PERSONAJES QUE INTERVIENEN EN LA OBRA

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PERSONAJES QUE INTERVIENEN EN LA
OBRA
(por orden alfabético)
BOO-BOLOK: Chófer de la casa. Negro. Lo trajo consigo D. Felipe, de uno
de sus muchos viajes a África, porque considera un toque de distinción
tener un chófer negro. Ignorantón y simple. Con el deje exagerado de los
negros americanos, más propiamente de Cuba. Viste con uniforme. De
treinta y tantos años.
FELIPE, Don: Señor y amo de la casa. Industrial y empresario venido a
menos. Busca inversores (a fondo perdido, a ser posible) para sus
truculentos negocios. Altero y picarón. Racista oportunista por haberlo visto
en las películas. Dice que en Madrid no hay más negro que el suyo, pero si
hubiesen más, él sería como uno de esos hacendados de “Kunta Kinte” o de
“Lo que el viento se llevó” En realidad, lo que le gustaría es no pagar sueldos,
ni seguridad social. Extremadamente pesetero, está pasando por apuros
económicos que intenta disimular. Viste siempre de traje y corbata. De edad
indefinida.
FLORITA: Sobrina lejana de D. Felipe y novia de Rufino. Huérfana y pobre.
Acogida en la casa, por caridad, al haberse quedado sola en el mundo, tras la
muerte de sus abuelos. Envidiosa de sus primas, reniega de su condición de
“sobrina pobre acogida por caridad”. Intrigante y cabeza loca. Se hizo novia
de Rufino, solo por molestar. Viste muy moderna. De edad aproximada de
veintitantos años.
LUCI: La pequeña de la casa. Espabilada y sin complejos. Repelente y
metomentodo, es capaz de acabar con los nervios del santo Job. Ve
misterios en todas partes. Juega a ser Sherlok Holmes y va vestida como él,
pero con faldas. Su lupa la acompaña a todas partes. Se peina con coletas
altas y su edad aproximada es de quince años.
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MACUMBA, Mister: Multimillonario magnate del petróleo. Negro. Posible
inversor en los negocios de D. Felipe. Sereno y majestuoso. Viste con
ropajes largos y brillantes de magnate árabe. Se cubre la cabeza con un rico
tocado árabe bordado de perlas y está adornado de múltiples piezas de oro.
MACUMBA, Sra. de: Esposa del anterior. Negra. Acompaña a su marido en
sus viajes por todo el mundo. Como el anterior, viste ropajes largos y
brillantes. Con mucho oro colgado de todas partes. Como digna esposa de su
esposo, sus modales son majestuosos. Con edad indefinida.
MERCEDITAS, Doña: Señora y ama de la casa. Esposa de D. Felipe, amante
de Rufino y madre de Militita y Luci. Coqueta y presumida. Despistada para
todo lo que no le interesa. Su falta de memoria es preocupante. Sus modales
y vestimenta son muy “finolis”. Su edad es indefinida.
MILITITA: Hija mayor de D. Felipe y Dª Merceditas. Sin oficio ni
beneficio, es feliz viviendo a costa de sus padres. No se plantea la
existencia, porque su inteligencia no da para tan complejos pensamientos.
Extremadamente ñoña y bobalicona. Con cambios bruscos de
comportamiento: Puede adoptar varios cambios de carácter en una misma
frase. Viste muy desmañada, con una chaqueta de punto mal abotonada,
falda y calcetines. Con coletas y gafas de culo de vaso. Sobre los treinta y
cinco años de edad.
RUFINO: Gigoló de profesión (y a mucha honra) más por devoción que por
profesión (aunque él diga lo contrario). Novio de Florita y amante de Dª
Merceditas. Quizá tenga inteligencia, pero no la usa. Narcisista y muy ufano
de sí mismo, aprovecha cualquier oportunidad para decirlo. Con marcado
acento madrileño chulapo, viste como tal: Chaqueta corta, pantalones a
cuadros y gorra. Se complementa con pañuelo blanco al cuello y clavel en el
ojal. De aproximadamente cuarenta años, pero él cree que tiene veinte.
TOMASA: Vieja criada de la casa. Confidente de Militita y antigua amante de D. Felipe.
Gorda y pechugona. Sirvienta de la casa desde poco después de la boda de los señores, hace
cuarenta años. Ha criado a las dos hijas del matrimonio y se hizo cargo de la sobrina, desde
que llegó. Una andaluza con mucho genio y temperamento. Sin Tomasa, la casa sería un
desastre. Odia a Rufino
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DECORADOS
Al fondo, una cristalera desde donde se ve parte del jardín; por lo menos
plantas.
A la derecha hay una salida que conduce al jardín y a los dormitorios.
A la izquierda otra salida que lleva a la puerta de entrada y a la cocina.
En el centro, un sofá y por lo menos un sillón a la izquierda. No hay mesa de
centro. Una alfombra y demás complementos propios de la decoración:
cuadros, lámparas, etc...
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TOM: Y yo, haciendo siempre de tapadera
para que tu padre no se entere. Ya tengo
complejo de olla, con tanta tapa.
MILA: ¡Joooo! Tomasa, calla.
TOM: Ya me callo...
MIL: Me acuerdo de cuando mi padre se
lo trajo de uno de sus viajes a África.
Cuando lo vi, tan apuesto, tan guapo, me
enamoré de él.
TOM: ¡Pero si es negro!
MIL: Solo matices, Tomasita linda, solo
matices.
Recuerdo el primer día que salí con él.
TOM: (Para ella) ¡A que me lo cuenta!
MIL: Quedamos al fondo del jardín a las
seis, junto a la verja trasera...
TOM: (Para ella) ¡Me lo cuenta!
MIL: Yo llevaba mi vestido rosa, de
encajes, bordado de...
TOM: (Haciendo amago de coger la cesta
y marcharse) ¡Me voy!
MILA: ¡Vale! No hace falta que me tires
indirectas. Ya lo capto.
PRIMER ACTO
Escena I
Militita, Tomasa y Florita
Se abre el telón.
MILITITA está sentada en el sofá
leyendo un libro del revés y TOMASA, en
el sillón que hay a la derecha, haciendo
punto.
MILITITA suspira repetidamente.
TOMASA no le hace caso y MILITITA
suspira cada vez con mas intención.
MIL: ¡Ay! ... !Ayayayay! ... !Aayyy! ...
TOM: ¡Ya está bien! Militita, ¿se puede
saber que te pasa?
MIL: !Aaay! Nada. Aquí estoy, leyendo
tranquilamente.
TOM: Niña, me llevas frita toda la tarde
¿Desde cuando lees tú, los libros del
revés? O me lo cuentas de una vez, o cojo
la cesta y me voy a mi cuarto.
MIL: ¡Ay! Tomasa, si yo te contara...
TOM: (Aparte) Si de todas formas, me lo
va a decir. (A Militita) Cuenta, hija,
cuenta...
MIL: Tú sabes que Boo-Bolok y yo...
hemos salido alguna vez juntos...
TOM: ¡Anda! y tanto. Como que si no
hubiera sido por mí...
MIL: !Tomasa! No me interrumpas, que
pierdo la concentración. O te callas, o no
te lo cuento.
TOM: Ya me callo...
TOMASA deja de nuevo la cesta en el
suelo y atiende.
MILA: Pues, cuando empezamos a salir,
nos cogíamos de la mano y paseábamos.
Después, poco a poco... (soñadora)
llegaron los besos. En la mejilla primero,
pero, poco a poco... El dice que es su
after-save el que hace que los labios
resbalen, pero yo no lo creo. A mí no me
engaña, no creas que soy boba. Yo pienso
que lo hacía adrede.
TOM: !Niña!
MIL: ¡Tomasa, que me desconcentras!
TOM: ¡Lo que hay que aguantar! No me
des detallitos ¡guapa! y al grano.
MIL: Es que... poco a poco... Después de
los besos... Primero una manita que se
resbalaba por aquí, luego otra manita que
se resbalaba por allá... Claro que él dice
que es la crema que usa para las manos,
pero yo tampoco me lo creo. No soy tonta,
ya lo sabes...
TOM: !A ese lo capo yo!
MIL: ¡No, Tomasa, eso no! (poniéndose en
pie y levantando un brazo) ¡Antes morir
Entra FLORITA, por la izquierda y al
verlas a las dos en confidencia, se
esconde gateando detrás del sofá.
MILA: Tú sabes que Boo y yo , hemos
estado saliendo a escondidas...
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que perder la vida! (Volviéndose a sentar)
que capao pierde mucho... ¡Je!
TOM: (Para ella y levantando los brazos)
Cuanta gilipollez con 35 años, ¡Señor!
(Para Militita) Ese sinvergüenza, abusón,
en cuanto le ponga las manos encima...
MIL: ¡Calla, Tomasa! que si no, no puedo
contarte lo que me pasa.
TOM: Pues déjate de “detallitos” que se
me está calentando la sangre y voy a
cometer algún disparate.
MIL: (Como lo más natural del mundo)
¡Vale! (Levantándose solemne) Tomasa...
(Arrancándose
a
llorar)
¡Estoy
embarazada!
del sofá tirándole de una mano) Tira para
la cocina, que voy a preparar una tila.
MIL: ¡Que buena eres, para mis nervios!
TOM: ¡Una leche! Para los míos. A ti, que
te zurzan. Total para lo que nos queda... Y
mientras me tomo la tila, ve pensando
cómo se lo decimos a tu padre.
MIL: ¿Cuando esté durmiendo?
TOM: ¡Ay, que luces tiene mi niña! Anda,
tira delante.
MILITITA se deja caer en el sofá y se
cubre la cara con las dos manos mientras
gimotea.
FLO: Con que... mi primita... ¡la ricacha!...
¡la estúpida!... está embarazada... ¡Pues yo
tengo que sacar tajada de eso!
(Paseando por el escenario) Esta será mi
venganza a tantos años de humillaciones.
La primita pobre, osea ¡yo! ... la última
mona, osea ¡yo! ... está cansada de serlo...
Y de este secreto me forro. Con lo
racista que es mi tío Felipe, si se entera
los hace chichina a los dos.
Militita está... embarazada de... !Pero si
es negro! El único negro de Madrid.
Se me está ocurriendo... Un negro ¡Señor!
Mutis las dos por la izquierda.
Sale FLORITA con mucho misterio detrás
del sofá y se coloca en el centro del
escenario, intrigante.
TOM: ¡No!
MIL: !Sí!
TOM: !No!
MIL: ¡Sí!
TOM: ¡No!
MIL: ¡Que sí, leche!
TOM:
(Espanzurrándose en el sofá)
¡Jesús!
MIL: No, de Jesús no. De Boo-Bolok.
TOM: ¡Dios Bendito de mi alma y de mi
corazón! ¡Tu padre nos mata a las dos! A
ti por putón y a mí por encubridora.
!Santo Dios, si vas a tener un niño a rayas!
Si tu padre no nos mata antes, claro.
MIL: ¿Que vamos a hacer?
TOM: ¿Que qué vamos a hacer? (Se
levanta y se remira a sí misma) Yo no
estoy preñada.
MIL: ¡Aay, vaa, por fa!
TOM: ¡Milagros, milagros vamos a tener
que hacer para salir de esta.
MIL: Yo no sé por qué papá le tiene tanta
tirria al pobrecito Boo. Total solo es un
poquito tostado.
TOM: ¿Tostado? “Churrascao” más diría
yo. ¡Pero si es más negro que un
murciélago!
MIL: Pues yo no lo veo tan negro...
TOM: Pues lo verás. Lo verás cuando tu
padre se entere. (Levantando a Militita
Mutis por la izquierda
Escena II
D. Merceditas y Luci
Entran Doña MERCEDITAS y LUCI por la
izquierda. Vienen de compras.
Doña MERCEDITAS, que trae las bolsas,
las deja a un lado del sofá y se sienta en
él. LUCI no deja de dar vueltas alrededor
con su lupa al ojo.
MER: ¡Para ya, hija, que me agotas!
LUCI: Por aquí hay huellas...
MER: ¡Pues claro que hay huellas! Y en la
calle, y en los escaparates. Y en las
escaleras del Corte Inglés también hay
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huellas. Pero no tenías que averiguar de
quien eran todas.
LUCI:
Un
buen
detective
debe
averiguarlo todo.
MER: Sí hija, pero no tenías que ir por ahí
pidiéndole a todo el mundo su carnet de
identidad y agarrándoles el dedo para
contrastar las huellas. ¡Menuda la has
armado! Que bochorno he pasado cuando
el empleado nos ha pedido amablemente
que nos fuéramos. ¡Qué bochorno!
LUCI: Ha sido un maleducado.
MER: Yo creo que ha sido muy
considerado en no llamar a la policía.
¡Después de la que has armado en las
escaleras!
Todo el mundo amontonado por el suelo,
patas para arriba.
Desde que se te ocurrió esa estúpida
idea de disfrazarte de “Serón Rojo”...
LUCI: ¡Sherlock Holmes!
MER: ¿Y yo, qué he dicho? pues eso... Que
manía de llevarme siempre la contraria.
Con tu juego de ser detective, nos llevas
a todos de cabeza. A propósito de
cabeza, (rebusca entre las bolsas y saca
un sombrerito) voy a probarme esta
monada que me he comprado mientras
montabas todo ese lío. Quítate esa ropa
de “Cerdo Sordo”...
LUCI: (Enfadada) ¡Sherlock Holmes!
MER: (Sin hacerle caso) ... y deja ya esa
lupa. Vístete decentemente, como tu
hermana, tan modosita, tan buena chica.
Ella no me da disgustos.
LUCI: (Se acerca a su madre y le mira la
cara con la lupa) Te cuelga una legaña.
MER: (Sacando un pañuelo del bolso y
sonando a Luci) Y a ti, el moco.
No seas grosera. (Recoge las bolsas) Me
voy (Luci va detrás de ella) y no me sigas.
haciendo punto. Ese alguien es sin duda
alguna Tomasa, porque es la única que
sabe de esta casa y además, hace poco
tiempo, porque la lana aún está caliente.
Seguro que la ha tenido bajo el culo.
(Sigue mirando por el suelo) ¡Cáspita!
Watson, ¿qué es eso? (Se acerca más y se
arrodilla. Sube y baja la lupa. Mira
alrededor) ¡Ajá! No es una gota de agua,
puesto que habría más por ahí. ¿A ver?
(Moja el dedo y se lo lleva a la boca) Lo
que me temía, la sal no engaña. Una
lágrima, pero ¿de quién? Watson, aquí hay
un misterio y nuestra misión es
descubrirlo. (Poniéndose en pie) Esto me
suena a culebrón. Watson, sígueme.
Vamos a por más pistas, osease, a
escuchar detrás de las puertas. ¡ji, ji, ji!
Mutis por la derecha.
Escena III
Luci, Florita y Rufino
Entra de nuevo LUCI. Da una vuelta al
salón y se esconde detrás del sofá.
Entran FLORITA y RUFINO por la
izquierda.
FLO: ...Y de ésta, nos hacemos ricos. Es
un secreto inconfesable del que podemos
sacar una buena tajada.
RUF: ¡Chata!
FLO: Cuando le saquemos la pasta, te
retiro.
RUF: ¡Eso, chata! y pa no perder la
costumbre, seguiré con la profesión por
hobby. Vamos, de entretenimiento.
FLO: ¡Pero qué pendón eres! Ya está bien
de engatusar a las pobres ancianitas.
RUF: ¡Chati! pero si a ellas les gusta y yo
me gano cuatro duros. Y es que, aunque
esté mal que yo lo diga, uno es un
profesional y a la clientela no hay que
defraudarla. (Guiñando un ojo) Pero de
todas, tú eres mi preferida.
FLO: Zalamero...
RUF: (Cogiéndola por el talle) ¡Chula mía!
LUCI se vuelve y Doña MERCEDITAS
sale por la derecha.
LUCI sigue investigando con su lupa. Se
acerca al sillón de la izquierda y saca una
hebra de lana.
LUCI: Watson, aquí hay una prueba
evidente de que alguien ha estado
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Mutis por la izquierda.
Asoma LUCI por detrás del sofá.
LOS DOS: (restregándose las narices)
Cuhi, cuchi, cuchi.
FLO: Si no fueses tan guapo...
(Soltándose) Bueno, vamos al asunto. Lo
primero es hacerle saber que pedimos un
rescate...
RUF: ¡Pos yastá, chati! En cuanto nos la
echemos a la cara se lo decimos y ¡zas!
que se agarre del susto.
FLO: ¡Pero qué bruto eres! No, lo que
tenemos que hacer, es dejarle un sobre
con un mensaje escrito con letras de
periódico, así no sabrá quién se lo envía.
RUF: Y si no lo sabe, (se rasca la cabeza)
¿como nos va a dar la pasta? ¿Ehhh?
FLO:
¡Hijo,
qué
pocas
luces!
(Acariciándole melosa) Pero, ¡eres tan
guapo! Primero le enviamos un mensaje
diciéndole que lo sabemos y después otro
en el que le diremos donde tiene que
dejar el dinero. Luego, solo tenemos que
recogerlo y ¡a vivir! Mira, aquí tengo
preparada la primera. Léela.
LUCI: Esto se está poniendo interesante,
Watson ¡Estamos ante un claro chantaje!
Pero ¿a quién? Es sin duda a alguien de
esta casa. (Coge la nota y lee) “Estamos
enterados de su estado. Pedimos una
módica cantidad de dos millones. Recibirá
instrucciones” Watson, por fin tenemos la
oportunidad de demostrar nuestra valía.
Debemos averiguar de quien se trata y
desvelar el misterio descubriendo a los
estafadores. Pero antes, debemos reunir
todos los datos. Sigamos investigando...
Mutis por la derecha.
Escena IV
Florita, Rufino y Tomasa
FLO: (Desde el foro) Espérame en el
salón. Voy a acicalarme un poco.
RUFINO toma la nota y lee.
Entra RUFINO de nuevo por la izquierda.
RUF: Estamos cansados de su estofado.
Pedimos morcilla en cantidá y dos mil
garbanzos. Repartirá raciones.
FLO: (Quitándole el papel) ¡Trae, so
bruto! Aquí dice: “Estamos enterados de
su estado. Pedimos una módica cantidad
de dos millones. Recibirá instrucciones”
RUF: Es que uno, no es perfecto. Este
cuerpo serrano (a sí mismo) que no se pué
aguantar, había de tener algún defectillo
¿no?
FLO: (Agarrándole de la corbata) A este
cuerpo serrano, me lo voy a merendar yo.
RUF: ¡Quieta! No me desgastes, que luego
no cumplo en el trabajo.
FLO: A sacarle la pasta a las ancianitas,
¿le llamas tú trabajo?
RUF: (Soltándose) Sin ofender ¡Que soy
un profesional!
FLO: Anda. Antes de que venga nadie.
Vamos a dejar el sobre en la bandeja de
correo y vámonos al jardín, (mimosa) a
nuestro rinconcito.
RUF: Lo que tú mandes ¡chata!
Entra TOMASA con un plumero por la
derecha.
TOM: ¡Vaya! Ya estamos todos. San
Gandul de los Milindres hizo su aparición.
RUF: Envidia que le tienen a uno por estar
tan bien hecho.
TOMASA echa los ojos al cielo con
resignación.
RUF: Por cierto, ¿hay algo en la cocina pa
alimentar esto? (Se pasa la mano por el
cuerpo)
TOM: Sí, las sobras pa los perros, pero
entre perro y “perro” te lo pues jalar tú.
RUF: (Levantando la mano) No sé como me
aguanto.
TOM: (Atacándole con el plumero) ¡Alto
ahí! ¡Malaje! ¡Descarriao! Que te tengo
unas ganas...
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RUF: (Apartándose) Buenoo, que tampoco
es para tanto.
TOM: ¡Chupa sangre!
RUF: ¡Sin insultar! Que uno es muy
decente. ¡Que soy un profesional!
TOM: ¿Profesional? No me tires de la
lengua, que como se me suelte, más de un
lío se iba a descubrir en esta casa.
RUF: Lo que pasa es que me tienes mala
fe.
TOM: (De nuevo le ataca con el plumero)
¡Sanguijuela!
LOS DOS: (Saliendo por la derecha)
¡Gorda!
TOM: ¿Gorda yo? ¡Ahora os vais a
enterar!
Salen corriendo FLORITA y RUFINO.
TOMASA detrás embistiendo el plumero.
Escena V
Luci, Tomasa y D. Felipe
Entra LUCI por la izquierda. Al oír voces,
se esconde tras el sofá.
Entra FLORITA por la izquierda.
Entra TOMASA, de espaldas, por la
derecha y D. FELIPE por la izquierda, que
al ver a TOMASA, va a su encuentro con
los brazos abiertos. LUCI, asoma la nariz.
FLO: (Interponiéndose entre los dos)
Tomasa, que me lo desgracias.
TOM: Lo que se iba a perder. ¡Menuda
joya! Más vale que lo pusieran de patitas
en la calle de una vez por todas.
TOM: ¡Abrase visto...! Si os agarro, no os
queda un hueso sano.
FEL: (Agarrando a Tomasa por detrás)
¡Guapa!
TOM: (Sobresaltándose) ¡Ozú, señorito!
Que una no está ya para estos sustos.
RUFINO se esconde detrás de FLORITA.
FLO: Lo que pasa es que le tienes mala fe.
RUF: (Saliendo de detrás de Florita y
señalando con un dedo a Tomasa) Eso. Eso
le he dicho yo: que me tiene mala fe.
TOM: ¿Quien, yo? ¡Que va! Lo que pasa es
que le tengo mala fe.
D. FELIPE se separa de TOMASA
dándole una palmada al culo, mientras se
coloca la corbata. D. FELIPE coge el
sobre. Lo lee.
TOMASA hace amago con el plumero y
RUFINO se refugia en FLORITA.
FEL: Esto, para quien es?
TOM: ¿Y yo que sé? A ver... “Estamos
cansados de su estofado. Pedimos
morcilla en cantidá y dos mil garbanzos.
Repartirá raciones”
¿Qué están hartos de mi estofado? ¿Mi
estofado?
FEL: ¿Qué? ¿A que viene el estofado
ahora?
TOM: Aquí (dándole golpes al papel) Lo
dice aquí. Total, solo se me fue un poco la
mano y se me cayó el lavavajillas dentro la
olla, pero lo saqué enseguida. No le dio
tiempo a ná. Casi no cogió sabor. ¡Que
familia más rencorosa!
FEL: Trae eso. Aquí dice: “Estamos
enterados de su estado. Pedimos una
FLO: Deja en paz a mi cuchi-cuchi.
TOM: ¿A tu cuchi-cuchi? Anda, que a ti,
también te apañaba yo. Par de dos.
¡Gandules!
FLO: Vámonos cuchi-cuchi, que a esta
fiera, no hay quien la aguante.
RUF: (Saliendo de detrás de Florita) Eso.
Que no hay quién te aguante.
TOMASA hace otro amago con el plumero
y RUFINO corre a refugiarse detrás de
FLORITA.
RUF: ¡Que me come la fiera!
FLO: (Mimosa a Rufino) Vamos, chulo mío.
Dejemos trabajar a la “fiera”
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módica cantidad de dos millones. Recibirá
instrucciones"
TOM: ¿Está seguro?
FEL: Que sí, mujer. Que sí.
TOM: ¡AY! Esta vista... que ya no es lo que
era (se sigue mirando) Ni la vista, ni el
oído, ni el olfato, ni... (Señalándose
entera)
FEL: Estás tan rebuena como siempre.
Aún podríamos tú y yo... ¿Eh? Por los
buenos tiempos.
TOM: No hablemos de los viejos tiempos,
que se me pone una congoja aquí dentro...
(con el puño en el pecho)
FEL: Ya estamos otra vez con lo mismo?
Mujer, que no es para tanto. Al fin y al
cabo, la chica está aquí, como una más de
la familia. ¿No la he acogido como una
hija? ¿No le he dado educación y la he
vestido? ¿No la he aceptado como sangre
de mi sangre?
TOM: Sí, como una sobrina lejana. Desde
que murieron mis padres, huérfana en el
mundo.
FEL: Bueno, pero la tienes a tu lado y
reconoce que yo he cumplido mi
obligación. Al principio no me pareció muy
buena idea eso de inventarnos que era una
pariente lejana, pero dio resultado.
Merceditas se lo tragó. Y además, tú
nunca hubieses podido darle a Florita la
educación esmerada que ha recibido.
FEL: “Estamos enterados de su estado.
Pedimos una módica cantidad de dos
millones. Recibirá instrucciones"
Estamos enterados de su estado
(pensativo) Luego.. son dos... Porque dicen
“estamos”, y piden dos millones, uno para
cada uno... Vamos a ver... ¿A quien le debo
un millón? Los de hacienda no pueden ser.
Les debo mucho más. Los pagarés sin
fondos tampoco, porque los bancos
directamente te embargan. Los falsos
embarques aún no habrán llegado a la
china y total, que saben los chinos de
embarques? Con lo cual no hay problema,
porque aunque se quejen, nadie les
entiende. A ver... ¿hay alguien que
entienda a un chino?... ¡NO!
¿Serán los del comité de empresa? Como
hace tres meses que no pago a los
empleados... ¡Tampoco! Porque entonces
no pedirían dos millones, pedirían muchos
más... Y si no es para mí?
Yo la dejo donde estaba y no he visto
nada. Y ojos que no ven...
(Llamando a su esposa) Cariño... Cariño
¿dónde estás? Ya he llegado.
D. FELIPE hace mutis por la derecha.
Se asoma LUCI por detrás del sofá y se
sienta.
LUCI: El asunto es más gordo de lo que
pensábamos, Watson. Esto es peor que
Falcon Crest. Revisemos las pistas;
Primera: una lágrima en el suelo. Aún no
sabemos de quién será. Segunda: Florita y
Rufino quieren chantajear a alguien, que
tampoco sabemos aún quien es. Tercera:
Mi padre tiene un montón de líos
financieros, que tampoco sé lo que son, y
la nota bien pudiera ser para él. Además
tuvo un lío con Tomasa, -eso sí sabemos lo
que es- y el cuerpo del delito se llama
Florita. ¡Andá! Entonces... ¡Florita en mi
hermana! Bueno Luci, no exageres; medio
hermana. Así está mejor. Cuarta:
(dándole vueltas al sobre)Tenemos un
sobre, sin remite y sin matasellos, escrito
con letras de periódico. Watson.... atento:
LUCI asoma, por un momento, la cabeza,
asombrada
TOM: No, eso sí. Hay que ver lo que
enseñan en los colegios de pago. ¡Pero no
puedo llamarla hija!
FEL: A cambio, Florita vive como una
reina ¡Pechugona, macizorra!
TOM: ¡Jesús! Este hombre... Me voy, que
si no picaré.
FEL: Pica, pica, !Picarona...! (Dándole una
palmada en el culo)
TOM: ¡Ay!
TOMASA hace mutis corriendo por la
izquierda
D. FELIPE vuelve a leer la nota.
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Entra D. FELIPE
MERCEDITAS.
(lo vuelve a leer) “Estamos enterados de
su estado. Pedimos una módica cantidad
de dos millones. Recibirá instrucciones"
En
este
momento
de
nuestra
investigación, Watson, hay serias dudas
de a quien va dirigida la misiva, por lo que
no
podemos
sacar
conclusiones
precipitadas.
Tenemos
que
seguir
reuniendo pistas. Y quinta: ¿Cómo se lo
cuento a mi madre? Porque un detective
debe ser discreto, pero dentro de este
magnífico detective, Watson, se esconde
el alma de una niña muy cotilla. ¡Je, je, je!
seguido
de
Doña
FEL: ...No me puedo quedar a comer.
Tengo que volver a la calle Buena Vista, al
despacho de D. Casimiro Miró, el notario,
a ultimar los documentos que deben
firmar esta noche Mister Macumba y su
esposa.
MER: ¿Estás seguro de que quieres
invitarlos a cenar con nosotros?
FEL: No hay más remedio. Mis negocios
no están saliendo bien últimamente y
necesito el dinero de los Macumba.
MER: Pero, cariño, son negros. ¡Con la
alergia que tú les tienes!
FEL: ¡Ah! El dinero no sabe de color y
ellos son inmensamente ricos.
MER: ¿Son muy negros?
FEL: Muy negros.
MER: ¿Muy, muy negros?
FEL: ¡Como el carbón!
MER: (Haciéndole mimos) Pobrecito mío,
con lo que yo sé que sufres.
Mutis por la derecha.
Escena VI
Florita, Rufino, Dª Merceditas y D.
Felipe
Entran FLORITA y RUFINO por la
derecha. FLORITA arreglándose la ropa.
RUF: Y cuando quieras vuelves... Que uno
es muy macho y sabe cumplir.
FLO: Decididamente, en cuanto cobremos
el chantaje, te retiro. (Mimosa) Te quiero
solo para mí.
RUF: ¡Chssss! Ya veremos. Me voy chata,
que no vaya a llegar tarde a donde la
Marquesa de Piñones.
FLO: ¡Pendón!
RUF: Sin insultar. ¡Que soy un
profesional! Y esta noche, vengo a por ti y
te llevo a cenar.
FLO: Hamburguesa, otra vez, no.
RUF: Como las reinas, a uno de esos sitios
con velas y todo. Que uno está bien hecho
y además es generoso.
LOS DOS: (Restregándose las narices)
Cuchi, cuchi, cuchi.
D. FELIPE apoya la cabeza en el hombro
de D. MERCEDITAS, mientras ésta le
consuela.
FEL: Uno debe saber sacrificarse por su
familia.
MER: ¡Tú, traer a unos negros a tu casa, y
sentarlos en tu mesa! ¿Son muy ricos?
FEL: ¡Mucho!
MER: ¿Mucho, mucho?
FEL: ¡Mucho!
MER: ¿Mucho, mucho, mucho?
FEL: ¡Más!
MER: (Sacudiendo la mano) ¡Huyyyy, que
negros más ricooos!
FEL: Sí, hija. Dios le da dientes a quien no
sabe comer. Allá en su país, no tienen en
qué gastarlo. No hay fábricas, ni palacios
-excepto el suyo, claro- ni cultivos, ni
fincas, ni joyas. Solo petróleo. Kilómetros
y kilómetros de torres de petróleo.
Fíjate, que por gastar algo, se han
comprado el país. Y por gastar, viajan por
todo el mundo con sus cincuenta criados;
Blancos. Gastando y gastando.
Desde el foro se oye a D. FELIPE
FEL: Imposible, cariño...
FLO: Alguien viene. Vamos.
FLORITA y RUFINO hacen mutis por la
derecha.
10
MER: ¿Y cuánto les vas a sacar?... Quiero
decir... ¿Cuánto van a invertir con
nosotros?
FEL: ¡Un pecado! Doscientos millones en la
fábrica; Cien en la ganadería; Trescientos
en ampliar los viñedos y doscientos más
en... Bueno, ya pensaré en algo.
MER: ¡Peca, peca querido! Que llenaremos
el cepillo de la iglesia de San Pancracio,
patrón de los negocios, para que Dios nos
perdone.
FEL: (Santiguándose y juntando las manos
para rezar) Sí, y rezaremos por ellos.
MER: ¿Rezar por ellos, también. ¿No será
mucho sacrificio para ti? Si cuando
trajiste al negrito ese... ¿Cómo se
llama...? Nunca me acuerdo de su nombre.
Tonto o algo así. (Impacientándose) Sí,
Felipe, el Chófer.
FEL: Boo-Bolok.
MER: Eso, lo que yo decía. Tan negrito el
pobre... Yo creí que te habías pillado algún
virus y venías ciego.
FEL: Hay que ser caritativos, Merceditas.
El pobre estaba solo, no tenía familia y yo
necesitaba un toque de distinción... Y ¡hay
que ver! desde entonces, soy la envidia de
todos mis amigos. Je, je.
MER: Pues mira que bien... Esta noche
podemos decirle al Bobico...
FEL: (La interrumpe) Boo-Bolock.
MER: ¿Y yo que he dicho? Le decimos que
sirva la mesa, así los Tarumba...
FEL: Macumba.
MER: Eso, lo que yo decía. ...No se
sentirán incómodos. Ya sabes, entre tanto
blanco...
FEL: Es una buena idea, Merceditas. Hay
que hacer que se sientan como en su casa.
Están tan tristes, los pobres...
MER: ¿Cómo pueden estar tristes, los
pobres, si son tan ricos?
FEL: Perdieron a su hijito cuando tenía
ocho años.
MER: ¿Murió, el pobre?
FEL: No. Ya te lo he dicho. Lo perdieron
hace más de vente años. Se perdió en un
zoco.
MER: ¿Un zoco? ¿Qué es eso? ¿Un
laberinto, como el de Dédalo?
FEL: No, mujer. Un zoco es un mercado.
MER: ¡Pues di mercado! que una no sabe
idiomas.
FEL: Es que a un mercado de negros se le
llama zoco.
MER: ¿Que aún existe la esclavitud?
FEL: No te enteras. (Paciente) Quiero
decir que se les perdió en un mercado del
Congo y allí, todos son negros.
MER: ¡Que casualidad! ¿No fue del Congo
de donde viniste con Boo-Bico ese? (Sin
esperar respuesta y volviendo al tema)
Pues no me extraña que lo perdieran,
porque entre tanto negro... ¿Verdad? Uno
no sabe cuál es el suyo. A mí me pasó lo
mismo cuando la recepción de la embajada
de suiza, el año pasado. ¡Qué lío de
guardarropa! Entre tanto abrigo de piel,
no podía encontrar el mío.
FEL: Y te empeñaste en llevarte el de la
mujer del presidente.
MER: Mira, ante la duda, no iba a cargar
yo, con el más feo.
FEL: Sí, pero terminasteis las dos con
medio abrigo cada una.
MER: (Pensativa e irónica) Sí, al final me
di cuenta de que no era de tan buena
calidad como yo me pensaba y se lo
devolví. ¡Hala, toma tus dos trocitos,
mona! ¡Já! Iba monísima con su abriguito,
todo abierto por detrás. Pero dime,
¿Encontraron a su hijito?
FEL: En veinticinco años, ni una pista.
Pero no se desaniman. Dicen que si es
necesario, gastarán toda su fortuna en
encontrarle.
MER: Pues que se compren otro y en paz.
Si perdieron a un niño de ocho años, ¿para
qué quieren ahora uno de treintaitantos?
Además, cualquiera se presenta, dice que
es hijo suyo y hereda.
FEL: El chico tiene una marca de
nacimiento idéntica a la de mister
Macumba. Aquí (se señala haciendo un
círculo con las dos manos). Un lunar
blanco.
MER: De todas formas, yo sigo diciendo
que deberían comprarse otro.
FEL: Sí, pero eso se lo dices después de
que hayan firmado ¿Eh, monina? Me voy
11
(la besa en la frente) que se me hace
tarde. Volveré a la noche.
MER: Te acompaño y así le daré
instrucciones a Tomasa.
FEL: ¿Que darás qué?
MER: Instrucciones. Instrucciones para
la cena.
FEL: Sabes algo de esa nota?
MER: ¿Cual nota?
FEL: Esta nota. (Se la da) Lee.
MER: “Estamos cansados de su estofado.
Pedimos morcilla en cantidá y dos mil
garbanzos. Repartirá raciones”
¡Claro!… ¿Ves como la cocinera necesita
que le de instrucciones? Es capaz de
empachar a los Zatumba con tanto
garbanzo.
reacciones
y
comportamientos.
No
debemos descartar a nadie, Watson.
El siguiente paso es averiguar a que
“estado” se refiere la nota. Así sabremos
quien está implicado en todo esto.
Sabemos que Florita y Rufino quieren
chantajear a alguien. Pudiera ser a mi
padre, que aparte de sus oscuras
finanzas, tuvo un lío con Tomasa. Y podría
ser a Tomasa, que tuvo un lío con mi
padre... Y Florita es la hija de su pecado...
pero no se va a chantajear a sí misma, con
lo cual deducimos que Florita no lo sabe.
Por lo tanto, no es para ellos. Busquemos
más huellas. (Se acerca detrás del sofá)
¡Aquí! (Se agacha)
FEL: Macumba.
MER: Lo que yo he dicho.
Entran MILITITA y BOO-BOLOK por la
izquierda.
BOO haciéndole carantoñas y MILITITA
huyéndole.
Sale Doña MERCEDITAS por la izquierda
D. FELIPE se queda perplejo.
MIL: ¡Déjame! que no estoy para bromas.
BOO: Pero qué te pasa, lusesita de mi ojo.
Ven con tu prinsipito, rosa de pitiminí.
Marca con tu labio éta boquita de piñón
de éte pobre negrito que se muere por tu
huesito.
MIL: (Dejándose caer en el sofá. BOO se
arrodilla delante de ella) Morrazo será,
porque... ahora que me fijo... Mira que lo
tienes grande!
BOO: É de nasimiento.
MIL: ¡Pues te lo pisas!
BOO: Noo. Mira, (tocándoselo) lo tengo
pegaíto.
MIL: Si llego a saber antes como vienen
los niños, a buenas horas me pones tú, el
morro encima.
BOO: Lu de mi ojo, rosita de pitiminí,
tengo que date una mala notisia: Lo niño
no lo trae la sigüeña.
MIL: ¡Anda! ¿Y tú, desde cuando lo
sabes?
BOO: Dede ayé. Lo leí e un libro.
MIL: ¡A buenas horas mangas verdes!
BOO: Pero e desidio que tú y yo, no vamo
a tené niño po ahora. Ahoríta solo, no
ensayamo pa cuando no casemo tené
prática. Eso también lo leí en un libro.
FEL: En momentos como este me gustaría
saber que aprendió mi mujer en el
prestigioso Water-Closed college de
Oxford.
Mutis por la izquierda.
Escena VII
Luci, Militita, Boo-Bolock y Dª
Merceditas
Entra LUCI, por la derecha, con su lupa,
olisqueando el aire y recorriendo el salón.
LUCI: Aquí acaba de estar alguien. Un
hombre y una mujer. Para ser un sabueso,
hay que tener buen olfato, Watson.
(Olisquea) Han sido D. Felipe –que a
estas alturas ya no sé si debo tenerle
confianza- y mi madre.
Debemos seguir reuniendo pistas hasta
aclarar el misterio. El mensaje del sobre
no es concluyente. Tenemos que estudiar
el
comportamiento
de
todos
los
moradores de esta casa. Ver sus
12
MIL: ¿Desde cuando sabes tú leer?
BOO: Ma´nseñao Tomasa, en mis ratos
libre. Ahora verá (coge la nota): “Etamos
cansado de su estofado. Pedimo morsilla
en cantidá y do mí garbanzo. Repartirá
rasione”. Lo vé mi sielito?
MIL: A ver, que no te creo. Seguro que es
igual que todas las mentiras que me
cuentas para llevarme al huerto.
BOO: Que esta vé é de verdá corazón.
Leela con eso ojito de gasela que Dió ta
dao y ya verá.
MIL: (La lee) “Estamos enterados de su
estado. -¡Ay!- Pedimos una módica
cantidad de dos millones. -¡Hala, dos
millones- Recibirá instrucciones” ¡Ah,
bueno…! (Se queda con la boca abierta)
¡Lo saben! ¡Lo saben!... ¿Pero quien lo
sabe? Si yo no se lo he dicho a nadie...
BOO: Lú de mi ojo, tú no sabe... No has
leío bien. Eso e una reseta de cosina.
Dame y verá... (Vuelve a tomar la nota y
lee otra vez) “Etamos cansado de su
estofado. Pedimo morsilla en cantidá y do
mí garbanzo. Repartirá rasione” Lo ve, mi
sielito?
MIL: ¡Que no!. Aquí dice: “Estamos
enterados de su estado. Pedimos una
módica cantidad de dos millones. Recibirá
instrucciones”
BOO: Creo que voy a hablá mu seriamente
con Tomasa.
MIL: (Gimoteando) Y yo creo que voy a
hablar muy seriamente contigo. Me
quieren chantajear.
BOO: No te preocupe, lú de mi ojo. Rosita
de pitiminí. Que ete negrito te va a
consolá. (Aparte) ¿Qué le querrán hasé?
BOO: Dá iguá, sielito, a tu padre no le
guta e fubo.
MIL: ¡Que no, leñe! Que no es eso.
BOO: Pue, entonse, dime tú, lú de mi ojo,
rosita de pitiminí; Dile tú, a éte negrito,
que le pasa a mi niña. (se tumba en el sofá
y apoya la cabeza en el regazo de ella)
MIL: Es que no sé como decírtelo. Mira,
como te quiero mucho y no quiero que
sufras, te lo diré despacio y con tacto.
(Levantándose y tirando a BOO por el
suelo.) ¡Estoy embarazada! (gimoteando
se vuelve a sentar)
LUCI deja ver por un momento su cara de
asombro.
BOO: (En el suelo, cogiéndose el corazón
con las dos manos) ¡Olé mi niña, como dá
la notisia! ¡Con tato y delicadesa! Como a
mí me gutan. (De rodillas llega a donde
Militita y le toma las manos)
BOO: ¿Eta segura mi niñá, que no e un
empacho?
MIL: pues, empacho... empacho, no lo sé.
Pero que estoy preñada.... de eso, seguro.
Se para un momento la escena para que
LUCI salga de su escondite.
LUCI: (Aparte) ¡Preñada!... ¿Preñada?
¡Puaf! ¿Voy a tener un sobrino a rayas?
LUCI se esconde y se reanuda la escena.
BOO: No te preocupe, lú de mi ojo, rosita
de pitiminí, que tu Boo lo va arreglá toíto.
Ahora mimito, hago yo mi maleta y emigro
de aquí.
BOO intenta besar a MILITITA y ella lo
aparta.
Se levanta para salir huyendo
MILITITA lo agarra por la chaqueta.
MIL: ¡Quietas las manos! Que yo también
te tengo que dar una mala noticia.
BOO: (Retorciéndose) ¡Que ha perdio e
Beti! ¡Mecachi quiniela!
MIL: ¡Que no es eso! Como te quiero
mucho, te lo diré con delicadeza, poco a
poco, para que no te de impresión. Mira...
mi padre, aún no lo sabe.
y
MIL: ¡De eso, ni hablar! Aquí, la mitad del
lío la has armado tú y las bofetadas de mi
padre nos las repartimos los dos.
BOO: Pero que te ha hecho a ti éte pobre
negrito que lo quiere tan má.
MIL: (Ñoñísima) ¡Dejarme preñada!
13
BOO: (Tragando saliva) Lo que quiere é
que mi niño se quede huefanito sin papá,
poque tu padre me va a matá cuando lo
sepa y yo prefiero que mi niño sea un niño
con papá, como to é mundo. Aunque tenga
a su papá muy lejo.
señora gobernaora. De rodilla, señora
presidenta. Como uté gute, señora
condesa. Mande a su eclavo, señora
marquesa. A su pié, señora duquesa. Beso
su mano, señora princesa. A su órdene,
señora reina.
Vuelve a intentar escapar y ella lo
detiene.
Dª MERCEDITAS hace amago de salir y a
mitad, se vuelve.
MIL: ¡Tú no te vas!
MER: ¿De veras que no le pasa nada?
Entra Dª MERCEDITAS por la izquierda.
MILITITA corre a sujetarlo y taparle la
boca. Sin resultado. BOO, continúa, entre
balbuceos, con su retahíla.
MER: (a Boo) ¡Ah! ¿Estás aquí? Ahora iba
a buscarte.
MIL: Seguro, mamá. Es su forma de decir
cuanto te admira.
MER: ¡Que chico más raro! En dos años,
nunca le había visto así. Será mejor que
te lo lleves a la cocina y que Tomasa le
prepare una tila. ¿Estás segura de que no
es el baile de sambito o una de esas
fiebres de por allá, con efectos
retardados?
MIL: No, mamá. Si no es nada.
MER: Mejor. Dile a Tomasa que le de un
litro de tila, que si no esta noche, le veo
metiendo la cabeza dentro de la sopera.
(Lo imita)
BOO y MILITITA disimulan.
MER: Quería decirte... (Se gira hacia
Militita) ¡Hola, hija! (De nuevo se dirige a
Boo) ...que esta noche el señor trae unos
invitados importantísimos a cenar...
BOO se pone firmes, haciendo grandes
reverencias.
MER: ¿Pero que le pasa a este chico?
parece que se ha tragado un muelle.
MIL: (Disimulando) ¡Nada, mamá! Que te
saluda.
MER: Pues que se esté quieto, que me
marea.
Salen por la izquierda MILITITA y BOO.
MILITITA llevando sujeto a BOO, y éste
sin cesar las reverencias.
MILITITA sujeta a BOO por detrás para
que cesen las reverencias, pero éste
continúa con la cabeza.
MER: (Sentándose en el sillón de la
izquierda con una mano en la frente) ¡Ay
que mareo! ¡Tanto sube y baja! Pobre
chico. Espero que no se rompa y dure por
lo menos hasta esta noche.
MER: (Sujetándole la cabeza para que no
la mueva) ... y el señor tiene el gusto de
que sirvas tú la mesa. Estate aquí a las
ocho.
Escena VIII
Dª Merceditas, Rufino y Luci
Las dos le sueltan y BOO sigue con las
reverencias mientras recita:
Entra RUFINO y al ver a Dª
MERCEDITAS, inicia un paseillo arriba y
abajo, como los toreros.
BOO: (Sin respiro mientras sigue la
escena) Sí, señora. A su órdene, señora
Mersedita. Como mande, ama de la casa.
A su pié, señora alcaldesa. Beso su mano,
14
RUF: A este jabuguito, ¿no va nadie a
hincarle el diente? A esta fuente de
placer, ¿no va a beber nadie? A este
merenguito ¿no lo va a comprar nadie?
estoy pensando en ensayarnos para tener
otra niña.
RUF: No me extraña, porque uno, es que
está muy bien hecho. Y mira, la Luci no ha
salido nada mal. ¿Eh?
MER: No, si mona si que es...
RUF: Como el padre (por él mismo)
MER: Un poco rarita, pero muy mona.
RUF: ¡Es que uno, es muy profesional!
RUFINO
llega
hasta
donde
Dª
MERCEDITAS y ambos se abrazan.
LUCI asoma la cabeza, se hecha una mano
a ella y se vuelve a esconder.
Mutis los dos por la derecha.
LUCI sale gateando de detrás del sofá y
se sienta en el suelo, con la espalda
apoyada en el sofá.
MER: ¡Merenguito mío! Ya te echaba de
menos. ¿Qué has estado haciendo tanto
tiempo lejos de mí?
RUF: Acicalándome pa ti. Reina mía.
MER: (Separándose y dándose la vuelta,
celosa) Desde que te has echado por
novia a esa sobrina de mi marido, no hay
quien te vea el pelo.
RUF: Sólo pa disimular mi presencia en
esta casa. (Agarrándola por la cintura) Tú
ya sabes que no tengo ojos más que pá ti.
¡Chula mía! Que la Tomasa esa, estaba ya
sospechando.
MER: ¡Pues claro! Después de quince años
hurgando por su cocina, como si fuese tu
casa, algo tenia que sospechar ¿no?
RUF: Lo que pasa es que me tiene mala fe
porque a ella no le hago caso.
MER: ¿Y a Florita? No me estarás
poniendo los cuernos con ella ¿verdad?
RUF: ¡Nooo!
MER: Te estoy manteniendo desde hace
más de quince años, pero con la condición
de que me seas fiel.
RUF: ¿Serte infiel Yo? ¡Si eres como mi
madre!
MER: (Enfadada) ¡Que tan vieja no soy!
RUF: ¡Como mi madre de buena! Que me
cuidas tan bien...
MER: Con la fortuna que me cuestas...
¡Anda, zalamero! (Animándose) ¿No me
estás llamando vieja?
RUF: Si estás pa mojar pan ¡manola!
(Cambiando de tono) Pero mira, vengo
hecho un guiñapo. Que esta chaqueta es
del año pasado y yo quiero estar guapo pa
ti.
MER: (Echándose sobre él) Pues ven a mi
habitación a ganártela, tunante. Que
LUCI: Watson, estoy cuestionándome muy
seriamente si este es el hogar adecuado
para que se eduque una tierna niña como
yo. ¡Qué culebrón! ¡Cuando se entere mi
padre...! ¡Pero, si mi padre resulta que es
éste! ¡Bueno, pues se lo cuento a mi otro
padre! ¡Que liooo! Recapitulemos, Watson;
Mi padre, no es mi padre. Mi padre es el
novio de Florita que tampoco es la sobrina
de mi padre. La sobrina de mi padre -que
es su hija-, también es la hija de Tomasa,
la criada. Y el novio de su hija, es el
amante de mi madre y éste a su vez, es mi
padre. Ya hemos deducido que la novia de
mi padre, osea, el amante de mi madre,
quiere hacerle chantaje a mi hermana,
que ya sabemos cual es su estado, aparte
de estar siempre en las nubes y que
también es su hermana, y ella no lo sabe.
O medio hermana por lo menos, porque mi
hermana -medio hermana también- está
embarazada del chófer; que ese por lo
menos es huérfano -eso que sale ganadopero que es negro y yo voy a tener un
sobrino multicolor. O medio sobrino. Y mi
padre, que no es mi padre, que es el
marido de mi madre, los va a matar a
todos. Aunque también le podría matar mi
madre a él, porque tampoco se va de
rositas. (Se levanta con los hombros
hundidos) Watson, hoy va a ser un día
muuuy laargo.
Mutis por la derecha, arrastrando los
pies.
15
FIN
DEL
ACTO
PRIMER
16
II ACTO
TOM: Boo-Bolok señora.
MER: Pues eso, lo que yo he dicho.
TOM: Sí, señora. ¿Algo más señora?
MER: No. Ya puedes volver a la cocina.
Escena IX
Dª Merceditas y
Tomasa
TOMASA no se mueve. Dª MERCEDITAS
hace amago de salir por la derecha. Da un
paso y se vuelve.
Se ha hecho de noche. En el jardín se ve
una tenue luz. El salón está bien iluminado
y en silencio.
Entra Dª MERCEDITAS (por la izquierda)
seguida de TOMASA que lleva un paño de
cocina en el hombro. La primera no para
de andar y la otra detrás dando
cabezazos de asentimiento.
MER: ¡Ah! que Luci se quite ese traje tan
horrible y se vista como una niña. O por lo
menos, como una persona.
TOM: Sí, señora. ¿Algo más?
MER: No. Ya te lo he dicho todo.
Da otro paso para marcharse y se vuelve.
TOMASA sigue sin moverse.
MER: No debe faltar nada esta noche.
Son unos invitados muy importantes.
¡Fíjate! Un mangante del petróleo y su
señora que, claro, en cuanto conocieron al
señor, se dieron cuenta de que es un lince
para los negocios y se han empeñado en
invertir. Claro que a nosotros no nos hace
falta, pero claro, el señorito es tan
generoso... (Se gira buscando a Tomasa,
pero no la ve) Tomasa, ¿dónde estás?
TOM: (Poniéndose delante) Aquí estoy.
MER: ...que hemos decidido aceptar su
dinero, para hacerles un favor.
TOM (Cansada) Sí, señora.
MER: ¿Ha llegado ya el Boo-bito ese?
Nunca me acuerdo de su nombre.
TOM: Boo-Bolok, señora.
MER: Eso, lo que yo decía.
TOM: No, no ha llegado aún.
MER: Pues cuando llegue que venga a
hablar conmigo. Todo debe salir perfecto
esta noche.
TOM: Siiiii, señora.
MER: Y cuando lleguen los invitados, los
haces pasar al jardín directamente. Allí
estaremos, el señor y yo Delante de
nuestra
enorme
piscina,
para
impresionarlos. ¡Ejém! Quiero decir... para
recibirlos.
TOM: Siii, señora (haciéndole burla) ¡Qué
pesá!
MER: ¡Ah! y el tombo ese, que se ponga
guantes blancos.
MER: ¡Ah! Y que Militita se reúna con
nosotros en el jardín, después de que
hayan llegado los invitados.
TOM: Sí, señora. ¿Algo más?
MER: No. Pero, ¡ vete ya!
Dª MERCEDITAS da dos pasos, de nuevo,
y se vuelve. TOMASA quieta
MER: Y pon el mantel de hilo con encaje
de bolillos.
TOM: Sí, señora. ¿algo más?
MER: Nada más. ¿Qué haces ahí todavía?
TOM: Sí, señora. ¿Algo más?
Dª MERCEDITAS se vuelve
marcharse. TOMASA no se mueve.
para
MER: (Volviendo otra vez) ¡Ah! El
aperitivo, en la piscina. Y nos avisas así,
como muy solemne... ¿Eh?: “Señores, la
cena está servida” Y luego el café lo
tomaremos en el salón de ébano. ¡No! Al
de ébano no, ¡qué disparate! Al rosa. Eso.
El rosa será más adecuado para la
situación.
TOM: Siiii, señora. ¿Algo más?
MER: No. No se me olvida nada.
Dª MERCEDITAS da de nuevo un paso
para marcharse y se vuelve. Abre la boca
para hablar y TOMASA no la deja.
17
Dª MERCEDITAS corriendo sale por la
derecha.
TOMASA se cuelga el paño al hombro y
sale por la izquierda.
MER: ¿Que te pasa, tanto grito? ¿Que
hay ratones?
TOM: (Cogiéndose a la señora y sin
aliento) ¡Ay, señora! ¡Ay, señora!
MER: (Soltándola) ¿Pero qué pasa?
TOM: (Muy sofocada) ¡En la puerta! En la
puerta...
MER: ¿Que pasa con la puerta?
TOM: Ne... ne... ne...
TOM: ¡Es
imponerse!
Dª MECEDITAS le da un golpe en la
espalda.
TOM: (Pateando el suelo y amenazándola
con el paño) ¡Ya está bien! ¡Hala! a
bañarse (Azuzándola con el paño)
que
no
hay
nada
como
Mutis por la izquierda.
TOM: ¡Negros! En la puerta hay dos
negros.
MER: ¡Ah! ¿Y qué venden?
TOM: No sé, señora. Deben ser joyeros,
porque van cargaítos de oro. Han dicho:
(imitándolos) “Somos los Macumba.
Venimos a cenar”
MER: ¡Ya están aquí! ¡Que monos!
TOM: Señora... Usté no se entera. Que
son negros y dicen que vienen a cenar.
MER: Claro Tomasa. Son los invitados del
señor. Tienen grandes negocios juntos.
¿Pero dónde están? ¿Qué has hecho con
ellos?
TOM: (Señalando hacia la puerta) En la
calle. ¡No los iba a dejar pasar!
MER: ¡Pobrecitos! Ellos, ¡tan ricos! y tú los
dejas en la puerta...
TOM: Señora, que cuando el señor se
entere de que ha invitado a cenar a dos
negros, le da un patatús.
MER: El señor ya lo sabe. Y ha sido él
quien ha insistido.
TOM: (Que no comprende nada) ¿Que el
señorito... lo sabe?
MER: Sí. Ya te he dicho que tienen
grandes negocios juntos. Los pobrecitos
no saben en qué gastar su fortuna y ya
sabes... D. Felipe, tiene un gran corazón y
ha decidido ayudarles.
TOM: (Resignada) Ahora comprendo...
MER: ¿En la puerta has dicho? ¡Vamos! No
hay que hacerlos esperar.
Escena X
Tomasa, los Macumba y Dª
Merceditas
Suena el timbre de la puerta.
SILENCIO
Vuelve a sonar el timbre.
Desde el foro, grita TOMASA.
TOM: ¡Ya va!
TOMASA da un grito desde el foro y
entra en escena, por la izquierda,
corriendo.
TOM: ¡Ahggg!... !Señora!... !Señora!...
Cruza, corriendo el escenario, de
izquierda a derecha, sin dejar de gritar.
Entran por la izquierda el matrimonio
Macumba. Paran un momento en el centro
del escenario y salen por la derecha.
Vuelve a entrar TOMASA corriendo y
gritando, de derecha a izquierda.
TOM: ... !Señora!... !Señora!...
Entran: Dª MERCEDITAS por la derecha
y TOMASA por la izquierda.
TOMASA corriendo y gritando, se choca
con Dª MERCEDITAS.
Mutis las dos por la izquierda.
TOM: ... !Señora!... !Seño... (Chocan y se
para) ...ra!
18
Escena XI
debe haberla leído. Mañana le dejaremos
el sobre con las instrucciones para
entregarnos el dinero del chantaje.
RUF: Y, ¿no es mejor, chata, que se lo
digamos nosotros y ganemos tiempo? Le
decimos: “O nos lo das, o nos chivamos a
tu padre”
FLO: Y si nos chivamos a mi tío Felipe,
¿Que sentido tendrá el chantaje?
RUF: ¡Aaaá! Bueno...
Los Macumba
El matrimonio MACUMBA entra a escena
por la derecha. Paran en el centro del
escenario un momento y ven la nota. Mr.
MACUMBA la coge y se la da a su señora,
majestuosamente, para que se la lea.
Sra. MAC: “Etamo cansado de su etofado.
Pedimo morsilla en cantidá y do mi
garbanasos. Repartirá rasione”
Entra MILITITA, toda compungida.
No entendiendo nada, mira a su marido y
le extiende la nota. Mr. MACUMBA la lee.
MIL: ¡No se va! ¡No se va! ¡Y no se va!
¡Hala!
FLO: Hablando del Papa de Roma.
RUF: Por la puerta asoma.
Mr. MAC: “Etamo cansado de su etofado.
Pedimo morsilla en cantidá y do mi
garbansos. Repartirá rasione”
FLORITA le da un golpe en el pecho a
RUFINO para que se calle.
Se miran y se encogen de hombros
FLO: Hola, primita. ¿Qué te pasa?
MIL: (Disimulando) ¿A mí? Nadaa.
FLO: Te veo distinta.
RUF: (Echándole encima de Militita) Eso.
Yo también te veo distinta.
Mr. MAC: Será el menú.
Dejan la nota y salen por la izquierda.
Escena XII
FLORITA lo aparta y RUFINO se coloca
detrás de ella.
Dª Merceditas y Tomasa
Entran Dª MERCEDITAS y TOMASA por
la izquierda.
FLO: A lo mejor, es que has recibido hoy
correo.
RUF: Eso, eso. El correo.
MIL: ¿Yo? No.
FLO: Un sobre blanco.
RUF: Y con letras de periódico.
(Florita le da un codazo)
MIL: No.
FLO: ¡Pues tenias que recibir un sobre!
RUF: ¡El sobre!
MIL: ¡Que pesados! No.
FLO: ¿Seguro?
MIL: Que no, ¡leñe!
FLO: ¿No te suena de nada “Estamos
enterados...”?
RUF: (La interrumpe) ¡De su estofado!
FLO: (A Rufino) ¡Que no!... (A Militita)
“Pedimos...”
RUF: ¡Morcilla en cantidá!
FLO: (A Rufino) ¡No digas sandeces!
MER: ¿Seguro que los has dejado en la
puerta?
TOM: Allí mismito.
MER: ¿Pues, dónde están? Vamos a
buscarlos por el jardín.
Mutis las dos por la derecha.
Escena XIII
Florita, Rufino, Militita, Luci y los
Macumba
Entran FLORITA y RUFINO por la
izquierda. FLORITA recoge la nota.
FLO: Cuchi-cuchi, Aún está aquí la nota.
Pero da igual. Seguro que mi primita ya
19
un grito al unísono y salen corriendo
todos por la derecha.
El matrimonio MACUMBA se mira, no
entendiendo nada.
RUF: Que no diga ¿qué?
MIL: (Aparte) Lo saben. Lo saben.
FLO: (A Rufino) Da igual. Déjalo. (A
Militita) ¡Basta de palabras! Ya no
aguanto más. Sabemos cual es tu estado.
RUF: (Haciendo eco) ...ado...aaaado.
MIL: Soltera y sin compromiso. Pero eso
lo sabe todo el mundo.
M. MAC: Eto blanco etán loco.
Los MACUMBA salen detrás de ellos.
Entra LUCI por la derecha.
Escena XIV
Dª Merceditas, Tomasa, D. Felipe,
Boo-Bolock, Luci, Rufino, Florita,
Militita y los Macumba
LUCI: ¡Tú eres tonta! Mira si eres tonta,,
que lo buscas en el diccionario y va tu
foto.
Lo que quiere decir es que sabe que estás
embarazada del chófer. Y que ella y el
Rufián éste, pretenden sonsacarte una
sustanciosa cantidad para no chivarse a
nuestro común, o sea a nuestro padre, que
de eso también tengo yo mucho que decir.
Entran Dª MERCEDITAS y TOMASA por
la derecha.
MER: Pues en el jardín tampoco están.
Mira, tú vuelve a la cocina que yo, los
seguiré buscando por aquí. (Se sienta en
el sofá)
TOM: (Aparte) ¡Señor, Señor! Si el ama
no va a los negros, los negros vendrán al
ama.
MILITITA
comienza a gimotear y
FLORITA rompe el sobre que lleva en la
mano y lo pisotea. Después corre a tirarle
de una coleta a LUCI. RUFINO detrás de
FLORITA.
Sale TOMASA por la derecha.
Entra D. FELIPE por la izquierda.
FLO: Y tú, eso, ¿como lo sabes?
LUCI: ¿Por un sobre, con un mensaje
escrito con recortes de periódico que ha
estado todo el día encima de la mesa,
como ese que acabas de romper? Anda,
que como chantajistas tenéis menos
porvenir que Torrebruno en la NBA.
FLO: (Tirándole otra vez de la coleta) Me
has fastidiado el negocio.
LUCI: (Huyendo) Y yo he aprendido
mucho sobre chantajes. Porque tú, no sé;
pero, yo, con todos los líos que hay en
esta casa, me forro. (A Militita) Y tú, ¿no
has oído hablar de los métodos
anticonceptivos?
MIL: ¿Y qué es eso?
FEL: Hola, cariño. Ya estoy aquí. ¿Está
todo listo para la cena? (La besa)
MER: Sí, pero faltan los invitados.
FEL: Ya vendrán. (Se sienta con ella en el
sofá)
MER: No, si ya han venido, pero se han
perdido.
FEL: ¿Cómo que se han perdido?
MER: Sí, han venido y se han perdido. No
los encontramos.
Entra BOO-BOLOK, por la izquierda, con
una maleta, colgando ropa por las juntas.
Entra con prisas y mirando hacia atrás.
Entran otra vez los MACUMBA -por la
izquierda- y al ver a tanta gente, se paran
adoptando una postura indiferente y real
para llamar la atención.
FLORITA, RUFINO, LUCI y MILITITA,
los ven a la vez. Se miran entre sí y dan
FEL: Quizá el chófer los haya visto.
Muchacho...
BOO-BOLOK los ve, se para y comienza
de nuevo las reverencias.
20
BOO-BOLOK aprovecha para salir de
espaldas, pero choca con TOMASA que
entra y lo mete a barrigazos.
BOO: A su órdene... A su órdene... A su
órdene...
FEL: Pero, ¿qué le pasa?
MER: ¡Ay, hijo, no sé! Lleva así todo el
día. Páralo, que me marea.
MER: ¡Ya le han vuelto a dar las fiebres!
LUCI: (Apartando la mano de su madre
con un manotazo) La fiebre te la daría a
ti, guapa.
FEL: ¿Cómo que no soy tu padre? ¡Exijo
una explicación!
D. FELIPE lo sujeta, pero BOO-BOLOK
sigue cabeceando mientras recita.
BOO:
Alteza...
Ilustrísima...
Grandeza...
Amo...
Entran RUFINO y FLORITA por la
derecha.
Entra LUCI por la derecha, de espaldas.
Trae una mano puesta en el pecho.
BOO-BOLOK para las reverencias y de
puntillas pretende escapar de TOMASA
para salir. TOMASA le agarra de la
chaqueta. Boo quiere desasirse, pero no
puede.
LUCI: ¡Uf! Con esta familia, una no gana
para sofocos. (Se gira y contempla la
escena) ¡Anda! reunión familiar. ¿Qué,
confraternizando con el servicio?
TOM: Tú aquí, quieto parao.
D. FELIPE suelta a BOO-BOLOK y se
limpia repetidamente las manos. BOOBOLOK, por su parte, al ser soltado
bruscamente por D. FELIPE, en una de
sus reverencias contenidas, casi da con la
cabeza al suelo, dando un traspié. Aún así,
sigue con las reverencias.
RUFINO se esconde detrás de FLORITA
LUCI: Con la venia. Seguidamente voy a
exponer a usted los resultados de
nuestras pesquisas. Watson, atento:
(Imitando a Rufino) Aquí el “profesional”
lleva como quince años usando “su” coche,
viviendo en “su” casa, ingiriendo “su”
comida,
fumando
“su”
tabaco
y
“beneficiándose” a “su” señora.
FEL: ¿Pero, de qué estás hablando?
LUCI: Elemental querido Watson: no se
entera. Con la venia señoría ¿Puedo
tutearle?
FEL: ¿Qué tonterías estás diciendo?
Siempre me tuteas.
LUCI: Eso fue hasta esta mañana, en que
yo todavía era una niñita tierna e
inocente. Que cruel es la vida, Watson...
MER: Querido, no le hagas caso. Ya sabes
como son los niños...
FEL: Déjala que se explique. ¿Qué tiene
que ver lo que “ese” haga con sus cosas
con lo de que no soy tu padre?
LUCI: Tú lo has querido. Vamos allá...
Toma nota, Watson. Aquí el “profesional”
lleva como quince años usando “tu” coche,
viviendo en “tu” casa, ingiriendo “tu”
FEL: Luci, hija, ¿no habrás visto una
pareja de socios que se nos han perdido?
LUCI: ¿Sucios? ¡Ah! pero ¿que no son
negros?
MER: ¿Negros y además sucios?
FEL: SOCIOS. He dicho SOCIOS.
MER: ¡Qué alivio!
LUCI: ¡Ah! No. Yo solo he visto a una
pareja de negros cargados de collares de
oro.
FEL: Esos son, hija. Mis socios.
LUCI: ¡Pero recojones! ¿tú no eras
racista?
MER: Luci, no seas grosera con tu padre.
LUCI: ¡No digas chorradas! Ya sé que
éste no es mi padre.
FEL: ¿Cómo que no soy tu padre?
LUCI: Eso se lo preguntas a mi madre.
Dª MERCEDITAS se levanta a va a
ponerle una mano en la frente a LUCI.
21
comida,
fumando
“tu”
tabaco
y
“beneficiándose” a
“tu” señora. En
conclusión: (Señalando a Rufino) él es mi
padre.
FEL: (A Dª Merceditas) ¡Pécora! (A
Rufino) Y tú, chupando del bote quince
años y me haces esto? (Señalando a Luci)
LUCI: ¡Sin insultar!
MIL: ¡Alto o disparo! (Apuntando a Boo
con el índice)
Todos se paralizan.
MIL: (Soplando el dedo y enfundando
imaginariamente el dedo) ¡Je! Era broma.
D. FELIPE se abalanza contra RUFINO,
que se lanza a correr por todo el salón.
Dª MERCEDITAS también corre detrás
de ellos.
FLORITA, corre tras ellos y engancha a
Dª MERCEDITAS y entre ambas inician
su guerra particular, dándose empujones
y tirones de pelo.
TOMASA suelta a BOO-BOLOK -que
pega un traspié y va a parar al suelo- y
corre
a
interponerse
entre
Dª
MERCEDITAS y FLORITA.
LUCI: Y ésta, está preñada.
FEL: ¿Preñada?
MER: ¿Preñada?
FLO: ¡Preñada!
TOM: ¡Se descubrió!
RUF: A mí, que me registren.
MIL: ¿Yo?
FLO-RUF-LUCI-TOM: (A la vez) Sí, tú.
MIL: ¡Vale, vale! Pero solo un poquito.
FEL: ¿De quién?
MER: ¿De quién?
FLO: (Señalando a Boo) De él.
RUF: (Señalando a Boo) De él.
LUCI: (Señalando a Boo) De él.
TOM: (Señalando a Boo) De él.
TOM: (A Dª Merceditas) Ni se le ocurra
ponerle la mano encima a mi hija.
Se para la escena un segundo. Todos se
asombran menos LUCI.
BOO-BOLOK tira la maleta del susto y
corre a refugiarse detrás del sofá,
porque D. FELIPE ya está tras él dándote
tirones a la ropa, que le va arrancando a
tirones. Primero la chaqueta y luego la
camisa.
MER: ¿Tu hija?
FLO: ¿Mi madre?
RUF: ¡La monda!
LUCI: (Señalando a D. Felipe) ¿Y quién
será el padre?
FEL: (Persiguiendo a Luci) Yo la mato, por
chismosa.
MER: (Persiguiendo a D. Felipe) Y yo te
mato a ti.
LUCI: (Detrás de Rufino) Y yo mato a mi
padre.
FLO: (Detrás de ellos) A mi cuchi-cuchi
me lo dejas.
TOM: (Detrás de todos) Déjalos, hija. Tú
no te pierdas.
BOO: Guana mí no, guana mí no...
FEL: Lo mato... Lo mato...
MER: (Detrás de ellos) Que te pierdes,
Felipe.
MIL: (Detrás de ellos) Ay, ay, ay, que me
lo desgracian.
TOMASA, LUCI, FLORITA y RUFINO se
unen al corro y de nuevo todos corren y
se agarran alrededor del sufrido sofá.
Entran los MACUMBA.
Se paraliza la escena.
Los MACUMBA se quedan asombrados
viendo la mancha blanca en el pecho de
BOO-BOLOK.
Todos persiguen a todos alrededor del
sofá.
BOO-BOLOK se recupera y se levanta con
su maletita, probando por enésima vez a
salir por la izquierda.
Entra MILITITA por la derecha.
Sra. MAC: ¡Mi hijo!
Mr. MAC: ¡Nuetro hijo!
22
FLO: (Abre los brazos hacia su madre)
¿Mamí?
TOM: ¡Hija de mis entretelas! (Se
abrazan)
LUCI: (A Rufino) ¿Papi?
RUF: Uno, que estando bien hecho, está
hecho pa to.
Todos se miran entre sí, menos los
MACUMBA, que ni parpadean.
D. FELIPE mira al pecho de BOO y ve la
mancha.
FEL: ¡Su hijo! ¡La mancha!
TODOS: (Menos los Macumba) ¡La leche!
FEL: (Vuelve a mirar la mancha en el
pecho de Boo. Le suelta e intenta
recomponerle la ropa) ¡Vamos, hijo,
vamos! Abraza a tus papás. (Azuzándole)
BOO: ¿Mi papá?
Sra. MAC: (Con los brazos abiertos) ¡Hijo!
Mr. MAC: (Con los brazos abiertos) ¡Hijo!
FEL: Sí, tus papás. (A la oreja) Son muy
ricoooooos.
BOO: (Abrazando a los Macumba) ¡Papis!
RUFINO, con los brazos abiertos va hacia
LUCI y ésta lo detiene.
LUCI: ¡Que te lo has creído! Mi padre es
el butanero.
RUFINO se paraliza
LUCI: ¡Que era broma! (Se abraza a él)
(Al público) Y ustedes, si con esto no han
tenido bastante, vuelvan mañana a por
más.
Todos quietos, sorbiéndose las lágrimas.
FEL: (A Boo) ¡Hijo mío! Ven a mis brazos.
(A los Macumba) Ya ven... (mientras
abraza a Boo) yo no sabía quien era y le
he criado como a un hijo. Le he llegado a
querer tanto que le he dado mi casa, mi
coche y le concedido la mano de mi hija
para que sea parte de la familia. ¡Están
enamorados!. (A Militita) Ven hija, ven a
abrazar a tu prometido.
se cierra el telón.
MILITITA corre a abrazar a BOOBOLOK.
BOO: Ven a mi braso, lú de mi ojo, rosita
de pitiminí.
MIL: ¿Eso de prometidos es que nos
tenemos que casar?
TODOS: ¡Sí!
MIL: ¡Ah, bueno! ¡Vale! (Se abrazan)
Los MACUMBA se acercan a la parejita y
también se abrazan.
D. FELIPE abre los brazos a Dª
MERCEDITAS.
FEL: ¿Pelillos a la mar?
MER: ¡Al Pacífico, que es más grande! ( Se
abraza a su marido)
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