CONGRESO ABIERTO 2009 XLV Congreso de la Asociación Canadiense de Hispanistas, 2009 Carleton U. (Ottawa, Canadá) Word PDF La comedia burlesca del siglo de oro español: nuevas perspectivas críticas1 Emilia I. Deffis U. Laval Introducción Dentro del riquísimo campo de investigación sobre el teatro clásico español, la comedia ocupa un lugar predominante, y ha sido objeto de estudios teóricos y críticos recientemente renovados por el rescate de corpus menos conocidos o hasta ahora dejados de lado, así como de la aplicación de las nuevas tecnologías de edición textual. En ese marco, la comedia burlesca constituye un objeto de análisis y reflexión sumamente interesante, dadas sus características de subgénero que invierte los modelos heroicos para llevarlos al plano de la anormalidad risible (Couderc). Aunque sin ánimo de exhaustividad, mi comunicación se propone hacer unas calas entre las más recientes perspectivas críticas sobre esta variedad teatral de lo ridículo y lo grotesco, donde el decoro es sometido a la degradación y la risa se hace instrumento del exceso y la ruptura. Han pasado ya casi treinta años desde que se realizó el famoso coloquio de GESTES (Groupe d’études sur le théâtre espagnol) en Toulouse en 1980, durante el que un nutrido grupo de especialistas (entre ellos, R. Jammes, M. Chevallier, M. Vitse, F. Serralta, M.G. Profeti, L. García Lorenzo y R. Moune) revisaron las bases del estudio de la risa y su función social en la España áurea, y en particular llamaron la atención de la crítica sobre las comedias burlescas, al tiempo que establecieron los elementos de su definición y descripción.2 No es mi intención cubrir este lapso temporal en lo que hace a la investigación sobre la comedia burlesca del 1 Este trabajo ha sido publicado en El siglo de oro antes y después del Arte Nuevo. Nuevos enfoques desde una perspectiva pluridisciplinaria. Oana A. Sambrian-Toma (Ed.). Craiova, Editura Sitech, 2009, 81-90. 2 Risa y sociedad en el teatro español del Siglo de Oro : rire et société dans le théâtre espagnol du Siècle d'Or, actes du 3e colloque du Groupe d'Etudes sur le Théâtre Espagnol, Toulouse 31 janvier - 2 février, 1980. Paris: CNRS, 1980. siglo de oro, sino más bien concentrar la mirada en los últimos diez años, empresa modesta pero no por ello menos rica, ya que durante ese tiempo se ha producido un resurgir enérgico de las ediciones críticas y estudios eruditos sobre el género, los autores y sus obras. En 1989 Holgueras Pecharromán relevó nuevamente la bibliografía crítica sobre el género y se cuestionó sobre las direcciones de investigación futuras.3 Desde 1990, el equipo de investigación de la Universidad de Navarra (GRISO) viene sentando las bases materiales para el estudio de gran cantidad de textos áureos (autos sacramentales y comedias calderonianas, comedias de Tirso de Molina, la obra lírica de Quevedo, textos indianos y repertorios del siglo de oro), al tiempo que lleva a cabo la edición crítica completa de las comedias burlescas (seis tomos publicados hasta 2007). Todos los textos son accesibles en el portal web del grupo (http://griso.cti.unav.es).4 Pero no es esta la única iniciativa editorial reciente, debe mencionarse también la tarea del equipo de los “moretianos” (www.moretianos.com), quienes desde 2004 editan la obra de Agustín Moreto (42 comedias, 25 obras escritas en colaboración y 31 textos atribuidos) y la ponen al alcance del público en su portal web. Los frutos maduros del trabajo de este equipo empiezan a publicarse ahora, como los tres volúmenes de ediciones críticas y estudios coordinados por Lobato et al. (2008a, b y c). Existen igualmente iniciativas individuales que estudian la obra de dramaturgos menos conocidos. Cito como ejemplo los trabajos de Thompson (2001) sobre Lanini y Sagredo, y el volumen de Borrego Gutiérrez (2002) sobre Vicente Suárez de Deza, que avanzan en el estudio de obras y autores. Es el caso también de Arellano (2004) al analizar los paradigmas burlescos en la obra de Francisco Bernardo de Quirós, y el de Cienfuegos Antelo (2006), quien presenta el teatro breve de Francisco de Avellaneda, con una rica introducción y edición crítica de sus obras palaciegas y de corral. 3 Entre otros aspectos, señaló la cuestión de la brevedad de las obras, su clasificación genérica, su función en el contexto dramático-festivo, los alcances de la posible intencionalidad satírica de la comedia burlesca, entendida como un juego bufonesco. 4 A partir del volumen I se establece un modelo de edición de las obras, en el que se presentan no solo los datos externos del texto (autoría, transmisión y representación) sino también los modelos serios, cuando los hay, y el repertorio de procedimientos burlescos y de comicidad verbal. A esto se agrega una sinopsis métrica. Contexto socio-histórico, condiciones de producción y recepción Agustín de la Granja y María Luisa Lobato publicaron en 1999 su Bibliografía descriptiva del teatro breve español: (siglos XV-XX), indispensable para adentrarse en este campo de estudio. Como introducción al tema de la literatura burlesca, en particular desde la perspectiva léxica, central para la comprensión del entremés, la comedia burlesca y otras formas del teatro breve de los siglos áureos, Alonso Hernández publicó dos años después su estudio sobre las relaciones entre la burla y la marginalidad. Esta resulta ser una excelente puerta de entrada para entender mejor las formas del humor degradante según los parámetros sociales de la época, tan distantes de los actuales, y que se expresaban lingüísticamente mediante la agudeza.5 Por su parte, Huerta Calvo (2001) estableció los factores que dieron origen a la comedia de disparates, concentrándose en la fiesta cortesana. En ella la presencia de gigantes, salvajes, enanos, mujeres barbudas y, sobre todo, bufones, corre pareja con la burla disparatada y el absurdo cómico.6 Por su parte, Buezo (2004), reconocida experta en la mojiganga dramática, reúne una serie de trabajos sobre máscaras, entremeses, ensaladillas, bailes y mojigangas, espectáculos de origen parateatral en el contexto de las prácticas festivas del carnaval.7 El disparate es, así, unánimemente reconocido por la crítica como el recurso lingüístico básico de esta forma teatral que muestra su máximo esplendor durante el reinado de Felipe IV. Periñán (2006) lo coloca en el contexto de la imitatio dramática de modelos clásicos redefinida por una preceptiva italiana de mediados del XVII.8 Lo interesante aquí es su propuesta de resituar el punto de vista en los mecanismos de “anulación-negación de sentido de todo cuanto se tome como base de su escritura” (226), tanto a nivel macro como microtextual. Esto permite la definición de la comedia burlesca como “turpitudo dramática, absoluta locura que expresa un vacío/aparentemente lleno” (225). 5 A. Madroñal Durán (2001) rescata las opiniones sobre la mofa y la agudeza verbal de A. de Salazar y Baltasar Gracián. 6 Huerta Calvo reúne algunos elementos que permiten rebatir, a mi entender, la definición sugerida por Holgueras (1999) de la comedia burlesca “como el teatro del absurdo del siglo XVII” (144) y que, a mi entender, resulta anacrónica. 7 Ver Prácticas festivas en el teatro breve del siglo XVII, donde estudia también obras de Cervantes, Francisco de Castro, Antonio de Escamilla y Pedro Calderón de la Barca. Incluye estudios sobre las mujeres, actrices y “autoras”, como Teresa de Robles y María de Navas. 8 El Ragionamento dello Accademico Aldeano sopra la Poesia Giocosa de, Greci, de’ Latini e de’ Toscani, de Nicola Villani, 1634. En cuanto al contexto socio-histórico en el que se escriben y representan las comedias burlescas, cuya especificidad se sitúa en el ámbito palaciego que recupera los elementos dramáticos y los ritos cortesanos de las fiestas reales de la Casa de Austria, García García y Lobato (2003) compilaron una serie de contribuciones interdisciplinarias y una bibliografía extensa, que facilita el acceso a los diferentes aspectos conceptuales y materiales de estos fenómenos. Los mismos autores (2007) concentraron sus esfuerzos en la dramaturgia festiva en el marco de la cultura aristocrática durante el reinado de Felipe III, coyuntura que implica circunstancias de escritura y consumo espectacular precisas al servicio de validos, poderosos y pretendientes. Dado que los manuales de historia de la literatura española del siglo de oro suelen todavía dejar de lado el relevamiento de los dramaturgos menos conocidos de la época, priorizando a los genios creadores como Lope de Vega, Tirso de Molina y Calderón, resultan aún relativamente escasas las fuentes de información tanto sobre los autores de comedias burlescas como acerca de las condiciones en las que escribían. Además de los estudios que ya he mencionado, el volumen Paraninfos, segundones y epígonos de la comedia del siglo de oro (2004), reúne una serie de trabajos que vienen a paliar este vacío.9 Entre ellos, el artículo de Rodríguez Rípodas, investigador del equipo GRISO (Navarra), establece una nómina de dramaturgos burlescos, entre los que figuran: Francisco Antonio Monteser, Jerónimo de Cáncer y Velasco, Rodrigo de Herrera, Vicente Suárez de Deza, Francisco Bernardo de Quirós, Pedro Francisco Lanini de Sagredo, Juan Maldonado, Diego de la Dueña, Jerónimo Cifuentes, y Antonio de Solís y Ribadeneyra. Rodríguez Rípodas evoca también el amplio margen de textos anónimos o de atribución dudosa que resta aún por investigar, aunque muy probablemente se hayan perdido los rastros necesarios para identificar a los verdaderos autores. En dirección semejante se ubica una colección de artículos, bajo la dirección de A. Cassol y B. Oteiza (2007), sobre la importancia de los segundones en el teatro áureo. Estos estudios están arrojando miradas nuevas sobre la historia teatral de la España de los Austrias, en especial en lo referente a la colaboración creativa, punto de vista que vendrá a desmitificar a unos y otros, y enriquecerá nuestra manera de leer (y enseñar) la literatura del periodo. En este mismo sentido, Rubio San Román y Martínez Carro (2007) han estudiado fuentes de archivo sobre la colaboración entre dramaturgos, en particular las relaciones entre Jerónimo 9 Maria Grazia Profeti redefine la cuestión de los autores « menores » siguiendo los criterios de la innovación estética, según los cuales “no hay autores de primera o segunda categoría” (2007:219). de Cáncer y Francisco de Rojas Zorrilla a partir de documentos biográficos hasta ahora desconocidos, que prueban las relaciones amistosas entre ambos. Los mismos autores publicaron también un estudio (2007b) en el que establecen otros documentos que permiten conocer mejor la vida de Jerónimo de Cáncer y Velasco. Más recientemente, y bajo la dirección de Javier Huerta Calvo, se ha publicado una Historia del teatro breve en España (2008) en la que se hace un estudio más exhaustivo sobre la representación y tipología de las formas breves, así como de más de una veintena de autores y sus obras, a cargo de diversos especialistas.10 La empresa es de largo aliento y cubre el panorama histórico hasta el siglo XX, pero en lo que al periodo áureo corresponde, sienta un precedente importante para los futuros estudiosos del teatro breve. En lo relativo a la activa participación de los nobles y la realeza en las fiestas cortesanas, Lobato (2007b) considera su secuela de relaciones y memorias de los espectáculos, condenas de moralistas y críticas políticas. El potencial de crítica ideológica de la comedia burlesca, por medio de la burla y la parodia, ha sido uno de los temas de discusión más frecuentados por los estudiosos, desde la postura que niega rotundamente la ideología subversiva del género (Serralta et al.) hasta los que la recuperan con matices (García Lorenzo, Huerta Calvo et al.) dada su representación en el ámbito cortesano, durante el carnaval y en presencia del rey. Desde un punto de vista más general, que engloba a toda la literatura satírica del XVII, pero que entiendo debe considerarse para matizar los análisis de las comedias burlescas, Close (2003) dialoga con las visiones contrapuestas expresadas por Jammes (a favor del conformismo de la sátira frente a la oposición a las normas vigentes de la burla) y por Arellano (quien aproxima la burla a la risa, y la sátira a la censura y gravedad moral). El crítico británico otorga parte de razón a ambos y, por su parte, analiza el carácter subversivo de lo burlesco y sus modos de disfrazar su intención, al tiempo que observa la estrategia de tirar la piedra y esconder la mano, “consistente en hacer que el subtexto subversivo se encierre en un texto jocosamente inocuo y discupable” (79). 10 En « Los autores y las obras » (121-515) aparecen, entre otros, Manoel Coelho Rebello, Sebastián Rodríguez de Villaviciosa, Francisco de Avellaneda, Juan Vélez de Guevara, Alonso de Olmedo y Omeño, Juan Manuel de León Merchante y Gil López de Armesto. También se estudia la presencia de las dramaturgas, como Angela de Acevedo, Ana Caro Mallén de Soto y Feliciana Enríquez de Guzmán. Pero, sin duda, más allá de los alcances políticos o sociales de la comedia burlesca, uno de sus aspectos más interesantes para los estudiosos contemporáneos es el de las autorreferencias genéricas, o sea la creación de “un mundo cargado de voces, ecos e intertextualidades”, con el que el público disponía de todos los elementos para “juzgar las modificaciones y elaboraciones del drama paródico” (Cortijo Ocaña 169-170), y así apreciar lo que Profeti ha llamado “la relación entre un paradigma y su desviación” (2007).11 A la hora de establecer límites terminológicos y conceptuales entre lo satírico y lo burlesco, Arellano (2006) insiste en afirmar la neutralidad ideológica de este último al tiempo que subraya las dificultades del análisis, y se inclina por una definición de lo burlesco como estilo y de lo satírico como intención ética: “ambas categorías coexisten y se interfieren en planos distintos del de la intención ideológica” (340). Arellano subraya, además, la invalidez de la falsa oposición entre risa popular-liberadora y risa oficial-represiva, comúnmente sostenida por algunos críticos que, -observo-, repiten una vulgata bajtiniana al uso.12 Queda en pie, una vez más, el distanciamiento burlesco de los mecanismos literarios y teatrales de los géneros serios, así como la pragmática receptiva de los textos barrocos: la agudeza conceptista en el lenguaje burlesco, que consagra a la dificultad y el placentero desciframiento en la connivencia con los espectadores. En cuanto a las técnicas actorales burlescas y puesta en escena, Catalina Buezo (2002) recuerda que: Cualquier consideración en torno al espacio y sus representaciones en el teatro breve del Siglo de Oro deberá, pues, atender a la doble dimensión del cuerpo humano como índice espacial, es decir, la ostentación icónica y metonímica de lo corporal y a su funcionamiento como mecanismo autónomo que amplifica el perímetro escénico. (124) 11 Ver también Buezo 2004, cap. III. El pensamiento de Bajtin ha sido revisado en vistas a una matización de la excesiva polarización de sus definiciones de cultura cómica popular y cultura oficial, al tiempo que deja de lado sus interacciones, de modo que se buscan otros términos más adecuados, como por ejemplo los de cultura cómica tradicional y cultura erudita, explorando sus múltiples y complejas relaciones. S. Artal revisa estas cuestiones en «Valete et plaudite. Algunas observaciones sobre Gargantúa XVII-XX». En Filología XXXVI-XXXVII, en prensa. Ver también su estudio de las imágenes corporales en Quevedo y Rabelais, Francisco de Quevedo y François Rabelais: imágenes deshumanizantes y representación literaria del cuerpo. Tesis doctoral inédita, Universidad Laval (Quebec, Canadá), 2009, 95-119. 12 De modo que el cuerpo del actor y su palabra serán los elementos mínimos y suficientes para la creación del espacio en el teatro destinado a entretener y divertir.13 En las comedias burlescas el juego verbal privilegia, así, el chiste que crea al espacio dramático.14 Esta cuestión fue considerada por Pascual Bonis (2002), quien al analizar El caballero de Olmedo de Monteser, prestó atención al espacio como elemento de la comicidad paródica. Entre otras observaciones, la autora identifica en la obra el escenario vacío donde un espacio lúdico es creado por los actores en una oscuridad imaginaria, que implica tanto a los cómicos como al público. Interesa entonces el juego entre el decir, el no ver (en realidad, hacer como que no se ve) y el actuar, generando un espacio perfectamente creado por y para la risa.15 Es inevitable pensar que esto también condicionaría la temporalidad de la representación, ya que los gestos se despliegan durativamente, tanto los que se ven como los que no se ven (en la sugestión paródica de toda clase de acciones corporales, en especial las ligadas al sexo, la comida, la bebida y otros imperativos fisiológicos). Además de los temas de estudio ya mencionados, hemos encontrado también los siguientes: la intertextualidad con las comedias “serias”, el tema del amor y los celos en la parodia erótica16, el travestismo17, la figura del bufón y el criado en la comedia burlesca18 y, por supuesto, también el personaje del rey. Sabido es que los reyes de la comedia burlesca son ridiculizados y rebajados de la misma manera que los demás personajes de este tipo de obras. Así, es posible ver personajes de reyes españoles, incluso un inexistente Carlos VI. En este sentido, un caso muy interesante de comedia burlesca sefardí, variante del género que abona la tesis de “El personaje es el espacio”, según afirma Vitse, “portador de los indicios espaciales, se proyecta en el espacio y lo informa, haciendo del espacio dramático un espacio social.” (apud Cazal 2002:26-27) 14 Está claro que, en ese contexto, la deixis es esencial para la creación de la complicidad necesaria entre actores y público. 15 “Basada, casi como la concepción del espacio, en una lejanía y una cercanía, en un adentro y un afuera, en un ir y venir de la acción para llegar a la comicidad más absoluta a través de un espacio absurdo, convertido como tal al transformarse sobre todo en un espacio oscuro, en un espacio metonímico o en un espacio fundamentalmente simbólico” (447). 16 Cortijo Ocaña (2006) estudia este tema en la comedia El amor más verdadero, Durandarte y Belerma que, sobre la muy conocida historia de los amores de Durandarte y Belerma, elabora un erotismo burdo y deformante en el lenguaje y la gestualidad. 17 Uno de los actores más estudiados, por muchas razones, es Cosme Pérez, mejor conocido como Juan Rana, personaje de su creación. Ver Sáez Raposo (2004). P. Thompson (2006) le dedicó un estudio y anuncia un nuevo libro, titulado The Outrageous Entremeses of Juan Rana: An Annotated and Bilingual Selection of Plays Written for this Spanish Golden Age Gracioso. University of Toronto Press, (2009). 18 Desde la perspectiva comparatista, campo de estudio de las relaciones literarias entre España y Francia poco frecuentado todavía, Catherine Dumas (2004) analiza las figuras del gracioso de la comedia española y el valet comique y sus procedimientos burlescos, así como otros elementos inspiradores de la comedia francesa del XVII (entre 1610 y 1660). 13 la crítica satírica, es el de la comedia de Manuel de Pina La mayor hazaña de Carlos VI.19 Las circunstancias marginales de composición de esta comedia (su autor era judío, vivió en los Países Bajos hasta mediados del siglo XVII) permitieron un tratamiento de la figura real particularmente crítico. En 2006 Huerta Calvo retoma este tema, subrayando sus alusiones anticlericales, como “jalón tardío de ese marranismo jocoso” del Renacimiento español (284).20 Para terminar, Madroñal apunta que en la época en que Lope compuso su Arte Nuevo “el entremés burlesco y su heredera la comedia con el mismo apellido o la mojiganga se atrevían incluso con la majestad real, por muy alejada que estuviera en el tiempo y el espacio, y desde luego amparada en los ropajes de la locura carnavalesca”. (330) Conclusión Este breve repaso bibliográfico nos permite observar que, desde el renacer del interés crítico por la comedia burlesca en los años 80 hasta ahora, se han abierto líneas de trabajo muy diversificadas y tendientes no sólo a establecer un corpus fiable de textos dramáticos, sino sobre todo a completar el panorama de la composición, representación, recepción e implicaciones ideológicas que este subgénero aporta en el contexto mayor de la literatura satírica y el teatro cortesano. La curiosidad de los críticos e historiadores de la comedia burlesca goza de buena salud, la bibliografía es nutrida y, como lo he mencionado antes, obliga a una revisión de la historiografía áurea española en el contexto europeo y a una renovación de su divulgación científica, en especial de su impacto en las aulas.21 Es de desear que iniciativas de investigación de equipos interdisciplinarios vengan a enriquecer aun más los conocimientos ya establecidos y los que vendrán.22 19 El modelo serio de esta comedia es La mayor hazaña de Carlos V de Diego Jiménez de Enciso. Ver J. Huerta Calvo (1994) y Mata Induráin (2001 y 2006). 20 En el mismo volumen Carlos Mata Induráin estudia el tema, con abundante bibliografía. 21 En este sentido, las reservas formuladas por E. Rodríguez en una encuesta reciente, me parecen atendibles y son un síntoma más de los condicionamientos a los que se ven sometidas las humanidades en los últimos años. Ver http://www.uqtr.ca/teatro/teapal/TeaPalNum03Rep/TeaPal0332Respuestas.htm#14.1, en especial la pregunta 9. 22 Se anuncia para mayo del 2009 el libro editado por J. Farré, Dramaturgia y espectáculo teatral en la época de los Austrias. Aborda distintas cuestiones que giran en torno al teatro en España y América, desde temas, motivos y formas del teatro del Siglo de Oro, hasta cuestiones de escenografía. Bibliografía general Alonso Hernández, José Luis, “Burlas y marginalidad en el Siglo de Oro”. En Tiempo de burlas. En torno a la literatura burlesca del Siglo de Oro. Madrid:Verbum, 2001: 13-35. Arellano, Ignacio, “Las máscaras de Demócrito: en torno a la risa en el siglo de oro”. En I. Arellano y V. Roncero (eds.). Demócrito áureo. Los códigos de la risa en el siglo de oro. Sevilla:Renacimiento, 2006: 329-359. --- (Coord.). Paraninfos, segundones y epígonos de la comedia del Siglo de Oro. Madrid: Anthropos, 2004. Buezo, Catalina. Prácticas festivas en el teatro breve del siglo XVII. Kassel:Reichenberger, 2004. Cassol, A. y Oteiza, B. (Eds.) Los segundones. Importancia y valor de su presencia en el teatro aurisecular. Madrid/Frankfurt: Iberoamericana/Vervuert, 2007. Cazal, Françoise, González, Christophe y Vitese, Marc (Eds.). Homenaje a Frederic Serralta: El espacio y sus representaciones en el teatro español del Siglo de Oro: actas del VII cologio de GESTE (Toulouse, 1-3 de abril de 1998), Madrid: Universidad de Navarra/Iberoamericana ; Frankfurt am Main : Vervuert, 2002. Close, Anthony. « La comicidad burlesca como arma satírica ene el Siglo de Oro español”. En Satire politique et dérision (Espagne, Italie, Amérique Latine). Mercedes Blanco (Ed.) Lille:Conseil Scientifique de l’Université Charles-de-Gaulle, 2003: 75-85. Couderc, Christophe. Le théâtre espagnol du Siècle d’Or, 1580-1680. Paris :PUF, 2007. Dumas, Catherine. Du Gracioso au valet comique: contribution à la comparaison de deux dramaturgies (1610-1660). Paris: H. Champion éditeur, 2004. Granja, Agustín de la, y Lobato, María Luisa. Bibliografía descriptiva del teatro breve español: (siglos XV-XX). Madrid: Universidad de Navarra/Iberoamericana; Frankfurt am Main: Vervuert, 1999. Holgueras Pecharromán, Loly. “Comedia burlesca: estado actual de la investigación”. En Diálogos hispánicos 8:2, Amsterdam: Rodopi, 1989: 467-482. ---, “La comedia burlesca y el carnaval”. En Cuadernos de teatro clásico12 (1999): 131144. Huerta Calvo, Javier. “Los espejos de la burla. Raíces de la comedia burlesca”, en Tiempos de burlas: en torno a la literatura burlesca del Siglo de Oro, Verbum, Madrid, 2001: 16176. --- (Dir.). Historia del teatro breve en España. Madrid/Frankfurt: Iberoamericana/Vervuert, 2008. ---, Peral Vega, Emilio y Ponce Cárdenas, Jesús (Eds.). Tiempo de burlas. En torno a la literatura burlesca del Siglo de Oro. Madrid:Verbum, 2001. Lobato, María Luisa, “Nobles como actores. El papel activo de las gentes de palacio en las representaciones cortesanas de la época de los Austrias”. Dramaturgia festiva y cultura nobiliaria en el Siglo de Oro. Madrid/Frankfurt: Iberoamericana/Vervuert, 2007: 89-114. --- y García García, Bernardo J. (Coords.). Dramaturgia festiva y cultura nobiliaria en el Siglo de Oro. Madrid/Frankfurt: Iberoamericana/Vervuert, 2007. --- y García García, Bernardo J. (Coords.) La fiesta cortesana en la época de los Austrias. Valladolid: Junta de Castilla y León, Consejería de educación y cultura, 2003. Madroñal Durán, Abraham, “La burla lingüística en el entremés del Barroco”. En Tiempo de burlas. En torno a la literatura burlesca del Siglo de Oro. Madrid: Verbum, 2001: 177197. Periñán, Blanca. “Disparate y comedia burlesca”. En Demócrito áureo. Los códigos de la risa en el siglo de oro. I. Arellano y V. Roncero (Eds.). Sevilla: Renacimiento, 2006: 215232. Profeti, Maria Grazia. “Autores ‘menores’, re-uso de materiales, innovación estética”. En Los segundones. Importancia y valor de su presencia en el teatro aurisecular. Cassol, A. y Oteiza, B. (Eds.). Madrid/Frankfurt: Iberoamericana/Vervuert, 2007: 211-221. Rodríguez Rípodas, Alberto. “Los autores de comedias burlescas”, en Paraninfos, segundones y epígonos de la comedia del Siglo de Oro. Arellano, Ignacio (Coord.). Madrid: Anthropos, 2004: 29-37. Bibliografía específica Arellano, Ignacio; García Valdés, Celsa Carmen; Mata, Carlos y Pinillos, M. Carmen (eds.). Comedias burlescas del Siglo de Oro. El Hamete de Toledo. El caballero de Olmedo. Darlo todo y no dar nada. Céfalo y Pocris. Madrid:Espasa Calpe, 1999. Arellano, Ignacio (ed.). Comedias burlescas del Siglo de Oro. Tomo II. Madrid/Frankfurt: Iberoamericana/Vervuert 2001. [Incluye “Los amantes de Teruel”; “Amor, ingenio y mujer”; “La aventura sin buscarla”; “Angélica y Medoro”.] --- Comedias burlescas del Siglo de Oro. Tomo III. Madrid/Frankfurt: Iberoamericana/Vervuert 2002. [Incluye “El cerco de Tagarete”; “Durandarte y Belerma”; “La renegada de Valladolid”; “Castigar por defender”.] --- Comedias burlescas del Siglo de Oro. Tomo V. Madrid/Frankfurt: Iberoamericana/Vervuert 2004. [Incluye "Los condes de Carrión", anónimo; "Peligrar en los remedios", anónimo; "Darlo todo y no dar nada", de Pedro Lanini de Sagredo y "El premio de la virtud", anónimo.] --- Comedias burlescas del Siglo de Oro. Tomo VI. Madrid/Frankfurt: Iberoamericana/Vervuert, 2007. [Incluye "El rey Perico y la dama tuerta" de Diego Velázquez del Puerco, "Escanderbey" de Felipe López, "Antíoco y Seleuco" de Matos Fragoso y "La venida del duque de Guisa y su armada a Castelamar", de Martín Lozano]. --- “Paradigmas burlescos en Las aventuras de Don Fruela, de Francisco Bernardo de Quirós, enciclopedia jocosa del Siglo de Oro”, Monteagudo, 3ra época (9), (2004): 109126. Borrego Gutiérrez, Esther. Un poeta cómico en la corte: vida y obra de Vicente Suárez de Deza. Kassel: Reichenberger, 2002. Buezo, Catalina. “Venta y ventero en una pieza, de Antonio de Escamilla, o el cuerpo como lugar escénico”. En En Homenaje a Frederic Serralta: El espacio y sus representaciones en el teatro español del Siglo de Oro: actas del VII cologio de GESTE (Toulouse, 1-3 de abril de 1998), (2002): 117-136. Cienfuegos Antelo, Gema. El teatro breve de Francisco de Avellaneda: estudio y edición. Madrid: Fundación Universitaria Española, 2006. Cortijo Ocaña, Antonio. “El amor como burla y la parodia erótica en la comedia burlesca áurea. A propósito de El amor más verdadero, Durandarte y Belerma de Guillén Pierres”. En Venus venerada: tradiciones eróticas de la literatura española. J. Ignacio Díez y Adrienne L. Martín (Eds.). Madrid: Editorial Complutense, 2006: 165-189. Huerta Calvo, Javier. “Manuel de Pina y la literatura burlesca de los sefardíes”. En Los judaizantes en Europa y la literatura castellana del Siglo de Oro. Madrid: Letranúmero, 1994: 215-228. --- “Reyes de Carnaval / 2: el rey en la comedia burlesca”. En García Lorenzo, Luciano. El teatro clásico español a través de sus monarcas. Madrid: Fundamentos, 2006: 269-294. Hurtado, Milena H. y Mata Induráin, Carlos. “Algo más sobre comedia burlesca y Carnaval: a propósito de El Mariscal de Virón, de Juan de Maldonado”. eHumanista: Journal of Iberian Studies 2 (2002): 161-175. URL: http://www.ehumanista.ucsb.edu/volumes/volume_02/Hurtado/12062002Hurtado.pdf Lobato, María Luisa. Comedias de Agustín Moreto. Primera parte de comedias, [vol. I, Presentación; La Primera parte. De la escena al libro, Miguel Zugasti; Preliminares, ed. de Miguel Zugasti; La fuerza de la ley, ed. de Esther Borrego; El mejor amigo, el rey, ed. de Beata Baczynska; El desdén, con el desdén, ed. de María Luisa Lobato]. Kassel: Reichenberger, 2008a. --- y Mackenzie, Ann L. (Coords.) De Moretiana Fortuna. Estudios sobre el teatro de Agustín Moreto. En Bulletin of Spanish Studies 85: 7-8, 2008b. --- y Martínez Berbel, Juan Antonio. (Coords.) Moretiana. Adversa y próspera fortuna de Agustín Moreto. Madrid/Frankfurt: Iberoamericana/Vervuert, 2008c. Madroñal, Abraham. “Entremés de rey jamás se ha visto”. Sobre la figura real en el teatro berve del Siglo de Oro”. En García Lorenzo, Luciano. El teatro clásico español a través de sus monarcas. Madrid: Fundamentos, 2006: 321-331. Martínez Carro, Elena y Rubio San Román, Alejandro, “Documentos sobre Jerónimo de Cáncer y Velasco”. En Lectura y signo: revista de literaturaNº. 2, 2007 (2007b): 15-32. Mata Induráin, Carlos. “Algunas observaciones elementales sobre el género de la comedia burlesca”. En Comedias burlescas del Siglo de Oro. Tomo I. El rey don Alfonso, el de la mano honrada. Madrid:Iberoamericana, 1998. --- “La comedia burlesca del Siglo de Oro: La mayor hazaña de Carlos VI, de Manuel Pina”. Revista Signos 34 (49-50), (2001): 67-87. URL: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-09342001004900005&script=sci_arttext --- “Reyes de la risa en la comedia burlesca del Siglo de Oro”. En García Lorenzo, Luciano. El teatro clásico español a través de sus monarcas. Madrid: Fundamentos, 2006: 295-320. Pascual Bonís, María Teresa, “El espacio en la comedia burlesca El Caballero de Olmedo de Francisco Antonio de Monteser”. En Homenaje a Frederic Serralta: El espacio y sus representaciones en el teatro español del Siglo de Oro: actas del VII cologio de GESTE (Toulouse, 1-3 de abril de 1998), Madrid: Universidad de Navarra/Iberoamericana ; Frankfurt am Main : Vervuert, (2002): 435-450. Rodríguez, Alberto (ed.) Comedias burlescas del Siglo de Oro. Tomo IV. Madrid/Frankfurt: Iberoamericana/Vervuert, 2003. [Incluye “Las mocedades del Cid”; “El castigo en la arrogancia”; “El desdén con el desdén”; “El premio de la hermosura”.] Rubio San Román, Alejandro y Martínez Carro, Elena, “Relaciones entre Rojas Zorrilla y Jerónimo de Cáncer”. En Arbor. Ciencia, Pensamiento y Cultura CLXXXIII 726 julioagosto (2007): 461-473. URL: http://arbor.revistas.csic.es/index.php/arbor/article/view/120/120 Sáez Raposo, Francisco. “El otro Juan Rana”. Nueva Revista de Filología Hispánica 52 (2), (2004): 398-408. --- "Juan Rana" y el teatro cómico breve del siglo XVII. Fundación Universitaria Española, 2005. Thompson, Peter. “Crossing the Gendered Clothes-Line: Lanini y Sagredo’s El parto de Juan Rana”. Bulletin of the Comediantes 53 (2), (2001): 317-334. --- “Fencing and Fornication in Calderón’s El desafío de Juan Rana”. Revista de Estudios Hispánicos 37 (3), (2003): 487-507. --- The Outrageous Entremeses of Juan Rana: An Annotated and Bilingual Selection of Plays Written for this Spanish Golden Age Gracioso. University of Toronto Press, en prensa. --- The Triumphant Juan Rana: A Gay Actor in Spanish Golden Age Theatre. University of Toronto Press, 2006. Sitios web (consultados entre marzo y abril de 2009) http://cvc.cervantes.es/obref/criticon/indice.htm www.moretianos.com http://www.uqtr.ca/teatro/teapal/pal.html