Distrofias musculares de Duchenne y Becker

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DISTROFIA MUSCULAR DE DUCHENNE Y BECKER
I. DESCRIPCION DE LA ENFERMEDAD Y CARACTERISTICAS CLINICAS.
Distrofia Muscular de Duchenne.
Es una miopatía hereditaria recesiva ligada al cromosoma X, también llamada distrofia muscular
pseudohipertrófica, se produce con una incidencia de 30 por cada 100000 varones nacidos vivos. La distrofia
está presente al nacer pero se hace manifiesta entre los 3 y 4 años de edad. Se presenta un retraso en la
adquisición de la marcha el 50 % de los casos, dificultad para caminar, correr y subir escalas, asimismo son
frecuente las caídas y es dificultoso para el afectado el incorporarse del suelo, para lo cual el paciente usa la
maniobra de Gowers que se puede ver en la figura 1 (se levanta apoyando las manos sobre los muslos como si
trepara sobre sí mismo). Se aprecia una fuerte debilidad en la cintura pelviana y luego en la cintura escapular
y músculos dístales de las extremidades, siendo ésta mayor en las piernas que en los brazos. Existe hipotonía e
hiporreflexia osteotendínea, los reflejos patelares están abolidos manteniéndose normales los aquilianos hasta
muy avanzada la enfermedad. Se observa una marcha con bamboleo de caderas, aumento de base de
sustentación e hiperlordosis lumbar ("marcha anadina"), ocasionalmente en punta de pies. Se evidencia
también pseudo hipertrofia de las pantorrillas y frecuentemente del vasto lateral del cuadriceps, glúteos y
deltoides. El curso es siempre de un deterioro progresivo de la fuerza muscular y postración en silla de ruedas
antes de los 13 años. Este deterioro puede adelantarse a consecuencia de enfermedades intercurrentes o
intervenciones quirúrgicas que determinen inmovilización o reposo prolongado. Las contracturas y escoliosis
representan las principales complicaciones, éstas últimas suelen aparecer como consecuencia de las
incómodas posiciones que adoptan los afectados frente a los fuertes dolores que sufren. La mayoría de los
pacientes fallece hacia los 20 años a causa de insuficiencia respiratoria o infecciones pulmonares.
En muchos pacientes hay compromiso cardíaco, manifestado principalmente por alteraciones del
electrocardiograma y compromiso de músculo liso que se manifiesta por trastornos gastrointestinales como
dilatación gástrica aguda y retardo en el vaciamiento gástrico. También se aprecia retardo mental leve no
progresivo [1,2,3].
Distrofia Muscular de Becker.
Es una forma menos grave de la distrofia muscular recesiva ligada al cromosoma X, producida por defectos
alélicos del mismo gen responsable de la Distrofia de Duchenne, aparece en 3 cada 100000 varones nacidos
vivos. Este tipo de Distrofia presenta un patrón de debilidad muscular similar a la Distrofia de Duchenne, esto
es, debilidad inicial en musculatura proximal de miembros y posterior generalización de la debilidad. La
manifestación se puede apreciar entre los 5 y los 15 años de vida, aunque se han encontrado casos en que la
enfermedad se presenta entre los 30 y los 40 años. El afectado de Distrofia de Becker puede caminar hasta
pasados los 15 años, a diferencia del afectado de Distrofia de Duchenne que se ve postrado a los 12 años. Se
observa deficiencia mental en una menor tasa que en la Distrofia de Duchenne e insuficiencia cardiaca.[1.2]
II. BASES GENÉTICAS
Patrón de herencia
Las Distrofias Musculares de Duchenne y Becker (DMD y BMD respectivamente) o también llamadas
Distrofias Musculares pseudohipertróficas progresivas del tipo Duchanne y Becker son ambas enfermedades
letales recesivas ligadas al sexo, por lo que hay una mayor proporción de hombres afectados que mujeres. Los
varones afectados no transmiten el carácter a sus hijos varones, pero tienen hijas portadoras (o pueden ser
enfermas si la madre es portadora o enferma). Siguiendo este patrón, los varones enfermos son hijos de
1
madres portadoras en dos tercios de los casos, pero pueden ser enfermos aunque la madre no porte el gen de la
enfermedad si el gen de la distrofina muta espontáneamente en el óvulo de la madre, o si lo hace en el
desarrollo embrionario temprano del varón lo que ocurre en un tercio de los casos (regla de Haldane). Aunque
esta ley se cumple en la mayoría de los casos, se determinó que hay una mayor proporción de mutaciones
espontáneas en varones que mujeres enfermas [3,4,5].
Las mujeres por lo general son portadoras (heterocigotas) y no son afectadas, pero pueden trasmitirle el gen
afectado a sus futuros hijos causándoles la enfermedad con una probabilidad del 50 %. Para que una mujer sea
enferma debe ser homocigoto recesiva para el gen mutado lo que resulta de tener un padre enfermo y una
madre enferma o portadora.
Edad de aparición
Los efectos de la DMD comienzan tempranamente en la niñez, pero generalmente no es pesquisada hasta que
un familiar del enfermo detecta algún síntoma evidente como dificultades para caminar, correr o hablar lo que
por lo general ocurre aproximadamente a los 3 años de edad, utilizan silla de ruedas desde los 12 y mueren
cerca de los 20 años. La debilidad muscular en la BMD es evidenciada mas tardíamente en el desarrollo del
paciente desde los 12 hasta los 20 o 30 años ya que es una forma más benigna de la enfermedad y la
sobrevivencia frecuentemente alcanza una edad avanzada llegando a la cuarta o quinta década de edad [5 − 8].
Grados de expresividad y penetración
La DMD y la BMD son ambas mutaciones del gen de la distrofina que afectan dicho gen en distinto grado
provocando distintos niveles de expresividad de distrofia muscular, aunque no se ha encontrado una relación
directa entre el grado de la lesión del gen y la severidad de la enfermedad. Esto repercute en fenotipos
intermedios que afectan de distinta forma las funciones renales, nerviosas, del músculo esquelético, liso y
cardíaco para ambas enfermedades. Por lo general la BMD no afecta al músculo liso ni a la función renal lo
que podría explicar el menor grado de letalidad de ésta [1,6].
Citogenética y genes involucrados
La DMD y la BMD son resultados de mutaciones en el gen DMD que codifica para la distrofina y que se
encuentra en el locus Xp21,2. Aproximadamente dos tercios de las mutaciones en ambas formas son
deleciones de uno o varios exones en el gen de la distrofina. Además no se ha encontrado una correlación
clara entre la extensión de la deleción y la severidad del desorden [3,4].
En la Figura 2 se observa la posición del gen DMD (para distrofina) en el brazo corto del cromosoma X.
En la figura 3 se muestran diferentes deleciones del gen de la distrofina. En la parte superior de la figura se
muestran os exones amplificados .
3.−PATOGENESIS.
La mutación en el gen de la distrofina provoca una ausencia de la proteína distrofina. Ella forma parte de un
gran complejo de proteínas y glucoproteínas sarcolémicas. Si la deleción o duplicación implican un cambio en
el marco de lectura se ocasionará una distrofia de Duchenne, mas grave que la distrofia de Becker, que se
ocasiona cuando el marco de lectura no cambia y se sintetizan proteínas mas largas o cortas o en menor
cantidad.[1,9]
La distrofina se une a la F−actina (intracelular) en su N−terminal y al −distroglucano (transmembrana) en su
C−terminal. El −distroglucano a su vez se asocia con la −laminina en la matriz extracelular, esta laminina
interactúa con proteínas colágenas IV y VI [9].
2
Otras proteínas se asocian con la distrofina, como por ejemplo el complejo de los sarcoglucanos, la
caveolina−3 y la integrina (todos transmembrana).
El complejo distrofina−glucoproteína aporta estabilidad al sarcolema, el déficit de alguno de sus
componentes, en el caso de las distrofias de Duchenne y Becker la distrofina, ocasiona alteraciones en los
demás componentes, como por ejemplo los sarcoglucanos y distroglucanos. La disrupción del complejo
distrofina−glucoproteína debilita el sarcolema ocasionando desgarros en la membrana e iniciando una cadena
de sucesos que terminan con la necrosis de las fibras musculares, las zonas antes ocupadas por las fibras
muertas son rellenadas con tejido conectivo. El proceso recién comentado ocurre repetidamente en el paciente
con distrofia, durante toda su vida.[9]
4. INCIDENCIA Y MANEJO
Frecuencias Alélicas en distintas poblaciones.
La frecuencia alélica de la distrofia muscular de Duchenne y Becker varia en distintas poblaciones siendo en
algunas de 1 de cada 10.000 y en otras poblaciones de 3 de cada 3.300 [1,3].
Diagnostico Genético.
El diagnóstico genético es posible con técnicas moleculares para al menos el 90% de las mujeres portadoras
conocidas, con un mínimo del 95% de precisión. En el 60−70% de las familias en las que la mutación ocurre
por delación o duplicación, la presencia o ausencia del defecto puede valorarse directamente con examen de
DNA fetal mediante manchas Southern o análisis de reacción en cadena de polimerasa (PCR). En la mayor
parte de las familias restantes en las que el defecto aún no se ha definido, los marcadores ligados permiten el
diagnostico prenatal [2,9].
Detección de portadores.
La identificación del estado de portador o no portador es posible en aproximadamente el 75% de las mujeres
emparentadas con un niño afectado mediante el empleo de métodos de DNA y medición sérica de
creatincinasa. En el 25% restante la detección de portador puede ser precisa debido a: 1) casos en los que la
fase (la asignación de alelos normal y mutante a cada uno de los dos cromosomas X) no puede determinarse;
2) imposibilidad de obtención de muestras de miembros fundamentales de la familia y 3) transmisión del
cromosoma X, en la que ha ocurrido recombinación entre los únicos marcadores disponibles [1].
Riesgo de herencia y Consejo genético.
Ya que muchos casos de DMD y DMB (en teoría, más de una tercera parte del total) representan nuevas
mutaciones génicas y otra tercera parte hijos de mujeres que portan mutaciones genéticas nuevas, no siempre
son aplicables los riegos de recurrencia mendelianos simples que se observan en rasgos ligados al X menos
graves, como la ceguera al color.
En su lugar se combinan las probabilidades teóricas con los antecedentes reproductivos de una mujer para
calcular su probabilidad de ser portadora.
Considérese la familia en riesgo de distrofia muscular de Duchenne que se muestra en la figura (figura 5) [1].
Existen tres posibles explicaciones para este caso aislado de DMD, cada uno con estimaciones de riesgo
notablemente diferentes para la familia [1]:
1.− La alteración de III−1 quizás sea el resultado de una mutación nueva. En este caso, si se ignora la
3
posibilidad de mosaicismo gonadal, ninguno de sus parientes mujeres se hallará en riesgo significativo de ser
portadora.
2.− Su madres, II−1, es portadora, pero su alteración se produce por una mutación nueva. En este caso, su hija
tiene un riesgo de ½ de ser portadora y su nieta (IV−1) tiene un riesgo de ¼. Sin embargo, ninguna de las
otras mujeres emparentadas tendrá riesgo significativo.
3.− Su madre heredo un alelo mutante su madre (I−1), que también era portadora. En este caso, todas las
mujeres emparentadas tienen un riesgo de ½ o ¼ de ser portadoras.
Puede calcularse que la probabilidad previa de cada una de estas tres posibilidades es 1/3. Esto deriva de los
principios mencionados o de la formula de Haldane para calcular la proporción de nuevos genes mutantes.
Los riesgos previos para las mujeres de esta familia, que se obtuvieron mediante análisis de Bayes, se
muestran en la figura 6. Estas estimaciones del riesgo pueden modificarse en gran medida cuando se dispone
para el consejo genético de información adicional derivada de detección de portadores [1].
Si se dispone de una prueba de detección de portadores el resultado puede incluirse para proporcionar
estimaciones más exactas del riesgo. Volviendo a la genealogía de la figura 1, supongamos que a la hermana
(II−1) del niño afectado se le realiza una prueba de portadores, la determinación de creatincinasa sérica (CK),
y se halla que presenta un valor normal CK normal. La experiencia ha mostrado que sólo alrededor de las dos
terceras partes de los portadores obligados presentan valores aumentados de CK, y una tercera parte muestra
valores normales de CK. La probabilidad final para III−2 puede revisarse ahora [1]:
De esta nueva información de la prueba de portadores, el riesgo final de que III−2 sea portadora de DMD es
de 1/7, y la probabilidad de que tenga un hijo afectado es de 1/28 (tabla 1). [1]
BIBLIOGRAFIA
• Thompson, M y otros; Genética en medicina, Editorial Masson, IV edición, 1996. pág 379−386.
• Enfermedades Neuromusculares en niños. Dra. Karin Kleinsteuber, Dra. Claudia Castiglio en Revista
Médica Clínica las Condes Vol. 14, No 2, Abril 2003.
• Guía para el óptimo cuidado de chicos con distrofia muscular duchenne
www.distrofia−mexico.org/infoguiadmd01.htm
• Guía de curso práctico de genética, Instituto de ciencias biomédicas de la Facultad de Medicina de la U. de
Chile. Herencia Particulada, Anexo de Actividad 4. pág 12.
• Genes and Disease. National Institutes of Health. Publicación on line, Duchenne muscular dystrophy:
www.ncbi.nlm.nih.gov/books/bv.fcgi?rid=gnd.section.161
• Muscular Dystrophy, Duchenne Type; DMD: www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez/dispomim.cgi?id=310200
• Muscular Dystrophy, Becker Type; BMD: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez/dispomim.cgi?id=300376
• Your Genes, Your Health: http://ygyh.org/dmd/whatisit.htm
• Harrison´s Priciples of Internal Medicine. Eugene Braunwald M.D., Anthony S. Fauci M.D., Dennis L.
Kasper M.D., Stephen L. Hauser M.D., Dan L. Longo M.D., J. Larry Jameson M.D. McGraw−Hill
Professional ;15th edition, 2001
La regla de Haldane predice que un tercio de los casos de una enfermedad letal recesiva ligada al sexo son
consecuencia de una nueva mutación [6].
Figura 6
Figura 3
Figura 1: Maniobra de Gowers
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Figura 2 =>
Figura 3
Figura 4
Figura 5
Tabla 1
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