ARTE TAINO - Lehman College

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ARTE TAINO
La palabra “taíno” identifica a los habitantes de las Antillas Mayores (Cuba, Jamaica, La
Hispaniola y Puerto Rico) los cuales conocieron a Cristóbal Colón durante su primer viaje de
exploración al Nuevo Mundo. Taíno significa “bueno” en el idioma Arawak.
A fines del siglo XIX, historiadores y arqueólogos se interesaron por diferenciar este grupo de
otros grupos indígenas americanos. “Taíno” no es un término étnico para referirse a los grupos
Arawakos (cuyos ancestros llegaron a las Antillas desde América del Sur en la época
prehistórica). Algunos grupos antiguos tales como los “huécanos”, “saladoides” y “barrancoides”
llegararon a las Antillas provenientes de América del Sur antes del período taíno.
La cultura taína floreció entre los siglos X y XV (1000 –1500 d. de J.C.) con sus principales
centros en las islas de Puerto Rico y La Hispaniola (Haití y la República Dominicana). Durante
esa época los taínos emigraron a Jamaica, Bahamas, Vieques, las Islas Vírgenes y finalmente , a
la region oriental de Cuba, medio siglo antes de la llegada de Colón. Los taínos alcanzaron un
alto nivel de desarrollo socio-económico que tuvo influencia en casi todo el Caribe. La presencia
de un gran número de cacicazgos que gobernaban vastas regiones con comercio intra-isleño, y
en donde se utilizaban técnicas agrícolas (sistemas de irrigación y cultivo de tierras montañosas)
nos indica una sociedad compleja cuya evolución fue truncada por la conquista española.
La sociedad taína era jerarquíca: el jefe principal era el cacique; le seguía en autoridad el chaman
o “bohique”. A continuación venían los “nitainos” que eran miembros de la clase alta y de la
clase guerrera; y en el nivel inferior de la pirámide social se encontraban los “naborias” – este
grupo estaba formado por la clase baja y los trabajadores. La economía taína se basaba en la
agricultura, pero también eran importantes la caza y la pesca.
Los taínos creían en la existencia de muchas deidades, inmortales que vivían en el cielo. El más
importante era Yocahú, el creador de todas las cosas y su madre Atabei, o Atabeira. Además de
los dioses míticos también se adoraban a los ancestros creyendo que éstos se convertían, una vez
fallecidos, in espíritus protectores llamados “zemis”. En realidad, varios de estos espíritus
protectores habían sido caciques. Estatuas de varios tamaños de los “zemis” hechas de piedra,
madera, concha y hueso, se consideran entre las mejores muestras de escultura pre-colombina en
el Nuevo Mundo. La manifestación artística mas importante de los taínos fueron los petroglifos,
que consisten en diseños muy estilizados de caracter antropomórfico, zoomórfico y abstractos.
Los petroglifos se grababan en las paredes de las cuevas, en piedras grandes encontradas en las
riveras de los ríos, así como también en los monolitos que se colocaban como “cercas” alrededor
de los “bateyes”. Los bateyes eran plazas de uso múltiple donde se celebraban “areytos”
(rituales) y se jugaba a la pelota.
El arte taíno es producto de artistas inspirados por íconos asociados con la cultura y el ambiente.
Las representaciones pictóricas incorporaban lo que se veneraba y respetaba en la sociedad. Las
representaciones estilizadas de los elementos de la naturaleza junto con otros íconos
relacionados, reflejan sus creencias en las fuerzas mágicas en la naturaleza.
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En muchos casos, los artefactos taínos se relacionan con la parafernalia ceremonial. El “zemi”, o
ídolo, es el objeto iconográfico que representa el poder de la naturaleza y frecuentemente se
usaba en rituales mágicos de carácter benigno. La perspectiva magica-religiosa de los taínos fue
una razón por la gran cantidad de artefactos que se produjeron. Por ejemplo, se creía que algunos
artefactos permitían que los caciques dominasen los poderes de la naturaleza (como en el caso de
artefactos que representaban a los elementos). Dadas estas creencias, los “zemis” se producían
con formas antropomórficas o zoomórficas para representar a los espíritus que controlaban
diferentes aspectos de la naturaleza. Los “zemis” no solo se usaban en actividades religiosas o
ceremoniales –como oráculos, chamanismo y prácticas funerarias – sino que también se usaban
en activades relacionadas con la música, el baile, el juego de la pelota, la cerámica y otras
activades de la vida cotidiana.
Algunos objetos tales como los “dujos”, o banquillos ceremoniales, muestran la excelencia
artística del grabado y la maestría con la que se trabajaba la madera pulida – como la del
guayacán antillano (guaeacum). Unicamente los caciques y chamanes tenían el privilegio de usar
el “dujo”. Esto contribuía a la imagen del poder en una sociedad jerárquica: ambos personajes (el
cacique y el bohique/chamán) controlaban la naturaleza y la sociedad. El poder emanado del
ícono (el dujo) también se asocia con su poseedor, también refleja la dicotomía de que estos
artefactos tenían usos tanto políticos como religiosos. Durante las guerras se creía que la
adquisición por la fuerza de los ídolos que protegían al cacique derrotado en combate y a su
pueblo, conferían más poder al cacique vencedor y fortalecía su autoridad. La posesión de más
ídolos significaba más poder.
Artefactos tallados en piedra, madera, concha y hueso reflejaban ciertos aspectos de la vida entre
los taínos, especialmente la estratificación o jerarquía social. Muchos recipientes de barro
decorados con incisiones lineales muy detalladas y decoraciones de puntos son ejemplos de la
abundante producción artesanal de los taínos.
Los mejores artesanos taínos produjeron objetos muy elaborados para fines ceremoniales, con
abundancia de elemento decorativos producto de una calidad estética sin igual. Entre las más
importantes se encuentran las piedras de tres puntas con representaciones humanas
(antropomórficas) y de animales (zoomórficas), puñales de piedra de forma antropomórfica,
mascaras de piedra, amuletos, y óvalos grandes de piedra (collares), vasijas de cerámica,
morteros de piedra, éspatulas de hueso para producir el vómito que se usaba en actividades
ceremoniales, “dujos” de madera y esculturas. Los óvalos de piedra (collares) son unas de las
obras manuales más impresionantes de los objetos rituales del arte Taíno de Puerto Rico. La gran
cantidad de tiempo que se necesitaba para producir cada uno de estos “collares” indica su
importancia en ciertos ritos de poder.
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Los amuletos son otros objetos de interés especial. Los amuletos revelan muchos aspectos
fundamentales de la mitología y artesanía taínas. El mundo mágico es el fundamento para la
explicación estética de la realidad. El taíno trata de controlar su ambiente por medio del uso de
amuletos que representan los dioses, las fuerzas de la naturaleza, y fuerzas intangibles más allá
de la experiencia cotidiana.
La importancia de los objetos del arte taíno reside en el papel simbólico que desempeñan en la
religión y la vida diaria. La “cosmovisión” o concepto del mundo del taíno se origina en un
antiguo mito de la creación del hombre y la mujer, de la flora y la fauna, del día y la noche y de
la vida después de la muerte. Los artefactos taínos surgieron de este concepto del mundo: todos
los materiales importantes (piedra, madera, barro, concha y hueso) siempre recibían un
tratamiento especial para mantener la armonía con la naturaleza. Esto constituye un rasgo
distintivo de la cultura taína.
A partir de los años ochentas, con la exhibición de arte taíno en Sevilla, España, y luego en 1992
en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, en San Juan, P.R., el interés
internacional por el arte taíno ha crecido exponencialmente. En unos pocos años, el interés por la
estética taína y sus valores, y el estudio del significado de los artefactos taínos se ha extendido
más allá de las fronteras antillanas. Instituciones como el Museé du Petit Palais en Paris, Francia;
el Museo del Barrio en Nueva York; el Instituto Latinoamericano en Roma, Italia y la Galería de
Arte del Lehman College en Nueva York exhibieron arte taíno en los años ochentas y noventas,
y más recientemente en 2003. Estas exhibiciones señalaron el inicio del “renacimiento” del
interés por la cultura taína en el mundo del arte donde artesanos, escultores, grabadores, orfebres
y artistas del tatuaje que han incorporado diseños taínos en sus obras. Por otra parte, el mundo
académico también ha demostrado interés. Arqueólogos, antropólogos, historiadores e
historiadores del arte han investigado y estudiado profundamente la compleja cultura taína.
En lss últimas tres décadas de estudios, los taínos se han convertido en un ejemplo de riqueza
cultural que, gracias a sus artefactos, han despertado un profundo interés en temas relacionados
con su manera de vivir. El mirar más detalladamente al arte taíno nos invita a descubrir, conocer
y apreciar la gran herencia de esta cultura antillana.
Iván F. Méndez-Bonilla
Curator of Archaeology
Museum of History, Anthropology and Art
University of Puerto Rico
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