4º ESO TEMA 4.- EL SIGLO DE LAS LUCES - 4º

Anuncio
Vista previa del documento
4º ESO TEMA 4.- EL SIGLO DE LAS LUCES.doc
(43 KB) Descargar
TEMA 4.- EL SIGLO DE LAS LUCES
1.- DEMOGRAFÍA, ECONOMÍA Y SOCIEDAD
1.1.- La población
Durante el siglo XVIII, la población europea aumentó de forma considerable, pasando de
unos 130 millones de habitantes a comienzos del siglo a unos 190 al finalizar el mismo. Las
razones de este crecimiento demográfico fueron la menor virulencia de las guerras y la mejora
de la alimentación, la higiene y la medicina -la cirugía progresaba lentamente, aumentó el número
de hospitales y se introdujeron nuevos medicamentos en Europa: quinina para la malaria y opio
para calmar el dolor-.
Este crecimiento afectó a numerosos países y así, al finalizar el siglo, Rusia era la primera
potencia demográfica del continente con 31 millones de habitantes, Francia tenía 26 millones y
Gran Bretaña 9 millones. España pasó de tener 6 millones de habitantes en 1700 a casi 11 en
1800. Las regiones litorales y periféricas fueron las que mayor crecimiento experimentaron:
Galicia y Andalucía crecieron a buen ritmo, y Cataluña y Valencia duplicaron sus habitantes.
1.2.- La economía
Poseía rasgos similares a la economía del siglo XVII. La fisiocracia constituyó el sistema
económico de los teóricos de la Ilustración. Las teorías fisiócratas surgieron en Francia y se
pueden sintetizar en:




La agricultura y el trabajo se consideraban las auténticas fuentes de riqueza.
La industria y el comercio eran factores secundarios.
La economía debía actuar libremente, sin intervencionismo estatal.
Debían disminuir las leyes proteccionistas que dificultaban el comercio internacional.
2.- LA ILUSTRACIÓN
La Ilustración es un movimiento intelectual que se difundió por Europa y América en el
siglo XVIII. Su ideología se recoge en la Enciclopedia, obra publicada en Francia, entre 1751 y
1772, dirigida por los escritores Diderot, y D'Alembert, que resumía todo el saber de su época,
prestando especial atención a la divulgación científica.
2.1.- Características de la Ilustración







Es una ideología que desarrolló al máximo el antropocentrismo del Renacimiento y estuvo
representada socialmente por la burguesía, que poseía el poder económico y aspiraba al
poder político que la estructura estamental del Antiguo Régimen le negaba.
Se confiaba en la razón humana y en el progreso técnico y se manifestaba cierto optimismo
ante el futuro.
Se consideraba que las personas tenían derecho a la felicidad en este mundo y que sus
relaciones debían basarse en la tolerancia y en la igualdad. Los gobernantes debían procurar
esa felicidad a los ciudadanos.
Se prestaba una gran atención a la naturaleza, que se copiaba en el arte, se estudiaba en la
ciencia y se intentaba dominar con la técnica.
Se pusieron en tela de juicio las creencias religiosas tradicionales y se abrió paso la idea de
una religión natural o deísmo que evolucionó en algunos casos hacia el agnosticismo' y el
ateísmo'.
Se consideraba que la ignorancia y la incultura eran el origen de todos los males. Se
reclamaba que la cultura dejara de estar en manos de los privilegiados y que se fomentara la
creación de escuelas para que la instrucción devolviera la dignidad y la libertad a todos los
individuos. La ignorancia representaba la oscuridad y las «luces» significaban el progreso y
el conocimiento. De ahí que el siglo XVIII sea conocido como el Siglo de las Luces.
Desde el punto de vista político, se proponían una serie de reformas que, aceptadas por
algunos monarcas europeos, convirtieron el absolutismo en despotismo ilustrado.
2.2.- Los nuevos ideólogos
Los pensadores más influyentes de la Ilustración fueron:

Voltaire. Era el principal representante de los intereses de la burguesía. Criticó las
supersticiones de épocas pasadas, se opuso al fanatismo y a la intolerancia religiosa y
defendió una moral universal. Era partidario de una monarquía fuerte, pero que respetara las
libertades del ser humano: expresión, pensamiento...

Montesquieu. Debe su fama a su teoría política de la división de poderes, según la cual el
poder legislativo elabora la ley, el poder ejecutivo gobierna de acuerdo con la ley y el poder
judicial juzga a los infractores de la ley; estos tres poderes no debían recaer en ningún caso
sobre la misma persona. Montesquieu creía que el poder supremo del que emanaban los
demás era el legislativo, pero se opuso a cualquier forma de poder absoluto.

Rousseau. Representaba al ilustrado amante de la naturaleza y preocupado por la educación
y la libertad. Sostiene que el hombre es bueno por naturaleza y la sociedad lo corrompe;
también defiende que la política ha de basarse en un pacto entre gobernantes y gobernados;
En su obra Emilio, expone un sistema de educación racional acorde con la naturaleza y que
formará hombres buenos y felices.
2.3.- El despotismo ilustrado
En la segunda mitad del siglo XVIII, varios monarcas aplicaron algunas ideas de los
ilustrados y promovieron una serie de reformas encaminadas a conseguir la «felicidad» de sus
súbditos. En realidad solo pretendía realizar algunos cambios ante el temor de que su poder
absoluto se derrumbase. Por ello se ha dicho que el ideal del despotismo ilustrado podría
resumirse en la frase: «Todo para el pueblo, pero sin el pueblo», es decir, se gobernaba para
este, pero sin contar con él. Los representantes más ilustres de esta forma de gobierno fueron
los reyes Federico II de Prusia, Catalina II de Rusia, Carlos III de España y José II de Austria.
Algunas de las medidas que tomaron los monarcas ilustrados fueron:






Organizó el Estado de manera absolutista y centralizada.
La nobleza y la Iglesia tuvieron que pagar impuestos.
Abolición de la servidumbre del campesinado, que pasó a ser dueño de las tierras que
cultivaba.
Favoreció la agricultura y el comercio, así como la colonización territorial del interior del
Imperio.
Desarrolló la educación e implantó la libertad de prensa.
Reforma el derecho, estableciendo cierta igualdad de los ciudadanos ante la lev.
3.- LA SITUACIÓN EUROPEA
3.1.- Inglaterra: revoluciones y parlamentarismo
En el Reino Unido el absolutismo monárquico fracasó. El rey Carlos I quiso gobernar sin
tener en cuenta al Parlamento, y la oposición política se radicalizó en manos de la burguesía y
los grupos populares. En 1642 estalló la guerra civil entre los realistas, que defendían las
prerrogativas del rey, y los parlamentarios. Al frente de estos últimos, Oliver Cromwell organizó
un ejército de «cabezas redondas», fanáticos partidarios de la república y del puritanismo. Carlos
I fue condenado a muerte y ejecutado en 1649, instaurándose la república, que duró hasta la
restauración de la monarquía en las personas de Carlos II y Jacobo II, absolutistas y proclives a
los católicos, por lo que se ofreció la corona a su hermana María y a su marido Guillermo de
Orange, protestante. Así, en 1688 estalló la segunda revolución inglesa, conocida como Gloriosa,
por la que ambos se convirtieron en monarcas parlamentarios, es decir, que se comprometían a
gobernar de acuerdo con el Parlamento. La ley se colocaba así por encima del rey.
3.2.- El equilibrio europeo y la lucha por la hegemonía colonial
A partir de 1714 ya no existía una potencia que dominara claramente en Europa. El resto
del siglo se caracterizó por un equilibrio de fuerzas y una serie de conflictos bélicos entre los que
destacaron: la Guerra de Sucesión de Austria (1740-1748); y la Guerra de los Siete Años (17561763).
Las dos grandes cuestiones que se dirimieron en estas guerras fueron la rivalidad por la
hegemonía continental europea entre Francia, Austria y Prusia, y la rivalidad marítima entre Gran
Bretaña y Francia. Hacia el año 1770 la situación internacional se caracterizaba por la existencia
de una única potencia hegemónica en el mar: Gran Bretaña, y de tres potencias continentales
que luchaban para tratar de imponer su supremacía: Francia, Austria y Prusia.
Durante el siglo XVIII Gran Bretaña defendió el «equilibrio continental» en Europa,
mientras creaba nuevas colonias en América del Norte que se sumaban a las establecidas el
siglo anterior, dominaba importantes islas en las Antillas (Jamaica), y desviaba en provecho
propio el comercio español y portugués con América. Francia, que también tenía colonias en
América, se convirtió en su gran enemiga, y ambas potencias chocaron militarmente en el mar y
en las colonias. Tras la Paz de París (1763), se inició el declive francés y comenzó la formidable
expansión de Gran Bretaña, que se convirtió en la primera potencia marítima, comercial y colonial
del globo.
4.- LOS BORBONES EN ESPAÑA
4.1.- La Guerra de Sucesión Española
Carlos II, antes de su muerte, había elegido como heredero al trono español a Felipe de
Anjou, nieto de Luis XIV de Francia y bisnieto de Felipe IV de España, lo que no interesaba a las
potencias europeas, puesto que podía suponer (aunque lo prohibía la Paz de los Pirineos) la
unión de Francia y España. Por ello, Inglaterra y Holanda apoyaron al otro pretendiente al trono,
el archiduque Carlos de Austria, nieto de Felipe III de España, iniciándose en 1701 la Guerra de
Sucesión, que tendría dos vertientes: una de guerra internacional, por lo mencionado
anteriormente; y otra civil, puesto que mientras Castilla apoyó a Felipe V, Cataluña haría lo mismo
con el archiduque Carlos. La causa de Felipe V se vio favorecida por el nombramiento como
emperador del archiduque Carlos. Las potencias europeas no deseaban que Carlos fuera a la
vez soberano de Austria y de España, lo que precipitó la paz.
Las consecuencias del Tratado de Utrecht fueron:




Felipe V es aceptado como rey de España, a cambio de la renuncia a sus derechos al trono
francés.
La desintegración del Imperio español en Europa. España pierde los Países Bajos, Milán,
Nápoles y Cerdeña, que pasan a Austria, e Inglaterra se apoderaba de Menoría y Gibraltar.
Se rompía el monopolio comercial de la Corona española con las colonias americanas al
reconocer el navío de permiso y el derecho de asiento a favor de Inglaterra.
El establecimiento de un nuevo sistema de equilibrios en Europa, frente al saliente de la Paz
de Westfalia, que suponía la hegemonía de una nación sobre las demás.
4.2.- La obra de los Borbones
Felipe V (1701 – 1746) inauguró la dinastía borbónica en España. El nuevo rey llevó a
cabo una política centralista que dio lugar a la unificación administrativa de los reinos de España.
Por los Decretos de Nueva Planta quedaron abolidos los fueros de la Corona de Aragón, que
habían apoyado al archiduque Carlos de Austria en la guerra de Sucesión. En política exterior,
Felipe V procuró recuperar para sus hijos los estados italianos perdidos por España en el Tratado
de Utrecht, y firmó con Francia los llamados Pactos de Familia, que aseguraban la ayuda mutua
entre los monarcas borbones de ambos países.
Tras el reinado del enfermizo Fernando VI, Carlos III (1759 – 1788), antes rey de
Nápoles emprendió un amplio programa de reformas, intentando mejorar la economía,
modificando las formas de propiedad de la tierra, intentando someter a la Iglesia al control del
estado, reorganizando la enseñanza y eliminando las instituciones y costumbres del Antiguo
Régimen que obstaculizando el ejercicio de la libre iniciativa individual (privilegios de la Mesta,
aduanas internas, etc.). También impulsó la creación de Sociedades Económicas de Amigos del
País, centros de difusión de los nuevos saberes. La resistencia a estas reformas daría lugar a
revueltas como el Motín de Esquilache, que ocasionó la expulsión de los Jesuitas de España.
En el reinado de Carlos IV (1788 – 1808) el reformismo entró en crisis por el estallido
de la Revolución Francesa. Los ministros ilustrados fueron sustituidos por Manuel Godoy, favorito
de los reyes, que llevó una política internacional contradictoria. Tras la ejecución de Luis XVI de
Francia por los revolucionarios en 1793, España declaró la guerra a Francia, pero tres años más
tarde, Godoy volvió a firmar la alianza con este país, lo que obligó a España a intervenir en la
guerra contra Inglaterra (Batalla de Trafalgar). La alianza con Francia propició, finalmente, la
invasión de la península por Napoleón, con la consiguiente sublevación popular. Las
abdicaciones de Bayona pusieron el trono de España en manos del hermano de Napoleón, José
I.
4
Archivo de la cuenta:
juanico1961
Otros archivos de esta carpeta:



1ª PRUEBA ciencias sociales 4º.doc (20 KB)
1ª PRUEBA ciencias sociales 4ºD.doc (23 KB)
2Antiguo Régimen CONCEPTOS.doc (34 KB)
 2ª PRUEBA DE CIENCIAS SOCIALES4c.doc (24 KB)
 2ª PRUEBA DE CIENCIAS SOCIALES4c.docx (11 KB)
Otros archivos de esta cuenta:


2º ESO ED. CIU
 3º ESO
CURSO 2009-2010
Identificar se as regras foram violadas







Página principal
Contáctanos
Ayuda
Opiniones
Términos y condiciones
Política de Privacidad
Reportar abuso
Copyright © 2013 Lolabits.es
Descargar