Procedimiento Administrativo en Materia Ambiental

Anuncio
Procedimiento Administrativo en Materia Ambiental
Por el Dr. Alberto Biglieri
(Brevísimo aporte para una introducción a la discusión).
Han nacido, o apenas surgido, a partir de la Reforma de la Constitución Nacional
de 1994 una serie de Nuevos Derechos (calificados como difusos, así llamados por la
dificultad - o difusión - individualizar al sujeto activo relacionado con el bien jurídico
tutelado) entre los cuales intento tratar aquí aquellos relacionados con la protección
del Ambiente (acepción correcta sin la anteposición de “Medio” lexia compuesta que
se transforma en una redundancia, toda vez que el ambiente es siempre un Medio).
Difusos, decíamos, porque no es un único ciudadano el dañado por la
Constitución Ambiental sino la comunidad en general, los tres reinos de la naturaleza,
y lo que hace más difuso aún, la proyección o futuro que causa la contaminación (hoy
hace más de 20 años que no hay industrias al margen del Riachuelo y sus aguas
siguen aún comprometidas), así es que la mitad de mi familia no vivió la época de las
chimeneas humeantes a la vera del Riachuelo y sin embargo escuchan azorados
como mi padre les cuenta de sus prácticas de natación en su seno.
Esta introducción, lleva directamente a una cuestión que ha dividido (no digo a la
doctrina porque no se ha escrito lo suficiente sobre el tema de fondo) los intereses de
los hombres de ley (abogados, jueces, docentes, pensadores) en al menos tres
vertientes:
a) Aquellos que creen en el nacimiento de una Nueva Rama del Derecho,
“Derecho Ambiental” que quedan rápidamente en el camino a la hora de buscar los
dos ejes fundamentales de estas divisiones:
1. No hay una nutrida cantidad de normas al respecto.
2. No están definidos los sujetos de la relación, y en los casos que se
plantean algunas acciones siempre termina el Estado como parte, llevando
entonces la cuestión al Derecho Administrativo.
b) Los que por una afinidad “CACOFONICA” o de relación indirecta - no
negativa - (si no es de nadie parecería ser nuestra) lo sitúan en el Régimen Jurídico de
los Recursos Naturales (Aggiornada versión del antiguo agrario, minero, de pesca,
caza, ganadería y forestal) materia dedicada a los menesteres de estas especialidades
contractuales y que han tomado el Derecho Ambiental tal como una cuestión dedicada
a la educación, preservación del ambiente, utilización de vida de los recursos naturales
NO Renovables; pero que distan profundamente de las normas de necesario
conocimiento sobre el tema que ha excepción de las “Reglas del Ser” incluidos en el
art. 41 de la Constitución Nacional y el 28 de la Constitución de la Provincia de Buenos
Aires, son abrumadoramente y sin duda algunas Normas de Procedimiento
Administrativo.
c) Nosotros, (también la mayoría de las escuelas de derecho españolas y
europeas) que vemos en las - para este caso tampoco profusa cantidad de normas
que acompañado y reglamentado los arts. de la Constitución Nacional y Constitución
Provincial, y de la Ley Nacional 24051 y las Leyes Provinciales 11720, 5965, 11459 y
sus respectivas reglamentaciones, Normas de mero Procedimiento Administrativo, a la
hora de las actividades Lícitas del hombre (o mejor persona) en su relación con la
naturaleza; o de claras y llanas acciones de Derecho Penal, así no codificados - solo
por una falta de actividad compiladora de los legisladores - en la mayoría de los casos;
o sí como en el art. 93 inciso g) del Código de Faltas (8031), contravención así
tipificada por las autoridades de aplicación en el período de sombras que fue desde la
sanción de la Reforma Constitucional, hasta las adhesiones Provinciales o la
reglamentación de la LP 11720 de la Provincia de Buenos Aires y que data de la fecha
de promulgación de ese DL 8031 (última modificación) que hasta la aparición de esta
nueva era Constitucional solo se utilizaban para los basurales o casas abandonadas y
que luego del período descripto fue aplicado mientras el juez de faltas era el jefe
policial y no se veía - salvo en casos con lesiones en seres humanos - la necesidad de
comunicar a la Justicia Federal los que ahora llamamos “Delitos Ecológicos”.
Creemos además que los penalistas no reclaman para sí la propiedad
empujados quizá por la gran cantidad y variedad de los temas que los ocupan, y los
jueces residuales (que contrasentido idiomático) y UFIs - Provinciales - porque la
competencia Federal les descomprime la ya pesadísima estadística de sus turnos.
Falta además jurisprudencia, que calculamos surgirá importante pasado al
primer lustro del nuevo siglo.
Aún así la poca existente evalúa, - ve y considera - como relevante a la hora de
tipificar las responsabilidades, el respeto a las reglamentaciones administrativas que
deben los tres sujetos reconocidos por las normas como válido en tratamiento de los
residuos (generador - transportista - dispositor) y luego se apoya en estudios técnicos
(de Impacto Ambiental) para evaluar la magnitud del daño.
RCALZ Año VI Nº 28, PÁG. 20
Descargar