IP/01/819 Bruselas, 12 de junio de 2001 Impuestos especiales: La Comisión decide llevar a cabo un procedimiento de infracción contra Suecia por la discriminación contra el vino La Comisión Europea ha decidido enviar una petición formal a Suecia para que acabe con la discriminación fiscal contra el vino respecto a la cerveza. La Comisión considera que el sistema impositivo sueco permite una protección indebida de la cerveza, producida principalmente a escala nacional, respecto al vino, procedente de otros Estados miembros. Desde el punto de vista de la Comisión, este régimen fiscal discriminatorio viola las normas del Tratado CE (artículo 90), que prohiben a los Estados miembros aplicar a productos de otros Estados miembros impuestos más altos que a productos nacionales que compiten con ellos. El Tribunal de Justicia ha dictaminado en varios casos que la cerveza y el vino de mesa son productos que compiten entre sí. La petición formal a Suecia adoptará la forma de un "dictamen motivado" (segunda fase del procedimiento formal de infracción, conforme al artículo 226 del Tratado CE). Si no se modifican de manera satisfactoria las normas fiscales suecas en el plazo de 2 meses a partir de la recepción del dictamen motivado, la Comisión podrá remitir el asunto al Tribunal de Justicia. El Comisario encargado de los impuestos, Frits Bolkestein, observó que "la Comisión no puede tolerar el proteccionismo en el mercado interior, cualquiera que sea la forma que adopte. La aplicación al vino, procedente de otros Estados miembros, de unos impuestos más altos que a la cerveza, producida principalmente en Suecia, puede ser una manera de defender la producción nacional más sutil que los contingentes de importación o aranceles, pero el efecto es el mismo: se trata de una protección ilegal. Espero que el Gobierno sueco actúe rápidamente para cumplir sus compromisos previos de poner fin a este régimen inaceptable". Tanto el vino como la cerveza se gravan en Suecia en función de su contenido de alcohol final en volumen ("abv"). La cerveza superior al 2,8% abv se grava con 147 coronas suecas (SEK) por hectolitro ("hl") y por grado de alcohol. No existe ningún impuesto sobre la cerveza de 2,8% abv o por debajo de esta cantidad. Tampoco existe ningún impuesto sobre el vino inferior a 2,25% abv, aunque se le aplican a partir de este porcentaje una serie de horquillas fiscales. El vino entre un 2,25% y un 4,5% se grava con 934 SEK por hl, entre 4,5% y 7% con 1380 por hl, entre 7% y 8,5% con 1898 por hl y entre 8,5% y 15% con 2720 por hl. Una cerveza de 3% abv, por ejemplo, se gravará con 441 SEK por hl, mientras que un vino de la misma graduación se gravará con 934 SEK por hl. Con 5%, el impuesto sobre la cerveza se incrementará hasta 735 SEK, mientras que el vino con una graduación similar se gravará con 1380 SEK. En efecto, el vino situado entre 8,5% y 15% soportará un impuesto alrededor de 4 veces superior al que se aplica a la cerveza situada entre 3% y 5%, aunque sólo tenga 3 veces más alcohol, aproximadamente. El efecto de esta discrepancia se agrava porque los precios al por menor finales de la cerveza y el vino incluyen un impuesto sobre el valor añadido del 25% (IVA), que se añade al precio previo pago del impuesto especial y al precio una vez pagado éste. Por lo tanto, el vino se grava siempre en Suecia en mayor medida que la cerveza, no sólo porque su precio de base y su contenido en alcohol son más altos que los de esta última, sino también porque el porcentaje del impuesto en el precio es más alto. Un 90% de la cerveza consumida en Suecia se produce en este país, mientras que el vino procede de otros países. La jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la UE ha confirmado regularmente que existe una relación competitiva entre la cerveza y los vinos de mesa (por ejemplo en los fallos referentes al Reino Unido (Asunto 170/78) y Bélgica (Asunto 356/85)). También confirma que la discriminación prohibida conforme al segundo párrafo del artículo 90 del Tratado CE incluye la que tiene por efecto reducir el consumo "potencial" de productos importados (véase el fallo en los casos 367/93-377/93 referentes al Benelux). En Suecia, incluso los vinos de mesa soportan más impuestos por unidad de alcohol que la cerveza. El resultado es que el sistema impositivo está consolidando efectivamente la preferencia del consumidor hacia la cerveza y la discriminación contra el vino de otros Estados miembros. 2