Recurso Jerárquico presentado por APC ante CONAMA en contra

Anuncio
Valdivia, martes 1 de agosto de 2005
Señora
Paulina Saball
Directora Ejecutiva de la Comisión Nacional del Medio Ambiente
Secretaria del Consejo de Ministros de la Comisión Nacional del Medio Ambiente
Teatinos 254 - SANTIAGO
PRESENTE
REF: PRESENTAN RECURSO JERARQUICO EN CONTRA DE LA RESOLUCION
EXENTA 377/05 DE LA COREMA X Y, DE MANERA VINCULANTE, A LAS
RESOLUCIONES EXENTAS 462/05 Y 461/05 DE LA MISMA ENTIDAD, QUE
SE PRONUNCIAN SOBRE DOS RECURSOS DE REPOSICION
PRESENTADOS EN CONTRA DE LA PRIMERA.
De nuestra consideración:
Los abajo firmantes, en calidad de interesados directamente afectados en el derecho a vivir en un
medio ambiente libre de contaminación, venimos a presentar ante Usted un Recurso Jerárquico
en contra de lo resuelto administrativamente por la Comisión Regional del Medio Ambiente
(COREMA) de la Décima Región de Los Lagos en la Resolución Exenta 377/05 del 6 de junio
que modificó la Resolución Exenta de Calificación Ambiental 279 del 30 de octubre de 1998, por
medio de la cual aprobó el proyecto Planta de Celulosa Valdivia de la Empresa Celulosa Arauco
y Constitución S.A. (CELCO). De manera vinculante, recurrimos asimismo en contra de las
Resoluciones Exentas 462/05 y 461/05 del 22 de julio en las que la COREMA X se pronunció
sobre los Recursos de Reposición interpuestos, respectivamente, por los abajo firmantes y por
CELCO.
Dejamos constancia que hemos sido notificados por carta certificada con fecha 19 de julio de
2005 de la Resolución Exenta 445/05 del 15 de julio, por medio de la cual la COREMA X
admitió a trámite el Recurso de Reposición presentado por los interesados el 10 de junio de 2005.
Por el mismo medio se nos ha notificados con fecha 27 de julio de 2005 de la Resolución Exenta
462 que resuelve el Recurso de Reposición que presentamos. No hemos sido notificados a la
fecha, en cambio, ni del Recurso de Reposición presentado por CELCO ni de la Resolución
Exenta 461/05 del 22 de julio, con que la COREMA X se pronuncia sobre el mismo.
Asimismo dejamos constancia que no hemos recibido respuesta a nuestra solicitud de exponer
ante la COREMA X los fundamentos que sustentan el Recurso de Reposición presentado. Tal
solicitud consta en diversas comunicaciones dirigidas al señor Jorge Vives, Intendente de la X
Región y Presidente de la COREMA X, y en particular en carta certificada enviada con fecha 18
de julio de 2005. Hacemos notar que la COREMA X sí recibió y escuchó en su sesión del 3 de
julio de 2005 los fundamentos del Recurso de Reposición presentado por CELCO.
El desastre del Santuario del Río Cruces y la forma en que las autoridades ambientales lo
resuelvan marcará un punto de inflexión en la historia de la institucionalidad ambiental de Chile.
Este caso muestra, como ha sido reconocido por una amplia diversidad de actores, graves fallas
del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) y los mecanismos de monitoreo y
fiscalización de impactos. Apelamos a Usted, en su calidad de máxima autoridad encargada de la
CONAMA, a fin de que repare los errores cometidos por los organismos bajo su mandato a fin de
establecer el sentido preventivo original de las condiciones con que fue aprobada la Planta de
Celulosa Valdivia por la COREMA X. Hacemos esta petición motivados por el adecuado
resguardo del medio ambiente y la salud de todos los habitantes actuales y futuros de Valdivia.
Hacemos saber a Usted que evaluamos como insatisfactorias e insuficientes las respuestas y
aclaraciones de la COREMA X a la mayor parte de los planteamientos y peticiones del
Recurso de Reposición que hemos presentado. Por ello, consideramos necesario exponer a
continuación los principales antecedentes que a nuestro entender deben ser ponderados a
fin de mejor resolver los fundamentos y peticiones del presente Recurso Jerárquico, que
más adelante se presentan.
1. ANTECEDENTES DEL PROCESO ADMINISTRATIVO
1.1 EL DESASTRE AMBIENTAL EN EL SANTUARIO DEL RÍO CRUCES
1. La Resolución 377/05 contra la cual recurrimos es la culminación de un proceso iniciado a
fines de octubre de 2004, cuando la muerte masiva de cisnes de cuello negro (Cygnus
melancoryphus) en el Santuario del Río Cruces, en Valdivia, causó alarma pública nacional y
detonó la emergencia en dicha ciudad de un movimiento ciudadano sin precedentes. Las primeras
señales de la muerte anormal de cisnes en el humedal comenzaron a ser registradas a partir de
mayo de 2004 por médicos veterinarios, carabineros encargados de patrullar el Santuario y otros
expertos locales. Junto con ello comenzó a detectarse que los cisnes no sólo morían sino que
migraban hacia los Ríos Pichoy y Cayumapu, en las zonas perifréricas del humedal. En junio de
2004 la migración se amplió y muchos cisnes se refugiaron en otros humedales, en el mar o en
lagos, distantes a varias decenas o incluso cientos de kilómetros de su lugar de origen.
2. De acuerdo a los antecedentes de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), que administra
el Santuario, actualmente sobreviven unos 130 cisnes de los 6 mil que en promedio y durante más
de 20 años formaron una población estable, sana y reproductiva. A su vez, unos 350 cisnes han
sido encontrados muertos según los registros del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG),
incluyendo los que han caído sobre la ciudad de Valdivia y su red de caminos. Esta cifra
corresponde, aproximadamente, a un 20% del total de cisnes que podría haber muerto
considerando que el 80% de las zonas habitadas por esta especie en el Santuario son inaccesibles.
Una estimación conservadora indicaría, por tanto, que entre 1.000 y 1.500 cisnes han muerto, lo
que corresponde a entre un 16 y un 25% de la población original. Varias otras especies han sido
afectadas según datos de CONAF, siendo la declinación población más importante la de las
tagüas, cuya población en el Santuario disminuyó de 30 mil a menos de 600 ejemplares. Los
impactos sobre las más de 100 especies de aves, 17 peces y 8 anfibios no está suficientemente
2
estudiada. En particular no se conocen los efectos sobre coipos y huillines, los dos mamíferos en
peligro de extinción que habitaban normalmente en el Santuario.
3. Las señales más evidentes de los cambios ecológicos asociados a la muerte y migración de
cisnes fueron dos: la muerte del luchecillo (Egeria densa), la planta acuática que era su alimento
en el Santuario, y el hecho que durante la temporada 2004 no se registró ninguna actividad
reproductiva en los cisnes, incluyendo nidificación, apareamiento y nacimiento de polluelos.
1.2 MEDIDAS TOMADAS PARA ENFRENTAR EL DESASTRE
4. La Directora Ejecutiva de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) encargó en
noviembre de 2004 a la Universidad Austral de Chile (UACH), un estudio para identificar en un
plazo de 5 meses las causas de la crisis ecológica en el Santuario del Río Cruces. Esta autoridad
declaró en Valdivia, al momento de contratar dicho estudio, que sus resultados serían la base para
tomar las medidas tendientes a detener y revertir el daño y aplicar el máximo rigor de la ley a los
responsables. Ya entonces las principales hipótesis vinculaban la muerte y migración de los
cisnes, y demás cambios ecológicos observados, con la Planta de Celulosa Valdivia (en adelante
Planta), cuya entrada en operación en febrero de 2004 coincidió temporal y espacialmente con el
desastre. Tales sospechas se acrecentaron en la medida que se conocieron los numerosos
incumplimientos de CELCO a las condiciones establecidas en la Resolución de Calificación
Ambiental 279 del 30 de octubre de 1998 (en adelante RCA) que aprobó la Planta, y que le han
valido a la fecha siete sanciones de la COREMA X, dos del Servicio de Salud de Valdivia y una
de la Municipalidad de San José de la Mariquina.
5. Entre los incumplimientos más graves están la construcción y operación de una Planta distinta
a la aprobada en cuanto a capacidad instalada de producción y de la laguna de emergencia, y a la
construcción de un ducto de emergencia no informado. A ellos se agregan reiteradas superaciones
de las concentraciones máximas permitidas para los parámetros de los Residuos Industriales
Líquidos (RILES) –incluyendo Sodio, Fósforo, Clorato, Demanda Bioquímica de Oxígeno
(DBO), Ácidos Resínicos y Temperatura, entre muchos otros, según muestran los Informes de
Monitoreo Trimestrales realizados por CELCO.
6. Igualmente grave resulta que CELCO haya negado información crítica a las autoridades como
ocurrió, por ejemplo, en relación al uso de fuentes de agua no autorizadas, según consta en la
Resolución Exenta 018 de la COREMA X, de enero de 2005, que señala literalmente que: “en
visita de fiscalización a la Planta del 27 de diciembre de 2004 se detectó que no obstante lo
resuelto en la Resolución (...) y lo enfatizado por CELCO en el Tercer Informe de Monitoreo
sobre que no utilizan agua de otra fuente que la autorizada los servicios públicos constataron la
incorporación al proceso y al sistema de tratamiento de 350 Litros/seg de agua de pozos
profundos no autorizados y otros 70 litros/seg para diluir el efluente, lo que es contrario a la
norma y la Resolución”. Esta negación de información técnicamente crítica a las autoridades por
parte de CELCO, reflejando un accionar claramente alejado del espíritu y la letra de las leyes y
normas ambientales de Chile, se repitió con agravantes en relación a la presencia de Aluminio en
los RILES de la Planta, como se verá en el párrafo 13, sección 1.3.
3
7. Fue justamente en reconocimiento de estos incumplimientos de CELCO que en enero de 2005
la COREMA X decretó el cierre temporal de la Planta, imponiéndole nuevas condiciones de
monitoreo y fiscalización, entre ellas, dos auditorías. Un mes más tarde, en febrero de 2005, la
CONAMA X conoció por primera vez el análisis de los resultados del monitoreo que CELCO
venía realizando desde febrero de 2004 –esto es, desde un año antes– a través de un informe
elaborado por el consultor Claudio Zaror. Dicho informe confirmó los incumplimientos de
CELCO y detectó la ocurrencia de varios “eventos” de descargas tóxicas desde la Planta, que se
reflejaban en elevados niveles de compuestos como Aluminio, Ácidos Resínicos y Sodio en el
Río Cruces y el Santuario, aguas abajo de la industria.
8. Cabe destacar, por ejemplo, el “evento” de contaminación en el Río Cruces detectado en el
monitoreo realizado por CELCO el 4 de abril de 2004, y que Zaror describe como sigue: “El
muestreo del 4 de Abril de 2004 muestra altos niveles de concentración de clorato, aluminio y
ácidos resínicos en la estación E2. Cabe señalar que en esa oportunidad la Planta Valdivia no
estaba produciendo celulosa (el informe de la Empresa reporta que no hubo producción desde el
1 al 7 de Abril 2004), aunque se mantuvo el vertido de residuos líquidos. Es probable que las
operaciones de limpieza y mantención realizadas durante esos días hayan sido responsables de
tales efectos”. En síntesis, el consultor Zaror concluyó que: “El impacto sobre la calidad del
agua debido a las operaciones de la Planta Valdivia se manifiesta en el significativo aumento de
concentración de AOX, Sodio, conductividad y sulfato en las estaciones E2 y E3, comparadas
con los valores de Línea de Base y de 2002-2003, y con los de la estación E1 aguas arriba de
las descargas”.
9. No obstante, la Planta fue autorizada por la COREMA X a reanudar su funcionamiento a fines
de febrero de 2005 sin que se hubiesen implementado a esa fecha cambios en términos de
volumen, tratamiento o calidad de los RILES, a fin de garantizar que el daño ambiental no
continuaría. Como era esperable debido a la significativa disminución estival en el caudal del
Río Cruces, y aún cumpliéndose con los valores máximos establecidos por la RCA, el daño
no sólo continuó sino que se agravó, según se desprende del Informe de Monitoreo Trimestral
enero-marzo 2005 elaborado por CELCO. En efecto, para dicho período varios parámetros
monitoreados trimestralmente en el Río Cruces y el Santuario, y de gran relevancia en términos
de los impactos asociados en el ecosistema, mostraron concentraciones muy por encima de los
máximos registrados durante todo el año 2004, cuando ocurrió el desastre.
10. Es así que las mediciones de marzo de 2005 mostraron, por ejemplo, que la concentración de
Sodio en la Estación E2 (Río Cruces, aguas abajo de la Planta) fue de 38.5 mg/L, habiendo sido
el máximo de todo el año 2004 de 14 mg/L, con un promedio de 7.8 mg/L. En el caso de
Sulfatos la concentración medida en marzo de 2005 en la Estación E2 fue de 33.9 mg/L,
siendo el valor máximo de todo el año 2004 de 15 mg/L y el promedio de 8.8 mg/L. En el caso
de la concentración de AOX el valor máximo de todo el año 2004 fue de 34 ug/L en la
Estación E2, registrándose en marzo de 2005 un valor de 40 ug/L. Considerando que el alto
nivel de AOX medido en marzo de 2005 en la Estación E2 estuvo asociado a 780 ug/L de este
compuesto en los RILES de la Planta, y que durante las últimas semanas de marzo de 2005 su
concentración en los RILES alcanzó hasta 2.000 ug/L, puede inferirse un aumento significativo
de AOX en el Río Cruces y el Santuario que no quedó registrado en los resultados del monitoreo
realizado.
4
11. El 18 de abril de 2005 la UACH entregó a la CONAMA su Informe Final en el concluye,
sobre la base de numerosa y variada información y análisis científicos –que exceden incluso lo
originalmente solicitado– que las descargas de la Planta bastan para explicar los cambios
registrados en la calidad de las aguas del Río Cruces y del Santuario durante el año 2004. Los
principales hallazgos e hipótesis sometidas a prueba por el estudio de la UACH se resumen en el
punto 2.2.2 del presente Recurso.
1.3 RESOLUCIÓN EXENTA 377/05 DE LA COREMA X
12. Una vez recibido el Informe Final del estudio contratado a la UACH, la CONAMA X
encomendó al Comité Operativo de Fiscalización (COF)-Valdivia, integrado por los servicios
públicos competentes, analizar sus resultados y recomendar las medidas técnicas apropiadas que
de ellos se derivaran. El COF-Valdvia sesionó los días 18 y 24 de mayo de 2005, llegando a las
siguientes conclusiones y recomendaciones, según consta en las respectivas Actas (ver Anexo 1):
a) Con relación al estudio de la UACH acogió sus principales conclusiones e hipótesis, basando
en ellas las recomendaciones propuestas.
b) Con relación al Aluminio, compuesto identificado por el estudio de la UACH como el
desencadenante del desastre, así como con relación a Sulfatos, Cloruros y Manganeso,
determinó que éstos nunca fueron declarados por CELCO como formando parte de los
RILES de la Planta en el respectivo Estudio de Impacto Ambiental (EIA), por lo cual no
fueron monitoreados en el efluente.
c) Determinó que CELCO no contó legalmente con la autorización requerida para descargar al
Río Cruces los 4 compuestos mencionados, a la vez que no se considera posible aplicar el DS
90/2000 (MINSEGPRES) (en adelante DS 90) al margen del Sistema de Evaluación de
Impacto Ambiental (SEIA).
d) Concluyó que corresponde que CELCO realice un nuevo EIA para evaluar el impacto de
Aluminio, Sulfatos, Cloruros y Manganeso descargados al Río Cruces en los RILES de la
Planta y que mientras tal evaluación se realice su descarga sea “cero”.
13. Cabe realizar un comentario especial con relación al Aluminio, compuesto derivado de la
sobredosificación de Sulfato de Aluminio en el tratamiento terciario de los RILES de la Planta,
según lo explica el estudio de la UACH, y cuya interacción con el Hierro constituye la “llave” del
desastre de acuerdo a la hipótesis planteada por dicha investigación. Una vez conocida esta
hipótesis, CELCO negó rotundamente la presencia de Aluminio en los RILES de la Planta como
consta, por ejemplo, en el Newsletter N°2 del 12 de Mayo de 2005 de la Planta Valdivia donde
textualmente se señala que “si bien la planta usa este químico (Sulfato de Aluminio) en el sistema
de tratamiento de efluentes, al igual que la mayoría de las plantas de tratamiento de agua
potable en el mundo, el aluminio queda dentro de la planta y termina y termina en los lodos
que van al vertedero especialmente construido para esos fines”. Sin embargo, una medición
paralela de 24 horas continuas realizada con fecha 23-24 de diciembre de 2004 por la
Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), en el marco de la puesta en marcha del DS 90,
detectó una descarga de 470 kg/día de Aluminio en los RILES de la Planta. Tanto CELCO
como CONAMA fueron notificadas por la SISS sobre estas mediciones.
5
14. La Resolución 377/05 de la COREMA X contravino las recomendaciones técnicas del
COF-Valdivia al autorizar administrativamente a la Planta a descargar Sulfatos, Aluminio
y Cloruros que nunca fueron evaluados ambientalmente. La COREMA X también
contravino al COF-Valdivia al aplicar las concentraciones normadas por el DS 90 en sus Tablas 1
y 3, correspondientes a ríos sin capacidad de dilución y lagos, respectivamente. Así, en los hechos
la COREMA X entregó administrativamente a CELCO un permiso ambiental completamente al
margen del SEIA, sistema que de acuerdo a las leyes vigentes opera como “ventanilla única” para
todas las normas ambientales sectoriales, según se expone con detalle en el punto 2.1.1 del
presente Recurso. Las cargas autorizadas por la Resolución 377/05 para Sulfatos (40 ton/día)
y AOX (150 kg/día) equivalen o son incluso mayores a los que la Planta generó durante los
días peak de producción del año 2004, durante el cual ocurrió el desastre.
15. Insistimos en particular, en la carga de AOX autorizada por la Resolución 377/05 que,
aún cuando es menor a la contemplada por la RCA de 1998 –equivalente a 684 kg/día de
AOX para un caudal promedio del efluente de 0,9 m3/seg– representa un grave riesgo para
la salud humana. Aunque desarrollaremos con detalle los fundamentos de la afirmación anterior
en el punto 2.2.3 del presente Recurso, sostenemos que dicho riesgo a la salud queda
primariamente demostrado por el drástico aumento en el nivel de AOX en las aguas y
sedimentos, aguas abajo del efluente de la Planta. Según los monitoreos de CELCO, los AOX en
el Río Cruces, aguas arriba de la Planta, tuvieron un promedio de 2 ug/L durante el año 2004.
Aguas abajo dicho promedio fue de 30 ug/L, y de 20 ug/L a la entrada del Santuario. Es decir,
aumentaron en el agua en hasta 15 veces durante el año 2004 producto de los RILES de la Planta.
Según el estudio de la UACH, los AOX en los sedimentos aumentaron de 10.85 ug/kg aguas
arriba de la Planta a 232 ug/kg aguas abajo. Es decir, 23 veces. Usted debe saber, según se explica
con más detalle en el punto 2.2.3, que los AOX incluyen dioxinas y furanos, compuestos
altamente persistentes, bioacumulales y muy peligrosos para la salud humana aún en dosis
mínimas. El nivel de AOX en los RILES de la Planta de CELCO autorizados por la
COREMA X en la Resolución 377/05 –que ha sido además aumentado en la Resolución
461/05– incidirán en forma significativa en la dosis diaria de ingesta de la población
aledaña. Es decir, una persona ingerirá en el año lo que en una situación normal habría ingerido
en 20 años, basándose en los niveles de AOX en los RILES de la Planta informados por CELCO
para el trimestre febrero-marzo del 2005. Esto significa que en sólo 4 años una persona que bebe
aguas contaminadas por la Planta de CELCO estará obligada, por la Resolución 377/05 de
COREMA X, a consumir la ingesta de AOX que en una situación normal habría consumido en
toda su vida. Ello sin duda potenciará el desarrollo precoz de enfermedades. Con los niveles
permitidos por la Resolución 461/05 el grado de exposición y la velocidad de ingesta de
AOX se incrementarán aún más.
16. A lo anterior se agregan las conclusiones de los expertos de la Comisión RAMAR que
advierten en su informe final sobre el riesgo de presencia de dioxinas en los RILES de la Planta
como resultado de la utilización de dióxido de cloro fabricado por la propia empresa, sin
que exista un control adecuado de su grado de pureza. Finalmente, el riesgo a la salud queda
ratificado por la presencia de la dioxina más tóxica de todas, la tetraclorodibenzodioxina
(TCDD ó 2.3.7.8) en una de las muestras de músculo de cisnes enviada por el SAG a
laboratorios especializados de Canadá, en el nivel umbral de detección según la OMS (0.02
pg/g TEQ). Considerando que el tejido analizado sólo contenía un 2,3% de grasa (la TCDD se
6
acumula en tejido graso) y correspondía a un cisne desnutrido, este hallazgo enciende una alarma
sobre la presencia de esta y otras dioxinas en el ecosistema. De estar presentes estos compuestos,
y de persistir un patrón de acumulación en los sedimentos del Santuario similar al registrado para
los AOX en general, tarde o temprano éstos llegarán a los seres humanos.
17. Igualmente grave es que la Resolución 377/05 modificó criterios y condiciones esenciales
de la RCA de la Planta, que buscaban prevenir, justamente, la ocurrencia de impactos
ambientales como los que han afectado al Santuario del Río Cruces. En efecto, la RCA de
1998 incluyó un estricto Programa de Monitoreo tendiente a completar los graves vacíos de la
Línea Base del EIA presentado por CELCO en octubre 1995 y que llevaron al Comité Técnico a
rechazar el proyecto en enero de 1996 por considerarlo “ambientalmente no viable” puesto que
no lograba asegurar que no se producirían impactos significativos sobre el Santuario. El EIA
finalmente aprobado por la COREMA X en octubre de 1998 no subsanó las deficiencias de la
Línea Base, incluyendo, por ejemplo, que las mediciones del Río Cruces sólo cubrieron la
estación invernal, obviando las variaciones de su caudal, que fluctúa entre los 10 y 300 m3/seg a
lo largo del año.
18. La RCA de 1998 intentó hacerse cargo de estos reparos con un estricto Programa de
Monitoreo que buscaba completar los vacíos de información y detectar a tiempo posibles
impactos. Pero dos circunstancias posteriores limitaron gravemente la efectividad de dicho
Programa de Monitoreo. La primera fue la apelación realizada en enero de 1999 por CELCO
solicitando al Consejo de Ministros de la CONAMA eliminar varias condiciones que con el
tiempo se ha demostrado habrían sido claves para la detección oportuna de los impactos1. Y la
segunda fue la incapacidad de CONAMA X para analizar los resultados del monitoreo y tomar
medidas oportunas en base a ellos. Es así que los informes de monitoreo entregados por CELCO
trimestralmente a CONAMA X a partir de abril de 2004 –y no mensualmente como lo establece
la RCA– fueron analizados por primera vez en febrero de 2005, como ya se ha señalado, en el
respectivo informe parcial del consultor Claudio Zaror.
19. Además de los “eventos” tóxicos antes mencionados, el consultor Zaror concluyó en su
Informe Final de marzo de 2005 que el sistema de tratamiento de RILES funcionó de forma
incompleta durante los primeros meses de operación de la Planta, al afirmar, por ejemplo, que “a
partir de la primera semana de marzo 2004, una vez que el tratamiento secundario comenzó a
operar a régimen, la DBO alcanzó niveles que cumplen con lo establecido en la RCA” (ver pag.
18), o que “a partir de Abril 2004, una vez superada la primera fase de la puesta en operación, la
concentración de clorato se mantuvo bajo el límite de la RCA” (ver pag. 18). El consultor Zaror
reconoce de esta forma que, durante un lapso no determinado de tiempo, el tratamiento de los
RILES no operó según lo exigido en la RCA, la que expresamente señalaba que “está
establecido en esta Resolución que los efluentes líquidos del proyecto nunca podrán ser
1
Entre ellas, por ejemplo, estuvo el estudio del luchecillo y del huillín. El Consejo de Ministros también aceptó reducir
de tres a una las estaciones de monitoreo aguas arriba de la Planta de Celulosa, con lo cual se eliminó la posibilidad de
monitorear las cargas aportadas al Río Cruces por otras fuentes. A su vez, se eliminó una estación de monitoreo de
sedimentos en el Santuario, y la frecuencia de estas mediciones pasó de ser mensual y trimestral a semestral. También se
eliminó el seguimiento de las comunidades biológicas en la etapa previa a la construcción, y su frecuencia pasó de ser
semestral a anual, entre muchas otras modificaciones.
7
descargados en el río Cruces sin tratamiento terciario, lo que significa que en el caso de existir
una falla que no pueda ser soportada por este sistema de almacenamiento temporal u otro
procedimiento interno, la planta deberá detener su funcionamiento” (pág. 37 de la RCA, punto
5.8.1). Dado que el tratamiento terciario de los RILES fue la medida fundamental de prevención de
impactos contemplada en la RCA, su grave incumplimiento representa una vulneración esencial al
espíritu de las condiciones con que la COREMA X aprobó la Planta de CELCO.
20. La Resolución 377/05 vulnera además gravemente tal espíritu preventivo de la RCA de
1998 al aceptar tácitamente que las fallas en el sistema de tratamiento terciario puedan
continuar ocurriendo, como se desprende de la exigencia que plantea a CELCO en el sentido de
monitorear los posibles “arrastres de licor negro” en los RILES de la Planta. Respecto de la
pretensión de que tales fallas en el tratamiento de los RILES obedecen a ajustes operacionales
normales propios de la “marcha blanca” de la Planta –ya sea en sus inicios o bien al volver a
operar después de una detención temporal–cabe señalar que tal “marcha blanca” nunca fue
autorizada por la COREMA X. Así quedó claramente establecido en la Resolución Exenta del
24 de mayo de 2004 con que la propia COREMA X sancionó a la empresa por no informar sobre
episodios de contaminación atmosférica, y que señala: “La puesta en marcha de la planta, para
su “calibración” como marcha blanca, no fue planteado en la evaluación ambiental. Si tal
situación constituye una realidad tan conocida (...) es una clara omisión del titular en el
proceso de evaluación. No se puede argumentar, ante tal situación, que es un impacto no
previsto al momento del proceso de evaluación, en consideración a la experiencia que el titular y
las empresas asesoras tienen respecto en el diseño de las plantas de celulosa”.
21. EN CONCLUSIÓN, la Resolución 377/05 representa a nuestro entender la revocación
del espíritu preventivo de la RCA original, al autorizar la continuidad de graves impactos,
eventos y riesgos asociados a la operación de la Planta de Celulosa Valdivia por al menos
otros 30 meses. Este acto administrativo pasa por tanto a llevar el marco legal vigente a la
vez que contraviene en su esencia el principio preventivo que está en la base de toda la
institucionalidad ambiental de Chile.
1.4 RESOLUCIÓN EXENTA 462/05 DE LA COREMA X
22. A la luz de los antecedentes hasta aquí expuestos, la vulneración por parte de la Resolución
377/05 del espíritu preventivo y las condiciones esenciales con que la COREMA X aprobó
la operación de la Planta en la RCA de 1998, se agrava considerablemente a partir de la
flexibilización de las cargas diarias máximas para los parámetros Aluminio, Sulfatos,
Cloruro y AOX, resuelto por dicha instancia en su Resolución Exenta 462/05 del 22 de julio.
Los fundamentos que sostienen esta afirmación se desarrollan en el punto 2.2.1 de este Recurso.
2. FUNDAMENTACION
23. Fundamentamos el presente Recurso Jerárquico en los siguientes cuerpos legales y sus
principios jurídicos, estudios científicos, informes de expertos y recomendaciones técnicas:
8
a) Los derechos, principios y procedimientos establecidos en la Ley sobre Bases de los
Procedimientos Administrativos que Rigen los Actos de los Órganos de Administración
del Estado 19.880, y en particular su Artículo 59 referido a los Recursos de Reposición y
Jerárquico y a los principios de contradictoriedad, impugnabilidad, imparcialidad y
transparencia contemplados en dicho cuerpo legal.
b) La Ley de Bases del Medio Ambiente 19.300, y en particular el principio preventivo que
consagra, y sus Artículos 8 y 24 referidos al SEIA, sus principios y procedimientos.
c) Los Dictámenes 20.477 y 34.021 de la Contraloría General de la República, que
establecen jurisprudencia relevante con relación a las atribuciones de las COREMAs en la
materia objeto del presente Recurso.
d) La Resolución Exenta 279 de octubre de 1998 de COREMA X que aprobó la Planta de
Celulosa Valdivia de CELCO y estableció las condiciones para su operación, monitoreo y
fiscalización, y su posterior modificación a través de la Resolución Exenta 009, de febrero
de 1999, de la Dirección Ejecutiva de la CONAMA.
e) Los Informes de Monitoreo realizados por CELCO sobre la calidad de los RILES de la
Planta y la calidad del agua del Río Cruces y del Santuario.
f) Las conclusiones finales del “Estudio sobre origen de mortalidades y disminución
población de aves acuáticas en el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter, en la
Provincia de Valdivia” contratado por la CONAMA a la UACH, y en particular las
hipótesis que presenta sobre las causas del desastre ambiental del Santuario del Río Cruces y
su vinculación con la operación de la Planta de CELCO.
g) Las hipótesis complementarias aportadas por los consultores de la Comisión RAMSAR
contratados por el Gobierno de Chile, y su evaluación sobre la calidad del tratamiento
terciario de RILES realizado por la Planta de Celulosa de CELCO.
h) Las recomendaciones técnicas de los servicios públicos competentes agrupados en el
Comité Operativo de Fiscalización (COF) de Valdivia, sobre la base del estudio de la
UACH, y que constan en las respectivas Actas del 18 y 24 de Mayo de 2005.
i) Estudios sobre los riesgos a la salud derivados de la producción de celulosa blanqueada
con tecnología basada en dióxido de cloro aportados por fuentes como: “Instrumental
para Poli-Cloro-Dibenzo-Dioxinas (PCDD) y Poli-Cloro-Dibenzo-Furanos (PCDF).
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Febrero 2005”,
“Inventario de dioxinas y furanos”. PNUMA, enero 2001, “Análisis de la Información Sobre
Efectos en la Salud por Contaminantes Orgánicos Persistentes en el Medio
Ambiente”.Gobierno de Chile, Ministerio de Salud, enero 2005, “Concern About AOX K”,
Lindsay y D. Smith. Sustainable Management NetWork, University of Alberta, diciembre
2002.
j) El principio precautorio consagrado en el Convenio de Diversidad Biológica y en el
Convenio sobre Eliminación de Compuestos Orgánicos Persistentes, ambos suscritos y
ratificados por Chile.
9
2.1 FUNDAMENTOS JURÍDICOS
2.1.1 La Ley de Bases del Medio Ambiente y el principio preventivo
24. La Ley de Bases del Medio Ambiente (19.300) de 1994 constituye el marco legal
fundamental de toda la normativa ambiental en Chile. La dictación de esta ley vino a ordenar la
dispersión de normas ambientales previamente existentes. Para ello estableció que la aplicación
de tales normas y, en general, todos los permisos ambientales sólo pueden ser entregados a través
de la “ventanilla única” del SEIA.
25. Es así como el Artículo 8 de la Ley 19.300 señala textualmente que “todos los permisos de
carácter ambiental que, de acuerdo con la legislación vigente deban o puedan emitir los
organismos del Estado respecto de proyectos sometidos al SEIA, serán otorgados a través de
dicho sistema”. A su vez, el mismo Artículo 8 especifica que todos los proyectos o actividades
que por sus características, efectos o circunstancias deban ingresar al SEIA –de acuerdo al
Artículo 10 de la misma ley– “sólo podrán ejecutarse o modificarse previa evaluación de su
impacto ambiental”. Lo anterior se entiende como la exigencia de presentar una Declaración de
Impacto Ambiental (DIA) o un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) no sólo para los nuevos
proyectos ingresados al SEIA sino también para aquellas modificaciones significativas de los
proyectos que ya han sido evaluados y cuentan con las respectivas autorizaciones ambientales
para operar.
26. Al establecer que el SEIA operará como “ventanilla única” de todos los permisos
ambientales, la Ley 19.300 le otorga a los procedimientos de evaluación de impacto ambiental
contemplados por dicho sistema una clara preeminencia en relación a la aplicación de las normas
ambientales específicas. Así lo ratifica el Artículo 24 de la Ley 19.300 al señalar que “si la
resolución que califica ambientalmente el proyecto es desfavorable las autoridades quedan
obligadas a denegar los permisos aunque se satisfagan los demás requisitos legales”. Es decir
que, aún en cumplimiento de las normas vigentes, un proyecto o actividad cuyos impactos
ambientales no hayan sido aprobados por el SEIA no podrá contar con autorización para operar.
27. Reiterando la preeminencia de los procedimientos de evaluación de impacto ambiental del
SEIA, la Ley 19.300 señala que las resoluciones de calificación ambiental podrán “establecer
condiciones o exigencias ambientales que deberán cumplirse para ejecutar el proyecto”. Tales
condiciones o exigencias pueden ser incluso más restrictivas que las contempladas en las normas
vigentes. Sólo así será posible resguardar la calidad ambiental de los ecosistemas y personas
potencialmente afectados y establecer medidas de prevención, mitigación o compensación que
tengan en cuenta tanto sus características particulares como la proyección y ponderación de los
impactos identificados en los respectivos EIA o DIA.
28. El principio rector de la Ley 19.300 y en particular del SEIA es el principio preventivo. Según
lo expresó el Presidente Aylwin en el mensaje que acompañó el envío del respectivo proyecto de
ley al Congreso en 1992, la incorporación de dicho principio buscaba mejorar la forma de
enfrentar los problemas ambientales, al señalar que: “No es posible continuar con la gestión
ambiental que ha primado en nuestro país, en la cual se intentaba superar los problemas
ambientales una vez producidos (...) Se busca evitar que se sigan instalando procesos
10
productivos que puedan causar graves deterioros al medio ambiente”. Se entiende por tanto que
la correcta aplicación del principio preventivo, a través del SEIA y de sus distintos mecanismos,
permitiría evitar de una forma efectiva la ocurrencia de impactos ambientales negativos derivados
de los proyectos y actividades productivas.
2.1.2 Jurisprudencia relevante sobre la atribución de COREMA X para autorizar impactos
no evaluados en el SEIA
29. Sostenemos que tanto la Resolución 377/05 que modifica la RCA original de la Planta de
Celulosa de CELCO, como su reciente flexibilización a través de la Resolución 461/05,
corresponden a actos administrativos ilegales en la medida que autorizan la ocurrencia de
impactos que no han sido evaluados en el marco del SEIA como claramente lo exigen los
Artículos 8 y 24 de la Ley 19.3000, según se expuso en la sección precedente. Tales impactos no
evaluados corresponden en este caso a la descarga de Sulfatos, Aluminio y Cloruros detectados
en los RILES de la Planta de Celulosa Valdivia y que no fueron declarados en el EIA original.
Por no haber sido evaluados ni regulados en la RCA que aprobó la Planta, no existe ni puede
existir autorización alguna para que CELCO continúe descargándolos al Río Cruces. La empresa
sólo podría optar a la autorización respectiva a través de un EIA que evalúe rigurosamente el
impacto de tales compuestos en el ecosistema, dado que no sólo se trata de una modificación
significativa del proyecto original, sino que además se trata de los mismos compuestos, en
particular el Aluminio, identificados por el estudio de la UACH como los que desencadenaron y
explican el desastre ecológico del Santuario del Río Cruces.
30. La Resolución 377/05 pretende salvar su naturaleza ilegal por medio de la aplicación,
nuevamente al margen del SEIA, del DS 90 para los ya referidos parámetros. Dicha aplicación de
una norma ambiental por fuera de la “ventanilla única” del SEIA, como claramente lo exigen los
Artículos 8 y 24 de la Ley 19.3000, representa un peligroso resquicio administrativo que sienta
jurisprudencia sobre la aplicabilidad, interpretación y alcances del DS 90, del SEIA y de la propia
Ley 19.300.
31. En respuesta a la argumentación anterior, la COREMA X señala en su Resolución 462/2005
que las referencias al DS 90 por parte de la Resolución 377/05 deben considerarse sólo a modo
“referencial. Ello no obstante que la Resolución 377/05 se haya basado de manera estricta en las
concentraciones de parámetros de las Tablas 1 y 3 del DS 90 para determinar las cargas diarias
máximas de Sulfatos, Aluminio y Cloruros autorizados a la Planta de Celulosa de CELCO.
Entendemos, por tanto, que la COREMA X ha aceptado que la aplicación por la mera vía
administrativa y al margen del SEIA de una norma como el DS 90 es un acto legalmente
objetable.
32. Por ello, resulta aún más objetable legalmente que a través de la Resolución 461/05 que
modifica la Resolución 377/05, la COREMA X no sólo insista en autorizar los compuestos
de los RILES de la Planta no evaluados ambientalmente, sino que, más aún, defina nuevos
valores, menos exigentes, para sus cargas diarias máximas sin otro criterio que acoger lo
solicitado por CELCO en el Recurso de Reposición respectivo. De esta forma, a la ilegalidad
del proceder de COREMA X en sus Resoluciones 377/05 y 461/05, se suma a esta última una
11
evidente arbitrariedad, parcialidad y falta de transparencia en los criterios técnicos aplicados. En
efecto, ni la Resolución 377/05 ni su flexibilización a través de la Resolución 461/05 explicitan
los criterios técnicos que fundamentan los valores de las cargas diarias máximas para los
compuestos no evaluados ambientalmente.
33. Adicionalmente a lo antes señalado, tanto la Resolución 377/05 como la Resolución
461/05 que la flexibiliza son además ilegales por cuanto representan una modificación de la
RCA original en ámbitos para los cuales la COREMA X no tiene atribuciones. Ello queda
claramente establecido en el Dictamen 20.477 de la Contraloría General de la República, del 20
de mayo de 2003, el que señala, sobre la base del Artículo 8° de la Ley 19.300, que las
modificaciones a una RCA que ocurran al margen del SEIA sólo pueden ser excepcionales y
tener por finalidad “asegurar que las variables ambientales relevantes que dieron origen al
Estudio de Impacto Ambiental evolucionan según lo establecido en la documentación que forma
parte de la evaluación respectiva”. La Contraloría reconoce entre tales atribuciones la adopción
de “las medidas que, dentro de su competencia, resulten necesarias para, por la vía de modificar
la Resolución, procurar que tales variables ambientales efectivamente evolucionen en la forma
prevista”, teniendo, por tanto, “una doble restricción, ya que proceden exclusivamente cuando
las variables ambientales relevantes no evolucionan de acuerdo con lo previsto, y sólo permiten
adoptar las medidas necesarias para corregir esa situación”.
34. La modificación a la RCA original de la Planta de Celulosa Valdivia, a través de las
Resoluciones 377/05 y 461/05, claramente no tiene por propósito aquél que la Contraloría
ha definido en su Dictamen 20.477 como el único para el cual excepcionalmente se le
reconocen atribuciones a la COREMA X. Esto es, asegurar que las variables ambientales
identificadas y proyectadas en el EIA respectivo evolucionen de la manera prevista. Todo lo
contrario, lo que las Resoluciones 377/05 y 461/05 persiguen es alterar la proyección de los
impactos según lo previsto originalmente en el EIA autorizando la ocurrencia e incluso el
agravamiento de aquellos que, justamente, la COREMA X debió haber sido capaz de
prevenir o, en el peor de los casos, de mitigar oportunamente, de acuerdo a lo señalado por
la RCA de 1998. En efecto, la RCA establece en relación con los posibles impactos sobre el
Santuario que “durante la evaluación ambiental se analizaron los siguientes potenciales
impactos ambientales sobre el humedal: la reducción de oxígeno disuelto en el río, los efectos
tóxicos crónicos o agudos sobre la biota, la eventual barrera térmica para el desplazamiento y
aceleración de procesos naturales, el aumento trófico del humedal (...) los cuales demuestran
que el proyecto se hará cargo apropiadamente de los efectos, características y/o circunstancias
que pudieran afectar al Santuario de la Naturaleza”. Pero agregó que, sin prejuicio de lo
anterior, “el titular del proyecto deberá continuar con los monitoreos, análisis y estudios de los
componentes principales que determinan la calidad y demás características del humedal, entre
ellas, el de comunidades biológicas, en el período comprendido entre la dictación de la presente
resolución y la construcción de la Planta, y etapas posteriores”, y que “en el caso de ser
necesario, esta Comisión podrá establecer condiciones o medidas adicionales de manera de
evitar posibles impactos sobre el Río Cruces”. Finalmente, la RCA concluye que “el efluente (de
la Planta) no generará efecto perceptible alguno sobre el Santuario de la Naturaleza en
relación a (…) la reducción de oxígeno disuelto en el río, los efectos tóxicos crónicos o agudos
sobre la biota, la eventual barrera térmica para el desplazamiento y aceleración de procesos
naturales y el aumento trófico del humedal”.
12
35. La interpretación anterior queda claramente fundamentada en el Dictamen 34.021 de la
Contraloría General de la República de 2003, que complementa el Dictamen 20.477, al expresar
que “determinar los casos en que procede modificar una calificación ambiental, es relevante
para el adecuado funcionamiento del sistema de evaluación de impacto ambiental, especialmente
desde el punto de vista de las garantías constitucionales del art/19 números 8 y 2 (...) y porque
las personas tienen derecho a exigir que la autoridad que calificó favorablemente un proyecto,
no altere esa calificación disminuyendo discrecionalmente las exigencias ambientales y que
adopte oportunamente las correcciones cuando, no obstante haber sido calificado
favorablemente un proyecto y ejecutado por el titular con apego a la resolución de calificación
ambiental, las variables ambientales relevantes no evolucionan según lo esperado”.
36. EN CONCLUSION, sostenemos que:
a) La COREMA X no tiene atribución legal para autorizar administrativamente impactos
ambientales no evaluados en el SEIA, como es el caso de los Sulfatos, Cloruros y Aluminio
presentes en los RILES de la Planta de CELCO. Por ello, en lo sustantivo, la Resolución
377/05 y su pretensión de aplicar administrativamente el DS 90 es ilegal.
b) La Resolución 461/05 representa una flexibilización de las ya ilegales exigencias establecidas
por la Resolución 377/05 en términos de las cargas diarias máximas para los compuestos
Sulfatos, Cloruros y Aluminio, sin otro fundamento que acoger lo solicitado por CELCO en
el Recurso de Reposición respectivo. Por ello, la Resolución 461/05 no sólo es igualmente
ilegal, sino además arbitraria, parcial y contraria a la transparencia que deben regir todos los
actos administrativos de los órganos del Estado.
c) La modificación de la RCA de la Planta por parte las Resoluciones 377/05 y 461/05 de la
COREMA X contravienen por completo la jurisprudencia que sobre la materia ha establecido
la Contraloría General de la República, lo que ratifica su carácter ilegal, en particular al
afectar el derecho constitucional a vivir en un medio ambiente libre de contaminación por
medio de rebajar arbitrariamente exigencias de la RCA que resultan críticas para una correcta
aplicación del principio preventivo. Este es el caso, por ejemplo de la autorización de la
continuidad de impactos que causaron el desastre en el Santuario, y que nunca fueron
adecuadamente monitoreados, prevenidos o mitigados por las autoridades ambientales ni por
CELCO –vulnerando así el sentido original de la RCA y los objetivos de su Programa de
Monitoreo–, y de la aceptación como un aspecto operacional aceptable de eventuales fallas en
el tratamiento de RILES, contraviniendo incluso resoluciones de la propia COREMA X.
d) Por todo lo anterior, lo que legalmente corresponde en relación a los compuestos Sulfatos,
Cloruros, Aluminio y Manganeso es solicitar a CELCO un nuevo EIA que evalúe sus
impactos en el Río Cruces y el Santuario. Mientras tal EIA no concluya CELCO no puede
contar con autorización alguna para descargarlos.
e) A su vez, corresponde que se restablezca el sentido preventivo original de la RCA eliminando
de las Resoluciones 377/05 y 461/05 todas aquellas consideraciones y medidas que lo
vulneran y contravienen.
2.1.3 Normas sobre calidad de aguas
37. La clasificación de las aguas del Río Cruces como de “calidad excepcional” a la que hacen
referencia las Resoluciones 377/05, 461/05 y 462/05 de la COREMA X, y que, según se sostiene,
13
se habría mantenido a pesar de los drásticos cambios registrados con posterioridad a la entrada en
operación de la Planta, no puede ser considerada un argumento aceptable desde una perspectiva
técnico-científica para argumentar a favor de la operación de dicha industria. La mencionada
clasificación supuestamente contenida en las “Normas de Calidad Secundaria de Aguas”
mencionadas por COREMA X es sólo una norma genérica de referencia sin aplicabilidad legal
pues no distingue las características propias de cada cuerpo de agua.
38. Una argumentación similar ha sostenido el consultor Zaror en su Informe Final de marzo de
2005, relación a la evaluación de los impactos de los RILES de la Planta en el Río Cruces y el
Santuario. Aún reconociendo los reiterados incumplimientos por parte de CELCO de los niveles
máximos para varios parámetros de los RILES de la Planta, según lo contemplado en la RCA, así
como los “eventos” tóxicos y las fallas en el sistema de tratamiento, Zaror afirma que de tales
situaciones “no se habrían derivado impactos significativos sobre el ecosistema”. El único
argumento que el consultor Zaror emplea para sustentar esta conclusión es que los niveles de tales
parámetros en las aguas del Río Cruces y del Santuario estarían por debajo de los máximos para
cursos de agua de Calidad de Excepción según la “Guía para el Establecimiento de las Normas
Secundarias de Calidad Ambiental para Aguas Continentales Superficiales y Marinas”2. Esta
Guía, que Zaror pretende hacer pasar por una Norma Secundaria, es sólo una guía general de
referencia para normar pues aún no existe una Norma de Calidad Secundaria para el Río
Cruces.
39. El proceso de dictación de la Norma de Calidad Secundaria para el Río Cruces se inició bajo
la coordinación de CONAMA recién en abril de 2005. Resulta contradictorio, por tanto, que
estando CONAMA a cargo de coordinar tal proceso, la COREMA X pretenda aplicar
arbitrariamente unos parámetros que supuestamente definen legalmente la calidad de las
aguas del Río Cruces a partir de una norma referencial y genérica. Como es sabido, la
elaboración de una Norma de Calidad Secundaria requiere un complejo y detallado proceso de
formulación que considera, entre otros insumos, abundante información ecológica sobre las
características y dinámica del ecosistema específico que se busca proteger. Dada su dinámica
ecológica y régimen hídrico –aspectos directamente relacionados con la capacidad de carga,
dilución y resiliencia– un humedal como el Santuario del Río Cruces requiere una Norma de
Calidad Secundaria varias veces más exigente que el promedio de los cuerpos de agua
superficiales, tales como ríos, lagos e incluso estuarios.
2
En relación a la conductividad eléctrica del Río Cruces, por ejemplo, el consultor Zaror señala que el valor
de la conductividad eléctrica en la estación E2 es superior al valor aguas arriba en la estación E1 (40-117
µS/cm en la estación E2 y 29-56 µS/cm en la estación E1). En la estación E3 está en el rango de 33-118
µS/cm. Señala que estos valores están muy por debajo del valor límite de 600 µS/cm para aguas de Calidad
Excepcional, establecidos en las “Normas de Calidad Secundarias” (ver pag. 11). Respecto a todos los
parámetros físico-químicos analizados, el consultor compara sus valores con la Norma de Calidad Secundaria,
quedando en la categoría de Calidad Excepcional la DBO, DQO, pH y Sólidos Suspendidos. En cuanto al
Color Aparente el consultor es vago en señalar a qué categoría corresponde (ver pag.12).
14
2.2 FUNDAMENTOS CIENTÍFICO-TÉCNICOS
2.2.1 Exigencias y estándares impuestos en las Resoluciones 377/05 y 461/05
40. La Tabla 1 compara los parámetros autorizados en los RILES de la Planta de acuerdo a lo
establecido en las Resoluciones 279/98, 377/05 y 462/05 de COREMA X. De acuerdo a los datos
presentados, se concluye que:
a) La Resolución 377/05 representa un aumento de las exigencias de la Resolución 279/98
(RCA) para DBO, DQO, AOX, Clorato, SST, Nitrógeno y Fósforo, a la vez que autorizan
descargas de compuestos no consideradas en la RCA tales como Sulfato, Cloruro y
Aluminio. Los valores máximos diarios para estos tres compuestos fueron establecidos
tomando como referencia el DS 90. Para Sulfato la Resolución 377/05 utilizó los valores de
las Tablas 1 y 3 del DS 90, correspondientes a ríos sin capacidad de dilución y lagos,
respectivamente. A su vez, en relación al Cloruro aplicó la Tabla 1 mientras que para
Aluminio la Tabla 3. En particular Sulfato, Aluminio, Cloruro y Manganeso son los
compuestos que el estudio de la Universidad Austral de Chile identificó como los causantes
del desastre. La Resolución 377/05 o no hace ninguna referencia al Manganeso.
b) El Recurso de Reposición presentado por CELCO en contra de la Resolución 377/05 pidió
aumentar las cargas diarias máximas de todos los compuestos. Destacan en especial el caso
de: i) Clorato, para el cual CELCO solicitó cargas diarias máximas 16 veces mayores a las de
la Resolución 377/05 e incluso el doble de las establecidas en la RCA; ii) Nitrógeno, para el
cual CELCO solicitó casi triplicar la carga diaria máxima de la Resolución 377/05, superando
incluso en un 30% el nivel de la RCA; y iii) Aluminio, para el cual CELCO pidió aumentar
en 5 veces la carga diaria máxima de la Resolución 377/05.
c) El Recurso de Reposición presentado por CELCO en contra de la Resolución 377/05 pidió
que la medición y fiscalización de los valores de las cargas diarias máximas a que se refiere el
punto anterior se realice sobre la base de un PROMEDIO ANUAL. CELCO propuso que los
valores de dicho promedio anual sean en su mayoría los mismos propuestos por COREMA X
como cargas diarias máximas en su Resolución 377/05, salvo en el caso de: i) Clorato, para el
cual CELCO pidió cargas promedio anuales que son un 100% más altas que las de la
Resolución 377/05; ii) Nitrógeno, para el cual CELCO solicitó aumentar las cargas diarias
máximas de la Resolución 377/05 en un 40%; y iii) Aluminio, para el cual CELCO pidió
aumentar en un100% las cargas diarias máximas de la Resolución 377/05.
d) La Resolución 461/05 de la COREMA X aumentó el valor de las cargas diarias máximas
para todos los parámetros considerados por la Resolución 377/05 acogiendo casi en su
totalidad lo solicitado por CELCO, salvo en el caso de: i) Clorato, mientras CELCO pidió
una carga diaria máxima de 1,6 ton/día, COREMA X aceptó que ésta sea de 1,2 ton/día,
flexibilizando la exigencia de 0,1 ton/día de la Resolución 377/05; ii) Nitrógeno, mientras
CELCO pidió una carga diaria máxima de 0,33 ton/día COREMA X aceptó un valor de 0,30
ton/día, rebajando la exigencia de 0,12 ton/día de la Resolución 377/05; y iii) Aluminio,
mientras CELCO pidió una carga diaria máxima de 0,30 ton/día COREMA X autorizó 0,12
ton/día rebajando la exigencia de 0,06 ton/día de la Resolución 377/05.
e) La Resolución 461/05 de la COREMA X aceptó que la medición y fiscalización de las cargas
diarias máximas se realice sobre la base de un PROMEDIO SEMESTRAL, acogiendo como
valores promedio los mismos que la Resolución 377/05 estableció como cargas máximas
diarias y propuestos como promedios anuales por CELCO, salvo en el caso de: i) Clorato, en
15
vez de las 0,20 ton/día promedio anual, COREMA autorizó 0,10 ton/día promedio semestral,
que es lo mismo que la Resolución 377/05 determinó como carga diaria máxima; ii)
Nitrógeno, en vez de 0,20 ton/día promedio anual, COREMA aceptó 0,12 ton/día promedio
semestral, que es lo mismo que la Resolución 377/05 determinó como carga diaria máxima;
iii) Aluminio, en vez de las 0,12 ton/día propuestas por CELCO como promedio anual, la
COREMA X determinó 0,06 ton/día como promedio semestral, que es lo mismo que la
Resolución 377/05 definió como carga diaria máxima; y iv) Sulfato, la COREMA X aceptó
aumentar las 40 ton/día como carga diaria máxima de la Resolución 377/05 a 50 ton/día
como promedio semestral, que es lo mismo que CELCO solicitó como promedio anual.
TABLA 1
PARÁMETROS AUTORIZADOS EN RILES DE PLANTA DE CELULOSA VALDIVIA POR COREMA X
(Res. Ex. 279/1998, Res. Ex. 377/05 y Res. Ex 461/05)
PARAMETROS
DQO
DBO
AOX
Clorato
SST
Nitrógeno Total
Fósforo Total
Color
Conductividad (uS/cm)
Sulfato
Cloruro
Aluminio
Manganeso
RESOLUCIÓN RESOLUCIÓN
279 DE 1998
377 DE 2005
RECURSO REPOSICIÓN
CELCO
CARGAS
CARGAS
DIARIAS en
DIARIAS
Ton/día a partir MÁXIMAS
de mg/L y
Ton/día
volumen de (Ref: DS 90/00)
RILES
CARGAS
BASE
DIARIAS PROMEDIO
MÁXIMAS
ANUAL
Ton/día
RESOLUCIÓN
461 DE 2005
CARGAS
DIARIAS
MÁXIMAS
Ton/día
(Ref: solicitud
CELCO)
BASE
PROMEDIO
SEMESTRAL
A
B
C
D
E
F
16,22
2,59
0,39
0,88
2,59
0,21
0,017
19,02
-
8,3
0,9
0,15
0,10
2,50
0,12
0,030
8,0
3.500
40,0
24,0
0,06
-
13,5
2,1
0,28
1,6
3,5
0,33
0,033
20,0
4.000
60,0
30,0
0,30
-
8,3
0,9
0,15
0,20
2,5
0,20
0,030
8,0
50,0
24,0
0,12
-
13,5
2,1
0,28
1,2
3,5
0,3
0,033
20,0
4.000
60,0
30,0
0,12
-
8,3
0,9
0,15
0,10
2,5
0,12
0,030
8,0
3.500
50,0
24,0
0,06
-
41. Del análisis anterior, podemos concluir que si la Resolución 377/05 ya era discutible debido
a que autorizó sin criterio técnico alguno –más aún, contraviniendo las principales
conclusiones científicas del estudio de la UACH– impactos administrativos que nunca fueron
evaluados, y además corresponden a los compuestos identificados como los causantes del
desastre, su modificación a través de la Resolución 461/05 es aún más cuestionable
técnicamente debido a que:
a) Flexibiliza las cargas diarias máximas de TODOS los compuestos regulados por la Resolución
377/05 en los RILES de la Planta, sin más otros criterio técnico que acoger lo solicitado por
CELCO. En la práctica ello significa que COREMA X ha autorizado a CELCO a descargar
volúmenes diarios de compuestos que en muchos casos sobrepasan los peaks vertidos desde
que la Planta comenzó a operar. Es decir, autoriza la ocurrencia de “eventos” que con alta
probabilidad han desempeñado un papel crítico en el estado actual del ecosistema.
16
b) Acepta que la medición de las cargas diarias máximas se realice en base a un PROMEDIO
SEMESTRAL, por lo que tales valores dejan de ser diarios y se convierten en valores
semestrales, sobre la base de una medición diaria, semanal o mensual, lo que aún no ha sido
aclarado. Nuevamente, la medición semestral de unos valores máximos diarios parece tener
como principal propósito regularizar la ocurrencia de “eventos” contaminantes resultantes de la
enorme variabilidad operacional demostrada por la Planta pero que en ningún caso pueden ser
considerados como aceptables por la autoridad ambiental, menos aún cuando se asocian
directamente al desastre ya ocurrido en el Santuario.
c) No establece ninguna relación entre las cargas diarias máximas de los compuestos y el caudal
del Río Cruces, con lo que permite niveles de contaminación en el Río Cruces y el Santuario
que con toda probabilidad incluso superarán los del primer trimestre del 2005, que son los más
altos ocurridos a la fecha.
42. EN CONCLUSION, la Resolución 461/05 de la COREMA X permite que el daño no sólo
continúe sino que se agrave, volviéndose por tanto dicha instancia legalmente responsable de
los efectos que tal daño tenga en el ecosistema y en la salud humana. Contrariamente a lo
sostenido por COREMA X en su Resolución 377/05 y 462/05 tales medidas adoptadas son
absolutamente contradictorias con las conclusiones e hipótesis del estudio de la UACH y con
el principio precautorio, según se expone en los dos puntos que siguen.
2.2.2 Resultados e hipótesis del estudio de la UACH
43. Como un medio tendiente a sustentar una mejor capacidad de decidir y resolver, la
CONAMA encargó a la UACH, en noviembre de 2004, el “Estudio sobre origen y mortalidad y
disminución poblacional de aves acuáticas en el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter
en la provincia de Valdivia”. La naturaleza de la investigación realizada por la UACH es única
en su clase: incluyó en forma paralela 13 proyectos de investigación en un periodo de 5 meses,
con campañas de terreno y análisis de laboratorio liderados por un equipo de 20 destacados
investigadores universitarios, todos los cuales son especialistas en sus respectivos campos. Los
objetivos principales del estudio de la UACH fueron: a) investigar la causa de la muerte de los
cisnes; b) investigar la composición física, química y biológica de las aguas del Santuario del Río
Cruces en las dimensiones temporal y espacial; y c) investigar el origen de los cambios
experimentados por el humedal (como sistema ecológico), que originaron la muerte ó migración
de los cisnes. Dada la magnitud de la información recolectada y analizada en el informe de la
UACH (539 páginas, 13 investigaciones de especialidades, 15 hipótesis analizadas y 9 Anexos) y
su relevancia en cuanto fundamento del presente Recurso, hemos considerado necesario exponer
las principales conclusiones de dicho estudio.
44. Las características geofísicas del Santuario del Río Cruces, un humedal, determinan que las
aguas provenientes del Río Cruces (entre otros afluentes), se extiendan sobre buena parte de la
superficie de terrenos que se hundieron durante el cataclismo del año 1960. Esta particularidad, es
decir, el aumento abrupto de la superficie sobre la cual el agua fluye, ha determinado que el
cuerpo de agua del Río Cruces y las sustancias que ella contiene, fluyan más lentamente a todo lo
largo del humedal, cambiando de este modo sustancialmente su comportamiento hidráulico
respecto del río, aguas arriba del Santuario.
17
45. Más aún, la conexión obligatoria de este sistema hidrológico con el cuerpo de aguas del
estuario del Río Valdivia –y por lo tanto una conexión con los regímenes oceánicos de mareas
diarios, mensuales y anuales– determina que el flujo de aguas en el Santuario (velocidad de
escurrimiento), no sea constante y dependa fuertemente de las mareas. Esto significa, por
ejemplo, que el aumento de la marea oceánica empuja el cuerpo de aguas del Río Valdivia y éste
a su vez aminora aún más el flujo de aguas en el Santuario, produciéndose, en ocasiones, la casi
detención del flujo de aguas en el humedal. Éste mecanismo geofísico ha permitido que por más
de cuarenta años el aporte de nutrientes al humedal, por un lado, y la eliminación de desechos
disueltos en el agua, por otro lado –los que finalmente se vierten en el Río Valdivia– hayan
alcanzado un estado estacionario el cual permitió el asentamiento de la flora y fauna que es
propio del Santuario del Río Cruces y, por lo cual éste fue declarado en 1981 un ecosistema único
e internacionalmente protegido por la Convención RAMSAR.
46. El establecimiento de este ecosistema originado por el cataclismo de 1960, se ha desarrollado
integrando la suma de las actividades humanas de la cuenca. Es decir, la agricultura, la ganadería,
la silvicultura y la vida de ciudades conectadas con el ecosistema (aguas cloacales), las que de
modo directo e indirecto han vertido al cuerpo de aguas del Santuario: nutrientes, plaguicidas y
materias sintéticas que son sustancias propias de cada actividad. Aún así, este ecosistema se ha
desarrollado tolerando la inclusión de muchas sustancias con potencial tóxico.
47. Lo anterior significa que la capacidad de utilización biológica de las sustancias vertidas al
humedal, integrada a la capacidad dinámica del cuerpo de aguas de arrastrar los nutrientes y
transportar los desechos hacia el Río Valdivia, ha permitido la diversidad de vida en el Santuario.
Esto ha ocurrido durante cuarenta años, periodo en el cual el Santuario ha estado sometido a
variaciones estacionales de radiación solar (en particular radiación ultravioleta), a la influencia del
“fenómeno del niño” sobre el régimen de lluvias, y al aumento sostenido de la actividad
antropogénica. En términos de ingeniería, el sistema ha sido tolerante a fallas.
48. La causa principal de la migración masiva de cisnes y de la muerte por inanición e
intoxicación de más de un 10% de la población original, se debió a la disminución abrupta de la
disponibilidad de su alimento principal, el luchecillo, así como al aumento episódico de metales
pesados como Hierro y Aluminio en los sedimentos. Esto último ha quedado documentado en el
estudio de la UACH a partir de análisis estratigráfico de los sedimentos. El aumento episódico de
los metales pesados está en el origen de la intoxicación del luchecillo y en la posterior
disminución de la densidad poblacional de los cisnes, así como en la intoxicación con Hierro
observada en órganos de los individuos que murieron en el Santuario. Estas observaciones son el
fundamento biológico del cataclismo ecológico que afectó a este ecosistema protegido. Las
recientes fluctuaciones poblacionales en el número de cisnes presentan un patrón completamente
diferente de aquellas ocurridas de manera natural durante más de cuarenta años.
49. El único factor antropogénico “nuevo” a estudiar en el periodo en que se produjo el desastre
ecológico en el Santuario fue el proceso industrial de fabricación de celulosa, que entró en
operaciones en febrero de 2004. Esto llevó al equipo de científicos de la UACH a analizar la
calidad de los efluentes vertidos por la industria CELCO. El análisis que hace el estudio de la
UACH de la calidad del agua en todos sus parámetros fisicoquímicos en varios lugares en la
cuenca del Santuario, aguas arriba y aguas abajo de la descarga de la Planta de CELCO (con
18
datos propios y de aquellos publicados por la empresa), indican que si bien dicha industria ha
vertido al Santuario sustancias autorizadas por la RCA de 1998, se constata también que la Planta
de CELCO ha vertido sustancias no autorizadas al Río Cruces. Esta observación experimental
está en la base de los sucesivos reclamos ante la autoridad ambiental realizadas por los
ciudadanos de Valdivia, como las que se exponen en otras secciones del presente Recurso.
50. El impacto de la Planta de CELCO en el Santuario, asociado a la composición fisicoquímica
de sus RILES, sólo puede ser determinado correctamente si se considera al mismo tiempo la
capacidad del cuerpo de agua receptor de transportar material particulado y en solución. Dicha
capacidad está a su vez está relacionada con las propiedades geofísicas e hidrológicas del
Santuario instauradas en el cataclismo de 1960. Claramente, la deposición en los sedimentos de
sustancias no autorizadas y autorizadas vertidas por la Planta de CELCO –como son el Hierro, el
Aluminio y AOX, entre otros– demuestran que la masa (cargas o kilogramos) de tales sustancias
en solución y particuladas sobrepasan la capacidad física del Santuario para transportarlas hacia el
Río Valdivia. Esto es, “se habría superado rápidamente la capacidad de carga del ecosistema
estuarial”. Esto implica que el régimen hidrodinámico de flujos de la cuenca, por un lado, y
la magnitud de las descargas diarias realizadas por la Planta de CELCO, por el otro, son
incompatibles con la conservación del Santuario. Se concluye así que existe una limitación
estructural de base.
51. Esta última conclusión nos lleva al problema de fondo que explica el desastre ambiental
ocurrido. Esto es, LA AUSENCIA DE UN MODELO ANALÍTICO DE LA DINÁMICA
SISTÉMICA DEL SANTUARIO DEL RÍO CRUCES QUE CONTEMPLE LAS
DIMENSIONES BIOLÓGICAS, FÍSICAS, QUÍMICAS, POR UN LADO, A LA VEZ
QUE LA ACTIVIDAD HUMANA YA SEA EN SUS ASPECTOS PRODUCTIVOS
COMO SOCIALES. En este sentido, el informe de la UACH es la base empírica de un
instrumento de trabajo orientado a dicho modelamiento. La misión RAMSAR que visitó el área
del Santuario y la Planta de CELCO durante marzo del presente año, apunta en el tono y en el
fondo de su análisis a que la ausencia de un modelo de trabajo que permita comprender la
dinámica del ecosistema está en el origen del desastre, como también la incapacidad de las partes
involucradas para asumir las responsabilidades que les competen.
2.2.3 Impactos y riesgos a la salud
52. Es ampliamente sabido que las plantas de celulosa son una de las principales fuentes de
producción de Poli-Cloro-Dibenzo-Dioxinas (PCDD) y Poli-Cloro-Dibenzo-Furanos (PCDF), y
fenoles policlorados, compuestos altamente persistentes, tóxicos y peligrosos para la salud
humana, que forman parte de los denominados AOX (Compuestos Orgánicos Halogenados
Adsorbibles). La proporción de dioxinas y furanos liberados al ambiente por las emisiones de
plantas de celulosa depende de varios factores, siendo los más relevantes el método de blanqueo
utilizado y los sistemas de tratamiento de residuos que se apliquen. En el caso de la Planta de
CELCO el método de blanqueo consiste en la utilización de dióxido de cloro (ClO2), el que
comenzó a ser usado a fines de los años 90 en plantas de celulosa de muchos lugares del mundo,
reemplazando al cloro elemental (Cl).
19
53. En comparación con los niveles de PCDD/PCDF generados cuando se usa cloro elemental, es
sabido que si bien el dióxido de cloro es capaz de reducir en hasta un 90% la emisión de estas
sustancias no los elimina por completo. El grado de impureza del dióxido de cloro empleado
(presencia de cloro elemental) es uno de los principales factores que determinan el grado de
reducción de dioxinas y furanos que es posible alcanzar en la producción de pulpa blanqueada a
través de este método.
54. De acuerdo al PNUD (2005), las fuentes de emisión de dioxinas desde plantas de celulosa son:
i) hacia el aire, a través de la quema de lignito y de licor negro para producir energía; ii) hacia el
agua, en el proceso de blanqueo con cloro y/o dióxido de cloro, medio que concentra en promedio
el 67% del total de dioxinas emitidas; iii) a través de los lodos, tanto los que se aplican en tierra,
como los que se incineran o se disponen en vertederos; y iv) a través de los productos, ya sea la
misma pulpa blanqueada e incluso el papel y demás productos finales.
55. De acuerdo a los factores de emisión de dioxinas presentados en la Tabla 2 –basada en un
inventario de dioxinas y furanos realizado por el PNUD– podemos estimar que, considerando el
uso de dióxido de cloro como método de blanqueo, la Planta de CELCO produce del orden de: 105
ug/día de dioxinas provenientes de la quema de licor negro, 300 ug/día provenientes de la quema
de lodos, madera y corteza, 154.000.000 pg/día descargadas al agua y 300 ug/día depositadas en los
lodos que van al relleno de lodos. Es decir, la Planta de CELCO emite al ambiente, incluyendo
aire, agua y suelos, un total aproximado de 859.000.000 pg/día de dioxinas, considerando una
producción promedio diaria de 1.500 toneladas de pulpa seca y 77 millones de litros de
RILES por día. Los consultores de la Comisión RAMSAR han concluido en su informe final que
se desconoce el grado de impureza del dióxido de cloro empleado por la Planta, por lo que podría
estar ingresando al proceso una proporción de cloro elemental, lo que representa un “alto riesgo de
producción de dioxinas, furanos y fenoles policlorados”. Sobre la base de esta conclusión y con
fines comparativos, si aplicamos a la Planta de CELCO el factor de emisión para procesos que
combinan dióxido de cloro y cloro elemental, presentado en la Tabla 2, tenemos que el total
de dioxinas emitidas diariamente por dicha industria se podría elevar a 4.435.000.000 pg/día,
para una producción promedio de 1.500 toneladas diarias de pulpa seca 77 millones de litros
de RILES por día.
Tabla 2: Factores de emisión de dioxinas para plantas de celulosa
(dióxido de cloro / dióxido de cloro + cloro elemental)
Factores de Emisión
Fuentes de Emisión
Emisión al aire: calderas licor negro
0.07 ug EQT/ADt
Emisión al aire: calderas lodo + madera y corteza
0.2 ugEQT/ADt
Método dióxido de cloro + cloro elemental
Emisión al agua
1 ugEQT/ ADt o 15 pg/L
Emisión a los lodos
1.5ugEQT/ ADt
Método sólo dióxido de cloro
Emisión al agua ClO2
0.06ugEQT/ ADt o 2 pg/L
Emisión a los lodos
0.2ugEQT/ADt
56. Las recomendaciones internacionales señalan que un funcionamiento adecuado y eficiente del
proceso de producción de pulpa blanqueada kraft con el método de dióxido de cloro, en orden a
minimizar la emisión de dioxinas, debiera descargar entre 15 a 20 m3/ton de aguas residuales. La
20
Planta de CELCO realiza una descarga, en las mejores condiciones, de 40 m3/t de aguas
residuales. Asimismo, de acuerdo a los estándares internacionales recomendados, el factor de
emisión de dioxinas aceptable para plantas de celulosa con dióxido de cloro es de 60 ng/ADt si
las emisiones se realizan directamente al ambiente y NIVELES NO DETECTABLES en los
efluentes, para el caso de plantas con sistemas de tratamiento de RILES.
57. Hacemos notar a Usted que en el caso de la Planta de CELCO no se conoce a la fecha
ningún estudio o monitoreo oficial de los niveles de emisión de dioxinas que dicha industria
genera a través de sus distintas fuentes al aire, agua y suelos. CELCO sólo ha informado a través
de la prensa de una medición, cuya metodología se desconoce, y sobre la cual se basa para
afirmar que los efluentes de la Planta contienen alrededor de 2pg/L de dioxinas. Insistimos en
que, de acuerdo a la tecnología utilizada y a los estudios científicos disponibles, lo
recomendable es que NO SE DETECTE NIVEL ALGUNO EN EL AGUA.
58. Las posibles fuentes de ingesta humana de dioxinas son: a) a través de la inhalación, b) a
través de la ingestión desde el suelo contaminado, c) por contacto directo y absorción cutánea, y,
la más relevante, d) por consumo de alimentos contaminados de origen animal. La Organización
Mundial de la Salud (OMS) ha establecido como un nivel seguro de ingesta de dioxinas entre 1 a
4 pgTEQ por kilo de peso. Sin embargo, la misma OMS advierte que ya a partir de los 2 a 6
pg/kg se observan efectos sutiles que indican alteraciones del organismo. Por ello
recomienda reducir la exposición al menor nivel posible.
59. Entre los distintos tipos de dioxinas y furanos existe un grupo particularmente peligroso
denominados Poli-Cloro-Dibenzo-Dioxinas (PCDD) y Poli-Cloro-Dibenzo-Furanos
(PCDF), que suman en total 34 compuestos diferentes cuya característica común es la de ser
clorosustituidos. Dentro de este grupo especialmente peligroso, el más tóxico es la 2.3.7.8. TetraCloro-Dibenzo-Dioxina (TCDD), considerada un cancerígeno Clase 1 por el Centro Internacional
de Investigación sobre Cáncer. Los compuestos clorosustituidos –PCDD y PCDF– resisten los
ataques químicos, físicos y biológicos. A su vez, tienen escasa solubilidad, por lo que
PRÁCTICAMENTE NO SON IDENTIFICABLES EN EL AGUA. Una vez emitidos al
ambiente se adsorben firmemente sobre microalgas y sedimentos, acumulándose en
cantidades crecientes y siendo difícilmente removidos. Tienen la capacidad de mantenerse
por años en los suelos y sedimentos contaminados, desde donde pasan a la cadena
alimentaria a través de los invertebrados inferiores, peces, animales mayores y el ser humano.
SE CALCULA QUE EL FACTOR DE BIOACUMILACION ES ENTRE 5.000 Y 10.000
VECES. Especial relevancia tiene la bioacumulación en las madres que dan lactancia: LA
BIOACUMULACIÓN EN LA LECHE DE MADRES QUE ESTÁN EXPUESTAS A UN
NIVEL DE INGESTA NORMAL EXPONE A LOS LACTANTES A NIVELES HASTA
70 VECES SUPERIORES.
60. En países industrializados como Alemania, existen desde 1993 normas para el monitoreo
estricto de dioxinas en el agua, en la leche para consumo humano y en los suelos usados para
pastoreo. Estas normas tienen por propósito proteger preventivamente la salud humana y el
medio ambiente, y especifican procedimientos y métodos detallados para medir los niveles de
dioxinas permitidos. Las medidas preventivas abarcan estrictas regulaciones para los alimentos y
su comercialización. Asimismo, en países como Canadá existen programas para el monitoreo de
21
dioxinas asociadas a plantas de celulosa, como el que se realiza en British Columbia desde 1996.
Este programa considera la medición continua de dioxinas de acuerdo a su nivel de toxicidad,
utilizando para ello métodos de seguimiento basados en el análisis de efectos observados en
peces, invertebrados y plantas. Los monitoreos se realizan para ciclos de vida de 3-4 años, en los
cuales se miden variables como tamaño de las gónadas, hígado, relación peso/talla, en peces,
número de especies, niveles de dioxinas y furanos en peces, estado del hábitat, número y
diversidad de invertebrados inferiores, y efectos subletales en peces, invertebrados y plantas.
61. EN CONCLUSION, sostenemos que:
a) Existen antecedentes y fundamentos sólidos suficientes para afirmar que LA PLANTA
DE CELCO ES UNA FUENTE DE PRODUCCIÓN DE DIOXINAS Y FURANOS,
contrariamente a lo sostenido públicamente por el Intendente de la Región X, y Presidente de la
COREMA X, y por CELCO.
b) Los Informes Trimestrales de Monitoreo realizados por CELCO, así como el estudio de la
UACH, muestran una aumento en más de 20 veces en el nivel de AOX en aguas y sedimentos
del Santuario, aguas abajo de la Planta, lo que es indicativo del nivel de acumulación de estos
compuestos –que incluyen dioxinas y furanos– al que está expuesto el entorno de dicha
industria.
c) La dinámica estuarial del Santuario del Río Cruces, y el patrón de acumulación de
metales pesados en sus sedimentos estudiado por la UACH, DEBE SER
CONSIDERADO COMO EL PRINCIPAL FACTOR DE RIESGO RELACIONADO
CON LA PRESENCIA Y ACUMULACION DE DIOXINAS EN EL ENTORNO DE
LA PLANTA DE CELCO.
d) A la fecha no se cuenta con ningún análisis serio y completo de medición de dioxinas en
las distintas fuentes de emisión de la Planta de CELCO, salvo la información divulgada por
la prensa cuya metodología y alcances se desconocen. Por lo demás, dicho estudio estaría
referido al nivel de dioxinas en el efluente de la Planta, siendo que las más peligrosas de estas
sustancias –PCDD y PCDF– NO SON IDENTIFICABLES EN EL AGUA.
e) Por lo anterior, se requieren estudios y monitoreos específicos que midan permanentemente la
concentración de dioxinas en sedimentos y suelos expuestos a las emisiones de la Planta de
CELCO, así como seguimiento en especies indicadoras tales como peces e invertebrados que
vivan en el Santuario. Sin estos monitoreos NO PUEDEN LAS AUTORIDADES
AFIRMAR BAJO NUNGUN PUNTO DE VISTA QUE EL RIESGO A LA SALUD
ESTA CONTROLADO O NO EXISTE.
2.3 FUNDAMENTOS ÉTICOS
2.3.1 Implicancias éticas de las Resoluciones 377/05 y 461/05
62. La autorización administrativa de impactos ambientales no evaluados, derivados de los RILES
de la Planta de CELCO, a través de las Resoluciones 377/05 y 461/05 de la COREMA X, podría
tener, de no corregirse, importantes implicancias éticas además de aquéllas de naturaleza jurídica ya
señaladas. A partir de dicho precedente cualquier nuevo proyecto podría operar por simple
aplicación administrativa ex–post de las normas vigentes sin necesidad de someterse al SEIA, aún
cuando el Artículo 10 de la Ley de Bases y el Reglamento del SEIA así lo exijan.
22
63. Lo anterior implica en los hechos la relativización del SEIA en cuanto a la legitimidad técnica,
legal y social de sus instrumentos, en particular, los EIA. En efecto, resulta difícil imaginar cómo
será posible para las autoridades ambientales, y en particular para la propia COREMA X, sostener
la exigencia de realizar un EIA, existiendo la alternativa –como ha ocurrido con la Planta de
CELCO– de declarar sólo parcialmente los impactos y, más tarde, solicitar su “blanqueo” por la vía
administrativa. Así, siguiendo el ejemplo de la Planta de CELCO, cuando los proponentes
consideren que las normas no son lo suficientemente flexibles podrán, apelando a la igualdad de
derechos ante la ley y a los principios de imparcialidad y transparencia, solicitar la rebaja de las
exigencias establecidas en las normas ambientales a fin de que se satisfagan sus requerimientos
particulares.
64. También existen evidentes implicancias éticas al aceptar la COREMA X, a través de las
Resoluciones recurridas, el argumento sostenido por CELCO en su Recurso de Reposición en el
sentido de que es un error “atribuir el carácter de verdad jurídica a una hipótesis científica,
extraer de ella conclusiones definitivas y elaborar a partir de éstas un conjunto de medidas que
afectan la esencia de los derechos de CELCO. La Resolución, entonces, descansa en un error
que tiene una doble naturaleza, jurídica y científica”. Sostenemos que toda la institucionalidad
ambiental de Chile, incluyendo la Ley 19.300 y sus instrumentos, y en particular el SEIA, se
sustenta en criterios y procedimientos de naturaleza eminentemente técnica y científica. Es
así como, los EIA y DIA, por ejemplo, son ejercicios de tipo científico-técnico que, sobre la base
del mejor conocimiento disponible y dentro del marco normativo vigente, buscan identificar,
proyectar y calificar impactos ambientales futuros. Lo mismo ocurre en el caso de las normas
ambientales, cuyos fundamentos, procedimientos y métodos se sostienen en asuntos estrictamente
técnicos y científicamente probados.
65. Al igual que el conocimiento científico y técnico en general, todos los instrumentos legales
que forman parte de la institucionalidad ambiental de Chile operan con un margen de
incertidumbre que es inevitable al desarrollo y evolución del conocimiento sobre el que deben
sustentar sus procedimientos. Es por ello que, más que pretender la ciencia obtener respuestas
definitivas y verdades incuestionables sobre los mecanismos que explican la realidad, aspira a
obtener las mejores explicaciones disponibles sobre la base de aquello que tiene la mayor
probabilidad de ocurrir. Sin embargo, esta limitación inherente a la naturaleza del
conocimiento científico no puede invocarse por las autoridades ambientales de Chile como
un impedimento para tomar las medidas a las que están obligadas con el objeto de cautelar
preventivamente la ocurrencia de impactos negativos sobre el medio ambiente y, en
especial, sobre la salud humana.
66. Fundamentamos lo anterior en el Principio Precautorio contemplado en los Convenios de
Diversidad Biológica y de Estocolmo sobre la Eliminación de Compuestos Orgánicos
Persistentes, ambos suscritos por el Gobierno de Chile y ratificados por el Congreso Nacional.
Este principio ha sido acuñado por la comunidad internacional precisamente para promover la
toma de medidas frente a situaciones críticas complejas, ante las que no se cuenta con toda la
información científica posible, sino con la mejor evidencia científica que ha sido posible obtener
con tiempos y recursos limitados. Su génesis reside en el estudio de una larga serie de casos en
los cuales la industria evitó tomar medidas argumentando la falta de “certeza científica”. Esto
condujo a una situación en que, cuando el problema ya era evidente e incuestionable, el nivel de
23
daño ya producido era tan alto que las medidas a aplicar resultaban significativamente más
dificultosas y caras que en una etapa más temprana3. El Principio Precautorio sostiene que:
“Cuando exista una amenaza de reducción o pérdida sustancial de la diversidad biológica no
debe alegarse la falta de pruebas científicas inequívocas como razón para aplazar las medidas
encaminadas a evitar o reducir al mínimo esa amenaza” (Considerando Noveno, Preámbulo
del Convenio de Diversidad Biológica). En vista de lo sustantivo de la evidencia presentada por el
estudio de la UACH, y más allá de eventuales observaciones puntuales que pudieran hacérsele, es
evidente que tal información es suficiente como para invocar y aplicar, en este caso, el Principio
Precautorio a que el país se ha comprometido ante la comunidad internacional.
67. Por todo lo anterior sostenemos que es una obligación ética de las autoridades
ambientales del país, y en este caso de la COREMA X y de la CONAMA, aplicar medidas
inmediatas que prevengan de forma efectiva el daño futuro en el Santuario del Río Cruces
y los riesgos asociados a la salud humana que se desprenden de las conclusiones e hipótesis
del estudio de la UACH, el cual vincula claramente tal daño y riesgos con los RILES
descargados por la Planta de CELCO. Consideramos que ni la Resolución 377/05 ni las
Resoluciones 461/05 y 462/05 cumplen con esta obligación ética.
3. VICIOS DE PROCEDIMIENTO
68. Desde el punto de vista de los recurrentes, el proceso administrativo del cual el presente
Recurso Jerárquico forma parte, ha adolecido de una serie de vicios en términos de plazos,
garantías del procedimiento y respeto a sus principios, según lo establecido en la Ley 19.880 y la
Constitución de la República, los que a continuación se enumeran:
a) En relación a los plazos, y según consta en los “vistos” de la Resolución 462/05, que se
pronuncia sobre el Recurso de Reposición interpuesto por 12 ciudadanos de Valdivia en
contra de la Resolución 377/05, tal Recurso fue presentado con fecha 10 de junio de 2005.
Los recurrentes fueron recién notificados de la admisión a trámite del Recurso por medio de
una carta certificada fechada 35 días hábiles más tarde de la presentación, con la respectiva
Resolución Exenta 445 del 15 de julio de 2005 de la COREMA X. Hacemos notar a Usted
que la Resolución 445/05 es una actuación de mero trámite y no un pronunciamiento de
fondo, motivo por el cual debió haberse dictado dentro del plazo de 48 horas desde la
recepción del Recurso de Reposición, según señala el Artículo 24 de la Ley 19.880. La
COREMA X admitió así a trámite la el Recurso de Reposición casi en el mismo momento en
que finalizó el plazo para su resolución definitiva.
b) En relación a las garantías del procedimiento administrativo, la Ley 19.880 señala que
quienes presenten Recursos de Reposición deben ser informados de manera oportuna y
efectiva por la autoridad administrativa correspondiente sobre los demás recursos y
antecedentes vinculados al proceso. Al respecto cabe señalar que los recurrentes no han
recibido a la fecha antecedente complementario alguno relacionado al proceso administrativo,
como son, por ejemplo, el Recurso de Reposición presentado por CELCO y la Resolución
461/05 que se pronuncia sobre éste.
3
Un ejemplo claro de esto fue el caso de los clorofluorocarbonos (CFCs) y su daño a la capa de ozono (19751983).
24
c) En relación a los principios consagrados por la Ley 19.880, y en particular el principio de
imparcialidad al que se refiere su Artículo 11, los recurrentes informamos a Usted que la
COREMA X no respondió a nuestra petición de exponer presencialmente los contenidos y
fundamentos del Recurso de Reposición. Tal petición fue hecha llegar al Presidente de la
COREMA X por distintos medios y, en particular, por carta certificada del 18 de julio de
2005 respecto de la cual a la fecha no hemos obtenido respuesta. Hacemos notar que, en
cambio, la COREMA X sí recibió a representantes de CELCO en su sesión del 13 de julio de
2005 dándoles la oportunidad de presentar la posición y fundamentos de su Recurso de
Reposición. Hacemos notar además que se escuchó la posición de CELCO antes de resolver
sobre la admisibilidad del Recurso de Reposición presentado por la parte contraria. Esta
actuación contradice además el Artículos 19 No. 3 de la Constitución Política de la
República. Constatamos, por tanto, que el proceso adoleció de discriminación al no
entregarse a ambas partes condiciones de igualdad para la presentación de su posición y
antecedentes ante la instancia administrativa contra la cual recurrimos.
4. PETICIONES
69. Sobre la base de todos los antecedentes, fundamentos y vicios de procedimiento antes
presentados, exponemos a Usted las siguientes peticiones que de ellos se derivan:
a) En relación a las cargas autorizadas para los parámetros Sulfatos, Cloruros y Aluminio
autorizados para los RILES de la Planta de CELCO, a las que se refieren las
Resoluciones 377/05 y 461/05, solicitamos aplicar las recomendaciones del COFValdivia, basadas en los resultados de todos los antecedentes técnicos y científicos
disponibles por los servicios públicos competentes, en el sentido de exigir a CELCO la
realización de un nuevo EIA para evaluar detalladamente los impactos que tales
compuestos han generado y podrían seguir generando en el Río Cruces y el Santuario.
Mientras dicho EIA no se realice solicitamos se revoque toda autorización para que la
Planta de CELCO continúe descargando los mencionados compuestos en el Río Cruces
por ser tal medida ilegal según se ha expuesto y fundamentado en este Recurso, y más
aún, arbitraria y falta de transparencia en la manera en que se resuelve en la Resolución
461/05, cuyo único criterio conocido es haber acogido lo solicitado por CELCO.
b) Respecto al Manganeso, compuesto que tampoco fue declarado en los RILES de la
Planta, y que según el estudio de la UACH ha desempeñado un papel relevante en el
desastre del Santuario, en particular por haber sido encontrado en altas concentraciones
en el luchecillo y los órganos de cisnes analizados, solicitamos sea igualmente incluido
en el EIA exigido a CELCO y estudiados rigurosamente sus posibles impactos. Mientras
tal EIA no se realice solicitamos asimismo que su descarga en los RILES de la Planta sea
“cero”.
c) En relación a los demás compuestos a los que se refieren las Resoluciones 377/05 y
461/05 de COREMA X solicitamos restituir las cargas diarias máximas de la primera
para todos ellos, dejando sin efecto la flexibilización de estos valores que se estableció en
la segunda. Asimismo, solicitamos eliminar de la Resolución 461/05 la base de medición
semestral para las cargas diarias máximas definidas, manteniendo sólo las cargas diarias
máximas.
25
d) En cuanto a lo señalado en la Resolución 461/05, respecto a que el monitoreo de las
cargas diarias máximas establecidas en ella se realizará por medio de una medición
trimestral, sostenemos que tal procedimiento es contradictorio con la naturaleza de la
unidad temporal con la cual se formulan los parámetros. Por tanto, solicitamos que las
cargas diarias máximas a las que se refiere la letra c) anterior sean monitoreadas en base a
mediciones compuestas continuas de 24 horas con una frecuencia diaria o, a lo sumo,
semanal.
e) Respecto a lo señalado por COREMA X en su Resolución 377/05, en el sentido de
considerar como un aspecto operacional aceptable la posible ocurrencia de “eventos” y
accidentes en el sistema de tratamiento de los RILES de la Planta de CELCO, los que se
reflejarían en indicadores a monitorear, tales como el “arrastre de licor negro”,
solicitamos revocar esta y cualquier otra autorización explícita o implícita a que dicha
industria continúe generando graves impactos ambientales negativos en el Santuario del
Río Cruces.
f) En relación a las consideraciones relativas a la “marcha blanca” de la Planta Valdivia y a
la excepcionalidad que tal situación pueda plantear en relación al estricto cumplimiento
de las condiciones de operación que dicha industria está legalmente obligada a cumplir,
solicitamos reiterar y ratificar lo establecido en la Resolución de COREMA X del 24 de
mayo de 2004 en la que textualmente señala que: “La puesta en marcha de la planta,
para su “calibración” como marcha blanca, no fue planteado en la evaluación
ambiental. Si tal situación constituye una realidad tan conocida (...) es una clara
omisión del titular en el proceso de evaluación. No se puede argumentar, ante tal
situación, que es un impacto no previsto al momento del proceso de evaluación, en
consideración a la experiencia que el titular y las empresas asesoras tienen respecto en
el diseño de las plantas de celulosa”.
g) En el mismo sentido, solicitamos restituir por completo el espíritu preventivo
original con que la RCA aprobó la Planta Valdivia en 1998 dando estricto
cumplimiento, reiterando, actualizando y ampliando si fuera necesario, todas las
consideraciones y criterios referidos a la prevención de impactos en el Santuario del
Río Cruces, en particular aquellas que señalan que:
- “Durante la evaluación ambiental se analizaron los siguientes potenciales
impactos ambientales sobre el humedal: la reducción de oxígeno disuelto en
el río, los efectos tóxicos crónicos o agudos sobre la biota, la eventual
barrera térmica para el desplazamiento y aceleración de procesos naturales,
el aumento trófico del humedal (...) los cuales demuestran que el proyecto se
hará cargo apropiadamente de los efectos, características y/o circunstancias
que pudieran afectar al Santuario de la Naturaleza”.
- “El titular del proyecto deberá continuar con los monitoreos, análisis y
estudios de los componentes principales que determinan la calidad y demás
características del humedal, entre ellas, el de comunidades biológicas, en el
período comprendido entre la dictación de la presente resolución y la
construcción de la Planta, y etapas posteriores”.
- “En el caso de ser necesario, esta Comisión podrá establecer condiciones o
medidas adicionales de manera de evitar posibles impactos sobre el Río
Cruces”.
26
“El efluente (de la Planta) no generará efecto perceptible alguno sobre el
Santuario de la Naturaleza en relación a (…) la reducción de oxígeno disuelto
en el río, los efectos tóxicos crónicos o agudos sobre la biota, la eventual
barrera térmica para el desplazamiento y aceleración de procesos naturales y
el aumento trófico del humedal”.
En relación a la clasificación de la calidad del agua del Río Cruces como “excepcional”,
aún a pesar de los drásticos y evidentes impactos negativos derivados de la operación de
la Planta de CELCO, solicitamos a la CONAMA y a COREMA X aplicar con
rigurosidad la normativa vigente sobre el tema, manteniendo en su calidad de
referenciales las normas genéricas sobre las que dicha clasificación se sustenta. A la vez,
solicitamos en lo sucesivo eliminar las conclusiones del consultor Zaror que, sobre la
base de guías y normas referenciales, a partir de la cual concluye que los RILES de la
Planta Valdivia no han producido impactos ambientales significativos en el Santuario del
Río Cruces. Finalmente, solicitamos se considere la particular dinámica del ecosistema
del Río Cruces y el Santuario del Río Cruces, en su calidad de estuario y humedal con
características de marisma, como fundamento esencial y básico del proceso de
elaboración de la Norma de Calidad Secundaria correspondiente y según ha quedado
plenamente establecido en las conclusiones del estudio de la UACH.
Con respecto a las conclusiones e hipótesis del estudio de la UACH, solicitamos a
CONAMA y a COREMA X nos informe y haga públicos a la brevedad y a través de un
documento formal, todos los reparos y observaciones que estos organismos públicos
tienen sobre tal estudio.
En relación a los riesgos a la salud derivados de la presencia de dioxinas y furanos
descargados en las emisiones de la Planta de CELCO, y dado que en Chile no existen
normas que las regulen ni laboratorios certificados para medirlas, solicitamos que se
implementen a la brevedad monitoreos detallados y permanentes para la medición y
seguimiento de dioxinas y furanos en los sedimentos y suelos expuestos a las emisiones
de la Planta de CELCO, así como seguimiento en especies indicadoras tales como peces e
invertebrados que vivan en el Santuario.
Respecto de las implicancias éticas de las Resoluciones 377/05 y 461/05, solicitamos a
CONAMA y a COREMA X aplicar el principio precautorio consagrado en las leyes
chilenas a través de los respectivos convenios internacionales suscritos. En caso de
denegar esta petición, solicitamos a Usted nos informe con detalle los fundamentos
jurídicos y la jurisprudencia que respalden tal decisión.
Finalmente, en relación a los vicios de procedimiento enumerados en el punto 3,
solicitamos repararlos en lo sucesivo y, en particular, la falta de imparcialidad de que ha
adolecido el proceso. Por ello, solicitamos se cite a los recurrentes a presentar su posición
y fundamentos ante el Consejo de Ministros de la CONAMA, en condiciones de igualdad
respecto de la presentación ya realizada por CELCO ante la COREMA X.
-
h)
i)
j)
k)
l)
27
Descargar