LECTURAS DE LA 2ª SEMANA DE MARZO 2016 COORDINADORES ROBINSON SALAZAR PÉREZ NCHAMAH MILLER Queridos amigos y amigas, Con enorme tristeza les informamos que hoy ha fallecido el Dr. Aldo Ferrer, primer Secretario Ejecutivo de CLACSO. Aldo era un intelectual riguroso y comprometido, uno de los grandes economistas del mundo, un ser humano entrañable y un amigo ejemplar. Lo extrañaremos muchísimo, hoy, que el mundo necesita cada vez más de personas como él. Expreso en nombre de CLACSO mi más sentido pésame a sus familiares y amigos. Los acompañamos en este inmenso dolor. Pablo Gentili CLACSO / Secretario Ejecutivo LIBROS, REVISTAS Y VIDEOS 1 El suicidio como recuperación de la subjetividad https://www.academia.edu/14533741/El_suicidio_como_recuperaci%C3%B3n_de_la_subjetividad Unidad sociológica No 5 http://unidadsociologica.com.ar/ COLOMBIA BORRÓ DE LA HISTORIA A SU ÚNICO PRESIDENTE NEGRO http://asomecosafro.com.co/colombia-borro-de-la-historia-a-su-unico-presidente-negro/ El legado vivo de África en Cuba https://www.academia.edu/6473298/El-legado-vivo-de-africa-pdf Los antiguos mexicanos https://www.academia.edu/4195244/Leon_Portilla La guerrilla narrada https://www.academia.edu/20019710/La_guerrilla_narrada._Acci%C3%B3n_acontecimiento_sujet o JEAN-FRANÇOIS BRIENT De la servidumbre moderna y otros textos https://mega.nz/#!1wcDVZLR!HLEQHMa11Xlq-bbSW4fWbQo7_ThaEp8DVPCL-HBQ1TQ HISTORIA SINDICAL DOCENTE: NACIONAL Y OTROS: CLICK ACÁ Novedad: Balduzzi J. y Vázquez S., De apóstoles a trabajadores. Luchas por la unidad sindical… https://puntodocente.wordpress.com/historia-sindical-docente/ Libros de Enrique Dussel http://enriquedussel.com/libros.html 40 sitios para descargar libros electrónicos http://jackmoreno.com/2016/01/02/40-sitios-para-descargar-libros-electronicos-gratis/ Mirta Lobato / Juan Suriano. La protesta social en la Argentina, Bs As, FCE, 2003 https://drive.google.com/file/d/0B5nBrmtP2CtkR2w3V0FpVjc4RVE/view?usp=sharing 2 Antimanual de la filosofía https://drive.google.com/file/d/0BzJ4RJJWdzgqM1NiV1NmaDZ3LVU/view?usp=sharing 500 conectores gramaticales http://es.scribd.com/doc/32740266/500-Conectores-gramaticales Conectores para redactar tesis https://es.scribd.com/doc/87684282/CONECTIVOS-TESIS Verbos, Conectores y Relacionantes utilizados en la Redacción de Proyectos de Investigación https://es.scribd.com/doc/72510626/VERBOS-DE-TESIS Verbos para redactar objetivos específicos https://es.scribd.com/doc/103191958/Verbos-Formular-Objetivos-para-Tesis-de-Grado Como redactar objetivos de investigación https://es.scribd.com/doc/42056056/Formulacion-de-Objetivos Redacción avanzada este libro trata sobre las técnicas de redacción en la administración de empresas https://es.scribd.com/doc/261161787/Redaccion-avanzada Como Escribir Textos Académicos (Peso Reducido) https://es.scribd.com/doc/180207133/LIBRO-COMPLETO-Como-Escribir-Textos-Academicos-PesoReducido La Lógica de La Investigación Etnográfica. Díaz de Rada LIMPIO https://es.scribd.com/doc/250679558/La-Logica-de-La-Investigacion-Etnografica-Diaz-de-RadaLIMPIO Biblioteca Endora http://bibliotecaendora.com/ NOAM CHOMSKY& otros Los límites de la globalización. Enlace: http://ow.ly/Z7Y73 3 BEATRIZ PRECIADO Manifiesto contrasexual. http://porelpanyporlasrosas.weebly.com/uploads/1/1/8/1/11810035/beatriz_preciado__manifiesto_contra-sexual._practicas_subversivas_de_identidad_sexual__2_.pdf ANTONINA RODRIGO Mujeres para la historia. http://porelpanyporlasrosas.weebly.com/uploads/1/1/8/1/11810035/antonina_rodrigo__mujeres_para__la_historia_la_espa%C3%B1a_silenciada_del_siglo_xx.pdf PIERRE BOURDIEU: Habitus, Campo y Capital http://www.insight-media.com/ LIBRO JUVENTUDES POTOSINAS https://www.academia.edu/7683076/LIBRO_JUVENTUDES_POTOSINAS MULTICULTURALISMO y futuro en Guatemala https://www.academia.edu/8855046/MULTICULTURALISMO_y_futuro_en_Guatemala Blumemberg Hans-Teoria Del Mundo de La Vida https://mega.nz/#!plQHAIAB!vB-mGh8BpCmRxN8aSD76iKAe3eN5ZdcpcUCKibSBRLc Blumemberg Hans-Descripcion Del Ser Humano https://mega.nz/#!c1QSFbRT!oXbmKpYS3lDc5RWhxidZTVaWkHJv25s6C-Y2jBbx8rk "SCHELLING, Antología. Edición de J. L. Villacañas (Península, 1987) https://mega.nz/#!QlkUiYSJ!mRt91aXU8vyryYaqhu-ATk6_SjxV7k0sdbbd0MdyKuc MICHEL FOUCAULT - "¿QUÉ ES LA ILUSTRACIÓN?" http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/15889/1/davila-que-es-la-ilustracion.pdf SOBRE LA REVOLUCIÓN http://lacavernadefilosofia.files.wordpress.com/2008/02/apuntes-c1.pdf um «La risa» (PDF). Autor: Henri Bergson. Enlace: http://ow.ly/YXI1j 4 Estudio de opinión pública sobre aborto y derechos sexuales y reproductivos en Brasil, Chile, México y Nicaragua https://www.academia.edu/4040620/Estudio_de_opini%C3%B3n_p%C3%BAblica_sobre_aborto_y _derechos_sexuales_y_reproductivos_en_Brasil_Chile_M%C3%A9xico_y_Nicaragua Mario Vargas Llosa: La Fiesta del Chivo (Descargar Libro) http://www.itvalledelguadiana.edu.mx/librosdigitales/Mario%20Vargas%20Llosa%20%20La%20fiesta%20del%20chivo.pdf Pablo González Casanova y Rodolfo Stavenhagen https://www.youtube.com/watch?v=5Brw74WU1YU [Libro] El imperio contracultural: del rock a la postmodernidad http://lhblog.nuevaradio.org/b2-img/ElImperioContracultural.pdf Las mujeres en medio oriente https://www.academia.edu/1519748/Mujeres_en_Oriente_Medio_agentes_de_desarrollo_en_un _contexto_de_conflicto Masculinidades y desarrollo social http://www.unicef.org/ecuador/masculinidades.pdf Sergio Salinas: Conflictos y nuevos movimientos sociales. Santiago. 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Cole, Historia del Pensamiento Socialista. Vol. l. Los precursores 1789-1850 https://goo.gl/fFf0dx G.D.H. Cole, Historia del Pensamiento Socialista. Vol. II. Marxismo y Anarquismo 1850-1890 https://goo.gl/uCVVmJ G.D.H. Cole, Historia del Pensamiento Socialista. Vol. III. La Segunda Internacional 1889-1914 (1a parte) https://goo.gl/PQ4urj G.D.H. Cole, Historia del Pensamiento Socialista. Vol. IV. La Segunda Internacional 1889-1914 (2a parte) https://goo.gl/47jhDe G.D.H. Cole, Historia del Pensamiento Socialista. Vol. V. Comunismo y Socialdemocracia 1914-1931 (1a parte) https://goo.gl/tP5pBP G.D.H. Cole, Historia del Pensamiento Socialista. Vol. VI. Comunismo y Socialdemocracia 1914-1931 (2a parte) https://goo.gl/H6pMdK G.D.H. Cole, Historia del Pensamiento Socialista. Vol. VII. Socialismo y Fascismo 1931-1939 https://goo.gl/u2hTzc 6 Feminismo, epistemología y apuestas desconolianles https://www.academia.edu/11892509/Tejiendo_de_Otro_Modo._Feminismo_epistemologia_y_ap uestas_decoloniales_en_Abya_Yala Feminismo latinoamericano https://www.academia.edu/11643238/Aproximaciones_cr%C3%ADticas_a_las_pr%C3%A1cticas_t e%C3%B3rico-pol%C3%ADticas_del_feminismo_latinoamericano Hombres jóvenes en la violencia de genero https://www.academia.edu/15987900/INVOLUCRANDO_HOMBRES_JO_VENES_EN_EL_FIN_DE_LA _VIOLENCIA_DE_GE_NERO_intervencio_n_multipai_s_con_evaluacio_n_de_impacto._Caso_Chilen o Boletín antropológico http://www.saber.ula.ve/boletin_antropologico/ Técnicas de investigación: procedimiento del trabajo http://manualdelinvestigador.blogspot.com.co/2015/03/tecnicas-de-investigacion.html Erosión, Revista de Pensamiento Anarquista n° 5 [Leer online] https://issuu.com/gomezrojas/docs/erosion_5-web Manual de Metodología de la Investigación Científica http://repositorio.uladech.edu.pe/bitstream/handle/ULADECH_CATOLICA/226/Manual_interno_m etodologia_investigacion.pdf Adaptación y mitigación urbana del cambio climático en México. 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El cuerpo lesbiano http://www.caladona.org/grups/uploads/2012/10/elcuerpolesbiano_text1.pdf 8 JOHN BERGER. Modos de ver https://paralelotrac.files.wordpress.com/2011/05/modos-de-ver-john-berger.pdf JOAN W. SCOTT La Historia del Feminismo http://revistas.um.es/hojasdewarmi/article/view/166081/144631 SILVIA WALBY Theorizing patriarchy http://libcom.org/files/Theorizing%20Patriarchy%20-%20Sylvia%20Walby.pdf VANDANA SHIVA La mirada del ecofeminismo (tres textos) Enlace: https://polis.revues.org/7270 ANA FALÚ "Mujeres en la ciudad. De violencias y derechos". Por un espacio incluyente y libre de violencia. http://porelpanyporlasrosas.weebly.com/uploads/1/1/8/1/11810035/ana_falu__ed___mujeres_en_la_ciudad._de_violencias_y_derechos.pdf Jean Hyppolite-Lógica y Existencia-Ensayos sobre la Lógica de Hegel http://www.mediafire.com/download/09cod6x30xacvmk/Jean+Hyppolite-Logica+y+ExistenciaEnsayos+sobre+la+Logica+de+Hegel.pdf ARJUN APPADURAI [creador del concepto de "etnoescape"] sorprende con "Espacios étnicos globales; una Antropología transnacional". Y "LA MODERNIDAD DESBORDADA: Dimensiones Culturales de la Globalización": http://www.ayg-pycs.com.ar/wp-content/uploads/aygpycs.ar_appadurai_modernidad_desbordada.pdf Construcción rebelde de territorios https://www.youtube.com/attribution_link?a=EiCfYdegOZQ&u=%2Fwatch%3Fv%3DEItp4Ilcjnc%26 feature%3Dshare 25 Recursos para Docentes Investigadores en RedDOLAC 1. Herramientas y portales digitales para la investigación científica : http://www.reddolac.org/profiles/blogs/herramientas-yportales-digitales-para-la-investigacion-cientific 9 Libro: ¿Cómo se hace una tesis? 2. 3. : http://www.reddolac.org/profiles/blogs/libro-como-se-hace-una-tesis Libro: Manual de Metodología de la Investigación Científica : http://www.reddolac.org/profiles/blogs/manual-demetodologia-de-la-investigacion-cientifica 4. Libro: Introducción a la Metodología de la Investigación Científica : http://www.reddolac.org/profiles/blogs/libro-introduccion-a-lametodologia-de-la-investigacion 5. Libro: La ética en la Investigación Científica : http://www.reddolac.org/profiles/blogs/libro-etica-de-la-investigacionintegridad-cientifica 6. Libro: Perfil del Profesor de Metodología de la Investigación en la Educación Superior : http://www.reddolac.org/profiles/blogs/libro-perfil-del-profesor-demetodologia-de-la-investigacion-en-l Libro: La Investigación Cualitativa : 7. http://www.reddolac.org/profiles/blogs/libro-investigacion-cualitativa Libro: Metodología de la Investigación : http://www.reddolac.org/profiles/blogs/librometodologia-de-la-investigacion ¿Cómo escribir y publicar artículos científicos? http://www.reddolac.org/profiles/blogs/libro-como-escribir-y-publicar-trabajos-cientificos ¿Cómo elaborar un artículo científico? : http://www.reddolac.org/profiles/blogs/como-elaborar-un-articulo-cientifico ¿Cómo escribir un ensayo? 8. : http://www.reddolac.org/profiles/blogs/como-escribir-un-ensayo Manual de escritura para científicos sociales 9. : http://www.reddolac.org/profiles/blogs/manual-de-escritura-para-cientificos-sociales 10. Normas APA para los escritos académicos AQUÍ http://www.reddolac.org/profiles/blogs/normas-apa-para-los-escritosacademicos Citar Vs Plagiar 11. AQUÍ http://www.reddolac.org/profiles/blogs/universidad-de-lima-citas-yreferencias 12. Normas APA, apoyo en video AQUÍ http://www.reddolac.org/profiles/blogs/normas-apa-en-video 10 13. ScienceDirect, base de datos para investigadores AQUÍ http://www.reddolac.org/profiles/blogs/sciencedirect-base-de-datoscientifica 14. Red Federada de Repositorios Institucionales de Publicaciones Científicas AQUÍ http://www.reddolac.org/profiles/blogs/la-referencia-repositorio-regionalde-publicaciones-cientificas-d 15. Repositorio Científico de Acceso Abierto de Portugal AQUÍ http://www.reddolac.org/profiles/blogs/repositoriode-cientifico-de-acceso-abierto-de-portugal-rcaap 16. ¿Cuántos artículos científicos se producen por año y por países? AQUÍ http://www.reddolac.org/profiles/blogs/cuantosarticulos-cientificos-estamos-produciendo-por-ano 17. Repositorio de tesis doctorales AQUÍ http://www.reddolac.org/profiles/blogs/universidad-de-burgos-tesisdoctorales 18. Portal de tesis latinoamericanas AQUÍ http://www.reddolac.org/profiles/blogs/portal-de-tesis-latinoamericanas 19. Revistas Científicas IN CRESCENDO AQUÍ http://www.reddolac.org/profiles/blogs/increscendo-revistas-de-uladechcatolica 20. Revista Científica de la Universidad Nacional del Nordeste de Argentina AQUÍ http://www.reddolac.org/profiles/blogs/revista-de-la-facultad-de-cienciaseconomicas-de-la-universidad-n 21. REDHECS - Revista Científica de Humanidades y Educación AQUÍ http://www.reddolac.org/profiles/blogs/redhecsrevista-cientifica-de-humanidades-educacion-y-comunicacio 22. Grupo de investigación científica AQUÍ http://www.reddolac.org/group/investigacincientfica GERONTOLOGÍA SOCIAL http://www.portaldesalta.gov.ar/libros/GERONTOLOGIA.pdf Investigación, desarrollo e innovación en gerontología y geriatría http://gerontologia.udc.es/new/documents/congreso_sgxx_2013.pdf Gerontología y geriatría. Valoración e intervención Millán Calenti, JC 11 http://gerontologia.udc.es/new/documents/valoracion_intervencion.pdf Envejecimiento, dependencia, demencias y nuevas tecnologías Millán Calenti, JC http://gerontologia.udc.es/new/documents/envejecimiento_dependencia_demencias_tecnologias .pdf La dependencia en las personas mayores: necesidades percibidas y modelo de intervención de acuerdo al género y al hábitat Millán Calenti, JC, Maseda Rodríguez, Ana Lorenzo Otero, Trinidad http://gerontologia.udc.es/new/documents/necesidades_percibidas.pdf Voluntariado social Millán Calenti, JC http://gerontologia.udc.es/new/documents/Libro_voluntariado_2002.pdf Libros de Gerontología http://gerontologia.udc.es/libros.php Sociología de la vejez http://www.reis.cis.es/REIS/PDF/REIS_060_07.pdf Visión sociológica de la vejez http://www.imserso.es/InterPresent1/groups/revistas/documents/binario/253afondo.pdf Perspectiva sociológica de la vejez http://ih-vm-cisreis.c.mad.interhost.com/REIS/PDF/REIS_007_06.pdf Revista Clivajes 5 del IIHS de la Universidad Veracruzana. 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Aproximación al tratamiento de la diversidad desde la perspectiva de género en España https://revistas.ucm.es/index.php/INFE/article/viewFile/41146/39358 Emanuela Lombardo y Mieke Verloo La ‘interseccionalidad’ del género con otras desigualdades en la política de la Unión Europea http://www.urv.cat/media/upload/arxius/igualtat/JeanMonnet/2012/lombardo_verloo.pdf María José Guerra Palmero. Feminism, Justice and Intersectionality: “Labelling Politics” at Stake http://paperroom.ipsa.org/papers/paper_14478.pdf Dara Z. Strolovich Invisible Ink: Intersectionality and Political Inquiry http://www.repository.law.indiana.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1001&context=ijlse 13 S. Laurel Weldon The Structure of Intersectionality: A Comparative Politics of Gender http://journals.cambridge.org/action/displayFulltext?type=1&fid=463258&jid=PAG&volumeId=2&i ssueId=02&aid=463257&bodyId&membershipNumber&societyETOCSession Ange-Marie Hancock Intersectionality as a Normative and Empirical Paradigm http://journals.cambridge.org/action/displayFulltext?type=1&fid=1172868&jid=PAG&volumeId=3& issueId=02&aid=1172864&bodyId&membershipNumber&societyETOCSession NIRA YUVAL-DAVIS Más allá de la dicotomía del reconocimiento y la redistribución http://www.upla.cl/inclusion/wp-content/uploads/2015/04/interseccionalidadendebate_misealweb-1.pdf Género y nación http://www.bvcooperacion.pe/biblioteca/bitstream/123456789/6405/1/BVCI0006642.pdf Women, ethnicity and empowerment http://repub.eur.nl/pub/19113/wp151.pdf Women, Citizenship and Difference http://www.postcolonialeurope.net/uploads/Yuval-Davies.pdf Intersectional contestations https://www.lwbooks.co.uk/books/extracts/WAF_Yuval_Davis.pdf Power, Intersectionality and the Politics of Belonging http://vbn.aau.dk/files/58024503/FREIA_wp_75.pdf DONNA HARAWAY Manifiesto Ciborg. El sueño irónico de un lenguaje común para las mujeres en el circuito integrado http://xenero.webs.uvigo.es/profesorado/beatriz_suarez/ciborg.pdf SEYLA BENHABIB La paria y su sombra: sobre la invisibilidad de las mujeres en la filosofía política de Hannah Arendt http://e-spacio.uned.es:8080/fedora/get/bibliuned:filopoli-1993-2-C580CAA5-3639-7798-DE24A4A9B1AA9B61/paria_sombra.pdf 14 SASKIA SASSEN La ciudad global: emplazamiento estratégico, nueva frontera http://www.macba.cat/PDFs/saskia_sassen_manolo_laguillo_cas.pdf SEYLA BENHABID Feminismo y Posmodernidad: Una difícil alianza http://www.cholonautas.edu.pe/modulo/upload/Feminismo%20y%20posmodernidad%20%20Beh abib.pdf DONNA J. HARAWAY Ciencia, cyborgs y mujeres. 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Una crítica del ideal de ciudadanía universal http://invisibles.org.ar/blog/wp-content/uploads/2010/07/vida_politica_diferencia_grupo.pdf ¿Existe un método feminista? http://investiga.uned.ac.cr/cicde/images/documentos/metodo.pdf CAROLE PATEMAN El contrato sexual https://jcguanche.files.wordpress.com/2014/01/131498859-carole-pateman-el-contrato-sexual1995.pdf MARIANNE SCHNITGER (Marianne Weber). Economía y sociedad http://www.mediafire.com/view/p0p3z9315s22jo3/Max-weber-economia-y-sociedad.pdf SUZANNE KELLER. El Vecindario Urbano. Una Perspectiva Sociológica http://etnografiaurbana.files.wordpress.com/2010/04/dh3.pdf ALICIA B. GUTIÉRREZ La pobreza desde adentro o las estrategias de reproducción social http://www.naya.org.ar/congresos/contenido/quilmes/P2/34.htm LISE VOGEL Marxismo y Feminismo http://www.omegalfa.es/downloadfile.php?file=libros%2Ffeminismo-y-marxismo.pdf Escritos de Rosa Luxemburg, Clara Zetkin y biografía de Tony Cliff https://www.marxists.org/espanol/luxem/ 16 https://marxismolibertario.wordpress.com/rosa-luxemburgo/ SIMONE DE BEAUVOIR El segundo sexo-Los mandarinesMemorias de una joven formal http://pijamasurf.com/2013/03/3-libros-de-simone-de-beauvoir-digitalizados-y-listos-paradescargar-biblioteca-pijama-surf/ FEDERICA MONTSENY ¿Qué es el anarquismo? http://metalmadrid.cnt.es/cultura/libros/federica-montseny-que-es-el-anarquismo.pdf IRIS MARION YOUNG Justice and the Politics of Difference (La justicia y la política de la diferencia) http://m.friendfeed-media.com/63455e3dd545469ffd7478b231705126457051d1 Escritos de Rosa Luxemburg, Clara Zetkin y biografía de Tony Cliff https://www.marxists.org/espanol/luxem/ https://marxismolibertario.wordpress.com/rosa-luxemburgo/ Rosa Luxemburg o el precio de la libertad http://www.rosalux.de/fileadmin/rls_uploads/pdfs/Themen/RLSAutoren/Schuetrumpf_Joern/RosaLux_espan.pdf SEYLA BENHABID Feminismo y Posmodernidad: Una difícil alianza http://www.cholonautas.edu.pe/modulo/upload/Feminismo%20y%20posmodernidad%20%20Beh abib.pdf KAREN HORNEY La personalidad neurótica de nuestro tiempo http://xa.yimg.com/kq/groups/17312977/632411656/name/La+personalidad+neur%C3%83%C2%B 3tica+de+nuestro+tiempo+-Karen+Horney.pdf NANCY FRASER ¿De la disciplina hacia la flexibilización? Releyendo a Foucault bajo la sombra de la globalización http://www.revistas.unam.mx/index.php/rmspys/article/view/42392 Fuerzas y cuerpos de seguridad https://www.academia.edu/6525865/Gu%C3%ADa_para_la_Comunicaci%C3%B3n_de_la_Violenci a_de_G%C3%A9nero._Fuerzas_y_cuerpos_de_seguridad 17 Nuevas masculinidades y feminidades https://www.academia.edu/7468889/Libro_Nuevas_Masculinidades_Feminidades PATRICIA MUÑOZ CABRERA Violencias Interseccionales. Debates feministas y marcos teóricos en el tema de la pobreza y violencia contra las mujeres en Latinoamérica http://www.cawn.org/11/imgs/violenciasinterpersonales.pdf Estimadas amigas, estimados amigos: volvemos a encontrarnos con las Novedades Nº 485 del sitio Biodiversidad en América Latina y el Caribe http://www.biodiversidadla.org Revista Sin Permiso http://www.sinpermiso.info/ EDITORIAL Febrero 2016: Reino de España: esa expresiva resistencia a escarmentar en cabeza ajena Antoni Domènech . G. Buster - Daniel Raventós Todo el fondo de artículos de sinpermiso electrónico es de acceso libre y permanente. Y esta semana (6 marzo 2016) : FEMINISMO y TERRORISMO DE ESTADO Palábras proféticas: "nuestra vida pende de un hilo". Última entrevista Berta Cáceres REFUGIADOS La noche de Colonia y la de los medios Roberto Saviano Ai Wei Wei y la estetización de los refugiados Despina Biri RENTA BÁSICA, MERCADO LABORAL, DESIGUALDAD SOCIAL Deberíamos esforzarnos por trabajar menos, no hasta que el cuerpo aguante Owen Jones Proyecto Cero, el sistema que provocará que el capitalismo colapse Paul Mason Desigualdad: aspectos estructurales Branko Milanovic HISTORIA “Estos muertos son nuestros”: Vitoria, marzo de 1976 18 Pau Casanellas El Stalin que sobrevive en Rusia Àngel Ferrero ¿Cómo matar la memoria? Gregorio Morán UNIÓN EUROPEA Elecciones en Irlanda: castigo a los partidos pro-austeridad Anne McShane CINE Cine: Historia de un oso, el Oscar chileno Valeria Perasso CAPITALISMO CONTEMPORÁNEO El G-20 y las soluciones “ortodoxas” ante la desaceleración global Michael Roberts G-20: ¿estancamiento o crisis? Alejandro Nadal Deuda global de 200 billones de dólares Rolando Astarita ESTADOS UNIDOS Bernie y la Nueva Izquierda (y III) Harold Meyerson ¿Les sorprende el ascenso de Bernie Sanders y Jeremy Corbyn? Entonces es que tienen que salir más Simon Wren-Lewis AMÉRICA LATINA Bolivia: Referéndum y extractivismo. Dossier Joan Martínez Alier, Maristella Svampa REINO DE ESPAÑA Otegi askatu Pernando Barrena, Ramón Zallo Galicia en movimiento 19 David Rodríguez Reino de España: “Hay que acabar con la cultura de amiguetes". Entrevista Ignacio Sánchez Cuenca Reino de España: De acuerdo, manda el IBEX... ¿Pero quién manda en el IBEX? Rubén Juste de Ancos IRÁN Elecciones en Irán: ganadores y perdedores Yassamine Mather ASIA Filipinas: 30 aniversario de la Revolución EDSA y la memoria histórica Sonny Melencio, Walden Bello Borneo en llamas: Testigos directos de una catástrofe Eba Murua Revista Viento Sur http://vientosur.info/ solo en la web Cine: 13 minutos para matar a Hitler “Memoria histórica” de la resistencia antinazi Pepe Gutiérrez-Álvarez Pensamiento crítico Clases subalternas marginales y fundamentales en Gramsci Guido Liguori (revistamemoria.mx) 8 de marzo Feminismo para el cambio Rebeca Martínez Después de la investidura fallida Entre la “Gran Coalición” y la devaluación del “cambio” Jaime Pastor Francia. Contra la reforma del código laboral 9 marzo: Huelga general Colectivo Tribuna VIENTO SUR Oligarquía vs. Democracia, ¿Empate? José Errejón Honduras Ante el asesinato de Berta Cáceres Colectivo Brasil. Corrupción "Es lamentable que Lula haya dejado de ser del pueblo para aliarse con las elites" Luciana Genro 40 aniversario de la masacre de Vitoria Jornadas contra la impunidad Josu Chueca, Josu Ibargutxi Plan B Desobedecer a la Europa austeritaria Sebastien Brulez 20 Feminismo Feminismo y ¿Procesos Constituyentes? Justa Montero (feministas.org) Legislativas en Irlanda Elecciones cargadas de cambio, a medio plazo Ingrid Hayes Europa Cuando el Plan B es el Plan A Josep Maria Antentas (publico.es) Tribuna VIENTO SUR La historia social de un virus llamado Zika Jean Batou EE UU Los apoyos de Sanders en la enseñanza Dan La Botz ¿Un plan B para Europa? Pensamiento binario o cómo permanecer estáticos (respuesta a Cédric Durand /1) Michel Husson Tribuna VIENTO SUR PSOE-C’s: acuerdo contra los derechos sociales Mikel de la Fuente Francia Por qué François Hollande se ha convertido en el mejor aliado de Marine Le Pen Pablo Castaño Tierno Libre tras 6 años y medio de cárcel Los doce trabajos de Otegi Ramón Zallo Trastornos psiquiátricos graves: qué los producen y cómo se representan ¿Todo en el cerebro? Richard Bentall LIBROS DEL MES Geopolítica Industria, ciencia Bruno El Colectivo-CLACSO; Buenos del y energía Fornillo Aires, agosto en de 2015. 212 litio Argentina (coord.) páginas. Este volumen es el resultado de un arduo trabajo de campo realizado por el Grupo de Estudios en Geopolítica y Bienes 21 Naturales del Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe de la UBA, que brinda una mirada integral de la “cuestión litio” en nuestro país y la región basándose en fuentes primarias y secundarias, documentos oficiales y más de 40 entrevistas que abarcan todas las áreas implicadas. El litio es un recurso natural estratégico para Sudamérica debido a la dificultad para sustituirlo y a causa de que es clave en la frontera tecnológica capitalista y para el despliegue de una economía de posdesarrollo en la futura sociedad posfósil. Algunos lo llaman “el petróleo del siglo XXI” o “el oro blanco de la energía” y es además el principal insumo en la producción de los psicofármacos más vendidos del mundo, componente indispensable para medicamentos contra la depresión, el insomnio, la bulimia, los trastornos bipolares, la hiperactividad, la ansiedad, la drogadicción, los ataques de pánico, el alcoholismo, es decir las patologías que más han crecido en los últimos tiempos. La revista Forbes se refiere a Chile, Argentina y Bolivia como la “Arabia Saudita del litio”, ya que si los tres países conformasen un cartel similar a la OPEP lograrían extraordinarios beneficios. Pero nada más alejado de esa realidad sucede actualmente, ya que no existe ninguna coordinación entre los tres países, ni tampoco entre las tres provincias argentinas poseedoras de reservas de litio (Catamarca, Salta y Jujuy). Argentina, Chile y Bolivia conforman el denominado “Triángulo del litio”, concentrando el 85% de las reservas mundiales de litio en salmueras (la modalidad más económica para purificarlo). Segundo exportador mundial detrás de Chile, Argentina se debate entre contratos leoninos con multinacionales ligadas a la industria automotriz y los legítimos reclamos de las comunidades originarias. Nuestro país no posee una legislación específica para la explotación del litio, por tanto se rige por el régimen minero general aprobado en 1993, que desreguló absolutamente el sector otorgando amplias facilidades arancelarias, desgravación impositiva, estabilidad fiscal por 30 años y limitadas regalías provinciales. En ese marco, multinacionales mineras de Canadá, Australia, Estados Unidos y China más las automotrices Toyota, Mitsubishi y Magna de Japón y la coreana Kores –gracias a concesiones otorgadas por los gobiernos de Salta y Jujuy– explotan el litio a cambio de escasos puestos de trabajo y un vejatorio 3% de regalías menos impuestos, dejando un pasivo ambiental devastador: por cada tonelada de litio extraída de manera industrial, se evaporan alrededor de dos millones de litros de agua en una de las regiones más secas del planeta. Los autores concluyen afirmando que el gran desafío es que las provincias de Catamarca, Salta y Jujuy coordinen acciones –entre sí y con Chile y Bolivia– para que la explotación del “oro blanco de la energía” no destruya los ecosistemas de la Puna de Atacama, y con ellos las culturas kolla y atacama que habitan allí desde hace siglos. Julián Chappa Salario Vivir Andrés Tusquets; 144 con Felipe Buenos Aires, páginas, octubre 215 de mínimo nada Solano 2015. pesos. En 2007, Andrés Felipe Solano se desprendió de su acomodada vida de periodista en Bogotá para adentrarse en una aventura de seis meses en Medellín de la que habría de salir una crónica para la revista Soho sobre cómo se vive con el salario mínimo, que en aquel momento en Colombia era de 484.500 pesos colombianos o 260 dólares. Se alojó en Santa Inés, un barrio popular de pasado violento, y día tras día durante seis meses acudió a trabajar diez horas en una fábrica de indumentaria. Fue, escribió él, la primera vez en su vida que el cuerpo se hizo más importante que la mente, y los números –esos con los que hacía cuentas de cuánto le quedaba descontando el alojamiento, la comida y el transporte –, más que las palabras. Cuenta Solano que, al regresar a Bogotá a escribir la crónica que ahora se publica en formato libro, le resultó muy difícil calzarse de nuevo los zapatos de su vida anterior. Demasiados días, semanas, meses contando cada céntimo como para sentirse cómodo en un restaurante. Meses pensando si ser pobre es vivir con eternos deseos insatisfechos –un jugo, un 22 dulce que no alcanza para comprar– o si ser rico es vivir libre de deseos. Si vivir con el salario mínimo es “soportar el calor pensando en el frío” o “medir el hambre en horas trabajadas”. Con una sola certeza: que quienes situaron la frontera de la pobreza en 131 dólares mensuales nunca probaron vivir con el salario mínimo. Nazaret Castro Anatomía Ernesto Capital 160 política intelectual; de Buenos páginas, Twitter Aires, en septiembre 215 de Argentina Calvo 2015. pesos. La sociedad argentina se ha polarizado, se asiste a un “abismo” entre las visiones del mundo de oficialistas y opositores. En este marco, Ernesto Calvo analiza el mapa político de Twitter en Argentina, desplegado alrededor de la muerte del fiscal Alberto Nisman. El libro sistematiza la transmisión de mensajes políticos que, amparados en comunidades, trazaron la cartografía de narrativas colectivas de la red #Nisman en Twitter. Las redes sociales están lejos de asistir a la democratización de un flujo de información que esquiva a los gatekeepers centralizados. Por el contrario, esta plataforma es un “sistema jerárquico de difusión de información”. Allí se observan asimetrías profundas: seguir a alguien y ser seguido por alguien representan relaciones distintas. Allí, la ciudadanía opina descarnadamente y se aferra a comunidades que se aíslan de otras como si vivieran en barrios privados. Allí se etiquetan los temas que “importan”, se distinguen actores políticos y se distribuyen las localizaciones en los barrios de la red. Allí se delimita un mapa de altísima resolución en el cual se evidencia la capacidad de formar opinión desde una dinámica jerárquica dominada por un número pequeño de formadores de opinión que evitan editorializar sobre lo que no los favorece. “Publicar información producida por otros en Internet es un acto político antes que un acto de socialización”, advierte Calvo. Natalia Aruguete Las 23 fuentes de la juventud Genealogía Dardo Eterna 336 de Cadencia; una Buenos páginas, devoción Aires, febrero 270 de moderna Scavino 2015. pesos. Se suele pensar muchas veces que la “juventud” o su culto es patrimonio del estado actual de las cosas (¿eufemismo de “capitalismo”?). El libro de Dardo Scavino, en una clara tradición genealógica en la cual hay que colocar nombres como el de Nietzsche y Foucault, se propone repasar diferentes momentos de la historia de la humanidad para entender de qué manera se construyó nuestro concepto actual de “juventud” y cuáles son las características alumbradas por cada acontecimiento analizado. Y es que lo “joven” está fuertemente vinculado a la Modernidad, ya sea porque encuentra en ella el carácter aguerrido e insolente que es necesario para cualquier revolución o el espíritu abierto para, por ejemplo, hacer un “arte nuevo” que rezume vida en vez de la decrepitud museística. Y es que la Modernidad, tanto en su sentido político como inclusive en sus derivas artísticas, ha recaído en la juventud como un modo de poder entender su propio accionar y como la postulación de una forma subjetiva dominante: hay que ser joven. El trabajo de Scavino logra combinar con elegancia cuasi-narrativa tanto a Agamben y “los biopolíticos” como a Ernesto Laclau, Víctor Shklovski, Ricardo Rojas o Esteban Echeverría, realizando en cada capítulo un contrapunto entre formulaciones europeas, americanas y absolutamente locales. Queda como oscura conclusión que la juventud, para bien o para mal, es el nombre en donde se cifran todos los problemas que conciernen al viejo y querido “sujeto”. Fernando Bogado Religión Ronald FCE; 102 sin Buenos Aires, páginas, octubre de 123 dios Dworkin 2015. pesos. ¿Qué significa ser religioso? Esta pregunta funciona como eje ordenador de este estimulante libro del filósofo Ronald Dworkin. “La religión, diremos, no implica necesariamente la creencia en Dios; por lo tanto, suponiendo que alguien pudiera ser religioso sin creer en un dios, ¿cuál es la diferencia entre una actitud religiosa frente al mundo y una que no lo es?”. Dworkin explora esta idea en un breve ensayo sobre la experiencia y el sentido de la religiosidad; la religión, afirma, es un concepto “interpretativo”. A partir de las Conferencias Einstein que brindó en la Universidad de Berna en 2011, el autor abre una categoría conceptual que sostiene que individuos que no creen en Dios (pone a Albert Einstein como ejemplo principal) pueden tener una actitud religiosa frente a un mundo que resulta inabarcable, profundamente conmovedor y lleno de sentido; el esplendor y la belleza intrínseca de la naturaleza como dimensiones fundantes de un “ateísmo religioso”: es decir, paradigmas de una actitud religiosa frente a la vida que no es patrimonio exclusivo de las religiones. Esta actitud religiosa, sostiene Dworkin, también descansa sobre la fe. Es más, la ciencia y las matemáticas también son, en igual medida, cuestiones de fe. Dice Dworkin: “la física, por ejemplo, aún no revela un Universo cuya belleza realmente podamos comprender. Por lo tanto, la convicción religiosa supera a la ciencia que supone. De esta manera las dos ramas de la religión –la teísta y la atea– suelen converger; ambas dependen de la fe, aunque de maneras distintas”. Ezequiel Mario Martínez 24 Últimas Sergio Entropía; 114 noticias de Buenos Aires, páginas, la agosto 150 escritura Chejfec 2015. pesos. de ¿Qué ha sucedido con la escritura, con el acto material de escribir, después de los cambios tecnológicos y la irrupción de la cultura digital? ¿Modifica el medio empleado el acto de la escritura? Uno de los más lúcidos, originales y brillantes escritores argentinos desarrolla una serie de reflexiones absolutamente personales, a veces sorprendentes, sobre este tema que lo inquieta como escritor. Libretas de notas, manuscritos, escritos a máquina o computadora, reciben un análisis conceptual y sugieren ideas sobre la materialidad de la escritura, su plasticidad en las marcas sobre el papel en cada uno de los casos. Las diferencias entre estatutos de original y copia no podían faltar. ¿La escritura digital carece por su inmaterialidad del aura que tiene un manuscrito original? Las notas de Chejfec circulan entre la narrativa y el ensayo, con su habitual maestría en el manejo verbal. Y no sólo estudia el resultado de la escritura sino también los efectos materiales que produce la lectura: subrayados, notas en los márgenes de los libros intervienen la escritura previa, transformando la obra. La cercanía de la escritura con la pintura no sólo se produce en el papel sino en las prácticas performáticas, que tanto tienen en común con las artes plásticas. La larga lista de autores y sus marcas va desde Kafka y Borges, el mismo Torres García, hasta artistas conceptuales como Favio Kacero y Tim Youd. Josefina Sartora No hay Batallas por la F. Lorenz, P. Biblos; Buenos 374 páginas, 265 pesos. mañana memoria histórica en Winn, A. Marchesi, Aires, marzo sin el S. Cono J. de ayer Sur Stern 2015. “Luchas en el presente sobre el pasado, para dar forma y configurar el futuro.” Así resume el historiador Peter Winn en la introducción de este libro lo que entiende por los procesos de memoria, sin dudas el objeto central de esta serie de ensayos que se detiene en tres países: Argentina, Chile y Uruguay. Con minuciosidad histórica, por ejemplo, Federico Lorenz y Winn analizan los diversos hechos que tuvieron lugar desde el retorno de la democracia argentina, en un relato descriptivo en su superficie –abarcando desde el lugar de los movimientos de derechos humanos hasta la construcción de los archivos, o bien la intervención del Estado que se plantea a partir del gobierno de Néstor Kirchner–, pero que al mismo tiempo 25 construye una trama interpretativa más profunda de los procesos simbólicos que constelan estos acontecimientos. Es así como en este recorrido se plantean diversos correlatos, entre ellos una reflexión en torno a la construcción sobre las víctimas del terrorismo de Estado que, como producto de significaciones más complejas que han sabido tener lugar durante los últimos años, hoy parece haber superado aquella cosmovisión que inicialmente la abstrajo de su naturaleza política. No obstante, uno de los valores más grandes de este trabajo es el de promover una lectura comparativa que, sin embargo, parte y se desarrolla desde el reconocimiento de la complejidad de cada caso. En este sentido, No hay mañana sin ayer se vuelve una lectura muy pertinente en el contexto actual poniendo en evidencia cómo los procesos de memoria y justicia en torno a los crímenes cometidos por las dictaduras del Cono Sur no pueden ser concebidos como meros actos inmanentes a sus sociedades sino que constituyen el resultado de políticas concretas de Estado y del conjunto de tensiones que van delineando tanto sus avances como sus retrocesos. Carolina Keve América Crónicas Pablo Siglo 320 Latina, sobre XXI; entre la educación, Buenos páginas, desigualdad infancia Aires, noviembre 230 y la y esperanza discriminación Gentili de 2015. pesos. Reconocido especialista en educación y apasionado de los procesos de integración latinoamericanos, Pablo Gentili, profesor de la Universidad del Estado de Río de Janeiro y secretario ejecutivo de CLACSO, acude en este libro a algunas crónicas escritas y publicadas en el blog Contrapuntos del diario El País para reflejar las conquistas de las políticas públicas inclusivas aplicadas en América Latina en los últimos quince años en distintos ámbitos (educación, infancia, género y discriminación), pero sobre todo para señalar desde una mirada crítica y progresista las tareas pendientes para combatir la persistencia dramática de las desigualdades. A su vez, Gentili pretende con estas notas, que mezclan hechos históricos, cotidianos y políticos y estadísticas, salir del encierro académico de los intelectuales y dirigirse a las personas comunes “dispuestas a luchar cotidianamente por una vida digna y justa”. Fuera Daniel 26 de control Estulin Planeta; 336 Buenos Aires, noviembre 345 páginas, de 2015. pesos. Nacido en la Unión Soviética, ex agente de contraespionaje de la KGB, Daniel Estulin se ha convertido en best -seller periodístico y conspirativo con sus investigaciones sobre el Club Bilderberg, un gobierno mundial en las sombras. En este libro analiza la guerra en curso en Medio Oriente y los intereses de los “amos del mundo” en ese peligroso juego, para el que crearon, armaron, financiaron y desataron al extremismo islámico. Historia mínima de Nicolás Turner; Madrid, 286 páginas, 290 pesos. la población de agosto América Latina Sánchez-Albornoz de 2015. Docente e investigador de la historia económica de España y de la historía demográfica y social de América Latina, Sánchez-Albornoz ofrece una breve historia de la población en América Latina a través de cuatrocientos siglos, desde los tiempos precolombinos hasta el año 2025, en la que analiza a los primeros pobladores, el rol de las distintas migraciones, la trata de esclavos, el boom demográfico del siglo XX y anticipa la evolución de los próximos años. Historia De Alejandría Frédéric Ampersand; Buenos 464 páginas, 290 pesos. de las a las Aires, bibliotecas febrero de bibliotecas virtuales Barbier 2015. En función de las transformaciones del sistema de medios de comunicación, el autor realiza una historia de las bibliotecas, de la antigüedad a nuestros días, de su función de almacenamiento a la lógica de flujos, que se articula estrechamente con la historia del pensamiento, la política, la economía, la arquitectura y el urbanismo. “Su supuesta inactualidad sea tal vez un engaño”, señala Barbier al resaltar su valor permanente. 27 Una Orhan Random 640 sensación House; Buenos páginas, Aires, noviembre 369 de extraña Pamuk 2015. pesos. A través de la vida y los sueños de Mevlut Karatas, quien a los doce años abandona su aldea de Anatolia para instalarse en Estambul y convertirse en vendedor callejero de “boza”, una bebida tradicional, el gran escritor turco y premio Nobel Orhan Pamuk retrata la evolución de la metrópoli y su sociedad, y se adentra en sus callejuelas oscuras, mundo de fantasías, anhelos y miserias. NOTICIAS EN CORTO 1.5 millones de guatemaltecos necesitan alimentos con urgencia = http://www.cubadebate.cu/noticias/2016/03/06/1-5-millones-de-guatemaltecosnecesitan-alimentos-con-urgencia/#.Vt2sPLSm6i4 Quiénes están detrás de Dólar Today, el sitio web al que Nicolás Maduro acusa de hacer la guerra económica a Venezuela Patricia SulbaránBBC Mundo http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160224_dolar_today_quienes_son_venezuela_ps Casi 300 activistas del medio ambiente han sido asesinados en dos años Erika González y Tom Kucharz (La Marea, 4 de marzo de 2016) http://omal.info/spip.php?article7737 28 LA BANCARROTA DE EEUU, MÁS CERCA DE LO QUE CREEMOS http://elrobotpescador.com/2016/03/07/la-bancarrota-de-eeuu-mas-cerca-de-lo-que-creemos/ La vida cotidiana en 100 años http://www.debate.com.mx/mundo/Diario-turco-allanado-adopta-linea-progobierno-201603060007.html LOS COSTOS DE LA NUEVA VERSIÓN DEL PLAN COLOMBIA: OTRO CAPÍTULO DE WASHINGTON EN SU ESTRATEGIA DE INJERENCIA Y ACUMULACIÓN POR DESPOSESIÓN http://www.cronicon.net/paginas/edicanter/Ediciones112/nota01.htm Petroleras rusas acuerdan congelar la producción http://es.rbth.com/economia/2016/03/04/petroleras-rusas-acuerdan-congelar-laproduccion_573169 "Los tratados de libre comercio han generado una desigualdad enorme" https://www.rebelion.org/noticia.php?id=209554 Guerra, sexo , violación e impunidad http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160304_onu_abusos_soldados_am Imprimir http://es.rt.com/4b95 PortadaActualidad Lo que la mayoría no sabe: Kennedy revela los motivos reales de EE.UU. en Siria y Oriente Medio La mayoría de los estadounidenses no es consciente de que Washington busca derrocar al gobierno democráticamente elegido de Siria, lamenta Robert F. Kennedy Jr. https://actualidad.rt.com/actualidad/201209-kennedy-eeuu-siria-gasoducto-catar Los ricos mejor posicionado en Chile y el mundo... http://www.elclarin.cl/web/opinion/18359-los-10-chilenos-mas-ricos-el-2016.html MUJERES LATINOAMERICANAS: VOCES EN LA LUCHA POR LA IGUALDAD 29 En América Latina persisten altísimos niveles de desigualdad de género, de violencia y femicidio, procesos de discriminación y exclusión que tienen como principales destinatarias a las mujeres de todas las edades. La disparidad salarial se ha vuelto estructural en mercados de trabajo que, como nuestras sociedades, se han edificado sobre la base del patriarcado y del machismo institucional. Desde hace casi ya 30 años se aplican políticas orientadas a la igualdad y, sin embargo, la participación y representación de las mujeres en el sistema político sigue siendo bajísima. En algunos países, han disminuido de forma progresiva. Tampoco han mejorado de manera significativa la representación de las mujeres en la dirección de las grandes empresas o de las principales universidades; menos aún, en el servicio diplomático de algunos países latinoamericanos o caribeños. Hoy, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, mucho más que festejar, en América Latina, deberíamos hacer un enorme esfuerzo por reflexionar acerca de las razones que nos han vuelto la región más desigual y más violenta del planeta. Una desigualdad y una violencia que ataca principalmente a las mujeres, a los jóvenes y a las jóvenes, a los niños y a las niñas. Una desigualdad y una violencia que nos interpela y nos obliga a no ser indiferentes. Entre tanto, a pesar del enorme déficit que tiene el continente en materia de justicia social, América Latina es una de las regiones del mundo donde las mujeres más han contribuido al desarrollo de la investigación social. Como la academia también es machista y patriarcal, muchas veces esta importantísima contribución pasa desapercibida, se la desprecia con sintomática indiferencia o se la reduce al reconocimiento del trabajo de las científicas sociales latinoamericanas y caribeñas en el estudio de los asuntos de género. Comparto aquí con Uds. un conjunto de entrevistas a mujeres que actúan en el campo académico de nuestra región, algunas de las cuales también cumplen funciones públicas o representativas. También, incluyo aquí dos testimonios. Uno, sobre el brutal asesinato de la dirigente indígena hondureña, Berta Cáceres. Otro, sobre el impresionante movimento de lucha contra el femicidio iniciado en la Argentina bajo la consigna #NiUnaMenos. Hoy, 8 de marzo, es un día más en el largo esfuerzo por hacer de América Latina una región más democrática, igualitaria y justa. Mañana y pasado también lo serán. http://blogs.elpais.com/contrapuntos/2016/03/mujeres-latinoamericanas-voces-en-la-lucha-por-la-igualdad.html Respuesta al historiador Sergio Villalobos Incitación al "mapuchicidio" http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209713 Entrevista al antropólogo y médico colombiano Alberto Pinzón Sanchez. http://www.rebelion.org/docs/209742.pdf Leonardo Boff/ El capitalismo será derrotado por la Tierra http://www.surysur.net/el-capitalismo-sera-derrotado-por-la-tierra/ Enrique Krauze: "Donald Trump se parece mucho más a un fascista que a un populista" http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160302_donald_trump_enrique_krauze_mexico_e stados_unidos_jcps 30 Este 8 de marzo todas somos Bertha ¡Las asesinadas tienen nombre, sus asesinos también! Por Giorgio Trucchi | Rel-UITA http://nicaraguaymasespanol.blogspot.com/2016/03/fotos-honduras-este-8-de-marzo-todas.html Estimados Colegas y amigos les enviamos el Boletín de Barómetro. Atentamente Barómetro Internacional Estamos siendo víctimas de permanentes bloqueos bien por los hackers o por Google sino recibe a su correo el Boletín de Barómetro los días Lunes y Jueves por favor hacernos saber por los siguientes correos:[email protected] / [email protected] En este boletín encontrará: Encuesta: http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/06/encuesta-considera-usted-que-existe-unplan-desestabilizador-contra-los-gobiernos-progresistas-de-america-latina/ Por Sergio Rodríguez Gelfenstein ¿Hegemonía ideológica o “cambio conservador? Comienzo a escribir este artículo pocas horas después de la detención del ex presidente brasileño Luis Ignacio Lula Da Silva cuando no hay ninguna prueba de que él, o la presidenta Dilma Rouseff estén relacionados con delito alguno. Pero, eso no importa para los poderes fácticos de Brasil que después de haber perdido por cuarta vez las elecciones, recurren –tal como están haciendo los sectores más conservadores de la sociedad en otros países de América Latina- a la mentira, la calumnia, los falsos testimonios sin importar cual vía utilizar para regresar al gobierno. Los grandes medios de comunicación de Brasil, de la región y del mundo se apresuraron a transmitir la noticia del expresidente detenido por la policía federal, un órgano que junto al Poder Judicial que emitió la orden de captura- tiene paupérrimos niveles de reconocimiento y reputación en su país. Sigue leyendo copia y pega el enlace…. http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/06/hegemonia-ideologica-o-cambioconservador/ Por Bruno Lima Rocha: Dura análisis de coyuntura de la segunda mitad de febrero 2016 En Brasil, la victoria puntual de la Chevron y de los especuladores La reanudación del receso parlamentario en Brasil, mostro las pautas más ilustrativas, de los efectos dañinos del acuerdo de clases y pacto conservador, cuya marca es el lulismo. Al tiempo que lo Brasil sufre chantajes a través de conocidos mecanismos internacionales como la siempre denunciada revista The Economist, por ejemplo y el tenebroso papel de las agencias de “análisis”, el gobierno de Dilma Rousseff, que sigue contra la pared y como blanco de investigaciones político-criminales, que por veces avanzan el marco de la ley. Esto hace acuerdos posibles para evitar el peor (para su administración, no necesariamente para el país), e intenta hacer “las lecciones de casa” como dicen Sigue leyendo copia y pega el enlace…. http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/06/dura-analisis-de-coyuntura-de-la-segundamitad-de-febrero-2016/ Por Ernesto Wong Maestre: Colectivismo versus individualismo en el siglo XXI En la última semana hemos visto cómo desde la vocería de la contrarrevolución se tratan de exacerbar los valores del individualismo burgués, de cierta forma enmascarada con argumentos hipócritas a favor de una supuesta mayoría social que les apoya por el hecho que esa contrarrevolución alcanzó con mentiras, chantajes, sobornos y un sinnúmero de operaciones desestabilizadoras de diverso tipo una mayoría de diputados en la Asamblea Nacional. Ese individualismo burgués exacerbado es el ingrediente más cercano, influyente en las decisiones personales para el comportamiento electoral de ese segmento social no concientizado patrióticamente y que en un momento determinado pudiera contribuir electoralmente a cambiar el rumbo político de la República Bolivariana. De ahí la importancia de enfrentar con sólidos argumentos colectivistas la batalla mediática burguesa parasitaria. Sigue leyendo copia y pega el enlace…. http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/06/colectivismo-versus-individualismo-en-elsiglo-xxi/ Por Rafael A. Ugalde Quirós: El “milagro” Francisco Cuando el líder de 1.200 millones de fieles, Jorge Mario Bergoglio, hoy Francisco, llegue el primer semestre de 2017 a Colombia, seguramente “el milagro” de revertir a Cuba en sede del histórico encuentro entre ortodoxos rusos y cristianos occidentales y no en “eje del mal”, estará ya añejo, pero nuevos “milagros” de inclusión social, tolerancia y la construcción de paz sin caretas, discutirán 48 millones de colombianos. Cuba estuvo en la lista del “eje del mal” desde que 31 en 1982 el presidente George Bush tuvo la “brillante” ocurrencia de incluirla para arreciar el embargo comercial en momentos que la Casa Blanca sabía ya que el famoso muro de Berlín venía para el suelo y el bloque soviético caía como un juego de naipe. Sigue leyendo copia y pega el enlace…. http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/06/el-milagro-francisco/ Por Carolina Vásquez Araya: Ser joven no es suficiente Guatemala En países como Guatemala, Honduras y El Salvador el conflictivo triángulo norte de Centroamérica, el concepto de juventud dejó de tener, desde hace tiempo, el aura positiva de crecimiento, oportunidad y desarrollo naturalmente implícito en ese segmento de la población. En estos países, dadas sus características sociopolíticas y sistemas económicos orientados hacia el fortalecimiento de sus cerrados círculos de poder, las aspiraciones de los jóvenes se estrellan contra la dura realidad de un entorno hostil. De ahí el incremento de las actividades delictivas entre una población cada vez más joven en Guatemala aumentan cada año los crímenes cometidos por niños y adolescentes de ambos sexos, a lo cual se añade, como colofón y sin duda también como una de sus causas, el empobrecimiento acelerado de las familias, la mayoría de las cuales no alcanzan a ganar lo suficiente para cubrir las necesidades más elementales de vivienda, alimentación y vestuario. Sigue leyendo copia y pega el enlace…. http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/05/ser-joven-no-es-suficiente/ Bajo las normativas internacionales del SPAM, este correo electrónico no podrá ser considerado como tal, mientras incluya una forma de ser removido. Si no desea recibir más nuestro Boletín debes enviarnos un correo a ésta dirección con “asunto” REMOVER y su dirección será retirado de nuestra base de datos a la brevedad posible. Si desea publicar nuestros artículos, incluya nuestra fuente como crédito de los mismos y solicitamos remitirnos el Link de la página donde está publicado. Atentamente, El Equipo de Barómetro Internacional http://www.barometrointernacional.com.ve No cumplió su condena tras ser sobreseído por padecer Alzheimer A los 94 años muere en una clínica privada Sergio Arellano Stark, instigador del Golpe y líder de la Caravana de la Muerte El general Sergio Arellano Stark, que pasó a la historia por los crímenes de la Caravana de la Muerte, la que lideró tras el golpe de 1973, murió esta madrugada en una clínica privada. Pese a ser condenado por violaciones a los derechos humanos, fue sobreseído el 2008 por padecer Alzheimer. http://www.elciudadano.cl/2016/03/09/263541/a-los-94-anos-muere-en-una-clinica-privadasergio-arellano-stark-condenado-por-los-crimenes-de-la-caravana-de-la-muerte/ ¿Cuáles son los 6 países más desiguales de América Latina? Marcelo JustoBBC Mundo Entre los 14 más desiguales a nivel global figuran Honduras (6), Colombia (7),Brasil (8), Guatemala (9), Panamá (10) y Chile (14). http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160308_america_latina_economia_desigualdad_ab 32 10 años es equivalente a un siglo: Video: Experimento social muestra la reacción de jóvenes ante un computador con Windows 95 este experimento deja muestra la reacción de jóvenes, que no tienen más de 19 años, al enfrentar un computador con Windows 95. La grabación deja en evidencia lo difícil que resulta para ellos manejar este pc, y que hasta prender la pantalla se les hacía complicado. Revisa aquí el video que tiene más de 2 millones y medio de visitas. http://www.theclinic.cl/2016/03/08/video-experimento-social-muestra-la-reaccion-de-jovenes-ante-uncomputador-con-windows-95/ Control laboral/ Cuidado: tu jefe podrá controlar las apps de tu iPhone Los administradores de los teléfonos podrán registrar los movimientos o el uso indebido del terminal a través de una nueva aplicación. http://geekye.infonews.com/nota/283731/cuidado-tu-jefe-podra-controlar-las-apps En Argentina: Un informe revela que hubo 110.000 despidos en dos meses http://www.infonews.com/nota/283852/un-informe-revela-que-hubo-110-000-despidos La carpa burbuja para dormir bajo las estrellas La estructura de PVC está preparada para dos personas y es resistente al agua y a las inclemencias del clima. http://latitudes.infonews.com/nota/283256/la-carpa-burbuja-para-dormir-bajo-las-estrellas Bauman y el odio ¿líquido? http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/Zygmunt_Bauman-Bauman-odioliquido_0_1534646525.html Estimados Colegas y amigos les enviamos el Boletín de Barómetro. Atentamente Barómetro Internacional Estamos siendo víctimas de permanentes bloqueos bien por los hackers o por Google sino recibe a su correo el Boletín de Barómetro los días Lunes y Jueves por favor hacernos saber por los siguientes correos: [email protected] / [email protected] En este boletín encontrará: 33 Por Diego Olivera: Existe una crisis moral y ética en el marco del capitalismo (I) La familia tiende a desmembrarse en una crisis de valores Es bueno señalar que a comienzos del presente siglo XXI, que había sido señalada en su primera década, como un avance de las fuerzas progresistas en América Latina, con grandes propuestas en el área social, con acuerdos de intercambios económicos, como avances en la unidad continental. Se ve afectada por lo que se ha definido como, una crisis de valores sociales y humanistas, a los que hoy podemos caracterizar como "crisis de identidad humana". Hoy se debate sobre si existen valores, como lo enarbolara la revolución francesa, al hablar de Igualdad, fraternidad y solidaridad, basada en los principios Jacobo Rousseau, en su propuesta de contrato social, donde se enarbolo la base de una nueva sociedad, pero esta realidad que fue la idea de los valores humanos y solidarios. Sucumbió en manos de las apetencias imperiales y las guerras en Europa en el siglo XIX y XX, bajo el desarrollo de un modelo capitalista, que sembraba, el individualismo, la competencia, como la explotación del trabajo, generando los anti valores. Sigue leyendo copia y pega el enlace…. http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/02/existe-una-crisis-moral-y-etica-enel-marco-del-capitalismo-i/ Por Leandro Albani: Siria: una tregua asediada Siria transita una frágil tregua que intenta ser el inicio de un proceso político que lleve al país hacia la paz Cuando el sábado pasado entró en vigencia la tregua en Siria, acordada el lunes 22 de febrero entre Rusia y Estados Unidos –y respaldada por el gobierno de Damasco y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidos- los actores implicados sabían con certeza que algo iba a suceder: ninguno de los grupos terroristas que operan en territorio sirio, incluidos el Estado Islámico (EI, o Daesh) y el Frente Al Nusra, iba a respetar el alto el fuego. En las primeras horas del sábado esa certeza quedó confirmada. Por la mañana, el Estado Islámico hizo estallar un coche-bomba en la ciudad de Hama, en el que murieron cuatro personas. Al mismo tiempo, el Frente Al Nusra se atribuyó varios ataques con mortero en las ciudades de Homs y Alepo. Sigue leyendo copia y pega el enlace…. http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/02/siria-una-tregua-asediada/ Por Gaspar Velásquez Morillo: Que Fácil se dice “derrocar a Nicolás Maduro” Todos los planteamientos de la Ultraderecha tributan hacia el derrocamiento del Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela y la vía es a la fuerza, es violenta pues…!“Para que esperar para el después si tenemos el apoyo del pueblo venezolano” así es el pregón de la Ultraderecha, aún están embriagados por el triunfo fortuito obtenido para la Asamblea Nacional.“Es ahora o nunca” se les oye decir a la Ultraderecha en su resaca para darse ánimo entre ellos, mientras agarran con fuerza la pértiga que les impulsará para saltar la verja constitucional y caerles encima al mayoritario sentimiento nacional. Sigue leyendo copia y pega el enlace…. http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/02/que-facil-se-dice-derrocar-a-nicolas-maduro/ Por José Eulícer Mosquera Rentería:. Su fracaso en el propósito por acabar con la insurgenciaEl Plan Colombia El muy publicitado Plan Colombia, junto con la imposición del modelo neoliberal de las privatizaciones aperturas económicas y los TLC, han sido considerados por respetados analistas internacionales, como la periodista e investigadora social, argentina, Stella Calloni, como “el mayor proyecto geoestratégico que se haya trazado para recolonizar América Latina”. Hace dos semanas cumplió 15 años dicho plan y aunque inicialmente se quiso presentar como un plan estratégico dentro del combate del narcotráfico y la contribución a la construcción de la paz en Colombia, muy pronto quedó en evidencia su propósito prioritario de aniquilar a la insurgencia y a las fuerzas progresistas y revolucionarias consideradas por la ultraderecha nacional y el imperialismo yanqui como aliadas de la misma, y del “comunismo internacional” ó “castro-chavismo”, según el cínico ex presidente Uribe. Sigue leyendo copia y pega el enlace….http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/02/su-fracaso-en-el-proposito-poracabar-con-la-insurgencia/ 34 Por Ilka Oliva Corado:. La exitosa empresa del periodismo de la manipulación A nivel mundial, a través de la historia hemos visto el carácter protagónico del periodismo mediático. Ese periodismo que corresponde a intereses de las grandes corporaciones. Que favorece a la élite empresarial mundial. Un periodismo que busca manipular la información, que la desarticula, la mancilla, la falsifica. Un periodismo degradante que calumnia y que hace de la mentira su mejor arma. Ese periodismo mezquino, vendido y descarado es el que solapa, encubre y protege las invasiones extranjeras en pueblos en desarrollo. Es el que firma jugosos contratos, abulta sus cuentas bancarias y goza de los beneficios del tráfico de influencias. Es el fiel protector del tráfico de influencias. Su deshonestidad con la ética y con la humanidad lo vuelve en una pieza vital en la continuidad de la impunidad y el asalto. El periodismo de la mediatización es un ladrón de conciencias, de memoria y de identidad. Es el encubridor por excelencia de los grandes desfalcos, de los contratos firmados bajo la mesa, de los bonos enviados en contrabando. Es el periodismo empresarial el que le pone trampas a la justicia. Sigue leyendo copia y pega el enlace….http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/02/la-exitosa-empresa-del-periodismode-la-manipulacion/ Bajo las normativas internacionales del SPAM, este correo electrónico no podrá ser considerado como tal, mientras incluya una forma de ser removido. Si no desea recibir más nuestro Boletín debes enviarnos un correo a ésta dirección con “asunto” REMOVER y su dirección será retirado de nuestra base de datos a la brevedad posible. Si desea publicar nuestros artículos, incluya nuestra fuente como crédito de los mismos y solicitamos remitirnos el Link de la página donde está publicado. Atentamente, El Equipo de Barómetro Internacional http://www.barometrointernacional.com.ve Cuando el Plan B es el Plan A Josep Maria Antentas http://www.rebelion.org/noticias/2016/3/209651.pdf Mentiras que desacreditan al vicepresidente de Uruguay/ Sendic pidió "disculpas" en el Plenario del Frente Amplio El vicepresidente habló en el Plenario del Frente Amplio sobre la polémica en torno a si es o no licenciado en Genética Humana. Insistió en que cursó una licenciatura de un solo año. http://www.elpais.com.uy/informacion/sendic-pidio-disculpas-plenario-frente.html El caudillismo es cultura de derecha Raúl Zibechi http://www.jornada.unam.mx/2016/03/04/opinion/018a1pol#st_refDomain=www.facebook.com &st_refQuery=/ En los últimos años se ha impuesto, por una amplia camada de profesionales del pensamiento, la idea de que la historia la hacen los líderes, cuya capacidad de dirigir resulta determinante. Un 35 segundo lugar lo ocuparían los medios de comunicación, con su notable capacidad de ocultar o de sobrexponer hechos, según convenga. El protagonismo popular, sin embargo, es sistemáticamente ocultado, como si no jugara el menor papel en la historia reciente. Lo que más llama la atención es que semejante modo de mirar el mundo está siendo defendido por personas que se dicen de izquierdas y hasta muestran simpatía por las ideas de Marx. Para quienes nos inspiramos en este autor, son los colectivos humanos (clases sociales, pueblos, grupos étnicos, géneros y generaciones) los que hacen la historia, pero no de cualquier modo: es a través del conflicto, de la organización y la lucha, como se transforman a sí mismos y transforman el mundo. Los dirigentes son importantes, sin duda. Pero los cambios, la historia, los hacen los pueblos. Por eso resulta un retroceso en el pensamiento crítico que se oculte la acción popular y se ensalce exclusivamente el papel de los líderes. Días después de la derrota de la re-relección en el referendo, el vicepresidente de Bolivia dijo: Si se va, ¿quién va a protegernos?, ¿quién va a cuidarnos? Vamos a quedar como huérfanos si se va Evo. Sin padre, sin madre, así vamos a quedar si se va Evo ( Página Siete, 28/2/16). La frase fue pronunciada en una pequeña localidad del departamento de Oruro, durante la entrega de viviendas a pobladores aymaras. Podría haber dicho que fue gracias a la lucha histórica de los indígenas que se pudieron construir viviendas dignas y que Evo forma parte de esa tradición de resistencia y lucha. Lo que hizo fue lo contrario: presentar a los pueblos como niños huérfanos, objetos sin otra capacidad que seguir al sujeto/líder. Desde el punto de vista de la emancipación, un verdadero desatino. Un siglo atrás, el socialdemócrata ruso Georgi Plejánov escribió un ensayo titulado El papel del individuo en la historia, en el que abordaba precisamente el papel de los grandes dirigentes. Reconocía la existencia de personalidades influyentes que pueden hacer variar aspectos de los acontecimientos, pero no la orientación general de una sociedad, que está determinada por un conjunto de fuerzas y relaciones sociales. “Ningún gran hombre puede imponer a la sociedad relaciones que ya no corresponden al estado de dichas fuerzas o que todavía no corresponden a él (…) sería inútil que adelantara las agujas de su reloj: no aceleraría la marcha del tiempo ni lo haría retroceder” (Obras escogidas, t. I, Quetzal, Buenos Aires, 1964, p. 458). En suma, los dirigentes ocupan el lugar que ocupan porque fueron llevados a ese sitio por fuerzas sociales poderosas, no por habilidades personales, aunque éstas jueguen un papel importante. Fue la clase obrera argentina la que, el 17 de octubre de 1945, derrotó a la oligarquía, y ella misma ungió a Perón como su dirigente al negarse a abandonar la Plaza de Mayo hasta no escuchar al entonces coronel. Es evidente que el papel de Perón (como otros dirigentes) fue importante – aunque no tanto como el de Evita en los corazones de la clase–, pero lo fue en tanto encarnaba sentimientos, ideas y actitudes de millones. El problema con el caudillismo es que se trata de una cultura de derecha, funcional a quienes promueven la sustitución del protagonismo de los de abajo por el de los de arriba. También es cierto, todo hay que decirlo, que la cultura de los sectores populares está impregnada por valores de las élites y en casi todos los casos conocidos tienden a revestir a los dirigentes de características sobrehumanas. Para eso existe el pensamiento crítico: para poner las cosas en su lugar, o sea para destacar los protagonismos colectivos. No hacerlo contribuye a despolitizar, a que los de abajo crean que son objetos y no sujetos de la historia. El capitalismo sólo puede sobrevivir si la gente está persuadida de que lo que ellos hacen y saben son asuntos ínfimos privados, sin importancia, y que las cosas importantes son monopolio de 36 los señores importantes y de los especialistas de los diversos campos, escribió Cornelius Castoriadis en Proletariado y organización (Tusquets, Barcelona, 1974, p. 187). Sería tranquilizador pensar que la frase del vicepresidente García fue apenas un mal momento, una concesión para mostrar la importancia del presidente y alertar sobre las dificultades que pueden sobrevenir. Sin embargo, todo indica lo contrario. Vamos comprendiendo que los gobernantes realmente existentes, incluso los que dicen ser de izquierda, se sienten superiores a la gente común. ¿Recuerdan que Lenin prohibió que se le erigieran monumentos? El problema es que al desconsiderar como sujetos a los de abajo, se busca consolidar el poder de los de arriba, elevarlos por encima de las clases y de las luchas que los llevaron al lugar que ocupan. Es una operación política y cultural de legitimación, a costa de vaciar de contenido a los actores colectivos. Es una política conservadora, elitista, que reproduce la opresión en lugar de hacer por superarla. Castoriadis reflexiona, en general, sobre la realidad particular que encuentra en la división del trabajo en los talleres: Gestionar, dirigir el trabajo de los otros: he ahí el punto de partida y de llegada de todo el ciclo de la explotación (idem, p. 309). Este es el punto central. O trabajamos para que la gente común se autogobierne, para que sea sujeto de sus vidas, o lo hacemos para dirigirlas, o sea para reproducir la opresión. Insisto: no se trata de negar el papel del dirigente ni del militante, ambos necesarios. El tema es otro. Entroparme con los comuneros, decía Arguedas en uno de sus primeros cuentos (Agua) para explicar su compromiso con los de abajo. Hacerse tropa con otros; no colocarse encima de nadie, nunca. Así funciona el pensamiento crítico. "China encontró los puntos débiles de EE.UU., que vive en una ilusión de omnipotencia" Publicado: 5 mar 2016 15:31 GMT Se ha iniciado una carrera armamentística entre Pekín y Washington y lo más probable es que EE.UU. la pierda por su desfavorable situación económica, afirman destacados expertos rusos. https://actualidad.rt.com/actualidad/201292-china-rusia-puntos-debiles-eeuu-mundo-multipolar ¿El mundo se quedará sin oro? Expertos vaticinan que pronto será imposible comprar el preciado metal Los expertos explican qué le espera a la economía mundial en el contexto de la caída bursátil y la debilitación del dólar. ¿Qué pasará con el oro en el futuro? https://actualidad.rt.com/economia/201295-comprar-mundo-imposible-oro Científicos: El envejecimiento comienza antes del nacimiento "Nuestra investigación muestra que el reloj que descuenta atrás el tiempo del envejecimiento comienza a correr, incluso antes de nacer y entrar en este mundo", señalan científicos. https://actualidad.rt.com/ciencias/201298-cientificos-envejecimiento-comenzar-nacimiento 37 ARTÍCULOS Y ANÁLISIS Semiólogo mexicano Fernando Buen Abad: Los medios de derecha se convirtieron en arma de guerra ideológica http://www.elclarin.cl/web/entrevistas/18405-semiologo-mexicano-fernando-buen-abad-losmedios-de-derecha-se-convirtieron-en-arma-de-guerra-ideologica.html ESC RITO POR BEATRIZ CHISLEANSCHI* / LA NAVE DE LA COMUNICAC IÓN Buen Abad tiene la simpleza y claridad de los que mucho saben y con esa cadencia característica de los mexicanos expuso sin esconder nada, su pensamiento en torno a la comunicación dominante en nuestro continente y en el mundo y la que deberían construir las fuerzas progresistas, populares o revolucionarias. Asesor de líderes como Manuel Zelaya, Hugo Chávez o Evo Morales, por nombrar algunos, el semiólogo e investigador hace tiempo que batalla en torno a la urgencia de conformar un Frente Latinoamericano de la Comunicación Emancipadora. La vigencia del Informe Mac Bride ¿Por qué un Frente Latinoamericano de la Comunicación Emancipadora? Si bien la problemática comunicacional no puede acotarse a América Latina, esta propuesta del Frente Latinoamericano tiene que ver con la unidad de las lenguas. Se supone que hablamos en los mismos códigos y en los mismos subsistemas semánticos y que el conjunto de características y problemas son más o menos los mismos. Este análisis tiene un documento madre que me parece muy importante estudiarlo, discutirlo y analizarlo que es el Informe Mac Bride. Era el año 1980 cuando un grupo importante de discusión se planteó el problema de la comunicación a nivel planetario y entonces ya había tres o cuatro adve rtencias tan vigentes hoy como el primer día que se plantean: 1) Que el proceso acelerado de concentración de medios iba a tener consecuencias muy serias para la democracia. 2) Que iban a ser destructores, especialmente de la pluralidad. 3) Que ante un solo mundo debían elevarse Voces Múltiples lo que exigía la creación de un Nuevo Orden Mundial de la Comunicación. ¿Qué pasó con la concreción de ese Informe que fue ampliamente consensuado? Tomando entonces ese documento y algunas experiencias que se dieron en América Latina, pudimos ver que las fuerzas progresistas, las fuerzas revolucionarias del continente necesitaban también habilitarse con herramientas de comunicación. Y cada cual en sus distintos frentes y niveles entendió y entiende que su lucha incluye la lucha comunicacional. El problema que surge de todo este paisaje es que no se ha logrado una imbricación concreta y real de todas esas experiencias, no hemos podido ni siquiera sistematizarlas en términos de poder leer qué pasó con cada una y qué contribuciones hizo. Y esto no lo digo con ánimo de descalificación a los esfuerzos que se han hecho, pero lo que es verdad es que en el territorio político presentamos una debilidad muy grande. La necesidad de crear una Plataforma Continental Comunicacional y la Nueva Operación Cóndor Mediática Fernando Buen Abad es también director de cine, licenciado en ciencias de la comunicación, miembro del Centro de Estudios Socialistas Carlos Marx y del Comité Científico de la Asociación Mundial de Semiótica, entre otras. Para Abad los acontecimientos políticos que se dieron en el continente luego del “Caracazo”, donde surgieron gobiernos progre sistas de la mano de líderes como Hugo Chávez, Lula da Silva, Evo Morales, Néstor Kirchner, Rafael Cor rea y por supuesto la presencia de Fidel Castro, deberían haber creado, “y aún tenemos esa posibilidad”, una Plataforma Continental en materia de Comunicació n. ¿Cuál sería el rol de esa Plataforma? Los medios organizados de derecha se convirtieron en un arma de guerra ideológica y comenzaron a operar como aparatos golpistas. Entonces he venido proponiendo una cumbre de presidentes en materia de comunicación para discutir de manera regional un problema que no se puede resolver de manera local. Es lo que insisto en caracterizar como la nueva Operación Cóndor Mediática que aprovecha las novedades en el escenario de lucha. Tienen mayor velocidad y mayor ubicuidad y entonces poseen el control territorial. Estamos ante una nueva ofensiva mucho más brutal, acelerada y descarnada en materia de comunicación donde con total desparpajo van y cierran canales, prohíben señales o echan gente, no sólo en la Argentina, es un problema de toda la re gión. 38 ¿Y entonces? A la luz de esta mirada nos queda solamente la fuerza de las bases que de una manera u otra han venido organizándose pero que desarticuladas se vuelven muy frágiles. Entonces la respuesta a esta lógica debería ser, unámonos que es la deuda que nos tenemos en los frentes progresistas, en los frentes de izquierda. Debemos pasar a una organización. Tenemos puntos de coincidencia acerca de donde está el mal, quien es el enemigo, de dónde parten todas las ofensivas. Sabemos que hay laboratorios de guerra psicológica trabajando que se disfrazan de agencia de publicidad, que hay dos en España, dos en Italia, otras en Miami; sabemos que se llaman JJ Rendón, Durán Barba, tenemos muy caracterizada la operación y sin embargo no logramos articularnos ante eso. Nos merecemos una linda autocrítica científica para evaluar lo que no hicimos y lo que tenemos que hacer. Conformar un marco jurídico-político comunicacional continental La mayoría de los líderes latinoamericanos que nombró recién llegaron al poder a pesar de los medios concentrados y las experiencias de comunicación propia o revolucionaria nacieron después. ¿Cuál sería entonces la incidencia de estas experiencias? Es relativamente cierto que los medios nacieron después de los gobiernos, pero también es relativamente cierto que muchas otr as nacieron antes y que abonaron, enriquecieron y fertilizaron el caldo de cultivo y por eso hubo una emergencia muy rápida al calor del lenguaje que se pusieron en sintonía. Había en Venezuela, desde el Caracazo, barrios donde se estaba haciendo trabajo de resistencia desde la comunicación y que cuando asume Chávez (Hugo) se ponen a trabajar juntos. Hay muchos casos así en América Latina. De todas maneras el resultado es pobre, pues a sabiendas que tenemos todos esos recursos no se logró crear una gran potente corriente que permitiera consolidar esta plataforma de frente de lucha. ¿Qué problemas observa a la hora de conformar esta Plataforma? En principio si queremos medios independientes, tenemos que preguntarnos ¿independientes de quién o de qué? porque en algunos casos parecería que nos vuelve dependientes de los estados, así sean estados progresistas. Hay que garantizar las condiciones para que los compañeros puedan crecer en esos medios independientes ver con qué políticas. Otro problema es el de la dependencia tecnológica que es muy seria porque el día que nos corten el chorro de la tecnología nos quedamos mudos. También hay un problema muy importante que es el de la formación. Nosotros tenemos, según la Felafac (Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación), 1.000 escuelas más o menos en todo el continente. ¿Qué pasa con la teoría y la epistemología de la comunicación? ¿Qué es lo que nos enseñan? ¿Cuántos de los compañeros que están hoy conceptuando una batalla comunicacional profunda vienen inyectados con un santoral de escuelas de pensamiento que entre otras cosas han ignorado la historia misma de la lucha comunicacional del continente? Necesitamos una nueva epistemología en clave de lucha. ¿Qué papel jugarían en esta propuesta las leyes de comunicación que se sancionaron en algunos países? Precisamente, el otro gran problema es que no hemos creado una Plataforma Política- Jurídica Continental, cosa que nos urge porque entre otras cosas hay que someter a regulación jurídico política el problema del linchamiento mediático de los líderes que son victimados por una alianza comunicacional de la derecha que obra con total impunidad. Debemos armar nuestros propios guiones y crear nuestro vocabulario En oportunidades anteriores ha manifestado una preocupación especial vinculada a la batalla semántica… Efectivamente, hay una batalla semántica que dar. Se trata de denominar al mundo con nuestras claves de pensamiento, con nuestra movilización de ideas revolucionarias, con la imaginación puesta en la ruta de cambiarle el nombre a esto que nos han puesto. Si denominamos el mundo con el vocabulario de ellos, le estamos haciendo un favor inmenso. La construcción de nuestra agenda debe tener una expresión concreta. Invito a todos a preguntarnos ¿dónde están nuestros guionistas que están escribiendo nuestros programas de radio de medios alternativos, que están diseñando documentales o haciendo cine o televisión, o que escriben los noticieros nuestros?, y ver si el vocabulario que estamos usando está a la altura de las batallas que estamos librando. A la hora de armar nuestros propios guiones ¿Cuánto juega la apropiación que el sistema capitalista ha hecho de la plusvalía en el plano simbólico y de las ideas? Creo que se trata de una lucha también en el campo de la semiótica. La guerra simbólica es una de las fases de todas las guerras que ha tenido grandes triunfos porque nos han convencido precisamente de que no existe, cuando lo que es verdad es que sí está. Está toda esta superestructura simbólica que nos permite ver que ahí hay un rendimiento, esa plusvalía simbólica de la que hablabas. El rendimiento además tiene objetivos y ahí está la parte más dura sobre la que hay que trabajar a fondo, ahí requerimos una semiótica para la emancipación. ¿Cómo ve este paisaje a futuro? Si logramos se capaces de contar con un cuerpo político que nos permita profundizar respecto a qué hacemos nosotros en materi a de comunicación, entonces podríamos hacer un trabajo eficaz, movilizador, organizador y multiplicador. 39 El concepto de transición François Houtart La Jornada http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209704 Se habla mucho de transiciones para calificar periodos de cambio socioeconómico o político. Es el caso actualmente frente al agotamiento de las experiencias posneoliberales en América Latina por razones externas (crisis mundial) e internas, lo que no significa el agotamiento de las luchas antisistémicas. El término puede tener muchos sentidos, según la lectura de los eventos. Carlos Marx desarrolló el concepto de transición a propósito del paso del modo de producción feudal al capitalismo en Europa y Maurice Godelier, economista y antropólogo francés, lo resume de la manera siguiente: es la fase particular de una sociedad que encuentra más y más dificultades a reproducir el sistema económico y social sobre el cual ella se funda y empieza a reorganizarse sobre la base de otro sistema que se trasforma en la forma general de las nuevas condiciones de existencia (Maurice Godelier, 1982, 1165). Se trata evidentemente de procesos largos, no lineares, más o menos violentos de acuerdo con las resistencias de los grupos sociales involucrados. Muchos analistas estiman que el capitalismo llegó al fin de su papel histórico porque se ha vuelto un sistema destructor de las propias bases de su éxito, la naturaleza y el trabajo, como ya lo decía Carlos Marx. Es así que Samir Amin habla del capitalismo senil, que Immanuel Wallerstein publicó un artículo en medio de la crisis financiera diciendo que se asiste al fin del capitalismo y que István Mészarós habla de su incapacidad de asegurar el mantenimiento del metabolismo social de la humanidad (2008, 84). Si, por una parte, se puede aceptar la idea de que estamos viviendo una transición del modo de producción capitalista a otra forma y que el proceso puede ser precipitado por la crisis climática, por la otra, no se debe olvidar que un tal cambio será el resultado de un proceso social y que no puede realizarse sin luchas ni una transformación de las relaciones de fuerza. En otras palabras, el capitalismo no caerá por sí solo y la convergencia de todas las luchas sociales y políticas es un requisito para llegar a un resultado. La historia nos enseña que el capitalismo es capaz de transformar sus propias contradicciones en un aporte al proceso de acumulación. Ya se habla de un capitalismo social y de un capitalismo verde. La elaboración teórica del concepto en el contexto histórico de la crisis sistémica actual permitirá la elaboración de instrumentos de evaluación de las experiencias sociales y políticas en curso. Es particularmente el caso en América Latina con los regímenes que empezaron procesos de cambio y que se reclaman del socialismo del siglo XXI. La cuestión fundamental es de saber en qué medida las experiencias políticas latinoamericanas fueron transiciones hacia otro modelo social o adaptaciones del capitalismo contemporáneo a las nuevas demandas ecológicas y sociales. Las transiciones que pueden conducir a un cambio de paradigma son numerosas, pero exigen una visión específica. De hecho muchas de las medidas presentadas como transiciones son adaptaciones del sistema y no orientaciones hacia una construcción realmente pos-capitalista. Eso se nota en todos los países del Sur y también a los tratados que se concluyen entre países del Sur o en el cuadro de las políticas del BRICS. El apoyo al desarrollo de un capitalismo moderno en América Latina, el acaparamiento de tierras en África por parte de India y de China, la extensión de los monocultivos en Asia del suroeste para la producción de agrocombustibles o de madera, no son transiciones, sino nuevos caminos hacia un capitalismo nuevo, con todas las consecuencias de concentración del poder económico y de ignorancia de las externalidades (daños ambientales y sociales) que constituyen las características de todo capitalismo, aun el verde y el social. El concepto puede también ser aplicado a procesos particulares dentro de una transformación general, por ejemplo en los campos económicos, sociales, culturales, políticos, religiosos, etcétera. En todo caso, se trata, sin perder la radicalidad de los objetivos, de definir las acciones que pueden conducir al resultado (otro paradigma de desarrollo humano) teniendo en cuenta, por una parte, las circunstancias concretas del desarrollo material, y, por otra, las relaciones de fuerza existentes en los campos económico-social y político. Un ejemplo típico son las economías de extracción, que, a pesar de ser dañinas ecológica y socialmente y de ser dominadas ampliamente por los interés del capital, no pueden ser paradas de un día al otro en los países que, en América Latina, por ejemplo, empezaron cambios importantes, porque, entre otros factores, constituyen la fuente financiera de las nuevas políticas. Es el caso de Venezuela, del Ecuador y de Bolivia. La transición consistiría: 1) en iniciar una política económica basada sobre las necesidades del mercado interior (lo que es a largo y mediano paso); 2) en promover leyes ecológicas y sociales más estrictas para las explotaciones; 3) hacer pagar sus costos (daños ambientales y sociales) a los usuarios, y 4) promover una legislación internacional para evitar el fenómeno de las ventajas comparativas en favor de los que aplican regulaciones más laxas. La utilización de este instrumento conceptual no puede servir de pretexto a concesiones políticas o ideológicas de tipo socialdemócrata, es decir, aceptando que el desarrollo de las fuerzas de producción exige la adopción de principios, herramientas y recetas del capitalismo. Eso se traduce en el reforzamiento del poder de las clases sociales más opuestas a un cambio de modelo, como es el caso del Brasil, a pesar de avances en otros dominios. O también, como sucede en países socialistas, se crean nuevas diferencias sociales que inevitablemente alargarán un proceso de transición, tal como en China o en Vietnam. De verdad eso plantea un problema fundamental: ¿cómo desarrollar las fuerzas productivas en una perspectiva socialista, es decir, en función del bien común de la humanidad y cuáles fuerzas desarrollar en prioridad? Es un problema que los países socialistas y los regímenes progresistas que nacieron desde la Segunda Guerra Mundial, 40 no pudieron resolver adecuadamente y que fue el origen, tanto de los fracasos, como de la orientación neoliberal de la mayoría de ellos. Como lo decía Maurice Godelier en sus cursos en la Universidad Católica de Lovaina: El drama del socialismo es que ha tenido que aprender a caminar con los pies del capitalismo. Frente a esto urge, por ejemplo, desarrollar la agricultura campesina orgánica, como se lo propuso en un seminario asiático en la Universidad Renmin (popular) en Pekín en 2010 y en otro, latinoamericano, en La Paz en 2013, en vez de promover los monocultivos de una agricultura agroexportadora; o también, reorganizar la red de ferrocarriles locales en América Latina, en vez de adoptar los proyectos del IIRSA (la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana). Muchas otras propuestas podrían ser pensadas como elementos de una verdadera transición que no sea una simple adaptación al sistema. François Houtart. Sacerdote católico. Fundador del Centro Intercontinental de la Universidad Católica de Lovaina Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/03/06/opinion/022a1eco La nueva etapa política y sus tiempos Eduardo Lucita Rebelión http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209754 El país ha ingresado a una nueva etapa política cuyo objetivo no es otro que implantar un nuevo modelo de acumulación y reproducción de capitales. Hay un paso previo que es el ajuste, el reendeudamiento y el redireccionamiento de las relaciones internacionales. No se trata solo que la derecha empresarial logro acceder al poder político por el voto popular, sin necesidad de recurrir a los militares y sin el concurso del peronismo. Esto marca una diferencia con los regímenes implantados en 1976 y en 1990. Con un plus diferencial, tanto la Junta Militar como Carlos Menem eran simples personeros del capital más concentrado, Mauricio Macri no solo lo expresa sino que forma parte. Se trata entonces de una nueva etapa que, como en el fútbol, está trazada en dos tiempos. El primero del ajuste, del reendeudamiento, de la búsqueda de un nuevo equilibrio de las principales variables macroeconómicas y de una nueva inserción internacional. El segundo tiempo está centrado en un objetivo excluyente: un nuevo modelo de acumulación y reproducción de capitales centrado en la agroindustria, la minería de exportación y la construcción de obra pública ligada a la infraestructura para la circulación de mercancías y bienes de exportación, y el sector financiero, veremos qué sectores industriales pueden adaptarse a este esquema. Esto implica la reconfiguración del país en función del bloque de poder y del comando que se constituya para dirigirlo. Pero el primer tiempo, de ajuste y reendeudamiento, es un período de transición del que el gobierno del PRO debe salir triunfante y llegar en condiciones de ganar las elecciones parlamentarias en el 2017, para así jugar a fondo sus objetivos de largo plazo. En lo inmediato Reendeudamiento: marcha superando inconvenientes con el sencillo recurso de aceptar casi todas y cada una de las condiciones impuestas por el juez Griesa y los fondos buitre. Resta levantar las leyes Cerrojo y de Pago Soberano, que todo indica el Congreso aprobará, sin importarle demasiado la lesión de soberanía que implica sea una condición impuesta desde el exterior y que el acuerdo es claramente lesivo para el país. Ya está en curso, debe ser aprobada, una emisión de bonos por 15.000 millones de dólares para pagarles y en perspectiva un acuerdo con el FMI tal vez por unos 10.000, en carpeta siguen el BM, el BID y otros, todo para financiar déficit fiscal y obra pública. Ajuste: conviene aclarar que desde la crisis del primer peronismo todo ciclo expansivo de la economía termina inexorablemente en un ajuste. Esto es así porque Argentina es un país capitalista dependiente que desde aquellos años ostenta un desarrollo insuficiente y deformado de sus fuerzas productivas. Son estas deformaciones e insuficiencias las que en un período de crecimiento provocan los desequilibrios –restricción externa, déficit fiscal, inflación, atraso del tipo de cambio- que, salvo se transgredan los límites del capital, terminan trabando el proceso de acumulación como se ha verificado numerosas veces y también ahora. La administración Kicillof hizo lo imposible por postergar el ajuste y logró llegar al 10 de diciembre sin hacerlo pero al costo de exacerbar los desequilibrios y sin que pueda demostrar que si hubiera seguido al frente de la economía saldría de la encrucijada en que se habían metido sin hacerlo. En nuestro país todo ajuste comienza por una devaluación. Pero como el tipo de cambio es desde hace cuatro décadas, el eje alrededor del cual se distribuye el excedente económico se comprende porque la transferencia de ingresos beneficia claramente al sector exportador –más si se tiene en cuenta que fueron anuladas y rebajadas las retenciones a productos agrarios y a la minería y eliminados los derechos de exportación a los industrialesen detrimento de los sectores obreros y populares. Ocurre además que nosotros no solo exportamos lo que 41 comemos sino que la matriz insumo/producto tiene un alto componente importado, por lo tanto el traslado a precios es inmediato, como se ve en estos días y realimenta la inflación. La situación se emparenta así con la del 2014, cuando por la devaluación los trabajadores convencionados perdieron entre 5 y 7 puntos de sus ingresos reales y los jubilados cerca de 10. La devaluación encarece las importaciones pero en las actuales condiciones del mercado mundial no necesariamente estimula las exportaciones, porque la caída de estas no es por precio sino por falta de demanda, especialmente en los productos industriales y regionales que van a Brasil, cuya crisis es muy profunda y amenaza continuar también en el 2017. Para los teóricos del neoliberalismo la causa de la inflación es el exceso demanda por sobre la oferta. Por eso buscan reducir la capacidad adquisitiva de los salarios y la emisión monetaria bajando el gasto público. Enfriando la economía buscan reequilibrar oferta y demanda, no se les ocurre pensar que las altas tasas de ganancia y la desregulación de los mercados puedan tener algo que ver con la espiral alcista de los precios. La actual oleada de despidos en el sector público, que todo indica continuará en marzo, no tiene como objetivo bajar el gasto público sino enviar un mensaje con dos destinos: hacia los empresarios de que es el Estado el que habilita los despidos, hacia los trabajadores que privilegien el empleo sobre el salario. El límite al ajuste está en la reacción de los ajustados Así las cosas este año será recesivo y con inflación alta, tal vez 5 o 10 puntos arriba de lo estimado por el gobierno. La idea original del ministro Prat Gay de que el primer semestre sería difícil pero que en el segundo se recuperaría la actividad está siendo descartada por los principales gurúes de la City porteña, que por si fuera poco se quejan del gradualismo en bajar la emisión monetaria. Las primeras estimaciones indican que la caída podría estar en dos puntos del PBI, de ser así impactará en el 2017. Esta parece ser la razón de porqué el presidente Macri cambió a último momento el tono de su discurso –de las ondas de amor y paz al ataque directopara tapar que la inflación no cede, que el dólar se escapa y que la actividad económica está en descenso. La ola de despidos en el sector público está siendo continuada, por ahora en forma dispersa, en el privado, con eje en la construcción y parcialmente en los servicios, pero ya en petroleros, metalúrgicos y en las automotrices están sonando voces de alerta. El Secretario General de la UOM, y de una de las fracciones de la CGT, acaba de pedir que el Congreso declare la emergencia laboral y que se reinstale la doble indemnización por despidos, por su parte los diputados del FIT presentaron un proyecto de ley para que se suspendan los despidos y suspensiones por un año. El Gobierno Macri solo responde que una vez concretado el arreglo con los fondos buitre lloverán dólares, nadie parece creerle, incluso si sucediera serían préstamos financieros, pero difícilmente de ampliación de la capacidad productiva, que es lo que se supone crearía empleo. Por otra parte, como señala un reciente documento sobre los acuerdos de libre comercio firmado por numerosas organizaciones internacionales “…nadie puede garantizar que las exportaciones y la inversión externa redunden en más y mejores empleos, buenos salarios y respeto a las condiciones laborales”. Se sabe, la intensidad y extensión del ajuste depende de la resistencia de los ajustados. El paro de estatales del 24F y la multitudinaria movilización en su apoyo, con fuerte presencia de varios sindicatos no afectados aún por el desempleo y los bajos salarios, es una muestra de solidaridad de clase y también de que el movimiento de los trabajadores está embrionariamente tomando conciencia de la gravedad de la situación y de la centralidad de su propio movimiento en el mundo del capital. Frente a la inacción de las conducciones burocráticas de las CGT, es imprescindible y urgente que las conducciones combativas y clasistas se pongan al frente de la resistencia y convoquen al conjunto de los trabajadores y sectores golpeados por las medidas de ajuste en curso. Eduardo Lucita. integrante de EDI – Economistas de Izquierda. Entrevista a Eduardo Lucita de Economistas de Izquierda (EDI) "A Macri se le está escapando de las manos el curso de la economía" http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209789 Ana Laura Xiques "Plan B(aires)"- FM La Boca 42 -A.X.: El pasado martes 1º de marzo se llevó a cabo la apertura de las sesiones legislativas ordinarias del Congreso de la Nación en la que el Presidente Mauricio Macri dio un discurso que tuvo muchas repercusiones. ¿Cuál es tu apreciación? -E.L.: Yo creo que fue un discurso inesperado tanto para la oposición como para muchos personajes de Cambiemos. De golpe la onda de amor y paz, los globos y la fiesta fue transformada en un ataque directo muy notable al gobierno anterior, percibido tanto desde la bancada del Frente Para la Victoria, como por otros sectores, incluso por el Frente Renovador que por algunas declaraciones que vi, tampoco lo tomó muy bien. Creo que hay que pensar en por qué se ha producido esto, porque más allá de la discusión de si Macri tenía o no que hablar sobre la herencia recibida, de hacer o no buena letra y tener buenas migas para conseguir los votos en el Congreso o, por el contrario, decir “la verdad”, lo que sucedió es que el curso de la economía en términos generales, tanto el tipo de cambio como el proceso inflacionario, se le están escapando de las manos. Hay un proceso inflacionario muy fuerte que no cede como se suponía y el tipo de cambio que esperaban estacionar en $ 14/14,50 está por encima de $ 16. Esto implica una devaluación respecto de diciembre del 63% que se está instalando en los precios, entonces hay una retroalimentación del alza de los precios que opera sobre el tipo de cambio, a su vez el tipo de cambio se eleva y opera sobre el proceso inflacionario. Todo indica que el argumento de Prat Gay diciendo que el primer semestre iba a ser difícil, pero que en el segundo la inflación iba a bajar, no se va a cumplir. Por otro lado lo que había planteado el Presidente Macri al principio, de que iba a haber un acuerdo social retrotrayendo los precios al 30 de noviembre no solo no pasó sino que los grandes formadores de precios siguieron aumentando. Los mismos que le dieron apoyo a Macri en la campaña ahora le están moviendo el piso con los aumentos de precios y el dólar. Hay que tener en cuenta que los sojeros que habían prometido una cantidad de dinero, han liquidado la mitad; todo eso se está percibiendo. Yo creo que la reacción cambiando el discurso tiene que ver con esto, con sacar el eje de la discusión del tipo de cambio, de los precios, de la inflación, de la marcha de la economía y ponerla en una cuestión más política. -A.X.: Fue calificada por los ex candidatos del FIT, Nicolás del Caño y Miriam Bregman, a la salida de la apertura de las sesiones, como uno de los discursos más cínicos de la historia. Por dar un ejemplo, habló de educación mientras ese mismo día, cuando debían comenzar las clases, en 14 provincias estaban haciendo paros y movilizaciones. -E.L.: Claro. Incluso los economistas saben que el gobierno está inflando el déficit que recibió, que por cierto no es una panacea, debe estar cerca del 5%, pero nunca en el 7% como afirman. Incluyen pagos que se tienen que hacer en el 2017 en el déficit del 2016, etc. Todo para justificar una política de ajuste, inclusive el chantaje que hace el gobierno diciendo que o arreglamos con los buitres y nos endeudamos o no hay gradualismo y la política de ajuste va a ser mucho más fuerte. Es todo un mecanismo de ese tipo el que estuvo presente durante todo el discurso. -A.X.: Más allá de la justificación en la herencia, el ajuste se anunciaba ganase Macri o Scioli. ¿Con Scioli hubiera sido lo mismo? ¿No había opción al ajuste? -E.L.: Creo que probablemente no sería tan brutal al principio, no pasaría lo que está sucediendo con los empleados del Estado probablemente, no estarían desactivando una serie de políticas sociales del Estado. Lo que buscan con los despidos en el Estado es eso, porque desde el punto de vista del déficit no mueve el amperímetro. Que echen a 15.000 o 20.000 trabajadores no cambia sustancialmente el déficit fiscal. El déficit está en el gasto producto de los subsidios, las exenciones impositivas y demás. Además hay un tema, Argentina es un país capitalista dependiente que tiene un desarrollo insuficiente y deformado de su fuerza productiva, esto hace que después de un ciclo expansivo de la economía como efectivamente lo hubo aquí, siempre inevitablemente viene una política de ajuste. La única manera de evitarlo sería transgrediendo esos límites del capital, pero como ninguna de estas fracciones políticas de la burguesía, sea el alfonsinismo, el menemismo, el kirchnerismo, macristas, incluso los militares, ninguno quiere transgredir esas normas, entonces el ajuste es prácticamente inevitable. Podrían ajustar a otros, en vez de ajustar a los trabajadores y sectores populares, ajustar a las clases más poderosas y pudientes, pero eso también sería tergiversar las normas del capital. Si se observa desde la primera crisis durante el gobierno peronista del año 52/55, todas y cada una de las que vinieron después, la del ´60, la del ´73, la del ´76, la del ´89, todas fueron precedidas por un crecimiento de la economía y todas terminaron en un ajuste, precedido por inflación, devaluación, déficit fiscal, etc. Pero siempre el ajuste comienza por la devaluación. Argentina emitirá la deuda más grande desde México hace 20 años para pagarle a los buitres 43 -A.X.: ¿Qué opinión tenés acerca del nuevo acuerdo con los fondos buitre? -E.L.: El gobierno presenta el acuerdo como un gran éxito y como una necesidad urgente para volver a endeudarse, apuesta todo al nuevo endeudamiento, al acuerdo con los fondos buitre que se logró rápidamente por la sencilla razón de que se aceptaron todas las condiciones. Similar al esquema que había hecho Kicillof cuando arregló con el Club de París en 48 horas, porque fue a ver dónde había que firmar y lo hizo. Para llegar al acuerdo tienen que presentar una Ley ómnibus, un proyecto para levantar la Ley cerrojo y la de pago soberano, que es una lesión a la soberanía porque la orden de levantar esas leyes es de Griesa que lo pone como condición para llevar adelante el acuerdo. Es una decisión impuesta desde el exterior. Además, involucra habilitar al gobierno a emitir bonos por U$S 15.000 millones de dólares, el Herald Tribune ha dicho que va a ser la deuda más grande emitida por un país desde que México lo hizo por U$S 16.000 millones hace 20 años. Es una deuda muy significativa la que se va a emitir y se va a hacer para pagarle a los buitres, no para invertir en el desarrollo de ninguna fuerza productiva ni nada que aporte al crecimiento del país. Volvemos al endeudamiento a todo galope, porque después va a haber que endeudarse para financiar el déficit fiscal, para inversiones productivas, etc. -A.X.: ¿Cuál es entonces el panorama más cercano? -E.L.: El panorama es recesivo, se habla de que va a caer en 2 puntos el PBI. Lo que va a implicar pérdida de la capacidad adquisitiva de los salarios y hay que ver cómo incide en el empleo. Porque hasta ahora está el desempleo en el Estado con el que están enviando un mensaje al sector privado habilitando despidos. Por otro lado un mensaje a los trabajadores del sector privado para que no pidan mucho en paritarias y cuiden el empleo. Hay una serie de líneas de producción, la metalúrgica, la automotriz que viven de la exportación y otros sectores del mercado interno que van a caer, por lo tanto, hay que ver hasta cuándo aguantan sin generar desempleo abierto. El secretario general de la UOM, Caló, acaba de pedirle al Congreso que sancione una ley declarando la emergencia laboral y que habiliten nuevamente la doble indemnización por despido. Y los diputados del FIT presentaron un proyecto de ley para que se prohíban los despidos y suspensiones por un año. Significa que todos están viendo que el crecimiento de la tasa de desempleo es una posibilidad muy cierta. La situación, como otras veces, es difícil y el límite del ajuste depende de la resistencia de los ajustados, no hay otra solución, si los ajustados no resisten, el ajuste va a pasar. Las nuevas fronteras de las commodities en Venezuela http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209774 Emiliano Teran Mantovani Rebelión “El capitalismo está definido por el movimiento de frontera […] La apropiación de la tierra y el trabajo de frontera ha sido la condición indispensable para las grandes olas de acumulación de capital, desde la era de los Holandeses en el siglo XVII hasta el ascenso del neoliberalismo en los años 70 y 80 del siglo XX […] Las fronteras [son] la vía decisiva para que otros, fuera del circuito del capital, [paguen] la factura de la acumulación interminable de capital”. Jason Moore “La Faja [del Orinoco] es territorio virgen, no hay resistencias” Ricardo Menéndez, Ministro de Planificación, 2015 “Nuestras conciencias serán sacudidas por el hecho de solo estar contemplando la autodestrucción basada en la depredación capitalista, racista y patriarcal”. Berta Cáceres La significativa reorganización geoeconómica del territorio venezolano que se está impulsando actualmente alrededor del extractivismo no es cualquier cosa. Si hay algo que ha unido a todos los grandes proyectos políticopartidistas en disputa en el país –Plan de la Patria, Programa de la MUD, “Petróleo en La Mejor Venezuela” de Leopoldo López– es su horizonte hacia un extractivismo repotenciado (y en numerosos sentidos salvaje). Solo que ahora en este contexto de capitalismo del desastre y de crisis histórica, se han creado las condiciones para evitar cualquier resistencia por parte de políticas nacionalistas: ahora la pelota parece estar del lado del capital transnacional. Así pues, el capital reorganiza coaliciones con las élites políticas nacionales, redefine las funciones históricas de Venezuela en la división internacional del trabajo y la naturaleza, y acelera la expansión tanto en extensión como en intensidad, a las nuevas fronteras de las commodities, a la apropiación las últimas zonas “vírgenes” del país, para abrir paso a un nuevo proceso de acumulación originaria. Esto no es cualquier cosa porque no se trata sólo de la conformación de un nuevo pacto político, o la asunción de nuevas estructuras de poder, sino de cómo se va a moldear el territorio nacional, como se va a desarrollar el capitalismo-en-la-naturaleza (J. Moore), orientado a las funciones del mercado mundial, tal y como ocurrió en las primeras décadas de la Venezuela petrolera. Estamos ante una oleada sin precedentes de mercantilización de la naturaleza en el país. 44 Factores históricos y coyunturales de las nuevas fronteras de las commodities en Venezuela Estamos asistiendo a un cambio histórico y prolongado de la territorialización del capitalismo rentístico venezolano, de su ordenamiento geo-económico, mediante el cual se busca solventar la crisis del modelo y de gobernabilidad, y que apunta a las nuevas fronteras de las commodities. Los factores más determinantes de este proceso son: El declive de los crudos convencionales: el significativo agotamiento de las reservas de crudos convencionales del país, principalmente las de la cuenca de Maracaibo, y el declive de la producción de estos crudos desde los años 70 (más de 60% desde entonces), obligan a las élites del Petro-estado a ubicar nuevos enclaves extractivos, y por tanto construir nuevos ordenes territoriales y formas de apropiación de la naturaleza. La crisis histórica del modelo de acumulación: entre la década de los años 20 y 60 del siglo pasado, existía un amplio margen geográfico para la expansión de un desarrollo capitalista “equilibrado” en el país. La rentabilidad del modo de ocupación territorial (de las ciudades, de los enclaves extractivos) comenzó a estancarse desde los años 70 y a partir de los años 80 hemos vivido profundos desequilibrios económicos vinculados a este proceso espacial1. Desde la lógica del capital, para resolver el agotamiento del modelo (crisis) y procurar sostener el creciente metabolismo social venezolano, nuevos procesos de acumulación originaria deben ser abiertos en nuevas fronteras geográficas “vírgenes” (ajuste espacial, D. Harvey) donde, como la dicho el Ministro de Planificación Ricardo Menéndez, “no hay resistencias”. Las La reestructuración de la economía mundial: la tormenta económica global, expresada en la volatilidad del mercado mundial, modificación en los patrones globales de acumulación, con perfil de estancamiento secular, afecta especialmente a las economías más vulnerables, como la venezolana. Ante sus altos niveles de dependencia y fragilidad, el gobierno venezolano solo se sostiene de su base material (su naturaleza, su territorio) para tratar de aguantar los embates de estos procesos. El capital lo presiona para abrir las fronteras (en todos los sentidos). Cambios en el patrón energético global: si asistimos a importantes transformaciones en el patrón energético global tal y como lo conocemos, el cual ha sido determinado por largo tiempo por los hidrocarburos; y si el petróleo ha sido el commodity por excelencia de este patrón en crisis, países exportadores de crudo como Venezuela, sufrirían notables impactos en sus economías domésticas y una erosión de su importancia geopolítica, como lo ha reconocido Michael Klare2. Esto repercute en el perfil del extractivismo nacional, tomando en cuenta los severos riesgos de apostar todas las fichas al proyecto de los crudos extra-pesados de la Faja Petrolífera del Orinoco. Las disputas geopolíticas por los llamados “recursos naturales”: determinantes en las diferentes formas de penetración territorial y de acceso, gobernanza, apropiación y negociación de los llamados “recursos naturales” de la nación. nuevas fronteras de las commodities en Venezuela Podemos pensar en un mapa en tres tiempos. Uno primero de carácter histórico (1922-2004) en el cual se estructuró la territorialización del capitalismo rentístico venezolano bajo la lógica centro-periferia, sobre la base de la hegemonía de enclaves petroleros (extracción) en las cuencas occidental (principalmente Zulia y Falcón) y oriental (principalmente Anzoátegui y Monagas), y de cinturones urbanos (distribución/consumo) principalmente en la zona norte costera. Así pues, al norte del Orinoco vive el 95% de la población y, para e l capital el sur del Orinoco es una “zona de bajo coste” y objeto de conquista. El segundo tiempo de este mapa (2004-2013) representa el nuevo proyecto de la reconfiguración histórica de esta territorialización. El «Plan de la Patria» que propusiera el presidente Chávez lo sistematiza, y podríamos decir que, aunque puede variar en sus formas, es una muestra representativa del programa económico de todas las coaliciones políticas en disputa en el país. Esto es debido a que sus proyectos-país están basados unánimemente en el extractivismo y en sus “ventajas comparativas” (sus recursos naturales). El capital foráneo (chino, estadounidense, etc.) contribuye a darle forma a este mapa, basado en sus necesidades de recursos estratégicos. En este segundo momento se constituye una transición territorial, que apunta claramente al movimiento de frontera –con especial énfasis en el viaje al sur– y delinea las nuevas rutas del extractivismo. Desde este punto de vista, es un mapa policéntrico y diverso. El tercer tiempo de este mapa (2013-¿??) representa una cartografía en construcción y supone la ejecución concreta de la transición territorial, pero a diferencia del anterior, planteado en tiempos de abundancia por el boom de las commodities, este se produce en el contexto de crisis y debilitamiento de la capacidad de negociación del Petro-estado y parece apuntar a un formato de acumulación salvaje. La nueva apropiación de frontera desborda el mapa histórico, se expande a áreas de reservas naturales, extracciones offshore, parques nacionales. Todo aquello que pueda ser determinado en un inventario nacional certificado de recursos estratégicos del país –ej., el llamado «Proyecto Magna Reserva Minero»–: cuánto tienes, cuánto vales. Un nuevo núcleo extractivo principal se va concretando en la cuenca del Orinoco, dándole una importancia mayor a la minería. Montados de nuevo en el tren al sur –recordemos desde los viajes de Sir Walter Raleigh hasta la tragedia del Caño Manamo– voceros principales del gobierno nacional anuncian con orgullo la apertura a unas 150 empresas internacionales de 35 países para la explotación del Arco Minero de Guayana (u Orinoco), con una extensión de 111.000 kms2 que sumados a la Faja del Orinoco ampliada (64.000 kms2) totalizan un “polo de desarrollo ” de 175.000 kms2, una extensión equivalente a todo el territorio de Uruguay. 45 Presionados por la emergencia económica nacional y el apetito del capital transnacional, el Gobierno nacional pisa el acelerador hacia la apropiación de las fronteras –tan rápido como 1 año y medio para certificar las reservas de oro, diamante, coltán y hierro en el Arco Minero Orinoco3, y tan pronto como un mes para que se instalen los capitales canadiense, estadounidense y alemán para iniciar la extracción en dicho Arco4–. Anuncios oficiales sobre la construcción de una “nueva economía” de una “diversificación”, de romper con la tradición de ser un país monoproductor y de una industrialización de los recursos naturales5, no dan cuenta de que en realidad se apunta a una diversificación del extractivismo, una expansión del rentismo (ahora mixto) y al procesamiento de los commodities que de ninguna manera está conectado a un horizonte de soberanía alimentaria, cuidado del territorio y la vida, y de aminorar la dependencia en tiempos de crisis global. La apropiación oficial del discurso sobre el ecosocialismo deforma este concepto, lo ahueca y lo convierte en puro cinismo. El mapa de las fronteras de las commodities Los principales enclaves de las nuevas apropiaciones de frontera son: Arco Minero del Orinoco: ubicado a lo largo del norte de los estados Bolívar y Amazonas, fue dividido en 4 bloques diferenciados por su potencial y definidos por color: azul es coltán, amarillo es oro, marrón es hierro y color perla es diamantes. Al no haberse realizado una certificación de reservas algunos datos son estimaciones oficiales. El “potencial” de la Zona Oriental es el oro, con reservas probadas de 4 mil 300 toneladas y con “proyecciones” que podrían colocarse en el futuro por encima de las 7 mil toneladas –para pasar a ser la segunda reserva de oro del planeta–6. Según la transnacional canadiense Gold Reserve Inc. cuando se construya el proyecto Brisas-Cristinas (combinado), se prevé que sea la mayor mina de oro en América del Sur y una de las más grandes del mundo7. En la Zona Occidental destacan los diamantes (resaltando la zona de Guaniamo, edo. Bolívar), donde existirían, según el viceministro de Minas, Richard Lozada, alrededor de 3.000 millones de quilates de diamantes en la zona8, aunque el Ministro para Petróleo y Minería Eulogio del Pino habló de un potencial de reservas de hasta 11.800 millones de quilates, para llegar a ser la 6ta reserva más grande del mundo9. Sobre el coltán (destacando la zona de Parguaza, edo. Bolívar), hay pocas precisiones acerca de sus reservas potenciales, pero en 2010, en una evaluación muy preliminar, el presidente Chávez las calculó (a los precios de aquel entonces) en 100.000 millones US$10. También se han declarado estimaciones de reservas de hierro de más de 14.000 millones de toneladas (concentradas hacia las zonas de Ciudad Piar y Cerro Bolívar)11, 200 millones de toneladas de bauxita y unas potenciales 108 millones de libras de cobre al año. 46 Faja Petrolífera del Orinoco: según PDVSA, la cuota de extracción en la FPO dio un salto histórico en los últimos años para llegar a 1.228.300 de barriles diarios en 2014 –563.000 MBD en 2006, PDVSA y asociaciones con terceros– fundamentalmente en los bloques Junín y Carabobo, y para 2014 la extracción de crudos pesados y extrapesados representó el 58,8% del total de petróleo extraído en Venezuela12. Los bajos precios internacionales del crudo dificultan mucho la expansión planteada para la Faja en los planes nacionales. El 1 de septiembre de 2015, el presidente Maduro anunciaba un préstamo otorgado por China de 5 mil millones US$ con el fin específico de elevar la producción petrolera de manera progresiva en los próximos meses13, lo que da cuenta de la sed de inversiones para cumplir esta meta de incremento extractivo. Gas off-shore. Proyectos Rafael Urdaneta y Mariscal Sucre: avanza el Proyecto Rafael Urdaneta (29 bloques desde el Golfo de Venezuela hasta el noreste de Falcón) con el desarrollo del bloque Perla Cardón IV (costa afuera de la Península de Paraguaná), que según Repsol, es el mayor campo de gas offshore de Latinoamérica14. Actualmente se producen 500 millones cm3 de gas (logrado en sólo 6 meses) con el objetivo de alcanzar los 1.200 millones cm3. Por otro lado, el Ministro Del Pino ha planteado que el proyecto Mariscal Sucre (norte de la Península de Paria, edo. Sucre) es “prioritario” y de pronto arranque, y puede dar 1.200 millones cm3 adicionales. El objetivo, a parte del mercado interno, sería exportar gas por primera vez en la historia15. Carbozulia: con miras a recuperar y expandir como nunca antes las cuotas de extracción de carbón en el Zulia (de donde se encuentra alrededor del 80% de las reservas totales del país), el gobierno nacional busca financiamiento por la vía de asociaciones –unos 800 millones US$ en unos 3 o 4 años para recuperar los niveles de inversión– y relanzar Carbozulia (proyectos al noroccidente de este estado)16. Venezuela tiene reservas estimadas entre 9 y 10 mil millones de toneladas de carbón. Como referencia, cabe mencionar que los planes 2006-2012 planteaban alcanzar una meta de extracción de 24 millones de toneladas anuales17. Esto supondría la apertura de nuevas minas (como Socuy, Maché y Cachirí) y la expansión geográfica del extractivismo de carbón. Lomas de Níquel: el Viceministro Lozada planteó que actualmente se está buscando el relanzamiento de este proyecto de minería de níquel a cielo abierto (en el yacimiento más importante del país, ubicado en los municipios Santos Michelena de Aragua y Guaicaipuro de Miranda), y que está en desarrollo un proceso de inversión de alrededor de 1.000 millones US$ en el cual participan más de 28 empresas18. Cuando la transnacional británica Anglo American explotaba la mina (hasta 2012) se planteaba alcanzar una producción anual entre 16.000 y 18.000 tons3 de níquel y entre 60.000 - 67.000 Tons3/año de ferroníquel durante 30 años19 –con la capacidad de cubrir casi el 1% de la producción mundial. La Faja Pesquera Acuícola de Venezuela: están por definirse una serie de estímulos, incentivos y facilidades para empresas públicas y privadas con el objetivo de expandir la actividad pesquera –con énfasis en la actividad atunera– en una zona físicamente relacionada con el eje norte costero, y la fachada atlántica y caribeña, lo que no impide que dicha ampliación extractiva se impulse en otros sectores, incluyendo el océano pacífico20. Se plantea como meta cubrir la demanda interna, pero también la exportación de pescado para generar divisas. Modalidades del extractivismo en las nuevas fronteras de las commodities Las nuevas fronteras de las commodities no solo suponen un avance cuantitativo de la mercantilización y apropiación de la naturaleza y la vida (más hectáreas ocupadas, más cuotas extractivas, más sectores de la actividad extractiva). En estos tiempos en los que se hace cada vez más borrosa la distinción entre “progresismo” y neoliberalismo en América Latina, es importante evaluar también qué modalidades y operaciones le dan forma a estos proyectos y formas de gestión y gobernanza de los “recursos naturales” y los territorios. Mencionaremos 4 modalidades: a) Pagar con commodities: apropiación directa del “recurso” Este formato ya se ha venido desarrollando desde hace unos años con los préstamos por petróleo que ha venido adquiriendo el gobierno venezolano con China. El “modelo exitoso de la Faja del Orinoco” (E. Del Pino) parece que se aplicará en los demás convenios extractivos. Por ejemplo, en enero de este año el Ministro Del Pino ofrecía estímulos a inversores para levantar la extracción de carbón de Carbozulia, proponiendo pagar con carbón de alta calidad parte del financiamiento adquirido con éstos. b) Las Fajas y las Zonas Estratégicas de Desarrollo Nacional: extractivismo como desterritorialización salvaje En noviembre de 2014 se hizo oficial la "Ley de Regionalización Integral" (LRI), que plantea las figuras de las “Zonas Estratégicas de Desarrollo Nacional” (ZEDN) y las “Zonas económicas especiales” (ZEE) –tomadas del modelo chino–, las cuales representan una liberalización integral de regiones geográficas del país, para derribar obstáculos al capital (IED). En ellas se plantean políticas tales como: estímulos fiscales y aduanales, incentivos económicos a las empresas para el desarrollo de las zonas; liberación de restricciones arancelarias, suspensión de impuestos a empresas; definición de una autoridad (coordinador) de la ZEDN; definición de un régimen especial y extraordinario de contrataciones, acorde a los objetivos de la ZEDN que se cree; posibilidad de una administración especial de los ingresos generados en las zonas; autorizaciones para la movilización de mercancías y facilidades de despacho, simplificación de trámites y obtención de permisos de forma sencilla; y orientación de las ZEE a la exportación y comercio internacional (aunque no únicamente)21. El reordenamiento geográfico de este formato extractivista propone una territorialización que no se centra únicamente en el enclave extractivo, planteando en cambio todo un eje integral desarrollista, una nueva fo rma del capitalismo-en-la-naturaleza: las fajas (faja minera, faja petrolífera, faja pesquera). Junto a Paraguaná, el eje Morón-Puerto Cabello, y en el eje Ureña-San Antonio, estos enclaves de las nuevas fronteras de las commodities han sido decretados oficialmente como ZEDN, para potenciar la acumulación originaria que allí se proyecta. Aunque la LRI no hace referencia específica a ningún parámetro ambiental, preocupa que esta liberalización territorial sea un cheque en blanco para la devastación de la naturaleza, y haga prácticamente imposible detener estos procesos destructivos de la vida, si acaso pudiendo apenas remediarlos posteriormente. c) La naturaleza como reserva monetaria: hipotecar la vida La expansión del extractivismo de oro en Venezuela tiene relación no sólo con el negocio en sí, sino también con las posibilidades de reforzar directamente las reservas internacionales del país. Adicionalmente, tras una reforma de la Ley del Banco Central realizada por el presidente Maduro en diciembre de 2014, el diamante y demás piedras o metales preciosos forman parte de las reservas internacionales22. Así que, incluso lo que no se ha extraído entra a la valoración del casino del mercado mundial –de ahí el afán por la certificación de las reservas mineras–. La Vida ecológica pasa a ser reserva monetaria, forma de cumplimiento de pago de deuda, y garantía de la hipoteca. Con esta neoliberalización de la naturaleza, esta entra de lleno en los términos del ajuste y la reestructuración económica. De ahí que la relación de la minera canadiense Gold Reserve Inc. con el gobierno nacional pasara, de ser expropiada en 2009, seguido de un arbitraje del CIADI por este caso que falló contra Venezuela por 760 millones US$ en 2014, a firmar en febrero de este año (2016) un acuerdo con dicho gobierno para operar en la mayor mina de oro del país –el CEO de Gold Reserve ha dicho también que aspira contar con la conformación de una ZEE23–, al tiempo que Venezuela se comprometió a pagar el monto del arbitraje en 60 días. Hemos pasado del extractivismo por desarrollismo al extractivismo por endeudamiento. En esencia, la trampa de la deuda se cobra con taladros, excavadoras y cianuro. d) 47 Gobernanza sobre los “recursos naturales”: la amenaza de una oligarquía autoritaria Una expansión territorial de este tipo supone necesariamente un tipo gobernanza sobre los llamados “recursos naturales” y el territorio que se amolde a ella. Una coalición corporativa aparece como la garante del “desarrollo” y la seguridad nacional. Conviene pues preguntarse, cuál será el papel tanto del sector militar, como el de las compañías transnacionales en estos procesos. Respecto al primero, además de evaluar su rol histórico en la composición del Petro-estado venezolano y su papel en el devenir de la Revolución Bolivariana, el decreto del 10/02/2016 de la creación de la Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas (CAMIMPEG - Gaceta Oficial N° 40.845) parece indicar las formas de este nuevo rol: no solo apunta a una completa “securitización” de los recursos naturales del país –ya se contemplan despliegues de las Fuerzas Armadas y labores de inteligencia logística en las ZEDN24–, sino también a una gestión directa del sector militar en el proceso extractivo, siendo que la Camimpeg estará facultada para realizar una larguísima lista de operaciones que lo abarca prácticamente todo (art. 3): “todo lo relativo a las actividades lícitas de Servicios Petroleros, de Gas y Explotación Minera en general, sin que esto implique limitación alguna”25. La sociedad mercantil tendrá una duración de al menos 50 años y otorga atribuciones directas al Ministro de la Defensa. Esto se combina con un mucho mayor nivel de incidencia territorial por parte de las compañías transnacionales por medio de las flexibilizaciones y liberalizaciones de las ZEDN y los acuerdos económicos realizados con el gobierno nacional, en el marco de un Decreto de Emergencia Económica (Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.214) y la declaración de estado de excepción en varios municipios de estados fronterizos desde fines del año pasado. En comparación con la forma de la alianza política en los primeros años de la Revolución Bolivariana (PetroEstado y base popular organizada), donde se plantearon Comunas, NUDES o demarcación de tierras indígenas, la crisis y la nueva correlación de fuerzas podrían apuntar a una modalidad de autoridad y gobernanza oligárquica sobre el territorio y los recursos naturales. Consecuencias Los cambios en curso, en el marco de la reproducción del extractivismo, un modelo de acumulación capitalista que genera profundas desigualdades sociales, devastación ambiental y dependencia sistémica, tendrían consecuencias que podrían ser muy significativas. Mencionaremos algunas de ellas: a) Renta extractiva, déficit ecológico y pobreza estructural: uno de los argumentos principales es que esta colonización salvaje de las nuevas fronteras se hace para obtener más divisas, “impactar positivamente en el PIB” y garantizar la continuidad de las políticas sociales. Lo que en realidad terminará ocurriendo es la liquidación masiva de riqueza de la vida natural, de los medios de reproducción de la vida social, para transformarlos en dinero el cual serviría para el consumo de productos importados en las ciudades o para pagar la deuda externa. Hay por tanto una riqueza que emerge (renta extractiva) sobre la destrucción de otra (vida natural) –esta imagen promocional del gobierno nacional representa muy bien esta disputa de valoraciones–. Un ejemplo de esto está en la altísima huella de agua y materiales que supone la minería de oro a cielo abierto (que será aplicada en el proyecto Brisas-Las Cristinas). Si partimos de la estimación del Ministro Del Pino, de las 7.000 toneladas de las reservas potenciales de oro en el Arco Minero se obtendrían unos 200.000 millones US$26 (esto dependería de los flujos y condiciones del mercado mundial y de las pautas de los convenios). Pero al mismo tiempo, obtener esta suma de dinero supondría, por ejemplo, una pérdida abismal de riqueza de agua (la que sería utilizada específicamente para el proyecto) de entre 3,1 a 7,4 billones de litros de agua –basado en estimaciones en diversas investigaciones de minería de oro a cielo abierto en Colombia27–. Desde un criterio de sostenibilidad, el cotejo MMM US$/billones lts de agua es absurdo en semejantes cantidades, sencillamente porque la gente no puede ni comer ni beber dinero. Además, la transformación de la naturaleza en dinero hace que dicha riqueza circule bajo las lógicas del capital mundial (flujos financieros), favoreciendo a las clases propietarias y los países del Norte Global. Las consecuencias de esto son un aumento del déficit ecológico y el potenciamiento de las bases estructurales de la pobreza. b) Patrón primarizado, dependencia y crecimiento del metabolismo social: aunque se esté anunciando que ahora sí vamos a salir del modelo rentista, este reordenamiento del territorio supone un fortalecimiento del patrón primarizado, produciéndose un conflicto entre usos del suelo, a favor del extractivismo. Como ejemplo, podríamos preguntarnos ¿qué va a pasar con la agricultura en estados como Guárico, Anzoátegui y Monagas, donde se va desarrollando la Faja del Orinoco?; ¿qué va a pasar con la pesca en Sucre si se sigue impulsando megaproyectos gasíferos y de infraestructuras en sus costas? Adicionalmente, la expansión de los impactos ambientales va mermando la disponibilidad de bienes comunes naturales para la vida, al tiempo que podría crecer el metabolismo social producto de la modernización y urbanización de nuevas zonas. Por ejemplo, la gravísima crisis eléctrica en Venezuela –el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, ha advertido de un colapso eléctrico en abril, si no se toman medidas urgentes28– es también producto del enorme sesgo urbano nacional (casi 90% de la población) y la incapacidad doméstica para sostener el crecimiento del metabolismo social del país. Un mayor déficit ecológico acentúa la insostenibilidad económica del capitalismo rentístico venezolano. c) Una devastación ambiental de grandes proporciones: la vida en Venezuela es posible gracias a sus fuentes de agua, al papel que cumplen sus sistemas ecológicos no urbanos, inclusive posibilitando la existencia de las grandes ciudades del país, que dependen de la importación de naturaleza para sobrevivir. La enorme devastación ambiental que conlleva la expansión de estos megaproyectos extractivos tendría un impacto en la vida integral del país. Recordemos, por ejemplo, que la zona FPO/Arco Minero se desarrollaría en el medio de la cuenca hidrográfica más importante del país. Son conocidos los crecientes problemas de contaminación y acceso al agua de la región norte de Venezuela –la más poblada del país–, que se ven agravados por fenómenos de intensas sequías (2010, o la actual). A su vez, podríamos asistir a una mayor depredación de zonas de reserva como la 48 Reserva Forestal del Imataca, Parques Nacionales como Canaima o el Aguaro-Guariquito, o el Delta del Orinoco. Antes que una reivindicación paisajista, se trata de un llamado a la preservación de las posibilidades de vida armoniosa en el país. d) Extraordinaria amenaza para la subsistencia de los pueblos indígenas del país: los pueblos indígenas se encuentran ubicados, fundamentalmente, en las nuevas fronteras de las commodities. Los varios yukpa asesinados en los últimos años, la contaminación por mercurio de la mayor parte de los pueblos Yekwana y Sanema en la cuenca del río Caura, o los desplazamientos por contaminación y las infecciones de VIH en el pueblo Warao, son ejemplos de efectos directos o indirectos que las actividades extractivas dejan en sus territorios, y que se verían extraordinariamente potenciados por esta expansión extractivista, que se realiza sin ninguna consulta previa a estos. Una alerta debe propagarse para evitar que este proceso colonizador arrase con lo que queda de nuestros pobladores originarios. Alternativas al tren del extractivismo: ¿se pueden ‘ambientalizar’ las luchas en un país tan urbano como Venezuela? Existen alternativas a esta nueva oleada de acumulación por desposesión, que estarían vinculadas, por ejemplo, al impulso de la agricultura en diversas escalas; la recuperación de pozos petroleros convencionales no explotados, en vez de insistir en la FPO y la megaminería depredadora (moratorias), lo que serviría para financiar una recuperación y la transición hacia otro modelo, como lo ha propuesto el analista petrolero Carlos Mendoza Pottellá29; usos diferentes de estas reservas naturales, como el turismo sustentable; o bien una nueva arquitectura de distribución de las rentas que tenga un sentido de justicia social (abolir impuestos a los más necesitados y pechar, por ejemplo, a la banca nacional) de transición ecológica (estímulos a actividades productivas comunitarias sostenibles y desincentivos a actividades que generen devastaciones ambientales), y de estrategia geopolítica (¿existe deuda odiosa en Venezuela?). Pero no se puede dejar de reconocer que la correlación de fuerzas ha cambiado negativamente respecto a años atrás y el estado de corrupción que reina en las élites políticas, gobernantes, partidos políticos y grandes sectores económicos del país es enorme, lo que achica notablemente el margen de maniobra para una política de izquierda. Esto supone que una alternativa ante esta ola de mercantilización de la naturaleza y depredación de la vida debe ser construida necesariamente desde abajo. Diversos conflictos eco-territoriales están en desarrollo en el país, generalmente vinculados a pueblos indígenas, que defienden sus territorios y sus modos de vida ante el avance desarrollista. Pero la población de las ciudades suele estar bastante desvinculada de estos conflictos, o apática ante los procesos de degradación ambiental en otros territorios lejanos al lugar donde habita. La paradoja para un país tan urbanizado como Venezuela es que, para detener el tren del extractivismo, o al menos frenar lo más posible su desenfreno, es necesario el crecimiento de un movimiento de justicia ambiental en las ciudades. ¿Podría la crisis del capitalismo rentístico, el aumento de las dificultades para acceder al agua en las ciudades, la creciente insostenibilidad de las mismas, abrir una etapa para una mayor “ambientalización” del movimiento popular? Creemos que sí. Esto en ningún sentido es una tarea fácil. La histórica “cultura del petróleo” (Rodolfo Quintero) que en buena medida ha configurado nuestros imaginarios, cuerpos y prácticas, se ha proyectado como un ideal urbano, antiagrícola y colonial con la naturaleza. Si hay algo que podría ser culturalmente revolucionario en Venezuela es promover la agricultura urbana y la ambientalización de las luchas populares. No porque esto vaya a resolver todos los problemas del país, sino que puede constituir la base orgánica de una transformación profunda y necesaria, que tenga como una de sus premisas la defensa de los medios de reproducción de la vida. *Emiliano Teran Mantovani es sociólogo es investigador Fuentes consultadas - Agencia Venezolana de Noticias. “Gobierno nacional prevé certificar en año y medio reservas del Arco Minero Orinoco”. Caracas, 25 Feb. 2016. En: http://www.avn.info.ve/contenido/del-pino-a%C3%B1o-y-medio-debenestar-certificadas-reservas-del-arco-minero-orinoco. ____________________________. “Venezuela avanza en el proceso de certificación de la explotación del diamante”. 11 de febrero de 2016. En: http://www.avn.info.ve/contenido/venezuela-avanza-procesocertificaci%C3%B3n-explotaci%C3%B3n-del-diamante-0. ____________________________. “Plan del Arco del Orinoco contempla industrializar potencial minero nacional”. 27 de febrero de 2016. 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En: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad/economia/en-un-mes-se-instalan-empresasmineras.aspx#ixzz41O5gI8WZ Entrevista a Harvey Wasserman, sobre las elecciones en Estados Unidos ¿Podría ser que se robaran las elecciones de 2016 con la ayuda del voto electrónico? http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209660 Amy Goodman Democracy Now! Traducción del inglés para Rebelión de Carlos Riba García Hace tiempo que Harvey Wasserman, de Columbus, Ohio, viene criticando el voto electrónico. Es coautor del libro What Happened in Ohio: A Documentary Record of Theft and Fraud in the 2004 Election (¿Qué pasó en Ohio?: relato documentado del robo y fraude en las elecciones de 2004). Su próximo libro es The Strip & Flip 50 Selection of 2016: Five Jim Crows & Electronic Election Theft (Expurgar el censo electoral y dar vuela el resultado de las elecciones de 2016: la segregación racial y el voto electrónico para robar unas elecciones). Democracy Now! conversó con él sobre sus preocupaciones vinculadas con la carrera presidencial en curso. Advertencia: esta trascripción se hizo en forma apresurada; podría no ser la definitiva. Amy Goodman: –Estamos en Westerville, Ohio, en las afueras de Columbus; en la Universidad Otterbein, donde hoy he estado dando algunas clases, o sea, conversando con algunos estudiantes. Estamos en la OTV, la televisión de Otterbein. Harvey Wasserman, yo quería hablar con usted sobre le voto electrónico... Harvey Wasserman: –Muy bien. –... alguna vez ha dicho que en el futuro el voto electrónico podría utilizarse para robar elecciones. ¿Todavía le preocupa esta posibilidad? –Bueno, en 2004 el voto electrónico fue utilizado para robar las elecciones presidenciales, aquí mismo, en Ohio. John Kerry fue el legítimo vencedor y George W. Bush perdió. El secretario de Estado en ese momento, J. Kenneth Blackwell, y el gobernador, Robert Taft, utilizaron el control que tenían del voto electrónico para darle la vuelta al resultado en beneficio de George W. Bush contra John Kerry. –¿Cómo sabe eso? –Nosotros lo vimos... yo me crié aquí, Amy. Nosotros lo vimos todo, con nuestros propios ojos. Nosotros hicimos el recuento. Yo trabajo con un científico de la política llamado Bob Fitrakis. Estamos a punto de publicar otro libro The Strip & Flip Selection of 2016 . Están expurgando el censo electoral... Greg Palast, el gran periodista de investigación está haciendo un muy buen trabajo en relación con esto... están quitando del censo electoral a los afroestadounidenses, a los hispanos, a las personas que pueden inclinar el voto hacia el progresismo; de este modo, en 2004, quitaron a 300.000 personas del padrón electoral, aquí en la zona urbana. Bush ganó por menos de 120.000 votos. Y este año, en el ámbito nacional, alrededor del 80 por ciento del voto será electrónico. No hay posibilidad de verificar nada. En seis estados clave, los que son capaces de dar vuelta un resultado – Florida, North Carolina, Ohio, Michigan, Iowa y Arizona– tienen gobernadores y secretarios de estado republicanos; no hay manera de comprobar el escrutinio electrónico. Puede ser a medianoche o en cualquier otro momento de esa noche, estos dos tipos pueden ir allí con un técnico informático y dar vuelta el resultado del recuento electrónico en unos 60 segundos. Entonces, todos esos millones y millones de dólares gastados, toda esa gente haciendo campaña pueden ser ignorados mediante una maniobra informática tarde por la noche y no hay manera de saber qué ha pasado. –Esto no lo hicieron con el presidente Obama en 2008. –Lo hicieron. Pero Obama tenía demasiados votos. Estaba demasiado lejos. No pudieron... les habría costado demasiado dar vuelta el resultado en demasiados estados [inaudible] creo que Obama ganó por más de 10 millones de votos. El último escrutinio, el definitivo y oficial, dio una diferencia de siete u ocho millones de votos. –Pero, ¿por qué piensa esto? –Porque hemos visto cómo pasaba. Cuando comparas los sondeos en boca de urna –que generalmente tienen una exactitud del 1 por ciento– con los resultados electrónicos, hay diferencias enormes. Además, hemos documentado docenas de cosas diferentes que se han hecho durante años para dar vuelta las votaciones electrónicas. –¿Cómo funciona el voto electrónico? ¿Y quién controla los controles del voto electrónico? –Bueno, aquí está la clave del asunto. Las máquinas del voto electrónico son propiedad de algunas empresas privadas, que generalmente son de orientación republicana. Y los tribunales han dictaminado que el código fuente de esas máquinas de voto electrónico sea de una marca registrada. Por lo tanto, ni siquiera los gobiernos que compren o arrienden esas máquinas pueden acceder a una verificación final del proceso. Incluso Ronald Reagan dijo, “Confiar, pero verificar”. Nosotros sabemos que el recuento de 2004 fue dado vuelta. Sabemos que en 2000 pasó lo mismo en el condado de Volusia. –¿Dónde está el condado de Volusia? –En Florida; cuando Al Gore era el candidato legítimo y George W. Bush ganó la elección. Bueno, so lo estoy hablando del más grande... 51 –¿Y allí había voto electrónico? –En Volusia sí había. En la parte sur de Florida, se usaban las boletas de papel. Lo único bueno que podemos decir de George W. Bush es que en realidad el pueblo estadounidense nunca lo eligió como presidente. Esta posibilidad la estamos viendo ahora, en 2016, en unas elecciones que en esos seis estados clave, y en cualquier otro sitio, serán dadas vuelta muy fácilmente. –¿Y cuál, según su opinión, puede ser la solución? –La solución es que tengamos unas elecciones en las que las boletas se cuenten a mano, una a una, y en todo el país. Unas elecciones en la que la gente pueda controlar el censo electoral, porque hay personas que están siendo eliminadas del padrón electoral, la mayor parte de ellas, por supuesto, afroestadounidenses e hispanos. Pero este año no conseguiremos eso; este año será muy muy difícil, en unas elecciones cerradas, controlar exactamente lo que pase porque son ‘cajas negras’. Tenemos una actriz maravillosa, Bey Harris, que ha estado trabajando con Greg Palast y otras personas; esta gente ha demostrado que en unas elecciones en las que se vota en cajas negras donde el público no tiene acceso alguno no existe un proceso de verificación de los votos electrónicos. Y así estamos transitando esta enorme farsa de una campaña nacional, unas primarias y después una elecciones generales en las que se gastarán cientos de millones de dólares, cuando esa misma noche después de la votación, en 60 segundos, el resultado real puede ser dado vuelta informáticamente en los estados clave sin verificación alguna. –Si se vota electrónicamente en todas partes, como es el caso ahora, ¿no es así? –En buena parte, sí. –¿Cómo protegerse? ¿Qué se puede hacer para que la gente esté segura de que su voto sea contado aunque se utilice el voto electrónico? –No hay manera. Es imposible comprobar un voto emitido electrónicamente. Hay unas empresas privadas que son las propietarias de las máquinas de votación, y el software de marca registrada impide el acceso del público al recuento real de los votos. Estamos abocados a unas elecciones nacionales en las que no solo se elige un presidente sino también la conformación del Senado y la Cámara de Representantes. Nosotros creemos que en 2014 se robaron tres escaños del Senado –los de North Carolina, Colorado y Alaska– y que los 54 escaños de los republicanos no son legítimos, es decir, su mayoría en el Senado no es legítima. Y esto volverá a pasar. No se trata solo de la presidencia. Nosotros estuvimos... a partir de nuestra experiencia en Ohio en 2004, Bob Fitrakis y yo hemos escrito siete libros sobre esta cuestión. Y otra vez tenemos un gobernador republicano y un secretario de estado republicano. En el escrutinio del voto electrónico, no hay verificación posible de cuál será el resultado; será arbitrario... en último caso, se resolverá a... medianoche, a la 1 de la madrugada de la noche de la votación... –¿Por que piensa que los republicanos harían eso? –Oh, no; los demócratas también lo hacen, no lo dude. Yo tengo... nosotros tenemos serias preguntas sobre la forma en que Rahm Emanuel fue reelegido en Chicago, por ejemplo. Y no tenemos ninguna duda de que Scott Walker robó su reelección en Wisconsin. –¿En qué se basan? –Nos basamos en el milagroso descubrimiento de varios miles de votos en uno de los llamados problemas informáticos de una máquina de votación que le dio una victoria cuando estaba claro que era una derrota. Ya sabe, es algo que viene sucediendo desde hace tiempo. Estos procedimientos fueron más o menos perfeccionados en el extranjero por la CIA y otros operadores. Los problemas han vuelto. Empezaron en las primarias de 1988, cuando George H.W. Bush utilizó el voto electrónico en New Hampshire para derrotar a Bob Dole. Desde entonces, venimos viendo el uso del voto electrónico en todo Estados Unidos para dar vuelta elecciones después de haber modificado los padrones electorales. Y, ya sabe... –Cuando dice “modificar los padrones electorales, ¿qué quiere decir? –Bueno, Grag Palast ha informado acerca de esto. En el 2000 en Florida, antes de las elecciones unos 90.000 votantes, la mayoría negros e hispanos, fueron eliminados del censo electoral, en un recuento ganado por 600 votos. En el 2004 en Ohio, 300.000 votantes principalmente de zonas urbanas fueron excluidos del padrón. Algunas personas se presentaron a votar –como yo lo hice, dicho sea de paso– en el barrio donde vivían... A mí me negaron la posibilidad de voto en ausencia; para reclamar, presentamos una demanda federal, que ganamos y después no sirvió para nada. Pero la realidad es que ponemos nuestro voto en ‘cajas negras’ y que tanto los gobernadores como los secretarios de estado de aquellos estados que pueden decidir una elección –aunque también en cualquier estado que tenga un gobernador y un secretario de estado del mismo partido, sean demócratas o republicanos–, tienen el poder de, en el marco de la votación electrónica, dar la vuelta al resultado de una elección, ya que no hay comprobación alguna porque los tribunales han dispuesto que las máquinas para votar –de propiedad privada– tengan software 52 registrado. Se trata de una pesadilla. Eso no es democracia. Lo que quiero decir es que Bernie Sanders ha demostrado que las elecciones... que la financiación de la campaña está arreglada, que la economía está arreglada. ¿Por qué no dar un paso más, muy pequeño, y amañar también el voto electrónico? –Bueno, de momento vamos a dejarlo aquí, Harvey... –Muy bien. Harvey Wasserman es periodista independiente y activista antinuclear desde hace varios años. Fuente: http://www.democracynow.org/2016/2/23/could_the_2016_election_be_stolen?autostart=true Nieves y Miro Fuenzalida/ Los cyborgs ya vienen http://www.surysur.net/los-cyborgs-ya-vienen/ ¿Cuales serán las implicaciones de la cultura cibernética en la experiencia de la conciencia? ¿Cómo se van a balancear las ventajas y desventajas de la biotecnología? El posthumanismo es la simbiosis de tecnología y ser humano. No solo la tecnología en nuestra mano, sino la tecnología dentro de nosotros. Un nuevo avance en nuestro desarrollo si pensamos que el cuerpo es la prótesis original que aprendemos a manipular desde muy temprano y su extensión o reemplazo con otras prótesis es solo la continuación de un proceso que comenzó antes de que naciéramos. La visión posthumana reconfigura el ser humano al articularlo con maquinas inteligentes que borran la demarcación absoluta o diferencia esencial entre la existencia del cuerpo y la simulación informática, los mecanismos cibernéticos y los organismos biológicos, la teleología robótica y los goles humanos. El sujeto posthumano deviene en una amalgama de componentes heterogéneos que sobrepasan y luego eliminan lo que hasta ahora conocíamos como “si mismidad natural”. Según Donna Haraway no hay objeto, espacio o cuerpo que sea sagrado en si mismo. Cualquier componente puede comunicarse con cualquier otro si los estándares y códigos apropiados pueden ser construidos para procesar las señales a un lenguaje común. El cyborgs viene a ser algo así como un si mismo colectivo que puede desensamblarse y reensamblarse nuevamente. Un autómata es una maquina que se mueve de acuerdo a condiciones pre establecidas. Un robot es una maquina que puede o no puede ser humanoide, puede ser autónomo o semi autónomo pero con aplicaciones especificas. Un androide es, al igual que el autómata y el robot, completamente artificial, pero que perfectamente bien puede pasar por un ser humano. Un cyborg, en cambio, combina la maquina con partes vivas. Según Perkowitz, el cyborg consiste masivamente de piezas mecánicas bajo control natural. Esencialmente, “un cerebro en una caja”. Igualmente, un ser biónico es un ser humano con implantes y sustitutos. Todos estos acrecentamientos, de continuar, dice Perkowitz, le darán al cerebro una capacidad adicional para mantener datos en un modulo exterior que podrían recuperarse a voluntad y continuar gravando cualquier experiencia que se considere valiosa. Esto le daría al cerebro un nuevo nivel de poder informático. Ahora mismo hay compañías que pueden implantar “chips” capaces de almacenar y dispensar drogas que modifican la agudeza mental, el humor y la conducta. Toda esta tecnología biónica, capaz de aumentar nuestra capacidad física y mental a un grado imprecedente… ¿podría también aumentar excesivamente la presión fisiológica y causar daño estructural? Un estudio conducido por Hewlett Packard indicó que el aumento en infomanía o adicción a los aparatos digitales produce una caída del coeficiente intelectual en más de dos veces comparado con los usuarios de marihuana… si los implantamos en el cerebro… ¿sera la caida mayor? En este escenario tecnobionico… ¿tiene la conciencia alguna relevancia? Según el posthumanismo la distinción entre lo real y lo artificial, lo mental y lo corporal, lo orgánico y lo mecánico, lo original y lo simulado es más bien semántica y fácilmente puede ser ignorada. Si consideramos la materia como la ultima realidad y la conciencia como un epifenómeno, entonces, si algo se descompone la ciencia siempre va a poder arreglarlo o reemplazarlo. De acuerdo con el cognotivista Pepperell, la conciencia se refiere a todos esos atributos que usualmente asociamos con un ser humano tales como pensamiento, emoción, memoria, inteligencia y auto conocimiento que son función del cuerpo y no solo del cerebro. La mente incorporada es el paradigma dominante en el campo de la inteligencia artificial. En la teoría reduccionista de Francis Crick los fenómenos de la conciencia, sean nuestro nuestras penas y goces, nuestros recuerdos y ambiciones o nuestro sentido de identidad personal y libre albedrío, son en realidad no mas que la conducta de un vasto ensamblaje de moléculas y células nerviosas. Para Dennett no hay ontología subjetiva y la experiencia de un lugar central en el cerebro donde la conciencia ocurre es una ilusión. Antonio Damasio argumenta que la conciencia es un sentimiento y los sentimintos son 53 generados por patrones neurologicos que operan en las areas apropiadas del tallo cerebral, talamo y cortesa cerebral. No hay necesidad de un observador interno porque estos procesos cerebrales se observan unos a otros. El teatro cartesia no es mas que una ilusion. La conciencia, como la fisiologia cerebral muetra, consiste de pensamientos concientes que, como cosa fisica son funciones del cerebro y del universo fisico en el cual este esta inmerso. Lejos de estar determinada solo por el cerebro, la conciencia es una funcion del cerebro, del cuerpo y del mundo. En la historia occidental, desde muy temprano, la conciencia se ha visto como un epifenomeno evolutivo mayor que reclama ser el sitio de la identidad humana cuando en el fondo, dice Katherine Hayles, es solo una atraccion menor. El posthumanismo, al afirmar la corporizacion de la conciencia, establece el dominio total de la materia en el que la posibilidad de la “conciencia en si misma” desaparece. No hay diferencias esenciales o demarcaciones absolutas entre la existencia corporal y la simulacion informatica, los mecanismos cyberneticos y los organismos biologicos, la teleologia robotica y los fines humanos. El ser humano puede ser articulado en un solo continuo sin fisuras con maquinas inteligentes. El sujeto post humano es un sujeto post conciente. Cierto. Excepto… por un pequeño detalle. El fisico Jean Burns, entre muchos otros, afirma que la diferencia que aun persite entre maquina y organismo esta en esa vieja idea de la voluntad o libre albedrio, asociados con la conciencia, que los humanos tienen y que las maquinas carecen. Los efectos fisicos de la voluntad, dice, no pueden ser explicados por las leyes fisicas actuales porque estas abarcan solo determinismo y azar quantico a los que la volicion o conciencia escapan. El cognotivismo posthumanista, que ha logrado un impresionante progreso en la comprension de las funciones cerebrales, es la vision basada en la tercera persona, la del observador externo… ¿Pero, que pasa con la observacion de la primera persona, de la del observador interno? ¿Se podria integrar la metodologia de la tercera persona con la experiencia de la primera persona? En el pensamiento occidental ser conciente es ser conciente de algo. Conciencia es siempre conciencia de un objeto, nunca de un vacío. Es lo que los filósofos llaman conciencia intencional. Los cognotivistas tienden a equiparar conciencia con mente pensante que es extencion del cuerpo, la naturaleza y la cultura. Y en este paradigma la conciencia, por supuesto, es irrelevate , como dice D. Dennett. La Inteligencia Artificial funciona perfectamente bien sin conciencia. Arthur Deikman sugiere algo diferente. La conciencia tiene dos modos. El instrumental o mental que, con ayuda de los sentidos, esta dirigida hacia fuera con enfasis en los objetos, los limites, las conductas intencionales y la autosobrevivencia. Y el receptivo, dirigido naturalmente hacia dentro con el enfasis en la conciencia no intencional, en la capacidad de trancender el contenido de la mente para tomar contacto con el vacio que somos. Esta es la conciencia pura, vacia de todo objeto, incluyendo la autoconciencia, la ensoñacion y la reflexion. En la practica de la meditacion Advaitan la atencion, de manera espotanea y natural, se orienta a estados cada vez mas tranquilos y ordenados de actividad mental hasta que toda actividad es trascendida y el observador se queda sin pensamiento ni sensaciones, solo con la experiencia de la pura conciencia. No conocimiento de la conciencia, sino que ser la conciencia. Esta tendencia de la conciencia a ir hacia su propio estado fundamental sugiere que el pensamiento y accion descansan en nuestra capacidad para movernos hacia un estilo de funcionamiento neurofisiologico optimo. Las experiencias subjetivas mas profundas, que son la base para el logro de nuevos pensamientos, dependen de un gran refinamiento fisiologico. Son estas las que sostienen la coordinacion harmonica entre cuerpo, mente y conciencia. Sin esta integracion, la extencion del cuerpo y la mente hacia fuera, sobre la base solamente de la actividad instrumental, puede resultar en una hiperexitacion biologica capaz de bloquear el acceso a la conciencia entendida como un vacio de concepciones.… ¿Porque todo esto podria importarnos? Giorge Agamben, refiriendose al artista, describe como este descubre que la ausencia de contenido inmediatamente se identifica con su conciencia mas intima. El artista es el hombre sin contenido, cuya identidad esta en el perpetuo surgimiento de expresiones que nacen de la nada sin otro fundamento que esta incomprensible estacion ubicada en uno de sus costados. Expresiones que crean nuevos mundos. Jean-François Lyotard dice que el capitalismo es una maquina vanguadista que arrastra a la humanidad a la deshumanizacion para rehumanizarla a un nivel diferente. Los tecnocratas justifican la toma de posesión de la maquina tecnologica porque la sociedad no puede entender sus propias necesidades, especialmete frente a las nuevas innovaciones digitales. La unica resistencia a la tecnologia inhumana es otro inhumano ubicado en la subjetividad humana. Este inhumano es el potencial para la sorpresa y las transformaciones impredictibles que van mas alla del alcance racional y la normatividad tecnologica. Esta dimension no racional, no humana de la subjetividad como fuente de resistencia sugiere un vacio de concepciones, un testigo indecible representado por cierta literatura y arte. Robert Forman nota que los estados de hipoexcitacion se orientan a una descontruccion del lenguaje y las creencias, a algo asi como una liberacion de la experiencia de la cosificacion conceptual. La habilidad de mantener la experiencia mas alla de nuestra identidad socialmente construida. Una experiencia que escapa a la codificacion y normatividad intitucional. 54 ¿Podriamos decir que el riesgo de modificar tecnologicamente el cerebro no puede desviar a la mente de este “potencial innato”? ¿ de que la hiperexitacion biotecnica no puede subvertir el sustrato genetico mental? Katherine Hayles dice que cuando el cuerpo es integrado en un circuito cibernetico, la modificacion del circuito necesariamente modificara tambien la conciencia. Conectada por multiples circuitos de retroalimentacion a los objetos que diseña la mente, tambien, es un objeto de diseño. En la novela de ciencia ficcion “Neuroromance” de Gibson uno de los personajes de la historia “Johnny Mnemonico” pierde completamente su sentido de identidad despues de subir datos directamente de la “web” a su cerebro. La inmensa cantidad de datos del cyberespacio invade su simismidad interfiriendo con su funcionamiento fisiologico normal. Por supuesto que la tecnologia bionica siendo la extencion natural de nuestras protesis beneficia tremendamente el complejo cuerpo/mente… Pero, si a la larga, las maquinas continuan haciendose cada vez mas humanas y los humanos mas maquinas… ¿no habria riesgo de socavar el acceso a lo que la vieja tradicion esoterica, que ha corrido en los margenes del racionalismo occidental, llama “conciencia pura” ? Si la fascinacion de autotransformarnos en organismos ciberneticos, en cyborgs radicales continua, puede que algun dia la conciencia pura no sea mas que una vaga memoria. Y si esto ocurriera estariamos frente a una especie bien diferente. Los mensajes estratégicos del referendo en Bolivia Eduardo Paz Rada http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2016030206 El resultado negativo del referendo de consulta ciudadana en relación a la reforma constitucional para la repostulación presidencial de Evo Morales Ayma en las elecciones de diciembre de 2019 abre un nuevo periodo en la política boliviana y en el proceso de cambio, en la perspectiva de tomar en cuenta los mensajes y disposiciones del pueblo boliviano respecto a las tareas que deben cumplir en este periodo las fuerzas de oposición, los movimientos y organizaciones populares de Bolivia, el gobierno, el Movimiento Al Socialismo (MAS) y el propio Jefe del Estado después de haber realizado una exitosa gestión de diez años. Su actual periodo presidencial termina el 22 de enero de 2020. El cómputo del Órgano Electoral Plurinacional establece que el No consiguió 2.676.864 votos que representa en 51.29% y el Si 2.541.922 que representa el 48.71%, lo que significa una diferencia de 134.942 votos. Los departamentos donde se impuso el No fueron Santa Cruz, Beni, Pando, Potosí, Tarija y Chuquisaca, en tanto el Si ganó en La Paz, Cochabamba y Oruro, en ese contexto fue determinante la diferencia de 271.630 votos que consiguió el No en Santa Cruz. Esta consulta, que fue demandada por el Consejo Nacional por el Cambio (CONALCAM) con la activa participación de la Central Obrera Boliviana (COB), la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), entre otras organizaciones populares, e impulsada por la mayoría de la Asamblea Legislativa Plurinacional a través de una ley, ha sido una manifestación más de la profundización del proceso democrático participativo en Bolivia. La COB, histórica organización de los trabajadores bolivianos y protagonista de la política en el país, respaldó la reelección de Evo Morales sobre la base de impulsar la profundización del proceso de transformaciones políticas, sociales y económicas con nuevas nacionalizaciones, mayor industrialización, redistribución de la riqueza y decisiones revolucionarias y antiimperialistas. EL MENSAJE DEL PUEBLO El mensaje central de la votación representa una llamada de atención de la población para que el proceso de cambio tenga una profundización y avance la democracia deliberativa. Por una parte la necesidad de profundizar el proceso con la adopción de medidas que fortalezcan a las organizaciones populares e impulsen su participación y protagonismo, se politicen los debates en torno a los próximos pasos a seguir con miras al cumplimiento de la Agenda Patriótica 2025, se desburocratice la administración pública, se sancione a funcionarios y autoridades que hayan realizado y realicen actos de corrupción y, por otra, la adopción de acciones contra los poderes de las transnacionales mineras y petroleras que obtienen mayores ventajas e incentivos económicos, de los terratenientes soyeros, de la banca y las finanzas usureras y de los consorcios mediáticos, éstos últimos convertidos en el faro ideológico de la restauración neoliberal. Asimismo, aspectos sensibles como los de las limitaciones de la salud pública, las precariedades académicas de la educación, la inseguridad ciudadana, la administración ineficiente de la justicia, la problemática policial y la lentitud en los procesos de gestión pública deberán ser atendidos con premura, particularmente por las consecuencias que repercuten sobre el conjunto de la población La administración gubernamental de los siguientes años (2016-2019) será vital para que los candidatos del MAS y de los Movimientos y Organizaciones Populares tengan opciones certeras de conseguir el triunfo electoral en diciembre de 2019 y dar continuidad a los cambios realizados y así alcanzar la meta de la Agenda Patriótica en 2025, programa estratégico que contempla la erradicación de la pobreza, la dotación de servicios básicos a toda la población, la recuperación soberana de la costa sobre el océano Pacífico, la soberanía plena en los campos de la alimentación, la industria, la ciencia y la tecnología, los recursos naturales, las finanzas y la producción. El presidente Evo Morales ya asumió el reto no solamente con la propuesta de un nuevo referendo revocatorio, sino con la idea de fortalecer los movimientos populares como eje protagónico del proceso y seguir impulsando el desarrollo económico y social de Bolivia. Las campañas del referendo inicialmente pusieron en debate no solamente el aspecto central de la reforma legal del artículo 168 de la Constitución, sino la gestión y el liderazgo del presidente Evo Morales, debate que tuvo un saldo muy favorable a la repostulación del jefe de Estado por las importantes transformaciones sociales, económicas, culturales y políticas conseguidas en diez años de gestión en Bolivia y por su fuerte presencia internacional reconocida por movimientos sociales del planeta, líderes mundiales, el Papa Francisco y la Organización de Naciones Unidas. LOS ARGUMENTOS Y ARMAS DE LA OPOSICION Los desgastados dirigentes políticos de los partidos neoliberales, como Jorge Quiroga, Samuel Doria Medina, Rubén Costas, Manfred Reyes Villa y Carlos Sanchez Berzaín, intentaron dejar el protagonismo a movimientos ciudadanos, pero no pudieron porque ellos fueron los protagonistas centrales, junto a periodistas y medios, de la campaña negativa manifestando que la nueva 55 postulación de Morales era el fin de la democracia, argumento débil frente a la decena de actos electorales, elecciones y referendos realizados en los últimos diez años y a la efectiva inclusión política y social de sectores antes discriminados de la vida pública como indígenas, mujeres, campesinos, trabajadores, jóvenes y dirigentes urbano-populares. También calificaron de continuismo la nueva candidatura, sin embargo se estableció claramente que se trataba, por el contrario, de dar continuidad a un proceso nacionalista, antiimperialista y latinoamericanista para avanzar en la liberación nacional que había permitido sentar las bases de la soberanía y dignidad de Bolivia en el concierto internacional; para luego señalar que Evo Morales impedía el surgimiento de nuevos liderazgos, argumento desmentido por la realidad puesto que en los últimos diez años se promocionaron centenares de nuevos dirigentes populares, jóvenes, mujeres indígenas, trabajadores del campo y las ciudades, los que alcanzaron los puestos de gobernadores, ministros, alcaldes, parlamentarios, asambleístas, embajadores, etc. Recurrieron luego a señalar que el gobierno no luchaba contra la corrupción, citando el caso de malos manejos y fraudes en el Fondo Indígena, lo cual fue desmentido por las acciones de la Contraloría General del Estado, la Fiscalía y el Poder Judicial que determinó, hasta el momento, la detención de más de veinte personas, entre ellos ex ministras, dirigentes indígenas y campesinos, parlamentarios, asambleístas y técnicos del Fondo, así como el procesamiento de alrededor de otras cien personas. A diferencia de los millonarios actos de corrupción de políticos de los gobiernos neoliberales que fugaron al extranjero. CAMPAÑA CON GUERRA SUCIA NEOLIBERAL Sin embargo las últimas dos semanas de la campaña que enfrentó a los movimientos sociales, el MAS y el gobierno frente a los partidos de oposición, las corporaciones privadas de medios de comunicación y sectores ciudadanos, fueron teñidas por la “guerra sucia” iniciada por Carlos Valverde Bravo, un opinador racista ultraconservador de televisión de Santa Cruz con antecedentes de narcotráfico, exterminio de un secuestrado y sus secuestradores durante el gobierno de Jaime Paz Zamora y vínculos con las agencias de inteligencia de la Embajada de Estados Unidos. Valverde dijo que el presidente tuvo una relación amorosa y que tenía un hijo con la señora Gabriela Zapata presentando un certificado de nacimiento de un hijo de nombre Fidel Ernesto Morales Zapata y lanzó la denuncia de tráfico de influencias del presidente basado en la versión de que la señora Zapata trabajaba para una empresa china que realiza empréstitos con el gobierno. Varios medios de comunicación privada, redes, dirigentes de la oposición neoliberal y periodistas se convirtieron en los altavoces de la posición de Valverde Bravo. Morales Ayma manifestó que efectivamente tuvo, hace diez años, una relación amorosa, nació un hijo que murió tempranamente y que, desde hace ocho años, no ha tenido ningún vínculo con Gabriela Zapata y menos información sobre su actividad laboral con la empresa china, desmintiendo el intento de relacionarlo con corrupción o tráfico de influencias. Al mismo tiempo, se iniciaron investigaciones parlamentarias a través de una comisión con participación del oficialismo y la oposición para evitar especulaciones. Por otra parte, a dos días de la votación, una manifestación masiva de padres de familia que demandaban atención a las escuelas de parte de la Alcaldía Municipal de la ciudad de El Alto, bajo administración opositora, tuvo como desenlace la quema del edificio de la alcaldía y el fallecimiento de seis personas por asfixia ante la inacción de la policía, situación que, según la prensa privada antigubernamental, los parlamentarios y dirigentes de la oposición, fue señalada mañosamente como responsabilidad del gobierno. Este hecho también fue amplificado de manera distorsionada en las redes y los medios de comunicación, con el objetivo de dañar la imagen del presidente. LAS PERSPECTIVAS INTERNAS Y EXTERNAS En el contexto de los resultados del referendo, las dos perspectivas a tomar en cuenta son: La externa y regional que está marcada por las agresivas acciones de los sectores conservadores y neoliberales locales fuertemente articulados a la estrategia imperialista de recuperar espacios en América Latina y el Caribe, debilitando los procesos nacionalistas, populares y antiimperialistas, en algunos casos, como ha ocurrido en Brasil, Argentina y Venezuela y que se agudizan en Bolivia y Ecuador en los últimos meses. También está el debilitamiento de las alternativas integracionistas como la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que prescinden de la delegación de Washington para desarrollar políticas regionales emancipadoras. Los gobiernos de avanzada deberán mantener firmeza en las decisiones de fortalecer la Patria Grande y la integración. Y la interna que, frente a las agresiones de los voceros y agentes del imperialismo y los medios de comunicación neoliberales, a los desafíos de la crisis de los precios de las materias primas y a la necesidad de fortalecer un proceso de emancipación nacional, se deben mantener las iniciativas y la organización popular, profundizar las medidas antiimperialistas, desarrollar un profundo proceso de organización, movilización y politización de las bases sociales y consolidar los avances realizados en la unidad e integración territorial y poblacional. La experiencia del referendo permite advertir, finalmente, que el proceso de cambio ganó en el reconocimiento de su avance material (obras, infraestructura, desarrollo económico, social y político, inversiones, etc.) pero que en lo ideológico, intelectual, mediático y simbólico existen cuentas pendientes. LA CAIDA DEL PBI EN BRASIL FUE DEL 3,8 POR CIENTO EL AÑO PASADO Recesión en territorio vecino http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-293775-2016-03-04.html Los datos oficiales reflejan una caída mayor a la esperada. El recorte de inversiones de Petrobras no fue ajeno al resultado. La política de ajuste económico, la devaluación y las altas tasas deprimieron la demanda interna. La economía brasileña se contrajo en un 3,8 por ciento en 2015, sufriendo así su mayor retroceso en un cuarto de siglo. Los datos oficiales, divulgados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), resultaron peores que la proyección que tenía el sistema financiero (baja del 3,7 por ciento), que a su vez anticipó un retroceso del 3,5 por ciento para el año 2016 . De 56 verificarse este segundo año de caída del producto superior al tres por ciento –lo cual es más que probable–, se trataría de la más baja performance registrada desde el año 1930. La delicada situación de Brasil, la séptima economía del mundo, viene envuelta en un panorama de desaceleración persistente desde el inicio de la década actual, agravada por la crisis de la empresa Petrobras. La expansión registrada durante el último mandato de Luiz Inácio Lula Da Silva tuvo su punto más alto en su último año de gestión, 2010, con un crecimiento del PBI del 7,6 por ciento. La llegada al gobierno de su sucesora, Dilma Rousseff, también al frente de una coalición encabezada por el Partido de los Trabajadores, marcó el inicio de la declinación. De una expansión del 3,9 por ciento en 2011 , Brasil descendió su ritmo de crecimiento hasta el 0,1 por ciento de 2014. En 2015, con el inicio de su segundo mandato, Dilma vio pasar la economía brasileña del estancamiento a la recesión. El retroceso afectó prácticamente a todos los sectores de la economía, ya que sólo la actividad agropecuaria se mantuvo al margen, con un crecimiento del 1,8 por ciento según el IBGE. La industria se desplomó 6,2 por ciento, la construcción el 7,6, el sector Servicios perdió 2,7 por ciento y el comercio el 8,9. Del lado de la demanda, el consumo de las familias, en otro momento uno de los principales motores de la economía brasileña, cedió un 4 por ciento. La devaluación del real frente al dólar –acumuló 48,3 por ciento a lo largo de 2015– y la elevación de las tasas de interés –que alcanzaron el 14,25 por ciento, frente a una inflación del 10,7 por ciento– fueron factores centrales en el desaliento a la demanda interna. Por otra parte, analistas privados señalan que la política de ajuste definida desde la conducción económica impulsaron una caída del salario real del 7 por ciento con respecto a 2014. Las consecuencias sociales del ajuste y la recesión no han sido menores. Se calcula que en el último año se perdieron 800 mil empleos. La política económica impulsada por Joachim Levy a lo largo de 2015 llevó a una profundización de la fragmentación social, que quedó de manifiesto en las protestas en las calles, donde la población de clase media demandaba contra el gobierno en reclamo de sus derechos ciudadanos, pero desentendiéndose de la suerte de la clase obrera; y ésta, a su vez, confrontaba con las patronales aislada del resto de la sociedad. El otro factor determinante de la crisis de la economía brasileña ha sido la situación de Petrobras. Un reciente análisis de Amilcar Salas Oroño (Celag) sobre este fenómeno, la conexión entre la situación de la petrolera y la contracción brasileña, señala que con una retracción de las inversiones de Petrobras en casi un 40 por ciento en 2015 con respecto al año anterior, el efecto negativo sobre el PBI llega a casi el dos por ciento. Esa sería la consecuencia de las obras no realizadas y los efectos indirectos de la retracción sobre empresas subsidiarias y proveedores relacionados con el sector. Según los comentarios que recoge el mencionado análisis, “este giro de Petrobras tuvo una consecuencia mayor sobre el achicamiento de la economía que las propias medidas recaudatorias del ajuste promovido por Levy”. Teniendo en cuenta que la petrolera estatal fue responsable por el 8,8 por ciento de las inversiones totales del país en el lustro 2010/2014, el impacto del recorte en sus gastos no puede ser ajeno a los resultados en las cuentas nacionales. El 18 de diciembre pasado, Nelson Barbosa, hasta entonces ministro de Planeamiento, reemplazó a Levy al frente de la cartera de Hacienda. Ayer, a través de un comunicado, la cartera económica atribuyó la caída del PBI al descenso del precios de las materias primas, a la crisis hídrica que sufrió el país el año pasado y también incluyó la política de desinversiones adoptado por Petrobras. “El gobierno ha adoptado todas las acciones necesarias para recuperar la economía; en cuanto las medidas 57 produzcan efecto, será posible retomar el crecimiento”, lo que en la perspectiva oficial ocurriría en el cuarto trimestre de este año. Complicado Brasil : Allanaron la casa de Lula por el escándalo de Petrobras y lo llevaron a declarar Corrupción en Brasil http://www.clarin.com/mundo/Allanaron-Lula-escandalo-Petrobras-declarar_0_1534046750.html La policía ingresó este viernes al domicilio del ex presidente en San Pablo, en busca de documentación. También se allanaron sus oficinas, en un operativo que cubrió tres estados. La policía brasileña allanó este viernes la casa del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva en el marco de la investigación del megafraude a la estatal Petrobras, informó la prensa local. Lula fue llevado a declarar. El ex presidente presta declaración en estas hors ante un comisario de la Policía Federal, en una sede localizada en el aeropuerto de Congonhas, zona sur de la capital paulista, que fue cerrada para el acceso al público, y será liberado tras cumplir esta diligencia procesal. La policía lanzó un procedimiento de búsqueda de documentación en tres estados, incluido San Pablo, donde vive el ex mandatario. Se realizadas diligencias en San Pablo, Bahia y Rio de Janeiro por orden del juez federal Sergio Moro de la 13 sala federal de Paraná. La Justicia también emitió una orden de traslado "coercitivo" de Lula da Silva a la sede de la Policía Federal de San Pablo donde será indagado sobre su relación con una casa de campo y un departamento frente al mar, ambos en el estado de San Pablo. También fueron emitidas órdenes de interrogatorio para el hijo del ex mandatario, Fabio Luiz Lula da Silva, y Paulo Okamotto, un antiguo colaborador y presidente del Instituto Lula. Policía Federal en la puerta del Instituto Lula este vienes. EFE El agente de la policía federal José Cyrispiniano confirmó el viernes que miembros del cuerpo están en direcciones que pertenecen a Silva, incluyendo su ONG, el Instituto Lula. Cyrispiniano explicó que la policía actúa en base a una orden judicial para que Silva responda a sus preguntas dentro de una investigación en marcha por presunta corrupción en el gigante petrolero. En un comunicado en su cibersitio, la policía dice que está ejecutando 44 órdenes judiciales. Está previsto que la Policía Federal y Ministerio Público Federal ofrezcan una conferencia de prensa a las 10 horas en Curitiba, estado suereño de Paraná, donde se sustancia la causa Lava Jato desde 2014. El Ministerio Público Federal indaga si el ex mandatario es propietario de la finca campestre en el interior de San Pablo fue reformada por una constructora investigada por la trama de corrupción en Petrobras. Los agentes ingresaron hoy por la mañana en el domicilio de Lula, en San Bernardo do Campo, en el Gran San Pablo y en sus oficinas del barrio del centro de San Pablo, como parte de las diligencias de la 24a. fase de la causa Lava Jato, sobre el caso Petrobras, que fue denominada "Aletheia" 58 El allanamiento sigue a una acusación dada a conocer ayer por parte del ex presidente de la cámara Alta, el petitsta Delcidio Amaral, detenido a fines de noviembre por su participación en el esquema de corrupción en Petrobras. Según él, tanto Lula como Dilma Rousseff estaban al tanto del esquema de coimas y sobrefacturación dentro de la petrolera. ¿Lula culpable? http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209671 Juan Agulló Rebelión Una inquietante pregunta recorre la izquierda ¿Es Lula culpable de los delitos que se le insinúan? ¿Es en definitiva, él, adalid del moderno posibilismo obrero, un corrupto? Plantear la cuestión en esos términos, por común que suene, frisa el simplismo. De hecho, el problema no radica tanto en saber si Lula es culpable o inocente sino en entender el contexto en el que ha sido proyectada sobre él una sombra de duda que ha caído como un jarro de agua fría dentro y fuera de Brasil. ¿De dónde vienen estos lodos? Pues, básicamente, de los polvos con los que Lula (que, en portugués, significa “calamar”) adobó su Presidencia. Fue elegido al cuarto intento, en 2002. Antes, desde 1989, no solo había perdido elecciones sino que había sido ninguneado e incluso ridiculizado por la oligarquía brasileña: comicio tras comicio. ¿Qué cambió en 2002? Lula moderó su discurso e incluso suavizó su imagen. En circunstancias normales, ni con eso le hubiera bastado. Cuando ganó, sin embargo, el proyecto político neoliberal estaba agotado. Lula, de hecho, fue llevado en volandas a la Presidencia (61% de los votos) no solo por las clases populares sino, también, por las aspiraciones de movilidad ascendente de unas clases medias urbanas hartas de tanta política de ajuste. Lula, por lo tanto, le debió el triunfo a la ayuda de unos sectores sociales, en principio, inesperados. Segundo gran problema: el ex sindicalista arrasó en la elección presidencial pero el PT (Partido de los Trabajadores), su partido, quedó lejísimos de obtener la mayoría absoluta. Eso no tiene nada de raro pues Brasil tiene un régimen presidencialista en el que, 14 años después de su primera victoria, el PT sigue teniendo una implantación muy desigual en el territorio. ¿Cómo encaró Lula esas dificultades? Con su pragmatismo habitual: tejió una alianza (al principio, parlamentaria; posteriormente, electoral) con un partido (el Partido de Movimiento Democrático Brasileño, PMDB) que había formado parte de la coalición que había concurrido… ¡contra él! ¿Quiere eso decir que se alió con la derecha? Difícil de decir: el PMDB es un partido complicado de catalogar. Lo más correcto sería afirmar que, el PMDB, es un partido sistémico: nació como opción tolerada (y más que progresista, pro-democrática) bajo la dictadura militar, en 1964. Después, desde que terminó la dictadura -en 1985- hasta que se alió con Lula en 2003, formó parte de un bloque derechista (autoproclamado, eso sí, de “centro-izquierda”) que, a nivel regional, no llegó a abandonar nunca. El PMDB, sin embargo, tampoco es un clásico Big Tent Party (‘partido atrapatodo’) sino, más bien, un partido al servicio del Estado, incluso del orden establecido. Un partido que no suele ganar pero sí suele ser necesario para ganar y que, precisamente por esa razón, suele estar repleto de oligarcas que nunca se sabe muy bien si se convirtieron en tales por militar en el PMDB o si, por el contrario, militan en el PMDB para proteger sus privilegios. Por si lo anterior fuera poco, las bases urbanas de ese partido (detalle no menor) suelen estar plagadas de funcionarios del Estado de rango medio. Esa alianza y otras, más o menos coyunturales, que Lula se vio obligado a tejer para garantizarse una gobernabilidad que le permitiese sacar adelante su Presidencia, fue el peaje que los poderes fácticos le impusieron y a la postre, el fantasma (político) que todavía le persigue. Hablar de peaje, por cierto, no es retórico: muchos diputados (¡de hasta siete partidos! incluyendo el PT) votaron durante años a favor de las propuestas legislativas de Lula a cambio de dinero. En algo así de ‘simple’ consistió el Mensal ã o, el gran escándalo de corrupción que azotó las presidencias de Lula (2003-2010). Pero ¿de dónde salió tanta pasta en tan poco tiempo? Eso, en realidad, nunca estuvo muy claro. Parece que algo hubo de la privatización de antiguas empresas públicas pero ahora, el (nuevo) escándalo de corrupción, centrado en la empresa pública Petrobras (que se ha convertido en el gran azote de la actual Presidenta y sucesora de Lula, Dilma Rousseff) parece que puede arrojar algo de luz al respecto. Hasta prácticamente la llegada de Lula a la Presidencia, Brasil no fue un país, técnicamente, productor de petróleo: compraba fuera más del que producía. A partir de 2003, sin embargo, esa relación comenzó a 59 cambiar. La razón fue que el auge internacional de los precios del crudo convirtió en rentable la explotación de unas reservas que, no solo eran (y son) submarinas, sino que estaban (y están) bajo una capa salitrosa. En otras palabras: una suma ingente de recursos nuevos (incluso podría decirse que, “vírgenes”) comenzaron a ingresar, prácticamente de la noche a la mañana, a las arcas públicas. En buena medida ahí y no en otros sesudos detalles -exceptuando la soja transgénica- radica la esencia del milagro económico y de la emergencia brasileñas. Hay además, otra lectura aún menos edificante: se sospecha que el PT pudo parasitar parte de esos recursos con el objeto (político) de proporcionar el necesario combustible a la gobernabilidad del país. Por el camino, de paso, pudieron irse quedando unos cuantos billetes más. Este otro esquema de corrupción (llamado por la prensa brasileña Petrol ã o), es el que le ha causado tantos problemas a Dilma y el reciente interrogatorio a Lula. Pero entonces, nuevamente ¿es Lula un corrupto? ¿terminó corrompiéndose como le pasó a muchos compañeros de partido? Una vez más, difícil de decir, entre otras cosas porque el esquema Mensal ã o-Petrol ã o se caracteriza, precisamente, por un reparto de roles que difumina aún más las cosas: al parecer, como en todo gran esquema de este tipo, no solo hubo corruptores y corrompidos sino que también fueron importantes los que miraron hacia otro lado, los que traficaron con influencias, los que prevaricaron… Más allá de lo que salga a relucir durante los próximos meses la clave política real, ahora mismo, está en saber por qué el caso de Lula ha saltado a la palestra precisamente en este momento. La razón es simple y no tiene tanto que ver con las teorías conspiratorias que, desde el viernes pasado, circulan por la web. Se trata, simplemente, de la clásica combinación de suciedades políticas y movimientos de ajedrez (¿o de esgrima?) que podrían haber ocurrido casi en cualquier lugar del mundo (especialmente, en cualquier parte del mundo que viva de rentas). En el Brasil contemporáneo el equilibrio de fuerzas entre derecha e izquierda es total. Eso está dando lugar a mucha negociación, bastantes movimientos calculados e incluso, algunos consensos negativos. A grandes rasgos, la oposición, hace tiempo que sabe que hay un montón de preguntas incómodas para Lula. El Gobierno, también. A la oposición, en principio, le hubiera gustado planteárselas desde el poder: quizás por eso, desde que estalló el caso, apretó sin ahogar, dijo sin decir, miró sin ver, etc. A la izquierda/PT, por el contrario, no le hubiera gustado que se incriminara nunca a uno de sus iconos. Pero querer no es poder y al final hubo que escoger un momento. El actual, para el PT (dentro de lo terrible que es ver cómo la policía interroga a su valor político más seguro) no es necesariamente tan ‘malo’: la izquierda sigue gobernando (sin la amenaza de impeachmentque, durante meses, pendió sobre Dilma); estamos a mitad de mandato y lo más importante, a unos meses de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, una cortina de humo perfecta… Para la oposición derechista (en la que por cierto medio figura, rarezas de la política brasileña, un PMDB que, de todos modos, tampoco termina de abandonar una coalición gobernante en la que tiene cinco ministros) la situación actual tampoco es desdeñable: lleva año y medio chamuscando a fuego lento (de forma harto irresponsable) a una Dilma que pase lo que pase no volverá a ser candidata y en paralelo, el reciente interrogatorio a Lula, parece haber asestado (aunque en Brasil, nunca se sabe) el golpe definitivo a las aspiraciones del viejo sindicalista de volverse a presentar a las elecciones de 2018. Los “mercados”, en todo caso, ya parecen haber arrancado la fiesta de celebración: solamente el pasado viernes, el Real, recuperó más de un 7% de su valor frente al dólar… Pese a ello, para el PT, no todo son malas noticias: el interrogatorio a Lula le está brindando la posibilidad de promover una movilización política (con ramificaciones, incluso, globales) que de otra manera ya no lograría ni en sueños. ¿Qué quiere todo esto decir? Pues, por lo menos, un par de cosas. Por una parte que, las rentas suelen ser, casi siempre, garantía de hedor (incluso para la derecha brasileña, cuyo interés en sacar al PT-izquierda del poder parece radicar en el control de las mismas) y por la otra que lo que le está sucediendo a Lula (y al PT/izquierda brasileña) no es más que la consecuencia de la voluntad de “tocar poder” casi a cualquier precio (literal). Vistas así las cosas ¿es posible hablar de culpabilidades e inocencias? Complicado: de transformaciones estructurales, desde luego, no mucho. La vida, incluso en Brasil, sigue igual. * Juan Agulló es sociólogo y periodista. @JAgulloF [email protected] 60 Por qué allanaron la casa de Lula Quién es el juez del caso y qué investiga. Mirá por qué el ex presidente tuvo que ir a declarar. http://www.clarin.com/mundo/allanaron-casa-Lula_0_1534046780.html Eleonora Gosman Corresponsal de Clarín en San Pablo El juez Sergio Moro, de Curitiba, ordenó a la Policía Federal buscar al ex presidente Lula da Silva para llevarlo a declarar esta mañana en una división de ese organismo. Este magistrado de Curitiba sostuvo para justificar semejante operación que el líder político podría ser el dueño de una quinta en la localidad de Atibaia, en el estado de San Pablo, que no está a su nombre sino de un amigo. A Moro parece preocuparle que la reforma hecha en la casa de ese lugar de fin de semana fue realizado por una constructora investigada en el caso Lava Jato (la causa sobre el escándalo de coimas en Petrobras). Mirá también: Allanaron la casa de Lula por el escándalo de Petrobras y lo llevaron a declarar Los abogados de Lula habían presentado un habeas corpus en la justicia de San Pablo para impedir que tuviera que declarar en forma presencial y pudiera hacerlo por escrito. Este recurso le fue concedido, pero el juez Moro argumentó que no tiene valor para el vecino estado de Paraná. No sólo la policía llevó a declarar a Lula. Hizo otro tanto con el presidente del Instituto Lula, Paulo Okamotto. Al igual que el Instituto Fernando Henrique Cardoso, el de Lula también recibió donaciones para la reforma y construcción de oficinas, que procedían de empresas vinculadas a la corrupción en Petrobras. Los abogados del ex presidente. Ayer, exactamente un día antes de esta decisión adoptada por el “buscador de la verdad” --el juez Moro bautizó así la nueva fase de su operativo Lava Jato—había trascendido que el senador del PT Delcidio Amaral, liberado de la prisión hace dos días, había firmado una declaración como arrepentido. En la misma, se afirmaba que acusa a Lula y a la presidenta Dilma Rousseff de “tratar de influir” en las investigaciones del caso de Petrobras. Los abogados del senador Amaral desmintieron la versión que fue publicada por la revista Istoé. Evo Morales, un presidente herido POR JEAN PAUL GUZMÁN , 29 FEBRERO, 2016PRISMA INTERNACIONAL http://www.proceso.com.mx/431769/evo-morales-un-presidente-herido En el referéndum del pasado domingo 21, la mayoría de la ciudadanía boliviana le asestó un fuerte revés a Evo Morales, quien pretendía reelegirse una vez más en 2020. Si bien el gobierno atribuyó la derrota de sus aspiraciones reeleccionistas, sobre todo en los mayores centros urbanos de Bolivia, a las redes sociales, posiblemente el rechazo obedezca a los recientes escándalos de corrupción que han implicado a legisladores, líderes sindicales y hasta a exintegrantes del gabinete presidencial. LA PAZ (Proceso).- Ser presidente de Bolivia en 2025 era la mayor ambición política de Evo Morales, no sólo porque eso habría significado gobernar 19 años seguidos, sino porque hubiera encabezado en esa fecha los festejos del bicentenario de la independencia del país. El electorado boliviano evaporó el sueño de Morales al rechazar –mediante referéndum– una reforma constitucional que pretendía permitir una segunda reelección presidencial consecutiva, por lo que el también líder cocalero deberá retirarse del poder en enero de 2020, al concluir su actual mandato. El revés electoral no es menor. Acostumbrado desde 2005 a contar con un leal apoyo de la mayoría de los votantes en elecciones nacionales e incluso en un referéndum que planteó la revocación de su mandato, Morales sintió en carne viva, por primera vez en 10 años, cómo la mayoría de los bolivianos le da la espalda y clausura su proyecto continuista. 61 En el referéndum del domingo 21 los bolivianos debían responder a la siguiente pregunta: “¿Usted está de acuerdo con la reforma del Artículo 168 de la Constitución Política del Estado para que la Presidenta o Presidente y la Vicepresidenta o Vicepresidente del Estado puedan ser reelectas o reelectos por dos veces de manera continua?”. El 51.29% del electorado marcó el “no” en la papeleta que contenía la pregunta, mientras 48.71% se volcó por el “sí”. La propuesta de reforma a la Constitución, que tiene apenas nueve años de vigencia, había sido aprobada por la Asamblea Legislativa, donde el partido de Morales, Movimiento al Socialismo (MAS), cuenta con más de dos tercios de los votos. Ganador de las elecciones generales de 2005 con 54% de los votos, de las de 2009 con 64%, de las de 2014 con 61% y del referéndum revocatorio de 2008 con 67%, Morales sufrió una significativa pérdida de respaldo en la propuesta de aprobar una segunda reelección consecutiva. En 2014 una polémica sentencia del Tribunal Constitucional consideró que el mandato obtenido por Morales en 2009 era el primero, al haberse aprobado ese año la nueva Constitución que transformó a Bolivia de República a Estado Plurinacional. De todas maneras, cuando en enero de 2020 Morales entregue la Presidencia a su sucesor, será el mandatario que ha gobernado Bolivia más tiempo: 14 años ininterrumpidos (2006-2020), superando a Víctor Paz Estenssoro –12 años y medio, aunque de forma discontinua (1952-1956, 1960-1964, 1985-1989)– y a Andrés de Santa Cruz y Calahumana –10 años (1829-1839)–. La opción del “no” se impuso en todas las capitales de los nueve departamentos de Bolivia. Sólo en la ciudad de El Alto, a 10 kilómetros de La Paz y considerada tradicionalmente un bastión del MAS, ganó el “sí”. Considerando los resultados totales por departamento, el “no” triunfó en seis de nueve. Esos números muestran un fuerte rechazo urbano al proyecto prorroguista de Morales, ganador, en cambio, en ciudades pequeñas y poblaciones rurales. “El MAS ha vuelto a ser el partido campesino que era hace una década”, explica a Proceso el académico Rafael Archondo, mientras el analista Fernando Molina interpreta que el resultado “expresa un cambio de humor de las ciudades, y en particular de La Paz, que tarde o temprano habrá de seguir El Alto. Evo está herido de gravedad. Yo dudo que pueda recuperarse de esto”. Morales, quien pensaba que ganaría el referéndum con 70% de respaldo, se limitó a comentar este panorama con una lacónica frase: “Evidentemente no nos quieren mucho (en las ciudades)”. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas, 67.3% de los diez millones de bolivianos vive en áreas urbanas. Síndrome de la corrupción El MAS atribuyó la derrota a “la guerra sucia de la oposición”, a la cual identifica permanentemente como “derechista” y “respaldada” por el “imperio” –referencia a Estados Unidos–, y también a las denuncias de presunta corrupción en el manejo de recursos estatales. Poco antes del referéndum, dos hechos sacudieron el panorama político boliviano e inevitablemente, coinciden oficialistas y opositores, tuvieron impacto en la percepción del electorado. El primer caso se relaciona con una millonaria estafa en el liquidado Fondo Indígena Originario Campesino, institución estatal concebida para financiar proyectos de desarrollo económico en el área rural y que, sin embargo, se convirtió en una agencia para repartir carretadas de dinero a organizaciones sindicales afines al gobierno. Aproximadamente 15 millones de dólares, según una investigación de la Contraloría, fueron destinados a decenas de proyectos fantasma, pues existían sólo en el papel, ya que cuando se intentó verificar las obras ejecutadas no se halló ningún rastro de ellas. El escándalo llevó a la cárcel a 29 personas, entre ellas a una exministra de Morales, un senador oficialista y dirigentes sindicales afines al gobierno. La exministra encarcelada es Julia Ramos Sánchez, extitular de la cartera de Desarrollo Rural y Tierras y antes, de Justicia. Al ser encarcelada era dirigente de la Federación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa. Se le acusó de incumplimiento de deberes, incumplimiento de contratos y legitimación de ganancias con afectación al Estado por un monto cercano al millón de dólares, que habría recibido en cuentas particulares por nueve supuestos proyectos. 62 El senador del MAS con detención domiciliaria es Jorge Choque Salomé. Antes fue dirigente sindical de la Federación de Campesinos Tupac Katari, y gestionó siete proyectos, de los que también era representante legal. Recibió cerca de 1 millón de dólares. Los dirigentes sindicales afines al gobierno que están en la cárcel son Melva Hurtado, presidenta de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia; y Teodosio Jumpire Poma, dirigente de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia. Otras 4 mil 300 personas están procesadas por la fiscalía, la mayoría de ellos sindicalistas, asambleístas y exautoridades. Y aunque el gobierno se esforzó en intentar demostrar que había frenado en seco la corrupción, el daño estaba hecho y había afectado severamente la imagen de los dirigentes del sector indígena, al que Morales repetidamente consideraba “la reserva moral de la humanidad”. El segundo caso estalló cuando el periodista boliviano Carlos Valverde reveló que en 2005 Morales había mantenido una relación sentimental con una joven a la que le doblaba la edad: Gabriela Zapata Montaño, con quien tuvo un hijo dos años después, menor que luego falleció. Según Valverde, no le interesaba inmiscuirse en la vida privada de Morales, pero sí denunciar un presunto caso de tráfico de influencias, pues Zapata Montaño es actualmente gerente comercial de la empresa china CAMC Engineering Co, que se adjudicó la construcción de megaproyectos en Bolivia por aproximadamente 566 millones de dólares. Morales afirmó que la denuncia tenía “fines políticos”, descartó cualquier posibilidad de corrupción e impulsó, mediante la bancada del MAS en la Asamblea Legislativa, la formación de una comisión especial para investigar la adjudicación de contratos a la firma china. “(El caso del) Fondo Indígena y CAMC son sólo la punta del iceberg que el gobierno revela con cuentagotas cuando está contra la pared. Hay mucho más que irá saliendo como pus de una herida infectada”, opinó el columnista Alfonso Gumucio Dagron, al explicar el voto por el “no”. Redes sociales Ambos casos de presunta corrupción, sobre todo el segundo, tuvieron un eco viral en las redes sociales, donde se cuestionó severamente la figura del presidente del Estado. Tanto oficialistas como opositores reconocieron que las redes sociales tuvieron un significativo impacto en la decisión del electorado, principalmente entre jóvenes de las áreas urbanas. La oposición boliviana, fragmentada en figuras que fracasaron repetidamente en las últimas tres elecciones y en nuevos actores regionales de limitada influencia nacional, generó una limitada campaña por el “no”, en comparación con el volumen propagandístico desarrollado en pro del “sí”. Sin grandes manifestaciones ni multitudes en las calles para respaldar el voto en uno u otro sentido, parte de los debates ciudadanos se trasladaron a las redes sociales con expresiones de todo tipo, que incluían desde criterios propositivos hasta mensajes denigrantes. “No sé si hemos sido expertos sobre las redes sociales –repito: redes sociales–; con las mentiras hicieron daño, estamos convencidos de ello. Tal vez en el futuro va a ser importante debatir ese tema de las redes sociales; en algunos países con mala información tumbaron gobiernos”, apuntó Morales un día después del referéndum. Con este panorama, los analistas consideran que el voto por el “no” se decantó, más que por la influencia directa de líderes opositores, por un estado de ánimo de gran parte de la población boliviana que cuestiona la lógica gubernamental respecto a que quienes apoyan a Morales son “patriotas”, mientras los que no lo respaldan son “antipatriotas”. “El resultado es un claro malestar de una parte importante de la ciudadanía (…) demuestra simplemente que hay un hartazgo. Es un signo muy fuerte de viraje en la manera de gobernar. Lo que necesitamos es un tipo de gobierno que sea menos confrontacional, más dedicado a una transparencia de gestión”, explicó el politólogo Gonzalo Rojas Ortuste el lunes 22 en las páginas del periódico capitalino Página Siete. División y futuro En cualquier caso, los analistas consultados por Proceso coinciden en que el referéndum ha dividido nuevamente, y de forma marcada, al país, poniendo en duda el argumento oficialista de que 10 años de gobierno de Evo Morales crearon una nueva mayoría identificada plenamente y casi sin condiciones con el denominado “proceso de cambio”. 63 “Tenemos nuevamente un país partido en dos, polarizado. Es terrible, esto quiere decir que el intento de construir durante 10 años un nuevo contrato social ha fracasado rotundamente. Los resultados del referendo certifican el fracaso del paradigma del ‘Estado Plurinacional’ que fundó el MAS”, opina el estratega político Ricardo Paz Ballivián. En tanto, el sociólogo Renzo Abruzzese publicó el martes 23 en Página Siete que con el resultado del referéndum “se diluyeron las diferencias étnicas y raciales que le sirvieron a Morales como trampolín al poder. De ahora en adelante las contradicciones no serán de clase ni de etnia ni de raza, y no habrá una nación mestiza enfrentada a una originario-campesina; habrá aquella que se aferra a la legitimidad y el apego a la ley, y la que prefiere cambiarla a su medida con o sin legitimidad posible. O, lo que es lo mismo: los que entienden la democracia como el respeto a la ley, frente a los que creen que la ley está para incumplirla”. Morales se demoró tres días en reconocer su derrota y, en una conferencia de prensa el miércoles 24, subestimó la victoria del “sí”. “Hemos perdido una batalla, pero no la guerra”, afirmó. “Una batalla, pequeña batalla, la modificación (parcial de la Constitución Política del Estado) hemos perdido. ¿Acaso hemos perdido a Evo? Con eso (con la derrota del “sí”), ¿acaso Evo está enterrado? (Logramos) el 50% de apoyo (al “sí”), con semejante campaña sucia”, explicó. El actual mandato de Morales concluirá en enero de 2020, cuando deberá entregar el gobierno al ganador de unas elecciones en las cuales, por mandato del referéndum del domingo 21, no podrá participar. Su ausencia en el próximo y aún distante proceso electoral boliviano abre más interrogantes que certezas. Sin otro caudillo de su talla, el MAS se verá obligado a impulsar nuevos liderazgos, mientras la oposición, distante de la simpatía popular en las tres últimas elecciones, tendrá también que reinventarse a sí misma. Un mes antes del referéndum, el vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, advirtió en una concentración popular sobre las consecuencias de un país sin Evo Morales como presidente. “(…) si (Evo Morales) no tiene apoyo, regresarán los gringos, regresarán los vendepatrias, regresarán los asesinos, y a las wawas (niños) les van a quitar todo y no va a haber destino. Va a haber llanto y el sol se va a esconder, la luna se va a escapar y todo va a ser tristeza para nosotros, no se olviden”. Tras el referéndum en el cual una mayoría de bolivianos le dijo “no” a la reforma para una segunda reelección presidencial consecutiva, ni el sol se escondió ni la luna escapó. Pero sí se abrió un horizonte político de dudas sobre quién y cómo será capaz, en 2020, de articular un renovado proyecto de país. Ecuador: ¿Ni de izquierda ni de derecha? http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209663 Inti Cartuche Vacacela La línea de fuego El movimiento indígena y su posición ideológica Hace un par de meses cierto funcionario público indígena auspiciado por el movimiento Pachakutik indicaba que “es hora de dejar las ideologías un lado, hay que buscar la unidad no me importa si son de derecha o de izquierda” decía en relación a las alianzas que Pachakutik y el movimiento indígena debería hacer para enfrentar el proceso electoral de 2017. Llega incluso a postular que “con el principio fundamental de la plurinacionalidad, interculturalidad, democracia, la libertad podamos converger diferentes actores políticos, económicos, sociales […] el tema de la plurinacionalidad, de la interculturalidad rebasa aquellos esquemas tradicionales de pensar izquierda, centro, derecha”. Este tipo de declaraciones y posturas políticas “más allá de la izquierda y la derecha” que se repiten y sostienen con frecuencia dentro del movimiento indígena bajo el argumento, incluso, de un colonialismo, de un origen “occidental” de dicha distinción política, contraponen una supuesta posición aideológica y a- política de los pueblos indígenas a las posiciones históricas del movimiento. En el fondo se mira un profundo desconocimiento del recorrido histórico y político de dicho sujeto, sumado a la influencia de ideologías posmodernas y neoliberales como el multiculturalismo que estuvieron en auge, y tienen todavía resonancia en ciertos segmentos del movimiento indígena. De todas formas, el debate en torno a la distinción política del movimiento indígena no es nuevo. Las diferentes organizaciones la han sostenido, y se podría decir que de alguna forma se han sentado ciertos postulados básicos sobre el tema desde las propias organizaciones y sobre todo desde las experiencias concretas de vida de los 64 pueblos indígenas. Experiencias que, como bien se sabe, han sido sometidas a la dominación colonial europea, y a la explotación capitalista moderna en la época actual. Estas experiencias de dominación y explotación colonial y capitalista moderna a las que hemos estado sometidos los pueblos indígenas a lo largo de la historia, han llevado a nuestras organizaciones a tomar una posición política ideológica con respecto a esa realidad. Han optado por la lucha contra ese modelo de vida que oprime a los pueblos y la naturaleza para sostener la acumulación infinita de valor capitalista. Bolívar Echeverría sostenía en uno de sus ensayos que …el ser de izquierda debería definirse a partir de esta actitud de resistencia y rebeldía frente al hecho de la enajenación, de la perdida de sujetidad en el individuo y en la comunidad humana y del sometimiento idolátrico a la misma […] En el origen y en la base del ser de izquierda se encuentra esa actitud ética de resistencia y rebeldía frente al modo capitalista de vida civilizada (2006: 262). En otras palabras, ser de izquierda se define en torno a la lucha contra ese modelo de vida que se apropia del trabajo humano y de la naturaleza con la única finalidad de acumular valor, contra un sistema que despoja la soberanía para decidir, autodeterminar los destinos individuales y colectivos de nuestras sociedades, para en su lugar colocar los ideales, los objetivos afines a la acumulación capitalista, la competencia salvaje, el individualismo, la explotación de la naturaleza y el ser humano y el consumismo de las mercancías capitalista s. Si miramos la experiencia histórica de las luchas de los pueblos indígenas a lo largo de América Latina, primero contra el despojo colonialista de territorios, y sometimiento de nuestras poblaciones a los conquistadores, y luego contra los estados nacionales y el capitalismo moderno que continúan despojando territorios, ya sea como hacienda o como campos petroleros, mineros, explotando el trabajo de campesinos indígenas, nos daremos cuenta que nuestra opción política ideológica no puede estar en otro lado que no sea la izquierda. Pero la postura política de las organizaciones indígenas no sólo nace de una voluntad individual o colectiva de serlo, sino, como dijimos de las experiencias concretas de lucha lo largo de la historia. En este sentido es necesario mantener la memoria de lucha y organización para que sirva como guía de acción en el presente y futuro. Hay que recordar que la Ecuarunari, la mayor organización indígena de la sierra ecuatoriana, en la década de los setentas nació en medio de la influencia y del trabajo conjunto con organizaciones de izquierda, tales como sindicatos, grupos cristianos de base junto a la propia experiencia de lucha de las comunidades. Para esa época ya se planteó un duro debate acerca de si las organizaciones indígenas están o no en la izquierda, o si sus luchas pueden incluirse en ese espectro político. De estas discusiones salió la famosa afirmación de “ver con los dos ojos, como pobres, y como indios”. Es decir, asumiendo que las condiciones de vida de explotación campesina indígena tanto en el campo como en la ciudad, tenían una base estructural socio- económica que producía pobreza y exclusión a los indígenas. Pero al mismo tiempo, las reflexiones sobre el proceso específico de la conquista y el colonialismo sufrido por los pueblos de Abya Yala llevaron a la conclusión de que había que tomar en cuenta la dimensión étnica – identitaria del problema indígena que se entretejía, y que sigue aún en la actualidad, con la estructura económica de los estado nacionales. El llamado “problema indígena” para la CONAIE, definido en su proyecto político, no es de esta forma una cuestión sólo de índole cultural, sino fundamentalmente político económico, sobre la cual se liga la dimensión identitaria, […] el “problema del indio”, no es únicamente un problema pedagógico, eclesiástico o administrativo como señalan los sectores dominantes, sino que fundamentalmente es un problema económico-político estructural, y por lo mismo un problema nacional… (1994: 7). En ese sentido, las poblaciones indígenas hemos sido sometidas, y en la mayoría de los casos seguimos, a una doble opresión como explotados, lo cual nos une a otros sectores de población afro y mestiza. Como indígenas una dominación cultural sustentada en la hegemonía económica de las clases burguesas del país y de latinoamérica. Grupos sociales enteros oprimidos, reprimidos, jerarquizados y muchas veces exterminados bajo la estructura del poder estatal moderno capitalista. La lucha indígena ha tenido y tiene, entonces, que enfrentar el carácter estructuralmente oligárquico y estructuralmente racista de los estados nacionales (Echeverría: 268), entiendo que esas luchas no pueden darse por separado en tanto la explotación y el racismo en latinoamérica se han desarrollado históricamente de la mano, colocando en el orden mando-obediencia a las clases burguesas – blanco mestizas por un lado y a los pueblos indígenas, mestizos y afros en el otro. Por tanto, mirando la experiencia histórica de lucha de los pueblos indígenas contra la explotación y el racismo, es muy difícil pensar en una especie de paz entre dominados y dominadores, donde no cabrían ideologías ni posturas políticas como pretenden ciertos dirigentes y líderes indígenas actuales. Uno de los argumentos que muchas veces se señalan para sostener que los pueblos indígenas “no somos de izquierda ni de derecha” es que no habríamos sido parte del desarrollo histórico del occidente capitalista moderno, es decir que nuestros pueblos han cruzado la historia sin ser tocados por Europa. Retomando a Eric Wolf, podemos decir que es imposible pensar el desarrollo histórico de los pueblos indígenas de forma aislada a la historia del occidente capitalista moderno, como si nuestras historias no estuvieran entrecruzadas. …mientras más etnohistoria sabemos, más claramente emergen ‘su’ historia y ‘nuestra’ historia como parte de la misma historia. Así pues no puede haber ‘historia negra’ aparte de la ‘historia blanca’, sino solamente un componente de una historia común, suprimido u omitido en los estudios convencionales por razones económicas, políticas o ideológicas (1987: 34). 65 Añadimos, no hay desarrollo histórico indígena aparte del desarrollo histórico del capitalismo moderno, el desarrollo de este último se sustentó sobre el despojo de los pueblos indígenas como bien es sabido. Por tanto, la experiencia concreta de nuestros pueblos nos indica que las mismas estructuras de explotación y racismo en América Latina unen a los dominadores y dominados en una lucha histórica, los unos, ubicados a la derecha, por conservar sus privilegios de clase y etnia, los otros, los pueblos indígenas y sectores populares, por emanciparse de ellas, ubicados por tanto a la izquierda, desde el momento mismo de la conquista. Sobre estas bases el proyecto político de la plurinacionalidad no puede ser entendido como un lugar vacío donde convergen alegremente dominadores y dominados sin más. La plurinacionalidad es una […] opción frontal contra el sistema económico, político e ideológico capitalista hegemónico, represivo y esclavizante […] que impide la autodeterminación y la independencia económica y política de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas, y de los demás sectores sociales del Ecuador (1994: 7). Y por tanto, mal podemos pensar que los sectores dominantes de nuestros países hagan suyo el proyecto de la plurinacionalidad cuando este, en su dimensión más subversiva, atenta contra sus intereses económicos, contra la estructura estatal uninacional y capitalista y contra la hegemonía cultural que privilegia sus prácticas sociales y culturales en desmedro de la de los sectores populares incluidos los indígenas y afros. La plurinacionalidad y la interculturalidad deben ser entendidos por las organizaciones indígenas y por la sociedad en general como una alternativa a la destrucción del ser humano y la naturaleza en las fauces de la producción capitalista. Una alternativa nacida, no en las urbanizaciones privadas de las élites y oligarquías, ni en los salones de lujo de las grandes empresas capitalistas, sino en las luchas diarias de las comunidades campesinas indígenas, en los mercados populares, en los barrios empobrecidos y llenos de migrantes indígenas en las grandes ciudades de latinoamérica. Es un proyecto de resistencia y rebeldía al dominio explotador, y por tanto es un proyecto de izquierda. Sustentar lo mundo post antagónicos destrucción contrario, sería hacernos eco de posturas ideológicas (como falsa conciencia) que promueven un ideológico y post político donde no tendría ya cabida las luchas y los conflictos entre grupos de la sociedad (Mouffe, 2007), y que en su lugar nos pintan con cinismo un mundo feliz con la diaria de la naturaleza, de pueblos y seres humanos a manos del capital. De ahí que en el actual proceso de elecciones que se acercan en el Ecuador, el movimiento indígena debe tener clara su posición política frente a la realidad, y a las alianzas políticas con otros sectores de la sociedad, para desde allí poder construir una estrategia coherente con su historia y objetivos. Hay que ser claros, esa historia y el proyecto político indígena impiden aliarse con quienes han sido y son los representantes políticos de las clases privilegiadas de este país (sea en versión oligárquica, nueva burguesía, o militares). Al contrario, la historia indica que los aliados naturales del movimiento indígena esta en otras partes, como decían los zapatistas, abajo y a la izquierda, es decir con los sectores empobrecidos, con las mujeres populares, los ecologistas, y todo sector que de una u otra forma hagan frente a la injusticia del capitalismo moderno. Una última cuestión. Llegar al poder del estado entendido como un fin en si mismo, sin un proyecto claro de los objetivos de tal acción, lo único que puede provocar es que dicha maquinaria, a lo mucho nos permita darle unos toques de barniz para que no parezca tan terrible. El movimiento indígena no lucha por tener el poder por el poder en sí, sino para construir un nuevo poder, lo cual implica, como se sabe, la transformación del estado moderno capitalista en un “estado” plurinacional, una nueva organización política que este libre de explotadores y explotados, de dominadores y dominados, donde las personas y las colectividades humanas podamos autodeterminar nuestro destino libremente, por fuera de las coerciones del capital. Referencias bibliográficas: CONAIE (1994). Proyecto político de la CONAIE. Quito: Tinku. Echeverría, Bolívar (2006). “¿Ser de izquierda, hoy?”. En Vuelta de Siglo: 261-270 pp. México DF: Ediciones Era. Mouffe, Wolf, Chantal Eric (1987). (2007). Europa En y torno a la gente lo sin político. historia. México México DF: DF: FCE. FCE. Inti Cartuche Vacacela: Sociólogo kichwa Saraguro, y militante del movimiento indígena ecuatoriano. Fuente: http://lalineadefuego.info/2016/03/01/ni-de-izquierda-ni-de-derecha-el-movimiento-indigena-y-suposicion-ideologica-por-inti-cartuche-vacacela1/ Un centro nuclear para Bolivia Publicado el 06 Marzo 2016 http://www.elclarin.cl/web/noticias/internacional/18387-un-centro-nuclear-para-bolivia.html Al presidente Evo Morales, que lleva las riendas de Bolivia desde hace ya una década, sólo le quedan cuatro años de gobierno. Poco tiempo para finalizar todos sus grandes proyectos. Uno de ellos recibirá su primer impulso este domingo (6.3.2016), cuando los últimos contratos sean firmados – representantes del Gobierno ruso, socio de Bolivia para este programa, estarán presentes 66 para la ocasión– y la primera piedra de la construcción sea colocada: el primer centro nuclear de Bolivia. “Será el centro nuclear más grande de toda Sudamérica”, asegura la encargada de este proyecto, Wilma Alacona, quien co n 28 años es la concejal más joven de la cámara legislativa de El Alto. Crónica de un largo viaje A bordo de un vehículo rústico comienza el largo viaje hacia El Alto, Distrito 8, para presenciar la génesis del primer centr o atómico de este país andino, que será construido en un terreno de 15 hectáreas, a 4.000 metros de altura. Un modelo gráfico muestra tres modernos edificios rodeados de jardines, dos canchas de tenis, una piscina, un centro de congresos y hasta un hotel. Después de habernos perdido un par de veces entre lodo y asfalto, Alacona anuncia que hemos llegado, abre un portón de aluminio detrás del cual se encuentran las ruinas de una antigua fábrica de clavos. El terreno pertenece al Tesoro General de la Nación y fue entregado para acoger al centro nuclear. 300 millones de dólares costará la erección de este centro atómico, uno de los tres proyectos tecnológicos que Evo Morales ha puesto en marcha para el que fuera su bastión, El Alto, descrito ahora por Alacona como “la capital boliviana de la ciencia y la tecnología”. Los otros dos programas ya han sido concluidos, gracias a los ingresos generados por las ventas de gas cuando el precio de ese recurso natural estaba por las nubes: uno es la fábrica Quipus, que ensambla computadoras y celulare s hechos en Bolivia, y el otro es el satélite Tukap Katari, que en 2013 fue comprado a los chinos por 257 millones de dólares. La cooperación rusa ha hecho posible el desarrollo de este plan para dotar a Bolivia con su primer centro nuclear. Los expert os de la empresa rusa Rosatom se encuentran desde hace días en La Paz, haciendo preparativos desde el Viceministerio de Energía boliviano. Fue ahí donde nos recibió el Dr. Silverio Chávez, quien, tras estudiar en Francia, fue el único físico nuclear de Bolivia durante mucho tiempo. Chávez es un pionero en esta área. Desde hace un cuarto de siglo es director del Instituto Boliviano de Ciencia y Energía Nuclear (IBTEN), que cuenta con una plantilla de 33 empleados. “El centro nuclear es un éxito total. Me ale gra que los amigos del presidente Morales en Irak e Irán le dieran esta idea”, comentó Chávez. “Es un centro de investigación, no una planta” “¡Ojo!, se trata de un centro de investigación, no de una planta para generar energía nuclear”, aclara Chávez. La i nstitución por nacer tiene tres objetivos principales: el primero es la irradiación gama de alimentos naturales, como frutas y verduras. Med iante esta intervención los alimentos naturales se conservan durante más tiempo y pueden ser exportados. La segunda meta es el tratamiento de tumores cancerígenos mediante radiofármacos de ciclotrón. Y el tercer fin es la investigación sobre energía nuclear en Bolivia. “Necesitamos mayor soberanía científica”, sostiene Chávez. Elegir para actuar Por François Dubet* http://www.eldiplo.org/201-el-regreso-del-neoliberalismo/elegir-para-actuar/ El editorial de el Dipló de enero puso en cuestión la perspectiva liberal de igualdad de oportunidades defendida por el gobierno de Mauricio Macri. En este debate, el sociólogo François Dubet, responsable de haber reintroducido el tema en la discusión europea, analiza las diferentes concepciones de igualdad. El politólogo Vicente Palermo y el empresario Gustavo Grobocopatel se suman para defender una conciliación entre ambos enfoques. reducir as sociedades democráticas que afirman que todos los individuos “nacen libres e iguales” se dividen en dos grandes concepciones de justicia social: la primera apunta a reducir las desigualdades entre las posiciones (o resultados) sociales, entre los ricos y los pobres; la segunda busca promover la igualdad de oportunidades para que cualquiera pueda acceder a cualquier posición social. Ambas concepciones parten de un problema común: buscan reducir la tensión fundamental entre, por un lado, la idea de la igualdad de todos, y, por otro, las desigualdades sociales reales surgidas de las tradiciones, la competencia de intereses y el funcionamiento “normal” de las sociedades modernas y más o menos capitalistas. Estas dos grandes soluciones, la de la igualdad de posiciones o resultados y la de la igualdad de oportunidades, apuntan a ciertas desigualdades sociales para volverlas aceptables, cuando no perfectamente justas. El primer modelo, la igualdad de posiciones, está centrado en el conjunto de lugares ocupados por los individuos, sean estos hombres o mujeres, miembros de las minorías visibles o de la “mayoría blanca”, más cultos o menos cultos, más jóvenes o menos jóvenes… Esta representación de la justicia social invita a reducir las desigualdades de ingresos, de condiciones de vida, de acceso a los servicios y de seguridad que están asociadas a las posiciones sociales que ocupan individuos muy diferentes en numerosos aspectos: las calificaciones, el sexo, la edad, el talento… El objetivo es corregir la estructura social más que fomentar la circulación de los individuos entre las diversas posiciones desiguales. En este esquema, la movilidad social –la posibilidad de cambiar de posición a lo largo de las generaciones– es una consecuencia indirecta de la relativa igualdad social, pero no es la prioridad. Para decirlo en pocas palabras: no se trata de prometer a los hijos de los obreros que tendrán tantas posibilidades de convertirse en ejecutivos como los hijos de los propios ejecutivos, sino de reducir la brecha en las condiciones de vida y trabajo entre los obreros y los ejecutivos, entre los asalariados y los patrones. Los sindicatos y los partidos de izquierda, y en América Latina los partidos populistas, 67 fueron en general los que impulsaron este proyecto de justicia social, en nombre de las clases trabajadoras, contra la explotación. Dicha concepción considera que el progreso social consiste en redistribuir la riqueza de los ricos hacia los pobres a través de los impuestos y el desarrollo del sector público. La segunda concepción de la justicia está centrada en la igualdad de oportunidades, la posibilidad de que cualquier individuo ocupe cualquier posición social en función de un principio meritocrático. No apunta tanto a reducir la desigualdad como a luchar contra las discriminaciones que obstaculizan la realización del mérito que permite que cada uno acceda a posiciones desiguales luego de una competencia equitativa en la que los individuos se enfrentan para ocupar posiciones sociales jerarquizadas. Bajo esta perspectiva, las desigualdades serían justas, dado que todas las posiciones son accesibles para todos. Y la definición de las desigualdades sociales cambia sensiblemente, ya que éstas son vistas menos como desigualdades de clase que como el conjunto de obstáculos que se oponen a una competencia equitativa entre los individuos, sin que la estructura de clases sea objetada a priori. El ideal aquí no es reducir las desigualdades sino construir una sociedad en la que cada generación se distribu ya equitativamente en todas las posiciones sociales en función de los proyectos y el mérito de los individuos. En este modelo, la justicia requiere que los hijos de los obreros tengan las mismas posibilidades que los hijos de los ejecutivos de convertirse en ejecutivos, sin que se ponga en cuestión la distancia entre unos y otros. Asimismo, implica la paridad de la presencia de las mujeres en todos los escalones de la sociedad, pero sin que se transforme la propia escala de actividades profesionales e ingresos. Esta figura de la justicia social también obliga a tener en cuenta la denominada diversidad étnica y cultural, de modo que esté representada en todos los niveles de la vida social. Esta concepción liberal de la justicia, que apela a la libertad, la movilidad y el mérito de los individuos, parece imponerse en todas partes, tanto a la derecha como a la izquierda del espacio político. La lucha de clases es reemplazada por la tensión entre incluidos y excluidos, y la educación es percibida como la principal herramienta. Elegir Estas dos concepciones son excelentes: al fin y al cabo, queremos vivir en una sociedad que sea a la vez relativamente igualitaria y relativamente meritocrática. Nos escandalizan las brechas de ingresos que separan a los pobres de los ricos, así como nos escandaliza la discriminación impuesta a las minorías, las mujeres, los inmigrantes y los aborígenes que no pueden cambiar de posición social porque, de un modo u otro, están asignados a su lugar. A primera vista, no se trataría de elegir entre el modelo de posiciones y el de oportunidades, dado que una sociedad democrática verdaderamente justa debe combinar la igualdad básica de todos sus miembros y las “desigualdades justas” que surgen de una competencia equitativa. Por lo demás, los que objetan esta competencia en la economía la aceptan de buena gana en la escuela o en el fútbol. Sin embargo, el hecho de que queramos a la vez la igualdad de posiciones y la igualdad de oportunidades no nos dispensa de elegir el orden de nuestras prioridades. En términos prácticos, es decir en términos de políticas sociales y programas políticos, no se hace exactamente lo mismo según se elija en primer lugar una u otra. Por ejemplo, no es lo mismo priorizar el aumento de salarios y la mejora de las condiciones de vida en los barrios populares que implementar políticas educativas para que los niños de esos barrios tengan las mismas oportunidades que el resto de acceder a posiciones sociales más ventajosas. Una cosa es abolir una posición social injusta y otra permitir que los individuos puedan superarla, sin cuestionarla. Ambas cosas son deseables, pero hay que elegir cuál hacer primero. Otro ejemplo: en una sociedad que necesariamente debe establecer prioridades, no es lo mismo mejorar la calidad de la oferta escolar en los barrios desfavorecidos que ayudar a los alumnos desfavorecidos más meritorios para que tengan la posibilidad de unirse a la elite social. En otras palabras, no es lo mismo buscar que los miembros de las minorías etno raciales estén representados equitativamente en el Parlamento y en los medios de comunicación que orientar la acción política a que los empleos que ellos ocupan estén mejor remunerados y sean menos penosos. El argumento según el cual todo debería hacerse al mismo tiempo no resiste los imperativos de la acción política, que obliga fatalmente a elegir lo que parece más importante y más decisivo. Podemos desear tanto la igualdad de posiciones como la igualdad de oportunidades, pero si no queremos contentarnos con palabras estamos obligados a elegir el camino que consideremos más justo. La elección se impone porque estos dos modelos de justicia social no son solamente esbozos teóricos. En los hechos, son impulsados por movimientos sociales diferentes, que privilegian grupos sociales e intereses distintos. No movilizan y no construyen exactamente los mismos actores ni los mismos intereses. Una persona no se define ni actúa de la misma manera si lucha por mejorar su posición que si busca incrementar las posibilidades de salir de esa posición. En el primer caso, el actor generalmente es definido por su trabajo, por su “función”, por su “utilidad”… y por su explotación. En el segundo caso, es definido por su identidad, por su “naturaleza”… y por la discriminación que padece en tanto mujer o en tanto minoría estigmatizada. Por supuesto, estas dos maneras de definirse, de movilizarse y de actuar en el espacio público son legítimas, pero no deben ser confundidas, y en todo caso tenemos que elegir cuál priorizar. No hace falta caer en una cosificación de las clases sociales, por un lado, o de las minorías, por otro, para comprender que una sociedad no se percibe y no actúa de la misma manera según elija ante todo las posiciones o las oportunidades. Posiciones Defender como prioritaria la búsqueda de la igualdad de posiciones no supone negar toda legitimidad a la justicia de las oportunidades y el mérito. Pero es la perspectiva que considero más adecuada por dos razones esenciales. La primera es que la igualdad de posiciones, al invitar a reformar la estructura social, es “buena” para los individuos y para su autonomía; aumenta la confianza y la cohesión social en la medida en que los actores no se inscriben en una competencia continua, que consiste tanto en triunfar como exponer su estatus de víctima de discriminación para beneficiarse de una política específica. La igualdad de posiciones, aunque siempre relativa, crea un sistema de obligaciones y derechos que lleva a destacar lo que tenemos en común más que lo que nos distingue y, en ese sentido, refuerza la solidaridad. No apunta a la comunidad perfecta de las utopías y las pesadillas comunistas, sino que busca mejorar la calidad de la vida social y, por ende, la autonomía personal, ya que uno es tanto más libre de actuar cuando n o se ve 68 amenazado por desigualdades sociales demasiado grandes. No contradice la filosofía política liberal, aunque lleve a controlar y limitar el libre juego del liberalismo económico. En síntesis, la mayor igualdad posible es buena en sí misma, siempre y cuando no ponga en cuestionamiento la autonomía de los individuos; más aun: es deseable porque refuerza esa autonomía. El segundo argumento a favor de la igualdad de posiciones se relaciona con el hecho de que es probablemente la mejor forma de hacer realidad la igualdad de oportunidades. Si las oportunidades se definen como la posibilidad de circular en la estructura social, de subir los escalones, parece evidente que esa fluidez es mayor cuando se reduce la distancia, cuando los que suben no tienen demasiados obstáculos que superar y los que bajan no corren el riesgo de perderlo todo. Efectivamente, en su propia definición la igualdad de oportunidades no dice nada de la distancia social que separa las posiciones sociales, que puede ser tan grande que los individuos no logren superarla nunca, exceptuando héroes de los que podemos preguntarnos si no son el árbol de la fluidez que tapa el bosque del inmovilismo o, en otras palabras, si no son héroes de propaganda. A pesar de la sensatez de lo que Rawls llama el “principio de diferencia”, que invita a que la igualdad de oportunidades no degrade la situación de los menos favorecidos,, claramente hay que constatar que las desigualdades se profundizaron más allí donde se priorizó la perspectiva de igualdad de oportunidades por sobre la igualdad de posiciones. En definitiva, cuanto más valorizan las sociedades únicamente la igualdad de oportunidades, más aceptan las desigualdades sociales reales en nombre de un darwinismo social latente. El caso de Estados Unidos así lo demuestra: en nombre de la igualdad de oportunidades, la desigualdad se duplicó. En otras palabras, tenemos buenas razones para pensar que el viejo proyecto de reducción de las desigualdades entre los gerentes y los trabajadores, entre los empleados calificados y los menos calificados, entre los barrios ricos y los pobres sigue siendo la mejor manera de hacer que las sociedades se vuelvan más soportables y, a largo plazo, el camino más adecuado para promover indirectamente la igualdad de oportunidades. Si lo pensamos a escala internacional, allí donde las desigualdades son profundas conviene más reducir las desigualdades macrosociales que crear una competencia de todos contra todos en nombre de la igualdad de oportunidades. La igualdad de oportunidades se mejora cuando somos relativamente iguales. En ese sentido, los “viejos proyectos” del movimiento obrero y la socialdemocracia no perdieron su vigencia. Traducción: Bárbara Poey Sowerby * Sociólogo francés, autor de Repensar la justicia social. Contra el mito de la igualdad de oportunidades y ¿Por qué preferimos la desigualdad? (aunque digamos lo contrario), ambos publicados por Siglo XXI. © Le Monde diplomatique, edición Cono Sur Una sociedad sin ataduras Por Gustavo Grobocopatel* http://www.eldiplo.org/201-el-regreso-del-neoliberalismo/una-sociedad-sin-ataduras/ omos diferentes. Es una de las pocas cosas de las que no tengo dudas. Mis tres hijos son diferentes entre sí y yo soy diferente a mis hermanas. Trabajo desde hace más de 35 años con gente diferente. La diferencia es un gran activo. En tiempos turbulentos, con realidades cambiantes, tener personas con diferentes ideas, historias y miradas resulta fundamental. En las empresas se suele hablar de la “gestión de los talentos”: cada persona tiene uno, o varios, y la gestión consiste entonces en lograr que cada persona exprese lo mejor de sí misma. El trabajo en equipo se basa en la idea de lo diferente, la interdependencia crea competencias colectivas que superan las individuales. Muchos autores que estudian el proceso de globalización señalan esta tensión entre lo individual y lo colectivo como parte sustancial del proceso de evolución de las sociedades. La idea de igualdad de oportunidades, que el editorial de enero de el Dipló describe impecablemente pero que asigna exclusivamente al liberalismo, no debería ser un concepto apropiable por una ideología o movimiento: debería ser un valor común y básico, imprescindible para cualquier sociedad que persiga el bienestar. La “igualdad de resultados”, que analíticamente suele oponerse a la igualdad de oportunidades, lleva a pensar que una sociedad elevada podría aceptar la igualdad material más allá de las diferencias, los méritos o los deseos individuales de sus integrantes. Las experiencias del último siglo mostraron que las personas no estamos preparadas aún para el socialismo utópico, con el agravante de que en muchos casos estas ideas dieron lugar a diferentes formas de fundamentalismos que amenazaron desde el derecho a la vida hasta las libertades más básicas: creían que para lograr la igualdad de resultados había que eliminar al diferente. Por un lado, la idea de perseguir la igualdad de resultados y medirla exclusivamente a través del índice Gini es insuficiente, ya que hay sociedades que pueden ser igualitariamente pobres (se puede igualar para abajo). Por otro lado, resulta necesario destacar que las ideas para llegar a la igualdad de resultados pueden ser contenidas o integrarse con la perspectiva de igualdad de oportunidades. Es decir, generar las condiciones para que todos los ciudadanos puedan, con creatividad y esfuerzo, desarrollar plenamente sus capacidades a lo largo de su vida, y que cada uno llegue hasta donde pueda –y, agrego, hasta donde quiera– mediante construcciones colectivas donde, a través de bienes públicos de calidad, las “líneas de llegada” se acerquen. Se trata de un tema cada vez más presente en el debate público debido a la creciente diferencia entre ricos y pobres, muy relacionada –desde mi punto de vista– con el acceso al conocimiento y a la capacidad de darse cuenta de las personas. Los más ricos se alejan tanto que la línea de llegada se sitúa cada vez más lejos. La clave, entonces, es cómo acotar, reducir o reparar estas desigualdades sin afectar los incentivos que permitan que aparezcan algunos individuos lúcidos que estiren 69 esa línea hacia adelante: muchos desarrollos tecnológicos, por ejemplo, no hubieran sido posibles sin estos emergentes del sistema. El rol del Estado como agente de redistribución también debe generar un debate. Según estudios del economista Rafael Di Tella, hay sociedades que creen que el éxito depende fundamentalmente del esfuerzo. Es el caso de la estadounidense y la inglesa, ambas protestantes, pero también de las nuevas sociedades capitalistas de Asia, como Corea del Sur o Singapur. Otras sociedades, en cambio, perciben que depende de la suerte, como Francia e Italia, más vinculadas con el catolicismo (1). Estas diferencias impactan sobre el diseño del sistema político y económico. Si el éxito depende del esfuerzo, entonces las personas no necesitan el soporte del Estado, y la meritocracia permite expresar las diferencias y la equidad. Si es la suerte lo que determina el éxito, entonces debe haber un Estado que compense y redistribuya. Los sistemas políticos deberían ser resultado de estas creencias, que, como no son estáticas, deberían poder revisarse de manera periódica. Argentina es un caso emblemático, que oscila entre el odio y el amor por el Estado, en ambos casos con buenas dosis de irracionalidad y extremismo. Desde el punto de vista de la cultura política, pareciera que estamos más cerca de Francia o Italia que de Inglaterra: los argentinos necesitamos un Estado que compense, algo en lo que parece haber acuerdo; el tema, en todo caso, es cuál es la calidad del Estado requerida, y cuál su medida justa. En relación a la calidad, un gobierno que trate de conseguir los mejores gestores demuestra la voluntad de tener un Estado de calidad, es decir presente, eficiente, al servicio de los ciudadanos, constructor de bienes y servicios públicos, que redistribuya para incluir y no sólo para reparar. No se puede defender al Estado y al mismo tiempo gestionarlo mal. Respecto de su tamaño, no hay recetas universales. Ciertas sociedades, como las escandinavas, aceptan con gusto pagar altos impuestos a cambio de un Estado grande que devuelve servicios excelentes. Otros países, en cambio, prefieren que el dinero y la redistribución sean realizados por mecanismos del mercado, con incentivos claros y consistentes. Argentina debe definir este punto de equilibrio justo, llegar a un acuerdo social sobre el mismo y respetarlo durante u n período de tiempo razonable: los actores y agentes económicos toman decisiones basadas en este esquema y es inconveniente que se cambien constantemente. Para que el capitalismo funcione se necesitan reglas de juego estables, un Estado de calidad, competencia entre empresas y trabajadores dispuestos a ser dueños. Sin esas condiciones sólo habrá una especie de precapitalismo disfuncional. Finalmente, la prueba ácida para saber si estamos o no en el buen camino, buscando la igualdad de oportunidades o de resultados, es saber si, al cabo de un tiempo, las personas somos más libres, autónomas, empleables, emprendedoras, solidarias y saludables. El premio Nobel de Economía Amartya Sen dice que estas capacidades están muy asociadas con la felicidad y el bienestar de las sociedades y las personas. La construcción individual y colectiva por venir nos debe llevar hacia un modelo que nos libere de las ataduras y los prejuicios y nos deje volar para lograr ese propósito. 1. Rafael Di Tella y Robert MacCulloch, “Why Doesn’t Capitalism Flow to Poor Countries?”, Brookings Papers on Economic Activity, 2009. * Empresario. © Le Monde diplomatique, edición Cono Sur El tiempo de la cólera Por Serge Halimi* http://www.eldiplo.org/201-el-regreso-del-neoliberalismo/el-tiempo-de-la-colera/ Sobre el fondo de una crisis económica persistente en la mayoría de los países occidentales, la emergencia de nuevas fuerzas contestatarias testimonia una gran impaciencia política, que se transforma a menudo en cólera. a persistente impopularidad de los dirigentes socialistas franceses no tiene que ver con una excepción nacional que se podría imputar a las malas cifras de empleo o a la negación sistemática de los principales ideales de la izquierda. El agotamiento de un ciclo ideológico que encarnó hace veinte años la “tercera vía” de William Clinton, Anthony Blair, Felipe González, Dominique Strauss-Kahn y Gerhard Schröder, también se observa en Estados Unidos y en la mayoría de los demás países europeos. Pero esta derrota de un socioliberalismo durante mucho tiempo triunfante no beneficia exclusivamente a las fuerzas situadas todavía más a la derecha. Desde hace poco está acompañada por el renacimiento de una corriente contestataria cuyas ideas se pretendían superadas, arcaicas, arrasadas por la globalización, la flexibilización y las nuevas tecnologías (véase el artículo de Thomas Frank, página 28). Desde los campus estadounidenses hasta los suburbios de Londres, pasando por las municipalidades de Madrid y Barcelona, esta izquierda desenvuelta dispone de ahora en adelante de relevos políticos. Y a veces se anima a designar a sus enemigos: el control del capital sobre los medios de producción (véase el artículo de Frédéric Lordon, página 22), el poder de los medios de comunicación, la autosuficiencia de las finanzas. Por supuesto, los rebeldes todavía no son más que una bandada de golondrinas en invierno. Pero en una época en la que la extrema derecha con frecuencia tiene el rol de depositario de todas las cóleras, ese rayo de esperanza claramente podría disputarle las estaciones que siguen. Capitulación a cambio de nada Definitivamente, los socioliberales no tienen suerte. En el verano de 2015, con la colaboración de Angela Merkel, habían sometido a los dirigentes griegos de Syriza a un fuerte ataque para obligarlos a sumarse a su campo. Así, pensaban tener liquidada toda oposición por el lado izquierdo. Luego, uno tras otro, emergen Jeremy Corbyn –en el Reino Unido– y Bernie Sanders –en Estados Unidos–. Estos últimos, movilizando a una apreciable porción de la juventud de su país, restauran a la vez el combate político y algunas de las aspiraciones anticapitalistas que la “tercera vía” tenía la vocación de 70 enterrar. A esta decepción se le agrega otra. Los socioliberales nunca habían capitulado de una manera tan total, tan irrevocable, ante las pretensiones de la patronal, con la ilusión de obtener a cambio la creación de algunos empleos y un nuevo contrato de alquiler del poder. Fracaso en este caso también: la patronal embolsa y la coyuntura se degrada. Peor aun, mientras que la economía y las finanzas mundiales vuelven a frenar, los principales dogmas neoliberales, adoptados desde hace treinta años por los socioliberales europeos, acaban de quedar invalidados por sus arquitectos intelectuales de antaño. Como todo esto se hizo sigilosamente, la derecha, la izquierda liberal y los grandes medios de comunicación pueden fingir no haber notado nada y seguir tras la estrella que guía sus pasos cada vez que alrededor de ellos todo se descuajeringa: a crisis del mercado, remedios del mercado (1). De todos modos, la ineficacia de sus talismanes –baja de los impuestos y las contribuciones sociales, mayor precarización, ampliación del libre comercio– se volvió patente. Y la desmitificación de elementos centrales de ese credo ya reclutó enemigos internos. Debilitar a los sindicatos y desmantelar el código laboral debía liberar el espíritu de empresa y permitir la flexibilidad. Dos economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) admitieron recientemente que el resultado de esta política – defendida durante mucho tiempo por el FMI– fue, sobre todo, profundizar las desigualdades (2). Y de repente surge algo molesto en el momento en el que la cuestión de un apartheid social ocupa las mentes al punto de que los dirigentes occidentales fingen preocuparse por ella diariamente. La desigualdad no es un mal, replican, sin embargo, algunos liberales para los que la “dispersión de los ingresos” estimula la iniciativa, la innovación, el riesgo, el empleo. “Los jóvenes franceses tienen que tener ganas de convertirse en millonarios”, lanzó un día el ministro de Economía francés, Emmanuel Macron, retomando así por su cuenta la vieja promesa reaganiana de una “marea alta que levanta todos los barcos”. Sin alejarse demasiado de las metáforas náuticas, a ese postulado también se lo llama la “teoría del derrame”. Y bueno, en este caso tampoco tuvieron suerte. El año pasado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) calculó que el enriquecimiento de los más ricos (un grupo que cuenta al menos con tantos intermediarios parasitarios como “jefes emprendedores”) había comprometido “el crecimiento económico a largo plazo” allí donde, al contrario, una mejora de los ingresos de los más pobres lo habría acelerado (3). Finalmente, habían recomendado Ronald Reagan y luego François Mitterrand, había que reducir los impuestos para relanzar la economía (4). Solemnemente reivindicada por Hollande en su conferencia de prensa del 13 de noviembre de 2012, esta “política de la oferta” debía favorecer además la recuperación de las cuentas públicas. Cansado, el semanario británico The Economist, biblia del liberalismo mundial, acaba de conceder, un poco apenado de todos modos, que “las previsiones según las cuales la reducción de impuestos generaría un crecimiento suficiente como para autofinanciarse parecen un poco irresponsables hoy” (5). Treinta años de bombardeo neoliberal tirados a la basura… Nada de todo esto, es posible adivinarlo, disuade a los candidatos de derecha para las próximas elecciones a duplicar la apuesta. ¿Por qué se privarían de hacerlo, en Francia, dado que tampoco Hollande deja de atiborrar con golosinas a los jefes de empresa? Y además, cuando el destino electoral de un Presidente de la República y su partido parece sellado, esto alienta la franqueza, agudiza los apetitos. Por ende, Sarkozy prevé un “contragolpe fiscal” que comprendería a la vez una baja del 10% del impuesto sobre las ganancias y la eliminación de aquel sobre las grandes fortunas (ISF, Impuesto de Solidaridad sobre las Fortunas). François Fillon y Alain Juppé asumen esta última propuesta, así como la de una baja masiva de los gastos públicos. A pesar de un desempleo masivo, escandalosas necesidades de equipamiento en la red de transporte de la región parisina (el 40% de las vías y el 30% de los cambios de vías tienen más de treinta años) y de tasas de interés cercanas a cero. Para alcanzar su objetivo, sugieren eliminar empleos en la función pública, reducir las asignaciones que se pagan a los desempleados y dejar de reintegrar algunos gastos médicos a extranjeros. En síntesis, al diablo los remordimientos de los laboratorios neoliberales si no coinciden con el interés de los privilegiados y las “recetas” a las que el propio socioliberalismo adhirió. El rechazo de las recomendaciones heréticas se vuelve más imperativo aun porque la maldición de los expertos también golpea al corazón del sistema, al punto de convergencia extrema entre liberales de derecha y de izquierda: la ideología del libre comercio. Se había dicho que la pérdida de empleos vinculados al comercio internacional en un sector se compensaría con el surgimiento (o el crecimiento) de otras actividades más productivas. Ahora bien, hasta ese principio fundador del liberalismo económico (la teoría de las ventajas comparativas y la especialización internacional) oscila a su vez. De esta manera, la competencia de los productos chinos en el mercado estadounidense habría generado la pérdida de dos millones y medio de empleos en Estados Unidos; un dato machacado por Sanders, quien parece saborear la idea de dinamitar desde adentro pedazos enteros de la ideología de su partido. Sanders, pues, condena a la vez el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, del inglés North American Free Trade Agreement), ratificado en 1993 y defendido sucesivamente por los presidentes Clinton y Bush, y el Acuerdo Transpacífico (TPP), firmado el 4 de febrero pasado por el presidente Obama con el aval de la mayoría de los representantes republicanos en el Congreso. Imaginando tal vez que los estadounidenses ya se habían olvidado de las promesas mentirosas del NAFTA, el secretario de Estado John Kerry acaba de afirmar que el TPP crearía 650.000 empleos en Estados Unidos (6). Ahora bien, en el frente de la coyuntura mundial, el cielo se cubre, lo que raramente es prometedor para los dirigentes que están a cargo. En 2007-2008, la caída de los bancos se explicaba por el derrumbe de sus activos inmobiliarios; hoy, su excesiva exposición al sector petrolero los amenaza con las mismas contrariedades. Y con ellas, a muchos países a los que esos bancos tienen de rehenes, incluso en Estados en los que, teóricamente, la izquierda está en el poder. Porque, mal que les pese a aquellos que creyeron en Hollande en 2012, “el mundo de las finanzas” nunca encontró un “verdadero adversario” en la cima del Estado, sino más bien a hombres solícitos a servirlo. En efecto, no hay ninguna necesidad de que la derecha esté al mando para que estos controlen los ministerios clave (Macron). Además, bancos o 71 fondos especulativos contratan a ex dirigentes socialistas en sus consejos de administración (Blair, Schröder, StraussKahn), sin por ello dejar de financiar las campañas de candidatos demócratas. Como la de Hillary Clinton en este momento. ¿Qué significan estas imposturas políticas, ese empeño en el error? Y ¿qué anuncian? Que el socioliberalismo agotó la fuerza que le confería su alianza con las clases dirigentes. Más poderosas que nunca, estas últimas necesitan menos intermediarios para imponer sus intereses. Pero, simultáneamente, las connivencias entre viejos socialistas y nuevos ricos se notan más, irritan a las poblaciones que padecen sus consecuencias y se pagan. Hillary Clinton defendió la abolición por parte de su marido de la frontera entre actividades bancaria y especulativa, una decisión que contribuyó a la crisis financiera de 2007-2008 (7). Por eso estaba menos sonriente que de costumbre cuando Sanders le lanzó: “Cuando se detiene a jóvenes con marihuana, la policía los ficha. Pero cuando un ejecutivo superior de Wall Street destruye la economía, no le pasa nada. Eso es el poder, eso es la corrupción y eso es lo que debe cambiar en Estados Unidos. Tres de nuestros cuatro principales bancos son más poderosos hoy que cuando los socorrimos porque ya eran “too big to fail” [“demasiado grandes para caer”]. ¡Hay que quebrarlos! Son demasiado poderosos económicamente, demasiado poderosos políticamente” (8). Es comprensible que al día siguiente de las primarias de New Hampshire, que ganaron Sanders y Trump, un analista financiero se haya preocupado: “Después de lo que pasó anoche, los inversores ya no pueden excluir la hipótesis de una solución electoral extrema que podría generar riesgos fundamentales para el mercado bursátil” (9). Un candidato demócrata que quiere “quebrar los bancos”, un candidato republicano que amenaza a China y México con una guerra comercial: en efecto es algo que debe parecer bien “extremo” en Estados Unidos. Se podría creer que, instruida por su propia experiencia de deslocalizaciones industriales, de baja del poder de compra y de costo creciente de los estudios superiores, una parte importante de la población estadounidense está operando brutalmente el vaciado de treinta años de pedagogía de la globalización. Junto a millones de jóvenes que no padecieron el lavado de cerebro de la Guerra Fría, manifiestan su entusiasmo por un candidato que combate a la “clase de los millonarios”, jura dinamitar la forma de financiamiento de las campañas políticas ¡e incluso… se proclama socialista! (10) Esta impaciencia y ese deseo de confrontar con una “izquierda” que capituló prácticamente en todo se vuelven a encontrar en Europa. En España, el Partido Socialista, desacreditado por los feudos locales y los escándalos de corrupción, acaba de registrar el peor resultado de su historia mientras que los contestatarios de Podemos irrumpen en la escena social y política. El bipartidismo está destruido, se abre el juego. Y en Madrid, Barcelona, Zaragoza, municipalidades que desbordan de imaginación se oponen a los desalojos, embisten contra los bancos, remunicipalizan sus servicios, inician una auditoría de la deuda. La derrota electoral de los laboristas británicos en mayo pasado tampoco estuvo acompañada, como era habitual en semejantes casos, por un volantazo a la derecha. Al contrario, el blairismo fue repudiado por militantes que duplicaron su cantidad y cuya cantidad es actualmente igual a la de todos los demás partidos reunidos. Así, la elección de Corbyn demostró el deseo de preservar la identidad laborista de una formación que se había despegado de esta casi por completo (11). Como Sanders, el nuevo dirigente del Laborismo descarta los artificios de la comunicación expresándose largamente en mítines a la antigua, sin temer fustigar a los grandes medios de comunicación que lo odian. Nadie pone en duda su sinceridad cuando detalla sus ideas, su filosofía, más preocupado por cambiar radicalmente los términos del debate político en su país que por ganar las próximas elecciones a cualquier precio. Un “cuasi consenso” Jean-Claude Trichet, ex presidente del Banco de Francia y luego del Banco Central Europeo, recuerda: “Hoy, tenemos un cuasi consenso dentro de las grandes sensibilidades políticas de gobierno sobre al menos tres puntos: nuestros gastos públicos tienen que disminuir, nuestra economía es todavía demasiado rígida y no somos lo suficientemente competitivos” (12). Si el “cuasi consenso” de los dirigentes es evidente, sus resultados también. Seguramente Trichet es incapaz de comprenderlo, pero los que los rechazan son cada vez más numerosos. No se les concede nada. Así, después de haber sometido a Grecia, la Unión Europea pone en la mira actualmente a Portugal. El periódico Le Figaro señala: “A la cabeza de una frágil coalición, Antonio Costa, el jefe del gobierno socialista, les prometió a su aliado comunista y a los portugueses, arruinados por años de recesión, aflojar la presión de la austeridad. Salvo que los garantes bruselenses del pacto de estabilidad no lo entienden así. Bajo la presión europea, sobre todo del gendarme alemán, y de los mercados, el gobierno portugués tuvo que revisar su propuesta” (13). En cambio, cuando el gobierno conservador de David Cameron exigió que sus “socios europeos” protegieran los intereses de la City de los efectos de la moneda única y que Londres pudiera reducir las ayudas sociales para los trabajadores migrantes miembros de la Unión, la “propuesta” británica no tuvo que ser revisada. Y los socialdemócratas del Viejo Continente, con Hollande a la cabeza, ratificaron esta “preferencia nacional”, esas transgresiones a las reglas comunes. Sin embargo, desde hace más de treinta años, todos proclaman que “la prioridad es la Europa social” ( 14) … Entre estos gobernantes y la izquierda, está consumado el divorcio. Se observa en las urnas, se observa en la calle. El statu quo y sus hombres son rechazados, su base política se reduce. La certeza de que ese sistema se volvió imposible de reformar, de que las desigualdades sólo pueden profundizarse, de que no aprenderá nada de las crisis, impregna de ahora en más a la sociedad. Y la acumulación de repudios que en casi todos los ámbitos marca el fin del mandato del Presidente francés adquiere un valor casi pedagógico. En una configuración general como esta, asumir riesgos se vuelve tentador, a menos que les quieran reservar la iniciativa y la ventaja a sus peores adversarios. El terrorismo y la guerra mantienen una apariencia de cohesión nacional, pero el deterioro social y la retracción del futuro no serán compatibles por mucho tiempo con la estabilidad política. Todo eso es lo que expresan a su manera las nuevas figuras de la izquierda. Su paso está asegurado, su meta es incierta. Pero los puntos de cambio histórico constituyen precisamente esos momentos en los que hay que actuar antes que padecer, ponerse en marcha antes que esperar. 1. Véase “Le naufrage des dogmes libéraux” y “A crise du marché, remèdes de marché”, Le Monde diplomatique, respectivamente octubre de 1998 y septiembre de 2002. 2. Véase Florence Jaumotte y Carolina Osorio Buitron, “Le pouvoir et le peuple“, Finances & Développement, Washington, 72 DC, marzo de 2015. 3. “Tous concernés: Pourquoi moins d’inégalités profite à tous”, OCDE, París, 20 15. 4. François Mitterrand, el 15 de septiembre de 1983: “Demasiados impuestos, nada de impuestos. Estamos asfixiando la economía, limitando la producción, limitando las energías. Decididamente quiero que iniciemos una reducción”. 5. “Be serious”, The Economist, Londres, 2-1-16. 6. Véase Lori Wallach, “El libre comercio y sus promesas”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, junio de 2015. 7. Véase “El gobierno de los bancos”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, junio de 2010. 8. Debate televisivo de New Hampshire, 4 de febrero de 2016. 9. The Wall Street Journal, Nueva York, 16-2-16. 10. Véase Bhaskar Sunkara, “Un socialista a la conquista de la Casa Blanca”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, enero de 2016. 11. Véase Alex Nunns, “Jeremy Corbyn, el hombre a derribar”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, octubre de 2015. 12. Le Journal du dimanche, París, 14-2-16. 13. Le Figaro, París, 15-2-16. 14. Para un repaso muy productivo de las declaraciones sobre este tema, véase “35 ans de promesses d’Europe sociale en bref”, Youtube.com, 15-5-14. * Director de Le Monde diplomatique. Traducción: Bárbara Poey Sowerby Descomposición terminal del social-liberalismo Por Frédéric Lordon* http://www.eldiplo.org/201-el-regreso-del-neoliberalismo/descomposicion-terminal-del-socialliberalismo/ La respuesta de los partidos de gobierno teóricamente “de izquierda” a la tenaz crisis económico-social se alinea cada vez más con los intereses de los grandes capitalistas y en contra de los derechos más elementales de los trabajadores. El enemigo a abatir ahora en Francia es el Código del Trabajo. s bien el espíritu de Lampedusa (1) el que sobrevuela la época: cambiar todo para que nada cambie. Y además, “cambiar todo”… Apenas fingir. A menos, lo que casi sería peor, que sean sinceros: no se puede descartar en efecto que los protagonistas de la “primaria de izquierda” estén convencidos de estar produciendo una innovación política radical, cuando lo que hacen es balbucear la lengua muerta de la Quinta República. El colmo del atascamiento es, claro está, el de ya no ser capaz de pensar más allá del mundo en el que uno está atascado. Presidencialización enajenada, partidos espectrales, campañas utópicas, voto útil, esta es la prisión mental que los iniciadores de la “primaria de izquierda” toman por la Gran Evasión. ¿Y para hacer qué? ¿Fusionar la contribución social generalizada (CSG) y el impuesto a las ganancias, un programa a favor del aislamiento de los alquileres, una fuerte declaración sobre la “reorientación de Europa”? Es cierto que, así como la Piedra del Norte (que cura el reumatismo y las uñas encarnadas) para venderse necesitaba llamar la atención con el cartelito de “Visto en TV”, la etiqueta “Afirmado por Libération” destaca sobre todo el ruiseñor de una perfecta inocuidad, la subversión con piel de conejo que sólo sorprende a los editorialistas, como si del inenarrable trío Joffrin-Goupil-Cohn-Bendit pudiese salir algo más que un grito de amor por el sistema, que tanto les dio, y que todavía hay que hacer que dure. En todo caso, no falta personal en el servicio de cuidados paliativos, donde la creencia de que un subte más nos va a sacar del aprieto todavía no cede. Los muertos vivos El cadáver que, contra toda razón, sus propios mendigos tratan de hacer durar, es el de la “socialdemocracia”, que tanto en Francia como en el resto del mundo entró en su fase de descomposición terminal. Para tener una idea del grado de ceguera al que conduce a veces el encarnizamiento terapéutico, alcanza con figurarse que incluso para esos enfermeros de la desesperación “toda la izquierda” es una categoría que se extiende sin problemas de Jean-Luc Mélenchon a Emmanuel Macron –¿pero este gobierno todavía no se esforzó lo suficiente como para que ya nadie ignore que es de derecha, y que, de acuerdo con la lógica, una “primaria de izquierda” no debería incluir a ninguno de sus miembros ni a quienes lo apoyan?– . En política, los muertos vivos tienen como principio de supervivencia la inercia propia de las instituciones establecidas y la osificación de los intereses materiales. Al partido de derecha socialista, vaciado de toda sustancia, ya sólo lo sostienen sus paredes –¿pero hasta cuándo?–. Aguijoneada por intereses semejantes, la izquierda de las tiendas, que en cada ocasión electoral se saca una foto en el mismo traspaso porque hay que cuidar los derechos del kiosco –espléndidas imágenes de Pierre Laurent y de Emmanuelle Cosse enmarcando a Claude Bartolone en las regionales–, ya no tiene ni siquiera el reflejo elemental de supervivencia que le haría darse cuenta de que se está dejando ganar por la podredumbre de una época agonizante. Ya no hay nada que hacer con ese campo de ruinas, ni tampoco con las instituciones que impiden que se liquide. De lo único que podemos estar seguros es de que ninguna alternativa real puede nacer del juego normal de las instituciones de la Quinta República y de las organizaciones que flotan ahí entre dos aguas con la panza al aire. A este orden agonizante 73 va a haber que pasarle por encima. Como lo demostraron abundantemente todos los movimientos de plazas y de ocupaciones, la reapropiación política y los parlamentarismos actuales están en una relación de antinomia radical: la primera sólo tiene chances mediante la destitución (2) de los segundos, instituciones en las que ya está establecido que están hechas sobre todo para que no pase nade –ese “nada” al que la “primaria de izquierda” está consagrada tan apasionadamente–. El problema de los movimientos “destituyentes”, sin embargo, es que ellos mismos se condenan a la inanición si no se entregan a la idea de que en las grandes escalas sólo hay política instituida, o reinstituida, incluyendo esa institución que al principio quisieron eludir: la representación. Acaso sea una embriaguez particular la de quedarse en el suspenso de una suerte de ingravidez política, es decir, en la ilusión de una política “horizontal” y liberada de toda institución, pero si e l movimiento no vuelve a tierra a su manera, es el orden establecido el que se va a encargar de traerlo de vuelta –y a su manera–. Pero entonces, ¿cómo salir de esta contradicción entre la prolongación imposible del suspenso “destituyente”… y el fatal retorno a la escudería parlamentaria? Para esta pregunta hay una sola respuesta, casi lógica: si hay que volver a la tierra es para cambiar las formas mismas de la política. Para qué sirve la Constitución La forma de la política tiene un nombre general: la Constitución. Es la Constitución la que dice cómo se organizan la deliberación y la decisión. A no ser que se crea que deliberación y decisión pueden no contar con la organización institucional, y a no ser que se vuelva a las formas establecidas, el camino escarpado para escapar de la aporía precedente, el primer momento de la reapropiación, es el de la reescritura de una Constitución, porque sólo ella va a decidir nuestras reapropiaciones ulteriores. Arquitectura de los niveles de decisión, reglas de deliberación, organización de la subsidiariedad (máxima), modos de designación de los representantes, amplitud de sus delegaciones, forma de su mandato, rotación, revocación, paridad, composición social de las asambleas, etc., todas estas cosas que determinan quién hace qué en política y quién tiene voto para qué, son, por definición, asunto de la Constitución. Es en este momento, por lo general, cuando al ejercicio constitucional se le objeta su abstracción que no acciona ningún cambio, su distancia de las preocupaciones concretas de la población. Y es verdad: si no es más que un mecano jurídico formal separado de todo, los melindres constitucionales no merecen ni un minuto de atención; sabemos demasiado bien cómo está destinada a terminar: como divertimento para editorialistas y como consolidación de la captura parlamentaria. Pero de eso, el mismo espectáculo de la época nos protege radicalmente. Porque nos da con mucha fuerza la idea de saber qué hacer con una Constitución –la única idea que le da un sentido al ejercicio constitucional–. Una Constitución deja en efecto de ser un entretenimiento de jurista y se vuelve objeto de interés concreto para los mismos ciudadanos a partir del momento en el que se sabe a qué proyecto sustancial de sociedad está subordinada. Pero semejante proyecto, nos alcanza con contemplar nuestra situación de hoy en día para tener enseguida el negativo. Precarización erigida en modelo de sociedad, injusticias vergonzosas, las que tuvieron lugar en Goodyear, como antes en Conti, y las que van a venir, ataque inusitado contra el Código del Trabajo, todas estas cosas no expresan más que una: doblegar al trabajador, terminar de erigir el reino del capital. Y después, encima de eso llega una película, Merci patron!, de François Ruffin, que, de alguna manera, junta todos esos motivos de indignación pero los transmuta en una gigantesca carcajada –es que al final el fuerte (Bernard Arnault) muerde el polvo y los débiles salen sabiendo que a partir de entonces “es posible” (3)–. ¿Una película puede ser en sí misma un punto de quiebre? En todo caso, está ahí, y una idea que sale de una película es siempre cien veces más poderosa que la misma idea salida de un discurso general. Pasa también que en el momento particular en el que aparece, la idea de volverla un punto de catálisis no es más tonta que otras cosas. Es que todo se desmorona en la sociedad actual, y el punto de ruptura podría ya no estar tan lejos. Ahora bien, entre la causalidad directa, y directamente restituida, que va de la riqueza de Bernard Arnault a la miseria de los Klur ( 4), la miserable corrupción de jerarcas socialistas que pasaron sin vergüenza al servicio del capital (5), la inutilidad de medios de comunicación inofensivos, transformados en engranajes orgánicos del sistema, Merci patron! nos entrega sintéticamente el cuadro de la descomposición actual, y con ese mismo cuadro nos indica qué hay que hacer –todo lo contrario– y, como consecuencia, el sentido que hay que darle a un movimiento de reapropiación constituyente. Si se necesitaban antídotos contra el constitucionalismo intransitivo, ¡de seguro éste es uno! Se dirá sin embargo que las Constituciones sólo se encargan de las reglas mismas de la deliberación política, y que no les toca prever sus resultados. Y también en parte es cierto. ¿El defecto europeo por excelencia no es, por ejemplo, el de haber “constitucionalizado” las políticas económicas sobre las cuales ya no hay por consiguiente… más nada que deliberar? Nos equivocaríamos sin embargo si cediéramos al formalismo puro para mirar las Constituciones como reglas ingrávidas, ubicadas por encima de cualquier postura sustancial. No hay una Constitución que no disimule entre sus pliegues una idea muy marcada de la sociedad que organiza. Es poco decir que la Constitución de la Quinta República tiene la suya –la misma, de hecho, que la de las cuatro repúblicas que la precedieron–. Y no se ve por qué, en estas condiciones, nos privaríamos de decir alto y fuerte cuál es la nuestra. ¿Libertad? La del capital Pero entonces, ¿cuáles son estas ideas diferentes, la suya, la nuestra? ¿La idea enquistada de ayer, la idea posible de mañana? La “República” es un poco taimada, muestra algunas cosas y disimula otras. ¿Libertad? La del capital. ¿Igualdad? Limitada al cuarto oscuro. ¿Fraternidad? La palabra hueca que sabemos no compromete a nadie. ¿Entonces de verdad qué? Propiedad. El talismán escondido de nuestras repúblicas sucesivas, todas declinaciones de una misma república a la que va a haber que darle su verdadero nombre, no la “República” sin más, sino la república burguesa, ese talismán escondido, por lo tanto, es el derecho de los propietarios de los medios de producción. La “República” es la armadura constitucional del imperio del capital sobre la sociedad. Porque, dejando de lado la coerción directa sobre la servidumbre, ¿se ha visto empresa más poderosa sobre la existencia material de las personas, y por lo tanto sobre la existencia sin más, que el empleo asalariado como punto de pasaje obligatorio para la simple supervivencia, el empleo del cual los propietarios de los medios de producción, precisamente, tienen el monopolio de la oferta, y que no dan sino con sus condiciones? Que a todos los Klur de la tierra se los abandone después de haber sido explotados hasta la médula es la consecuencia misma de este imperio… y de la bendición constitucional que le da forma legal. Que tal sea el anclaje real de esta república invariable –porque bajo esta relación su 74 numeración poco importa– es la historia la que aporta la prueba más formal al recordar que no es una contestación seria del derecho de los propietarios, es decir, del imperio del capital, la que no termina en el tribunal, en la cárcel, o directamente en la sangre –fraternidad…–. Como siempre, una institución no entrega su verdad hasta el momento en que se la lleva a su punto límite. Es sólo entonces que revela de una sola vez toda la violencia de la que es capaz para defender aquello que realmente quiere. El punto límite de la república burguesa es la propiedad. Pero la república burguesa no agota a la República. Porque si la historia mostró ampliamente aquello de lo que la primera era capaz, también dejó entrever otra forma posible para la segunda: la república social, la verdadera promesa de la república general. Es que la república de hoy en día no es más que el tronco burgués del impulso revolucionario de 1789 –y, más exactamente, de 1793–. La revolución de 1848 no tuvo más sentido que el de hacer ver las anomalías y lo que faltó, e incluso aquello con lo que no se cumplió: porque no se puede declarar la igualdad de los hombres y bendecir que el capital los mantenga en el último estado de servidumbre. ¿Qué es la república social? Es tomarse en serio la idea democrática planteada en toda su generalidad por el 1789, pero limitada a la esfera política –e incluso, con qué formas atrofiadas…–. La república social es la democracia general, la democracia en todos lados, y no sólo com o citación a votar cada cinco años… y después como invitación a volver a dormirse enseguida. La igualdad democrática es el detestar lo arbitrario que somete a un hombre a la desiderata soberana de otro, por ejemplo: vos vas a trabajar acá, y después no, en verdad allá; vos vas a hacer lo que nosotros te digamos y cómo nosotros te digamos; y puede llegar a pasar que te dejemos de necesitar; ¿te molesta? es tu problema, no el nuestro, que es simplemente que vos te vayas. Nos vas a obedecer por una simple y buena razón: que vas a vivir con miedo. No hay un solo empleado que no haya experimentado el poder del miedo. El miedo es el último recurso del imperio propietario, el que cualquiera experimenta cuando sus mismas condiciones de existencia le son devueltas al ofrecedor de empleo soberano. No hay vida colectiva –y la producción es parte de ella– sin reglas. Como lo demostró Rousseau, la autonomía no es la ausencia de reglas, sino seguir las reglas que uno estableció para sí mismo. ¿Pero quién es este “uno” sino el conjunto de personas que se someten libremente a esas reglas –libremente porque son las suyas–? Los pocos que, por ejemplo en el ámbito empresarial, someten unilateralmente a todos los demás a sus reglas, eso es cualquier cosa menos democracia. Pero de hecho, ¿de qué otra manera se le puede llamar a un sistema que funciona no con deliberaciones sino con obediencia y miedo más que: dictadura? Un “demócrata” estaría de acuerdo inmediatamente, observándolo desde la esfera política. Pero la cosa le deja de parecer un problema apenas cruza la puerta del lugar de trabajo –en realidad ni siquiera la ve–. ¿Cómo puede ser que todos los amigos de la república actual, a quienes se los reconoce fácilmente porque tienen la boca llena de “democracia”, puedan tolerar así la negación radical de toda democracia en la vida social? ¿Cómo pueden justificar que, más allá de la pantomima quinquenal, toda la vida concreta de las personas haya quedado en una forma maquillada de Antiguo Régimen donde unos deciden y otros se someten? ¿Cómo se las arregla el gargarismo político con el hecho de que, en la condición salarial, y una vez removidas las concesiones superficiales (o los montajes fraudulentos) de la “gestión participativa” y de la “autonomía de las tareas”, los individuos, atados a finalidades que no son las suyas – la valorización del capital–, se ven en realidad desposeídos de cualquier decisión sobre su existencia, y reducidos a esperar en la pasividad la suerte que el imperio propietario les imponga –porque, para muchos, esa es la vida del empleado: la espera de “lo que va a pasar”–? Una democracia extendida Llevado hasta el último grado de desesperación, Serge Klur, el empleado que despidió Bernard Arnault, amenaza con prender fuego su propia casa. La resolución burlesca orquestada en Merci patron!, que hace que Bernard Arnault ceda, le devuelve a Klur su casa y su trabajo, va mucho más allá de sí misma. Y en eso reside toda su fuerza: al mostrarnos un caso particular, la película de Ruffin nos trae irresistiblemente el proyecto de universalizarlo. Porque todo el mundo siente que no podemos quedarnos en salvar a Klur y no hacer más nada. Que tampoco se trataría sólo de rescatar a todos los trabajadores de ECCE que fueron despedidos. El proyecto político es que no haya nunca más, que ya no haya ningún Klur. El empleado despedido, el empleado sometido, esa criatura del imperio propietario, tiene que desaparecer. Pero entonces… ¡también el imperio propietario! E incluso antes. En una república completa, nada puede justificar que la propiedad financiera de los medios de producción (porque, por supuesto, se trata sólo de esta propiedad) sea un poder –necesariamente dictatorial– sobre la vida. El sentido político de la república social, iluminado por el caso Klur, es este: la destitución del imperio propietario, el fin de su arbitrariedad sobre las existencias, la democracia extendida, es decir, la autonomía de las reglas que se ponen los colectivos de producción, su soberanía política, por lo tanto. Digamos las cosas más directamente todavía: lo que le corresponde establecer a una Constitución de una república social es la abolición de la propiedad lucrativa y la afirmación de la propiedad de uso (6): los medios de producción les “pertenecen” a quienes los usan. Que se entregue a la actividad particular de proveer bienes y servicios no le impide a una colectividad productora recibir, precisamente en tanto que es una colectividad, el carácter de una comunidad política –y de ser autogobernada en consecuencia: democráticamente–. Entonces, resumamos: de un lado la figura universal de los Klur, del otro la patética comedia de la “primaria de toda la izquierda hasta Macron”. Y la única vía fuera de este impasse: el movimiento destituyente-reinstituyente de la república social, esto es: el pueblo volviéndose a apoderar de lo que le pertenece, la Constitución, para extirpar el núcleo envenenado de la propiedad, y poner en su lugar, ahora de una vez por todas, conforme al voto de 1793, la democracia, pero la democracia completa, la democracia en todos lados. Y después ya veremos quién, entre los demócratas juramentados, osa venir a contradecir públicamente la consigna de esta extensión. En este asunto hay dos cosas de las que podemos estar seguros. Desde hace dos siglos, “república” es la palabra que se usa para describir una tiranía: la tiranía propietaria. Se puede invitar a cualquiera que haya visto a Klur a punto de prender fuego a su propia casa a que lo refute. Porque al pasar, es ahí donde reside la inmensa fuerza de la película de Ruffin: en mostrar las cosas. Podemos apostar que si, en su momento, se le hubiese mostrado a Didier Lombard, presidente de France Télécom –como a todos los fanáticos del “código laboral” de ahora–, un solo cuerpo defenestrado, o incluso sólo las caras de los familiares, aun él podría haber evitado hablar de “moda” a propósito de los suicidios en serie de su empresa… Repitamos que en esta materia es sin embargo la historia la que aporta la contribución más decisiva a la calificación de los hechos. ¿Qué quedaba de la democracia en los baños de sangre de 1848 y de la Comuna? Como sabemos, en aquel entonces 75 se masacraba en nombre de la “República” –la “República”, apoderada de la tiranía propietaria–. Pero como decía Proust, “lo muerto toma lo vivo”, y ese pasado “republicano” no dejó de actuar en nuestro presente. ¿No es el “orden republicano” el que hoy encarcela a los Goodyear, o lleva a la justicia a los Conti, es decir, a todo aquel que no quiere vivir más una existencia sometida, todo aquel que levanta la cabeza? ¿Qué tiene de sorprendente, y sobre todo qué más sintomático, que los Valls y los Sarkozy se reconozcan idénticamente en esta “República”? Que sólo tenga como temas de discusión obsesionantes la laicidad, la escuela, la identidad nacional o la seguridad y nada más, ¿a quién le podría sorprender? ¿No es además la “República” el régimen que, de Thiers a Valls, pasando por Clemenceau y Jules Moch, nos dio la calaña cuya denominación actual es “Partido Socialista”? –republicanos…–. De lo otro que podemos estar seguros es de que si una destitución que no desemboca en ninguna reinstitución es un golpe para nada, una reinstitución sin destitución es un sueño vano. Sólo hay que pensar metódicamente: por definición, no se destituye permaneciendo… en las instituciones –o pidiéndoles de manera amable que por favor se autodisuelvan–. Va a suceder por lo tanto de otra manera y en otro lado. ¿Dónde? Lógicamente, en el único espacio que queda: el espacio público. El primer lugar de un movimiento constituyente es la calle, la plaza. Y su primer gesto es el de juntarse. Sin embargo, la gente no se junta por decreto. Es algo que se hace o no se hace. Sabemos de todas maneras que un movimiento de transformación admite el enojo sólo como combustible: el verdadero carburante es la esperanza. Pero precisamente, ¿no estamos en una situación químicamente favorable, en la que tenemos los dos productos al alcance de la mano? Estaremos de acuerdo en que barriles de enojo no es lo que falta. Alcanzaría por otro lado con ponerlos todos juntos para que su potencial detonante se vuelva manifiesto enseguida. Es que la injusticia está por todos lados: Good year, Conti, Air France, sí, pero también con los “segadores de sillas ”, los filtradores de información del LuxLeaks, el profesor universitario culpable de haber recordado (paródicamente) cómo habla (seriamente) el primer ministro de los “white” y de los “blancos”: todos llevados ante la “justicia republicana”. La indignación, el combustible. El carburante, la esperanza. La esperanza empieza cuando se sabe lo que se quiere. Pero lo que nosotros queremos lo sabemos de manera confusa desde hace mucho tiempo, de hecho. Simplemente se nos extravió la idea clara, e incluso la palabra, cuando estaban ahí, en los pliegues de la historia, a la espera de que se las vuelva a encontrar. La república social es la democracia total. Es sobre todo el verdadero, el único lugar de la izquierda, que deja de saber quién es cuando lo pierde de vista, y a quien un “republicano” puede entonces lógicamente prometerle una muerte próxima (7). Al pasar, habría que preguntarle a la “primaria de izquierda” si tiene sólo… una definición de izquierda –y acaso habría de qué reírse por un rato–. Ahora bien, qué es la izquierda es la idea misma de república social la que lo dice: la democracia a instaurar en todos los lugares donde todavía no está, y por lo tanto a imponerle al imperio propietario. Muchas iniciativas “de izquierda” buscan a tientas soluciones y piensan haber encontrado una en la sustitución por la división “ellos/nosotros” de la división “izquierda/derecha”. Es un perfecto error. Todos los que, y Podemos en primer lugar, piensan en salir adelante así, por ejemplo conformándose con decir que “ellos” son “la casta” y “nosotros” “el pueblo”, se van a perder, y con ellos la idea de izquierda. Pero todo cambia cuando a la división se le devuelve su sentido verdadero: “ellos” son todos los apoderados del orden propietario; y “nosotros” es la gran mayoría que, condenada a vivir en ese orden, tiene que soportar la servidumbre. Con todo eso junto, podría ser, como se dice en los juegos de cartas, que tuviéramos una “mano”: una división “ellos/nosotros” de propiedades tonificantes, pero cuyo contenido, reformulado en torno al conflicto propietario, revitalice la idea de izquierda en lugar de vaciarla; la república, que es una palabra perfectamente instalada, pero social, y por lo tanto reinscrita en una larga historia política; y la democracia, finalmente, ese significante incontestable, de la que por consiguiente nadie puede rechazar su plena extensión. Y sin embargo, no hay que imaginar que todo esto nos será dado de buena gana. Como todo lo que hasta acá se opuso a la soberanía propietaria, y a fortiori como todo lo que se proponga ponerle fin de una vez por todas, la república social y la democracia total sólo serán ofrecidas al precio de una conquista contra todo. 1. En El Gatopardo (1958), célebre novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, un personaje de la nobleza expone su estrategia: “Cambiar todo para que nada cambie”. 2. Véase Julien Coupat y Eric Hazan, “Pour un processus destituant: invitation au voyage”, Libération, París, 24 -1-16. 3. Véase “Un film d’action directe”, Le Monde diplomatique, París, febrero de 2016. 4. Serge Klur, obrero despedido de ECCE, filial del grupo de Bernard Arnault LVMH, es, junto a su mujer Jocelyne, el personaje principal de Merci patron!. 5. El secretario general de LVMH, Antoine Jamet, es un ex dirigente socialista. 6. Bernard Friot, Emanciper le travail, La Dispute, París, 2014. 7. Manuel Valls, “La gauche peut mourir”, L’Obs, París, 14-6-14. * Economista. Autor de La Malfaçon. Monnaie européenne et souveraineté démocratique, Les Liens qui libèrent, París, 2014. Traducción: Aldo Giacometti Guerras, memoria, justicia Por Ignacio Ramonet* http://www.eldiplo.org/201-el-regreso-del-neoliberalismo/guerras-memoria-justicia/ 76 A 80 años del inicio de la guerra fratricida que marcó a fuego al pueblo español es necesario implementar medidas legales, políticas y culturales para hacer justicia. ste año, en julio próximo, se cumplen ochenta años del inicio de la Guerra Civil española (1936-1939), uno de los conflictos más despiadados del despiadado siglo XX. Que una inclemente dictadura prolongó durante cuarenta larguísimos años más. Y que marcó al rojo vivo la memoria colectiva. Aún hoy, a decenas de miles de españoles les está prohibido desenterrar los restos, dispersos por las zanjas del país, de sus familiares, fusilados sin juicio sólo por ser republicanos. Ni siquiera el restablecimiento de la democracia en 1978 sosegó los ánimos como lo acaba de demostrar, en Madrid, el reciente encono en torno a la “desfranquización” de los espacios públicos... La Ley de la Memoria Histórica (2007), al no reconocer que los crímenes del fr anquismo fueron cometidos contra toda la sociedad española y contra la humanidad, no permitió cicatrizar las profundas heridas de la guerra. Que siguen sangrando hoy... Recordemos que la Justicia española sancionó hace unos años al juez Baltasar Garzón por haber iniciado, en octubre de 2008, una investigación sobre las desapariciones, durante la Guerra Civil española, de más de 100.000 republicanos (cuyos cuerpos yacen en fosas anónimas, sin derecho a un entierro digno) y sobre el destino de 30.000 niños arrebatados a sus madres en las cárceles para ser entregados a familias del bando vencedor durante la dictadura franquista (19391975). La decisión administrativa tomada en España en 1977, con la Ley de Amnistía (que, en aquel momento, buscaba esencialmente sacar de prisión a cientos de detenidos de izquierda), consistió en no hacer justicia y no encarar ningún tipo de política de memoria. Obviamente, a ocho décadas del inicio del conflicto y al haber desaparecido, por causas biológicas, los principales responsables, hacer justicia no consiste en llevar materialmente a los acusados de crímenes abominables ante los tribunales (aunque Alemania no ha dudado en llevar a los tribunales, hace unas semanas, a un ex sargento de las SS de 94 años de edad, Reinhold Hanning, acusado de complicidad de asesinato por haber trabajado en el campo de concentración de Auschwitz en un momento en el que cientos de miles de judíos húngaros fallecieron allí). Pero no es sólo un asunto jurídico. Lo que está en juego es el derecho de las víctimas a una reparación moral, el derecho colectivo a la memoria, a poder establecer oficialmente, sobre la base de atrocidades demostradas, que el franquismo fue una abominación. Y que su impunidad es insoportable. Poder enunciarlo, proclamarlo y mostrarlo en “museos consagrados a la Guerra Civil”, por ejemplo; en los manuales escolares de historia y en días de solemne homenaje colectivo. Así se hace en toda Europa en solidaridad con las víctimas del nazismo. El ejercicio de la memoria La Ley de Amnistía española condujo a imponer, sobre la “banalidad del mal” franquista, una suerte de amnesia oficial, un mecanismo de “ceguera inconsciente” (en este caso colectiva) mediante el cual un sujeto hace desaparecer hechos desagradables de su memoria. Hasta que un día regresan a borbotones, en un estallido de irracionalidad. En España no se constituyó nunca ninguna Comisión de la Verdad como las que se han multiplicado por el mundo en nombre del deber de memoria. “El deber de memoria –dice el filósofo Reyes Mate– nace de Auschwitz porque aquello fue pensado como un proyecto de olvido. No debía quedar ningún resto físico del pueblo judío para que se olvidara su contribución a la historia de la humanidad. El proyecto tuvo lugar, por eso hablamos de ‘crimen contra la humanidad’, pero no se consumó porque Hitler fue vencido y eso nos obliga a recordar aquel genocidio. Honrar la memoria de Auschwitz es entender el alcance del deber de memoria”. La película Shoah empieza con una secuencia en la que un sobreviviente camina cabizbajo hasta un punto en el que señala al suelo mientras dice: “Era ahí”. Ahí no hay nada, un poco de césped envuelto por el silencio de un bosque perdido en Polonia. Pero ahí estaba... la cámara de gas. La mirada de la víctima devuelve a la realidad de ese lugar una presencia olvidada. La mirada de la víctima permite conocer una parte de la realidad que sin ella sería inaccesible. Eso demuestra que la memoria, como lo saben los antropólogos, es también conocimiento y no sólo sentimiento. Por eso ya se han creado, en más de treinta países, Comisiones de la Verdad. Estos organismos oficiales, temporales, se encargan de investigar un conjunto de violaciones sistemáticas de los derechos humanos para contribuir a la manifestación de la verdad sobre los crímenes. Casi siempre, esas comisiones publican un informe final en el que exponen sus conclusiones y sus recomendaciones. El modelo de estas comisiones es la Comisión para la Verdad y la Reconciliación (1995) que buscaba la justicia luego de l fin del apartheid en Sudáfrica. Sus objetivos fueron: promover la unión nacional, la reconciliación, determinar las causas de la violencia y establecer medidas de reparación. Un anticipo de lo que llamamos hoy “justicia transicional”. Los testigos que eran identificados como víctimas de graves violaciones a los derechos humanos eran invitados a brindar testimonio sobre sus experiencias. Muchas de estas víctimas brindaron sus testimonios en audiencias públicas. Los victimarios o perpetradores de crímenes violentos podían también dar testimonio y solicitar en ciertos casos una amnistía. Esta comisión estaba encabezada por el arzobispo Desmond Tutu, quien había establecido como lema de la Comisión que “sin perdón no hay futuro, pero sin confesión no puede haber perdón”. La transición democrática en Sudáfrica se vio facilitada por un proceso único de reconciliación y de búsqueda de la verdad. Este proceso es necesario hoy en otros países, por ejemplo, en Venezuela, donde la Asamblea Nacional, controlada por l a oposición de derecha, intenta imponer contra los derechos de las víctimas una ley de amnistía (como lo hicieron los militares golpistas del Cono Sur) a favor de cabecillas violentos que provocaron guerrillas urbanas (una suerte de “kale borroka” generalizada) en 2014, las cuales causaron decenas de muertos y centenares de heridos. O en México, donde la “guerra del narco” ya ha causado unos 200.000 muertos. 77 Recientemente, en Colombia, el gobierno del presidente Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron, en el marco de los Diálogos de Paz, la creación de una Comisión de la Verdad para “esclarecer” y “explicar” el conflicto que –desde hace más de medio siglo– desgarra ese país sudamericano. Los negociadores explicaron que esa Comisión tendrá tres objetivos: “Contribuir al esclarecimiento de lo ocurrido [...] y ofrecer una explicación amplia de la complejidad del conflicto; promover y contribuir al reconocimiento de las víctimas, y de responsabilidades individuales y colectivas, y promover la convivencia en los territorios del país, fomentando un ambiente de diálogo”. “Nos urge –añadieron– dar respuesta a los colombianos y, en especial, a las miles de víctimas que reclaman verdad. Lo hemos dicho antes y no nos cansaremos de repetirlo: las víctimas son la razón de ser de este esfuerzo por poner fin al conflicto”. “Hacer memoria, para hacer justicia” La reconstrucción de la identidad social es un trabajo colectivo que supone poder realizar un relato fidedigno de los crímenes perpetrados desde el autoritarismo. Ese relato resulta indispensable para las nuevas generaciones que se acercan a conocer su pasado. Para que la memoria no se degrade, es necesario ejercerla en relación con el presente y de cara al futuro. Para ponerle un punto final a la impunidad y desterrar la posibilidad de que se vuelvan a repetir los crímenes y genocidios, es indispensable rescatar la memoria de las luchas contra la injusticia social, por la soberanía, por las libertades y por los derechos humanos. También hay que reivindicar los ideales de los luchadores y proponer diferentes acciones: políticas, culturales, mediáticas, etc., para actualizar y revivir hoy la construcción de otra sociedad basada en el paradigma de la solidaridad en oposición al individualismo y a la fragmentación. Igualmente es necesario impulsar la aplicación de las leyes que castigan los crímenes del terrorismo de Estado, denunciar las complicidades e indiferencias que colaboraron en su implementación. Es indispensable exigir que las autoridades pongan el aparato estatal al servicio del esclarecimiento y de la recopilación de todos y cada uno de los abusos y atropellos contra las víctimas de las dictaduras, del juicio y del castigo efectivo de dichos crímenes. Es asimismo importante difundir y popularizar el conocimiento de los derechos humanos para que aquellos que son víctimas de hostigamiento y vulneración de los mismos puedan hacer valer los mecanismos que los protegen del abuso institucional. Finalmente, es determinante promover, de forma activa, la memoria de las luchas populares por la libertad, por la democracia y por la justicia social. Sin Verdad no hay Justicia. Alejados de la venganza y sin convocar el rencor ni el resentimiento inútil, tenemos el deber de recordar. Hacer memoria para hacer justicia. * Director de Le Monde diplomatique, edición española. © Le Monde diplomatique, edición española La derecha israelí se radicaliza Por Charles Enderlin* http://www.eldiplo.org/201-el-regreso-del-neoliberalismo/la-derecha-israeli-seradicaliza/ Luego de su cuarta victoria electoral el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, logró formar un gobierno de coalición a su medida. Desde entonces, se han multiplicado las persecuciones contra organizaciones, artistas o personalidades de izquierda acusados de “traidores” o de “colaborar con el enemigo”. o pasa semana sin que la derecha y la extrema derecha israelíes pretendan descubrir nuevos traidores. Organizaciones no gubernamentales (ONG) de izquierda calificadas de “topos financiados por el extranjero” que colaboran con “el enemigo palestino”; escritores, artistas, personalidades políticas: en la web, todos tienen derecho al shaming, es decir, a las intimidaciones y las humillaciones, a menudo acompañadas de insultos racistas y de amenazas. En virtud de su oposición a la ocupación de los territorios palestinos, o solamente porque defienden la democracia. Hasta el presidente del país, Reuven Rivlin, fue víctima de semejante campaña en diciembre de 2015. Tuvo la desgracia de tomar la palabra en la conferencia organizada en Nueva York por el diario de izquierda Haaretz cuando representantes de Breaking the Silence se encontraban en la sala. Esta asociación de militares desmovilizados que dan testimonio sobre su servicio en los territorios ocupados, en efecto, es acusada de perjudicar la imagen de Israel y de su ejército. También fue cuestionada por haber suministrado elementos de prueba a la Comisión de Investigación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la guerra en la Franja de Gaza durante el verano de 2014. El gobierno israelí se había negado a colaborar con esta instancia, cuyo informe deja constancia de violaciones susceptibles de ser calificadas como “crímenes de guerra”, perpetradas a la vez por Israel y por los grupos armados palestinos (1). El 8 de febrero pasado, por 50 votos a favor y 43 en contra (sobre 120 diputados), el Parlamento israelí adoptó en primera lectura un proyecto de ley sobre la “transparencia” de las ONG. Elevado por la ministra de Justicia Ayelet Shaked, afiliada al partido de la colonización El Hogar Judío, este texto obliga a cualquier asociación que reciba subvenciones de un 78 gobierno extranjero a mencionar la identidad de sus donantes en sus informes públicos y en sus contactos con organismos y oficiales israelíes. De no ser así deberá pagar una multa de 29.200 shekels (6.800 euros). Si bien involucra a una gran cantidad de asociaciones de izquierda y de defensa de los derechos humanos que se benefician con financiamientos de gobiernos europeos o estadounidenses, este proyecto de ley no se aplica a aquellas que reciban financiamientos extranjeros privados, como las organizaciones de derecha que contribuyen al desarrollo de la colonización. Criticada por la Unión Europea y Estados Unidos, esta votación acaeció en un contexto marcado por un clima de desconfianza respecto de una parte de la sociedad civil, y sobre todo por la afirmación del proyecto político del primer ministro Benjamin Netanyahu. Son todos topos Apoyados por varios ministros, los movimientos de derecha y de extrema derecha multiplican las campañas para deslegitimar a las ONG de defensa de los derechos humanos. El más activo es Im Tirtzu. Esta asociación estudiantil, cuyo nombre significa “Si ustedes quieren”, en alusión a una frase famosa de Theodor Herzl (1860-1904), vio la luz del día una mañana de 2006, cuando su fundador, Ronen Shoval, conoció a Moti Karpel, uno de los dirigentes del movimiento de los colonos, autor de La revolución por la fe. Esta obra, publicada en 2003 y subtitulada El derrumbe del sionismo y la llegada del cambio por la fe, predica la reconstrucción del Templo de Jerusalén y pretende imponer la soberanía israelí sobre el conjunto de la “Tierra de Israel”, en el entendimiento de que allí los árabes sólo tendrían el estatuto de “Ger Toshav”: residentes extranjeros privados de derechos políticos. Shoval se dio entonces por misión “renovar el pensamiento y la ideología sionistas, y luchar contra las campañas que deslegitiman al Estado de Israel aportando respuestas a los fenómenos pos y antisionistas” (2). A los responsables de Im Tirtzu no les gusta que su movimiento sea calificado de “fascista”, pero no lograron hacer condenar por difamación a varias organizaciones que le habían atribuido ese epíteto (3). Ayudado por miembros de la derecha parlamentaria, Im Tirtzu logró algunos éxitos, sobre todo contra Breaking the Silence. Acusados –equivocadamente– de apoyar la campaña internacional “Boicot, desinversión y sanciones” (BDS) (4) y de hacerles el juego a los enemigos de Israel, a los veteranos de la asociación les prohibieron el acceso al ejército y a los liceos. A partir de entonces, Im Tirtzu tuvo grandes proyectos. Con la ayuda de Moshé Klughaft, consejero cercano a Naftali Bennett, ministro de Educación y presidente de El Hogar Judío, la asociación produjo un video (5) donde se ve a un hombre esgrimiendo un cuchillo frente a la cámara con el siguiente comentario en voz en off: “Antes de que este terrorista te apuñale, él sabe que Yishai Menuhin, del Comité contra la Tortura, un topo implantado por los Países Bajos, va a protegerlo del Shin Beth [el servicio de seguridad interior]. El terrorista también sabe que Avner Gvaryahu, de Breaking the Silence, un topo alemán, tratará de ‘criminal de guerra’ al soldado que intente impedir el atentado. El terrorista también sabe que Sigi Ben-Ari, del Centro por los Derechos del Individuo, un topo del gobierno noruego, lo defenderá ante la Justicia. Antes de que el terrorista te apuñale, él sabe que Hagai Elad, de B’Tselem, topo de la Unión Europea, acusará a Israel de crímenes de guerra. Yishai, Avner, Sigi y Elad son israelíes. Viven entre nosotros y son topos. Nos combaten cuando nosotros luchamos contra el terrorismo”. En esta lógica, por lo tanto, Europa, que apoya la solución de dos Estados, sería hostil a Israel y cómplice del terrorismo. Im Tirtzu está respaldada por un prestigioso comité de padrinazgo. El mismo está integrado por un grupo de profesores universitarios, entre los cuales se encuentran Israel Aumann, galardonado en 2005 con el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, o el francés Georges-Elia Sarfati, profesor en la Sorbona, así como también abogados como Daphne Netanyahu, la cuñada del primer ministro. Fortalecida por esos apoyos, la organización avanzó otro escalón al denunciar como “topos” izquierdistas a algunos de los principales escritores y artistas del país: Amos Oz, Abraham B. Yehoshua, David Grossman, así como actores de primera línea. Mientras que, hasta entonces, el gobierno y la derecha habían guardado un silencio cómplice frente a ese macartismo, de todos modos algunas voces se dejan oír. “Designar así a supuestos traidores es una vieja técnica fascista, a la vez fea y peligrosa”, lanzó Benny Begin, personalidad histórica del Likud, el partido de Netanyahu, e hijo del ex primer ministro Menahem Begin. Bennett también reaccionó calificando la iniciativa de Im Tirtzu de “molesta e inútil”. Después de eso, Netanyahu no podía quedarse atrás: “Me opongo a la utilización de la palabra ‘traidor’ para describir a aquellos que están en desacuerdo conmigo. Somos una democracia y existe una multitud de opiniones”. Pero al mismo tiempo denunció a Breaking the Silence, “que ensucia el nombre de Israel en el mundo” (6). Por su parte, la ministra de Cultura, Miri Regev, publicó esta aclaración: “Si bien el público tiene derecho a estar informado, hay que evitar los comentarios que pueden incitar a la violencia”. Miembro del Likud, esta activa personalidad tiene sin embargo a los artistas de izquierda entre ceja y ceja. Lo testimonia su proyecto de ley sobre la “lealtad cultural”: este texto pretende prohibir el pago de subvenciones a todo artista que menoscabe los símbolos del Estado, apoye el terrorismo o se oponga a la existencia de Israel como Estado judío y democrático (7). La población no rechaza este proceder. Ya en junio de 2015, la actitud ofensiva de la ministra frente al mundo artístico le significó el apoyo del 59% de los judíos israelíes, según un sondeo del Instituto Israelí por la Democracia ( 8). En cuanto a las ONG de defensa de los derechos humanos, más bien son impopulares: en octubre de 2013, el 52% de las personas interrogadas consideraba que menoscababan el Estado. El guardián del pueblo judío La “Intifada de los cuchillos”, en otras palabras la ola de ataques palestinos contra ciudadanos israelíes militares y civiles, contribuye al endurecimiento de la sociedad y a su giro a la derecha. El sitio internet del “Informe sobre el odio” de la Fundación Berl Katznelson detecta en promedio más de 500.000 comentarios e intercambios de odio o racistas todos los meses (9). En enero de 2016, el editorialista Nahum Barnea describía al Israel de hoy haciendo referencia a la violencia política en Alemania de 1918 a 1933, en vísperas de la toma del poder por los nazis: “Esto se parece a la República de Weimar. Apesta a Weimar. Es cancerígeno como Weimar. No somos la República de Weimar, pero lo que ocurre actualmente recuerda en muchos aspectos lo que allí sucedió. Tal vez sea algo bueno. Tal vez esta ola de incitaciones al odio haga comprender a los israelíes hasta qué punto la pendiente es resbalosa. La bella vida que te nemos –comparada con lo que ocurre entre nuestros vecinos– nos ciega. Hace algún tiempo encontré a uno de los escritores que figuran en una lista [de “traidores”]. Me dijo: ‘Netanyahu dirige nuestro avión derecho a la montaña’. Yo le respondí: ‘Es una mala noticia. La buena es que viajamos en clase business’” (10). A la cabeza del gobierno desde hace siete años, Netanyahu, por su parte, está persuadido de que conduce al país en la buena dirección y mal que bien mantiene el rumbo a la derecha, tanto en el plano económico y social como frente a los 79 palestinos y a sus adversarios políticos. A su juicio, es la izquierda israelí la que siempre se equivocó. En una obra publicada en 1995, después de la firma de los Acuerdos de Oslo, ya explicaba que esa izquierda tenía “una predisposición a absorber los argumentos de la propaganda árabe fundada en el principio de los ‘derechos inalienables del pu eblo palestino’, desembocando en la creación de un Estado palestino al lado de un Israel disminuido. Este síndrome proviene de la enfermedad crónica que afecta al pueblo judío desde comienzos del siglo XX: el marxismo que impregna a los movimientos judíos de izquierda, de extrema izquierda y comunistas en Europa Oriental”. Esto explicaría por qué “personas inteligentes, morales, cultivadas, afirman que Israel debe abandonar los ‘territorios’. […] Asistimos a un ascenso del antisemitismo, a una enorme ola de odio hacia Israel en virtud del islamismo que se refuerza, mientras que la asimilación de los judíos en la diáspora se desarrolla con rapidez. Pero eso no interesa especialmente a la dirección política de la izquierda, que trabaja en realizar el objetivo de ‘liberar a los palestinos de la carga de la ocupación israelí’ abandonando el corazón de la patria del pueblo judío” (11). El primer ministro, pues, se dio por misión garantizar la supervivencia del pueblo judío en su tierra. Según el analista Eldad Yaniv, decano del centro universitario Shimon Peres, “hay una coherencia absoluta entre su ideología y su estrategia política. Él está persuadido de que la llegada al poder de un gobierno de izquierda, o incluso de otros dirigentes de derecha, sería una catástrofe para Israel, del que se considera personalmente como su guardián” ( 12). Sólo después de su cuarta victoria electoral en veinte años, el 14 de mayo de 2015, Netanyahu pudo formar una coalición a su gusto. Liberado de la necesidad de integrar en ella a elementos de centro o laboristas, ahora puede dirigir el país como él lo entiende. Como jefe del gobierno, conserva las carteras de Economía, de Comunicación y de Relaciones Exteriores, donde nombró como ministra delegada a Tsipi Hotovely. Diputada del Likud, cercana al sionismo religioso, esta última es ferozmente opuesta a la creación de un Estado palestino. En consecuencia, fue con total conocimiento de causa como Netanyahu la envió a difundir el mensaje de su gobierno a la “comunidad internacional”: Cisjordania no está ocupada, sino que es parte integrante de la Tierra de Israel. El día de su entrada en funciones, ella expuso su credo ante una asamblea de diplomáticos y de altos funcionarios de su ministerio: “Es importante repetir que esta tierra nos pertenece. Es totalmente nuestra. […] El mundo comprende las necesidades de Israel por lo que respecta a la seguridad, pero los argumentos de ética y de justicia siempre las suplantan”. Para luego citar a Rachi, un talmudista del siglo XI: “Fue por su voluntad por lo que [Dios] dio Canaán a los siete pueblos, y por su voluntad la recuperó y nos la entregó…”. La izquierda amordazada Ya en julio de 2011 Netanyahu había hecho adoptar por la Knesset [el Parlamento de Israel] un proyecto de ley contra el boicot a las colonias. Lanzada por el diputado del Likud Zeev Elkin, esta iniciativa ocurría tras el rechazo de decenas de artistas a presentarse en los asentamientos. El texto, que obtuvo 47 votos a favor y 38 en contra, permite entablar persecuciones judiciales “contra toda persona o institución que se niega a firmar acuerdos económicos, sociales o académicos con una persona o un organismo en virtud de sus lazos con el Estado de Israel, sus instituciones o las regiones bajo su control [los territorios ocupados]”. ONG de izquierda que habían apelado ante la Suprema Corte de Justicia fueron desestimadas el 16 de abril de 2015. Los jueces se contentaron con suprimir el artículo que autorizaba a los tribunales a infligir penalidades ilimitadas a aquellos que llaman al boicot, aunque no se haya probado ningún perjuicio comercial o económico. Este juicio sorprendió a Talia Sasson. Durante veinticinco años ella fue una de las responsables de los servicios del procurador del Estado; hoy preside el New Israel Fund, que financia a varias decenas de ONG israelíes. “Me avergonzó – dice– que la Suprema Corte ratifique esta ley. Su único objetivo es amordazar a la izquierda. Hubiera sido necesario distinguir la prohibición del boicot al Estado de Israel –¡en eso hubiera estado a favor!– y la prohibición del boicot a las colonias. Eso es inaceptable. De hecho, en sus juicios, la Suprema Corte había establecido que Cisjordania no formaba parte del Estado de Israel, que no impuso allí su soberanía”. La determinación de Netanyahu se confirmó en el examen del proyecto de ley sobre la “transparencia” de las ONG por el Consejo de Ministros. El jefe del gobierno dio así su imprimatur al texto enmendándolo al margen: suprimió una disposición que preveía que los miembros de las ONG que perciban financiamientos de un gobierno extranjero deben llevar una identificación específica en sus visitas a la Knesset. Diputado en el Parlamento, dirigente del partido Hatnuah (de centro, aliado al Partido Laborista), Tzipi Livni ocupó varios puestos ministeriales en el curso del último decenio. Ella vuelve sobre el alcance de ese texto controversial: “Cuando estaba en el gobierno como ministra de Justicia [en tres oportunidades, la última de marzo de 2013 a diciembre de 2014], tenía la posibilidad de vetar tales proyectos d e ley, o de rechazar la mayoría de ellos. Salvo que en última instancia las cosas no dependieran del ministro de Justicia, sino del jefe del gobierno. Si él quiere, puede retocar un proyecto de ley. Si quiere preservar su coalición, deja que los elementos extremistas de su gobierno marquen el tono, cosa que, para mi gran pesar, es lo que ocurre. Yo estoy en contra de esos proyectos de ley. Nosotros estamos en la oposición e intentamos ponerles una barrera, pero nuestros poderes son limitados”. Por su parte, Sasson califica ese texto de “estupidez destinada a reducir al silencio al campo de la izquierda. La política de la derecha, en la actualidad, no es ir al debate, a la controversia entre la izquierda y la derecha, sino hacer callar a la izquierda”. Una izquierda que pierde empuje, como lo comprueba la profesora Tamar Hermann : “A comienzos de los años noventa todavía era posible hablar de dos campos que se enfrentaban. Hoy, esto ya no ocurre. No hablo ya de ‘izquierda’, sino del 20% de la población judía adulta que constituye el grupo laico, urbano, educado, universalista, de sensibilidad liberal. […] En cuanto a los más jóvenes, que salieron de él, no recibieron las respuestas que esperaban de sus padres y entonces se volvieron hacia una forma de identidad judía básica de la que son prisioneros”. La universitaria recuerda también que ya en 2009 el análisis sociológico mostraba que más del 51% de los israelíes judíos creían en la llegada del Mesías. Entre ellos había religiosos, pero también tradicionalistas y seculares. Una mayoría más fuerte (67%) estima que el pueblo judío es el pueblo elegido (13). Siete años más tarde, el campo nacionalista religioso se ha reforzado todavía más, puesto que el 22% de la población judía se identificaría con sus valores (14). Livni se preocupa por las tendencias que se desarrollan en el seno de la sociedad: “El público judío tiene la impresión de que estamos rodeados de enemigos. Por otra parte, es la realidad en la difícil vecindad en que vivimos. Hay terrorismo contra Israel; el extremismo islámico se refuerza. Por desgracia, una parte de la sociedad se repliega sobre sí misma. Desconfía de una amenaza exterior, pero también interior, a través de las minorías y los grupos que se oponen a la política 80 del gobierno. Netanyahu los señaló con el dedo durante la campaña electoral. Se ve una unión entre los árabes ciudadanos de Israel, las organizaciones de izquierda y los gobiernos extranjeros. Sectores de la sociedad israelí son así identificados con el enemigo. […] Para mí, sin duda alguna, Israel es la única verdadera democracia en Medio Oriente y debe ser parte integrante de lo que se llama el ‘mundo libre’”. Por su parte, Netanyahu pretende hacer adoptar un proyecto de ley constitucional que redefine a Israel como el Estado nación del pueblo judío y prevé que la legislación se inspire en los principios del judaísmo. El régimen sería definido como democrático, pero sólo los judíos tendrían derechos colectivos en él; los musulmanes y los cristianos, o sea el 20% de la población, no gozarían más que de derechos personales previstos por las leyes. Para Talia Sasson, eso significa que actualmente “el antagonismo esencial en el país no es ‘izquierda o derecha’, sino ‘a favor o en contra de la democracia’”. Mientras que el fracaso del proceso de paz con los palestinos parece conducir inexorablemente a una forma de Estado binacional, la campaña orquestada contra la izquierda por el gobierno y por la derecha formula por lo tanto la cuestión del porvenir de la democracia en Israel. Una cuestión que atañe también a las comunidades judías en el extranjero, donde la mayoría de los intelectuales mantienen un silencio ensordecedor sobre esta evolución. 1. “Report of the Independent Commission of Inquiry on the 2014 Gaza Conflict”, Alto Comisionado de las Nacione s Unidas para los Derechos Humanos, www.ohchr.org. 2. “About us”, http://en.imti.org.il. Véase también Ronen Shoval, “Herzl’s Vision 2.0. Im Tirtzu – A manifesto for renewed sionism”, 2013, https://imti.org.il. 3. Oren Persico, “Supreme Court: ‘Fascist’ Im Tirzu case had no standing”, 972mag.com, 16-7- 015. 4. Véase Julien Salingue, “Alarmes israéliennes”, Le Monde diplomatique, París, junio de 2014. 5. Chemi Shalev, “Im Tirtzu and the proto-fascist plot to destroy Israeli democracy”, Haaretz, Tel Aviv, 16-12-15. 6. Jonathan Lis, “Netanyahu condemns ads attacking left-wing artists: my political opponents are not ‘traitors’”, Haaretz, 28-1-16. 7. “Regev presents ‘cultural loyalty’ bill to MKs”, Ynetnews.com, 27-1-16. 8. “Peace Index—June 2015. Prof. Ephraim Yaar and Prof. Tamar Hermann”, www.idi.org.il. 9. www.hasata.berl.co.il. 10. Suplemento semanal de Yediot Aharonot, Tel Aviv, 29-1-16. 11. Benjamin Netanyahu, Makom Tahat Ha Shemesh, Editions Yediot Aharonot, Tel Aviv, 1995. 12. Salvo mención en contrario, las citas provienen de entrevistas con el autor. 13. “A portrait of Israeli jews. Beliefs, observance, and Values of Israeli jews, 2009”, AVI CHAI –Israel Foundation, Jerusalén, 2012, https://en.idi.org.il. 14. Yair Ettinger, “Study: 22 percent of Israeli Jews identify with religious Zionist camp”, Haaretz, 27-12-14. * Periodista. Autor de Au nom du temple. Israël et l’irrésistible ascension du messianisme juif (1967-2013), Seuil, París, 2013. Traducción: Víctor Goldstein Entrevista a David Harvey. Las grietas de la ciudad capitalista http://socio-ideas.blogspot.mx/2016/03/entrevista-harvey-grietas-ciudad-capitalista.html Archipiélago: Parece que, en los últimos años, la idea de fomentar la competitividad en un entorno crecientemente globalizado ha dejado de ser patrimonio de empresarios y Gobiernos liberales para pasar a presidir también las reflexiones de los urbanistas. Constantemente oímos hablar de la necesidad de transformar las ciudades a través de la actuación urbanística a fin de atraer la inversión de capitales privados. ¿Cómo hemos llegado a esta situación? ¿Qué cree que ha pasado para que se haya dejado tan alegremente de lado toda la vertiente crítica, utópica y social que había marcado buena parte del pensamiento urbanístico? David Harvey: El proyecto neoliberal que se consolidó a principios de la década de los ochenta pretendía fundamentalmente restablecer el poder de las clases dominantes. Entre otras cosas, este nuevo modelo dio rienda suelta a las presiones competitivas y se volcó en la utilización del capital financiero como medio para asegurar la consecución de las tasas de beneficio más elevadas posibles, sin parar mientes en su procedencia. Pero, naturalmente, ninguna de estas medidas 81 podría haber funcionado sin la construcción de un aparato estatal dócil y ésa es la tarea que Thatcher y Reagan acometieron a través de diversos procesos de desregulación y privatización, así como de feroces ataques al poder sindical y al estado de bienestar. Esta transformación supuso el abandono del aparato de Estado socialdemócrata, supuestamente interesado en el bienestar de todos sus ciudadanos –siempre, eso sí, que no amenazara las bases del capitalismo–, y su sustitución por un aparato estatal neoliberal cuya misión consiste en crear un buen clima para los negocios a cualquier precio. Una de las consecuencias de la puesta en marcha de este nuevo modelo fue que todos los Estados del mundo comenzaron a sufrir importantes presiones para que adoptaran políticas neoliberales. Naturalmente, el proceso no ha tenido lugar de manera uniforme y tampoco puede decirse que haya concluido con un éxito total, pero lo cierto es que se ha convertido en una especie de norma universal a la que los Estados más recalcitrantes están obligados a enfrentarse. Desde luego, una vez que esta transformación ha tenido lugar a nivel estatal, hubiera resultado bastante difícil evitar que su lógica se filtrara hasta llegar al nivel de los gobiernos locales, especialmente allí donde el Estado nacional correspondiente se había convertido al neoliberalismo. Los gobiernos locales se han visto obligados en diverso grado a asumir iniciativas más propias de empresas privadas –en particular, por lo que toca a la creación de un entorno favorable para el capital privado a costa, si es necesario, de la población urbana–, un proceso que fomenta la competencia entre las regiones metropolitanas. El problema, como veremos, consiste en hallar formas de responder a este desafío sin descuidar por ello el bienestar de todos los ciudadanos. Archipiélago: Hace algún tiempo señalaba que en los años sesenta la idea de una planificación racional de la ciudad todavía no se contemplaba como una suerte de pesadilla dictatorial. ¿De dónde procede ese miedo a la planificación?, ¿en qué medida el discurso postmoderno ha contribuido a generar esta nueva situación? Harvey: La pérdida de fe en la planificación urbana racional tiene que ver, en primer lugar, con el hecho de que buena parte de aquellas propuestas fracasaron a la hora de cumplir sus promesas. Se basaban en la falsa premisa de que la transformación de las formas espaciales y de entorno constructivo podía ser un medio eficaz para solucionar problemas sociales. En Espacios de esperanza he explicado cómo en su momento no se prestó suficiente atención a este craso error metodológico, que consiste en recurrir a lo que he llamado «utopías de la forma espacial» como vía para hallar una solución, en lugar de construir un utopismo dialéctico abierto a las transformaciones tanto históricas como espaciales. Los enfoques de la planificación racional también se vieron afectados por las contradicciones de un Estado socialdemócrata que buscaba satisfacer las necesidades de la población al tiempo que apoyaba formas capitalistas de desarrollo. La crisis general que comenzó a finales de los años sesenta y que duró hasta el inicio de la apuesta neoliberal en los ochenta giraba precisamente en torno a ese dilema al que la izquierda no logró dar una solución válida. El auge de la crítica postmoderna fue, en mi opinión, una reacción esta situación más que un elemento causal y, de hecho, algunas de sus consideraciones eran sin duda muy valiosas. Pero es cierto que ahora nos enfrentamos a otro problema: debido a su rechazo a reconocer que la lucha de clases es el único medio de contrarrestar el restablecimiento del poder 82 de clase que ha tenido lugar bajo el neoliberalismo, la ortodoxia postmoderna ha terminado por plantear un serio obstáculo a las posibilidades de un cambio progresista. En definitiva, existe el riesgo de una alianza nefasta entre las posiciones neoliberales y las postmodernas, aunque, de eso estoy seguro, muchos de los que se consideran a sí mismos parte integrante del ámbito postmoderno jamás se considerarían aliados del neoliberalismo. Archipiélago: ¿En qué podría consistir en estos momentos una postura crítica dentro del discurso del ordenamiento urbano? Harvey: Una postura crítica por lo que toca al planeamiento urbano debería incluir dos elementos íntimamente relacionados entre sí. En primer lugar, debe reconocer que las frecuentes contradicciones que se dan en el seno del proyecto neoliberal o entre los distintos segmentos de las clases dominantes proporcionan cierto margen de maniobra para llevar a cabo diversas actuaciones constructivas y creativas en el proceso de planificación que pueden acarrear beneficios para los grupos o clases marginales. En segundo lugar, ha de identificar las posibles alianzas de fuerzas que pueden formarse en el seno de los movimientos sociales urbanos (que, sí, todavía existen) o entre los movimientos populares más en general y que podrían sentar una base para avanzar sutilmente en un proceso de planificación que pudiera facilitar el desarrollo de las fuerzas favorables al cambio. Pero, además, también hay que tener en cuenta que la lucha ideológica por reapropiarse del derecho a la ciudad que las élites han usurpado y por afianzar los movimientos populares podría ser un primer paso en la definición de una base política desde la que orquestar un contraataque más amplio contra el proyecto neoliberal en general. Archipiélago: Cuando el discurso oficial se ve obligado a afrontar el aumento de la economía informal y sumergida en las metrópolis, del resurgir de métodos de explotación decimonónicos y bolsas de pobreza aguda, lo hace como si se tratara de una lacra del pasado, como si fuera un problema ajeno a la nueva organización económica. En cambio, Usted ha señalado que el crecimiento de la informalización y la emergencia de espacios urbanos desregulados en los que se toleran esas prácticas es un fenómeno rigurosamente coherente con el nuevo régimen de acumulación flexible. ¿Puede hablarnos de la coherencia de esas dos realidades? ¿Se trata, de algún modo, de una aplicación al ámbito del urbanismo de la relación entre centro y periferia del modelo de Wallerstein? Harvey: Un elemento fundamental en el proyecto neoliberal ha sido la nueva ronda de cercamientos de las propiedades comunes que se ha llevado a cabo a través de la privatización. Este proceso ha significado una «segunda vuelta» de lo que Marx llamó «acumulación primitiva» y que yo prefiero denominar «acumulación por desposesión». Dado que se trata de una piedra angular de la apuesta neoliberal, no debería sorprendernos la revitalización de antiguas prácticas laborales asociadas con la proletarización y con la pérdida de derechos en general. El hecho de que este tipo de prácticas puedan ahora verse en los centros tradicionales del capitalismo avanzado como Nueva York o Los Ángeles tiene menos que ver con una importación de prácticas laborales desde la periferia o con su pervivencia desde un pasado distante que con la ubicuidad del neoliberalismo. Desde luego, hemos tenido pruebas suficientes de que cuanto más neoliberal se 83 hace un país (como Estados Unidos o Inglaterra), más altos son los niveles de desigualdad social y más comunes son esas prácticas laborales atroces a las que hacíais referencia. Archipiélago: También ha señalado que las inversiones en infraestructuras orienta-das a mejorar la posición competitiva de una ciudad y las prestaciones económicas con las que se pretende atraer empresas o retenerlas en las ciudades son una forma de subvención a los consumidores ricos y las compañías que se realiza a costa del consumo de la clase trabajadora y de los pobres. Desde esta posición, ¿tiene sentido defender simultáneamente (como hace, por ejemplo, Manuel Castells) una política urbana orientada hacia la competición más feroz y una ciudad más justa y cohesionada para todos, en la que los precios de la vivienda estén controlados y en la que haya unos buenos servicios sociales? Es decir, ¿no son en último término incompatibles ambos objetivos? Harvey: Cuando la inversión pública se destina a la creación de un buen clima para los negocios se está subsidiando el capital y, por tanto, se está contribuyendo al proceso de restablecimiento del poder y los privilegios de clase. No obstante, en estos procesos hay ciertas contradicciones que hay que analizar detenidamente. Por ejemplo, hacer más competitiva una ciudad podría requerir prestar atención a cuestiones relacionadas con la calidad de vida en el área urbana y, lógicamente, el empobrecimiento atroz de la población puede constituir un elemento muy poco atractivo para ciertas inversiones de capital. En consecuencia, si lo que se quiere es atraer turismo y ciertos tipos de actividad empresarial, la construcción de un entorno urbano tranquilo, creativo, interesante, etc. puede pasar a formar parte del proyecto neoliberal. Por lo demás, la competencia espacial es siempre una competición monopolística y en ciertas ocasiones es posible hacer un uso muy eficaz del elemento monopolista. Por ejemplo, hacer una ciudad única, especial y «auténtica» puede resultar muy atractivo y por esta razón hay tantas ciudades que han comenzado a prestar atención a su herencia cultural o a consideraciones culturales en general, con el objeto de realzar su naturaleza comercializable. Esta estrategia puede incluir desde el recurso a la arquitectura de firma (como el Guggenheim de Bilbao o ciertas instalaciones culturales de Barcelona) hasta la reconfiguración y mercantilización de ciertas tradiciones. Yo no estoy a favor de este tipo de márketing que convierte la ciudad en una marca comercial pero es importante darse cuenta de que en estas estrategias hay contradicciones que podrían emplearse para intentar devolver el poder a los movimientos sociales y para mejorar el bienestar urbano. A eso me refería cuando hablaba de la necesidad de analizar las contradicciones del neoliberalismo y de conectar ese análisis con una comprensión de los rumbos que podrían tomar los movimientos sociales urbanos progresistas. Archipiélago: Últimamente han surgido voces que aseguran que se está produciendo una cierta pérdida de poder de los Estados-nación que podría redundar en una mejora de las condiciones para la movilización y la toma de decisiones de la ciudadanía en el plano local. ¿Qué opinión le merecen esta clase de ideas? Harvey: Sostener que el Estado-nación ha perdido poder es una estupidez. El hecho de que se haya convertido en un Estado neoliberal por oposición al Estado socialdemócrata indica meramente que su papel ha cambiado. Y esto es así tanto a nivel local cuanto a nivel nacional. 84 Archipiélago: En numerosas ocasiones ha sostenido que no se debería estudiar la ciudad capitalista como una entidad legal o política ni tampoco como un artefacto físico sino que, más bien, hay que ocuparse de procesos de circulación de capital, de los flujos variables de fuerza de trabajo, mercancías y capitales, etc. Desde esta posición, ¿qué piensa de la asombrosa proliferación de estudios urbanos centrados en la idea de ciudad como «texto», de esa especie de giro lingüístico que ha tenido lugar en este tipo de estudios? Harvey: La forma de representación de la ciudad en el pensamiento es un tema muy importante y qué duda cabe de que en nuestra experiencia de la vida urbana siempre entra en juego un elemento estético. Así que, en principio, no tengo ningún problema con ciertas formas de estudiar la ciudad como un texto o de seleccionar como tema de análisis la manera en que se representa la ciudad en el ámbito textual. El problema surge cuando se dice que la ciudad es sólo texto y nada más. Me parece una postura tremendamente estúpida cuya principal aportación es lograr que los banqueros, especuladores, terratenientes y constructores hagan el camino al banco muertos de risa, bien conscientes de que la oposición que puede plantear el análisis textual es absolutamente insignificante. Archipiélago: A menudo ha defendido la idea de que el capitalismo supera sus contradicciones internas –en particular, sus crisis de sobreacumulación– a través de soluciones espaciales. ¿Puede hablarnos de estas «soluciones» y de cómo afectan a las ciudades? Harvey: Durante mucho tiempo, las ciudades han sido sumideros para la inversión. En consecuencia, se da una relación de vital importancia entre los flujos de inversión en el entorno construido y la tendencia hacia la sobreacumulación (es decir, la producción de capital excedente enfrentada al problema de la falta de oportunidades rentables de inversión). Así pues, la construcción y reconstrucción de las ciudades debe situarse de pleno en este contexto de acumulación y sobreacumulación. Como señaló Marx, una de las peculiaridades del capital fijo de tipo independiente (casas, hospitales, carreteras, etc.) es que su circulación no está supeditada a los beneficios sino que basta con que genere intereses, una característica importante a la hora de entender cómo el proceso urbano se integra en las reglas de circulación del capital. Esta situación tiene distintas consecuencias: en primer lugar, la forma espacial se ve constantemente remodelada de acuerdo con los dictados de la acumulación y, en segundo lugar, se emprenden proyectos de reinversión en todos aquellos espacios urbanos ya existentes que tengan una baja rentabilidad (por ejemplo, construyendo instalaciones culturales, estadios de fútbol, etc.). Muy a menudo estos procesos tienen lugar con perjuicio de los vecinos de la zona y también aquí hallamos una fuente de oposición considerable a las reglas de juego del desarrollo urbano que establece el capital. Archipiélago: En los últimos años, entre este tipo de soluciones ya nunca se cuenta la posibilidad de un incremento del gasto público que suponga algún tipo de redistribución de la riqueza, una suerte de nuevo New Deal o de reforma social en el interior. ¿A qué cree que se debe esta situación? Harvey: Desde mi punto de vista, el neoliberalismo como solución a los males del capitalismo está completamente agotado. Además, ha generado una importante oleada de oposición por todo el mundo que está comenzando a unirse alrededor de un movimiento en pro de una globalización 85 alternativa o de una justicia global. En estos momentos no creo que este movimiento tenga la fuerza suficiente o esté lo bastante afianzado como para presentar una alternativa global, aunque veo factible que pueda llegar a hacerlo en los próximos años. En el ínterin, por tanto, parece que una suerte de nuevo New Deal o de retorno a formas más socialdemócratas de gobierno habría de considerarse no sólo deseable sino también posible. Ahora bien, al reclamar una solución de este tipo debemos estar bien seguros de no repetir los errores de las viejas formas socialdemócratas del pasado y de no caer otra vez en la trampa del «utopismo espacial» y en los problemas de la planificación racional tal como se manifestaron en los años sesenta. Debemos dirigir la vista atrás y analizar cuidadosamente por qué la izquierda fracasó en los años setenta y examinar las formas en las que los movimientos de oposición están articulando hoy día una línea política muy diferente de la que existió en el pasado. No deberíamos buscar un camino de retroceso pendular hacia donde ya estuvimos antes, sino que deberíamos esforzarnos por movernos en espiral a través de un nuevo estallido de energía en torno a los ideales de un gobierno democrático. Archipiélago: Hoy en día, en España, el único sector que mantiene activa la economía es el inmobiliario. ¿Cuánto tiempo puede aguantar una economía en la que la construcción y la compraventa inmobiliaria son los únicos sectores con crecimiento? ¿Qué papel desempeña la especulación inmobiliaria en las grandes crisis económicas? Harvey: Tanto en Gran Bretaña como en Estados Unidos el sector inmobiliario ha jugado un papel fundamental permitiendo a ambos países sobrellevar la recesión que comenzó en 2001. Y esto parece ocurrir también en otros países, como España. Merece la pena recordar el papel que tuvo el hundimiento del sector inmobiliario en las grandes recesiones del pasado (como la del verano de 1973, el declive de finales de los años ochenta, el fin del boom en Japón o la crisis fiscal en la que se vieron sumidos Tailandia y los demás países del Este y del Sudeste asiático en 1997-1998). En mi opinión, en estos momentos nos encontramos en una fase clásica de utilización del entorno construido como un sumidero para el capital excedente en un momento de sobreacumulación, y la única pregunta que cabe hacerse es cuánto puede durar esta situación sin que la burbuja inmobiliaria estalle y si, cuando esto ocurra, habrá otras salidas disponibles que permitan aprovechar toda esta capacidad o si nos veremos abocados a una recesión deflacionaria (una versión a escala mundial de lo que le sucedió a Japón en los años noventa). No puedo prever el porvenir, pero estoy prácticamente seguro de que en un futuro no muy lejano tocará realizar ciertas «correcciones» difíciles en el negocio de la inversión inmobiliaria. Archipiélago: En sus textos se ha distanciado claramente del tradicional desdén que han mostrado los marxistas por las cuestiones relacionadas con la justicia y los derechos. ¿Cree que son cuestiones que tienen un particular interés en el ámbito de los conflictos específicamente urbanos? Harvey: La cuestión de la justicia social y de los derechos es un arma con doble filo. En mi opinión, no podemos arreglárnoslas sin tales conceptos en la vida política, ya que son cruciales en cualquier forma de lucha. La dificultad surge cuando se presupone que hay una única concepción fija y universal de los derechos a la que todos deberíamos adherirnos. Sabemos que, en la coyuntura actual, el derecho a la propiedad privada y la tasa de beneficio dominan sobre cualquier otro tipo de derechos y que esos derechos están consagrados en la Declaración de las Naciones Unidas. Pero 86 también debemos dar-nos cuenta de que los trabajadores y los vecinos de los barrios luchan por sus derechos y en contra de la injusticia; eliminar todo esto de la política sería una locura. Entiendo perfectamente la crítica de Marx a los derechos universales y comparto su postura, pero me niego a abandonar el poder de un lenguaje que puede impulsarnos de manera muy poderosa a restablecer las condiciones de un gobierno democrático. La definición de justicia o de derechos que se obtenga depende de la lucha y el punto en el que Marx tenía razón es en insistir en que la lucha viene primero. En cualquier caso, cuando necesitamos articular los motivos por los que estamos luchando, las ideas sobre la justicia y los derechos son imposibles de ignorar. Extraído de: Entrevista a David Harvey. Las grietas de la ciudad capitalista. Cuadernos del CENDES, vol. 24, núm. 65, mayo-agosto, 2007, pp. 131- 138 Disponible en Redalyc La privatización de las universidades http://www.buzos.com.mx/revhtml/r706/principal.html /facebook @twitter Martín Morales Entrevistado por Buzos de la Noticia, el doctor Manuel Gil Antón, profesor e investigador del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México (Colmex), especializado en Educación superior, fue categórico al manifestarse porque el Congreso de la Unión establezca de una vez por todas que la educación superior impartida por el Estado mexicano sea gratuita, tal como lo dispone el Artículo Tercero constitucional, a fin de eliminar las cuotas que se exigen en las universidades públicas de las entidades federativas. Mientras eso no esté claro –abundó– continuará en la indefinición el esquema estatal semiprivatizado de educación superior que hoy prevalece en el país, toda vez que las cuotas se visualizan como legales y se acepta la discrecionalidad con que los gobiernos estatales hacen sus aportaciones y transfieren recursos federales a las universidades públicas, cuya insuficiencia implica el frecuente riesgo de incrementar las cuotas estudiantiles para cubrir los faltantes, hecho que está convirtiendo a algunas de ellas en elitistas al excluir a los aspirantes que no pueden pagar esas cuotas. Recientemente, este esquema dio lugar al decreto por el que se crea el sistema de Universidades Públicas Estatales (UPE) –integrado por 34 centros escolares– cuya mayoría vive al borde del ahogo financiero, pues con demasiada frecuencia no tienen dinero para pagar la nómina de su personal, mejorar su oferta educativa y ampliar sus matrículas escolares. “Es una privatización de facto por dos vías: una, porque las reducciones presupuestales obligan a las universidades a limitar el crecimiento de su matrícula, dirigiendo la demanda hacia opciones de educación privada, que aquí en Veracruz hemos visto que han tenido un crecimiento exponencial en los últimos años, alentado, precisamente, por esa demanda insatisfecha; y otra, porque se obliga a la privatización de las propias universidades públicas, porque en la medida en que hay una restricción presupuestal éstas tienen que cobrar cuotas a sus estudiantes para poderse sostener; quienes a su vez se ven obligados a pagar parte del costo de su financiamiento. Esta restricción presupuestal está deteriorando el bienestar de la población, que, evidentemente, tiene que echar mano de sus limitados recursos para financiar la educación universitaria de sus hijos; es un fuerte impacto también porque una institución educativa así de limitada no puede ofrecer la educación que el desarrollo exige”, comentó a este semanario el doctor en Economía, Hilario Barcelata Chávez, coordinador del Observatorio de las Finanzas Públicas de la Universidad 87 Veracruzana (UV), uno de los académicos que han demandado insistentemente la regularización de la ministración de recursos estatales y federales para esa institución, obstaculizada por el actual mandatario estatal, Javier Duarte. “Es una situación muy grave en todo el país y llevará a las universidades públicas a una situación como la que estamos pasando en Veracruz; es dramática, porque no sólo hay restricción presupuestal, sino que además el Gobierno estatal no le transfiere los recursos a la institución en tiempo y forma; van acumulándose deudas muy grandes que limitan su funcionamiento y de proveer, de manera eficiente, los servicios de educación superior”, señaló el doctor Barcelata. Al cierre de edición, tras dos años de lucha, la UV no recibía aún su financiamiento. Intereses empresariales Orillados por la falta de cumplimiento del necesario financiamiento de las universidades públicas, los consejos universitarios han buscado formas emergentes de subsanarlas, cuyo monto va en proporción al presupuesto oficial no recibido mediante el cobro de cuotas por algunos servicios escolares e, incluso, la firma de acuerdos con empresas privadas para la prestación de labores de investigación, asesorías, entre otras. Por ejemplo, en la Universidad Autónoma de Coahuila (UAC) el costo total de un semestre es de 13 mil 854 pesos, monto que la convierte en una de las escuelas más caras del país. En la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) el precio de la inscripción semestral a la carrera de medicina es de cinco mil 880 pesos y la de derecho, cinco mil cinco pesos. También se pide un certificado médico externo, con un costo adicional, a todo lo cual se suma el alto precio de los libros en lengua extranjera. La inscripción a la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) va de los dos mil 705 a los dos mil 485 pesos. En la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) es cinco mil pesos, lo que equivale a un costo promedio de 40 mil pesos para una carrera de ocho semestres. En la Universidad de Guanajuato (UGTO) la inscripción por plan semestral es de mil 275 pesos. En la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), hay una cuota anual que va de tres mil 700 a seis mil 200 pesos dependiendo de la carrera. En la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), la inscripción es de mil 500 pesos y el costo total de una licenciatura oscila entre 12 mil y 15 mil pesos, más los gastos adicionales del material didáctico. En la Universidad de Colima se han presentado reiteradas muestras de inconformidad estudiantil ante las cuotas escolares, (en promedio hasta dos mil 500 pesos), cifra que se considera muy alta comparada con los servicios que ofrece el centro escolar. En la UV la cuota de nuevo ingreso en el periodo febrero-julio de 2016 en la Facultad de Contaduría y Administración fue de 900 pesos y el Consejo Universitario calculaba en diciembre pasado un nuevo incremento de cuotas debido a la falta de ingresos. El 27 de febrero, estudiantes se movilizaron para protestar por el alza de cuotas, al señalar que no tenían dinero para costear esos pagos. Un caso singular se encuentra en la Universidad Autónoma de Durango (UAD), que a pesar de ser considerada una institución pública, en realidad, parece una escuela privada. La colegiatura anual de carrera de medicina cuesta 20 mil pesos. El costo promedio de las licenciaturas es de 80 mil uno a 200 mil pesos. El doctor Manuel Gil Antón explica: “las universidades se mantienen con subsidio estatal y federal, pero hay una enorme diversidad en las proporciones en las que participan; hay estados en los que la universidad pública recibe más del 50 por ciento por parte de uno y menos del 50 por ciento de la Federación; otros en donde el 10 por ciento es del estado y el 90 por ciento del Gobierno Federal. Ha habido una sistemática diferenciación de lo que aportan ambos y eso se ha convertido en uso y costumbre. Del mismo modo, son muy variables las cuotas que pagan los estudiantes. 88 Existen estados en donde las cuotas son muy altas en comparación con los 50 centavos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En eso tampoco hay una regulación legal. Un tercer elemento es que los problemas que estamos viviendo en Veracruz se deben a que las participaciones federales, asignadas y etiquetadas hacia la UV, no las han querido entregar. Cuando hay recursos federales que no se quieren entregar se está cometiendo un delito, y si no se quiere entregar la partida estatal comprometida, no sólo se está cometiendo un delito, tambiénse está haciendo inviable la autonomía universitaria”. Viejo embrollo Es un viejo embrollo al que se enfrentó también la principal casa de estudios de México: la UNAM, cuando alcanzó su primer grado de autonomía en 1929. La universidad, fundada en 1910, estuvo a cargo de la administración pública desde su origen. La reforma de 1929 le dio autonomía, pero no la desligó de la administración federal, por lo que el Presidente de la República seguía nombrando al rector (como aún sucede en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), dado que a la fecha no es autónoma). Bajo un régimen autónomo, se dijo que la universidad tendría que hacerse cargo de su financiamiento (de hecho, esto fue causa de protestas, debates, negociaciones). Los estudiantes decían: ‘autonomía y dinero público’, y el Gobierno: ‘autonomía, pero yo mando dentro de la institución’. Ése es el punto. El régimen autónomo pleno de la UNAM se alcanzó en 1946 (aunque tras bambalinas el Presidente de la República en turno sigue teniendo poder para influir en la designación de rectores y otros funcionarios escolares). El antecedente de la declaratoria de creación de la UNAM como tal y lo dispuesto por el Artículo Tercero constitucional, incluye tres aspectos: autonomía para elegir a sus autoridades y determinar su régimen interno; autonomía financiera, es decir, independencia en el manejo de sus recursos, y autonomía en la fijación de planes de estudio y programas, certificación de éstos y libertad de cátedra. La UNAM hoy recibe financiamiento público y tiene autonomía completa, aunque el dinero de todos modos es insuficiente para aumentar la matrícula cada año y dar entrada a todos los jóvenes que piden estudiar. Tampoco es suficiente para operar proyectos, de ahí que en la era neoliberal haya crecido la tendencia a que los centros de investigación firmen convenios mercantiles y presten servicios a corporativos privados a cambio de dinero, mientras los resultados de esa investigación (que debería quedar al servicio del pueblo), es privatizada por empresarios e, incluso controlada secretamente por gobernantes y funcionarios públicos, quienes las pagan con dinero público. Gil Antón señaló como indispensable una reforma para establecer las definiciones legales requeridas, evitando con ello una serie de interpretaciones por parte de autoridades, sobre todo estatales, que tratan de evadir la responsabilidad de financiar la educación superior. “La propia Constitución de la República dice que la educación que imparta el Estado será gratuita. Pero se ha interpretado que solamente se trata de la educación básica, lo será también la preparatoria cuando se haga obligatoria, y que la educación superior no tiene por qué ser gratuita. De hecho, no hay educación superior en México absolutamente gratuita; aunque sean 50 centavos, pero se pagan. Si en algún estado una Constitución local determinara que la educación superior además de ser autónoma es gratuita, entonces cualquier cobro sería ilegal, pero si no es una modificación de la Constitución, sino un acuerdo de Gobierno, éste cesa cuando ese Gobierno termina”. 89 En su análisis Naturaleza jurídica de la universidad pública, el doctor Jorge Fernández Ruiz del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, describe las implicaciones de los conceptos “público”, “educación pública”, “centralización” y “descentralización”, y pone de relieve las imprecisiones que hay sobre el concepto “público y servicio público”, tal como el de la educación: “la universidad pública autónoma es un organismo descentralizado del Estado, no de la administración pública; su creación se efectúa mediante ley que le otorga la autonomía prevista en la Constitución, que en la fracción VII de su Artículo Tercero establece: “las universidades y las demás instituciones de educación superior a las que la ley otorgue autonomía tendrán la facultad y la responsabilidad de gobernarse a sí mismas; realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo con los principios de este artículo, respetando la libertad de cátedra e investigación y de libre examen y discusión de las ideas; determinarán sus planes y programas; fijarán los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal académico y administrarán su patrimonio”. El doctor Fernández resalta un aspecto central del texto anterior: “el organismo descentralizado del Estado, en cuyo troquel se acuña la universidad pública autónoma, tiene personalidad jurídica y patrimonio propios; no depende de ninguno de los tres poderes tradicionales (Ejecutivo, Legislativo y Judicial)”. En el subsistema de otras universidades estatales, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo cuenta con autonomía equivalente, pero la UV no. No obstante, ambas, como otras del país, han enfrentado severos problemas de financiamiento. Obstáculos para la autonomía Caso emblemático es el de la UV. La Federación envió el presupuesto (451 millones de pesos) pero el Gobierno estatal se mostraba renuente a dárselo, incluida, la parte correspondiente a la actual administración. Al cierre de esta edición, el Gobierno adeudaba de acuerdo con la rectora Sara Ladrón de Guevara, dos mil 76.8 millones de pesos que no tenía para cuando entregar a la institución, pese a las demandas judiciales, movilizaciones y críticas recibidas en la entidad y el país. Del monto adeudado, mil 625.1 millones de pesos corresponden al Gobierno veracruzano y el resto a la Federación. Como vocero del colectivo En Defensa de la UV, formado por profesores e investigadores, Barcelata dijo a Buzos que toda esta situación estaba llevando a la universidad colapso. Resaltó que el retraso en la entrega de los recursos, por el que deberían sumarse costos adicionales, en el fondo existe un Plan de Ajuste Financiero, elaborado por el Gobierno local, por medio del que se estarían reduciendo 882 millones de pesos al presupuesto de la UV entre 2016 y 2021. Sara Ladrón de Guevara indicó que con el apoyo de estudiantes y cuerpos académicos y de investigación se interpusieron demandas legales en contra de la administración duartista; la primera fue por violación al derecho humano a la educación, con base en un recurso de amparo directo, debido a la reducción de 249.8 millones de pesos en el presupuesto de este año. Otra se interpuso ante la Fiscalía general de estado, por mil 625 millones de pesos; y una más ante el Ministerio Público federal, por 451.7 millones de pesos. Otro caso singular se está dando en la UMSNH, en donde la estudiante María de los Ángeles Cárdenas Alvarado y 49 de sus compañeros solicitaron un amparo al Poder Judicial de la Federación (PJF) por el cobro de cuotas emprendido por las autoridades de la institución educativa, a pesar de que la Constitución estatal, reformada durante el mandato del gobernador Leonel Godoy, en agosto de 2010, se aprobó establecer el principio de gratuidad de la educación pública en todos sus 90 niveles, es decir, incluida la educación superior, a diferencia de la Constitución que no la define en específico. A partir de esto, se usó un mecanismo administrativo para que el estado aplicara un subsidio a la UMSNH con el fin de permitir el cumplimiento de la nueva norma constitucional estatal. En los artículos transitorios de la reforma se estableció que el estado se haría cargo de manera gradual de financiar la educación superior pública, de acuerdo con la disponibilidad de recursos. Cuando Godoy dejó el Gobierno se suspendió la transferencia de recursos aunque la universidad mantuvo el régimen entre 2012 y 2013; pero en agosto de 2013, el Consejo Universitario determinó aplicar cuotas estudiantiles ante la falta de recursos, momento en el que la estudiante María de los Ángeles Cárdenas procedió a solicitar un amparo, mismo que le fue concedido en primera instancia, aunque el caso llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde al cierre de esta edición se mantenía en discusión. La Subsecretaría de Educación Superior (SES) de la Secretaría de Educación Pública (SEP) tiene registradas mil 500 instituciones de educación superior (IES) de la más diversa índole, tanto públicas como privadas. Según el Sexto Informe de Gobierno de 2012, hay seis mil 878 planteles con 342 mil 269 plazas docentes y dos millones 932 mil estudiantes matriculados. De las mil 500 instituciones, 366 son algún tipo de universidades estatales y federales, de acuerdo con datos de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). Por su parte, la SES divide todas esas IES en subsistemas: Universidades Públicas Federales (UPF); Universidades Públicas Estatales (UPE); Universidades Públicas Estatales con Apoyo Solidario (UPEAS); Institutos Tecnológicos; Universidades Tecnológicas; Universidades Politécnicas; Universidades Interculturales; Escuelas Normales Públicas y “otras instituciones públicas” que por su naturaleza particular, no se pueden incluir en los subsistemas anteriores. Como ejemplo principal de la insuficiencia financiera, 200 mil jóvenes son rechazados cada año por la UNAM, el IPN y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). El rezago es acumulativo. En el subsistema de (UPF) hay nueve instituciones, entre ellas, la UNAM, el IPN y la UAM. Si en éstas hay problemas financieros, en los estados la situación se agrava. Todos los años es prácticamente lo mismo. Para ilustrar esto basta citar el reporte oficial de marzo de 2015, sobre el primer concurso para ingresar al ciclo de licenciatura 2015-2016. De 128 mil 519 estudiantes que presentaron examen en febrero, solamente fueron seleccionados 11 mil 490, es decir, el 8.9 por ciento de los solicitantes. En el caso de la UNAM se admitió a seis mil 893 estudiantes de los 60 mil 254 solicitantes; es decir, sólo ingresó 11.4 por ciento del total de demandantes de un lugar para estudiar alguna de las 113 carreras universitarias en el ciclo 2015-2016, en las modalidades escolarizada, abierta y a distancia. Hay 34 universidades que forman el subsistema de UPE que son las autónomas, unas tienen autonomía plena, otras no, pero todas tienen problemas de financiamiento. La nueva estrategia de poder del capitalismo mundial // Suely Rolnik http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2016/03/la-nueva-estrategia-de-poder-del_7.html Este texto presenta dos extractos de la entrevista de Aurora Fernández Polanco y Antonio Pradel a de Suely Rolnik para Re-visiones (# Cinco – 2015) [1] Fue reformulado por la autora durante los últimos dos meses y fundamentalmente a partir de los últimos hechos políticos ocurridos en Brasil, 91 cuyo corolario momentáneo ha sido el allanamiento de la residencia del expresidente Lula da Silva y de su instituto, y su conducción coercitiva a declarar ante la Policía Federal. *** Extracto 1 (acerca de las izquierdas) AFP/AP.- ¿Cómo ve usted lo que está pasando con los gobiernos de izquierda en América Latina? SR.- Yo creo que lo que pasó en la Unión Soviética y lo que ahora estamos viviendo con los gobiernos de izquierda en América Latina son experiencias muy tristes y decepcionantes, pero también muy valiosas. ¿Por qué? Porque nos permiten reconocer lo que puede la izquierda y también lo que no puede, dados sus límites infranqueables inherentes a su propia lógica. Pues bien, lo que la izquierda puede es practicar el máximo grado de resistencia en el ámbito del Estado. Una forma de resistencia que tiene que ver con luchar por una democracia que no sea solamente política, sino que también sea económica y social: por la distribución más justa de la riqueza material, lo cual incluye los derechos a la vivienda, a la salud, a la educación, etc. Por eso siento gratitud para con los ancestros de izquierda, que son los que lucharon en el contexto de la democracia burguesa, pese a que unos hayan sido más lúcidos, más valientes, más persistentes e, incluso y sobre todo, más íntegros que otros. En este sentido, yo he sido, soy y, probablemente, seguiré siendo de izquierda. Incluso, más que pensar en términos de izquierda y derecha, me gusta la idea de Laymert Garcia dos Santos de que deberíamos pensar en términos de una menor o mayor permeabilidad del Estado al neoliberalismo, a sus supuestos y al modo en que éste actúa a escala planetaria[2] codo a codo con el Capitalismo Mundial Integrado, tal como lo llama Guattari al capitalismo financiarizado, que ha colonizado el conjunto del planeta. [3] Ser a favor de un Estado más justo y con menos permeabilidad al neoliberalismo es lo mínimo de lo mínimo; no tener ni siquiera esta conciencia moral ya es del dominio de la psicopatología, con fuerte tendencia a la psicopatía. AFP/AP.- Y más allá de lo que puede la izquierda, ¿cuáles son sus límites? SR.– Si hemos vivido el destino de las así denominadas revoluciones del siglo XX como una traición es porque todavía manteníamos la creencia de que un día existiría esta totalidad llamada Revolución (un vestigio de la idea monoteísta de Paraíso, no sólo por la supuesta ausencia del mal, sino y por sobre todo a causa de su supuesta perfección eterna, donde estaríamos también supuestamente libres de las turbulencias ineludibles de la vida y de las diferentes reacciones frente a ellas, con los conflictos que esto involucra). Sin embargo, lo que está pasando en América Latina nos lanza hacia otro nivel de lucidez, que depende de un saber ético, más allá de una conciencia moral: lo que puede la izquierda choca contra su propio límite, el límite del régimen antropo-faloego-logo-céntrico del que ella misma forma parte. Incluso es eso lo que, en algunos países del continente, la ha llevado a extremos de autoritarismo, como ha sido el caso de Cuba y, actualmente, también el de Venezuela y el de Ecuador, de distintos modos y en distintos grados. Es esto también lo que la ha llevado en otros países del continente a altos grados de corrupción, tal como en los casos de Argentina y de Brasil. Resulta evidente que este derrocamiento de las izquierdas no sólo en el continente sudamericano sino en el ámbito internacional es peligrosísimo (la masa fascista y toda esa mierda); pero, por otro lado, sirve para darnos cuenta en nuestra experiencia corporal que no basta con actuar macropolíticamente. ¿Por qué? Porque, desde el punto de vista micropolítico, por más que se haga, por más brillante que sean las ideas y las estrategias, por más valientes que sean las acciones, por más éxito que tengan, por menos autoritarias y corruptas que sean, lo que se logra en la mejor de las hipótesis es una reacomodación del mismo mapa, con la única diferencia de que sea más justo. Y todo vuelve al mismo lugar. Yo no me sorprendo para nada de que todo se repita y vuelva a aquello de lo que pretendíamos salir. No siento ni resentimiento, ni rabia, ni odio ni tampoco me siento traicionada, porque sé que en el marco de esta lógica no podría ser de otra manera y, además, porque gracias a esta situación podemos reconocer más claramente que hay que desplazarse de la micropolítica dominante, la 92 micropolítica reactiva del inconsciente colonial-capitalístico que comanda al sujeto moderno que todavía somos. AFP/AP.- A esta noción de inconsciente colonial usted la creó hace algunos años y la ha venido trabajando desde entonces. ¿Como la definiría hoy en día, que ha pasado a denominarla “inconsciente colonial-capitalístico”? SR.- Sí, tiene razón, es importante aclararlo para nuestra conversación… Para eso necesitaré plantear algunas ideas que nos tomarán un poquito más de tiempo. Tengo que hablar de dos tipos de experiencia que hacemos del mundo. La primera es la experiencia inmediata basada en las capacidades de percepción y de los sentimientos del yo. Éstas sirven para descifrar las formas del mundo según los contornos actuales de la cartografía cultural. Es decir, cuando veo una forma, o cuando escucho, o cuando siento algo, lo asocio inmediatamente con el repertorio de representaciones que poseo, de manera tal que lo que voy a ver, escuchar o sentir está marcado por ello. Desde luego que esto es muy importante, pue4s hace posible la vida en sociedad. Pero no es más que una de las experiencias de la subjetividad; es la dimensión de esa experiencia que llamamos «sujeto» En nuestra tradición occidental se confunde «subjetividad» con «sujeto», porque es sólo esa capacidad la que tiende a estar activada. Sin embargo, la experiencia que la subjetividad hace del mundo es mucho más amplia y más compleja. El otro tipo de experiencia que la subjetividad hace del mundo, al que llamo el «afuera-del-sujeto», es la experiencia de las fuerzas que agitan el mundo como un cuerpo vivo que produce efectos en nuestro cuerpo en su condición de viviente. Y esos efectos consisten en otra manera de ver y de sentir lo que pasa en cada momento (lo que Deleuze & Guattari llamaron «perceptos» y «afectos», respectivamente). Es un estado que no tiene imagen, que no tiene palabra. No es que el mundo como supuesto «objeto» influya sobre nosotros como supuestos sujetos, sino que el mundo «vive» en nuestro cuerpo bajo el modo de afectos y perceptos. Y como este estado es el de una especie de mundo larvario que no tiene ni imágenes ni palabras y es, por principio, intraducible en la cartografía cultural vigente, ya que es exactamente lo que escapa a ella, se genera una fricción entre ambos. Dicha fricción produce una experiencia de desestabilización, de desterritorialización que promueve una inquietud, un malestar. Ésta es una experirencia inevitable en cualquier tipo de cartografía cultural y en cualquier época, pues resulta de la propia esencia de la vida. Lo que cambia de una cartografía a otra, o de una época a otra, es el tipo de relación con la inquietud que predomina en la subjetividad. Es algo que tiene consecuencias muy importantes porque es precisamente esa experiencia la que convoca al deseo a actuar para recobrar un equilibrio vital. Y ahí es donde todo se juega, pues son distintas las perspectivas que orientarán esta acción: si estas dos capacidades se encuentran activas, y si la subjetividad se sostiene en la tensión de la desestabilización que promueve la relación entre ambas, el mundo larvario que la habita encontrará una posibilidad de germinación. Es la acción del deseo la que se encargará de engendrar esa germinación, en un proceso de creación impulsado por los efectos de las fuerzas del mundo en nuestro cuerpo que tiene su propia temporalidad. La acción pensante del deseo consistirá en seleccionar conexiones para inventar algo que, convertido ya entonces en imagen, palabra, gesto, obra de arte u otra manera de alimentarse, de amar, otro modo de existencia, sea portador de la pulsación de aquello que pide paso. Y si logra hacerlo… AFP/AP.- ¿Y…si logra hacerlo? SR.- Si logra inventar una forma portadora de esta pulsación, el mundo larvario se vuelve sensible y tendrá un poder de contagio, de contaminación inmediata; porque cuando los cuerpos afectados por las mismas fuerzas lo encuentran, se establecen las condiciones para que la subjetividad logre sostenerse en el estado de desestabilización, de manera tal que el proceso de creación pueda desencadenarse llevado por su propio deseo. Son distintos devenires de uno mismo y de su campo relacional. La brújula que conduce al deseo en este proceso es una brújula ética. Su aguja apunta hacia la propia vida, hacia lo que está pidiendo paso para que ésta siga respirando, pulsando. Una brújula que no orienta al deseo según una forma o un contenido, pues es precisamente eso lo que tendrá que ser creado para que la nueva manera de ver y de sentir encuentre un lugar. La 93 referencia que orienta a esa aguja es la perseverancia de la vida como criterio primordial de evaluación, es lo que Spinoza denominó conatus. Es totalmente distinto lo que pasa con el deseo desde una perspectiva antropo-falo-egologocéntrica, que es la que define al inconsciente colonial-capitalístico. De forma muy resumida, ésta consiste en anestesiar los afectos y los perceptos, la capacidad que tiene el cuerpo de descifrar el mundo desde su condición de vivo, o sea, desde los efectos de las fuerzas del mundo en las fuerzas que lo componen. Es la experiencia de la subjetividad afuera-del-sujeto lo que queda bloqueado. La subjetividad pasa a existir solamente en su experiencia como sujeto. En esas condiciones, la fricción entre los territorios vigentes y su cartografía, por un lado, y el estado de extrañamiento que la experiencia de las fuerzas produce, por otro, se vive como una amenaza. Sin acceso al mundo larvario que se ha generado, la subjetividad sucumbe a una interpretación apresurada del sujeto. Como el sujeto es inseparable de una determinada cartografía cultural y se confunde con la misma, como si fuera el único mundo posible, interpretará el desmoronamiento de «un» mundo, el supuestamente suyo, como una señal del fin «del» mundo y de sí mismo. Desde esa perspectiva, para interpretar la causa de su malestar solamente le resta al sujeto encontrarla en una supuesta deficiencia de sí mismo o proyectarla en el mundo, escogiendo a un otro específico como pantalla de su proyección. Y éste otro puede ser una persona, un pueblo, una color de piel, una ideología, un partido, etc. AFP/AP.- ¿Y qué pasa en cada una de esas interpretaciones? SR.- En la primera, cuando el yo proyectará sobre sí mismo la causa del malestar y de su supuesto desmoronamiento, se va a intoxicar de culpa. Pasa a verse a sí mismo como insuficiente, incapaz, inferior, débil, fracasado, looser, no deseable… una mierda… Ahí una de las maneras de actuar del deseo para recobrar el equilibrio será el consumo de algo desde donde la subjetividad se rehaga un contorno reconocible, de manera tal que pueda librarse del sentimiento de exclusión. En el marco de la política de subjetivación dominante, los objetos de ese consumo serán productos de toda índole que le ofrece el mercado: si soy una mujer, en los momentos que me encuentro atrapada en esa política del deseo, me entregaré, a veces compulsivamente, al consumo de cremas, de ropas…, o miles de cosas para la casa; si soy un hombre atrapado en esa trampa, los objetos de consumo que capturarán mi deseo serán el coche, de ser posible, un último modelo y el más caro, por supuesto cero kilómetro, u otras cosas por el estilo (en Brasil este tipo de comportamiento es todavía muy generalizado, incluso entre las capas más desfavorecidas, que han aumentado sus ingresos durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores, el PT). Pero los productos por consumir también pueden ser visiones del mundo, y entonces lo mismo da la iglesia evangélica que Marx o Deleuze & Guattari (es cuando el dúo se vuelve desodorante de lujo para neutralizar los olores de la vida cuando se ve sofocada y evitar enfrentarlos), porque la intención es una sola: mimetizarlos para recobrar un contorno y un sentido. Visiones del mundo, ya sean religiosas o laicas, ideológicas o teóricas, pasan a funcionar como un sistema moral como cualquier otro, desde el cual nos orienta este tipo de brújula. Desde la perspectiva paranoica, el yo proyecta la causa de su malestar sobre el otro (de raza, género, clase, ideología, etc.) y lo demoniza, y va a intoxicarse de odio y resentimiento. Esto puede llevar a acciones extremadamente agresivas, cuyo poder de contagio tiende a crear las condiciones para el surgimiento de una masa fascista. Actualmente en Brasil, por ejemplo, estamos viviendo algo así: mediante la manipulación de imágenes, se proyecta sobre Dilma y el PT el malestar de la crisis que el país está atravesando. Más allá de Brasil, la experiencia de extremada desestabilización que estamos viviendo hoy en día en el planeta es igualmente portadora de este tipo de riesgo. Es éste un triste destino de la experiencia de la desestabilización, si consideramos que la misma es una experiencia primordial de la subjetividad, pues funciona como una alarma que nos indica que la vida nos ha llevado a un estado desconocido, ya presente en el cuerpo pero todavía sin imagen, ni palabra, ni gesto; un estado que le impone al deseo una exigencia de pensar-actuar para darle una consistencia existencial. Son momentos en que la imaginación colectiva es accionada para inventar una nueva manera de existir, otras alianzas, nuevos sentidos, etc. Es precisamente la 94 potencia del deseo convocada por la desestabilización la que es cafisheada (chuleada, proxenetizada) por el capital a través de los medios, que refuerzan el fantasma de peligro inminente fabulado por el sujeto, propagando el miedo para transformar el estado de desestabilización en potencia de sumisión. Éste es el peligro real y que resulta del peligro imaginario del Yo, instrumentalizado por los medios, los principales coadyuvantes del capital en la contemporaneidad. Éstos son los dos destinos de la política del deseo conducida por el inconsciente colonial-capitalístico del sujeto moderno en su versión actual. AFP/AP.- ¿Entonces es al inconsciente colonial-capitalístico que usted se refería cuando decía que lo que puede la izquierda choca contra su propio límite; el límite del régimen de subjetivación al que denominó antropo-falo-ego-logo-céntrico, del que ella misma formaría parte? SR.- Sí, exactamente, el poder del inconsciente colonial-capitalístico abarca a la subjetividad de la propia izquierda. Incluso entre los militantes de izquierda, el sujeto moderno tiende a afirmarse aún más acríticamente, pues sus ideologías justifican la negación del valor de la resistencia en el ámbito de la política de producción de subjetividad y de deseo, por considerarlo burgués e individualista. Este prejuicio tiene que ver con su tendencia a reducir la subjetividad al sujeto, no sólo teóricamente, sino también en su modo de existir, lo cual caracteriza a la política de subjetivación antropo-falo-ego-logocéntrica. Desplazarse de este modo de subjetivación pasa por un «devenir revolucionario», como decía Deleuze. Dicho devenir es impulsado por las irrupciones de afectos del saber-del-cuerpo que nos fuerzan a reinventar la realidad, cosa que no tiene nada que ver con «la» Revolución, total y con R mayúscula. La idea de Revolución pertenece a esta misma lógica del inconsciente colonialcapitalístico, en su versión de izquierda: cuando la experiencia afuera-del-sujeto se encuentra anestesiada –me refiero a la experiencia de los efectos de las fuerzas del mundo vivo en nuestro cuerpo vivo– no tenemos la posibilidad de descifrar el mundo desde los afectos de desestabilización y nuestra única brújula es el mapa cultural donde estamos ubicados. Entonces vivimos “ese” mundo como una totalidad absoluta, eternamente cerrada sobre sí misma. En este caso, no tenemos cómo imaginar desplazamientos en su cartografía, ni tampoco suponer que eso sea posible o deseable. Lo máximo que se puede imaginar es otra supuesta totalidad que la reemplazará como un solo bloque, mediante la toma del poder del Estado. Una totalidad proyectada en el futuro, supuestamente más perfecto y cuya eternidad esté más asegurada gracias al poder absoluto del Estado, lo que es inherente a la idea de Revolución. Es ésta la idea que orienta las acciones del deseo en la política de subjetivación antropo-falo-egologocéntrica en su versión de izquierda. Por no tener cómo actuar en el sentido de reinventar la realidad en los puntos donde sea necesario desde y ante lo que la vida pide, el deseo termina por actuar contra la vida; se vuelve reactivo. Un ejemplo obvio son los giros totalitarios que incluyen a ciertos gobiernos de izquierda en nuestro continente como los que acabo de mencionar; e igualmente graves aunque menos obvias son las acciones gubernamentales relativas al medio ambiente, que parten de una absoluta sordera ante la catástrofe ecológica que está amenazando las propias condiciones de la vida en el planeta; y esto vale también para ciertos gobiernos mínimamente de izquierda, o no totalmente permeables al neoliberalismo, como los de Dilma y Lula ( lo propio ocurre en esos gobiernos con su manejo catastrófico de la grave cuestión indígena en Brasil). Éstas son las razones por las cuales, para mí, no supone ninguna sorpresa que todo vuelva al mismo lugar. La figura de Hannah Arendt me inspira para lidiar con la experiencia tan difícil que estamos viviendo en el planeta, especialmente en América Latina, que es la realidad que vivo más directamente. Cuando ella estaba presente en el juicio a Eichmann [4], en vez de ponerse en el lugar de la víctima, invadida por los sentimientos de odio y resentimiento, pudo mantenerse en contacto con los afectos del malestar que habían irrumpido en su cuerpo provocados por aquella escena, los cuales además la conectaban con la memoria del cuerpo de su propia experiencia del nazismo en el campo de concentración. Acercarse a esos afectos y encontrarles un decir requiere tiempo, y Arendt pudo esperar ese tiempo. Por eso no pudo respetar la dead line de su reportaje 95 para el New York Times y necesitó un año para encontrar las palabras adecuadas para decir aquellos afectos. Logró así describir cómo se produce el mal y cómo está presente en la banalidad de la vida cotidiana. Por haber mantenido activo el pensamiento para descifrar los afectos del nazismo en su propia subjetividad, apartando los sentimientos tóxicos originados en el miedo, logró identificar el origen del mal justamente en la ausencia de pensamiento. Así ella se salvó del destino nefasto que estos efectos podrían haber generado en su subjetividad, que sería precisamente el colapso de su capacidad de pensar. De cierto modo, su idea de ausencia de pensamiento como origen del mal tiene que ver con mi idea de la política de producción del pensamiento bajo el inconsciente colonial-capitalístico, aunque es otra la dimensión de ese fenómeno en el que Arendt trabaja teóricamente. AFP/AP.- ¿Y cómo contribuye esto para afrontar la situación actual? SR.- Tal como lo dije anteriormente, y lo repito ahora, no me siento mal con relación a lo que está pasando, estoy más bien atenta y muy movilizada, con muchas ganas de encontrar personas y grupos que lo estén pensando, para compartir ideas sobre la situación que vivimos, así como maneras de enfrentarla. Creo que estamos en una situación muy favorable para problematizar la idea de resistencia e ir más lejos no solamente en sus supuestos, sino también y sobre todo en el ámbito de la vida humana donde ésta interviene y en los tipos de prácticas que involucra. El neoliberalismo, la teoría política del Capitalismo Mundial Integrado, es el discurso único, el “occidéntico”, tal como lo llama Laymert, que se impone a la vida humana y sobrecodifica sus múltiples formas y su permanente variación. Es en este sentido que la resistencia pasa por enfrentar lo que molesta a la vida en cada momento y en cada contexto. Estamos delante de la urgencia de hacer un giro en esa dirección: para eso hay que activar el saber-del-cuerpo y actuar micropolíticamente, incluso con relación a los problemas que se plantean en el plano macropolítico. Desde esta perspectiva, en lugar de decir que soy de izquierda o, más bien, a favor de un Estado más justo y menos permeable al neoliberalismo, yo diría que me siento parte de un tipo de comunidad transnacional que resiste a lo intolerable, luchando por la afirmación, la preservación y la expansión de la vida, mediante actos de creación que respondan a sus demandas. Y si bien –y por supuesto– esta lucha incluye la dimensión macropolítica, no puede reducírsela a ella. El objeto de la resistencia en el sentido micropolítico es mucho más amplio, sutil y complejo que el objeto de las luchas en el ámbito del Estado, principalmente cuando éstas se reducen a la conquista del poder. Extracto 2 (acerca de la nueva estrategia del poder) AFP/AP.- ¿Y su ilusión pasada y su implicación con Lula? SR.- Creo que Lula ha sido importantísimo para Brasil: su presencia ha producido un desplazamiento de la política de subjetivación engendrada por el abismo de clase que caracteriza al país que resulta de su formación colonial-esclavista, y que nunca se ha movido verdaderamente. Y pese a que haya mucho más por desplazar, éste es un proceso irreversible. Para mí, se trata de un logro micropolítico de suma importancia. Fue la primera vez desde la fundación de la República en Brasil que el presidente es un obrero, y además un migrante del nordeste del país (una región muy pobre de donde provienen la mayor parte de los obreros de São Paulo), y que, más que todo, mantiene los gestos y el habla propios de esa clase social, y lo hace sin ninguna interferencia despotenciadora del trauma de clase. Eso ha movido el inconsciente colonial tan poderoso en Brasil. Por ello siento por Lula admiración y gratitud. Al inicio de su gestión publiqué un ensayo sobre esto y sigo pensando lo mismo.[5] Si bien es cierto que la crisis por la cual está pasando el gobierno en Brasil resulta, por un lado, de la actual crisis económica local e internacional y, por otro, de la imposibilidad de los gobiernos de Lula y de Dilma de imponer límites más severos al neoliberalismo, su magnitud y el modo como sucede son producto de una nueva estrategia de poder introducida por el Capitalismo Mundial Integrado, que se está instalando internacionalmente. El capitalismo industrial se basaba en una sociedad disciplinaria, tal como Foucault lo descifró tan bien. Una sociedad gestionada por un 96 Estado de Bienestar Social en el así llamado Primer Mundo, mientras que en el así llamado Tercer Mundo, cuando las fuerzas de izquierda amenazaban tener demasiado poder, ésta era gestionada por dictaduras impuestas mediante golpes militares, concretamente apoyados por los centros de poder del capitalismo internacional. Sin embargo, para el nuevo tipo de capitalismo, que se viene instaurando aproximadamente desde 1976 en adelante, esos regímenes resultan inadecuados para su modo de funcionamiento, y se hace necesaria una neoliberalización de los Estados. Incluso las dictaduras en América Latina y en la Unión Soviética se acabaron no sólo por la presión de los movimientos sociales y de resistencia contra el totalitarismo, sino que, y quizá por sobre todo, sucumbieron por la presión del capital financiarizado. El nuevo régimen necesita una flexibilidad de la subjetividad y de la sociedad, como así también del Estado para seguir los intereses del capital en su movimiento frenético. Es muy distinto al modo rígido e identitario propio de la sociedad disciplinaria, tanto en su versión del Estado de Bienestar Social como en los regímenes dictatoriales. En estos últimos, la rigidez y la idea de identidad individual, cultural y nacional se vuelven mucho más exacerbadas y, además, suelen estar acompañadas de un fervoroso nacionalismo. Todo esto está en las antípodas de la fluidez del movimiento mundial e integrado del capital financiarizado. AFP/AP.- ¿Y cómo funciona ésta nueva modalidad de poder? SR.- La diferencia de esta nueva modalidad de poder radica en que opera en el plano micropolítico, y por eso es mucho más sutil e invisible y, por consiguiente, resulta más difícil combatirla. Su principal dispositivo son los medios de comunicación, cuya estrategia se nutre de información resultante de investigaciones sobre actos de inconstitucionalidad basados en una operación conjunta de los poderes judicial y policial que forma parte de la misma estrategia de poder. Este dispositivo consiste en componer un discurso ficticio a partir de una selección de esa información que se les impone a las subjetividades como si fuera la propia realidad, tal como lo plantea Laymert. Yo añadiría que la imposición de esa simulación de realidad tiene como base el abismo existente entre la subjetividad y su experiencia del mundo como cuerpo viviente, un abismo propio del inconsciente colonial-capitalístico que la estructura. Con la operación de los medios de comunicación, dicho abismo se amplía y se profundiza a tal punto que ya no hay manera de transponerlo, lo cual lleva a adoptar la narrativa ficticia de los medios como la única referencia para describir lo que sucede. Forma parte de esa misma estrategia que la realidad inventada por los medios sea apocalíptica y que su causa se le atribuya a algunos personajes de la escena pública, que pasan a ser sistemáticamente demonizados. La inseguridad que esto genera en las subjetividades se vuelve tan intensa que refuerza su disociación con relación a los afectos de las fuerzas que las han generado, los cuales son entonces sustituidos por los sentimientos de odio y resentimiento: es precisamente de estos sentimientos que se alimenta el poder del CMI. Una estrategia de control muy distinta a la estrategia del poder disciplinario, ya que no impone formas de comportamiento ni determina lo que se puede y lo que no se puede hacer (una estrategia moral), sino que actúa directamente sobre la propia producción de subjetividad y del deseo. La primera interviene en lo visible y la segunda en lo invisible. En lugar del adiestramiento de la subjetividad y del deseo, en la nueva estrategia de poder la subjetividad actúa positivamente a favor de los intereses del régimen desde su propio deseo. La subjetividad fija y dócil del poder disciplinario queda así reemplazada por una subjetividad fluida y flexible. Ésta es ciertamente una de las razones por las cuales Deleuze propone el concepto de “sociedad de control” para calificar al nuevo régimen de poder. Si tomamos el ejemplo de lo que estamos viviendo acá en Brasil, esta operación encuentra un suelo especialmente fértil, ya que en este país los medios forman un bloque monolítico en el espacio oficial de la información, es decir, en la prensa gráfica y en la televisión. Informaciones más críti cas y cercanas a la realidad pueden encontrarse solamente en internet, a través de iniciativas de una prensa autónoma, pero que es frecuentada por una pequeñísima parcela de la población del país, o en Facebook, donde este tipo de información tampoco llega a todos, ya que su difusión se restringe a determinados círculos. El chivo expiatorio del discurso apocalíptico de los medios, en el caso de Brasil, es la presidenta de la República y el partido gobernante. Esta operación toma como base el malestar de la sociedad que es producto de las dos crisis que mencioné anteriormente. En su 97 estrategia micropolítica de poder, el CMI instrumentaliza la realidad de esa doble crisis y el malestar que genera a través de su sustitución por una realidad ficticia construida por los medios, lo que causa una grave crisis de credibilidad del gobierno. AFP/AP.- ¿Esta nueva estrategia del poder, que actúa micropolíticamente, sustituye a la estrategia macropolítica? SR.- Sin duda no. La implementación de la estrategia micropolítica de poder, que interviene en el deseo, no sustituye a la estrategia macropolítica, sino que lo que cambia es el modo de conquistar y mantener el poder del Estado. La diferencia reside en que además de garantizar el poder del Estado micropolíticamente, se hace un uso micropolítico de las operaciones macropolíticas, seleccionando la información de modo tal de atomizarla en elementos de la composición de la narrativa ficticia construida por los medios. Tengo dos ejemplos más que obvios del uso micropolítico de operaciones macropoliíticas en Brasil. El primero lo constituyen las investigaciones de actos de inconstitucionalidad, cuya información los medios editan de modo tal que solamente aparezcan aquéllos que han sido cometidos por miembros del partido de gobierno, en una estrategia conjunta entre sectores del Poder Judicial, de la Policía Federal y los medios. Ésta triple alianza se hace desde el gobierno de Lula, pero se ha venido agravando en el gobierno de Dilma (en el caso de Dilma, algunos de estos actos no son ni siquiera contra el bien público, sino que tienen que ver con cuestiones de gestión de la economía, en momentos en que existe una urgencia y la única vía para resolverla es la transferencia de una parte del presupuesto de un sector a otro durante un período breve de tiempo, y ese tipo de giros de fondos es inconstitucional). Lo que se investiga es sobre todo la corrupción, y lo más curioso es que dichas investigaciones empezaron con una iniciativa del propio gobierno de Lula, cuya intención era la de acabar con la impunidad inherente a la tradición colonial y prerrepublicana tan presente, aún hoy en día, en el Estado y en las elites del país (cabe acotar que ambos tienden a estar compuestos por los mismos personajes). En esa operación surgen innumerables casos de corrupción, incluso de muchos miembros del propio Partido de los Trabajadores, lo cual revela, entre otras cosas, que la corrupción forma parte de la propia lógica de la maquinaria del Estado, a la cual muchos miembros de la izquierda no escapan. Sin embargo, los medios «recortan» la información y privilegian exclusivamente la corrupción de miembros del PT, mientras que toda la corrupción de miembros de los demás partidos desaparece; y cuando no queda más remedio que mencionarla, lo hacen en algún rinconcito de una página secundaria y en algunos segundos del noticiero televisivo, siempre precedidos y seguidos por ataques al gobierno. El segundo ejemplo de operación macropolítica usada micropolíticamente, que se lleva a cabo en simultáneo con la primera, se basa en el hecho de que la Cámara de Diputados y el Senado están tomados por los así llamados «coroneles», como se les dice en Brasil a los capitostes de las elites rurales prerrepublicanas, y por las fuerzas más contundentemente ignorantes y conservadoras de las clases medias y de las elites urbanas. Ellos representan a sectores de la sociedad brasileña que no soportan que, desde el gobierno de Lula, los «pobres» y los «negros» frecuenten los lugares que desde siempre han sido los suyos y que marcaban claramente los límites de clase y sus privilegios (los aeropuertos, los shopping centers, etc.). Incluso en sus manifestaciones callejeras declaran impúdicamente su odio contra los pobres y el PT, y llegan a pedir que vuelva la dictadura. En ese escenario, diputados y senadores tienden a actuar privilegiando la disputa de poder y sus intereses privados en lugar de asumir su responsabilidad para con el bien público. Los legisladores boicotean sistemáticamente las propuestas de la Presidencia que permitirían avances sociales o, lo que es más perverso aún, las leyes necesarias para enfrentar la crisis económica internacional y retomar el desarrollo, de lo cual depende incluso la posibilidad de asegurar avances en el plano social. Con ese boicot de las oposiciones, se intensifica la crisis económica y se instaura una crisis políticoinstitucional gravísima y de vasto alcance, cuya causa los medios de comunicación maquillan al atribuírsela a la incapacidad del gobierno. Con base en el recorte de la información acerca de esas dos operaciones, se construye un discurso ficticio que, tal como lo ve Laymert, se va imponiendo como una realidad paralela que termina por reemplazar a la propia realidad. La simulación de realidad se hace por la vía de una destrucción 98 paulatina de la imagen de Lula y, acto seguido, la de Dilma y la del partido de ambos, el PT. Dicha operación empezó durante el segundo gobierno de Lula y se ha venido intensificado desde el comienzo del primer mandato de Dilma, cuando, entre sus primeras iniciativas, la presidenta intentó ponerles límites más severos a los bancos, bajando la tasa de interés. El ataque de los medios a su imagen y al partido de gobierno se ha vuelo violentísimo y fue arreciando más aún desde entonces; y pasó a abarcar de nuevo, más recientemente, la imagen de Lula y mucho más gravemente. Y así se la va humillando, humillando y humillando durante un largo tiempo, el tiempo necesario como para que el malestar de la población resultante de la crisis se transforme en un odio y un resentimiento contra el gobierno que la lleven a expresarse masivamente a favor del impeachment –el juicio político– en un proceso supuestamente «legal y democrático». AFP/AP.- ¿Ésta sería entonces una nueva modalidad de golpe de Estado? SR.- Es una pregunta muy pertinente, pues así lo están considerando algunos sectores de las izquierdas en Brasil que todavía apoyan al gobierno. Sin embargo, el denominarla golpe puede generar malentendidos, ya que se trata de una toma del poder del Estado sutil y que no se vale de la fuerza de las armas, sino que actúa micropolíticamente utilizando la fuerza del deseo, por la vía de su operación mediática. Para el CMI, la interrupción del mandato de un presidente, que es lo que se está intentando hacer con Dilma, tiene que ver con el hecho de que le quedan aún tres años en la Presidencia, por eso la estrategia micropolítica de poder del CMI apunta a destituirla del gobierno. Esto está pasando igualito con Bachelet en Chile en los últimos doce meses y ya pasó en Paraguay, con el juicio político de Fernando Lugo en 2012, pero allí resultó más fácil. Pese al grado patológico de estupidez y a la falta de dignidad descarada que en este momento emerge por todas partes en Brasil, insufladas por la operación de esa nueva estrategia del poder, sucede que la población más pobre ha sido en su mayoría militante o simpatizante del PT desde su fundación, habiéndose identificado fuertemente con el partido. Hay que destruir esa identificación para que, masivamente, la gente exprese un «sí» al impeachment. Esto vuelve más lenta la preparación de este nuevo tipo de “golpe de Estado”, que actúa con base en una operación micropolítica que le permite maquillar su naturaleza y presentarse como un proceso democrático. Acá no puede perpetrárselo así nomás, sin más ni menos, en dos minutos y adiós, como lo hicieran con Lugo en Paraguay. La estrategia de la triple alianza de los medios con sectores del Poder Judicial y de la Policía Federal tiene que legitimarse en un cúmulo de inconstitucionalidad y con argumentos jurídicos mucho mejor construidos. Lo mismo pasa en Chile, donde la destrucción de la imagen de Bachelet, que ya lleva un año, no ha logrado reducir significativamente la aprobación de la presidenta. AFP/AP.- ¿Y en qué punto se encuentra este proceso en Brasil en estos momentos? SR.- Sólo ahora este abuso perverso del malestar de la población está logrando demoler totalmente la credibilidad del PT y su identificación con éste, y, más allá del partido, con las izquierdas en general. Sin embargo, si bien dicha demolición con relación al PT me parece que es irreversible, no es precisamente lo que se dice sólida, ni tampoco irreversible con relación a la aspiración de justicia social y, por ende, a la creencia en los ideales de la izquierda en su mejor sentido. Le doy un ejemplo. Cuando hablo con la gente, sistemáticamente sale el tema: «el PT es una mierda, igual que todos los partidos y todos los políticos». Y esto lo dice incluso gente que era del PT o que se identificaba plenamente con éste antes de su decepción generada por la operación macabra de los medios. Frente a esto, suelo decirles: «bueno, respeto tu opinión, pero quiero compartir contigo mi modo de pensar acerca de lo que está pasando. Siempre busco basarme en mi experiencia para analizar si lo que está sucediendo es bueno o malo para la vida y esto me sirve de referencia para formarme mis propias ideas y hacer mis elecciones. Con esta referencia, cuando escucho la Globo (la cadena de televisión privada líder absoluta de audiencia en Brasil), me doy cuenta de que lo que dice casi nunca corresponde con lo que mi experiencia me indica; es como si fuera una especie de ficción muy alejada de la realidad”. Y cuando el interlocutor pertenece a una clase más pobre, que es la gran mayoría de la sociedad brasileña, le pregunto: “¿si tú tomas como base la experiencia de tu propia vida actualmente, la de tu familia, la de tus amigos, la de la gente 99 de tu barrio, la de tu trabajo… para analizar lo que pasó efectivamente desde el primer gobierno de Lula, que dirías? Y antes de que me contestes te digo que todo eso podría no importarme para nada porque soy de clase media, estoy relativamente bien, pero me importa y me afecta muchísimo porque además de sentirme sumamente molesta con esas falsas informaciones que se transmiten todos los días sin el menor escrúpulo, me molesta aún más lo que está detrás de ellas: mantener el abismo entre las clases sociales que hay acá desde siempre, y el racismo que lo acompaña, como si todavía estuviéramos en la esclavitud, y eso para mí es insoportable. Bueno, aunque puedo estar equivocada, pero mi impresión es que ha mejorado muchísimo la situación de la gente más desfavorecida, que es la gran mayoría del país. Dime, ¿a ti te parece que estoy equivocada?». Y es muy frecuente que la respuesta sea: «no, no, eso es cierto, mi vida ha mejorado mucho» y que, a partir de ese momento, la charla haga un giro y comience un intercambio de ideas muy fecundo. Esto es lo que pasa cuando uno consume televisión como su única fuente de información y se encuentra totalmente a merced de su ficción (lo que en Brasil es muy generalizado) o que, aunque no sea solamente televisión lo que uno consume, en ese caso se reduzca a leer los periódicos y las revistas de opinión (lo cual en este país se restringe a las clases medias y altas); y estos, sin excepción, participan activamente en la construcción de esa misma ficción. Sin embargo, es sorprendente cómo en Brasil basta con plantear ideas fuera de ese ámbito ficcional y más cerca de la experiencia que hace el cuerpo de las fuerzas que agitan la realidad para que el interlocutor despierte de su hipnosis mediática y vuelva a pensar. Por supuesto que esto sólo es posible cuando el interlocutor todavía no está completamente esterilizado por el inconsciente colonial-capitalístico en un grado de patología histórica que ya no tenga cura (ése es desgraciadamente el caso de gran parte de las clases medias y altas en el país). AFP/AP.- ¿La nueva modalidad de poder pasa entonces por el juicio político de los presidentes? SR.- Seguro que no. Es importante señalar que la orquestación de esta nueva estrategia de poder no pasa necesariamente por el juicio político de los presidentes, ni por el acortamiento de sus mandatos, que es lo que está pasando ahora en Venezuela con Maduro. En los casos de gobiernos de América Latina con tendencia de izquierda que están al final de sus mandatos, la estrategia es otra. En Perú, por ejemplo, cuyo presidente actual, Ollanta Humala, es de izquierda, pero el país está en vísperas de elecciones, es en ese ámbito que interviene el “golpe” mediático del capital financiarizado, haciendo que sea casi segura la victoria de una candidata de derecha. Dicha candidata es además la hija de Fujimori, un dictador tenebroso que gobernó el país entre 1990 y 2000, y que incluso sigue en la cárcel con una condena de 25 años por sus crímenes de corrupción, secuestro y asesinato. Eso sencillamente se borra de la memoria, de cara al poder de la realidad ficticia construida por los medios que pasa a ser la propia realidad, en la cual se asocia a la hija Fujimori con la salvación. Un otro ejemplo de esta índole ha sido el caso de la destrucción del kirchnerismo en Argentina. El caso más reciente es el de Bolivia, donde el “golpe” mediático del CMI se concentró en el referendo para decidir sobre una nueva postulación de Evo a la presidencia y la decisión fue el “no”. Estos ejemplos hacen evidente que el carácter nítidamente micropolítico de la nueva estrategia de poder instalada por el CMI, que se alimenta de la producción de subjetividad y de deseo, no reemplaza a las luchas de poder en el plano macropolítico. La novedad, tal como lo mencioné anteriormente, es que el CMI las utiliza igualmente para alimentar y fortalecer su estrategia micropolítica y viceversa: el nuevo régimen utiliza su estrategia micropolítica para fortalecer sus intervenciones macropolíticas. Con esta doble operación, la base de sostenimiento de su poder macropolítico es el propio deseo de la población. La nueva situación que estamos viviendo mundialmente es sumamente compleja y difícil de descifrar, y el análisis que estoy haciendo es seguramente insuficiente y debe afinarse. Los textos sobre esa situación que afortunadamente están circulando cada vez más en la web, un reciente encuentro con pensadores amerindios de distintos países de América Latina y otros pensadores[6], así como algunas charlas con amigos me han dado pistas interesantes para lograr 100 dar algunos pasos más. Entre esos amigos, en una charla con Amilcar Packer [7] (que ha sido el curador del mencionado encuentro), él cuestionó mi análisis, argumentando que los gobiernos de Lula y de Dilma no han obstaculizado para nada los intereses del capital financiarizado, lo cual invalidaría mi hipótesis sobre el motivo fundamental del ataque a sus figuras y a su partido. Su comentario me pareció muy pertinente pues, aunque Lula y Dilma hayan logrado aumentar los ingresos de la población más pobre y mejorar sus condiciones de vida significativamente, resulta efectivamente incuestionable que sus gobiernos han sido muy permeables al neoliberalismo. Los bancos, las constructoras, etc., se han beneficiado muchísimo, más que en gobiernos anteriores; los números lo comprueban. ¿Entonces qué pasa? ¿Por qué quieren destituir a Dilma y al PT del poder? AFP/AP.- ¿Y logró encontrar alguna respuesta a estas preguntas? SR.- Sí, lo he estado pensando. Una primera respuesta indica que la nueva estrategia de poder no depende del grado en que un gobierno sea de izquierda o perjudique al capital financiarizado. Más que el poder de Dilma y del PT, el objetivo del CMI consiste en destituir el poder del imaginario de izquierda asociado a ellos. Incluso es eso lo que ya está sucediendo en Brasil con mucha gente de clase media que era tradicionalmente de izquierdas. Y tal como lo mencioné anteriormente, también entre la gente más desfavorecida esto ya está sucediendo, con una aniquilación de ese imaginario más profunda que la mera destrucción de su identificación con el PT. Aunque gran parte de esa población no use la palabra “izquierda” para calificar a las acciones sociales del gobierno, lo que importa es que su creencia en la posibilidad efectiva de conquistar una dignidad social y económica se ha quebrantado. Por supuesto, dicha aniquilación no tiene un poder absoluto; siguen sucediendo acciones de resistencia tanto macro como micropolíticas. Un ejemplo de acciones macropolíticas lo constituyen los movimientos sociales, como el de los Sin Tierra en el campo y el de los Sin Techo en las ciudades, que siguen en sus luchas. Y un ejemplo de acciones micropolíticas es el surgimiento de nuevos tipos de activismo, principalmente entre los jóvenes y sobre todo entre las chicas, tanto en las periferias como en las clases medias, que resisten trazando líneas de fuga del actual estado de cosas, tal como viene sucediendo desde algunas décadas por todo el planeta. Ellos no se identifican con el modo de actuar de la izquierda, lo que no significa que son pasivos o despolitizados, sino que tienen una nueva manera de descifrar la realidad, de plantear los problemas y de actuar críticamente, es decir, tienen una concepción distinta de la política. Logran acceder en sus cuerpos a los efectos de la estrategia micropolítica de poder del capitalismo financiarizado y es desde allí que le hacen frente, resistiendo en ese mismo plano. Entre los ejemplos en Brasil de esa nueva forma de activismo están las vastas manifestaciones callejeras de junio de 2013, que empezaran con el rechazo al aumento del precio de los pasajes del transporte público. Y, más recientemente, el movimiento de los estudiantes secundarios que ocupó las escuelas públicas (que en éste país son exclusivamente frecuentadas por la población de bajos ingresos) contra el proyecto de la gobernación del estado de São Paulo de cerrar 94 de esas escuelas. Su manera de manifestarse no pasa tanto por las consignas, sino por la performatización de su mirada crítica, creando dispositivos que puedan potencialmente provocar la activación del pensamiento en la sociedad. Pero desde una perspectiva más sutil, yo diría que, en definitiva, el objetivo de la estrategia micropolítica de poder del CMI es, más ampliamente, la destrucción del imaginario de cualquier forma de resistencia y no sólo de la que viene de la tradición de las izquierdas. Se trata de disolver por completo la creencia y la confianza en la posibilidad de pensar desde los afectos y obrar críticamente, recreando la realidad en los puntos en que esto se impone como urgencia. Hay que disolver el poder de ese imaginario en la conducción del deseo y en sus acciones pensantes, así como en la potencia de contaminación que dichas acciones portan. En suma, hay que aniquilar la ética del deseo, su poder de conducir sus acciones desde y para las demandas de la vida. Esto es lo que efectivamente perturba el libre flujo mundial del capital financiarizado y la gobernabilidad sin barreras para proteger sus intereses (un Estado neoliberal). El efecto de esta estrategia es la paralización del pensamiento, creando así las condiciones para su sustitución por el discurso 101 mediático. Así se consolida la sociedad de control. En esta operación, el inconsciente colonialcapitalístico adquiere un poder más sutil y más fuerte que nunca. AFP/AP.- ¿Y cómo está reaccionando la izquierda ante esta nueva operación del CMI? SR.- El imaginario de izquierda no logra alcanzar la dimensión micropolítica en la cual interviene el CMI y, por consiguiente, no puede ofrecernos instrumentos como para resistir en este terreno; ésta es probablemente la razón que está llevando a los jóvenes activistas a desplazarse de ese imaginario. Es también la razón de la imposibilidad de la izquierda para reconocer hasta ahora la dimensión política de la contracultura en Brasil en los años 1960. Una clara señal de esta imposibilidad es que la violencia que sufrió la contracultura por parte del Estado militar en Brasil no ha sido reconocida por la Comisión de Amnistía creada en 2001, cuya definición de quienes tienen derecho a la reparación se limita a aquéllos que militaron en partidos u organizaciones políticas, o sea, los que actuaron macropolíticamente. Lo mismo sucede con la Comisión Nacional de la Verdad creada en 2012 que, a pesar de haber reconocido también a los indígenas como víctimas de la dictadura, lo cual constituye sin duda un paso fundamental, no incluyó en su lista ni a la gente de la cultura, ni a las minorías que han sido violentamente perseguidas por el régimen militar. Podemos incluso considerar al nuevo tipo de activismo como una reactivación del imaginario de resistencia que caracterizó a la contracultura. Sin embargo, hay un cambio significativo en esa actualización de los ideales de la contracultura en la nueva generación: en lugar de demonizar a las instituciones y hacer sus experimentaciones en espacios supuestamente no institucionales –tal como era el caso de los contraculturales, que se imaginaban en un mundo paralelo–, los jóvenes de hoy saben que no hay un mundo afuera de este mundo y actúan en el seno de las instituciones vigentes, buscando producir desplazamientos de su cartografía (ejemplo de ello es el caso de las escuelas públicas que acabo de mencionar). [1] Re-visiones es una revista de arte y pensamiento visual contemporáneo, indexada, bilingüe, de libre acceso, con una periodicidad anual y adscrita desde sus inicios a proyectos I+D: “Imágenes del arte y reescritura de las narrativas en la cultura visual global” (2009-2012) (HAR2009-10768) y “Visualidades críticas: reescritura de las narrativas a través de las imágenes” (20132016) (HAR2013-43016-P) del Plan Nacional del Ministerio de Economía y Competitividad del gobierno de España. Dirección electrónica: http://www.re-visiones.net/. Enlace la entrevista mencionada:http://www.re-visiones.net/spip.php?article128 ; ISSN: 2173-0040. [2] Idea propuesta por Laymert Garcia dos Santos, pensador brasileño, en su ponencia intituladaLenguajes Totalitarios, en el Programa de Acciones Culturales Autonomas (P.A.C.A.). São Paulo: Casa do Povo, 12/11/2015 (apoyo: proyecto Episodios del Sur, Goethe-Instititut São Paulo y America del Sur). Disponible en: https://vimeo.com/153449199 . [3] El Capitalismo Mundial Integrado (CMI) es una noción de Guattari que he recuperado muy recientemente releyendo nuestro libro Micropolítica – Cartografías del deseo, para prepararlo para la edición de Cuba. Su idea es que el capitalismo es mundial e integrado porque logró colonizar el conjunto del planeta y que no hay ninguna actividad humana que no esté impregnada de esta operación; no le gusta el término globalización porque se refiere a un fenómeno exclusivamente económico y capitalista que, además, encubre y pasa por alto su dimensión colonizadora. [4] Eichmann en Jerusalén: Un estudio sobre la banalidad del mal (Barcelona: Lumen S.A, 2003); título original: A Report on the Banality of Evil (USA: Penguin Classics, 2006). [5] “L’évenement Lula”. Parachute Art Contemporain_Contemporary Art, Montreal, nº 110: Économies bis, 04/05/06 2003; L’effet Lula”, Chimères, Paris, nº 49: Désir des marges, Paris, 2003. En castellano: “Lula”, Radarlibros, Página 12. Buenos Aires, 02/03/03 y también “O acontecimento Lula”/ «El acontecimiento Lula», GLOB(AL.) – Global América Latina/Brasil, Rede Universidade Nômade, LABTeC/ UFRJ, Río de Janeiro: Instituto de Estudios del Trabalho y la Sociedad y editorial DP&A, nº (0), ene. 2003. E dición bilíngüe (portugués/ español). [6] Me refiero al encuentro intitulado Buen vivir o vivir bien, organizado por el Goethe-Institut de La paz y São Paulo y con curaduría de Amilcar Packer en Casa do Povo, en São Paulo, el 26.01.2016 (uno de los eventos de Episodios del Sur, proyecto d e la gestión de Katharina von Ruckteschell-Katteen en el Goethe-Institut de São Paulo y América del Sur). El encuentro duró un sábado entero, desde las 9:00 hasta las 22:30. Con intervalos para el almuerzo que compartimos en una gran mesa, y pasamos todo el d ía recostados en hamacas y almohadones dispuestos en el espacio. Cada uno presentaba sus ideas acerca de las urgencias del presente y su noción de “buen vivir” y los demás las discutían. Por supuesto, las distintas definiciones del buen vivir tenía n en común el hecho de ser muy “distantes de la ontología del trabajo, del bienestar social, de las democracias occidentales, de los ideales de vida burguesa y de las aspiraciones de ascensión de clase y de riqueza y placer material, profesional o sexual”, tal como lo había planteado Amilcar en el texto de divulgación del evento. Se ha problematizado igualmente el uso fetichizado de esa noción, una moda actualmente en los debates intelectuales en Occidente. [7] Amilcar Packer, brasileño de origen chileno, artista e investigador, trabaja conmigo –junto con el boliviano/ alemán Max Jorge Hinderer Cruz (curador, ensayista y crítico de cultura) y con la brasileña Tatiana Roque (matemática, filósofa e historiadora de la ciencia)– en el Programa de Acciones Culturales Autónomas (P.A.C.A.), que desarrollamos desde 2014 con la intención de crear una plataforma de producción colectiva de pensamiento ante las urgencias del presente. Publicado Yesterday por Lobo Suelto 102 Del Estado de derecho al Estado de seguridad // Giorgio Agamben http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2016/03/del-estado-de-derecho-al-estado-de.html «No es posible comprender lo que realmente se juega en la prolongación del estado de emergencia en Francia si no se lo sitúa en el contexto de una transformación del modelo estatal que nos es familiar. Es crucial, primero que nada, desmentir el propósito de las mujeres y hombres políticos irresponsables, según los cuales el estado de emergencia sería un escudo para la democracia. Los historiadores saben perfectamente que lo que es cierto es lo contrario. El estado de emergencia es justamente el dispositivo mediante el cual los poderes totalitarios se instalaron en Europea. Así, en los años que precedieron a la toma del poder por Hitler, los gobiernos socialdemócratas de Weimar habían recurrido tan a menudo al estado de emergencia (estado de excepción, como se lo denomina en alemán) que se puede decir que Alemania había dejado de ser, antes de 1933, una democracia parlamentaria. Ahora bien, la primera acción de Hitler, después de su nombramiento, fue proclamar un estado de emergencia, que jamás fue revocado. Cuando la gente se sorprende de los crímenes que pudieron cometerse impunemente en Alemania por los nazis, se olvida de que estos actos eran perfectamente legales, porque el país estaba sometido al estado de excepción y las libertades individuales estaban suspendidas. No vemos por qué un escenario semejante no podría repetirse en Francia: podríamos imaginarnos sin dificultad un gobierno de extrema derecha sirviéndose para sus fines de un estado de emergencia al que gobiernos socialistas han habituado a partir de ahora a los ciudadanos. En un país que vive en un estado de emergencia prologando, y en el que las operaciones de policía sustituyen progresivamente al poder judicial, cabe aguardar una degradación rápida e irreversible de las instituciones públicas. Esto es tanto más cierto que el estado de emergencia se inscribe, hoy en día, en el proceso que está haciendo evolucionar las democracias occidentales hacia algo que hay que llamar, ya mismo, Estado de seguridad («Security State», como dicen los politólogos estadounidenses). La palabra «seguridad» ha entrado tanto en el discurso político que se puede decir, sin temor a equivocarse, que las «razones de seguridad» han tomado el lugar de aquello que se llamaba, en otro tiempo, la «razón de Estado». Hace falta, sin embargo, un análisis de esta nueva forma de gobierno. Como el Estado de seguridad no atañe ni al Estado de derecho ni a aquello que Michel Foucault llamaba las «sociedades de disciplina», conviene arrojar aquí algunas referencias con miras a una posible definición. En el modelo del británico Thomas Hobbes, quien ha influenciado tan profundamente nuestra filosofía política, el contrato que transfiere los poderes al soberano presupone el miedo recíproco y la guerra de todos contra todos: el Estado es aquello que viene precisamente a poner fin al miedo. En el Estado de seguridad, este esquema se invierte: el Estado se funda duraderamente en el miedo y debe, a toda costa, mantenerlo, pues extrae de él su función esencial y su legitimidad. Ya Foucault había mostrado que, cuando la palabra «seguridad» aparece por primera vez en Francia en el discurso político con los gobiernos fisiócratas antes de la Revolución, no se trataba de prevenir las catástrofes y las hambrunas, sino de dejarlas advenir para poder a continuación gobernarlas y orientarlas a una dirección que se estimaba beneficiosa. De igual modo, la seguridad que está en cuestión hoy no apunta a prevenir los actos de terrorismo (lo cual es, por lo demás, extremadamente difícil, si no imposible, porque las medidas de seguridad sólo son eficaces después del golpe, y el terrorismo es, por definición, una serie de primeros 103 golpes), sino a establecer una nueva relación con los hombres, que es la de un control generalizado y sin límites —de ahí la insistencia particular en los dispositivos que permiten el control total de los datos informáticos y comunicacionales de los ciudadanos, incluyendo la retención integral del contenido de las computadoras. El riesgo, al que nos enfrentamos en primer lugar, es la deriva hacia la creación de una relación sistémica entre terrorismo y Estado de seguridad: si el Estado necesita el miedo para legitimarse, es entonces necesario, en última instancia, producir el terror o, al menos, no impedir que se produzca. Se ve así a los países proseguir una política exterior que alimenta el terrorismo que se debe combatir en el interior y mantener relaciones cordiales e incluso vender armas a Estados de los que se sabe que financian las organizaciones terroristas. Un segundo punto, que es importante comprender, es el cambio del estatuto político de los ciudadanos y del pueblo, que se suponía que es el titular de la soberanía. En el Estado de seguridad, vemos producirse una tendencia irreprimible hacia aquello que hay que denominar una despolitización progresiva de los ciudadanos, cuya participación en la vida política se reduce a los sondeos electorales. Esta tendencia es tanto más inquietante en cuanto había sido teorizada por los juristas nazis, quienes definen al pueblo como un elemento esencialmente impolítico, cuya protección y crecimiento debe asegurar el Estado. Ahora bien, según estos juristas, hay una sola manera de volver político este elemento impolítico: mediante la igualdad de ascendencia y raza, que va a distinguirlo del extranjero y del enemigo. No se trata aquí de confundir el Estado nazi y el Estado de seguridad contemporáneo: lo que hay que comprender es que, si se despolitiza a los ciudadanos, ellos no pueden salir de su pasividad más que si se los moviliza mediante el miedo contra un enemigo que no lo sea solamente externo (eran los judíos en Alemania, son los musulmanes en Francia hoy en día). Es en este marco donde hay que considerar el siniestro proyecto de pérdida de la nacionalidad para los ciudadanos binacionales, que recuerda a la ley fascista de 1929 sobre la desnacionalización de los «ciudadanos indignos de la ciudadanía italiana» y las leyes nazis sobre la desnacionalización de los judíos. Un tercer punto, cuya importancia no hay que subestimar, es la transformación radical de los criterios que establecen la verdad y la certeza en la esfera pública. Lo que impresiona en primer lugar a un observador atento a los informes de los crímenes terroristas es la renuncia integral al establecimiento de la certeza judicial. Mientras en un Estado de derecho es entendido que un crimen sólo puede ser certificado con una investigación judicial, bajo el paradigma securitario uno debe cont entarse con lo que dicen de él la policía y los medios que dependen de ésta —es decir, dos instancias que siempre han sido consideradas como poco fiables. De ahí la vaguedad increíble y las contradicciones patentes en las reconstrucciones apresuradas de los eventos, que eluden adrede toda posibilidad de verificación y de falsificación y que se parecen más a chismorreos que a investigaciones. Esto significa que al Estado de seguridad le interesa que los ciudadanos —cuya protección debe asegurar— permanezcan en la incertidumbre sobre aquello que los amenaza, porque la incertidumbre y el terror van de la mano. Es la misma incertidumbre que se encuentra en el texto de la ley del 20 de noviembre sobre el estado de emergencia, que se refiere a «toda persona hacia la cual existan serias razones de pensar que su comportamiento constituye una amenaza para el orden público y la seguridad». Es completamente evidente que la fórmula «serias razones de pensar» no tiene ningún sentido jurídico y, en cuanto que remite a lo arbitrario de aquel que «piensa», puede aplicarse en todo momento a cualquiera. Ahora bien, en el Estado de seguridad, estas fórmulas indeterminadas, que 104 siempre han sido consideradas por los juristas como contrarias al principio de la certeza del derecho, devienen la norma. La misma imprecisión y los mismos equívocos resurgen en las declaraciones de las mujeres y hombres políticos, según los cuales Francia estaría en guerra contra el terrorismo. Una guerra contra el terrorismo es una contradicción en los términos, pues el estado de guerra se define precisamente por la posibilidad de identificar de manera certera al enemigo que se debe combatir. Desde la perspectiva securitaria, el enemigo debe —por el contrario— permanecer en lo vago, para que cualquiera —en el interior, pero también en el exterior— pueda ser identificado como tal. Mantenimiento de un estado de miedo generalizado, despolitización de los ciudadanos, renuncia a toda certeza del derecho: éstas son tres características del Estado de seguridad, que son suficientes para inquietar a las mentes. Pues esto significa, por un lado, que el Estado de seguridad hacia el que estamos deslizándonos hace lo contrario de lo que promete, puesto que —si seguridad quiere decir ausencia de preocupación (sine cura)— mantiene, en cambio, el miedo y el terror. El Estado de seguridad es, por otro lado, un Estado policiaco, ya que el eclipse del poder judicial generaliza el margen discrecional de la policía, la cual, en un estado de emergencia devenido normal, actúa cada vez más como soberano. Mediante la despolitización progresiva del ciudadano, devenido en cierto sentido un terrorista en potencia, el Estado de seguridad sale al fin del dominio conocido de la política, para dirigirse hacia una zona incierta, donde lo público y lo privado se confunden, y cuyas fronteras provocan problemas para definirlas. Fuente: http://artilleriainmanente.blogspot.com.ar Los Desaparecidos // John Gibler La crónica del 26 de septiembre de 2014, el día en que 43 estudiantes mexicanos desaparecieron — y por qué esto puede ser un punto de inflexión para el país. http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2016/03/los-desaparecidos-john-gibler.html PA RA L OS PR IM ER OS DÍA S DE OCTUB RE, la cancha exterior de básquetbol de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, una población del estado mexicano de Guerrero, se había convertido en una sala de espera de la desesperación. El dolor irradiaba como calor. Bajo el alto techo de lámina corrugada de la cancha, los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos se reunían a enfrentar las horas entre las expediciones de búsqueda, las protestas y las reuniones con funcionarios del gobierno, trabajadores de derechos humanos, y antropólogos forenses. Reunidos en grupos a la orilla de la cancha, sentados en el piso de concreto o en sillas plegables de plástico acomodadas en semicírculos, hablaban en voz baja y entre ellos. La mayoría había viajado desde pequeñas comunidades indígenas y campesinas de Guerrero. Muchos habían llegado sin una muda de ropa. Todos habían venido a buscar a sus hijos. La noche del 26 de septiembre de 2014, en la ciudad de Iguala, a 125 km, policías uniformados emboscaron cinco autobuses de estudiantes de la normal y otro que llevaba a un equipo de fútbol profesional. Junto con tres sicarios no identificados, dispararon y mataron a seis personas, hirieron a más de veinte, y “desaparecieron” a 43 normalistas. El cuerpo de una de las víctimas fue hallado en un campo a la mañana siguiente. Los asesinos le habían quitado el rostro. Los soldados del 27º Batallón de 105 Infantería, cuyo cuartel está a menos de tres kilómetros y que tienen la misión de combatir el crimen organizado, no intervinieron. La noticia del ataque fue recibida inicialmente con muda indignación, sobre todo porque la información que llegaba de Iguala, una ciudad montañosa de 110,000 habitantes, era confusa. Durante varios días circularon conteos contradictorios de los normalistas desaparecidos. No fue sino hasta el 4 de octubre, cuando la procuraduría estatal anunció que habían descubierto la primera de una serie de fosas comunes a las afueras de Iguala, que los medios nacionales e internacionales descendieron sobre la región. Cuando los forenses confirmaron que el primer cuerpo de los treinta restos calcinados no era de los estudiantes desaparecidos, la ira y el horror se extendieron. A lo largo de octubre, hubo marchas y vigilias por todo el país. En Chilpancingo, la capital de Guerrero, estudiantes de Ayotzinapa rompieron ventanas e incendiaron edificios del gobierno estatal. En Iguala, manifestantes saquearon y quemaron el palacio municipal. A pesar de no ser un evento aislado ni la peor masacre en los últimos años, lo ocurrido en Iguala caló hasta la médula de la sociedad mexicana. Quizá haya sido la magnitud de la violencia, o la absoluta brutalidad, o que las víctimas eran estudiantes normalistas, o que los autores materiales fueran en su mayoría policías municipales, o que el presidente municipal de Iguala, su esposa y el jefe de policía probablemente estuvieran detrás del ataque, o que los gobiernos estatal y federal fueran falaces en su investigación e insensibles en su trato a las madres y padres de los desaparecidos. Cualquiera que haya sido la causa — y probablemente fuera una combinación de todas estas razones — es imposible exagerar el efecto que los ataques han tenido sobre el país. Los mexicanos hablan de Iguala como sinónimo de trauma colectivo. México ahora es una nación de luto, y en el corazón de ese dolor están esas cuarenta y tres familias en la cancha de básquetbol de Ayotzinapa y su agonizante demanda: Vivos se los llevaron, vivos los queremos. C A DA AÑ O, 140 A LUMN O S DE NU EV O ingreso llegan a la Escuela Normal Rural Isidro Burgos, un internado varonil, provenientes de algunos de los lugares más golpeados económicamente del hemisferio, donde las escuelas primarias suelen ser estructuras de adobe de un solo cuarto sin electricidad, agua corriente ni plomería. Estos son de los jóvenes más comprometidos de sus comunidades, para quienes el sistema dice que no hay lugar: aquellos aparentemente destinados a ingresar a las filas más bajas de los ejércitos de la guerra del narco o a cruzar el desierto de Arizona en desbandada para ir a pizcar pimientos en California o lavar platos en Chicago. La escuela normal, conocida como Ayotzinapa, les ofrece una ruta diferente: una profesión. Ayotzinapa les dice: “Aquí perteneces.” 106 La colegiatura, el alojamiento y las comidas son gratuitos. El gobierno estatal proporciona un presupuesto alimentario que equivale a unos $50 pesos por estudiante por día, lo cual suele significar una dieta de huevo, arroz y frijoles. Los estudiantes se encargan de limpiar todo, de servir y de buena parte de la cocina. Los dormitorios de primero son cajas de concreto sin ventanas ni muebles. Llegan a dormir hasta ocho alumnos por cuarto, tendiendo cartones y cobijas como camas. Algunos cuelgan huacales en la pared para usarlos de cómoda. Las escuelas normales rurales fueron creadas después de la Revolución mexicana para promover la alfabetización en el campo. Para mediados del siglo XX, llegaron a ser 36. En 1969, el gobierno federal cerró numerosas escuelas, y ahora sólo quedan 14. Ayotzinapa fue fundada en 1926, y como todas las escuelas normales, tiene una larga tradición de movimientos estudiantiles de izquierda. En los murales de la escuela no sólo aparecen figuras revolucionarias de renombre internacional como el Che Guevara y el rebelde zapatista Subcomandante Marcos, sino también los líderes guerrilleros de los años 1970, Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, ambos egresados de Ayotzinapa. Varios murales conmemoran a dos estudiantes que la policía mató en el 2011, durante una protesta exigiendo un aumento a la matrícula de la escuela y a su presupuesto alimentario. Una de las “actividades” — como los normalistas llaman a sus acciones — más comunes, es la toma de camiones. Viajar a observar a maestros en zonas rurales es parte esencial del currículo, pero la escuela nunca ha tenido muchos vehículos ni presupuesto para alquilarlos o adquirirlos. (A principios de septiembre, la escuela sólo tenía dos camiones, dos urvans y una camioneta a su disposición.) Desde hace mucho tiempo, para conseguir transporte, los normalistas acuden a las terminales de autobuses cercanas o hacen un bloqueo en la carretera, luego abordan un autobús detenido y le informan al chofer y a los pasajeros que el vehículo será empleado “con fines educativos para la Escuela Normal de Ayotzinapa.” Los funcionarios del gobierno condenan las acciones de los normalistas, que califican de robo. Los estudiantes insisten en que no son ladrones y que siempre “llegan a un acuerdo” que incluye un pago. Los choferes no abandonan sus vehículos; a veces acampan en la normal, donde les dan los alimentos, por semanas y en ocasiones hasta meses. Cuando los estudiantes bloquean las autopistas, normalmente lo hacen en las casetas de cobro. Rodeados por los estudiantes, los conductores tienden a “donar” el pago al fondo de transporte de la escuela normal. Ninguna de estas tácticas es exclusiva de Ayotzinapa, pero lo que los distingue es que ellos las han integrado en el funcionamiento cotidiano de la escuela. 107 En mayo de 2013, Adela Micha, reportera de Televisa, entrevistó al gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero. Ella le preguntó cómo era posible que el robo de autobuses por parte de los normalistas fuera una práctica habitual. Aguirre respondió que Ayotzinapa “se ha convertido en una especie de búnker. Ni la autoridad federal ni la autoridad estatal tenemos acceso porque es un espacio también que se ha utilizado por parte de algunos grupos, sobre todo para llevar adoctrinamiento a estos jóvenes, para irles a sembrar mucho rencor social”. Micha le preguntó quiénes estaban detrás del adoctrinamiento. Aguirre respondió: “Algunos trasnochados de la guerrilla en Guerrero”. EL PL AN PAR A EL 26 D E SEPT IEMB RE nunca fue Iguala. “ Nos interesaba Chilpo”, me dijo Iván Cisneros, uno de los estudiantes de segundo año que coordinaron las actividades aquella tarde, refiriéndose a Chilpancingo . “Donde vamos a hacer las actividades es a Chilpo. Estaban súper calientes las cosas allí, y no nos queríamos ir para no arriesgar a la gente, supuestamente, y por eso optamos por ir hasta Iguala”. (La siguiente crónica de lo ocurrido la noche del 26 de septiembre está basada en entrevistas con catorce estudiantes que sobrevivieron a los ataques y a más de diez residentes, incluyendo cuatro periodistas, que también los presenciaron. Los nombres de los estudiantes que sobrevivieron son seudónimos). A mediados de septiembre, un grupo de alumnos de segundo año expropió dos camiones en la terminal de Chilpancingo. Necesitaban los vehículos para transportar estudiantes a una práctica de observación de aulas de tres días. A su regreso, se quedaron con los autobuses — y los choferes — porque muchos de la escuela planeaban viajar a la Ciudad de México para la marcha del 2 de octubre, que conmemora lo que es considerado el evento más infame en la historia mexicana moderna: la masacre de cientos de estudiantes a manos del ejército en 1968. El problema era que Ayotzinapa no tenía suficientes autobuses para transportar a todos. Para conseguir más autobuses, los coordinadores estudiantiles — casi todos de segundo año — programaron una actividad para la tarde del viernes 26 de septiembre. Pero decidieron evitar Chilpancingo porque los granaderos, policías antimotines, estaban apostados en la terminal de autobuses. En vez de ir allí, la actividad se llevaría a cabo en la dirección contraria, cerca de Huitzuco, una pequeña ciudad a unos 110 kilómetros de la escuela. A eso de las 5:30 p.m., los coordinadores llenaron los dos autobuses con unos 80 alumnos de primer año y salieron. Según todas las versiones, el ambiente en los autobuses era festivo. Los normalistas habían llegado al campus hacía más o menos un mes. Para muchos, el viernes había sido el primer día de clases, y ahora estaban a punto de participar en uno de los ritos de iniciación de la escuela, su primera actividad. “No 108 sabíamos a qué actividad íbamos”, me dijo un alumno de primero. “Nada más nos dijeron, Vámonos, para acá.” Pararon a las afueras de Huitzuco, y los normalistas empezaron a pedir donativos, atentos a los autobuses que fueran a Chilpancingo. Empezó a oscurecer, los automovilistas eran hostiles y no llegaba ningún autobús. Cisneros llamó a uno de los otros coordinadores y le dijo, “No, pues esto ya valió, no vamos a poder llevarnos ninguno”. Los coordinadores se disponían a regresar a Ayotzinapa cuando un camión se aproximó. Los estudiantes se pusieron de acuerdo con el chofer, que les solicitó primero ir a dejar a sus pasajeros a Iguala, como a 20 minutos. El autobús llegó a la ciudad a las 8:00 p.m., y todos los pasajeros bajaron, excepto los nueve estudiantes que lo habían tomado. El chofer les dijo que necesitaba autorización antes de salir hacia la normal. “Sí, espérenme un momento”, les dijo. A unas cuantas cuadras, la élite política de Iguala y unos 4,000 acarreados se hallaban reunidos en la Plaza Cívica de las Tres Garantías para escuchar lo que estaba anunciado como el segundo informe anual de actividades del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (dif) en Iguala. Una oficina regional del dif difícilmente derrocha dinero en flores, luces y sonido, comida y grupos musicales para su informe anual. Los periodistas que cubrieron el evento dicen que fue una fiesta de precampaña apenas disimulada para la esposa del alcalde, María de los Ángeles Pineda, que esperaba ser su sucesora. Notable entre los presentes, había un coronel del 27º Batallón de Infantería. Electo en 2012 como presidente municipal, José Luis Abarca y su esposa trataban Iguala como su feudo desde hacía mucho. En años recientes, adquirieron 31 casas y departamentos, nueve negocios y trece joyerías. El Ejército Mexicano donó parte del terreno en el que la pareja construyó un centro comercial de $23 millones de dólares a las afueras de la ciudad. En diferentes ocasiones, las procuradurías estatal y federal han acusado a los padres de Pineda y a sus tres hermanos (dos de los cuales han sido asesinados) de encabezar un grupo del crimen organizado llamado Guerreros Unidos. En Iguala, la opinión generalizada es que la policía y los Guerreros Unidos son sinónimos. En una ocasión, Pineda amenazó a un reportero en público, “Si le sigues te voy a cortar las orejas”. Abarca ha sido acusado de asesinar al activista Guerrerense Arturo Hernández Cardona en 2013. Un testigo declaró ante la procuraduría federal que Abarca le disparó a Hernández Cardona en el pecho y en la cara. Hernández Cardona llevaba cuatro días desaparecido cuando su cuerpo torturado fue encontrado a la orilla de un camino. 109 Entre quienes desconocían las acusaciones contra la pareja gobernante de Iguala y el hecho de que estuviera en un mitin a pocas cuadras de allí, se hallaban los nueve estudiantes que esperaban impacientes a que regresara el chofer del autobús. Lo veían, mientras seguía hablando con los guardias de seguridad de la terminal, que a su vez hablaban por sus teléfonos y radios. Temiendo que el chofer se negara a subirse otra vez al autobús, los estudiantes llamaron a sus compañeros que seguían en la autopista, cuya respuesta fue rauda: juntaron piedras, abordaron nuevamente sus dos autobuses y salieron hacia la terminal. Cuando llegaron, los normalistas estacionaron los autobuses en la calle y se lanzaron sobre la terminal, sus rostros cubiertos con las playeras amarradas a sus cabezas. Los nueve estudiantes que esperaban abandonaron el camión y, junto con los demás, tomaron otros tres. Ahora a bordo de cinco autobuses, la policía sin aparecer, los normalistas les dijeron a los choferes que los sacaran de la ciudad lo antes posible. Dos autobuses enfilaron hacia el oriente por Periférico Sur, que rodea el centro de la ciudad y ofrece una salida directa hacia la autopista. Los otros tres camiones se dirigieron hacia el norte por la calle Galeana, hacia la Plaza Cívica. Ignorando las exigencias de los estudiantes de acelerar, el chofer que iba a la cabeza avanzaba a vuelta de rueda. Para entonces eran como las 9:30 p.m. En el mitin político, habían terminado los discursos y estaba tocando la banda. Cuando los tres autobuses pasaron por la Plaza Cívica, patrullas de la policía llegaron, con las sirenas encendidas. Una patrulla se metió enfrente del primer autobús, frenando la caravana. Los normalistas bajaron de un salto para quitar la camioneta del paso. Llegaron más policías y empezaron a disparar al aire. Los normalistas de Ayotzinapa daban por hecho que pelear con la policía era un poco como jugar al gato y al ratón: si te agarraban, te iban a golpear y arrestar, pero los balazos no eran parte del juego. Se lanzaron a la patrulla, apedreándola y obligando al conductor a retroceder. “Yo iba en el tercer autobús. Cuando escuchamos los disparos, nos bajamos”, me contó Ernesto Guerrero, un estudiante de primero. “Y un compañero de nosotros de la academia, de segundo, nos dijo a los demás ‘No se asusten, paisas, son disparos al aire’. Pero cuando íbamos, vimos que no eran al aire, que eran contra el autobús, incluso eran disparos contra nosotros. Es cuando tomamos la decisión de empezar a defendernos. En el camino yo encontré cuatro piedras, y cuatro piedras son las que arrojé.” Con el camino despejado, los tres autobuses pasaron por la plaza y siguieron por la calle Juan N. Álvarez, que se extiende unas quince cuadras antes de llegar a Periférico Norte, una de las principales avenidas. Las camionetas de la policía los persiguieron, llegando de los lados y desde atrás, disparando en repetidas ocasiones. Los autobuses estaban a pocos metros del cruce con Periférico Norte cuando una patrulla les cerró el paso. Esta vez, el chofer abandonó la camioneta. Cuando los normalistas del primer 110 autobús empezaron a empujar la patrulla para quitarla, la policía abrió fuego. El estudiante Aldo Gutiérrez Solano recibió un disparo en la cabeza. En la confusión, los normalistas que estaban moviendo la patrulla por poco la echan encima de él. “Ya al final les señalamos y se dieron cuenta que el compañero estaba tirado, estaba sangrando de la cabeza de un balazo”, me contó Edgar Yair, alumno de primero. “Lo queríamos levantar. Y en cambio de que los policías dejaran que lo levantáramos, pues, más nos disparaban, más fuerte, más rápido eran los balazos.” En ese momento, los estudiantes se dieron cuenta de que todo había cambiado. Las presuntas reglas se habían desintegrado. Los normalistas corrieron, algunos se volvieron a meter al primer camión, otros se escondieron entre ése y el segundo. Llegaron más policías, disparando pero sin acercarse. Los normalistas gritaron pidiendo una ambulancia. Cuando finalmente llegó una, la policía le impidió acercarse, pero la ambulancia rodeó por atrás y los paramédicos por fin pudieron llevar a Gutiérrez Solano al hospital, donde le declararon muerte cerebral. La mayoría de los policías se agrupó por detrás del tercer autobús, atrapando a los normalistas que estaban adentro. “Escuchamos que se gritaban”, me contó Jorge Vázquez, un alumno de primero que se escondió en la parte de atrás del primer camión. “Pero después me asomé de una ventana y vi donde estaban subiendo a varios compañeros a las patrullas, que ya se los llevaban.” En los siguientes 90 minutos, dicen los sobrevivientes que la policía obligó a los normalistas del tercer autobús a tenderse boca abajo en la calle, con las manos en la nuca, antes de subirlos a sus patrullas y llevárselos. Estos eran entre 25 y 30 de los normalistas que desde entonces no se han vuelto a ver. Mientras ocurría este ataque, los dos autobuses que salieron por el Periférico Sur se separaron. Uno, con catorce normalistas, quedó detrás del autobús que llevaba al equipo de futbol de tercera división los Avispones de Chilpancingo, que volvía a casa tras haber derrotado al equipo de Iguala esa misma tarde. “Ya en el último puente, ya para salir rumbo a Chilpancingo”, me contó Alex Rojas, uno de los catorce normalistas, “fue cuando miramos que debajo, justo debajo del puente estaba un autobús Estrella de Oro, y atrás y adelante había muchas patrullas, ahí se veían las torretas.” Ése era el quinto autobús. Los estudiantes que iban a bordo están entre los desaparecidos. Al ver el retén, el chofer del camión de Rojas trató de darse la vuelta, cuando la policía llegó velozmente y lo obligó a detenerse. Los normalistas abandonaron el autobús y echaron a caminar hacia el otro lado. A sus espaldas, oyeron a los policías gritar, “¡Cáiganle a la verga! ¡Si no, van a valer verga ya!” Perseguidos por la policía, los catorce escaparon a un campo cercano. En las siguientes tres horas, trataron de llegar a los 111 autobuses en la calle Álvarez pero la policía se los impidió, les disparó y los persiguió por un cerro, donde se ocultaron hasta la mañana. Sicarios atacaron el autobús que llevaba al equipo de fútbol en la carretera a Chilpancingo, y mataron al chofer, a un jugador de 14 años, y a una mujer que iba en un taxi que pasaba por ahí, e hirieron a por lo menos nueve más. PA RA L A S 11: 30 P. M. , la policía dejó la escena del primer ataque, tras recoger los casquillos y limpiar la sangre de la calle. Poco a poco los normalistas fueron saliendo de sus escondites. Montaron guardia y colocaron piedras y artículos de basura alrededor de los casquillos y las manchas de sangre que quedaban, en un esfuerzo por preservar la escena del crimen. El interior del tercer autobús, del que la policía se había llevado a todos los estudiantes, estaba cubierto de sangre. Poco después, dos urvans de normalistas llegaron de Ayotzinapa — habían recibido las llamadas de auxilio en los primeros momentos del ataque — y poco a poco, unos cuantos periodistas y vecinos empezaron a aparecer. Cerca de la media noche los periodistas, tras fotografiar los balazos en los autobuses y los casquillos en la calle, pidieron una entrevista con el presidente del comité estudiantil de Ayotzinapa, que había llegado en una de las urvans. Las cámaras de video y grabadoras de audio llevaban unos cuatro minutos rodando cuando empezaron a sonar ráfagas de ametralladora. “Exactamente cuando se está terminando la conferencia ellos dicen sus nombres, y empezamos a escuchar las detonaciones”, me contó uno de los periodistas. “Eran ráfagas. Eran una infinidad de disparos. Los cristales de muchos carros empezaron a reventar. Entonces todos empezamos a correr en dirección a los autobuses.” El reportero dejó su grabadora encendida mientras corría. Se puede escuchar la descarga de tiros y gritos. Dos normalistas, Daniel Solís Gallardo y Julio César Ramírez Nava cayeron en la calle, muertos. Coyuco Barrientos, un alumno de primero, fue de los pocos que pudo ver a los sicarios. Dijo que eran tres, que vestían ropa negra tipo militar, con pasamontañas, y disparaban fusiles de asalto desde la cintura. “El primero,” me contó Barrientos, “empezó a disparar al aire. De ahí, empieza a tirar hacía nosotros. Y yo regresé a ver y claramente se veían las chispas de las balas donde se iban en el suelo, parecían cuetes de Navidad. Todas las chispas iban rebotando en el suelo hacía nosotros. Así que, pues lo que hicimos en ese mismo momento, fue correr. Después se bajaron otros dos sujetos y empezaron a tirar contra nosotros. Eran ráfagas, no dejaban de tirar.” La mayoría de estos estudiantes lograron refugiarse en casas cercanas a unas cuantas cuadras, donde los vecinos los llevaron a los cuartos del fondo y apagaron las luces. Juan Pérez, un alumno de primero que en el primer ataque recibió un disparo que le atravesó la carne de la rodilla, iba corriendo por la calle cuando un compañero cayó a 112 su lado. Le habían disparado en la boca. Varios normalistas ayudaron a Pérez a cargar al compañero herido. Una mujer les gritó desde una ventana en un primer piso que se podían esconder en su casa, pero ellos le pidieron direcciones para llegar a un hospital. Sobre esa misma calle, dijo ella, había una pequeña clínica privada. Golpearon la puerta y las ventanas, y dos mujeres los dejaron entrar. Casi veinticinco estudiantes y vecinos entraron corriendo. Las mujeres mintieron, diciendo que eso era un laboratorio de rayos X y no una clínica. Les rogaron a las empleadas que llamaran una ambulancia. Después de veinte minutos, los normalistas oyeron que llamaban a la puerta. Afuera había soldados del 27º Batallón de Infantería con uniforme y equipo de combate. Cuando los normalistas abrieron la puerta los soldados, apuntando sus fusiles, ordenaron a gritos que todos se echaran al piso. “Nos habían quitado los celulares. Nos tomaron fotos”, me contó Yair. “Y un comandante de ellos nos dijo que pues nosotros no teníamos necesidad de estar allá, que adónde nos fuimos a meter, que nosotros buscamos nuestra propia muerte. Y nosotros empezamos a decirle que éramos estudiantes aquí de la normal. Y él nos decía que no, que para él éramos unos delincuentes”. En algún momento entre las 12:30 y la 1:00 a.m., llegó el director de la clínica, pero se negó a atender a los estudiantes heridos. Él y los soldados expulsaron a los normalistas a la calle. A unas cuantas cuadras, una familia les brindó asilo, mientras un grupo pequeño de estudiantes encontró un taxi para llevar a su compañero herido a un hospital. En algún momento como a la 1:30 a.m., después de pasar por un retén de la policía en la carretera, el primer grupo de reporteros de Chilpancingo llegó al cruce de Periférico Norte y Juan N. Álvarez. Hallaron los cuerpos de los dos estudiantes muertos, tirados boca abajo en la calle, los autobuses y carros acribillados a tiros, y soldados embozados parados a los lados de la escena del crimen. A la mañana siguiente, los normalistas acudieron a la procuraduría estatal en Iguala. Identificaron a veintidós policías que los habían atacado, hablaron con trabajadores de derechos humanos, e hicieron una lista de los desaparecidos. Allí fue cuando se enteraron de que los normalistas a quienes la policía había bajado de los autobuses nunca llegaron a la cárcel. Cuando llamaban a sus celulares, no contestaba nadie. Inicialmente, la cifra de normalistas cuyo paradero se desconocía llegó a 57, pero luego supieron de los catorce normalistas que habían escapado hacia las afueras de la ciudad. Como a las 7 a.m., empezó a circular una fotografía en las redes sociales. La última vez que se había visto a Julio César Mondragón Fontes, un alumno de primero originario de la Ciudad de México — lo cual era una rareza en Ayotzinapa — había sido como a media noche en la calle Álvarez. Estaba hablando con Juan Ramírez, otro alumno de primero, y estaba asustado. “Me comentaba pues que él, al siguiente día, se iba a ir a 113 su casa me contó Ramírez, porque no quería arriesgar su vida. Él decía que pensaba en su familia, pues, en su esposa, su hija. Que es lo que le importaba más.” Momentos después, los tres sicarios enmascarados abrieron fuego. En la fotografía, la camisa roja de Mondragón Fontes está levantada hasta su pecho, exhibiendo moretones oscuros alrededor de su torso. Le desollaron la cara y las orejas. Le arrancaron los ojos. Sus amigos lo identificaron por la bufanda gris alrededor de su cuello. CU AN DO L OS PR IM ER OS R EPORT ES DE IGU AL A empezaron a surgir, México supuestamente estaba viviendo su Momento. A dos años de iniciado su sexenio, el presidente Enrique Peña Nieto había promovido extensas reformas en educación y energía, y el arresto de Joaquín “el Chapo” Guzmán, el criminal más buscado de México. Las imágenes de violencia que definieron la anterior administración de Felipe Calderón habían dejado de dominar los diarios. La revista Time puso a Peña Nieto en la portada de su número de febrero de 2014, con el encabezado “Salvando a México”. Las noticias a mediados de septiembre de una masacre perpetrada por el ejército en Tlatlaya llevó al arresto de los soldados implicados, algo que no hubiera ocurrido bajo el gobierno de Calderón. Desde lejos, quizá parecía que México finalmente estaba saliendo de uno de sus periodos más oscuros. Durante los últimos ocho años, en la llamada “guerra contra las drogas”, unos 100 mil mexicanos han sido asesinados y por lo menos 20 mil han desaparecido (las organizaciones de derechos humanos consideran que la cifra es mayor). Estos cálculos no incluyen las decenas de miles de migrantes de Centro y Sudamérica asesinados y desaparecidos en México durante el mismo periodo. La lista de masacres se ha vuelto tan común que desensibiliza. En septiembre de 2008, se encontraron 24 cuerpos botados cerca de un parque afuera de la Ciudad de México; diez estaban decapitados. En enero de 2010, sicarios irrumpieron en una fiesta en una casa y mataron a quince estudiantes de preparatoria y universitarios de Ciudad Juárez. En agosto de 2010, 72 migrantes de Centro y Sudamérica fueron hallados masacrados en una bodega de un rancho en San Fernando, Tamaulipas. Ninguna de estas masacres condujo a protestas nacionales. Las movilizaciones después del asesinato en 2011 de siete personas en el estado de Morelos, entre ellos el hijo de un respetado poeta católico, dieron voz al dolor de la nación pero perdieron impulso después de que los intentos de negociar con el gobierno federal se estancaron. La lógica oficialista de la guerra contra las drogas en México ha permitido que muchos acepten como algo normal los asesinatos, masacres, desapariciones forzadas, tortura y un aparato político que en muchas ocasiones no sólo permite que estos crímenes queden impunes sino que, en demasiados casos, los consiente. En un reporte de 2014, Amnistía Internacional documentó que el uso de tortura por parte del ejército y la policía mexicana es extenso y rutinario. De hecho, el concepto mismo de la corrupción en México ha quedado caduco: en la mayor parte del país, las fuerzas del estado y los “narcos” están plenamente integrados, y ninguno de los principales partidos políticos 114 está exento. Como dicen en México: “La gota que derramó el vaso”. Para muchos, Iguala fue la gota que derramó el vaso. Destrozó la insistencia del gobierno en que en la guerra contra las drogas existe una clara distinción entre los buenos y los malos, entre la ley y la ilegalidad. El 27 de septiembre, la policía estatal arrestó a los veintidós policías de Iguala que los estudiantes identificaron. El 30 de septiembre, el presidente municipal Abarca, su esposa y el jefe de policía se dieron a la fuga. El presidente Peña Nieto canceló un viaje que tenía programado a Guerrero, alegando condiciones climatológicas desfavorables pero también dando la impresión de que los asesinatos y las desapariciones no eran asunto suyo. Al respecto, le dijo a un reportero: “Espero que la autoridad de Guerrero asuma su propia responsabilidad”. El plan de búsqueda en la primera semana consistió en que la policía estatal llevaba a grupos de padres de familia por Iguala, y a veces se detenían frente a una casa y les sugerían que tocaran la puerta y preguntara si sus hijos estaban escondidos allí. Luego, el 4 de octubre, el procurador estatal anunció el descubrimiento de cuatro fosas comunes en los cerros a las afueras de Iguala. La excavación inicial reveló un número indeterminado de restos humanos calcinados. El método que condujo a la policía estatal a las fosas clandestinas al parecer fue la tortura. “Apretaron a uno de ellos”, me contó un oficial, “y cantó.” Al otro día, el procurador estatal declaró que un hombre detenido había confesado que él y otros miembros de un cartel habían asesinado, quemado y enterrado a los estudiantes en esas fosas. Para entonces, el gobierno federal se había hecho cargo de la investigación, ejerciendo su poder de asumir jurisdicción sobre los casos que involucren al crimen organizado, un reconocimiento tácito por parte de la administración de que las consecuencias políticas no podían seguirse ignorando. Después del anuncio sobre las fosas comunes, el recién formado comité de padres dio una conferencia de prensa en Ayotzinapa e hizo un llamado al gobierno a cambiar su búsqueda. Decenas de hombres y mujeres angustiados estaban sentados en filas detrás de los tres familiares elegidos para hablar a nombre de todos. “Sabemos que el gobierno y sus policías fueron los que se los llevaron y saben donde están”, me dijo Manuel Martínez, uno de los representantes. “Lo único que puede parar esto es que se nos entreguen con vida a los 43 jóvenes.” Los padres anunciaron que un equipo independiente de antropólogos forenses argentinos los representaría en la investigación del gobierno. En las siguientes semanas, los padres emprendieron una serie de fuertes protestas. Junto con los normalistas, bloquearon carreteras federales, marcharon por ciudades, rompieron vidrios e incendiaron el Congreso estatal de Guerrero y el Palacio de 115 Gobierno. Cuando el análisis de adnconfirmó que los restos hallados en las fosas comunes no eran de los normalistas, las protestas se extendieron a ciudades por todo el país. El 23 de octubre, el gobernador Aguirre anunció su renuncia. Seis días después, los padres se reunieron con el presidente Peña Nieto y le dijeron que si no podía encontrar a sus hijos con vida, debería seguir el ejemplo de Aguirre. Para noviembre, Iguala se había convertido en la peor crisis de la administración de Peña Nieto. Desde el inicio, su gobierno subestimó la profundidad de la ira suscitada por lo de Iguala y ahora trataba, a menudo de manera errática, de controlar los eventos. El 4 de noviembre, las autoridades federales arrestaron al ex alcalde Abarca y su esposa en la Ciudad de México (el jefe de policía sigue prófugo). Luego, el 7 de noviembre, el procurador general Jesús Murillo Karam dio una conferencia de prensa y anunció que el gobierno tenía confesiones grabadas en video de tres hombres que afirmaban ser miembros de los Guerreros Unidos. Según Murillo Karam, la noche de los ataques la policía entregó a los normalistas a un grupo de narcos que los llevó al tiradero de basura a las afueras de Cocula, un pequeño pueblo a unos kilómetros de Iguala. Cuando los tres hombres llegaron al tiradero a cielo abierto, descubrieron que quince normalistas ya estaban muertos o inconscientes. Los hombres interrogaron a los demás normalistas, preguntándoles a qué habían venido a Iguala. “Dijeron que venían por la esposa de Abarca, nomás así dijeron”, afirmó uno de los hombres. Luego, según la versión oficial, los hombres mataron a los normalistas, echaron sus cuerpos al tiradero y quemaron los cuerpos, usando madera, llantas, gasolina y diesel para nutrir las flamas. Después de quince horas, sólo quedaban fragmentos de hueso y cenizas. Los hombres echaron los restos en bolsas para basura y vaciaron todas menos dos en el cercano río San Juan. Esas dos bolsas, dijeron, las echaron cerradas. Murillo Karam explicó que agentes federales habían recuperado las dos bolsas con los fragmentos diminutos de hueso, que serían enviados al prestigioso laboratorio de adn de la Universidad de Innsbruck en Austria. A 58 minutos de iniciada la conferencia de prensa, tras explicar las confesiones a los reporteros, Murillo Karam interrumpió la pregunta de un reportero, diciendo, “Ya me cansé”, y se marchópoco después. Si el propósito de la conferencia de prensa era dar por terminado el caso y reducir las protestas, tuvo el efecto contrario. Las palabras de Murillo Karam pronto se volvieron virales, convertidas en objeto de burla en las redes sociales. En pocas horas los usuarios de Twitter estaban siguiendo el hashtag #YaMeCanse. Algunas respuestas populares fueron: “Si ya te cansaste, vete”, “Ya me cansé del miedo”, y “Ya me cansé de los políticos”. 116 La versión de Murillo Karam generó más preguntas de las que respondió. ¿Cómo pudieron tres hombres someter a 43 jóvenes activistas? ¿Cómo pudieron quemar 43 cuerpos en la lluvia? ¿Por qué en el tiradero no se encontraron rastros de fibras de acero de las llantas que los asesinos afirman haber usado en el fuego? ¿Por qué los asesinos habrían de vaciar cuidadosamente seis bolsas de cenizas humanas al río pero echar las otras dos cerradas? ¿Cómo es posible que los estudiantes les dijeran a los hombres que iban a protestar contra la esposa del presidente municipal, cuando eso nunca fue parte de la actividad de esa noche? Más preocupante, ¿por qué el gobierno no presentó las confesiones grabadas en video de los veintidós policías identificados por los normalistas como sus atacantes? ¿Por qué el gobierno no ha dado a conocer las transcripciones de los radios policiales y celulares, incluyendo los de Abarca y Pineda, de aquella noche? Para muchos observadores, la versión del gobierno parecía demasiado fácil. La versión de Murillo Karam se enfocaba tanto en los tres presuntos sicarios que Abarca, Pineda y la policía quedaban desdibujados. Las contradicciones y anomalías en la versión oficial de los hechos alimentaron temores bien fundados de que al gobierno federal le interesaba más el encubrimiento que una investigación rigurosa. Esa investigación tendría que atender los numerosos reportes de que la propia policía de Iguala constituía una banda del crimen organizado. De acuerdo con un periodista de la localidad, “La fachada es la policía municipal. Pero es una fachada. No son policías municipales”. Son narcos que usan uniformes de la policía, armamento de la policía y patrullas de la policía. Se llaman ‘los Bélicos’. Son policías que están dentro de la policía municipal”. Según un funcionario de la ciudad, “Los famosos Bélicos. Son los que maneja el hermano [de Pineda]. Son policías con patrullas y todo, pero operan en las noches con capuchas, parando gente. Les daban una hora para juntar $10 mil pesos, y si no…”. Una investigación examinaría cómo Iguala se había convertido en un “narcomunicipio”, en palabras de Mario Patrón, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez. Una investigación preguntaría cómo podía operar ese narcomunicipio, teniendo una base militar en la misma ciudad. Al día siguiente de la conferencia de prensa, los padres miraban desde la otra acera mientras normalistas de Ayotzinapa apedrearon las ventanas que quedaban del Congreso estatal de Guerrero y llevaron camionetas hasta las escaleras de entrada y les prendieron fuego. Poco después, padres y normalistas partieron en tres caravanas, recorriendo el país en busca de apoyo. El 20 de noviembre, en el 104º aniversario de la Revolución mexicana, las caravanas convergieron en la Ciudad de México y llevaron a decenas de miles de personas al Zócalo, el corazón simbólico de la nación. En los días previos y posteriores a la marcha, adondequiera que uno volteara, allí estaba Ayotzinapa: en las primeras planas de los diarios y las portadas de las revistas, en los programas de radio, en las conversaciones oídas al pasar, en el arte de grafiti y esténcil. 117 En la estilosa colonia Roma había un altar de velas y carteles exigiendo justicia para los 43. En la popular colonia Obrera, en un muro blanco, letras rojas de un metro y medio declaraban: “Ayotzinapa: fue el Estado”. El diario deportivo Récordsacó una primera plana en negro con el encabezado: “#indignación: México está harto. México está de luto”. Figuras tan diversas como el Papa Francisco, el futbolista estrella Chicharito, y la banda ganadora del Grammy, Calle 13 han dado declaraciones en apoyo a las familias y los normalistas. Un domingo temprano, unos 700 corredores organizaron una carrera espontánea a lo largo de la avenida Reforma; todos llevaban el número 043. El 6 de diciembre, el laboratorio austriaco confirmó que la identidad de uno de los fragmentos óseos correspondía a un estudiante de 19 años llamado Alexander Mora Venancio, uno de los 43 normalistas desaparecidos. En conferencia de prensa, Murillo Karam resumió la investigación del gobierno, diciendo que habían arrestado a 80 sospechosos, entre ellos Abarca, Pineda y más de 40 policías municipales. “Esta prueba científica”, dijo, “confirma que los restos encontrados en una de las escenas coinciden con la evidencia de la investigación y con la declaración ministerial de los detenidos, en el sentido de que en dicho lugar y forma se privó de la vida al grupo de personas”. Las palabras de Murillo Karam confirmaron los peores temores de muchos observadores: el gobierno estaba haciendo todo lo posible por cerrar el caso. El equipo de forenses argentinos que había estado trabajando en conjunto con el gobierno, rápidamente se distanció de la versión de Murillo Karam. “Por el momento”, dijo en un comunicado de prensa del 7 de diciembre, “no hay suficiente certidumbre científica o evidencia física de que los restos recuperados en el río San Juan por peritos de pgr[Procuraduría General de la República]… correspondan a aquellos retirados del basurero de Cocula, como indicaron los inculpados por pgr”. Lo que significó que a once semanas de los ataques, los padres de familia contaban con poca más información sobre sus hijos, de la que les dieron en los días siguientes a las desapariciones. Esto es lo que sabían. Esto es lo que sabemos. La policía, auxiliada por sicarios, mató a tres personas, hirió a más de 20, y desapareció a 43. Tres sicarios enmascarados vestidos de civil volvieron a la escena de uno de los ataques y mataron a dos estudiantes e hirieron a otros más. Alguien asesinó y mutiló a Julio César Mondragón Fontes. Alguien asesinó y quemó a Alexander Mora Venancio. El ejército sacó por la fuerza a estudiantes heridos de una clínica privada pero más allá de eso no intervino. Todo lo demás sobre lo que pasó con los normalistas después de que se los llevó la policía es rumor, especulación o está basado en confesiones dudosas. En respuesta a la declaración de Murillo Karam, los padres de familia advirtieron sobre mayores protestas. Muchos vieron la noticia durante una marcha en la Ciudad de México, e hicieron el anuncio parados ante el colosal Monumento a la Revolución. Felipe 118 de la Cruz, uno de los padres de familia, le dijo a la multitud, “No nos vamos a sentar a llorar, vamos a seguir luchando por la presentación con vida de los otros 42.” Para entonces esta exigencia — esta exigencia desgarradora e irreprochable — había llegado a representar no sólo a los hijos desaparecidos de Ayotzinapa, sino el profundo anhelo de encontrar a México mismo y sacarlo de todo el horror. Ilustraciones de Clay Rodery Traducido por Juan Elías Tovar Fuente: https://stories.californiasunday.com Publicado Yesterday por Lobo Suelto Visibilidad y vigilancia: capitalismos no democráticos y dispositivos de excepción http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2016/03/felicidad-asegurada-i-carolina-di-palma.html Damos comienzo a una serie de clases sobre “Privacidad y vigilancia en entornos digitales” realizadas por Laura Siri a través de Fundación Vía Libre, curso que tuvo por objetivo comprender la importancia del derecho a la privacidad y estudiar el impacto de la vigilancia corporativa y estatal sobre los derechos humanos en este momento histórico. Reconsiderar en Argentina pero también en Latinoamérica, y en realidad, a nivel global, lo que entendimos por Derecho a la Comunicación a partir de los años 60 y luego con el Informe Mac Bride nos lleva sólo a la punta del iceberg de lo que leerán de aquí en adelante en estas veintitrés publicaciones. Repensar las relaciones entre visibilidad, vigilancia y derechos son los temas que nos convocan hoy a raíz de las transformaciones que la nueva arquitectura digital, ya implementada, produce en las relaciones de poder y en los capitalismos, hasta ahora, democráticos. Mientras la lucha política de la comunicación social hasta los años 60 y 70 fue la de, no solo acceder a la información, sino la de poder brindarla, es decir “hacer visible la propia voz”, el capitalismo se reconfiguraba hacia el capitalismo financiero y, tomando y escuchando las resistencias que clamaban por el “derecho a dar la voz”, inventaba nuevas formas de control dándonosla toda (la voz). El pasaje del capitalismo industrial al financiero y, específicament e hoy, a la New economy, son posibles gracias a nuevas formas de organización social que nos son las de la disciplina y el encierro. Fue en el Valle del Silicio donde hizo rizoma la revolución digital contemporánea. A mediados de los años 70, con fondos del estado norteamericano, a través de la Universidad de Standford, para investigaciones militares ligadas a las nuevas tecnologías, surgieron los primeros circuitos integrados con semiconductores de silicio, las computadoras personales que hicieron posibles a los millones de usuarios, las interfaces y softwares que nos permitieron entrar en contacto con las máquinas, e internet, esa gran nube virtual de soporte numérico en la que hemos entrado los seres humanos con cuerpo de signos. Luego, la caída del muro, el fin de la guerra fría, y reconversión de la URSS, hizo posible que grandes capitales privados rusos invirtieran como capital accionario de riesgo en el desarrollo de star ups que funcionarían a nivel global. Hacia el año 2000 la Cumbre del G8/ G7 que se realizó en Okinawa decidió impulsar la Sociedad Global de la Información con lineamientos políticos y estratégicos. Las Naciones Unidas, a su vez, aprobó en el año 2001, la Cumbre Mundial sobre la sociedad de la información (CMSI) en conjunto 119 con la Unión internacional de Telecomunicaciones. Dos años más tarde, en el 2003, se realizó la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información de Ginebra donde se hizo un “llamado a la comunidad internacional para que se fomente la transferencia tecnológica y que los países del Tercer Mundo accedan a los mecanismos de financiación, así como los destinados a mover recursos internos. Y finalmente, un poco después, la UNESCO dispuso un plan de acción y seguimiento para esta implementación que gestionamos hasta hoy en la duración continuidad dictadurademocracias-neoliberales. Las preguntas entonces no son por el acceso, la inclusión o la tecnología sino por la democracia y la libertad vocablos que desaparecen de los horizontes políticos tal como los conocimos en la modernidad, sobre todo si pensamos que el apagón analógico está previsto en este país para el 2019. En este momento histórico, por ejemplo, la nueva Ley Digital Argentina está enmarcada en este lineamiento del G8 que se llevó a cabo hace más de 10 años para todo Latinoamérica junto a una reorganización del capitalismo financiero que conduce hacia el gobierno de las finanzas. Este capital accionario transnacional y global no responde a las fronteras nacionales del siglo pasado ni necesita de las instituciones de la modernidad para el orden y reproducción social. La producción cada vez más automatizada requiere mucho menos trabajo mecánico del cuerpo humano y este nuevo semiocapitalismo o capitalismo cognitivo asigna valor al trabajo abstracto intelectual y a la producción de sentido en la bolsa, más allá de la economía real. El plusvalor hoy se extrae del consumo al monetizar el tiempo de ocio en los espacios virtuales de excepción donde el mercado interpela a los nuevos consumidores sin mediación alguna de las instituciones de la modernidad. Para desviarnos de las disputas de sentido de izquierdas y derechas, kirschnerismos y macrismos, o quizá para no desviarnos de los problemas reales contemporáneos, hacemos esta inmersión en las nuevas relaciones de fuerza que dan forma los nuevos dispositivos que organizan el capitalismo de la vigilancia, las democracias seguras y otros significantes posibles. *** ¿Qué es la privacidad? Laura Siri (Fundación Vía Libre - Aula virtual Artica) ¿Qué contestarías si te pregunto qué es la privacidad? Te cuento que para muchos directivos de grandes empresas tecnológicas la suya parece ser “algo que no existe, que no debe existir y, si existe, ya nos encargaremos de liquidar”. Algunos ejemplos: En el 2000, el entonces gerente general de la compañía Sun Microsystems, Scott McNeally, dijo: “la privacidad ha muerto, supérenlo”. Larry Ellison, fundador de otra gran tecnológica, Oracle, dijo en 2001 (Enlaces a un sitio externo.): “Bien, esta privacidad que les preocupa es en gran medida una ilusión. Y todo lo que deben abandonar son sus ilusiones, no su privacidad. Ahora mismo pueden ir a Internet y conseguir un informe de crédito sobre su vecino y averiguar dónde trabaja, cuánto gana, si está al día con su hipoteca y un montón más de información”. Casualmente, Sun Microsystems fue comprada por Oracle, pero eso es otra historia. En 2010, el exgerente general de Google, Eric Schmidt, dijo (Enlaces a un sitio externo.): “nos das más información sobre ti y sobre tus amigos, y podemos mejorar la calidad de nuestras búsquedas. No necesitamos que tipees nada. Sabemos dónde estás. Sabemos dónde has estado. Podemos saber aproximadamente en qué estás pensando”. 120 En el mismo año, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, sugirió que la privacidad ya no constituye una “norma social” (Enlaces a un sitio externo.). Su hermana Randi, exdirectora de marketing de la compañía, fue aún más lejos al año siguiente cuando expresó que: “el anonimato en Internet tiene que desaparecer (Enlaces a un sitio externo.)” porque, en su opinión, la gente se comporta mucho mejor si no se le permite ocultar su nombre real. Generalmente, como ves, no definen qué es esa cosa que debe desaparecer o que ya desapareció. O bien resaltan solo un aspecto de la privacidad, como si ésta no fuera un derecho multidimensional y contextual. La verdad es que existen diferentes formas de privacidad, así como numerosos conceptos vinculados, pero no sinónimos ni antónimos lineales. Por ejemplo, intimidad, secreto y anonimato. Hay un trabajo de la British Royal Academy of Engineering (2007) (Enlaces a un sitio externo.) que, sin ser el único ni necesariamente el mejor, resulta útil para comenzar a hacer distinciones en función de “aquello que uno quiere mantener privado”. Así, se puede entender la privacidad como: confidencialidad: cuando queremos mantener en secreto cierta información sobre nosotros o sobre terceros. anonimato: representa la intención de que algunas de nuestras acciones no puedan ser relacionadas con nosotros como individuos específicos. Es muy combatido por las empresas de Internet, que quieren tener datos veraces de todos para poder segmentar publicidad. Y también por las agencias de seguridad que, virtualmente, consideran sospechoso a todo aquel que no quiere aparecer online con su nombre verdadero. Sin embargo, el anonimato online es imprescindible muchas veces para garantizar efectivamente el derecho a la libertad de expresión y el disenso político. identidad: podemos querer mantener nuestra identidad desconocida por cualquier razón, incluso cuando queremos separar nuestra identidad personal de la de una función pública. Las discusiones al respecto también surgen en el marco, por ejemplo, de los documentos “de identidad” obligatorios y biométricos (que, en realidad, son de “identificación”, que no es lo mismo). autodeterminación: podemos considerar que algunas de nuestras acciones, actitudes y comportamientos son asunto nuestro y no incumben a nadie más (esos otros pueden ser desde empleadores hasta el Estado). No necesariamente implica ocultar un secreto (aunque el derecho a tener secretos también debería ser reivindicado). libertad de “ser dejado tranquilo”: es una acepción de privacidad muy clásica, ya que fue enunciada de este modo en un famoso ensayo de los jueces Samuel Warren y Louis Brandeis (Enlaces a un sitio externo.) en 1890. Implica poder dedicarnos a nuestros asuntos sin ser escrutados por parte de nadie. Curiosamente, fue motivada por la aparición de un invento técnico: la cámara de fotos personal. Los mencionados juristas de Estados Unidos, con agudeza aún hoy vigente, decían que “La soledad y la privacidad se han hecho más esenciales para el individuo; pero la empresa moderna y la invención, a través de la invasión de su privacidad, lo han sometido al dolor mental y el stress, mucho más de lo que podría infligir una mera herida corporal”. control de los datos personales: se relaciona con el derecho a controlar la información que circula sobre nosotros (ej.: dónde se almacena, quién la ve, quién se asegura de que sea correcta, etc.). Por ejemplo, todos encontramos perfectamente correcto que nuestro médico conozca qué medicamentos tomamos. Pero muchos encontramos chocante y peligroso que haya empresas dedicadas a transcribir y almacenar en bases de datos, para luego venderlo, el historial de consumo farmacológico de cada ciudadano. En general, más allá de qué es lo que “queremos mantener privado”, lo importante es que esa voluntad siempre depende de un contexto. En efecto, como dice Helen Nissenbaum en 121 su libro “Privacidad amenazada”, una acción o práctica viola nuestra privacidad en función del contexto en el cual la actividad tiene lugar y también según cuál sea el tipo de información en cuestión y los roles sociales en los que las personas están inmersos. Los contextos sociales, tales como los de los servicios de la salud, la educación, el comercio y la religión, se rigen por normas sociales complejas y relaciones de poder. La privacidad, o integridad contextual, tiene que ver entonces con un subconjunto de dichas normas vinculado con los riesgos del traspaso de ciertas “fronteras” informacionales. Este tipo de normas prescriben cómo ciertos tipos de información sobre ciertas personas específicas, actuando en roles específicos, deben fluir entre las demás personas. Por ejemplo, en un contexto de amistad, los amigos comparten recíprocamente informaciones, no por obligación, sino por elección. Si lo que uno habla con sus amigos saliera de contexto, esas mismas informaciones funcionarían de modo muy distinto. El problema es que hoy en día sí salen de contexto habitualmente, solo que no prestamos atención. Porque, por ejemplo, cuando creemos estar hablando en privado con amigos en Facebook resulta que hay robots de esa plataforma haciendo análisis textual para encontrar piezas de información de valor comercial, y también hay autómatas de organismos de seguridad nacionales y extranjeros tratando de detectar actividad “sospechosa”. Entonces, de acuerdo con la teoría de la integridad contextual de Nissenbaum, las mencionadas normas informacionales establecen expectativas contra las cuales ciertas acciones y prácticas son confrontadas. En particular, brindan una guía para evaluar nuevas prácticas sociotécnicas, cuyo respeto por la integridad contextual de los sujetos involucrados es juzgado de acuerdo con varios factores: El contexto que las rige Si la nueva práctica cambia los tipos de información en cuestión Si la nueva práctica causa un giro en quiénes están involucrados como remitentes, destinatarios o sujetos de la información Si los nuevos patrones del flujo de información encajan con los principios relevantes para la transmisión Entonces, cuando uno tiene la impresión de que ciertas prácticas sociotécnicas son violatorias de la privacidad es porque son percibidas como violatorias de normas informacionales que se asumen como apropiadas en determinado contexto, sostiene Nissenbaum. Pero los contextos y la consecuente necesidad de repensar qué es la privacidad vienen cambiando a medida que también cambian las posibilidades técnicas: En cierto momento, lo “inviolable” (salvo casos especificados por ley y con garantía judicial) era apenas lo que la cuarta enmienda de la constitución de los Estados Unidos predica. Es decir, el domicilio, los papeles privados, las posesiones personales que uno lleva consigo, el cuerpo. Warren y Brandeis introdujeron los componentes de autonomía y aislamiento. Con el creciente uso de los teléfonos, se comenzó a discutir la privacidad en las telecomunicaciones. Las tecnologías de la información, con la posibilidad de confeccionar bases de datos personales, dieron lugar a un nuevo enfoque: la “privacidad informacional”. Las luchas por los derechos de los gays y a favor de la despenalización del aborto también dieron lugar a argumentaciones basadas en la “privacidad”, esta vez ancladas en el derecho de cada uno a hacer lo que quiera con su cuerpo sin que otros se inmiscuyan. El clásico “derecho a ser dejado en paz” experimenta una reactualización a medida que las cámaras de vigilancia se vuelven omnipresentes. 122 Con la existencia de dispositivos con capacidad de geolocalización, como los modernos teléfonos móviles, aparece el concepto de “privacidad de las ubicaciones” y la controversia acerca de si uno puede o no tener expectativa de privacidad cuando se encuentra en lugares públicos, como la calle. La privacidad como confidencialidad resurge en los debates a medida que crece la conciencia de cómo nos espían las redes sociales online y los sitios de comercio electrónico. Las historias clínicas digitales también han generado debates, en este caso debido a que ya no solo el médico tratante tiene acceso a los datos de salud. Las presiones en distintas partes del mundo para implementar sistemas de voto electrónico dispararon dudas acerca de cómo dichos sistemas podrían comprometer el secreto del sufragio. Esos debates mostraron particularmente cómo la falta de privacidad puede comprometer seriamente la mismísima democracia. La privacidad corporal no solo está puesta en cuestión por el creciente uso de biometría y recolección de ADN con diversos fines, sino también con los experimentos que hay en neurotecnología, que hacen abogar por una “privacidad de la mente”. También hay que tener en cuenta que los riesgos para la privacidad generados por una de las prácticas previamente enumeradas interactúan sistémicamente con aquellos generados por las demás, y que una pieza discreta de información personal, recolectada en determinado momento y contexto, podría perfectamente terminar siendo usada para otros distintos y en combinación con otras piezas de información para conocer aún más íntimamente todas las particularidades de la vida de las personas. Sobre Bolivia:Prólogo a "Se han adueñado del proceso de lucha" // Raquel Gutiérrez Aguilar http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2016/03/prologo-se-han-aduenado-del-proceso-de.html Hay periodos, a lo largo de los reiterados ciclos de reproducción de la vida social, cuando anhelos y búsquedas desplegados colectivamente a partir de enérgicas luchas previas parecen detenerse y sumergirse en una cotidianidad ajena que, a modo de la “nada” de la Historia sin fin de Michael Ende – como dice Amador Fernández Savater- carcome la vitalidad previamente compartida, atrapando y diluyendo las apuestas más subversivas y filosas para la transformación de la vida económica y política de las naciones, las cuales se ponen en movimiento desde las luchas de abajo. En Bolivia, después de 2009, algo así parece estar ocurriendo. Evo Morales ocupó el gobierno boliviano en enero de 2006, como una –y quizá la más visible- de las resultantes de la agitada y febril ola de movilización y levantamiento protagonizada entre 2000 y 2005 por miles y miles de hombres y mujeres en lucha, que fueron capaces, una y otra vez, de detener los rasgos más enloquecidos del belicoso afán expropiador de la riqueza social propugnado por coaliciones de intereses transnacionales entreveradas con viejas élites ferozmente machistas y racistas. En medio del estruendo del antagonismo desplegado, de la vorágine de los levantamientos en marcha y de las exigencias cotidianas, organizativas y estratégicas, que los y las movilizadas confrontaban, se produjo colectivamente, como decisión común, la hasta ahora llamada “Agenda de octubre”: auténtico plan general de lucha y de transformación profunda de las relaciones sociales que se orientaba por un lado, hacia la tendencial reapropiación colectiva de la riqueza material anteriormente usurpada por el capital privado y/o la burocracia tecnocrática (en particular la tierra, el agua y los hidrocarburos) y, por otro, hacia la reorganización política del país desde sus fundamentos mediante la realización de una Asamblea constituyente que terminara de hacer colapsar la vieja estructura política de corte colonial ya muy desgastada tras el incontenible tsunami de movilización y rebeldía. Huáscar Salazar ha estudiado con rigurosidad y paciencia los principales acontecimientos políticos ocurridos en Bolivia después de 2006, rastreando con agudeza, en particular, los diversos esfuerzos de 123 lucha colectiva por abrir y dar sentido y forma a un horizonte de transformación comunitario-popular que se expresaron de muy diversos modos, explícita y enérgicamente hasta finales de 2008. El recuento y análisis de numerosas acciones y discusiones protagonizadas por fogueados luchadores sociales, el registro de sus argumentos y de los nuevos conflictos que comenzaron a surgir a la hora de buscar desbordar y subvertir, en la Asamblea Constituyente y no únicamente en ella, la institucionalidad heredada –ahora parcialmente ocupada por cuadros del MAS- constituye una parte notable del esfuerzo de Salazar para contribuir a conservar vivo en el recuerdo y la memoria histórica -no sólo de bolivianos, sino de los luchadores sociales del mundo todo- aquello que colectivamente fue hilvanado como deseo común, como proyección de un presente deseable y un futuro posible en los tiempos finales del Pachakuti que remeció los Andes centrales a comienzos de siglo. A partir de ahí y sin ningún afán de exagerar el significado del trabajo de Salazar, considero que éste se inscribe en una fértil tradición de estudiosos e historiadores de las revoluciones, cuyos trabajos han conservado, como brasas ardientes, conocimientos fértiles para el camino de la lucha y la autoemancipación colectiva que, de otra forma, hubieran tenido el destino triste de las cenizas cuando la hoguera de las luchas parece extinguirse. Charles Bettelheim y su muy importante Historia de la lucha de clases en la URSS -obra hoy, lamentablemente, de muy poca circulación- o K.S. Karol y su extraordinario recuento analítico de La segunda revolución china –tan rico en experiencias de transformación social protagonizadas por hombres y mujeres durante el período de la Revolución cultural, actualmente todavía más negada y oculta- son, sin duda, antecesores en el tiempo del trabajo de Salazar y su registro exhaustivo de los caminos que configuraron no sólo el horizonte interior de los levantamientos sino, también, la posterior expropiación por unos cuantos del portentoso proceso de lucha protagonizado por muchos, por muchísimos hombres y mujeres que habitan en el país corazón de América del Sur. Sin embargo, a diferencia de los historiadores mencionados, Huáscar Salazar encaró una tarea todavía más ardua, doblemente difícil. En contraste con aquellos otros que se propusieron registrar los anhelos de transformación anidados en las entrañas de las sociedades rusa y china, para volver inteligibles las dificultades que los luchadores fueron confrontando a lo largo de los años, cuando las reverberaciones de los momentos más audaces y más creativos de la revolución desplegada iban perdiéndose en el tiempo, sofocados, eso sí, por la estridencia de los discursos y argumentos de las estructuras estatalesnacionales reconstituidas para infundir nuevos bríos a la acumulación del capital; a diferencia de ellos, que contaban con un marco de intelección más o menos compartido de los sucesos sociales, que permitía organizar tanto la expresión de las ideas como la discusión de los conceptos, Salazar debe transitar un camino mucho más incierto. Documentando y escribiendo sobre sucesos de la historia boliviana reciente, al tiempo que avanza en el análisis riguroso de acontecimientos y debates, simultáneamente reflexiona sobre lo que tales acontecimientos alumbran en relación a las posibilidades mismas de pensar la revolución hoy, se empecina por desbloquear caminos posibles para la transformación cotidiana de las relaciones sociales capitalistas, cada vez más asfixiantes. Es, en tal sentido, un libro esperanzador pese a que describe un momento obscuro. El camino andado en esta dirección es, también, fértil y sugerente. Partiendo de una relectura del siglo XX boliviano desde donde encuentra las claves de la lucha por tierra y autogobierno como ejes centrales de las históricas disputas protagonizadas por polifónicos y diversos entramados comunitarios de muy variado origen, enfrenta el análisis del período de gobierno del MAS con un ojo crítico a la vez sagaz e implacable. Esa es la densidad que se recoge, como cosecha, del estudio crítico y meticuloso de la historia. De ahí que sus posteriores análisis de las tensiones y antagonismos crecientes entre un profundo –aunque frágil y peligroso- horizonte comunitario-popular en construcción y la decisión explícita del gobierno de Morales de reconstruir una institucionalidad estatal ceñida al más conservador esfuerzo nacionalista disfrazado de “pluri-nacionalismo” medianamente populachero, no quede atrapado en el muy consabido género de la “denuncia”. Salazar va mucho más allá de ello, elaborando conceptualizaciones sobre sucesos que ve reiterarse en el transcurrir de la historia, dialogando y aportando a los argumentos de otros estudiosos de la historia boliviana reciente. Y contribuyendo, con ello, a refrescar la reflexión sobre los sentidos más íntimos que conjuga la lucha contemporánea. “Se han adueñado del proceso de lucha”. Horizontes comunitarios-populares en tensión y la reconstitución de la dominación en la Bolivia del MAS, es un libro destinado, seguramente, a generar 124 polémica y también, que es lo más importante, a abrir brecha para las nuevas luchas que reinaugurarán, más temprano que tarde, el camino del Pachakuti, hoy atrapado en la disputa palaciega por prebendas o en la obscura maniobra por influencia y dinero. Es para mi una alegría inmensa, que agradezco de corazón, acompañar con mis palabras en estas breves páginas, el destino de este esfuerzo que hoy ve la luz en la tierra para la cual fue escrito. Gracias Huáscar y estoy segura que comienzas a sembrar, otra vez, en buen momento. Puebla, México, mayo de 2015 “La derechización está en curso por la propia dinámica del gobierno `progresista´” // Verónica Gago y Diego Sztulwark Entrevista a Huáscar Salazar Lohman http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2016/03/la-derechizacion-esta-en-curso-por-la.html Economista boliviano, activista ligado a organizaciones sociales y miembro de la Sociedad Comunitaria de Estudios Estratégicos, Huáscar (1983) publicó el año pasado el libro Se han adueñado del proceso de lucha. Horizontescomunitario-populares en tensión y la reconstitución de la dominación en laBolivia del MAS (2015) (SOCEE/Autodeterminación), con prólogo de Raquel Gutiérrez Aguilar, una investigación académica de largo aliento que trata de comprender lo ocurrido desde la llegada de Evo y del MAS al gobierno desde el punto de vista de las tramas comunitario-populares, que hasta entonces desarrollaron un enorme poder de veto contra las políticas modernizantes del estado neoliberal al punto de desestabilizar el conjunto de las categorías jurídicas, políticas y económicas de la dominación. Luego de esa fecha, en cambio, y a contrapelo de la retórica oficial, esas mismas tramas retroceden ante la nueva síntesis estatal que no ha dejado de plantear intensos conflictos con sus iniciativas modernizantes de tipo neodesarrollista. Huáscar sostiene que no se entiende el proceso boliviano sin considerar que “la derechización ya está en curso por la propia dinámica” del gobierno “progresista”. Encontramos a Huáscar en octubre de 2015 en Puebla, en el Congreso de Comunalidad, y retomamos la conversación durante el verano para seguir de cerca el referéndum convocado por el gobierno boliviano en el que fracasó la iniciativa reeleccionista. ¿Qué es lo comunitario-popular en Bolivia y qué papel ha jugado en las luchas de los últimos años? ¿Qué valor tiene hoy día y qué horizonte abre? Lo comunitario-popular es un horizonte que se establece a partir de una forma específica de producción de lo político, la cual parte de lo que Raquel Gutiérrez Aguilar –quien propone y desarrolla el término– denomina la reapropiación colectiva de la riqueza material disponible.[1] Un horizonte comunitario-popular es, entonces, la expresión política y de lucha de una serie de relaciones sociales que se tejen en torno a garantizar la reproducción de la vida, partiendo de formas autónomas, autorreguladas y siempre colectivas de ejercicio del poder y de la gestión de bienes comunes; contrapuestas siempre –aunque nunca en estado de pureza– a las que son impulsadas a partir del ordenamiento capitalista de la sociedad. 125 La defensa y el despliegue de esas relaciones, que básicamente implica resguardar y recuperar la capacidad colectiva de decidir sobre una base material que nos es común, es la lucha política empujada desde un horizonte comunitario-popular, el cual no parte del objetivo de la toma del poder estatal, sino que más bien tiende reapropiarse de prerrogativas sobre el ámbito material y simbólico expropiadas por la institucionalidad estatal y funcionalizadas al capital. Si se revisa la larga historia de las luchas bolivianas, ese horizonte comunitario-popular ha sido un denominador común, el cual se ha expresado de diversas maneras en cada contexto particular, incluso en muchas ocasiones entremezclado con luchas centradas en la “toma del poder”. La Revolución Nacional del 52, por ejemplo, hubiera sido impensable sin los levantamientos indígenas y campesinos que la precedieron –muchos de ellos promovidos por el afán de recuperar sus tierras y sus propias formas de autogobierno– y que debilitaron las estructuras de dominación de ese entonces. No fue sólo una rebelión obrera, como se suele interpretar a este hecho histórico. El ciclo rebelde de 2000-2005 fue una expresión profunda de ese horizonte, distintas fuerzas comunitarias, urbanas y rurales, lucharon sistemáticamente por la reapropiación colectiva del agua, los hidrocarburos, el territorio, además de poner en cuestión la forma de la política del Estado neoliberal. Era gente organizada a partir de asambleas, sindicatos agrarios, juntas vecinales, y otras formas organizativas centradas en la deliberación colectiva. En la mayoría de los casos no existían vanguardias iluminadas, sino que eran las formas cotidianas y autónomas de organización social las que se desplegaron en las calles. De ahí que se debe entender que si bien el Movimiento Al Socialismo emerge del movimiento cocalero en ese contexto de luchas, nunca fue la vanguardia de ellas y tampoco se debe pensar que esas luchas tenían como objetivo llevar a Morales al gobierno, ese fue un resultado más, que si bien fue importante, no expresaba el núcleo del horizonte que iba mucho más allá. Lo comunitario-popular, entonces, se basa en la práctica colectiva de gestión de la vida social y la vigencia de este horizonte no depende de la presencia un discurso ideológico, sino más bien de la capacidad de la puesta en práctica de aquellos mecanismos que permiten recrear la relación social comunitaria. Estos, aunque no desplegados, siguen muy vigentes en la realidad boliviana, aunque eso sí, también están fuertemente golpeados por la dinámica estatal de la presente coyuntura. ¿Cómo caracterizas al gobierno del MAS? ¿Qué papel juega desde su asunción, a partir de 2006? Tu modo de exponer el proceso boliviano, que no se hace expectativas con el papel del estado y que ve en el MAS una fuerza de normalización quita esperanza a mucha gente, no sólo de Bolivia. ¿Cómo asumís este choque con las ilusiones que aún despierta en muchos lugares la figura de Evo? Ha habido una gran dificultad para caracterizar y nombrar al gobierno del MAS. En un primer momento, desde la llegada de Morales al gobierno hasta, yo diría, el cierre de la Asamblea Constituyente, en 2008, pudimos evidenciar una forma de ejercicio de la política estatal en la que los gobernantes se vieron obligados a responder a una serie de presiones permanentes que venían desde distintas organizaciones populares –aquellas que habían asumido las banderas de luchas entre 2000 y 2005–. La fuerza política de estas organizaciones era la base social del gobierno, que 126 le daba legitimidad y capacidad para enfrentar a las fuerzas más conservadoras del país. En otras palabras, estas organizaciones empujaban al gobierno a cumplir una agenda popular, al mismo tiempo que le dotaban de la fuerza e impulso para lograrlo. Distintas leyes –como la de Reconducción de la Reforma Agraria– y la propia Asamblea Constituyente fueron resultados de esta dinámica, que finalmente fue impulsada desde los entramados comunitarios. Sin embargo, aquella no era una situación cómoda para los gobernantes y menos para el ejercicio que realizaban del poder estatal. Si se revisa cuál fue la actitud del MAS en los primeros años de gobierno frente a ese empuje popular, lo que vamos a encontrar es una disputa en la que el gobierno buscaba limitar la capacidad de presión de las organizaciones sociales, expropiando prerrogativas de decisión política que éstas habían logrado a través de la lucha, y para lograr esto la estrategia fue la de establecer alianzas con las élites dominantes. Es así que, por ejemplo, si bien en el gobierno del MAS se estableció la Asamblea Constituyente por la presión de las organizaciones, fue el propio gobierno quien produjo una serie de límites para contener las posibilidades más profundas de transformación social que aquellas organizaciones sociales intentaron plasmar en ese proceso constituyente. Tanto es así que la Constitución Política del Estado aprobada por la Asamblea Constituyente no es la que está vigente, sino que quedó una modificación de ella, la cual se realizó en una negociación a puerta cerrada entre gobierno y fuerzas conservadoras, sin organizaciones sociales. En esa negociación se modificaron más de cien artículos quitando la esencia de aquella agenda popular. La muestra más clara: tenemos una Constitución Política del Estado que constitucionaliza el latifundio, cosa que antes no había sucedido. Lo que hizo el MAS, en tanto fuerza gobernante estatal, fue expropiar la capacidad de decisión política sobre distintas cuestiones públicas, la cual había sido reapropiada por las fuerzas populares en casi seis años de lucha previa. Para esto se vio en la necesidad de, primero, desarticular las fuerzas populares que pugnaban por dar forma a la política estatal e instrumentalizar al gobierno –en la medida de lo posible– según las heterogéneas agendas que tenían. Para lograr esto subordinó y disciplinó a las cúpulas de las principales organizaciones sociales, y a las que no logró alinear a la política gubernamental, las intervino y las reprimió. En segundo lugar, el gobierno del MAS asumió como suyo el proyecto de los nuevos y viejos sectores dominantes, desde las transnacionales hidrocarburíferas hasta la oligarquía terrateniente, pasando por las cooperativas mineras, capital comercial, etc. Esta no es una aseveración menor, pero basta una revisión detallada de la política económica de este gobierno para evidenciar –más allá de una serie de políticas de bonos y subvenciones– que el MAS logró consolidar en Bolivia buena parte de la agenda que el neoliberalismo intentó imponer pero no pudo; sólo que lo hizo en un contexto económico internacional favorable que le permitió financiar el corporativismo que ha asumido la estructura estatal y también lo hizo a partir de formas distintas. Entre esas formas está la retórica reproducida por el gobierno, la cual también puede considerarse como un despojo de los discursos que articularon las luchas populares previas al gobierno del MAS. Esa retórica se ha sostenido como contraparte de una política que en esencia no tiene absolutamente nada que ver con ella y su enunciación se vuelve cada vez más vacía en el 127 imaginario popular boliviano, lo que, por supuesto, quita esperanza y produce mucha frustración, era un proceso que no necesariamente tenía que tender a esto. El MAS, como lo esperábamos muchas y muchos de nosotros, podía haber coadyuvado a profundizar las transformaciones sociopolíticas que habían impulsado las luchas populares desde las calles, abriendo un tiempo histórico fértil para pensar alternativas sociales, y no debía ser el agente que más bien se encargara de cerrar ese tiempo. Quizá todo esto es menos evidente afuera del país, y más si tenemos en cuenta que el gobierno boliviano ha establecido, como política de legitimación internacional, la sistemática difusión de un discurso altamente seductor para una izquierda progresista latinoamericana, la cual, lastimosamente, no está haciendo el esfuerzo por ver más allá de lo que el gobierno boliviano quiere mostrar. Esas redes de apoyo internacional, que otrora eran profundamente útiles como cajas resonancia de las voces críticas existentes al interior del país, ahora están apagadas e, incluso, muchas de esas redes –las más institucionalizadas–, se han convertido en operadores intelectuales “iluministas” que se encargan de deslegitimar las voces críticas y las luchas populares que poco a poco emergen en la realidad boliviana. Yo creo que la actual Bolivia estatal debe dejar de ser un referente de esperanza, porque es una esperanza vacía y esas esperanzas son estériles. Lo que puede convertirse en fuente de esperanza fértil –y que pasa acá y pasa en muchos lados– son las luchas populares que se empiezan a rearticular desde abajo. ¿Cómo evalúas la coyuntura de Bolivia a la luz de los cambios geopolíticos en Sudamérica? Se habla del fin del ciclo “progresista” en América Latina, y si bien no me gusta mucho la idea de que veamos estos procesos como un “ciclos”, creo que la figura es útil para entender lo que se viene después de estos gobiernos que se autodenominaron como “progresistas”. Y sobre esto quiero puntualizar un aspecto: el horizonte que, desde la democracia formal, nos dejan este tipo de gobiernos es un horizonte de derecha. Me explico y lo ejemplifico en el caso de Bolivia –aunque por lo que conozco de otros países podría, guardando las diferencias, pensarse algo similar. Por lo que expliqué anteriormente, más allá del discurso, el gobierno de Morales ha asumido como política de gobierno los intereses de lo que históricamente denominamos como derecha en Bolivia; es decir, esta aparente izquierda, desde una retórica popular, operativiza los intereses de la derecha, por lo que en este caso la derechización ya está en curso por la propia dinámica del gobierno “progresista”. Pero lo que también este gobierno hizo fue desarticular y aplastar los proyectos políticos críticos, aquellos que desde la heterogeneidad construían sus propias alternativas, incluso, muchas de ellas de corte electoral. El intento de monopolizar el ámbito de lo que entendemos por “izquierda”, llevó al MAS a aniquilar otros proyectos que emergieron desde abajo, un ejemplo fue el barrido y la destrucción del Poder Amazónico y Social (PASO), que era un esfuerzo de campesinos e indígenas del norte amazónico por estructurar su propio instrumento político electoral, como éste hay varios ejemplos más. Hace unos días, un intelectual del gobierno expresaba “tenemos un solo proyecto y un solo líder”. La lamentable realidad de sus palabras nos muestra que, en la democracia formal boliviana, 128 aparentemente nos quedan dos opciones: el MAS que se perfila para seguir gobernando como la nueva derecha, y la única alternativa pareciera ser la derecha de siempre, la tradicional. En otras palabras, el gobierno progresista pareciera que nos deja un horizonte de derecha como única opción. Yo creo que esta dinámica de derechización de la región va a venir con fuerza, bajo distintas formas pero de manera sistemática. Sobre esto habrá que ver cuál es la capacidad de reorganización de fuerzas populares que, más allá de que participen o no en el escenario electoral, mantengan su centro de gravedad hacia abajo, ya que ese podría ser el contrapeso principal para limitar dicho proceso. ¿Qué tipo de síntesis social no-estatal imaginas como perspectiva posible? Debo admitir que siempre me exasperan las vertientes epistemológicas que tienden a reducir la posibilidad de lo político al ámbito estatal, en primer lugar, porque se corresponden con la vocación totalizante del Estado; es decir, una epistemología de este tipo reconoce al Estado como ámbito único y privilegiado para la producción de la decisión sobre los asuntos públicos. En segundo lugar, porque son desconocidas como legítimas y válidas otras formas de producción de lo político. Lo político desde abajo, que se hace desde los “márgenes”, en palabras de Raúl Zibechi, o el “subsuelo político”, en palabras de Luis Tapia, queda simplemente invisibilizado. En ese sentido, pensar en una síntesis social parcial no-estadocéntrica –que no necesariamente es no-estatal–, implica pensar una sociedad en el que el Estado no ejerce el monopolio de la decisión política, sino que también se despliegan una multiplicidad de formas sociopolíticas de gestión de la vida, las cuales, permanentemente –y recalco esto porque es un proceso siempre inacabado– destotalizan la vocación totalizante de la relación estatal, a partir de formas autónomas y colectivas de ejercicio del poder. No concibo una síntesis parcial no-estadocéntrica como una imagen prefigurada, sino más bien como el despliegue de una práctica que se vivió en Bolivia desde el 2000 hasta el 2008. En todo ese periodo, las fuerzas populares bolivianas cercaron al Estado y establecieron una serie de límites a la política desde su institucionalidad. A medida que eso pasaba, los hombres y las mujeres que luchaban se fueron re-apropiando, desde su vida cotidiana, de una serie de capacidades de decisión sobre asuntos que les importaban. Incluso en los dos primeros años del gobierno de Morales, distintas fuerzas políticas no estatales se desplegaron e intentaron plasmar una Constitución Política del Estado en la cual, más que establecerse las bases de una nueva “nación”, se buscaba consolidar de manera sostenible en el tiempo una serie de límites al Estado desde su propia gramática. La idea de territorios indígenas autónomos, la participación de autoridades originarias de manera directa en la democracia formal o la propuesta de consolidar un “cuarto poder” por medio del cual las distintas organizaciones tuvieran capacidad de veto sobre todas las decisiones del legislativo y ejecutivo, entre otras propuestas más, fueron reivindicaciones que iban en ese sentido. Entiendo, entonces, que esa fuerza desplegada desde distintos horizontes comunitario-populares, y que se posicionó en la realidad social boliviana de manera efectiva –no solamente prefigurada– 129 , nos permitió experimentar sobre las posibilidades de producir una síntesis social parcial y noestadocéntrica. Lo que también se aprendió de esa experiencia es que no basta producir una síntesis de ese tipo para luego transferir, por las buenas o las malas, las prerrogativas recuperadas a un gobierno que consideras “aliado”, ya que la dinámica estatal recompondrá las relaciones de poder a favor del Estado. ¿Qué repercusiones tendrá la reciente victoria del NO en el Referéndum para el proceso político boliviano? La puesta en escena del referéndum de reforma constitucional para que Morales pueda ser reelegido por tres periodos consecutivos marca claramente las prioridades que tiene esta administración: la consolidación de una estructura de poder dominante en torno a la figura de un caudillo. Era la primera reforma a la nueva Constitución Política del Estado y los temas más importantes, como el problema de la constitucionalización del latifundio u otros más, ni siquiera fueron pensados como una posibilidad de reforma desde este gobierno. Así pues, podríamos decir que el denominado “proceso de cambio” no sólo necesitaba habilitar a sus líderes como candidatos en 2019 para seguir existiendo, sino que, poco a poco, el “proceso de cambio” se ha convertido en eso. La victoria del SÍ en el referéndum hubiera significado la consolidación del MAS como partido gobernante hegemónico, lo que, a su vez, se habría traducido en un clima aún más agresivo y de hostigamiento hacia cualquier intento producción de alternativas políticas populares. Y, por tanto, también hubiera significado el afianzamiento del proyecto de la nueva derecha que: reprime indígenas (masacre de Chaparina o la brutal represión de Takovo Mora); que permite el incremento de la producción cultivos transgénicos (la producción de la soya transgénica pasó del 20% al 99% en 10 años del MAS); que promueve la devastación de bosques (el perdonazo legislativo a los agroindustriales que desmontaron 5.5 millones de hectáreas); que promueve la construcción de carreteras para el gran capital pasando por territorios autónomos de indígenas sin consultar (el caso del TIPNIS y la represión a los indígenas); que ha generado una estructura prebendal nunca antes vista a todos los niveles de gobierno (empezando con el reciente caso de corrupción multimillonaria relacionada a la empresa china CAMC); que nacionaliza los hidrocarburos para pagar subvenciones a las petroleras (incentivos que llegan a otorgar el 74.5% del valor de la venta de los hidrocarburos a las transnacionales); que más allá del discurso es colonial en esencia (un vicepresidente que por fuera del país habla de pomposos conceptos y teorías, pero cuando le habla a la gente sencilla de su país, desde el paternalismo y soberbia que lo caracterizan, les dice que “Evo es como cristo resucitado”[2]); que utiliza el miedo como mecanismo de propaganda política (amenazas para quitar el apoyo a quienes no voten por el MAS[3])….En fin, la nueva derecha, esa nueva dirigencia política de las clases dominantes se habría visto fortalecida. La victoria del NO, en cambio, ha significado la apertura de un espectro de posibilidades políticas. Por supuesto que entre esas está la derecha tradicional de este país, que es la que ahora trata de capitalizar el momento político, aunque sin mucho éxito. Esta vieja derecha le disputa el poder al MAS en el plano de la dirigencia, pero no en el plano del proyecto político; por lo que una discusión sobre cuál es menos malo es bastante estéril. Lo importante es el respiro que, esta pérdida de legitimidad y resquebrajamiento de hegemonía que ha sufrido el MAS, le da a distintas fuerzas políticas que posiblemente veremos emerger nuevamente en los próximos años. 130 Que después algunas de estas alternativas se fortalezcan desde abajo y otras pasen a la democracia formal, será otro tema y habrá que ver de qué manera lo hacen. Pero en este momento lo que tenemos son cuatro años hacia adelante en el que continúa un gobierno de derecha pero debilitado y enfrentado con una derecha tradicional; y, en paralelo, tenemos una serie de fuerzas populares diversas y polifónicas que poco a poco encuentran cauces para su accionar político emancipador; estos son procesos que llevarán su tiempo pero que ahora la tienen un poco más fácil. Siento que en Bolivia hemos pasado por distintas etapas frente al proceso del MAS, quizá la primera fue la de intentar “reconducir” el “proceso de cambio” a la cabeza del actual gobierno, para pasar a un momento de gran frustración e impotencia, que dejaron inmovilizados a las fuerzas populares, sin embargo, esta última etapa que estamos viviendo puede ser leída como un momento en que esas fuerzas empiezan a re-encontrarse y re-encausar sus esfuerzos, y lo hacen ya no interpelando al gobierno como un aliado, sino más bien como un contendiente político representante del nuevo orden dominante. [1] Al respecto ver: Horizonte comunitario-popular. Antagonismo y producción de lo común en América Latina, 2015, SOCEE/Autodeterminación, Cochabamba. [2] http://eju.tv/2013/12/vicepresidente-compara-a-evo-morales-con-jesucristo/ [3] https://video-frt3-1.xx.fbcdn.net/hvideo-xat1/v/t42.17902/10983953_455388304614160_1749238546_n.mp4?efg=eyJybHIiOjMwMCwicmxhIjo1MTIsInZlbmN vZGVfdGFnIjoicmVzXzQyNl9jcmZfMjNfbWFpbl8zLjBfc2QifQ%3D%3D&rl=300&vabr=146&oh=c1 d69cffc0d38d41129c5e0e51e59c2d&oe=56D0FE48 Filosofía para un fin de época”: Luis Villoro https://marxismocritico.com/2016/03/08/filosofia-para-un-fin-de-epoca/ ¿Cuáles son los signos del pensamiento en este caso y principio del siglo? Las páginas siguientes rastrean su hechura, recorriendo el camino que ha emprendido la razón y proponiendo, para los países de América Latina, no tanto la cancelación de la modernidad sino formas lúcidas para superarla. Luis Villoro. Filósofo emérito de la UNAM. Su libro más reciente: Filosofía del Renacimiento (FEC) Toda filosofía es hija de su época”: lugar común que nadie pone en duda. Pero podemos preguntar, ¿en qué consiste esa filiación? Ante todo, ¿qué es una “época”? Por “época” solemos referirnos a un lapso histórico que transcurre entre ciertos acontecimientos considerados de particular significación: la caída de un imperio, una revolución, el inicio de una empresa colonizadora o la aparición de un nuevo sistema de producción. El fin del imperio romano, la caída de Constantinopla, los inicios del capitalismo, por ejemplo, han sido señalad os como lindes entre épocas. Pero esos son signos externos, elegidos de un modo arbitrario, para indicar transformaciones lentas y difusas cuya maduración toma mucho tiempo. La caída del imperio romano simboliza, en realidad, el fin de la concepción armónica del mundo heredada de Grecia y el inicio del mundo mágico y religioso, bárbaro y cristiano. La toma de Constantinopla es una fecha elegida al azar para marcar los comienzos de una nueva manera de ver el mundo y de actuar sobre él, que despunta en el Renacimiento y va desplazando poco a poco la concepción medieval del universo, hasta constituir lo que llamamos “modernidad”. Un cambio de época es, ante todo, una transformación en la manera en que los hombres ven el mundo y se sitúan en él. Las creencias colectivas predominantes en una época son muy variadas, pero todas se levantan sobre el supuesto de ciertas creencias y actitudes básicas, que son condiciones de las demás y que, por ende, no se ponen en cuestión. Se trata de creenci as ontológicas acerca de lo que se considera razonable admitir como existente en el mundo, de supuestos epistémicos, acerca de lo que debe valer como razón para justificar cualquier proposición, de adhesiones valorativas sobre lo que debe considerarse com o altamente valioso. Las concepciones religiosas, filosóficas, políticas o artísticas más diversas se contraponen en una misma época, pero esa contraposición no sería posible sin el supuesto de un consenso sobre lo que puede aceptarse como razones y valores válidos. De lo contrario, toda argumentación sena imposible. Ese acuerdo está implícito en cualquier controversia y permanece inexpreso a través de las diversas expresiones de ideas contrapuestas. Las creencias básicas, comunes a una época, determinan la manera como, en un lapso histórico, el mundo se configura ante el hombre; constituyen pues lo que podríamos llamar una “figura del mundo”. “Figura” y no “concepción” o “dibujo”, porque es sólo un esquema, un marco restringido de 131 conceptos y actitudes comunes que delimita las diversas concepciones de una época. Una figura del mundo es el supuesto colectivo de las creencias y actitudes de una época. Una época dura lo que dura su figura del mundo. Ahora bien, no hay filosofía sin supuestos. Las ideas filosóficas de una época se dan dentro de un marco de creencias y actitudes comunes a ella. En este sentido podemos decir que toda filosofía es hija de su época. Pero la filosofía es también una activi dad crítica que interroga sobre la justificación de las creencias y actitudes colectivas y puede ponerlas en cuestión. Cuando es radical, reobra sobre la figura del mundo que le sirve de supuesto, puede hacer explícitas las creencias básicas implícitas en el pensamiento de una época y ponerlas en duda. Entonces, anuncia el fin de la época. Pues bien, hay algunos síntomas de que la figura del mundo que se anunció en el Renacimiento, se desarrolló en la Ilustración y se prolongó en los siglos XIX y XX, la que hemos dado en llamar “moderna”, empieza a ser objeto de aprehensión y de duda. Hay quienes hablan ya de “posmodernidad”. Otros son más cautos: no están seguros de asistir al fin de la época moderna, pero tienen que admitir que vivimos un giro en nuestras creencias básicas. De cualquier modo, la filosofía actual ha puesto en entredicho muchas ideas centrales de la figura moderna del mundo y empieza a plantear con sentido si ésta no habrá llegado a su fin. Por desgracia, quienes bautizándose a sí mismos de “posmodernos” barruntan el fin de una época, no definen con claridad que entienden por la “modernidad” que suponen en crisis. Mientras no precisemos cuáles son las características esenciales de la figura del mundo moderna, no podremos saber si efectivamente estamos a punto de abandonarla. Antes de contestar a esa pregunta, aun a riesgo de caer en un esquematismo simple, trataré de resumir en unos cuantos rasgos los conceptos que a mi juicio están a la base del pensamiento de la época moderna. Nos detendremos en dos términos clave: sujeto y razón. En el pensamiento antiguo, tanto griego como romano, el hombre tiene un puesto determinado en un orden que abarca a la totalidad de los entes. Es un ente entre otros. Sólo a partir del todo podemos determinar el lugar que le corresponde y, por lo tanto, su naturaleza. El pensamiento moderno ejecuta una inversión en ese punto de vista: ya no considera al hombre desde el mundo sino el mundo desde el hombre. El hombre es sujeto ante el que todo puede ser objeto. No es sólo un ente entre los entes, con un puesto asignado en el todo, sino un centro de actos que pueden dirigirse a todo. He idegger resumió el pensamiento moderno en estos términos: “La época que llamamos modernidad se caracteriza porque el hombre se convierte en medida y centro del ente. El hombre es lo subyacente a todo ente; dicho en términos modernos, lo subyacente a toda objetivación y representatividad, el hombre es subjectuum”. Heidegger, me parece, acertó al condensar en una fórmula la figura moderna del mundo. No acertó, en cambio, al fechar su inicio en Descartes, porque en realidad empieza desde el Renacimiento. En esa época se inicia la transformación del “alma” en “sujeto”. En Marsilio Ficino, por ejemplo, el alma es concebida ya como actividad pura: foco, centro de actos dirigidos a todos los objetos. El mundo entero se espejea en el alma, el alma es sujeto universal: en ese momento se anuncia el pensamiento moderno. La naturaleza del hombre no puede ser del mismo orden que la de las cosas no humanas. Todas las cosas tienen una naturaleza establecida y obedecen a leyes fijas; el hombre, en cambio, puede elegir para sí su propio puesto en el cosmos: su naturaleza es libertad. Esta idea apunta ya en el ramoso Discurso sobre la dignidad del hombre de Pico della Mirandola. Desde entonces el hombre es visto como un sujeto autónomo, abierto al mundo, para transformarlo según sus proyectos y su trabajo. Más tarde se presentará como autor de su propia historia, constructor de su sociedad, legislador de su propia ley moral. En suma, desde Pi co hasta Sartre, pasando por Descartes o por Kant, el hombre ya no es sólo una criatura de la naturaleza, sujeta a sus leyes; es también un sujeto que tiene al mundo como correlato de su conocimiento y de su acción. Naturaleza y sociedad las transforma con su acción; en la diversidad del mundo establece la unidad de la razón: nombra todas las cosas, las relaciona entre sí, las recrea. El hombre es la fuente de sentido de todas las cosas. El segundo concepto clave es el de razón. La modernidad formula un proyecto de racionalización del universo. Se trata de una razón totalizadora, porque dirigida a todo; única, porque se ejerce por igual en todos los órdenes del ser, universal, porque es compartida por todos los sujetos. En el Renacimiento, en algunas ideas de Leonardo da Vinci, de Ficino, se anuncia ya esta id ea, en el siglo XVII se convierte en el proyecto de una ciencia universal, capaz de expresarse en ideas claras y de formularse en lenguaje matemático. Todo debe estar sujeto a las condiciones marcadas por la razón. En la Ilustración se vuelve el ideal del dominio universal de la razón. En los siglos XIX y XX se concreta en el avance triunfal de la ciencia y la técnica, transformadoras de la morada humana. Volver el mundo racional no es sólo explicarlo y comprenderlo, es también transformarlo. La razón está ligada a la acción téc nica tanto en la naturaleza como en la sociedad. La suprema dignidad del hombre, pensaban los renacentistas, consiste en su capacidad de recrear el mundo en torno para construir una “segunda naturaleza”, a su imagen y semejanza; esto lo logra por el arte y por la técnica. Transformar es el signo de dominar. La razón, una y universal, se entiende ante todo ligada a la capacidad de dominio. Es un instrumento para establecer sobre la Tierra, al fin, el regnum hominis de que hablaba Francis Bacon. La ciencia natural se convierte pronto en el paradigma de todo conocimiento cierto. A esta actitud podemos llamar “cientificismo”. El cientificismo llega a un extremo en el positivismo pero se manifiesta también en toda concepción que considera como modelo único de conocimiento verdadero el de la ciencia. Ideal de la modernidad ha sido la racionalización, no sólo de la Naturaleza sino también de la sociedad. Sólo la modernidad intentó la construcción de una sociedad política con base en reglas puramente racionales. Sólo ella concibió la sociedad como resultado de un acto racional y libre de los individuos o bien como efecto de causas sometidas a leyes necesarias. La ciudad ideal debe ser construida por la razón. También en este campo impera la idea de la razón como instrumento para l ograr los fines humanos. La explicación racional del origen de la sociedad política y la construcción racional de la utopía son dos caras de la misma concepción de la sociedad como un orden sujeto a reglas que el hombre puede conocer y dominar. Otro campo en donde se ejerce la labor de la razón es la historia. Para el pensamiento de la modernidad la historia deja de ser una serie de acontecimientos que ejecutan un plan cósmico o divino, es un curso que conduce a fines trazados por el hombre mismo. Pero su sentido trasciende al individuo. En el Renacimiento aparecen dos ideas la historia como hazaña del hombre, que se impone con su virtud a la Fortuna (Macchiavelo), la historia como empresa de un pueblo para forjar su libertad (Bruni). Ambas ideas permanecerán en todas las concepciones modernas de la historia. Pero pronto se añadirá a ellas, con Vico primero, con los pensadores ilustrados después, la noción de la historia universal como un curso sujeto a principios racionales que 132 conduce a la emancipación del hombre. La idea del progreso de la humanidad permea toda la concepción del hombre moderno. Se conjuga con la idea de que la historia está sujeta a reglas que la razón puede descubrir y aprovechar. En el hegelianismo y en el marxismo esta idea adquiere su expresión más rigurosa. La racionalización de la acción humana en la sociedad política se manifiesta en un hecho exclusivo de la época moderna: las revoluciones. Las revoluciones modernas pueden verse como intentos radicales de encontrar una solución racional al eterno anhelo del hombre de lograr una sociedad liberada de la opresión, de la escasez y de la injusticia. Esa pasión colectiva qued a sujeta, en las revoluciones liberales, al orden jurídico, a la administración eficaz y a la mano invisible del merca do; en las revoluciones socialistas, a las leyes objetivas que regulan la aparición de un nuevo sistema productivo. Las concepciones que expresan un pensamiento moderno son diversas y se contraponen entre sí. Pero a la base de todas ellas podríamos encontrar cierta idea del sujeto y de la razón, con trazos análogos a los que aquí he evocado. Estas ideas básicas de la modernidad empiezan a entrar en crisis, en algunos pensadores, desde el siglo pasado. Sería muy lar go trazar la historia de esta crisis. Mencionaré ahora sólo algunos de sus hitos, a modo de recordatorio. La duda ante la razón totalizadora y una empieza desde la generación posterior a Hegel. Se manifiesta en varias líneas, no coincidentes entre sí: erosión del fundamento último racional, en Kierkegaard, dependencia de la razón de la voluntad y el deseo, en Sehopenhauer y en Nietzsche, más tarde en Freud, función de la razón al servicio de la práctica, en James, o de la vida, en Ortega y Gasset. La razón empieza a mostrarse también dependiente de la historia misma. El historcismo (Dilthey, Simmel), al subrayar la función histórica de las concepciones racionales, puso en entredicho el carácter universal y único de la razón. En otra línea, el neopositivismo, la crítica de la razón se vuelve cada vez más corrosiva. Se muestra víctima de lo que pareciera su obra más preciada: el lenguaje. Empieza a verse cómo muchas de sus construcciones -la metafísica, las grandes concepciones del mundo, las teorías globalizadoras- pueden ser enfermedades del uso del lenguaje. Las más señeras proposiciones de la razón moderna, sus explicaciones totalizadoras del mundo y del hombre son desarmadas, no para mostrar su falsedad, sino su carencia de sentido. Por último, en otra corriente de pensamiento, la Escuela de Frankf urt, se emprende la crítica de la razón ilustrada entendida como razón instrumental; y se muestra que esta idea de la razón está a la base tanto de la ciencia como de la concepción de l a historia propias de la modernidad. La crisis del concepto de razón totalizadora se acompaña también de una crisis del sujeto individual de conciencia como fuente última de sentido y valor. Por un lado la reivindicación de un sujeto social, concreto, en Marx y en Sartre, por la otra, la denuncia de la perdida de sentido a la que conduce el subjetivismo, en Heidegger y en Arendt. Pero, en el siglo XIX y la primera mitad del XX, esas son aún voces precursoras, que anuncian tal vez, sin ser siempre plenamente conscientes de ello, el ocaso de una manera de pensar el mundo. Aún no constituyen un torrente dominante. Las sociedades siguen rigiéndose en su mayoría por el entusiasmo moderno en la transformación del mundo natural, gracias a los sorprendentes avances de la ciencia y de la técnica, y en la del mundo social, por el instrum ento de las revoluciones o las reformas racionales. “Tecnología” y “revolución” son aún las palabras claves de la primera mitad del siglo XX. Era necesario dos fracasos dramáticos, a escala planetaria, para que la crisis de las ideas básicas de la modernidad se generalizara. El primero es el fracaso del proyecto de convertir la naturaleza, por la técnica, en morada digna del hombre. L a transformación del planeta por el trabajo del hombre se topa con su límite. La depredación de la naturaleza amenaza con agotarla como recurso para el hombre. El Club de Roma es el primero en sonar la alarma sobre el fin previsible de los recursos no renovables, de seguirse el mismo paso de industrialización. La idea misma de un progreso material indefinido debe ponerse en entredicho. Por primera vez se propone una meta contraria a la de la modernidad: el equilibrio sostenido en vez del progreso continuado. Luego, es la conciencia creciente de la destrucción del equilibrio ecológico, que amenaza con volver imposible la vida sobre la Tierra. El hombre moderno pretendía construir, gracias a la técnica, una morada racional que reflejara su imagen; en vez de eso, sólo logró socavar las bases mismas en que descansa la vida humana. Como el legendario Gólem, la criatura del hombre amenaza destruirlo. Pero la construcción del monstruo tecnológico resulta de una idea central a la modernidad: el hombre visto como sujeto ante el cual el mundo es sólo un objeto para su conocimiento, su transformación y su consumo. El mundo como material para ser manipulado, expoliado y recreado, como simple medio para servir a nuestros fines; la naturaleza deja de ser morada nutricia para convertirse en objeto de uso. La razón se ejerce entonces, ante todo, como un cálculo instrumental para sacar el mayor beneficio de los objetos. A la crisis en el proyecto transformador de la naturaleza sucede la duda en el ideal de transformación de la sociedad. La racionalización de la sociedad, en el capitalismo desarrollado, ha conducido a sociedades dominadas por una buro cracia tecnocrática, donde el ciudadano queda reducido a anónimo sujeto de consumo. En las sociedades industrializadas modernas, las decisiones políticas son el resultado cada vez más de cálculos técnicos y cada vez menos de elecciones de vida en común; la s opciones reales se cierran y el fin del gobierno se reduce cada vez más a mantener el sistema en movimiento. La sociedad se parece más a un mecanismo autorregulado que a la obra de arte con que soñaron los renacentistas. Pero la mayor tragedia, con la que finaliza el siglo, ha sido el derrumbe de los órdenes sociales surgidos de las revoluciones socialistas. Con ellos parece fracasar el intento de construir, con la pura razón, una sociedad justa. La planificación racio nal de la sociedad, desprovista de reglas éticas que la encaucen, había engendrado monstruos. La época moderna puso al hombre en el centro, como fuente de sentido y ordenador del todo, concibió la razón como instrumento para construir el mundo conforme a sus proyectos. Cinco siglos más tarde empezamos a despertar de ese sueño: ni en la naturaleza, ni en la historia ha aparecido el “reino del hombre”. ¿Estamos entonces ante el fin de la vigencia de las i deas básicas que configuraron la modernidad? No podemos saberlo. Pero sí comprobamos la vacilación y la duda, ya no ante tal o cual doctrina filosófica, sino ante las ideas mismas sobre las que descansa la figura moderna del mundo. 133 Ante esta situación caben distintas actitudes. Por lo menos, pueden distinguirse dos caminos opuestos. El primero se ría asumir la crisis como final y definitiva, vivir y pensar en ella, resignarse a que la ilusión de la modernidad ha terminado. La llamaré actitud del desencanto. La actitud opuesta sería, en el seno del desencanto, buscar los anuncios de lo que podría se r una nueva época, y perseguirlos. La llamaré actitud del renuevo. Asomémonos primero al desencanto. Trataré de señalar algunas tendencias generales que marcarían, en el pensamiento actual, la duda ante las creencias básicas q ue constituyen el pensamiento moderno. Más que de doctrinas acabadas, se trata de temples de ánimo, de actitudes intelectuales que pueden interpretarse como signos del desencanto. La primera es la renuncia a la razón totalizante. No más explicaciones globales del mundo; las ideologías generales caen en el totalitarismo del pensamiento. No más planeación de mundos ideales, trazada por la razón: quien pretende llegar a ser ángel acaba siendo bestia. Jean François Lyotard definió la “condición posmoderna” como el fin de los grandes relatos explicativos y legitimadores. El conocimiento debe reducirse a pequeños relatos, cambiantes según el campo a que se apliquen, en que se utilizan juegos de lenguaje distintos. En la ciencia, esta tendencia se expresa en la prevención contra las teorías omniabarcantes y la pretensión de lograr una “ciencia unificada”, como fue todavía el ideal de los neopositivistas. Se tiende a aceptar la pluralidad de modelos explicativos diferentes, que pueden ser incluso incompatibles aplicados a una misma área. El model o que se elija dependerá de su conveniencia operacional. En la historia, la misma tendencia se traduce en el abandono del proyecto de explicación por leyes históricas. La idea de un decurso histórico que tuviera un sentido preciso se considera una ilusión. Ni razón ni necesidad rigen la historia. Esa ilusión engendró otra: la idea del progreso de la humanidad. Pero la ilustración se ha acabado, sólo queda la aceptación del presente , con su azar impredecible. Tampoco tiene sentido justificar en razones la sociedad más valiosa. No hay discursos legitimadores de un orden social. Para Rorty, por ejemplo, ése sería un falso problema. Habría que partir de la democracia como un hecho presente, sin intentar justificarla racionalmente. Una actitud semejante se encuentra en muchos historiadores: los intentos por realizar la sociedad ideal mediante un cambio radical han fracasado; en su lugar se observa la victoria de la continuidad sobre el cambio. La época de las revoluciones ha terminado, más aún, todo proyecto de cambio hacia el futuro es aleatorio. Un segundo signo de la asunción del desencanto es el relativismo. El descreimiento en la razón totalizante y única y en el sujeto como fuente última de sentido puede conducir a la aceptación del valor relativo de cualquier punto de vista. El condicionamiento histórico del conocimiento se considera insuperable. Tiende a abandonarse la noción de la verdad como adecuación a la realida d en favor de teorías que intentan fundarla en el consenso o en la utilidad. Entonces la búsq ueda de las razones que funden la verdad carece de sentido, porque podría haber tantas verdades como culturas, más aún, como comunidades históricas. El relativismo tiene una doble cara. Por un lado permite la tolerancia, la aceptación del otro como sujeto con las mismas pretensiones de validez que nosotros. El desencantado, al no considerar su razón como universalmente válida, está dispuesto a admitir las razones del otro. Al cabo, piensa, ninguna es definitiva. Pero la otra cara es el descreimiento en crit erios de valor y de verdad que pudieran ser generales. Tienden a perderse los patrones de medida comunes y a olvidarse las exigencias de acceso a valores objetivos. El relativismo extremo puede ocultar una actitud de “todo vale igual”. “Tanto vale el condu ctor de pueblos como el bebedor solitario”. Esta frase de Sartre puede entenderse en dos sentidos: afirmación del valor igualmente superior d e toda persona humana, cualquiera que sea su elección de vida, o bien ausencia de toda medida objetiva de valor. En el primer caso expresa un principio de tolerancia, en el segundo, la renuncia a dar a la vida un sentido objetivo. Son las dos caras de l desencanto. Un tercer signo es lo que podríamos llamar “contextualismo”. La renuncia a las explicaciones globales tiene una contraparte: la reducción de la explicación y la comprensión a contextos particulares. El giro lingüístico de la filosofía, efectuado desde p rincipios de siglo, termina en la reducción de los significados a los distintos usos del lenguaje en situaciones variadas. Todo análisis del sentido remite a un juego de lenguaje específico que se realiza en un contexto concreto. En ética se plantea una actitud análoga al contextualismo lingüístico. La moral no obedecería a principios universales, inaplicables, como quería el kantismo; el ejercicio de la virtud -de las virtudes- está ligado a situaciones concretas, cambiantes. Frente a la ética ilustrada, se revalora el aristotelismo. La tendencia a reemplazar una ética de principios universales por una ética de virtudes concretas, podría verse como otro ejemplo de lo que he llamado “contextualismo”. Predominancia del contexto de interpretación lingüística, en un caso, del contexto de acción práctica, en el otro. También aquí, el descubrimiento del v alor del contexto presenta dos facetas. Por un lado, el abandono de una razón práctica puramente formal, que se ejerce en abstracto, permite comprender la complejidad y riqueza de la realidad concreta como horizonte de la moral; por el otro, la reducción del juicio moral a contextos cambiantes marca una amarga renuncia a reconocer valores objetivos, universales, que orienten al hombre. Un matiz del contextualismo sería lo que llamara “preferencia por lo pequeño” (small is beautiful, dicen los norteamericanos) . El desencanto por los temas universales y las explicaciones globales conduce al predominio de los análisis y descripciones que se reducen a pequeños campos de estudio. En teoría del conocimiento se traduce a veces en un bizantinismo: análisis y desmenuzamiento interminables de enunciados, términos o formas de argumentación, enfermedad teórica de gran parte de la filosofía analítica anglosajona. En la filosofía política se muestra en la tendencia a reducirse al análisis de casos singula res no generalizables, o bien a la descripción de prácticas concretas de poder (en los manicomios, en las relaciones sexuales, en el parlamentarismo, por ejemplo). En historia, una tendencia semejante se manifiesta en el amor desmedido por las historias locales o de grupos sociales y en la fascinación por la “microhistoria”. El desencanto ante las creencias básicas de la época moderna puede conducir así a una manera de pensar desesperanzada y escéptica. (¿No ha sido éste el temple de ánimo de todo fin de época?). Puede tratar de cobijarse en un pensamiento modesto y sobrio, de pequeños alcances, que renuncia a verdades objetivas y a valores últimos y se conforma con una ignorancia docta, signo tal vez de una mayor sabiduría. Pero la modestia del desencantado suele ocultar también, a la vez, la aceptación del conformista. Si no podemos dar razón ni de la marcha de la historia, ni de principios y valores universalmente válidos, si no es reconocible ya un sujeto que proyecte un 134 sentido válido a la sociedad y a la historia, sólo cabe reducirnos al presente, aceptar lo que está ahí, tal como existe. La desilusión se acompaña de la pérdida de sentido de cualquier proyecto de renovación. Nada justifica un cambio. Todo está bien como está. El desencanto puede esbozar la voluntad de conservar lo existente. La actitud que hemos diseñado responde a la idea del agotamiento del mensaje de la modernidad. Comprueba la pérdida de las ideas centrales que animaron la época moderna, pero no propone otras creencias, de parecido alcance, que las reemplacen. El posmodernismo se define negativamente, como un “no” a la modernidad. Deja un vacío en su lugar. Pero ninguna sociedad puede vivir en el vacío. De allí el amago del surgimiento de un mundo que la época moderna creía haber dejado definitivamente atrás. El conformismo con lo que es se ve amenazado por el retorno de lo que fue: los viejos ídolos que el pensamiento moderno había creído derrumbar. Los ídolos de la tribu: nacionalismos intolerantes, sujeción a las tradiciones y a las convenciones recibidas. Los ídolos de la caverna: retorno de los impulsos irracionales reprimidos, odio al otro, racismo, culto de la estirpe. Los ídolos del foro, en fin: sujeción a la palabra intocable de un líder o de una secta sacralizadas, obediencia al dogma de los ancestros. Porque el hombre no puede habitar en el vacío de un sentido que lo trascienda. Añora entonces la resurrección de un sentido comunitario primitivo, bajo la égida de los dioses antiguos. El desencanto de la modernidad aparece en las sociedades desarrolladas, que lograron un nivel de industrialización, tecnificación y productividad gracias justamente a haber pasado por un proceso de modernización tanto de sus estructuras sociales como de su mentalidad. Pero la mayoría de los países, entre ellos el nuestro, no se encuentran al fin de ese proceso sino en sus primeras etapas. El momento de América Latina, de Africa y de la mayor parte de Asia es aún el de la transformación de regímenes tradicionales en sociedades modernas. Nosotros vivimos la paradoja de entrar en la modernidad justamente cuando los países modernos empiezan a no creer en ella. Importar el pensamiento del desencanto no solo sería un ejemplo más de esa “imitación extralógica” que Samuel Ramos señalaba como una característica de nuestra dependencia cultural; sería mucho más que eso: una burla contra nuestro apremio por salir del atraso y la pobreza y construir una sociedad más racional y justa. Pero de la paradoja que señalaba antes podemos sacar una ventaja. Estamos en la situación privilegiada de ingresar a la modernidad conociendo de antemano su desenlace. Podemos entonces proseguir la modernización con la advertencia de los peligros a que conduce, e intentar evitarlos. No puede ser nuestro el desencanto de la modernidad, pero sí la previsión y prevención de sus resultados. Nuestra actividad intelectual puede orientarse entonces, no por la cancelación del pensamiento moderno sino por su renovación radical. Pues bien, dije antes que en la filosofía actual, junto a la actitud del desencanto hay signos tambié n de otra actitud. En efecto, todo fin de época ha abierto, en la historia, un paréntesis transitorio, en el que coexiste el descreimiento, con el retorno de lo antiguo y con el presentimiento de lo nuevo por venir. Porque el ocaso de una figura del mundo ha solido ser también el anuncio de una nueva. Nadie puede dirimir si estamos en un estado definitivo de la historia o sólo en un tránsito hacia otra época. P ero en la incertidumbre, se plantea la necesidad de elegir entre actitudes contrarias: una es la r esignación serena ante la falta de sentido otra, el retorno amenazante a los dioses olvidados la tercera sería la lectura de los signos de una nueva época, la proyección de valores que otorgaran a la historia un nuevo sentido. Podemos intentar, en el seno de la incertidumbre, barruntar algunas tendencias generales que podrían anunciar lo que sería una figura renovada del mundo. Cobrar conciencia de las tendencias al cambio, contribuye a provocarlo. La nueva figura del mundo, que reemplazara a la moderna, no podría negarla totalmente. Podría asumirla y levantarla a un nivel superior (en el sentido del Aufhebung hegeliano), negándola como figura global, pero conservando su momento de verdad. No sería su cancelación sino su renovación. “Renovar” no implica destruir. Tiene la acepción de transformar algo en una hechura nueva. La renovación de la modernidad supone la continuidad de una modernidad renovada. Porque el desencanto ante el sujeto individual como fuente última de sentido y el descreimiento en la totalización de una razón instrumental no puede hacernos olvidar lo que fue la gloria del pensamiento moderno: la afirmación de la autonomía de la persona humana y de sus derechos inviolables, la liberación de los prejuicios y de la ignorancia, el proyecto -no realizado cabalmente- de transformar el mundo natural y social en un orden más racional y humano. Renovar el pensamiento moderno podría conducir a mantener esos valores bajo una forma distinta. Y son esos valores los que un país como México precisa para salir de la irracionalidad y del atraso. Tratemos pues de encontrar, en el pensamiento actual, algunos signos que podrían anunciar el futuro despertar de una figura d el mundo que reemplazara a la moderna. Para caracterizar el pensamiento moderno destaqué dos conceptos centrales: el del sujeto y de razón. Pues bien, en la filosofía del último medio siglo podemos observar un giro en la manera de entender esos conceptos. No forma parte de una sola corriente filosófica, es una tendencia que presenta analogías en distintas corrientes y doctrinas alejadas entre sí. Por otra parte, ese giro comparte algunos de los rasgos que señalé como propios del desencanto, pero presentan ahora un matiz diferente. 135 En primer lugar, observamos un giro en la consideración del sujeto individual a la intersubjetividad, como fundamento del conocimiento objetivo y del sentido. A partir del segundo Wittgenstein se abre la idea de que los significados están ligados a juegos de lenguaje múltiples, que siguen reglas variadas. Estas, a su vez, no pueden desligarse de proyectos comunes, opciones, valoraciones, que constituyen “formas de vida” diferentes. Para comprender el sentido, el sujeto unitario de concie ncia deja su lugar privilegiado a las formas de vida comunitarias. En otros campos, se da una revolución semejante: el fundamento del conocimiento no se detecta ya en la conciencia, sino en un sujeto colectivo. La obra de Kuhn y sus continuadores nos hizo ver la dependencia de las teorías científicas de paradigmas históricos aceptados por las comunidades concretas de hombres de ciencia. En los escritos de Habermas y de Apel tanto los significados lingüísticos como el conocimiento verdadero tienen por condición una comunidad de comunicación. En mi propio trabajo he tratado de mostrar cómo el saber objetivo se funda en la intersubjetividad de comunidades de conocimiento. En todos esos escritos, por distintos y aun opuestos que pudieran ser en otros aspectos, puede notarse una tendencia a la aparición de l sujeto colectivo como fundamento explicativo del sentido y del conocimiento. ¿Es el ocaso del individualismo moderno y el despertar de un nuevo comunitarismo? ¿Empezamos a descubrir que el sujeto individual, aislado, no es fuente última de sentido , sino que él mismo sólo adquiere sentido en su integración en un todo que lo trasciende? Si así fuese, una de las ideas clave de la figura moderna del mundo habría cambiado. La segunda idea clave era la de razón. También aquí encontramos, en corrientes distintas, signos de cambios profundos. Por un lado, la tendencia a considerar el ejercicio de la razón ligado a la satisfacción de intereses vitales y de programas de acción. La razón es impura. Quizás el hombre sólo tiene acceso a lo “razonable” en cada situación y en cada caso; y entre creencias razonables y saberes racionales no parece haber una demarcación precisa. Pero esta tendencia no elimina la idea de razón ni prejuzga que no existan reglas universales en su ejercicio; trata, por el contrario, de descubrir el sentido profundo de la actividad racional al mostrar su función necesaria para la vida de la especie. Por otro lado, en contraposición a una razón totalizadora y única, la razón se vuelve múltiple. Varias son las formas en que se manifiesta, según los intereses que nos dirigen. La época moderna había considerado como único paradigma, la razón teorética e instrumental tal como opera en las ciencias naturales y en la técnica. La demolición del cientificismo, desde Horkheimer y Heidegger, ha sido, creo, definitiva. Ella abrió la posibilidad de una nueva imagen de la racionalidad. En contraposición a la razón instrumental, asistimos a un renuevo de las distintas formas de racionalidad moral, ya sea en su clásico atuendo kantiano o e n versiones distintas de una teoría de las virtudes. Sólo el renuevo de la ética puede hacer frente a los estragos causados, tanto en la naturaleza como en la sociedad, por la reducción de la razón a instrumento de dominio y de transformación del mundo. El siglo XXI será, sin duda, el de un nuevo pensamiento ético. A la reducción de la racionalidad a una razón instrumental, operada por el pensamiento moderno, se había unido la idea del carácter irracional de toda elección de valores (Weber dixit). Una ética nueva, en cambio, no será concebible sin la admisión de cierta objetividad de los valores. Creo que el descubrimiento de distintas formas de racionalidad valorativa, que se ejercen en ámbitos diferentes, en la religión, la moral, el arte, la política, será una de las ideas centrales de una nueva visión del m undo. La desaparición del predominio de la razón instrumental no entraña la de la ciencia, sino sólo la de su consideración como patrón de todo conocimiento. Hemos comprobado que la ciencia no puede dar respuesta a los problemas últimos que verdaderamente importan al hombre: el sentido de la vida, la marcha de la historia, el valor de que algo exista, el sitio del hombre en el todo. No es posible regresar a esa enfermedad de la razón totalizadora que fue la metafísica, pero es posible, en cambio, revalorizar distintas formas de sabiduría personal que, sin pretender alcanzar la certidumbre, sigan sus propias formas de racionalidad y nos orienten sobre el valor y el sentido. Este cambio en los conceptos centrales de sujeto y razón podría conducir a un nuevo enfoque de las relaciones del hombre con la sociedad, por una parte, con la naturaleza, por otra. En el fin de la época predomina la consideración del orden social como un sistema autorregulado, resultado de la lucha competitiva de sujetos, dirigidos por la obtención del máximo beneficio personal. Pero también, aquí y allá, aparece de nuevo el interés por el problema de la legitimidad de un orden social justo. Los valores de justicia, de igualdad en la libertad y de solidaridad comunitaria, vuelven a ser objeto de inquisición (véanse, por ejemplo, los trabajos de Rawls, Taylor, Elster, Nagel y otros muchos). Podemos prever que, después del pasajero entusiasmo por la caída de los regímenes opresivos del “socialismo real”, después de la victoria planetaria del capitalismo liberal, volverá a plantearse en otros términos el eterno anhelo de una sociedad justa y fraterna. Este ya no podrá apelar a una pretendida razón histórica formulable en leyes necesarias; invocará probablemente una nueva racionalidad ética y valorativa. Porque la tragedia del socialismo fue que prevaleciera en él la idea de que la ciudad ideal podía construirse mediante el conocimiento de leyes objetivas y su aplicación técnica a la sociedad. Se o lvidó que la edificación de la sociedad justa era, ante todo, una empresa moral, término de elección libre. No creo que se equivoquen quienes piensan que, después del previsible fracaso del neoliberalismo por resolver los problemas de la marginalidad y la mis eria de grandes sectores, asistamos a un renuevo de los ideales de justicia y emancipación social, pero ahora no bajo la capa de una pseudociencia sino bajo la forma de un proyecto de sabiduría moral. Por último, hay signos claros también de un cambio radical en nuestra relación con la naturaleza. No verla ya como simple objeto de explotación sino como fuente inagotable de revelaciones y como morada acogedora. Pero esta reconversión de nuestra relación con la naturaleza, que se anuncia en la nueva conciencia ecologista, no puede proponer un retorno a épocas anterior es al dominio técnico. En efecto, los estragos causados por la técnica en la naturaleza sólo pueden remediarse con la técnica. D e la técnica estamos aún urgidos, en muchas partes del mundo, para vencer el hambre, la improductividad y el desamparo. El giro en nuestra relación con la naturaleza no puede hacerse suprimiendo la racionalidad tecnológica, sino poniéndola al servicio d e una razón más alta: la que señala cuáles son valores comunitarios superiores. He tratado de delinear algunos de los signos que parecen indicar hacia un nuevo pensamiento, capaz de superar la modernidad sin cancelarla. Un pensamiento semejante podría orientar, en países como el nuestro, a un proceso innovador de cambio que evitara los errores a que condujo la modernidad. Pero éstas son sólo premoniciones basadas en signos, lecturas apresuradas de cifras, vagos vaticinios. Estoy consciente de su generalidad y de su incertidumbre. Pero pueden verse también opciones ante la crisis, asumidas libremente, que intentan 136 proponer líneas generales para superarla. Porque si ha de advenir una nueva época, tendrá el rostro que nosotros mismos proyectemos. Fuente: http://www.nexos.com.mx/ Deuda global de 200 billones de dólares”: Rolando Astarita https://marxismocritico.com/2016/03/08/deuda-global/ El 22 de febrero pasado Bloomberg publicó un artículo, firmado por Matthew Philips, que lleva por título “The World’s Debt is Alarmingly High. But is it Contagious?“ (http://www.bloomberg.com/news/articles/2016-02-22/the-world-s-debt-is-alarminglyhigh-but-is-it-contagious). En la primera parte de esta nota, reproduzco lo esencial de lo publicado por Bloomberg; en segundo término, amplío con alguna otra información; y por último, presento algunas consideraciones. Aumento en 60 billones y stock de 200 billones Según Philips, desde la crisis de 2007 y ha sta 2014, la deuda a nivel mundial aumentó en cerca de 60 billones de dólares. El stock de deuda alcanza así los 200 billones; es aproximadamente tres veces el tamaño de la economía mundial. Y falta agregar la deuda de 2015. Después de 2008 los inversores vertieron enormes sumas en China, Brasil y otros mercados emergentes para beneficiarse de la suba de los precios de las materias primas y del crecimiento más rápido de estas economías. Los bancos abrieron el grifo y lanzaron una ola de créditos nuevos a empresas y hogares. Así, desde 2009 el nivel promedio de deuda privada en las economías emergentes ha subido desde el 75% del PBI al 125%, de acuerdo al Banco de Pagos Internacionales. Los niveles de deuda privada en China y Brasil son ahora el doble del tamaño de estas economías. En estos momentos la preocupación se concentra en la deuda china, la cual se ha triplicado desde 2009, pasando de 10 a 30 billones de dólares, según las últimas estimaciones de McKinsey. Los mayores incrementos ocurrieron en el sector corporativo, donde las grandes empresas estatales tomaron créditos de los bancos estatales. Kyle Bass, fundador del fondo de cobertura Hayman Capital Management, que predijo la crisis subprime de 2008, e hizo una fortuna con ello, ha informado a sus inversores que los bancos estatales de China podrían asumir pérdidas de hasta 3,5 billones de dólares, cuatro veces más que lo que tuvieron los bancos de EEUU durante la crisis financiera de 2008 [Amplío este punto: en la carta enviada el 10 de febrero a los inversores, que lleva por título “El experimento de 34 billones: El sistema bancario de China y el mayor desequilibrio macro del mundo”, Bass sostiene que el sistema bancario chino tiene similitudes con el sistema bancario de EEUU anterior a la más reciente crisis –excesivo apalancamiento y toma de riesgo irresponsable]. Sin embargo, continúa Philips, los préstamos en China continúan batiendo récords. El problema es que no importa cuánto crédit o se añada a la economía, el freno de la economía china es inevitable. Por eso, agregar apalancamiento a un sistema ya apalancado solo puede hacer que el ajuste final sea más penoso. Aunque Philips afirma que el peligro de contagio puede no ser alto, ya que la mayor parte de la deuda está en yuanes y esta moneda no es plenamente convertible. Pero esto no quiere decir que el resto del mundo esté a salvo de los riesgos de la bomba en crecimiento de la deuda china. Los peligros se han visto claramente cuando las preocupaciones por un crecimiento económico que se está frenando llevaron a un inicio de año de las acciones históricamente malo. Por ahora no hay peligro de implosión de la deuda, en tanto el Gobierno de EEUU sigue echando dinero en sostener el sistema financiero. Pero no lo vuelca al crecimiento. Además, durante décadas China invirtió sus excedentes en los títulos del Tesoro de EEUU, pero ahora este flujo se secó. Informe McKinsey Global 2015 sobre deuda Matthew Philips se apoya, a su vez, en un informe de febrero 2015 del McKinsey Global Institute, elaborado po r Richard Dobbs, Susan Lund, Jonathan Woetzel y Mina Mutafchieva, que lleva por título “Debt and (not much) deleveraging” (http://www.mckinsey.com/global-themes/employment-and-growth/debt-and-not-much-deleveraging). Los autores se basan en datos y estadísticas del BIS, IMF, Haver Analytics y el McKinsey Global Institute. Después de señalar que la deuda global aumentó en unos 57 billones de dólares y que ninguna gran economía bajó la ratio deuda/PBI desde 2007, afirma que la deuda pública en las economías adelantadas, la deuda en aumento de los hogares y la rápida suba de la deuda china son áreas de preocupación potencial. La deuda global desde 2007 se incrementó en 17 puntos del PBI. La deuda pública aumentó, desde 2007 a 2014, en 25 billones, y seguirá creciendo en muchos países. En lo que respecta a la deuda de los hogares, el apalancamiento bajó en EEUU, España, Irlanda y Gran Bretaña; pero la razón deuda/ingresos continuó creciendo en muchos otros países, superando en algunos casos los picos anteriores a 2008. Entre ellos, Canadá, Australia, Dinamarca, Suecia, Países Bajos, Malasia, Corea del Sur y Tailandia. Y la deuda china se cuadruplicó desde 200 7, de 7 billones a 28 billones de dólares en 2014, representando el 282% del PBI (un nivel más alto que en EEUU o Alemania). La mitad de todos los préstamos están vinculados, directa o indirectamente, con el sobre expandido mercado inmobiliario chino. El sector bancario en las sombras, que no está regulado, es responsable por aproximadamente la mitad de los nuevos préstamos. Y la deuda de muchos gobiernos locales es posiblemente inmanejable. Otros datos El FMI informó, en septiembre de 2015 que los niveles de deuda de las empresas en las economías de mercados emergentes aumentó, particularmente en la construcción, petróleo y gas, debido a las bajas tasas de interés en las economías avanzadas, y a otros factores globales (véasehttp://www.imf.org/external/pubs/ft/survey/so/2015/POL092915B.htm. La deuda de las empresas no financieras a lo largo de los mercados emergentes aumentó fuertemente, desde aproximadamente 4 billones de dólares en 2004 a más de 18 billones en 2014. El aumento de la relación deuda/activos, conocida comúnmente como apalancamiento, a menudo ha incluido una porción más alta de pasivos nominados en moneda extranjera. La relación deuda corporativa de los mercados emergentes/PBI aumentó 26 puntos porcentuales, aunque con importantes diferencias entre los países. El apalancamiento corporativo subió marcadamente en China y Turquía, y en varios países de América Latina, por ejemplo Chile, Brasil, México, Perú y Colombia. Por otra parte, según Standard & Poor’s, el número de defaults corporativos a nivel global en 2015 llegó a 102, el doble de 2 014 y el nivel más alto desde 2009. La tercera parte fue en el sector del petróleo, gas y energía. La mayor cantidad ocurrió en EEUU; 137 en los países atrasados o en desarrollo hubo 19; en Europa 13, y el resto fue en países adelantados como Japón o Canadá. Por fuera de petróleo y gas, los sectores más afectados, por orden decreciente, fueron minería, acero, productores de bienes de consumo y banca. La deuda de las compañías globales que son calificadas por Standard & Poor’s alcanzó, en 2015, el nivel de tres veces los ingresos antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización. Es el más alto desde 2003, y 2,8 veces el de 2014. Como resultado, los spreads de los bonos de alto rendimiento en EEUU se han estado incrementando desde junio de 2014, lo cual es un signo de deterioro de las condiciones en los mercados de crédito. Recordemos que los spreads de crédito y los márgenes de beneficio son indicadores que anticipan recesiones. A medida que caen los precios del petróleo, metales y otras materias primas, las empresas deben revaluar sus activos, lo que a su vez empeora las condiciones para tomar créditos. Esto y el aumento de quiebras se traducen en que los prestamistas exigen más tasas. Por último, agrego algunos datos tomados del 85º Informe Anual del BPI (o BIS por sus siglas en inglés). Después de la crisis ha crecido considerablemente la deuda pública en manos del sector público. La mayor parte se ha concentrado en los bancos centrales emisores de su propia moneda. Entre 2008 y 2014 su participación en el volumen de deuda pública en circulación creció desde el 6% hasta más del 18%; esto es, de 1 billón de dólares a 5,7 billones (según los datos de EEUU, Japón, Gran Bretaña y zona del euro). Además de adquirir deuda del Gobierno, las instituciones oficiales han comprado importantes volúmenes de otros títulos de deuda. Por ejemplo, los emitidos por agencias estadounidenses en manos de la Reserva Federal aumentaron en más de 1,7 billones de dólares entre 2008 y 2014. El BIS preveía que la media del ratio deuda pública/PBI alcanzaría, a fines de 2015, el 120% en las economías adelantadas, contra el 75% anterior a la crisis. En Japón el ratio en 2015 era 234%, en Grecia 180% y en Italia 149%. Algunas consideraciones Todo indica que este extraordinario crecimiento de la deuda es una manifestación de la debilidad de la economía global, cuest ión que hemos tratado en entradas anteriores. Al casi estancamiento de la zona del euro y Japón, y los retrocesos de Brasil y Rusia, se suma China. Aunque la deuda china esté nominada principalmente en yuanes, como señala la nota de Bloomberg, una quiebra en el sistema bancario (esto es, una desvalorización masiva de capital producto de la crisis de sobreacumulación) no dejará de repercutir a nivel mundial. En una nota anterior escribíamos: “Si se desinfla la burbuja inmobiliaria, podría desatarse un proceso en espiral descendente de consecuencias impo rtantes. ‘Las instituciones financieras bancarias enfrentan desafíos provenientes de la volatilidad incrementada de la liquidez de corto pl azo y el creciente riesgo crediticio, debido al impacto del menor crecimiento, el ajuste estructural y los esfuerzos por reducir sobrecapacidad’, dice un informe de la Asociación Bancaria China, de junio de 2014. Algunas publicaciones (por ejemplo, The Economist) y analistas piensan, de todas maneras, que dadas las reservas chinas, y el hecho de que la deuda está nominada en yuanes, no habría una caída catastrófica como la ocurrida luego del hundimiento de Lehman, en 2008. Pero aun en ese escenario -y hay razones para sospechar que es demasiado optimista- se afectaría la tasa de crecimiento china. El estallido de la burbuja podría sentar un escenario de quiebres de bancos y empresas financieras, y fuerte desvalorización de los capitales. Y lo cier to es que todos los indicadores apuntan a que la burbuja ha adquirido considerables dimensiones. Como señala Bloomberg (16/06/14), ‘más y más economistas están advirtiendo que China podría estarse aproximando a un ‘momento Minsky’, que es cuando un boom especulativo llega a un súbito y desagradable final cuando la acumulación de deuda supera el flujo de caja’. Es imposible pensar que, dadas las relaciones comerciales y las inversiones en China, no habría repercusiones sobre los mercados financieros asiáticos, y desde allí al resto del mundo; y sobre las economías de Australia, Corea del Sur, Hong Kong , Taiwan y Japón, en primer lugar. Así como sobre las economías exportadoras de materias primas, entre ellas las latinoamericanas” (aquí). En lo que atañe a la deuda corporativa global, no se puede predecir si será la disparadora de una crisis en un plazo cercano, pero el aumento de las tasas demandadas para prestar a las empresas en problemas pone mayor presión sobre la rentabilidad, afecta al mercado accionario y empeora las condiciones generales del crédito. El apalancamiento de las empresas alcanzó el nivel más alto en la última década, y cada vez más corporaciones no están generando el suficiente valor (o plusvalor) sobre sus inversiones que permita cumplir con las deudas. Si bien las tasas de interés permanecen bajas, en un entorno de presiones deflacionarias (en EEUU, la zona del euro y Japón la tasa de inflación está lejos del objetivo del 2%), sobrecapacidad y sobreacumulación globales, las condiciones financieras pueden deteriorarse rápidamente. Tengamos presente también que el marco es una situación de plétora de capital, esto es, abundancia de capital dinero que no ha ido a la inversión productiva. Gran parte de los préstamos que tomaron las empresas a tasas bajas fue utilizada en fusiones y adquisiciones, que no amplían la capacidad productiva ni la demanda. Otra parte se destinó a recomprar acciones o pagar dividendos. Lo cual aumenta las ganancias de los accionistas y potencia el capital ficticio, pero tampoco incrementa la generación de valor. En momentos en que la economía mundial está débil, los problemas para cumplir con estas deudas se agudizan. Las empresas con calificación de “grado de inversión” tienen grandes montos de cash, y pueden resistir, por ahora, la baja en los mercados. Pero muchas están muy comprometidas, y cuando se desata el crack, suelen producirse movimientos de tipo dominó que afectan a todos los sectores. En 2015 S&P bajó la calificación crediticia a 863 corporaciones, el mayor número desde 2009. La presión sobre la rentabilidad de las empresas es fuerte; y la caída de la rentabilidad después del pago de intereses tiend e a preceder las crisis y el giro hacia la recesión. Por eso, a diferencia de lo ocurrido en 2007-9, esta vez el foco de la crisis financiera podría estar en el endeudamiento empresario (que era bajo una década atrás) y no tanto en los hogares. Agreguemos que las empresas de muchos países atrasados no solo son altamente vulnerables a un aumento de las tasas de interés, sino también las devaluaciones de las monedas de los países en que operan ponen un peso adicional en el servicio de la deuda nominada en dólares o euros. Todo esto con el horizonte de la caída de los precios de las materias primas. En cuanto a la la deuda pública, su extraordinario incremento en los principales países capitalistas ha sido facilitado por las tasas de interés extremadamente bajas. Pero el gasto estatal no compensa la debilidad de la acumulación. Solo ayuda a sostener la demanda, vía gasto improductivo de plusvalía, sin dar solución al problema de fondo, en tanto se acumula deuda. Por eso, en el mediano plazo no es sostenible mantener la demanda en base a déficit público. Estas historias terminan inevitablemente con desvalorizaciones masivas de capital (un default es eso, una desvalorización de capitales). Por otra parte, desde el estallido de la crisis en 2007 los bancos centrales han aumentado sus balances al comprar principalmente deuda soberana y deuda de bancos. Estas compras fueron financiadas con expansión de la base monetaria. Solo entre 2007 y 2011 esta se duplicó, en términos de porcentaje del PBI. Enormes montos de títulos y préstamos de dudosa calidad 138 están hoy en los activos de los bancos centrales. Entre 2008 y 2016 los activos sumados de la Reserva Federal, el Banco Central Europeo, el Banco de Japón y el Banco Popular de China pasaron de aproximadamente 6,4 billones de dólares a 16 billones. De este total, 4,5 billones corresponden a la FED (http://www.yardeni.com/pub/peacockfedecbassets.pdf). Se trata de una inmensa masa de capital ficticio, que no tiene contrapartida en la riqueza ni en el capital real, y que por sí misma no ha logrado, ni logrará, sacar a las economías del estancamiento. En conclusión, estos datos parecen indicar que por ahora continuará el crecimiento global débil y vacilante, en tanto se acumulan presiones que pueden terminar en un crack y desvalorización abrupta de gigantescas sumas del ca pital. Con las consecuencias penosas que estas “revoluciones del valor” tienen para las masas trabajadoras alrededor del mundo. Descargar el documento: [varios formatos siguiendo el link, opción Archivo/Descargar Como]: Deuda global de 200 billones de dólares Fuente: https://rolandoastarita.wordpress.com/ “Clases subalternas marginales y fundamentales en Gramsci”: Guido Liguori https://marxismocritico.com/2016/03/08/clases-subalternas/ En 2011 publiqué un estudio relativo al concepto de “subalterno” en losCuadernos de la cárcel y en la Cartas desde la cárcel.1 Siento la necesidad de volver sobre el argumento porque nuevos estudios y profundizaciones2me llevaron a más exactas determinaciones que, si bien confirman las principales líneas interpretativas avanzadas en aquel texto, precisan y hasta corrigen parte de las observaciones allí vertidas. En particular consideraré en este nuevo ensayo algunos escritos gramscianos (de los Cuadernos y lasCartas) a cuyo respecto no me detuve antes y que estimo importantes para los fines del análisis del concepto referido. Avancé en el ensayo de 2011 algunas rápidas referencias a la gran difusión que tiene hoy el concepto gramsciano de “subalterno”, respecto a las razones de aquélla y los riesgos de malentendidos observados a veces en la bibliografía actual del tema: no volveré sobre estos temas. Me concentraré aquí en la presencia de ese término y otros afines (“clases subalternas”, “grupos sociales subalternos”), ante todo en los escritos carcelarios de Gramsci.3 Es cierto en efecto que, el concepto aparece en algunos escritos juveniles del comunista sardo, aunque no se repita con gran frecuencia. Sin embargo, en estos escritos de las décadas de 1910-20 tiene significados del todo diferentes, y con seguridad menos relevantes, respecto a los de las notas redactadas en la cárcel, destinadas a volverse célebres. Basta señalar4 que en los escritos precarcelarios el término (heredado del lenguaje militar) indica los grados intermedios de la cadena de mando, entendida como nivel social y estatal-burocrático, militar o partidario. Para poner un ejemplo entre otros posibles, en Ilpaese di Pulcinella, publicado en la edición piamontesa del Avanti! el 30 de enero de 1919,5 los subalternos son para Gramsci los que deberían ser —en un Estado burgués bien estructurado— los “servidores del Poder Ejecutivo” que deberían poner en acto las órdenes de los altos mandos y que, por el contrario, en el caos dominante, se dedican a cuidar su pequeños privilegios. Desde la perspectiva social, se refiere en estos escritos a la “pequeña burguesía”, no a la base de la pirámide social como será en los Cuadernos. Es decir, habla de los que —tanto en la estructura del Estado como en la del Partido Socialista—6 ocupan un lugar de cuadro dirigente intermedio, de “oficial de conexión”, por así decir, entre el estado mayor de la burguesía o del ejercito proletario y la masa de soldados rasos, entendidos como ciudadanos en el primer caso y como pertenecientes a la masa proletaria en el segundo. Los primeros Cuadernos Pasando a los Cuadernos de la cárcel, la palabra “subalternos” aparece desde el Cuaderno 1, donde inicialmente (C 1, 43, 37) 7 sigue el paralelismo entre la función social y la militar, con las mismas valencias que señalamos en los escritos precarcelarios. Poco a poco pero, en el mismo Cuaderno 1aparece un uso del término variadamente negativo,8 que adquiere carácter de complejidad mayor, con una valencia que podemos considerar ya contrapuesta a una idea positiva de 139 “hegemónico”, aunque este término por el momento no figura. La Iglesia —escribe Gramsci en la nota Acción católica— es “una fuerza subalterna”, pues perdió en la modernidad una posición propia de predominio e iniciativa, está siendo obligada “a la defensiva” (C1, 139, 127). Se observa que también las “clases subalternas” serán para Gramsci, a partir del Cuaderno 3, unas que padecen la iniciativa adversaria y están siendo obligadas a ponerse a la defensiva. La primera nota que contiene presencia relevante del término en cuestión es C3, 14, Historia de la clase dominante y de las clases subalternas. Será retomada con algunas modificaciones, y con un título que le da realce —Criterios metodológicos— como segunda nota del Cuaderno 25, el cuaderno temático de 1934 que recogerá, y ya lo veremos, algunas notas sobre el tema de los subalternos. Antes de examinar la nota C 3, 14, es necesario observar cómo Gramsci había dedicado una anterior, Q 3, 12, a Davide (o David) Lazzaretti. El término “subalterno” no aparece ahí, pero será retomada justamente como nota de apertura del Cuadernos 25, el “especial” (monotemático) dedicado a la “historia de los grupos sociales subalternos”. La reflexión sobre Lazzaretti es entonces plenamente parte de la inicial reflexión gramsciana sobre las clases subalternas. ¿Quién era Davide Lazzaretti? Un rebelde 9 del siglo XIX, nacido en 1834; actuó en el Monte Amiata, en Toscana, donde dio vida a una secta religiosa popular y herética, con una ideología densa de elementos proféticos. Se había pronunciado por la Comuna de París y afirmado querer instaurar la república. Alarmó así tanto el Estado Italiano como a la Iglesia católica por el apoyo popular que tenía en la zona. Lo fusiló el ejército regio italiano en 1878, aun cuando no constituía un peligro real para las instituciones de ese tiempo.10 Pasemos ahora a la segunda mencionada (C 3, 14), que se retomará al principio del Cuaderno 25. El texto es el siguiente: Historia de la clase dominante e historia de las clases subalternas. La historia de las clases subalternas es necesariamente disgregada y episódica (…) Éstas sufren la iniciativa de la clase dominante, incluso cuando se rebelan; se hallan en estado de defensa alarmada. Por ello cualquier brote de iniciativa autónoma reviste inestimable valor. De todos modos, la monografía es la forma más adecuada para esta historia, que exige un cúmulo de materiales parciales (tomo ii, página 27). ¿Qué se dice en este nota, aun limitada a la parte trascrita? A) En primer lugar se observa que el discurso de Gramsci se refiere de modo específico a lahistoriografía de las clases subalternas. Es importante para el autor de los Cuadernos hacer la historia de forma integral, teniendo en cuenta también y sobre todo la situación de las masas subalternas, pues resulta fundamental para Gramsci “el reconocimiento del terreno” nacional y en este cuadro el conocimiento de la historia de las clases subalternas.11 B) En el título de la nota aparece por primera vez en los Cuadernos la expresión “clases subalternas”: el adjetivo, así, se refiere por primera vez al término “clase”. Y esto sucede contrapuesto a la expresión “clase dominante”. Gramsci forjó el fundamental concepto “clases subalternas” en este lugar, en relación/oposición inmediata con “clase dominante”. El nuevo uso de “subalterno” está dialécticamente vinculado al de “dominante”. C) ¿Qué características tienen estas “clases subalternas” de las que habla Gramsci? En primer lugar, la “clase dominante” es una (en singular); y las “clases subalternas”, más de una: “clases subalternas” indica un conjunto variado de clases y franjas sociales; es un aspecto que hay que subrayar y en el cual profundizaré más adelante. Éstas padecen la iniciativa de la clase dominante, pero intentan defenderse; ofrecen raras huellas de “iniciativa autónoma”, que entonces son huellas que Gramsci considera valiosas. Valiosas también porque esta “autonomía” es el primer momento, sólo el primer momento, en el cual se podría construir, en determinadas condiciones, unahegemonía distinta. La autonomía podría ser el momento de pasaje de la subalternidad a la hegemonía, un pasaje para el cual sin embargo —ya lo veremos— deben subsistir también otras condiciones.12 140 D) ¿Qué entiende aquí Gramsci por “clases subalternas”? No tenemos por el momento muchos elementos, pero apoyados en el hecho de que tales clases pueden tener momentos de “iniciativa autónoma”, expresaremos que parecería tratarse de clases que pueden tener, por lo menos potencialmente, cierto relieve, en el cuadro de la sociedad de forman parte. En todo caso —me interesa enfatizarlo—, no parece que en esta nota tales “clases subalternas” sean colocables sobre todo o exclusivamente en los márgenes de la historia y la sociedad. En el Cuaderno 3, tras la nota analizada, “Historia de las clases subalternas” se vuelve “título de rúbrica”, de los que Gramsci pone al principio de muchas notas de primera redacción, en los cuadernos misceláneos, para facilitar su búsqueda y posteriormente copiarlas en los “espaciales”, o monotemáticos. “Historia de las clases subalternas” es por ejemplo el titulo del C 3, 18, 13 donde habla de “problemas de historia romana”, de los plebeyos y los esclavos. Gramsci aplica aquí la categoría de “clase/s subalterna/s” también a épocas históricas muy lejanas. Y esto nos lleva a pensar que esta categoría no es tanto definitoria sino relacional. en el Estado antiguo y en el medieval, el centralismo tanto territorial como social (y uno no es otra cosa que función del otro) era mínimo. En cierto sentido, el Estado era una “federación” de clases. Las clases subalternas tenían vida por sí mismas, instituciones propias, etcétera; y en ocasiones estas instituciones tenían funciones estatales (así, el fenómeno del “doble gobierno” en los periodos de crisis asumía una evidencia extrema) (C 3, 18, tomo ii, página 30) Hay entonces situaciones en las cuales las “clases subalternas” tienen niveles de autonomía, incluso significativos, hasta producir instituciones con funciones estatales. Sigue Gramsci: La única clase excluida de cualquier vida propia era la de los esclavos en el mundo clásico y la de los proletarios en el medieval. No obstante, si bien en muchos aspectos esclavos antiguos y proletarios medievales se encontraban en las mismas condiciones, su situación no era idéntica: el intento de los Ciompi, ciertamente, no produjo la impresión que habría tenido un intento similar por los esclavos en Roma (Espartaco que exige ser incluido en el gobierno con los patricios, etcétera). Mientas, en el Medioevo era posible una alianza entre proletarios y pueblos y, aun más, el apoyo de los proletarios a la dictadura de un príncipe; nada semejante en el mundo clásico. El Estado moderno abolió muchas autonomías de las clases subalternas, abolió el Estado federación de clases, pero ciertas formas de vida interna de las clases subalternas renacieron como partido, sindicato, asociación de cultura. La dictadura moderna abolió también estas formas de autonomía de clase y se esfuerza por incorporarlas a la actividad estatal: o sea, la centralización de toda la vida nacional en manos de la clase dominante se vuelve frenética y absorbente (C 3, 18. Tomo ii, página 30). Son entonces “clases subalternas” los plebeyos, los esclavos, el protoproletariado medieval. Éstas se rebelan (como Espartaco) y hacen política (como en el caso del “intento de los Ciompi”, del que habla en la misma nota). En el sucesivo C 3, 48, un texto importante, 14 donde Gramsci evoca la experiencia del Ordine Nuovo, un primer paso interesante para nuestro argumento es el siguiente: el elemento de la espontaneidad es, por ello, característico de la “historia de las clases subalternas” e incluso de los elementos más marginales y periféricos de tales clases, que no han alcanzado la conciencia de clase “por sí misma” (C 3, 48, tomo ii, páginas 51 y 52) Gramsci afirma explícitamente aquí que las clases subalternas son bien diferenciadas en su interior. Están incluidas en esta categoría —como hemos visto— “clases fundamentales” (como para un marxista son plebeyos y esclavos); ahora Gramsci centra la atención en “los elementos más marginales y periféricos de estas clases”, caracterizados por la “espontaneidad” como polo opuesto a la “conciencia de clase”. En la misma nota, más adelante, agrega: 141 Esta unidad de la “espontaneidad” y de la “dirección consciente”, o sea de la “disciplina”, es precisamente la acción política real de las clases subalternas, en cuanto política de masas y no simple aventura de grupos que pretenden representar a la masa (página 53) Si entonces se logra reunir “espontaneidad” y “dirección consciente”, las “clases subalternas” inician por lo menos tendencialmente a “hacer política”, a luchar por la hegemonía. Hay que relevar que en esta nota donde Gramsci habla del Ordine Nuovo, por “clases subalternas” debe entenderse en primer lugar el proletariado industrial: la reflexión de Gramsci se nutre de Lenin y algunas páginas del ¿Qué hacer?, además de la experiencia del Ordine Nuovo.15 Y quizá pensando en el “bienio rojo”, en el triunfo del fascismo, Gramsci escribe poco adelante: Sucede casi siempre que un movimiento “espontáneo” de las clases subalternas va acompañado por uno reaccionario de la derecha de la clase dominante, por motivos concomitantes: una crisis económica, por ejemplo, determina descontento en las clases subalternas y movimientos espontáneos de masas por una parte y, por la otra, determina conspiraciones de los grupos reaccionarios que aprovechan el debilitamiento objetivo del gobierno para intentar golpes de Estado (página 54). Al final de la nota, Gramsci avanza algunas afirmaciones que confirman la articulación de las clases subalternas. Menciona los vespri sicilianos y agrega: Otros ejemplos pueden extraerse de todas las revoluciones pasadas, donde las clases subalternas eran numerosas y jerarquizadas por la posición económica y la homogeneidad. Los movimientos espontáneos de los estratos populares más vastos hacen posible la llegada al poder de la clase subalterna que más haya progresado por el debilitamiento objetivo del Estado (página 54). En este pasaje hay que subrayar la presencia de una “clase subalterna más avanzada”, que puede incluso llegar a tomar el poder. Ésta se distingue de los más marginales y espontáneos “estratos populares” que se mueven en el plano de la “espontaneidad”, puesta entre comillas para remarcar que en ella para Gramsci siempre hay una chispa de “conciencia”. ¿A qué conclusiones llegamos con la lectura de las notas del fundamental Cuaderno 3? Me interesa subrayar la siguiente: con el término “clases subalternas” Gramsci indica un conjunto diversificado de clases, todas caracterizadas por no ser todavía hegemónicas o dominantes, pero muy diferenciadas en su interior. Se pasa del proletariado o de clases capaces de lanzar el desafío hegemónico y de plantearse el objetivo concreto de la toma del poder a los estratos sociales más marginales, periféricos y espontáneos.16 Hay en el Cuaderno 3 una última nota sobre la que debemos detenernos; se retomará en elCuaderno 25 (en C 25, 5): La unificación histórica de las clases dirigentes está en el Estado; su historia es esencialmente la de los Estados y de los grupos de Estados. Esta unidad debe ser concreta; o sea, el resultado de las relaciones entre Estado y “sociedad civil”. Para las clases subalternas la unificación no se produjo: su historia está entrelazada con la de la “sociedad civil”, es un fracción desagregada de ésta. (C 3, 90, tomo II, p. 89) Gramsci relaciona aquí las clases subalternas con el Estado y la sociedad civil. Las clases que quedan en el nivel de la sociedad civil permanecen subalternas. 17 Si no se logra elaborar una propuesta de Estado, de organización de conjunto de la sociedad nacional, no se puede competir por la hegemonía ni lanzar el desafío hegemónico. Siguiendo en la lectura de la nota, vemos que Gramsci invita a estudiar “las líneas de desarrollo” de las clase subalternas, líneas que proceden “desde las fases más primitivas” en dirección de una “autonomía integral”; y sugiere el estudio de la realidad diferenciadade las clases subalternas y de su representación política, de su 142 existencia “objetiva”, en ausencia de autoconciencia corporativa o política, al manifestarse de los diversos niveles de politización y organización. Instala entonces una fuerte conexión entre la perspectiva histórica y la teoría política, también por lo que concierne a las clases subalternas. Para Gramsci, la conciencia histórica parece propedéutica para la misma posibilidad de la acción política. Es importante saber que las clases subalternas resisten o se rebelan, y registrar los momentos de su resistencia o rebelión. Y, subraya Gramsci (C 3, 90, 373), la gradual conquista de un plano de efectiva lucha para la supremacía pasa por la capacidad de luchar contra las clases adversarias y de dirigir las clases aliadas. Éste representa el proceso por el cual ocurre el pasaje de la condición de “clases subalterna” a la de “clase hegemónica”. Ampliación y extensión del término Ya mencioné la rúbrica Historia de las clases subalternas. ¿Qué clasifica (porque de clasificación se trata) Gramsci en las notas con este título? Tras las observaciones del Cuaderno 3 sobre las clases subalternas en el mundo romano y medieval, las tituladas así por Gramsci en los Cuadernos son casi todas breves notas bibliográficas sobre intelectuales y libros de algún modo vinculados con el mundo socialista o a momentos revolucionarios. En ellas no sigue el camino mencionado respecto a las notas sobre Lazzaretti (una reflexión respecto a las cl ases subalternas “en los márgenes de la historia”), ni la de una reflexión en torno al papel de las clases fundamentales no hegemónicas, como inició a hacer en las notas del Cuaderno 3 sobre esclavos, plebeyos y protoproletariado medieval. Más interesante es el uso de las expresiones “clases subalternas” o derivadas o variantes. Algunos “estratos sociales” —escribe por ejemplo Gramsci en la nota C 8, 20518—, justamente por su carácter “subalterno” deben hacer propia, aun sea transitoriamente, una ideología determinista y fatalista, para aguantar el peso de una situación histórica durísima y en apariencia sin luz. Pero cómo ocurrió según Gramsci en la Unión Soviética, o cómo espera que haya sucedido: Pero cuando el subalterno se vuelve dirigente y responsable (…) se produce una revisión de todo el modo de pensar porque ha ocurrido un cambio en el modo de ser: los límites y el domino de la “fuerza de las cosas” son restringidos ¿por qué? Porque, en el fondo, el “subalterno” era ayer una “cosa”, hoy no es ya una “cosa”, sino una “persona histórica” (C 8, 205, tomo 3, página 321). Y agrega, significativamente: ¿Pero fue alguna vez simple “resistencia”, simple “cosa”, simple “irresponsabilidad”? Ciertamente no, y por eso siempre hay que demostrar la futilidad inepta del determinismo mecánico, del fatalismo pasivo y seguro de sí mismo, sin esperar que el subalterno se vuelva dirigente y responsable (ídem). Las clases subalternas —dice Gramsci— no son nunca pura pasividad; hay siempre un germen de resistencia activa. Por ello, reconstruir su historia valorizando al máximo las huellas de tal actividad es importante y tiene un valor político. Allí se encuentran los gérmenes de una capacidad de potencial autonomía y posterior hegemonía de las clases subalternas que, sin embargo, podrá ponerse en acto sólo en presencia de otras fundamentales condiciones históricas. En la nota C 8, 205 (posiblemente redactada a finales de 1931) ocurrió un pasaje lingüístico interesante, el de las clases o grupos sociales subalternos a “el subalterno”. Del adjetivo al substantivo, del plural al singular. El sujeto a que se adscribe la característica de “subalterno” entonces, en cierto momento de la reflexión desde la cárcel, no es más una clase o grupo social, se vuelve sujeto singular (el subalterno), o por lo menos se abre el espacio para que el lector así lo perciba. Un ulterior pasaje en esta dirección de extensión y ampliación del uso del término estaba presente en una carta de Gramsci a la esposa del 31 de agosto 1931: Yo estaba convencido de que tu sufrías de lo que los psicoanalistas creo llaman “complejo de inferioridad”, que lleva a la sistemática represión de los impulsos volitivos, es decir de la propia personalidad, y de la aceptación de una función 143 subalterna en la toma de las decisiones aun cuando se tiene la certidumbre de tener razón, salvo de vez en cuando tener estallidos de irritación furiosa hasta por asuntos de poca importancia.19 Aquí Gramsci se refiere a los rasgos de la personalidad de un sujeto singular. Esta inclinación a la “función subalterna” individual se acompaña en tal sujeto de explosiones de ira por aspectos secundarios, explosiones destinadas a revelarse inconcluyentes. Algo como cuando las masas subalternas (sobre todo en el campo) se tornan insurgentes, queman y cuelgan, pero después vuelven a la situación anterior sin haber salido de su subalternidad histórica y sustancial. En una carta posterior, escrita por Gramsci el 8 de agosto de 1933 a la esposa, Giulia Schucht, encontramos un uso similar. Escribe el comunista sardo: me parece que tú te colocas (y no sólo en esta cuestión) en la posición del subalterno y no del dirigente; es decir, de quien no está en condición de criticar históricamente las ideologías, dominándolas, explicándolas y justificándolas como una necesidad histórica del pasado, sino de quien, puesto en contacto con un determinado mundo de sentimientos, se siente atraído y rechazado, y queda siempre en la esfera del sentimiento y de la pasión inmediata. 20 El “subalterno” es aquí una persona, subalterna culturalmente más que socialmente: no sabe relacionarse de forma autónoma a las concepciones del mundo y las culturas con que entra en contacto, o con parte de ellas. No logra historizarlas y entenderlas ni, por tanto, desarrolla hacia ellas una capacidad “hegemónica”. El término “subalterno” tiene entonces en esta misiva una acepción sobre todo cultural, en parte también psicológica. Estamos cerca de cierto uso que del término y del concepto ha sido dado en los últimos años, muy dilatado respecto al de “clase social” o “grupo social” 21 subalterno. Se trata de un contexto informal y privado, típico de una carta, que limita la valencia de la afirmación gramsciana en relación con las notas de los Cuadernos que ya consideramos. Sin embargo, es un indicio, la espía de un deslizamiento semántico significativo. Aun con los límites mencionados, este pasaje muestra en efecto unaposibilidad, presente en el mismo discurso de Gramsci: la dilatación del término “subalterno”, el pasaje de la categoría que nace con la descripción e interpretación de un fenómeno colectivo, social, de clase, a su aplicación a la condición de subalternidad en primera instancia cultural de una persona. El Cuaderno 25 y los Cuadernos El Cuaderno 25 es un cuaderno monotemático de 1934 y se intitula En los márgenes de la historia (Historia de los grupos sociales subalternos).En él — compuesto por ocho notas y de pocas páginas—, Gramsci reagrupa sólo una parte de los textos escritos con el título de rúbrica Historia de las clases subalternas o con contenido similar. Mientras tanto, transcribe en el Cuaderno 25 notas que no tienen este título, pero hablan de los “subalternos” en varios modos. No quiero detenerme en este cuaderno, tanto porque lo hice en otra sede 22 como porque decidí analizar aquí, así brevemente, la reflexión elaborada por Gramsci en los Cuadernos sobre lo “subalterno” antes de llegar al “cuaderno especial” dedicado al tema, en tanto lo considero un recorrido más significativo y revelador. Entonces, quisiera centrar la atención en particular en el título del Cuaderno 25. En realidad, Historia de los grupos sociales subalternos es sólo el subtítulo colocado entre paréntesis. El título es A los márgenes de la historia (C 5, 2277).23 Se evidencia cómo Gramsci —quien usó en los Cuadernos “clases subalternas” o expresiones similares en dos acepciones distintas 24 para indicar grupos sociales más marginales o para indicar las clases sociales que luchan por la hegemonía pero todavía no hegemónicas, que de todas formas son “clases fundamentales” (esclavos, plebeyos, proletariado moderno)— escoge aquí el primer uso del término; o sea, quiera dedicar el cuaderno (numerado 25) a las notas sobre los estratos marginados por el desarrollo histórico, derrotados, ya no en condición de lanzar un desafío hegemónico. Queda claro que estos estratos son y pueden ser contiguos a las clases subalternas fundamentales, pueden participar, bajo su 144 dirección, en la lucha por la hegemonía. Pero, de todos modos, constituyen a mi parecer algo diferente respecto a ellas. Gramsci utiliza entonces los términos subalterno y afines de distintas maneras. Recapitulemos. 1) En los escritos precarcelarios, el término “subalternos” indica los grados intermedios de la cadena de mando, a nivel social estadual -burocrático, o militar y partidario. Es una función considerada generalmente propia de la pequeña burguesía. En el inicio de los Cuadernos encontramos el mismo uso del término. 2) En el Cuaderno 3 inicia a aparecer la expresión “clases subalternas”, entendidas como grupos sociales más marginales que como clases fundamentales todavía no hegemónicas.25 3) Siempre en el Cuaderno 3 nace la “rúbrica” relativa a la Historia de las clases subalternas. Sin embargo, salvo los primeros casos, no agrupa las notas más significativas al respecto. 4) Gramsci desarrolla en otras notas el uso del término “subalterno” en específica referencia al proletariado industrial avanzado, capaz de un desafío en dirección de la conquista de la hegemonía. 5) El término es utilizado luego en referencia a sujetos singulares, respecto a su colocación social o a sus límites culturales, lo cual remite a la riqueza interpretativa con que Gramsci visualiza la relación estructura/superestructura, de forma dialéctica, que le permite captar las posibilidades de incidencia que tienen las subjetividades y las ideologías en el plano de la concreta realidad histórica (determinada sólo “en última instancia” por la dimensión económico-social), sin que ello implique renunciar a conectar la acción de los sujetos con su colocación de clase y a la división de la sociedad en clases —pues Gramsci sigue siendo, en todo el periodo de su reflexión carcelaria, un marxista, aun sea de un marxismo particularmente complejo y antieconomicista—, hay que evidenciar que con la dupla hegemones/subalternos el teórico nos ofrece categorías más amplias y comprensivas de las marxistas clásicas (burgueses/proletarios), ya que trenzan mejor colocación social y subjetividad, dato estructural y dato cultural e ideológico. La categoría de “subalterno” entra en un cuadro de enriquecimiento de las categorías tradicionales del marxismo. No se olvide que el uso del término “subalterno” en las mencionadas cartas a Giulia remite a uno más extendido, y fundamentalmente cultural-psicológico. 6) En el Cuaderno 25, finalmente, Gramsci transcribe notas de varios tipos, algunas poco significativas, mas faltan otras de cierta importancia donde se habla de “subalternos”. Debe tomarse en cuenta que el cuaderno está redactado sólo a lo largo de pocas páginas y es posible que Gramsci no complete la obra de transcripción como quisiera ni pueda reformular —por causas ajenas a su voluntad, como es sabido— el tema. Queda el hecho de que la importancia de la categoría de subalternos se capta mejor, como hemos visto, mirando el uso difuso que Gramsci hace en los Cuadernos, más que en las notas compiladas en el “cuaderno especial” dedicado a los sujetos “en los márgenes de la historia”. Traducción del italiano: Massimo Modonesi Compárese G. Liguori. “Treaccezioni di ‘subalterno’, in Gramsci”, en Crítica Marxista, Roma, 2011, número 6, en español en Massimo Modonesi (coordinador). Horizontes gramscianos, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2013. Al escrito reenvío también para lo concerniente la bibliografía secundaria sobre el argumento, lo cual me permite limitar aquí las referencias a ella. 2 Agradezco a las instituciones promotoras y los organizadores y organizadoras de algunas iniciativas sobre el tema de los subalternos en Gramsci a las que participé: la “Ghilarza Summer School 2014. Escuela internacional de estudios gramscianos”, dedicada al tema Hegemónico/subalterno (Ghilarza, 12 de septiembre de 2014); el Departamento Culturas, Política y Sociedad de la Universidad de Turín, donde se 1 145 llevó a cabo el seminario Los subalternos in Gramsci(Turín, 13 de marzo de 2015); y el Seminario de lectura en ciencias sociales de la Escuela Francesa de Roma, cuyo día conclusivo fue dedicado este año al tema El laboratorio de Gramsci (Roma, 3 de julio de 2015). Este artículo, si bien apoyado en los estudios realizados en ocasión de estos encuentros, se aleja de las ponencias presentadas en aquellas ocasiones, en particular de la primera, todavía inédita, más amplia y exhaustiva. 3 Para dar coherencia al presente discurso, repetiré o resumiré algunas observaciones avanzadas en el escrito de 2011. Señalaré expresamente los textos gramscianos que allí no tomé en cuenta. Los dos artículos pueden considerarse complementarios. 4 El tema es tratado ampliamente en la ponencia que presenté en Ghilarza. 5 A. Gramsci, Ilpaese di Pulcinella, in Id. Il nostro Marx 1918-1919, compilación de Sergio Caprioglio, Turín, Einaudi, 1984, pp. 513-515. 6 Compárese. A. Gramsci. “I partiti e la massa”, en Id. Socialismo e fascismo. L’Ordine Nuovo 1921-1922, Turín, Einaudi, 1966, páginas 353-356; y A. Gramsci. “Il nostro indirizzo sindacale”, en Id.La costruzione del Partito Comunista 1923-1926, Turín, Einaudi, 1971, páginas 3-7. 7 Se citarán los Cuadernos de la siguiente forma: cuaderno, párrafo, tomo y página de la edición en español, A. Gramsci. Cuadernos de la cárcel, México, Era, 19821999 (nota del traductor). 8 Por ejemplo, en C 1, 116, 105, donde la “astucia” atribuida a Nitti es definida como “cualidad subalterna”. 9 Véase sobre Lazzaretti también E. J. Hobsbawm. Rebeldes primitivos, Barcelona, Crítica, 1979. 10 Me detuve en el análisis de esta nota C 3, 12, y de su segunda redacción, tanto en la mencionada ponencia de Ghilarza como en el citado artículo anterior, páginas 35 y 36. 11 Compárese al respecto ivi, páginas 37-38. 12 La relación subalternidad-autonomía ha sido investigada, aunque desde una perspectiva ligeramente distinta, en M. Modonesi. Subalternidad, antagonismo, autonomía. Marxismos y subjetivación política, Buenos Aires, Prometeo-Claso-UBA, 2010. 13 Se trata de un texto de primera redacción, que será retomado en C 25, 4. No tomé en cuenta estas notas gramscianas en el artículo anterior. 14 Este texto de Gramsci no fue analizado sino simplemente citado en el artículo anterior. 15 Para un análisis más profundo de esta nota en los aspectos de la relación dirección/espontaneidad remito a mi “Movimenti sociali e ruolo del partito nel pensiero di Gramsci e oggi”, en Critica Marxista, Roma, 2011, número 2. 16 Interesantes observaciones en tal sentido están presentes en G. Baratta. Antonio Gramsci in contrappunto. Dialoghi col presente, Roma, Carocci, 2007, páginas 120123. 17 Sobre el tema remito a mi Sentieri gramsciani, Roma, Carocci, 2006, en particular los capítulosEstado ampliado y Sociedad civil. 18 No tomé en cuenta esta nota en el artículo anterior. 19 “Carta a Giulia del 31 de agosto de 1931”, en A. Gramsci. Lettere dal carcere, Palermo, Sellerio, 1995, páginas 455 y 456. No tomé en cuenta esta carta en el artículo anterior. 20 Carta a Iulca, 8 de agosto de 1933, ivi, página 738. 21 No puedo aquí investigar como lo ameritaría el pasaje de “clases subalternas” a “grupos sociales subalternos” que se lleva a cabo en un punto y momento determinados de la redacción de losCuadernos. Me limito a afirmar que, a mi parecer, no indica un cambio de paradigma en la interpretación gramsciana de la sociedad, sino sólo un crecimiento de la complejidad de esta lectura. 22 Compárese G. Liguori. “Treaccezzioni di subalterno”…, obra citada, página 35. 23 Véanse en particular la valiosa “edición anastática” de los Cuadernos coordinada por Gianni Francioni, y también G. Francioni, F. Frosini. Nota introduttiva al 146 Quaderno 24 (1934-1935), allí contenida: A. Gramsci, Quaderni del carcere. Edizioni anastatica dei manoscritti, al cuidado de G. Francioni, Roma-Cagliari, Biblioteca Treccani-L’Unione Sarda, 2009, volumen 18, páginas 203 y siguientes. 24 Se deja de lado aquí la acepción vista como la más acentuadamente cultural y psicológica, presente en las cartas a que hicimos referencia. 25 La ambivalencia del término puede considerarse la base de la polémica que tuvo lugar en la revista Società entre el final de la década de 1940 y el inicio de la de 1950 entre Ernesto de Martino y Cesare Luporini sobre el “mundo popular subalterno”, ahora en C. Pasquinelli (compilador),Antropologia culturale e questione meridionale, Florencia, La Nuova Italia, 1977. Mientras el conocido antropólogo entendía por “clases subalternas” las consideradas por Gramsci “en los márgenes de la historia”, el filósofo pensaba que la “clase subalterna” por excelencia no podía no ser para Gramsci (y para los comunistas que lo reivindicaran) la obrera. Hay que tomar en cuenta también que este debate ocurría mucho antes que se contara con la “edición crítica” de losCuadernos compilada por Gerratana y publicada en 1975. Fuente: http://revistamemoria.mx/ Reflexiones degeneradas: Patriarcado y capitalismo”: Cinzia Arruzza https://marxismocritico.com/2016/03/08/reflexiones-degeneradas-patriarcado-y-capitalismo/ I. Patriarcado y / o capitalismo: reapertura del debate Es normal encontrar referencias al “patriarcado” y a las “relaciones patriarcales” en los textos, folletos, artículos o documentos feministas. Muy a menudo el término patriarcado se utiliza para enfatizar el hecho de que la opresión y la desigualdad de género no son un fenómeno esporádico o excepcional. Por el contrario, se trata de cuestiones que impregnan el conjunto de la sociedad, y se reproducen fundamentalmente a través de mecanismos que no se pueden explicar simplemente en el plano individual. Resumiendo, a menudo utilizamos el término patriarcado hacer hincapié en que la opresión de género es un fenómeno con cierta constancia y de carácter social, y no sólo interpersonal. Sin embargo, las cosas se complican un poco si intenta ir a ver lo que quiere decir exactamente “patriarcado” o “sistema patriarcal”. Es aún más complicado si se da un paso más y nos preguntamos qué tiene que ver el capitalismo con el patriarcado y cómo se relacionan entre sí. La pregunta Durante un breve período, a partir de la década de 1970 hasta mediados de 1980, la cuestión de la relación estructural entre el patriarcado y el capitalismo fue objeto de un acalorado debate entre las corrientes teóricas y activistas pertenecientes al feminismo materialista francés y al feminismo marxista. Las preguntas fundamentales que se plantearon giraban en torno a dos ejes: 1) ¿El patriarcado es un sistema autónomo respecto al capitalismo? 2) ¿Es correcto utilizar el término “patriarcado” para designar a la opresión de género y la desigualdad? A pesar de que en el curso de este debate se produjeron escritos de notable interés, progresivamente fue pasando de moda junto a medida que perdían popularidad las críticas al capitalismo y se entraban en auge corrientes feministas que, o bien no entraron en discusión con el horizonte liberal, o bien esencializaban y deshistorizaban el género, esquivando la cuestión de clase y del capitalismo en favor de elaboraciones conceptuales –que se mostraron muy fructíferas — en términos de deconstrucción del género (la teoría queer de los años noventa, particularmente). Obviamente, pasar de moda no significa desaparecer. En la última década, varios teóricos feministas han seguido trabajando en estas cuestiones, a menudo a costa de parecer fuera de contacto con los nuevos tiempos, vestigios de un pasado tedioso, restos molestos de una guerra del pasado tolerados con cierto 147 fastidio. Y tal vez tenían razón. Junto con la crisis económica y social también estamos viendo un retorno parcial, pero significativo, de la atención sobre la relación estructural entre el género y la opresión capitalista. Durante estos últimos años, no han faltado los análisis empíricos o descripciones de fenómenos o preguntas específicas, sin duda, como la feminización del trabajo; el impacto de las políticas neoliberales en las condiciones de vida y laborales de las mujeres; la intersección de género, racial, y la opresión de clase; o la relación entre las diferentes construcciones de la identidad sexual el régimen de acumulación capitalista. Sin embargo, una cosa es “describir” un fenómeno o un grupo de fenómenos sociales, donde la relación entre el capitalismo y el género opresión es más o menos evidente, y otra cosa es ofrecer una explicación teórica de porqué se produce, en general, esta relación entre capitalismo y opresión de género de una forma menos difusa es decir, ¿cuál es el principio organizador de esta relación? Por razones de brevedad y claridad, trataré de resumir las tesis más interesantes que se han propuesto sobre este tema. En los siguientes comentarios, voy a analizar y cuestionar cada una de estas tesis. Por honestidad intelectual y para evitar malentendidos, hago explícito que mi reconstrucción de las posiciones en este debate no es imparcial. De hecho, mi punto de vista encajaría con el de la tercera tesis. Hipótesis 1 : La teoría de los sistemas dobles o triples Podemos resumir la versión original de esta tesis en los siguientes términos: El género y las relaciones sexuales constituyen un sistema autónomo que se combina con el capitalismo y da nueva forma a las relaciones de clase, sin dejar de ser al mismo tiempo, modificado por capitalismo en un proceso de interacción recíproca. La última versión de la teoría también incluye las relaciones raciales, a las que se considera como un sistema de relaciones sociales autónomo en interacción con las relaciones de género y con los de la clase. Dentro del feminismo materialista esta concepción suele ir acompañada de una consideración de la relación entre el género y la raza como dos sistemas de relaciones de explotación y opresión. En general, dentro de esta hipótesis, las relaciones de clase están caracterizadas esencialmente en términos estrictamente económicos: es la interacción con el patriarcado y el sistema de dominación racial que les da un carácter que va más allá de la mera explotación económica. Una variante alternativa de esta hipótesis, sin embargo, es la que ve en las relaciones de género un sistema de relaciones culturales e ideológicas producto de los modos de producción precapitalistas y formaciones sociales independientes del capitalismo, que interviene en las relaciones capitalistas, dándoles una dimensión de género . Hipótesis 2: El capitalismo indiferente. La opresión y la desigualdad de género son un remanente de los anteriores modos de producción y formaciones sociales, donde el patriarcado organizaba directamente la producción, dando como resultado una rígida división sexual del trabajo. El capitalismo en sí es indiferente a las relaciones de género y podría funcionar sin la opresión de género hasta tal punto que el capitalismo ha disuelto el patriarcado en los países capitalistas avanzados y ha reestructurado radicalmente las relaciones familiares. En pocas palabras, el capitalismo tiene una relación meramente instrumental con la desigualdad de género: lo refuerza dondequiera que pueda serle útil y lo mina donde constituye un obstáculo. Esta posición tiene multitud de variantes. Oscila entre los que sostienen que, dentro del capitalismo, las mujeres han experimentado una emancipación sin precedentes en tipos de sociedad y que esto demuestra que el capitalismo no es un obstáculo estructural para la liberación de la mujer, al tiempo que sostiene que debe distinguirse con precisión el plano lógico del plano histórico. Desde un punto de vista lógico, el capitalismo podría prescindir fácilmente de la desigualdad de género, pero si pasamos del experimento mental a la realidad histórica, las cosas no suceden del mismo modo. Hipótesis 3: La teoría unitaria. De acuerdo con esta hipótesis, en los países capitalistas no existe un sistema patriarcal autónomo del capitalismo. Otra cosa es que continuen existiendo relaciones patriarcales pero no constituyen un 148 sistema en sí mismo. Negar que el patriarcado no exista como sistema en los países capitalista no es negar la existencia de la opresión de género, una opresión que impregna las relaciones sociales e interpersonales en su conjunto. No se trata de reducir cualquier aspecto de esta opresión a una consecuencia mecánica y directa del capitalismo o explicarlos en términos puramente económicos. En resumen, no es de ninguna manera un enfoque reduccionista y economista, ni de subestimación de la centralidad de la opresión de género. Otorga importancia a las definiciones y conceptos que se utilizan para evitar la simplificación de un fenómeno inherentemente complejo. En particular, la teoría que intentó desarrollar la teoría unitaria niega que el patriarcado actual sea un sistema con reglas de funcionamiento y perpetuación autónomas. Al mismo tiempo, hace hincapié en la necesidad de considerar el capitalismo no como un conjunto de leyes y mecanismos de carácter meramente económico, sino más bien como un complejo y detallado orden social, que contiene en su seno las relaciones de explotación, dominación y alienación. Desde este punto de vista, la tarea consiste en comprender cómo la dinámica de acumulación capitalista produce, reproduce, transforma, renueva y mantiene las relaciones jerárquicas y de la opresión, sin entender este mecanismo en términos estrictamente económicos y automáticos. II. ¿Uno, dos, o tres sistemas? En 1970, Christine Delphy, escribió un breve ensayo titulado “El enemigo principal”, en el que teorizaba la existencia de un modo de producción patriarcal, cuyas relaciones no coincidian con las del modo de producción capitalista, y la definición las amas de casa como una clase, en el sentido económico del término. Nueve años más tarde, Heidi Hartmann publicó, “El infeliz matrimonio entre marxismo y feminismo”, donde sostenía la tesis de que el patriarcado y el capitalismo son dos sistemas autónomos pero históricamente interconectados. Para Hartmann, las leyes capitalistas de acumulación son sex-blind, es decir, indiferentes al sexo de la fuerza de trabajo, pero el racismo y patriarcado en el capitalismo son utilizados para la creación de relaciones jerárquicas en la división del trabajo y así de determinar la distribución de los puestos jerárquicos y la forma específica en que se produce esta jerarquización. Esta tesis finalmente tomó el nombre de “teoría de los sistemas duales”. moneyEn su libro de 1990 “Teorizando el patriarcado”, Sylvia Walby reformuló la teoría de los sistemas añadiendo un tercero, el racial, y también trató de entender el patriarcado como un sistema variable de relaciones sociales compuesto por seis estructuras: el modo de producción patriarcal, las relaciones patriarcales en el trabajo por cuenta propia y asalariado, las relaciones patriarcales en el Estado, la violencia machista, las relaciones patriarcales en la esfera de la sexualidad y las relaciones patriarcales en las instituciones culturales. Estas seis estructuras se condicionan recíprocamente entre sí sin dejar de ser autónomas: también pueden ser privadas o públicas. Más recientemente, Danièle Kergoat ha teorizado la “consustancialidad” del patriarcado, la raza y las relaciones de clase; estos son tres sistemas de relaciones basadas en la explotación y la dominación que se cruzan y comparten la misma sustancia (explotación y dominación) al tiempo que son distinguibles entre sí, a semejanza de las tres personas de la Trinidad cristiana. Este breve estudio de autoras y textos es sólo un ejemplo de las diferentes formas en que se ha teorizado la intersección del sistema patriarcal y el sistema capitalista, y las formas en que un sistema se distingue del otro. Hay otros, también, pero por razones de espacio me veo obligada a limitar mi análisis a estos ejemplos, que están entre los más claros sin dejar de ser los más sistemáticos y complejos. Como decía anteriormente, la dificultad del debate radica en la definición de “patriarcado”. No existe una definición uniforme, sino más bien un conjunto de proposiciones, algunas compatibles y otras contradictorias entre sí. No pudiendo analizar todas las propuestas de definición propongo de momento trabajar con el concepto de sistema patriarcal entendido como un sistema de relaciones, tanto materiales como culturales, de dominación y explotación de las mujeres por los hombres. Un sistema con su propia lógica pero permeable al cambio histórico y en relación continua con el capitalismo. 149 Antes de analizar los problemas que presenta este enfoque teórico, es apropiado contar con una definición de explotación y hacer algunas precisiones. Desde el punto de vista de las relaciones de clase, la explotación se define como un proceso o mecanismo de expropiación de un excedente producido por una clase en beneficio de otra. Esto puede suceder a través de mecanismos automáticos tales como el salario o la expropiación violenta de la mano de obra de los otros, este fue el caso de la prestación personal, por el cual los señores feudales obligaron a los siervos a través de la autoridad impuesta y la coacción violenta. La explotación capitalista, en el sentido marxista, es una forma específica de explotación que consiste en la extracción de la plusvalía producida por el trabajador o trabajadora en beneficio del capitalista. En general, para poder hablar de explotación capitalista, debemos dar cuenta de la producción de mercancías, el trabajo abstracto, el tiempo de trabajo socialmente necesario, el valor y la forma salario. Incluso se puede dar cuenta de diferentes formas de explotación capitalista que no incluyen la forma salario, por ejemplo, la apropiación del valor producido por el trabajo esclavo en las plantaciones destinadas a la producción de mercancías. Obviamente, estoy dejando a un lado otras hipótesis posteriores, como las basadas en la subsunción de la sociedad en su totalidad, como defienden las tradiciones obreristas, operaria y post-operaria. Afrontar esta cuestión y sus consecuencias para la comprensión de las relaciones de género requeriría otro artículo. En términos generales: la extracción de plusvalía de Marx es el secreto del capital, en el sentido de que constituye el origen de la riqueza socialmente producida y sus mecanismos de distribución. La explotación en el sentido de extracción de la plusvalía no es la única forma de explotación dentro de la sociedad capitalista: simplificando, podemos decir que un empleado en un sector improductivo (en términos de valor) también es explotado en el sentido de apropiación de plustrabajo. Y las condiciones salariales, de vida y de trabajo del dependiente de un comercio pueden , por supuesto, ser peores que las de un trabajador de la fábrica. Además, más allá de las tendencias economicistas de debates del pasado, es importante tener en cuenta que desde un punto de vista político la distinción entre trabajadores productivos e improductivos (en términos de producción de valor y plusvalía de producción) es prácticamente irrelevante. En sentido estricto, los mecanismos y las formas de organización y división del proceso de trabajo son mucho más importantes. Volvamos ahora a la teoría de los sistemas duales y al problema del patriarcado. Primer problema Si definimos el patriarcado como un sistema de explotación, la consecuencia lógica es que existe un a clase explotadora y una clase explotada, o mejor dicho, una clase expropiadora y una clase expropiada. ¿Quiénes conforman estas clases? Las respuestas pueden ser: todas las mujeres y todos los hombres, o sólo algunas mujeres y algunos hombres (en el ejemplo citado por Delphy, las amas de casa y los miembros masculinos adultos de sus familias). Si hablamos de patriarcado como un sistema público de explotación, se sugiere la hipótesis de que sea el Estado el explotador o expropiador. Las feministas operarias aplican la noción de explotación capitalista al trabajo doméstico, pero de acuerdo con su punto de vista, el verdadero expropiador del trabajo doméstico es el capital, lo que implica que el patriarcado no es en realidad un sistema de explotación autónomo. En el caso de la obra de Delphy, la hipotesis de que las amas de casa son una clase y sus miembros masculinos de la familia inmediata (en particular sus maridos) son la clase explotadora no está completamente articulada, tampoco si la llevamos a sus útlimas consecuencias. En términos lógicos, la consecuencia de su posición sería que la esposa de un trabajador migrante pertenece a la misma clase social que la esposa de un capitalista como por ejemplo, Veronica Lario ex-esposa de Berlusconi: ambas producen valores de uso (en un caso, puro y simple trabajo de cuidado; en el otro la obra de “representación” de un determinado estatus social, la organización de reuniones y recepciones, por ejemplo) y están a la vez en una relación de explotación de carácter servil, es decir, ofreciendo su trabajo a cambio de ser sostenidas económicamente por parte del marido. 150 ppppEn “El enemigo principal”, Delphy insiste en que ser miembro de la clase patriarcal es un hecho más importante que ser parte de la clase capitalista. Se deduciría que la solidaridad entre la esposa de un capitalista y la esposa del trabajador migrante debe tener prioridad sobre la solidaridad de clase entre la esposa del trabajador migrante y los demás miembros de la clase de su marido (o, lo que es más optimismo que cualquier otra cosa, debe tener prioridad sobre la solidaridad de clase de la esposa del capitalista y sus amigos del club de campo). Al final, la práctica política real de Delphy entra en contradicción con las consecuencias lógicas de su teoría, lo que hace que sus límites analíticos sean aún más evidentes. Por otra parte, si definimos hombres y mujeres (en una versión u otra), como dos clases – una de los explotadores, la otra, la de los explotados – inevitablemente llegamos a la conclusión de que existe un antagonismo irreconciliable entre las clases cuyos intereses están en contradicción recíproca. Pero, si Delphy está equivocada, ¿debemos entonces negar que los hombres de ganancias y se aprovechan del trabajo no remunerado de las mujeres? No, porque esto sería un error simétrico, por desgracia cometido por muchos marxistas que han llevado este razonamiento al extremo opuesto. Es claramente mejor y más conveniente para cualquiera que alguien le cocine una comida caliente por la noche, o tener que fregar los platos después de un largo día de trabajo. Es muy “natural”, pues, que los hombres tiendan a tratar de aferrarse a este privilegio. En resumen, no se puede negar que hay relaciones de dominación y jerarquía social basadas en el género y que los hombres, incluidos los de las clases más bajas, se benefician de ellos. Sin embargo, esto comporta la existencia automática de un antagonismo de clase. Podríamos sin embargo, establecer la siguiente hipótesis alternativa: en una sociedad capitalista, la privatización total o parcial del trabajo de cuidado, es decir, su concentración dentro de la familia (sea cual sea el tipo de familia, e incluyendo los hogares monoparentales), la ausencia de una socialización a gran escala de este trabajo de cuidado, a través del Estado o de otras formas, todo esto determina la carga de trabajo que debe mantenerse dentro de la esfera privada, fuera tanto del mercado y de las instituciones. Las relaciones de opresión y dominación de género determinan el modo y la escala en la que esta carga de trabajo se distribuye, dando paso a una división desigual: las mujeres trabajan más, mientras que los hombres trabajan menos. Pero no hay apropiación de un “excedente”. ¿Hay evidencia de lo contrario? Hagamos un sencillo experimento mental. Un hombre no perdería nada, en términos de carga de trabajo, si la distribución del trabajo de cuidado fuera completamente socializada en lugar de ser realizada por su esposa. En términos estructurales, no habría intereses antagónicos o irreconciliables. Por supuesto, esto no significa que él sea consciente de este problema, ya que es muy posible que él esté tan integrado en la cultura machista que ha desarrollado alguna forma severa de narcisismo en base a una presunta superioridad masculina, lo que le lleva a oponerse de forma natural a cualquier intento de socializar el trabajo de cuidado, o la emancipación de su esposa. El capitalista, por otro lado, sí tiene algo que perder en la socialización de los medios de producción; ya no se trata únicamente de sus convicciones acerca de la forma en que funciona el mundo y qué lugar ocupa en él, sino también los enormes beneficios que alegremente expropia a los trabajadores. Segundo problema Quienes insisten en que las relaciones patriarcales hoy día conforman un sistema independiente dentro de las sociedades capitalistas avanzadas debe enfrentar el espinoso problema de la determinación de cuál es su fuerza motriz: ¿por qué este sistema se reproduce continuamente? ¿Por qué persiste? Si se trata de un sistema independiente, la razón debe ser interna y no externa. El capitalismo, por ejemplo, es un modo de producción y un sistema de relaciones sociales, cuya lógica puede ser identificada y reconocida: según Marx, e trata del proceso de valorización del valor. Ciertamente, haber identificado este proceso como la fuerza o el motor del capitalismo no agota todo lo que hay que decir sobre lo que el capitalismo conlleva: esto equivaldría a pensar que la explicación de la anatomía del corazón y sus funciones sería suficiente para explicar toda la anatomía del cuerpo humano. El capitalismo es un conjunto de procesos y relaciones complejas. Sin embargo, la comprensión de lo que su corazón es y cómo funciona es una necesidad analítica fundamental. 151 Cuando las relaciones patriarcales juegan un papel directo en la organización de las relaciones de producción (qué se produce y cómo, quién se apropia, cómo se organiza la reproducción de estas condiciones de producción), la identificación de la fuerza motriz del sistema patriarcal es más simple. Este es el caso de las sociedades agrarias donde, por ejemplo, la familia patriarcal es directamente la unidad de la producción de los medios de subsistencia. Sin embargo, en la sociedad capitalista la cosa se complica, ya que las relaciones patriarcales no organizan directamente la producción, sino que desempeñan un papel en la división del trabajo, y la familia es relegada a la esfera privada de la reproducción. Ante esta pregunta si, de acuerdo con Delphy u otras feministas materialistas, si seguimos viendo el patriarcado contemporáneo como un modo de producción específico o como mínimo un conjunto de relaciones de explotación específicas, tendríamos que hacer frente a todos los retos que se han indicado anteriormente o simplemente abandonar la idea de que el patriarcado es un modo de producción autónomo, al menos en el sentido convencional del término. Una hipótesis que ya se ha sugerido en el pasado es que el patriarcado es un sistema ideológico independiente, cuyo motor reside en el proceso de la producción de significados e interpretaciones del mundo. Pero aquí, nos encontramos con otro problema: si la ideología es la forma en que interpretamos nuestras condiciones de existencia y nuestras relaciones con ellas, debe existir alguna relación entre la ideología y las condiciones sociales de existencia; una relación que definitivamente no es ni mecánica, o automática, ni nada que se le parezca. Sería necesario establecer alguna conexión, de lo contrario correríamos el riesgo de adoptar una concepción fetichista y ahistórica de la cultura y la ideología. Ahora bien, la idea de que el sistema patriarcal es un sistema ideológico que constantemente se reproduce a sí mismo, a pesar de los increíbles cambios introducidos por el capitalismo en la vida y las relaciones sociales de producción de estos dos últimos siglos, parece aún menos convincente. Otra hipótesis podría ser que el motor es psicológico, pero aquí también corremos el riesgo de caer en una concepción fetichista y ahistórica de la psique humana. Último problema Admitamos por un momento que el patriarcado, las relaciones raciales, y el capitalismo son tres sistemas independientes, pero que también se cruzan y recíprocamente se refuerzan mutuamente. En este caso, la pregunta es saber el principio de organización y la lógica de esta “santa alianza”. En los textos de Kergoat, por ejemplo, la definición de esta relación en términos de consustancialidad continua siendo una imagen descriptiva, que no logra explicar mucho, las causas de la intersección entre estos sistemas de explotación y dominación siguen siendo un misterio, como el de las tres personas en una de la Santísima Trinidad. A pesar de estos problemas, las teorías de sistemas doble o triple, en sus diferentes formas se defienden como un presupuesto implícito en mucha de la teoría feminista contemporánea. En mi opinión, esto se debe a que estos parecen ser los tipos de explicación más inmediatos e intuitivos. En otras palabras, se trata de explicaciones que reflejan cómo se manifiesta la realidad tal como la percibimos. Es evidente que las relaciones sociales son relaciones de dominación y la jerarquía basada en el género y la raza que impregnan tanto el conjunto social como la vida cotidiana. La explicación más inmediata es que todas estas relaciones corresponden a sistemas específicos, porque esta es la forma en que se manifiestan. Sin embargo, las explicaciones más intuitivas no son necesariamente las más correctas. El hecho de que el núcleo de las teorías de los dos o tres sistemas no sea convincente, no quiere decir que no haya nada que aprender del feminismo materialista. Al contrario, los textos Delphy y otras feministas materialistas contienen intuiciones y propuestas de vital importancia, como la problematización del concepto del sexo o la atención extrema a la interrelación de la dimensión racial y la dimensión de género. En el debate italiano, algunos teóricos feministas que recurren a la feminismo materialista francesa han escrito cosas de gran interés, por ejemplo sobre mujeres e inmigración y han llevado realizado desarrollos teóricos mucho más avanzados que los del feminismo de la diferencia. Estas reflexiones, por lo tanto, tomarse como un intento de discusión entre compañeras de la lucha, que tienen mucho en común, a pesar de algunas diferencias. 152 III. ¿El culpable de todo es el capitalismo? En la última sección, escribí que la concepción del patriarcado como un sistema independiente dentro de la sociedad capitalista es la más extendida, no sólo entre las teóricas feministas, sino también entre las activistas porque se trata, al fin y al cabo, de la intepretación más intuitiva e inmediata de los fenómenos de opresión y poder basados en el género que experimentamos cotidianamente. En otras palabras, se trata de una intepretación que registra la realidad tal y como esta se manifiesta. Por “manifestarse” no entedemos la mera apariencia o ilusión, en contraposición a una Realidad con R mayúscula, pero si en la apariencia que las relaciones de alienación y dominio que se producen y reproducen por y en el capital tal como las experimentan las personas a causa de esta lógica. Como Daniel Bensaïd ha señalado, la crítica de la economía política es ante todo, una crítica del fetichismo económico y de su ideología, la misma que nos condena a pensar en la sombra de capital. Esto no es una cuestión de “falsa conciencia”, sino de un modo de la experiencia determinada por el propio capital: la fragmentación de nuestra percepción de la realidad. Este es un discurso complejo, pero para hacernos una idea de lo que ha de entenderse por “un modo de experiencia determinado por el capital,” tenemos que hacer referencia, por ejemplo, a la sección en el primer volumen de El Capital de Marx dedicada al fetichismo de la mercancía. popopAhora bien, precisamente porque nuestra percepción está fragmentada y el conjunto de las relaciones patriarcales se experimenta y percibe (por aquellos que han desarrollado una sensibilidad de género) de forma inmediata como en conformidad con la lógica independiente y separada de la del capital, es inevitable que surjan objecciones y dudas ante la negación del carácter independendiente del patriarcado como sistema en las sociedades capitalistas. La transformación de la familia La objeción más frecuente tiene que ver con la dimensión histórica: ¿cómo se puede afirmar que el patriarcado no es un sistema independiente cuando la opresión de las mujeres existía antes de la sociedad capitalista? Decir que dentro de las relaciones de opresión y de poder sexistas de la sociedades capitalistas son una consecuencia necesaria del capitalismo, y que estos fenómenos no tienen su propia lógica independiente y adecuada, no significa apoyar el argumento absurdo según el cual la opresión de género se origina con el capitalismo. Estamos defendiendo una tesis diferente, referida a la especificidad del capitalismo. Las sociedades en las que el capitalismo ha suplantado el modo producción anterior se caracterizan por una transformación profunda y radical de la familia. La transformación de la familia es ante todo el resultado de la expropiación de la tierra, o la acumulación primitiva, que separaba una gran parte de la población de sus medios de producción y de subsistencia (la tierra), provocando por un lado, la desintegración de la familia patriarcal campesina, y por el otro un proceso de urbanización sin precedentes. El resultado fue que la familia ya no representaba la unidad de producción con una función productiva específica y organizada, en general, a través de las relaciones patriarcales específicas que prevalecían en la sociedades agrarias precapitalistas. Este proceso se inició en diferentes momentos y adoptó diversas formas en todos los países en los que se implantaron las relaciones sociales de producción capitalista. Con la separación entre la familia y el lugar de producción, el vínculo entre producción y reproducción (en el sentido de la reproducción biológica, generacional y social) también sufrió una transformación radical. Y aquí está el quid de la cuestión: si bien se mantuvieron las relaciones de dominación de género, dejaron de ser un sistema independiente con una lógica autónoma, precisamente a raíz de esta transformación de la familia que deja de ser una unidad de producción para devenir un espacio privado, separado de la producción de mercancías y del mercado. Por otra parte, en el proceso, las relaciones de dominación también sufren cambios significativos. Por ejemplo, una de estas transformaciones está vinculada a una relación directa entre la orientación sexual, identidad sexual y de género (se puede consultar al respecto el trabajo de Foucault en la Historia de la sexualidad, las obras de Judith Butler, o, más recientemente , los escritos de Kevin Floyd y Rosemary Hennessy). Si bien es cierto que existía la 153 opresión de género mucho antes del advenimiento del capitalismo, esto no quiere decir que las formas que adopta sigue siendo el mismo después. Por otra parte, se podría cuestionar la idea de que la opresión de género es un hecho transhistórico, una idea defendida con fuerza por no pocas feministas de la “segunda ola” pero que debería ser revisada a la luz de la investigación antropológica reciente. De hecho, la opresión de la mujer no siempre existió, ni se produjo en la mayoría de las sociedades no clasistas, donde la opresión de género se introdujo únicamente con el colonialismo. Para tener una idea mejor de la relación entre la relación de clase y las relaciones de poder entre los géneros, podemos tomar el ejemplo de la esclavitud en los Estados Unidos. Raza y clase En su libro Mujeres, raza y clase, Angela Davis destaca la forma en que la destrucción de la familia y todas las relaciones de parentesco entre los esclavos afroamericanos, así como la forma específica de mano de obra esclava, dieron lugar a un vuelco sustancial de las relaciones de poder de género entre los esclavos. Esto no quiere decir que las esclavas no se vieran sometieran a una forma específica de opresión como mujeres, todo lo contrario: la sufrieron severamente, pero en las manos de los dueños de esclavos blancos, no de sus compañeros esclavos. En otras palabras, la persistencia y la articulación de las relaciones de género se vinculan de manera compleja con las condiciones sociales, las relaciones de clase,y las relaciones de producción y reproducción. Una visión abstracta y transhistórica de la opresión de la mujer imposibilita la comprensión de estas articulaciones y diferencias, y por lo tanto es incapaz de explicarlas. La persistencia del modo de producción doméstico Como refería anteriormente, en los países en los que el modo de producción capitalista suplantó el anterior modo de producción, las relaciones de poder entre los género dejaron de formar un sistema independiente debido a la transformación radical que sufrieron la familia y su papel social. Esta afirmación no la podemos aplicar directamente en los países cuyas estructuras de producción que no se transformaron por completo y que permanecen en la periferia de la economía capitalista mundial. Claude Meillassoux ha documentado la persistencia de un “modo de producción doméstico” en muchos países africanos, en los que el proceso de proletarización (es decir, la separación de los campesinos de la tierra) ha sido bastante limitado. Sin embargo, incluso en los lugares donde el modo de producción doméstico permanece en vigente, se le somete a una intensa presión a causa de la integración del país en el sistema capitalista mundial. Los efectos del colonialismo, el imperialismo, el saqueo de los recursos naturales por parte de los países capitalistas avanzados, las presiones objetivas de la economía de mercado global, etc., tienen un impacto significativo en las relaciones sociales y familiares que organizan la producción y distribución de bienes y a menudo exacerba la explotación de las mujeres y la violencia de género. Una totalidad contradictoria Volviendo a los países capitalistas avanzados. Una objeción clásica a la tesis de que el patriarcado no constituye un sistema independiente es que el feminismo marxista es fundamentalmente reduccionista. En otras palabras, el feminismo marxista reduce la complejidad plural de la sociedad a meras leyes económicas sin comprender correctamente la irreductibilidad de las relaciones de poder. Esta objeción tendría sentido bajo dos condiciones: la primera sería que el capitalismo se entiendese únicamente como un proceso estrictamente económico de extracción de plusvalía y por lo tanto, como un conjunto de reglas económicas que determinan este proceso; la segunda sería que el feminismo marxista entendiera las relaciones de poder como el resultado mecánico y automático del proceso de extracción de plusvalía. La verdad es que este tipo de reduccionismo no se corresponde en absoluto a la riqueza y 154 la complejidad del pensamiento de Marx, y menos aún a la extraordinaria sofisticación de una gran parte de la tradición teórica marxista. che_nComo decíamos, para tratar de explicar la sociedad capitalista únicamente en términos de extracción de plusvalía es como tratar de explicar la anatomía del cuerpo humano explicando solamente cómo funciona el corazón. Por el contrario, el capitalismo es una totalidad versátil y contradictoria, en perpetuo movimiento, que contiene relaciones de explotación y de alienación que están también sometidas a un proceso de transformación constante. A pesar de que Marx atribuye un carácter aparentemente automático a la valorización del valor en el primer volumen de El Capital – un proceso en el que el valor es el objeto real, mientras que los capitalistas y los individuos se reducen al papel de sostenes o soportes de una estructura – Monsieur Le Capital en realidad no existe, se trata de una categoría lógica. No es hasta el tercer volumen de El Capital que esto se aclara. El capitalismo no es un Moloch, un dios oculto, un titiritero o una máquina: es una totalidad viviente de las relaciones sociales, en el que las líneas que trazan las relaciones de clase demarcan e imponen restricciones que afectan a todas las demás formas de relaciones. Entre ellas, encontramos también las relaciones de poder relacionadas con el género, la orientación sexual, la raza, la nacionalidad y la religión, y todas ellas se ponen a servicio de la acumulación de capital y su reproducción, pero a menudo en modalidades variables, impredecibles, y bajo formas contradictorias. Es el capitalismo “indiferente” a la opresión de la mujer? Una opinión muy extendida entre los teóricos marxistas es considerar la opresión de género como innecesaria o accesoria al capitalismo. Esto no quiere decir que el capitalismo no explote o no se beneficie de las formas de desigualdad de género producida por configuraciones sociales anteriores. Lo que plantea es que se trata de un aspecto contingente y una relación oportunista. Desde esta perspectiva, el capitalismo realmente no depende de la opresión de género, y las mujeres han alcanzado un nivel sin precedentes de libertad y emancipación en el capitalismo, en comparación con otras épocas históricas. En resumen, no hay una relación antagónica entre el capitalismo y el proyecto de liberación de la mujer. Este punto de vista ha sido favorablemente acogido entre los teóricos marxistas de diferentes escuelas de pensamiento, por lo que merece la pena analizarlo. Para ello podemos utilizar como punto de partida un artículo escrito por Ellen Meiksins Wood. En su artículo “El capitalismo y la Emancipación Humana: Raza, Género y Democracia” Wood comienza explicando las diferencias fundamentales entre el capitalismo y los modos de producción precapitalistas. El capitalismo no vínculos intrísecos con las identidades particulares, las desigualdades o diferencias extra-económicas, políticas o jurídicas. Todo lo contrario: la extracción de plusvalía tiene lugar en las relaciones entre individuos formalmente libres e iguales, sin diferencias en la situación jurídica o política. El capitalismo no tiene una disposición estructural que cree desigualdades de género, es más, incluso tiene una tendencia natural a poner en tela de juicio tales diferencias y diluir las identidades raciales y de género. ¿Una relación intrínseca u oportunista? El desarrollo capitalista también creó las condiciones sociales conducentes a la crítica de estas desigualdades, y la facilitación de la presión social en contra de ellas. Esto no tiene precedentes en épocas históricas anteriores es suficiente evocar la literatura greco-romana, donde la que las posiciones abolicionistas están prácticamente ausentes, a pesar de la presencia universal de la esclavitud con fines productivos. Al mismo tiempo, el capitalismo tiende a utilizar las diferencias preexistentes heredadas de las sociedades anteriores de manera oportunista. Por ejemplo, el género y la diferencia racial se utilizan con el fin de crear jerarquías entre los más y menos favorecidos los sectores de la clase explotada. Estas jerarquías se disfrazan como consecuencias de las diferencias naturales que enmascaran su verdadera naturaleza, es decir, que son los productos de la lógica de la competencia capitalista. 155 Esto no debe entenderse como un plan consciente seguido por el capitalismo, pero a medida que un conjunto de prácticas y políticas convergen se evidencia el hecho de que las igualdades de género y raciales son ventajosas para los capitalistas. El capitalismo, en efecto, instrumentaliza la opresión de género para sus propios fines, pero también sería capaz de sobrevivir muy bien sin ella. Por el contrario, el capitalismo no podría existir sin la explotación de clase. Es fundamental tener en cuenta que el marco del artículo de Wood lo constituyen una serie de cuestiones políticas básicas sobre el tipo de ganancias y beneficios extra-económicas que pueden – y no pueden – ser obtenidos en una sociedad capitalista. Su punto de partida es el cambio en la atención de las luchas sociales desde el terreno económico a cuestiones no económicas (emancipación racial y de género, la paz, la salud ambiental, la ciudadanía). Y ahí está el problema. Menciono el marco teórico de Wood, porque, por una parte, su artículo se funda en una fuerte separación entre la estructura lógica del capital y sus dimensiones históricas; pero sin embargo, termina confundiendo estos mismos niveles, reproduciendo así una confusión clásica que es lamentablemente muy común en la obra de muchos teóricos marxistas que se suscriben a la tesis del artículo de Wood. Para desarrollar este punto con una mayor claridad: tan pronto como aceptamos esta distinción entre la estructura lógica del capital y sus dimensiones históricas, podemos aceptar la idea de que la extracción de la plusvalía se lleva a cabo en el marco de las relaciones entre individuos formalmente libres e iguales sin presuponer diferencias en el estatus jurídico y político. Pero podemos hacer esto sólo en un muy alto nivel de abstracción, es decir, a nivel de la estructura lógica. Desde el punto de vista de la historia concreta, las cosas cambian radicalmente. Analicemos este aspecto de la cuestión punto por punto. 1. Vamos a partir de un hecho: nunca ha existido una formación social capitalista carente de opresión de género (en sus diversas formas). Que el capitalismo se limite al uso de las desigualdades preexistentes en este proceso continua siendo discutible: el imperialismo y el colonialismo han contribuido a la introducción de las jerarquías de género en las sociedades en las que no existían antes, o existieron de una manera mucho más matizada. El proceso de acumulación capitalista fue acompañado por la expropiación ingente de diferentes formas de propiedad a las que las mujeres tenían acceso, y la expulsión de profesiones que habían sido capaces de mantener a lo largo de la Alta Edad Media; la alternancia de procesos de la feminización y desfeminización del trabajo contribuyó a la reconfiguración continua de las relaciones familiares y a la creación de nuevas formas de opresión por razón de género. El advenimiento de la reificación de la identidad de género a partir de finales del siglo XIX ha contribuido al fortalecimiento de una matriz heteronormativa que tuvo consecuencias opresivas para las mujeres, pero no sólo para ellas. Otros ejemplos podrían citarse. Decir que las mujeres obtienen las libertades formales y los derechos políticos, hecho hasta entonces inimaginable, sólo bajo el capitalismo, ya que este sistema había creado las condiciones sociales que permiten este proceso de emancipación, es un argumento de validez cuestionable. Se podría, de hecho, decir exactamente lo mismo para el conjunto de la clase obrera: es un hecho único dentro del capitalismo las condiciones conquistadas por los estratos subalternos en términos de emancipación política y el hecho de que esta clase se convirtiera en un sujeto capaz de alcanzar importantes victorias democráticas. ¿Entonces qué? ¿Sería esto una demostración de que el capitalismo podría funcionar fácilmente sin la explotación de la clase obrera? No lo creo. Es mejor abandonar la referencia a lo que las mujeres tienen o no han obtenido: si las mujeres han obtenido algo, es a la vez porque han luchado por ello, y porque con el capitalismo, las condiciones sociales han sido favorables para el nacimiento de los movimientos sociales de masas y la política moderna. Pero esto también es aplicable y cierto para la clase obrera. 2. Es importante distinguir lo que es funcional al capitalismo y lo que es una consecuencia necesaria de su funcionamiento. Son dos conceptos son diferentes. Tal vez es difícil de demostrar en un alto nivel de abstracción que la opresión de género es esencial para el funcionamiento interno del capitalismo. Es 156 cierto que la competencia capitalista crea continuamente diferencias y desigualdades, pero estas desigualdades, desde un punto de vista abstracto, no están necesariamente relacionadas con el género. Si tuviéramos que pensar en el capitalismo “puro”, es decir, analizarlo sobre la base de sus mecanismos esenciales, entonces tal vez Wood tendría razón. Sin embargo, esto no demuestra que el capitalismo no produzca necesariamente, como consecuencia de su funcionamiento concreto, la reproducción constante de la opresión de género, a menudo bajo diversas formas. 3. Por último, hay que volver a la distinción entre el nivel lógico y el nivel histórico. Lo que es posible desde el punto de vista lógico y lo que sucede a nivel de los procesos históricos son dos cosas profundamente diferentes. El capitalismo siempre existe en las formaciones sociales concretas, cada una de las cuales tiene su propia historia específica. Como decíamos, estas formaciones sociales se caracterizan por la presencia constante y omnipresente de la opresión de género. Supongamos, como un experimento mental, que estas jerarquías en la división del trabajo se basaran en otras formas de desigualdad (altos y bajos, jóvenes y viejos, gordos y flacos, los que hablan una lengua indo-europea frente a los que hablan otros idiomas, etc.). Supongamos también que el embarazo y el parto fueran procesos completamente mecanizados y que toda la esfera de las relaciones emocionales pudiera ser mercantilizada y gestionada por los servicios privados … Brevemente, supongamos que todo esto. ¿Es esta una visión convincente desde un punto de vista histórico? ¿Puede la opresión de género sustituirse fácilmente por otros tipos de relaciones jerárquicas, que aparecerían como algo natural y estar tan profundamente arraigados en la psique? Estos escenarios parecen legítimamente dudosos. Hacia análisis histórico concreto En conclusión: para responder a la pregunta de si es posible que la emancipación y la liberación de las mujeres sean alcanzadas bajo el modo de producción capitalista, debemos buscar la respuesta en el nivel de análisis histórico concreto, no en el nivel de un análisis altamente abstracto del capital. De hecho, es aquí donde nos encontramos no sólo con el paso en falso de Wood, sino también con el error de muchos teóricos marxistas que permanecen fuertemente unidos a la idea de una jerarquía entre la explotación (principal) y la opresión (secundaria). Si queremos atender el aspecto político de esta cuestión y también estar en condiciones de responder a él, tenemos que tener una concepción histórica de lo que el capitalismo es hoy y lo que ha sido históricamente. Este es uno de los puntos de partida para un feminismo marxista, donde el concepto de reproducción social ocupa un papel central. IV. Repensando El Capital, repensar el género En la sección anterior, traté de aclarar los límites del “pensamiento fragmentado”, que presenta los diferentes tipos de opresión y dominación, ya que cada ser conectado a un sistema autónomo, sin entender su unidad intrínseca. Por otra parte, critiqué la lectura de la relación entre el capital y la opresión de género que se basa en lo que he llamado un “capitalismo indiferente”. Ha llegado el momento de abordar la “teoría unitaria”, así como el concepto de “reproducción social”. Reconceptualizar capital Las posiciones dualistas a menudo parten de la idea de que la crítica marxista de la economía política sólo analiza las leyes económicas del capitalismo, a través de categorías exclusivamente económicas. Este enfoque sería insuficiente para comprender fenómenos tan complejos como la multiplicidad de las relaciones de poder, o las prácticas discursivas que nos constituyen como sujetos. Es por ello que se 157 considera que otros enfoques epistemológicos alternativos son más capaces de ver las causas que se encuentran fuera del ámbito de la economía, y son más adecuados para la comprensión de la especificidad y la naturaleza irreductible de estas relaciones sociales. Esta posición es compartida por un amplio espectro de las teóricas feministas. Algunas de ellas han sugerido que necesitamos un “matrimonio” o una combinación ecléctica entre diferentes tipos de análisis críticos, algunos dedicados a las leyes económicas “puras” de la acumulación capitalista, y otros frente a otras formas de relaciones sociales. Por otro lado, otros teóricos han adoptado lo que se llama el “giro lingüístico” en la teoría feminista, que separa la crítica de la opresión de género de la crítica del capitalismo. En ambos casos, existe la suposición común de que existen “leyes económicas puras”, independiente de las relaciones específicas de dominación y alienación. Es precisamente esta hipótesis la que debe ser cuestionada críticamente. Por razones de espacio, me limitaré a destacar dos aspectos de la crítica marxista de la economía política. Una relación de explotación implica siempre una relación de dominación y alienación. En realidad estos tres aspectos nunca se separaron en la crítica marxista de la economía política. El trabajador es ante todo un cuerpo vivo y su pensamiento, sometido a formas específicas de disciplina que lo remodelan. Como escribe Marx, el proceso productivo “produce” el trabajador en la misma medida que se reproduce la relación trabajo-capitalista. Dado que cada proceso de producción es siempre concreto – es decir, que se caracteriza por aspectos que lo determinan histórica y geográficamente – es posible concebir cada proceso productivo vinculado a un proceso disciplinario, que construye parcialmente el tipo de sujeto el trabajador se convierte. Podemos decir lo mismo para el consumo de los productos básicos: como Kevin Floyd ha demostrado en su análisis de la formación de la identidad sexual, el consumo de productos básicos implica un aspecto disciplinario y participa en la reificación de la identidad sexual. Por lo tanto el consumo también es partícipe del proceso de formación del sujeto. En Marx la producción y la reproducción forman una unidad indivisible. En otras palabras, si bien son distintas y separadas y tienen características específicas, la producción y la reproducción son necesariamente combinaciones de momentos concretos de una totalidad articulada. La reproducción se entiende aquí como el proceso de la reproducción de una sociedad en su conjunto, o en términos althusserianos, la reproducción de las condiciones de producción: la educación, la industria de la cultura, la iglesia, la policía, el ejército, el sistema de salud, la ciencia , los discursos de género, hábitos de consumo … todos estos aspectos juegan un papel crucial en la reproducción de las relaciones de producción específicas. Althusser señala en “Ideología y aparatos ideológicos de Estado” que sin la reproducción de las condiciones de producción, una formación social no sería capaz de mantener unida ni un año. Es esencial, sin embargo, no entender la relación entre la producción y la reproducción de una manera mecanicista o determinista. De hecho, si bien Marx entiende la sociedad capitalista en su totalidad, no la entiende como una totalidad “expresiva”. Es decir, no hay un “reflejo” automático o directo entre los diferentes momentos de esta totalidad (arte, cultura, economía estructura, etc.), o entre un momento en particular y la totalidad como un todo. Al mismo tiempo, un análisis del capitalismo que no entienda esta unidad entre la producción y la reproducción volverá a caer en un materialismo vulgar o economicista, y Marx no cometió este error. Más allá de sus escritos políticos, el mismo El Capital es prueba de ello, por ejemplo, en las secciones sobre la lucha por la jornada de trabajo o en la acumulación primitiva. En estos pasajes, se puede ver claramente que la coerción, la intervención activa del Estado, y la lucha de clases son de hecho los 158 componentes constitutivos de una relación de explotación que no está determinada por leyes puramente económicas o mecánicas. Estas observaciones nos permiten destacar la insostenibilidad de la tesis de que Marx concibe el capitalismo únicamente en términos económicos. Esto no quiere decir que no haya habido tendencias materialistas reduccionistas o vulgares dentro de la tradición marxista. Esto significa, sin embargo, que estas tendencias se basaron en un malentendido fundamental de la naturaleza de la crítica marxista de la economía política y la fetichización de las leyes económicas, éstas últimas concebidas como cosas estáticas o estructuras como abstractos y no como formas de actividad o de las relaciones humanas. Alternativamente, también existe la suposición opuesta a la separación entre las leyes puramente económicas del capitalismo y otros sistemas de dominación que conciben la unidad entre producción y reproducción en términos de identidad directa. Este punto de vista caracteriza a una sección del pensamiento marxista-feminista, en particular, la tradición operaria u obrerista, que insistió en ver el trabajo reproductivo como directamente productivo de plusvalía, y por lo tanto se regido por las mismas leyes. Una vez más, por razones de espacio, me limitaré a la observación de que un punto de vista tal nos devuelve nuevamente a una forma de reduccionismo, que oscurece la diferencia entre las diversas relaciones sociales y no ayuda a entender las características específicas de las distintas relaciones de dominación que no sólo son constantemente reproducidas sino también transformadas dentro de cada formación social capitalista. Por otra parte, no nos ayuda tampoco a analizar la forma específica en que se encuentran determinadas estas relaciones de poder fuera del mercado laboral, sin dejar de estar indirectamente influidas por este mercado: por ejemplo, a través de las diferentes formas de consumo de materias primas, o por medio de las limitaciones objetivas que el trabajo asalariado (o su equivalente, el desempleo) impone a la vida personal y a las relaciones interpersonales. Para concluir, me propongo repensar la crítica marxista del capitalismo como una crítica de una totalidad articulada y contradictoria de las relaciones de explotación, dominación y alienación. Reproducción social y “Teoría Unitaria” A la luz de esta aclaración metodológica, ahora tenemos que abordar qué se entiende por “reproducción social” dentro de lo que generalmente se llama “teoría unitaria”. La reproducción social a largo plazo, en la tradición marxista, por lo general indica que el proceso de la reproducción de una sociedad en su totalidad. En la tradición marxista-feminista, sin embargo, la reproducción social significa algo más preciso: refiere el mantenimiento y la reproducción de la vida, diaria o generacionalmente. En este contexto, la reproducción social designa la forma en la que el trabajo físico, emocional y mental necesaria para la producción de la población se organiza socialmente: por ejemplo, la preparación de alimentos, la educación de los jóvenes, el cuidado de los ancianos y los enfermos, así como cuestiones de la vivienda y los aspectos referidos a la sexualidad … El concepto de reproducción social tiene la ventaja de ampliar nuestra visión de lo que antes se llamaba el trabajo doméstico, y que una gran parte de lo que ha acaparado la atención del feminismo marxista. De hecho, la reproducción social incluye dentro de su concepto un conjunto de prácticas sociales y tipos de trabajo que van mucho más allá del trabajo doméstico. También hace que sea posible extender el análisis fuera de las paredes de la casa, ya que el trabajo de reproducción social no siempre se encuentra en las mismas formas: ¿qué parte de éste proviene del mercado, del estado de bienestar, y de las relaciones familiares? Ésta sigue siendo un cuestión contingente que depende de las dinámicas históricas específicas y luchas feministas. El concepto de reproducción social, por lo tanto, nos permite localizar con mayor precisión la calidad móvil y porosa de las paredes de la casa, es decir, la relación entre, por un lado, la vida doméstica en el hogar, y el fenómeno de la mercantilización , la sexualización de la división del trabajo y las políticas del 159 estado del bienestar, por el otro. La reproducción social también nos permite analizar con mayor eficacia fenómenos como la relación entre la mercantilización de la atención en el trabajo y la “racialización” de las políticas migratorias represivas, como las que tienen como objetivo reducir los costos de mano de obra inmigrante y obligarlos a aceptar como esclavos las condiciones de trabajo. Por último, y este es el punto crucial, la forma que adoptan las funciones de reproducción social dentro de una formación social dada, responde una relación intrínseca con la forma en que las sociedades organizan su producción y reproducción,en su totalidad; y por lo tanto responde, se vinculan con las relaciones de clase. Una vez más, estas relaciones no pueden ser concebidas como intersecciones puramente accidentales y contingentes: observarlas a través de la lente de la reproducción social nos permite identificar la lógica de la organización de estas intersecciones sin por ello excluir el papel desempeñado por la lucha, y la existencia de fenómenos contingentes y otras prácticas en general. Debemos tener en cuenta que el ámbito de la reproducción social es también determinante en la formación de la subjetividad, y por lo tanto también de las relaciones de poder. Si tenemos en cuenta las relaciones que existen en cada sociedad capitalista entre la reproducción social, la producción de la sociedad en su conjunto, y las relaciones de producción, podemos decir que estas relaciones de dominación y el poder no son estructuras separadas o niveles: se no se cortan de una manera puramente externa y no mantienen una relación exclusivamente contingente con las relaciones de producción. Las múltiples relaciones de poder y dominación, por lo tanto aparecen como expresiones concretas de la unidad articulada y contradictoria que es la sociedad capitalista. Este proceso no debe entenderse de una manera automática o mecanicista. Como se ha señalado antes, no hay que olvidar la dimensión de la praxis humana: el capitalismo no es una máquina o autómata sino una relación social, y como tal, está sujeto a las contingencias, accidentes y conflictos. Sin embargo, las contingencias y los conflictos no descartan la existencia de una lógica – es decir, la acumulación capitalista – que impone limitaciones objetivas no sólo en nuestra praxis o la experiencia vivida, sino también de nuestra capacidad para producir y relaciones articuladas con los demás, nuestro lugar en el mundo y nuestras relaciones con nuestros condiciones de existencia. Esto es exactamente lo que la “teoría unitaria” intenta alcanzar: ser capaz de leer las relaciones de poder basadas en el género o la orientación sexual como momentos concretos de ese articulado, complejo, y la totalidad contradictoria que es el capitalismo contemporáneo. Desde este punto de vista, estos momentos concretos sin duda poseen sus propias características específicas, y por lo tanto deben ser analizadas con herramientas teóricas adecuadas y específicas (desde el psicoanálisis a la teoría literaria …), pero también mantienen una relación interna con esta totalidad más grande y con el proceso de reproducción social que procede de acuerdo con la lógica de la acumulación capitalista. La tesis esencial de la “teoría unitaria” es que para el feminismo marxista, la opresión de género y la opresión racial no corresponden a dos sistemas autónomos que tienen sus propias causas particulares: se han convertido en una parte integral de la sociedad capitalista a través de un largo proceso histórico que ha disuelto anteriores formas de vida social. Desde este punto de vista, sería un error ver a ambos como meros residuos de anteriores formaciones sociales que siguen existiendo en la sociedad capitalista, por razones relacionadas con su anclaje en la psique humana o en el antagonismo entre “clases sexuadas”, etc. No debemos subestimar la dimensión psicológica de género y la opresión sexual o las contradicciones entre opresores y oprimidos. Es, sin embargo, una cuestión reside en identificar el marco de las condiciones sociales y las relaciones de clase que tienen un impacto, reproducen, e influyen en nuestra percepción de nosotros mismos y de nuestras relaciones con los demás, nuestros comportamientos y nuestras prácticas. Este marco es la lógica de la acumulación capitalista, que impone límites fundamentales en nuestras experiencias vividas y cómo las interpretamos. El hecho de que un número tan grande de corrientes teóricas feministas en los últimos decenios hayan sido capaces de evitar el análisis de este proceso, y el 160 papel crucial desempeñado por el capital en la opresión de género en sus diversas formas, da fe del poder del capital de cooptar nuestras ideas e influencia nuestros modos de pensar. Reflexiones degeneradas Patriarcado y capitalismo en PDF Traducción realizada para Marxismo crítico de Isabel Benítez Romero desde el original italiano originalmente publicado en cuatro entregas en http://www.communianet.org en 2014. Cotejado con la traducción al inglés revisada por la autora para viewpointmag.com. LAS CAUSAS ESTRUCTURALES DE LOS CAMBIOS EN LOS AFECTOS Guido Arditi Las Causas Estructurales de los Cambios en los Afectos http://www.analectica.org/articulos/arditi-afectos/ Introducción Desde una perspectiva marxiana se sostiene la existencia de una correlación entre los cambios estructurales que tienen lugar a nivel económico, y las producciones superestructurales del ámbito cultural. La totalidad de las relaciones de producción constituyen “la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la cual se alza un edificio jurídico y político, y a la cual corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material determina el proceso social, político e intelectual de la vida en general” (Marx, 2008). Aquello que los hombres son, entonces, -entendiendo por esto sus ideas, pensamientos y representaciones de la conciencia-, no son sino una emanación de su comportamiento material; su modo de producir. El materialismo histórico entonces toma como su objeto de estudio al capitalismo en tanto sistema de producción y al mismo tiempo como una manera de concebir y organizar la cultura, En este punto cabe señalar que si bien las formas y condiciones de producción son el factor fundamental y determinante de las estructuras sociales; afectando todas las manifestaciones de la civilización y el curso de la historia cultural y política; “Marx no sostenía que las religiones, la metafísica, las escuelas de arte, las ideas éticas y las voliciones políticas fuesen reducibles a motivos económicos ni que careciesen de importancia. Únicamente trató de describir las condiciones económicas que las configuran y que explican su orto y ocaso” (Schumpeter, 1961). Así, por ejemplo “en la época en que dominó la aristocracia imperaron las ideas del honor, la lealtad, etc., mientras que la dominación de la burguesía representó el imperio de las ideas de la libertad, la igualdad, etc.” (Marx, 1970). Así, en este trabajo pretendemos seguir a Horkheimer en aquello de que “la filosofía toma en serio los valores existentes, pero insiste en que se conviertan en partes integrante de un todo teórico 161 que revele su relatividad” (Horkheimer, 1973); pues “las ideas culturales fundamentales llevan en sí un contenido de verdad, y la filosofía debería medirlos en relación al fondo social del que proceden” (Horkheimer, 1973). Por último, queremos destacar que un determinado modo de producción o una determinada fase del desarrollo industrial llevan siempre aparejado un modo de cooperación entre los hombres, y puesto que toda relación económica es también una relación social, el modo de producción capitalista trae aparejadas consecuencias directamente sociales, pues es capaz de determinar también el tipo de relaciones que los individuos establecen entre sí. Feudalismo Durante el feudalismo existía un tipo de vida basado en una fuerte cohesión e integración social; se vivía en comunidades dentro de las cuales los miembros coexistían formando una trabazón indisoluble. Esto era así porque los “patrones de propiedad, cooperación y distribución de los productos hacen inherentemente menos viable el aislamiento de las familias” (Sen, 2001). Podemos ver entonces que este modo de vida no respondía entonces de manera exclusiva a un conjunto de decisiones personales o exclusivamente a una tendencia cultural, sino que se debía a estrictas necesidades de tipo material-económico. Bajo el sistema feudal, el siervo, a pesar de tener que ceder en forma de tributo al señor una parte de su producto, conservaba en gran medida el control de sus medios de producción; razón por la cual existían normas que lo vinculaban de manera permanente a las tierras del feudo. Esto le otorgaba al campesino un fuerte sentimiento de identidad y pertenencia respecto tanto a su actividad productiva como al producto de la misma. Había en estas sociedades por lo tanto una mayor perdurabilidad, una mayor duración, a menudo de por vida, de muchas relaciones humanas, si no de todas. Todo esto redundaba en una fuerte “conciencia de una unión vitalicia e indisoluble con otros” (Elias, 2000), todo lo cual generaba una fuerte conexión para con el propio grupo. El feudalismo contenía un cierto carácter comunitario, en el sentido que le otorga Max Weber, de ser un modelo en el cual la actitud para la acción está inspirada “en un sentimiento subjetivo (afectivo o tradicional) de los partícipes en constituir un todo” (Weber, 1964); pues en esas épocas “los monjes y las monjas oraban por todos mientras el laicado trabajaba, guerreaba y gobernaba para el conjunto” (Taylor, 2006). “Los seres humanos se sentían y percibían directamente como miembros de agrupaciones, de grupos familiares o clases” (Elias, 2000). La identidad como nosotros de la que nos habla Elias, era absolutamente inseparable de la concepción que se tenía de persona. La comunidad era entonces una realidad a la que vincularse, siempre superior a los individuos que la componían. Por lo tanto, en la época feudal, “los hombres no eran ciudadanos de este cuerpo en sentido estricto, sino literalmente miembros, relacionados con la totalidad del cuerpo de manera funcional-orgánica” (Walzer, 2008), y vivían bajo una profunda sensación de estar incluidos en una totalidad. Así, en estas formas de sociedad, las relaciones económicas no son, -como en nuestro sistema capitalista-, simples relaciones de mercado; sino que el dominio o subordinación económicos 162 vienen matizados con vínculos y relaciones de tipo afectivo o identificatorio, basados en la apelación a una lealtad de los miembros; los servicios debidos a la autoridad eran exigibles no por efecto de un contrato, sino en virtud de una relación de fidelidad natural que unía a todo hombre a su jefe. En este tipo de sociedad, la persona singular apenas si tiene posibilidad de reflexionar sin hacer una constante referencia a su grupo, como dice Elias, piensan y actúan desde la perspectiva del nosotros, “estaba aún fuera de los límites de lo imaginable la concepción de un individuo sin grupo, de un ser humano tal como es cuando se le despoja de toda referencia al nosotros” (Elias, 2000), al punto que “el carácter personal del individuo está modelado para la constante convivencia con otros y para que su comportamiento remita constantemente a otros” (Elias, 2000). Afectos De este modo, en estas sociedades resulta difícil hablar de la existencia de un dominio exclusivo de la domesticidad; pues en ellas, tanto la vida individual como la del núcleo familiar, carecen de fronteras claramente delimitadas que las separaran de las más amplias definiciones del espacio social. El individuo “era parte de una red más amplia de relaciones, unida a los parientes por lazos de dependencia, lealtad, reciprocidad y ayuda mutua” (Stone, 1989). Por todo esto, en estas sociedades muchas veces sólo se abre ante el ser humano, desde su niñez, un único camino en línea recta; hay un margen de elección más estrecho, un menor número de alternativas y posibilidades de elección. De esta manera, los derechos y obligaciones estaban ligados a la tradición, por lo que el ideal matrimonial más habitual consistía en un acuerdo entre la generación superior. Como era de esperarse, era esta una decisión irrevocable, que era necesario acatar por cuestiones de obediencia filial. En estos tiempos, “importaba más contratar un matrimonio ‘honorable’ para las respectivas familias de los contrayente, que otro basado en el ‘amor’ individual de los contrayentes” (Bestard, 1998). Primer Capitalismo El paulatino pero constante crecimiento de la actividad comercial fue generando un aumento de la producción para la venta, lo cual redundó en una mayor presión para intervenir en la organización de los tiempos de producción. Así, comenzó a tener lugar una creciente división del trabajo que, con el tiempo, fue transformando las industrias artesanales en fábricas mecanizadas. A lo largo de este proceso se puede notar que, el trabajador va creando, al trabajar, su propia alienación, pues; “si se estudia el camino recorrido por el desarrollo del proceso de trabajo desde el artesanado, pasando por la cooperación y la manufactura, hasta la industria maquinista, se observa una 163 creciente racionalización, una progresiva eliminación de las propiedades cualitativas, humanas, individuales del trabajador” (Lukacs, 2013). El trabajo comienza a verse crecientemente reducido a funciones específicas y predeterminadas que han de repetirse de manera obediente y mecánica; procurando conscientemente incluso mantener a raya todo impulso de iniciativa creativa. Por esto, tiene lugar, en primer término, una enajenación del productor en la actividad misma del trabajo, En este punto cabe aclarar que este proceso no es exclusivamente aplicable a la labor del obrero fabril, sino que también; “el trabajo racionalizado y especializado de oficina termina por borrar la personalidad, el resultado calculable sustituye la ‘visión’. El caudillo no tiene ya oportunidad de lanzarse al combate. Está en vías de convertirse en otro empleado de oficina más, un empleado que no siempre es difícil de sustituir” (Schumpeter, 1961). El trabajador moderno, -en general-, no es ya más que una ruedecita dentro de una máquina de la que no puede escapar; incluso su máxima aspiración consiste solamente en intentar progresar hasta convertirse en una rueda más grande. Así las cosas, la alienación en el trabajo se hace palpable tanto al obrero como al empresario, pues se trata de un fenómeno estructural endémico de un determinado sistema productivo. En último término, el trabajador es distanciado también respecto del producto final de su trabajo, pues sucede que “el objeto que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a él como un ser extraño, como un poder independiente del productor” (Marx, 1979). Tal como dice Lukacs; “la descomposición mecánica del proceso de producción desgarra también los vínculos que en la producción ‘orgánica’ unían a los sujetos singulares del trabajo en una comunidad. La mecanización de la producción hace de ellos, también desde este punto de vista átomos aislados abstractos” (Lukacs, 2013). Es así que “el trabajo alienado ‘hace extrañas entre sí la vida genérica y la vida individual’” (Giddens, 1977); por lo que el individuo empieza a pensarse cada vez más como fin y valor supremo, y a pensar a su sociedad como medio; cada persona se abre paso entre las demás, dirigiéndose hacia sus propios objetivos, intereses y proyectos individuales. Aquí se erige por primera vez la conciencia de uno mismo como una entidad exterior e independiente del propio grupo, a veces incluso enfrentada a este. Tal es así que, como dijera el propio Marx, “al llegar el siglo XVIII, con la ‘sociedad civil’, las diferentes formas de conexión social aparecen ante el individuo como un simple medio para lograr sus fines privados, como una necesidad exterior” (Marx, 1989). El trabajo es ahora la forma del nexo social, generando “una progresiva emancipación de la economía de sus tradicionales ataduras políticas, éticas y culturales” (Bauman, 2005ª). Como vemos, esta alienación en principio estructural y material, es rápidamente trasladada a las relaciones humanas y personales que se configuran en derredor a la producción, y lo que se busca ahora es solo una cooperación eficiente, indiferente de que exista entre los trabajadores algún 164 intercambio afectivo o alguno de los rasgos de la familiaridad. Así, tiene lugar una inversión de la pauta cultural precedente; si en la comunidad los intereses colectivos o grupales absorbían a los individuales, las nuevas relaciones, tras caer los antiguos lazos de lealtad, no son más vínculos de mercado, exclusivamente económicos. Este nuevo individuo siente menos afecto tanto por sus jefes, -frente a los que no se siente vinculado-, como por sus vecinos, los cuales no son tales en el sentido social, muchas veces ni tan siquiera conocidos. Esto, sumado a la ausencia de la anterior red de contención, redunda en un creciente individualismo que dispone “a cada ciudadano a aislarse de la masa de sus semejantes y a retirarse con su familia y amigos; de tal modo que, después de haber creado así una sociedad a su estilo, abandona de buena gana a si misma a la gran sociedad” (Chevallier, 1989). Incluso, “la conversión de las relaciones humanas en mecanismos económicos objetivos daba al individuo, al menos en principio, cierta independencia” (Horkheimer, 1973); el relajamiento y pérdida de poder de las agrupaciones institucionales y sociales propias del feudalismo, abría el campo hacia una transición desde un pensar basado en autoridades externas tradicionales hacia un modo de pensar más autónomo e individual. La Modernidad puso, en un solo movimiento “la ‘liberación’ a la cabeza de su programa de reforma política y la ‘libertad’ a la cabeza de su sistema de valores” (Bauman, 2005ª); los usos y costumbres, las célebres lealtades personales tradicionales, y los lazos comunales con sus consecuentes derechos y obligaciones; no eran ya más que grilletes que constreñían el libre desempeño de la propia iniciativa; principalmente la libertad individual de elegir y actuar. Surge entonces como consecuencia superestructural, tal como hemos señalado, una exacerbación de la idea de libertad, una reivindicación del sujeto como existencia independiente y como agente libre. Vemos aquí la manera en la que el capital produce sus propios tipos subjetivos, que no son otra cosa que el resultado de su modo producción. Es en este sentido que al hablar de sociedad capitalista lo hacemos teniendo en cuenta que es una sociedad de dominación en tanto estructura las prácticas, altera las relaciones y las subjetividades. Afectos Los individuos devienen tales, y por tanto, comienzan a reclamar una opinión, un querer y una conciencia propios; independientes de las consideraciones patrimoniales. Más aún, en ausencia de las guías de actuación propias de las redes de parentesco, las decisiones han de originarse necesariamente en estos últimos. Subvirtiendo el orden anterior, la Modernidad coloca al individuo tanto por sobre los parientes, la familia y la sociedad toda. Es así que durante la Modernidad surge, tal como venimos señalando, una disminución del peso de la tradición, lo cual se traduce inmediatamente en una mayor autonomía: “el sentido del cambio se produce en términos de una pérdida de la tradición, de la comunidad y de la costumbre, y en nombre de la elección individual” (Bestard, 1998), al punto en que “la modernidad reemplaza la heteronomía del sustrato social determinante por la obligatoria y compulsiva autodeterminación” (Bauman, 2005a). La otra cara del individualismo es entonces la independencia responsable. En la época moderna, el capitalismo y su correspondiente sistema de libre contrato en las 165 relaciones laborales, adelantaron un sistema análogo en el ámbito de las relaciones de pareja, pues “se veía cada vez con mayor frecuencia a las relaciones humanas en términos económicos, gobernadas por las reglas del mercado libre” (Stone, 1989). La libertad de elección amorosa entonces bien puede ser vista entonces como un reflejo ideológico del surgimiento del libre mercado. Tal como dice Taylor: “Desde este período, y en adelante, se produce la constante decadencia del poder que hasta entonces habían ejercido los padres y otros grupos más extensos de parentesco en la elección del cónyuge, y la elección pasa a ser progresivamente asunto de la pareja. Como siempre, el acento en la individuación y el compromiso personal colocan un lugar de mayor importancia el acuerdo contractual” (Taylor, 2006) El matrimonio, tras la caída de las comunidades naturales, heredadas y dadas, pasa a estar basado en dos de las piedras de toque del ethos moderno; el contrato y el consentimiento entre individuos libres e iguales. La autonomía es colocada en un lugar central, por lo que los ideales del amor romántico no hacen sino reflejar a la perfección los valores emergentes de libertad y autorrealización. Por otro lado, ante la organización racional de los asuntos públicos que hemos descrito, ante el dominio individualista e instrumental del trabajo, la economía y la sociedad en general; tiene lugar un deseo de arraigo en vistas a conseguir la coherencia y estabilidad perdidas; es así que lentamente, “la familia va camino de convertirse en el ‘refugio en un mundo desalmado’” (Taylor, 2006). Ante la necesidad de “proteger a alguna porción de la humanidad contra esta fragmentación del alma, contra este poder absorbente del ideal burocrático de vida” (Giddens, 1977); el espacio conyugal se convierte en el lugar donde puede expresarse con mayor respetabilidad el sentimiento. La familia se erige como un recinto de amor y cuidados; como un espacio reservado a la afirmación emocional, al desarrollo de la calidez, un dominio donde es posible recibir apoyo y desarrollar sentimientos de seguridad en un mundo, por lo demás, cada vez más frío. Esta erosión de apoyos externos implicó un mayor alejamiento de la familia central de la interferencia o apoyo tanto de los parientes como del resto de la comunidad, una reducción de la esfera de sociabilidad, de los contactos y lazos emocionales con personas fuera del grupo central. Las relaciones de parentesco adquirieron entonces un carácter exclusivamente personal, surgió aquí entonces una familia autoenclaustrada, que como contrapartida implicó un aumento en la lealtad en lo interno. Así, es la propia esfera privada la que se convierte en el ámbito en el cual se pone en juego la realización personal; casarse –a la manera moderna- se convierte en un medio de afirmación de independencia y autonomía, de forjar una identidad. Por todo esto, la felicidad personal comienza crecientemente a buscarse en la intimidad doméstica. Este tipo de matrimonio, era hijo del primer capitalismo, en tanto se lo pensaba, al igual que a las relaciones entre capitalistas y trabajadores, a la manera de un contrato vitalicio. Incluso, el horizonte de la vida marital de alguna manera se extendía más allá de la duración de la propia 166 existencia, ya que justamente, la familia conyugal era pensada como el principal mecanismo a través del cual lograr continuidad en un mundo formado por individuos. Capitalismo Tardío El capitalismo, sobre la base de sus propias leyes de funcionamiento económico, amplía cada vez más la escala y el ritmo productivos; expandiendo consecuentemente los mercados. A través de la libre circulación de capitales, fuerza de trabajo y mercancías, ha conseguido la conquista de nuevos territorios, arrastrando hacia un mismo sistema social y económico –e incluso a veces hacia un mismo mercado de trabajo-, a los más diversos grupos culturales e incluso nacionales que existen. Su avance no se detiene hasta que no haya más mundo que volver capitalista. “El capital, movido por sus propias legalidades y necesidades internas, motoriza una historia progresiva hacia la mundialización” (Algranti, 2001), tal es así que “la expansión de la economía capitalista ha alcanzado finalmente la extensión global” (Bauman, 2005b). Bajo estas influencias, los individuos concretos comienzan a verse crecientemente sojuzgados y sometidos por un poder extraño a ellos; que se revela en última instancia como el mercado mundial. Su propia capacidad de acción se ve mermada y arrollada por macroprocesos sobre los que no tienen ningún control. La individualidad pierde entonces su anterior base económica, pues el sujeto actual se atestigua como integrado a estructuras colectivas o institucionales más grandes. Es así que nos encontramos en un estado de vulnerabilidad universal, la inseguridad y la fragilidad son parte del mundo que todos habitamos. Tal como afirma Elias, “avanzamos a lo largo de la historia humana como los pasajeros de un tren que corre cada vez más rápido, sin conductor y sin posibilidad de ser controlado por los viajeros: nadie sabe hacia dónde es el viaje o cuándo será el próximo choque, ni qué se puede hacer para controlar mejor el tren” (Elias, 2000). La entrada en este sistema macroeconómico global de interacciones más abierto y complejo, provoca, como dijimos, la entrada a un mundo económico cada vez menos previsible; al punto en que en nuestros días “el porvenir del individuo depende cada vez menos de su propia previsión y cada vez más de las luchas nacionales e internacionales libradas por los colosos del poder” (Horkheimer, 1973). La capacidad de realizar predicciones, formular hipótesis, o realizar previsiones económicas declina. Es así que somos una generación signada por la constante “experimentación subjetiva de sentimientos de desprotección, abandono, incertidumbre e inseguridad” (Levita, 2001). La “precariedad, inestabilidad, vulnerabilidad son las características más extendidas (y las más dolorosas) de las condiciones de vida contemporáneas” (Bauman, 2005b). Estamos frente a un “enclave social desregulado, fragmentado, mal definido, de baja resolución, imprevisible, dislocado y ampliamente descontrolado” (Bauman, 2005b). Estos procesos “alimentan la incertidumbre y hunden a los sujetos en un ambiente social fluido y signado por el cambio” (Levita, 2001). Pero este tipo subjetivo no está restringido a la competencia exclusiva del ámbito laboral, sino 167 que en general, a lo largo y ancho del mundo posmoderno, el “pensamiento a largo plazo (y más aún las obligaciones y compromisos a largo plazo) se perfila efectivamente como ‘sin sentido’” (Bauman, 2005b), lo cual se extiende hacia todas las relaciones posibles; “la probabilidad de que uno encuentre mañana el propio cuerpo inmerso en una familia, un grupo de trabajo, una clase y un vecindario muy diferentes o radicalmente cambiados resulta hoy mucho más creíble” (Bauman, 2005a), generando un carácter cada vez más temporal, intercambiable y voluntario de todas las relaciones posibles. Afectos El lapso de una vida por lo tanto se fragmenta en una mera secuencia de episodios que son manejados de a uno por vez, pues. Y es por todo esto que las perspectivas concretas tienen una duración cada vez más breve, el futuro ocupa un lugar cada vez más chico dentro de las consideraciones personales. Asistimos al hecho de que la “‘precarización’ llevada adelante por los operadores del mercado de trabajo se ve auxiliada e instigada (y en sus efectos reforzada) por las políticas de vida” (Bauman, 2005a), justamente, las estrategias y los planes de vida se vuelven cortoplacistas, transitorios, versátiles y volubles, sin un alcance que exceda el de las próximas jugadas. Es por todo esto que coincidimos con Bauman en que “en la actualidad las cosas han cambiado, y el ingrediente crucial de este cambio multifacético es la nueva mentalidad ‘a corto plazo’ que vino a reemplazar a la mentalidad ‘a largo plazo’. Los matrimonios del tipo ‘hasta que la muerte nos separe’ están absolutamente fuera de moda y son una rareza” (Bauman, 2005a). Cada vez resulta más difícil procurar que las relaciones salgan adelante en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad. Lo que prima es “el carácter temporario de la cohabitación y la posibilidad de que esa sociedad pueda romperse en cualquier momento y por cualquier motivo una vez que el deseo o la necesidad se hayan agotado” (Bauman, 2005a). Por esto, “la lealtad mutua y el compromiso tienen pocas posibilidades de brotar y echar raíces” (Bauman, 2005a). El amor confluente del que nos habla Giddens; “es un amor contingente, activo y por consiguiente, choca con las expresiones ‘para siempre’, ‘solo y único’ que se utilizan por el complejo del amor romántico” (Giddens, 1995). Apartado Final Vemos aquí entonces la manera en la que el capital produce sus propios tipos subjetivos que no son otra cosa que el resultado de su modo producción. Es en este sentido que al hablar de sociedad capitalista en este trabajo lo hemos hecho teniendo en cuenta que es una sociedad de dominación no sólo en momentos puntuales sino en tanto estructurante, en tanto altera las prácticas, las relaciones y también altera los tipos subjetivos. 168 Bibliografía Algranti, J., en Aronson, P. (ed), (2001), La Sociología Interrogada, Buenos Aires, Biblos. Bauman, Z, (2005b), Identidad, Buenos Aires, Losada. Bauman, Bestard, Z., Joan, (2005a), (1998), Modernidad Líquida, Buenos Aires, Parentesco y Modernidad, Barcelona, FCE. Paidos. Chevallier, (1989), Los Grandes Textos Políticos, Buenos Aires, Alfaguara. Elias, N., La Sociedad de los individuos, Barcelona, Península. Giddens, A. (1977), El Capitalismo y la Moderna Teoría Social, Barcelona, Labor. Giddens, A., (1995), La Transformación de la Intimidad, Madrid, Cátedra. Horkheimer, M., Crítica de la Razón Instrumental, Buenos Aires, Sur. Levita, G., en Aronson, P. (ed), (2001), La Sociología Interrogada, Buenos Aires, Biblos. Lukacs, (2013) Historia y Conciencia de Clase, Buenos Aires, RyR. Marx, K., (2008), Contribución a la Crítica de la Economía Política, México, Siglo XXI. Marx, K., (1989), Introduccion a la Critica de la Economía Política, México, Siglo XXI. Marx, K., (1970), La Ideología Alemana, Barcelona, Grijalbo. Marx, K., (1979), Manuscritos: Economía y Filosofía, Madrid, Alianza. Schumpeter, J., (1961) Capitalismo, Socialismo y Democracia, México, Aguilar. Sen, A., (2001), El Nivel de Vida, Madrid, Complutense. Stone, L., (1989), Familia, Sexo y Matrimonio en Inglaterra, México, FCE. Taylor, Ch., (2006), Fuentes del Yo, Buenos Aires, Paidós. Walzer, M., La Revolución de los Santos, Buenos Aires, Katz, 2008. Weber, M., (1964), Economía y Sociedad, México, FCE. A “El Chapo” no se le extradita porque tienen miedo de que en EU “suelte la sopa”: Vicente Fox http://www.sinembargo.mx/08-03-2016/1633676 Por Redacción / Sin Embargo marzo 8, 2016 - 18:52h 3 Comentarios Joaquín Guzmán Loera se ha escapado en dos ocasiones de prisión, la primera en enero de 2001, dos meses después de que Vicente Fox asumió como Presidente de México. En esa ocasión, “El Chapo” se fugó del penal de Puente Grande, en Jalisco, supuestamente escondido en un carrito de ropa sucia, y permaneció prófugo hasta principios de 2014. “No se escapó de la primera prisión sino fue por corrupción, no se escapó de la segunda vez sino fue por corrupción”, declaró el ex mandatario, sin embargo, se deslindó que él tuviera algo que ver con el primer escape. Ciudad de México, 8 de marzo (SinEmbargo).- El ex Presidente de México, Vicente Fox Quesada, dijo a la agencia AFP, que Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, no ha sido extraditado a Estados Unidos debido a que las autoridades tienen miedo de que el capo “suelte la sopa allá”. “¿Por qué no se le extradita? Porque a lo mejor hay miedo de que sople, de que suelte la sopa allá”, dijo el ex mandatario en una entrevista con la Agence France-Presse. El ex mandatario incluso aseveró que si él fuera actualmente el Presidente extraditaría al capo: “Yo, si estuviera de Presidente, lo extraditaba de inmediato”, dijo. Vicente Fox fue cuestionado sobre las recientes declaraciones que Rosa Isela Guzmán Ortiz, una supuesta hija de Joaquín Guzmán, hizo al diario británico The Guardian, donde aseveró que su padre dio dinero a campañas de políticos a cambio de protección. 169 Sobre el tema, el ex Presidente panista dijo que él no dudaba que esas declaraciones fueran ciertas, y que todos los partidos, incluidos el Blanquiazul, podrían estar manchados. “No lo dudo ni tantito (ni un poco). Han salido muchos trapitos, por aquí y por allá, y a todos los partidos: a los del PAN, a los del PRI a los del PRD. El que no tenga culpa, que tire la primera piedra”, declaró Fox a AFP. El ex Presidente dijo que la filtración del dinero del narcotráfico a la política del país “es un peligro constante”, pues dijo, se trata de “una manera de lavar dinero, pero además de obtener poder directamente”. Joaquín Guzmán Loera se ha escapado en dos ocasiones de prisión, la primera en enero de 2001, dos meses después de que Vicente Fox asumió como Presidente de México. En esa ocasión, “El Chapo” se fugó del penal de Puente Grande, en Jalisco, supuestamente escondido en un carrito de ropa sucia, y permaneció prófugo hasta principios de 2014. La segunda, en julio de 2015, del penal de El Altiplano, en el Estado de México. Y finalmente fue recapturado el pasado 8 de enero. El ex Presidente dijo a AFP, que en ambas fugas el capo pudo salir gracias a la corrupción, sin embargo negó que él tuviera algo que ver con la primera. “No se escapó de la primera prisión sino fue por corrupción, no se escapó de la segunda vez sino fue por corrupción”, sostuvo Fox. Señaló también que Guzmán Loera “usó mecanismos inteligentes […] pero que tuvo que [ser] a cañonazos [de billetes] eso no cabe la menor duda”, agregó. Desde la detención del líder del Cártel de Sinaloa, ocurrida el pasado 8 de enero en Los Mochis, sus abogados y su esposa han denunciado supuestas violaciones a sus derechos humanos. Foto: Especial. Desde la detención del líder del Cártel de Sinaloa, ocurrida el pasado 8 de enero en Los Mochis, sus abogados y su esposa han denunciado supuestas violaciones a sus derechos humanos. Foto: Especial. Desde la detención del líder del Cártel de Sinaloa, ocurrida el pasado 8 de enero en Los Mochis, sus abogados y su esposa denunciaron ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que en El Altiplano hostigaban a “El Chapo” al no dejarlo descansar, lo que alteraba su estado de salud y ponía en riesgo su vida. De acuerdo con las quejas ante la CNDH, en un inicio redujeron las visitas al narcotraficante. Después, “El Chapo” confió a su abogado que los custodios lo despertaban cada hora y que los ladridos de los perros que lo vigilaban no lo dejaban dormir. El pasado 2 de marzo, José Refugio Rodríguez Núñez, abogado de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, informó que el narcotraficante solicitó la extradición inmediata a Estados Unidos por los malos tratos que recibe en el penal de El Altiplano. Rodríguez Núñez dijo que durante una visita realizada a “El Chapo” Guzmán, éste le solicitó acelerar los trámites para ser extraditado porque ya no soporta la situación que vive en la cárcel. Ayer, el Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales, dijo que el Gobierno mexicano no se dejará chantajear ni caerá en el juego mediático de “El Chapo” Guzmán. “El Estado mexicano no se va aprestar al chantaje ni a litigar en los medios lo que debe ser juzgado únicamente por los tribunales”, afirmó el funcionario federal tras defender las medidas adoptadas para fortalecer el resguardo del capo. Sales señaló incluso que sus cercanos están trabajando en una “estrategia mediática” para “desviar la atención” y “victimizar” al líder del cártel de Sinaloa. 170 Sales consideró que como parte de esta “abierta” táctica mediática está conformada por las recientes declaraciones de la supuesta hija del capo. “Son señalamientos que carecen de soporte probatorio” y que buscan dañar a las instituciones, afirmó. Uruguay. Desenmascarando a Mujica: Maquillar las instituciones con los hábitos de la calle Raúl Zibechi ::09.Feb.16 :: Análisis y Noticias Se trata de operaciones cosméticas exitosas, dirigidas a públicos cansados de la vieja clase política pero, a la vez, modelados por el consumismo que les impide distinguir entre el maquillaje y la realidad, entre el discurso y los hechos. Maquillar las instituciones con los hábitos de la calle Raúl Zibechi Desinformémonos http://clajadep.lahaine.org/?p=17430 Hace ya más de veinte años, en febrero de 1996, José Mujica se estrenaba como diputado. Su llegada al parlamento produjo hechos que llamaron la atención. Estacionaba su moto en las afueras del parlamento, algo que nunca había sucedido ya que sus señorías siempre llegaban en coches oficiales. El diputado ingresaba al hemiciclo sin corbata ni terno, vestido como un ciudadano común, al punto que los primeros días los porteros dudaban en dejarlo ingresar. Con los años una parte considerable de los diputados –sobre todo los de la izquierda pero también algunos de la derecha- ya no utilizan la vestimenta tradicional y lucen los modos y estilos de la gente de la calle, esa misma que desconfía de los políticos y de los altos cargos del Estado. Un diputado comunista, dirigente del sindicato de la construcción, en ocasiones acude con el mameluco que usan los obreros. Ya no llaman la atención, pero durante cierto tiempo la “democratización” de los modos y costumbres de los parlamentarios revistió de un aura de legitimidad a la más alta institución de la democracia representativa. El recuerdo de aquellos cambios en los hábitos abierto por Mujica, se reaviva a raíz de lo sucedido en el Congreso de Madrid al ingresar por primera vez una nutrida representación de Podemos. Un joven diputado llamó la atención por sus rastas y se pudo ver a otra parlamentaria de la misma formación con su bebe en brazos, atrayendo el interés de los medios y de unos cuantos votantes. Las páginas se llenaron de comentarios, hubo incluso encuestas que recogieron opiniones sobre esos hechos que merecieron, además, artículos de opinión y hasta editoriales. Con los años, el diputado Mujica se convirtió en senador, luego en presidente y ahora en expresidente. Una trayectoria notable dentro de las instituciones estatales. Su innovación tuvo dos efectos culturales: modificó las costumbres de los representantes que ocupan esas instituciones e hizo que una parte de la población creyera que las transformaciones deseadas estaban en marcha. Si los diputados podían vestirse y comportarse como la gente común, cómo no iban a gobernar a favor de esa misma gente. En Uruguay ya llevamos once años de gobiernos del Frente Amplio, desde que en 2005 asumiera la presidencia Tabaré Vásquez, quien volvió a asumir el año pasado. Al igual que en el Estado Español, las esperanzas de cambio estaban focalizadas en esas personas que con su sola presencia parecían encarnar los deseos más profundos de la parte de la población que depositó en ellos su confianza. Pero la tiranía del tiempo termina develando lo que las máscaras se empeñan en ocultar: no hubo cambios importantes, apenas se maquillaron las instituciones. El neoliberalismo extractivo sigue siendo el modo de acumulación predominante; hubo un descenso de la pobreza pero la desigualdad se mantiene intocada porque no hubo el menor interés en combatir la riqueza concentrada por el 1%. Apenas vuelven a soplar vientos de crisis económica, buena parte de las “conquistas” de los gobiernos progresistas se dispersan en el aire, por la sencilla razón de que no hubo cambios estructurales. 171 Puede rastrearse un cierto paralelismo entre los modos que enseñan los nuevos representantes y las políticas puestas en marcha con su aval: el maquillaje sustituye los cambios. Pero no estamos ante retoques cualesquiera, frente a cosméticos neutros, sino ante una operación mayor que, por un lado, busca legitimar caducas y obsoletas instituciones, sino ante la utilización de modales, modos y formas de hacer propios de los movimientos sociales. Se trata de utilizar los cambios culturales que trajeron los movimientos populares pero sin la presencia de esos movimientos. Los dirigentes de Podemos hablan como si fuesen militantes sociales, se presentan en grupo en las ruedas de prensa aunque habla básicamente el líder único, apelan a la calle pero recelan de la calle. Usan a la gente común que se moviliza para disputar apenas el lugar donde se sientan en el Congreso. Semejante modo de operar puede parecer oportunista, y lo es. Pero lo importante es que se trata de operaciones cosméticas exitosas, dirigidas a públicos cansados de la vieja clase política pero, a la vez, modelados por el consumismo que les impide distinguir entre el maquillaje y la realidad, entre el discurso y los hechos. ¿Quién se acuerda ya de la griega Syriza y todo el entusiasmo que levantó su triunfo electoral? Un año después se puede afirmar que el gran éxito de Syriza fue sacar a la gente de la calle, abrir un tajo en la protesta social con promesas y sonrisas. ¿Quién sabe que Mujica insulta reiteradamente a los trabajadores en huelga, como sucedió días atrás con los salvavidas en las costas uruguayas? Es cierto que las derechas son terribles, como lo muestra estos días el gobierno argentino de Mauricio Macri. Pero eso no nos puede permitir avalar cualquier cosa. Si nos enfocamos en los abajos, estos hechos dejan algunas lecciones importantes. Es mejor mirar las manos de los políticos que atender sus discursos. Es más importante prestar atención a la gente común organizada en movimientos que a las instituciones estatales, aunque las ocupen personas que tienen cierto parecido con nosotros y nosotras. Derrotas y victorias/ Álvaro García Linera Rebelión http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209768 Cuando uno arroja una piedra a un vaso de cristal y éste se quiebra, a veces surge la pregunta ¿por qué se rompe el vaso? ¿Es por culpa de la piedra que lo impactó? ¿O porque el vaso es rompible y luego entonces la piedra lo fragmenta? Es una pregunta que solía plantearla el sociólogo Pierre Bourdieu para explicar que solo la segunda posibilidad era la correcta, porque te permitía ver, en la configuración interna del objeto, las condiciones de su devenir. En el caso del referéndum del 21 de febrero, no cabe duda que hubo una campaña política orquestada por asesores extranjeros. Las visitas clandestinas de la ONG NDI, dependiente del Departamento de Estado, sus cursos de preparación de activistas cibernéticos, los continuos viajes de los jefes de oposición a Nueva York —no precisamente a disfrutar del invierno—, hablan de una planificación externa que tuvo su influencia. Pero así como la piedra arrojada hacia el vaso, esta acción externa solo pudo tener efecto debido a las condiciones internas del proceso político boliviano, que es preciso analizar. CLASES. 1. La nueva estructura de las clases sociales Que en 10 años el 20% de la población boliviana haya pasado de la extrema pobreza a la clase media es un hecho de justicia y un récord de ascenso social, pero también de desclasamiento y reenclasamiento social, que modifica toda la arquitectura de las clases sociales en Bolivia. Si a ello sumamos que en la misma década de oro la diferencia entre los más ricos y los más pobres se redujo de 128 a 39 veces; que la blanquitud social ha dejado de ser un “plus”, un capital de ascenso social y que hoy más bien la indianitud se está consagrando como el nuevo capital étnico que habilita el acceso a la administración pública y al reconocimiento, nos referimos a que la composición boliviana de clases sociales se ha reconfigurado y, con ello, las sensibilidades colectivas, o lo que Antonio Gramsci llama el sentido común, el modo de organizar y recepcionar el mundo, es distinto al que prevalecía a inicios del siglo XXI. Las clases sociales populares de hoy no son las mismas que aquellas que llevaron adelante la insurrección de 2003. Los regantes controlan sus sistemas de agua; los mineros y fabriles han multiplicado su salario por cinco; 172 los alteños, que pelearon por el gas, ahora tienen, en un 80%, gas a domicilio; las comunidades campesinas e indígenas tienen seis veces más cantidad de tierra que todo el sector empresarial; y los aymaras y quechas, marginados por su identidad indígena en el pasado, son los que ahora conducen la indianización del Estado boliviano. Hay, por tanto, un poder económico y político democratizado en la base popular, que modifica los métodos de lucha sociales para ser atendido por el Estado. Paralelamente, la urbanización se ha incrementado pero, ante todo, los servicios urbanos de educación, salud, comunicación y transporte se han expandido en las áreas rurales ampliando los procesos de individuación de las nuevas generaciones, diversificando las fuentes de información y de construcción de opinión pública regionalizada más allá del sindicato o la asamblea. Si a ello añadimos el hecho de que pasada la etapa del ascenso social insurreccional (2003-2009), inevitablemente viene un reflujo social, un repliegue corporativo que debilita a las organizaciones sociales y a su producción de un horizonte universal, entonces es normal un periodo de despolitización social, que disminuye la centralidad sindical como núcleo privilegiado de construcción de la opinión pública popular, para ampliarla a una pluralidad de fuentes como los medios de comunicación, la gestión estatal, las redes sociales, etc. La comunidad nacional en lucha contra las privatizaciones, la comunidad nacional despojada de sus recursos y que reclama su reconquista, o la comunidad dolorosa de las víctimas de la matanza de octubre de 2003, que fueron la base del ascenso revolucionario entre 2000 y 2006, han dado lugar a otro tipo de comunidades reivindicativas más dispersas regionalmente, más afincadas en la gestión de proyectos de desarrollo o de expectativas educativas de carácter individual. Se trata de comunidades de tipo virtual o mediáticas que no solo modifican los métodos de lucha sino también los contenidos mismos de lucha, las percepciones sobre lo deseado, lo necesario y lo común. En conjunto, la estructura de las clases sociales se ha modificado. La democratización en el acceso al capital económico, clave del modelo de desarrollo boliviano, ha permitido un rápido ascenso social de sectores pobres y una reducción de las distancias económicas con los sectores más ricos de la sociedad; la acelerada devaluación de la blanquitud como capital étnico de consagración social, sumada a la conversión de la filiación sindical en un tipo de capital social y capital político revalorizado por el Estado para acceder a derechos, puestos y reconocimientos públicos, han modificado la composición material de cada clase social y la relación entre las clases sociales. El normal y previsible reflujo social después del largo ciclo de rebeliones (2000-2009), ha acentuado estrategias individuales de reenclasamiento social, pero también una especie de “desencantamiento” temporal de la acción colectiva, creando nuevos marcos de percepción cultural y disponibilidad política atenuadas. Y si, además, tomamos en cuenta que una parte importante de los cuadros sindicales van pasando a la administración pública (alcaldías, ministerios, asambleas legislativas, etc.), tenemos un escenario de debilitamiento interno y temporal de los niveles de dirección de las organizaciones sociales, que anteriormente habían concentrado la función política de la sociedad. Estamos, por tanto, no solo ante una nueva estructura de clases, sino también ante nuevos marcos culturales de movilización y de percepción del mundo. Por todo ello, la convocatoria del sindicato o de la comunidad convertida en capital electoral en 2005 o en 2009, que irradió a sectores de la sociedad civil individuada, hoy no son suficientes para producir el mismo efecto electoral. Sin duda, el mundo sindical obrero, campesino-indígena y vecinal pobre continúa siendo el bastión más sólido y leal del proceso de cambio —y esto se ha verificado nuevamente en la última elección con gestos tan extraordinarios como la donación de una mita por parte del proletariado minero de Huanuni para la campaña—, pero ya no tiene el mismo efecto irradiador de antes. Han surgido otras colectividades sociales entre las clases populares y en las diversas clases medias de origen popular, más volátiles, por residencia, por estudio o por comunidad virtual, que se mueven por otros referentes e intereses, muchas veces de carácter individual. Como gobierno revolucionario habíamos ayudado a cambiar al mundo; sin embargo, en la acción electoral, en una parte de nuestras acciones, seguíamos aún actuando como si el mundo no hubiera cambiado. Acudimos a medios de movilización y de información insuficientes para la nueva estructura social de clases y, en algunas ocasiones, empleamos marcos interpretativos del mundo que ya no correspondían al actual momento social. LIDERAZGO. 2. Hegemonía no es lo mismo que continuidad de liderazgo La fortaleza de un proceso revolucionario radica en instaurar una matriz explicativa del mundo en medio de la cual las personas, las clases dominantes y las clases dominadas, organizan su vida cotidiana y su futuro. Durkheim llamaba a esto las estructuras del conformismo moral y conformismo lógico de la vida en común. Y el bloque social dirigente capaz de conducir activamente estas estructuras se constituye en un bloque social hegemónico. El proceso de cambio creó una matriz explicativa y organizadora del mundo: Estado plurinacional, igualdad de naciones y pueblos indígenas, economía plural con liderazgo estatal, autonomías. Hoy, izquierdas y derechas se mueven en torno a esos parámetros interpretativos que regulan el campo de lo posible y lo deseado socialmente aceptado. Hoy, la gente de a pie construye sus proyectos personales y expectativas en torno a estos componentes potenciados hacia el futuro a través de la Agenda Patriótica 2025, y no tiene al frente ningún otro proyecto de Estado y de economía que le haga sombra. En ese sentido, hablamos de un campo político unipolar. El que el presidente Evo tenga una popularidad y apoyo a la gestión de gobierno que bordea el 80%, según las encuestas hechas en plena campaña por el referéndum, constata este hecho hegemónico. Sin embargo, cuando a los entrevistados se les consulta si están de acuerdo con una nueva postulación, solo la mitad de los que apoyan la gestión responde positivamente. El apego al proyecto de Estado, economía y sociedad no es similar al apoyo a la repostulación o, si se quiere, hegemonía no es directamente sinónimo de continuidad de liderazgo. 173 Es posible que haya pesado la desconfianza normal hacia una gestión muy larga; también es posible que algunas personas pensaran que en el referéndum volvían a reelegir a Evo, creyéndolo innecesario después de ya haberlo elegido en 2014. En todo caso, sobre ese espacio de votantes que daban su apoyo a la gestión de Evo, pero no a su repostulación, se centró toda la artillería de la campaña, tanto de la oposición como del partido gobernante. La oposición se montó rápidamente en una matriz de opinión larvaria, pero trabajada desde hace años con el apoyo de agencias internacionales, referida a que los gobiernos de izquierda revolucionarios son “autoritarios”, “abusivos”, quieren “eternizarse”, etc. Y, entonces, la repostulación fue rápidamente ensamblada a la lógica de una manifestación que confirmaba el “abuso”, el “autoritarismo” etc. Algunos izquierdistas de “cafetín” se sumaron a este estribillo y, por consiguiente, la irradiación fue más extensa. En tanto que el partido de gobierno tuvo que hacer una doble labor explicativa. Primero, enfatizar que quienes no querían la repostulación eran los de la vieja derecha privatizadora y, luego, que la repostulación garantizaba la continuidad del proceso de cambio. En esta dualidad explicativa es donde se perdió la fuerza de la simpleza de una consigna electoral, frente a la matriz discursiva imperialmente labrada que repercutía más fuerte justamente por su simpleza. REDES. 3. Las redes: nuevos escenarios de lucha Recientemente estuve en San Pedro de Curahuara, un municipio alejado, cercano a la frontera con Chile. Los mallkus y mama t´allas nos recibieron con cariño y bien organizados; habían decidido en su asamblea los temas a tratar y los oradores. Pero también vinieron a recibirme los jóvenes del colegio. Todos los estudiantes de la promoción tenían un smartphone similar al mío, y si bien no habían participado de la asamblea comunal, se habían enterado por teléfono o WhatsApp que estábamos llegando al municipio. Aquello que vi en Curahuara se repite en toda Bolivia. El internet y las redes han abierto un nuevo soporte material de comunicación, tan importante como lo fueron otros soportes materiales de comunicación en el pasado: la imprenta en el siglo XVIII, la radio a principios del siglo XX, la televisión a mediados del siglo XX. Se trata de medios de comunicación cada vez más universales, que han llegado para quedarse y que no solo modifican la construcción cultural y educativa de las sociedades, sino la forma de hacer política y de luchar por el sentido común. La masificación y novedad de este nuevo soporte material de comunicación ha generado una sobreexcitación comunicacional que ha sido bien aprovechada por las fuerzas políticas de derecha, que dispusieron recursos y especialistas cibernéticos al servicio de una guerra sucia como nunca antes había sucedido en nuestra democracia y que ha vertido toda la lacra social en el espacio de la opinión pública. Está claro que las redes no son culpables de la guerra sucia; es la derecha, que no tuvo escrúpulo alguno para esa guerra sucia unilateral, la que apabulló el medio. Y que, además, logró crear una articulación en tiempo real entre medios de comunicación tradicionales (periódico, televisión y radio), con redes sociales, de tal manera que una información o denuncia —por ejemplo, vertida en la radio— instantáneamente contaba con un pequeño ejército de activistas profesionales para replicarla, ampliarla y convertirla en memes, llegando así a miles de seguidores que, antes del noticiero de la noche o el periódico de la mañana, ya se habían enterado de ella y estaban buscando mayor información. Del mismo modo, una falsedad creada a partir de las redes podía encontrar de manera planificada su correlato escrito al día siguiente, alargando así la vida social de una “noticia” que, de otra forma, se hubiera diluido en la existencia efímera propia de las redes sociales. Nosotros atinamos a una defensa artesanal en un escenario de gran industria comunicacional. Al final, esto también contribuyó a la derrota. A futuro, está claro que los movimientos sociales y el partido de gobierno deben incorporar en sus repertorios de movilización a las redes sociales como un escenario privilegiado de la disputa por la conducción del sentido común. Hay que democratizar más aún el acceso popular a este soporte material de comunicación, lo que permitirá quitar el monopolio actual de la conducción del debate de las redes a la clase media tradicional que, a lo largo de esta década revolucionaria, siempre ha tenido una actitud conservadora y, ahora, aparece como la constructora de la opinión pública en las redes sociales. OPOSICIÓN . 4. Oposición unida A lo largo de los últimos 15 años, las batallas electorales han contado con un bloque conservador de derecha fragmentado. Desde las elecciones de 2002 hasta las de 2014, la derecha política ha presentado varias candidaturas que han dispersado el voto de esas derechas. En oposición a ello, la izquierda política ha contado con una única candidatura y, encima, respaldada por un único bloque de izquierda social (sindicatos, comunidades, juntas de vecinos). El 2016 este panorama se ha modificado. Aun con sus divergencias, toda la derecha pudo articularse en torno a una sola posición, la del No; e incluso tuvo la capacidad de arrastrar a los fragmentos del “izquierdismo deslactosado”, que antes había acompañado a Gonzalo Sánchez de Lozada en su gestión de gobierno. La antigua fragmentación de la derecha claramente mejoraba la posición electoral del MAS, que se presentaba como la única fuerza con voluntad real de gobierno. Sin embargo, al unificarse aquélla para el referéndum, se anularon temporalmente las fisuras y guerras internas que debilitaban a unas frente a otras y a todas ellas frente al MAS. Así, el “todos contra el MAS” permitió que entraran, en una misma bolsa, desde los fascistas recalcitrantes y los derechistas moderados, hasta los trotskistas avergonzados. Y, en un memorable grotesco político, la noche del 21 de febrero se abrazaron quienes, pocos años atrás, estaban agarrando bates de béisbol para romper las cabezas de campesinas cocaleras, y algunos ex izquierdistas que, alguna vez, pontificaron desde su escritorio los derechos indígenas. 174 Al final, la derrota del Sí ha removido la estructura general de las organizaciones sociales indígenas, campesinas, vecinales, juveniles, obreras y populares que sostienen el proceso de cambio. Y lo ha hecho para bien y en un momento oportuno. Momento oportuno porque quedan cuatro años por delante para corregir errores, ya que es una derrota táctica en medio de una ofensiva y victoria estratégica del proceso de cambio. Y, para bien, porque las repetidas victorias de los últimos diez años han generado una peligrosa confianza y pesadez para un escenario de lucha de clases siempre cambiante, que requiere lo máximo de las fuerzas, lo máximo de la inteligencia y lo máximo de la audacia del movimiento popular. Y es que las revoluciones avanzan porque aprenden de sus derrotas o, en palabras de Carlos Marx, las revoluciones sociales “se critican constantemente a sí mismas, se interrumpen continuamente en su propia marcha, vuelven sobre lo que parecía terminado para comenzar de nuevo desde el principio, se burlan concienzuda y cruelmente de las indecisiones, de los lados flojos y de la mezquindad de sus primeros intentos, parece que solo derriban a su adversario para que éste saque de la tierra nuevas fuerzas y vuelva a levantarse más gigantesco frente a ellas, retroceden constantemente aterradas ante la vaga enormidad de sus propios fines, hasta que se crea una situación que no permite volverse atrás y las circunstancias mismas gritan: ¡Aquí está Rodas, salta aquí!". El caudillismo es cultura de derecha Raúl Zibechi La Jornada http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209705 En los últimos años se ha impuesto, por una amplia camada de profesionales del pensamiento, la idea de que la historia la hacen los líderes, cuya capacidad de dirigir resulta determinante. Un segundo lugar lo ocuparían los medios de comunicación, con su notable capacidad de ocultar o de sobrexponer hechos, según convenga. El protagonismo popular, sin embargo, es sistemáticamente ocultado, como si no jugara el menor papel en la historia reciente. Lo que más llama la atención es que semejante modo de mirar el mundo está siendo defendido por personas que se dicen de izquierdas y hasta muestran simpatía por las ideas de Marx. Para quienes nos inspiramos en este autor, son los colectivos humanos (clases sociales, pueblos, grupos étnicos, géneros y generaciones) los que hacen la historia, pero no de cualquier modo: es a través del conflicto, de la organización y la lucha, como se transforman a sí mismos y transforman el mundo. Los dirigentes son importantes, sin duda. Pero los cambios, la historia, los hacen los pueblos. Por eso resulta un retroceso en el pensamiento crítico que se oculte la acción popular y se ensalce exclusivamente el papel de los líderes. Días después de la derrota de la re-relección en el referendo, el vicepresidente de Bolivia dijo: Si se va, ¿quién va a protegernos?, ¿quién va a cuidarnos? Vamos a quedar como huérfanos si se va Evo. Sin padre, sin madre, así vamos a quedar si se va Evo (Página Siete, 28/2/16). La frase fue pronunciada en una pequeña localidad del departamento de Oruro, durante la entrega de viviendas a pobladores aymaras. Podría haber dicho que fue gracias a la lucha histórica de los indígenas que se pudieron construir viviendas dignas y que Evo forma parte de esa tradición de resistencia y lucha. Lo que hizo fue lo contrario: presentar a los pueblos como niños huérfanos, objetos sin otra capacidad que seguir al sujeto/líder. Desde el punto de vista de la emancipación, un verdadero desatino. Un siglo atrás, el socialdemócrata ruso Georgi Plejánov escribió un ensayo titulado El papel del individuo en la historia, en el que abordaba precisamente el papel de los grandes dirigentes. Reconocía la existencia de personalidades influyentes que pueden hacer variar aspectos de los acontecimientos, pero no la orientación general de una sociedad, que está determinada por un conjunto de fuerzas y relaciones sociales. “Ningún gran hombre puede imponer a la sociedad relaciones que ya no corresponden al estado de dichas fuerzas o que todavía no corresponden a él (…) sería inútil que adelantara las agujas de su reloj: no aceleraría la marcha del tiempo ni lo haría retroceder” (Obras escogidas,t. I, Quetzal, Buenos Aires, 1964, p. 458). En suma, los dirigentes ocupan el lugar que ocupan porque fueron llevados a ese sitio por fuerzas sociales poderosas, no por habilidades personales, aunque éstas jueguen un papel importante. Fue la clase obrera argentina la que, el 17 de octubre de 1945, derrotó a la oligarquía, y ella misma ungió a Perón como su dirigente al negarse a abandonar la Plaza de Mayo hasta no escuchar al entonces coronel. Es evidente que el papel de Perón (como otros dirigentes) fue importante –aunque no tanto como el de Evita en los corazones de la clase–, pero lo fue en tanto encarnaba sentimientos, ideas y actitudes de millones. El problema con el caudillismo es que se trata de una cultura de derecha, funcional a quienes promueven la sustitución del protagonismo de los de abajo por el de los de arriba. También es cierto, todo hay que decirlo, que la cultura de los sectores populares está impregnada por valores de las élites y en casi todos los casos conocidos tienden a revestir a los dirigentes de características sobrehumanas. Para eso existe el pensamiento crítico: para poner las cosas en su lugar, o sea para destacar los protagonismos colectivos. No hacerlo contribuye a despolitizar, a que los de abajo crean que son objetos y no sujetos de la historia. El capitalismo sólo puede sobrevivir si la gente está persuadida de que lo que ellos hacen y saben son asuntos 175 ínfimos privados, sin importancia, y que las cosas importantes son monopolio de los señores importantes y de los especialistas de los diversos campos, escribió Cornelius Castoriadis en Proletariado y organización (Tusquets, Barcelona, 1974, p. 187). Sería tranquilizador pensar que la frase del vicepresidente García fue apenas un mal momento, una concesión para mostrar la importancia del presidente y alertar sobre las dificultades que pueden sobrevenir. Sin embargo, todo indica lo contrario. Vamos comprendiendo que los gobernantes realmente existentes, incluso los que dicen ser de izquierda, se sienten superiores a la gente común. ¿Recuerdan que Lenin prohibió que se le erigieran monumentos? El problema es que al desconsiderar como sujetos a los de abajo, se busca consolidar el poder de los de arriba, elevarlos por encima de las clases y de las luchas que los llevaron al lugar que ocupan. Es una operación política y cultural de legitimación, a costa de vaciar de contenido a los actores colectivos. Es una política conservadora, elitista, que reproduce la opresión en lugar de hacer por superarla. Castoriadis reflexiona, en general, sobre la realidad particular que encuentra en la división del trabajo en los talleres: Gestionar, dirigir el trabajo de los otros: he ahí el punto de partida y de llegada de todo el ciclo de la explotación (idem, p. 309). Este es el punto central. O trabajamos para que la gente común se autogobierne, para que sea sujeto de sus vidas, o lo hacemos para dirigirlas, o sea para reproducir la opresión. Insisto: no se trata de negar el papel del dirigente ni del militante, ambos necesarios. El tema es otro. Entroparme con los comuneros, decía Arguedas en uno de sus primeros cuentos (Agua) para explicar su compromiso con los de abajo. Hacerse tropa con otros; no colocarse encima de nadie, nunca. Así funciona el pensamiento crítico. Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/03/04/opinion/018a1pol La sociedad desea cambios sin pagar costos, y vencer al PRI exige valentía: Lorenzo Meyer http://www.sinembargo.mx/09-03-2016/1633466 Por Sandra Rodríguez Nieto marzo 9, 2016 - 08:00h 1 Comentario El historiador afirma que los partidos políticos fallaron de una “forma escandalosa” a la sociedad mexicana. El PRI, advirtió, no regresó en el 2012 para perder en el 2018, a pesar de la corrupción que ha dominado este sexenio. La corrupción ya es parte del sistema, de nada sirvió que el PRI se fuera durante 12 años, consideró Lorenzo Meyer. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo Ciudad de México, 9 de marzo (SinEmbargo).– El Partido Revolucionario Institucional (PRI) no volvió a ganar la Presidencia en 2012 para perder el poder en 2018. Su naturaleza antidemocrática y autoritaria, originada para disciplinar las facciones emanadas de la Revolución y no para abrir la competencia política, se ha transformado con el paso de casi nueve décadas; pero en esencia, dice el historiador Lorenzo Meyer Cossío, persisten sus formas originales de ejercicio del poder caracterizadas por la falta de equilibrios, la cooptación y/o represión de los adversarios y la corrupción. Su derrota por la Presidencia en 2000, agrega el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lo alejó del erario federal, pero exacerbó el poder y la impunidad de los Gobernadores, sobre todo en las entidades sin historia de alternancia, como el Estado de México, emblema del uso del poder político para el enriquecimiento personal y desde cuya cúpula surgió la figura del hoy Presidente Enrique Peña Nieto, que encabezó el regreso del partido al Gobierno federal en 2012. Ese PRI, dice Meyer, experto en el tema de la transición política mexicana, es el de siempre, el “viejo PRI”. La que sí es distinta, explica, es la sociedad mexicana, que pese a la violencia y la represión cuenta con más instrumentos de comunicación y organización. Por ese contexto, explica, más la corrupción y el mal 176 desempeño económico, Enrique Peña Nieto encabeza la primera administración pública que está reprobada desde antes del inicio de la segunda mitad de su sexenio. Este descontento, sin embargo, aún está lejos de trasladarse de las calles y las redes sociales a las urnas. Los partidos políticos han perdido legitimidad y el PRI, plantea Meyer, además de los recursos de los poderes fácticos, mantiene una estructura capaz de movilizar electores que, con su “voto duro”, le aseguran hasta un 30 por ciento de los sufragios. Una parte de la población mexicana, agrega, ha mostrado además ser “conservadora”; propensa, como en el año 2000, a querer “cambios” de fondo pero sin costos; o como en 2006, a ser presa de campañas de miedo. “Ya luego, cuando es tarde, dicen ‘nos equivocamos’, pero en parte es una equivocación que se explica por no querer aceptar que el cambio político es muy difícil, y que requiere no un discurso facilón, sino que requiere a estar dispuestos en algún momento a enfrentar una crisis. Sí, cambiamos, y a lo mejor algunos capitales se van, y unos inversionistas no invierten, y va a haber un costo económico, pero se tiene que pagar para modificar unas estructuras que tienen ya mucho tiempo”, dice el escritor e investigador. “No las queremos, no les damos legitimidad, pero no hay la capacidad de pagar el costo, la voluntad de pagar el costo; entonces, bueno, Fox [Vicente] está muy bien, tiene un discurso nuevo, y nada más con ir y poner mi boleta en la urna se cambia todo. ¡No! Hay que movilizarse, hay que presionar. Alguien dirá que eso de movilizarse es tarea de los partidos, pero los partidos son un obstáculo; y, entonces, a ver si se está dispuesto a pagar ese costo”, agrega. El también autor de títulos como Nuestra tragedia persistente. La democracia autoritaria en México [Debate, 2013], analiza en entrevista la “salud” y el futuro de un partido casi nonagenario que, asegura, depende de la salud de la sociedad mexicana. EL PRI COMO INSTRUMENTO –Después de haber perdido, recuperado, y sobre todo después de la elección federal de 2015, ¿qué estado de salud le diagnosticaría al PRI? –Qué tal si respondo diciendo que el Estado de salud del PRI depende del estado de salud de la sociedad mexicana; es ahí donde se encuentra la respuesta, no en el partido. Ese partido nació en medio de una crisis, en 1929, cuando la llamada familia revolucionaria se encontraba un poco perdida. Habían asesinado al Presidente electo, Álvaro Obregón, y el Presidente que estaba en funciones, el General Plutarco Elías Calles, tomó entonces la decisión de institucionalizar por la vía de un partido el ejercicio del poder, acabar con una multitud de partidos que había en ese momento y aprovechar, como dijo Calles, la oportunidad que daba la desaparición del gran caudillo de institucionalizar las cosas. El PRI nació no para compartir el poder, no para ejercerlo democráticamente, sino para ser un instrumento que auxiliara a quien realmente tomaba las decisiones. En un principio era el general Calles como jefe máximo, y luego, con Cárdenas, el Presidente en turno. El PRI era un aparato muy bien plantado en la sociedad mexicana, producto de la Revolución, no tenía realmente competidor, porque habían llegado los que formaban al PRI por la vía de las armas y no iban a jugar con la democracia. –Pero tenía el poder… –Tenían el poder, lo querían mantener; simplemente había que institucionalizarlo (…) No es un partido dictatorial, pero no es democrático: es autoritario; es decir, acepta ciertos juegos plurales, deja un espacio para que la sociedad o los organismos de la sociedad se expresen, hay juego interno, pero no es democrático, y esa maquinaria se empezó a gastar su legitimidad cuando se juntaron dos problemas: un problema de índole básicamente política, en los años 60 y 70, cuando hay una demanda de ampliar los espacios de participación de la sociedad; el movimiento del 68 es lo más claro, pero no es el único movimiento; hay guerrilla, hay descontento en los que están fuera del sistema. Se trata esto de paliar con la Reforma Política del 77, de introducir a la oposición al Congreso, darle sitio con los diputados, sin 177 que ello signifique compartir el poder, realmente, sino cooptar a las dirigencias de la oposición. Pero luego llega la crisis económica, esa que ya está larvada en los años 70 y que el descubrimiento del gran yacimiento de Cantarell pospone, pero que en 82 ya es definitiva. Y si juntas estas dos cosas, dan por resultado el 88, un momento en el que el PRI no pudo ya manipular la elección a la manera tradicional, se hizo evidente el fraude y ya no fue posible enmendar lo que ya estaba muy mal. Y en el año 2000 pues llega lo que creímos que era el gran cambio: la transición democrática, la transferencia pacífica del poder por la vía de las urnas de un partido a otro, y ese PRI que no estaba acostumbrado a tener competidores ni a compartir el poder, pues tuvo que acostumbrarse. – ¿Qué pasó con la transición? –Algunos de nosotros, y ahí sí me considero, fue un error de mi parte, creímos que sí entrábamos a una etapa histórica, políticamente hablando, muy diferente, que el PRI tenía una gran biografía, pero no mucho futuro. La transición democrática mexicana era parte de una transición democrática en América Latina, nosotros éramos los últimos, y en estas circunstancias, ¿qué hacía un partido autoritario? Irse a la historia. Pero ahí nos fallaron muchas cosas: falló la transición, el PRI sobrevivió en nichos de los estados, donde no hubo nunca una transición, el Estado de México en particular, pero también Veracruz, Hidalgo; en fin, ese grupo, casi una docena de estados donde nunca hubo transición. Y como el cambio en el 2000 significó, entre otras cosas, una Presidencia relativamente débil que tuvo que pactar mucho con los gobernadores, y los gobernadores, de ser personas encargadas del Poder Ejecutivo a nombre del Presidente se convirtieron en los auténticos jefes, sobre todo en estados donde no había habido transición, donde seguía siendo el PRI el único partido, y ahí se combinó el fracaso de Fox (2000-2006) y luego de [Felipe] Calderón (2006-2012), el fracaso de la transición, con estos gobernadores fuertes que aguantaron el embate y se lanzaron a la recuperación del poder. –¿Cómo llega el PRI a 2012? –El PRI de 2012 es un partido que sigue teniendo su raíz autoritaria y antidemocrática, pero que ha tenido que aprender a negociar con los otros, a vivir con nada más pedazos del antiguo poder y a estar en negociaciones con su oposición, teniendo en cuenta que en la tradición priista es cooptar antes que reprimir; incluso en su mejor momento, el sistema PRI-Presidente fuerte no daban de golpes a la primera, o a veces daban primero el golpe y luego negociaban, pero siempre haciendo esta combinación de cooptación-represión; y, a partir del 2012, tienen que usar mucho de la negociación, de la cooptación, pero no desaparecen del todo sus formas originales, y en estas formas originales de ejercer el poder de un sistema político donde no hay equilibro de poderes, la corrupción puede florecer con mayor facilidad. En un sistema que, en su momento clásico, los años 50 o 60 del siglo pasado, el que podía llamar a cuentas a alguien por actos e corrupción era nada más el Presidente, y lo hacia con muy poca frecuencia, y lo hacía no porque quisiera mantener vigente el marco de la ley, sino porque políticamente así le convenía. Pero ya cuando esa Presidencia se va, cuando está el PAN en el poder, la corrupción aumenta, se va casi por la libre, en los gobiernos estatales se hace lo que se quiere, y ni Fox ni Calderón tienen la fuerza para llamar a cuentas a gobernadores que hacen y deshacen, como Fidel Herrera en Veracruz, por ejemplo. –Pero se da el regreso. –Cuando el PRI regresa ya y se hace cargo del Poder Ejecutivo, esa corrupción que era parte del sistema, pero que se desborda, ahora es una de las características centrales de la forma de gobernar del PRI. El grupo del Estado de México que se hace cargo de la Presidencia y de muchos de los cargos del Gobierno federal es un grupo que desde el principio tuvo el uso patrimonial de los recursos del Estado de México. Carlos Hank González, como Gobernador y como hombre fuerte del Estado de México, es un ejemplo de cómo se usa el poder político para crear una fortuna familiar enorme; de esa tradición viene el grupo actual, y entonces el PRI de hoy, de 2016, es el viejo PRI. Pero la sociedad mexicana no es la que vio nacer al PRI o lo vio en su mejor momento. Ahora ya la vida urbana es mayor, las comunicaciones entre los ciudadanos son mayores, hay una cierta organización en algunos estados, en Distrito Federal en particular, organizaciones de la sociedad civil, y una mayor libertad de expresión que antes, con todo y que matan periodistas de una manera escandalosa, de todas maneras hay unas áreas de libertad de expresión que no estaban antes. Y esta situación, combinada con una economía que no crece, con promesas muy aventuradas a fines del 2012 y principios del 2013 con el Pacto por México de que ahora 178 sí vamos a crecer, y de que va a haber reformas estructurales que van a hacer de esta economía un auténtico motor de desarrollo, etcétera, esa promesa de bienestar material incumplida, con posibilidades de comunicación de la sociedad entre sí, el Twitter, el Facebook y todo, ha llevado a que se propaguen las razones para el descontento: el PRI está gobernando en medio de un gran descontento, y alguien puede decir ‘¿cómo lo sabe?’ Son las encuestas de opinión, encuestas que en los últimos sexenios habían mostrado que el Presidente, incluso aquel que llegó de una manera tan ilegítima como Carlos Salinas, podían recuperar y mantener popularidad a lo largo de su sexenio, y sólo al final las encuestas mostraban que ya había bajado el aprecio de la sociedad. Pero ahora las encuestas muestran que antes de llegar incluso a la mitad del sexenio Peña Nieto ya no tiene el apoyo ni la simpatía ni siquiera de la mitad de los ciudadanos. Ahora, el que un Gobierno, un partido, un régimen se desprestigie no quiere decir que vaya a dejar el poder, porque se necesita de la opción, y la opción ahora son los partidos fuertes, el PAN [Partido Acción Nacional] y el PRD [Partido de la Revolución Democrática], y los dos dan lastima, son unos partidos llenos de problemas internos, y sin ninguna legitimidad. Y hay un partido nuevo, Morena [Movimiento Regeneración Nacional], que apenas está empezando a asentarse en la sociedad; una encuesta de El Financiero que apareció el día que se está haciendo esta entrevista nos muestra que Andrés Manuel López Obrador tiene una ventaja, no mucha, sobre otros posibles candidatos a la Presidencia en 2018. Es muy temprano para decir si la puede mantener, porque sus adversarios van a tratar de echar toda la maquinaria en su contra, y ya saben cómo hacerlo, en 2006 lo hicieron a la perfección y en 2012 también. Así que tenemos una gran incógnita: el PRI llegó en 2012 para quedarse, porque esa es su esencia, pero la sociedad mexicana, insisto, ya no es la misma. No sé si le va a dejar quedarse. Y el mundo externo también es distinto (…) Ahora hay permiso para criticar a quienes violan a los derechos humanos, permiso para criticar a quienes son corruptos, digo permiso de la gran potencia (Estados Unidos). Entonces, se le complican las cosas al PRI. Ahora, como la ciencia política no es ciencia, intenta serlo, pero nunca podrá serlo, no puedo hacer una predicción; pero sí le va a costar al PRI mantener el poder en 2018, y si lo mantiene va a ser porque las divisiones entre sus adversarios son de tal naturaleza que lo dejarían otra vez ahí, pero con una base que no sería particularmente sólida, nada envidiable. Una de las cosas que pueden garantizar al PRI mantener el poder en 2018 es la división de sus adversarios, expresó Meyer. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo –¿Qué tanto pesa el “voto duro”, ya que podemos ver que tenemos esta república de Twitter, donde todos los días todo mundo odia a Peña Nieto, pero a la hora de la elección están estas grandes movilizaciones del PRI o a favor del PVEM, que ha sido usada con las mismas prácticas de cooptación, dádivas? –Qué tanto pesan las dádivas. Qué tanto pesa esa forma tradicional, el clientelismo, que hace su nido en las zonas más pobres de la sociedad mexicana. Pesa mucho, y es un círculo vicioso. Este sistema político y económico concentra la riqueza y la concentra de manera escandalosa. El último informe de Oxfam en México sobre concentración de la riqueza nos dice que cuatro familias tienen entre el ocho o nueve del Producto Interno Bruto mexicano; en un país de más de cien millones de habitantes, cuatro de sus habitantes controlan una cantidad fabulosa de riqueza y hay por lo tanto una gran capa de pobreza. Esa capa de pobreza es producto del sistema, pero mantiene al sistema, por esta perversa situación de que con unas cuantas dádivas se les puede comprar el voto, y uno no puede hacer un juicio muy duro sobre los que venden su voto porque nunca han experimentado realmente el valor de la democracia y el voto, porque ¿qué es el voto? Un día voy, un domingo cruzo mi boleta por alguien que me da algo, algo tangible, algo concreto que incluye el concreto, sacos de cemento y bueno, tendría que ser un estúpido para desaprovechar esa oportunidad. Pero nosotros podemos verlo con más distancia, que eso es lo que perpetúa el que se siga viviendo en una sociedad tan polarizada, y sí tiene mucha importancia, porque una buena parte de los votante del PRI no lo hacen porque estén de acuerdo con su ideología, porque ni ideología tiene, es el partido pragmático por excelencia, puede ser de izquierda con Cárdenas [Cuauhtémoc], de derecha con Peña Nieto, de centro con Echeverría, puede ser lo que sea, no importa, entonces no les podemos decir a estas personas, ‘oiga, ¿está de acuerdo con su ideología? Pero esa es la estructura de autoridad con la que viven. Y sí, ¿cuánto pesa? Yo diría que una tercera parte del electorado puede funcionar de esa manera, y con esa maquinaria, que conoce los sitios mas recónditos del país, que sabe cuáles son los sectores que puede mover así, y que tiene los recursos; en un momento no tenía los recursos del Gobierno federal, eso los usó el PAN para lo mismo, pero tenía los 179 recursos de los estados. Ahora tiene recursos federales y de los estados, y va a tener muchos recursos, y tiene sus aliados fuera de la estructura formal del PRI, esos que llamamos poderes fácticos, esos que deben de estar agradecidos porque les han dejado a las televisoras en su lugar, porque les han abierto espacios en la industria petrolera, que ahorita está de capa caída, pero como Pemex ya desapareció, entonces ese espacio va a ser ocupado por grandes empresas privadas nacionales y extranjeras que pueden mostrarse muy agradecidas con quien les ofreció esa oportunidad y mantenerlo en el poder es casi una obligación. Entonces, va a haber los recursos, está la maquinaria y está disponible esa parte de la sociedad mexicana. –¿A que atribuye que no paguen un costo político, que en 2015, después de tener la crisis de Ayotzinapa, la presión internacional, lo de la Casa blanca, aun así ganaron el Congreso? –Yo creo que sí lo hay, en la falta de legitimidad que las encuestas de opinión publica nos señalan todos los días en relación a la Presidencia y a los partidos políticos. Pero todo agravio se puede quedar en el aire como una gran frustración si no hay un canal para dirigirlo hacia otra meta, y por ahorita no lo hay. LOS INDEPENDIENTES El Gobernador hizo una su "consulta" sobre el presupuesto en Facebbok Foto: Cuartoscuro El primer Gobernador independiente del país, Jaime Rodríguez Calderón, no ha mostrado ser lo que dijo, afirmó el historiador. Foto: Cuartoscuro –¿Por qué este repudio, que sí puede ser un costo, no ha sido capaz de quitarle poder? –Por los partidos políticos. Los partidos políticos fallaron de una manera escandalosa a la sociedad mexicana. No le fallaron a sus dirigencias, siguen siendo grandes negocios que tienen asegurado lo que no tiene ninguna empresa en México: haya crisis o no, ellos tienen derecho a extraer recursos públicos para sus fines propios. Y, por otro lado, hay un repudio hacia ellos, son de las instituciones en México más repudiadas, de las que menos prestigio tienen, pero estamos en esa cárcel; no hay forma de salir de ellos, está ahora dándose otra vez un movimiento de candidaturas independientes, ciudadanos, pero ya los partidos crearon, con el aval del Instituto Nacional Electoral, una serie de obstáculos para que las candidaturas realmente independientes, y hay que subrayar el ‘realmente’, porque algunos de los independientes son parte del mismo sistema, pero como vieron que está tan desgastado el PRI, se ponen bandera de independientes; pero los realmente independientes son muy pocos, y no veo yo para 2018, aunque Jorge Castañeda lo va a intentar, una gran fuerza detrás de un candidato independiente. –¿El Bronco [Jaime Rodríguez Calderón, Gobernador de Nuevo León que llegó como candidato independiente]? –El Bronco ya tiene unas broncas que no está mostrando ser lo que dijo que iba a ser; no puede controlar el aparato que le heredaron y no veo que tenga muchas ganas de modificar las cosas. Tenemos ya una experiencia en figuras públicas que son muy audaces, habladoras, y que a la hora de la acción resultan como Fox: un lenguaje bronco y una aceptación del statu quo, de la situación como es, de no cambiarla, impresionante. Cosechan legitimidad por la vida del discurso político, y en vez de ponerla a funcionar para transformar la vida publica, la desperdician o la usan en su propio beneficio… Es un engaño. Un engaño interesante, y también habla mucho de la sociedad mexicana, que se deja engañar. –¿Por qué lo permitimos? ¿Por qué permitimos esta ‘cárcel’, esta falta de representatividad? –Por varios motivos. Porque el no permitírnoslo es un costo muy alto. Esto lo ha sabido la sociedad mexicana desde la época colonial: enfrentarse al poder exige el pago de un costo altísimo, y muy pocas veces se tiene éxito, la derrota es más común que la victoria, y eso lo ha asimilado la sociedad mexicana por siglos. Otra explicación más reciente es que se trata de una sociedad bastante conservadora; entonces, cuando alguien le propone cambiar, pero sin costos, como es el caso de Fox, ‘ustedes voten por mí, llego a Los Pinos, echo a patadas al PRI de ahí, acabamos con las tepocatas y las víboras prietas, y todo se convierte en bien, ya no va a haber corrupción, se va a observar la ley y habrá prosperidad’… Bueno, quien se quiera creer ese cuento, y que son muchos, va a ir a votar. El Bronco es otro caso. Ya 180 luego, cuando es tarde, dicen ‘nos equivocamos’, pero en parte es una equivocación que se explica por no querer aceptar que el cambio político es muy difícil, y que requiere no un discurso facilón, sino que requiere a estar dispuestos en algún momento a enfrentar una crisis. Sí, cambiamos, y a lo mejor algunos capitales se van, y unos inversionistas no invierten, y va a haber un costo económico, pero se tiene que pagar para modificar unas estructuras que tienen ya mucho tiempo. No las queremos, no les damos legitimidad, pero no hay la capacidad de pagar el costo, la voluntad de pagar el costo; entonces, bueno, Fox está muy bien, tiene un discurso nuevo, y nada más con ir y poner mi boleta en la urna, se cambia todo. ¡No! Hay que movilizarse, hay que presionar. Alguien dirá que eso de movilizarse es tarea de los partidos, pero los partidos son un obstáculo; y, entonces, a ver si se está dispuesto a pagar ese costo. Y no hay estructuras claras para poder canalizar el descontento. La movilización después de los 43 desaparecidos en Iguala, ahí van por la Alameda, Zócalo, montones, miles, miles, y seguimos sin saber qué les pasó. ¿Qué cosa? ¿Incendiar palacio? ¿Enfrentarse al Ejército y a la policía? ¿La revolución? Pues no es tiempo de revoluciones ahora, ya hasta en eso dejamos de creer; entonces, no es más que es una presión de largo plazo para conseguir avances pequeñitos. –¿Y ese es el escenario, el destino? ¿O hay una manera, pensando que fuéramos un país con otra voluntad, que podría hacer que cambiara ese destino? –Una salida, pero ya no estoy para entusiasmarme con ella, es que el nuevo partido, Morena, llegue a conseguir el apoyo por lo menos de una mayoría relativa, una salida hacia la izquierda del siglo XXI, que es una izquierda muy moderada, que ya no está pensando en destruir el capitalismo, ya no está pensando en la Revolución; está pensando en cambios incrementales, y en el largo plazo mejorar las cosas. Ya no es una promesa al estilo del siglo XIX o incluso el siglo XX, ‘proletarios del mundo uníos, tomamos el poder, destruimos a la burguesía, reorganizamos el Estado y a la economía, y entonces la riqueza creada servirá a la mayoría’… Bueno, eso ya no. Pero sí ciertos cambios por la vía fiscal, redistribución de las cargas, extraer recursos de esa minoría con la mayoría de los recursos y distribuirlos a las zonas más bajas; hacer una economía que no sea estrictamente neoliberal, sino que mezcle mercado con fuerza política en función de cubrir otras necesidades. El mercado es muy eficiente para asignar recursos, pero los asigna a los que más tienen, a los que más pueden; el mercado no tiene nada que ver con la justicia social, va por su lado y la justicia social la tiene que hacer la política. Entonces, ahí es donde podría una izquierda del siglo XXI hacer algo. Pero quizá el momento más interesante e importante fue 2006, y no se puede recuperar el tiempo perdido. Así que no, no se ve un futuro que diga uno: ‘Miren, ahí está ya brillando, las nubes negras se están yendo y otra época nos espera’. No; nos puede esperar el seguir donde estamos. No sería el primer caso en la historia de una sociedad, de un Estado-nación que se estanca, y que sigue ahí, flotando en la mediocridad. Pensemos en la Argentina de principios del siglo XX; eran la promesa más brillante de América Latina, tenían una naturaleza espléndida, una población educada, y ¿qué hizo? Nada. Desperdició su siglo XX. LAS DÉCADAS DESPERDICIADAS Los medios contribuyeron a que la sociedad le tuviera miedo a la izquiera, afirmó Meyer. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo –¿Cuándo empezó el desperdicio de México en ese sentido? –Los 70 y 80, cuando se pudo haber hecho si hubiera habido una dirigencia responsable, introducir desde arriba cambios, económicos, sociales, políticos; pero como no pareció apremiante, se veían nubarrones pero no pareció apremiante, se pospuso. Cuando apareció Cantarell, que es uno de los súper yacimientos, que ya se esta acabando. ¿Qué se hizo con todo ese petróleo? ¿Qué encontramos que haya transformado a México esa riqueza natural que se mandó al exterior? Nada. Pero hubiera sido un muy buen momento. –¿Por qué considera que no se van a reunir las condiciones de 2006 ahora en 2018? –Entre otras cosas, y en eso la televisión y la prensa ya le metieron a la sociedad mexicana el temor a la izquierda, el temor al cambio, ya se deslegitimó al liderazgo que podría encausar esto. Hay un odio extraordinario en algunos sectores hacia Andrés Manuel López Obrador; cuando uno ve en algunos 181 periódicos, por ejemplo, opiniones o artículos que mencionan y luego se permite la entrada de comentarios del público, algunos de ellos son francamente feroces, insultos que no van con una cultura política civilizada, sino de un odio tipo Ku-Klux-Klan contra afroamericanos o algo por el estilo. Ese odio se monta en toda la cultura anticomunista que se creó en la Guerra Fría, y no se desmonta aquí, y en el momento crítico dice ya no está Moscú, pero está Chávez, y entonces el ogro de Chávez está detrás y nos quieren llevar a una dictadura así. Bueno, ahorita ya no está Chávez tampoco, pero algo inventarán, y la campaña política basada en el miedo, no en algo positivo, sino el miedo, pegó. –Entonces, ¿cuál es su escenario, si el PRI está desgastado..? –Como la ciencia política no es una ciencia exacta, sepa El Señor qué es lo que va a pasar. Estamos relativamente lejos del 2018, porque los acontecimientos pueden precipitarse muy rápidamente. La única cosa que me da esperanza es justamente esto, que en la política no tenemos todavía la posibilidad de predecir, y a veces surgen coyunturas, acontecimientos que nadie esperaba y que precipitan una cadena de hechos que lleva a conclusiones que no esperábamos con tanta anticipación. Si ahorita, en 2016 viendo al 18, pueden pasar una cantidad de cosas, por ejemplo, la caída de los precios del petróleo en 2015, Peña Nieto hizo toda su política de las reformas estructurales basado nomás en una sola: la energética, desmantelar Pemex y traer capital externo e interno, porque también están Slim y otros empresarios mexicanos, y traer empresas extranjeras y que hubiera una cantidad enorme de inversión, con eso salvaba su sexenio. Ahora, se llevaban el petróleo, pero eso ya sería problema de otros sexenios, y ¡paz! De 101 o 102 (dólares, cae) a 60, a 50, a 40 a 30.. no lo esperaba. Puede haber acontecimientos así. LOS MENOS Y LOS NUEVOS –Y en este escenario, ¿qué fuerza política podría salir menos golpeada? –La única oposición que hay ahorita organizada, que es Morena. Hay muchos descontentos, pero organizada, ésa, y los que están apostando por la candidatura independiente. Qué tal que salga una figura, con todos los peligros que implica un candidato independiente; es decir, que no tiene un partido detrás, que cuando llegue al poder, qué hace con un Congreso que no controla, si teniendo un partido como Fox cuando llegó no pudo con el Congreso; pero, en fin, puede ser una candidatura independiente. Porque de los candidatos posibles dentro del PRI no veo a ninguno que ofrezca algo diferente. –¿No le apostarán a que pueden hacer un candidato en meses, gracias a las televisoras, como a Aurelio Nuño (Secretario de Educación)? –Sí, y ¿quién es Aurelio Nuño? El delfín de Peña Nieto, y ¿qué ha hecho? Que es una gente joven, ¿y? Es como estas figuras, bueno a Felipe Calderón le salió mal con su Secretario de Gobernación que se mató en un avionazo en pleno centro de la Ciudad de México porque quién sabe quién andaba al mando de ese avión… Pero sí. Si le hacemos caso a la encuesta de El Financiero, Nuño tiene el uno por ciento de apoyo. Si la televisión le echa ganas y hace lo mismo que con Peña Nieto, le encuentran una ‘Gaviota’ y lo hacen telenovela, entonces quiere decir que la sociedad mexicana no tiene remedio, porque se conforma con tan poco que quizá se merece ese tipo de estructura de poder. Pero aunque soy pesimista, no creo que seamos tan idiotas. Es decir, algo hay de aprendizaje. Oigan, ya vivimos la telenovela y llegamos al desastre, ¿otra vez? –¿Seguimos siendo la dictadura perfecta? –No, ya no. Podemos tener cualquier cosa, pero el término perfecto no encaja en ninguna de las áreas de la política mexicana; aquí todo es imperfecto. Tenemos una democracia tan imperfecta que ya no parece democracia, pero tampoco es una dictadura, es algo muy disfuncional. Los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa no desaparecieron como resultado de algo parecido a Pinochet [en Chile], ese sí, una dictadura dispuesta a hacerlos desaparecer. Desaparecieron por una serie de estupideces y de incapacidades. La autoridad, a nivel más bajo, a nivel municipal, se encargaron de hacer la primera etapa; la incapacidad del Estado de controlar a las mafias del narcotráfico se 182 encargó de hacer la segunda etapa; el 27 Batallón de Infantería acantonado en Iguala se encargó de hacer ‘como que le hablaba la Virgen’, no hizo nada… –¿Hay otro ejemplo en el mundo de una democracia así de disfuncional? –Sí, pero como esta es la que tenemos cerca, le damos toda nuestra atención, pero si le echa un vistazo a The Economist Intelligence Unit, a su reporte de este año sobre los grados de democracia, a México lo pone, es muy benigno, entre las democracias que no están funcionando bien, pero tenemos una enorme compañía… No, no somos el único caso. –Pero, ¿no estamos pagando con mucha sangre? –Sí. Y duele mucho, porque pudo haber sido un ejemplo de democracia si el 2000 nos hubiera funcionado, si hubiéramos tenido un gobernante y una clase gobernante a la altura de su reto, pero tuvimos a Fox y a los suyos, que estaban por debajo de la media en términos de responsabilidad y de capacidad y de idea del Estado y del futuro de la gran responsabilidad política que tuvieron, y una vez que se empezó a pudrir este fruto, se siguió la inercia, lo lleva a donde estamos… LOS MEXICANOS SIGUEN CIEGOS AL DOLOR DE MILLONES: SICILIA incluye video http://www.sinembargo.mx/09-03-2016/1633631 Por Shaila Rosagel marzo 9, 2016 - 00:00h 3 Comentarios La muerte y el horror no ha servido hasta hoy para que la población coincida en una revolución pacífica y genere un verdadero cambio que deje atrás la guerra contra las drogas que inició el ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa, la que no sólo no se acabó sino que empeoró con el Partido Revolucionario Institucional, afirma el poeta y líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Javier Sicilia Zardain. Ciudad de México 9 de marzo (SinEmbargo).– Javier Sicilia, sentado en la terraza del domicilio desde donde trabaja, reflexiona y recuerda cuando recorrió el país y algunos lugares del mundo en busca de justicia: en 2011 el asesinato de su hijo Juan Francisco Sicilia Ortega provocó que se lanzara a las calles y abanderara el dolor de miles de víctimas como él. El poeta tiene a sus espaldas las flores y los árboles frondosos del jardín de la casa con alberca en donde está ubicada su oficina en Cuernavaca, Morelos, y esa aparente tranquilidad le molesta dice, porque en México hay miles de muertos, desaparecidos y quizás, en ese momento, en algún lugar del país, esté ocurriendo alguna masacre. Al fondo del paisaje no sólo están las bugambilias, las palmeras y la arboleda de Lomas de Cortés. Está también el caserío de los cientos de habitantes de una ciudad que sufre de noche y de día por la inseguridad y la violencia. Más allá, también está la glorieta Paloma de la Paz, desde donde el 28 de marzo de 2011, Javier Sicilia Zardain salió acompañado de miles de personas, ataviado con su chaleco color caqui y su sombrero café de ala ancha que lo caracterizó, en aquel histórico día en el que se puso en marcha el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) que aglutinó a miles y que enfrentó cara a cara al entonces Presidente de México, el panista Felipe Calderón Hinojosa, autor de la llamada “guerra contra el narco” que hasta ese momento llevaba en su haber 10 mil desaparecidos y 50 mil muertos, entre ellos el hijo del poeta. Sin embargo, aquel movimiento parece haber servido de poco, dice Sicilia. Las víctimas están divididas, el movimiento fracturado, los muertos y los desaparecidos se triplicaron en cinco años. La muerte de su 183 hijo y de los otros cinco jóvenes que le motivó liderar un movimiento que, sin bien visibilizó la crisis humanitaria que vive el país, no sirvió para “detener el horror” e impedir que la “muerte y el sufrimiento sigan acumulándose”. Ahora, Sicilia lleva ese otro dolor sobre las espaldas asegura: la impotencia de ver como el país se sumerge cada vez más en la tragedia y en la realidad que puede convertirse en un “infierno” para todos, para las víctimas actuales y para las futuras. Un infierno que quizás haga saltar de sus sillas a los mexicanos que hasta hoy, no han hecho suyo el dolor de millones, si se cuenta entre las víctimas a los casi 200 mil muertos, 27 mil desparecidos, pero también a sus padres, madres, hermanos, esposas, esposos, hijos y amigos, dice Javier en esta entrevista con SinEmbargo. Ayotzinapa fue el momento de inflexión que pudo generar la lucha y la unión de la población castigada por la “guerra contra el narco”, la impunidad y la corrupción, pero se quedó encerrado sólo en 43. Con la desaparición de los normalistas ya no sucederá nada. El Gobierno venció al dividir y ahora sólo queda esperar otra tragedia, porque la habrá, indica Sicilia. *** Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo Sicilia afirmó que el problema ya no es de partidos sino del sistema. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo –Hace cinco años del Movimiento por la Paz, ¿impactó el movimiento de las víctimas de la violencia en México para cambiar algo? –Bueno, yo siempre critiqué esa guerra estúpida de Felipe Calderón. En 2011, que es cuando se articula el movimiento, había muchas organizaciones de víctimas que estaban pugnando y el gobierno no hacía caso: estaban sometidas a la criminalización y reducidas a ser bajas colaterales, cuando eran inocentes. Calderón creó el Estado paralelo del crimen organizado. El 28 de marzo asesinan a mi hijo y a seis personas más, amigos suyos, células del crimen organizado coludidas con las policías. Nunca había tocado la violencia que vivía el país a la clase de los intelectuales y de los poetas, habían secuestrado y asesinado a empresarios, gente del campo, pero nunca a un poeta, incluso periodistas habían sido asesinados. Mucha gente se indignó por el asesinato y empezaron movilizaciones y protestas. Fuimos asumiendo que el asesinato de mi hijo y los muchachos era el asesinato de todos, de muchas víctimas negadas. En esa lírica salimos el 28 de marzo. Marcamos rutas para encontrar la paz, la justicia y los famosos diálogos públicos con los poderes, surgió la Ley de Víctimas, pero no logramos parar el horror. El gran logro fue visibilizar a las víctimas, volverlas sujetos sociales. –Usted escribía sobre la guerra contra el narco de Calderón, pero, ¿alguna vez se imaginó que la violencia lo podía alcanzar? –Intuitivamente sí. Por gracia o por desgracia, intuía que algo malo podría suceder, pero la conciencia con la que uno se defiende, la conciencia racional, siempre las desgracias, en esta defensa psíquica, le pasan a los otros, pero un día te toca y me tocó como le ha tocado a cientos de miles de personas en este país. Una desgracia a la que está expuesto cualquier ser humano en México y bueno me golpeó durísimo como golpea a cualquier ser humano. Creo que estaba preparado para responder, no para aceptar. Eso no se puede aceptar jamás, ni para ser sumergido en lo que ellos quieren: que una víctima se sumerja en el miedo, en el terror, en la depresión, mi formación me permitió responder como respondí. Nadie se prepara para eso, pero espiritualmente uno termina por responder a un extremo y aberrante, como es el asesinato de un ser amado. Particularmente de un hijo, lo más terrible que le puede pasar a uno. No era simple decir que mi dolor y mi sufrimiento era de todas las víctimas y el dolor de toda la nación. Las víctimas no están preparadas para eso, Ayotzinapa es un ejemplo: no entiende que su dolor es el dolor de otros y debe hacer suyo el dolor de los otros, se vuelve el dolor único y eso el gobierno lo aprovecha muy bien porque divide a las víctimas y eso sucedió con el movimiento; las víctimas que no alcanzan a hacer esta trasferencia, son usadas por el gobierno como víctimas privilegiadas y terminamos en esta división. Aunque las víctimas tienen mucha conciencia de ser sujetos sociales y dignos, el gobierno ha aprovechado esa particularidad de la víctima que se siente la única, 184 para dividir. Ayotzinapa es muy claro, redujo la tragedia de este país a sus 43 y el gobierno parece muy cómodo. Lo vive cómodamente por más que tenga presiones internacionales, porque es un asunto de negociaciones. No toca el corazón y la médula de la política, negocia con Ayotzinapa, juega sus cartas, presiona. –Digamos, ¿estas 43 víctimas reducen en número a los 150 mil muertos y miles de desaparecidos? –Sí y para el Gobierno es muy cómodo: por allá negocia con los otros desaparecidos y entonces no se toca la médula del problema, no se toca a pesar de su protesta. En 2011 había 40 mil muertos, hoy tenemos casi 200 mil; en ese entonces había 10 mil desparecidos, ahorita la cifra es de 27 mil, las oficiales pero son más y, se fracturó el único movimiento de víctimas que tenía una propuesta política. –¿Cuántas personas llegaron a integrar el movimiento en un inicio? –No pues, eran todas las organizaciones. Era una gran momento político en el sentido de que buscaba transformar la realidad del país, como fue el zapatismo, Cherán nos acompañó, los zapatistas, llegamos con empresarios, estudiantes, la izquierda, Atenco. La nación el 8 de mayo estaba unida y permitió los diálogos [por la paz], pero quedaron como siempre por ser traicionados. –¿Qué es lo peor que ha dejado esta guerra contra el narcotráfico? –La destrucción de lo humano y la destrucción de los jóvenes, parece que la guerra es contra ellos, son la mayor parte de los desaparecidos, de los asesinados y la mayor parte de los que ejecutan los crímenes. Cuando se pierde una generación de relevo, se pierde a un país entero, ya no hay país y no hay país porque esta guerra inhumana, absurda, estúpida está acabando con los muchachos, les está robando su futuro. Hablamos de cerca de 200 mil personas muertas y 27 mil personas desaparecidas, multiplícalas por las víctimas directas e indirectas: un padre es otra víctima, una madre, los hermanos son víctimas, la familia son víctimas, los amigos… Es un dolor de millones de personas y una instauración casi totalitaria del miedo en el corazón y la conciencia humana, esto es el horror, estamos viviendo una especie de campo de concentración al aire libre. –El PAN [Partido Acción Nacional] fue quien inició la guerra con Felipe Calderón. Recuerdo que cuando llegó el PRI con Enrique Peña Nieto usted le daba el beneficio de la duda en un principio. ¿Con la llegada del PRI hubo un matiz diferente de la guerra? ¿empeoró? , ¿para dónde vamos? –Empeoró y era natural porque Enrique Peña Nieto seguía la estrategia de Calderón, pero hizo algo peor: Calderón exaltaba su guerra, entonces las víctimas aunque estaban negadas, se podían visibilizar porque ahí estaban, exaltadas en la guerra que se iba ganando en función de las víctimas. Pero éste [Peña Nieto] las volvió a enterrar, ha tratado de enterrarlas, de sepultarlas en una especie de fosas simbólicas. No se habla de ellas, pero se le escapa Ayotzinapa y emerge Tlatlaya y la conciencia de los buenos periodistas que arriesgando su vida, le dan voz a las víctimas. Porque las quiere ocultar y no enfrentar, la realidad la empeora porque la gente cree que está mejor y se pone en condiciones de indefensión. Ya no se cuida y es peor, Calderón termina con 50 mil muertos y la cifra se ha triplicado. –¿Contra quién es esta guerra? –Es contra todos, pero particularmente contra los jóvenes. No se les esta dando condiciones de vida a los jóvenes, se les está cerrando el presente y eso es atroz. Nomás mire los dos grandes momentos brillantes: Ayotzinapa perdió la oportunidad que tuvo el movimiento al encerrarse en 43, ese ha sido mi reproche. En 2011 mataron a muchachos, con excepción de dos adultos, mi hijo y a cinco muchachos más. Tres años después, a 200 kilómetros de aquí estaban desapareciendo a 43 muchachos y asesinando a siete. Esos son símbolos, son contra los muchachos. Entonces, la estrategia sigue siendo la misma de Calderón: agarrar capos, seguir con el ejército en las calles, con la corrupción de las instituciones, porque sigue la corrupción. Si están operando los criminales afuera es porque están adentro, cosa que no han querido asumir, ¡ahí está [Javier] Duarte como prueba más evidente! –Esto que dice de que Ayotzinapa se encerró en los 43, ¿qué pensó usted cuando recién pasó la desaparición y que miles se volcaron a las marchas multitudinarias en la Ciudad de México?, ¿tuvo la esperanza de que el movimiento resurgiera? 185 –Sí, se los dije de todas las maneras: ‘ábranlo, ustedes no pueden ser menos que el Movimiento por la Paz’, no lo hicieron, se encerraron en 43. Cuando tuvieron la Comisión interamericana [de Derechos Humanos] aquí, con todos los reflectores internacionales, ¿qué terminaron haciendo? Cuando nosotros sentamos al Presidente de cara a la nación, a Calderón, ellos se encerraron en las condiciones que marcó Peña Nieto para hablar de 43 a puerta cerrada; el gran fracaso. Yo esperaba que lo que hizo el movimiento se potenciara y se hicieran los cambios. No tuvieron la visión. Los padres no la podían tener, no tuvieron la visión los estudiantes que siguen encerrados en sus guetos de la izquierda trasnochada, igual que Calderón, porque los extremos se tocan: para Calderón sus víctimas eran los soldados, para Ayotzinapa las únicas víctimas eran los 43 porque venían de una tradición revolucionaria. Esa estupidez impidió un gran momento y realmente la inflexión que estábamos esperando. Entonces estamos esperando otro crimen de esa naturaleza, otro momento que permita que se abra la conciencia de otras organizaciones de que sí tenemos que cambiar este país en su fondo, se trata de una refundación nacional. –¿Ayotzinapa se va a quedar ahí? Por ser sólo sobre los 43, ¿no pasará nada? –Por desgracia. –¿No vamos a saber qué pasó? –Por desgracia no. Por desgracia la maldita verdad histórica con sus matices va a terminar imponiéndose, ¿por qué? Porque se encerraron en 43 y no están tocando el corazón que debe cimbrar a una nación, que es el asunto político, la transformación política. La justicia, sin una transformación política, nunca va a llegar. Las víctimas fracturadas son muy cómodas, son momentos políticos, aparentan ser, ¿por qué la derecha en Estados Unidos o en Europa, aquí la izquierda populista de [Andrés Manuel] López Obrador, tienen tanta fuerza? Porque generan momentos políticos. La izquierda en Estados unidos y en Europa es una izquierda fragmentada como la de las víctimas. Esto no son momentos políticos, son momentos que permiten negociar al Gobierno y mantenerse en el status quo. Los momentos políticos van al corazón de un cambio de estructura, la derecha representa la fuerza, aquí el único que representa un momento político es la izquierda de López Obrador, no creo en ella, porque en mi lógica López Obrador es una parte del mismo sistema de partidos y esto ya no es sostenible así. Necesitamos una refundación de otro orden, un nuevo pacto social, ya no es con las estructuras que tiene el Estado, pero por lo menos López Obrador genera elementos políticos que no son los fundamentales, no va a cambiar nada si llega al poder, porque es un problema sistémico. Hay que refundar la nación, estamos en un momento revolucionario y yo creo que se puede hacer la revolución sin violencia. Por eso me interesa el Constituyente, pero necesitan juntarse todas las fuerzas políticas no partidistas, pero de base: víctimas, zapatistas, los que está moviendo el Obispo Raúl Vera, tantas organizaciones que deberían coincidir para hacer un cambio no violento a partir de un proceso Constituyente. –Si todos estos movimientos se unieran, sus seguidores, ¿serían más en número que el movimiento de López Obrador? –Definitivamente, y obligaría a mucha gente que está buscando una alternativa política y que sólo la encuentra en el lopezobradorismo a cambiar y hacer una línea mucho más revolucionaria. –¿Qué tan probable es que suceda y en cuánto tiempo? –Es muy difícil, son cosas que no se pueden predecir. La política a ese nivel es azarosa, hay momentos de inflexión que permiten eso: el Movimiento por la Paz fue uno, el zapatismo fue otro, lograron cosas importantes, pero no lograron mantener la organización social. El otro fue Ayotzinapa y la desperdició, esperemos que haya una inflexión, pero que no tenga que ser bajo la férula de una tragedia, sino por una gran conciencia política. –Pero, de acuerdo con la situación del país, ¿podemos prever que habrá otra tragedia que cimbre a México? 186 –Absolutamente, porque hay una lejanía, un desprecio y una colusión de muchas instituciones del Estado y de los partidos con el crimen organizado. No están atendiendo las necesidades de la gente, están lejos de nosotros […]. Va a venir otra tragedia, es irremediable, frente a la estupidez, la inacción y falta de sentido, la corrupción profunda del corazón de quienes tienen el poder, va a venir otra tragedia, nadie la quiere, yo no la quiero, pero no están haciendo lo suficiente para evitarla. EL 2018 –Vienen las elecciones, 2018, ¿en qué tendrá que reflexionar el votante? –Yo creo que no tiene que reflexionar el voto, tiene que reflexionar en cómo cambiamos esto. Ya los vimos, ya se fue Calderón, ya volvieron los priistas y tragedia, tras tragedia. Que vengan los perredistas, ya lo vimos aquí en Morelos: empezó con los priistas, luego llegaron los panistas y ahora se ha profundizado con un gobierno perredista, ya nomás nos falta que Morena [Movimiento Regeneración Nacional] llegue para que se den cuenta que el problema es estructural y que necesitamos cambiar el sistema y el pacto social. La democracia no se puede reducir a la representación de los partidos tal y como están. Si creemos que la votación o un partido cambiará una cosa por otra, es una ilusión que está contribuyendo a la criminalidad y a la hora que estamos viviendo. Esto puede ir al infinito, hasta volverse un infierno y un horror del que nadie podamos salir. Si la corrupción del alma es social, esto puede ser al infinito y en peores condiciones. Peña Nieto no sólo carga con sus muertos y desparecidos, carga con los de los sexenio pasados. –Si llega López Obrador, ¿la estrategia de seguridad actual continuaría? –No sé si seguiría, pero el problema es sistémico. López Obrador no es Dios, si López Obrador hubiera llegado en lugar de Peña, a quien le estaríamos reclamando la desaparición de los 43 sería a él, no lo hubiera podido detener porque es sistémica, y no hay una propuesta de cómo reformar al Estado; es sumamente simplista su visión y ojalá gane, si la gente acude a las urnas, yo no voy a ir, para que la gente se decepcione y vea que no es un asunto de persona, sino de sistema. Hoy debe haber masacres de pueblos enteros que no han sido visibilizadas, zonas de este país donde la prensa no está. Zonas que no hemos visto y que veremos, sino detenemos esto. Yo no quiero ver eso, yo vivo con un dolor inmenso, no sólo por mi hijo, sino por la impunidad. Después de todo lo que hicimos por esos seres que no debieron morir, no se ha podido detener el horror y sigue acumulándose la muerte y el sufrimiento. BRASIL/ Golpean al líder para voltear a la presidenta http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-293852-2016-03-05.html Lula fue conducido al aeropuerto de San Pablo, donde prestó declaración a lo largo de casi cuatro horas. El procedimiento causó indignación y protestas callejeras. El ex presidente denunció la connivencia entre “el juez, la policía y los grandes medios”. Por Eric Nepomuceno Desde Río de Janeiro Poco antes de las siete de la mañana de ayer la Policía Federal se presentó en el departamento donde reside el ex presidente Lula da Silva, en San Bernardo, cordón industrial de San Pablo. Poco antes la escolta a que Lula tiene derecho como ex mandatario había llegado al local y lo advirtió de la presencia de la policía judicial. El mismo Lula abrió la puerta. Cumpliendo órdenes del juez de primera instancia Sergio Moro, la Policía Federal condujo a Lula da Silva hasta el aeropuerto metropolitano de San Pablo. En la sala reservada a las 187 autoridades –una gentileza concedida a la figura política de mayor relieve en Brasil– Lula prestó declaraciones a lo largo de casi cuatro horas. En más de una ocasión se irritó con las preguntas de los comisarios de la Policía Federal. Se irritó, por ejemplo, cuando le preguntaron sobre botellas –algunas, de vino importado– encontradas en la casa de campo que el ex presidente frecuenta los fines de semana. También sobre los dos barquitos que su esposa compró para los nietos de la pareja. “¿Es que no tienen nada más importante para hacer que preguntarme estupideces?”, espetó Lula da Silva a sus interrogadores. Un abogado que acompañó el interrogatorio contó que Lula contestó a todas las preguntas sin titubear un solo instante. La noticia de que el ex presidente fue blanco de una orden de ser llevado por la fuerza pública a prestar testimonio tuvo inmenso impacto en todo el país. Por la tarde, Lula y la presidenta Dilma Rousseff manifestaron su “indignación” por la medida adoptada por el juez Sergio Moro. “Me sentí como un prisionero esta mañana” dijo Lula. “Si querían escucharme sólo tenían que llamarme porque no debo y no temo.” A su vez, Dilma expresó su “plena disconformidad” por el operativo policial en un mensaje televisado que dio desde el palacio presidencial flanqueada por sus ministros. “Manifiesto mi plena disconformidad con el hecho de que un ex presidente de la república, que muchas veces compareció voluntariamente para ofrecer aclaraciones ante las autoridades competentes, sea ahora sometido a un innecesario traslado coercitivo para dar testimonio,” se quejó la mandataria. También Marco Aurelio Mello, integrante del Supremo Tribunal Federal, instancia máxima de la Justicia en Brasil, criticó, por abusiva, la medida determinada por el responsable por la Operación Lavadero de Autos, que investiga el esquema de corrupción instalado en la estatal Petrobras. Figura prominente del principal partido de oposición, el socialdemócrata PSDB, José Gregori, ministro de Justicia y luego de Derechos Humanos del gobierno de Fernando Henrique Cardoso, denunció lo que considera un “evidente abuso” practicado por el juez de provincia. El economista Luis Carlos Bresser-Pereira, uno de los fundadores del PSDB, fue más contundente aún, al afirmar que “ya es hora de que el Supremo Tribunal Federal intervenga en la Operación Lavadero de Autos, para impedir que sigan ocurriendo abusos de poder como prisiones temporarias perpetuas o la conducción coercitiva de un ex presidente que ni siquiera había sido convocado a declarar”. Por la tarde, Lula da Silva se manifestó de manera contundente. “No era necesario que Moro mandase gente a mi casa, a las de mis hijos y de mis compañeros de militancia”, dijo con aire indignado, recordando que solamente este año ya había comparecido en tres ocasiones para prestar declaraciones. “Ha sido un gesto de arrogancia, de prepotencia”, agregó. 188 Lula insistió, una vez más, en recordar que ha sido en sus dos gobiernos (2003-2010) que se concedió, como nunca antes, autonomía a la Policía Federal e independencia el Ministerio Público. “Lo hicimos”, dijo, “porque creemos en la democracia. Moro, no. Mucho antes de Moro, yo ya era un demócrata. Mientras él no hacía nada, nosotros luchábamos para devolver la democracia al país”. El ex presidente, luego de declararse indignado por la humillación enfrentada, avanzó sobre el esquema armado entre Policía Federal, el tribunal de Moro y los grandes medios de comunicación. “A las siete de la mañana, cuando mis abogados no sabían de nada, y yo menos, algunos medios ya anunciaban el operativo”, aseguró. Los argumentos de la Policía Federal y del Ministerio Público que integran la Operación Lavadero de Autos para solicitar la comparencia por la fuerza pública de Lula, prontamente acatados por el juez Moro, se refieren, de manera vaga y amplia, a las contribuciones de grandes empresas al Instituto Lula. Además, se insinúa que las charlas que dio Lula en Brasil y otros países eran un disfraz para pasarle dinero de coimas cobradas en la Petrobras. También se acusa a Lula de haber ocultado patrimonio, en especial un departamento en el decadente balneario de Guarujá, y una quinta a hora y media de San Pablo. La transferencia de los dos inmuebles sería una manera disfrazada de pagarle coimas a Lula. El ex mandatario ya aseguró reiteradamente que no es dueño del departamento en la playa ni de la quinta, que pertenece a un antiguo compañero de militancia, su amigo desde hace más de 40 años. Lula da Silva contó que, en sus charlas en el exterior, por las cuales cobraba hasta 200 mil dólares –“está todo en mi declaración al fisco”–, las preguntas de la asistencia se referían siempre a los logros sociales alcanzados por Brasil a partir de su llegada al gobierno. “¿Por qué Bill Clinton puede venir a Brasil, como vino hace poquito, y hablar en la Confederación Nacional de la Industria y cobrar un millón de dólares, y yo no puedo contar a amigos africanos o latinoamericanos cómo hicimos para disminuir la miseria en este país de injusticias eternas?”. Lula anunció que está listo para recorrer el país defendiendo su historia y la historia del Partido de los Trabajadores (PT). “Quisieron matar a la yarará, pero en lugar de golpearla en la cabeza golpearon la cola. Y la yarará está viva y lista para volver”, dijo en clara referencia a las elecciones del 2018. Lo más grave de esa historia, sin embargo, es que puso a las claras que el esquema armado entre el juez Moro, la Policía Federal, el Ministerio Público y la gran prensa hegemónica encontró su punto ideal. 189 La comparencia por la fuerza pública de Lula da Silva demuestra que Moro es un magistrado sin límites, y que actúa en perfecta harmonía con el calendario golpista. Acosando a Lula, acosa a Dilma. Con eso, fortalece el debilitado proceso de impeachment que adormece en la Cámara de Diputados, faltando poco más de una semana para las manifestaciones callejeras convocadas por la derecha más radical para el domingo 13 de marzo. La euforia registrada en el mercado financiero –el dólar cayó en picada, la Bolsa subió como un cohete– muestra quiénes son los que se alegran con la perspectiva del derrocamiento de Dilma Rousseff y la degradación de Lula. Ahora, hay que ver cuál será la reacción de los movimientos sociales, de la militancia del PT y del electorado que, en cuatro ocasiones seguidas, ha derrotado al PSDB en las urnas. Petrobras ya no es la empresa más valiosa de AL Adeuda 130 mil millones de dólares y casi 50 por ciento vence antes de 2019 http://www.jornada.unam.mx/2016/03/05/politica/004n2pol Periódico La Jornada Sábado 5 de marzo de 2016, p. 4 Las dificultades que enfrentan las compañías de petróleo y energéticas a escala mundial por la caída de los precios del crudo, la reducción de la demanda y la depreciación de las monedas se ha recrudecido en el caso de Petrobras, considerada por la agencia Reuters como la petrolera más endeudada del mundo, cuyo escándalo de corrupción, destapado en marzo de 2014, impacta el ámbito político y tiene repercusiones no sólo en la situación financiera de la petrolera –la mayor empresa de Brasil–, sino en el conjunto de la economía de la nación. Aunque perdió hace tiempo su estatus como la empresa más valiosa de América Latina, Petrobras sigue desempeñando un papel desmesurado en la economía de Brasil. De acuerdo con datos de la petrolera estatal, sus operaciones de petróleo y gas contribuyen con 13 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país. Los ingresos por las ventas de esos energéticos sumaron 75 mil 167 millones de dólares, entre enero y septiembre de 2015, una baja de 32 por ciento con respecto al mismo periodo de 2014. El monto de su deuda es de alrededor de 130 mil millones de dólares, cifra que representa un fuerte reto para la compañía, pues la mayor cantidad de ese monto –75 por ciento– se encuentra en dólares, en momentos en que varias monedas a escala mundial se han depreciado frente a la divisa estadunidense, y el real, en particular, ha perdido 50 por ciento de su valor en un año. Un estudio publicado en 2015 por la revista Forbes calculó en 27 mil millones de dólares el impacto que el escándalo de corrupción tuvo sobre la compañía. A finales de febrero China anunció un préstamo para Petrobras por entre 5 mil millones y 10 mil millones de dólares, los cuales podrían ayudar a cubrir la mayor parte de los 12 mil millones de dólares que la compañía debe pagar este año. Petrobras tiene planes para vender cerca de 14 mil millones de activos este año en un intento por recortar su deuda y mantener efectivo en medio de un desplome de los precios mundiales del petróleo y del escándalo de corrupción en la empresa. 190 Las tres grandes calificadoras de riesgo del mundo consideran la deuda de Brasil como especulativa, y la semana pasada la británica Moody’s fue la última en quitarle el grado de inversión a la deuda de Brasil, al citar la profunda crisis económica y política de la séptima economía mundial, sumida en recesión. La agencia prevé que la deuda pública del país supere 80 por ciento del PIB en los próximos tres años. Gabriel Boric, diputado de la Izquierda Autónoma: “Me he ido convenciendo que la elite política sí es corrupta” http://www.theclinic.cl/2016/03/03/523772/ Jorge Rojas 03 Marzo, 2016 Tags: Columnas y entrevistas, congreso, Corrupción, Gabriel Boric, política Es su tercer año como diputado y en la Cámara son varios los que se sienten incómodos con su presencia. No sólo por lo que representa, sino que también porque cada vez que puede evidencia las malas prácticas de sus colegas y lo mediocres que son al momento de debatir. Acá, Boric analiza los dos años del gobierno de Michelle Bachelet, el rol del Congreso y los desafíos de la izquierda: “El Partido Comunista muchas veces termina siendo más papista que el Papa en la defensa de la Nueva Mayoría”. Gabriel-Boric-foto2-alejandro-olivares ¿Viste el humor en el Festival de Viña? Vi un poco de las rutinas, pero estaba de vacaciones. No hay que ponerse graves, la democracia chilena está tan viciada, que una de las manera de reconfigurarla es rompiendo la forma tan pacata y pétrea que tiene, y el humor es sólo una muestra de esta crisis de representatividad. La crítica de los humoristas es profundamente política. Natalia Valdebenito, por ejemplo, tiene un discurso de reivindicación de la femineidad en el espacio público que no sólo es contracultural, sino que también propositiva. La pregunta que tenemos que hacernos ahora es: ¿qué hacemos nosotros al respecto? ¿En qué etapa está esta crisis? La magnitud de la crisis de representatividad tiene múltiples dimensiones: el parlamento es de las instituciones más desprestigiadas del país, a los partidos políticos nadie les cree, y en las elecciones anteriores votó el 40% y quizás cuántos lo van a hacer ahora. No hay que minimizar la crisis, ni pasarse rollos que estamos en una suerte de situación prerrevolucionaria donde mañana se cae todo, porque no hay una crisis de las instituciones propiamente tal, sino de la credibilidad, de las actuales formas de representación de la sociedad. ¿Qué representa el parlamento? El parlamento no representa la diversidad de la sociedad chilena, sino que a una elite machista, santiaguina y de clase alta, es un acto fallido de democracia. Ahora, creo que es un espacio que hay que rescatar y la mejor manera de hacerlo es criticándolo. En el Congreso hay de todo, son 120 diputados y no meto a todos en el mismo saco, pero en general son hijos, hermanos o parientes de. ¿Es mediocre el Congreso? El Congreso es totalmente mediocre, sobre todo en el nivel de debate. La mayoría de los parlamentarios están dedicados al clientelismo más que a la política como transformadora de la realidad. Gustavo Hasbún, Ignacio Urrutia, y Felipe Kast son el paradigma de lo absurdo, pero también está el parlamentario que presenta un proyecto de ley cada vez que pasa algo y sólo para figurar en la tele. Esos proyectos no terminan en nada, porque no tienen respaldo ciudadano detrás. La cantidad de proyectos pelotudos que se presentan sólo para figurar es enorme. ¿Quiénes son tus aliados? 191 El parlamento es como un curso de colegio, hay gente buena onda, los que no hablan, los mateos, los chantas, y los buenos para la talla. Con la mayoría hay una sana distancia. Hay parlamentarios a los que respeto mucho, como Osvaldo Andrade y Pepe Auth, con quienes se puede tener debate ideológico. A pesar de que estoy en desacuerdo con sus ideas, a Jaime Bellolio también lo respeto harto, porque creo que es un tipo articulado. Lo mismo pasa con Víctor Torres y Karla Rubilar, a quienes les reconozco varias propuestas interesantes en materia de salud. Son gente que hace la pega silenciosamente y que no tratan de figurar. Ahora que conocemos los aportes ilegales que algunos recibían, uno supone que habían parlamentarios que se representaban a sí mismos o a los empresarios que los financiaban. En el Congreso hay muchos parlamentarios que son funcionarios de empresas. El otro día leía a Hernán Larraín y su opinión da cuenta de que esto se va a seguir repitiendo, porque decía que al final todos lo hacían. Algunos no son capaces de ver el rapto de la democracia que implica que los empresarios financien una campaña. Ellos no hacen filantropía, invierten, y hubo muchos grupos empresariales que sacaron electos varios parlamentarios. Para mí, Fulvio Rossi es un funcionario de SQM, Jorge Insunza de las mineras y, bueno, todos los funcionarios de Penta que conocemos. ¿Pablo Longueira también es funcionario de Patricio Contesse? La naturalización que hace Longueira, y que después fue aplaudido por Juan Pablo Letelier y por José Miguel Insulza, es una cuestión que da cuenta que por mucho que hayan hecho autocríticas, al final siguen pensando lo mismo. El único sector con conciencia de clase hoy es el empresariado, que a su vez utiliza a vastos sectores políticos para asegurar su condición de privilegios. Yo me he ido convenciendo que la elite política sí es corrupta. Uno de los argumentos con los que Insulza defendía a Longueira era diciendo que él era un ‘hombre de Estado’. ¿Qué es ser un hombre de Estado? Un ‘hombre de Estado’ es una persona que piensa en el futuro, pero desde la perspectiva de clase, tratando de mantener todo más o menos igual sin que haya mucha revuelta, como si entregaran migajas. La gracia de estos hombres es que generan consensos en las clases subalternas, que cr een que sus propios intereses están representados. Con ese tipo de cosas nosotros tenemos que mantener un límite radical, romper con ellos. Decir derechamente que no estamos de su lado. ¿Ganar elecciones con aportes ilegales te convierte en una persona que se enriquece ilícitamente? Yo creo que sí. Se han esforzado en decir que esa plata no fue para enriquecimiento personal, pero si los empresarios te financian la campaña es enriquecimiento, porque se gastaron esa plata en obtener un cargo que te da privilegios de aquí en adelante. Parece que la Fiscalía no piensa lo mismo. Es que hay que probar jurídicamente eso y puede ser difícil. Más que juzgar a la Fiscalía, el problema más grave es que quienes lo hicieron siguen creyendo que esto no era grave. Ojalá que la ciudadanía no lo asuma como un escándalo más, no hay que hacer de lo inaceptable una normalidad. LA IZQUIERDA CHILENA La semana pasada estuviste es España con Pablo Iglesias, el líder del Podemos. ¿De qué conversaron? Muchas veces se dice que por el éxito electoral que ha tenido el Podemos en España deberíamos replicarlo acá, pero yo creo que eso no solo no es posible, sino que es indeseable. No hay que caer en la tentación de ir para allá sólo por un éxito electoral, pero hay mucho que aprender de esa experiencia. Ellos tienen una vocación por una reflexión mucho más profunda de lo que la izquierda ha estado acostumbrada en los últimos años. ¿Qué es ser de izquierda hoy? 192 La dicotomía izquierda y derecha aún tiene sentido, pero no necesariamente es la única. Si uno quiere hacer un proyecto mayoritario en el mediano plazo hay que convocar a la gente que no está convencida de eso. Ser de izquierda hoy es tener una convicción y una acción que vaya no sólo al discurso de la desigualdad y la redistribución de la riqueza, sino que también hacernos cargo de la regionalización, la discriminación de género, el feminismo, y la distribución del poder. Por ejemplo, después de todo el escándalo de los supermercados coludidos, hace algunos días salió una publicación que decía que en el último mes rentaron el 13% en sus ventas. Es decir, a pesar de los escándalos, no pasa nada, porque el modelo de acumulación y el poder de los empresarios siguen funcionando. El desafío que tiene la izquierda en este sentido es saber cómo generamos otra forma de creación de riqueza que no dependa del dueño del capital. Si creemos que la disputa electoral es lo único que podemos hacer estamos perdidos. ¿Qué están haciendo para eso? Dos cosas. Primero, estamos empezando a entender que las pequeñeces que nos han dividido por tanto tiempo tienen que terminar. Es necesario sentarse a conversar si queremos ser incidentes. Y segundo, hay un desarrollo teórico cada vez más interesante, desde lugares como las fundaciones Nodo XXI, Emerge, y Crea, que nos hacen pensar que es posible un programa social demócrata radical por fuera de los márgenes del neoliberalismo. Hay que vincular políticamente a los distintos movimientos sociales, que no queden sólo en la protesta, pero hay que tomárselo en serio, no a la chacota como ocurrió con Marcel Claude, que era una sumatoria de demandas en una bolsa de gatos. Marcel decía que se demoraba cinco minutos en hacer una Asamblea Constituyente, eso es poco serio. ¿Cómo hacer para que todos esos movimientos sociales se vinculen entre ellos? Esto es difícil tratarlo en las entrevistas… la política chilena está enferma de corto plazo y electoralismo. Nosotros tenemos que mirar la foto grande y pensar que hasta hace cinco años hablar de Asamblea Constituyente era una idea absolutamente marginal, pero hoy no. Lo mismo ha ocurrido con otros temas. Estos son procesos que no cambian de la noche a la mañana, pero si no somos capaces de construir fuerzas sociales para sustentar las transformaciones, al final vamos a terminar siendo puro voluntarismo que choca contra un muro. ¿Cómo puede dialogar la izquierda extraparlamentaria con el Partido Comunista? Es bien difícil, el Partido Comunista muchas veces termina siendo más papista que el Papa en la defensa de la Nueva Mayoría, pero estoy plenamente consciente que el proyecto de la izquierda del futuro necesariamente debe contar con el PC. ¿Qué tan real es ese proyecto? Hemos avanzado en las propuestas, pero estamos atrasados. Hay que pensar por fuera de los paradigmas de la izquierda del siglo XX. Acá no se trata de volver al Estado que controla todo, hay que creer en la autonomía de las comunidades. Hay que democratizar el poder y en eso las experiencias de las últimas movilizaciones han sido aleccionadoras. Tenemos que dial ogar y buscar soluciones en conjunto con los compañeros de la Izquierda Libertaria, de la Unión Nacional Estudiantil, con Cristián Cuevas, y en alguna medida con Revolución Democrática (RD). ¿En qué están las conversaciones con RD? Ha habido conversaciones, pero no anteponiendo un objetivo electoral. Tenemos mucho que aportarnos el uno al otro. No se trata de construir alianzas, ni programas para las elecciones. Esto tiene que estar dado por un trabajo concreto en luchas sociales reales. Hay que dejarse de pequeñeces inexplicables y encontrarnos en el trabajo concreto. Igual esto se juega con un pie en el largo plazo, pero con el otro en el corto. Vienen elecciones municipales, y después las parlamentarias y las presidenciales. Estamos en proceso definición. Ahora en marzo vamos a enfrentar nuestra primera elección interna que tiene que dar paso a abrir nuestra organización. No queremos sólo juntar firmas, sino 193 que convocar a la gente en torno a un trabajo político. Ese es nuestro principal desafío. Sobre las elecciones, en Magallanes vamos seguros y estamos viendo otras comunas, pero no estamos mirando las municipales con tanta ansiedad. El PPD quiere llevar a DJ Méndez de candidato a alcalde en Valparaíso, ¿de qué habla eso? De nada, creen que a través de la performance pueden solucionar el déficit político. ¿Un político pop? Claro, eso es pan para hoy y hambre para mañana. La Nueva Mayoría es un ejemplo de eso, el gran problema que ha demostrado tener el gobierno de Michelle Bachelet es que no tiene ninguna inserción real en las luchas sociales y creen que los cambios se hacen sólo desde la burocracia del Estado. LA VIEJA NUEVA MAYORÍA Gabriel-Boric-foto1-alejandro-olivares ¿Si Michelle Bachelet hubiese tenido más sintonía con las luchas sociales le habría costado menos implementar las reformas? Hay una contradicción en la Nueva Mayoría que la hace inviable desde un comienzo. De partida, el programa de Michelle Bachelet es de reformas moderadas, están peleando por cuestiones que son relativamente básicas en cualquier país desarrollado. ¿Quieres decir que están nuevamente administrando el sistema en vez de cambiarlo? La Nueva Mayoría es un proyecto de administración que hizo todo un discurso para tomar las banderas de las movilizaciones del 2011 en torno al liderazgo de Michelle Bachelet, pero que cuando esto se cayó, aparecieron todas las inconsistencias del proyecto. Por eso esta alianza se ha hecho insostenible en el largo plazo. Es decir, las reformas de la Nueva Mayoría no son lo que dicen ser. Cuando partió la reforma laboral, por ejemplo, Javiera Blanco decía que iban a terminar con el régimen laboral de la dictadura, pero en la práctica no están cambiando la negociación por rama, el reemplazo en huelga lo están relativizando, y todo al final termina negociado con el empresariado. Hay un discurso muy rimbombante contra los poderosos de siempre, pero en la práctica no hay cambios radicales. ¿Nos están vendiendo la ‘pescá’? En la Nueva Mayoría no hay un conflicto entre buenos y malos o jóvenes y viejos, la Nueva Mayoría es en esencia un proyecto de regulación y humanización de los excesos del neoliberalismo y que se viste de otro discurso para empatizar con la gente. ¿Y eso es por la composición de la Nueva Mayoría? No, la idea de que la DC es el demonio dentro del gobierno no es cierta. Si bien la DC es más conservadora, la Nueva Mayoría es la misma Concertación más el Partido Comunista. Como que se violentaron tanto con lo que habían construido que quisieron humanizarlo: el sistema de pensiones, la educación, los derechos sociales. Acá no hay un cambio de paradigma, sino que esto tiene que ver más con el ánimo de retornar al poder. En el proceso de cambio de Concertación a Nueva Mayoría no hubo una elaboración teórica y política que le diera sustento. Agarraron las banderas del 2011 estéticamente, pero no tenían convicción real. ¿Bachelet se ha tenido que adaptar a este escenario? Me cuesta mucho leer lo que quiere Michelle Bachelet, pero creo que da lo mismo. La política se basa en procesos colectivos y el liderazgo de Bachelet es medio virginal, como que hay que interpretarlo a través de exégetas, guiado por intuiciones, y eso es muy nocivo porque no construye colectivamente. Eso también es una suerte de individualismo radical y eso se dio porque ella era la única que podía ganar, pero no veo una transformación desde la Michelle de 2006 hasta la de ahora. 194 Igual incluyó matices. Intentó meter a una generación nueva, un ministro del Interior que provenía de la educación pública. Estos hitos personales, así como Golborne que venía de Maipú, no representan un cambio de paradigma. Rodrigo Peñailillo fue el que quebró la Confech en 1997 para bajar las movilizaciones. Que sea unos años más joven no significa que tenga convicciones diferentes. Ese es un error que comete mi generación también, que creemos que hay virtud por el solo hecho de ser joven. Acá lo importante son las ideas y el proyecto país, y Peñailillo y la G90 son una continuación de la Concertación. Existe la posibilidad de que Lagos y Piñera se enfrenten en las próximas elecciones presidenciales, ¿qué te parece eso? Si llegamos a eso es porque los partidos políticos tradicionales no entienden qué cresta pasa en Chile. Me quedo con lo que dijo Natalia Valdebenito: “no los queremos de vuelta, ya no queda nada más para vender”. Ahora llegó el tiempo de recuperar lo que ellos vendieron, pero el problema es que aún nos falta para esa articulación. La idea es que no nos transformemos en opinólogos de este “clásico”, sino que podamos ser alternativa, independiente de que en esta vuelta no sea nuestra pasada. Espero que sea el último suspiro de la política de los acuerdos. Entrevista en video inédita a Berta Cáceres, destacada líder indígena, asesinada en Honduras http://www.elciudadano.cl/2016/03/04/262453/entrevista-en-video-inedita-a-berta-caceresdestacada-lider-indigena-asesinada-en-honduras-usa/ La muerte de la ganadora del prestigioso premio Goldman que reconoció su labor medioambiental, es un duro golpe al movimiento indigenista mundial. El gobierno actual de Honduras, bajo la presidencia de Juan Orlando Hernández, tiene una responsabilidad urgente de investigar el asesinato, identificar a los culpables, y proteger a los dirigentes comunitarios del país. La destacada dirigente campesina, líder indígena de las comunidades lenca y premiada activista de los derechos humanos, Berta Cáceres, acaba de ser asesinada la madrugada de ayer jueves 3 de marzo de 2016, en la zona de La Esperanza, en Honduras, por un grupo de hombres armados que irrumpieron violentamente en su casa. 195 Pese a que la información oficial preliminar habla de robo, las organizaciones de derechos humanos denuncian que estaba permanentemente amenazada de muerte por su labor de resistencia a la construcción de una represa hidroeléctrica en la zona de Agua Zarca, que afectaría el Río Gualcarque, cause de agua sagrado de la comunidad lenca adyacente. Los gobiernos que han sucedido al golpe de Estado de 2009, especialmente el gobierno de facto de Roberto Micheletti, han privatizado o concesionado muchos cursos de agua para proyectos hidroeléctricos, sin considerar el impacto en las comunidades aledañas, muchas de ellas indígenas. En sus labores de defensa medioambiental de la zona de Agua Zarca, Berta logró junto a las comunidades afectadas frenar proyectos que tenían incluso el apoyo del Banco Mundial (más información, en BBC Mundo). El asesinato de la dirigenta Berta Cáceres pone de manifiesto el enorme riesgo que corren los líderes comunitarios y políticos de base, que han sido sistemáticamente asesinados en los últimos años. Otras zonas de Honduras enfrentan un ambiente similar de violencia, donde agentes de seguridad contratados por empresas privadas, o agentes del Estado, han estado involucrados en asesinatos, hostigamiento y uso ilegal de la fuerza, como es el caso del Valle del Aguán, donde varios dirigentes han corrido la misma suerte que Berta Cáceres. La sistemática violencia que existe en el país contras los dirigentes comunitarios, y la ausencia de mecanismos de consulta a las comunidades campesinas, indígenas y afro-hondureñas sobre megaproyectos que afectan la calidad medioambiental de sus comunidades, han sido ampliamente documentados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Entrevista inédita en video Tuve el privilegio de conocer a Berta Cáceres en febrero de 2011, cuando asistí como observador internacional de la Primera Asamblea General del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), en Tegucigalpa, realizada entre el 25 de febrero y el 1 de marzo de 2011. Un reporte académico de mi autoría sobre ese evento puede ser encontrado acá. Me llamó inmediatamente la atención la fuerza de las convicciones de Berta, su claridad política, su entereza de valores, su profunda inteligencia. Tras su asesinato, comparto el impacto que han sentido todos quienes tuvieron el honor de conocerla. La muerte de Berta Cáceres, ganadora del prestigioso premio Goldman que reconoció su labor medioambiental, es un duro golpe al movimiento indigenista mundial. El gobierno actual de Honduras, bajo la presidencia de Juan Orlando Hernández, tiene una responsabilidad urgente de investigar el asesinato, identificar a los culpables, y proteger a los dirigentes comunitarios del país. VER EL VIDEO EN INFOAMERICAS.INFO 196 Patricio Zamorano, desde Washington DChttp://www.infoamericas.info http://infoamericas.info/video-entrevista-inedita-a-berta-caceres-destacada-lider-indigenaasesinada-en-honduras/ Honduras: “El gobierno dictatorial entró en crisis por lo que significa Berta para nuestro pueblo y el mundo” ANDRÉS FIGUEROA CORNEJO · Entrevista con la parlamentaria del partido Libre (Libertad y Refundación), Scherly Arriaga, opositora acérrima de la dictadura en el país centroamericano · “Otra vez Honduras se levanta convencido de que los únicos que podemos cambiar el futuro y hacia dónde vamos, es el pueblo mismo y en las calles” “Ya contuve mi sangre cuando hervía, y cualquier desaire puede ser la gota de agua” Chico Buarque Andrés Figueroa Cornejo [email protected] Scherly Arriaga es odontóloga y diputada del partido Libre (1), la única tienda política en Honduras con representación parlamentaria que postula el socialismo democrático como alternativa de desarrollo (29 escaños de 128). Desde el 2009, uno de los países más empobrecidos de América Latina (casi el 70% de su población sobrevive bajo el umbral de la pobreza, según la Cepal), es presa de un régimen dictatorial sui generis, oligárquico y excluyente en todos los ámbitos, y dependiente del Estado corporativo norteamericano. Como la violencia va de la mano con la miseria y la ignorancia premeditada, Honduras está en el ránking de los países con más alta criminalidad del continente y del mundo, de acuerdo al Índice de Paz Global. Honduras, la olvidada y empobrecida, sin embargo, desde la madrugada del 3 de marzo de 2016 es noticia en todo el planeta debido al asesinato de Berta Cáceres (2), dirigenta indiscutible de los derechos humanos y sociales de los pueblos indígenas, el ambientalismo y feminismo populares y consecuentes, y del combate antiimperialista y anticapitalista en sus expresiones de saqueo extractivista, sepultura de humanidad, identidad, soberanía y territorio. La joven diputada hondureña Scherly Arriaga es directa, crítica y autocrítica. “Luego del golpe de Estado de 2009 (3), el país cayó en una crisis profunda de carácter político, social y económico. Su manifestación más grave son los actos violentos en contra de la población, vulnerando al conjunto de las y los dirigentes sociales y políticos”, señala. -¿Qué significa el crimen de Berta Cáceres? “Berta era la máxima representación de defensa de los derechos del pueblo indígena Lenca (el más numeroso del país y ubicado en el occidente del territorio). Ella conducía y 197 coordinaba todas las acciones en contra de las inversiones de las grandes transnacionales y llevaba luchando hace años por la defensa del Río Blanco y Gualcarque frente al proyecto depredador hidroeléctrico Agua Zarca, impulsado por la empresa de capital hondureño Desarrollos Energéticos S.A. de C.V. (DESA) y capitalizado por instituciones financieras europeas y empresas constructoras de capital chino. Por ese combate Berta había sido amenazada en varias ocasiones. De hecho, ya habían asesinado a miembros de la agrupación que lideraba, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh). Durante la semana anterior a su asesinato, Berta realizó denuncias debido a que los militares bloquearon la movilización de algunas de las comunidades indígenas. Berta para nosotros/as significa un golpe al resguardo de los recursos naturales de nuestro pueblo. Y su crimen es un mensaje del poder para intentar silenciar a los defensores de las mujeres, del medioambiente y de los DDHH. El repudio nacional e internacional que causa su muerte, revela la incapacidad y la complicidad del Estado de Honduras. Berta contaba con medidas cautelares a causa de las amenazas recibidas. Honduras llora y condena el asesinato de una luchadora implacable por la soberanía de nuestra biodiversidad y recursos naturales que, por el contrario, el actual gobierno, únicamente se dedica a concesionar (privatizar).” -¿Cómo se ha desenvuelto el capitalismo hondureño y su Estado en los últimos tiempos? “El partido Libre (Libertad y Refundación), del cual formo parte, nace para denunciar estos hechos de violencia del Estado. Libre colaboró para que la policía-militar no pasara a ser nombrada constitucionalmente. Sin embargo, Honduras es un Estado militarizado, y en el curso de estos años aumentó el número de uniformados, como el número de asesinatos y de hechos violentos. El actual gobierno se ha encargado de manipular y maquillar las cifras de homicidios recurrentes en la sociedad hondureña, intentando reducirlas. Y aunque los medios de comunicación hegemónicos pretenden ocultar el horror, la violencia es demasiado evidente. Al respecto, las redes sociales han aportado a la comunicación verdadera y alternativa. Esas vías son las utilizadas por las organizaciones populares en contra de los intereses de los imperialismos, los tratados de libre comercio (asimétricos), etc. En la bancada de Libre en el congreso hondureño, somos testigos de cómo a diario se firman contratos multimillonarios con empresas estadounidenses, con capitales chinos y canadienses, mientras la población ni siquiera logra enterarse de ello. Resulta aberrante cómo el régimen en curso está entregando la soberanía hondureña a capitales norteamericanos y a otros grandes capitales soportados por los Estados centrales del mundo. Por ejemplo, además de la venta “clásica” de los recursos naturales, ahora se regala soberanía mediante los proyectos ligados a las llamadas Zonas de Desarrollo Inteligente, que consisten en privatizar nuestras regiones, playas, carreteras, recursos, con el fin de beneficiar a un grupo de elite empresarial nativa y/o a la inversión transnacional.” 198 “Si el objetivo de los culpables del asesinato de Berta fue sembrar terror entre la gente, en la realidad, el efecto es absolutamente contrario” -El repertorio privatizador, de súper explotación del trabajo humano y la expoliación de la biodiversidad, es conocido en Chile desde mediados de los 70 del siglo XX, y tiene que ver con la presente fase del capitalismo, la financiarización mundial y el saqueo incesante de materias primas, como una manera desesperada del capital por contrarrestar la caída de su tasa de ganancia. Ya sabemos cómo se manifiesta en Honduras a través del asesinato de Berta Cáceres y del propio testimonio que haces como parlamentaria de Libre. “A las y los hondureños ese programa se les vende muy bonito, como “desarrollo”, como “más empleo”, etc., cuando es todo lo contrario. Honduras está situada geopolítica y económicamente en una zona estratégica que facilita la circulación de todo tipo de mercancías. Ahora bien, después del golpe de Estado de 2009, el pueblo hondureño se lanzó a las calles para expresar su disconformidad como jamás en la historia contemporánea del país y organizado por medio del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP). Justo en la administración ejecutiva del gobierno de Juan Orlando Hernández y hace pocos días atrás, comenzó a levantarse nuevamente el movimiento popular, pero de una manera superior al propio FNRP, como resultado de la corrupción por arriba que reina en Honduras. Y con el asesinato de Berta, este nuevo ciclo de lucha popular se ve nutrido de más razones. Existe una enorme necesidad de la gente, a todo nivel, de tomar con mayor brío las causas que abrazó Berta, por un lado, y de exigir justicia y no a la impunidad frente al crimen, por otro.” -¿Qué sentido político tiene lo que dices? “Que el pueblo de Honduras retoma ahora nuevamente las calles y la lucha social y política. El gobierno de Juan Orlando Hernández entró en crisis porque lo que significa Berta para el mundo y su rol cómplice al no haber respondido a la seguridad de ella. Creo que otra vez Honduras se levanta convencido de que los únicos que podemos cambiar el futuro y hacia dónde va el país, es el pueblo mismo y en las calles. Si el objetivo de los culpables del asesinato de Berta fue sembrar terror entre la gente, en la realidad, el efecto es absolutamente contrario.” -En el plano de la crítica y la autocrítica, ¿las fuerzas de la democracia radical y el antifascismo en Honduras, de alguna manera, subordinaron a esas mismas fuerzas sociales a la mera lucha electoral en un momento dado y, en consecuencia, la lucha 199 institucional comportó un cierto abandono de la potencia estratégica del movimiento popular en acción? “Al respecto, debo también hacerme responsable de conducirnos por una vía de lucha, descuidando la otra. Por eso Berta significa tanto. Porque ella, a pesar de la desorganización del movimiento popular, continúo en las calles y en la movilización. El FNRP en algún momento se convirtió también en un brazo electoral. Creo que, desde mi posición de diputada, es preciso replantear la lucha social y hoy es una inmejorable oportunidad para ello.” -¿Qué significa luchar desde una institucionalidad con las características del Estado hondureño? “Muy poco. Ganamos algún espacio de visibilización en los medios masivos de comunicación, y con los límites editoriales que esos mismos medios nos imponen.” -¿Cómo funcionan estas “dictaduras de nuevo tipo”, donde una fracción de la disidencia puede tener presencia minoritaria en el poder legislativo del Estado? “No existe independencia de los poderes del Estado; un poder del Estado se impone sobre otro; los que dieron el golpe de Estado instalan a los miembros de la Justicia que sólo a ellos les convienen. ¿Recuerdas que el origen del golpe de Estado, al menos formalmente, fue que el legítimo presidente de Honduras hasta el 2009, Manuel Zelaya, pretendía realizar una consulta sobre si el pueblo deseaba realizar una asamblea constituyente? Pues ahora, Juan Hernández tiene en sus manos la sentencia de la Corte de Justicia donde él cuenta con la facultad de reelegirse cuando, supuestamente y en su momento, acusaron a Manuel Zelaya de lo mismo. Así, la dictadura manipula el congreso nacional y el poder judicial. En este sentido, es importante constatar que hoy la gente es más crítica y más política; se informa más de los movimientos de la dictadura. Por eso hoy nuestro pueblo sabe que existe corrupción, que hay violencia, que hay un 95% de impunidad, etc. Todo redunda en que el actual gobierno es tremendamente impopular y nadie lo quiere. Ni siquiera quienes lo votaron. Por tanto, al régimen no le queda otro recurso más que el de la fuerza, la intimidación y el terror militar para sostenerse. Ahora bien, yo sí confío en las fuerzas del pueblo y en que el Partido Nacional dejará de gobernar. Soy una convencida de que debemos y podemos aprender de los errores.” Notas. 1. http://libre.hn/ 2. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209601&titular=asesinada-ladirigente-ind%EDgena-berta-c%E1ceres200 3. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=185107 Daña Trump relación con EU, advierte EPN; No hay crisis; hay estabilidad, afirma ‘Sin reforma fiscal, quién sabe de qué magnitud habría sido el recorte’, indica; no se puede pretender culpar al gobierno por caso de los 43, dice el Presidente http://beta.noroeste.com.mx/publicaciones/view/daa-trump-relacin-con-eu-advierte-epn-no-haycrisis-hay-estabilidad-afirma-1013934 MÉXICO (UNIV)._ Las reformas estructurales realizadas durante su administración y el efecto que considera que tendrán para el desarrollo del País. La situación económica de la Nación. Su visión sobre las implicaciones que tendrá para la relación bilateral las próximas elecciones en Estados Unidos, y su postura frente a los procesos electorales de 2016 y 2018 en México, así como su reflexión sobre el populismo, son algunos de los temas sobre los que conversa el Presidente Enrique Peña Nieto en entrevista con El Universal. Las reformas y la economía Presidente, estamos a la mitad de su sexenio, los primeros tres años podrían caracterizarse como el periodo de las reformas estructurales, ¿podría ya realizarse un corte de caja para saber si cumplieron las expectativas o si se quedaron cortas? —Al contrario. Creo que lo que este gobierno se ha propuesto hacer, y así lo continuaremos haciendo de manera perseverante, es romper barreras, romper eso que nos impide ir a un mayor paso, mucho más acelerado, en favor del desarrollo de México. Somos una gran Nación, con un enorme potencial. Muchos beneficios ya se empiezan a apreciar que son consecuencia de las reformas, pero lograr la debida instrumentación de éstas es parte de todo un proceso que toma su tiempo y que este gobierno no va a dejar de atender. Fue un gran paso materializar 13 reformas estructurales, producto de un pacto, de un acuerdo entre las principales fuerzas políticas es algo único para el país, que no había ocurrido, es algo que no estaba ni siquiera pensado. Y hoy como está el contexto internacional, la verdad es que no hay otra Nación en el mundo que en los años recientes hubiese impulsado una agenda de reformas como la que México logró consolidar en el contexto de un país democrático y plural. Hablando de ese entorno mundial difícil, y las circunstancias propias del País, al parecer ha habido una instrumentación irregular de algunas de estas reformas. ¿Cuáles lo han dejado más satisfecho en este inicio de instrumentación, de aplicación y cuáles, digamos, están rezagadas? —Yo diría que todas van en ruta de su debida instrumentación, hay otras que no han concluido su proceso de legislación secundaria, por ejemplo, el Sistema Nacional Anticorrupción, pero yo espero que en este proceso legislativo se dé. 201 A ver, 13 reformas alcanzadas, primero, ante la definición de una agenda, su procesamiento legislativo, no sólo para cambiar la Constitución, sino para hacer la legislación que deriva de la Constitución, en tres años, es un gran logro como Nación. Y creo que en este primer semestre, en este periodo legislativo, habrá de concluirse la parte normativa y legislativa de algunos de los temas de la agenda de cambios estructurales. En el orden económico, la reforma energética, la de telecomunicaciones y la financiera están dando sus efectos, la fiscal misma, con lo polémica que puede resultar una reforma en esta materia. [De] no haber hecho la reforma fiscal, hoy ante la caída en los precios del petróleo, lo cual era difícil haber adivinado y advertir, el gobierno hubiese tenido que hacer eventualmente un ajuste todavía mayor, quién sabe de qué orden y magnitud. La reforma financiera nos está permitiendo que haya mayor crédito. La reforma energética está en su proceso de instrumentación; además, con un mecanismo de transparencia que ha sido así reconocido fuera y dentro de México. Hoy la inversión extranjera, que ha alcanzado también niveles récord e históricos, seguro estoy que todavía vendrá aún mayor inversión, porque la que hoy se tiene no considera, ni siquiera registra la que potencialmente podrá venir derivado de la reforma energética, en la que es de esperarse haya importantes inversiones e importante generación de empleo. Si nos vamos a lo social, ahí he destacado que quizás la más importante y la de calado mucho más profundo es la reforma educativa, y creo que la sociedad en general ha apreciado las dificultades, los escenarios complejos que se han tenido que vivir y enfrentar para instrumentarla. Presidente, permítame regresar al tema de la reforma energética. El impacto de esta reforma al parecer fue mermado por el desplome del mercado petrolero, ¿en general de qué tamaño es esta merma? —Creo que hay que enfrentar este escenario, que lo están enfrentando los países productores de petróleo, pero también advierto que no es un escenario permanente. Lo que sí es un cambio de modelo es lo que permite la reforma; de ahí que en su instrumentación [ya] se ha apreciado y se ha observado que hay empresas resueltas a hacer inversiones importantes, que tendrán materialización en mediano y largo plazo, no obstante este escenario de precios internacionales del petróleo muy bajos, pero [así] han sido los precios del crudo siempre, suben, bajan, suben, bajan. Lo que es un hecho es que la reforma, sin duda, tiene un enorme potencial. La reforma energética rompe una barrera, precisamente, o rompe un obstáculo que había para que todos estos recursos que nos puedan hacer un país mucho más atractivo, que genere más empleo, mayor inversión productiva, se pueda dar a partir de un marco mucho más abierto, que sobre todo posibilita que haya inversión privada. La reforma da un enorme potencial a México, no de muy corto plazo; lo que estamos viviendo en cuanto a los precios del petróleo es un escenario, no puedo decir cuándo concluirá o cuándo habrá un 202 mejor escenario en el precio del petróleo, es difícil predecirlo y menos hacer pronósticos en algo que parece que históricamente nunca ha tenido palabra, que es el precio del petróleo. Sobre este tema, ante la caída de los ingresos petroleros, ¿cuáles son las alternativas para apuntalar la economía? —Hay una muy clara: actuar con gran responsabilidad en el manejo de las finanzas públicas, lo que nos ha llevado a hacer un ajuste en el gasto del gobierno. ¿Por qué? Porque el gobierno hoy tiene una menor dependencia de los ingresos del petróleo, el gobierno, no la economía. De hecho, hoy nuestra economía no es una economía que dependa del petróleo, tiene un componente en la actividad petrolera, pero no es la actividad predominante como quizá lo fue hace 30 años, en los años 80, cuando éramos prácticamente una economía petrolizada, que dependía del ingreso petrolero. Nos hemos diversificado, somos una economía abierta, una economía competitiva y que cada vez lo es más; somos una economía que depende mucho de su comercio, de las manufacturas, de su propia dinámica interna, en el consumo que hay en la economí a interna. El gobierno, ante este escenario, ha actuado con responsabilidad, hacer un ajuste. Dos serían las otras formas de hacer frente a este escenario de precios del petróleo. Una, contratando más deuda, lo cual me parece que en este escenario internacional de gran incertidumbre no es la ruta responsable ni correcta. La otra sería recurrir a nuevos impuestos, lo cual tampoco el gobierno ha decidido hacer; yo, además, hice un compromiso de no promover o proponer nuevos impuestos en mi administración. Todavía recuerdo que cuando llegamos a la administración, el precio del petróleo debió estar arriba de los 70 dólares, hoy está por los 25, o sea, es una caída de más de 200 por ciento. Entonces, estamos actuando de manera responsable. Pilar de la economía durante décadas, Pemex vive, así lo dicen los especialistas, una grave crisis. ¿De qué tamaño es el problema que tiene la empresa? ¿Tiene solución? —A ver, yo creo que tiene solución. Estoy convencido de que Pemex es una gran empresa del Estado mexicano, una empresa productiva, una empresa que va a entrar en un mercado de mucho mayor competencia, porque habrá otras empresas que se instalen aquí. Y Pemex, como le ocurre a todas las empresas petroleras del mundo, está teniendo que enfrentar este escenario de precios bajos del petróleo. ¿Por qué están bajos los precios? Porque hay mucho petróleo en el mundo, porque hay inventarios muy amplios en el mundo. La oferta es mayor a la demanda. Sabemos que las economías en el mundo no están creciendo. Hay incertidumbre sobre el crecimiento que eventualmente China pueda tener, que es un motor importante de la economía mundial, y si ésta decrece, pues obviamente la demanda de energéticos será menor, y con tanta oferta, pues evidentemente los precios se han derrumbado. 203 Pemex vive un escenario, como lo están viviendo todas las empresas petroleras del mundo, teniendo que ajustar su gasto, teniendo que eficientar sus procesos, teniendo que posponer, quizá, proyectos de inversión, y a final de cuentas, ajustarse, pues, a lo que el mercado les está obligando a hacer: ajustarse y ser más eficientes. No es que Pemex tenga por sí una enorme crisis, yo creo que está viviendo la crisis, el problema y los retos que cualquier empresa petrolera en el mundo tiene en estos momentos. ¿Se podría garantizar ante ese escenario, en el ámbito internacional e interno, que no se vivirá una nueva crisis económica? —Lo que estamos haciendo es, precisamente, para evitar que eso ocurra. Estamos actuando con responsabilidad. Precisamente, en un escenario inédito que hoy vive el mundo, y lo estamos viendo: países, economías que están temiendo descalabros mayores, o más bien momentos críticos. Lo que estamos haciendo es, precisamente, para preservar nuestros fundamentos macroeconómicos, para preservar las condiciones que nos permitan cuidar la estabilidad económica del País, que yo creo que es, sin duda, la tarea más importante, la prioridad mayor que tiene este gobierno: cuidar nuestra solidez macroeconómica, que nos permita garantizar estabilidad en nuestra economía. ‘Condeno dichos de Trump’ ¿Le preocupa, Presidente, que Donald Trump pueda llegar a la Presidencia de Estados Unidos? —Yo creo que no. Es evidente que no se puede compartir la visión, ni los posicionamientos que este actor y aspirante a la Presidencia ha tenido. Por supuesto que no comparto y, al contrario, soy de los que lamenta y condena ese tipo de expresiones, que me parece claramente son por un desconocimiento de México. Quien denosta o llega a hablar mal de México es porque no conoce México. Quien habla mal de los mexicanos, es porque no conoce a los mexicanos. Y no conoce, realmente, la importante contribución de millones de mexicanos que han decidido buscar o encontrar oportunidad de vida y de realización en otro país, como es en el caso de Estados Unidos. Pero a final de cuentas es una probabilidad. No sabemos aún qué depare esta definición de política interna que ocurre en EU. Mi gobierno será absolutamente respetuoso de su proceso. (Pero) no puedo, condeno, por supuesto, y no estoy a favor de este tipo de posicionamientos. Me parece que lastiman una relación que México ha buscado con EU de puentes, de diálogo, de acercamiento, de buscar soluciones a problemas comunes, a través de acuerdos y de tareas compartidas. Pero no a través del rompimiento. Son muchas voces que han apuntado, creo que correctamente y, además, descalificado estos señalamientos, a veces discriminatorios, que hay de algunos actores que juegan en la política norteamericana. 204 Pero México y este gobierno, particularmente con quien resulte electo Presidente de EU, a finales de este año, buscarán siempre la ruta del respeto mutuo, del diálogo constructivo y de puentes que nos permitan, realmente, construir una mejor relación, y una complementariedad, a partir de las fortalezas de cada nación. El Chapo y Ayotzinapa En el tema de la seguridad, ante la eventual extradición de “El Chapo”, ¿no debería Estados Unidos garantizar que el capo pasará el resto de sus días en prisión? —En este caso lo que debe aplicarse no es lo que uno piense, sino lo que en derecho corresponda. Y es innegable que de quien hablamos es de un delincuente de alta peligrosidad, con una historia muy señalada por delitos cometidos, y que tendrá que enfrentar los procesos legales aquí y allá. La extradición no es más que un mecanismo que los países tienen para permitir procesos en los que se imputa la comisión de determinados delitos. ¿Cuál debe ser la pena? Yo no soy juez, corresponderá a los jueces determinar penas, sanciones y tiempo. Pero lo que es un hecho y lo debe garantizar el gobierno, es que este, y cualquier otro delincuente, enfrente el proceso que deba seguirse en la Corte o ante la instancia judicial que corresponda. —Al parecer, el caso Ayotzinapa se empantanó. Todo apunta a que habrá dos versiones irreconciliables sobre este evento. ¿Tendría el Estado mexicano que acostumbrarse a vivir con ese estigma, según el cual es responsable de la desaparición de los 43 normalistas? —Con honestidad, es el primer tema en el que sí tengo una posición muy clara. Yo creo que aquí no se puede ni señalar, ni siquiera pretender culpar al Gobierno federal de tener que ver con este tema muy lamentable. Todos lamentamos lo ocurrido en Iguala. Al contrario, ahora resulta... [el] gobierno lo único que quiso hacer es ser apoyador en este hecho tan crítico. La Procuraduría [General de la República] se ha ocupado de hacer una investigación a fondo, de hacerla lo más transparente, y tan lo quiso hacer de esta forma, que pidió que hubiese coadyuvancia de una instancia de orden internacional. Y evidentemente creo que tendremos, a final de cuentas, el informe que espero sea más coincidente; pero lo que sí hay que dejar en claro es que sólo hay una instancia de autoridad. México tiene una instancia de autoridad a la cual corresponde resolver y tener definición sobre este tema. Todo lo demás no ha sido más que un ánimo de apertura y de disposición para mostrar lo que la Procuraduría ha venido haciendo, ha venido impulsando y trabajando, pero la responsabilidad legal e institucional la tiene la Procuraduría, y la tendrá en su momento el orden judicial para determinar lo que corresponda, a partir de las averiguaciones que realice la Procuraduría. 205 ¿Está en deuda el Congreso en materia de seguridad y de combate a la corrupción, en la medida en que están frenadas las iniciativas en la materia? —Yo creo que está en la oportunidad de abrir el debate sobre ese tema, y yo creo que lo habrá de hacer. He recogido expresiones en favor de avanzar en estos temas, y espero que ocurra así e n este periodo legislativo, tanto en el tema de seguridad como en el tema del Sistema Anticorrupción. ¿Son una prioridad? —Sin duda. Son iniciativas presentadas ya hace varios meses, sino es que más de un año, y veo el escenario posible de que el Congreso pueda debatir sobre esos temas y, finalmente, agotar ya lo que es la conclusión del proceso legislativo. ¿Mando Único o Mando Único Mixto? —Yo estoy en favor del Mando Único, que es el sentido de la propuesta presentada, pero lo importante es finalmente, encontrar el mecanismo que fortalezca y contribuya a dar seguridad en las distintas regiones del País. Admito que cada lugar puede ser distinto, diferenciado. Corresponderá a los legisladores debatir sobre cuál es el mejor modelo. La propuesta hecha es la del Mando Único Estatal, para tener 32 policías o corporaciones policiacas fuertes, sólidas, preparadas, capacitadas y equipadas. Pero a final de cuentas, ya está en el legislador encontrar si ante esa alternativa hay alguna que pueda tener una condición un tanto ecléctica, híbrida, o algún modelo alterno. Lo importante es que se avance. Lo importante es que hay una coincidencia: la necesidad de fortalecer la capacidad operativa que se tenga en cada entidad en materia de seguridad pública. Creo que ese es el punto de coincidencia. ¿Qué acciones prepara su gobierno para responder a las críticas de organismos internacionales, recientemente Amnistía Internacional, sobre violaciones a los derechos humanos? —México no ha dejado de reconocer que hay retos en esta materia. Pero, al mismo tiempo, hay que reconocer que el gobierno ha tomado acciones y decisiones para asumir un compromiso serio en este tema. De eso no hemos escuchado mucho. A veces, recogemos más el señalamiento, y poco el reconocimiento a lo avanzado. Hemos avanzado, se han creado protocolos. Las áreas en materia de seguridad se ciñen a distintos protocolos para preservar derechos fundamentales. Hay un compromiso real, decidido. Cuando haya incumplimiento, cuando se falte o se exceda, tendrán que enfrentar a la justicia y enfrentar las sanciones. ‘La sociedad dirá si cumplí’ 206 ¿No teme que su Presidencia sea recordada más por temas como Tlatlaya, Ayotzinapa, o el de la Casa Blanca, que por sus reformas? —Mira, no me corresponde hacer una calificación ni, sobre todo, definir cuál será el legado de esta administración. Creo que como ha sido tarea de todo Presidente, y debo decirlo porque así lo siento, mi compromiso es hacer mi mayor esfuerzo para que a México le vaya bien. Nadie llega a esta tarea, a la responsabilidad de ser Presidente, no lo he hecho yo, buscando cómo impido que México avance o qué frenos le pongo a México. Todo lo contrario. Mi dedicación, mi empeño, mi entrega, ha sido para que a México le vaya mejor, para que podamos avanzar, para que podamos romper obstáculos. Y será, a final de cuentas, la sociedad la que determine si he cumplido con tal propósito. Yo me fijé objetivos, hice compromisos específicos. Asumí una tarea y una visión de hacia dónde debíamos transitar como Nación, y creo que hemos venido avanzando y siendo coherentes con esa ruta trazada. Hemos impulsado cambios, reformas, venimos derribando obstáculos. Y creo que en esta medida se está procurando bienestar para la sociedad mexicana. Esa será para mí la satisfacción que podré tener, el haber logrado avanzar en este propósito, y quedará en el juicio de la sociedad determinar si así se ha cumplido, a satisfacción, con lo que me comprometí siendo candidato, y una vez asumiendo la Presidencia de la República. Elecciones 2016, camino a 2018 y el populismo Ya están en puerta las elecciones en una docena de estados, ¿teme un voto de castigo para su partido, el PRI, por lo que se percibe como un mal momento económico? —Yo creo que es, y perdón que insista, pero yo creo que esta reiterada percepción de que hay un mal momento económico, yo no lo aprecio así, y de verdad... (si) algunos están empeñados en decir que hay un mal momento económico, pues se ve que no conocen lo que está pasando en el mundo, para entonces valorar lo que sí ocurre en México. Primero: Somos una economía emergente, pero tenemos indicadores que nos permiten ver que nuestra economía avanza; tenemos una economía que está creciendo, que se contrasta con la gran mayoría de los países del mundo, que no están creciendo. Segundo: Tenemos uno de los niveles de inflación más bajos que históricamente se habían registrado en el País, desde que se mide la inflación, desde hace 46 años, desde 1970; hay empleo, más empleo como no lo había habido antes, este es el trienio, de las últimas cinco administraciones, en el que más empleo se ha generado. Entonces, frente a estos indicadores, decir que la economía está mal... bueno, no está quizá en el escenario óptimo que todos desearíamos, pero tampoco está en una crisis, no tenemos ninguna crisis económica, tenemos un momento de estabilidad y, creo, de potencial de crecimiento mayor en cuanto se despeje de mejor manera el escenario internacional, porque no somos un País aislado, no tenemos una economía que no dependa de lo que pase en el mundo, ningún país la tiene. 207 Quizá la incertidumbre de lo que pueda ocurrir en esos países de mayor tamaño y motores de la economía es lo que hace que se genere esta gran volatilidad de incertidumbre económica, pero dentro de ese contexto México está teniendo un desempeño razonable, un desempeño adecuado. Debo decir que si desagregáramos lo que impacta el precio del petróleo en la economía, podemos observar que en los últimos tres años nuestra economía ha venido creciendo a tasas mayores a lo que lo han hecho otros países. (Además) hemos tenido cifras de ingresos por remesas importantes; por primera vez en 20 años somos superavitario en nuestra balanza comercial respecto a las exportaciones que hacemos de productos agroalimentarios, es decir, nos estamos convirtiendo en una potencia agroalimentaria. Somos de los principales países productores de proteína animal, de huevo, de carne, de jitomate, de limón. A ver, somos ese tamaño de País. Entonces, cuando hay quienes apuntan “Es que nuestra economía está mal”, bueno, se ve que no conocen el mundo, se ve que no están en otra parte del mundo, para entonces poder apreciar y valorar cómo está desempeñándose la economía en nuestro País. No vamos más rápido porque el mundo no lo está permitiendo, pero estamos caminando y estamos yendo hacia adelante. Recientemente se dio a conocer, de manera extraoficial, una lista de 10 presidenciables del PRI rumbo a 2018; entre ellos, los secretarios Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray, Aurelio Nuño, el líder del PRI, Manlio Fabio Beltrones, en fin... ¿Cómo ve ese grupo? —Yo creo que cuando estás en la política es inevitable que quienes hacen política y que están en el activo, obviamente sean los considerados para entrar en una contienda político-electoral el día de mañana. No creo que ningún partido el día de mañana saque de la chistera a alguien que ni siquiera haya figurado entre los actores que vienen haciendo política. Lo normal y regular es que pase esto. Pero creo que todavía estamos a distancia, no mucha, pero sí a cierto grado de distancia de que eso pase. Creo que se trata del deporte favorito de muchos: el hacer especulación, el hacer futurismo, pronósticos adelantados. Es lo que vamos a estar viendo de aquí a que llegue ese momento, pero nada que esté fuera de lo ordinario y de un proceso regular para la definición de los candidatos de cada partido. ¿Pero cómo ve a ese grupo, insistiría? ¿Robusto? ¿Solvente? —La solvencia dependerá del desempeño de cada uno y de cómo a final de cuentas estén evaluados al interior de cada partido y entre la sociedad. Qué bueno que dentro de cada partido; y si me preguntas, valoro y creo que será bueno para el partido que yo represento hoy en el gobierno, actuando de forma muy imparcial, el que en el PRI, como creo que ocurrirá en los otros partidos, haya alternativas, tenga distintos actores políticos entre 208 los cuales eventualmente pueda definir quién será el representante para la contienda de 2018, que veo todavía a distancia. Pero faltan dos años para eso, o quizá un poco menos que eso. Hay quienes dicen que ya está a la vuelta de la esquina. ¿Qué papel va a jugar el Presidente en este proceso de sucesión? —De actuar con absoluto apego al marco legal, porque además, así lo he acreditado en cada proceso, como autoridad y estando al frente del Gobierno de la República, generando las condiciones de armonía social, de civilidad, de acuerdo, de apoyo a las instancias, en apego a derecho a las instancias reguladoras del proceso electoral. Así lo he acreditado en todos los procesos que hemos vivido hasta antes de ahora y así será en lo que resta de mi administración; actuar con gran imparcialidad y de generar y de propiciar, junto con los gobiernos locales, las mejores condiciones... que den espacio al ejercicio de una justa democrática que se habrá de vivir en 2018, y todas las que tengan que darse de aquí a esa fecha de manera local. En varios momentos se ha referido a los riesgos que trae el populismo. ¿En el escenario de 2018, ve manifiesto el peligro del populismo? —El tema del populismo, y lo he dicho, lo mismo puede haber populismo de izquierda o de derecha. Lo que hay que entender es qué es el populismo. Yo lo entiendo como la forma estridente y simplista de plantear soluciones a problemas que no se resuelven de manera fácil. Cuando el mundo ha vivido momentos álgidos, tensos, difíciles en el escenario económico, ha dado espacio a voces de actores que proponen soluciones, sean de derecha o de izquierda, simples, sencillas y fáciles, como si así pudiera ocurrir. Y donde hemos visto (su) arribo en la conducción de diferentes gobiernos, en diferentes partes del mundo, que lamentablemente han llevado a la historia misma de la humanidad a escenarios muy complejos. En el caso de México vamos en ruta de consolidarnos institucionalmente. Hemos tenido relevos o transiciones, creo, no exentas a veces de escenarios complejos, pero, a final de cuentas, de forma regular cada seis años. Y creo que el país está avanzando. Está creciendo. No libre de enfrentar problemas, retos, como los tendrá hoy y mañana... Pero lo crítico y grave sería trastocar y alterar o desbarrancar esta ruta institucional que México ha venido siguiendo en las últimas décadas. El México de hoy es muy distinto del de los años 60, de los 70, de los años 80. Somos un País mucho más consolidado, con mayores oportunidades para su gente. Ese es el México de hoy. Esta es la ruta que debemos seguir. Nada se construye de la noche a la mañana. Y el populismo cree que esto puede cambiarse en un santiamén. Eso no existe. Permítame preguntar, ¿AMLO, en el caso de México, de la izquierda, representa ese escenario? 209 —Yo no quisiera estigmatizarlo y hacer señalamiento a algún actor en particular, sino más bien definir lo que es populismo. Entonces, pues cada quien que se ponga el saco, y a quien le venga. No me refiero a algún actor en particular cuando hablo de los riesgos del populismo, pero es evidente que hay actores que en sus posicionamientos —y no quiero identificarlos por nombre, pero que cada quien, a final de cuentas, lo haga en relación con lo que significa ser populista—. Hay actores, y lo vemos en el escenario global, en el escenario local, en todos los escenarios, con este ánimo un tanto estridente de rompimiento que no será, sin duda, la mejor ruta que el país pueda seguir. l País desnuda la explotación infantil en Granada http://www.trincheraonline.com/2016/02/15/el-pais-desnuda-la-explotacion-infantil-en-granada/ *Explotación sexual infantil o turismo responsable: Cerca de 20,000 niños, niñas y adolescentes nicaragüenses son víctimas de explotación sexual en alguna de sus manifestaciones *El auge del turismo Granada (Nicaragua) ha propiciado un aumento drástico en el número de niñas, niños y adolescentes prostituidos y abusados sexualmente Álvaro Fuente Granada (Nicaragua) La ciudad de Granada es sin duda uno de los destinos turísticos más conocidos de Nicaragua. Los antiguos edificios de una de las primeras urbes fundadas por los españoles en tierra firme hace casi 500 años, sus pintorescos colores, su arquitectura colonial y el majestuoso lago Cocibolca atraen a más de medio millón de visitantes al año. Pero este desarrollo viene de la mano de un notable y preocupante crecimiento de la prostitución sexual comercial. Una lacra social aún más acentuada por que la gran mayoría de las trabajadoras sexuales son menores de edad. Según la Federación Coordinadora Nicaragüense de ONG que trabajan con la Niñez y la Adolescencia (Codeni), cerca de 20,000 niños, niñas y adolescentes nicaragüenses son víctimas de explotación sexual en alguna de sus manifestaciones como pedofilia, pornografía, prostitución, turismo sexual o trata de menores. Sin embargo, es muy difícil cuantificar el número exacto por el carácter encubierto de la actividad y la vinculación a redes de intereses económicos, lo cual puede restringir la voluntad de ciertos sectores a combatir esta problemática. Cuando cae la noche, la ciudad de Granada sigue manteniendo un ritmo trepidante. Los mercados y los comercios van cerrando pero los locales de ocio ya han abierto sus puertas. La ciudad a diario se viste de fiesta, sobre todo en una de las principales arterias turísticas: La Calzada, donde la algarabía y el alboroto de los turistas se entremezclan con la música de los bares, las canciones más románticas de los mariachis que rondan a las parejas y los ofrecimientos de los vendedores y vendedoras ambulantes. A las niñas se les conoce como chicleras porque llevan canastos con dulces que venden a los visitantes pero algunas, en realidad, ofrecen sus servicios sexuales. Son menores de 12 a 17 años de edad que suelen 210 lucir ropa ajustada y un excesivo maquillaje para intentar ocultar su juventud. Es una buena tapadera para buscar algún encuentro sexual a cambio de unos dólares y no llamar demasiado la atención. Rosa es una niña vivaracha y sonriente de 13 años, y a pesar de su maquillaje aparenta poco más edad. Vende semillas de marañón a los turistas en la calle de la Calzada. Llega del barrio Solidaridad, a las afueras de Granada, acompañada de su hermano de 12 años y una hermana de ocho, que se dedican a ofrecer frutos secos en unas pequeñas cestas de mimbre. Su madre les prepara las bolsas en varios tamaños y, si no venden lo suficiente, tendrán que irse a casa caminando de madrugada con castigo asegurado. Pero desde hace dos años cree que las cosas le van mejor desde que, por medio de una amiga un año mayor que ella, ha entrado en el negocio de la prostitución. “Tengo varios amigos que me cuidan cuando vienen a Granada, les hago compañía y a cambio puedo llegar a casa en taxi y con plata suficiente. Mi hermano se queda cuidando a la pequeña durante unas horitas. No saben nada, les digo que voy a intentar vender por otra calle y al regreso me deshago de mis marañones para que nadie sospeche”, admite. Según Karla Sequeira, coordinadora de la Asociación-Comité de la Niñez y la Familia (Aconifa), en la ciudad transitan a diario al menos 50 niñas y niños en situación de explotación sexual comercial, la mayoría víctimas del turismo sexual practicado principalmente por extranjeros, aunque también hay nacionales. Para Sequeira, Granada es un potencial destino para el turismo sexual infantil y urge retirar a los menores que permanecen en riesgo por las calles. En un informe publicado por el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP) Granada no solo atrae por su belleza colonial, el turismo sexual es una práctica que se desarrolla a vista de las autoridades y de la población en general. “Existen niñas y niños en las calles en situación de riesgo, quienes son percibidos como “objetos y mercancía”. Se tiende a culpar a la familia, principalmente a las madres que en algunos casos se prestan a explotar sexualmente a las hijas, dejando en la impunidad a los explotadores y demandantes sexuales”, indica el informe. En el caso de Ninoska, una niña de 14 años, el entorno familiar ha sido el detonante para llegar a vivir en la calle. Su padre está en la cárcel por trata de personas, y su madre llegó a prostituirse porque lo que ganaba en su puesto de verduras del mercado era escaso por su afición al alcohol. Su hermana mayor se prostituye los fines de semana para pagarse los estudios. Ninoska creció entre el maltrato: “Desde que tenía unos siete años de edad mi mamá me enviaba a diario desde las cinco de la mañana al puestito, y después hasta las siete de la tarde a las calles a vender cigarrillos y chicles. No podía regresar a casa si no vendía todo porque me pegaba. Un tío de mi papá llegó también tomado y una vez me violó. Me dió mucho asco pero también mucha fuerza: le intenté machetear y nunca más se me acercó. A mi mamá siempre me la encontraba tomada y dormida. Yo aprovechaba para salir con algunos de los clientes de mi hermana y desde entonces soy la que lleva la comida a casa”. 211 Según Unicef, el abuso de menores en el seno de la familia es un fenómeno común en los estratos más desfavorecidos de América Latina. En demasiados casos supone un camino directo a la prostitución. El 47% de las niñas prostitutas en Centroamérica han sido víctimas de abusos sexuales y violaciones en sus hogares, y casi la mitad de ellas se inicia en la prostitución entre los 9 y los 13 años, asegura la agencia de las Naciones Unidas. En Nicaragua, el 68% de los abusos sexuales a menores es dentro del propio hogar. A las niñas se les conoce como chicleras porque llevan canastos con dulces que venden a los visitantes pero algunas, en realidad, ofrecen sus servicios sexuales Además, el entorno contempla factores socioeconómicos y culturales como la pobreza, el desempleo, la falta de acceso a una educación de calidad, la migración, la desarticulación familiar, la escasez de espacios de recreación, la discriminación o el machismo, factores que facilitan la existencia no solo de una demanda, sino de cierta tolerancia social ante la explotación sexual comercial. Son muchos los menores en situación o riesgo de que no cuentan con acceso a salud primaria y especializada ni atención psicológica o orientación jurídica y que, en general, se enfrentan a una evidente desinformación sobre sus derechos. Coralia Domínguez es oficial especializada en la trata de personas de la policía nacional en Granada. “Fue en el 2010 cuando se creó un protocolo de actuación junto a instituciones gubernamentales y comisiones de la niñez para luchar contra esta lacra. Uno de los problemas que nos encontramos para detectar a los explotadores y a las menores que son víctimas es que a veces son las propias madres o familiares quienes las prostituyen y cuando son llevadas ante las autoridades, ambas se cubren y no denuncian el hecho”, apunta. “En Granada la explotación sexual infantil como actividad sexual remunerada se manifiesta principalmente como pornografía infantil y turismo con fines sexuales”, asegura Karla Sequeira, También añade: “En un sondeo realizado junto a Unicef se demostró que esta ciudad se vendía como un destino de explotación sexual”. Dato que confirma Coralia Domínguez: “De hecho, nos encontramos con un hotel que realizaba mensualmente un concurso de míster a chicos menores de edad. El que ganaba era el más solicitado por los clientes. Se publicaba en internet y se subastaban al mejor postor. Sus fichas con fotos incluidas eran escandalosas. Figuraba su altura, peso, color de ojos y tamaño del pene. Fue cuando decidimos aunar fuerzas y junto a instituciones gubernamentales asumimos como factor de riesgo el turismo sin control alguno”. Sequeira también indica que un trabajo realizado por estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua demostró que varios hoteles se vieron implicados al permitir que menores de edad ingresaran a sus instalaciones con turistas a sostener relaciones sexuales. “Los propios turistas a la hora de realizar la reserva en el hotel, solicitaban a un chaval o chavala en el paquete de su estadía en el hotel, y claro, se les permitía. Muchos aquí pensaban que eso era lo normal”, apunta. En abril de 2004, promovido por Unicef y diversas instituciones, como el Instituto Nicaragüense de Turismo (INTUR) o la Cámara Nacional de Turismo (CANATUR), la Comisión Municipal de la Niñez y la Adolescencia de Granada, se presentó una iniciativa para hacer frente a esta situación. El resultado fue el Código de Conducta para la Protección de Niñas, Niños y 212 Adolescentes contra la Explotación Sexual Comercial en el Turismo, donde se suscriben asociaciones de agencias de viaje, de líneas aéreas, de restaurantes, de hoteles y otros cuerpos empresariales relacionados al sector. Los firmantes se comprometieron a adoptar políticas internas para la prevención y la lucha contra el turismo sexual y para el adecuado manejo de situaciones de esta naturaleza. En la ciudad transitan a diario al menos 50 niñas y niños en situación de explotación sexual comercial, la mayoría víctimas del turismo sexual Desde la policía turística también se realizan operativos de atención, prevención y de actuación. Así, sensibilizan a los locales cuando consideran que pueda haber una irregularidad en algún adulto en compañía de menores. Amaru Francisco Alfaro, jefe de este cuerpo, explica que el protocolo funciona. “Gracias a nuestros controles de prevención sistemáticos y a la colaboración de trabajadores del sector y de la ciudadanía hemos conseguido detener el ascenso de este tipo de delincuencia. Pero debemos seguir trabajando. Nuestro objetivo es extinguir esta lacra, labor difícil, sí, pero poniendo las cosas más complicadas a los pederastas van a caer menos víctimas. De hecho, hace dos años detuvimos a un conocido pederasta estadounidense gracias a la participación popular, al FBI en un trabajo en conjunto con nosotros. También desmantelamos una banda de trata con adolescentes en Granada y Masaya, o la detención de un productor de pornografía infantil con el estudio situado en un reconocido hotel de la ciudad”, explica el capitán. Xiomara Díaz, empresaria hostelera de Granada, asegura que en el sector turístico es muy frecuente que los turistas intenten ir con niñas a cenar o a meterlas en el hotel. Su restaurante es un ejemplo en cuanto a responsabilidad social. Capacitan y sensibilizan al personal en turismo responsable, les dan las herramientas para poder reportar directamente a la policía un comportamiento sospechoso o un caso de explotación infantil. “Sobre todo que los trabajadores no consideren que lo tienen que hacer como buena práctica en su empresa, sino con su comunidad”, indica. En abril de 2015, Xiomara fundó UpNicaragua, “un programa que apuesta por empoderar a niñas y adolescentes de 13 a 18 años con el fin de romper el ciclo de la pobreza, el abuso y la explotación además de darles la oportunidad de que sean partícipes socialmente como actores principales”. Esta iniciativa surgió como resultado de la escasez de programas sociales de prevención y de reinserción para un segmento de la población que crecía de manera preocupante. Entre diversos talleres, actividades culturales y de ocio hay uno que a las niñas y adolescentes les apasiona: la elaboración de joyería con papel reciclado. Sus diseños se venden en la tienda solidaria que la propia Xiomara tiene en su negocio “Les enseñamos una herramienta de trabajo que nos permite recaudar fondos para que nuestro proyecto sea auto sostenible y para darles una aportación a las chicas generándoles, además, un compromiso y un notable aumento en su autoestima”. Karla Sequeira exige que la explotación sexual comercial de adolescentes y niños no se vea como un trabajo más, sino como un delito, por lo que es un error haberlo establecido de esta 213 manera en el convenio con el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Asegura que actualmente desde Aconifa y la Comisión Municipal de la Niñez y la Adolescencia de Granada está atendiendo a una veintena de niñas que han sido víctimas de explotación sexual comercial, pero que uno de los problemas es que no tienen claro cuantas más pueden estar bajo ese acto criminal. “¿A quiénes vas a cuantificar? ¿Solamente a las que vemos públicamente? No, porque también hay otras que son víctimas del proxenetismo, de abusos sexuales en su propio hogar, otras que las han casado con sus violadores, las que se dan por desaparecidas…estas niñas no andan en las calles”, concluye. 214