ANÁLISIS DEL RELIEVE EN LA LÍNEA

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ANÁLISIS DEL RELIEVE EN LA LÍNEA
ALGECIRAS – GIJÓN
Comenzamos nuestro análisis en Algeciras, en el extremo sur peninsular, cerca del Peñón de
Gibraltar, donde nos encontramos básicamente terrenos calizos, es decir, areniscas, margas, calizas,
que suelen tener un origen marino, ya que su origen es mesozoico, cuando gran parte del este
peninsular se encontraba invadido por el mar (transgresión marina) y en esta zona los depósitos
acumulados en la fosa bética eran considerables; así pues, tienen un alto grado de plasticidad por lo
que se plegaron con gran facilidad en la orogenia alpina (cenozoico), cuando el macizo bético-rifeño
chocó con el macizo hespérico, levantando los materiales que había entre medias dando lugar, en el
caso que nos ocupa, a sierras pertenecientes al Sistema Bético, más concretamente el Subbético
(sierras de Ubrique y de Grazalema ) con alturas en torno a los 1500-2000 metros. La naturaleza caliza
del terreno le hace susceptible de fenómenos cársticos (grutas, simas, etc). Son frecuentes los
cabalgamientos y los mantos de corrimiento.
A continuación la línea se adentra en terrenos arcillosos correspondientes a la Depresión del
Guadalquivir. Nos encontramos en la España más reciente (finales del cenozoico y antropozoico), es
decir, aquella que no ha sido deformada por ninguna orogenia. Esto hace que sean terrenos
horizontales donde se produce una colmatación o sedimentación de materiales como las arcillas, los
yesos, las margas, lo que la hace muy apta para la agricultura. De este modo, dichas depresiones o
cuencas sedimentarias (casi siempre asociadas a un río) son unidades de relieve que carecen de
montañas. La Depresión del Guadalquivir se diferencia de la del Ebro, en el carácter marino de sus
sedimentos ya que geológicamente siempre ha estado (y sigue estándolo) abierta al mar. Las formas
del relieve son campiñas, mesas y alcores.
La siguiente unidad de relieve que nos encontramos es Sierra Morena, sistema montañoso de
origen primario y de materiales silíceos, que fue posteriormente rejuvenecido en el terciario a raíz de
la orogenia alpina. Sobre su morfología actual hay duda sobre si se trata de una gran falla o de un
pliegue fallado en algunos puntos. Hay que destacar igualmente el carácter disimétrico del sistema:
aspecto agreste si se observa desde la Depresión del Guadalquivir, poca entidad montañosa si lo
hacemos desde la submeseta sur; en cualquier caso nos encontramos con montañas medias-bajas
(1000-1500 metros). La línea atraviesa la zona central del sistema, aquella perteneciente a Los
Pedroches.
Una vez superada Sierra Morena nos adentramos en la Submeseta sur, más concretamente en
su zona más antigua (de origen precámbrico y paleozoico) compuesta por materiales silíceos.
Morfológicamente hablamos del zócalo meseteño, es decir, antiguos restos del macizo hespérico
(paleozoico) completamente arrasado conformando una extensa penillanura; dicha zona es la llamada
Hespérides por ser la zona del antiguo Macizo Hespérico, que se combina con unidades relieves
significativas como son los Montes de Toledo y el Sistema Central. Ambos sistemas son atravesados
por la línea, teniendo ambos similitudes litológicas (España silícea), geológicas (montañas formadas
en el paleozoico, posteriormente arrasadas y rejuvenecidas en el terciario dando como resultado
sistemas de fallas) y morfológicas (macizos antiguos fallados con poco vigor, aunque con mayor
altitud en el Sistema Central). La línea atraviesa las zonas centrales de ambos sistemas: sierra de
Guadalupe (Las Villuercas, 1601m) y la sierra de Gredos (Pico Almanzor, 2592m). En ésta última
podemos tener un cierto retoque glaciar: lenguas glaciares, cresterías, ibones, etc).
Al norte del Sistema Central nos situamos en la Submeseta norte, en la cuenca del Duero. Así
pues, estamos en una zona de cuenca sedimentaria: terrenos horizontales, post-orogénicos, arcillosos,
con aptitud agrícola. Son las llanuras interiores castellanas, formadas a partir de grabens (fosas
tectónicas dentro de un relieve germánico), y en ellas no ha habido ningún relieve anterior. Pertenecen
a la España más reciente. Son cuencas de sedimentación actual. Podemos encontrar mesas y cerros
testigos debidos a la erosión diferencial.
La zona final del recorrido está formada por materiales silíceos que se dan en la parte
occidental de la Cordillera Cantábrica, la más antigua y asociada al Macizo Galaico. Es la parte de
la Cordillera en la que se levantan las mayores alturas, los Picos de Europa (batolito calizo). Dichos
materiales fueron plegados en la orogenia alpina, pero su formación es anterior (paleozoico). La mayor
altura se levanta en Peña Cerredo con 2648m. Hay glaciarismo.
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