200810-ciudades

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Ciudades ubicuas y el software libre
Por Manuel Dávila Sguerra
[email protected]
Publicado en Computer World Octubre de 2008
El 23 de Septiembre Cintel me hizo una invitación para actuar como panelista en compañía del Ministerio de
Comunicaciones y la Alcaldía de Bogotá en el marco de una conferencia llamada “Future U-City Workshop”
presentada por el Dr. Choon-Ho Kim, PhD de la Universidad de Johns Hopkins Baltimore (USA), experto en
Tecnología Avanzada de la Universidad de Konkuk (Corea) y Director del Instituto para Tecnologías de la
Información y Aplicaciones Ubicuas (UbITA). El tema se centraba en responder algunas preguntas: ¿Cómo
hacer la transición de ciudades digitales a ciudades ubicuas? ¿Cómo mirar al futuro en la construcción de
ciudades tecnológicamente avanzadas? ¿Cuál es el negocio detrás del concepto de ubicuidad?
Semanas antes Aldo Forero, director de los programas de Ingeniería de Telecomunicaciones e
Ingeniería de Sistemas de la Universidad San Buenaventura, me extendió otra invitación para moderar el 17
de Octubre el Foro académico sobre “Territorios digitales”. Simultáneamente me llegó la revista de
Septiembre de Computer World en donde el título de la Editorial escrito por su director Ciro Villate fue “La
Ubicuidad” y días anteriores había yo enviado mi conferencia para el Salón de Informática de Acis sobre el
manejo de los datos con el título “Ubicuidad en el manejo de los datos” basada en mi desarrollo de software
“e-Genesis-El generador de sistemas” que trabaja precisamente de manera ubicua.
Todos esto me hace pensar que entramos la era de la ubicuidad y ya no hablaremos de e-commerce, elearnning o e-government sino de u-commerce, u-learning y u-government. o de uCity como se denomina en
Corea.
Platón dice que “una ciudad nace por darse las circunstancias de que ninguno de nosotros se basta a si
mismo, sino que necesita de muchas cosas” lo que nos hace pensar que el centro de estos proyectos son
los ciudadanos. Es probable que para su diseño deben incorporarse grupos multidisciplinarios conformados
por el estado, consultores, proveedores de red, multinacionales de tecnología, universidades, empresas de
telecomunicaciones, gremio informático, casas de software, empresas privadas, ciudadanos y usuarios.
Países como Corea han avanzado enormemente en este sentido con inversiones de billones de dólares; en
Colombia su diseño debe tener una identidad basada en nuestra idiosincrasia y en nuestra reducidas
capacidades económicas.
La Sociedad de la
Información (AUTELSI)
de España define una ciudad digital como “un espacio virtual de interacción entre todos los actores que
participan en la vida de una ciudad (ciudadanos, empresas, administraciones, visitantes, etc.) utilizando
como soporte los medios electrónicos y las tecnologías de la información y comunicación (TICs), ofreciendo
a dichos actores acceso a un medio de relación y comunicación innovador, a través del canal que elijan, en
cualquier momento y lugar”. Yo le agregaría “y con cualquier dispositivo”. Analizando algunas experiencias
sobre ciudades digitales me encontré con que en todas ellas la participación de la Administración pública es
decisiva así estas sean de las tres categorías que hasta el momento las han clasificado: ciudades digitales
con ánimo de lucro, sin ánimo de lucro (al menos inicialmente) y mixtas.
Se entiende también que su filosofía va a depender de las características de tipo social de cada País y ojalá
así sea en Colombia para evitar las copias inoperantes. Hace poco le escuche al Dr Raul Cuero, el científico
Colombiano premiado por la Nasa, que en los Estados Unidos predomina la filosofía del “tener” mientras
que en la Unidad Europea prima la del “ser” y eso definitivamente impacta la naturaleza de las realizaciones.
Hay una estadística relacionada con las ciudades digitales que comprueba esa tesis pues los servicios
ofrecidos en estos países en las ciudades digitales muestra que en los Estados Unidos el 55% se orienta al
ciudadano, 35% al comercio electrónico y 10% al acceso libre mientras que en la Unión Europea: 85% se
orientan al ciudadano, 10% al comercio electrónico y 5% a los servicios de acceso libre.
Dice el estudio español que en la mayoría de los casos los objetivos de mejorar la satisfacción del
ciudadano y reducir la brecha digital han sido “secundarios” y que se han desarrollados una vez que se
habían terminados los proyectos primarios.
En Colombia no hay que perder de vista los resultados de Agenda de Conectividad en el proyecto de
Compartel que ha llevando ya el Internet y sus servicios a las comunidades en más de 1070 ( mil setenta)
sitios en los cuales un elemento primordial ha sido el de la capacitación en el uso de la informática a las
comunidades y a la población tanto rural como urbana. Tal vez en nuestro País estas experiencia de
Territorios digitales influencien el diseño de las Ciudades digitales.
Tecnológicamente serán muchos los elementos que se irán a contemplar y este será uno de los temas en
los debates que vienen en camino. Aparecerán aspectos como: el acceso a Internet, la telefonía móvil, el
ancho de banda, arquitecturas tecnológicas apropiadas, servicios de portales multicanal, gestión de
contenidos, motores de búsqueda, servicios de autenticación, aseguramiento de la identidad, alta
disponibilidad, encriptamiento, certificados de seguridad y naturalmente muchos servicios que logren el
objetivo final que es crear en las personas una mejor calidad de vida.
En este aspecto es en donde es muy importante el software libre antes de caer en las manos de solo
tecnologías propietarias, como casi siempre sucede, para lo cual tendremos que romper muchas barreras
pero que en mi opinión el panorama se irá ampliando como lo comentaré en próximos artículos.
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