HOJA DE DATOS Se estima que viven al menos entre 40 y 50 millones de indígenas en América Latina, lo que significa el 10% de la población regional. Pocos pueblos indígenas superan el millón de personas. El pueblo más numeroso es el quechua con 10 millones (asentados en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile) y el aymara con más de 3 millones (Perú, Bolivia y Chile). Bolivia y Guatemala son los países con mayor presencia indígena, aproximadamente el 50% de la población total. Los indígenas constituyen el 27% de la población total de Latinoamérica que vive en la zona rural. IDENTIDAD Y CULTURA En Latinoamérica existen entre 400 y 500 idiomas amerindios y un número aún mayor de dialectos. Solamente en México sobreviven unas 64 lenguas amerindias habladas por 12 millones de indígenas, mientras que en Perú se hablan 42 idiomas originarios y hay unos 8 ó 9 millones de indígenas. Se estima que el número de niños, niñas y adolescentes indígenas en la región es entre 15 y 18 millones. El bajo registro de nacimiento entre las poblaciones indígenas y las limitaciones en los censos nacionales contribuye, en parte, a que la niñez indígena no se vea reflejada en las estadísticas nacionales ni regionales. Son por lo tanto un grupo con escasa visibilidad y, en muchos casos, doblemente marginado. En la Amazonía brasileña el registro de niños apenas alcanza el 45% en algunos Estados, mientras que solamente el 21% de los niños en la Amazonía ecuatoriana menores de 5 años de edad tiene un certificado de nacimiento. En ambos países, las tasas nacionales de inscripción de niños oscilan entre el 70 y el 89%. POBREZA Y DESIGUALDAD Los niveles de ingreso, al igual que los indicadores de desarrollo humano (educación, salud y acceso a agua y saneamiento) sugieren que los indígenas se encuentran rezagados en relación al resto de la población no indígena. Los pueblos indígenas representan el grupo más desfavorecido de América Latina. Un estudio del Banco Mundial, desarrollado en los cinco países latinoamericanos con mayor población indígena, señala que los índices de pobreza entre estas poblaciones son más altos y disminuyen más lentamente. El estudio concluye que ser indígena aumenta la probabilidad de un individuo de ser pobre. HOJA DE DATOS En Guatemala, el 76% de indígenas vive bajo la línea de pobreza comparado con el 41% de los no indígenas. En Panamá más del 95% de los indígenas vive por debajo de la línea de pobreza y un 86% por debajo de la línea de la extrema pobreza. SALUD Los indígenas, especialmente las mujeres y los niños, niñas y adolescentes continúan teniendo menor acceso a servicios básicos de salud. Los indicadores de salud, como la mortalidad materna, partos en hospitales y cobertura de vacunas, son sistemáticamente peores entre los pueblos indígenas. Una de las brechas más importantes que muestra la niñez indígena es las altas tasas de desnutrición. En Honduras, el fenómeno de la malnutrición infantil alcanza proporciones extremas entre los niños tolupas, quienes representan el segundo grupo indígena en este país. Cuatro de los cinco países con mayor presencia indígena (Bolivia, Perú, Guatemala y Ecuador) se encuentran entre los países con las más altas de mortalidad materna en la década de 1990-1999. Según la OPS, la marginación de la población indígena se traduce en un perfil epidemiológico en el que predominan las enfermedades por causas previsibles. Entre las enfermedades que cobran más víctimas entre los indígenas estarían la malaria, la oncocercosis, las infecciones respiratorias agudas, la tuberculosis, las enfermedades diarreicas, la desnutrición, las enfermedades crónicasdegenerativas y el VIH/SIDA. EDUCACION Los niños indígenas con frecuencia experimentan discriminación en las escuelas. Esta discriminación se refleja en la prohibición de algunas de sus manifestaciones culturales como el uso de sus vestimentas, o llevar su peinado habitual. En Bolivia la población indígena representa el 50% de la población, y posee una proporción de analfabetismo de casi un 20% con un promedio de 6 años de estudio, mientras que en la población no indígena esta proporción es de sólo 4,5%. Un niño, niña o adolescente que habla una lengua indígena tiene el doble de probabilidades de repetir curso que un estudiante que sólo habla el español. A ello se suma que los indígenas tienen tres años de escolaridad menos que los no indígenas. En Chile, la región con mayor presencia indígena cuenta con una tasa de repetición dos veces más alta que el promedio nacional. Guatemala tiene tasas de repetición de 90% entre alumnos indígenas en primaria. PROTECCIÓN En Latinoamérica, los niños, niñas y adolescentes tienen dos veces más probabilidades de trabajar si son indígenas. En Ecuador, nueve de cada diez niños indígenas trabajan, comparados con uno de cada tres niños no indígenas. HOJA DE DATOS Las altas tasas de trabajo infantil limitan los resultados en el aprendizaje entre los niños, niñas y adolescentes indígenas. La integridad y dignidad física y mental de los niños y niñas indígenas se ve amenazada por los castigos corporales, negligencia, abuso sexual y doméstico, discriminación de género, y la violencia en las calles, producto del trabajo infantil y la mendicidad. Los conflictos armados que se han librado en la región en las pasadas décadas han tenido un impacto especialmente cruel en las comunidades indígenas de países como Guatemala, Colombia y Perú. Miles de niños, niñas y adolescentes indígenas han sido asesinados, violados, sometidos a trabajos altamente riesgosos y vinculados a grupos armados.