Desarrollo del Ojo y Oído

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Heráclides Gómez
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Desarrollo del Ojo y Oído
Ojo
En el día 22, de surcos en el diencéfalo se originan las vesículas ópticas que
inducen
al ectodermo superficial a formar la placoda del cristalino cuya
invaginación es la vesícula del cristalino que se separa del ectodermo
superficial a la 5ta semana. Las vesículas ópticas se invaginarán para formar
en su porción ventral, la cúpula óptica y en su superficie inferior (tallo
óptico), la fisura hialoidea la cual se cerrará (o se provocaría coloboma) .
La cúpula óptica posee una capa externa y una interna separadas por un espacio
interretiniano que desaparecerá dejando un orificio a nivel de la vesícula del
cristalino, la pupila.
Retina, Iris y cuerpo ciliar y cuerpo vítreo
La capa externa de la cúpula óptica formará la capa pigmentaria de la retina y
la capa externa del iris. La capa interna formará sus cuatro quintos
posteriores, la porción óptica de la retina (los conos y bastones) y su
porción anterior, la porción ciega de la retina con sus porciones iridia que
es la capa interna del iris y su porción ciliar que formará al cuerpo ciliar.
Adyacente a la capa fotorreceptora, se formará la capa del manto con una capa
nuclear externa con los núcleos de conos y bastones, una capa nuclear interna
con los núcleos de células bipolares y una capa de células ganglionares, las
cuales constituyen la pars nervosa (capa interna) de la retina. El mésenquima
laxo se introduce entre la cúpula óptica y el epitelio superficial para formar
en el exterior de la cúpula, tejido conectivo muy vascularizado, parte del
iris que contiene los músculos de la pupila desarrollados a partir del
ectodermo; y en el interior de la cúpula, los vasos hialóideos los cuales se
obliteran quedando el canal hialoideo, y el cuerpo vítreo el cual se forma,
específicamente, a partir de una red de fibras entre el cristalino y la retina
en los espacios intersticiales.
Cristalino
Las células de la pared posterior de la vesícula del cristalino se alargan y
forman fibras largas (primarias) que gradualmente, en un eje ecuatorial,
llenan el interior de la vesícula llegando en la 7ma semana a la pared
anterior. Estas células producen cristalina, una proteína. Continuamente se
añaden nuevas fibras (secundarias).
Coroides, esclerótica y córnea
Al final de la 6ta semana, mesénquima laxo alrededor del primordio del ojo
formara es su capa externa a la esclerótica que se continuara con la duramadre
y en su capa interna a la coroides que se continuara con la piaracnoides. El
mesénquima laxo de la cara anterior del ojo por vacuolización formará
las
cámaras anterior y posterior del ojo separadas en un inicio por la membrana
iridopupilar que debe desaparecer, y la sustancia propia o estroma de la
córnea que se continua con la esclerótica. La córnea así formada estará
constituida por una capa epitelial del epitelio superficial, estroma y una
capa epitelial que rodea la cámara anterior del ojo.
Nervio óptico
En la 7ta semana la fisura coroidea se cierra y por ella sólo pasará el
pedículo óptico, el nervio óptico formado por las fibras de la capa marginal,
y la arteria central de la retina, porción remanente de la arteria hialoidea.
Oído
Morfológicamente el oído se puede dividir en oído interno, medio y externo.
Todos estos relacionados con la audición y, únicamente, el interno está
relacionado con el equilibrio.
Oído interno
En el día 22 aparecen las placodas óticas, por influencia del mesénquima y la
cresta neural, a nivel del mielencéfalo, las cuales se invaginarán formando
las fositas óticas y, finalmente, las vesículas óticas u otocistos, primordios
del oído interno. El otocisto, en su porción dorsal o utricular, formará el
utrículo y los canales semicirculares y, su porción ventral o sacular, al
sáculo y al conducto coclear. Estos componentes epiteliales constituyen, pues,
el laberinto membranoso que se introducirá en el mesénquima circundante. El
otocisto también formará junto a células de la cresta neural, al ganglio
estatoacústico el cual tempranamente forma un complejo único con el facial.
Desde la 6ta semana se inicia la evaginación tubular en el polo inferior del
la porción dorsal de otocisto: se forma el conducto coclear con sus dos
vueltas y media, finalmente, a la 8va semana dejando como remanente al sáculo
que se mantiene unido al conducto colear por el conducto saculococlear
(sagalis) de Hensen (ductus reuniens). Se inicia, también, las evaginaciones
aplanadas de la porción ventral del otocisto: se forman los canales
semicirculares cuyas pares, en su parte central, se adosan y desaparecen para
que se constituyan en conductos, dejando como remanente al utrículo al cual se
conectan mediante sus extremos que en total son cinco pues dos se han
fusionados. Tres de éstos están dilatados y son las ampollas que poseen
células sensitivas que forman la cresta ampullar. En el utrículo y sáculo hay
células sensitivas denominadas manchas acústicas (máculas).
En la 10ma semana, el mesénquima del conducto coclear se transforma en
cartílago y éste, por vacuolización y coalescencia formará las rampas
vestibular y timpánica. La rampa timpánica se separa de la vestibular por la
membrana vestibular y se separa del conducto coclear por la membrana basilar.
La pared lateral del conducto coclear se mantiene unida al cartílago por el
ligamento espiral y, medialmente, por la lámina espiral (columela) , porción
cartilaginosa, fututo eje del laberinto óseo. La rampa timpánica y vestibular
se comunican entre sí en el vértice del espiral que se conoce como
helicotrema, la cúspide del caracol. Las células epiteliales del conducto
coclear forman dos crestas, la interna que da lugar al limbo de la lámina
espiral, y la externa con una hilera interna (pilar interno) y con tres o
cuatro hileras externas (pilar externo) de células ciliadas (vellosas). Sobre
las células ciliadas sobrenadan compresiones calcáneas, los otolitos. La
membrana tectoria es una sustancia gelatinosa fibrilar que está unida al limbo
de la lámina espiral y cuyo extremo se apoya en las células vellosas. El
órgano de Corti, formado así, esta constituido por la membrana tectoria y las
células ciliadas. El surco espiral divide las crestas y los túneles espirales
dividen los pilares externo e interno.
El otocisto estará contenido en la cápsula periótica que formará la porción
petrosa del hueso temporal, la cual, a su vez, formará el laberinto óseo. El
laberinto membranoso contiene endolinfa y el óseo, perilinfa.
Oído Medio
El oído medio es de origen endodérmico a partir de la primera bolsa faríngea
la cual crece lateralmente y entra en contacto con la primera hendidura
faríngea. La porción distal de esta bolsa formará la caja timpánica primitiva
(receso tubotimpánico) y su porción proximal, la trompa faringotimpánica de
Eustaquio.
Los huesecillos derivan de los arcos faríngeos. El yunque se desarrolla a
partir de la porción dorsal de la porción dorsal (cartílago pterigocuadrado
del proceso maxilar) del primer arco faríngeo, el martillo lo hace a partir de
la porción dorsal de la porción ventral (cartílago de Meckel del proceso
mandibular) del primer arco faríngeo, y el estribo, a partir de la porción
dorsal del segundo arco faríngeo (cartílago de Reichert del arco hioideo). Por
tanto, la inervación del martillo la hace el nervio mandibular (n. tensor del
tímpano) y la del estribo, el nervio facial (n. del estribo). Los huesecillos
son los primeros huesos en osificarse y lo hacen al tercer mes y por
osificación endocondral, pero permanecen en el mesénquima hasta el 8vo mes. El
mesénquima desarrolla ligamentos suspensorios (pericondrios) que son mesos y,
por vacuolización dorsal del tejido circundante, el antro timpánico.
Oído Externo
La porción dorsal de la primera hendidura faríngea forma el tampón meatal que,
al 7mo mes, se disgrega y forma el conducto auditivo externo. La membrana
timpánica esta constituida por epitelio ectodérmico del
conducto auditivo
externo, epitelio endodérmico de la caja timpánica y, formando el estrato
fibroso, tejido conectivo intermedio. La oreja se forma a partir de seis
prominencias auriculares, que son proliferaciones mesenquimatosas de los
extremos dorsales del primer y segundo arco faríngeo.
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