Centro Virtual Estudios Judaicos – La misteriosa vida de Cristobal Colón LA MISTERIOSA VIDA DE CRISTOBAL COLON Otto Rodríguez Viamonte Uno de los grandes personajes de nuestra historia occidental reciente cuya vida ha estado involucrada en mayores misterios hasta ahora, ha sido el famoso “Almirante de Mares y Océanos” que nosotros conocemos como Cristóbal Colón. Sin embargo, ya en nuestros tiempos, al examinar minuciosamente los documentos y circunstancias religiosas y políticas de la época, y al “atar cabos”, los académicos y otros estudiosos de numerosos países han resuelto algunos de estos enigmas en la vida del gran navegante, especialmente las razones y motivaciones detrás de su extraño comportamiento. Con toda probabilidad, sus antecesores cercanos fueron una familia de judíos españoles convertidos o no al cristianismo y que residiendo en Cataluña, sobrevivieron una gran matanza de judíos que ocurrió allí en el año 1391, y emigraron a la ciudad-estado de Génova, (Italia , como país unificado políticamente no vendría a existir sino hasta el siglo XIX). El apellido familiar de sus antepasados en España había sido Colóm, que en idioma hebreo significa paloma. Aquella familia, además del hebreo, hablaba también el castellano antiguo, común en aquella época, que fue el idioma que uso el almirante cuando después fue a España, y el que usará en sus notas y escritos durante sus viajes; y es también el idioma que los filólogos han comparado con el usado a fines del siglo XV para poder establecer con cierto nivel de certeza su genealogía hispanojudía. En Génova la familia cambia su apellido a “Colombo”, y es así que para los italianos el almirante genovés siempre será “Cristóforo Colombo, il grande navegatore italiano”. Después de sus años de pirata independiente en la cuenca del mediterráneo, a su llegada a Portugal (1476), país al que Colón va primero en busca de ayuda económica oficial para su empresa náutica de “llegar al oeste (a la India, a “Catay”, China o a “Sipango”, Japón, navegando hacia el este) y por ser este país lusitano “el rey de los mares” de la época, Colón enseguida visita las “juderías” locales (barrios asignados a los judíos), donde hace amistades, y a las que fueron dirigidas sus primeras cartas durante su primer viaje. Irónicamente son los consejeros financieros del rey portugués, Joao II, también en su mayoría judíos, los que recomiendan al monarca (1484) no involucrarse en aquella aventura marina. Habiendo usado el apellido Colóm en Portugal (donde todavía la inquisición católica portuguesa no perseguía a los judíos) lo revierte entonces al Colón que habían usado sus antepasados judíos-españoles cuando elige ir a ese país en busca de ayuda financiera; aparte de que , ya había sido iniciada desde hacía algún tiempo, la persecusión de los musulmanes (“moriscos”) y judíos (“marranos”) conversos, por la inquisición española, y el cambio de apellido resultó ser, en cierto modo, una medida prudente. Inicialmente ayudado por monjes franciscanos del monasterio de la “Rabida”, por numerosos e influyentes judíos conversos españoles y personalmente por la misma reina Isabel (que era nieta de una judía conversa), finalmente en 1942, se aprueba el primer viaje, en parte sufragado por las confiscaciones de bienes a los judíos y musulmanes “herejes”. Es en ese mismo año, que recomendada por la Inquisición e instigada por el inquisidor general Torquemada, (irónicamente también de extracción judía), se decreta la expulsión oficial de todos los judíos conversos, al igual que los musulmanes conversos de quienes se sospechaba continuaban practicando su religión, secretamente. www.lookstein.org/cej Centro Virtual Estudios Judaicos – La misteriosa vida de Cristobal Colón Algunos investigadores históricos llegan a pensar que los amigos judíos del navegante, y hasta tal vez el mismo Colón, aspiraban a que este encontrara nuevas tierras donde los judíos tal vez pudieran vivir sin ser perseguidos por su etnia y por su creencia religiosa. Durante sus viajes y estancias en “las indias occidentales”, la mayor parte de sus marinos y oficiales españoles se referían a Colón como “el converso” , al igual que resentían que él se comunicaba con sus dos hermanos usando un “código secreto”, (probablemente el idioma hebreo), lo cual ayuda a explicar las tensas relaciones entre marinos y oficiales con el almirante ; por no mencionar las probables diferencias que debieron haber ocurrido con los otros judíos conversos que lo acompañaron en sus cuatro viajes , (en busca de libertad religiosa ?) y de los cuales algunos de nosotros somos descendientes, sin saberlo. Es de notar que habiendo tenido Colón un conocimiento limitado de algunos astrónomos griegos de la antigüedad (“la tierra es esférica: Erastótenes, Hiparco), incluyendo el entonces generalmente aceptado Ptolomeo (“la tierra, inmóvil, es plana y es el centro del universo”), el navegante genovés se familiarizó también con las investigaciones y conocimientos de los geógrafos, astrónomos y cartógrafos de la época, (conocidos entonces como cosmógrafos), como fueron el español padre Marchena, y sobre todo el florentino Toscanelli, con quien se dice que Colón tuvo correspondencia; y aunque también pudo estar inspirado por un poema especulativo del muy admirado escritor clásico romano Virgilio, así como por el relato del veneciano Marco Polo, acerca de sus viajes, (1271-1295), a “Catay” (la China del emperador Kubilai Kan), en sus escritos, Colón toma como más autorizadas las especulaciones geográficas de los profetas hebreos Isaias y Esdras. Hasta ahí llegó su fe en la religión hebrea, pues por sus escritos y las notas marginales que él acostumbraba a hacer en sus libros , así como por testimonios y comentarios de otras personas de su entorno se sabe que , además de hablar italiano, el español antiguo, algo de latín y el hebreo, también era un experto en la historia y las tradiciones hebraicas: “la tierra es redonda y por lo tanto la distancia entre su extremo este, (España en aquel caso), hacia el extremo oeste opuesto , (la India en aquel caso), es bien larga, pero navegando por mar hacia el este esa distancia se reduciría considerablemente”, dice Esdras en el Antiguo Testamento, (la Torah de los judíos), lo cual en la época de Colón era un concepto que , aunque discutido por Toscanelli y Marchena con Colón, no se verificaría con certeza sino hasta alrededor de 1520, cuando el portugués Fernando de Magallaes (Magallanes) emprendió la circunnavegación del globo; viaje que al morir éste imprevistamente , concluyó su asistente, el español Juan Sebastián Elcano. Los misterios e incógnitas alrededor de la vida de Colón , ilustre y visionario explorador marino, perdurarán aún hasta después de su muerte ya que incluso, cosas normalmente simples como, dónde están sus restos, son motivo de controversias internacionales. Los italianos reclaman que sus huesos se hallan en Génova, lugar de su nacimiento y donde creció. Los españoles aseguran que habiendo muerto Colón en la ciudad de Velladolid, ( y no en La Española), sus restos se encuentran en el monumento a su persona que hay en la Catedral de Sevilla, ciudad donde atracaban los galeones españoles cargados de oro y plata de América, remontando el río Guadalquivir, (que entonces era navegable), y que Colón visitó numerosas veces. En el lado americano, los cubanos dicen que una vez fallecido Colón en La Española, sus restos fueron llevados a La Habana, (como centro de operaciones que era entonces), y allí depositados o enterrados en una iglesia. Pensándolo bien, (y aunque los indios cubanos de haber podido hacerlo, hubieran objetado enérgicamente esto y con muy poderosas razones), ¿dónde mejor puedieran descansar sus restos que en el país del que él dijo, (según la transcripción “literal” hecha por el Padre Bartolomé de las Casas del original y perdido diario de Colón), algo así como: “la tierra más hermosa que www.lookstein.org/cej Centro Virtual Estudios Judaicos – La misteriosa vida de Cristobal Colón oxos hayan vido”. Esta frase citada es una muestra del castellano antiguo que , presumiblemente heredado de sus padres , Colón hablaba y escribía como cuando llegó a España procedente de Portugal; y que debido a la evolución natural de las lenguas resultaba un tanto arcaico y parcialmente ya en desuso en aquella época; y es por esto último , como dijimos, que ha sido de valiosa ayuda para calcular la genealogía española-judía del almirante. Por otra parte, los dominicanos aseguran que los restos están enterrados en aquel país quisqueyano, donde dicen ellos (y un numeroso grupo de historiadores) que él murió en prisión y en desgracia de la corona. Las investigaciones comparativas que han usado pruebas de DNA de los huesos de su hijo Diego, (que sí se saben que son auténticos), se están iniciando. Mayormente, debido a la incomprensión o a una reverencia desmedida, parece ser que la naturaleza humana trata de rodear a todos sus grandes hombres y mujeres con un velo de misticismo, y otras interrogantes; lo cual, en el caso de Cristobal Colón, se aumentó natural y significativamente por las circunstancias en las que le tocó vivir , y la etnia del almirante. www.lookstein.org/cej