafo que cito se dio a conocer el mismo día del acuerdo sobre cese bilateral y definitivo al fuego y las hostilidades, y es comprensible que el “final de la guerra” hubiese capturado los titulares y las emociones en Colombia y en el mundo entero. Pero esta sin duda “histórica” noticia fue más que todo simbólica porque ya la esperábamos, porque la violencia del conflicto se había reducido casi a cero, y porque en realidad se trata de un acuerdo técnico sobre concentración de tropas y entrega de sus armas. Pero según los dos parámetros del periodismo –la novedad y la importancia del suceso- la verdadera noticia no habría sido el cese al fuego sino el acuerdo sorpresivo sobre la refrendación de todo lo pactado. La verdad de la noticia La sorpresa consiste en que las FARC habrían decidido correr el riesgo de que el pueblo diga no, es decir que a estas alturas apostarían todo a una carta sin la necesidad de hacerlo. En efecto y en vez de preguntarle al pueblo “si” o “no”, el gobierno y las FARC habrían podido optar por fórmulas que iban desde la constituyente (que fue la eterna petición de la guerrilla) hasta no someter el Acuerdo al voto popular (la opción que defendía el fiscal Montealegre), pasando por el “acuerdo nacional” (por ejemplo en versión Carlos Holmes) o por alguna de las 142 jugadas a tres bandas que eran (y son) posibles bajo el barroco mecanismo del “blindaje” de la paz. La explicación más sencilla de aquella decisión de las FARC sería por supuesto que sus comandantes estén convencidos de que va a ganar el “si”: Por una parte porque se “filtró” la ponencia del magistrado Vargas favorable al umbral reducido del 13 por ciento (y a esto aludiría la extraña frase del párrafo citado: “en el espíritu hasta ahora anunciado y en esa medida aceptamos…”). Por otra parte porque las encuestas indican que la mayoría de los colombianos votará “sí” a la paz. Pero por baja que sea la probabilidad de equivocarse en este punto, el costo del error para las FARC sería simplemente prohibitivo. Y tanto así que esta no puede ser la explicación del sorpresivo anuncio. De modo que la lógica me fuerza a concluir que si las FARC aceptaron la consulta popular es porque tienen la certeza de que no ganará el no. Y la única manera de tener esta certeza es saber que no habrá consulta popular. O sea en plata blanca que la Corte va a tumbar el plebiscito y que así le aseguraron a las FARC. Me apresuro a advertir que no tengo ninguna evidencia sobre el cuándo, el dónde o el cómo de esa conversación, pero es la menos inverosímil de las explicaciones de un hecho inverosímil. Y añadiré, eso sí, que en los países serios los magistrados no filtran sus ponencias, que con los años he aprendido que nuestras altas cortes no son apolíticas, y que la paz -la guerra- es un asunto demasiado serio para que tantas personas poderosas la deleguen al criterio errático de un grupo de abogados. Y todo lo anterior sin añadir que el primer interesado en que la Corte tumbe el plebiscito es nada menos que el presidente Santos porque elimina el riesgo de la derrota histórica que para él también sería un “no”, y porque lo libera de un compromiso que tuvo que adquirir para ganar las elecciones (“yo prometí que el pueblo tendría la última palabra pero la Corte Constitucional me lo impidió”). El golazo Paso a la hipótesis contraria. Santos sí quiere preguntarle al pueblo, y hay cuando menos tres razones para creerlo así: Es lo que dice a cada rato el presidente y es lo que ha buscado con asiduidad (primero con la ley que autorizó el referendo y ahora con la del plebiscito). Es un seguro histórico para él (“fue el pueblo quien tomó la decisión sobre el Acuerdo”) y en la negociación sirvió como argumento para inducir a las FARC a no pedir más de lo que el pueblo aceptaría. Es el “inamovible” de Santos, su “tate-quieto” final contra Uribe, la promesa solemne sin la cual no habría sido reelegido. De modo pues que -por convicción o por necesidad-, Santos habría acabado por obligar a Timochenko a aceptar el riesgo de una consulta popular. Hubiera sido un golazo de su parte. Pero esta hipótesis ignora la mitad de la ecuación: que un “no” del pueblo sería también la derrota de Santos, es decir que sería un autogol. La idea del golazo tampoco encaja con la relación de fuerzas que hoy parece existir entre las partes. Aunque las FARC necesitan la paz, a Santos se le está acabando el tiempo y por eso les ha hecho cada vez más concesiones. El punto de inflexión se dio después de muchos meses de estancamiento de la mesa, cuando el presidente se saltó a de la Calle y envió a su hermano a desatar el nudo de la justicia penal para los guerrilleros (“tranquilos, no habrá cárcel”, le dijo 143 Enrique a Timochenko), a cambio de que las FARC aceptaran a regañadientes el famoso (y frustrado) plazo de seis meses. Acosado por el tiempo y ante el riesgo de que su sucesor (¿Vargas Lleras? ¿Ordóñez?) deshaga su obra histórica, el presidente tuvo que “acelerar”, y por eso en los dos últimos acuerdos (el de “justicia transicional” y el de “blindaje”) el ganador evidente ha sido la guerrilla. Y bajo estas circunstancias es aún menos fácil creer en un golazo de Santos sobre la refrendación. Pero, así y todo, podría ser que las FARC se resignaran al gol porque se sienten plenamente derrotadas en el plano militar o -más creíble- porque sus comandantes o sus tropas ya pasaron el punto de no retorno hacia la lucha armada. Sólo que esta hipótesis no explica el autogol. Dos preguntas -¿Pero qué pasa si la Corte tumba el plebiscito? Con el Acuerdo como tal no pasa nada. La pregunta al pueblo es jurídicamente innecesaria porque pactar la paz es una atribución del Presidente. Pero por si la moscas -y no por coincidencia- poco antes del acuerdo sobre refrendación se había pactado el de “blindaje”, que a falta de uno incluye cuatro mecanismos para darle obligatoriedad jurídica a los pactos de La Habana. No hay problema jurídico. El primer interesado en que la Corte tumbe el plebiscito es nada menos que el presidente Santos. El problema es político y comienza por imaginar la reacción de Uribe y el procurador si el presidente tuviera la entereza de anunciar que no habrá plebiscito porque sería jugar la paz a cara y sello. Y aquí entra la belleza del acuerdo discreto entre el gobierno y la Corte: Santos pide públicamente que el tribunal apruebe su Ley Estatutaria pero la Corte “se rebela” contra él y se la tumba. El costo político para la Corte (si lo hay) sería mucho menor que el que tendría Santos- nada más que un pequeño sacrificio de los magistrados en aras de la paz-. -¿Pero cómo votaría la gente? Dije ya que las encuestas apuntan hacia el sí. Para citar apenas un par de cifras recientes: “el 75 por ciento de los colombianos afirman que les interesa que se firmen los acuerdos”, y el 49 por ciento votaría “sí” contra apenas un 15 por ciento por el “no”. Del otro lado sin embargo hay que tener en cuenta que todas las encuestas son falibles (y que en Colombia han venido fallando), que la opinión popular es muy cambiante (el apoyo al proceso de La Habana ha tenido sus altas y sus bajas), y – sobre todo- que el voto individual depende por entero del referente que adopte cada quien: verdad que la mayoría de los encuestados dicen sí a la “paz”, pero también verdad que la gran mayoría de los colombianos dicen no a la “impunidad” o a las “curules para criminales”. De esta manera la campaña para el plebiscito sería en efecto una batalla semántica (‘paz” vs. “impunidad”, “castro-chavismo” vs. “reconciliación”…) donde las asociaciones, emociones y justificaciones son tan complejas y poco predecibles como los resultados. O en todo caso lo bastante inciertas como para que Timochenko y Santos vayan de veras a correr el riesgo. Y un consuelo Después de escrito todo lo anterior recuerdo que Colombia es el país de la Virgen y que de pronto ella nos ayuda a que la Corte le diga sí el plebiscito y el pueblo le diga sí al Acuerdo para que todos quedemos bien contentos. Menos Uribe. 144 O si la Virgen quiere darle a Uribe su gustico podría hacer que el pueblo vote no y que los guerrilleros de las FARC dejen las armas sin las reformas y sin las garantías (como ya “anticipó” uno de sus voceros en La Habana) Por venir de la Virgen me alegraría haberme equivocado en este escrito y ofrecer mis excusas respetuosas a la H. Corte Constitucional, al señor Presidente y al Comandante Jiménez por haberlos creído capaces de pactar en secreto. Más todavía, de esconder ese pacto bajo una maniobra de distracción donde incluyeron los discursos y proyectos de ley del presidente, la “filtración” o el preaviso de que la Corte dirá sí al plebiscito, el acuerdo de refrendación que transcribí al comienzo y que se basa en ese guiño de la Corte, y hasta el anuncio “autorizado” de que “las FARC no volverán a la guerra” aunque el pueblo le diga no al Acuerdo. * Director y editor general de Razón Pública. Para ver el perfil del autor haga clic en este enlace. Hernando Gómez Buendía Corte constitucional Refrendación del acuerdo de La Habana Plebiscito Finanzas éticas/ El éxito de los bancos comunitarios en Brasil https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214135 Genoveva López El Salmón Contracorriente Hablamos con Leonardo Leal, docente de Administración Pública en la Universidad Federal de Alagoas, en el nordeste de Brasil. Leal está especializado en desarrollo local, gobernanza colectiva, economía social y solidaria y políticas públicas. Todas estas temáticas se materializan en Brasil en los bancos comunitarios, una figura bancaria específica de este país que en los últimos años, gracias al apoyo del gubernamental, ha conseguido una fuerte implantación a lo largo del territorio. El Salmón Contracorriente: Los bancos comunitarios son una iniciativa única dentro de las finanzas éticas del mundo, ¿Por qué? Leonardo Leal: Yo creo que los bancos comunitarios son una iniciativa particular porque están vinculados a un conjunto de estrategias que buscan procesos de desarrollo en territorios de bajo índice de desarrollo humano. En realidad, los bancos comunitarios no están aislados como alternativa, sino que tienen el potencial de crear redes de economía solidaria entre productores y consumidores, además de articular agendas culturales y medioambientales. El banco comunitario es un punto nodal de engranaje de iniciativas que están en 145 el contexto de desarrollo territorial. El banco comunitario tiene el potencial de articular procesos de red. ESC: ¿Cómo articulan los bancos comunitarios redes de economía solidaria en el territorio? LL: Los bancos comunitarios tienen un trabajo central que son las finanzas solidarias y la prestación de servicios financieros y bancarios. Las experiencias que tenemos de bancos comunitarios buscan articular iniciativas a nivel asociativo, a través de la representación política, a nivel productivo local, articulando o financiando productores, prestadores de servicios, consumo, etc. El desarrollo local es un proceso cultural también. Los procesos de economía solidaria son procesos contraculturales. El considerar cambios culturales para el conjunto de las personas es fundamental. ESC: Has comentado que articulan también representación política ¿de qué manera? LL: Los bancos comunitarios están bajo el control de asociaciones comunitarias y estas asociaciones comunitarias no tienen sólo como objetivo el trabajo del banco comunitario. El banco comunitario es un proyecto dentro de una asociación que tiene un carácter político, para pensar la democracia en los distintos ejes. El eje de la política en general como representación delante de un Ayuntamiento Local o el Gobierno, pero también de la política local comunitaria: de cómo movilizar a las personas, jóvenes… para actuar como representantes de una comunidad que están en situaciones periféricas de desarrollo, de participación y de servicios públicos. Estas asociaciones actúan como Ayuntamiento no formal pero de representación de la comunidad. Sobre todo porque tratan de mejorar la promoción de servicios públicos, la estructura de la comunidad, el acceso a electricidad y agua, carreteras… cosas básicas. Los bancos comunitarios se juntan a estas iniciativas de las comunidades como un espacio más de acción política a nivel económico. Los bancos comunitarios son una forma de la economía solidaria más asociativa y no tanto cooperativista. Suma fuerzas junto con otras iniciativas de reivindicación ciudadana. ESC: ¿Qué modelo de propiedad tiene el banco? ¿Y qué vinculación tiene la asociación vecinal con esa propiedad? LL: La gobernanza colectiva de los bancos comunitarios para mi es el tema más importante y más vinculado con la viabilidad del banco, más que las cuestiones financieras y económicas. Los bancos comunitarios están bajo el 146 control comunitario a través de estas asociaciones formales o informales del territorio. Estas asociaciones a través del Consejo Rector del banco comunitario dirigen el proceso de fundación, concepción, gerencia y acción. Por lo tanto, es la propia comunidad que es propietaria, gestora y usuaria y que toma las decisiones de cómo va a funcionar el banco, las reglas, las tasas, los plazos, los sistemas de monitoreo, penalizaciones… Las reglas que los bancos comunitarios crean para implicar personas son fundamentales no sólo para la participación, la democracia, pero también para el éxito de la experiencia. Yo cumplo las reglas si tú también cumples. Es un sistema de endeudamiento social mutuo, basado en la economía del don. ESC: ¿Cómo se relaciona este Consejo Rector con la comunidad? Que sean personas de la comunidad no significa que representen la voluntad del colectivo. LL: Hay casos que son Consejos Rectores muy amplios, con representación de todos los sectores del territorio. Por ejemplo, en Alagoas ahora estamos trabajando una experiencia de bancos comunitarios donde están representados un número muy amplio de asociaciones donde prácticamente todos los sectores organizados están en el Consejo Rector. Esto da una legitimidad para implementación de servicios, la adhesión de comerciantes, confianza, etc, se garantiza por estas estructuras asociativas de la comunidad que tienen una representación, una seguridad y confianza histórica en los pueblos. El banco navega por estas olas sociales que ya están constituidas hace tiempo en la comunidad y su proceso de adherencia es más firme y está más garantizado en la comunidad. Hay otras experiencias donde los lazos sociales son más frágiles y no logran el mismo éxito. ESC: Me comentabas antes que también gestionan actividades culturales. ¿Qué tipo de actividades hacen? LL: Hay bancos comunitarios que realizan un proceso de rescate de manifestaciones culturales en las comunidades, tanto urbanas como rurales. Realizar un rescate de la identidad comunitaria, de la autoestima es muy importante. Hay un banco comunitario en Bahía que se llama banco comunitario de Matarandiba. El banco desarrolló un proceso junto con una asociación cultural de rescate de actividades culturales que hacía más de cincuenta años que no se producían, estaban muriendo. La asociación hizo una labor de rescate de memoria con personas mayores. Los bancos comunitarios entienden el desarrollo no sólo desde el punto de vista económico o financiero, sino también cultural. Es importante para involucrar personas y crear lazos de 147 confianza, porque su éxito depende de eso. Por ejemplo el uso de la moneda depende de una aceptación libre y desobligada, y si no hay vínculos de confianza entre productores, comerciantes, representantes políticos, yo creo que la posibilidad de éxito es muy pequeña. ESC: Me estás hablando de las monedas complementarias de los bancos comunitarios ¿todos tienen? LL: Todos tienen, pero existen diferencias respecto a su importancia. En algunos bancos comunitarios la moneda es una herramienta importante para crear circuitos de económicos locales y hay otros en los que no. Las monedas generan estos circuitos cuando en la comunidad no existen. Hay muchas comunidades pobres en Brasil y América Latina donde el circuito económico local es muy frágil, no circula riqueza en la comunidad. Todo lo que las personas consumen y producen está fuera de la comunidad. La posibilidad de ingreso y trabajo en la comunidad es muy complicada y la moneda social da una posibilidad crear una obligatoriedad de que el consumo se realice en lo local, financiando no sólo la producción, sino también el consumo. Cuando se financia el consumo es un consumo que se debe realizar en la comunidad. Hay bancos que ya han logrado que el circuito económico local se desarrolle, como pueda ser el caso del Banco Palmas, donde la moneda social ya no cumple un rol tan importante. Hace diez años el 80% de las personas consumían fuera de la comunidad y ahora el 90% consume dentro del Conjunto Palmeiras. Las personas ya no necesitan salir del territorio para consumir casi nada. En ese sentido es necesario repensar otros intereses de las monedas sociales además de crear un circuito económico propio. ESC: ¿Cuál es el caso más exitoso de los bancos bomunitarios? LL: Sin duda el Banco Palmas, pero de 110 hay muchas experiencias muy buenas. Por ejemplo, el Banco dos Cocais, el de Matarandiba, el Banco Bem en Espíritu Santo, el Tupinambá en el norte, el União Sampaio en San Pablo… hay muchas. Hay una tercera generación de bancos comunitarios apoyados por políticas públicas que están teniendo un éxito mucho mayor que los bancos comunitarios de primera generación, que tomó de referencia al Banco Palmas. En la actualidad hay bancos comunitarios apoyados por proyectos independientes, de cooperación, de financiación de RSC, los que llamamos de segunda generación. Pero los que están apoyados por políticas públicas, casi el 40%, tienen una metodología muy estructurada. Después de 18 años las instituciones que apoyan a los bancos comunitarios tienen muy claros los 148 procesos para implementar bancos comunitarios con un alto porcentaje de éxito. ESC: ¿Cuál es la relación de los bancos comunitarios con el Estado? LL: Ahora es de fomento a través de políticas públicas. El Gobierno Federal de Lula, montó la Secretaría General de Economía Solidaria. Uno de los ejes principales de esta secretaría era apoyar y desarrollar políticas públicas de finanzas solidarias, no sólo de bancos comunitarios, sino también fondos rotatorios y cooperativas de crédito solidario. Existen grupos de inversión colectiva, clubes de trueque, crowdfunding, pero no están tan organizados como los bancos comunitarios. Existe un Comité Nacional de Finanzas Solidarias que están pensando en políticas públicas y su relación con el sistema financiero nacional. ESC: En 2014 el Gobierno de Brasil sacó la ley sobre medios de pago electrónicos. ¿Ha supuesto un cambio para los Bancos Comunitarios? LL: Esta ley ha permitido a los bancos comunitarios tener una plataforma no bancaria de transferencias de recursos para gestionar ahorro y crédito. Ahora se puede gestionar este servicio sin necesidad de ser banco. Hasta ahora por ley las entidades no reguladas por el sistema financiero no podían coger ahorros de las personas y dar crédito, tenían que estar regulados por el sistema financiero nacional e internacional, por el Protocolo de Basilea. El sistema de pago electrónico ha permitido que una moneda no social, electrónica, pueda gestionar ahorro y crédito sin ser entidad bancaria. ESC: Porque los bancos comunitarios no están reconocidos como entidad bancaria dentro de la legislación brasileña… LL: No quieren ser reconocidos como entidad bancaria porque desaparecerían. Son estructuras muy frágiles desde el punto de vista institucional, jurídico... Se incrementarían costes que serían insostenibles para este tipo de experiencias. Lo que estamos buscando es que estas experiencias sean reconocidas como parte de un sistema financiero particular, social y solidario. En países como Ecuador existe una regulación específica para este tipo de experiencias, que es distinto a la regulación bancaria convencional. La legislación comercial de los bancos es inadecuada para los bancos comunitarios y Cooperativas de Crédito porque imponen estructuras incompatibles con el modelo de organización comunitaria. El público es distinto. ESC: ¿Qué tipo de servicios financieros ofrecen estos bancos? 149 LL: Crédito para consumo en moneda social y crédito para la producción en moneda nacional. Hay bancos comunitarios que gestionan también correspondencia bancaria, a través de un acuerdo nacional con la Caja Federal para operar sistemas de pago, recibos, transferencias sociales, pensiones, servicios de microseguros, apoyo a emprendimientos para hacer trabajo de educación financiera, apoyo a la gestión de los emprendimientos, etc. Hacen trabajos financieros y no financieros. Los bancos comunitarios son organizaciones de desarrollo local. ESC: ¿Cuál es su implantación en Brasil? Antes has comentado que eran ciento diez. LL. Sí ahora en torno a esa cifra. Pero todos los años se amplía. Por ejemplo, hoy mismo están inaugurando dos bancos comunitarios en Brasil. El mes que viene se funda otro. Los propios bancos comunitarios van estimulando otras comunidades que están cerca, que están en un movimiento amplio de economía solidaria en cada estado para crear nuevas experiencias. Todo el movimiento de economía solidaria de Brasil ha entendido que el acceso a servicios financieros y bancarios, a crédito sobre todo, es fundamental para pensar el desarrollo de las comunidades. El mapeo nacional de economía solidaria de Brasil presenta que el segundo principal problema de la economía solidaria es el acceso al capital y el primero la comercialización. Pero el problema de la comercialización está asociado al problema de acceso al crédito, porque la gente no tiene cómo producir más, vender más mercancía, aumentar el proceso productivo porque no tiene medios de inversión. El crédito es el principal problema, pero no sólo de la economía solidaria, sino de la economía popular en general. Las personas están excluidas del sistema financiero y presas en prestamistas locales que les cobran tasas de interés muy altos. Pensar un sistema propio de finanzas solidarias no es sólo una perspectiva política de la economía solidaria, sino una perspectiva también de desarrollo de un país, de que el sistema convencional no es suficiente para pensar en toda la población. ESC: ¿Se sabe cuánto capital mueven los bancos comunitarios? LL: Es muy variable, pero en general los bancos comunitarios empiezan con un capital de entre 20.000 o 30.000 reales de fondos, unos 5.000 a 7.000 euros. Pero no hay un sistema nacional unificado de los bancos comunitarios. Se debería hacer porque es una cosa importante para demostrar la capacidad de estas instituciones. ESC: ¿Cuál es la diferencia entre la estrategia brasileña del fomento de la economía solidaria con otros países? 150 LL: Una cosa que ha sido buena en Brasil respecto de los bancos comunitarios en comparación con Venezuela por ejemplo, es que en Brasil el Banco Central dejó que la sociedad civil desarrollara esta experiencia, viéndolo como una posibilidad de innovación social. Esto ha sido bueno porque durante muchos años y hasta ahora no ha habido una regulación que tenga que cumplir los bancos comunitarios, que implique costos o límites de acción. En Venezuela, desde el inicio, el Gobierno reguló y esto mató la economía solidaria en el país, ya que implicó un proceso de baja innovación y poca posibilidad de aprendizaje. En Brasil, los bancos comunitarios llevan experimentando desde 1998 cómo organizarse, cómo hacerse más sostenibles. Además se permitió a los bancos comunitarios crear un método de trabajo para replicar modelos de una manera sencilla. El modelo funciona, no hay más que ver el número de bancos que han nacido. Fuente: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?El-exito-de-los-Bancos El sistema monetario neoliberal está construido sobre una ilusión ESCRITO POR MARIO BRIONES http://www.elclarin.cl/web/crisis-sistemica/19483-el-sistema-monetario-neoliberal-estaconstruido-sobre-una-ilusion.html Los acontecimientos económicos y financieros no dejan duda que la actual crisis económica mundial es monetaria y depende de las decisiones que toman los grandes bancos centrales, entidades que tienen grandes vinculaciones ideológicas con el sector privado, considerando que su institucionalidad proviene de bancos privados, como la FED de Estados Unidos. Aun cuando se encuentra organizada por actas federales, la capacidad de los Bancos Centrales y de la banca privada para crear y mover enormes sumas de dinero, ocurre bajo la formalidad de una supuesta neutralidad técnica, sin embargo, la orientación de su política monetaria tiene el sello de la ideología monetarista, de la cual Milton Friedman fue un gran impulsor, que se puede sintetizar con la expresión, “los mercados regulan todo para el bien de todos”. Varias décadas después el mundo está sumido en una crisis mayor. Quizás se está diluyendo el imperio de las fronteras geográficas, un cambio de estilo manejado del “poder en la sombra” y sus grandes corporaciones mundiales, que han superado las fronteras para controlar la riqueza mediante la banca. Explicar el accionar repetitivo de la política financiera de los bancos centrales y su negación hacia otras formas de conducir su accionar, tiene que ver con políticas que son funcionales para enriquecer al segmento del 1% de los más ricos, cuyo ADN político económico/financiero no reconoce el costo social derivado del modelo respecto de las implicancias humanas. El dolor, el sufrimiento, el hambre, etc., no se tranzan según las leyes del mercado. Para la doctrina neo liberal, como lo propuso A. Smith, los pobres son un designio de Dios, y los ricos 151 nacen tocados por la gracia divina para poseer y administrar la riqueza como un don natural. Algunos consideran el sistema financiero y monetario “ahora más grandes que nunca para caer”, casi como una institucionalidad ligada a la naturaleza planetaria, es decir, un designio superior asentado en la Tierra con fastuosos edificios, tal cual templos sagrados cuyo poder no pueden ser tocados ni objeto del juicio de la gente, aun en regímenes democráticos. No tiene mucho sentido profundizar en la política inglesa para explicar la salida del Reino Unido o “Brexit”, ni como ello se tornó en un bumerán para el primer Ministro David Cameron. El sentido lo pone el empresariado que dijo a David Camerón, el país ya no puede absorber más inmigración. El Brexit tiene que ver en cómo actúa el “poder en la sombra”, en este caso, la extrema derecha económica neo liberal Inglesa. Se puede considerar el Brexit, como una salida movida por intereses monetarios, lo cual requiere romper las ataduras económicas, financieras y físicas con la UE. El objetivo de cerrar las fronteras a la inmigración, se debe a que los países desarrollados, como el Reino Unido, o la política que promueve Donald Trump para EE UU., no pasa por re instalar el empleo industrial ni la manufactura, son empleos que hoy ocupa China con menores costos. A medida que avanza la crisis, los países desarrollados cerrarán más fronteras, su hacer estará centrado en el ámbito financiero y el poder del “dinero”. Las personas de la clase media y baja en el Reino Unido, como en todas partes del mundo donde se aplica este modelo, está siendo demolida por la desigualdad, esa que empobrece y presiona a las masas hasta convertirlas en dóciles adherentes del poder, esterilizando el sindicalismo. El “poder en la sombra”, opera a través de la banca y de las grandes corporaciones con tentáculos en todo el mundo. Esta nueva forma de ejercer el imperio transfronterizo tiene por objeto tomar la riqueza que resta del mundo con mega corporaciones que mueven más dinero que los propios países donde operan, imponiendo tratados como el TTIP, que las libera de cualquier tipo de regulación en el campo laboral, sindical, fiscal, económico, financiero y medioambiental, pasando por sobre la legislación local. En los últimos 15 años, cerca de 60.000 fábricas en Estados Unidos han cerrado y más de 4.8 millones de empleos en la manufactura han desaparecido. La población esperanzada en “el sueño americano” ha pasado a vivir “la pesadilla americana”, esa que tiene a casi 47 millones de estadounidenses viviendo en la pobreza. Los efectos en los países emergentes y de mayor pobreza han sido desastrosos y anticipan grandes conflictos sociales. Los políticos locales que se corrompieron ante el gran capital, con el argumento que se abrirían grandes mercados donde exportar, fue una excusa para avalar el ingreso de las grandes corporaciones y la humillación de sancionar a su propio país, con tribunales designados por las misma corporaciones, para dirimir las controversias de los tratados. El Senador Bernie Sanders tiene a su haber conocer por muchos años su país y escribió un artículo en el “The New York Time”, donde dice, “La economía mundial no está funcionando para la mayoría de las personas en nuestro país y del mundo. Este es un modelo económico desarrollado por la élite económica en beneficio de la élite económica”. Todo esto suena muy bien dicho en términos generales, por eso debemos explicar los detalles de lo que hemos 152 mencionado, señalando cual ha sido la forma construida por el neo liberalismo para acumular la riqueza. Varios siglos han pasado hasta convertir la “necesidad” de tener un medio de pago como “dinero”, en un producto de mercado que facilite las transacciones y el intercambio de bienes y servicios entre los individuos, para lo cual se creó la moneda. En artículo anterior hablamos de la diferencia entre dinero y moneda. El dinero tiene un valor intrínseco en sí, una cabeza de ganado, una cantidad de oro, plata, etc. Puede ser dinero una moneda si tiene respaldo en oro u otro valor con baja variabilidad de valor en el tiempo, de lo contrario, se trata de dinero fiduciario como el dólar, un documento de papel (que depende de la confianza), pero que en sí no tiene valor alguno. Antiguamente los orfebres guardaban el oro o la plata de los viajeros por seguridad mientras viajaban, entregando un certificado que acreditaba la existencia de un depósito en oro que podía convertirse en oro de inmediato. Hasta que crearon los bancos para guardar el dinero, descubriendo que podían prestar parte del dinero ajeno, que permanecía en depósito y que no todas las personas ocupan en un momento determinado ni todos a la vez. Esta particularidad dio origen al interés. Sobre el particular, es muy didáctico y esclarecedor lo que señala el profesor de economía alemán, Dr. Bernd Senf, “El interés y el interés compuesto provocan que los patrimonios crezcan de forma exponencial. Con un interés compuesto del 5% se dobla la suma transcurridos 15 años. Después de 15, 30, 45, 60, 75, 90, 105, 120, 135, 150 años, un euro (€ 1) se transforma en €2, € 4, € 8, € 16, € 32, € 64, € 128, € 256, € 512, € 1.024, la cifra exacta después de 150 años sería de € 1.507 euros”, y reitero es solo un euro. El problema es que el crédito provoca un crecimiento con igual intensidad en las deudas de las empresas, las familias o el Estado. Lo que para un inversionista es patrimonio o capital invertido, para otros, es deuda. La economía real tiene que mantener el equilibrio con la deuda y los intereses que se deben pagar, con crecimiento del PIB, que también debería crecer en forma exponencial, lo que es imposible. El PIB valorado en dinero, se denomina Renta Nacional, de la cual se rebaja una parte cada vez mayor para pagar deuda e intereses, lo que disminuye la renta nacional, que sale de la economía real, al bolsillo de la elite dueña del capital y la banca. Como disminuye la renta nacional, baja el consumo de las personas lo que genera menos ingreso a las empresas, las que se defienden disminuyendo el producto, los salarios y recortando empleos, es decir, el círculo de la deflación. El crecimiento de la deuda no es accidental, sino un objetivo buscado para generar grandes utilidades, por eso los países están endeudados en dos o más veces su PIB, al igual que las empresas o las familias, sobre la base de una teórica fantástica que le dio poder increíble a la banca para crear dinero y formar la deuda que tiene paralizado al mundo. El crecimiento exponencial de la deuda hará colapsar este modelo de economía, lo que es inevitable. Los inversionistas, los poderosos dueños del capital financiero quieren seguir ganando altas rentabilidades, para lo cual crearon en la economía real los derivados, los fondos de inversión, los CDO, etc., y especular en la bolsa. La renta que sale de la economía real no regresa. Esto explica que cada cierto tiempo los bancos centrales tienen que inyectar más dinero, 153 desaparece la liquidez atrapada y acumulada en diversas formas de burbujas, y aparece la expansión monetaria, el QE1, QE2, QE3 e incluso podría haber un próximo QE4. El dinero de la FED, creado de la nada va a los bancos, los que prestan a las grandes empresas a costo casi cero, para el ciudadano la tasa es 40%. Aumentar las tasas es una urgencia que proviene de la banca y sus dueños, pero no pueden subir las tasas para aumentar la ganancia, porque la economía está con deflación, es decir, no hay demanda porque gran parte del PIB, se destina a pagar deudas e intereses. Podría Ud., pensar, ¡ah, es que yo no tengo deudas, no le debo un peso a nadie! Bueno, permítame decirle que cada vez que Ud. compra bienes o servicios, en el precio que UD paga viene incorporado un 35% a 40% por concepto de costo en crédito pagado a la banca, por la cadena productiva que generó el producto o servicio. Cada vez que aumentan los intereses, suben los precios y por consecuencia cae la demanda, la cual está saturada de deudas y en niveles críticos que impiden aumentar el consumo. Quienes conocieron Falabella, Hites, Almacenes París, etc., recordarán que eran tiendas que vendían al contado con muy poco crédito. Cuando se abrieron a dar crédito masivo a los consumidores, se produjo el gran boom de sus utilidades, porque el negocio está en el crédito. Hoy son Bancos o multitiendas con presencia internacional. La magia de la ilusión neoliberal de la extrema derecha y su feroz aparato de difusión han logrado avanzar en América Latina, convenciendo a la población de un sueño irrepetible. Permítanme recordar que uno de los primeros actos del presidente de Argentina, Marcelo Macri, fue acordar el pago de la deuda a los fondos buitres, pagando con otra gran deuda que otorgó la gran banca mundial por US$ 20.000 millones de dólares. La derecha es parte de la conexión internacional con la gran banca para formar el “poder en la sobra”, desde el cual reciben apoyos, créditos y dinero sin ningún tipo de remordimiento para hipotecar la patria, con la trampa de la deuda. Tampoco debemos olvidar al orgulloso ex Ministro de Hacienda, Felipe Larraín durante el gobierno de Piñera, que se vanagloriaba de contratar créditos en el extranjero a bajas tasas. La derecha aborrece subir los impuestos a la renta de las personas o las empresas, por el contrario, los bajan a los que más ganan. Solo aplican impuestos indirectos como el IVA, y contraen deudas, las que se pueden socializar, amortizando el costo con toda la población. En los grandes desequilibrios, como lo señala el economista, Dr. Bernd Senf, llega el momento en que la tensión es insostenible y viene el colapso. Por un lado, el patrimonio invertido en préstamos ha subido exponencialmente sobrepasando la capacidad de crecimiento de la economía real de los países para producir un PIB que haga posible retirar una porción cada vez mayor de la riqueza producida que se la lleva y acumula la elite del 1% de los más ricos. Las consecuencias son menores ingresos, caída en la demanda, hasta que se produce el colapso, el quiebre, el lunes negro o el martes rojo, como quiera que lo llamen. El actual sistema monetario está construido sobre una ilusión, en que todo nuestro sistema económico actual (el sistema monetarista) es una gran burbuja de aire que está llegando a su fin. Mario Briones R. 154 Guerras de frontera/ Los fabricantes y vendedores de armas que se benefician de la tragedia de los refugiados en Europa https://www.tni.org/es/publicacion/guerras-de-frontera 04 Julio 2016Report Mientras decenas de miles de refugiados mueren al intentar llegar a Europa huyendo de la violencia, hay quien se lucra con su tragedia. Este informe denuncia a las empresas militares y de seguridad que se han beneficiado con la crisis, primero vendiendo armas y, después, obteniendo contratos multimillonarios para suministrar equipos y tecnología de vigilancia de La crisis de refugiados a la que se enfrenta Europa ha causado consternación en los pasillos del poder y ha calentado el debate en las calles. Ha puesto de manifiesto una fractura de todo el proyecto europeo, ya que los Gobiernos no han logrado ponerse de acuerdo ni tan siquiera con el reparto de unos pocos refugiados. En cambio, no han parado de culparse los unos a los otros. Los partidos de extrema derecha han aumentado su popularidad entre las comunidades afectadas por el impacto de la austeridad, culpando de la recesión económica a un chivo expiatorio muy oportuno en vez del poderoso sector bancario. Y los que más están sufriendo son los refugiados, que están huyendo de una terrible situación de violencia y adversidad para terminar atrapados entre fronteras o entre países, y empujados a optar por rutas aún más peligrosas para llegar a zonas seguras. Sin embargo, hay un grupo de intereses que solo se ha beneficiado de la crisis de los refugiados y, en particular, de la inversión que ha desembolsado la Unión Europea para ‘asegurar’ sus fronteras. Se trata de las compañías de defensa y seguridad que proporcionan el equipo a los guardias fronterizos, la tecnología de vigilancia para monitorizar las fronteras y la infraestructura tecnológica para realizar el seguimiento de los movimientos de población. Este informe arroja luz sobre esos actores que se están aprovechando de la seguridad fronteriza, analizando quiénes son y qué servicios prestan, cómo influyen en las políticas europeas y se benefician de ellas, y qué fondos reciben de los contribuyentes. El informe muestra que, lejos de ser beneficiarias pasivas de la generosidad europea, estas empresas están fomentando activamente una creciente ‘segurización’ de las fronteras europeas y están dispuestas a proporcionar tecnologías cada vez más severas para ello. Lo más perverso de todo es que también demuestra que algunos de los beneficiarios de los contratos de seguridad en las fronteras son algunos de los mayores vendedores de armas a la región de Oriente Medio y el Norte de África, alimentando el conflicto que es la causa de muchos de los refugiados. En otras palabras: las compañías que están creando la crisis después se benefician de ella. Además, han recibido el apoyo de los Estados europeos que les han otorgado las licencias necesarias para exportar armas y, después, les han concedido contratos de seguridad fronteriza para hacer frente a las consecuencias. Sus acciones también se deben entender en el marco de una respuesta a la crisis de los refugiados por parte de la UE cada vez más militarizada. La Comisión Europea, blandiendo el estandarte de la ‘lucha contra la inmigración ilegal’, prevé transformar su agencia de seguridad fronteriza, Frontex, en una Agencia Europea de Guardia Costera y Fronteriza más poderosa. Esta controlaría las iniciativas de seguridad fronteriza de los Estados miembros y desempeñaría un papel más activo como vigilante de las fronteras, entre otras cosas mediante la adquisición de su propio equipamiento. Esta agencia cuenta con el respaldo de EUROSUR, un sistema de la UE que conecta los sistemas de vigilancia y supervisión de la seguridad fronteriza entre los Estados miembros y terceros Estados. 155 La militarización de la seguridad fronteriza también se refleja en los objetivos militares de la ‘Fuerza Naval de la UE - Operación Mediterránea Sofía’ (EUNAVFOR MED), así como el uso del ejército en muchas fronteras, como las de Hungría, Croacia, Macedonia y Eslovenia. Las misiones navales de la OTAN en el Mediterráneo ya están colaborando de forma activa con la seguridad fronteriza de la UE. Mientras tanto, a los países que no forman parte de la UE se los está abocando a asumir el papel de puestos de avanzada para tratar de impedir que los refugiados lleguen a las fronteras de la UE. Los recientes acuerdos migratorios entre la UE y Turquía, que han recibido duras críticas de las organizaciones de derechos humanos, deniegan a los refugiados el acceso a Europa y han dado lugar a más violencia contra ellos. El informe muestra que: El mercado de la seguridad fronteriza está en pleno auge. Se estima en unos 15.000 millones de euros en 2015 y se prevé que aumente hasta superar los 29.000 millones de euros anuales en 2022. El negocio de las armas, en particular las ventas a Oriente Medio y al Norte de África, de donde proceden la mayoría de los refugiados que huyen, también está en pleno auge. Las exportaciones globales de armas a Oriente Medio han aumentado en un 61% entre 2006-2010 y 2011-2015. Entre 2005 y 2014, los Estados miembros de la UE otorgaron licencias de exportación de armas a Oriente Medio y al Norte de África por un valor de más de 82.000 millones de euros. La respuesta normativa europea a los refugiados, que se ha centrado en los traficantes y el fortalecimiento de las fronteras exteriores (incluido en países fuera de la UE), ha dado lugar un gran aumento del presupuesto que beneficia a estas empresas. La financiación total de la UE para medidas de seguridad en las fronteras a través de sus principales programas de financiación es de 4.500 millones de euros entre 2004 y 2020. El presupuesto de Frontex, la principal agencia de control de fronteras, aumentó un 3688% entre 2005 y 2016 (de 6,3 millones de euros a 238,7 millones de euros). A los nuevos Estados miembros de la UE se les ha exigido que refuercen las fronteras como condición para adherirse a la Unión, creando nuevos mercados con los que generar lucro. El equipamiento adquirido o actualizado con dinero del Fondo para las Fronteras Exteriores incluye 545 sistemas de vigilancia de fronteras, 22.347 elementos para la vigilancia de fronteras y 212.881 elementos para el control fronterizo. Algunos de los permisos de venta de armas a Oriente Medio y al Norte de África también tiene por objeto el control fronterizo. En 2015, por ejemplo, el Gobierno holandés concedió una licencia de exportación de 34 millones de euros a Thales Nederland para la entrega de sistemas de radar y C3 a Egipto, a pesar de los informes de violaciones de derechos humanos en el país. La industria europea de seguridad fronteriza está dominada por grandes empresas de armas, las cuales han expandido o ampliado sus divisiones de seguridad, así como una serie de empresas de tecnología y especializadas en seguridad más pequeñas. El gigante de armas italiano Finmeccanica identificó “los sistemas de control de fronteras y de seguridad” como uno de los principales impulsores del aumento de pedidos e ingresos. Entre los grandes actores del complejo europeo de seguridad fronteriza se encuentran también compañías que fabrican armas como Airbus, Finmeccanica, Thales y Safran, así como el gigante de la tecnología Indra. Finmeccanica y Airbus han sido los principales beneficiarios de contratos europeos destinados a reforzar las fronteras. Airbus es, además, el principal beneficiario de los contratos de financiación para investigación en seguridad. Finmeccanica, Thales y Airbus, actores destacados del negocio de la seguridad en la UE, son también tres de los cuatro principales comerciantes de armas europeos, y están vendiendo a países de Oriente Medio y el Norte de África. Sus ingresos totales en 2015 ascendieron a 95.000 millones de euros. 156 Las compañías israelíes son las únicas no europeas que reciben fondos de investigación (gracias a un acuerdo de 1996 entre Israel y le UE) y también han participado en el refuerzo de las fronteras de Bulgaria y Hungría, además de promover su experiencia con el muro de separación de Cisjordania y la frontera de Gaza con Egipto. La firma israelí BTec Electronic Security Systems, seleccionada por Frontex para participar en abril de 2014 en su taller sobre ‘Sensores y plataformas en vigilancia de fronteras’, alardeó en su solicitud de fondos de que sus “tecnologías, soluciones y productos están instalados en la frontera israelo-palestina”. La industria de las armas y de la seguridad ayuda a determinar las políticas europeas de seguridad fronteriza a través de grupos de presión, su interacción regular con las instituciones de la UE especializadas en fronteras y su papel determinante en la política de investigación. La Organización Europea para la Seguridad (EOS), de la que forman parte Thales, Finmeccanica y Airbus, ha estado muy activa defendiendo el incremento de la seguridad fronteriza. Muchas de sus propuestas, como la de crear una agencia paneuropea de seguridad fronteriza, han terminado materializándose en políticas reales (véase, por ejemplo, la transformación de Frontex en la Agencia Europea de Guardia Costera y Fronteriza, EBCG). Además, las jornadas bianuales que organiza Frontex/EBCG con la industria y la participación de esta en mesas redondas especiales sobre seguridad y ferias especializadas en armas y seguridad aseguran una comunicación frecuente y una afinidad natural para la cooperación. La industria de las armas y la seguridad ha conseguido captar 316 millones de euros de financiación destinados a la investigación en temas de seguridad, estableciendo la agenda para la investigación, desarrollándola y, después, muchas veces, beneficiándose de los contratos resultantes. Desde 2002, la UE ha financiado 56 proyectos en el campo de la seguridad y el control de fronteras. En conjunto, las pruebas revelan una creciente confluencia de intereses entre los líderes políticos europeos que buscan militarizar las fronteras y los principales contratistas de defensa y seguridad que proporcionan los servicios. Pero esta no es solo una cuestión de conflictos de interés o de que algunos actores se estén beneficiando con la crisis, sino que también atañe a la dirección que está adoptando Europa en este momento crítico. Hace más de medio siglo, el entonces presidente estadounidense Eisenhower advirtió de los peligros del complejo militarindustrial, cuyo poder podría “amenazar nuestras libertades y procesos democráticos”. Hoy en día tenemos un complejo militar-de seguridad-industrial aún más potente, que utiliza tecnologías que apuntan hacia el exterior y el interior, y que en estos momentos se están dirigiendo contra algunas de las personas más vulnerables y desesperadas del planeta. Permitir que este complejo escape a todo examen representa una amenaza para la democracia y para una Europa construida sobre los ideales de la cooperación y la paz. Como dijo Eisenhower: “Por el largo camino de la historia que aún se ha de escribir… este mundo nuestro, que cada vez se vuelve más pequeño, debe evitar convertirse en una comunidad de horribles temores y odio, y ser, en cambio, una orgullosa alianza de confianza y respeto mutuo”. Guerra asimétrica y convencional. Lecciones para la actualidad Nicole Schuster* http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2016070301 Los términos “soberanía” y “defensa” quedan, hoy en día, excluidos del vocabulario de la mayoría de los ciudadanos por la simple razón que han sido eclipsados por el concepto de “globalización”. Este se presenta como un proyecto de paz y de consenso que incitaría a los habitantes de nuestro planeta a convertirse en una hermandad que una cultura armónica, un mismo idioma y un mismo pensamiento unirían(1). Desgraciadamente, la realidad contradice esta lógica discursiva. Lejos de vivir en un mundo de armonía, estamos inmersos en un proceso incesante de conflagraciones. Ello pone de relieve la 157 vigencia de los planteamientos expuestos por el constitucionalista alemán Carl Schmitt, el cual vaticinaba un recrudecimiento de los conflictos bélicos que desembocaría en una situación de guerra civil mundial y en la “derrota del Estado ante las ‘potencias indirectas’ de la economía y de la sociedad”(2). En vista de este panorama schmittiano y de las guerras híbridas que se están dando a nivel planetario, surge la apremiante necesidad de reavivar las nociones de soberanía, defensa y patria. Es dentro de este contexto que toman importancia la historia de la consolidación militar que experimentó la Unión Soviética y el plan de defensa ideado por sus altos oficiales militares en los años 1920-1930 cuya puesta en práctica llevó, una década después, a la victoria de los soviéticos sobre el invasor nazi. Uno se preguntará: ¿Por qué, entre todos los países del mundo, escoger a la Unión Soviética como referencia y no, por ejemplo, a los Estados Unidos de América, que se han distinguido, a lo largo de los siglos, por haber elaborado un programa de defensa nacional muy sofisticado? La decisión que tomé de centrar mi nuevo libro “Guerra asimétrica y convencional. Lecciones para la actualidad”(3) en la Unión Soviética se debe a que la experiencia vivida por ese país se presta mejor al propósito que me fijé de revelar la indispensabilidad, para cada nación, de impulsar un plan de defensa de su soberanía. No se trataba de presentar a la metodología militar soviética como un ejemplo a seguir al pie de la letra: la Unión Soviética presentaba, en relación con otras naciones, diferencias radicales a nivel geográfico, económico, político y cultural. Por otra parte, la transformación de la naturaleza de la guerra en el siglo XXI ha ido a la par con un proceso de innovaciones tecnológicas y organizativas en las fuerzas armadas de numerosos países. Esos dos aspectos imposibilitan la trasplantación rígida del modelo militar soviético en otros países. En cuanto a la Unión Soviética y Estados Unidos, existe entre ambas potencias una divergencia esencial de orden estratégico y militar que impedía que tomara el ejemplo de Estados Unidos. De hecho, optar por este último hubiera invalidado la tesis que se desprende de mi obra y que consiste en mostrar que todo país, si tiene la voluntad política y militar, puede organizar en la teoría y la práctica una estrategia de defensa activa en función de sus características propias. Sabemos que, desde su unificación, Estados Unidos ha seguido una evolución tendencial marcada por un espíritu de conquista. Este fue conceptualizado bajo el término de “destino manifiesto” que se confunde, hoy en día, con la misión de defender, a nivel mundial, el modelo de democracia occidental. Es en virtud de la protección de esos valores occidentales que ofensivas militares llamadas “preventivas” son lanzadas en países que representarían una amenaza. En otras palabras, Estados Unidos simboliza la línea ofensiva, propia al pensamiento pragmático del estratega suizo Jomini (1779-1869)(4), mientras que la Unión soviética de las décadas comprendidas entre los años 1930 y 1945 se acerca más a la posición del militar alemán Carl von Clausewitz (1780-1831) que apunta hacia una alternancia de las fases defensivas y ofensivas definida en función del estado de debilidad o de fuerza en que un país se halla(5). En efecto, la línea puesta en práctica por los soviéticos en la época que enfoca mi libro fue la de defenderse ante potencias externas, por lo que su evolución político-militar evidencia, en un primer tiempo, una estrategia de defensa que, ulteriormente, fue sucedida por una estrategia ofensiva. Recordamos que, cuando se realizó el paso de un régimen zarista a uno socialista, la ideología soviética chocó con los intereses de los países industrializados. Los cambios políticos, económicos, militares y sociales que experimentaba la URSS la colocaron en una situación de vulnerabilidad frente a sus adversarios ideológicos. En consecuencia, los altos políticos y mandos militares soviéticos se empeñaron en edificar una nueva estrategia militar global y en adquirir un armamento de guerra que permitiera garantizar la defensa de su país. Se apuntó para ello a una planificación económica destinada a fomentar el desarrollo de la industria bélica, una tarea que fue enfatizada por el Segundo y el Tercer Plan Quinquenal soviéticos (respectivamente de 1933-1938 y de 1938-1941). Los oficiales militares soviéticos como Svechin, Frunze, Tukhachevsky, Triandafillov, Isserson, Varfolomeev analizaron qué sería más apropiado para la Unión Soviética dentro de este marco geopolítico(6). A la pregunta de si se debía adoptar una estrategia de defensa o de ofensiva 158 para prepararse ante agresiones externas, Alexandr Svechin respondía argumentando a favor de una estrategia provisoria de defensa. Según él, la Unión Soviética debía mantener una estrategia de defensa hasta que el país fuera capaz de invertir la situación y de pasar de una defensa activa –y no solo reactiva– a una estrategia ofensiva. Tukhachevsky, competidor de Svechin, abogaba al contrario por una estrategia ofensiva. Aseveraba que era preferible potenciar la tecnología nueva con principios de guerra innovadores y, para ello, reforzar sin tardar la economía y la industria pesada, a fin de lograr el nivel de armamento necesario para enfrentarse a los países vecinos. También surgían interrogantes como: ¿Debía el pueblo participar en la defensa de la Patria, como lo hizo durante la Guerra civil entre 1918 y 1921? Ante ello, Frunze proponía la intervención del pueblo dentro de una perspectiva político-ideológica que contemplaba la consolidación de un Estado proletario. Svechin apoyaba igualmente una participación del pueblo en el marco de la defensa del país, pero no aceptaba la idea de dar a la ideología del proletariado el monopolio sobre las formas de guerra a adoptar. Para él, la guerra procedía de una lógica universal y no de una ideología partidaria. Tukhachevsky, por su lado, creía más en la tecnología que en el pueblo. Otra pregunta era: ¿Qué posición darles a las Fuerzas Armadas? ¿Debía la guerra ser una continuación de la política, como decía Clausewitz, con la predominancia de la política sobre lo militar o debía lo militar ser lo determinante? Es basándose en esas reflexiones que se estableció una nueva visión de la guerra y de la forma de combatir de la que dependía la sobrevivencia de la Unión Soviética. Dentro de este contexto, se elaboraron los parámetros del Arte Operacional que constituyeron los pilares de la nueva forma de guerra soviética. ¿Qué es el Arte Operacional? En primer lugar, tenemos que recordar que la masificación de la producción industrial, que empezó en el siglo XIX (o sea, en pleno auge de la Revolución industrial), iba acompañada de un aumento de la producción de armamento y de un incremento colosal –tanto a nivel de anchura como de la retaguardia– del tamaño de las tropas en el teatro de guerra. En vista de ello, los altos mandos militares determinaron que la guerra ya no podía ser la de frentes estancados en trincheras, como en la Primera Guerra Mundial, sino una guerra en que primaría la maniobra, por lo que sería considerada desde una perspectiva “operacional”. Ello significaba que sería planificada en función de operaciones, mas no de UNA batalla decisiva al estilo napoleónico, la cual determinaba el desenlace del conflicto. Es Alexandr Svechin quien introdujo el término de “arte operacional” y lo define como “el puente que existe entre la táctica y la estrategia”. En otras palabras, la dimensión operacional es el momento en que los éxitos tácticos ligados entre sí son propulsados a nivel estratégico y, por ende, repercuten directamente en el objetivo político de la guerra. Los axiomas del Arte Operacional, tal como se presentan en el corpus teórico militar soviético, son unos diez. Entre ellos se encuentra el concepto de “combinación interarmas”. Este principio siempre existió, pero de manera muy limitada. Lo nuevo en la historia de la guerra fue la forma sistemática en que los soviéticos previeron su aplicación, así como la magnitud del alcance operacional que se buscó lograr con su puesta en práctica. Su lógica consistía en articular de forma sincronizada las diferentes armas: artillería, infantería, aviación, caballería, unidades aerotransportadas, etc. para que se llevara a cabo una maniobra específica. Aplicado en apoyo de las operaciones en la retaguardia enemiga, su impacto en el proceso de desmantelamiento del dispositivo enemigo revelaba ser muy poderoso –particularmente gracias a la aviación y a los grupos móviles–. El principio de combinación de armas se vio altamente beneficiado por los avances en materia de tecnología a los que la Primera Guerra mundial contribuyó. El principio de simultaneidad significa asignar a varias formaciones una misión tácticooperacional específica que se cumple de manera sincronizada. De ese modo, la suma de los resultados alcanzados por cada una de las formaciones converge hacia un mismo objetivo 159 estratégico, lo cual era también un elemento nuevo, ya que, anteriormente, solo se libraba un combate a la vez, que, como lo mencionábamos, culminaba con una batalla “decisiva”. El efecto sorpresa es un lugar común. Ya había sido uno de los axiomas predilectos de Sun Tsu, el estratega chino del siglo V antes de nuestra era. La astucia, otro lugar común en la historia de la guerra, se caracteriza por el uso de subterfugios para desorientar al enemigo y estar así en posición de tomar/guardar la iniciativa a fin de ganar la superioridad sobre él. El momentum, o sea el efecto de masa combinado con la velocidad, hace que los efectivos – vistos como sistema– y la maniobra que realizan adquieran una dinámica propia que va fortaleciéndose a medida que se concreta la operación. El objetivo es lograr que el ritmo que este proceso genera se vuelva imparable y supere aquel del enemigo. Por supuesto, la aplicación de los principios operacionales no podía coadyuvar a la capitalización de los éxitos tácticos a nivel estratégico sin otro factor crucial que era el nexo y la clave del éxito de la operación, a saber: la capacidad del alto Comandante de coordinar en el momento y espacio oportunos las acciones y medios que llevarían a la victoria. Pero el principio supremo del arte operacional que coadyuvó decididamente a la expulsión de los nazis fue aquel de las “operaciones en la profundidad”. Las operaciones en la profundidad son un concepto muy particular y propio a la teoría militar soviética porque se adaptaban, en ese entonces, no solo a la geografía de ese país, sino también a una tecnología de guerra de última generación y a una reorganización de la distribución de los dispositivos terrestres. Se suele atribuir a Tukhachevsky el monopolio del descubrimiento de las operaciones en la profundidad, pero, en realidad, Triandafillov y los militares citados anteriormente brindaron un valioso aporte sin el cual la teoría de las operaciones en la profundidad no hubiera, sin duda, alcanzado el grado de profesionalismo que la caracterizó. Operar en la profundidad, o en la retaguardia del enemigo, significa remitirse a un pensamiento centrado en la espacialidad. Las ofensivas se realizan con la intención de tener efectos más allá de las líneas frontales del adversario. Dentro de ello, cada acción táctica tiene por propósito servir directamente de sustento a un objetivo estratégico mayor. Este objetivo se alcanzaba mediante la concentración de varios cuerpos de combate distribuidos en escalones que intervenían de manera sucesiva a fin de abrir el frente adversario, cercarlo y romper la coherencia de su sistema organizativo en su retaguardia profunda. Cuando era necesario, y luego de haber cercado el enemigo en su retaguardia, se pasaba a una fase de persecución de los efectivos enemigos que buscaban huir del cercamiento a efectos de ultimar su desmantelamiento y forzarlos a que capitularan. Las operaciones en la profundidad fueron aplicadas sistemáticamente a partir de 1943. Desde ese año, la estrategia de defensa que la Unión Soviética había adoptado a inicios de la guerra por su falta de preparación frente a los alemanes se convirtió en una estrategia ofensiva que llevó, con la Operación Bagration, a la expulsión de los nazis de la Unión Soviética. Lo paradójico es que, en los años 1970 y 1980, en plena Guerra Fría, el concepto de operaciones en la profundidad y los demás principios del arte operacional soviético fueron integrados en la nueva Doctrina militar estadounidense. Esta Doctrina, denominada “Doctrina de la Batalla Aeroterrestre”, fue elaborada por Estados Unidos en el marco de las animosidades entre la OTAN y los miembros del Pacto de Varsovia y fue el sustento teórico de la Operación Tormenta del Desierto contra Irak, en 1991. Además, el principio de operaciones en la profundidad sigue sirviendo como referencia en las guerras contra el terrorismo conducidas por los gobiernos occidentales, como lo demuestra la Operación Serval en Malí liderada en 2013 por los franceses. Un punto importante para la actualidad es que la Unión soviética libró, durante la Segunda Guerra Mundial, una guerra llamada “híbrida”. Dado que hoy se recurre a esta modalidad de guerra para desestabilizar países en Medio Oriente, Asia, etc., el estudio de este episodio de la Segunda Guerra mundial mantiene toda su vigencia. 160 ¿Cómo definir una guerra híbrida? En una guerra híbrida se combinan modalidades de guerra convencionales con no-convencionales. Las formas no-convencionales soviéticas implicaron emplear partisanos que fueron formados por las autoridades castrenses (entre las cuales se encontraba el ex KGB, llamado entonces el NKVD, o sea, el "Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos"), así como por Comités colocados en las diferentes regiones del país. La formación de los partisanos soviéticos se parece mucho a la visión del pueblo en guerra que tenía Carl von Clausewitz. Cuando estudiaba la posición de debilidad de Prusia ante sus vecinos, Clausewitz recomendaba a las autoridades militares y políticas formar partisanos para que hostigaran al enemigo desde zonas caracterizadas por su difícil acceso. Por ello, Clausewitz insistía en la necesidad para el Gobierno de ganar el pueblo a la causa de la Patria. Es lo que pasó con la Unión soviética donde, a inicios de la guerra, varios sectores de la población estuvieron en contra del régimen estalinista. Pero el deseo de sobrevivencia fue tal que el pueblo se unió, junto con las autoridades que lo gobernaban, en defensa de la “Rodina”, o sea de la madre patria. En la actualidad, al mirar hacia Libia, Siria, Yemen, Irak, Ucrania, entre otros, nos damos cuenta de que cualquier nación puede ser destruida en un lapso de tiempo record a causa de ofensivas “híbridas” que lanzan terroristas con el apoyo de potencias hostiles al régimen que buscan derrocar(7). Según el analista político ruso Andrew Korybko, esas estrategias de desestabilización empiezan con las famosas “revoluciones de colores”, al igual que la que se dio en Ucrania. Si la reacción que provocan no es satisfactoria, son complementadas por operaciones militares ejecutadas por fuerzas “proxies”, tal como ocurre en Siria. Para Korybko, la combinación de los métodos inherentes a una revolución de color con aquellos acarreados por una intervención militar no-convencional desemboca en una “guerra híbrida”(8). Es en este contexto que resultan relevantes las enseñanzas sacadas de la manera como los soviéticos combatieron durante la Segunda Guerra mundial, puesto que, para expulsar al enemigo, supieron explotar formas de guerra convencionales y no-convencionales, así como optimizaron, a nivel operacional, el factor “profundidad”, o sea la dimensión que hoy constituye uno de los principales espacios de conflicto para los terroristas que invaden un país. Concluiré –en concordancia con lo expuesto en las consideraciones finales de mi libro– insistiendo en que lo perentorio, en este momento de la historia, es concientizar a los ciudadanos de cada país en cuanto al peligro que implican para ellos la criminalidad y el belicismo globales. Un aspecto de esta concientización puede plasmarse en una educación que ponga el énfasis en la difusión de principios relativos a la defensa nacional, sin que ello signifique militarizar al país. Pero es necesario también que los gobiernos se fijen como objetivo primario el de satisfacer las necesidades básicas de su pueblo, lo cual fortalece el sentimiento de dignidad y de pertenencia a una nación. Solo bajo esas condiciones podrá forjarse un clima marcado por la confianza y por la voluntad de consolidar la capacidad de resiliencia de la población y de las autoridades que la representan frente a las adversidades. --* [email protected] Notas de pie: (1) Es interesante notar que, en plena era de la Revolución Industrial, los grandes constructores de vías ferroviarias esgrimían similares argumentos. (2) Ver Carl Schmitt, La Guerre civile mondiale, Essais (1943-1978), Collection Chercheurs d’ère, France, pp. 14 y 20. (3) Nicole Schuster, Guerra asimétrica y convencional. Lecciones para la actualidad, Segunda edición, Lima, Perú, mayo 2016. (4) Ver Bruno Colson (1993), La culture stratégique américaine. L’influence de Jomini, Paris, France: Editions Economica. (5) Ver Carl von Clausewitz, De la Guerra, Madrid, España: Edición La Esfera de los Libros, 2005, p. 354. 161 (6) Las aserciones expuestas en esta presentación de mi libro y relativas al proceso de teorización y puesta en práctica de la metodología de guerra soviética se sustentan en el estudio de varios autores, cuyas referencias se encuentran consignadas en mi libro. (7) Sobre este tema y la estrategia de dominación en Eurasia mediante la aplicación de una metodología de guerras híbridas, ver Andrew Korybko (2015), Hybrid Wars: The Indirect Adaptive Approach to Regime Change, Institute for Strategic Studies and Predictions, Moscow Peoples’ Friendship University of Russia. (8)Ibíd. Informe completo en español: Guerras de frontera https://www.tni.org/files/publication-downloads/guerras-de-frontera-web.pdf Observaciones sobre ciencia, poder político-militar y cuentas insaciables de resultados (I) Eduard Rodríguez Farré y Salvador López Arnal Papeles de relaciones ecosociales y del cambio global https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214197 1. Si de relatar y resumir se trata Los seres humanos somos sobre todo seres que cuentan historias, según nos enseñó el malogrado Stephen Jay Gould. Organizamos el mundo que está a nuestro alcance o sobre el que pensamos como una serie de relatos. Este es el nuestro para esta ocasión. En torno a 2011, ExxonMobil ya había destinado unos 16 millones de dólares a financiar una red de más de cuarenta “organizaciones de base” opuestas a los estudios científicos que demostraban el cambio climático antropogénico, a reclutar a científicos (¿científicos?) para la publicación de artículos (generalmente no reseñados ni evaluados por colegas e investigadores) en los que cuestionaban los hechos, pruebas y argumentos reconocidos por la gran mayoría de la comunidad científica, y a facilitar la intervención reiterada de estos “expertos” en los medios de información, también de intoxicación por supuesto, con la finalidad de sembrar la duda y la confusión entre sectores, lo más amplios posibles, de la opinión pública norteamericana [1]. Quien habla de ExxonMobil puede hablar de TEPCO [2] y recordar la generosa e irresponsable ayuda, cuando no sumisión, del gobierno nipón y de numerosos científicos y técnicos convenientemente remunerados. En el puesto de mando las directrices e intereses de la multinacional japonesa propietaria de Fukushima y sus alocadas aventuras productivista [3]. El color del dinero deslumbra, puede deslumbrar. Si a ello sumamos los fraudes científicos, algunas informaciones o declaraciones poco cuidadosas o tergiversadas en los media, los especialistas 162 acríticos y los escándalos sobre conflictos de intereses que aparecen con frecuencia en la prensa generalista, e incluso en revistas especializadas, la conclusión parece inferirse con fuerza huracanada y en absoluto discutible, la disidencia queda anulada, a riesgo de ser tildado, sin derecho a réplica, de ignorante y reaccionario en grado sumo. Más allá de momentos y personajes heroicos (Galileo, Servet, Einstein, Betune, Vavilov,…) la ciencia y la tecnología contemporáneas, se afirma, son instrumentos de indudable y probada eficacia, al servicio del poder político (especialmente de su arista más peligrosa, desequilibrante y antihumana, la atómico-militar) y del otro gran poder, éste algo más oculto, el que ostentan y poseen las principales corporaciones del mundo. Ningún racionalismo completo y humanista que se precie y toque realidad, se sostiene, puede aspirar a alianza alguna con la tecnociencia actual. Nuestra tecnología, nuestra ciencia no es un instrumento de emancipación, como se pensó ingenuamente en épocas ilustradas, sino más bien de todo lo contrario, de sumisión, explotación y ecosucidio. Q.e.d., queda demostrado, por decirlo a la forma euclidiana. Comentar, discutir, ampliar la perspectiva de análisis, aquilatar, refutar en más de un punto, matizar –noción clave en este texto- es el objetivo central de este artículo, un trabajo pensado desde una convicción gnoseológica que toma pie en una reflexión de los años sesenta del siglo pasado del filósofo y lógico (y maestro nuestro) Manuel Sacristán (1925-1985). La esencia de la ciencia, escribió en el número 2 de la revista clandestina Horitzons […] se encuentra mucho más en las palabras del presocrático que grita “el Sol no es un dios, sino un trozo de piedra incandescente” [Anaxágoras] que en los servomecanismos de las máquinas electrónicas que computan los datos óptimos para la propaganda de la Coca-Cola (sin que con esto pretendamos, naturalmente, que la ciencia como técnica no sea un momento del concepto global de ciencia). La ciencia positiva tecnificada moderna, proseguía, es una especialización de la razón, “determinada tanto por las condiciones de la producción moderna como por la específica resistencia de la naturaleza del hombre, dato natural dialécticamente cualificado por estas condiciones”. La ciencia, en el sentido pleno de su concepto, es, efectivamente, debe seguir siendo, la empresa de la razón: la libertad de la consciencia. Y, por supuesto, “la ciencia positiva como técnica recibe pues su impulso de la ciencia como razón”. 2. Si de reflexionar, opinar y matizar se trata Si el realismo tiene mil caras, en el cómputo aproximado del gran filósofo analítico Hilary Putnam, la ciencia y la tecnología contemporáneas superan ampliamente ese número. Es asunto proclive a una alta y más que arriesgada tensión especulativa hablar en términos generales de las vinculaciones de algo 163 tan complejo, diverso, amplio, en absoluto estático y con tan numerosas prolongaciones y variantes sociales, culturales, económicas, militares y políticas como es la tecnociencia contemporánea con instituciones tan o más complejas como las grandes multinacionales y los Estados y las organizaciones políticas (partidos, sindicatos, agrupaciones, agencias, organizaciones, fundaciones, etc), algunas, muchas de ellas si se quiere, aunque no todas por supuesto, a su servicio o bajo su orientación manifiesta u oculta. Sin olvidar esa enorme complejidad, puede afirmarse de forma general, y sin riesgo de extravío, error o ceguera de dogma, que algunas instituciones políticas, los Estados entre ellas, a través de presupuestos o partidas económicas más o menos ocultadas, abonan y facilitan –y a veces intentan orientar- el desarrollo de determinadas ramas y programas de investigación por sus potenciales aplicaciones, especialmente las militares. Por otra parte, a las corporaciones, fundaciones y mecenas asociados no les suele empujar como principal motivación de su intervención en este ámbito la pobre y desnuda aspiración gnoseológica de amor al conocimiento per se. No es éste el valor que rige sus actuaciones y sus ansias (monopolísticas) de ampliación de la cuota de mercado aunque, ciertamente, en otras casos lo que realmente impera es mejorar su imagen filantrópica. Los beneficios. la acumulación de capital, son sus metas centrales en el caso de la industria y, por supuesto, generan sus propias normas (confidencialidad, participación en beneficios,...) Estas no siempre o casi nunca casan bien con la búsqueda rigurosa e ininterrumpida, socialmente comprometida y crematísticamente no obsesionada que para muchos, también para nosotros, es o debe ser la ciencia. La verdadera narratividad, no la usualmente publicitada en encuentros y reuniones ad hoc, de las grandes multinacionales y los grandes poderes políticos, nacionales e internacionales, no suele tener páginas o escenas ajustadas al guión que hemos señalado. Sin embargo, como en tantas ocasiones, matizar (matiz es concepto nos enseñó Manuel Sacristán), no confundir ni confundirnos, no tratar ni pensar reductivamente procesos y circunstancias muy heterogéneos, no unir lo que no de ninguna manera debe ser unido de manera automática (ciencia con poder, ejércitos, explotación, comodidad, servilismo y dinero) es también aquí punto básico. Si el cientificismo alocado [4] no es un humanismo prudente ni una aconsejable filosofía de la praxis tampoco lo son el simple (y fácil) antirracionalismo anticientífico o la descalificación global -y muchas o algunas veces muy desinformada- de las prácticas, finalidades y conquistas científicas. Nuestra posición al respecto, expuesta de forma general, puede ser enunciada en los siguientes términos: 164 Una crítica frecuente irrumpe en tendencias relacionadas con lo que, erróneamente en nuestra opinión, suele denominarse saber o pensamiento “alternativo”. La ciencia, se afirma, sigue sumisa y al pie de la letra las directrices de gobiernos o grandes corporaciones cuyas prácticas pueden incluso suelen, se remarca- transgredir normas consensuadas. Los científicos en general, algunos de ellos sin apenas resistencia, no tienen independencia real de criterio y actuación, están al servicio, sumisos conscientemente además, de esos poderes y de sus aspiraciones. La resistencia crítica es nula. Pero no es así realmente, las caricaturas y simplificaciones no suelen ayudar a una comprensión ajustada. Tampoco en este caso. En ningún departamento, centro de investigación o facultad de ninguna universidad pública conocida (no entramos en el ámbito de los centros privados), se recibe un boletín oficial o unas exigentes directrices empresariales que obliguen a mantener una determinada posición en una disputa científica. Las novedades, controversias en numerosos puntos, temas y perspectivas, incluso en asuntos básicos, son “el estado natural”, el ser real de la ciencia y de todos los científicos que hagan honor a su nombre. En ciencia no existen, no deben existir dogmas ni directrices externas. La ciencia y el “sostenella y no enmendalla” son en general, no nos atrevemos a afirmar siempre y en todo lugar (las cosmovisiones y las implicaciones temáticas y profesionales directas ejercen su papel por supuesto [5]), ámbitos con intersección vacía. Así ha sido hasta ahora en la mayoría de los casos, así debe seguir siendo en el futuro por motivos poliéticos, por dignidad, por las propias características de la aspiración científica y en beneficio del propio desarrollo del saber humano. Esa forma de hablar, el uso, frecuente en ocasiones, de la expresión “ciencia oficial”, no es correcta ni justa ni ajustada. La base “teórica” de muchos de los grupos y colectivos que se presentan como partidarios o generadores de una “ciencia alternativa” y más moderna es, en realidad, muy antigua y en general bastante o muy desinformada. Algunas veces se pregunta-insinúa: “y la ciencia oficial, ¿qué opina de este o aquel asunto?”. Los científicos que no han renunciado a serlo, la gran mayoría, no siguen instrucciones. Ni de gobiernos ni de las grandes multinacionales ni tampoco, si actúan con rigor y corrección, de sus intereses particulares o de colectivos afines. La opinión que suelen dar, y que sin duda puede estar equivocada o ser incompleta en muchos casos, es el criterio científico mayoritariamente aceptado por la comunidad de investigadores, por los practicantes de la ciencia normal por usar la conocida terminología (ciertamente gastada y algo imprecisa) del físico y filósofo Thomas S. Kuhn. Pero el colectivo como tal, esta o aquella comunidad científica, los científicos madrileños o argentinos o las científicas francesas, chinas o rusas no reciben ninguna instrucción de ningún organismo, público o privado, sobre lo que tienen que decir o sobre el modo en que tienen que manifestarse en determinado asunto. No habría verdadera ciencia, no se practicaría buena ciencia, no se ayudaría al avance del conocimiento humano 165 en caso contrario. Quien obrara así no podría ser considerado miembro de la comunidad científica, su actuación sería criticada y rechazada. En ciencia (y no sólo en ciencia como es sabido), la libertad de investigación y la honestidad en la generación y presentación de los resultados es esencial. También aquí, por supuesto, la corrupción, el engaño y el fraude, que no desconocemos ni justificamos en ningún caso, son huevos de serpientes muy dañinas y mortíferas. Pero no son, éste es el punto, norma ni ley ni práctica generalizada urbi et orbe. El espíritu crítico no puede, no debe transformarse en espíritu inquisidor. Todo lo anterior no es obstáculo para reconocer la existencia de nudos mucho más sombríos que no pueden ser desconocidos. Notas 1) Véase Chris Hedges, La muerte de la clase liberal, Madrid, Capitan Swing, 2015, pp. 104-105 (traducción de Jesús Cuellar). 2) Tokyo Electric Power Company, la empresa propietaria, entre otros reactores, de la central nuclear de Fukushima 3) Véase Eduard Rodríguez Farré y Salvador López Arnal, Ciencia en el ágora, Vilassar de Dalt (Barcelona), El Viejo Topo, 2012, cap. VI. 4) Lowell Wood es ejemplo destacado. Antes de convertirse en proponente de la “Opción Pinatubo” (rociar la estratosfera con sulfato para luchar contra el cambio climático), era conocido por estar detrás de los elementos más fantasiosos y militaristas del programa de defensa de la administración Reagan conocido como “Guerra de las Galaxias”. 5) Naomi Klein (Esto lo cambia todo, Barcelona, Paidós, 2015, p. 67) da el siguiente ejemplo: el 97% de los científicos en activo dedicados al estudio del clima considera que los seres humanos somos una causa importante del cambio climático; en cambio, entre los geólogos económicos, entre los científicos que estudian las formaciones naturales para su potencial explotación comercial por la industria extractiva, el porcentaje es apenas del 47%. Así, pues, má de la mitad de estos últimos opina o dice opinar que no existe un cambio climático debido a causas humana Fuente: Papeles de relaciones ecosociales y del cambio global, n.º 133, primavera de 2016. 166 Entrevista/ “Las universidades no formamos robots” Francisco López Pérez. El nuevo rector general de la Universidad Central de Nicaragua analiza la calidad de la educación superior y cómo mejorarla. Uriel Velásquez http://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/397288-universidades-no-formamos-robots/ Las nuevas tecnologías juegan un papel clave para mejorar la calidad de la educación superior, dice Francisco López Pérez, sociólogo y especialista en Derecho, nombrado rector general de la Universidad Central de Nicaragua. Agrega que el primer paso es mejorar la calidad de los docentes, luego potenciar el uso de las herramientas digitales y ofrecer una óptima infraestructura en los recintos universitarios. López afirma que para mejorar la educación superior los estudiantes también deben aportar, porque se trata de “una responsabilidad compartida”.Francisco López Pérez, nuevo rector de la UCN.- Francisco López Pérez, nuevo rector de la UCN. - ¿Cuáles son los principales desafíos para alcanzar una mayor calidad en la educación? Hemos realizado un proceso de autoevaluación durante tres años y podemos concluir que la búsqueda de la calidad de la educación debe ser un proceso permanente. No es que ya mejoramos la educación una vez y hasta ahí llegamos. No. Se debe mejorar la capacitación y formación de los docentes, la tecnología que se usa para la educación superior a través del uso de Entornos Virtuales de Aprendizajes (EVA) y la infraestructura de los recintos universitarios. A los estudiantes se les debe facilitar no solo la enseñanza teórica y práctica, también se le debe inculcar el deporte y la cultura. La condición física y mental es determinante para el desarrollo de la vida estudiantil. En el caso de la tecnología es necesario mayor apertura de laboratorios de aprendizaje por cada carrera, principalmente las que tienen que ver con medicina, química y las ingenierías. Todo esto para buscar un fin, un impacto. ¿57 universidades en todo el país cree que son suficientes? Sí. De hecho el Consejo Nacional de Universidades (CNU) desde hace tres años ha dispuesto no autorizar más universidades. Creo que en este momento como país debemos enfocarnos más en la calidad y no en la cantidad. En Nicaragua cada año salen 60,000 bachilleres y muchos de estos se quedan estancados y no llegan a las universidades. Por lo tanto debemos enfocar nuestro esfuerzo para captar a este grupo de jóvenes y (que) accedan a la educación superior. ¿Las universidades de Nicaragua están satisfaciendo las necesidades de las empresas? Creo que en eso debemos trabajar más. Actualmente existe una alianza entre universidadempresa donde participa el Consejo Superior de la Empresa Privada y todas las universidades del país a través del Consejo Nacional de Rectores, para que las universidades no andemos por 167 un lado y las empresas por otro. Con esto me refiero a que las universidades graduemos (a) profesionales que el país en verdad necesita. Carreras como Derecho y Psicología son muy demandadas y los estudiantes una vez egresados se encuentran con el desempleo, ¿porqué hay sobrepoblación en esas áreas? Eso es precisamente lo que queremos mejorar. Los abogados son un buen ejemplo. El país está demandando otro tipo de profesionales, sobre todo en el área de las agroindustrias, las ingenierías y la medicina. Si comparamos con los otros países de la región centroamericana, Nicaragua es la cenicienta en cuanto a producción de médicos. Además, debemos tomar en cuenta los proyectos a largo plazo del Gobierno, como el Canal Interoceánico. Si este proyecto se concreta, las universidades debemos analizar nuestros planes de estudios y modificarlos de cara a esta obra, tendríamos que abrir nuevas carreras. El mercado laboral está cada vez más saturado, ¿ustedes, como UCN, incluyen dentro de sus planes de estudio la enseñanza del emprendedurismo? Estamos reformando nuestros planes de estudio. En este momento se aborda, pero no como una materia. Para 2017 incluiremos el inglés para todas las carreras, el emprendedurismo y el abordaje de temas ambientales. Esos tres elementos son importantes para todo estudiante. ¿Cómo un recién egresado de la universidad que se anima a emprender, logra el éxito si no tiene experiencia? El miedo al fracaso siempre está presente. La única manera de lograr el éxito es haciéndolo. No hay otra fórmula. Aunque nosotros le digamos que va a encontrar obstáculos, aquí lo importante es la actitud que el emprendedor tenga, se debe pensar de forma positiva. "El país está demandando otro tipo de profesionales, sobre todo en el área de las agroindustrias, las ingenierías y la medicina”. FRANCISCO LÓPEZ PÉREZ, Rector general de la Universidad Central de Nicaragua. ¿Cómo facilitan ustedes que sus estudiantes adquieran experiencia profesional? Referente a la experiencia nosotros establecemos convenios con empresas e instituciones públicas para que nuestros estudiantes logren realizar sus prácticas, pero los estudiantes deben meterse en su papel como profesional, no ser pasantes de papeles. Para que un pasante dé la talla en una empresa o donde vaya a dar sus prácticas, también es importante que su universidad le facilite el acceso a laboratorios especializados y bien equipados, por ejemplo en medicina y química. Hablemos de la retención universitaria. En el 2013 hubo una retención estudiantil del 87%, ¿cuáles son las causas para que el otro 13% abandone la universidad? Hay varios factores. En las universidades privadas, principalmente, es por asuntos económicos. Y en las universidades públicas esto se da por factores que tienen que ver con la vocación del estudiante. Aunque hay gratuidad en la enseñanza, puede ser que alguien optó por una carrera como Medicina y por problemas de cupo no clasificó y termina estudiando cualquier cosa, menos lo que le gusta, entonces por eso se sale. Nosotros tenemos una retención estudiantil del 85%. A las universidades llegan estudiantes con problemas psicológicos y familiares. Unos quizás han sufrido violencia o son testigos de violencia en sus casas. Otros fueron abandonados por 168 sus padres y todo esto impide que el estudiante se integre de forma plena. En ese sentido es importante que la universidad se involucre con el estudiante para darle un acompañamiento profesional para que pueda desarrollarse en su vida académica. ¿Cómo el estudiante puede aportar para tener una educación de calidad? O ¿es solo un trabajo de las universidades? Debe haber un balance de un 50% la universidad y 50% el estudiante. Ahora el docente no es el sabelotodo. No. El docente es visto como un facilitador de la enseñanza. El estudiante debe contribuir con autoestudio y responsabilidad. No solo se trata de asistir a clases y cumplir con las tareas. Las universidades no formamos robots, esto se trata de una responsabilidad compartida. El dirigente Francisco López Pérez. En el año 1978 recibió el título de Licenciatura en Sociología en el programa del Consejo Superior de Universidades Centroamericanas (Csuca), en la Universidad de Costa Rica. Desde el año 2000 hasta el año 2016 fue vicerrector general de la Universidad Central de Nicaragua (UCN) y secretario de su Junta Directiva. Actualmente es el rector general de la UCN. Secretario nacional de la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC) El dogma de mercado y las herejías que nunca llegan a convertirse en Blasfemias Las críticas neoliberales al neoliberalismo https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214205 José Francisco Puello-Socarrás Rebelión Resumen. El artículo analiza los cambios y las continuidades ideológicas en los procesos de alienación en el marco de la crisis del capitalismo neoliberal actual, ponderando este plano a partir de la activación de las capacidades hegemónicas para renovarse (resiliencia). Mantiene como clave de argumentación el giro en las prácticas discursivas al interior del pensamiento neoliberal. Este movimiento registra un desplazamiento discursivo (también de los lugares de enunciación) desde las corrientes ortodoxas (posiciones consideradas “dogmáticas” y “fundamentalistas” de mercado), hacia expresiones heterodoxas del neoliberalismo (perspectivas en las cuales el mercado continúa siendo el eje fundamental para la producción y reproducción de las relaciones sociales). Los cambios intra-hegemónicos se caracterizan por el tránsito desde una primera versión de neoliberalismo tendiente a la “desregulación” (1970-2000) hacia una nueva síntesis o versión 169 de nuevo cuño: el neoliberalismo regulado o nuevo neoliberalismo (2000actual). Este acontecimiento garantiza relegitimar ideológicamente la doxa de mercado (hoy en crisis) reforzando la continuidad del statu quo para el capitalismo de época. Una manera para aproximar este hecho, histórica y actualmente, parte de la reflexión sobre las críticas neoliberales al neoliberalismo, conceptualizándolas como herejías frente a este pensamiento en su faceta dogmática. La herejía es indispensable para comprobar la salud del dogma. José Carlos Mariátegui 1. Neoliberalismo… ¿sobrevendido? Preliminares La última edición de la revista oficial del Fondo Monetario Internacional (FMI): Finance & Development (Junio 2016), incluye un artículo, titulado suspicazmente: “Neoliberalism: oversold?” (traducido al español como: Neoliberalismo… un espejismo?). Ostry, Loungani y Furceri (2016), tres economistas pertenecientes a ese organismo, reconocen algunos secretos a voces que estratégicamente han sido omitidos por la ideología dominante. Por ejemplo, la emergencia de la agenda neoliberal, la cual varios analistas han venido ubicando alrededor de la década de 1980s asociada a los gobiernos conservadores de Reagan y Thatcher había evitado vincular al neoliberalismo ab origine con el “milagro chileno”. A su manera, estos autores desmienten la pretendida epifanía planteada en su oportunidad por Milton Friedman). Esta primera alusión resulta importante puesto que si bien no se reconoce explícitamente, permite seguir subrayando que la plataforma neoliberal irrumpió tempranamente en América Latina a través de los golpes de Estado, empezando por el asestado al gobierno socialista democráticamente elegido de Salvador Allende, y la dictadura cívico-militar que impuso Pinochet en el marco del Plan Cóndor auspiciado por los Estados Unidos, según lo han ratificado los documentos desclasificados por este mismo gobierno. Este “modelo” después de haber sido decretado manu militari en la región, fue imitado en Inglaterra y los Estados Unidos, y más tarde desplegado a nivel global, en varias ocasiones siguiendo su mecanismo inaugural: a sangre y fuego (cuestión crucial que se omite nuevamente). 170 En todo caso, esta declaración fondomonetarista abre de nuevo la oportunidad para seguir subrayando la naturaleza inherentemente autoritaria y antidemocrática del neoliberalismo desde su mismo estreno, hasta los tiempos presentes. El documento destaca además que, si bien la agenda neoliberal habría traído "beneficios" para el mundo contemporáneo −según los autores, mayores tasas de crecimiento y competencia internacionales; limitaciones a los Estados que desgobernaban sus sociedades abusando del déficit fiscal; la expansión del comercio global, de la cual afirman los autores “rescató” a millones de personas de la pobreza (¡nunca lo demuestran!); la transferencia de tecnología hacia los países en desarrollo; y, mejoras en la eficiencia en la provisión de servicios, entre otras tantas virtudes−, existirían tres promesas incumplidas por el neoliberalismo que pueden resumirse así: - Los beneficios en términos del crecimiento económico son bastante difíciles de establecer cuando se observan un número amplio de países. - Los costos en términos de una creciente desigualdad son prominentes. Tales costos reflejan la ‘contrapartida’ entre los efectos del crecimiento y la desigualdad de varios aspectos de la agenda neoliberal. - La creciente desigualdad a su vez afecta (negativamente) el nivel y la sustentabilidad del crecimiento. Incluso si el crecimiento es el único o el principal propósito de la agenda neoliberal, la defensa de tal agenda aún necesita prestar atención a los efectos distributivos. Las reacciones no se hicieron esperar. Para el Financial Times la publicación ha sido un “inapropiado mea culpa del neoliberalismo” –así se lee literalmente en una editorial dedicada a este artículo −, puesto que esas ideas auxilian “(…) regímenes opresivos en todo el mundo que se posicionan como cruzados contra el neoliberalismo, subyugando a su población con medidas económicas ineficaces”. Otros comentaristas, en cambio, dicen estar sorprendidos que desde las entrañas del FMI se haya criticado la orientación ideológica, política y económica defendida dogmáticamente por ese organismo durante décadas: el neoliberalismo. Entre el calidoscopio de las reacciones, por ejemplo, Dani Rodrik afirmó: “¿Qué demonios está pasando?… El FMI se une a las críticas al neoliberalismo”. Por su parte, Naomi Klein (autora delbest-seller: “La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre, 2008), se preguntó: “el FMI admite que el neoliberalismo es un fracaso, ahora todos los multimillonarios que ha ayudado a crear van a devolver su dinero, ¿verdad?” (1). Pero, ¿qué tan cierto es que el FMI “se une” a las críticas al neoliberalismo? ¿Cuáles son los alcances y el significado ideológico y práctico de estas “críticas”? 171 De entrada hay que matizar las extrañezas advirtiendo que situaciones como las propiciadas por el artículo de Ostry et alter y algunos comentaristas, no son nuevas ni inéditas. Hacen parte de la tendencia más reciente y actual del discurso hegemónico, el cual pretende seguir reforzando la continuidad del capitalismo neoliberal aunque bajo una “nueva síntesis”, una versión de nuevo cuño. Este giro en las prácticas discursivas hegemónicas desde posiciones consideradas “dogmáticas” y “fundamentalistas” de mercado hacia otras perspectivas neoliberales en las cuales el mercado es fundamental, recientemente han sido denominadas de varias maneras: neoliberalismo regulado (Watkins 2010), nuevo neoliberalismo (Puello-Socarrás 2008a y Puello-Socarrás et alt.2015) (2). Aunque estos acontecimientos no son signos que alertan sobre un cambio de época y de rupturas, sí evidencian una época de cambios al interior del neoliberalismo que debe ser subrayada, teórica y políticamente, con el objetivo de reorganizar las fuerzas social-populares y retomar las praxis auténticamente contra el neoliberalismo. Después de varios años de ser demostrativas −en frecuencias e intensidades−, especialmente en NuestrAmérica, las resistencias sociales y populares lograron posicionar regionalmente una perspectiva de contestación política frente al neoliberalismo. Incluso, los primeros años del siglo XXI llegaron a elevar tanto horizontes anticapitalistas como, “(…) la austeridad acabaría consolidándose como una forma peculiarmente germana de organizar la economía, hasta terminar convertida en el principio rector del diseño sobre el que habría de estructurarse el proyecto europeo… La escuela austriaca también vendría a transformarse en una especie de cabeza de playa para los estadounidenses deseosos de recargar sus baterías con nuevos argumentos a favor de la austeridad” [énfasis propio]. formas alternas-y-nativas, alternativas al desarrollo neoliberal: v.gr. postdesarrollismos (véase Escobar, 2005 y Quijano, 2014); paradigmas civilizatorios del Buen-vivir-Bien como suma qamaña, summa kawsay, ñande reko (véase Yampara & Temple, 2008); “socialismos raizales” (véase FalsBorda, 2013). Sin embargo, este movimiento de alternativas parece hoy ponerse entre paréntesis, entre varias razones, por inadvertir las influencias que ejercen esta clase de operaciones ideológicas hegemónicas. 2. Críticas neoliberales al Neoliberalismo: tesis y evidencias Tesis #1. Lejos de verificar el “final de sus finales”, como fue anticipado errónea y precipitadamente –al decir de Harvey (2004)–, por “agoreras predicciones” desde distintos oráculos entusiastas realizados por distintos sectores, hoy nuevamente exacerbados con ocasión del artículo de Ostry et 172 alter (3), y a pesar de debatirse en una crisis sin precedentes que cuestiona fuertemente sus fundamentos históricos en diferentes dimensiones (una de ellas: la ideológica), el neoliberalismo ni se desvanece ni se debilita. En contraste: el neoliberalismo continúa profundizándose globalmente y se consolida como el proyecto económico político del capitalismo tardío, hoy actualmente vigente. La construcción de una sociedad de mercado (no sólo de una “economía”, dos cosas distintas) a nivel planetario continúa siendo la (contra)utopía de las élites mundiales. Como muestra Mirowski (2013), la crisis capitalista mundial en curso y los últimos shocks (v.gr. financiero, socio-ambiental, trayendo a colación únicamente dos de ellos), antes que servir para debilitar socialmente o falsear en lo ideológico la vigencia del neoliberalismo, paradójicamente han reforzado su persistencia. Esta declaración omite deliberadamente que varias ‘políticas’ de la era Kirchner (los ex - presidentes Néstor y Cristina Fernández, entre 2003-2015), estuvieron evidentemente alineadas y en consonancia con los postulados neoliberales del fondomonetarismo. Seguramente, uno de los ejemplos paradigmáticos fue la reforma a la Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina (BCRA) (véase Gambina, Puello-Socarrás & Castiglioni 2012). Le asiste la razón a Slavoj Žižek (2003, 7) cuando señala que para la mayoría de la gente común: “Hoy... parece más fácil imaginar el ‘fin del Mundo’ que un cambio mucho más modesto en el modo de producción, como si el capitalismo liberal fuera lo ‘real’ que de algún modo sobrevivirá, incluso bajo una catástrofe ecológica global”. Esta (contra)utopía se encuentra hoy en firme y proyectándose. Varios dispositivos concretos como los Tratados de Libre Comercio de última generación: Trans-Atlántico (EE.UU. + Unión Europea) o Trans-Pacífico (EE.UU. + 11 países pertenecientes a la Cuenca del Océano Pacífico) o, instancias subordinadas a estos acuerdos como la Alianza del Pacífico, son ilustrativos de este hecho. Tesis #2. Hoy y ayer, las (supuestas) críticas al neoliberalismo, sobre todo aquellas que provienen desde lugares de enunciación indudablemente hegemónicos, como el FMI (el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, más recientemente, el Foro Económico Mundial), no son críticas en el sentido de pretender modificar, menos aún intentar superar, el actual estado de cosas. Ciertamente, este neoliberalismo crítico del neoliberalismo, ni siquiera pretende impugnar los efectos que él mismo ha causado en el pasado, acertadamente descritos como holocausto social (MaxNeef 2015). Este tipo de sagaces diatribas hay que interpretarlas como 173 estrategias discursivas resilientes desde el interior del neoliberalismo, una forma de regenerar −al decir de F. Bergsten (2011)− su “maltrecha imagen”, tanto en el sentido ideológico como práctico (4). Tres argumentos claves permiten confirmar la tendencia comentada en la anterior tesis. 2.1. Desde el shock financiero global (2007-2008) se han exacerbado las críticas al libre mercado. ¡Incluyendo las “críticas” al neoliberalismo hechas por los mismos neoliberales! En tiempos recientes, no hay líder en el mundo que pertenezca a las potencias globales, norteamericanas o europeas, o provenga de las élites desde los malllamados países emergentes o las naciones consideradas sub-desarrolladas, que no se haya pronunciado “en contra” del neoliberalismo. Por supuesto, esta astucia ha sido característica entre aquellos que han promovido dogmática y obedientemente la agenda económica y el proyecto sociopolítico neoliberales en el pasado. Algunos ejemplos sobre este particular resultan paradigmáticos. “(…) “proveer consejos expeditos y persuasivos de política y ayudar a diseñar e implementar programas de reforma económica” anticipando que tales programas de reforma involucrarían “un balance entre dolorosos ajustes de política que necesariamente afectan el crecimiento económico en el corto plazo y el transitorio y necesario apoyo financiero” (Truman citado por Puello-Socarrás 2010). Para Peer Steinbrück, Ministro de Finanzas de Alemania (2005-2009): “El capitalismo de laissez-faire” y la idea de que “los mercados deberían ser liberados de la regulación tanto como fuera posible son argumentos errados y peligrosos” (EUObserver, 26 septiembre 2008). Los mercados financieros globales se habían convertido en “monstruos”, proponía Steinbrück, siguiendo un apelativo antes enunciado por Horst Köhler, antiguo ¡director gerente del FMI! (2000- 2004) cuando oficiaba como Presidente de la República Federal Alemana. Ante ello, se precisaba “civilizar” a los mercados, a través de “la decidida acción de los gobiernos” o, en palabras de Köhler (Financial Times, mayo 15 2008), mediante “una mayor regulación”. La idea de un mercado libre pero “civilizado” fue replicada en simultáneo por otro alemán: Joseph Ratzinger (Papa Benedicto XVI) en la Carta Encíclica: Caritas in Veritate (2009). Hoy es un pronunciamiento insistente en las exhortaciones supuestamente contra el neoliberalismo, por parte del argentino Jorge Bergoglio, actual Papa Francisco. Las controversias, en este sentido, han tenido que ser aclaradas públicamente por el Vaticano, a través de su mano derecha, el cardenal Reinhard Marx. Esta línea discursiva, el cato- neoliberalismo (véase Puello-Socarrás 2015 y 2014a) resulta ser una 174 de las expresiones más diáfanas sobre las pretensiones del neoliberalismo crítico del neoliberalismo: recrear una Economía Social de Mercado (ESM) a nivel global, derrotero en cual coinciden contemporáneamente el Vaticano y la canciller alemana Ángela Merkel e históricamente, con Milton Friedman y Augusto Pinochet. Gordon Brown, ex Primer Ministro Británico, proponía que el año 2008: “finalmente marcaba el final de la vieja época del dogma del libre mercado desenfrenado”. Nicolás Sarkozy, reconocido promotor de las ideas neoliberales, fungiendo como Presidente de Francia sentenciaba también: “(…) la idea del mercado omnipotente sin reglas ni intervención política es descabellada. La autorregulación se acabó. El laissez-faire se acabó. La omnipotencia del mercado que siempre tiene la razón, se acabó” (Liberation, 26 septembre 2008). Mientras que su compatriota, Dominique Strauss-Kahn (2011), en la época en que servía como !Director Gerente del FMI!, durante una conferencia en Washington, silenciaba un auditorio sosteniendo que la bitácora fondomonetarista desde los años 1990s: “El Consenso de Washington pertenec[ía] al pasado”. Barack Obama inauguró su mandato presidencial en los EE.UU., diciendo: “La pregunta que hay ante nosotros no es si el mercado es una fuerza benéfica o enferma. Su poder para generar riqueza y ampliar la libertad resulta incomparable. Pero esta crisis nos ha recordado que sin un ojo vigilante, el mercado puede salirse de control” (Discurso de posesión presidencial, 2008) Al mismo tiempo que el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz aseguraba: El programa de la globalización ha estado estrechamente ligado a los fundamentalistas del mercado: la ideología de los mercados libres y de la liberalización financiera. En esta crisis, observamos que las instituciones más basadas en el mercado de la economía más basada en el mercado se vienen abajo y corren a pedir la ayuda del Estado. Todo el mundo dirá ahora que éste es el final del fundamentalismo del mercado. En este sentido, la crisis de Wall Street es para el fundamentalismo del mercado lo que la caída del muro de Berlín fue para el comunismo: le dice al mundo que este modo de organización económica resulta insostenible. Al final, dicen todos, ese modelo no funciona [énfasis propio] (El País, 21 de septiembre de 2008). El cientista político norteamericano Francis Fukuyama quien un par de décadas atrás había sentenciado El fin de la Historia (¡de la humanidad!) bajo el capitalismo neoliberal y sus instituciones, proponía taxativamente, ese mismo año: 175 (…) cierta versión de capitalismo ha colapsado… Entre 2002 y 2007 mientras el mundo disfrutaba un período de crecimiento económico sin precedentes, era fácil ignorar a esos socialistas europeos y populistas latinoamericanos que denunciaban el modelo usamericano como “capitalismo de vaqueros“. Pero ahora que el motor de ese crecimiento, la economía norteamericana, se ha descarrilado y amenaza hundir al resto del mundo con ello. Peor, el culpable es el modelo Americano mismo: bajo el mantra de menos gobierno…” [énfasis propio; cursivas no pertenecen al texto]. (‘The End of American Inc.’, The Economist, 3 octubre de 2008). En este itinerario de relatos, no hay que dejar de señalar que desde América Latina y el Caribe, laboratorio de resistencias donde se desplegaron las luchas más determinantes contra el neoliberalismo durante el cambio de milenio, varios gobiernos se hicieron al mote del “capitalismo (en) serio”, convergiendo con la impronta de las prácticas discursivas de los países centrales que antes consignábamos. Precozmente en 2003, el extinto presidente de Argentina, Néstor Kirchner explicaba ante la Bolsa de Comercio de Buenos Aires: El plan es construir en nuestra patria un capitalismo en serio, con reglas claras en las que el Estado juegue su rol inteligentemente para regular, para controlar, para hacerse presente donde haga falta mitigar los males que el mercado no repara, poniendo un equilibrio en la sociedad que permita el normal funcionamiento del país (Kirchner, 2003). Como antesala a las reuniones del G-20 en 2011, en la Cumbre paralela al G20, llamada B-20 (congreso de empresarios), realizado en Cannes (Francia), su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, presidente en ejercicio, insistía por enésima vez: “Lo que estoy proponiendo es volver al capitalismo en serio, porque esto que estamos viviendo, señores, no es capitalismo. Esto es un anarcocapitalismo financiero total, donde nadie controla a nadie” [énfasis propio] (Clarín 3/11/2011). Este lema encontró afinidades tanto con la versión uruguaya, muchas veces remarcada por ex presidente de la República José ‘Pepe’ Mujica (véase Percy 2015) (5) ; como con el neo-liberal-desarrollismo del Partido de Los Trabajadores brasileño durante los gobiernos de Luiz Inácio ‘Lula’ Da Silva y Dilma Rousseff (véase Iasi , 2012). En esos momentos, muchas personas pudieron reaccionar desprevenidamente de la misma manera en que lo hizo Rodrik y decir: “¿Qué diablos está pasando? Reconocidos neoliberales ¡se critican así mismos!”. Y de ahí 176 pudieron surgir las más variadas especulaciones sobre hipotéticos mea culpa, arrepentimientos o supuestos actos de contrición. Todas estas declaraciones, no obstante, se entienden en su justa proporción y real dimensión cuando se revelan los auténticos propósitos que las animan: a) Regenerar la “maltrecha imagen” del capitalismo neoliberal, presentándolo ahora en una versión menos fundamentalista (dogmática) . Para ello ha sido preciso realizar una crítica al mercado “desenfrenado”, “anárquico”, “desregulado”, “monstruoso”, pero al mismo tiempo, avalando la existencia de otra (supuesta) cara del Mercado “con límites”, “serio”, “regulado”, “civilizado”, etc. b) Alejarse del perfil ab origine del neoliberalismo promoviendo su continuidad bajo una versión de “tercera vía”, en la cual los llamados a la regulación estatal (o gubernamental), resultan cruciales . Estas invocaciones niegan firmemente toda posibilidad de convalidar el intervencionismo de Estado (a la Keynes) o las modalidades de Planificación estatal (Socialista), reafirmando también el reconocimiento neoliberal según el Mercado ni es omnipotente ni perfecto; no obstante, sigue intacta la convicción que el Mercado debe ser el criterio ordenador omnipresente y (re)productor de la totalidad de las dinámicas sociales −no sólo en cuestiones de economía, como suele pensarse−, a pesar de la competencia imperfecta que hoy se acepta en las lógicas de mercado (6). Ambas situaciones, últimamente, han sido reiteradas tanto en los discursos como en las prácticas en medio del tránsito global, desde el neoliberalismo desregulado del pasado (el modelo angloamericano) hacia el (nuevo) neoliberalismo regulado del presente (7). Este giro se encuentra respaldado ideológica y teóricamente por versiones menos fundamentalistas del neoliberalismo histórico, alejadas precisamente del “modelo (anglo)americano” −tal y como lo sugieren Fukuyama y también lo recalca Stiglitz, como se verá más adelante−, más próximos a los fundamentos heterodoxos de raigambre austro- alemán, entre ellos la economía social de mercado, los cuales podrían resumirse sintéticamente alrededor de dos lemas básicos: i) Freie Wirtschaft, starker Staat (“Economía libre, Estado fuerte”); y, ii) So viel Markt wie möglich; so viel Staat wie nötig (“tanto Mercado como sea posible, tanto Estado hasta donde sea necesario”) (véase Puello- Socarrás 2008a y 2015a). Y es que no hay que olvidar que el proyecto neoliberal de largo plazo, es decir, más allá de las coyunturas propias de su auge y evolución tempranas –si se quiere, las fases de ‘choque’, identificadas con aquella versión fundamentalista más dogmática, a lo cual Klein (2007) llamó: la doctrina del 177 shock−, se concibió alrededor de una Economía Social de Mercado (ESM), la cual tuvo como laboratorio in vivo ab origine ¡Chile en tiempos de Pinochet!, como quedó registrado en uno de los tantos intercambios epistolares entre el dictador austral y el pater putative del neoliberalismo, Milton Friedman: El problema económico fundamental de Chile tiene claramente dos aristas: la inflación y la promoción de una saludable economía social de mercado (…) El mayor error, en mi opinión – plantea Friedman -, fue concebir al Estado como el solucionador de todos los problemas, de creer que es posible administrar bien el dinero ajeno. [énfasis propio; cursivas no pertenecen al texto] (Friedman 1998, 591: Carta al “Excmo. Sr. Augusto Pinochet Ugarte” , 21 de abril de 1975). 2.2. Operadores (intelectuales) en construcción (del nuevo neoliberalismo) Al día de hoy, existe un contingente emergente, pero relativamente consolidado de neoliberales críticos del neoliberalismo. Desde variados locus individuales y colectivos: organizaciones multilaterales (¡entre ellas el Fondo Monetario Internacional!), centros de investigación, universidades, think tanks y, especialmente, personalidades mundialmente publicitadas, los denominados (nuevos) money-doctors – o “profetas de la economía”; aunque aquí preferimos seguir la caracterización hecha por John Perkins: Economic hit-men (2006) –, las operaciones para la regeneración ideológica del neoliberalismo tardío avanzan sin titubeos. El análisis sobre los ámbitos académicos e intelectuales, hoy (progresivamente) hegemónicos, es una oportunidad para comprender y explicar este acontecimiento. Estos lugares de enunciación y producción inmateriales se constituyen en piezas claves dentro de la alienación ideológica, es decir: los procesos de ocultamiento sistemático de las contradicciones del capitalismo de época. En su fase actual: la neoliberal, en la cual los desajustes y conflictos socioeconómicos se exacerban (v.gr. los niveles de desigualdad, pobreza, pauperización, etc.), la mistificación y el fetichismo ideológicos resultan conditio sine qua non para la reproducción del sistema como un todo. La alienación actual puede ser ejemplificada a partir de los roles que han venido jugando contemporáneamente ciertos perfiles intelectuales, especialmente, los premios nobel en economía contemporáneos. Sus actuaciones no sólo influyen sobre los campos de pensamiento en abstracto en las universidades, comunidades epistémicas o en los imaginarios de la opinión pública. Son una de las mediaciones ideológicas cruciales con efectos reales y concretos en distintas orientaciones institucionales: referenciales e instrumentos en el terreno de las políticas públicas, económicas; diseños organizacionales, etc. 178 Algunos casos son demostrativos de lo que hemos venido argumentando. Elinor Ostrom, primer mujer en ganar el premio nobel en economía en 2009 y politóloga usamericana crítica de la ortodoxia neoclásica (especialmente del homo economicus) es, a su vez, una de las principales promotoras de las teorías del emprendimiento y el homo redemptoris, ¡argumentos desarrollados originalmente por los neoliberales austriacos! El Gobierno de los bienes comunes (Ostrom 2011), inspirado en las teorías de F.A. Hayek –recordemos, bautizado como el padre del neoliberalismo–, ha ganado difusión y gran aceptación, incluso entre sectores de la izquierda académica en América Latina. Esto aun cuando los planteamientos de Ostrom proponen una forma tan inédita como velada de gobernanza o “gestión privada de lo común” (es decir, la mercantilización de los territorios y bienes comunitarios), a través de la construcción de (nuevas) esferas “públicoprivadas”: espacios sociales que funcionan a partir de lógicas de mercado, pero respaldados y, sobre todo, “regulados” por el Estado. Por esta razón, varios autores no han dudado en destacar que la propuesta teórica de Ostrom insiste en desarrollar una concepción de “lo común” sin comunidad, es decir: sin lazos comunales (Federici & Caffentzis 2013). Sea vía negación o destrucción de lo comunal, esta clase de gobernanza para los bienes comunes reforzaría un tipo de neoliberalismo contemporáneo aplicado a estos ámbitos (8) (véase Harvey 2013, 28 y 131; Puello-Socarrás 2012, 2015c). Por otra parte, el francés Jean Tirole, doctor en economía del Massachusetts Institute of Technology (MIT) estadunidense y galardonado en 2014, refuerza en otros temas la misma línea discursiva de Ostrom. Tirole ha venido convocando la construcción de un neoliberalismo “regulado” como forma para regenerar la dinámica neoliberal de los mercados en medio de la crisis capitalista hoy vigente: La economía de mercado ha sido y será el motor de crecimiento y de bienestar de las naciones. Pero para funcionar bien, la economía de mercado necesita de regulación para paliar ciertas fallas de mercado y restablecer una buena responsabilización [sic] de los actores económicos (La Dépêche, diciembre de 2008). Para que la competencia florezca –plantea Tirole– resulta fundamental que existan reglas de juego claras y reguladores independientes pues “sin un regulador fuerte, no hay liberalización eficaz” (Tirole, 2005), advirtiendo que las acciones estatales o gubernamentales sobre los mercados (la regulación) deben evitar ser permanentes. Solo se justifican momentáneamente, y “en caso” que los mercados fallen, es decir: no funcionen correctamente. 179 Por su parte, el académico-tecnócrata Joseph Stiglitz –también premio nobel de economía en 2001– personifica paradigmáticamente el tipo de operativos ideológicos a los cuales nos estamos refiriendo. Desde hace varios años, Stiglitz ha sido posicionado entre la opinión pública estadounidense y mundial como un “crítico del neoliberalismo”. Autor del Consenso Post-Washington (Stiglitz, 1998), propuesta que publicitariamente se postuló a contracorriente del Consenso de Washington (decálogo de políticas que simplemente es una de las tantas expresiones del proyecto neoliberal, cuestiones distintas en grado y magnitud), Stiglitz en realidad continuó reafirmando, con algunos matices, la preeminencia de las lógicas de mercado, en la misma línea argumentativa de sus pensamientos y actuaciones más recientes. Hay que reconocer que el zigzagueo discursivo de Stiglitz y su manera para presentar ciertos temas ante públicos no especializados tienden a confundir. Por ejemplo, Stiglitz es reconocido como uno de los más crudos opositores de los Acuerdos de libre comercio: Trans-Atlántico y Trans-Pacífico que adelanta el gobierno de su país, los cuales no duda de calificar como “farsa”, porque en su opinión estos acuerdos comerciales “(…) colocan habitualmente los intereses comerciales por encima de otros valores… [que] no deben ser negociables” (Stiglitz, J. “La farsa del libre comercio”, El Espectador, 13 de julio de 2013). A primera vista, esta posición podría parecer justamente una crítica; sin embargo, el mismo autor, aclara: Si los negociadores crearan un régimen de libre comercio auténtico, en el que se concediera a las opiniones de los ciudadanos de a pie al menos tanta importancia como a las de los grupos de presión empresariales, podría sentirme optimista, en el sentido de que el resultado fortalecería la economía y mejoraría el bienestar social. Sin embargo, la realidad es que tenemos un régimen decomercio dirigido, que coloca por delante los intereses empresariales, y un proceso de negociaciones que no es democrático ni transparente [énfasis propio] (Stiglitz, J. “La farsa del libre comercio”, El Espectador, 13 de julio de 2013). Tal y como reza un refrán anglosajón: el diablo está en los detalles. Aquí las críticas realizadas al régimen de libre comercio “dirigido”, la farsa, son para reclamar la necesidad de una versión “auténtica”, un libre mercado puro. Stiglitz en otras oportunidades ha reafirmado esta cofradía con los postulados del neoliberalismo heterodoxo (“la segunda escuela”, según sus palabras), a través de sus críticas a la ortodoxia neoliberal (“la primera escuela” que él considera heredera de Adam Smith), pero exclusivamente para relegitimar el proyecto neoliberal del capitalismo de mercado: 180 Durante 200 años, ha habido dos escuelas de pensamiento sobre qué es lo que determina la distribución de los ingresos –y sobre cómo funciona la economía. Una, que surge de los pensamientos de Adam Smith y los economistas liberales del siglo XIX, se centra en los mercados competitivos. La otra — consciente de la forma como el liberalismo de Smith conduce a una rápida concentración de la riqueza y el ingreso— toma como punto de partida la tendencia sin restricciones que tienen los mercados para dirigirse hacia el monopolio. Es importante entender ambas escuelas debido a que nuestros puntos de vista sobre las políticas gubernamentales y las desigualdades existentes se moldean según cuál de las dos escuelas de pensamiento cada uno de nosotros cree que es la que proporciona una mejor descripción de la realidad [énfasis propio] (Stiglitz, J. “La nueva era del monopolio”, El Espectador, 27 de mayo de 2016). Precisamente, en una entrevista concedida al Nuevo Herald, Stiglitz testificó, en una línea ideológica idéntica a la registrada anteriormente en Francis Fukuyama: Soy un crítico de la manera en que se han implementado ciertas versiones del capitalismo... Creo que el capitalismo irrestricto, la desregulación que fue uno de los ejes del capitalismo norteamericano desde el principio de la presidencia de Reagan, es una era que ha llegado a su fin... (El Nuevo Herald entrevista reproducida por El Colombiano, "Los consejos de Joseph Stiglitz", 22 de agosto de 2009). Complementando enseguida: En rigor, Estados Unidos no tiene lo que podría llamarse un sistema capitalista puro: hemos estado socializando las pérdidas y privatizando las ganancias. Tenemos toda clase de intervención gubernamental, pero desafortunadamente, se trata en general de una intervención destinada a ayudar al sector bancario, a las empresas farmacéuticas, a diversos intereses especiales. Es una suerte de sistema de beneficencia para las corporaciones. De manera que lo que realmente he defendido es una forma más pura de economía de mercado, que no centre su protección en las empresas, sino en la gente. [énfasis propio] (El Nuevo Herald entrevista reproducida por El Colombiano, "Los consejos de Joseph Stiglitz", 22 de agosto de 2009). En síntesis, convergiendo con el Vaticano, Merkel, Friedman y Pinochet, Stiglitz se inscribe también en la misma línea de argumentación propia de las corrientes neoliberales heterodoxas, las cuales han criticado férreamente la desregulación y el libertinaje de los mercados −recordemos los adjetivos: monstruoso, desenfrenado, sin límites−, tanto como el poder de los monopolios. Este pensamiento neoliberal crítico del neoliberalismo defiende la presencia estatal en función de una economía “regulada” (aunque no 181 dirigida, dos cuestiones distintas), como presupuesto económico político para garantizar la máxima libertad (“genuina”) de los mercados (9). Estos discursos han encontrado su correlativo en expresiones cada vez más sofisticadas en las teorías económicas contemporáneas, más puntualmente: las corrientes de la nueva síntesis neoclásica-keynesiana (véase Puello-Socarrás 2008a), también autoproclamados: los nuevos keynesianos. El rol intelectual, ideológico y tecnocrático que vienen jugando teorías emergentes de este tipo ha sido fundamental para reforzar –esta vez en el campo académico– las críticas neoliberales al neoliberalismo. Esta última denominación y las abusivas alusiones a Keynes no deben confundir. Las verdaderas convicciones de este Frankenstein teórico – “keynesianismo bastardo” como alguna vez Joan Robinson (1962) calificó la primera síntesis neoclásica del premio nobel en economía, J. Hicks en los 1930s, difundida a la postre por P. Samuelson– comparecen plenamente y se refuerzan con el nuevo ideario neoliberal: (…) lo que diferencia a esta síntesis de la síntesis neoclásica de la primera posguerra es que sus rasgos neoclásicos son todavía más acentuados, debido a que incorporan la mayor parte de los desarrollos teóricos monetaristas y nuevos clásicos… [citando a Argadoña, Gamez y Mochón, se añade] “los nuevos keynesianos no tienen diferencias a fondo con los nuevos clásicos… en cuanto que el origen de las rigideces se busca no en factores institucionales o sociológicos, sino en la competencia imperfecta de los mercados…”. (Astarita, 2008, p. 199). 2.3. ¿Hasta ahora se extrañan de las críticas neoliberales al neoliberalismo? ¡Si desde hace varios años es la visión política oficial del FMI! Extrañarse por el contenido del artículo de los fondomonetaristas Ostry et alter, como pretende simular D. Rodrik –quien es otro ejemplo de los operadores neoliberales críticos del neoliberalismo– resulta al final simplemente un acto de entusiasta suspicacia. Desde febrero de 2010, a través de una Nota del FMI: Repensar la política macroeconómica, documento que abriga las posiciones de su staff, liderado por los nuevos keynesianos, principalmente: Oliver Blanchard, se establecieron los principios generales del “nuevo marco” para la política macroeconómica, con el objetivo de enfrentar la crisis en el corto, el mediano y el largo plazo. Allí se inauguraron y oficializaron las nuevas críticas fondomonetaristas al considerado hoy “viejo neoliberalismo”, en la forma en que ya hemos comentado este tránsito (10). 182 Intentando presentarlos como un acto de contrición respecto al pensamiento convencional mantenido hasta ese momento por el FMI, esta nota proponía la “revisión” de sus axiomas centrales, la conocida dogmática neoliberal y el “consenso (intelectual y práctico) pre-crisis” en donde el entusiasmo orientador había sido la desregulación. El FMI seguía sosteniendo que, sin embargo, el pensamiento y el conjunto de axiomas previos a la crisis habían sido “efectivos y correctos”, puesto que, desde mediados de la década del 2000, “no era insensato pensar que una mejor política macroeconómica podría llevar (…) hacia una mayor estabilidad macroeconómica”. Pero “entonces llegó la crisis”, haciendo que esas opciones de política – plantean - se mostraron inefectivas e incapaces de gestionar los desafíos emergentes (Blanchard et alt 2010). Desde ahora la palabra clave y salvadora sería: regulación (11) (recordemos a J. Tirole); subsidiariamente su correlato: gobernanza (12) (no olvidemos E. Ostrom). Este revisionismo fondomonetarista se ha intentado difundir y consolidar a partir de varias publicaciones y eventos auspiciados por y desde el FMI. Entre los principales se destacan: a) Staff discussion note (abril 2013) a cargo de Olivier Blanchard, Giovanni Dell’Ariccia y Paolo Mauro: “Rethinking Macro Policy II: Getting Granular” (Blanchard et al. 2013), publicación que continúa con las conferencias inauguradas en 2011 (Macro and Growth Policies in the Wake of the Crisis) y que serán tituladas con el mismo objetivo de “repensar” la política macroeconómica: i) First steps and early lessons (2013) (13) y ii) Progress or confusion (2015), lugares donde asisten habitualmente, desde luego, los directores del Fondo Monetario Internacional (en su momento Dominique Strauss-Kahn; hoy: Christine Lagarde ), el Consejero Económico y director de investigaciones del FMI: Olivier Blanchard, al lado de personalidades de los mundos tecnocrático y académico –en su absoluta mayoría estadunidenses–, comprometidos directa o indirectamente con el Fondo (14). Todos estos lugares de enunciación han sido claves para el reforzamiento del giro ideológico en materia de política macroeconómica en el pensamiento neoliberal y que, en lo fundamental, desarrollan las principales ideas e instrumentos presentados tempranamente en Rethinking macroeconomic policy (Blanchard et alt 2010). El antiguo credo fondomonetarista entonces ha visto la necesidad de aprender de esta crisis –la más espectacular en la historia del capitalismo–, y revisar sus presupuestos teóricos y prácticos en lo que se considera ahora una primicia. Este giro empero no pretende extralimitar el statu quo neoliberal, hoy vigente, 183 pero sí propone una versión de nuevo cuño, una síntesis supuestamente novedosa, léase: un neoliberalismo regulado por el Estado 15. Este cambio obliga a matizar algunos elementos pertenecientes al programa específico de políticas (nivel instrumental en lo económico y/o social), pero nunca se propone transformar el proyecto político neoliberal –horizonte articulado en torno a la (contra)utopía sobre una futura sociedad de mercado y que se ha materializado a través del paradigma del desarrollo) –, dos cuestiones diferentes. Si se interpreta que el neoliberalismo-ortodoxo-fondomonetarista del pasado reciente se transforma en alguna otra cosa distinta por el simple acto de “paliar” –como proponía Tirole–, la utilización de los instrumentos de la política macroeconómica (como es el caso de los estabilizadores automáticos), no se puede aludir ni mucho menos justificar metamorfosis alguna que no seaal interior del neoliberalismo mismo (16). Al final de cuentas y a propósito de las herejías de Ostry et alter, el propio FMI, a través de su economista jefe: Maury Obstfeld, ha salido a aclarar esta situación en un boletín titulado con cuidadosa precisión: “Evolución, no revolución: replanteamiento de la política en el FMI”: David Romer (Universidades de California y Berkeley), Stanley Fischer, Nouriel Roubini, José De Gregorio, José Antonio Ocampo, Dani Rodrik y los premios nobel en economía: Michael Spence, Jean Tirole y, desde luego, Joseph Stiglitz. El FMI desde hace mucho tiempo procura aprovechar las experiencias concretas en el terreno y las nuevas investigaciones para hacer más eficaz su supervisión económica, su asistencia técnica y la forma en que responde a las crisis. (...) Ese proceso no ha alterado fundamentalmente la esencia de nuestro enfoque, que se basa en mercados abiertos y competitivos, marcos robustos de política macroeconómica, estabilidad financiera e instituciones sólidas. Pero sí ha aportado importante información sobre cuál es la mejor forma de alcanzar esos resultados de una manera sostenible. [énfasis propio] (Obstfeld, 2016). 3. Las Herejías neoliberales, no son blasfemias (contra el neoliberalismo). Liminar Pierre Bourdieu, tanto como José Carlos Mariátegui, han contribuido en la interpretación correcta del significado de la herejía, la crítica hereje. Esta rectificación es útil a la hora de dar cuenta de los cambios en el neoliberalismo y fundamental para interpretar su versión de nuevo cuño que se pretende consolidar hoy: 184 (…) La herejía, la heterodoxia, como ruptura crít ica, que está́ a menudo ligada a la crisis, junto con la doxa, es la que obliga a los dominantes a salir de su silencio y les impone la obligación de producir el discurso defensivo de la ortodoxia, un pensamiento derecho y de derechas que trata de restaurar un equivalente de la adhesio ́ n silenciosa de la doxa (…) la subversión herética afirma ser un retorno a los oriǵ enes, al espiŕ itu, a la verdad del juego, en contra de la banalización y degradación de que ha sido objeto [énfasis propio; las cursivas no pertenecen al texto] (Bourdieu 2002, 121-122). Así se entiende y se clarifica que la doxa del mercado, el neoliberalismo, existe en su versión orto-doxa: el fundamentalismo de mercado, dogmática que defiende a limine el libertinaje –hoy casi desahuciado, ¡por los mismos neoliberales!– pero, al mismo tiempo, se consolida una nueva versión: la hetero-doxa, donde el mercado es fundamental, defensora de las libertades “auténticas” de mercado, operación que pretende renovar la fe en el neoliberalismo y actualizarlo. Esa es la función para la cual está dispuesta la herejía (neoliberal) y las críticas herejes. Lo que se necesita, sin embargo, para superar esta doxa, son blasfemias. Referencias utilizadas Akerlof , G., Blanchard, O., Romer, D. & Stiglitz, J. 2014. What Have We Learned?: Macroeconomic Policy after the Crisis. Washington: Fondo Monetario Internacional. Astarita , R. 2008. Keynes, poskeynesianos y keynesianos neoclásicos: apuntes de economía política. Bernal: Universidad Nacional de Quilmes. 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Notas § Agradezco a Carolina Jiménez y Lucas Castiglioni quienes me suministraron distintas informaciones en torno a la controversia generada por el artículo de Ostry et alter (2016). 1 Las referencias sobre el Financial Times, Rodrik y Klein fueron tomadas del artículo: “La crítica del FMI al neoliberalismo levanta polvareda” del blog Jaque al Neoliberalismo (visita del lunes 6 de junio de 2016). 2 Mientras que autores como Lazzarato (2013, 102) observan que el viraje neoliberal consiste en el “paso del ordoliberalismo al neoliberalismo norteamericano”, el tránsito al cual aquí aludimos recorre precisamente un itinerario inverso: desde las visiones ortodoxas (angloamericanas) hacia las heterodoxas (austroalemanas) del neoliberalismo. Además de registrar el desplazamiento de las prácticas discursivas en ese sentido (Fukuyama, Stiglitz, etc.), análisis recientes confirman nuestra interpretación (Mirowski 2013, 83-84). Por ejemplo, Blyth (2014, 203), explicando el ‘disputado presente’ en la idea de austeridad anota: “A partir del año 2003, otro rumbo tomó Argentina. Esencialmente, una política opuesta a las ‘recomendaciones’ del FMI… En el año 2015, los avatares de la política dieron la victoria electoral a Mauricio Macri y con ello vuelve a la arena el ideario neoliberal (…)” [énfasis propio] (IADE 2016, 2). 4 Esta sugerencia fue hecha hace poco por el fundador del Institute for International Economics (hoy: Peterson Institute), cuna del Consenso de Washington en 1989. A través de “recomendaciones de política” dispuestas ante el Congreso de los Estados Unidos, el Peterson Institute propuso cuál debería ser el “nuevo” papel del FMI en medio de la crisis, entre otros: 5 “En la campaña se garantizó la continuidad del equipo de gobierno y las políticas económicas del antecesor Tabaré Vásquez. Para Mujica estas políticas se resumen en la idea de alcanzar un‘capitalismo en serio’ basado en el presupuesto de ‘sociedades decentes’ en lo económico para desarrollar al máximo las fuerzas productivas. Muchas veces ha manifestado que rechaza el consumismo pero asume que es el motor de la economía y el crecimiento” [énfasis propio] (Percy 2015). 190 6 Existen múltiples ejemplos. Exactamente hace un año, la edición de junio de 2015, Finance & Development, el FMI publica el artículo: “What’s capitalism” ( Jahan & Mahmud 2015), donde se acepta: “Puede que los mercados libres no sean perfectos pero son probablemente la mejor manera de organizar una economía”. 7 Este cambio tiene poderosos efectos, por ejemplo, en el ámbito estructural y funcional de la (vieja) administración pública estatal (aparatos, organizaciones e instituciones). La idea de un Estado regulador viene siendo promocionada acríticamente desde los años 1970s bajo nociones como el Estado modesto (Crozier, 1992), el post-burocratismo (Barzelay & Armajani, 1998) de los 1980s-1990s y hoy, de la mano de teorías y fenómenos reformistas como la (Nueva) Gestión Pública (véase Bozeman 1998, 21). Estas expresiones son, en lo fundamental y como bien las ha calificado entre otros O. Guerrero (2004), el neoliberalismo en la “administración pública” contemporánea (véase Puello-Socarrás 2008b y Miroswski 2013, 87). 8 Otro ejemplo sobre este tipo emergente de dispositivos e instrumentos de política pública son las Alianzas público-privadas que promueve el Grupo del Banco Mundial, a pesar que los balances técnicos, de política y político, muestran un éxito (o fracaso) relativo, por cierto bastante limitado, después de varios años de aplicación a nivel global (véase Engel, Fischer & Galetovic, 2014). 9 Se trata de los fundamentos presentes en la definición que A. MüllerArmack le otorga a la Economía Social de Mercado en 1956 y en donde reconoce como cofundadores a W. Eucken, F.A. von Hayek y W. Röpke (éste último quien acuño por primera vez la voz: “neoliberalismo”). La cita es larga pero ilustrativa: “(…) Los representantes de la economía social de mercado comparten con el neoliberalismo la convicción de que el antiguo liberalismo, si bien reconoció correctamente la importancia funcional de la competencia, dejó de lado los problemas sociales y sociológicos. A diferencia del antiguo liberalismo, su finalidad no es la reinstauración de una economía de laissez faire; su objetivo es más bien una síntesis novedosa. Asimismo, el concepto de la economía social de mercado se diferencia de manera precisa de una política económica intervencionista que mezcle elementos de dirigismo centralizado con otros de economía de mercado, hasta llegar a un bloqueo mutuo de aquellos elementos contradictorios entre sí, interfiriendo con el redimiendo económico. La economía social de mercado es un ordenamiento global de economía de mercado, conformado concientemente [sic]. La competencia debe ser el principio fundamental de coordinación (…) De este modo se distingue al socialismo, el cual desea lograr la reforma social a través de un dirigismo centralizado… Por consiguiente se puede definir el concepto de 191 economía social de mercado como una idea de ordenamiento económico que persigue el objetivo de combinar, sobre la base de una economía competitiva, la libre iniciativa con el avance social, asegurado a su vez por el rendimiento de la economía de mercado”. [énfasis propio] (Müller-Armack, 1956: 17). 11 El académico tecnócrata colombiano, José Antonio Ocampo, uno de los ponentes de la conferencia fondomonetarista a la que hacemos mención y quien históricamente se ha identificado con las posturas heterodoxas del neoliberalismo, ofrece una buena noción sobre qué significa la “regulación”. Refiriéndose a la cuenta de capitales, indica que las regulaciones deben ser concebidas: “(…) as speed bumps rather than permanent restrictions… This is true for any prudential regulation. Authorities always have to see how the market is evolving and adjust regulations to make them more effective ” (Ocampo 2011, 5), es decir: “intervenciones” de ‘golpe’, de ‘topeteo’, nunca permanentes y siempre en función de los mercados. Oliver Blanchard inauguraba esta misma conferencia diciendo: “The crisis has clearly shown both the limits of markets and the limits of government intervention...” [énfasis propio], frase que refirma en qué consiste exactamente concepto de “regulación”. 12 Stiglitz (2012) insiste en good governance, “buena gobernanza”. 13 Después llevada al libro editado por Akerlof, Blanchard, Romer y, una vez más: Stiglitz titulado: What Have We Learned?: Macroeconomic Policy after the Crisis (véase Akerlof et alt 2014). 14 La lista resulta extensa, sin embargo, varios nombres llaman la atención por la frecuencia habitual en las conferencias fondomonetaristas y el rol que vienen jugando en las críticas neoliberales al neoliberalismo: John Williamson (relator del Consenso de Washington en 1989) y Adam Posen (ambos por el Instituto Peterson para la Economía Internacional), George Akerlof (Universidades de California y Berkeley, y FMI). 15 Como Director Gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn (2011) reforzaba esta idea: “Al formular un marco macroeconómico nuevo para un mundo nuevo, el péndulo se desplazará —por lo menos un poco— del mercado hacia el Estado, y de un entorno relativamente simple hacia uno relativamente más complejo… también debe dedicar[se] más atención a la cohesión social” [énfasis propio]. 16 “Repensar” el “nuevo marco” para la política macroeconómica debe interpretarse al interior del neoliberalismo fondomonetarista. Ello no implica que las ideas fundamentales hayan cambiado; únicamente se matizaron algunas líneas e instrumentos de política. Por ejemplo, la mal-llamada estabilización económica”, corazón de la estrategia neoliberal de desarrollo 192 desde mediados de siglo y llevada a cabo en la época de las reformas estructurales, continúa hoy intacta: “(…) Yendo hacia adelante, el nivel de ajuste fiscal requerido… será formidable (…) Las implicaciones de política para la próxima o próximas dos décadas es que, cuando las condiciones cíclicas lo permitan, es necesario un gran ajuste fiscal, y si el crecimiento económico se recupera rápidamente, éste debería ser utilizado para reducir sustancialmente las proporciones de deuda/PIB en vez de financiar incrementos en el gasto o recortes en los impuestos” [énfasis propio] (Blanchard et alt 2010). José Francisco Puello-Socarrás, Escuela Superior de Administración Pública (ESAP). La invisibilidad de millones de seres humanos https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214204 Pablo Jofré Leal islamoriente.com Pasada la conmemoración del Día Mundial del refugiado millones de seres humanos siguen ahí, se mueven y desplazan en su propio país o emigran pues el suyo ya no es un sitio seguro. Cruzan desiertos, selvas, montañas, se ahogan en los mares que se suponen deben unir al ser humano. Viven hacinados en tiendas precarias, malnutridos, sobreviviendo, añorando sus hogares y soñando construir uno. La conmemoración del Día Mundial del Refugiado sacó de las sombras un fenómeno que debe avergonzarnos. Para los organismos internacionales, como es el caso del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados - ACNUR – cuya definición ha sido acordada como “aceptable” y derivado de la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, un refugiado es “una persona que debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera de su país de nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de su país; o que careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores no quiera regresar a él”. La Organización para la Unidad Africana – continente con un amplio historial de refugiados y desplazados acordó definir como refugiado- “a toda persona que debido a una agresión externa, ocupación, dominación extranjera o 193 eventos que afecten seriamente el orden público de una parte de su país de origen o de nacionalidad, es forzado a buscar refugio en otros lugares fuera de su país de origen o nacionalidad” se entiende esta definición como más amplia, pues habla de sujetos que huyen de su país no sólo problemas con el gobierno de turno, sino que también huyen del sufrimiento y del dolor. Cuando sólo la muerte es noticia Sin duda que el convenir sobre el qué se habla cuando se habla de refugiados, es conveniente, enmarca y nos ubica en el contexto de un drama, que como uno de sus efectos ha generado la mayor ola migratoria desde la Segunda Guerra Mundial. No una crisis, sino que un éxodo forzoso como lo ha denominado The Huffington post: “La mal llamada crisis de los refugiados – mejor decir el éxodo forzoso y constante de miles de inocentes por la guerra propia y la inacción de Occidente- nos ha dejado en el año pasado unas cifras escalofriantes.” “Los refugiados, según cifras entregada por ACNUR, en su informe anual con datos del año 2015, muestran un incremento de un 55% con relación a las cifras del año 2014. 65.3 millones de hombres y mujeres, migrantes forzosos y que producto de guerras de agresión, invasiones, luchas civiles, actividades de grupos terroristas huyen buscando zonas más seguras, en momentos que las posibilidades de encontrar asilo y protección se restringen día a día, Sobre todo para aquellos seres humanos provenientes del Magreb, del Sahel, de Sudán y de Sudán del Sur, Somalia, Eritrea, de Siria, la República Democrática del Congo y la República Centroafricana, Colombia, Irak y Afganistán fundamentalmente. De esa cifra, la división conceptual nos señala que 42 millones corresponden a desplazados internos, aquellos que escapan de las zonas de guerra o devastación de un país y se trasladan a zonas “más seguras”. 20 Millones considerados como “refugiados” es decir, aquellos que salen en busca de ese lugar que les evite la muerte, generalmente a países vecinos y finalmente 3.3 millones de hombres y mujeres que conforman ese contingente conocido como “peticionarios de asilo” y que son los que vemos aparecer en las noticias, cuando se les cierra las fronteras en Hungría, Eslovenia, mueren hacinados en camiones atestados en las carreteras de Austria, ensartados en las rejas de Ceuta y Melilla, asesinados por las bandas dedicados al transporte de migrantes, abandonados a su suerte en el desierto del Sahara o mueren ahogados por miles al tratar de llegar a las costas europeas desde puertos de Libia- 3. 500 sólo en este primer semestre del año 2016 – Cifras donde sólo algunas sociedades europeas han dado respuestas mejores que otras. En los extremos se sitúa Alemania, que ha acogido hasta ahora 476 mil solicitudes de asilo y una España amnésica y racanera, que sólo ha tramitado 15 mil solicitudes de asilo -que representa el 1% del total atenido por la Europa de 194 los 28 y donde el derecho de asilo retrocedió a números vergonzosos: España concedió el status de refugiado a sólo 220 solicitantes. Siria, quien sufre una cruenta guerra de agresión desde marzo del año 2011, es el país con mayor número de personas que se han desplazado internamente – 8 millones de seres humanos – a los cuales hay que sumar cinco millones de refugiados, radicados principalmente en campos de refugiados en Turquía, El Líbano, Irak y Jordania y sobre todo a partir de fines del año 2014 con un lento pero sostenido objetivo de llegar a Europa, utilizando para ello diversas vías de salida. Una Europa que el coro mediático de las grandes potencias es presentada como una región que sufre una severa crisis de inmigración cuando en realidad el número de personas que busca protección en la Europa de los 28, sólo alcanza el 0,15% del total de su población, conformada por 510 millones de habitantes. Han salido más europeos producto de la crisis económica, que refugiados provenientes de países donde los gobiernos de esa misma Europa suele hacer negocios, financiar bandas terroristas, alentar la caída de gobiernos como el libio, invadir a Afganistán, Irak o tratar de derrocar al gobierno sirio. La ACNUR consigna que el 86% de los refugiados del mundo son acogidos por países en vías de desarrollo. Los ejemplos confirman esta información. Turquía tiene ya 2 millones de refugiados sirios. El Líbano suma 1.4 millones - el 25% de su población - Jordania tiene en su territorio a 700 mil refugiados sirios y en Irak, en la zona controlada por los Kurdos, existen 300 mil refugiados. La República Islámica de Irán acoge, por su parte, a un millón de refugiados afganos y 200 mil iraquíes. Medios de prensa internacionales, han destacado el tratamiento que la nación persa ha dado a los refugiados afganos “Con casi un millón de refugiados dentro de sus fronteras, casi todos procedentes del conflicto afgano, la actitud de la República Islámica de Irán constituye por su atención, dedicación y generosidad, un modelo que la propia ONU considera “un ejemplo para el mundo” que debe ser imitada. Acceso a un seguro médico universal como el que tienen los iraníes, educación gratuita para casi 350.000 niños y adolescentes afganos en las escuelas públicas, acceso a la universidad y a cursos de formación técnica y el permiso para que los refugiados elijan libremente su lugar de residencia son algunos de los rasgos del “tratamiento ejemplar” que Irán da a los desplazados”. La ACNUR destaca, que durante los últimos 35 años, Irán ha sido uno de los países del mundo con mayor número de refugiados dentro de sus fronteras a pesar de haber enfrentado una guerra contra Irak, bloqueos internacionales y una situación de continua agresión por parte de Washington y sus aliados. Tal vez el Día Mundial del refugiado tiene un mayor valor cuando hablamos de solidaridad como la entregada por la sociedad iraní, que no distingue 195 nacionalidad para el apoyo y donde los niños y niños son una prioridad. Los datos entregados por ACNUR muestran una dramática realidad: la mitad de los desplazados forzosos son niños y de ellos 100 mil han escapado sin la compañía de adultos. Niños principalmente de Afganistán, Siria, Eritrea y Somalia. Una realidad, que sólo sale a la luz cuando alguno de esos pequeños muere ahogado en alguna barcaza volcada en el Mediterráneo o llega a las playas de algún país ribereños del otrora Mare Nostrum. Cifras que remecen pero, que no han modificado el actuar de las grandes potencias, principalmente Estados Unidos, la propia Unión Europea a través de la acción de países como Francia, Inglaterra y Alemania y sus socios de Oriente Medio como Arabia Saudita, Israel, las Monarquías Ribereñas del Golfo Pérsico, que son quienes han catalizado, desde el inicio del despertar islámico hasta hoy el aumento de refugiados desde Siria, Libia e Irak principalmente. Refugiados que buscan, lógicamente, mejores perspectivas de vida y encaminan su pasos y se lanzan, por ejemplo, en precarias embarcaciones a navegar, para llegar a una Europa que se resiste a aceptar su responsabilidad, en la mayor ola migratoria desde la Segunda Guerra Mundial. El pasado 20 de junio, día en que se conmemoró el Día Mundial de los Refugiados, se constató una gran ausencia en las cifras y el análisis que hace ACNUR u otros organismos internacionales, mostrando con ello otro de los efectos de la migración forzosa: la invisibilización de los pueblos. Se trata de los refugiados palestinos, que conforman la mayor crisis de refugiados del mundo y que año a año incrementa su número. La mayor y la más antigua crisis de refugiados que tiene el mundo y cuya solución no se vislumbra cercana y donde los intereses políticos, económicos e ideológicos hacen patente que sólo una decisión firme y resuelta que obligue a la entidad sionista a retirarse de los territorios ocupados, puede hacer valer el derecho de millones de palestinos de retornar a su hogares. Palestina: la mayor y más antigua crisis de refugiados El 15 de mayo de cada año, desde 1948, los palestinos conmemoran la Nakba - Catástrofe o desastre en árabe – significando el inicio del éxodo de millones de hombres y mujeres, que tuvieron que abandonar su tierras, tras el conflicto que significó la instauración de la entidad sionista en la región. Palestinos que viven, ya sea en los territorios palestinos ocupados Gaza y Cisjordania y que podríamos asimilarlos a desplazados internos bajo el poder de un potencia ocupante, tal como la propia ONU lo señala al consignar que se encuentran bajo ocupación militar. Como también en países vecinos. Estos palestinos, para todos los efectos de la legislación internacional son considerados refugiados y deben regirse por las normas dispuestas, para aquellos que habitan en los territorios ocupados por la Autoridad Nacional 196 Palestina – ANP – en el caso de Cisjordania y Hamas en la Franja de Gaza, que controlan la seguridad y la administración civil de las áreas urbanas y rurales. La denominada Agencia de las Naciones Unidas para la Ayuda a los Refugiados Palestinos - UNRWA) – que atiende a los refugiados palestinos, ya sea en los territorios ocupados o en países vecinos los define “como aquella persona, primero, cuya residencia habitual era Palestina entre el 1 de junio de 1946 y el 15 de mayo de 1948. Segundo, hombres y mujeres que perdieron sus hogares y medios de vida a consecuencias del conflicto de del año 1948. Tercero, aquellos que se refugiaron en alguno de los países o regiones donde opera la UNRWA y por último, son considerados refugiados los descendientes por la línea masculina de las personas que cumplen los requisitos 1 y 3.” A fines del año 2015la UNRWA tenía registrados – en las zonas donde opera – a más de cinco millones de refugiados de Palestina de los cuales un 33% vive en 50 campamentos distribuidos en Jordania – donde habitan 2.1 millones de palestinos – Siria con 500 mil refugiados y sintomáticamente en la Franja de gaza donde habitan 1.5 millones de palestinos, al UNRWA considera como refugiado a 1.2 millones. En Cisjordania de un total de 2.5 millones de habitantes un tercio de ellos son refugiados registrados, de los cuales 250 mil viven repartidos en 19 campamentos. Las Naciones Unidas indica que “existen entre siete y ocho millones de palestinos que viven en zonas de Palestina administradas por la ANP o están refugiadas en tierras cercanas. Además, existen un gran cantidad de palestinos que se encuentran en el resto de Oriente Medio, América Latina, Europa y Estado Unidos Cerca de la mitad de los palestinos son refugiados y viven bajo la tutela del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente - OOPS – y de la UNRWA por sus siglas en inglés - Estos refugiados palestinos viven en la Franja de Gaza, la Ribera Occidental y Jerusalén Oriental. También se encuentran en Jordania, Siria, y el Líbano. Asimismo, más de un millón de refugiados viven todavía en campamentos establecidos para ellos desde hace más de cincuenta años en dicha zona”. La organización Inspiraction con un trabajo de apoyo a los de refugiados palestinos en Cisjordania consigna que existen 19 campos de refugiados en ese territorio ocupado, 9 en la Franja de Gaza, 12 en Líbano, 10 en Siria, 10 en Jordania, y otros miles de palestinos refugiados, que viven en Egipto, Yemen, Kuwait y Arabia Saudí. Situación que ha significado, por ejemplo, ir cambiando la fisonomía de muchos campamentos que comenzaron con tiendas inseguras, para devenir en construcciones un poco más solidas, pero igualmente bajo condiciones socio ambientales de enorme precariedad. La posibilidad de retornar a sus lugares de origen choca día a día con la realidad de una ocupación militar israelí que no cesa y que incrementa el número de 197 colonos en los territorios ocupados, como es el caso de Cisjordania, donde ya 500 mil colonos se han asentado en dicha zona. Cifras más o cifras menos, lo claro es que los refugiados palestinos, no sólo constituyen una bofetada en el rostro para una humanidad que suele no ver este drama, sino que una campanada de alerta respecto a que la solución, para esos millones de hombres y mujeres debe ser una prioridad si se quiere avanzar hacia la paz en la zona, tal como se debe vislumbrar y solucionar con Siria e Irak, con el pueblo afgano, con países como Sudán y Sudán del Sur, Eritrea, Somalia, parte importante de los países del África Subsahariana, sometida a las presiones políticas y económicas de las grandes potencias que alientan la división y el expolio. Solución también para el pueblo saharaui y los 200 mil hombres y mujeres que habitan hace 41 años en los campamentos de refugiado de Tindouf en la hamada argelina, producto de la ocupación de su territorio a manos de la Monarquía marroquí. Los refugiados de estos pueblos son la constatación que no puede haber paz mientras la agresión, la política del más fuerte, el desprecio a los derechos humanos sigan siendo el pan de cada día. El conmemorar el Día Mundial del Refugiado nos llama a tener presente lo que el resto del año parece estar en las sombras, que sólo sale a la luz cuando cientos de inmigrantes naufragan y pasan a formar parte de la fosa común del Mediterráneo u otros miles tratan de llegar al sueño europeo y reciben un portazo en las narices y en su dignidad. No es posible hablar de paz sin resolver el tema de 65.3 millones de seres humanos desarraigados, maltratados, humillados y sometidos a la más miserable de las situaciones que puede vivir un ser humano. La situación de los refugiados en el mundo, de tan cotidiano y masivo ha generado la puesta en práctica de una política de hacer invisible a 65 millones de seres humanos y negarles un futuro, cerrando las puertas de aquellos países que hasta hace pocas décadas eran sociedades de inmigrantes. El hacer invisible a algunos hace manifiesta las peores y más abyectas de las miserias humanas. http://islamoriente.com/node/100119 Bachelet en entrevista: ¿Presidenta de la República o vocera de la casta política chilena? https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214141 Leopoldo Lavín Mujica 198 Bachelet expresó en entrevista a El País que la crisis política “es universal”. Lo hizo para no asumir responsabilidades ni deberes (¿no es acaso el primer deber de los gobernantes políticos responder por el mal gobierno antes de exigirles “deberes” a los ciudadanos sin poder, o achacarle el problema a un indefinido mal universal?). En lugar de lo anterior debió haber dicho “global”, puesto que con sus dichos defendería a pie juntillas la “globalización neoliberal” propugnada por las empresas y los Estados; que no nombra claro, pero que aprueba (“ La globalización es un hecho, no va a desaparecer porque no me guste. Estamos conectados por todos lados. Tenemos desafíos enormes que no podemos resolver solos los países” ). Además se guardó de decir que la “crisis” es la crisis de instituciones políticas que surgen del capitalismo neoliberal aplicado a sangre y fuego (el caso chileno) o de aquellas que experimentan la embestida gradual o frontal de las políticas de las oligarquías neoliberales que controlan el planeta (el caso de la Unión Europea). Ex funcionaria de la ONU, tendría que saberlo. El de la Presidenta no es un análisis socialdemócrata en el sentido estricto del término, sino el de una neoliberal “progresista” camuflada. De aquellos/as que dicen (como ME-O) que el “progreso no puede detenerse”. Es la misma ideología de la “modernidad capitalista” y de la educación mercantil del Rector Peña de la UDP y de la ministra de Educación Adriana Delpiano. El del fatalismo tecnológico y del conocimiento instrumentalizado al servicio de las dinámicas del capital. Además, Bachelet y cuánto político se refiere al tema, olvida decir que una de las razones —y no la menos importante— de la crisis de legitimidad de la política dominante y de las instituciones de los sistemas representativos liberales es el no respeto o incumplimiento de las promesas inscritas en los programas de los gobiernos que se hacen elegir y que recuperan las justas demandas ciudadanas y de los trabajadores para desvirtuarlas. Como en Francia, dónde el hecho es patente. El Gobierno actual del presidente socialista François Hollande prometió “atacar el poder financiero y conectarse con las mayorías”. Hoy hace todo lo contrario (lo mismo que la Nueva Mayoría): promueve los intereses del capitalismo empresarial con la ley del trabajo “El Khomri” que propone un retroceso enorme en las conquistas del movimiento sindical francés. Éste ha reaccionado masivamente (a diferencia de Chile donde la CUT ha acatado sin chistar —ni movilizarse— el consenso neoliberal del cual ella misma es parte; el pataleo de la cúpula no logra ocultar su obsecuencia ante el empresariado). Y el presidente galo aplica los planes “austericidas” impulsados por los poderes de la Unión Europea; planes, que en Chile se aplican desde la época de la dictadura (basta con constatar la situación de los pensionados actuales y futuros para entender la dimensión social catastrófica generada por las AFP; 199 uno de los pilares estructurales de la “modernidad capitalista” y del modelo neoliberal chileno, vitrina hoy resquebrajada). La globalización capitalista ha impuesto tratados e instituciones neoliberales que comienzan a ser rechazados por los pueblos Nada de qué extrañarse entonces que sectores populares de las naciones del viejo mundo quieran salir de la camisa de fuerza neoliberal impuesta por las instituciones de la Unión Europea. Sectores importantes de la izquierda europea ya habían propuesto la salida del Euro, una Europa con una Constitución social y el desacato a las medidas impuestas por la Unión Europea con el fin de reapropiarse de los mecanismos soberanos de los estados nacionales. Precisamente para aplicar políticas anti austeritarias. La humillación que los poderes e instituciones europeas le impusieron al pueblo griego después del referéndum en que éste rechazó los diktats de la troika europea y su memorándum reveló la brutalidad de la lógica del capital (sobre todo del alemán) y la apatía de los estados y de las instituciones de la Unión Europea por el futuro de la democracia y el pueblo heleno. De esto el dispositivo mediático no habla, ni tampoco de la feroz represión del Estado mexicano del PRI contra maestros y estudiantes que se oponen a la reforma educacional de corte neoliberal. Las extremas derechas se apropian de las demandas populares ante el fracaso de las nuevas derechas ex socialdemócratas Han sido las extremas derechas las que se apropiaron de la demanda de salida del Euro y de las políticas monetarias de la UE ante la incapacidad de las socialdemocracias neoliberalizadas y de las izquierdas anticapitalistas divididas e impotentes. El resultado fue el triunfo del voto Brexit que a algunos despistados se les olvida contextualizar. Cabe señalar, que aunque inteligente y mordaz a veces, el periodista Oscar Contardo de La Tercera no se tomó el tiempo de investigar esta vez, al calificar el voto del Brexit como “triunfo del monstruo populista”. Es así como avanza el leit motiv de los 1 a 5 % que gobiernan el planeta y de los tecnócratas a su servicio: la consigna que la desigualdad social es el precio que hay que pagar —es el nuevo relato totalizador o la utopía neoliberal— por el avance de la globalización de los mercados bajo el signo neoliberal, como en la UE (muchos jóvenes europeos están dispuestos a trabajar en empleos inestables y mal pagados con tal de “viajar”; un neoproletariado globalizado, desarraigado y explotable). Considerada la globalización como algo ineluctable “que no va a desaparecer” según la presidenta, pero que a la larga es … buena ...(quizás para cuando no quede árbol parado ni pez por pescar). Poco importa que la globalización neoliberal no conozca límites en la depredación de los modos de vida comunitarios y el saqueo del planeta y que sean 147 corporaciones multinacionales que la dirigen y cooptan los centros de poder (*Ver: Susan 200 George, State of Corporations (El ascenso del poder ilegítimo y el desafío para la democracia). Ni la destrucción de los equilibrios ecológicos de la bioesfera de la cual dependemos en tanto que ellos son la matriz estructural y condicionante de toda vida digna sobre la Tierra (cabe reflexionar acerca de la estulticia cortoplacista y de la falta de visión ecológica de los que gobiernan Chile al culpar a los “asados” de la contaminación, para así, esta vez, no pensar de manera holística, es decir realmente global). La Presidenta evita hablar de los estragos de la corrupción política La presidenta de Chile olvidó hablar en su entrevista a El País de los efectos de la corrupción política o de la captura de la política institucional chilena por el dinero empresarial para explicar la crisis de “su” política. Omite que ha sido la casta del duopolio que gobierna Chile desde la expulsión por el pueblo de la dictadura neoliberal pinochetista del poder la que ha roto con los valores y la institucionalidad republicana. Esta brutal ruptura de los parlamentarios y de funcionarios del Estado con la moralidad y la ética republicana así como con sus virtudes democráticas de probidad, honestidad, prudencia y transparencia han corroído la fe pública y la confianza popular en los mecanismos de la representación. Tal situación y el sentimiento de impunidad de la que gozan los corruptos sólo puede ser reparada esta vez con una ruptura ciudadana con los partidos del régimen y la institucionalidad salida de la dictadura (que, por ejemplo, nunca ha regulado la puerta giratoria entre empresas y función pública que ha permitido que un operador de la laya de Enrique Correa influya, moviendo sus peones, con la complicidad de toda la casta en los destinos de una nación entera) Y cabe el mérito a Mónica Echeverría el haber puesto el acento en la responsabilidad que le cabe a un tránsfuga de la política y operador de la transición en la crisis de legitimidad de la política duopólica. Una nueva constitución que remedie en algo lo mal hecho sólo emergerá de un auténtico proceso constituyente que conduzca a una Asamblea Constituyente cuya mitad debe ser electa y la otra resultado de un sorteo donde cualquier ciudadano podrá ser elegido. La casta y sus políticos ya no pueden invocar un “savoir faire” o conocimientos de tipo legal o político específicos para gobernar o legislar. El resultado está a la vista: más ganan, más se alejan de la vida del común y más corrompibles son. Si la codicia es un “pecado capital”, lo es porque la forma dinero coloniza la subjetividad; se convierte en una pasión destructora de la vida social. Quienes se dejan capturar sus afectos por el dinero (los Orpis, Insunza, Correa, Golborne, Piñera, Novoa etc,) significa que han interiorizado la lógica del Capital; (en lenguaje de Lacan, sus afectos y subjetividad han sido capturados por el Significante Amo: el dinero como manifestación del capital y del poder de la oligarquía propietaria). 201 Cabe preguntarse entonces si el pueblo soberano y sus movimientos sociales (trabajadores, estudiantes, pensionados, pueblos-naciones sometidos) no deben autonomizarse (recuperar la soberanía para sí y no delegarla) hasta que no aparezca una alternativa política viable, creíble y salida de las luchas sociales reales y desconfiar mientras no existan en una nueva Constitución instituciones de control popular para impedir la corrupción y las trampas de la representación política que implica desposesión del poder político de la multitud en manos de un puñado de poco confiables “representantes”. (*) Ver: Susan George, State of Corporations (el ascenso del poder ilegítimo y el desafío para la democracia). https://www.tni.org/files/download/state_of_corporation_chapter .pdf Kathya Araujo, socióloga: “El miedo a los subordinados nos impide renunciar a ser autoritarios” http://www.theclinic.cl/2016/07/06/kathya-araujo-sociologa-el-miedo-a-los-subordinadosnos-impide-renunciar-a-ser-autoritarios/ Daniel Hopenhayn 06 Julio, 2016 Tags: Autoridad, Columnas y entrevistas, Kathya Araujo, Poder, socióloga, subordinados No es que a los chilenos nos parezca bien el autoritarismo: es que no sabemos ejercer la autoridad de otra manera. Y no es un problema de las élites: todos creemos más en el garrote cuando necesitamos que otro nos haga caso. Son algunas de las conclusiones a las que llegó la socióloga Kathya Araujo –peruana, radicada en Chile hace 20 años y hoy académica de la USACH– en su libro “El miedo a los subordinados” (LOM), luego de una investigación que incluyó un extenso trabajo de campo para entender qué está pasando con la autoridad no sólo en la política, sino en ámbitos cotidianos como la familia y el trabajo. Diagnostica que hemos llegado a un callejón sin salida: la desconfianza mutua nos enseñó a tratarnos de una forma que ya no aceptamos, pero sigue siendo la única que nos resulta. La autoridad es un asunto difícil de reivindicar en ambientes progresistas, tiene muy mala prensa. Dices que eso ha generado un vacío intelectual en torno al tema. –Sí. La autoridad es realmente un tema central, porque explica cómo conseguimos hacer cosas conjuntamente. En una sociedad, hasta las tareas más simples requieren que alguien influya sobre las conductas o el pensamiento de otros. Eso ocurre todo el tiempo: desde que te vas de picnic y alguien organiza, hasta gobernar un país. La autoridad está ahí. Pero no ha habido mucho trabajo sobre el tema porque,efectivamente, quedó asociado a posiciones más conservadoras. Y porque el pensamiento llamado progresista, sobre la emancipación, se dedicó más al problema del poder como forma de dominación, y se dejó de pensar en la autoridad como una herramienta necesaria en favor de las sociedades. La autoridad quedó teñida de “dominación ilegítima”. –Exactamente. Y era más ondero, y si se quiere más rentable, para la idea de que uno estaba trabajando por la emancipación, tratar temas más ligados al poder de esos dominadores. 202 Temas más Foucault. –Claro. Foucault, Althusser, también Bourdieu, rozan el problema de la autoridad, pero muy tomados por la cuestión de la dominación. Y lo cierto es que las sociedades necesitan gestionar las jerarquías, resolverlas de alguna manera. La autoridad permite pensar en eso. Algunos podrían ver la actual crisis de autoridad como un triunfo de la izquierda, porque ciertos principios de igualdad se han impuesto a las viejas jerarquías. Pero también podría ser un triunfo de la derecha si responde más bien a una cultura individualista. ¿Qué piensas tú? –Que esas equivalencias son falsas. Porque a mayores ambiciones de igualitarismo, más complejo y más fino es el problema de cómo manejar las jerarquías. Por eso hay un error en el abandono de esta temática, y en poner a la autoridad como anti igualitarista. No existen sociedades sin jerarquías, es imposible. Hasta Rancière, a quien no podemos sospechar de autoritario, insiste en que ese igualitarismo al ras es un horror, porque implica el totalitarismo. Entonces, la tarea de una sociedad igualitaria es manejar las jerarquías según las relaciones democráticas o los conceptos de justicia que desea para a sí misma. El problema es que en las democracias modernas, sobre todo últimamente, jerarquía parece sinónimo de oligarquía. Validar lo primero parece llevar fatalmente a lo segundo. –Por lo mismo hay que enfrentar el tema, porque la jerarquía va a seguir existiendo. Si yo tengo un niño pequeño, no puedo dejar que se coma un pedazo de plástico, tengo que ejercer mi autoridad; no de cualquier manera, pero tengo que ejercerla. Entonces, limitar la autoridad a una dimensión política, a un corte del mundo donde sólo hay dominadores y dominados, es insostenible. Desde que existe la modernidad,todos ocupamos las jerarquías en algún momento. Yo puedo ser subordinada tuya en algún trabajo y tener subordinados en otro ámbito. Con “subordinados” me refiero a personas en cuyas conductas debo tener algún tipo de influencia. El guía de un grupo de alpinistas, por ejemplo. Pero esa idea de las jerarquías flexibles se ha vuelto sospechosa, sobre todo al destaparse los contubernios entre política y empresariado. La sensación ambiente es que la modernización camufló lo que seguía siendo una dominación de clase muy compacta. –Pero insisto en este punto, porque es muy importante: la vida social es mucho más que el dominio de lo político. Si no entendemos eso, el ejercicio de la autoridad, que en Chile es autoritario, termina siendo un problema de los poderosos, cuando en realidad nos atraviesa a todos. No estoy negando que un problema principal del país han sido sus relaciones sociales verticalistas, sostenidas además en la ficción de que tu derecho a estar en la cima era natural. Pero el autoritarismo tiene que ver cómo funcionamos todos. Explicas que la tradición política latinoamericana creó una manera de ejercer la autoridad muy distinta a la de Europa o Norteamérica: en esos países opera por legitimidad, y acá sólo por eficiencia. –Así es. Y cada solución produjo distintos problemas, no quiero decir que “ellos sí saben y nosotros no”. Pero en esos países, la autoridad está centrada en su legitimidad; es decir, que el que obedezca esté de acuerdo en obedecer. Entonces, ahí el trabajo principal ha sido pensar en cómo obtener la obediencia de un “otro consciente”. En nuestro caso, ya desde Portales y quizás más atrás, la importancia de que el otro consienta en obedecer, de que entienda lo que tú quieres hacer para que esté de acuerdo contigo, ha sido mínima. La pregunta era cómo conseguir que el otro obedezca, punto. Es lo que se ha llamado la “concepción residual del pueblo”, y que puedes reconocer incluso en los gobiernos de la Concertación, cuyos modelos de participación fueron un saludo a la bandera, con mucho cuidado de que la población no tuviera un rol protagónico. El problema es que, con ese modelo de la eficiencia y no de la legitimidad, yo nunca tengo tranquilidad. ¿Por qué? Porque no tengo ninguna garantía de la estabilidad de tu obediencia. Entonces nuestra relación es siempre tensa. 203 Soy como un tigre de circo: en cualquier momento despierta el salvaje. –Exactamente. Y esa escena, ese miedo al subordinado, es lo que ha perpetuado el autoritarismo, porque hace que yo siempre tenga miedo. El que obedece tiene miedo a que lo castiguen, a que lo echen, y el que manda tiene miedo porque al no saber si tú me estás obedeciendo porque quieres, tampoco sé en qué momento te vas a robar la mercadería en venganza, o vas a hacer las cosas mucho más lento sólo por molestarme, o me vas a mentir y en vez de ir a estudiar con tu amigo te fuiste a la fiesta… Entonces, ¿cuál es mi única solución? La autoritaria. Y estamos en un callejón sin salida, porque hoy las personas piensan que el autoritarismo es muy negativo. Eso te iba a preguntar. ¿Cómo conjugar las actuales demandas por un trato horizontal con ese miedo recíproco que lleva al autoritarismo? –Sí, es un tema muy importante. Yo creo que, si hay un gran cambio en Chile, es la expectativa de ser tratado horizontalmente. Todas estas ofertas de igualdad que hicieron la Concertación, las demandas sociales, los organismos internacionales, crearon un gran discurso de igualdad en los últimos 25 o 30 años que ha calado muy hondo. Y las personas terminaron por traducir esa oferta al campo que les es más concreto: el de las interacciones cotidianas, cara a cara. Las desigualdades económicas son muy importantes, pero las del trato diario –y esto lo veo desde hace por lo menos 10 o 12 años que estoy haciendo estudios– son la verdadera brújula de las personas para orientarse en lo social, y la verdadera vara para medir la justicia de la sociedad para con ellas. Entonces, en ese plano, hoy las personas reclaman ser tratadas de manera igual, no ser abusadas, y además entienden que eso es un valor para la sociedad. La gran paradoja es que, cuando están en la posición de ejercer autoridad, saben que su única manera de hacerlo con eficiencia es siendo autoritarias.Entonces estamos sometidos a un conflicto constante: tenemos valores antiautoritarios y estamos hipersensibles a toda forma de abuso, pero el miedo a los subordinados nos impide renunciar a ser autoritarios. ¿Los valores antiautoritarios no sirven para superar el miedo al subordinado? –Al contrario, lo aumentan, hoy es más fuerte que antes. Porque sabes que el otro espera ser tratado de otra manera, y que se sabe con derecho a exigirlo. Ahora el tigre piensa, y además anda hipersensible. –Piensa, demanda y es mucho más fuerte que antes. Yo creo que hablar de “empoderamiento político” es un error, porque no es que tú tengas mayores cuotas de poder entregadas por el sistema político, aunque algo de eso haya. Las personas se han empoderado sobre todo porque en estas décadas, con el nuevo modelo económico y societal, aprendieron algo crucial: que son capaces de gerenciar sus vidas sin necesidad de ser tutelados. Como el Estado te dijo “anda y enfréntate al mercado como puedas, ve cómo arreglas tu vida”, hubo un gran aprendizaje de los individuos. Así, todo este modelo tutelar de “yo sé lo que es bueno para ti” no funciona más. Es paradójico que sea un efecto del neoliberalismo, pero bueno… Será una cuota de esperanza que incluso este modelo, que hace muy difícil la vida, haya generado individuos mucho más conscientes de su capacidad de acción en el mundo, intolerantes a que les digan qué tienen que hacer sin considerar su opinión. ¿Crees que ese cambio cultural fue un efecto del modelo económico, más que de los discursos de igualdad que comentabas recién? –No, creo que es una mezcla de las dos cosas. Es tan absurdo explicar todo el país por la igualdad y el empoderamiento como pensar que todo esto es pura individuación. Son las dos cosas, y por eso tenemos consecuencias tan paradójicas. LA FAMILIA Y LA PEGA 204 ¿Cómo se manifiesta, cuando nos toca ejercer autoridad, esta contradicción entre el rechazo al autoritarismo y la necesidad de ejercerlo? Tú lo estudiaste desde la familia y el trabajo. –Sí. En la familia, para los padres, es muy dramático. Buena parte de los entrevistados y las entrevistadas estaban muy tocados por este discurso que imagina una relación con los hijos dialógica, democrática. Ese ideal entró muy fuerte en las familias. Pero les resulta muy difícil de implementar. Todos terminan diciendo que están agotados de tener que abrir ese diálogo. ¿Por qué? –Porque no funciona. Así de simple: no funciona. Conversan con los hijos y después los hijos hacen lo que quieren. Para los sectores populares es mucho más grave, porque la desobediencia es la calle y la calle es la droga y la delincuencia. Yo trabajé con una técnica que se llama “conversación/dramatización”, donde hombres adultos tenían que actuar, a partir de sus propias experiencias, una escena en la que se ejercía la autoridad, uno en el rol de padre y los otros de niños. Entonces el padre entra y dice: “Niños, yo creo que ya deben irse a la cama, porque es tarde y tienen que descansar”. Y el niño dice “ay, no, yo estoy contento acá”. “No, pero ya es hora de descansar”. Y el niño empezaba a pedir cosas a cambio, y cada vez más cosas a medida que el padre iba cediendo; la escena se volvía una burla, un ideal de diálogo convertido en un chantaje. En cambio, si escenificaban la fórmula autoritaria –“¡te paras y te vas, mierda, se acabó!”–imponían la autoridad mucho más fácil. Y eso también aparece en el trabajo. –Y es muy interesante, porque a diferencia de los padres, los empleadores han ganado muchas armas para manejar la situación a su favor. Pero cuando hago la investigación, todos los empleadores y los mandos medios tienen un terror espantoso a que te van a dejar en evidencia que no tienes autoridad. Los peores son los mandos medios, porque el de arriba les pide que produzcan un montón, pero el de abajo, si no lo manejas bien, te lo va a impedir. Y los discursos del management –las buenas relaciones, la cooperación, la creatividad– tampoco funcionan, muy pocas empresas los ejecutan realmente. Siempre aparece el fantasma de que el otro se va a burlar de ti, o te va a pelar a la hora de almuerzo… el miedo a los subordinados. No eres autoritario porque seas malo, es porque estás convencido de que si no lo eres, el otro va a aprovecharse. ¿Y ese miedo es pura fantasía del que ejerce la autoridad? No pues, porque efectivamente quien está del otro lado, que tiene una experiencia histórica de ser abusado, ninguneado, responde a su manera. Los entrevistados nunca son los malos, pero sí te dicen que todos los otros, cuando están en el lugar del subordinado, responden… Por eso el problema de la autoridad es de todos. ¡Y es central! Si tú quieres que un país crezca más, con procesos innovadores, olvídate: la innovación implica darle un rol protagónico al otro, para que cree, para que avance. Todos los proyectos de productividad chocan con esta escena que nos tiene tomados. En la familia, el afecto del hijo también se convierte en una fuente de miedo al subordinado. –Sí, ha aparecido un temor a la pérdida del amor de los hijos. Sobre todo con la crisis que hay de la pareja. El hijo se convirtió en la fuente más importante de satisfacciones afectivas y emocionales, y hasta de placer. Y eso genera un problema enorme para la autoridad, porque tú no puedes ejercerla con miedo a perder el amor del otro. “Ay, si le digo que no sale a la fiesta no me va a querer más, y mañana no me habla”. Y los hijos, obviamente, se dan cuenta del poder que tienen. Los estudios sobre niñez muestran que una de las cosas más importantes que están pasando con los niños es que tienen una imagen de la fragilidad de los padres, y actitudes de adultos respecto a sus padres porque los ven frágiles. Por eso llega el Día del Padre y muchos de los comerciales son niños que les dicen a sus padres qué es lo que tienen que hacer, o “qué tonto es mi papá que le pasa esto”. A esa fragilidad súmale la 205 extensión de las jornadas laborales. El ejercicio de la autoridad sin presencia es muy complicado. En el trabajo, al revés, la lógica de la presencia sigue exagerada: que el subordinado “esté ahí”. –Es ridículo, pero eso sigue funcionando: tienes que ver al otro. Y no por esa idea positiva de la co-presencia, sino porque la suposición de entrada es que si no te ven, “este me debe estar sacando la vuelta”. Es una queja frecuente en mis entrevistas: podrías haberte ido a las 5 pero tienes que quedarte hasta las 7 jugando solitario. CORRER EL RIESGO Como los jóvenes no reconocen autoridad, se culpa a la educación –del hogar y la escuela– de una mala formación cívica. Pero poco podrían hacer los padres o profesores si sus hijos y alumnos tampoco les reconocen autoridad para educar. –Pero ahí hay que tener cuidado, porque eso no quiere decir que la autoridad se haya perdido. Lo que entró en crisis es su ejercicio autoritario. No es que los estudiantes no quieran autoridad. Un estudiante mío investigó, en escuelas vulnerables, la violencia contra la propia escuela, que realmente hay mucha. Pero él no fue a mirar “ah, sí, hay crisis de autoridad”, sino a mirar cuáles son los profesores que sí consiguen ejercerla, cómo lo consiguen. Yo creo que esa es la pregunta. La gente está muy dispuesta a tener figuras de autoridad como referentes, que son probablemente líderes e instituciones más alternativos. Pero las fórmulas autoritarias llegaron a su tope, y al mismo tiempo no las podemos abandonar. Es un drama. Dices que la salida no pasa por recuperar la legitimidad política e institucional. ¿Por qué no? –Porque creo que el problema de la política no es distinto al de la sociedad: cómo transformar las formas de ejercer la autoridad, más allá de las normativas. Si tu pareja te dice “tú nunca me escuchas”, tú puedes definir que la vas a escuchar los viernes de 7 a 8, pero te va a servir de poco. La interacción entre personas pasa por convencimientos internos. Entonces lo que se requiere es una conversación, abrir el tema para hacernos cargo de cómo todos estamos involucrados en la reproducción de esta escena que no nos lleva a ningún lugar. Y eso no es hablar de fórmulas institucionales… Sino de cómo es el trato. –Claro, las maneras en que efectivamente abordas a los ciudadanos. El debate sobre la Constitución mostró un temor enorme a la posibilidad de abrir espacios. Se hicieron estos encuentros, importantes porque abren espacios de conversación, pero quedó en evidencia cómo toda la clase política hace imposible la apertura de un espacio mayor, y sostenido en el tiempo. Ya estos encuentros provocaron unas inseguridades tremendas por lo que fuera a decir la gente sobre la Constitución, “van a pedir quizás qué cosas”. Ahí está el miedo al subordinado, ¿no? –Totalmente. Y esa idea de que en realidad no tiene nada que decir, de que “yo soy el Estado y yo voy a cuidar que todo funcione”. Ese modelo ya es insostenible. La derecha no puede seguir teniendo miedo cada vez que se menciona la idea de participación, tampoco la Nueva Mayoría. Por otra parte, se critica mucho a los partidos porque tienen miedo de abrirse, pero gana DJ Méndez en Valparaíso y ahora les dicen “oye, ustedes tienen que imponer seriedad, están farandulizando la política”. –Sí, bueno, pero la libertad siempre implica riesgos, y hay riesgos que hay que correr. Lo cual tampoco se contrapone con la responsabilidad de los partidos de ver quién es su candidato. 206 O quizás se contrapone. Lo está sufriendo el Partido Republicano por dejar que la gente decida si quiere o no a Trump. –Bueno, pero es así. Porque la otra opción, ¿cuál es? Las cuatro paredes. –Claro, y ni siquiera es una mala opción, sino que ya es imposible, porque el mundo cambió. Cambiaron las tecnologías, pero también las personas, que están mucho más seguras de sí mismas, y entraron otros valores sobre lo que debe ser una sociedad. Yo encuentro que es positivo. Y bueno, si es DJ Méndez, es DJ Méndez. No queda otra que arriesgarse. –Es que la única posibilidad de que el mundo vuelva a las cuatro paredes es que llegue un régimen totalitario como el que nunca vimos en la historia… Prefiero ver la farandulización de la política. Y en cinco años aprenderemos que es un error y haremos otra cosa. Hay que tener confianza en que la reflexividad no es un bien de las élites, es un bien común. Si tú vas aumentando la educación, como ha ocurrido en las últimas décadas, estás apostando por un aumento de reflexividad. Y si creas reflexividad sin libertad, estás creando una bomba de tiempo. Pero países que apostaron hace mucho por la educación y la democracia, no parecen mejor blindados para evitar un Trump o un Brexit. –Sí, pero en esos fenómenos hay más que un factor de error. También son un factor las consecuencias del neoliberalismo en las últimas décadas. Yo tengo sentimientos encontrados. Encuentro que Trump es terrible, pero veo que detrás hay una reacción al neoliberalismo y fuerzas que uno tendría que poder canalizar de otra manera, en vez de decir “mira, esta gente ignorante, prejuiciosa, cero reflexiva”. ¿Crees que la izquierda se desconectó de ese mundo, más interesada en su credo que en sus fieles? –Es difícil saber quién es la izquierda, pero sí creo que los partidos que han sido gobierno se creyeron demasiado ciertas ofertas del modelo y miraron poco a lo que estaba pasando en la sociedad. Y creo que tampoco las posiciones más radicales miran lo que está pasando, porque el país no es de radicalismos, realmente no está en su espíritu. Creo que este es un país que puede amar las utopías, pero no el radicalismo. Y por otro lado, la vida ordinaria de las personas es lo que es. Yo tengo muchos años haciendo trabajo empírico con sectores populares y medios/altos, tengo cierto contacto largo con eso, y veo que hay un sentimiento muy nítido de que se ganaron muchas cosas, aunque se hayan perdido otras. Y hasta que no reconozcamos realmente lo que se ganó y lo que se perdió, no vamos a poder conectarnos. Eso creo. La manera en que se manifestaron los estudiantes, con el Cristo roto o en el INBA, creó una sensación de “estos jóvenes no creen en nada”. ¿Qué lectura le das a esos hechos? –Creo que hay mucha rabia. Son grupos, no puedes juzgar a la juventud por ellos, pero sí puedes tomar desde ahí que hay una cosa de rabia, que ni siquiera es malestar. “Malestar” decía el PNUD el año 98 y creo que fue un diagnóstico temprano acertado, pero han pasado 18 años y ya hay una verdadera rabia confrontativa, no sólo en los jóvenes. Ahora estoy haciendo una investigación sobre la calle, y lo más importante, por lejos, es que la gente cree que en los espacios de encuentro con los otros necesariamente va a haber roces, porque ni tú ni yo podemos manejar esta irritación que traemos de otros lados. Es una irritación que trasciende el problema de la autoridad, tiene que ver con promesas incumplidas, expectativas que crean frustraciones. Las personas han ganado cosas, pero el costo es muy alto. Hay mucha rabia, mucha rabia… Antes, en las entrevistas, la gente no me hablaba con tanto garabato como 207 ahora. Es increíble cómo pueden tener fórmulas muy cálidas, muy bonitas para hablar de sus vidas personales, familiares, de sus sueños, etc. Pero llegas al tema de la sociedad y es un garabato tras otro. “Esto es una mierda, porque estos son unos conchesumadres, hay puros ladrones…”. Eso no es malestar, es rabia. Cuando hablas de abrir una discusión para salir del miedo autoritario, uno supone que eso no puede venir de abajo, que los subordinados vayan a decir “oiga, jefe, conversemos”. Aunque sea un problema de todos, depende de los de arriba intentar ese cambio. –Sí, tiene que haber una conversación como sociedad, pero es obvio que sin los empleadores y las élites políticas es imposible. Ahora, ¿cómo se produce la confianza para esa escena mutua? Yo en realidad no tengo idea, pero la conversación tiene que empezar, porque nadie está sabiendo cómo se ejerce la autoridad y esto, insisto, no se resuelve institucionalmente. Hay que empezar a hablarlo para que se asuma primero como problema, y luego como autorreflexión –de las élites, de los empresarios, de las personas comunes– sobre qué está en juego cuando tu primera actitud es tratar al otro autoritariamente. Los proyectos de desarrollo y la lucha por la tierra http://www.contextolatinoamericano.com/articulos/los-proyectos-de-desarrollo-y-la-luchapor-la-tierra/# Los desplazamientos forzosos, asesinatos y demás abusos que los Estados Unidos cometieron contra los nativos americanos, hoy conforme a su proyecto capitalista, se vienen imponiendo en distintas partes del Tercer Mundo, como México. Por lo que nos es preciso recordar que la fundación de la civilización estadounidense estuvo manchada por el robo, el asesinato y el genocidio. Y hoy pretenden hacernos lo mismo que hicieron con los nativos americanos, de los cuales actualmente viven 2.5 millones y un millón de ellos viven en reservas. Estas reservas en total abarcan una extensión de 22.5 millones de hectáreas, o 2.3% del territorio total de Estados Unidos. Es decir, los nativos americanos fueron privados de 97.7% de sus tierras. Además, a ninguna tribu se le concedió el derecho de conservar sus tierras ancestrales y todos los habitantes fueron desarmados. Impulsando el mismo proceder de despojo de tierras para sus grandes compañías agroindustriales, Estados Unidos desde hace años en nuestro país, mediante proyectos como el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), lideran un esquema de integración geopolítica, que se exponencia a partir del éxito de la economía china. Contemplando un régimen comercial “abierto” que incluye agricultura, propiedad intelectual, telecomunicaciones, servicios, comercio y medioambiente, entre otros. Y para lograr sus objetivos, ha contado en nuestra nación con el respaldo de la burguesía monopólica nacional, expresada en 2013 a través de la Coalición Empresarial para el TPP, precedida por Moisés R. Kalach, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido. Así como por el Compite Estratégico para el TPP, encabezado por Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, mismo que también ha sido consejero de Nacional Financiera, la Fundación Comunitaria de Oaxaca, del Banco Nacional de Comercio Exterior, entre otras. Además, en el Comité Estratégico para el TPP, también participan el Consejo Mexicano de Comercio Exterior, presidido por Valentín Diez Morado, consejero de Banamex, Citigrup, Mexichem, Kimberly Clark de México, Grupo México, Desc Corporativo, Zara y Bodegas Vega Sicilia, así como otras tantas. Y asimismo, contando con tal respaldo, Enrique Peña Nieto planteó la creación de zonas económicas especiales (ZEE) el 27 de noviembre de 2014, no obstante o aprovechando la conmoción nacional suscitada por la desaparición de los 43 normalistas de Iguala, Guerrero. El presidente anuncio 14 acciones en materia de seguridad, justicia y desarrollo económico, con 208 la supuesta intención de que crímenes similares a la desaparición de los 43 normalistas no se repitieran (sic). A este respecto Luis Videgaray Caso, Secretario de Hacienda y Crédito Público, abundo que para la formulación de las Zonas Económicas Especiales se llevó a cabo una revisión muy amplia y profunda de más de 4 mil ZEE existentes en otras partes del mundo. De lo cual según indico, se aprendieron tres lecciones para que funcionen de manera adecuada: primero, que las ZEE deben desarrollarse bajo un enfoque integral para que proporcionen un “desarrollo equilibrado, incluyente y sustentable” en sus regiones. No bastando con incentivos fiscales, laborales o aduaneros, las “ZEE además deben de proveer toda la infraestructura económica (tangible e intangible), social y urbana” para que sean “atractivas” tanto para las empresas – porque según señalo, incrementan su competitividad – como para la gente, puesto que según Videgaray, mejoran su calidad de vida. Un segundo aspecto aprendido según indico Videgaray fue la importancia de un esfuerzo público-privado, en el que el gobierno ponga las bases que atraigan y mantengan las inversiones privadas. Ya que sólo así se lograra que estas zonas propicien el desarrollo de sectores de alta productividad, con empleos mejor remunerados. Y finalmente, aprendieron que las ZEE requieren de una visión de largo plazo, debido a que estas tardarán entre cinco y diez años en comenzar a “madurar”. Sin embargo, para el impulso de las ZEE no se ha tomado en cuenta a las poblaciones que se verán directamente afectadas por sus proyectos de “desarrollo”. Sino que han sido fruto del acercamiento del gobierno con el sector privado y la asistencia de organismos multilaterales como el Banco Mundial y el Centro de Desarrollo Internacional de Harvard. De suerte tal que, en su paso para su aprobación en el Congreso de la Unión de nuestro país, según interpreta el Secretario de Hacienda, esta iniciativa fue enriquecida y aprobada por los legisladores, de manera que en este momento tenemos en México una gran oportunidad para aprovechar un marco legal sólido que: i) brinda certidumbre a la inversión, ii) promueve el desarrollo regional, iii) cuenta con instrumentos rectores con visión a largo plazo, iv) permite crear un paquete de estímulos “a la medida” de cada zona, y v) garantiza la trasparencia y la rendición de cuentas [1]. Pero no obstante estas bellas declamaciones, que pretenden llevar a los estados de Michoacán, Guerrero, Veracruz, Oaxaca y Chiapas a un mundo de ensueño a través de las ZEE. Nos viene a la mente el amargo recuerdo (además de los nativos norteamericanos) de que en el estado de Chiapas, a pesar de la moda ecológica, el gobierno al menos desde 1900, al igual que ahora, también se enterneció ante la miseria indígena de Chiapas, como señalo el Subcomandante Marcos. Y tuvo a bien el hecho de que a la par de dotar a la entidad de hoteles también se construyeran cárceles, cuarteles y un aeropuerto militar. Todo con la misma finalidad que hoy prevalece en las ZEE: “blindar las zonas, para que puedan llegar las materias primas y salgan los productos terminados”. Según indicó Abraham Zamora, director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos [2]. Y tal como ocurriera hasta antes y aun después del levantamiento del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, la riqueza del estado de Chiapas siga saliendo por oleoductos, gasoductos, tendidos eléctricos, vagones de ferrocarril, por cuentas bancarias, por camiones y camionetas, por barcos y aviones, por veredas clandestinas, caminos de terracería, brechas y picadas [3]. Pero hoy mediante el esfuerzo “extraordinarios” de las ZEE. Contexto en el que además una parte del llamado “capital humano” lo conforman niñas y niños que son explotados en minas de Chiapas para la extracción de ámbar. O en el estado de Guerrero, son empleados en cultivos ilícitos de enervantes. Según a informado el director de la Oficina para México y Cuba de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Thomas Wissing [4]. Todo lo cual se ha venido imponiendo en México dentro de una visión “paternalista”, que se expresa legalmente al menos desde el siglo XVI hacia los nativos, cuando los virreyes innovaron el sistema de justicia aplicado a los indios, con el fin de lograr un mejor control 209 social y político de los pueblos. Pero al igual que entonces las autoridades españolas consideraban a los indios como “menores de edad”, incapaces de defenderse jurídicamente, bajo el supuesto de que tienen una debilidad de carácter y condición, hoy en día se le siguen imponiendo “proyectos para que logren su desarrollo”. Por lo que tal parece que al igual que en 1523, cuando a los nativos se les brinda el estatus de “miserables” y la Corona decide “ampararlos” por esta condición jurídica. En estados de la república mexicana como Chiapas, la intención es que se continué con el “desarrollo” indígena a partir de que fluyan hacia países como los Estados Unidos y Canadá, maderas y frutas, ganados y hombres. Profundizando las ZEE el trabajo hechos por el TLCAN, con la intención de postrar a nuestro país, como se hizo anteriormente con las repúblicas bananeras. Por lo que desde el proyecto neoliberal se ha “rediseñado” el sureste de México para que siga siendo “competitivo” mediante la exportación de materias primas y mano de obra [5]. Más aun, los granes monopolios ubicados en Estados Unidos, tienen en mente volvernos productivos, mediante sus “proyectos de desarrollo”. Pero para lo cual recurren al desplazamiento, tal como hicieron con los indios hidatsa/mandan, quienes fueron empujados hacia la reserva de Fort Berhold, debido a la construcción de la presa Garison en los años 1950. Además de que en ese mismo año, niños nativos norteamericanos, fueron obligados a abandonar sus comunidades y familias para ser colocados en internados en los que les enseñaban oficios durante cuatro años [6]. Consolidándose se la visión de productividad del Pentágono en México después de 1945, cuando al igual que el resto de América Latina, es circunscrito en la órbita del capitalismo estadounidense, consolidado y en expansión después de la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces se ha dejado a la totalidad de los países de la región como zonas subdesarrolladas y dependientes. Para lo cual le han servido como palanca estructuras jurídicas como la promulgada por Benito Juárez, que reivindica “el respeto al derecho ajeno”, entendido el derecho a la propiedad privada. En tanto que por otro lado permite a las clases dominantes/dominadas de nuestros países, acentuar mediante los aparatos represivos (como la gendarmería en Nochixtlan, Oaxaca), la explotación y la sujeción del proletariado nacional. De manera que en este tenor se circunscriben las declaraciones de Enrique Peña Nieto, cuando indica que ni la Reforma Educativa, ni ninguna otra ley “esta sujeta a negociación”. No obstante “lamenta” los hechos ocurridos el domingo 19 de junio de 2016 en Nochixtlan, Oaxaca. A lo cual abunda que, para el gobierno lo que esta muy claro y lo que es su deber es justamente aplicar lo que esta en la legislación, el mandato que tiene la ley” [7]. Contaminación y accidentes “productivos” Tales declaraciones, vienen reflejando que no importa que en México industrias químicas, alimentarias, cementeras, de fabricación de plásticos, así como de generación y transmisión de energía eléctrica, como las que rodean a la Ciudad de México, en un 80 por ciento. Arrastren por el aire 140 mil toneladas de emisiones contaminantes en promedio. Además de que los llamados proyectos de desarrollo, pasan por alto las opiniones vertidas por especialistas como Sergio Sánchez, director Ejecutivo del Clean Air Institute (CAI). Quien ha indicado que la contaminación ambiental es un hecho que viven todas las ciudades de la República Mexicana y de otros países de América Latina. A partir de episodios de altas emisiones contaminantes derivadas del incremento en el transporte automotriz de combustión interna, la producción industrial, así como por las actividades comerciales y de servicios [8]. Ocurriendo entonces, que ante los intereses empresariales se vienen dejando de lado estudios como el de Global Urban Ambient Air Pollution Database, de la Organización Mundial de la Salud, que tras analizar y comparar lo niveles de partículas (PM 10 y PM 2.5 [9]), registradas en 2008 a 2013 en 795 ciudades de 67 países, ubican a la Ciudad de México y el estado de Puebla en el séptimo lugar en niveles de contaminación en el país. 210 Mientras que en el mismo estudio, Monterrey, Nuevo León es la ciudad más contaminada, seguida de Toluca (estado de México), Salamanca, León, Irapuato y Silao (Guanajuato). Y la Organización Mundial de la Salud ha advertido que las Particulate Matter PM, contienen sulfato, nitratos y carbón, sustancias que entran a los pulmones y al sistema cardiovascular, envenenándolos y causando graves riesgos para la salud. De manera que ante el desinterés por estos hechos, han llegado a campear en la Ciudad de México fábricas como, Cromatos de México. Misma que de acuerdo con archivos del municipio de Tultitlan, estado de México, funcionó de 1958 a 1978. Lanzando a cielo abierto la materia prima conocida como cromita, sin que hubiera un control sobre las emisiones a la atmósfera, ni en la disposición de los residuos que eran “donados” para el relleno y aplanado de calles. Pero en 1975, los habitantes de la zona cercana a la fábrica Cromatos comenzaron a tener problemas de salud, como perforaciones del tabique nasal, lesiones renales, ulceraciones, dermatitis, y cáncer. Pero los más afectados resultaron ser los alumnos de les escuela primaria Reforma, que se encontraban junto a la fábrica. Y ante esto eventos, la fábrica se vio obligada a cerrar por la lucha de los vecinos afectados [10]. Pero pasando por alto estos eventos, el gobierno de Enrique Peña Nieto a continuado con “proyectos productivos”, como la desincorporación de la planta Clorados III, de la empresa Petroquímica Mexicana de Vinilo (PVM), realizada el 30 de junio de 2013. Días antes de que el presidente anunciara la iniciativa de reforma energética, para aceptar la entrada de capital privado en PEMEX. Resultando en que desde hace tres años el gobierno decidió entregarle en comodato a la empresa Mexichem, misma que pertenece a PVM, el Complejo Petroquímico Pajaritos. Debido a una cuestión presupuestal, según justificaron las autoridades. Y Mexichem, de Juan Antonio Valle, supuestamente inyectaría dinero fresco, mediante una inversión multimillonaria. Sin embargo, de acuerdo con Didier Murguira Cadena, de la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros, que agrupa a 320 empelados de PEMEX disidentes del corporativo Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana. Conforme el paso de los meses, no se hizo patente la inversión multimillonaria prometida, sino que se continuó trabajando con el mismo equipo. Además de que según Didier, desde que Mexichem tomó el mando de Pajaritos, los protocolos de seguridad se relajaron. Por lo que se produjo un sobre calentamiento en el área de hornos. Y debido a la falta de mantenimiento en un complejo cuyas válvulas e infraestructura, se produjeron dos explosiones en una de las tres áreas del complejo, la de Clorados III. Lo cual de acuerdo con algunas estimaciones dejo 27 muertos, 160 heridos y 18 desaparecidos, el día 20 de abril de 2016. No obstante tal catástrofe, el presidente Peña, el día jueves 21 de abril, acudió al lugar de los hechos en medio de un impresionante cinturón de seguridad policiaco-militar, acompañado del director de PEMEX y el gobernador de Chihuahua, César Duarte. Además, sólo se le permitió el acceso a medios de comunicación previamente seleccionados. Por lo que en el exterior del complejo petroquímico, unos 150 policías de la SSP estatal, así como una treintena de militares fueron movilizados para formar varios cinturones de seguridad y así evitar que grupos de familiares de los obreros muertos, heridos o desaparecidos encararan a Peña Nieto. Sumado a esto, al final de su recorrido el presidente se subió a un helicóptero de la Marina para trasladarse al hospital de PEMEX de Minatitlan. Y sólo hasta entonces los efectivos de la SSP y de la Sedena levantaron el cerco de seguridad, para dejar entrar a mujeres a la planta de Pajaritos, para que buscaran a sus familiares [11]. Situación que empeoro para los familiares de los accidentados, debido a que dentro la lógica empresarial de volver a México “productivo” y competitivo” la dirigencia del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, encabezada por Carlos Romero Deschamps, permitió el desplazamiento de los trabajadores sindicalizados de PEMEX para que, de acuerdo con el Frente Nacional Petrolero, las compañías privadas del sector energético y Petróleos Mexicanos se inundarán de trabajadores terciarios. 211 Por lo que después del accidente, se inicio una pugna entre la empresa Mexichem, propietaria de las instalaciones y las compañías terciarias Welding, Gamza e ICA Flour, para deslindarse de la responsabilidad y el pago de indemnizaciones, daños y perjuicios a los familiares de los trabajadores fallecidos y accidentados [12]. El desmantelamiento de la producción nacional y la mayor “competitividad” Pero los “beneficios” de la “productividad” y la “competitividad” en México, también se vienen manifestando en una desmedida importación de leche en polvo, vía el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Lo cual ha causado que los quesos de producción nacional en México estén desapareciendo, de acuerdo con el académico Abraham Zacarías Villegas. Zacarías Villegas dice que existen miles de pequeños queseros artesanales dispersos por todo el territorio nacional y estos elaboran quesos tradicionales. Tan sólo en Chiapas dice que por lo menos existen unas mil queserías que procesan pequeños y medianos volúmenes de leche, entre 50 mil litros. Pero además de Chiapas, en quesería tradicional también destacan Jalisco, Oaxaca, Tabasco, Aguascalientes, Hidalgo y Veracruz. Pero, conforme a la “competitividad” impuesta en nuestro país, los quesos industrializados, sintéticos o de imitación son los que se presentan en los supermercados, principalmente en los urbanos. Bien empacados, atractivos por su aspecto, son puestos a disposición en muchos puntos de venta a precios accesibles, especialmente para los consumidores de escasos recursos. En tanto que los quesos tradicionales no son muy conocidos por los mexicanos, debido a que su promoción es mínima o nula. Además son un poco más caros y no se encuentran con facilidad en los puntos de venta, siendo prácticamente inexistentes en los supermercados. Y dentro de las normas de “competitividad” son señalados como productos inocuos (riesgosos para la salud) porque se elaboran con leche cruda o “bronca”, la mayor parte de estos. Pero no se cuestiona que el producto sea sintentido, industrializado o falso [13]. He igual suerte esta corriendo el mezcal, desde 2012, debido a que conforme a los proyectos de normas oficiales 186 y 006, se esta intentando prohibir el uso del término “agave” en los destilados del mezcal y por el contrario a finales de noviembre del 2015, la Secretaría de Economía presentó el proyecto de Norma Oficial Mexicana, número 199 la cual pretende imponer a los productos de mezcales tradicionales la obligación de rebautizar sus productos con el nombre genérico de “komil” y prohibirles que usen en sus etiquetas cualquier referencia a la palabra “agave”. Lo cual le impediría al consumidor su identificación y por ende sería un duro golpe a la producción artesanal del destilado. Estos hechos se presentan en un contexto en el cual, en años recientes la venta y el consumo de bebidas destiladas de distintas variedades de agaves, diferentes al tequila, ha cobrado importancia y popularidad en todo el país. Pero las grandes empresas tequileras nacionales e internacionales, no quieren compartir un mercado de destilados que, en aproximadamente un 25%, se ha reorientado al consumo de agaves distintos al tequila. Y para imponer sus condiciones, el sector empresarial nacional y extranjero, cuentan con la promulgación de la Ley de Normalización otorgada por Carlos Salinas de Gortari en 1992. Misma que les permite participar en la Norma Oficial Mexicana [14]. Dentro de esta misma lógica, el Acuerdo de Asociación Transpacifico (ATP) mediante sus disposiciones de protección de propiedad intelectual, de acuerdo con Jorge Marín, representante de Médicos sin Fronteras, forzará a los países firmantes a cambiar leyes locales que garantizan el derecho a la salud, además de que los obligara a someterse a tribunales supranacionales, en caso de que sus intereses o ganancias sean afectados. Y pero aun, servirán como antecedente para acuerdos que se lleguen a negocia en el futuro. Debido a que la propiedad intelectual les permitirá ampliar el periodo de vigencia de las patentes más allá de los 20 años previstos en la actualidad, lo que les posibilitará retrasar o bloquear la disponibilidad de medicamentos genéricos. En este mismo sentido, José Cabrera Reséndiz, director de la Red Mexicana de Personas que viven con VIH/sida, indica que el ATP, incrementará los gastos, bloqueará la entrada de productos aleopáticos [15] genéricos 212 innovadores o similares y reforzará el resguardo sobre los efectos adversos de los medicamentos, en aras de proteger la investigación científica [16]. Añade aun más Jorge Marín, como trágico ejemplo el caso del medicamento llamado Atripla, requerido por los enfermos de VIH/sida, que en la India cuesta un desembolso anual de 219 dólares (3 845.51694 pesos mexicanos), pero que se eleva más de diez veces en México, debido a que en nuestro país no se pueden elaborar medicamentos genéricos, por los compromisos adquiridos en el TLCAN. Por lo cual concluye Julieta Ponce, del Centro de Orientación Alimentaria que, la salud es vista como un producto, las medicinas como una mercancía y las complicaciones sanitarias como una oportunidad de negocio [17]. Los proyectos “productivos” en minería Tal embestida de la burguesía monopólica y la burguesía imperialista, además de los ejemplos dados, también se ha presentado en la industria de la transformación y la minería. En 2013 tan sólo el estado de Chihuahua capto más de 521 millones de dólares en dichos rubros. No sin que antes pasara el estado por un periodo de desestabilización y terror acometido por narcoparamilitares (como hoy ocurre en el sureste del país), para que posteriormente esta entidad norteña fuera encaminada por autoridades y empresarios, hacia la promoción de las “ventajas competitivas” en Europa, Asia, Estados Unidos y Canadá. Así, en 2013 el gobernador de Chihuahua, César Duarte, sostenía que dicha entidad era un lugar muy importante en el mapa minero del país y del mundo, particularmente respecto a la producción de oro. Ubicándola en segundo lugar en el ranking mundial, con 19 mil kilogramos; plata, con 909 mil kilogramos; plomo, con 52 mil toneladas y cuarto lugar en la producción de cobre con 15 mil 603 toneladas. Y así se vanagloriaba de que las compañías mineras asentadas en ese estado, “rescataron” de la inactividad y la pobreza a reconocidos pueblos mineros, que desde años atrás esperaban el arribo de nuevas fuentes de empleo. Hechos que no parecen “apreciar” los habitantes de Choreachi, quienes han venido siendo constantemente hostigados por los proyectos mineros [18]. “Prosperidad” que también ha sido promovida desde 2013 en el estado de Chiapas, particularmente en la reserva de la biósfera El Triunfo, ubicada en lo alto de la Sierra Madre de Chiapas. No obstante haber sido declarada hace 26 años como área natural protegida, se encuentra en peligro por el número de concesiones mineras autorizadas en dicho estado, 111. Siete de las cuales se encuentran en la zona del Triunfo, que tiene 119 hectáreas. De manera que a dos kilómetros del polígono de El Triunfo, que abraca territorios de los municipios de Ángel Albino Corzo, Acacoyagua, La Concordia, Mapastepec, Pipijiapan, Siltepec y Villa Corzo, desde 2013 se impulsaron proyectos de exploración como: Las Golondrinas, Los Cacaos, Titán, La Libertad y Cristina, de donde se planea extraer titanio, oro, cobre y barita [19]. Sin importar que la zona del Triunfo sea el hábitat de especies en peligro de extinción y algunas endémicas, como el quetzal y el pavón. Así como se encuentran en riesgo por la minería a cielo abierto especies como el tucancillo verde, el jaguar, el puma y el tapir. Además de reptiles como la nauyaca, varios anfibios y salamandras, que conviven entre enormes helechos, arborecentes, bromelias, orquídeas y palmas, también en riesgo por los proyectos “productivos” [20]. De tal manera, tan “benévolos” proyectos se vienen enfrentando con oposiciones, como le expresada en abril de este años por más de 60 comunidades de siete municipios del norte y la selva de Chiapas, así como del Frente Petenero Contra Represas de Guatemala, quienes se han pronunciado contra la construcción de la presa hidroeléctrica binacional, Boca del Cerro, en el río Usumacinta, pues señalaron que invadirán sus tierras y las comunidades serán desalojadas. De manera que, como veníamos indicando al principio, los distintos proyectos citados están exacerbando el despojo y la lucha por la tierra. Según datos de Comisión Federal de Electricidad (CFE), la hidroeléctrica binacional Boca del Cerro es una de las cinco presas planeadas en la cuenca que divide a México de Guatemala, obras que se pretende tengan una duración de cuatro años. Pero de forma inmediata, tan sólo las primeras obras causan que 213 desaparezca la comunidad de San Carlos Boca del Cerro, Tenosique. Debido a que ahí se planea construir oficinas y campamentos para la empresa que construye la cortina de la represa [21]. Hechos que sin lugar a dudas también han contribuido a que a lo largo de los años, de los 364 idiomas que se hablan en el país, 107 estén en peligro de desaparecer. Siendo los casos más graves el de Kiliwa, en Baja California y el ayapaneco, en Veracruz, debido a que sólo hay cuatro y ocho hablantes respectivamente. Ya que agentes del Ministerio Público niega el servicio a quien no hable español e incluso regañan a los que no llevan intérpretes, destaca Diego Saydel García, colaborador de Radio Huayacocotla, La Voz de los Campesinos [22]. De manera que, en las luchas colectivas o individuales por sus tierras, el idioma es otro pretexto para no respetar los derechos o los acuerdos de los nativos. Además, los habitantes de dicha zona manifiestan que el gobierno no los indemnizará por sus tierras, aumentará el costo de la vida y desaparecerán como pueblos indígenas choles y tzeltales de la región. Mientras que las ganancias generadas por los proyectos hidroeléctricos y mineros, servirán para enriquecer a las empresas extranjeras, lo cual en la actualidad es resultando de la reforma energética, impuesta a costa de los pueblos originarios y sus tierras. Mientras que por otro lado, mediante los recursos extraídos de los estados indicados, exacciones de impuestos, sectores que han sido privatizados, concesionados y/o regulados por el sector público. Han permitido que cuatro multimillonarios (Carlos Slim, German Larrea, Alberto Bailleres, Ricardo Salinas Pliego) en México hayan visto aumentar su riqueza, equivalente a 2 por ciento del producto interno bruto del país, a 9 por ciento en 2014. De suerte que vivimos en un mundo cuyas reglas están hechas para los súper ricos, afirma Tobías Hauschild, miembro de Oxfam Alemania. Otra expresión de esta situación la han dado “Los Papeles de Panamá”, consistentes en una lista integrada por empresarios prominentes, políticos y celebridades de México y del mundo, que participaron en la creación de empresas dedicadas a esconder millones de dólares. Apareciendo en la lista, Juan Armando Hinojosa Cantú, uno de los contratistas favoritos de Enrique Peña Nieto. Mismo que es dueño del grupo Higa y es conocido por el caso de la llamada “Casa Blanca”. Y tras darse a conocer su estrecha relación con el actual mandatario en julio de 2015, Hinojosa Cantú ha movilizado más de 100 millones de dólares por varios países, por medio de Mossack Fonseca, (empresa de los papeles de Panamá) También aparecen en los papeles de Panamá, Ramiro García Cantú, quien ha amasado una fortuna al amparo de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y los nombres de Amado Yáñez Osuna, Martín Díaz Álvarez, los hermanos Óscar y Francisco Javier Rodríguez Borgio, socios de Oceanografía, empresa también favorecida con contratos multimillonarios por PEMEX. Estos personajes aparecen como clientes de Mossack Fonseca, debido a que compraron tres compañías offshore, es decir, sociedades constituidas fuera del país e residencia, con el fin de evitar el pago de impuestos. A estos sujetos también se suman el empresario Omar Yunes Márquez, hijo de diputado federal panista y que fuera candidato al gobierno de Veracruz, Miguel Ángel Yunes. Así como la empresa Altos Hornos de México (Ahmsa); Ricardo Benjamin Salinas Pliego, presidente de TV Azteca, Banco Azteca y Fundación Azteca; Guillermo Cañedo White, es ejecutivo de Televisa y vicepresidente de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe del Futbol (Concacaf) [23]. Sin embargo, la manera en que políticos, potentados, personalidades públicas y demás delincuentes esconden las riquezas robadas y lavan los capitales, no son consideradas “estrictamente” como ilegales. No obstante que individuos próximos a políticos destacados como parientes, amigos cercanos, socios o subordinados directos, han movido fortunas a través de la red establecida por la empresa establecida en Panamá, siendo que sus ingresos declarados no guardan ninguna correspondencia con los astronómicos montos de las operaciones. 214 El pasado lejano aun nos cobija, con mantos de viruela Todos los hechos anteriores, guardan una estrecha relación con el capitalismo y los métodos utilizados por los Estados Unidos, quienes diezmaron a la población nativa de ese país con medidas como la indicada por Sir Jeffrey Amherst, comandante en jefe de las fuerzas británicas en América del Norte, quien escribió lo siguiente al coronel Henry Bouquet de Fort Pitt: “Hará bien en tratar de inocular a los indios [de viruela] por medio de mantas, así como en probar cualquier otro método que puede servir para extirpar esta execrable raza”. Así, en el mes de junio, dos comerciantes en Fort Pitt dieron mantas y un pañuelo del hospital en cuarentena de la fortaleza a dos visitantes indios de Delaware, y uno de los comerciantes escribió en su diario: “Espero que tenga el efecto deseado”. La viruela ya estaba presente entre las tribus de Ohio, pero en algún momento después de este episodio, hubo otro brote en el que murieron cientos de personas. Otro caso será el de un presunto incidente ocurrido el 20 de junio de 1837. Ese día el ejército de Estados Unidos empezó a distribuir mantas a los mandan y otros indios reunidos en Fort Clark en la actual Dakota del Norte. Las mantas habían sido tomadas de un hospital militar en St. Louis en cuarentena por viruela. Y cuando los indios empezaron a mostraron síntomas de la enfermedad el 14 de julio, el cirujano aconsejó a los acampados a dispersarse y buscar “refugio” en los pueblos de los parientes sanos. De esta manera, la enfermedad fue propagada, los mandan fueron “prácticamente exterminados”, y otras tribus sufrieron pérdidas igualmente devastadoras. Algunas cifras destacan la muerte de “100,000 o más muertes” causadas por el ejército de Estados Unidos en la pandemia de viruela de 1836 a 1840 [24]. Y de igual forma hoy en día, la “democracia” y los “proyectos productivos”, han llevado la transformación de la ecología de la región fronteriza entre Argentina, Brasil y Paraguay, que forman parte de la amazonia, donde han habitado desde hace siglos los guaraníes, autodenominados como avas. Pero que han sido desplazados mediante la violencia hacia diferentes áreas del sur. Diversos estudios vienen indicando que en la actualidad el territorio guaraní se encuentra en gran parte destruido y bajo amenaza por los cultivos industriales de soya, caña de azúcar y la forestación con especies de árboles foráneos, como el eucalipto y el pino de la provincia argentina de Misiones. Además la construcción de distintas represas hidroeléctricas en las fronteras de los tres países: Itaipú, compartida por Brasil y Paraguay, y Yacyretá , argentinoparaguay. Ha dejado a varias aldeas de los mbya y ava guaraní, bajo el agua, a causa de los embalses de las represas construidas [25]. Notas [1] La Jornada, jueves 2 de junio de 2016. “Zonas Económicas Especiales: no puede haber dos Méxicos”. Por: Luis Videgaray Caso. El pasado 29 de septiembre de 2015, el Presidente Peña Nieto envió al H. Congreso de la Unión la Iniciativa de Ley Federal de Zonas Económicas Especiales, siendo la Cámara de Diputados la cámara de origen. El 30 de septiembre del mismo año, la Iniciativa fue turnada a la comisión de Economía para dictamen, y a la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública para opinión. El 14 de diciembre de 2015, la Cámara de Diputados aprobó el dictamen que expide la Ley con modificaciones en 28 artículos, y agregando 3 a los 47 propuestos por el Ejecutivo Federal. · En lo general se aprobó con 366 votos a favor, 1 en contra y 54 abstenciones. · En lo particular se aprobó por unanimidad, registrando 430 votos a favor. El 15 de diciembre de 2015 la Minuta fue turnada a las Comisiones Unidas de Hacienda y Crédito Público; de Comercio y Fomento Industrial, de Población y de Desarrollo; y de Estudios Legislativos para dictaminación; con opinión de las Comisiones de Asuntos Fronterizos Sur; Especial Sur-Sureste y Especial de Productividad, de la Cámara de Senadores. 215 El 14 de abril de 2016, el Senado de la República aprobó la Minuta por la que se expide la Ley, donde se modificaron 20 artículos. · En lo general se aprobó con 88 votos a favor, 8 en contra y 0 abstenciones. · En lo particular se aprobó con 66 votos a favor, 8 en contra y 0 abstenciones. El 27 de abril, la Cámara de Diputados aprobó los cambios realizados por los Senadores. · En lo general con 389 votos a favor, ninguno en contra, y 31 abstenciones. · En lo particular con 366 votos a favor, ninguno en contra, y 50 abstenciones. [2] La Jornada, viernes 3 de junio de 2016. [3] Revista Gobernabilidad, año 1, número 3. [4] La Jornada, jueves 2 de junio de 2016. [5] Subcomandante Marcos en: Revista Gobernabilidad, año 1, número 3. [6] https://unmundodeluz.wordpress.com/.../el-genocidio-de-los-nativos-ame... Por: Giselle Habibi. [7] La Jornada, martes 28 de junio de 2016. [8] La Jornada, domingo 5 de junio de 2016. [9] PM 10. Se denomina PM10 (del inglés Particulate Matter) pequeñas partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen, dispersas en la atmósfera, y cuyo diámetro es menor que 10 µm (1 micrómetro corresponde la milésima parte de 1 milímetro). Están formadas principalmente por compuestos inorgánicos como silicatos y aluminatos, metales pesados entre otros, y material orgánico asociado a partículas de carbono (hollín). PM 2.5. Parecen ser un mejor indicador de la contaminación urbana que las que se venían utilizando hasta ahora, las PM10. Esto es debido a que, por un lado, su origen es antropogénico en una alta proporción, puesto que las PM2,5 en buena medida provienen de las emisiones de los vehículos diesel en la ciudad. Y los efectos que tienen sobre nuestra salud son muy graves, por su gran capacidad de penetración en las vías respiratorias. [ [10] La Jornada, domingo 5 de junio de 2016. [11] Proceso, número 2060, 24 de abril de 2016. [12] Ibíd. [13] La Jornada, jueves 19 de mayo de 2016. [14] La Jornada, domingo 21 de febrero de 2016. [15] Medicina alternativa para referirse al uso médico de ingredientes activos o intervenciones físicas para tratar o suprimir los síntomas o los procesos fisiopatológicos de las enfermedades o condiciones. [16] La Jornada, 13 de mayo de 2016. [17] Ibíd. [18] La Jornada, lunes 30 de septiembre de 2013. [19] Ibíd. [20] Ibíd. [21] La Jornada, domingo 10 de abril de 2016. [22] La Jornada, domingo 21 de febrero de 2016. [23] La Jornada, sábado 7 de mayo de 2016. [24] https://unmundodeluz.wordpress.com/.../el-genocidio-de-los-nativos-ame... Por: Giselle Habibi. [25] Contralínea, año 8, número 168. Del 7 al 13 de febrero de 2010. México. La crisis de autoridad y la reforma educativa http://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/index.php/2016/07/06/la-crisis-de-autoridady-la-reforma-educativa/ La estrategia gubernamental ante los maestros busca detener un levantamiento civil y, al mismo tiempo, trazar una salida pactada al conflicto. La moneda de cambio que ya ofrecen en la Segob a la CNTE es frenar el despido masivo de maestros. Todo, sin tocar la reforma 216 educativa. Los profesores tendrán que decidir si aceptan o siguen en una lucha que está aglutinando a los sectores desposeídos del país Lo que se mostró en las pasadas elecciones fue una manifestación de hartazgo, de repudio al partido político en el poder y a la forma en cómo éste ha conducido a la nación, a sus políticas antidemocráticas y medidas regresivas de los alcances populares que se habían logrado en los procesos históricos del siglo XX, mismos que constituyeron cierta estabilidad en la vida de los ciudadanos. La alternancia partidista que la oligarquía mexicana pactó en varias entidades del país, tenía como objetivo canalizar el descontento social hacia la jornada electoral, pero sin poner en riesgo sus intereses, de ahí que se generaran expectativas de cambio, que finalmente favorecieran la alianzas entre la misma derecha proneoliberal. Se trataba de desviar o evitar un posible levantamiento social de alcances nacionales, que atentara contra la viabilidad del proyecto oligárquico impuesto a través de las reformas estructurales, el cual ha puesto en marcha el desmantelamiento de la soberanía económica, energética, territorial, educativa y política de México. En este ambiente, si bien un sector del magisterio disidente tuvo una participación relevante, incluso colectiva y organizada, en favor de la izquierda progresista que se manifestó por echar abajo la reforma educativa, no agotó en la vía electoral sus posibilidades de lucha contra esta medida; la lógica inherente a los maestros continúa desde el terreno político, por la vía no institucional, sino de la movilización social. Sin embargo, la lucha magisterial agudizó la crisis de hegemonía en el sistema político mexicano, no sólo porque debilitó al partido gobernante o porque ha cimbrado sus principales figuras presidenciables; también evidenció su incapacidad para generar un clima de gobernabilidad en medio de diversos conflictos sociales que ellos mismos dejaron crecer. Las demandas por la estabilidad laboral que encabeza la CNTE, y que por supuesto son legítimas, han visibilizado otras inconformidades que no aparecían en el escenario político; detrás de la respuesta represiva al magisterio se dejan ver los proyectos de privatización, eso avispa a todos los actores educativos y a la misma sociedad civil, unas veces en la manifestación social y otras en formas de solidaridad que garantizan las condiciones de lucha por la defensa de la escuela pública; entonces, junto a las muestras masivas de movilización popular, también hay una red de inconformidad que deposita en los maestros, más que en los partidos políticos, sus anhelos de tener una vida mejor. Un elemento que aparece en este ambiente de descontento generalizado y que hace crisis no sólo en el partido hegemónico sino en todo el sistema de partidos, se refleja en los procesos de organización de gobiernos populares que han encontrado fortaleza en el movimiento magisterial, los cuales advierten en la desfiguración del estado mexicano y sus desgastadas estructuras de poder, así como en sus fallidas políticas antidemocráticas, la necesidad de desconocer los gobiernos locales y, en su lugar, edificar formas de poder emanadas desde la voluntad colectiva. Nochixtlán no ha sido el único caso en medio de este conflicto, en el que se haya decidido conformar poderes alternos; en varias poblaciones de Chiapas, donde los maestros tienen fuertes raíces, las comunidades indígenas que decidieron respaldar a sus profesores y encabezar las más radicales acciones de presión contra la reforma educativa, ya discutían o habían iniciado la conformación de autonomías. 217 La idea de crear gobiernos autónomos más allá de las geografías locales hasta escalar a nivel estatal, se hace posible para las comunidades chiapanecas en la medida en que las movilizaciones magisteriales y populares son tan nutridas y de tal magnitud que potencializan una respuesta organizativa mayúscula capaz de derrocar al gobierno de Velasco, pero que ha sido contenida con las fuerzas represivas federales que han ensayado ahí y en Oaxaca la cara más dura de la dictadura en México. En esta crisis política, el gobierno mexicano ha optado por el endurecimiento de su postura, siempre negativa a derogar o siquiera modificar la reforma educativa. Prefiere provocar un preámbulo violento que le permita un margen muy estrecho para ceder ante una eventual negociación con el movimiento magisterial y popular que no toque los principios de ninguno de los pilares de su proyecto neoliberal. La masacre de Nochixtlan; la criminalización, persecución y encarcelamiento de los defensores de la educación pública; el uso constante de toda la logística contrainsurgente por parte de los cuerpos policíacos y militares para combatir a los maestros y los brotes de rebelión popular, pero también la represión administrativa traducida en despidos y descuentos salariales indiscriminados a los trabajadores de la educación, son escenarios maquinados por el Estado. La estrategia gubernamental se propone, en primera instancia, detener la amenaza de un levantamiento civil y, en segundo plano, trazar una salida pactada al conflicto magisterial sin tocar la reforma educativa, pero ofertando en la mesa de diálogo ponerle un freno a su plan de aniquilamiento masivo y selectivo contra la CNTE como moneda de cambio. Son tiempos de decisiones difíciles para las y los maestros mexicanos; por ello tendrán que optar por una salida que les permita resolver en el corto plazo la estabilidad de su relación laboral, sostener la confianza en que la lucha organizada es el camino para que ningún trabajador sea excluido del sistema educativo por culpa de una ley injusta. Además, deberán caminar en la ruta de la organización multilateral con la sociedad harta de políticas fallidas, trabajar en la construcción de un consenso mayoritario que eche a los neoliberales del poder sin perder su independencia política y encausar los procesos que empujan desde abajo la ruptura con un estado que suplanta la voluntad popular. Lev Moujahid Velázquez Barriga* *Doctor en pedagogía crítica y educación popular, miembro de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Michoacán [BLOQUE: ANÁLISIS][SECCIÓN: EDUCATIVO] Los viajes de Aurelio Nuño con cargo al erario BY NANCY FLORES / @NANCY_CONTRA http://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/index.php/2016/07/03/los-viajes-de-aurelionuno-con-cargo-al-erario/ El primer círculo del gobierno federal parece no darse cuenta de las dimensiones que está tomando el conflicto magisterial, encabezado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Y es que no se puede descartar una crisis generalizada, debido al hartazgo que impera en varios sectores de la sociedad, sobre todo en aquellos organizados. 218 Pese a ello, las amenazas de una represión peor que la del 19 de junio en Nochixtlán, donde nueve personas fueron ejecutadas por policías federales y estatales, son cada vez más intensas. Como si el lamentable saldo no importara, ese primer círculo advierte que se “aplicará la ley” para imponer el orden; es decir, la fuerza pública desproporcionada. En este contexto represivo, uno de los actores que más ha atizado el conflicto con la CNTE es, sin duda, el secretario de Educación Pública. Esto quizá se deba, por una parte, a la inexperiencia de Aurelio Nuño Mayer en el sector educativo y en el manejo de crisis, y por otra, a su nulo conocimiento sobre las condiciones en las que trabajan los maestros y maestras rurales. Al perecer, Nuño desconoce que en las zonas más alejadas las escuelas ni siquiera cuentan con infraestructura, pues son las propias comunidades las que construyen las aulas. Muchas de ellas están hechas con adobe o con madera, carecen de piso firme, sanitarios, pupitres. Los alumnos no siempre tienen cuadernos y lápices de colores; menos mochilas, lo cual es un lujo para ellos. Además, muchos niños y niñas caminan varios kilómetros por veredas escarpadas para poder acceder a la educación primaria y secundaria. Para Nuño esta triste realidad es totalmente desconocida. Es claro que el funcionario no se ha manchado los zapatos con el lodo de los senderos, única vía para llegar a la mayoría de las comunidades rurales e indígenas de México. Jamás ha visitado las casas de los pueblos de Chiapas y Oaxaca, donde se ha agudizado el conflicto, que no cuentan con luz eléctrica ni agua potable ni drenaje ni piso firme. El secretario no ha cambiado el traje sastre por unos jeans y una playera durante sus viajes de trabajo, porque nunca se ha adentrado al México real. Y en ese México real la sociedad convulsiona. Es ahí donde las limitadas condiciones de enseñanza hacen imposible aplicar la evaluación estandarizada que tanto defiende. También es ahí donde puede empezar a incendiarse el país. Y todo ello porque Nuño, al igual que el resto del gabinete presidencial, es ignorante de esa realidad. El secretario de Educación Pública sólo viaja a aquellos sitios donde llega el avión, el helicóptero y el automóvil. Así lo demuestra la relación de giras que hizo entre agosto de 2015 y enero pasado. Pagadas con dinero de los mexicanos, las 15 giras al interior del país costaron 1 millón 231 mil 683 pesos en total. A éstas se le suma la visita que hizo a Medio Oriente (Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Catar) entre el 15 y el 22 de enero de este año, que costó 102 mil 751 pesos. Por si no fuera suficiente el hecho de que ninguna de esas visitas fue a las zonas donde habitan los más pobres y donde es más urgente que se atienda el derecho humano a la educación, dado los altos niveles de analfabetismo, resulta desmedido el gasto del erario destinado, en realidad, a promover la imagen de Nuño. El viaje más caro a costa de los mexicanos fue a Chihuahua, el 2 de noviembre: ascendió a 157 mil 131 pesos sólo por concepto de transporte, pues el secretario no reportó gastos de alimentación ni de hospedaje en las 15 giras nacionales. Ese día Nuño visitó Ojinaga para inaugurar el Poliforo, el plantel 22 del Colegio de Bachilleres y el campus de la Universidad Tecnológica. Además, se reunió con universitarios, con el Consejo de Autoridades Educativas de Educación Media Superior y Educación Superior, y con consejos empresariales del estado. 219 En segundo lugar se ubicó el viaje que hizo a Aguascalientes el 17 de noviembre, cuyo gasto fue de 143 mil 786 pesos. El objetivo: recorrer las instalaciones de la Universidad Tecnológica de El Retoño; dialogar con universitarios de la entidad y promover mecanismos de coordinación regional de la SEP con la Zona Occidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores. Le siguió la visita a Mérida, Yucatán, del 5 de octubre. El costo fue de 132 mil 754 pesos y el itinerario: visita a la escuela primaria Roberto Quiroz Guerra; presentación y anuncio de la creación de la Universidad Politécnica; firma de convenios de colaboración entre la SEP y el gobierno estatal para impartir educación a distancia y para generar el Registro Nacional de Profesiones; inauguración del nuevo edificio de la escuela secundaria Onicóforo Burgos Concha; y la entrega de libros de texto del subsistema de los telebachilleratos. En cuarto lugar se ubicó la gira a Huatulco, Oaxaca, del 7 de octubre. Ésa costó 118 mil 407 pesos, y fue para que el secretario inaugurara la escuela primaria Héroes de Chapultepec y la Biblioteca de la Universidad Tecnológica de Valles Centrales de Oaxaca; presentara el programa de Apoyo a la Educación Básica de Madres Jóvenes y Jóvenes Embarazadas; y asistiera a la toma de protesta a los integrantes del Consejo Consultivo del Instituto Estatal de Educación Pública. Los costos de las otras giras que realizó Nuño en 2015 ascendieron a: 106 mil 934 pesos, por su viaje a Campeche el 4 de noviembre; 106 mil 739, por la visita a Monterrey, Nuevo León, el 4 de septiembre; 101 mil 933 pesos, por su arribo a Villahermosa, Tabasco, el 8 de noviembre; 79 mil 755, por su visita a Aguascalientes el 16 de octubre; 71 mil 956 pesos por ir a San Luis Potosí el 25 de noviembre; 56 mil 587 por su recorrido en Xalapa, Veracruz, el 15 de noviembre; 44 mil 96 pesos por su itinerario en Puebla el 9 de noviembre; 41 mil 199 por su traslado nuevamente a Puebla el 24 de noviembre; 28 mil 309 por su desplazamiento a Cuernavaca, Morelos, el 8 de diciembre; 27 mil 302, por su viaje a Jojutla, Morelos, el 19 de octubre; y 14 mil 795 pesos, por su visita a Ecatepec, Estado de México, a donde arribó en helicóptero. Así las giras del señor secretario. Nancy Flores, @nancy_contra Las políticas públicas sobre las drogas: un fracaso vergonzoso de la civilización moderna Ernesto Zedillo | 01.07.2016 http://estepais.com/articulo.php?id=622&t=las-politicas-publicas-sobre-las-drogasunfracaso-vergonzoso-de-la-civilizacion-modernaLas políticas públicas sobre drogas a nivel global son el resultado, más que de una visión ilustrada sobre el problema, de una inercia prohibicionista en cuyo origen solo hay prejuicios. Sus consecuencias, sin embargo, han sido desastrosas para la salud pública y la seguridad de las naciones involucradas en el tráfico y consumo de estas sustancias. Este texto fue publicado originalmente en el libro Ending the War on Drugs. Agradecemos a Virgin Books la autorización para reproducirlo en nuestras páginas. El increíble progreso del que una parte importante de la humanidad ha gozado en su historia reciente es fundamentalmente una consecuencia de las distintas revoluciones que han surgido en el conocimiento humano a partir de la primera Revolución científica 220 de los siglos XVI y XVII. El inusitado avance en los estándares de vida durante los últimos dos siglos en la mayor parte del mundo ha sido motivado por la generación, diseminación y aplicación del conocimiento. Este toca a diario cada aspecto de la vida humana prácticamente en todo el mundo. La acumulación de mayor conocimiento humano no ha estado limitada estrictamente a lo científico y a lo tecnológico. Ha habido un progreso considerable en la expansión del conocimiento dedicado a una mejor organización de la producción de bienes y servicios, posibilitada por la tecnología y los logros humanos. Y, desde luego, el conocimiento acumulado desde la Revolución científica y la Ilustración ha moldeado definitivamente la cultura, los valores y la gobernanza de las sociedades modernas. Desafortunadamente, las políticas públicas que emanan de dicho conocimiento no se han aplicado de manera coherente. Muchas veces han sido silenciadas, hechas a un lado y sustituidas por otras que entran en contradicción con ese conocimiento. Existe, en muchas áreas de gran impacto humano, una clara desconexión entre las políticas públicas aplicadas y el saber basado en investigación científica y experiencia práctica. Esto es un despropósito total, y los ejemplos abundan, pero hay uno particularmente destacado: el caso de las políticas públicas sobre las drogas alrededor del mundo. En pocas palabras, por mucho tiempo y con muy pocas excepciones, las políticas sobre drogas han estado basadas fundamentalmente en la prohibición y la persecución legal. Este enfoque es enteramente inconsistente con el mejor conocimiento aportado por las ciencias humanas, la investigación más sólida en materia de salud pública y el análisis económico. Paradójicamente, buena parte del conocimiento de mayor calidad sobre adicción y abuso de drogas ha sido generado por las mismas instituciones gubernamentales que han sido incapaces de aplicarlo a sus políticas públicas. Por ejemplo, el Instituto Nacional contra el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés) es un excelente centro de investigación del Gobierno federal de los Estados Unidos, el cual ha hecho un gran esfuerzo por mejorar el entendimiento del uso de las drogas. En su sitio web, el NIDA nos informa, con absoluta claridad y simpleza, lo que la ciencia sabe sobre por qué las personas comienzan a consumir drogas, y por qué algunas se vuelven adictas a ellas. Este conocimiento científico tan esencial debería dejar claro que aun si se aplicaran las mejores estrategias de prevención posibles —cosa que, desafortunadamente, nunca ha ocurrido— habría una demanda residual por las drogas, independientemente de si estas estuvieran prohibidas o fueran altamente costosas en cualquier mercado en que estuvieran disponibles. Por su parte, el análisis económico demuestra que prohibir la producción y el consumo de cualquier mercancía por la que existe una demanda lleva invariablemente a la creación de un mercado negro, por parte de individuos y organizaciones dispuestos a violar la ley. Significativamente, el análisis económico también indica que despenalizar el uso y la producción de una droga prohibida y ponerle impuestos a su consumo reduciría más su producción que la persecución legal (incluso si la persecución fuese implacable, aunque en los hechos jamás pueda alcanzarse un cumplimiento perfecto de la prohibición). Sin embargo, por más de un siglo, la prohibición —y el esfuerzo por hacerla cumplir— ha sido el enfoque elegido para tratar el consumo de drogas, el cual, inicialmente adoptado únicamente para ciertas drogas por ciertos países, se extendió progresivamente para cubrir más sustancias y finalmente se universalizó mediante sucesivas 221 convenciones internacionales, complementadas por acuerdos binacionales o regionales. Lo que es notable acerca de la universalidad y prevalencia de la prohibición y de los intentos por aplicarla ha sido lo inconsistente que ha resultado ser con respecto a los objetivos que supuestamente persigue. Cuando analizamos la historia de las políticas públicas sobre las drogas, es tentador concluir que, en la mayoría de los casos, se ha procedido con estrategias esencialmente mal informadas. Sin duda este es el caso de Estados Unidos (EU), actualmente el país más influyente en la construcción del régimen internacional para políticas públicas sobre las drogas. La historia de dichas políticas en EU parece haber sido moldeada más a las tendencias ideológicas de individuos en el poder —objetivos políticos puramente tácticos, políticas partidistas, disputas burocráticas entre instituciones gubernamentales, metas inmediatas en política exterior y, a veces, incluso por prejuicios raciales— y mucho menos, o tal vez nunca, por el objetivo de reducir el daño a la población causado por la producción, la venta y el consumo de estupefacientes. Esa historia está bien documentada por el profesor de la Universidad de Yale, David Musto (1936-2010), quien nos recuerda en varias de sus publicaciones académicas que la prohibición del opio en 1909 y la aprobación de la Ley Harrison en 1914 fueron en parte una reacción irracional y racista contra ciertos grupos de la población. La veda del opio reflejaba la asociación de la droga con los trabajadores ferroviarios chinos que inmigraron al oeste del país, y la Ley Harrison respondía al supuesto miedo de algunos sureños a que “los cocainómanos afroamericanos atacaran a la sociedad blanca”, una actitud racista que curiosamente coincidió con el apogeo de los linchamientos, la segregación legal y las leyes electorales discriminatorias en EU. Musto también señala que un comité de estupefacientes comisionado por el Departamento del Tesoro en Estados Unidos para estudiar el problema de las drogas y sugerir cambios a la ley concluyó, sin proporcionar ninguna evidencia concreta, que “los adictos son criaturas débiles, sin sentido de la moral, y que al ser privados de su droga son capaces de cometer crímenes para conseguirla”. Esta opinión prejuiciosa y desinformada se publicó en 1919 y siguió influenciando las políticas a partir de entonces, a pesar de que en el ámbito médico ya se reconocía públicamente que la adicción a las drogas es una enfermedad física y no el resultado de “poca fuerza de voluntad”. En vez de escuchar la opinión médica, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a aquellos médicos que otorgaban recetas para fines curativos, de violar las leyes federales de estupefacientes. Estados Unidos gasta 51 mil millones de dólares al año en la Guerra contra las drogas* La Agencia Federal de Narcóticos (FBN, por sus siglas en inglés) se creó en 1930, cuando la idea de que el uso de drogas provoca comportamientos criminales estaba muy arraigada oficialmente. Por aquellos días, como consecuencia de la Depresión, los inmigrantes eran considerados indeseables en EU, en particular los mexicanos, que comenzaron a ser asociados con la violencia y con sembrar y fumar cannabis, cosa que sirvió de argumento para su deportación masiva. No pasó mucho tiempo para que la Ley Fiscal de Marihuana, que prohibía la venta, intercambio y transferencia del cannabis entre particulares, se aprobara como ley federal de EU en 1937. 222 El hecho de que la lógica de esta política fuera cuestionada relativamente pronto por diversas voces sensatas pareció irrelevante. En la década de 1940, el Comité de Marihuana del alcalde de Nueva York, Fiorello La Guardia (con miembros de la Academia de Medicina de Nueva York), reportó que “el consumidor medio de marihuana no pertenece a los grupos criminales establecidos, y no se ha encontrado una relación directa entre la ejecución de crímenes violentos y la marihuana”. Furiosos, los agentes y administradores del FBN minimizaron las observaciones del informe ante los medios y el público en general. Musto menciona que el FBN jugó un papel importante para que la gaceta de la Asociación Médica Estadounidense (AMA, por sus siglas en inglés) atacara al informe en una editorial que concluía que “los funcionarios públicos harán bien en ignorar este estudio anticientífico y acrítico, y en seguir considerando la marihuana como una amenaza donde quiera que se distribuye”. Curiosamente, pocos años después, la misma AMA se alió con la Asociación Estadounidense de Abogados (ABA, por sus siglas en inglés) formando un comité conjunto para estudiar el problema de las drogas. El informe de este comité, publicado en 1961, señaló que “algunas autoridades responsables indican que la dependencia física y psicológica de los adictos a los estupefacientes, la compulsión para obtenerlos, y los elevados precios en el mercado ilícito, son los principales responsables de los crímenes cometidos por adictos; otras argumentan que las drogas mismas son responsables del comportamiento criminal”. Y concluyó que “el peso de la evidencia es tal a favor del primer punto de vista, que a la cuestión difícilmente puede llamársele controvertida”. He aquí dos instituciones con autoridad en la materia, respaldadas por investigación científica, que explican cómo la raíz del problema criminal no radica en las drogas, sino en el hecho de orillar a los usuarios a depender del mercado negro —un mercado en realidad generado por las políticas mismas. En contradicción con las políticas públicas sobre las drogas, el comité de AMA–ABA argumentó que “en términos de impacto numérico y de efectos negativos para terceros en la comunidad, la drogadicción es un problema mucho menor que el alcoholismo. Rara vez los crímenes violentos, y casi nunca los crímenes sexuales, son cometidos por adictos”. El FBN, otra vez furioso, contraatacó con su propio informe, poniendo al comité de AMA–ABA en la categoría de médicos y sociólogos “descabellados”. Las agresiones del FBN no desalentaron a los expertos. En un informe de 1963, la Comisión Consejera Presidencial para el Abuso de Drogas Narcóticas, establecida durante la administración de Kennedy, hizo diversas sugerencias para la rehabilitación de usuarios de drogas, la relajación de las sentencias mínimas obligatorias, el financiamiento de la investigación en este campo y la disolución del FBN. Sin embargo, esa misma comisión insistió también en que el tráfico ilegal de drogas debía ser atacado con todo el poder del Gobierno federal de los Estados Unidos. El hecho es que pronto quedó casi extinta cualquier esperanza de que las políticas públicas sobre esta materia en EU se alejaran de un enfoque esencialmente represivo. Justo cuando el uso de drogas se incrementó entre los jóvenes en la segunda mitad de la década de 1960 —y particularmente entre las milicias en Vietnam—, los prohibicionistas obtuvieron a un verdadero paladín cuando Richard Nixon quedó electo presidente de los Estados Unidos. Apenas seis meses después de tomar posesión, el 14 de julio de 1969, Nixon se pronunció ante el Congreso de EU sobre el problema de las 223 drogas ilegales, y subsecuentemente la Guerra contra las drogas comenzó a tomar forma. En los últimos nueve años se han perdido más de 100 mil vidas en la Guerra contra las drogas en México Existe suficiente evidencia de que la Guerra contra las drogas fue básicamente una decisión política con total indiferencia por las consideraciones médicas o científicas pertinentes al problema. En junio de 1971, cuando su administración ya había lanzado algunas iniciativas importantes sobre las drogas, se llevó a cabo una conversación entre Nixon y dos de sus consejeros más cercanos, John Ehrlichman y H. R. Haldeman, que resulta altamente sugerente sobre los motivos del presidente de EU para mantener en pie sus políticas públicas sobre drogas. Haldeman recuerda esa conversación de la siguiente manera: [Nixon] también pidió a Ehrlichman que se sentara y señalara los tres problemas de mayor importancia. Comentó que la distribución de los ingresos solo es relevante si está unida a una reducción de impuestos, y que la reforma de la seguridad social solo es útil si ayuda a la gente a no depender de ella. Enfatizó que no debemos preocuparnos si no podemos alcanzar el éxito en estas metas, y señaló que JFK lograba avanzar solo inventándose problemas. Así que más bien deberíamos enfocarnos en cómo generar problemas que llamen la atención pública. Necesitamos un enemigo. Necesitamos controversia. Necesitamos generar algo que construya esas cosas. Las drogas y el cumplimiento de las leyes pueden ser una de ellas, especialmente ahora que las encuestas nos muestran debilitados en esos frentes. Era de esperarse la reacción de Nixon ante el informe de la Comisión Nacional de Marihuana y Abuso de Drogas creada por él mismo y por el Congreso en 1970. La Comisión, presidida por un gobernador republicano, fue exhortada a revaluar el cannabis, sus características y demografías de uso, así como lo que debía hacerse al respecto. Oponiéndose a la posición pública de Nixon, el informe de la Comisión atenuó el carácter problemático del cannabis, declaró que las políticas sociales y legales eran desproporcionadas al daño provocado por el uso de la droga, y recomendó despenalizar la posesión de esta sustancia para uso personal a nivel estatal y federal. En marzo de 1972, Nixon se negó a aceptar el reporte final de la Comisión Nacional, declarando: “Me opongo a la legalización de la marihuana, y eso incluye su venta, posesión y uso. No creo que se pueda tener una justicia criminal efectiva basada en la filosofía de que algo es medio legal y medio ilegal. Esa es mi postura, a pesar de lo que la Comisión ha sugerido”. Hubo cierta moderación de las políticas de la era de Nixon durante la administración del presidente Jimmy Carter, pero este incipiente cambio duró poco. Bajo su sucesor, el presidente Ronald Reagan, la Guerra contra las drogas regresó, enfatizando el rechazo a cualquier tolerancia hacia el consumo. A pesar de que la retórica ha cambiado en los últimos años, y con la excepción de importantes modificaciones en algunos estados, las políticas públicas federales sobre drogas en EU han permanecido esencialmente dentro del enfoque de la Guerra contra las drogas de Nixon. 224 Dicha estabilidad de las políticas es notable, considerando que sus resultados han sido muy poco satisfactorios, a pesar de los enormes costos fiscales del fallido intento por aplicarlas. Sobra decir que el objetivo de unos Estados Unidos libres de drogas ha probado ser una ilusión. Las políticas públicas sobre drogas en EU no solo han fracasado en disminuir el mercado de drogas ilegales de manera significativa, sino que han tenido otras consecuencias sociales profundamente adversas. Por ejemplo, los esfuerzos por implementar la prohibición por medio del sistema de justicia criminal han llevado al encarcelamiento masivo, y han resultado en casi medio millón de personas sentenciadas por delitos asociados a las drogas. De hecho, EU tiene la tasa de encarcelamiento más alta en el mundo. A pesar de las iniciativas recientes para reducir el número de encarcelamientos, en 2013 había unos 2.2 millones de personas encarceladas, frente a 300 mil en 1972. En consecuencia, más o menos uno de cada 100 adultos en EU se encuentra hoy en una prisión, y uno de cada 31 se encuentra encarcelado o en libertad condicional o supervisada. De acuerdo con los expertos, la aplicación de las políticas sobre drogas ha probado ser discriminatoria en contra de los pobres. Especialmente en detrimento de la población afroamericana, la cual representa apenas el 14% de los usuarios frecuentes, pero constituye un 37% de los arrestados por delitos asociados a las drogas, y un 56% de los encarcelados por estos delitos. A pesar de sus deficientes resultados para reducir el tráfico y consumo de drogas, y el altísimo costo humano y económico para EU, la política de este país —no solo de facto sino de jure— se ha consolidado como el enfoque internacional para tratar con el problema. Este modelo fallido ha sido consagrado en tres convenciones de las Naciones Unidas que han dado forma a las políticas nacionales de ilegalización en todo el mundo. Además, EU ha caracterizado su política exterior por la aplicación de medidas especiales con países considerados clave en el tráfico ilegal de estupefacientes a su propio mercado doméstico. Al haber fracasado el modelo punitivo de prohibición en EU y otros países desarrollados, no es en lo más mínimo sorprendente que dicho modelo haya demostrado ser no solo inefectivo, sino desastroso, en países con instituciones gubernamentales deficientes y menores recursos económicos para la aplicación de las leyes. Más de un caso viene a la mente y, desafortunadamente, algunos de los más extremos están en América Latina. Colombia, por un lado, ha vivido la pérdida de más de 200 mil personas a consecuencia de la violencia del crimen organizado y de movimientos políticos radicales —a veces operando simbióticamente—, y debido también a las acciones del Gobierno para combatirlos. Han sido necesarios muchos años y gran cantidad de recursos —tanto locales como los brindados por EU mediante el Plan Colombia— para reducir la violencia de los grupos criminales. Sin embargo, en cuanto a las consecuencias en la oferta mundial de drogas, el impacto del Plan Colombia parece haber sido más bien modesto. Asimismo, en la medida en que la situación comenzó a mejorar en Colombia, particularmente durante la segunda parte de la primera década de este siglo, México empezó a sufrir una epidemia de violencia asociada con el crimen organizado de dimensiones insólitas en la historia del país. 225 A pesar de que algunos países han abolido la pena capital por delitos asociados a las drogas, esta aumentó de 10 países en 1979 a 33 países en 2015 No existe un consenso entre los expertos sobre las razones precisas de esta explosión de criminalidad y violencia pero, aun sin conocer con precisión cuál fue la causa, queda claro que ocurrió al mismo tiempo que las organizaciones criminales mexicanas desplazaban a sus contrapartes colombianas en el control de los mercados más lucrativos, mientras que el Gobierno mexicano reforzaba su lucha contra el tráfico de drogas y el crimen organizado. La conjunción de estos y otros factores ha sido devastadora para México. Y sin embargo, por un lado, no existe evidencia de que el suministro de drogas para el mercado doméstico en EU se haya reducido en lo más mínimo, a pesar de la inmensa cantidad de recursos destinada por México a la persecución de los delitos relacionados con las drogas, recursos asimismo complementados por Estados Unidos mediante el Plan Mérida. Por otro lado, lejos de disminuir, el narcotráfico dirigido al mercado mexicano se ha incrementado. El consumo doméstico de drogas ilegales ha aumentado desde que la Guerra contra las drogas en México se ha intensificado. Pero el número extraordinario de muertes por la violencia del crimen organizado es, por mucho, el mayor precio que ha pagado México. Eduardo Guerrero, un prestigioso analista mexicano, ha calculado cuidadosamente que 90 mil 772 personas han muerto por violencia relacionada al crimen organizado entre diciembre de 2006 y noviembre de 2015. Obviamente, estas cifras son solo comparables con las de un conflicto armado mayor. La Guerra contra las drogas en México ha dejado de ser una metáfora para convertirse exactamente en eso: una guerra. Igualmente alarmante es el efecto que, muy probablemente, ha tenido el crimen organizado en la calidad de la seguridad y de las instituciones jurídicas en México. Dado el inmenso poder económico del crimen organizado y su probada propensión a la violencia, así como el hecho de que, desde un inicio, dichas instituciones no eran muy estables, no es descabellado asumir que han sido infectadas por la corrupción. En lo subsecuente, esta circunstancia hará muy difícil, si no es que imposible, que el presente enfoque de las políticas públicas sobre drogas tenga oportunidad alguna de ser exitoso en México. La violencia extrema puede sufrir un cierto retroceso, como ha ocurrido en los años más recientes; las rutas de tráfico pueden ser desviadas a América Central y el Caribe, empeorando simultáneamente los problemas de seguridad que estos países más pequeños y más pobres ya tienen; y puede, asimismo, estabilizarse el consumo doméstico de drogas, pero todo esto únicamente puede ocurrir a un inmenso y constante costo económico y humano. Aún así, el riesgo de más explosiones de violencia homicida y de mayor erosión institucional permanecerá mientras no haya una revisión fundamental del enfoque nacional e internacional sobre las drogas. Trágicamente, ninguno de estos cambios se divisa en el horizonte. Es cierto que el debate sobre las políticas públicas relacionadas a las drogas ha sido más abierto e intenso en los últimos años, y se han tomado medidas hacia la adopción de políticas que se alinean más con lo que dictan la ciencia y la experiencia, incluso en EU, aunque solo en unas pocas jurisdicciones. Pero el paso de la reforma es muy lento —y continuamente se encuentra con obstáculos importantes— como para poder primero frenar y luego revertir el daño que se ha sufrido por tanto tiempo. Mientras que quienes abogan por una reforma seria han concedido que el cambio se dé en forma gradual, las 226 fuerzas opositoras han sido extremadamente recalcitrantes, a pesar de la evidencia a favor de reformar. Yo he sido parte de esa campaña reformista dispuesta a aceptar que los cambios a las políticas dominantes son posibles tal vez solo en incrementos graduales. Como servidor público, busqué llevar a cabo las políticas dictadas tanto por las leyes mexicanas como por los compromisos internacionales suscritos por mi país a niveles multilaterales y regionales, particularmente con los Estados Unidos. Al mismo tiempo, nuestro Gobierno trabajó con otros para intentar cambiar este esquema internacional. En este ánimo, jugamos un papel clave en la promoción y preparación de la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS, por sus siglas en inglés) sobre drogas en 1998. A pesar de que —junto con otros gobiernos afines, como el de Portugal— obtuvimos los documentos resultantes de la Sesión Especial que reconocían cómo el régimen existente imponía demasiada responsabilidad por el problema a los países asociados con la oferta, y no la suficiente a aquellos que constituían la mayoría de la demanda, cualquier consideración por parte de las convenciones internacionales que regían entonces —y ahora— permaneció completamente al margen. En términos generales, la Sesión Especial de 1998 resultó ser un frustrante y fallido intento por una reforma gradual. Encontramos que quienes se oponían a cualquier cambio significativo no solamente eran los gobiernos que tradicionalmente habían liderado el enfoque prohibicionista, sino, para nuestro pesar, también las entidades burocráticas dentro del sistema de Naciones Unidas, las cuales parecían haber desarrollado un interés particular por obstruir los esfuerzos reformistas. Continué obedeciendo al enfoque gradual como miembro de la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia creada 10 años después de la UNGASS de 1998. A pesar de que nuestra declaración final pretendía denunciar la Guerra contra las drogas como un fracaso y abogar en favor de tratar el uso de drogas primordialmente como un problema de salud pública, nos abstuvimos de sugerir que se anulara el régimen internacional. Sin embargo, nuestro informe incluía recomendaciones que se han convertido en puntos clave del debate reciente sobre las políticas públicas en relación con las drogas. Con cierta timidez (aunque pudiera parecer osado en febrero de 2009, cuando se publicó el informe) propusimos “evaluar, desde el punto de vista de salud pública y de la más avanzada ciencia médica, la conveniencia de despenalizar la posesión del cannabis para uso personal”. También dijimos: “La enorme capacidad del narcotráfico para la violencia y la corrupción solamente puede ser contrarrestada si sus fuentes de ingreso se debilitan sustancialmente. Para lograr esta meta, el Estado debe establecer las leyes, instituciones y regulaciones necesarias para que quienes se han hecho adictos a las drogas dejen de ser compradores en un mercado ilegal y se conviertan en pacientes del sistema de salud”. Gracias en parte a la atención que recibió nuestro informe de 2009, la Comisión Latinoamericana evolucionó a una Comisión Mundial para las Políticas Públicas sobre Drogas, la cual ha producido numerosos artículos y dos informes principales en 2011 y 2014. Con la mirada puesta en otra UNGASS sobre el problema mundial de las drogas, a llevarse a cabo en abril de 2016,1 la Comisión Mundial, en su último informe de 2014, buscó ser más audaz en sus recomendaciones. Entre varias propuestas clave, propusimos poner fin a la penalización del uso de drogas. No obstante, conscientes de que despenalizar el consumo sin quitar al crimen organizado la provisión de la oferta de drogas sería contraproducente e incluso desastroso, propusimos también reformar el régimen de las políticas sobre drogas a nivel global para que los gobiernos puedan 227 regular los mercados de drogas de manera inteligente. Como propusimos de manera franca: “En última instancia, esta es una decisión entre control en manos de los gobiernos, o en manos de los criminales...”. Desafortunadamente, es casi un hecho que la esperanza que tiene la Comisión Mundial de que la UNGASS de 2016 se tome como “una oportunidad sin precedentes para revisar y redirigir tanto las políticas nacionales como el futuro del régimen mundial en el control de drogas” será totalmente decepcionada —o al menos eso parecía cuando se llevaba a cabo, hacia fines del 2015, el proceso preliminar de la Sesión Especial. Es tentador decir —parafraseando al gran Gabriel García Márquez— que el proceso preliminar de la UNGASS 2016 se ha convertido en la crónica de un fracaso de reforma anunciado, aunque fuera por la sola razón de que las entidades de Naciones Unidas más comprometidas con preservar el statu quo son aquellas que realizan el proceso preliminar. En jerga diplomática, Viena, y no Nueva York, mandará, lo cual quiere decir que la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas (CND, por sus siglas en inglés) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (unodc, por sus siglas en inglés) —ambas con sede en Viena— se han adjudicado la negociación y elaboración del texto a aprobarse en la UNGASS 2016. Desde luego, el hecho de que el proceso preliminar vaya rumbo a un fracaso seguro no es culpa de los mecanismos burocráticos secundarios de la onu. Simplemente refleja que los países que se oponen a una reforma seria han usado su influencia para predeterminar el resultado deseado. Parte importante de la responsabilidad por el descarrilamiento de esta muy necesitada reforma es de los gobiernos que, habiendo buscado con buenos motivos un cambio en el marco internacional de las políticas sobre drogas promoviendo la UNGASS 2016, se han tornado más bien pasivos —e incluso dubitativos sobre la necesidad de la reforma— durante el proceso preliminar. Desafortunadamente esto aplica sin duda al grupo de gobiernos latinoamericanos, incluyendo el de México, que, habiendo apoyado un cambio de enfoque, ahora han disminuido sus iniciativas reformistas. Como consecuencia, mientras escribo estas notas me inclino a predecir que, a menos de que ocurra un cambio dramático en los primeros meses de este año, en abril, la UNGASS 2016 —además de utilizar un lenguaje más compasivo y menos duro que anteriormente— lejos de iniciar una reforma en las convenciones de drogas de la onu, reafirmará que estos infames instrumentos seguirán siendo los pilares de la política internacional de control de drogas. También reiterará la consideración falaz de que hay suficiente flexibilidad dentro de esas convenciones para incorporar las políticas sobre drogas nacionales y regionales. Como han destacado la Comisión Mundial y otras fuentes (incluyendo la UNODC), es posible interpretar que las convenciones fomentan la despenalización del consumo de drogas. Sin embargo, como analizan cuidadosamente los expertos de la Fundación para Transformar las Políticas sobre Drogas: Es importante destacar también que, aunque la exploración de estos enfoques menos punitivos hacia la posesión y consumo personales está permitida dentro del marco legal internacional, la producción y distribución legal de cualquier droga prohibida en las convenciones para usos no médicos no puede explorarse por ninguna vía. El modelo de la receta médica es la única cuasi excepción a esta firme regla; como tal, existe como una isla de producción y distribución reguladas, aunque dentro de estrechos parámetros. Más allá de esto, no existe flexibilidad para la prueba, investigación o exploración de 228 cualquier modelo de producción y distribución reguladas. Asimismo, esta barrera legal absoluta genera verdaderos obstáculos políticos para siquiera discutir o exponer dichas alternativas legislativas [...] Esto quiere decir que los gobiernos podrían despenalizar la demanda sin regular la oferta que daría satisfacción a esta demanda, si es que quieren operar en el marco de las convenciones internacionales. Pero, obviamente, sería inconsistente despenalizar la demanda sin retirar la oferta de manos de organizaciones criminales. Con otros aspectos permaneciendo iguales, una liberalización de la demanda incrementaría las ganancias de los traficantes ilegales y, así, su poder criminal. Irónicamente, en este caso, Nixon (citado anteriormente) tenía razón: una cosa no debe ser medio legal y medio ilegal. El problema es que él decidió que esta cosa en particular fuera completamente ilegal. Es un hecho inquietante que las autoridades que han alineado sus políticas sobre drogas en la dirección sugerida por el avance del conocimiento y por la experiencia han debido hacerlo violando el marco legal internacional. De ahí la urgencia por reformar este marco con el fin de que los países puedan encontrar el espacio necesario para llevar a cabo las estrategias solicitadas a voces por la Comisión Mundial en 2014: poner la salud y el bienestar de la comunidad en primer lugar por medio de una transición de la aplicación punitiva de las leyes a intervenciones sociales y de salud validadas; dejar de criminalizar a la gente por el uso y posesión de drogas; permitir e incentivar experimentos en la regulación de mercados legales de drogas actualmente ilícitas, empezando por —pero no limitándose a— los del cannabis, la hoja de coca y ciertas sustancias psicoactivas nuevas, y enfocarse en reducir el poder de las organizaciones criminales, así como la violencia e inseguridad que resulta del enfrentamiento entre ellas y con el Estado. Si la UNGASS 2016 niega la creación de ese espacio de políticas —como, tristemente, parece que ocurrirá—, los gobiernos ilustrados tendrán que buscarlo en otra parte. Hay demasiado en juego como para esperar 18 años a otra Sesión Especial de las Naciones Unidas para empezar a arreglar seriamente el ostensible fracaso de nuestra civilización que han significado las políticas públicas sobre drogas por más de un siglo. Traducción de Julián Segura Puesto que el presente texto se escribió antes de que la UNGASS sobre el problema mundial de las drogas se llevara a cabo (el pasado abril), a partir de este punto el autor especula sobre los resultados de dicha sesión. Cabe destacar que sus suposiciones se cumplieron (nota de los editores). * Todos los datos resaltados provienen del capítulo titulado “La Guerra contra las drogas en números”, del libroEnding the War on Drugs. __________________ El expresidente ERNESTO ZEDILLO es director del Centro de Estudios para la Globalización en Yale, universidad donde también es profesor en el campo de política y economía internacional, en estudios internacionales y regionales, y profesor adjunto de Estudios Forestales y Medioambientales. Asimismo, es miembro de la Comisión Mundial para las Políticas Públicas sobre las Drogas y del grupo The Elders. 1 229 Debate sobre el colonialismo intelectual y los dilemas de la teoría social latinoamericana http://www.cuestionessociologia.fahce.unlp.edu.ar/article/view/CSn14a09/7294 Cita sugerida: Rivera Cusicanqui, S.; Domingues, J.; Escobar, A. y Leff, E. (2016). Debate sobre el colonialismo intelectual y los dilemas de la teoría social latinoamericana. Cuestiones de Sociología, 14,e009. Recuperado de http://www.cuestionessociologia.fahce.unlp.edu.ar/article/view/CSn14a0 9 En la línea temática propuesta por este número, desde “Cuestiones de Sociología” convocamos a cuatro destacados intelectuales y académicos latinoamericanos para que respondieran una pregunta acerca de los alcances de la dependencia intelectual y los dilemas que atraviesa la teoría social latinoamericana. Ellos son Silvia Rivera Cusicanqui, de Bolivia; Jose Mauricio Domingues, de Brasil; Arturo Escobar, de Colombia y Enrique Leff de México, los que en ese orden nos ofrecen su reflexión y sus aportes, como respuesta a la siguiente pregunta: “Muchos autores han insistido en que uno de los rasgos fundamentales de la teoría social latinoamericana es la dependencia intelectual o epistémica, respecto de los conceptos y marcos teóricos elaborados en los países centrales. Algunos han dado estatus teórico a dicha dependencia a través del concepto “colonialidad del saber” (Quijano, Lander). ¿Cuál es su mirada sobre esta problemática? ¿Qué significa entonces pensar las ciencias sociales desde América Latina en el siglo XXI, en el marco de la modernidad avanzada y en el actual sistema de dominación? ¿Existe una perspectiva latinoamericana para pensar las problemáticas actuales desde el marco de la teoría social?” Respuesta uno: Esa formulación no es nada nueva, y si por “status teórico” te refieres a la instalación de esta idea en los centros académicos hegemónicos, te podría decir que se trata de una academia muy desmemoriada. En varios territorios de América Latina, y también en los Andes bolivianos, la crítica a la colonización mental de las élites tiene una larga trayectoria. En el caso nuestro, con Rossana Barragán intentamos una síntesis de dicha genealogía en el libro que publicamos en La Paz sobre los estudios de la subalternidad en la India. En la presentación del texto entretejimos nuestra lectura del grupo Subaltern Studies con una reflexión sobre los aportes de la historiografía social argentina, la etnohistoria y la antropología peruanas, y el vital aporte mexicano y africano (1997) en la producción social e historiográfica boliviana de los ‘80 y ‘90. Recientemente, he remontado esta genealogía propia hasta inicios del período colonial en la obra del escritor chinchaysuyu Waman Puma (Rivera, 2015). Creo que su obra, a través del montaje texto-imagen, es un ensayo 230 visual teórico. En otras palabras, Waman Puma compone una sintaxis para exponer su teoría de la dominación colonial, a la vez como descripción etnográficamente densa y como irrefutable crítica teórica a la ilegitimidad de ese sistema y sus falacias. Me gustaría exponer brevemente un ejemplo que pertenece al horizonte liberal del colonialismo (1870-1920). Un libro de Franz Tamayo (18791956) aborda autocríticamente el mestizaje boliviano como síndrome psicológico de encrucijada, que él llama bovarysmo, aludiendo a la novela de Flaubert,Madame Bovary. Esta noción me servirá como metáfora para comprender el bloqueo que nos impide ser memoriosos con nuestra propia herencia intelectual1, pues resulta paradójico y lamentable que tengamos que legitimar nuestras propias ideas recurriendo a autores que han puesto de moda los asuntos del colonialismo, desconociendo o ninguneando los trabajos teóricos anteriores, que si bien no usaron las mismas palabras, interpretaron e interpelaron la experiencia del colonialismo intelectual con profundidad y acierto. En La Creación de la Pedagogía Nacional, el autor llamaba bovarystas a los intelectuales de escritorio que traían programas educativos franceses para instalar en el país una pedagogía elitista e imitativa, moderna sólo en apariencia. Desde su sitial de poeta prestigioso (aunque oscuro y mal comprendido), su rigor argumentativo y su gesto polémico provocaron una interpelación radical a las prácticas y los estilos de ser de esa intelligentsia criolla que lo rodeaba, admiraba, despreciaba. A contrapelo de lo que sucede hoy, cuando todo se escribe-habla y los círculos hegemónicos de habladores-letrados crean satrapías políticas (el parlamento, la judicatura) o espectáculos mediáticos para engatusarnos, en la época de Franz Tamayo lo central era una cultura oral-gestual que se traducía en códigos corporales tácitos pero inteligibles a escala social: códigos de comunicación que también estructuraban jerarquías y desprecios solapados. Tamayo no discute lo que sus contemporáneos escribían: lo consideraba un vulgar aglomerado de citas de autores europeos, ni siquiera bien hiladas. Pero no era que él rechazaba la herencia de Europa – su poesía de formato griego lo atestigua – sino que reclamaba un gesto más autónomo e inteligente hacia ella, tal como lo haría Veena Das un siglo más tarde. Tamayo se inspiró también en Nietzsche y en el vitalismo alemán de su tiempo, además de una vasta biblioteca filosófica y literaria francesa, lo que no empaña para nada su acercamiento a las realidades multiétnicas (como diríamos hoy) de su entorno. Era su gesto corporal y su mirada, además de su reflexivo conocimiento del aymara, lo que lo hacía diferente a sus contemporáneos. Lo que rechaza Tamayo no son las ideas y principios básicos de la episteme europea sino el modo en que se los adopta en países como el nuestro: de boca para afuera, de modo sumiso y reverencial. Su análisis, por el contrario, se sustenta en escudriñar el alma del mestizo realmente existente en su espacio / tiempo, como un ser esquizofrénico, dividido y bipolar, incapaz de crear una nación propia o habitar un territorio propio. Este diagnóstico es vital en Tamayo y sienta las bases para hacer deldouble bind mestizo una potencia creativa, en lugar de profundizar el binarismo y con ello la disyunción colonial que nos impide ser nosotros mismos. 231 La genealogía que intento trazar del colonialismo en la cultura letrada boliviana está, por ello mismo, conectada con las urgencias del presente. Qué pertinente resulta Tamayo, leído desde el aquí-ahora. Define el bovarysmo como un estado de “insatisfacción novelesca” que se mueve en “un contexto de represión y convencionalismo social”. ¿No es eso lo que está sucediendo con los escándalos protagonizados recientemente por Evo Morales, que la prensa internacional se encarga de condimentar a su manera? ¿No se descarga la sociedad boliviana de sus propias culpas y dolores familiares, privados, e incluso inconscientes, al hacer de la vida de Evo Morales un motivo de diatriba moral y sexual? Lo hace, pero no se da cuenta de que el primero en ser juzgado y apuntado con el dedo debería ser el indio que llevamos adentro. Fausto Reinaga, en los años 1960-1990, se explayó en la crítica a la “intelligentsia del cholaje boliviano”, una aguda radiografía del colonialismo intelectual en Bolivia, y ello le valió ser estigmatizado como un personaje intratable y ultrarradical. No es un dato menor que fuera Reinaga – y no Sartre o Balandier – quien introdujo en el debate político boliviano de los ‘70 la obra de Frantz Fanon y otros autores de la descolonización africana. Con honrosas excepciones,2 los ahora de moda “decoloniales” o “postcoloniales” no atinan a escudriñar con tanta profundidad el ethos del intelectual colonizado como lo hizo Reinaga, y eso se revela en las rutas propias que hemos venido recorriendo a la hora de comprender los procesos de liberación india y las luchas descolonizadoras en nuestro continente. M. S. ¿Qué significa entonces pensar las ciencias sociales desde América Latina en el siglo XXI, en el marco de la modernidad avanzada y en el actual sistema de dominación? S.R.C. Yo creo que hay que hacer otra ciencia social, que no divorcie el cerebro del cuerpo, la ética de la política, el hacer del pensar. La ciencia social realmente existente no difiere mucho de la que criticaba Tamayo. Y las obras de Reinaga abundan en conceptos / metáfora en cuyo bricolaje yo entreveo otro tipo de teoría sobre el colonialismo intelectual en América Latina, y sobre el colonialismo en general. Por otra parte, la modernidad que experimentó Tamayo no difiere mucho de la de hoy: sigue siendo una estructura de saqueo y colonización mental. Con un agravante: en las primeras décadas del siglo XX había en La Paz mucha más gente urbana, mestiza y de élite, que hablaba perfectamente el aymara 3, mientras que hoy la dimensión simbólica de lo indio se ha vuelto pigmentocrática y basada en simulacros, lo que nos muestra que estamos perdiendo la batalla lingüística. En cuanto a la colonización mental, la ciencia social – junto a varias otras – debería enfocarse en crear las herramientas conceptuales, técnicas y materiales que permitan resistir el saqueo, tanto de recursos materiales como de personas (manos, cerebros) o, por lo menos, ayudarnos a sobrevivir a él. Además del saqueo, esta modernidad impostada se sustenta en la cultura de la ley. La ciencia social hegemónica tiene que vérselas con una brecha muy honda entre la normativa y su práctica, entre la letra y la violación de la letra. Situarse a rajatabla en uno de los polos de ese binario es una actitud de suicidio colectivo, que se transfiere al conjunto del pensar 232 público. Frente a ese estado de confusión, lo que la ciencia social debería estar haciendo es revolucionar la episteme. Crear un campo de juego entre la herencia europea y la herencia propia, en el que podamos, con autonomía, recrear un pensamiento y un gesto capaz de superar el double bind o la esquizofrenia colonial de la que hablaba Tamayo. Y hay que hacer esto por cualquier medio, no sólo en la ciencia social sino también en las matemáticas, en la agronomía, en la ingeniería y en la multiplicidad de disciplinas que son necesarias para el aquí-ahora de la humanidad y del planeta, no sólo de la ciencia. Por sobre todo, la nueva ciencia social debería abandonar la camisa de fuerza de la sociedad, dejar de limitarse a cosas humanas, a relaciones y a conflictos sociales, y convertirse en una más de las ciencias de la vida. Por eso yo me siento muy insatisfecha con las ciencias sociales realmente existentes, las considero satrapías. Aclaro que me puedo dar el lujo de decirlo porque ya me libré de la universidad, me jubilé y con varixs compañerxs y amigxs hemos creado un espacio en el que auspiciamos una “cátedra libre” en verano y en invierno, entre muchas otras actividades 4. La generación más joven de intelectuales y académicxs que trabaja en la universidad tiene que vérselas con cosas más jodidas, como las revistas indexadas –que tuve la suerte de no conocer– o el exceso de carga administrativa que se impuso en las universidades con el neoliberalismo. Pero entrar y salir de la academia no equivale a decir entrar y salir de la modernidad. Lo que entiendo como el principal desafío es ser auténticamente modernos y conectarnos a la vez con lo más antiguo, para que, a partir de esa contradicción o anacronismo, podamos armar – dentro y fuera de la universidad– una esfera pública inclusiva, democrática e intercultural (por decirlo en términos convencionales). Para mí es central reconocer que la teoría no basta, la ciencia social no basta, la universidad y la academia no bastan para comprender el mundo que nos ha tocado vivir hoy. Y creo que, en todo Abya Yala, este proceso de “entrar y salir de la academia” está permitiendo la renovación del pensamiento y su mejor articulación con las prácticas comunitarias, populares, colectivas. En la frontera entre el mundo universitario y su afuera están proliferando iniciativas como la que acabo de relatar, y lo he visto en varios países de nuestro continente. M.S. ¿Existe una perspectiva latinoamericana para pensar las problemáticas actuales desde el marco de la teoría social? SRC. No. Al menos no dentro de ese marco, tal como parece estar definido en tu primera pregunta. Una teoría / praxis social descolonizadora es un proceso en curso, pero su verbalización está por construirse; es aún balbuceante y dispersa. No está claro siquiera el formato que adoptará ese discurso, en un contexto de proliferación y democratización de las comunicaciones satelitales. Creo que lo que se hace en las redes, o en el teatro, o en el arte latinoamericano, es mucho más sensible que la academia universitaria o para-estatal, en términos conceptuales, frente a las realidades multifacéticas y abigarradas del espacio social que vivimos. También han surgido nuevos espacios de producción de teoría / praxis social: espacios marginales y fronterizos, pero a la vez proliferantes. Iniciativas callejeras, luchas contra la impunidad, plataformas en torno a los 233 derechos sexuales y una diversidad de iniciativas prácticas en defensa del medio ambiente constituyen escenarios ideales para la “investigación acción” o la “investigación militante”, además de resultar útiles para las propias comunidades y organismos de base. También me refiero a intelectuales –como Silvia Federici, Rita Segato, Márgara Millán, Verónica Gago, Suely Rolnik y tú misma– que dialogan a varios niveles de abstracción con lxs intelectuales de base en sus respectivos espacios o países. Todas estas redes son lo más cercano a una “ecología de saberes” que he podido observar. Pero con un aditamento: son también “ecología de sabores”, y me refiero a las redes de soberanía alimentaria, plataformas ambientales, etc., que están pensando los problemas no sólo a través de la investigación y la publicación de sus trabajos sino también de profusa participación en ferias, espacios de comida consciente, cooperativas de alimentos y muchas otras actividades. No tengo suficiente acceso a todo lo que ocurre en las universidades y centros de investigación de varios países del continente como para sopesar los avances teóricos que estos nuevos fenómenos han suscitado, pero puedo decirte que en los últimos años he leído con mayor interés que antes los debates latinoamericanos en ciencias sociales y humanas, y celebro el que muchos de ellos se vayan por la tangente o abiertamente descarten el antropocentrismo –y su vástago, el eurocentrismo– dominantes. Silvia Rivera Cusicanqui Profesora emerita de la UMSA y miembra de la Colectiva Ch'ixi (La Paz) [email protected] Respuesta dos: La relación de la teoría social latinoamericana con la teoría social producida en los países centrales es, en un sentido, parte de la más amplia inserción del continente en una situación periférica, pues ésta además de tener incidencia en lo económico y en lo político, tiene incidencias también en el plano del pensamiento y del arte de modo general. En un sentido, esto es sencillo de comprender: se trata de un deslumbramiento con el poder que “ejercen” aquellos que producen afuera, que tanto acumularon en términos de conocimiento, que tienen instituciones sólidas y prestigiosas, editoriales poderosas, control de la circulación del conocimiento y se expresan en inglés, francés o alemán, principalmente; en otro sentido, formar parte de este universo directa o indirectamente es algo que seduce a muchos investigadores. La cuestión, por supuesto, no se agota en eso. Tomemos el arte. No fue fácil encontrar la forma de la música, de la literatura o del cine latinoamericano. Sin embargo, a nadie se le ocurriría hoy dudar de la autonomía creativa de estas formas de expresión en América Latina, aunque sigamos siendo periféricos, dependientes y subdesarrollados en lo que hace a otras aspectos –económicos y políticos, sobre todo–. Es como si las ciencias sociales, pero también la filosofía, por 234 ejemplo, y de manera más general y bastante concreta, aunque posiblemente por otras razones, las ciencias de la naturaleza, estuvieran en una posición intermedia. La dependencia de las ciencias de la naturaleza es verdadera aunque nadie se plantea cuestionar a un físico latinoamericano sobre si acepta o no la confirmación de la existencia de ondas gravitacionales o a un biólogo si en nombre de la particularidad de “nuestra América” rechazara los últimos avances en la secuencia del genoma humano. Se puede decir que, claro, la epistemología moderna –si bien no pretendemos hacer una caricatura del conjunto de las ciencias naturales, como si estas vivieran inmersas totalmente en una epistemología cartesiana rasa– sigue vigente en este tipo de teorización. Es una realidad, igualmente, la falta de recursos materiales para llevar a cabo investigaciones de punta en nuestros países en este tipo de ciencia (la física teórica, no por casualidad, es en la que tenemos alguna expresión internacional, ya que no hacen falta aparatos de ninguna especie). Hubo de hecho un gran biólogo hindú que tuvo fama internacional haciendo biología como hacían sus contemporáneos en Norteamérica y en Europa. Luego quiso ponerse más espiritual, como correspondía a un hindú, según visiones orientalistas pero también internas a su país. Fue cuando empezó a hablar con las plantas y terminó con algunas ideas raras, que hoy a nadie le interesan. ¿Por qué entonces las ciencias sociales se ponen tan tensas en relación con estos temas? En un sentido, hay que reconocer que nuestras investigaciones y teorías se encuentran mucho más cerca de los temas controvertidos de la vida social, con sus conflictos y sus competencias. No afirmamos que esto no influya también en las ciencias de la naturaleza, pero no se puede hablar de trabajadores y capitalistas, indígenas y colonización, Estado y ciudadanía, Estados Unidos y América Latina sin movilizar de manera directa cuestiones y conflictos sociales. De todos modos, ¿conlleva eso algo de específico en teoría social para la semiperiferia y la periferia, y para América Latina de manera directa? Es dudoso, por una parte, inevitable, por otra. Tomemos las cuestiones epistemológicas. Se las puede discutir en dos dimensiones. Una, más concreta, que implica contenidos específicos, tablas de lectura del mundo, por ejemplo, que gradúan los colores de la piel y desde ahí deciden la pertenencia de países e individuos a la civilización o a la barbarie, no importa cómo se definan estos términos o si se utilizan otros. Esta ha sido, desde una década o más, la manera en que predominantemente se ha referido al tema de la epistemología en los debates pos y decoloniales en América Latina y en otros rincones. Hay otra mirada, más profunda, que se refiere a la forma de producción del conocimiento; es decir, a cómo son producidos contenidos concretos. Aquí sí, me parece que podemos hablar de epistemología, discusión que se encuentra presente en la filosofía de la ciencia y en la filosofía del conocimiento. Analogías, descripciones empíricas, categorías analíticas o tipos ideales, reconstrucciones con orientación normativa o dialéctica, “positivismo” o hermenéutica, sujeto y objeto: son estos los temas de una comprensión más profunda del significado de epistemología (que no permiten, vale notar, que hablemos de una dominación absoluta del 235 cartesianismo; más bien es un empirismo el que muchas veces predomina, incluso si hay puntos de contacto entre ellos, evidenciando, sin embargo, el hecho de que la modernidad en tanto tal es plural internamente, aun en lo que toca a sus centros). No hay que concluir de ahí que la separación entre forma y contenido nos debe orientar; más bien hay que mezclar en muchos momentos una y otra, aunque sea legítimo analizar cada uno de estos dos elementos con cierta autonomía. Puede ser que una filosofía aimara o quichua, o cualquier otra, nos plantee otras formas de conocer la vida social. Pero no estoy seguro de que eso fuese ciencia social. Tampoco literatura, quizás. ¡Lo que seguramente no importa! Mientras tanto, y de todos modos, como soy sociólogo, creo que valdría la pena seguir con las investigaciones de las ciencias sociales, que me parecen una manera interesante de comprender cómo vivimos. Ojalá se inventen otros aportes epistemológicos en las ciencias sociales latinoamericanas. Y me parece inevitable que una invención como esta demostrará carácter universal. Por supuesto, el lugar desde donde hablamos importa mucho. En este sentido, es correcto referirse a una “geopolítica del conocimiento”, que va más allá de meras cuestiones de poder], tal cual las enumeramos anteriormente. Un punto de vista particular, cuestiones específicas, métodos que a ellas deben corresponder, la construcción de conceptos que puedan servir a estos análisis concretos, temas normativos a ellos vinculados, una manera propia de enfrentar los debates de las diversas disciplinas. Hay que reconocer y saludar este tipo de entendimiento, sin llevarlo, sin embargo, tan lejos como para negar a estas disciplinas en tanto tal o como para desechar teorías en nombre de aportes absolutamente novedosos, en que el conocimiento producido hasta ahora no alcanza jugar más que un rol subsidiario.Somos modernos, pero modernos desde una posición específica en el mundo. Desde Simón Rodríguez, pasando por Mariátegui y llegando a tipos como Florestan Fernandes, para citar apenas tres grandes nombres, estos son temas que han poblado nuestras imaginaciones. Sin embargo, algo a menudo se distorsiona cuando uno empieza a producir ciencias sociales, empírica o conceptualmente, en América Latina. La repetición, la copia, la utilización de conceptos muchas veces claramente inverosímiles aparecen como prácticas que, aunque no absolutas, muchas veces contaminan el trabajo de investigación y la exposición de sus resultados. Es necesario, por lo tanto, develar los mecanismos que producen la dependencia como modo de] enfrentarla en lugar de simplemente afirmar continuidades coloniales o de cualquier otra naturaleza, que impulsan un discurso sin ser capaces de explicar cómo, de hecho, se procesa esta subalternidad. Se puede sugerir que esto ocurre porque los investigadores se ubican en una posición específica en la división social del trabajo, en [a que son las ideas –que importan, además en una situación de fragilidad, desde afuera– lo que orienta su labor. El poder de los centros globales impone una subordinación –de hecho, emocional e intelectual– que hace que sus ideas tengan una influencia desproporcional sobre la periferia y la semiperiferia. En particular, por la falta de teorías, o porque a muchos les parecen menos poderosas las teorías producidas en estas dos áreas subalternas 236 globalmente, aquellas teorías centrales terminan por presentarse como referencia absoluta (mientras está ausente la falta de reciprocidad: esto es, desde el centro es rarísimo que les interese mirar lo que se produce en otras regiones). Eso se da sobre todo en lo que se refiere a la cognición; como el arte está vinculado a procesos expresivos, es más fácil rehuir de este tipo de dificultad y presentarse desde la particularidad, desde la que alcanza una expresión más universal cuando logra superar particularismos excesivos, que tampoco le convienen. Simplemente, intentar borrar los conceptos que tenemos y tirarnos en el medio empírico, como sugería Guerrero Ramos, no es una solución: eso no es posible; terminaremos con “representaciones” que ya teníamos, tal vez alteradas pero cargadas por las que con anterioridad poseíamos. Tampoco sería deseable, puesto que la inmediatez de los datos sensoriales no basta para construir el conocimiento, ni tampoco desde ahí se va a llegar a asir la realidad de una forma más profunda. Este es un tema que vuelve y volverá mientras nos mantengamos en esta posición de inferioridad, que no es sin embargo absoluta; los mejores resultados de nuestras ciencias sociales demuestran que no hay una relación inmediata entre dependencia económica y política, por una parte, e intelectual, incluso científica, por la otra. Precisamente por eso el antiempiricismo es tan importante para las ciencias sociales, en relación con el tema que nos ocupa aquí. Si tomamos una posición decididamente teórica, tenemos que reconstruir, o al menos tratar de manera sistemática y controlada, los conceptos que utilizamos para investigar la realidad social, en sus particularidades y generalidad. Quijano y Nun, con su discusión crítica sobre la “marginalidad”, nos dieron un ejemplo magnífico de cómo hacerlo, aunque sin desplegar todas sus potencialidades. Desde el marxismo, echaron un vistazo al tema del ejército industrial de reserva y de la superpoblación relativa en América Latina y establecieron (poco importando aquí en qué medida estuvieron correctos) conceptos propios para comprender la situación de la fuerza de trabajo y del mercado laboral –lleno de trabajadores “marginales”– en este subcontinente. Avanzaron enormemente, en el plano conceptual, en lo que hace a la particularidad. Desde ahí, sin embargo, habría que seguir adelante y pensar en que sus innovaciones podrían servir para reformular la teoría de Marx sobre las “leyes” que rigen la evolución de la población en el capitalismo y todo el tema del mercado de trabajo. Quijano mencionó la inmigración de Europa hacia otras regiones en el siglo XIX, mientras Nun ya en los años 2000 se refirió al tema de la exclusión y de los sobrantes en el mercado de trabajo, sin que ninguno de los dos haya avanzado más allá de simples comentarios generales y acotados. Si queremos avanzar más allá de los temas específicos –y de los miles de estudios de casos que encontramos hoy en nuestras ciencias sociales– hace falta avanzar en la teoría. Desde luego hay temas, aportes, puntos de vista, valores que son particulares en América Latina –y en cada uno de nuestros países, e incluso regiones internas– y que inevitable y saludablemente prestan colores y un “estilo” propio, para hablar como Mariátegui, a una teoría que es, sin duda, en este sentido, latinoamericana. Pero nuestra ambición tiene que ser más amplia: hay que producir conceptos de alcance 237 universal, reconstruyendo aquellos que ya existen o creando otros, nuevos, que sirvan a nuestras cuestiones de cuño empírico, pero que también se apliquen, aunque esto incluya cambios, a otras regiones del mundo, en un diálogo planetario. Es esta la manera, por una parte, de producir teorías más completas para nuestros propósitos específicos y, por otra, de salir de la subalternidad, sin perdernos en el romanticismo de la acentuación absoluta de la particularidad (que ni siquiera en Herder se puede encontrar de forma tan radical). Qué significa esto en términos del análisis de la modernidad contemporánea es algo que apenas se puede indicar acá. Se trata de un tema largo y multifacético. De todos modos, una mirada teórica que, en particular, rescate la preocupación de la sociología en su trayectoria larga, con los procesos de largo plazo y las tendencias que los atraviesan y constituyen, necesita volver a nuestra agenda teórica. Es decir, hay que ir, acá explícitamente, más allá de los temas empíricos y de la retórica. Hay que investigar cuáles son los elementos que, dentro y a partir de la modernidad en que vivimos hoy, nos pueden servir de palancas para procesos de emancipación, institucionalmente, en términos de agentes y con referencia a su imaginario (en el cual sigue aún vigente la demanda de libertad igualitaria). Esta ha sido una ambición constante –si bien no exclusiva– de la sociología latinoamericana. Tenemos ya una acumulación de capacidades, madurez y en buena medida el interés de seguir por este sendero. La teoría social nos puede ser de gran auxilio en este proyecto colectivo. José Mauricio Domingues Profesor e investigador en IESP-UERJ, Brasil. [email protected] Respuesta tres: Primero que todo, muchas gracias, Maristella, por tu invitación a participar en este foro. Entiendo tu invitación no solamente como un llamado a actualizar el debate sobre la teoría social latinoamericana de frente a la coyuntura actual (incluyendo la crisis ecológica y socio-planetaria y por supuesto el resurgimiento de las derechas en el continente), sino como un enunciado de que quizás estemos asistiendo a un momento particularmente importante y auspicioso para hacerlo. Ahora bien, lo que proponés constituye sin duda un proyecto de más largo alcance, dentro del cual tendríamos que remitir la genealogía de esta pregunta a la primera mitad del siglo XIX, cuando los debates intelectuales del continente vieron capítulos que aún conservan cierta relevancia, desde aquellos que planteaban la disyuntiva entre civilización y barbarie hasta los debate tempranos sobre la modernidad latinoamericana en las postrimerías del siglo (Rodó, Martí, Bello, Lastarria, etc.). La corriente decolonial nos empujaría a remar aún más atrás en la historia de los saberes, a escudriñar por todos los rincones históricos en busca de instancias de descolonización epistémica, como algunos colegas que trabajan dentro de esta vertiente ya 238 lo han estado haciendo; allí, sin duda, encontraríamos muchas voces indígenas, afrodescendientes y de mujeres que pasarían a ilustrar el archivo de pensamiento decolonial. Tendríamos que considerar también, ya en los albores del siglo XX, el marxismo, el anarquismo, el indigenismo y las primeras precursoras del feminismo (tales como María Cano en Colombia) y, para mediados de siglo, el famoso debate entre Leopoldo Zea y Augusto Salazar Bondi sobre "si existe o no una filosofía de nuestra América".5 Finalmente, arribaríamos en la época inmediatamente reciente a la denuncia radical del maestro Orlando Fals Borda, en su libro Ciencia propia y colonialismo intelectual(1970,) y al influyente libro de Paulo Freire, Pedagogía del oprimido (1970, publicado en portugués en 1968); estos finalmente estremecerían el edificio epistémico de las academias, de tal forma que pudiéramos empezar a tomar en serio lo que hoy llamaríamos “los conocimientos otros” de los mundos subalternos. En el camino también encontraremos propuestas tales como la teoría de la dependencia y la teología de la liberación. ¿Qué significa la “dependencia epistémica e intelectual”? Después de esta muy incompleta “nota genealógica”, paso a abordar la primera parte de tu pregunta: ¿Qué significa “la dependencia intelectual o epistémica respecto de los conceptos y marcos teóricos elaborados en los países centrales”? Habría muchas formas de acercarse a esta pregunta; aquí señalaré dos solamente. La primera proviene del análisis del sistema mundo moderno / colonial, iniciado por el maestro Aníbal Quijano en la década del ‘80, y en particular de las nociones de colonialidad del poder y del saber. No me detendré a discutir esa posición, que comparto plenamente y que se ha enriquecido inmensamente con las contribuciones de una gran gama de académicas/os, intelectuales y activistas que ya abarcan dos generaciones y una rica variedad de temas y conceptos. Sólo mencionaré dos de los aportes tempranos de la propuesta decolonial que continúan siendo fundamentales para todo análisis de la teoría social latinoamericana: la reinterpretación de la modernidad como “modernidad / colonialidad”, desde siempre (re-situando cualquier debate anterior sobre “la modernidad de América Latina” dentro de un espectro teórico-político más complejo) y el concepto de eurocentrismo, como pilar de todo el andamiaje moderno / colonial, particularmente el conocimiento. Hay una segunda forma de abordar la dependencia epistémica de la teoría social latinoamericana, y es con referencia al concepto foucaultiano de episteme. Me parece que este segundo abordaje complementa al primero, y por eso me gusta utilizarlo, en especial porque nos permite entender de otra manera tanto la teoría social contemporánea como sus limitantes. Foucault define la episteme como un nivel intermedio del conocimiento situado entre el dominio subyacente en el que transcurre el fenómeno de la vida, por un lado, y el espacio de las ciencias explícitamente constituida como tales, por el otro. Así, en Las palabras y las cosas, analiza tres epistemes (correspondientes al Renacimiento, a la Edad Clásica y a la Edad Moderna), las reglas que regulan cada uno de estos y las discontinuidades entre ellos. Traza los avatares del conocimiento dentro de cada época en relación con las formas de pensar la vida, el trabajo y el lenguaje. Encuentra que la episteme actúa como una especie de 239 “inconsciente positivo del conocimiento” que moldea, para cada época, lo que se puede conocer, sin que los conocedores o expertos estén conscientes de ello. Descubre que la episteme de la modernidad, que cristaliza hacia finales del siglo XVIII, está determinado por la figura del “hombre”, que desde entonces se erige como el sujeto, el fundamento y el objeto de todo conocimiento – el antropocentrismo fundacional de la modernidad –. La episteme de la modernidad como trasfondo de todo trabajo académico La teoría social contemporánea se ubica, necesariamente, dentro de este episteme. A lo largo de mi propia práctica académica, he ido descubriendo que el espacio académico moderno funciona a partir de ciertas prácticas epistémicas claves, entre las cuales destaco las siguientes: a) tres paradigmas centrales (teoría liberal, teoría marxista, teoría posestructuralista), con sus correspondientes epistemologías; b) la demarcación, dentro del flujo ininterrumpido y complejo de lo real, de esferas separadas y supuestamente autónomas (ej.: “economía”, “sociedad”, “cultura”, “política”, “religión”, “individuo”, etc.), cada una con una disciplina dedicada a develar sus secretos (economía, sociología, politología, antropología, psicología, etc.); c) una serie de dualismos constitutivos que también condicionan el conocimiento (sujeto / objeto, mente / cuerpo, razón / emoción, naturaleza / cultura, humano / no humano, secular / sagrado, entre muchos otros). Quiero resaltar dos cuestiones de esta breve explicación: primero, que todo trabajo académico tiene que funcionar de acuerdo con estas reglas para ser considerado como tal; por ejemplo, toda tesis de maestría y doctorado debe aceptar esta estructura epistémica para ser aprobada (son pocas las que se salvan de este requisito nunca explicitado); segundo, que los límites de la producción de conocimiento dentro de este episteme están cada vez más claros, como explicaré en un momento. Aclaro que siempre ha habido intentos contestatarios dentro del mismo episteme (por ejemplo, el pensamiento anticolonial de los años ’40 - ‘60 del pasado siglo, con autores como Fanon y Césaire), pero que, tomada como un todo, la academia ha funcionado bajo las reglas férreas que acabo de enumerar. Aunque esto sigue siendo el caso hoy en día (más aún quizás dada la creciente neoliberalización de las academias a nivel mundial), uno de los aspectos esperanzadores de nuestra condición histórica actual es que ya empezamos a percibir estos límites. No puedo detenerme a explicar cómo y por qué se está dando esta conciencia (especialmente a partir de los años ‘50 del pasado siglo), pero indico algunas de las tendencias principales –interrelacionadas las unas con las otras– que están causando fisuras, si no ya moviéndose en los bordes o quizás por fuera del episteme. En los bordes de la episteme moderno / colonial Primero que todo, el cuestionamiento creciente a los dualismos constitutivos de la modernidad, como son la separación entre naturaleza y cultura (humanos / no humanos) y entre nosotros y ellos (occidente / no occidente; moderno / no moderno; es decir, la división colonial). El cuestionamiento a la dicotomía entre humano y no humano proviene de dos grandes fuentes: 240 por un lado, la tierra misma, la Pachamama, que demuestra de manera cada vez más patente cómo se resiente ante la actividad humana (antropogénica); segundo, la irrupción de un gran movimiento en su defensa, particularmente aquellas manifestaciones promovidas por un variado espectro de grupos subalternos y pueblos-territorio cuya pervivencia misma como mundos depende de la continuidad y sanación de la madre tierra. Por otro lado, el cuestionamiento a la división colonial proviene de tod@s aquell@s que intentan ubicar su producción de saber y de conocimiento en el espacio abierto por la diferencia colonial –es decir, desde el locus fracturado del que nos habla María Lugones–.6 Aquí, de nuevo encontramos dos grandes vertientes: el surgimiento cada vez más contundente de los conocimientos (quizás deberíamos decir conocimientosemociones o “sentipensamientos”) de comunidades, activistas, colectivos y movimientos – todos aquellos que nunca encontraron cabida dentro de las academias, pues no eran producidos bajo las reglas del episteme y algunos de los cuales empiezan hoy en día incluso a insinuarse en estos espacios, aunque no sin dificultad y contradicciones, como bien lo sabemos; y una nueva serie de líneas de pensamiento crítico, con frecuencia con vínculos con la academia, aunque en muchos casos producidas por intelectuales que se mueven entre movimientos sociales, comunidades, academia y, a veces, el mismo Estado, y a las cuales me referiré más adelante. Hago un par de observaciones finales sobre toda esta gama emergente de conocimientos, desde la perspectiva de la segunda parte de tu pregunta (¿Qué significa pensar las ciencias sociales desde América Latina en el siglo XXI? ¿Existe una perspectiva latinoamericana para pensar las problemáticas actuales desde el marco de la teoría social?). La primera es que la teoría social y las ciencias sociales (e incluiría aquí las humanas y las naturales) ya claramente demuestran que son al menos insuficientespara proporcionarnos las preguntas –mucho menos las respuestas– necesarias para enfrentar las múltiples crisis interrelacionadas de alimentos, de clima, de pobreza y de significados. Es decir, me parece que ya podemos aseverar con mayor audacia y sentido de la realidad que las preguntas y las propuestas clave sobre las crisis no están surgiendo de las ciencias sociales ni de la academia, sino del espacio epistémico que está siendo labrado a partir de la multiplicación de conocimientos y saberesotros subalternos y de tendencias críticas vinculadas a estos. Segundo, que con respecto a todos estos conocimientos otros hay, de todas formas, que hacerse la siguiente pregunta: ¿Constituyen formas de producción de conocimientos postepisteme-patriarcal / moderno / colonial (es decir, dejan atrás con éxito la episteme ilustrada de la modernidad)? ¿O siguen funcionando, total o parcialmente y a pesar de su radicalidad y novedad, dentro de la episteme del “hombre”? Esta última es un interrogante clave en mi opinión. Volveré sobre ella al final de este breve texto. Por ahora, quiero dar una idea, aunque de forma esquemática, del rango de investigaciones que considero forman parte de este proceso epistémico emergente. 241 Desde abajo, por la izquierda y con la tierra En un texto reciente sobre el pensamiento crítico latinoamericano (PCL) o, más correctamente, de Abya Yala / Afro / Latino-América, argumento que toda genealogía y compendio de este pensamiento hoy en día tiene, por fuerza mayor, que incluir las categorías, saberes y conocimientos de las comunidades mismas y sus organizaciones como uno de las expresiones más potentes del PCL. Esta última proposición constituye el mayor desafío para la teoría social dado que la estructura epistémica de la modernidad (ya sea en registro liberal o marxista, de derecha o de izquierda) se ha erguido sobre el borramiento efectivo de este nivel crucial del pensamiento, y es precisamente este nivel el que emerge hoy en día con mayor claridad y contundencia, como lo acabo de mencionar. En este mismo texto, paso a identificar tres vertientes del PCL: el pensamiento de la izquierda, el “pensamiento autonómico” y el “pensamiento de la tierra”. Con el segundo me refiero al cuerpo de conocimientos, cada vez más elocuente, que emerge de los procesos autonómicos que cristalizan con el Zapatismo pero que incluyen una gran variedad de experiencias y propuestas a lo largo y ancho del continente, desde el sur de México al suroccidente de Colombia y desde allí al resto del continente. Todos estos movimientos enfatizan la reconstitución de lo comunal –dentro de concepciones no-capitalistas, noliberales y no-estatales de la organización social como el pilar de la autonomía–. Autonomía, comunalidad y territorialidad son los tres conceptos clave de esta corriente.7 Con “pensamiento de la tierra”, por otro lado, me refiero no tanto al movimiento ambientalista y a la ecología (aunque está relacionado con estos) sino a aquella dimensión que toda comunidad que habita un territorio sabe que es vital para su existencia: su conexión indisoluble con la tierra y con todos los seres vivos. Más que en conocimientos teóricos, esta dimensión se encuentra elocuentemente expresada en el arte (tejidos), en los mitos, en las prácticas económicas y culturales del lugar, y en las luchas territoriales y por la defensa de la Pachamama. En el texto en cuestión hallaran una explicación detallada y ejemplos de cada una de estas vertientes. 8 El PCL puede ser definido como el entramado de estas tres grandes trayectorias: el pensamiento de la izquierda, el pensamiento autonómico y el pensamiento de la tierra. Estas no son esferas separadas y preconstituídas sino que se traslapan, a veces alimentándose mutuamente, otras en abierto conflicto. Mi argumento es que la teoría social hoy en día tiene que cultivar las tres vertientes, manteniéndolas en tensión y en diálogo continuo, y tiene que abandonar toda pretensión universalizante y de verdad. Dicho de otra manera, a la formula zapatista de luchar “desde abajo y por la izquierda”, hay que agregar una tercera base fundamental, “con la tierra” (hasta cierto punto, implícita en el zapatismo). Áreas emergentes de investigación para otra teoría social de Abya Yala / Afro / Latinoamérica También podemos empezar a visualizar los contornos del postepisteme moderno / colonial (P-EMC) en términos de áreas de investigación 242 emergentes. Hace algunos años, intenté un mapeo de dichas tendencias y alcancé a identificar cinco grandes áreas emergentes, que se sobreponen con las vertientes autonómicas y de la tierra. Aunque no puedo explicarlas en este texto, las menciono brevemente: la teoría decolonial (incluyendo las nuevas áreas de trabajo, tales como colonialidad de la naturaleza, feminismos decoloniales y arte y decolonialidad); los estudios de alternativas al desarrollo (incluyendo Buen Vivir, derechos de la naturaleza, postdesarrollo, economías alternativas y economía social y solidaria y transiciones al postextractivismo); transiciones civilizatorias; nuevos enfoques del patriarcado; y comunalidad,9 relacionalidad y pluriverso (sistemas comunales, entramados comunitarios, feminismos comunitarios, espiritualidad y ontologías relacionales y pluriverso). Muchas de estas áreas, que con frecuencia se sobreponen e intersectan de formas mutuamente potenciadoras, tienen que ver con la crítica a los dualismos de la modernidad y, más allá de la crítica, con el desarrollo de un marco teóricopolítico capaz de generar un espacio para investigaciones sustanciales sobre el principio de relacionalidad que surge con fuerza, en mi opinión, a partir del llamado “giro ontológico” de la teoría social. Por relacionalidad me refiero al principio de la interrelación profunda entre todo lo que existe, al hecho de que nada preexiste a las relaciones que lo constituyen. La vida es interrelación e interdependencia, siempre y a todo nivel. Todo existe porque todo lo demás existe, como nos dice el principio del Ubuntusurafricano. No hay objetos, ni sujetos, ni procesos intrínsecamente existentes, como nos lo ha enseñado la modernidad, por lo menos desde Descartes. Lo real no está hecho de objetos aislados que interactúan; el observador no preexiste a lo que observa (Maturana y Varela); no hay mundo externo al cual podemos aferrarnos; todo lo vivo siempre es parte integrante del pluriverso siempre cambiante. Aquello que llamamos experiencia siempre está coemergiendo con las experiencias de muchos otros seres. El conocimiento científico, por último, es sólo un intricado proceso de validación de cómo el experto construye eso que llamamos “lo real”.10 En la intersección de las vertientes decoloniales y relacionales, encontramos una fértil producción teórico-política alrededor del género y del patriarcado que adquiere formas muy diversas pero, hasta cierto punto, convergentes en los trabajos de las distintas pensadoras. Esta es una vertiente fundamental para la reorientación autónoma de la teoría social latinoamericana como un todo. Una premisa básica de esta corriente es una relectura del patriarcado como la matriz ontoepistémica original de toda forma de dominación; no solamente porque el patriarcado comienza históricamente varios milenios antes del capitalismo y de la modernidad (a los cuales presta sus cimientos), sino porque con este comienza la erosión sistemática de la base relacional de la vida, que es característica de las culturas matriarcales o matrísticas (que valorizan la cooperación, el respeto por todos los otros seres, la regeneración continua de la vida, la cocreación y lo sagrado); el patriarcado despliega, por el contrario, valores tales como la dominación, la apropiación, la competencia, la agresión, la jerarquía, la creación a partir de la destrucción. y la guerra. Muy importante a este respecto es también la reconceptualización, o aun el abandono por algunas autoras, de la noción de género como principio clasificador de las 243 diferencias, para lo cual las nociones relacionales, comunales y duales (no dualistas, sino como una forma de construcción de la multiplicidad del ser) del género son esenciales. El análisis de la interseccionalidad ha gozado de una renovación importante desde perspectivas de raza, de sexualidad, de comunalidad, de espiritualidad y de naturaleza por parte de feministas indígenas, de afrodescendientes, de lesbianas y de ecologistas, entre otras. De esta rica variedad de trabajos surge el énfasis en abordar simultáneamente la despatriarcalización y la descolonización. Todo un edificio teórico-político antiesencialista, relacional (no dualista y, por tanto, no liberal) y posthumano se va construyendo a partir de estas vertientes convergentes pero diferenciadas. Desde allí se puede avizorar de forma clara que la comunalidad y la relacionalidad renovadas son el antídoto necesario contra la hiperexplotación y la violencia máxima por el capital sobre la mujer y sobre la sociedad y la vida misma en su totalidad.11 Algunos ejemplos de construcción de teoría social autónoma Es útil ilustrar los argumentos hasta ahora expuestos con obras que ejemplifican los elementos de una producción de conocimiento postepisteme - moderno / colonial, aunque en este espacio no puede hacer más que reseñarlas. Estas incluyen los múltiples volúmenes coordinados recientemente por Xochitl Leyva-Solano en San Cristóbal de las Casas, los trabajos con comunidades en resistencia coordinados por Patricia Botero en Manizales y las múltiples producciones realizadas desde el espacio de pensamiento decolonial del Programa de Doctorado en Estudios Culturales Latinoamericanos de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB) coordinado por Catherine Walsh en Quito. A estos, podríamos sumar los textos producidos en la última década por los académicos y activistas de la Universidad del Cauca ya mencionados. Algunas de las características de estas obras son: a) se conciben y construyen desde el espacio epistémico de las comunidades en resistencia, de los colectivos y de los movimientos; por lo tanto, no dependen (o muy parcialmente) de mediaciones ni incorporan traducciones fuertes a las categorías logocéntricas de la teoría social; más aún, desplazan dichas categorías del centro de la interpretación de lo real; b) son producto de formas de trabajo profundamente colectivas, nombradas de diversas formas (investigación acción colectiva, colabor y corazonamiento, pedagogías decoloniales, tramas y mingas por el conocimiento y para el buen vivir); c) circulan explícitamente entre los espacios políticos subalternos en los que se habita y se reconstituye la diferencia colonial –es decir, donde activamente se construyen mundos y conocimientos de otro modo–; no se producen para circular en la academia, aunque esto también puede ocurrir; d) mantienen una relación con la academia desde la autonomía de las categorías de pensamiento y desde las experiencias subalternas; d) su objetivo fundamental es contribuir a las luchas por la (re)constitución de mundos desde las categorías y las experiencias de los actores en lucha y resistencia. 12 No son, sin duda, las únicas obras que merecen ser destacadas sino las que conozco de manera más directa). No digo que toda la teoría social debe seguir el derrotero que ellas marcan, sino que de alguna manera ilustran lo que podríamos caracterizar como “una perspectiva latinoamericana para pensar las problemáticas actuales desde el marco de la teoría social”, como 244 plantea la pregunta. Tampoco están exentas de contradicciones y, con respecto a todas estas tendencias, hay que mantener un cierto tipo de vigilancia epistémica en relación con la distancia que ganan con respecto al episteme moderno colonial. Pero es a partir de experiencias como estas que se están gestando lo que hemos llamado postepisteme moderno / colonial. Algunas características de teorías sociales más autónomas Se me ocurre, a manera de conclusión, que algunas de las características de una producción teórico-política más autónoma del episteme moderno / colonial incluyen, entre otras, las siguientes: Van más allá de la epistemología y ontología modernas de sujetos, de objetos y de procesos entendidos como intrínsecamente existentes. Ponen de relieve la colonialidad del poder, del saber y del ser y se ubican firmemente en el espacio ontoepistémico de la diferencia colonial. Problematizan las disciplinas e interdisciplinas tales como se encuentran actualmente constituidas. Cuestionan el antropocentrismo, el androcentrismo y el logocentrismo constitutivos de los conocimientos académicos, tomados como un todo. Se orientan hacia una episteme no dualista o postdualista y se abren a la perspectiva de entender la realidad a partir de su profunda relacionalidad constitutiva. Acogen, por lo tanto, los polos reprimidos de los binarios de la modernidad, tales como el cuerpo, las emociones, lo espiritual, los sentimientos, la intuición y la inspiración artística. Desde este nuevo espacio ontoepistémico, proponen relecturas novedosas del patriarcado, del capitalismo y de la modernidad, de las múltiples resistencias frente a estos, y promueven diálogos y prácticas para la reconstitución de mundos de formas decoloniales, postdesarrolistas y pluriversales. Es desde este espacio postilustrado que se están abordando nuevamente con mayor contundencia las preguntas que la teoría social crítica contemporánea ha trabajado con tanto ahínco, pero cuyo entendimiento se encontraba en un impasse: la dominación, el capitalismo, el patriarcado, el racismo y la desigualdad. Más aún, será desde este nuevo episteme(s) que, finalmente, podamos adumbrar el final de la figura del “hombre”, que quizás esta vez sí desaparecería, “como en los límites del mar un rostro de arena”.13 Este será un pluriverso postcapitalista, postpatriarcal y no liberal; sería un mundo posthumano, en el que el conocimiento – “sentipensamiento”— esté una vez más al servicio de la vida y de los complejos entramados humanos y no humanos que incesantemente, y a pesar de las estrategias jerarquizantes, homogeneizadoras y devastadoras que intentan dominarla, siempre la constituyen. Arturo Escobar Universidad de Carolina del Norte, Chapel Hill e Investigador Asociado, Grupo Nación / Cultura / Memoria, Universidad del Valle, Cali, Colombia y 245 Grupo de Estudios Culturales, Universidad Javeriana, Bogotá. [email protected] Respuesta cuatro: La reflexión de las ciencias sociales sobre su condición de dominación por los paradigmas eurocéntricos del conocimiento no es un tema nuevo en América Latina. Una cierta mirada crítica sobre el saber eurocéntrico ha acompañado los procesos independentistas y anticoloniales y [ha surgido] como reacción a los procesos de subordinación y de dominación de los países del tercer mundo ante el poder político y económico de los países imperiales a lo largo de los siglos XIX y XX. Tal reacción no sólo busca contravenir el efecto cegador de la mirada y la comprensión de los hechos sociales como tales sino también el efecto político de dominación que se ha ejercido desde la legitimidad de la ciencia. Ejemplo de ello fueron los estudios pioneros sobre la importación e implantación del positivismo en el siglo XIX. Estos efectos no solamente se producen en América Latina y en general en el sur –en los países dependientes, dominados y subyugados–, sino que allí se manifiestan –en la desigualdad, en la marginación, en la explotación, en la pobreza y en la degradación socio-ambiental– con mayor agudeza los efectos de la violencia que ha ejercido la historia de la metafísica en el mundo. Hoy –es decir, en los últimos cincuenta años, si osamos fechar de esta manera la emergencia del pensamiento de la posmodernidad–, el deconstruccionismo teórico busca desentrañar los efectos de poder y de dominio que se han desplegado en la racionalidad de la modernidad y busca generar un pensamiento emancipatorio en los territorios dominados. En ese contexto se ha venido configurando un pensamiento sobre la colonialidad del saber, tanto en la academia, como en el campo de las luchas sociales. Hoy, diversos líderes indígenas, campesinos y afrodescendientes, así como de otros movimientos populares, proclaman que sus luchas son políticas y epistémicas. Y esto no podría haber sido de otra forma: toda intervención en el mundo se ejerce desde su comprensión. De esta manera, si la conquista y la colonización, así como las estructuras de poder que han gobernado los territorios latinoamericanos y del tercer mundo, obedecieron a las necesidades expansionistas del capitalismo mercantil naciente; sus procesos de dominación obedecieron a la imposición de los modos de conocer el mundo, en la que la ciencia se convirtió en instrumento y en dispositivo de poder en la colonización del “nuevo mundo”. Si la colonización de los pueblos originarios del tercer mundo se inició por sus creencias religiosas al imponerles el credo cristiano a través de las misiones de evangelización, en la conquista de sus territorios se fue imponiendo un modo de producción ajeno a las condiciones de sus ecosistemas y al carácter de sus prácticas tradicionales. La conquista ha sido un proceso de colonización cultural y, por tanto, de dominio epistémico sobre los imaginarios, las cosmovisiones, los modos de cognición y los saberes de las sociedades latinoamericanas. En síntesis, el conocimiento científico y las ciencias sociales han sido un 246 dispositivo de poder y un medio de subyugación de los modos “tradicionales” de ser de los pueblos. Este dominio del conocimiento se fue implantando en todas sus esferas: en el campo científico y en el campo educativo que, desde su instauración dentro del proceso civilizatorio del tercer mundo, siguieron las pautas y esquemas de la institucionalidad del conocimiento científico de los países centrales, que desde el Iluminismo de la razón se ha impuesto como un pretendido saber universal y principio civilizatorio de la humanidad. De esta manera, los esquemas de las ciencias sociales forjadas en el molde de la racionalidad científica han revestido el orden social con un disfraz; han colocado ante su mirada un espejo de autorrepresentación que ha deformado la realidad latinoamericana. El bloqueo del proceso civilizatorio precolonial de estos territorios conquistados abrió nuevos cauces a la construcción social. Las ciencias modernas se fueron constituyendo en una condición para la acreditación y la legitimación de capacidades profesionales que, en su engarzamiento con los procesos de desarrollo y de globalización, han conducido los procesos económicos y políticos de la región. Ciertamente, en el proceso de “emancipación” de las ciencias sociales de los esquemas fisicalistas, mecanicistas y objetivistas en los que se forjaron desde el siglo XVII –a imagen y semejanza de las ciencias naturales en las que fraguó el método cartesiano como modelo de construcción del conocimiento objetivo de la modernidad (Locke, Bacon, Smith, Ricardo, Rousseau, Comte, Durkheim), se va produciendo un posicionamiento crítico ante la imposición de paradigmas hegemónicos de la ciencia dominante. En este contexto, emergen en América Latina posicionamientos pioneros desde el reconocimiento de los saberes indígenas y posicionamientos críticos ante las doctrinas de la ciencia dominante. De esta manera, surgen los discursos anticolonialistas de Marti, Fanon y Cesaire. Mariátegui habría de apuntalar el carácter cultural y ecológico de los modos indígenas de producción (el modo incaico), seguido por autores como Wolf y Palerm. Más adelante, aparecería una teoría de la dependencia de estirpe latinoamericana para enfrentar a los paradigmas dominantes del crecimiento y del desarrollo económico. Autores como González Casanova y Stavenhagen abrirían la mirada sociológica hacia el fenómeno del colonialismo interno de los países del tercer mundo. Sin embargo, más allá de haberse establecido un espacio de reflexión crítica en torno a la colonialidad del saber, en el espacio más amplio en el que se forman “recursos humanos” (en el que se hace investigación en el campo de las ciencias sociales) siguen dominando los esquemas y los paradigmas de las ciencias sociales formulados en los países centrales. Los programas de estudio y las tesis de grado y de posgrado de las universidades alzan su mirada hacia las estrellas de las constelaciones del Norte. Allí brillan los nombres de Bourdieu, Habermas, Rawls, Giddens, Beck, Prigogine, Luhmann o Morin, y prevalecen aún los enfoques más críticos de Marx, Foucault o Harvey como marcos teóricos de los programas de estudio y de investigación. Las ciencias sociales emergen en el marco de la epistemología de la representación. Este esquema de comprensión fue transferido e impuesto a 247 América Latina, como al resto del mundo, como modelo hegemónico de conocimiento. Es el que ha configurado los espacios académicos de las universidades y de los centros educativos, así como dispositivos de poder en la imposición y en la búsqueda de legitimación de las estrategias y de los modos de intervención y de construcción social en los países colonizados y dependientes. Habríamos de preguntarnos, entonces, si el problema de las ciencias sociales en América Latina es el de una correcta adaptación y aplicación de estos esquemas teóricos o si lo que se juega en esta pregunta es la indagatoria sobre otros modos de comprensión de los procesos sociales, para los cuales estos paradigmas resultan no sólo insuficientes sino que enmascaran la realidad, enceguecen los procesos de construcción social y obstaculizan la reorientación de los procesos históricos desde otras racionalidades teóricas y desde otras ontologías existenciales. Esta criticidad de las ciencias sociales adquiere relevancia y sentido de manera ejemplar en el campo de la ecología política, en el que se ponen en juego la construcción de modos alternativos de producción y la apertura de la historia hacia un futuro sustentable. Habremos de consentir, pues, en que hoy en día ni el materialismo histórico ni la sociología de la modernización reflexiva permiten comprender las causas, trazar los caminos y avizorar los horizontes de la historia real que burbujea en nuestro mundo en crisis civilizatoria y que late en los procesos sociales emancipatorios de los pueblos de la tierra. Los esquemas comprehensivos de las ciencias sociales actualmente en boga no permiten vislumbrar los procesos emergentes en los que destellan señales que abren nuevos horizontes de vida ni ver la dialéctica viva de la historia que se está forjando en ese magma de significaciones. Empero, el reconocimiento del hecho mismo de la colonialidad del saber, el haber abierto un espacio temático para su análisis y la valorización de los saberes subyugados por la colonización de los pueblos originarios no implica de manera implícita la deconstrucción de tal proceso histórico; si bien abre caminos para un proceso de emancipación y reconstrucción del saber, no instaura de manera automática unas nuevas ciencias sociales. Emerge allí todo el sentido de la pregunta: ¿qué significa pensar las ciencias sociales desde América Latina en el siglo XXI, en el marco de la modernidad avanzada y en el actual sistema de dominación? Si es verdad que el efecto subyugador de las ciencias en general –y de las ciencias sociales en particular– ha tendido a ocluir –si no a exterminar– la lucidez que entrañan los saberes originarios como huellas y memoria de otros modos posibles de ser-en-el-mundo –como otros principios de habitabilidad del planeta–, habríamos de preguntarnos si tales saberes y cosmovisiones podrían pensarse –más allá de ser esquemas de autointeligibilidad de cada cultura– como protoesquemas de nuevas ciencias sociales. Si entendemos la ciencia social como una construcción reflexiva sobre los hechos y los procesos sociales –como un proceso de “destilación” de la percepción y de la nominación primaria del hecho social que se configura en los imaginarios sociales, como una reflexión de segundo orden en relación con el estadio primario de la configuración de una autocomprensión de la vida, sea en la forma de un imaginario, de una 248 cosmovisión o de una conciencia práctica–, ¿cómo habría de configurarse ese nivel de comprensión de los hechos sociales de manera que se conjugue con la autocomprensión de los propios actores sociales sobre sus procesos “internos” de construcción social? Hasta ahora las ciencias sociales se constituyeron en un marco de racionalidad que, antes de “representar” los hechos sociales en su condición inmanente, constituyeron esquemas de dominación y de degradación social, procesos de subjetivación, de colonización y de racionalización de los agentes sociales. La teoría del rational choice sería uno de sus mejores ejemplos. ¿Habríamos de pensar y de construir otro esquema de racionalidad y de comprensión de los procesos sociales capaz de contener en su esencia los procesos culturales de reconstrucción social sin imponer un modelo de racionalidad para juzgarlos y sojuzgarlos? Este esquema de pensamiento se construiría desde una imaginación sociológica capaz de resonar con los imaginarios sociales de los pueblos, de acompañar sus procesos emancipatorios, de abrir los caminos hacia mundos de vida sustentables a través de un diálogo de saberes, entre saberes teóricos e imaginarios sociales. ¿Las ciencias sociales podrán abandonar su posición objetivista en el análisis de las realidades sociales determinadas por la historia para abrir el horizonte de otras construcciones sociales, de otros mundos posibles? Este sería el gran desafío de las ciencias sociales ante el imperativo de un cambio social que marca la crisis civilizatoria de nuestro tiempo, particularmente la crisis ambiental. Las ciencias sociales del Sur no serían simplemente un programa aplicativo de las ciencias sociales universales construidas en el marco de la racionalidad de la modernidad. Tampoco podrían aspirar a ser unas ciencias sociales “regionales”. Las nuevas ciencias sociales implican deconstruir el cuerpo de la ciencia que se ha armado sobre la base del método cartesiano (heredero y puntal de la historia de la metafísica), en desconocimiento de la naturaleza y de la cultura en su diversidad ontológica. Las nuevas ciencias sociales deben nacer de la matriz de una ontología de la vida. En esta perspectiva se inscribe la construcción de una racionalidad ambiental como un nuevo esquema de comprensión de las ciencias sociales, fundado en una ontología de la diversidad, en una política de la diferencia y en una ética de la otredad. ¿Cómo comprender esta racionalidad otra que no sea simplemente una abstracción, una síntesis, un modelo ideal o axiomático, sino un conjunto de principios ontológicos y axiológicos en el que pueda contenerse y orientarse un conjunto de experiencias de vida? En esta perspectiva están surgiendo nuevas reflexiones para las ciencias sociales. Si la emancipación de la vida implica una deconstrucción del pensamiento –del conocimiento que ha construido un mundo insustentable– , este adquiere su carácter más radical en el Sur, donde no solamente adquiere sentido sino posibilidad la construcción de un mundo fundado en una ontología de la diversidad de la vida. Ello implica una política del conocimiento que vaya al fondo de la deconstrucción de la ontología de lo uno, del conocimiento a priori de la razón y del saber absoluto y universal, para reivindicar los saberes que nacen de las condiciones y experiencias de la vida. 249 Las ciencias sociales en América Latina no podrían ser sólo la aplicación de las ciencias críticas del Norte a los contextos culturales del Sur, ni ser tan sólo una ciencia de los efectos perversos del saber colonizador. Si bien toda ciencia social en el Sur debe reconocer los saberes que han sido subyugados por la colonialidad del saber –los saberes y las prácticas de su organización social y productiva, de los usos y costumbres de los pueblos–, se abre la pregunta sobre el carácter que habrían de adoptar las ciencias sociales como una reflexión crítica de dichos saberes y prácticas, sobre si estas podrían entenderse y construirse como una abstracción y generalización de ciertos principios críticos de los modos de ser de los pueblos, capaz de reflejarse como un modo de comprensión, un método de análisis, una reflexión y una reducción fenomenológica de segundo orden sobre la diversidad de los hechos sociales crudos de la vida de los pueblos de la tierra. ¿Podrían pensarse unas ciencias sociales en las cuales se concretase el concepto abstracto de la Geviert heideggeriana, en el que el filósofo habría querido captar la esencia de los modos del ser como un núcleo y como una trama de relaciones entre tierra y mundo, mortales y dioses, como la matriz genérica y general de los mundos de vida de los pueblos de la tierra? Si el olvido de la ontología de la vida, si el desvío del curso de la vida es efecto de una diferencia constitutiva del orden de la vida humana –la diferencia originaria entre lo real y lo simbólico–, que no es patrimonio exclusivo de la historia occidental, aun en el grado extremo en el que este se manifiesta en el imperio del dominio hegemónico de la racionalidad de la modernidad, entonces la restitución del orden de la vida va más allá de la descolonización del saber entendida como una “dessujeción” y desvinculación de un modelo eurocéntrico. No basta con reclamar el derecho a otros mundos posibles como otros esquemas de modernización, como modernidades alternativas que no implicarían otra cosa que un rediseño de los estilos de desarrollo mejor adaptados a las condiciones ecológicas y culturales de los territorios del sur, al oportunismo que ofrece la geopolítica del desarrollo sostenible. Mas la deconstrucción del conocimiento que ha configurado a las ciencias sociales hegemónicas tampoco podría llevarnos por la vía de una hermenéutica desconstruccionista hasta la huella de la diferencia, del lenguaje, de la escritura y del habla originaria de los pueblos en la que se desdibujaron las estructuras, los obstáculos, las fronteras y las barreras que hoy dividen al Norte del Sur para quedar simplemente subsumidos y relativizados en una globalidad ubicua y omnipresente.14 Justo en este punto se plantea la diferencia que emerge como huella de la deconstrucción del punto originario de la disyunción entre lo real y lo simbólico –que habría de manifestarse en la historia de la metafísica como dualidad irreconciliable entre naturaleza y cultura–, del despliegue de esta diferencia, que en su devenir histórico ha generado la degradación diferenciada de la vida en los diferentes territorios del planeta. Frente a la neutralización y a la relativización de la diferencia en sus expresiones territoriales, entre el norte y el sur, el pensamiento descolonizador –la ecología política y la ontología política que emergen del Sur– mira el despliegue histórico de la diferencia en las estrategias de poder y en los 250 modos de apropiación, de transformación y de degradación de los territorios de vida a través de los poderes hegemónicos que se configuran en y por medio del logocentrismo de la ciencia, del poder de la tecnología, de las dinámicas generadas por la lógica económica en la que se instaura la diferencia como signo-moneda en los mecanismos del mercado y la lógica de la ganancia, que marca los ritmos y configura los modos de degradación de la naturaleza y de opresión de las culturas dentro de la geopolítica de la globalización económica. Es aquí donde el pensamiento descolonizador, yendo a la fuente del origen de la diferencia opresora, abre a su vez las vías de la historia a una ontología de la vida, a la diversidad cultural y a una política de la diferencia. La descolonización del saber en la perspectiva de la construcción de sociedades sustentables –de la sustentabilidad de la vida como de[s]sujeción de un proceso histórico y como la construcción de un futuro sustentable–, va más allá del sacudimiento del fardo de la historia, de la crítica radical al proceso colonizador y al modelo económico dominante; trasciende el propósito de remitirse al momento originario del lenguaje y de la escritura que en cada cultura configurara un estilo étnico, sus procesos de coevolución con la naturaleza y de intervención transformadora de sus ecosistemas, de los procesos de territorialización producto de la colonización de sus espacios étnicos, de sus procesos de resistencia y de sus estrategias de supervivencia. La descolonización del saber y de las prácticas de los pueblos de la tierra ciertamente implica la deconstrucción de una historia de dominio y de exterminio, de una escritura originaria que ha quedado inscrita en sus imaginarios, en sus habitus y en sus prácticas sociales; pero es al mismo tiempo –y sobre todo– un proceso de reconstrucción de sus espacios de vida, como hoy lo practican las comunidades zapatistas en sus “caracoles” o los seringueiros de la selva amazónica en sus reservas extractivistas. Esta reconstrucción de los modos de vida es un proceso de reinvención de sus identidades que se configuran en la complejidad ambiental. Son procesos de resignificación de su relación con la naturaleza, de reconocimiento de los potenciales ambientales de sus territorios, de renovación de sus prácticas productivas y sociales. Estos procesos no son de manera alguna el imposible retorno a un pasado idílico –que nunca lo fue–, a unas prácticas ecológicamente puras que no han sido practicadas por cultura alguna. Como desconstrucción emancipatoria de una racionalidad hegemónica dominante, que ha ido penetrando dentro de las lógicas de sentido de las comunidades “tradicionales”, la reinvención de sus modos de ser en el mundo inevitablemente se da en un contexto de hibridación cultural y de diálogo de saberes: en un encuentro de lógicas y de modos de ser como estrategias confrontadas de apropiación y de reapropiación de territorios en una ecosfera finita, como controversias y conflictos, alianzas y sinergias, entre un proceso de capitalización de la naturaleza determinado por la racionalidad de la modernidad y un proceso de construcción de una racionalidad ambiental en la inmanencia de la vida. En esta encrucijada, las ciencias sociales latinoamericanas no sólo deben cumplir una función crítica de la sociedad: más allá de aliarse con los procesos de emancipación de los pueblos de la región, deben sobre todo 251 enlazarse con los marcos epistémicos de comprensión de los modos de ser en el mundo de los pueblos para desde allí proyectar la reconstrucción sobre la base de la reinvención de sus identidades colectivas a partir de una recomprensión de sus condiciones existenciales, de las potencialidades ecológicas de sus territorios y de sus estilos culturales de vida. Sin embargo, queda latente la pregunta: ¿Existe una perspectiva latinoamericana para pensar las problemáticas actuales desde el marco de la teoría social? Esta pregunta plantea más que un dilema sobre la posible emancipación de unas ciencias sociales “latinoamericanas” del bloque y del bloqueo hegemónico que ejercen los esquemas de inteligibilidad de la realidad social que se han configurado ciertamente en el Norte. La pregunta lleva a cuestionar los términos mismos de la pregunta: ¿existe una perspectiva latinoamericana? No sólo se trata de poder responder si existe ya, ahora mismo, tal perspectiva propia o si lo que se plantea es la posibilidad de construirla. Pero antes de responder a tal posibilidad se abre la pregunta sobre si tal perspectiva sería una o múltiples perspectivas, si Latinoamérica es un espacio homogéneo o que al menos puede contener rasgos comunes desde los cuales pudiera establecerse una identidad y una diferencia con el Norte y con el bloque hegemónico del mundo globalizado. Esto lleva a preguntarnos sobre la construcción de un campo homogéneo de la teoría social que quisiéramos denominar “latinoamericana”, más allá de la razón pragmática de la aplicación de sus conocimientos a casos, a situaciones y a problemáticas localizadas en su espacio regional. Las ciencias sociales no se configuran y reconstruyen desde sus abstracciones teóricas sino desde las prácticas de los cientistas sociales. Y éstos se encuentran diferenciados por sus intereses disciplinarios, por sus enfoques teóricos, sus alianzas de clases y grupos, sus inclinaciones ideológicas, sus compromisos sociales y sus pulsiones epistemofílicas. En este sentido, habremos de pensar la perspectiva latinoamericana como un horizonte más que como una frontera, como un territorio epistémico territorializado en territorios de vida, como un camino a construir en el que las ciencias sociales puedan comprender de mejor manera los modos de construcción social que ocurren en la tensión entre las diferentes racionalidades que hoy atraviesan de manera conflictiva la construcción de la vida humana en el planeta, en sus diversas formas de comprensión de la vida y sus diferentes modos de ser en el mundo. Dicho lo anterior, y mirando hacia la reconstrucción de unas ciencias sociales orientadas hacia la construcción de un mundo sustentable desde una ontología de la vida, es posible pensar un nuevo programa para las ciencias sociales desde las condiciones termodinámicas, ecológicas y culturales de América Latina. Este podría desplegarse en los siguientes temas: 1. En el campo de la economía se abre la posibilidad de construir un nuevo paradigma económico. Más allá de pensar la dependencia, de realizar ajustes económicos y buscar oportunidades dentro de las “ventajas comparativas” que ofrece la globalización económico252 2. 3. 4. 5. ecológica dentro de la geopolítica del desarrollo sostenible, dentro de una economía ecológica orientada a “internalizar externalidades ambientales” y dentro de una bio-economía que plantea la condición entrópica del proceso económico. Frente a una política económica de ajustes, de oportunidades y de regulaciones de los mecanismos de mercado en la capitalización de la naturaleza que avanza ineluctablemente en la degradación entrópica del planeta, se abre la posibilidad de pensar una economía “negentrópica”, un paradigma productivo fundado en los potenciales ecológicos del continente y en la creatividad cultural de sus pueblos; un paradigma eco-tecnológicocultural fundado en las sinergias positivas de las condiciones de la vida. En el campo de las ciencias jurídicas, no basta el despliegue de una legislación ambiental, de una normatividad que difícilmente podría contener los efectos de la sobreexplotación de la naturaleza y del hombre para constituir un paradigma de justicia ambiental. Las ciencias jurídicas de la sustentabilidad deberán deconstruir los principios individualistas del derecho positivo, soporte de la racionalidad económica, para dar jurisprudencia a los derechos comunes a los bienes comunes de la humanidad. Para ello deberán construirse y legitimarse los derechos a la diferencia, los derechos al ser cultural dentro de órdenes comunitarios de vida diferentes y a la resolución pacífica de los conflictos que emergen de una política de la diferencia. En el campo de la filosofía y de la ética, la crisis ambiental marca un límite y traza un horizonte para trascender la historia de la metafísica centrada en la reflexión sobre el ser, para pensar una ontología de la vida. En el campo de la antropología y las etnociencias se abre una indagatoria innovadora sobre los modos de internalización e incorporación de la vida –de las condiciones termodinámicas, ecológicas y simbólicas– en los imaginarios culturales: en los habitus, en las prácticas productivas y en las relaciones sociales de los pueblos. En el campo de la sociología ambiental y de la ecología política se abre un amplio programa fundado en una ontología de la vida. En esta perspectiva, la ciencia social se orienta a comprender y a acompañar los procesos de reconstrucción y de reorganización social, el análisis de los conflictos socio-ambientales y las estrategias de poder en la disputa de modos y de modelos alternativos de territorialización de la ontología de la vida. Enrique Leff Instituto de Investigaciones Sociales, Universidad Nacional Autonoma de Mexico (UNAM) [email protected] 253 Notas 1 . El plural se refiere en particular a Bolivia, pero es seguro que este gesto y esta propuesta de genealogía se han hecho ya, y se seguirán haciendo, en otros países de América Latina. El problema de la colonización intelectual es que sólo conocemos la trayectoria del pensamiento anticolonial en países hermanos, por intermedio de la academia yanqui o europea y, lo que es peor, casi no nos leemos entre nosotrxs. Una descolonización intelectual tendría pues que comenzar creando una vasta biblioteca virtual que en cada país exprese esa genealogía. El concurso reciente de la CLACSO sobre el “pensamiento crítico latinoamericano” no pudo cumplir esa función, porque se limitaba a obras publicadas en los últimos cincuenta años. 2 Entre ellas, Grossfogel, Arturo Escobar, Maria Lugones. 3 Lo mismo en Cochabamba, Potosí o Chuquisaca: los sectores mestizos urbanos hablaban fluidamente el qhichwa hasta mediados del siglo pasado. 4 . Ver el blog www.colectivachixi.blogspot.com o la cuenta de Facebook colectivx ch’ixi. 5 Ver: Augusto Salazar Bondy, ¿Existe una filosofía de nuestra América? (México: Siglo XXI, 1968); Leopoldo Zea, Filosofía Americana como filosofía sin más (México: Siglo XXI, 1969); 6 Ver Lugones, Maria. 2010. “Toward a Decolonial Feminism”. Hypatia 25(4): 742-760. 7 El autonomismo es un fenómeno de los movimientos colectivos; sus expresiones teórico-políticas se encuentran en muchos movimientos indígenas, de afrodescendientes y campesinos; está siendo conceptualizado de formas muy diversas por un creciente número de intelectuales y activistas, entre los cuales cabe mencionar a Gustavo Esteva, Raquel Gutiérrez Aguilar, Xochitl Leyva, Silvia Rivera Cusicanqui, Raúl Zibechi, Manuel Rozental, Vilma Almendra, Patricia Botero, Astrid Ulloa, John Holloway, Carlos Walter Porto-Goncalves, el Colectivo Situaciones, Maristella Svampa, Luis Tapia y los intelectuales aymara Pablo Mamani, Julieta Paredes, Felix Patzi y Simón Yampara, entre otros. Una importante vertiente relacionada se encuentra en los enfoques interculturales y decoloniales, adelantados en el Doctorado en Estudios Culturales Latinoamericanos de la Universidad Andina Simón Bolívar en Quito dirigido por Catherine Walsh. También hay un nutrido grupo de pensadoras y pensadores de la autonomía y de la comunalidad centrado en la ciudad de Popayán (Colombia), en intercambio continuo con comuneros e intelectuales nasa, misak, campesinos y afrodescendientes de la región del norte del Cauca, particularmente en torno a la Maestría en Estudios Interdisciplinarios del Desarrollo (un bastión del pensamiento autónomo, comunal y decolonial) y al encuentro bianual “Tramas y Mingas por el Buen Vivir”, como Olver Quijano, Javier Tobar y Adolfo Albán Achinte. Ver:https://tramasymingasparaelbuenvivir.wordpress.com/2015/06/24/tra mas-y-mingas-para-el-buen-vivir-2015/ 254 8 Ver A. Escobar, “Desde abajo, por la izquierda, y con la Tierra: La diferencia de Abya Yala/Afro/Latino-América”. En: Pueblos en Camino: http://pueblosencamino.org/?p=2213. Este texto se basa en mi presentación en la VII Conferencia de la CLACSO, Medellín, noviembre de 2015. 9 Sobre la comunalidad, véase el “Primer Congreso Internacional de Comunalidad”, organizado por Raquel Gutiérrez A. y sus colaboradores en Puebla en Octubre del 2015:http://www.congresocomunalidad2015.org/. 10 Este es un breve enunciado de lo que es un complejo entramado de investigaciones y tendencias en campos tan dispares como la fenomenología, las ciencias de la complejidad, las ciencias cognitivas, la ecología y en general la teoría critica postdualista, neomaterialista y postconstructivista. Es de anotar, sin embargo, que tanto el budismo como muchas cosmologías milenarias de muchos pueblos han explorado, y vivido, desde el principio de la inevitable interconexión de todo lo que existe, desde la unidad de todo lo vivo, incluyendo la noción de un universo vivo en el que hasta los llamados seres "inanimados” tienen cierta forma de conciencia. Para una discusión de este concepto, ver mi obra ya citada, Sentipensar con la tierra (2014). 11 Me refiero a la obra de pensadoras como María Lugones, Silvia Rivera Cusicanqui, Rita Segato, Julieta Paredes, Sylvia Marcos, Betty Ruth Lozano y, en Europa pero con relevancia para América Latina, Claudia von Werlhof, Verónica Bennholdt-Thompsen y Silvia Federici. Hay todo un grupo de investigadoras y activistas de varias generaciones desarrollando perspectivas postpatriarcales; muchas de ellas están representadas en el volumen Tejiendo de otro modo: Feminismos, epistemología y apuestas decoloniales en Abya Yala, editado por Yuderkys Espinosa Miñoso, Diana Gómez Correal y Karina Ochoa Muñoz (Editorial Universidad del Cauca, Popayán, 2014). Véase también los volúmenes editados por Karina Bidaseca en Buenos Aires (e.g., K. Bidadeca y Vanesa Vásquez L., eds., Feminismo y poscolonialidad: Descolonizando el feminismo desde y en América Latina, Buenos Aires, Ediciones Godot, 2011). La perspectiva de la cultura matrística desarrollada por Humberto Maturana y Gerda Verden-Zöller, desde el concepto de “biología del amor”, podría ser vinculada con algunas de las perspectivas críticas del patriarcado de esta corriente. 12 Ver del grupo de Chiapas: Xochitl Leyva y colaboradores, Prácticas otras de conocimiento(s): Entre crisis, entre guerras (3 tomos). Cooperativa Editorial Retos, San Cristóbal de las Casas. Del grupo de Manizales: Resistencias. Relatos del sentipensamiento que caminan la palabra (Colectivos, movimientos sociales y comunidades en resistencia desde Colombia, Universidad de Manizales, 2015:https://drive.google.com/file/d/0B80tsoQLkZ4iMEhDekw4bjhmNUE/vi ew); La utopía no está adelante: Generaciones, resistencias, e institucionalidad emergentes (editado por Patricia Botero y Alicia Itatí Palermo, Buenos Aires: CLACSO/CINDE, 2013: https://aasociologia.files.wordpress.com/2013/03/la-utopi_a-noesta_-adelante-isbn-para-impresion.pdf). Finalmente, entre las obras colectivas que han surgido recientemente del doctorado de la UASB, ver por 255 ejemplo el volumen editado por Víctor Hugo Torres, Miradas alternativas desde la diferencia y las subalternidades (Quito: Abya Yala, 2012). 13 Michel Foucault, Las palabras y las cosas. México: Siglo XXI, 1968, p. 375. 14 Es lo que habría llevado a Derrida, en su ánimo de tocar y desentrañar la huella originaria de la escritura, a relativizar esa diferencia que hoy atraviesa los grandes debates de la ecología política entre dos regímenes ontológicos, la tecnología y la vida, que se manifiestan como dos lógicas de sentido en la territorialización del planeta: “El sur y el norte no son territorios, lugares abstractos que no aparecen más que para relacionarse consigo mismos a partir del otro. La lengua, la pasión, la sociedad, no son ni del norte ni del sur. Son el movimiento de la suplementaridad por cuyo intermedio los polos se sustituyen alternativamente uno al otro: por cuyo intermedio se inaugura el acento en la articulación, se difiere espaciándose. La diferencia local no es más que la diferencia entre el deseo y el placer. Por tanto, no concierne sólo a la diversidad de las lenguas, no sólo es un criterio de clasificación lingüística, sino el origen de las lenguas […] Que la escritura sea el otro nombre de la diferencia, no dejaremos de verificarlo” (Derrida, La Gramatología. Siglo XXI, Mexico:. p. 335). Entrevista a Terry Eagleton: “El discurso posmoderno pasa, el marxismo queda” por Alejandra Ríos y Ariane Díaz http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2013/11/entrevista-terry-eagleton-el-discurso.html Las teorías van y vienen; lo que persiste es la injusticia. Y mientras esto sea así, habrá siempre alguna forma de respuesta intelectual y artística a ello. Indudablemente, el marxismo no ha desaparecido, como sí ha ocurrido con el posestructuralismo (de manera bastante misteriosa), e incluso quizá con el posmodernismo. Ello se debe en gran medida a que el marxismo es mucho más que un método crítico; es una práctica política, explica el crítico literario y escritor marxista Terry Eagleton. Eagleton es un destacado teórico marxista, crítico literario, escritor y Profesor Distinguido de Literatura Inglesa en el Departamento de Literatura Inglesa y Escritura Creativa de la Universidad de Lancaster, Inglaterra. Nacido en una familia de clase obrera irlandesa de tradición católica y republicana, y formado teóricamente con Raymond Williams, es en la actualidad uno de los más destacados críticos literarios. Su perspectiva marxista le ha valido una importante influencia en el panorama de debate ideológico y político marxista, así como enconados ataques de conservadores y liberales, entre ellos el mismo Príncipe Carlos, quien ha recomendado evitar al “terrible Terry Eagleton”. Ha publicado diversos artículos en la New Left Review desde la década de 1970 hasta la actualidad. Entre sus más de cuatro decenas de libros escritos sobre teoría marxista, crítica y teoría literaria, y abundantes polémicas (es conocido por sus irónicos y fundamentados argumentos en el debate ideológico), algunos publicados en español son Walter Benjamin o hacia una crítica revolucionaria, Las ilusiones del posmodernismo, La estética como ideología, Después 256 de la teoría, Por qué Marx tenía razón, Introducción a la teoría literaria, y el reciente El marxismo y la crítica literaria. Ha publicado sus memorias con el título de El portero. Eagleton concedió la siguiente entrevista exclusiva a las periodistas Alejandra Ríos y Ariane Díaz, sobre uno de sus últimos libros, The event of literature. Además de exponer algunas de las ideas centrales de este libro, el autor remite a conceptos tratados ya en otros trabajos publicados en español, como La estética como ideología, Después de la teoría o Por qué Marx tenía razón. Su libro The event of literature plantea que la teoría literaria ha estado en declinación durante los últimos 20 años, y que históricamente existe una relación entre las vicisitudes de la teoría y determinados momentos de conflictividad social. ¿Por qué cree que la teoría se desarrolla y alcanza sus picos más altos en períodos en que la conflictividad social es mayor? En nuestra época, la teoría literaria alcanzó su punto más álgido, a grandes rasgos, en un momento en el cual la izquierda política se encontraba en ascenso. Hubo un auge de dicha teoría en el período que abarca, aproximadamente, desde 1965 hasta mediados o finales de la década de 1970, lo que coincide más o menos con el momento en el que la izquierda era mucho más militante, y tenía mayor confianza en sí misma, que en la actualidad. De 1980 en adelante, con el endurecido control del capitalismo postindustrial avanzado, estas producciones teóricas empezaron a ceder lugar al posmodernismo, que entre otras cosas es – como lo ha señalado Fredric Jameson– la ideología del capitalismo tardío. La teoría radical no se ha desvanecido, es cierto, pero fue empujada hacia los márgenes, y gradualmente se fue volviendo menos popular entre los estudiantes. Las grandes excepciones a esto fueron el feminismo, que continuó atrayendo una gran cantidad de interés, y el poscolonialismo, que se convirtió en algo así como una industria en crecimiento, y aún sigue siéndolo. Uno no debería concluir, de esto, que la teoría es inherentemente radicalizada. Hay muchas formas de teoría literaria y cultural que no son radicales. Pero la teoría como tal plantea algunas cuestiones fundamentales –más fundamentales que la crítica literaria de rutina–. Donde la crítica se pregunta “¿Qué significa la novela?”, la teoría se pregunta “¿Qué es una novela?”. Hace que la pregunta retroceda a un paso previo. La teoría es también una reflexión sistemática sobre las suposiciones, procedimientos y convenciones que gobiernan una práctica social o intelectual. Es, para decirlo de algún modo, el punto en el cual la práctica es empujada a una nueva forma de autorreflexividad, tomándose a sí misma como objeto de su propia indagación. Esto no tiene necesariamente efectos subversivos, pero puede significar que la práctica esté obligada a transformarse, habiendo examinado algunas de sus consideraciones subyacentes, en una nueva forma crítica. En el mismo libro comenta que el concepto de “literatura” es relativamente reciente, surgido durante un período de turbulencias sociales, y que reemplazó a la religión como refugio de valores estables. Pero también señala que la literatura puede ser vista como una actividad capaz de desmitificar las ideas dominantes. En La estética como ideología, planteaba también que la estética ha sido tanto una forma de interiorización de valores sociales –y en este sentido un elemento de disciplinamiento social–, así como también un vehículo de utopías y cuestionamientos a la sociedad capitalista. ¿Sigue cumpliendo el arte ese papel doble y contradictorio? Desde un punto de vista político, tanto el concepto de literatura como la idea de la estética son, sin duda, conceptos de doble filo. Hay sentidos en los que se ajustan a los poderes dominantes, y otras formas en las cuales los desafían –una ambigüedad que es también verdad 257 para muchas obras artísticas individuales–. El concepto de literatura data de un período en el cual había una sentida necesidad de proteger ciertos valores creativos e imaginativos de una sociedad que era cada vez más filistea y mecánica. Está relativamente hermanada con la llegada del capitalismo industrial. Esto luego permitió que esos valores actúen como una crítica poderosa a dicho orden social, pero al mismo tiempo los distanció de la vida social cotidiana y algunas veces ofreció una compensación imaginaria por ello. Lo que quiere decir que se ha comportado de una manera ideológica. La estética encontró un destino similar. Por un lado, la así llamada autonomía del artefacto estético brindó una imagen de autodeterminación y libertad en una forma autocrática, a la vez que desafió su racionalidad abstracta con su naturaleza sensorial. En este sentido puede ser utópica. Al mismo tiempo, sin embargo, esa autodeterminación era, entre otras cosas, una imagen de un sujeto de clase media, que no obedecía a la ley sino a sí mismo. Creo que esas ambigüedades permanecen en la actualidad. En las sociedades capitalistas avanzadas, donde la idea misma de las Humanidades está bajo amenaza, es vital promover actividades como el estudio de las artes y la cultura precisamente porque las mismas no tienen ningún propósito pragmático inmediato, y en este punto cuestionan la racionalidad utilitaria e instrumentalista de tales regímenes. Esta es la razón por la cual el capitalismo en realidad no tiene tiempo para ellas, y por la cual las universidades, actualmente, quieren desterrarlas. Por otra parte, todo socialista tiene claro que el arte y la cultura no son, en última instancia, los escenarios de lucha más importantes. Tienen su importancia, en particular porque la cultura, en el sentido cotidiano de la palabra, es el lugar donde el poder se sedimenta y reposa. Sin esto, es muy difícil y abstracto ganar la lealtad popular. Sin embargo, el culturalismo posmoderno está equivocado en creer que la cultura es lo básico en los asuntos humanos. Los seres humanos son en primer lugar naturales, animales materiales. Son el tipo de animal que necesita de la cultura (en el sentido amplio del término) para sobrevivir; pero eso se debe a su naturaleza material como especie –lo que Marx llama “ser genérico”–. En el libro propone la noción del trabajo literario como “estrategia”, esto es, una estructuración determinada por una funcionalidad, propuesta como un especial tipo de “respuesta” a una pregunta planteada en la realidad social. ¿Cómo se lleva esta definición con la idea de autonomía de la obra, en tanto un fenómeno autorregulado? No creo que exista necesariamente una contradicción entre estrategia y autonomía. Una estrategia puede en sí misma ser autónoma, en el sentido que es una pieza distintiva de una actividad cuyas reglas y procedimientos son peculiares e internos a sí misma. La paradoja de la obra artística, al respecto, es que de hecho va a trabajar en algo que está fuera de sí misma, concretamente, problemas en la realidad social, pero esto lo hace “autónomamente”, en el sentido de que “reprocesa” o “retraduce” estos problemas en sus propios y sumamente peculiares términos. En este sentido, lo que empieza como algo externo o heterónomo a la obra, termina como algo interno a la misma. Una obra realista debe respetar la lógica heterónoma de su material (no puede decidir que Nueva York esté en el Ártico, como una obra modernista o posmodernista podría), pero al hacerlo simultáneamente arrastra este hecho a su propia estructura autorregulada. Varias veces en este libro señala que las teorías posmodernas y posestructuralistas terminan en un fundamentalismo antiesencialista simétrico a aquellos “fundamentalismos” que se pretendían minar. ¿Siguen siendo estas definiciones posmodernas las dominantes en la discusión cultural e ideológica, o la nueva situación de crisis capitalista y cierto reemerger de la lucha de clases han dado pie a nuevos intentos teóricos que no sean teórica y socialmente escépticos? 258 El posmodernismo es, supuestamente, antifundamentalista, pero se podría afirmar que simplemente sustituye ciertos fundamentos tradicionales por uno nuevo: concretamente, la cultura. Para el posmodernismo, la cultura es la base más allá de la cual no se puede excavar, dado que para ello se necesitaría recurrir a la cultura (concepto, métodos y demás). En este punto, cabría sostener entonces que este antifundamentalismo es bastante falaz. En cualquier caso, todo depende de lo que se considere por “fundamento”. No todos los fundamentos necesitan ser metafísicos. Existe, por ejemplo, la posibilidad de un fundamento pragmático, como podemos encontrar, pienso, en el último Wittgenstein. Respecto de la cuestión de si el discurso posmoderno sigue siendo dominante o no en nuestros días, me inclino a pensar que mucho menos. Desde el 11/9 hemos presenciado el despliegue de una nueva –y bastante alarmante– gran narrativa, justo en el momento en el que se decía con complacencia que las grandes narrativas habían terminado. Una gran narrativa –la de la Guerra Fría– se había de hecho acabado; pero, por razones relacionadas sutilmente a la victoria de Occidente en dicha lucha, ni bien terminó esa narrativa, se desató otra. El posmodernismo, que juzgaba la historia como posmetafísica, posideológica, incluso en un sentido poshistórica, fue tomado por sorpresa. Y no creo que se haya recuperado realmente. A lo largo del libro repasa, en lo que considera sus aportes y debilidades, diversas teorías literarias desarrolladas en del siglo XX y más contemporáneamente. La perspectiva marxista parece haber tenido en esta historia un importante peso. ¿Cuáles son en la actualidad los nuevos aportes que se ubican desde esta perspectiva? ¿Sigue siendo fructífera hoy esta tradición en este terreno como lo es en otros, según plantea por ejemplo en Por qué Marx tenía razón? La respuesta breve a la pregunta sobre cuáles son las nuevas contribuciones marxistas críticas es: son casi inexistentes. Simplemente, el contexto histórico no es el adecuado para este tipo de desarrollos. La obra de quien, desde mi punto de vista, es el crítico más eminente del mundo –Fredric Jameson– sigue en curso. Produce un libro brillante tras otro en una época en la que muchos críticos muy reconocidos han caído en el silencio. Pero no hay un nuevo cuerpo de crítica marxista, y dado que no se dan las circunstancias históricas propicias, uno casi no esperaría que lo haya. Al mismo tiempo, indudablemente el marxismo no ha desaparecido, como sí ha ocurrido con el posestructuralismo (de manera bastante misteriosa), e incluso quizá con el posmodernismo. Ello se debe en gran medida a que el marxismo es mucho más que un método crítico. Es una práctica política, y si lo que tenemos es una grave crisis del capitalismo, es inevitable que de algún modo éste se encuentre en el aire. Lo mismo puede afirmarse del feminismo, cuyo momento culminante está unas décadas atrás, pero que ha sobrevivido de manera modificada, porque las cuestiones políticas que plantea son vitales. Las teorías van y vienen; lo que persiste es la injusticia. Y mientras esto sea así, habrá siempre alguna forma de respuesta intelectual y artística a ello. La influencia de Laclau y Mouffe en Podemos: hegemonía sin revolución http://lahiedra.info/la-influencia-de-laclau/ Esta entrada se publicó en La Hiedra #12 Junio-septiembre 2015 y está etiquetada con Estado español, Gramsci, Hegemonía, Laclau, Mouffe, Podemos, Populismo en 03/08/2015. 259 La influencia del populismo de izquierdas de Laclau y Mouffe en el núcleo impulsor de Podemos resulta evidente. En este artículo desgranamos los elementos que configuran este pensamiento y lo contrastamos precisamente con el del revolucionario italiano que los inspiró, Antonio Gramsci. Por Miguel Sanz Alcántara @msa980 La propuesta política de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe es claramente el principal asidero teórico del núcleo fundador de Podemos: Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero y Carolina Bescansa. Parece ser que con diferentes matices, todos ellos se mueven en un acuerdo de orientación práctica con referencia en la teoría Laclau-Mouffe. Laclau, nacido en 1934, militó en el marxismo nacionalista argentino desde los años 60. Su evolución a partir del golpe de Estado de marzo de 1976 (ya afincado en la Universidad de Essex, Inglaterra) le condujo a un alejamiento progresivo de sus anteriores posiciones hasta dar nacimiento, junto a Chantal Mouffe, a lo que se ha denominado “postmarxismo”1. Uno de los motivos que impulsó el surgimiento del postmarxismo fue la búsqueda de una adaptación de la izquierda a los nuevos movimientos sociales surgidos tras 1968 (feminismo, ecologismo, liberación gay y lesbiana, antimilitarismo, etc.)2. Se trataba de teorizar una estrategia política que rompiera con el viejo esquema marxista de una transformación revolucionaria de la sociedad apoyada en la actividad consciente de la clase obrera. La obra Hegemonía y Estrategia Socialista: hacia una radicalización de la democracia de 1985 es, quizás, el trabajo más conocido del postmarxismo. Los planteamientos de Laclau y Mouffe —abstractos, oscuros y poco accesibles para los y las lectoras no familiarizadas con el lenguaje del posmodernismo— encajaban bien en el ambiente intelectual de los años 80. El panorama político europeo y norteamericano giraba hacia la derecha (con Reagan y Tatcher en su cénit) y la clase trabajadora y los sindicatos de occidente se batían en retirada. Como veremos, la crítica de Laclau y Mouffe al marxismo es más bien una crítica a una caricatura de las ideas de Marx y Engels, popularizada primero por los teóricos de la Segunda Internacional y después por el estalinismo. El mismo Laclau, antes de su transición hacia el postmarxismo, estuvo influenciado por esta forma de interpretación de las ideas de Marx y Engels, si bien adaptadas a la compleja situación de la Argentina de los años anteriores al golpe de 1976, donde el peronismo era con diferencia la corriente política dominante3. El populismo de izquierdas —que viene a ser la síntesis práctica actual de la teoría LaclauMouffe asumida por la dirección de Podemos— tiene, como se explicará a continuación, bases muy cuestionables desde el punto de vista de la construcción de un sujeto político transformador, y consecuencias prácticas que conducen inevitablemente al campo de lo electoral a expensas de las luchas sociales. La apropiación sesgada que estos dos autores han hecho del revolucionario italiano Antonio Gramsci, como se explicará al final del artículo, ofrece algunas de las claves para encontrar una respuesta alternativa y transformadora al populismo de izquierdas. Distanciamiento del marxismo Las posiciones desarrolladas por Laclau y Mouffe en los años 80 extendían la propuesta de Althusser4 de “autonomización” o independencia de las diferentes estructuras que conforman la realidad social. Para Althusser no existía una “totalidad” sino que percibía la sociedad dividida en diferentes estructuras, entre las que se encontrarían las estructuras económica, política e ideológica. Estas estructuras se desarrollarían de forma independiente y se relacionarían sólo de forma coyuntural5. 260 Laclau y Mouffe asumen este planteamiento y llevan al extremo el concepto de “autonomización”: las relaciones sociales no forman parte de un sistema unitario en lo económico y lo político, sino de un campo entrecruzado de antagonismos que pueden o no relacionarse pero que requiere la autonomización de las esferas de lucha: “no hay, por ejemplo, vínculos necesarios entre antisexismo y anticapitalismo […]. Sólo es posible construir esta articulación a partir de luchas separadas, que sólo ejercen sus efectos equivalenciales y sobredeterminantes en ciertas esferas de lo social”6. En este esquema, las luchas de los y las trabajadoras (piedra angular de la transformación social en el marxismo) no juegan ningún tipo de papel central. La lucha de clases es un punto más, entre otros, de la articulación de antagonismos. Es más, si las esferas ideológica y económica de la sociedad son autónomas, los conflictos surgidos en ellos son también independientes. Las identidades de grupos sociales surgidas de estas esferas (identidad de género, de raza, de clase, etc.) y sus respectivos conflictos no pueden explicarse desde la existencia objetiva de una fuente primaria de opresión. Queda descartada así la explotación de la clase trabajadora en el sistema capitalista (y las relaciones de producción que conllevan) como elemento configurador del conjunto de las relaciones sociales. Y queda sacralizada la expresión de la lucha a través de identidades sociales independientes, en esferas de acción que sólo encuentran su lugar común en lo cultural, lo ideológico y lo discursivo. Para estos autores, el capitalismo moderno ha deshecho las grandes identidades comunes (en especial la de pertenencia a una clase social concreta) y heterogeneizado los conflictos, produciendo multitud de identidades colectivas diferenciadas. Si bien esto es hasta cierto punto cierto, existe una gran diferencia entre entenderlo como un efecto del capitalismo que, bajo las condiciones adecuadas, puede ser revertido, y el considerarlo una característica intrínseca del capitalismo contemporáneo, como consideran los autores del posmodernismo. En las obras posteriores de ambos autores y, por ejemplo, en La Razón Populista (penúltimo libro publicado en vida por Laclau), podemos encontrar numerosos ejemplos de la proposición de que la lucha es siempre de naturaleza discursiva, ideológica, y que ésta es la esfera realmente totalizante donde deben desplegarse los esfuerzos de acción política. Para Laclau, Mouffe y los autores y autoras del postmarxismo, “no hay nada fuera del texto” (o del discurso). Éste incluye lo ideológico y lo material: “Hablamos de los discursos como totalidades estructuradas que articulan elementos tanto lingüísticos como no lingüísticos”7. Una de las consecuencias directas de este planteamiento es el papel central que otorga a los intelectuales en la lucha política, algo que encaja como un guante con el núcleo de la dirección de Podemos. Como ha señalado Ellen Meiksins Wood, este planteamiento: “necesariamente adscribe a los intelectuales un rol predominante en el proyecto político, en tanto que descarga en ellos no menos que la tarea de la construcción de ‘agentes sociales’ por medio de la ideología y el discurso”8. La separación de las esferas económica e ideológica en el análisis de la sociedad debe ser entendida como una rebelión —ya abierta por Althusser y otros pensadores y pensadoras— contra el mecanicismo marxista generalizado por el estalinismo y sus intelectuales, dominante desde los años 30 en el panorama comunista internacional, y del que parcialmente el mismo Laclau procedía. Laclau y Mouffe centran en Hegemonía y estrategia socialista gran parte de su crítica contra un marxismo caricaturizado, donde existe una relación de determinación cercana a lo absoluto entre la realidad material y la evolución ideológica de la sociedad. Valga como ejemplo la obra de Stalin Acerca del Marxismo en la lingüística. En ella se insiste una y otra vez en que la superestructura ideológica, política y jurídica reflejan meramente los cambios en la base de la sociedad (las relaciones de producción) que a su vez reflejan los cambios en las 261 “fuerzas productivas”. Esto le lleva a concluir que “la esfera de acción de la superestructura es estrecha y limitada”9. Laclau, Mouffe y muchos otros autores y autoras10 reaccionan a este planteamiento mecanicista con una independización de la superestructura ideológica, donde encuentran el verdadero campo de acción política, un campo tan amplio que acaba abarcando a la realidad material misma. Sin embargo, las ideas de Marx, Engels o pensadores como Gramsci distaban mucho de este mecanicismo crudo criticado por Laclau y Mouffe. Interpretaban esta relación de forma dialéctica, entendiendo que si bien ambos campos de la realidad no estaban separados y la base material de la sociedad ejerce en algunos momentos de forma determinante, la superestructura ideológica de la sociedad puede adquirir una enorme autonomía. De ahí que la batalla política o ideológica sea también determinante para el marxismo. El punto paralizante de la propuesta Laclau-Mouffe es que relega la acción política al campo discursivo, cultural o de construcción de identidades. De esta forma sus planteamientos no ofrecen ningún tipo de proposición coherente acerca de la construcción de sujetos políticos que no sean efímeros o actúen, directa o indirectamente, en el campo de la realidad material. El populismo de izquierda El esquema de Laclau y Mouffe sirvió durante los años 80 y 90 para respaldar las políticas de identidad, que frente al retroceso de las luchas obreras provocaron una atomización de los diferentes movimientos sociales11. Sin embargo, estos autores fueron decantándose más y más hacia la definición de un proyecto político que hoy día Chantal Mouffe llama “el populismo de izquierdas”. En La Razón Populista, Ernesto Laclau expone cómo las diferentes demandas surgidas de los diferentes campos de la sociedad pueden llegar a converger para dar lugar al nacimiento de un sujeto político (“el pueblo”) con capacidad para poner en marcha una nueva época más democrática. Con la ayuda de conceptos y proposiciones procedentes de la lingüística y el psicoanálisis, el autor traza un modelo de análisis del populismo en clave positiva. El populismo no es una ideología ni una carencia de ideología. Es una lógica política que atraviesa ideologías y propuestas políticas. Veamos cómo funciona. Laclau parte de la existencia de demandas democráticas que emanan de diferentes grupos sociales. El primer paso para la construcción de “el pueblo” es la creación de una frontera política que consiga agrupar todas estas demandas (o una parte considerable de ellas) en un campo común, y definir al mismo tiempo un enemigo que se encuentra al otro lado de la frontera política. Es la labor realizada por el concepto de “casta” repetido una y otra vez en el discurso público de Podemos. Como se ha dicho anteriormente, el papel del discurso para Laclau y Mouffe no es sólo instrumental (la movilización a través de un mensaje político) sino también constitutivo. Es la lectura correcta de la situación y la elección de un discurso por parte de un liderazgo fuerte y carismático lo que hace posible el reconocimiento de una “cadena equivalencial” entre diferentes demandas y la constitución de un frente político común que partía de demandas dispersas. El segundo paso es el proceso hegemónico a través de los significantes vacíos. Para Laclau y Mouffe el proceso hegemónico del conjunto de su teoría dista mucho del elaborado por Gramsci (como veremos al final de este artículo). Consiste fundamentalmente en que una de las demandas democráticas contenida en esa cadena se erige como contenedora de todas las demás. Pero esto sólo puede ocurrir si la demanda que va a convertirse en el signo de todo el 262 movimiento es vehiculada a través de un significante —una palabra o conjunto de ellas— cuyo contenido —significado— está vacío. El concepto de vacío hace referencia a una demanda cuya plenitud nunca puede ser alcanzada y cuyo significado está abierto. Un ejemplo de significante vacío podría ser la demanda de “paz, pan y tierra” de la revolución rusa. Esta demanda, en su particularidad, agrupaba al mismo tiempo todo una carga de exigencias particulares contra el zarismo. Por eso al mismo tiempo constituía un significante con capacidad para hegemonizar el proceso y vehicular muchas otras demandas. La construcción del pueblo según Laclau implica la consolidación de este campo político, con otros ingredientes como un liderazgo que simbolice al sujeto político en su conjunto y movilice los anhelos y pasiones del público (“la unificación simbólica de un grupo en torno a una individualidad es inherente a la formación de un pueblo”12). Dos aspectos problemáticos de la cuadratura del círculo populista En primer lugar Laclau admite que el populismo es, por definición, un ejercicio de unión de multitud de elementos heterogéneos. Da por hecho que la cadena equivalencial de demandas que darán lugar al sujeto político debe agrupar a diferentes clases y sectores sociales. De aquí se deduce que el discurso del populismo debe ser, por definición, ambiguo, destinado a abarcar al mayor número posible de sectores sociales en diverso grado de conflicto con la autoridad. El seguimiento de esta noción por parte de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón es evidente. Podemos ha ido diluyendo sus posiciones políticas de izquierdas para hacer más y más habitable la opinión favorable del mayor número de sectores sociales, incluso si sus intereses se encuentran enfrentados. Es difícilmente compatible la unificación del núcleo de gente trabajadora procedente del 15M (que gritaba que nuestra solución es mandar a los banqueros a prisión) con los “empresarios honestos” que el Secretario General de Podemos Madrid, Jesús Montero, nombraba en alusión a la familia Botín13. Igualmente resulta incompatible casar aquellas demandas que requerirán de una mayor imposición fiscal y los intereses de las clases medias (pequeños empresarios y profesionales) que no tienen interés en pagar más impuestos. El resultado es que demandas como la renta básica, ya de por sí poco ambiciosa, acaban cayendo del programa para mantener la cohesión de la cadena equivalencial (o de las perspectivas electorales). La elaboración del último programa electoral de Podemos para las elecciones autonómicas y municipales es un esfuerzo más para visualizar esta unión heterogénea e inestable de intereses sociales. Una intervención clarificadora en este sentido fue la de Carolina Bescansa hace ya meses, cuando en el proceso de primarias de la Comunidad de Madrid, para desacreditar al sector crítico de Podemos, esgrimió frente a la prensa que “existe un Podemos para protestar y otro para ganar”14. Efectivamente, con un sujeto político que contiene intereses sociales no definidos que pueden llegar a ser contradictorios no es posible poner en marcha un frente común con objetivos claros destinado a la movilización y la conquista popular de derechos. Lo que se puede hacer con un sujeto político así es lo que la dirección estatal de Podemos está haciendo: apelar a nuestro voto o a todo lo que sirva para captar más votos, pero nada más. El proceso de desmantelamiento de los círculos como espacios de organización social está también relacionado con las consecuencias colaterales de la estrategia populista. Ésta no puede desarrollarse con espacios vivos y activos de base donde se produce una clarificación política y programática de los intereses de la formación. Lo que cuadra con un espacio político populista 263 es la indefinición, la ambigüedad del discurso y la reducción de los antagonismos de clase en su seno. La heterogeneidad e indefinición planteadas por Laclau, si bien parecían indiscutibles en su utilidad en el ámbito electoral, le han jugado una mala pasada: un partido claramente liberal y conservador como Ciudadanos está siendo capaz de usar los mismos mecanismos discursivos para comerle una buena parte del apoyo electoral (el de las clases medias que hasta ahora habían apoyado, de mala gana, a Podemos). Siguiendo a Laclau, los elementos en torno a los que está construyendo Ciudadanos su discurso (regeneración democrática, lucha contra la corrupción, fin del despilafarro económico…) representarían significantes que han pasado de ser “vacíos” a “flotantes”. Por decirlo de alguna forma, están en disputa entre “diversos procesos hegemónicos”15. Sea como fuere, la situación con Ciudadanos ha mostrado la debilidad de la teoría del populismo de izquierdas en el campo de la construcción simbólica del discurso (que parecía ser su fuerte), o al menos ha mostrado la incapacidad para reformularse de forma precisa hacia la izquierda y evitar que la derecha haga uso de las herramientas discursivas que el mismo Podemos ha construido en el último año y medio. La construcción del populismo tiene ese riesgo (como Chantal Mouffe ha insinuado más de una vez16): que arma un sujeto político impreciso, espoleado por las emociones, pero que puede oscilar de izquierda a derecha si no se efectúa un cambio cualitativo de conciencia en su interior. Cambio que, por otra parte, no es posible conseguir en el marco limitado y superficial de la movilización electoral. En segundo lugar, si la estrategia populista intenta poner en pie un sujeto cuya relevancia debe ser máxima hasta la conquista electoral, ¿qué podría ocurrir después? El populismo de izquierdas no tiene otro objetivo que hacerse con la maquinaria del Estado para dar un giro en las políticas del neoliberalismo, como ha expresado Chantal Mouffe mucho más explícitamente que Laclau en multitud de artículos y entrevistas17. Esta creencia en la posibilidad de “usar” el Estado contra la minoría dirigente (la casta) procede del planteamiento de autonomía de las estructuras de la sociedad, cuya naturaleza no está definida y son sólo un producto “relacional” de la articulación de diferentes elementos. Pero, a la luz de la experiencia de Syriza y otras casos históricos de la llegada al poder político de partidos de izquierda18, realmente cabe preguntarse si es suficiente con la conquista del gobierno para poder imponer un nuevo programa de medidas enfrentado al neoliberalismo. La respuesta a esta pregunta queda fuera del objetivo de este artículo. Lo que sí sabemos es que el populismo de izquierdas de Iglesias y Errejón no está especialmente interesado en el escenario interno de Podemos en la post-victoria electoral. No hay ni una sola propuesta definitoria de cómo debe articularse una organización con presencia en el Gobierno y fuera de él. Sin embargo, lo que está ocurriendo en Grecia o experiencias como la de Chile en 19701973 muestran que la relación entre la organización política, los movimientos, el gobierno y otros elementos del “Estado profundo”19 puede ser crítica para el avance o no de un proceso de transformación social. Gramsci sin Gramsci Para Gramsci, la esencia última de la instancia articuladora —o la voluntad colectiva— es siempre lo que él llama una clase fundamental de la sociedad, y la identidad de esta clase no es considerada como el resultado de prácticas articulatorias. Esto es lo que, en Hegemonía y estrategia socialista, hemos denominado el último resabio de esencialismo en Gramsci. Si lo eliminamos, el pueblo como instancia articuladora sólo puede ser el resultado de la 264 sobredeterminación hegemónica de una demanda democrática particular que funciona como significante vacío.20 La mayor diferencia en la apropiación sesgada de Gramsci que Laclau y Mouffe realizan en su trabajo respecto a la que realizó el eurocomunismo entre el final de los años 50 y 70 es que Laclau y Mouffe son bastante honestos cuando admiten la supresión que realizan del planteamiento de clase en Gramsci. Por decirlo de alguna forma, para poder utilizar a Gramsci necesitan vaciarlo al completo de las aspiraciones socialistas revolucionarias, a las que consagró su vida, su obra y su muerte. No es una apropiación metodológica como la que pudo haber realizado Marx de la dialéctica de Hegel, sino más bien una apropiación de su pensamiento casi al completo para dirigirlo a objetivos diametralmente opuestos a los de Gramsci. Tres son los elementos que Laclau y Mouffe deben desechar o reformular en su esencia para poder utilizar a Gramsci: su concepto de hegemonía socialista, la “guerra de posiciones” y la noción de conciencia contradictoria. Estas tres reinterpretaciones se fundamentan en la negación de la clase trabajadora como agente principal del cambio social y como portadora potencial de una propuesta global para la sustitución del capitalismo por un sistema más justo. La hegemonía que plantea Gramsci, como contraposición a la hegemonía ejercida por el sistema capitalista, es la búsqueda de una extensión de la ideología de liberación de la clase trabajadora al conjunto de clases y sectores sociales oprimidos. Sin embargo, para Laclau y Mouffe la hegemonía resulta un ejercicio discursivo de unificación de clases y grupos sociales en sí mismo, sin importar qué intereses son los dominantes en esta alianza. El concepto de significante vacío que agrupa las demandas democráticas de diferentes grupos sociales no busca la extensión de una propuesta ideológica de liberación global del sistema capitalista al conjunto de las y los oprimidos, sino meramente la constitución de un sujeto político fuerte con capacidad para impulsar a sus líderes a hacerse con el control del aparato estatal capitalista. Ya hemos hablado de que esto, en la práctica, supone una unificación contradictoria de diferentes intereses de clase que paraliza la acción y las conquistas sociales en pos del apoyo electoral. Frente a la alianza de clase por el mero hecho de la alianza, Gramsci desarrolla el concepto — ya utilizado en experiencias revolucionarias anteriores— de frente único. Este consiste en la alianza en la lucha —no en lo electoral— entre los sectores con aspiraciones de transformación profunda de la sociedad —que siempre mantienen su independencia— y sectores más moderados de la clase trabajadora y la clase media. A través del proceso de movilización por demandas comunes, el frente único debe servir para extender la influencia de los sectores combativos minoritarios a los más moderados y agrandar así la base social de la movilización por una transformación profunda de la sociedad. Gramsci era muy consciente de que la solidez ideológica del capitalismo —la hegemonía— en occidente era muy superior a la de otros países con sistemas capitalistas menos desarrollados (como la Rusia de 1917). Por eso plantea que la toma del poder por parte de la clase trabajadora debe seguir un itinerario mucho más complejo y enrevesado que en los países capitalistas atrasados. Procedente del campo militar, extrapola el concepto de guerra de posiciones a la política. Este viene a explicar que, en lugar de realizar un asalto directo al poder del Estado para destruirlo (“guerra de maniobra”, como había pasado en el proceso revolucionario ruso y se había intentado en Alemania a partir de 1918), era necesario ir ganando batallas en el ámbito político, cultural y económico, que erosionaran la hegemonía ideológica del sistema capitalista y levantaran una contra-hegemonía de carácter socialista. La construcción de frentes únicos tenía este propósito, pero siempre con el objetivo de crear una coyuntura favorable para la toma revolucionaria del poder21. Laclau y Mouffe simplemente 265 descartan la posibilidad de la guerra de maniobra. Liberan la guerra de posiciones de su objetivo de toma del poder real, y pretenden, una vez alcanzado el poder político —el gobierno— seguir haciendo una guerra de posiciones desde el Estado para abrir perspectivas democratizadoras (en sentido liberal, no socialista). Pero este proyecto no tenía nada que ver con el de Gramsci. El último concepto, que no es reinterpretado por Laclau y Mouffe sino simplemente negado, es el de conciencia contradictoria. La separación de la esfera económica e ideológica de la sociedad conduce inevitablemente a esta negación. Para Gramsci el sistema capitalista, fundamentado en la extracción de plusvalía de la clase trabajadora por parte de la clase dirigente, sólo podía funcionar creando una conciencia “falsa” entre la misma clase trabajadora. Esta conciencia permite que la gente asuma un régimen injusto de explotación como normal o invencible. La creación de una falsa conciencia está directamente relacionado con el concepto de hegemonía del sistema capitalista. Para desarticular esta falsa conciencia es necesario contraponer la realidad material a la ideología dominante. Y este proceso de contraposición sólo puede asegurarse a través de la lucha en diferentes ámbitos y el aprendizaje colectivo de sus resultados. Poniendo el énfasis en la importancia de la lucha política para debilitar la hegemonía ideológica del capitalismo, Gramsci consideraba sin embargo que la lucha en el punto de producción —en los centros de trabajo— era un lugar privilegiado para “destapar” la realidad del régimen de explotación capitalista, pues en él se producen constantemente conflictos que contraponen lo que dicta la ideología oficial y la realidad. Esta visión fue desarrollada por su experiencia participativa y de liderazgo en la ocupación de fábricas en Turín en 1920. Además partía del hecho de que era la clase trabajadora, con su trabajo día a día, la que permitía el funcionamiento del orden capitalista y el florecimiento de todo su aparato de generación de consensos ideológicos. Por eso sólo la clase trabajadora podía usar su posición privilegiada en el orden capitalista para construir un sistema diferente. Pero esto requería del “descubrimiento“ de este horizonte por parte de los mismos trabajadores y trabajadoras: sin las luchas no había victorias; sin ellas no había reconocimiento de su poder colectivo; y sin el reconocimiento de este poder colectivo no podía existir una propuesta para organizar la sociedad de un modo distinto al capitalista. Esto significa romper con la falsa conciencia y adquirir una propia que reconozca su verdadero lugar y poder dentro del sistema. Laclau y Mouffe asumen que el capitalismo contemporáneo ha conseguido diversificar la situación de la gente trabajadora hasta tal extremo que es imposible generar una conciencia colectiva global de sí misma. En realidad, esta premisa parte de la imbatibilidad del sistema capitalista y por eso resulta tan asumible por todas aquellas personas que coinciden en el objetivo de la transformación del sistema desde dentro, en lugar de su sustitución global por otro diferente. Es especialmente adecuada para las personas que tienen una esperanza en transformar la realidad a través de los procesos electorales y la conquista de posiciones institucionales. Pero Laclau y Mouffe no ofrecen ningún mecanismo efectivo para la transformación de la conciencia colectiva. Sí lo ofrecen para la identificación simbólica de grupos sociales que convergen en un asalto electoral. La tradición marxista originaria plantea la lucha a diferentes niveles como herramienta para la ruptura con la ideología dominante y la adquisición de conciencia, proceso que hemos visto en numerosas ocasiones, desde el impacto de las movilizaciones del 15M a las revoluciones del siglo XX y XXI. Por eso resulta imprescindible recuperar al Gramsci original hoy día frente al Gramsci del postmarxismo: para contraponer 266 una alternativa revolucionaria a un proyecto, el del reformismo de izquierdas, que ya ha fallado demasiadas veces a lo largo de la historia. Notas: 1 Acha, O., 2015: “El marxismo del joven Laclau (1960-1973): una antesala del postmarxismo”, en herramienta.com.ar, http://bit.ly/1JxjWQ5. 2 Para un relato en primera persona sobre el contexto ideológico en el que se escribe Hegemonía…, ver la entrevista con Pablo Iglesias en Otra vuelta de tuerka, http://bit.ly/1yLcg5w 3 Acha, O., op. cit. 4 Althusser tuvo una enorme influencia en el pensamiento de Laclau. De hecho los planteamientos estructuralistas del pensador argelino-francés fueron la puerta de entrada para una revisión profunda de los planteamientos marxistas. 5 Harman, C., 1983, “Philosophy and Revolution” en International Socialism nº 21. Londres. 6 Laclau, E. y Mouffe, C., 2005, Hegemonía y Estrategia Socialista, p. 294, Argentina. 7 Laclau, E., 2005, La Razón Populista, p. 27, Argentina. 8 Meiksins Wood, E., 1986, The Retreat from Class: A New ‘True’ Socialism, p. 6, Londres. 9 Stalin, J., 1950, El marxismo en la lingüística. Pekín. 10 Para un recorrido sobre la rebelión contra el mecanicismo y el debate base/superestructura ver Harman, C., 1998: Marxism and History, Londres. 11 Smith, S., 1994: “Mistaken identity: can identity politics liberate the oppressed?” en International Socialism nº 62, http://bit.ly/1PSncJA. 12 Laclau, E., op. cit., p. 130. 13 “Podemos elogia a los Botín por su contribución al bienestar social”, en eldiario.es, 28/1/2015. 14 “Bescansa a los críticos: ‘Hay un Podemos para ganar y otro para protestar’”, en infolibre.es, 19/01/2015. 15 Laclau, E., op. cit., p. 166. 16 Por ejemplo en la entrevista de la nota 1 al hablar sobre el Frente Nacional francés o en El País: http://bit.ly/1Eb0KqY. 17 Sirvan de muestra la entrevista en El País del enlace anterior, en medios argentinos: http://bit.ly/1baavtY. 18 Ver por ejemplo los planteamientos de Molyneux, J., 2013: “Understanding Left Reformism”, en Irish Marxist Review, nº 6. 19 El ejército, la policía, los servicios secretos y de seguridad. Ver el debate entre Alex Callinicos y Stathis Kouvelakis sobre la actual situación en Grecia en http://bit.ly/1J6p7pN. Sobre las posibilidades de transformación desde el estado ver Barker, C., 1979: “A critique of Nicos Poulantzas” en International Socialism nº 4, http://bit.ly/1OzDNVi. 20 Laclau, E., op. cit., p. 160. 21 Hasta los últimos años de su vida en la cárcel, Gramsci tenía esta opinión. Ver http://bit.ly/1IjuqnE. Explosión de partidos políticos: ver en pantalla http://impresa.elmercurio.com/Pages/NewsDetail.aspx?dt=2016-07-03&dtB=03-072016%200:00:00&PaginaId=4&bodyid=10 267 Nuevos partidos y la disyuntiva sobre dónde ubicarse en el tradicional eje izquierda/derecha http://www.elciudadano.cl/2016/07/07/304127/nuevos-partidos-y-la-disyuntiva-sobredonde-ubicarse-en-el-tradicional-eje-izquierdaderecha/ En un reciente artículo de El Mercurio se informa sobre la conformación, en el último tiempo, de diversos referentes que han avanzando en constituirse como partidos políticos. En la crónica se realiza una categorización dentro del clásico (para algunos ya superado) eje izquierda/derecha. Sin intentar echar por tierra más de 200 años de paradigma, la verdad es que el conocimiento acumulado desde que la Revolución Francesa instalara en el inconsciente colectivo global el grito de “libertad, igualdad, fraternidad” ha aumentado bastante. Hoy existe claridad mayor, por lo menos en el discurso, con respecto a que a la polaridad social/económica es necesario incorporar el componente ambiental. Tanto por motivos estratégicos para nuestra especie (los seres humanos somos a la postre perjudicados por la depredación ambiental) como de ética para la vida (en un tránsito desde el antropocentrismo a un ecocentrismo). Los paradigmas son construcciones humanas. No existen en la realidad y se fundamentan en consensos que trascienden hacia el sentido común general. En esto, los acervos asociados a izquierda y derecha tradicional son eso. Por tanto modificables e, incluso, reemplazables. En esta disyuntiva se encuentra gran parte de los nuevos referentes políticos. Cómo instalarse entre la ciudadanía con un domicilio en el cual se sientan cómodos, esté vinculado a sus principios fundacionales y haga sentido a la población, para así evitarse la perpetua explicación en detalle. Y transmitir de esta forma, en cierta medida, a los ciudadanos y ciudadanas cuál será su postura frente determinados dilemas. En el fondo, construir un relato. En 1992 Francis Fukuyama, en su libro “El fin de la Historia y el último hombre”, dio por sentado que el debate sobre las ideologías había concluido, y que la democracia liberal y la economía capitalista (o libremecadista) se habían impuesto en Occidente tras la caída del Muro de Berlín. Lamentablemente para él, el ser humano es mucho más complejo y difícil de predecir que lo que hubiera querido. Más aún cuando en aquella época la discusión sobre los límites biofísicos del planeta recién comenzaba a ser tema en el concierto global, con una Cumbre de Río realizada el mismo año en que el intelectual estadounidense de origen japonés publicó su obra. Cambiar paradigmas no es tarea fácil. Es un esfuerzo colectivo y en muchas ocasiones transgeneracional, que va conquistando paulatinamente el sentido común y al cual se oponen, con diverso matiz, quienes aspiran a mantener el orden vigente. Es, recurriendo a la experiencia local, lo que representan en lo fundamental –con ciertas muy honrosas excepciones internas- la Nueva Mayoría y Chile Vamos. El duopolio, como se le tilda desde distintos frentes. Hoy por hoy uno tipo 2.0. En esta tarea, la tradicional discusión sobre el control de los medios de producciónabre una grieta. Estado vs. mercado es parte del debate típico izquierda/derecha, cuando para muchos de quienes viven en los territorios esquilmados por la depredación de los ecosistemas (¿es preciso enumerarlos?) es indiferente si los glaciares los destruye una empresa pública o una 268 privada. O si la imposición de una franja para torres de alta tensión es impuesta unilateralmente por el ministerio de Energía o una eléctrica trasnacional. Cuando arreciaba la Guerra Fría, epítome de la principal división política del siglo XX, a ambos lados de la balanza se instalaban Estados Unidos y la Unión Soviética. Como adversarios sin puntos de encuentro. Sin embargo, fuera del arquetipo ambos modelos de desarrollo apuntaban a lo mismo: crecimiento económico como principal consideración, visión extractivista, zonas de sacrificio, antropocentrismo con fe ciega en las soluciones tecnológicas artificiales para problemas ecosistémicos, y planificando con la mente puesta en recursos naturales inagotables y un planeta sin límite alguno. Bajo esta óptica, daba igual si quien movía los hilos era el mercado o el Estado. El efecto ambiental y social del modelo de desarrollo era similar. Otro eje que trasciende esta polaridad es el rol que cumple la comunidad organizada. Porque aunque para el mercado muchas veces es un dolor de cabeza, para el Estado también en demasiadas ocasiones es un actor molesto. En ambos casos, acostumbrados a la catalogación según la matriz tradicional, se les tilda de izquierdistas o derechistas. La visión comunitarista, reseña Naomi Klein, no cabe en esa mirada. Al igual que quienes aspiran a la distribución del poder, donde la hegemonía del mercado o el Estado no tienen por qué ser las únicas opciones posibles, y la diversidad y la colaboración sean la base de una construcción colectiva en la cual el criterio económico es uno más, pero no necesariamente el fundamental y excluyente. Hoy por hoy hay aspectos que no tienen respuesta en el eje político tradicional. Es cosa de ver a conspicuos referentes de izquierdas y derechas unidos en pos del desarrollismo, crecimiento a ultranza, extractivismo y bloqueando los espíritus descentralizadores. Y qué decir de una asamblea constituyente como mecanismo legítimo para dotarnos de una nueva Constitución. Más aún, pensar que toda la discusión sobre los paradigmas políticos está agotada es de una presunción mayúscula a la vez que irreal, considerando que todos los partidos políticos vigentes en algún momento nacieron como respuesta a dilemas sociales. Es, más aún, la esencia del debate colectivo. Y donde el tema de fondo no es encontrar las soluciones. Es, más bien, hacer las preguntas que aún debemos hacernos como sociedad. Y tal es un trabajo que, menos mal, nunca terminará. 269