Santa MARÍA DEL SILENCIO

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MARIA - ESPIRITUALIDAD
SANTA MARÍA DEL SILENCIO
A la luz de la Palabra de Dios
Lucas 2, 48-52
Al verlo, sus padres se quedaron
atónitos, y le dijo su madre:
- «Hijo, ¿por qué nos has tratado
así?
Mira que tu padre y yo te
buscábamos angustiados».
Él les contestó:
- «¿Por qué me buscabais?
¿No sabíais que yo debía estar en
la casa de mi Padre?».
Pero ellos no comprendieron lo
que quería decir.
Él bajó con ellos a Nazaret y
siguió bajo su autoridad.
Su madre conservaba todo esto
en su corazón.
Y Jesús iba creciendo en
sabiduría, en estatura y en gracia
ante Dios y los hombres.
Reflexión
Hoy, después de las “grandes” celebraciones navideñas y las diversas
fiestas que la rodean, la invitación es a mirar y contemplar a María en
Nazaret. A este cuadro/estampa la podemos denominar como SANTA
MARÍA del SILENCIO.
No sé lo que a cada uno de vosotros os impresiona de ese CAMINO que
tuvo que recorrer María. A mí, personalmente, me impacta
profundamente su SILENCIO, el que ha tenido que vivir en la vida
sencilla de Nazaret. Y… ¡es que es un silencio tan prolongado! Son
muchos años para vivir en pura fe y esperanza.
Es verdad: había un montón de promesas; Ella se ha fiado del proyecto
de Dios; ahí está el Hijo amado de la promesa. Pero... ¡todo es tan
“normal”! Día a día, acontecimiento a acontecimiento, seguir creyendo que
Dios estaba llevando adelante su plan de salvación en esas circunstancias…
Aquí está Santa María del SILENCIO, “meditando todas estas cosas (y
más) en el silencio del corazón” (Lc 2, 20). ¡Es impresionante!
¿Por qué es impresionante? Simplemente porque el tiempo prolongado es
machacón, pone en crisis todo, hasta las convicciones más profundas. Y
ese tiempo de silencio en María duró muchos años, muchísimos. La
alegría del nacimiento, la novedad de la presencia del niño con todas sus
circunstancias, su ir creciendo “en sabiduría, estatura y en gracia ante
Dios y ante los hombres” (Lc 2, 52), sin duda fueron fuente de gozo y de
alegría profundas, pero... ¡tantos años de silencio...!
Sin duda, Ella, la “llena de gracia”, estaba inmersa en Dios y
enamorada profundamente de Él y aceptaba sus planes con plena
confianza, pero... cuando pasan los días, los meses y los años, y resulta
que el Hijo de la promesa no da muestras de “nada especial”... ¡qué
largo se hace el silencio!
¿Qué sintió el corazón de la Madre? ¿Qué experimentó la fe de aquella
gran CREYENTE que fue María? ¡Cómo tuvo que agarrarse, desde lo
más profundo, a su Dios y “hacerse” a aquellas “formas extrañas” de su
Dios y Señor! ¡Cómo tuvo que ir curtiéndose su interior y su fe y
adaptándose a esos caminos tortuosos de su Dios que, por otro lado,
siempre es FIEL! ¡Cómo tuvo que rumiar aquella PALABRA y
estrujarla y sacarle el jugo que alimentara su esperanza! ¡Cómo tuvo que
ser su ORACIÓN para trabajar cada día y cada momento los planes de
Dios!
He aquí la belleza y la grandeza de SANTA MARÍA del SILENCIO.
Alguien puede argumentar que no fue así; que Ella tuvo “gracias
especiales”. Es posible que así fuera. Lo que ocurre es que eso no se “ve”
por ninguna parte; ni siquiera ninguna “insinuación” de los evangelistas.
¿Cuál es la razón? Muy posiblemente sea porque María vivió el camino
en toda su crudeza. El SILENCIO, probablemente, fue su compañero de
camino.
Puede que ésta sea la gran PROPUESTA de María desde la vida y la
sencillez de Nazaret: es necesario el SILENCIO para ver, entender y
aceptar los planes de Dios. Sólo desde esa experiencia, será posible
“intuir”, en muchas ocasiones, los CAMINOS de Dios. Puede ser la gran
“lección” que Ella nos ofrece desde esa situación.
Desde esa ACTITUD, podemos ORAR desde el corazón, como también
acoger lo que nos va a proponer el hermoso canto que se nos ofrece para
nuestro disfrute.
Oración
MARÍA, madre de Jesús
y madre de todos los seguidores de tu Hijo,
que fuiste curtida en el SILENCIO de Nazaret.
Concédenos, Madre,
la capacidad para vivir en paz
ese “camino de silencio”
que, desde un proyecto lleno de amor,
Dios dispone para nuestra vida.
Y que nunca nos pueda ese sentimiento de soledad
que tanto daño nos puede hacer,
porque tú, Madre, estás siempre a nuestro lado.
AMÉN.
Canto
ARCILLA ENTRE SUS MANOS
Eres Madre muy sencilla,
criatura del Señor.
Virgen pobre, Madre mía,
llena de gracia y de amor.
Fuiste arcilla entre sus manos
y el Señor te modeló.
Aceptaste ser su esclava,
siempre dócil a su voz.
YO QUIERO SER ARCILLA ENTRE SUS MANOS,
YO QUIERE SER VASIJA DE SU AMOR.
YO QUIERO SER ARCILLA ENTRE SUS MANOS,
YO QUIERE SER VASIJA DE SU AMOR.
QUIERO DEJAR LO MÍO
PARA ÉL, PARA ÉL…
No entendías sus palabras,
pero respondes con fe.
Dejas que su amor te guíe,
confiando siempre en Él.
Por su Espíritu de vida
te dejaste transformar;
te abandonas en su manos
para hacer su voluntad.
YO QUIERO SER ARCILLA ENTRE SUS MANOS,
YO QUIERE SER VASIJA DE SU AMOR.
YO QUIERO SER ARCILLA ENTRE SUS MANOS,
YO QUIERE SER VASIJA DE SU AMOR.
QUIERO DEJAR LO MÍO
PARA ÉL, PARA ÉL…
(Grupo KAIROI - Disco: ”María, música de Dios” – Ed. PAX)
Compromiso de vida
- Siguiendo las ACTITUDES de María, voy a fomentar y cuidar en mi
vida el SILENCIO.
Esta semana: me programaré un rato de silencio cada día, para
“estar” con la Madre: leer algo acerca de ella, rezar desde el
corazón, meditar un texto evangélico…
- Este mes se va a llevar a cabo la Campaña de MANOS UNIDAS, esto
es, la Campaña CONTRA el HAMBRE.
Desde el SILENCIO, me propongo colaborar y cooperar, de
forma activa, en dicha Campaña: o con una aportación
económica, o con una colaboración específica, o…
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