ANÉCDOTAS DE CINE Los más de 100 años de historia del cine están plagados de innumerables anécdotas, algunas de ellas reales y otras ficticias. Anécdotas divertidas, curiosas o simplemente increíbles. Seguramente no sabrás que en la película Casablanca los actores no conocían el guión hasta el mismo día del rodaje, ya que este era improvisado cada noche por el director y los guionistas que participaron en su elaboración. O que en esta misma película la frase "Tócala otra vez Sam", una de las más famosas de la historia del cine, nunca se llega a pronunciar. En este pequeño artículo pretendemos tan solo mostrarte unos pocos ejemplos de hechos anecdóticos relacionados con el mundo del cine. Orson Welles fue un niño prodigio que con tan solo seis años de edad mostraba un interés desmesurado por las diversas manifestaciones artísticas, sobre todo por la literatura y la pintura. Su madre, pianista, influyó decisivamente en el afán intelectual del muchacho, quien de vez en cuando veía a su padre, con el que recorrió parte de Europa y de los Estados Unidos. Su tutor, el doctor Bernstein, le instó a desarrollar sus enormes cualidades. Con quince años ya dirigía e interpretaba en el colegio obras de Shakespeare que nada tenían que envidiar a las montadas por las compañías de prestigio. Gary Cooper es un tímido profesor de música en la película Bola de fuego, deslumbrante comedia de Howard Hawks para gloria de Bárbara Stanwyck, que interpreta el papel de amante de un gángster. El director no acertaba a resolver una escena en la que pretendía que a la actriz, recostada en la cama, solo se le vieran los ojos. Fue el excelente director de fotografía Greg Toland quien tuvo la idea de pintarle la cara de negro. La actriz se negó en redondo hasta que fue convencida de que se trataba de otro maquillaje más. La escena resultó de increíble belleza Buster Keaton, hijo de acróbatas, "niño estropajo", que actuaba desde los cuatro años adquirió después una expresión en sus interpretaciones que le mereció el titulo de "cara de palo". Sustituyó la mímica por las acrobácias para las que era un verdadero atleta. El mismo se interpretaba en las escenas arriesgadas. No utiliza ningún truco en sus películas. En la película El Maquinista de la General, Keaton construyó las locomotoras según el modelo histórico que 65 años antes habían recorrido aquellos parajes. Se empeñó en hacerlas circular con leña, lo que provocó un incendio forestal, y aprendió, como se ve en la película, a conducirlas. Este film es el ejercicio más divertido de la historia del cine con trenes en juego. Bárbara Stanwyck fue nominada cinco veces al Oscar pero nunca lo ganó. Sin embargo, era de las pocas actrices que se metían en los papeles y no permitía que la doblaran ni en las escenas más arriesgadas. En el rodaje de La reina de Montana, los indios Pies Negros que actuaban como extras la hicieron miembro adoptivo de su tribu y le otorgaron el título de “Princesa de Las Muchas Victorias” por los riesgos que asumió durante el rodaje y las escenas peligrosas que ejecutó ella misma.