Lecturas de la Segunda Semana de Marzo 2016

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LECTURAS DE LA 2ª
SEMANA DE MARZO
2016
COORDINADORES
ROBINSON SALAZAR PÉREZ
NCHAMAH MILLER
Queridos amigos y amigas,
Con enorme tristeza les informamos que hoy ha fallecido el Dr. Aldo Ferrer, primer Secretario
Ejecutivo de CLACSO. Aldo era un intelectual riguroso y comprometido, uno de los grandes
economistas del mundo, un ser humano entrañable y un amigo ejemplar.
Lo extrañaremos muchísimo, hoy, que el mundo necesita cada vez más de personas como él.
Expreso en nombre de CLACSO mi más sentido pésame a sus familiares y amigos. Los
acompañamos en este inmenso dolor.
Pablo Gentili
CLACSO / Secretario Ejecutivo
LIBROS, REVISTAS Y VIDEOS
1
El suicidio como recuperación de la subjetividad
https://www.academia.edu/14533741/El_suicidio_como_recuperaci%C3%B3n_de_la_subjetividad
Unidad sociológica No 5
http://unidadsociologica.com.ar/
COLOMBIA BORRÓ DE LA HISTORIA A SU ÚNICO
PRESIDENTE NEGRO
http://asomecosafro.com.co/colombia-borro-de-la-historia-a-su-unico-presidente-negro/
El legado vivo de África en Cuba
https://www.academia.edu/6473298/El-legado-vivo-de-africa-pdf
Los antiguos mexicanos
https://www.academia.edu/4195244/Leon_Portilla
La guerrilla narrada
https://www.academia.edu/20019710/La_guerrilla_narrada._Acci%C3%B3n_acontecimiento_sujet
o
JEAN-FRANÇOIS BRIENT De la servidumbre moderna y otros
textos
https://mega.nz/#!1wcDVZLR!HLEQHMa11Xlq-bbSW4fWbQo7_ThaEp8DVPCL-HBQ1TQ
HISTORIA SINDICAL DOCENTE: NACIONAL Y OTROS: CLICK
ACÁ
Novedad: Balduzzi J. y Vázquez S., De apóstoles a trabajadores. Luchas por la unidad sindical…
https://puntodocente.wordpress.com/historia-sindical-docente/
Libros de Enrique Dussel
http://enriquedussel.com/libros.html
40 sitios para descargar libros electrónicos
http://jackmoreno.com/2016/01/02/40-sitios-para-descargar-libros-electronicos-gratis/
Mirta Lobato / Juan Suriano. La protesta social en la
Argentina, Bs As, FCE, 2003
https://drive.google.com/file/d/0B5nBrmtP2CtkR2w3V0FpVjc4RVE/view?usp=sharing
2
Antimanual de la filosofía
https://drive.google.com/file/d/0BzJ4RJJWdzgqM1NiV1NmaDZ3LVU/view?usp=sharing
500 conectores gramaticales
http://es.scribd.com/doc/32740266/500-Conectores-gramaticales
Conectores para redactar tesis
https://es.scribd.com/doc/87684282/CONECTIVOS-TESIS
Verbos, Conectores y Relacionantes utilizados en la
Redacción de Proyectos de
Investigación
https://es.scribd.com/doc/72510626/VERBOS-DE-TESIS
Verbos para redactar objetivos específicos
https://es.scribd.com/doc/103191958/Verbos-Formular-Objetivos-para-Tesis-de-Grado
Como redactar objetivos de investigación
https://es.scribd.com/doc/42056056/Formulacion-de-Objetivos
Redacción avanzada
este libro trata sobre las técnicas de redacción en la administración de empresas
https://es.scribd.com/doc/261161787/Redaccion-avanzada
Como Escribir Textos Académicos (Peso Reducido)
https://es.scribd.com/doc/180207133/LIBRO-COMPLETO-Como-Escribir-Textos-Academicos-PesoReducido
La Lógica de La Investigación Etnográfica. Díaz de Rada
LIMPIO
https://es.scribd.com/doc/250679558/La-Logica-de-La-Investigacion-Etnografica-Diaz-de-RadaLIMPIO
Biblioteca Endora
http://bibliotecaendora.com/
NOAM CHOMSKY& otros Los límites de la globalización.
Enlace: http://ow.ly/Z7Y73
3
BEATRIZ PRECIADO Manifiesto contrasexual.
http://porelpanyporlasrosas.weebly.com/uploads/1/1/8/1/11810035/beatriz_preciado__manifiesto_contra-sexual._practicas_subversivas_de_identidad_sexual__2_.pdf
ANTONINA RODRIGO Mujeres para la historia.
http://porelpanyporlasrosas.weebly.com/uploads/1/1/8/1/11810035/antonina_rodrigo__mujeres_para__la_historia_la_espa%C3%B1a_silenciada_del_siglo_xx.pdf
PIERRE BOURDIEU: Habitus, Campo y Capital
http://www.insight-media.com/
LIBRO JUVENTUDES POTOSINAS
https://www.academia.edu/7683076/LIBRO_JUVENTUDES_POTOSINAS
MULTICULTURALISMO y futuro en Guatemala
https://www.academia.edu/8855046/MULTICULTURALISMO_y_futuro_en_Guatemala
Blumemberg Hans-Teoria Del Mundo de La Vida
https://mega.nz/#!plQHAIAB!vB-mGh8BpCmRxN8aSD76iKAe3eN5ZdcpcUCKibSBRLc
Blumemberg Hans-Descripcion Del Ser Humano
https://mega.nz/#!c1QSFbRT!oXbmKpYS3lDc5RWhxidZTVaWkHJv25s6C-Y2jBbx8rk
"SCHELLING, Antología. Edición de J. L. Villacañas
(Península, 1987)
https://mega.nz/#!QlkUiYSJ!mRt91aXU8vyryYaqhu-ATk6_SjxV7k0sdbbd0MdyKuc
MICHEL FOUCAULT - "¿QUÉ ES LA ILUSTRACIÓN?"
http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/15889/1/davila-que-es-la-ilustracion.pdf
SOBRE LA REVOLUCIÓN
http://lacavernadefilosofia.files.wordpress.com/2008/02/apuntes-c1.pdf
um
«La risa» (PDF). Autor: Henri Bergson.
Enlace: http://ow.ly/YXI1j
4
Estudio de opinión pública sobre aborto y derechos
sexuales y reproductivos en Brasil, Chile, México y
Nicaragua
https://www.academia.edu/4040620/Estudio_de_opini%C3%B3n_p%C3%BAblica_sobre_aborto_y
_derechos_sexuales_y_reproductivos_en_Brasil_Chile_M%C3%A9xico_y_Nicaragua
Mario Vargas Llosa: La Fiesta del Chivo
(Descargar Libro)
http://www.itvalledelguadiana.edu.mx/librosdigitales/Mario%20Vargas%20Llosa%20%20La%20fiesta%20del%20chivo.pdf
Pablo González Casanova y Rodolfo Stavenhagen
https://www.youtube.com/watch?v=5Brw74WU1YU
[Libro] El imperio contracultural: del rock a la
postmodernidad
http://lhblog.nuevaradio.org/b2-img/ElImperioContracultural.pdf
Las mujeres en medio oriente
https://www.academia.edu/1519748/Mujeres_en_Oriente_Medio_agentes_de_desarrollo_en_un
_contexto_de_conflicto
Masculinidades y desarrollo social
http://www.unicef.org/ecuador/masculinidades.pdf
Sergio Salinas: Conflictos y nuevos movimientos
sociales. Santiago. RIL Editores, marzo 2016.
https://www.academia.edu/t/evy2-KHQBTmrDrGi9/23009130/Conflictos_y_nuevos_movimientos_sociales._Santiago._RIL_Editores_marzo_2016
ALICIA B. GUTIÉRREZ La pobreza desde adentro o las
estrategias de reproducción social
http://www.naya.org.ar/congresos/contenido/quilmes/P2/34.htm
ALICIA B. GUTIÉRREZ Redes e intercambio de capitales en
condiciones de pobreza: dimensión relacional y dimensión
5
vincular
http://revista-redes.rediris.es/pdf-vol14/vol14_4.pdf
ALICIA B. GUTIÉRREZ La construcción social de la pobreza.
Un análisis desde las categorías de Pierre Bourdieu.
http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/1973032.pdf
Biblioteca libre de Rosa Blindada
http://www.rosa-blindada.info/?cat=6
Jóvenes, cultura y política en América Latina
http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20120319025640/joven.pdf
Investigaciones de campo en Ciencias Sociales
https://issuu.com/mazzymazzy/docs/etnografia-1
Historia del pensamiento socialista
G.D.H. Cole, Historia del Pensamiento Socialista. Vol. l. Los
precursores 1789-1850
https://goo.gl/fFf0dx
G.D.H. Cole, Historia del Pensamiento Socialista. Vol. II.
Marxismo y Anarquismo 1850-1890
https://goo.gl/uCVVmJ
G.D.H. Cole, Historia del Pensamiento Socialista. Vol. III. La
Segunda Internacional 1889-1914 (1a parte)
https://goo.gl/PQ4urj
G.D.H. Cole, Historia del Pensamiento Socialista. Vol. IV. La
Segunda Internacional 1889-1914 (2a parte)
https://goo.gl/47jhDe
G.D.H. Cole, Historia del Pensamiento Socialista. Vol. V.
Comunismo y Socialdemocracia 1914-1931 (1a parte)
https://goo.gl/tP5pBP
G.D.H. Cole, Historia del Pensamiento Socialista. Vol. VI.
Comunismo y Socialdemocracia 1914-1931 (2a parte)
https://goo.gl/H6pMdK
G.D.H. Cole, Historia del Pensamiento Socialista. Vol. VII.
Socialismo y Fascismo 1931-1939
https://goo.gl/u2hTzc
6
Feminismo, epistemología y apuestas desconolianles
https://www.academia.edu/11892509/Tejiendo_de_Otro_Modo._Feminismo_epistemologia_y_ap
uestas_decoloniales_en_Abya_Yala
Feminismo latinoamericano
https://www.academia.edu/11643238/Aproximaciones_cr%C3%ADticas_a_las_pr%C3%A1cticas_t
e%C3%B3rico-pol%C3%ADticas_del_feminismo_latinoamericano
Hombres jóvenes en la violencia de genero
https://www.academia.edu/15987900/INVOLUCRANDO_HOMBRES_JO_VENES_EN_EL_FIN_DE_LA
_VIOLENCIA_DE_GE_NERO_intervencio_n_multipai_s_con_evaluacio_n_de_impacto._Caso_Chilen
o
Boletín antropológico
http://www.saber.ula.ve/boletin_antropologico/
Técnicas de investigación: procedimiento del trabajo
http://manualdelinvestigador.blogspot.com.co/2015/03/tecnicas-de-investigacion.html
Erosión, Revista de Pensamiento Anarquista n° 5
[Leer online]
https://issuu.com/gomezrojas/docs/erosion_5-web
Manual de Metodología de la Investigación Científica
http://repositorio.uladech.edu.pe/bitstream/handle/ULADECH_CATOLICA/226/Manual_interno_m
etodologia_investigacion.pdf
Adaptación y mitigación urbana del cambio climático en
México.
Gian Carlo Delgado Ramos, Ana De Luca Zuria y Verónica Vázquez Zentella. (eds.)
http://computo.ceiich.unam.mx/webceiich/docs/libro/Adaptacion-web1.pdf
Lesbianas, discursos y representaciones
https://www.academia.edu/1595164/Lesbianas._Discursos_y_Representaciones
Simone de Beauvoir: aportaciones a la discusión sobre
género
https://www.academia.edu/9839227/LA_APORTACI%C3%93N_DE_SIMONE_DE_BEAUVOIR_A_LA_
DISCUSI%C3%93N_SOBRE_EL_G%C3%89NERO
7
Inseguridad y violencia en América Latina
http://www.fundacioncarolina.es/wp-content/uploads/2014/07/PensamientoIbero2.pdf
Introducción a la antropología biológica
http://scholarcommons.usf.edu/islac_alab_antropologia/1/
ANDREA DWORKIN Pornography: Men Possessing Women.
Pornografía: los hombres se apoderan de las mujeres).
http://www.feminish.com/wp-content/uploads/2012/08/Pornography-Men-Possessing-WomenAndrea-Dworkin-pdf.pdf
PIERRE BOURDIEU Notas provisionales sobre la percepción
social del cuerpo.
http://fba.unlp.edu.ar/visuales3/material/2014_bourdieu_notas-provisionales-sobre-percepcionsocial-del-cuerpo.pdf
JOSÉ CASTILLO CASTILLO El cuerpo recreado: La
construcción social de los atributos corporales
http://ruc.udc.es/dspace/bitstream/2183/2694/1/SO-2-2-T.pdf
ERVING GOFFMAN Gender advertisement
http://www.publiccollectors.org/Goffman_Gender.pdf
LUC BOLTANSKI, Les usages sociaux du corps
http://www.persee.fr/web/revues/home/prescript/article/ahess_03952649_1971_num_26_1_422470
MARCEL MAUSS (en francés)
http://classiques.uqac.ca/classiques/mauss_marcel/mauss_marcel.html
SANDRA LEE BARTKY Foucault, la feminidad y la
modernización del poder patriarcal
http://manzanadiscordia.univalle.edu.co/volumenes/articulos/V3N1/art11.pdf
BRUNO KARSENTI Técnicas del cuerpo y normas sociales:
de Mauss a Leroi Gourhan
http://web.unillanos.edu.co/docus/RevistaimpetusVol.78(capitulo%2011).pdf
MONIQUE WITTIG. El cuerpo lesbiano
http://www.caladona.org/grups/uploads/2012/10/elcuerpolesbiano_text1.pdf
8
JOHN BERGER. Modos de ver
https://paralelotrac.files.wordpress.com/2011/05/modos-de-ver-john-berger.pdf
JOAN W. SCOTT La Historia del Feminismo
http://revistas.um.es/hojasdewarmi/article/view/166081/144631
SILVIA WALBY Theorizing patriarchy
http://libcom.org/files/Theorizing%20Patriarchy%20-%20Sylvia%20Walby.pdf
VANDANA SHIVA La mirada del ecofeminismo (tres textos)
Enlace: https://polis.revues.org/7270
ANA FALÚ "Mujeres en la ciudad. De violencias y
derechos". Por un espacio incluyente y libre de violencia.
http://porelpanyporlasrosas.weebly.com/uploads/1/1/8/1/11810035/ana_falu__ed___mujeres_en_la_ciudad._de_violencias_y_derechos.pdf
Jean Hyppolite-Lógica y Existencia-Ensayos sobre la Lógica
de Hegel
http://www.mediafire.com/download/09cod6x30xacvmk/Jean+Hyppolite-Logica+y+ExistenciaEnsayos+sobre+la+Logica+de+Hegel.pdf
ARJUN APPADURAI [creador del concepto de
"etnoescape"] sorprende con "Espacios étnicos globales;
una Antropología transnacional". Y "LA MODERNIDAD
DESBORDADA: Dimensiones Culturales de la
Globalización":
http://www.ayg-pycs.com.ar/wp-content/uploads/aygpycs.ar_appadurai_modernidad_desbordada.pdf
Construcción rebelde de territorios
https://www.youtube.com/attribution_link?a=EiCfYdegOZQ&u=%2Fwatch%3Fv%3DEItp4Ilcjnc%26
feature%3Dshare
25 Recursos para Docentes Investigadores en RedDOLAC

1.
Herramientas y portales digitales para la investigación
científica : http://www.reddolac.org/profiles/blogs/herramientas-yportales-digitales-para-la-investigacion-cientific
9
Libro: ¿Cómo se hace una tesis?
2.
3.
: http://www.reddolac.org/profiles/blogs/libro-como-se-hace-una-tesis
Libro: Manual de Metodología de la Investigación
Científica : http://www.reddolac.org/profiles/blogs/manual-demetodologia-de-la-investigacion-cientifica
4.
Libro: Introducción a la Metodología de la
Investigación Científica :
http://www.reddolac.org/profiles/blogs/libro-introduccion-a-lametodologia-de-la-investigacion
5.
Libro: La ética en la Investigación Científica :
http://www.reddolac.org/profiles/blogs/libro-etica-de-la-investigacionintegridad-cientifica
6.
Libro: Perfil del Profesor de Metodología de la
Investigación en la Educación Superior :
http://www.reddolac.org/profiles/blogs/libro-perfil-del-profesor-demetodologia-de-la-investigacion-en-l
Libro: La Investigación Cualitativa :
7.
http://www.reddolac.org/profiles/blogs/libro-investigacion-cualitativa
Libro: Metodología de la Investigación :
http://www.reddolac.org/profiles/blogs/librometodologia-de-la-investigacion
¿Cómo escribir y publicar artículos científicos?
http://www.reddolac.org/profiles/blogs/libro-como-escribir-y-publicar-trabajos-cientificos
¿Cómo elaborar un artículo científico?
: http://www.reddolac.org/profiles/blogs/como-elaborar-un-articulo-cientifico
¿Cómo escribir un ensayo?
8.
: http://www.reddolac.org/profiles/blogs/como-escribir-un-ensayo
Manual de escritura para científicos sociales
9.
: http://www.reddolac.org/profiles/blogs/manual-de-escritura-para-cientificos-sociales
10.
Normas APA para los escritos académicos AQUÍ
http://www.reddolac.org/profiles/blogs/normas-apa-para-los-escritosacademicos
Citar Vs Plagiar
11. AQUÍ http://www.reddolac.org/profiles/blogs/universidad-de-lima-citas-yreferencias
12.
Normas APA, apoyo en video AQUÍ
http://www.reddolac.org/profiles/blogs/normas-apa-en-video
10
13.
ScienceDirect, base de datos para investigadores AQUÍ
http://www.reddolac.org/profiles/blogs/sciencedirect-base-de-datoscientifica
14.
Red Federada de Repositorios Institucionales de
Publicaciones Científicas AQUÍ
http://www.reddolac.org/profiles/blogs/la-referencia-repositorio-regionalde-publicaciones-cientificas-d
15.
Repositorio Científico de Acceso Abierto de
Portugal AQUÍ http://www.reddolac.org/profiles/blogs/repositoriode-cientifico-de-acceso-abierto-de-portugal-rcaap
16.
¿Cuántos artículos científicos se producen por año y
por países? AQUÍ http://www.reddolac.org/profiles/blogs/cuantosarticulos-cientificos-estamos-produciendo-por-ano
17.
Repositorio de tesis doctorales AQUÍ
http://www.reddolac.org/profiles/blogs/universidad-de-burgos-tesisdoctorales
18.
Portal de tesis latinoamericanas AQUÍ
http://www.reddolac.org/profiles/blogs/portal-de-tesis-latinoamericanas
19.
Revistas Científicas IN CRESCENDO AQUÍ
http://www.reddolac.org/profiles/blogs/increscendo-revistas-de-uladechcatolica
20.
Revista Científica de la Universidad Nacional del
Nordeste de Argentina AQUÍ
http://www.reddolac.org/profiles/blogs/revista-de-la-facultad-de-cienciaseconomicas-de-la-universidad-n
21.
REDHECS - Revista Científica de Humanidades y
Educación AQUÍ http://www.reddolac.org/profiles/blogs/redhecsrevista-cientifica-de-humanidades-educacion-y-comunicacio
22.
Grupo de investigación
científica AQUÍ http://www.reddolac.org/group/investigacincientfica
GERONTOLOGÍA SOCIAL
http://www.portaldesalta.gov.ar/libros/GERONTOLOGIA.pdf
Investigación, desarrollo e innovación en gerontología y
geriatría
http://gerontologia.udc.es/new/documents/congreso_sgxx_2013.pdf
Gerontología y geriatría. Valoración e intervención
Millán Calenti, JC
11
http://gerontologia.udc.es/new/documents/valoracion_intervencion.pdf
Envejecimiento, dependencia, demencias y nuevas
tecnologías
Millán Calenti, JC
http://gerontologia.udc.es/new/documents/envejecimiento_dependencia_demencias_tecnologias
.pdf
La dependencia en las personas mayores: necesidades
percibidas y modelo de intervención de acuerdo al género
y al hábitat
Millán Calenti, JC, Maseda Rodríguez, Ana
Lorenzo Otero, Trinidad
http://gerontologia.udc.es/new/documents/necesidades_percibidas.pdf
Voluntariado social
Millán Calenti, JC
http://gerontologia.udc.es/new/documents/Libro_voluntariado_2002.pdf
Libros de Gerontología
http://gerontologia.udc.es/libros.php
Sociología de la vejez
http://www.reis.cis.es/REIS/PDF/REIS_060_07.pdf
Visión sociológica de la vejez
http://www.imserso.es/InterPresent1/groups/revistas/documents/binario/253afondo.pdf
Perspectiva sociológica de la vejez
http://ih-vm-cisreis.c.mad.interhost.com/REIS/PDF/REIS_007_06.pdf
Revista Clivajes 5 del IIHS de la Universidad Veracruzana.
Consulta enhttp://revistas.uv.mx/index.php/Clivajes
Revista Ciencia de la salud
Vol. 14, núm. 1 (2016)
http://revistas.urosario.edu.co/index.php/revsalud/issue/view/327
Acerca del Nihilismo-Martin Heidegger,Ernst Junger
https://mega.nz/#!ksxwzAYC!_cEZgPyXV7tNK6EL-rC-2EqjkoarSp3tHjeJCzVvfvg
12
Sociología: estudios sobre las formas de socialización;
Georg Simmel
http://bit.ly/1iFel2Z
Cuadernos del Pensamiento Crítico Latinoamericano Nº
31 - Segunda Época. Autor: Pablo Granovsky.
¡Descarga libre! http://ow.ly/ZaOun
NOAM CHOMSKY& otros Los límites de la globalización.
Enlace: http://ow.ly/Z7Y73
Baje libros del portal CELAG
http://www.celag.org/libros-y-publicaciones/
Artículos de opinión del portal CELAG
http://www.celag.org/articulos-de-opinion/
SASKIA SASSEN Una sociología de la globalización.
Enlace: http://www.scielo.org.co/pdf/anpol/v20n61/v20n61a01.pdf
Carmen EXPÓSITO MOLINA ¿Qué es eso de la
interseccionalidad? Aproximación al tratamiento de la
diversidad desde la perspectiva de género en España
https://revistas.ucm.es/index.php/INFE/article/viewFile/41146/39358
Emanuela Lombardo y Mieke Verloo La
‘interseccionalidad’ del género con otras desigualdades en
la política de la Unión Europea
http://www.urv.cat/media/upload/arxius/igualtat/JeanMonnet/2012/lombardo_verloo.pdf
María José Guerra Palmero. Feminism, Justice and
Intersectionality: “Labelling Politics” at Stake
http://paperroom.ipsa.org/papers/paper_14478.pdf
Dara Z. Strolovich Invisible Ink: Intersectionality and
Political Inquiry
http://www.repository.law.indiana.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1001&context=ijlse
13
S. Laurel Weldon The Structure of Intersectionality: A
Comparative Politics of Gender
http://journals.cambridge.org/action/displayFulltext?type=1&fid=463258&jid=PAG&volumeId=2&i
ssueId=02&aid=463257&bodyId&membershipNumber&societyETOCSession
Ange-Marie Hancock Intersectionality as a Normative and
Empirical Paradigm
http://journals.cambridge.org/action/displayFulltext?type=1&fid=1172868&jid=PAG&volumeId=3&
issueId=02&aid=1172864&bodyId&membershipNumber&societyETOCSession
NIRA YUVAL-DAVIS Más allá de la dicotomía del
reconocimiento y la redistribución
http://www.upla.cl/inclusion/wp-content/uploads/2015/04/interseccionalidadendebate_misealweb-1.pdf
Género y nación
http://www.bvcooperacion.pe/biblioteca/bitstream/123456789/6405/1/BVCI0006642.pdf
Women, ethnicity and empowerment
http://repub.eur.nl/pub/19113/wp151.pdf
Women, Citizenship and Difference
http://www.postcolonialeurope.net/uploads/Yuval-Davies.pdf
Intersectional contestations
https://www.lwbooks.co.uk/books/extracts/WAF_Yuval_Davis.pdf
Power, Intersectionality and the Politics of Belonging
http://vbn.aau.dk/files/58024503/FREIA_wp_75.pdf
DONNA HARAWAY Manifiesto Ciborg. El sueño irónico de
un lenguaje común para las mujeres en el circuito
integrado
http://xenero.webs.uvigo.es/profesorado/beatriz_suarez/ciborg.pdf
SEYLA BENHABIB La paria y su sombra: sobre la
invisibilidad de las mujeres en la filosofía política de
Hannah Arendt
http://e-spacio.uned.es:8080/fedora/get/bibliuned:filopoli-1993-2-C580CAA5-3639-7798-DE24A4A9B1AA9B61/paria_sombra.pdf
14
SASKIA SASSEN La ciudad global: emplazamiento
estratégico, nueva frontera
http://www.macba.cat/PDFs/saskia_sassen_manolo_laguillo_cas.pdf
SEYLA BENHABID Feminismo y Posmodernidad: Una difícil
alianza
http://www.cholonautas.edu.pe/modulo/upload/Feminismo%20y%20posmodernidad%20%20Beh
abib.pdf
DONNA J. HARAWAY Ciencia, cyborgs y mujeres. La
reinvención de la naturaleza
http://www.caladona.org/grups/uploads/2013/10/ciencia-cyborgs-y-mujeres-dharaway.pdf
MONIQUE WITTIG, El cuerpo lesbiano
https://ia700503.us.archive.org/9/items/ElCuerpoLesbiano/elcuerpolesbiano.pdf
KAREN HORNEY La personalidad neurótica de nuestro
tiempo
http://xa.yimg.com/kq/groups/17312977/632411656/name/La+personalidad+neur%C3%83%C2%B
3tica+de+nuestro+tiempo+-Karen+Horney.pdf
MARIA MIES La Perspectiva de Subsistencia
http://republicart.net/disc/aeas/mies01_es.pdf
NANCY FRASER Reflexiones en torno a Polanyi y la actual
crisis capitalista
http://www.fuhem.es/media/cdv/file/biblioteca/Analisis/2013/reflexiones_sobre_Polanyi_y_la_ac
tual_crisis_capitalista_N.Fraser.pdf
GAYATRI CHAKRAVORTY SPIVAK ¿Puede hablar el sujeto
subalterno?:
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.2732/pr.2732.pdf
BEATRIZ PRECIADO. Testo yonqui
http://antropologiadeoutraforma.files.wordpress.com/2013/04/preciado-testo-yonqui.pdf
VERENA STOLCKE Antropología del género. El cómo y el
por qué de las mujeres
http://www.caladona.org/grups/uploads/2008/01/antropologia-del-genero-el-como-y-el-por-quede-las-mujeres-verena-stolcke.pdf
15
JOAN WALLACH SCOTT El género: una categoría útil para
el análisis histórico
http://www.herramienta.com.ar/cuerpos-y-sexualidades/el-genero-una-categoria-util-para-elanalisis-historico
TERESA DE LAURETIS La tecnología del género:
http://www.caladona.org/grups/uploads/2012/01/teconologias-del-genero-teresa-de-lauretis.pdf
MARCELA LAGARDE Los cautiverios de las mujeres:
madresposas, monjas, putas, presas y locas
https://onedrive.live.com/view.aspx?resid=612D5B93361D36C8%21211&app=WordPdf&wdo=2
IRIS MARION YOUNG. Vida política y diferencia de grupo.
Una crítica del ideal de ciudadanía universal
http://invisibles.org.ar/blog/wp-content/uploads/2010/07/vida_politica_diferencia_grupo.pdf
¿Existe un método feminista?
http://investiga.uned.ac.cr/cicde/images/documentos/metodo.pdf
CAROLE PATEMAN El contrato sexual
https://jcguanche.files.wordpress.com/2014/01/131498859-carole-pateman-el-contrato-sexual1995.pdf
MARIANNE SCHNITGER (Marianne Weber). Economía y
sociedad
http://www.mediafire.com/view/p0p3z9315s22jo3/Max-weber-economia-y-sociedad.pdf
SUZANNE KELLER. El Vecindario Urbano. Una Perspectiva
Sociológica
http://etnografiaurbana.files.wordpress.com/2010/04/dh3.pdf
ALICIA B. GUTIÉRREZ La pobreza desde adentro o las
estrategias de reproducción social
http://www.naya.org.ar/congresos/contenido/quilmes/P2/34.htm
LISE VOGEL Marxismo y Feminismo
http://www.omegalfa.es/downloadfile.php?file=libros%2Ffeminismo-y-marxismo.pdf
Escritos de Rosa Luxemburg, Clara Zetkin y biografía de
Tony Cliff
https://www.marxists.org/espanol/luxem/
16
https://marxismolibertario.wordpress.com/rosa-luxemburgo/
SIMONE DE BEAUVOIR El segundo sexo-Los mandarinesMemorias de una joven formal
http://pijamasurf.com/2013/03/3-libros-de-simone-de-beauvoir-digitalizados-y-listos-paradescargar-biblioteca-pijama-surf/
FEDERICA MONTSENY ¿Qué es el anarquismo?
http://metalmadrid.cnt.es/cultura/libros/federica-montseny-que-es-el-anarquismo.pdf
IRIS MARION YOUNG Justice and the Politics of Difference
(La justicia y la política de la diferencia)
http://m.friendfeed-media.com/63455e3dd545469ffd7478b231705126457051d1
Escritos de Rosa Luxemburg, Clara Zetkin y biografía de
Tony Cliff
https://www.marxists.org/espanol/luxem/
https://marxismolibertario.wordpress.com/rosa-luxemburgo/
Rosa Luxemburg o el precio de la libertad
http://www.rosalux.de/fileadmin/rls_uploads/pdfs/Themen/RLSAutoren/Schuetrumpf_Joern/RosaLux_espan.pdf
SEYLA BENHABID Feminismo y Posmodernidad: Una difícil
alianza
http://www.cholonautas.edu.pe/modulo/upload/Feminismo%20y%20posmodernidad%20%20Beh
abib.pdf
KAREN HORNEY La personalidad neurótica de nuestro
tiempo
http://xa.yimg.com/kq/groups/17312977/632411656/name/La+personalidad+neur%C3%83%C2%B
3tica+de+nuestro+tiempo+-Karen+Horney.pdf
NANCY FRASER ¿De la disciplina hacia la flexibilización?
Releyendo a Foucault bajo la sombra de la globalización
http://www.revistas.unam.mx/index.php/rmspys/article/view/42392
Fuerzas y cuerpos de seguridad
https://www.academia.edu/6525865/Gu%C3%ADa_para_la_Comunicaci%C3%B3n_de_la_Violenci
a_de_G%C3%A9nero._Fuerzas_y_cuerpos_de_seguridad
17
Nuevas masculinidades y feminidades
https://www.academia.edu/7468889/Libro_Nuevas_Masculinidades_Feminidades
PATRICIA MUÑOZ CABRERA Violencias Interseccionales.
Debates feministas y marcos teóricos en el tema de la
pobreza y violencia contra las mujeres en Latinoamérica
http://www.cawn.org/11/imgs/violenciasinterpersonales.pdf
Estimadas amigas, estimados amigos: volvemos a
encontrarnos con las Novedades Nº 485 del sitio
Biodiversidad en América Latina y el Caribe
http://www.biodiversidadla.org
Revista Sin Permiso
http://www.sinpermiso.info/
EDITORIAL Febrero 2016:
Reino de España: esa expresiva resistencia a escarmentar en cabeza ajena
Antoni Domènech . G. Buster - Daniel Raventós
Todo el fondo de artículos de sinpermiso electrónico es de acceso libre y permanente. Y esta
semana (6 marzo 2016) :
FEMINISMO y TERRORISMO DE ESTADO
Palábras proféticas: "nuestra vida pende de un hilo". Última entrevista
Berta Cáceres
REFUGIADOS
La noche de Colonia y la de los medios
Roberto Saviano
Ai Wei Wei y la estetización de los refugiados
Despina Biri
RENTA BÁSICA, MERCADO LABORAL, DESIGUALDAD SOCIAL
Deberíamos esforzarnos por trabajar menos, no hasta que el cuerpo aguante
Owen Jones
Proyecto Cero, el sistema que provocará que el capitalismo colapse
Paul Mason
Desigualdad: aspectos estructurales
Branko Milanovic
HISTORIA
“Estos muertos son nuestros”: Vitoria, marzo de 1976
18
Pau Casanellas
El Stalin que sobrevive en Rusia
Àngel Ferrero
¿Cómo matar la memoria?
Gregorio Morán
UNIÓN EUROPEA
Elecciones en Irlanda: castigo a los partidos pro-austeridad
Anne McShane
CINE
Cine: Historia de un oso, el Oscar chileno
Valeria Perasso
CAPITALISMO CONTEMPORÁNEO
El G-20 y las soluciones “ortodoxas” ante la desaceleración global
Michael Roberts
G-20: ¿estancamiento o crisis?
Alejandro Nadal
Deuda global de 200 billones de dólares
Rolando Astarita
ESTADOS UNIDOS
Bernie y la Nueva Izquierda (y III)
Harold Meyerson
¿Les sorprende el ascenso de Bernie Sanders y Jeremy Corbyn? Entonces es que tienen que
salir más
Simon Wren-Lewis
AMÉRICA LATINA
Bolivia: Referéndum y extractivismo. Dossier
Joan Martínez Alier, Maristella Svampa
REINO DE ESPAÑA
Otegi askatu
Pernando Barrena, Ramón Zallo
Galicia en movimiento
19
David Rodríguez
Reino de España: “Hay que acabar con la cultura de amiguetes". Entrevista
Ignacio Sánchez Cuenca
Reino de España: De acuerdo, manda el IBEX... ¿Pero quién manda en el IBEX?
Rubén Juste de Ancos
IRÁN
Elecciones en Irán: ganadores y perdedores
Yassamine Mather
ASIA
Filipinas: 30 aniversario de la Revolución EDSA y la memoria histórica
Sonny Melencio, Walden Bello
Borneo en llamas: Testigos directos de una catástrofe
Eba Murua
Revista Viento Sur
http://vientosur.info/
solo en la web
Cine: 13 minutos para matar a Hitler
“Memoria histórica” de la resistencia antinazi
Pepe Gutiérrez-Álvarez
Pensamiento crítico
Clases subalternas marginales y fundamentales en Gramsci
Guido Liguori (revistamemoria.mx)
8 de marzo
Feminismo para el cambio
Rebeca Martínez
Después de la investidura fallida
Entre la “Gran Coalición” y la devaluación del “cambio”
Jaime Pastor
Francia. Contra la reforma del código laboral
9 marzo: Huelga general
Colectivo
Tribuna VIENTO SUR
Oligarquía vs. Democracia, ¿Empate?
José Errejón
Honduras
Ante el asesinato de Berta Cáceres
Colectivo
Brasil. Corrupción
"Es lamentable que Lula haya dejado de ser del pueblo para aliarse con
las elites"
Luciana Genro
40 aniversario de la masacre de Vitoria
Jornadas contra la impunidad
Josu Chueca, Josu Ibargutxi
Plan B
Desobedecer a la Europa austeritaria
Sebastien Brulez
20
Feminismo
Feminismo y ¿Procesos Constituyentes?
Justa Montero (feministas.org)
Legislativas en Irlanda
Elecciones cargadas de cambio, a medio plazo
Ingrid Hayes
Europa
Cuando el Plan B es el Plan A
Josep Maria Antentas (publico.es)
Tribuna VIENTO SUR
La historia social de un virus llamado Zika
Jean Batou
EE UU
Los apoyos de Sanders en la enseñanza
Dan La Botz
¿Un plan B para Europa?
Pensamiento binario o cómo permanecer estáticos (respuesta a Cédric
Durand /1)
Michel Husson
Tribuna VIENTO SUR
PSOE-C’s: acuerdo contra los derechos sociales
Mikel de la Fuente
Francia
Por qué François Hollande se ha convertido en el mejor aliado de
Marine Le Pen
Pablo Castaño Tierno
Libre tras 6 años y medio de cárcel
Los doce trabajos de Otegi
Ramón Zallo
Trastornos psiquiátricos graves: qué los producen y cómo se representan
¿Todo en el cerebro?
Richard Bentall
LIBROS DEL MES
Geopolítica
Industria,
ciencia
Bruno
El
Colectivo-CLACSO;
Buenos
del
y
energía
Fornillo
Aires,
agosto
en
de
2015.
212
litio
Argentina
(coord.)
páginas.
Este volumen es el resultado de un arduo trabajo de campo realizado por el Grupo de Estudios en Geopolítica y Bienes
21
Naturales del Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe de la UBA, que brinda una mirada integral de la “cuestión
litio” en nuestro país y la región basándose en fuentes primarias y secundarias, documentos oficiales y más de 40
entrevistas
que
abarcan
todas
las
áreas
implicadas.
El litio es un recurso natural estratégico para Sudamérica debido a la dificultad para sustituirlo y a causa de que es clave
en la frontera tecnológica capitalista y para el despliegue de una economía de posdesarrollo en la futura sociedad posfósil.
Algunos lo llaman “el petróleo del siglo XXI” o “el oro blanco de la energía” y es además el principal insumo en la
producción de los psicofármacos más vendidos del mundo, componente indispensable para medicamentos contra la
depresión, el insomnio, la bulimia, los trastornos bipolares, la hiperactividad, la ansiedad, la drogadicción, los ataques de
pánico, el alcoholismo, es decir las patologías que más han crecido en los últimos tiempos.
La revista Forbes se refiere a Chile, Argentina y Bolivia como la “Arabia Saudita del litio”, ya que si los tres países
conformasen un cartel similar a la OPEP lograrían extraordinarios beneficios. Pero nada más alejado de esa realidad
sucede actualmente, ya que no existe ninguna coordinación entre los tres países, ni tampoco entre las tres provincias
argentinas
poseedoras
de
reservas
de
litio
(Catamarca,
Salta
y
Jujuy).
Argentina, Chile y Bolivia conforman el denominado “Triángulo del litio”, concentrando el 85% de las reservas mundiales
de litio en salmueras (la modalidad más económica para purificarlo). Segundo exportador mundial detrás de Chile,
Argentina se debate entre contratos leoninos con multinacionales ligadas a la industria automotriz y los legítimos reclamos
de
las
comunidades
originarias.
Nuestro país no posee una legislación específica para la explotación del litio, por tanto se rige por el régimen minero
general aprobado en 1993, que desreguló absolutamente el sector otorgando amplias facilidades arancelarias,
desgravación impositiva, estabilidad fiscal por 30 años y limitadas regalías provinciales. En ese marco, multinacionales
mineras de Canadá, Australia, Estados Unidos y China más las automotrices Toyota, Mitsubishi y Magna de Japón y la
coreana Kores –gracias a concesiones otorgadas por los gobiernos de Salta y Jujuy– explotan el litio a cambio de escasos
puestos de trabajo y un vejatorio 3% de regalías menos impuestos, dejando un pasivo ambiental devastador: por cada
tonelada de litio extraída de manera industrial, se evaporan alrededor de dos millones de litros de agua en una de las
regiones
más
secas
del
planeta.
Los autores concluyen afirmando que el gran desafío es que las provincias de Catamarca, Salta y Jujuy coordinen acciones
–entre sí y con Chile y Bolivia– para que la explotación del “oro blanco de la energía” no destruya los ecosistemas de la
Puna de Atacama, y con ellos las culturas kolla y atacama que habitan allí desde hace siglos.
Julián Chappa
Salario
Vivir
Andrés
Tusquets;
144
con
Felipe
Buenos
Aires,
páginas,
octubre
215
de
mínimo
nada
Solano
2015.
pesos.
En 2007, Andrés Felipe Solano se desprendió de su acomodada vida de periodista en Bogotá para adentrarse en una
aventura de seis meses en Medellín de la que habría de salir una crónica para la revista Soho sobre cómo se vive con el
salario mínimo, que en aquel momento en Colombia era de 484.500 pesos colombianos o 260 dólares. Se alojó en Santa
Inés, un barrio popular de pasado violento, y día tras día durante seis meses acudió a trabajar diez horas en una fábrica
de indumentaria. Fue, escribió él, la primera vez en su vida que el cuerpo se hizo más importante que la mente, y los
números –esos con los que hacía cuentas de cuánto le quedaba descontando el alojamiento, la comida y el transporte –,
más
que
las
palabras.
Cuenta Solano que, al regresar a Bogotá a escribir la crónica que ahora se publica en formato libro, le resultó muy difícil
calzarse de nuevo los zapatos de su vida anterior. Demasiados días, semanas, meses contando cada céntimo como para
sentirse cómodo en un restaurante. Meses pensando si ser pobre es vivir con eternos deseos insatisfechos –un jugo, un
22
dulce que no alcanza para comprar– o si ser rico es vivir libre de deseos. Si vivir con el salario mínimo es “soportar el calor
pensando en el frío” o “medir el hambre en horas trabajadas”. Con una sola certeza: que quienes situaron la frontera de la
pobreza
en
131
dólares
mensuales
nunca
probaron
vivir
con
el
salario
mínimo.
Nazaret Castro
Anatomía
Ernesto
Capital
160
política
intelectual;
de
Buenos
páginas,
Twitter
Aires,
en
septiembre
215
de
Argentina
Calvo
2015.
pesos.
La sociedad argentina se ha polarizado, se asiste a un “abismo” entre las visiones del mundo de oficialistas y opositores.
En este marco, Ernesto Calvo analiza el mapa político de Twitter en Argentina, desplegado alrededor de la muerte del
fiscal
Alberto
Nisman.
El libro sistematiza la transmisión de mensajes políticos que, amparados en comunidades, trazaron la cartografía de
narrativas
colectivas
de
la
red
#Nisman
en
Twitter.
Las redes sociales están lejos de asistir a la democratización de un flujo de información que esquiva a los gatekeepers
centralizados. Por el contrario, esta plataforma es un “sistema jerárquico de difusión de información”. Allí se observan
asimetrías profundas: seguir a alguien y ser seguido por alguien representan relaciones distintas. Allí, la ciudadanía opina
descarnadamente y se aferra a comunidades que se aíslan de otras como si vivieran en barrios privados. Allí se etiquetan
los temas que “importan”, se distinguen actores políticos y se distribuyen las localizaciones en los barrios de la red. Allí se
delimita un mapa de altísima resolución en el cual se evidencia la capacidad de formar opinión desde una dinámica
jerárquica dominada por un número pequeño de formadores de opinión que evitan editorializar sobre lo que no los
favorece. “Publicar información producida por otros en Internet es un acto político antes que un acto de socialización”,
advierte
Calvo.
Natalia Aruguete
Las
23
fuentes
de
la
juventud
Genealogía
Dardo
Eterna
336
de
Cadencia;
una
Buenos
páginas,
devoción
Aires,
febrero
270
de
moderna
Scavino
2015.
pesos.
Se suele pensar muchas veces que la “juventud” o su culto es patrimonio del estado actual de las cosas (¿eufemismo de
“capitalismo”?). El libro de Dardo Scavino, en una clara tradición genealógica en la cual hay que colocar nombres como el
de Nietzsche y Foucault, se propone repasar diferentes momentos de la historia de la humanidad para entender de qué
manera se construyó nuestro concepto actual de “juventud” y cuáles son las características alumbradas por cada
acontecimiento analizado. Y es que lo “joven” está fuertemente vinculado a la Modernidad, ya sea porque encuentra en
ella el carácter aguerrido e insolente que es necesario para cualquier revolución o el espíritu abierto para, por ejemplo,
hacer un “arte nuevo” que rezume vida en vez de la decrepitud museística. Y es que la Modernidad, tanto en su sentido
político como inclusive en sus derivas artísticas, ha recaído en la juventud como un modo de poder entender su propio
accionar y como la postulación de una forma subjetiva dominante: hay que ser joven. El trabajo de Scavino logra combinar
con elegancia cuasi-narrativa tanto a Agamben y “los biopolíticos” como a Ernesto Laclau, Víctor Shklovski, Ricardo Rojas
o Esteban Echeverría, realizando en cada capítulo un contrapunto entre formulaciones europeas, americanas y
absolutamente locales. Queda como oscura conclusión que la juventud, para bien o para mal, es el nombre en donde se
cifran
todos
los
problemas
que
conciernen
al
viejo
y
querido
“sujeto”.
Fernando Bogado
Religión
Ronald
FCE;
102
sin
Buenos
Aires,
páginas,
octubre
de
123
dios
Dworkin
2015.
pesos.
¿Qué significa ser religioso? Esta pregunta funciona como eje ordenador de este estimulante libro del filósofo Ronald
Dworkin. “La religión, diremos, no implica necesariamente la creencia en Dios; por lo tanto, suponiendo que alguien
pudiera ser religioso sin creer en un dios, ¿cuál es la diferencia entre una actitud religiosa frente al mundo y una que no
lo es?”. Dworkin explora esta idea en un breve ensayo sobre la experiencia y el sentido de la religiosidad; la religión, afirma,
es
un
concepto
“interpretativo”.
A partir de las Conferencias Einstein que brindó en la Universidad de Berna en 2011, el autor abre una categoría conceptual
que sostiene que individuos que no creen en Dios (pone a Albert Einstein como ejemplo principal) pueden tener una
actitud religiosa frente a un mundo que resulta inabarcable, profundamente conmovedor y lleno de sentido; el esplendor
y la belleza intrínseca de la naturaleza como dimensiones fundantes de un “ateísmo religioso”: es decir, paradigmas de
una actitud religiosa frente a la vida que no es patrimonio exclusivo de las religiones. Esta actitud religiosa, sostiene
Dworkin, también descansa sobre la fe. Es más, la ciencia y las matemáticas también son, en igual medida, cuestiones de
fe. Dice Dworkin: “la física, por ejemplo, aún no revela un Universo cuya belleza realmente podamos comprender. Por lo
tanto, la convicción religiosa supera a la ciencia que supone. De esta manera las dos ramas de la religión –la teísta y la
atea–
suelen
converger;
ambas
dependen
de
la
fe,
aunque
de
maneras
distintas”.
Ezequiel Mario Martínez
24
Últimas
Sergio
Entropía;
114
noticias
de
Buenos
Aires,
páginas,
la
agosto
150
escritura
Chejfec
2015.
pesos.
de
¿Qué ha sucedido con la escritura, con el acto material de escribir, después de los cambios tecnológicos y la irrupción de
la cultura digital? ¿Modifica el medio empleado el acto de la escritura? Uno de los más lúcidos, originales y brillantes
escritores argentinos desarrolla una serie de reflexiones absolutamente personales, a veces sorprendentes, sobre este tema
que lo inquieta como escritor. Libretas de notas, manuscritos, escritos a máquina o computadora, reciben un análisis
conceptual y sugieren ideas sobre la materialidad de la escritura, su plasticidad en las marcas sobre el papel en cada uno
de los casos. Las diferencias entre estatutos de original y copia no podían faltar. ¿La escritura digital carece por su
inmaterialidad
del
aura
que
tiene
un
manuscrito
original?
Las notas de Chejfec circulan entre la narrativa y el ensayo, con su habitual maestría en el manejo verbal. Y no sólo estudia
el resultado de la escritura sino también los efectos materiales que produce la lectura: subrayados, notas en los márgenes
de los libros intervienen la escritura previa, transformando la obra. La cercanía de la escritura con la pintura no sólo se
produce en el papel sino en las prácticas performáticas, que tanto tienen en común con las artes plásticas. La larga lista
de autores y sus marcas va desde Kafka y Borges, el mismo Torres García, hasta artistas conceptuales como Favio Kacero
y
Tim
Youd.
Josefina Sartora
No
hay
Batallas
por
la
F.
Lorenz,
P.
Biblos;
Buenos
374 páginas, 265 pesos.
mañana
memoria
histórica
en
Winn,
A.
Marchesi,
Aires,
marzo
sin
el
S.
Cono
J.
de
ayer
Sur
Stern
2015.
“Luchas en el presente sobre el pasado, para dar forma y configurar el futuro.” Así resume el historiador Peter Winn en la
introducción de este libro lo que entiende por los procesos de memoria, sin dudas el objeto central de esta serie de ensayos
que se detiene en tres países: Argentina, Chile y Uruguay. Con minuciosidad histórica, por ejemplo, Federico Lorenz y
Winn analizan los diversos hechos que tuvieron lugar desde el retorno de la democracia argentina, en un relato descriptivo
en su superficie –abarcando desde el lugar de los movimientos de derechos humanos hasta la construcción de los archivos,
o bien la intervención del Estado que se plantea a partir del gobierno de Néstor Kirchner–, pero que al mismo tiempo
25
construye una trama interpretativa más profunda de los procesos simbólicos que constelan estos acontecimientos. Es así
como en este recorrido se plantean diversos correlatos, entre ellos una reflexión en torno a la construcción sobre las
víctimas del terrorismo de Estado que, como producto de significaciones más complejas que han sabido tener lugar
durante los últimos años, hoy parece haber superado aquella cosmovisión que inicialmente la abstrajo de su naturaleza
política.
No obstante, uno de los valores más grandes de este trabajo es el de promover una lectura comparativa que, sin embargo,
parte y se desarrolla desde el reconocimiento de la complejidad de cada caso. En este sentido, No hay mañana sin ayer se
vuelve una lectura muy pertinente en el contexto actual poniendo en evidencia cómo los procesos de memoria y justicia
en torno a los crímenes cometidos por las dictaduras del Cono Sur no pueden ser concebidos como meros actos
inmanentes a sus sociedades sino que constituyen el resultado de políticas concretas de Estado y del conjunto de tensiones
que
van
delineando
tanto
sus
avances
como
sus
retrocesos.
Carolina Keve
América
Crónicas
Pablo
Siglo
320
Latina,
sobre
XXI;
entre
la
educación,
Buenos
páginas,
desigualdad
infancia
Aires,
noviembre
230
y
la
y
esperanza
discriminación
Gentili
de
2015.
pesos.
Reconocido especialista en educación y apasionado de los procesos de integración latinoamericanos, Pablo Gentili,
profesor de la Universidad del Estado de Río de Janeiro y secretario ejecutivo de CLACSO, acude en este libro a algunas
crónicas escritas y publicadas en el blog Contrapuntos del diario El País para reflejar las conquistas de las políticas públicas
inclusivas aplicadas en América Latina en los últimos quince años en distintos ámbitos (educación, infancia, género y
discriminación), pero sobre todo para señalar desde una mirada crítica y progresista las tareas pendientes para combatir
la
persistencia
dramática
de
las
desigualdades.
A su vez, Gentili pretende con estas notas, que mezclan hechos históricos, cotidianos y políticos y estadísticas, salir del
encierro académico de los intelectuales y dirigirse a las personas comunes “dispuestas a luchar cotidianamente por una
vida digna y justa”.
Fuera
Daniel
26
de
control
Estulin
Planeta;
336
Buenos
Aires,
noviembre
345
páginas,
de
2015.
pesos.
Nacido en la Unión Soviética, ex agente de contraespionaje de la KGB, Daniel Estulin se ha convertido en best -seller
periodístico y conspirativo con sus investigaciones sobre el Club Bilderberg, un gobierno mundial en las sombras. En este
libro analiza la guerra en curso en Medio Oriente y los intereses de los “amos del mundo” en ese peligroso juego, para el
que crearon, armaron, financiaron y desataron al extremismo islámico.
Historia
mínima
de
Nicolás
Turner;
Madrid,
286 páginas, 290 pesos.
la
población
de
agosto
América
Latina
Sánchez-Albornoz
de
2015.
Docente e investigador de la historia económica de España y de la historía demográfica y social de América Latina,
Sánchez-Albornoz ofrece una breve historia de la población en América Latina a través de cuatrocientos siglos, desde los
tiempos precolombinos hasta el año 2025, en la que analiza a los primeros pobladores, el rol de las distintas migraciones,
la trata de esclavos, el boom demográfico del siglo XX y anticipa la evolución de los próximos años.
Historia
De
Alejandría
Frédéric
Ampersand;
Buenos
464 páginas, 290 pesos.
de
las
a
las
Aires,
bibliotecas
febrero
de
bibliotecas
virtuales
Barbier
2015.
En función de las transformaciones del sistema de medios de comunicación, el autor realiza una historia de las bibliotecas,
de la antigüedad a nuestros días, de su función de almacenamiento a la lógica de flujos, que se articula estrechamente con
la historia del pensamiento, la política, la economía, la arquitectura y el urbanismo. “Su supuesta inactualidad sea tal vez
un engaño”, señala Barbier al resaltar su valor permanente.
27
Una
Orhan
Random
640
sensación
House;
Buenos
páginas,
Aires,
noviembre
369
de
extraña
Pamuk
2015.
pesos.
A través de la vida y los sueños de Mevlut Karatas, quien a los doce años abandona su aldea de Anatolia para instalarse en
Estambul y convertirse en vendedor callejero de “boza”, una bebida tradicional, el gran escritor turco y premio Nobel
Orhan Pamuk retrata la evolución de la metrópoli y su sociedad, y se adentra en sus callejuelas oscuras, mundo de
fantasías, anhelos y miserias.
NOTICIAS EN CORTO
1.5 millones de guatemaltecos necesitan alimentos con
urgencia =
http://www.cubadebate.cu/noticias/2016/03/06/1-5-millones-de-guatemaltecosnecesitan-alimentos-con-urgencia/#.Vt2sPLSm6i4
Quiénes están detrás de Dólar Today, el sitio web al que
Nicolás Maduro acusa de hacer la guerra económica a
Venezuela
Patricia SulbaránBBC Mundo
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160224_dolar_today_quienes_son_venezuela_ps
Casi 300 activistas del medio ambiente han sido
asesinados en dos años
Erika González y Tom Kucharz (La Marea, 4 de marzo de 2016)
http://omal.info/spip.php?article7737
28
LA BANCARROTA DE EEUU, MÁS CERCA DE LO
QUE CREEMOS
http://elrobotpescador.com/2016/03/07/la-bancarrota-de-eeuu-mas-cerca-de-lo-que-creemos/
La vida cotidiana en 100 años
http://www.debate.com.mx/mundo/Diario-turco-allanado-adopta-linea-progobierno-201603060007.html
LOS COSTOS DE LA NUEVA VERSIÓN DEL PLAN COLOMBIA:
OTRO CAPÍTULO DE WASHINGTON EN SU ESTRATEGIA DE
INJERENCIA Y ACUMULACIÓN POR DESPOSESIÓN
http://www.cronicon.net/paginas/edicanter/Ediciones112/nota01.htm
Petroleras rusas acuerdan congelar la producción
http://es.rbth.com/economia/2016/03/04/petroleras-rusas-acuerdan-congelar-laproduccion_573169
"Los tratados de libre comercio han generado una
desigualdad enorme"
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=209554
Guerra, sexo , violación e impunidad
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160304_onu_abusos_soldados_am
Imprimir http://es.rt.com/4b95
PortadaActualidad
Lo que la mayoría no sabe: Kennedy revela los motivos
reales de EE.UU. en Siria y Oriente Medio
La mayoría de los estadounidenses no es consciente de que Washington busca derrocar al gobierno
democráticamente elegido de Siria, lamenta Robert F. Kennedy Jr.
https://actualidad.rt.com/actualidad/201209-kennedy-eeuu-siria-gasoducto-catar
Los ricos mejor posicionado en Chile y el mundo...
http://www.elclarin.cl/web/opinion/18359-los-10-chilenos-mas-ricos-el-2016.html
MUJERES LATINOAMERICANAS: VOCES EN LA LUCHA POR LA
IGUALDAD
29
En América Latina persisten altísimos niveles de desigualdad de género, de violencia y femicidio, procesos de discriminación y exclusión
que tienen como principales destinatarias a las mujeres de todas las edades. La disparidad salarial se ha vuelto estructural en mercados
de trabajo que, como nuestras sociedades, se han edificado sobre la base del patriarcado y del machismo institucional.
Desde hace casi ya 30 años se aplican políticas orientadas a la igualdad y, sin embargo, la participación y representación de las mujeres
en el sistema político sigue siendo bajísima. En algunos países, han disminuido de forma progresiva. Tampoco han mejorado de manera
significativa la representación de las mujeres en la dirección de las grandes empresas o de las principales universidades; menos aún, en
el servicio diplomático de algunos países latinoamericanos o caribeños.
Hoy, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, mucho más que festejar, en América Latina, deberíamos hacer un enorme esfuerzo por
reflexionar acerca de las razones que nos han vuelto la región más desigual y más violenta del planeta. Una desigualdad y una violencia
que ataca principalmente a las mujeres, a los jóvenes y a las jóvenes, a los niños y a las niñas. Una desigualdad y una violencia que nos
interpela y nos obliga a no ser indiferentes.
Entre tanto, a pesar del enorme déficit que tiene el continente en materia de justicia social, América Latina es una de las regiones del
mundo donde las mujeres más han contribuido al desarrollo de la investigación social. Como la academia también es machista y
patriarcal, muchas veces esta importantísima contribución pasa desapercibida, se la desprecia con sintomática indiferencia o se la
reduce al reconocimiento del trabajo de las científicas sociales latinoamericanas y caribeñas en el estudio de los asuntos de género.
Comparto aquí con Uds. un conjunto de entrevistas a mujeres que actúan en el campo académico de nuestra región, algunas de las
cuales también cumplen funciones públicas o representativas. También, incluyo aquí dos testimonios. Uno, sobre el brutal asesinato de
la dirigente indígena hondureña, Berta Cáceres. Otro, sobre el impresionante movimento de lucha contra el femicidio iniciado en la
Argentina bajo la consigna #NiUnaMenos.
Hoy, 8 de marzo, es un día más en el largo esfuerzo por hacer de América Latina una región más democrática, igualitaria y
justa. Mañana y pasado también lo serán.
http://blogs.elpais.com/contrapuntos/2016/03/mujeres-latinoamericanas-voces-en-la-lucha-por-la-igualdad.html
Respuesta al historiador Sergio Villalobos
Incitación al "mapuchicidio"
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209713
Entrevista al antropólogo y médico colombiano Alberto
Pinzón Sanchez.
http://www.rebelion.org/docs/209742.pdf
Leonardo Boff/ El capitalismo será derrotado por la Tierra
http://www.surysur.net/el-capitalismo-sera-derrotado-por-la-tierra/
Enrique Krauze: "Donald Trump se parece mucho más a un
fascista que a un populista"
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160302_donald_trump_enrique_krauze_mexico_e
stados_unidos_jcps
30
Este 8 de marzo todas somos Bertha
¡Las asesinadas tienen nombre, sus asesinos también!
Por Giorgio Trucchi | Rel-UITA
http://nicaraguaymasespanol.blogspot.com/2016/03/fotos-honduras-este-8-de-marzo-todas.html
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http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/06/encuesta-considera-usted-que-existe-unplan-desestabilizador-contra-los-gobiernos-progresistas-de-america-latina/
Por
Sergio
Rodríguez
Gelfenstein ¿Hegemonía
ideológica
o
“cambio
conservador? Comienzo a escribir este artículo pocas horas después de la detención del ex
presidente brasileño Luis Ignacio Lula Da Silva cuando no hay ninguna prueba de que él, o la
presidenta Dilma Rouseff estén relacionados con delito alguno. Pero, eso no importa para los
poderes fácticos de Brasil que después de haber perdido por cuarta vez las elecciones, recurren
–tal como están haciendo los sectores más conservadores de la sociedad en otros países de
América Latina- a la mentira, la calumnia, los falsos testimonios sin importar cual vía utilizar para
regresar al gobierno. Los grandes medios de comunicación de Brasil, de la región y del mundo
se apresuraron a transmitir la noticia del expresidente detenido por la policía federal, un órgano
que junto al Poder Judicial que emitió la orden de captura- tiene paupérrimos niveles de
reconocimiento y reputación en su país. Sigue leyendo copia y pega el enlace….
http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/06/hegemonia-ideologica-o-cambioconservador/
Por Bruno Lima Rocha: Dura análisis de coyuntura de la segunda mitad de febrero 2016 En Brasil, la
victoria puntual de la Chevron y de los especuladores La reanudación del receso parlamentario en Brasil,
mostro las pautas más ilustrativas, de los efectos dañinos del acuerdo de clases y pacto conservador, cuya
marca es el lulismo. Al tiempo que lo Brasil sufre chantajes a través de conocidos mecanismos
internacionales como la siempre denunciada revista The Economist, por ejemplo y el tenebroso papel de
las agencias de “análisis”, el gobierno de Dilma Rousseff, que sigue contra la pared y como blanco de
investigaciones político-criminales, que por veces avanzan el marco de la ley. Esto hace acuerdos posibles
para evitar el peor (para su administración, no necesariamente para el país), e intenta hacer “las lecciones
de casa” como dicen Sigue leyendo copia y pega el enlace….
http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/06/dura-analisis-de-coyuntura-de-la-segundamitad-de-febrero-2016/
Por Ernesto Wong Maestre: Colectivismo versus individualismo en el siglo XXI En la última semana
hemos visto cómo desde la vocería de la contrarrevolución se tratan de exacerbar los valores del
individualismo burgués, de cierta forma enmascarada con argumentos hipócritas a favor de una supuesta
mayoría social que les apoya por el hecho que esa contrarrevolución alcanzó con mentiras, chantajes,
sobornos y un sinnúmero de operaciones desestabilizadoras de diverso tipo una mayoría de diputados en
la Asamblea Nacional. Ese individualismo burgués exacerbado es el ingrediente más cercano, influyente
en las decisiones personales para el comportamiento electoral de ese segmento social no concientizado
patrióticamente y que en un momento determinado pudiera contribuir electoralmente a cambiar el rumbo
político de la República Bolivariana. De ahí la importancia de enfrentar con sólidos argumentos colectivistas
la batalla mediática burguesa parasitaria. Sigue leyendo copia y pega el enlace….
http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/06/colectivismo-versus-individualismo-en-elsiglo-xxi/
Por Rafael A. Ugalde Quirós: El “milagro” Francisco Cuando el líder de 1.200 millones de fieles, Jorge
Mario Bergoglio, hoy Francisco, llegue el primer semestre de 2017 a Colombia, seguramente “el milagro”
de revertir a Cuba en sede del histórico encuentro entre ortodoxos rusos y cristianos occidentales y no en
“eje del mal”, estará ya añejo, pero nuevos “milagros” de inclusión social, tolerancia y la construcción de
paz sin caretas, discutirán 48 millones de colombianos. Cuba estuvo en la lista del “eje del mal” desde que
31
en 1982 el presidente George Bush tuvo la “brillante” ocurrencia de incluirla para arreciar el embargo
comercial en momentos que la Casa Blanca sabía ya que el famoso muro de Berlín venía para el suelo y el
bloque soviético caía como un juego de naipe. Sigue leyendo copia y pega el enlace….
http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/06/el-milagro-francisco/
Por Carolina Vásquez Araya: Ser joven no es suficiente Guatemala En países como Guatemala, Honduras
y El Salvador el conflictivo triángulo norte de Centroamérica, el concepto de juventud dejó de tener, desde
hace tiempo, el aura positiva de crecimiento, oportunidad y desarrollo naturalmente implícito en ese
segmento de la población. En estos países, dadas sus características sociopolíticas y sistemas económicos
orientados hacia el fortalecimiento de sus cerrados círculos de poder, las aspiraciones de los jóvenes se
estrellan contra la dura realidad de un entorno hostil. De ahí el incremento de las actividades delictivas entre
una población cada vez más joven en Guatemala aumentan cada año los crímenes cometidos por niños y
adolescentes de ambos sexos, a lo cual se añade, como colofón y sin duda también como una de sus
causas, el empobrecimiento acelerado de las familias, la mayoría de las cuales no alcanzan a ganar lo
suficiente para cubrir las necesidades más elementales de vivienda, alimentación y vestuario. Sigue
leyendo copia y pega el enlace….
http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/05/ser-joven-no-es-suficiente/
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No cumplió su condena tras ser sobreseído por padecer
Alzheimer
A los 94 años muere en una clínica privada Sergio Arellano Stark, instigador del Golpe y líder de la
Caravana de la Muerte
El general Sergio Arellano Stark, que pasó a la historia por los crímenes de la Caravana de la Muerte, la que lideró tras el
golpe de 1973, murió esta madrugada en una clínica privada. Pese a ser condenado por violaciones a los derechos
humanos, fue sobreseído el 2008 por padecer Alzheimer.
http://www.elciudadano.cl/2016/03/09/263541/a-los-94-anos-muere-en-una-clinica-privadasergio-arellano-stark-condenado-por-los-crimenes-de-la-caravana-de-la-muerte/
¿Cuáles son los 6 países más desiguales de América
Latina?
Marcelo JustoBBC Mundo
Entre los 14 más desiguales a nivel global
figuran Honduras (6), Colombia (7),Brasil (8), Guatemala (9), Panamá (10) y Chile (14).
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160308_america_latina_economia_desigualdad_ab
32
10 años es equivalente a un siglo: Video: Experimento
social muestra la reacción de jóvenes ante un computador
con Windows 95
este experimento deja muestra la reacción de jóvenes, que no tienen más de 19 años, al enfrentar un
computador con Windows 95. La grabación deja en evidencia lo difícil que resulta para ellos manejar este pc, y
que hasta prender la pantalla se les hacía complicado. Revisa aquí el video que tiene más de 2 millones y medio
de visitas.
http://www.theclinic.cl/2016/03/08/video-experimento-social-muestra-la-reaccion-de-jovenes-ante-uncomputador-con-windows-95/
Control laboral/ Cuidado: tu jefe podrá controlar las apps
de tu iPhone
Los administradores de los teléfonos podrán registrar los movimientos o el uso indebido del
terminal a través de una nueva aplicación.
http://geekye.infonews.com/nota/283731/cuidado-tu-jefe-podra-controlar-las-apps
En Argentina: Un informe revela que hubo 110.000
despidos en dos meses
http://www.infonews.com/nota/283852/un-informe-revela-que-hubo-110-000-despidos
La carpa burbuja para dormir bajo las estrellas
La estructura de PVC está preparada para dos personas y es resistente al agua y a las inclemencias
del clima.
http://latitudes.infonews.com/nota/283256/la-carpa-burbuja-para-dormir-bajo-las-estrellas
Bauman y el odio ¿líquido?
http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/Zygmunt_Bauman-Bauman-odioliquido_0_1534646525.html
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Por Diego Olivera: Existe una crisis moral y ética en el marco del capitalismo (I) La familia tiende a
desmembrarse en una crisis de valores Es bueno señalar que a comienzos del presente siglo XXI, que
había sido señalada en su primera década, como un avance de las fuerzas progresistas en América Latina,
con grandes propuestas en el área social, con acuerdos de intercambios económicos, como avances en la
unidad continental. Se ve afectada por lo que se ha definido como, una crisis de valores sociales y
humanistas, a los que hoy podemos caracterizar como "crisis de identidad humana". Hoy se debate sobre
si existen valores, como lo enarbolara la revolución francesa, al hablar de Igualdad, fraternidad y
solidaridad, basada en los principios Jacobo Rousseau, en su propuesta de contrato social, donde se
enarbolo la base de una nueva sociedad, pero esta realidad que fue la idea de los valores humanos y
solidarios. Sucumbió en manos de las apetencias imperiales y las guerras en Europa en el siglo XIX y XX,
bajo el desarrollo de un modelo capitalista, que sembraba, el individualismo, la competencia, como la
explotación del trabajo, generando los anti valores. Sigue leyendo copia y pega el
enlace…. http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/02/existe-una-crisis-moral-y-etica-enel-marco-del-capitalismo-i/
Por Leandro Albani: Siria: una tregua asediada Siria transita una frágil tregua que intenta ser el inicio
de un proceso político que lleve al país hacia la paz Cuando el sábado pasado entró en vigencia la
tregua en Siria, acordada el lunes 22 de febrero entre Rusia y Estados Unidos –y respaldada por el gobierno
de Damasco y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidos- los actores implicados sabían con certeza
que algo iba a suceder: ninguno de los grupos terroristas que operan en territorio sirio, incluidos el Estado
Islámico (EI, o Daesh) y el Frente Al Nusra, iba a respetar el alto el fuego. En las primeras horas del sábado
esa certeza quedó confirmada. Por la mañana, el Estado Islámico hizo estallar un coche-bomba en la ciudad
de Hama, en el que murieron cuatro personas. Al mismo tiempo, el Frente Al Nusra se atribuyó varios
ataques con mortero en las ciudades de Homs y Alepo. Sigue leyendo copia y pega el
enlace…. http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/02/siria-una-tregua-asediada/
Por Gaspar Velásquez Morillo: Que Fácil se dice “derrocar a Nicolás Maduro” Todos los planteamientos
de la Ultraderecha tributan hacia el derrocamiento del Presidente Constitucional de la República Bolivariana
de Venezuela y la vía es a la fuerza, es violenta pues…!“Para que esperar para el después si tenemos el
apoyo del pueblo venezolano” así es el pregón de la Ultraderecha, aún están embriagados por el triunfo
fortuito obtenido para la Asamblea Nacional.“Es ahora o nunca” se les oye decir a la Ultraderecha en su
resaca para darse ánimo entre ellos, mientras agarran con fuerza la pértiga que les impulsará para saltar la
verja constitucional y caerles encima al mayoritario sentimiento nacional. Sigue leyendo copia y pega el
enlace….
http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/02/que-facil-se-dice-derrocar-a-nicolas-maduro/
Por José Eulícer Mosquera Rentería:. Su fracaso en el propósito por acabar con la insurgenciaEl Plan
Colombia El muy publicitado Plan Colombia, junto con la imposición del modelo neoliberal de las
privatizaciones aperturas económicas y los TLC, han sido considerados por respetados analistas
internacionales, como la periodista e investigadora social, argentina, Stella Calloni, como “el mayor proyecto
geoestratégico que se haya trazado para recolonizar América Latina”. Hace dos semanas cumplió 15 años
dicho plan y aunque inicialmente se quiso presentar como un plan estratégico dentro del combate del
narcotráfico y la contribución a la construcción de la paz en Colombia, muy pronto quedó en evidencia su
propósito prioritario de aniquilar a la insurgencia y a las fuerzas progresistas y revolucionarias consideradas
por la ultraderecha nacional y el imperialismo yanqui como aliadas de la misma, y del “comunismo
internacional” ó “castro-chavismo”, según el cínico ex presidente Uribe. Sigue leyendo copia y pega el
enlace….http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/02/su-fracaso-en-el-proposito-poracabar-con-la-insurgencia/
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Por Ilka Oliva Corado:. La exitosa empresa del periodismo de la manipulación A nivel mundial, a través
de la historia hemos visto el carácter protagónico del periodismo mediático. Ese periodismo que
corresponde a intereses de las grandes corporaciones. Que favorece a la élite empresarial mundial. Un
periodismo que busca manipular la información, que la desarticula, la mancilla, la falsifica. Un periodismo
degradante que calumnia y que hace de la mentira su mejor arma. Ese periodismo mezquino, vendido y
descarado es el que solapa, encubre y protege las invasiones extranjeras en pueblos en desarrollo. Es el
que firma jugosos contratos, abulta sus cuentas bancarias y goza de los beneficios del tráfico de influencias.
Es el fiel protector del tráfico de influencias. Su deshonestidad con la ética y con la humanidad lo vuelve en
una pieza vital en la continuidad de la impunidad y el asalto. El periodismo de la mediatización es un ladrón
de conciencias, de memoria y de identidad. Es el encubridor por excelencia de los grandes desfalcos, de
los contratos firmados bajo la mesa, de los bonos enviados en contrabando. Es el periodismo empresarial
el
que
le
pone
trampas
a
la
justicia. Sigue
leyendo
copia
y
pega
el
enlace….http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/02/la-exitosa-empresa-del-periodismode-la-manipulacion/
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Cuando el Plan B es el Plan A Josep Maria Antentas
http://www.rebelion.org/noticias/2016/3/209651.pdf
Mentiras que desacreditan al vicepresidente de Uruguay/
Sendic pidió "disculpas" en el Plenario del Frente Amplio
El vicepresidente habló en el Plenario del Frente Amplio sobre la polémica en torno
a si es o no licenciado en Genética Humana. Insistió en que cursó una licenciatura
de un solo año.
http://www.elpais.com.uy/informacion/sendic-pidio-disculpas-plenario-frente.html
El caudillismo es cultura de derecha
Raúl Zibechi
http://www.jornada.unam.mx/2016/03/04/opinion/018a1pol#st_refDomain=www.facebook.com
&st_refQuery=/
En los últimos años se ha impuesto, por una amplia camada de profesionales del pensamiento, la
idea de que la historia la hacen los líderes, cuya capacidad de dirigir resulta determinante. Un
35
segundo lugar lo ocuparían los medios de comunicación, con su notable capacidad de ocultar o de
sobrexponer hechos, según convenga. El protagonismo popular, sin embargo, es sistemáticamente
ocultado, como si no jugara el menor papel en la historia reciente.
Lo que más llama la atención es que semejante modo de mirar el mundo está siendo defendido por
personas que se dicen de izquierdas y hasta muestran simpatía por las ideas de Marx. Para quienes
nos inspiramos en este autor, son los colectivos humanos (clases sociales, pueblos, grupos étnicos,
géneros y generaciones) los que hacen la historia, pero no de cualquier modo: es a través del
conflicto, de la organización y la lucha, como se transforman a sí mismos y transforman el mundo.
Los dirigentes son importantes, sin duda. Pero los cambios, la historia, los hacen los pueblos. Por
eso resulta un retroceso en el pensamiento crítico que se oculte la acción popular y se ensalce
exclusivamente el papel de los líderes. Días después de la derrota de la re-relección en el
referendo, el vicepresidente de Bolivia dijo: Si se va, ¿quién va a protegernos?, ¿quién va a
cuidarnos? Vamos a quedar como huérfanos si se va Evo. Sin padre, sin madre, así vamos a quedar
si se va Evo ( Página Siete, 28/2/16).
La frase fue pronunciada en una pequeña localidad del departamento de Oruro, durante la entrega
de viviendas a pobladores aymaras. Podría haber dicho que fue gracias a la lucha histórica de los
indígenas que se pudieron construir viviendas dignas y que Evo forma parte de esa tradición de
resistencia y lucha. Lo que hizo fue lo contrario: presentar a los pueblos como niños huérfanos,
objetos sin otra capacidad que seguir al sujeto/líder. Desde el punto de vista de la emancipación,
un verdadero desatino.
Un siglo atrás, el socialdemócrata ruso Georgi Plejánov escribió un ensayo titulado El papel del
individuo en la historia, en el que abordaba precisamente el papel de los grandes dirigentes.
Reconocía la existencia de personalidades influyentes que pueden hacer variar aspectos de los
acontecimientos, pero no la orientación general de una sociedad, que está determinada por un
conjunto de fuerzas y relaciones sociales.
“Ningún gran hombre puede imponer a la sociedad relaciones que ya no corresponden al estado de
dichas fuerzas o que todavía no corresponden a él (…) sería inútil que adelantara las agujas de su
reloj: no aceleraría la marcha del tiempo ni lo haría retroceder” (Obras escogidas, t. I, Quetzal,
Buenos Aires, 1964, p. 458).
En suma, los dirigentes ocupan el lugar que ocupan porque fueron llevados a ese sitio por fuerzas
sociales poderosas, no por habilidades personales, aunque éstas jueguen un papel importante. Fue
la clase obrera argentina la que, el 17 de octubre de 1945, derrotó a la oligarquía, y ella misma
ungió a Perón como su dirigente al negarse a abandonar la Plaza de Mayo hasta no escuchar al
entonces coronel. Es evidente que el papel de Perón (como otros dirigentes) fue importante –
aunque no tanto como el de Evita en los corazones de la clase–, pero lo fue en tanto encarnaba
sentimientos, ideas y actitudes de millones.
El problema con el caudillismo es que se trata de una cultura de derecha, funcional a quienes
promueven la sustitución del protagonismo de los de abajo por el de los de arriba. También es
cierto, todo hay que decirlo, que la cultura de los sectores populares está impregnada por valores
de las élites y en casi todos los casos conocidos tienden a revestir a los dirigentes de características
sobrehumanas. Para eso existe el pensamiento crítico: para poner las cosas en su lugar, o sea para
destacar los protagonismos colectivos.
No hacerlo contribuye a despolitizar, a que los de abajo crean que son objetos y no sujetos de la
historia. El capitalismo sólo puede sobrevivir si la gente está persuadida de que lo que ellos hacen y
saben son asuntos ínfimos privados, sin importancia, y que las cosas importantes son monopolio de
36
los señores importantes y de los especialistas de los diversos campos, escribió Cornelius Castoriadis
en Proletariado y organización (Tusquets, Barcelona, 1974, p. 187).
Sería tranquilizador pensar que la frase del vicepresidente García fue apenas un mal momento, una
concesión para mostrar la importancia del presidente y alertar sobre las dificultades que pueden
sobrevenir. Sin embargo, todo indica lo contrario. Vamos comprendiendo que los gobernantes
realmente existentes, incluso los que dicen ser de izquierda, se sienten superiores a la gente
común. ¿Recuerdan que Lenin prohibió que se le erigieran monumentos?
El problema es que al desconsiderar como sujetos a los de abajo, se busca consolidar el poder de
los de arriba, elevarlos por encima de las clases y de las luchas que los llevaron al lugar que ocupan.
Es una operación política y cultural de legitimación, a costa de vaciar de contenido a los actores
colectivos. Es una política conservadora, elitista, que reproduce la opresión en lugar de hacer por
superarla.
Castoriadis reflexiona, en general, sobre la realidad particular que encuentra en la división del
trabajo en los talleres: Gestionar, dirigir el trabajo de los otros: he ahí el punto de partida y de
llegada de todo el ciclo de la explotación (idem, p. 309).
Este es el punto central. O trabajamos para que la gente común se autogobierne, para que sea
sujeto de sus vidas, o lo hacemos para dirigirlas, o sea para reproducir la opresión. Insisto: no se
trata de negar el papel del dirigente ni del militante, ambos necesarios. El tema es otro.
Entroparme con los comuneros, decía Arguedas en uno de sus primeros cuentos (Agua) para
explicar su compromiso con los de abajo. Hacerse tropa con otros; no colocarse encima de nadie,
nunca. Así funciona el pensamiento crítico.
"China encontró los puntos débiles de EE.UU., que vive en
una ilusión de omnipotencia"
Publicado: 5 mar 2016 15:31 GMT
Se ha iniciado una carrera armamentística entre Pekín y Washington y lo más probable es que
EE.UU. la pierda por su desfavorable situación económica, afirman destacados expertos rusos.
https://actualidad.rt.com/actualidad/201292-china-rusia-puntos-debiles-eeuu-mundo-multipolar
¿El mundo se quedará sin oro? Expertos vaticinan que
pronto será imposible comprar el preciado metal
Los expertos explican qué le espera a la economía mundial en el contexto de la caída bursátil y la
debilitación del dólar. ¿Qué pasará con el oro en el futuro?
https://actualidad.rt.com/economia/201295-comprar-mundo-imposible-oro
Científicos: El envejecimiento comienza antes del
nacimiento
"Nuestra investigación muestra que el reloj que descuenta atrás el tiempo del envejecimiento
comienza a correr, incluso antes de nacer y entrar en este mundo", señalan científicos.
https://actualidad.rt.com/ciencias/201298-cientificos-envejecimiento-comenzar-nacimiento
37
ARTÍCULOS Y ANÁLISIS
Semiólogo mexicano Fernando Buen Abad: Los medios de
derecha se convirtieron en arma de guerra ideológica
http://www.elclarin.cl/web/entrevistas/18405-semiologo-mexicano-fernando-buen-abad-losmedios-de-derecha-se-convirtieron-en-arma-de-guerra-ideologica.html
ESC RITO POR BEATRIZ CHISLEANSCHI* / LA NAVE DE LA COMUNICAC IÓN
Buen Abad tiene la simpleza y claridad de los que mucho saben y con esa cadencia característica de los mexicanos expuso sin
esconder nada, su pensamiento en torno a la comunicación dominante en nuestro continente y en el mundo y la que deberían
construir las fuerzas progresistas, populares o revolucionarias.
Asesor de líderes como Manuel Zelaya, Hugo Chávez o Evo Morales, por nombrar algunos, el semiólogo e investigador hace tiempo
que batalla en torno a la urgencia de conformar un Frente Latinoamericano de la Comunicación Emancipadora.
La vigencia del Informe Mac Bride
¿Por qué un Frente Latinoamericano de la Comunicación Emancipadora?
Si bien la problemática comunicacional no puede acotarse a América Latina, esta propuesta del Frente Latinoamericano tiene que
ver con la unidad de las lenguas. Se supone que hablamos en los mismos códigos y en los mismos subsistemas semánticos y que
el conjunto de características y problemas son más o menos los mismos. Este análisis tiene un documento madre que me parece
muy importante estudiarlo, discutirlo y analizarlo que es el Informe Mac Bride. Era el año 1980 cuando un grupo importante de
discusión se planteó el problema de la comunicación a nivel planetario y entonces ya había tres o cuatro adve rtencias tan vigentes
hoy como el primer día que se plantean:
1)
Que el proceso acelerado de concentración de medios iba a tener consecuencias muy serias para la democracia.
2)
Que iban a ser destructores, especialmente de la pluralidad.
3)
Que ante un solo mundo debían elevarse Voces Múltiples lo que exigía la creación de un Nuevo Orden Mundial de la
Comunicación.
¿Qué pasó con la concreción de ese Informe que fue ampliamente consensuado?
Tomando entonces ese documento y algunas experiencias que se dieron en América Latina, pudimos ver que las fuerzas
progresistas, las fuerzas revolucionarias del continente necesitaban también habilitarse con herramientas de comunicación. Y cada
cual en sus distintos frentes y niveles entendió y entiende que su lucha incluye la lucha comunicacional. El problema que surge
de todo este paisaje es que no se ha logrado una imbricación concreta y real de todas esas experiencias, no hemos podido ni
siquiera sistematizarlas en términos de poder leer qué pasó con cada una y qué contribuciones hizo. Y esto no lo digo con ánimo
de descalificación a los esfuerzos que se han hecho, pero lo que es verdad es que en el territorio político presentamos una debilidad
muy grande.
La necesidad de crear una Plataforma Continental Comunicacional y la Nueva Operación Cóndor Mediática
Fernando Buen Abad es también director de cine, licenciado en ciencias de la comunicación, miembro del Centro de Estudios
Socialistas Carlos Marx y del Comité Científico de la Asociación Mundial de Semiótica, entre otras.
Para Abad los acontecimientos políticos que se dieron en el continente luego del “Caracazo”, donde surgieron gobiernos progre sistas
de la mano de líderes como Hugo Chávez, Lula da Silva, Evo Morales, Néstor Kirchner, Rafael Cor rea y por supuesto la presencia
de Fidel Castro, deberían haber creado, “y aún tenemos esa posibilidad”, una Plataforma Continental en materia de Comunicació n.
¿Cuál sería el rol de esa Plataforma?
Los medios organizados de derecha se convirtieron en un arma de guerra ideológica y comenzaron a operar como aparatos
golpistas. Entonces he venido proponiendo una cumbre de presidentes en materia de comunicación para discutir de manera regional
un problema que no se puede resolver de manera local. Es lo que insisto en caracterizar como la nueva Operación Cóndor Mediática
que aprovecha las novedades en el escenario de lucha. Tienen mayor velocidad y mayor ubicuidad y entonces poseen el control
territorial. Estamos ante una nueva ofensiva mucho más brutal, acelerada y descarnada en materia de comunicación donde con
total desparpajo van y cierran canales, prohíben señales o echan gente, no sólo en la Argentina, es un problema de toda la re gión.
38
¿Y entonces?
A la luz de esta mirada nos queda solamente la fuerza de las bases que de una manera u otra han venido organizándose pero que
desarticuladas se vuelven muy frágiles. Entonces la respuesta a esta lógica debería ser, unámonos que es la deuda que nos
tenemos en los frentes progresistas, en los frentes de izquierda. Debemos pasar a una organización. Tenemos puntos de
coincidencia acerca de donde está el mal, quien es el enemigo, de dónde parten todas las ofensivas. Sabemos que hay laboratorios
de guerra psicológica trabajando que se disfrazan de agencia de publicidad, que hay dos en España, dos en Italia, otras en Miami;
sabemos que se llaman JJ Rendón, Durán Barba, tenemos muy caracterizada la operación y sin embargo no logramos articularnos
ante eso. Nos merecemos una linda autocrítica científica para evaluar lo que no hicimos y lo que tenemos que hacer.
Conformar un marco jurídico-político comunicacional continental
La mayoría de los líderes latinoamericanos que nombró recién llegaron al poder a pesar de los medios concentrados y las
experiencias de comunicación propia o revolucionaria nacieron después. ¿Cuál sería entonces la incidencia de estas experiencias?
Es relativamente cierto que los medios nacieron después de los gobiernos, pero también es relativamente cierto que muchas otr as
nacieron antes y que abonaron, enriquecieron y fertilizaron el caldo de cultivo y por eso hubo una emergencia muy rápida al calor
del lenguaje que se pusieron en sintonía. Había en Venezuela, desde el Caracazo, barrios donde se estaba haciendo trabajo de
resistencia desde la comunicación y que cuando asume Chávez (Hugo) se ponen a trabajar juntos. Hay muchos casos así en
América Latina. De todas maneras el resultado es pobre, pues a sabiendas que tenemos todos esos recursos no se logró crear
una gran potente corriente que permitiera consolidar esta plataforma de frente de lucha.
¿Qué problemas observa a la hora de conformar esta Plataforma?
En principio si queremos medios independientes, tenemos que preguntarnos ¿independientes de quién o de qué? porque en algunos
casos parecería que nos vuelve dependientes de los estados, así sean estados progresistas. Hay que garantizar las condiciones
para que los compañeros puedan crecer en esos medios independientes ver con qué políticas.
Otro problema es el de la dependencia tecnológica que es muy seria porque el día que nos corten el chorro de la tecnología nos
quedamos mudos.
También hay un problema muy importante que es el de la formación. Nosotros tenemos, según la Felafac (Federación
Latinoamericana de Facultades de Comunicación), 1.000 escuelas más o menos en todo el continente. ¿Qué pasa con la teoría y
la epistemología de la comunicación? ¿Qué es lo que nos enseñan? ¿Cuántos de los compañeros que están hoy conceptuando una
batalla comunicacional profunda vienen inyectados con un santoral de escuelas de pensamiento que entre otras cosas han ignorado
la historia misma de la lucha comunicacional del continente? Necesitamos una nueva epistemología en clave de lucha.
¿Qué papel jugarían en esta propuesta las leyes de comunicación que se sancionaron en algunos países?
Precisamente, el otro gran problema es que no hemos creado una Plataforma Política- Jurídica Continental, cosa que nos urge
porque entre otras cosas hay que someter a regulación jurídico política el problema del linchamiento mediático de los líderes que
son victimados por una alianza comunicacional de la derecha que obra con total impunidad.
Debemos armar nuestros propios guiones y crear nuestro vocabulario
En oportunidades anteriores ha manifestado una preocupación especial vinculada a la batalla semántica…
Efectivamente, hay una batalla semántica que dar. Se trata de denominar al mundo con nuestras claves de pensamiento, con
nuestra movilización de ideas revolucionarias, con la imaginación puesta en la ruta de cambiarle el nombre a esto que nos han
puesto. Si denominamos el mundo con el vocabulario de ellos, le estamos haciendo un favor inmenso. La construcción de nuestra
agenda debe tener una expresión concreta. Invito a todos a preguntarnos ¿dónde están nuestros guionistas que están escribiendo
nuestros programas de radio de medios alternativos, que están diseñando documentales o haciendo cine o televisión, o que
escriben los noticieros nuestros?, y ver si el vocabulario que estamos usando está a la altura de las batallas que estamos librando.
A la hora de armar nuestros propios guiones ¿Cuánto juega la apropiación que el sistema capitalista ha hecho de la plusvalía en el
plano simbólico y de las ideas?
Creo que se trata de una lucha también en el campo de la semiótica. La guerra simbólica es una de las fases de todas las guerras
que ha tenido grandes triunfos porque nos han convencido precisamente de que no existe, cuando lo que es verdad es que sí está.
Está toda esta superestructura simbólica que nos permite ver que ahí hay un rendimiento, esa plusvalía simbólica de la que
hablabas. El rendimiento además tiene objetivos y ahí está la parte más dura sobre la que hay que trabajar a fondo, ahí requerimos
una semiótica para la emancipación.
¿Cómo ve este paisaje a futuro?
Si logramos se capaces de contar con un cuerpo político que nos permita profundizar respecto a qué hacemos nosotros en materi a
de comunicación, entonces podríamos hacer un trabajo eficaz, movilizador, organizador y multiplicador.
39
El concepto de transición
François Houtart
La Jornada
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209704
Se habla mucho de transiciones para calificar periodos de cambio socioeconómico o político. Es el caso
actualmente frente al agotamiento de las experiencias posneoliberales en América Latina por razones externas
(crisis mundial) e internas, lo que no significa el agotamiento de las luchas antisistémicas. El término puede tener
muchos sentidos, según la lectura de los eventos. Carlos Marx desarrolló el concepto de transición a propósito
del paso del modo de producción feudal al capitalismo en Europa y Maurice Godelier, economista y antropólogo
francés, lo resume de la manera siguiente: es la fase particular de una sociedad que encuentra más y más
dificultades a reproducir el sistema económico y social sobre el cual ella se funda y empieza a reorganizarse sobre
la base de otro sistema que se trasforma en la forma general de las nuevas condiciones de existencia (Maurice
Godelier, 1982, 1165). Se trata evidentemente de procesos largos, no lineares, más o menos violentos de acuerdo
con las resistencias de los grupos sociales involucrados. Muchos analistas estiman que el capitalismo llegó al fin
de su papel histórico porque se ha vuelto un sistema destructor de las propias bases de su éxito, la naturaleza y
el trabajo, como ya lo decía Carlos Marx. Es así que Samir Amin habla del capitalismo senil, que Immanuel
Wallerstein publicó un artículo en medio de la crisis financiera diciendo que se asiste al fin del capitalismo y que
István Mészarós habla de su incapacidad de asegurar el mantenimiento del metabolismo social de la
humanidad (2008, 84).
Si, por una parte, se puede aceptar la idea de que estamos viviendo una transición del modo de producción
capitalista a otra forma y que el proceso puede ser precipitado por la crisis climática, por la otra, no se debe
olvidar que un tal cambio será el resultado de un proceso social y que no puede realizarse sin luchas ni una
transformación de las relaciones de fuerza. En otras palabras, el capitalismo no caerá por sí solo y la convergencia
de todas las luchas sociales y políticas es un requisito para llegar a un resultado. La historia nos enseña que el
capitalismo es capaz de transformar sus propias contradicciones en un aporte al proceso de acumulación. Ya se
habla de un capitalismo social y de un capitalismo verde. La elaboración teórica del concepto en el contexto
histórico de la crisis sistémica actual permitirá la elaboración de instrumentos de evaluación de las experiencias
sociales y políticas en curso. Es particularmente el caso en América Latina con los regímenes que empezaron
procesos de cambio y que se reclaman del socialismo del siglo XXI. La cuestión fundamental es de saber en qué
medida las experiencias políticas latinoamericanas fueron transiciones hacia otro modelo social o adaptaciones
del capitalismo contemporáneo a las nuevas demandas ecológicas y sociales.
Las transiciones que pueden conducir a un cambio de paradigma son numerosas, pero exigen una visión
específica. De hecho muchas de las medidas presentadas como transiciones son adaptaciones del sistema y no
orientaciones hacia una construcción realmente pos-capitalista. Eso se nota en todos los países del Sur y también
a los tratados que se concluyen entre países del Sur o en el cuadro de las políticas del BRICS. El apoyo al
desarrollo de un capitalismo moderno en América Latina, el acaparamiento de tierras en África por parte de India
y de China, la extensión de los monocultivos en Asia del suroeste para la producción de agrocombustibles o de
madera, no son transiciones, sino nuevos caminos hacia un capitalismo nuevo, con todas las consecuencias de
concentración del poder económico y de ignorancia de las externalidades (daños ambientales y sociales) que
constituyen las características de todo capitalismo, aun el verde y el social.
El concepto puede también ser aplicado a procesos particulares dentro de una transformación general, por
ejemplo en los campos económicos, sociales, culturales, políticos, religiosos, etcétera. En todo caso, se trata, sin
perder la radicalidad de los objetivos, de definir las acciones que pueden conducir al resultado (otro paradigma
de desarrollo humano) teniendo en cuenta, por una parte, las circunstancias concretas del desarrollo material, y,
por otra, las relaciones de fuerza existentes en los campos económico-social y político. Un ejemplo típico son las
economías de extracción, que, a pesar de ser dañinas ecológica y socialmente y de ser dominadas ampliamente
por los interés del capital, no pueden ser paradas de un día al otro en los países que, en América Latina, por
ejemplo, empezaron cambios importantes, porque, entre otros factores, constituyen la fuente financiera de las
nuevas políticas. Es el caso de Venezuela, del Ecuador y de Bolivia. La transición consistiría: 1) en iniciar una
política económica basada sobre las necesidades del mercado interior (lo que es a largo y mediano paso); 2) en
promover leyes ecológicas y sociales más estrictas para las explotaciones; 3) hacer pagar sus costos (daños
ambientales y sociales) a los usuarios, y 4) promover una legislación internacional para evitar el fenómeno de
las ventajas comparativas en favor de los que aplican regulaciones más laxas.
La utilización de este instrumento conceptual no puede servir de pretexto a concesiones políticas o ideológicas
de tipo socialdemócrata, es decir, aceptando que el desarrollo de las fuerzas de producción exige la adopción de
principios, herramientas y recetas del capitalismo. Eso se traduce en el reforzamiento del poder de las clases
sociales más opuestas a un cambio de modelo, como es el caso del Brasil, a pesar de avances en otros dominios.
O también, como sucede en países socialistas, se crean nuevas diferencias sociales que inevitablemente alargarán
un proceso de transición, tal como en China o en Vietnam.
De verdad eso plantea un problema fundamental: ¿cómo desarrollar las fuerzas productivas en una perspectiva
socialista, es decir, en función del bien común de la humanidad y cuáles fuerzas desarrollar en prioridad? Es un
problema que los países socialistas y los regímenes progresistas que nacieron desde la Segunda Guerra Mundial,
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no pudieron resolver adecuadamente y que fue el origen, tanto de los fracasos, como de la orientación neoliberal
de la mayoría de ellos. Como lo decía Maurice Godelier en sus cursos en la Universidad Católica de Lovaina: El
drama del socialismo es que ha tenido que aprender a caminar con los pies del capitalismo.
Frente a esto urge, por ejemplo, desarrollar la agricultura campesina orgánica, como se lo propuso en un
seminario asiático en la Universidad Renmin (popular) en Pekín en 2010 y en otro, latinoamericano, en La Paz en
2013, en vez de promover los monocultivos de una agricultura agroexportadora; o también, reorganizar la red
de ferrocarriles locales en América Latina, en vez de adoptar los proyectos del IIRSA (la Iniciativa para la
Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana). Muchas otras propuestas podrían ser pensadas como
elementos de una verdadera transición que no sea una simple adaptación al sistema.
François Houtart. Sacerdote católico. Fundador del Centro Intercontinental de la Universidad Católica
de Lovaina
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/03/06/opinion/022a1eco
La nueva etapa política y sus tiempos
Eduardo Lucita
Rebelión
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209754
El país ha ingresado a una nueva etapa política cuyo objetivo no es otro que implantar un nuevo modelo de
acumulación y reproducción de capitales. Hay un paso previo que es el ajuste, el reendeudamiento y el
redireccionamiento de las relaciones internacionales.
No se trata solo que la derecha empresarial logro acceder al poder político por el voto popular, sin necesidad de
recurrir a los militares y sin el concurso del peronismo. Esto marca una diferencia con los regímenes implantados
en 1976 y en 1990. Con un plus diferencial, tanto la Junta Militar como Carlos Menem eran simples personeros
del capital más concentrado, Mauricio Macri no solo lo expresa sino que forma parte.
Se trata entonces de una nueva etapa que, como en el fútbol, está trazada en dos tiempos. El primero del ajuste,
del reendeudamiento, de la búsqueda de un nuevo equilibrio de las principales variables macroeconómicas y de
una nueva inserción internacional. El segundo tiempo está centrado en un objetivo excluyente: un nuevo modelo
de acumulación y reproducción de capitales centrado en la agroindustria, la minería de exportación y la
construcción de obra pública ligada a la infraestructura para la circulación de mercancías y bienes de exportación,
y el sector financiero, veremos qué sectores industriales pueden adaptarse a este esquema. Esto implica la
reconfiguración del país en función del bloque de poder y del comando que se constituya para dirigirlo.
Pero el primer tiempo, de ajuste y reendeudamiento, es un período de transición del que el gobierno del PRO
debe salir triunfante y llegar en condiciones de ganar las elecciones parlamentarias en el 2017, para así jugar a
fondo sus objetivos de largo plazo.
En lo inmediato
Reendeudamiento: marcha superando inconvenientes con el sencillo recurso de aceptar casi todas y cada una de
las condiciones impuestas por el juez Griesa y los fondos buitre. Resta levantar las leyes Cerrojo y de Pago
Soberano, que todo indica el Congreso aprobará, sin importarle demasiado la lesión de soberanía que implica sea
una condición impuesta desde el exterior y que el acuerdo es claramente lesivo para el país. Ya está en curso,
debe ser aprobada, una emisión de bonos por 15.000 millones de dólares para pagarles y en perspectiva un
acuerdo con el FMI tal vez por unos 10.000, en carpeta siguen el BM, el BID y otros, todo para financiar déficit
fiscal y obra pública.
Ajuste: conviene aclarar que desde la crisis del primer peronismo todo ciclo expansivo de la economía termina
inexorablemente en un ajuste. Esto es así porque Argentina es un país capitalista dependiente que desde aquellos
años ostenta un desarrollo insuficiente y deformado de sus fuerzas productivas. Son estas deformaciones e
insuficiencias las que en un período de crecimiento provocan los desequilibrios –restricción externa, déficit fiscal,
inflación, atraso del tipo de cambio- que, salvo se transgredan los límites del capital, terminan trabando el proceso
de acumulación como se ha verificado numerosas veces y también ahora. La administración Kicillof hizo lo
imposible por postergar el ajuste y logró llegar al 10 de diciembre sin hacerlo pero al costo de exacerbar los
desequilibrios y sin que pueda demostrar que si hubiera seguido al frente de la economía saldría de la encrucijada
en que se habían metido sin hacerlo.
En nuestro país todo ajuste comienza por una devaluación. Pero como el tipo de cambio es desde hace cuatro
décadas, el eje alrededor del cual se distribuye el excedente económico se comprende porque la transferencia de
ingresos beneficia claramente al sector exportador –más si se tiene en cuenta que fueron anuladas y rebajadas
las retenciones a productos agrarios y a la minería y eliminados los derechos de exportación a los industrialesen detrimento de los sectores obreros y populares. Ocurre además que nosotros no solo exportamos lo que
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comemos sino que la matriz insumo/producto tiene un alto componente importado, por lo tanto el traslado a
precios es inmediato, como se ve en estos días y realimenta la inflación. La situación se emparenta así con la del
2014, cuando por la devaluación los trabajadores convencionados perdieron entre 5 y 7 puntos de sus ingresos
reales y los jubilados cerca de 10.
La devaluación encarece las importaciones pero en las actuales condiciones del mercado mundial no
necesariamente estimula las exportaciones, porque la caída de estas no es por precio sino por falta de demanda,
especialmente en los productos industriales y regionales que van a Brasil, cuya crisis es muy profunda y amenaza
continuar también en el 2017.
Para los teóricos del neoliberalismo la causa de la inflación es el exceso demanda por sobre la oferta. Por eso
buscan reducir la capacidad adquisitiva de los salarios y la emisión monetaria bajando el gasto público. Enfriando
la economía buscan reequilibrar oferta y demanda, no se les ocurre pensar que las altas tasas de ganancia y la
desregulación de los mercados puedan tener algo que ver con la espiral alcista de los precios. La actual oleada
de despidos en el sector público, que todo indica continuará en marzo, no tiene como objetivo bajar el gasto
público sino enviar un mensaje con dos destinos: hacia los empresarios de que es el Estado el que habilita los
despidos, hacia los trabajadores que privilegien el empleo sobre el salario.
El límite al ajuste está en la reacción de los ajustados
Así las cosas este año será recesivo y con inflación alta, tal vez 5 o 10 puntos arriba de lo estimado por el
gobierno. La idea original del ministro Prat Gay de que el primer semestre sería difícil pero que en el segundo se
recuperaría la actividad está siendo descartada por los principales gurúes de la City porteña, que por si fuera
poco se quejan del gradualismo en bajar la emisión monetaria. Las primeras estimaciones indican que la caída
podría estar en dos puntos del PBI, de ser así impactará en el 2017. Esta parece ser la razón de porqué el
presidente Macri cambió a último momento el tono de su discurso –de las ondas de amor y paz al ataque directopara tapar que la inflación no cede, que el dólar se escapa y que la actividad económica está en descenso.
La ola de despidos en el sector público está siendo continuada, por ahora en forma dispersa, en el privado, con
eje en la construcción y parcialmente en los servicios, pero ya en petroleros, metalúrgicos y en las automotrices
están sonando voces de alerta. El Secretario General de la UOM, y de una de las fracciones de la CGT, acaba de
pedir que el Congreso declare la emergencia laboral y que se reinstale la doble indemnización por despidos, por
su parte los diputados del FIT presentaron un proyecto de ley para que se suspendan los despidos y suspensiones
por un año.
El Gobierno Macri solo responde que una vez concretado el arreglo con los fondos buitre lloverán dólares, nadie
parece creerle, incluso si sucediera serían préstamos financieros, pero difícilmente de ampliación de la capacidad
productiva, que es lo que se supone crearía empleo. Por otra parte, como señala un reciente documento sobre
los acuerdos de libre comercio firmado por numerosas organizaciones internacionales “…nadie puede garantizar
que las exportaciones y la inversión externa redunden en más y mejores empleos, buenos salarios y respeto a
las condiciones laborales”.
Se sabe, la intensidad y extensión del ajuste depende de la resistencia de los ajustados. El paro de estatales del
24F y la multitudinaria movilización en su apoyo, con fuerte presencia de varios sindicatos no afectados aún por
el desempleo y los bajos salarios, es una muestra de solidaridad de clase y también de que el movimiento de los
trabajadores está embrionariamente tomando conciencia de la gravedad de la situación y de la centralidad de su
propio movimiento en el mundo del capital.
Frente a la inacción de las conducciones burocráticas de las CGT, es imprescindible y urgente que las conducciones
combativas y clasistas se pongan al frente de la resistencia y convoquen al conjunto de los trabajadores y sectores
golpeados por las medidas de ajuste en curso.
Eduardo Lucita. integrante de EDI – Economistas de Izquierda.
Entrevista a Eduardo Lucita de Economistas de Izquierda
(EDI)
"A Macri se le está escapando de las manos el curso de la
economía"
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209789
Ana Laura Xiques
"Plan B(aires)"- FM La Boca
42
-A.X.: El pasado martes 1º de marzo se llevó a cabo la apertura de las sesiones legislativas ordinarias
del Congreso de la Nación en la que el Presidente Mauricio Macri dio un discurso que tuvo muchas
repercusiones. ¿Cuál es tu apreciación?
-E.L.: Yo creo que fue un discurso inesperado tanto para la oposición como para muchos personajes de
Cambiemos. De golpe la onda de amor y paz, los globos y la fiesta fue transformada en un ataque directo muy
notable al gobierno anterior, percibido tanto desde la bancada del Frente Para la Victoria, como por otros sectores,
incluso por el Frente Renovador que por algunas declaraciones que vi, tampoco lo tomó muy bien.
Creo que hay que pensar en por qué se ha producido esto, porque más allá de la discusión de si Macri tenía o no
que hablar sobre la herencia recibida, de hacer o no buena letra y tener buenas migas para conseguir los votos
en el Congreso o, por el contrario, decir “la verdad”, lo que sucedió es que el curso de la economía en términos
generales, tanto el tipo de cambio como el proceso inflacionario, se le están escapando de las manos. Hay un
proceso inflacionario muy fuerte que no cede como se suponía y el tipo de cambio que esperaban estacionar en
$ 14/14,50 está por encima de $ 16. Esto implica una devaluación respecto de diciembre del 63% que se está
instalando en los precios, entonces hay una retroalimentación del alza de los precios que opera sobre el tipo de
cambio, a su vez el tipo de cambio se eleva y opera sobre el proceso inflacionario.
Todo indica que el argumento de Prat Gay diciendo que el primer semestre iba a ser difícil, pero que en el segundo
la inflación iba a bajar, no se va a cumplir. Por otro lado lo que había planteado el Presidente Macri al principio,
de que iba a haber un acuerdo social retrotrayendo los precios al 30 de noviembre no solo no pasó sino que los
grandes formadores de precios siguieron aumentando. Los mismos que le dieron apoyo a Macri en la campaña
ahora le están moviendo el piso con los aumentos de precios y el dólar.
Hay que tener en cuenta que los sojeros que habían prometido una cantidad de dinero, han liquidado la mitad;
todo eso se está percibiendo. Yo creo que la reacción cambiando el discurso tiene que ver con esto, con sacar el
eje de la discusión del tipo de cambio, de los precios, de la inflación, de la marcha de la economía y ponerla en
una cuestión más política.
-A.X.: Fue calificada por los ex candidatos del FIT, Nicolás del Caño y Miriam Bregman, a la salida de
la apertura de las sesiones, como uno de los discursos más cínicos de la historia. Por dar un ejemplo,
habló de educación mientras ese mismo día, cuando debían comenzar las clases, en 14 provincias
estaban haciendo paros y movilizaciones.
-E.L.: Claro. Incluso los economistas saben que el gobierno está inflando el déficit que recibió, que por cierto no
es una panacea, debe estar cerca del 5%, pero nunca en el 7% como afirman.
Incluyen pagos que se tienen que hacer en el 2017 en el déficit del 2016, etc. Todo para justificar una política de
ajuste, inclusive el chantaje que hace el gobierno diciendo que o arreglamos con los buitres y nos endeudamos o
no hay gradualismo y la política de ajuste va a ser mucho más fuerte. Es todo un mecanismo de ese tipo el que
estuvo presente durante todo el discurso.
-A.X.: Más allá de la justificación en la herencia, el ajuste se anunciaba ganase Macri o Scioli. ¿Con
Scioli hubiera sido lo mismo? ¿No había opción al ajuste?
-E.L.: Creo que probablemente no sería tan brutal al principio, no pasaría lo que está sucediendo con los
empleados del Estado probablemente, no estarían desactivando una serie de políticas sociales del Estado. Lo que
buscan con los despidos en el Estado es eso, porque desde el punto de vista del déficit no mueve el amperímetro.
Que echen a 15.000 o 20.000 trabajadores no cambia sustancialmente el déficit fiscal. El déficit está en el gasto
producto de los subsidios, las exenciones impositivas y demás.
Además hay un tema, Argentina es un país capitalista dependiente que tiene un desarrollo insuficiente y
deformado de su fuerza productiva, esto hace que después de un ciclo expansivo de la economía como
efectivamente lo hubo aquí, siempre inevitablemente viene una política de ajuste. La única manera de evitarlo
sería transgrediendo esos límites del capital, pero como ninguna de estas fracciones políticas de la burguesía, sea
el alfonsinismo, el menemismo, el kirchnerismo, macristas, incluso los militares, ninguno quiere transgredir esas
normas, entonces el ajuste es prácticamente inevitable.
Podrían ajustar a otros, en vez de ajustar a los trabajadores y sectores populares, ajustar a las clases más
poderosas y pudientes, pero eso también sería tergiversar las normas del capital. Si se observa desde la primera
crisis durante el gobierno peronista del año 52/55, todas y cada una de las que vinieron después, la del ´60, la
del ´73, la del ´76, la del ´89, todas fueron precedidas por un crecimiento de la economía y todas terminaron
en un ajuste, precedido por inflación, devaluación, déficit fiscal, etc. Pero siempre el ajuste comienza por la
devaluación.
Argentina emitirá la deuda más grande desde México hace 20 años para pagarle a los buitres
43
-A.X.: ¿Qué opinión tenés acerca del nuevo acuerdo con los fondos buitre?
-E.L.: El gobierno presenta el acuerdo como un gran éxito y como una necesidad urgente para volver a
endeudarse, apuesta todo al nuevo endeudamiento, al acuerdo con los fondos buitre que se logró rápidamente
por la sencilla razón de que se aceptaron todas las condiciones. Similar al esquema que había hecho Kicillof
cuando arregló con el Club de París en 48 horas, porque fue a ver dónde había que firmar y lo hizo.
Para llegar al acuerdo tienen que presentar una Ley ómnibus, un proyecto para levantar la Ley cerrojo y la de
pago soberano, que es una lesión a la soberanía porque la orden de levantar esas leyes es de Griesa que lo pone
como condición para llevar adelante el acuerdo. Es una decisión impuesta desde el exterior.
Además, involucra habilitar al gobierno a emitir bonos por U$S 15.000 millones de dólares, el Herald Tribune ha
dicho que va a ser la deuda más grande emitida por un país desde que México lo hizo por U$S 16.000 millones
hace 20 años. Es una deuda muy significativa la que se va a emitir y se va a hacer para pagarle a los buitres, no
para invertir en el desarrollo de ninguna fuerza productiva ni nada que aporte al crecimiento del país. Volvemos
al endeudamiento a todo galope, porque después va a haber que endeudarse para financiar el déficit fiscal, para
inversiones productivas, etc.
-A.X.: ¿Cuál es entonces el panorama más cercano?
-E.L.: El panorama es recesivo, se habla de que va a caer en 2 puntos el PBI. Lo que va a implicar pérdida de la
capacidad adquisitiva de los salarios y hay que ver cómo incide en el empleo. Porque hasta ahora está el
desempleo en el Estado con el que están enviando un mensaje al sector privado habilitando despidos. Por otro
lado un mensaje a los trabajadores del sector privado para que no pidan mucho en paritarias y cuiden el empleo.
Hay una serie de líneas de producción, la metalúrgica, la automotriz que viven de la exportación y otros sectores
del mercado interno que van a caer, por lo tanto, hay que ver hasta cuándo aguantan sin generar desempleo
abierto. El secretario general de la UOM, Caló, acaba de pedirle al Congreso que sancione una ley declarando la
emergencia laboral y que habiliten nuevamente la doble indemnización por despido. Y los diputados del FIT
presentaron un proyecto de ley para que se prohíban los despidos y suspensiones por un año. Significa que todos
están viendo que el crecimiento de la tasa de desempleo es una posibilidad muy cierta. La situación, como otras
veces, es difícil y el límite del ajuste depende de la resistencia de los ajustados, no hay otra solución, si los
ajustados no resisten, el ajuste va a pasar.
Las nuevas fronteras de las commodities en Venezuela
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209774
Emiliano Teran Mantovani
Rebelión
“El capitalismo está definido por el movimiento de frontera […] La apropiación de la tierra y el trabajo de
frontera ha sido la condición indispensable para las grandes olas de acumulación de capital, desde la era de los
Holandeses en el siglo XVII hasta el ascenso del neoliberalismo en los años 70 y 80 del siglo XX […] Las
fronteras [son] la vía decisiva para que otros, fuera del circuito del capital, [paguen] la factura de la
acumulación interminable de capital”.
Jason Moore
“La Faja [del Orinoco] es territorio virgen, no hay resistencias”
Ricardo Menéndez, Ministro de Planificación, 2015
“Nuestras conciencias serán sacudidas por el hecho de solo estar contemplando la autodestrucción basada en la
depredación capitalista, racista y patriarcal”.
Berta Cáceres
La significativa reorganización geoeconómica del territorio venezolano que se está impulsando actualmente
alrededor del extractivismo no es cualquier cosa. Si hay algo que ha unido a todos los grandes proyectos políticopartidistas en disputa en el país –Plan de la Patria, Programa de la MUD, “Petróleo en La Mejor Venezuela” de
Leopoldo López– es su horizonte hacia un extractivismo repotenciado (y en numerosos sentidos salvaje). Solo
que ahora en este contexto de capitalismo del desastre y de crisis histórica, se han creado las condiciones para
evitar cualquier resistencia por parte de políticas nacionalistas: ahora la pelota parece estar del lado del capital
transnacional.
Así pues, el capital reorganiza coaliciones con las élites políticas nacionales, redefine las funciones históricas de
Venezuela en la división internacional del trabajo y la naturaleza, y acelera la expansión tanto en extensión como
en intensidad, a las nuevas fronteras de las commodities, a la apropiación las últimas zonas “vírgenes” del país,
para abrir paso a un nuevo proceso de acumulación originaria. Esto no es cualquier cosa porque no se trata sólo
de la conformación de un nuevo pacto político, o la asunción de nuevas estructuras de poder, sino de cómo se va
a moldear el territorio nacional, como se va a desarrollar el capitalismo-en-la-naturaleza (J. Moore), orientado a
las funciones del mercado mundial, tal y como ocurrió en las primeras décadas de la Venezuela petrolera. Estamos
ante
una
oleada
sin
precedentes
de
mercantilización
de
la
naturaleza
en
el
país.
44
Factores históricos y coyunturales de las nuevas fronteras de las commodities en Venezuela
Estamos asistiendo a un cambio histórico y prolongado de la territorialización del capitalismo rentístico
venezolano, de su ordenamiento geo-económico, mediante el cual se busca solventar la crisis del modelo y de
gobernabilidad, y que apunta a las nuevas fronteras de las commodities. Los factores más determinantes de este
proceso son:

El declive de los crudos convencionales: el significativo agotamiento de las reservas de crudos
convencionales del país, principalmente las de la cuenca de Maracaibo, y el declive de la producción de
estos crudos desde los años 70 (más de 60% desde entonces), obligan a las élites del Petro-estado a
ubicar nuevos enclaves extractivos, y por tanto construir nuevos ordenes territoriales y formas de
apropiación de la naturaleza.

La crisis histórica del modelo de acumulación: entre la década de los años 20 y 60 del siglo pasado,
existía un amplio margen geográfico para la expansión de un desarrollo capitalista “equilibrado” en el
país. La rentabilidad del modo de ocupación territorial (de las ciudades, de los enclaves extractivos)
comenzó a estancarse desde los años 70 y a partir de los años 80 hemos vivido profundos desequilibrios
económicos vinculados a este proceso espacial1. Desde la lógica del capital, para resolver el
agotamiento del modelo (crisis) y procurar sostener el creciente metabolismo social venezolano, nuevos
procesos de acumulación originaria deben ser abiertos en nuevas fronteras geográficas “vírgenes”
(ajuste espacial, D. Harvey) donde, como la dicho el Ministro de Planificación Ricardo Menéndez, “no
hay resistencias”.



Las
La reestructuración de la economía mundial: la tormenta económica global, expresada en la
volatilidad del mercado mundial, modificación en los patrones globales de acumulación, con perfil de
estancamiento secular, afecta especialmente a las economías más vulnerables, como la venezolana.
Ante sus altos niveles de dependencia y fragilidad, el gobierno venezolano solo se sostiene de su base
material (su naturaleza, su territorio) para tratar de aguantar los embates de estos procesos. El capital
lo presiona para abrir las fronteras (en todos los sentidos).
Cambios en el patrón energético global: si asistimos a importantes transformaciones en el patrón
energético global tal y como lo conocemos, el cual ha sido determinado por largo tiempo por los
hidrocarburos; y si el petróleo ha sido el commodity por excelencia de este patrón en crisis, países
exportadores de crudo como Venezuela, sufrirían notables impactos en sus economías domésticas y una
erosión de su importancia geopolítica, como lo ha reconocido Michael Klare2. Esto repercute en el perfil
del extractivismo nacional, tomando en cuenta los severos riesgos de apostar todas las fichas al proyecto
de los crudos extra-pesados de la Faja Petrolífera del Orinoco.
Las disputas geopolíticas por los llamados “recursos naturales”: determinantes en las diferentes
formas de penetración territorial y de acceso, gobernanza, apropiación y negociación de los llamados
“recursos naturales” de la nación.
nuevas
fronteras
de
las
commodities
en
Venezuela
Podemos pensar en un mapa en tres tiempos. Uno primero de carácter histórico (1922-2004) en el cual se
estructuró la territorialización del capitalismo rentístico venezolano bajo la lógica centro-periferia, sobre la base
de la hegemonía de enclaves petroleros (extracción) en las cuencas occidental (principalmente Zulia y Falcón) y
oriental (principalmente Anzoátegui y Monagas), y de cinturones urbanos (distribución/consumo) principalmente
en la zona norte costera. Así pues, al norte del Orinoco vive el 95% de la población y, para e l capital el sur del
Orinoco
es
una
“zona
de
bajo
coste”
y
objeto
de
conquista.
El segundo tiempo de este mapa (2004-2013) representa el nuevo proyecto de la reconfiguración histórica de
esta territorialización. El «Plan de la Patria» que propusiera el presidente Chávez lo sistematiza, y podríamos
decir que, aunque puede variar en sus formas, es una muestra representativa del programa económico de todas
las coaliciones políticas en disputa en el país. Esto es debido a que sus proyectos-país están basados
unánimemente en el extractivismo y en sus “ventajas comparativas” (sus recursos naturales). El capital foráneo
(chino, estadounidense, etc.) contribuye a darle forma a este mapa, basado en sus necesidades de recursos
estratégicos. En este segundo momento se constituye una transición territorial, que apunta claramente al
movimiento de frontera –con especial énfasis en el viaje al sur– y delinea las nuevas rutas del extractivismo.
Desde
este
punto
de
vista,
es
un
mapa
policéntrico
y
diverso.
El tercer tiempo de este mapa (2013-¿??) representa una cartografía en construcción y supone la ejecución
concreta de la transición territorial, pero a diferencia del anterior, planteado en tiempos de abundancia por el
boom de las commodities, este se produce en el contexto de crisis y debilitamiento de la capacidad de negociación
del
Petro-estado
y
parece
apuntar
a
un
formato
de
acumulación
salvaje.
La nueva apropiación de frontera desborda el mapa histórico, se expande a áreas de reservas naturales,
extracciones offshore, parques nacionales. Todo aquello que pueda ser determinado en un inventario nacional
certificado de recursos estratégicos del país –ej., el llamado «Proyecto Magna Reserva Minero»–: cuánto tienes,
cuánto vales. Un nuevo núcleo extractivo principal se va concretando en la cuenca del Orinoco, dándole una
importancia
mayor
a
la
minería.
Montados de nuevo en el tren al sur –recordemos desde los viajes de Sir Walter Raleigh hasta la tragedia del
Caño Manamo– voceros principales del gobierno nacional anuncian con orgullo la apertura a unas 150 empresas
internacionales de 35 países para la explotación del Arco Minero de Guayana (u Orinoco), con una extensión de
111.000 kms2 que sumados a la Faja del Orinoco ampliada (64.000 kms2) totalizan un “polo de desarrollo ” de
175.000
kms2,
una
extensión
equivalente
a
todo
el
territorio
de
Uruguay.
45
Presionados por la emergencia económica nacional y el apetito del capital transnacional, el Gobierno nacional pisa
el acelerador hacia la apropiación de las fronteras –tan rápido como 1 año y medio para certificar las reservas de
oro, diamante, coltán y hierro en el Arco Minero Orinoco3, y tan pronto como un mes para que se instalen los
capitales canadiense, estadounidense y alemán para iniciar la extracción en dicho Arco4–.
Anuncios oficiales sobre la construcción de una “nueva economía” de una “diversificación”, de romper con la
tradición de ser un país monoproductor y de una industrialización de los recursos naturales5, no dan cuenta de
que en realidad se apunta a una diversificación del extractivismo, una expansión del rentismo (ahora mixto) y al
procesamiento de los commodities que de ninguna manera está conectado a un horizonte de soberanía
alimentaria, cuidado del territorio y la vida, y de aminorar la dependencia en tiempos de crisis global. La
apropiación oficial del discurso sobre el ecosocialismo deforma este concepto, lo ahueca y lo convierte en puro
cinismo.
El
mapa
de
las
fronteras
de
las
commodities
Los principales enclaves de las nuevas apropiaciones de frontera son:

Arco Minero del Orinoco: ubicado a lo largo del norte de los estados Bolívar y Amazonas, fue dividido
en 4 bloques diferenciados por su potencial y definidos por color: azul es coltán, amarillo es oro, marrón
es hierro y color perla es diamantes. Al no haberse realizado una certificación de reservas algunos datos
son estimaciones oficiales. El “potencial” de la Zona Oriental es el oro, con reservas probadas de 4 mil
300 toneladas y con “proyecciones” que podrían colocarse en el futuro por encima de las 7 mil toneladas
–para pasar a ser la segunda reserva de oro del planeta–6. Según la transnacional canadiense Gold
Reserve Inc. cuando se construya el proyecto Brisas-Cristinas (combinado), se prevé que sea la mayor
mina de oro en América del Sur y una de las más grandes del mundo7.
En la Zona Occidental destacan los diamantes (resaltando la zona de Guaniamo, edo. Bolívar), donde existirían,
según el viceministro de Minas, Richard Lozada, alrededor de 3.000 millones de quilates de diamantes en la
zona8, aunque el Ministro para Petróleo y Minería Eulogio del Pino habló de un potencial de reservas de hasta
11.800 millones de quilates, para llegar a ser la 6ta reserva más grande del mundo9. Sobre el coltán (destacando
la zona de Parguaza, edo. Bolívar), hay pocas precisiones acerca de sus reservas potenciales, pero en 2010, en
una evaluación muy preliminar, el presidente Chávez las calculó (a los precios de aquel entonces) en 100.000
millones US$10. También se han declarado estimaciones de reservas de hierro de más de 14.000 millones de
toneladas (concentradas hacia las zonas de Ciudad Piar y Cerro Bolívar)11, 200 millones de toneladas de bauxita
y unas potenciales 108 millones de libras de cobre al año.
46

Faja Petrolífera del Orinoco: según PDVSA, la cuota de extracción en la FPO dio un salto histórico en los
últimos años para llegar a 1.228.300 de barriles diarios en 2014 –563.000 MBD en 2006, PDVSA y
asociaciones con terceros– fundamentalmente en los bloques Junín y Carabobo, y para 2014 la
extracción de crudos pesados y extrapesados representó el 58,8% del total de petróleo extraído en
Venezuela12. Los bajos precios internacionales del crudo dificultan mucho la expansión planteada para
la Faja en los planes nacionales. El 1 de septiembre de 2015, el presidente Maduro anunciaba un
préstamo otorgado por China de 5 mil millones US$ con el fin específico de elevar la producción petrolera
de manera progresiva en los próximos meses13, lo que da cuenta de la sed de inversiones para cumplir
esta meta de incremento extractivo.

Gas off-shore. Proyectos Rafael Urdaneta y Mariscal Sucre: avanza el Proyecto Rafael Urdaneta (29
bloques desde el Golfo de Venezuela hasta el noreste de Falcón) con el desarrollo del bloque Perla Cardón IV (costa afuera de la Península de Paraguaná), que según Repsol, es el mayor campo de gas
offshore de Latinoamérica14. Actualmente se producen 500 millones cm3 de gas (logrado en sólo 6
meses) con el objetivo de alcanzar los 1.200 millones cm3. Por otro lado, el Ministro Del Pino ha
planteado que el proyecto Mariscal Sucre (norte de la Península de Paria, edo. Sucre) es “prioritario” y
de pronto arranque, y puede dar 1.200 millones cm3 adicionales. El objetivo, a parte del mercado
interno, sería exportar gas por primera vez en la historia15.

Carbozulia: con miras a recuperar y expandir como nunca antes las cuotas de extracción de carbón en
el Zulia (de donde se encuentra alrededor del 80% de las reservas totales del país), el gobierno nacional
busca financiamiento por la vía de asociaciones –unos 800 millones US$ en unos 3 o 4 años para
recuperar los niveles de inversión– y relanzar Carbozulia (proyectos al noroccidente de este estado)16.
Venezuela tiene reservas estimadas entre 9 y 10 mil millones de toneladas de carbón. Como referencia,
cabe mencionar que los planes 2006-2012 planteaban alcanzar una meta de extracción de 24 millones
de toneladas anuales17. Esto supondría la apertura de nuevas minas (como Socuy, Maché y Cachirí) y
la expansión geográfica del extractivismo de carbón.

Lomas de Níquel: el Viceministro Lozada planteó que actualmente se está buscando el relanzamiento
de este proyecto de minería de níquel a cielo abierto (en el yacimiento más importante del país, ubicado
en los municipios Santos Michelena de Aragua y Guaicaipuro de Miranda), y que está en desarrollo un
proceso de inversión de alrededor de 1.000 millones US$ en el cual participan más de 28 empresas18.
Cuando la transnacional británica Anglo American explotaba la mina (hasta 2012) se planteaba alcanzar
una producción anual entre 16.000 y 18.000 tons3 de níquel y entre 60.000 - 67.000 Tons3/año de
ferroníquel durante 30 años19 –con la capacidad de cubrir casi el 1% de la producción mundial.

La Faja Pesquera Acuícola de Venezuela: están por definirse una serie de estímulos, incentivos y
facilidades para empresas públicas y privadas con el objetivo de expandir la actividad pesquera –con
énfasis en la actividad atunera– en una zona físicamente relacionada con el eje norte costero, y la
fachada atlántica y caribeña, lo que no impide que dicha ampliación extractiva se impulse en otros
sectores, incluyendo el océano pacífico20. Se plantea como meta cubrir la demanda interna, pero
también la exportación de pescado para generar divisas.
Modalidades
del
extractivismo
en
las
nuevas
fronteras
de
las
commodities
Las nuevas fronteras de las commodities no solo suponen un avance cuantitativo de la mercantilización y
apropiación de la naturaleza y la vida (más hectáreas ocupadas, más cuotas extractivas, más sectores de la
actividad extractiva). En estos tiempos en los que se hace cada vez más borrosa la distinción entre “progresismo”
y neoliberalismo en América Latina, es importante evaluar también qué modalidades y operaciones le dan forma
a estos proyectos y formas de gestión y gobernanza de los “recursos naturales” y los territorios. Mencionaremos
4
modalidades:
a)
Pagar
con
commodities:
apropiación
directa
del
“recurso”
Este formato ya se ha venido desarrollando desde hace unos años con los préstamos por petróleo que ha venido
adquiriendo el gobierno venezolano con China. El “modelo exitoso de la Faja del Orinoco” (E. Del Pino) parece
que se aplicará en los demás convenios extractivos. Por ejemplo, en enero de este año el Ministro Del Pino ofrecía
estímulos a inversores para levantar la extracción de carbón de Carbozulia, proponiendo pagar con carbón de
alta
calidad
parte
del
financiamiento
adquirido
con
éstos.
b) Las Fajas y las Zonas Estratégicas de Desarrollo Nacional: extractivismo como desterritorialización salvaje
En noviembre de 2014 se hizo oficial la "Ley de Regionalización Integral" (LRI), que plantea las figuras de las
“Zonas Estratégicas de Desarrollo Nacional” (ZEDN) y las “Zonas económicas especiales” (ZEE) –tomadas del
modelo chino–, las cuales representan una liberalización integral de regiones geográficas del país, para derribar
obstáculos al capital (IED). En ellas se plantean políticas tales como: estímulos fiscales y aduanales, incentivos
económicos a las empresas para el desarrollo de las zonas; liberación de restricciones arancelarias, suspensión
de impuestos a empresas; definición de una autoridad (coordinador) de la ZEDN; definición de un régimen
especial y extraordinario de contrataciones, acorde a los objetivos de la ZEDN que se cree; posibilidad de una
administración especial de los ingresos generados en las zonas; autorizaciones para la movilización de mercancías
y facilidades de despacho, simplificación de trámites y obtención de permisos de forma sencilla; y orientación de
las
ZEE
a
la
exportación
y
comercio
internacional
(aunque
no
únicamente)21.
El reordenamiento geográfico de este formato extractivista propone una territorialización que no se centra
únicamente en el enclave extractivo, planteando en cambio todo un eje integral desarrollista, una nueva fo rma
del capitalismo-en-la-naturaleza: las fajas (faja minera, faja petrolífera, faja pesquera). Junto a Paraguaná, el
eje Morón-Puerto Cabello, y en el eje Ureña-San Antonio, estos enclaves de las nuevas fronteras de las
commodities han sido decretados oficialmente como ZEDN, para potenciar la acumulación originaria que allí se
proyecta.
Aunque la LRI no hace referencia específica a ningún parámetro ambiental, preocupa que esta liberalización
territorial sea un cheque en blanco para la devastación de la naturaleza, y haga prácticamente imposible detener
estos procesos destructivos de la vida, si acaso pudiendo apenas remediarlos posteriormente.
c)
La
naturaleza
como
reserva
monetaria:
hipotecar
la
vida
La expansión del extractivismo de oro en Venezuela tiene relación no sólo con el negocio en sí, sino también con
las posibilidades de reforzar directamente las reservas internacionales del país. Adicionalmente, tras una reforma
de la Ley del Banco Central realizada por el presidente Maduro en diciembre de 2014, el diamante y demás
piedras
o
metales
preciosos
forman
parte
de
las
reservas
internacionales22.
Así que, incluso lo que no se ha extraído entra a la valoración del casino del mercado mundial –de ahí el afán por
la certificación de las reservas mineras–. La Vida ecológica pasa a ser reserva monetaria, forma de cumplimiento
de pago de deuda, y garantía de la hipoteca. Con esta neoliberalización de la naturaleza, esta entra de lleno en
los términos del ajuste y la reestructuración económica. De ahí que la relación de la minera canadiense Gold
Reserve Inc. con el gobierno nacional pasara, de ser expropiada en 2009, seguido de un arbitraje del CIADI por
este caso que falló contra Venezuela por 760 millones US$ en 2014, a firmar en febrero de este año (2016) un
acuerdo con dicho gobierno para operar en la mayor mina de oro del país –el CEO de Gold Reserve ha dicho
también que aspira contar con la conformación de una ZEE23–, al tiempo que Venezuela se comprometió a pagar
el monto del arbitraje en 60 días. Hemos pasado del extractivismo por desarrollismo al extractivismo por
endeudamiento. En esencia, la trampa de la deuda se cobra con taladros, excavadoras y cianuro.
d)
47
Gobernanza
sobre
los
“recursos
naturales”:
la
amenaza
de
una
oligarquía
autoritaria
Una expansión territorial de este tipo supone necesariamente un tipo gobernanza sobre los llamados “recursos
naturales” y el territorio que se amolde a ella. Una coalición corporativa aparece como la garante del “desarrollo”
y la seguridad nacional. Conviene pues preguntarse, cuál será el papel tanto del sector militar, como el de las
compañías
transnacionales
en
estos
procesos.
Respecto al primero, además de evaluar su rol histórico en la composición del Petro-estado venezolano y su papel
en el devenir de la Revolución Bolivariana, el decreto del 10/02/2016 de la creación de la Compañía Anónima
Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas (CAMIMPEG - Gaceta Oficial N° 40.845) parece indicar las
formas de este nuevo rol: no solo apunta a una completa “securitización” de los recursos naturales del país –ya
se contemplan despliegues de las Fuerzas Armadas y labores de inteligencia logística en las ZEDN24–, sino
también a una gestión directa del sector militar en el proceso extractivo, siendo que la Camimpeg estará facultada
para realizar una larguísima lista de operaciones que lo abarca prácticamente todo (art. 3): “todo lo relativo a las
actividades lícitas de Servicios Petroleros, de Gas y Explotación Minera en general, sin que esto implique limitación
alguna”25. La sociedad mercantil tendrá una duración de al menos 50 años y otorga atribuciones directas al
Ministro
de
la
Defensa.
Esto se combina con un mucho mayor nivel de incidencia territorial por parte de las compañías transnacionales
por medio de las flexibilizaciones y liberalizaciones de las ZEDN y los acuerdos económicos realizados con el
gobierno nacional, en el marco de un Decreto de Emergencia Económica (Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.214)
y la declaración de estado de excepción en varios municipios de estados fronterizos desde fines del año pasado.
En comparación con la forma de la alianza política en los primeros años de la Revolución Bolivariana (PetroEstado y base popular organizada), donde se plantearon Comunas, NUDES o demarcación de tierras indígenas,
la crisis y la nueva correlación de fuerzas podrían apuntar a una modalidad de autoridad y gobernanza oligárquica
sobre
el
territorio
y
los
recursos
naturales.
Consecuencias
Los cambios en curso, en el marco de la reproducción del extractivismo, un modelo de acumulación capitalista
que genera profundas desigualdades sociales, devastación ambiental y dependencia sistémica, tendrían
consecuencias
que
podrían
ser
muy
significativas.
Mencionaremos
algunas
de
ellas:
a) Renta extractiva, déficit ecológico y pobreza estructural: uno de los argumentos principales es que esta
colonización salvaje de las nuevas fronteras se hace para obtener más divisas, “impactar positivamente en el
PIB” y garantizar la continuidad de las políticas sociales. Lo que en realidad terminará ocurriendo es la liquidación
masiva de riqueza de la vida natural, de los medios de reproducción de la vida social, para transformarlos en
dinero el cual serviría para el consumo de productos importados en las ciudades o para pagar la deuda externa.
Hay por tanto una riqueza que emerge (renta extractiva) sobre la destrucción de otra (vida natural) –esta imagen
promocional del gobierno nacional representa muy bien esta disputa de valoraciones–. Un ejemplo de esto está
en la altísima huella de agua y materiales que supone la minería de oro a cielo abierto (que será aplicada en el
proyecto Brisas-Las Cristinas). Si partimos de la estimación del Ministro Del Pino, de las 7.000 toneladas de las
reservas potenciales de oro en el Arco Minero se obtendrían unos 200.000 millones US$26 (esto dependería de
los flujos y condiciones del mercado mundial y de las pautas de los convenios). Pero al mismo tiempo, obtener
esta suma de dinero supondría, por ejemplo, una pérdida abismal de riqueza de agua (la que sería utilizada
específicamente para el proyecto) de entre 3,1 a 7,4 billones de litros de agua –basado en estimaciones en
diversas
investigaciones
de
minería
de
oro
a
cielo
abierto
en
Colombia27–.
Desde un criterio de sostenibilidad, el cotejo MMM US$/billones lts de agua es absurdo en semejantes cantidades,
sencillamente porque la gente no puede ni comer ni beber dinero. Además, la transformación de la naturaleza en
dinero hace que dicha riqueza circule bajo las lógicas del capital mundial (flujos financieros), favoreciendo a las
clases propietarias y los países del Norte Global. Las consecuencias de esto son un aumento del déficit ecológico
y
el
potenciamiento
de
las
bases
estructurales
de
la
pobreza.
b) Patrón primarizado, dependencia y crecimiento del metabolismo social: aunque se esté anunciando que ahora
sí vamos a salir del modelo rentista, este reordenamiento del territorio supone un fortalecimiento del patrón
primarizado, produciéndose un conflicto entre usos del suelo, a favor del extractivismo. Como ejemplo, podríamos
preguntarnos ¿qué va a pasar con la agricultura en estados como Guárico, Anzoátegui y Monagas, donde se va
desarrollando la Faja del Orinoco?; ¿qué va a pasar con la pesca en Sucre si se sigue impulsando megaproyectos
gasíferos
y
de
infraestructuras
en
sus
costas?
Adicionalmente, la expansión de los impactos ambientales va mermando la disponibilidad de bienes comunes
naturales para la vida, al tiempo que podría crecer el metabolismo social producto de la modernización y
urbanización de nuevas zonas. Por ejemplo, la gravísima crisis eléctrica en Venezuela –el ministro de Energía
Eléctrica, Luis Motta Domínguez, ha advertido de un colapso eléctrico en abril, si no se toman medidas
urgentes28– es también producto del enorme sesgo urbano nacional (casi 90% de la población) y la incapacidad
doméstica para sostener el crecimiento del metabolismo social del país. Un mayor déficit ecológico acentúa la
insostenibilidad
económica
del
capitalismo
rentístico
venezolano.
c) Una devastación ambiental de grandes proporciones: la vida en Venezuela es posible gracias a sus fuentes de
agua, al papel que cumplen sus sistemas ecológicos no urbanos, inclusive posibilitando la existencia de las
grandes ciudades del país, que dependen de la importación de naturaleza para sobrevivir. La enorme devastación
ambiental que conlleva la expansión de estos megaproyectos extractivos tendría un impacto en la vida integral
del país. Recordemos, por ejemplo, que la zona FPO/Arco Minero se desarrollaría en el medio de la cuenca
hidrográfica más importante del país. Son conocidos los crecientes problemas de contaminación y acceso al agua
de la región norte de Venezuela –la más poblada del país–, que se ven agravados por fenómenos de intensas
sequías (2010, o la actual). A su vez, podríamos asistir a una mayor depredación de zonas de reserva como la
48
Reserva Forestal del Imataca, Parques Nacionales como Canaima o el Aguaro-Guariquito, o el Delta del Orinoco.
Antes que una reivindicación paisajista, se trata de un llamado a la preservación de las posibilidades de vida
armoniosa
en
el
país.
d) Extraordinaria amenaza para la subsistencia de los pueblos indígenas del país: los pueblos indígenas se
encuentran ubicados, fundamentalmente, en las nuevas fronteras de las commodities. Los varios yukpa
asesinados en los últimos años, la contaminación por mercurio de la mayor parte de los pueblos Yekwana y
Sanema en la cuenca del río Caura, o los desplazamientos por contaminación y las infecciones de VIH en el pueblo
Warao, son ejemplos de efectos directos o indirectos que las actividades extractivas dejan en sus territorios, y
que se verían extraordinariamente potenciados por esta expansión extractivista, que se realiza sin ninguna
consulta previa a estos. Una alerta debe propagarse para evitar que este proceso colonizador arrase con lo que
queda
de
nuestros
pobladores
originarios.
Alternativas al tren del extractivismo: ¿se pueden ‘ambientalizar’ las luchas en un país tan urbano
como
Venezuela?
Existen alternativas a esta nueva oleada de acumulación por desposesión, que estarían vinculadas, por ejemplo,
al impulso de la agricultura en diversas escalas; la recuperación de pozos petroleros convencionales no
explotados, en vez de insistir en la FPO y la megaminería depredadora (moratorias), lo que serviría para financiar
una recuperación y la transición hacia otro modelo, como lo ha propuesto el analista petrolero Carlos Mendoza
Pottellá29; usos diferentes de estas reservas naturales, como el turismo sustentable; o bien una nueva
arquitectura de distribución de las rentas que tenga un sentido de justicia social (abolir impuestos a los más
necesitados y pechar, por ejemplo, a la banca nacional) de transición ecológica (estímulos a actividades
productivas comunitarias sostenibles y desincentivos a actividades que generen devastaciones ambientales), y
de
estrategia
geopolítica
(¿existe
deuda
odiosa
en
Venezuela?).
Pero no se puede dejar de reconocer que la correlación de fuerzas ha cambiado negativamente respecto a años
atrás y el estado de corrupción que reina en las élites políticas, gobernantes, partidos políticos y grandes sectores
económicos del país es enorme, lo que achica notablemente el margen de maniobra para una política de izquierda.
Esto supone que una alternativa ante esta ola de mercantilización de la naturaleza y depredación de la vida debe
ser construida necesariamente desde abajo. Diversos conflictos eco-territoriales están en desarrollo en el país,
generalmente vinculados a pueblos indígenas, que defienden sus territorios y sus modos de vida ante el avance
desarrollista. Pero la población de las ciudades suele estar bastante desvinculada de estos conflictos, o apática
ante los procesos de degradación ambiental en otros territorios lejanos al lugar donde habita.
La paradoja para un país tan urbanizado como Venezuela es que, para detener el tren del extractivismo, o al
menos frenar lo más posible su desenfreno, es necesario el crecimiento de un movimiento de justicia ambiental
en las ciudades. ¿Podría la crisis del capitalismo rentístico, el aumento de las dificultades para acceder al agua
en las ciudades, la creciente insostenibilidad de las mismas, abrir una etapa para una mayor “ambientalización”
del
movimiento
popular?
Creemos
que
sí.
Esto en ningún sentido es una tarea fácil. La histórica “cultura del petróleo” (Rodolfo Quintero) que en buena
medida ha configurado nuestros imaginarios, cuerpos y prácticas, se ha proyectado como un ideal urbano, antiagrícola y colonial con la naturaleza. Si hay algo que podría ser culturalmente revolucionario en Venezuela es
promover la agricultura urbana y la ambientalización de las luchas populares. No porque esto vaya a resolver
todos los problemas del país, sino que puede constituir la base orgánica de una transformación profunda y
necesaria, que tenga como una de sus premisas la defensa de los medios de reproducción de la vida.
*Emiliano
Teran
Mantovani
es
sociólogo
es
investigador
Fuentes
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____________________________. “Gobierno potenciará desarrollo del arco minero como alternativa a la
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http://www.repsol.com/es_es/corporacion/prensa/notas-de-prensa/ultimas-notas/06072015-repsol-pone-enmarcha-el-megacampo-perla-en-venezuela.aspx
- Telesur. “Arco minero del Orinoco diversificará economía venezolana”. 24 febrero 2016. En:
http://www.telesurtv.net/news/Arco-minero-del-Orinoco-diversificara-la-economia-venezolana-201602240061.html.
- Últimas Noticias. “Merentes: Nuevo esquema minero apunta a la diversificación”. 29-02-2016. En:
http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad/economia/merentes-nuevo-esquema-minero-apunta-ala-diversif.aspx#ixzz41rpofSZf
- Venezolana de Televisión. “Venezuela firmó con China programa especial para préstamo de 5 mil millones de
dólares
(+Video)”.
Beijing,
China,
1
de
septiembre
de
2015,
en:
http://www.vtv.gob.ve/articulos/2015/09/01/venezuela-firmo-con-china-programa-especial-para-prestamo-de5-mil-millones-de-dolares-7860.html.
- Villegas, Tatiana. “En un mes se instalan empresas mineras”. Últimas Noticias. 28-02-2016. En:
http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad/economia/en-un-mes-se-instalan-empresasmineras.aspx#ixzz41O5gI8WZ
Entrevista a Harvey Wasserman, sobre las elecciones en
Estados Unidos
¿Podría ser que se robaran las elecciones de 2016 con la ayuda del voto
electrónico?
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209660
Amy Goodman
Democracy Now!
Traducción del inglés para Rebelión de Carlos Riba García
Hace tiempo que Harvey Wasserman, de Columbus, Ohio, viene criticando el voto electrónico. Es coautor del
libro What Happened in Ohio: A Documentary Record of Theft and Fraud in the 2004 Election (¿Qué pasó en
Ohio?: relato documentado del robo y fraude en las elecciones de 2004). Su próximo libro es The Strip & Flip
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Selection of 2016: Five Jim Crows & Electronic Election Theft (Expurgar el censo electoral y dar vuela el resultado
de las elecciones de 2016: la segregación racial y el voto electrónico para robar unas elecciones). Democracy
Now! conversó con él sobre sus preocupaciones vinculadas con la carrera presidencial en curso.
Advertencia: esta trascripción se hizo en forma apresurada; podría no ser la definitiva.
Amy Goodman: –Estamos en Westerville, Ohio, en las afueras de Columbus; en la Universidad
Otterbein, donde hoy he estado dando algunas clases, o sea, conversando con algunos estudiantes.
Estamos en la OTV, la televisión de Otterbein. Harvey Wasserman, yo quería hablar con usted sobre
le voto electrónico...
Harvey Wasserman: –Muy bien.
–... alguna vez ha dicho que en el futuro el voto electrónico podría utilizarse para robar elecciones.
¿Todavía le preocupa esta posibilidad?
–Bueno, en 2004 el voto electrónico fue utilizado para robar las elecciones presidenciales, aquí mismo, en Ohio.
John Kerry fue el legítimo vencedor y George W. Bush perdió. El secretario de Estado en ese momento, J. Kenneth
Blackwell, y el gobernador, Robert Taft, utilizaron el control que tenían del voto electrónico para darle la vuelta
al resultado en beneficio de George W. Bush contra John Kerry.
–¿Cómo sabe eso?
–Nosotros lo vimos... yo me crié aquí, Amy. Nosotros lo vimos todo, con nuestros propios ojos. Nosotros hicimos
el recuento. Yo trabajo con un científico de la política llamado Bob Fitrakis. Estamos a punto de publicar otro
libro The Strip & Flip Selection of 2016 . Están expurgando el censo electoral... Greg Palast, el gran periodista de
investigación está haciendo un muy buen trabajo en relación con esto... están quitando del censo electoral a los
afroestadounidenses, a los hispanos, a las personas que pueden inclinar el voto hacia el progresismo; de este
modo, en 2004, quitaron a 300.000 personas del padrón electoral, aquí en la zona urbana. Bush ganó por menos
de 120.000 votos.
Y este año, en el ámbito nacional, alrededor del 80 por ciento del voto será electrónico. No hay posibilidad de
verificar nada. En seis estados clave, los que son capaces de dar vuelta un resultado – Florida, North Carolina,
Ohio, Michigan, Iowa y Arizona– tienen gobernadores y secretarios de estado republicanos; no hay manera de
comprobar el escrutinio electrónico. Puede ser a medianoche o en
cualquier otro momento de esa noche, estos dos tipos pueden ir allí con un técnico informático y dar vuelta el
resultado del recuento electrónico en unos 60 segundos. Entonces, todos esos millones y millones de dólares
gastados, toda esa gente haciendo campaña pueden ser ignorados mediante una maniobra informática tarde por
la noche y no hay manera de saber qué ha pasado.
–Esto no lo hicieron con el presidente Obama en 2008.
–Lo hicieron. Pero Obama tenía demasiados votos. Estaba demasiado lejos. No pudieron... les habría costado
demasiado dar vuelta el resultado en demasiados estados [inaudible] creo que Obama ganó por más de 10
millones de votos. El último escrutinio, el definitivo y oficial, dio una diferencia de siete u ocho millones de votos.
–Pero, ¿por qué piensa esto?
–Porque hemos visto cómo pasaba. Cuando comparas los sondeos en boca de urna –que generalmente tienen
una exactitud del 1 por ciento– con los resultados electrónicos, hay diferencias enormes. Además, hemos
documentado docenas de cosas diferentes que se han hecho durante años para dar vuelta las votaciones
electrónicas.
–¿Cómo funciona el voto electrónico? ¿Y quién controla los controles del voto electrónico?
–Bueno, aquí está la clave del asunto. Las máquinas del voto electrónico son propiedad de algunas empresas
privadas, que generalmente son de orientación republicana. Y los tribunales han dictaminado que el código fuente
de esas máquinas de voto electrónico sea de una marca registrada. Por lo tanto, ni siquiera los gobiernos que
compren o arrienden esas máquinas pueden acceder a una verificación final del proceso. Incluso Ronald Reagan
dijo, “Confiar, pero verificar”. Nosotros sabemos que el recuento de 2004 fue dado vuelta. Sabemos que en 2000
pasó lo mismo en el condado de Volusia.
–¿Dónde está el condado de Volusia?
–En Florida; cuando Al Gore era el candidato legítimo y George W. Bush ganó la elección. Bueno, so lo estoy
hablando del más grande...
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–¿Y allí había voto electrónico?
–En Volusia sí había. En la parte sur de Florida, se usaban las boletas de papel. Lo único bueno que podemos
decir de George W. Bush es que en realidad el pueblo estadounidense nunca lo eligió como presidente. Esta
posibilidad la estamos viendo ahora, en 2016, en unas elecciones que en esos seis estados clave, y en cualquier
otro sitio, serán dadas vuelta muy fácilmente.
–¿Y cuál, según su opinión, puede ser la solución?
–La solución es que tengamos unas elecciones en las que las boletas se cuenten a mano, una a una, y en todo el
país. Unas elecciones en la que la gente pueda controlar el censo electoral, porque hay personas que están siendo
eliminadas del padrón electoral, la mayor parte de ellas, por supuesto, afroestadounidenses e hispanos. Pero este
año no conseguiremos eso; este año será muy muy difícil, en unas elecciones cerradas, controlar exactamente
lo que pase porque son ‘cajas negras’. Tenemos una actriz maravillosa, Bey Harris, que ha estado trabajando con
Greg Palast y otras personas; esta gente ha demostrado que en unas elecciones en las que se vota en cajas
negras donde el público no tiene acceso alguno no existe un proceso de verificación de los votos electrónicos. Y
así estamos transitando esta enorme farsa de una campaña nacional, unas primarias y después una elecciones
generales en las que se gastarán cientos de millones de dólares, cuando esa misma noche después de la votación,
en 60 segundos, el resultado real puede ser dado vuelta informáticamente en los estados clave sin verificación
alguna.
–Si se vota electrónicamente en todas partes, como es el caso ahora, ¿no es así?
–En buena parte, sí.
–¿Cómo protegerse? ¿Qué se puede hacer para que la gente esté segura de que su voto sea contado
aunque se utilice el voto electrónico?
–No hay manera. Es imposible comprobar un voto emitido electrónicamente. Hay unas empresas privadas que
son las propietarias de las máquinas de votación, y el software de marca registrada impide el acceso del público
al recuento real de los votos. Estamos abocados a unas elecciones nacionales en las que no solo se elige un
presidente sino también la conformación del Senado y la Cámara de Representantes. Nosotros creemos que en
2014 se robaron tres escaños del Senado –los de North Carolina, Colorado y Alaska– y que los 54 escaños de los
republicanos no son legítimos, es decir, su mayoría en el Senado no es legítima. Y esto volverá a pasar. No se
trata solo de la presidencia. Nosotros estuvimos... a partir de nuestra experiencia en Ohio en 2004, Bob Fitrakis
y yo hemos escrito siete libros sobre esta cuestión. Y otra vez tenemos un gobernador republicano y un secretario
de estado republicano. En el escrutinio del voto electrónico, no hay verificación posible de cuál será el resultado;
será arbitrario... en último caso, se resolverá a... medianoche, a la 1 de la madrugada de la noche de la votación...
–¿Por que piensa que los republicanos harían eso?
–Oh, no; los demócratas también lo hacen, no lo dude. Yo tengo... nosotros tenemos serias preguntas sobre la
forma en que Rahm Emanuel fue reelegido en Chicago, por ejemplo. Y no tenemos ninguna duda de que Scott
Walker robó su reelección en Wisconsin.
–¿En qué se basan?
–Nos basamos en el milagroso descubrimiento de varios miles de votos en uno de los llamados problemas
informáticos de una máquina de votación que le dio una victoria cuando estaba claro que era una derrota. Ya
sabe, es algo que viene sucediendo desde hace tiempo. Estos procedimientos fueron más o menos perfeccionados
en el extranjero por la CIA y otros operadores. Los problemas han vuelto. Empezaron en las primarias de 1988,
cuando George H.W. Bush utilizó el voto electrónico en New Hampshire para derrotar a Bob Dole. Desde entonces,
venimos viendo el uso del voto electrónico en todo Estados Unidos para dar vuelta elecciones después de haber
modificado los padrones electorales. Y, ya sabe...
–Cuando dice “modificar los padrones electorales, ¿qué quiere decir?
–Bueno, Grag Palast ha informado acerca de esto. En el 2000 en Florida, antes de las elecciones unos 90.000
votantes, la mayoría negros e hispanos, fueron eliminados del censo electoral, en un recuento ganado por 600
votos. En el 2004 en Ohio, 300.000 votantes principalmente de zonas urbanas fueron excluidos del padrón.
Algunas personas se presentaron a votar –como yo lo hice, dicho sea de paso– en el barrio donde vivían... A mí
me negaron la posibilidad de voto en ausencia; para reclamar, presentamos una demanda federal, que ganamos
y después no sirvió para nada.
Pero la realidad es que ponemos nuestro voto en ‘cajas negras’ y que tanto los gobernadores como los secretarios
de estado de aquellos estados que pueden decidir una elección –aunque también en cualquier estado que tenga
un gobernador y un secretario de estado del mismo partido, sean demócratas o republicanos–, tienen el poder
de, en el marco de la votación electrónica, dar la vuelta al resultado de una elección, ya que no hay comprobación
alguna porque los tribunales han dispuesto que las máquinas para votar –de propiedad privada– tengan software
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registrado. Se trata de una pesadilla. Eso no es democracia. Lo que quiero decir es que Bernie Sanders ha
demostrado que las elecciones... que la financiación de la campaña está arreglada, que la economía está
arreglada. ¿Por qué no dar un paso más, muy pequeño, y amañar también el voto electrónico?
–Bueno, de momento vamos a dejarlo aquí, Harvey...
–Muy bien.
Harvey Wasserman es periodista independiente y activista antinuclear desde hace varios años.
Fuente: http://www.democracynow.org/2016/2/23/could_the_2016_election_be_stolen?autostart=true
Nieves y Miro Fuenzalida/ Los cyborgs ya vienen
http://www.surysur.net/los-cyborgs-ya-vienen/
¿Cuales serán las implicaciones de la cultura cibernética en la experiencia de la conciencia? ¿Cómo se van a
balancear las ventajas y desventajas de la biotecnología? El posthumanismo es la simbiosis de tecnología y ser
humano. No solo la tecnología en nuestra mano, sino la tecnología dentro de nosotros.
Un nuevo avance en nuestro desarrollo si pensamos que el cuerpo es la prótesis original que aprendemos a
manipular desde muy temprano y su extensión o reemplazo con otras prótesis es solo la continuación de un
proceso que comenzó antes de que naciéramos.
La visión posthumana reconfigura el ser humano al articularlo con maquinas inteligentes que borran la
demarcación absoluta o diferencia esencial entre la existencia del cuerpo y la simulación informática, los
mecanismos cibernéticos y los organismos biológicos, la teleología robótica y los goles humanos. El sujeto
posthumano deviene en una amalgama de componentes heterogéneos que sobrepasan y luego eliminan lo que
hasta ahora conocíamos como “si mismidad natural”. Según Donna Haraway no hay objeto, espacio o cuerpo
que sea sagrado en si mismo. Cualquier componente puede comunicarse con cualquier otro si los estándares y
códigos apropiados pueden ser construidos para procesar las señales a un lenguaje común. El cyborgs viene a
ser algo así como un si mismo colectivo que puede desensamblarse y reensamblarse nuevamente.
Un autómata es una maquina que se mueve de acuerdo a condiciones pre establecidas. Un robot es una
maquina que puede o no puede ser humanoide, puede ser autónomo o semi autónomo pero con aplicaciones
especificas. Un androide es, al igual que el autómata y el robot, completamente artificial, pero que
perfectamente bien puede pasar por un ser humano. Un cyborg, en cambio, combina la maquina con partes
vivas. Según Perkowitz, el cyborg consiste masivamente de piezas mecánicas bajo control natural.
Esencialmente, “un cerebro en una caja”. Igualmente, un ser biónico es un ser humano con implantes y
sustitutos. Todos estos acrecentamientos, de continuar, dice Perkowitz, le darán al cerebro una capacidad
adicional para mantener datos en un modulo exterior que podrían recuperarse a voluntad y continuar
gravando cualquier experiencia que se considere valiosa. Esto le daría al cerebro un nuevo nivel de poder
informático. Ahora mismo hay compañías que pueden implantar “chips” capaces de almacenar y dispensar
drogas que modifican la agudeza mental, el humor y la conducta.
Toda esta tecnología biónica, capaz de aumentar nuestra capacidad física y mental a un grado imprecedente…
¿podría también aumentar excesivamente la presión fisiológica y causar daño estructural? Un estudio
conducido por Hewlett Packard indicó que el aumento en infomanía o adicción a los aparatos digitales
produce una caída del coeficiente intelectual en más de dos veces comparado con los usuarios de marihuana…
si los implantamos en el cerebro… ¿sera la caida mayor?
En este escenario tecnobionico… ¿tiene la conciencia alguna relevancia? Según el posthumanismo la
distinción entre lo real y lo artificial, lo mental y lo corporal, lo orgánico y lo mecánico, lo original y lo
simulado es más bien semántica y fácilmente puede ser ignorada. Si consideramos la materia como la ultima
realidad y la conciencia como un epifenómeno, entonces, si algo se descompone la ciencia siempre va a
poder arreglarlo o reemplazarlo.
De acuerdo con el cognotivista Pepperell, la conciencia se refiere a todos esos atributos que usualmente
asociamos con un ser humano tales como pensamiento, emoción, memoria, inteligencia y auto conocimiento
que son función del cuerpo y no solo del cerebro. La mente incorporada es el paradigma dominante en el
campo de la inteligencia artificial. En la teoría reduccionista de Francis Crick los fenómenos de la conciencia,
sean nuestro nuestras penas y goces, nuestros recuerdos y ambiciones o nuestro sentido de identidad personal y
libre albedrío, son en realidad no mas que la conducta de un vasto ensamblaje de moléculas y
células nerviosas.
Para Dennett no hay ontología subjetiva y la experiencia de un lugar central en el cerebro donde la conciencia
ocurre es una ilusión. Antonio Damasio argumenta que la conciencia es un sentimiento y los sentimintos son
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generados por patrones neurologicos que operan en las areas apropiadas del tallo cerebral, talamo y cortesa
cerebral. No hay necesidad de un observador interno porque estos procesos cerebrales se observan unos a otros.
El teatro cartesia no es mas que una ilusion. La conciencia, como la fisiologia cerebral muetra, consiste de
pensamientos concientes que, como cosa fisica son funciones del cerebro y del universo fisico en el cual este
esta inmerso. Lejos de estar determinada solo por el cerebro, la conciencia es una funcion del cerebro, del
cuerpo y del mundo. En la historia occidental, desde muy temprano, la conciencia se ha visto como un
epifenomeno evolutivo mayor que reclama ser el sitio de la identidad humana cuando en el fondo, dice
Katherine Hayles, es solo una atraccion menor.
El posthumanismo, al afirmar la corporizacion de la conciencia, establece el dominio total de la materia en el
que la posibilidad de la “conciencia en si misma” desaparece. No hay diferencias esenciales o demarcaciones
absolutas entre la existencia corporal y la simulacion informatica, los mecanismos cyberneticos y los
organismos biologicos, la teleologia robotica y los fines humanos. El ser humano puede ser articulado en un
solo continuo sin fisuras con maquinas inteligentes. El sujeto post humano es un sujeto post conciente.
Cierto. Excepto… por un pequeño detalle. El fisico Jean Burns, entre muchos otros, afirma que la diferencia
que aun persite entre maquina y organismo esta en esa vieja idea de la voluntad o libre albedrio, asociados con
la conciencia, que los humanos tienen y que las maquinas carecen. Los efectos fisicos de la voluntad, dice, no
pueden ser explicados por las leyes fisicas actuales porque estas abarcan solo determinismo y azar quantico a
los que la volicion o conciencia escapan.
El cognotivismo posthumanista, que ha logrado un impresionante progreso en la comprension de las funciones
cerebrales, es la vision basada en la tercera persona, la del observador externo… ¿Pero, que pasa con la
observacion de la primera persona, de la del observador interno? ¿Se podria integrar la metodologia de la
tercera persona con la experiencia de la primera persona?
En el pensamiento occidental ser conciente es ser conciente de algo. Conciencia es siempre conciencia de un
objeto, nunca de un vacío. Es lo que los filósofos llaman conciencia intencional. Los cognotivistas tienden
a equiparar conciencia con mente pensante que es extencion del cuerpo, la naturaleza y la cultura. Y en este
paradigma la conciencia, por supuesto, es irrelevate , como dice D. Dennett. La Inteligencia Artificial funciona
perfectamente bien sin conciencia.
Arthur Deikman sugiere algo diferente. La conciencia tiene dos modos. El instrumental o mental que, con
ayuda de los sentidos, esta dirigida hacia fuera con enfasis en los objetos, los limites, las conductas
intencionales y la autosobrevivencia. Y el receptivo, dirigido naturalmente hacia dentro con el enfasis en la
conciencia no intencional, en la capacidad de trancender el contenido de la mente para tomar contacto con el
vacio que somos. Esta es la conciencia pura, vacia de todo objeto, incluyendo la autoconciencia, la ensoñacion
y la reflexion.
En la practica de la meditacion Advaitan la atencion, de manera espotanea y natural, se orienta a estados cada
vez mas tranquilos y ordenados de actividad mental hasta que toda actividad es trascendida y el observador se
queda sin pensamiento ni sensaciones, solo con la experiencia de la pura conciencia. No conocimiento de la
conciencia, sino que ser la conciencia. Esta tendencia de la conciencia a ir hacia su propio estado
fundamental sugiere que el pensamiento y accion descansan en nuestra capacidad para movernos hacia un
estilo de funcionamiento neurofisiologico optimo. Las experiencias subjetivas mas profundas, que son la base
para el logro de nuevos pensamientos, dependen de un gran refinamiento fisiologico. Son estas las que
sostienen la coordinacion harmonica entre cuerpo, mente y conciencia. Sin esta integracion, la extencion del
cuerpo y la mente hacia fuera, sobre la base solamente de la actividad instrumental, puede resultar en una
hiperexitacion biologica capaz de bloquear el acceso a la conciencia entendida como un vacio de
concepciones.…
¿Porque todo esto podria importarnos? Giorge Agamben, refiriendose al artista, describe como este descubre
que la ausencia de contenido inmediatamente se identifica con su conciencia mas intima. El artista es el hombre
sin contenido, cuya identidad esta en el perpetuo surgimiento de expresiones que nacen de la nada sin otro
fundamento que esta incomprensible estacion ubicada en uno de sus costados. Expresiones que crean nuevos
mundos.
Jean-François Lyotard dice que el capitalismo es una maquina vanguadista que arrastra a la humanidad a la
deshumanizacion para rehumanizarla a un nivel diferente. Los tecnocratas justifican la toma de posesión de la
maquina tecnologica porque la sociedad no puede entender sus propias necesidades, especialmete frente a las
nuevas innovaciones digitales. La unica resistencia a la tecnologia inhumana es otro inhumano ubicado en la
subjetividad humana. Este inhumano es el potencial para la sorpresa y las transformaciones impredictibles que
van mas alla del alcance racional y la normatividad tecnologica. Esta dimension no racional, no humana de la
subjetividad como fuente de resistencia sugiere un vacio de concepciones, un testigo indecible representado
por cierta literatura y arte.
Robert Forman nota que los estados de hipoexcitacion se orientan a una descontruccion del lenguaje y las
creencias, a algo asi como una liberacion de la experiencia de la cosificacion conceptual. La habilidad de
mantener la experiencia mas alla de nuestra identidad socialmente construida. Una experiencia que escapa a la
codificacion y normatividad intitucional.
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¿Podriamos decir que el riesgo de modificar tecnologicamente el cerebro no puede desviar a la mente de este
“potencial innato”? ¿ de que la hiperexitacion biotecnica no puede subvertir el sustrato genetico mental?
Katherine Hayles dice que cuando el cuerpo es integrado en un circuito cibernetico, la modificacion del circuito
necesariamente modificara tambien la conciencia. Conectada por multiples circuitos de retroalimentacion a los
objetos que diseña la mente, tambien, es un objeto de diseño.
En la novela de ciencia ficcion “Neuroromance” de Gibson uno de los personajes de la historia “Johnny
Mnemonico” pierde completamente su sentido de identidad despues de subir datos directamente de la “web” a
su cerebro. La inmensa cantidad de datos del cyberespacio invade su simismidad interfiriendo con su
funcionamiento fisiologico normal.
Por supuesto que la tecnologia bionica siendo la extencion natural de nuestras protesis beneficia
tremendamente el complejo cuerpo/mente… Pero, si a la larga, las maquinas continuan haciendose cada vez
mas humanas y los humanos mas maquinas… ¿no habria riesgo de socavar el acceso a lo que la vieja tradicion
esoterica, que ha corrido en los margenes del racionalismo occidental, llama “conciencia pura” ?
Si la fascinacion de autotransformarnos en organismos ciberneticos, en cyborgs radicales continua, puede que
algun dia la conciencia pura no sea mas que una vaga memoria. Y si esto ocurriera estariamos frente a una
especie bien diferente.
Los mensajes estratégicos del referendo en Bolivia
Eduardo Paz Rada
http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2016030206
El resultado negativo del referendo de consulta ciudadana en relación a la reforma constitucional para
la repostulación presidencial de Evo Morales Ayma en las elecciones de diciembre de 2019 abre un
nuevo periodo en la política boliviana y en el proceso de cambio, en la perspectiva de tomar en cuenta
los mensajes y disposiciones del pueblo boliviano respecto a las tareas que deben cumplir en este
periodo las fuerzas de oposición, los movimientos y organizaciones populares de Bolivia, el gobierno,
el Movimiento Al Socialismo (MAS) y el propio Jefe del Estado después de haber realizado una exitosa
gestión de diez años. Su actual periodo presidencial termina el 22 de enero de 2020.
El cómputo del Órgano Electoral Plurinacional establece que el No consiguió 2.676.864 votos que representa en 51.29% y el Si
2.541.922 que representa el 48.71%, lo que significa una diferencia de 134.942 votos. Los departamentos donde se impuso el No
fueron Santa Cruz, Beni, Pando, Potosí, Tarija y Chuquisaca, en tanto el Si ganó en La Paz, Cochabamba y Oruro, en ese contexto
fue determinante la diferencia de 271.630 votos que consiguió el No en Santa Cruz.
Esta consulta, que fue demandada por el Consejo Nacional por el Cambio (CONALCAM) con la activa participación de la Central
Obrera Boliviana (COB), la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), la Confederación Sindical Única de
Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), entre otras organizaciones populares, e impulsada por la mayoría de la
Asamblea Legislativa Plurinacional a través de una ley, ha sido una manifestación más de la profundización del proceso
democrático participativo en Bolivia.
La COB, histórica organización de los trabajadores bolivianos y protagonista de la política en el país, respaldó la reelección de
Evo Morales sobre la base de impulsar la profundización del proceso de transformaciones políticas, sociales y económicas con
nuevas nacionalizaciones, mayor industrialización, redistribución de la riqueza y decisiones revolucionarias y antiimperialistas.
EL MENSAJE DEL PUEBLO
El mensaje central de la votación representa una llamada de atención de la población para que el proceso de cambio tenga una
profundización y avance la democracia deliberativa. Por una parte la necesidad de profundizar el proceso con la adopción de
medidas que fortalezcan a las organizaciones populares e impulsen su participación y protagonismo, se politicen los debates en
torno a los próximos pasos a seguir con miras al cumplimiento de la Agenda Patriótica 2025, se desburocratice la administración
pública, se sancione a funcionarios y autoridades que hayan realizado y realicen actos de corrupción y, por otra, la adopción de
acciones contra los poderes de las transnacionales mineras y petroleras que obtienen mayores ventajas e incentivos económicos,
de los terratenientes soyeros, de la banca y las finanzas usureras y de los consorcios mediáticos, éstos últimos convertidos en el
faro ideológico de la restauración neoliberal.
Asimismo, aspectos sensibles como los de las limitaciones de la salud pública, las precariedades académicas de la educación, la
inseguridad ciudadana, la administración ineficiente de la justicia, la problemática policial y la lentitud en los procesos de gestión
pública deberán ser atendidos con premura, particularmente por las consecuencias que repercuten sobre el conjunto de la
población
La administración gubernamental de los siguientes años (2016-2019) será vital para que los candidatos del MAS y de los
Movimientos y Organizaciones Populares tengan opciones certeras de conseguir el triunfo electoral en diciembre de 2019 y dar
continuidad a los cambios realizados y así alcanzar la meta de la Agenda Patriótica en 2025, programa estratégico que contempla
la erradicación de la pobreza, la dotación de servicios básicos a toda la población, la recuperación soberana de la costa sobre el
océano Pacífico, la soberanía plena en los campos de la alimentación, la industria, la ciencia y la tecnología, los recursos
naturales, las finanzas y la producción.
El presidente Evo Morales ya asumió el reto no solamente con la propuesta de un nuevo referendo revocatorio, sino con la idea
de fortalecer los movimientos populares como eje protagónico del proceso y seguir impulsando el desarrollo económico y social
de Bolivia.
Las campañas del referendo inicialmente pusieron en debate no solamente el aspecto central de la reforma legal del artículo 168
de la Constitución, sino la gestión y el liderazgo del presidente Evo Morales, debate que tuvo un saldo muy favorable a la
repostulación del jefe de Estado por las importantes transformaciones sociales, económicas, culturales y políticas conseguidas
en diez años de gestión en Bolivia y por su fuerte presencia internacional reconocida por movimientos sociales del planeta,
líderes mundiales, el Papa Francisco y la Organización de Naciones Unidas.
LOS ARGUMENTOS Y ARMAS DE LA OPOSICION
Los desgastados dirigentes políticos de los partidos neoliberales, como Jorge Quiroga, Samuel Doria Medina, Rubén Costas,
Manfred Reyes Villa y Carlos Sanchez Berzaín, intentaron dejar el protagonismo a movimientos ciudadanos, pero no pudieron
porque ellos fueron los protagonistas centrales, junto a periodistas y medios, de la campaña negativa manifestando que la nueva
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postulación de Morales era el fin de la democracia, argumento débil frente a la decena de actos electorales, elecciones y
referendos realizados en los últimos diez años y a la efectiva inclusión política y social de sectores antes discriminados de la vida
pública como indígenas, mujeres, campesinos, trabajadores, jóvenes y dirigentes urbano-populares.
También calificaron de continuismo la nueva candidatura, sin embargo se estableció claramente que se trataba, por el contrario,
de dar continuidad a un proceso nacionalista, antiimperialista y latinoamericanista para avanzar en la liberación nacional que
había permitido sentar las bases de la soberanía y dignidad de Bolivia en el concierto internacional; para luego señalar que Evo
Morales impedía el surgimiento de nuevos liderazgos, argumento desmentido por la realidad puesto que en los últimos diez años
se promocionaron centenares de nuevos dirigentes populares, jóvenes, mujeres indígenas, trabajadores del campo y las ciudades,
los que alcanzaron los puestos de gobernadores, ministros, alcaldes, parlamentarios, asambleístas, embajadores, etc.
Recurrieron luego a señalar que el gobierno no luchaba contra la corrupción, citando el caso de malos manejos y fraudes en el
Fondo Indígena, lo cual fue desmentido por las acciones de la Contraloría General del Estado, la Fiscalía y el Poder Judicial que
determinó, hasta el momento, la detención de más de veinte personas, entre ellos ex ministras, dirigentes indígenas y
campesinos, parlamentarios, asambleístas y técnicos del Fondo, así como el procesamiento de alrededor de otras cien personas.
A diferencia de los millonarios actos de corrupción de políticos de los gobiernos neoliberales que fugaron al extranjero.
CAMPAÑA CON GUERRA SUCIA NEOLIBERAL
Sin embargo las últimas dos semanas de la campaña que enfrentó a los movimientos sociales, el MAS y el gobierno frente a los
partidos de oposición, las corporaciones privadas de medios de comunicación y sectores ciudadanos, fueron teñidas por la
“guerra sucia” iniciada por Carlos Valverde Bravo, un opinador racista ultraconservador de televisión de Santa Cruz con
antecedentes de narcotráfico, exterminio de un secuestrado y sus secuestradores durante el gobierno de Jaime Paz Zamora y
vínculos con las agencias de inteligencia de la Embajada de Estados Unidos.
Valverde dijo que el presidente tuvo una relación amorosa y que tenía un hijo con la señora Gabriela Zapata presentando un
certificado de nacimiento de un hijo de nombre Fidel Ernesto Morales Zapata y lanzó la denuncia de tráfico de influencias del
presidente basado en la versión de que la señora Zapata trabajaba para una empresa china que realiza empréstitos con el
gobierno. Varios medios de comunicación privada, redes, dirigentes de la oposición neoliberal y periodistas se convirtieron en
los altavoces de la posición de Valverde Bravo.
Morales Ayma manifestó que efectivamente tuvo, hace diez años, una relación amorosa, nació un hijo que murió tempranamente
y que, desde hace ocho años, no ha tenido ningún vínculo con Gabriela Zapata y menos información sobre su actividad laboral
con la empresa china, desmintiendo el intento de relacionarlo con corrupción o tráfico de influencias. Al mismo tiempo, se
iniciaron investigaciones parlamentarias a través de una comisión con participación del oficialismo y la oposición para evitar
especulaciones.
Por otra parte, a dos días de la votación, una manifestación masiva de padres de familia que demandaban atención a las escuelas
de parte de la Alcaldía Municipal de la ciudad de El Alto, bajo administración opositora, tuvo como desenlace la quema del
edificio de la alcaldía y el fallecimiento de seis personas por asfixia ante la inacción de la policía, situación que, según la prensa
privada antigubernamental, los parlamentarios y dirigentes de la oposición, fue señalada mañosamente como responsabilidad
del gobierno. Este hecho también fue amplificado de manera distorsionada en las redes y los medios de comunicación, con el
objetivo de dañar la imagen del presidente.
LAS PERSPECTIVAS INTERNAS Y EXTERNAS
En el contexto de los resultados del referendo, las dos perspectivas a tomar en cuenta son:
La externa y regional que está marcada por las agresivas acciones de los sectores conservadores y neoliberales locales
fuertemente articulados a la estrategia imperialista de recuperar espacios en América Latina y el Caribe, debilitando los procesos
nacionalistas, populares y antiimperialistas, en algunos casos, como ha ocurrido en Brasil, Argentina y Venezuela y que se
agudizan en Bolivia y Ecuador en los últimos meses.
También está el debilitamiento de las alternativas integracionistas como la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que prescinden de la delegación de Washington para desarrollar
políticas regionales emancipadoras. Los gobiernos de avanzada deberán mantener firmeza en las decisiones de fortalecer la
Patria Grande y la integración.
Y la interna que, frente a las agresiones de los voceros y agentes del imperialismo y los medios de comunicación neoliberales, a
los desafíos de la crisis de los precios de las materias primas y a la necesidad de fortalecer un proceso de emancipación nacional,
se deben mantener las iniciativas y la organización popular, profundizar las medidas antiimperialistas, desarrollar un profundo
proceso de organización, movilización y politización de las bases sociales y consolidar los avances realizados en la unidad e
integración territorial y poblacional.
La experiencia del referendo permite advertir, finalmente, que el proceso de cambio ganó en el reconocimiento de su avance
material (obras, infraestructura, desarrollo económico, social y político, inversiones, etc.) pero que en lo ideológico, intelectual,
mediático y simbólico existen cuentas pendientes.
LA CAIDA DEL PBI EN BRASIL FUE DEL 3,8 POR CIENTO EL
AÑO PASADO
Recesión en territorio vecino
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-293775-2016-03-04.html
Los datos oficiales reflejan una caída mayor a la esperada. El recorte de inversiones de Petrobras no fue ajeno al
resultado. La política de ajuste económico, la devaluación y las altas tasas deprimieron la demanda interna.
La economía brasileña se contrajo en un 3,8 por ciento en 2015, sufriendo así su mayor retroceso en un cuarto de siglo. Los
datos oficiales, divulgados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), resultaron peores que la proyección que
tenía el sistema financiero (baja del 3,7 por ciento), que a su vez anticipó un retroceso del 3,5 por ciento para el año 2016 . De
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verificarse este segundo año de caída del producto superior al tres por ciento –lo cual es más que probable–, se trataría de la
más baja performance registrada desde el año 1930.
La delicada situación de Brasil, la séptima economía del mundo, viene envuelta en un panorama de desaceleración persistente
desde el inicio de la década actual, agravada por la crisis de la empresa Petrobras. La expansión registrada durante el último
mandato de Luiz Inácio Lula Da Silva tuvo su punto más alto en su último año de gestión, 2010, con un crecimiento del PBI del
7,6 por ciento. La llegada al gobierno de su sucesora, Dilma Rousseff, también al frente de una coalición encabezada por el
Partido de los Trabajadores, marcó el inicio de la declinación. De una expansión del 3,9 por ciento en 2011 , Brasil descendió su
ritmo de crecimiento hasta el 0,1 por ciento de 2014. En 2015, con el inicio de su segundo mandato, Dilma vio pasar la
economía brasileña del estancamiento a la recesión.
El retroceso afectó prácticamente a todos los sectores de la economía, ya que sólo la actividad agropecuaria se mantuvo al
margen, con un crecimiento del 1,8 por ciento según el IBGE. La industria se desplomó 6,2 por ciento, la construcción el 7,6, el
sector Servicios perdió 2,7 por ciento y el comercio el 8,9.
Del lado de la demanda, el consumo de las familias, en otro momento uno de los principales motores de la economía brasileña,
cedió un 4 por ciento. La devaluación del real frente al dólar –acumuló 48,3 por ciento a lo largo de 2015– y la elevación de las
tasas de interés –que alcanzaron el 14,25 por ciento, frente a una inflación del 10,7 por ciento– fueron factores centrales en el
desaliento a la demanda interna. Por otra parte, analistas privados señalan que la política de ajuste definida desde la
conducción económica impulsaron una caída del salario real del 7 por ciento con respecto a 2014.
Las consecuencias sociales del ajuste y la recesión no han sido menores. Se calcula que en el último año se perdieron 800 mil
empleos. La política económica impulsada por Joachim Levy a lo largo de 2015 llevó a una profundización de la fragmentación
social, que quedó de manifiesto en las protestas en las calles, donde la población de clase media demandaba contra el
gobierno en reclamo de sus derechos ciudadanos, pero desentendiéndose de la suerte de la clase obrera; y ésta, a su vez,
confrontaba con las patronales aislada del resto de la sociedad.
El otro factor determinante de la crisis de la economía brasileña ha sido la situación de Petrobras. Un reciente análisis de
Amilcar Salas Oroño (Celag) sobre este fenómeno, la conexión entre la situación de la petrolera y la contracción brasileña,
señala que con una retracción de las inversiones de Petrobras en casi un 40 por ciento en 2015 con respecto al año anterior, el
efecto negativo sobre el PBI llega a casi el dos por ciento. Esa sería la consecuencia de las obras no realizadas y los efectos
indirectos de la retracción sobre empresas subsidiarias y proveedores relacionados con el sector. Según los comentarios que
recoge el mencionado análisis, “este giro de Petrobras tuvo una consecuencia mayor sobre el achicamiento de la economía
que las propias medidas recaudatorias del ajuste promovido por Levy”. Teniendo en cuenta que la petrolera estatal fue
responsable por el 8,8 por ciento de las inversiones totales del país en el lustro 2010/2014, el impacto del recorte en sus gastos
no puede ser ajeno a los resultados en las cuentas nacionales.
El 18 de diciembre pasado, Nelson Barbosa, hasta entonces ministro de Planeamiento, reemplazó a Levy al frente de la cartera
de Hacienda. Ayer, a través de un comunicado, la cartera económica atribuyó la caída del PBI al descenso del precios de las
materias primas, a la crisis hídrica que sufrió el país el año pasado y también incluyó la política de desinversiones adoptado por
Petrobras. “El gobierno ha adoptado todas las acciones necesarias para recuperar la economía; en cuanto las medidas
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produzcan efecto, será posible retomar el crecimiento”, lo que en la perspectiva oficial ocurriría en el cuarto trimestre de este
año.
Complicado Brasil : Allanaron la casa de Lula por el
escándalo de Petrobras y lo llevaron a declarar
Corrupción en Brasil
http://www.clarin.com/mundo/Allanaron-Lula-escandalo-Petrobras-declarar_0_1534046750.html
La policía ingresó este viernes al domicilio del ex presidente en San Pablo, en busca de
documentación. También se allanaron sus oficinas, en un operativo que cubrió tres estados.
La policía brasileña allanó este viernes la casa del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva en el marco
de la investigación del megafraude a la estatal Petrobras, informó la prensa local. Lula fue llevado a
declarar.
El ex presidente presta declaración en estas hors ante un comisario de la Policía Federal, en una
sede localizada en el aeropuerto de Congonhas, zona sur de la capital paulista, que fue cerrada
para el acceso al público, y será liberado tras cumplir esta diligencia procesal.
La policía lanzó un procedimiento de búsqueda de documentación en tres estados, incluido San
Pablo, donde vive el ex mandatario. Se realizadas diligencias en San Pablo, Bahia y Rio de Janeiro
por orden del juez federal Sergio Moro de la 13 sala federal de Paraná.
La Justicia también emitió una orden de traslado "coercitivo" de Lula da Silva a la sede de la Policía
Federal de San Pablo donde será indagado sobre su relación con una casa de campo y un
departamento frente al mar, ambos en el estado de San Pablo.
También fueron emitidas órdenes de interrogatorio para el hijo del ex mandatario, Fabio Luiz Lula
da Silva, y Paulo Okamotto, un antiguo colaborador y presidente del Instituto Lula.
Policía Federal en la puerta del Instituto Lula este vienes. EFE
El agente de la policía federal José Cyrispiniano confirmó el viernes que miembros del cuerpo están
en direcciones que pertenecen a Silva, incluyendo su ONG, el Instituto Lula.
Cyrispiniano explicó que la policía actúa en base a una orden judicial para que Silva responda a sus
preguntas dentro de una investigación en marcha por presunta corrupción en el gigante petrolero.
En un comunicado en su cibersitio, la policía dice que está ejecutando 44 órdenes judiciales.
Está previsto que la Policía Federal y Ministerio Público Federal ofrezcan una conferencia de prensa
a las 10 horas en Curitiba, estado suereño de Paraná, donde se sustancia la causa Lava Jato desde
2014.
El Ministerio Público Federal indaga si el ex mandatario es propietario de la finca campestre en el
interior de San Pablo fue reformada por una constructora investigada por la trama de corrupción
en Petrobras.
Los agentes ingresaron hoy por la mañana en el domicilio de Lula, en San Bernardo do Campo, en el
Gran San Pablo y en sus oficinas del barrio del centro de San Pablo, como parte de las diligencias de
la 24a. fase de la causa Lava Jato, sobre el caso Petrobras, que fue denominada "Aletheia"
58
El allanamiento sigue a una acusación dada a conocer ayer por parte del ex presidente de la cámara
Alta, el petitsta Delcidio Amaral, detenido a fines de noviembre por su participación en el esquema
de corrupción en Petrobras. Según él, tanto Lula como Dilma Rousseff estaban al tanto del
esquema de coimas y sobrefacturación dentro de la petrolera.
¿Lula culpable?

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209671
Juan Agulló
Rebelión
Una inquietante pregunta recorre la izquierda ¿Es Lula culpable de los delitos que se le insinúan? ¿Es en
definitiva, él, adalid del moderno posibilismo obrero, un corrupto?
Plantear la cuestión en esos términos, por común que suene, frisa el simplismo. De hecho, el problema no
radica tanto en saber si Lula es culpable o inocente sino en entender el contexto en el que ha sido proyectada
sobre él una sombra de duda que ha caído como un jarro de agua fría dentro y fuera de Brasil.
¿De dónde vienen estos lodos? Pues, básicamente, de los polvos con los que Lula (que, en portugués, significa
“calamar”) adobó su Presidencia. Fue elegido al cuarto intento, en 2002. Antes, desde 1989, no solo había
perdido elecciones sino que había sido ninguneado e incluso ridiculizado por la oligarquía brasileña: comicio tras
comicio.
¿Qué cambió en 2002? Lula moderó su discurso e incluso suavizó su imagen. En circunstancias normales, ni con
eso le hubiera bastado. Cuando ganó, sin embargo, el proyecto político neoliberal estaba agotado. Lula, de
hecho, fue llevado en volandas a la Presidencia (61% de los votos) no solo por las clases populares sino,
también, por las aspiraciones de movilidad ascendente de unas clases medias urbanas hartas de tanta política
de ajuste. Lula, por lo tanto, le debió el triunfo a la ayuda de unos sectores sociales, en principio, inesperados.
Segundo gran problema: el ex sindicalista arrasó en la elección presidencial pero el PT (Partido de los
Trabajadores), su partido, quedó lejísimos de obtener la mayoría absoluta. Eso no tiene nada de raro pues
Brasil tiene un régimen presidencialista en el que, 14 años después de su primera victoria, el PT sigue teniendo
una implantación muy desigual en el territorio.
¿Cómo encaró Lula esas dificultades? Con su pragmatismo habitual: tejió una alianza (al principio,
parlamentaria; posteriormente, electoral) con un partido (el Partido de Movimiento Democrático Brasileño,
PMDB) que había formado parte de la coalición que había concurrido… ¡contra él! ¿Quiere eso decir que se alió
con la derecha? Difícil de decir: el PMDB es un partido complicado de catalogar. Lo más correcto sería afirmar
que, el PMDB, es un partido sistémico: nació como opción tolerada (y más que progresista, pro-democrática)
bajo la dictadura militar, en 1964. Después, desde que terminó la dictadura -en 1985- hasta que se alió con
Lula en 2003, formó parte de un bloque derechista (autoproclamado, eso sí, de “centro-izquierda”) que, a nivel
regional, no llegó a abandonar nunca.
El PMDB, sin embargo, tampoco es un clásico Big Tent Party (‘partido atrapatodo’) sino, más bien, un partido al
servicio del Estado, incluso del orden establecido. Un partido que no suele ganar pero sí suele ser necesario
para ganar y que, precisamente por esa razón, suele estar repleto de oligarcas que nunca se sabe muy bien si
se convirtieron en tales por militar en el PMDB o si, por el contrario, militan en el PMDB para proteger sus
privilegios. Por si lo anterior fuera poco, las bases urbanas de ese partido (detalle no menor) suelen estar
plagadas de funcionarios del Estado de rango medio.
Esa alianza y otras, más o menos coyunturales, que Lula se vio obligado a tejer para garantizarse una
gobernabilidad que le permitiese sacar adelante su Presidencia, fue el peaje que los poderes fácticos le
impusieron y a la postre, el fantasma (político) que todavía le persigue. Hablar de peaje, por cierto, no es
retórico: muchos diputados (¡de hasta siete partidos! incluyendo el PT) votaron durante años a favor de las
propuestas legislativas de Lula a cambio de dinero. En algo así de ‘simple’ consistió el Mensal ã o, el gran
escándalo de corrupción que azotó las presidencias de Lula (2003-2010).
Pero ¿de dónde salió tanta pasta en tan poco tiempo? Eso, en realidad, nunca estuvo muy claro. Parece que
algo hubo de la privatización de antiguas empresas públicas pero ahora, el (nuevo) escándalo de corrupción,
centrado en la empresa pública Petrobras (que se ha convertido en el gran azote de la actual Presidenta y
sucesora de Lula, Dilma Rousseff) parece que puede arrojar algo de luz al respecto.
Hasta prácticamente la llegada de Lula a la Presidencia, Brasil no fue un país, técnicamente, productor de
petróleo: compraba fuera más del que producía. A partir de 2003, sin embargo, esa relación comenzó a
59
cambiar. La razón fue que el auge internacional de los precios del crudo convirtió en rentable la explotación de
unas reservas que, no solo eran (y son) submarinas, sino que estaban (y están) bajo una capa salitrosa.
En otras palabras: una suma ingente de recursos nuevos (incluso podría decirse que, “vírgenes”) comenzaron a
ingresar, prácticamente de la noche a la mañana, a las arcas públicas. En buena medida ahí y no en otros
sesudos detalles -exceptuando la soja transgénica- radica la esencia del milagro económico y de
la emergencia brasileñas. Hay además, otra lectura aún menos edificante: se sospecha que el PT pudo parasitar
parte de esos recursos con el objeto (político) de proporcionar el necesario combustible a la gobernabilidad del
país. Por el camino, de paso, pudieron irse quedando unos cuantos billetes más. Este otro esquema de
corrupción (llamado por la prensa brasileña Petrol ã o), es el que le ha causado tantos problemas a Dilma y el
reciente interrogatorio a Lula.
Pero entonces, nuevamente ¿es Lula un corrupto? ¿terminó corrompiéndose como le pasó a muchos
compañeros de partido?
Una vez más, difícil de decir, entre otras cosas porque el esquema Mensal ã o-Petrol ã o se caracteriza,
precisamente, por un reparto de roles que difumina aún más las cosas: al parecer, como en todo gran esquema
de este tipo, no solo hubo corruptores y corrompidos sino que también fueron importantes los que miraron
hacia otro lado, los que traficaron con influencias, los que prevaricaron…
Más allá de lo que salga a relucir durante los próximos meses la clave política real, ahora mismo, está en saber
por qué el caso de Lula ha saltado a la palestra precisamente en este momento. La razón es simple y no tiene
tanto que ver con las teorías conspiratorias que, desde el viernes pasado, circulan por la web. Se trata,
simplemente, de la clásica combinación de suciedades políticas y movimientos de ajedrez (¿o de esgrima?) que
podrían haber ocurrido casi en cualquier lugar del mundo (especialmente, en cualquier parte del mundo que
viva de rentas).
En el Brasil contemporáneo el equilibrio de fuerzas entre derecha e izquierda es total. Eso está dando lugar a
mucha negociación, bastantes movimientos calculados e incluso, algunos consensos negativos. A grandes
rasgos, la oposición, hace tiempo que sabe que hay un montón de preguntas incómodas para Lula. El Gobierno,
también.
A la oposición, en principio, le hubiera gustado planteárselas desde el poder: quizás por eso, desde que estalló
el caso, apretó sin ahogar, dijo sin decir, miró sin ver, etc. A la izquierda/PT, por el contrario, no le hubiera
gustado que se incriminara nunca a uno de sus iconos. Pero querer no es poder y al final hubo que escoger un
momento. El actual, para el PT (dentro de lo terrible que es ver cómo la policía interroga a su valor político más
seguro) no es necesariamente tan ‘malo’: la izquierda sigue gobernando (sin la amenaza de impeachmentque,
durante meses, pendió sobre Dilma); estamos a mitad de mandato y lo más importante, a unos meses de los
Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, una cortina de humo perfecta…
Para la oposición derechista (en la que por cierto medio figura, rarezas de la política brasileña, un PMDB que,
de todos modos, tampoco termina de abandonar una coalición gobernante en la que tiene cinco ministros) la
situación actual tampoco es desdeñable: lleva año y medio chamuscando a fuego lento (de forma harto
irresponsable) a una Dilma que pase lo que pase no volverá a ser candidata y en paralelo, el reciente
interrogatorio a Lula, parece haber asestado (aunque en Brasil, nunca se sabe) el golpe definitivo a las
aspiraciones del viejo sindicalista de volverse a presentar a las elecciones de 2018. Los “mercados”, en todo
caso, ya parecen haber arrancado la fiesta de celebración: solamente el pasado viernes, el Real, recuperó más
de un 7% de su valor frente al dólar…
Pese a ello, para el PT, no todo son malas noticias: el interrogatorio a Lula le está brindando la posibilidad de
promover una movilización política (con ramificaciones, incluso, globales) que de otra manera ya no lograría ni
en sueños.
¿Qué quiere todo esto decir? Pues, por lo menos, un par de cosas. Por una parte que, las rentas suelen ser, casi
siempre, garantía de hedor (incluso para la derecha brasileña, cuyo interés en sacar al PT-izquierda del poder
parece radicar en el control de las mismas) y por la otra que lo que le está sucediendo a Lula (y al PT/izquierda
brasileña) no es más que la consecuencia de la voluntad de “tocar poder” casi a cualquier precio (literal). Vistas
así las cosas ¿es posible hablar de culpabilidades e inocencias? Complicado: de transformaciones estructurales,
desde luego, no mucho. La vida, incluso en Brasil, sigue igual.
* Juan Agulló es sociólogo y periodista.
@JAgulloF
[email protected]
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Por qué allanaron la casa de Lula
Quién es el juez del caso y qué investiga. Mirá por qué el ex presidente tuvo que ir a declarar.
http://www.clarin.com/mundo/allanaron-casa-Lula_0_1534046780.html
Eleonora Gosman
Corresponsal de Clarín en San Pablo
El juez Sergio Moro, de Curitiba, ordenó a la Policía Federal buscar al ex presidente Lula da Silva
para llevarlo a declarar esta mañana en una división de ese organismo. Este magistrado de Curitiba
sostuvo para justificar semejante operación que el líder político podría ser el dueño de una quinta
en la localidad de Atibaia, en el estado de San Pablo, que no está a su nombre sino de un amigo. A
Moro parece preocuparle que la reforma hecha en la casa de ese lugar de fin de semana fue
realizado por una constructora investigada en el caso Lava Jato (la causa sobre el escándalo de
coimas en Petrobras).
Mirá también: Allanaron la casa de Lula por el escándalo de Petrobras y lo llevaron a declarar
Los abogados de Lula habían presentado un habeas corpus en la justicia de San Pablo para impedir
que tuviera que declarar en forma presencial y pudiera hacerlo por escrito. Este recurso le fue
concedido, pero el juez Moro argumentó que no tiene valor para el vecino estado de Paraná. No
sólo la policía llevó a declarar a Lula. Hizo otro tanto con el presidente del Instituto Lula, Paulo
Okamotto. Al igual que el Instituto Fernando Henrique Cardoso, el de Lula también recibió
donaciones para la reforma y construcción de oficinas, que procedían de empresas vinculadas a la
corrupción en Petrobras. Los abogados del ex presidente.
Ayer, exactamente un día antes de esta decisión adoptada por el “buscador de la verdad” --el juez
Moro bautizó así la nueva fase de su operativo Lava Jato—había trascendido que el senador del PT
Delcidio Amaral, liberado de la prisión hace dos días, había firmado una declaración como
arrepentido. En la misma, se afirmaba que acusa a Lula y a la presidenta Dilma Rousseff de “tratar
de influir” en las investigaciones del caso de Petrobras. Los abogados del senador Amaral
desmintieron la versión que fue publicada por la revista Istoé.
Evo Morales, un presidente herido
POR JEAN PAUL GUZMÁN , 29 FEBRERO, 2016PRISMA INTERNACIONAL
http://www.proceso.com.mx/431769/evo-morales-un-presidente-herido
En el referéndum del pasado domingo 21, la mayoría de la ciudadanía boliviana le asestó un fuerte revés
a Evo Morales, quien pretendía reelegirse una vez más en 2020. Si bien el gobierno atribuyó la derrota de
sus aspiraciones reeleccionistas, sobre todo en los mayores centros urbanos de Bolivia, a las redes
sociales, posiblemente el rechazo obedezca a los recientes escándalos de corrupción que han implicado a
legisladores, líderes sindicales y hasta a exintegrantes del gabinete presidencial.
LA PAZ (Proceso).- Ser presidente de Bolivia en 2025 era la mayor ambición política de Evo Morales,
no sólo porque eso habría significado gobernar 19 años seguidos, sino porque hubiera encabezado
en esa fecha los festejos del bicentenario de la independencia del país.
El electorado boliviano evaporó el sueño de Morales al rechazar –mediante referéndum– una
reforma constitucional que pretendía permitir una segunda reelección presidencial consecutiva,
por lo que el también líder cocalero deberá retirarse del poder en enero de 2020, al concluir su
actual mandato.
El revés electoral no es menor. Acostumbrado desde 2005 a contar con un leal apoyo de la mayoría
de los votantes en elecciones nacionales e incluso en un referéndum que planteó la revocación de
su mandato, Morales sintió en carne viva, por primera vez en 10 años, cómo la mayoría de los
bolivianos le da la espalda y clausura su proyecto continuista.
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En el referéndum del domingo 21 los bolivianos debían responder a la siguiente pregunta: “¿Usted
está de acuerdo con la reforma del Artículo 168 de la Constitución Política del Estado para que la
Presidenta o Presidente y la Vicepresidenta o Vicepresidente del Estado puedan ser reelectas o
reelectos por dos veces de manera continua?”.
El 51.29% del electorado marcó el “no” en la papeleta que contenía la pregunta, mientras 48.71%
se volcó por el “sí”. La propuesta de reforma a la Constitución, que tiene apenas nueve años de
vigencia, había sido aprobada por la Asamblea Legislativa, donde el partido de Morales,
Movimiento al Socialismo (MAS), cuenta con más de dos tercios de los votos.
Ganador de las elecciones generales de 2005 con 54% de los votos, de las de 2009 con 64%, de las
de 2014 con 61% y del referéndum revocatorio de 2008 con 67%, Morales sufrió una significativa
pérdida de respaldo en la propuesta de aprobar una segunda reelección consecutiva. En 2014 una
polémica sentencia del Tribunal Constitucional consideró que el mandato obtenido por Morales en
2009 era el primero, al haberse aprobado ese año la nueva Constitución que transformó a Bolivia
de República a Estado Plurinacional.
De todas maneras, cuando en enero de 2020 Morales entregue la Presidencia a su sucesor, será el
mandatario que ha gobernado Bolivia más tiempo: 14 años ininterrumpidos (2006-2020),
superando a Víctor Paz Estenssoro –12 años y medio, aunque de forma discontinua (1952-1956,
1960-1964, 1985-1989)– y a Andrés de Santa Cruz y Calahumana –10 años (1829-1839)–.
La opción del “no” se impuso en todas las capitales de los nueve departamentos de Bolivia. Sólo en
la ciudad de El Alto, a 10 kilómetros de La Paz y considerada tradicionalmente un bastión del MAS,
ganó el “sí”. Considerando los resultados totales por departamento, el “no” triunfó en seis de
nueve. Esos números muestran un fuerte rechazo urbano al proyecto prorroguista de Morales,
ganador, en cambio, en ciudades pequeñas y poblaciones rurales.
“El MAS ha vuelto a ser el partido campesino que era hace una década”, explica a Proceso el
académico Rafael Archondo, mientras el analista Fernando Molina interpreta que el resultado
“expresa un cambio de humor de las ciudades, y en particular de La Paz, que tarde o temprano
habrá de seguir El Alto. Evo está herido de gravedad. Yo dudo que pueda recuperarse de esto”.
Morales, quien pensaba que ganaría el referéndum con 70% de respaldo, se limitó a comentar este
panorama con una lacónica frase: “Evidentemente no nos quieren mucho (en las ciudades)”.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas, 67.3% de los diez millones de bolivianos vive
en áreas urbanas.
Síndrome de la corrupción
El MAS atribuyó la derrota a “la guerra sucia de la oposición”, a la cual identifica permanentemente
como “derechista” y “respaldada” por el “imperio” –referencia a Estados Unidos–, y también a las
denuncias de presunta corrupción en el manejo de recursos estatales.
Poco antes del referéndum, dos hechos sacudieron el panorama político boliviano e
inevitablemente, coinciden oficialistas y opositores, tuvieron impacto en la percepción del
electorado.
El primer caso se relaciona con una millonaria estafa en el liquidado Fondo Indígena Originario
Campesino, institución estatal concebida para financiar proyectos de desarrollo económico en el
área rural y que, sin embargo, se convirtió en una agencia para repartir carretadas de dinero a
organizaciones sindicales afines al gobierno.
Aproximadamente 15 millones de dólares, según una investigación de la Contraloría, fueron
destinados a decenas de proyectos fantasma, pues existían sólo en el papel, ya que cuando se
intentó verificar las obras ejecutadas no se halló ningún rastro de ellas.
El escándalo llevó a la cárcel a 29 personas, entre ellas a una exministra de Morales, un senador
oficialista y dirigentes sindicales afines al gobierno.
La exministra encarcelada es Julia Ramos Sánchez, extitular de la cartera de Desarrollo Rural y
Tierras y antes, de Justicia. Al ser encarcelada era dirigente de la Federación de Mujeres
Campesinas Bartolina Sisa. Se le acusó de incumplimiento de deberes, incumplimiento de contratos
y legitimación de ganancias con afectación al Estado por un monto cercano al millón de dólares,
que habría recibido en cuentas particulares por nueve supuestos proyectos.
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El senador del MAS con detención domiciliaria es Jorge Choque Salomé. Antes fue dirigente sindical
de la Federación de Campesinos Tupac Katari, y gestionó siete proyectos, de los que también era
representante legal. Recibió cerca de 1 millón de dólares.
Los dirigentes sindicales afines al gobierno que están en la cárcel son Melva Hurtado, presidenta de
la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia; y Teodosio Jumpire Poma, dirigente de la
Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia.
Otras 4 mil 300 personas están procesadas por la fiscalía, la mayoría de ellos sindicalistas,
asambleístas y exautoridades.
Y aunque el gobierno se esforzó en intentar demostrar que había frenado en seco la corrupción, el
daño estaba hecho y había afectado severamente la imagen de los dirigentes del sector indígena, al
que Morales repetidamente consideraba “la reserva moral de la humanidad”.
El segundo caso estalló cuando el periodista boliviano Carlos Valverde reveló que en 2005 Morales
había mantenido una relación sentimental con una joven a la que le doblaba la edad: Gabriela
Zapata Montaño, con quien tuvo un hijo dos años después, menor que luego falleció.
Según Valverde, no le interesaba inmiscuirse en la vida privada de Morales, pero sí denunciar un
presunto caso de tráfico de influencias, pues Zapata Montaño es actualmente gerente comercial de
la empresa china CAMC Engineering Co, que se adjudicó la construcción de megaproyectos en
Bolivia por aproximadamente 566 millones de dólares.
Morales afirmó que la denuncia tenía “fines políticos”, descartó cualquier posibilidad de corrupción
e impulsó, mediante la bancada del MAS en la Asamblea Legislativa, la formación de una comisión
especial para investigar la adjudicación de contratos a la firma china.
“(El caso del) Fondo Indígena y CAMC son sólo la punta del iceberg que el gobierno revela con
cuentagotas cuando está contra la pared. Hay mucho más que irá saliendo como pus de una herida
infectada”, opinó el columnista Alfonso Gumucio Dagron, al explicar el voto por el “no”.
Redes sociales
Ambos casos de presunta corrupción, sobre todo el segundo, tuvieron un eco viral en las redes
sociales, donde se cuestionó severamente la figura del presidente del Estado.
Tanto oficialistas como opositores reconocieron que las redes sociales tuvieron un significativo
impacto en la decisión del electorado, principalmente entre jóvenes de las áreas urbanas.
La oposición boliviana, fragmentada en figuras que fracasaron repetidamente en las últimas tres
elecciones y en nuevos actores regionales de limitada influencia nacional, generó una limitada
campaña por el “no”, en comparación con el volumen propagandístico desarrollado en pro del “sí”.
Sin grandes manifestaciones ni multitudes en las calles para respaldar el voto en uno u otro
sentido, parte de los debates ciudadanos se trasladaron a las redes sociales con expresiones de
todo tipo, que incluían desde criterios propositivos hasta mensajes denigrantes.
“No sé si hemos sido expertos sobre las redes sociales –repito: redes sociales–; con las mentiras
hicieron daño, estamos convencidos de ello. Tal vez en el futuro va a ser importante debatir ese
tema de las redes sociales; en algunos países con mala información tumbaron gobiernos”, apuntó
Morales un día después del referéndum.
Con este panorama, los analistas consideran que el voto por el “no” se decantó, más que por la
influencia directa de líderes opositores, por un estado de ánimo de gran parte de la población
boliviana que cuestiona la lógica gubernamental respecto a que quienes apoyan a Morales son
“patriotas”, mientras los que no lo respaldan son “antipatriotas”.
“El resultado es un claro malestar de una parte importante de la ciudadanía (…) demuestra
simplemente que hay un hartazgo. Es un signo muy fuerte de viraje en la manera de gobernar. Lo
que necesitamos es un tipo de gobierno que sea menos confrontacional, más dedicado a una
transparencia de gestión”, explicó el politólogo Gonzalo Rojas Ortuste el lunes 22 en las páginas del
periódico capitalino Página Siete.
División y futuro
En cualquier caso, los analistas consultados por Proceso coinciden en que el referéndum ha
dividido nuevamente, y de forma marcada, al país, poniendo en duda el argumento oficialista de
que 10 años de gobierno de Evo Morales crearon una nueva mayoría identificada plenamente y
casi sin condiciones con el denominado “proceso de cambio”.
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“Tenemos nuevamente un país partido en dos, polarizado. Es terrible, esto quiere decir que el
intento de construir durante 10 años un nuevo contrato social ha fracasado rotundamente. Los
resultados del referendo certifican el fracaso del paradigma del ‘Estado Plurinacional’ que fundó el
MAS”, opina el estratega político Ricardo Paz Ballivián.
En tanto, el sociólogo Renzo Abruzzese publicó el martes 23 en Página Siete que con el resultado
del referéndum “se diluyeron las diferencias étnicas y raciales que le sirvieron a Morales como
trampolín al poder. De ahora en adelante las contradicciones no serán de clase ni de etnia ni de
raza, y no habrá una nación mestiza enfrentada a una originario-campesina; habrá aquella que se
aferra a la legitimidad y el apego a la ley, y la que prefiere cambiarla a su medida con o sin
legitimidad posible. O, lo que es lo mismo: los que entienden la democracia como el respeto a la
ley, frente a los que creen que la ley está para incumplirla”.
Morales se demoró tres días en reconocer su derrota y, en una conferencia de prensa el miércoles
24, subestimó la victoria del “sí”. “Hemos perdido una batalla, pero no la guerra”, afirmó.
“Una batalla, pequeña batalla, la modificación (parcial de la Constitución Política del Estado) hemos
perdido. ¿Acaso hemos perdido a Evo? Con eso (con la derrota del “sí”), ¿acaso Evo está
enterrado? (Logramos) el 50% de apoyo (al “sí”), con semejante campaña sucia”, explicó.
El actual mandato de Morales concluirá en enero de 2020, cuando deberá entregar el gobierno al
ganador de unas elecciones en las cuales, por mandato del referéndum del domingo 21, no podrá
participar.
Su ausencia en el próximo y aún distante proceso electoral boliviano abre más interrogantes que
certezas. Sin otro caudillo de su talla, el MAS se verá obligado a impulsar nuevos liderazgos,
mientras la oposición, distante de la simpatía popular en las tres últimas elecciones, tendrá
también que reinventarse a sí misma.
Un mes antes del referéndum, el vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, advirtió en una
concentración popular sobre las consecuencias de un país sin Evo Morales como presidente. “(…) si
(Evo Morales) no tiene apoyo, regresarán los gringos, regresarán los vendepatrias, regresarán los
asesinos, y a las wawas (niños) les van a quitar todo y no va a haber destino. Va a haber llanto y el
sol se va a esconder, la luna se va a escapar y todo va a ser tristeza para nosotros, no se olviden”.
Tras el referéndum en el cual una mayoría de bolivianos le dijo “no” a la reforma para una segunda
reelección presidencial consecutiva, ni el sol se escondió ni la luna escapó. Pero sí se abrió un
horizonte político de dudas sobre quién y cómo será capaz, en 2020, de articular un renovado
proyecto de país.
Ecuador: ¿Ni de izquierda ni de derecha?
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209663
Inti Cartuche Vacacela
La línea de fuego
El movimiento indígena y su posición ideológica
Hace un par de meses cierto funcionario público indígena auspiciado por el movimiento Pachakutik indicaba que
“es hora de dejar las ideologías un lado, hay que buscar la unidad no me importa si son de derecha o de izquierda”
decía en relación a las alianzas que Pachakutik y el movimiento indígena debería hacer para enfrentar el proceso
electoral de 2017. Llega incluso a postular que “con el principio fundamental de la plurinacionalidad,
interculturalidad, democracia, la libertad podamos converger diferentes actores políticos, económicos, sociales
[…] el tema de la plurinacionalidad, de la interculturalidad rebasa aquellos esquemas tradicionales de pensar
izquierda, centro, derecha”. Este tipo de declaraciones y posturas políticas “más allá de la izquierda y la derecha”
que se repiten y sostienen con frecuencia dentro del movimiento indígena bajo el argumento, incluso, de un
colonialismo, de un origen “occidental” de dicha distinción política, contraponen una supuesta posición aideológica y a- política de los pueblos indígenas a las posiciones históricas del movimiento. En el fondo se mira
un profundo desconocimiento del recorrido histórico y político de dicho sujeto, sumado a la influencia de ideologías
posmodernas y neoliberales como el multiculturalismo que estuvieron en auge, y tienen todavía resonancia en
ciertos
segmentos
del
movimiento
indígena.
De todas formas, el debate en torno a la distinción política del movimiento indígena no es nuevo. Las diferentes
organizaciones la han sostenido, y se podría decir que de alguna forma se han sentado ciertos postulados básicos
sobre el tema desde las propias organizaciones y sobre todo desde las experiencias concretas de vida de los
64
pueblos indígenas. Experiencias que, como bien se sabe, han sido sometidas a la dominación colonial europea, y
a
la
explotación
capitalista
moderna
en
la
época
actual.
Estas experiencias de dominación y explotación colonial y capitalista moderna a las que hemos estado sometidos
los pueblos indígenas a lo largo de la historia, han llevado a nuestras organizaciones a tomar una posición política
ideológica con respecto a esa realidad. Han optado por la lucha contra ese modelo de vida que oprime a los
pueblos
y
la
naturaleza
para
sostener
la
acumulación
infinita
de
valor
capitalista.
Bolívar Echeverría sostenía en uno de sus ensayos que
…el ser de izquierda debería definirse a partir de esta actitud de resistencia y rebeldía frente al hecho de la
enajenación, de la perdida de sujetidad en el individuo y en la comunidad humana y del sometimiento idolátrico
a la misma […] En el origen y en la base del ser de izquierda se encuentra esa actitud ética de resistencia y
rebeldía frente al modo capitalista de vida civilizada (2006: 262).
En otras palabras, ser de izquierda se define en torno a la lucha contra ese modelo de vida que se apropia del
trabajo humano y de la naturaleza con la única finalidad de acumular valor, contra un sistema que despoja la
soberanía para decidir, autodeterminar los destinos individuales y colectivos de nuestras sociedades, para en su
lugar colocar los ideales, los objetivos afines a la acumulación capitalista, la competencia salvaje, el
individualismo, la explotación de la naturaleza y el ser humano y el consumismo de las mercancías capitalista s.
Si miramos la experiencia histórica de las luchas de los pueblos indígenas a lo largo de América Latina, primero
contra el despojo colonialista de territorios, y sometimiento de nuestras poblaciones a los conquistadores, y luego
contra los estados nacionales y el capitalismo moderno que continúan despojando territorios, ya sea como
hacienda o como campos petroleros, mineros, explotando el trabajo de campesinos indígenas, nos daremos
cuenta que nuestra opción política ideológica no puede estar en otro lado que no sea la izquierda.
Pero la postura política de las organizaciones indígenas no sólo nace de una voluntad individual o colectiva de
serlo, sino, como dijimos de las experiencias concretas de lucha lo largo de la historia. En este sentido es necesario
mantener la memoria de lucha y organización para que sirva como guía de acción en el presente y futuro. Hay
que recordar que la Ecuarunari, la mayor organización indígena de la sierra ecuatoriana, en la década de los
setentas nació en medio de la influencia y del trabajo conjunto con organizaciones de izquierda, tales como
sindicatos, grupos cristianos de base junto a la propia experiencia de lucha de las comunidades.
Para esa época ya se planteó un duro debate acerca de si las organizaciones indígenas están o no en la izquierda,
o si sus luchas pueden incluirse en ese espectro político. De estas discusiones salió la famosa afirmación de “ver
con los dos ojos, como pobres, y como indios”. Es decir, asumiendo que las condiciones de vida de explotación
campesina indígena tanto en el campo como en la ciudad, tenían una base estructural socio- económica que
producía
pobreza
y
exclusión
a
los
indígenas.
Pero al mismo tiempo, las reflexiones sobre el proceso específico de la conquista y el colonialismo sufrido por los
pueblos de Abya Yala llevaron a la conclusión de que había que tomar en cuenta la dimensión étnica – identitaria
del problema indígena que se entretejía, y que sigue aún en la actualidad, con la estructura económica de los
estado nacionales. El llamado “problema indígena” para la CONAIE, definido en su proyecto político, no es de esta
forma una cuestión sólo de índole cultural, sino fundamentalmente político económico, sobre la cual se liga la
dimensión
identitaria,
[…] el “problema del indio”, no es únicamente un problema pedagógico, eclesiástico o administrativo como
señalan los sectores dominantes, sino que fundamentalmente es un problema económico-político estructural, y
por
lo
mismo
un
problema
nacional…
(1994:
7).
En ese sentido, las poblaciones indígenas hemos sido sometidas, y en la mayoría de los casos seguimos, a una
doble opresión como explotados, lo cual nos une a otros sectores de población afro y mestiza. Como indígenas
una dominación cultural sustentada en la hegemonía económica de las clases burguesas del país y de
latinoamérica. Grupos sociales enteros oprimidos, reprimidos, jerarquizados y muchas veces exterminados bajo
la
estructura
del
poder
estatal
moderno
capitalista.
La lucha indígena ha tenido y tiene, entonces, que enfrentar el carácter estructuralmente oligárquico y
estructuralmente racista de los estados nacionales (Echeverría: 268), entiendo que esas luchas no pueden darse
por separado en tanto la explotación y el racismo en latinoamérica se han desarrollado históricamente de la
mano, colocando en el orden mando-obediencia a las clases burguesas – blanco mestizas por un lado y a los
pueblos indígenas, mestizos y afros en el otro. Por tanto, mirando la experiencia histórica de lucha de los pueblos
indígenas contra la explotación y el racismo, es muy difícil pensar en una especie de paz entre dominados y
dominadores, donde no cabrían ideologías ni posturas políticas como pretenden ciertos dirigentes y líderes
indígenas
actuales.
Uno de los argumentos que muchas veces se señalan para sostener que los pueblos indígenas “no somos de
izquierda ni de derecha” es que no habríamos sido parte del desarrollo histórico del occidente capitalista moderno,
es decir que nuestros pueblos han cruzado la historia sin ser tocados por Europa. Retomando a Eric Wolf, podemos
decir que es imposible pensar el desarrollo histórico de los pueblos indígenas de forma aislada a la historia del
occidente
capitalista
moderno,
como
si
nuestras
historias
no
estuvieran
entrecruzadas.
…mientras más etnohistoria sabemos, más claramente emergen ‘su’ historia y ‘nuestra’ historia como parte de la
misma historia. Así pues no puede haber ‘historia negra’ aparte de la ‘historia blanca’, sino solamente un
componente de una historia común, suprimido u omitido en los estudios convencionales por razones económicas,
políticas
o
ideológicas
(1987:
34).
65
Añadimos, no hay desarrollo histórico indígena aparte del desarrollo histórico del capitalismo moderno, el
desarrollo de este último se sustentó sobre el despojo de los pueblos indígenas como bien es sabido. Por tanto,
la experiencia concreta de nuestros pueblos nos indica que las mismas estructuras de explotación y racismo en
América Latina unen a los dominadores y dominados en una lucha histórica, los unos, ubicados a la derecha, por
conservar sus privilegios de clase y etnia, los otros, los pueblos indígenas y sectores populares, por emanciparse
de ellas, ubicados por tanto a la izquierda, desde el momento mismo de la conquista.
Sobre estas bases el proyecto político de la plurinacionalidad no puede ser entendido como un lugar vacío donde
convergen
alegremente
dominadores
y
dominados
sin
más.
La
plurinacionalidad
es
una
[…] opción frontal contra el sistema económico, político e ideológico capitalista hegemónico, represivo y
esclavizante […] que impide la autodeterminación y la independencia económica y política de los Pueblos y
Nacionalidades
Indígenas,
y
de
los
demás
sectores
sociales
del
Ecuador
(1994:
7).
Y por tanto, mal podemos pensar que los sectores dominantes de nuestros países hagan suyo el proyecto de la
plurinacionalidad cuando este, en su dimensión más subversiva, atenta contra sus intereses económicos, contra
la estructura estatal uninacional y capitalista y contra la hegemonía cultural que privilegia sus prácticas sociales
y culturales en desmedro de la de los sectores populares incluidos los indígenas y afros.
La plurinacionalidad y la interculturalidad deben ser entendidos por las organizaciones indígenas y por la sociedad
en general como una alternativa a la destrucción del ser humano y la naturaleza en las fauces de la producción
capitalista. Una alternativa nacida, no en las urbanizaciones privadas de las élites y oligarquías, ni en los salones
de lujo de las grandes empresas capitalistas, sino en las luchas diarias de las comunidades campesinas indígenas,
en los mercados populares, en los barrios empobrecidos y llenos de migrantes indígenas en las grandes ciudades
de latinoamérica. Es un proyecto de resistencia y rebeldía al dominio explotador, y por tanto es un proyecto de
izquierda.
Sustentar lo
mundo post
antagónicos
destrucción
contrario, sería hacernos eco de posturas ideológicas (como falsa conciencia) que promueven un
ideológico y post político donde no tendría ya cabida las luchas y los conflictos entre grupos
de la sociedad (Mouffe, 2007), y que en su lugar nos pintan con cinismo un mundo feliz con la
diaria de la naturaleza, de pueblos y seres humanos a manos del capital.
De ahí que en el actual proceso de elecciones que se acercan en el Ecuador, el movimiento indígena debe tener
clara su posición política frente a la realidad, y a las alianzas políticas con otros sectores de la sociedad, para
desde allí poder construir una estrategia coherente con su historia y objetivos. Hay que ser claros, esa historia y
el proyecto político indígena impiden aliarse con quienes han sido y son los representantes políticos de las clases
privilegiadas de este país (sea en versión oligárquica, nueva burguesía, o militares). Al contrario, la historia indica
que los aliados naturales del movimiento indígena esta en otras partes, como decían los zapatistas, abajo y a la
izquierda, es decir con los sectores empobrecidos, con las mujeres populares, los ecologistas, y todo sector que
de
una
u
otra
forma
hagan
frente
a
la
injusticia
del
capitalismo
moderno.
Una última cuestión. Llegar al poder del estado entendido como un fin en si mismo, sin un proyecto claro de los
objetivos de tal acción, lo único que puede provocar es que dicha maquinaria, a lo mucho nos permita darle unos
toques de barniz para que no parezca tan terrible. El movimiento indígena no lucha por tener el poder por el
poder en sí, sino para construir un nuevo poder, lo cual implica, como se sabe, la transformación del estado
moderno capitalista en un “estado” plurinacional, una nueva organización política que este libre de explotadores
y explotados, de dominadores y dominados, donde las personas y las colectividades humanas podamos
autodeterminar
nuestro
destino
libremente,
por
fuera
de
las
coerciones
del
capital.
Referencias
bibliográficas:
CONAIE
(1994).
Proyecto
político
de
la
CONAIE.
Quito:
Tinku.
Echeverría, Bolívar (2006). “¿Ser de izquierda, hoy?”. En Vuelta de Siglo: 261-270 pp. México DF: Ediciones Era.
Mouffe,
Wolf,
Chantal
Eric
(1987).
(2007).
Europa
En
y
torno
a
la
gente
lo
sin
político.
historia.
México
México
DF:
DF:
FCE.
FCE.
Inti Cartuche Vacacela: Sociólogo kichwa Saraguro, y militante del movimiento indígena ecuatoriano.
Fuente: http://lalineadefuego.info/2016/03/01/ni-de-izquierda-ni-de-derecha-el-movimiento-indigena-y-suposicion-ideologica-por-inti-cartuche-vacacela1/
Un centro nuclear para Bolivia
Publicado el 06 Marzo 2016
http://www.elclarin.cl/web/noticias/internacional/18387-un-centro-nuclear-para-bolivia.html
Al presidente Evo Morales, que lleva las riendas de Bolivia desde hace ya una década, sólo le quedan cuatro años de gobierno.
Poco tiempo para finalizar todos sus grandes proyectos. Uno de ellos recibirá su primer impulso este domingo (6.3.2016), cuando
los últimos contratos sean firmados – representantes del Gobierno ruso, socio de Bolivia para este programa, estarán presentes
66
para la ocasión– y la primera piedra de la construcción sea colocada: el primer centro nuclear de Bolivia. “Será el centro nuclear
más grande de toda Sudamérica”, asegura la encargada de este proyecto, Wilma Alacona, quien co n 28 años es la concejal más
joven de la cámara legislativa de El Alto.
Crónica de un largo viaje
A bordo de un vehículo rústico comienza el largo viaje hacia El Alto, Distrito 8, para presenciar la génesis del primer centr o atómico
de este país andino, que será construido en un terreno de 15 hectáreas, a 4.000 metros de altura. Un modelo gráfico muestra tres
modernos edificios rodeados de jardines, dos canchas de tenis, una piscina, un centro de congresos y hasta un hotel. Después de
habernos perdido un par de veces entre lodo y asfalto, Alacona anuncia que hemos llegado, abre un portón de aluminio detrás del
cual se encuentran las ruinas de una antigua fábrica de clavos. El terreno pertenece al Tesoro General de la Nación y fue entregado
para acoger al centro nuclear.
300 millones de dólares costará la erección de este centro atómico, uno de los tres proyectos tecnológicos que Evo Morales ha
puesto en marcha para el que fuera su bastión, El Alto, descrito ahora por Alacona como “la capital boliviana de la ciencia y la
tecnología”. Los otros dos programas ya han sido concluidos, gracias a los ingresos generados por las ventas de gas cuando el
precio de ese recurso natural estaba por las nubes: uno es la fábrica Quipus, que ensambla computadoras y celulare s hechos en
Bolivia, y el otro es el satélite Tukap Katari, que en 2013 fue comprado a los chinos por 257 millones de dólares.
La cooperación rusa ha hecho posible el desarrollo de este plan para dotar a Bolivia con su primer centro nuclear. Los expert os de
la empresa rusa Rosatom se encuentran desde hace días en La Paz, haciendo preparativos desde el Viceministerio de Energía
boliviano. Fue ahí donde nos recibió el Dr. Silverio Chávez, quien, tras estudiar en Francia, fue el único físico nuclear de Bolivia
durante mucho tiempo. Chávez es un pionero en esta área. Desde hace un cuarto de siglo es director del Instituto Boliviano de
Ciencia y Energía Nuclear (IBTEN), que cuenta con una plantilla de 33 empleados. “El centro nuclear es un éxito total. Me ale gra
que
los
amigos
del
presidente
Morales
en
Irak
e
Irán
le
dieran
esta
idea”,
comentó
Chávez.
“Es
un
centro
de
investigación,
no
una
planta”
“¡Ojo!, se trata de un centro de investigación, no de una planta para generar energía nuclear”, aclara Chávez. La i nstitución por
nacer tiene tres objetivos principales: el primero es la irradiación gama de alimentos naturales, como frutas y verduras. Med iante
esta intervención los alimentos naturales se conservan durante más tiempo y pueden ser exportados. La segunda meta es el
tratamiento de tumores cancerígenos mediante radiofármacos de ciclotrón. Y el tercer fin
es la investigación sobre energía nuclear en Bolivia. “Necesitamos mayor soberanía científica”, sostiene Chávez.
Elegir para actuar
Por François Dubet*
http://www.eldiplo.org/201-el-regreso-del-neoliberalismo/elegir-para-actuar/
El editorial de el Dipló de enero puso en cuestión la perspectiva liberal de igualdad de oportunidades defendida por el
gobierno de Mauricio Macri. En este debate, el sociólogo François Dubet, responsable de haber reintroducido el tema en
la discusión europea, analiza las diferentes concepciones de igualdad. El politólogo Vicente Palermo y el empresario
Gustavo Grobocopatel se suman para defender una conciliación entre ambos enfoques.
reducir
as sociedades democráticas que afirman que todos los individuos “nacen libres e iguales” se dividen en dos
grandes concepciones de justicia social: la primera apunta a reducir las desigualdades entre las posiciones
(o resultados) sociales, entre los ricos y los pobres; la segunda busca promover la igualdad de
oportunidades para que cualquiera pueda acceder a cualquier posición social. Ambas concepciones parten
de un problema común: buscan reducir la tensión fundamental entre, por un lado, la idea de la igualdad de
todos, y, por otro, las desigualdades sociales reales surgidas de las tradiciones, la competencia de intereses
y el funcionamiento “normal” de las sociedades modernas y más o menos capitalistas. Estas dos grandes
soluciones, la de la igualdad de posiciones o resultados y la de la igualdad de oportunidades, apuntan a
ciertas desigualdades sociales para volverlas aceptables, cuando no perfectamente justas.
El primer modelo, la igualdad de posiciones, está centrado en el conjunto de lugares ocupados por los individuos, sean
estos hombres o mujeres, miembros de las minorías visibles o de la “mayoría blanca”, más cultos o menos cultos, más
jóvenes o menos jóvenes… Esta representación de la justicia social invita a reducir las desigualdades de ingresos, de
condiciones de vida, de acceso a los servicios y de seguridad que están asociadas a las posiciones sociales que ocupan
individuos muy diferentes en numerosos aspectos: las calificaciones, el sexo, la edad, el talento… El objetivo es corregir la
estructura social más que fomentar la circulación de los individuos entre las diversas posiciones desiguales.
En este esquema, la movilidad social –la posibilidad de cambiar de posición a lo largo de las generaciones– es una
consecuencia indirecta de la relativa igualdad social, pero no es la prioridad. Para decirlo en pocas palabras: no se trata
de prometer a los hijos de los obreros que tendrán tantas posibilidades de convertirse en ejecutivos como los hijos de los
propios ejecutivos, sino de reducir la brecha en las condiciones de vida y trabajo entre los obreros y los ejecutivos, entre
los asalariados y los patrones. Los sindicatos y los partidos de izquierda, y en América Latina los partidos populistas,
67
fueron en general los que impulsaron este proyecto de justicia social, en nombre de las clases trabajadoras, contra la
explotación. Dicha concepción considera que el progreso social consiste en redistribuir la riqueza de los ricos hacia los
pobres
a
través
de
los
impuestos
y
el
desarrollo
del
sector
público.
La segunda concepción de la justicia está centrada en la igualdad de oportunidades, la posibilidad de que cualquier
individuo ocupe cualquier posición social en función de un principio meritocrático. No apunta tanto a reducir la
desigualdad como a luchar contra las discriminaciones que obstaculizan la realización del mérito que permite que cada
uno acceda a posiciones desiguales luego de una competencia equitativa en la que los individuos se enfrentan para ocupar
posiciones sociales jerarquizadas. Bajo esta perspectiva, las desigualdades serían justas, dado que todas las posiciones son
accesibles para todos. Y la definición de las desigualdades sociales cambia sensiblemente, ya que éstas son vistas menos
como desigualdades de clase que como el conjunto de obstáculos que se oponen a una competencia equitativa entre los
individuos,
sin
que
la
estructura
de
clases
sea
objetada
a
priori.
El ideal aquí no es reducir las desigualdades sino construir una sociedad en la que cada generación se distribu ya
equitativamente en todas las posiciones sociales en función de los proyectos y el mérito de los individuos. En este modelo,
la justicia requiere que los hijos de los obreros tengan las mismas posibilidades que los hijos de los ejecutivos de
convertirse en ejecutivos, sin que se ponga en cuestión la distancia entre unos y otros. Asimismo, implica la paridad de la
presencia de las mujeres en todos los escalones de la sociedad, pero sin que se transforme la propia escala de actividades
profesionales e ingresos. Esta figura de la justicia social también obliga a tener en cuenta la denominada diversidad étnica
y
cultural,
de
modo
que
esté
representada
en
todos
los
niveles
de
la
vida
social.
Esta concepción liberal de la justicia, que apela a la libertad, la movilidad y el mérito de los individuos, parece imponerse
en todas partes, tanto a la derecha como a la izquierda del espacio político. La lucha de clases es reemplazada por la tensión
entre
incluidos
y
excluidos,
y
la
educación es
percibida como
la principal
herramienta.
Elegir
Estas dos concepciones son excelentes: al fin y al cabo, queremos vivir en una sociedad que sea a la vez relativamente
igualitaria y relativamente meritocrática. Nos escandalizan las brechas de ingresos que separan a los pobres de los ricos,
así como nos escandaliza la discriminación impuesta a las minorías, las mujeres, los inmigrantes y los aborígenes que no
pueden cambiar de posición social porque, de un modo u otro, están asignados a su lugar. A primera vista, no se trataría
de elegir entre el modelo de posiciones y el de oportunidades, dado que una sociedad democrática verdaderamente justa
debe combinar la igualdad básica de todos sus miembros y las “desigualdades justas” que surgen de una competencia
equitativa. Por lo demás, los que objetan esta competencia en la economía la aceptan de buena gana en la escuela o en el
fútbol.
Sin embargo, el hecho de que queramos a la vez la igualdad de posiciones y la igualdad de oportunidades no nos dispensa
de elegir el orden de nuestras prioridades. En términos prácticos, es decir en términos de políticas sociales y programas
políticos, no se hace exactamente lo mismo según se elija en primer lugar una u otra. Por ejemplo, no es lo mismo priorizar
el aumento de salarios y la mejora de las condiciones de vida en los barrios populares que implementar políticas educativas
para que los niños de esos barrios tengan las mismas oportunidades que el resto de acceder a posiciones sociales más
ventajosas. Una cosa es abolir una posición social injusta y otra permitir que los individuos puedan superarla, sin
cuestionarla.
Ambas
cosas
son
deseables,
pero
hay
que
elegir
cuál
hacer
primero.
Otro ejemplo: en una sociedad que necesariamente debe establecer prioridades, no es lo mismo mejorar la calidad de la
oferta escolar en los barrios desfavorecidos que ayudar a los alumnos desfavorecidos más meritorios para que tengan la
posibilidad de unirse a la elite social. En otras palabras, no es lo mismo buscar que los miembros de las minorías etno raciales estén representados equitativamente en el Parlamento y en los medios de comunicación que orientar la acción
política a que los empleos que ellos ocupan estén mejor remunerados y sean menos penosos. El argumento según el cual
todo debería hacerse al mismo tiempo no resiste los imperativos de la acción política, que obliga fatalmente a elegir lo que
parece más importante y más decisivo. Podemos desear tanto la igualdad de posiciones como la igualdad de
oportunidades, pero si no queremos contentarnos con palabras estamos obligados a elegir el camino que consideremos
más
justo.
La elección se impone porque estos dos modelos de justicia social no son solamente esbozos teóricos. En los hechos, son
impulsados por movimientos sociales diferentes, que privilegian grupos sociales e intereses distintos. No movilizan y no
construyen exactamente los mismos actores ni los mismos intereses. Una persona no se define ni actúa de la misma
manera si lucha por mejorar su posición que si busca incrementar las posibilidades de salir de esa posición. En el primer
caso, el actor generalmente es definido por su trabajo, por su “función”, por su “utilidad”… y por su explotación. En el
segundo caso, es definido por su identidad, por su “naturaleza”… y por la discriminación que padece en tanto mujer o en
tanto minoría estigmatizada. Por supuesto, estas dos maneras de definirse, de movilizarse y de actuar en el espacio público
son legítimas, pero no deben ser confundidas, y en todo caso tenemos que elegir cuál priorizar. No hace falta caer en una
cosificación de las clases sociales, por un lado, o de las minorías, por otro, para comprender que una sociedad no se percibe
y no actúa de la misma manera según elija ante todo las posiciones o las oportunidades.
Posiciones
Defender como prioritaria la búsqueda de la igualdad de posiciones no supone negar toda legitimidad a la justicia de las
oportunidades y el mérito. Pero es la perspectiva que considero más adecuada por dos razones esenciales.
La primera es que la igualdad de posiciones, al invitar a reformar la estructura social, es “buena” para los individuos y
para su autonomía; aumenta la confianza y la cohesión social en la medida en que los actores no se inscriben en una
competencia continua, que consiste tanto en triunfar como exponer su estatus de víctima de discriminación para
beneficiarse de una política específica. La igualdad de posiciones, aunque siempre relativa, crea un sistema de obligaciones
y derechos que lleva a destacar lo que tenemos en común más que lo que nos distingue y, en ese sentido, refuerza la
solidaridad. No apunta a la comunidad perfecta de las utopías y las pesadillas comunistas, sino que busca mejorar la
calidad de la vida social y, por ende, la autonomía personal, ya que uno es tanto más libre de actuar cuando n o se ve
68
amenazado por desigualdades sociales demasiado grandes. No contradice la filosofía política liberal, aunque lleve a
controlar y limitar el libre juego del liberalismo económico. En síntesis, la mayor igualdad posible es buena en sí misma,
siempre y cuando no ponga en cuestionamiento la autonomía de los individuos; más aun: es deseable porque refuerza esa
autonomía.
El segundo argumento a favor de la igualdad de posiciones se relaciona con el hecho de que es probablemente la mejor
forma de hacer realidad la igualdad de oportunidades. Si las oportunidades se definen como la posibilidad de circular en
la estructura social, de subir los escalones, parece evidente que esa fluidez es mayor cuando se reduce la distancia, cuando
los que suben no tienen demasiados obstáculos que superar y los que bajan no corren el riesgo de perderlo todo.
Efectivamente, en su propia definición la igualdad de oportunidades no dice nada de la distancia social que separa las
posiciones sociales, que puede ser tan grande que los individuos no logren superarla nunca, exceptuando héroes de los
que podemos preguntarnos si no son el árbol de la fluidez que tapa el bosque del inmovilismo o, en otras palabras, si no
son
héroes
de
propaganda.
A pesar de la sensatez de lo que Rawls llama el “principio de diferencia”, que invita a que la igualdad de oportunidades no
degrade la situación de los menos favorecidos,, claramente hay que constatar que las desigualdades se profundizaron más
allí donde se priorizó la perspectiva de igualdad de oportunidades por sobre la igualdad de posiciones. En definitiva,
cuanto más valorizan las sociedades únicamente la igualdad de oportunidades, más aceptan las desigualdades sociales
reales en nombre de un darwinismo social latente. El caso de Estados Unidos así lo demuestra: en nombre de la igualdad
de
oportunidades,
la
desigualdad
se
duplicó.
En otras palabras, tenemos buenas razones para pensar que el viejo proyecto de reducción de las desigualdades entre los
gerentes y los trabajadores, entre los empleados calificados y los menos calificados, entre los barrios ricos y los pobres
sigue siendo la mejor manera de hacer que las sociedades se vuelvan más soportables y, a largo plazo, el camino más
adecuado para promover indirectamente la igualdad de oportunidades. Si lo pensamos a escala internacional, allí donde
las desigualdades son profundas conviene más reducir las desigualdades macrosociales que crear una competencia de
todos contra todos en nombre de la igualdad de oportunidades. La igualdad de oportunidades se mejora cuando somos
relativamente iguales. En ese sentido, los “viejos proyectos” del movimiento obrero y la socialdemocracia no perdieron su
vigencia.
Traducción: Bárbara Poey Sowerby
* Sociólogo francés, autor de Repensar la justicia social. Contra el mito de la igualdad de oportunidades y ¿Por qué
preferimos la desigualdad? (aunque digamos lo contrario), ambos publicados por Siglo XXI.
© Le Monde diplomatique, edición Cono Sur
Una sociedad sin ataduras
Por Gustavo Grobocopatel*
http://www.eldiplo.org/201-el-regreso-del-neoliberalismo/una-sociedad-sin-ataduras/
omos diferentes. Es una de las pocas cosas de las que no tengo dudas. Mis tres hijos son diferentes entre sí
y yo soy diferente a mis hermanas. Trabajo desde hace más de 35 años con gente diferente. La diferencia es
un gran activo. En tiempos turbulentos, con realidades cambiantes, tener personas con diferentes ideas,
historias y miradas resulta fundamental. En las empresas se suele hablar de la “gestión de los talentos”: cada
persona tiene uno, o varios, y la gestión consiste entonces en lograr que cada persona exprese lo mejor de sí
misma. El trabajo en equipo se basa en la idea de lo diferente, la interdependencia crea competencias
colectivas que superan las individuales. Muchos autores que estudian el proceso de globalización señalan
esta tensión entre lo individual y lo colectivo como parte sustancial del proceso de evolución de las
sociedades.
La idea de igualdad de oportunidades, que el editorial de enero de el Dipló describe impecablemente pero que asigna
exclusivamente al liberalismo, no debería ser un concepto apropiable por una ideología o movimiento: debería ser un valor
común y básico, imprescindible para cualquier sociedad que persiga el bienestar. La “igualdad de resultados”, que
analíticamente suele oponerse a la igualdad de oportunidades, lleva a pensar que una sociedad elevada podría aceptar la
igualdad material más allá de las diferencias, los méritos o los deseos individuales de sus integrantes. Las experiencias del
último siglo mostraron que las personas no estamos preparadas aún para el socialismo utópico, con el agravante de que
en muchos casos estas ideas dieron lugar a diferentes formas de fundamentalismos que amenazaron desde el derecho a la
vida hasta las libertades más básicas: creían que para lograr la igualdad de resultados había que eliminar al diferente.
Por un lado, la idea de perseguir la igualdad de resultados y medirla exclusivamente a través del índice Gini es insuficiente,
ya que hay sociedades que pueden ser igualitariamente pobres (se puede igualar para abajo). Por otro lado, resulta
necesario destacar que las ideas para llegar a la igualdad de resultados pueden ser contenidas o integrarse con la
perspectiva de igualdad de oportunidades. Es decir, generar las condiciones para que todos los ciudadanos puedan, con
creatividad y esfuerzo, desarrollar plenamente sus capacidades a lo largo de su vida, y que cada uno llegue hasta donde
pueda –y, agrego, hasta donde quiera– mediante construcciones colectivas donde, a través de bienes públicos de calidad,
las
“líneas
de
llegada”
se
acerquen.
Se trata de un tema cada vez más presente en el debate público debido a la creciente diferencia entre ricos y pobres, muy
relacionada –desde mi punto de vista– con el acceso al conocimiento y a la capacidad de darse cuenta de las personas. Los
más ricos se alejan tanto que la línea de llegada se sitúa cada vez más lejos. La clave, entonces, es cómo acotar, reducir o
reparar estas desigualdades sin afectar los incentivos que permitan que aparezcan algunos individuos lúcidos que estiren
69
esa línea hacia adelante: muchos desarrollos tecnológicos, por ejemplo, no hubieran sido posibles sin estos emergentes
del
sistema.
El rol del Estado como agente de redistribución también debe generar un debate. Según estudios del economista Rafael
Di Tella, hay sociedades que creen que el éxito depende fundamentalmente del esfuerzo. Es el caso de la estadounidense
y la inglesa, ambas protestantes, pero también de las nuevas sociedades capitalistas de Asia, como Corea del Sur o
Singapur. Otras sociedades, en cambio, perciben que depende de la suerte, como Francia e Italia, más vinculadas con el
catolicismo (1). Estas diferencias impactan sobre el diseño del sistema político y económico. Si el éxito depende del
esfuerzo, entonces las personas no necesitan el soporte del Estado, y la meritocracia permite expresar las diferencias y la
equidad. Si es la suerte lo que determina el éxito, entonces debe haber un Estado que compense y redistribuya.
Los sistemas políticos deberían ser resultado de estas creencias, que, como no son estáticas, deberían poder revisarse de
manera periódica. Argentina es un caso emblemático, que oscila entre el odio y el amor por el Estado, en ambos casos con
buenas dosis de irracionalidad y extremismo. Desde el punto de vista de la cultura política, pareciera que estamos más
cerca de Francia o Italia que de Inglaterra: los argentinos necesitamos un Estado que compense, algo en lo que parece
haber acuerdo; el tema, en todo caso, es cuál es la calidad del Estado requerida, y cuál su medida justa.
En relación a la calidad, un gobierno que trate de conseguir los mejores gestores demuestra la voluntad de tener un Estado
de calidad, es decir presente, eficiente, al servicio de los ciudadanos, constructor de bienes y servicios públicos, que
redistribuya para incluir y no sólo para reparar. No se puede defender al Estado y al mismo tiempo gestionarlo mal.
Respecto de su tamaño, no hay recetas universales. Ciertas sociedades, como las escandinavas, aceptan con gusto pagar
altos impuestos a cambio de un Estado grande que devuelve servicios excelentes. Otros países, en cambio, prefieren que
el dinero y la redistribución sean realizados por mecanismos del mercado, con incentivos claros y consistentes. Argentina
debe definir este punto de equilibrio justo, llegar a un acuerdo social sobre el mismo y respetarlo durante u n período de
tiempo razonable: los actores y agentes económicos toman decisiones basadas en este esquema y es inconveniente que se
cambien constantemente. Para que el capitalismo funcione se necesitan reglas de juego estables, un Estado de calidad,
competencia entre empresas y trabajadores dispuestos a ser dueños. Sin esas condiciones sólo habrá una especie de
precapitalismo
disfuncional.
Finalmente, la prueba ácida para saber si estamos o no en el buen camino, buscando la igualdad de oportunidades o de
resultados, es saber si, al cabo de un tiempo, las personas somos más libres, autónomas, empleables, emprendedoras,
solidarias y saludables. El premio Nobel de Economía Amartya Sen dice que estas capacidades están muy asociadas con
la felicidad y el bienestar de las sociedades y las personas. La construcción individual y colectiva por venir nos debe llevar
hacia un modelo que nos libere de las ataduras y los prejuicios y nos deje volar para lograr ese propósito.
1. Rafael Di Tella y Robert MacCulloch, “Why Doesn’t Capitalism Flow to Poor Countries?”, Brookings Papers on Economic
Activity,
2009.
* Empresario.
© Le Monde diplomatique, edición Cono Sur
El tiempo de la cólera
Por Serge Halimi*
http://www.eldiplo.org/201-el-regreso-del-neoliberalismo/el-tiempo-de-la-colera/
Sobre el fondo de una crisis económica persistente en la mayoría de los países occidentales, la emergencia de nuevas
fuerzas contestatarias testimonia una gran impaciencia política, que se transforma a menudo en cólera.
a persistente impopularidad de los dirigentes socialistas franceses no tiene que ver con una excepción
nacional que se podría imputar a las malas cifras de empleo o a la negación sistemática de los principales
ideales de la izquierda. El agotamiento de un ciclo ideológico que encarnó hace veinte años la “tercera vía”
de William Clinton, Anthony Blair, Felipe González, Dominique Strauss-Kahn y Gerhard Schröder,
también se observa en Estados Unidos y en la mayoría de los demás países europeos.
Pero esta derrota de un socioliberalismo durante mucho tiempo triunfante no beneficia exclusivamente a
las fuerzas situadas todavía más a la derecha. Desde hace poco está acompañada por el renacimiento de
una corriente contestataria cuyas ideas se pretendían superadas, arcaicas, arrasadas por la globalización, la flexibilización
y las nuevas tecnologías (véase el artículo de Thomas Frank, página 28). Desde los campus estadounidenses hasta los
suburbios de Londres, pasando por las municipalidades de Madrid y Barcelona, esta izquierda desenvuelta dispone de
ahora en adelante de relevos políticos. Y a veces se anima a designar a sus enemigos: el control del capital sobre los medios
de producción (véase el artículo de Frédéric Lordon, página 22), el poder de los medios de comunicación, la autosuficiencia
de las finanzas. Por supuesto, los rebeldes todavía no son más que una bandada de golondrinas en invierno. Pero en una
época en la que la extrema derecha con frecuencia tiene el rol de depositario de todas las cóleras, ese rayo de esperanza
claramente
podría
disputarle
las
estaciones
que
siguen.
Capitulación
a
cambio
de
nada
Definitivamente, los socioliberales no tienen suerte. En el verano de 2015, con la colaboración de Angela Merkel, habían
sometido a los dirigentes griegos de Syriza a un fuerte ataque para obligarlos a sumarse a su campo. Así, pensaban tener
liquidada toda oposición por el lado izquierdo. Luego, uno tras otro, emergen Jeremy Corbyn –en el Reino Unido– y
Bernie Sanders –en Estados Unidos–. Estos últimos, movilizando a una apreciable porción de la juventud de su país,
restauran a la vez el combate político y algunas de las aspiraciones anticapitalistas que la “tercera vía” tenía la vocación de
70
enterrar.
A esta decepción se le agrega otra. Los socioliberales nunca habían capitulado de una manera tan total, tan irrevocable,
ante las pretensiones de la patronal, con la ilusión de obtener a cambio la creación de algunos empleos y un nuevo contrato
de alquiler del poder. Fracaso en este caso también: la patronal embolsa y la coyuntura se degrada. Peor aun, mientras
que la economía y las finanzas mundiales vuelven a frenar, los principales dogmas neoliberales, adoptados desde hace
treinta años por los socioliberales europeos, acaban de quedar invalidados por sus arquitectos intelectuales de antaño.
Como todo esto se hizo sigilosamente, la derecha, la izquierda liberal y los grandes medios de comunicación pueden fingir
no haber notado nada y seguir tras la estrella que guía sus pasos cada vez que alrededor de ellos todo se descuajeringa: a
crisis del mercado, remedios del mercado (1). De todos modos, la ineficacia de sus talismanes –baja de los impuestos y las
contribuciones sociales, mayor precarización, ampliación del libre comercio– se volvió patente. Y la desmitificación de
elementos
centrales
de
ese
credo
ya
reclutó
enemigos
internos.
Debilitar a los sindicatos y desmantelar el código laboral debía liberar el espíritu de empresa y permitir la flexibilidad. Dos
economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) admitieron recientemente que el resultado de esta política –
defendida durante mucho tiempo por el FMI– fue, sobre todo, profundizar las desigualdades (2). Y de repente surge algo
molesto en el momento en el que la cuestión de un apartheid social ocupa las mentes al punto de que los dirigentes
occidentales
fingen
preocuparse
por
ella
diariamente.
La desigualdad no es un mal, replican, sin embargo, algunos liberales para los que la “dispersión de los ingresos” estimula
la iniciativa, la innovación, el riesgo, el empleo. “Los jóvenes franceses tienen que tener ganas de convertirse en
millonarios”, lanzó un día el ministro de Economía francés, Emmanuel Macron, retomando así por su cuenta la vieja
promesa reaganiana de una “marea alta que levanta todos los barcos”. Sin alejarse demasiado de las metáforas náuticas,
a
ese
postulado
también
se
lo
llama
la
“teoría
del
derrame”.
Y bueno, en este caso tampoco tuvieron suerte. El año pasado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE) calculó que el enriquecimiento de los más ricos (un grupo que cuenta al menos con tantos
intermediarios parasitarios como “jefes emprendedores”) había comprometido “el crecimiento económico a largo plazo”
allí donde, al contrario, una mejora de los ingresos de los más pobres lo habría acelerado (3).
Finalmente, habían recomendado Ronald Reagan y luego François Mitterrand, había que reducir los impuestos para
relanzar la economía (4). Solemnemente reivindicada por Hollande en su conferencia de prensa del 13 de noviembre de
2012, esta “política de la oferta” debía favorecer además la recuperación de las cuentas públicas. Cansado, el semanario
británico The Economist, biblia del liberalismo mundial, acaba de conceder, un poco apenado de todos modos, que “las
previsiones según las cuales la reducción de impuestos generaría un crecimiento suficiente como para autofinanciarse
parecen
un
poco
irresponsables
hoy”
(5).
Treinta
años
de
bombardeo
neoliberal
tirados
a
la
basura…
Nada de todo esto, es posible adivinarlo, disuade a los candidatos de derecha para las próximas elecciones a duplicar la
apuesta. ¿Por qué se privarían de hacerlo, en Francia, dado que tampoco Hollande deja de atiborrar con golosinas a los
jefes de empresa? Y además, cuando el destino electoral de un Presidente de la República y su partido parece sellado, esto
alienta la franqueza, agudiza los apetitos. Por ende, Sarkozy prevé un “contragolpe fiscal” que comprendería a la vez una
baja del 10% del impuesto sobre las ganancias y la eliminación de aquel sobre las grandes fortunas (ISF, Impuesto de
Solidaridad
sobre
las
Fortunas).
François Fillon y Alain Juppé asumen esta última propuesta, así como la de una baja masiva de los gastos públicos. A
pesar de un desempleo masivo, escandalosas necesidades de equipamiento en la red de transporte de la región parisina
(el 40% de las vías y el 30% de los cambios de vías tienen más de treinta años) y de tasas de interés cercanas a cero. Para
alcanzar su objetivo, sugieren eliminar empleos en la función pública, reducir las asignaciones que se pagan a los
desempleados y dejar de reintegrar algunos gastos médicos a extranjeros. En síntesis, al diablo los remordimientos de los
laboratorios neoliberales si no coinciden con el interés de los privilegiados y las “recetas” a las que el propio
socioliberalismo
adhirió.
El rechazo de las recomendaciones heréticas se vuelve más imperativo aun porque la maldición de los expertos también
golpea al corazón del sistema, al punto de convergencia extrema entre liberales de derecha y de izquierda: la ideología del
libre comercio. Se había dicho que la pérdida de empleos vinculados al comercio internacional en un sector se compensaría
con el surgimiento (o el crecimiento) de otras actividades más productivas. Ahora bien, hasta ese principio fundador del
liberalismo económico (la teoría de las ventajas comparativas y la especialización internacional) oscila a su vez. De esta
manera, la competencia de los productos chinos en el mercado estadounidense habría generado la pérdida de dos millones
y medio de empleos en Estados Unidos; un dato machacado por Sanders, quien parece saborear la idea de dinamitar desde
adentro
pedazos
enteros
de
la
ideología
de
su
partido.
Sanders, pues, condena a la vez el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, del inglés North American
Free Trade Agreement), ratificado en 1993 y defendido sucesivamente por los presidentes Clinton y Bush, y el Acuerdo
Transpacífico (TPP), firmado el 4 de febrero pasado por el presidente Obama con el aval de la mayoría de los
representantes republicanos en el Congreso. Imaginando tal vez que los estadounidenses ya se habían olvidado de las
promesas mentirosas del NAFTA, el secretario de Estado John Kerry acaba de afirmar que el TPP crearía 650.000 empleos
en
Estados
Unidos
(6).
Ahora bien, en el frente de la coyuntura mundial, el cielo se cubre, lo que raramente es prometedor para los dirigentes que
están a cargo. En 2007-2008, la caída de los bancos se explicaba por el derrumbe de sus activos inmobiliarios; hoy, su
excesiva exposición al sector petrolero los amenaza con las mismas contrariedades. Y con ellas, a muchos países a los que
esos bancos tienen de rehenes, incluso en Estados en los que, teóricamente, la izquierda está en el poder.
Porque, mal que les pese a aquellos que creyeron en Hollande en 2012, “el mundo de las finanzas” nunca encontró un
“verdadero adversario” en la cima del Estado, sino más bien a hombres solícitos a servirlo. En efecto, no hay ninguna
necesidad de que la derecha esté al mando para que estos controlen los ministerios clave (Macron). Además, bancos o
71
fondos especulativos contratan a ex dirigentes socialistas en sus consejos de administración (Blair, Schröder, StraussKahn), sin por ello dejar de financiar las campañas de candidatos demócratas. Como la de Hillary Clinton en este
momento.
¿Qué significan estas imposturas políticas, ese empeño en el error? Y ¿qué anuncian? Que el socioliberalismo agotó la
fuerza que le confería su alianza con las clases dirigentes. Más poderosas que nunca, estas últimas necesitan menos
intermediarios para imponer sus intereses. Pero, simultáneamente, las connivencias entre viejos socialistas y nuevos ricos
se notan más, irritan a las poblaciones que padecen sus consecuencias y se pagan. Hillary Clinton defendió la abolición
por parte de su marido de la frontera entre actividades bancaria y especulativa, una decisión que contribuyó a la crisis
financiera de 2007-2008 (7). Por eso estaba menos sonriente que de costumbre cuando Sanders le lanzó: “Cuando se
detiene a jóvenes con marihuana, la policía los ficha. Pero cuando un ejecutivo superior de Wall Street destruye la
economía, no le pasa nada. Eso es el poder, eso es la corrupción y eso es lo que debe cambiar en Estados Unidos. Tres de
nuestros cuatro principales bancos son más poderosos hoy que cuando los socorrimos porque ya eran “too big to fail”
[“demasiado grandes para caer”]. ¡Hay que quebrarlos! Son demasiado poderosos económicamente, demasiado poderosos
políticamente” (8). Es comprensible que al día siguiente de las primarias de New Hampshire, que ganaron Sanders y
Trump, un analista financiero se haya preocupado: “Después de lo que pasó anoche, los inversores ya no pueden excluir
la hipótesis de una solución electoral extrema que podría generar riesgos fundamentales para el mercado bursátil” (9).
Un candidato demócrata que quiere “quebrar los bancos”, un candidato republicano que amenaza a China y México con
una guerra comercial: en efecto es algo que debe parecer bien “extremo” en Estados Unidos. Se podría creer que, instruida
por su propia experiencia de deslocalizaciones industriales, de baja del poder de compra y de costo creciente de los
estudios superiores, una parte importante de la población estadounidense está operando brutalmente el vaciado de treinta
años de pedagogía de la globalización. Junto a millones de jóvenes que no padecieron el lavado de cerebro de la Guerra
Fría, manifiestan su entusiasmo por un candidato que combate a la “clase de los millonarios”, jura dinamitar la forma de
financiamiento
de
las
campañas
políticas
¡e
incluso…
se
proclama
socialista!
(10)
Esta impaciencia y ese deseo de confrontar con una “izquierda” que capituló prácticamente en todo se vuelven a encontrar
en Europa. En España, el Partido Socialista, desacreditado por los feudos locales y los escándalos de corrupción, acaba de
registrar el peor resultado de su historia mientras que los contestatarios de Podemos irrumpen en la escena social y
política. El bipartidismo está destruido, se abre el juego. Y en Madrid, Barcelona, Zaragoza, municipalidades que
desbordan de imaginación se oponen a los desalojos, embisten contra los bancos, remunicipalizan sus servicios, inician
una
auditoría
de
la
deuda.
La derrota electoral de los laboristas británicos en mayo pasado tampoco estuvo acompañada, como era habitual en
semejantes casos, por un volantazo a la derecha. Al contrario, el blairismo fue repudiado por militantes que duplicaron su
cantidad y cuya cantidad es actualmente igual a la de todos los demás partidos reunidos. Así, la elección de Corbyn
demostró el deseo de preservar la identidad laborista de una formación que se había despegado de esta casi por completo
(11). Como Sanders, el nuevo dirigente del Laborismo descarta los artificios de la comunicación expresándose largamente
en mítines a la antigua, sin temer fustigar a los grandes medios de comunicación que lo odian. Nadie pone en duda su
sinceridad cuando detalla sus ideas, su filosofía, más preocupado por cambiar radicalmente los términos del debate
político
en
su
país
que
por
ganar
las
próximas
elecciones
a
cualquier
precio.
Un
“cuasi
consenso”
Jean-Claude Trichet, ex presidente del Banco de Francia y luego del Banco Central Europeo, recuerda: “Hoy, tenemos un
cuasi consenso dentro de las grandes sensibilidades políticas de gobierno sobre al menos tres puntos: nuestros gastos
públicos tienen que disminuir, nuestra economía es todavía demasiado rígida y no somos lo suficientemente competitivos”
(12). Si el “cuasi consenso” de los dirigentes es evidente, sus resultados también. Seguramente Trichet es incapaz de
comprenderlo, pero los que los rechazan son cada vez más numerosos. No se les concede nada. Así, después de haber
sometido a Grecia, la Unión Europea pone en la mira actualmente a Portugal. El periódico Le Figaro señala: “A la cabeza
de una frágil coalición, Antonio Costa, el jefe del gobierno socialista, les prometió a su aliado comunista y a los portugueses,
arruinados por años de recesión, aflojar la presión de la austeridad. Salvo que los garantes bruselenses del pacto de
estabilidad no lo entienden así. Bajo la presión europea, sobre todo del gendarme alemán, y de los mercados, el gobierno
portugués
tuvo
que
revisar
su
propuesta”
(13).
En cambio, cuando el gobierno conservador de David Cameron exigió que sus “socios europeos” protegieran los intereses
de la City de los efectos de la moneda única y que Londres pudiera reducir las ayudas sociales para los trabajadores
migrantes miembros de la Unión, la “propuesta” británica no tuvo que ser revisada. Y los socialdemócratas del Viejo
Continente, con Hollande a la cabeza, ratificaron esta “preferencia nacional”, esas transgresiones a las reglas comunes.
Sin embargo, desde hace más de treinta años, todos proclaman que “la prioridad es la Europa social” ( 14) …
Entre estos gobernantes y la izquierda, está consumado el divorcio. Se observa en las urnas, se observa en la calle. El statu
quo y sus hombres son rechazados, su base política se reduce. La certeza de que ese sistema se volvió imposible de
reformar, de que las desigualdades sólo pueden profundizarse, de que no aprenderá nada de las crisis, impregna de ahora
en más a la sociedad. Y la acumulación de repudios que en casi todos los ámbitos marca el fin del mandato del Presidente
francés
adquiere
un
valor
casi
pedagógico.
En una configuración general como esta, asumir riesgos se vuelve tentador, a menos que les quieran reservar la iniciativa
y la ventaja a sus peores adversarios. El terrorismo y la guerra mantienen una apariencia de cohesión nacional, pero el
deterioro social y la retracción del futuro no serán compatibles por mucho tiempo con la estabilidad política. Todo eso es
lo que expresan a su manera las nuevas figuras de la izquierda. Su paso está asegurado, su meta es incierta. Pero los puntos
de cambio histórico constituyen precisamente esos momentos en los que hay que actuar antes que padecer, ponerse en
marcha
antes
que
esperar.
1. Véase “Le naufrage des dogmes libéraux” y “A crise du marché, remèdes de marché”, Le Monde diplomatique,
respectivamente
octubre
de
1998
y
septiembre
de
2002.
2. Véase Florence Jaumotte y Carolina Osorio Buitron, “Le pouvoir et le peuple“, Finances & Développement, Washington,
72
DC,
marzo
de
2015.
3.
“Tous
concernés:
Pourquoi
moins
d’inégalités
profite
à
tous”,
OCDE,
París,
20 15.
4. François Mitterrand, el 15 de septiembre de 1983: “Demasiados impuestos, nada de impuestos. Estamos asfixiando la
economía, limitando la producción, limitando las energías. Decididamente quiero que iniciemos una reducción”.
5.
“Be
serious”,
The
Economist,
Londres,
2-1-16.
6. Véase Lori Wallach, “El libre comercio y sus promesas”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, junio de 2015.
7. Véase “El gobierno de los bancos”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, junio de 2010.
8.
Debate
televisivo
de
New
Hampshire,
4
de
febrero
de
2016.
9.
The
Wall
Street
Journal,
Nueva
York,
16-2-16.
10. Véase Bhaskar Sunkara, “Un socialista a la conquista de la Casa Blanca”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur,
enero
de
2016.
11. Véase Alex Nunns, “Jeremy Corbyn, el hombre a derribar”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, octubre de 2015.
12.
Le
Journal
du
dimanche,
París,
14-2-16.
13.
Le
Figaro,
París,
15-2-16.
14. Para un repaso muy productivo de las declaraciones sobre este tema, véase “35 ans de promesses d’Europe sociale en
bref”,
Youtube.com,
15-5-14.
* Director de Le Monde diplomatique.
Traducción: Bárbara Poey Sowerby
Descomposición terminal del social-liberalismo
Por Frédéric Lordon*
http://www.eldiplo.org/201-el-regreso-del-neoliberalismo/descomposicion-terminal-del-socialliberalismo/
La respuesta de los partidos de gobierno teóricamente “de izquierda” a la tenaz crisis económico-social se alinea cada vez
más con los intereses de los grandes capitalistas y en contra de los derechos más elementales de los trabajadores. El
enemigo a abatir ahora en Francia es el Código del Trabajo.
s bien el espíritu de Lampedusa (1) el que sobrevuela la época: cambiar todo para que nada cambie. Y
además, “cambiar todo”… Apenas fingir. A menos, lo que casi sería peor, que sean sinceros: no se puede
descartar en efecto que los protagonistas de la “primaria de izquierda” estén convencidos de estar
produciendo una innovación política radical, cuando lo que hacen es balbucear la lengua muerta de la
Quinta República. El colmo del atascamiento es, claro está, el de ya no ser capaz de pensar más allá del
mundo en el que uno está atascado. Presidencialización enajenada, partidos espectrales, campañas
utópicas, voto útil, esta es la prisión mental que los iniciadores de la “primaria de izquierda” toman por la
Gran Evasión. ¿Y para hacer qué? ¿Fusionar la contribución social generalizada (CSG) y el impuesto a las
ganancias, un programa a favor del aislamiento de los alquileres, una fuerte declaración sobre la “reorientación de
Europa”?
Es cierto que, así como la Piedra del Norte (que cura el reumatismo y las uñas encarnadas) para venderse necesitaba
llamar la atención con el cartelito de “Visto en TV”, la etiqueta “Afirmado por Libération” destaca sobre todo el ruiseñor
de una perfecta inocuidad, la subversión con piel de conejo que sólo sorprende a los editorialistas, como si del inenarrable
trío Joffrin-Goupil-Cohn-Bendit pudiese salir algo más que un grito de amor por el sistema, que tanto les dio, y que todavía
hay que hacer que dure. En todo caso, no falta personal en el servicio de cuidados paliativos, donde la creencia de que un
subte
más
nos
va
a
sacar
del
aprieto
todavía
no
cede.
Los
muertos
vivos
El cadáver que, contra toda razón, sus propios mendigos tratan de hacer durar, es el de la “socialdemocracia”, que tanto
en Francia como en el resto del mundo entró en su fase de descomposición terminal. Para tener una idea del grado de
ceguera al que conduce a veces el encarnizamiento terapéutico, alcanza con figurarse que incluso para esos enfermeros de
la desesperación “toda la izquierda” es una categoría que se extiende sin problemas de Jean-Luc Mélenchon a Emmanuel
Macron –¿pero este gobierno todavía no se esforzó lo suficiente como para que ya nadie ignore que es de derecha, y que,
de acuerdo con la lógica, una “primaria de izquierda” no debería incluir a ninguno de sus miembros ni a quienes lo
apoyan?–
.
En política, los muertos vivos tienen como principio de supervivencia la inercia propia de las instituciones establecidas y
la osificación de los intereses materiales. Al partido de derecha socialista, vaciado de toda sustancia, ya sólo lo sostienen
sus paredes –¿pero hasta cuándo?–. Aguijoneada por intereses semejantes, la izquierda de las tiendas, que en cada ocasión
electoral se saca una foto en el mismo traspaso porque hay que cuidar los derechos del kiosco –espléndidas imágenes de
Pierre Laurent y de Emmanuelle Cosse enmarcando a Claude Bartolone en las regionales–, ya no tiene ni siquiera el reflejo
elemental de supervivencia que le haría darse cuenta de que se está dejando ganar por la podredumbre de una época
agonizante. Ya no hay nada que hacer con ese campo de ruinas, ni tampoco con las instituciones que impiden que se
liquide.
De lo único que podemos estar seguros es de que ninguna alternativa real puede nacer del juego normal de las instituciones
de la Quinta República y de las organizaciones que flotan ahí entre dos aguas con la panza al aire. A este orden agonizante
73
va a haber que pasarle por encima. Como lo demostraron abundantemente todos los movimientos de plazas y de
ocupaciones, la reapropiación política y los parlamentarismos actuales están en una relación de antinomia radical: la
primera sólo tiene chances mediante la destitución (2) de los segundos, instituciones en las que ya está establecido que
están hechas sobre todo para que no pase nade –ese “nada” al que la “primaria de izquierda” está consagrada tan
apasionadamente–.
El problema de los movimientos “destituyentes”, sin embargo, es que ellos mismos se condenan a la inanición si no se
entregan a la idea de que en las grandes escalas sólo hay política instituida, o reinstituida, incluyendo esa institución que
al principio quisieron eludir: la representación. Acaso sea una embriaguez particular la de quedarse en el suspenso de una
suerte de ingravidez política, es decir, en la ilusión de una política “horizontal” y liberada de toda institución, pero si e l
movimiento no vuelve a tierra a su manera, es el orden establecido el que se va a encargar de traerlo de vuelta –y a su
manera–. Pero entonces, ¿cómo salir de esta contradicción entre la prolongación imposible del suspenso “destituyente”…
y el fatal retorno a la escudería parlamentaria? Para esta pregunta hay una sola respuesta, casi lógica: si hay que volver a
la
tierra
es
para
cambiar
las
formas
mismas
de
la
política.
Para
qué
sirve
la
Constitución
La forma de la política tiene un nombre general: la Constitución. Es la Constitución la que dice cómo se organizan la
deliberación y la decisión. A no ser que se crea que deliberación y decisión pueden no contar con la organización
institucional, y a no ser que se vuelva a las formas establecidas, el camino escarpado para escapar de la aporía precedente,
el primer momento de la reapropiación, es el de la reescritura de una Constitución, porque sólo ella va a decidir nuestras
reapropiaciones ulteriores. Arquitectura de los niveles de decisión, reglas de deliberación, organización de la
subsidiariedad (máxima), modos de designación de los representantes, amplitud de sus delegaciones, forma de su
mandato, rotación, revocación, paridad, composición social de las asambleas, etc., todas estas cosas que determinan quién
hace qué en política y quién tiene voto para qué, son, por definición, asunto de la Constitución.
Es en este momento, por lo general, cuando al ejercicio constitucional se le objeta su abstracción que no acciona ningún
cambio, su distancia de las preocupaciones concretas de la población. Y es verdad: si no es más que un mecano jurídico
formal separado de todo, los melindres constitucionales no merecen ni un minuto de atención; sabemos demasiado bien
cómo está destinada a terminar: como divertimento para editorialistas y como consolidación de la captura parlamentaria.
Pero de eso, el mismo espectáculo de la época nos protege radicalmente. Porque nos da con mucha fuerza la idea de saber
qué hacer con una Constitución –la única idea que le da un sentido al ejercicio constitucional–. Una Constitución deja en
efecto de ser un entretenimiento de jurista y se vuelve objeto de interés concreto para los mismos ciudadanos a partir del
momento en el que se sabe a qué proyecto sustancial de sociedad está subordinada. Pero semejante proyecto, nos alcanza
con contemplar nuestra situación de hoy en día para tener enseguida el negativo. Precarización erigida en modelo de
sociedad, injusticias vergonzosas, las que tuvieron lugar en Goodyear, como antes en Conti, y las que van a venir, ataque
inusitado contra el Código del Trabajo, todas estas cosas no expresan más que una: doblegar al trabajador, terminar de
erigir el reino del capital. Y después, encima de eso llega una película, Merci patron!, de François Ruffin, que, de alguna
manera, junta todos esos motivos de indignación pero los transmuta en una gigantesca carcajada –es que al final el fuerte
(Bernard Arnault) muerde el polvo y los débiles salen sabiendo que a partir de entonces “es posible” (3)–.
¿Una película puede ser en sí misma un punto de quiebre? En todo caso, está ahí, y una idea que sale de una película es
siempre cien veces más poderosa que la misma idea salida de un discurso general. Pasa también que en el momento
particular en el que aparece, la idea de volverla un punto de catálisis no es más tonta que otras cosas. Es que todo se
desmorona en la sociedad actual, y el punto de ruptura podría ya no estar tan lejos. Ahora bien, entre la causalidad directa,
y directamente restituida, que va de la riqueza de Bernard Arnault a la miseria de los Klur ( 4), la miserable corrupción de
jerarcas socialistas que pasaron sin vergüenza al servicio del capital (5), la inutilidad de medios de comunicación
inofensivos, transformados en engranajes orgánicos del sistema, Merci patron! nos entrega sintéticamente el cuadro de la
descomposición actual, y con ese mismo cuadro nos indica qué hay que hacer –todo lo contrario– y, como consecuencia,
el sentido que hay que darle a un movimiento de reapropiación constituyente. Si se necesitaban antídotos contra el
constitucionalismo
intransitivo,
¡de
seguro
éste
es
uno!
Se dirá sin embargo que las Constituciones sólo se encargan de las reglas mismas de la deliberación política, y que no les
toca prever sus resultados. Y también en parte es cierto. ¿El defecto europeo por excelencia no es, por ejemplo, el de haber
“constitucionalizado” las políticas económicas sobre las cuales ya no hay por consiguiente… más nada que deliberar? Nos
equivocaríamos sin embargo si cediéramos al formalismo puro para mirar las Constituciones como reglas ingrávidas,
ubicadas por encima de cualquier postura sustancial. No hay una Constitución que no disimule entre sus pliegues una
idea muy marcada de la sociedad que organiza. Es poco decir que la Constitución de la Quinta República tiene la suya –la
misma, de hecho, que la de las cuatro repúblicas que la precedieron–. Y no se ve por qué, en estas condiciones, nos
privaríamos
de
decir
alto
y
fuerte
cuál
es
la
nuestra.
¿Libertad?
La
del
capital
Pero entonces, ¿cuáles son estas ideas diferentes, la suya, la nuestra? ¿La idea enquistada de ayer, la idea posible de
mañana? La “República” es un poco taimada, muestra algunas cosas y disimula otras. ¿Libertad? La del capital. ¿Igualdad?
Limitada al cuarto oscuro. ¿Fraternidad? La palabra hueca que sabemos no compromete a nadie. ¿Entonces de verdad
qué? Propiedad. El talismán escondido de nuestras repúblicas sucesivas, todas declinaciones de una misma república a la
que va a haber que darle su verdadero nombre, no la “República” sin más, sino la república burguesa, ese talismán
escondido, por lo tanto, es el derecho de los propietarios de los medios de producción. La “República” es la armadura
constitucional
del
imperio
del
capital
sobre
la
sociedad.
Porque, dejando de lado la coerción directa sobre la servidumbre, ¿se ha visto empresa más poderosa sobre la existencia
material de las personas, y por lo tanto sobre la existencia sin más, que el empleo asalariado como punto de pasaje
obligatorio para la simple supervivencia, el empleo del cual los propietarios de los medios de producción, precisamente,
tienen el monopolio de la oferta, y que no dan sino con sus condiciones? Que a todos los Klur de la tierra se los abandone
después de haber sido explotados hasta la médula es la consecuencia misma de este imperio… y de la bendición
constitucional que le da forma legal. Que tal sea el anclaje real de esta república invariable –porque bajo esta relación su
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numeración poco importa– es la historia la que aporta la prueba más formal al recordar que no es una contestación seria
del derecho de los propietarios, es decir, del imperio del capital, la que no termina en el tribunal, en la cárcel, o
directamente en la sangre –fraternidad…–. Como siempre, una institución no entrega su verdad hasta el momento en que
se la lleva a su punto límite. Es sólo entonces que revela de una sola vez toda la violencia de la que es capaz para defender
aquello que realmente quiere. El punto límite de la república burguesa es la propiedad.
Pero la república burguesa no agota a la República. Porque si la historia mostró ampliamente aquello de lo que la primera
era capaz, también dejó entrever otra forma posible para la segunda: la república social, la verdadera promesa de la
república general. Es que la república de hoy en día no es más que el tronco burgués del impulso revolucionario de 1789
–y, más exactamente, de 1793–. La revolución de 1848 no tuvo más sentido que el de hacer ver las anomalías y lo que
faltó, e incluso aquello con lo que no se cumplió: porque no se puede declarar la igualdad de los hombres y bendecir que
el capital los mantenga en el último estado de servidumbre. ¿Qué es la república social? Es tomarse en serio la idea
democrática planteada en toda su generalidad por el 1789, pero limitada a la esfera política –e incluso, con qué formas
atrofiadas…–. La república social es la democracia general, la democracia en todos lados, y no sólo com o citación a votar
cada cinco años… y después como invitación a volver a dormirse enseguida. La igualdad democrática es el detestar lo
arbitrario que somete a un hombre a la desiderata soberana de otro, por ejemplo: vos vas a trabajar acá, y después no, en
verdad allá; vos vas a hacer lo que nosotros te digamos y cómo nosotros te digamos; y puede llegar a pasar que te dejemos
de necesitar; ¿te molesta? es tu problema, no el nuestro, que es simplemente que vos te vayas. Nos vas a obedecer por una
simple y buena razón: que vas a vivir con miedo. No hay un solo empleado que no haya experimentado el poder del miedo.
El miedo es el último recurso del imperio propietario, el que cualquiera experimenta cuando sus mismas condiciones de
existencia
le
son
devueltas
al
ofrecedor
de
empleo
soberano.
No hay vida colectiva –y la producción es parte de ella– sin reglas. Como lo demostró Rousseau, la autonomía no es la
ausencia de reglas, sino seguir las reglas que uno estableció para sí mismo. ¿Pero quién es este “uno” sino el conjunto de
personas que se someten libremente a esas reglas –libremente porque son las suyas–? Los pocos que, por ejemplo en el
ámbito empresarial, someten unilateralmente a todos los demás a sus reglas, eso es cualquier cosa menos democracia.
Pero de hecho, ¿de qué otra manera se le puede llamar a un sistema que funciona no con deliberaciones sino con
obediencia y miedo más que: dictadura? Un “demócrata” estaría de acuerdo inmediatamente, observándolo desde la esfera
política. Pero la cosa le deja de parecer un problema apenas cruza la puerta del lugar de trabajo –en realidad ni siquiera
la ve–. ¿Cómo puede ser que todos los amigos de la república actual, a quienes se los reconoce fácilmente porque tienen
la boca llena de “democracia”, puedan tolerar así la negación radical de toda democracia en la vida social? ¿Cómo pueden
justificar que, más allá de la pantomima quinquenal, toda la vida concreta de las personas haya quedado en una forma
maquillada de Antiguo Régimen donde unos deciden y otros se someten? ¿Cómo se las arregla el gargarismo político con
el hecho de que, en la condición salarial, y una vez removidas las concesiones superficiales (o los montajes fraudulentos)
de la “gestión participativa” y de la “autonomía de las tareas”, los individuos, atados a finalidades que no son las suyas –
la valorización del capital–, se ven en realidad desposeídos de cualquier decisión sobre su existencia, y reducidos a esperar
en la pasividad la suerte que el imperio propietario les imponga –porque, para muchos, esa es la vida del empleado: la
espera
de
“lo
que
va
a
pasar”–?
Una
democracia
extendida
Llevado hasta el último grado de desesperación, Serge Klur, el empleado que despidió Bernard Arnault, amenaza con
prender fuego su propia casa. La resolución burlesca orquestada en Merci patron!, que hace que Bernard Arnault ceda, le
devuelve a Klur su casa y su trabajo, va mucho más allá de sí misma. Y en eso reside toda su fuerza: al mostrarnos un caso
particular, la película de Ruffin nos trae irresistiblemente el proyecto de universalizarlo. Porque todo el mundo siente que
no podemos quedarnos en salvar a Klur y no hacer más nada. Que tampoco se trataría sólo de rescatar a todos los
trabajadores de ECCE que fueron despedidos. El proyecto político es que no haya nunca más, que ya no haya ningún Klur.
El empleado despedido, el empleado sometido, esa criatura del imperio propietario, tiene que desaparecer. Pero
entonces…
¡también
el
imperio
propietario!
E
incluso
antes.
En una república completa, nada puede justificar que la propiedad financiera de los medios de producción (porque, por
supuesto, se trata sólo de esta propiedad) sea un poder –necesariamente dictatorial– sobre la vida. El sentido político de
la república social, iluminado por el caso Klur, es este: la destitución del imperio propietario, el fin de su arbitrariedad
sobre las existencias, la democracia extendida, es decir, la autonomía de las reglas que se ponen los colectivos de
producción, su soberanía política, por lo tanto. Digamos las cosas más directamente todavía: lo que le corresponde
establecer a una Constitución de una república social es la abolición de la propiedad lucrativa y la afirmación de la
propiedad de uso (6): los medios de producción les “pertenecen” a quienes los usan. Que se entregue a la actividad
particular de proveer bienes y servicios no le impide a una colectividad productora recibir, precisamente en tanto que es
una colectividad, el carácter de una comunidad política –y de ser autogobernada en consecuencia: democráticamente–.
Entonces, resumamos: de un lado la figura universal de los Klur, del otro la patética comedia de la “primaria de toda la
izquierda hasta Macron”. Y la única vía fuera de este impasse: el movimiento destituyente-reinstituyente de la república
social, esto es: el pueblo volviéndose a apoderar de lo que le pertenece, la Constitución, para extirpar el núcleo envenenado
de la propiedad, y poner en su lugar, ahora de una vez por todas, conforme al voto de 1793, la democracia, pero la
democracia completa, la democracia en todos lados. Y después ya veremos quién, entre los demócratas juramentados, osa
venir
a
contradecir
públicamente
la
consigna
de
esta
extensión.
En este asunto hay dos cosas de las que podemos estar seguros. Desde hace dos siglos, “república” es la palabra que se usa
para describir una tiranía: la tiranía propietaria. Se puede invitar a cualquiera que haya visto a Klur a punto de prender
fuego a su propia casa a que lo refute. Porque al pasar, es ahí donde reside la inmensa fuerza de la película de Ruffin: en
mostrar las cosas. Podemos apostar que si, en su momento, se le hubiese mostrado a Didier Lombard, presidente de France
Télécom –como a todos los fanáticos del “código laboral” de ahora–, un solo cuerpo defenestrado, o incluso sólo las caras
de los familiares, aun él podría haber evitado hablar de “moda” a propósito de los suicidios en serie de su empresa…
Repitamos que en esta materia es sin embargo la historia la que aporta la contribución más decisiva a la calificación de los
hechos. ¿Qué quedaba de la democracia en los baños de sangre de 1848 y de la Comuna? Como sabemos, en aquel entonces
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se masacraba en nombre de la “República” –la “República”, apoderada de la tiranía propietaria–. Pero como decía Proust,
“lo muerto toma lo vivo”, y ese pasado “republicano” no dejó de actuar en nuestro presente. ¿No es el “orden republicano”
el que hoy encarcela a los Goodyear, o lleva a la justicia a los Conti, es decir, a todo aquel que no quiere vivir más una
existencia sometida, todo aquel que levanta la cabeza? ¿Qué tiene de sorprendente, y sobre todo qué más sintomático, que
los Valls y los Sarkozy se reconozcan idénticamente en esta “República”? Que sólo tenga como temas de discusión
obsesionantes la laicidad, la escuela, la identidad nacional o la seguridad y nada más, ¿a quién le podría sorprender? ¿No
es además la “República” el régimen que, de Thiers a Valls, pasando por Clemenceau y Jules Moch, nos dio la calaña cuya
denominación
actual
es
“Partido
Socialista”?
–republicanos…–.
De lo otro que podemos estar seguros es de que si una destitución que no desemboca en ninguna reinstitución es un golpe
para nada, una reinstitución sin destitución es un sueño vano. Sólo hay que pensar metódicamente: por definición, no se
destituye permaneciendo… en las instituciones –o pidiéndoles de manera amable que por favor se autodisuelvan–. Va a
suceder por lo tanto de otra manera y en otro lado. ¿Dónde? Lógicamente, en el único espacio que queda: el espacio
público. El primer lugar de un movimiento constituyente es la calle, la plaza. Y su primer gesto es el de juntarse.
Sin embargo, la gente no se junta por decreto. Es algo que se hace o no se hace. Sabemos de todas maneras que un
movimiento de transformación admite el enojo sólo como combustible: el verdadero carburante es la esperanza. Pero
precisamente, ¿no estamos en una situación químicamente favorable, en la que tenemos los dos productos al alcance de
la mano? Estaremos de acuerdo en que barriles de enojo no es lo que falta. Alcanzaría por otro lado con ponerlos todos
juntos para que su potencial detonante se vuelva manifiesto enseguida. Es que la injusticia está por todos lados: Good year,
Conti, Air France, sí, pero también con los “segadores de sillas ”, los filtradores de información del LuxLeaks, el profesor
universitario culpable de haber recordado (paródicamente) cómo habla (seriamente) el primer ministro de los “white” y
de
los
“blancos”:
todos
llevados
ante
la
“justicia
republicana”.
La indignación, el combustible. El carburante, la esperanza. La esperanza empieza cuando se sabe lo que se quiere. Pero
lo que nosotros queremos lo sabemos de manera confusa desde hace mucho tiempo, de hecho. Simplemente se nos
extravió la idea clara, e incluso la palabra, cuando estaban ahí, en los pliegues de la historia, a la espera de que se las vuelva
a encontrar. La república social es la democracia total. Es sobre todo el verdadero, el único lugar de la izquierda, que deja
de saber quién es cuando lo pierde de vista, y a quien un “republicano” puede entonces lógicamente prometerle una muerte
próxima (7). Al pasar, habría que preguntarle a la “primaria de izquierda” si tiene sólo… una definición de izquierda –y
acaso habría de qué reírse por un rato–. Ahora bien, qué es la izquierda es la idea misma de república social la que lo dice:
la democracia a instaurar en todos los lugares donde todavía no está, y por lo tanto a imponerle al imperio propietario.
Muchas iniciativas “de izquierda” buscan a tientas soluciones y piensan haber encontrado una en la sustitución por la
división “ellos/nosotros” de la división “izquierda/derecha”. Es un perfecto error. Todos los que, y Podemos en primer
lugar, piensan en salir adelante así, por ejemplo conformándose con decir que “ellos” son “la casta” y “nosotros” “el
pueblo”, se van a perder, y con ellos la idea de izquierda. Pero todo cambia cuando a la división se le devuelve su sentido
verdadero: “ellos” son todos los apoderados del orden propietario; y “nosotros” es la gran mayoría que, condenada a vivir
en
ese
orden,
tiene
que
soportar
la
servidumbre.
Con todo eso junto, podría ser, como se dice en los juegos de cartas, que tuviéramos una “mano”: una división
“ellos/nosotros” de propiedades tonificantes, pero cuyo contenido, reformulado en torno al conflicto propietario, revitalice
la idea de izquierda en lugar de vaciarla; la república, que es una palabra perfectamente instalada, pero social, y por lo
tanto reinscrita en una larga historia política; y la democracia, finalmente, ese significante incontestable, de la que por
consiguiente nadie puede rechazar su plena extensión. Y sin embargo, no hay que imaginar que todo esto nos será dado
de buena gana. Como todo lo que hasta acá se opuso a la soberanía propietaria, y a fortiori como todo lo que se proponga
ponerle fin de una vez por todas, la república social y la democracia total sólo serán ofrecidas al precio de una conquista
contra
todo.
1. En El Gatopardo (1958), célebre novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, un personaje de la nobleza expone su
estrategia:
“Cambiar
todo
para
que
nada
cambie”.
2. Véase Julien Coupat y Eric Hazan, “Pour un processus destituant: invitation au voyage”, Libération, París, 24 -1-16.
3.
Véase
“Un
film
d’action
directe”,
Le
Monde
diplomatique,
París,
febrero
de
2016.
4. Serge Klur, obrero despedido de ECCE, filial del grupo de Bernard Arnault LVMH, es, junto a su mujer Jocelyne, el
personaje
principal
de
Merci
patron!.
5.
El
secretario
general
de
LVMH,
Antoine
Jamet,
es
un
ex
dirigente
socialista.
6.
Bernard
Friot,
Emanciper
le
travail,
La
Dispute,
París,
2014.
7.
Manuel
Valls,
“La
gauche
peut
mourir”,
L’Obs,
París,
14-6-14.
* Economista. Autor de La Malfaçon. Monnaie européenne et souveraineté démocratique, Les Liens qui libèrent, París,
2014.
Traducción: Aldo Giacometti
Guerras, memoria, justicia
Por Ignacio Ramonet*
http://www.eldiplo.org/201-el-regreso-del-neoliberalismo/guerras-memoria-justicia/
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A 80 años del inicio de la guerra fratricida que marcó a fuego al pueblo español es necesario implementar medidas
legales, políticas y culturales para hacer justicia.
ste año, en julio próximo, se cumplen ochenta años del inicio de la Guerra Civil española (1936-1939), uno
de los conflictos más despiadados del despiadado siglo XX. Que una inclemente dictadura prolongó
durante cuarenta larguísimos años más. Y que marcó al rojo vivo la memoria colectiva. Aún hoy, a decenas
de miles de españoles les está prohibido desenterrar los restos, dispersos por las zanjas del país, de sus
familiares, fusilados sin juicio sólo por ser republicanos. Ni siquiera el restablecimiento de la democracia
en 1978 sosegó los ánimos como lo acaba de demostrar, en Madrid, el reciente encono en torno a la
“desfranquización”
de
los
espacios
públicos...
La Ley de la Memoria Histórica (2007), al no reconocer que los crímenes del fr anquismo fueron cometidos contra toda la
sociedad española y contra la humanidad, no permitió cicatrizar las profundas heridas de la guerra. Que siguen sangrando
hoy... Recordemos que la Justicia española sancionó hace unos años al juez Baltasar Garzón por haber iniciado, en octubre
de 2008, una investigación sobre las desapariciones, durante la Guerra Civil española, de más de 100.000 republicanos
(cuyos cuerpos yacen en fosas anónimas, sin derecho a un entierro digno) y sobre el destino de 30.000 niños arrebatados
a sus madres en las cárceles para ser entregados a familias del bando vencedor durante la dictadura franquista (19391975).
La decisión administrativa tomada en España en 1977, con la Ley de Amnistía (que, en aquel momento, buscaba
esencialmente sacar de prisión a cientos de detenidos de izquierda), consistió en no hacer justicia y no encarar ningún
tipo
de
política
de
memoria.
Obviamente, a ocho décadas del inicio del conflicto y al haber desaparecido, por causas biológicas, los principales
responsables, hacer justicia no consiste en llevar materialmente a los acusados de crímenes abominables ante los
tribunales (aunque Alemania no ha dudado en llevar a los tribunales, hace unas semanas, a un ex sargento de las SS de 94
años de edad, Reinhold Hanning, acusado de complicidad de asesinato por haber trabajado en el campo de concentración
de Auschwitz en un momento en el que cientos de miles de judíos húngaros fallecieron allí).
Pero no es sólo un asunto jurídico. Lo que está en juego es el derecho de las víctimas a una reparación moral, el derecho
colectivo a la memoria, a poder establecer oficialmente, sobre la base de atrocidades demostradas, que el franquismo fue
una abominación. Y que su impunidad es insoportable. Poder enunciarlo, proclamarlo y mostrarlo en “museos
consagrados a la Guerra Civil”, por ejemplo; en los manuales escolares de historia y en días de solemne homenaje colectivo.
Así
se
hace
en
toda
Europa
en
solidaridad
con
las
víctimas
del
nazismo.
El
ejercicio
de
la
memoria
La Ley de Amnistía española condujo a imponer, sobre la “banalidad del mal” franquista, una suerte de amnesia oficial,
un mecanismo de “ceguera inconsciente” (en este caso colectiva) mediante el cual un sujeto hace desaparecer hechos
desagradables de su memoria. Hasta que un día regresan a borbotones, en un estallido de irracionalidad.
En España no se constituyó nunca ninguna Comisión de la Verdad como las que se han multiplicado por el mundo en
nombre
del
deber
de
memoria.
“El deber de memoria –dice el filósofo Reyes Mate– nace de Auschwitz porque aquello fue pensado como un proyecto de
olvido. No debía quedar ningún resto físico del pueblo judío para que se olvidara su contribución a la historia de la
humanidad. El proyecto tuvo lugar, por eso hablamos de ‘crimen contra la humanidad’, pero no se consumó porque Hitler
fue vencido y eso nos obliga a recordar aquel genocidio. Honrar la memoria de Auschwitz es entender el alcance del deber
de
memoria”.
La película Shoah empieza con una secuencia en la que un sobreviviente camina cabizbajo hasta un punto en el que señala
al suelo mientras dice: “Era ahí”. Ahí no hay nada, un poco de césped envuelto por el silencio de un bosque perdido en
Polonia. Pero ahí estaba... la cámara de gas. La mirada de la víctima devuelve a la realidad de ese lugar una presencia
olvidada. La mirada de la víctima permite conocer una parte de la realidad que sin ella sería inaccesible.
Eso demuestra que la memoria, como lo saben los antropólogos, es también conocimiento y no sólo sentimiento.
Por eso ya se han creado, en más de treinta países, Comisiones de la Verdad. Estos organismos oficiales, temporales, se
encargan de investigar un conjunto de violaciones sistemáticas de los derechos humanos para contribuir a la
manifestación de la verdad sobre los crímenes. Casi siempre, esas comisiones publican un informe final en el que exponen
sus
conclusiones
y
sus
recomendaciones.
El modelo de estas comisiones es la Comisión para la Verdad y la Reconciliación (1995) que buscaba la justicia luego de l
fin del apartheid en Sudáfrica. Sus objetivos fueron: promover la unión nacional, la reconciliación, determinar las causas
de la violencia y establecer medidas de reparación. Un anticipo de lo que llamamos hoy “justicia transicional”.
Los testigos que eran identificados como víctimas de graves violaciones a los derechos humanos eran invitados a brindar
testimonio sobre sus experiencias. Muchas de estas víctimas brindaron sus testimonios en audiencias públicas. Los
victimarios o perpetradores de crímenes violentos podían también dar testimonio y solicitar en ciertos casos una amnistía.
Esta comisión estaba encabezada por el arzobispo Desmond Tutu, quien había establecido como lema de la Comisión que
“sin perdón no hay futuro, pero sin confesión no puede haber perdón”. La transición democrática en Sudáfrica se vio
facilitada
por
un
proceso
único
de
reconciliación
y
de
búsqueda
de
la
verdad.
Este proceso es necesario hoy en otros países, por ejemplo, en Venezuela, donde la Asamblea Nacional, controlada por l a
oposición de derecha, intenta imponer contra los derechos de las víctimas una ley de amnistía (como lo hicieron los
militares golpistas del Cono Sur) a favor de cabecillas violentos que provocaron guerrillas urbanas (una suerte de “kale
borroka” generalizada) en 2014, las cuales causaron decenas de muertos y centenares de heridos. O en México, donde la
“guerra
del
narco”
ya
ha
causado
unos
200.000
muertos.
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Recientemente, en Colombia, el gobierno del presidente Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC) anunciaron, en el marco de los Diálogos de Paz, la creación de una Comisión de la Verdad para “esclarecer” y
“explicar” el conflicto que –desde hace más de medio siglo– desgarra ese país sudamericano. Los negociadores explicaron
que esa Comisión tendrá tres objetivos: “Contribuir al esclarecimiento de lo ocurrido [...] y ofrecer una explicación amplia
de la complejidad del conflicto; promover y contribuir al reconocimiento de las víctimas, y de responsabilidades
individuales y colectivas, y promover la convivencia en los territorios del país, fomentando un ambiente de diálogo”. “Nos
urge –añadieron– dar respuesta a los colombianos y, en especial, a las miles de víctimas que reclaman verdad. Lo hemos
dicho antes y no nos cansaremos de repetirlo: las víctimas son la razón de ser de este esfuerzo por poner fin al conflicto”.
“Hacer
memoria,
para
hacer
justicia”
La reconstrucción de la identidad social es un trabajo colectivo que supone poder realizar un relato fidedigno de los
crímenes perpetrados desde el autoritarismo. Ese relato resulta indispensable para las nuevas generaciones que se acercan
a conocer su pasado. Para que la memoria no se degrade, es necesario ejercerla en relación con el presente y de cara al
futuro.
Para ponerle un punto final a la impunidad y desterrar la posibilidad de que se vuelvan a repetir los crímenes y genocidios,
es indispensable rescatar la memoria de las luchas contra la injusticia social, por la soberanía, por las libertades y por los
derechos
humanos.
También hay que reivindicar los ideales de los luchadores y proponer diferentes acciones: políticas, culturales, mediáticas,
etc., para actualizar y revivir hoy la construcción de otra sociedad basada en el paradigma de la solidaridad en oposición
al individualismo y a la fragmentación. Igualmente es necesario impulsar la aplicación de las leyes que castigan los
crímenes del terrorismo de Estado, denunciar las complicidades e indiferencias que colaboraron en su implementación.
Es indispensable exigir que las autoridades pongan el aparato estatal al servicio del esclarecimiento y de la recopilación
de todos y cada uno de los abusos y atropellos contra las víctimas de las dictaduras, del juicio y del castigo efectivo de
dichos
crímenes.
Es asimismo importante difundir y popularizar el conocimiento de los derechos humanos para que aquellos que son
víctimas de hostigamiento y vulneración de los mismos puedan hacer valer los mecanismos que los protegen del abuso
institucional. Finalmente, es determinante promover, de forma activa, la memoria de las luchas populares por la libertad,
por
la
democracia
y
por
la
justicia
social.
Sin Verdad no hay Justicia. Alejados de la venganza y sin convocar el rencor ni el resentimiento inútil, tenemos el deber
de
recordar.
Hacer
memoria
para
hacer
justicia.
* Director de Le Monde diplomatique, edición española.
© Le Monde diplomatique, edición española
La derecha israelí se radicaliza
Por Charles Enderlin*
http://www.eldiplo.org/201-el-regreso-del-neoliberalismo/la-derecha-israeli-seradicaliza/
Luego de su cuarta victoria electoral el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, logró formar un gobierno de
coalición a su medida. Desde entonces, se han multiplicado las persecuciones contra organizaciones, artistas o
personalidades de izquierda acusados de “traidores” o de “colaborar con el enemigo”.
o pasa semana sin que la derecha y la extrema derecha israelíes pretendan descubrir nuevos traidores.
Organizaciones no gubernamentales (ONG) de izquierda calificadas de “topos financiados por el
extranjero” que colaboran con “el enemigo palestino”; escritores, artistas, personalidades políticas: en
la web, todos tienen derecho al shaming, es decir, a las intimidaciones y las humillaciones, a menudo
acompañadas de insultos racistas y de amenazas. En virtud de su oposición a la ocupación de los
territorios
palestinos,
o
solamente
porque
defienden
la
democracia.
Hasta el presidente del país, Reuven Rivlin, fue víctima de semejante campaña en diciembre de 2015.
Tuvo la desgracia de tomar la palabra en la conferencia organizada en Nueva York por el diario de izquierda Haaretz
cuando representantes de Breaking the Silence se encontraban en la sala. Esta asociación de militares desmovilizados que
dan testimonio sobre su servicio en los territorios ocupados, en efecto, es acusada de perjudicar la imagen de Israel y de
su ejército. También fue cuestionada por haber suministrado elementos de prueba a la Comisión de Investigación de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la guerra en la Franja de Gaza durante el verano de 2014. El gobierno
israelí se había negado a colaborar con esta instancia, cuyo informe deja constancia de violaciones susceptibles de ser
calificadas como “crímenes de guerra”, perpetradas a la vez por Israel y por los grupos armados palestinos (1).
El 8 de febrero pasado, por 50 votos a favor y 43 en contra (sobre 120 diputados), el Parlamento israelí adoptó en primera
lectura un proyecto de ley sobre la “transparencia” de las ONG. Elevado por la ministra de Justicia Ayelet Shaked, afiliada
al partido de la colonización El Hogar Judío, este texto obliga a cualquier asociación que reciba subvenciones de un
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gobierno extranjero a mencionar la identidad de sus donantes en sus informes públicos y en sus contactos con organismos
y oficiales israelíes. De no ser así deberá pagar una multa de 29.200 shekels (6.800 euros). Si bien involucra a una gran
cantidad de asociaciones de izquierda y de defensa de los derechos humanos que se benefician con financiamientos de
gobiernos europeos o estadounidenses, este proyecto de ley no se aplica a aquellas que reciban financiamientos extranjeros
privados, como las organizaciones de derecha que contribuyen al desarrollo de la colonización. Criticada por la Unión
Europea y Estados Unidos, esta votación acaeció en un contexto marcado por un clima de desconfianza respecto de una
parte de la sociedad civil, y sobre todo por la afirmación del proyecto político del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Son
todos
topos
Apoyados por varios ministros, los movimientos de derecha y de extrema derecha multiplican las campañas para
deslegitimar a las ONG de defensa de los derechos humanos. El más activo es Im Tirtzu. Esta asociación estudiantil, cuyo
nombre significa “Si ustedes quieren”, en alusión a una frase famosa de Theodor Herzl (1860-1904), vio la luz del día una
mañana de 2006, cuando su fundador, Ronen Shoval, conoció a Moti Karpel, uno de los dirigentes del movimiento de los
colonos, autor de La revolución por la fe. Esta obra, publicada en 2003 y subtitulada El derrumbe del sionismo y la llegada
del cambio por la fe, predica la reconstrucción del Templo de Jerusalén y pretende imponer la soberanía israelí sobre el
conjunto de la “Tierra de Israel”, en el entendimiento de que allí los árabes sólo tendrían el estatuto de “Ger Toshav”:
residentes extranjeros privados de derechos políticos. Shoval se dio entonces por misión “renovar el pensamiento y la
ideología sionistas, y luchar contra las campañas que deslegitiman al Estado de Israel aportando respuestas a los
fenómenos pos y antisionistas” (2). A los responsables de Im Tirtzu no les gusta que su movimiento sea calificado de
“fascista”, pero no lograron hacer condenar por difamación a varias organizaciones que le habían atribuido ese epíteto (3).
Ayudado por miembros de la derecha parlamentaria, Im Tirtzu logró algunos éxitos, sobre todo contra Breaking the
Silence. Acusados –equivocadamente– de apoyar la campaña internacional “Boicot, desinversión y sanciones” (BDS) (4)
y de hacerles el juego a los enemigos de Israel, a los veteranos de la asociación les prohibieron el acceso al ejército y a los
liceos. A partir de entonces, Im Tirtzu tuvo grandes proyectos. Con la ayuda de Moshé Klughaft, consejero cercano a Naftali
Bennett, ministro de Educación y presidente de El Hogar Judío, la asociación produjo un video (5) donde se ve a un
hombre esgrimiendo un cuchillo frente a la cámara con el siguiente comentario en voz en off: “Antes de que este terrorista
te apuñale, él sabe que Yishai Menuhin, del Comité contra la Tortura, un topo implantado por los Países Bajos, va a
protegerlo del Shin Beth [el servicio de seguridad interior]. El terrorista también sabe que Avner Gvaryahu, de Breaking
the Silence, un topo alemán, tratará de ‘criminal de guerra’ al soldado que intente impedir el atentado. El terrorista
también sabe que Sigi Ben-Ari, del Centro por los Derechos del Individuo, un topo del gobierno noruego, lo defenderá
ante la Justicia. Antes de que el terrorista te apuñale, él sabe que Hagai Elad, de B’Tselem, topo de la Unión Europea,
acusará a Israel de crímenes de guerra. Yishai, Avner, Sigi y Elad son israelíes. Viven entre nosotros y son topos. Nos
combaten cuando nosotros luchamos contra el terrorismo”. En esta lógica, por lo tanto, Europa, que apoya la solución de
dos
Estados,
sería
hostil
a
Israel
y
cómplice
del
terrorismo.
Im Tirtzu está respaldada por un prestigioso comité de padrinazgo. El mismo está integrado por un grupo de profesores
universitarios, entre los cuales se encuentran Israel Aumann, galardonado en 2005 con el Premio del Banco de Suecia en
Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, o el francés Georges-Elia Sarfati, profesor en la Sorbona, así como
también abogados como Daphne Netanyahu, la cuñada del primer ministro. Fortalecida por esos apoyos, la organización
avanzó otro escalón al denunciar como “topos” izquierdistas a algunos de los principales escritores y artistas del país:
Amos Oz, Abraham B. Yehoshua, David Grossman, así como actores de primera línea. Mientras que, hasta entonces, el
gobierno y la derecha habían guardado un silencio cómplice frente a ese macartismo, de todos modos algunas voces se
dejan oír. “Designar así a supuestos traidores es una vieja técnica fascista, a la vez fea y peligrosa”, lanzó Benny Begin,
personalidad histórica del Likud, el partido de Netanyahu, e hijo del ex primer ministro Menahem Begin. Bennett también
reaccionó calificando la iniciativa de Im Tirtzu de “molesta e inútil”. Después de eso, Netanyahu no podía quedarse atrás:
“Me opongo a la utilización de la palabra ‘traidor’ para describir a aquellos que están en desacuerdo conmigo. Somos una
democracia y existe una multitud de opiniones”. Pero al mismo tiempo denunció a Breaking the Silence, “que ensucia el
nombre
de
Israel
en
el
mundo”
(6).
Por su parte, la ministra de Cultura, Miri Regev, publicó esta aclaración: “Si bien el público tiene derecho a estar
informado, hay que evitar los comentarios que pueden incitar a la violencia”. Miembro del Likud, esta activa personalidad
tiene sin embargo a los artistas de izquierda entre ceja y ceja. Lo testimonia su proyecto de ley sobre la “lealtad cultural”:
este texto pretende prohibir el pago de subvenciones a todo artista que menoscabe los símbolos del Estado, apoye el
terrorismo o se oponga a la existencia de Israel como Estado judío y democrático (7). La población no rechaza este
proceder. Ya en junio de 2015, la actitud ofensiva de la ministra frente al mundo artístico le significó el apoyo del 59% de
los judíos israelíes, según un sondeo del Instituto Israelí por la Democracia ( 8). En cuanto a las ONG de defensa de los
derechos humanos, más bien son impopulares: en octubre de 2013, el 52% de las personas interrogadas consideraba que
menoscababan
el
Estado.
El
guardián
del
pueblo
judío
La “Intifada de los cuchillos”, en otras palabras la ola de ataques palestinos contra ciudadanos israelíes militares y civiles,
contribuye al endurecimiento de la sociedad y a su giro a la derecha. El sitio internet del “Informe sobre el odio” de la
Fundación Berl Katznelson detecta en promedio más de 500.000 comentarios e intercambios de odio o racistas todos los
meses (9). En enero de 2016, el editorialista Nahum Barnea describía al Israel de hoy haciendo referencia a la violencia
política en Alemania de 1918 a 1933, en vísperas de la toma del poder por los nazis: “Esto se parece a la República de
Weimar. Apesta a Weimar. Es cancerígeno como Weimar. No somos la República de Weimar, pero lo que ocurre
actualmente recuerda en muchos aspectos lo que allí sucedió. Tal vez sea algo bueno. Tal vez esta ola de incitaciones al
odio haga comprender a los israelíes hasta qué punto la pendiente es resbalosa. La bella vida que te nemos –comparada
con lo que ocurre entre nuestros vecinos– nos ciega. Hace algún tiempo encontré a uno de los escritores que figuran en
una lista [de “traidores”]. Me dijo: ‘Netanyahu dirige nuestro avión derecho a la montaña’. Yo le respondí: ‘Es una mala
noticia.
La
buena
es
que
viajamos
en
clase
business’”
(10).
A la cabeza del gobierno desde hace siete años, Netanyahu, por su parte, está persuadido de que conduce al país en la
buena dirección y mal que bien mantiene el rumbo a la derecha, tanto en el plano económico y social como frente a los
79
palestinos y a sus adversarios políticos. A su juicio, es la izquierda israelí la que siempre se equivocó. En una obra publicada
en 1995, después de la firma de los Acuerdos de Oslo, ya explicaba que esa izquierda tenía “una predisposición a absorber
los argumentos de la propaganda árabe fundada en el principio de los ‘derechos inalienables del pu eblo palestino’,
desembocando en la creación de un Estado palestino al lado de un Israel disminuido. Este síndrome proviene de la
enfermedad crónica que afecta al pueblo judío desde comienzos del siglo XX: el marxismo que impregna a los movimientos
judíos de izquierda, de extrema izquierda y comunistas en Europa Oriental”. Esto explicaría por qué “personas
inteligentes, morales, cultivadas, afirman que Israel debe abandonar los ‘territorios’. […] Asistimos a un ascenso del
antisemitismo, a una enorme ola de odio hacia Israel en virtud del islamismo que se refuerza, mientras que la asimilación
de los judíos en la diáspora se desarrolla con rapidez. Pero eso no interesa especialmente a la dirección política de la
izquierda, que trabaja en realizar el objetivo de ‘liberar a los palestinos de la carga de la ocupación israelí’ abandonando
el
corazón
de
la
patria
del
pueblo
judío”
(11).
El primer ministro, pues, se dio por misión garantizar la supervivencia del pueblo judío en su tierra. Según el analista
Eldad Yaniv, decano del centro universitario Shimon Peres, “hay una coherencia absoluta entre su ideología y su estrategia
política. Él está persuadido de que la llegada al poder de un gobierno de izquierda, o incluso de otros dirigentes de derecha,
sería una catástrofe para Israel, del que se considera personalmente como su guardián” ( 12).
Sólo después de su cuarta victoria electoral en veinte años, el 14 de mayo de 2015, Netanyahu pudo formar una coalición
a su gusto. Liberado de la necesidad de integrar en ella a elementos de centro o laboristas, ahora puede dirigir el país como
él lo entiende. Como jefe del gobierno, conserva las carteras de Economía, de Comunicación y de Relaciones Exteriores,
donde nombró como ministra delegada a Tsipi Hotovely. Diputada del Likud, cercana al sionismo religioso, esta última
es ferozmente opuesta a la creación de un Estado palestino. En consecuencia, fue con total conocimiento de causa como
Netanyahu la envió a difundir el mensaje de su gobierno a la “comunidad internacional”: Cisjordania no está ocupada,
sino que es parte integrante de la Tierra de Israel. El día de su entrada en funciones, ella expuso su credo ante una asamblea
de diplomáticos y de altos funcionarios de su ministerio: “Es importante repetir que esta tierra nos pertenece. Es
totalmente nuestra. […] El mundo comprende las necesidades de Israel por lo que respecta a la seguridad, pero los
argumentos de ética y de justicia siempre las suplantan”. Para luego citar a Rachi, un talmudista del siglo XI: “Fue por su
voluntad por lo que [Dios] dio Canaán a los siete pueblos, y por su voluntad la recuperó y nos la entregó…”.
La
izquierda
amordazada
Ya en julio de 2011 Netanyahu había hecho adoptar por la Knesset [el Parlamento de Israel] un proyecto de ley contra el
boicot a las colonias. Lanzada por el diputado del Likud Zeev Elkin, esta iniciativa ocurría tras el rechazo de decenas de
artistas a presentarse en los asentamientos. El texto, que obtuvo 47 votos a favor y 38 en contra, permite entablar
persecuciones judiciales “contra toda persona o institución que se niega a firmar acuerdos económicos, sociales o
académicos con una persona o un organismo en virtud de sus lazos con el Estado de Israel, sus instituciones o las regiones
bajo su control [los territorios ocupados]”. ONG de izquierda que habían apelado ante la Suprema Corte de Justicia fueron
desestimadas el 16 de abril de 2015. Los jueces se contentaron con suprimir el artículo que autorizaba a los tribunales a
infligir penalidades ilimitadas a aquellos que llaman al boicot, aunque no se haya probado ningún perjuicio comercial o
económico.
Este juicio sorprendió a Talia Sasson. Durante veinticinco años ella fue una de las responsables de los servicios del
procurador del Estado; hoy preside el New Israel Fund, que financia a varias decenas de ONG israelíes. “Me avergonzó –
dice– que la Suprema Corte ratifique esta ley. Su único objetivo es amordazar a la izquierda. Hubiera sido necesario
distinguir la prohibición del boicot al Estado de Israel –¡en eso hubiera estado a favor!– y la prohibición del boicot a las
colonias. Eso es inaceptable. De hecho, en sus juicios, la Suprema Corte había establecido que Cisjordania no formaba
parte
del
Estado
de
Israel,
que
no
impuso
allí
su
soberanía”.
La determinación de Netanyahu se confirmó en el examen del proyecto de ley sobre la “transparencia” de las ONG por el
Consejo de Ministros. El jefe del gobierno dio así su imprimatur al texto enmendándolo al margen: suprimió una
disposición que preveía que los miembros de las ONG que perciban financiamientos de un gobierno extranjero deben
llevar una identificación específica en sus visitas a la Knesset. Diputado en el Parlamento, dirigente del partido Hatnuah
(de centro, aliado al Partido Laborista), Tzipi Livni ocupó varios puestos ministeriales en el curso del último decenio. Ella
vuelve sobre el alcance de ese texto controversial: “Cuando estaba en el gobierno como ministra de Justicia [en tres
oportunidades, la última de marzo de 2013 a diciembre de 2014], tenía la posibilidad de vetar tales proyectos d e ley, o de
rechazar la mayoría de ellos. Salvo que en última instancia las cosas no dependieran del ministro de Justicia, sino del jefe
del gobierno. Si él quiere, puede retocar un proyecto de ley. Si quiere preservar su coalición, deja que los elementos
extremistas de su gobierno marquen el tono, cosa que, para mi gran pesar, es lo que ocurre. Yo estoy en contra de esos
proyectos de ley. Nosotros estamos en la oposición e intentamos ponerles una barrera, pero nuestros poderes son
limitados”. Por su parte, Sasson califica ese texto de “estupidez destinada a reducir al silencio al campo de la izquierda. La
política de la derecha, en la actualidad, no es ir al debate, a la controversia entre la izquierda y la derecha, sino hacer callar
a
la
izquierda”.
Una izquierda que pierde empuje, como lo comprueba la profesora Tamar Hermann : “A comienzos de los años noventa
todavía era posible hablar de dos campos que se enfrentaban. Hoy, esto ya no ocurre. No hablo ya de ‘izquierda’, sino del
20% de la población judía adulta que constituye el grupo laico, urbano, educado, universalista, de sensibilidad liberal. […]
En cuanto a los más jóvenes, que salieron de él, no recibieron las respuestas que esperaban de sus padres y entonces se
volvieron hacia una forma de identidad judía básica de la que son prisioneros”. La universitaria recuerda también que ya
en 2009 el análisis sociológico mostraba que más del 51% de los israelíes judíos creían en la llegada del Mesías. Entre ellos
había religiosos, pero también tradicionalistas y seculares. Una mayoría más fuerte (67%) estima que el pueblo judío es el
pueblo elegido (13). Siete años más tarde, el campo nacionalista religioso se ha reforzado todavía más, puesto que el 22%
de
la
población
judía
se
identificaría
con
sus
valores
(14).
Livni se preocupa por las tendencias que se desarrollan en el seno de la sociedad: “El público judío tiene la impresión de
que estamos rodeados de enemigos. Por otra parte, es la realidad en la difícil vecindad en que vivimos. Hay terrorismo
contra Israel; el extremismo islámico se refuerza. Por desgracia, una parte de la sociedad se repliega sobre sí misma.
Desconfía de una amenaza exterior, pero también interior, a través de las minorías y los grupos que se oponen a la política
80
del gobierno. Netanyahu los señaló con el dedo durante la campaña electoral. Se ve una unión entre los árabes ciudadanos
de Israel, las organizaciones de izquierda y los gobiernos extranjeros. Sectores de la sociedad israelí son así identificados
con el enemigo. […] Para mí, sin duda alguna, Israel es la única verdadera democracia en Medio Oriente y debe ser parte
integrante
de
lo
que
se
llama
el
‘mundo
libre’”.
Por su parte, Netanyahu pretende hacer adoptar un proyecto de ley constitucional que redefine a Israel como el Estado nación del pueblo judío y prevé que la legislación se inspire en los principios del judaísmo. El régimen sería definido como
democrático, pero sólo los judíos tendrían derechos colectivos en él; los musulmanes y los cristianos, o sea el 20% de la
población, no gozarían más que de derechos personales previstos por las leyes. Para Talia Sasson, eso significa que
actualmente “el antagonismo esencial en el país no es ‘izquierda o derecha’, sino ‘a favor o en contra de la democracia’”.
Mientras que el fracaso del proceso de paz con los palestinos parece conducir inexorablemente a una forma de Estado
binacional, la campaña orquestada contra la izquierda por el gobierno y por la derecha formula por lo tanto la cuestión
del porvenir de la democracia en Israel. Una cuestión que atañe también a las comunidades judías en el extranjero, donde
la
mayoría de
los
intelectuales
mantienen un
silencio
ensordecedor sobre
esta evolución.
1. “Report of the Independent Commission of Inquiry on the 2014 Gaza Conflict”, Alto Comisionado de las Nacione s
Unidas
para
los
Derechos
Humanos,
www.ohchr.org.
2. “About us”, http://en.imti.org.il. Véase también Ronen Shoval, “Herzl’s Vision 2.0. Im Tirtzu – A manifesto for renewed
sionism”,
2013,
https://imti.org.il.
3. Oren Persico, “Supreme Court: ‘Fascist’ Im Tirzu case had no standing”, 972mag.com, 16-7- 015.
4. Véase Julien Salingue, “Alarmes israéliennes”, Le Monde diplomatique, París, junio de 2014.
5. Chemi Shalev, “Im Tirtzu and the proto-fascist plot to destroy Israeli democracy”, Haaretz, Tel Aviv, 16-12-15.
6. Jonathan Lis, “Netanyahu condemns ads attacking left-wing artists: my political opponents are not ‘traitors’”, Haaretz,
28-1-16.
7.
“Regev
presents
‘cultural
loyalty’
bill
to
MKs”,
Ynetnews.com,
27-1-16.
8. “Peace Index—June 2015. Prof. Ephraim Yaar and Prof. Tamar Hermann”, www.idi.org.il.
9.
www.hasata.berl.co.il.
10.
Suplemento
semanal
de
Yediot
Aharonot,
Tel
Aviv,
29-1-16.
11. Benjamin Netanyahu, Makom Tahat Ha Shemesh, Editions Yediot Aharonot, Tel Aviv, 1995.
12.
Salvo
mención
en
contrario,
las
citas
provienen
de
entrevistas
con
el
autor.
13. “A portrait of Israeli jews. Beliefs, observance, and Values of Israeli jews, 2009”, AVI CHAI –Israel Foundation,
Jerusalén,
2012,
https://en.idi.org.il.
14. Yair Ettinger, “Study: 22 percent of Israeli Jews identify with religious Zionist camp”, Haaretz, 27-12-14.
* Periodista. Autor de Au nom du temple. Israël et l’irrésistible ascension du messianisme juif (1967-2013), Seuil, París,
2013.
Traducción: Víctor Goldstein
Entrevista a David Harvey. Las grietas de la ciudad
capitalista
http://socio-ideas.blogspot.mx/2016/03/entrevista-harvey-grietas-ciudad-capitalista.html
Archipiélago: Parece que, en los últimos años, la idea de fomentar la competitividad en un entorno
crecientemente globalizado ha dejado de ser patrimonio de empresarios y Gobiernos liberales para
pasar a presidir también las reflexiones de los urbanistas. Constantemente oímos hablar de la
necesidad de transformar las ciudades a través de la actuación urbanística a fin de atraer la
inversión de capitales privados. ¿Cómo hemos llegado a esta situación? ¿Qué cree que ha pasado
para que se haya dejado tan alegremente de lado toda la vertiente crítica, utópica y social que
había marcado buena parte del pensamiento urbanístico?
David Harvey: El proyecto neoliberal que se consolidó a principios de la década de los ochenta
pretendía fundamentalmente restablecer el poder de las clases dominantes. Entre otras cosas, este
nuevo modelo dio rienda suelta a las presiones competitivas y se volcó en la utilización del capital
financiero como medio para asegurar la consecución de las tasas de beneficio más elevadas
posibles, sin parar mientes en su procedencia. Pero, naturalmente, ninguna de estas medidas
81
podría haber funcionado sin la construcción de un aparato estatal dócil y ésa es la tarea que
Thatcher y Reagan acometieron a través de diversos procesos de desregulación y privatización, así
como de feroces ataques al poder sindical y al estado de bienestar.
Esta transformación supuso el abandono del aparato de Estado socialdemócrata, supuestamente
interesado en el bienestar de todos sus ciudadanos –siempre, eso sí, que no amenazara las bases
del capitalismo–, y su sustitución por un aparato estatal neoliberal cuya misión consiste en crear un
buen clima para los negocios a cualquier precio. Una de las consecuencias de la puesta en marcha
de este nuevo modelo fue que todos los Estados del mundo comenzaron a sufrir importantes
presiones para que adoptaran políticas neoliberales. Naturalmente, el proceso no ha tenido lugar
de manera uniforme y tampoco puede decirse que haya concluido con un éxito total, pero lo cierto
es que se ha convertido en una especie de norma universal a la que los Estados más recalcitrantes
están obligados a enfrentarse. Desde luego, una vez que esta transformación ha tenido lugar a
nivel estatal, hubiera resultado bastante difícil evitar que su lógica se filtrara hasta llegar al nivel de
los gobiernos locales, especialmente allí donde el Estado nacional correspondiente se había
convertido al neoliberalismo. Los gobiernos locales se han visto obligados en diverso grado a
asumir iniciativas más propias de empresas privadas –en particular, por lo que toca a la creación de
un entorno favorable para el capital privado a costa, si es necesario, de la población urbana–, un
proceso que fomenta la competencia entre las regiones metropolitanas. El problema, como
veremos, consiste en hallar formas de responder a este desafío sin descuidar por ello el bienestar
de todos los ciudadanos.
Archipiélago: Hace algún tiempo señalaba que en los años sesenta la idea de una planificación
racional de la ciudad todavía no se contemplaba como una suerte de pesadilla dictatorial. ¿De
dónde procede ese miedo a la planificación?, ¿en qué medida el discurso postmoderno ha
contribuido a generar esta nueva situación?
Harvey: La pérdida de fe en la planificación urbana racional tiene que ver, en primer lugar, con el
hecho de que buena parte de aquellas propuestas fracasaron a la hora de cumplir sus promesas. Se
basaban en la falsa premisa de que la transformación de las formas espaciales y de entorno
constructivo podía ser un medio eficaz para solucionar problemas sociales. En Espacios de
esperanza he explicado cómo en su momento no se prestó suficiente atención a este craso error
metodológico, que consiste en recurrir a lo que he llamado «utopías de la forma espacial» como vía
para hallar una solución, en lugar de construir un utopismo dialéctico abierto a las
transformaciones tanto históricas como espaciales. Los enfoques de la planificación racional
también se vieron afectados por las contradicciones de un Estado socialdemócrata que buscaba
satisfacer las necesidades de la población al tiempo que apoyaba formas capitalistas de desarrollo.
La crisis general que comenzó a finales de los años sesenta y que duró hasta el inicio de la apuesta
neoliberal en los ochenta giraba precisamente en torno a ese dilema al que la izquierda no logró
dar una solución válida. El auge de la crítica postmoderna fue, en mi opinión, una reacción esta
situación más que un elemento causal y, de hecho, algunas de sus consideraciones eran sin duda
muy valiosas. Pero es cierto que ahora nos enfrentamos a otro problema: debido a su rechazo a
reconocer que la lucha de clases es el único medio de contrarrestar el restablecimiento del poder
82
de clase que ha tenido lugar bajo el neoliberalismo, la ortodoxia postmoderna ha terminado por
plantear un serio obstáculo a las posibilidades de un cambio progresista. En definitiva, existe el
riesgo de una alianza nefasta entre las posiciones neoliberales y las postmodernas, aunque, de eso
estoy seguro, muchos de los que se consideran a sí mismos parte integrante del ámbito
postmoderno jamás se considerarían aliados del neoliberalismo.
Archipiélago: ¿En qué podría consistir en estos momentos una postura crítica dentro del discurso
del ordenamiento urbano?
Harvey: Una postura crítica por lo que toca al planeamiento urbano debería incluir dos elementos
íntimamente relacionados entre sí. En primer lugar, debe reconocer que las frecuentes
contradicciones que se dan en el seno del proyecto neoliberal o entre los distintos segmentos de
las clases dominantes proporcionan cierto margen de maniobra para llevar a cabo diversas
actuaciones constructivas y creativas en el proceso de planificación que pueden acarrear beneficios
para los grupos o clases marginales. En segundo lugar, ha de identificar las posibles alianzas de
fuerzas que pueden formarse en el seno de los movimientos sociales urbanos (que, sí, todavía
existen) o entre los movimientos populares más en general y que podrían sentar una base para
avanzar sutilmente en un proceso de planificación que pudiera facilitar el desarrollo de las fuerzas
favorables al cambio. Pero, además, también hay que tener en cuenta que la lucha ideológica por
reapropiarse del derecho a la ciudad que las élites han usurpado y por afianzar los movimientos
populares podría ser un primer paso en la definición de una base política desde la que orquestar un
contraataque más amplio contra el proyecto neoliberal en general.
Archipiélago: Cuando el discurso oficial se ve obligado a afrontar el aumento de la economía
informal y sumergida en las metrópolis, del resurgir de métodos de explotación decimonónicos y
bolsas de pobreza aguda, lo hace como si se tratara de una lacra del pasado, como si fuera un
problema ajeno a la nueva organización económica. En cambio, Usted ha señalado que el
crecimiento de la informalización y la emergencia de espacios urbanos desregulados en los que se
toleran esas prácticas es un fenómeno rigurosamente coherente con el nuevo régimen de
acumulación flexible. ¿Puede hablarnos de la coherencia de esas dos realidades? ¿Se trata, de
algún modo, de una aplicación al ámbito del urbanismo de la relación entre centro y periferia del
modelo de Wallerstein?
Harvey: Un elemento fundamental en el proyecto neoliberal ha sido la nueva ronda de
cercamientos de las propiedades comunes que se ha llevado a cabo a través de la privatización.
Este proceso ha significado una «segunda vuelta» de lo que Marx llamó «acumulación primitiva» y
que yo prefiero denominar «acumulación por desposesión». Dado que se trata de una piedra
angular de la apuesta neoliberal, no debería sorprendernos la revitalización de antiguas prácticas
laborales asociadas con la proletarización y con la pérdida de derechos en general. El hecho de que
este tipo de prácticas puedan ahora verse en los centros tradicionales del capitalismo avanzado
como Nueva York o Los Ángeles tiene menos que ver con una importación de prácticas laborales
desde la periferia o con su pervivencia desde un pasado distante que con la ubicuidad del
neoliberalismo. Desde luego, hemos tenido pruebas suficientes de que cuanto más neoliberal se
83
hace un país (como Estados Unidos o Inglaterra), más altos son los niveles de desigualdad social y
más comunes son esas prácticas laborales atroces a las que hacíais referencia.
Archipiélago: También ha señalado que las inversiones en infraestructuras orienta-das a mejorar la
posición competitiva de una ciudad y las prestaciones económicas con las que se pretende atraer
empresas o retenerlas en las ciudades son una forma de subvención a los consumidores ricos y las
compañías que se realiza a costa del consumo de la clase trabajadora y de los pobres. Desde esta
posición, ¿tiene sentido defender simultáneamente (como hace, por ejemplo, Manuel Castells) una
política urbana orientada hacia la competición más feroz y una ciudad más justa y cohesionada
para todos, en la que los precios de la vivienda estén controlados y en la que haya unos buenos
servicios sociales? Es decir, ¿no son en último término incompatibles ambos objetivos?
Harvey: Cuando la inversión pública se destina a la creación de un buen clima para los negocios se
está subsidiando el capital y, por tanto, se está contribuyendo al proceso de restablecimiento del
poder y los privilegios de clase. No obstante, en estos procesos hay ciertas contradicciones que hay
que analizar detenidamente. Por ejemplo, hacer más competitiva una ciudad podría requerir
prestar atención a cuestiones relacionadas con la calidad de vida en el área urbana y, lógicamente,
el empobrecimiento atroz de la población puede constituir un elemento muy poco atractivo para
ciertas inversiones de capital. En consecuencia, si lo que se quiere es atraer turismo y ciertos tipos
de actividad empresarial, la construcción de un entorno urbano tranquilo, creativo, interesante,
etc. puede pasar a formar parte del proyecto neoliberal. Por lo demás, la competencia espacial es
siempre una competición monopolística y en ciertas ocasiones es posible hacer un uso muy eficaz
del elemento monopolista. Por ejemplo, hacer una ciudad única, especial y «auténtica» puede
resultar muy atractivo y por esta razón hay tantas ciudades que han comenzado a prestar atención
a su herencia cultural o a consideraciones culturales en general, con el objeto de realzar su
naturaleza comercializable. Esta estrategia puede incluir desde el recurso a la arquitectura de firma
(como el Guggenheim de Bilbao o ciertas instalaciones culturales de Barcelona) hasta la
reconfiguración y mercantilización de ciertas tradiciones. Yo no estoy a favor de este tipo de
márketing que convierte la ciudad en una marca comercial pero es importante darse cuenta de que
en estas estrategias hay contradicciones que podrían emplearse para intentar devolver el poder a
los movimientos sociales y para mejorar el bienestar urbano. A eso me refería cuando hablaba de la
necesidad de analizar las contradicciones del neoliberalismo y de conectar ese análisis con una
comprensión de los rumbos que podrían tomar los movimientos sociales urbanos progresistas.
Archipiélago: Últimamente han surgido voces que aseguran que se está produciendo una cierta
pérdida de poder de los Estados-nación que podría redundar en una mejora de las condiciones para
la movilización y la toma de decisiones de la ciudadanía en el plano local. ¿Qué opinión le merecen
esta clase de ideas?
Harvey: Sostener que el Estado-nación ha perdido poder es una estupidez. El hecho de que se haya
convertido en un Estado neoliberal por oposición al Estado socialdemócrata indica meramente que
su papel ha cambiado. Y esto es así tanto a nivel local cuanto a nivel nacional.
84
Archipiélago: En numerosas ocasiones ha sostenido que no se debería estudiar la ciudad capitalista
como una entidad legal o política ni tampoco como un artefacto físico sino que, más bien, hay que
ocuparse de procesos de circulación de capital, de los flujos variables de fuerza de trabajo,
mercancías y capitales, etc. Desde esta posición, ¿qué piensa de la asombrosa proliferación de
estudios urbanos centrados en la idea de ciudad como «texto», de esa especie de giro lingüístico
que ha tenido lugar en este tipo de estudios?
Harvey: La forma de representación de la ciudad en el pensamiento es un tema muy importante y
qué duda cabe de que en nuestra experiencia de la vida urbana siempre entra en juego un
elemento estético. Así que, en principio, no tengo ningún problema con ciertas formas de estudiar
la ciudad como un texto o de seleccionar como tema de análisis la manera en que se representa la
ciudad en el ámbito textual. El problema surge cuando se dice que la ciudad es sólo texto y nada
más. Me parece una postura tremendamente estúpida cuya principal aportación es lograr que los
banqueros, especuladores, terratenientes y constructores hagan el camino al banco muertos de
risa, bien conscientes de que la oposición que puede plantear el análisis textual es absolutamente
insignificante.
Archipiélago: A menudo ha defendido la idea de que el capitalismo supera sus contradicciones
internas –en particular, sus crisis de sobreacumulación– a través de soluciones espaciales. ¿Puede
hablarnos de estas «soluciones» y de cómo afectan a las ciudades?
Harvey: Durante mucho tiempo, las ciudades han sido sumideros para la inversión. En
consecuencia, se da una relación de vital importancia entre los flujos de inversión en el entorno
construido y la tendencia hacia la sobreacumulación (es decir, la producción de capital excedente
enfrentada al problema de la falta de oportunidades rentables de inversión). Así pues, la
construcción y reconstrucción de las ciudades debe situarse de pleno en este contexto de
acumulación y sobreacumulación. Como señaló Marx, una de las peculiaridades del capital fijo de
tipo independiente (casas, hospitales, carreteras, etc.) es que su circulación no está supeditada a
los beneficios sino que basta con que genere intereses, una característica importante a la hora de
entender cómo el proceso urbano se integra en las reglas de circulación del capital. Esta situación
tiene distintas consecuencias: en primer lugar, la forma espacial se ve constantemente remodelada
de acuerdo con los dictados de la acumulación y, en segundo lugar, se emprenden proyectos de
reinversión en todos aquellos espacios urbanos ya existentes que tengan una baja rentabilidad (por
ejemplo, construyendo instalaciones culturales, estadios de fútbol, etc.). Muy a menudo estos
procesos tienen lugar con perjuicio de los vecinos de la zona y también aquí hallamos una fuente
de oposición considerable a las reglas de juego del desarrollo urbano que establece el capital.
Archipiélago: En los últimos años, entre este tipo de soluciones ya nunca se cuenta la posibilidad de
un incremento del gasto público que suponga algún tipo de redistribución de la riqueza, una suerte
de nuevo New Deal o de reforma social en el interior. ¿A qué cree que se debe esta situación?
Harvey: Desde mi punto de vista, el neoliberalismo como solución a los males del capitalismo está
completamente agotado. Además, ha generado una importante oleada de oposición por todo el
mundo que está comenzando a unirse alrededor de un movimiento en pro de una globalización
85
alternativa o de una justicia global. En estos momentos no creo que este movimiento tenga la
fuerza suficiente o esté lo bastante afianzado como para presentar una alternativa global, aunque
veo factible que pueda llegar a hacerlo en los próximos años. En el ínterin, por tanto, parece que
una suerte de nuevo New Deal o de retorno a formas más socialdemócratas de gobierno habría de
considerarse no sólo deseable sino también posible. Ahora bien, al reclamar una solución de este
tipo debemos estar bien seguros de no repetir los errores de las viejas formas socialdemócratas del
pasado y de no caer otra vez en la trampa del «utopismo espacial» y en los problemas de la
planificación racional tal como se manifestaron en los años sesenta. Debemos dirigir la vista atrás y
analizar cuidadosamente por qué la izquierda fracasó en los años setenta y examinar las formas en
las que los movimientos de oposición están articulando hoy día una línea política muy diferente de
la que existió en el pasado. No deberíamos buscar un camino de retroceso pendular hacia donde ya
estuvimos antes, sino que deberíamos esforzarnos por movernos en espiral a través de un nuevo
estallido de energía en torno a los ideales de un gobierno democrático.
Archipiélago: Hoy en día, en España, el único sector que mantiene activa la economía es el
inmobiliario. ¿Cuánto tiempo puede aguantar una economía en la que la construcción y la
compraventa inmobiliaria son los únicos sectores con crecimiento? ¿Qué papel desempeña la
especulación inmobiliaria en las grandes crisis económicas?
Harvey: Tanto en Gran Bretaña como en Estados Unidos el sector inmobiliario ha jugado un papel
fundamental permitiendo a ambos países sobrellevar la recesión que comenzó en 2001. Y esto
parece ocurrir también en otros países, como España. Merece la pena recordar el papel que tuvo el
hundimiento del sector inmobiliario en las grandes recesiones del pasado (como la del verano de
1973, el declive de finales de los años ochenta, el fin del boom en Japón o la crisis fiscal en la que se
vieron sumidos Tailandia y los demás países del Este y del Sudeste asiático en 1997-1998). En mi
opinión, en estos momentos nos encontramos en una fase clásica de utilización del entorno
construido como un sumidero para el capital excedente en un momento de sobreacumulación, y la
única pregunta que cabe hacerse es cuánto puede durar esta situación sin que la burbuja
inmobiliaria estalle y si, cuando esto ocurra, habrá otras salidas disponibles que permitan
aprovechar toda esta capacidad o si nos veremos abocados a una recesión deflacionaria (una
versión a escala mundial de lo que le sucedió a Japón en los años noventa). No puedo prever el
porvenir, pero estoy prácticamente seguro de que en un futuro no muy lejano tocará realizar
ciertas «correcciones» difíciles en el negocio de la inversión inmobiliaria.
Archipiélago: En sus textos se ha distanciado claramente del tradicional desdén que han mostrado
los marxistas por las cuestiones relacionadas con la justicia y los derechos. ¿Cree que son
cuestiones que tienen un particular interés en el ámbito de los conflictos específicamente urbanos?
Harvey: La cuestión de la justicia social y de los derechos es un arma con doble filo. En mi opinión,
no podemos arreglárnoslas sin tales conceptos en la vida política, ya que son cruciales en cualquier
forma de lucha. La dificultad surge cuando se presupone que hay una única concepción fija y
universal de los derechos a la que todos deberíamos adherirnos. Sabemos que, en la coyuntura
actual, el derecho a la propiedad privada y la tasa de beneficio dominan sobre cualquier otro tipo
de derechos y que esos derechos están consagrados en la Declaración de las Naciones Unidas. Pero
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también debemos dar-nos cuenta de que los trabajadores y los vecinos de los barrios luchan por
sus derechos y en contra de la injusticia; eliminar todo esto de la política sería una locura. Entiendo
perfectamente la crítica de Marx a los derechos universales y comparto su postura, pero me niego
a abandonar el poder de un lenguaje que puede impulsarnos de manera muy poderosa a
restablecer las condiciones de un gobierno democrático. La definición de justicia o de derechos que
se obtenga depende de la lucha y el punto en el que Marx tenía razón es en insistir en que la lucha
viene primero. En cualquier caso, cuando necesitamos articular los motivos por los que estamos
luchando, las ideas sobre la justicia y los derechos son imposibles de ignorar.
Extraído de: Entrevista a David Harvey. Las grietas de la ciudad capitalista. Cuadernos del CENDES,
vol. 24, núm. 65, mayo-agosto, 2007, pp. 131- 138
Disponible en Redalyc
La privatización de las universidades
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Martín Morales
Entrevistado por Buzos de la Noticia, el doctor Manuel Gil Antón, profesor e investigador del
Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México (Colmex), especializado en Educación
superior, fue categórico al manifestarse porque el Congreso de la Unión establezca de una vez por
todas que la educación superior impartida por el Estado mexicano sea gratuita, tal como lo dispone
el Artículo Tercero constitucional, a fin de eliminar las cuotas que se exigen en las universidades
públicas de las entidades federativas.
Mientras eso no esté claro –abundó– continuará en la indefinición el esquema estatal
semiprivatizado de educación superior que hoy prevalece en el país, toda vez que las cuotas se
visualizan como legales y se acepta la discrecionalidad con que los gobiernos estatales hacen sus
aportaciones y transfieren recursos federales a las universidades públicas, cuya insuficiencia
implica el frecuente riesgo de incrementar las cuotas estudiantiles para cubrir los faltantes, hecho
que está convirtiendo a algunas de ellas en elitistas al excluir a los aspirantes que no pueden pagar
esas cuotas.
Recientemente, este esquema dio lugar al decreto por el que se crea el sistema de Universidades
Públicas Estatales (UPE) –integrado por 34 centros escolares– cuya mayoría vive al borde del ahogo
financiero, pues con demasiada frecuencia no tienen dinero para pagar la nómina de su personal,
mejorar su oferta educativa y ampliar sus matrículas escolares.
“Es una privatización de facto por dos vías: una, porque las reducciones presupuestales obligan a
las universidades a limitar el crecimiento de su matrícula, dirigiendo la demanda hacia opciones de
educación privada, que aquí en Veracruz hemos visto que han tenido un crecimiento exponencial
en los últimos años, alentado, precisamente, por esa demanda insatisfecha; y otra, porque se
obliga a la privatización de las propias universidades públicas, porque en la medida en que hay una
restricción presupuestal éstas tienen que cobrar cuotas a sus estudiantes para poderse sostener;
quienes a su vez se ven obligados a pagar parte del costo de su financiamiento.
Esta restricción presupuestal está deteriorando el bienestar de la población, que, evidentemente,
tiene que echar mano de sus limitados recursos para financiar la educación universitaria de sus
hijos; es un fuerte impacto también porque una institución educativa así de limitada no puede
ofrecer la educación que el desarrollo exige”, comentó a este semanario el doctor en Economía,
Hilario Barcelata Chávez, coordinador del Observatorio de las Finanzas Públicas de la Universidad
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Veracruzana (UV), uno de los académicos que han demandado insistentemente la regularización de
la ministración de recursos estatales y federales para esa institución, obstaculizada por el actual
mandatario estatal, Javier Duarte.
“Es una situación muy grave en todo el país y llevará a las universidades públicas a una situación
como la que estamos pasando en Veracruz; es dramática, porque no sólo hay restricción
presupuestal, sino que además el Gobierno estatal no le transfiere los recursos a la institución en
tiempo y forma; van acumulándose deudas muy grandes que limitan su funcionamiento y de
proveer, de manera eficiente, los servicios de educación superior”, señaló el doctor Barcelata. Al
cierre de edición, tras dos años de lucha, la UV no recibía aún su financiamiento.
Intereses empresariales
Orillados por la falta de cumplimiento del necesario financiamiento de las universidades públicas,
los consejos universitarios han buscado formas emergentes de subsanarlas, cuyo monto va en
proporción al presupuesto oficial no recibido mediante el cobro de cuotas por algunos servicios
escolares e, incluso, la firma de acuerdos con empresas privadas para la prestación de labores de
investigación, asesorías, entre otras.
Por ejemplo, en la Universidad Autónoma de Coahuila (UAC) el costo total de un semestre es de 13
mil 854 pesos, monto que la convierte en una de las escuelas más caras del país. En la Universidad
Autónoma de Chihuahua (UACH) el precio de la inscripción semestral a la carrera de medicina es de
cinco mil 880 pesos y la de derecho, cinco mil cinco pesos. También se pide un certificado médico
externo, con un costo adicional, a todo lo cual se suma el alto precio de los libros en lengua
extranjera.
La inscripción a la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) va de los dos mil 705 a los dos mil
485 pesos. En la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) es cinco mil pesos, lo que equivale a
un costo promedio de 40 mil pesos para una carrera de ocho semestres. En la Universidad de
Guanajuato (UGTO) la inscripción por plan semestral es de mil 275 pesos. En la Universidad
Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), hay una cuota anual que va de tres mil 700 a seis mil 200
pesos dependiendo de la carrera. En la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), la inscripción
es de mil 500 pesos y el costo total de una licenciatura oscila entre 12 mil y 15 mil pesos, más los
gastos adicionales del material didáctico.
En la Universidad de Colima se han presentado reiteradas muestras de inconformidad estudiantil
ante las cuotas escolares, (en promedio hasta dos mil 500 pesos), cifra que se considera muy alta
comparada con los servicios que ofrece el centro escolar. En la UV la cuota de nuevo ingreso en el
periodo febrero-julio de 2016 en la Facultad de Contaduría y Administración fue de 900 pesos y el
Consejo Universitario calculaba en diciembre pasado un nuevo incremento de cuotas debido a la
falta de ingresos. El 27 de febrero, estudiantes se movilizaron para protestar por el alza de cuotas,
al señalar que no tenían dinero para costear esos pagos.
Un caso singular se encuentra en la Universidad Autónoma de Durango (UAD), que a pesar de ser
considerada una institución pública, en realidad, parece una escuela privada. La colegiatura anual
de carrera de medicina cuesta 20 mil pesos. El costo promedio de las licenciaturas es de 80 mil uno
a 200 mil pesos.
El doctor Manuel Gil Antón explica: “las universidades se mantienen con subsidio estatal y federal,
pero hay una enorme diversidad en las proporciones en las que participan; hay estados en los que
la universidad pública recibe más del 50 por ciento por parte de uno y menos del 50 por ciento de
la Federación; otros en donde el 10 por ciento es del estado y el 90 por ciento del Gobierno
Federal. Ha habido una sistemática diferenciación de lo que aportan ambos y eso se ha convertido
en uso y costumbre. Del mismo modo, son muy variables las cuotas que pagan los estudiantes.
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Existen estados en donde las cuotas son muy altas en comparación con los 50 centavos de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En eso tampoco hay una regulación legal. Un
tercer elemento es que los problemas que estamos viviendo en Veracruz se deben a que las
participaciones federales, asignadas y etiquetadas hacia la UV, no las han querido entregar. Cuando
hay recursos federales que no se quieren entregar se está cometiendo un delito, y si no se quiere
entregar la partida estatal comprometida, no sólo se está cometiendo un delito, tambiénse está
haciendo inviable la autonomía universitaria”.
Viejo embrollo
Es un viejo embrollo al que se enfrentó también la principal casa de estudios de México: la UNAM,
cuando alcanzó su primer grado de autonomía en 1929. La universidad, fundada en 1910, estuvo a
cargo de la administración pública desde su origen.
La reforma de 1929 le dio autonomía, pero no la desligó de la administración federal, por lo que el
Presidente de la República seguía nombrando al rector (como aún sucede en el Instituto Politécnico
Nacional (IPN), dado que a la fecha no es autónoma). Bajo un régimen autónomo, se dijo que la
universidad tendría que hacerse cargo de su financiamiento (de hecho, esto fue causa de protestas,
debates, negociaciones).
Los estudiantes decían: ‘autonomía y dinero público’, y el Gobierno: ‘autonomía, pero yo mando
dentro de la institución’. Ése es el punto.
El régimen autónomo pleno de la UNAM se alcanzó en 1946 (aunque tras bambalinas el Presidente
de la República en turno sigue teniendo poder para influir en la designación de rectores y otros
funcionarios escolares).
El antecedente de la declaratoria de creación de la UNAM como tal y lo dispuesto por el Artículo
Tercero constitucional, incluye tres aspectos: autonomía para elegir a sus autoridades y determinar
su régimen interno; autonomía financiera, es decir, independencia en el manejo de sus recursos, y
autonomía en la fijación de planes de estudio y programas, certificación de éstos y libertad de
cátedra.
La UNAM hoy recibe financiamiento público y tiene autonomía completa, aunque el dinero de
todos modos es insuficiente para aumentar la matrícula cada año y dar entrada a todos los jóvenes
que piden estudiar.
Tampoco es suficiente para operar proyectos, de ahí que en la era neoliberal haya crecido la
tendencia a que los centros de investigación firmen convenios mercantiles y presten servicios a
corporativos privados a cambio de dinero, mientras los resultados de esa investigación (que
debería quedar al servicio del pueblo), es privatizada por empresarios e, incluso controlada
secretamente por gobernantes y funcionarios públicos, quienes las pagan con dinero público.
Gil Antón señaló como indispensable una reforma para establecer las definiciones legales
requeridas, evitando con ello una serie de interpretaciones por parte de autoridades, sobre todo
estatales, que tratan de evadir la responsabilidad de financiar la educación superior.
“La propia Constitución de la República dice que la educación que imparta el Estado será gratuita.
Pero se ha interpretado que solamente se trata de la educación básica, lo será también la
preparatoria cuando se haga obligatoria, y que la educación superior no tiene por qué ser gratuita.
De hecho, no hay educación superior en México absolutamente gratuita; aunque sean 50 centavos,
pero se pagan. Si en algún estado una Constitución local determinara que la educación superior
además de ser autónoma es gratuita, entonces cualquier cobro sería ilegal, pero si no es una
modificación de la Constitución, sino un acuerdo de Gobierno, éste cesa cuando ese Gobierno
termina”.
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En su análisis Naturaleza jurídica de la universidad pública, el doctor Jorge Fernández Ruiz del
Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, describe las implicaciones de los conceptos
“público”, “educación pública”, “centralización” y “descentralización”, y pone de relieve las
imprecisiones que hay sobre el concepto “público y servicio público”, tal como el de la educación:
“la universidad pública autónoma es un organismo descentralizado del Estado, no de la
administración pública; su creación se efectúa mediante ley que le otorga la autonomía prevista en
la Constitución, que en la fracción VII de su Artículo Tercero establece: “las universidades y las
demás instituciones de educación superior a las que la ley otorgue autonomía tendrán la facultad y
la responsabilidad de gobernarse a sí mismas; realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la
cultura de acuerdo con los principios de este artículo, respetando la libertad de cátedra e
investigación y de libre examen y discusión de las ideas; determinarán sus planes y programas;
fijarán los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal académico y
administrarán su patrimonio”.
El doctor Fernández resalta un aspecto central del texto anterior: “el organismo descentralizado del
Estado, en cuyo troquel se acuña la universidad pública autónoma, tiene personalidad jurídica y
patrimonio propios; no depende de ninguno de los tres poderes tradicionales (Ejecutivo, Legislativo
y Judicial)”.
En el subsistema de otras universidades estatales, la Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo cuenta con autonomía equivalente, pero la UV no. No obstante, ambas, como otras del
país, han enfrentado severos problemas de financiamiento.
Obstáculos para la autonomía
Caso emblemático es el de la UV. La Federación envió el presupuesto (451 millones de pesos) pero
el Gobierno estatal se mostraba renuente a dárselo, incluida, la parte correspondiente a la actual
administración.
Al cierre de esta edición, el Gobierno adeudaba de acuerdo con la rectora Sara Ladrón de Guevara,
dos mil 76.8 millones de pesos que no tenía para cuando entregar a la institución, pese a las
demandas judiciales, movilizaciones y críticas recibidas en la entidad y el país.
Del monto adeudado, mil 625.1 millones de pesos corresponden al Gobierno veracruzano y el resto
a la Federación.
Como vocero del colectivo En Defensa de la UV, formado por profesores e investigadores, Barcelata
dijo a Buzos que toda esta situación estaba llevando a la universidad colapso. Resaltó que el retraso
en la entrega de los recursos, por el que deberían sumarse costos adicionales, en el fondo existe un
Plan de Ajuste Financiero, elaborado por el Gobierno local, por medio del que se estarían
reduciendo 882 millones de pesos al presupuesto de la UV entre 2016 y 2021.
Sara Ladrón de Guevara indicó que con el apoyo de estudiantes y cuerpos académicos y de
investigación se interpusieron demandas legales en contra de la administración duartista; la
primera fue por violación al derecho humano a la educación, con base en un recurso de amparo
directo, debido a la reducción de 249.8 millones de pesos en el presupuesto de este año. Otra se
interpuso ante la Fiscalía general de estado, por mil 625 millones de pesos; y una más ante el
Ministerio Público federal, por 451.7 millones de pesos.
Otro caso singular se está dando en la UMSNH, en donde la estudiante María de los Ángeles
Cárdenas Alvarado y 49 de sus compañeros solicitaron un amparo al Poder Judicial de la Federación
(PJF) por el cobro de cuotas emprendido por las autoridades de la institución educativa, a pesar de
que la Constitución estatal, reformada durante el mandato del gobernador Leonel Godoy, en
agosto de 2010, se aprobó establecer el principio de gratuidad de la educación pública en todos sus
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niveles, es decir, incluida la educación superior, a diferencia de la Constitución que no la define en
específico.
A partir de esto, se usó un mecanismo administrativo para que el estado aplicara un subsidio a la
UMSNH con el fin de permitir el cumplimiento de la nueva norma constitucional estatal.
En los artículos transitorios de la reforma se estableció que el estado se haría cargo de manera
gradual de financiar la educación superior pública, de acuerdo con la disponibilidad de recursos.
Cuando Godoy dejó el Gobierno se suspendió la transferencia de recursos aunque la universidad
mantuvo el régimen entre 2012 y 2013; pero en agosto de 2013, el Consejo Universitario
determinó aplicar cuotas estudiantiles ante la falta de recursos, momento en el que la estudiante
María de los Ángeles Cárdenas procedió a solicitar un amparo, mismo que le fue concedido en
primera instancia, aunque el caso llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN),
donde al cierre de esta edición se mantenía en discusión.
La Subsecretaría de Educación Superior (SES) de la Secretaría de Educación Pública (SEP) tiene
registradas mil 500 instituciones de educación superior (IES) de la más diversa índole, tanto
públicas como privadas. Según el Sexto Informe de Gobierno de 2012, hay seis mil 878 planteles
con 342 mil 269 plazas docentes y dos millones 932 mil estudiantes matriculados. De las mil 500
instituciones, 366 son algún tipo de universidades estatales y federales, de acuerdo con datos de la
Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). Por su parte,
la SES divide todas esas IES en subsistemas: Universidades Públicas Federales (UPF); Universidades
Públicas Estatales (UPE); Universidades Públicas Estatales con Apoyo Solidario (UPEAS); Institutos
Tecnológicos; Universidades Tecnológicas; Universidades Politécnicas; Universidades
Interculturales; Escuelas Normales Públicas y “otras instituciones públicas” que por su naturaleza
particular, no se pueden incluir en los subsistemas anteriores.
Como ejemplo principal de la insuficiencia financiera, 200 mil jóvenes son rechazados cada año por
la UNAM, el IPN y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). El rezago es acumulativo. En el
subsistema de (UPF) hay nueve instituciones, entre ellas, la UNAM, el IPN y la UAM. Si en éstas hay
problemas financieros, en los estados la situación se agrava. Todos los años es prácticamente lo
mismo.
Para ilustrar esto basta citar el reporte oficial de marzo de 2015, sobre el primer concurso para
ingresar al ciclo de licenciatura 2015-2016. De 128 mil 519 estudiantes que presentaron examen en
febrero, solamente fueron seleccionados 11 mil 490, es decir, el 8.9 por ciento de los solicitantes.
En el caso de la UNAM se admitió a seis mil 893 estudiantes de los 60 mil 254 solicitantes; es decir,
sólo ingresó 11.4 por ciento del total de demandantes de un lugar para estudiar alguna de las 113
carreras universitarias en el ciclo 2015-2016, en las modalidades escolarizada, abierta y a distancia.
Hay 34 universidades que forman el subsistema de UPE que son las autónomas, unas tienen
autonomía plena, otras no, pero todas tienen problemas de financiamiento.
La nueva estrategia de poder del capitalismo mundial //
Suely Rolnik
http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2016/03/la-nueva-estrategia-de-poder-del_7.html
Este texto presenta dos extractos de la entrevista de Aurora Fernández Polanco y Antonio Pradel
a de Suely Rolnik para Re-visiones (# Cinco – 2015) [1] Fue reformulado por la autora durante los
últimos dos meses y fundamentalmente a partir de los últimos hechos políticos ocurridos en Brasil,
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cuyo corolario momentáneo ha sido el allanamiento de la residencia del expresidente Lula da Silva
y de su instituto, y su conducción coercitiva a declarar ante la Policía Federal.
***
Extracto 1 (acerca de las izquierdas)
AFP/AP.- ¿Cómo ve usted lo que está pasando con los gobiernos de izquierda en América Latina?
SR.- Yo creo que lo que pasó en la Unión Soviética y lo que ahora estamos viviendo con los
gobiernos de izquierda en América Latina son experiencias muy tristes y decepcionantes, pero
también muy valiosas. ¿Por qué? Porque nos permiten reconocer lo que puede la izquierda y
también lo que no puede, dados sus límites infranqueables inherentes a su propia lógica. Pues bien,
lo que la izquierda puede es practicar el máximo grado de resistencia en el ámbito del Estado. Una
forma de resistencia que tiene que ver con luchar por una democracia que no sea solamente
política, sino que también sea económica y social: por la distribución más justa de la riqueza
material, lo cual incluye los derechos a la vivienda, a la salud, a la educación, etc. Por eso siento
gratitud para con los ancestros de izquierda, que son los que lucharon en el contexto de la
democracia burguesa, pese a que unos hayan sido más lúcidos, más valientes, más persistentes e,
incluso y sobre todo, más íntegros que otros. En este sentido, yo he sido, soy y, probablemente,
seguiré siendo de izquierda. Incluso, más que pensar en términos de izquierda y derecha, me gusta
la idea de Laymert Garcia dos Santos de que deberíamos pensar en términos de una menor o
mayor permeabilidad del Estado al neoliberalismo, a sus supuestos y al modo en que éste actúa a
escala planetaria[2] codo a codo con el Capitalismo Mundial Integrado, tal como lo llama Guattari
al capitalismo financiarizado, que ha colonizado el conjunto del planeta. [3] Ser a favor de un
Estado más justo y con menos permeabilidad al neoliberalismo es lo mínimo de lo mínimo; no
tener ni siquiera esta conciencia moral ya es del dominio de la psicopatología, con fuerte tendencia
a la psicopatía.
AFP/AP.- Y más allá de lo que puede la izquierda, ¿cuáles son sus límites?
SR.– Si hemos vivido el destino de las así denominadas revoluciones del siglo XX como una traición
es porque todavía manteníamos la creencia de que un día existiría esta totalidad llamada
Revolución (un vestigio de la idea monoteísta de Paraíso, no sólo por la supuesta ausencia del mal,
sino y por sobre todo a causa de su supuesta perfección eterna, donde estaríamos también
supuestamente libres de las turbulencias ineludibles de la vida y de las diferentes reacciones frente
a ellas, con los conflictos que esto involucra). Sin embargo, lo que está pasando en América Latina
nos lanza hacia otro nivel de lucidez, que depende de un saber ético, más allá de una conciencia
moral: lo que puede la izquierda choca contra su propio límite, el límite del régimen antropo-faloego-logo-céntrico del que ella misma forma parte. Incluso es eso lo que, en algunos países del
continente, la ha llevado a extremos de autoritarismo, como ha sido el caso de Cuba y,
actualmente, también el de Venezuela y el de Ecuador, de distintos modos y en distintos grados. Es
esto también lo que la ha llevado en otros países del continente a altos grados de corrupción, tal
como en los casos de Argentina y de Brasil. Resulta evidente que este derrocamiento de las
izquierdas no sólo en el continente sudamericano sino en el ámbito internacional es peligrosísimo
(la masa fascista y toda esa mierda); pero, por otro lado, sirve para darnos cuenta en nuestra
experiencia corporal que no basta con actuar macropolíticamente. ¿Por qué? Porque, desde el
punto de vista micropolítico, por más que se haga, por más brillante que sean las ideas y las
estrategias, por más valientes que sean las acciones, por más éxito que tengan, por menos
autoritarias y corruptas que sean, lo que se logra en la mejor de las hipótesis es una reacomodación
del mismo mapa, con la única diferencia de que sea más justo. Y todo vuelve al mismo lugar. Yo no
me sorprendo para nada de que todo se repita y vuelva a aquello de lo que pretendíamos salir. No
siento ni resentimiento, ni rabia, ni odio ni tampoco me siento traicionada, porque sé que en el
marco de esta lógica no podría ser de otra manera y, además, porque gracias a esta situación
podemos reconocer más claramente que hay que desplazarse de la micropolítica dominante, la
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micropolítica reactiva del inconsciente colonial-capitalístico que comanda al sujeto moderno que
todavía somos.
AFP/AP.- A esta noción de inconsciente colonial usted la creó hace algunos años y la ha venido
trabajando desde entonces. ¿Como la definiría hoy en día, que ha pasado a denominarla
“inconsciente colonial-capitalístico”?
SR.- Sí, tiene razón, es importante aclararlo para nuestra conversación… Para eso necesitaré
plantear algunas ideas que nos tomarán un poquito más de tiempo. Tengo que hablar de dos tipos
de experiencia que hacemos del mundo. La primera es la experiencia inmediata basada en las
capacidades de percepción y de los sentimientos del yo. Éstas sirven para descifrar las formas del
mundo según los contornos actuales de la cartografía cultural. Es decir, cuando veo una forma, o
cuando escucho, o cuando siento algo, lo asocio inmediatamente con el repertorio de
representaciones que poseo, de manera tal que lo que voy a ver, escuchar o sentir está marcado
por ello. Desde luego que esto es muy importante, pue4s hace posible la vida en sociedad. Pero no
es más que una de las experiencias de la subjetividad; es la dimensión de esa experiencia que
llamamos «sujeto» En nuestra tradición occidental se confunde «subjetividad» con «sujeto»,
porque es sólo esa capacidad la que tiende a estar activada. Sin embargo, la experiencia que la
subjetividad hace del mundo es mucho más amplia y más compleja.
El otro tipo de experiencia que la subjetividad hace del mundo, al que llamo el «afuera-del-sujeto»,
es la experiencia de las fuerzas que agitan el mundo como un cuerpo vivo que produce efectos en
nuestro cuerpo en su condición de viviente. Y esos efectos consisten en otra manera de ver y de
sentir lo que pasa en cada momento (lo que Deleuze & Guattari llamaron «perceptos» y «afectos»,
respectivamente). Es un estado que no tiene imagen, que no tiene palabra. No es que el mundo
como supuesto «objeto» influya sobre nosotros como supuestos sujetos, sino que el mundo «vive»
en nuestro cuerpo bajo el modo de afectos y perceptos. Y como este estado es el de una especie de
mundo larvario que no tiene ni imágenes ni palabras y es, por principio, intraducible en la
cartografía cultural vigente, ya que es exactamente lo que escapa a ella, se genera una fricción
entre ambos. Dicha fricción produce una experiencia de desestabilización, de desterritorialización
que promueve una inquietud, un malestar. Ésta es una experirencia inevitable en cualquier tipo de
cartografía cultural y en cualquier época, pues resulta de la propia esencia de la vida. Lo que
cambia de una cartografía a otra, o de una época a otra, es el tipo de relación con la inquietud que
predomina en la subjetividad. Es algo que tiene consecuencias muy importantes porque es
precisamente esa experiencia la que convoca al deseo a actuar para recobrar un equilibrio vital. Y
ahí es donde todo se juega, pues son distintas las perspectivas que orientarán esta acción: si estas
dos capacidades se encuentran activas, y si la subjetividad se sostiene en la tensión de la
desestabilización que promueve la relación entre ambas, el mundo larvario que la habita
encontrará una posibilidad de germinación. Es la acción del deseo la que se encargará de engendrar
esa germinación, en un proceso de creación impulsado por los efectos de las fuerzas del mundo en
nuestro cuerpo que tiene su propia temporalidad. La acción pensante del deseo consistirá en
seleccionar conexiones para inventar algo que, convertido ya entonces en imagen, palabra, gesto,
obra de arte u otra manera de alimentarse, de amar, otro modo de existencia, sea portador de la
pulsación de aquello que pide paso. Y si logra hacerlo…
AFP/AP.- ¿Y…si logra hacerlo?
SR.- Si logra inventar una forma portadora de esta pulsación, el mundo larvario se vuelve sensible y
tendrá un poder de contagio, de contaminación inmediata; porque cuando los cuerpos afectados
por las mismas fuerzas lo encuentran, se establecen las condiciones para que la subjetividad logre
sostenerse en el estado de desestabilización, de manera tal que el proceso de creación pueda
desencadenarse llevado por su propio deseo. Son distintos devenires de uno mismo y de su campo
relacional. La brújula que conduce al deseo en este proceso es una brújula ética. Su aguja apunta
hacia la propia vida, hacia lo que está pidiendo paso para que ésta siga respirando, pulsando. Una
brújula que no orienta al deseo según una forma o un contenido, pues es precisamente eso lo que
tendrá que ser creado para que la nueva manera de ver y de sentir encuentre un lugar. La
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referencia que orienta a esa aguja es la perseverancia de la vida como criterio primordial de
evaluación, es lo que Spinoza denominó conatus.
Es totalmente distinto lo que pasa con el deseo desde una perspectiva antropo-falo-egologocéntrica, que es la que define al inconsciente colonial-capitalístico. De forma muy resumida,
ésta consiste en anestesiar los afectos y los perceptos, la capacidad que tiene el cuerpo de descifrar
el mundo desde su condición de vivo, o sea, desde los efectos de las fuerzas del mundo en las
fuerzas que lo componen. Es la experiencia de la subjetividad afuera-del-sujeto lo que queda
bloqueado. La subjetividad pasa a existir solamente en su experiencia como sujeto. En esas
condiciones, la fricción entre los territorios vigentes y su cartografía, por un lado, y el estado de
extrañamiento que la experiencia de las fuerzas produce, por otro, se vive como una amenaza. Sin
acceso al mundo larvario que se ha generado, la subjetividad sucumbe a una interpretación
apresurada del sujeto. Como el sujeto es inseparable de una determinada cartografía cultural y se
confunde con la misma, como si fuera el único mundo posible, interpretará el desmoronamiento de
«un» mundo, el supuestamente suyo, como una señal del fin «del» mundo y de sí mismo. Desde
esa perspectiva, para interpretar la causa de su malestar solamente le resta al sujeto encontrarla
en una supuesta deficiencia de sí mismo o proyectarla en el mundo, escogiendo a un otro
específico como pantalla de su proyección. Y éste otro puede ser una persona, un pueblo, una color
de piel, una ideología, un partido, etc.
AFP/AP.- ¿Y qué pasa en cada una de esas interpretaciones?
SR.- En la primera, cuando el yo proyectará sobre sí mismo la causa del malestar y de su supuesto
desmoronamiento, se va a intoxicar de culpa. Pasa a verse a sí mismo como insuficiente, incapaz,
inferior, débil, fracasado, looser, no deseable… una mierda… Ahí una de las maneras de actuar del
deseo para recobrar el equilibrio será el consumo de algo desde donde la subjetividad se rehaga un
contorno reconocible, de manera tal que pueda librarse del sentimiento de exclusión. En el marco
de la política de subjetivación dominante, los objetos de ese consumo serán productos de toda
índole que le ofrece el mercado: si soy una mujer, en los momentos que me encuentro atrapada en
esa política del deseo, me entregaré, a veces compulsivamente, al consumo de cremas, de ropas…,
o miles de cosas para la casa; si soy un hombre atrapado en esa trampa, los objetos de consumo
que capturarán mi deseo serán el coche, de ser posible, un último modelo y el más caro, por
supuesto cero kilómetro, u otras cosas por el estilo (en Brasil este tipo de comportamiento es
todavía muy generalizado, incluso entre las capas más desfavorecidas, que han aumentado sus
ingresos durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores, el PT). Pero los productos por
consumir también pueden ser visiones del mundo, y entonces lo mismo da la iglesia evangélica que
Marx o Deleuze & Guattari (es cuando el dúo se vuelve desodorante de lujo para neutralizar los
olores de la vida cuando se ve sofocada y evitar enfrentarlos), porque la intención es una sola:
mimetizarlos para recobrar un contorno y un sentido. Visiones del mundo, ya sean religiosas o
laicas, ideológicas o teóricas, pasan a funcionar como un sistema moral como cualquier otro, desde
el cual nos orienta este tipo de brújula.
Desde la perspectiva paranoica, el yo proyecta la causa de su malestar sobre el otro (de raza,
género, clase, ideología, etc.) y lo demoniza, y va a intoxicarse de odio y resentimiento. Esto puede
llevar a acciones extremadamente agresivas, cuyo poder de contagio tiende a crear las condiciones
para el surgimiento de una masa fascista. Actualmente en Brasil, por ejemplo, estamos viviendo
algo así: mediante la manipulación de imágenes, se proyecta sobre Dilma y el PT el malestar de la
crisis que el país está atravesando. Más allá de Brasil, la experiencia de extremada desestabilización
que estamos viviendo hoy en día en el planeta es igualmente portadora de este tipo de riesgo. Es
éste un triste destino de la experiencia de la desestabilización, si consideramos que la misma es
una experiencia primordial de la subjetividad, pues funciona como una alarma que nos indica que
la vida nos ha llevado a un estado desconocido, ya presente en el cuerpo pero todavía sin imagen,
ni palabra, ni gesto; un estado que le impone al deseo una exigencia de pensar-actuar para darle
una consistencia existencial. Son momentos en que la imaginación colectiva es accionada para
inventar una nueva manera de existir, otras alianzas, nuevos sentidos, etc. Es precisamente la
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potencia del deseo convocada por la desestabilización la que es cafisheada (chuleada,
proxenetizada) por el capital a través de los medios, que refuerzan el fantasma de peligro
inminente fabulado por el sujeto, propagando el miedo para transformar el estado de
desestabilización en potencia de sumisión. Éste es el peligro real y que resulta del peligro
imaginario del Yo, instrumentalizado por los medios, los principales coadyuvantes del capital en la
contemporaneidad. Éstos son los dos destinos de la política del deseo conducida por el
inconsciente colonial-capitalístico del sujeto moderno en su versión actual.
AFP/AP.- ¿Entonces es al inconsciente colonial-capitalístico que usted se refería cuando decía
que lo que puede la izquierda choca contra su propio límite; el límite del régimen de
subjetivación al que denominó antropo-falo-ego-logo-céntrico, del que ella misma formaría
parte?
SR.- Sí, exactamente, el poder del inconsciente colonial-capitalístico abarca a la subjetividad de la
propia izquierda. Incluso entre los militantes de izquierda, el sujeto moderno tiende a afirmarse
aún más acríticamente, pues sus ideologías justifican la negación del valor de la resistencia en el
ámbito de la política de producción de subjetividad y de deseo, por considerarlo burgués e
individualista. Este prejuicio tiene que ver con su tendencia a reducir la subjetividad al sujeto, no
sólo teóricamente, sino también en su modo de existir, lo cual caracteriza a la política de
subjetivación antropo-falo-ego-logocéntrica.
Desplazarse de este modo de subjetivación pasa por un «devenir revolucionario», como decía
Deleuze. Dicho devenir es impulsado por las irrupciones de afectos del saber-del-cuerpo que nos
fuerzan a reinventar la realidad, cosa que no tiene nada que ver con «la» Revolución, total y con R
mayúscula. La idea de Revolución pertenece a esta misma lógica del inconsciente colonialcapitalístico, en su versión de izquierda: cuando la experiencia afuera-del-sujeto se encuentra
anestesiada –me refiero a la experiencia de los efectos de las fuerzas del mundo vivo en nuestro
cuerpo vivo– no tenemos la posibilidad de descifrar el mundo desde los afectos de
desestabilización y nuestra única brújula es el mapa cultural donde estamos ubicados. Entonces
vivimos “ese” mundo como una totalidad absoluta, eternamente cerrada sobre sí misma. En este
caso, no tenemos cómo imaginar desplazamientos en su cartografía, ni tampoco suponer que eso
sea posible o deseable. Lo máximo que se puede imaginar es otra supuesta totalidad que la
reemplazará como un solo bloque, mediante la toma del poder del Estado. Una totalidad
proyectada en el futuro, supuestamente más perfecto y cuya eternidad esté más asegurada gracias
al poder absoluto del Estado, lo que es inherente a la idea de Revolución.
Es ésta la idea que orienta las acciones del deseo en la política de subjetivación antropo-falo-egologocéntrica en su versión de izquierda. Por no tener cómo actuar en el sentido de reinventar la
realidad en los puntos donde sea necesario desde y ante lo que la vida pide, el deseo termina por
actuar contra la vida; se vuelve reactivo. Un ejemplo obvio son los giros totalitarios que incluyen a
ciertos gobiernos de izquierda en nuestro continente como los que acabo de mencionar; e
igualmente graves aunque menos obvias son las acciones gubernamentales relativas al medio
ambiente, que parten de una absoluta sordera ante la catástrofe ecológica que está amenazando
las propias condiciones de la vida en el planeta; y esto vale también para ciertos gobiernos
mínimamente de izquierda, o no totalmente permeables al neoliberalismo, como los de Dilma
y Lula ( lo propio ocurre en esos gobiernos con su manejo catastrófico de la grave cuestión indígena
en Brasil).
Éstas son las razones por las cuales, para mí, no supone ninguna sorpresa que todo vuelva al mismo
lugar. La figura de Hannah Arendt me inspira para lidiar con la experiencia tan difícil que estamos
viviendo en el planeta, especialmente en América Latina, que es la realidad que vivo más
directamente. Cuando ella estaba presente en el juicio a Eichmann [4], en vez de ponerse en el
lugar de la víctima, invadida por los sentimientos de odio y resentimiento, pudo mantenerse en
contacto con los afectos del malestar que habían irrumpido en su cuerpo provocados por aquella
escena, los cuales además la conectaban con la memoria del cuerpo de su propia experiencia del
nazismo en el campo de concentración. Acercarse a esos afectos y encontrarles un decir requiere
tiempo, y Arendt pudo esperar ese tiempo. Por eso no pudo respetar la dead line de su reportaje
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para el New York Times y necesitó un año para encontrar las palabras adecuadas para decir
aquellos afectos. Logró así describir cómo se produce el mal y cómo está presente en la banalidad
de la vida cotidiana. Por haber mantenido activo el pensamiento para descifrar los afectos del
nazismo en su propia subjetividad, apartando los sentimientos tóxicos originados en el miedo,
logró identificar el origen del mal justamente en la ausencia de pensamiento. Así ella se salvó del
destino nefasto que estos efectos podrían haber generado en su subjetividad, que sería
precisamente el colapso de su capacidad de pensar. De cierto modo, su idea de ausencia de
pensamiento como origen del mal tiene que ver con mi idea de la política de producción del
pensamiento bajo el inconsciente colonial-capitalístico, aunque es otra la dimensión de ese
fenómeno en el que Arendt trabaja teóricamente.
AFP/AP.- ¿Y cómo contribuye esto para afrontar la situación actual?
SR.- Tal como lo dije anteriormente, y lo repito ahora, no me siento mal con relación a lo que está
pasando, estoy más bien atenta y muy movilizada, con muchas ganas de encontrar personas y
grupos que lo estén pensando, para compartir ideas sobre la situación que vivimos, así como
maneras de enfrentarla. Creo que estamos en una situación muy favorable para problematizar la
idea de resistencia e ir más lejos no solamente en sus supuestos, sino también y sobre todo en el
ámbito de la vida humana donde ésta interviene y en los tipos de prácticas que involucra. El
neoliberalismo, la teoría política del Capitalismo Mundial Integrado, es el discurso único, el
“occidéntico”, tal como lo llama Laymert, que se impone a la vida humana y sobrecodifica sus
múltiples formas y su permanente variación. Es en este sentido que la resistencia pasa por
enfrentar lo que molesta a la vida en cada momento y en cada contexto. Estamos delante de la
urgencia de hacer un giro en esa dirección: para eso hay que activar el saber-del-cuerpo y actuar
micropolíticamente, incluso con relación a los problemas que se plantean en el plano
macropolítico. Desde esta perspectiva, en lugar de decir que soy de izquierda o, más bien, a favor
de un Estado más justo y menos permeable al neoliberalismo, yo diría que me siento parte de un
tipo de comunidad transnacional que resiste a lo intolerable, luchando por la afirmación, la
preservación y la expansión de la vida, mediante actos de creación que respondan a sus demandas.
Y si bien –y por supuesto– esta lucha incluye la dimensión macropolítica, no puede reducírsela a
ella. El objeto de la resistencia en el sentido micropolítico es mucho más amplio, sutil y complejo
que el objeto de las luchas en el ámbito del Estado, principalmente cuando éstas se reducen a la
conquista del poder.
Extracto 2 (acerca de la nueva estrategia del poder)
AFP/AP.- ¿Y su ilusión pasada y su implicación con Lula?
SR.- Creo que Lula ha sido importantísimo para Brasil: su presencia ha producido un
desplazamiento de la política de subjetivación engendrada por el abismo de clase que caracteriza al
país que resulta de su formación colonial-esclavista, y que nunca se ha movido verdaderamente. Y
pese a que haya mucho más por desplazar, éste es un proceso irreversible. Para mí, se trata de un
logro micropolítico de suma importancia. Fue la primera vez desde la fundación de la República en
Brasil que el presidente es un obrero, y además un migrante del nordeste del país (una región muy
pobre de donde provienen la mayor parte de los obreros de São Paulo), y que, más que todo,
mantiene los gestos y el habla propios de esa clase social, y lo hace sin ninguna interferencia
despotenciadora del trauma de clase. Eso ha movido el inconsciente colonial tan poderoso en
Brasil. Por ello siento por Lula admiración y gratitud. Al inicio de su gestión publiqué un ensayo
sobre esto y sigo pensando lo mismo.[5]
Si bien es cierto que la crisis por la cual está pasando el gobierno en Brasil resulta, por un lado, de
la actual crisis económica local e internacional y, por otro, de la imposibilidad de los gobiernos de
Lula y de Dilma de imponer límites más severos al neoliberalismo, su magnitud y el modo como
sucede son producto de una nueva estrategia de poder introducida por el Capitalismo Mundial
Integrado, que se está instalando internacionalmente. El capitalismo industrial se basaba en una
sociedad disciplinaria, tal como Foucault lo descifró tan bien. Una sociedad gestionada por un
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Estado de Bienestar Social en el así llamado Primer Mundo, mientras que en el así llamado Tercer
Mundo, cuando las fuerzas de izquierda amenazaban tener demasiado poder, ésta era gestionada
por dictaduras impuestas mediante golpes militares, concretamente apoyados por los centros de
poder del capitalismo internacional. Sin embargo, para el nuevo tipo de capitalismo, que se viene
instaurando aproximadamente desde 1976 en adelante, esos regímenes resultan inadecuados para
su modo de funcionamiento, y se hace necesaria una neoliberalización de los Estados. Incluso las
dictaduras en América Latina y en la Unión Soviética se acabaron no sólo por la presión de los
movimientos sociales y de resistencia contra el totalitarismo, sino que, y quizá por sobre todo,
sucumbieron por la presión del capital financiarizado. El nuevo régimen necesita una flexibilidad de
la subjetividad y de la sociedad, como así también del Estado para seguir los intereses del capital en
su movimiento frenético. Es muy distinto al modo rígido e identitario propio de la sociedad
disciplinaria, tanto en su versión del Estado de Bienestar Social como en los regímenes
dictatoriales. En estos últimos, la rigidez y la idea de identidad individual, cultural y nacional se
vuelven mucho más exacerbadas y, además, suelen estar acompañadas de un fervoroso
nacionalismo. Todo esto está en las antípodas de la fluidez del movimiento mundial e integrado del
capital financiarizado.
AFP/AP.- ¿Y cómo funciona ésta nueva modalidad de poder?
SR.- La diferencia de esta nueva modalidad de poder radica en que opera en el plano micropolítico,
y por eso es mucho más sutil e invisible y, por consiguiente, resulta más difícil combatirla. Su
principal dispositivo son los medios de comunicación, cuya estrategia se nutre de información
resultante de investigaciones sobre actos de inconstitucionalidad basados en una operación
conjunta de los poderes judicial y policial que forma parte de la misma estrategia de poder. Este
dispositivo consiste en componer un discurso ficticio a partir de una selección de esa información
que se les impone a las subjetividades como si fuera la propia realidad, tal como lo plantea
Laymert. Yo añadiría que la imposición de esa simulación de realidad tiene como base el abismo
existente entre la subjetividad y su experiencia del mundo como cuerpo viviente, un abismo propio
del inconsciente colonial-capitalístico que la estructura. Con la operación de los medios de
comunicación, dicho abismo se amplía y se profundiza a tal punto que ya no hay manera de
transponerlo, lo cual lleva a adoptar la narrativa ficticia de los medios como la única referencia para
describir lo que sucede.
Forma parte de esa misma estrategia que la realidad inventada por los medios sea apocalíptica y
que su causa se le atribuya a algunos personajes de la escena pública, que pasan a ser
sistemáticamente demonizados. La inseguridad que esto genera en las subjetividades se vuelve tan
intensa que refuerza su disociación con relación a los afectos de las fuerzas que las han generado,
los cuales son entonces sustituidos por los sentimientos de odio y resentimiento: es precisamente
de estos sentimientos que se alimenta el poder del CMI. Una estrategia de control muy distinta a la
estrategia del poder disciplinario, ya que no impone formas de comportamiento ni determina lo
que se puede y lo que no se puede hacer (una estrategia moral), sino que actúa directamente sobre
la propia producción de subjetividad y del deseo. La primera interviene en lo visible y la segunda en
lo invisible. En lugar del adiestramiento de la subjetividad y del deseo, en la nueva estrategia de
poder la subjetividad actúa positivamente a favor de los intereses del régimen desde su propio
deseo. La subjetividad fija y dócil del poder disciplinario queda así reemplazada por una
subjetividad fluida y flexible. Ésta es ciertamente una de las razones por las cuales Deleuze propone
el concepto de “sociedad de control” para calificar al nuevo régimen de poder.
Si tomamos el ejemplo de lo que estamos viviendo acá en Brasil, esta operación encuentra un suelo
especialmente fértil, ya que en este país los medios forman un bloque monolítico en el espacio
oficial de la información, es decir, en la prensa gráfica y en la televisión. Informaciones más críti cas
y cercanas a la realidad pueden encontrarse solamente en internet, a través de iniciativas de una
prensa autónoma, pero que es frecuentada por una pequeñísima parcela de la población del país, o
en Facebook, donde este tipo de información tampoco llega a todos, ya que su difusión se restringe
a determinados círculos. El chivo expiatorio del discurso apocalíptico de los medios, en el caso de
Brasil, es la presidenta de la República y el partido gobernante. Esta operación toma como base el
malestar de la sociedad que es producto de las dos crisis que mencioné anteriormente. En su
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estrategia micropolítica de poder, el CMI instrumentaliza la realidad de esa doble crisis y el
malestar que genera a través de su sustitución por una realidad ficticia construida por los medios,
lo que causa una grave crisis de credibilidad del gobierno.
AFP/AP.- ¿Esta nueva estrategia del poder, que actúa micropolíticamente, sustituye a la
estrategia macropolítica?
SR.- Sin duda no. La implementación de la estrategia micropolítica de poder, que interviene en el
deseo, no sustituye a la estrategia macropolítica, sino que lo que cambia es el modo de conquistar
y mantener el poder del Estado. La diferencia reside en que además de garantizar el poder del
Estado micropolíticamente, se hace un uso micropolítico de las operaciones macropolíticas,
seleccionando la información de modo tal de atomizarla en elementos de la composición de la
narrativa ficticia construida por los medios. Tengo dos ejemplos más que obvios del uso
micropolítico de operaciones macropoliíticas en Brasil.
El primero lo constituyen las investigaciones de actos de inconstitucionalidad, cuya información los
medios editan de modo tal que solamente aparezcan aquéllos que han sido cometidos por
miembros del partido de gobierno, en una estrategia conjunta entre sectores del Poder Judicial, de
la Policía Federal y los medios. Ésta triple alianza se hace desde el gobierno de Lula, pero se ha
venido agravando en el gobierno de Dilma (en el caso de Dilma, algunos de estos actos no son ni
siquiera contra el bien público, sino que tienen que ver con cuestiones de gestión de la economía,
en momentos en que existe una urgencia y la única vía para resolverla es la transferencia de una
parte del presupuesto de un sector a otro durante un período breve de tiempo, y ese tipo de giros
de fondos es inconstitucional). Lo que se investiga es sobre todo la corrupción, y lo más curioso es
que dichas investigaciones empezaron con una iniciativa del propio gobierno de Lula, cuya
intención era la de acabar con la impunidad inherente a la tradición colonial y prerrepublicana tan
presente, aún hoy en día, en el Estado y en las elites del país (cabe acotar que ambos tienden a
estar compuestos por los mismos personajes). En esa operación surgen innumerables casos de
corrupción, incluso de muchos miembros del propio Partido de los Trabajadores, lo cual revela,
entre otras cosas, que la corrupción forma parte de la propia lógica de la maquinaria del Estado, a
la cual muchos miembros de la izquierda no escapan. Sin embargo, los medios «recortan» la
información y privilegian exclusivamente la corrupción de miembros del PT, mientras que toda la
corrupción de miembros de los demás partidos desaparece; y cuando no queda más remedio que
mencionarla, lo hacen en algún rinconcito de una página secundaria y en algunos segundos del
noticiero televisivo, siempre precedidos y seguidos por ataques al gobierno.
El segundo ejemplo de operación macropolítica usada micropolíticamente, que se lleva a cabo en
simultáneo con la primera, se basa en el hecho de que la Cámara de Diputados y el Senado están
tomados por los así llamados «coroneles», como se les dice en Brasil a los capitostes de las elites
rurales prerrepublicanas, y por las fuerzas más contundentemente ignorantes y conservadoras de
las clases medias y de las elites urbanas. Ellos representan a sectores de la sociedad brasileña que
no soportan que, desde el gobierno de Lula, los «pobres» y los «negros» frecuenten los lugares que
desde siempre han sido los suyos y que marcaban claramente los límites de clase y sus privilegios
(los aeropuertos, los shopping centers, etc.). Incluso en sus manifestaciones callejeras declaran
impúdicamente su odio contra los pobres y el PT, y llegan a pedir que vuelva la dictadura. En ese
escenario, diputados y senadores tienden a actuar privilegiando la disputa de poder y sus intereses
privados en lugar de asumir su responsabilidad para con el bien público. Los legisladores boicotean
sistemáticamente las propuestas de la Presidencia que permitirían avances sociales o, lo que es
más perverso aún, las leyes necesarias para enfrentar la crisis económica internacional y retomar el
desarrollo, de lo cual depende incluso la posibilidad de asegurar avances en el plano social. Con ese
boicot de las oposiciones, se intensifica la crisis económica y se instaura una crisis políticoinstitucional gravísima y de vasto alcance, cuya causa los medios de comunicación maquillan al
atribuírsela a la incapacidad del gobierno.
Con base en el recorte de la información acerca de esas dos operaciones, se construye un discurso
ficticio que, tal como lo ve Laymert, se va imponiendo como una realidad paralela que termina por
reemplazar a la propia realidad. La simulación de realidad se hace por la vía de una destrucción
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paulatina de la imagen de Lula y, acto seguido, la de Dilma y la del partido de ambos, el PT. Dicha
operación empezó durante el segundo gobierno de Lula y se ha venido intensificado desde el
comienzo del primer mandato de Dilma, cuando, entre sus primeras iniciativas, la presidenta
intentó ponerles límites más severos a los bancos, bajando la tasa de interés. El ataque de los
medios a su imagen y al partido de gobierno se ha vuelo violentísimo y fue arreciando más aún
desde entonces; y pasó a abarcar de nuevo, más recientemente, la imagen de Lula y mucho más
gravemente. Y así se la va humillando, humillando y humillando durante un largo tiempo, el tiempo
necesario como para que el malestar de la población resultante de la crisis se transforme en un
odio y un resentimiento contra el gobierno que la lleven a expresarse masivamente a favor
del impeachment –el juicio político– en un proceso supuestamente «legal y democrático».
AFP/AP.- ¿Ésta sería entonces una nueva modalidad de golpe de Estado?
SR.- Es una pregunta muy pertinente, pues así lo están considerando algunos sectores de las
izquierdas en Brasil que todavía apoyan al gobierno. Sin embargo, el denominarla golpe puede
generar malentendidos, ya que se trata de una toma del poder del Estado sutil y que no se vale de
la fuerza de las armas, sino que actúa micropolíticamente utilizando la fuerza del deseo, por la vía
de su operación mediática. Para el CMI, la interrupción del mandato de un presidente, que es lo
que se está intentando hacer con Dilma, tiene que ver con el hecho de que le quedan aún tres años
en la Presidencia, por eso la estrategia micropolítica de poder del CMI apunta a destituirla del
gobierno. Esto está pasando igualito con Bachelet en Chile en los últimos doce meses y ya pasó en
Paraguay, con el juicio político de Fernando Lugo en 2012, pero allí resultó más fácil. Pese al grado
patológico de estupidez y a la falta de dignidad descarada que en este momento emerge por todas
partes en Brasil, insufladas por la operación de esa nueva estrategia del poder, sucede que la
población más pobre ha sido en su mayoría militante o simpatizante del PT desde su fundación,
habiéndose identificado fuertemente con el partido. Hay que destruir esa identificación para que,
masivamente, la gente exprese un «sí» al impeachment. Esto vuelve más lenta la preparación de
este nuevo tipo de “golpe de Estado”, que actúa con base en una operación micropolítica que le
permite maquillar su naturaleza y presentarse como un proceso democrático. Acá no puede
perpetrárselo así nomás, sin más ni menos, en dos minutos y adiós, como lo hicieran con Lugo en
Paraguay. La estrategia de la triple alianza de los medios con sectores del Poder Judicial y de la
Policía Federal tiene que legitimarse en un cúmulo de inconstitucionalidad y con argumentos
jurídicos mucho mejor construidos. Lo mismo pasa en Chile, donde la destrucción de la imagen de
Bachelet, que ya lleva un año, no ha logrado reducir significativamente la aprobación de la
presidenta.
AFP/AP.- ¿Y en qué punto se encuentra este proceso en Brasil en estos momentos?
SR.- Sólo ahora este abuso perverso del malestar de la población está logrando demoler totalmente
la credibilidad del PT y su identificación con éste, y, más allá del partido, con las izquierdas en
general. Sin embargo, si bien dicha demolición con relación al PT me parece que es irreversible, no
es precisamente lo que se dice sólida, ni tampoco irreversible con relación a la aspiración de justicia
social y, por ende, a la creencia en los ideales de la izquierda en su mejor sentido.
Le doy un ejemplo. Cuando hablo con la gente, sistemáticamente sale el tema: «el PT es una
mierda, igual que todos los partidos y todos los políticos». Y esto lo dice incluso gente que era del
PT o que se identificaba plenamente con éste antes de su decepción generada por la operación
macabra de los medios. Frente a esto, suelo decirles: «bueno, respeto tu opinión, pero quiero
compartir contigo mi modo de pensar acerca de lo que está pasando. Siempre busco basarme en
mi experiencia para analizar si lo que está sucediendo es bueno o malo para la vida y esto me sirve
de referencia para formarme mis propias ideas y hacer mis elecciones. Con esta referencia, cuando
escucho la Globo (la cadena de televisión privada líder absoluta de audiencia en Brasil), me doy
cuenta de que lo que dice casi nunca corresponde con lo que mi experiencia me indica; es como si
fuera una especie de ficción muy alejada de la realidad”. Y cuando el interlocutor pertenece a una
clase más pobre, que es la gran mayoría de la sociedad brasileña, le pregunto: “¿si tú tomas como
base la experiencia de tu propia vida actualmente, la de tu familia, la de tus amigos, la de la gente
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de tu barrio, la de tu trabajo… para analizar lo que pasó efectivamente desde el primer gobierno de
Lula, que dirías? Y antes de que me contestes te digo que todo eso podría no importarme para
nada porque soy de clase media, estoy relativamente bien, pero me importa y me afecta
muchísimo porque además de sentirme sumamente molesta con esas falsas informaciones que se
transmiten todos los días sin el menor escrúpulo, me molesta aún más lo que está detrás de ellas:
mantener el abismo entre las clases sociales que hay acá desde siempre, y el racismo que lo
acompaña, como si todavía estuviéramos en la esclavitud, y eso para mí es insoportable. Bueno,
aunque puedo estar equivocada, pero mi impresión es que ha mejorado muchísimo la situación de
la gente más desfavorecida, que es la gran mayoría del país. Dime, ¿a ti te parece que estoy
equivocada?». Y es muy frecuente que la respuesta sea: «no, no, eso es cierto, mi vida ha mejorado
mucho» y que, a partir de ese momento, la charla haga un giro y comience un intercambio de ideas
muy fecundo.
Esto es lo que pasa cuando uno consume televisión como su única fuente de información y se
encuentra totalmente a merced de su ficción (lo que en Brasil es muy generalizado) o que, aunque
no sea solamente televisión lo que uno consume, en ese caso se reduzca a leer los periódicos y las
revistas de opinión (lo cual en este país se restringe a las clases medias y altas); y estos, sin
excepción, participan activamente en la construcción de esa misma ficción. Sin embargo, es
sorprendente cómo en Brasil basta con plantear ideas fuera de ese ámbito ficcional y más cerca de
la experiencia que hace el cuerpo de las fuerzas que agitan la realidad para que el interlocutor
despierte de su hipnosis mediática y vuelva a pensar. Por supuesto que esto sólo es posible cuando
el interlocutor todavía no está completamente esterilizado por el inconsciente colonial-capitalístico
en un grado de patología histórica que ya no tenga cura (ése es desgraciadamente el caso de gran
parte de las clases medias y altas en el país).
AFP/AP.- ¿La nueva modalidad de poder pasa entonces por el juicio político de los presidentes?
SR.- Seguro que no. Es importante señalar que la orquestación de esta nueva estrategia de poder
no pasa necesariamente por el juicio político de los presidentes, ni por el acortamiento de sus
mandatos, que es lo que está pasando ahora en Venezuela con Maduro. En los casos de gobiernos
de América Latina con tendencia de izquierda que están al final de sus mandatos, la estrategia es
otra. En Perú, por ejemplo, cuyo presidente actual, Ollanta Humala, es de izquierda, pero el país
está en vísperas de elecciones, es en ese ámbito que interviene el “golpe” mediático del capital
financiarizado, haciendo que sea casi segura la victoria de una candidata de derecha. Dicha
candidata es además la hija de Fujimori, un dictador tenebroso que gobernó el país entre 1990 y
2000, y que incluso sigue en la cárcel con una condena de 25 años por sus crímenes de corrupción,
secuestro y asesinato. Eso sencillamente se borra de la memoria, de cara al poder de la realidad
ficticia construida por los medios que pasa a ser la propia realidad, en la cual se asocia a la hija
Fujimori con la salvación. Un otro ejemplo de esta índole ha sido el caso de la destrucción del
kirchnerismo en Argentina. El caso más reciente es el de Bolivia, donde el “golpe” mediático del
CMI se concentró en el referendo para decidir sobre una nueva postulación de Evo a la presidencia
y la decisión fue el “no”.
Estos ejemplos hacen evidente que el carácter nítidamente micropolítico de la nueva estrategia de
poder instalada por el CMI, que se alimenta de la producción de subjetividad y de deseo, no
reemplaza a las luchas de poder en el plano macropolítico. La novedad, tal como lo mencioné
anteriormente, es que el CMI las utiliza igualmente para alimentar y fortalecer su estrategia
micropolítica y viceversa: el nuevo régimen utiliza su estrategia micropolítica para fortalecer sus
intervenciones macropolíticas. Con esta doble operación, la base de sostenimiento de su poder
macropolítico es el propio deseo de la población.
La nueva situación que estamos viviendo mundialmente es sumamente compleja y difícil de
descifrar, y el análisis que estoy haciendo es seguramente insuficiente y debe afinarse. Los textos
sobre esa situación que afortunadamente están circulando cada vez más en la web, un reciente
encuentro con pensadores amerindios de distintos países de América Latina y otros
pensadores[6], así como algunas charlas con amigos me han dado pistas interesantes para lograr
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dar algunos pasos más. Entre esos amigos, en una charla con Amilcar Packer [7] (que ha sido el
curador del mencionado encuentro), él cuestionó mi análisis, argumentando que los gobiernos de
Lula y de Dilma no han obstaculizado para nada los intereses del capital financiarizado, lo cual
invalidaría mi hipótesis sobre el motivo fundamental del ataque a sus figuras y a su partido. Su
comentario me pareció muy pertinente pues, aunque Lula y Dilma hayan logrado aumentar los
ingresos de la población más pobre y mejorar sus condiciones de vida significativamente, resulta
efectivamente incuestionable que sus gobiernos han sido muy permeables al neoliberalismo. Los
bancos, las constructoras, etc., se han beneficiado muchísimo, más que en gobiernos anteriores;
los números lo comprueban. ¿Entonces qué pasa? ¿Por qué quieren destituir a Dilma y al PT del
poder?
AFP/AP.- ¿Y logró encontrar alguna respuesta a estas preguntas?
SR.- Sí, lo he estado pensando. Una primera respuesta indica que la nueva estrategia de poder no
depende del grado en que un gobierno sea de izquierda o perjudique al capital financiarizado. Más
que el poder de Dilma y del PT, el objetivo del CMI consiste en destituir el poder del imaginario de
izquierda asociado a ellos. Incluso es eso lo que ya está sucediendo en Brasil con mucha gente de
clase media que era tradicionalmente de izquierdas. Y tal como lo mencioné anteriormente,
también entre la gente más desfavorecida esto ya está sucediendo, con una aniquilación de ese
imaginario más profunda que la mera destrucción de su identificación con el PT. Aunque gran parte
de esa población no use la palabra “izquierda” para calificar a las acciones sociales del gobierno, lo
que importa es que su creencia en la posibilidad efectiva de conquistar una dignidad social y
económica se ha quebrantado.
Por supuesto, dicha aniquilación no tiene un poder absoluto; siguen sucediendo acciones de
resistencia tanto macro como micropolíticas. Un ejemplo de acciones macropolíticas lo constituyen
los movimientos sociales, como el de los Sin Tierra en el campo y el de los Sin Techo en las
ciudades, que siguen en sus luchas. Y un ejemplo de acciones micropolíticas es el surgimiento de
nuevos tipos de activismo, principalmente entre los jóvenes y sobre todo entre las chicas, tanto en
las periferias como en las clases medias, que resisten trazando líneas de fuga del actual estado de
cosas, tal como viene sucediendo desde algunas décadas por todo el planeta. Ellos no se identifican
con el modo de actuar de la izquierda, lo que no significa que son pasivos o despolitizados, sino que
tienen una nueva manera de descifrar la realidad, de plantear los problemas y de actuar
críticamente, es decir, tienen una concepción distinta de la política. Logran acceder en sus cuerpos
a los efectos de la estrategia micropolítica de poder del capitalismo financiarizado y es desde allí
que le hacen frente, resistiendo en ese mismo plano. Entre los ejemplos en Brasil de esa nueva
forma de activismo están las vastas manifestaciones callejeras de junio de 2013, que empezaran
con el rechazo al aumento del precio de los pasajes del transporte público. Y, más recientemente,
el movimiento de los estudiantes secundarios que ocupó las escuelas públicas (que en éste país son
exclusivamente frecuentadas por la población de bajos ingresos) contra el proyecto de la
gobernación del estado de São Paulo de cerrar 94 de esas escuelas. Su manera de manifestarse no
pasa tanto por las consignas, sino por la performatización de su mirada crítica, creando dispositivos
que puedan potencialmente provocar la activación del pensamiento en la sociedad.
Pero desde una perspectiva más sutil, yo diría que, en definitiva, el objetivo de la estrategia
micropolítica de poder del CMI es, más ampliamente, la destrucción del imaginario de cualquier
forma de resistencia y no sólo de la que viene de la tradición de las izquierdas. Se trata de disolver
por completo la creencia y la confianza en la posibilidad de pensar desde los afectos y obrar
críticamente, recreando la realidad en los puntos en que esto se impone como urgencia. Hay que
disolver el poder de ese imaginario en la conducción del deseo y en sus acciones pensantes, así
como en la potencia de contaminación que dichas acciones portan. En suma, hay que aniquilar la
ética del deseo, su poder de conducir sus acciones desde y para las demandas de la vida. Esto es lo
que efectivamente perturba el libre flujo mundial del capital financiarizado y la gobernabilidad sin
barreras para proteger sus intereses (un Estado neoliberal). El efecto de esta estrategia es la
paralización del pensamiento, creando así las condiciones para su sustitución por el discurso
101
mediático. Así se consolida la sociedad de control. En esta operación, el inconsciente colonialcapitalístico adquiere un poder más sutil y más fuerte que nunca.
AFP/AP.- ¿Y cómo está reaccionando la izquierda ante esta nueva operación del CMI?
SR.- El imaginario de izquierda no logra alcanzar la dimensión micropolítica en la cual interviene el
CMI y, por consiguiente, no puede ofrecernos instrumentos como para resistir en este terreno; ésta
es probablemente la razón que está llevando a los jóvenes activistas a desplazarse de ese
imaginario. Es también la razón de la imposibilidad de la izquierda para reconocer hasta ahora la
dimensión política de la contracultura en Brasil en los años 1960. Una clara señal de esta
imposibilidad es que la violencia que sufrió la contracultura por parte del Estado militar en Brasil no
ha sido reconocida por la Comisión de Amnistía creada en 2001, cuya definición de quienes tienen
derecho a la reparación se limita a aquéllos que militaron en partidos u organizaciones políticas, o
sea, los que actuaron macropolíticamente. Lo mismo sucede con la Comisión Nacional de la Verdad
creada en 2012 que, a pesar de haber reconocido también a los indígenas como víctimas de la
dictadura, lo cual constituye sin duda un paso fundamental, no incluyó en su lista ni a la gente de la
cultura, ni a las minorías que han sido violentamente perseguidas por el régimen militar. Podemos
incluso considerar al nuevo tipo de activismo como una reactivación del imaginario de resistencia
que caracterizó a la contracultura. Sin embargo, hay un cambio significativo en esa actualización de
los ideales de la contracultura en la nueva generación: en lugar de demonizar a las instituciones y
hacer sus experimentaciones en espacios supuestamente no institucionales –tal como era el caso
de los contraculturales, que se imaginaban en un mundo paralelo–, los jóvenes de hoy saben que
no hay un mundo afuera de este mundo y actúan en el seno de las instituciones vigentes, buscando
producir desplazamientos de su cartografía (ejemplo de ello es el caso de las escuelas públicas que
acabo de mencionar).
[1] Re-visiones es una revista de arte y pensamiento visual contemporáneo, indexada, bilingüe, de libre acceso, con una
periodicidad anual y adscrita desde sus inicios a proyectos I+D: “Imágenes del arte y reescritura de las narrativas en la cultura
visual global” (2009-2012) (HAR2009-10768) y “Visualidades críticas: reescritura de las narrativas a través de las imágenes” (20132016) (HAR2013-43016-P) del Plan Nacional del Ministerio de Economía y Competitividad del gobierno de España. Dirección
electrónica: http://www.re-visiones.net/. Enlace la entrevista mencionada:http://www.re-visiones.net/spip.php?article128 ;
ISSN: 2173-0040.
[2] Idea propuesta por Laymert Garcia dos Santos, pensador brasileño, en su ponencia intituladaLenguajes Totalitarios, en el
Programa de Acciones Culturales Autonomas (P.A.C.A.). São Paulo: Casa do Povo, 12/11/2015 (apoyo: proyecto Episodios del Sur,
Goethe-Instititut São Paulo y America del Sur). Disponible en: https://vimeo.com/153449199 .
[3] El Capitalismo Mundial Integrado (CMI) es una noción de Guattari que he recuperado muy recientemente releyendo nuestro
libro Micropolítica – Cartografías del deseo, para prepararlo para la edición de Cuba. Su idea es que el capitalismo es mundial e
integrado porque logró colonizar el conjunto del planeta y que no hay ninguna actividad humana que no esté impregnada de esta
operación; no le gusta el término globalización porque se refiere a un fenómeno exclusivamente económico y capitalista que,
además, encubre y pasa por alto su dimensión colonizadora.
[4] Eichmann en Jerusalén: Un estudio sobre la banalidad del mal (Barcelona: Lumen S.A, 2003); título original: A Report on the
Banality of Evil (USA: Penguin Classics, 2006).
[5] “L’évenement Lula”. Parachute Art Contemporain_Contemporary Art, Montreal, nº 110: Économies bis, 04/05/06 2003; L’effet
Lula”, Chimères, Paris, nº 49: Désir des marges, Paris, 2003. En castellano: “Lula”, Radarlibros, Página 12. Buenos Aires, 02/03/03 y
también “O acontecimento Lula”/ «El acontecimiento Lula», GLOB(AL.) – Global América Latina/Brasil, Rede Universidade
Nômade, LABTeC/ UFRJ, Río de Janeiro: Instituto de Estudios del Trabalho y la Sociedad y editorial DP&A, nº (0), ene. 2003. E dición
bilíngüe (portugués/ español).
[6] Me refiero al encuentro intitulado Buen vivir o vivir bien, organizado por el Goethe-Institut de La paz y São Paulo y con
curaduría de Amilcar Packer en Casa do Povo, en São Paulo, el 26.01.2016 (uno de los eventos de Episodios del Sur, proyecto d e la
gestión de Katharina von Ruckteschell-Katteen en el Goethe-Institut de São Paulo y América del Sur). El encuentro duró un sábado
entero, desde las 9:00 hasta las 22:30. Con intervalos para el almuerzo que compartimos en una gran mesa, y pasamos todo el d ía
recostados en hamacas y almohadones dispuestos en el espacio. Cada uno presentaba sus ideas acerca de las urgencias del
presente y su noción de “buen vivir” y los demás las discutían. Por supuesto, las distintas definiciones del buen vivir tenía n en
común el hecho de ser muy “distantes de la ontología del trabajo, del bienestar social, de las democracias occidentales, de los
ideales de vida burguesa y de las aspiraciones de ascensión de clase y de riqueza y placer material, profesional o sexual”, tal como
lo había planteado Amilcar en el texto de divulgación del evento. Se ha problematizado igualmente el uso fetichizado de esa
noción, una moda actualmente en los debates intelectuales en Occidente.
[7] Amilcar Packer, brasileño de origen chileno, artista e investigador, trabaja conmigo –junto con el boliviano/ alemán Max Jorge
Hinderer Cruz (curador, ensayista y crítico de cultura) y con la brasileña Tatiana Roque (matemática, filósofa e historiadora de la
ciencia)– en el Programa de Acciones Culturales Autónomas (P.A.C.A.), que desarrollamos desde 2014 con la intención de crear
una plataforma de producción colectiva de pensamiento ante las urgencias del presente.
Publicado Yesterday por Lobo Suelto
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Del Estado de derecho al Estado de seguridad // Giorgio
Agamben
http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2016/03/del-estado-de-derecho-al-estado-de.html
«No es posible comprender lo que realmente se juega en la prolongación del estado de emergencia
en Francia si no se lo sitúa en el contexto de una transformación del modelo estatal que nos es
familiar. Es crucial, primero que nada, desmentir el propósito de las mujeres y hombres políticos
irresponsables, según los cuales el estado de emergencia sería un escudo para la democracia.
Los historiadores saben perfectamente que lo que es cierto es lo contrario. El estado de
emergencia es justamente el dispositivo mediante el cual los poderes totalitarios se instalaron en
Europea. Así, en los años que precedieron a la toma del poder por Hitler, los gobiernos
socialdemócratas de Weimar habían recurrido tan a menudo al estado de emergencia (estado de
excepción, como se lo denomina en alemán) que se puede decir que Alemania había dejado de ser,
antes de 1933, una democracia parlamentaria.
Ahora bien, la primera acción de Hitler, después de su nombramiento, fue proclamar un estado de
emergencia, que jamás fue revocado. Cuando la gente se sorprende de los crímenes que pudieron
cometerse impunemente en Alemania por los nazis, se olvida de que estos actos eran
perfectamente legales, porque el país estaba sometido al estado de excepción y las libertades
individuales estaban suspendidas.
No vemos por qué un escenario semejante no podría repetirse en Francia: podríamos imaginarnos
sin dificultad un gobierno de extrema derecha sirviéndose para sus fines de un estado de
emergencia al que gobiernos socialistas han habituado a partir de ahora a los ciudadanos. En un
país que vive en un estado de emergencia prologando, y en el que las operaciones de policía
sustituyen progresivamente al poder judicial, cabe aguardar una degradación rápida e irreversible
de las instituciones públicas.
Esto es tanto más cierto que el estado de emergencia se inscribe, hoy en día, en el proceso que
está haciendo evolucionar las democracias occidentales hacia algo que hay que llamar, ya mismo,
Estado de seguridad («Security State», como dicen los politólogos estadounidenses).
La palabra «seguridad» ha entrado tanto en el discurso político que se puede decir, sin temor a
equivocarse, que las «razones de seguridad» han tomado el lugar de aquello que se llamaba, en
otro tiempo, la «razón de Estado». Hace falta, sin embargo, un análisis de esta nueva forma de
gobierno. Como el Estado de seguridad no atañe ni al Estado de derecho ni a aquello que Michel
Foucault llamaba las «sociedades de disciplina», conviene arrojar aquí algunas referencias con
miras a una posible definición.
En el modelo del británico Thomas Hobbes, quien ha influenciado tan profundamente nuestra
filosofía política, el contrato que transfiere los poderes al soberano presupone el miedo recíproco y
la guerra de todos contra todos: el Estado es aquello que viene precisamente a poner fin al miedo.
En el Estado de seguridad, este esquema se invierte: el Estado se funda duraderamente en el
miedo y debe, a toda costa, mantenerlo, pues extrae de él su función esencial y su legitimidad.
Ya Foucault había mostrado que, cuando la palabra «seguridad» aparece por primera vez en
Francia en el discurso político con los gobiernos fisiócratas antes de la Revolución, no se trataba de
prevenir las catástrofes y las hambrunas, sino de dejarlas advenir para poder a continuación
gobernarlas y orientarlas a una dirección que se estimaba beneficiosa.
De igual modo, la seguridad que está en cuestión hoy no apunta a prevenir los actos de terrorismo
(lo cual es, por lo demás, extremadamente difícil, si no imposible, porque las medidas de seguridad
sólo son eficaces después del golpe, y el terrorismo es, por definición, una serie de primeros
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golpes), sino a establecer una nueva relación con los hombres, que es la de un control generalizado
y sin límites —de ahí la insistencia particular en los dispositivos que permiten el control total de los
datos informáticos y comunicacionales de los ciudadanos, incluyendo la retención integral del
contenido de las computadoras.
El riesgo, al que nos enfrentamos en primer lugar, es la deriva hacia la creación de una relación
sistémica entre terrorismo y Estado de seguridad: si el Estado necesita el miedo para legitimarse, es
entonces necesario, en última instancia, producir el terror o, al menos, no impedir que se produzca.
Se ve así a los países proseguir una política exterior que alimenta el terrorismo que se debe
combatir en el interior y mantener relaciones cordiales e incluso vender armas a Estados de los que
se sabe que financian las organizaciones terroristas.
Un segundo punto, que es importante comprender, es el cambio del estatuto político de los
ciudadanos y del pueblo, que se suponía que es el titular de la soberanía. En el Estado de
seguridad, vemos producirse una tendencia irreprimible hacia aquello que hay que denominar una
despolitización progresiva de los ciudadanos, cuya participación en la vida política se reduce a los
sondeos electorales. Esta tendencia es tanto más inquietante en cuanto había sido teorizada por
los juristas nazis, quienes definen al pueblo como un elemento esencialmente impolítico, cuya
protección y crecimiento debe asegurar el Estado.
Ahora bien, según estos juristas, hay una sola manera de volver político este elemento impolítico:
mediante la igualdad de ascendencia y raza, que va a distinguirlo del extranjero y del enemigo. No
se trata aquí de confundir el Estado nazi y el Estado de seguridad contemporáneo: lo que hay que
comprender es que, si se despolitiza a los ciudadanos, ellos no pueden salir de su pasividad más
que si se los moviliza mediante el miedo contra un enemigo que no lo sea solamente externo (eran
los judíos en Alemania, son los musulmanes en Francia hoy en día).
Es en este marco donde hay que considerar el siniestro proyecto de pérdida de la nacionalidad para
los ciudadanos binacionales, que recuerda a la ley fascista de 1929 sobre la desnacionalización de
los «ciudadanos indignos de la ciudadanía italiana» y las leyes nazis sobre la desnacionalización de
los judíos.
Un tercer punto, cuya importancia no hay que subestimar, es la transformación radical de los
criterios que establecen la verdad y la certeza en la esfera pública. Lo que impresiona en primer
lugar a un observador atento a los informes de los crímenes terroristas es la renuncia integral al
establecimiento de la certeza judicial.
Mientras en un Estado de derecho es entendido que un crimen sólo puede ser certificado con una
investigación judicial, bajo el paradigma securitario uno debe cont entarse con lo que dicen de él la
policía y los medios que dependen de ésta —es decir, dos instancias que siempre han sido
consideradas como poco fiables.
De ahí la vaguedad increíble y las contradicciones patentes en las reconstrucciones apresuradas de
los eventos, que eluden adrede toda posibilidad de verificación y de falsificación y que se parecen
más a chismorreos que a investigaciones. Esto significa que al Estado de seguridad le interesa que
los ciudadanos —cuya protección debe asegurar— permanezcan en la incertidumbre sobre aquello
que los amenaza, porque la incertidumbre y el terror van de la mano.
Es la misma incertidumbre que se encuentra en el texto de la ley del 20 de noviembre sobre el
estado de emergencia, que se refiere a «toda persona hacia la cual existan serias razones de pensar
que su comportamiento constituye una amenaza para el orden público y la seguridad». Es
completamente evidente que la fórmula «serias razones de pensar» no tiene ningún sentido
jurídico y, en cuanto que remite a lo arbitrario de aquel que «piensa», puede aplicarse en todo
momento a cualquiera. Ahora bien, en el Estado de seguridad, estas fórmulas indeterminadas, que
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siempre han sido consideradas por los juristas como contrarias al principio de la certeza del
derecho, devienen la norma.
La misma imprecisión y los mismos equívocos resurgen en las declaraciones de las mujeres y
hombres políticos, según los cuales Francia estaría en guerra contra el terrorismo. Una guerra
contra el terrorismo es una contradicción en los términos, pues el estado de guerra se define
precisamente por la posibilidad de identificar de manera certera al enemigo que se debe combatir.
Desde la perspectiva securitaria, el enemigo debe —por el contrario— permanecer en lo vago, para
que cualquiera —en el interior, pero también en el exterior— pueda ser identificado como tal.
Mantenimiento de un estado de miedo generalizado, despolitización de los ciudadanos, renuncia a
toda certeza del derecho: éstas son tres características del Estado de seguridad, que son suficientes
para inquietar a las mentes. Pues esto significa, por un lado, que el Estado de seguridad hacia el
que estamos deslizándonos hace lo contrario de lo que promete, puesto que —si seguridad quiere
decir ausencia de preocupación (sine cura)— mantiene, en cambio, el miedo y el terror. El Estado
de seguridad es, por otro lado, un Estado policiaco, ya que el eclipse del poder judicial generaliza el
margen discrecional de la policía, la cual, en un estado de emergencia devenido normal, actúa cada
vez más como soberano.
Mediante la despolitización progresiva del ciudadano, devenido en cierto sentido un terrorista en
potencia, el Estado de seguridad sale al fin del dominio conocido de la política, para dirigirse hacia
una zona incierta, donde lo público y lo privado se confunden, y cuyas fronteras provocan
problemas para definirlas.
Fuente: http://artilleriainmanente.blogspot.com.ar
Los Desaparecidos // John Gibler
La crónica del 26 de septiembre de 2014, el día en que 43 estudiantes mexicanos desaparecieron — y
por qué esto puede ser un punto de inflexión para el país.
http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2016/03/los-desaparecidos-john-gibler.html
PA RA L OS PR IM ER OS DÍA S DE OCTUB RE, la cancha exterior de básquetbol de
la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, una población del estado mexicano de Guerrero,
se había convertido en una sala de espera de la desesperación. El dolor irradiaba como
calor. Bajo el alto techo de lámina corrugada de la cancha, los familiares de los 43
estudiantes desaparecidos se reunían a enfrentar las horas entre las expediciones de
búsqueda, las protestas y las reuniones con funcionarios del gobierno, trabajadores de
derechos humanos, y antropólogos forenses. Reunidos en grupos a la orilla de la
cancha, sentados en el piso de concreto o en sillas plegables de plástico acomodadas en
semicírculos, hablaban en voz baja y entre ellos. La mayoría había viajado desde
pequeñas comunidades indígenas y campesinas de Guerrero. Muchos habían llegado
sin una muda de ropa. Todos habían venido a buscar a sus hijos.
La noche del 26 de septiembre de 2014, en la ciudad de Iguala, a 125 km, policías
uniformados emboscaron cinco autobuses de estudiantes de la normal y otro que
llevaba a un equipo de fútbol profesional. Junto con tres sicarios no identificados,
dispararon y mataron a seis personas, hirieron a más de veinte, y “desaparecieron” a
43 normalistas. El cuerpo de una de las víctimas fue hallado en un campo a la mañana
siguiente. Los asesinos le habían quitado el rostro. Los soldados del 27º Batallón de
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Infantería, cuyo cuartel está a menos de tres kilómetros y que tienen la misión de
combatir el crimen organizado, no intervinieron.
La noticia del ataque fue recibida inicialmente con muda indignación, sobre todo porque
la información que llegaba de Iguala, una ciudad montañosa de 110,000 habitantes,
era confusa. Durante varios días circularon conteos contradictorios de los normalistas
desaparecidos. No fue sino hasta el 4 de octubre, cuando la procuraduría estatal
anunció que habían descubierto la primera de una serie de fosas comunes a las afueras
de Iguala, que los medios nacionales e internacionales descendieron sobre la región.
Cuando los forenses confirmaron que el primer cuerpo de los treinta restos calcinados
no era de los estudiantes desaparecidos, la ira y el horror se extendieron. A lo largo de
octubre, hubo marchas y vigilias por todo el país. En Chilpancingo, la capital de
Guerrero, estudiantes de Ayotzinapa rompieron ventanas e incendiaron edificios del
gobierno estatal. En Iguala, manifestantes saquearon y quemaron el palacio municipal.
A pesar de no ser un evento aislado ni la peor masacre en los últimos años, lo ocurrido
en Iguala caló hasta la médula de la sociedad mexicana. Quizá haya sido la magnitud
de la violencia, o la absoluta brutalidad, o que las víctimas eran estudiantes
normalistas, o que los autores materiales fueran en su mayoría policías municipales, o
que el presidente municipal de Iguala, su esposa y el jefe de policía probablemente
estuvieran detrás del ataque, o que los gobiernos estatal y federal fueran falaces en su
investigación e insensibles en su trato a las madres y padres de los desaparecidos.
Cualquiera que haya sido la causa  — y probablemente fuera una combinación de todas
estas razones — es imposible exagerar el efecto que los ataques han tenido sobre el
país. Los mexicanos hablan de Iguala como sinónimo de trauma colectivo. México ahora
es una nación de luto, y en el corazón de ese dolor están esas cuarenta y tres familias
en la cancha de básquetbol de Ayotzinapa y su agonizante demanda: Vivos se los
llevaron, vivos los queremos.
C A DA AÑ O, 140 A LUMN O S DE NU EV O ingreso llegan a la Escuela Normal Rural
Isidro Burgos, un internado varonil, provenientes de algunos de los lugares más
golpeados económicamente del hemisferio, donde las escuelas primarias suelen ser
estructuras de adobe de un solo cuarto sin electricidad, agua corriente ni plomería.
Estos son de los jóvenes más comprometidos de sus comunidades, para quienes el
sistema dice que no hay lugar: aquellos aparentemente destinados a ingresar a las filas
más bajas de los ejércitos de la guerra del narco o a cruzar el desierto de Arizona en
desbandada para ir a pizcar pimientos en California o lavar platos en Chicago. La
escuela normal, conocida como Ayotzinapa, les ofrece una ruta diferente: una profesión.
Ayotzinapa les dice: “Aquí perteneces.”
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La colegiatura, el alojamiento y las comidas son gratuitos. El gobierno estatal
proporciona un presupuesto alimentario que equivale a unos $50 pesos por estudiante
por día, lo cual suele significar una dieta de huevo, arroz y frijoles. Los estudiantes se
encargan de limpiar todo, de servir y de buena parte de la cocina. Los dormitorios de
primero son cajas de concreto sin ventanas ni muebles. Llegan a dormir hasta ocho
alumnos por cuarto, tendiendo cartones y cobijas como camas. Algunos cuelgan
huacales en la pared para usarlos de cómoda.
Las escuelas normales rurales fueron creadas después de la Revolución mexicana para
promover la alfabetización en el campo. Para mediados del siglo XX, llegaron a ser 36.
En 1969, el gobierno federal cerró numerosas escuelas, y ahora sólo quedan 14.
Ayotzinapa fue fundada en 1926, y como todas las escuelas normales, tiene una larga
tradición de movimientos estudiantiles de izquierda. En los murales de la escuela no
sólo aparecen figuras revolucionarias de renombre internacional como el Che Guevara
y el rebelde zapatista Subcomandante Marcos, sino también los líderes guerrilleros de
los años 1970, Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, ambos egresados de Ayotzinapa.
Varios murales conmemoran a dos estudiantes que la policía mató en el 2011, durante
una protesta exigiendo un aumento a la matrícula de la escuela y a su presupuesto
alimentario.
Una de las “actividades” — como los normalistas llaman a sus acciones — más
comunes, es la toma de camiones. Viajar a observar a maestros en zonas rurales es
parte esencial del currículo, pero la escuela nunca ha tenido muchos vehículos ni
presupuesto para alquilarlos o adquirirlos. (A principios de septiembre, la escuela sólo
tenía dos camiones, dos urvans y una camioneta a su disposición.) Desde hace mucho
tiempo, para conseguir transporte, los normalistas acuden a las terminales de
autobuses cercanas o hacen un bloqueo en la carretera, luego abordan un autobús
detenido y le informan al chofer y a los pasajeros que el vehículo será empleado “con
fines educativos para la Escuela Normal de Ayotzinapa.”
Los funcionarios del gobierno condenan las acciones de los normalistas, que califican
de robo. Los estudiantes insisten en que no son ladrones y que siempre “llegan a un
acuerdo” que incluye un pago. Los choferes no abandonan sus vehículos; a veces
acampan en la normal, donde les dan los alimentos, por semanas y en ocasiones hasta
meses. Cuando los estudiantes bloquean las autopistas, normalmente lo hacen en las
casetas de cobro. Rodeados por los estudiantes, los conductores tienden a “donar” el
pago al fondo de transporte de la escuela normal. Ninguna de estas tácticas es exclusiva
de Ayotzinapa, pero lo que los distingue es que ellos las han integrado en el
funcionamiento cotidiano de la escuela.
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En mayo de 2013, Adela Micha, reportera de Televisa, entrevistó al gobernador de
Guerrero, Ángel Aguirre Rivero. Ella le preguntó cómo era posible que el robo de
autobuses por parte de los normalistas fuera una práctica habitual. Aguirre respondió
que Ayotzinapa “se ha convertido en una especie de búnker. Ni la autoridad federal ni
la autoridad estatal tenemos acceso porque es un espacio también que se ha utilizado
por parte de algunos grupos, sobre todo para llevar adoctrinamiento a estos jóvenes,
para irles a sembrar mucho rencor social”. Micha le preguntó quiénes estaban detrás
del adoctrinamiento. Aguirre respondió: “Algunos trasnochados de la guerrilla en
Guerrero”.
EL PL AN PAR A EL 26 D E SEPT IEMB RE nunca fue Iguala. “ Nos interesaba
Chilpo”,   me dijo Iván Cisneros, uno de los estudiantes de segundo año que coordinaron
las actividades aquella tarde, refiriéndose a Chilpancingo  . “Donde vamos a hacer las
actividades es a Chilpo. Estaban súper calientes las cosas allí, y no nos queríamos ir
para no arriesgar a la gente, supuestamente, y por eso optamos por ir hasta Iguala”.
(La siguiente crónica de lo ocurrido la noche del 26 de septiembre está basada en
entrevistas con catorce estudiantes que sobrevivieron a los ataques y a más de diez
residentes, incluyendo cuatro periodistas, que también los presenciaron. Los nombres
de los estudiantes que sobrevivieron son seudónimos).
A mediados de septiembre, un grupo de alumnos de segundo año expropió dos camiones
en la terminal de Chilpancingo. Necesitaban los vehículos para transportar estudiantes
a una práctica de observación de aulas de tres días. A su regreso, se quedaron con los
autobuses  — y los choferes — porque muchos de la escuela planeaban viajar a la
Ciudad de México para la marcha del 2 de octubre, que conmemora lo que es
considerado el evento más infame en la historia mexicana moderna: la masacre de
cientos de estudiantes a manos del ejército en 1968. El problema era que Ayotzinapa
no tenía suficientes autobuses para transportar a todos.
Para conseguir más autobuses, los coordinadores estudiantiles  — casi todos de
segundo año — programaron una actividad para la tarde del viernes 26 de septiembre.
Pero decidieron evitar Chilpancingo porque los granaderos, policías antimotines,
estaban apostados en la terminal de autobuses. En vez de ir allí, la actividad se llevaría
a cabo en la dirección contraria, cerca de Huitzuco, una pequeña ciudad a unos 110
kilómetros de la escuela.
A eso de las 5:30 p.m., los coordinadores llenaron los dos autobuses con unos 80
alumnos de primer año y salieron. Según todas las versiones, el ambiente en los
autobuses era festivo. Los normalistas habían llegado al campus hacía más o menos un
mes. Para muchos, el viernes había sido el primer día de clases, y ahora estaban a punto
de participar en uno de los ritos de iniciación de la escuela, su primera actividad. “No
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sabíamos a qué actividad íbamos”, me dijo un alumno de primero. “Nada más nos
dijeron, Vámonos, para acá.”
Pararon a las afueras de Huitzuco, y los normalistas empezaron a pedir donativos,
atentos a los autobuses que fueran a Chilpancingo. Empezó a oscurecer, los
automovilistas eran hostiles y no llegaba ningún autobús. Cisneros llamó a uno de los
otros coordinadores y le dijo, “No, pues esto ya valió, no vamos a poder llevarnos
ninguno”.
Los coordinadores se disponían a regresar a Ayotzinapa cuando un camión se aproximó.
Los estudiantes se pusieron de acuerdo con el chofer, que les solicitó primero ir a dejar
a sus pasajeros a Iguala, como a 20 minutos. El autobús llegó a la ciudad a las 8:00
p.m., y todos los pasajeros bajaron, excepto los nueve estudiantes que lo habían
tomado. El chofer les dijo que necesitaba autorización antes de salir hacia la normal.
“Sí, espérenme un momento”, les dijo.
A unas cuantas cuadras, la élite política de Iguala y unos 4,000 acarreados se hallaban
reunidos en la Plaza Cívica de las Tres Garantías para escuchar lo que estaba anunciado
como el segundo informe anual de actividades del Sistema Nacional para el Desarrollo
Integral de la Familia (dif) en Iguala. Una oficina regional del dif difícilmente derrocha
dinero en flores, luces y sonido, comida y grupos musicales para su informe anual. Los
periodistas que cubrieron el evento dicen que fue una fiesta de precampaña apenas
disimulada para la esposa del alcalde, María de los Ángeles Pineda, que esperaba ser
su sucesora. Notable entre los presentes, había un coronel del 27º Batallón de
Infantería.
Electo en 2012 como presidente municipal, José Luis Abarca y su esposa trataban
Iguala como su feudo desde hacía mucho. En años recientes, adquirieron 31 casas y
departamentos, nueve negocios y trece joyerías. El Ejército Mexicano donó parte del
terreno en el que la pareja construyó un centro comercial de $23 millones de dólares a
las afueras de la ciudad. En diferentes ocasiones, las procuradurías estatal y federal
han acusado a los padres de Pineda y a sus tres hermanos (dos de los cuales han sido
asesinados) de encabezar un grupo del crimen organizado llamado Guerreros Unidos.
En Iguala, la opinión generalizada es que la policía y los Guerreros Unidos son
sinónimos. En una ocasión, Pineda amenazó a un reportero en público, “Si le sigues te
voy a cortar las orejas”.
Abarca ha sido acusado de asesinar al activista Guerrerense Arturo Hernández Cardona
en 2013. Un testigo declaró ante la procuraduría federal que Abarca le disparó a
Hernández Cardona en el pecho y en la cara. Hernández Cardona llevaba cuatro días
desaparecido cuando su cuerpo torturado fue encontrado a la orilla de un camino.
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Entre quienes desconocían las acusaciones contra la pareja gobernante de Iguala y el
hecho de que estuviera en un mitin a pocas cuadras de allí, se hallaban los nueve
estudiantes que esperaban impacientes a que regresara el chofer del autobús. Lo veían,
mientras seguía hablando con los guardias de seguridad de la terminal, que a su vez
hablaban por sus teléfonos y radios. Temiendo que el chofer se negara a subirse otra
vez al autobús, los estudiantes llamaron a sus compañeros que seguían en la autopista,
cuya respuesta fue rauda: juntaron piedras, abordaron nuevamente sus dos autobuses
y salieron hacia la terminal.
Cuando llegaron, los normalistas estacionaron los autobuses en la calle y se lanzaron
sobre la terminal, sus rostros cubiertos con las playeras amarradas a sus cabezas. Los
nueve estudiantes que esperaban abandonaron el camión y, junto con los demás,
tomaron otros tres. Ahora a bordo de cinco autobuses, la policía sin aparecer, los
normalistas les dijeron a los choferes que los sacaran de la ciudad lo antes posible. Dos
autobuses enfilaron hacia el oriente por Periférico Sur, que rodea el centro de la ciudad
y ofrece una salida directa hacia la autopista. Los otros tres camiones se dirigieron hacia
el norte por la calle Galeana, hacia la Plaza Cívica. Ignorando las exigencias de los
estudiantes de acelerar, el chofer que iba a la cabeza avanzaba a vuelta de rueda. Para
entonces eran como las 9:30 p.m. En el mitin político, habían terminado los discursos
y estaba tocando la banda.
Cuando los tres autobuses pasaron por la Plaza Cívica, patrullas de la policía llegaron,
con las sirenas encendidas. Una patrulla se metió enfrente del primer autobús, frenando
la caravana. Los normalistas bajaron de un salto para quitar la camioneta del paso.
Llegaron más policías y empezaron a disparar al aire. Los normalistas de Ayotzinapa
daban por hecho que pelear con la policía era un poco como jugar al gato y al ratón: si
te agarraban, te iban a golpear y arrestar, pero los balazos no eran parte del juego. Se
lanzaron a la patrulla, apedreándola y obligando al conductor a retroceder. “Yo iba en
el tercer autobús. Cuando escuchamos los disparos, nos bajamos”, me contó Ernesto
Guerrero, un estudiante de primero. “Y un compañero de nosotros de la academia, de
segundo, nos dijo a los demás ‘No se asusten, paisas, son disparos al aire’. Pero
cuando íbamos, vimos que no eran al aire, que eran contra el autobús, incluso eran
disparos contra nosotros. Es cuando tomamos la decisión de empezar a defendernos.
En el camino yo encontré cuatro piedras, y cuatro piedras son las que arrojé.”
Con el camino despejado, los tres autobuses pasaron por la plaza y siguieron por la
calle Juan N. Álvarez, que se extiende unas quince cuadras antes de llegar a Periférico
Norte, una de las principales avenidas. Las camionetas de la policía los persiguieron,
llegando de los lados y desde atrás, disparando en repetidas ocasiones. Los autobuses
estaban a pocos metros del cruce con Periférico Norte cuando una patrulla les cerró el
paso. Esta vez, el chofer abandonó la camioneta. Cuando los normalistas del primer
110
autobús empezaron a empujar la patrulla para quitarla, la policía abrió fuego. El
estudiante Aldo Gutiérrez Solano recibió un disparo en la cabeza. En la confusión, los
normalistas que estaban moviendo la patrulla por poco la echan encima de él. “Ya al
final les señalamos y se dieron cuenta que el compañero estaba tirado, estaba
sangrando de la cabeza de un balazo”, me contó Edgar Yair, alumno de primero. “Lo
queríamos levantar. Y en cambio de que los policías dejaran que lo levantáramos, pues,
más nos disparaban, más fuerte, más rápido eran los balazos.” En ese momento, los
estudiantes se dieron cuenta de que todo había cambiado. Las presuntas reglas se
habían desintegrado.
Los normalistas corrieron, algunos se volvieron a meter al primer camión, otros se
escondieron entre ése y el segundo. Llegaron más policías, disparando pero sin
acercarse. Los normalistas gritaron pidiendo una ambulancia. Cuando finalmente llegó
una, la policía le impidió acercarse, pero la ambulancia rodeó por atrás y los
paramédicos por fin pudieron llevar a Gutiérrez Solano al hospital, donde le declararon
muerte cerebral.
La mayoría de los policías se agrupó por detrás del tercer autobús, atrapando a los
normalistas que estaban adentro. “Escuchamos que se gritaban”, me contó Jorge
Vázquez, un alumno de primero que se escondió en la parte de atrás del primer camión.
“Pero después me asomé de una ventana y vi donde estaban subiendo a varios
compañeros a las patrullas, que ya se los llevaban.” En los siguientes 90 minutos, dicen
los sobrevivientes que la policía obligó a los normalistas del tercer autobús a tenderse
boca abajo en la calle, con las manos en la nuca, antes de subirlos a sus patrullas y
llevárselos. Estos eran entre 25 y 30 de los normalistas que desde entonces no se han
vuelto a ver.
Mientras ocurría este ataque, los dos autobuses que salieron por el Periférico Sur se
separaron. Uno, con catorce normalistas, quedó detrás del autobús que llevaba al
equipo de futbol de tercera división los Avispones de Chilpancingo, que volvía a casa
tras haber derrotado al equipo de Iguala esa misma tarde. “Ya en el último puente, ya
para salir rumbo a Chilpancingo”, me contó Alex Rojas, uno de los catorce normalistas,
“fue cuando miramos que debajo, justo debajo del puente estaba un autobús Estrella
de Oro, y atrás y adelante había muchas patrullas, ahí se veían las torretas.” Ése era el
quinto autobús. Los estudiantes que iban a bordo están entre los desaparecidos.
Al ver el retén, el chofer del camión de Rojas trató de darse la vuelta, cuando la policía
llegó velozmente y lo obligó a detenerse. Los normalistas abandonaron el autobús y
echaron a caminar hacia el otro lado. A sus espaldas, oyeron a los policías gritar,
“¡Cáiganle a la verga! ¡Si no, van a valer verga ya!” Perseguidos por la policía, los catorce
escaparon a un campo cercano. En las siguientes tres horas, trataron de llegar a los
111
autobuses en la calle Álvarez pero la policía se los impidió, les disparó y los persiguió
por un cerro, donde se ocultaron hasta la mañana. Sicarios atacaron el autobús que
llevaba al equipo de fútbol en la carretera a Chilpancingo, y mataron al chofer, a un
jugador de 14 años, y a una mujer que iba en un taxi que pasaba por ahí, e hirieron a
por lo menos nueve más.
PA RA L A S 11: 30 P. M. , la policía dejó la escena del primer ataque, tras recoger los
casquillos y limpiar la sangre de la calle. Poco a poco los normalistas fueron saliendo de
sus escondites. Montaron guardia y colocaron piedras y artículos de basura alrededor
de los casquillos y las manchas de sangre que quedaban, en un esfuerzo por preservar
la escena del crimen. El interior del tercer autobús, del que la policía se había llevado a
todos los estudiantes, estaba cubierto de sangre. Poco después, dos urvans de
normalistas llegaron de Ayotzinapa  — habían recibido las llamadas de auxilio en los
primeros momentos del ataque — y poco a poco, unos cuantos periodistas y vecinos
empezaron a aparecer.
Cerca de la media noche los periodistas, tras fotografiar los balazos en los autobuses y
los casquillos en la calle, pidieron una entrevista con el presidente del comité estudiantil
de Ayotzinapa, que había llegado en una de las urvans. Las cámaras de video y
grabadoras de audio llevaban unos cuatro minutos rodando cuando empezaron a sonar
ráfagas de ametralladora. “Exactamente cuando se está terminando la conferencia ellos
dicen sus nombres, y empezamos a escuchar las detonaciones”, me contó uno de los
periodistas. “Eran ráfagas. Eran una infinidad de disparos. Los cristales de muchos
carros empezaron a reventar. Entonces todos empezamos a correr en dirección a los
autobuses.” El reportero dejó su grabadora encendida mientras corría. Se puede
escuchar la descarga de tiros y gritos. Dos normalistas, Daniel Solís Gallardo y Julio
César Ramírez Nava cayeron en la calle, muertos.
Coyuco Barrientos, un alumno de primero, fue de los pocos que pudo ver a los sicarios.
Dijo que eran tres, que vestían ropa negra tipo militar, con pasamontañas, y disparaban
fusiles de asalto desde la cintura. “El primero,” me contó Barrientos, “empezó a disparar
al aire. De ahí, empieza a tirar hacía nosotros. Y yo regresé a ver y claramente se veían
las chispas de las balas donde se iban en el suelo, parecían cuetes de Navidad. Todas
las chispas iban rebotando en el suelo hacía nosotros. Así que, pues lo que hicimos en
ese mismo momento, fue correr. Después se bajaron otros dos sujetos y empezaron a
tirar contra nosotros. Eran ráfagas, no dejaban de tirar.” La mayoría de estos
estudiantes lograron refugiarse en casas cercanas a unas cuantas cuadras, donde los
vecinos los llevaron a los cuartos del fondo y apagaron las luces.
Juan Pérez, un alumno de primero que en el primer ataque recibió un disparo que le
atravesó la carne de la rodilla, iba corriendo por la calle cuando un compañero cayó a
112
su lado. Le habían disparado en la boca. Varios normalistas ayudaron a Pérez a cargar
al compañero herido. Una mujer les gritó desde una ventana en un primer piso que se
podían esconder en su casa, pero ellos le pidieron direcciones para llegar a un hospital.
Sobre esa misma calle, dijo ella, había una pequeña clínica privada. Golpearon la puerta
y las ventanas, y dos mujeres los dejaron entrar. Casi veinticinco estudiantes y vecinos
entraron corriendo. Las mujeres mintieron, diciendo que eso era un laboratorio de rayos
X y no una clínica. Les rogaron a las empleadas que llamaran una ambulancia.
Después de veinte minutos, los normalistas oyeron que llamaban a la puerta. Afuera
había soldados del 27º Batallón de Infantería con uniforme y equipo de combate.
Cuando los normalistas abrieron la puerta los soldados, apuntando sus fusiles,
ordenaron a gritos que todos se echaran al piso. “Nos habían quitado los celulares. Nos
tomaron fotos”, me contó Yair. “Y un comandante de ellos nos dijo que pues nosotros
no teníamos necesidad de estar allá, que adónde nos fuimos a meter, que nosotros
buscamos nuestra propia muerte. Y nosotros empezamos a decirle que éramos
estudiantes aquí de la normal. Y él nos decía que no, que para él éramos unos
delincuentes”. En algún momento entre las 12:30 y la 1:00 a.m., llegó el director de la
clínica, pero se negó a atender a los estudiantes heridos. Él y los soldados expulsaron
a los normalistas a la calle. A unas cuantas cuadras, una familia les brindó asilo,
mientras un grupo pequeño de estudiantes encontró un taxi para llevar a su compañero
herido a un hospital.
En algún momento como a la 1:30 a.m., después de pasar por un retén de la policía en
la carretera, el primer grupo de reporteros de Chilpancingo llegó al cruce de Periférico
Norte y Juan N. Álvarez. Hallaron los cuerpos de los dos estudiantes muertos, tirados
boca abajo en la calle, los autobuses y carros acribillados a tiros, y soldados embozados
parados a los lados de la escena del crimen.
A la mañana siguiente, los normalistas acudieron a la procuraduría estatal en Iguala.
Identificaron a veintidós policías que los habían atacado, hablaron con trabajadores de
derechos humanos, e hicieron una lista de los desaparecidos. Allí fue cuando se
enteraron de que los normalistas a quienes la policía había bajado de los autobuses
nunca llegaron a la cárcel. Cuando llamaban a sus celulares, no contestaba nadie.
Inicialmente, la cifra de normalistas cuyo paradero se desconocía llegó a 57, pero luego
supieron de los catorce normalistas que habían escapado hacia las afueras de la ciudad.
Como a las 7 a.m., empezó a circular una fotografía en las redes sociales. La última vez
que se había visto a Julio César Mondragón Fontes, un alumno de primero originario
de la Ciudad de México  — lo cual era una rareza en Ayotzinapa — había sido como a
media noche en la calle Álvarez. Estaba hablando con Juan Ramírez, otro alumno de
primero, y estaba asustado. “Me comentaba pues que él, al siguiente día, se iba a ir a
113
su casa me contó Ramírez, porque no quería arriesgar su vida. Él decía que pensaba en
su familia, pues, en su esposa, su hija. Que es lo que le importaba más.” Momentos
después, los tres sicarios enmascarados abrieron fuego. En la fotografía, la camisa roja
de Mondragón Fontes está levantada hasta su pecho, exhibiendo moretones oscuros
alrededor de su torso. Le desollaron la cara y las orejas. Le arrancaron los ojos. Sus
amigos lo identificaron por la bufanda gris alrededor de su cuello.
CU AN DO L OS PR IM ER OS R EPORT ES DE IGU AL A empezaron a surgir, México
supuestamente estaba viviendo su Momento. A dos años de iniciado su sexenio, el
presidente Enrique Peña Nieto había promovido extensas reformas en educación y
energía, y el arresto de Joaquín “el Chapo” Guzmán, el criminal más buscado de México.
Las imágenes de violencia que definieron la anterior administración de Felipe Calderón
habían dejado de dominar los diarios. La revista Time puso a Peña Nieto en la portada
de su número de febrero de 2014, con el encabezado “Salvando a México”. Las noticias
a mediados de septiembre de una masacre perpetrada por el ejército en Tlatlaya llevó al
arresto de los soldados implicados, algo que no hubiera ocurrido bajo el gobierno de
Calderón. Desde lejos, quizá parecía que México finalmente estaba saliendo de uno de
sus periodos más oscuros.
Durante los últimos ocho años, en la llamada “guerra contra las drogas”, unos 100 mil
mexicanos han sido asesinados y por lo menos 20 mil han desaparecido (las
organizaciones de derechos humanos consideran que la cifra es mayor). Estos cálculos
no incluyen las decenas de miles de migrantes de Centro y Sudamérica asesinados y
desaparecidos en México durante el mismo periodo. La lista de masacres se ha vuelto
tan común que desensibiliza. En septiembre de 2008, se encontraron 24 cuerpos
botados cerca de un parque afuera de la Ciudad de México; diez estaban decapitados.
En enero de 2010, sicarios irrumpieron en una fiesta en una casa y mataron a quince
estudiantes de preparatoria y universitarios de Ciudad Juárez. En agosto de 2010, 72
migrantes de Centro y Sudamérica fueron hallados masacrados en una bodega de un
rancho en San Fernando, Tamaulipas. Ninguna de estas masacres condujo a protestas
nacionales. Las movilizaciones después del asesinato en 2011 de siete personas en el
estado de Morelos, entre ellos el hijo de un respetado poeta católico, dieron voz al dolor
de la nación pero perdieron impulso después de que los intentos de negociar con el
gobierno federal se estancaron.
La lógica oficialista de la guerra contra las drogas en México ha permitido que muchos
acepten como algo normal los asesinatos, masacres, desapariciones forzadas, tortura y
un aparato político que en muchas ocasiones no sólo permite que estos crímenes queden
impunes sino que, en demasiados casos, los consiente. En un reporte de 2014, Amnistía
Internacional documentó que el uso de tortura por parte del ejército y la policía
mexicana es extenso y rutinario. De hecho, el concepto mismo de la corrupción en
México ha quedado caduco: en la mayor parte del país, las fuerzas del estado y los
“narcos” están plenamente integrados, y ninguno de los principales partidos políticos
114
está exento. Como dicen en México: “La gota que derramó el vaso”. Para muchos, Iguala
fue la gota que derramó el vaso. Destrozó la insistencia del gobierno en que en la guerra
contra las drogas existe una clara distinción entre los buenos y los malos, entre la ley y
la ilegalidad.
El 27 de septiembre, la policía estatal arrestó a los veintidós policías de Iguala que los
estudiantes identificaron. El 30 de septiembre, el presidente municipal Abarca, su
esposa y el jefe de policía se dieron a la fuga. El presidente Peña Nieto canceló un viaje
que tenía programado a Guerrero, alegando condiciones climatológicas desfavorables
pero también dando la impresión de que los asesinatos y las desapariciones no eran
asunto suyo. Al respecto, le dijo a un reportero: “Espero que la autoridad de Guerrero
asuma su propia responsabilidad”. El plan de búsqueda en la primera semana consistió
en que la policía estatal llevaba a grupos de padres de familia por Iguala, y a veces se
detenían frente a una casa y les sugerían que tocaran la puerta y preguntara si sus
hijos estaban escondidos allí.
Luego, el 4 de octubre, el procurador estatal anunció el descubrimiento de cuatro fosas
comunes en los cerros a las afueras de Iguala. La excavación inicial reveló un número
indeterminado de restos humanos calcinados. El método que condujo a la policía estatal
a las fosas clandestinas al parecer fue la tortura. “Apretaron a uno de ellos”, me contó
un oficial, “y cantó.”
Al otro día, el procurador estatal declaró que un hombre detenido había confesado que
él y otros miembros de un cartel habían asesinado, quemado y enterrado a los
estudiantes en esas fosas. Para entonces, el gobierno federal se había hecho cargo de la
investigación, ejerciendo su poder de asumir jurisdicción sobre los casos que involucren
al crimen organizado, un reconocimiento tácito por parte de la administración de que
las consecuencias políticas no podían seguirse ignorando.
Después del anuncio sobre las fosas comunes, el recién formado comité de padres dio
una conferencia de prensa en Ayotzinapa e hizo un llamado al gobierno a cambiar su
búsqueda. Decenas de hombres y mujeres angustiados estaban sentados en filas detrás
de los tres familiares elegidos para hablar a nombre de todos. “Sabemos que el gobierno
y sus policías fueron los que se los llevaron y saben donde están”, me dijo Manuel
Martínez, uno de los representantes. “Lo único que puede parar esto es que se nos
entreguen con vida a los 43 jóvenes.” Los padres anunciaron que un equipo
independiente de antropólogos forenses argentinos los representaría en la investigación
del gobierno.
En las siguientes semanas, los padres emprendieron una serie de fuertes protestas.
Junto con los normalistas, bloquearon carreteras federales, marcharon por ciudades,
rompieron vidrios e incendiaron el Congreso estatal de Guerrero y el Palacio de
115
Gobierno. Cuando el análisis de adnconfirmó que los restos hallados en las fosas
comunes no eran de los normalistas, las protestas se extendieron a ciudades por todo
el país. El 23 de octubre, el gobernador Aguirre anunció su renuncia. Seis días después,
los padres se reunieron con el presidente Peña Nieto y le dijeron que si no podía
encontrar a sus hijos con vida, debería seguir el ejemplo de Aguirre.
Para noviembre, Iguala se había convertido en la peor crisis de la administración de
Peña Nieto. Desde el inicio, su gobierno subestimó la profundidad de la ira suscitada
por lo de Iguala y ahora trataba, a menudo de manera errática, de controlar los eventos.
El 4 de noviembre, las autoridades federales arrestaron al ex alcalde Abarca y su esposa
en la Ciudad de México (el jefe de policía sigue prófugo). Luego, el 7 de noviembre, el
procurador general Jesús Murillo Karam dio una conferencia de prensa y anunció que
el gobierno tenía confesiones grabadas en video de tres hombres que afirmaban ser
miembros de los Guerreros Unidos.
Según Murillo Karam, la noche de los ataques la policía entregó a los normalistas a un
grupo de narcos que los llevó al tiradero de basura a las afueras de Cocula, un pequeño
pueblo a unos kilómetros de Iguala. Cuando los tres hombres llegaron al tiradero a cielo
abierto, descubrieron que quince normalistas ya estaban muertos o inconscientes. Los
hombres interrogaron a los demás normalistas, preguntándoles a qué habían venido a
Iguala. “Dijeron que venían por la esposa de Abarca, nomás así dijeron”, afirmó uno de
los hombres. Luego, según la versión oficial, los hombres mataron a los normalistas,
echaron sus cuerpos al tiradero y quemaron los cuerpos, usando madera, llantas,
gasolina y diesel para nutrir las flamas.
Después de quince horas, sólo quedaban fragmentos de hueso y cenizas. Los hombres
echaron los restos en bolsas para basura y vaciaron todas menos dos en el cercano río
San Juan. Esas dos bolsas, dijeron, las echaron cerradas. Murillo Karam explicó que
agentes federales habían recuperado las dos bolsas con los fragmentos diminutos de
hueso, que serían enviados al prestigioso laboratorio de adn de la Universidad de
Innsbruck en Austria. A 58 minutos de iniciada la conferencia de prensa, tras explicar
las confesiones a los reporteros, Murillo Karam interrumpió la pregunta de un reportero,
diciendo, “Ya me cansé”, y se marchópoco después.
Si el propósito de la conferencia de prensa era dar por terminado el caso y reducir las
protestas, tuvo el efecto contrario. Las palabras de Murillo Karam pronto se volvieron
virales, convertidas en objeto de burla en las redes sociales. En pocas horas los usuarios
de Twitter estaban siguiendo el hashtag #YaMeCanse. Algunas respuestas populares
fueron: “Si ya te cansaste, vete”, “Ya me cansé del miedo”, y “Ya me cansé de los
políticos”.
116
La versión de Murillo Karam generó más preguntas de las que respondió. ¿Cómo
pudieron tres hombres someter a 43 jóvenes activistas? ¿Cómo pudieron quemar 43
cuerpos en la lluvia? ¿Por qué en el tiradero no se encontraron rastros de fibras de acero
de las llantas que los asesinos afirman haber usado en el fuego? ¿Por qué los asesinos
habrían de vaciar cuidadosamente seis bolsas de cenizas humanas al río pero echar las
otras dos cerradas? ¿Cómo es posible que los estudiantes les dijeran a los hombres que
iban a protestar contra la esposa del presidente municipal, cuando eso nunca fue parte
de la actividad de esa noche? Más preocupante, ¿por qué el gobierno no presentó las
confesiones grabadas en video de los veintidós policías identificados por los normalistas
como sus atacantes? ¿Por qué el gobierno no ha dado a conocer las transcripciones de
los radios policiales y celulares, incluyendo los de Abarca y Pineda, de aquella noche?
Para muchos observadores, la versión del gobierno parecía demasiado fácil. La versión
de Murillo Karam se enfocaba tanto en los tres presuntos sicarios que Abarca, Pineda y
la policía quedaban desdibujados. Las contradicciones y anomalías en la versión oficial
de los hechos alimentaron temores bien fundados de que al gobierno federal le
interesaba más el encubrimiento que una investigación rigurosa.
Esa investigación tendría que atender los numerosos reportes de que la propia policía
de Iguala constituía una banda del crimen organizado. De acuerdo con un periodista de
la localidad, “La fachada es la policía municipal. Pero es una fachada. No son policías
municipales”. Son narcos que usan uniformes de la policía, armamento de la policía y
patrullas de la policía. Se llaman ‘los Bélicos’. Son policías que están dentro de la policía
municipal”. Según un funcionario de la ciudad, “Los famosos Bélicos. Son los que
maneja el hermano [de Pineda]. Son policías con patrullas y todo, pero operan en las
noches con capuchas, parando gente. Les daban una hora para juntar $10 mil pesos, y
si no…”. Una investigación examinaría cómo Iguala se había convertido en un
“narcomunicipio”, en palabras de Mario Patrón, director del Centro de Derechos
Humanos Miguel Agustín Pro Juárez. Una investigación preguntaría cómo podía operar
ese narcomunicipio, teniendo una base militar en la misma ciudad.
Al día siguiente de la conferencia de prensa, los padres miraban desde la otra acera
mientras normalistas de Ayotzinapa apedrearon las ventanas que quedaban del
Congreso estatal de Guerrero y llevaron camionetas hasta las escaleras de entrada y les
prendieron fuego. Poco después, padres y normalistas partieron en tres caravanas,
recorriendo el país en busca de apoyo. El 20 de noviembre, en el 104º aniversario de la
Revolución mexicana, las caravanas convergieron en la Ciudad de México y llevaron a
decenas de miles de personas al Zócalo, el corazón simbólico de la nación.
En los días previos y posteriores a la marcha, adondequiera que uno volteara, allí estaba
Ayotzinapa: en las primeras planas de los diarios y las portadas de las revistas, en los
programas de radio, en las conversaciones oídas al pasar, en el arte de grafiti y esténcil.
117
En la estilosa colonia Roma había un altar de velas y carteles exigiendo justicia para los
43. En la popular colonia Obrera, en un muro blanco, letras rojas de un metro y medio
declaraban: “Ayotzinapa: fue el Estado”. El diario deportivo Récordsacó una primera
plana en negro con el encabezado: “#indignación: México está harto. México está de
luto”. Figuras tan diversas como el Papa Francisco, el futbolista estrella Chicharito, y la
banda ganadora del Grammy, Calle 13 han dado declaraciones en apoyo a las familias
y los normalistas. Un domingo temprano, unos 700 corredores organizaron una carrera
espontánea a lo largo de la avenida Reforma; todos llevaban el número 043.
El 6 de diciembre, el laboratorio austriaco confirmó que la identidad de uno de los
fragmentos óseos correspondía a un estudiante de 19 años llamado Alexander Mora
Venancio, uno de los 43 normalistas desaparecidos. En conferencia de prensa, Murillo
Karam resumió la investigación del gobierno, diciendo que habían arrestado a 80
sospechosos, entre ellos Abarca, Pineda y más de 40 policías municipales. “Esta prueba
científica”, dijo, “confirma que los restos encontrados en una de las escenas coinciden
con la evidencia de la investigación y con la declaración ministerial de los detenidos, en
el sentido de que en dicho lugar y forma se privó de la vida al grupo de personas”.
Las palabras de Murillo Karam confirmaron los peores temores de muchos
observadores: el gobierno estaba haciendo todo lo posible por cerrar el caso. El equipo
de forenses argentinos que había estado trabajando en conjunto con el gobierno,
rápidamente se distanció de la versión de Murillo Karam. “Por el momento”, dijo en un
comunicado de prensa del 7 de diciembre, “no hay suficiente certidumbre científica o
evidencia física de que los restos recuperados en el río San Juan por peritos
de pgr[Procuraduría General de la República]… correspondan a aquellos retirados del
basurero de Cocula, como indicaron los inculpados por pgr”.
Lo que significó que a once semanas de los ataques, los padres de familia contaban con
poca más información sobre sus hijos, de la que les dieron en los días siguientes a las
desapariciones. Esto es lo que sabían. Esto es lo que sabemos. La policía, auxiliada por
sicarios, mató a tres personas, hirió a más de 20, y desapareció a 43. Tres sicarios
enmascarados vestidos de civil volvieron a la escena de uno de los ataques y mataron a
dos estudiantes e hirieron a otros más. Alguien asesinó y mutiló a Julio César
Mondragón Fontes. Alguien asesinó y quemó a Alexander Mora Venancio. El ejército
sacó por la fuerza a estudiantes heridos de una clínica privada pero más allá de eso no
intervino. Todo lo demás sobre lo que pasó con los normalistas después de que se los
llevó la policía es rumor, especulación o está basado en confesiones dudosas.
En respuesta a la declaración de Murillo Karam, los padres de familia advirtieron sobre
mayores protestas. Muchos vieron la noticia durante una marcha en la Ciudad de
México, e hicieron el anuncio parados ante el colosal Monumento a la Revolución. Felipe
118
de la Cruz, uno de los padres de familia, le dijo a la multitud, “No nos vamos a sentar a
llorar, vamos a seguir luchando por la presentación con vida de los otros 42.”
Para entonces esta exigencia  — esta exigencia desgarradora e irreprochable — había
llegado a representar no sólo a los hijos desaparecidos de Ayotzinapa, sino el profundo
anhelo de encontrar a México mismo y sacarlo de todo el horror.
Ilustraciones de Clay Rodery
Traducido por Juan Elías Tovar
Fuente: https://stories.californiasunday.com
Publicado Yesterday por Lobo Suelto
Visibilidad y vigilancia: capitalismos no democráticos y
dispositivos de excepción
http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2016/03/felicidad-asegurada-i-carolina-di-palma.html
Damos comienzo a una serie de clases sobre “Privacidad y vigilancia en entornos digitales”
realizadas por Laura Siri a través de Fundación Vía Libre, curso que tuvo por objetivo comprender la
importancia del derecho a la privacidad y estudiar el impacto de la vigilancia corporativa y estatal
sobre los derechos humanos en este momento histórico.
Reconsiderar en Argentina pero también en Latinoamérica, y en realidad, a nivel global, lo que
entendimos por Derecho a la Comunicación a partir de los años 60 y luego con el Informe Mac
Bride nos lleva sólo a la punta del iceberg de lo que leerán de aquí en adelante en estas veintitrés
publicaciones. Repensar las relaciones entre visibilidad, vigilancia y derechos son los temas que nos
convocan hoy a raíz de las transformaciones que la nueva arquitectura digital, ya implementada,
produce en las relaciones de poder y en los capitalismos, hasta ahora, democráticos.
Mientras la lucha política de la comunicación social hasta los años 60 y 70 fue la de, no solo acceder
a la información, sino la de poder brindarla, es decir “hacer visible la propia voz”, el capitalismo se
reconfiguraba hacia el capitalismo financiero y, tomando y escuchando las resistencias que
clamaban por el “derecho a dar la voz”, inventaba nuevas formas de control dándonosla toda (la
voz). El pasaje del capitalismo industrial al financiero y, específicament e hoy, a la New economy,
son posibles gracias a nuevas formas de organización social que nos son las de la disciplina y el
encierro.
Fue en el Valle del Silicio donde hizo rizoma la revolución digital contemporánea. A mediados de los
años 70, con fondos del estado norteamericano, a través de la Universidad de Standford, para
investigaciones militares ligadas a las nuevas tecnologías, surgieron los primeros circuitos
integrados con semiconductores de silicio, las computadoras personales que hicieron posibles a los
millones de usuarios, las interfaces y softwares que nos permitieron entrar en contacto con las
máquinas, e internet, esa gran nube virtual de soporte numérico en la que hemos entrado los seres
humanos con cuerpo de signos. Luego, la caída del muro, el fin de la guerra fría, y reconversión de
la URSS, hizo posible que grandes capitales privados rusos invirtieran como capital accionario de
riesgo en el desarrollo de star ups que funcionarían a nivel global.
Hacia el año 2000 la Cumbre del G8/ G7 que se realizó en Okinawa decidió impulsar la Sociedad
Global de la Información con lineamientos políticos y estratégicos. Las Naciones Unidas, a su vez,
aprobó en el año 2001, la Cumbre Mundial sobre la sociedad de la información (CMSI) en conjunto
119
con la Unión internacional de Telecomunicaciones. Dos años más tarde, en el 2003, se realizó
la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información de Ginebra donde se hizo un “llamado a la
comunidad internacional para que se fomente la transferencia tecnológica y que los países del
Tercer Mundo accedan a los mecanismos de financiación, así como los destinados a mover recursos
internos. Y finalmente, un poco después, la UNESCO dispuso un plan de acción y seguimiento para
esta implementación que gestionamos hasta hoy en la duración continuidad dictadurademocracias-neoliberales.
Las preguntas entonces no son por el acceso, la inclusión o la tecnología sino por la democracia y la
libertad vocablos que desaparecen de los horizontes políticos tal como los conocimos en la
modernidad, sobre todo si pensamos que el apagón analógico está previsto en este país para el
2019.
En este momento histórico, por ejemplo, la nueva Ley Digital Argentina está enmarcada en este
lineamiento del G8 que se llevó a cabo hace más de 10 años para todo Latinoamérica junto a una
reorganización del capitalismo financiero que conduce hacia el gobierno de las finanzas. Este
capital accionario transnacional y global no responde a las fronteras nacionales del siglo pasado ni
necesita de las instituciones de la modernidad para el orden y reproducción social.
La producción cada vez más automatizada requiere mucho menos trabajo mecánico del cuerpo
humano y este nuevo semiocapitalismo o capitalismo cognitivo asigna valor al trabajo abstracto
intelectual y a la producción de sentido en la bolsa, más allá de la economía real. El plusvalor hoy
se extrae del consumo al monetizar el tiempo de ocio en los espacios virtuales de excepción donde
el mercado interpela a los nuevos consumidores sin mediación alguna de las instituciones de la
modernidad.
Para desviarnos de las disputas de sentido de izquierdas y derechas, kirschnerismos y macrismos, o
quizá para no desviarnos de los problemas reales contemporáneos, hacemos esta inmersión en las
nuevas relaciones de fuerza que dan forma los nuevos dispositivos que organizan el capitalismo de
la vigilancia, las democracias seguras y otros significantes posibles.
***
¿Qué es la privacidad?
Laura Siri (Fundación Vía Libre - Aula virtual Artica)
¿Qué contestarías si te pregunto qué es la privacidad?
Te cuento que para muchos directivos de grandes empresas tecnológicas la suya parece ser
“algo que no existe, que no debe existir y, si existe, ya nos encargaremos de liquidar”.
Algunos ejemplos:
En el 2000, el entonces gerente general de la compañía Sun Microsystems, Scott McNeally,
dijo: “la privacidad ha muerto, supérenlo”.
Larry Ellison, fundador de otra gran tecnológica, Oracle, dijo en 2001 (Enlaces a un sitio
externo.): “Bien, esta privacidad que les preocupa es en gran medida una ilusión. Y todo lo que
deben abandonar son sus ilusiones, no su privacidad. Ahora mismo pueden ir a Internet y conseguir
un informe de crédito sobre su vecino y averiguar dónde trabaja, cuánto gana, si está al día con su
hipoteca y un montón más de información”. Casualmente, Sun Microsystems fue comprada por
Oracle, pero eso es otra historia.
En 2010, el exgerente general de Google, Eric Schmidt, dijo (Enlaces a un sitio externo.):
“nos das más información sobre ti y sobre tus amigos, y podemos mejorar la calidad de nuestras
búsquedas. No necesitamos que tipees nada. Sabemos dónde estás. Sabemos dónde has estado.
Podemos saber aproximadamente en qué estás pensando”.
120
En el mismo año, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, sugirió que la privacidad ya
no constituye una “norma social” (Enlaces a un sitio externo.).
Su hermana Randi, exdirectora de marketing de la compañía, fue aún más lejos al año
siguiente cuando expresó que: “el anonimato en Internet tiene que desaparecer (Enlaces a
un sitio externo.)” porque, en su opinión, la gente se comporta mucho mejor si no se le
permite ocultar su nombre real.
Generalmente, como ves, no definen qué es esa cosa que debe desaparecer o que ya
desapareció. O bien resaltan solo un aspecto de la privacidad, como si ésta no fuera un
derecho multidimensional y contextual. La verdad es que existen diferentes formas de
privacidad, así como numerosos conceptos vinculados, pero no sinónimos ni antónimos
lineales. Por ejemplo, intimidad, secreto y anonimato. Hay un trabajo de la British Royal
Academy of Engineering (2007) (Enlaces a un sitio externo.) que, sin ser el único ni
necesariamente el mejor, resulta útil para comenzar a hacer distinciones en función de
“aquello que uno quiere mantener privado”. Así, se puede entender la privacidad como:
confidencialidad: cuando queremos mantener en secreto cierta información sobre nosotros
o sobre terceros.
anonimato: representa la intención de que algunas de nuestras acciones no puedan ser
relacionadas con nosotros como individuos específicos. Es muy combatido por las
empresas de Internet, que quieren tener datos veraces de todos para poder segmentar
publicidad. Y también por las agencias de seguridad que, virtualmente, consideran
sospechoso a todo aquel que no quiere aparecer online con su nombre verdadero. Sin
embargo, el anonimato online es imprescindible muchas veces para garantizar
efectivamente el derecho a la libertad de expresión y el disenso político.
identidad: podemos querer mantener nuestra identidad desconocida por cualquier razón,
incluso cuando queremos separar nuestra identidad personal de la de una función pública.
Las discusiones al respecto también surgen en el marco, por ejemplo, de los documentos
“de identidad” obligatorios y biométricos (que, en realidad, son de “identificación”, que no
es lo mismo).
autodeterminación: podemos considerar que algunas de nuestras acciones, actitudes y
comportamientos son asunto nuestro y no incumben a nadie más (esos otros pueden ser
desde empleadores hasta el Estado). No necesariamente implica ocultar un secreto (aunque
el derecho a tener secretos también debería ser reivindicado).
libertad de “ser dejado tranquilo”: es una acepción de privacidad muy clásica, ya que fue
enunciada de este modo en un famoso ensayo de los jueces Samuel Warren y Louis
Brandeis (Enlaces a un sitio externo.) en 1890. Implica poder dedicarnos a nuestros asuntos
sin ser escrutados por parte de nadie. Curiosamente, fue motivada por la aparición de un
invento técnico: la cámara de fotos personal. Los mencionados juristas de Estados Unidos,
con agudeza aún hoy vigente, decían que “La soledad y la privacidad se han hecho más
esenciales para el individuo; pero la empresa moderna y la invención, a través de la invasión de su
privacidad, lo han sometido al dolor mental y el stress, mucho más de lo que podría infligir una mera
herida corporal”.
control de los datos personales: se relaciona con el derecho a controlar la información que
circula sobre nosotros (ej.: dónde se almacena, quién la ve, quién se asegura de que sea
correcta, etc.). Por ejemplo, todos encontramos perfectamente correcto que nuestro médico
conozca qué medicamentos tomamos. Pero muchos encontramos chocante y peligroso que
haya empresas dedicadas a transcribir y almacenar en bases de datos, para luego venderlo,
el historial de consumo farmacológico de cada ciudadano.
En general, más allá de qué es lo que “queremos mantener privado”, lo importante es que
esa voluntad siempre depende de un contexto. En efecto, como dice Helen Nissenbaum en
121
su libro “Privacidad amenazada”, una acción o práctica viola nuestra privacidad en
función del contexto en el cual la actividad tiene lugar y también según cuál sea el tipo de
información en cuestión y los roles sociales en los que las personas están inmersos. Los
contextos sociales, tales como los de los servicios de la salud, la educación, el comercio y la
religión, se rigen por normas sociales complejas y relaciones de poder. La privacidad, o
integridad contextual, tiene que ver entonces con un subconjunto de dichas normas
vinculado con los riesgos del traspaso de ciertas “fronteras” informacionales. Este tipo de
normas prescriben cómo ciertos tipos de información sobre ciertas personas específicas,
actuando en roles específicos, deben fluir entre las demás personas. Por ejemplo, en un
contexto de amistad, los amigos comparten recíprocamente informaciones, no por
obligación, sino por elección. Si lo que uno habla con sus amigos saliera de contexto, esas
mismas informaciones funcionarían de modo muy distinto. El problema es que hoy en día
sí salen de contexto habitualmente, solo que no prestamos atención. Porque, por ejemplo,
cuando creemos estar hablando en privado con amigos en Facebook resulta que hay robots
de esa plataforma haciendo análisis textual para encontrar piezas de información de valor
comercial, y también hay autómatas de organismos de seguridad nacionales y extranjeros
tratando de detectar actividad “sospechosa”.
Entonces, de acuerdo con la teoría de la integridad contextual de Nissenbaum, las
mencionadas normas informacionales establecen expectativas contra las cuales ciertas
acciones y prácticas son confrontadas. En particular, brindan una guía para evaluar nuevas
prácticas sociotécnicas, cuyo respeto por la integridad contextual de los sujetos
involucrados es juzgado de acuerdo con varios factores:
El contexto que las rige
Si la nueva práctica cambia los tipos de información en cuestión
Si la nueva práctica causa un giro en quiénes están involucrados como remitentes,
destinatarios o sujetos de la información
Si los nuevos patrones del flujo de información encajan con los principios relevantes para la
transmisión
Entonces, cuando uno tiene la impresión de que ciertas prácticas sociotécnicas son
violatorias de la privacidad es porque son percibidas como violatorias de normas
informacionales que se asumen como apropiadas en determinado contexto, sostiene
Nissenbaum.
Pero los contextos y la consecuente necesidad de repensar qué es la privacidad vienen
cambiando a medida que también cambian las posibilidades técnicas:
En cierto momento, lo “inviolable” (salvo casos especificados por ley y con garantía
judicial) era apenas lo que la cuarta enmienda de la constitución de los Estados Unidos
predica. Es decir, el domicilio, los papeles privados, las posesiones personales que uno
lleva consigo, el cuerpo.
Warren y Brandeis introdujeron los componentes de autonomía y aislamiento.
Con el creciente uso de los teléfonos, se comenzó a discutir la privacidad en las
telecomunicaciones.
Las tecnologías de la información, con la posibilidad de confeccionar bases de datos
personales, dieron lugar a un nuevo enfoque: la “privacidad informacional”.
Las luchas por los derechos de los gays y a favor de la despenalización del aborto también
dieron lugar a argumentaciones basadas en la “privacidad”, esta vez ancladas en el
derecho de cada uno a hacer lo que quiera con su cuerpo sin que otros se inmiscuyan.
El clásico “derecho a ser dejado en paz” experimenta una reactualización a medida que las
cámaras de vigilancia se vuelven omnipresentes.
122
Con la existencia de dispositivos con capacidad de geolocalización, como los modernos
teléfonos móviles, aparece el concepto de “privacidad de las ubicaciones” y la controversia
acerca de si uno puede o no tener expectativa de privacidad cuando se encuentra en
lugares públicos, como la calle.
La privacidad como confidencialidad resurge en los debates a medida que crece la
conciencia de cómo nos espían las redes sociales online y los sitios de comercio electrónico.
Las historias clínicas digitales también han generado debates, en este caso debido a que ya
no solo el médico tratante tiene acceso a los datos de salud.
Las presiones en distintas partes del mundo para implementar sistemas de voto electrónico
dispararon dudas acerca de cómo dichos sistemas podrían comprometer el secreto del
sufragio. Esos debates mostraron particularmente cómo la falta de privacidad puede
comprometer seriamente la mismísima democracia.
La privacidad corporal no solo está puesta en cuestión por el creciente uso de biometría y
recolección de ADN con diversos fines, sino también con los experimentos que hay en
neurotecnología, que hacen abogar por una “privacidad de la mente”.
También hay que tener en cuenta que los riesgos para la privacidad generados por una de
las prácticas previamente enumeradas interactúan sistémicamente con aquellos generados
por las demás, y que una pieza discreta de información personal, recolectada en
determinado momento y contexto, podría perfectamente terminar siendo usada para otros
distintos y en combinación con otras piezas de información para conocer aún más
íntimamente todas las particularidades de la vida de las personas.
Sobre Bolivia:Prólogo a "Se han adueñado del proceso de
lucha" // Raquel Gutiérrez Aguilar
http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2016/03/prologo-se-han-aduenado-del-proceso-de.html
Hay periodos, a lo largo de los reiterados ciclos de reproducción de la vida social, cuando anhelos y
búsquedas desplegados colectivamente a partir de enérgicas luchas previas parecen detenerse y
sumergirse en una cotidianidad ajena que, a modo de la “nada” de la Historia sin fin de Michael Ende –
como dice Amador Fernández Savater- carcome la vitalidad previamente compartida, atrapando y
diluyendo las apuestas más subversivas y filosas para la transformación de la vida económica y política
de las naciones, las cuales se ponen en movimiento desde las luchas de abajo. En Bolivia, después de
2009, algo así parece estar ocurriendo.
Evo Morales ocupó el gobierno boliviano en enero de 2006, como una –y quizá la más visible- de las
resultantes de la agitada y febril ola de movilización y levantamiento protagonizada entre 2000 y 2005
por miles y miles de hombres y mujeres en lucha, que fueron capaces, una y otra vez, de detener los
rasgos más enloquecidos del belicoso afán expropiador de la riqueza social propugnado por coaliciones
de intereses transnacionales entreveradas con viejas élites ferozmente machistas y racistas. En medio
del estruendo del antagonismo desplegado, de la vorágine de los levantamientos en marcha y de las
exigencias cotidianas, organizativas y estratégicas, que los y las movilizadas confrontaban, se produjo
colectivamente, como decisión común, la hasta ahora llamada “Agenda de octubre”: auténtico plan
general de lucha y de transformación profunda de las relaciones sociales que se orientaba por un lado,
hacia la tendencial reapropiación colectiva de la riqueza material anteriormente usurpada por el capital
privado y/o la burocracia tecnocrática (en particular la tierra, el agua y los hidrocarburos) y, por otro,
hacia la reorganización política del país desde sus fundamentos mediante la realización de una
Asamblea constituyente que terminara de hacer colapsar la vieja estructura política de corte colonial ya
muy desgastada tras el incontenible tsunami de movilización y rebeldía.
Huáscar Salazar ha estudiado con rigurosidad y paciencia los principales acontecimientos políticos
ocurridos en Bolivia después de 2006, rastreando con agudeza, en particular, los diversos esfuerzos de
123
lucha colectiva por abrir y dar sentido y forma a un horizonte de transformación comunitario-popular
que se expresaron de muy diversos modos, explícita y enérgicamente hasta finales de 2008. El recuento
y análisis de numerosas acciones y discusiones protagonizadas por fogueados luchadores sociales, el
registro de sus argumentos y de los nuevos conflictos que comenzaron a surgir a la hora de buscar
desbordar y subvertir, en la Asamblea Constituyente y no únicamente en ella, la institucionalidad
heredada –ahora parcialmente ocupada por cuadros del MAS- constituye una parte notable del esfuerzo
de Salazar para contribuir a conservar vivo en el recuerdo y la memoria histórica -no sólo de bolivianos,
sino de los luchadores sociales del mundo todo- aquello que colectivamente fue hilvanado como deseo
común, como proyección de un presente deseable y un futuro posible en los tiempos finales del
Pachakuti que remeció los Andes centrales a comienzos de siglo.
A partir de ahí y sin ningún afán de exagerar el significado del trabajo de Salazar, considero que éste se
inscribe en una fértil tradición de estudiosos e historiadores de las revoluciones, cuyos trabajos han
conservado, como brasas ardientes, conocimientos fértiles para el camino de la lucha y la autoemancipación colectiva que, de otra forma, hubieran tenido el destino triste de las cenizas cuando la
hoguera de las luchas parece extinguirse. Charles Bettelheim y su muy importante Historia de la lucha
de clases en la URSS -obra hoy, lamentablemente, de muy poca circulación- o K.S. Karol y su
extraordinario recuento analítico de La segunda revolución china –tan rico en experiencias de
transformación social protagonizadas por hombres y mujeres durante el período de la Revolución
cultural, actualmente todavía más negada y oculta- son, sin duda, antecesores en el tiempo del trabajo
de Salazar y su registro exhaustivo de los caminos que configuraron no sólo el horizonte interior de los
levantamientos sino, también, la posterior expropiación por unos cuantos del portentoso proceso de
lucha protagonizado por muchos, por muchísimos hombres y mujeres que habitan en el país corazón de
América del Sur.
Sin embargo, a diferencia de los historiadores mencionados, Huáscar Salazar encaró una tarea todavía
más ardua, doblemente difícil. En contraste con aquellos otros que se propusieron registrar los anhelos
de transformación anidados en las entrañas de las sociedades rusa y china, para volver inteligibles las
dificultades que los luchadores fueron confrontando a lo largo de los años, cuando las reverberaciones
de los momentos más audaces y más creativos de la revolución desplegada iban perdiéndose en el
tiempo, sofocados, eso sí, por la estridencia de los discursos y argumentos de las estructuras estatalesnacionales reconstituidas para infundir nuevos bríos a la acumulación del capital; a diferencia de ellos,
que contaban con un marco de intelección más o menos compartido de los sucesos sociales, que
permitía organizar tanto la expresión de las ideas como la discusión de los conceptos, Salazar debe
transitar un camino mucho más incierto. Documentando y escribiendo sobre sucesos de la historia
boliviana reciente, al tiempo que avanza en el análisis riguroso de acontecimientos y debates,
simultáneamente reflexiona sobre lo que tales acontecimientos alumbran en relación a las posibilidades
mismas de pensar la revolución hoy, se empecina por desbloquear caminos posibles para la
transformación cotidiana de las relaciones sociales capitalistas, cada vez más asfixiantes. Es, en tal
sentido, un libro esperanzador pese a que describe un momento obscuro.
El camino andado en esta dirección es, también, fértil y sugerente. Partiendo de una relectura del siglo
XX boliviano desde donde encuentra las claves de la lucha por tierra y autogobierno como ejes centrales
de las históricas disputas protagonizadas por polifónicos y diversos entramados comunitarios de muy
variado origen, enfrenta el análisis del período de gobierno del MAS con un ojo crítico a la vez sagaz e
implacable. Esa es la densidad que se recoge, como cosecha, del estudio crítico y meticuloso de la
historia. De ahí que sus posteriores análisis de las tensiones y antagonismos crecientes entre un
profundo –aunque frágil y peligroso- horizonte comunitario-popular en construcción y la decisión
explícita del gobierno de Morales de reconstruir una institucionalidad estatal ceñida al más conservador
esfuerzo nacionalista disfrazado de “pluri-nacionalismo” medianamente populachero, no quede
atrapado en el muy consabido género de la “denuncia”. Salazar va mucho más allá de ello, elaborando
conceptualizaciones sobre sucesos que ve reiterarse en el transcurrir de la historia, dialogando y
aportando a los argumentos de otros estudiosos de la historia boliviana reciente. Y contribuyendo, con
ello, a refrescar la reflexión sobre los sentidos más íntimos que conjuga la lucha contemporánea.
“Se han adueñado del proceso de lucha”. Horizontes comunitarios-populares en tensión y la
reconstitución de la dominación en la Bolivia del MAS, es un libro destinado, seguramente, a generar
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polémica y también, que es lo más importante, a abrir brecha para las nuevas luchas que reinaugurarán,
más temprano que tarde, el camino del Pachakuti, hoy atrapado en la disputa palaciega por prebendas o
en la obscura maniobra por influencia y dinero. Es para mi una alegría inmensa, que agradezco de
corazón, acompañar con mis palabras en estas breves páginas, el destino de este esfuerzo que hoy ve la
luz en la tierra para la cual fue escrito. Gracias Huáscar y estoy segura que comienzas a sembrar, otra
vez, en buen momento.
Puebla, México, mayo de 2015
“La derechización está en curso por la propia dinámica del
gobierno `progresista´” // Verónica Gago y Diego
Sztulwark
Entrevista a Huáscar Salazar Lohman
http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2016/03/la-derechizacion-esta-en-curso-por-la.html
Economista boliviano, activista ligado a organizaciones sociales y miembro de la Sociedad
Comunitaria de Estudios Estratégicos, Huáscar (1983) publicó el año pasado el libro Se han
adueñado del proceso de lucha. Horizontescomunitario-populares en tensión y la reconstitución
de la dominación en laBolivia del MAS (2015) (SOCEE/Autodeterminación), con prólogo de
Raquel Gutiérrez Aguilar, una investigación académica de largo aliento que trata de comprender
lo ocurrido desde la llegada de Evo y del MAS al gobierno desde el punto de vista de las tramas
comunitario-populares, que hasta entonces desarrollaron un enorme poder de veto contra las
políticas modernizantes del estado neoliberal al punto de desestabilizar el conjunto de las
categorías jurídicas, políticas y económicas de la dominación.
Luego de esa fecha, en cambio, y a contrapelo de la retórica oficial, esas mismas tramas retroceden
ante la nueva síntesis estatal que no ha dejado de plantear intensos conflictos con sus iniciativas
modernizantes de tipo neodesarrollista. Huáscar sostiene que no se entiende el proceso boliviano
sin considerar que “la derechización ya está en curso por la propia dinámica” del gobierno
“progresista”. Encontramos a Huáscar en octubre de 2015 en Puebla, en el Congreso de
Comunalidad, y retomamos la conversación durante el verano para seguir de cerca el referéndum
convocado por el gobierno boliviano en el que fracasó la iniciativa reeleccionista.
¿Qué es lo comunitario-popular en Bolivia y qué papel ha jugado en las luchas de los últimos
años? ¿Qué valor tiene hoy día y qué horizonte abre?
Lo comunitario-popular es un horizonte que se establece a partir de una forma específica de
producción de lo político, la cual parte de lo que Raquel Gutiérrez Aguilar –quien propone y
desarrolla el término– denomina la reapropiación colectiva de la riqueza material disponible.[1] Un
horizonte comunitario-popular es, entonces, la expresión política y de lucha de una serie de
relaciones sociales que se tejen en torno a garantizar la reproducción de la vida, partiendo de formas
autónomas, autorreguladas y siempre colectivas de ejercicio del poder y de la gestión de bienes
comunes; contrapuestas siempre –aunque nunca en estado de pureza– a las que son impulsadas
a partir del ordenamiento capitalista de la sociedad.
125
La defensa y el despliegue de esas relaciones, que básicamente implica resguardar y recuperar la
capacidad colectiva de decidir sobre una base material que nos es común, es la lucha política
empujada desde un horizonte comunitario-popular, el cual no parte del objetivo de la toma del
poder estatal, sino que más bien tiende reapropiarse de prerrogativas sobre el ámbito material y
simbólico expropiadas por la institucionalidad estatal y funcionalizadas al capital.
Si se revisa la larga historia de las luchas bolivianas, ese horizonte comunitario-popular ha sido
un denominador común, el cual se ha expresado de diversas maneras en cada contexto particular,
incluso en muchas ocasiones entremezclado con luchas centradas en la “toma del poder”. La
Revolución Nacional del 52, por ejemplo, hubiera sido impensable sin los levantamientos
indígenas y campesinos que la precedieron –muchos de ellos promovidos por el afán de
recuperar sus tierras y sus propias formas de autogobierno– y que debilitaron las estructuras de
dominación de ese entonces. No fue sólo una rebelión obrera, como se suele interpretar a este
hecho histórico.
El ciclo rebelde de 2000-2005 fue una expresión profunda de ese horizonte, distintas fuerzas
comunitarias, urbanas y rurales, lucharon sistemáticamente por la reapropiación colectiva del
agua, los hidrocarburos, el territorio, además de poner en cuestión la forma de la política del
Estado neoliberal. Era gente organizada a partir de asambleas, sindicatos agrarios, juntas
vecinales, y otras formas organizativas centradas en la deliberación colectiva. En la mayoría de
los casos no existían vanguardias iluminadas, sino que eran las formas cotidianas y autónomas
de organización social las que se desplegaron en las calles. De ahí que se debe entender que si
bien el Movimiento Al Socialismo emerge del movimiento cocalero en ese contexto de luchas,
nunca fue la vanguardia de ellas y tampoco se debe pensar que esas luchas tenían como objetivo
llevar a Morales al gobierno, ese fue un resultado más, que si bien fue importante, no expresaba
el núcleo del horizonte que iba mucho más allá.
Lo comunitario-popular, entonces, se basa en la práctica colectiva de gestión de la vida social y
la vigencia de este horizonte no depende de la presencia un discurso ideológico, sino más bien
de la capacidad de la puesta en práctica de aquellos mecanismos que permiten recrear la relación
social comunitaria. Estos, aunque no desplegados, siguen muy vigentes en la realidad boliviana,
aunque eso sí, también están fuertemente golpeados por la dinámica estatal de la presente
coyuntura.
¿Cómo caracterizas al gobierno del MAS? ¿Qué papel juega desde su asunción, a partir de
2006? Tu modo de exponer el proceso boliviano, que no se hace expectativas con el papel del
estado y que ve en el MAS una fuerza de normalización quita esperanza a mucha gente, no
sólo de Bolivia. ¿Cómo asumís este choque con las ilusiones que aún despierta en muchos
lugares la figura de Evo?
Ha habido una gran dificultad para caracterizar y nombrar al gobierno del MAS. En un primer
momento, desde la llegada de Morales al gobierno hasta, yo diría, el cierre de la Asamblea
Constituyente, en 2008, pudimos evidenciar una forma de ejercicio de la política estatal en la que
los gobernantes se vieron obligados a responder a una serie de presiones permanentes que venían
desde distintas organizaciones populares –aquellas que habían asumido las banderas de luchas
entre 2000 y 2005–. La fuerza política de estas organizaciones era la base social del gobierno, que
126
le daba legitimidad y capacidad para enfrentar a las fuerzas más conservadoras del país. En otras
palabras, estas organizaciones empujaban al gobierno a cumplir una agenda popular, al mismo
tiempo que le dotaban de la fuerza e impulso para lograrlo. Distintas leyes –como la de
Reconducción de la Reforma Agraria– y la propia Asamblea Constituyente fueron resultados de
esta dinámica, que finalmente fue impulsada desde los entramados comunitarios.
Sin embargo, aquella no era una situación cómoda para los gobernantes y menos para el ejercicio
que realizaban del poder estatal. Si se revisa cuál fue la actitud del MAS en los primeros años de
gobierno frente a ese empuje popular, lo que vamos a encontrar es una disputa en la que el
gobierno buscaba limitar la capacidad de presión de las organizaciones sociales, expropiando
prerrogativas de decisión política que éstas habían logrado a través de la lucha, y para lograr esto
la estrategia fue la de establecer alianzas con las élites dominantes.
Es así que, por ejemplo, si bien en el gobierno del MAS se estableció la Asamblea Constituyente
por la presión de las organizaciones, fue el propio gobierno quien produjo una serie de límites
para contener las posibilidades más profundas de transformación social que aquellas
organizaciones sociales intentaron plasmar en ese proceso constituyente. Tanto es así que la
Constitución Política del Estado aprobada por la Asamblea Constituyente no es la que está
vigente, sino que quedó una modificación de ella, la cual se realizó en una negociación a puerta
cerrada entre gobierno y fuerzas conservadoras, sin organizaciones sociales. En esa negociación
se modificaron más de cien artículos quitando la esencia de aquella agenda popular. La muestra
más clara: tenemos una Constitución Política del Estado que constitucionaliza el latifundio, cosa
que antes no había sucedido.
Lo que hizo el MAS, en tanto fuerza gobernante estatal, fue expropiar la capacidad de decisión
política sobre distintas cuestiones públicas, la cual había sido reapropiada por las fuerzas
populares en casi seis años de lucha previa. Para esto se vio en la necesidad de, primero,
desarticular las fuerzas populares que pugnaban por dar forma a la política estatal e
instrumentalizar al gobierno –en la medida de lo posible– según las heterogéneas agendas que
tenían. Para lograr esto subordinó y disciplinó a las cúpulas de las principales organizaciones
sociales, y a las que no logró alinear a la política gubernamental, las intervino y las reprimió.
En segundo lugar, el gobierno del MAS asumió como suyo el proyecto de los nuevos y viejos
sectores dominantes, desde las transnacionales hidrocarburíferas hasta la oligarquía
terrateniente, pasando por las cooperativas mineras, capital comercial, etc. Esta no es una
aseveración menor, pero basta una revisión detallada de la política económica de este gobierno
para evidenciar –más allá de una serie de políticas de bonos y subvenciones– que el MAS logró
consolidar en Bolivia buena parte de la agenda que el neoliberalismo intentó imponer pero no
pudo; sólo que lo hizo en un contexto económico internacional favorable que le permitió financiar
el corporativismo que ha asumido la estructura estatal y también lo hizo a partir de formas
distintas.
Entre esas formas está la retórica reproducida por el gobierno, la cual también puede considerarse
como un despojo de los discursos que articularon las luchas populares previas al gobierno del
MAS. Esa retórica se ha sostenido como contraparte de una política que en esencia no tiene
absolutamente nada que ver con ella y su enunciación se vuelve cada vez más vacía en el
127
imaginario popular boliviano, lo que, por supuesto, quita esperanza y produce mucha
frustración, era un proceso que no necesariamente tenía que tender a esto. El MAS, como lo
esperábamos muchas y muchos de nosotros, podía haber coadyuvado a profundizar las
transformaciones sociopolíticas que habían impulsado las luchas populares desde las calles,
abriendo un tiempo histórico fértil para pensar alternativas sociales, y no debía ser el agente que
más bien se encargara de cerrar ese tiempo.
Quizá todo esto es menos evidente afuera del país, y más si tenemos en cuenta que el gobierno
boliviano ha establecido, como política de legitimación internacional, la sistemática difusión de
un discurso altamente seductor para una izquierda progresista latinoamericana, la cual,
lastimosamente, no está haciendo el esfuerzo por ver más allá de lo que el gobierno boliviano
quiere mostrar. Esas redes de apoyo internacional, que otrora eran profundamente útiles como
cajas resonancia de las voces críticas existentes al interior del país, ahora están apagadas e,
incluso, muchas de esas redes –las más institucionalizadas–, se han convertido en operadores
intelectuales “iluministas” que se encargan de deslegitimar las voces críticas y las luchas
populares que poco a poco emergen en la realidad boliviana.
Yo creo que la actual Bolivia estatal debe dejar de ser un referente de esperanza, porque es una
esperanza vacía y esas esperanzas son estériles. Lo que puede convertirse en fuente de esperanza
fértil –y que pasa acá y pasa en muchos lados– son las luchas populares que se empiezan a rearticular desde abajo.
¿Cómo evalúas la coyuntura de Bolivia a la luz de los cambios geopolíticos en Sudamérica?
Se habla del fin del ciclo “progresista” en América Latina, y si bien no me gusta mucho la idea de
que veamos estos procesos como un “ciclos”, creo que la figura es útil para entender lo que se
viene después de estos gobiernos que se autodenominaron como “progresistas”. Y sobre esto
quiero puntualizar un aspecto: el horizonte que, desde la democracia formal, nos dejan este tipo
de gobiernos es un horizonte de derecha. Me explico y lo ejemplifico en el caso de Bolivia –aunque
por lo que conozco de otros países podría, guardando las diferencias, pensarse algo similar.
Por lo que expliqué anteriormente, más allá del discurso, el gobierno de Morales ha asumido
como política de gobierno los intereses de lo que históricamente denominamos como derecha en
Bolivia; es decir, esta aparente izquierda, desde una retórica popular, operativiza los intereses de
la derecha, por lo que en este caso la derechización ya está en curso por la propia dinámica del
gobierno “progresista”. Pero lo que también este gobierno hizo fue desarticular y aplastar los
proyectos políticos críticos, aquellos que desde la heterogeneidad construían sus propias
alternativas, incluso, muchas de ellas de corte electoral. El intento de monopolizar el ámbito de
lo que entendemos por “izquierda”, llevó al MAS a aniquilar otros proyectos que emergieron
desde abajo, un ejemplo fue el barrido y la destrucción del Poder Amazónico y Social (PASO),
que era un esfuerzo de campesinos e indígenas del norte amazónico por estructurar su propio
instrumento político electoral, como éste hay varios ejemplos más.
Hace unos días, un intelectual del gobierno expresaba “tenemos un solo proyecto y un solo líder”.
La lamentable realidad de sus palabras nos muestra que, en la democracia formal boliviana,
128
aparentemente nos quedan dos opciones: el MAS que se perfila para seguir gobernando como la
nueva derecha, y la única alternativa pareciera ser la derecha de siempre, la tradicional. En otras
palabras, el gobierno progresista pareciera que nos deja un horizonte de derecha como única
opción.
Yo creo que esta dinámica de derechización de la región va a venir con fuerza, bajo distintas
formas pero de manera sistemática. Sobre esto habrá que ver cuál es la capacidad de
reorganización de fuerzas populares que, más allá de que participen o no en el escenario electoral,
mantengan su centro de gravedad hacia abajo, ya que ese podría ser el contrapeso principal para
limitar dicho proceso.
¿Qué tipo de síntesis social no-estatal imaginas como perspectiva posible?
Debo admitir que siempre me exasperan las vertientes epistemológicas que tienden a reducir la
posibilidad de lo político al ámbito estatal, en primer lugar, porque se corresponden con la
vocación totalizante del Estado; es decir, una epistemología de este tipo reconoce al Estado como
ámbito único y privilegiado para la producción de la decisión sobre los asuntos públicos. En
segundo lugar, porque son desconocidas como legítimas y válidas otras formas de producción
de lo político. Lo político desde abajo, que se hace desde los “márgenes”, en palabras de Raúl
Zibechi, o el “subsuelo político”, en palabras de Luis Tapia, queda simplemente invisibilizado.
En ese sentido, pensar en una síntesis social parcial no-estadocéntrica –que no necesariamente es
no-estatal–, implica pensar una sociedad en el que el Estado no ejerce el monopolio de la decisión
política, sino que también se despliegan una multiplicidad de formas sociopolíticas de gestión de
la vida, las cuales, permanentemente –y recalco esto porque es un proceso siempre inacabado–
destotalizan la vocación totalizante de la relación estatal, a partir de formas autónomas y
colectivas de ejercicio del poder.
No concibo una síntesis parcial no-estadocéntrica como una imagen prefigurada, sino más bien
como el despliegue de una práctica que se vivió en Bolivia desde el 2000 hasta el 2008. En todo
ese periodo, las fuerzas populares bolivianas cercaron al Estado y establecieron una serie de
límites a la política desde su institucionalidad. A medida que eso pasaba, los hombres y las
mujeres que luchaban se fueron re-apropiando, desde su vida cotidiana, de una serie de
capacidades de decisión sobre asuntos que les importaban. Incluso en los dos primeros años del
gobierno de Morales, distintas fuerzas políticas no estatales se desplegaron e intentaron plasmar
una Constitución Política del Estado en la cual, más que establecerse las bases de una nueva
“nación”, se buscaba consolidar de manera sostenible en el tiempo una serie de límites al Estado
desde su propia gramática. La idea de territorios indígenas autónomos, la participación de
autoridades originarias de manera directa en la democracia formal o la propuesta de consolidar
un “cuarto poder” por medio del cual las distintas organizaciones tuvieran capacidad de veto
sobre todas las decisiones del legislativo y ejecutivo, entre otras propuestas más, fueron
reivindicaciones que iban en ese sentido.
Entiendo, entonces, que esa fuerza desplegada desde distintos horizontes comunitario-populares,
y que se posicionó en la realidad social boliviana de manera efectiva –no solamente prefigurada–
129
, nos permitió experimentar sobre las posibilidades de producir una síntesis social parcial y noestadocéntrica. Lo que también se aprendió de esa experiencia es que no basta producir una
síntesis de ese tipo para luego transferir, por las buenas o las malas, las prerrogativas recuperadas
a un gobierno que consideras “aliado”, ya que la dinámica estatal recompondrá las relaciones de
poder a favor del Estado.
¿Qué repercusiones tendrá la reciente victoria del NO en el Referéndum para el proceso
político boliviano?
La puesta en escena del referéndum de reforma constitucional para que Morales pueda ser reelegido por tres periodos consecutivos marca claramente las prioridades que tiene esta
administración: la consolidación de una estructura de poder dominante en torno a la figura de
un caudillo. Era la primera reforma a la nueva Constitución Política del Estado y los temas más
importantes, como el problema de la constitucionalización del latifundio u otros más, ni siquiera
fueron pensados como una posibilidad de reforma desde este gobierno. Así pues, podríamos
decir que el denominado “proceso de cambio” no sólo necesitaba habilitar a sus líderes como
candidatos en 2019 para seguir existiendo, sino que, poco a poco, el “proceso de cambio” se ha
convertido en eso.
La victoria del SÍ en el referéndum hubiera significado la consolidación del MAS como partido
gobernante hegemónico, lo que, a su vez, se habría traducido en un clima aún más agresivo y de
hostigamiento hacia cualquier intento producción de alternativas políticas populares. Y, por
tanto, también hubiera significado el afianzamiento del proyecto de la nueva derecha que:
reprime indígenas (masacre de Chaparina o la brutal represión de Takovo Mora); que permite el
incremento de la producción cultivos transgénicos (la producción de la soya transgénica pasó del
20% al 99% en 10 años del MAS); que promueve la devastación de bosques (el perdonazo
legislativo a los agroindustriales que desmontaron 5.5 millones de hectáreas); que promueve la
construcción de carreteras para el gran capital pasando por territorios autónomos de indígenas
sin consultar (el caso del TIPNIS y la represión a los indígenas); que ha generado una estructura
prebendal nunca antes vista a todos los niveles de gobierno (empezando con el reciente caso de
corrupción multimillonaria relacionada a la empresa china CAMC); que nacionaliza los
hidrocarburos para pagar subvenciones a las petroleras (incentivos que llegan a otorgar el 74.5%
del valor de la venta de los hidrocarburos a las transnacionales); que más allá del discurso es
colonial en esencia (un vicepresidente que por fuera del país habla de pomposos conceptos y
teorías, pero cuando le habla a la gente sencilla de su país, desde el paternalismo y soberbia que
lo caracterizan, les dice que “Evo es como cristo resucitado”[2]); que utiliza el miedo como
mecanismo de propaganda política (amenazas para quitar el apoyo a quienes no voten por el
MAS[3])….En fin, la nueva derecha, esa nueva dirigencia política de las clases dominantes se
habría visto fortalecida.
La victoria del NO, en cambio, ha significado la apertura de un espectro de posibilidades
políticas. Por supuesto que entre esas está la derecha tradicional de este país, que es la que ahora
trata de capitalizar el momento político, aunque sin mucho éxito. Esta vieja derecha le disputa el
poder al MAS en el plano de la dirigencia, pero no en el plano del proyecto político; por lo que
una discusión sobre cuál es menos malo es bastante estéril. Lo importante es el respiro que, esta
pérdida de legitimidad y resquebrajamiento de hegemonía que ha sufrido el MAS, le da a
distintas fuerzas políticas que posiblemente veremos emerger nuevamente en los próximos años.
130
Que después algunas de estas alternativas se fortalezcan desde abajo y otras pasen a la
democracia formal, será otro tema y habrá que ver de qué manera lo hacen. Pero en este momento
lo que tenemos son cuatro años hacia adelante en el que continúa un gobierno de derecha pero
debilitado y enfrentado con una derecha tradicional; y, en paralelo, tenemos una serie de fuerzas
populares diversas y polifónicas que poco a poco encuentran cauces para su accionar político
emancipador; estos son procesos que llevarán su tiempo pero que ahora la tienen un poco más
fácil.
Siento que en Bolivia hemos pasado por distintas etapas frente al proceso del MAS, quizá la
primera fue la de intentar “reconducir” el “proceso de cambio” a la cabeza del actual gobierno,
para pasar a un momento de gran frustración e impotencia, que dejaron inmovilizados a las
fuerzas populares, sin embargo, esta última etapa que estamos viviendo puede ser leída como un
momento en que esas fuerzas empiezan a re-encontrarse y re-encausar sus esfuerzos, y lo hacen
ya no interpelando al gobierno como un aliado, sino más bien como un contendiente político
representante del nuevo orden dominante.
[1] Al respecto ver: Horizonte comunitario-popular. Antagonismo y producción de lo común en América
Latina, 2015, SOCEE/Autodeterminación, Cochabamba.
[2] http://eju.tv/2013/12/vicepresidente-compara-a-evo-morales-con-jesucristo/
[3] https://video-frt3-1.xx.fbcdn.net/hvideo-xat1/v/t42.17902/10983953_455388304614160_1749238546_n.mp4?efg=eyJybHIiOjMwMCwicmxhIjo1MTIsInZlbmN
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d69cffc0d38d41129c5e0e51e59c2d&oe=56D0FE48
Filosofía para un fin de época”: Luis Villoro
https://marxismocritico.com/2016/03/08/filosofia-para-un-fin-de-epoca/
¿Cuáles son los signos del pensamiento en este caso y principio del siglo? Las páginas siguientes rastrean su hechura,
recorriendo el camino que ha emprendido la razón y proponiendo, para los países de América Latina, no tanto la cancelación de
la modernidad sino formas lúcidas para superarla.
Luis Villoro. Filósofo emérito de la UNAM. Su libro más reciente: Filosofía del Renacimiento (FEC)
Toda filosofía es hija de su época”: lugar común que nadie pone en duda. Pero podemos preguntar, ¿en qué consiste esa
filiación? Ante todo, ¿qué es una “época”?
Por “época” solemos referirnos a un lapso histórico que transcurre entre ciertos acontecimientos considerados de particular
significación: la caída de un imperio, una revolución, el inicio de una empresa colonizadora o la aparición de un nuevo sistema de
producción. El fin del imperio romano, la caída de Constantinopla, los inicios del capitalismo, por ejemplo, han sido señalad os
como lindes entre épocas. Pero esos son signos externos, elegidos de un modo arbitrario, para indicar transformaciones lentas y
difusas cuya maduración toma mucho tiempo. La caída del imperio romano simboliza, en realidad, el fin de la concepción
armónica del mundo heredada de Grecia y el inicio del mundo mágico y religioso, bárbaro y cristiano. La toma de Constantinopla
es una fecha elegida al azar para marcar los comienzos de una nueva manera de ver el mundo y de actuar sobre él, que
despunta en el Renacimiento y va desplazando poco a poco la concepción medieval del universo, hasta constituir lo que
llamamos “modernidad”. Un cambio de época es, ante todo, una transformación en la manera en que los hombres ven el mundo
y se sitúan en él.
Las creencias colectivas predominantes en una época son muy variadas, pero todas se levantan sobre el supuesto de ciertas
creencias y actitudes básicas, que son condiciones de las demás y que, por ende, no se ponen en cuestión. Se trata de creenci as
ontológicas acerca de lo que se considera razonable admitir como existente en el mundo, de supuestos epistémicos, acerca de lo
que debe valer como razón para justificar cualquier proposición, de adhesiones valorativas sobre lo que debe considerarse com o
altamente valioso. Las concepciones religiosas, filosóficas, políticas o artísticas más diversas se contraponen en una misma
época, pero esa contraposición no sería posible sin el supuesto de un consenso sobre lo que puede aceptarse como razones y
valores válidos. De lo contrario, toda argumentación sena imposible. Ese acuerdo está implícito en cualquier controversia y
permanece inexpreso a través de las diversas expresiones de ideas contrapuestas. Las creencias básicas, comunes a una época,
determinan la manera como, en un lapso histórico, el mundo se configura ante el hombre; constituyen pues lo que podríamos
llamar una “figura del mundo”. “Figura” y no “concepción” o “dibujo”, porque es sólo un esquema, un marco restringido de
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conceptos y actitudes comunes que delimita las diversas concepciones de una época. Una figura del mundo es el supuesto
colectivo de las creencias y actitudes de una época. Una época dura lo que dura su figura del mundo.
Ahora bien, no hay filosofía sin supuestos. Las ideas filosóficas de una época se dan dentro de un marco de creencias y actitudes
comunes a ella. En este sentido podemos decir que toda filosofía es hija de su época. Pero la filosofía es también una activi dad
crítica que interroga sobre la justificación de las creencias y actitudes colectivas y puede ponerlas en cuestión. Cuando es radical,
reobra sobre la figura del mundo que le sirve de supuesto, puede hacer explícitas las creencias básicas implícitas en el
pensamiento de una época y ponerlas en duda. Entonces, anuncia el fin de la época.
Pues bien, hay algunos síntomas de que la figura del mundo que se anunció en el Renacimiento, se desarrolló en la Ilustración y
se prolongó en los siglos XIX y XX, la que hemos dado en llamar “moderna”, empieza a ser objeto de aprehensión y de duda.
Hay quienes hablan ya de “posmodernidad”. Otros son más cautos: no están seguros de asistir al fin de la época moderna, pero
tienen que admitir que vivimos un giro en nuestras creencias básicas. De cualquier modo, la filosofía actual ha puesto en
entredicho muchas ideas centrales de la figura moderna del mundo y empieza a plantear con sentido si ésta no habrá llegado a
su fin.
Por desgracia, quienes bautizándose a sí mismos de “posmodernos” barruntan el fin de una época, no definen con claridad que
entienden por la “modernidad” que suponen en crisis. Mientras no precisemos cuáles son las características esenciales de la
figura del mundo moderna, no podremos saber si efectivamente estamos a punto de abandonarla. Antes de contestar a esa
pregunta, aun a riesgo de caer en un esquematismo simple, trataré de resumir en unos cuantos rasgos los conceptos que a mi
juicio están a la base del pensamiento de la época moderna. Nos detendremos en dos términos clave: sujeto y razón.
En el pensamiento antiguo, tanto griego como romano, el hombre tiene un puesto determinado en un orden que abarca a la
totalidad de los entes. Es un ente entre otros. Sólo a partir del todo podemos determinar el lugar que le corresponde y, por lo
tanto, su naturaleza. El pensamiento moderno ejecuta una inversión en ese punto de vista: ya no considera al hombre desde el
mundo sino el mundo desde el hombre. El hombre es sujeto ante el que todo puede ser objeto. No es sólo un ente entre los
entes, con un puesto asignado en el todo, sino un centro de actos que pueden dirigirse a todo. He idegger resumió el
pensamiento moderno en estos términos: “La época que llamamos modernidad se caracteriza porque el hombre se convierte en
medida y centro del ente. El hombre es lo subyacente a todo ente; dicho en términos modernos, lo subyacente a toda
objetivación y representatividad, el hombre es subjectuum”. Heidegger, me parece, acertó al condensar en una fórmula la figura
moderna del mundo. No acertó, en cambio, al fechar su inicio en Descartes, porque en realidad empieza desde el Renacimiento.
En esa época se inicia la transformación del “alma” en “sujeto”. En Marsilio Ficino, por ejemplo, el alma es concebida ya como
actividad pura: foco, centro de actos dirigidos a todos los objetos. El mundo entero se espejea en el alma, el alma es sujeto
universal: en ese momento se anuncia el pensamiento moderno.
La naturaleza del hombre no puede ser del mismo orden que la de las cosas no humanas. Todas las cosas tienen una naturaleza
establecida y obedecen a leyes fijas; el hombre, en cambio, puede elegir para sí su propio puesto en el cosmos: su naturaleza es
libertad. Esta idea apunta ya en el ramoso Discurso sobre la dignidad del hombre de Pico della Mirandola. Desde entonces el
hombre es visto como un sujeto autónomo, abierto al mundo, para transformarlo según sus proyectos y su trabajo. Más tarde se
presentará como autor de su propia historia, constructor de su sociedad, legislador de su propia ley moral. En suma, desde Pi co
hasta Sartre, pasando por Descartes o por Kant, el hombre ya no es sólo una criatura de la naturaleza, sujeta a sus leyes; es
también un sujeto que tiene al mundo como correlato de su conocimiento y de su acción. Naturaleza y sociedad las transforma
con su acción; en la diversidad del mundo establece la unidad de la razón: nombra todas las cosas, las relaciona entre sí, las
recrea. El hombre es la fuente de sentido de todas las cosas.
El segundo concepto clave es el de razón. La modernidad formula un proyecto de racionalización del universo. Se trata de una
razón totalizadora, porque dirigida a todo; única, porque se ejerce por igual en todos los órdenes del ser, universal, porque es
compartida por todos los sujetos. En el Renacimiento, en algunas ideas de Leonardo da Vinci, de Ficino, se anuncia ya esta id ea,
en el siglo XVII se convierte en el proyecto de una ciencia universal, capaz de expresarse en ideas claras y de formularse en
lenguaje matemático. Todo debe estar sujeto a las condiciones marcadas por la razón. En la Ilustración se vuelve el ideal del
dominio universal de la razón. En los siglos XIX y XX se concreta en el avance triunfal de la ciencia y la técnica, transformadoras
de la morada humana.
Volver el mundo racional no es sólo explicarlo y comprenderlo, es también transformarlo. La razón está ligada a la acción téc nica
tanto en la naturaleza como en la sociedad. La suprema dignidad del hombre, pensaban los renacentistas, consiste en su
capacidad de recrear el mundo en torno para construir una “segunda naturaleza”, a su imagen y semejanza; esto lo logra por el
arte y por la técnica. Transformar es el signo de dominar. La razón, una y universal, se entiende ante todo ligada a la capacidad
de dominio. Es un instrumento para establecer sobre la Tierra, al fin, el regnum hominis de que hablaba Francis Bacon.
La ciencia natural se convierte pronto en el paradigma de todo conocimiento cierto. A esta actitud podemos llamar
“cientificismo”. El cientificismo llega a un extremo en el positivismo pero se manifiesta también en toda concepción que
considera como modelo único de conocimiento verdadero el de la ciencia.
Ideal de la modernidad ha sido la racionalización, no sólo de la Naturaleza sino también de la sociedad. Sólo la modernidad
intentó la construcción de una sociedad política con base en reglas puramente racionales. Sólo ella concibió la sociedad como
resultado de un acto racional y libre de los individuos o bien como efecto de causas sometidas a leyes necesarias. La ciudad ideal
debe ser construida por la razón. También en este campo impera la idea de la razón como instrumento para l ograr los fines
humanos. La explicación racional del origen de la sociedad política y la construcción racional de la utopía son dos caras de la
misma concepción de la sociedad como un orden sujeto a reglas que el hombre puede conocer y dominar.
Otro campo en donde se ejerce la labor de la razón es la historia. Para el pensamiento de la modernidad la historia deja de ser
una serie de acontecimientos que ejecutan un plan cósmico o divino, es un curso que conduce a fines trazados por el hombre
mismo. Pero su sentido trasciende al individuo. En el Renacimiento aparecen dos ideas la historia como hazaña del hombre, que
se impone con su virtud a la Fortuna (Macchiavelo), la historia como empresa de un pueblo para forjar su libertad (Bruni).
Ambas ideas permanecerán en todas las concepciones modernas de la historia. Pero pronto se añadirá a ellas, con Vico primero,
con los pensadores ilustrados después, la noción de la historia universal como un curso sujeto a principios racionales que
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conduce a la emancipación del hombre. La idea del progreso de la humanidad permea toda la concepción del hombre moderno.
Se conjuga con la idea de que la historia está sujeta a reglas que la razón puede descubrir y aprovechar. En el hegelianismo y en
el marxismo esta idea adquiere su expresión más rigurosa.
La racionalización de la acción humana en la sociedad política se manifiesta en un hecho exclusivo de la época moderna: las
revoluciones. Las revoluciones modernas pueden verse como intentos radicales de encontrar una solución racional al eterno
anhelo del hombre de lograr una sociedad liberada de la opresión, de la escasez y de la injusticia. Esa pasión colectiva qued a
sujeta, en las revoluciones liberales, al orden jurídico, a la administración eficaz y a la mano invisible del merca do; en las
revoluciones socialistas, a las leyes objetivas que regulan la aparición de un nuevo sistema productivo.
Las concepciones que expresan un pensamiento moderno son diversas y se contraponen entre sí. Pero a la base de todas ellas
podríamos encontrar cierta idea del sujeto y de la razón, con trazos análogos a los que aquí he evocado.
Estas ideas básicas de la modernidad empiezan a entrar en crisis, en algunos pensadores, desde el siglo pasado. Sería muy lar go
trazar la historia de esta crisis. Mencionaré ahora sólo algunos de sus hitos, a modo de recordatorio.
La duda ante la razón totalizadora y una empieza desde la generación posterior a Hegel. Se manifiesta en varias líneas, no
coincidentes entre sí: erosión del fundamento último racional, en Kierkegaard, dependencia de la razón de la voluntad y el
deseo, en Sehopenhauer y en Nietzsche, más tarde en Freud, función de la razón al servicio de la práctica, en James, o de la
vida, en Ortega y Gasset. La razón empieza a mostrarse también dependiente de la historia misma. El historcismo (Dilthey,
Simmel), al subrayar la función histórica de las concepciones racionales, puso en entredicho el carácter universal y único de la
razón.
En otra línea, el neopositivismo, la crítica de la razón se vuelve cada vez más corrosiva. Se muestra víctima de lo que pareciera
su obra más preciada: el lenguaje. Empieza a verse cómo muchas de sus construcciones -la metafísica, las grandes concepciones
del mundo, las teorías globalizadoras- pueden ser enfermedades del uso del lenguaje. Las más señeras proposiciones de la razón
moderna, sus explicaciones totalizadoras del mundo y del hombre son desarmadas, no para mostrar su falsedad, sino su
carencia de sentido.
Por último, en otra corriente de pensamiento, la Escuela de Frankf urt, se emprende la crítica de la razón ilustrada entendida
como razón instrumental; y se muestra que esta idea de la razón está a la base tanto de la ciencia como de la concepción de l a
historia propias de la modernidad.
La crisis del concepto de razón totalizadora se acompaña también de una crisis del sujeto individual de conciencia como fuente
última de sentido y valor. Por un lado la reivindicación de un sujeto social, concreto, en Marx y en Sartre, por la otra, la denuncia
de la perdida de sentido a la que conduce el subjetivismo, en Heidegger y en Arendt.
Pero, en el siglo XIX y la primera mitad del XX, esas son aún voces precursoras, que anuncian tal vez, sin ser siempre
plenamente conscientes de ello, el ocaso de una manera de pensar el mundo. Aún no constituyen un torrente dominante. Las
sociedades siguen rigiéndose en su mayoría por el entusiasmo moderno en la transformación del mundo natural, gracias a los
sorprendentes avances de la ciencia y de la técnica, y en la del mundo social, por el instrum ento de las revoluciones o las
reformas racionales. “Tecnología” y “revolución” son aún las palabras claves de la primera mitad del siglo XX.
Era necesario dos fracasos dramáticos, a escala planetaria, para que la crisis de las ideas básicas de la modernidad se
generalizara. El primero es el fracaso del proyecto de convertir la naturaleza, por la técnica, en morada digna del hombre. L a
transformación del planeta por el trabajo del hombre se topa con su límite. La depredación de la naturaleza amenaza con
agotarla como recurso para el hombre. El Club de Roma es el primero en sonar la alarma sobre el fin previsible de los recursos
no renovables, de seguirse el mismo paso de industrialización. La idea misma de un progreso material indefinido debe ponerse
en entredicho. Por primera vez se propone una meta contraria a la de la modernidad: el equilibrio sostenido en vez del progreso
continuado. Luego, es la conciencia creciente de la destrucción del equilibrio ecológico, que amenaza con volver imposible la vida
sobre la Tierra. El hombre moderno pretendía construir, gracias a la técnica, una morada racional que reflejara su imagen; en
vez de eso, sólo logró socavar las bases mismas en que descansa la vida humana. Como el legendario Gólem, la criatura del
hombre amenaza destruirlo. Pero la construcción del monstruo tecnológico resulta de una idea central a la modernidad: el
hombre visto como sujeto ante el cual el mundo es sólo un objeto para su conocimiento, su transformación y su consumo. El
mundo como material para ser manipulado, expoliado y recreado, como simple medio para servir a nuestros fines; la naturaleza
deja de ser morada nutricia para convertirse en objeto de uso. La razón se ejerce entonces, ante todo, como un cálculo
instrumental para sacar el mayor beneficio de los objetos.
A la crisis en el proyecto transformador de la naturaleza sucede la duda en el ideal de transformación de la sociedad. La
racionalización de la sociedad, en el capitalismo desarrollado, ha conducido a sociedades dominadas por una buro cracia
tecnocrática, donde el ciudadano queda reducido a anónimo sujeto de consumo. En las sociedades industrializadas modernas, las
decisiones políticas son el resultado cada vez más de cálculos técnicos y cada vez menos de elecciones de vida en común; la s
opciones reales se cierran y el fin del gobierno se reduce cada vez más a mantener el sistema en movimiento. La sociedad se
parece más a un mecanismo autorregulado que a la obra de arte con que soñaron los renacentistas.
Pero la mayor tragedia, con la que finaliza el siglo, ha sido el derrumbe de los órdenes sociales surgidos de las revoluciones
socialistas. Con ellos parece fracasar el intento de construir, con la pura razón, una sociedad justa. La planificación racio nal de la
sociedad, desprovista de reglas éticas que la encaucen, había engendrado monstruos.
La época moderna puso al hombre en el centro, como fuente de sentido y ordenador del todo, concibió la razón como
instrumento para construir el mundo conforme a sus proyectos. Cinco siglos más tarde empezamos a despertar de ese sueño: ni
en la naturaleza, ni en la historia ha aparecido el “reino del hombre”. ¿Estamos entonces ante el fin de la vigencia de las i deas
básicas que configuraron la modernidad? No podemos saberlo. Pero sí comprobamos la vacilación y la duda, ya no ante tal o cual
doctrina filosófica, sino ante las ideas mismas sobre las que descansa la figura moderna del mundo.
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Ante esta situación caben distintas actitudes. Por lo menos, pueden distinguirse dos caminos opuestos. El primero se ría asumir la
crisis como final y definitiva, vivir y pensar en ella, resignarse a que la ilusión de la modernidad ha terminado. La llamaré actitud
del desencanto. La actitud opuesta sería, en el seno del desencanto, buscar los anuncios de lo que podría se r una nueva época, y
perseguirlos. La llamaré actitud del renuevo. Asomémonos primero al desencanto.
Trataré de señalar algunas tendencias generales que marcarían, en el pensamiento actual, la duda ante las creencias básicas q ue
constituyen el pensamiento moderno. Más que de doctrinas acabadas, se trata de temples de ánimo, de actitudes intelectuales
que pueden interpretarse como signos del desencanto.
La primera es la renuncia a la razón totalizante. No más explicaciones globales del mundo; las ideologías generales caen en el
totalitarismo del pensamiento. No más planeación de mundos ideales, trazada por la razón: quien pretende llegar a ser ángel
acaba siendo bestia. Jean François Lyotard definió la “condición posmoderna” como el fin de los grandes relatos explicativos y
legitimadores. El conocimiento debe reducirse a pequeños relatos, cambiantes según el campo a que se apliquen, en que se
utilizan juegos de lenguaje distintos. En la ciencia, esta tendencia se expresa en la prevención contra las teorías omniabarcantes
y la pretensión de lograr una “ciencia unificada”, como fue todavía el ideal de los neopositivistas. Se tiende a aceptar la
pluralidad de modelos explicativos diferentes, que pueden ser incluso incompatibles aplicados a una misma área. El model o que
se elija dependerá de su conveniencia operacional.
En la historia, la misma tendencia se traduce en el abandono del proyecto de explicación por leyes históricas. La idea de un
decurso histórico que tuviera un sentido preciso se considera una ilusión. Ni razón ni necesidad rigen la historia. Esa ilusión
engendró otra: la idea del progreso de la humanidad. Pero la ilustración se ha acabado, sólo queda la aceptación del presente ,
con su azar impredecible.
Tampoco tiene sentido justificar en razones la sociedad más valiosa. No hay discursos legitimadores de un orden social. Para
Rorty, por ejemplo, ése sería un falso problema. Habría que partir de la democracia como un hecho presente, sin intentar
justificarla racionalmente. Una actitud semejante se encuentra en muchos historiadores: los intentos por realizar la sociedad
ideal mediante un cambio radical han fracasado; en su lugar se observa la victoria de la continuidad sobre el cambio. La época
de las revoluciones ha terminado, más aún, todo proyecto de cambio hacia el futuro es aleatorio.
Un segundo signo de la asunción del desencanto es el relativismo. El descreimiento en la razón totalizante y única y en el sujeto
como fuente última de sentido puede conducir a la aceptación del valor relativo de cualquier punto de vista. El condicionamiento
histórico del conocimiento se considera insuperable. Tiende a abandonarse la noción de la verdad como adecuación a la realida d
en favor de teorías que intentan fundarla en el consenso o en la utilidad. Entonces la búsq ueda de las razones que funden la
verdad carece de sentido, porque podría haber tantas verdades como culturas, más aún, como comunidades históricas.
El relativismo tiene una doble cara. Por un lado permite la tolerancia, la aceptación del otro como sujeto con las mismas
pretensiones de validez que nosotros. El desencantado, al no considerar su razón como universalmente válida, está dispuesto a
admitir las razones del otro. Al cabo, piensa, ninguna es definitiva. Pero la otra cara es el descreimiento en crit erios de valor y de
verdad que pudieran ser generales. Tienden a perderse los patrones de medida comunes y a olvidarse las exigencias de acceso a
valores objetivos. El relativismo extremo puede ocultar una actitud de “todo vale igual”. “Tanto vale el condu ctor de pueblos
como el bebedor solitario”. Esta frase de Sartre puede entenderse en dos sentidos: afirmación del valor igualmente superior d e
toda persona humana, cualquiera que sea su elección de vida, o bien ausencia de toda medida objetiva de valor. En el primer
caso expresa un principio de tolerancia, en el segundo, la renuncia a dar a la vida un sentido objetivo. Son las dos caras de l
desencanto.
Un tercer signo es lo que podríamos llamar “contextualismo”. La renuncia a las explicaciones globales tiene una contraparte: la
reducción de la explicación y la comprensión a contextos particulares. El giro lingüístico de la filosofía, efectuado desde p rincipios
de siglo, termina en la reducción de los significados a los distintos usos del lenguaje en situaciones variadas. Todo análisis del
sentido remite a un juego de lenguaje específico que se realiza en un contexto concreto.
En ética se plantea una actitud análoga al contextualismo lingüístico. La moral no obedecería a principios universales,
inaplicables, como quería el kantismo; el ejercicio de la virtud -de las virtudes- está ligado a situaciones concretas, cambiantes.
Frente a la ética ilustrada, se revalora el aristotelismo. La tendencia a reemplazar una ética de principios universales por una
ética de virtudes concretas, podría verse como otro ejemplo de lo que he llamado “contextualismo”. Predominancia del contexto
de interpretación lingüística, en un caso, del contexto de acción práctica, en el otro. También aquí, el descubrimiento del v alor
del contexto presenta dos facetas. Por un lado, el abandono de una razón práctica puramente formal, que se ejerce en abstracto,
permite comprender la complejidad y riqueza de la realidad concreta como horizonte de la moral; por el otro, la reducción del
juicio moral a contextos cambiantes marca una amarga renuncia a reconocer valores objetivos, universales, que orienten al
hombre.
Un matiz del contextualismo sería lo que llamara “preferencia por lo pequeño” (small is beautiful, dicen los norteamericanos) . El
desencanto por los temas universales y las explicaciones globales conduce al predominio de los análisis y descripciones que se
reducen a pequeños campos de estudio. En teoría del conocimiento se traduce a veces en un bizantinismo: análisis y
desmenuzamiento interminables de enunciados, términos o formas de argumentación, enfermedad teórica de gran parte de la
filosofía analítica anglosajona. En la filosofía política se muestra en la tendencia a reducirse al análisis de casos singula res no
generalizables, o bien a la descripción de prácticas concretas de poder (en los manicomios, en las relaciones sexuales, en el
parlamentarismo, por ejemplo). En historia, una tendencia semejante se manifiesta en el amor desmedido por las historias
locales o de grupos sociales y en la fascinación por la “microhistoria”.
El desencanto ante las creencias básicas de la época moderna puede conducir así a una manera de pensar desesperanzada y
escéptica. (¿No ha sido éste el temple de ánimo de todo fin de época?). Puede tratar de cobijarse en un pensamiento modesto y
sobrio, de pequeños alcances, que renuncia a verdades objetivas y a valores últimos y se conforma con una ignorancia docta,
signo tal vez de una mayor sabiduría.
Pero la modestia del desencantado suele ocultar también, a la vez, la aceptación del conformista. Si no podemos dar razón ni de
la marcha de la historia, ni de principios y valores universalmente válidos, si no es reconocible ya un sujeto que proyecte un
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sentido válido a la sociedad y a la historia, sólo cabe reducirnos al presente, aceptar lo que está ahí, tal como existe. La
desilusión se acompaña de la pérdida de sentido de cualquier proyecto de renovación. Nada justifica un cambio. Todo está bien
como está. El desencanto puede esbozar la voluntad de conservar lo existente.
La actitud que hemos diseñado responde a la idea del agotamiento del mensaje de la modernidad. Comprueba la pérdida de las
ideas centrales que animaron la época moderna, pero no propone otras creencias, de parecido alcance, que las reemplacen. El
posmodernismo se define negativamente, como un “no” a la modernidad. Deja un vacío en su lugar. Pero ninguna sociedad
puede vivir en el vacío. De allí el amago del surgimiento de un mundo que la época moderna creía haber dejado definitivamente
atrás. El conformismo con lo que es se ve amenazado por el retorno de lo que fue: los viejos ídolos que el pensamiento moderno
había creído derrumbar. Los ídolos de la tribu: nacionalismos intolerantes, sujeción a las tradiciones y a las convenciones
recibidas. Los ídolos de la caverna: retorno de los impulsos irracionales reprimidos, odio al otro, racismo, culto de la estirpe. Los
ídolos del foro, en fin: sujeción a la palabra intocable de un líder o de una secta sacralizadas, obediencia al dogma de los
ancestros. Porque el hombre no puede habitar en el vacío de un sentido que lo trascienda. Añora entonces la resurrección de un
sentido comunitario primitivo, bajo la égida de los dioses antiguos.
El desencanto de la modernidad aparece en las sociedades
desarrolladas, que lograron un nivel de industrialización, tecnificación y productividad gracias justamente a haber pasado por un
proceso de modernización tanto de sus estructuras sociales como de su mentalidad. Pero la mayoría de los países, entre ellos el
nuestro, no se encuentran al fin de ese proceso sino en sus primeras etapas. El momento de América Latina, de Africa y de la
mayor parte de Asia es aún el de la transformación de regímenes tradicionales en sociedades modernas. Nosotros vivimos la
paradoja de entrar en la modernidad justamente cuando los países modernos empiezan a no creer en ella. Importar el
pensamiento del desencanto no solo sería un ejemplo más de esa “imitación extralógica” que Samuel Ramos señalaba como una
característica de nuestra dependencia cultural; sería mucho más que eso: una burla contra nuestro apremio por salir del atraso y
la pobreza y construir una sociedad más racional y justa.
Pero de la paradoja que señalaba antes podemos sacar una ventaja. Estamos en la situación privilegiada de ingresar a la
modernidad conociendo de antemano su desenlace. Podemos entonces proseguir la modernización con la advertencia de los
peligros a que conduce, e intentar evitarlos. No puede ser nuestro el desencanto de la modernidad, pero sí la previsión y
prevención de sus resultados. Nuestra actividad intelectual puede orientarse entonces, no por la cancelación del pensamiento
moderno sino por su renovación radical.
Pues bien, dije antes que en la filosofía actual, junto a la actitud del desencanto hay signos tambié n de otra actitud. En efecto,
todo fin de época ha abierto, en la historia, un paréntesis transitorio, en el que coexiste el descreimiento, con el retorno de lo
antiguo y con el presentimiento de lo nuevo por venir. Porque el ocaso de una figura del mundo ha solido ser también el anuncio
de una nueva. Nadie puede dirimir si estamos en un estado definitivo de la historia o sólo en un tránsito hacia otra época. P ero
en la incertidumbre, se plantea la necesidad de elegir entre actitudes contrarias: una es la r esignación serena ante la falta de
sentido otra, el retorno amenazante a los dioses olvidados la tercera sería la lectura de los signos de una nueva época, la
proyección de valores que otorgaran a la historia un nuevo sentido.
Podemos intentar, en el seno de la incertidumbre, barruntar algunas tendencias generales que podrían anunciar lo que sería una
figura renovada del mundo. Cobrar conciencia de las tendencias al cambio, contribuye a provocarlo.
La nueva figura del mundo, que reemplazara a la moderna, no podría negarla totalmente. Podría asumirla y levantarla a un nivel
superior (en el sentido del Aufhebung hegeliano), negándola como figura global, pero conservando su momento de verdad. No
sería su cancelación sino su renovación. “Renovar” no implica destruir. Tiene la acepción de transformar algo en una hechura
nueva. La renovación de la modernidad supone la continuidad de una modernidad renovada. Porque el desencanto ante el sujeto
individual como fuente última de sentido y el descreimiento en la totalización de una razón instrumental no puede hacernos
olvidar lo que fue la gloria del pensamiento moderno: la afirmación de la autonomía de la persona humana y de sus derechos
inviolables, la liberación de los prejuicios y de la ignorancia, el proyecto -no realizado cabalmente- de transformar el mundo
natural y social en un orden más racional y humano. Renovar el pensamiento moderno podría conducir a mantener esos valores
bajo una forma distinta. Y son esos valores los que un país como México precisa para salir de la irracionalidad y del atraso.
Tratemos pues de encontrar, en el pensamiento actual, algunos signos que podrían anunciar el futuro despertar de una figura d el
mundo que reemplazara a la moderna.
Para caracterizar el pensamiento moderno destaqué dos conceptos centrales: el del sujeto y de razón. Pues bien, en la filosofía
del último medio siglo podemos observar un giro en la manera de entender esos conceptos. No forma parte de una sola corriente
filosófica, es una tendencia que presenta analogías en distintas corrientes y doctrinas alejadas entre sí. Por otra parte, ese giro
comparte algunos de los rasgos que señalé como propios del desencanto, pero presentan ahora un matiz diferente.
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En primer lugar, observamos un giro en la consideración del sujeto individual a la intersubjetividad, como fundamento del
conocimiento objetivo y del sentido. A partir del segundo Wittgenstein se abre la idea de que los significados están ligados a
juegos de lenguaje múltiples, que siguen reglas variadas. Estas, a su vez, no pueden desligarse de proyectos comunes,
opciones, valoraciones, que constituyen “formas de vida” diferentes. Para comprender el sentido, el sujeto unitario de concie ncia
deja su lugar privilegiado a las formas de vida comunitarias.
En otros campos, se da una revolución semejante: el fundamento del conocimiento no se detecta ya en la conciencia, sino en un
sujeto colectivo. La obra de Kuhn y sus continuadores nos hizo ver la dependencia de las teorías científicas de paradigmas
históricos aceptados por las comunidades concretas de hombres de ciencia. En los escritos de Habermas y de Apel tanto los
significados lingüísticos como el conocimiento verdadero tienen por condición una comunidad de comunicación. En mi propio
trabajo he tratado de mostrar cómo el saber objetivo se funda en la intersubjetividad de comunidades de conocimiento. En todos
esos escritos, por distintos y aun opuestos que pudieran ser en otros aspectos, puede notarse una tendencia a la aparición de l
sujeto colectivo como fundamento explicativo del sentido y del conocimiento. ¿Es el ocaso del individualismo moderno y el
despertar de un nuevo comunitarismo? ¿Empezamos a descubrir que el sujeto individual, aislado, no es fuente última de sentido ,
sino que él mismo sólo adquiere sentido en su integración en un todo que lo trasciende? Si así fuese, una de las ideas clave de la
figura moderna del mundo habría cambiado.
La segunda idea clave era la de razón. También aquí encontramos, en corrientes distintas, signos de cambios profundos. Por un
lado, la tendencia a considerar el ejercicio de la razón ligado a la satisfacción de intereses vitales y de programas de acción. La
razón es impura. Quizás el hombre sólo tiene acceso a lo “razonable” en cada situación y en cada caso; y entre creencias
razonables y saberes racionales no parece haber una demarcación precisa. Pero esta tendencia no elimina la idea de razón ni
prejuzga que no existan reglas universales en su ejercicio; trata, por el contrario, de descubrir el sentido profundo de la
actividad racional al mostrar su función necesaria para la vida de la especie.
Por otro lado, en contraposición a una razón totalizadora y única, la razón se vuelve múltiple. Varias son las formas en que se
manifiesta, según los intereses que nos dirigen. La época moderna había considerado como único paradigma, la razón teorética e
instrumental tal como opera en las ciencias naturales y en la técnica. La demolición del cientificismo, desde Horkheimer y
Heidegger, ha sido, creo, definitiva. Ella abrió la posibilidad de una nueva imagen de la racionalidad. En contraposición a la razón
instrumental, asistimos a un renuevo de las distintas formas de racionalidad moral, ya sea en su clásico atuendo kantiano o e n
versiones distintas de una teoría de las virtudes. Sólo el renuevo de la ética puede hacer frente a los estragos causados, tanto en
la naturaleza como en la sociedad, por la reducción de la razón a instrumento de dominio y de transformación del mundo. El
siglo XXI será, sin duda, el de un nuevo pensamiento ético.
A la reducción de la racionalidad a una razón instrumental, operada por el pensamiento moderno, se había unido la idea del
carácter irracional de toda elección de valores (Weber dixit). Una ética nueva, en cambio, no será concebible sin la admisión de
cierta objetividad de los valores. Creo que el descubrimiento de distintas formas de racionalidad valorativa, que se ejercen en
ámbitos diferentes, en la religión, la moral, el arte, la política, será una de las ideas centrales de una nueva visión del m undo.
La desaparición del predominio de la razón instrumental no entraña la de la ciencia, sino sólo la de su consideración como patrón
de todo conocimiento. Hemos comprobado que la ciencia no puede dar respuesta a los problemas últimos que verdaderamente
importan al hombre: el sentido de la vida, la marcha de la historia, el valor de que algo exista, el sitio del hombre en el todo. No
es posible regresar a esa enfermedad de la razón totalizadora que fue la metafísica, pero es posible, en cambio, revalorizar
distintas formas de sabiduría personal que, sin pretender alcanzar la certidumbre, sigan sus propias formas de racionalidad y nos
orienten sobre el valor y el sentido.
Este cambio en los conceptos centrales de sujeto y razón podría conducir a un nuevo enfoque de las relaciones del hombre con la
sociedad, por una parte, con la naturaleza, por otra.
En el fin de la época predomina la consideración del orden social como un sistema autorregulado, resultado de la lucha
competitiva de sujetos, dirigidos por la obtención del máximo beneficio personal. Pero también, aquí y allá, aparece de nuevo el
interés por el problema de la legitimidad de un orden social justo. Los valores de justicia, de igualdad en la libertad y de
solidaridad comunitaria, vuelven a ser objeto de inquisición (véanse, por ejemplo, los trabajos de Rawls, Taylor, Elster, Nagel y
otros muchos). Podemos prever que, después del pasajero entusiasmo por la caída de los regímenes opresivos del “socialismo
real”, después de la victoria planetaria del capitalismo liberal, volverá a plantearse en otros términos el eterno anhelo de una
sociedad justa y fraterna. Este ya no podrá apelar a una pretendida razón histórica formulable en leyes necesarias; invocará
probablemente una nueva racionalidad ética y valorativa. Porque la tragedia del socialismo fue que prevaleciera en él la idea de
que la ciudad ideal podía construirse mediante el conocimiento de leyes objetivas y su aplicación técnica a la sociedad. Se o lvidó
que la edificación de la sociedad justa era, ante todo, una empresa moral, término de elección libre. No creo que se equivoquen
quienes piensan que, después del previsible fracaso del neoliberalismo por resolver los problemas de la marginalidad y la mis eria
de grandes sectores, asistamos a un renuevo de los ideales de justicia y emancipación social, pero ahora no bajo la capa de una
pseudociencia sino bajo la forma de un proyecto de sabiduría moral.
Por último, hay signos claros también de un cambio radical en nuestra relación con la naturaleza. No verla ya como simple objeto
de explotación sino como fuente inagotable de revelaciones y como morada acogedora. Pero esta reconversión de nuestra
relación con la naturaleza, que se anuncia en la nueva conciencia ecologista, no puede proponer un retorno a épocas anterior es
al dominio técnico. En efecto, los estragos causados por la técnica en la naturaleza sólo pueden remediarse con la técnica. D e la
técnica estamos aún urgidos, en muchas partes del mundo, para vencer el hambre, la improductividad y el desamparo. El giro
en nuestra relación con la naturaleza no puede hacerse suprimiendo la racionalidad tecnológica, sino poniéndola al servicio d e
una razón más alta: la que señala cuáles son valores comunitarios superiores.
He tratado de delinear algunos de los signos que parecen indicar hacia un nuevo pensamiento, capaz de superar la modernidad
sin cancelarla. Un pensamiento semejante podría orientar, en países como el nuestro, a un proceso innovador de cambio que
evitara los errores a que condujo la modernidad.
Pero éstas son sólo premoniciones basadas en signos, lecturas apresuradas de cifras, vagos vaticinios. Estoy consciente de su
generalidad y de su incertidumbre. Pero pueden verse también opciones ante la crisis, asumidas libremente, que intentan
136
proponer líneas generales para superarla. Porque si ha de advenir una nueva época, tendrá el rostro que nosotros mismos
proyectemos.
Fuente: http://www.nexos.com.mx/
Deuda global de 200 billones de dólares”: Rolando Astarita
https://marxismocritico.com/2016/03/08/deuda-global/
El 22 de febrero pasado Bloomberg publicó un artículo, firmado por Matthew Philips, que lleva por título “The World’s Debt is
Alarmingly High. But is it Contagious?“ (http://www.bloomberg.com/news/articles/2016-02-22/the-world-s-debt-is-alarminglyhigh-but-is-it-contagious). En la primera parte de esta nota, reproduzco lo esencial de lo publicado por Bloomberg; en segundo
término, amplío con alguna otra información; y por último, presento algunas consideraciones.
Aumento en 60 billones y stock de 200 billones
Según Philips, desde la crisis de 2007 y ha sta 2014, la deuda a nivel mundial aumentó en cerca de 60 billones de dólares. El
stock de deuda alcanza así los 200 billones; es aproximadamente tres veces el tamaño de la economía mundial. Y falta agregar
la deuda de 2015.
Después de 2008 los inversores vertieron enormes sumas en China, Brasil y otros mercados emergentes para beneficiarse de la
suba de los precios de las materias primas y del crecimiento más rápido de estas economías. Los bancos abrieron el grifo y
lanzaron una ola de créditos nuevos a empresas y hogares. Así, desde 2009 el nivel promedio de deuda privada en las
economías emergentes ha subido desde el 75% del PBI al 125%, de acuerdo al Banco de Pagos Internacionales. Los niveles de
deuda privada en China y Brasil son ahora el doble del tamaño de estas economías. En estos momentos la preocupación se
concentra en la deuda china, la cual se ha triplicado desde 2009, pasando de 10 a 30 billones de dólares, según las últimas
estimaciones de McKinsey. Los mayores incrementos ocurrieron en el sector corporativo, donde las grandes empresas
estatales tomaron créditos de los bancos estatales. Kyle Bass, fundador del fondo de cobertura Hayman Capital Management,
que predijo la crisis subprime de 2008, e hizo una fortuna con ello, ha informado a sus inversores que los bancos estatales de
China podrían asumir pérdidas de hasta 3,5 billones de dólares, cuatro veces más que lo que tuvieron los bancos de EEUU
durante la crisis financiera de 2008 [Amplío este punto: en la carta enviada el 10 de febrero a los inversores, que lleva por título
“El experimento de 34 billones: El sistema bancario de China y el mayor desequilibrio macro del mundo”, Bass sostiene que el
sistema bancario chino tiene similitudes con el sistema bancario de EEUU anterior a la más reciente crisis –excesivo
apalancamiento y toma de riesgo irresponsable].
Sin embargo, continúa Philips, los préstamos en China continúan batiendo récords. El problema es que no importa cuánto crédit o
se añada a la economía, el freno de la economía china es inevitable. Por eso, agregar apalancamiento a un sistema ya
apalancado solo puede hacer que el ajuste final sea más penoso. Aunque Philips afirma que el peligro de contagio puede no ser
alto, ya que la mayor parte de la deuda está en yuanes y esta moneda no es plenamente convertible. Pero esto no quiere decir
que el resto del mundo esté a salvo de los riesgos de la bomba en crecimiento de la deuda china. Los peligros se han visto
claramente cuando las preocupaciones por un crecimiento económico que se está frenando llevaron a un inicio de año de las
acciones históricamente malo. Por ahora no hay peligro de implosión de la deuda, en tanto el Gobierno de EEUU sigue echando
dinero en sostener el sistema financiero. Pero no lo vuelca al crecimiento. Además, durante décadas China invirtió sus
excedentes en los títulos del Tesoro de EEUU, pero ahora este flujo se secó.
Informe McKinsey Global 2015 sobre deuda
Matthew Philips se apoya, a su vez, en un informe de febrero 2015 del McKinsey Global Institute, elaborado po r Richard Dobbs,
Susan Lund, Jonathan Woetzel y Mina Mutafchieva, que lleva por título “Debt and (not much) deleveraging”
(http://www.mckinsey.com/global-themes/employment-and-growth/debt-and-not-much-deleveraging). Los autores se basan en
datos y estadísticas del BIS, IMF, Haver Analytics y el McKinsey Global Institute.
Después de señalar que la deuda global aumentó en unos 57 billones de dólares y que ninguna gran economía bajó la ratio
deuda/PBI desde 2007, afirma que la deuda pública en las economías adelantadas, la deuda en aumento de los hogares y la
rápida suba de la deuda china son áreas de preocupación potencial. La deuda global desde 2007 se incrementó en 17 puntos del
PBI.
La deuda pública aumentó, desde 2007 a 2014, en 25 billones, y seguirá creciendo en muchos países. En lo que respecta a la
deuda de los hogares, el apalancamiento bajó en EEUU, España, Irlanda y Gran Bretaña; pero la razón deuda/ingresos continuó
creciendo en muchos otros países, superando en algunos casos los picos anteriores a 2008. Entre ellos, Canadá, Australia,
Dinamarca, Suecia, Países Bajos, Malasia, Corea del Sur y Tailandia. Y la deuda china se cuadruplicó desde 200 7, de 7 billones a
28 billones de dólares en 2014, representando el 282% del PBI (un nivel más alto que en EEUU o Alemania). La mitad de todos
los préstamos están vinculados, directa o indirectamente, con el sobre expandido mercado inmobiliario chino. El sector bancario
en las sombras, que no está regulado, es responsable por aproximadamente la mitad de los nuevos préstamos. Y la deuda de
muchos gobiernos locales es posiblemente inmanejable.
Otros datos
El FMI informó, en septiembre de 2015 que los niveles de deuda de las empresas en las economías de mercados emergentes
aumentó, particularmente en la construcción, petróleo y gas, debido a las bajas tasas de interés en las economías avanzadas, y
a otros factores globales (véasehttp://www.imf.org/external/pubs/ft/survey/so/2015/POL092915B.htm. La deuda de las
empresas no financieras a lo largo de los mercados emergentes aumentó fuertemente, desde aproximadamente 4 billones de
dólares en 2004 a más de 18 billones en 2014. El aumento de la relación deuda/activos, conocida comúnmente como
apalancamiento, a menudo ha incluido una porción más alta de pasivos nominados en moneda extranjera. La relación deuda
corporativa de los mercados emergentes/PBI aumentó 26 puntos porcentuales, aunque con importantes diferencias entre los
países. El apalancamiento corporativo subió marcadamente en China y Turquía, y en varios países de América Latina, por
ejemplo Chile, Brasil, México, Perú y Colombia.
Por otra parte, según Standard & Poor’s, el número de defaults corporativos a nivel global en 2015 llegó a 102, el doble de 2 014
y el nivel más alto desde 2009. La tercera parte fue en el sector del petróleo, gas y energía. La mayor cantidad ocurrió en EEUU;
137
en los países atrasados o en desarrollo hubo 19; en Europa 13, y el resto fue en países adelantados como Japón o Canadá. Por
fuera de petróleo y gas, los sectores más afectados, por orden decreciente, fueron minería, acero, productores de bienes de
consumo y banca. La deuda de las compañías globales que son calificadas por Standard & Poor’s alcanzó, en 2015, el nivel de
tres veces los ingresos antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización. Es el más alto desde 2003, y 2,8 veces el de
2014.
Como resultado, los spreads de los bonos de alto rendimiento en EEUU se han estado incrementando desde junio de 2014, lo
cual es un signo de deterioro de las condiciones en los mercados de crédito. Recordemos que los spreads de crédito y los
márgenes de beneficio son indicadores que anticipan recesiones. A medida que caen los precios del petróleo, metales y otras
materias primas, las empresas deben revaluar sus activos, lo que a su vez empeora las condiciones para tomar créditos. Esto y
el aumento de quiebras se traducen en que los prestamistas exigen más tasas.
Por último, agrego algunos datos tomados del 85º Informe Anual del BPI (o BIS por sus siglas en inglés). Después de la crisis ha
crecido considerablemente la deuda pública en manos del sector público. La mayor parte se ha concentrado en los bancos
centrales emisores de su propia moneda. Entre 2008 y 2014 su participación en el volumen de deuda pública en circulación
creció desde el 6% hasta más del 18%; esto es, de 1 billón de dólares a 5,7 billones (según los datos de EEUU, Japón, Gran
Bretaña y zona del euro). Además de adquirir deuda del Gobierno, las instituciones oficiales han comprado importantes
volúmenes de otros títulos de deuda. Por ejemplo, los emitidos por agencias estadounidenses en manos de la Reserva Federal
aumentaron en más de 1,7 billones de dólares entre 2008 y 2014. El BIS preveía que la media del ratio deuda pública/PBI
alcanzaría, a fines de 2015, el 120% en las economías adelantadas, contra el 75% anterior a la crisis. En Japón el ratio en 2015
era 234%, en Grecia 180% y en Italia 149%.
Algunas consideraciones
Todo indica que este extraordinario crecimiento de la deuda es una manifestación de la debilidad de la economía global, cuest ión
que hemos tratado en entradas anteriores. Al casi estancamiento de la zona del euro y Japón, y los retrocesos de Brasil y Rusia,
se suma China. Aunque la deuda china esté nominada principalmente en yuanes, como señala la nota de Bloomberg, una
quiebra en el sistema bancario (esto es, una desvalorización masiva de capital producto de la crisis de sobreacumulación) no
dejará de repercutir a nivel mundial. En una nota anterior escribíamos:
“Si se desinfla la burbuja inmobiliaria, podría desatarse un proceso en espiral descendente de consecuencias impo rtantes. ‘Las
instituciones financieras bancarias enfrentan desafíos provenientes de la volatilidad incrementada de la liquidez de corto pl azo y
el creciente riesgo crediticio, debido al impacto del menor crecimiento, el ajuste estructural y los esfuerzos por reducir
sobrecapacidad’, dice un informe de la Asociación Bancaria China, de junio de 2014. Algunas publicaciones (por ejemplo, The
Economist) y analistas piensan, de todas maneras, que dadas las reservas chinas, y el hecho de que la deuda está nominada en
yuanes, no habría una caída catastrófica como la ocurrida luego del hundimiento de Lehman, en 2008. Pero aun en ese escenario
-y hay razones para sospechar que es demasiado optimista- se afectaría la tasa de crecimiento china. El estallido de la burbuja
podría sentar un escenario de quiebres de bancos y empresas financieras, y fuerte desvalorización de los capitales. Y lo cier to es
que todos los indicadores apuntan a que la burbuja ha adquirido considerables dimensiones. Como señala Bloomberg
(16/06/14), ‘más y más economistas están advirtiendo que China podría estarse aproximando a un ‘momento Minsky’, que es
cuando un boom especulativo llega a un súbito y desagradable final cuando la acumulación de deuda supera el flujo de caja’.
Es imposible pensar que, dadas las relaciones comerciales y las inversiones en China, no habría repercusiones sobre los
mercados financieros asiáticos, y desde allí al resto del mundo; y sobre las economías de Australia, Corea del Sur, Hong Kong ,
Taiwan y Japón, en primer lugar. Así como sobre las economías exportadoras de materias primas, entre ellas las
latinoamericanas” (aquí).
En lo que atañe a la deuda corporativa global, no se puede predecir si será la disparadora de una crisis en un plazo cercano, pero
el aumento de las tasas demandadas para prestar a las empresas en problemas pone mayor presión sobre la rentabilidad, afecta
al mercado accionario y empeora las condiciones generales del crédito. El apalancamiento de las empresas alcanzó el nivel más
alto en la última década, y cada vez más corporaciones no están generando el suficiente valor (o plusvalor) sobre sus
inversiones que permita cumplir con las deudas. Si bien las tasas de interés permanecen bajas, en un entorno de presiones
deflacionarias (en EEUU, la zona del euro y Japón la tasa de inflación está lejos del objetivo del 2%), sobrecapacidad y
sobreacumulación globales, las condiciones financieras pueden deteriorarse rápidamente.
Tengamos presente también que el marco es una situación de plétora de capital, esto es, abundancia de capital dinero que no ha
ido a la inversión productiva. Gran parte de los préstamos que tomaron las empresas a tasas bajas fue utilizada en fusiones y
adquisiciones, que no amplían la capacidad productiva ni la demanda. Otra parte se destinó a recomprar acciones o pagar
dividendos. Lo cual aumenta las ganancias de los accionistas y potencia el capital ficticio, pero tampoco incrementa la generación
de valor. En momentos en que la economía mundial está débil, los problemas para cumplir con estas deudas se agudizan. Las
empresas con calificación de “grado de inversión” tienen grandes montos de cash, y pueden resistir, por ahora, la baja en los
mercados. Pero muchas están muy comprometidas, y cuando se desata el crack, suelen producirse movimientos de tipo dominó
que afectan a todos los sectores. En 2015 S&P bajó la calificación crediticia a 863 corporaciones, el mayor número desde 2009.
La presión sobre la rentabilidad de las empresas es fuerte; y la caída de la rentabilidad después del pago de intereses tiend e a
preceder las crisis y el giro hacia la recesión. Por eso, a diferencia de lo ocurrido en 2007-9, esta vez el foco de la crisis
financiera podría estar en el endeudamiento empresario (que era bajo una década atrás) y no tanto en los hogares. Agreguemos
que las empresas de muchos países atrasados no solo son altamente vulnerables a un aumento de las tasas de interés, sino
también las devaluaciones de las monedas de los países en que operan ponen un peso adicional en el servicio de la deuda
nominada en dólares o euros. Todo esto con el horizonte de la caída de los precios de las materias primas.
En cuanto a la la deuda pública, su extraordinario incremento en los principales países capitalistas ha sido facilitado por las tasas
de interés extremadamente bajas. Pero el gasto estatal no compensa la debilidad de la acumulación. Solo ayuda a sostener la
demanda, vía gasto improductivo de plusvalía, sin dar solución al problema de fondo, en tanto se acumula deuda. Por eso, en el
mediano plazo no es sostenible mantener la demanda en base a déficit público. Estas historias terminan inevitablemente con
desvalorizaciones masivas de capital (un default es eso, una desvalorización de capitales).
Por otra parte, desde el estallido de la crisis en 2007 los bancos centrales han aumentado sus balances al comprar
principalmente deuda soberana y deuda de bancos. Estas compras fueron financiadas con expansión de la base monetaria. Solo
entre 2007 y 2011 esta se duplicó, en términos de porcentaje del PBI. Enormes montos de títulos y préstamos de dudosa calidad
138
están hoy en los activos de los bancos centrales. Entre 2008 y 2016 los activos sumados de la Reserva Federal, el Banco Central
Europeo, el Banco de Japón y el Banco Popular de China pasaron de aproximadamente 6,4 billones de dólares a 16 billones. De
este total, 4,5 billones corresponden a la FED (http://www.yardeni.com/pub/peacockfedecbassets.pdf). Se trata de una inmensa
masa de capital ficticio, que no tiene contrapartida en la riqueza ni en el capital real, y que por sí misma no ha logrado, ni
logrará, sacar a las economías del estancamiento.
En conclusión, estos datos parecen indicar que por ahora continuará el crecimiento global débil y vacilante, en tanto se
acumulan presiones que pueden terminar en un crack y desvalorización abrupta de gigantescas sumas del ca pital. Con las
consecuencias penosas que estas “revoluciones del valor” tienen para las masas trabajadoras alrededor del mundo.
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Deuda global de 200 billones de dólares
Fuente: https://rolandoastarita.wordpress.com/
“Clases subalternas marginales y fundamentales en
Gramsci”: Guido Liguori
https://marxismocritico.com/2016/03/08/clases-subalternas/
En 2011 publiqué un estudio relativo al concepto de “subalterno” en losCuadernos
de la cárcel y en la Cartas desde la cárcel.1 Siento la necesidad de volver sobre el
argumento porque nuevos estudios y profundizaciones2me llevaron a más exactas
determinaciones que, si bien confirman las principales líneas interpretativas
avanzadas en aquel texto, precisan y hasta corrigen parte de las observaciones allí
vertidas. En particular consideraré en este nuevo ensayo algunos escritos
gramscianos (de los Cuadernos y lasCartas) a cuyo respecto no me detuve antes y
que estimo importantes para los fines del análisis del concepto referido.
Avancé en el ensayo de 2011 algunas rápidas referencias a la gran difusión que
tiene hoy el concepto gramsciano de “subalterno”, respecto a las razones de aquélla
y los riesgos de malentendidos observados a veces en la bibliografía actual del
tema: no volveré sobre estos temas. Me concentraré aquí en la presencia de ese
término y otros afines (“clases subalternas”, “grupos sociales subalternos”), ante
todo en los escritos carcelarios de Gramsci.3 Es cierto en efecto que, el concepto
aparece en algunos escritos juveniles del comunista sardo, aunque no se repita con
gran frecuencia. Sin embargo, en estos escritos de las décadas de 1910-20 tiene
significados del todo diferentes, y con seguridad menos relevantes, respecto a los
de las notas redactadas en la cárcel, destinadas a volverse célebres. Basta
señalar4 que en los escritos precarcelarios el término (heredado del lenguaje
militar) indica los grados intermedios de la cadena de mando, entendida como nivel
social y estatal-burocrático, militar o partidario. Para poner un ejemplo entre otros
posibles, en Ilpaese di Pulcinella, publicado en la edición piamontesa del Avanti! el
30 de enero de 1919,5 los subalternos son para Gramsci los que deberían ser —en
un Estado burgués bien estructurado— los “servidores del Poder Ejecutivo” que
deberían poner en acto las órdenes de los altos mandos y que, por el contrario, en
el caos dominante, se dedican a cuidar su pequeños privilegios. Desde la
perspectiva social, se refiere en estos escritos a la “pequeña burguesía”, no a la
base de la pirámide social como será en los Cuadernos. Es decir, habla de los que
—tanto en la estructura del Estado como en la del Partido Socialista—6 ocupan un
lugar de cuadro dirigente intermedio, de “oficial de conexión”, por así decir, entre el
estado mayor de la burguesía o del ejercito proletario y la masa de soldados rasos,
entendidos como ciudadanos en el primer caso y como pertenecientes a la masa
proletaria en el segundo.
Los primeros Cuadernos
Pasando a los Cuadernos de la cárcel, la palabra “subalternos” aparece desde
el Cuaderno 1, donde inicialmente (C 1, 43, 37) 7 sigue el paralelismo entre la
función social y la militar, con las mismas valencias que señalamos en los escritos
precarcelarios. Poco a poco pero, en el mismo Cuaderno 1aparece un uso del
término variadamente negativo,8 que adquiere carácter de complejidad mayor, con
una valencia que podemos considerar ya contrapuesta a una idea positiva de
139
“hegemónico”, aunque este término por el momento no figura. La Iglesia —escribe
Gramsci en la nota Acción católica— es “una fuerza subalterna”, pues perdió en la
modernidad una posición propia de predominio e iniciativa, está siendo obligada “a
la defensiva” (C1, 139, 127). Se observa que también las “clases subalternas”
serán para Gramsci, a partir del Cuaderno 3, unas que padecen la iniciativa
adversaria y están siendo obligadas a ponerse a la defensiva.
La primera nota que contiene presencia relevante del término en cuestión es C3,
14, Historia de la clase dominante y de las clases subalternas. Será retomada con
algunas modificaciones, y con un título que le da realce —Criterios metodológicos—
como segunda nota del Cuaderno 25, el cuaderno temático de 1934 que recogerá,
y ya lo veremos, algunas notas sobre el tema de los subalternos.
Antes de examinar la nota C 3, 14, es necesario observar cómo Gramsci había
dedicado una anterior, Q 3, 12, a Davide (o David) Lazzaretti. El término
“subalterno” no aparece ahí, pero será retomada justamente como nota de
apertura del Cuadernos 25, el “especial” (monotemático) dedicado a la “historia de
los grupos sociales subalternos”. La reflexión sobre Lazzaretti es entonces
plenamente parte de la inicial reflexión gramsciana sobre las clases subalternas.
¿Quién era Davide Lazzaretti? Un rebelde 9 del siglo XIX, nacido en 1834; actuó en
el Monte Amiata, en Toscana, donde dio vida a una secta religiosa popular y
herética, con una ideología densa de elementos proféticos. Se había pronunciado
por la Comuna de París y afirmado querer instaurar la república. Alarmó así tanto el
Estado Italiano como a la Iglesia católica por el apoyo popular que tenía en la zona.
Lo fusiló el ejército regio italiano en 1878, aun cuando no constituía un peligro real
para las instituciones de ese tiempo.10
Pasemos ahora a la segunda mencionada (C 3, 14), que se retomará al principio
del Cuaderno 25. El texto es el siguiente:
Historia de la clase dominante e historia de las clases subalternas. La historia de las
clases subalternas es necesariamente disgregada y episódica (…) Éstas sufren la
iniciativa de la clase dominante, incluso cuando se rebelan; se hallan en estado de
defensa alarmada. Por ello cualquier brote de iniciativa autónoma reviste
inestimable valor. De todos modos, la monografía es la forma más adecuada para
esta historia, que exige un cúmulo de materiales parciales (tomo ii, página 27).
¿Qué se dice en este nota, aun limitada a la parte trascrita?
A) En primer lugar se observa que el discurso de Gramsci se refiere de modo
específico a lahistoriografía de las clases subalternas. Es importante para el autor
de los Cuadernos hacer la historia de forma integral, teniendo en cuenta también y
sobre todo la situación de las masas subalternas, pues resulta fundamental para
Gramsci “el reconocimiento del terreno” nacional y en este cuadro el conocimiento
de la historia de las clases subalternas.11
B) En el título de la nota aparece por primera vez en los Cuadernos la expresión
“clases subalternas”: el adjetivo, así, se refiere por primera vez al término “clase”.
Y esto sucede contrapuesto a la expresión “clase dominante”. Gramsci forjó el
fundamental concepto “clases subalternas” en este lugar, en relación/oposición
inmediata con “clase dominante”. El nuevo uso de “subalterno” está
dialécticamente vinculado al de “dominante”.
C) ¿Qué características tienen estas “clases subalternas” de las que habla Gramsci?
En primer lugar, la “clase dominante” es una (en singular); y las “clases
subalternas”, más de una: “clases subalternas” indica un conjunto variado de clases
y franjas sociales; es un aspecto que hay que subrayar y en el cual profundizaré
más adelante. Éstas padecen la iniciativa de la clase dominante, pero intentan
defenderse; ofrecen raras huellas de “iniciativa autónoma”, que entonces son
huellas que Gramsci considera valiosas. Valiosas también porque esta “autonomía”
es el primer momento, sólo el primer momento, en el cual se podría construir, en
determinadas condiciones, unahegemonía distinta. La autonomía podría ser el
momento de pasaje de la subalternidad a la hegemonía, un pasaje para el cual sin
embargo —ya lo veremos— deben subsistir también otras condiciones.12
140
D) ¿Qué entiende aquí Gramsci por “clases subalternas”? No tenemos por el
momento muchos elementos, pero apoyados en el hecho de que tales clases
pueden tener momentos de “iniciativa autónoma”, expresaremos que parecería
tratarse de clases que pueden tener, por lo menos potencialmente, cierto relieve,
en el cuadro de la sociedad de forman parte. En todo caso —me interesa
enfatizarlo—, no parece que en esta nota tales “clases subalternas” sean colocables
sobre todo o exclusivamente en los márgenes de la historia y la sociedad.
En el Cuaderno 3, tras la nota analizada, “Historia de las clases subalternas” se
vuelve “título de rúbrica”, de los que Gramsci pone al principio de muchas notas de
primera redacción, en los cuadernos misceláneos, para facilitar su búsqueda y
posteriormente copiarlas en los “espaciales”, o monotemáticos. “Historia de las
clases subalternas” es por ejemplo el titulo del C 3, 18, 13 donde habla de
“problemas de historia romana”, de los plebeyos y los esclavos. Gramsci aplica aquí
la categoría de “clase/s subalterna/s” también a épocas históricas muy lejanas. Y
esto nos lleva a pensar que esta categoría no es tanto definitoria sino relacional.
en el Estado antiguo y en el medieval, el centralismo tanto territorial como social (y
uno no es otra cosa que función del otro) era mínimo. En cierto sentido, el Estado
era una “federación” de clases. Las clases subalternas tenían vida por sí mismas,
instituciones propias, etcétera; y en ocasiones estas instituciones tenían funciones
estatales (así, el fenómeno del “doble gobierno” en los periodos de crisis asumía
una evidencia extrema) (C 3, 18, tomo ii, página 30)
Hay entonces situaciones en las cuales las “clases subalternas” tienen niveles de
autonomía, incluso significativos, hasta producir instituciones con funciones
estatales. Sigue Gramsci:
La única clase excluida de cualquier vida propia era la de los esclavos en el mundo
clásico y la de los proletarios en el medieval. No obstante, si bien en muchos
aspectos esclavos antiguos y proletarios medievales se encontraban en las mismas
condiciones, su situación no era idéntica: el intento de los Ciompi, ciertamente, no
produjo la impresión que habría tenido un intento similar por los esclavos en Roma
(Espartaco que exige ser incluido en el gobierno con los patricios, etcétera).
Mientas, en el Medioevo era posible una alianza entre proletarios y pueblos y, aun
más, el apoyo de los proletarios a la dictadura de un príncipe; nada semejante en el
mundo clásico. El Estado moderno abolió muchas autonomías de las clases
subalternas, abolió el Estado federación de clases, pero ciertas formas de vida
interna de las clases subalternas renacieron como partido, sindicato, asociación de
cultura. La dictadura moderna abolió también estas formas de autonomía de clase y
se esfuerza por incorporarlas a la actividad estatal: o sea, la centralización de toda
la vida nacional en manos de la clase dominante se vuelve frenética y absorbente
(C 3, 18. Tomo ii, página 30).
Son entonces “clases subalternas” los plebeyos, los esclavos, el protoproletariado
medieval. Éstas se rebelan (como Espartaco) y hacen política (como en el caso del
“intento de los Ciompi”, del que habla en la misma nota).
En el sucesivo C 3, 48, un texto importante, 14 donde Gramsci evoca la experiencia
del Ordine Nuovo, un primer paso interesante para nuestro argumento es el
siguiente:
el elemento de la espontaneidad es, por ello, característico de la “historia de las
clases subalternas” e incluso de los elementos más marginales y periféricos de tales
clases, que no han alcanzado la conciencia de clase “por sí misma” (C 3, 48, tomo
ii, páginas 51 y 52)
Gramsci afirma explícitamente aquí que las clases subalternas son bien
diferenciadas en su interior. Están incluidas en esta categoría —como hemos visto—
“clases fundamentales” (como para un marxista son plebeyos y esclavos); ahora
Gramsci centra la atención en “los elementos más marginales y periféricos de estas
clases”, caracterizados por la “espontaneidad” como polo opuesto a la “conciencia
de clase”. En la misma nota, más adelante, agrega:
141
Esta unidad de la “espontaneidad” y de la “dirección consciente”, o sea de la
“disciplina”, es precisamente la acción política real de las clases subalternas, en
cuanto política de masas y no simple aventura de grupos que pretenden
representar a la masa (página 53)
Si entonces se logra reunir “espontaneidad” y “dirección consciente”, las “clases
subalternas” inician por lo menos tendencialmente a “hacer política”, a luchar por la
hegemonía.
Hay que relevar que en esta nota donde Gramsci habla del Ordine Nuovo, por
“clases subalternas” debe entenderse en primer lugar el proletariado industrial: la
reflexión de Gramsci se nutre de Lenin y algunas páginas del ¿Qué hacer?, además
de la experiencia del Ordine Nuovo.15 Y quizá pensando en el “bienio rojo”, en el
triunfo del fascismo, Gramsci escribe poco adelante:
Sucede casi siempre que un movimiento “espontáneo” de las clases subalternas va
acompañado por uno reaccionario de la derecha de la clase dominante, por motivos
concomitantes: una crisis económica, por ejemplo, determina descontento en las
clases subalternas y movimientos espontáneos de masas por una parte y, por la
otra, determina conspiraciones de los grupos reaccionarios que aprovechan el
debilitamiento objetivo del gobierno para intentar golpes de Estado (página 54).
Al final de la nota, Gramsci avanza algunas afirmaciones que confirman la
articulación de las clases subalternas. Menciona los vespri sicilianos y agrega:
Otros ejemplos pueden extraerse de todas las revoluciones pasadas, donde las
clases subalternas eran numerosas y jerarquizadas por la posición económica y la
homogeneidad. Los movimientos espontáneos de los estratos populares más vastos
hacen posible la llegada al poder de la clase subalterna que más haya progresado
por el debilitamiento objetivo del Estado (página 54).
En este pasaje hay que subrayar la presencia de una “clase subalterna más
avanzada”, que puede incluso llegar a tomar el poder. Ésta se distingue de los más
marginales y espontáneos “estratos populares” que se mueven en el plano de la
“espontaneidad”, puesta entre comillas para remarcar que en ella para Gramsci
siempre hay una chispa de “conciencia”.
¿A qué conclusiones llegamos con la lectura de las notas del fundamental Cuaderno
3? Me interesa subrayar la siguiente: con el término “clases subalternas” Gramsci
indica un conjunto diversificado de clases, todas caracterizadas por no ser todavía
hegemónicas o dominantes, pero muy diferenciadas en su interior. Se pasa del
proletariado o de clases capaces de lanzar el desafío hegemónico y de plantearse el
objetivo concreto de la toma del poder a los estratos sociales más marginales,
periféricos y espontáneos.16
Hay en el Cuaderno 3 una última nota sobre la que debemos detenernos; se
retomará en elCuaderno 25 (en C 25, 5):
La unificación histórica de las clases dirigentes está en el Estado; su historia es
esencialmente la de los Estados y de los grupos de Estados. Esta unidad debe ser
concreta; o sea, el resultado de las relaciones entre Estado y “sociedad civil”. Para
las clases subalternas la unificación no se produjo: su historia está entrelazada con
la de la “sociedad civil”, es un fracción desagregada de ésta. (C 3, 90, tomo II, p.
89)
Gramsci relaciona aquí las clases subalternas con el Estado y la sociedad civil. Las
clases que quedan en el nivel de la sociedad civil permanecen subalternas. 17 Si no
se logra elaborar una propuesta de Estado, de organización de conjunto de la
sociedad nacional, no se puede competir por la hegemonía ni lanzar el desafío
hegemónico.
Siguiendo en la lectura de la nota, vemos que Gramsci invita a estudiar “las líneas
de desarrollo” de las clase subalternas, líneas que proceden “desde las fases más
primitivas” en dirección de una “autonomía integral”; y sugiere el estudio de la
realidad diferenciadade las clases subalternas y de su representación política, de su
142
existencia “objetiva”, en ausencia de autoconciencia corporativa o política, al
manifestarse de los diversos niveles de politización y organización. Instala entonces
una fuerte conexión entre la perspectiva histórica y la teoría política, también por lo
que concierne a las clases subalternas. Para Gramsci, la conciencia histórica parece
propedéutica para la misma posibilidad de la acción política. Es importante saber
que las clases subalternas resisten o se rebelan, y registrar los momentos de su
resistencia o rebelión. Y, subraya Gramsci (C 3, 90, 373), la gradual conquista de
un plano de efectiva lucha para la supremacía pasa por la capacidad de luchar
contra las clases adversarias y de dirigir las clases aliadas. Éste representa el
proceso por el cual ocurre el pasaje de la condición de “clases subalterna” a la de
“clase hegemónica”.
Ampliación y extensión del término
Ya mencioné la rúbrica Historia de las clases subalternas. ¿Qué clasifica (porque de
clasificación se trata) Gramsci en las notas con este título? Tras las observaciones
del Cuaderno 3 sobre las clases subalternas en el mundo romano y medieval, las
tituladas así por Gramsci en los Cuadernos son casi todas breves notas
bibliográficas sobre intelectuales y libros de algún modo vinculados con el mundo
socialista o a momentos revolucionarios. En ellas no sigue el camino mencionado
respecto a las notas sobre Lazzaretti (una reflexión respecto a las cl ases
subalternas “en los márgenes de la historia”), ni la de una reflexión en torno al
papel de las clases fundamentales no hegemónicas, como inició a hacer en las
notas del Cuaderno 3 sobre esclavos, plebeyos y protoproletariado medieval.
Más interesante es el uso de las expresiones “clases subalternas” o derivadas o
variantes. Algunos “estratos sociales” —escribe por ejemplo Gramsci en la nota C 8,
20518—, justamente por su carácter “subalterno” deben hacer propia, aun sea
transitoriamente, una ideología determinista y fatalista, para aguantar el peso de
una situación histórica durísima y en apariencia sin luz. Pero cómo ocurrió según
Gramsci en la Unión Soviética, o cómo espera que haya sucedido:
Pero cuando el subalterno se vuelve dirigente y responsable (…) se produce una
revisión de todo el modo de pensar porque ha ocurrido un cambio en el modo de
ser: los límites y el domino de la “fuerza de las cosas” son restringidos ¿por qué?
Porque, en el fondo, el “subalterno” era ayer una “cosa”, hoy no es ya una “cosa”,
sino una “persona histórica” (C 8, 205, tomo 3, página 321).
Y agrega, significativamente:
¿Pero fue alguna vez simple “resistencia”, simple “cosa”, simple
“irresponsabilidad”? Ciertamente no, y por eso siempre hay que demostrar la
futilidad inepta del determinismo mecánico, del fatalismo pasivo y seguro de sí
mismo, sin esperar que el subalterno se vuelva dirigente y responsable (ídem).
Las clases subalternas —dice Gramsci— no son nunca pura pasividad; hay siempre
un germen de resistencia activa. Por ello, reconstruir su historia valorizando al
máximo las huellas de tal actividad es importante y tiene un valor político. Allí se
encuentran los gérmenes de una capacidad de potencial autonomía y posterior
hegemonía de las clases subalternas que, sin embargo, podrá ponerse en acto sólo
en presencia de otras fundamentales condiciones históricas.
En la nota C 8, 205 (posiblemente redactada a finales de 1931) ocurrió un pasaje
lingüístico interesante, el de las clases o grupos sociales subalternos a “el
subalterno”. Del adjetivo al substantivo, del plural al singular. El sujeto a que se
adscribe la característica de “subalterno” entonces, en cierto momento de la
reflexión desde la cárcel, no es más una clase o grupo social, se vuelve sujeto
singular (el subalterno), o por lo menos se abre el espacio para que el lector así lo
perciba. Un ulterior pasaje en esta dirección de extensión y ampliación del uso del
término estaba presente en una carta de Gramsci a la esposa del 31 de agosto
1931:
Yo estaba convencido de que tu sufrías de lo que los psicoanalistas creo llaman
“complejo de inferioridad”, que lleva a la sistemática represión de los impulsos
volitivos, es decir de la propia personalidad, y de la aceptación de una función
143
subalterna en la toma de las decisiones aun cuando se tiene la certidumbre de
tener razón, salvo de vez en cuando tener estallidos de irritación furiosa hasta por
asuntos de poca importancia.19
Aquí Gramsci se refiere a los rasgos de la personalidad de un sujeto singular. Esta
inclinación a la “función subalterna” individual se acompaña en tal sujeto de
explosiones de ira por aspectos secundarios, explosiones destinadas a revelarse
inconcluyentes. Algo como cuando las masas subalternas (sobre todo en el campo)
se tornan insurgentes, queman y cuelgan, pero después vuelven a la situación
anterior sin haber salido de su subalternidad histórica y sustancial. En una carta
posterior, escrita por Gramsci el 8 de agosto de 1933 a la esposa, Giulia Schucht,
encontramos un uso similar. Escribe el comunista sardo:
me parece que tú te colocas (y no sólo en esta cuestión) en la posición del
subalterno y no del dirigente; es decir, de quien no está en condición de criticar
históricamente las ideologías, dominándolas, explicándolas y justificándolas como
una necesidad histórica del pasado, sino de quien, puesto en contacto con un
determinado mundo de sentimientos, se siente atraído y rechazado, y queda
siempre en la esfera del sentimiento y de la pasión inmediata. 20
El “subalterno” es aquí una persona, subalterna culturalmente más que
socialmente: no sabe relacionarse de forma autónoma a las concepciones del
mundo y las culturas con que entra en contacto, o con parte de ellas. No logra
historizarlas y entenderlas ni, por tanto, desarrolla hacia ellas una capacidad
“hegemónica”. El término “subalterno” tiene entonces en esta misiva una acepción
sobre todo cultural, en parte también psicológica. Estamos cerca de cierto uso que
del término y del concepto ha sido dado en los últimos años, muy dilatado respecto
al de “clase social” o “grupo social” 21 subalterno.
Se trata de un contexto informal y privado, típico de una carta, que limita la
valencia de la afirmación gramsciana en relación con las notas de
los Cuadernos que ya consideramos. Sin embargo, es un indicio, la espía de un
deslizamiento semántico significativo. Aun con los límites mencionados, este pasaje
muestra en efecto unaposibilidad, presente en el mismo discurso de Gramsci: la
dilatación del término “subalterno”, el pasaje de la categoría que nace con la
descripción e interpretación de un fenómeno colectivo, social, de clase, a su
aplicación a la condición de subalternidad en primera instancia cultural de una
persona.
El Cuaderno 25 y los Cuadernos
El Cuaderno 25 es un cuaderno monotemático de 1934 y se intitula En los
márgenes de la historia (Historia de los grupos sociales subalternos).En él —
compuesto por ocho notas y de pocas páginas—, Gramsci reagrupa sólo una parte
de los textos escritos con el título de rúbrica Historia de las clases subalternas o con
contenido similar. Mientras tanto, transcribe en el Cuaderno 25 notas que no tienen
este título, pero hablan de los “subalternos” en varios modos.
No quiero detenerme en este cuaderno, tanto porque lo hice en otra sede 22 como
porque decidí analizar aquí, así brevemente, la reflexión elaborada por Gramsci en
los Cuadernos sobre lo “subalterno” antes de llegar al “cuaderno especial” dedicado
al tema, en tanto lo considero un recorrido más significativo y revelador. Entonces,
quisiera centrar la atención en particular en el título del Cuaderno 25. En
realidad, Historia de los grupos sociales subalternos es sólo el subtítulo colocado
entre paréntesis. El título es A los márgenes de la historia (C 5, 2277).23 Se
evidencia cómo Gramsci —quien usó en los Cuadernos “clases subalternas” o
expresiones similares en dos acepciones distintas 24 para indicar grupos sociales
más marginales o para indicar las clases sociales que luchan por la hegemonía pero
todavía no hegemónicas, que de todas formas son “clases fundamentales”
(esclavos, plebeyos, proletariado moderno)— escoge aquí el primer uso del
término; o sea, quiera dedicar el cuaderno (numerado 25) a las notas sobre los
estratos marginados por el desarrollo histórico, derrotados, ya no en condición de
lanzar un desafío hegemónico. Queda claro que estos estratos son y pueden ser
contiguos a las clases subalternas fundamentales, pueden participar, bajo su
144
dirección, en la lucha por la hegemonía. Pero, de todos modos, constituyen a mi
parecer algo diferente respecto a ellas.
Gramsci utiliza entonces los términos subalterno y afines de distintas maneras.
Recapitulemos.
1) En los escritos precarcelarios, el término “subalternos” indica los grados
intermedios de la cadena de mando, a nivel social estadual -burocrático, o militar y
partidario. Es una función considerada generalmente propia de la pequeña
burguesía. En el inicio de los Cuadernos encontramos el mismo uso del término.
2) En el Cuaderno 3 inicia a aparecer la expresión “clases subalternas”, entendidas
como grupos sociales más marginales que como clases fundamentales todavía no
hegemónicas.25
3) Siempre en el Cuaderno 3 nace la “rúbrica” relativa a la Historia de las clases
subalternas. Sin embargo, salvo los primeros casos, no agrupa las notas más
significativas al respecto.
4) Gramsci desarrolla en otras notas el uso del término “subalterno” en específica
referencia al proletariado industrial avanzado, capaz de un desafío en dirección de
la conquista de la hegemonía.
5) El término es utilizado luego en referencia a sujetos singulares, respecto a su
colocación social o a sus límites culturales, lo cual remite a la riqueza interpretativa
con que Gramsci visualiza la relación estructura/superestructura, de forma
dialéctica, que le permite captar las posibilidades de incidencia que tienen las
subjetividades y las ideologías en el plano de la concreta realidad histórica
(determinada sólo “en última instancia” por la dimensión económico-social), sin
que ello implique renunciar a conectar la acción de los sujetos con su colocación de
clase y a la división de la sociedad en clases —pues Gramsci sigue siendo, en todo
el periodo de su reflexión carcelaria, un marxista, aun sea de un marxismo
particularmente complejo y antieconomicista—, hay que evidenciar que con la dupla
hegemones/subalternos el teórico nos ofrece categorías más amplias y
comprensivas de las marxistas clásicas (burgueses/proletarios), ya que trenzan
mejor colocación social y subjetividad, dato estructural y dato cultural e ideológico.
La categoría de “subalterno” entra en un cuadro de enriquecimiento de las
categorías tradicionales del marxismo. No se olvide que el uso del término
“subalterno” en las mencionadas cartas a Giulia remite a uno más extendido, y
fundamentalmente cultural-psicológico.
6) En el Cuaderno 25, finalmente, Gramsci transcribe notas de varios tipos, algunas
poco significativas, mas faltan otras de cierta importancia donde se habla de
“subalternos”. Debe tomarse en cuenta que el cuaderno está redactado sólo a lo
largo de pocas páginas y es posible que Gramsci no complete la obra de
transcripción como quisiera ni pueda reformular —por causas ajenas a su voluntad,
como es sabido— el tema. Queda el hecho de que la importancia de la categoría de
subalternos se capta mejor, como hemos visto, mirando el uso difuso que Gramsci
hace en los Cuadernos, más que en las notas compiladas en el “cuaderno especial”
dedicado a los sujetos “en los márgenes de la historia”.
Traducción del italiano: Massimo Modonesi
Compárese G. Liguori. “Treaccezioni di ‘subalterno’, in Gramsci”, en Crítica
Marxista, Roma, 2011, número 6, en español en Massimo Modonesi
(coordinador). Horizontes gramscianos, México, Universidad Nacional Autónoma de
México, 2013. Al escrito reenvío también para lo concerniente la bibliografía
secundaria sobre el argumento, lo cual me permite limitar aquí las referencias a
ella.
2
Agradezco a las instituciones promotoras y los organizadores y organizadoras de
algunas iniciativas sobre el tema de los subalternos en Gramsci a las que participé:
la “Ghilarza Summer School 2014. Escuela internacional de estudios gramscianos”,
dedicada al tema Hegemónico/subalterno (Ghilarza, 12 de septiembre de 2014); el
Departamento Culturas, Política y Sociedad de la Universidad de Turín, donde se
1
145
llevó a cabo el seminario Los subalternos in Gramsci(Turín, 13 de marzo de 2015);
y el Seminario de lectura en ciencias sociales de la Escuela Francesa de Roma, cuyo
día conclusivo fue dedicado este año al tema El laboratorio de Gramsci (Roma, 3 de
julio de 2015). Este artículo, si bien apoyado en los estudios realizados en ocasión
de estos encuentros, se aleja de las ponencias presentadas en aquellas ocasiones,
en particular de la primera, todavía inédita, más amplia y exhaustiva.
3
Para dar coherencia al presente discurso, repetiré o resumiré algunas
observaciones avanzadas en el escrito de 2011. Señalaré expresamente los textos
gramscianos que allí no tomé en cuenta. Los dos artículos pueden considerarse
complementarios.
4
El tema es tratado ampliamente en la ponencia que presenté en Ghilarza.
5
A. Gramsci, Ilpaese di Pulcinella, in Id. Il nostro Marx 1918-1919, compilación de
Sergio Caprioglio, Turín, Einaudi, 1984, pp. 513-515.
6
Compárese. A. Gramsci. “I partiti e la massa”, en Id. Socialismo e
fascismo. L’Ordine Nuovo 1921-1922, Turín, Einaudi, 1966, páginas 353-356; y A.
Gramsci. “Il nostro indirizzo sindacale”, en Id.La costruzione del Partito Comunista
1923-1926, Turín, Einaudi, 1971, páginas 3-7.
7
Se citarán los Cuadernos de la siguiente forma: cuaderno, párrafo, tomo y página
de la edición en español, A. Gramsci. Cuadernos de la cárcel, México, Era, 19821999 (nota del traductor).
8
Por ejemplo, en C 1, 116, 105, donde la “astucia” atribuida a Nitti es definida
como “cualidad subalterna”.
9
Véase sobre Lazzaretti también E. J. Hobsbawm. Rebeldes primitivos, Barcelona,
Crítica, 1979.
10
Me detuve en el análisis de esta nota C 3, 12, y de su segunda redacción, tanto
en la mencionada ponencia de Ghilarza como en el citado artículo anterior, páginas
35 y 36.
11
Compárese al respecto ivi, páginas 37-38.
12
La relación subalternidad-autonomía ha sido investigada, aunque desde una
perspectiva ligeramente distinta, en M. Modonesi. Subalternidad, antagonismo,
autonomía. Marxismos y subjetivación política, Buenos Aires, Prometeo-Claso-UBA,
2010.
13
Se trata de un texto de primera redacción, que será retomado en C 25, 4. No
tomé en cuenta estas notas gramscianas en el artículo anterior.
14
Este texto de Gramsci no fue analizado sino simplemente citado en el artículo
anterior.
15
Para un análisis más profundo de esta nota en los aspectos de la relación
dirección/espontaneidad remito a mi “Movimenti sociali e ruolo del partito nel
pensiero di Gramsci e oggi”, en Critica Marxista, Roma, 2011, número 2.
16
Interesantes observaciones en tal sentido están presentes en G. Baratta. Antonio
Gramsci in contrappunto. Dialoghi col presente, Roma, Carocci, 2007, páginas 120123.
17
Sobre el tema remito a mi Sentieri gramsciani, Roma, Carocci, 2006, en
particular los capítulosEstado ampliado y Sociedad civil.
18
No tomé en cuenta esta nota en el artículo anterior.
19
“Carta a Giulia del 31 de agosto de 1931”, en A. Gramsci. Lettere dal carcere,
Palermo, Sellerio, 1995, páginas 455 y 456. No tomé en cuenta esta carta en el
artículo anterior.
20
Carta a Iulca, 8 de agosto de 1933, ivi, página 738.
21
No puedo aquí investigar como lo ameritaría el pasaje de “clases subalternas” a
“grupos sociales subalternos” que se lleva a cabo en un punto y momento
determinados de la redacción de losCuadernos. Me limito a afirmar que, a mi
parecer, no indica un cambio de paradigma en la interpretación gramsciana de la
sociedad, sino sólo un crecimiento de la complejidad de esta lectura.
22
Compárese G. Liguori. “Treaccezzioni di subalterno”…, obra citada, página 35.
23
Véanse en particular la valiosa “edición anastática” de los Cuadernos coordinada
por Gianni Francioni, y también G. Francioni, F. Frosini. Nota introduttiva al
146
Quaderno 24 (1934-1935), allí contenida: A. Gramsci, Quaderni del carcere.
Edizioni anastatica dei manoscritti, al cuidado de G. Francioni, Roma-Cagliari,
Biblioteca Treccani-L’Unione Sarda, 2009, volumen 18, páginas 203 y siguientes.
24
Se deja de lado aquí la acepción vista como la más acentuadamente cultural y
psicológica, presente en las cartas a que hicimos referencia.
25
La ambivalencia del término puede considerarse la base de la polémica que tuvo
lugar en la revista Società entre el final de la década de 1940 y el inicio de la de
1950 entre Ernesto de Martino y Cesare Luporini sobre el “mundo popular
subalterno”, ahora en C. Pasquinelli (compilador),Antropologia culturale e questione
meridionale, Florencia, La Nuova Italia, 1977. Mientras el conocido antropólogo
entendía por “clases subalternas” las consideradas por Gramsci “en los márgenes
de la historia”, el filósofo pensaba que la “clase subalterna” por excelencia no podía
no ser para Gramsci (y para los comunistas que lo reivindicaran) la obrera. Hay que
tomar en cuenta también que este debate ocurría mucho antes que se contara con
la “edición crítica” de losCuadernos compilada por Gerratana y publicada en 1975.
Fuente: http://revistamemoria.mx/
Reflexiones degeneradas: Patriarcado y capitalismo”:
Cinzia Arruzza
https://marxismocritico.com/2016/03/08/reflexiones-degeneradas-patriarcado-y-capitalismo/
I. Patriarcado y / o capitalismo: reapertura del debate
Es normal encontrar referencias al “patriarcado” y a las “relaciones patriarcales” en los textos, folletos,
artículos o documentos feministas. Muy a menudo el término patriarcado se utiliza para enfatizar el
hecho de que la opresión y la desigualdad de género no son un fenómeno esporádico o excepcional. Por
el contrario, se trata de cuestiones que impregnan el conjunto de la sociedad, y se reproducen
fundamentalmente a través de mecanismos que no se pueden explicar simplemente en el plano
individual. Resumiendo, a menudo utilizamos el término patriarcado hacer hincapié en que la opresión
de género es un fenómeno con cierta constancia y de carácter social, y no sólo interpersonal. Sin
embargo, las cosas se complican un poco si intenta ir a ver lo que quiere decir exactamente
“patriarcado” o “sistema patriarcal”. Es aún más complicado si se da un paso más y nos preguntamos
qué tiene que ver el capitalismo con el patriarcado y cómo se relacionan entre sí.
La pregunta
Durante un breve período, a partir de la década de 1970 hasta mediados de 1980, la cuestión de la
relación estructural entre el patriarcado y el capitalismo fue objeto de un acalorado debate entre las
corrientes teóricas y activistas pertenecientes al feminismo materialista francés y al feminismo marxista.
Las preguntas fundamentales que se plantearon giraban en torno a dos ejes: 1) ¿El patriarcado es un
sistema autónomo respecto al capitalismo? 2) ¿Es correcto utilizar el término “patriarcado” para
designar a la opresión de género y la desigualdad?
A pesar de que en el curso de este debate se produjeron escritos de notable interés, progresivamente
fue pasando de moda junto a medida que perdían popularidad las críticas al capitalismo y se entraban
en auge corrientes feministas que, o bien no entraron en discusión con el horizonte liberal, o bien
esencializaban y deshistorizaban el género, esquivando la cuestión de clase y del capitalismo en favor de
elaboraciones conceptuales –que se mostraron muy fructíferas — en términos de deconstrucción del
género (la teoría queer de los años noventa, particularmente).
Obviamente, pasar de moda no significa desaparecer. En la última década, varios teóricos feministas han
seguido trabajando en estas cuestiones, a menudo a costa de parecer fuera de contacto con los nuevos
tiempos, vestigios de un pasado tedioso, restos molestos de una guerra del pasado tolerados con cierto
147
fastidio. Y tal vez tenían razón. Junto con la crisis económica y social también estamos viendo un retorno
parcial, pero significativo, de la atención sobre la relación estructural entre el género y la opresión
capitalista.
Durante estos últimos años, no han faltado los análisis empíricos o descripciones de fenómenos o
preguntas específicas, sin duda, como la feminización del trabajo; el impacto de las políticas neoliberales
en las condiciones de vida y laborales de las mujeres; la intersección de género, racial, y la opresión de
clase; o la relación entre las diferentes construcciones de la identidad sexual el régimen de acumulación
capitalista. Sin embargo, una cosa es “describir” un fenómeno o un grupo de fenómenos sociales, donde
la relación entre el capitalismo y el género opresión es más o menos evidente, y otra cosa es ofrecer una
explicación teórica de porqué se produce, en general, esta relación entre capitalismo y opresión de
género de una forma menos difusa es decir, ¿cuál es el principio organizador de esta relación?
Por razones de brevedad y claridad, trataré de resumir las tesis más interesantes que se han propuesto
sobre este tema. En los siguientes comentarios, voy a analizar y cuestionar cada una de estas tesis. Por
honestidad intelectual y para evitar malentendidos, hago explícito que mi reconstrucción de las
posiciones en este debate no es imparcial. De hecho, mi punto de vista encajaría con el de la tercera
tesis.
Hipótesis 1 : La teoría de los sistemas dobles o triples
Podemos resumir la versión original de esta tesis en los siguientes términos: El género y las relaciones
sexuales constituyen un sistema autónomo que se combina con el capitalismo y da nueva forma a las
relaciones de clase, sin dejar de ser al mismo tiempo, modificado por capitalismo en un proceso de
interacción recíproca. La última versión de la teoría también incluye las relaciones raciales, a las que se
considera como un sistema de relaciones sociales autónomo en interacción con las relaciones de género
y con los de la clase. Dentro del feminismo materialista esta concepción suele ir acompañada de una
consideración de la relación entre el género y la raza como dos sistemas de relaciones de explotación y
opresión. En general, dentro de esta hipótesis, las relaciones de clase están caracterizadas
esencialmente en términos estrictamente económicos: es la interacción con el patriarcado y el sistema
de dominación racial que les da un carácter que va más allá de la mera explotación económica. Una
variante alternativa de esta hipótesis, sin embargo, es la que ve en las relaciones de género un sistema
de relaciones culturales e ideológicas producto de los modos de producción precapitalistas y
formaciones sociales independientes del capitalismo, que interviene en las relaciones capitalistas,
dándoles una dimensión de género .
Hipótesis 2: El capitalismo indiferente.
La opresión y la desigualdad de género son un remanente de los anteriores modos de producción y
formaciones sociales, donde el patriarcado organizaba directamente la producción, dando como
resultado una rígida división sexual del trabajo. El capitalismo en sí es indiferente a las relaciones de
género y podría funcionar sin la opresión de género hasta tal punto que el capitalismo ha disuelto el
patriarcado en los países capitalistas avanzados y ha reestructurado radicalmente las relaciones
familiares. En pocas palabras, el capitalismo tiene una relación meramente instrumental con la
desigualdad de género: lo refuerza dondequiera que pueda serle útil y lo mina donde constituye un
obstáculo. Esta posición tiene multitud de variantes. Oscila entre los que sostienen que, dentro del
capitalismo, las mujeres han experimentado una emancipación sin precedentes en tipos de sociedad y
que esto demuestra que el capitalismo no es un obstáculo estructural para la liberación de la mujer, al
tiempo que sostiene que debe distinguirse con precisión el plano lógico del plano histórico. Desde un
punto de vista lógico, el capitalismo podría prescindir fácilmente de la desigualdad de género, pero si
pasamos del experimento mental a la realidad histórica, las cosas no suceden del mismo modo.
Hipótesis 3: La teoría unitaria.
De acuerdo con esta hipótesis, en los países capitalistas no existe un sistema patriarcal autónomo del
capitalismo. Otra cosa es que continuen existiendo relaciones patriarcales pero no constituyen un
148
sistema en sí mismo. Negar que el patriarcado no exista como sistema en los países capitalista no es
negar la existencia de la opresión de género, una opresión que impregna las relaciones sociales e
interpersonales en su conjunto. No se trata de reducir cualquier aspecto de esta opresión a una
consecuencia mecánica y directa del capitalismo o explicarlos en términos puramente económicos. En
resumen, no es de ninguna manera un enfoque reduccionista y economista, ni de subestimación de la
centralidad de la opresión de género. Otorga importancia a las definiciones y conceptos que se utilizan
para evitar la simplificación de un fenómeno inherentemente complejo. En particular, la teoría que
intentó desarrollar la teoría unitaria niega que el patriarcado actual sea un sistema con reglas de
funcionamiento y perpetuación autónomas. Al mismo tiempo, hace hincapié en la necesidad de
considerar el capitalismo no como un conjunto de leyes y mecanismos de carácter meramente
económico, sino más bien como un complejo y detallado orden social, que contiene en su seno las
relaciones de explotación, dominación y alienación. Desde este punto de vista, la tarea consiste en
comprender cómo la dinámica de acumulación capitalista produce, reproduce, transforma, renueva y
mantiene las relaciones jerárquicas y de la opresión, sin entender este mecanismo en términos
estrictamente económicos y automáticos.
II. ¿Uno, dos, o tres sistemas?
En 1970, Christine Delphy, escribió un breve ensayo titulado “El enemigo principal”, en el que teorizaba
la existencia de un modo de producción patriarcal, cuyas relaciones no coincidian con las del modo de
producción capitalista, y la definición las amas de casa como una clase, en el sentido económico del
término.
Nueve años más tarde, Heidi Hartmann publicó, “El infeliz matrimonio entre marxismo y feminismo”,
donde sostenía la tesis de que el patriarcado y el capitalismo son dos sistemas autónomos pero
históricamente interconectados. Para Hartmann, las leyes capitalistas de acumulación son sex-blind, es
decir, indiferentes al sexo de la fuerza de trabajo, pero el racismo y patriarcado en el capitalismo son
utilizados para la creación de relaciones jerárquicas en la división del trabajo y así de determinar la
distribución de los puestos jerárquicos y la forma específica en que se produce esta jerarquización. Esta
tesis finalmente tomó el nombre de “teoría de los sistemas duales”.
moneyEn su libro de 1990 “Teorizando el patriarcado”, Sylvia Walby reformuló la teoría de los sistemas
añadiendo un tercero, el racial, y también trató de entender el patriarcado como un sistema variable de
relaciones sociales compuesto por seis estructuras: el modo de producción patriarcal, las relaciones
patriarcales en el trabajo por cuenta propia y asalariado, las relaciones patriarcales en el Estado, la
violencia machista, las relaciones patriarcales en la esfera de la sexualidad y las relaciones patriarcales
en las instituciones culturales. Estas seis estructuras se condicionan recíprocamente entre sí sin dejar de
ser autónomas: también pueden ser privadas o públicas. Más recientemente, Danièle Kergoat ha
teorizado la “consustancialidad” del patriarcado, la raza y las relaciones de clase; estos son tres sistemas
de relaciones basadas en la explotación y la dominación que se cruzan y comparten la misma sustancia
(explotación y dominación) al tiempo que son distinguibles entre sí, a semejanza de las tres personas de
la Trinidad cristiana.
Este breve estudio de autoras y textos es sólo un ejemplo de las diferentes formas en que se ha
teorizado la intersección del sistema patriarcal y el sistema capitalista, y las formas en que un sistema se
distingue del otro. Hay otros, también, pero por razones de espacio me veo obligada a limitar mi análisis
a estos ejemplos, que están entre los más claros sin dejar de ser los más sistemáticos y complejos. Como
decía anteriormente, la dificultad del debate radica en la definición de “patriarcado”. No existe una
definición uniforme, sino más bien un conjunto de proposiciones, algunas compatibles y otras
contradictorias entre sí. No pudiendo analizar todas las propuestas de definición propongo de momento
trabajar con el concepto de sistema patriarcal entendido como un sistema de relaciones, tanto
materiales como culturales, de dominación y explotación de las mujeres por los hombres. Un sistema
con su propia lógica pero permeable al cambio histórico y en relación continua con el capitalismo.
149
Antes de analizar los problemas que presenta este enfoque teórico, es apropiado contar con una
definición de explotación y hacer algunas precisiones. Desde el punto de vista de las relaciones de clase,
la explotación se define como un proceso o mecanismo de expropiación de un excedente producido por
una clase en beneficio de otra. Esto puede suceder a través de mecanismos automáticos tales como el
salario o la expropiación violenta de la mano de obra de los otros, este fue el caso de la prestación
personal, por el cual los señores feudales obligaron a los siervos a través de la autoridad impuesta y la
coacción violenta. La explotación capitalista, en el sentido marxista, es una forma específica de
explotación que consiste en la extracción de la plusvalía producida por el trabajador o trabajadora en
beneficio del capitalista. En general, para poder hablar de explotación capitalista, debemos dar cuenta
de la producción de mercancías, el trabajo abstracto, el tiempo de trabajo socialmente necesario, el
valor y la forma salario. Incluso se puede dar cuenta de diferentes formas de explotación capitalista que
no incluyen la forma salario, por ejemplo, la apropiación del valor producido por el trabajo esclavo en
las plantaciones destinadas a la producción de mercancías.
Obviamente, estoy dejando a un lado otras hipótesis posteriores, como las basadas en la subsunción de
la sociedad en su totalidad, como defienden las tradiciones obreristas, operaria y post-operaria.
Afrontar esta cuestión y sus consecuencias para la comprensión de las relaciones de género requeriría
otro artículo. En términos generales: la extracción de plusvalía de Marx es el secreto del capital, en el
sentido de que constituye el origen de la riqueza socialmente producida y sus mecanismos de
distribución.
La explotación en el sentido de extracción de la plusvalía no es la única forma de explotación dentro de
la sociedad capitalista: simplificando, podemos decir que un empleado en un sector improductivo (en
términos de valor) también es explotado en el sentido de apropiación de plustrabajo. Y las condiciones
salariales, de vida y de trabajo del dependiente de un comercio pueden , por supuesto, ser peores que
las de un trabajador de la fábrica. Además, más allá de las tendencias economicistas de debates del
pasado, es importante tener en cuenta que desde un punto de vista político la distinción entre
trabajadores productivos e improductivos (en términos de producción de valor y plusvalía de
producción) es prácticamente irrelevante. En sentido estricto, los mecanismos y las formas de
organización y división del proceso de trabajo son mucho más importantes.
Volvamos ahora a la teoría de los sistemas duales y al problema del patriarcado.
Primer problema
Si definimos el patriarcado como un sistema de explotación, la consecuencia lógica es que existe un a
clase explotadora y una clase explotada, o mejor dicho, una clase expropiadora y una clase expropiada.
¿Quiénes conforman estas clases? Las respuestas pueden ser: todas las mujeres y todos los hombres, o
sólo algunas mujeres y algunos hombres (en el ejemplo citado por Delphy, las amas de casa y los
miembros masculinos adultos de sus familias). Si hablamos de patriarcado como un sistema público de
explotación, se sugiere la hipótesis de que sea el Estado el explotador o expropiador. Las feministas
operarias aplican la noción de explotación capitalista al trabajo doméstico, pero de acuerdo con su
punto de vista, el verdadero expropiador del trabajo doméstico es el capital, lo que implica que el
patriarcado no es en realidad un sistema de explotación autónomo.
En el caso de la obra de Delphy, la hipotesis de que las amas de casa son una clase y sus miembros
masculinos de la familia inmediata (en particular sus maridos) son la clase explotadora no está
completamente articulada, tampoco si la llevamos a sus útlimas consecuencias. En términos lógicos, la
consecuencia de su posición sería que la esposa de un trabajador migrante pertenece a la misma clase
social que la esposa de un capitalista como por ejemplo, Veronica Lario ex-esposa de Berlusconi: ambas
producen valores de uso (en un caso, puro y simple trabajo de cuidado; en el otro la obra de
“representación” de un determinado estatus social, la organización de reuniones y recepciones, por
ejemplo) y están a la vez en una relación de explotación de carácter servil, es decir, ofreciendo su
trabajo a cambio de ser sostenidas económicamente por parte del marido.
150
ppppEn “El enemigo principal”, Delphy insiste en que ser miembro de la clase patriarcal es un hecho
más importante que ser parte de la clase capitalista. Se deduciría que la solidaridad entre la esposa de
un capitalista y la esposa del trabajador migrante debe tener prioridad sobre la solidaridad de clase
entre la esposa del trabajador migrante y los demás miembros de la clase de su marido (o, lo que es más
optimismo que cualquier otra cosa, debe tener prioridad sobre la solidaridad de clase de la esposa del
capitalista y sus amigos del club de campo). Al final, la práctica política real de Delphy entra en
contradicción con las consecuencias lógicas de su teoría, lo que hace que sus límites analíticos sean aún
más evidentes. Por otra parte, si definimos hombres y mujeres (en una versión u otra), como dos clases
– una de los explotadores, la otra, la de los explotados – inevitablemente llegamos a la conclusión de
que existe un antagonismo irreconciliable entre las clases cuyos intereses están en contradicción
recíproca.
Pero, si Delphy está equivocada, ¿debemos entonces negar que los hombres de ganancias y se
aprovechan del trabajo no remunerado de las mujeres? No, porque esto sería un error simétrico, por
desgracia cometido por muchos marxistas que han llevado este razonamiento al extremo opuesto. Es
claramente mejor y más conveniente para cualquiera que alguien le cocine una comida caliente por la
noche, o tener que fregar los platos después de un largo día de trabajo. Es muy “natural”, pues, que los
hombres tiendan a tratar de aferrarse a este privilegio. En resumen, no se puede negar que hay
relaciones de dominación y jerarquía social basadas en el género y que los hombres, incluidos los de las
clases más bajas, se benefician de ellos.
Sin embargo, esto comporta la existencia automática de un antagonismo de clase. Podríamos sin
embargo, establecer la siguiente hipótesis alternativa: en una sociedad capitalista, la privatización total
o parcial del trabajo de cuidado, es decir, su concentración dentro de la familia (sea cual sea el tipo de
familia, e incluyendo los hogares monoparentales), la ausencia de una socialización a gran escala de este
trabajo de cuidado, a través del Estado o de otras formas, todo esto determina la carga de trabajo que
debe mantenerse dentro de la esfera privada, fuera tanto del mercado y de las instituciones. Las
relaciones de opresión y dominación de género determinan el modo y la escala en la que esta carga de
trabajo se distribuye, dando paso a una división desigual: las mujeres trabajan más, mientras que los
hombres trabajan menos. Pero no hay apropiación de un “excedente”.
¿Hay evidencia de lo contrario? Hagamos un sencillo experimento mental. Un hombre no perdería nada,
en términos de carga de trabajo, si la distribución del trabajo de cuidado fuera completamente
socializada en lugar de ser realizada por su esposa. En términos estructurales, no habría intereses
antagónicos o irreconciliables. Por supuesto, esto no significa que él sea consciente de este problema,
ya que es muy posible que él esté tan integrado en la cultura machista que ha desarrollado alguna forma
severa de narcisismo en base a una presunta superioridad masculina, lo que le lleva a oponerse de
forma natural a cualquier intento de socializar el trabajo de cuidado, o la emancipación de su esposa. El
capitalista, por otro lado, sí tiene algo que perder en la socialización de los medios de producción; ya no
se trata únicamente de sus convicciones acerca de la forma en que funciona el mundo y qué lugar ocupa
en él, sino también los enormes beneficios que alegremente expropia a los trabajadores.
Segundo problema
Quienes insisten en que las relaciones patriarcales hoy día conforman un sistema independiente dentro
de las sociedades capitalistas avanzadas debe enfrentar el espinoso problema de la determinación de
cuál es su fuerza motriz: ¿por qué este sistema se reproduce continuamente? ¿Por qué persiste? Si se
trata de un sistema independiente, la razón debe ser interna y no externa. El capitalismo, por ejemplo,
es un modo de producción y un sistema de relaciones sociales, cuya lógica puede ser identificada y
reconocida: según Marx, e trata del proceso de valorización del valor. Ciertamente, haber identificado
este proceso como la fuerza o el motor del capitalismo no agota todo lo que hay que decir sobre lo que
el capitalismo conlleva: esto equivaldría a pensar que la explicación de la anatomía del corazón y sus
funciones sería suficiente para explicar toda la anatomía del cuerpo humano. El capitalismo es un
conjunto de procesos y relaciones complejas. Sin embargo, la comprensión de lo que su corazón es y
cómo funciona es una necesidad analítica fundamental.
151
Cuando las relaciones patriarcales juegan un papel directo en la organización de las relaciones de
producción (qué se produce y cómo, quién se apropia, cómo se organiza la reproducción de estas
condiciones de producción), la identificación de la fuerza motriz del sistema patriarcal es más simple.
Este es el caso de las sociedades agrarias donde, por ejemplo, la familia patriarcal es directamente la
unidad de la producción de los medios de subsistencia. Sin embargo, en la sociedad capitalista la cosa se
complica, ya que las relaciones patriarcales no organizan directamente la producción, sino que
desempeñan un papel en la división del trabajo, y la familia es relegada a la esfera privada de la
reproducción.
Ante esta pregunta si, de acuerdo con Delphy u otras feministas materialistas, si seguimos viendo el
patriarcado contemporáneo como un modo de producción específico o como mínimo un conjunto de
relaciones de explotación específicas, tendríamos que hacer frente a todos los retos que se han indicado
anteriormente o simplemente abandonar la idea de que el patriarcado es un modo de producción
autónomo, al menos en el sentido convencional del término.
Una hipótesis que ya se ha sugerido en el pasado es que el patriarcado es un sistema ideológico
independiente, cuyo motor reside en el proceso de la producción de significados e interpretaciones del
mundo. Pero aquí, nos encontramos con otro problema: si la ideología es la forma en que interpretamos
nuestras condiciones de existencia y nuestras relaciones con ellas, debe existir alguna relación entre la
ideología y las condiciones sociales de existencia; una relación que definitivamente no es ni mecánica, o
automática, ni nada que se le parezca. Sería necesario establecer alguna conexión, de lo contrario
correríamos el riesgo de adoptar una concepción fetichista y ahistórica de la cultura y la ideología. Ahora
bien, la idea de que el sistema patriarcal es un sistema ideológico que constantemente se reproduce a sí
mismo, a pesar de los increíbles cambios introducidos por el capitalismo en la vida y las relaciones
sociales de producción de estos dos últimos siglos, parece aún menos convincente. Otra hipótesis podría
ser que el motor es psicológico, pero aquí también corremos el riesgo de caer en una concepción
fetichista y ahistórica de la psique humana.
Último problema
Admitamos por un momento que el patriarcado, las relaciones raciales, y el capitalismo son tres
sistemas independientes, pero que también se cruzan y recíprocamente se refuerzan mutuamente. En
este caso, la pregunta es saber el principio de organización y la lógica de esta “santa alianza”. En los
textos de Kergoat, por ejemplo, la definición de esta relación en términos de consustancialidad continua
siendo una imagen descriptiva, que no logra explicar mucho, las causas de la intersección entre estos
sistemas de explotación y dominación siguen siendo un misterio, como el de las tres personas en una de
la Santísima Trinidad.
A pesar de estos problemas, las teorías de sistemas doble o triple, en sus diferentes formas se defienden
como un presupuesto implícito en mucha de la teoría feminista contemporánea. En mi opinión, esto se
debe a que estos parecen ser los tipos de explicación más inmediatos e intuitivos. En otras palabras, se
trata de explicaciones que reflejan cómo se manifiesta la realidad tal como la percibimos. Es evidente
que las relaciones sociales son relaciones de dominación y la jerarquía basada en el género y la raza que
impregnan tanto el conjunto social como la vida cotidiana. La explicación más inmediata es que todas
estas relaciones corresponden a sistemas específicos, porque esta es la forma en que se manifiestan. Sin
embargo, las explicaciones más intuitivas no son necesariamente las más correctas.
El hecho de que el núcleo de las teorías de los dos o tres sistemas no sea convincente, no quiere decir
que no haya nada que aprender del feminismo materialista. Al contrario, los textos Delphy y otras
feministas materialistas contienen intuiciones y propuestas de vital importancia, como la
problematización del concepto del sexo o la atención extrema a la interrelación de la dimensión racial y
la dimensión de género. En el debate italiano, algunos teóricos feministas que recurren a la feminismo
materialista francesa han escrito cosas de gran interés, por ejemplo sobre mujeres e inmigración y han
llevado realizado desarrollos teóricos mucho más avanzados que los del feminismo de la diferencia.
Estas reflexiones, por lo tanto, tomarse como un intento de discusión entre compañeras de la lucha, que
tienen mucho en común, a pesar de algunas diferencias.
152
III. ¿El culpable de todo es el capitalismo?
En la última sección, escribí que la concepción del patriarcado como un sistema independiente dentro
de la sociedad capitalista es la más extendida, no sólo entre las teóricas feministas, sino también entre
las activistas porque se trata, al fin y al cabo, de la intepretación más intuitiva e inmediata de los
fenómenos de opresión y poder basados en el género que experimentamos cotidianamente. En otras
palabras, se trata de una intepretación que registra la realidad tal y como esta se manifiesta. Por
“manifestarse” no entedemos la mera apariencia o ilusión, en contraposición a una Realidad con R
mayúscula, pero si en la apariencia que las relaciones de alienación y dominio que se producen y
reproducen por y en el capital tal como las experimentan las personas a causa de esta lógica. Como
Daniel Bensaïd ha señalado, la crítica de la economía política es ante todo, una crítica del fetichismo
económico y de su ideología, la misma que nos condena a pensar en la sombra de capital. Esto no es una
cuestión de “falsa conciencia”, sino de un modo de la experiencia determinada por el propio capital: la
fragmentación de nuestra percepción de la realidad. Este es un discurso complejo, pero para hacernos
una idea de lo que ha de entenderse por “un modo de experiencia determinado por el capital,” tenemos
que hacer referencia, por ejemplo, a la sección en el primer volumen de El Capital de Marx dedicada al
fetichismo de la mercancía.
popopAhora bien, precisamente porque nuestra percepción está fragmentada y el conjunto de las
relaciones patriarcales se experimenta y percibe (por aquellos que han desarrollado una sensibilidad de
género) de forma inmediata como en conformidad con la lógica independiente y separada de la del
capital, es inevitable que surjan objecciones y dudas ante la negación del carácter independendiente del
patriarcado como sistema en las sociedades capitalistas.
La transformación de la familia
La objeción más frecuente tiene que ver con la dimensión histórica: ¿cómo se puede afirmar que el
patriarcado no es un sistema independiente cuando la opresión de las mujeres existía antes de la
sociedad capitalista? Decir que dentro de las relaciones de opresión y de poder sexistas de la sociedades
capitalistas son una consecuencia necesaria del capitalismo, y que estos fenómenos no tienen su propia
lógica independiente y adecuada, no significa apoyar el argumento absurdo según el cual la opresión de
género se origina con el capitalismo. Estamos defendiendo una tesis diferente, referida a la especificidad
del capitalismo.
Las sociedades en las que el capitalismo ha suplantado el modo producción anterior se caracterizan por
una transformación profunda y radical de la familia. La transformación de la familia es ante todo el
resultado de la expropiación de la tierra, o la acumulación primitiva, que separaba una gran parte de la
población de sus medios de producción y de subsistencia (la tierra), provocando por un lado, la
desintegración de la familia patriarcal campesina, y por el otro un proceso de urbanización sin
precedentes. El resultado fue que la familia ya no representaba la unidad de producción con una función
productiva específica y organizada, en general, a través de las relaciones patriarcales específicas que
prevalecían en la sociedades agrarias precapitalistas.
Este proceso se inició en diferentes momentos y adoptó diversas formas en todos los países en los que
se implantaron las relaciones sociales de producción capitalista. Con la separación entre la familia y el
lugar de producción, el vínculo entre producción y reproducción (en el sentido de la reproducción
biológica, generacional y social) también sufrió una transformación radical.
Y aquí está el quid de la cuestión: si bien se mantuvieron las relaciones de dominación de género,
dejaron de ser un sistema independiente con una lógica autónoma, precisamente a raíz de esta
transformación de la familia que deja de ser una unidad de producción para devenir un espacio privado,
separado de la producción de mercancías y del mercado. Por otra parte, en el proceso, las relaciones de
dominación también sufren cambios significativos. Por ejemplo, una de estas transformaciones está
vinculada a una relación directa entre la orientación sexual, identidad sexual y de género (se puede
consultar al respecto el trabajo de Foucault en la Historia de la sexualidad, las obras de Judith Butler, o,
más recientemente , los escritos de Kevin Floyd y Rosemary Hennessy). Si bien es cierto que existía la
153
opresión de género mucho antes del advenimiento del capitalismo, esto no quiere decir que las formas
que adopta sigue siendo el mismo después.
Por otra parte, se podría cuestionar la idea de que la opresión de género es un hecho transhistórico, una
idea defendida con fuerza por no pocas feministas de la “segunda ola” pero que debería ser revisada a la
luz de la investigación antropológica reciente. De hecho, la opresión de la mujer no siempre existió, ni se
produjo en la mayoría de las sociedades no clasistas, donde la opresión de género se introdujo
únicamente con el colonialismo. Para tener una idea mejor de la relación entre la relación de clase y las
relaciones de poder entre los géneros, podemos tomar el ejemplo de la esclavitud en los Estados
Unidos.
Raza y clase
En su libro Mujeres, raza y clase, Angela Davis destaca la forma en que la destrucción de la familia y
todas las relaciones de parentesco entre los esclavos afroamericanos, así como la forma específica de
mano de obra esclava, dieron lugar a un vuelco sustancial de las relaciones de poder de género entre los
esclavos. Esto no quiere decir que las esclavas no se vieran sometieran a una forma específica de
opresión como mujeres, todo lo contrario: la sufrieron severamente, pero en las manos de los dueños
de esclavos blancos, no de sus compañeros esclavos. En otras palabras, la persistencia y la articulación
de las relaciones de género se vinculan de manera compleja con las condiciones sociales, las relaciones
de clase,y las relaciones de producción y reproducción. Una visión abstracta y transhistórica de la
opresión de la mujer imposibilita la comprensión de estas articulaciones y diferencias, y por lo tanto es
incapaz de explicarlas.
La persistencia del modo de producción doméstico
Como refería anteriormente, en los países en los que el modo de producción capitalista suplantó el
anterior modo de producción, las relaciones de poder entre los género dejaron de formar un sistema
independiente debido a la transformación radical que sufrieron la familia y su papel social. Esta
afirmación no la podemos aplicar directamente en los países cuyas estructuras de producción que no se
transformaron por completo y que permanecen en la periferia de la economía capitalista mundial.
Claude Meillassoux ha documentado la persistencia de un “modo de producción doméstico” en muchos
países africanos, en los que el proceso de proletarización (es decir, la separación de los campesinos de la
tierra) ha sido bastante limitado.
Sin embargo, incluso en los lugares donde el modo de producción doméstico permanece en vigente, se
le somete a una intensa presión a causa de la integración del país en el sistema capitalista mundial. Los
efectos del colonialismo, el imperialismo, el saqueo de los recursos naturales por parte de los países
capitalistas avanzados, las presiones objetivas de la economía de mercado global, etc., tienen un
impacto significativo en las relaciones sociales y familiares que organizan la producción y distribución de
bienes y a menudo exacerba la explotación de las mujeres y la violencia de género.
Una totalidad contradictoria
Volviendo a los países capitalistas avanzados. Una objeción clásica a la tesis de que el patriarcado no
constituye un sistema independiente es que el feminismo marxista es fundamentalmente reduccionista.
En otras palabras, el feminismo marxista reduce la complejidad plural de la sociedad a meras leyes
económicas sin comprender correctamente la irreductibilidad de las relaciones de poder. Esta objeción
tendría sentido bajo dos condiciones: la primera sería que el capitalismo se entiendese únicamente
como un proceso estrictamente económico de extracción de plusvalía y por lo tanto, como un conjunto
de reglas económicas que determinan este proceso; la segunda sería que el feminismo marxista
entendiera las relaciones de poder como el resultado mecánico y automático del proceso de extracción
de plusvalía. La verdad es que este tipo de reduccionismo no se corresponde en absoluto a la riqueza y
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la complejidad del pensamiento de Marx, y menos aún a la extraordinaria sofisticación de una gran
parte de la tradición teórica marxista.
che_nComo decíamos, para tratar de explicar la sociedad capitalista únicamente en términos de
extracción de plusvalía es como tratar de explicar la anatomía del cuerpo humano explicando solamente
cómo funciona el corazón. Por el contrario, el capitalismo es una totalidad versátil y contradictoria, en
perpetuo movimiento, que contiene relaciones de explotación y de alienación que están también
sometidas a un proceso de transformación constante. A pesar de que Marx atribuye un carácter
aparentemente automático a la valorización del valor en el primer volumen de El Capital – un proceso
en el que el valor es el objeto real, mientras que los capitalistas y los individuos se reducen al papel de
sostenes o soportes de una estructura – Monsieur Le Capital en realidad no existe, se trata de una
categoría lógica. No es hasta el tercer volumen de El Capital que esto se aclara. El capitalismo no es un
Moloch, un dios oculto, un titiritero o una máquina: es una totalidad viviente de las relaciones sociales,
en el que las líneas que trazan las relaciones de clase demarcan e imponen restricciones que afectan a
todas las demás formas de relaciones. Entre ellas, encontramos también las relaciones de poder
relacionadas con el género, la orientación sexual, la raza, la nacionalidad y la religión, y todas ellas se
ponen a servicio de la acumulación de capital y su reproducción, pero a menudo en modalidades
variables, impredecibles, y bajo formas contradictorias.
Es el capitalismo “indiferente” a la opresión de la mujer?
Una opinión muy extendida entre los teóricos marxistas es considerar la opresión de género como
innecesaria o accesoria al capitalismo. Esto no quiere decir que el capitalismo no explote o no se
beneficie de las formas de desigualdad de género producida por configuraciones sociales anteriores. Lo
que plantea es que se trata de un aspecto contingente y una relación oportunista. Desde esta
perspectiva, el capitalismo realmente no depende de la opresión de género, y las mujeres han alcanzado
un nivel sin precedentes de libertad y emancipación en el capitalismo, en comparación con otras épocas
históricas. En resumen, no hay una relación antagónica entre el capitalismo y el proyecto de liberación
de la mujer.
Este punto de vista ha sido favorablemente acogido entre los teóricos marxistas de diferentes escuelas
de pensamiento, por lo que merece la pena analizarlo. Para ello podemos utilizar como punto de partida
un artículo escrito por Ellen Meiksins Wood. En su artículo “El capitalismo y la Emancipación Humana:
Raza, Género y Democracia” Wood comienza explicando las diferencias fundamentales entre el
capitalismo y los modos de producción precapitalistas. El capitalismo no vínculos intrísecos con las
identidades particulares, las desigualdades o diferencias extra-económicas, políticas o jurídicas. Todo lo
contrario: la extracción de plusvalía tiene lugar en las relaciones entre individuos formalmente libres e
iguales, sin diferencias en la situación jurídica o política. El capitalismo no tiene una disposición
estructural que cree desigualdades de género, es más, incluso tiene una tendencia natural a poner en
tela de juicio tales diferencias y diluir las identidades raciales y de género.
¿Una relación intrínseca u oportunista?
El desarrollo capitalista también creó las condiciones sociales conducentes a la crítica de estas
desigualdades, y la facilitación de la presión social en contra de ellas. Esto no tiene precedentes en
épocas históricas anteriores es suficiente evocar la literatura greco-romana, donde la que las posiciones
abolicionistas están prácticamente ausentes, a pesar de la presencia universal de la esclavitud con fines
productivos.
Al mismo tiempo, el capitalismo tiende a utilizar las diferencias preexistentes heredadas de las
sociedades anteriores de manera oportunista. Por ejemplo, el género y la diferencia racial se utilizan con
el fin de crear jerarquías entre los más y menos favorecidos los sectores de la clase explotada. Estas
jerarquías se disfrazan como consecuencias de las diferencias naturales que enmascaran su verdadera
naturaleza, es decir, que son los productos de la lógica de la competencia capitalista.
155
Esto no debe entenderse como un plan consciente seguido por el capitalismo, pero a medida que un
conjunto de prácticas y políticas convergen se evidencia el hecho de que las igualdades de género y
raciales son ventajosas para los capitalistas. El capitalismo, en efecto, instrumentaliza la opresión de
género para sus propios fines, pero también sería capaz de sobrevivir muy bien sin ella. Por el contrario,
el capitalismo no podría existir sin la explotación de clase.
Es fundamental tener en cuenta que el marco del artículo de Wood lo constituyen una serie de
cuestiones políticas básicas sobre el tipo de ganancias y beneficios extra-económicas que pueden – y no
pueden – ser obtenidos en una sociedad capitalista. Su punto de partida es el cambio en la atención de
las luchas sociales desde el terreno económico a cuestiones no económicas (emancipación racial y de
género, la paz, la salud ambiental, la ciudadanía). Y ahí está el problema. Menciono el marco teórico de
Wood, porque, por una parte, su artículo se funda en una fuerte separación entre la estructura lógica
del capital y sus dimensiones históricas; pero sin embargo, termina confundiendo estos mismos niveles,
reproduciendo así una confusión clásica que es lamentablemente muy común en la obra de muchos
teóricos marxistas que se suscriben a la tesis del artículo de Wood.
Para desarrollar este punto con una mayor claridad: tan pronto como aceptamos esta distinción entre la
estructura lógica del capital y sus dimensiones históricas, podemos aceptar la idea de que la extracción
de la plusvalía se lleva a cabo en el marco de las relaciones entre individuos formalmente libres e iguales
sin presuponer diferencias en el estatus jurídico y político. Pero podemos hacer esto sólo en un muy alto
nivel de abstracción, es decir, a nivel de la estructura lógica. Desde el punto de vista de la historia
concreta, las cosas cambian radicalmente.
Analicemos este aspecto de la cuestión punto por punto.
1. Vamos a partir de un hecho: nunca ha existido una formación social capitalista carente de opresión de
género (en sus diversas formas). Que el capitalismo se limite al uso de las desigualdades preexistentes
en este proceso continua siendo discutible: el imperialismo y el colonialismo han contribuido a la
introducción de las jerarquías de género en las sociedades en las que no existían antes, o existieron de
una manera mucho más matizada. El proceso de acumulación capitalista fue acompañado por la
expropiación ingente de diferentes formas de propiedad a las que las mujeres tenían acceso, y la
expulsión de profesiones que habían sido capaces de mantener a lo largo de la Alta Edad Media; la
alternancia de procesos de la feminización y desfeminización del trabajo contribuyó a la reconfiguración
continua de las relaciones familiares y a la creación de nuevas formas de opresión por razón de género.
El advenimiento de la reificación de la identidad de género a partir de finales del siglo XIX ha contribuido
al fortalecimiento de una matriz heteronormativa que tuvo consecuencias opresivas para las mujeres,
pero no sólo para ellas.
Otros ejemplos podrían citarse. Decir que las mujeres obtienen las libertades formales y los derechos
políticos, hecho hasta entonces inimaginable, sólo bajo el capitalismo, ya que este sistema había creado
las condiciones sociales que permiten este proceso de emancipación, es un argumento de validez
cuestionable. Se podría, de hecho, decir exactamente lo mismo para el conjunto de la clase obrera: es
un hecho único dentro del capitalismo las condiciones conquistadas por los estratos subalternos en
términos de emancipación política y el hecho de que esta clase se convirtiera en un sujeto capaz de
alcanzar importantes victorias democráticas. ¿Entonces qué? ¿Sería esto una demostración de que el
capitalismo podría funcionar fácilmente sin la explotación de la clase obrera? No lo creo. Es mejor
abandonar la referencia a lo que las mujeres tienen o no han obtenido: si las mujeres han obtenido algo,
es a la vez porque han luchado por ello, y porque con el capitalismo, las condiciones sociales han sido
favorables para el nacimiento de los movimientos sociales de masas y la política moderna. Pero esto
también es aplicable y cierto para la clase obrera.
2. Es importante distinguir lo que es funcional al capitalismo y lo que es una consecuencia necesaria de
su funcionamiento. Son dos conceptos son diferentes. Tal vez es difícil de demostrar en un alto nivel de
abstracción que la opresión de género es esencial para el funcionamiento interno del capitalismo. Es
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cierto que la competencia capitalista crea continuamente diferencias y desigualdades, pero estas
desigualdades, desde un punto de vista abstracto, no están necesariamente relacionadas con el género.
Si tuviéramos que pensar en el capitalismo “puro”, es decir, analizarlo sobre la base de sus mecanismos
esenciales, entonces tal vez Wood tendría razón. Sin embargo, esto no demuestra que el capitalismo no
produzca necesariamente, como consecuencia de su funcionamiento concreto, la reproducción
constante de la opresión de género, a menudo bajo diversas formas.
3. Por último, hay que volver a la distinción entre el nivel lógico y el nivel histórico. Lo que es posible
desde el punto de vista lógico y lo que sucede a nivel de los procesos históricos son dos cosas
profundamente diferentes. El capitalismo siempre existe en las formaciones sociales concretas, cada
una de las cuales tiene su propia historia específica. Como decíamos, estas formaciones sociales se
caracterizan por la presencia constante y omnipresente de la opresión de género. Supongamos, como
un experimento mental, que estas jerarquías en la división del trabajo se basaran en otras formas de
desigualdad (altos y bajos, jóvenes y viejos, gordos y flacos, los que hablan una lengua indo-europea
frente a los que hablan otros idiomas, etc.). Supongamos también que el embarazo y el parto fueran
procesos completamente mecanizados y que toda la esfera de las relaciones emocionales pudiera ser
mercantilizada y gestionada por los servicios privados …
Brevemente, supongamos que todo esto. ¿Es esta una visión convincente desde un punto de vista
histórico? ¿Puede la opresión de género sustituirse fácilmente por otros tipos de relaciones jerárquicas,
que aparecerían como algo natural y estar tan profundamente arraigados en la psique? Estos escenarios
parecen legítimamente dudosos.
Hacia análisis histórico concreto
En conclusión: para responder a la pregunta de si es posible que la emancipación y la liberación de las
mujeres sean alcanzadas bajo el modo de producción capitalista, debemos buscar la respuesta en el
nivel de análisis histórico concreto, no en el nivel de un análisis altamente abstracto del capital.
De hecho, es aquí donde nos encontramos no sólo con el paso en falso de Wood, sino también con el
error de muchos teóricos marxistas que permanecen fuertemente unidos a la idea de una jerarquía
entre la explotación (principal) y la opresión (secundaria). Si queremos atender el aspecto político de
esta cuestión y también estar en condiciones de responder a él, tenemos que tener una concepción
histórica de lo que el capitalismo es hoy y lo que ha sido históricamente. Este es uno de los puntos de
partida para un feminismo marxista, donde el concepto de reproducción social ocupa un papel central.
IV. Repensando El Capital, repensar el género
En la sección anterior, traté de aclarar los límites del “pensamiento fragmentado”, que presenta los
diferentes tipos de opresión y dominación, ya que cada ser conectado a un sistema autónomo, sin
entender su unidad intrínseca. Por otra parte, critiqué la lectura de la relación entre el capital y la
opresión de género que se basa en lo que he llamado un “capitalismo indiferente”. Ha llegado el
momento de abordar la “teoría unitaria”, así como el concepto de “reproducción social”.
Reconceptualizar capital
Las posiciones dualistas a menudo parten de la idea de que la crítica marxista de la economía política
sólo analiza las leyes económicas del capitalismo, a través de categorías exclusivamente económicas.
Este enfoque sería insuficiente para comprender fenómenos tan complejos como la multiplicidad de las
relaciones de poder, o las prácticas discursivas que nos constituyen como sujetos. Es por ello que se
157
considera que otros enfoques epistemológicos alternativos son más capaces de ver las causas que se
encuentran fuera del ámbito de la economía, y son más adecuados para la comprensión de la
especificidad y la naturaleza irreductible de estas relaciones sociales.
Esta posición es compartida por un amplio espectro de las teóricas feministas. Algunas de ellas han
sugerido que necesitamos un “matrimonio” o una combinación ecléctica entre diferentes tipos de
análisis críticos, algunos dedicados a las leyes económicas “puras” de la acumulación capitalista, y otros
frente a otras formas de relaciones sociales. Por otro lado, otros teóricos han adoptado lo que se llama
el “giro lingüístico” en la teoría feminista, que separa la crítica de la opresión de género de la crítica del
capitalismo. En ambos casos, existe la suposición común de que existen “leyes económicas puras”,
independiente de las relaciones específicas de dominación y alienación. Es precisamente esta hipótesis
la que debe ser cuestionada críticamente. Por razones de espacio, me limitaré a destacar dos aspectos
de la crítica marxista de la economía política.
Una relación de explotación implica siempre una relación de dominación y alienación.
En realidad estos tres aspectos nunca se separaron en la crítica marxista de la economía política. El
trabajador es ante todo un cuerpo vivo y su pensamiento, sometido a formas específicas de disciplina
que lo remodelan. Como escribe Marx, el proceso productivo “produce” el trabajador en la misma
medida que se reproduce la relación trabajo-capitalista. Dado que cada proceso de producción es
siempre concreto – es decir, que se caracteriza por aspectos que lo determinan histórica y
geográficamente – es posible concebir cada proceso productivo vinculado a un proceso disciplinario,
que construye parcialmente el tipo de sujeto el trabajador se convierte.
Podemos decir lo mismo para el consumo de los productos básicos: como Kevin Floyd ha demostrado en
su análisis de la formación de la identidad sexual, el consumo de productos básicos implica un aspecto
disciplinario y participa en la reificación de la identidad sexual. Por lo tanto el consumo también es
partícipe del proceso de formación del sujeto.
En Marx la producción y la reproducción forman una unidad indivisible.
En otras palabras, si bien son distintas y separadas y tienen características específicas, la producción y la
reproducción son necesariamente combinaciones de momentos concretos de una totalidad articulada.
La reproducción se entiende aquí como el proceso de la reproducción de una sociedad en su conjunto, o
en términos althusserianos, la reproducción de las condiciones de producción: la educación, la industria
de la cultura, la iglesia, la policía, el ejército, el sistema de salud, la ciencia , los discursos de género,
hábitos de consumo … todos estos aspectos juegan un papel crucial en la reproducción de las relaciones
de producción específicas. Althusser señala en “Ideología y aparatos ideológicos de Estado” que sin la
reproducción de las condiciones de producción, una formación social no sería capaz de mantener unida
ni un año.
Es esencial, sin embargo, no entender la relación entre la producción y la reproducción de una manera
mecanicista o determinista. De hecho, si bien Marx entiende la sociedad capitalista en su totalidad, no la
entiende como una totalidad “expresiva”. Es decir, no hay un “reflejo” automático o directo entre los
diferentes momentos de esta totalidad (arte, cultura, economía estructura, etc.), o entre un momento
en particular y la totalidad como un todo.
Al mismo tiempo, un análisis del capitalismo que no entienda esta unidad entre la producción y la
reproducción volverá a caer en un materialismo vulgar o economicista, y Marx no cometió este error.
Más allá de sus escritos políticos, el mismo El Capital es prueba de ello, por ejemplo, en las secciones
sobre la lucha por la jornada de trabajo o en la acumulación primitiva. En estos pasajes, se puede ver
claramente que la coerción, la intervención activa del Estado, y la lucha de clases son de hecho los
158
componentes constitutivos de una relación de explotación que no está determinada por leyes
puramente económicas o mecánicas.
Estas observaciones nos permiten destacar la insostenibilidad de la tesis de que Marx concibe el
capitalismo únicamente en términos económicos. Esto no quiere decir que no haya habido tendencias
materialistas reduccionistas o vulgares dentro de la tradición marxista. Esto significa, sin embargo, que
estas tendencias se basaron en un malentendido fundamental de la naturaleza de la crítica marxista de
la economía política y la fetichización de las leyes económicas, éstas últimas concebidas como cosas
estáticas o estructuras como abstractos y no como formas de actividad o de las relaciones humanas.
Alternativamente, también existe la suposición opuesta a la separación entre las leyes puramente
económicas del capitalismo y otros sistemas de dominación que conciben la unidad entre producción y
reproducción en términos de identidad directa. Este punto de vista caracteriza a una sección del
pensamiento marxista-feminista, en particular, la tradición operaria u obrerista, que insistió en ver el
trabajo reproductivo como directamente productivo de plusvalía, y por lo tanto se regido por las mismas
leyes. Una vez más, por razones de espacio, me limitaré a la observación de que un punto de vista tal
nos devuelve nuevamente a una forma de reduccionismo, que oscurece la diferencia entre las diversas
relaciones sociales y no ayuda a entender las características específicas de las distintas relaciones de
dominación que no sólo son constantemente reproducidas sino también transformadas dentro de cada
formación social capitalista. Por otra parte, no nos ayuda tampoco a analizar la forma específica en que
se encuentran determinadas estas relaciones de poder fuera del mercado laboral, sin dejar de estar
indirectamente influidas por este mercado: por ejemplo, a través de las diferentes formas de consumo
de materias primas, o por medio de las limitaciones objetivas que el trabajo asalariado (o su
equivalente, el desempleo) impone a la vida personal y a las relaciones interpersonales.
Para concluir, me propongo repensar la crítica marxista del capitalismo como una crítica de una
totalidad articulada y contradictoria de las relaciones de explotación, dominación y alienación.
Reproducción social y “Teoría Unitaria”
A la luz de esta aclaración metodológica, ahora tenemos que abordar qué se entiende por
“reproducción social” dentro de lo que generalmente se llama “teoría unitaria”. La reproducción social a
largo plazo, en la tradición marxista, por lo general indica que el proceso de la reproducción de una
sociedad en su totalidad. En la tradición marxista-feminista, sin embargo, la reproducción social significa
algo más preciso: refiere el mantenimiento y la reproducción de la vida, diaria o generacionalmente. En
este contexto, la reproducción social designa la forma en la que el trabajo físico, emocional y mental
necesaria para la producción de la población se organiza socialmente: por ejemplo, la preparación de
alimentos, la educación de los jóvenes, el cuidado de los ancianos y los enfermos, así como cuestiones
de la vivienda y los aspectos referidos a la sexualidad …
El concepto de reproducción social tiene la ventaja de ampliar nuestra visión de lo que antes se llamaba
el trabajo doméstico, y que una gran parte de lo que ha acaparado la atención del feminismo marxista.
De hecho, la reproducción social incluye dentro de su concepto un conjunto de prácticas sociales y tipos
de trabajo que van mucho más allá del trabajo doméstico. También hace que sea posible extender el
análisis fuera de las paredes de la casa, ya que el trabajo de reproducción social no siempre se
encuentra en las mismas formas: ¿qué parte de éste proviene del mercado, del estado de bienestar, y
de las relaciones familiares? Ésta sigue siendo un cuestión contingente que depende de las dinámicas
históricas específicas y luchas feministas.
El concepto de reproducción social, por lo tanto, nos permite localizar con mayor precisión la calidad
móvil y porosa de las paredes de la casa, es decir, la relación entre, por un lado, la vida doméstica en el
hogar, y el fenómeno de la mercantilización , la sexualización de la división del trabajo y las políticas del
159
estado del bienestar, por el otro. La reproducción social también nos permite analizar con mayor
eficacia fenómenos como la relación entre la mercantilización de la atención en el trabajo y la
“racialización” de las políticas migratorias represivas, como las que tienen como objetivo reducir los
costos de mano de obra inmigrante y obligarlos a aceptar como esclavos las condiciones de trabajo.
Por último, y este es el punto crucial, la forma que adoptan las funciones de reproducción social dentro
de una formación social dada, responde una relación intrínseca con la forma en que las sociedades
organizan su producción y reproducción,en su totalidad; y por lo tanto responde, se vinculan con las
relaciones de clase. Una vez más, estas relaciones no pueden ser concebidas como intersecciones
puramente accidentales y contingentes: observarlas a través de la lente de la reproducción social nos
permite identificar la lógica de la organización de estas intersecciones sin por ello excluir el papel
desempeñado por la lucha, y la existencia de fenómenos contingentes y otras prácticas en general.
Debemos tener en cuenta que el ámbito de la reproducción social es también determinante en la
formación de la subjetividad, y por lo tanto también de las relaciones de poder. Si tenemos en cuenta las
relaciones que existen en cada sociedad capitalista entre la reproducción social, la producción de la
sociedad en su conjunto, y las relaciones de producción, podemos decir que estas relaciones de
dominación y el poder no son estructuras separadas o niveles: se no se cortan de una manera
puramente externa y no mantienen una relación exclusivamente contingente con las relaciones de
producción.
Las múltiples relaciones de poder y dominación, por lo tanto aparecen como expresiones concretas de la
unidad articulada y contradictoria que es la sociedad capitalista. Este proceso no debe entenderse de
una manera automática o mecanicista. Como se ha señalado antes, no hay que olvidar la dimensión de
la praxis humana: el capitalismo no es una máquina o autómata sino una relación social, y como tal, está
sujeto a las contingencias, accidentes y conflictos. Sin embargo, las contingencias y los conflictos no
descartan la existencia de una lógica – es decir, la acumulación capitalista – que impone limitaciones
objetivas no sólo en nuestra praxis o la experiencia vivida, sino también de nuestra capacidad para
producir y relaciones articuladas con los demás, nuestro lugar en el mundo y nuestras relaciones con
nuestros condiciones de existencia.
Esto es exactamente lo que la “teoría unitaria” intenta alcanzar: ser capaz de leer las relaciones de
poder basadas en el género o la orientación sexual como momentos concretos de ese articulado,
complejo, y la totalidad contradictoria que es el capitalismo contemporáneo. Desde este punto de vista,
estos momentos concretos sin duda poseen sus propias características específicas, y por lo tanto deben
ser analizadas con herramientas teóricas adecuadas y específicas (desde el psicoanálisis a la teoría
literaria …), pero también mantienen una relación interna con esta totalidad más grande y con el
proceso de reproducción social que procede de acuerdo con la lógica de la acumulación capitalista.
La tesis esencial de la “teoría unitaria” es que para el feminismo marxista, la opresión de género y la
opresión racial no corresponden a dos sistemas autónomos que tienen sus propias causas particulares:
se han convertido en una parte integral de la sociedad capitalista a través de un largo proceso histórico
que ha disuelto anteriores formas de vida social.
Desde este punto de vista, sería un error ver a ambos como meros residuos de anteriores formaciones
sociales que siguen existiendo en la sociedad capitalista, por razones relacionadas con su anclaje en la
psique humana o en el antagonismo entre “clases sexuadas”, etc. No debemos subestimar la dimensión
psicológica de género y la opresión sexual o las contradicciones entre opresores y oprimidos. Es, sin
embargo, una cuestión reside en identificar el marco de las condiciones sociales y las relaciones de clase
que tienen un impacto, reproducen, e influyen en nuestra percepción de nosotros mismos y de nuestras
relaciones con los demás, nuestros comportamientos y nuestras prácticas.
Este marco es la lógica de la acumulación capitalista, que impone límites fundamentales en nuestras
experiencias vividas y cómo las interpretamos. El hecho de que un número tan grande de corrientes
teóricas feministas en los últimos decenios hayan sido capaces de evitar el análisis de este proceso, y el
160
papel crucial desempeñado por el capital en la opresión de género en sus diversas formas, da fe del
poder del capital de cooptar nuestras ideas e influencia nuestros modos de pensar.
Reflexiones degeneradas Patriarcado y capitalismo en PDF
Traducción realizada para Marxismo crítico de Isabel Benítez Romero desde el original italiano
originalmente publicado en cuatro entregas en http://www.communianet.org en 2014. Cotejado con la
traducción al inglés revisada por la autora para viewpointmag.com.
LAS CAUSAS ESTRUCTURALES DE
LOS CAMBIOS EN LOS AFECTOS
Guido Arditi
Las Causas Estructurales de los Cambios en los Afectos
http://www.analectica.org/articulos/arditi-afectos/
Introducción
Desde una perspectiva marxiana se sostiene la existencia de una correlación entre los cambios
estructurales que tienen lugar a nivel económico, y las producciones superestructurales del ámbito
cultural. La totalidad de las relaciones de producción constituyen
“la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la cual se alza un edificio jurídico y
político, y a la cual corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de
producción de la vida material determina el proceso social, político e intelectual de la vida en
general” (Marx, 2008).
Aquello que los hombres son, entonces, -entendiendo por esto sus ideas, pensamientos y
representaciones de la conciencia-, no son sino una emanación de su comportamiento material;
su modo de producir. El materialismo histórico entonces toma como su objeto de estudio al
capitalismo en tanto sistema de producción y al mismo tiempo como una manera de concebir y
organizar
la
cultura,
En este punto cabe señalar que si bien las formas y condiciones de producción son el factor
fundamental y determinante de las estructuras sociales; afectando todas las manifestaciones de la
civilización y el curso de la historia cultural y política;
“Marx no sostenía que las religiones, la metafísica, las escuelas de arte, las ideas éticas y las
voliciones políticas fuesen reducibles a motivos económicos ni que careciesen de importancia.
Únicamente trató de describir las condiciones económicas que las configuran y que explican su
orto y ocaso” (Schumpeter, 1961).
Así, por ejemplo “en la época en que dominó la aristocracia imperaron las ideas del honor, la
lealtad, etc., mientras que la dominación de la burguesía representó el imperio de las ideas de la
libertad,
la
igualdad,
etc.”
(Marx,
1970).
Así, en este trabajo pretendemos seguir a Horkheimer en aquello de que “la filosofía toma en serio
los valores existentes, pero insiste en que se conviertan en partes integrante de un todo teórico
161
que revele su relatividad” (Horkheimer, 1973); pues “las ideas culturales fundamentales llevan en
sí un contenido de verdad, y la filosofía debería medirlos en relación al fondo social del que
proceden”
(Horkheimer,
1973).
Por último, queremos destacar que un determinado modo de producción o una determinada fase
del desarrollo industrial llevan siempre aparejado un modo de cooperación entre los hombres, y
puesto que toda relación económica es también una relación social, el modo de producción
capitalista trae aparejadas consecuencias directamente sociales, pues es capaz de determinar
también el tipo de relaciones que los individuos establecen entre sí.
Feudalismo
Durante el feudalismo existía un tipo de vida basado en una fuerte cohesión e integración social;
se vivía en comunidades dentro de las cuales los miembros coexistían formando una trabazón
indisoluble. Esto era así porque los “patrones de propiedad, cooperación y distribución de los
productos hacen inherentemente menos viable el aislamiento de las familias” (Sen, 2001).
Podemos ver entonces que este modo de vida no respondía entonces de manera exclusiva a un
conjunto de decisiones personales o exclusivamente a una tendencia cultural, sino que se debía a
estrictas
necesidades
de
tipo
material-económico.
Bajo el sistema feudal, el siervo, a pesar de tener que ceder en forma de tributo al señor una parte
de su producto, conservaba en gran medida el control de sus medios de producción; razón por la
cual existían normas que lo vinculaban de manera permanente a las tierras del feudo. Esto le
otorgaba al campesino un fuerte sentimiento de identidad y pertenencia respecto tanto a su
actividad productiva como al producto de la misma. Había en estas sociedades por lo tanto una
mayor perdurabilidad, una mayor duración, a menudo de por vida, de muchas relaciones humanas,
si no de todas. Todo esto redundaba en una fuerte “conciencia de una unión vitalicia e indisoluble
con otros” (Elias, 2000), todo lo cual generaba una fuerte conexión para con el propio grupo.
El feudalismo contenía un cierto carácter comunitario, en el sentido que le otorga Max Weber, de
ser un modelo en el cual la actitud para la acción está inspirada “en un sentimiento subjetivo
(afectivo o tradicional) de los partícipes en constituir un todo” (Weber, 1964); pues en esas épocas
“los monjes y las monjas oraban por todos mientras el laicado trabajaba, guerreaba y gobernaba
para el conjunto” (Taylor, 2006). “Los seres humanos se sentían y percibían directamente como
miembros de agrupaciones, de grupos familiares o clases” (Elias, 2000). La identidad como
nosotros de la que nos habla Elias, era absolutamente inseparable de la concepción que se tenía
de
persona.
La comunidad era entonces una realidad a la que vincularse, siempre superior a los individuos
que la componían. Por lo tanto, en la época feudal, “los hombres no eran ciudadanos de este
cuerpo en sentido estricto, sino literalmente miembros, relacionados con la totalidad del cuerpo
de manera funcional-orgánica” (Walzer, 2008), y vivían bajo una profunda sensación de estar
incluidos
en
una
totalidad.
Así, en estas formas de sociedad, las relaciones económicas no son, -como en nuestro sistema
capitalista-, simples relaciones de mercado; sino que el dominio o subordinación económicos
162
vienen matizados con vínculos y relaciones de tipo afectivo o identificatorio, basados en la
apelación a una lealtad de los miembros; los servicios debidos a la autoridad eran exigibles no
por efecto de un contrato, sino en virtud de una relación de fidelidad natural que unía a todo
hombre
a
su
jefe.
En este tipo de sociedad, la persona singular apenas si tiene posibilidad de reflexionar sin hacer
una constante referencia a su grupo, como dice Elias, piensan y actúan desde la perspectiva del
nosotros, “estaba aún fuera de los límites de lo imaginable la concepción de un individuo sin
grupo, de un ser humano tal como es cuando se le despoja de toda referencia al nosotros” (Elias,
2000), al punto que “el carácter personal del individuo está modelado para la constante
convivencia con otros y para que su comportamiento remita constantemente a otros” (Elias, 2000).
Afectos
De este modo, en estas sociedades resulta difícil hablar de la existencia de un dominio exclusivo
de la domesticidad; pues en ellas, tanto la vida individual como la del núcleo familiar, carecen de
fronteras claramente delimitadas que las separaran de las más amplias definiciones del espacio
social. El individuo “era parte de una red más amplia de relaciones, unida a los parientes por lazos
de
dependencia,
lealtad,
reciprocidad
y
ayuda
mutua”
(Stone,
1989).
Por todo esto, en estas sociedades muchas veces sólo se abre ante el ser humano, desde su niñez,
un único camino en línea recta; hay un margen de elección más estrecho, un menor número de
alternativas
y
posibilidades
de
elección.
De esta manera, los derechos y obligaciones estaban ligados a la tradición, por lo que el ideal
matrimonial más habitual consistía en un acuerdo entre la generación superior. Como era de
esperarse, era esta una decisión irrevocable, que era necesario acatar por cuestiones de obediencia
filial. En estos tiempos, “importaba más contratar un matrimonio ‘honorable’ para las respectivas
familias de los contrayente, que otro basado en el ‘amor’ individual de los contrayentes” (Bestard,
1998).
Primer Capitalismo
El paulatino pero constante crecimiento de la actividad comercial fue generando un aumento de
la producción para la venta, lo cual redundó en una mayor presión para intervenir en la
organización de los tiempos de producción. Así, comenzó a tener lugar una creciente división del
trabajo que, con el tiempo, fue transformando las industrias artesanales en fábricas mecanizadas.
A lo largo de este proceso se puede notar que, el trabajador va creando, al trabajar, su propia
alienación, pues;
“si se estudia el camino recorrido por el desarrollo del proceso de trabajo desde el artesanado,
pasando por la cooperación y la manufactura, hasta la industria maquinista, se observa una
163
creciente racionalización, una progresiva eliminación de las propiedades cualitativas, humanas,
individuales del trabajador” (Lukacs, 2013).
El trabajo comienza a verse crecientemente reducido a funciones específicas y predeterminadas
que han de repetirse de manera obediente y mecánica; procurando conscientemente incluso
mantener a raya todo impulso de iniciativa creativa. Por esto, tiene lugar, en primer término, una
enajenación
del
productor
en
la
actividad
misma
del
trabajo,
En este punto cabe aclarar que este proceso no es exclusivamente aplicable a la labor del obrero
fabril, sino que también;
“el trabajo racionalizado y especializado de oficina termina por borrar la personalidad, el
resultado calculable sustituye la ‘visión’. El caudillo no tiene ya oportunidad de lanzarse al
combate. Está en vías de convertirse en otro empleado de oficina más, un empleado que no
siempre es difícil de sustituir” (Schumpeter, 1961).
El trabajador moderno, -en general-, no es ya más que una ruedecita dentro de una máquina de la
que no puede escapar; incluso su máxima aspiración consiste solamente en intentar progresar
hasta convertirse en una rueda más grande. Así las cosas, la alienación en el trabajo se hace
palpable tanto al obrero como al empresario, pues se trata de un fenómeno estructural endémico
de
un
determinado
sistema
productivo.
En último término, el trabajador es distanciado también respecto del producto final de su trabajo,
pues sucede que “el objeto que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a él como un ser
extraño,
como
un
poder
independiente
del
productor”
(Marx,
1979).
Tal como dice Lukacs;
“la descomposición mecánica del proceso de producción desgarra también los vínculos que en
la producción ‘orgánica’ unían a los sujetos singulares del trabajo en una comunidad. La
mecanización de la producción hace de ellos, también desde este punto de vista átomos aislados
abstractos” (Lukacs, 2013).
Es así que “el trabajo alienado ‘hace extrañas entre sí la vida genérica y la vida individual’”
(Giddens, 1977); por lo que el individuo empieza a pensarse cada vez más como fin y valor
supremo, y a pensar a su sociedad como medio; cada persona se abre paso entre las demás,
dirigiéndose hacia sus propios objetivos, intereses y proyectos individuales. Aquí se erige por
primera vez la conciencia de uno mismo como una entidad exterior e independiente del propio
grupo, a veces incluso enfrentada a este. Tal es así que, como dijera el propio Marx, “al llegar el
siglo XVIII, con la ‘sociedad civil’, las diferentes formas de conexión social aparecen ante el
individuo como un simple medio para lograr sus fines privados, como una necesidad exterior”
(Marx,
1989).
El trabajo es ahora la forma del nexo social, generando “una progresiva emancipación de la
economía de sus tradicionales ataduras políticas, éticas y culturales” (Bauman, 2005ª). Como
vemos, esta alienación en principio estructural y material, es rápidamente trasladada a las
relaciones humanas y personales que se configuran en derredor a la producción, y lo que se busca
ahora es solo una cooperación eficiente, indiferente de que exista entre los trabajadores algún
164
intercambio afectivo o alguno de los rasgos de la familiaridad. Así, tiene lugar una inversión de
la pauta cultural precedente; si en la comunidad los intereses colectivos o grupales absorbían a
los individuales, las nuevas relaciones, tras caer los antiguos lazos de lealtad, no son más vínculos
de
mercado,
exclusivamente
económicos.
Este nuevo individuo siente menos afecto tanto por sus jefes, -frente a los que no se siente
vinculado-, como por sus vecinos, los cuales no son tales en el sentido social, muchas veces ni
tan siquiera conocidos. Esto, sumado a la ausencia de la anterior red de contención, redunda en
un creciente individualismo que dispone “a cada ciudadano a aislarse de la masa de sus semejantes
y a retirarse con su familia y amigos; de tal modo que, después de haber creado así una sociedad
a su estilo, abandona de buena gana a si misma a la gran sociedad” (Chevallier, 1989).
Incluso, “la conversión de las relaciones humanas en mecanismos económicos objetivos daba al
individuo, al menos en principio, cierta independencia” (Horkheimer, 1973); el relajamiento y
pérdida de poder de las agrupaciones institucionales y sociales propias del feudalismo, abría el
campo hacia una transición desde un pensar basado en autoridades externas tradicionales hacia
un modo de pensar más autónomo e individual. La Modernidad puso, en un solo movimiento “la
‘liberación’ a la cabeza de su programa de reforma política y la ‘libertad’ a la cabeza de su sistema
de valores” (Bauman, 2005ª); los usos y costumbres, las célebres lealtades personales
tradicionales, y los lazos comunales con sus consecuentes derechos y obligaciones; no eran ya
más que grilletes que constreñían el libre desempeño de la propia iniciativa; principalmente la
libertad individual de elegir y actuar. Surge entonces como consecuencia superestructural, tal
como hemos señalado, una exacerbación de la idea de libertad, una reivindicación del sujeto como
existencia
independiente
y
como
agente
libre.
Vemos aquí la manera en la que el capital produce sus propios tipos subjetivos, que no son otra
cosa que el resultado de su modo producción. Es en este sentido que al hablar de sociedad
capitalista lo hacemos teniendo en cuenta que es una sociedad de dominación en tanto estructura
las prácticas, altera las relaciones y las subjetividades.
Afectos
Los individuos devienen tales, y por tanto, comienzan a reclamar una opinión, un querer y una
conciencia propios; independientes de las consideraciones patrimoniales. Más aún, en ausencia
de las guías de actuación propias de las redes de parentesco, las decisiones han de originarse
necesariamente en estos últimos. Subvirtiendo el orden anterior, la Modernidad coloca al
individuo tanto por sobre los parientes, la familia y la sociedad toda.
Es así que durante la Modernidad surge, tal como venimos señalando, una disminución del peso
de la tradición, lo cual se traduce inmediatamente en una mayor autonomía: “el sentido del cambio
se produce en términos de una pérdida de la tradición, de la comunidad y de la costumbre, y en
nombre de la elección individual” (Bestard, 1998), al punto en que “la modernidad reemplaza la
heteronomía del sustrato social determinante por la obligatoria y compulsiva autodeterminación”
(Bauman, 2005a). La otra cara del individualismo es entonces la independencia responsable.
En la época moderna, el capitalismo y su correspondiente sistema de libre contrato en las
165
relaciones laborales, adelantaron un sistema análogo en el ámbito de las relaciones de pareja, pues
“se veía cada vez con mayor frecuencia a las relaciones humanas en términos económicos,
gobernadas por las reglas del mercado libre” (Stone, 1989). La libertad de elección amorosa
entonces bien puede ser vista entonces como un reflejo ideológico del surgimiento del libre
mercado. Tal como dice Taylor:
“Desde este período, y en adelante, se produce la constante decadencia del poder que hasta
entonces habían ejercido los padres y otros grupos más extensos de parentesco en la elección del
cónyuge, y la elección pasa a ser progresivamente asunto de la pareja. Como siempre, el acento
en la individuación y el compromiso personal colocan un lugar de mayor importancia el acuerdo
contractual” (Taylor, 2006)
El matrimonio, tras la caída de las comunidades naturales, heredadas y dadas, pasa a estar basado
en dos de las piedras de toque del ethos moderno; el contrato y el consentimiento entre individuos
libres e iguales. La autonomía es colocada en un lugar central, por lo que los ideales del amor
romántico no hacen sino reflejar a la perfección los valores emergentes de libertad y
autorrealización.
Por otro lado, ante la organización racional de los asuntos públicos que hemos descrito, ante el
dominio individualista e instrumental del trabajo, la economía y la sociedad en general; tiene lugar
un deseo de arraigo en vistas a conseguir la coherencia y estabilidad perdidas; es así que
lentamente, “la familia va camino de convertirse en el ‘refugio en un mundo desalmado’” (Taylor,
2006).
Ante la necesidad de “proteger a alguna porción de la humanidad contra esta fragmentación del
alma, contra este poder absorbente del ideal burocrático de vida” (Giddens, 1977); el espacio
conyugal se convierte en el lugar donde puede expresarse con mayor respetabilidad el
sentimiento. La familia se erige como un recinto de amor y cuidados; como un espacio reservado
a la afirmación emocional, al desarrollo de la calidez, un dominio donde es posible recibir apoyo
y desarrollar sentimientos de seguridad en un mundo, por lo demás, cada vez más frío.
Esta erosión de apoyos externos implicó un mayor alejamiento de la familia central de la
interferencia o apoyo tanto de los parientes como del resto de la comunidad, una reducción de la
esfera de sociabilidad, de los contactos y lazos emocionales con personas fuera del grupo central.
Las relaciones de parentesco adquirieron entonces un carácter exclusivamente personal, surgió
aquí entonces una familia autoenclaustrada, que como contrapartida implicó un aumento en la
lealtad
en
lo
interno.
Así, es la propia esfera privada la que se convierte en el ámbito en el cual se pone en juego la
realización personal; casarse –a la manera moderna- se convierte en un medio de afirmación de
independencia y autonomía, de forjar una identidad. Por todo esto, la felicidad personal comienza
crecientemente
a
buscarse
en
la
intimidad
doméstica.
Este tipo de matrimonio, era hijo del primer capitalismo, en tanto se lo pensaba, al igual que a las
relaciones entre capitalistas y trabajadores, a la manera de un contrato vitalicio. Incluso, el
horizonte de la vida marital de alguna manera se extendía más allá de la duración de la propia
166
existencia, ya que justamente, la familia conyugal era pensada como el principal mecanismo a
través del cual lograr continuidad en un mundo formado por individuos.
Capitalismo Tardío
El capitalismo, sobre la base de sus propias leyes de funcionamiento económico, amplía cada vez
más la escala y el ritmo productivos; expandiendo consecuentemente los mercados. A través de
la libre circulación de capitales, fuerza de trabajo y mercancías, ha conseguido la conquista de
nuevos territorios, arrastrando hacia un mismo sistema social y económico –e incluso a veces
hacia un mismo mercado de trabajo-, a los más diversos grupos culturales e incluso nacionales
que existen. Su avance no se detiene hasta que no haya más mundo que volver capitalista. “El
capital, movido por sus propias legalidades y necesidades internas, motoriza una historia
progresiva hacia la mundialización” (Algranti, 2001), tal es así que “la expansión de la economía
capitalista ha alcanzado finalmente la extensión global” (Bauman, 2005b).
Bajo estas influencias, los individuos concretos comienzan a verse crecientemente sojuzgados y
sometidos por un poder extraño a ellos; que se revela en última instancia como el mercado
mundial. Su propia capacidad de acción se ve mermada y arrollada por macroprocesos sobre los
que no tienen ningún control. La individualidad pierde entonces su anterior base económica, pues
el sujeto actual se atestigua como integrado a estructuras colectivas o institucionales más grandes.
Es así que nos encontramos en un estado de vulnerabilidad universal, la inseguridad y la fragilidad
son parte del mundo que todos habitamos. Tal como afirma Elias,
“avanzamos a lo largo de la historia humana como los pasajeros de un tren que corre cada vez
más rápido, sin conductor y sin posibilidad de ser controlado por los viajeros: nadie sabe hacia
dónde es el viaje o cuándo será el próximo choque, ni qué se puede hacer para controlar mejor
el tren” (Elias, 2000).
La entrada en este sistema macroeconómico global de interacciones más abierto y complejo,
provoca, como dijimos, la entrada a un mundo económico cada vez menos previsible; al punto en
que en nuestros días “el porvenir del individuo depende cada vez menos de su propia previsión y
cada vez más de las luchas nacionales e internacionales libradas por los colosos del poder”
(Horkheimer, 1973). La capacidad de realizar predicciones, formular hipótesis, o realizar
previsiones
económicas
declina.
Es así que somos una generación signada por la constante “experimentación subjetiva de
sentimientos de desprotección, abandono, incertidumbre e inseguridad” (Levita, 2001). La
“precariedad, inestabilidad, vulnerabilidad son las características más extendidas (y las más
dolorosas) de las condiciones de vida contemporáneas” (Bauman, 2005b). Estamos frente a un
“enclave social desregulado, fragmentado, mal definido, de baja resolución, imprevisible,
dislocado y ampliamente descontrolado” (Bauman, 2005b). Estos procesos “alimentan la
incertidumbre y hunden a los sujetos en un ambiente social fluido y signado por el cambio”
(Levita,
2001).
Pero este tipo subjetivo no está restringido a la competencia exclusiva del ámbito laboral, sino
167
que en general, a lo largo y ancho del mundo posmoderno, el “pensamiento a largo plazo (y más
aún las obligaciones y compromisos a largo plazo) se perfila efectivamente como ‘sin sentido’”
(Bauman, 2005b), lo cual se extiende hacia todas las relaciones posibles; “la probabilidad de que
uno encuentre mañana el propio cuerpo inmerso en una familia, un grupo de trabajo, una clase y
un vecindario muy diferentes o radicalmente cambiados resulta hoy mucho más creíble”
(Bauman, 2005a), generando un carácter cada vez más temporal, intercambiable y voluntario de
todas las relaciones posibles.
Afectos
El lapso de una vida por lo tanto se fragmenta en una mera secuencia de episodios que son
manejados de a uno por vez, pues. Y es por todo esto que las perspectivas concretas tienen una
duración cada vez más breve, el futuro ocupa un lugar cada vez más chico dentro de las
consideraciones personales. Asistimos al hecho de que la “‘precarización’ llevada adelante por
los operadores del mercado de trabajo se ve auxiliada e instigada (y en sus efectos reforzada) por
las políticas de vida” (Bauman, 2005a), justamente, las estrategias y los planes de vida se vuelven
cortoplacistas, transitorios, versátiles y volubles, sin un alcance que exceda el de las próximas
jugadas.
Es por todo esto que coincidimos con Bauman en que
“en la actualidad las cosas han cambiado, y el ingrediente crucial de este cambio multifacético
es la nueva mentalidad ‘a corto plazo’ que vino a reemplazar a la mentalidad ‘a largo plazo’.
Los matrimonios del tipo ‘hasta que la muerte nos separe’ están absolutamente fuera de moda y
son una rareza” (Bauman, 2005a).
Cada vez resulta más difícil procurar que las relaciones salgan adelante en las buenas y en las
malas, en la salud y en la enfermedad. Lo que prima es “el carácter temporario de la cohabitación
y la posibilidad de que esa sociedad pueda romperse en cualquier momento y por cualquier motivo
una vez que el deseo o la necesidad se hayan agotado” (Bauman, 2005a). Por esto, “la lealtad
mutua y el compromiso tienen pocas posibilidades de brotar y echar raíces” (Bauman, 2005a). El
amor confluente del que nos habla Giddens; “es un amor contingente, activo y por consiguiente,
choca con las expresiones ‘para siempre’, ‘solo y único’ que se utilizan por el complejo del amor
romántico” (Giddens, 1995).
Apartado Final
Vemos aquí entonces la manera en la que el capital produce sus propios tipos subjetivos que no
son otra cosa que el resultado de su modo producción. Es en este sentido que al hablar de sociedad
capitalista en este trabajo lo hemos hecho teniendo en cuenta que es una sociedad de dominación
no sólo en momentos puntuales sino en tanto estructurante, en tanto altera las prácticas, las
relaciones y también altera los tipos subjetivos.
168
Bibliografía
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A “El Chapo” no se le extradita porque tienen miedo de
que en EU “suelte la sopa”: Vicente Fox
http://www.sinembargo.mx/08-03-2016/1633676
Por
Redacción / Sin Embargo marzo 8, 2016
- 18:52h 3 Comentarios
Joaquín Guzmán Loera se ha escapado en dos ocasiones de prisión, la primera en enero de 2001, dos
meses después de que Vicente Fox asumió como Presidente de México. En esa ocasión, “El Chapo” se
fugó del penal de Puente Grande, en Jalisco, supuestamente escondido en un carrito de ropa sucia, y
permaneció prófugo hasta principios de 2014. “No se escapó de la primera prisión sino fue por
corrupción, no se escapó de la segunda vez sino fue por corrupción”, declaró el ex mandatario, sin
embargo, se deslindó que él tuviera algo que ver con el primer escape.
Ciudad de México, 8 de marzo (SinEmbargo).- El ex Presidente de México, Vicente Fox Quesada, dijo a la
agencia AFP, que Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, no ha sido extraditado a Estados Unidos
debido a que las autoridades tienen miedo de que el capo “suelte la sopa allá”.
“¿Por qué no se le extradita? Porque a lo mejor hay miedo de que sople, de que suelte la sopa allá”, dijo
el ex mandatario en una entrevista con la Agence France-Presse.
El ex mandatario incluso aseveró que si él fuera actualmente el Presidente extraditaría al capo: “Yo, si
estuviera de Presidente, lo extraditaba de inmediato”, dijo.
Vicente Fox fue cuestionado sobre las recientes declaraciones que Rosa Isela Guzmán Ortiz, una
supuesta hija de Joaquín Guzmán, hizo al diario británico The Guardian, donde aseveró que su padre dio
dinero a campañas de políticos a cambio de protección.
169
Sobre el tema, el ex Presidente panista dijo que él no dudaba que esas declaraciones fueran ciertas, y
que todos los partidos, incluidos el Blanquiazul, podrían estar manchados.
“No lo dudo ni tantito (ni un poco). Han salido muchos trapitos, por aquí y por allá, y a todos los
partidos: a los del PAN, a los del PRI a los del PRD. El que no tenga culpa, que tire la primera piedra”,
declaró Fox a AFP.
El ex Presidente dijo que la filtración del dinero del narcotráfico a la política del país “es un peligro
constante”, pues dijo, se trata de “una manera de lavar dinero, pero además de obtener poder
directamente”.
Joaquín Guzmán Loera se ha escapado en dos ocasiones de prisión, la primera en enero de 2001, dos
meses después de que Vicente Fox asumió como Presidente de México. En esa ocasión, “El Chapo” se
fugó del penal de Puente Grande, en Jalisco, supuestamente escondido en un carrito de ropa sucia, y
permaneció prófugo hasta principios de 2014. La segunda, en julio de 2015, del penal de El Altiplano, en
el Estado de México. Y finalmente fue recapturado el pasado 8 de enero.
El ex Presidente dijo a AFP, que en ambas fugas el capo pudo salir gracias a la corrupción, sin embargo
negó que él tuviera algo que ver con la primera.
“No se escapó de la primera prisión sino fue por corrupción, no se escapó de la segunda vez sino fue por
corrupción”, sostuvo Fox.
Señaló también que Guzmán Loera “usó mecanismos inteligentes […] pero que tuvo que [ser] a
cañonazos [de billetes] eso no cabe la menor duda”, agregó.
Desde la detención del líder del Cártel de Sinaloa, ocurrida el pasado 8 de enero en Los Mochis, sus
abogados y su esposa han denunciado supuestas violaciones a sus derechos humanos. Foto: Especial.
Desde la detención del líder del Cártel de Sinaloa, ocurrida el pasado 8 de enero en Los Mochis, sus
abogados y su esposa han denunciado supuestas violaciones a sus derechos humanos. Foto: Especial.
Desde la detención del líder del Cártel de Sinaloa, ocurrida el pasado 8 de enero en Los Mochis, sus
abogados y su esposa denunciaron ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que en El
Altiplano hostigaban a “El Chapo” al no dejarlo descansar, lo que alteraba su estado de salud y ponía en
riesgo su vida.
De acuerdo con las quejas ante la CNDH, en un inicio redujeron las visitas al narcotraficante. Después,
“El Chapo” confió a su abogado que los custodios lo despertaban cada hora y que los ladridos de los
perros que lo vigilaban no lo dejaban dormir.
El pasado 2 de marzo, José Refugio Rodríguez Núñez, abogado de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera,
informó que el narcotraficante solicitó la extradición inmediata a Estados Unidos por los malos tratos
que recibe en el penal de El Altiplano.
Rodríguez Núñez dijo que durante una visita realizada a “El Chapo” Guzmán, éste le solicitó acelerar los
trámites para ser extraditado porque ya no soporta la situación que vive en la cárcel.
Ayer, el Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales, dijo que el Gobierno mexicano no se dejará
chantajear ni caerá en el juego mediático de “El Chapo” Guzmán.
“El Estado mexicano no se va aprestar al chantaje ni a litigar en los medios lo que debe ser juzgado
únicamente por los tribunales”, afirmó el funcionario federal tras defender las medidas adoptadas para
fortalecer el resguardo del capo.
Sales señaló incluso que sus cercanos están trabajando en una “estrategia mediática” para “desviar la
atención” y “victimizar” al líder del cártel de Sinaloa.
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Sales consideró que como parte de esta “abierta” táctica mediática está conformada por las recientes
declaraciones de la supuesta hija del capo.
“Son señalamientos que carecen de soporte probatorio” y que buscan dañar a las instituciones, afirmó.
Uruguay. Desenmascarando a Mujica: Maquillar las instituciones con los hábitos de la calle
Raúl Zibechi ::09.Feb.16 :: Análisis y Noticias
Se trata de operaciones cosméticas exitosas, dirigidas a públicos cansados de la vieja clase política pero,
a la vez, modelados por el consumismo que les impide distinguir entre el maquillaje y la realidad, entre
el discurso y los hechos.
Maquillar las instituciones con los hábitos de la calle
Raúl Zibechi
Desinformémonos
http://clajadep.lahaine.org/?p=17430
Hace ya más de veinte años, en febrero de 1996, José Mujica se estrenaba como diputado. Su llegada al
parlamento produjo hechos que llamaron la atención. Estacionaba su moto en las afueras del
parlamento, algo que nunca había sucedido ya que sus señorías siempre llegaban en coches oficiales. El
diputado ingresaba al hemiciclo sin corbata ni terno, vestido como un ciudadano común, al punto que
los primeros días los porteros dudaban en dejarlo ingresar.
Con los años una parte considerable de los diputados –sobre todo los de la izquierda pero también
algunos de la derecha- ya no utilizan la vestimenta tradicional y lucen los modos y estilos de la gente de
la calle, esa misma que desconfía de los políticos y de los altos cargos del Estado. Un diputado
comunista, dirigente del sindicato de la construcción, en ocasiones acude con el mameluco que usan los
obreros. Ya no llaman la atención, pero durante cierto tiempo la “democratización” de los modos y
costumbres de los parlamentarios revistió de un aura de legitimidad a la más alta institución de la
democracia representativa.
El recuerdo de aquellos cambios en los hábitos abierto por Mujica, se reaviva a raíz de lo sucedido en el
Congreso de Madrid al ingresar por primera vez una nutrida representación de Podemos. Un joven
diputado llamó la atención por sus rastas y se pudo ver a otra parlamentaria de la misma formación con
su bebe en brazos, atrayendo el interés de los medios y de unos cuantos votantes. Las páginas se
llenaron de comentarios, hubo incluso encuestas que recogieron opiniones sobre esos hechos que
merecieron, además, artículos de opinión y hasta editoriales.
Con los años, el diputado Mujica se convirtió en senador, luego en presidente y ahora en expresidente.
Una trayectoria notable dentro de las instituciones estatales. Su innovación tuvo dos efectos culturales:
modificó las costumbres de los representantes que ocupan esas instituciones e hizo que una parte de la
población creyera que las transformaciones deseadas estaban en marcha. Si los diputados podían
vestirse y comportarse como la gente común, cómo no iban a gobernar a favor de esa misma gente.
En Uruguay ya llevamos once años de gobiernos del Frente Amplio, desde que en 2005 asumiera la
presidencia Tabaré Vásquez, quien volvió a asumir el año pasado. Al igual que en el Estado Español, las
esperanzas de cambio estaban focalizadas en esas personas que con su sola presencia parecían encarnar
los deseos más profundos de la parte de la población que depositó en ellos su confianza.
Pero la tiranía del tiempo termina develando lo que las máscaras se empeñan en ocultar: no hubo
cambios importantes, apenas se maquillaron las instituciones. El neoliberalismo extractivo sigue siendo
el modo de acumulación predominante; hubo un descenso de la pobreza pero la desigualdad se
mantiene intocada porque no hubo el menor interés en combatir la riqueza concentrada por el 1%.
Apenas vuelven a soplar vientos de crisis económica, buena parte de las “conquistas” de los gobiernos
progresistas se dispersan en el aire, por la sencilla razón de que no hubo cambios estructurales.
171
Puede rastrearse un cierto paralelismo entre los modos que enseñan los nuevos representantes y las
políticas puestas en marcha con su aval: el maquillaje sustituye los cambios. Pero no estamos ante
retoques cualesquiera, frente a cosméticos neutros, sino ante una operación mayor que, por un lado,
busca legitimar caducas y obsoletas instituciones, sino ante la utilización de modales, modos y formas
de hacer propios de los movimientos sociales.
Se trata de utilizar los cambios culturales que trajeron los movimientos populares pero sin la presencia
de esos movimientos. Los dirigentes de Podemos hablan como si fuesen militantes sociales, se
presentan en grupo en las ruedas de prensa aunque habla básicamente el líder único, apelan a la calle
pero recelan de la calle. Usan a la gente común que se moviliza para disputar apenas el lugar donde se
sientan en el Congreso.
Semejante modo de operar puede parecer oportunista, y lo es. Pero lo importante es que se trata de
operaciones cosméticas exitosas, dirigidas a públicos cansados de la vieja clase política pero, a la vez,
modelados por el consumismo que les impide distinguir entre el maquillaje y la realidad, entre el
discurso y los hechos. ¿Quién se acuerda ya de la griega Syriza y todo el entusiasmo que levantó su
triunfo electoral? Un año después se puede afirmar que el gran éxito de Syriza fue sacar a la gente de la
calle, abrir un tajo en la protesta social con promesas y sonrisas. ¿Quién sabe que Mujica insulta
reiteradamente a los trabajadores en huelga, como sucedió días atrás con los salvavidas en las costas
uruguayas?
Es cierto que las derechas son terribles, como lo muestra estos días el gobierno argentino de Mauricio
Macri. Pero eso no nos puede permitir avalar cualquier cosa.
Si nos enfocamos en los abajos, estos hechos dejan algunas lecciones importantes. Es mejor mirar las
manos de los políticos que atender sus discursos. Es más importante prestar atención a la gente común
organizada en movimientos que a las instituciones estatales, aunque las ocupen personas que tienen
cierto parecido con nosotros y nosotras.
Derrotas y victorias/ Álvaro García Linera
Rebelión
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209768
Cuando uno arroja una piedra a un vaso de cristal y éste se quiebra, a veces surge la pregunta ¿por qué se rompe
el vaso? ¿Es por culpa de la piedra que lo impactó? ¿O porque el vaso es rompible y luego entonces la piedra lo
fragmenta? Es una pregunta que solía plantearla el sociólogo Pierre Bourdieu para explicar que solo la segunda
posibilidad era la correcta, porque te permitía ver, en la configuración interna del objeto, las condiciones de su
devenir.
En el caso del referéndum del 21 de febrero, no cabe duda que hubo una campaña política orquestada por
asesores extranjeros. Las visitas clandestinas de la ONG NDI, dependiente del Departamento de Estado, sus
cursos de preparación de activistas cibernéticos, los continuos viajes de los jefes de oposición a Nueva York —no
precisamente a disfrutar del invierno—, hablan de una planificación externa que tuvo su influencia. Pero así como
la piedra arrojada hacia el vaso, esta acción externa solo pudo tener efecto debido a las condiciones internas del
proceso político boliviano, que es preciso analizar.
CLASES. 1. La nueva estructura de las clases sociales
Que en 10 años el 20% de la población boliviana haya pasado de la extrema pobreza a la clase media es un
hecho de justicia y un récord de ascenso social, pero también de desclasamiento y reenclasamiento social, que
modifica toda la arquitectura de las clases sociales en Bolivia. Si a ello sumamos que en la misma década de oro
la diferencia entre los más ricos y los más pobres se redujo de 128 a 39 veces; que la blanquitud social ha dejado
de ser un “plus”, un capital de ascenso social y que hoy más bien la indianitud se está consagrando como el
nuevo capital étnico que habilita el acceso a la administración pública y al reconocimiento, nos referimos a que
la composición boliviana de clases sociales se ha reconfigurado y, con ello, las sensibilidades colectivas, o lo que
Antonio Gramsci llama el sentido común, el modo de organizar y recepcionar el mundo, es distinto al que
prevalecía a inicios del siglo XXI.
Las clases sociales populares de hoy no son las mismas que aquellas que llevaron adelante la insurrección de
2003. Los regantes controlan sus sistemas de agua; los mineros y fabriles han multiplicado su salario por cinco;
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los alteños, que pelearon por el gas, ahora tienen, en un 80%, gas a domicilio; las comunidades campesinas e
indígenas tienen seis veces más cantidad de tierra que todo el sector empresarial; y los aymaras y quechas,
marginados por su identidad indígena en el pasado, son los que ahora conducen la indianización del Estado
boliviano. Hay, por tanto, un poder económico y político democratizado en la base popular, que modifica los
métodos de lucha sociales para ser atendido por el Estado. Paralelamente, la urbanización se ha incrementado
pero, ante todo, los servicios urbanos de educación, salud, comunicación y transporte se han expandido en las
áreas rurales ampliando los procesos de individuación de las nuevas generaciones, diversificando las fuentes de
información y de construcción de opinión pública regionalizada más allá del sindicato o la asamblea. Si a ello
añadimos el hecho de que pasada la etapa del ascenso social insurreccional (2003-2009), inevitablemente viene
un reflujo social, un repliegue corporativo que debilita a las organizaciones sociales y a su producción de un
horizonte universal, entonces es normal un periodo de despolitización social, que disminuye la centralidad sindical
como núcleo privilegiado de construcción de la opinión pública popular, para ampliarla a una pluralidad de fuentes
como los medios de comunicación, la gestión estatal, las redes sociales, etc.
La comunidad nacional en lucha contra las privatizaciones, la comunidad nacional despojada de sus recursos y
que reclama su reconquista, o la comunidad dolorosa de las víctimas de la matanza de octubre de 2003, que
fueron la base del ascenso revolucionario entre 2000 y 2006, han dado lugar a otro tipo de comunidades
reivindicativas más dispersas regionalmente, más afincadas en la gestión de proyectos de desarrollo o de
expectativas educativas de carácter individual. Se trata de comunidades de tipo virtual o mediáticas que no solo
modifican los métodos de lucha sino también los contenidos mismos de lucha, las percepciones sobre lo deseado,
lo necesario y lo común.
En conjunto, la estructura de las clases sociales se ha modificado. La democratización en el acceso al capital
económico, clave del modelo de desarrollo boliviano, ha permitido un rápido ascenso social de sectores pobres y
una reducción de las distancias económicas con los sectores más ricos de la sociedad; la acelerada devaluación
de la blanquitud como capital étnico de consagración social, sumada a la conversión de la filiación sindical en un
tipo de capital social y capital político revalorizado por el Estado para acceder a derechos, puestos y
reconocimientos públicos, han modificado la composición material de cada clase social y la relación entre las
clases sociales. El normal y previsible reflujo social después del largo ciclo de rebeliones (2000-2009), ha
acentuado estrategias individuales de reenclasamiento social, pero también una especie de “desencantamiento”
temporal de la acción colectiva, creando nuevos marcos de percepción cultural y disponibilidad política atenuadas.
Y si, además, tomamos en cuenta que una parte importante de los cuadros sindicales van pasando a la
administración pública (alcaldías, ministerios, asambleas legislativas, etc.), tenemos un escenario de
debilitamiento interno y temporal de los niveles de dirección de las organizaciones sociales, que anteriormente
habían concentrado la función política de la sociedad.
Estamos, por tanto, no solo ante una nueva estructura de clases, sino también ante nuevos marcos culturales de
movilización y de percepción del mundo. Por todo ello, la convocatoria del sindicato o de la comunidad convertida
en capital electoral en 2005 o en 2009, que irradió a sectores de la sociedad civil individuada, hoy no son
suficientes para producir el mismo efecto electoral. Sin duda, el mundo sindical obrero, campesino-indígena y
vecinal pobre continúa siendo el bastión más sólido y leal del proceso de cambio —y esto se ha verificado
nuevamente en la última elección con gestos tan extraordinarios como la donación de una mita por parte del
proletariado minero de Huanuni para la campaña—, pero ya no tiene el mismo efecto irradiador de antes. Han
surgido otras colectividades sociales entre las clases populares y en las diversas clases medias de origen popular,
más volátiles, por residencia, por estudio o por comunidad virtual, que se mueven por otros referentes e intereses,
muchas veces de carácter individual. Como gobierno revolucionario habíamos ayudado a cambiar al mundo; sin
embargo, en la acción electoral, en una parte de nuestras acciones, seguíamos aún actuando como si el mundo
no hubiera cambiado. Acudimos a medios de movilización y de información insuficientes para la nueva estructura
social de clases y, en algunas ocasiones, empleamos marcos interpretativos del mundo que ya no correspondían
al actual momento social.
LIDERAZGO. 2. Hegemonía no es lo mismo que continuidad de liderazgo
La fortaleza de un proceso revolucionario radica en instaurar una matriz explicativa del mundo en medio de la
cual las personas, las clases dominantes y las clases dominadas, organizan su vida cotidiana y su futuro.
Durkheim llamaba a esto las estructuras del conformismo moral y conformismo lógico de la vida en común. Y el
bloque social dirigente capaz de conducir activamente estas estructuras se constituye en un bloque social
hegemónico. El proceso de cambio creó una matriz explicativa y organizadora del mundo: Estado plurinacional,
igualdad de naciones y pueblos indígenas, economía plural con liderazgo estatal, autonomías. Hoy, izquierdas y
derechas se mueven en torno a esos parámetros interpretativos que regulan el campo de lo posible y lo deseado
socialmente aceptado. Hoy, la gente de a pie construye sus proyectos personales y expectativas en torno a estos
componentes potenciados hacia el futuro a través de la Agenda Patriótica 2025, y no tiene al frente ningún otro
proyecto de Estado y de economía que le haga sombra. En ese sentido, hablamos de un campo político unipolar.
El que el presidente Evo tenga una popularidad y apoyo a la gestión de gobierno que bordea el 80%, según las
encuestas hechas en plena campaña por el referéndum, constata este hecho hegemónico.
Sin embargo, cuando a los entrevistados se les consulta si están de acuerdo con una nueva postulación, solo la
mitad de los que apoyan la gestión responde positivamente. El apego al proyecto de Estado, economía y sociedad
no es similar al apoyo a la repostulación o, si se quiere, hegemonía no es directamente sinónimo de continuidad
de liderazgo.
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Es posible que haya pesado la desconfianza normal hacia una gestión muy larga; también es posible que algunas
personas pensaran que en el referéndum volvían a reelegir a Evo, creyéndolo innecesario después de ya haberlo
elegido en 2014. En todo caso, sobre ese espacio de votantes que daban su apoyo a la gestión de Evo, pero no
a su repostulación, se centró toda la artillería de la campaña, tanto de la oposición como del partido gobernante.
La oposición se montó rápidamente en una matriz de opinión larvaria, pero trabajada desde hace años con el
apoyo de agencias internacionales, referida a que los gobiernos de izquierda revolucionarios son “autoritarios”,
“abusivos”, quieren “eternizarse”, etc. Y, entonces, la repostulación fue rápidamente ensamblada a la lógica de
una manifestación que confirmaba el “abuso”, el “autoritarismo” etc. Algunos izquierdistas de “cafetín” se
sumaron a este estribillo y, por consiguiente, la irradiación fue más extensa. En tanto que el partido de gobierno
tuvo que hacer una doble labor explicativa. Primero, enfatizar que quienes no querían la repostulación eran los
de la vieja derecha privatizadora y, luego, que la repostulación garantizaba la continuidad del proceso de cambio.
En esta dualidad explicativa es donde se perdió la fuerza de la simpleza de una consigna electoral, frente a la
matriz discursiva imperialmente labrada que repercutía más fuerte justamente por su simpleza.
REDES. 3. Las redes: nuevos escenarios de lucha
Recientemente estuve en San Pedro de Curahuara, un municipio alejado, cercano a la frontera con Chile. Los
mallkus y mama t´allas nos recibieron con cariño y bien organizados; habían decidido en su asamblea los temas
a tratar y los oradores. Pero también vinieron a recibirme los jóvenes del colegio. Todos los estudiantes de la
promoción tenían un smartphone similar al mío, y si bien no habían participado de la asamblea comunal, se
habían enterado por teléfono o WhatsApp que estábamos llegando al municipio. Aquello que vi en Curahuara se
repite en toda Bolivia. El internet y las redes han abierto un nuevo soporte material de comunicación, tan
importante como lo fueron otros soportes materiales de comunicación en el pasado: la imprenta en el siglo XVIII,
la radio a principios del siglo XX, la televisión a mediados del siglo XX. Se trata de medios de comunicación cada
vez más universales, que han llegado para quedarse y que no solo modifican la construcción cultural y educativa
de las sociedades, sino la forma de hacer política y de luchar por el sentido común.
La masificación y novedad de este nuevo soporte material de comunicación ha generado una sobreexcitación
comunicacional que ha sido bien aprovechada por las fuerzas políticas de derecha, que dispusieron recursos y
especialistas cibernéticos al servicio de una guerra sucia como nunca antes había sucedido en nuestra democracia
y que ha vertido toda la lacra social en el espacio de la opinión pública.
Está claro que las redes no son culpables de la guerra sucia; es la derecha, que no tuvo escrúpulo alguno para
esa guerra sucia unilateral, la que apabulló el medio. Y que, además, logró crear una articulación en tiempo real
entre medios de comunicación tradicionales (periódico, televisión y radio), con redes sociales, de tal manera que
una información o denuncia —por ejemplo, vertida en la radio— instantáneamente contaba con un pequeño
ejército de activistas profesionales para replicarla, ampliarla y convertirla en memes, llegando así a miles de
seguidores que, antes del noticiero de la noche o el periódico de la mañana, ya se habían enterado de ella y
estaban buscando mayor información. Del mismo modo, una falsedad creada a partir de las redes podía encontrar
de manera planificada su correlato escrito al día siguiente, alargando así la vida social de una “noticia” que, de
otra forma, se hubiera diluido en la existencia efímera propia de las redes sociales. Nosotros atinamos a una
defensa artesanal en un escenario de gran industria comunicacional. Al final, esto también contribuyó a la derrota.
A futuro, está claro que los movimientos sociales y el partido de gobierno deben incorporar en sus repertorios de
movilización a las redes sociales como un escenario privilegiado de la disputa por la conducción del sentido común.
Hay que democratizar más aún el acceso popular a este soporte material de comunicación, lo que permitirá quitar
el monopolio actual de la conducción del debate de las redes a la clase media tradicional que, a lo largo de esta
década revolucionaria, siempre ha tenido una actitud conservadora y, ahora, aparece como la constructora de la
opinión pública en las redes sociales.
OPOSICIÓN . 4. Oposición unida
A lo largo de los últimos 15 años, las batallas electorales han contado con un bloque conservador de derecha
fragmentado. Desde las elecciones de 2002 hasta las de 2014, la derecha política ha presentado varias
candidaturas que han dispersado el voto de esas derechas. En oposición a ello, la izquierda política ha contado
con una única candidatura y, encima, respaldada por un único bloque de izquierda social (sindicatos,
comunidades, juntas de vecinos).
El 2016 este panorama se ha modificado. Aun con sus divergencias, toda la derecha pudo articularse en torno a
una sola posición, la del No; e incluso tuvo la capacidad de arrastrar a los fragmentos del “izquierdismo
deslactosado”, que antes había acompañado a Gonzalo Sánchez de Lozada en su gestión de gobierno.
La antigua fragmentación de la derecha claramente mejoraba la posición electoral del MAS, que se presentaba
como la única fuerza con voluntad real de gobierno. Sin embargo, al unificarse aquélla para el referéndum, se
anularon temporalmente las fisuras y guerras internas que debilitaban a unas frente a otras y a todas ellas frente
al MAS. Así, el “todos contra el MAS” permitió que entraran, en una misma bolsa, desde los fascistas recalcitrantes
y los derechistas moderados, hasta los trotskistas avergonzados. Y, en un memorable grotesco político, la noche
del 21 de febrero se abrazaron quienes, pocos años atrás, estaban agarrando bates de béisbol para romper las
cabezas de campesinas cocaleras, y algunos ex izquierdistas que, alguna vez, pontificaron desde su escritorio los
derechos indígenas.
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Al final, la derrota del Sí ha removido la estructura general de las organizaciones sociales indígenas, campesinas,
vecinales, juveniles, obreras y populares que sostienen el proceso de cambio. Y lo ha hecho para bien y en un
momento oportuno. Momento oportuno porque quedan cuatro años por delante para corregir errores, ya que es
una derrota táctica en medio de una ofensiva y victoria estratégica del proceso de cambio. Y, para bien, porque
las repetidas victorias de los últimos diez años han generado una peligrosa confianza y pesadez para un escenario
de lucha de clases siempre cambiante, que requiere lo máximo de las fuerzas, lo máximo de la inteligencia y lo
máximo de la audacia del movimiento popular. Y es que las revoluciones avanzan porque aprenden de sus
derrotas o, en palabras de Carlos Marx, las revoluciones sociales “se critican constantemente a sí mismas, se
interrumpen continuamente en su propia marcha, vuelven sobre lo que parecía terminado para comenzar de
nuevo desde el principio, se burlan concienzuda y cruelmente de las indecisiones, de los lados flojos y de la
mezquindad de sus primeros intentos, parece que solo derriban a su adversario para que éste saque de la tierra
nuevas fuerzas y vuelva a levantarse más gigantesco frente a ellas, retroceden constantemente aterradas ante
la vaga enormidad de sus propios fines, hasta que se crea una situación que no permite volverse atrás y las
circunstancias mismas gritan: ¡Aquí está Rodas, salta aquí!".
El caudillismo es cultura de derecha
Raúl Zibechi
La Jornada
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209705
En los últimos años se ha impuesto, por una amplia camada de profesionales del pensamiento, la idea de que la
historia la hacen los líderes, cuya capacidad de dirigir resulta determinante. Un segundo lugar lo ocuparían los
medios de comunicación, con su notable capacidad de ocultar o de sobrexponer hechos, según convenga. El
protagonismo popular, sin embargo, es sistemáticamente ocultado, como si no jugara el menor papel en la
historia reciente.
Lo que más llama la atención es que semejante modo de mirar el mundo está siendo defendido por personas que
se dicen de izquierdas y hasta muestran simpatía por las ideas de Marx. Para quienes nos inspiramos en este
autor, son los colectivos humanos (clases sociales, pueblos, grupos étnicos, géneros y generaciones) los que
hacen la historia, pero no de cualquier modo: es a través del conflicto, de la organización y la lucha, como se
transforman a sí mismos y transforman el mundo.
Los dirigentes son importantes, sin duda. Pero los cambios, la historia, los hacen los pueblos. Por eso resulta un
retroceso en el pensamiento crítico que se oculte la acción popular y se ensalce exclusivamente el papel de los
líderes. Días después de la derrota de la re-relección en el referendo, el vicepresidente de Bolivia dijo: Si se va,
¿quién va a protegernos?, ¿quién va a cuidarnos? Vamos a quedar como huérfanos si se va Evo. Sin padre, sin
madre, así vamos a quedar si se va Evo (Página Siete, 28/2/16).
La frase fue pronunciada en una pequeña localidad del departamento de Oruro, durante la entrega de viviendas
a pobladores aymaras. Podría haber dicho que fue gracias a la lucha histórica de los indígenas que se pudieron
construir viviendas dignas y que Evo forma parte de esa tradición de resistencia y lucha. Lo que hizo fue lo
contrario: presentar a los pueblos como niños huérfanos, objetos sin otra capacidad que seguir al sujeto/líder.
Desde el punto de vista de la emancipación, un verdadero desatino.
Un siglo atrás, el socialdemócrata ruso Georgi Plejánov escribió un ensayo titulado El papel del individuo en la
historia, en el que abordaba precisamente el papel de los grandes dirigentes. Reconocía la existencia
de personalidades influyentes que pueden hacer variar aspectos de los acontecimientos, pero no la orientación
general de una sociedad, que está determinada por un conjunto de fuerzas y relaciones sociales.
“Ningún gran hombre puede imponer a la sociedad relaciones que ya no corresponden al estado de dichas fuerzas
o que todavía no corresponden a él (…) sería inútil que adelantara las agujas de su reloj: no aceleraría la marcha
del tiempo ni lo haría retroceder” (Obras escogidas,t. I, Quetzal, Buenos Aires, 1964, p. 458).
En suma, los dirigentes ocupan el lugar que ocupan porque fueron llevados a ese sitio por fuerzas sociales
poderosas, no por habilidades personales, aunque éstas jueguen un papel importante. Fue la clase obrera
argentina la que, el 17 de octubre de 1945, derrotó a la oligarquía, y ella misma ungió a Perón como su dirigente
al negarse a abandonar la Plaza de Mayo hasta no escuchar al entonces coronel. Es evidente que el papel de
Perón (como otros dirigentes) fue importante –aunque no tanto como el de Evita en los corazones de la clase–,
pero lo fue en tanto encarnaba sentimientos, ideas y actitudes de millones.
El problema con el caudillismo es que se trata de una cultura de derecha, funcional a quienes promueven la
sustitución del protagonismo de los de abajo por el de los de arriba. También es cierto, todo hay que decirlo, que
la cultura de los sectores populares está impregnada por valores de las élites y en casi todos los casos conocidos
tienden a revestir a los dirigentes de características sobrehumanas. Para eso existe el pensamiento crítico: para
poner las cosas en su lugar, o sea para destacar los protagonismos colectivos.
No hacerlo contribuye a despolitizar, a que los de abajo crean que son objetos y no sujetos de la historia. El
capitalismo sólo puede sobrevivir si la gente está persuadida de que lo que ellos hacen y saben son asuntos
175
ínfimos privados, sin importancia, y que las cosas importantes son monopolio de los señores importantes y de
los especialistas de los diversos campos, escribió Cornelius Castoriadis en Proletariado y organización (Tusquets,
Barcelona, 1974, p. 187).
Sería tranquilizador pensar que la frase del vicepresidente García fue apenas un mal momento, una concesión
para mostrar la importancia del presidente y alertar sobre las dificultades que pueden sobrevenir. Sin embargo,
todo indica lo contrario. Vamos comprendiendo que los gobernantes realmente existentes, incluso los que dicen
ser de izquierda, se sienten superiores a la gente común. ¿Recuerdan que Lenin prohibió que se le erigieran
monumentos?
El problema es que al desconsiderar como sujetos a los de abajo, se busca consolidar el poder de los de arriba,
elevarlos por encima de las clases y de las luchas que los llevaron al lugar que ocupan. Es una operación política
y cultural de legitimación, a costa de vaciar de contenido a los actores colectivos. Es una política conservadora,
elitista, que reproduce la opresión en lugar de hacer por superarla.
Castoriadis reflexiona, en general, sobre la realidad particular que encuentra en la división del trabajo en los
talleres: Gestionar, dirigir el trabajo de los otros: he ahí el punto de partida y de llegada de todo el ciclo de la
explotación (idem, p. 309).
Este es el punto central. O trabajamos para que la gente común se autogobierne, para que sea sujeto de sus
vidas, o lo hacemos para dirigirlas, o sea para reproducir la opresión. Insisto: no se trata de negar el papel del
dirigente ni del militante, ambos necesarios. El tema es otro. Entroparme con los comuneros, decía Arguedas en
uno de sus primeros cuentos (Agua) para explicar su compromiso con los de abajo. Hacerse tropa con otros; no
colocarse encima de nadie, nunca. Así funciona el pensamiento crítico.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/03/04/opinion/018a1pol
La sociedad desea cambios sin pagar costos, y vencer al
PRI exige valentía: Lorenzo Meyer
http://www.sinembargo.mx/09-03-2016/1633466
Por
Sandra Rodríguez Nieto marzo 9, 2016
- 08:00h 1 Comentario
El historiador afirma que los partidos políticos fallaron de una “forma escandalosa” a la sociedad
mexicana. El PRI, advirtió, no regresó en el 2012 para perder en el 2018, a pesar de la corrupción que ha
dominado este sexenio.
La corrupción ya es parte del sistema, de nada sirvió que el PRI se fuera durante 12 años, consideró
Lorenzo Meyer. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Ciudad de México, 9 de marzo (SinEmbargo).– El Partido Revolucionario Institucional (PRI) no volvió a
ganar la Presidencia en 2012 para perder el poder en 2018. Su naturaleza antidemocrática y autoritaria,
originada para disciplinar las facciones emanadas de la Revolución y no para abrir la competencia
política, se ha transformado con el paso de casi nueve décadas; pero en esencia, dice el historiador
Lorenzo Meyer Cossío, persisten sus formas originales de ejercicio del poder caracterizadas por la falta
de equilibrios, la cooptación y/o represión de los adversarios y la corrupción.
Su derrota por la Presidencia en 2000, agrega el académico de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM), lo alejó del erario federal, pero exacerbó el poder y la impunidad de los Gobernadores,
sobre todo en las entidades sin historia de alternancia, como el Estado de México, emblema del uso del
poder político para el enriquecimiento personal y desde cuya cúpula surgió la figura del hoy Presidente
Enrique Peña Nieto, que encabezó el regreso del partido al Gobierno federal en 2012.
Ese PRI, dice Meyer, experto en el tema de la transición política mexicana, es el de siempre, el “viejo
PRI”.
La que sí es distinta, explica, es la sociedad mexicana, que pese a la violencia y la represión cuenta con
más instrumentos de comunicación y organización. Por ese contexto, explica, más la corrupción y el mal
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desempeño económico, Enrique Peña Nieto encabeza la primera administración pública que está
reprobada desde antes del inicio de la segunda mitad de su sexenio.
Este descontento, sin embargo, aún está lejos de trasladarse de las calles y las redes sociales a las urnas.
Los partidos políticos han perdido legitimidad y el PRI, plantea Meyer, además de los recursos de los
poderes fácticos, mantiene una estructura capaz de movilizar electores que, con su “voto duro”, le
aseguran hasta un 30 por ciento de los sufragios.
Una parte de la población mexicana, agrega, ha mostrado además ser “conservadora”; propensa, como
en el año 2000, a querer “cambios” de fondo pero sin costos; o como en 2006, a ser presa de campañas
de miedo.
“Ya luego, cuando es tarde, dicen ‘nos equivocamos’, pero en parte es una equivocación que se explica
por no querer aceptar que el cambio político es muy difícil, y que requiere no un discurso facilón, sino
que requiere a estar dispuestos en algún momento a enfrentar una crisis. Sí, cambiamos, y a lo mejor
algunos capitales se van, y unos inversionistas no invierten, y va a haber un costo económico, pero se
tiene que pagar para modificar unas estructuras que tienen ya mucho tiempo”, dice el escritor e
investigador.
“No las queremos, no les damos legitimidad, pero no hay la capacidad de pagar el costo, la voluntad de
pagar el costo; entonces, bueno, Fox [Vicente] está muy bien, tiene un discurso nuevo, y nada más con ir
y poner mi boleta en la urna se cambia todo. ¡No! Hay que movilizarse, hay que presionar. Alguien dirá
que eso de movilizarse es tarea de los partidos, pero los partidos son un obstáculo; y, entonces, a ver si
se está dispuesto a pagar ese costo”, agrega.
El también autor de títulos como Nuestra tragedia persistente. La democracia autoritaria en México
[Debate, 2013], analiza en entrevista la “salud” y el futuro de un partido casi nonagenario que, asegura,
depende de la salud de la sociedad mexicana.
EL PRI COMO INSTRUMENTO
–Después de haber perdido, recuperado, y sobre todo después de la elección federal de 2015, ¿qué
estado de salud le diagnosticaría al PRI?
–Qué tal si respondo diciendo que el Estado de salud del PRI depende del estado de salud de la sociedad
mexicana; es ahí donde se encuentra la respuesta, no en el partido. Ese partido nació en medio de una
crisis, en 1929, cuando la llamada familia revolucionaria se encontraba un poco perdida. Habían
asesinado al Presidente electo, Álvaro Obregón, y el Presidente que estaba en funciones, el General
Plutarco Elías Calles, tomó entonces la decisión de institucionalizar por la vía de un partido el ejercicio
del poder, acabar con una multitud de partidos que había en ese momento y aprovechar, como dijo
Calles, la oportunidad que daba la desaparición del gran caudillo de institucionalizar las cosas. El PRI
nació no para compartir el poder, no para ejercerlo democráticamente, sino para ser un instrumento
que auxiliara a quien realmente tomaba las decisiones. En un principio era el general Calles como jefe
máximo, y luego, con Cárdenas, el Presidente en turno. El PRI era un aparato muy bien plantado en la
sociedad mexicana, producto de la Revolución, no tenía realmente competidor, porque habían llegado
los que formaban al PRI por la vía de las armas y no iban a jugar con la democracia.
–Pero tenía el poder…
–Tenían el poder, lo querían mantener; simplemente había que institucionalizarlo (…) No es un partido
dictatorial, pero no es democrático: es autoritario; es decir, acepta ciertos juegos plurales, deja un
espacio para que la sociedad o los organismos de la sociedad se expresen, hay juego interno, pero no es
democrático, y esa maquinaria se empezó a gastar su legitimidad cuando se juntaron dos problemas: un
problema de índole básicamente política, en los años 60 y 70, cuando hay una demanda de ampliar los
espacios de participación de la sociedad; el movimiento del 68 es lo más claro, pero no es el único
movimiento; hay guerrilla, hay descontento en los que están fuera del sistema. Se trata esto de paliar
con la Reforma Política del 77, de introducir a la oposición al Congreso, darle sitio con los diputados, sin
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que ello signifique compartir el poder, realmente, sino cooptar a las dirigencias de la oposición. Pero
luego llega la crisis económica, esa que ya está larvada en los años 70 y que el descubrimiento del gran
yacimiento de Cantarell pospone, pero que en 82 ya es definitiva. Y si juntas estas dos cosas, dan por
resultado el 88, un momento en el que el PRI no pudo ya manipular la elección a la manera tradicional,
se hizo evidente el fraude y ya no fue posible enmendar lo que ya estaba muy mal. Y en el año 2000
pues llega lo que creímos que era el gran cambio: la transición democrática, la transferencia pacífica del
poder por la vía de las urnas de un partido a otro, y ese PRI que no estaba acostumbrado a tener
competidores ni a compartir el poder, pues tuvo que acostumbrarse.
– ¿Qué pasó con la transición?
–Algunos de nosotros, y ahí sí me considero, fue un error de mi parte, creímos que sí entrábamos a una
etapa histórica, políticamente hablando, muy diferente, que el PRI tenía una gran biografía, pero no
mucho futuro. La transición democrática mexicana era parte de una transición democrática en América
Latina, nosotros éramos los últimos, y en estas circunstancias, ¿qué hacía un partido autoritario? Irse a
la historia. Pero ahí nos fallaron muchas cosas: falló la transición, el PRI sobrevivió en nichos de los
estados, donde no hubo nunca una transición, el Estado de México en particular, pero también
Veracruz, Hidalgo; en fin, ese grupo, casi una docena de estados donde nunca hubo transición. Y como
el cambio en el 2000 significó, entre otras cosas, una Presidencia relativamente débil que tuvo que
pactar mucho con los gobernadores, y los gobernadores, de ser personas encargadas del Poder
Ejecutivo a nombre del Presidente se convirtieron en los auténticos jefes, sobre todo en estados donde
no había habido transición, donde seguía siendo el PRI el único partido, y ahí se combinó el fracaso de
Fox (2000-2006) y luego de [Felipe] Calderón (2006-2012), el fracaso de la transición, con estos
gobernadores fuertes que aguantaron el embate y se lanzaron a la recuperación del poder.
–¿Cómo llega el PRI a 2012?
–El PRI de 2012 es un partido que sigue teniendo su raíz autoritaria y antidemocrática, pero que ha
tenido que aprender a negociar con los otros, a vivir con nada más pedazos del antiguo poder y a estar
en negociaciones con su oposición, teniendo en cuenta que en la tradición priista es cooptar antes que
reprimir; incluso en su mejor momento, el sistema PRI-Presidente fuerte no daban de golpes a la
primera, o a veces daban primero el golpe y luego negociaban, pero siempre haciendo esta combinación
de cooptación-represión; y, a partir del 2012, tienen que usar mucho de la negociación, de la
cooptación, pero no desaparecen del todo sus formas originales, y en estas formas originales de ejercer
el poder de un sistema político donde no hay equilibro de poderes, la corrupción puede florecer con
mayor facilidad. En un sistema que, en su momento clásico, los años 50 o 60 del siglo pasado, el que
podía llamar a cuentas a alguien por actos e corrupción era nada más el Presidente, y lo hacia con muy
poca frecuencia, y lo hacía no porque quisiera mantener vigente el marco de la ley, sino porque
políticamente así le convenía. Pero ya cuando esa Presidencia se va, cuando está el PAN en el poder, la
corrupción aumenta, se va casi por la libre, en los gobiernos estatales se hace lo que se quiere, y ni Fox
ni Calderón tienen la fuerza para llamar a cuentas a gobernadores que hacen y deshacen, como Fidel
Herrera en Veracruz, por ejemplo.
–Pero se da el regreso.
–Cuando el PRI regresa ya y se hace cargo del Poder Ejecutivo, esa corrupción que era parte del sistema,
pero que se desborda, ahora es una de las características centrales de la forma de gobernar del PRI. El
grupo del Estado de México que se hace cargo de la Presidencia y de muchos de los cargos del Gobierno
federal es un grupo que desde el principio tuvo el uso patrimonial de los recursos del Estado de México.
Carlos Hank González, como Gobernador y como hombre fuerte del Estado de México, es un ejemplo de
cómo se usa el poder político para crear una fortuna familiar enorme; de esa tradición viene el grupo
actual, y entonces el PRI de hoy, de 2016, es el viejo PRI. Pero la sociedad mexicana no es la que vio
nacer al PRI o lo vio en su mejor momento. Ahora ya la vida urbana es mayor, las comunicaciones entre
los ciudadanos son mayores, hay una cierta organización en algunos estados, en Distrito Federal en
particular, organizaciones de la sociedad civil, y una mayor libertad de expresión que antes, con todo y
que matan periodistas de una manera escandalosa, de todas maneras hay unas áreas de libertad de
expresión que no estaban antes. Y esta situación, combinada con una economía que no crece, con
promesas muy aventuradas a fines del 2012 y principios del 2013 con el Pacto por México de que ahora
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sí vamos a crecer, y de que va a haber reformas estructurales que van a hacer de esta economía un
auténtico motor de desarrollo, etcétera, esa promesa de bienestar material incumplida, con
posibilidades de comunicación de la sociedad entre sí, el Twitter, el Facebook y todo, ha llevado a que se
propaguen las razones para el descontento: el PRI está gobernando en medio de un gran descontento, y
alguien puede decir ‘¿cómo lo sabe?’ Son las encuestas de opinión, encuestas que en los últimos
sexenios habían mostrado que el Presidente, incluso aquel que llegó de una manera tan ilegítima como
Carlos Salinas, podían recuperar y mantener popularidad a lo largo de su sexenio, y sólo al final las
encuestas mostraban que ya había bajado el aprecio de la sociedad. Pero ahora las encuestas muestran
que antes de llegar incluso a la mitad del sexenio Peña Nieto ya no tiene el apoyo ni la simpatía ni
siquiera de la mitad de los ciudadanos. Ahora, el que un Gobierno, un partido, un régimen se
desprestigie no quiere decir que vaya a dejar el poder, porque se necesita de la opción, y la opción
ahora son los partidos fuertes, el PAN [Partido Acción Nacional] y el PRD [Partido de la Revolución
Democrática], y los dos dan lastima, son unos partidos llenos de problemas internos, y sin ninguna
legitimidad. Y hay un partido nuevo, Morena [Movimiento Regeneración Nacional], que apenas está
empezando a asentarse en la sociedad; una encuesta de El Financiero que apareció el día que se está
haciendo esta entrevista nos muestra que Andrés Manuel López Obrador tiene una ventaja, no mucha,
sobre otros posibles candidatos a la Presidencia en 2018. Es muy temprano para decir si la puede
mantener, porque sus adversarios van a tratar de echar toda la maquinaria en su contra, y ya saben
cómo hacerlo, en 2006 lo hicieron a la perfección y en 2012 también. Así que tenemos una gran
incógnita: el PRI llegó en 2012 para quedarse, porque esa es su esencia, pero la sociedad mexicana,
insisto, ya no es la misma. No sé si le va a dejar quedarse. Y el mundo externo también es distinto (…)
Ahora hay permiso para criticar a quienes violan a los derechos humanos, permiso para criticar a
quienes son corruptos, digo permiso de la gran potencia (Estados Unidos). Entonces, se le complican las
cosas al PRI. Ahora, como la ciencia política no es ciencia, intenta serlo, pero nunca podrá serlo, no
puedo hacer una predicción; pero sí le va a costar al PRI mantener el poder en 2018, y si lo mantiene va
a ser porque las divisiones entre sus adversarios son de tal naturaleza que lo dejarían otra vez ahí, pero
con una base que no sería particularmente sólida, nada envidiable.
Una de las cosas que pueden garantizar al PRI mantener el poder en 2018 es la división de sus
adversarios, expresó Meyer. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
–¿Qué tanto pesa el “voto duro”, ya que podemos ver que tenemos esta república de Twitter, donde
todos los días todo mundo odia a Peña Nieto, pero a la hora de la elección están estas grandes
movilizaciones del PRI o a favor del PVEM, que ha sido usada con las mismas prácticas de cooptación,
dádivas?
–Qué tanto pesan las dádivas. Qué tanto pesa esa forma tradicional, el clientelismo, que hace su nido en
las zonas más pobres de la sociedad mexicana. Pesa mucho, y es un círculo vicioso. Este sistema político
y económico concentra la riqueza y la concentra de manera escandalosa. El último informe de Oxfam en
México sobre concentración de la riqueza nos dice que cuatro familias tienen entre el ocho o nueve del
Producto Interno Bruto mexicano; en un país de más de cien millones de habitantes, cuatro de sus
habitantes controlan una cantidad fabulosa de riqueza y hay por lo tanto una gran capa de pobreza. Esa
capa de pobreza es producto del sistema, pero mantiene al sistema, por esta perversa situación de que
con unas cuantas dádivas se les puede comprar el voto, y uno no puede hacer un juicio muy duro sobre
los que venden su voto porque nunca han experimentado realmente el valor de la democracia y el voto,
porque ¿qué es el voto? Un día voy, un domingo cruzo mi boleta por alguien que me da algo, algo
tangible, algo concreto que incluye el concreto, sacos de cemento y bueno, tendría que ser un estúpido
para desaprovechar esa oportunidad. Pero nosotros podemos verlo con más distancia, que eso es lo que
perpetúa el que se siga viviendo en una sociedad tan polarizada, y sí tiene mucha importancia, porque
una buena parte de los votante del PRI no lo hacen porque estén de acuerdo con su ideología, porque ni
ideología tiene, es el partido pragmático por excelencia, puede ser de izquierda con Cárdenas
[Cuauhtémoc], de derecha con Peña Nieto, de centro con Echeverría, puede ser lo que sea, no importa,
entonces no les podemos decir a estas personas, ‘oiga, ¿está de acuerdo con su ideología? Pero esa es la
estructura de autoridad con la que viven. Y sí, ¿cuánto pesa? Yo diría que una tercera parte del
electorado puede funcionar de esa manera, y con esa maquinaria, que conoce los sitios mas recónditos
del país, que sabe cuáles son los sectores que puede mover así, y que tiene los recursos; en un
momento no tenía los recursos del Gobierno federal, eso los usó el PAN para lo mismo, pero tenía los
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recursos de los estados. Ahora tiene recursos federales y de los estados, y va a tener muchos recursos, y
tiene sus aliados fuera de la estructura formal del PRI, esos que llamamos poderes fácticos, esos que
deben de estar agradecidos porque les han dejado a las televisoras en su lugar, porque les han abierto
espacios en la industria petrolera, que ahorita está de capa caída, pero como Pemex ya desapareció,
entonces ese espacio va a ser ocupado por grandes empresas privadas nacionales y extranjeras que
pueden mostrarse muy agradecidas con quien les ofreció esa oportunidad y mantenerlo en el poder es
casi una obligación. Entonces, va a haber los recursos, está la maquinaria y está disponible esa parte de
la sociedad mexicana.
–¿A que atribuye que no paguen un costo político, que en 2015, después de tener la crisis de
Ayotzinapa, la presión internacional, lo de la Casa blanca, aun así ganaron el Congreso?
–Yo creo que sí lo hay, en la falta de legitimidad que las encuestas de opinión publica nos señalan todos
los días en relación a la Presidencia y a los partidos políticos. Pero todo agravio se puede quedar en el
aire como una gran frustración si no hay un canal para dirigirlo hacia otra meta, y por ahorita no lo hay.
LOS INDEPENDIENTES
El Gobernador hizo una su "consulta" sobre el presupuesto en Facebbok Foto: Cuartoscuro
El primer Gobernador independiente del país, Jaime Rodríguez Calderón, no ha mostrado ser lo que dijo,
afirmó el historiador. Foto: Cuartoscuro
–¿Por qué este repudio, que sí puede ser un costo, no ha sido capaz de quitarle poder?
–Por los partidos políticos. Los partidos políticos fallaron de una manera escandalosa a la sociedad
mexicana. No le fallaron a sus dirigencias, siguen siendo grandes negocios que tienen asegurado lo que
no tiene ninguna empresa en México: haya crisis o no, ellos tienen derecho a extraer recursos públicos
para sus fines propios. Y, por otro lado, hay un repudio hacia ellos, son de las instituciones en México
más repudiadas, de las que menos prestigio tienen, pero estamos en esa cárcel; no hay forma de salir de
ellos, está ahora dándose otra vez un movimiento de candidaturas independientes, ciudadanos, pero ya
los partidos crearon, con el aval del Instituto Nacional Electoral, una serie de obstáculos para que las
candidaturas realmente independientes, y hay que subrayar el ‘realmente’, porque algunos de los
independientes son parte del mismo sistema, pero como vieron que está tan desgastado el PRI, se
ponen bandera de independientes; pero los realmente independientes son muy pocos, y no veo yo para
2018, aunque Jorge Castañeda lo va a intentar, una gran fuerza detrás de un candidato independiente.
–¿El Bronco [Jaime Rodríguez Calderón, Gobernador de Nuevo León que llegó como candidato
independiente]?
–El Bronco ya tiene unas broncas que no está mostrando ser lo que dijo que iba a ser; no puede
controlar el aparato que le heredaron y no veo que tenga muchas ganas de modificar las cosas.
Tenemos ya una experiencia en figuras públicas que son muy audaces, habladoras, y que a la hora de la
acción resultan como Fox: un lenguaje bronco y una aceptación del statu quo, de la situación como es,
de no cambiarla, impresionante. Cosechan legitimidad por la vida del discurso político, y en vez de
ponerla a funcionar para transformar la vida publica, la desperdician o la usan en su propio beneficio…
Es un engaño. Un engaño interesante, y también habla mucho de la sociedad mexicana, que se deja
engañar.
–¿Por qué lo permitimos? ¿Por qué permitimos esta ‘cárcel’, esta falta de representatividad?
–Por varios motivos. Porque el no permitírnoslo es un costo muy alto. Esto lo ha sabido la sociedad
mexicana desde la época colonial: enfrentarse al poder exige el pago de un costo altísimo, y muy pocas
veces se tiene éxito, la derrota es más común que la victoria, y eso lo ha asimilado la sociedad mexicana
por siglos. Otra explicación más reciente es que se trata de una sociedad bastante conservadora;
entonces, cuando alguien le propone cambiar, pero sin costos, como es el caso de Fox, ‘ustedes voten
por mí, llego a Los Pinos, echo a patadas al PRI de ahí, acabamos con las tepocatas y las víboras prietas, y
todo se convierte en bien, ya no va a haber corrupción, se va a observar la ley y habrá prosperidad’…
Bueno, quien se quiera creer ese cuento, y que son muchos, va a ir a votar. El Bronco es otro caso. Ya
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luego, cuando es tarde, dicen ‘nos equivocamos’, pero en parte es una equivocación que se explica por
no querer aceptar que el cambio político es muy difícil, y que requiere no un discurso facilón, sino que
requiere a estar dispuestos en algún momento a enfrentar una crisis. Sí, cambiamos, y a lo mejor
algunos capitales se van, y unos inversionistas no invierten, y va a haber un costo económico, pero se
tiene que pagar para modificar unas estructuras que tienen ya mucho tiempo. No las queremos, no les
damos legitimidad, pero no hay la capacidad de pagar el costo, la voluntad de pagar el costo; entonces,
bueno, Fox está muy bien, tiene un discurso nuevo, y nada más con ir y poner mi boleta en la urna, se
cambia todo. ¡No! Hay que movilizarse, hay que presionar. Alguien dirá que eso de movilizarse es tarea
de los partidos, pero los partidos son un obstáculo; y, entonces, a ver si se está dispuesto a pagar ese
costo. Y no hay estructuras claras para poder canalizar el descontento. La movilización después de los 43
desaparecidos en Iguala, ahí van por la Alameda, Zócalo, montones, miles, miles, y seguimos sin saber
qué les pasó. ¿Qué cosa? ¿Incendiar palacio? ¿Enfrentarse al Ejército y a la policía? ¿La revolución? Pues
no es tiempo de revoluciones ahora, ya hasta en eso dejamos de creer; entonces, no es más que es una
presión de largo plazo para conseguir avances pequeñitos.
–¿Y ese es el escenario, el destino? ¿O hay una manera, pensando que fuéramos un país con otra
voluntad, que podría hacer que cambiara ese destino?
–Una salida, pero ya no estoy para entusiasmarme con ella, es que el nuevo partido, Morena, llegue a
conseguir el apoyo por lo menos de una mayoría relativa, una salida hacia la izquierda del siglo XXI, que
es una izquierda muy moderada, que ya no está pensando en destruir el capitalismo, ya no está
pensando en la Revolución; está pensando en cambios incrementales, y en el largo plazo mejorar las
cosas. Ya no es una promesa al estilo del siglo XIX o incluso el siglo XX, ‘proletarios del mundo uníos,
tomamos el poder, destruimos a la burguesía, reorganizamos el Estado y a la economía, y entonces la
riqueza creada servirá a la mayoría’… Bueno, eso ya no. Pero sí ciertos cambios por la vía fiscal,
redistribución de las cargas, extraer recursos de esa minoría con la mayoría de los recursos y
distribuirlos a las zonas más bajas; hacer una economía que no sea estrictamente neoliberal, sino que
mezcle mercado con fuerza política en función de cubrir otras necesidades. El mercado es muy eficiente
para asignar recursos, pero los asigna a los que más tienen, a los que más pueden; el mercado no tiene
nada que ver con la justicia social, va por su lado y la justicia social la tiene que hacer la política.
Entonces, ahí es donde podría una izquierda del siglo XXI hacer algo. Pero quizá el momento más
interesante e importante fue 2006, y no se puede recuperar el tiempo perdido. Así que no, no se ve un
futuro que diga uno: ‘Miren, ahí está ya brillando, las nubes negras se están yendo y otra época nos
espera’. No; nos puede esperar el seguir donde estamos. No sería el primer caso en la historia de una
sociedad, de un Estado-nación que se estanca, y que sigue ahí, flotando en la mediocridad. Pensemos en
la Argentina de principios del siglo XX; eran la promesa más brillante de América Latina, tenían una
naturaleza espléndida, una población educada, y ¿qué hizo? Nada. Desperdició su siglo XX.
LAS DÉCADAS DESPERDICIADAS
Los medios contribuyeron a que la sociedad le tuviera miedo a la izquiera, afirmó Meyer. Foto: Francisco
Cañedo, SinEmbargo
–¿Cuándo empezó el desperdicio de México en ese sentido?
–Los 70 y 80, cuando se pudo haber hecho si hubiera habido una dirigencia responsable, introducir
desde arriba cambios, económicos, sociales, políticos; pero como no pareció apremiante, se veían
nubarrones pero no pareció apremiante, se pospuso. Cuando apareció Cantarell, que es uno de los
súper yacimientos, que ya se esta acabando. ¿Qué se hizo con todo ese petróleo? ¿Qué encontramos
que haya transformado a México esa riqueza natural que se mandó al exterior? Nada. Pero hubiera sido
un muy buen momento.
–¿Por qué considera que no se van a reunir las condiciones de 2006 ahora en 2018?
–Entre otras cosas, y en eso la televisión y la prensa ya le metieron a la sociedad mexicana el temor a la
izquierda, el temor al cambio, ya se deslegitimó al liderazgo que podría encausar esto. Hay un odio
extraordinario en algunos sectores hacia Andrés Manuel López Obrador; cuando uno ve en algunos
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periódicos, por ejemplo, opiniones o artículos que mencionan y luego se permite la entrada de
comentarios del público, algunos de ellos son francamente feroces, insultos que no van con una cultura
política civilizada, sino de un odio tipo Ku-Klux-Klan contra afroamericanos o algo por el estilo. Ese odio
se monta en toda la cultura anticomunista que se creó en la Guerra Fría, y no se desmonta aquí, y en el
momento crítico dice ya no está Moscú, pero está Chávez, y entonces el ogro de Chávez está detrás y
nos quieren llevar a una dictadura así. Bueno, ahorita ya no está Chávez tampoco, pero algo inventarán,
y la campaña política basada en el miedo, no en algo positivo, sino el miedo, pegó.
–Entonces, ¿cuál es su escenario, si el PRI está desgastado..?
–Como la ciencia política no es una ciencia exacta, sepa El Señor qué es lo que va a pasar. Estamos
relativamente lejos del 2018, porque los acontecimientos pueden precipitarse muy rápidamente. La
única cosa que me da esperanza es justamente esto, que en la política no tenemos todavía la posibilidad
de predecir, y a veces surgen coyunturas, acontecimientos que nadie esperaba y que precipitan una
cadena de hechos que lleva a conclusiones que no esperábamos con tanta anticipación. Si ahorita, en
2016 viendo al 18, pueden pasar una cantidad de cosas, por ejemplo, la caída de los precios del petróleo
en 2015, Peña Nieto hizo toda su política de las reformas estructurales basado nomás en una sola: la
energética, desmantelar Pemex y traer capital externo e interno, porque también están Slim y otros
empresarios mexicanos, y traer empresas extranjeras y que hubiera una cantidad enorme de inversión,
con eso salvaba su sexenio. Ahora, se llevaban el petróleo, pero eso ya sería problema de otros
sexenios, y ¡paz! De 101 o 102 (dólares, cae) a 60, a 50, a 40 a 30.. no lo esperaba. Puede haber
acontecimientos así.
LOS MENOS Y LOS NUEVOS
–Y en este escenario, ¿qué fuerza política podría salir menos golpeada?
–La única oposición que hay ahorita organizada, que es Morena. Hay muchos descontentos, pero
organizada, ésa, y los que están apostando por la candidatura independiente. Qué tal que salga una
figura, con todos los peligros que implica un candidato independiente; es decir, que no tiene un partido
detrás, que cuando llegue al poder, qué hace con un Congreso que no controla, si teniendo un partido
como Fox cuando llegó no pudo con el Congreso; pero, en fin, puede ser una candidatura
independiente. Porque de los candidatos posibles dentro del PRI no veo a ninguno que ofrezca algo
diferente.
–¿No le apostarán a que pueden hacer un candidato en meses, gracias a las televisoras, como a Aurelio
Nuño (Secretario de Educación)?
–Sí, y ¿quién es Aurelio Nuño? El delfín de Peña Nieto, y ¿qué ha hecho? Que es una gente joven, ¿y? Es
como estas figuras, bueno a Felipe Calderón le salió mal con su Secretario de Gobernación que se mató
en un avionazo en pleno centro de la Ciudad de México porque quién sabe quién andaba al mando de
ese avión… Pero sí. Si le hacemos caso a la encuesta de El Financiero, Nuño tiene el uno por ciento de
apoyo. Si la televisión le echa ganas y hace lo mismo que con Peña Nieto, le encuentran una ‘Gaviota’ y
lo hacen telenovela, entonces quiere decir que la sociedad mexicana no tiene remedio, porque se
conforma con tan poco que quizá se merece ese tipo de estructura de poder. Pero aunque soy
pesimista, no creo que seamos tan idiotas. Es decir, algo hay de aprendizaje. Oigan, ya vivimos la
telenovela y llegamos al desastre, ¿otra vez?
–¿Seguimos siendo la dictadura perfecta?
–No, ya no. Podemos tener cualquier cosa, pero el término perfecto no encaja en ninguna de las áreas
de la política mexicana; aquí todo es imperfecto. Tenemos una democracia tan imperfecta que ya no
parece democracia, pero tampoco es una dictadura, es algo muy disfuncional. Los 43 estudiantes
desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa no desaparecieron como resultado de algo parecido a
Pinochet [en Chile], ese sí, una dictadura dispuesta a hacerlos desaparecer. Desaparecieron por una
serie de estupideces y de incapacidades. La autoridad, a nivel más bajo, a nivel municipal, se encargaron
de hacer la primera etapa; la incapacidad del Estado de controlar a las mafias del narcotráfico se
182
encargó de hacer la segunda etapa; el 27 Batallón de Infantería acantonado en Iguala se encargó de
hacer ‘como que le hablaba la Virgen’, no hizo nada…
–¿Hay otro ejemplo en el mundo de una democracia así de disfuncional?
–Sí, pero como esta es la que tenemos cerca, le damos toda nuestra atención, pero si le echa un vistazo
a The Economist Intelligence Unit, a su reporte de este año sobre los grados de democracia, a México lo
pone, es muy benigno, entre las democracias que no están funcionando bien, pero tenemos una
enorme compañía… No, no somos el único caso.
–Pero, ¿no estamos pagando con mucha sangre?
–Sí. Y duele mucho, porque pudo haber sido un ejemplo de democracia si el 2000 nos hubiera
funcionado, si hubiéramos tenido un gobernante y una clase gobernante a la altura de su reto, pero
tuvimos a Fox y a los suyos, que estaban por debajo de la media en términos de responsabilidad y de
capacidad y de idea del Estado y del futuro de la gran responsabilidad política que tuvieron, y una vez
que se empezó a pudrir este fruto, se siguió la inercia, lo lleva a donde estamos…
LOS MEXICANOS SIGUEN CIEGOS AL DOLOR DE MILLONES:
SICILIA
incluye video
http://www.sinembargo.mx/09-03-2016/1633631
Por
Shaila Rosagel marzo 9, 2016
- 00:00h 3 Comentarios
La muerte y el horror no ha servido hasta hoy para que la población coincida en una revolución pacífica
y genere un verdadero cambio que deje atrás la guerra contra las drogas que inició el ex Presidente
Felipe Calderón Hinojosa, la que no sólo no se acabó sino que empeoró con el Partido Revolucionario
Institucional, afirma el poeta y líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Javier Sicilia
Zardain.
Ciudad de México 9 de marzo (SinEmbargo).– Javier Sicilia, sentado en la terraza del domicilio desde
donde trabaja, reflexiona y recuerda cuando recorrió el país y algunos lugares del mundo en busca de
justicia: en 2011 el asesinato de su hijo Juan Francisco Sicilia Ortega provocó que se lanzara a las calles y
abanderara el dolor de miles de víctimas como él.
El poeta tiene a sus espaldas las flores y los árboles frondosos del jardín de la casa con alberca en donde
está ubicada su oficina en Cuernavaca, Morelos, y esa aparente tranquilidad le molesta dice, porque en
México hay miles de muertos, desaparecidos y quizás, en ese momento, en algún lugar del país, esté
ocurriendo alguna masacre.
Al fondo del paisaje no sólo están las bugambilias, las palmeras y la arboleda de Lomas de Cortés. Está
también el caserío de los cientos de habitantes de una ciudad que sufre de noche y de día por la
inseguridad y la violencia. Más allá, también está la glorieta Paloma de la Paz, desde donde el 28 de
marzo de 2011, Javier Sicilia Zardain salió acompañado de miles de personas, ataviado con su chaleco
color caqui y su sombrero café de ala ancha que lo caracterizó, en aquel histórico día en el que se puso
en marcha el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) que aglutinó a miles y que enfrentó
cara a cara al entonces Presidente de México, el panista Felipe Calderón Hinojosa, autor de la llamada
“guerra contra el narco” que hasta ese momento llevaba en su haber 10 mil desaparecidos y 50 mil
muertos, entre ellos el hijo del poeta.
Sin embargo, aquel movimiento parece haber servido de poco, dice Sicilia. Las víctimas están divididas,
el movimiento fracturado, los muertos y los desaparecidos se triplicaron en cinco años. La muerte de su
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hijo y de los otros cinco jóvenes que le motivó liderar un movimiento que, sin bien visibilizó la crisis
humanitaria que vive el país, no sirvió para “detener el horror” e impedir que la “muerte y el sufrimiento
sigan acumulándose”.
Ahora, Sicilia lleva ese otro dolor sobre las espaldas asegura: la impotencia de ver como el país se
sumerge cada vez más en la tragedia y en la realidad que puede convertirse en un “infierno” para todos,
para las víctimas actuales y para las futuras.
Un infierno que quizás haga saltar de sus sillas a los mexicanos que hasta hoy, no han hecho suyo el
dolor de millones, si se cuenta entre las víctimas a los casi 200 mil muertos, 27 mil desparecidos, pero
también a sus padres, madres, hermanos, esposas, esposos, hijos y amigos, dice Javier en esta entrevista
con SinEmbargo.
Ayotzinapa fue el momento de inflexión que pudo generar la lucha y la unión de la población castigada
por la “guerra contra el narco”, la impunidad y la corrupción, pero se quedó encerrado sólo en 43. Con
la desaparición de los normalistas ya no sucederá nada. El Gobierno venció al dividir y ahora sólo queda
esperar otra tragedia, porque la habrá, indica Sicilia.
***
Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Sicilia afirmó que el problema ya no es de partidos sino del sistema. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
–Hace cinco años del Movimiento por la Paz, ¿impactó el movimiento de las víctimas de la violencia en
México para cambiar algo?
–Bueno, yo siempre critiqué esa guerra estúpida de Felipe Calderón. En 2011, que es cuando se articula
el movimiento, había muchas organizaciones de víctimas que estaban pugnando y el gobierno no hacía
caso: estaban sometidas a la criminalización y reducidas a ser bajas colaterales, cuando eran inocentes.
Calderón creó el Estado paralelo del crimen organizado. El 28 de marzo asesinan a mi hijo y a seis
personas más, amigos suyos, células del crimen organizado coludidas con las policías. Nunca había
tocado la violencia que vivía el país a la clase de los intelectuales y de los poetas, habían secuestrado y
asesinado a empresarios, gente del campo, pero nunca a un poeta, incluso periodistas habían sido
asesinados. Mucha gente se indignó por el asesinato y empezaron movilizaciones y protestas. Fuimos
asumiendo que el asesinato de mi hijo y los muchachos era el asesinato de todos, de muchas víctimas
negadas. En esa lírica salimos el 28 de marzo. Marcamos rutas para encontrar la paz, la justicia y los
famosos diálogos públicos con los poderes, surgió la Ley de Víctimas, pero no logramos parar el horror.
El gran logro fue visibilizar a las víctimas, volverlas sujetos sociales.
–Usted escribía sobre la guerra contra el narco de Calderón, pero, ¿alguna vez se imaginó que la
violencia lo podía alcanzar?
–Intuitivamente sí. Por gracia o por desgracia, intuía que algo malo podría suceder, pero la conciencia
con la que uno se defiende, la conciencia racional, siempre las desgracias, en esta defensa psíquica, le
pasan a los otros, pero un día te toca y me tocó como le ha tocado a cientos de miles de personas en
este país. Una desgracia a la que está expuesto cualquier ser humano en México y bueno me golpeó
durísimo como golpea a cualquier ser humano. Creo que estaba preparado para responder, no para
aceptar. Eso no se puede aceptar jamás, ni para ser sumergido en lo que ellos quieren: que una víctima
se sumerja en el miedo, en el terror, en la depresión, mi formación me permitió responder como
respondí. Nadie se prepara para eso, pero espiritualmente uno termina por responder a un extremo y
aberrante, como es el asesinato de un ser amado. Particularmente de un hijo, lo más terrible que le
puede pasar a uno. No era simple decir que mi dolor y mi sufrimiento era de todas las víctimas y el dolor
de toda la nación. Las víctimas no están preparadas para eso, Ayotzinapa es un ejemplo: no entiende
que su dolor es el dolor de otros y debe hacer suyo el dolor de los otros, se vuelve el dolor único y eso el
gobierno lo aprovecha muy bien porque divide a las víctimas y eso sucedió con el movimiento; las
víctimas que no alcanzan a hacer esta trasferencia, son usadas por el gobierno como víctimas
privilegiadas y terminamos en esta división. Aunque las víctimas tienen mucha conciencia de ser sujetos
sociales y dignos, el gobierno ha aprovechado esa particularidad de la víctima que se siente la única,
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para dividir. Ayotzinapa es muy claro, redujo la tragedia de este país a sus 43 y el gobierno parece muy
cómodo. Lo vive cómodamente por más que tenga presiones internacionales, porque es un asunto de
negociaciones. No toca el corazón y la médula de la política, negocia con Ayotzinapa, juega sus cartas,
presiona.
–Digamos, ¿estas 43 víctimas reducen en número a los 150 mil muertos y miles de desaparecidos?
–Sí y para el Gobierno es muy cómodo: por allá negocia con los otros desaparecidos y entonces no se
toca la médula del problema, no se toca a pesar de su protesta. En 2011 había 40 mil muertos, hoy
tenemos casi 200 mil; en ese entonces había 10 mil desparecidos, ahorita la cifra es de 27 mil, las
oficiales pero son más y, se fracturó el único movimiento de víctimas que tenía una propuesta política.
–¿Cuántas personas llegaron a integrar el movimiento en un inicio?
–No pues, eran todas las organizaciones. Era una gran momento político en el sentido de que buscaba
transformar la realidad del país, como fue el zapatismo, Cherán nos acompañó, los zapatistas, llegamos
con empresarios, estudiantes, la izquierda, Atenco. La nación el 8 de mayo estaba unida y permitió los
diálogos [por la paz], pero quedaron como siempre por ser traicionados.
–¿Qué es lo peor que ha dejado esta guerra contra el narcotráfico?
–La destrucción de lo humano y la destrucción de los jóvenes, parece que la guerra es contra ellos, son
la mayor parte de los desaparecidos, de los asesinados y la mayor parte de los que ejecutan los
crímenes. Cuando se pierde una generación de relevo, se pierde a un país entero, ya no hay país y no
hay país porque esta guerra inhumana, absurda, estúpida está acabando con los muchachos, les está
robando su futuro. Hablamos de cerca de 200 mil personas muertas y 27 mil personas desaparecidas,
multiplícalas por las víctimas directas e indirectas: un padre es otra víctima, una madre, los hermanos
son víctimas, la familia son víctimas, los amigos… Es un dolor de millones de personas y una instauración
casi totalitaria del miedo en el corazón y la conciencia humana, esto es el horror, estamos viviendo una
especie de campo de concentración al aire libre.
–El PAN [Partido Acción Nacional] fue quien inició la guerra con Felipe Calderón. Recuerdo que cuando
llegó el PRI con Enrique Peña Nieto usted le daba el beneficio de la duda en un principio. ¿Con la llegada
del PRI hubo un matiz diferente de la guerra? ¿empeoró? , ¿para dónde vamos?
–Empeoró y era natural porque Enrique Peña Nieto seguía la estrategia de Calderón, pero hizo algo
peor: Calderón exaltaba su guerra, entonces las víctimas aunque estaban negadas, se podían visibilizar
porque ahí estaban, exaltadas en la guerra que se iba ganando en función de las víctimas. Pero éste
[Peña Nieto] las volvió a enterrar, ha tratado de enterrarlas, de sepultarlas en una especie de fosas
simbólicas. No se habla de ellas, pero se le escapa Ayotzinapa y emerge Tlatlaya y la conciencia de los
buenos periodistas que arriesgando su vida, le dan voz a las víctimas. Porque las quiere ocultar y no
enfrentar, la realidad la empeora porque la gente cree que está mejor y se pone en condiciones de
indefensión. Ya no se cuida y es peor, Calderón termina con 50 mil muertos y la cifra se ha triplicado.
–¿Contra quién es esta guerra?
–Es contra todos, pero particularmente contra los jóvenes. No se les esta dando condiciones de vida a
los jóvenes, se les está cerrando el presente y eso es atroz. Nomás mire los dos grandes momentos
brillantes: Ayotzinapa perdió la oportunidad que tuvo el movimiento al encerrarse en 43, ese ha sido mi
reproche. En 2011 mataron a muchachos, con excepción de dos adultos, mi hijo y a cinco muchachos
más. Tres años después, a 200 kilómetros de aquí estaban desapareciendo a 43 muchachos y
asesinando a siete. Esos son símbolos, son contra los muchachos. Entonces, la estrategia sigue siendo la
misma de Calderón: agarrar capos, seguir con el ejército en las calles, con la corrupción de las
instituciones, porque sigue la corrupción. Si están operando los criminales afuera es porque están
adentro, cosa que no han querido asumir, ¡ahí está [Javier] Duarte como prueba más evidente!
–Esto que dice de que Ayotzinapa se encerró en los 43, ¿qué pensó usted cuando recién pasó la
desaparición y que miles se volcaron a las marchas multitudinarias en la Ciudad de México?, ¿tuvo la
esperanza de que el movimiento resurgiera?
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–Sí, se los dije de todas las maneras: ‘ábranlo, ustedes no pueden ser menos que el Movimiento por la
Paz’, no lo hicieron, se encerraron en 43. Cuando tuvieron la Comisión interamericana [de Derechos
Humanos] aquí, con todos los reflectores internacionales, ¿qué terminaron haciendo? Cuando nosotros
sentamos al Presidente de cara a la nación, a Calderón, ellos se encerraron en las condiciones que marcó
Peña Nieto para hablar de 43 a puerta cerrada; el gran fracaso. Yo esperaba que lo que hizo el
movimiento se potenciara y se hicieran los cambios. No tuvieron la visión. Los padres no la podían tener,
no tuvieron la visión los estudiantes que siguen encerrados en sus guetos de la izquierda trasnochada,
igual que Calderón, porque los extremos se tocan: para Calderón sus víctimas eran los soldados, para
Ayotzinapa las únicas víctimas eran los 43 porque venían de una tradición revolucionaria. Esa estupidez
impidió un gran momento y realmente la inflexión que estábamos esperando. Entonces estamos
esperando otro crimen de esa naturaleza, otro momento que permita que se abra la conciencia de otras
organizaciones de que sí tenemos que cambiar este país en su fondo, se trata de una refundación
nacional.
–¿Ayotzinapa se va a quedar ahí? Por ser sólo sobre los 43, ¿no pasará nada?
–Por desgracia.
–¿No vamos a saber qué pasó?
–Por desgracia no. Por desgracia la maldita verdad histórica con sus matices va a terminar
imponiéndose, ¿por qué? Porque se encerraron en 43 y no están tocando el corazón que debe cimbrar a
una nación, que es el asunto político, la transformación política. La justicia, sin una transformación
política, nunca va a llegar. Las víctimas fracturadas son muy cómodas, son momentos políticos,
aparentan ser, ¿por qué la derecha en Estados Unidos o en Europa, aquí la izquierda populista de
[Andrés Manuel] López Obrador, tienen tanta fuerza? Porque generan momentos políticos. La izquierda
en Estados unidos y en Europa es una izquierda fragmentada como la de las víctimas. Esto no son
momentos políticos, son momentos que permiten negociar al Gobierno y mantenerse en el status quo.
Los momentos políticos van al corazón de un cambio de estructura, la derecha representa la fuerza, aquí
el único que representa un momento político es la izquierda de López Obrador, no creo en ella, porque
en mi lógica López Obrador es una parte del mismo sistema de partidos y esto ya no es sostenible así.
Necesitamos una refundación de otro orden, un nuevo pacto social, ya no es con las estructuras que
tiene el Estado, pero por lo menos López Obrador genera elementos políticos que no son los
fundamentales, no va a cambiar nada si llega al poder, porque es un problema sistémico. Hay que
refundar la nación, estamos en un momento revolucionario y yo creo que se puede hacer la revolución
sin violencia. Por eso me interesa el Constituyente, pero necesitan juntarse todas las fuerzas políticas no
partidistas, pero de base: víctimas, zapatistas, los que está moviendo el Obispo Raúl Vera, tantas
organizaciones que deberían coincidir para hacer un cambio no violento a partir de un proceso
Constituyente.
–Si todos estos movimientos se unieran, sus seguidores, ¿serían más en número que el movimiento de
López Obrador?
–Definitivamente, y obligaría a mucha gente que está buscando una alternativa política y que sólo la
encuentra en el lopezobradorismo a cambiar y hacer una línea mucho más revolucionaria.
–¿Qué tan probable es que suceda y en cuánto tiempo?
–Es muy difícil, son cosas que no se pueden predecir. La política a ese nivel es azarosa, hay momentos
de inflexión que permiten eso: el Movimiento por la Paz fue uno, el zapatismo fue otro, lograron cosas
importantes, pero no lograron mantener la organización social. El otro fue Ayotzinapa y la desperdició,
esperemos que haya una inflexión, pero que no tenga que ser bajo la férula de una tragedia, sino por
una gran conciencia política.
–Pero, de acuerdo con la situación del país, ¿podemos prever que habrá otra tragedia que cimbre a
México?
186
–Absolutamente, porque hay una lejanía, un desprecio y una colusión de muchas instituciones del
Estado y de los partidos con el crimen organizado. No están atendiendo las necesidades de la gente,
están lejos de nosotros […]. Va a venir otra tragedia, es irremediable, frente a la estupidez, la inacción y
falta de sentido, la corrupción profunda del corazón de quienes tienen el poder, va a venir otra tragedia,
nadie la quiere, yo no la quiero, pero no están haciendo lo suficiente para evitarla.
EL 2018
–Vienen las elecciones, 2018, ¿en qué tendrá que reflexionar el votante?
–Yo creo que no tiene que reflexionar el voto, tiene que reflexionar en cómo cambiamos esto. Ya los
vimos, ya se fue Calderón, ya volvieron los priistas y tragedia, tras tragedia. Que vengan los perredistas,
ya lo vimos aquí en Morelos: empezó con los priistas, luego llegaron los panistas y ahora se ha
profundizado con un gobierno perredista, ya nomás nos falta que Morena [Movimiento Regeneración
Nacional] llegue para que se den cuenta que el problema es estructural y que necesitamos cambiar el
sistema y el pacto social. La democracia no se puede reducir a la representación de los partidos tal y
como están. Si creemos que la votación o un partido cambiará una cosa por otra, es una ilusión que está
contribuyendo a la criminalidad y a la hora que estamos viviendo. Esto puede ir al infinito, hasta
volverse un infierno y un horror del que nadie podamos salir. Si la corrupción del alma es social, esto
puede ser al infinito y en peores condiciones. Peña Nieto no sólo carga con sus muertos y desparecidos,
carga con los de los sexenio pasados.
–Si llega López Obrador, ¿la estrategia de seguridad actual continuaría?
–No sé si seguiría, pero el problema es sistémico. López Obrador no es Dios, si López Obrador hubiera
llegado en lugar de Peña, a quien le estaríamos reclamando la desaparición de los 43 sería a él, no lo
hubiera podido detener porque es sistémica, y no hay una propuesta de cómo reformar al Estado; es
sumamente simplista su visión y ojalá gane, si la gente acude a las urnas, yo no voy a ir, para que la
gente se decepcione y vea que no es un asunto de persona, sino de sistema. Hoy debe haber masacres
de pueblos enteros que no han sido visibilizadas, zonas de este país donde la prensa no está. Zonas que
no hemos visto y que veremos, sino detenemos esto. Yo no quiero ver eso, yo vivo con un dolor
inmenso, no sólo por mi hijo, sino por la impunidad. Después de todo lo que hicimos por esos seres que
no debieron morir, no se ha podido detener el horror y sigue acumulándose la muerte y el sufrimiento.
BRASIL/ Golpean al líder para voltear a la presidenta
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-293852-2016-03-05.html
Lula fue conducido al aeropuerto de San Pablo, donde prestó declaración a lo largo de casi
cuatro horas. El procedimiento causó indignación y protestas callejeras. El ex presidente
denunció la connivencia entre “el juez, la policía y los grandes medios”.
Por Eric Nepomuceno
Desde Río de Janeiro
Poco antes de las siete de la mañana de ayer la Policía Federal se presentó en el
departamento donde reside el ex presidente Lula da Silva, en San Bernardo, cordón industrial
de San Pablo. Poco antes la escolta a que Lula tiene derecho como ex mandatario había
llegado al local y lo advirtió de la presencia de la policía judicial. El mismo Lula abrió la puerta.
Cumpliendo órdenes del juez de primera instancia Sergio Moro, la Policía Federal condujo a
Lula da Silva hasta el aeropuerto metropolitano de San Pablo. En la sala reservada a las
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autoridades –una gentileza concedida a la figura política de mayor relieve en Brasil– Lula
prestó declaraciones a lo largo de casi cuatro horas. En más de una ocasión se irritó con las
preguntas de los comisarios de la Policía Federal. Se irritó, por ejemplo, cuando le preguntaron
sobre botellas –algunas, de vino importado– encontradas en la casa de campo que el ex
presidente frecuenta los fines de semana. También sobre los dos barquitos que su esposa
compró para los nietos de la pareja. “¿Es que no tienen nada más importante para hacer que
preguntarme estupideces?”, espetó Lula da Silva a sus interrogadores. Un abogado que
acompañó el interrogatorio contó que Lula contestó a todas las preguntas sin titubear un solo
instante.
La noticia de que el ex presidente fue blanco de una orden de ser llevado por la fuerza pública
a prestar testimonio tuvo inmenso impacto en todo el país.
Por la tarde, Lula y la presidenta Dilma Rousseff manifestaron su “indignación” por la medida
adoptada por el juez Sergio Moro. “Me sentí como un prisionero esta mañana” dijo Lula. “Si
querían escucharme sólo tenían que llamarme porque no debo y no temo.” A su vez, Dilma
expresó su “plena disconformidad” por el operativo policial en un mensaje televisado que dio
desde el palacio presidencial flanqueada por sus ministros. “Manifiesto mi plena disconformidad
con el hecho de que un ex presidente de la república, que muchas veces compareció
voluntariamente para ofrecer aclaraciones ante las autoridades competentes, sea ahora
sometido a un innecesario traslado coercitivo para dar testimonio,” se quejó la mandataria.
También Marco Aurelio Mello, integrante del Supremo Tribunal Federal, instancia máxima de la
Justicia en Brasil, criticó, por abusiva, la medida determinada por el responsable por la
Operación Lavadero de Autos, que investiga el esquema de corrupción instalado en la estatal
Petrobras. Figura prominente del principal partido de oposición, el socialdemócrata PSDB, José
Gregori, ministro de Justicia y luego de Derechos Humanos del gobierno de Fernando Henrique
Cardoso, denunció lo que considera un “evidente abuso” practicado por el juez de provincia. El
economista Luis Carlos Bresser-Pereira, uno de los fundadores del PSDB, fue más
contundente aún, al afirmar que “ya es hora de que el Supremo Tribunal Federal intervenga en
la Operación Lavadero de Autos, para impedir que sigan ocurriendo abusos de poder como
prisiones temporarias perpetuas o la conducción coercitiva de un ex presidente que ni siquiera
había sido convocado a declarar”.
Por la tarde, Lula da Silva se manifestó de manera contundente. “No era necesario que Moro
mandase gente a mi casa, a las de mis hijos y de mis compañeros de militancia”, dijo con aire
indignado, recordando que solamente este año ya había comparecido en tres ocasiones para
prestar declaraciones. “Ha sido un gesto de arrogancia, de prepotencia”, agregó.
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Lula insistió, una vez más, en recordar que ha sido en sus dos gobiernos (2003-2010) que se
concedió, como nunca antes, autonomía a la Policía Federal e independencia el Ministerio
Público. “Lo hicimos”, dijo, “porque creemos en la democracia. Moro, no. Mucho antes de Moro,
yo ya era un demócrata. Mientras él no hacía nada, nosotros luchábamos para devolver la
democracia al país”.
El ex presidente, luego de declararse indignado por la humillación enfrentada, avanzó sobre el
esquema armado entre Policía Federal, el tribunal de Moro y los grandes medios de
comunicación. “A las siete de la mañana, cuando mis abogados no sabían de nada, y yo
menos, algunos medios ya anunciaban el operativo”, aseguró.
Los argumentos de la Policía Federal y del Ministerio Público que integran la Operación
Lavadero de Autos para solicitar la comparencia por la fuerza pública de Lula, prontamente
acatados por el juez Moro, se refieren, de manera vaga y amplia, a las contribuciones de
grandes empresas al Instituto Lula. Además, se insinúa que las charlas que dio Lula en Brasil y
otros países eran un disfraz para pasarle dinero de coimas cobradas en la Petrobras. También
se acusa a Lula de haber ocultado patrimonio, en especial un departamento en el decadente
balneario de Guarujá, y una quinta a hora y media de San Pablo. La transferencia de los dos
inmuebles sería una manera disfrazada de pagarle coimas a Lula.
El ex mandatario ya aseguró reiteradamente que no es dueño del departamento en la playa ni
de la quinta, que pertenece a un antiguo compañero de militancia, su amigo desde hace más
de 40 años.
Lula da Silva contó que, en sus charlas en el exterior, por las cuales cobraba hasta 200 mil
dólares –“está todo en mi declaración al fisco”–, las preguntas de la asistencia se referían
siempre a los logros sociales alcanzados por Brasil a partir de su llegada al gobierno. “¿Por
qué Bill Clinton puede venir a Brasil, como vino hace poquito, y hablar en la Confederación
Nacional de la Industria y cobrar un millón de dólares, y yo no puedo contar a amigos africanos
o latinoamericanos cómo hicimos para disminuir la miseria en este país de injusticias eternas?”.
Lula anunció que está listo para recorrer el país defendiendo su historia y la historia del Partido
de los Trabajadores (PT). “Quisieron matar a la yarará, pero en lugar de golpearla en la cabeza
golpearon la cola. Y la yarará está viva y lista para volver”, dijo en clara referencia a las
elecciones del 2018.
Lo más grave de esa historia, sin embargo, es que puso a las claras que el esquema armado
entre el juez Moro, la Policía Federal, el Ministerio Público y la gran prensa hegemónica
encontró su punto ideal.
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La comparencia por la fuerza pública de Lula da Silva demuestra que Moro es un magistrado
sin límites, y que actúa en perfecta harmonía con el calendario golpista. Acosando a Lula,
acosa a Dilma. Con eso, fortalece el debilitado proceso de impeachment que adormece en la
Cámara de Diputados, faltando poco más de una semana para las manifestaciones callejeras
convocadas por la derecha más radical para el domingo 13 de marzo.
La euforia registrada en el mercado financiero –el dólar cayó en picada, la Bolsa subió como un
cohete– muestra quiénes son los que se alegran con la perspectiva del derrocamiento de Dilma
Rousseff y la degradación de Lula. Ahora, hay que ver cuál será la reacción de los movimientos
sociales, de la militancia del PT y del electorado que, en cuatro ocasiones seguidas, ha
derrotado al PSDB en las urnas.
Petrobras ya no es la empresa más valiosa de AL
Adeuda 130 mil millones de dólares y casi 50 por ciento vence antes de 2019
http://www.jornada.unam.mx/2016/03/05/politica/004n2pol
Periódico La Jornada
Sábado 5 de marzo de 2016, p. 4
Las dificultades que enfrentan las compañías de petróleo y energéticas a escala mundial por la
caída de los precios del crudo, la reducción de la demanda y la depreciación de las monedas se ha
recrudecido en el caso de Petrobras, considerada por la agencia Reuters como la petrolera más
endeudada del mundo, cuyo escándalo de corrupción, destapado en marzo de 2014, impacta el
ámbito político y tiene repercusiones no sólo en la situación financiera de la petrolera –la mayor
empresa de Brasil–, sino en el conjunto de la economía de la nación.
Aunque perdió hace tiempo su estatus como la empresa más valiosa de América Latina, Petrobras
sigue desempeñando un papel desmesurado en la economía de Brasil. De acuerdo con datos de la
petrolera estatal, sus operaciones de petróleo y gas contribuyen con 13 por ciento del producto
interno bruto (PIB) del país. Los ingresos por las ventas de esos energéticos sumaron 75 mil 167
millones de dólares, entre enero y septiembre de 2015, una baja de 32 por ciento con respecto al
mismo periodo de 2014.
El monto de su deuda es de alrededor de 130 mil millones de dólares, cifra que representa un
fuerte reto para la compañía, pues la mayor cantidad de ese monto –75 por ciento– se encuentra
en dólares, en momentos en que varias monedas a escala mundial se han depreciado frente a la
divisa estadunidense, y el real, en particular, ha perdido 50 por ciento de su valor en un año.
Un estudio publicado en 2015 por la revista Forbes calculó en 27 mil millones de dólares el impacto
que el escándalo de corrupción tuvo sobre la compañía.
A finales de febrero China anunció un préstamo para Petrobras por entre 5 mil millones y 10 mil
millones de dólares, los cuales podrían ayudar a cubrir la mayor parte de los 12 mil millones de
dólares que la compañía debe pagar este año.
Petrobras tiene planes para vender cerca de 14 mil millones de activos este año en un intento por
recortar su deuda y mantener efectivo en medio de un desplome de los precios mundiales del
petróleo y del escándalo de corrupción en la empresa.
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Las tres grandes calificadoras de riesgo del mundo consideran la deuda de Brasil como
especulativa, y la semana pasada la británica Moody’s fue la última en quitarle el grado de
inversión a la deuda de Brasil, al citar la profunda crisis económica y política de la séptima
economía mundial, sumida en recesión. La agencia prevé que la deuda pública del país supere 80
por ciento del PIB en los próximos tres años.
Gabriel Boric, diputado de la Izquierda Autónoma: “Me he
ido convenciendo que la elite política sí es corrupta”
http://www.theclinic.cl/2016/03/03/523772/
Jorge Rojas 03 Marzo, 2016 Tags: Columnas y entrevistas, congreso, Corrupción, Gabriel Boric,
política
Es su tercer año como diputado y en la Cámara son varios los que se sienten incómodos con su
presencia. No sólo por lo que representa, sino que también porque cada vez que puede evidencia
las malas prácticas de sus colegas y lo mediocres que son al momento de debatir. Acá, Boric analiza
los dos años del gobierno de Michelle Bachelet, el rol del Congreso y los desafíos de la izquierda:
“El Partido Comunista muchas veces termina siendo más papista que el Papa en la defensa de la
Nueva Mayoría”.
Gabriel-Boric-foto2-alejandro-olivares
¿Viste el humor en el Festival de Viña?
Vi un poco de las rutinas, pero estaba de vacaciones. No hay que ponerse graves, la democracia
chilena está tan viciada, que una de las manera de reconfigurarla es rompiendo la forma tan pacata
y pétrea que tiene, y el humor es sólo una muestra de esta crisis de representatividad. La crítica de
los humoristas es profundamente política. Natalia Valdebenito, por ejemplo, tiene un discurso de
reivindicación de la femineidad en el espacio público que no sólo es contracultural, sino que
también propositiva. La pregunta que tenemos que hacernos ahora es: ¿qué hacemos nosotros al
respecto?
¿En qué etapa está esta crisis?
La magnitud de la crisis de representatividad tiene múltiples dimensiones: el parlamento es de las
instituciones más desprestigiadas del país, a los partidos políticos nadie les cree, y en las elecciones
anteriores votó el 40% y quizás cuántos lo van a hacer ahora. No hay que minimizar la crisis, ni
pasarse rollos que estamos en una suerte de situación prerrevolucionaria donde mañana se cae
todo, porque no hay una crisis de las instituciones propiamente tal, sino de la credibilidad, de las
actuales formas de representación de la sociedad.
¿Qué representa el parlamento?
El parlamento no representa la diversidad de la sociedad chilena, sino que a una elite machista,
santiaguina y de clase alta, es un acto fallido de democracia. Ahora, creo que es un espacio que hay
que rescatar y la mejor manera de hacerlo es criticándolo. En el Congreso hay de todo, son 120
diputados y no meto a todos en el mismo saco, pero en general son hijos, hermanos o parientes de.
¿Es mediocre el Congreso?
El Congreso es totalmente mediocre, sobre todo en el nivel de debate. La mayoría de los
parlamentarios están dedicados al clientelismo más que a la política como transformadora de la
realidad. Gustavo Hasbún, Ignacio Urrutia, y Felipe Kast son el paradigma de lo absurdo, pero
también está el parlamentario que presenta un proyecto de ley cada vez que pasa algo y sólo para
figurar en la tele. Esos proyectos no terminan en nada, porque no tienen respaldo ciudadano
detrás. La cantidad de proyectos pelotudos que se presentan sólo para figurar es enorme.
¿Quiénes son tus aliados?
191
El parlamento es como un curso de colegio, hay gente buena onda, los que no hablan, los mateos,
los chantas, y los buenos para la talla. Con la mayoría hay una sana distancia. Hay parlamentarios a
los que respeto mucho, como Osvaldo Andrade y Pepe Auth, con quienes se puede tener debate
ideológico. A pesar de que estoy en desacuerdo con sus ideas, a Jaime Bellolio también lo respeto
harto, porque creo que es un tipo articulado. Lo mismo pasa con Víctor Torres y Karla Rubilar, a
quienes les reconozco varias propuestas interesantes en materia de salud. Son gente que hace la
pega silenciosamente y que no tratan de figurar.
Ahora que conocemos los aportes ilegales que algunos recibían, uno supone que habían
parlamentarios que se representaban a sí mismos o a los empresarios que los financiaban.
En el Congreso hay muchos parlamentarios que son funcionarios de empresas. El otro día leía a
Hernán Larraín y su opinión da cuenta de que esto se va a seguir repitiendo, porque decía que al
final todos lo hacían. Algunos no son capaces de ver el rapto de la democracia que implica que los
empresarios financien una campaña. Ellos no hacen filantropía, invierten, y hubo muchos grupos
empresariales que sacaron electos varios parlamentarios. Para mí, Fulvio Rossi es un funcionario de
SQM, Jorge Insunza de las mineras y, bueno, todos los funcionarios de Penta que conocemos.
¿Pablo Longueira también es funcionario de Patricio Contesse?
La naturalización que hace Longueira, y que después fue aplaudido por Juan Pablo Letelier y por
José Miguel Insulza, es una cuestión que da cuenta que por mucho que hayan hecho autocríticas, al
final siguen pensando lo mismo. El único sector con conciencia de clase hoy es el empresariado,
que a su vez utiliza a vastos sectores políticos para asegurar su condición de privilegios. Yo me he
ido convenciendo que la elite política sí es corrupta.
Uno de los argumentos con los que Insulza defendía a Longueira era diciendo que él era un
‘hombre de Estado’. ¿Qué es ser un hombre de Estado?
Un ‘hombre de Estado’ es una persona que piensa en el futuro, pero desde la perspectiva de clase,
tratando de mantener todo más o menos igual sin que haya mucha revuelta, como si entregaran
migajas. La gracia de estos hombres es que generan consensos en las clases subalternas, que cr een
que sus propios intereses están representados. Con ese tipo de cosas nosotros tenemos que
mantener un límite radical, romper con ellos. Decir derechamente que no estamos de su lado.
¿Ganar elecciones con aportes ilegales te convierte en una persona que se enriquece ilícitamente?
Yo creo que sí. Se han esforzado en decir que esa plata no fue para enriquecimiento personal, pero
si los empresarios te financian la campaña es enriquecimiento, porque se gastaron esa plata en
obtener un cargo que te da privilegios de aquí en adelante.
Parece que la Fiscalía no piensa lo mismo.
Es que hay que probar jurídicamente eso y puede ser difícil. Más que juzgar a la Fiscalía, el
problema más grave es que quienes lo hicieron siguen creyendo que esto no era grave. Ojalá que la
ciudadanía no lo asuma como un escándalo más, no hay que hacer de lo inaceptable una
normalidad.
LA IZQUIERDA CHILENA
La semana pasada estuviste es España con Pablo Iglesias, el líder del Podemos. ¿De qué
conversaron?
Muchas veces se dice que por el éxito electoral que ha tenido el Podemos en España deberíamos
replicarlo acá, pero yo creo que eso no solo no es posible, sino que es indeseable. No hay que caer
en la tentación de ir para allá sólo por un éxito electoral, pero hay mucho que aprender de esa
experiencia. Ellos tienen una vocación por una reflexión mucho más profunda de lo que la izquierda
ha estado acostumbrada en los últimos años.
¿Qué es ser de izquierda hoy?
192
La dicotomía izquierda y derecha aún tiene sentido, pero no necesariamente es la única. Si uno
quiere hacer un proyecto mayoritario en el mediano plazo hay que convocar a la gente que no está
convencida de eso. Ser de izquierda hoy es tener una convicción y una acción que vaya no sólo al
discurso de la desigualdad y la redistribución de la riqueza, sino que también hacernos cargo de la
regionalización, la discriminación de género, el feminismo, y la distribución del poder. Por ejemplo,
después de todo el escándalo de los supermercados coludidos, hace algunos días salió una
publicación que decía que en el último mes rentaron el 13% en sus ventas. Es decir, a pesar de los
escándalos, no pasa nada, porque el modelo de acumulación y el poder de los empresarios siguen
funcionando. El desafío que tiene la izquierda en este sentido es saber cómo generamos otra forma
de creación de riqueza que no dependa del dueño del capital. Si creemos que la disputa electoral es
lo único que podemos hacer estamos perdidos.
¿Qué están haciendo para eso?
Dos cosas. Primero, estamos empezando a entender que las pequeñeces que nos han dividido por
tanto tiempo tienen que terminar. Es necesario sentarse a conversar si queremos ser incidentes. Y
segundo, hay un desarrollo teórico cada vez más interesante, desde lugares como las fundaciones
Nodo XXI, Emerge, y Crea, que nos hacen pensar que es posible un programa social demócrata
radical por fuera de los márgenes del neoliberalismo. Hay que vincular políticamente a los distintos
movimientos sociales, que no queden sólo en la protesta, pero hay que tomárselo en serio, no a la
chacota como ocurrió con Marcel Claude, que era una sumatoria de demandas en una bolsa de
gatos. Marcel decía que se demoraba cinco minutos en hacer una Asamblea Constituyente, eso es
poco serio.
¿Cómo hacer para que todos esos movimientos sociales se vinculen entre ellos?
Esto es difícil tratarlo en las entrevistas… la política chilena está enferma de corto plazo y
electoralismo. Nosotros tenemos que mirar la foto grande y pensar que hasta hace cinco años
hablar de Asamblea Constituyente era una idea absolutamente marginal, pero hoy no. Lo mismo ha
ocurrido con otros temas. Estos son procesos que no cambian de la noche a la mañana, pero si no
somos capaces de construir fuerzas sociales para sustentar las transformaciones, al final vamos a
terminar siendo puro voluntarismo que choca contra un muro.
¿Cómo puede dialogar la izquierda extraparlamentaria con el Partido Comunista?
Es bien difícil, el Partido Comunista muchas veces termina siendo más papista que el Papa en la
defensa de la Nueva Mayoría, pero estoy plenamente consciente que el proyecto de la izquierda
del futuro necesariamente debe contar con el PC.
¿Qué tan real es ese proyecto?
Hemos avanzado en las propuestas, pero estamos atrasados. Hay que pensar por fuera de los
paradigmas de la izquierda del siglo XX. Acá no se trata de volver al Estado que controla todo, hay
que creer en la autonomía de las comunidades. Hay que democratizar el poder y en eso las
experiencias de las últimas movilizaciones han sido aleccionadoras. Tenemos que dial ogar y buscar
soluciones en conjunto con los compañeros de la Izquierda Libertaria, de la Unión Nacional
Estudiantil, con Cristián Cuevas, y en alguna medida con Revolución Democrática (RD).
¿En qué están las conversaciones con RD?
Ha habido conversaciones, pero no anteponiendo un objetivo electoral. Tenemos mucho que
aportarnos el uno al otro. No se trata de construir alianzas, ni programas para las elecciones. Esto
tiene que estar dado por un trabajo concreto en luchas sociales reales. Hay que dejarse de
pequeñeces inexplicables y encontrarnos en el trabajo concreto.
Igual esto se juega con un pie en el largo plazo, pero con el otro en el corto. Vienen elecciones
municipales, y después las parlamentarias y las presidenciales.
Estamos en proceso definición. Ahora en marzo vamos a enfrentar nuestra primera elección
interna que tiene que dar paso a abrir nuestra organización. No queremos sólo juntar firmas, sino
193
que convocar a la gente en torno a un trabajo político. Ese es nuestro principal desafío. Sobre las
elecciones, en Magallanes vamos seguros y estamos viendo otras comunas, pero no estamos
mirando las municipales con tanta ansiedad.
El PPD quiere llevar a DJ Méndez de candidato a alcalde en Valparaíso, ¿de qué habla eso?
De nada, creen que a través de la performance pueden solucionar el déficit político.
¿Un político pop?
Claro, eso es pan para hoy y hambre para mañana. La Nueva Mayoría es un ejemplo de eso, el gran
problema que ha demostrado tener el gobierno de Michelle Bachelet es que no tiene ninguna
inserción real en las luchas sociales y creen que los cambios se hacen sólo desde la burocracia del
Estado.
LA VIEJA NUEVA MAYORÍA
Gabriel-Boric-foto1-alejandro-olivares
¿Si Michelle Bachelet hubiese tenido más sintonía con las luchas sociales le habría costado menos
implementar las reformas?
Hay una contradicción en la Nueva Mayoría que la hace inviable desde un comienzo. De partida, el
programa de Michelle Bachelet es de reformas moderadas, están peleando por cuestiones que son
relativamente básicas en cualquier país desarrollado.
¿Quieres decir que están nuevamente administrando el sistema en vez de cambiarlo?
La Nueva Mayoría es un proyecto de administración que hizo todo un discurso para tomar las
banderas de las movilizaciones del 2011 en torno al liderazgo de Michelle Bachelet, pero que
cuando esto se cayó, aparecieron todas las inconsistencias del proyecto. Por eso esta alianza se ha
hecho insostenible en el largo plazo. Es decir, las reformas de la Nueva Mayoría no son lo que dicen
ser. Cuando partió la reforma laboral, por ejemplo, Javiera Blanco decía que iban a terminar con el
régimen laboral de la dictadura, pero en la práctica no están cambiando la negociación por rama, el
reemplazo en huelga lo están relativizando, y todo al final termina negociado con el empresariado.
Hay un discurso muy rimbombante contra los poderosos de siempre, pero en la práctica no hay
cambios radicales.
¿Nos están vendiendo la ‘pescá’?
En la Nueva Mayoría no hay un conflicto entre buenos y malos o jóvenes y viejos, la Nueva Mayoría
es en esencia un proyecto de regulación y humanización de los excesos del neoliberalismo y que se
viste de otro discurso para empatizar con la gente.
¿Y eso es por la composición de la Nueva Mayoría?
No, la idea de que la DC es el demonio dentro del gobierno no es cierta. Si bien la DC es más
conservadora, la Nueva Mayoría es la misma Concertación más el Partido Comunista. Como que se
violentaron tanto con lo que habían construido que quisieron humanizarlo: el sistema de
pensiones, la educación, los derechos sociales. Acá no hay un cambio de paradigma, sino que esto
tiene que ver más con el ánimo de retornar al poder. En el proceso de cambio de Concertación a
Nueva Mayoría no hubo una elaboración teórica y política que le diera sustento. Agarraron las
banderas del 2011 estéticamente, pero no tenían convicción real.
¿Bachelet se ha tenido que adaptar a este escenario?
Me cuesta mucho leer lo que quiere Michelle Bachelet, pero creo que da lo mismo. La política se
basa en procesos colectivos y el liderazgo de Bachelet es medio virginal, como que hay que
interpretarlo a través de exégetas, guiado por intuiciones, y eso es muy nocivo porque no
construye colectivamente. Eso también es una suerte de individualismo radical y eso se dio porque
ella era la única que podía ganar, pero no veo una transformación desde la Michelle de 2006 hasta
la de ahora.
194
Igual incluyó matices. Intentó meter a una generación nueva, un ministro del Interior que provenía
de la educación pública.
Estos hitos personales, así como Golborne que venía de Maipú, no representan un cambio de
paradigma. Rodrigo Peñailillo fue el que quebró la Confech en 1997 para bajar las movilizaciones.
Que sea unos años más joven no significa que tenga convicciones diferentes. Ese es un error que
comete mi generación también, que creemos que hay virtud por el solo hecho de ser joven. Acá lo
importante son las ideas y el proyecto país, y Peñailillo y la G90 son una continuación de la
Concertación.
Existe la posibilidad de que Lagos y Piñera se enfrenten en las próximas elecciones presidenciales,
¿qué te parece eso?
Si llegamos a eso es porque los partidos políticos tradicionales no entienden qué cresta pasa en
Chile. Me quedo con lo que dijo Natalia Valdebenito: “no los queremos de vuelta, ya no queda
nada más para vender”. Ahora llegó el tiempo de recuperar lo que ellos vendieron, pero el
problema es que aún nos falta para esa articulación. La idea es que no nos transformemos en
opinólogos de este “clásico”, sino que podamos ser alternativa, independiente de que en esta
vuelta no sea nuestra pasada. Espero que sea el último suspiro de la política de los acuerdos.
Entrevista en video inédita a Berta Cáceres, destacada líder
indígena, asesinada en Honduras
http://www.elciudadano.cl/2016/03/04/262453/entrevista-en-video-inedita-a-berta-caceresdestacada-lider-indigena-asesinada-en-honduras-usa/
La muerte de la ganadora del prestigioso premio Goldman que reconoció su labor
medioambiental, es un duro golpe al movimiento indigenista mundial. El gobierno actual
de Honduras, bajo la presidencia de Juan Orlando Hernández, tiene una responsabilidad
urgente de investigar el asesinato, identificar a los culpables, y proteger a los dirigentes
comunitarios del país.
La destacada dirigente campesina, líder
indígena de las comunidades lenca y premiada activista de los derechos humanos, Berta
Cáceres, acaba de ser asesinada la madrugada de ayer jueves 3 de marzo de 2016, en la zona
de La Esperanza, en Honduras, por un grupo de hombres armados que irrumpieron
violentamente en su casa.
195
Pese a que la información oficial preliminar habla de robo, las organizaciones de derechos
humanos denuncian que estaba permanentemente amenazada de muerte por su labor de
resistencia a la construcción de una represa hidroeléctrica en la zona de Agua Zarca, que
afectaría el Río Gualcarque, cause de agua sagrado de la comunidad lenca adyacente. Los
gobiernos que han sucedido al golpe de Estado de 2009, especialmente el gobierno de facto
de Roberto Micheletti, han privatizado o concesionado muchos cursos de agua para proyectos
hidroeléctricos, sin considerar el impacto en las comunidades aledañas, muchas de ellas
indígenas.
En sus labores de defensa medioambiental de la zona de Agua Zarca, Berta logró junto a las
comunidades afectadas frenar proyectos que tenían incluso el apoyo del Banco Mundial (más
información, en BBC Mundo).
El asesinato de la dirigenta Berta Cáceres pone de manifiesto el enorme riesgo que corren los
líderes comunitarios y políticos de base, que han sido sistemáticamente asesinados en los
últimos años. Otras zonas de Honduras enfrentan un ambiente similar de violencia, donde
agentes de seguridad contratados por empresas privadas, o agentes del Estado, han estado
involucrados en asesinatos, hostigamiento y uso ilegal de la fuerza, como es el caso del Valle
del Aguán, donde varios dirigentes han corrido la misma suerte que Berta Cáceres. La
sistemática violencia que existe en el país contras los dirigentes comunitarios, y la ausencia
de mecanismos de consulta a las comunidades campesinas, indígenas y afro-hondureñas
sobre megaproyectos que afectan la calidad medioambiental de sus comunidades, han sido
ampliamente documentados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Entrevista inédita en video
Tuve el privilegio de conocer a Berta Cáceres en febrero de 2011, cuando asistí como
observador internacional de la Primera Asamblea General del Frente Nacional de Resistencia
Popular (FNRP), en Tegucigalpa, realizada entre el 25 de febrero y el 1 de marzo de 2011. Un
reporte académico de mi autoría sobre ese evento puede ser encontrado acá. Me llamó
inmediatamente la atención la fuerza de las convicciones de Berta, su claridad política, su
entereza de valores, su profunda inteligencia. Tras su asesinato, comparto el impacto que han
sentido todos quienes tuvieron el honor de conocerla. La muerte de Berta Cáceres, ganadora
del prestigioso premio Goldman que reconoció su labor medioambiental, es un duro golpe al
movimiento indigenista mundial. El gobierno actual de Honduras, bajo la presidencia de
Juan Orlando Hernández, tiene una responsabilidad urgente de investigar el asesinato,
identificar a los culpables, y proteger a los dirigentes comunitarios del país.
VER EL VIDEO EN INFOAMERICAS.INFO
196
Patricio Zamorano, desde Washington DChttp://www.infoamericas.info
http://infoamericas.info/video-entrevista-inedita-a-berta-caceres-destacada-lider-indigenaasesinada-en-honduras/
Honduras: “El gobierno dictatorial entró en crisis por lo que
significa Berta para nuestro pueblo y el mundo”
ANDRÉS FIGUEROA CORNEJO
·
Entrevista con la parlamentaria del partido Libre (Libertad y Refundación), Scherly Arriaga,
opositora acérrima de la dictadura en el país centroamericano
·
“Otra vez Honduras se levanta convencido de que los únicos que podemos cambiar el futuro y
hacia dónde vamos, es el pueblo mismo y en las calles”
“Ya contuve mi sangre cuando hervía,
y cualquier desaire
puede ser la gota de agua”
Chico Buarque
Andrés Figueroa Cornejo
[email protected]
Scherly Arriaga es odontóloga y diputada del partido Libre (1), la única tienda política en
Honduras con representación parlamentaria que postula el socialismo democrático como
alternativa de desarrollo (29 escaños de 128). Desde el 2009, uno de los países más
empobrecidos de América Latina (casi el 70% de su población sobrevive bajo el umbral de
la pobreza, según la Cepal), es presa de un régimen dictatorial sui generis, oligárquico y
excluyente en todos los ámbitos, y dependiente del Estado corporativo norteamericano.
Como la violencia va de la mano con la miseria y la ignorancia premeditada, Honduras
está en el ránking de los países con más alta criminalidad del continente y del mundo, de
acuerdo al Índice de Paz Global.
Honduras, la olvidada y empobrecida, sin embargo, desde la madrugada del 3 de marzo
de 2016 es noticia en todo el planeta debido al asesinato de Berta Cáceres (2), dirigenta
indiscutible de los derechos humanos y sociales de los pueblos indígenas, el
ambientalismo y feminismo populares y consecuentes, y del combate antiimperialista y
anticapitalista en sus expresiones de saqueo extractivista, sepultura de humanidad,
identidad, soberanía y territorio.
La joven diputada hondureña Scherly Arriaga es directa, crítica y autocrítica. “Luego del
golpe de Estado de 2009 (3), el país cayó en una crisis profunda de carácter político, social
y económico. Su manifestación más grave son los actos violentos en contra de la
población, vulnerando al conjunto de las y los dirigentes sociales y políticos”, señala.
-¿Qué significa el crimen de Berta Cáceres?
“Berta era la máxima representación de defensa de los derechos del pueblo indígena
Lenca (el más numeroso del país y ubicado en el occidente del territorio). Ella conducía y
197
coordinaba todas las acciones en contra de las inversiones de las grandes transnacionales
y llevaba luchando hace años por la defensa del Río Blanco y Gualcarque frente al
proyecto depredador hidroeléctrico Agua Zarca, impulsado por la empresa de capital
hondureño Desarrollos Energéticos S.A. de C.V. (DESA) y capitalizado por instituciones
financieras europeas y empresas constructoras de capital chino. Por ese combate Berta
había sido amenazada en varias ocasiones. De hecho, ya habían asesinado a miembros
de la agrupación que lideraba, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas
de Honduras (Copinh). Durante la semana anterior a su asesinato, Berta realizó denuncias
debido a que los militares bloquearon la movilización de algunas de las comunidades
indígenas.
Berta para nosotros/as significa un golpe al resguardo de los recursos naturales de nuestro
pueblo. Y su crimen es un mensaje del poder para intentar silenciar a los defensores de las
mujeres, del medioambiente y de los DDHH. El repudio nacional e internacional que causa
su muerte, revela la incapacidad y la complicidad del Estado de Honduras. Berta contaba
con medidas cautelares a causa de las amenazas recibidas.
Honduras llora y condena el asesinato de una luchadora implacable por la soberanía de
nuestra biodiversidad y recursos naturales que, por el contrario, el actual gobierno,
únicamente se dedica a concesionar (privatizar).”
-¿Cómo se ha desenvuelto el capitalismo hondureño y su Estado en los últimos
tiempos?
“El partido Libre (Libertad y Refundación), del cual formo parte, nace para denunciar estos
hechos de violencia del Estado. Libre colaboró para que la policía-militar no pasara a ser
nombrada constitucionalmente. Sin embargo, Honduras es un Estado militarizado, y en el
curso de estos años aumentó el número de uniformados, como el número de asesinatos y
de hechos violentos. El actual gobierno se ha encargado de manipular y maquillar las
cifras de homicidios recurrentes en la sociedad hondureña, intentando reducirlas. Y
aunque los medios de comunicación hegemónicos pretenden ocultar el horror, la violencia
es demasiado evidente. Al respecto, las redes sociales han aportado a la comunicación
verdadera y alternativa. Esas vías son las utilizadas por las organizaciones populares en
contra de los intereses de los imperialismos, los tratados de libre comercio (asimétricos),
etc. En la bancada de Libre en el congreso hondureño, somos testigos de cómo a diario se
firman contratos multimillonarios con empresas estadounidenses, con capitales chinos y
canadienses, mientras la población ni siquiera logra enterarse de ello. Resulta aberrante
cómo el régimen en curso está entregando la soberanía hondureña a capitales
norteamericanos y a otros grandes capitales soportados por los Estados centrales del
mundo. Por ejemplo, además de la venta “clásica” de los recursos naturales, ahora se
regala soberanía mediante los proyectos ligados a las llamadas Zonas de Desarrollo
Inteligente, que consisten en privatizar nuestras regiones, playas, carreteras, recursos, con
el fin de beneficiar a un grupo de elite empresarial nativa y/o a la inversión transnacional.”
198
“Si el objetivo de los culpables del asesinato de Berta fue
sembrar terror entre la gente, en la realidad, el efecto es
absolutamente contrario”
-El repertorio privatizador, de súper explotación del trabajo humano y la expoliación
de la biodiversidad, es conocido en Chile desde mediados de los 70 del siglo XX, y
tiene que ver con la presente fase del capitalismo, la financiarización mundial y el
saqueo incesante de materias primas, como una manera desesperada del capital por
contrarrestar la caída de su tasa de ganancia. Ya sabemos cómo se manifiesta en
Honduras a través del asesinato de Berta Cáceres y del propio testimonio que haces
como parlamentaria de Libre.
“A las y los hondureños ese programa se les vende muy bonito, como “desarrollo”, como
“más empleo”, etc., cuando es todo lo contrario. Honduras está situada geopolítica y
económicamente en una zona estratégica que facilita la circulación de todo tipo de
mercancías.
Ahora bien, después del golpe de Estado de 2009, el pueblo hondureño se lanzó a las
calles para expresar su disconformidad como jamás en la historia contemporánea del país
y organizado por medio del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP). Justo en la
administración ejecutiva del gobierno de Juan Orlando Hernández y hace pocos días atrás,
comenzó a levantarse nuevamente el movimiento popular, pero de una manera superior al
propio FNRP, como resultado de la corrupción por arriba que reina en Honduras. Y con el
asesinato de Berta, este nuevo ciclo de lucha popular se ve nutrido de más razones. Existe
una enorme necesidad de la gente, a todo nivel, de tomar con mayor brío las causas que
abrazó Berta, por un lado, y de exigir justicia y no a la impunidad frente al crimen, por otro.”
-¿Qué sentido político tiene lo que dices?
“Que el pueblo de Honduras retoma ahora nuevamente las calles y la lucha social y
política. El gobierno de Juan Orlando Hernández entró en crisis porque lo que significa
Berta para el mundo y su rol cómplice al no haber respondido a la seguridad de ella. Creo
que otra vez Honduras se levanta convencido de que los únicos que podemos cambiar el
futuro y hacia dónde va el país, es el pueblo mismo y en las calles. Si el objetivo de los
culpables del asesinato de Berta fue sembrar terror entre la gente, en la realidad, el efecto
es absolutamente contrario.”
-En el plano de la crítica y la autocrítica, ¿las fuerzas de la democracia radical y el
antifascismo en Honduras, de alguna manera, subordinaron a esas mismas fuerzas
sociales a la mera lucha electoral en un momento dado y, en consecuencia, la lucha
199
institucional comportó un cierto abandono de la potencia estratégica del movimiento
popular en acción?
“Al respecto, debo también hacerme responsable de conducirnos por una vía de lucha,
descuidando la otra. Por eso Berta significa tanto. Porque ella, a pesar de la
desorganización del movimiento popular, continúo en las calles y en la movilización. El
FNRP en algún momento se convirtió también en un brazo electoral. Creo que, desde mi
posición de diputada, es preciso replantear la lucha social y hoy es una inmejorable
oportunidad para ello.”
-¿Qué significa luchar desde una institucionalidad con las características del Estado
hondureño?
“Muy poco. Ganamos algún espacio de visibilización en los medios masivos de
comunicación, y con los límites editoriales que esos mismos medios nos imponen.”
-¿Cómo funcionan estas “dictaduras de nuevo tipo”, donde una fracción de la
disidencia puede tener presencia minoritaria en el poder legislativo del Estado?
“No existe independencia de los poderes del Estado; un poder del Estado se impone sobre
otro; los que dieron el golpe de Estado instalan a los miembros de la Justicia que sólo a
ellos les convienen. ¿Recuerdas que el origen del golpe de Estado, al menos formalmente,
fue que el legítimo presidente de Honduras hasta el 2009, Manuel Zelaya, pretendía
realizar una consulta sobre si el pueblo deseaba realizar una asamblea constituyente?
Pues ahora, Juan Hernández tiene en sus manos la sentencia de la Corte de Justicia
donde él cuenta con la facultad de reelegirse cuando, supuestamente y en su momento,
acusaron a Manuel Zelaya de lo mismo. Así, la dictadura manipula el congreso nacional y
el poder judicial.
En este sentido, es importante constatar que hoy la gente es más crítica y más política; se
informa más de los movimientos de la dictadura. Por eso hoy nuestro pueblo sabe que
existe corrupción, que hay violencia, que hay un 95% de impunidad, etc. Todo redunda en
que el actual gobierno es tremendamente impopular y nadie lo quiere. Ni siquiera quienes
lo votaron. Por tanto, al régimen no le queda otro recurso más que el de la fuerza, la
intimidación y el terror militar para sostenerse.
Ahora bien, yo sí confío en las fuerzas del pueblo y en que el Partido Nacional dejará de
gobernar. Soy una convencida de que debemos y podemos aprender de los errores.”
Notas.
1. http://libre.hn/
2. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209601&titular=asesinada-ladirigente-ind%EDgena-berta-c%E1ceres200
3. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=185107
Daña Trump relación con EU, advierte EPN; No hay crisis;
hay estabilidad, afirma
‘Sin reforma fiscal, quién sabe de qué magnitud habría sido el recorte’, indica; no se puede
pretender culpar al gobierno por caso de los 43, dice el Presidente
http://beta.noroeste.com.mx/publicaciones/view/daa-trump-relacin-con-eu-advierte-epn-no-haycrisis-hay-estabilidad-afirma-1013934
MÉXICO (UNIV)._ Las reformas estructurales realizadas durante su administración y el efecto que
considera que tendrán para el desarrollo del País. La situación económica de la Nación.
Su visión sobre las implicaciones que tendrá para la relación bilateral las próximas elecciones en
Estados Unidos, y su postura frente a los procesos electorales de 2016 y 2018 en México, así como
su reflexión sobre el populismo, son algunos de los temas sobre los que conversa el Presidente
Enrique Peña Nieto en entrevista con El Universal.
Las reformas y la economía
Presidente, estamos a la mitad de su sexenio, los primeros tres años podrían caracterizarse como el
periodo de las reformas estructurales, ¿podría ya realizarse un corte de caja para saber si cumplieron
las expectativas o si se quedaron cortas?
—Al contrario. Creo que lo que este gobierno se ha propuesto hacer, y así lo continuaremos
haciendo de manera perseverante, es romper barreras, romper eso que nos impide ir a un mayor
paso, mucho más acelerado, en favor del desarrollo de México.
Somos una gran Nación, con un enorme potencial. Muchos beneficios ya se empiezan a apreciar que
son consecuencia de las reformas, pero lograr la debida instrumentación de éstas es parte de todo un
proceso que toma su tiempo y que este gobierno no va a dejar de atender.
Fue un gran paso materializar 13 reformas estructurales, producto de un pacto, de un acuerdo entre
las principales fuerzas políticas es algo único para el país, que no había ocurrido, es algo que no
estaba ni siquiera pensado.
Y hoy como está el contexto internacional, la verdad es que no hay otra Nación en el mundo que en
los años recientes hubiese impulsado una agenda de reformas como la que México logró consolidar
en el contexto de un país democrático y plural.
Hablando de ese entorno mundial difícil, y las circunstancias propias del País, al parecer ha habido
una instrumentación irregular de algunas de estas reformas. ¿Cuáles lo han dejado más satisfecho en
este inicio de instrumentación, de aplicación y cuáles, digamos, están rezagadas?
—Yo diría que todas van en ruta de su debida instrumentación, hay otras que no han concluido su
proceso de legislación secundaria, por ejemplo, el Sistema Nacional Anticorrupción, pero yo espero
que en este proceso legislativo se dé.
201
A ver, 13 reformas alcanzadas, primero, ante la definición de una agenda, su procesamiento
legislativo, no sólo para cambiar la Constitución, sino para hacer la legislación que deriva de la
Constitución, en tres años, es un gran logro como Nación.
Y creo que en este primer semestre, en este periodo legislativo, habrá de concluirse la parte
normativa y legislativa de algunos de los temas de la agenda de cambios estructurales.
En el orden económico, la reforma energética, la de telecomunicaciones y la financiera están dando
sus efectos, la fiscal misma, con lo polémica que puede resultar una reforma en esta materia.
[De] no haber hecho la reforma fiscal, hoy ante la caída en los precios del petróleo, lo cual era difícil
haber adivinado y advertir, el gobierno hubiese tenido que hacer eventualmente un ajuste todavía
mayor, quién sabe de qué orden y magnitud. La reforma financiera nos está permitiendo que haya
mayor crédito.
La reforma energética está en su proceso de instrumentación; además, con un mecanismo de
transparencia que ha sido así reconocido fuera y dentro de México.
Hoy la inversión extranjera, que ha alcanzado también niveles récord e históricos, seguro estoy que
todavía vendrá aún mayor inversión, porque la que hoy se tiene no considera, ni siquiera registra la
que potencialmente podrá venir derivado de la reforma energética, en la que es de esperarse haya
importantes inversiones e importante generación de empleo.
Si nos vamos a lo social, ahí he destacado que quizás la más importante y la de calado mucho más
profundo es la reforma educativa, y creo que la sociedad en general ha apreciado las dificultades, los
escenarios complejos que se han tenido que vivir y enfrentar para instrumentarla.
Presidente, permítame regresar al tema de la reforma energética. El impacto de esta reforma al
parecer fue mermado por el desplome del mercado petrolero, ¿en general de qué tamaño es esta
merma?
—Creo que hay que enfrentar este escenario, que lo están enfrentando los países productores de
petróleo, pero también advierto que no es un escenario permanente.
Lo que sí es un cambio de modelo es lo que permite la reforma; de ahí que en su instrumentación
[ya] se ha apreciado y se ha observado que hay empresas resueltas a hacer inversiones importantes,
que tendrán materialización en mediano y largo plazo, no obstante este escenario de precios
internacionales del petróleo muy bajos, pero [así] han sido los precios del crudo siempre, suben,
bajan, suben, bajan.
Lo que es un hecho es que la reforma, sin duda, tiene un enorme potencial.
La reforma energética rompe una barrera, precisamente, o rompe un obstáculo que había para que
todos estos recursos que nos puedan hacer un país mucho más atractivo, que genere más empleo,
mayor inversión productiva, se pueda dar a partir de un marco mucho más abierto, que sobre todo
posibilita que haya inversión privada.
La reforma da un enorme potencial a México, no de muy corto plazo; lo que estamos viviendo en
cuanto a los precios del petróleo es un escenario, no puedo decir cuándo concluirá o cuándo habrá un
202
mejor escenario en el precio del petróleo, es difícil predecirlo y menos hacer pronósticos en algo que
parece que históricamente nunca ha tenido palabra, que es el precio del petróleo.
Sobre este tema, ante la caída de los ingresos petroleros, ¿cuáles son las alternativas para apuntalar la
economía?
—Hay una muy clara: actuar con gran responsabilidad en el manejo de las finanzas públicas, lo que
nos ha llevado a hacer un ajuste en el gasto del gobierno.
¿Por qué? Porque el gobierno hoy tiene una menor dependencia de los ingresos del petróleo, el
gobierno, no la economía. De hecho, hoy nuestra economía no es una economía que dependa del
petróleo, tiene un componente en la actividad petrolera, pero no es la actividad predominante como
quizá lo fue hace 30 años, en los años 80, cuando éramos prácticamente una economía petrolizada,
que dependía del ingreso petrolero. Nos hemos diversificado, somos una economía abierta, una
economía competitiva y que cada vez lo es más; somos una economía que depende mucho de su
comercio, de las manufacturas, de su propia dinámica interna, en el consumo que hay en la economí a
interna.
El gobierno, ante este escenario, ha actuado con responsabilidad, hacer un ajuste. Dos serían las
otras formas de hacer frente a este escenario de precios del petróleo.
Una, contratando más deuda, lo cual me parece que en este escenario internacional de gran
incertidumbre no es la ruta responsable ni correcta.
La otra sería recurrir a nuevos impuestos, lo cual tampoco el gobierno ha decidido hacer; yo,
además, hice un compromiso de no promover o proponer nuevos impuestos en mi administración.
Todavía recuerdo que cuando llegamos a la administración, el precio del petróleo debió estar arriba
de los 70 dólares, hoy está por los 25, o sea, es una caída de más de 200 por ciento.
Entonces, estamos actuando de manera responsable.
Pilar de la economía durante décadas, Pemex vive, así lo dicen los especialistas, una grave crisis.
¿De qué tamaño es el problema que tiene la empresa? ¿Tiene solución?
—A ver, yo creo que tiene solución. Estoy convencido de que Pemex es una gran empresa del
Estado mexicano, una empresa productiva, una empresa que va a entrar en un mercado de mucho
mayor competencia, porque habrá otras empresas que se instalen aquí.
Y Pemex, como le ocurre a todas las empresas petroleras del mundo, está teniendo que enfrentar este
escenario de precios bajos del petróleo. ¿Por qué están bajos los precios? Porque hay mucho petróleo
en el mundo, porque hay inventarios muy amplios en el mundo. La oferta es mayor a la demanda.
Sabemos que las economías en el mundo no están creciendo. Hay incertidumbre sobre el crecimiento
que eventualmente China pueda tener, que es un motor importante de la economía mundial, y si ésta
decrece, pues obviamente la demanda de energéticos será menor, y con tanta oferta, pues
evidentemente los precios se han derrumbado.
203
Pemex vive un escenario, como lo están viviendo todas las empresas petroleras del mundo, teniendo
que ajustar su gasto, teniendo que eficientar sus procesos, teniendo que posponer, quizá, proyectos
de inversión, y a final de cuentas, ajustarse, pues, a lo que el mercado les está obligando a hacer:
ajustarse y ser más eficientes.
No es que Pemex tenga por sí una enorme crisis, yo creo que está viviendo la crisis, el problema y
los retos que cualquier empresa petrolera en el mundo tiene en estos momentos.
¿Se podría garantizar ante ese escenario, en el ámbito internacional e interno, que no se vivirá una
nueva crisis económica?
—Lo que estamos haciendo es, precisamente, para evitar que eso ocurra. Estamos actuando con
responsabilidad. Precisamente, en un escenario inédito que hoy vive el mundo, y lo estamos viendo:
países, economías que están temiendo descalabros mayores, o más bien momentos críticos.
Lo que estamos haciendo es, precisamente, para preservar nuestros fundamentos macroeconómicos,
para preservar las condiciones que nos permitan cuidar la estabilidad económica del País, que yo
creo que es, sin duda, la tarea más importante, la prioridad mayor que tiene este gobierno: cuidar
nuestra solidez macroeconómica, que nos permita garantizar estabilidad en nuestra economía.
‘Condeno dichos de Trump’
¿Le preocupa, Presidente, que Donald Trump pueda llegar a la Presidencia de Estados Unidos?
—Yo creo que no.
Es evidente que no se puede compartir la visión, ni los posicionamientos que este actor y aspirante a
la Presidencia ha tenido.
Por supuesto que no comparto y, al contrario, soy de los que lamenta y condena ese tipo de
expresiones, que me parece claramente son por un desconocimiento de México. Quien denosta o
llega a hablar mal de México es porque no conoce México. Quien habla mal de los mexicanos, es
porque no conoce a los mexicanos.
Y no conoce, realmente, la importante contribución de millones de mexicanos que han decidido
buscar o encontrar oportunidad de vida y de realización en otro país, como es en el caso de Estados
Unidos.
Pero a final de cuentas es una probabilidad. No sabemos aún qué depare esta definición de política
interna que ocurre en EU. Mi gobierno será absolutamente respetuoso de su proceso.
(Pero) no puedo, condeno, por supuesto, y no estoy a favor de este tipo de posicionamientos. Me
parece que lastiman una relación que México ha buscado con EU de puentes, de diálogo, de
acercamiento, de buscar soluciones a problemas comunes, a través de acuerdos y de tareas
compartidas. Pero no a través del rompimiento.
Son muchas voces que han apuntado, creo que correctamente y, además, descalificado estos
señalamientos, a veces discriminatorios, que hay de algunos actores que juegan en la política
norteamericana.
204
Pero México y este gobierno, particularmente con quien resulte electo Presidente de EU, a finales de
este año, buscarán siempre la ruta del respeto mutuo, del diálogo constructivo y de puentes que nos
permitan, realmente, construir una mejor relación, y una complementariedad, a partir de las
fortalezas de cada nación.
El Chapo y Ayotzinapa
En el tema de la seguridad, ante la eventual extradición de “El Chapo”, ¿no debería Estados Unidos
garantizar que el capo pasará el resto de sus días en prisión?
—En este caso lo que debe aplicarse no es lo que uno piense, sino lo que en derecho corresponda.
Y es innegable que de quien hablamos es de un delincuente de alta peligrosidad, con una historia
muy señalada por delitos cometidos, y que tendrá que enfrentar los procesos legales aquí y allá.
La extradición no es más que un mecanismo que los países tienen para permitir procesos en los que
se imputa la comisión de determinados delitos.
¿Cuál debe ser la pena? Yo no soy juez, corresponderá a los jueces determinar penas, sanciones y
tiempo. Pero lo que es un hecho y lo debe garantizar el gobierno, es que este, y cualquier otro
delincuente, enfrente el proceso que deba seguirse en la Corte o ante la instancia judicial que
corresponda.
—Al parecer, el caso Ayotzinapa se empantanó. Todo apunta a que habrá dos versiones
irreconciliables sobre este evento. ¿Tendría el Estado mexicano que acostumbrarse a vivir con ese
estigma, según el cual es responsable de la desaparición de los 43 normalistas?
—Con honestidad, es el primer tema en el que sí tengo una posición muy clara. Yo creo que aquí no
se puede ni señalar, ni siquiera pretender culpar al Gobierno federal de tener que ver con este tema
muy lamentable. Todos lamentamos lo ocurrido en Iguala.
Al contrario, ahora resulta... [el] gobierno lo único que quiso hacer es ser apoyador en este hecho tan
crítico.
La Procuraduría [General de la República] se ha ocupado de hacer una investigación a fondo, de
hacerla lo más transparente, y tan lo quiso hacer de esta forma, que pidió que hubiese coadyuvancia
de una instancia de orden internacional.
Y evidentemente creo que tendremos, a final de cuentas, el informe que espero sea más coincidente;
pero lo que sí hay que dejar en claro es que sólo hay una instancia de autoridad. México tiene una
instancia de autoridad a la cual corresponde resolver y tener definición sobre este tema.
Todo lo demás no ha sido más que un ánimo de apertura y de disposición para mostrar lo que la
Procuraduría ha venido haciendo, ha venido impulsando y trabajando, pero la responsabilidad legal e
institucional la tiene la Procuraduría, y la tendrá en su momento el orden judicial para determinar lo
que corresponda, a partir de las averiguaciones que realice la Procuraduría.
205
¿Está en deuda el Congreso en materia de seguridad y de combate a la corrupción, en la medida en
que están frenadas las iniciativas en la materia?
—Yo creo que está en la oportunidad de abrir el debate sobre ese tema, y yo creo que lo habrá de
hacer.
He recogido expresiones en favor de avanzar en estos temas, y espero que ocurra así e n este periodo
legislativo, tanto en el tema de seguridad como en el tema del Sistema Anticorrupción.
¿Son una prioridad?
—Sin duda. Son iniciativas presentadas ya hace varios meses, sino es que más de un año, y veo el
escenario posible de que el Congreso pueda debatir sobre esos temas y, finalmente, agotar ya lo que
es la conclusión del proceso legislativo.
¿Mando Único o Mando Único Mixto?
—Yo estoy en favor del Mando Único, que es el sentido de la propuesta presentada, pero lo
importante es finalmente, encontrar el mecanismo que fortalezca y contribuya a dar seguridad en las
distintas regiones del País.
Admito que cada lugar puede ser distinto, diferenciado. Corresponderá a los legisladores debatir
sobre cuál es el mejor modelo.
La propuesta hecha es la del Mando Único Estatal, para tener 32 policías o corporaciones policiacas
fuertes, sólidas, preparadas, capacitadas y equipadas. Pero a final de cuentas, ya está en el legislador
encontrar si ante esa alternativa hay alguna que pueda tener una condición un tanto ecléctica,
híbrida, o algún modelo alterno. Lo importante es que se avance.
Lo importante es que hay una coincidencia: la necesidad de fortalecer la capacidad operativa que se
tenga en cada entidad en materia de seguridad pública. Creo que ese es el punto de coincidencia.
¿Qué acciones prepara su gobierno para responder a las críticas de organismos internacionales,
recientemente Amnistía Internacional, sobre violaciones a los derechos humanos?
—México no ha dejado de reconocer que hay retos en esta materia. Pero, al mismo tiempo, hay que
reconocer que el gobierno ha tomado acciones y decisiones para asumir un compromiso serio en este
tema.
De eso no hemos escuchado mucho. A veces, recogemos más el señalamiento, y poco el
reconocimiento a lo avanzado.
Hemos avanzado, se han creado protocolos. Las áreas en materia de seguridad se ciñen a distintos
protocolos para preservar derechos fundamentales. Hay un compromiso real, decidido.
Cuando haya incumplimiento, cuando se falte o se exceda, tendrán que enfrentar a la justicia y
enfrentar las sanciones.
‘La sociedad dirá si cumplí’
206
¿No teme que su Presidencia sea recordada más por temas como Tlatlaya, Ayotzinapa, o el de la
Casa Blanca, que por sus reformas?
—Mira, no me corresponde hacer una calificación ni, sobre todo, definir cuál será el legado de esta
administración.
Creo que como ha sido tarea de todo Presidente, y debo decirlo porque así lo siento, mi compromiso
es hacer mi mayor esfuerzo para que a México le vaya bien.
Nadie llega a esta tarea, a la responsabilidad de ser Presidente, no lo he hecho yo, buscando cómo
impido que México avance o qué frenos le pongo a México. Todo lo contrario. Mi dedicación, mi
empeño, mi entrega, ha sido para que a México le vaya mejor, para que podamos avanzar, para que
podamos romper obstáculos.
Y será, a final de cuentas, la sociedad la que determine si he cumplido con tal propósito. Yo me fijé
objetivos, hice compromisos específicos. Asumí una tarea y una visión de hacia dónde debíamos
transitar como Nación, y creo que hemos venido avanzando y siendo coherentes con esa ruta trazada.
Hemos impulsado cambios, reformas, venimos derribando obstáculos. Y creo que en esta medida se
está procurando bienestar para la sociedad mexicana.
Esa será para mí la satisfacción que podré tener, el haber logrado avanzar en este propósito, y
quedará en el juicio de la sociedad determinar si así se ha cumplido, a satisfacción, con lo que me
comprometí siendo candidato, y una vez asumiendo la Presidencia de la República.
Elecciones 2016, camino a 2018 y el populismo
Ya están en puerta las elecciones en una docena de estados, ¿teme un voto de castigo para su partido,
el PRI, por lo que se percibe como un mal momento económico?
—Yo creo que es, y perdón que insista, pero yo creo que esta reiterada percepción de que hay un mal
momento económico, yo no lo aprecio así, y de verdad... (si) algunos están empeñados en decir que
hay un mal momento económico, pues se ve que no conocen lo que está pasando en el mundo, para
entonces valorar lo que sí ocurre en México.
Primero: Somos una economía emergente, pero tenemos indicadores que nos permiten ver que
nuestra economía avanza; tenemos una economía que está creciendo, que se contrasta con la gran
mayoría de los países del mundo, que no están creciendo.
Segundo: Tenemos uno de los niveles de inflación más bajos que históricamente se habían registrado
en el País, desde que se mide la inflación, desde hace 46 años, desde 1970; hay empleo, más empleo
como no lo había habido antes, este es el trienio, de las últimas cinco administraciones, en el que
más empleo se ha generado.
Entonces, frente a estos indicadores, decir que la economía está mal... bueno, no está quizá en el
escenario óptimo que todos desearíamos, pero tampoco está en una crisis, no tenemos ninguna crisis
económica, tenemos un momento de estabilidad y, creo, de potencial de crecimiento mayor en
cuanto se despeje de mejor manera el escenario internacional, porque no somos un País aislado, no
tenemos una economía que no dependa de lo que pase en el mundo, ningún país la tiene.
207
Quizá la incertidumbre de lo que pueda ocurrir en esos países de mayor tamaño y motores de la
economía es lo que hace que se genere esta gran volatilidad de incertidumbre económica, pero
dentro de ese contexto México está teniendo un desempeño razonable, un desempeño adecuado.
Debo decir que si desagregáramos lo que impacta el precio del petróleo en la economía, podemos
observar que en los últimos tres años nuestra economía ha venido creciendo a tasas mayores a lo que
lo han hecho otros países.
(Además) hemos tenido cifras de ingresos por remesas importantes; por primera vez en 20 años
somos superavitario en nuestra balanza comercial respecto a las exportaciones que hacemos de
productos agroalimentarios, es decir, nos estamos convirtiendo en una potencia agroalimentaria.
Somos de los principales países productores de proteína animal, de huevo, de carne, de jitomate, de
limón. A ver, somos ese tamaño de País.
Entonces, cuando hay quienes apuntan “Es que nuestra economía está mal”, bueno, se ve que no
conocen el mundo, se ve que no están en otra parte del mundo, para entonces poder apreciar y
valorar cómo está desempeñándose la economía en nuestro País. No vamos más rápido porque el
mundo no lo está permitiendo, pero estamos caminando y estamos yendo hacia adelante.
Recientemente se dio a conocer, de manera extraoficial, una lista de 10 presidenciables del PRI
rumbo a 2018; entre ellos, los secretarios Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray, Aurelio
Nuño, el líder del PRI, Manlio Fabio Beltrones, en fin... ¿Cómo ve ese grupo?
—Yo creo que cuando estás en la política es inevitable que quienes hacen política y que están en el
activo, obviamente sean los considerados para entrar en una contienda político-electoral el día de
mañana.
No creo que ningún partido el día de mañana saque de la chistera a alguien que ni siquiera haya
figurado entre los actores que vienen haciendo política.
Lo normal y regular es que pase esto. Pero creo que todavía estamos a distancia, no mucha, pero sí a
cierto grado de distancia de que eso pase.
Creo que se trata del deporte favorito de muchos: el hacer especulación, el hacer futurismo,
pronósticos adelantados. Es lo que vamos a estar viendo de aquí a que llegue ese momento, pero
nada que esté fuera de lo ordinario y de un proceso regular para la definición de los candidatos de
cada partido.
¿Pero cómo ve a ese grupo, insistiría? ¿Robusto? ¿Solvente?
—La solvencia dependerá del desempeño de cada uno y de cómo a final de cuentas estén evaluados
al interior de cada partido y entre la sociedad.
Qué bueno que dentro de cada partido; y si me preguntas, valoro y creo que será bueno para el
partido que yo represento hoy en el gobierno, actuando de forma muy imparcial, el que en el PRI,
como creo que ocurrirá en los otros partidos, haya alternativas, tenga distintos actores políticos entre
208
los cuales eventualmente pueda definir quién será el representante para la contienda de 2018, que
veo todavía a distancia.
Pero faltan dos años para eso, o quizá un poco menos que eso.
Hay quienes dicen que ya está a la vuelta de la esquina. ¿Qué papel va a jugar el Presidente en este
proceso de sucesión?
—De actuar con absoluto apego al marco legal, porque además, así lo he acreditado en cada proceso,
como autoridad y estando al frente del Gobierno de la República, generando las condiciones de
armonía social, de civilidad, de acuerdo, de apoyo a las instancias, en apego a derecho a las
instancias reguladoras del proceso electoral.
Así lo he acreditado en todos los procesos que hemos vivido hasta antes de ahora y así será en lo que
resta de mi administración; actuar con gran imparcialidad y de generar y de propiciar, junto con los
gobiernos locales, las mejores condiciones... que den espacio al ejercicio de una justa democrática
que se habrá de vivir en 2018, y todas las que tengan que darse de aquí a esa fecha de manera local.
En varios momentos se ha referido a los riesgos que trae el populismo. ¿En el escenario de 2018, ve
manifiesto el peligro del populismo?
—El tema del populismo, y lo he dicho, lo mismo puede haber populismo de izquierda o de derecha.
Lo que hay que entender es qué es el populismo.
Yo lo entiendo como la forma estridente y simplista de plantear soluciones a problemas que no se
resuelven de manera fácil.
Cuando el mundo ha vivido momentos álgidos, tensos, difíciles en el escenario económico, ha dado
espacio a voces de actores que proponen soluciones, sean de derecha o de izquierda, simples,
sencillas y fáciles, como si así pudiera ocurrir.
Y donde hemos visto (su) arribo en la conducción de diferentes gobiernos, en diferentes partes del
mundo, que lamentablemente han llevado a la historia misma de la humanidad a escenarios muy
complejos.
En el caso de México vamos en ruta de consolidarnos institucionalmente. Hemos tenido relevos o
transiciones, creo, no exentas a veces de escenarios complejos, pero, a final de cuentas, de forma
regular cada seis años. Y creo que el país está avanzando. Está creciendo. No libre de enfrentar
problemas, retos, como los tendrá hoy y mañana... Pero lo crítico y grave sería trastocar y alterar o
desbarrancar esta ruta institucional que México ha venido siguiendo en las últimas décadas.
El México de hoy es muy distinto del de los años 60, de los 70, de los años 80. Somos un País
mucho más consolidado, con mayores oportunidades para su gente. Ese es el México de hoy. Esta es
la ruta que debemos seguir. Nada se construye de la noche a la mañana. Y el populismo cree que
esto puede cambiarse en un santiamén. Eso no existe.
Permítame preguntar, ¿AMLO, en el caso de México, de la izquierda, representa ese escenario?
209
—Yo no quisiera estigmatizarlo y hacer señalamiento a algún actor en particular, sino más bien
definir lo que es populismo. Entonces, pues cada quien que se ponga el saco, y a quien le venga.
No me refiero a algún actor en particular cuando hablo de los riesgos del populismo, pero es
evidente que hay actores que en sus posicionamientos —y no quiero identificarlos por nombre, pero
que cada quien, a final de cuentas, lo haga en relación con lo que significa ser populista—.
Hay actores, y lo vemos en el escenario global, en el escenario local, en todos los escenarios, con
este ánimo un tanto estridente de rompimiento que no será, sin duda, la mejor ruta que el país pueda
seguir.
l País desnuda la explotación infantil en Granada
http://www.trincheraonline.com/2016/02/15/el-pais-desnuda-la-explotacion-infantil-en-granada/
*Explotación sexual infantil o turismo responsable: Cerca de 20,000 niños, niñas y
adolescentes nicaragüenses son víctimas de explotación sexual en alguna de sus
manifestaciones
*El auge del turismo Granada (Nicaragua) ha propiciado un aumento drástico en el número de
niñas, niños y adolescentes prostituidos y abusados sexualmente
Álvaro Fuente
Granada (Nicaragua)
La ciudad de Granada es sin duda uno de los destinos turísticos más conocidos de Nicaragua.
Los antiguos edificios de una de las primeras urbes fundadas por los españoles en tierra firme
hace casi 500 años, sus pintorescos colores, su arquitectura colonial y el majestuoso lago
Cocibolca atraen a más de medio millón de visitantes al año. Pero este desarrollo viene de la
mano de un notable y preocupante crecimiento de la prostitución sexual comercial. Una lacra
social aún más acentuada por que la gran mayoría de las trabajadoras sexuales son menores
de edad.
Según la Federación Coordinadora Nicaragüense de ONG que trabajan con la Niñez y la
Adolescencia (Codeni), cerca de 20,000 niños, niñas y adolescentes nicaragüenses son
víctimas de explotación sexual en alguna de sus manifestaciones como pedofilia, pornografía,
prostitución, turismo sexual o trata de menores. Sin embargo, es muy difícil cuantificar el
número exacto por el carácter encubierto de la actividad y la vinculación a redes de intereses
económicos, lo cual puede restringir la voluntad de ciertos sectores a combatir esta
problemática.
Cuando cae la noche, la ciudad de Granada sigue manteniendo un ritmo trepidante. Los
mercados y los comercios van cerrando pero los locales de ocio ya han abierto sus puertas. La
ciudad a diario se viste de fiesta, sobre todo en una de las principales arterias turísticas: La
Calzada, donde la algarabía y el alboroto de los turistas se entremezclan con la música de los
bares, las canciones más románticas de los mariachis que rondan a las parejas y los
ofrecimientos de los vendedores y vendedoras ambulantes. A las niñas se les conoce
como chicleras porque llevan canastos con dulces que venden a los visitantes pero algunas, en
realidad, ofrecen sus servicios sexuales. Son menores de 12 a 17 años de edad que suelen
210
lucir ropa ajustada y un excesivo maquillaje para intentar ocultar su juventud. Es una buena
tapadera para buscar algún encuentro sexual a cambio de unos dólares y no llamar demasiado
la atención.
Rosa es una niña vivaracha y sonriente de 13 años, y a pesar de su maquillaje aparenta poco
más edad. Vende semillas de marañón a los turistas en la calle de la Calzada. Llega del barrio
Solidaridad, a las afueras de Granada, acompañada de su hermano de 12 años y una hermana
de ocho, que se dedican a ofrecer frutos secos en unas pequeñas cestas de mimbre. Su madre
les prepara las bolsas en varios tamaños y, si no venden lo suficiente, tendrán que irse a casa
caminando de madrugada con castigo asegurado. Pero desde hace dos años cree que las
cosas le van mejor desde que, por medio de una amiga un año mayor que ella, ha entrado en
el negocio de la prostitución.
“Tengo varios amigos que me cuidan cuando vienen a Granada, les hago compañía y a cambio
puedo llegar a casa en taxi y con plata suficiente. Mi hermano se queda cuidando a la pequeña
durante unas horitas. No saben nada, les digo que voy a intentar vender por otra calle y al
regreso me deshago de mis marañones para que nadie sospeche”, admite.
Según Karla Sequeira, coordinadora de la Asociación-Comité de la Niñez y la Familia (Aconifa),
en la ciudad transitan a diario al menos 50 niñas y niños en situación de explotación sexual
comercial, la mayoría víctimas del turismo sexual practicado principalmente por extranjeros,
aunque también hay nacionales. Para Sequeira, Granada es un potencial destino para el
turismo sexual infantil y urge retirar a los menores que permanecen en riesgo por las calles.
En un informe publicado por el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas
(IEEPP) Granada no solo atrae por su belleza colonial, el turismo sexual es una práctica que se
desarrolla a vista de las autoridades y de la población en general.
“Existen niñas y niños en las calles en situación de riesgo, quienes son percibidos como
“objetos y mercancía”. Se tiende a culpar a la familia, principalmente a las madres que en
algunos casos se prestan a explotar sexualmente a las hijas, dejando en la impunidad a los
explotadores y demandantes sexuales”, indica el informe.
En el caso de Ninoska, una niña de 14 años, el entorno familiar ha sido el detonante para llegar
a vivir en la calle. Su padre está en la cárcel por trata de personas, y su madre llegó a
prostituirse porque lo que ganaba en su puesto de verduras del mercado era escaso por su
afición al alcohol. Su hermana mayor se prostituye los fines de semana para pagarse los
estudios. Ninoska creció entre el maltrato: “Desde que tenía unos siete años de edad mi mamá
me enviaba a diario desde las cinco de la mañana al puestito, y después hasta las siete de la
tarde a las calles a vender cigarrillos y chicles. No podía regresar a casa si no vendía todo
porque me pegaba. Un tío de mi papá llegó también tomado y una vez me violó. Me dió mucho
asco pero también mucha fuerza: le intenté machetear y nunca más se me acercó. A mi mamá
siempre me la encontraba tomada y dormida. Yo aprovechaba para salir con algunos de los
clientes de mi hermana y desde entonces soy la que lleva la comida a casa”.
211
Según Unicef, el abuso de menores en el seno de la familia es un fenómeno común en los
estratos más desfavorecidos de América Latina. En demasiados casos supone un camino
directo a la prostitución. El 47% de las niñas prostitutas en Centroamérica han sido víctimas de
abusos sexuales y violaciones en sus hogares, y casi la mitad de ellas se inicia en la
prostitución entre los 9 y los 13 años, asegura la agencia de las Naciones Unidas. En
Nicaragua, el 68% de los abusos sexuales a menores es dentro del propio hogar.
A las niñas se les conoce como chicleras porque llevan canastos con dulces que venden a los
visitantes pero algunas, en realidad, ofrecen sus servicios sexuales
Además, el entorno contempla factores socioeconómicos y culturales como la pobreza, el
desempleo, la falta de acceso a una educación de calidad, la migración, la desarticulación
familiar, la escasez de espacios de recreación, la discriminación o el machismo, factores que
facilitan la existencia no solo de una demanda, sino de cierta tolerancia social ante la
explotación sexual comercial. Son muchos los menores en situación o riesgo de que no
cuentan con acceso a salud primaria y especializada ni atención psicológica o orientación
jurídica y que, en general, se enfrentan a una evidente desinformación sobre sus derechos.
Coralia Domínguez es oficial especializada en la trata de personas de la policía nacional en
Granada. “Fue en el 2010 cuando se creó un protocolo de actuación junto a instituciones
gubernamentales y comisiones de la niñez para luchar contra esta lacra. Uno de los problemas
que nos encontramos para detectar a los explotadores y a las menores que son víctimas es
que a veces son las propias madres o familiares quienes las prostituyen y cuando son llevadas
ante las autoridades, ambas se cubren y no denuncian el hecho”, apunta.
“En Granada la explotación sexual infantil como actividad sexual remunerada se manifiesta
principalmente como pornografía infantil y turismo con fines sexuales”, asegura Karla Sequeira,
También añade: “En un sondeo realizado junto a Unicef se demostró que esta ciudad se vendía
como un destino de explotación sexual”. Dato que confirma Coralia Domínguez: “De hecho, nos
encontramos con un hotel que realizaba mensualmente un concurso de míster a chicos
menores de edad. El que ganaba era el más solicitado por los clientes. Se publicaba en internet
y se subastaban al mejor postor. Sus fichas con fotos incluidas eran escandalosas. Figuraba su
altura, peso, color de ojos y tamaño del pene. Fue cuando decidimos aunar fuerzas y junto a
instituciones gubernamentales asumimos como factor de riesgo el turismo sin control alguno”.
Sequeira también indica que un trabajo realizado por estudiantes de la Universidad Nacional
Autónoma de Nicaragua demostró que varios hoteles se vieron implicados al permitir que
menores de edad ingresaran a sus instalaciones con turistas a sostener relaciones sexuales.
“Los propios turistas a la hora de realizar la reserva en el hotel, solicitaban a un chaval o
chavala en el paquete de su estadía en el hotel, y claro, se les permitía. Muchos aquí pensaban
que eso era lo normal”, apunta.
En abril de 2004, promovido por Unicef y diversas instituciones, como el Instituto Nicaragüense
de Turismo (INTUR) o la Cámara Nacional de Turismo (CANATUR), la Comisión Municipal de
la Niñez y la Adolescencia de Granada, se presentó una iniciativa para hacer frente a esta
situación. El resultado fue el Código de Conducta para la Protección de Niñas, Niños y
212
Adolescentes contra la Explotación Sexual Comercial en el Turismo, donde se suscriben
asociaciones de agencias de viaje, de líneas aéreas, de restaurantes, de hoteles y otros
cuerpos empresariales relacionados al sector. Los firmantes se comprometieron a adoptar
políticas internas para la prevención y la lucha contra el turismo sexual y para el adecuado
manejo de situaciones de esta naturaleza.
En la ciudad transitan a diario al menos 50 niñas y niños en situación de explotación sexual
comercial, la mayoría víctimas del turismo sexual
Desde la policía turística también se realizan operativos de atención, prevención y de
actuación. Así, sensibilizan a los locales cuando consideran que pueda haber una irregularidad
en algún adulto en compañía de menores. Amaru Francisco Alfaro, jefe de este cuerpo, explica
que el protocolo funciona. “Gracias a nuestros controles de prevención sistemáticos y a la
colaboración de trabajadores del sector y de la ciudadanía hemos conseguido detener el
ascenso de este tipo de delincuencia. Pero debemos seguir trabajando. Nuestro objetivo es
extinguir esta lacra, labor difícil, sí, pero poniendo las cosas más complicadas a los pederastas
van a caer menos víctimas. De hecho, hace dos años detuvimos a un conocido pederasta
estadounidense gracias a la participación popular, al FBI en un trabajo en conjunto con
nosotros. También desmantelamos una banda de trata con adolescentes en Granada y
Masaya, o la detención de un productor de pornografía infantil con el estudio situado en un
reconocido hotel de la ciudad”, explica el capitán.
Xiomara Díaz, empresaria hostelera de Granada, asegura que en el sector turístico es muy
frecuente que los turistas intenten ir con niñas a cenar o a meterlas en el hotel. Su restaurante
es un ejemplo en cuanto a responsabilidad social. Capacitan y sensibilizan al personal en
turismo responsable, les dan las herramientas para poder reportar directamente a la policía un
comportamiento sospechoso o un caso de explotación infantil. “Sobre todo que los trabajadores
no consideren que lo tienen que hacer como buena práctica en su empresa, sino con su
comunidad”, indica.
En abril de 2015, Xiomara fundó UpNicaragua, “un programa que apuesta por empoderar a
niñas y adolescentes de 13 a 18 años con el fin de romper el ciclo de la pobreza, el abuso y la
explotación además de darles la oportunidad de que sean partícipes socialmente como actores
principales”. Esta iniciativa surgió como resultado de la escasez de programas sociales de
prevención y de reinserción para un segmento de la población que crecía de manera
preocupante.
Entre diversos talleres, actividades culturales y de ocio hay uno que a las niñas y adolescentes
les apasiona: la elaboración de joyería con papel reciclado. Sus diseños se venden en la tienda
solidaria que la propia Xiomara tiene en su negocio “Les enseñamos una herramienta de
trabajo que nos permite recaudar fondos para que nuestro proyecto sea auto sostenible y para
darles una aportación a las chicas generándoles, además, un compromiso y un notable
aumento en su autoestima”.
Karla Sequeira exige que la explotación sexual comercial de adolescentes y niños no se vea
como un trabajo más, sino como un delito, por lo que es un error haberlo establecido de esta
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manera en el convenio con el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil
de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Asegura que actualmente desde Aconifa y la Comisión Municipal de la Niñez y la Adolescencia
de Granada está atendiendo a una veintena de niñas que han sido víctimas de explotación
sexual comercial, pero que uno de los problemas es que no tienen claro cuantas más pueden
estar bajo ese acto criminal. “¿A quiénes vas a cuantificar? ¿Solamente a las que vemos
públicamente? No, porque también hay otras que son víctimas del proxenetismo, de abusos
sexuales en su propio hogar, otras que las han casado con sus violadores, las que se dan por
desaparecidas…estas niñas no andan en las calles”, concluye.
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