Frontones donostiarras

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SAN SEBASTIÁN
PASADO Y PRESENTE
Frontones donostiarras
1863... El frontón «de junto a las murallas», descubierto al construirse el parking del
Boulevard, es el más antiguo que se conoce en la época moderna de la ciudad. ... 2006 El
presente mes de marzo se ha inaugurado, en la plaza Carlos Santamaría, en Ibaeta, el
último frontón donostiarra.
JAVIER SADA/
Hace un par de semanas, durante las fiestas del Santo Angel de la Guarda, se inauguraba en la
plaza Carlos Santamaría de Ibaeta el último frontón donostiarra. Frontón cubierto, semicerrado,
con gradas, en un enclave a estrenar como es el lugar donde está situado.
Entre este frontón y el que tuvimos ocasión de ver cuando se construía el parking del Boulevard,
el ubicado junto a las murallas, quizá el más antiguo de los que hemos tenido ocasión de ver en
nuestra ciudad, ha existido una dilatada nómina de lugares donde jugar a la pelota que vamos a
recordar corriendo con el riesgo de dejarnos algunos en la memoria.
En aquellos tiempos, cuando en el atrio de Santa María se podía jugar al frontón siempre que no
hubiera oficios divinos, cuando los jueces juraban ante el crucifijo «no hacer traición a su
conciencia», se construyeron algunos populares entre los que se llevaba la palma el de Atocha.
Debido a los planos de José Goicoa fue inaugurado el 21 de mayo de 1877, siendo el primero
con pared izquierda. A este le sucedió el Municipal de Atocha, con capacidad para 1200
personas, ocupando el solar que hasta la reforma de la zona conocimos como Mercado de Frutas.
Sin salir del barrio, frente a los anteriores, a las tres y media de la tarde del 1 de enero de 1905
quedó inaugurado el Frontón Jai Alai Moderno. Diseñado por el arquitecto Ramón Cortázar, al
abrir sus puertas tenía cubiertas sus 1063 plazas para presenciar el partido que iban a disputar
Chiquito de Azcoitia y Urcelay contra Tacolo y Baltasar. Tras una dilatada vida deportiva siendo
el centro de la afición pelotazale, el 5 de marzo de 1933 se programó un partido entre Atano II y
III contra Echave IV y Urcelay. Abarrotadas las galerías, apenas comenzado el encuentro
algunos espectadores observaron humo y algunas chispas. Desalojado el recinto después de que
algunas personas tuvieran que deslizarse por las columnas que separaban las gradas altas de las
bajas, el Frontón quedó totalmente arrasado por las llamas.
En el otro extremo de la ciudad, los antiguotarras, aficionados como los que más al deporte de la
pelota, hacía tiempo venían reclamando al Ayuntamiento la reforma del que existía en el barrio
«desde tiempo inmemorial». Aprovechando que por la necesidad que el barrio tenía de ser
ampliado debía derribarse el viejo frontón, el Municipio acordó, el año 1903, la compra de 1.072
metros cuadrados de unos terrenos pertenecientes a Antonio Estenaga, próximos a la iglesia, y
por 18.473 pesetas construyó en ellos el nuevo frontón. A este presupuesto el año 1919 se
debieron añadir otras 3.063,90 pesetas para construir la pared izquierda.
Seguramente los vecinos del pueblo de Igeldo pasaban con frecuencia por el barrio del Antiguo y
veían con cierta envidia la existencia del frontón. Ellos, cada vez que querían jugar debían bajar
hasta el Antiguo o limitarse a hacerlo en los muros de su parroquia. Así fue hasta que el año
1912 el Ayuntamiento atendió sus demandas. El primitivo frontón, porque todavía en tiempos
relativamente recientes ha sido cubierto y adaptado a las necesidades actuales, fue inaugurado el
29 de junio de dicho año coincidiendo con las fiestas patronales del barrio y el costo de su
construcción ascendió a 1.500 pesetas. Mientras que Zubieta, durante las Fiestas Euskaras de
1923, veía cumplida su petición de contar con frontón propio, los vecinos de Amara se habían
quedado, al derribar para construir casas en todo el entorno de la Fuente de la Salud, sin el único
espacio que contaban para jugar a la pelota. Así las cosas, en 1925 el Ayuntamiento encargó a
Eusebio Zubiarrán que por 10.169,77 pesetas construyera un frontón junto al lavadero del
callejón de Arroca. El frontón, que todavía se conserva, ha sido escenario de importantes
campeonatos y torneos organizados durante las fiestas de San Juan y San Ignacio por las
Sociedades Vasconia y Donosti Berri, aunque desde hace ya algunos años se ha visto superado
por el construido al final de la calle Amara.
Y si hemos comenzado recordando el atrio de Santa María como lugar de juego en la Parte Vieja,
no podemos olvidar, muy cercano a él, el construido en la plaza de la Trinidad por acuerdo
municipal de fecha 17 de octubre de 1930 cuyas reformas han ido parejas a las del propio marco
en el que se encuentra.
Antes de pasar a nuevas zonas donostiarras, es de obligada mención el Frontón Beti Jai
construido por José Arana donde más tarde estaría el Teatro Príncipe. Se inauguró el 22 de julio
de 1893 con un partido entre Gamborena, Chiquito de Anado, Portal y Naparrete. En el jugaron,
entre otros, Tandilero, Pasieguito, Chitivar, Chiquito de Ondarroa, el Zurdo de Abando... un día
se convirtió en Teatro Circo y fue destruido por el fuego el año 1913.
Herrera, Altza, Loiola, Ategorrieta, Gros... son lugares a los que podríamos dirigirnos igualmente
para encontrar referencias de sus correspondientes frontones pero, a falta de mayor espacio, nos
quedaremos en el barrio de Gros donde abundaron las instalaciones para la práctica de la pelota
vasca.
En Ategorrieta, el año 1886 las huertas propiedad de Fidel Múgica se convirtieron en el
magnífico Frontón Jai Alai con capacidad para 2374 aficionados. Lucio González, propietario
del frontón, encargó la construcción del mismo a Pedro Eceiza y el 3 de julio de 1887 se jugó el
partido inaugural teniendo como protagonistas a los remontistas Chiquito de Eibar, Elicegui,
Mardura y Baltasar. Cerró sus puertas el 8 de septiembre de 1932.
Junto al Trinquete de la calle Nueva y una cancha de pequeñas dimensiones existente en la zona
de Jai Alai, con el tiempo convertidos los dos en bares y restaurantes, merecen especial mención
los grandes frontones Gros y Urumea.
Con una cita al Trinquete de Anoeta, inaugurado el 14 de septiembre de 1950, y dejando sobre la
mesa, por modernas, las instalaciones del Carmelo Balda, Atano III y Galarreta Jai Alai, nuestro
comentario concluye con un recordatorio a la reunión celebrada el 3 de julio de 1925, en los
salones del Real Club Náutico, en la que quedó fundada la Federación Guipuzcoana de Pelota
Vasca.
EL DETALLE
Los frontones de Urumea y Gros
Además de los frontones ya citados, allende el puente de Santa Catalina destacaron en tiempos
no lejanos dos soberbias instalaciones que con el paso del tiempo fueron vencidas por el valor
del suelo y la conveniencia de sustituir sus canchas por pisos y oficina.
El Frontón Urumea, construido en el Paseo de Ramón María Lilí, se inauguró el 17 de julio del
año 1926. Para tan solemne ocasión fueron convocados los puntistas Isidoro, Erdoza, Arnedillo y
Martín.
La cancha media 54,28 metros de largo y 10,50 de ancho. La altura del frontis era de diez metros
y su anchura de 12,45. El rebote, por su parte, tenía 12,45 metros de largo, 10,50 de ancho y 10
de alto. También media diez metros la pared izquierda.
En su larga nómina de participantes destacaron Abrego I, Iturain, Salsamendi I, Zárraga, Pastor,
Izaguirre, Chiquito de Gallarta, Salaverría II, Atano II, Abarisqueta, Ugarte, Unzúe...
Allá por los años treinta el frontón fue cerrado para ser reformado y la reinauguración se produjo
el 12 de junio de 1941.
Su aforo se repartía entre las 173 localidades de los palcos, las 559 de sillas de cancha y las 249
de la galería.
En la entonces calle del General Primo Rivera, hoy Gran Vía, esquina con el Paseo de Colón, el
24 de mayo de 1938 abrió sus puertas el Frontón Gros. Pronto se convirtió en lugar de referencia
para la afición, destacando en agosto de 1940 cuando en su cancha se jugó el I Campeonato
Nacional de mano individual de profesionales entre Atano III y Chiquito de Iraeta.
Tenía 31 metros de largo, 9 de ancho y 9,35 de alto en el frontis.
El aforo se distribuía como sigue: 180 en palcos, 100 en los paseos de palco, 484 en las sillas de
cancha, 200 en los paseos de cancha, 87 en la delantera de galería y 367 en la galería además de
otros 250 que podían ubicarse en el paseo de la galería.
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