PROHIBICIÓN PARA COMERCIO DE ALCOHOL DE 96°

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Grupo interinstitucional, contra el comercio ilegal de bebidas alcohólicas
adulteradas
Una de las atribuciones que concede la ley a las dependencias gubernamentales
para proteger la salud de los consumidores de bebidas alcohólicas, es la de vigilar
y evitar que el comercio, fundamentalmente informal, los exponga a sufrir males
que, en determinadas circunstancias, pueden ser irreversibles o causarles hasta
la muerte.
Para que estos riesgos no lleguen a convertirse en problemas reales y de alto
costo, la Secretaria de Salud encabeza un grupo interinstitucional formado por
verificadores de las Secretarías de Hacienda y Crédito Público, Economía, la
Procuraduría General de la República, a través del SAT y aduanas, la Comisión
Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS),y la
Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), el Instituto Mexicano de
Propiedad Industrial (IMPI) y la Policía Federal Preventiva, acuden periódicamente
a negocios o industrias bajo sospecha de producir o comercializar bebidas
alcohólicas fuera de la ley.
Las actividades de este grupo, por obvias razones, son sorpresivas y
prácticamente en todos los operativos los infractores han reconocido sus
irregularidades, en tanto que las autoridades correspondientes, en casos no
graves o delictivos, normalmente exhortan a los propietarios de fábricas o
comercios a respetar la legislación vigente en plazos perentorios, a pagar
sanciones, en tanto que los establecimientos son asegurados de manera
precautoria hasta que se pongan al corriente.
En operativos, cada dependencia federal cumple con la responsabilidad que le
corresponde: la Secretaría de Salud, por conducto de la COFEPRIS, atiende los
problemas relacionados con los riesgos sanitarios; la Secretaria de Hacienda y
Crédito Público, a través del SAT y aduanas, ve lo relacionado con la posible
evasión de impuestos, registros fiscales y la legalidad de determinados productos
de origen extranjero.
Por su parte, la Secretaría de Economía y Procuraduría Federal del Consumidor
atienden los problemas relacionados con los posibles engaños y fraudes a los
consumidores. El Instituto Mexicano de Propiedad Industrial defiende los derechos
de propiedad industrial, es decir, si se encuentran productos en el mercado que
no demuestren que fueron introducidos legalmente, son ilegales y, en principio,
se asegura de manera precautoria el establecimiento y el producto, e incluso la
ley permite la detención temporal de los culpables.
Finalmente, la PGR, por conducto de la AFI y la PFP, cumple la función de brindar
seguridad a los verificadores de las demás dependencias, y al mismo tiempo,
combate la ilegalidad, que es una de sus funciones y atribuciones como parte del
Poder Ejecutivo.
El consumo de bebidas alcohólicas adulteradas, por su tendencia creciente y por
el alto riesgo, es una preocupación de varias instituciones del Gobierno Federal
que puede convertirse en una de las causas principales de enfermedades y
riesgos mortales para los consumidores.
La estrategia por la legalidad del grupo interinstitucional no solamente opera en
el caso del alcohol adulterado, sino que abarca a medicamentos, alimentos,
tabaco y productos milagrosos.
Para ello, la Secretaría de Salud ha promovido iniciativas de ley ante el Congreso
de la Unión para abrir la participación de las dependencias federales y las
organizaciones del sector privado, así como la coordinación con las entidades
federativas, al considerar que la salud y la seguridad de la población son factores
prioritarios en el desarrollo social del país.
Así, a través de los operativos sanitarios se aplica una estrategia eficaz que se ha
convertido en una forma cuidadosa y pacífica de la aplicación de la ley para la
detección y corrección de irregularidades, pero también para dar seguridad a la
población del país de que lo que consume no pone en riesgo su salud.
El trabajo coordinado interinstitucional se realiza formalmente desde hace casi
cuatro años y en él participan profesionales de diferentes especialidades:
médicos, biólogos, químicos, abogados y administradores. Esto ha permitido que
el combate a la ilegalidad en materia sanitaria sea constante y sistemático,
federalista y participativo en cuanto a la delegación de responsabilidades con los
gobiernos estatales.
A este esquema de organización se le denomina Sistema Federal Sanitario y, a
través de él, se cumple de manera estricta la Ley General de Salud y las Normas
Oficiales Mexicanas en la materia.
Las bebidas alcohólicas adulteradas pueden tener efectos fatales en los
consumidores. Desde dolores fuertes de cabeza, mareo, ceguera, náuseas,
vómito, nerviosismo, ansiedad, resaca intensa, hasta el fallecimiento, si el
producto contiene metanol y el afectado no es atendido con oportunidad.
Por estas razones, se recomiendan las siguientes medidas:

No comprar estos productos en el comercio ambulante o informal

Dudar de la autenticidad del producto, si su precio está muy por debajo
comparado con el precio comercial

Evitar el consumo de bebidas en barras libres, bares y discotecas de dudoso
prestigio

Romper los envases vacíos y asegurarse de que los vidrios no representen
riesgos en su manejo
Las bebidas alcohólicas aseguradas en los últimos cuatro años, ascienden a más
de 4.6 millones de litros aproximadamente. Este volumen normalmente es
incinerado ante la presencia de las autoridades concurrentes.
Es de señalar que el respaldo del Congreso de la Unión al Consejo de Salubridad
General, en lo relacionado con la prohibición del comercio de alcohol de 96 grados
en farmacias, boticas y tiendas de autoservicio, ha sido trascendental para la
protección de la salud humana al prevenir el alcoholismo y evitar la ingesta de
alcohol etílico.
Datos adicionales sobre el uso de este tipo de alcohol, dados a conocer a través
de la Encuesta Nacional de Adicciones, indican que su ingesta se multiplicó por 10
en un periodo de diez años. De 1993 a 2002, el consumo se incrementó del 0.4
por ciento al 4.7 por ciento.
El alcohol etílico de 96° sólo puede elaborarse y venderse para procesos
industriales, y no para elaborar bebidas destinadas al consumo humano.
El Consejo de Salubridad General consideró fundamental emitir un acuerdo que
evita que el alcohol de 96 grados no desnaturalizado, se pueda utilizar como
bebida.
Los criterios de análisis son los siguientes:

El Consejo de Salubridad General es un órgano de rango constitucional, con
facultades para dictaminar medidas de salud pública informando en tiempo
y forma sobre sus disposiciones y acuerdos al Congreso de la Unión.

El acuerdo y el objetivo emitidos, son claros y precisos: no se venderá
alcohol de 96º no desnaturalizado en farmacias, boticas y tiendas de
autoservicio, por su desvío para consumo potable. La decisión no fue
arbitraria, sino con fundamento en la Ley.
El artículo 217 de la Ley General de Salud indica que “se consideran bebidas
alcohólicas aquellas que contengan alcohol etílico en una proporción de 2%
y hasta 55% en volumen. Cualquier otra bebida que contenga una
proporción mayor, no podrá comercializarse como bebida”.


Con esta medida, la industria dedicada a la producción de alcohol de 96º,
no desaparecerá. Simplemente, podrá dedicarse a producir alcohol
desnaturalizado al 70% con un saborizante. Así, su venta continuará en las
farmacias, boticas y tiendas de autoservicio para usos terapéuticos.

Se tiene la certeza de que el alcohol de 96 grados produce necrosis del
hígado, es decir, lo destruye. Este sólo hecho es suficiente para tomar
medidas como las adoptadas por el Consejo de Salubridad General.
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