PERSONAJES QUE INTERVIENEN EN LA OBRA (por orden alfabético) BOO-BOLOK: Chófer de la casa. Negro. Lo trajo consigo D. Felipe, de uno de sus muchos viajes a África, porque considera un toque de distinción tener un chófer negro. Ignorantón y simple. Con el deje exagerado de los negros americanos, más propiamente de Cuba. Viste con uniforme. De treinta y tantos años. FELIPE, Don: Señor y amo de la casa. Industrial y empresario venido a menos. Busca inversores (a fondo perdido, a ser posible) para sus truculentos negocios. Altero y picarón. Racista oportunista por haberlo visto en las películas. Dice que en Madrid no hay más negro que el suyo, pero si hubiesen más, él sería como uno de esos hacendados de “Kunta Kinte” o de “Lo que el viento se llevó” En realidad, lo que le gustaría es no pagar sueldos, ni seguridad social. Extremadamente pesetero, está pasando por apuros económicos que intenta disimular. Viste siempre de traje y corbata. De edad indefinida. FLORITA: Sobrina lejana de D. Felipe y novia de Rufino. Huérfana y pobre. Acogida en la casa, por caridad, al haberse quedado sola en el mundo, tras la muerte de sus abuelos. Envidiosa de sus primas, reniega de su condición de “sobrina pobre acogida por caridad”. Intrigante y cabeza loca. Se hizo novia de Rufino, solo por molestar. Viste muy moderna. De edad aproximada de veintitantos años. LUCI: La pequeña de la casa. Espabilada y sin complejos. Repelente y metomentodo, es capaz de acabar con los nervios del santo Job. Ve misterios en todas partes. Juega a ser Sherlok Holmes y va vestida como él, pero con faldas. Su lupa la acompaña a todas partes. Se peina con coletas altas y su edad aproximada es de quince años. 1 MACUMBA, Mister: Multimillonario magnate del petróleo. Negro. Posible inversor en los negocios de D. Felipe. Sereno y majestuoso. Viste con ropajes largos y brillantes de magnate árabe. Se cubre la cabeza con un rico tocado árabe bordado de perlas y está adornado de múltiples piezas de oro. MACUMBA, Sra. de: Esposa del anterior. Negra. Acompaña a su marido en sus viajes por todo el mundo. Como el anterior, viste ropajes largos y brillantes. Con mucho oro colgado de todas partes. Como digna esposa de su esposo, sus modales son majestuosos. Con edad indefinida. MERCEDITAS, Doña: Señora y ama de la casa. Esposa de D. Felipe, amante de Rufino y madre de Militita y Luci. Coqueta y presumida. Despistada para todo lo que no le interesa. Su falta de memoria es preocupante. Sus modales y vestimenta son muy “finolis”. Su edad es indefinida. MILITITA: Hija mayor de D. Felipe y Dª Merceditas. Sin oficio ni beneficio, es feliz viviendo a costa de sus padres. No se plantea la existencia, porque su inteligencia no da para tan complejos pensamientos. Extremadamente ñoña y bobalicona. Con cambios bruscos de comportamiento: Puede adoptar varios cambios de carácter en una misma frase. Viste muy desmañada, con una chaqueta de punto mal abotonada, falda y calcetines. Con coletas y gafas de culo de vaso. Sobre los treinta y cinco años de edad. RUFINO: Gigoló de profesión (y a mucha honra) más por devoción que por profesión (aunque él diga lo contrario). Novio de Florita y amante de Dª Merceditas. Quizá tenga inteligencia, pero no la usa. Narcisista y muy ufano de sí mismo, aprovecha cualquier oportunidad para decirlo. Con marcado acento madrileño chulapo, viste como tal: Chaqueta corta, pantalones a cuadros y gorra. Se complementa con pañuelo blanco al cuello y clavel en el ojal. De aproximadamente cuarenta años, pero él cree que tiene veinte. TOMASA: Vieja criada de la casa. Confidente de Militita y antigua amante de D. Felipe. Gorda y pechugona. Sirvienta de la casa desde poco después de la boda de los señores, hace cuarenta años. Ha criado a las dos hijas del matrimonio y se hizo cargo de la sobrina, desde que llegó. Una andaluza con mucho genio y temperamento. Sin Tomasa, la casa sería un desastre. Odia a Rufino 2 DECORADOS Al fondo, una cristalera desde donde se ve parte del jardín; por lo menos plantas. A la derecha hay una salida que conduce al jardín y a los dormitorios. A la izquierda otra salida que lleva a la puerta de entrada y a la cocina. En el centro, un sofá y por lo menos un sillón a la izquierda. No hay mesa de centro. Una alfombra y demás complementos propios de la decoración: cuadros, lámparas, etc... 3 TOM: Y yo, haciendo siempre de tapadera para que tu padre no se entere. Ya tengo complejo de olla, con tanta tapa. MILA: ¡Joooo! Tomasa, calla. TOM: Ya me callo... MIL: Me acuerdo de cuando mi padre se lo trajo de uno de sus viajes a África. Cuando lo vi, tan apuesto, tan guapo, me enamoré de él. TOM: ¡Pero si es negro! MIL: Solo matices, Tomasita linda, solo matices. Recuerdo el primer día que salí con él. TOM: (Para ella) ¡A que me lo cuenta! MIL: Quedamos al fondo del jardín a las seis, junto a la verja trasera... TOM: (Para ella) ¡Me lo cuenta! MIL: Yo llevaba mi vestido rosa, de encajes, bordado de... TOM: (Haciendo amago de coger la cesta y marcharse) ¡Me voy! MILA: ¡Vale! No hace falta que me tires indirectas. Ya lo capto. PRIMER ACTO Escena I Militita, Tomasa y Florita Se abre el telón. MILITITA está sentada en el sofá leyendo un libro del revés y TOMASA, en el sillón que hay a la derecha, haciendo punto. MILITITA suspira repetidamente. TOMASA no le hace caso y MILITITA suspira cada vez con mas intención. MIL: ¡Ay! ... !Ayayayay! ... !Aayyy! ... TOM: ¡Ya está bien! Militita, ¿se puede saber que te pasa? MIL: !Aaay! Nada. Aquí estoy, leyendo tranquilamente. TOM: Niña, me llevas frita toda la tarde ¿Desde cuando lees tú, los libros del revés? O me lo cuentas de una vez, o cojo la cesta y me voy a mi cuarto. MIL: ¡Ay! Tomasa, si yo te contara... TOM: (Aparte) Si de todas formas, me lo va a decir. (A Militita) Cuenta, hija, cuenta... MIL: Tú sabes que Boo-Bolok y yo... hemos salido alguna vez juntos... TOM: ¡Anda! y tanto. Como que si no hubiera sido por mí... MIL: !Tomasa! No me interrumpas, que pierdo la concentración. O te callas, o no te lo cuento. TOM: Ya me callo... TOMASA deja de nuevo la cesta en el suelo y atiende. MILA: Pues, cuando empezamos a salir, nos cogíamos de la mano y paseábamos. Después, poco a poco... (soñadora) llegaron los besos. En la mejilla primero, pero, poco a poco... El dice que es su after-save el que hace que los labios resbalen, pero yo no lo creo. A mí no me engaña, no creas que soy boba. Yo pienso que lo hacía adrede. TOM: !Niña! MIL: ¡Tomasa, que me desconcentras! TOM: ¡Lo que hay que aguantar! No me des detallitos ¡guapa! y al grano. MIL: Es que... poco a poco... Después de los besos... Primero una manita que se resbalaba por aquí, luego otra manita que se resbalaba por allá... Claro que él dice que es la crema que usa para las manos, pero yo tampoco me lo creo. No soy tonta, ya lo sabes... TOM: !A ese lo capo yo! MIL: ¡No, Tomasa, eso no! (poniéndose en pie y levantando un brazo) ¡Antes morir Entra FLORITA, por la izquierda y al verlas a las dos en confidencia, se esconde gateando detrás del sofá. MILA: Tú sabes que Boo y yo , hemos estado saliendo a escondidas... 4 que perder la vida! (Volviéndose a sentar) que capao pierde mucho... ¡Je! TOM: (Para ella y levantando los brazos) Cuanta gilipollez con 35 años, ¡Señor! (Para Militita) Ese sinvergüenza, abusón, en cuanto le ponga las manos encima... MIL: ¡Calla, Tomasa! que si no, no puedo contarte lo que me pasa. TOM: Pues déjate de “detallitos” que se me está calentando la sangre y voy a cometer algún disparate. MIL: (Como lo más natural del mundo) ¡Vale! (Levantándose solemne) Tomasa... (Arrancándose a llorar) ¡Estoy embarazada! del sofá tirándole de una mano) Tira para la cocina, que voy a preparar una tila. MIL: ¡Que buena eres, para mis nervios! TOM: ¡Una leche! Para los míos. A ti, que te zurzan. Total para lo que nos queda... Y mientras me tomo la tila, ve pensando cómo se lo decimos a tu padre. MIL: ¿Cuando esté durmiendo? TOM: ¡Ay, que luces tiene mi niña! Anda, tira delante. MILITITA se deja caer en el sofá y se cubre la cara con las dos manos mientras gimotea. FLO: Con que... mi primita... ¡la ricacha!... ¡la estúpida!... está embarazada... ¡Pues yo tengo que sacar tajada de eso! (Paseando por el escenario) Esta será mi venganza a tantos años de humillaciones. La primita pobre, osea ¡yo! ... la última mona, osea ¡yo! ... está cansada de serlo... Y de este secreto me forro. Con lo racista que es mi tío Felipe, si se entera los hace chichina a los dos. Militita está... embarazada de... !Pero si es negro! El único negro de Madrid. Se me está ocurriendo... Un negro ¡Señor! Mutis las dos por la izquierda. Sale FLORITA con mucho misterio detrás del sofá y se coloca en el centro del escenario, intrigante. TOM: ¡No! MIL: !Sí! TOM: !No! MIL: ¡Sí! TOM: ¡No! MIL: ¡Que sí, leche! TOM: (Espanzurrándose en el sofá) ¡Jesús! MIL: No, de Jesús no. De Boo-Bolok. TOM: ¡Dios Bendito de mi alma y de mi corazón! ¡Tu padre nos mata a las dos! A ti por putón y a mí por encubridora. !Santo Dios, si vas a tener un niño a rayas! Si tu padre no nos mata antes, claro. MIL: ¿Que vamos a hacer? TOM: ¿Que qué vamos a hacer? (Se levanta y se remira a sí misma) Yo no estoy preñada. MIL: ¡Aay, vaa, por fa! TOM: ¡Milagros, milagros vamos a tener que hacer para salir de esta. MIL: Yo no sé por qué papá le tiene tanta tirria al pobrecito Boo. Total solo es un poquito tostado. TOM: ¿Tostado? “Churrascao” más diría yo. ¡Pero si es más negro que un murciélago! MIL: Pues yo no lo veo tan negro... TOM: Pues lo verás. Lo verás cuando tu padre se entere. (Levantando a Militita Mutis por la izquierda Escena II D. Merceditas y Luci Entran Doña MERCEDITAS y LUCI por la izquierda. Vienen de compras. Doña MERCEDITAS, que trae las bolsas, las deja a un lado del sofá y se sienta en él. LUCI no deja de dar vueltas alrededor con su lupa al ojo. MER: ¡Para ya, hija, que me agotas! LUCI: Por aquí hay huellas... MER: ¡Pues claro que hay huellas! Y en la calle, y en los escaparates. Y en las escaleras del Corte Inglés también hay 5 huellas. Pero no tenías que averiguar de quien eran todas. LUCI: Un buen detective debe averiguarlo todo. MER: Sí hija, pero no tenías que ir por ahí pidiéndole a todo el mundo su carnet de identidad y agarrándoles el dedo para contrastar las huellas. ¡Menuda la has armado! Que bochorno he pasado cuando el empleado nos ha pedido amablemente que nos fuéramos. ¡Qué bochorno! LUCI: Ha sido un maleducado. MER: Yo creo que ha sido muy considerado en no llamar a la policía. ¡Después de la que has armado en las escaleras! Todo el mundo amontonado por el suelo, patas para arriba. Desde que se te ocurrió esa estúpida idea de disfrazarte de “Serón Rojo”... LUCI: ¡Sherlock Holmes! MER: ¿Y yo, qué he dicho? pues eso... Que manía de llevarme siempre la contraria. Con tu juego de ser detective, nos llevas a todos de cabeza. A propósito de cabeza, (rebusca entre las bolsas y saca un sombrerito) voy a probarme esta monada que me he comprado mientras montabas todo ese lío. Quítate esa ropa de “Cerdo Sordo”... LUCI: (Enfadada) ¡Sherlock Holmes! MER: (Sin hacerle caso) ... y deja ya esa lupa. Vístete decentemente, como tu hermana, tan modosita, tan buena chica. Ella no me da disgustos. LUCI: (Se acerca a su madre y le mira la cara con la lupa) Te cuelga una legaña. MER: (Sacando un pañuelo del bolso y sonando a Luci) Y a ti, el moco. No seas grosera. (Recoge las bolsas) Me voy (Luci va detrás de ella) y no me sigas. haciendo punto. Ese alguien es sin duda alguna Tomasa, porque es la única que sabe de esta casa y además, hace poco tiempo, porque la lana aún está caliente. Seguro que la ha tenido bajo el culo. (Sigue mirando por el suelo) ¡Cáspita! Watson, ¿qué es eso? (Se acerca más y se arrodilla. Sube y baja la lupa. Mira alrededor) ¡Ajá! No es una gota de agua, puesto que habría más por ahí. ¿A ver? (Moja el dedo y se lo lleva a la boca) Lo que me temía, la sal no engaña. Una lágrima, pero ¿de quién? Watson, aquí hay un misterio y nuestra misión es descubrirlo. (Poniéndose en pie) Esto me suena a culebrón. Watson, sígueme. Vamos a por más pistas, osease, a escuchar detrás de las puertas. ¡ji, ji, ji! Mutis por la derecha. Escena III Luci, Florita y Rufino Entra de nuevo LUCI. Da una vuelta al salón y se esconde detrás del sofá. Entran FLORITA y RUFINO por la izquierda. FLO: ...Y de ésta, nos hacemos ricos. Es un secreto inconfesable del que podemos sacar una buena tajada. RUF: ¡Chata! FLO: Cuando le saquemos la pasta, te retiro. RUF: ¡Eso, chata! y pa no perder la costumbre, seguiré con la profesión por hobby. Vamos, de entretenimiento. FLO: ¡Pero qué pendón eres! Ya está bien de engatusar a las pobres ancianitas. RUF: ¡Chati! pero si a ellas les gusta y yo me gano cuatro duros. Y es que, aunque esté mal que yo lo diga, uno es un profesional y a la clientela no hay que defraudarla. (Guiñando un ojo) Pero de todas, tú eres mi preferida. FLO: Zalamero... RUF: (Cogiéndola por el talle) ¡Chula mía! LUCI se vuelve y Doña MERCEDITAS sale por la derecha. LUCI sigue investigando con su lupa. Se acerca al sillón de la izquierda y saca una hebra de lana. LUCI: Watson, aquí hay una prueba evidente de que alguien ha estado 6 Mutis por la izquierda. Asoma LUCI por detrás del sofá. LOS DOS: (restregándose las narices) Cuhi, cuchi, cuchi. FLO: Si no fueses tan guapo... (Soltándose) Bueno, vamos al asunto. Lo primero es hacerle saber que pedimos un rescate... RUF: ¡Pos yastá, chati! En cuanto nos la echemos a la cara se lo decimos y ¡zas! que se agarre del susto. FLO: ¡Pero qué bruto eres! No, lo que tenemos que hacer, es dejarle un sobre con un mensaje escrito con letras de periódico, así no sabrá quién se lo envía. RUF: Y si no lo sabe, (se rasca la cabeza) ¿como nos va a dar la pasta? ¿Ehhh? FLO: ¡Hijo, qué pocas luces! (Acariciándole melosa) Pero, ¡eres tan guapo! Primero le enviamos un mensaje diciéndole que lo sabemos y después otro en el que le diremos donde tiene que dejar el dinero. Luego, solo tenemos que recogerlo y ¡a vivir! Mira, aquí tengo preparada la primera. Léela. LUCI: Esto se está poniendo interesante, Watson ¡Estamos ante un claro chantaje! Pero ¿a quién? Es sin duda a alguien de esta casa. (Coge la nota y lee) “Estamos enterados de su estado. Pedimos una módica cantidad de dos millones. Recibirá instrucciones” Watson, por fin tenemos la oportunidad de demostrar nuestra valía. Debemos averiguar de quien se trata y desvelar el misterio descubriendo a los estafadores. Pero antes, debemos reunir todos los datos. Sigamos investigando... Mutis por la derecha. Escena IV Florita, Rufino y Tomasa FLO: (Desde el foro) Espérame en el salón. Voy a acicalarme un poco. RUFINO toma la nota y lee. Entra RUFINO de nuevo por la izquierda. RUF: Estamos cansados de su estofado. Pedimos morcilla en cantidá y dos mil garbanzos. Repartirá raciones. FLO: (Quitándole el papel) ¡Trae, so bruto! Aquí dice: “Estamos enterados de su estado. Pedimos una módica cantidad de dos millones. Recibirá instrucciones” RUF: Es que uno, no es perfecto. Este cuerpo serrano (a sí mismo) que no se pué aguantar, había de tener algún defectillo ¿no? FLO: (Agarrándole de la corbata) A este cuerpo serrano, me lo voy a merendar yo. RUF: ¡Quieta! No me desgastes, que luego no cumplo en el trabajo. FLO: A sacarle la pasta a las ancianitas, ¿le llamas tú trabajo? RUF: (Soltándose) Sin ofender ¡Que soy un profesional! FLO: Anda. Antes de que venga nadie. Vamos a dejar el sobre en la bandeja de correo y vámonos al jardín, (mimosa) a nuestro rinconcito. RUF: Lo que tú mandes ¡chata! Entra TOMASA con un plumero por la derecha. TOM: ¡Vaya! Ya estamos todos. San Gandul de los Milindres hizo su aparición. RUF: Envidia que le tienen a uno por estar tan bien hecho. TOMASA echa los ojos al cielo con resignación. RUF: Por cierto, ¿hay algo en la cocina pa alimentar esto? (Se pasa la mano por el cuerpo) TOM: Sí, las sobras pa los perros, pero entre perro y “perro” te lo pues jalar tú. RUF: (Levantando la mano) No sé como me aguanto. TOM: (Atacándole con el plumero) ¡Alto ahí! ¡Malaje! ¡Descarriao! Que te tengo unas ganas... 7 RUF: (Apartándose) Buenoo, que tampoco es para tanto. TOM: ¡Chupa sangre! RUF: ¡Sin insultar! Que uno es muy decente. ¡Que soy un profesional! TOM: ¿Profesional? No me tires de la lengua, que como se me suelte, más de un lío se iba a descubrir en esta casa. RUF: Lo que pasa es que me tienes mala fe. TOM: (De nuevo le ataca con el plumero) ¡Sanguijuela! LOS DOS: (Saliendo por la derecha) ¡Gorda! TOM: ¿Gorda yo? ¡Ahora os vais a enterar! Salen corriendo FLORITA y RUFINO. TOMASA detrás embistiendo el plumero. Escena V Luci, Tomasa y D. Felipe Entra LUCI por la izquierda. Al oír voces, se esconde tras el sofá. Entra FLORITA por la izquierda. Entra TOMASA, de espaldas, por la derecha y D. FELIPE por la izquierda, que al ver a TOMASA, va a su encuentro con los brazos abiertos. LUCI, asoma la nariz. FLO: (Interponiéndose entre los dos) Tomasa, que me lo desgracias. TOM: Lo que se iba a perder. ¡Menuda joya! Más vale que lo pusieran de patitas en la calle de una vez por todas. TOM: ¡Abrase visto...! Si os agarro, no os queda un hueso sano. FEL: (Agarrando a Tomasa por detrás) ¡Guapa! TOM: (Sobresaltándose) ¡Ozú, señorito! Que una no está ya para estos sustos. RUFINO se esconde detrás de FLORITA. FLO: Lo que pasa es que le tienes mala fe. RUF: (Saliendo de detrás de Florita y señalando con un dedo a Tomasa) Eso. Eso le he dicho yo: que me tiene mala fe. TOM: ¿Quien, yo? ¡Que va! Lo que pasa es que le tengo mala fe. D. FELIPE se separa de TOMASA dándole una palmada al culo, mientras se coloca la corbata. D. FELIPE coge el sobre. Lo lee. TOMASA hace amago con el plumero y RUFINO se refugia en FLORITA. FEL: Esto, para quien es? TOM: ¿Y yo que sé? A ver... “Estamos cansados de su estofado. Pedimos morcilla en cantidá y dos mil garbanzos. Repartirá raciones” ¿Qué están hartos de mi estofado? ¿Mi estofado? FEL: ¿Qué? ¿A que viene el estofado ahora? TOM: Aquí (dándole golpes al papel) Lo dice aquí. Total, solo se me fue un poco la mano y se me cayó el lavavajillas dentro la olla, pero lo saqué enseguida. No le dio tiempo a ná. Casi no cogió sabor. ¡Que familia más rencorosa! FEL: Trae eso. Aquí dice: “Estamos enterados de su estado. Pedimos una FLO: Deja en paz a mi cuchi-cuchi. TOM: ¿A tu cuchi-cuchi? Anda, que a ti, también te apañaba yo. Par de dos. ¡Gandules! FLO: Vámonos cuchi-cuchi, que a esta fiera, no hay quien la aguante. RUF: (Saliendo de detrás de Florita) Eso. Que no hay quién te aguante. TOMASA hace otro amago con el plumero y RUFINO corre a refugiarse detrás de FLORITA. RUF: ¡Que me come la fiera! FLO: (Mimosa a Rufino) Vamos, chulo mío. Dejemos trabajar a la “fiera” 8 módica cantidad de dos millones. Recibirá instrucciones" TOM: ¿Está seguro? FEL: Que sí, mujer. Que sí. TOM: ¡AY! Esta vista... que ya no es lo que era (se sigue mirando) Ni la vista, ni el oído, ni el olfato, ni... (Señalándose entera) FEL: Estás tan rebuena como siempre. Aún podríamos tú y yo... ¿Eh? Por los buenos tiempos. TOM: No hablemos de los viejos tiempos, que se me pone una congoja aquí dentro... (con el puño en el pecho) FEL: Ya estamos otra vez con lo mismo? Mujer, que no es para tanto. Al fin y al cabo, la chica está aquí, como una más de la familia. ¿No la he acogido como una hija? ¿No le he dado educación y la he vestido? ¿No la he aceptado como sangre de mi sangre? TOM: Sí, como una sobrina lejana. Desde que murieron mis padres, huérfana en el mundo. FEL: Bueno, pero la tienes a tu lado y reconoce que yo he cumplido mi obligación. Al principio no me pareció muy buena idea eso de inventarnos que era una pariente lejana, pero dio resultado. Merceditas se lo tragó. Y además, tú nunca hubieses podido darle a Florita la educación esmerada que ha recibido. FEL: “Estamos enterados de su estado. Pedimos una módica cantidad de dos millones. Recibirá instrucciones" Estamos enterados de su estado (pensativo) Luego.. son dos... Porque dicen “estamos”, y piden dos millones, uno para cada uno... Vamos a ver... ¿A quien le debo un millón? Los de hacienda no pueden ser. Les debo mucho más. Los pagarés sin fondos tampoco, porque los bancos directamente te embargan. Los falsos embarques aún no habrán llegado a la china y total, que saben los chinos de embarques? Con lo cual no hay problema, porque aunque se quejen, nadie les entiende. A ver... ¿hay alguien que entienda a un chino?... ¡NO! ¿Serán los del comité de empresa? Como hace tres meses que no pago a los empleados... ¡Tampoco! Porque entonces no pedirían dos millones, pedirían muchos más... Y si no es para mí? Yo la dejo donde estaba y no he visto nada. Y ojos que no ven... (Llamando a su esposa) Cariño... Cariño ¿dónde estás? Ya he llegado. D. FELIPE hace mutis por la derecha. Se asoma LUCI por detrás del sofá y se sienta. LUCI: El asunto es más gordo de lo que pensábamos, Watson. Esto es peor que Falcon Crest. Revisemos las pistas; Primera: una lágrima en el suelo. Aún no sabemos de quién será. Segunda: Florita y Rufino quieren chantajear a alguien, que tampoco sabemos aún quien es. Tercera: Mi padre tiene un montón de líos financieros, que tampoco sé lo que son, y la nota bien pudiera ser para él. Además tuvo un lío con Tomasa, -eso sí sabemos lo que es- y el cuerpo del delito se llama Florita. ¡Andá! Entonces... ¡Florita en mi hermana! Bueno Luci, no exageres; medio hermana. Así está mejor. Cuarta: (dándole vueltas al sobre)Tenemos un sobre, sin remite y sin matasellos, escrito con letras de periódico. Watson.... atento: LUCI asoma, por un momento, la cabeza, asombrada TOM: No, eso sí. Hay que ver lo que enseñan en los colegios de pago. ¡Pero no puedo llamarla hija! FEL: A cambio, Florita vive como una reina ¡Pechugona, macizorra! TOM: ¡Jesús! Este hombre... Me voy, que si no picaré. FEL: Pica, pica, !Picarona...! (Dándole una palmada en el culo) TOM: ¡Ay! TOMASA hace mutis corriendo por la izquierda D. FELIPE vuelve a leer la nota. 9 Entra D. FELIPE MERCEDITAS. (lo vuelve a leer) “Estamos enterados de su estado. Pedimos una módica cantidad de dos millones. Recibirá instrucciones" En este momento de nuestra investigación, Watson, hay serias dudas de a quien va dirigida la misiva, por lo que no podemos sacar conclusiones precipitadas. Tenemos que seguir reuniendo pistas. Y quinta: ¿Cómo se lo cuento a mi madre? Porque un detective debe ser discreto, pero dentro de este magnífico detective, Watson, se esconde el alma de una niña muy cotilla. ¡Je, je, je! seguido de Doña FEL: ...No me puedo quedar a comer. Tengo que volver a la calle Buena Vista, al despacho de D. Casimiro Miró, el notario, a ultimar los documentos que deben firmar esta noche Mister Macumba y su esposa. MER: ¿Estás seguro de que quieres invitarlos a cenar con nosotros? FEL: No hay más remedio. Mis negocios no están saliendo bien últimamente y necesito el dinero de los Macumba. MER: Pero, cariño, son negros. ¡Con la alergia que tú les tienes! FEL: ¡Ah! El dinero no sabe de color y ellos son inmensamente ricos. MER: ¿Son muy negros? FEL: Muy negros. MER: ¿Muy, muy negros? FEL: ¡Como el carbón! MER: (Haciéndole mimos) Pobrecito mío, con lo que yo sé que sufres. Mutis por la derecha. Escena VI Florita, Rufino, Dª Merceditas y D. Felipe Entran FLORITA y RUFINO por la derecha. FLORITA arreglándose la ropa. RUF: Y cuando quieras vuelves... Que uno es muy macho y sabe cumplir. FLO: Decididamente, en cuanto cobremos el chantaje, te retiro. (Mimosa) Te quiero solo para mí. RUF: ¡Chssss! Ya veremos. Me voy chata, que no vaya a llegar tarde a donde la Marquesa de Piñones. FLO: ¡Pendón! RUF: Sin insultar. ¡Que soy un profesional! Y esta noche, vengo a por ti y te llevo a cenar. FLO: Hamburguesa, otra vez, no. RUF: Como las reinas, a uno de esos sitios con velas y todo. Que uno está bien hecho y además es generoso. LOS DOS: (Restregándose las narices) Cuchi, cuchi, cuchi. D. FELIPE apoya la cabeza en el hombro de D. MERCEDITAS, mientras ésta le consuela. FEL: Uno debe saber sacrificarse por su familia. MER: ¡Tú, traer a unos negros a tu casa, y sentarlos en tu mesa! ¿Son muy ricos? FEL: ¡Mucho! MER: ¿Mucho, mucho? FEL: ¡Mucho! MER: ¿Mucho, mucho, mucho? FEL: ¡Más! MER: (Sacudiendo la mano) ¡Huyyyy, que negros más ricooos! FEL: Sí, hija. Dios le da dientes a quien no sabe comer. Allá en su país, no tienen en qué gastarlo. No hay fábricas, ni palacios -excepto el suyo, claro- ni cultivos, ni fincas, ni joyas. Solo petróleo. Kilómetros y kilómetros de torres de petróleo. Fíjate, que por gastar algo, se han comprado el país. Y por gastar, viajan por todo el mundo con sus cincuenta criados; Blancos. Gastando y gastando. Desde el foro se oye a D. FELIPE FEL: Imposible, cariño... FLO: Alguien viene. Vamos. FLORITA y RUFINO hacen mutis por la derecha. 10 MER: ¿Y cuánto les vas a sacar?... Quiero decir... ¿Cuánto van a invertir con nosotros? FEL: ¡Un pecado! Doscientos millones en la fábrica; Cien en la ganadería; Trescientos en ampliar los viñedos y doscientos más en... Bueno, ya pensaré en algo. MER: ¡Peca, peca querido! Que llenaremos el cepillo de la iglesia de San Pancracio, patrón de los negocios, para que Dios nos perdone. FEL: (Santiguándose y juntando las manos para rezar) Sí, y rezaremos por ellos. MER: ¿Rezar por ellos, también. ¿No será mucho sacrificio para ti? Si cuando trajiste al negrito ese... ¿Cómo se llama...? Nunca me acuerdo de su nombre. Tonto o algo así. (Impacientándose) Sí, Felipe, el Chófer. FEL: Boo-Bolok. MER: Eso, lo que yo decía. Tan negrito el pobre... Yo creí que te habías pillado algún virus y venías ciego. FEL: Hay que ser caritativos, Merceditas. El pobre estaba solo, no tenía familia y yo necesitaba un toque de distinción... Y ¡hay que ver! desde entonces, soy la envidia de todos mis amigos. Je, je. MER: Pues mira que bien... Esta noche podemos decirle al Bobico... FEL: (La interrumpe) Boo-Bolock. MER: ¿Y yo que he dicho? Le decimos que sirva la mesa, así los Tarumba... FEL: Macumba. MER: Eso, lo que yo decía. ...No se sentirán incómodos. Ya sabes, entre tanto blanco... FEL: Es una buena idea, Merceditas. Hay que hacer que se sientan como en su casa. Están tan tristes, los pobres... MER: ¿Cómo pueden estar tristes, los pobres, si son tan ricos? FEL: Perdieron a su hijito cuando tenía ocho años. MER: ¿Murió, el pobre? FEL: No. Ya te lo he dicho. Lo perdieron hace más de vente años. Se perdió en un zoco. MER: ¿Un zoco? ¿Qué es eso? ¿Un laberinto, como el de Dédalo? FEL: No, mujer. Un zoco es un mercado. MER: ¡Pues di mercado! que una no sabe idiomas. FEL: Es que a un mercado de negros se le llama zoco. MER: ¿Que aún existe la esclavitud? FEL: No te enteras. (Paciente) Quiero decir que se les perdió en un mercado del Congo y allí, todos son negros. MER: ¡Que casualidad! ¿No fue del Congo de donde viniste con Boo-Bico ese? (Sin esperar respuesta y volviendo al tema) Pues no me extraña que lo perdieran, porque entre tanto negro... ¿Verdad? Uno no sabe cuál es el suyo. A mí me pasó lo mismo cuando la recepción de la embajada de suiza, el año pasado. ¡Qué lío de guardarropa! Entre tanto abrigo de piel, no podía encontrar el mío. FEL: Y te empeñaste en llevarte el de la mujer del presidente. MER: Mira, ante la duda, no iba a cargar yo, con el más feo. FEL: Sí, pero terminasteis las dos con medio abrigo cada una. MER: (Pensativa e irónica) Sí, al final me di cuenta de que no era de tan buena calidad como yo me pensaba y se lo devolví. ¡Hala, toma tus dos trocitos, mona! ¡Já! Iba monísima con su abriguito, todo abierto por detrás. Pero dime, ¿Encontraron a su hijito? FEL: En veinticinco años, ni una pista. Pero no se desaniman. Dicen que si es necesario, gastarán toda su fortuna en encontrarle. MER: Pues que se compren otro y en paz. Si perdieron a un niño de ocho años, ¿para qué quieren ahora uno de treintaitantos? Además, cualquiera se presenta, dice que es hijo suyo y hereda. FEL: El chico tiene una marca de nacimiento idéntica a la de mister Macumba. Aquí (se señala haciendo un círculo con las dos manos). Un lunar blanco. MER: De todas formas, yo sigo diciendo que deberían comprarse otro. FEL: Sí, pero eso se lo dices después de que hayan firmado ¿Eh, monina? Me voy 11 (la besa en la frente) que se me hace tarde. Volveré a la noche. MER: Te acompaño y así le daré instrucciones a Tomasa. FEL: ¿Que darás qué? MER: Instrucciones. Instrucciones para la cena. FEL: Sabes algo de esa nota? MER: ¿Cual nota? FEL: Esta nota. (Se la da) Lee. MER: “Estamos cansados de su estofado. Pedimos morcilla en cantidá y dos mil garbanzos. Repartirá raciones” ¡Claro!… ¿Ves como la cocinera necesita que le de instrucciones? Es capaz de empachar a los Zatumba con tanto garbanzo. reacciones y comportamientos. No debemos descartar a nadie, Watson. El siguiente paso es averiguar a que “estado” se refiere la nota. Así sabremos quien está implicado en todo esto. Sabemos que Florita y Rufino quieren chantajear a alguien. Pudiera ser a mi padre, que aparte de sus oscuras finanzas, tuvo un lío con Tomasa. Y podría ser a Tomasa, que tuvo un lío con mi padre... Y Florita es la hija de su pecado... pero no se va a chantajear a sí misma, con lo cual deducimos que Florita no lo sabe. Por lo tanto, no es para ellos. Busquemos más huellas. (Se acerca detrás del sofá) ¡Aquí! (Se agacha) FEL: Macumba. MER: Lo que yo he dicho. Entran MILITITA y BOO-BOLOK por la izquierda. BOO haciéndole carantoñas y MILITITA huyéndole. Sale Doña MERCEDITAS por la izquierda D. FELIPE se queda perplejo. MIL: ¡Déjame! que no estoy para bromas. BOO: Pero qué te pasa, lusesita de mi ojo. Ven con tu prinsipito, rosa de pitiminí. Marca con tu labio éta boquita de piñón de éte pobre negrito que se muere por tu huesito. MIL: (Dejándose caer en el sofá. BOO se arrodilla delante de ella) Morrazo será, porque... ahora que me fijo... Mira que lo tienes grande! BOO: É de nasimiento. MIL: ¡Pues te lo pisas! BOO: Noo. Mira, (tocándoselo) lo tengo pegaíto. MIL: Si llego a saber antes como vienen los niños, a buenas horas me pones tú, el morro encima. BOO: Lu de mi ojo, rosita de pitiminí, tengo que date una mala notisia: Lo niño no lo trae la sigüeña. MIL: ¡Anda! ¿Y tú, desde cuando lo sabes? BOO: Dede ayé. Lo leí e un libro. MIL: ¡A buenas horas mangas verdes! BOO: Pero e desidio que tú y yo, no vamo a tené niño po ahora. Ahoríta solo, no ensayamo pa cuando no casemo tené prática. Eso también lo leí en un libro. FEL: En momentos como este me gustaría saber que aprendió mi mujer en el prestigioso Water-Closed college de Oxford. Mutis por la izquierda. Escena VII Luci, Militita, Boo-Bolock y Dª Merceditas Entra LUCI, por la derecha, con su lupa, olisqueando el aire y recorriendo el salón. LUCI: Aquí acaba de estar alguien. Un hombre y una mujer. Para ser un sabueso, hay que tener buen olfato, Watson. (Olisquea) Han sido D. Felipe –que a estas alturas ya no sé si debo tenerle confianza- y mi madre. Debemos seguir reuniendo pistas hasta aclarar el misterio. El mensaje del sobre no es concluyente. Tenemos que estudiar el comportamiento de todos los moradores de esta casa. Ver sus 12 MIL: ¿Desde cuando sabes tú leer? BOO: Ma´nseñao Tomasa, en mis ratos libre. Ahora verá (coge la nota): “Etamos cansado de su estofado. Pedimo morsilla en cantidá y do mí garbanzo. Repartirá rasione”. Lo vé mi sielito? MIL: A ver, que no te creo. Seguro que es igual que todas las mentiras que me cuentas para llevarme al huerto. BOO: Que esta vé é de verdá corazón. Leela con eso ojito de gasela que Dió ta dao y ya verá. MIL: (La lee) “Estamos enterados de su estado. -¡Ay!- Pedimos una módica cantidad de dos millones. -¡Hala, dos millones- Recibirá instrucciones” ¡Ah, bueno…! (Se queda con la boca abierta) ¡Lo saben! ¡Lo saben!... ¿Pero quien lo sabe? Si yo no se lo he dicho a nadie... BOO: Lú de mi ojo, tú no sabe... No has leío bien. Eso e una reseta de cosina. Dame y verá... (Vuelve a tomar la nota y lee otra vez) “Etamos cansado de su estofado. Pedimo morsilla en cantidá y do mí garbanzo. Repartirá rasione” Lo ve, mi sielito? MIL: ¡Que no!. Aquí dice: “Estamos enterados de su estado. Pedimos una módica cantidad de dos millones. Recibirá instrucciones” BOO: Creo que voy a hablá mu seriamente con Tomasa. MIL: (Gimoteando) Y yo creo que voy a hablar muy seriamente contigo. Me quieren chantajear. BOO: No te preocupe, lú de mi ojo. Rosita de pitiminí. Que ete negrito te va a consolá. (Aparte) ¿Qué le querrán hasé? BOO: Dá iguá, sielito, a tu padre no le guta e fubo. MIL: ¡Que no, leñe! Que no es eso. BOO: Pue, entonse, dime tú, lú de mi ojo, rosita de pitiminí; Dile tú, a éte negrito, que le pasa a mi niña. (se tumba en el sofá y apoya la cabeza en el regazo de ella) MIL: Es que no sé como decírtelo. Mira, como te quiero mucho y no quiero que sufras, te lo diré despacio y con tacto. (Levantándose y tirando a BOO por el suelo.) ¡Estoy embarazada! (gimoteando se vuelve a sentar) LUCI deja ver por un momento su cara de asombro. BOO: (En el suelo, cogiéndose el corazón con las dos manos) ¡Olé mi niña, como dá la notisia! ¡Con tato y delicadesa! Como a mí me gutan. (De rodillas llega a donde Militita y le toma las manos) BOO: ¿Eta segura mi niñá, que no e un empacho? MIL: pues, empacho... empacho, no lo sé. Pero que estoy preñada.... de eso, seguro. Se para un momento la escena para que LUCI salga de su escondite. LUCI: (Aparte) ¡Preñada!... ¿Preñada? ¡Puaf! ¿Voy a tener un sobrino a rayas? LUCI se esconde y se reanuda la escena. BOO: No te preocupe, lú de mi ojo, rosita de pitiminí, que tu Boo lo va arreglá toíto. Ahora mimito, hago yo mi maleta y emigro de aquí. BOO intenta besar a MILITITA y ella lo aparta. Se levanta para salir huyendo MILITITA lo agarra por la chaqueta. MIL: ¡Quietas las manos! Que yo también te tengo que dar una mala noticia. BOO: (Retorciéndose) ¡Que ha perdio e Beti! ¡Mecachi quiniela! MIL: ¡Que no es eso! Como te quiero mucho, te lo diré con delicadeza, poco a poco, para que no te de impresión. Mira... mi padre, aún no lo sabe. y MIL: ¡De eso, ni hablar! Aquí, la mitad del lío la has armado tú y las bofetadas de mi padre nos las repartimos los dos. BOO: Pero que te ha hecho a ti éte pobre negrito que lo quiere tan má. MIL: (Ñoñísima) ¡Dejarme preñada! 13 BOO: (Tragando saliva) Lo que quiere é que mi niño se quede huefanito sin papá, poque tu padre me va a matá cuando lo sepa y yo prefiero que mi niño sea un niño con papá, como to é mundo. Aunque tenga a su papá muy lejo. señora gobernaora. De rodilla, señora presidenta. Como uté gute, señora condesa. Mande a su eclavo, señora marquesa. A su pié, señora duquesa. Beso su mano, señora princesa. A su órdene, señora reina. Vuelve a intentar escapar y ella lo detiene. Dª MERCEDITAS hace amago de salir y a mitad, se vuelve. MIL: ¡Tú no te vas! MER: ¿De veras que no le pasa nada? Entra Dª MERCEDITAS por la izquierda. MILITITA corre a sujetarlo y taparle la boca. Sin resultado. BOO, continúa, entre balbuceos, con su retahíla. MER: (a Boo) ¡Ah! ¿Estás aquí? Ahora iba a buscarte. MIL: Seguro, mamá. Es su forma de decir cuanto te admira. MER: ¡Que chico más raro! En dos años, nunca le había visto así. Será mejor que te lo lleves a la cocina y que Tomasa le prepare una tila. ¿Estás segura de que no es el baile de sambito o una de esas fiebres de por allá, con efectos retardados? MIL: No, mamá. Si no es nada. MER: Mejor. Dile a Tomasa que le de un litro de tila, que si no esta noche, le veo metiendo la cabeza dentro de la sopera. (Lo imita) BOO y MILITITA disimulan. MER: Quería decirte... (Se gira hacia Militita) ¡Hola, hija! (De nuevo se dirige a Boo) ...que esta noche el señor trae unos invitados importantísimos a cenar... BOO se pone firmes, haciendo grandes reverencias. MER: ¿Pero que le pasa a este chico? parece que se ha tragado un muelle. MIL: (Disimulando) ¡Nada, mamá! Que te saluda. MER: Pues que se esté quieto, que me marea. Salen por la izquierda MILITITA y BOO. MILITITA llevando sujeto a BOO, y éste sin cesar las reverencias. MILITITA sujeta a BOO por detrás para que cesen las reverencias, pero éste continúa con la cabeza. MER: (Sentándose en el sillón de la izquierda con una mano en la frente) ¡Ay que mareo! ¡Tanto sube y baja! Pobre chico. Espero que no se rompa y dure por lo menos hasta esta noche. MER: (Sujetándole la cabeza para que no la mueva) ... y el señor tiene el gusto de que sirvas tú la mesa. Estate aquí a las ocho. Escena VIII Dª Merceditas, Rufino y Luci Las dos le sueltan y BOO sigue con las reverencias mientras recita: Entra RUFINO y al ver a Dª MERCEDITAS, inicia un paseillo arriba y abajo, como los toreros. BOO: (Sin respiro mientras sigue la escena) Sí, señora. A su órdene, señora Mersedita. Como mande, ama de la casa. A su pié, señora alcaldesa. Beso su mano, 14 RUF: A este jabuguito, ¿no va nadie a hincarle el diente? A esta fuente de placer, ¿no va a beber nadie? A este merenguito ¿no lo va a comprar nadie? estoy pensando en ensayarnos para tener otra niña. RUF: No me extraña, porque uno, es que está muy bien hecho. Y mira, la Luci no ha salido nada mal. ¿Eh? MER: No, si mona si que es... RUF: Como el padre (por él mismo) MER: Un poco rarita, pero muy mona. RUF: ¡Es que uno, es muy profesional! RUFINO llega hasta donde Dª MERCEDITAS y ambos se abrazan. LUCI asoma la cabeza, se hecha una mano a ella y se vuelve a esconder. Mutis los dos por la derecha. LUCI sale gateando de detrás del sofá y se sienta en el suelo, con la espalda apoyada en el sofá. MER: ¡Merenguito mío! Ya te echaba de menos. ¿Qué has estado haciendo tanto tiempo lejos de mí? RUF: Acicalándome pa ti. Reina mía. MER: (Separándose y dándose la vuelta, celosa) Desde que te has echado por novia a esa sobrina de mi marido, no hay quien te vea el pelo. RUF: Sólo pa disimular mi presencia en esta casa. (Agarrándola por la cintura) Tú ya sabes que no tengo ojos más que pá ti. ¡Chula mía! Que la Tomasa esa, estaba ya sospechando. MER: ¡Pues claro! Después de quince años hurgando por su cocina, como si fuese tu casa, algo tenia que sospechar ¿no? RUF: Lo que pasa es que me tiene mala fe porque a ella no le hago caso. MER: ¿Y a Florita? No me estarás poniendo los cuernos con ella ¿verdad? RUF: ¡Nooo! MER: Te estoy manteniendo desde hace más de quince años, pero con la condición de que me seas fiel. RUF: ¿Serte infiel Yo? ¡Si eres como mi madre! MER: (Enfadada) ¡Que tan vieja no soy! RUF: ¡Como mi madre de buena! Que me cuidas tan bien... MER: Con la fortuna que me cuestas... ¡Anda, zalamero! (Animándose) ¿No me estás llamando vieja? RUF: Si estás pa mojar pan ¡manola! (Cambiando de tono) Pero mira, vengo hecho un guiñapo. Que esta chaqueta es del año pasado y yo quiero estar guapo pa ti. MER: (Echándose sobre él) Pues ven a mi habitación a ganártela, tunante. Que LUCI: Watson, estoy cuestionándome muy seriamente si este es el hogar adecuado para que se eduque una tierna niña como yo. ¡Qué culebrón! ¡Cuando se entere mi padre...! ¡Pero, si mi padre resulta que es éste! ¡Bueno, pues se lo cuento a mi otro padre! ¡Que liooo! Recapitulemos, Watson; Mi padre, no es mi padre. Mi padre es el novio de Florita que tampoco es la sobrina de mi padre. La sobrina de mi padre -que es su hija-, también es la hija de Tomasa, la criada. Y el novio de su hija, es el amante de mi madre y éste a su vez, es mi padre. Ya hemos deducido que la novia de mi padre, osea, el amante de mi madre, quiere hacerle chantaje a mi hermana, que ya sabemos cual es su estado, aparte de estar siempre en las nubes y que también es su hermana, y ella no lo sabe. O medio hermana por lo menos, porque mi hermana -medio hermana también- está embarazada del chófer; que ese por lo menos es huérfano -eso que sale ganadopero que es negro y yo voy a tener un sobrino multicolor. O medio sobrino. Y mi padre, que no es mi padre, que es el marido de mi madre, los va a matar a todos. Aunque también le podría matar mi madre a él, porque tampoco se va de rositas. (Se levanta con los hombros hundidos) Watson, hoy va a ser un día muuuy laargo. Mutis por la derecha, arrastrando los pies. 15 FIN DEL ACTO PRIMER 16 II ACTO TOM: Boo-Bolok señora. MER: Pues eso, lo que yo he dicho. TOM: Sí, señora. ¿Algo más señora? MER: No. Ya puedes volver a la cocina. Escena IX Dª Merceditas y Tomasa TOMASA no se mueve. Dª MERCEDITAS hace amago de salir por la derecha. Da un paso y se vuelve. Se ha hecho de noche. En el jardín se ve una tenue luz. El salón está bien iluminado y en silencio. Entra Dª MERCEDITAS (por la izquierda) seguida de TOMASA que lleva un paño de cocina en el hombro. La primera no para de andar y la otra detrás dando cabezazos de asentimiento. MER: ¡Ah! que Luci se quite ese traje tan horrible y se vista como una niña. O por lo menos, como una persona. TOM: Sí, señora. ¿Algo más? MER: No. Ya te lo he dicho todo. Da otro paso para marcharse y se vuelve. TOMASA sigue sin moverse. MER: No debe faltar nada esta noche. Son unos invitados muy importantes. ¡Fíjate! Un mangante del petróleo y su señora que, claro, en cuanto conocieron al señor, se dieron cuenta de que es un lince para los negocios y se han empeñado en invertir. Claro que a nosotros no nos hace falta, pero claro, el señorito es tan generoso... (Se gira buscando a Tomasa, pero no la ve) Tomasa, ¿dónde estás? TOM: (Poniéndose delante) Aquí estoy. MER: ...que hemos decidido aceptar su dinero, para hacerles un favor. TOM (Cansada) Sí, señora. MER: ¿Ha llegado ya el Boo-bito ese? Nunca me acuerdo de su nombre. TOM: Boo-Bolok, señora. MER: Eso, lo que yo decía. TOM: No, no ha llegado aún. MER: Pues cuando llegue que venga a hablar conmigo. Todo debe salir perfecto esta noche. TOM: Siiiii, señora. MER: Y cuando lleguen los invitados, los haces pasar al jardín directamente. Allí estaremos, el señor y yo Delante de nuestra enorme piscina, para impresionarlos. ¡Ejém! Quiero decir... para recibirlos. TOM: Siii, señora (haciéndole burla) ¡Qué pesá! MER: ¡Ah! y el tombo ese, que se ponga guantes blancos. MER: ¡Ah! Y que Militita se reúna con nosotros en el jardín, después de que hayan llegado los invitados. TOM: Sí, señora. ¿Algo más? MER: No. Pero, ¡ vete ya! Dª MERCEDITAS da dos pasos, de nuevo, y se vuelve. TOMASA quieta MER: Y pon el mantel de hilo con encaje de bolillos. TOM: Sí, señora. ¿algo más? MER: Nada más. ¿Qué haces ahí todavía? TOM: Sí, señora. ¿Algo más? Dª MERCEDITAS se vuelve marcharse. TOMASA no se mueve. para MER: (Volviendo otra vez) ¡Ah! El aperitivo, en la piscina. Y nos avisas así, como muy solemne... ¿Eh?: “Señores, la cena está servida” Y luego el café lo tomaremos en el salón de ébano. ¡No! Al de ébano no, ¡qué disparate! Al rosa. Eso. El rosa será más adecuado para la situación. TOM: Siiii, señora. ¿Algo más? MER: No. No se me olvida nada. Dª MERCEDITAS da de nuevo un paso para marcharse y se vuelve. Abre la boca para hablar y TOMASA no la deja. 17 Dª MERCEDITAS corriendo sale por la derecha. TOMASA se cuelga el paño al hombro y sale por la izquierda. MER: ¿Que te pasa, tanto grito? ¿Que hay ratones? TOM: (Cogiéndose a la señora y sin aliento) ¡Ay, señora! ¡Ay, señora! MER: (Soltándola) ¿Pero qué pasa? TOM: (Muy sofocada) ¡En la puerta! En la puerta... MER: ¿Que pasa con la puerta? TOM: Ne... ne... ne... TOM: ¡Es imponerse! Dª MECEDITAS le da un golpe en la espalda. TOM: (Pateando el suelo y amenazándola con el paño) ¡Ya está bien! ¡Hala! a bañarse (Azuzándola con el paño) que no hay nada como Mutis por la izquierda. TOM: ¡Negros! En la puerta hay dos negros. MER: ¡Ah! ¿Y qué venden? TOM: No sé, señora. Deben ser joyeros, porque van cargaítos de oro. Han dicho: (imitándolos) “Somos los Macumba. Venimos a cenar” MER: ¡Ya están aquí! ¡Que monos! TOM: Señora... Usté no se entera. Que son negros y dicen que vienen a cenar. MER: Claro Tomasa. Son los invitados del señor. Tienen grandes negocios juntos. ¿Pero dónde están? ¿Qué has hecho con ellos? TOM: (Señalando hacia la puerta) En la calle. ¡No los iba a dejar pasar! MER: ¡Pobrecitos! Ellos, ¡tan ricos! y tú los dejas en la puerta... TOM: Señora, que cuando el señor se entere de que ha invitado a cenar a dos negros, le da un patatús. MER: El señor ya lo sabe. Y ha sido él quien ha insistido. TOM: (Que no comprende nada) ¿Que el señorito... lo sabe? MER: Sí. Ya te he dicho que tienen grandes negocios juntos. Los pobrecitos no saben en qué gastar su fortuna y ya sabes... D. Felipe, tiene un gran corazón y ha decidido ayudarles. TOM: (Resignada) Ahora comprendo... MER: ¿En la puerta has dicho? ¡Vamos! No hay que hacerlos esperar. Escena X Tomasa, los Macumba y Dª Merceditas Suena el timbre de la puerta. SILENCIO Vuelve a sonar el timbre. Desde el foro, grita TOMASA. TOM: ¡Ya va! TOMASA da un grito desde el foro y entra en escena, por la izquierda, corriendo. TOM: ¡Ahggg!... !Señora!... !Señora!... Cruza, corriendo el escenario, de izquierda a derecha, sin dejar de gritar. Entran por la izquierda el matrimonio Macumba. Paran un momento en el centro del escenario y salen por la derecha. Vuelve a entrar TOMASA corriendo y gritando, de derecha a izquierda. TOM: ... !Señora!... !Señora!... Entran: Dª MERCEDITAS por la derecha y TOMASA por la izquierda. TOMASA corriendo y gritando, se choca con Dª MERCEDITAS. Mutis las dos por la izquierda. TOM: ... !Señora!... !Seño... (Chocan y se para) ...ra! 18 Escena XI debe haberla leído. Mañana le dejaremos el sobre con las instrucciones para entregarnos el dinero del chantaje. RUF: Y, ¿no es mejor, chata, que se lo digamos nosotros y ganemos tiempo? Le decimos: “O nos lo das, o nos chivamos a tu padre” FLO: Y si nos chivamos a mi tío Felipe, ¿Que sentido tendrá el chantaje? RUF: ¡Aaaá! Bueno... Los Macumba El matrimonio MACUMBA entra a escena por la derecha. Paran en el centro del escenario un momento y ven la nota. Mr. MACUMBA la coge y se la da a su señora, majestuosamente, para que se la lea. Sra. MAC: “Etamo cansado de su etofado. Pedimo morsilla en cantidá y do mi garbanasos. Repartirá rasione” Entra MILITITA, toda compungida. No entendiendo nada, mira a su marido y le extiende la nota. Mr. MACUMBA la lee. MIL: ¡No se va! ¡No se va! ¡Y no se va! ¡Hala! FLO: Hablando del Papa de Roma. RUF: Por la puerta asoma. Mr. MAC: “Etamo cansado de su etofado. Pedimo morsilla en cantidá y do mi garbansos. Repartirá rasione” FLORITA le da un golpe en el pecho a RUFINO para que se calle. Se miran y se encogen de hombros FLO: Hola, primita. ¿Qué te pasa? MIL: (Disimulando) ¿A mí? Nadaa. FLO: Te veo distinta. RUF: (Echándole encima de Militita) Eso. Yo también te veo distinta. Mr. MAC: Será el menú. Dejan la nota y salen por la izquierda. Escena XII FLORITA lo aparta y RUFINO se coloca detrás de ella. Dª Merceditas y Tomasa Entran Dª MERCEDITAS y TOMASA por la izquierda. FLO: A lo mejor, es que has recibido hoy correo. RUF: Eso, eso. El correo. MIL: ¿Yo? No. FLO: Un sobre blanco. RUF: Y con letras de periódico. (Florita le da un codazo) MIL: No. FLO: ¡Pues tenias que recibir un sobre! RUF: ¡El sobre! MIL: ¡Que pesados! No. FLO: ¿Seguro? MIL: Que no, ¡leñe! FLO: ¿No te suena de nada “Estamos enterados...”? RUF: (La interrumpe) ¡De su estofado! FLO: (A Rufino) ¡Que no!... (A Militita) “Pedimos...” RUF: ¡Morcilla en cantidá! FLO: (A Rufino) ¡No digas sandeces! MER: ¿Seguro que los has dejado en la puerta? TOM: Allí mismito. MER: ¿Pues, dónde están? Vamos a buscarlos por el jardín. Mutis las dos por la derecha. Escena XIII Florita, Rufino, Militita, Luci y los Macumba Entran FLORITA y RUFINO por la izquierda. FLORITA recoge la nota. FLO: Cuchi-cuchi, Aún está aquí la nota. Pero da igual. Seguro que mi primita ya 19 un grito al unísono y salen corriendo todos por la derecha. El matrimonio MACUMBA se mira, no entendiendo nada. RUF: Que no diga ¿qué? MIL: (Aparte) Lo saben. Lo saben. FLO: (A Rufino) Da igual. Déjalo. (A Militita) ¡Basta de palabras! Ya no aguanto más. Sabemos cual es tu estado. RUF: (Haciendo eco) ...ado...aaaado. MIL: Soltera y sin compromiso. Pero eso lo sabe todo el mundo. M. MAC: Eto blanco etán loco. Los MACUMBA salen detrás de ellos. Entra LUCI por la derecha. Escena XIV Dª Merceditas, Tomasa, D. Felipe, Boo-Bolock, Luci, Rufino, Florita, Militita y los Macumba LUCI: ¡Tú eres tonta! Mira si eres tonta,, que lo buscas en el diccionario y va tu foto. Lo que quiere decir es que sabe que estás embarazada del chófer. Y que ella y el Rufián éste, pretenden sonsacarte una sustanciosa cantidad para no chivarse a nuestro común, o sea a nuestro padre, que de eso también tengo yo mucho que decir. Entran Dª MERCEDITAS y TOMASA por la derecha. MER: Pues en el jardín tampoco están. Mira, tú vuelve a la cocina que yo, los seguiré buscando por aquí. (Se sienta en el sofá) TOM: (Aparte) ¡Señor, Señor! Si el ama no va a los negros, los negros vendrán al ama. MILITITA comienza a gimotear y FLORITA rompe el sobre que lleva en la mano y lo pisotea. Después corre a tirarle de una coleta a LUCI. RUFINO detrás de FLORITA. Sale TOMASA por la derecha. Entra D. FELIPE por la izquierda. FLO: Y tú, eso, ¿como lo sabes? LUCI: ¿Por un sobre, con un mensaje escrito con recortes de periódico que ha estado todo el día encima de la mesa, como ese que acabas de romper? Anda, que como chantajistas tenéis menos porvenir que Torrebruno en la NBA. FLO: (Tirándole otra vez de la coleta) Me has fastidiado el negocio. LUCI: (Huyendo) Y yo he aprendido mucho sobre chantajes. Porque tú, no sé; pero, yo, con todos los líos que hay en esta casa, me forro. (A Militita) Y tú, ¿no has oído hablar de los métodos anticonceptivos? MIL: ¿Y qué es eso? FEL: Hola, cariño. Ya estoy aquí. ¿Está todo listo para la cena? (La besa) MER: Sí, pero faltan los invitados. FEL: Ya vendrán. (Se sienta con ella en el sofá) MER: No, si ya han venido, pero se han perdido. FEL: ¿Cómo que se han perdido? MER: Sí, han venido y se han perdido. No los encontramos. Entra BOO-BOLOK, por la izquierda, con una maleta, colgando ropa por las juntas. Entra con prisas y mirando hacia atrás. Entran otra vez los MACUMBA -por la izquierda- y al ver a tanta gente, se paran adoptando una postura indiferente y real para llamar la atención. FLORITA, RUFINO, LUCI y MILITITA, los ven a la vez. Se miran entre sí y dan FEL: Quizá el chófer los haya visto. Muchacho... BOO-BOLOK los ve, se para y comienza de nuevo las reverencias. 20 BOO-BOLOK aprovecha para salir de espaldas, pero choca con TOMASA que entra y lo mete a barrigazos. BOO: A su órdene... A su órdene... A su órdene... FEL: Pero, ¿qué le pasa? MER: ¡Ay, hijo, no sé! Lleva así todo el día. Páralo, que me marea. MER: ¡Ya le han vuelto a dar las fiebres! LUCI: (Apartando la mano de su madre con un manotazo) La fiebre te la daría a ti, guapa. FEL: ¿Cómo que no soy tu padre? ¡Exijo una explicación! D. FELIPE lo sujeta, pero BOO-BOLOK sigue cabeceando mientras recita. BOO: Alteza... Ilustrísima... Grandeza... Amo... Entran RUFINO y FLORITA por la derecha. Entra LUCI por la derecha, de espaldas. Trae una mano puesta en el pecho. BOO-BOLOK para las reverencias y de puntillas pretende escapar de TOMASA para salir. TOMASA le agarra de la chaqueta. Boo quiere desasirse, pero no puede. LUCI: ¡Uf! Con esta familia, una no gana para sofocos. (Se gira y contempla la escena) ¡Anda! reunión familiar. ¿Qué, confraternizando con el servicio? TOM: Tú aquí, quieto parao. D. FELIPE suelta a BOO-BOLOK y se limpia repetidamente las manos. BOOBOLOK, por su parte, al ser soltado bruscamente por D. FELIPE, en una de sus reverencias contenidas, casi da con la cabeza al suelo, dando un traspié. Aún así, sigue con las reverencias. RUFINO se esconde detrás de FLORITA LUCI: Con la venia. Seguidamente voy a exponer a usted los resultados de nuestras pesquisas. Watson, atento: (Imitando a Rufino) Aquí el “profesional” lleva como quince años usando “su” coche, viviendo en “su” casa, ingiriendo “su” comida, fumando “su” tabaco y “beneficiándose” a “su” señora. FEL: ¿Pero, de qué estás hablando? LUCI: Elemental querido Watson: no se entera. Con la venia señoría ¿Puedo tutearle? FEL: ¿Qué tonterías estás diciendo? Siempre me tuteas. LUCI: Eso fue hasta esta mañana, en que yo todavía era una niñita tierna e inocente. Que cruel es la vida, Watson... MER: Querido, no le hagas caso. Ya sabes como son los niños... FEL: Déjala que se explique. ¿Qué tiene que ver lo que “ese” haga con sus cosas con lo de que no soy tu padre? LUCI: Tú lo has querido. Vamos allá... Toma nota, Watson. Aquí el “profesional” lleva como quince años usando “tu” coche, viviendo en “tu” casa, ingiriendo “tu” FEL: Luci, hija, ¿no habrás visto una pareja de socios que se nos han perdido? LUCI: ¿Sucios? ¡Ah! pero ¿que no son negros? MER: ¿Negros y además sucios? FEL: SOCIOS. He dicho SOCIOS. MER: ¡Qué alivio! LUCI: ¡Ah! No. Yo solo he visto a una pareja de negros cargados de collares de oro. FEL: Esos son, hija. Mis socios. LUCI: ¡Pero recojones! ¿tú no eras racista? MER: Luci, no seas grosera con tu padre. LUCI: ¡No digas chorradas! Ya sé que éste no es mi padre. FEL: ¿Cómo que no soy tu padre? LUCI: Eso se lo preguntas a mi madre. Dª MERCEDITAS se levanta a va a ponerle una mano en la frente a LUCI. 21 comida, fumando “tu” tabaco y “beneficiándose” a “tu” señora. En conclusión: (Señalando a Rufino) él es mi padre. FEL: (A Dª Merceditas) ¡Pécora! (A Rufino) Y tú, chupando del bote quince años y me haces esto? (Señalando a Luci) LUCI: ¡Sin insultar! MIL: ¡Alto o disparo! (Apuntando a Boo con el índice) Todos se paralizan. MIL: (Soplando el dedo y enfundando imaginariamente el dedo) ¡Je! Era broma. D. FELIPE se abalanza contra RUFINO, que se lanza a correr por todo el salón. Dª MERCEDITAS también corre detrás de ellos. FLORITA, corre tras ellos y engancha a Dª MERCEDITAS y entre ambas inician su guerra particular, dándose empujones y tirones de pelo. TOMASA suelta a BOO-BOLOK -que pega un traspié y va a parar al suelo- y corre a interponerse entre Dª MERCEDITAS y FLORITA. LUCI: Y ésta, está preñada. FEL: ¿Preñada? MER: ¿Preñada? FLO: ¡Preñada! TOM: ¡Se descubrió! RUF: A mí, que me registren. MIL: ¿Yo? FLO-RUF-LUCI-TOM: (A la vez) Sí, tú. MIL: ¡Vale, vale! Pero solo un poquito. FEL: ¿De quién? MER: ¿De quién? FLO: (Señalando a Boo) De él. RUF: (Señalando a Boo) De él. LUCI: (Señalando a Boo) De él. TOM: (Señalando a Boo) De él. TOM: (A Dª Merceditas) Ni se le ocurra ponerle la mano encima a mi hija. Se para la escena un segundo. Todos se asombran menos LUCI. BOO-BOLOK tira la maleta del susto y corre a refugiarse detrás del sofá, porque D. FELIPE ya está tras él dándote tirones a la ropa, que le va arrancando a tirones. Primero la chaqueta y luego la camisa. MER: ¿Tu hija? FLO: ¿Mi madre? RUF: ¡La monda! LUCI: (Señalando a D. Felipe) ¿Y quién será el padre? FEL: (Persiguiendo a Luci) Yo la mato, por chismosa. MER: (Persiguiendo a D. Felipe) Y yo te mato a ti. LUCI: (Detrás de Rufino) Y yo mato a mi padre. FLO: (Detrás de ellos) A mi cuchi-cuchi me lo dejas. TOM: (Detrás de todos) Déjalos, hija. Tú no te pierdas. BOO: Guana mí no, guana mí no... FEL: Lo mato... Lo mato... MER: (Detrás de ellos) Que te pierdes, Felipe. MIL: (Detrás de ellos) Ay, ay, ay, que me lo desgracian. TOMASA, LUCI, FLORITA y RUFINO se unen al corro y de nuevo todos corren y se agarran alrededor del sufrido sofá. Entran los MACUMBA. Se paraliza la escena. Los MACUMBA se quedan asombrados viendo la mancha blanca en el pecho de BOO-BOLOK. Todos persiguen a todos alrededor del sofá. BOO-BOLOK se recupera y se levanta con su maletita, probando por enésima vez a salir por la izquierda. Entra MILITITA por la derecha. Sra. MAC: ¡Mi hijo! Mr. MAC: ¡Nuetro hijo! 22 FLO: (Abre los brazos hacia su madre) ¿Mamí? TOM: ¡Hija de mis entretelas! (Se abrazan) LUCI: (A Rufino) ¿Papi? RUF: Uno, que estando bien hecho, está hecho pa to. Todos se miran entre sí, menos los MACUMBA, que ni parpadean. D. FELIPE mira al pecho de BOO y ve la mancha. FEL: ¡Su hijo! ¡La mancha! TODOS: (Menos los Macumba) ¡La leche! FEL: (Vuelve a mirar la mancha en el pecho de Boo. Le suelta e intenta recomponerle la ropa) ¡Vamos, hijo, vamos! Abraza a tus papás. (Azuzándole) BOO: ¿Mi papá? Sra. MAC: (Con los brazos abiertos) ¡Hijo! Mr. MAC: (Con los brazos abiertos) ¡Hijo! FEL: Sí, tus papás. (A la oreja) Son muy ricoooooos. BOO: (Abrazando a los Macumba) ¡Papis! RUFINO, con los brazos abiertos va hacia LUCI y ésta lo detiene. LUCI: ¡Que te lo has creído! Mi padre es el butanero. RUFINO se paraliza LUCI: ¡Que era broma! (Se abraza a él) (Al público) Y ustedes, si con esto no han tenido bastante, vuelvan mañana a por más. Todos quietos, sorbiéndose las lágrimas. FEL: (A Boo) ¡Hijo mío! Ven a mis brazos. (A los Macumba) Ya ven... (mientras abraza a Boo) yo no sabía quien era y le he criado como a un hijo. Le he llegado a querer tanto que le he dado mi casa, mi coche y le concedido la mano de mi hija para que sea parte de la familia. ¡Están enamorados!. (A Militita) Ven hija, ven a abrazar a tu prometido. se cierra el telón. MILITITA corre a abrazar a BOOBOLOK. BOO: Ven a mi braso, lú de mi ojo, rosita de pitiminí. MIL: ¿Eso de prometidos es que nos tenemos que casar? TODOS: ¡Sí! MIL: ¡Ah, bueno! ¡Vale! (Se abrazan) Los MACUMBA se acercan a la parejita y también se abrazan. D. FELIPE abre los brazos a Dª MERCEDITAS. FEL: ¿Pelillos a la mar? MER: ¡Al Pacífico, que es más grande! ( Se abraza a su marido) 23 24