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“LAS AMONITAS: FÓSILES GUÍA Y SU UTILIDAD EN LAS CIENCIAS
GEOLÓGICAS Y BIOLÓGICAS”
C. González-Arreola a, A. B. Villaseñor Martínez
a Departamento de Paleontología, Instituto de Geología, UNAM. Circuito Exterior s/n C.
P.04510 Delegación Coyoacán, México, D. F. [email protected]
b Departamento de Paleontología, Instituto de Geología, UNAM. Circuito Exterior s/n C.
P.04510 Delegación Coyoacán, México, D. F. [email protected]
RESUMEN
A principios del siglo XX las amonitas, fueron estudiadas en México por paleontólogos mexicanos, belgas y
suizos dejando como legado de sus investigaciones, interesantes colecciones paleontológicas, depositadas en
el Instituto de Geología de la UNAM.
La historia de los Amonoideos es muy compleja pero fascinante, fueron organismos que vivieron a diferentes
profundidades en el ambiente marino. Presentaban una concha externa que los protegía, ésta estructura se ha
conservado en las rocas; es decir, se ha fosilizado. Su tamaño es variable pero se han encontrado conchas de
hasta 2 metros de diámetro. Estos fósiles tuvieron una rápida evolución, amplia distribución geográfica y un
corto tiempo geológico de vida, por lo cual se han llamado “fósiles índice” o “fósiles guía”. Además, son
buscados por coleccionistas por la ornamentación de su concha y la elegancia en su espiral, utilizándolos
como objetos personales y decorativos. Su registro geológico va desde el Devónico (Paleozoico) hasta su
completa extinción a finales del Cretácico (Mesozoico). Para su clasificación científica se les incluye en la
Clase Cephalopoda y en el Orden Ammonoidea. El estudio de estos fósiles maravillosos y su utilidad en las
ciencias geológicas y biológicas, han dado como resultado la existencia de valiosas colecciones científicas y
bibliografía especializada con base en ellos.
INTRODUCCIÓN
Los Amonoidea, grupo de moluscos extintos, que aparecen en el Devónico inferior (Paleozoico) y fueron
pobladores de aguas marinas hasta su abrupta desaparición a finales del Cretácico (Mesozoico) sobrevivieron
alrededor de 325 millones de años. Su rápida evolución, amplia distribución, buena conservación y
abundancia durante ese tiempo han proporcionado valiosa información en los sistemas donde se han
encontrado. La vitalidad de este grupo ha proporcionado a generaciones de paleontólogos dudas, problemas
algunos resueltos y otros aún por resolver. Las Amonitas es uno de los grupos fósiles mejor documentados.
El estudio de estos fósiles ha dado una serie de publicaciones científicas y de divulgación, en diferentes
regiones del Mundo. Los temas en base a ellos, por mencionar algunos son: Sistemática, Evolución,
Paleoecología, Paleogeografía y otros que por no ser mencionados, no dejan de ser interesantes.
Los estudios geológicos-paleontológicos en México, con base en las amonitas han tenido su valor científico,
por lo que nos obliga dar a conocer los trabajos clásicos realizados a principios del siglo XX y posteriores. El
paleontólogo suizo Burckhardt (l906 - 1930) quien en importantes monografías incluye fósiles, muy bien
conservados, permitiéndole fechamientos precisos de las rocas. El material ilustrado y descrito, proviene de
diversas localidades de la república.
Böse (1923) reconoce rocas de edad Cretácica y hace la paleontología y agrega información geológica, en el
área de Symón, límites entre Durango y Zacatecas.
Posteriormente, Imlay (l938) reconoce y confirma que los conjuntos fosilíferos provenientes de rocas
Cretácicas, recolectados en Coahuila, en la región de Taraises, no son correlacionables con los de la región de
Texas como otros autores lo habían publicado. Cantú-Chapa (1974) reporta la presencia de amonitas en
localidades de la región de Fresnillo, Zacatecas.
Los métodos de muestreo dentro de la Paleontología en todo el mundo reciben una innovación y desde luego
que los estudiosos en el grupo de los Amonoideos coinciden, aplicándolo. México se incluye haciendo uso de
la metodología actualizada, que como resultado se elaboran gráficos donde se integran tipos de roca, factores
geológicos, biológicos, geoquímicos, geofísicos; además de amonitas (otros fósiles). Así, se tienen los
trabajos de Olóriz et al. (1993) interpretaciones bioestratigráficas y ecoestratigráficas; González-Arreola et al.
(1994) se reinterpretan la hipótesis de Imlay (1938), Villaseñor et al. (2003) reinterpretan bioestratigráfica y
paleobiogeográficamente el primer reporte del género Simocosmoceras, para México, Mazatepec, Puebla;
Barragán et al. (2004) reconstruyen el hábitat y el significado paleoecológico de la materia orgánica
encontrada en los sedimentos, Huetamo, Michoacán; Stinnesbeck et al. (2005) estudio paleoecológico, las
características de los conjuntos faunísticos en un ambiente de plataforma marina en el noreste de Coahuila;
Esquivel–Macias et al. (2005) asociaciones faunísticas, en una nueva localidad fosilífera, con paleontología y
geología, Temapá, Hidalgo, México; Meister et al. (2005) bioestratigrafía, paleobiogeografía, taxonomía,
Tenango de Doria, Sierra Madre Oriental, Hidalgo, México. Los datos obtenidos han sido correlacionables
con fósiles y sedimentos de Europa, América del Sur y Norte.
CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LOS AMONOIDEOS
Los Amonoideos para su clasificación se les incluye en el Phylum Mollusca, Orden Ammonoidea y en la
Clase Cephalopoda. Estos moluscos extintos han dejado conchas fosilizadas multiloculares, sobre las rocas
del Mesozoico (Era Secundaria). Las formas son variadas, espiral plana, arqueadas, derechas, forma de
gancho. Las conchas son ornamentadas, representadas por costillas, espinas, nudos, tubérculos. La morfología
interna y su fisiología de las amonitas se ha comparado por analogía con la del género Nautilus (cefalópodo
viviente). La concha internamente, está dividida por una serie de cámaras a todo esto recibe el nombre de
fragmocono. Las cámaras están atravesadas por una serie de tabiques (septos) que adheridos a la pared interna
de la concha, a lo largo de la línea sutural, dando como resultado la sutura, cuyos diseños le dan una
incomparable belleza (reconocible cuando no está la pared). La otra estructura es la existencia de un tubo
endurecido (sifón) que pasa a través de las cámaras. Esta estructura representó el aparato hidrostático que
auxilió al organismo en su desplazamiento en su ambiente .Se localiza desde la cámara inicial (protoconcha)
hasta la base de la cámara habitación (donde vivía el organismo). Las amonitas desarrollaron diversos
tamaños, desde 5. 45 cm. de diámetro. Estos ejemplares resultan muy pequeños en comparación con el género
Pachydiscus que alcanzó hasta 2.5 metros de diámetro.
APLICACIÓN DE LOS AMONOIDEOS.
Las amonitas en el seno del mundo fósil ocupan una posición privilegiada, buscados por los coleccionistas,
llaman la atención por la elegancia de su espiral y bella ornamentación. Asimismo, ellos ocupan igualmente
un lugar de importancia en el fechamiento de las rocas marinas del Mesozoico, constituyen el grupo de
referencia. En la Biología, dentro de la Evolución proporcionan una evidencia directa de la evolución de la
vida sobre la Tierra. Así, las amonitas han sido objeto de varios estudios sobre morfología funcional, asociado
largamente, con la forma y función de la concha en el flotamiento y locomoción, relacionado con la
profundidad. Si bien, el Nautilus es el cefalópodo viviente que sirve como su análogo, en que posee el sifón,
cámaras, septos y otras características esqueléticas. En el laboratorio, ha sido utilizado para determinar la
profundidad a la cual la concha se colapsa aumentando la presión del agua, los datos obtenidos se han
extrapolado en comparación con conchas.
En la Estratigrafía, las amonitas tienen un valor de aplicación porque ellos satisfacen todos los criterios para
ser buenos “fósiles guía o índice”. En donde la gran variedad de formas que desarrollaron corresponde a un
número limitado de morfología y ornamentación en el tiempo lo que representa una respuesta adaptativa a
condiciones ambientales y controladas por factores ecológicos. Aún así, de esta manera es sorprendente
encontrar entre los fósiles de Amonoideos numerosos ejemplos de formas semejantes en tiempos geológicos
diferentes por lo que los especialistas son capaces de distinguir por el conocimiento de la Ontogenia (forma,
ornamentación, septo). Las amonitas juegan un papel muy importante en la exploración petrolera, ya que al
ser encontrados en núcleos de pozos y exploraciones superficiales, permiten realizar estudios
bioestratigráficos detallados que hacen posible la identificación de rocas de la misma edad.
LA EXTINCIÓN DE LAS AMONITAS
Las Amonitas representan uno de los grupos de moluscos extintos más exitosos en toda la historia de la
Tierra. Sin embargo, para fortuna de ellos, la naturaleza hace de su muerte una notable especialidad. La
desaparición abrupta de estos cefalópodos a finales del Cretácico, en un momento en que aún constituían
todavía un grupo próspero y diversificado, es la gran interrogante que ocupa el tiempo y gran parte de los
esfuerzos de los colegas especialistas.
Algunas opiniones consideran que fueron factores internos como la pérdida del ímpetu de la evolución y el
agotamiento de su potencial de adaptación las que ocasionaron su extinción. Esas hipótesis hacen referencia,
en particular, a las aberraciones estructurales en su morfología como los “raros desenrrollamientos de la
concha, característicos de los llamados amonitas heteromorfos”. El regreso de la sutura simple y el exagerado
gigantismo argumentan este “agotamiento de su potencial”. Sin embargo, para otros estudiosos del grupo en
el tema esas variaciones se presentaron antes de su desaparición, probablemente hubo cambios que afectaron
el material genético.
Entre las más recientes hipótesis relacionadas con la extinción de las amonitas figuran las de House (1993) y
Ward (1996), quiénes consideran a otros factores biológicos como la predación, la competencia, la
profundidad del hábitat, la tasa de crecimiento y control de flotación como causas de su extinción. Y refieren
al descenso y ascenso del nivel del mar que conlleva una reducción del área marina habitable y variación en la
extensión de las plataformas continentales, como factores ambientales importantes. Otros a menor escala
serían la carencia de oxígeno, el enfriamiento del clima y las variaciones en mareas. Los factores más
catastróficos, están representados por el impacto de meteoritos y el vulcanismo que provocaron cambios
letales en el ambiente no solo para las amonitas, sino para todos los seres vivientes contemporáneos de este
grupo.
El estudio de este grupo de fósiles fascinantes e importantes herramientas del registro fósil, ha generado
verdaderos acervos de bibliografía especializada y colecciones famosas depositadas en los museos de historia
natural más renombrados del mundo y en aquellas instituciones en donde se llevan a cabo las investigaciones
paleontológicas. Los actores principales y cotidianos de esta obra, las investigadoras e investigadores, realizan
una permanente búsqueda de excavación en la montaña, en la biblioteca, en las ideas, en la constante
comunicación de intercambio de materiales que en la mayoría de las veces se aspira a establecer o confirman
correlaciones estratigráficas a escala continental.
BIBLIOGRAFÍA
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