corticoides inhalados y supresión corticosuprarrenal

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CORTICOIDES INHALADOS Y SUPRESIÓN CORTICOSUPRARRENAL EN
NIÑOS
La vía inhalatoria es de elección en el tratamiento del asma en niños, ya que
presenta menos efectos sistémicos que la administración oral de
corticosteroides. Sin embargo, sus efectos sistémicos no se eliminan
totalmente al administrarlos mediante inhalación bronquial, ya que puede
producirse supresión corticosuprarrenal y retraso del crecimiento en niños.
Recientemente, en el Reino Unido y en Australia se han publicado revisiones a
este respecto. Se llama la atención de este riesgo que, siendo reducido, debe
tenerse en cuenta durante el tratamiento del asma en niños con corticoides por
vía inhalatoria.
El tratamiento del asma requiere una administración continuada de
corticosteroides. La vía inhalatoria presenta ventajas frente a la administración
oral: dosis habituales inhaladas no se absorben en cantidades significativas, si
bien se han producido casos de supresión corticosuprarrenal y retraso del
crecimiento en niños.
Los casos de supresión adrenal o corticosuprarrenal representan uno de los
efectos adversos graves de todos los corticoides inhalados. Raramente se han
notificado casos de supresión corticosuprarrenal que han originado una crisis
adrenal. Los signos y síntomas que se asocian con una supresión o crisis
adrenal pueden no ser identificados, principalmente en niños que reciban dosis
más altas de las recomendadas de los corticoides inhalados. Recientemente,
en el Reino Unido se han revisado los casos de supresión y crisis adrenal
notificados de forma espontánea por tarjeta amarilla, así como los publicados
en revistas médicas y los recogidos en una encuesta de crisis adrenales
debidos a corticosteroides inhalados (Current Problems in Pharmacovigilance
2002; 28: 7).
La supresión adrenal es un efecto de clase relacionado con la dosis, de todos
los corticosteroides inhalados. Se han observado más frecuentemente casos
de crisis adrenal durante el uso de fluticasona (Flixotide®, Inalacor®,
Trialona®), posiblemente debido a que se prescriben dosis más altas de las
autorizadas en los niños, de manera más frecuente que con otros
corticosteroides. En general, se administraron dosis de 1000 microgramos por
día de fluticasona, por encima de los 400 microgramos diarios recomendados.
De forma similar a los datos británicos también en las últimas semanas, el
Adverse Drug Reactions Advisory Committee (ADRAC) australiano ha
publicado en su boletín [Aust Adv Drug React Bull 2003; 22 (2): 6] una revisión
de 10 casos de crisis adrenales notificados en Australia, ocho de los cuales
asociados al uso de fluticasona (Flixotide®, Inalacor®, Trialona®) tanto
como monofármaco, como en combinación con salmeterol (Seretide®).
En estos 8 casos australianos, las edades oscilaban entre 3 y 10 años, y las
dosis de fluticasona oscilaban desde 250 a 1.500 microgramos diarios; la
dosis diaria fue superior a 500 microgramos en 6 de los casos. En 6 de los
niños se presentó una crisis adrenal, que se asoció con hipoglucemia en todos
los casos, convulsiones en 2 y coma en uno. En 3 de los niños la crisis adrenal
se había precipitado por un episodio de gastroenteritis.
Las crisis adrenales asociadas con el uso de los corticosteroides inhalados se
producen por la absorción sistémica de los corticosteroides y la consecuente
supresión de los glucocorticoides endógenos, ocasionando que la reserva
adrenal sea insuficiente para responder a situaciones de estrés (por ejemplo,
una infección). También puede suceder por una interrupción brusca del
tratamiento o por falta de cumplimiento del tratamiento, lo que provoca una
deficiencia aguda de esteroides. Se puede presentar como hipoglucemia, dolor
abdominal, cansancio o vómitos, con o sin convulsiones o coma.
Aunque la insuficiencia corticosuprarrenal puede ocasionarse con cualquier
corticosteroide inhalado, puede ser más frecuente con fluticasona debido a su
mayor potencia y por lo tanto con una dosis equivalente más baja. En general
se debe recordar que la dosis de fluticasona corresponde a la mitad de la
dosis de budesonida y de beclometasona en formulaciones con CFC, pues
existen ya formulaciones sin CFC (Qvar®) con la mitad de cantidad de
beclometasona, con correspondencia 1 a 1 con la dosificación de fluticasona.
Las dosis máximas recomendadas en niños de estos corticoides inhalados en
la mayoría de los países son las mismas, pero existen diferencias como las que
se constatan en las revisiones comentadas de Australia y del Reino Unido. La
dosis autorizada en Australia de fluticasona oscila de 100 a 200 microgramos al
día según la edad del niño. Con esta dosis la supresión corticosuprarrenal es
improbable. Pero es frecuente usar dosis mayores en Australia, pues diferentes
sociedades científicas recomiendan dosis diferentes: la Thoracic Society of
Australia and New Zealand recomienda una dosis máxima de 250 microgramos
al día en niños menores de 5 años y 500 microgramos diarios en niños
mayores de 5 años. Y el National Asthma Council recomienda una dosis
máxima de 500 microgramos diarios para los niños en general, a criterio
médico. El uso de dosis mayores no aporta mayor eficacia. En un meta-análisis
reciente revisando los ensayos clínicos de fluticasona en adolescentes (a partir
de 12 años) y en adultos, se constató que en pacientes de asma que usan
corticosteroides inhalados de forma regular y prolongada, consiguen la eficacia
máxima con dosis de unos 500 microgramos diarios, aunque el 90% del
beneficio se consiguió con dosis de 100-250 microgramos al día (Holt S et al.
BMJ 2001; 323: 1-8).
Los corticosteroides utilizados en España para uso inhalatorio en niños se
recogen en la tabla siguiente:
Corticoide
Especialidad farmacéutica
Beclometasona dipropionato Beclo-Asma® 50mcg aerosol
Becotide® 50 mcg aerosol
Novahaler® 100 mcg aerosol
Qvar Autohaler® 100 mcg aerosol
Beclometasona + salbutamol Butosol® 10/200 mg aerosol
Budesonida
Budesonida Aldo Union® 50 mcg aerosol
Olfex® Bucal 50 mcg aerosol
Pulmicort® 50 mcg aerosol
Pulmicort® susp nebulizador 0,25 mg/ml
Pulmicort Turbuhaler® 100 mcg aerosol
Pulmictan® 50 mcg aerosol
Budesonida + formoterol
Rilast Turbuhaler® 80/4,5 mcg inhalac
Symbicort Turbuhaler® 80/4,5 mcg inhalac
Fluticasona propionato
Flixotide® 50 mcg aerosol
Flixotide Accuhaler® 100 mcg aerosol
Fluticasona + salmeterol
Flusonal® 50 mcg aerosol
Flusonal Accuhaler® 100 mcg aerosol
Inalacor® 50 mcg aerosol
Inalacor Accuhaler® 100 mcg aerosol
Trialona® 50 mcg aerosol
Trialona Accuhaler® 100 mcg aerosol
Anasma® 0,025/0,05 mg aerosol
Anasma Accuhaler® 50/100 mcg aerosol
Inaladuo® 0,025/0,05 mg aerosol
Inaladuo Accuhaler® 50/100 mcg aerosol
Plusvent® 0,025/0,05 mg aerosol
Plusvent Accuhaler® 50/100 mcg aerosol
Seretide® o,025/0,05 mg aerosol
Seretide Accuhaler® 50/100 mcg aerosol
Recomendaciones
En los tratamientos del asma con corticosteroides inhalados deben tenerse
presente los siguientes aspectos:
 los médicos prescriptores deben establecer las dosis efectivas más bajas que
necesiten los pacientes, con respecto a la especialidad farmacéutica utilizada
y revisarlos frecuentemente, sin suprimir el tratamiento de forma súbita.
 se debe tener presente que cada especialidad farmacéutica puede tener una
posología distinta, no solo por ser distinto corticoide sino por ser diferentes
preparaciones galénicas, como suspensión para inhalación mediante aerosol
con gas propelente (CFC) o polvo para inhalación.
 si un médico considera que el asma de un niño no está controlado con la dosis
máxima autorizada de un corticoide inhalado, a pesar de adicionar otras
terapias, se debe derivar al niño a un especialista en el tratamiento del asma
pediátrico.
 los padres de estos niños deben estar advertidos del riesgo potencial de la
supresión corticosuprarrenal y aconsejados sobre los posibles síntomas que
deben identificar en sus niños para consultar al médico de forma rápida.
 los signos y síntomas de una supresión corticosuprarrenal no son específicos
e incluyen: anorexia, dolor abdominal, pérdida de peso, cansancio,
cefalea, náuseas, vómitos, nivel de conciencia disminuido, hipoglucemia
y convulsiones. Entre las situaciones que pueden originar potencialmente
una crisis adrenal aguda se incluyen: infección, trauma, cirugía o cualquier
reducción rápida de la dosis.
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