A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 18 de marzo de 2009, habiéndose dispuesto en el establecido, Acuerdo 2078, de que conformidad deberá con observarse lo el siguiente orden de votación: doctores de Lázzari, Negri, Kogan, Genoud, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva en la causa C. 98.569, "S. , G. C. contra L.T. , J.A. . Divorcio contradictorio". A N T E C E D E N T E S El Tribunal de Familia Nº 2 del Departamento Judicial de San Martín hizo lugar a la pretensión deducida por la actora S. contra el accionado L. T. sobre divorcio y, en consecuencia, decretó disuelto el vínculo habido entre ambos por culpa del último citado, a quien encontró incurso en la causal de injurias graves (arts. 202 incs. 4, 214 inc. 1, 217, 218 y concs. del Código Civil; 375, 384, 456 y concs. Asimismo del rechazó Código la Procesal reconvención Civil y Comercial). incoada, y declaró disuelta la sociedad conyugal con efecto retroactivo a la fecha de notificación de la demanda (v. fs. 196/207 vta.). Se interpusieron, por la parte demandada reconviniente, sendos recursos extraordinarios de nulidad e inaplicabilidad de ley. Oído el señor Subprocurador General, dictada la providencia de autos y encontrándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte resolvió plantear y votar las siguientes C U E S T I O N E S 1ª. ¿Es fundado el recurso extraordinario de nulidad? En caso negativo: 2ª. ¿Lo es el de inaplicabilidad de ley? V O T A C I O N A la primera cuestión planteada, el señor Juez doctor de Lázzari dijo: 1. El Tribunal de Familia Nº 2 del Departamento Judicial de San Martín acogió la pretensión incoada por la actora G. C. S. contra el accionado J. A. L. T. sobre divorcio y, por tanto, decretó disuelto el vínculo habido entre ambos por culpa de este último, a quien encontró incurso en la causal de injurias graves (arts. 202 incs. 4, 214 inc. 1, 217, 218 y concs. del Código Civil; 375, 384, 456 y concs. del Código Procesal Civil y Comercial). También desestimó la reconvención impetrada por divorcio, y declaró disuelta la sociedad conyugal con efecto retroactivo a la fecha de notificación de la demanda (v. fs. 196/207 vta.). 2. Esta decisión resulta impugnada por el demandado reconviniente, por derecho propio, mediante recurso extraordinario de nulidad. Denuncia la violación de lo dispuesto por los arts. 168 de la Constitución provincial; 34 inc. 4, 849 inc. 3 y 850 inc. 4 del Código Procesal Civil y Comercial; 202 inc. 4 del Código Civil y al principio de congruencia (v. fs. 213 vta.). 3. En coincidencia con lo dictaminado por el señor Subprocurador General, opino que que los este recurso no puede prosperar. a. Sabido es cuestionamientos vinculados con la transgresión al principio de congruencia y con la denuncia de absurdo y arbitrariedad no constituyen tópicos que admitan el recurso de nulidad extraordinario sino que deben ser planteados por la vía del recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley toda vez que las posibles alegaciones vinculadas con presuntos errores de juzgamiento son típicas de este último (conf. Ac. 79.592, sent. del 24-IX-2003; C. 87.737, sent. del 18-VII-2007). De allí que no puedan atenderse los agravios expuestos a fs. 215/222 vta., en los cuales el recurrente se refiere a la valoración de la prueba efectuada por el tribunal actuante, y a la las acreditación de injurias invocadas tanto por la actora como por el propio demandado (conf. art. 298, C.P.C.C.). b. La misma suerte que los planteos anteriores deberá correr el vinculado con la pretendida omisión de cuestiones esenciales. En efecto, le achaca al fallo tanto la falta de consideración del hecho nuevo denunciado por su parte a fs. 190/193, atento a que se procedió inmediatamente al llamamiento de autos para sentencia, como la circunstancia de que el cambio de cerradura del domicilio conyugal constituye injuria grave, tal como se alegara en el escrito de reconvención (v. fs. 223/vta.). Coincido con lo aconsejado por el Ministerio Público a fs. 254, en cuanto a que el primer tópico se relaciona con cuestiones procesales previas a la sentencia, siendo por tal motivo ajeno al medio de impugnación intentado (conf. Ac. 82.809, I. del 11-IX-2002; Ac. 87.059, I. del 14-V-2003; C. 86.134, sent. del 22-XI-2006; entre otras), y que el segundo resultó tratado expresamente por el tribunal reputarlo (v. fs. acreditado 198 para vta. ser y 203 vta.), considerado pero como sin hecho injurioso, desestimándolo por tal motivo (v. fs. 205 vta.; conf. C. 96.509, sent. del 6-VI-2007; C. 86.273, sent. del 26-IX-2007). 4. En consecuencia, no habiéndose acreditado la infracción constitucional endilgada a la sentencia criticada (conf. art. 298, C.P.C.C.), doy mi voto por la negativa. Los señores jueces doctores Negri, Kogan y Genoud, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor de Lázzari, votaron la primera cuestión tambien por la negativa. A la segunda cuestión planteada, el señor Juez doctor de Lázzari dijo: I.interpone, Contra también, el mismo recurso pronunciamiento extraordinario de inaplicabilidad de ley. Lo funda en la violación de los arts. 34 inc. 4, 849 inc. 3 y 850 inc. 4 del Código Procesal Civil y Comercial; 202 inc. 4 del Código Civil y al principio de congruencia. Alega, además, absurdo valorativo (v. fs. 213 vta.). Reiterando los mismos agravios vertidos en el recurso sentencia extraordinario resulta determinados de absurda hechos por que nulidad, no aduce considerar constituyen que la probados injurias graves cometidas por la señora G.S. , y aplicar un criterio de evaluación para los testigos de la parte actora y otro distinto para los del demandado (v. fs. 227 vta.). Más adelante endereza su crítica a la apreciación de los testimonios que cita a fs. 228, y le imputa al producida decisorio (v. fs. 230 el y desconocimiento vta.). Le de achaca, la prueba además, la aplicación de un concepto amplio de las injurias graves para acreditar las sufridas por la señora S. , diferente a lo sucedido con relación a su parte; el rechazo sistemático de la prueba aportada por el demandado, tanto testimonial como informativa; pasar por alto las injurias sufridas por éste y la utilización arbitraria de la oralidad, ya que al carecer los testimonios de soporte material, permite obviar los elementos allí señalados. Aduce, luego, que la sola acreditación de uno de los varios hechos "obviados" bastaría para encontrar configurada dicha causal (v. fs. 231 y vta.). Posteriormente, analizando las injurias graves invocadas por la actora, y aquellas manifestadas por el reconviniente, concluye en que la primera probó una ínfima porción de lo alegado, sin apreciarse su conducta mendaz; y que de su parte se demostró una "sospechosa relación" de aquélla con otro hombre (v. fs. 231 vta./234). Por último, menciona, a su criterio, una serie de irregularidades cometidas durante la audiencia de vista de testimoniales causa, (v. relacionadas fs. 234/235 con vta.), declaraciones y denuncia la normativa y doctrina legal erróneamente aplicada, relativas a la apreciación de las injurias graves y el vicio de absurdo (v. fs. 236/237 vta.). II.- No comparto lo aconsejado por el representante del Ministerio Público. 1) El tribunal colegiado, luego de fijar los hechos litigiosos, dijo que los mismos quedaron reducidos al divorcio por la causal de injurias graves, que solicita la actora, basados en los hechos descriptos a fs. 14/21, y que, en la reconvención, peticiona el demandado (fs. 76/86 y 95 vta.). Haciendo testimoniales como mérito de informativa, las tuvo probanzas, por cierto tanto que el señor L. T. maltrataba a su esposa, con frases insultantes y trato despectivo, frente a terceros, amigos y familiares. Por tal motivo, instaurada (arts. propuso 202 el inc. acogimiento 4, 214 inc. de la demanda 1, C.C.; 375, C.P.C.C.; v. fs. 201 vta./205). Paso seguido rechazó la reconvención intentada por el marido, al no encontrar acreditada tanto las expresiones injuriantes endilgadas a la esposa, como los demás hechos alegados como fundamento de su pretensión (v. fs. 205 y vta.). 2) Ha dicho esta Corte -reiteradamente- que determinar la existencia de la causal de injurias graves constituye una típica cuestión de hecho privativa de los jueces de la instancia ordinaria, irrevisable en principio en casación, salvo el supuesto de absurdo (conf. Ac. 37.052, sent. del 3-XI-1987; Ac. 44.627, sent. del 5-III1991; Ac. 76.190, sent. del 29-XI-2000; Ac. 78.728, sent. del 2-V-2002; Ac. 83.864, sent. del 8-IX-2004; Ac. 87.945, sent. del 30-XI-2005; C. 90.727, sent. del 18-VII-2007). 3) aplicable al ordinaria en La premisa precedente juzgamiento lo que efectuado concierne a la es en absolutamente la causal instancia de injurias graves imputadas al esposo. No se aprecia quebrantamiento alguno a las reglas de valoración de la prueba lo que, por otra parte, ni siquiera aparece esbozado en el recurso. Esta parte del decisorio del Tribunal de Familia es irreprochable. 4) No sucede lo propio en lo relativo a las injurias que el esposo atribuye a la actora en su demanda reconvencional, al menos en lo que concierne a las vertidas en juicio. Comencemos por recordar, en lo que aquí interesa, que en su demanda la señora S. invocó concretas circunstancias: matrimonio fue sostuvo que doblemente al engañada tiempo por de su contraer cónyuge. En primer lugar, señaló que éste se atribuyó la condición de médico, aspecto que resultó falso pues sólo era estudiante avanzado de medicina. Resaltó la enorme defraudación que ello le significó en orden a la confianza, presupuesto esencial de toda relación matrimonial. En segundo término, adujo que L.T. , había ocultado y silenciado su verdadera ocupación (policía de inteligencia). A este respecto se expidió con mayor contundencia aún: "jamás hubiera imaginado que mi esposo era policía, incluso pensé que de haberlo sabido a tiempo, de no haber sido engañada como lo fui, nuestra relación no hubiera avanzado hasta el punto en que nos encontrábamos, nunca tuve intención de casarme con un miembro de la policía, sin desmedro de dichas funciones (absolutamente necesarias para la sociedad civil) creía y creo tener el derecho a elegir que la persona con la que compartiría mi vida no formara parte de ninguna fuerza armada ni civil armada. Resulta claro que mi esposo no tuvo en cuenta ese derecho mío, es más, manifiesta y categóricamente decidió vulnerarlo ocultando su condición laboral personal y mintiéndome con respecto a tener un título que en verdad no poseía" (demanda, fs. 15 vta./16). El cónyuge demandado negó la veracidad de tales afirmaciones y entendió que las mismas constituían injurias graves vertidas en el juicio, razón por la cual reconvino por divorcio por culpa de la esposa con base en dicha causal (fs. 76 y sigtes.) (sin perjuicio de otras articulaciones). Veamos como la sentencia trata esta cuestión: "... la actora, al describir en el escrito de inicio las situaciones por ella vividas en su matrimonio, ha dicho accionado proferidas cosas del demandado reconviniente con animus que ... tales injuriandi. Ha considerado expresiones Sin han embargo, no el sido lo entiendo así. apartamiento a En efecto, la ética no cualquier matrimonial es imputación suficiente de para constituir, a quien la profiere, en responsable de injurias graves respecto del otro cónyuge. Para que así ocurra, es necesario que las expresiones pretendidamente injuriantes se introduzcan en el pleito de mala fe, con el claro propósito de agraviar o difamar al otro, que no se intente probarlas, y que revistan gravedad objetiva (con cita de Mazzinghi). Del contexto de la causa aparecen con alguna verosimilitud los dichos de la accionante, a lo que se agrega que todas sus expresiones no revisten, en manera alguna, la gravedad objetiva que se requiere para hacerla responsable de injuriar a su cónyuge ..." (fs. 205 y vta.). 5) Coincido con el recurrente que esta manera de sentenciar refleja el absurdo y la violación de los arts. 384 del Código Procesal en lo Civil y Comercial y 202 inc. 4, al que remite el 214 inc. 1 del Código Civil. En el fallo se enuncian genéricamente los presupuestos que cualifican como injuria a determinadas expresiones de las partes en el juicio, mencionándose así la existencia de mala fe, o intención de difamar, que no se intente probarlas y que revistan objetiva gravedad. Pudiendo coincidirse con tal caracterización, se advierte a renglón seguido que al pronunciarse sobre si las de autos constituyen o no la causal en estudio, el sentenciante se inclina en sentido negativo por dos razones: a) "Del contexto de la causa aparecen con alguna verosimilitud los dichos de la accionante" (fs. 205 vta.). Tenemos a la vista una premisa fáctica expedida al tiempo de sentenciar, en terreno francamente impropio porque los hechos se tienen o no por probados en el momento anterior del veredicto (art. 850 inc. 4, Código Procesal en lo Civil y Comercial). Ahora bien, recurriendo a esa etapa, no emerge de él noticia alguna de que se haya acreditado alguna circunstancia, cualesquiera fuere, que otorgue "verosimilitud" a los dichos de la accionante (ver fs. 196 vta./200). Antes bien, sí se han acreditado hechos concretos que depararían "verosimilitud" en sentido opuesto (estadía del Policial", matrimonio extensión de en el centro tarjeta de turístico crédito, "Aldea informe ambiental realizado en forma previa a la celebración del matrimonio en el ámbito laboral de L.T. ; fs. 198 y vta.). De todo ello se desprende que la "verosimilitud" de los dichos de la accionante que estima el sentenciante no posee respaldo en actividad probatoria alguna, constituyendo una afirmación puramente dogmática contradicha por las constancias de la causa. b) "Todas sus expresiones (se refiere a lo expuesto en la demanda por la actora, que el demandado reconviniente estima como injurias), no revisten en manera alguna la gravedad objetiva que se requiere para hacerla responsable de injuriar a su cónyuge" (fs. 205 vta.). Nuevamente la pura opinión del juzgador, la expresión de imputaciones su de sola la voluntad actora y relativizando desmereciendo su las nítida gravedad injuriante. Objetivamente la esposa atribuyó dolo al marido acerca de sus cualidades personales, a punto tal que subrayó que de haber conocido el verdadero estado de cosas no habría consentido el matrimonio. Esta hipótesis conforma específicamente uno de los supuestos de nulidad de matrimonio por vicio del consentimiento (arts. 175 y 220 inc. 4 del Código Civil). Lo que para la sentencia, entonces, no reviste "en manera alguna" gravedad objetiva, para el codificador, para la ley vigente, es nada menos que una causal de nulidad del connubio. La gravedad objetiva queda de manifiesto y el carácter injuriante resulta de la propia naturaleza de las cosas. Es que la propia sentencia había esclarecido correctamente el significado jurídico de la causal actos de injurias ejecutados materialmente, cónyuge, en que ataquen graves: forma "comprende verbal, constituyan su honor, su una toda por ofensa reputación clase de escrito o para o el otro dignidad, hiriendo sus justas susceptibilidades" (fs. 204 vta.). c) inconsecuencia: A cuando lo en expuesto sus cabe desarrollos agregar la otra sentencia puntualiza determinados ingredientes considerados en abstracto para tipificar las injurias graves vertidas en juicio, señala acertadamente como uno de sus elementos el hecho de que no se intente probar las imputaciones (fs. 205 vta.). Pues bien, la lectura del veredicto (y la propia compulsa del expediente) permite comprobar que no hubo de parte de la demandante ninguna actividad probatoria tendiente a demostrar el invocado error en la persona. III.- En conclusión, el pronunciamiento debe ser casado, correspondiendo la resolución del litigio con arreglo a la ley aplicable (art. 289, Código Procesal Civil y Comercial). En demandado -entre la demanda, otros la hechos actora atribuyó injuriantes- al haberse atribuido falsamente la condición de médico al tiempo de contraer enlace así como ocultar su verdadera profesión (policía de inteligencia). Consideró que tal comportamiento defraudó la confianza que se debe tener en la persona que va a compartir un proyecto vital como es el matrimonio. Ahora bien, al imputar al cónyuge este obrar desleal cimentado en una serie de mentiras -en referencia a las circunstancias y condiciones personales del demandado ya expuestas-, con el aditamento de que si las hubiera conocido, a su entender, la relación no hubiera avanzado, debía al menos intentar demostrar tales extremos para no caer en trato injurioso, afirmaciones trasuntan descalificar al identificación otro como pues, clara de lo contrario, intención cónyuge persona en que de lo que actúa esas agraviar hace con a y la dignidad, socavando la presencia de valores que dejan sin sostén la honestidad en la palabra y los actos. Los hechos antes relatados debían ser objeto de prueba por haber sido negados, discutidos o controvertidos, lo que naturalmente tiene influencia sobre la distribución de la carga respectiva (conf. Carlo Carli, -Clemente Díaz-, "La demanda civil", p. 246). No recibieron respaldo acreditativo alguno (conf. veredicto fs. 198-200 vta.). Sin perjuicio de ello, a la luz del principio de adquisición probatoria, estimo necesario computar los siguientes elementos de juicio aportados aún por quien no tenía sobre sus espaldas el peso de la demostración, para corroborar la conducta injuriante: del testimonio de la señora Tejerina -encargada de realizar el informe ambiental antes del casamiento de las partes por ser un requisito exigido por la institución policial-, se infiere que la actora no podía ignorar la actividad que realizaba su esposo. En efecto, la sana crítica indica que quien es convocado a realizar un informe de esa naturaleza en el ámbito laboral de su futuro esposo, ha debido mínimamente indagar la necesidad y justificación del trámite. Por otra parte, en el certificado de matrimonio se menciona que el señor Tomasello era practicante médico (no médico) (fs. 3). A ello se agrega la estadía en un Hotel de la propia institución policial -Aldea Policial- en la luna de miel (fs. 153/154 y 198), así como la extensión de una Tarjeta Adicional, otorgada por la Institución Sociedad Militar Seguro de Vida (fs. 175 y 198). En suma, frente a la delimitación del thema decidendum sobre el cual el juez debe expedirse, pues la sentencia ha de contener una decisión expresa, positiva y precisa de conformidad con las pretensiones deducidas en el juicio (art. 163 inc. 6, C.P.C.C.), y porque al fallar corresponde respetar el principio de congruencia (art. 34 inc. 4, ídem), cabe señalar que dentro de la estructura de la traba de la litis, también estaba presente el derecho del cónyuge a no ser injuriado, materializado en el caso por la expresa articulación de la reconvención basada en las injurias vertidas en juicio. En definitiva, han sido acreditadas tales injurias (arts. 202 inc. 4, Código Civil), por lo que la reconvención es procedente. En relación a las restantes circunstancias constitutivas invocadas de la por causal de el accionado, injurias también graves, no las encuentro justificadas (arts. 384 y 456 del C.P.C.C.). Las costas de la instancia de grado correrán en el orden causado (art. 71, C.P.C.C.) y las de este ámbito se imponen a la actora reconvenida (arts. 68 y 289, Cód. Proc. Civ. y Com.). Con el alcance indicado, voto por la afirmativa. Los señores jueces doctores Negri, Kogan y Genoud, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor de Lázzari, votaron la segunda cuestión tambien por la afirmativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, de conformidad con lo dictaminado por el señor Subprocurador General, se rechaza el recurso extraordinario de nulidad; con costas al recurrente vencido (conf. arts. 68 y 298, in fine, C.P.C.C.); y oído al citado representante del Ministerio Público, con respecto al de inaplicabilidad mismo, se de revoca reconvención ley la deducida interpuesto, sentencia por L.T. haciéndose impugnada , con y se lugar al acoge la fundamento en la causal de injurias graves descripta en el punto III del presente voto. Las costas de la instancia de grado correrán en el orden causado (art. 71, C.P.C.C.), y las de este ámbito se imponen a la actora reconvenida (arts. 68 y 289, Cód. cit.). El depósito previo será interesado. Notifíquese y devuélvase. restituido al