Diferentes formas de religiosidad

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COLEGIO CIENCIAS Y LETRAS DE TEPIC
MONOGRAFIA
TRASCENDENCIA
TEPIC, NAY. DICIEMBRE 2006
COLEGIO CIENCIAS Y LETRAS DE TEPIC
MONOGRAFIA
TRASCENDENCIA
TEPIC, NAY. DICIEMBRE 2006
INDICE
• INTRODUCCION
• OBJETIVOS.......
• ATEISMO.
• Lo que el ateísmo no es
• Ateísmo fuerte y débil
• Historia del ateísmo
3.3.1 Persecución
3.3.2 Renacimiento y actualidad
3.4 Bases del pensamiento ateo
3.4.1 Moralidad y filosofía
3.5 Estadísticas
3.6 Ateos célebres
3.6.1 Ateos reconocidos del pasado
4. AGNOSTISISMO.
4.1 Variaciones y tipos de agnosticismo
4.2 Algunas opiniones filosóficas
4.2.1 Thomas Henry Huxley
4.2.2 Charles Darwin
4.2.3 Bertrand Russell
5. BUDISMO.
5.1 Movimientos y escuelas
5.1.1 Vehículos
5.1.2 Escuelas filosóficas
5.1.3 Principales ramas del budismo
5.2 Escrituras sagradas o cánones
6. BRAHMA
7. SAN PABLO, APÓSTOL..
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07
08
15
19
23
24
1
8. CONFUCIO
9. RELIGIONES DEL ORIENTE
9.1 Hinduismo
9.2 Judaísmo
9.3 Islamismo
9.4 Budismo
10. BIBLIOGRAFIA......
27
29
35
• INTRODUCCION
Esta investigación ha sido realizada con el fin de conocer la pluralidad del mundo actual, y la gran variedad de
culturas que predominan en la mente de los seres humanos que producen como consecuencia la creación de
doctrinas o pensamientos teológicos que influyen en nuestra manera de ser, de pensar y de vivir, y la gran
variedad de religiones que existen actualmente es debido a la diversidad de creencias que rigen ahora en el
mundo.
Se exploraran doctrinas del medio oriente y occidente, analizando sus puntos de vista y conociendo un poco
de su historia para así poder comprender en que se basan y como han perdurado a través de los años.
• OBJETIVOS
• Analizar como todo pensamiento profundo desemboca en la trascendencia
• Mostrar que el ser humano plantea inevitables preguntas ultimas en torno a lo que trasciende
• Examinar las relaciones fe−razón
• Analizar la religión que hay en las religiones
• Conocer mejor las grandes religiones
• ATEÍSMO
El ateísmo es la no creencia en divinidades. El término proviene del adjetivo griego (azeós) que
significaba `sin dios' (o sea, carente de la creencia en Dios); siendo a la partícula negativa `no' o `sin' y zeós:
`dios' (literalmente Zeus).
• Lo que el ateísmo no es
El no creer en un Dios en particular pero creer en alguna fuerza mágica que une todo el universo, no es
ateísmo.
Algunas religiones que niegan la existencia de Dios, como el budismo no son ateas ya que contienen en sus
doctrinas algunos elementos sobrenaturales, como la creencia en la reencarnación.
El ateísmo no es una religión. El ateo, en general, ha pasado por un proceso de cuestionamiento, investigación
y recopilación de respuestas, que lo llevan a afirmar que las entidades metafísicas o sobrenaturales no existen,
y que las diversas manifestaciones «extrañas» del universo tienen una explicación racional (incluso si ésta aún
no se ha encontrado).
• Ateísmo fuerte y débil
El ateísmo débil o escéptico es una variedad de ateísmo en la que se afirma que la existencia de uno o más
dioses es dudosa, improbable o insuficientemente demostrada. Esa vertiente corresponde a la ausencia de
creencia en la existencia de divinidades y puede ser mejor comprendida cuando se la compara con el ateísmo
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fuerte. También se lo conoce como ateísmo negativo (en contraposición al positivo) o ateísmo implícito (en
contraposición al explícito). Se llama ateo escéptico en el sentido de que, sin pruebas, no puede creer ni
siquiera en el ateísmo fuerte.
Cuando los teístas afirman que Dios existe, el ateo escéptico no afirma lo contrario, pero se niega a adherir a
la afirmación del teísta.
Algunos ateos escépticos no tienen una opinión del todo formada sobre el tema, ya sea por no haber pensado
mucho al respecto, o porque los argumentos y pruebas presentados tanto a favor como en contra de la
existencia de los dioses le parecen igualmente poco persuasivos.
También existe un tipo de ateo que no cree en Dios, pero no por una búsqueda racional de respuestas sino
debido a problemas personales (que generaron la pérdida de su fe en Dios).
Otros ateos escépticos, después de reflexionar sobre los argumentos y pruebas, pueden incluso encontrar
improbable que existan divinidades, pero no están dispuestos a afirmar con certeza que no existen. Pueden
encontrar que es imposible probar una negación, y que por lo tanto los adeptos del ateísmo fuerte no estarían
libres de la carga de la prueba, o sea que deberían probar su punto de vista (tanto como lo deberían los teístas).
Los usuarios del término ateísmo escéptico generalmente utilizan una definición bastante amplia del ateísmo,
algo como «ausencia de creencia en dioses»; eso incluiría en la definición una serie de visiones que pasan por
la no creencia, la descreencia, la duda o la negación del teísmo.
Por otro lado, también es muy común una definición más restringida de conceptúa al ateísmo como la
«negación de la existencia de dioses». Los que adoptan esa postura (ateísmo fuerte) prefieren denominar
«agnósticos» o «escépticos» a los que no creen en el teísmo pero no lo niegan cabalmente.
Cualquier afirmación o idea, si no fuera bien fundamentada, podría ser considerada como «basada en la fe».
Un ateo fuerte podría perfectamente afirmar que cree que los dioses no existen sin tener ningún argumento
racional que fundamente tal afirmación. En ese sentido, el ateísmo fuerte no es del todo incompatible con la
fe.
Algunos teístas van más lejos y argumentan que la práctica del ateísmo fuerte requiere naturalmente de fe, ya
que los ateos fuertes tienen fe en la no existencia de Dios. Pero tal afirmación no podría ser aplicada a un ateo
escéptico, ya que éste no afirma que las creencias teístas sean necesariamente falsas. El argumento estaría
dirigido sólo a los ateos fuertes, que niegan activamente cualquier posibilidad de existencia de la divinidad.
Para muchos agnósticos y ateos escépticos, tanto el teísta como el ateo fuerte estarían basando sus
afirmaciones en la fe, y no en el conocimiento.
Mientras tanto no debemos confundir ateísmo con escepticismo. Un escéptico, que duda y cuestiona la
existencia de Dios, puede ser llevado racionalmente a encontrar más probable la existencia de Dios que su no
existencia. Incluso algunas religiones denominadas como teístas tienen como base un escepticismo filosófico.
De la misma manera un ateo fuerte puede haber llegado a su posición atea, no por la duda o el
cuestionamiento, sino por la creencia en el materialismo. Sería un ateo fuerte, pero no necesariamente un
escéptico.
Los ateos suelen confiar en tesis racionalistas para negar lo que explican las religiones, pero otros ateos dicen
que no hay que explicar nada: la carga de la prueba cae sobre quien afirma la existencia de algo.
• Ateísmo fuerte: la existencia de Dios es imposible; tengo la seguridad de que no existe.
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• Ateísmo débil: no hay evidencia de la existencia de un Dios; incluso podría ser que existiera, pero me
parece poco probable.
• Agnosticismo: la existencia de Dios no es relevante y/o es insondable; puedo optar por creer (o no) en
Dios a través de la fe.
• Escepticismo: todo conocimento debe ser bien fundamentado y criterioso para poder diferenciarse de
las meras opiniones.
• Deísmo: la razón es la vía capaz de mostrarnos a Dios creador; no acepto la idea de la revelación
divina que está presente en las religiones organizadas.
• Humanismo laico
• Panteísmo: Dios es la suma de todo lo que existe: la materia y la naturaleza son divinas. O bien sólo
Dios es real: el mundo es sólo una emanación de la divinidad.
• Argumentos en contra de la existencia de Dios
• Argumentos a favor de la existencia de Dios
• Teísmo: creo en un Dios absoluto y trascendental que actúa en el mundo a través de su providencia y
lo mantiene.
• Apuesta de Pascal: me conviene creer en Dios, porque si creo en Él y finalmente no existe, cuando yo
muera no sucederá nada. En cambio si no creo en Dios y éste existe, cuando yo muera me enviará al
infierno.
• Historia del ateísmo
No ha existido ningún periodo cultural donde todas las personas compartieran su creencia en dioses o
fuerzas sobrenaturales (su modelo del mundo). Las opiniones religiosas han tenido generalmente una
posición fuerte en sus sociedades y sus oponentes no han tenido siempre la oportunidad de expresar
sus puntos de vista en público. Por ello es raro encontrar puntos de vista ateos en la historia oficial.
En la antigua Grecia vivieron muchos filósofos ateos que no aprobaban la religión que dominaba su
propia sociedad. La mayoría tenía un modelo materialista, según el cual todas las cosas en su origen
son materiales, e incluso los fenómenos «espirituales» tienen base material, por lo que no es necesario
ningún dios.
En el siglo V antes de nuestra era, el término «ateo» adquirió un significado adicional, expresando
una falta total de relación con los dioses, esto es `negadora de los dioses, incrédula, irreligiosa,
antirreligiosa, sacrílega', con una connotación más parecida a nuestro término actual `impío'. Un
término menos peyorativo en esa época (que equivaldría a nuestro actual `ateo') era asebs.
Los primeros pensadores que negaron la existencia de los dioses («ateísmo teórico»), fueron algunos
sofistas griegos, siendo el primero Protágoras (quien fue exiliado de Atenas por ateo), también
Diágoras de Mileto y Crizias. Se puede hablar de «ateísmo práctico» en filósofos como Demócrito
(460−370 a.C, que fue el primero en pensar que la realidad estaba compuesta por átomos y vacío) y
conocidos materialistas como Epicuro (341−270 a.C.) y su seguidor romano Lucrecio (98−55 a.C),
que aunque no negaban explícitamente la existencia de las divinidades, sostenían que no tendrían
ninguna interacción con las actividades humanas.
Como sustantivo abstracto, existía también atheots (`ateísmo'). El escritor y político romano Cicerón
(106−43 a.C) transcribió azeós al latín atheus. En las discusiones entre cristianos y «paganos» (desde
el siglo II de nuestra era), cada grupo atribuía el término azéoi a su enemigo.
• Persecución
La Edad Media fue bastante negativa a las opiniones ateas, y la crítica a la religión dominante se
castigaba duramente, muchas veces con la muerte. (Ver Santa Inquisición.) Por ello no se han
documentado casos significativos de ateísmo en esa época.
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En la Europa medieval e incluso hasta el siglo XVIII, el ateísmo fue considerado inmoral y
generalmente criminal. Los ateos podían ser condenados a la hoguera especialmente en los países
donde operaba la Inquisición católica.
Mientras que los protestantes y muchos otros sufrían discriminación y persecución por parte de la
Iglesia Católica dominante, Juan Calvino (1509−1564, creador del calvinismo) estaba a favor de
quemar a los ateos y herejes.
Los cazadores de brujas y la Inquisición estaban más que dispuestos a torturar y ejecutar a los que
consideraban ateos o brujas... o no necesariamente.
En algunas culturas, promocionar el ateísmo ha sido criminalizado, e incluso hoy en día muchos
países europeos occidentales como Alemania y España tienen leyes que persiguen las blasfemias,
aunque rara vez se llevan a la práctica. Muchos teístas consideran que los que no creen en un dios son
inmorales, amorales o no aptos como dignos miembros de la sociedad.
Las escrituras de muchas religiones contienen denuncias contra los no creyentes, como ocurre en
Segunda Epístola a los Tesalonicenses 1.6−9 (en el Nuevo Testamento de la Biblia).
• Renacimiento y actualidad
El materialismo y la resistencia a la iglesia fue la marca del humanismo renacentista (1400−1500). La
visión atea reaparece recién en algunos filósofos renacentistas, como Pietro Pomponazzi.
En el idioma inglés, el término ateísmo (atheism) fue el resultado de la adopción del francés athéisme
en 1587 aproximadamente), la cual a su vez proviene de athée. Luego de la palabra ateísmo se
crearon las palabras deísta (1621, en inglés) y teísta (1662, en inglés).
El ateísmo tuvo una relevante difusión durante la era de la Ilustración (1688−1789), con el barón Paul
d'Holbach y Julien Offray de La Mettrie.
También es importante la figura de Jean Meslier, sacerdote católico de la parroquia de Etrèpigny
(cerca de Mézières, Ardenne, Francia). Después de haber trabajado durante unos 40 años con
diligencia e insospechable apariencia de fe, al morir en 1729 dejó dos sorprendentes cartas y una gran
obra de cerca de 3500 páginas impresas con argumentos contra la existencia de Dios.
Los desarrollos de la física y de la matemática condujeron también a abrir un debate acerca del
determinismo (Laplace, 1749−1827).
La situación empezó a liberalizarse recién el 1700. Entre otros, Denis Diderot observó que el mundo
se podía explicar sin ninguna hipótesis divina.
En el siglo XIX la popularidad del ateísmo aumentó muchísimo debido a la ausencia de pena de
muerte por ateísmo y también a los descubrimientos científicos de la biología (especialmente de la
teoría de la evolución de Charles Darwin), de la antropología y de la idea de la posibilidad de dominar
la naturaleza, que derivó de la revolución industrial.
El ateísmo fue desarrollado por filósofos de la izquierda hegeliana como Ludwig Feuerbach y se
volvió el aspecto básico del materialismo dialéctico de los filósofos alemanes Karl Marx y Friedrich
Engels (quienes fundaron su opinión materialista en Demócrito y Epicuro), así como del positivismo
de Auguste Comte y Félix Le Dantec.
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Max Stirner (seudónimo de Johann Kaspar Schmidt, contemporáneo de Marx) publica en 1845 Lo
único y su propiedad, obra que será idolatrada y odiada, en la cual con un ateísmo sin medias tintas
critica a Feuerbach, Bauer y a los comunistas, hace tabla rasa de toda la filosofía precedente y de los
fantasmas de la irracionalidad, propugnando un extremo individualismo y adoptando incluso el propio
término egoísmo. Stirner fue a veces definido como profeta de los anarquistas, de los fascistas, de los
libertarios. El mismo Friedrich Nietzsche estaba atraído a la obra de Stirner, tanto que temía ser
acusado de plagio. También se recuerda el ateísmo de Arthur Schopenhauer (1788−1860), que
algunos definen como «el ateísmo de la desesperación».
En el siglo XX, el ateísmo se volvió la posición ideológica más común entre científicos, racionalistas
y humanistas.
Después las opiniones ateas han tenido el apoyo en filósofos y científicos. Famosos ateos del siglo
XX fueron el novelista Albert Camús,la filósofa y novelista Ayn Rand el filósofo Jean−Paul Sartre y
el matemático y filósofo Bertrand Russell.
• Bases del pensamiento ateo
El ateísmo es apoyado tanto por hechos comprobados científicamente como por las incongruencias de
la fe religiosa. En su crítica a las creencias, los ateos por ejemplo señalan la antropomorfía de los
dioses, es decir a sus características humanas, como ser la capacidad de pensar y comunicarse.
También el hecho de que el hombre es el punto central de la creación divina, demuestra ser un signo
del egocentrismo humano.
Un ateo no cree en fenómenos sobrenaturales y tampoco en ninguna fuerza inexplicable que gobierne
el mundo. Dice que el mundo se puede explicar con ayuda de la investigación científica y el
razonamiento lógico. La escasez en la capacidad de observación y de la inteligencia colocan límites al
entendimiento de la realidad, pero eso no es ninguna prueba de que lo sobrenatural exista.
También dentro del ateísmo hay diferencias de opinión. Entre los principales sectores tenemos al
ateísmo científico y al ateísmo filosófico. El primero se basa en el método científico. Muchos de los
representantes del ateísmo−filosófico pueden llamarse agnósticos, ya que dicen que las personas no
tienen ningún motivo para creer en dios, ya que no existe información válida que apoye ese
pensamiento.
La naturaleza sociopolítica del ateísmo se refleja en la ideología marxista. Según esta, la religión es
dañina, porque mantiene una imagen del mundo equivocada, y las estructuras sociales están
construidas en esa imagen equivocada. Ateos que no pertenecen a ninguna de esas ideas representan
el ateísmo personal (ateísmo psíquico) y se declaran neutrales a la creencia de dios, dicen que no es
una necesidad para el desarrollo psíquico de las personas. Este ateísmo práctico es el que empieza a
ser el más común en la cultura occidental.
• Moralidad y filosofía
El ateísmo no prescribe ningún código ético concreto: se limita a ser la no creencia en dioses. Muchos
ateos, sin embargo, están involucrados en escuelas de pensamiento como el humanismo secular, el
universismo, el racionalismo y la filosofía objetivista.
Ser ateo no es ser inmoral. Para un ateo la moralidad no se basa en preceptos axiomáticos, de
revelación divina. Se basa en la búsqueda del bienestar humano, como individuo y como sociedad, y
en la racionalidad adquirida sólo a través del conocimiento.
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La mayoría de las religiones incluyen un código ético (por ejemplo, los Diez Mandamientos) y
enseñan que la moral proviene en última instancia de sus dioses. Muchos seguidores, por tanto, creen
que el no creer como lo hacen ellos implica no tener moral; o incluso si creen en unos dioses que les
protegen, en su caso, que los no creyentes estarán desprotegidos y a merced de la influencia
corrompedora de los agentes del mal como Satán.
Casi todos los ateos niegan categóricamente la acusación de que son amorales: sostienen que seguir la
moral de su propia conciencia es en la práctica más moral que lo que ha ocurrido históricamente como
resultado del seguimiento de dictámenes religiosos. Existen numerosos ejemplos de códigos éticos
ateos, como el código ético del humanismo secular. Muchas ONGs son ampliamente consideradas
morales, aunque no sean religiosas, como Oxfam y Médicos Sin Fronteras.
Los ateos (y también algunos teístas) consideran que la moral no requiere una religión.
• Estadísticas
En 1914, James H. Leuba publicó que el 58% de 1000 científicos estadounidenses expresaron
«escepticismo o duda en la existencia de Dios». El estudio se repitió en 1996, y produjo un porcentaje
similar de 61 % (en cambio entre los científicos de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. ese
número es de 93 %, según la revista Nature, n.º 386, pág. 435−436).
Según el Britannica Book of Year, en 1994 en el mundo había 1154 millones de ateos y agnósticos. La
World Christian Encyclopedia anunció que en el año 2000 había 262 millones de ateos y 1071
millones de agnósticos. Según la obra de J. Baubérot (dir.), Religion et laïcité dans l'Europe ('religión
y lacismo en Europa') un cuarto de la población europea sería «no religiosa». El 5% de los europeos
serían ateos convencidos.
Una encuesta (publicada en diciembre de 2004) en 21 países sobre un universo de 21.000 personas
ofrece que un 25 % de los europeos del oeste se dicen ateos contra un 12 % en los países de Europa
central y oriental. Otras encuestas arrojan el resultado de que el 49% de que son ateos los checos y el
41% de los habitantes de Países Bajos.
• Ateos célebres
• Ateos reconocidos del pasado
♦ Leucipo (450−370 a.C., filósofo atomista griego.
♦ Demócrito de Abdera (460−370 a.C., filósofo griego, discípulo de Leucipo.
♦ Epicuro (341−270 a.C., filósofo griego.
♦ Charvaka, filósofo indio fundador de una escuela de filosofía abiertamente atea y empírica
(que tuvo seguidores por lo menos hasta 1578).
♦ Denis Diderot (1713−1784), escritor y enciclopedista francés.
♦ Arthur Schopenhauer (1788−1860), filósofo alemán.
♦ Heinrich Heine (1797−1856), filósofo alemán.
♦ Auguste Comte (1798−1857), filósofo francés, fundador del positivismo
♦ Ludwig Feuerbach (1804−1872), filósofo alemán («la religión sólo se justifica si satisface una
necesidad psicológica»)
♦ Mijaíl Bakunin (1814−1876), revolucionario y anarquista ruso.
♦ Karl Marx (1818−1863), filósofo alemán creador del socialismo científico.
♦ Friedrich Engels (1820−1895), filósofo alemán, compañero de Marx.
♦ Ernst Haeckel (1834−1919), filósofo y biólogo que popularizó en el darwinismo en Alemania.
♦ Ernst Mach (1838−1916), físico y filósofo checo−austriaco.
♦ Friedrich Nietzsche (1844−1900), filósofo, poeta y filólogo alemán.
♦ John Dewey (1859−1952), filósofo, psicólogo y educador progresista estadounidense.
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♦ Douglas Adams, filósofo.
♦ Sigmund Freud (1856−1939), creador del psicoanálisis.
♦ Lenin (1870−1924), político ruso.
♦ AGNOSTICISMO
El agnosticismo (del griego a = no y gnosis = conocimiento) es una postura religiosa de acuerdo a la
cual la existencia o no de un dios o una mitología de deidades, es desconocida y por lo mismo
irrelevante.
EL PROFESOR T. H. HUXLEY introdujo la palabra agnóstico en 1869 en el círculo de la ahora
inexistente Sociedad Metafísica. Escribiendo un tiempo más tarde, dijo: <<Cuando llegué a la
madurez intelectual y comencé a preguntarme a mí mismo si yo era ateo, o teísta, panteísta,
materialista, idealista, cristiano, o librepensador, encontré que cuanto más aprendía y reflexionaba,
tanto menos seguro me sentía sobre la respuesta, hasta que por fin llegué a la conclusión de que no
tenía nada que ver con ninguna de estas denominaciones, excepto con la última. La mayoría de esta
buena gente... estaban bien seguros de que habían experimentado una cierta "gnosis", y que habían, de
una manera más o menos satisfactoria, solucionado el problema de la existencia; en cambio, yo estaba
bien seguro de que no había alcanzado esto, y tenía una convicción bastante intensa de que el
problema era irresoluble. ... La mayoría de mis colegas en la Sociedad Metafísica eran −istas de uno u
otro tipo... por lo cual medité e inventé lo que concebí como el título apropiado de agnóstico. Me vino
a la mente como algo sugerentemente antitético de los "gnósticos" de la historia de la iglesia, que
profesaban conocer tanto sobre las mismas cosas que yo ignoraba; y aproveché la primera ocasión
para exponerlo a nuestra Sociedad. Y para gran satisfacción mía, el término fue aceptado.>>
Él definió a un agnóstico como alguien que niega tanto el ateísmo como el teísmo, y cree que la
cuestión de si existe un poder superior es indeterminable e irresoluble. Otra forma de decirlo es que
un agnóstico es alguien que cree que no sabemos ni podemos saber con certeza si Dios existe.
Sin embargo desde entonces el término agnóstico ha sido también usado para describir a aquellos que
no creen que la cuestión sea intrínsecamente incognoscible, sino que creen que la evidencia a favor o
en contra de Dios es no concluyente, y por lo tanto están indecisos sobre el tema.
En general los agnósticos consideran que las religiones, si bien no son una parte esencial de la
condición humana, sí lo es de la cultura y de la historia humana.
Quienes profesan agnosticismo no son necesariamente antirreligiosos, siendo respetuosos de todas las
creencias que proceden de una reflexión individual y honesta, y no de un interés egoísta, de la
desesperación o de la presión del entorno. El agnóstico entiende la fe sólo como una opción personal
de cada individuo, que él no comparte.
• Variaciones y tipos de agnosticismo
El agnóstico suele separar las posturas religiosas entre "conocer" y "creer". De esta forma una persona
religiosa se distingue de un ateo por el hecho de que el religioso "cree" y el ateo "no cree". El
agnóstico se separa de estas posturas indicando que unos y otros (religiosos y ateos) afirman un nivel
de conocimiento sobre la realidad superior que el agnóstico no comparte.
Muchas personas afirman que no se puede hacer esta separación: que la afirmación "creo en Dios"
implica "conozco que Dios existe".
Algunas variantes del agnosticismo incluyen:
♦ Agnosticismo débil: se considera una opción personal. Es la persona que afirma que no tiene
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conocimiento o certeza sobre la realidad superior.
♦ Agnosticismo fuerte: es una afirmación categórica sobre el conocimiento de realidades
superiores indicando que estas no son cognoscibles, y que los seres humanos no están
equipados para descubrir la existencia de tales realidades o para probar su inexistencia.
♦ agnosticismo apático: conocido también como ignosticismo o apateísmo es la visión de que
las realidades superiores, aún de existir, no cambian en nada a la condición humana y por lo
tanto las religiones son irrelevantes o accesorias.
♦ Algunas opiniones filosóficas
Entre los más famosos agnósticos (en el sentido original) se encuentran Thomas Henry
Huxley, Charles Darwin y Bertrand Russell. A partir de los trabajos de David Hume,
especialmente Dialogues Concerning Natural Religion (Diálogos con respecto a la religión
natural), se piensa que él era agnóstico, aunque es un tema que sigue en debate.
La posición agnóstica se vuelve permanente en varios filósofos post−kantianos, que
mantienen que la razón que pretende hablar de lo incondicionado cae en contradicción, tanto
para demostrar la existencia como para negarla.
♦ Thomas Henry Huxley
Las posturas agnósticas son tan antiguas como el escepticismo filosófico, pero el término
«agnosticismo» fue acuñado por el biólogo Thomas Henry Huxley (padre del conocido
novelista inglés Aldous Huxley) en una reunión de la Sociedad Metafísica en 1869. En ella
definió a los agnósticos como a las personas que niegan tanto el ateísmo como el teísmo y que
aseguran que no es posible hallar respuesta a la duda metafísica de la existencia de un poder
superior o Dios. En una carta a un amigo escribe:
Yo no afirmo ni niego la inmortalidad del hombre. No veo razón para creer en ella pero
tampoco tengo ningún medio para desaprobarla. No tengo objeciones a priori a esa doctrina.
Nadie que tenga que lidiar día a día con la naturaleza puede meterse en el brete de las
dificultades a priori. Dame alguna evidencia que justifique mi creencia en cualquier cosa y yo
creeré. ¿Y cómo no habría de creer? No sería más maravilloso que la conservación de la
energía o la indestructibilidad de la materia. [...]
No tiene sentido que me hables de analogías y probabilidades. Yo sé a qué me refiero cuando
digo que creo en la ley de los cuadrados inversos, y no basaré mi vida y mis esperanzas en
alguna convicción más débil.
(Huxley, en carta a Charles Kingsley del 23 de septiembre de 1860)
Desde entonces el término 'agnóstico' también ha sido usado para designar aquella persona
que, aunque no considera que sea incognoscible la existencia de Dios, cree que las evidencias
a favor y en contra de la existencia de una deidad no resultan concluyentes, por lo que se
muestra indecisa sobre el tema.
Por naturaleza tengo la antipatía más grande posible contra el ateísmo. Y sin embargo sé que
yo a pesar de mí mismo soy exactamente lo que un cristiano llamaría un ateo. No puedo ver
ni una sombra de evidencia acerca de que lo desconocido que se esconde tras los fenómenos
del universo tenga algo que ver con nuestra relación con un Padre que nos ama y nos cuida,
como dicen los cristianos. Así que con respecto a los demás dogmas cristianos como la
inmortalidad del alma y el castigo y recompensa futuros qué voy a objetar yo que me siento
compelido a creer en la inmortalidad de lo que llamamos materia y energía y a creer en un
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inconfundible estado actual de castigos y recompensas por nuestras acciones qué voy a
objetar contra esas doctrinas. Dame una pizca de evidencia y estoy listo para saltar a tu lado.
(Huxley, en carta a Charles Kingsley del 6 de mayo de 1863)
Se considera que el agnosticismo de Huxley es una consecuencia natural de las condiciones
intelectuales y filosóficas de 1860, en que la intolerancia religiosa estaba tratando de impedir
los descubrimientos científicos que parecían chocar contra una lectura literal de la Biblia (en
especial del libro del Génesis) y otras doctrinas cristianas establecidas. Sin embargo el
agnosticismo no se debe confundir con el deísmo, el panteísmo u otras formas científicas
positivistas de teísmo.
En temas intelectuales, sigue tu razón tanto como puedas, sin tener ningún otro tipo de
consideración. Y negativamente: en temas intelectuales, no pretendas que es cierta ninguna
conclusión que no haya sido demostrada o sea demostrable.
(Huxley, Agnosticismo, 1889)
Es importante no confundir agnóstico (que niega la demostración racional de la existencia de
Dios, puesto que es un acto de fe o una opción personal) con deísta, que opina que la
existencia de Dios es demostrable desde la razón.
♦ Charles Darwin
En 1879, cuando Darwin estaba escribiendo su autobiografía, le llegó una carta preguntándole
si él creía en el dios Yahvé, y si el teísmo y la evolución eran compatibles. Él replicó que un
hombre puede ser un ardiente teísta y un evolucionista», citando como ejemplos a Charles
Kingsley y Asa Gray; con respecto a él, dijo que «nunca había sido ateo en el sentido de
negar la existencia de un Dios». Agregó: «Creo que en general (y más cuanto más viejo me
hago) aunque no siempre, creo que agnóstico sería una descripción correcta de mi
pensamiento».
El jueves 28 de septiembre de 1881 Darwin recibió la visita de dos conocidos ateos, el Dr.
Ludwig Büchner y Edward Aveling (quien más tarde sería pareja de Eleanor Marx). Estaba
presente el hijo de Darwin Frank, y la esposa de Darwin Emma había invitado a su viejo
amigo el reverendo Brodie Innes.
Darwin explicó sagazmente que «[El reverendo] y yo hemos sido medio amigos por treinta
años. Nunca hemos estado de acuerdo en ningún tema: más bien nos miramos y cada uno
piensa que el otro debe de estar muy enfermo». En la charla después de la cena, Darwin les
preguntó a sus invitados: «¿Por qué se hacen llamar ateos?», explicando que él prefería la
palabra agnóstico. Aveling replicó que «un agnóstico no era sino un ateo elástico, y un ateo
no era sino un agnóstico agresivo». Darwin respondió: «¿Y por qué tienen que ser tan
agresivos?», preguntándose qué iban a ganar imponiendo esas nuevas ideas en la gente,
cuando la libertad de pensamiento estaba «más que bien» para las personas educadas, pero si
la gente ordinaria «estaría madura para ello». Aveling respondió que si «las revolucionarias
verdades de la selección natural y sexual hubieran sido confinadas sólo para las pocas
personas sensatas» y él «hubiera demorado la publicación del Origen de las especies, ¿dónde
estaría el mundo en este momento?. Seguramente su propio ilustrativo ejemplo había alentado
a los librepensadores a «proclamar la verdad desde los techos de las casas». Darwin en ese
momento aceptó que «el cristianismo no está apoyado en evidencias», pero que él no estaba
dispuesto a forzar esa idea en nadie, ya que de hecho «yo no abandoné el cristianismo hasta
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que tuve cuarenta años de edad».
♦ Bertrand Russell
El panfleto de Bertrand Russell Por qué no soy cristiano, basado en una conferencia que dio
en 1927, se considera un manifiesto clásico de la creencia agnóstica. El ensayo presenta
brevemente las objeciones de Russell a algunos de los argumentos sobre la existencia de Dios
y luego presenta una discusión acerca de sus objeciones morales a las enseñanzas cristianas.
Luego le pide a sus lectores que se paren «sobre sus dos pies y dirijan una mirada cruda y
directa al mundo [...] con una actitud sin miedo y una inteligencia libre».
En el otro panfleto posterior de Russell ¿Soy ateo o agnóstico? (subtitulado «Un pedido de
tolerancia ante los nuevos dogmas»), él confirma que es un agnóstico en el sentido filosófico
de que él no puede creer la verdad de la existencia o no existencia de Dios. Sin embargo en el
mismo ensayo admite que la manera más clara de presentarse ante una audiencia no filosófica
sería como ateo
◊ BUDISMO
El Budismo es una religión y una filosofía que se basa en las enseñanzas de Siddharta
Gautama, conocido como el Buda. Nacido entre los años 563 y 483 antes de nuestra era, el
príncipe Siddharta (también conocido como Shakyamuni). Tras haber llevado una vida llena
de lujos y placeres, privado del contacto con las cosas tristes de la vida, se encontró en tres
paseos sucesivos por los límites de los jardines reales, con escenas por él desconocidas hasta
entonces, las que repercutieron profundamente en su interior: un anciano, un enfermo débil y
delgado y un muerto llevado por sus parientes. Sabiendo que su linaje no lo aislaba de esos
infortunios vejez, enfermedad, y muerte), se dio cuenta de la inutilidad de gastar la vida en
lujos y placeres y deseó encontrar un medio para liberarse de tales tribulaciones, tanto por él
como por su familia y por el pueblo al que algún día se suponía él llegaría a gobernar. La
imagen de un asceta −quien llevando una vida de renuncia a las cosas materiales y dominando
sus pasiones, vaga en búsqueda de la verdad− le sirvió de inspiración; y así abandonó sus
riquezas y su futuro trono y partió en busca del remedio para la enfermedad, la vejez y la
muerte.
Durante seis años aprendió las enseñanzas de los grandes maestros espirituales de la época y
siguió prácticas extremas de automortificación. Al darse cuenta de que eso no lo llevaba a
encontrar las respuestas ni a liberarse del sufrimiento, abandonó las prácticas extremas, y
sentado bajo una higuera oriental, meditó hasta lograr la suprema sabiduría trascendente,
viendo pasar ante sí las imágenes de sus anteriores existencias, a los seres cometiendo actos y
recibiendo los efectos de sus acciones; naciendo, creciendo, envejeciendo y muriendo una y
otra vez en las distintas vías de existencia, arrastrados por la fuerza de sus actos, sus deseos,
su ignorancia, sus pasiones. Contando con treinta y cinco años de edad, tras un esfuerzo
intelectual intenso y doloroso, se convirtió en un Buda, es decir, en un Despierto, un
Iluminado.
Movido por su compasión y viendo que aunque era difícil comprender la verdad que acababa
de descubrir, había algunos seres cuyos ojos estaban cubiertos solamente por un suave velo de
ignorancia, decidió permanecer en el mundo para tratar de ayudar a que los seres despierten y
salgan del samsara (rueda de nacimientos y muertes sucesivas).
Durante los siguientes cuarenta y cinco años difundió sus enseñanzas, exponiendo las leyes
que descubrió, adecuando sus palabras según su auditorio, dejando un excelente ejemplo y
una gran guía para la humanidad, lo que sirvió de base para lo que hoy conocemos con el
11
nombre de Budismo (Buddhadharma: la enseñanza de Buda).
El Budismo es una religión si consideramos que es una solución espiritual al sufrimiento
humano, pero no es una religión tal como la podemos entender en occidente desde una
perspectiva teísta, pues no habla de un dios como última explicación de la realidad en el que
creer. Por este motivo, también ha sido considerado a menudo una filosofía de vida, aunque
vaya más allá de la mera intelectualidad al aportar una soteriología liberadora y trascendente.
Buddha es una palabra de los antiguos idiomas indio pali y sánscrito, que quiere decir
"alguien que ha despertado". En el budismo no sólo se usa para referirse al personaje
histórico, sino también a cualquier otra persona que haya logrado lo mismo que él logró. A
menudo, a esta condición despierta en un ser también se le llama "iluminación". Buda no
afirmó de sí mismo que fuera un Mesías enviado por una divinidad, sino un hombre, un
maestro para guiar a aquellos que quisieran llegar al mismo punto al que Él llegó.
El budismo es un conjunto de enseñanzas de carácter pragmático y experiencial, destinadas a
erradicar el sufrimiento humano; sufrimiento entendido primariamente como ansiedad
existencial (sánscrito: dukkha) y por derivación como cualquier otra forma de sufrimiento. El
objetivo es alcanzar una paz y felicidad no condicionadas por la experiencia común de los
fenómenos de la realidad. Esta situación de común ignorancia (avidya), es por tanto lo que el
seguidor del camino budista pretenderá erradicar siguiendo la doctrina y prácticas dejadas por
el Buda.
El budismo se difunde gradualmente desde la India natal a través del Asia central, llegando en
los inicios de nuestra era a China, Japón y la mayoría de países del sudeste asiático. A lo largo
de la historia de la expansión budista por Asia surgieron nuevos desarrollos doctrinales y
prácticos. También el encuentro con nuevas culturas dio luz a diferentes movimientos y
escuelas.
El conjunto de enseñanzas y prácticas que componen ese camino se las conoce como Dharma,
que significa "ley, doctrina o verdad". Es importante notar que el budismo no es una religión
dogmática. El mismo buda aconsejó comprobar por la propia experiencia la validez de su
enseñanza.
♦ Movimientos y escuelas
♦ Vehículos
La enseñanza budista se transmitió principalmente de manera oral. Ésta, junto a numerosos
escritos dispersos, fue compilada alrededor del año 100 a.C. en lo que se conoce como Canon
Pali. Más o menos al mismo tiempo, un nuevo movimiento que será conocido posteriormente
como Mahayana empezaba a surgir. A aquel cuerpo doctrinal ceñido a lo ya compilado en el
Canon Pali, se lo conoce como Budismo Theravada, incorrectamente llamado Hinayana
("Vehículo menor").
Theravada (linaje de los antiguos) y Mahayana (gran vehículo) son por lo tanto, los dos
movimientos del budismo. Desde la perspectiva del budismo Mahayana se habla también de
vehículos, si bien esto no tiene que ver con estos dos tipos de budismo desarrollados en la
historia, si no con dos aspiraciones distintas en la practica. En el budismo Mahayana se
afirma una aspiración a un despertar universal, y en este tipo de budismo, a aquella aspiración
hacia la liberación individual es llamada Hinayana (pequeño vehículo). El budismo
Theravada fija sus principios en lo recogido antes de la aparición del Mahayana y esta
distinción no existe.
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El budismo Theravada está presente en India, Sri Lanka, Tailandia y otros países del sudeste
asiático. El Mahayana florecería en el siglo I en China, el III y IV en Japón y Corea, el siglo
VII pasaría a Tibet y más tarde a Mongolia.
Alrededor del siglo VII d.C., el tantrismo hindú entraría en China y Tibet. Esta fusión crearía
el llamado budismo tántrico o Vajrayana. Sus seguidores se refieren a él como un tercer
vehículo o movimiento, si bien de manera estricta se consideran los dos movimientos
principales ya mencionados. En el budismo es bastante común que cada tradición escuela se
vea ella misma como la más efectiva sobre el resto, aunque de manera general la comunidad
budista es bastante armoniosa.
♦ Escuelas filosóficas
En el budismo Theravada existe una variedad de enfoques que intentan afinar el sentido del
Abhidarma, la parte filosófica del Canon Pali. No obstante, es en el Mahayana en donde las
diferencias filosóficas entre posturas distintas son más notables.
Estas diferencias surgen a partir de dos escuelas de pensamiento distintas gestadas en los
primeros siglos del Mahayana. Influyen en la mayoría de tradiciones y escuelas de este tipo
de budismo. Las dos escuelas son la Madhyamaka y la Yogacara.
◊ La escuela Madhyamaka o "camino del medio" tiene su base en los desarrollos del
filósofo y maestro indio Nagarjuna en el siglo II (d.C.). Postula la indagación de la
verdad evitando los opuestos mediante el hallazgo de un camino medio.
◊ La escuela Yogacara o "sólo conciencia" surge por los desarrollos de los maestros y
además hermanos, Asanga y Vashubandhu en el siglo IV (d.C.). Postula la
identificación entre realidad y mente individual para evitar el dualismo.
◊ Principales ramas del budismo
Hinayana: o Pequeño vehículo. También llamado Budismo del Sur. Vehículo donde
se procura ante todo la salvación personal. Su ideal es el del Arahat.
Los Arahats son aquellos que se liberan por medio de las Cuatro Nobles Verdades.
Su Iluminación no es total ni completa y tampoco pueden transmitir la Iluminación a
otros seres como lo hacen los Bodhisattvas.
El término Hinayana es considerado por muchos inadecuado, debido a que es
considerado despectivo, por lo cual muchos se refieren a éste como Theravada
(doctrina de los antiguos). En realidad es una de unas 18 escuelas que se habrían
desarrollado del Sangha original y que se mantiene viva en la actualidad. Según sus
adherentes, el Theravada representa la doctrina pura original.
Mahayana: Gran vehículo. También llamado Budismo del Norte. Vehículo de
salvación universal. Su ideal es el del Bodhisattva. Bodhi significa "despertar (o
iluminación)" y sattva significa "Ser".
Un Bodhisattva es un ser Iluminado entre los seres vivientes y también aquél que
ayuda a los otros a lograr la Iluminación. Practica las seis perfecciones (seis
paramitas) −del dar, de la moralidad, de la paciencia, del vigor, de la concentración y
de la sabiduría−, y miles de prácticas virtuosas, pero renuncia al Nirvana completo
hasta que todos los demás seres hayan sido liberados.
La esencia de la búsqueda de la Iluminación del Bodhisattva es su corazón compasivo
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por todos los seres vivientes.
Ch'an (chino) − Zen (japonés): Dhyana (sánscrito), contemplación/meditación,
absorción contemplativa de la mente concentrada. Se caracteriza por la acentuación
en la práctica de la simpleza y de la meditación, con independencia de las escrituras.
El culto y la liturgia se reducen a un mínimo, concentrándose en la meditación.
Encauzamiento hacia la visión directa de la realidad, y la budeidad. Escuela del
súbito despertar. Fue llevado a China por Bodhidharma hacia el año 520 n.e. Maduró
entre los siglos IX y X.
Vajrayana: Vehículo del diamante (vajra) o tantrismo búdico (constituido en siglo I
n. e.). Norte de la India, Asia central, Tibet, China y Japón. Doctrinas de tradición
esotérica que contienen elementos del yoga y de religiones autóctonas de la India
unidos a concepciones budistas Mahayana. Incluye rituales de contenidos sexuales
provenientes del nordeste de la India, evidentes especialmente en la iconografía. Es
importante la iniciación o transmisión por parte de un maestro autorizado en
meditación y el cumplimiento de las obligaciones derivadas de dicho compromiso.
Recitación de mantras, empleo de mudras (gestos simbólicos) y mándalas
(representaciones simbólicas de fuerzas cósmicas, soportes de visualizaciones y
auxiliares para meditación).
Lamaismo: Referencia occidental al Budismo del Tibet y países colindantes, fusión
de antiguas reglas monásticas de la Escuela Sarvastivada, con métodos rituales del
Vajrayana. Sus fundamentos datan del siglo VIII n.e.
Tierra Pura: Escuela de la Tierra Pura del Buda Amitabha (Amito Fo en chino,
Amida Butsu en japonés). Básicamente se repite el nombre del Buda Amita y se
fortalece el deseo de renacer en la Tierra Pura de Suprema Felicidad de Occidente, en
la cual se puede renacer gracias al poder salvífico de los cuarenta y ocho votos de este
Buda. Mientras se está allí, el karma de los seres permanece momentáneamente
latente y se tiene la oportunidad de realizar diversas prácticas muy meritorias y
aprender las enseñanzas del Buda Amithaba, en un ambiente lleno de belleza que
ayuda a la práctica, cuyos elementos (creados por el Buda), como ser la música
emitida por árboles enjoyados o el canto de los pájaros, también difunden el Dharma
(o enseñanza del Buda). De esta forma, el progreso espiritual es constante y sin
retroceso, lejos de las corrupciones y los apegos.
Tres Canastas −Tripitaka− El canon que contiene los textos sagrados del Budismo
−Vinaya pitaka: Canasta de las reglas monásticas.
−Sutrapitaka: Canasta de los Sutras (sermones del Buda). Exposición de la Doctrina.
−Abhidharma pitaka: Canasta de la Doctrina superior. Sistematización y
profundización de la doctrina de los Sutras.
◊ Escrituras sagradas o canones
El budismo agrupa su saber de manera escrita en lo que se conoce como Canon. El
budismo Theravada utiliza el Canon Pali ya mencionado tal como se compiló en la
antigüedad, a la muerte de Gautama. El budismo Mahayana utiliza básicamente el
mismo, pero añade otros escritos surgidos a través del tiempo, no considerados como
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sagrados o canonicos por la tradición therevada.
El canon pali consta de 3 partes (llamadas 3 cestas):
⋅ Vinaya : colección de textos concerniente a las reglas de conducta de laicos y
monjes, con historias a propósito de cada norma y soluciones a los problemas
explicadas por Buda.
⋅ Sutra : Discursos atribuidos al Buda y a unos pocos de sus discípulos, con
enseñanzas y prácticas. Los Sutras del budismo Theravada han intentado
recoger la tradición oral presente en la India en los siglos siguientes al
Nirvana de Buda. En el Mahayana, nuevos Sutras se iran añadiendo con el
transcurrir del siglos en base a una consideración distinta sobre el Buda.
⋅ Abhidharma : colección de textos que subrayan la filosofía subyacente en los
Sutras. Es una parte analítica, muy densa y eminentemente filosófica.
⋅ BRAHMA
Brahmâ (literalmente 'evolución' o 'desarrollo' en idioma sánscrito) es el dios creador
del hinduismo, y miembro de la Tri−murti ('tres formas'), la Trinidad conformada por
Brahmâ (dios creador), Vishnu (dios preservador) y Shiva (dios destructor).
Según un mito, los tres surgieron del huevo cósmico puesto por el dios Ammavaru).
Según otro mito más moderno, de origen vaisnava (de los seguidores de Vishnu),
Brahmâ surgió de una flor de loto que flotaba en el océano del ombligo de Vishnu
durmiente (que genera la existencia del universo mediante sus sueños).
Brahmâ es el esposo de Sarasvatî, la diosa del conocimiento o de Savitrî (la hija del
dios de Sol, Vivaswân o Savitra) o Gâiatrî ('la Cantada'). Sin embargo, siendo el
Creador, todos sus hijos son mana−putras o hijos de la mente, indicando su
nacimiento de la mente de Brahmâ y no de su cuerpo.
Para poblar la tierra, Brahma engendró cuatro hijos: Brahmán, con la boca; Chatria,
con un brazo; Vaisia, con un muslo; y Sudra, con un pie, y cada uno de ellos dio
origen a una de las cuatro castas en que se dividió el pueblo indio: los brahmanes, a
quienes correspondía el ejercicio del sacerdocio, la justicia y la medicina, clase
privilegiada por excelencia, de la que procedían también los poetas y sabios; los
chatrias, guerreros y magistrados; los vaisias, comerciantes, artesanos y agricultores;
y los sudras, cuya suprema aspiración no podía ser otra que la de entrar al servicio de
un individuo de las tres casta superiores, y cuya condición social sólo difería de la
esclavitud en que no podían ser empleados en menesteres impuros, no se
consideraban propiedad ni mercancía, y disfrutaban del derecho de herencia. Al
margen de las castas vivían los parias, restos quizás de un pueblo vencido, víctimas
de la degradación y del desprecio, y considerados socialmente inferiores al animal.
Brahmâ solo interfiere ocasionalmente en los asuntos de los dioses, y aun más
raramente en los de los mortales. Él obligó a Soma (el dios de la Luna) a devolver a
Tara a su marido Brihaspati (el gurú de los semidioses). Es considerado el padre de
Dharma (el dios de la religión) y Atri. Brahmâ vive en Brahmapura, una ciudad
situada en la cima del mitológico monte Meru (situado en medio del universo).
Brahmâ es un agente de Brahman, el Ser supremo o Absoluto del hinduismo. Nunca
se volvió objeto de adoración: en India sólo hay dos templos dedicados a él.
Brahmâ es representado tradicionalmente de piel roja, con cuatro cabezas y cuatro
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brazos. Cada boca recita uno de los cuatro Vedas. Las manos sostienen un recipiente
de agua usado para crear la vida, un japa−mâlâ (rosario de cuentas) usado para llevar
el registro del tiempo del universo, el texto de los Vedas, y una flor de loto. Va
montado sobre un cisne, Hamsa, con el que vuela por el universo.
⋅ SAN PABLO, APÓSTOL
Nació en la ciudad de Tarso de Cilicia, en el Asia Menor, hacia el año 8 de la Era
Cristiana. Su primer nombre era Saulo. Era de familia de judíos, de la tribu de
Benjamín y de la secta de los fariseos. Fue educado en toda la rigidez de las doctrinas
de los fariseos, sólidamente formado en la Ley judaica y aprendió muy bien el idioma
griego que era el que en ese entonces hablaban las gentes cultas de Europa. Esto le
será después sumamente útil en su predicación. De joven fue a Jerusalén a completar
su educación rabínica y especializarse en los libros sagrados como discípulo del
rabino más famoso de su tiempo, el sabio Gamaliel el Viejo. Su gran talento le
afianzó rápidamente en los principios de la Ley antigua, que cita constantemente de
memoria y con gran exactitud. Su carácter impetuoso le lanza a un fanatismo
exagerado, en legítima defensa de la Ley y tradiciones ancestrales.
En las sinagogas de Cilicia debió de conocer la doctrina de la nueva fe cristiana, por
la predicación de San Esteban. Después de la muerte de Jesús, volvió a Jerusalén y se
encontró con que los seguidores de Jesús se habían extendido mucho, su celo e
impetuosidad le llevaron a unirse con muchos otros judíos a una feroz persecución
contra los cristianos, convencido de que defendía la causa de Dios.
Al primero que mataron fue al diácono San Esteban y mientras los demás lo
apedreaban, Saulo les cuidaba sus vestidos, demostrando así que estaba de acuerdo
con este asesinato. Pero Esteban murió rezando por sus perseguidores y obtuvo
pronto la conversión de este terrible enemigo.
Por aquel tiempo se había ya constituido en Damasco un grupo importante de la
nueva comunidad cristiana, del que pronto tuvo noticia Pablo, que contaba por
entonces unos veintiséis años de edad. Con su afán de exterminio pidió al príncipe de
los sacerdotes unas cartas de presentación para Damasco, a fin de apresar y llevar a
Jerusalén a los adeptos de la nueva fe. Más
Obtenidas las cartas, Pablo y sus compañeros se acercaban va a Damasco, cuando de
pronto una luz deslumbrante lo derribó del caballo y oyó una voz que le decía:
"Saulo, Saulo ¿por qué me persigues?". Él preguntó: "¿Quién eres tú?− y la voz le
respondió: "Yo soy Jesús el que tú persigues dura cosa es para ti el dar coces contra el
aguijón". Pablo añadió: "¿Señor, qué quieres que yo haga?" y Jesús le ordenó que
fuera a Damasco y que allá le indicaría lo que tenía que hacer. Los compañeros de
Pablo estaban asombrados. Oían, pero sin ver a nadie, le cogieron de la mano y le
condujeron a la ciudad, donde permaneció tres días atacado por la ceguera y sin
comer ni beber nada. Y allá en Damasco un discípulo de Jesús lo instruyó y lo
bautizó, y entonces volvió a recobrar la vista. Desde ese momento dejó de ser fariseo
y empezó a ser apóstol cristiano.
Después se fue a Arabia y allá estuvo tres años meditando, rezando e instruyéndose
en la doctrina cristiana.
Vuelto a Damasco empezó a predicar, directamente y sin rodeos, la doctrina de Jesús,
y a proclamar que Jesucristo es el verdadero Dios y el Mesías prometido, los judíos
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dispusieron. Muchas veces tendrá que salir huyendo de diversos sitios, pero nadie
logrará que deje de hablar a favor de Cristo Jesús y de su doctrina.
Desde entonces su vida apostólica es una cadena de persecuciones, de grandes
dificultades; pero, al mismo tiempo, de grandes triunfos para la causa cristiana.
Pablo trabajó con ahínco, primero como subordinado, junto a los demás
propagadores. Pronto sus grandes cualidades de organizador, su talento, su energía y
férrea voluntad; su gran capacidad, en fin, para el apostolado y su extenso
conocimiento de la Ley, junto a su cultura helenista, así como su habilidad para
comunicar a otros su pensamiento, le destacarán entre todos. A esto hay que añadir el
impulso interior que empujaba a aquel carácter ardiente a entregarse totalmente a la
conversión, no sólo de los judíos, sino de todos los pueblos gentiles adonde pudiera
llevar su palabra.
Viajó sin descanso de una parte a otra del mundo romano, solo o acompañado,
sembrando por doquier la fecunda semilla de la fe en Cristo Jesús.
El celo y la actividad apostólica de San Pablo no disminuyeron con los años. Unos
veinticinco duraron sus asombrosas y eficaces campañas. Y jamás cediendo al
cansancio, siempre con renovadas energías.
Después de un quinquenio preliminar en las cercanías de Jerusalén y Damasco, se
lanza a través de Asia, por sendas desconocidas, juntamente con su amigo San
Bernabé, organizando iglesias, luchando con judíos y gentiles.
San Pablo hizo cuatro grandes viajes que se han hecho famosos. El primero la historia
de San Bernabé su compañero. En ese viaje cambió su nombre de Saulo por el de
Pablo, en honor de su primer gran convertido, el gobernador de Chipre, que se
llamaba Sergio Pablo.
El segundo viaje lo hizo de los años 49 al 52. En este recorrido ya es menos
impulsivo que en el viaje anterior y encuentra menos reacciones violentas, pero estas
no faltan y bastante graves. Visita las comunidades o iglesias que fundó en el primer
viaje y se propone seguir misionando por el Asia Menor pero un mensaje del cielo se
lo impide y le manda que pase a Europa a misionar. Se encuentra con dos valiosos
colaboradores: el evangelista San Lucas y Timoteo, que será su más fiel secretario y
servidor, y a quien escribirá después dos cartas que se han hecho famosas.
La primera ciudad europea que visitó fue Filipos. Allí le sacó el demonio a una
muchacha que hacía adivinaciones y al acabárseles el negocio de los que cobraban
por cada adivinación, estos arremetieron contra Pablo y su compañero Silas y les
hicieron dar una feroz paliza. Pero en la cárcel a donde los llevaron, lograron
convertir y bautizar al carcelero y a toda su familia. Pablo guardó siempre un gran
cariño hacia los habitantes de Filipos y a ellos dirigió después una de sus más
afectuosas cartas, la Epístola a los Filipenses.
Después pasó a la ciudad de Atenas, que era la más famosa en cuanto a cultura y
filosofía. Allá predicó un sermón en el Aerópago, y aunque muchos se rieron porque
hablaba de que Cristo había resucitado, sin embargo logró convertir a Dionisio el
aeropágita, a Dámaris y a varias personas más.
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Enseguida pasó a Corinto, que era un puerto de gran movimiento de gentes. Allí
estuvo predicando durante un año y seis meses y logró convertir gran cantidad de
gentes. Más tarde dirigirá a sus habitantes sus dos célebres cartas a los Corintios. De
allí salió a hacer su cuarta visita a Jerusalén.
Su tercer viaje lo hizo del año 53 al 56. En este viaje lo más notable fue que en la
ciudad de Efeso en la cual estuvo por bastantes meses, Pablo logró que muchas
personas empezaran a darse cuenta de que la diosa Diana que ellos adoraban era un
simple ídolo, y dejaron de rendirle culto. Entonces los fabricantes de estatuillas de
Diana al ver que se arruinaba el negocio, promovieron un gran tumulto en contra del
Apóstol. De Éfeso partió Pablo hacia Jerusalén a llevar a los cristianos pobres de esa
ciudad el producto de una colecta que había promovido entre las ciudades que había
evangelizado. Por todas partes se iba despidiendo, anunciando a sus discípulos que el
Espíritu Santo le comunicaba que en Jerusalén le iban a suceder hechos graves, y que
por eso probablemente no lo volverían a ver. Esto causaba profunda emoción y
lágrimas en sus seguidores que tanto lo estimaban. En su quinto viaje a Jerusalén, los
judíos promovieron contra él un espantoso tumulto y estuvieron a punto de lincharlo.
A duras penas lograron los soldados del ejército romano sacarlo con vida de entre la
multitud enfurecida. Entonces cuarenta judíos juraron que no comerían ni beberían
mientras no lograran matar a Pablo. Al saber la hermana de él esta grave noticia,
mandó un sobrino a que se la contara. Entonces Pablo avisó al comandante del
ejército, y de noche, en medio de un batallón de caballería y otro de infantería, lo
sacaron de Jerusalén y lo llevaron a Cesarea. Allá estuvo preso por dos años, pero
permitían que sus discípulos fueran a visitarlo.
Al darse cuenta Pablo de que los judíos pedían que lo llevaran a Jerusalén para
juzgarlo (para poder matarlo por el camino), pidió ser juzgado en Roma, y el
gobernante aceptó su petición. Y en un barco comercial fue enviado, custodiado por
40 soldados. Y sucedió que en la travesía estalló una espantosa tormenta y el barco se
hundió. Pero Jesucristo le anunció a Pablo que por el amor que le tenía a su muy
estimado Apóstol no permitiría que ninguno de los viajeros del barco se ahogase. Y
así sucedió. Lograron llegar a la Isla de Creta y allí salvaron sus vidas del naufragio.
Al fin llegaron a Roma, donde esperaban a Pablo con gran entusiasmo los cristianos.
En esa ciudad capital estuvo por dos años preso (casa por cárcel) con un centinela en
la puerta. Y los cristianos y los judíos iban frecuentemente a charlar con él, y
aprovechaba toda ocasión que se le presentara para hablar de Cristo y conseguirle
más y más seguidores.
Cuando estalló la persecución de Nerón, éste mandó matar al gran Apóstol,
cortándole la cabeza. Se le encierra entonces en una prisión terrible, en la que se le
condenó a una absoluta inactividad e incomunicación. Debió padecer muchísimo al
encontrarse paralizado. Supo, no obstante, doblegarse a la voluntad del Señor, que le
tenía destinado, como a Pedro, el Príncipe de los Apóstoles, a una muerte próxima.
Según la tradición más admitida, los dos fueron inmolados el mismo día, en el año
67; Pedro, crucificado cabeza abajo en la colina del Vaticano; Pablo, decapitado en la
Vía Ostiense, en la llanura que la separa del Tíber. Dicen que sucedió el martirio en el
sitio llamado las Tres Fuentes (Tre Fontana) (y una antigua tradición cuenta que al
caer la cabeza de Pablo por el suelo, dio tres golpes y que en cada sitio donde la
cabeza golpeó el suelo, brotó una fuente de agua).
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Pablo escribió 13 cartas que forman parte del Nuevo Testamento y están dirigidas a
las comunidades de gentiles, paganos convertidos por su predicación. En ellas les
exhorta, les guía en la fe y enseña sobre ética y doctrina. Estas cartas son inspiradas
por el Espíritu Santo y forman parte de la revelación divina. Es decir, son Palabra de
Dios y por medio de ellas Dios mismo se da a conocer. Pablo es el instrumento en
esta comunicación divina pero al mismo tiempo las cartas nos ayudan a conocer al
autor humano. Reflejan su personalidad, sus dones y sus luchas intensas. Otras
fuentes que nos ayudan a conocer el apóstol son los Hechos de los Apóstoles escritos
por San Lucas y ciertos libros apócrifos.
⋅ CONFUCIO
Filósofo, teórico social y fundador de un sistema ético − más que religioso − que
ha llegado hasta nuestros días.
Confucio, en chino Kongfuzi vivió en la China feudal hace 2.500 años, entre el 551 y
el 479 a.C. nació en el pueblo de Zou en el país de Lu (hoy, provincia de Shandong)
en el noble clan de los Kong. Sus orígenes eran muy humildes, su padre murió tres
años después que Confucio naciera, y dejo a la familia en la pobreza; Confucio, sin
embargo, recibió una esmerada educación. Desde joven mostró una gran inclinación
por los libros antiguos.
Se caso a los 19 años y tuvo un hijo y dos hijas. Su madre murió en el año 527 A. C.,
y después de un periodo de luto empezó su carrera de maestro. Solía viajar de un lado
para otro e instruir a los contados discípulos que se habían reunido en torno suyo. Por
su fama de amplitud y profundidad de su sabiduría, llegó a ser conocido como Kung
el Sabio.
En la segunda mitad de la época de la dinastía Zhou, el Gobierno central se había
degenerado en China y la intriga y el vicio predominaban. Confucio lamentó el
desorden de aquellos tiempos y la falta de modelos morales. Llegó a creer que el
único remedio era convertir a la gente a los principios y preceptos de los sabios de la
antigüedad. Por esta razón enseñaba a sus alumnos los clásicos antiguos de la
literatura china. También subrayó la importancia de la música, la música china de
esta época tenía funciones ceremoniales y religiosas en las prácticas del Estado y del
culto. Propugnaba el gran valor del poder del ejemplo. Los gobernantes, decía, sólo
pueden ser grandes si ellos mismos llevan vidas ejemplares y se guían por principios
morales, de esta forma en sus estados se estimularía a los ciudadanos que llegarían a
ser prósperos y felices.
Su intriga política le obligó a exhibirse y a peregrinar durante trece años de una corte
a otra, intentando persuadir a los monarcas de que adoptaran sus ideas sobre la
justicia y la convivencia en armonía.
Decepcionado, acabaría refugiándose en la enseñanza y reuniendo a su alrededor a
numerosos discípulos, con los que recogió y sistematizó los cinco grandes textos de la
tradición china: El célebre Yi−King o Libro de las Mutaciones, el Chu−King o Canon
de la Historia, el Chi−King (Libro de las Canciones), el Li−Ki (Libro de los Ritos) y
los Chun−Ching o Anales de primavera y otoño.
Con el tiempo, desempeñó una alta posición como funcionario del estado de Lu. Fue
un sabio que predicó que la virtud moral y una sociedad ética son más eficaces que la
magia para lograr el bienestar humano. Sus enseñanzas no pretendieron fundar una
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religión sino una forma de vida. El objetivo, en último término, no es la "salvación",
sino la sabiduría y el autoconocimiento.
Afirmaba ser un restaurador de la moralidad antigua y mantenía que los
propios actos externos basados en las cinco virtudes, bondad, honradez, decoro,
sabiduría y fidelidad, encierran el conjunto del deber humano. El venerar a los
padres, vivos y muertos, fue uno de sus conceptos claves. Su idea del Gobierno
era paternalista, y ordenaba a todos los individuos a cumplir con rigor sus
obligaciones hacia el Estado. En los siglos posteriores sus enseñanzas ejercieron
una poderosa influencia en la filosofía china y en la historia de China.
Hoy, pasadas ya cinco décadas de régimen comunista, las familias continúan
guardando algunos principios confucionistas, como el respeto a los ancianos y la
menor categoría de la mujer en la familia.
⋅ RELIGIONES DEL ORIENTE
⋅ Hinduismo
El hinduismo es una religión repleta de ceremonias y rituales. Tiene como
base el sacrificio de animales, que sus adeptos hacen, no con el propósito de
agradar a los dioses, sino con la creencia de alcanzar, a través del sacrificio,
poderes sobrenaturales sobre este mundo y sobre todas las cosas.
El hinduismo, religión popular de la India, Ceilan y Birmania, tiene mas de
500 millones de adeptos. Sus raíces son muy remotas, y se las puede
considerar como el producto de otras dos religiones: el vedismo y el
brahmanismo.
Los templos son destinados a diferentes divinidades y funcionan en completa
autonomía, sin estar sometidos a jerarquía o disciplina algunas. En general,
sus dioses y sus creencias son oriundos del vedismo−brahmanismo.
La base del Hinduismo son los Vedas que, después de un largo período de
composición y transmisión oral, fueron fijados por escrito en un proceso
iniciado a finales del segundo milenio y terminado entre 800 y 500 a.C. La
religión recogida en los himnos védicos es una versión de la religión
introducida en la India por los arios que comenzaron a asentarse en el
subcontinente hacia la mitad del segundo milenio a.C.
Estos himnos (samhitas) se agrupan en cuatro colecciones, la más antigua de
las cuales es la compilación denominada Rig Veda, que parece datar del año
1200 a.C., teniendo en cuenta el lenguaje y las afinidades con la antigua
religión del Irán antes de las reformas de Zoroastro. Los grupos siguientes
son Sama Veda, Yajur Veda, y Atharva Veda. Esta literatura fue desarrollada
por unos textos llamados Brahmanas, escritos en prosa y cuyo contenido
principal es un ritual muy elaborado.
Hacia la mitad del segundo milenio a.C. vino la composición de los
Upanisadas, que reflejan la tradición védica y a la vez introducen nuevas
ideas sobre la naturaleza del alma individual (atman) y su conexión con la
realidad última (Brahman). Los Upanisadas introducen también la doctrina
−ausente todavía en los Vedas− del ciclo de
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nacimiento−muerte−renacimiento (samsara), así como la esperanza de una
liberación de este ciclo de reencarnaciones.
Una de las etapas finales de la evolución del Hinduismo se refleja en el breve
poema didáctico Bhagavad−Gita (canto del Bienaventurado), que forma parte
del gran poema épico Mahabharata (primeros siglos de nuestra era). El
Bhagavad Gita supone un punto de inflexión y un nuevo comienzo en el
desarrollo de la religión india. El poema es un diálogo entre Krisna,
encarnación de Vishnu, y su amigo Arjuna, y contiene la revelación de Dios
como amor. El Bhagavad Gita es el documento más importante del
Hinduismo, y uno de los textos de gran significado en la historia del
misticismo oriental.
El Hinduismo conserva, determinadas constantes, como son las castas
mismas; las técnicas del Yoga, que suministran una descripción detallada de
las medidas prácticas que debe usar el individuo para alcanzar la liberación
del mundo del sufrimiento; y la concepción del Karma−Samsara. En la
combinación de las ideas del Karma (ley inexorable de causa y efecto que
gobierna todos los hechos y acciones que ocurren en el universo) y del
Samsara (ciclo de las reencarnaciones), toda alteración o anomía concebibles
se integran en una interpretación omniabarcante y racional del mundo. Nada
queda al margen. Toda acción humana es un resultado necesario de anteriores
acciones humanas. La vida del individuo es un eslabón dentro de una cadena
que se extiende indefinidamente entre pasado y futuro.
La concepción del Karma−Samsara sacraliza y por tanto legitima la realidad
tal como es, así como las situaciones de todos los estratos y castas sociales,
que mantienen una relación inmutable con el dharma eterno. Constituye «el
sistema religioso más conservador que ha conocido jamás la historia» [P.
Berger, Para una teoría sociológica de la religión, Barcelona 1971, 101].
Estas severas ideas se han modificado un tanto en el Hinduismo popular, que
las ha mitigado mediante prácticas mágicas, ejercicios devotos y místicos,
intercesión ante algunas divinidades para alterar los inexorables procesos del
Karma−Samsara, etc. Son expresiones sencillas que quieren alejarse de la fría
racionalidad que impregna las doctrinas centrales del sistema religioso
hinduista
⋅ Judaísmo
El Judaísmo, está basado en la fe de un solo Dios. A diferencia de otras
religiones, éste no está centrado en un profeta o en un salvador, sino en
la idea de un pueblo elegido.
Los elementos principales del judaísmo son la creencia en un solo Dios
(Yahvéh), su alianza con el pueblo de Israel, la Torá con sus 613 mitsvot
(mandamientos), la futura llegada del Mesías y, quizás, la centralidad de
Israel.
La doctrina del judaísmo se desarrolla en torno a un monoteísmo con
implicaciones éticas y ético−históricas. Existe también un mesianismo, según
el cual, tras la venida del redentor, la humanidad entera cesará de luchar y
adoptará los comportamientos basados en la Torá, o ley divina. La norma
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judía presupone la existencia de un regidor supremo, con designios que se
expresan.
La Torá se considera la ley de Dios llevada por Moisés al pueblo de Israel, tal
y como se transmite en los 5 libros de Moisés, el Pentateuco. Pero la Torá no
es sólo la ley, es "verdaderamente la doctrina" o la "doctrina escrita". La
creencia en la Torá y la remisión a ella pertenecen por principio a la fe judía;
entre los pocos "dogmas" del judaísmo se encuentran la creencia en el origen
divino y en la fijación mosaica de la Torá, siendo en cambio discutida su
configuración escrita y su transmisión entre los escribas judíos.
El Pentateuco es, en esencia, una unión de cuatro textos (Jahwista, Elohista,
Deuteromista y escrito de los sacerdotes) que se han mezclado entre sí.
El judaísmo profesa la inconfundibilidad y la insustituibilidad de la Torá, es
decir, se considera como la completa revelación de los mandamientos de
Dios.
En la tradición rabínica la Torá se considera "medio de purificación" de los
hombres. La tradición (Rabbi Simlai) parte de la base de que Moisés había
recibido originariamente 613 mandamientos, en concreto 365 prohibiciones
negativas y 248 mandamientos positivos. La cifra 613 tiene un valor
simbólico, ya que el judaísmo parte de 365 días del año y 248 partes del
cuerpo humano. Todas esta prohibiciones y mandamientos juntos constituyen
la causa primitiva de la profesión de fe en Dios; las 613 prohibiciones y
mandamientos también tienen que corresponder con las 613 letras del
decálogo (10 mandamientos).
La Torá se considera rabínicamente como "ordenación de la creación" y es la
totalidad de una tradición santificada. Por ello la "Torá escrita" se
complementa también siempre con la "Torá oral" (la tradición). En los
escritos aparece continuamente la llamada a defender las leyes, sobre todo
bajo las condiciones de diáspora o persecución. Se trata de una conversión
viva, no de un seguimiento servil de las letras. Casi todo, se dice, es
perdonado por Dios excepto el descuido el estudio de la Torá.
La Sinagoga es el centro religioso de la comunidad judía, pero sólo desde la
diáspora. Antes lo era el templo central de Jerusalén, que fue destruido en el
año 70 d.C. La palabra griega "sinagoga" significa "reunión, comunidad" y
sólo de forma secundaria se refiere al lugar de reunión. En general la
sinagoga era originariamente un lugar de asamblea. Hoy en día es, sobre
todo, el lugar de servicio religioso que gira en torno a la lectura central de la
Torá. Pronto se empezaron a conservar los rollos de la Torá en un armario
especial, el armario de la Torá. Se trata siempre de ejemplares escritos a
mano, enrollados alrededor de dos varillas de madera y protegidos por el
abrigo de la Torá y el letrero; los extremos superiores de las varillas están
rematados con adornos (Rimmonim), granadas o coronas, que expresan la
dignidad real de los escritos.
La Sinagoga tiene un podio o púlpito (Bima) como lugar destacado para las
lecturas. Para la lectura se lleva el rollo de la Torá en procesión festiva y allí
se desenrolla. La lectura se efectúa en hebreo y tradicionalmente es cosa de
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hombres; la realizan varios hombres, uno tras otro. Hoy en día el recitador
desempeña un papel especial en el servicio divino, más que el rabino.
Originariamente se consideraba rabino a todo aquel que hubiese estudiado la
Torá de forma intensa y fuese reconocido por la comunidad como experto en
leyes. Sólo desde la edad media existe el papel especial del rabino de la
comunidad, que es sobre todo maestro y árbitro y que realiza los
matrimonios, los entierros y las circuncisiones.
⋅ Islamismo
El islamismo es una doctrina que demanda la adhesión total de los humanos a
la ley sagrada del Islam y rechaza en la medida de lo posible cualquier
influencia exterior. Está imbuido de una profunda hostilidad hacia los no
musulmanes y, muy especialmente, hacia el mundo occidental. Trata, en
definitiva, de convertir el Islam, una religión y una cultura, en una ideología
político−religiosa.
El islamismo fue fundado a principios del siglo siete por Mahoma (570−632).
Cuando tenía 40 años de edad, en 610 d.C., Mahoma dijo estar recibiendo
mensajes de Dios. Estos mensajes fueron compilados más tarde y registrados
en el Corán, el libro sagrado del islamismo.
La religión predicada por Mahoma iba en contra de la avaricia, la opresión
económica y la idolatría que acosaban a los pueblos árabes. Apeló a varias
facciones de los pueblos árabes a unirse bajo la adoración a Alá, el principal
dios del panteón árabe de deidades. Esta religión forma la tríada de credos
monoteístas que arrancan directa o indirectamente de la Biblia. Islam
significa sumisión a Dios y un musulmán es literalmente "uno que se entrega
o somete a Dios". El Islam es una de las grandes religiones históricas y la
más importante numéricamente después del Cristianismo. Su llamativa
expansión en el mundo, especialmente en Asia y África, se debe en gran
medida a la facilidad con la que absorbió cultos locales y los dirigió hacia la
mayor amplitud de una visión monoteísta.
El mensaje del Islam se caracteriza por su gran sencillez y contundencia. No
hay más Dios que Allah, y Mahoma es su profeta. Se trata, en efecto, de una
religión profética, que se apela a una revelación divina que Mahoma habría
recibido directamente en diversos momentos de su agitada vida. Mahoma era
un político y un guerrero, que hubo de dedicar mucho de su vida a batallar
contra enemigos numerosos, lo cual puede haber dejado en el Islam una
impronta militante y eventualmente agresiva.
Mahoma recogió en el Corán sus doctrinas y visiones. Este libro, de cierta
belleza literaria y cuyo estilo elíptico refleja las cualidades plásticas y
expresivas del habla de los beduinos del desierto arábigo, es central al Islam.
El Corán es para los musulmanes la misma palabra de Dios no creada. Según
la Tradición islámica, las palabras de Mahoma fueron recogidas inicialmente
en materiales de tipo diverso como hojas de palmera, huesos planos de
camello, y piezas de madera o pergamino. Más tarde fueron agrupadas en
suras (capítulos) bajo la supervisión del profeta. Durante la vida de éste no
llegó a haber una versión final del texto. La recensión última parece haber
sido hecha en el califato de Uthman, tercer califa (644−656), que se dice
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ordenó componer una versión autorizada, y destruir todas las variantes que
existían en el momento. Las actuales ediciones del Corán parecen basarse en
la llamada "recensión de Uthman".
El programa religioso del Islam se basa en los "cinco pilares de la fe", que
constituyen el fundamento de la creencia y de la práctica comunes a todos los
musulmanes. El primer pilar es la shahada, la profesión de fe mediante la
cual el musulmán reconoce su adhesión y fidelidad a Dios y a su Profeta:
«Declaro que no hay más dios que Allah, y declaro también que Mahoma es
el Mensajero de Allah». Pronunciar la shahada ante testigos es suficiente
para la conversión al Islam.
El segundo pilar es la oración (Salat), un deber fundamental que se practica
individual y públicamente. En su forma pública se hace los viernes y algunos
días festivos, y es un medio importante para reforzar la conciencia de grupo y
expresar solidaridad social. El tercero de los cinco pilares es la limosna o
"caridad obligatoria" (Zakat). Implica que la propiedad personal debe ser
purificada (sentido originario de Zakat) mediante una contribución a la
comunidad destinada a mantener a los miembros más débiles. Zakat introdujo
una forma organizada de ayuda social, que sustituía a la largueza y los
donativos distribuidos antes por los jefes tribales.
El cuarto pilar es el ayuno anual del Ramadán (sawm), noveno mes del
calendario lunar, durante el cual se prohíbe toda comida, bebida y actividad
sexual desde el alba hasta el anochecer. La idea del Ramadán es facilitar a la
comunidad beneficios del ascetismo, tales como autodisciplina y control
sobre las necesidades corporales.
El quinto pilar del Islam es la peregrinación a la Meca, el Hajj que en su
forma final fue instituido por Mahoma en el 632, año de su muerte. El Hajj
conecta directamente con tradiciones del anterior paganismo árabe, y es un
instrumento capital de cohesión islámica. Es también el evento central del
calendario musulmán contiene sin duda un mensaje y un potencial que
pueden ser políticos.
Con toda su significación, el Corán no es la única fuente de religión
musulmana. El Corán se complementa con la Sunna tradición que contiene
principalmente los hadiths o dichos del Profeta. Este hecho motiva la
denominación de la gran mayoría de los musulmanes como "pueblo de la
Sunna" (Sunnitas). Corán y Sunna, vistos como una unidad maduran en la
concepción de la Sharia o Ley divina del Islam. El método y sistema
interpretativo de la Sharia, elaborado por brillantes legistas de los siglos VIII
y siguientes, se articula en el fiqh ("raíces de conocimiento"), que es la
explicación de cómo la ley divina se manifiesta y actúa en términos prácticos.
Las bases del fiqh son así el Corán, la Sunna del Profeta, el consenso de la
comunidad creyente, y el razonamiento analógico. Dado que el Corán
requiere interpretación en referencia al hadith (palabras de Mahoma), la
Sunna posee un rango semejante al Corán, y algunas veces superior. El fiqh
ha tenido una gran importancia como elemento unificador de la práctica
religiosa, y a la vez ha hecho del Islam una religión y una fe legalistas.
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El Credo musulmán profesa e inculca una concepción estrictamente
monoteísta y lejana de lo divino. El Dios del Corán es un Ser que inspira más
sobrecogimiento que amor. Mahoma se presenta como el último y definitivo
de una serie de profetas, restaurador de una religión antigua y pura, que se
habría degradado en el transcurso de los siglos.
El Corán concibe la Creación del mundo como un proceso continuo más que
como un acto singular realizado por el Creador. Contiene una visión
escatológica del Día del juicio al final de los tiempos, con un paraíso para los
fieles musulmanes y un infierno para los incrédulos. El Islam se presenta
como un mensaje de salvación. Trae la noticia gozosa de la salvación de
Dios, y es en sí mismo un acto salvífico por el que los creyentes son librados
de la oscuridad.
La Umma islámica o comunidad musulmana, se constituye precisamente a
partir del valor salvífico de la Ley coránica, y de la profesión de fe en la
Unicidad de Dios (tawhid). Los que no caminan por esa vía, como es el caso,
por ejemplo, de los cristianos y judíos, están excluidos de la salvación. Hace
falta ser musulmán para salvarse.
Un aspecto importante del Islam es el misticismo cultivado por los Sufis, que
se desarrolla a partir del siglo IX, con una tradición de maestros, grupos, y
órdenes que han pervivido hasta nuestros días. El movimiento Sufi ha
inyectado en el Islam una espiritualidad de carácter interior que ha servido de
contrapeso a una religión preocupada esencialmente por las formas externas y
las observancias legales. Los maestros Sufis se inspiraron originariamente en
las tradiciones místicas de las iglesias orientales cristianas, de modo que su
doctrina no tiene origen autóctono. La conciencia mística no corresponde al
talante profético y activo de la religión islámica, que se hallan bien
ejemplificados en la vida de Mahoma. Pero el misticismo de los Sufis ha
cumplido atípicamente un papel religioso, y sobre todo ha contribuido, de
modo informal pero eficaz, a la difusión del Islam en los pueblos del África
Negra.
La gran mayoría de los musulmanes son Sunitas, pero los denominados
Shiitas tienen en el mundo islámico una importancia nada despreciable. Los
Shiitas ("partidarios") se remontan a la figura de Alí, primo y yerno de
Mahoma y cuarto califa, muerto en el año 661, y conmemoran todos los años
la derrota y muerte de Husein, hijo de Alí, a manos de los califas Omeyas en
la batalla de Karbala (Irak, 680). El Shiismo se ha desarrollado desde
entonces como un modo particular de vivir, pensar, y sentir el Islam. Se
adorna con rasgos populares y piadosos, y toma inspiración de la experiencia
histórica en torno al fracaso y al martirio.
La fe Shiita se centra en los Imanes, personajes carismáticos y sucesores
dentro de la familia del Profeta. Esta concepción incluye la figura del mahdi,
personaje escatológico que se proyecta en el futuro. El ayatollah Khomeini,
líder religioso−político de la reciente revolución iraní, no se proclamó mahdi
pero usó el título de Imán y no negó explícitamente su posible identificación
con el Imán esperado por la comunidad de los Shiitas.
El Islam ha experimentado durante las últimas décadas un notable resurgir,
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como núcleo de una cultura y de una civilización que acentúan frente al
Occidente su sentido de identidad. Para muchos musulmanes no se trata tanto
de modernizar el Islam como de islamizar la modernidad, aunque suene un
objetivo utópico. En los países musulmanes, los gobiernos y regímenes
políticos se han hecho más islámicos en su orientación, símbolos, prácticas y
leyes, y en el mundo occidental europeo ha crecido considerablemente la
presencia religiosa del Islam. Los musulmanes han aumentado
demográficamente desde el 12% de la población mundial en 1900 al l7% en
1980. Pero el área de poder e influencia islámicos se hallan circunscritos
dentro de límites sólidos, tanto visibles como invisibles.
⋅ Budismo
Visto en el capitulo 5
• BIBLIOGRAFIA
http://www.corazones.org/
http://www.multimedios.org/docs/d001423/
http://www.ewtn.com
http://www.wikipedia.org
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http://orbita.starmedia.com/~aquimequedo/Confucio.htm
http://www.weblioteca.com.ar/
http://www.monografias.com/trabajos5/budismo/budismo.shtml
http://www.conoze.com/
http://www.historiasiglo20.org/
http://www.ministeriosprobe.org/
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