La Cañada Real Galiana: antropología, arte e inclusión social. 1. Objetivos Este proyecto de intervención social tiene como objetivo establecer una estrategia de desarrollo urbano y de inclusión social a través de la creatividad, imaginación y los sentimientos de los residentes en un espacio urbano enormemente degradado como es la Cañada Real Galiana a su paso por Madrid. En concreto pretendemos, a través de la colaboración de artistas, antropólogos y arquitectos, trabajando estrechamente con los residentes de este espacio urbano, ubicar una (o varias) obras escultóricas en la Cañada Real. Las obras serán diseñadas y ejecutadas por los propios vecinos, bajo la dirección del artista plástico Alejandro Marmo, quien ha realizado varias experiencias de este tipo en diversas ciudades latinoamericanas y europeas; la colaboración teórica y práctica de la antropóloga Pilar Monreal (Universidad Autónoma de Madrid) y el arquitecto Sergio Calvo Guijo, perteneciente a la ONG “Arquitectos Sin Fronteras”. El tema de la escultura será la importancia de la figura de la mujer en estos contextos. Con dicho objetivo pretendemos fomentar la solidaridad, la identidad con su espacio urbano y la confianza en un futuro mejor para sus residentes en el ámbito de un espacio segregado y conflictivo, heterogéneo desde el punto de vista socio-económico y diverso en cuanto al origen cultural de sus habitantes; es decir, lo que llamaríamos un espacio “difícil”, “peligroso” o “desestructurado”. Pretendemos utilizar la creatividad, la imaginación y los sueños que todos los seres humanos llevamos dentro como factores de desarrollo urbano e inclusión social. Es lo que se ha llamado en el ámbito del desarrollo un tipo específico de “empoderamiento” (empowerment) de los sujetos beneficiarios. 2. Antecedentes El curso “Transformaciones sociales y desarrollo en América Latina. Desafíos para la cooperación a 200 años de las independencias americanas”, organizado por la Casa Encendida y el Departamento de Antropología de la Universidad Autónoma de Madrid durante los meses de Noviembre y Diciembre del 2009, contó este año con la participación, como ponente, de Alejandro Marmo y, como asistentes, a un grupo de alumnos heterogéneo, socialmente comprometido y con amplia experiencia en temas de cooperación y desarrollo. Al final del mismo, parte de sus ponentes y participantes nos planteamos una futura colaboración en un proyecto de inclusión social, que pusiera en práctica algunas de las ideas que habíamos generado, discutido Monumento al trabajo. Fuerte Apache y compartido a lo largo del curso. (Buenos Aires) ALEJANDRO MARMO El trabajo de reconocido prestigio (ver web: www.alejandromarmo.com.ar), que Alejandro Marmo había llevado a cabo en Buenos Aires y en otras ciudades latinoamericanas y europeas, donde Arte y Antropología social se daban la mano para desarrollar nuevas trayectorias de inclusión, pensamos que podía ser adaptable a la situación de algunas áreas urbanas pobres, segregadas y, por lo tanto, vulnerables de Madrid. La trayectoria teórica y académica de Pilar Monreal en torno a la pobreza urbana y el desarrollo, los problemas del fracaso de los proyectos de integración social, de participación urbana y su perspectiva de que, a la vez que se transformaban sus condiciones materiales de vida, la gente debía de llevara a cabo otro tipo de transformaciones que involucraban sentimientos, ilusiones, sueños, coincidía con la misión social que Marmo daba a su arte. Los conocimientos técnicos y el asesoramiento de Sergio Rayo Rey. Puerto Plata (República Calvo como arquitecto y activista voluntario Dominicana) ALEJANDRO MARMO en la ONG “Arquitectos sin Fronteras” nos ofrecía el espacio concreto donde poder ejecutar este proyecto: la Cañada Real Galiana, el asentamiento informal e ilegal mayor de Europa a 15 kilómetros escasos de Madrid. 3. Justificación del contexto urbano La Cañada Real Galiana es una antigua vía agropecuaria que discurre entre La Rioja y Ciudad Real (también es conocida como Cañada Real Riojana). Nace al sur de La Rioja y recorre las provincias de Soria, Guadalajara, Madrid, Toledo y Ciudad Real. La pérdida de sus privilegios por parte de la Mesta al final del Antiguo Régimen, no supuso la pérdida del estatus jurídico específico de La Cañada y, hasta la actualidad, se ha mantenido como dominio público sujeto a una amplia protección que impide cualquier otro uso que no sea el agropecuario, especialmente protegida contra su uso urbanístico. 1. Cañada Real de la Plata o Vizana (500 km.) 2. Cañada Real Leonesa Occidental (700 km.) 3. Cañada Real Leonesa Oriental (700 km.) 4. Cañada Real Segoviana (500 km.) 5. Cañada Real Conquense (350km.) 6. Cañada Real del Reino de Valencia (250 km.) 7. Cañada Real Galiana (400 km.) 8. Cañada Real Soriana Oriental (800 km.) 9. Cañada Real Soriana Occidental (700 km.) Pero desde los años 60 hasta la actualidad se ha ido produciendo un asentamiento informal, especialmente a su paso por Madrid, creando una “ciudad lineal” de unos 15 km. de longitud, que alberga a unos 40.000 habitantes. En sucesivas olas, la Cañada ha sido ocupada por residentes en el municipio de Madrid expulsados del centro o que quisieron construirse una segunda residencia, por inmigrantes rurales de los años 60, por gitanos españoles y, actualmente, inmigrantes mayoritariamente marroquíes o gitanos rumanos. Especialmente el tramo de La Cañada que transcurre al este de la ciudad de Madrid ha sido objeto de ocupación para construcción de edificaciones irregulares (chabolas o viviendas de autoconstrucción), en torno a un modelo no planificado de ciudad lineal; estas viviendas han ido creciendo y haciéndose cada vez más estables hasta alcanzar más de 2000, que alojan a unos 40.000 habitantes a lo largo de 15 Km. Ortofoto de la Cañada Real Galiana a su paso por Madrid A su paso por Madrid discurre por 5 municipios (Getafe, Madrid, Rivas Vaciamadrid, Coslada y San Fernando de Henares) Toda ella, terriblemente segregada espacialmente, La Cañada se caracteriza también por su heterogeneidad socioeconómica y su diversidad cultural, que en algunos de sus tramos –y por lo que es conocida por los madrileños a través del papel de los medios de comunicaciónalcanza altos niveles de pobreza y claros procesos de exclusión social, con problemas de tráfico de drogas, insalubridad, carencia o precariedad de servicios básicos (agua, electricidad, transporte público) y deficiente o nula A su paso por Rivas Vaciamadrid. Contraste entre urbanismo formal extensivo e informal lineal. infraestructura (alcantarillado, pavimentación). Estas características estructurales de La Cañada se han visto reforzadas en los últimos años por los realojamientos forzosos provocados por la dispersión de otros núcleos chabolistas del área metropolitana madrileña y, a partir de los años 90, por la llegada masiva de inmigrantes fundamentalmente procedentes de Marruecos y Rumanía, estos últimos de etnia gitana. Así, se han desarrollado una serie de conflictos propios de las personas que sobreviven en espacios urbanos segregados, abandonados institucionalmente por la Administración pública, pobre y con escasos recursos para subsistir. Como una de las características de un espacio hiperdegradado, la situación jurídica de la vivienda es en general muy precaria, aunque también encontramos una gran diversidad en sus materiales de construcción, en su antigüedad, en su situación legal (algunas de ellas está registradas catastralmente y pagan los impuestos municipales), pero tienen en común que en ningún caso es una vivienda legal y no pueden acogerse a la posibilidad de usurpación (acceso a la propiedad por ocupación y paso del tiempo). En La Cañada sigue habiendo tramos no urbanizados ilegalmente y que se han visto afectados por otro tipo de alteraciones, circulación masiva de camiones hacia los vertederos legales (Valdemingómez) e ilegales, instalaciones contaminantes, uso para cicloturismo y otras actividades similares. Algunas de sus zonas están integradas en el Parque Regional del Sureste o son adyacentes al mismo. Por lo tanto, La Cañada Real representa un espacio adecuado para poner en marcha una intervención de desarrollo urbano como el que el grupo quería diseñar ya que es pobre, segregado, hiperdegradado, abandonado institucionalmente, conflictivo y con “mala prensa” entre madrileños, Administración y medios de comunicación (en al argot antropológico: desposeído simbólicamente). Desde los años 80, la aportación de la Antropología al Desarrollo y la Cooperación fue la tesis de que, para que tuvieran éxito, los proyectos de desarrollo tenían que ser compatibles con los valores y prácticas culturales de la gente beneficiaria y basarse en la participación de la misma en el diseño, evaluación e implementación de los proyectos: había que “poner primero a la gente”. Aunque ampliamente debatidas ambas aportaciones dentro de la propia Antropología, los antropólogos entendíamos por cultura el sistema de parentesco y familia, los sistema rituales, las formas de subsistencia, la organización política y religiosa,…etc. Nos dejamos fuera de esta definición de cultura como factor de desarrollo, los sentimientos de la gente: sus miedos y aspiraciones, sueños y pesadillas, su amor y sus odios, aunque sabíamos que estos también se construyen culturalmente y forman parte de la vida cotidiana de los individuos, de cómo reedifican el pasado y de cómo imaginan y construyen su futuro. Es cierto que los espacios urbanos hiperdegradados son infiernos para muchos de sus habitantes, para los responsables políticos y para el resto de la población, pero no esta escrito en ningún sitio que no puedan llegar a convertirse en “espacios de esperanza” por la actividad consciente y responsable de la administración y de sus habitantes. Los seres humanos nos son por naturaleza ni buenos ni malos, ni solidarios ni individualistas, ni violentos ni pacíficos, ni valientes ni cobardes: estos son sentimientos y actitudes socialmente construidos y socialmente pueden modificarse. Por lo tanto, lo que queremos hacer en La Cañada es recuperar los sentimientos de solidaridad, cooperación, confianza, la imaginación, sueños, deseos de sus residentes a través de la participación de la gente en la construcción de una o varias esculturas, de tal forma que estas sirvan de puente entre los diferentes grupos sociales, inicien un diálogo sobre en qué tipo de comunidad desean vivir, unificar en un mismo objetivo –como si la obra de arte se convirtiera en una metáfora de la propia sociedad- a residentes, administración, profesionales, artistas. Si individual o colectivamente, son capaces de construir creativamente una obra, son también capaces de controlar y cambiar sus condiciones materiales de existencia, generar un espacio en el que discutir y pelear pero también hablar y dialogar e intercambiar sentimientos. A parte de sus residentes, en la Cañada Real están presentes las siguientes organizaciones y agentes sociales: Cruz Roja Española Cáritas Ecologistas en Acción Parroquia de Entrevías “San Carlos Borromeo” (conocida popularmente como “la parroquia roja”) Iglesia de La Cañada Real Asociación “EL FANAL” (http://www.asociaciones.org/coordinadora/index.php?option=com_content&vie w=article&id=65&Itemid=108) GV40_Grupo de arquitectos voluntarios interesados en la problemática de La Cañada Organizaciones de mujeres Iglesia dentro de la propia Cañada Real 4. Metodología Estas organizaciones, como aquéllas otras que detectemos a lo largo de algunas visitas que debemos hacer, podrían ser agentes claves para dar a conocer el proyecto y movilizar a los residentes que se interesen en el proyecto. Por lo tanto, un paso fundamental en la metodología es hacer diversos recorridos de campo y visitar el barrio y a la gente y organizaciones. También creo que en las reuniones que tengamos en Madrid deberíamos discutir dos temas fundamentales que tienen que ver con este proyecto: Las ideas básicas que he expuesto en los epígrafes anteriores: ¿qué os parecen?, ¿qué eliminaríais? ¿qué aportaríais? ¿qué le falta?, etc... Metodología: con dos temas a debatir: ¿cómo entramos en La Cañada y damos a conocer el proyecto entre sus habitantes? (siendo conscientes de todos los problemas que tiene un espacio degradado como este, de sus conflictos, desconfianzas, etc.); y, segundo, debido a lo largo de su extensión si, como señalaba Sergio, podríamos poner una o varias esculturas (que tienen sus pro y sus contras). 5. Grupo de trabajo El grupo de trabajo está formado por: Alejandro Marmo: artista plástico argentino o http://www.alejandromarmo.com.ar o http://www.clarin.com/diario/2004/02/16/s-02901.htm o http://www.clarin.com/diario/2005/06/13/sociedad/s-03501.htm Pilar Monreal y Ana Toledo: antropólogas, Departamento de Antropología, Universidad Autónoma de Madrid o [email protected] o [email protected] Sergio Calvo Guijo y Miguel Navarro Esteban: Arquitectos sin Fronteras o [email protected] y [email protected] o www.asfes.org o ONGD - Asociación de voluntarios sin ánimo de lucro, que desarrolla proyectos de cooperación al desarrollo en el extranjero y de sensibilización y cooperación local en España, creada en 1992 y con 1.300 socios. Y aquellos que se quieran sumar al proyecto conforme se vaya perfilando y concretando. 6. Presupuesto El presupuesto será mínimo, ya que una de las ideas fuerza es dotar de valor a materiales de deshecho, existentes en el entorno público del lugar de trabajo. 7. Plazos Febrero/ Marzo: Preparación del Proyecto y búsqueda de actores activos en La Cañada Abril / Mayo: Aprovechando que Alejandro Marmo visitará España, haremos visitas y reuniones en La Cañada, con actores que trabajan allí y pobladores para preparar las actividades Septiembre: Realización y colocación de la escultura Ortofoto de la Cañada Real Galiana a su paso por Madrid. Fuente: Web del Ayuntamiento de Madrid