S3-FMCT13

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Tercer encuentro de la “Participación de la mujer en la
ciencia”, León, Guanajuato, Mayo, 2006.
Importancia de las comunidades bentónicas de Rudistas
y Macroforaminíferos durante el Cretácico de México.
Gloria Alencáster Ybarra y María de Lourdes Omaña Pulido
Instituto de Geología, UNAM. Ciudad Universitaria, 04510 México D. F.
Durante el periodo Cretácico, que existió durante un intervalo de tiempo
geológico comprendido entre 142 a 65 millones de años, la geografía del
planeta fue diferente a la actual. El territorio correspondiente a México, estuvo
cubierto por mar casi totalmente en gran parte de este periodo. Las
plataformas carbonatadas, en los márgenes de los continentes, cubiertas por un
mar somero, alcanzaron su máximo desarrollo dentro de la Zona Ecuatorial,
que se extendía en una faja 40°N a 20° S. Durante ese tiempo la fauna tropical
bentónica que formó parte del ecosistema de las plataformas, presentó una
gran diversidad de invertebrados marinos y de algas calcáreas, en la que
predominaron los rudistas y los macroforaminíferos.
Los rudistas constituyen un grupo extinto de moluscos bivalvos, que fueron
muy abundantes en México y en todos los países cuyas márgenes estaban
cubiertos por el Mar de Tethys. El Tethys fue un mar circumecuatorial que
separaba los dos grandes continentes norte y sur.
Los rudistas poseen una concha, generalmente grande y gruesa de carbonato
de calcio. Fueron animales gregarios que vivieron fijos al substrato,
constituyendo comunidades de enormes cantidades de individuos. Por estas
circunstancias contribuyeron al desarrollo de bioconstrucciones calcáreas de
gran espesor de roca porosa, que en muchas ocasiones se convirtieron en
trampas almacenadoras de petróleo y gas. Una gran mayoría de los mantos de
petróleo más ricos del mundo se encuentran en este tipo de depósitos.
También estas rocas constituyen la materia prima de canteras productoras de
cemento y de cal, así como de lajas pulidas, semejantes al mármol, que se
emplean para cubrir pisos y muros en la industria de la construcción.
Los moluscos bivalvos están formados por dos valvas iguales unidas entre si
por una articulación llamada charnerla, formada por proyecciones,
(indebidamente llamadas dientes, porque no tienen relación con la
masticación), y fosetas o alvéolos. En los rudistas estas valvas son desiguales
de forma y tamaño. La valva inferior se considera la derecha, y se fija al
sustrato por su extremo agudo; la valva superior es de menor tamaño, y se
considera la izquierda; en muchos casos está reducida a un simple opérculo o
tapa. En los rudistas la charnela está formada en la valva superior por dos
dientes grandes y una foseta central, y en la valva inferior o fija hay un diente
central y dos fosetas laterales. Igual que en los bivalvos actuales, las valvas de
los rudistas se cerraban por la contracción de un par de músculos insertados en
ambas valvas, situados a ambos lados de los dientes o de los alvéolos, y se
abrían por la contracción de un ligamento, situado en el centro de la región
dorsal de ambas valvas.
Los rudistas existieron en América solamente en el Cretácico. Los
foraminíferos, en cambio, aparecen desde el Paleozoico, y han sobrevivido
hasta la actualidad. Sin embargo, tanto foraminíferos como rudistas, durante el
Cretácico experimentaron una gran diversificación debida a su rápida
evolución y a las modificaciones que sufren durante su adaptación a diferentes
formas de vida en los diferentes nichos del ecosistema de las plataformas.
Los foraminíferos son especialmente útiles en estudios estratigráficos en
aquellas secuencias que se estudian por primera vez, y que presentan rudistas
desconocidos. Los foraminíferos, siendo microscópicos y mucho más
numerosos, generalmente están asociados a las faunas de rudistas y de otros
invertebrados, y constituyen los elementos por excelencia para establecer la
edad de las secuencias depositadas en todas las edades o pisos del Cretácico.
Las autoras de este trabajo hemos estudiado la mayor parte de las plataformas
cretácicas de México, entre las que destacan la de Valles-San Luis Potosí, las
de Chiapas, de Guerrero, de Michoacán y de Oaxaca.
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