Quimica Unidad Temas 1 Conceptos básicos. 1.1 1.2 1.3 1.4 2 Teoría cuántica y estructura atómica. Subtemas Elementos, compuestos y mezclas. Estados de agregación de la materia. Cambios de estado de agregación. 1.3.1 Puntos de fusión. 1.3.2 Puntos de ebullición. Definición de fase. 2.1 Base experimental de la teoría cuántica. 2.1.1 Radiación del cuerpo negro y teoría de Planck. 2.1.2 Efecto fotoeléctrico. 2.1.3 Espectros de emisión y series espectrales. 2.2 Teoría atómica de Bohr 2.3 Ampliación de la teoría de Bohr: Teoría atómica de Somerfeld. 2.4 Estructura atómica. 2.4.1 Principio de dualidad del electrón (onda-partícula). Postulado de Broglie. 2.4.2 Principio de incertidumbre de Heissenberg. 2.4.3 Ecuación de onda de Schodinger. 2.4.3.1 Significado físico de la función 2 2.4.3.2 Solución de la ecuación de onda y su significado físico. Orbitales s, p, d, f. 2.5 Teoría cuántica y configuración electrónica. 2.5.1 Niveles de energía de los orbitales. 2.5.2 Principio de exclusión de Pauli. 2.5.3 Principio de Aufbau o de construcción. 2.5.4 Principio de máxima multiplicidad de Hund. 2.5.5 Configuración electrónica de los elementos. 2.6 Aplicaciones del tema en Ingeniería. 2.6.1 Foto multiplicadores por fibra óptica (aplicación en opto electrónica). 2.6.2 ¿Cómo se transforman los códigos digitales a imágenes?. 3 Los elementos químicos, clasificación periódica. Propiedades atómicas e impacto económico y ambiental 3.1 Características de la clasificación periódica moderna de los elementos. 3.2 Propiedades atómica y su variación periódica. 3.2.1 Carga nuclear efectiva. 3.2.2 Tamaño atómico. 3.2.3 Energía de ionización. 3.2.4 Afinidad electrónica. 3.2.5 Número de oxidación. 3.2.6 Electronegatividad. 3.3 Impacto económico y ambiental de algunos elementos. 3.3.1 Clasificación de los metales de acuerdo a como se encuentran en la naturaleza. 3.3.2 Clasificación de los metales por su utilidad. 3.3.3 Elementos de importancia económica, excluyendo a los metales. 3.3.4 Elementos contaminantes. 3.4 Aplicaciones en la ingeniería. 3.4.1 Química del Silicio. 3.4.2 Química del galio. 3.4.3 Química del Germanio. 4 Enlace, estructura y propiedades en compuestos químicos. 4.1 Introducción. 4.1.1 Concepto de enlace químico. 4.1.2 Clasificación de los enlaces químicos. 4.1.3 Aplicaciones y limitaciones de la regla del octeto. 4.2 Enlace covalente. 4.2.1 Teorías para explicar el enlace covalente. 4.2.2 Enlace valencia. 4.2.3 Hibridación de los orbitales. 4.2.3.1 Teoría de la hibridación. Formación, representación y características de los orbitales híbridos: sp3,sp2,sp,d2sp3,dsp2,sd3,dsp3 4.3 Enlace iónico. 4.3.1 Requisitos para la formación de un enlace iónico. 4.4 4.5 4.6 4.7 4.8 5 Compuestos químicos: Tipos, nomenclatura, reacciones e impacto económico y ambiental. 4.3.2 Propiedades de los compuestos iónicos. 4.3.3 Formación de iones. 4.3.4 Redes cristalinas. 4.3.4.1 Estructura. 4.3.4.2 Energía. 4.3.4.3 Radios iónicos. Enlace metálico. 4.4.1 Clasificación de los sólidos en base a su conductividad eléctrica; aislante, semiconductor, conductor. 4.4.2 Teoría para explicar el enlace y propiedades (conductividad) de un arreglo infinito de átomos a un cristal: Teoría de las bandas. Fuerzas intermoleculares y propiedades físicas. 4.5.1 Tipo de fuerzas. 4.5.1.1 Van der Waals. 4.5.1.2 Dipolo-dipolo. 4.5.1.3 Puente de hidrógeno. 4.5.1.4 Electrostáticas. Influencia de las fuerzas intermoleculares en las propiedades físicas. Aplicaciones del tema en Ingeniería. Aleaciones silicio-germanio. 4.8.1 Semiconductores (Ge, Si, Ga). 4.8.2 Conductores. 4.8.3 Aislantes. 4.8.4 Estructura y propiedades de cerámicos. 4.8.5 Estructura y propiedades de cristal líquido. 4.8.6 Otros materiales y sus fuerzas de enlace; metales y polímeros. Compuestos inorgánicos. 5.1 Óxidos. 5.1.1 Definición. 5.1.2 Clasificación. 5.1.3 Formulación. 5.1.4 Nomenclatura. 5.2 Hidróxidos. 5.2.1 Definición. 5.2.2 Clasificación. 5.2.3 Formulación. 5.3 5.4 5.5 5.6 5.7 6 Estequiometría. 6.1 6.2 5.2.4 Nomenclatura. Ácidos. 5.3.1 Definición. 5.3.2 Clasificación. 5.3.3 Formulación. 5.3.4 Nomenclatura. Sales. 5.4.1 Definición. 5.4.2 Clasificación. 5.4.3 Formulación. 5.4.4 Nomenclatura. Hidruros. 5.5.1 Definición. 5.5.2 Clasificación. 5.5.3 Formulación. 5.5.4 Nomenclatura. Reacciones químicas.. 5.6.1 Clasificación. 5.6.1.1 R de combinación. 5.6.1.2 R de descomposición. 5.6.1.3 R de sustitución. 5.6.1.4 R de neutralización. 5.6.1.5 R de óxido-reducción. 5.6.1.6 Ejemplos de reacciones con base a la clasificación anterior, incluyendo reacciones de utilidad ( procesos industriales, de control de contaminación ambiental, de aplicación analítica, entre otras) Aplicación del tema en Ingeniería. 5.7.1 Duración de las pilas, ¿Por qué entre más pequeñas más durables?. 5.7.2 Riesgo de manejo de componentes de memorias. 5.7.2.1 ¿Qué hacer con los componentes de PC's, celulares, entre otros?. Unidades de medida usuales en Estequiometría. 6.1.1 Número de Abogador. 6.1.2 Mol gramo. 6.1.3 Átomo gramo. 6.1.4 Mol molecular. Concepto de estequiometría. 6.3 6.4 6.5 6.2.1 Leyes estequiometrícas. 6.2.2 Ley de la conservación de la materia. 6.2.3 Ley de las proporciones constantes. 6.2.4 Ley de las proporciones múltiples. Balanceo de reacciones químicas. 6.3.1 Por método de tanteo. 6.3.2 Por el método redox. Cálculos estequiométricos en reacciones químicas. 6.4.1 Relaciones mol-mol. 6.4.2 Relaciones peso-peso. 6.4.3 Cálculos donde intervienen los conceptos de Reactivo limitante Reactivo en exceso Grado de conversión o rendimiento Aplicación del tema en Ingeniería. 6.5.1 Efecto de la relación peso-peso sobre la conductividad eléctrica, en aleaciones. Unidad 1. Conceptos básicos. 1.1 Elementos, compuestos y mezclas. Los elementos.- Son sustancias puras formadas por una sola clase de átomos, Los hay metales y no metales. Ej. metales: Na, K, Fe, Au. Ej. no metales: C, Cl, H, F. Los compuestos.- Son sustancias puras formadas por 2 ó más clases de átomos, unidos químicamente entre sí, tienen proporciones fijas, definidas y constantes y se pueden separar sólo por métodos químicos. Los compuestos siempre se representan por fórmulas. Ej. H2O, Fe3(SO4)2 H3PO4, Mg(OH)2. Mezclas.-Están formadas por 2 ó más sustancias, elementos ó compuestos, no unidos químicamente entre sí, unidos sólo en forma aparente, sus propiedades son variables y cada sustancia conserva sus propiedades físicas y químicas. Se pueden separar por métodos físicos. Las mezclas se clasifican en: Mezclas homogéneas y mezclas heterogéneas. Son mezclas homogéneas aquellas en las que no se distinguen las partes que las forman. Ej. Azúcar en agua, sal en agua, alcohol en agua. Las mezclas heterogéneas son aquellas en las que sí se distinguen las partes que las forman. Ej. Agua y aceite, hierro y azufre, agua y arena. 1.2 Estados de agregación de la materia. Materia.- Es la base del universo, ocupa un espacio y tiene masa y energía. Átomo.- Partícula más pequeña de un elemento que conserva sus propiedades Los estados físicos o de agregación de la materia son 3: sólido, líquido y gaseoso. La materia puede existir ya sea como sólido, líquido o gas, dependiendo de la temperatura, la presión y las características específicas del tipo de materia en particular. Algunos tipos de materia existen en los tres estados físicos; otros se descomponen cuando se hace el intento de cambiar su estado. El agua existe en los tres estados. Algunos consideran el plasma como el cuarto estado de la materia y el cubo cuántico como el quinto estado de la materia. Un ejemplo claro del plasma es el fuego. El cubo cuántico consiste en colocar átomos de rubidio cerca del cero absoluto de temperatura. (-273oC) lográndose un condensado. Las causas por las que existen éstos estados de la materia, son las fuerzas de cohesión y de repulsión. Cohesión.- Es la fuerza que une a los átomos. Repulsión.- Es la fuerza que separa a los átomos. En el estado sólido predominan las fuerzas de cohesión sobre las de repulsión. Los sólidos tienen forma y volumen definido. En el estado líquido, las fuerzas de cohesión y de repulsión están equilibradas. Los líquidos tienen volumen definido y adoptan la forma del recipiente que los contiene. En el estado gaseoso predominan las fuerzas de repulsión sobre las de cohesión. Los gases no tienen ni forma ni volumen definidos y tienden a ocupar todo el espacio del recipiente que los contiene. físicas y químicas. 1.3 Cambios de estado de agregación. En nuestro medio ambiente y bajo ciertas condiciones, las sustancias se presentan en uno de los estados de agregación antes mencionados, pero pueden cambiar de un estado a otro si las condiciones cambian. Estas condiciones son presión y temperatura. El ejemplo más claro está en el agua, ordinariamente es un líquido que al llevarse a un congelador disminuye su temperatura y se solidifica. El hielo puede recibir calor del agua líquida y se funde. Si ahora ésta masa de agua líquida se calienta, la energía cinética de las partículas aumenta y el líquido se transforma en vapor. Los cambios de estado son: Fusión.- Cambio que sufren las substancias al pasar del estado sólido al líquido al incrementar el calor. Evaporación.- Cambio que se experimenta cuando un líquido pasa al estado de vapor o gas por incremento de calor. Ejemplos: eliminación de agua en una meladura para obtener un sólido cristalino; disminución de un volumen de un líquido concentrado así un sólido disuelto o llevándolo inclusive hasta el secado. Substancias como el alcohol, la acetona, la gasolina, etc., en contacto con el medio ambiente experimentan una vaporización sin que se les suministre calor, el fenómeno ocurre debido a la baja presión existente sobre ellas. Sublimación.- Es el paso del estado sólido al gaseoso o al de vapor sin pasar por el estado líquido, necesitándose calor. Ejemplos: Pocas substancias se conocen con este comportamiento y entre ellas están el yodo, el arsénico, el alcanfor, la naftalina, el bióxido de carbono (CO2) y algunas más de tipo orgánico. El “hielo seco” es bióxido de carbono sólido y al contacto con el medio ambiente pasa directamente al estado gaseoso. Una pastilla aromatizante sufre este fenómeno. El cambio contrario, de gas o vapor a sólido, también se llama sublimación o degradación. Solidificación.- Este cambio requiere de eliminar calor y ocurre cuando un líquido pasa al estado sólido. Ejemplos: Una vez moldeado un plástico, fundida una pieza de acero o de alguna aleación, es necesario esperar su solidificación para obtener la pieza deseada en estado sólido. Condensación.- Es el paso del estado de vapor al estado líquido. Este cambio también supone la eliminación del calor. Ejemplos: Al eliminar el agua o el solvente de una solución, es necesario recuperar esos líquidos, como están en estado de vapor y a temperatura elevada, se les hace enfriar y condensar, en estado líquido se recuperan y ocupan menor volumen. Licuefacción.- Es el paso del estado gaseoso al líquido. Además de eliminar calor se debe aumentar la presión para conseguir el cambio. Ejemplos: La obtención de aire líquido o de alguno de sus componentes, nitrógeno y oxígeno, que son gases y se pueden tener en estado líquido. La temperatura es tan baja (por ejemplo -196ºC) que las propiedades de algunas sustancias cambian espectacularmente: las flores se solidifican y se quiebran, un pollo se endurece de tal forma que puede romperse con un martillo, el mercurio se solidifica, etcétera. La diferencia entre un vapor y un gas es que el vapor se condensa y el gas se licua. 1.3.1 Puntos de fusión. Si sacas unos cubitos de hielo del congelador y los colocas en un vaso con un termómetro verás que toman calor del aire de la cocina y aumentan su temperatura. En un principio su temperatura estará cercana a -20 ºC (depende del tipo de congelador) y ascenderá rápidamente hasta 0 ºC, se empezará a formar agua líquida y la temperatura que permanecerá constante hasta que todo el hielo desaparezca. Igual que en el punto de ebullición, se produce un cambio de estado, el agua pasa del estado sólido (hielo) al estado líquido (agua) y todo el calor se invierte en ese cambio de estado, no variando la temperatura, que recibe el nombre de punto de fusión. SE trata de una temperatura característica de cada sustancia: el punto de fusión del agua es de 0 ºC, el alcohol funde a -117 ºC y el hierro a 1539 ºC. Sustancia Agua Alcohol Hierro Cobre Aluminio Plomo Mercurio 1.3.2 Punto de fusión (ºC) 0 -117 1539 1083 660 328 -39 Punto de ebullición (ºC) 100 78 2750 2600 2400 1750 357 Puntos de ebullición. Si ponemos al fuego un recipiente con agua, como el fuego está a mayor temperatura que el agua, le cede calor y la temperatura del agua va aumentando, lo que podemos comprobar si ponemos un termómetro en el agua. Cuando el agua llega a 100 ºC, empieza a hervir, convirtiéndose en vapor de agua, y deja de aumentar su temperatura, pese a que el fuego sigue suministrándole calor: al pasar de agua a vapor de agua todo el calor se usa en cambiar de líquido a gas, sin variar la temperatura. La temperatura a la que una sustancia cambia de líquido a gas se llama punto de ebullición y es una propiedad característica de cada sustancia, así, el punto de ebullición del agua es de 100 ºC, el del alcohol de 78 ºC y el hierro hierve a 2750 ºC. 1.4 Definición de fase. Unidad 2. Teoría cuántica y estructura atómica. 2.1 Base experimental de la teoría cuántica. La Teoría cuántica nació de la mano del alemán Max Planck en el año 1900 como solución a uno de los mayores problemas para la física de la época: la radiación del cuerpo negro. La revolucionaria solución propuesta por Planck y condensada en una pequeña ecuación que recibe su nombre, consistía simplemente en que la energía no se emitía de forma continúa sino como paquetes discretos o cuantos (que hoy en día llamamos fotones); la propuesta de Planck aclaraba un problema que la física, regida durante dos siglos por los postulados de Newton, no había podido explicar con precisión. La mecánica newtoniana había encontrado la solución a fenómenos como las mareas, el movimiento de los planetas o los complicados montajes de palancas y poleas. La teoría cuántica de Planck arrojaba luz sobre una cuestión notablemente preocupante para los físicos, porque no encajaba en aquel esquema de relojería; aquel problema y los que lo siguieron no eran simplemente una lista de cuestiones sin resolver, sino que presagiaban que la física conocida había llegado a un límite. El siguiente avance de la teoría cuántica, aún bajo sospecha, se produjo diez años más tarde y estuvo protagonizado por Albert Einstein. Éste aplicó la teoría cuántica a otra intrigante cuestión, el efecto fotoeléctrico. Se sabía que al iluminar con luz de determinada longitud de onda piezas de algunos metales de un circuito eléctrico se generaba una corriente eléctrica en el circuito. Einstein supuso, siguiendo el razonamiento de Planck, que el efecto fotoeléctrico se producía porque el cuanto luminoso tenía la cantidad de energía necesaria para expulsar un electrón del metal y lanzarlo a través del circuito eléctrico. A mayor número de cuantos, más corriente. Una vez más, considerar que la energía estaba cuantizada permitía encontrar una solución al problema, una solución que la teoría newtoniana tampoco podía dar. En 1911 el británico Ernest Rutherford había establecido la existencia de un núcleo atómico, y había llegado a proponer que cada átomo estaba formado por un núcleo denso y con carga positiva, rodeado por electrones cargados negativamente que giraban en torno al núcleo como los planetas alrededor del Sol. Este esquema, notablemente newtoniano en su concepción, sólo tropezaba con una dificultad. La teoría electromagnética clásica desarrollada por James Clerk Maxwell, una teoría perfectamente probada, predecía inequívocamente que un electrón que girara en torno a un núcleo emitiría continuamente radiación electromagnética hasta perder toda su energía, y acabaría cayendo en el núcleo. Por tanto, según la teoría clásica, el átomo descrito por Rutherford sería inestable. Aún peor era la cuestión de los espectros emitidos por los gases. A principios de siglo se había observado que los gases de los elementos emitían, al ser calentados o sometidos a descargas eléctricas, una luz especial. Si aquella luz era pasada por un prisma de difracción y registrada sobre una película fotográfica, se veía claramente un patrón de líneas. Ninguno de los conceptos newtonianos permitía explicar aquel comportamiento de la materia. En 1913 el danés Niels Bohr se atrevió a postular finalmente que la teoría clásica no era válida en el interior del átomo, y que los electrones se desplazaban en órbitas fijas. Cada cambio de órbita de un electrón correspondería a la absorción o emisión de un cuanto de radiación. Es decir, cada vez que un electrón se alejaba o acercaba de un núcleo se producía la emisión o absorción de un fotón de una longitud de onda dada, lo que explicaba la consiguiente línea en su espectro y que no se viese una banda continua. Sin embargo, la aplicación de la teoría de Bohr a átomos con más de un electrón resultó difícil. Las ecuaciones matemáticas para el siguiente átomo más sencillo, el de helio, fueron resueltas durante la segunda y tercera década del siglo XX, y los resultados no concordaban exactamente con los datos experimentales. Las ecuaciones de Bohr fallaban estrepitosamente con átomos más complejos, ya que no podían obtenerse más que soluciones aproximadas. Los cuantos de Planck suponían por lo tanto una nueva concepción del universo microscópico de los átomos que el hombre estaba descubriendo, y todo gracias a un puñado de físicos europeos, tan brillantes que los historiadores de la ciencia dudan que se vea jamás un número de mentes semejantes reunidas simultáneamente en torno a un problema común. Aquellos físicos abordaron la coexistencia de dos teorías de la luz: la teoría corpuscular, que explica la luz como una corriente de partículas, y la teoría ondulatoria, que considera la luz como ondas electromagnéticas. Existían pruebas que apoyaban ambas teorías, pero Louis Victor de Broglie sugirió en 1924 que, puesto que las ondas electromagnéticas mostraban algunas características corpusculares, las partículas también deberían presentar en algunos casos propiedades ondulatorias, lo que dió en llamar dualidad onda-partícula. Esta predicción fue verificada experimentalmente pocos años después por los físicos estadounidenses Clinton Davisson y Lester Halbert Germer y el físico británico George Paget Thomson, quienes mostraron que un haz de electrones dispersado por un cristal da lugar a una figura de difracción característica de una onda. Paradójicamente, el padre de Thomson había dado pruebas firmes sobre la naturaleza corpuscular de los electrones. Transcurrido un cuarto del siglo XX, estaba claro que la teoría cuántica había aportado soluciones válidas a algunas cuestiones, pero carecía todavía del rigor matemático que gusta a los físicos; no pasaba de ser una serie de ideas notablemente atrevidas y no existía una mecánica cuántica, es decir, una ciencia que explicase las interacciones entre la energía y la materia utilizando los conceptos cuánticos. El concepto ondulatorio de las partículas desarrollado por de Broglie dió al físico austríaco Erwin Schrödinger la idea de emplear una ecuación de onda que describiese las propiedades ondulatorias de una partícula, y más concretamente el comportamiento ondulatorio del electrón en el átomo de hidrógeno. Schrödinger planteó una ecuación diferencial notablemente simple que se ha hecho famosa: H = E. La ecuación de Schrödinger era continua y debería haber proporcionado soluciones para todos los puntos del espacio. Sin embargo, las soluciones permitidas para la ecuación de onda estaban restringidas a ciertas ecuaciones matemáticas llamadas funciones propias o eigenfunciones (del alemán eigen, 'propio'). Resultaba así que la ecuación de onda de Schrödinger sólo tenía determinadas soluciones discretas, en las que los llamados números cuánticos, que eran números enteros que indicaban las magnitudes de determinadas cantidades características de las partículas, aparecían como parámetros. Para explicarlo más claramente, el planteamiento matemático riguroso de Schrödinger conducía de forma directa a la cuantización, una condición que Planck había impuesto inicialmente de forma arbitraria para explicar un resultado experimental. Por lo tanto, las cosas cuadraban y la mecánica ondulatoria era una formulación apropiada de la teoría cuántica. La resolución de la ecuación de Schrödinger para el átomo de hidrógeno era un problema complejo, pero afortunadamente los matemáticos de la época se habían enfrentado ya a dilemas semejantes y podían dar las soluciones exactas. Los resultados encajaban sustancialmente con la teoría cuántica anterior introducida por Bohr a base de postulados. Y más importante aún, podía encontrarse además una solución para el átomo de helio, que Bohr no había logrado explicar de forma adecuada. Esta solución concordaba igualmente con los datos experimentales. Para hacer más felices aún a los físicos, las soluciones de la ecuación de onda de Schrödinger tenían más consecuencias. Por ejemplo, indicaban que no podía haber dos electrones que tuvieran todos sus números cuánticos iguales, esto es, que estuvieran en el mismo estado energético. Wolfgang Pauli había establecido esta regla empíricamente en 1925 y le había dado el nombre de principio de exclusión. En resumen, la formulación matemática no sólo explicaba todos los hechos experimentales, sino que conducía a resultados teóricos previstos por otros investigadores. Por si todo esto no fuera suficiente, de forma simultánea al desarrollo de la mecánica ondulatoria de Heisenberg un compatriota suyo desarrollaba un análisis matemático diferente conocido como mecánica matricial. La formulación de Heisenberg, elaborada en colaboración con los físicos alemanes Max Born y Ernst Pascual Jordan, no empleaba una ecuación diferencial, sino una matriz infinita formada por infinitas filas compuestas a su vez de un número infinito de cantidades. Las matrices infinitas representaban por ejemplo la posición y el momento lineal de un electrón en el interior de un átomo, y otras matrices representaban cada una de las restantes propiedades físicas observables asociadas con el movimiento de un electrón, como su energía o su momento angular. Aunque aparentemente complicada, la mecánica matricial de Heisenberg es mucho más elegante en su formulación, algo enfáticamente apoyado por los matemáticos, y también es más cómoda y sencilla de utilizar. Estas matrices, igual que las ecuaciones diferenciales de Schrödinger, podían resolverse y ofrecían los mismos resultados que la ecuación de Schrödinger, quien en 1926 demostró que ambas formulaciones eran perfectamente equivalentes. Hoy en día, la mecánica matricial de Heisenberg es la mecánica cuántica estándar. En sólo tres años la teoría cuántica había pasado de un conjunto de hipótesis y postulados descabellados a una formulación seria y manejable. Pero en el camino de la teoría cuántica quedaban todavía algunos problemas y esperaban algunas paradojas. Una de ellas es la imposibilidad de determinar exactamente la posición de un electrón en un instante determinado. Heisenberg analizó este problema en 1927, y formuló la cuestión como el principio de incertidumbre. Este principio afirma que es imposible especificar con exactitud y al mismo tiempo la posición y el momento lineal de una partícula; o lo que es lo mismo, no se puede medir la posición de una partícula sin causar una perturbación en su velocidad. Este principio, que parece desafiar notablemente nuestro conocimiento diario, tuvo en 1928 una notable aplicación. George Gamow estaba intentando explicar la desintegración radiactiva en la que se producía la emisión de partículas alfa, algo muy conocido entonces, pero también inexplicable. Gamow descubrió que si aplicaba al problema el principio de incertidumbre podía resolverlo, y explicar cosas como la radiactividad o de donde salía la energía de las estrellas. Gamow bautizó a su explicación con el nombre de efecto túnel. Las consecuencias derivadas del principio de incertidumbre no se limitan sólo al efecto túnel de Gamow: Son fundamentales para entender la visión de la teoría cuántica actual. El mundo cuántico, el mundo de los átomos y las partículas elementales, no se rige por las normas de nuestro mundo macroscópico. Es un universo de probabilidades, donde la observación perturba al objeto observado, tal y como Schrödinger formuló en su famosa paradoja felina; un universo donde las partículas pueden estar muy probablemente en un sitio dado en un momento determinado... o no, y entonces ocurrirán cosas extraordinarias. Toda nuestras teorías sobre los enlaces químicos se fundamentan en pensar que los electrones no son bolitas girando en torno al núcleo atómico, sino en pensar que están difuminados en torno al núcleo, que están localizados muy probablemente en ciertas regiones del espacio llamadas orbitales. La teoría cuántica ha ampliado nuestro conocimiento de la estructura de la materia y nos ha permitido construir el mundo que vemos en la actualidad: la electrónica, la energía nuclear, las armas atómicas, los ordenadores y muchos otras cosas no serían posibles sin ella. Pero la teoría cuántica tiene también sus límites. Por ejemplo, todavía no se ha conseguido unificar con éxito la teoría cuántica con la gravedad, algo relacionado con la energía del vacío y el efecto Casimir: Las ecuaciones cuánticas predicen que el espacio vacío no es tal, sino un mar turbulento que contiene enormes cantidades de energía. Según algunos físicos, el aprovechamiento de esta energía nos permitiría manipular el espaciotiempo a nuestro antojo. Otra paradoja perturbadora para la teoría cuántica es la conocida como paradoja EPR, y que podría ser la base científica de dispositivos tan conocidos para aficionados al género como los ansibles. En la última década han surgido también estudios que proponen la creación de ordenadores cuánticos que aprovecharían ciertas propiedades de los sistemas subatómicos para realizar de forma cuasiinstantánea cálculos masivos. Como es lógico, la teoría cuántica no ha revolucionado únicamente la ciencia, sino también la literatura fantástica. Han quedado muy atrás los relatos clásicos sobre microcosmos subatómicos, como LA CHICA EN EL ÁTOMO DE ORO de Cummings o SUBMICROSCÓPICO de S. P. Meek. Sin embargo, las nuevas teorías han proporcionado nuevo material para los sueños. CUARENTENA de Greg Egan o la ya clásica CRONOPAISAJE de Gregory Benford constituyen interesantes aproximaciones a cómo la cuántica interpreta la realidad que nos rodea y qué subyace en el viejo tópico de la ciencia-ficción sobre los mundos paralelos. Este tema ha sido tratado de forma notable por Frederik Pohl en su obra LA LLEGADA DE LOS GATOS CUÁNTICOS, que toma su nombre del famoso ejercicio mental de Schrödinger sobre un gato en una caja. La misma paradoja ha sido empleada como un cruel método de ejecución en ENDYMION, de Dan Simmons, su continuación de la famosa saga de HYPERION. Pedro Jorge Romero y Ricard de la Casa también han tocado el tema de los mundos paralelos en su relato EL DÍA QUE HICIMOS LA TRANSICIÓN. Muchas otras novelas y relatos tocan aspectos concretos de la teoría cuántica. Por ejemplo, un bonito ejemplo didáctico sobre la constante de Planck y cómo afecta a nuestro universo es PLANCK CERO, relato de Stephen Baxter. La paradoja EPR y sus posibilidades en la comunicación instantánea aparecen bien reflejados en UN MUNDO AL FINAL DEL TIEMPO, de Pohl, donde además se nos muestran criaturas con una percepción cuántica del universo. El efecto túnel ha sido aprovechado, entre muchas otras cosas, por Javier Redal y Juan Miguel Aguilera en HIJOS DE LA ETERNIDAD, pero en lugar de estar restringido a las cómodas distancias atómicas aquí permite mover asteroides y naves enteras. Los ordenadores cuánticos son parte de una subtrama (junto a muchas otras) de la novela FACTOR DE HUMANIDAD de Robert J. Sawyer. El principio de incertidumbre de Heisenberg también entra en danza en el teletransporte de Star Trek, pero allí para evitar problemas se utilizan compensadores de Heisenberg. Si alguien tiene dudas sobre cómo funcionan artilugios así, ya sabe la respuesta de los guionistas de la serie: Muy bien. 2.1.1 Radiación del cuerpo negro y teoría de Planck. Radiación del Cuerpo Negro Un cuerpo negro se define como aquel que absorbe todo el calor radiante que recibe. Tal absorbente perfecto será también un emisor perfecto. La relación entre el calor radiante E emitido por un cuerpo y su temperatura fue establecida primero por los extensos experimentos de laboratorios de Josef Stefan. La misma ley fue deducida después a partir de consideraciones teóricas por Ludwig Boltzmann, y ahora se conoce como la ley de Stefan-Boltmann. E = Kt4 Ec. 2 Aquí E representa la energía radiada por segundo por un cuerpo a una temperatura absoluta T, y k es una constante de proporcionalidad. La ley sólo se aplica a los llamados "cuerpos negros". Si E representa el calor, en kilocalorías, radiado por metro cuadrado y segundo, tendremos: k = 1.3567 x 10-11 Kcal/m2SK4 Si E representa la energía radiada por metro cuadrado y segundo, en Joule, será: k = 5.670 x 10-8 J/m2sK2 Definida así k, podemos escribir la ley de Stefan-Boltzmann poniendo: E = Kt4A donde A es el área en metros cuadrados y Ec. 3 es el tiempo en segundos. La mejor aproximación de laboratorio a un cuerpo negro, es el agujero en una caja ennegrecida. Prácticamente, todo el calor que entre por tal agujero será absorbido en el interior. El terciopelo negro o una superficie pintada mate con negro de humo absorberán cerca del 97 % del calor radiante que cae sobre él, y puede considerarse para muchos propósitos como un cuerpo negro. Sin embargo, las superficies metálicas pulidas, lejos de ser cuerpos negros, tan sólo absorben cerca del 6 % de la energía incidente y reflejan el resto. La mayoría de las sustancias tienen grados de absorción entre dos extremos. Ejercicio de muestra 2 Una bola de cobre de 20 cm de diámetro se recubre de negro de humo y se calienta a una temperatura de 727 0C. (a) ¿Qué cantidad de calor radiará este cuerpo en 5 s? (b) Si las paredes de la habitación están a 27 0C, ¿qué cantidad de calor absorberá este cuerpo en ese mismo tiempo? Suponga que se trata de un caso de radiación de cuerpo negro, tanto en (a) como en (b). Solución: Si pasamos estos datos al sistema MKSA tendremos T = 727 + 273 = 1000 0 K, A = 4 p r2 = 0.1257 m2; = 5 s y k = 1.3567 x 10-11 Kcal/m2 s 0K4. Sustituyendo luego estas cantidades directamente en la Ec. 3, obtenemos para la pregunta (a): E = Kt4A = 1.3567 x (0.1257) (5) 10-11 (1000)4 = 8.527 Kcal La radiación del cuerpo negro Consideremos una cavidad cuyas paredes están a una cierta temperatura. Los átomos que componen las paredes están emitiendo radiación electromagnética y al mismo tiempo absorben la radiación emitida por otros átomos de las paredes. Cuando la radiación encerrada dentro de la cavidad alcanza el equilibrio con los átomos de las paredes, la cantidad de energía que emiten los átomos en la unidad de tiempo es igual a la que absorben. En consecuencia, la densidad de energía del campo electromagnético existente en la cavidad es constante. A cada frecuencia corresponde una densidad de energía que depende solamente de la temperatura de las paredes y es independiente del material del que están hechas. Si se abre un pequeño agujero en el recipiente, parte de la radiación se escapa y se puede analizar. El agujero se ve muy brillante cuando el cuerpo está a alta temperatura, y se ve completamente negro a bajas temperaturas. Históricamente, el nacimiento de la Mecánica Cuántica, se sitúa en el momento en el que Max Panck explica el mecanismo que hace que los átomos radiantes produzcan la distribución de energía observada. Max Planck sugirió en 1900 que 1. La radiación dentro de la cavidad está en equilibrio con los átomos de las paredes que se comportan como osciladores armónicos de frecuencia dada f . 2. Cada oscilador puede absorber o emitir energía de la radiación en una cantidad proporcional a f. Cuando un oscilador absorbe o emite radiación electromagnética, su energía aumenta o disminuye en una cantidad hf . La segunda hipótesis de Planck, establece que la energía de los osciladores está cuantizada. La energía de un oscilador de frecuencia f sólo puede tener ciertos valores que son 0, hf , 2hf ,3hf ....nhf . La distribución espectral de radiación es continua y tiene un máximo dependiente de la temperatura. La distribución espectral se puede expresar en términos de la longitud de onda o de la frecuencia de la radiación. dEf /df es la densidad de energía por unidad de frecuencia para la frecuencia f de la radiación contenida en una cavidad a la temperatura absoluta T. Su unidad es (J·m-3)·s. donde k es la constante de Boltzmann cuyo valor es k=1.3805·10-23 J/K. dEl /dl es la densidad de energía por unidad de longitud de onda para la longitud de onda l de la radiación contenida en una cavidad a la temperatura absoluta T. Su unidad es (J·m-3)·m-1. El problema de la radiación del cuerpo negro fue planteado por el físico alemán Gustav R. Kirchoff hacia 1860. El razonamiento de Kirchhoff era que si cuerpo negro absorbía radiación del entorno (y por lo tanto energía) en todas las longitudes de onda, hasta alcanzar una temperatura dada, al enfriarse debería emitir igualmente energía en todas las longitudes de onda. Sin embargo se encontró que los cuerpos negros no cumplían la propuesta de Kirchhoff. El físico Wilhelm Wien descubrió que el cuerpo emitía radiación en un cierto abanico de longitudes de onda, pero la intensidad no era la misma en todas ellas; el máximo de la energía emitida se hallaba a una cierta longitud de onda que dependía de la temperatura del cuerpo negro. El problema desesperó a los físicos de la época durante cierto tiempo, dado que eran capaces de explicar ciertas partes de la radiación, pero no su conjunto, hasta que Max Planck aplicó un nuevo razonamiento al problema. Según Planck, Wien estaba equivocado, y realmente el cuerpo negro no tenía porqué emitir radiación en todas las longitudes de onda. Muy al contrario, sólo podía emitir radiación de ciertas longitudes de onda; es decir, la energía no era continua, sino que era emitida en forma de paquetes. Planck fue un paso más allá, y propuso que cuando un cierto paquete de energía era muy grande, la longitud de onda de la radiación correspondiente era muy pequeña (o alternativamente, su frecuencia era muy grande). Planck llamó a esos paquetes de energía cuantos (del latín quantum, que significa precisamente cuánto), y resumió su trabajo en una pequeña ecuación conocida como ecuación de Planck. Haciendo uso de dicha ecuación, el problema de la radiación del cuerpo negro puede resumirse en que la radiación emitida no es tanto función de la cantidad de energía total del cuerpo negro, sino de qué cantidad de energía tienen los cuantos de radiación de las distintas longitudes de onda. La teoría de Planck y su solución al problema de la radiación del cuerpo negro son fundamentales para la formulación posterior de la teoría cuántica. Aunque podría pensarse que la radiación del cuerpo negro no tiene ningún protagonismo en la ciencia ficción, los aficionados a la física pueden encontrar en la reciente COSMO, de Gregory Benford, un pequeño comentario y un gráfico sobre este tema, ya que el pequeño cosmo se comporta precisamente como un cuerpo negro. Ecuación de Planck En el año 1900 el alemán Max Karl Ernst Ludwig Planck publicó la solución a un problema que había desesperado a los físicos durante décadas, conocido como radiación del cuerpo negro. El problema fue resuelto por Planck suponiendo que la energía no se emite en forma continua, es decir, un cuerpo caliente no puede emitir energía en forma de radiación electromagnética de cualquier longitud de onda, sino que dicha energía se emite en forma de paquetes (que Planck bautizó como cuantos) de longitudes de onda determinadas. Planck supuso que cuanto mayor era la energía emitida más pequeña era la longitud de onda de la radiación, y llegó a una ecuación que relacionaba la frecuencia de dicha radiación con la energía a través de una constante que recibe el nombre de constante de Planck, representada por la letra h y cuyo valor es de 6,626176·10 -34 julios/segundo. E = h· Esta ecuación es básica para la formulación de la teoría cuántica, y de hecho toda la física posterior a su formulación es llamada física moderna. Teoria de planck A fines del siglo XIX varios físicos estudiaban un fenómeno conocido como radiación del cuerpo negro. Las leyes de la física que prevalecían entonces no podían explicar el espectro de luz emitido por un cuerpo negro. En 1900 Planck fue capaz de explicar esta radiación haciendo una consideración radial. Los cambios de energía asociados con la radiación del cuerpo negro no son continuos . Planck propuso que la energía solamente puede ser liberada en "paquetes" de un tamaño mínimo. El incremento de energía ganado o perdido más pequeño posible, fue llamado por Planck, un quantum. La ganancia o la pérdida de energía radiante, como la absorbida o la emitida por un cuerpo negro, incluye cambios discretos de energía que deben ser múltiplos de números enteros de una constante multiplicados por la frecuencia, v, de la energía radiante. Así, si ?E es la cantidad de energía ganada o perdida, entonces, de acuerdo a la teoría de Planck, E = hv, 2hv, 3hv, .....................................Ec. 4 La constante h, conocida como constante de Planck, tiene un valor de 6.63x10 -34 joules-segundos (J-s) la ganancia o la pérdida de energía por un múltiplo fraccionario de, por ejemplo o.8 hv o 2.3 hv está prohibida en la teoría de Planck; podemos decir que las energías permitidas están cuantizadas. El incremento más pequeño de energía a una frecuencia dada, se denomina un quantum (cuanto) de energía. Ejercicio de muestra 3 Calcule el menor incremento de energía (esto es, el cuanto de energía) que un objeto puede absorber de luz amarilla cuya longitud de onda es 589 nm. Solución: Obtenemos la magnitud de un cuanto de energía a partir de la Ec. 4, E = hv. El valor de la constante de Planck esta dado en el texto: h = 6.63 x 10-34 J-s. La frecuencia, v, se calcula de la longitud de onda dada, como se muestra en el ejercicio de muestra 1: v = c/ = 5.09 x 1014 s-1. Así, tenemos: E = (6.63 x10-34 J-s)(5.09 X 1014 s-1)= 3.37 x 10 -19 J La teoría de Planck nos dice que un átomo o molécula que permite o absorbe radiación, con longitud de onda 589 nm., no puede perder o ganar energía excepto en múltiplo de 3.37 x 10 -19 J. 2.1.2 Efecto fotoeléctrico. El efecto fotoeléctrico fue descubierto a comienzos del siglo XX por el físico alemán Philipp Lenard. Lenard encontró que al exponer ciertos metales a la radiación electromagnética se producía la emisión de electrones desde la superficie metálica, como si la radiación los expulsase de los átomos, ionizando éstos. Si dichos electrones eran obligados a viajar a lo largo de un circuito, se establecía una corriente eléctrica (es decir, se generaba electricidad). La explicación del efecto desafió durante un cierto tiempo a los físicos, ya que se observaba que el número de electrones emitidos (la intensidad de la corriente generada), no aumentaba al cambiar la longitud de onda de la radiación; esto simplemente incrementaba la energía cinética de los electrones. Por contra, un aumento en la intensidad de la radiación sí provocaba la expulsión de más electrones. La explicación fue dada unos años más tarde por Einstein al aplicar la entonces novedosa teoría cuántica de Planck. Si los fotones de la radiación electromagnética (los cuantos de Planck) no tenían una energía mínima, que era precisamente la energía que ligaba los electrones al átomo, el electrón no era expulsado. El umbral mínimo sólo era alcanzado con radiación de una cierta longitud de onda. Así, los átomos de cesio son ionizables utilizando luz visible, mientras que los de otros elementos requieren una radiación más energética, como el ultravioleta. Por encima del umbral energético mínimo, la energía sobrante era convertida en energía cinética, es decir, los electrones salían despedidos a mayor velocidad. Esto explicaba también que el incremento en la intensidad de la radiación no incrementase la velocidad de los electrones, ya que lo único que se hacía era aumentar el número de fotones, y por lo tanto, el número de electrones que salían despedidos. Einstein fue galardonado con el premio Nobel por su explicación del efecto fotoeléctrico (y no por la formulación de la Teoría de la Relatividad, como comúnmente se cree). El efecto fotoeléctrico tiene aplicaciones importantes. Así, el llamado efecto fotoconductor es el incremento de la conductividad eléctrica de un material al ser expuesto a la luz. Por ejemplo, el sulfuro de cadmio es usado como sensor para farolas de alumbrado público, ya que al disminuir la intensidad de la luz se vuelve no conductor, obligando a la farola a encenderse. Las células fotoeléctricas son también usadas como sensores de puertas automáticas, ya que el paso de una persona interrumpe el rayo de luz que mantiene el circuito abierto. La mayor aplicación del efecto fotoeléctrico son sin duda los paneles solares, que hacen uso de células fotovoltaicas. Éstas se construyen con dos capas de semiconductores. Bajo la radiación del sol se genera una cierta diferencia de potencial entre ambas capas, que se traduce en la generación de una corriente eléctrica. Célula fotoeléctrica Una célula fotoeléctrica se compone, en esencia, de un ánodo y un cátodo recubierto de un material fotosensible. La luz que incide sobre el cátodo libera electrones que son atraídos hacia el ánodo originando un flujo de corriente proporcional a la intensidad de la radiación. Efecto fotoeléctrico, formación y liberación de partículas eléctricamente cargadas que se produce en la materia cuando es irradiada con luz u otra radiación electromagnética. El término efecto fotoeléctrico designa varios tipos de interacciones similares. En el efecto fotoeléctrico externo se liberan electrones en la superficie de un conductor metálico al absorber energía de la luz que incide sobre dicha superficie. Este efecto se emplea en la célula fotoeléctrica, donde los electrones liberados por un polo de la célula, el fotocátodo, se mueven hacia el otro polo, el ánodo, bajo la influencia de un campo eléctrico. El estudio del efecto fotoeléctrico externo desempeñó un papel importante en el desarrollo de la física moderna. Una serie de experimentos iniciados en 1887 demostró que el efecto fotoeléctrico externo tenía determinadas características que no podían explicarse por las teorías de aquella época, que consideraban que la luz y todas las demás clases de radiación electromagnética se comportaban como ondas. Por ejemplo, a medida que la luz que incide sobre un metal se hace más intensa, la teoría ondulatoria de la luz sugiere que en el metal se liberarán electrones con una energía cada vez mayor. Sin embargo, los experimentos mostraron que la máxima energía posible de los electrones emitidos sólo depende de la frecuencia de la luz incidente, y no de su intensidad. En 1905, para tratar de explicar el mecanismo del efecto fotoeléctrico externo, Albert Einstein sugirió que podría considerarse que la luz se comporta en determinados casos como una partícula, y que la energía de cada partícula luminosa, o fotón, sólo depende de la frecuencia de la luz. Para explicar el efecto fotoeléctrico externo, Einstein consideró la luz como un conjunto de "proyectiles" que chocan contra el metal. Cuando un electrón libre del metal es golpeado por un fotón, absorbe la energía del mismo. Si el fotón tiene la suficiente energía, el electrón es expulsado del metal. La teoría de Einstein explicaba muchas características del efecto fotoeléctrico externo, como por ejemplo el hecho de que la energía máxima de los electrones expulsados sea independiente de la intensidad de la luz. Según la teoría de Einstein, esta energía máxima sólo depende de la energía del fotón que lo expulsa, que a su vez sólo depende de la frecuencia de la luz. La teoría de Einstein se verificó por experimentos posteriores. Su explicación del efecto fotoeléctrico, con la demostración de que la radiación electromagnética puede comportarse en algunos casos como un conjunto de partículas, contribuyó al desarrollo de la teoría cuántica. El término efecto fotoeléctrico también puede referirse a otros tres procesos: la fotoionización, la fotoconducción y el efecto fotovoltaico. La fotoionización es la ionización de un gas por la luz u otra radiación electromagnética. Para ello, los fotones tienen que poseer la suficiente energía para separar uno o más electrones externos de los átomos de gas. En la fotoconducción, los electrones de materiales cristalinos absorben energía de los fotones y llegan así a la gama de niveles de energía en la que pueden desplazarse libremente y conducir electricidad. En el efecto fotovoltaico, los fotones crean pares electrón-hueco en materiales semiconductores. En un transistor, este efecto provoca la creación de un potencial eléctrico en la unión entre dos semiconductores diferentes. 2.1.3 Espectros de emisión y series espectrales. Espectros de emisión y espectros de absorción: Cuando un elemento irradia energía no lo hace en todas las longitudes de onda. Solamente en aquellas de las que está “provisto”. Esas longitudes de onda sirven para caracterizar, por tanto, a cada elemento. También ocurre que cuando un elemento recibe energía no absorbe todas las longitudes de onda, sino solo aquellas de las que es capaz de “proveerse”. Coinciden por tanto, las bandas del espectro en las que emite radiación con los huecos o líneas negras del espectro de absorción de la radiación, como si un espectro fuera el negativo del otro. Se acostumbra a llamar “cuerpo negro” al cuerpo ideal que absorbe todas las longitudes de onda y, por consiguiente, emite radiación también a todas las longitudes de onda. Sería, en definitiva, un emisor perfecto de radiación. A cada temperatura emitiría una cantidad definida de energía por cada longitud de onda. El fracaso en el intento de explicar la radiación del cuerpo negro desde los conceptos de la física condujo al descubrimiento de Planck de que la emisión de energía es un múltiplo de la frecuencia de a radiación: E = h. u Los espectros de emisión: Todos los cuerpos emiten energía a ciertas temperaturas. El espectro de la radiación energética emitida es su espectro de emisión. Todos los cuerpos no tienen el mismo espectro de emisión. Esto es, hay cuerpos que emiten en el infrarrojo, por ejemplo, y otros cuerpos no. En realidad, cada uno de los elementos químicos tiene su propio espectro de emisión. Y esto sirve para identificarlo y conocer de su existencia en objetos lejanos, inaccesibles para nosotros, como son las estrellas. Así, el sodio tiene su característico espectro de emisión, lo mismo que el calcio, o que el hidrógeno, etc.. Algunos ejemplos de espectros de emisión: Diremos que el hidrógeno emite, dentro del visible, en una cierta longitud de onda del naranja (6560 A), en otra del azul (4858 A), otra del añil (4337 A) y otra del violeta (4098 A). El sodio (Na) emite en el amarillo (bandas de longitudes de onda de 5896 A y 5890 A). El gas noble Neón (Ne) emite en el espectro visible en las longitudes de onda de 6402 A (naranja), 5852 A (amarillo) y 5400 A (verde). El Calcio emite en la longitud de onda del espectro visible 6162 A (amarillo-naranja), 4454 A y 4435 (color añil) y 4226 A (violeta). El Mercurio (Hg) emite radiación en dos longitudes de onda del visible: 5460 A (color verde) y 4358 A (color añil). Los espectros de absorción: Y también los cuerpos absorben radiación emitida desde otros cuerpos, eliminando del espectro de radiación que reciben aquellas bandas absorbidas, que quedan de color negro. Son lo que se llaman “rayas negras” o simplemente “rayas” del espectro. También ocurre con la absorción, que unos cuerpos absorben la radiación de unas determinadas longitudes de onda y no absorben la radiación de otras longitudes de onda, por lo que cada cuerpo, cada elemento químico en realidad, tiene su propio espectro de absorción, correspondiéndose con su espectro de emisión, cual si fuera el negativo con el positivo de una película. Algunos ejemplos de espectros de absorción: El hidrógeno, pues, absorbe radiación en las mismas bandas en las que la emite, es decir, absorbe en una cierta longitud de onda del naranja, en otra longitud de onda del azul, en otra del añil y en otra del violeta. También, por consiguiente, el sodio (Na) absorbe en las mismas bandas de longitud de onda en las que emite. El gas Neón absorbe, naturalmente, las mismas bandas que figuran en su espectro de emisión. El calcio (Ca) absorbe también las líneas que figuran en su espectro de emisión. El mercurio (Hg) absorbe también las mismas líneas que emite. 2.2 Teoría atómica de Bohr MODELO ATOMICO DE BOHR Niels Bohr utilizó la hipótesis cuántica para intentar explicar los patrones de emisión de los espectros atómicos y construir un modelo del átomo acorde con las nuevas teorías. Imaginando la estructura atómica como un pequeño sistema planetario de manera parecida a como lo había hecho anteriormente Rutherford, donde los electrones giran alrededor de un núcleo central. POSTULADOS DE BOHR 1.- Existencia del Núcleo: Los electrones giran en órbita circular alrededor del núcleo, bajo la influencia de las fuerzas de Coulomb, sujetos a las leyes de la Mecánica Clásica. 2.- Cuantización de la Órbita: El electrón gira en órbita, donde el momento angular (L) del electrón es un múltiplo entero de: 3.- Estabilidad de la Órbita: Aunque el electrón esta acelerado en su órbita no irradia Energía. Su energía total es constante. 4.- Radiación Electromagnética: Un electrón irradia Energía si cambia en forma continua de una órbita de energía nhg a ( n – 1 )h . Irradia un hg Ei = nh y Ef = (n – 1)h Ei – Ef = h FORMA DEL MODELO ATÓMICO PROPUESTO POR BOHR Frecuencia de Radiación: g = La propuesta de Bohr de la existencia de estados estacionarios fue un gran avance en la compresión del comportamiento atómico de la materia, sin embargo la idea del electrón girando a distancias fijas del núcleo en órbitas determinadas fracasó rotundamente. La teoría permitía predecir satisfactoriamente las longitudes de onda del espectro atómico del hidrógeno (serie de Balmer), e incluso predijo la existencia de la series de Lyman, hasta entonces desconocida, pero los esfuerzos por predecir los niveles de energía de los átomos multielectrónicos fueron infructuosos, incluso parecia no haber forma de modificar el modelo de Bohr para ajustarlo a los resultados experimentales. Modelo atómico de Bohr.Para salvar los inconvenientes del modelo anterior, N Bohr estableció una serie de postulados (basados en la teoría de Planck y los datos experimentales de los espectros) que constituyen el modelo atómico de Bohr: Admitió que hay ciertas órbitas estables en las cuales los electrones pueden girar alrededor del núcleo sin radiar energía. Deduce que sólo son posibles aquellas órbitas en las que el momento angular del electrón es múltiplo entero de Introduce un número n, llamado número cuántico principal, que da nombre a las distintas órbitas del átomo. El electrón, cuando emite energía cae de una órbita a otra más próxima al núcleo. Lo contrario ocurre si capta energía. Como según la teoría electromagnética una carga acelerada tiene que irradiar energía, no puede haber ningún orbital permanente. Por eso, Bohr argumentaba que no se podía perder energía continuamente, sino en cuantos (de acuerdo con la teoría de Planck) equivalentes a la diferencia de energía entre las órbitas posibles. Cuando a un átomo se le suministra energía y los electrones saltan a niveles más energéticos, como todo sistema tiende a tener la menor energía posible, el átomo es inestable y los electrones desplazados vuelven a ocupar en un tiempo brevísimo (del orden de 10-8) el lugar que dejasen vacío de menor energía, llamados niveles energéticos fundamentales. Así pues, ya tenemos una explicación de los espectros atómicos con el modelo de Bohr. Cuando un átomo es exitado por alguna energía exterior, algún electrón absorbe dicha energía pasando de un nivel energético fundamental a niveles de energía superior. Como, según Planck, la absorción de energía está cuantizada, la diferencia de energía entre ambos niveles será hv. El electrón absorbe solo una radiación de frecuencia v determinada mayor cuanto mayor sea el "salto" del electrón. Así, en el espectro de absorción aparecerá una banda continua con algunas rayas negras que corresponderán a aquellas frecuencias determinadas que los electrones han captado para pasar de un nivel a otro más energético. Como el átomo exitado es inestable, en un tiempo brevísimo el electrón desplazado volverá al nivel energético fundamental, emitiendo una energía de la misma frecuencia hv que absorbió anteriormente. Así, el espectro de emisión del elemento estará formado por líneas definidas, situadas en la misma longitud de onda que el espectro de emisión, separadas por zonas oscuras. Ello explica por que los espectros de los vapores o gases (en los que nos encontramos los átomos o moléculas aislados sin interaccionar entre sí) son discontinuos. Es un hecho experimental que cada elemento químico tiene su espectro atómico característico. Fue a partir de las series del hidrógeno, de las frecuencias de las distintas radiaciones emitidas, de donde Bohr dedujo los niveles de energía correspondientes a las órbitas permitidas. Sin embargo, al aplicar esta distribución de los niveles energéticos a otros elementos no se correspondían esos cálculos teóricos con los resultados experimentales de los espectros, que eran muchos más complejos. Incluso el mismo átomo de Hidrógeno con espectroscopios más precisos producía líneas que con el modelo de Bohr no se podía explicar. 2.3 Ampliación de la teoría de Bohr: Teoría atómica de Somerfeld. Corrección de Somerfield.- Al perfeccionarse los espectroscopios (aparatos que muestran los espectros) se observó que las líneas del espectro del hidrógeno eran en realidad varias líneas muy juntas. Y lo que Bohr Creyó que eran estados únicos de energía eran varios estados muy próximos entre sí. Sommerfield lo interpretó diciendo que las órbitas podían ser elípticas. Para ello introdujo un nuevo número cuántico l, también llamado número azimutal, que puede valer: l=0,1,...,(n-1) Este número nombra a cada uno de los niveles de energía posibles para cada valor de n. Con Sommerfield, para determinar la posición del electrón en el átomo de hidrógeno hay que dar 2 números cuánticos l y m. Sommerfeld hizo las siguientes modificaciones con respecto ala teoria atomica de Bohr : 1. Los electrones se mueven alrededor del núcleo en órbitas circulares o elípticas. 2. A partir del segundo nivel energético existen dos o más subniveles. 3. El electrón es una corriente eléctrica minúscula. Para describir los nuevos subniveles, Sommerfeld introdujo otro parámetro cuántico, que recibió el nombre de número cuántico azimutal, que designó con la letra l. Con la introducción de los subniveles dentro de los niveles de energía, Sommerfeld explicó la aparición de las líneas más finas que conforman las líneas principales en el espectro fino del hidrógeno. La figura 1.3.1 representa la modificación en las órbitas realizadas por sommerfeld al modelo de Bohr: sólo se ha representado hasta el nivel 2, observándose cómo este nivel está compuesto por dos subniveles: l = 0 y l = 1. Aun con las teorías de Bohr y Sommerfeld no fue suficiente para explicar en forma adecuada todos los aspectos de los espectros atómicos y llegar a comprender el comportamiento y estructura del átomo. 2.4 Estructura atómica. INTRODUCCIÓN ¿QUÉ es la materia? Según el diccionario, es "aquello que constituye la sustancia del universo físico". La Tierra, los mares, la brisa, el Sol, las estrellas, todo lo que el hombre contempla, toca o siente, es materia. También lo es el hombre mismo. La palabra materia deriva del latín mater, madre. La materia puede ser tan dura como el acero, tan adaptable como el agua, tan informe como el oxígeno del aire. A diferentes temperaturas puede presentar diferentes fases, pero cualquiera que sea su forma, está constituida por las mismas entidades básicas, los átomos. Las radiaciones ionizantes y sus efectos también son procesos atómicos o nucleares. Por eso debemos describir a los átomos y sus núcleos antes de hablar de la radiación. EL ÁTOMO La pequeñez de los átomos embota la imaginación. Los átomos son tan pequeños que pueden colocarse unos 108, o sea 100 millones de ellos, uno después de otro, en un centímetro lineal. Su radio es del orden de l0-8 cm. A su vez, los núcleos tienen dimensiones lineales 10 000 a 100 000 veces más pequeñas. El radio nuclear es de 10-12 a 10-13 cm. En términos de volumen, los átomos ocupan como l0- 24 cm³ y los núcleos l0-38 cm³. En un sólido, los átomos se encuentran en contacto entre sí y fuertemente ligados, de manera que su movimiento relativo es mínimo. Por esta razón los sólidos conservan su forma. En los líquidos, en cambio, aunque los átomos también se hallan en contacto, no están fuertemente ligados entre sí, de modo que fácilmente pueden desplazarse, adoptando el líquido la forma de su recipiente. Los átomos o las moléculas de los gases están alejados unos de otros, chocando frecuentemente entre sí, pero desligados, de manera que pueden ir a cualquier lugar del recipiente que los contiene. Nuestra imagen del atómo recuerda la de un sistema planetario en el que el núcleo está en el centro y los electrones giran a su alrededor, aunque de hecho no puede decirse, a diferencia de nuestro Sistema Solar, exactamente dónde se encuentra cada electrón en cada instante, como se ilustra en la figura 1. Figura 1. Nuestra imagen del átomo. El núcleo de cada átomo está formado a su vez por protones y neutrones. Lo podemos imaginar como un racimo de partículas, pues neutrones y protones se encuentran en contacto unos con otros. Los electrones tienen carga eléctrica negativa (-e), los protones la misma, pero positiva (+e), y los neutrones no tienen carga. Los núcleos son por consiguiente positivos. La fuerza fundamental que mantiene a los electrones unidos a su respectivo núcleo es la eléctrica; sabemos que cargas opuestas se atraen y cargas del mismo signo se repelen. Los átomos normalmente son eléctricamente neutros, pues el número de electrones orbitales es igual al número de protones en el núcleo. A este número se le denomina número atómico (Z) y distingue a los elementos químicos. Ahora bien, los electrones orbitales se encuentran colocados en capas. La capa más cercana al núcleo es la capa K; le siguen la capa L, la M, la N, etc. Una clasificación de los elementos la constituye la tabla periódica, en que a cada elemento se le asocia su correspondiente Z (véase la figura 2). En el cuadro 1 se dan ejemplos de algunos elementos ligeros, incluyendo el número de electrones que corresponde a cada capa; la capa K se llena con 2 electrones, la L con 8, etc. Se conocen más de 100 elementos. Nótese que nombrar el elemento equivale a establecer su número atómico. CUADRO 1. Configuración electrónica de los elementos ligeros. Elemento H (hidrógeno) He (helio) Li (litio) Be (berilio) B (boro) C (carbono) N (nitrógeno) O (oxígeno) F (flúor) Ne (neón) Na (sodio) Mg (magnesio) Al (alumino) etcétera Z 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 Número de electrones en la capa K L M 1 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 1 2 3 4 5 6 7 8 8 8 8 1 2 3 Figura 2. La tabla periódica de los elementos. Si por algún proceso físico un electrón se separa de su átomo correspondiente, se dice que sucede una ionización. El átomo resultante, ahora con una carga neta positiva, se llama ion positivo, o átomo ionizado. La ionización puede tener lugar en cualquiera de las capas atómicas, denominándose ionización K, L, M, etc. Cuando sucede una ionización de capa interna, como la K, queda un espacio vacante en la capa. El átomo tiene la tendencia entonces a llenar esta vacancia con un electrón de una capa externa. Al suceder esto, hay una emisión de radiación electromagnética (luz visible, rayos ultravioleta, o rayos X), como lo muestra la figura 3. Figura 3. Si sucede una ionización en la capa K, un electrón de la capa L llena la vacancia, emitiéndose un fotón. En un compuesto químico se unen átomos de diferentes elementos para formar una molécula, de acuerdo con la valencia de cada tipo de átomo. También pueden formarse moléculas de átomos iguales, como en el caso del nitrógeno o del oxígeno, que en su estado natural existen como moléculas diatómicas (dos átomos). EL NÚCLEO Como ya se mencionó, el núcleo está en la parte central del átomo, y consiste de protones y neutrones. Cada elemento de un Z determinado puede contener en su núcleo diferente número de neutrones sin que ello afecte su número atómico; por ejemplo, el hidrógeno, el elemento más sencillo, puede tener cero, uno, o dos neutrones. El núcleo del hidrógeno más común sólo consiste de un protón; le sigue el hidrógeno pesado, o deuterio, con un protón y un neutrón; y el tritio, con un protón y dos neutrones. Todos ellos son hidrógeno, por ser de Z = 1, pero las variantes según N, el número de neutrones, se llaman isótopos del hidrógeno. En la Tierra, sólo 15 de cada 100 000 núcleos de hidrógeno son de deuterio. La llamada agua pesada está formada por deuterio en lugar de hidrógeno común. Por otro lado, el tritio, que es radiactivo, sólo se encuentra en ínfima cantidad; lo produce la radiación cósmica. La figura 4 muestra los isótopos del hidrógeno. Figura 4. Los isótopos del hidrógeno. El número de masa A de los núcleos es igual al número total de nucleones (así se llama genéricamente a los neutrones y protones). En otras palabras, A = N + Z, con lo cual se define totalmente de qué núcleo se trata. Hay más de 2 000 isótopos conocidos de todos los elementos. En el cuadro 2 se dan ejemplos de algunos isótopos de los elementos más ligeros. CUADRO 2. Algunos isótopos de los elementos ligeros. Elemento Z N A = N+Z H H H He He 1 1 1 2 2 0 1 2 1 2 1 2 3 3 4 Li Li Be B B C C C N N O O O 3 3 4 5 5 6 6 6 7 7 8 8 8 3 4 5 5 6 6 7 8 7 8 8 9 10 6 7 9 10 11 12 13 14 14 15 16 17 18 etcétera Para identificar sin ambigüedad a los núcleos, se usa la siguiente notación: en donde X representa el símbolo químico (H, He, Li, etc.). Al indicar A y Z, queda definido N = A- Z. Nótese, además, que se puede prescindir de escribir Z, pues ya se tiene el símbolo químico, que es equivalente. En esta notación, los isótopos del hidrógeno son 1H, 2H y 3H. Los del oxígeno serán 16O, 17O y 18O. La llamada Tabla de los Núclidos clasifica a todos los núcleos conocidos. En ella se asignan casilleros a los núclidos, teniendo en el eje horizontal el número N y en el vertical Z, como lo muestra la figura 5 para los elementos más ligeros. Figura 5. Tabla de los isótopos de los elementos ligeros. Cada renglón corresponde a un elemento. El número de cada cuadro es el número total de nucleones A. Los círculos indican isótopos naturales. LA MASA Y LA ENERGÍA La masa de los núcleos es otra de sus características importantes. Para cuantificaría se define la unidad atómica de masa (u.a.m) como 1/12 de la masa del átomo de 12C, que tiene 6 protones, 6 neutrones y 6 electrones. En estas unidades las masas de las partículas fundamentales resultan ser: masa del protón = mp = 1.007277 u.a.m. masa del neutrón = mn = 1.008665 u.a.m. masa del electrón = me = 0.000549 u.a.m. Como se puede ver, la parte importante de la masa de un átomo se debe a los nucleones; los electrones contribuyen poco, siendo la masa del electrón aproximadamente igual a 1/ 1 835 de la masa del protón. La masa, aquí en la Tierra, se manifiesta como el peso. Cuando uno pesa un objeto, está pesando todos sus componentes, pero principalmente los núcleos. El núcleo define la posición del átomo, y los electrones giran alrededor del núcleo. Un mol de una substancia es igual a su peso molecular expresado en gramos. Se sabe que un mol de cualquier material tiene el mismo número de moléculas, a saber, 6.023 X 1023, llamado número de Avogadro. Una u.a.m. equivale a 1.66043 X 10-24 gr, que es precisamente el recíproco del número de Avogadro. La masa de un isótopo dado nunca es igual a la suma de las masas de sus componentes. Este hecho extraño se debe a que la masa (m) se puede transformar en energía (E), y viceversa, según la muy conocida ecuación de Einstein: E = mc², donde c es la velocidad de la luz, 3 X 1010 cm/ seg. Si la masa del isótopo es menor que la suma de las masas de sus componentes, la diferencia de las masas es la energía de amarre del isótopo. Ésta es la energía que se requiere para romper al isótopo en sus componentes. La unidad conveniente de energía es el eléctrón-volt (eV), que es la energía adquirida por una partícula con una carga electrónica (e) al ser acelerada en una diferencia de potencial de 1 volt. Sus múltiplos son: 10 3eV = 1 000 eV = 1 keV (kilo electrón-volt) 10 6eV = 1 000 000 eV = 1 MeV (mega electrón-volt) Se puede demostrar que 1 Mev equivale a 1.6 X 10-6 ergs. De acuerdo con la ecuación de Einstein, se puede calcular que 1 u.a.m: (la masa de un nucleón aproximadamente) equivale a 931 MeV, o bien a 1.49 X l0-3 ergs. Si se piensa en el gran número de núcleos que contiene la materia, ésta es una cantidad enorme de energía. En el Apéndice I se muestra el detalle de algunos de estos cálculos. Como ejemplo de energía de amarre, consideremos el deuterio cuya masa medida es 2.014102 u.a.m. Por separado, el protón, el neutrón y el electrón totalizan 2.016491 u.a.m. Esto significa que para separarlos haría falta proporcionarles 0.002389 u.a.m., o bien 2.23 MeV. Por esta razón se dice que la energía de amarre del deuterio es 2.23 MeV, y este isótopo es estable. Por otro lado, hay isótopos a los que les sobra masa, y por lo tanto pueden romperse en distintas formas y todavía los fragmentos resultan con gran energía cinética. La fuerza nuclear que actúa en estos procesos es una fuerza de atracción entre pares de nucleones (protón-protón, neutrón-neutrón y neutrón-protón). Asimismo, es independiente de las otras fuerzas, como la eléctrica y la gravitacional. 2.4.1 Principio de dualidad del electrón (ondapartícula). Postulado de Broglie. En 1924 el físico francés Louis Victor de Broglie sugirió que era posible contemplar las partículas elementales como si fuesen ondas. Utilizando la famosa ecuación de Einstein que relaciona masa y energía y la ecuación de Planck que relaciona la energía de una radiación con su frecuencia, de Broglie demostró que toda partícula actúa también como una onda de cierta longitud. En principio, esta conclusión puede ser extendida a cualquier cuerpo. Sin embargo, de la expresión obtenida por de Broglie y las observaciones experimentales hechas se deduce que cuanto más masiva es una partícula, más prominente es su comportamiento como tal, y menor es la posibilidad de contemplar su aspecto de onda. La dualidad onda-partícula tiene consecuencias importantes a nivel subatómico, pero también sirve para explicar ciertos comportamientos experimentales de la luz y otras radiaciones, como la difracción y los fenómenos de interferencia. Se llama “principio de dualidad” a una serie de analogías y semejanzas que vamos a ver a continuación, y que nos permitirán el cambio entre los circuitos de movilidad e impedancia: Los lemas de Kirchoff de nudos y mallas son, en cuanto a su enunciado, prácticamente idénticos si se sustituyen las palabras malla por nudo y corriente por tensión. La asociación de resistencias en serie se realiza igual que la asociación de conductancias en paralelo y viceversa. Lo mismo ocurre con la asociación de condensadores en serie o paralelo y bobinas en paralelo o serie, respectivamente. Las expresiones instantáneas de la variación de la tensión en bornas de un condensador © y la corriente a través de una bobina (L) son idénticas si cambiamos capacidad © por autoinducción (L) y corriente por tensión: Los métodos de análisis por mallas y por nudos, son totalmente análogos en su aplicación si se sustituye malla por nudo, generador de corriente por generador de tensión, tensión de malla por corriente de nudo, etc. Louis de Broglie, era un aristócrata francés que ganó el premio Nobel de Física de 1929 por una tesis doctoral que elucidaba las propiedades ondulatorias de los orbitantes electrones. Se trató de un trabajo que ayudó a resolver una antigua paradoja al mostrar que los electrones pueden ser descritos ya sea como partículas o como ondas, según las circunstancias. El punto de partida que tuvo de De Broglie para desarrollar su tesis fue la inquietante dualidad en el comportamiento de la luz, que en ciertos fenómenos se manifiesta como onda, en otros como partícula. Este desconcertante aspecto doble de la luz, estrechamente vinculado con la existencia misma de los cuantos, le sugirió la pregunta de si no podía esperarse hallar una dualidad del mismo orden en los movimientos del electrón, en el átomo regido por el cuanto. Cuando de Broglie publicó sus ideas, en 1923, jamás –al menos hasta entonces– el electrón había manifestado características ondulatorias análogas a las de la luz; no obstante, a pesar de ello, había dos indicios que parecían apoyar, en los razonamientos de De Broglie, la idea de ese paralelismo. Hay una analogía, conocida desde Jacobi y Hamilton, entre las trayectorias posibles de las partículas, concebida según la dinámica clásica, y los rayos de propagación de ondas, estudiados por la geometría óptica. Y esta profunda analogía se establece por intermedio de la «acción», es decir, precisamente por la magnitud física cuyas dimensiones son las del cuanto de Planck. Parecía que en esta conexión había un indicio de que el cuanto forma el vínculo, enigmático y oculto, entre los dos aspectos complementarios: la naturaleza granular y ondulatoria de las partículas de la materia. Ese paralelismo fue el que motivó a de Broglie a embrionar los inicios que dieron paso a la mecánica ondulatoria. Pero también había algo más que influyó en ese embrionage. En efecto, las órbitas estables del electrón, en el átomo, están caracterizadas por números enteros. Ahora bien, la intervención de números enteros es insólita en la dinámica clásica de las partículas, mientras es intrínseca a la teoría de los fenómenos ondulatorios: un motivo más que sugería admitir una estrecha conexión, ajena a la antigua mecánica newtoniana, entre partículas y ondas, e hizo sospechar que al movimiento de las partículas subyace tal vez una propagación ondulatoria. En 1924, Luis de Broglie sugirió que así como para explicar el efecto fotoeléctrico fué necesario considerar que la luz tenía, ademá de naturaleza ondulatoria, una naturaleza corpúscular al presentarse en forma de fotones, en algunas circunstancias cualquier partícula material se podia tratar como si fuera de naturaleza ondulatoria. De Broglie aplicó su teoría sobre el comportamiento ondulatorio de los electrones al átomo de hidrógeno y creó un modelo en el cual las órbitas fueron remplazadas por ondas estacionarias que se ajustaban exactamente a las circunferencias que había calculado Bohr. En 1926, la teoría ondulatoria de la materia fué confirmada experimentalmente, pues un haz de electrones fué difractado al atravesar una lámina muy delgada del material cristalino, como una hoja de papel de aluminio. 2.4.2 Principio de incertidumbre de Heissenberg. Principio enunciado en 1927 por el alemán Werner Heisenberg según el cual no puede ser conocida con exactitud y simultáneamente la posición y la cantidad de movimiento de un electrón.. Este principio tiene su origen en la mecánica cuántica según la cual el mismo hecho de medir la velocidad o la posición de un electrón implica una imprecisión en la medida Por ejemplo, en el caso de que pudiéramos "ver" un electrón u otra partícula subatómica, para poder medir la velocidad habría que iluminarlo. Pues bien, el fotón que ilumina a ese electrón modifica la cantidad de movimiento del mismo. Por tanto, modificaría su velocidad original que es lo que queríamos medir. Principio de incertidumbre, en mecánica cuántica, principio que afirma que es imposible medir simultáneamente de forma precisa la posición y el momento lineal de una partícula, por ejemplo, un electrón. El principio, también conocido como principio de indeterminación, afirma igualmente que si se determina con mayor precisión una de las cantidades se perderá precisión en la medida de la otra, y que el producto de ambas incertidumbres nunca puede ser menor que la constante de Planck, llamada así en honor del físico alemán Max Planck. La incertidumbre es muy pequeña, y resulta despreciable en mecánica clásica. En cambio, en la mecánica cuántica las predicciones precisas de la mecánica clásica se ven sustituidas por cálculos de probabilidades. El principio de incertidumbre fue formulado en 1927 por el físico alemán Werner Heisenberg y tuvo una gran importancia para el desarrollo de la mecánica cuántica. Las implicaciones filosóficas de la indeterminación crearon una fuerte corriente de misticismo entre algunos científicos, que interpretaron que el concepto derribaba la idea tradicional de causa y efecto. Otros, entre ellos Albert Einstein, consideraban que la incertidumbre asociada a la observación no contradice la existencia de leyes que gobiernen el comportamiento de las partículas, ni la capacidad de los científicos para descubrir dichas leyes. Un principio fundamental, base de la teoría atómica moderna, refleja la incertidumbre que hay en las mediciones atómicas. En 1926, Werner Heissenberg expresó que es imposible conocer con precisión los dos factores importantes que gobiernan el movimiento de un electrón, que son su posición y su velocidad. Si se determina experimentalmente su posición exacta en cierto momento, su movimiento es perturbado en tal grado, por el mismo experimento, que no será posible encontrarlo. Inversamente, al medir con exactitud la velocidad de un electrón, la imagen de su posición queda borrada. Debido al principio de incertidumbre, no es posible decir que los electrones estén en cierto punto en determinado momento y que se mueven con cierta velocidad; solo puede hablarse de la probabilidad de encontrar al electrón en cualquier volumen arbitrario alrededor del núcleo. Las órbitas de Bohr y las ondas estacionarias de De Broglie, deben ser sustituidas por un modelo preciso: el electrón debe ser considerado como una nube de carga negativa de densidad variable , que ocupa un lugar en el espacio alrededor del núcleo. Dentro del espacio en el que puede encontrarse el electrón hay variaciones muy grandes en las propiedades en las probabilidades, siendo mayores en algunos lugares, los que se consideran de mayor densidad electrónica. Estos espacios en los que se mueve el electrón recibe el nombre de órbitales, dentro de los cuales, el electrón tiene una cantidad específica de energía. 2.4.3 Ecuación de onda de Schodinger. LA ECUACION DE ONDA DE SCHRÖDINGER El desarrollo de la física cuántica a introducido nuevas formas de comprender los fenómenos que rodean el comportamiento de las partículas elementales. Se ha visto que las ondas electromagnéticas poseen cualidades de partículas energéticas, así como los electrones poseen propiedades de ondas, es decir, es posible asignarles una frecuencia angular y una contante de movimiento determinada, pero además es imposible establecer un punto exacto del espacio donde se encuentra la partícula. La fusión definitiva que cuantifica estas ideas, a sido conseguida gracias a estudios científicos desarrollados por Erwin Schrodinger, llamádola ecuación de onda, la cual incluye en comportamiento ondulatorio de las partículas y la fusión de la probabilidad de su ubicación. Es cierto que la búsqueda de la solución de esta ecuación es en el extremo complicada, pero para situaciones reales es de gran utilidad para establecer un estudio matemático riguroso de modelos físicos. POSTULADOS DE LA ECUACION DE ONDA DE SCHRODINGER 1. - Cada partícula del sistema físico se describe por medio de una onda plana descrita por una funcio denotada por Y(x, y, z, t); esta función y sus derivadas parciales son continuas, finitas y de valores simples. 2. - Las cantidades clásicas de la energía (E) y del momentum (P), se relacionan con operadores de la mecánica cuántica definida de la siguiente manera. 3. - La probabilidad de encontrar una partícula con la función de onda en el espacio viene dada por: Donde *(x, y, z, t) es la conjugada compleja de (x, y, z, t) y se cumple que (x, y, z, t) *(x, y, z, t) = | (x, y, z, t)|². DETERMINACIÓN DE LA ECUACION DE SCHRODINGER La energía total de la partícula se expresa como: E = Ep + Ec donde Ep es la energía potencial y Ec es la energía cinética: Utilizando los operadores cuánticos para Ep constante: Multiplicando por la función de onda (r, t) obtenemos la función de Schrödinger en el espacio r: Para ampliar este resultado se emplea el operador de Laplace: Obteniendo la Ecuación General de Schrödinger: DETERMINACIÓN DE LA SOLUCIÓN: Aplicando el artificio del producto A = B. C, se puede decir lo siguiente: (x,t) = (x) f(t) (x) : Depende del espacio. f(t): Depende del tiempo. Por lo tanto: agrupando los elementos que dependen del tiempo en el miembro de la izquierda de la igualdad y los que dependen del espacio en el otro miembro se obtiene: C0 = C0 Co es una constante independiente. ECUACION DE SCHRÖDINGER DEPENDIENTE DEL ESPACIO La solucion de esta ecuación diferencial es la siguiente: ECUACIÓN DE SCHRÖDINGER INDEPENDIENTE DEL TIEMPO Co es energía, de acuerdo al resultado: DETERMINACION DE LA ECUACION DE SCHRÖDINGER INDEPENDIENTE DEL TIEMPO PARA UNA PARTÍCULA LIBRE Una partícula libre es aquella que se encuentra en un medio donde no existen campos externos que distorsionen el campo de materia de la partícula, por lo tanto su energía potencial es cero y su energía total es de movimiento: De la física cuántica se obtuvo el vector de onda o numero de onda K expresado de la siguiente manera: Esta es la ecuación diferencial de onda plana Ec » K2 La solución a la ecuación de Scrödinger independiente del tiempo es: como (r, t) = (r) f(t), entonces: Onda incidente + Onda plana reflejada Esta es la solución general de la ecuación de Schrödinger. LA PARTÍCULA EN EL POZO DE POTENCIAL UNIDIMENSIONAL Partiendo de la ecuación de Schrödinger independiente del tiempo: Con las condiciones: X = 0 Ep = (0) = 0 X = a Ep = (a) = 0 Ep = 0 en 0 < x < a pero (x) es diferente de cero Dentro de un Pozo de Potencial, la partícula se analiza como libre, entonces es válida la función de onda plana: DETERMINACIÓN DE LAS CONSTANTES A Y B (x) = A1 sen(d + Kx) Siguiendo las condiciones de borde se obtiene lo siguiente: X = 0 Ep = (o) = 0 (o) = 0 = A1sen ( d + K 0 ) 0 = A1sen d, con A1 0 d = 0 X = a Ep = y (a) = 0 (a) = A1sen (Ka) = 0 Ka = n p Por lo tanto la energía de la partícula dentro del pozo de potencial toma solo valores discretos, lo que está de acuerdo con la física cuántica. Con estos resultados, se obtiene para la función de onda plana la siguiente expresión: f (x)= Es la amplitud de la probabilidad de encontrar una partícula con la función onda dentro del pozo de potencial. |f (x) |² es la densidad de esta probabilidad. Como la partícula se encuentra dentro del pozo entonces la probabilidad de encontrarla ahí es del 100% FUNCIÓN DE ONDA PLANA DE LA PARTÍCULA LIBRE EN EL POZO DE POTENCIAL De acuerdo con el descubrimiento de De Broglie el movimiento del electrón está asociado a la propagación de la onda. El electrón manifiesta, por tanto, una dualidad onda-partícula análoga, en cierto modo, a la propuesta para las radiaciones luminosas, por Einstein. Esto habría la posibilidad de describir el estado del electrón en el átomo, atendiendo a su carácter de onda. Para ello, sería necesario disponer de una ecuación ondulatoria semejante a las de la óptica o la acústica, pero de naturaleza cuántica, ya que habría de satisfacer las condiciones contenidas en la siguiente ecuación (lambda= h/mv), en la que figura la constante h, de Planck Schrödinger (1926), antes de haberse confirmado experimentalmente la naturaleza ondulatoria del electrón, halló una ecuación de esas características. Se denomina, ecuación de Schrödinger: Esta ecuación -en su forma más general- es punto de partida de la mecánica ondulatoria. Es importante indicar que la ecuación de Schrödinger no se deduce de ninguna ley física , ni es consecuencia directa de ningún experimento conocido. Se trata, en realidad de un postulado: su justificación depende de que sus conclusiones estén de acuerdo con los datos experimentales. Desde el punto de vista matemático es una ecuación diferencial en derivadas segundas parciales, de una función , respecto a las coordenadas x, y, z, del espacio. es, por tanto , una función de las coordenadas: (x, y, z). En la ecuacisn figura además, la masa del electrón, m, la constante de Planck, h, y dos parámetros: E y V, que representan, respectivamente, la energía total y la energía potencial del electrón en el átomo. .Puesto que la ecuación de Schrödinger es el punto de partida de la mecánica ondulatoria 2.4.3.1 Significado físico de la función 2 El modelo de Bohr es un modelo unidimensional que utiliza un número cuántico (n) para describir la distribución de electrones en el átomo. El modelo de Schrödinger permite que el electrón ocupe un espacio tridimensional. Por lo tanto requiere tres números cuánticos para describir los orbitales en los que se puede encontrar al electrón. La descripción del átomo mediante la mecánica ondulatoria está basada en el cálculo de las soluciones de la ecuación de Schrödinger (Figura 1); está es una ecuación diferencial que permite obtener los números cuánticos de los electrones. En esta ecuación: es la llamada función de onda. Contiene la información sobre la posición del electrón. También se denomina orbital, por analogía con las órbitas de los modelos atómicos clásicos. El cuadrado de la función de onda | |2 es la llamada densidad de probabilidad relativa del electrón y representa la probabilidad de encontrar al electrón en un punto del espacio (x, y, z). E es el valor de la energía total del electrón. V representa la energía potencial del electrón un punto (x, y, z). Por tanto, E-V es el valor de la energía cinética cuando el electrón está en el punto (x, y, z). La ecuación de Schrödinger no lleva implícito un significado físico de la función es decir, no existe una interpretación física de dicha función, que pueda considerarse consecuencia necesaria de admitir la ecuación. Se hace necesario, por ello, establecer un supuesto. El supuesto establecido se funda, de una parte, en el carácter probabilístico de la teoría cuántica; y, de otra, en ciertas analogías entre la ecuación de Schrödinger y las ecuaciones de la teoría ondulatoria de la luz. El desarrollo de la teoría cuántica puso de manifiesto la imposibilidad -inherente al método experimentalde conocer con exactitud los datos necesarios para describir el movimiento de una partícula. Existe siempre un margen de incertidumbre que limita dicha descripción a términos de probabilidad. El carácter probabilístico de la mecánica cuántica adquirió formulación precisa con el principio de indeterminación de Heissenberg. Por consiguiente, los informes que pueda proporcionar la ecuación de Schrödinger, acerca del movimiento del electrón, alrededor del núcleo, habrán de ser de carácter probabilístico. 2.4.3.2 Solución de la ecuación de onda y su significado físico. Orbitales s, p, d, f. Las soluciones, o funciones de onda, , son funciones matemáticas que dependen de unas variables que sólo pueden tomar valores enteros. Estas variables de las funciones de onda se denominan números cuánticos: número cuántico principal, (n), angular (l) y número cuántico magnético (ml). Estos números describen el tamaño, la forma y la orientación en el espacio de los orbitales en un átomo. El número cuántico principal (n) describe el tamaño del orbital, por ejemplo: los orbitales para los cuales n=2 son más grandes que aquellos para los cuales n=1. Puede tomar cualquier valor entero empezando desde 1: n=1, 2, 3, 4, etc. El número cuántico del momento angular orbital (l) describe la forma del orbital atómico. Puede tomar valores naturales desde 0 hasta n-1 (siendo n el valor del número cuántico principal). Por ejemplo si n=5, los valores de l pueden ser: l= 0, 1 ,2, 3, 4. Siguiendo la antigua terminología de los espectroscopistas, se designa a los orbitales atómicos en función del valor del número cuántico secundario, l, como: l=0 orbital s (sharp) l=1 orbital p (principal) l=2 orbital d (diffuse) l=3 orbital f (fundamental) El número cuántico magnético (ml), determina la orientación espacial del orbital. Se denomina magnético porque esta orientación espacial se acostumbra a definir en relación a un campo magnético externo. Puede tomar valores enteros desde -l hasta +l. Por ejemplo, si l=2, los valores posibles para m son: ml=-2, -1, 0, 1, 2. El número cuántico de espín (s), sólo puede tomar dos valores: +1/2 y -1/2. Capas y Subcapas principales Todos los orbitales con el mismo valor del número cuántico principal, n, se encuentran en la misma capa electrónica principal o nivel principal, y todos los orbitales con los mismos valores de n y l están en la misma subcapa o subnivel. El número de subcapas en una capa principal es igual al número cuántico principal, esto es, hay una subcapa en la capa principal con n=1, dos subcapas en la capa principal con n=2, y así sucesivamente. El nombre dado a una subcapa, independientemente de la capa principal en la que se encuentre, esta determinado por el número cuántico l, de manera que como se ha indicado anteriormente: l=0 (subcapa s), l=1 (subcapa p), l=2 (subcapa d) y l=3 (subcapa f). El número de orbitales en una subcapa es igual al número de valores permitidos de m l para un valor particular de l, por lo que el número de orbitales en una subcapa es 2l+1. Los nombres de los orbitales son los mismos que los de las subcapas en las que aparecen. orbitales s orbitales p orbitales d orbitales f l=0 l=1 l=2 l=3 ml=0 ml=-1, 0, +1 ml=-2, -1, 0, +1, +2 ml=-3, -2, -1, 0, +1, +2, +3 un orbital s en una subcapa s tres orbitales p en una subcapa p cinco orbitales d en una subcapa d siete orbitales f en una subcapa f Forma y tamaños de los orbitales La imagen de los orbitales empleada habitualmente por los químicos consiste en una representación del orbital mediante superficies límite que engloban una zona del espacio donde la probabilidad de encontrar al electrón es del 99%. La extensión de estas zonas depende básicamente del número cuántico principal, n, mientras que su forma viene determinada por el número cuántico secundario, l. Los orbitales s (l=0) tienen forma esférica. La extensión de este orbital depende del valor del número cuántico principal, asi un orbital 3s tiene la misma forma pero es mayor que un orbital 2s. Los orbitales p (l=1) están formados por dos lóbulos idénticos que se proyectan a lo largo de un eje. La zona de unión de ambos lóbulos coincide con el núcleo atómico. Hay tres orbitales p (m=-1, m=0 y m=+1) de idéntica forma, que difieren sólo en su orientación a lo largo de los ejes x, y o z. Los orbitales d (l=2) también están formados por lóbulos. Hay cinco tipos de orbitales d (que corresponden a m=-2, -1, 0, 1, 2) Los orbitales f (l=3) también tienen un aspecto multilobular. Existen siete tipos de orbitales f (que corresponden a m=-3, -2, -1, 0, +1, +2, +3). Una vez descritos los cuatro número cuánticos, podemos utilizarlos para describir la estructura electrónica del átomo de hidrógeno: El electrón de un átomo de hidrógeno en el estado fundamental se encuentra en el nivel de energía más bajo, es decir, n=1, y dado que la primera capa principal contiene sólo un orbital s, el número cuántico orbital es l=0. El único valor posible para el número cuántico magnético es ml=0. Cualquiera de los dos estados de spin son posibles para el electrón. Así podríamos decir que el electrón de un átomo de hidrógeno en el estado fundamental está en el orbital 1s, o que es un electrón 1s, y se representa mediante la notación: 1s1 en donde el superíndice 1 indica un electrón en el orbital 1s. Ambos estados de espín están permitidos, pero no designamos el estado de espín en esta notación. 2.5 Teoría cuántica y configuración electrónica. 2.5.1 Niveles de energía de los orbitales. Escribir la configuración electrónica de un átomo consiste en indicar cómo se distribuyen sus electrones entre los diferentes orbitales en las capas principales y las subcapas. Muchas de las propiedades físicas y químicas de los elementos pueden relacionarse con las configuraciones electrónicas. Esta distribución se realiza apoyándonos en tres reglas: energía de los orbitales, principio de exclusión de Pauli y regla de Hund. 1. Los electrones ocupan los orbitales de forma que se minimice la energía del átomo. El orden exacto de llenado de los orbitales se estableció experimentalmente, principalmente mediante estudios espectroscópicos y magnéticos, y es el orden que debemos seguir al asignar las configuraciones electrónicas a los elementos. El orden de llenado de orbitales es: 1s22s22p63s23p64s23d104p65s24d105p66s24f145d106p67s25f146d107p6 Para recordar este orden más facilmente se puede utilizar el diagrama siguiente: Empezando por la línea superior, sigue las flechas y el orden obtenido es el mismo que en la serie anterior. Debido al límite de dos electrones por orbital, la capacidad de una subcapa de electrones puede obtenerse tomando el doble del número de orbitales en la subcapa. Así, la subcapa s consiste en un orbital con una capacidad de dos electrones; la subcapa p consiste en tres orbitales con una capacidad total de seis electrones; la subcapa d consiste en cinco orbitales con una capacidad total de diez electrones; la subcapa f consiste en siete orbitales con una capacidad total de catorce electrones. En un determinado átomo los electrones van ocupando, y llenando, los orbitales de menor energía; cuando se da esta circunstancia el átomo se encuentra en su estado fundamental. Si el átomo recibe energía, alguno de sus electrones más externos pueden saltar a orbitales de mayor energía, pasando el átomo a un estado excitado 2.5.2 Principio de exclusión de Pauli. ( Físico austriaco Wolfgang Pauli ) Dos electrones de un mismo átomo no pueden tener iguales sus 4 números cuánticos, es decir, no pueden estar en el mismo estado de energía. Ej. He2 nlms e- a 1 0 0 +1/2 e- b 1 0 0 -1/2 Los experimentos con los espectros de emisión de los átomos de sodio e hidrógeno indican que las líneas del espectro se pueden separar por la aplicación de un campo magnético externo obteniéndose para cada línea dos muy próximas. Este efecto duplica los niveles de energía que se le suponen al átomo. Se considero entonces que los electrones actúan como pequeños imanes en un campo magnético debido a que giran sobre su propio eje. Ya que un electrón puede girar en dos sentidos (como las agujas del reloj ó en el sentido contrario a las agujas del reloj), se introdujo un cuarto número cuántico, conocido como número cuántico de espín electrónico, ms, que toma dos valores: + ó- . Uhlenbeck y Goudsmit en 1924 aportaron pruebas concluyentes del espín electrónico mediante un experimento en el que lo electrones de átomos gaseosos se desdoblaban en dos sentidos opuestos al ser desviados por la interacción con un campo magnético. El principio de exclusión de Pauli establece que dos electrones en un átomo no pueden tener los mismos cuatro números cuánticos (n, l, ml y ms) Como en un orbital atómico los valores de n, l y m están fijados sólo podrán contener electrones que difieran en el valor de ms. Ya que el número cuántico de espín sólo puede tomar dos valores (+1/2 y-1/2) , un orbital atómico podrá estar ocupado como mucho por dos electrones que tengan valores de ms opuestos. En 1925, el físico cuántico Wolfgang Pauli descubrió el «principío de exclusíón», según el cual los electrones (que son pequeñas partículas cargadas eléctricamente que pululan alrededor del núcleo atómico) no pueden solaparse uno sobre otro, se excluyen mutuamente, y si se intenta presionar a dos electrones en la misma órbita para que se unan, se repelen. Esta fuerza de repulsión no se debe al hecho de que las cargas eléctricas correspondientes de los electrones se repelan, sino que se trata de una fuerza de repulsión completamente nueva, mucho más fuerte que la electromagnética. Esta nueva fuerza, llamada «fuerza de intercambio» sólo puede comprenderse basándose en la teoría cuántica y no existe nada análogo a ella en la física clásica. Su existencia al nivel atómico es lo que impide que se colapsen las nubes electrónicas que rodean los núcleos atómicos. Si imaginamos un gas de electrones e imaginamos luego que aplicamos una presión sobre dicho gas, la fuerza de intercambio repelente entre los electrones individuales creará una «presión de Fermi» opuesta que, en principio, no resistirá a la aplicada. Hay que presionar intensamente un gas para percibir esta presión de resistencia de Fermi. Sólo actúa cuando los electrones se acercan tanto que sus ondas asociadas comienzan a solaparse. Uno de los ejemplos sobre esas condiciones se da en el interior de las estrellas. En física cuántica, el principio de exclusión de Pauli es, para los científicos de la especialidad, una regla que establece que dos partículas en el mismo estado (idéntico espín, carga de color, momento angular, etc.) no pueden existir en el mismo lugar y al mismo tiempo. Aplicando esta regla, los físicos han logrado una importante distinción en la categoría de las partículas: partículas que están sujetas a la exclusión de Pauli – los fermiones– y partículas que no sometidas a ello –los bosones–. En física cuántica, la carga de colores de las partículas no tiene relación con los colores de la luz visible. Se trata de un simple medio de convertibilidad. En resumen, se trata de un principio que establece que dos partículas similares no pueden existir en el mismo estado, es decir, que no pueden tener ambas la misma posición y la misma velocidad, dentro de los límites fijados por el principio de incertidumbre. Por otra parte, a través del principio de exclusión se puede explicar por qué las partículas materiales no colapsan en un estado de casi extrema densidad, bajo la influencia de las fuerzas producidas por las partículas de espín 1, 1½ y 2 : si las partículas materiales están casi en la misma posición, deben tener entonces velocidades diferentes, lo que significa que no estarán en la misma posición durante mucho tiempo. 2.5.3 Principio de Aufbau o de construcción. Debido a que los niveles dentro del átomo difieren en energía los electrones en los átomos polielectrónicos se distribuyen de acuerdo a la energía de cada orbital. De tal manera que los e- ocupen primero los orbitales de menor energía. Estas energías de los orbitales llevan la siguiente secuencia: 4f 5f 3d 4d 5d 6d 2p 3p 4p 5p 6p 7p 1s 2s 3s 4s 5s 6s 7s Principio de relleno o Aufbau. Los electrones entran en el átomo en los distintos orbitales de energía ocupando primero los de menor energía. Para saber el orden de energía de los orbitales se usa el diagrama de Mouller. O Bien se sigue esta regla: "Los orbitales menos energéticos son los de menor valor de n+l. Si los orbitales tienen el mismo valor de n+l, tandrá menos energía los de menor valor de n". De acuerdo con estas reglas el orden es el siguiente: 1s, 2s, 2p, 3s, 3p, 4s, 3d, 4p, 5s, 4d, 5p, 6s, 4f, 5d, 6p, 7s Sin embargo, este orden teórico presenta algunas excepciones. Por ejemplo, en las configuraciones de los lantánidos, aunque en teoría los orbitales 4f son más energéticos que los 5d, en realidad el átomo coloca primero un electrón en el 5d que entonces se vuelve más energético, y empieza a rellenar los 4f. En cada orbital sólo caben 2 electrones. Por tanto, la capacidad de los distintos subniveles son: Subnivel Nº de orbitales s 1 Electrones por orbital Número de electrones * 2 2 * 2 6 * 2 10 * 2 14 (l=0) p 3 (l=-1,0,+1) d 5 (l=-2+1,0,1,2) f 7 (l=-3,-2,-1,0,1,2,3) El número de electrones que caben en cada sunivel se puede tambien facilmente mediante la fórmula 2(2l+1) y el de cada nivel mediante la fórmula 2n2. Para escribir las configuraciones electrónicas utilizaremos el principio aufbau. Aufbau es una palabra alemana que significa "construcción progresiva"; utilizaremos este método para asignar las configuraciones electrónicas a los elementos por orden de su número atómico creciente. Veamos por ejemplo como sería la configuración electrónica para Z=11-18, es decir, desde Na hasta el Ar: Cada uno de estos elementos tiene las subcapas 1s, 2s y 2p llenas. Como la configuración 1s 22s22p6 corresponde a la del neón, la denominamos "configuración interna del neón" y la representamos con el símbolo químico del neón entre corchetes, es decir, [Ne]. Los electrones que se situan en la capa electrónica del número cuántico principal más alto, los más exteriores, se denominan electrones de valencia. La configuración electrónica del Na se escribe en la forma denominada "configuración electrónica abreviada interna del gas noble" de la siguiente manera: Na: [Ne]3s1 (consta de [Ne] para la configuración interna del gas noble y 3s 1 para la configuración del electrón de valencia. de manera análoga, podemos escribir la configuración electrónica para Mg, Al, Si, P.... Mg: [Ne]3s2 Al: [Ne]3s23p1 Si: [Ne]3s23p2 P: [Ne]3s23p3 S: [Ne]3s23p4 Cl: [Ne]3s23p5 Ar: [Ne]3s23p6 2.5.4 Principio de máxima multiplicidad de Hund. Este principio indica cómo distribuir a los e- en los orbitales p. d. f ( tienen la misma energía ). 1º Los electrones tienden hasta donde sea posible a ocupar el máximo número de orbitales vacíos, de uno en uno y con spin del mismo signo. 2º Cuando los electrones han ocupado los orbitales vacíos de uno en uno, entonces completan pares, y lo hacen con spin de signo opuesto. Principio de Hund o de máxima multiplicidad. Un segundo electrón no entra en un orbital que esté ocupado por otro mientras que haya otro orbital desocupado de la misma energía (o sea, igual los valores de n y l) 1s 2s 2p H 1 1 He 2 2 Li 3 2 1 Be 4 2 2 B 5 2 2 1 C 6 2 2 2 N 7 2 2 3 O 8 2 2 4 3s 3p 3d 4s 4p 4d 4f 5s 5p 5d 5f 6s 6p 6d 6f 7s F 9 2 2 5 Ne 10 2 2 6 Na 11 2 2 6 1 Mg 12 2 2 6 2 Al 13 2 2 6 2 1 Si 14 2 2 6 2 2 P 15 2 2 6 2 3 S 16 2 2 6 2 4 Cl 17 2 2 6 2 5 Ar 18 2 2 6 2 6 K 19 2 2 6 2 6 1 Ca 20 2 2 6 2 6 2 Sc 21 2 2 6 2 6 1 2 Ti 22 2 2 6 2 6 2 2 V 23 2 2 6 2 6 3 2 Cr 24 2 2 6 2 6 5 1 Mn 25 2 2 6 2 6 5 2 Fe 26 2 2 6 2 6 6 2 Co 27 2 2 6 2 6 7 2 Ni 28 2 2 6 2 6 8 2 Cu 29 2 2 6 2 6 10 1 Zn 30 2 2 6 2 6 10 2 Ga 31 2 2 6 2 6 10 2 1 Ge 32 2 2 6 2 6 10 2 2 As 33 2 2 6 2 6 10 2 3 Se 34 2 2 6 2 6 10 2 4 Br 35 2 2 6 2 6 10 2 5 Kr 36 2 2 6 2 6 10 2 6 Rb 37 2 2 6 2 6 10 2 6 1 Sr 38 2 2 6 2 6 10 2 6 2 Y 39 2 2 6 2 6 10 2 6 1 2 Zr 40 2 2 6 2 6 10 2 6 2 2 Nb 41 2 2 6 2 6 10 2 6 4 1 Mo 42 2 2 6 2 6 10 2 6 5 1 Tc 43 2 2 6 2 6 10 2 6 6 1 Ru 44 2 2 6 2 6 10 2 6 7 1 Rh 45 2 2 6 2 6 10 2 6 8 1 Pd 46 2 2 6 2 6 10 2 6 10 Ag 47 2 2 6 2 6 10 2 6 10 1 Cd 48 2 2 6 2 6 10 2 6 10 2 In 49 2 2 6 2 6 10 2 6 10 2 1 Sn 50 2 2 6 2 6 10 2 6 10 2 2 Sb 51 2 2 6 2 6 10 2 6 10 2 3 Te 52 2 2 6 2 6 10 2 6 10 2 4 I 53 2 2 6 2 6 10 2 6 10 2 5 Xe 54 2 2 6 2 6 10 2 6 10 2 6 Cs 55 2 2 6 2 6 10 2 6 10 2 6 1 Ba 56 2 2 6 2 6 10 2 6 10 2 6 2 La 57 2 2 6 2 6 10 2 6 10 2 6 Ce 58 2 2 6 2 6 10 2 6 10 2 2 6 2 Pr 59 2 2 6 2 6 10 2 6 10 3 2 6 2 Nd 60 2 2 6 2 6 10 2 6 10 4 2 6 2 Pm 61 2 2 6 2 6 10 2 6 10 5 2 6 2 Sm 62 2 2 6 2 6 10 2 6 10 6 2 6 2 Eu 63 2 2 6 2 6 10 2 6 10 7 2 6 2 Gd 64 2 2 6 2 6 10 2 6 10 7 2 6 Tb 65 2 2 6 2 6 10 2 6 10 9 2 6 2 Dy 66 2 2 6 2 6 10 2 6 10 10 2 6 2 1 1 2 2 Ho 67 2 2 6 2 6 10 2 6 10 11 2 6 2 Er 68 2 2 6 2 6 10 2 6 10 12 2 6 2 Tm 69 2 2 6 2 6 10 2 6 10 13 2 6 2 Yb 70 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 2 Lu 71 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 1 2 Hf 72 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 2 2 Ta 73 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 3 2 W 74 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 4 2 Re 75 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 5 2 Os 76 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 6 2 Ir 77 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 7 2 Pt 78 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 9 1 Au 79 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 1 Hg 80 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 2 Tl 81 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 2 1 Pb 82 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 2 2 Bi 83 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 2 3 Po 84 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 2 4 At 85 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 2 5 Rn 86 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 2 6 Fr 87 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 2 6 1 Ra 88 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 2 6 2 Ac 89 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 2 6 1 2 Th 90 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 2 6 2 2 Pa 91 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 2 2 6 1 2 U 92 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 3 2 6 1 2 Np 93 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 4 2 6 1 2 Pu 94 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 5 2 6 1 2 Am 95 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 6 2 6 1 2 Cm 96 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 7 2 6 1 2 Bk 97 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 8 2 6 1 2 Cf 98 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 9 2 6 1 2 Es 99 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 10 2 6 1 2 Fm 100 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 11 2 6 1 2 Md 101 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 12 2 6 1 2 No 102 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 13 2 6 1 2 Lr 103 2 2 6 2 6 10 2 6 10 14 2 6 10 14 2 6 1 2 Los electrones se distribuyen en los orbitales de tal manera que resulta el mayor número de electrones no apareados; es decir, en los orbitales del mismo tipo, primero se llenarán todos con un solo electrón, y después entrarán los siguientes electrones con spin contrario. Configuración electrónica 9x 1S2 2p5 Diagrama de orbitales 1S 2S Electrón Diferencial. Es el último electrón de la configuración electrónica, el cual diferencia a un elemento del elemento precedente. 2.5.5 Configuración electrónica de los elementos. Se entiende por configuración electrónica la distribución más estable, y por tanto, más probable de los electrones en torno al núcleo. 1º El número atómico de un elemento indica el número de electrones. 2º Debe tomarse en cuenta el número de electrones que acepta como máximo cada nivel de energía y cada subnivel y recodar que por orbital se acepta como máximo 2e-. 3º Para indicar el lugar de localización de los electrones se utiliza la siguiente nomenclatura. Ej. número de nivel 1s2 número de esubnivel 4º Para la distribución se sigue el principio de Auf Bau. 5º Debe tomarse en cuenta el principio de exclusión de Pauli. 6º Se considera la regla de Hund. 7º La distribución electrónica puede realizarse en: a) Estado basal b) Estado excitado 2.6 Aplicaciones del tema en Ingeniería. 2.6.1 Foto multiplicadores por fibra óptica (aplicación en opto electrónica). Principio de funcionamiento Dentro de un fotomultiplicador los elementos esenciales son los siguientes: El fotocátodo, encargado de convertir el flujo luminoso en un flujo de electrones. Estos electrones producidos por efecto fotoeléctrico se conocen por fotoelectrones para remarcar su origen fotoeléctrico, en oposición a los otros electrones que se originan por emisión secundaria en los dínodos. El sistema de focalización, encargado de acelerar y dirigir los fotoelectrones hacia la cadena de amplificación. La cadena de amplificación, consistente en una serie de electrodos de emisión secundaria que reciben el nombre de dínodos. El ánodo, que finalmente recoge el flujo de electrones al final de la etapa de amplificación y produce la señal eléctrica de salida. En la figura 2.1 puede verse un esquema de los componentes más importantes de un fotomultiplicador. Figura 2.1: Esquema de un fotomultiplicador. El dibujo está basado en el primer fotomultiplicador rápido fabricado por Philips en 1956. El funcionamiento del fotomultiplicador se basa en dos mecanismos fundamentales: el efecto fotoeléctrico, que tiene lugar en el fotocátodo del fotomultiplicador y la emisión secundaria que tiene lugar en la cadena de dínodos. Un fotón incidente se convierte, por efecto fotoeléctrico en el fotocátodo, en un electrón. El electrón es focalizado mediante un campo eléctrico hacia el sistema de amplificación formado por varios dínodos. La cadena de dínodos se encargan de amplificar el número de electrones en sucesivas etapas mediante el mecanismo de emisión secundaria. La amplificación que se puede conseguir depende del tipo de fotomultiplicador y puede superar factores de en algunos casos. El sistema de focalización es un sistema de electrodos que realiza el acoplamiento entre el fotocátodo y la cadena de dínodos. Se encarga de focalizar y acelerar los fotoelectrones hasta el sistema de amplificación. Por su parte, el ánodo recoge la carga acumulada al final de la cadena de amplificación para extraerla del fotomultiplicador como una señal eléctrica. 2.6.2 ¿Cómo se transforman los códigos digitales a imágenes?. Unidad 3. Los elementos químicos, clasificación periódica. Propiedades atómicas e impacto económico y ambiental 3.1 Características de la clasificación periódica moderna de los elementos. Los elementos se clasifican en 2 grandes grupos: Metales No metales. La línea en forma de escalera los divide, a la izquierda son metales y a la derecha son no metales. Los elementos que se encuentran exactamente en la escalera se conocen como metaloides por comportarse a veces como metales y a veces como no metales y son: Al = aluminio Si = silicio Ga = galio Ge = germanio As = arsénico In = indio Sn = estaño Sb = antimonio Te = telurio Tl = talio Pb = plomo Bi = bismuto Po = polonio La mayoría de los elementos son sólidos a temperatura ambiente, pero los hay también líquidos y gases. Los elementos en estado líquido a temperatura ambiente son: Cs = cesio Fr = francio Ga = galio Hg = mercurio Br = bromo En forma gaseosa a temperatura ambiente existen los siguientes: H = hidrógeno He = helio Ne = neón Ar = argón Kr = kriptón Xe = xenón Rn = radón O = oxígeno N= nitrógeno F = flúor Cl = cloro Los hay también radiactivos como el Ra = radio y sintéticos como todos los que se encuentran después del U = uranio. Se han hechos diversas modificaciones a la tabla periódica desde los tiempos de Mendeleev. Entre las más importantes debe de mencionarse la ordenación de los elementos de acuerdo con el incremento del número atómico, en lugar del peso atómico y la estructuración de conjuntos de elementos (bloques) relacionados con las configuraciones electrónicas y en el modelo cuántica del átomo. Por lo general, la tabla periódica cuántica incluye: símbolo del elemento, número atómico, masa atómica, valores de los números cuánticos (n, l. m y s), clase, período, familia, número de electrones en los subniveles y los orbitales que contienen uno o dos electrones. Estructura En la tabla cuántica los elementos se clasifican en orden creciente de sus números atómicos y en función de sus configuraciones electrónicas. Los elementos se encuentran agrupados en cuatro clases según la posición de su electrón diferencial: el bloque s, el p, el d y el f, que contienen elementos con electrón diferencial localizado en orbital s, p, d o f, respectivamente. La clase se indica en la parte inferior de los conjuntos. Los elementos se encuentran también en en tres tipos que se indican en la parte inferior de las clases: Elementos representativos. Aquéllos con electrón diferencial en orbital de subnivel s o p. Elementos de transición con electrón diferencial en orbital de subnivel d. Elementos tierras raras o lantánidos o actínidos con electrón diferencial en f. La tabla periódica cuántica está integrada por ocho períodos, cuyo valor se indica en la columna de la extrema izquierda de la tabla. Período Número de elementos 1o 2 2o 2 3o 8 4o 8 5o 18 6o 18 7o 32 8o Está incompleto pero Cuando se llena tendrá 32 Período es un conjunto de elementos que tienen el mismo valor de la suma n + 1 (ene + ele = contenido de energía), para su último electrón (electrón diferencial). Por ejemplo, el período 4o está integrado por los elementos Al, Si, P, S, Cl, Ar, K y Ca, todos ellos tienen el mismo valor de la suma n + 1 para su electrón diferencial, que en este caso es igual a cuatro. Elemento Al Si P S Cl Ar K Ca Electrón diferencial 3p 3p 3p 3p 3p 3p 4s 4s En n + 1 3+1 3+1 3+1 3+1 3+1 3+1 4+0 4+0 Suma 4 4 4 4 4 4 4 4 La clasificación periódica cuántica consta de 32 familias cuyo valor aparece en la parte inferior de las columnas. Existen 32 familias debido a que hay dos electrones en s, seis en p, diez en d y catorce en f. Familia es un conjunto de elementos que tienen el mismo número de electrones en el nivel donde se encuentra colocado en electrón diferencial. 3.2 Propiedades atómica y su variación periódica. 3.2.1 Carga nuclear efectiva. La carga nuclear efectiva, (Zeff) es igual al número de protones en el núcleo(Z ó número atómico) menos el promedio de electrones entre el electrón en cuestión y el núcleo (S) : Carga nuclear efectiva: los electrones que se encuentran más cercanos al núcleo ejercen un efecto de apantallamiento de la carga positiva del núcleo; por esta causa, los electrones más externos son atraídos por el núcleo con una fuerza menor, la carga neta que afecta a un electrón se denomina carga nuclear efectiva o Z el. La carga nuclear efectiva, es la fuerza con la cual el núcleo positivo atrae a los electrones de la capa de valencia. Está en función inversa a la distancia de los electrones y en razón directa al número de protones. Por lo tanto, a mayor radio atómico menor carga nuclear, y a menor radio atómico mayor atracción: Para los elementos de un grupo de la tabla, la carga nuclear disminuye de arriba hacia abajo y aumenta a largo de un período de izquierda a derecha. 3.2.2 Tamaño atómico. El tamaño del átomo La curiosidad acerca del tamaño y masa del átomo atrajo a cientos de científicos durante un largo periodo en el que la falta de instrumentos y técnicas apropiadas impidió lograr respuestas satisfactorias. Posteriormente se diseñaron numerosos experimentos ingeniosos para determinar el tamaño y peso de los diferentes átomos. El átomo más ligero, el de hidrógeno, tiene un diámetro de aproximadamente 1010 m (0,0000000001 m) y una masa alrededor de 1,7 × 10-27 kg. (la fracción de un kilogramo representada por 17 precedido de 26 ceros y una coma decimal). Un átomo es tan pequeño que una sola gota de agua contiene más de mil trillones de átomos. Tamaño Atómico. Con frecuencia pensamos que los átomos son objetos esféricos con límites bien definidos. Sin embargo, una conclusión que podemos obtener de la mecánica cuántica, es que el átomo no tiene límites claramente definidos que determinen su tamaño. La forma en el que un átomo reacciona químicamente depende de muchos factores, entre los que podemos mencionar la carga nuclear, el tamaño efectivo del átomo, la configuración electrónica, etc. La carga nuclear de un átomo aumenta al aumentar el número atómico, debido a que el número de protones se incrementa; sin embargo, los electrones de valencia se encuentran protegidos de la acción del núcleo por los electrones de los niveles interiores que se encuentran más cerca de este. La carga nuclear efectiva que siente un electrón exterior (electrón de valencia) es la parte de la carga del núcleo que influye sobre él. La carga nuclear efectiva no es igual a la carga núcleo, porque los electrones de los niveles interiores contrarrestan (efecto pantalla) o protegen parte de la carga del núcleo. En 1870, Lothar Meyer fue el primero en observar la variación periódica del tamaño de los átomos y calculó el volumen atómico de los elementos dividiendo el peso atómico entre la densidad. El volumen atómico calculado de esta manera es únicamente una indicación cualitativa del tamaño del átomo, porque la densidad de un elemento depende de su temperatura y su estructura cristalina. Aquellos elementos que presentan diferentes formas cristalinas alotrópicas tendrán, evidentemente, más de un volumen átomico. Sin embargo, el tamaño atómico es un concepto muy útil que nos puede ayudar a comprender el comportamiento químico de los elementos 3.2.3 Energía de ionización. Es la cantidad de energía que se requiere para extraer ó quitar un electrón externo de un átomo neutro. Los metales alcalinos son los de menor energía de ionización. Los gases nobles son los de mayor energía de ionización. Energía de ionización, cantidad de energía que se necesita para separar el electrón menos fuertemente unido de un átomo neutro gaseoso en su estado fundamental (estado energético más bajo). La entidad en que se transforma el átomo al perder un electrón es un ion gaseoso monopositivo. Esta definición corresponde a la primera energía de ionización. Se denomina segunda energía de ionización a la que se necesita para extraer de un ion gaseoso monopositivo el electrón menos fuertemente unido. Las sucesivas energías de ionización se definen de manera semejante. Estas energías se determinan por interpretación de los espectros de emisión o de absorción, y a través de experiencias directas en las que se mide la variación de energía que tiene lugar en el proceso: M(g) ? M+(g) + edonde M representa un átomo de cualquier elemento. Las energías de ionización varían de la misma forma a lo largo de cada periodo y de cada grupo de la tabla periódica. Dentro de cada periodo, los metales alcalinos tienen la mínima energía de ionización, y los gases nobles la máxima. Dentro de cada grupo, la energía de ionización disminuye a medida que aumenta el tamaño de los átomos, es decir, al descender en el grupo. La energía, o potencial de ionización es la energía necesaria para separar un electrón del átomo. El potencial de ionización decrece al descender a lo largo de la tabla periódica y aumentan hacia la izquierda, es decir, muestra la tendencia contraria al radio atómico, dado que en los átomos pequeños, la atracción es grande, al igual que la energía necesaria para extraer un electrón. El primer potencial de ionización es el correspondiente al electrón más externo, que por estar más alejado del núcleo será el que sienta una atracción eléctrica menor. Extrayendo más electrones, se obtendrán sucesivamente los potenciales de ionización 2º, 3º, etc., por ejemplo, en el caso del aluminio: Al → Al+ + e- ΔE1 = 577,5 kJ/mol Al+ → Al2+ + e- ΔE2 = 1816,7 kJ/mol Al2+ → Al3+ + e- ΔE3 = 2744,8 kJ/mol Al3+ → Al4+ + e- ΔE4 = 11,600 kJ/mol Los potenciales sucesivos van siendo cada vez mayores dado que los sucesivos electrones están más próximos al núcleo y disminuye la repulsión mutua de los electrones al ser menor su número, lo que incrementa la atracción del núcleo y dificulta en consecuencia las ionizaciones sucesivas. Este comportamiento hace que los elementos químicos presenten estados de oxidación característicos; así el aluminio se presentará con un estado de oxidación +1, +2 ó +3, dado que la extracción del cuarto electrón requiere una aportación de energía sensiblemente mayor. La energía de ionización, también llamada potencial de ionización, es la energía que requiere un átomo gaseoso en estado basal para perder totalmente un electrón. La energía de ionización aumenta para los elementos de un período de izquierda a derecha y disminuye para los elementos de un grupo de arriba hacia abajo. Lo anterior se origina por interrelación entre el efecto patalla, el tamaño del átomo y la carga del núcleo: Variación del potencial de ionización en grupos y períodos de la tabla periodica 3.2.4 Afinidad electrónica. Es la energía liberada por un átomo neutro cuando un electrón se adiciona a su nivel externo. Los no metales tiene mayor afinidad electrónica y los metales tienen baja afinidad electrónica. Afinidad electrónica, cantidad de energía que se libera cuando un átomo neutro gaseoso en su estado energético más bajo (estado fundamental) capta un electrón y se transforma en un ion negativo también gaseoso. La adición de un electrón a la capa de valencia de un átomo gaseoso en su estado fundamental es un proceso en el que se desprende energía. La afinidad electrónica o electroafinidad de un átomo es una medida de esta energía. En general, la afinidad electrónica disminuye al aumentar el radio atómico. Los halógenos son los elementos químicos con afinidades electrónicas más elevadas. La adición de un segundo electrón a un ion mononegativo debe vencer la repulsión electrostática de éste y requiere un suministro de energía. A diferencia de la energía de ionización, que se puede determinar directamente, la afinidad electrónica se calcula casi siempre por vía indirecta. La afinidad electrónica es la cantidad de energía absorbida por un átomo aislado en fase gaseosa para formar un ión con una carga eléctrica de -1. Si la energía no es absorbida, sino liberada en el proceso, la afinidad electrónica tendrá, en consecuencia, valor negativo tal y como sucede para la mayoría de los elementos químicos; en la medida en que la tendencia a adquirir electrones adicionales sea mayor, tanto más negativa será la afinidad electrónica. De este modo, el flúor es el elemento que con mayor facilidad adquiere un electrón adicional, mientras que el mercurio es el que menos. Aunque la afinidad electrónica parece variar de forma caótica y desordenada a lo largo de la tabla periódica, se pueden apreciar patrones. Los no metales tienen afinidades electrónicas más bajas que los metales, exceptuando los gases nobles que presentan valores positivos por su estabilidad química, ya que la afinidad electrónica está influida por la regla del octeto. Los elementos del grupo 1, tienden a ganar un electrón y formar aniones -1, completando el subnivel s, mientras que los elementos del grupo 2, que ya lo tienen completo, no presentan esa tendencia. Análogamente sucede en el bloque p, donde las afinidades electrónicas se van haciendo más negativas a medida que nos acercamos a los gases nobles. Grupo 1 Periodo H 1 -73 Li 2 -60 Na 3 -53 K 4 -48 Rb 5 -47 Cs 6 -45 Fr 7 -44 2 3 4 5 Be 19 Mg 19 Ca Sc Ti V 10 -18 -8 -51 Sr Y Zr Nb -30 -41 -86 Ba Lu Hf Ta -31 Ra Lr Rf Db 6 Cr -64 Mo -72 W -79 Sg 7 8 Mn Fe -16 Tc Ru -53 -101 Re Os -14 -106 Bh Hs 9 Co -64 Rh -110 Ir -151 Mt 10 Ni -112 Pd -54 Pt -205 Ds 11 Cu -118 Ag -126 Au -223 Uuu 12 13 14 Zn 47 Cd 32 Hg 61 Uub B -27 Al -43 Ga -29 In -29 Tl -20 Uut C -122 Si -134 Ge -116 Sn -116 Pb -35 Uuq 15 N 7 P -72 As -78 Sb -103 Bi -91 Uup 16 O -141 S -200 Se -195 Te -190 Po -183 Uuh 17 18 F -328 Cl -239 Br -325 I -295 At -270 Uus He 21 Ne 29 Ar 35 Kr 39 Xe 41 Rn 41 Uuo Tabla periódica de afinidades electrónicas, en kJ/mol L a afinidad electrónica es la cantidad de energía que se desprende o absorbe por la adición de un electrón al átomo neutro gaseoso de un elemento, para producir un ión negativo. En general, la afinidad electrónica es mayor para los no-metales que para los metales. Esta medida de la facilidad con que los elementos captan electrones, es consecuencia de la configuración electrónica, siendo mucho mayor para los elementos situados cerca de los gases nobles. 3.2.5 Número de oxidación. Número de oxidación De forma general y a efectos de formulación, a cada elemento dentro de un compuesto se le asigna un número positivo o negativo denominado índice, número o grado de oxidación. Dicho índice, que puede considerarse como el número de electrones perdidos o ganados en el ion correspondiente (en el supuesto de que todos los compuestos fueran iónicos) tiene, no obstante, un carácter fundamentalmente operativo, pues sirve para deducir con facilidad las fórmulas de las diferentes combinaciones posibles. La tabla 1 muestra los números de oxidación que se asignan a los elementos de más importancia. Cuando se analiza con detenimiento se advierte la existencia de ciertas relaciones entre el índice de oxidación de un elemento y su posición en el sistema periódico de modo que es posible deducir las siguientes reglas básicas: a) Los elementos metálicos tienen índices de oxidación positivos. b) Los elementos no metálicos pueden tener índices de oxidación tanto positivos como negativos. c) El índice de oxidación positivo de un elemento alcanza como máximo el valor del grupo (columna) al que pertenece dentro del sistema periódico. En el caso de que tome otros valores, éstos serán más pequeños, soliendo ser pares o impares según el grupo en cuestión sea par o impar. d) El índice de oxidación negativo de un elemento viene dado por la diferencia entre ocho y el número del grupo al que pertenece dentro del sistema periódico. Es preciso aclarar que estos números se asignan a los diferentes elementos cuando se hallan formando un compuesto. El índice de oxidación de un elemento sin combinar es cero. Al igual que sucedía con los símbolos, los números de oxidación deben memorizarse, puesto que junto con aquéllos constituyen los elementos básicos de toda la formulación química. Es conveniente hacerlo por grupos de elementos con igual índice de oxidación, ya que cuando elementos diferentes actúan con idénticos índices de oxidación, dan lugar a fórmulas totalmente análogas. Número de oxidación, carga eléctrica formal que se asigna a un átomo en un compuesto. El número de oxidación presupone que hay enlaces iónicos entre átomos unidos por enlace covalente. Su variación en una reacción química indica la existencia de un proceso de oxidación-reducción. Se puede definir como el número de cargas que habría que asignar a cada uno de los átomos de los distintos elementos que forman un compuesto, si todos ellos pasaran al estado de iones. Así, el número de oxidación de cualquier elemento en estado natural (atómico o molecular) es cero, y el de un ion es igual a su carga. En los compuestos covalentes, los pares de electrones se asignan al átomo más electronegativo de los dos que los comparten, y así ambos se consideran iones, quedando con número de oxidación negativo el átomo más electronegativo y con número de oxidación positivo el menos electronegativo. El oxígeno tiene número de oxidación –2, excepto en los peróxidos, que tiene –1. El hidrógeno combinado con elementos más electronegativos tiene de número de oxidación +1, y –1 cuando se combina con elementos menos electronegativos. La suma algebraica de los números de oxidación de todos los átomos que forman un compuesto es cero. El número de oxidación es un número entero que representa el número de electrones que un átomo pone en juego cuando forma un compuesto determinado. El número de oxidación es positivo si el átomo pierde electrones, o los comparte con un átomo que tenga tendencia a captarlos. Y será negativo cuando el átomo gane electrones, o los comparta con un átomo que tenga tendencia a cederlos. En los iones monoatómicos la carga eléctrica coincide con el número de oxidación. Cuando nos refiramos al número de oxidación el signo + o - lo escribiremos a la izquierda del número, como en los números enteros. Por otra parte la carga de los iones se debe escribir con el signo a la derecha del número: Ca2+, CO32-. ¿Será tan complicado saber cuál es el número de oxidación que le corresponde a cada átomo? Pues no, basta con conocer el número de oxidación de los elementos que tienen un único número de oxidación, que son pocos, y es muy fácil deducirlo a partir de las configuraciones electrónicas. Estos números de oxidación aparecen en la tabla siguiente. Los números de oxidación de los demás elementos los deduciremos de las fórmulas o nos los indicarán en el nombre del compuesto, así de fácil. Número de oxidación o estado de oxidación, es el número de electrones que gana o pierde un elemento cuando se combina para adquirir la configuración de un gas noble inmediato. Debido a la gran inactividad química de los gases nobles, se considera que su configuración electrónica es estable y tiende a ser adoptada por los demás elementos cuando entra en reacción. Los gases nobles poseen ocho electrones de valencia acomodados en ns2np6, con excepción del helio que sólo tiene dos colocados en 1s. Cuando un átomo neutro se combina puede perder electrones y adquiere un número de oxidación positivo, tantas veces positivos como electrones haya perdido, o puede ganar electrones adquiriendo un número de oxidación negativo cuyo valor es igual al número de electrones ganados. Los elementos de los grupos I A, II A y III A, que tienen 1, 2 y 3 electrones de valencia respectivamente, cuando se combinan tienden a perderlos para adquirir la configuración electrónica del gas noble inmediato. Los miembros de la familia I A presentan número de oxidación 1+, los de la II A el de 2+ y el grupo III A el estado de oxidación 3+. Los elementos del grupo IV A pueden perder o ganar electrones; sin embargo, generalmente comparten electrones con otros átomos. Los números de oxidación característicos son 4+ ó 4-. En los grupos V A, VI A y VII A existe una tendencia general a ganar electrones para adquirir la configuración electrónica del gas noble inmediato. Estos elementos muestran número de oxidación de 3la quinta familia, 2- la sexta y 1- la séptima. Estos elementos, excepto el flúor y el oxígeno, por ser los más electronegativos, pueden perder electrones y tener números de oxidación positivos. La tendencia a perder electrones y tener números de oxidación positivos. Los metales exhiben siempre números de oxidación positivos y los no metales al unirse a metales tienen números de oxidación negativos, pero cuando se unen a no metales más electronegativos como el flúor o el oxígeno, actúan con estados de oxidación positivos. Todos los elementos en estado negativo o molecular (Cl2 , H2 , O2, Fe, P4, Na) tienen número de oxidación de cero. Los gases nobles por tener una configuración estable, presentan número de oxidación de cero. El elemento flúor por ser el más electronegativo tiene estados de oxidación de 1- y cero. El oxígeno por seguir en electronegatividad tiene 2-, cero y 1- en los peróxidos. El hidrógeno presenta número de oxidación de 1+, cero y 1-. 3.2.6 Electronegatividad. Es la medida relativa del poder de atracción de electrones que tiene un átomo, cuando forma parte de un enlace químico. La escala para medir la electronegatividad es una escala arbitraria dada por Linus Pauling. El elemento más electronegativo es el F = flúor y tiene electronegatividad = 4. Le sigue el O= oxígeno con electronegatividad = 3.5, luego el Cl = cloro con electronegatividad = a 3, etc. Electronegatividad, capacidad de un átomo de un elemento de atraer hacia sí los electrones compartidos de su enlace covalente con un átomo de otro elemento. Los valores de la electronegatividad de los elementos representativos aumentan de izquierda a derecha en la tabla periódica, a medida que aumenta el número de electrones de valencia y disminuye el tamaño de los átomos. El flúor, de afinidad electrónica muy elevada, y cuyos átomos son pequeños, es el elemento más electronegativo y, en consecuencia, atrae a los electrones muy fuertemente. Dentro de un grupo, la electronegatividad disminuye, generalmente, al aumentar el número y el radio atómicos. El cesio, el elemento representativo de mayor tamaño y de menor energía de ionización, es el menos electronegativo de estos elementos. Un átomo electronegativo tiende a tener una carga parcial negativa en un enlace covalente, o a formar un ion negativo por ganancia de electrones. Dos átomos con electronegatividades muy diferentes forman un enlace iónico. Pares de átomos con diferencias pequeñas de electronegatividad forman enlaces covalentes polares con la carga negativa en el átomo de mayor electronegatividad. La electronegatividad es una medida de la fuerza de atracción que ejerce un átomo sobre los electrones de otro en un enlace covalente. Los diferentes valores de electronegatividad se clasifican según diferentes escalas, entre ellas la escala de Pauling y la escala de Mulliken. En general, los diferentes valores de electronegatividad de los átomos determinan el tipo de enlace que se formará en la molécula que los combina. Así, según la diferencia entre las electronegatividades de éstos se puede determinar (convencionalmente) si el enlace será, según la escala de Pauling: Iónico (diferencia superior o igual a 2) Covalente polar (diferencia entre 2 y 0.4) Covalente no polar (diferencia inferior a 0.4) Cuanto más pequeño es el radio atómico, mayor es la energía de ionización y mayor la electronegatividad La electronegatividad, es una medida relativa del poder de atracción de electrones que tiene un átomo cuando forma parte de un enlace químico. Su unidad es el pauling ya que fue Linus C. Pauling quien estableció esta escala. En un grupo la electronegatividad disminuyede arriba hacia abajo y en un período aumenta de izquierda a derecha.Así, el elemento más electronegativo es el flúor (4.0), le sigue el oxígeno (3.5), luego el cloro (3.0), etcétera. 2.2.6.1. Variación de Electronegatividades en Grupos y Período de la tabla periódica. Con base en lo anterior, debemos considerar que los elementos (no metales) localizados en la esquina derecha superior de la tabla periódica son los que tienden a ganar electrones con mayor facilidad; por lo tanto, no son buenos conductores de la electricidad, se reducen fácilmente y se usan comúnmente como oxidantes. 3.3 Impacto económico y ambiental de algunos elementos. 3.3.1 Clasificación de los metales de acuerdo a como se encuentran en la naturaleza. CLASIFICACIÓN DE LOS METALES DE ACUERDO A COMO SE ENCUENTRAN EN LA NATURALEZA Metales, grupo de elementos químicos que presentan todas o gran parte de las siguientes propiedades físicas: estado sólido a temperatura normal, excepto el mercurio que es líquido; opacidad, excepto en capas muy finas; buenos conductores eléctricos y térmicos; brillantes, una vez pulidos, y estructura cristalina en estado sólido. Metales y no metales se encuentran separados en el sistema periódico por una línea diagonal de elementos. Los elementos a la izquierda de esta diagonal son los metales, y los elementos a la derecha son los no metales. Los elementos que integran esta diagonal —boro, silicio, germanio, arsénico, antimonio, teluro, polonio y astato— tienen propiedades tanto metálicas como no metálicas. Los elementos metálicos más comunes son los siguientes: aluminio, bario, berilio, bismuto, cadmio, calcio, cerio, cromo, cobalto, cobre, oro, iridio, hierro, plomo, litio, magnesio, manganeso, mercurio, molibdeno, níquel, osmio, paladio, platino, potasio, radio, rodio, plata, sodio, tantalio, talio, torio, estaño, titanio, volframio, uranio, vanadio y cinc. Los elementos metálicos se pueden combinar unos con otros y también con otros elementos formando compuestos, disoluciones y mezclas. Una mezcla de dos o más metales o de un metal y ciertos no metales como el carbono se denomina aleación. Las aleaciones de mercurio con otros elementos metálicos son conocidas como amalgamas. El número de elementos que existen en la naturaleza es de 92 pero pueden añadirse algunos elementos obtenidos artificialmente. Elemento Un elemento es una sustancia constituida por átomos con el mismo número atómico. Algunos elementos comunes son oxígeno, nitrógeno, hierro, cobre, oro, plata, hidrógeno, cloro y uranio. Aproximadamente el 75% de los elementos son metales y los otros son no metales. La mayor parte de los elementos son sólidos a temperatura ambiente, dos de ellos (mercurio y bromo) son líquidos y el resto son gases. Pocos elementos se encuentran en la naturaleza en estado libre (no combinados), entre ellos el oxígeno, nitrógeno; los gases nobles (helio, neón, argón, kriptón, xenón y radón); azufre, cobre plata y oro. Los más de los elementos se encuentran en la naturaleza combinados con otros elementos formando compuestos. Los elementos están clasificados en familias o grupos en la tabla periódica. También se clasifican en metales y no metales. Un elemento metálico es aquel cuyos átomos forman iones positivos en solución, y uno no metálico aquel que forma iones negativos en solución. Los átomos de un elemento tienen el mismo número atómico, pero no necesariamente el mismo peso atómico. Los átomos con el mismo número atómico, pero diferentes pesos, se llaman isótopos. Todos los elementos tienen isótopos, aunque en ciertos casos sólo se conocen los isótopos sintéticos. Muchos de los isótopos de los diferentes elementos son inestables, o radiactivos, y por ende se desintegran para forma átomos estables, del mismo elemento o de algún otro. Se cree que los elementos químicos son resultado de la síntesis por procesos de fusión a muy altas temperaturas (en el orden de los 100 000 000ºC o 180 000 000ºF y superiores). La fusión de las partículas nucleares simples (protones y neutrones) lleva primero a núcleos atómicos como el helio y luego a los núcleos más pesados y complejos de los elementos ligeros (litio, boro, berilio y así sucesivamente). Los átomos de helio bombardean a los átomos de elementos ligeros y producen neutrones. Los neutrones son capturados por los núcleos de los elementos y producen otros más pesados. Estos dos procesos -fusión de protones y captura de neutrones- son los procesos principales con que se forman los elementos químicos. Se han sintetizado varios elementos presentes solamente en trazas o ausentes en la naturaleza. Son el tecnecio, prometio, astatinio, francio y todos los elementos con números atómicos superiores a 92. Abundancia cósmica. La abundancia de los elementos en las rocas de la Tierra, la Tierra en general, los meteoritos, el sistema solar, las galaxias o todo el universo, corresponde al promedio de las cantidades relativas de los elementos químicos presentes o, en otras palabreas, ala composición química promedio. La abundancia de los elementos está dada por el número de átomos de un elemento de referencia. El silicio comúnmente se toma como el elemento de referencia en el estudio de la composición de la Tierra y los meteoritos, y los datos están dados en átomos por 106 átomos de silicio. Los resultados de las determinaciones astronómicas de la composición del Sol y las estrellas con frecuencia se expresan en átomos por 1010 átomos de hidrógeno. Los análisis químicos ordinarios, entre ellos las técnicas avanzadas para estudios de trazas de elementos (tales como activación neutrónica o dilución isotópica), sirven para determinar la composición de rocas y meteoritos. La composición del Sol y las estrellas puede obtenerse de análisis espectroscópicos cuantitativos. Los elementos más abundantes en la superficie de la Tierra son oxígeno, silicio, magnesio, calcio, aluminio, así como el hierro. En el universo, el hidrógeno y el helio constituyen más del 95% de la materia total. La composición isotópica de los elementos es casi la misma en todo el material terrestre y en los meteoritos. La abundancia nuclear de los isótopos se puede calcular de la composición isotópica de un elemento y de su abundancia cósmica. Los valores de abundancia nuclear muestran una clara correlación con ciertas propiedades nucleares, y puede suponerse que son una buena aproximación de la distribución del rendimiento original del proceso termonuclear que provocó la formación de los elementos. Los valores empíricos de abundancia pueden así servir de base para consideraciones teóricas acerca del origen de la materia y del universo y han conducido a la siguiente conclusión: no existe un mecanismo único y simple por el cual puedan haberse formado los elementos, con su composición isotópica observada. La materia del cosmos parece ser una mezcla de material formado en diferentes condiciones y tipos de procesos nucleares. Distribución geoquímica. La distribución de los elementos químicos en las principales zonas de la Tierra (corteza, manto, núcleo) depende de la historia remota y de la evolución subsecuente tanto de la Tierra como del sistema solar. Dado que estos eventos ocurrieron hace largo tiempo y no hay evidencia directa de lo que en realidad sucedió, hay mucha especulación en la explicación actual de la distribución de los elementos en las principales zonas de la Tierra. Antes de que evolucionara el sistema proto-solar para formar el Sol y los planetas probablemente fue una gran nube de gas, polvo y alguna otra materia en forma de lente y girando. El interior de esta nube, contraída y calentada en un inicio por atracción gravitacional, elevó su temperatura y presión lo suficiente para iniciar las reacciones nucleares, generando luz y calor. La materia en los remolinos dentro de las zonas periféricas de la nube, con el tiempo coalesció y formó los planetas individuales. Porciones de elementos ligeros más volátiles (como N, C, O e H) escaparon del interior más caliente del sistema y fueron enriquecidos en los grandes planetas externos menos densos (Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno). Los elementos más pesados, menos volátiles (como Ca, Na, Ng, Al, Si, K, Fe, Ni y S), tendieron a permanecer cerca del centro del sistema y fueron enriquecidos en los pequeños planetas internos más densos (Mercurio, Venus, Tierra y Marte). Se piensa que el crecimiento de la Tierra fue de una nube cuya composición era muy parecida a la del tipo de los meteoritos rugosos conocidos como condritas. La proto-Tierra fue probablemente homogénea, esferoide, sin zonas delimitadas, de composición aproximadamente condrítica. Según la hipótesis de una Tierra sin zonas bien delimitadas y el modelo condrítico, la aleación Ni-Fe formó el núcleo, y las fases remanentes formaron el manto. En una época muy remota de su historia (hace 4-5 x 109 años) es probable que tuviera principalmente forma sólida. La mayoría de los estudiosos de la Tierra suponen que un calentamiento posterior, debido a la contracción adiabática y decaimiento radiactivo, originó un extenso fenómeno de fusión, la aleación Ni-Fe, su fundió inicialmente; por su mayor densidad, la aleación se mantuvo en su posición y formó el núcleo. Este evento se conoce como la catástrofe del hierro. Al continuar la fusión habría creado tres líquidos inmiscibles; silicatos, sulfuros y aleaciones. Los silicatos, sulfuros y otros compuestos remanentes podrían haber formado el manto que rodea el núcleo. La nueva capa oceánica, compuesta principalmente de rocas basálticas, daría lugar a los arrecifes de alta mar (centros de difusión) por medio de una fusión parcial del manto. En relación con el manto, la corteza basáltica está enriquecida en Si, Al, Ca, Na, K y un gran número de elementos iónicos litófilos; pero es pobre en Mg, Fe y ciertos metales de transición (del grupo VIII en particular). El proceso de fusión parcial de la parte superior del manto y la ascensión del magma formaron una nueva corteza, y puede ser el mecanismo dominante para la concentración de los elementos que enriquecieron la capa de la corteza a expensas del manto. La fusión parcial también ocurrió dentro de la corteza continental, provocando a la formación y ascenso de magmas comparativamente ricos en elementos del manto, y pobre en relación con los elementos de las rocas de las que provienen los magmas. Éstos tienden a moverse hacia arriba con el tiempo, solidificándose en ocasiones y formando parte de la corteza continental con diversas zonas, una superior (sial), teniendo una composición granítica, y una inferior (sima), de composición desconocida, probablemente parecida a la del basalto. La corteza granítica superior es aún más abundante en elementos de la corteza. Modificaciones posteriores de la corteza continental superior pueden ocurrir a través de procesos como la sedimentación climática, el metamorfismo y la diferenciación ígnea. Elementos actínidos. Actinide elements. Serie de elementos que comienza con el actinio (número atómico 89) y que incluye el torio, protactinio, uranio y los elementos transuránicos hasta el laurencio (número atómico 103). Estos elementos tienen gran parecido químico con los lantánidos, o tierras raras, elementos de números atómicos 57 a 71. Sus números atómicos, nombres y símbolos químicos son: 89, actinio (Ac), el elemento prototipo, algunas veces no se incluye como un miembro real de la serie; 90, torio (Th); 91, protacnio (Pa); 92, uranio (U); 93, neptunio (Np); 94, plutonio (Pu); 95, americio (Am); 96, curio (Cm); 97, berkelio (Bk); 98, californio (Cf); 99, einsteinio (Es); 100, fermio (Fm); 101, mendelevio (Md); 102, nobelio (No); 103, laurencio (Lr). A excepción del torio y el uranio, los actínidos no están presentes en la naturaleza en cantidades apreciables. Los elementos transuránicos se descubrieron e investigaron como resultado de sus síntesis en reacciones nucleares. Todos son radiactivos, y con excepción del torio y el uranio, incluso en pequeñas cantidades, deben manejarse con precauciones especiales. La mayor parte de los actínidos tienen lo siguiente en común: cationes trivalentes que forman iones complejos y quelatos orgánicos; los sulfatos, nitratos, halogenuros, percloratos y sulfuros correspondientes son solubles, mientras que los fluoruros y oxalatos son insolubles en ácidos. Elementos metaloácidos. Metalloacid elements. Elementos químicos con los siguientes números atómicos y nombres: 23, vanadio, V; 41, niobio, Nb; 73, tántalo, Ta; 24, cromo, Cr; 42, molibdeno, Mo; 74, tungsteno, W; 25, manganeso, Mn; 43, tecnecio, Tc y 75, renio, Re. Estos elementos son un subgrupo integrante de los grupos V, VI y VII de la tabla periódica, respectivamente. En estado elemental todos son metales de alta densidad, alto punto de fusión y baja volatilidad. La clasificación como elementos metaloácidos se refiere al hecho de que sus óxidos reaccionan con el agua para producir soluciones ligeramente ácidas, en contraste con el comportamiento más usual de los óxidos de otros metales que dan soluciones básicas. Elementos nativos. Native elements. Elementos que aparecen en la naturaleza sin combinarse con otros. Además de los gases libres de la atmósfera, existen alrededor de 20 elementos que se encuentran bajo la forma de minerales en estado nativo. Éstos se dividen en metales, semi-metales y no metales. El oro, la plata, el cobre y el platino son los más importantes entre los metales, y cada uno de ellos se ha encontrado en ciertas localidades en forma lo suficientemente abundante para que se exploten como si fueran minas. Otros metales menos comunes son los del grupo del platino, plomo, mercurio, tantalio, estaño y zinc. El hierro nativo se encuentra, en escasas cantidades, lo mismo como hierro terrestre que como procedente de meteoritos. Los semi-metales nativos pueden dividirse en: 1) el grupo del arsénico, que incluye al arsénico, antimonio y bismuto, y 2) el grupo del telurio, que incluye el telurio y el selenio. Los no metales nativos son el azufre y el carbón en sus formas de grafito y diamante. El azufre nativo es la fuente industrial principal de este elemento. Elementos de tierras raras. Rare-earth elements. Al grupo de 17 elementos químicos, con números atómicos 21, 39 y 57-71, se le conoce con el nombre de tierras raras; el nombre lantánidos se reserva para los elementos del 58 a 71. El nombre de tierras raras es inapropiado, porque no son ni raras ni tierras. La mayor parte de las primeras aplicaciones de las tierras raras aprovecharon sus propiedades comunes, utilizándose principalmente en las industrias del vidrio, cerámica, de alumbrado y metalurgia. Hoy, estas aplicaciones se sirven de una cantidad muy considerable de la mezcla de tierras raras tal como se obtienen del mineral, aunque algunas veces esta mezcla se complementa con la adición de cerio o se eliminan algunas de sus fracciones de lantano o cerio. Estos elementos presentan espectros muy complejos, y los óxidos mezclados, cuando se calientan, dan una luz blanca intensa parecida a la luz solar, propiedad que encuentra su aplicación en arcos con núcleo de carbón, como los que se emplean en la industria del cine. Los metales de las tierras raras tienen gran afinidad por los elementos no metálicos; por ejemplo, hidrógeno, carbono, nitrógeno, oxígeno, azufre, fósforo y halogenuros. Cantidades considerables de las mezclas de metales raros se reducen a metales, como el "misch metal", y estas aleaciones se utilizan en la industria metalúrgica. Las aleaciones de cerio y las mezclas de tierras raras se emplean en la manufactura de piedras de encendedor. Las tierras raras se utilizan también en la industria del petróleo como catalizador. Granates de itrio y aluminio (YAG) se emplean en el comercio de joyería como diamantes artificiales. Aunque las tierras raras están ampliamente distribuidas en la naturaleza, por lo general se encuentran en concentración baja, y sólo existen en alta concentración en las mezclas de cierto número de minerales. La abundancia relativa de las diferentes tierras raras en algunas rocas, formaciones geológicas, astrofísicos y cosmólogos. Los elementos de las tierras raras son metales que poseen propiedades individuales particulares. Muchas de las propiedades de los metales de las tierras raras y de las mezclas indican que son muy sensibles a la temperatura y la presión. También son diferentes cuando consideramos las medidas entre los ejes cristalinos de los metales; por ejemplo, la conductividad eléctrica, la constante de elasticidad, etc. Las tierras raras forman sales orgánicas con ciertos compuestos quelato-orgánicos. Esto quelatos, que han reemplazado parte del agua alrededor de los iones, aumenta las diferencias en las propiedades entre cada elemento de las tierras raras, lo que se ha aprovechado en los métodos modernos de separación por intercambio iónico. Elementos de transición. Transition elements. En términos amplios, son los elementos con número atómico del 21-31, 39-49 y 71-81. En la clasificación más estricta de los elementos de transición, preferida por muchos químicos, incluyen sólo los elementos de número atómico 22-28, 40-46 y 72 al 78. Todos los elementos de esta clasificación tienen uno o más electrones en la subcapa parcialmente llena y tienen, por lo menos, un estado de oxidación bien conocido. Todos los elementos de transición son metales y, en general, se caracterizan por sus elevadas densidades, altos puntos de fusión y bajas presiones de vapor. En el mismo subgrupo, estas propiedades tienden a aumentar con el incremento del peso atómico. La facilidad para forma enlaces metálicos se demuestra por la existencia de una gran variedad de aleaciones entre diferentes metales de transición. Los elementos de transición incluyen la mayor parte de los metales de mayor importancia económica, como el hierro, níquel y zinc, que son relativamente abundantes por una parte, y, por otra, los metales para acuñación, cobre, plata y oro. También se incluyen elementos raros y poco conocidos, como el renio y el tecnecio, el cual no se encuentra en la Tierra en forma natural, aunque sí en pequeñas cantidades como producto de fisión nuclear. En sus compuestos, los elementos de transición tienden a exhibir valencias múltiples; la valencia máxima tiende a incrementarse de 3+ en la serie (Sc, Y, Lu) a 8+ en el quinto miembro (Mn, Re). Una de las características más importantes de los elementos de transición es la facilidad con que forman iones complejos y estables. Las características que contribuyen a esta capacidad son la elevada relación cargaradio y la disponibilidad de sus orbitales d parcialmente llenos, los cuales pueden ser utilizados para forma enlaces. La mayor parte de los iones y compuesto de los metales de transición son coloridos, y muchos de ellos paramagnéticos. Tanto el color como el paramagnetismo se relacionan con la presencia de electrones desapareados en la subcapa d. Por su capacidad para aceptar electrones en los orbitales d desocupados, los elementos de transición y sus compuestos exhiben con frecuencia propiedades catalíticas. Por lo general, las propiedades de los elementos de transición son intermedias entre los llamados elementos representativos, en que las subcapas están completamente ocupadas por electrones (elementos alcalinos; halógenos), y los interiores o elementos de transición f, en que los orbitales de las subcapas desempeñan un papel mucho menos importante en las propiedades químicas. Elementos transuránicos. Transuranium elements. Elementos sintéticos con números atómicos superiores al del uranio (número atómico 92). Son miembros de los actínidos, desde el neptunio (número atómico 93) hasta el laurencio (número atómico 103) y los elementos transactínidos (con números atómicos superiores a 103). El concepto de peso atómico en el sentido que se da a los elementos naturales no es aplicable a los elementos transuránicos, ya que la composición isotópica de cualquier muestra depende de su fuente. En la mayor parte de los casos el empleo de número de masa del isótopo de mayor vida media en combinación con una evaluación de su disponibilidad ha sido adecuado. Buenas elecciones en el momento actual son: neptunio, 237; plutonio, 242; americio, 243; curio, 248; berkelio, 249; californio, 250; einstenio, 254; fermio, 257; mendelevio, 258; nobelio, 259; laurencio, 260; rutherfordio (elemento 104), 261; hafnio (elemento 105), 262 y elemento 106, 263. Los actínidos son químicamente similares y tienen gran semejanza química con los lantánidos o tierras raras (números atómicos 51-71). Los transactínidos, con números atómicos 104-118, deben ser colocados en una tabla periódica ampliada debajo del periodo de elementos comenzando con el hafnio, número atómico 72, y terminando con el radón, número atómico 86. Esta disposición permite predecir las propiedades químicas de estos elementos y sugiere que tendrán una analogía química, elemento por elemento, con los que aparecen inmediatamente arriba de ellos en la tabla periódica. Los transuránicos, incluyendo hasta al fermio (número atómico 100), se producen en grandes cantidades por medio de la captura sucesiva de electrones en los reactores nucleares. El rendimiento disminuye con el incremento del número atómico y el más pesado que se produce en cantidades apreciables es el einstenio (número 99). Muchos otros isótopos se obtienen por bombardeo de isótopos blanco pesados con proyectiles atómicos cargados en aceleradores; más allá del fermio todos los elementos se obtienen por bombardeo de iones pesados. Se predice que los transactínidos que siguen al elemento 106 tendrán una vida media muy corta, pero consideraciones teóricas sugieren una estabilidad nuclear mayor, si se comparan con los elementos precedentes y sucesivos, para una gama de elementos situados alrededor de los números atómicos 110, 115 o 120 a causa de la estabilidad predicha por derivarse de capas nucleares cerradas. 3.3.2 Clasificación de los metales por su utilidad. CLASIFICACIÓN DE LOS METALES POR SU UTILIDAD METAL PRODUCCIÓN MINERA MUNDIAL EN 1994 (toneladas de metal contenido) APLICACIONES Metales: producción y aplicaciones Hierro 975.000.000 Fundición, acero, metalurgia Sodio 180.000.000 (1) Sal, reactores nucleares Potasio 23.000.000 Abonos, química Aluminio 19.290.000 (2) Electricidad y mecánica, envases Cobre 9.500.000 Electricidad y mecánica Cromo 9.329.000 Acero inoxidable, química, materiales refractarios, metalurgia Cinc 6.700.000 Construcción, revestimientos anticorrosión Bario 4.000.000 (3) Química, pinturas, insonorización, vidrio Plomo 2.815.100 (4) Acumuladores, química Níquel 842.000 Metalurgia Magnesio 263.000 (5) Industria aeronáutica, farmacia Estaño 180.000 Soldadura, química Litio 150.000 Industria nuclear, vidrio, cerámica Molibdeno 95.000 Electricidad, materiales refractarios, pigmentos Vanadio 35.000 Metalurgia, industria nuclear Uranio 32.200 Combustible nuclear Volframio 31.000 Industria eléctrica, metalurgia Torio 26.000 Materiales refractarios, revestimiento de cátodos Cobalto 21.000 Metalurgia, química Cadmio 18.900 (5) Acumuladores, pigmentos, estabilizantes Plata 13.234 Fotografía, electricidad, joyería, monedas Titanio 4.000 (6) Pinturas, materiales compuestos, aeronáutica Oro 2.215 Joyería, monedas, electrónica Mercurio 1.985 (5) Equipos eléctricos, física Platino 126 Convertidores catalíticos, joyería Rodio 10 (2) Convertidores catalíticos, química (1) En forma de sal (cloruro de sodio) (2) Metal primario (3) Producción de baritina (mineral de bario) (4) 1995 (5) Metal producido (6) Óxido de titanio contenido Fuentes: Imetal, Oficina Mundial de Estadísticas sobre el Metal, Organización de las Naciones Unidas (ONU) 3.3.3 Elementos de importancia económica, excluyendo a los metales. ELEMENTOS DE IMPORTANCIA ECONOMICA Combustibles y carburantes. Los combustibles son cuerpos capaces de combinarse con él oxigeno con desprendimiento de calor. Los productos de la combustión son generalmente gaseosos. Por razones practicas, la combustión no debe ser ni muy rápida ni demasiado lenta. Puede hacerse una distinción entre los combustibles quemados en los hogares y los carburantes utilizados en los motores de explosión; aunque todos los carburantes pueden ser empleados como combustibles, no ocurre lo mismo a la viceversa. Clasificación y utilización de los combustibles: Los distintos combustibles y carburantes utilizados pueden ser: sólidos, líquidos o gaseosos. Combustibles sólidos. Carbones naturales: Los carbones naturales proceden de la transformación lenta, fuera del contacto con el aire, de grandes masas vegetales acumuladas en ciertas regiones durante las épocas geológicas. El proceso de carbonización, en unos casos, muy antiguo, además de que influyen otros factores, como las condiciones del medio ambiente y el tipo de vegetal original. Se han emitido numerosas teorías para explicar la formación de las minas de carbón, pero ninguna es totalmente satisfactoria. Madera: La madera se utiliza sobre todo en la calefacción domestica. En los hogares industriales, salvo en los países en que es muy abundante, no suele emplearse. Combustibles líquidos. Petróleo: Se encuentra en ciertas regiones del globo (Estados Unidos, Venezuela, U.R.S.S., etc.) en yacimientos subterráneos, se extrae haciendo perforaciones que pueden alcanzar los 7000 m de profundidad. Él petróleo bruto, que contiene agua y arena, es llevado a unos recipientes de decantación; si no se refina en el lugar de extracción, es transportado por medio de tuberías de acero estirado, de un diámetro interior de 5 a 35 cm, que son los llamados oleoductos o pipelines. El petróleo bruto, liquido de aspecto muy variable, es una mezcla extremadamente compleja de numerosos hidrocarburos, con pequeñas cantidades de otras sustancias. Según su origen, predominan los hidrocarburos saturados o los hidrocarburos cíclicos; pero en todos los petróleos los dos tipos de hidrocarburos existen en proporciones muy variables. Combustibles gaseosos. Gas natural: En el interior de la corteza terrestre existen bolsas que contienen cantidades importantes de gases combustibles cuyo origen es probablemente análogo al de los petróleos. La presión de estos gases suele ser elevada, lo cual permite su distribución económica a regiones extensas. Están constituidos principalmente por metano, con pequeñas cantidades de butano, y aun por hidrocarburos líquidos. Estos, una vez extraídos, constituyen un buen manantial de gasolina. Butano y Propano: Se extraen del petróleo bruto, en el que se encuentran disueltos. También se originan en las diversas operaciones del tratamiento de los petróleos. Son fácilmente licuables a una presión baja y pueden transportarse en estado liquido en recipientes metálicos ligeros. Son utilizados como gases domésticos en las regiones donde no existe distribución de gas del alumbrado. Hidrógeno: El hidrógeno puro, generalmente producido por electrólisis del agua, no se utiliza como combustible mas que en soldadura autógena y en la fabricación de piedras preciosas sintéticas. En este caso es irreemplazable: como no contiene carbono, no existe el peligro de que altere la transparencia de las piedras. Acetileno: Se obtiene por acción del agua sobre el carburo de calcio. Da una llama muy caliente y muy brillante. Se emplea en soldadura y para el alumbrado; pero estas son aplicaciones accesorias: el acetileno es, sobre todo, un intermediario importante en numerosas síntesis químicas industriales. 3.3.4 Elementos contaminantes. ELEMENTOS CONTAMINANTES Toxicidad de los no metales PLOMO: El plomo se encuentra en la naturaleza en forma de carbonato, y de sulfato, casi todo el plomo del comercio se obtiene del sulfuro que constituye el mineral galena. Se trata de un metal color gris, pesado, blando y poco resistente a la tracción. Recién cortado presenta una superficie brillante que expuesta al aire, se empaña rápidamente por oxidación; la capa opaca de oxido lo protege de un ulterior ataque. El plomo reacciona muy lentamente con el ácido clorhídrico, y el ácido sulfúrico y frío apenas lo ataca, por formarse sulfato insoluble que lo preserva de su acción ulterior. El plomo puesto en contacto con agua dura se recubre de una capa protectora de sales insolubles, como sulfato, bicarbonato básico o fosfato. El agua destilada y la de lluvia, que no contienen substancias disueltas capaces de formar esta película, atacan el metal a causa del oxigeno que llevan disuelto, y forman hidróxido de plomo, algo soluble. Los compuestos solubles de plomo son venenosos, y por lo tanto, los tubos de plomo para conducir agua potable solo pueden utilizarse con seguridad si el agua es algo dura. El plomo se usa para fabricar tubos de cañerías y revestir cables eléctricos. También se usan las instalaciones de ácido sulfúrico y en acumuladores de plomo. Los vapores de plomo son los causantes de una gran enfermedad llamada saturnismo, caracterizada entre otros síntomas por anorexia, constipación pertinaz, anemia parálisis muscular, insomnio, angustia etc. Suele afectar a mineros que extraen plomo, a tipógrafos a pintores y a quienes fabrican acumuladores. Existen diferencias importantes en la epidemiología, manifestaciones clínicas de la intoxicación por el plomo en los niños y adultos. En los niños, la enfermedad debe ser debida a la malacia o pica (perversión del apetito que lleva al niño a ingerir cosas impropias para la nutrición) o mordisque de objetos decorados con pinturas que contienen plomo. En los adultos, la intoxicación por plomo es comúnmente de origen profesional aunque raras veces puede ser causada por el consumo de bebidas o alimentos contaminados. Los síntomas en los niños son: dolor abdominal, vómitos, somnolencia, irritabilidad, debilidad o convulsiones; coma, signos de elevación de la presión intracraneal. En los adultos: anorexia, estreñimiento, molestias, intestinales, debilidad, fatiga, dolor de cabeza, palidez. En los casos graves puede haber espasmos abdominales. La <<línea del plomo>> solo puede aparecer cuando es deficiencia de la higiene de la boca. ARSÉNICO: El arsénico se encuentra libre en la naturaleza, y también combinado en diversos minerales: rejalgar, rojo, oropimente, amarillo, mispiquel O pirita arsenical, cobaltina y arseniosita. El trióxido de arsénico se obtiene tostando minerales de arsénico; él oxida sublima y se recoge como polvo blanco en la chimenea. El arsénico es un sólido quebradizo, cristalino, de color gris de acero. Sublima fácilmente, formando vapores amarillos tóxicos de olor alacio. El arsénico existe en tres formas alotrópicas: gris cristalinas, amarilla cristalinas y negra amorfa. La variedad amarilla es análoga al fósforo blanco. La variedad gris se parece estructuralmente al fósforo violeta. El arsénico es relativamente inerte a las temperaturas ordinarias, pero calentado al aire arde como llama azulada produciendo nubes blancas del trióxido sólido. Aunque todos los compuestos solubles de arsénico son venenosos, algunos tienen uso en medicina. Los que lo consumen adquieren cierta tolerancia al mismo y pueden tomar mayores cantidades de las que otras personas no habituadas. Los compuestos de arsénico se utilizan en agricultura en pulverizaciones y baños para ganado, con el fin de destruir insectos y parásitos. Los síntomas de la ingestión de arsénico son: Sabor metálico, dolor urente en esófago y estomago, dolores cólicos, vómitos y diarrea profusa con heces de”agua de arroz”. Seguida de deposiciones sanguilonentas, depresión, sed intensa, sequedad de boca y garganta, sensación de constricción en la garganta, olor aliaceo del aliento y las heces, vértigo, cefalea central, calambres musculares, piel fría, viscosa; Pulso pequeño, rápido y débil; extremidades frías, cianosis, respiración anhelante, estupor, colapso circulatorio, convulsiones, coma erupciones cutáneas, oliguria, albuminuria, hematuria. ESTAÑO: Se halla en la naturaleza en una proporción ponderal algo superior al 0,003% y suele presentarse combinado, especialmente bajo la forma de oxido o casiterita, muy abundante en Bolivia, Indonesia, y Malacia. El estaño es un metal blanco, mas blando que el cinc, pero más duro que el plomo. A 200°C se vuelve muy quebradizo y puede pulverizarse. El estaño se usa como recubrimiento protector del hierro en la hojalata. La hojalata se emplea para fabricar botes y objetos similares. Asimismo se usa el estaño en la fabricación de aleaciones, tales como el hombre(cobre, estaño), metal de soldar (estaño, plomo), y metal de imprenta(estaño, plomo y antimonio. Las aleaciones ricas en estaño se utilizan para elaborar el metal antifricción (metal blanco), con el que se recubre la cara interior de los cojinetes. La aleación con el plomo constituye la base de las denominadas soldaduras blandas. El oxido estánico son discretamente nocivos, y en caso de inhalación de fuertes dosis se puede producir un aumento de temperaturas; la inhalación repetida suele causar una neuropatía. El cloruro estánico puede producir irritación bronquial y enema pulmonar. Los derivados orgánicos del estaño son muy tóxicos, pueden causar un cuadro de agitación y delirio al que siguen con frecuencia un estado de coma con hipertensión endocraneana. MERCURIO: Se encuentra nativo en la naturaleza en algunos casos, pero su mineral mas abundante es el cinabrio. Solo representa 0,5 ppm de la corteza terrestre. Es el único metal que, a las temperaturas ordinarias, adopta el estado liquido. No se oxida en el aire a temperaturas ordinarias, pero se combina lentamente con el oxigeno cuando se mantiene en la atmósfera cerca de su punto de ebullición. Por su inactividad general y su reducida presión de vapor, se emplean bombas de vacío, y en el laboratorio, para confinar gases. A elevadas temperaturas, el vapor de mercurio conduce la corriente eléctrica. El mercurio forma con muchos metales amalgamas, liquidas cuando la proporción del otro metal es pequeña, pero pastosas y hasta sólidas al aumentar dicha proporción. Las amalgamas de estaño, plata y oro se usan en odontología. A pesar de sus beneficiosas aplicaciones médicas, el mercurio provoca unas intoxicaciones(como la estomatitis mercurial y el hidragirismo) que afectan diversos órganos, especialmente el riñón y los aparatos digestivo y nervioso. Intoxicación mercurial aguda: Síntomas: Cuando el tóxico se ha ingerido en forma concentrada produce: dolor urente ene la boca, garganta y estómago, salivación, dolores, cólicos, vómitos graves, náuseas, diarrea, pérdida copiosa de líquidos. Intoxicación mercurial crónica: Este envenenamiento puede ser consecuencia de la inhalación de vapores de mercurio o de polvo de sales mercuriales. El mercurio, puede absorberse a través de la piel intacta. Los compuestos alquílicos de mercurio pueden causar perturbaciones mentales; excitación seguida de depresión, que puede ser grave y de larga duración. CADMIO: Como es más volátil que el cinc, el cadmio contenido en las menas de cinc se encuentra en la primera porción del metal que se obtiene; se separa del cinc por destilación fraccionada. También se separa y recupera en la afinación electrolítica del cinc. Si el voltaje se regula convenientemente únicamente se deposita cinc puro; el cadmio queda en el barro anódico del cual se recupera por destilación. El cadmio es de color blanco con ligero tono azulado, siendo mucho más maleable que el cinc. Se emplea principalmente en la preparación de aleaciones de bajo punto de fusión para extintores automáticos de incendios y fusibles, y también para recubrir hierro, a fin de protegerlo de la oxidación. Barras de cadmio se emplean en los reactores nucleares para absorber los neutrones y regular el proceso de fisión. Las sales solubles más importantes del cadmio son el cloruro, eflorescente y el sulfato. El ión cadmio hidratado es un ácido débil. Sintomatología: Por ingestión: espasmos gástricos y abdominales violentos, vómitos, diarrea. Por inhalación: sequedad faríngea, tos, sensación de constricción torácica; coloración parda de la orina(óxido de cadmio): diseña intensa, piel fría. CINC: Es un metal blanco brillante con lustre gris azulado, soluble en ácidos y álcalis e insoluble en agua. Constituye el 0,013% de la corteza terrestre. No se encuentra nativo, aunque en pequeña proporción se halla frecuentemente en la composición de diferentes rocas. Las menas empleadas en la metalurgia del cinc son el óxido, el carbonato y el sulfuro. El cinc es un metal quebradizo a la temperatura ordinaria, pero maleable entre 120° y 150°C, manteniendo después su flexibilidad al enfriarse. El metal es químicamente activo y desplaza al hidrógeno de los ácidos diluidos, aunque su acción es muy lenta cuando es pura. No se altera en el aire seco, pero en el húmedo se oxida, recubriéndose de una película adherente de carbonato básico que lo protege de toda acción ulterior. Calentado suficientemente en el aire, arde como llama verdosa, dando óxido de cinc blanco. El cinc se usa para techados, canalones y cornisas. Se emplea también en las pilas eléctricas como ánodo, y forma parte de aleaciones como el latón el metal Babbitt y la plata alemana. 3.4 Aplicaciones en la ingeniería. 3.4.1 Química del Silicio. Silicio. Es el material semiconductor más utilizado. Tiene 14 electrones en órbita y 14 protones. Un átomo de silicio aislado tiene cuatro electrones en la órbita de valencia. Un átomo de silicio que forma parte de un cristal tiene ocho electrones en la órbita de valencia, porque comparte un electrón con cada uno de sus cuatro vecinos más cercanos. Fue aislado por primera vez de sus compuestos en 1823 por el químico sueco Jöns Jakob barón de Berzelius. Propiedades y estado natural Se prepara en forma de polvo amorfo amarillo pardo o de cristales negros-grisáceos. Se obtiene calentando sílice, o dióxido de silicio (SiO2), con un agente reductor, como carbono o magnesio, en un horno eléctrico. El silicio cristalino tiene una dureza de 7, suficiente para rayar al vidrio, de dureza de 5 a 7. El silicio tiene un punto de fusión de 1.410 °C, un punto de ebullición de 2.355 °C y una densidad relativa de 2,33. Su masa atómica es 28,086. El silicio se disuelve en ácido fluorhídrico formando el gas tetrafluoruro de silicio, y es atacado por los ácidos nítrico, clorhídrico y sulfúrico, aunque el dióxido de silicio formado inhibe la reacción. También se disuelve en hidróxido de sodio, formando silicato de sodio y gas hidrógeno. A temperaturas ordinarias el silicio es insensible al aire, pero a temperaturas elevadas reacciona con el oxígeno formando una capa de sílice que ya no reacciona más. A altas temperaturas reacciona también con nitrógeno y cloro formando nitruro de silicio y cloruro de silicio respectivamente. El silicio constituye un 28% de la corteza terrestre. No existe en estado libre elemental, sino que se encuentra en forma de dióxido de silicio y de silicatos complejos. Los minerales que contienen silicio constituyen cerca del 40% de todos los minerales comunes, incluyendo más del 90% de los minerales que forman rocas volcánicas. El mineral cuarzo, las variedades del cuarzo (cornalina, crisoprasa, ónice, pedernal y jaspe) y los minerales cristobalita y tridimita son las formas cristalinas del silicio existentes en la naturaleza. El dióxido de silicio es el componente principal de la arena. Los silicatos (en concreto los de aluminio, calcio y magnesio) son los componentes principales de las arcillas, el suelo y las rocas, en forma de feldespatos, anfiboles, piroxenos, micas y ceolitas, y de piedras semipreciosas como el olivino, granate, zircón, topacio y turmalina. Aplicaciones Se utiliza en la industria del acero como componente de las aleaciones de silicio-acero. Para fabricar el acero, se desoxida el acero fundido añadiéndole pequeñas cantidades de silicio; el acero común contiene menos de un 0,03% de silicio. El acero de silicio, que contiene de 2,5 a 4% de silicio, se usa para fabricar los núcleos de los tranformadores eléctricos, pues la aleación presenta baja histéresis. Existe una aleación de acero, el durirón, que contiene un 15% de silicio y es dura, frágil y resistente a la corrosión; el durirón se usa en los equipos industriales que están en contacto con productos químicos corrosivos. El silicio se utiliza también en las aleaciones de cobre, bronce y latón. El silicio es un semiconductor; su resistividad a la corriente eléctrica a temperatura ambiente varía entre la de los metales y la de los aislantes. La conductividad del silicio puede controlarse añadiendo pequeñas cantidades de impurezas llamadas dopantes. La capacidad de controlar las propiedades eléctricas del silicio y su abundancia en la naturaleza han posibilitado el desarrollo y aplicación de los transistores y circuitos integrados que se utilizan en la industria electrónica. La sílice y los silicatos se utilizan en la fabricación de vidrio, barnices, esmaltes, cemento y porcelana, y tienen importantes aplicaciones individuales. La sílice fundida, que es un vidrio que se obtiene fundiendo cuarzo o hidrolizando tetracloruro de silicio, se caracteriza por un bajo coeficiente de expansión y una alta resistencia a la mayoría de los productos químicos. El gel de sílice es una sustancia incolora, porosa y amorfa; se prepara eliminando parte del agua de un precipitado gelatinoso de ácido silícico, SiO2·H2O, el cual se obtiene añadiendo ácido clorhídrico a una disolución de silicato de sodio. El gel de sílice absorbe agua y otras sustancias y se usa como agente desecante y decolorante. El silicato de sodio (Na2SiO3), también llamado vidrio, es un silicato sintético importante, sólido amorfo, incoloro y soluble en agua, que funde a 1.088 °C. Se obtiene haciendo reaccionar sílice (arena) y carbonato de sodio a alta temperatura, o calentando arena con hidróxido de sodio concentrado a alta presión. La disolución acuosa de silicato de sodio se utiliza para conservar huevos; como sustituto de la cola o pegamento para hacer cajas y otros contenedores; para unir gemas artificiales; como agente incombustible, y como relleno y adherente en jabones y limpiadores. Otro compuesto de silicio importante es el carborundo, un compuesto de silicio y carbono que se utiliza como abrasivo. El monóxido de silicio, SiO, se usa para proteger materiales, recubriéndolos de forma que la superficie exterior se oxida al dióxido SiO2. Estas capas se aplican también a los filtros de interferencias. 3.4.2 Química del galio. 3.4.3 Química del Germanio. Germanio. Uno de los primeros materiales semiconductores que se emplearon. Al igual que el silicio, tiene cuatro electrones de valencia. Unidad 4. Enlace, estructura y propiedades en compuestos químicos. 4.1 Introducción. 4.1.1 Concepto de enlace químico. Son las diferentes uniones que se pueden realizar entre los átomos para dar lugar a la formación de moléculas. Enlace químico, fuerza entre los átomos que los mantiene unidos en las moléculas. Cuando dos o más átomos se acercan lo suficiente, se puede producir una fuerza de atracción entre los electrones de los átomos individuales y el núcleo de otro u otros átomos. Si esta fuerza es lo suficientemente grande para mantener unidos los átomos, se dice que se ha formado un enlace químico. Todos los enlaces químicos resultan de la atracción simultánea de uno o más electrones por más de un núcleo. Se establece un enlace químico entre dos átomos o grupos de átomos cuando las fuerzas que actúan entre ellos son de índole tal que conducen a la formación de un agregado con suficiente estabilidad, que es conveniente para el químico considerarlo como una especie molecular independiente. El estudio de varias moléculas de un mismo compuesto muestra que cada átomo se encuentra colocado en la misma posición y distancia en relación con los demás, debido a la formación de un ligamento entre los átomos que se conoce como enlace químico. Los enlaces químicos son la fuerza que mantienen unidos a los átomos para formar moléculas y cristales. Los estados de agregación de la materia, sólido, líquido y gaseoso, dependen de estas fuerzas de enlace y éstas también determinan la forma física de las moléculas, es decir, que sean esféricas o planas, rígidas o flexibles. 4.1.2 Clasificación de los enlaces químicos. a) Enlace iónico b) Enlace metálico c) Enlace por puente de hidrógeno d) Enlaces covalentes: Los enlaces covalentes son: Enlace covalente puro Enlace covalente polar Enlace covalente coordinado Enlaces covalentes simples, dobles y triples. Enlace iónico También recibe el nombre de salino o electrovalente. Este tipo de enlace se efectúa entre metales y no metales por transferencia de electrones del átomo metálico al no metálico. En ésta transferencia se forman iones que después se atraen fuertemente por diferencia de cargas eléctricas. Ej. Na + Cl ------------------- Na Cl cloruro de sodio Mg + O -------------------- Mg O óxido de magnesio F Ca + ----------------------- F Ca F fluoruro de calcio F K + O ----------------------- K O K óxido de potasio K Enlaces covalentes Se efectúan entre elementos no metálicos que comparten sus electrones. Los enlaces covalentes son los siguientes: Enlace covalente puro u homopolar Se efectúa entre átomos no metálicos del mismo elemento que comparten sus electrones formando moléculas verdaderas y cuya diferencia de electronegatividad es igual a cero. Ej. F F H H O O N N Enlace covalente polar o heteropolar Se efectúa entre elementos no metálicos de diferentes electronegatividades, deformándose la nube electrónica y quedando la molécula con dos polos uno parcialmente positivo y otro parcialmente negativo. Ej. (+) H F (-) (-)O (+)H H(+) Enlace covalente coordinado Se efectúa entre elementos no metálicos en los cuales uno de ellos comparte un pas de electrones acomodándolos en orbitales vacíos de otro átomo; de manera que uno de los átomos comparte un par de electrones y el otro no da nada. Ej. O E. covalente coordinado O E. covalente coordinado HON HOSOH O O E. covalente coordinado E. covalente coordinado Enlaces covalentes simples, dobles y triples. Se efectúan entre átomos de elementos no metálicos de la siguiente manera: Enlace covalente simple Se efectúa cuando dos átomos comparten entre sí un par de electrones ( uno cada uno ). Enlace covalente doble Se efectúa cuando dos átomos comparten entre sí dos pares de electrones ( dos cada uno ). Enlace covalente triple Se efectúa cuando dos átomos comparten entre sí tres pares de electrones ( tres cada uno ). Ej. H HCH H H HC H CH H C C H Enlace metálico Se efectúa entre dos ó más átomos de elementos metálicos, que ceden sus electrones externos formando iones positivos y quedando así inmersos en un mar de electrones. Ej. + - + + + - - + - + + - + - - - + - + + - + + - + + - + - electrones + - - iones positivos + - Si los átomos enlazados son elementos metálicos, el enlace se llama metálico. Los electrones son compartidos por los átomos, pero se pueden mover a través del sólido proporcionando conductividad térmica y eléctrica, brillo, maleabilidad y ductilidad. Enlace por puente de hidrógeno Este tipo de enlace se efectúa entre moléculas que tienen un átomo de alta densisdad electrónica ejerciendo una fuerza de atracción sobre el hidrógeno de otra molécula estableciendo un puente. El agua posee este tipo de enlace y al acomodo que se forma se le llama red ó empaque. Ej. O H H O O H H H H Durante el proceso de formación de un enlace se libera energía que es necesario agregar cuando se quiere romper el enlace. La cantidad de energía necesaria para separar los átomos de un enlace se llama energía de enlace. Los cambios electrónicos producen distintos tipos de fuerzas de unión o enlaces: los interatómicos, que mantienen unidos a los átomos dentro de una molécula, como iónico (NaCl, CaCO3), covalente (H2, O2, H2O, NH3) y metálico (Fe, Na, Al), y los intermoleculares, que mantienen unidas a las moléculas entre átomos de ellas como puente de hidrógeno, fuerzas de dispersión, interacciones dipolo-dipolo y son los que explican las propiedades físicas de los compuestos, etcétera. El enlace iónico o electrovalente se debe a la fuerza de atracción entre iones positivos y negativos que se forman por transferencia de electrones entre átomos con una diferencia de electronegatividad elevada. El enlace covalente es la unión de dos átomos de no metales de electronegatividades iguales o ligeramente diferentes, por medio de un par de electrones que ambos comparten y suministran. Cuando las electronegatividades de los átomos son iguales, se produce un enlace covalente no polar o apolar y el par de electrones compartido se encuentra equidistante de los núcleos, pero cuando la electronegatividad es diferente el par electrónico se encuentra más cerca del núcleo del átomo son iguales, se encuentra equidistante de los núcleos. Algunas substancias formadas por moléculas independientes se encuentran al estado líquido y sólido, lo que indica que deben existir fuerzas de atracción entre las moléculas. El enlace o puente de hidrógeno es la unión de dos átomos electronegativos por medio de un hidrógeno que sirve de puente entre ambos, unidos a uno covalentemente y a otro por fuerzas electrostáticas. Las fuerzas dipolo-dipolo se presentan en moléculas polares que se atraen entre sí, porque el polo positivo de una queda cercano al negativo de otra. El hecho de que moléculas no polares, donde no existen dipolos, pueden licuarse, este hecho hace pensar en la existencia de las llamadas fuerzas de dispersión que se originan por el movimiento electrónico que por un instante genera un dipolo, distribuyendo la nube electrónica más de un lado que del otro y en el instante siguiente cambian las posiciones de los polos. Las propiedades y el comportamiento de las moléculas están íntimamente relacionadas con la distribución que ocupan en el espacio los átomos dentro de ellas. De acuerdo con la geometría molecular, la forma de las moléculas puede ser: lineal, angular, trigonal, piramidal, etcétera. Las propiedades de una substancia dependen de la naturaleza de sus unidades estructurales y del enlace entre ellas, y se consideran cuatro tipos: compuestos iónicos, compuestos moleculares, substancias macromoleculares y metales. El enlace químico también depende de la energía contenida en cada uno de ellos y de la posibilidad de un choque, colisión o encuentro con otros átomos cercanos a sus orbitales incompletos y principalmente a los de la configuración electrónica externa. Varios factores influyen en el tipo de enlace: 1. Energía de ionización. 2. Afinidad electrónica. 3. Actividad electrónica. 4. Radio atómico. Al formar el enlace, los átomos ganan, pierden o comparten electrones tratando de completar ocho electrones en su configuración electrónica externa, para ser estables como lo son los gases raros o nobles de la octava familia. 4.1.3 Aplicaciones y limitaciones de la regla del octeto. REGLA DEL OCTETO Lewis expresa que los átomos tienen la tendencia a ganar ó perder electrones y adquirir la configuración electrónica de gas noble ó bien la formación de un octeto electrónico. Ej. 12Mg = 1s2 2s2 2px2 2py2 2pz2 3s2 -2e- = Mg2+ octeto electrónico pierde 2 electrones para formar su octeto 8O = 1s2 2s2 2px2 2py1 2pz1 6e- + 2e- = 8eO2- gana 2 electrones para formar su octeto Regla del Octeto; Símbolos Electrónicos de Lewis Walter Kossel expuso la idea de que los átomos, al efectuarse las reacciones químicas, tienden a adoptar la configuración electrónica de los gases raros o nobles, que tienen ocho electrones en su configuración electrónica externa. Después se aceptó la regla del octeto en la mecánica cuántica, localizada en los subniveles periféricos ns2, np6 , los cuales suman ocho electrones y la configuración electrónica de dichos gases es de ocho electrones, excepto en el helio que es 2He = 1s2. Lewis y Lagmyur estudiaron la regla del octeto y la emplearon para formar compuestos iónicos y no iónicos; así llegaron a la conclusión de que la regla del octeto no implica que siempre haya transferencia de electrones. En 1923, Lewis estableció que, al combinarse dos átomos pueden cumplir la regla del octeto, no sólo por transferencia de electrones de un átomo a otro sino también por parejas de electrones. Lewis usó la simbología de puntitos o circulitos para representar las estructuras atómicas. Es una manera sencilla de representar los enlaces; un medio para comprender los diferentes enlaces químicos. Los símbolos de los elementos representativos se muestran así: La regla es solamente aplicable para los elementos que integran al subgrupo A. Donde la estabilidad electrónica se pone de manifiesto hacia un noble gas existiendo una transferencia o una compartición de electrónes. En una transferencia de electrónes el metal siempre perderá sus electrones, el no metal los ganará. Limitaciones de la regla del octeto Como todo modelo, las estructuras de Lewis y la regla del octeto, son solamente una herramienta que permite proponer la estructura de los compuestos. Sin embargo, la naturaleza es complicada y no siempre se cumplen las reglas inventadas para simplificarla. Hay compuestos que no satisfacen la regla del octeto ni ninguna otra regla. Por ejemplo el NO, que es un gas subproducto de la combustión de la gasolina en los automóviles y uno de los contaminantes más importantes de la atmósfera, tiene 11 electrones de valencia. Dado que la regla del octeto demanda que los electrones se acomoden por parejas, al tener un número impar de electrones de valencia, este compuesto no puede satisfacerla. Existen compuestos estables que tienen como átomo central a uno con menos de ocho electrones. Tal es el caso de algunos compuestos de boro, como el trifloruro de boro. El boro tiene tres electrones de valencia, que al compartirse con los electrones del flúor completa seis electrones a su alrededor. Figura 7. Figura 7 Estructura de Lewis del BF3. Podríamos escribir la estructura del BF3 con un enlace doble entre un flúor y el átomo de boro. De esta forma tanto el boro como los tres átomos de flúor cumplirían la regla del octeto. Sin embargo, la evidencia experimental indica que los enlaces entre el boro y el flúor son sencillos. Aquí es importante resaltar que la evidencia experimental es más importante que lo que se pueda predecir con la teoría. Así, el experimento indica que el compuesto BF3 se tiene que tratar como un compuesto que no satisface la regla del octeto. La regla del octeto no se cumple en una gran cantidad de compuestos, como en aquéllos en los que participan el boro o el berilio a los que se les llama compuestos deficientes de electrones, porque tienen menos electrones de valencia que un octeto. Existen otros compuestos moleculares en los cuales alguno o algunos de sus átomos tienen con más de ocho electrones a su alrededor. El fósforo y el azufre son dos ejemplos. El fósforo tiene cinco electrones de valencia y el azufre seis. Cuando se combinan con algún elemento de la familia de los halógenos (flúor, cloro, bromo y iodo) pueden compartir diez (Ej. PF5) y hasta doce electrones. (SCl6), que se muestran en la Figura 8 Figura 8. Estructura de Lewis del pentacloruro de fósforo y el hexafluoruro de azufre. A esta situación se le conoce como expansión del octeto. 4.2 Enlace covalente. Cuando uno de los átomos proporcionan ambos electrones, este enlace se manifiesta principalmente como geometría de los complejos dbido a la hibridación entre los electrones del tipo “ s ” que saltan orbitales tipo “ p” sujetos a factores como la vibración y colisión de otros átomos, el ejemplo más típico es el Amonio cuando reaccionan con el agua. Ejem: Amoniaco Agua NH 3 + H O Amoniaco Hidróxido H NH O H + - Se extraen 4 H H H + + + N + + + H + H + + + O + + + H N H + H + + -+ O + + + H H 4.2.1 Teorías para explicar el enlace covalente. 4.2.2 Enlace valencia. La teoría del enlace de valencia La superación del modelo de Bohr y el desarrollo del modelo atómico de la mecánica cuántica tuvo una clara repercusión en las ideas sobre el enlace químico en general y sobre el covalente en particular. Uno de los enfoques mecanocuánticos del enlace covalente se conoce como teoría del enlace de valencia y permite comprender en términos no sólo de energías, sino también de fuerzas, el fenómeno del enlace entre átomos. La formación del enlace covalente simple tiene lugar cuando los orbitales correspondientes a dos electrones desapareados de átomos diferentes se superponen o solapan, dando lugar a una región común en la cual los dos electrones con espines opuestos, tal y como exige el principio de exclusión de Pauli, ocupan un mismo orbital. Ese par compartido constituye el elemento de enlace entre los dos átomos. Así, por ejemplo, cuando dos átomos de H se aproximan suficientemente, existe una disposición en la cual sus nubes electrónicas están parcialmente solapadas y para la que la energía potencial del conjunto es mínima, constituyendo, pues, una situación de enlace. En términos electrónicos puede afirmarse que el orbital 1s de cada átomo de hidrógeno, semiocupado por su electrón correspondiente, es completado por el electrón del otro átomo de hidrógeno. Los dos electrones con espines opuestos de este par, son atraídos entonces por cada uno de los núcleos, constituyendo el par de enlace. La existencia de este par común es lo que determina que los núcleos estén ligados entre sí con las limitaciones que, en cuanto a proximidad, imponen las fuerzas de repulsión nuclear. La primitiva idea de comparación de electrones de Lewis sigue, de algún modo, presente en la teoría del enlace de valencia, aunque se abandona la regla del octete y se sustituye por la condición de que dos electrones desapareados puedan ocupar un mismo orbital. El número de enlaces covalentes posible depende, entonces, del número de electrones desapareados presentes en el átomo correspondiente o en algún estado excitado previo a la formación de la molécula. Explica propiedades estructurales y magnéticas aunque no explica la gran cantidad de colores en estos compuestos. En esta teoría se supone que los enlaces entre los ligandos y el metal son de tipo covalente. Los metales de transición ubican electrones en orbitales d y para la formación del complejo se postula que el átomo donador aporta electrones a los orbitales d metálicos con hibridación de tipo d2sp3 o bien sp3d2. Por ejemplo en el ion [Fe (H2O)6]3+, la configuración del hierro es: ↑↓ Fe[Ar]: ↑ ↑ ↑ ↑ ↑↓ 4s2 3d6 El ion Fe3+ se forma perdiendo los electrones 4s y un electrón de 3d. ↑ Fe3+[Ar]: ↑ ↑ ↑ 3d5 ↑ ___ 4s _________ 4p _______________ 4d Para explicar el hecho experimental en nuestro ejemplo de complejo, se supone que cada orbital 3d tiene un electrón desapareado y los orbitales vacíos 4s, 4p y 4d x2-y2 y 4dz2 se hibridan para ubicar electrones del complejo. Cada ligando de H2O dona dos electrones y ocupa los seis orbitales híbridos formando seis enlaces covalentes coordinados. Los electrones se simbolizan con x para diferenciarlos. Fe3+[Ar]: ↑ ↑ ↑ 3d5 ↑ ↑ xx 4s xx xx xx xx xx sp3d2 Aquí se emplean los orbitales 4d (más externos) por lo que el complejo resultante se llama complejo de orbital externo. El ion hexacianoferrato (III), [Fe(CN)6]3- , tiene al Fe3+ como ion d5, pero su momento magnético indica que tiene un electrón desapareado. Por tanto los orbitales 3d x2-y2 y 3dz2 (orbitales internos) participan en la hibridación, con los 4s y 4p, dando un complejo de orbital interno. Fe3+[Ar]: ↑↓ 4.2.3 ↑↓ ↑↓ 3d5 ↑ xx xx xx xx xx xx híbridos d2sp3 Hibridación de los orbitales. La combinación de los orbitale n, l y m nos permite conocer los estados de energía permitidos para los electrones de un átomo, es decir, los orbitales. Como no existe sobre la posición de un electrón en un instante dado, hablaremos siempre de nube electrónica para referirnos a esa zona difusa. No se puede predecir la órbita de un electrón alrededor del núcleo porque no sigue las mismas pautas que la órbita de un planeta alrededor del Sol. La representación gráfica del orbital delimita una zona en la que existe la máxima probabilidad de encontrar al electrón. El concepto de órbita de Bohr no sirve para explicar la complejidad de los desdoblamientos de las líneas espectrales en presencia de un campo magnético. El tercer número cuántico (llamado magnético) nos permite conocer la orientación espacial de los orbitales. (en la siguiente imagen se representa el conjunto de orbitales p) Cuando tratamos de explicar los enlaces y la geometría de muchas moléculas a través de la unión de orbitales puros, nos encontramos con modelos que no están de acuerdo con la realidad. El primer caso que trataremos será el de los compuestos carbono-hidrógeno. En el diagrama electrónico vemos que el carbono (Z=6) puede adquirir la covalencia 4 con un salto de un electrón al subnivel 2pz. Si los enlaces C-H se formasen a partir del orbital 1s del hidrógeno y de los orbitales s y p del carbono, la molécula de metano tendría tres enlaces de igual energía (s-p) y otro de distinta energía (s-s). El comportamiento químico del CH4 nos permite asegurar que todos los enlaces C-H son idénticos. Por tanto, el carbono ha de disponer de orbitales de igual energía. (este diagrama está simplificado y es puramente orientativo) Mediante un procedimiento de HIBRIDACIÓN, un grupo de orbitales de valencia de diferentes energías dan lugar a otro número igual de orbitales, de características híbridas, y de la misma energía. En general, a partir de orbitales puros heterogéneos (s, p, d...) se pueden obtener orbitales híbridos homogéneos (p.ej: sp3d, etc). En el caso que nos ocupa, hemos obtenido 4 orbitales homogéneos llamados sp3 debido a la proporción existente entre los puros (un 25% de características s y un 75% de p). Se han formado cuatro enlaces sigma s-sp3 (existe otro tipo de enlaces llamados pi cuando no hay contacto directo entre los orbitales, como ocurre en las moléculas de eteno y etino). Como otras moléculas de la misma hibridación, el metano tiene estructura tetraédrica, con los hidrógenos en los vértices y el carbono "flotando" en el centro geométrico del tetraedro. 4.2.3.1 Teoría de la hibridación. Formación, representación y características de los orbitales híbridos: sp3,sp2,sp,d2sp3,dsp2,sd3,dsp3 4.3 Enlace iónico. Enlace iónico Trataremos de encontrar un modelo que explique las siguientes propiedades observables, encontradas en un gran número de sustancias: - Sólidos cristalinos de alto punto de fusión, pero quebradizos. - No conducen la corriente en estado sólido, pero sí fundidos - Pueden ser solubles en agua o no; si sí se disuelven, sus disoluciones conducen la corriente. Podemos suponer a estos materiales compuestos por partículas cargadas, unas negativas y otras positivas. Como tanto las atracciones entre cargas opuestas como las repulsiones entre cargas iguales son muy fuertes, este conjunto de cargas se acomoda en el espacio de modo que las atracciones se maximicen mientras que las repulsiones de minimicen. Esto da lugar a estructuras muy ordenadas, que generan en las superficies caras planas, con ángulos y aristas bien definidas. (estructura cristalina). El caso más simple es el del NaCl en el que cada ion Na+ se encuentra en el centro de un octaedro, de seis Cl- colocados en los vértices. A su vez, cada Cl- también está rodeado de seis Na+ colocados a su alrededor en un arreglo octaédrico. (Fig. 1). Esta propuesta también puede explicar, además de los elevados puntos de fusión, la propensión a quebrarse, ya que al aplicar un poco de presión, si se desplaza una capa de iones tan sólo una posición, los iones de carga igual quedan en contacto, y la intensa repulsión entre ellos provoca la ruptura. En estado sólido no existe conductividad eléctrica, ya que las cargas se encuentran totalmente fijas en la red cristalina, mientras que si ésta se rompe, ya sea mediante la fusión o la disolución, los iones adquieren movilidad y pueden transportar la carga de una terminal eléctrica a la otra. Ejemplos: Los más simples son los compuestos binarios (de dos elementos) de un metal (que tienen facilidad a perder electrones, formando cationes ) y un no metal, (que tienen facilidad a ganar electrones, formando aniones), como los halogenuros, óxidos y sulfuros de cualquier catión metálico. Los metales, tienden a perder un número de electrones tal que el catión que se forme tenga en su última capa ocho electrones, igual que los gases nobles. Este comportamiento está asociado con una baja electronegatividad, propiedad que discutiremos más adelante. Así, los metales alcalinos –el grupo 1- que tienen sólo un electrón de valencia, formarán cationes monovalentes, Li+, Na+, K+, etc. Los metales alcalino-térreos –el grupo 2- que tienen dos electrones de valencia, formarán cationes divalentes, Mg2+, Ca2+, Ba2+, etc. Los no-metales, por su parte, tenderán a ganar los electrones necesarios para tener también ocho electrones en su última capa, como los gases nobles. Este comportamiento está asociado con una alta electronegatividad de los no-metales. Así los halógenos,- grupo 17- que tienen siete electrones en su capa de valencia, ganarán fácilmente un electrón para formar aniones monocargados, F-, Cl-, Br-, I-. Por su parte los elementos del grupo 16, también llamados calcógenos, forman aniones dicargados, como el O 2-, S2-, Se2-, Te2-. Esta tendencia a tener OCHO electrones en la capa de valencia, fue reconocida desde principios del siglo 20 por Gilbert N. Lewis, quien la describió como la Regla del Octeto, uno de los primeros esfuerzos por sistematizar y racionalizar el comportamiento químico de los elementos. Lewis introdujo también una manera gráfica de representar a los átomos al formar compuestos, rodeados por puntos, que representan a sus electrones de valencia. Así, la formación del cloruro de sodio a partir de átomos de sodio y átomos de cloro, se representa de la siguiente manera: De manera semejante, el fluoruro de magnesio CUIDADO: Estas representaciones muestran como se distribuyen los electrones en una fórmula mínima de NaCl o MgF2, pero hay que recordar que estas sustancias no están compuestas de moléculas discretas, sino que forman redes con enlaces multidireccionales. Enlace Iónico Cuando un metal reacciona con un no metal para adquirir la configuración electrónica del gas noble inmediato, se transfieren electrones de los átomos del metal a los del no metal y se forma un compuesto iónico o electrovalente. los átomos de los no metales se convierten en iones positivos o cationes por la perdida de electrones y los átomos de los no metales, al ganar electrones, forman iones negativos o aniones. Los iones formados se atraen entre sí y forman un cristal. Enlace iónico es la unión de un metal con un no metal por transferencia de electrones; es decir, es la unión debida a la perdida de electrones del metal y a la ganancia de electrones del no metal, formándose iones con carga opuesta. Enlace iónico es la fuerza de atracción electrostática entre iones de carga opuesta formados por transferencia de electrones. Consideremos la reacción entre un átomo de sodio (metal) que está en el grupo I-A con un átomo de cloro (no metal) que pertenece a la familia VII A. El sodio reacciona con el cloro para formar cloruro de sodio. 2Na + Cl2 2NaCl De acuerdo con la regla del octeto, estos átomos al combinarse deben adquirir la configuración del gas noble inmediato. En este caso cuando el sodio se combina, adquiere por pérdida de un electrón la configuración del neón, que es 1s2 2s2 2p6; deja así ocho electrones en su último nivel energético y forma una especie química con carga 1+. Na 1s2 2s2 2p6 3s1 Na+ 11 protones 11 1 electrón de electrones valencia 1s2 2s2 2p6 11protones 10electrones Nivel externo con 8 electrones Ion Na+ A su vez, el cloro al combinarse con el sodio tiende a ganar un electrón formando un ion negativo y adquiriendo la configuración del argón, 1s2 2s2 2p6 3s2 3p6, que es el gas noble inmediato. Cl 1s2 2s2 2p6 3s23p5 17 protones 7 electrones de 17 valencia electrones Cl 1s2 2s2 2p63s23p6 17 protones electrones 18 Nivel externo con 8 electrones Ion La reacción entre estos dos elementos implica la transferencia de un electrón del átomo de sodio (metal) el átomo de cloro (no metal) para formar iones sodio Na+ y iones cloruro Cl-, que tiene carga opuesta y se atraen mutuamente formándose un enlace iónico. En la reacción, el número total de electrones perdidos por los átomos de sodio involucrados, debe ser igual al número total de electrones ganados por los átomos de cloro y, por consiguiente, el número de iones de sodio obtenidos es igual al de iones cloruro producidos y la fórmula NaCl da la proporción más sencilla de iones presentes en el compuesto. Estos iones se atraen mutuamente y forman un cristal. Los iones se enlazan como conjuntos y se arreglan en el estado sólido siguiendo un patró_n tridimensional que forma una red cristalina en donde los iones positivos y negativos ocupan posiciones específicas de acuerdo con su tamaño y su carga. En el caso de la red cristalina de cloruro de sodio, ningún ion puede considerarse como perteneciente exclusivamente al otro. Por lo contrario, cada ion sodio se encuentra rodeado y equidistante de seis iones cloruro y a su vez cada ion cloruro está rodeado y equidistante de seis iones sodio. Debido a la disposición de los iones en el cristal, la repulsión de iones de la misma carga es superada por la atracción de los iones de la carga contraria que mantienen al cristal junto. Es por esto que no es posible referirnos a ninguna molécula en particular en el estado sólido. La totalidad del cristal constituye una macromolécula. La fórmula NaCl para el cloruro de sodio representa en realidad una fórmula empírica, pues sólo nos indica una simple relación de iones Na+ a iones Cl -. En las reacciones iónicas, debido a la pérdida o ganancia de electrones, los elementos de los grupos A formar iones isoelectrónicos (la misma configuración electrónica) con un gas noble. Por lo general, estos iones tienen ocho electrones en el nivel externo, excepto aquellos que adquieren la del helio, que es 1s2. El berilio (grupo II A) y el flúor (grupo VII A) reaccionan entre sí para formar fluoruro de berilio (BeF2) de manera análoga al sodio y al cloro, pero con la diferencia electrónica del 4Be : 1s2 2s2. El berilio posee dos electrones de valencia. Configuración electrónica del 9F : 1s2 2s2 2p5. El flúor tiene siete electrones de valencia. Debido a que el número de electrones perdidos por los átomos metálicos debe ser igual al número de los ganados por los no metálicos, por cada átomo de berilio se necesitarán dos de flúor para formar el compuesto iónico BeF2. El cloro y el flúor que pertenecen al mismo grupo (VII A) tienen un comportamiento semejante al unirse a los metales, ambos ganan un electrón formando iones 1-; esto nos indica que todos los elementos de una fammilia en igualdad de condiciones actuarán en forma similar. En general, el enlace iónico se forma entre metales de baja electronegatividad, que tiende a ceder electrones, y no metales de alta electronegatividad, que tienden a aceptarlos. Elemento Electronegatividad Diferencia de Enlace iónico electronegatividad Na 0.9 3.0 - 0.9 = 2.1 Na+ Cl Cl 3.0 Be 1.5 4.0 - 1.5 = 2.5 Be2+ F2- F 4.0 4.3.1 Requisitos para la formación de un enlace iónico. Cuando se combinan átomos de elementos metálicos (de bajo potencial de ionización, por lo que es fácil arrancarles electrones) con átomos de elementos no metálicos (de alta afinidad electrónica, por lo que ganan electrones con facilidad) el camino que suelen seguir estos átomos para completar su última capa es que el átomo del metal pierde electrones y el del no metal los gane. Esto es lo que ocurre cuando se combinan el sodio y el cloro. El sodio tiene un único electrón en su capa más externa, y lo pierde con facilidad. De este modo su capa más externa pasa a ser una capa completa. Por su parte, el cloro tiene siete electrones en su capa más externa y facilidad para ganar otro electrón. De esta forma completa su última capa de electrones. El electrón de la capa más externa del sodio es transferido a la capa más externa del sodio, quedando ambos con su capa más externa completa. En este momento el sodio tiene 11 protones en su núcleo y 10 electrones en su corteza, por lo que tiene una carga de +1, y lo representamos como Na+. El cloro tiene ahora 17 protones en su núcleo y 18 electrones en su corteza, por lo que tiene una carga de -1, y lo representamos como Cl-. 4.3.2 Propiedades de los compuestos iónicos. Las grandes energias reticulares de los compouesto ionicos son el resulatado de la existencia de intensas fuerzas electrostáticas entre los iones componentes de la red cristalina. Dichas fuerzas deben ser superadas tanto para fundir el solido cristalino como para vaporizarlo. Estas potentes duerzas interionicas son las responsables de los elevados valores de sus calores de fusion y vaporizacion, asi como de sus altos puntos de fusion y ebullición. Y lo son tambien de otras propiedades fisicas: elevada densidad, rigidez, relativa incomprensibilidad y fragilidad. Experiemntalemente se comprueba que los compuestos ionicos son, en general, insolubles en compuestos apolares como el tetracloruro de carbono o el tolueno, variablemente solubles en disolventes polares y hata muy solubles en disolventes fuertemente polares como el agua. Los compuestos ionicos no conducen la electricidad en estados solido, pero son conductores a temperaturas ligeramente inferiores a su punto de fusion o en estado liquido. Esto debido a que se puede producir la migración de los distintos iones a sus respectivos electrodos. Como es logico, tambien resultan conductoras las disoluciones de estos compuestos, pero en este caso es posible la movilidad de los iones en presencia de un campo electrico. 4.3.3 Formación de iones. 4.3.4 Redes cristalinas. 4.3.4.1 Estructura. LA ESTRUCTURA CRISTALINA Un sólido cristalino, o cristal, es una ordenación periódica de estructuras idénticas. La estructura idéntica que se repite, recibe el nombre de base cristalina. La estructura sobre la que se repite, el de red cristalina, (Fig.1.1). Figura 1.1.- Cristal, celdilla primitiva y celdilla de Wigner- Seitz en dos dimensiones Tres vectores, , a b y c r r r definen una red cristalina a través de tres enteros n1, n2 y n3, de modo que si 0 r r es el vector de posición de un punto de la red, el expresado por: 0 r = r +Tr r r (1.1) también lo es. El vector 1 2 3 T = na + n b + n c r r r r (1.2) define el grupo de traslaciones del cristal. En toda red cristalina se pueden encontrar (y no de forma única) tres vectores de forma que dos puntos reticulares cualesquiera están siempre relacionados por una expresión del tipo (1.1) con n1, n2 y n3 enteros. Los vectores y a, b c r r rque cumplen también esto, definen una celdilla que también por traslación genera el cristal. Se la llama celdilla primitiva porque es la de volumen mínimo que por traslación reproduce el cristal. Si hubiera otra de menor volumen y tomando n1, n2 y n3 enteros, no encontraríamos necesariamente un punto reticular (Fig. 1.1). Es fácil comprender que a cada celdilla primitiva le corresponde un solo punto reticular (con su correspondiente base cristalina). La celdilla primitiva no es única. Una forma de concretar la celdilla primitiva es bisecar por planos los segmentos que unen un punto reticular a sus próximos vecinos. En este caso recibe el nombre de celdilla elemental de Wigner-Seitz (Fig. 1.1) y cumple con los postulados anteriores. En particular, es evidente que sólo contiene un punto reticular. Las redes cristalinas se llaman también redes de Bravais y hay 14 diferentes agrupadas en 7 sistemas cris talinos (Fig. 1.2). 4.3.4.2 Energía. Energía reticular, energía desprendida cuando se forma un mol de un compuesto iónico a partir de los correspondientes iones en estado gaseoso. La energia reticular, Er, es la energía que se desprende en la reacción: X-(g) + M+(g) ? MX(s) - Er Todos aquellos elementos en los que la energía reticular compense la energía necesaria para su ionización tendrán tendencia a formar un enlace iónico, y esto ocurre cuando se combinan elementos de alta electronegatividad (no metales) con elementos poco electronegativos (metales). Evidentemente, para romper un mol de compuesto iónico en sus iones correspondientes y llevar estos iones al estado gaseoso se necesita aportar una cantidad de energía igual a la energía reticular. La energía reticular se puede calcular de forma teórica utilizando una expresión matemática conocida como expresión de Born, y de forma experimental aplicando la ley de Hess. Este último procedimiento, conocido como ciclo de Born-Haber, implica la determinación experimental de la entalpía de formación del compuesto iónico, las energías de sublimación y de ionización del metal, la energía de disociación y la afinidad electrónica del no metal, energías todas ellas más fáciles de calcular experimentalmente que la energía reticular. 4.3.4.3 4.4 Radios iónicos. Enlace metálico. Enlace metálico Antes de proponer un modelo de enlace en los metales, conviene tener en mente las propiedades observables de éstos que deseamos ser capaces de explicar. Los metales presentan, además de conductividad eléctrica, conductividad térmica. Esta última se manifiesta mediante la sensación fría que nos dejan al tocarlos, signo de que el calor sale de nosotros, fluyendo desde nuestras manos hacia ellos. Otra propiedad importante es la maleabilidad, que es la facilidad con la que se pueden moldear y laminar, ya que a diferencia de otros materiales, no son quebradizos. El modelo más simple que explica estas propiedades es el del “mar de electrones”. En este modelo se supone al material metálico compuesto por una red tridimensional de cationes, dentro de un mar formado por los electrones de valencia. Estos electrones se mantienen unidos a la red de cationes mediante atracciones electrostáticas, pero están distribuidos uniformemente en toda la estructura, de modo que ningún electrón está asignado a algún catión específico. Esta movilidad de los electrones explica la conductividad eléctrica al aplicar una diferencia de potencial ya que éstos fluyen, de la terminal negativa hacia la positiva. La conductividad térmica, también puede explicarse gracias a esa alta movilidad de los electrones, que transfieren fácilmente energía cinética por todo el sólido. La capacidad de deformación se explica ya que los átomos metálicos pueden moverse sin que se rompan enlaces específicos, ni que se creen repulsiones entre átomos vecinos, ya que éstos al desplazarse, ocupan posiciones equivalentes en la red. En la Figura 4 se muestra la red cristalina del hierro. ¿Otros ejemplos?: la mayoría de los elementos de la tabla periódica. Haz una lista de ellos. Figura 4.- Red cristalina del Fe. Enlace Metálico Las propiedades físicas y químicas de los metales no pueden explicarse por medio de la formación de enlaces iónico o covalente. Una de las propiedades de los metales es la capacidad para conducir con facilidad la corriente eléctrica. Esta facilidad de conducción nos indica que en los metales existe una fuente accesible de electrones, por lo que los electrones de valencia deberán estar en libertad, circulando por ciertos niveles de energía del conjunto de átomos que forma el trozo metálico. Actualmente se considera que un metal está formado por una red rígida de iones positivos sumergidos en una nube o en una atmósfera de electrones libres. El enlace metálico permite explicar la tenacidad, la alta densidad, la maleabilidad y la ductibilidad de los metales. Aunque los iones positivos ocupan una posición estacionaria relativa en la nube de electrones, pueden deslizarse uno sobre otro fácilmente, por lo que no sufren fracturas al martillarse para hacerse láminas muy delgada (maleabilidad) o al estirarse en hilos o alambres muy delgados (ductibilidad). La alta conductibilidad eléctrica de los metales se debe al enlace metálico. El hecho de que los electrones circulen por el metal con una velocidad muy grande nos indica que algunos de los electrones de los átomos metálicos se encuentren El rápido fluir del calor en los metales indica que los electrones con más energía de la zona caliente se muenven rápidamente y se mezclan con los electrones menos energéticos de la zona fría. El movimiento de los electrones de valencia en los metales y su intercambio de energía cinética es análogo al movimiento de las moléculas de un gas. En conclusión, un metal es una substancia que consta de iones cargados positivamente, fijos en la red metálica, con electrones que se mueven libremente a través del sólido. Los electrones libres actúan como una fuerza de cohesión, sin la cual los iones positivos se repelerían entre sí. Por esta razón se dice que los electrones móviles son el enlace metálico. El enlace metálico es fuerte. La mayoria de los metales tienen puntos de fusión elevados, altas densidades y estructuras en las cuales los iones positivos están empacados de manera compacta. A diferencia de los cristales iónicos, las posiciones de los iones positivos pueden alterarse sin destruir el cristal, porque al moverse libremente los electrones generan una nube uniforme de carga negativa. 4.4.1 Clasificación de los sólidos en base a su conductividad eléctrica; aislante, semiconductor, conductor. Muchas de las propiedades eléctricas de los sólidos se interpretan en términos de energía, de la misma manera que ocurre en los átomos individuales. Tanto en los cuerpos sólidos como en los átomos que los componen, el electrón desempeña un papel de gran importancia, sólo que, mientras que en los átomos las energías de los electrones están confinadas en niveles discretos, en los sólidos se extienden en bandas de energía. Estas bandas proporcionan el marco conceptual necesario para la discusión de la conducción. En sus primeros esfuerzos para explicar la estructura electrónica de los metales, los científicos desarrollaron teorías acerca de las propiedades de la buena conductividad térmica y eléctrica para apoyar a su vez, a la teoría de que los metales se componen de átomos ionizados, cuyos electrones libres forman un “mar” homogéneo de carga negativa. La atracción electrostática entre los iones positivos del metal y los electrones libres, se consideró la responsable del enlace entre los átomos del metal. Así, se pensaba que el libre movimiento de los electrones era la causa de su alta conductividad eléctrica y térmica. La principal objeción a esta teoría es que en tal caso los metales debían tener un calor específico superior al que realmente tienen. En 1928, el físico alemán Arnold Sommerfield sugirió que los electrones en los metales se encuentran en una disposición cuántica en la que los niveles de baja energía disponibles para los electrones se hallan casi completamente ocupados. En el mismo año, el físico suizo estadounidense Felix Bloch, y más tarde el físico francés Louis Brillouin, aplicaron esta idea en la hoy aceptada “teoría de la bandas” para los enlaces en los sólidos metálicos. De acuerdo con esta teoría, todo átomo de metal tiene un número limitado de electrones de valencia con los cuales unirse a los átomos vecinos. Por ello se requiere un amplio reparto de electrones entre los átomos individuales. El reparto de electrones se consigue por la superposición de orbitales atómicos de energía equivalente con los átomos adyacentes. Esta superposición va recorriendo toda la muestra del metal, formando amplios orbitales que se extienden por todo el sólido, en vez de pertenecer a átomos concretos. Cada uno de estos orbitales tiene un nivel de energía distinto debido a que los orbitales atómicos de los que proceden, tenían a su vez diferentes niveles de energía. En esta teoría se dice que los grupos de electrones residen en bandas, constituidas por conjuntos de orbitales (Figura 9.1). Esto significa que los niveles de energía originales para los electrones se modifican de alguna manera. Los orbitales, cuyo número es el mismo que el de los orbitales atómicos, tienen dos electrones cada uno y se van llenando en orden de menor a mayor energía hasta agotar el número de electrones disponibles. Cuando dos átomos se colocan los suficientemente próximos para interaccionar dinámicamente, ación de los diversos niveles de energía en fuerzas el átomo,de deun acuerdo la teoría sobre de bandas. esto es, para que las átomoa influyan el otro, sus niveles de energía se separan (se escinden). La naturaleza de esta separación y la forma en que dependen de su distancia de acercamiento varían de elemento a elemento. En algunos casos los niveles que se han separado pueden entrecruzarse para ciertas distancias interatómicas y separarse de nuevo para otras distancias. Cuando se colocan próximos más de dos átomos idénticos, el proceso de separación de los niveles de energía continúa hasta dar una multitud de niveles, muy próximos entre sí, que forman bandas de energía con las que los electrones atómicos pueden moverse. La situación resultante se puede representar como en la figura 9.1. En lo que se refiere a los niveles de los electrones internos en los átomos con muchos electrones, dichos niveles no se separan en bandas, debido al efecto de pantalla de los electrones de las capas externas, lo que impide que los electrones internos interacciones con los átomos vecinos. Cada banda tiene un rango de valores de energía, valores que deben poseer los electrones para poder ser parte de esa banda. En algunos metales se dan interrupciones de energía entre las bandas, pues los electrones no poseen ciertas valores de energías. La banda con mayor energía en un metal, llamada banda de conducción, no está llena de electrones, dado que una característica de los metales es que no poseen suficientes electrones para llenarla. La banda que le sigue, denominada banda de valencia, posee a todos los electrones del último nivel energético del átomo, los que participan en los enlaces para la formación de moléculas. Cuando un electrón ubicado en la banda de valencia adquiere energía, por alguna causa, éste pasa a la banda superior, que es la de conducción. La elevada conductividad eléctrica y térmica de los metales se explica así por el paso de electrones a estas bandas con déficit de electrones, provocado por la absorción de energía térmica. Una vez ubicado el electrón en la banda de conducción tiene capacidad para transportar energía hacia otros sitios fuera de su átomo padre; aunque en este intento vuelve a perder la energía ganada y “cae” nuevamente a la banda de energía inferior, la de valencia. Entre la banda de valencia y la de conducción existe una banda vacía denominado banda prohibida, en la cual no existen electrones. Esta banda prohibida representa una barrera para que los electrones en la banda de valencia no pasen a la banda de conducción, salvo que adquieran la energía suficiente para superar esa barrera. Para cuantificar la energía asociada a los electrones, el joule resulta ser una unidad demasiado grande, por lo que se usa una unidad mas apropiada denominada electrón-volt, cuya equivalencia con el joule tiene la siguiente explicación: Un electrón de carga Q (1.6 x 10–19 C) realiza un trabajo W (joules) cuando se desplaza ante una diferencia de potencial V de un volt, lo cual está dada por la ecuación 9.1. W = QV = (1.6 x 10–19 C) (1 Volt) Entonces (Ecuación 9.1) 1 eV = 1.6 x 10–19 Joules A partir de la teoría de bandas de energía es que se ha encontrado la explicación del comportamiento diferente de los materiales ante una corriente eléctrica. De ahí que se hace una clasificación de ellos, distinguiendo tres grandes grupos: conductores, aisladores y semiconductores. Conductor eléctrico: Se llama así a cualquier material que ofrezca poca resistencia al flujo de electricidad. Un conductor es un cuerpo de material con baja resistividad (ver sección 5.1). En los conductores sólidos la corriente eléctrica es transportada por el movimiento de los electrones; y en disoluciones y gases, es a través de iones. Ciertos metales, como el cobre, la plata y el aluminio son excelentes conductores. No existe banda prohibida en estos materiales (figura 9.2). Son sustancias que poseen muchos electrones libres. El movimiento errático de dichos electrones puede encauzarse en una dirección aplicando una fuerza y conseguir un flujo electrónico. AISLANTES ELÉCTRICOS El aislante perfecto para las aplicaciones eléctricas sería un material absolutamente no conductor, pero ese material no existe. Los materiales empleados como aislantes siempre conducen algo la electricidad, pero presentan una resistencia al paso de corriente eléctrica hasta 2,5 × 1024 veces mayor que la de los buenos conductores eléctricos como la plata o el cobre. Estos materiales conductores tienen un gran número de electrones libres (electrones no estrechamente ligados a los núcleos) que pueden transportar la corriente; los buenos aislantes apenas poseen estos electrones. Algunos materiales, como el silicio o el germanio, que tienen un número limitado de electrones libres, se comportan como semiconductores, y son la materia básica de los transistores. En los circuitos eléctricos normales suelen usarse plásticos como revestimiento aislante para los cables. Los cables muy finos, como los empleados en las bobinas (por ejemplo, en un transformador), pueden aislarse con una capa delgada de barniz. El aislamiento interno de los equipos eléctricos puede efectuarse con mica o mediante fibras de vidrio con un aglutinador plástico. En los equipos electrónicos y transformadores se emplea en ocasiones un papel especial para aplicaciones eléctricas. Las líneas de alta tensión se aíslan con vidrio, porcelana u otro material cerámico. La elección del material aislante suele venir determinada por la aplicación. El polietileno y poliestireno se emplean en instalaciones de alta frecuencia, y el mylar se emplea en condensadores eléctricos. También hay que seleccionar los aislantes según la temperatura máxima que deban resistir. El teflón se emplea para temperaturas altas, entre 175 y 230 ºC. Las condiciones mecánicas o químicas adversas pueden exigir otros materiales. El nylon tiene una excelente resistencia a la abrasión, y el neopreno, la goma de silicona, los poliésteres de epoxy y los poliuretanos pueden proteger contra los productos químicos y la humedad. AISLANTES TÉRMICOS Los materiales de aislamiento térmico se emplean para reducir el flujo de calor entre zonas calientes y frías. Por ejemplo, el revestimiento que se coloca frecuentemente alrededor de las tuberías de vapor o de agua caliente reduce las pérdidas de calor, y el aislamiento de las paredes de una nevera o refrigerador reduce el flujo de calor hacia el aparato y permite que se mantenga frío. El aislamiento térmico puede cumplir una o más de estas tres funciones: reducir la conducción térmica en el material, que corresponde a la transferencia de calor mediante electrones; reducir las corrientes de convección térmica que pueden establecerse en espacios llenos de aire o de líquido, y reducir la transferencia de calor por radiación, que corresponde al transporte de energía térmica por ondas electromagnéticas. La conducción y la convección no tienen lugar en el vacío, donde el único método de transferir calor es la radiación. Si se emplean superficies de alta reflectividad, también se puede reducir la radiación. Por ejemplo, puede emplearse papel de aluminio en las paredes de los edificios. Igualmente, el uso de metal reflectante en los tejados reduce el calentamiento por el sol. Los termos o frascos Dewar (véase Criogenia) impiden el paso de calor al tener dos paredes separadas por un vacío y recubiertas por una capa reflectante de plata o aluminio. Veáse también Transferencia de calor. El aire presenta unas 15.000 veces más resistencia al flujo de calor que un buen conductor térmico como la plata, y unas 30 veces más que el vidrio. Por eso, los materiales aislantes típicos suelen fabricarse con materiales no metálicos y están llenos de pequeños espacios de aire. Algunos de estos materiales son el carbonato de magnesio, el corcho, el fieltro, la guata, la fibra mineral o de vidrio y la arena de diatomeas. El amianto se empleó mucho como aislante en el pasado, pero se ha comprobado que es peligroso para la salud y ha sido prohibido en los edificios de nueva construcción de muchos países. En los materiales de construcción, los espacios de aire proporcionan un aislamiento adicional; así ocurre en los ladrillos de vidrio huecos, las ventanas con doble vidrio (formadas por dos o tres paneles de vidrio con una pequeña cámara de aire entre los mismos) y las tejas de hormigón (concreto) parcialmente huecas. Las propiedades aislantes empeoran si el espacio de aire es suficientemente grande para permitir la convección térmica, o si penetra humedad en ellas, ya que las partículas de agua actúan como conductores. Por ejemplo, la propiedad aislante de la ropa seca es el resultado del aire atrapado entre las fibras; esta capacidad aislante puede reducirse significativamente con la humedad. Los costes de calefacción y aire acondicionado en las viviendas pueden reducirse con un buen aislamiento del edificio. En los climas fríos se recomiendan unos 8 cm de aislamiento en las paredes y entre 15 y 20 cm de aislamiento en el techo. Recientemente se han desarrollado los llamados superaislantes, sobre todo para su empleo en el espacio, donde se necesita protección frente a unas temperaturas externas cercanas al cero absoluto. Los tejidos superaislantes están formados por capas múltiples de mylar aluminizado, cada una de unos 0,005 cm de espesor, separadas por pequeños espaciadores, de forma que haya entre 20 y 40 capas por centímetro. SEMICONDUCTOR Semiconductor, material sólido o líquido capaz de conducir la electricidad mejor que un aislante, pero peor que un metal. La conductividad eléctrica, que es la capacidad de conducir la corriente eléctrica cuando se aplica una diferencia de potencial, es una de las propiedades físicas más importantes. Ciertos metales, como el cobre, la plata y el aluminio son excelentes conductores. Por otro lado, ciertos aislantes como el diamante o el vidrio son muy malos conductores. A temperaturas muy bajas, los semiconductores puros se comportan como aislantes. Sometidos a altas temperaturas, mezclados con impurezas o en presencia de luz, la conductividad de los semiconductores puede aumentar de forma espectacular y llegar a alcanzar niveles cercanos a los de los metales. Las propiedades de los semiconductores se estudian en la física del estado sólido. ELECTRONES DE CONDUCCIÓN Y HUECOS Entre los semiconductores comunes se encuentran elementos químicos y compuestos, como el silicio, el germanio, el selenio, el arseniuro de galio, el seleniuro de cinc y el telururo de plomo. El incremento de la conductividad provocado por los cambios de temperatura, la luz o las impurezas se debe al aumento del número de electrones conductores que transportan la corriente eléctrica. En un semiconductor característico o puro como el silicio, los electrones de valencia (o electrones exteriores) de un átomo están emparejados y son compartidos por otros átomos para formar un enlace covalente que mantiene al cristal unido. Estos electrones de valencia no están libres para transportar corriente eléctrica. Para producir electrones de conducción, se utiliza la luz o la temperatura, que excita los electrones de valencia y provoca su liberación de los enlaces, de manera que pueden transmitir la corriente. Las deficiencias o huecos que quedan contribuyen al flujo de la electricidad (se dice que estos huecos transportan carga positiva). Éste es el origen físico del incremento de la conductividad eléctrica de los semiconductores a causa de la temperatura. DOPAR Otro método para obtener electrones para el transporte de electricidad consiste en añadir impurezas al semiconductor o doparlo. La diferencia del número de electrones de valencia entre el material dopante (tanto si acepta como si confiere electrones) y el material receptor hace que crezca el número de electrones de conducción negativos (tipo n) o positivos (tipo p). Este concepto se ilustra en el diagrama que se muestra a continuación, que representa un cristal de silicio dopado. Cada átomo de silicio tiene cuatro electrones de valencia (representados mediante puntos). Se requieren dos para formar el enlace covalente. En el silicio tipo n, un átomo como el del fósforo (P), con cinco electrones de valencia, reemplaza al silicio y proporciona electrones adicionales. En el silicio tipo p, los átomos de tres electrones de valencia como el aluminio (Al) provocan una deficiencia de electrones o huecos que se comportan como electrones positivos. Los electrones o los huecos pueden conducir la electricidad. Cuando ciertas capas de semiconductores tipo p y tipo n son adyacentes, forman un diodo de semiconductor, y la región de contacto se llama unión pn. Un diodo es un dispositivo de dos terminales que tiene una gran resistencia al paso de la corriente eléctrica en una dirección y una baja resistencia en la otra. Las propiedades de conductividad de la unión pn dependen de la dirección del voltaje, que puede a su vez utilizarse para controlar la naturaleza eléctrica del dispositivo. Algunas series de estas uniones se usan para hacer transistores y otros dispositivos semiconductores como células solares, láseres de unión pn y rectificadores. Véase Electrónica; Energía solar. Los dispositivos semiconductores tienen muchas aplicaciones en la ingeniería eléctrica. Los últimos avances de la ingeniería han producido pequeños chips semiconductores que contienen cientos de miles de transistores. Estos chips han hecho posible un enorme grado de miniaturización en los dispositivos electrónicos. La aplicación más eficiente de este tipo de chips es la fabricación de circuitos de semiconductores de metal-óxido complementario o CMOS, que están formados por parejas de transistores de canal p y n controladas por un solo circuito. Además, se están fabricando dispositivos extremadamente pequeños utilizando la técnica epitaxial de haz molecular. 4.4.2 Teoría para explicar el enlace y propiedades (conductividad) de un arreglo infinito de átomos a un cristal: Teoría de las bandas. 4.5 Fuerzas intermoleculares y propiedades físicas. Fuerzas intermoleculares, fuerzas de atracción y repulsión entre las moléculas. El comportamiento molecular depende en gran medida del equilibrio (o falta de él) de las fuerzas que unen o separan las moléculas, y el estudio de esos fenómenos fue parte importante del desarrollo de la química física en el siglo XX. Las fuerzas de atracción explican la cohesión de las moléculas en los estados líquido y sólido de la materia, y se llaman fuerzas de largo alcance o fuerzas de van der Waals en honor al físico holandés Johannes Diderik van der Waals. Estas fuerzas son las responsables de muchos fenómenos físicos y químicos como la adhesión, el rozamiento, la difusión, la tensión superficial y la viscosidad. El fenómeno de las fuerzas de corto alcance o repulsivas es más complejo, y aún no se conoce por completo, pero se observa normalmente entre moléculas que no interaccionan químicamente. Estas fuerzas empiezan a ser importantes cuando las nubes electrónicas se sobreponen (solapan), y la energía correspondiente se denomina energía de intercambio o de superposición. La energía de intercambio repulsiva es la responsable de la rigidez mecánica o impenetrabilidad de las moléculas y de los límites de compresibilidad de la materia. Las fuerzas de intercambio pueden ser también de atracción, como las de los átomos que reaccionan químicamente entre sí. Estas fuerzas de atracción se llaman fuerzas de valencia y desempeñan un papel muy importante en el campo de la química. Las fuerzas intermoleculares. La fuerza molecular, consiste en la atracción o la repulsión, de naturaleza eléctrica, de moléculas entre sí. Son las que determinan las distancias de las moléculas entre ellas, y son las causantes de choques entre las moléculas y de los movimientos dentro de un material. Fuerzas Intermoleculares En una molécula, los átomos se mantienen unidos por medio de enlace covalentes; la estructura y la forma molecular están determinados por las propiedades de los átomos constituyentes y los enlaces químicos entre ellos. El hecho de que substancias formadas por moléculas independientes se encuentren en estado líquido y sólido, señala que deben de existir fuerzas de atracción entre las moléculas. Ahora bien, la mayoría de las reacciones químicas involucran interacciones moleculares, por lo que es importante considerar este tipo de fuerzas intermoleculares, cuya magnitud se refleja en propiedades como el calor de fusión, de vaporización, solubilidad, etc. Entre las fuerzas intermoleculares se tiene: las dipolo-dipolo, enlace de hidrógeno, etcétera. 4.5.1 Tipo de fuerzas. 4.5.1.1 Van der Waals. Fuerza de van der Waals, fuerza intermolecular atractiva, pero poco intensa, que se ejerce a distancia entre moléculas. Son fuerzas de origen eléctrico que pueden tener lugar entre dipolos instantáneos o inducidos y entre dipolos permanentes. Las fuerzas entre dipolos instantáneos o inducidos se producen entre moléculas no polares como es el caso del oxígeno, el nitrógeno o el cloro, y también entre átomos como el helio o el neón, y reciben el nombre de fuerzas de dispersión. Este tipo de fuerzas es el responsable de que estas sustancias puedan ser licuadas e incluso solidificadas. Las nubes electrónicas de las moléculas o de los átomos sufren vibraciones y producen dipolos con una orientación determinada, pero de vida muy breve ya que un instante después el dipolo tiene la orientación contraria. Estos dipolos inducen otra deformación en las moléculas contiguas y originan fuerzas de atracción entre ellas. Las fuerzas entre dipolos permanentes se producen cuando las moléculas son polares, como el dióxido de azufre (SO2) o el monóxido de carbono (CO), y existe atracción entre el polo de una molécula y el polo opuesto de otra molécula contigua. Estas fuerzas siguen siendo débiles pero son más intensas que las fuerzas de dispersión y, aunque éstas siguen existiendo, predominan las de atracción dipolo-dipolo. Las fuerzas de Van der Waals son aquellas interacciones intermoleculares que tienen como característica ser las más débiles. Otra particularidad es que se llevan a cabo entre moléculas no polares, pero debido al movimiento continuo de los electrones se producen ligeras cargas negativas y positivas a lo largo de las moléculas y las atracciones entre los polos opuestos, originándose precisamente las fuerzas de Van der Waals. Estas fuerzas son todas de atracción en la naturaleza y juegan un papel importante en la determinación de las propiedades físicas de las sustancias, tales como puntos de fusión, puntos de ebullición y solubilidades. La distancia entre moléculas (o especies monoatómicas) en un sólido o líquido está determinada por el balance entre fuerzas de Van der Waals de atracción y las fuerzas de repulsión entre los electrones y entre los núcleos. El radio de Van der Waals es la mitad de la distancia entre dos átomos no enlazados equivalentes en su distribución más estable, esto es, cuando las fuerzas netas de atracción están al máximo. La diferencia principal entre el radio atómico y el radio iónico, por un lado, y el radio de Van der Waals, por otro lado, es que este último se aplica a átomos que no están enlazados químicamente entre sí. Por ejemplo dos átomos de helio no se combinan para formar la molécula de He 2, pero los átomos de He sí se atraen mediante las fuerzas de dispersión. Es posible imaginar, en el He líquido, que los átomos se atraen entre sí hasta que las fuerzas netas de atracción están al máximo. Si dos átomos vecinos cualesquiera son obligados acercarse más, las fuerzas de repulsión entre los electrones y entre los núcleos provocarían que el sistema perdiera estabilidad. En las condiciones de máxima atracción, la mitad de la distancia entre dos átomos de He adyacentes en helio líquido es el radio de Van der Waals del átomo de He. La tabla 1 muestra los radios de Van der Waals de algunos átomos escogidos acomodados en orden creciente de número atómico. Atomo Radio de Van der Waals (pm) H C N O F P S 120 165 150 140 135 190 Cl Br I 185 180 195 215 4.5.1.2 Dipolo-dipolo. Las fuerzas dipolo-dipolo existen entre moléculas polares neutras. Las moléculas polares se atraen unas a otras cuando el extremo positivo de una molécula está cerca del extremo negativo de otra, como se ilustra en la figura 3.5.1.2 a) y b). Las fuerzas dipolo-dipolo son efectivas sólo cuando las moléculas polares están muy próximas. Fig. 3.5.1 Atracción dipolo-dipolo en el HCl. En los líquidos, las moléculas dipolares están libres para moverse unas respecto a otras. Algunas veces tendrán una orientación en que se atraen y otras una orientación en que se repelen. Dos moléculas que se atraen pasan más tiempo cerca una de la otra que dos partículas que se repelen entre sí. Así, el efecto general es una atracción neta. Cuando examinemos varios líquidos encontraremos evidencia de que para moléculas de masa y tamaño semejante, las energías de las atracciones intermoleculares aumentan cuando la polaridad aumenta. Podemos apreciar esta tendencia en los líquidos que se enumeran en la tabla 1. Los puntos de ebullición aumentan cuando el momento dipolar aumenta. Tabla 1 Masas moleculares, momentos dipolares, y puntos de ebullición de sustancias orgánicas sencillas. Sustancia Masa molecular Momento (uma) dipolar µ (D) Punto de ebullición (K) Propano, CH3CH2CH3 44 0.1 231 Eter dimetílico CH3OCH3 46 1.3 249 Cloruro de metilo CH3Cl 50 2.0 249 Acetaldehido, CH3CHO 44 2.7 293 Acetonitrilo, CH3CN 41 3.9 355 Las fuerzas dipolo-dipolo existe entre moléculas polares neutras • Son efectivas cuando las moléculas están muy juntas • Son más débiles que las ion-dipolo. 4.5.1.3 Puente de hidrógeno. Este tipo de fuerza es un tipo especial de atracción intermolecular que existe entre el átomo de hidrógeno de un enlace polar (sobre todo un H-O, H-N o H-F) y un par de electrones no compartidos en un átomo electronegativo (O, N, F) de una molécula vecina. Puente de hidrógeno es la unión de dos átomos electronegativos por medio de un hidrógeno que sirve de puente entre ambos, unidos a uno covalentemente y a otro por fuerzas electrostáticas. El enlace de hidrógeno se puede presentar tanto entre moléculas idénticas de un compuesto puro como entre moléculas diferentes, pero se requiere que: a) El átomo que proporciona el par de electrones para el enlace sea relativamente pequeño y muy electronegativo. b) La molécula que suministra el hidrógeno para formar el enlace sea muy polar. La atracción molecular por puente de hidrógeno se puede presentar entre las mismas o diferentes moléculas. Se señala con una línea de puntos (....), La interacción se escribe como: A-H¨¨B o A-H¨¨A Ejemplos: a) Molécula de agua b) Molécula del ácido fluorhídrico c) Puente de hidrógeno entre la molécula de agua y éter111 Los átomos electronegativos más grandes, por tener nubes electrónicas más difusas, muestran poca o ninguna tendencia a formar enlaces de hidrógeno. La energía para romper un enlace de hidrógeno es mucho más débil que la que se necesita para romper un enlace covalente; sin embargo, es un tipo de fuerza intermolecular bastante importante porque ejerce gran influencia en las propiedades de un compuesto. La gran solubilidad de compuestos que contienen oxígeno, nitrógeno y flúor se debe también a la formación de enlaces de hidrógeno. El amoníaco es muy soluble en agua mediante la formación de este tipo de enlaces. Las moléculas que presentan atracción por puente de hidrógeno tienen puntos de ebullición mayores, comparados con los compuestos análogos de los elementos del mismo grupo. En la figura X se observa que en los hidrocarburos polares de los grupos V, VI Y VII el punto de ebullición aumenta al aumentar la masa molecular, excepto para los primeros miembros de estos grupos. En el grupo IV, que forma hidruros no polares, existe una relación casi lineal entre el aumento del punto de ebullición y la masa molecular, debido a la ausencia de interacciones dipolo-dipolo. Figura 3.5.1.3 Comparación del punto de ebullición de: H2O, HF y NH3, con compuestos similares de elementos de su mismo grupo. PUENTES DE HIDRÓGENO Interacción que existe entre un átomo de hidrógeno de un enlace polar (HN, HO, HF, etc.) y un par de electrones no compartidos en un ion o átomo electronegativo cercano de otra molécula, usualmente (F, O, N). Sus interacciones son más fuertes que las dipolo-dipolo y London. Puentes de hidrógeno Entre los enlaces polares, un caso particularmente importante es aquél formado por un átomo de hidrógeno y un átomo que tenga un alto valor de electronegatividad, como el F, el O ó el N. Este tipo de átomos, siempre tiene pares de electrones no compartidos al formar moléculas. Un ejemplo de moléculas en las que tenemos este tipo de enlaces serían los alcoholes, que tienen fórmula general R-O(-)-H(+), donde los símbolos - y +, se refieren a que sobre el átomo junto al cual se escribieron, hay una carga negativa o positiva parcial, lo que justamente genera el momento dipolar. Como se puede ver en la Figura 15, un átomo de hidrógeno enlazado a una molécula de metanol, puede interactuar fuertemente con uno de los pares de electrones no compartidos en el átomo de oxígeno de una molécula vecina, formando un "puente" entre dos moléculas de metanol. Esta interacción es mucho más fuerte que una interacción dipolo-dipolo en la que no exista puente de hidrógeno. Esto se manifiesta en las elevadas temperaturas de ebullición de los líquidos cuyas moléculas forman puentes de hidrógeno entre sí. Resulta muy ilustrativo comparar el éter metílico CH3-O-CH3, con el etanol CH3-CH2-OH. Estas dos sustancias son isómeros, es decir tienen la misma fórmula condensada, pero el acomodo de sus átomos es distinto. Ambas tienen un momento dipolar diferente de cero (1.3D para el éter y 1.69D para el etanol). Sin embargo, entre moléculas de éter metílico, CH 3-O-CH3, no pueden formarse puentes de hidrógeno, pues en ellas los átomos de hidrógeno solamente se encuentran formando enlaces muy poco polares con los átomos de carbono. En el etanol, CH3-CH2-OH existe un enlace O-H, que es muy polar, de manera que ese átomo de hidrógeno puede formar puentes con otros átomos de oxígeno en moléculas vecinas. Las diferencias físicas son muy notables: el etanol es un líquido a temperatura ambiente, y su punto de ebullición es de 78°C, mientras que el éter metílico es un gas con punto de ebullición de -25°C. FIGURA 15 Puentes de hidrógeno en el metanol. El agua, la sustancia más importante en nuestro planeta, está compuesta por moléculas polares capaces de formar puentes de hidrógeno de una manera única. Comparemos a la molécula de agua, H 2O, con algunas que podríamos considerar parecidas, compuestas sólo por átomos de hidrógeno y algún átomo muy electronegativo: el NH3, el HF, el H2S, el HCl. Todas estas moléculas pueden formar enlaces tipo puente de hidrógeno, y de hecho los forman, pero los puntos de ebullición (Tabla 9 estas sustancias nos dicen que las atracciones entre sus moléculas son mucho menores que las que se dan entre las moléculas de agua. ¿Qué característica estructural es la que hace al agua tan diferente? Tabla 9. Temperaturas de ebullición de algunas sustancias con puentes de hidrógeno Sustancia H2O NH3 HF HCl H2S Temperatura ebullición (°C) 100.0 -33.0 19.9 -85.0 -60.0 Momento dipolar (D) 1.87 1.46 1.92 1.08 1.10 En la Figura 16 se establecen los puentes de hidrógeno entre las moléculas de las diferentes sustancias analizadas. Podemos ver que, mientras el HF tiene sólo un átomo de hidrógeno para establecer puentes, el amoniaco, aunque tiene tres, sólo tiene un par de electrones no compartidos sobre el nitrógeno. El agua, en cambio, tiene dos átomos de hidrógeno unidos al átomo de oxígeno, que a su vez tiene dos pares de electrones no compartidos. Esto permite que cada molécula de agua pueda participar simultáneamente en cuatro enlaces de puente de hidrógeno. En el H2S, el número de átomos de hidrógeno y el número de electrones no compartidos en el átomo electronegativo, es el mismo que en el agua, sin embargo, su comportamiento es muy distinto al del agua, pues es un gas a temperatura ambiente. Esto puede explicarse mediante la diferencia en los valores de electronegatividad entre el O(3.5) y el S(2.5). El carácter polar del enlace O-H es mucho más marcado que el del enlace S-H, ya es mayor la diferencia de electronegatividades. 4.5.1.4 Electrostáticas. 4.6 Influencia de las fuerzas intermoleculares en las propiedades físicas. 4.7 4.8 Aplicaciones del tema en Ingeniería. Aleaciones silicio-germanio. 4.8.1 Semiconductores (Ge, Si, Ga). Semiconductor: Material sólido o líquido capaz de conducir la electricidad mejor que un aislante, pero peor que un metal. La conductividad eléctrica, que es la capacidad de conducir la corriente eléctrica cuando se aplica una diferencia de potencial, es una de las propiedades físicas más importantes. Ciertos metales, como el cobre, la plata y el aluminio son excelentes conductores. Por otro lado, ciertos aislantes como el diamante o el vidrio son muy malos conductores. A temperaturas muy bajas, los semiconductores puros se comportan como aislantes. Sometidos a altas temperaturas, mezclados con impurezas o en presencia de luz, la conductividad de los semiconductores puede aumentar de forma espectacular y llegar a alcanzar niveles cercanos a los de los metales. Las propiedades de los semiconductores se estudian en la física del estado sólido. 4.8.2 Conductores. Conductor eléctrico: Cualquier material que ofrezca poca resistencia al flujo de electricidad. La diferencia entre un conductor y un aislante, que es un mal conductor de electricidad o de calor, es de grado más que de tipo, ya que todas las sustancias conducen electricidad en mayor o en menor medida. Un buen conductor de electricidad, como la plata o el cobre, puede tener una conductividad mil millones de veces superior a la de un buen aislante, como el vidrio o la mica. El fenómeno conocido como superconductividad se produce cuando al enfriar ciertas sustancias a una temperatura cercana al cero absoluto su conductividad se vuelve prácticamente infinita. En los conductores sólidos la corriente eléctrica es transportada por el movimiento de los electrones; y en disoluciones y gases, lo hace por los iones. 4.8.3 Aislantes. Aislantes eléctricos: El aislante perfecto para las aplicaciones eléctricas sería un material absolutamente no conductor, pero ese material no existe. Los materiales empleados como aislantes siempre conducen algo la electricidad, pero presentan una resistencia al paso de corriente eléctrica hasta 2,5 × 1024 veces mayor que la de los buenos conductores eléctricos como la plata o el cobre. Estos materiales conductores tienen un gran número de electrones libres (electrones no estrechamente ligados a los núcleos) que pueden transportar la corriente; los buenos aislantes apenas poseen estos electrones. Algunos materiales, como el silicio o el germanio, que tienen un número limitado de electrones libres, se comportan como semiconductores, y son la materia básica de los transistores. En los circuitos eléctricos normales suelen usarse plásticos como revestimiento aislante para los cables. Los cables muy finos, como los empleados en las bobinas (por ejemplo, en un transformador), pueden aislarse con una capa delgada de barniz. El aislamiento interno de los equipos eléctricos puede efectuarse con mica o mediante fibras de vidrio con un aglutinador plástico. En los equipos electrónicos y transformadores se emplea en ocasiones un papel especial para aplicaciones eléctricas. Las líneas de alta tensión se aíslan con vidrio, porcelana u otro material cerámico. La elección del material aislante suele venir determinada por la aplicación. El polietileno y poliestireno se emplean en instalaciones de alta frecuencia, y el mylar se emplea en condensadores eléctricos. También hay que seleccionar los aislantes según la temperatura máxima que deban resistir. El teflón se emplea para temperaturas altas, entre 175 y 230 ºC. Las condiciones mecánicas o químicas adversas pueden exigir otros materiales. El nylon tiene una excelente resistencia a la abrasión, y el neopreno, la goma de silicona, los poliésteres de epoxy y los poliuretanos pueden proteger contra los productos químicos y la humedad. CARACTERISTICAS GENERALES DE LOS MATERIALES AISLANTES Los materiales aislantes tienen la función de evitar el contacto entre las diferentes partes conductoras (aislamiento de la instalación) y proteger a las personas frente a las tensiones eléctricas (aislamiento protector) La mayoría de los no metales son apropiados para esto pues tienen resistividades muy grandes. Esto se debe a la ausencia de electrones libres. Los materiales aislantes deben tener una resistencia muy elevada, requisito del que pueden deducirse las demás características necesarias. Para ello se han normalizado algunos conceptos y se han fijado los procedimientos de medidas. Propiedades eléctricas. -Resistividad de paso PD. Es la resistencia que presenta un cubo de 1 cm de arista. -Resistencia superficial y resistencia a las corrientes de fugas. En altas tensiones pueden aparecer corrientes eléctricas como consecuencia de depósitos sobre la superficie de los aislantes. Al cabo de un cierto tiempo la corriente podría atacar a estos materiales. Precisamente los plásticos son muy sensibles a ello, pues al ser sustancias orgánicas contienen carbono. -Rigidez dieléctrica ED en kV / mm. Se mide la tensión ala que se produce una descarga disruptiva entre dos electrodos. La rigidez dieléctrica no es una magnitud lineal, sino que depende de una serie de factores -Permitividad relativa Er. Es importante que la permitividad relativa de los aislantes sea pequeña, pero por otro lado los aislantes empleados como dieléctricos en los condensadores deberán presentar una gran permitividad. Además para poder valorar las propiedades del material debe saberse en que forma depende Er de la frecuencia. -Comportamiento electroestático. La carga electrostática es posible debido a las altísimas resistencias de los plásticos. Junto a las propiedades eléctricas ya citadas los aislantes deben reunir también una serie de requisitos térmicos mecánicos químicos y tecnológicos que dependen de los fines para los que se destinen. TERMOFIJOS Los Aislamiento agrupados bajo el nombre de termofijos están constituidos por materiales que se caracterizan porque, mediante un proceso de vulcanización, se hace desaparecer su plasticidad y se aumente su elasticidad y la consistencia mecánica. Estos aislamientos se aplican generalmente por extrusión y se someten a un proceso de vulcanización elevando la temperatura a los valores requeridos. Los aislantes termofijos más usados son el hule natural y los hules sintéticos, conocidos con el nombre genérico de elastómeros y más reciente algunos derivados del polietileno. El hule natural fue, con el papel, uno de los materiales usados para el aislamiento de cables. Se obtiene del látex de un árbol tropical originario de Brasil. Para utilizarlo como aislamiento se mezcla con otras substancias: plastificantes, agentes de vulcanización (1 a 2% de azufre) y modificadores y vulcanizado se emplea mucho en baja tensión y con menos frecuencia para tensiones mas elevadas hasta de 25 Kv. Los hules sintéticos mas utilizados como aislamientos de cable son : estireno-butadieno (SBR) el butilo, el neopreno, y el etileno-propileno (EPR) El estireno-butadieno conocido comercialmente con las iniciales SBR sus cualidades eléctricas y mecánicas son ligeramente inferiores a las del hule natural. En cambio sus cualidades de resistencia a los agentes químicos y al envejecimiento son algo superiores, por sus características y su bajo precio se ha utilizado principalmente en el aislamiento de cables de baja tensión. El butilo es un hule sintético cuya propiedad principal es poder trabajar a temperaturas mas elevadas que el hule natural su temperatura de operación es de 85º C. También ofrece una mayor resistencia a la ionización lo que permite usarlo para tensiones mas altas, una gran flexibilidad y resistencia a la humedad superior a la del hule natural. Aunque la materia prima para este tip o de aislamiento es barato su proceso de fabricación es elevado por lo que el precio final es costoso. Tiene aplicaciones para corta longitud, para aplicaciones especiales. 4.8.4 Estructura y propiedades de cerámicos. MATERIALES CERAMICOS EMPLEADOS EN ELECTROTECNIA Los aislantes cerámicos se forman a partir de silicatos pulverizados y otros óxidos y otros óxidos metálicos, y se cuecen a continuación. Se trata de un proceso de sinterización. Luego se les suele proveer de un revestimiento vitrificado para evitar la entrada de agua al desgastarse los poros. Los materiales cerámicos se clasifican en distintos grupos subdivididos a su vez según sus materias primas. El rasgo característico que tienen en comun todos estos materiales es que son compuestos de metales y no metales. Los materiales cerámicos se caracterizan por ser: 4.8.5 Estructura y propiedades de cristal líquido. Cristal líquido, sustancia que se comporta al mismo tiempo como un líquido y como un sólido. Las moléculas de un cristal líquido pueden desplazarse unas respecto a otras con bastante facilidad, de forma semejante a las de un líquido. Sin embargo, todas las moléculas de un cristal líquido tienden a estar orientadas del mismo modo, algo similar a la estructura molecular de un cristal sólido. Los cristales líquidos sólo mantienen su doble naturaleza sólida y líquida en un determinado rango de temperaturas y presiones. A temperaturas lo bastante altas o presiones lo bastante bajas, el orden de la orientación da paso a las rotaciones moleculares aleatorias, con lo que el cristal líquido se convierte en un líquido normal. Cuando la temperatura es lo bastante baja o la presión es lo bastante alta, las moléculas de un cristal líquido ya no pueden desplazarse entre sí con facilidad, y el cristal líquido pasa a ser un sólido normal. Entre las muchas clases de cristal líquido están las fases nemática y colestérica y las distintas fases esmécticas, caracterizadas por una determinada colocación de las moléculas. Muchas veces es posible manipular las propiedades ópticas de un cristal líquido sometiéndolo a un campo magnético o eléctrico que cambia la orientación de sus moléculas. Por ejemplo, cuando se les aplica un campo eléctrico pequeño, algunos cristales líquidos pasan de ser claros a ser opacos, o adquieren la capacidad de girar la luz polarizada. Este tipo de cristales líquidos se emplean en las pantallas de relojes digitales, calculadoras, televisiones en miniatura, ordenadores o computadoras portátiles y otros dispositivos. Las pantallas de cristal líquido son más nítidas, y frecuentemente consumen menos energía que otros sistemas como los diodos de emisión de luz. Algunos cristales líquidos reflejan las distintas longitudes de onda de la luz según la orientación de sus moléculas. Ésta, a su vez, depende de la temperatura. Estos cristales líquidos se emplean en algunos termómetros que muestran diferentes colores según la temperatura de la sustancia que está en contacto con el cristal líquido. 4.8.6 Otros materiales y sus fuerzas de enlace; metales y polímeros. Unidad 5. Compuestos químicos: Tipos, nomenclatura, reacciones e impacto económico y ambiental. Compuestos inorgánicos. 5.1 Óxidos. 5.1.1 Definición. Los óxidos son particularmente importantes debido a la abundancia de oxígeno en nuetro ambiente.El oxígeno se combina con los metales y no metales para formar óxidos metálicos y anhídridos, respectivamente. Los óxidos metálicos también se le conoce como óxidos básicos, estos resultan de la combinación de un metal con el oxígeno: Metal + oxígeno = óxidos metálicos Los óxidos son combinaciones del oxigeno con metales o con radicales. Son compuestos binarios por tener en su molécula 2 elementos diferentes. Los óxidos metálicos tienen enlace iónico ya que el metal cede sus electrones y el oxígeno los gana. El Au, Hg y Pt no se oxidan directamente con el oxígeno, sólo por métodos indirectos. Cuadro de valencias iónicas positivas. ( metales ) 1+ 2+ 3+ 1+ 2+ 1+ 3+ Li Be Al Cu Au Na Mg Bi Hg K Ca Rb Sr Cs Ba Fr Ra Ag Cd Zn 5.1.2 Clasificación. 5.1.3 Formulación. 2+ 3+ Cr Fe Co Ni Mn 2+ Resulta de la combinación de un metal con el oxígeno. Metal + Oxígeno____________ óxido metálico 2Mg + O2 __________________ 2MgO Su fórmula general, llamando M al símbolo del metal de valencia es m, será: 4+ Pt Sn Pb M2Om Los óxidos tienen la siguiente formula, que se aplica a todas las combinaciones: X2On, donde X es el símbolo del elemento, el 2 corresponde a la valencia del oxígeno, la O es el símbolo del Oxígeno y la n es la valencia del otro elemento, sea metal o no metal. 5.1.4 Nomenclatura. Para nombrar los óxidos se utilizan las 3 nomenclaturas, la tradicional la Sistemática y la Stock. -Nomenclatura tradicional. Los óxidos básicos se nombran anteponiendo la palabra óxido y citando a continuación el nombre del metal seguida de la terminación oso o ico según sea el número de oxidación del elemento. Se emplea oso para el número de oxidación menor e ico para el mayor. -Nomenclatura Stock. Se emplea la palabra óxido seguida del nombre del elemento indicando su número de oxidación por medio de un número romano encerrado entre paréntesis. -Nomenclatura UIPAC. Se emplea la palabra óxido y por medio de prefijos numerales griegos se indica el número de átomos de cada elemento que intervienen en el compuesto. Compuestos Nomenclatura Tradicional Stock IUPAC CaO Oxido de calcio Oxido de calcio Oxido de calcio FeO Oxido ferroso Oxido de fierro (II) Oxido de fierro Fe2O3 Oxido férrico Oxido de fierro (III) Trióxido de difierro SO2 Anhídrido sulfuroso Oxido de azufre (IV) Dióxido de azufre SO3 Anhídrido sulfúrico Oxido de azufre (VI) Trióxido de azufre Los peróxidos son óxidos más ricos en oxígenos que los óxidos ordinarios y se nombran citando primero la palabra genérica de peróxido y a continuación el nombre del metal. Peróxido = Oxígeno + Metal Na2O2 peróxido de sodio BaO2 peróxido de bario Oxidos no metálicos Los óxidos no metálicos. También conocidos como anhídridos u óxidos ácidos, se forman al combinarse el oxígeno con un no metal: No metal + oxígeno = anhídrido Su fórmula general, llamando M al símbolo del no metal de valencia es m, será: M2Om Antes de aplicar la nomenclatura de los anhídridos, mencionaremos algunas características que presentan los no metales: a) Su valencia guarda, por lo general, relación con el número del grupo al que pertenecen. Es decir, los no metales que se encuentran en grupos pares casi siempre funcionan con valencia par y los colocados en grupos impares, lo hacen con valencia impar. Ejemplo: El boro (B) se encuentra en el grupo III-A; funciona con valencia 3. El azufre (S) está colocado en el grupo IV-A; sus valencias son 2, 4 y 6. b) existen no metales que presentan más de dos valencias. Por ejemplo, el cloro que presenta cuatro: 1, 3, 5 y 7. En virtud de que un no metal puede presentar distintas valencias, el sistema de nomenclatura tradicional ha establecido una regla para nombrar los anhídridos, de acuerdo a la valencia con la cual funciona el no metal. Esta norma se presenta en la tabla 2. Valencia del no metal Nomenclatura del anhídrido 1ó2 Hipo (nombre del no metal) oso 3ó4 __________________ oso 5ó6 __________________ ico 7 Per __________________ ico Esta regla no es aplicable para los no metales que presentan sólo dos valencias. En este caso se emplea las terminaciones ico y oso para la mayor o menor valencia, respectivamente. Para nombrar los anhídridos de acuerdo con el sistema de Ginebra, se escribe la palabra anhídrido seguida del nombre del no metal, con el prefijo y/o sufijo que le corresponda, según la valencia con la cual funcione. En el sistema de la IUPAC, después de escribir la palabra anhídrido y el nombre del no metal, se señala con número romano entre paréntesis la valencia con la cual funciona. Veamos cómo se nombran los diferentes anhídridos que forma el cloro, de acuerdo a sus cuatro valencias: Sistema ginebra Fórmula Sistema de la IUPAC Anhídrido hipocloroso Cl2O Anhídrido de cloro (I) Anhídrido cloroso Cl2O3 Anhídrido de cloro (III) Anhídrido clórico Cl2O5 Anhídrido de cloro (V) Anhídrido perclórico Cl2O7 Anhídrido de cloro (VII) Antigua.- Autor Ewens Basett. Se dice la palabra óxido seguida del nombre del metal indicando la terminación “oso” para la valencia menor e “ico” para la mayor. Moderna.- Autor Stock. Se dice la palabra óxido seguida del nombre del metal y se indica con un número romano el número de valencia del metal. Si el elemento tiene una sola valencia no lleva ningún número. Actualmente se usa más la nomenclatura moderna y es la que practicaremos en los ejercicios siguientes: Ejemplo: Recordando que el átomo que cede electrones se convierte en una ión con carga positiva, que recibe el nombre de catión y el átomo que gana electrones se convierte en un ión con carga negativa que recibe el nombre de anión, tenemos: Catión anión Li K1+ Ca2+ Sr2+ Al3+ O O2O2O2O2- 1+ 2- Fórmula Li2 O K2 O Ca2O2 Ca O Sr2O2 Sr O Al2 O3 Nombre Función química óxido de litio óxido metálico óxido de potasio “ óxido de calcio “ óxido de estroncio “ óxido de aluminio “ Como podrás observar en el nombre de los óxidos de metales que tienen una sola valencia, no se pone número en el nombre. También habrás observado que los que tienen número de valencia par, al pasar al lugar de subíndices deben simplificarse, pues de lo contrario, son fórmulas de compuestos que no existen.(Hay excepciones) Ejemplos con elementos metálicos de valencia variable. Catión Anión Fórmula Nombre Función Química Cu1+ Cu2+ Fe2+ Fe3+ Sn2+ Sn4+ O2O2O2O2O2O2- Cu2 O Cu O Fe O Fe2 O3 Sn O Sn O2 óxido de cobre I óxido metálico óxido de cobre II “ óxido de fierro II “ óxido de fierro III “ óxido de estaño II “ óxido de estaño IV “ Observa cuidadosamente que los compuestos formados con metal de valencia variable sí llevan número en el nombre y éste número corresponde al número de valencia del metal. 5.2 Hidróxidos. 5.2.1 Definición. En química existen algunos compuestos que sin ser binarios se pueden asimilar a ellos por ser la combinación de un grupo poliatómico iónico, siempre fijo, y un ion variable de signo contrario. Los hidróxidos son los compuestos seudobinarios de mayor importancia. Un hidróxido está formado por la combinación del grupo hidroxilo OH - con un ion positivo, por lo general metálico. El grupo OH- es un caso típico de ion poliatómico negativo y a efectos de nomenclatura se trata como si fuera un solo elemento con grado de oxidación (-I); de ahí que los hidróxidos sean considerados como compuestos seudobinarios. Los hidróxidos se comportan químicamente como bases; es más, constituyen las bases típicas. Son compuestos inorgánicos que se caracterizan por tener en su molécula uno ó varios grupos OH. El grupo OH recibe el nombre de radical hidroxilo u oxhidrilo y trabaja como si fuera un sólo elemento. El radical OH tiene valencia 1-. Los hidróxidos ó bases por lo tanto, están formados de 3 elementos diferentes que son: metal, oxígeno e hidrógeno, por lo que se consideran ternarios. Los hidróxidos son compuestos en los que intervienen siempre el Hidrógeno, el oxígeno y un metal. Es decir, se caracteriza por contener el grupo OH-. 5.2.2 Clasificación. 5.2.3 Formulación. Los hidróxidos ó bases resultan de la combinación de un óxido metálico más agua. óxido metálico + agua_______________ hidróxido ó base. Fe2O3 + 3H2O ________________ 2Fe(OH)3 La formulación de tales compuestos se lleva a efecto escribiendo en primer lugar el elemento metálico y a continuación el radical hidroxilo entre paréntesis, si el subíndice que le corresponde es superior a la unidad. En cuanto a la nomenclatura, los hidróxidos se nombran anteponiendo la palabra hidróxido al nombre del metal que irá precedido de la preposición de. En el caso de que el metal pueda actuar con más de un grado de oxidación, se hará constar éste entre paréntesis de la forma habitual. La situación es, pues, semejante a la establecida para los compuestos binarios. Ejemplos de formulación: Hidróxido de calcio: Ca (II) (OH) (-I): Ca (OH)2 Hidróxido de aluminio: Al (III) (OH) (-I): Al (OH)3 Hidróxido de sodio: Na (I) (OH) (-I): NaOH Para obtener los hidróxidos o bases se combinan los óxidos correspondientes con agua. Oxido metálico + agua = hidróxido Su fórmula general es M (OH)m En la que M representa el símbolo del metal y m su valencia. 5.2.4 Nomenclatura. _______üHý _____' û____ Antigua.- autor Ewens Basett Se dice la palabra hidróxido seguida del nombre del metal y la terminación “oso” para la valencia menor e “ico” para la valencia mayor, en los hidróxidos con metales de valencia variable. Si la valencia es fija, no lleva ninguna terminación. Moderna.- autor Stock. Se dice la palabra hidróxido seguida del nombre del metal y se indica con un número romano el número de valencia del metal, si es variable. Si el metal tiene sólo una valencia, no lleva ningún número en el nombre. Ejemplos. a)Catión Anión Fórmula Nombre Función química Cs1+ Ag1+ OH1OH1- Cs OH Ag OH hidróxido de cesio hidróxido de plata hidróxido ó base hidróxido ó base Recuerde que si el metal tiene sólo una valencia, no lleva número en el nombre. b)Catión Anión Fórmula Nombre Función química Mg2+ Cd2+ OH1OH1- Mg( OH )2 Cd( OH )2 hidróxido de magnesio hidróxido de cadmio hidróxido ó base hidróxido ó base Observa que al pasar el número de valencia al lugar de subíndice es necesario usar paréntesis ya que éste ( el subíndice ) afecta al OH completo y no sólo al hidrógeno. Ej. Ca( OH )2 ----correcto CaOH2----incorrecto c)Catión Anión Fórmula Nombre Función química Cr2+ Cr3+ OH1OH1- Cr( OH )2 Cr( OH )3 hidróxido de cromo II hidróxido de cromo III hidróxido ó base hidróxido ó base. Recuerda que si la valencia del metal es variable, sí debe ponerse número romano en el nombre como se observa en el ejemplo. Ejemplos de nomenclatura: KOH: hidróxido de potasio Fe(OH)2: Fe (II) (OH) (-I) hidróxido de hierro (II) Ni(OH)3: Ni (III) (OH) (-I) hidróxido de níquel (III) 5.3 Ácidos. 5.3.1 Definición. Un ácido se define como una sustancia que libera iones de hidrógeno (H +) cuando se disuelve en agua. Las fórmulas de los ácidos inorgánicos están constituidas por uno o más átomos de hidrógeno, así como un grupo aniónico. Los aniones cuyo nombre terminan en "uro" tienen asociados ácidos con terminación "hídrico", como en los ejemplos: Anión Acido correspondiente Cl- (cloruro) HCl (ácido clorhídrico) S2+ (sulfuro) H2S (ácido sulfhídrico) Los ácidos son compuestos que se caracterizan por tener un sabor ácido (parecido al limón) que producen la corrosión de muchos metales. Tienen un valor de pH de 0 a 7, en solución acuosa liberan iones o protones de hidrógeno (H+). 5.3.2 Clasificación. Los ácidos se clasifican según su origen en: a) Acidos hidrácidos ( no tienen oxígeno en su molécula ) b) Acidos oxóacidos ( si contienen oxígeno en su molécula ) Dependiendo del tipo de elementos que se combinan, los ácidos se clasifican en hidrácidos y oxiácidos: Hidrácidos. Son las combinaciones binarias del hidrógeno con un no metal Oxiácidos. Son compuestos que resultan de la combinación de un anhídrido con el agua. 5.3.3 Formulación. a) Acidos hidrácidos: Resultan de la combinación de no metal + hidrógeno. No metal + hidrógeno-------------- Acido hidrácido. F2 + H2 ____________________ 2HF_________ b) Acidos oxoácidos: Anhídrido + agua_____________ Acido oxoácido Cl2 O + H2 O_________________ 2HClO 5.3.4 Nomenclatura. a) Acidos hidrácidos: Resultan de la combinación de no metal + hidrógeno. No metal + hidrógeno-------------- Acido hidrácido. F2 + H2 ____________________ 2HF_________ Por lo tanto son compuestos binarios por estar formados de 2 elementos diferentes que son: no metal y forzosamente hidrógeno, ya que no puede haber un ácido sin hidrógeno. Algunos aniones para formar ácidos hidrácidos son: F1fluoruro para el ácido fluorhídrico Cl1cloruro ““ clorhídrico Br1bromuro ““ bromhídrico I1yoduro ““ yodhídrico S2sulfuro ““ sulfhídrico CN1cianuro ““ cianhídrico Se dice la palabra ácido seguida del nombre del anión y después la terminación hídrico. Ejemplos. Catión H1+ H1+ H1+ H1+ H1+ H1+ ión F1Cl1Br1I1S2CN1- Fórmula HF HCl HBr HI H2S HCN Nombre Acido fluorhídrico Acido clorhídrico Acido bromhídrico Acido yodhídrico Acido sulfhídrico Acido cianhídrico Función química Acido hidrácido Acido hidrácido Acido hidrácido Acido hidrácido Acido hidrácido Acido hidrácido b) Acidos oxoácidos: Son ácidos que sí tienen oxígeno en su molécula, ya que resultan de la combinación de anhídrido que contiene no metal y oxígeno y además agua que contiene H y O. Por esto resultan los ácidos oxoácidos que son compuestos ternarios por tener 3 elementos diferentes en su molécula. Anhídrido + agua_____________ Acido oxoácido Cl2 O + H2 O_________________ 2HClO Para nombrar a los oxoácidos se usa la nomenclatura antigua que dice: Se dice la palabra ácido y enseguida el nombre del anhídrido de acuerdo al cuadro siguiente: Hipo......................oso ......................oso Acido ......................ico per......................ico Ejemplo: Anhídrido + agua-------------- Fórmula Nombre F. Química Cl2 O + H2 O-------------- H2 Cl2 O2 ------------HClO Ac. Cl2 O3 + H2 O-------------- H2 Cl2 O4 ------------HClO2 Ac. Cl2 O5 + H2 O-------------- H2 Cl2 O6 ------------HClO3 Ac. Cl2 O7 + H2 O-------------- H2 Cl2 O8 ------------HClO4 Ac. hipocloroso oxoácido cloroso oxoácido clórico oxoácido perclórico oxoácido Nota.- todos los oxoácidos de los elementos de valencias 1,3,5,7 tendrán las mismas fórmulas y los mismos nombres. Los Ácidos Hidrácidos solo se nombran en las nomenclaturas Tradicional y Sistemática, y no en la Sock. Tradicional Se nombran con la palabra ácido seguida del nombre del no metal terminado en hídrico. Ejemplos: HCl-------------------------------------Ácido Clorhídrico. H2S-------------------------------------Ácido Sulfhídrico. ÁCIDOS OXIGENADOS u OXOÁCIDOS Recordemos como se obtiene un OXOÁCIDO Un óxido ácido reacciona con AGUA para dar una nueva sustancia que se denomina OXOÁCIDO o ÁCIDO OXIGENADO . ÓXIDO ÁCIDO + AGUA -----> ÁCIDO u OXOÁCIDO N2O5 Óxido nítrico + H2O Agua ----------> HNO3 Ácido Nítrico SO2 + H2O ----------> H2SO3 Óxido sulfuroso SO3 Óxido sulfúrico Agua + H2O Agua Oxido sulfuroso ----------> HSO Ácido sulfúrico Luego que escribí, en el orden citado, los símbolos de los elementos, sumo cuantos átomos hay de cada uno de los elementos del lado de los reactivos. Si sumo los hidrógenos del lado de los reactivos (a la izquierda de la flecha), solamente tengo los que pertenecen al agua, que son 2, entonces en la fórmula del ácido le agrego un 2 al hidrógeno: SO3 Óxido sulfúrico + H2O Agua ----------> H2 S O Ácido sulfúrico Repito la misma operación con el azufre, tengo solamente 1 átomo de azufre en el óxido sulfúrico: SO3 Óxido sulfúrico + H2O Agua ----------> H2 S1O Ácido sulfúrico Por último sumo los oxígenos, tengo que sumar los tres átomos de oxígeno del óxido sulfúrico y el átomo de oxígeno del agua: SO3 Óxido sulfúrico + H2O Agua ----------> H2 S1O4 Ácido sulfúrico + H2O Agua ----------> H2SO4 Ácido sulfúrico El resultado es: SO3 Óxido sulfúrico Para cualquier oxoácido, seguimos el mismo procedimiento. Pero ¿ que ocurre, por ejemplo, en la obtención de ácido nítrico ? N2O5 Óxido Nítrico + H2O Agua ----------> H2N2O6 Ácido Nítrico (fórmula incorrecta) Nos quedó H2N2O6 todos los números pueden (y deben) simplificarse, en este caso por 2, y entonces quedará HNO3 , que es la fórmula del ácido nítrico. N2O5 Óxido nítrico 5.4 Sales. 5.4.1 + H2O Agua ----------> HNO3 Ácido Nítrico Definición. Las sales se forman teóricamente por sustitución de los atomos de hidrogeno de los acioda por atomos de metal. Paracticamente se forman por la reaccion de los acidos con los hidroxidos dando sales mas agua; esta reaccion se llama reaccion de neutralización. Este tipo de compuestos resultan de la sustitución parcial o total de los hidrógenos, presentes en la molécula del ácido, por un metal o radical electropositivo. Metal + ácido = sal 5.4.2 Clasificación. Las sales se clasifican en: a) Sales haloideas o haluros.- Formadas de metal y no metal. Son compuestos binarios por estar formados de dos elementos diferentes y tiene enlace iónico. b) Oxisales.- Son sales que contienen oxígeno en su molécula y a su vez se clasifican en: Oxisales ácidas ( Además de oxígeno tienen hidrógeno en su molécula ) Oxisales neutras ( NO tienen hidrógeno en su molécula ). Las sales se clasifican en dos grupos: sencillas o haloideas (binarias) y oxisales. 5.4.3 Formulación. Las sales resultan de la neutralización de un ácido más una base. Acido + base___________________ sal + agua. 3H2SO4 + 2Al(OH)3 _________ Al2(SO4)3 + 6H2O Las sales binarias son un producto de la reacción entre un hidrácido y una base. Están formadas por un metal y un no-metal, quedando su fórmula general como sigue: MxXm Donde M representa al símbolo del metal de valencia es m y X representa al símbolo del metal de valencia es x. Oxisales Las oxisales son compuestos que se originan por sustitución parcial o total de los hidrógenos de un oxiácido por un metal: Metal + oxiácido = oxisales 5.4.4 Nomenclatura. Aniones para sales haloideas ó haluros: F1- fluoruro Cl1- cloruro Br1- bromuro I1- yoduro S2- sulfuro N3- nitruro CN1- cianuro . ._._. .B. • _._•G._._.... ._.3.¡.¢.1•..3.•• £.1•U._._.W. ..Y. •£._• .._.3.Z. Antigua.- Se dice el nombre del anión y enseguida el nombre del metal con la terminación “oso” para la valencia menor e “ico” para la mayor. Si tiene sólo una valencia no lleva ni “oso” ni “ico” en el nombre. Nomenclatura moderna.- Se dice el nombre del anión y enseguida el nombre del metal y se indica con un número romano el número de valencia del metal si es de valencia variable, si tiene solo una valencia no lleva número en el nombre. Ej. Catión Anión Fórmula Nombre F.Q. Na1+ Sr2+ Al3+ F1Cl1Br1- Na F Sr Cl2 Al Br3 fluoruro de sodio s cloruro de estroncio bromuro de aluminio al haloidea sal haloidea sal haloidea Observa que en los ejemplos anteriores los cationes tienen una sola valencia y por eso el nombre no lleva ningún número. Catión Anión Fórmula Nombre F.Q. Cu1+ Cu2+ Ni2+ Ni3+ I1S2N3F1- Cu I Cu2 S2 Cu S Ni3 N2 Ni F3 Yoduro de cobre I Sulfuro de cobre II Nitruro de níquel II Fluoruro de Níquel III sal haloidea sal haloidea sal haloidea sal haloidea En los ejemplos anteriores sí lleva número el nombre ya que la valencia del metal (catión) es variable. Las oxisales como ya se dijo en la clasificación, son sales que sí contienen oxígeno en su molécula. B¬,-¯® _°1±.² ® Para poder estudiar las fórmulas y nombres de oxisales es necesario conocer la disociación de los ácidos, ya que de ésta disociación resultan los aniones que forman a las oxisales y éstos aniones reciben el nombre de radicales. Disociación de los ácidos.- Cuando un ácido se disuelve en agua libera cationes H+ quedando el resto de la molécula como anión; ya que ésta parte de la misma es la que gana el electrón de cada hidrógeno que se libera. Ej. HClO4 ___________ H+ + ClO14 CATION HIDROGENO RADICAL PERCLORATO ( ANION ) H2 SO4____________ 2H+ + SO24 H3 PO4___________ 3H+ + PO34 A veces no se disocian todos los cationes H+ Ej. H2 SO4____________ H+ + HSO14 H2 S__________ H+ + HS1Cuando se separan ó disocian todos los H+ se forma un radical neutro. Cuando no se separan ó disocian todos los H+ del ácido se forma un radical ácido. El radical neutro formará una oxisal neutra, y el radical ácido formará una oxisal ácida. Por lo tanto de la disociación de los ácidos resultan los radicales. Definición de radical.- Partícula química incompleta que funciona con determinada valencia y cuyo comportamiento eléctrico y químico es uniforme. Cuadro de radicales más comúnes. ( Radicales para oxisales neutras) Radical Valencia 1Nombre cuando forma sales NO21nitrito NO31nitrato ClO1hipoclorito ClO21clorito ClO31clorato ClO41perclorato BrO1hipobromito BrO21bromito BrO31bromato BrO41perbromato IO1hipoyodito IO21yodito IO31yodato IO41peryodato MnO41permanganato Radical Valencia 2Nombre cuando forma oxisales neutras. SO22hiposulfito SO32sulfito SO42sulfato CO32carbonato SiO32silicato CrO42cromato Cr2 O72dicromato MnO32manganito Radical Valencia 3Nombre cuando forma oxisales neutras. PO33fosfito PO43fosfato AsO33arsenito AsO43arseniato BO33borato Radicales para oxisales ácidas. Radical Nombre cuando forma oxisales ácidas. HSO31bisulfito ó hidrógeno sulfito HSO41bisulfato ó hidrógeno sulfato HCO31bicarbonato ó hidrógeno carbonato HPO42bifosfato ó hidrógeno fosfato H2 PO41NO ES BI es dihidrógeno fosfato Nota.- Utilizaremos también el radical amonio con valencia positiva, por lo tanto funciona como catión. NH4 valencia 1+ que recibe el nombre de radical amonio. Oxisales: Antigua.- Se dice el nombre del radical y enseguida el nombre del metal, con la terminación “oso” para la valencia menor e “ico” para la mayor, si es de valencia variable. Si tiene el metal sólo una valencia, no lleva ni “oso” ni “ico” en el nombre. Moderna.- Se dice el nombre del radical y enseguida el nombre del metal, si tiene valencia variable. Si tiene sólo una valencia, no lleva ningún número en el nombre. Ej. con metales de valencia fija. Catión anión fórmula Nombre función química Li1+ NO21LiNO2 nitrito de litio K1+ SO42K2 SO4 sulfato de potasio Ca2+ CO3 2- CaCO3 carbonato de calcio oxisal neutra Be2+ NO3 1- Be ( NO3)2 nitrato de berilio oxisal neutra Al3+ SO3 2- Al2 ( SO3)3 sulfito de aluminio oxisal neutra oxisal neutra oxisal neutra Ej. con metales de valencia variable Catión anión fórmula Nombre función química Cu1+ ClO1- CuClO hipoclorito de cobre I oxisal neutra Cu2+ ClO2 1- Cu ( ClO2)2 clorito de cobre II oxisal neutra Co2+ ClO3 1- Co ( ClO3)2 clorato de cobalto II oxisal neutra Co3+ ClO4 1- Co ( ClO4)3 perclorato de cobalto III oxisal neutra Pb2+ PO4 3- Pb3 ( PO4)2 fosfato de plomo II oxisal neutra Pb4+ CrO4 2- Pb ( CrO4)2 cromato de plomo IV oxisal neutra Ej. con radicales ácidos. Catión anión fórmula Nombre función química Na1+ HCO3 1- NaHCO3 bicarbonato de sodio oxisal ácida K1+ HSO3 1- KHSO3 bisulfito de potasio oxisal ácida Mg2+ H2 PO4 1- Mg ( H2 PO4)2 dihidrógeno fosfato de magnesio oxisal ácida Al3+ HPO4 2- Al2( HPO4)3 bifosfato de alum oxisal ácida Ni2+ HSO4 1- Ni( HSO4)2 bisulfato de níquel II oxisal ácida Ni3+ HSO3 1- Ni( HSO3)3 bisulfito de níquel III oxisal ácida 5.5 Hidruros. 5.5.1 Definición. Son compuestos formados por metal e hidrógeno y se consideran sales por sus características físicas. Los únicos metales que forman hidruros son los alcalinos(Grupo IA) y alcalinotérreos (Grupo IIA) Los hidruros son los únicos compuestos en los que el hidrógeno trabaja con valencia 1- debido a que los metales de los grupos IA y IIA son menos electronegativos que el hidrógeno. Los hidruros son compuestos binarios formados por átomos de Hidrógeno y de otro elemento 5.5.2 Clasificación. Hay tres tipos: Hidruros Metálicos, Ácidos Hidrácidos y los Hidruros Volátiles. 5.5.3 Formulación. Hidruros Metálicos Para formular los hidruros metálicos se escribe primero el símbolo del metal, a continuacion el símbolo del Hidrógeno (H) y despùes la valencia del metal. Fórmula: XHn Ácidos Hidrácidos Para formular los ácidos hidrácidos se escribe primero el símbolo del Hidrógeno (H), a continuacion la valencia del no metal y por últimos el símbolo del Azufre, Selenio, Teluro, Fluor, Cloro, Bromo o Yodo. Fórmula: XnH Hidruros Volatiles Para formular los hidruros volátiles se escribe primero el símbolo del nitrogeno, fósforo, arsénico, antimonio, boro, carbono o silicio, a continuacion el símbolo del Hidrógeno (H) y despùes la valencia del no metal correspondiente. Fórmula: XHn 5.5.4 Nomenclatura. Para nombrarlos se dice la palabra hidruro y luego el nombre del metal. Ejemplo: NaH hidruro de sodio Hidruros Metálicos Provienen de la combinación entre el Hidrógeno y un metal. Si el metal con el que se combina tiene una sola valencia se nombran con las palabras Hidruro de, y el nombre del metal con el que se combina. En las demás nomenclaturas que igual que en los óxidos, lo único que en vez de óxido se pone hidruro. Ejemplos: Tradicional / Stock / Sistemática. CaH2-------------------------------------Hidruro de Calcio / Hidruro de Calcio / Dihidruro de Calcio. NaH---------------------------------------Hidruro de Sodio / Hidruro de Sodio / Hidruro de Sodio. Si el metal con el que se combina tiene dos valencias, se pone como en el de una valencia pero el nombre del metal acaba en oso cuando actúa con la valencia menor y en ico cuando actúa con la valencia mayor y se le quita el prefijo de. Ejemplos: FeH3-------------------------------------Hidruro ferrico. FeH2-------------------------------------Hidruro ferroso. 5.6 Reacciones químicas. Reacción química, proceso en el que una o más sustancias —los reactivos— se transforman en otras sustancias diferentes —los productos de la reacción. Un ejemplo de reacción química es la formación de óxido de hierro producida al reaccionar el oxígeno del aire con el hierro. Una reacción química es un cambio químico, es decir, un proceso mediante el cual unas sustancias reaccionantes (reactivos) se transforman en otras distintas (productos). Reacción Química. Es la acción por la cual dos o más cuerpos dan lugar a nuevas sustancias o compuestos. Normalmente toda reacción química lleva consigo un intercambio de energía. La reacción química se representa, abreviadamente por una ecuación química que es igual que se exprese de la siguiente forma: A + B C REACTIVOS + D PRODUCTOS 5.6.1 Clasificación. 5.6.1.1 R de combinación. Este tipo de reacción ocurre cuando se forma una sustancia o compuesto a partir de la combinación química o unión de dos o más elementos o compuestos. Su fórmula general es: A + B AB Ejemplos: 2H2 + O2 2H2O C + NH3 O2 CO2 + H2O NH4OH Reacciones de síntesis. Son las reaciones en las que dos o mas sustancias sencillas se unene para formas otra mas compleja. Ejemplo: La union de dos elementos para formar un compuesto. S + Fe FeS Dentro de este grupo se hallan: Las oxidaciones: C + O2 CO2 Fe + ½ O2 FeO La combinación de un oxido basico y un acido que forman una sal: CaO + CO2 Ca CO2 La combinación de un oxido basico con agua, que forman un hidroxido: CaO + H2O Ca(OH)2 La combinación de un oxido acido con agua que forman un acido: CO2 + H2O H2 CO3 5.6.1.2 R de descomposición. Es el proceso inverso al anterior. Se habla de descomposición cuando un compuesto se fracciona en dos o más cuerpos de composición más simple. Su fórmula general es: AB A + B Ejemplos: 2H2O 2H2 2HgO 2Hg + O2 + O2 También aquellas en que un compuesto se descompone en otros compuestos. Ejemplos: CaCO3 CaO + CO2 NH4Cl NH3 + HCl Las reacciones de descomposición son las inversas de las reacciones de síntesis. Ejemplo: Ca CO3 + calor CaO + CO2 Para descomponer un compuesto se necesita un aporte de calor (temperaturas altas) o bien de energia electrica (electrolisis). 5.6.1.3 R de sustitución. En esta reacción por desplazamiento se verifica que uno de los elementos de estos compuestos son desplazados por otros (con frecuencia los elementos son hidrógeno o un metal). Su fórmula general es: AB + X AX + B Ejemplos: 2AgCl + Fe FeCl + 2Ag 2HCl + Zn ZnCl2 + H2 H2SO4 + Mg MgSO4 + H2 Reacciones de desplazamiento En estas reacciones un elemento de un compuesto es desplazado por otro. Ejemplo: La mayoria de los metales reaccionana con los acidos formando una sal y desprendiendo hidrogeno: 2HCl + Zn ZnCl2 + H2 o bien Zn + CuSO4 ZnSO4 + Cu 5.6.1.4 R de neutralización. Las soluciones de ácidos y bases tienen propiedades muy diferentes. Los ácidos tienen un sabor ácido, en tanto que las bases tienen un sabor amargo. Cuando la solución de un ácido se mezcla con la solución de una base, se efectúa una reacción de neutralización. Los productos de la reacción no tienen las propiedades características ni de las soluciones ácidas, ni de las básicas difieren mucho en sus propiedades químicas. En general, una reacción de neutralización entre un ácido y un hidróxido metálico produce agua y una sal. Ejemplo: HCl(ac) + NaOH(ac) H2O(l) + NaCl(ac) (ácido) (agua) (base) (Sal) Reacciones de doble descomposición o de intercambio. En ellas dos o varios compuestos intercambien algunos de sus elementos. Ejemplo: NaCl +AgNO3 AgCl +NaNO3 Las reacciones de neutralización entre un acido y una base tambien forman parte de este tipo: HCl +NaOH NaCl +H2O 5.6.1.5 R de óxido-reducción. Son reacciones que implican una transferencia de electrones de una sustancia a otra. Se puede presentar de diferentes maneras: en forma iónica, por dos semirreacciones o en forma molecular. Ejemplo: 3Cu + 8HNO3 3Cu0 3Cu(NO3)2 + 2NO - 6e- 3Cu+2 2NO3- + 6e- + 8H+ 2NO 3Cu0 + 8H+ 3Cu+2 + + 2NO3- + + 4H2O 4H2O Reacción de óxido reducción molecular. Semirreacción oxidación de Semirreacción reducción de 2NO + 4H2O Reacción de oxidaciónreducción iónica Reacción de oxidación-reducción, reacción química correspondiente a la acción de un cuerpo oxidante sobre un cuerpo reductor, que da lugar a la reducción del oxidante y a la oxidación del reductor. OXIDANTE Y REDUCTOR Una disolución acuosa de iones Cu2+ es azul. Si se le añaden limaduras de hierro (Fe), se comprueba que el color azul desaparece: los iones Cu2+ han reaccionado. Por otra parte, en la disolución se forman iones Fe2+, lo que se manifiesta por el precipitado verdoso que forman en presencia de sosa. También se observa que el hierro queda recubierto por un depósito rojo. Efectivamente, se forma cobre metálico, Cu. El balance de la reacción es el siguiente: Fe + Cu2+ Fe2++ Cu El hierro ha sido oxidado por los iones Cu2+, que a su vez han sido reducidos por el hierro. La reacción anterior es una reacción de oxidación-reducción (o reacción redox) en la que el hierro es el reductor y el cobre el oxidante. La reacción es de hecho la suma de las dos semirreacciones siguientes: oxidación: Fe Fe2+ + 2ereducción: Cu2+ + 2e- Cu Por tanto, la oxidación de un cuerpo corresponde a una pérdida de electrones y la reducción corresponde a una ganancia de electrones. Un oxidante (en este caso los iones Cu 2+) es una sustancia susceptible de captar uno o varios electrones; un reductor (en este caso el hierro) cede fácilmente uno o varios electrones. Si se designa el oxidante por Ox, el reductor por Red y el número de electrones implicados por n, las semirreacciones pueden escribirse del modo siguiente: PAR REDOX A cualquier oxidante de un tipo se le puede asociar un reductor del mismo tipo, y viceversa: de este modo se define un llamado ‘par redox’, que se designa por Ox/Red. Una reacción de oxidación-reducción es un intercambio de electrones entre el oxidante de un par redox y el reductor de otro par. Se puede observar que este tipo de reacción es análoga a las reacciones ácido-base, que corresponden a un intercambio de protones entre la base de un par ácido-base y el ácido de otro par. Consideremos dos pares redox designados como Ox1/Red1 y Ox2/Red2. Si se sabe que el oxidante Ox1 reacciona con el reductor Red2, se producirán las siguientes semireacciones: Ox1 + n1e- Red1 Red2 Ox2 + n2econ el siguiente balance final: n2Ox1 + n1Red2 n2Red1 + n1Ox2 (Se ha multiplicado la primera ecuación por n2 y la segunda por n1 para que el número de electrones intercambiados en ambas semirreacciones sea el mismo.) NÚMERO DE OXIDACIÓN En la medida en que cada especie puede existir en una forma más o menos oxidada, es posible definir un ‘número de oxidación’ para caracterizar la forma que se está considerando. Cuanto más elevado es el número, más oxidada está la forma. En los cuerpos simples, el número de oxidación corresponde a la carga del elemento químico. Así, el hierro puede existir en su forma reducida, el hierro metálico Fe (número de oxidación 0), o en dos formas oxidadas, los iones Fe2+ (número de oxidación ii) y Fe3+ (número de oxidación iii). En casos más complejos, el número de oxidación está ligado a la valencia del elemento químico considerado. Cuando un cuerpo se oxida, aumenta su número de oxidación; cuando se reduce, disminuye. Por tanto, un oxidante es un compuesto cuyo número de oxidación puede disminuir, mientras que un reductor es una sustancia cuyo número de oxidación puede aumentar. PREVISIÓN DE LAS REACCIONES Un par redox está caracterizado por un potencial normal de electrodo, E 0, que, según la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC), es su potencial de reducción, es decir, el que corresponde a la semirreacción: Ox + ne- Red Así, los pares redox se ordenan según el valor de su potencial normal de reducción: cuanto más elevado es el potencial, mayor es el poder oxidante de la forma oxidada. En disolución, cuando hay dos pares redox Ox1/Red1 y Ox2/Red2 con potenciales normales respectivos E01 y E02, si E01>E02 la reacción que se produce es: n2Ox1 + n1Red2 n2Red1 + n1Ox2 balance de las semirreacciones siguientes: Ox1 + n1e- Red1 Red2 Ox2 + n2eEs necesario comparar los potenciales de electrodo para prever termodinámicamente el sentido de la reacción de oxidación-reducción. Sin embargo, aunque la termodinámica permite predecir en qué sentido tendrán lugar las reacciones de oxidación-reducción cuando están presentes varios pares redox, no puede prever la cinética de dichas reacciones. De hecho, algunas reacciones termodinámicamente posibles no tienen lugar en la práctica porque son demasiado lentas. APLICACIONES DE LA OXIDACIÓN-REDUCCIÓN Las reacciones de oxidación-reducción son muy frecuentes en la industria: constituyen el principio de funcionamiento de las pilas eléctricas y se emplean para refinar electroquímicamente determinados metales. En la naturaleza, intervienen en la respiración celular y la fotosíntesis. La electrólisis de las disoluciones salinas es una reacción de oxidación-reducción: se produce oxidación en el ánodo y reducción en el cátodo. Para llevar a cabo una electrólisis se establece una diferencia de potencial entre los electrodos con el fin de seleccionar la reacción deseada. 5.6.1.6 Ejemplos de reacciones con base a la clasificación anterior, incluyendo reacciones de utilidad ( procesos industriales, de control de contaminación ambiental, de aplicación analítica, entre otras) 5.7 Aplicación del tema en Ingeniería. 5.7.1 Duración de las pilas, ¿Por qué entre más pequeñas más durables?. 5.7.2 Riesgo de manejo de componentes de memorias. ¿Qué hacer con los componentes de PC's, celulares, entre otros?. Unidad 6. Estequiometría. 6.1 Unidades de medida usuales en Estequiometría. 6.1.1 Número de Avogadro. A finales del siglo XVIII y principios del XIX, varios químicos descubrieron que los gases reaccionaban siempre en proporciones simples y definidas; por ejemplo, un volumen determinado del gas A reaccionaba con un volumen asimismo determinado del gas B, manteniéndose siempre la misma proporción. No importaban las unidades utilizadas en la medida de dichos volúmenes, siempre y cuando fuesen las mismas para ambos y la medición de volúmenes se hiciese en las mismas condiciones de presión y temperatura, un observación que fue enunciada por Gay-Lussac (1788-1850) en forma de ley: a temperatura y presión constantes, los volúmenes de los gases reaccionantes pueden expresarse como una relación sencilla de números enteros. En aquella época no existía todavía una teoría corpuscular completa de la materia, es decir, se desconocía la existencia de moléculas y átomos, que son los componentes elementales de los gases que reaccionan entre sí, pero empezaban a desarrollarse las primeras nociones sobre esta cuestión. En 1811, el químico italiano Amadeo Avogadro postuló que a la misma presión y temperatura, volúmenes iguales de todos los gases contienen el mismo número de moléculas. Dicho postulado proporcionaba una explicación a las observaciones experimentales. Un volumen de A reaccionaba con un volumen de B porque ambos poseían la misma cantidad de moléculas, o estaban en una proporción que podía expresarse mediante un número sencillo. Así, por ejemplo, dos moléculas de hidrógeno siempre reaccionan con una molécula de oxígeno para dar dos moléculas de agua. La hipótesis de Avogadro ha sido comprobada en numerosas ocasiones, y tiene hoy rango de ley. Los átomos y moléculas son demasiado pequeños para observarse o pesarse por separado. Por esta razón, es necesario disponer de alguna unidad que represente un número determinado de ellos. Para ello se utiliza el mol (o átomo-gramo, si se trata de átomos), que representa el peso en gramos de 6,023·10 23 moléculas o átomos de una sustancia, valor numérico calculado experimentalmente al que se le da el nombre de Número de Avogadro. Por ejemplo, un átomo-gramo de helio, que existe en forma de átomos aislados, serían 6,023·1023 átomos de helio. Por el contrario, el hidrógeno se presenta en la naturaleza como moléculas diatómicas, por lo cual un mol de hidrógeno tendrá 6,023·1023 moléculas de hidrógeno. La pregunta inmediata que surge es por qué razón se ha elegido un valor tan extraño para el Número de Avogadro, en lugar de haber tomado una cantidad más redonda. La explicación es sencilla; para simplificar los cálculos se hizo que el mol de una sustancia, medido en gramos, coincidiera en valor numérico con el peso de la unidad elemental de dicha sustancia (átomo o molécula) expresado en unidades de masa atómica, siendo el Número de Avogadro el factor de proporcionalidad necesario para que esto ocurriera sí. Por ello, una molécula de hidrógeno pesa dos unidades de masa atómica, mientras que un mol de hidrógeno pesa dos gramos. Una molécula de agua pesa 18 unidades de masa atómica, y un mol de agua son 18 gramos. De esta manera resulta sumamente fácil pasar de uno a otro sistema, ya que basta con cambiar las unidades pero no es necesario hacerlo con el valor numérico, pero a consecuencia de ello el Número de Avogadro carece de valor redondo. 6.1.2 Mol gramo. Cantidad de sustancia que contiene un número de Avogadro (6,023·1023) de unidades elementales de dicha sustancia. Por ejemplo, un mol de átomos de sodio son 6,023·1023 átomos, un mol de moléculas de metano son 6,023·1023 moléculas. El concepto de mol es fundamental en química porque relaciona la cantidad de entidades elementales de una sustancia con ciertas magnitudes termodinámicas, como la presión y el volumen. Dicho de una manera más sencilla, un mol es el número necesario de moléculas para que el peso en unidades atómicas de masa de una molécula coincida numéricamente con el peso en gramos de toda la sustancia que tenemos. Por ejemplo: la molécula de oxígeno pesa (una sola) 32 unidades atómicas de masa, luego un mol de oxígeno pesa 32 gramos. Es por tanto un múltiplo enorme de la masa molecular. Un mol de cualquier sustancia contiene siempre el mismo número de moléculas (el número de Avogrado). Por eso el número de Avogadro es tan raro en lugar de ser redondo; lo que se busca es la coincidencia numérica entre el peso de la molécula y el peso de todo lo que tenemos, de forma que sea fácil manejar los números sin necesidad de factores de conversión complicados. Así tenemos una unidad del orden de gramos (y de fácil manejo en el laboratorio) que mantiene la relación entre las masas de las diferentes moléculas. Ejemplo: El agua pesa 18 umas (unidades de masa atómica). Un mol de agua son 18 gramos de agua. Un mol de agua, tiene 6,023·1023 moléculas de agua. 6.1.3 Átomo gramo. Se llama atomo-gramo o mol de atomos a una cantidad en gramos de un elemento igual en su valor numerico a la masa atomica. Asi, por ejemplo, si el hierro tiene una masa atomica igual a 55,847 u.m.a., 1 mol de atomos de hierro es igual a 55,847 gramos. Átomo gramo Es el peso atómico de un elemento expresado en gramos. Como casi todos los elementos se encuentran como mezclas de isótopos, los pesos átomo-gramo no suelen ser números enteros; pero en muchos casos se aproximan a números enteros porque predomina un isótopo sobre los demás. 6.1.4 Mol molecular. Se llama molécula-gramo o mol de moléculas a una cantidad en gramos de la sustancia igual a su valor numerico a la masa molecular. Por ejemplo, para el agua tenemos que 1 mol son 18,016 gramos ya que su masa molecular son 18,016 u.m.a. Mol- gramo. El peso molécula gramo (llamado molécula gramo o simplemente mol) es el peso molecular expresado en gramos. Así 1 mol de CH4 pesa 16 g. Volumen gramo molecular. El volumen que ocupa 1 mol de cualquier gas a temperatura y presión normales (0C Y 1 atm.) está determinado por la ecuación del estado gaseoso: PV = nRT Donde: V = volumen P = presión n = número de moles R = constante de proporcionalidad 6.2 Concepto de estequiometría. Estequiometría, estudio de las proporciones ponderales o volumétricas en una reacción química. La palabra estequiometría fue establecida en 1792 por el químico alemán Jeremias B. Richter para designar la ciencia que mide las proporciones según las cuales se deben combinar los elementos químicos. Richter fue uno de los primeros químicos que descubrió que las masas de los elementos y las cantidades en que se combinan se hallan en una relación constante. En la actualidad, el término estequiometría se utiliza relativo al estudio de la información cuantitativa que se deduce a partir de los símbolos y las fórmulas en las ecuaciones químicas. Una ecuación química es esencialmente una relación que muestra las cantidades relativas de reactivos y productos involucrados en una reacción química. Los cálculos estequiométricos son aquellos que se realizan para conocer con precisión la cantidad que se va a obtener de un determinado producto, conocidas las cantidades de los reactivos o, por el contrario, las cantidades de reactivo que se han de utilizar para obtener una determinada cantidad de producto. La expresión “cantidad estequiométrica” indica la cantidad exacta que se necesita de una sustancia de acuerdo con una ecuación química. Para efectuar los cálculos estequiométricos se siguen una serie de etapas. Primero se escribe la ecuación química igualada. Puesto que lo más fácil es utilizar relaciones de moles como base de cálculo, la segunda etapa consiste en transformar en moles la información suministrada. En la tercera etapa se examinan la relaciones molares en la ecuación química para obtener la respuesta a la pregunta que haya sido formulada. En esta etapa hay que tener en cuenta si alguno de los reactivos es un reactivo limitante, que es aquel reactivo que está presente en la cantidad estequiométrica más pequeña de manera que determina la cantidad máxima de producto que se puede obtener. La palabra estequiometría se deriva del girego stoicheion, que significa primer principio o elemento, y metron, que quiere decir medida. La estequiometrpia describe las relaciones cuantitativas entre los elementos en los compuestos (composición estequiométrica) y entre las sustancias cuando experimentan cambios químicos (estequiometría de reacción). 6.2.1 Leyes estequiometrícas. Ley de la conservación de la materia. No se produce cambio detectable en la cantidad de materia durante una reacción química ordinaria. Este principio básico es la ley de la conservación de la materia, y constituye la base para el balanceo de las ecuaciones químicas y los cálculos que se realizan a partir de dichas ecuaciones. Ley de las proporciones constantes. Diferentes muestras puras de un compuesto siempre contienen los mismos elementos en las mismas proporciones de masa. Esta ley por lo general se le atribuye a Joseph Proust, químico francés que la publicó en 1799. La ley dice si, por ejemplo, se analizan muestras del gas de dióxido de carbono (CO2) obtenidos de fuentes diferentes, se encontrará en cada una de las muestras la misma relación en masa entre carbono y oxígeno. Ley de las proporciones múltiples. La cual establece que si dos elementos se pueden combinar para formar más de un compuesto, las masas de un elemento que se combinan con la masa fija de otro elemento se encuentran en relaciones de números enteros pequeños. 6.2.2 Ley de la conservación de la materia. La masa de un sistema permanece in variable sea cual sea la transformación que sufra dentro de él; esto es, en términos químicos, la masa de los cuerpos reaccionantes es igual a la masa de los productos resultantes de la reacción. Esta ley se considera enunciada por Lavoisier, pues si bien era utilizada en las teorías de trabajo por químicos anteriores a él, se debe a Lavoisier su confirmación y generalización. Un ensayo riguroso de esta ley fue elaborado por Landolt (fundador de las tablas químico - físicas constantes de Landolt – BöRnsten) entre 1893 y 1809. No encontrándose diferencia alguna entre el sistema antes y después de verificarse la reacción. La ley de la conservación de la materia no es absolutamente exacta. En la física actual la materia y la energía son la misma esencia, pues no sólo la energía tiene un peso, y por lo tanto una masa, si no que la materia es una forma de energía que puede transformarse en otra forma distinta de energía. Esta ley dice que la materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma. Cogemos 1,5 gramos de AgNO3 y lo disolvemos el agua, lo ponemos en contacto con cobre y se crea Ag, que pesa 0,88. Luego esta a esta plata se le añade HNO 3 y se vuelve a crear AgNO3 que ahora debería pesar 1,5 g, pero al haber perdido un poco en los pasos anteriores, por ejemplo impregnada en la barilla oxidación que se haya caído del vaso, pesa 1,46g. Ahora este AgNO 3 se mezcla con 1g NaCl y se forma un sólido, se filtra y la disolución se deja evaporar, se pesan las dos sustancias y al sumarlas tiene que dar 2,5g, uno de NaCl y 1,5 de AgNO3 pero al haber perdido otra vez sólo pesa 2,44g. Si la practica se hubiera realizado perfectamente pesaría mas, porque en los primeros pasos se ha arrastrado un poco de cobre. 2 AgNO3 + Cu 2Ag + CuNO3 Ag + HNO3 HNO2 + AgNO3 AgNO3 + NaCl AgCl + NaNO3 6.2.3 Ley de las proporciones constantes.(o de Proust) LEY DE LAS PROPORCIONES DEFINIDAS Dos substancias que reaccionan para dar una tercera se combinan en una reacción constante. También llamada ley de la composición constante, establecida por Proust en 2801, según la cual cuando dos o más elementos se combinan pare formar un determinado compuesto, lo hacen en una reacción de peso invariable. A +B ® C 2A = C B=C MASA DE A MASA DE B MASA DE C SOBRA DE A SOBRA DE B 0,85 6,7 1,5 0 5 6,3 14 12,6 0 1,7 3,2 8,4 6,4 0 2 Joseph Louis Proust: Nacido en 1754 y muerto en 1826, químico francés, conocido por haber formulado la ley química de las proporciones definidas, llamada algunas veces ley de Proust. Nació en Angers y se estableció en París. En 1789 se trasladó a España, donde ejerció la enseñanza y dirigió un laboratorio bajo la protección de Carlos IV. Regresó a Francia en 1808 y vivió retirado el resto de su vida. Su ley de las proporciones definidas establece que los elementos de un compuesto están todos presentes en una proporción fija en masa, independientemente de cómo se prepare el compuesto. Proust incluyó la ley en un ensayo que publicó en 1794. Sin embargo, esta ley no fue aceptada totalmente hasta que el químico sueco Jöns Jacob Berzelius le dio crédito en 1811. Proust también descubrió el azúcar de uva, lo que hoy se denomina glucosa. En 1816 fue elegido miembro de la Academia Francesa de Ciencias. La ley de las proporciones definidas, puede servirnos como ejemplo de la aplicación del método científico. Observamos, por ejemplo, que en contacto con el aire el hierro se corroe y otros metales, como e zinc y el aluminio se transforman a su vez en substancias distintas. Estos hechos nos permiten elaborar esta conclusión general: “bajo la acción del aire los metales se corroen”. La siguiente etapa consiste en estudiar la naturaleza de los productos de la reacción de corrosión. Si se deja transformas por completo un peso conocido de hierro, hayamos que el producto tiene una masa mayor que el hierro primitivo. Lo mismo ocurre con el cinc oxidación el aluminio corroídos, oxidación sea, algo se ha agregado al metal para corroerlo. La ley de las proporciones definidas no fue inmediatamente aceptada por Bertholler (colaborador de Lavoisier en la nueva nomenclatura química), el cual, al establecer que algunas reacciones químicas son limitadas, defendía la idea de que la composición de los compuestos era variable. Después de numerosos experimentos pudo reconocerse en 1807 la exactitud de la ley de Proust. No obstante, ciertos compuestos sólidos muestran una pequeña variación en su composición por lo que reciben el nombre de <<berthóllidos>>. Los compuestos de composición fija y definida reciben el nombre de <<daltónicos>> en honor a Dalton. 6.2.4 Ley de las proporciones múltiples.( o de dalton) La ley de Proust no impide que dos o mas elementos se unan en distintas proporciones para formar de acuerdo con dicha ley distintos compuestos. Así por ejemplo el oxígeno y el cobre se unen en dos proporciones distintas formando dos óxidos de cobre que contienen 79,90% y 88,83% de cobre. Si calculamos la cantidad de cobre combinado con un mismo peso de oxígeno, se obtiene en cada caso: Las dos proporciones son, aproximadamente, una el doble de la otra y, por tanto, los pesos de cobre que se unen con un mismo peso de oxígeno para formar el óxido están en la relación de I es igual a II. En la investigación de otros casos en los que dos elementos se unen en varias proporciones se obtienen resultados análogos, por lo que puede enunciarse la siguiente generalización: “Las cantidades de un mismo elemento que se unen con una cantidad fijada de otro elemento para formar en cada caso un compuesto distinto están en la relación de números enteros sencillos. Este enunciado constituye la ley de las proporciones múltiples formulada por Dalton (Fundador de la teoría atómica), en 1803 como resultado su teoría atómica y establecida definitivamente para un gran número de compuestos por Bercelius. 6.3 Balanceo de reacciones químicas. Una reacción química es la manifestación de un cambio en la materia y la isla de un fenómeno químico. A su expresión gráfica se le da el nombre de ecuación química, en la cual, se expresan en la primera parte los reactivos y en la segunda los productos de la reacción. A+BC+D Reactivos Productos Para equilibrar o balancear ecuaciones químicas, existen diversos métodos. En todos el objetivo que se persigue es que la ecuación química cumpla con la ley de la conservación de la materia. 6.3.1 Por método de tanteo. Por el método del tanteo. El método del tanteo consiste en observar que en cada miembro de la ecuación se tengan los átomos en la misma cantidad. Por tanteo sólo puede calcularse con facilidad los coeficientes de ecuaciones en que intervengan pocas substancias y se trate de coeficientes pequeños. Ejemplo: Balancear por tanteo la siguiente ecuación H2O + N2O5 HNO3 a) Aquí apreciamos que existen dos hidrógenos en el primer miembro (H 2) y uno en el segundo (HNO3). Por ello, con sólo agregar un dos al ácido nítrico queda balanceado el hidrógeno: H2O + N2O5 2HNO3 b) Para el nitrógeno también queda equilibrado, pues tenemos dos nitrógenos en el segundo miembro: 2HNO3 c) para el nitrógeno se tiene: un oxígeno en el agua (H 2O) y cinco en el anhídrido nítrico (N2O5), lo cual nos da un total de seis oxígeno. Igual que en 2HNO3. 6.3.2 Por el método redox. Balanceo de ecuaciones por el método de Redox ( Oxidoreduccion ) En una reacción si un elemento se oxida, también debe existir un elemento que se reduce. Recordar que una reacción de oxido reducción no es otra cosa que una perdida y ganancia de electrones, es decir, desprendimiento o absorción de energía (presencia de luz, calor, electricidad, etc.) Para balancear una reacción por este método , se deben considerar los siguiente pasos 1)Determinar los números de oxidación de los diferentes compuestos que existen en la ecuación. Para determinar los números de oxidación de una sustancia, se tendrá en cuenta lo siguiente: -1 -2 o elemento que se encuentre solo, no unido a otro, tiene numero de oxidación 0 2) Una vez determinados los números de oxidación , se analiza elemento por elemento, comparando el primer miembro de la ecuación con el segundo, para ver que elemento químico cambia sus números de oxidación 0 0 +3 -2 Fe + O2 Fe2O3 Los elementos que cambian su numero de oxidación son el Fierro y el Oxigeno, ya que el Oxigeno pasa de 0 a -2 Y el Fierro de 0 a +3 3) se comparan los números de los elementos que variaron, en la escala de Oxido-reducción 0 0 +3 -2 Fe + O2 Fe2O3 El fierro oxida en 3 y el Oxigeno reduce en 2 4) Si el elemento que se oxida o se reduce tiene numero de oxidación 0 , se multiplican los números oxidados o reducidos por el subíndice del elemento que tenga numero de oxidación 0 Fierro se oxida en 3 x 1 = 3 Oxigeno se reduce en 2 x 2 = 4 5) Los números que resultaron se cruzan, es decir el numero del elemento que se oxido se pone al que se reduce y viceversa 4Fe + 3O2 2Fe2O3 Los números obtenidos finalmente se ponen como coeficientes en el miembro de la ecuación que tenga mas términos y de ahí se continua balanceando la ecuación por el método de tanteo Otros ejemplos KClO3 KCl + O2 +1 +5 -2 +1 -1 0 KClO3 KCl + O2 Cl reduce en 6 x 1 = 6 O Oxida en 2 x 1 = 2 2KClO3 2KCl + 6O2 Cu + HNO3 NO2 + H2O + Cu(NO3)2 0 +1 +5 -2 +4 -2 +2 -2 +2 +5 -2 Cu + HNO3 NO2 + H2O + Cu(NO3)2 Cu oxida en 2 x 1 = 2 N reduce en 1 x 1 = 1 Cu + HNO3 2NO2 + H2O + Cu(NO3)2 Cu + 4HNO3 2NO2 + 2H2O + Cu(NO3)2 Por el método redox Una reacción de oxidación- reducción se define como aquella en la cual determinados átomos o iones monoatómicos de las sustancias que intervienen en la reacción son oxidados al mismo tiempo que otros son reducidos. Oxidación: se dice que un elemento se oxida cuando pierde electrones, aumentando sus números de oxidación positivos y disminuyendo los negativos. Reducción: se dice que un elemento se reduce cuando gana electrones, aumentando sus números de oxidación negativos y disminuyendo los positivos. Las reacciones de oxidación-reducción pertenecen al tipo: A + B AB o AB + C ABC Siempre que participen en ellas algún elemento libre son reacciones redox. El balanceo de ecuaciones químicas por el método redox conduce siempre al cálculo de los estados de oxidación de las sustancias participantes. Para determinarlo se tendrá en cuenta lo siguiente: 1. Se escribe la ecuación general no balanceada en forma tan completa como sea posible. 2. Se asigna número de oxidación para observar qué experimentan cambios. 3. - se dibuja un paréntesis para conectar a los átomos del elemento que se oxida. Se indica el aumento del número de oxidación por átomo. Se dibuja un paréntesis para conectar a los átomos del elemento que se reduce. - se determinan los factores que igualan al incremento y la disminución total de números de oxidación. 4. Se insertan coeficientes en la ecuación para igualar el incremento y la disminución de npumeros de oxidación. 5. Se balancean los demás átomos por inspección. 6.4 Cálculos estequiométricos en reacciones químicas. 6.4.1 Relaciones mol-mol. 6.4.2 Relaciones peso-peso. Estequiometría peso-peso. Es el cálculo de los cambios de peso derivados de las relaciones molares establecidas, constituye un procedimiento sumamente útil. Capacita al químico para calcular las cantidades de reactivos necesarios para fabricar una cantidad determinada de una nueva sustancia, facilita igualmente al biólogo molecular un procedimiento cuantitativo para estudiar los procesos químicos que se cumplen en los organismos vivientes. Igualmente permite al ingeniero calcular un proceso piloto destinado a la economía de una operación industrial. Las ecuaciones químicas no siempre son sencillas, y los cálculos peso/peso basados en una sencilla ecuación balanceada frecuentemente representa situaciones simplemente ideales. Pero aún en tales casos las estequiometría peso-peso suministra información muy útil, la de las cantidades teóricas de las sustancias afectadas. Cuando se combinan con datos de experimentación llevada a cabo, los cálculos teóricos descubren o muestran la eficiencia de los procesos químicos. Cuando un químico efectúa una reacción, los reactivos comúnmente no están presentes en las cantidades estequiométricas exactas, esto es, en las proporciones indicadas en la ecuación balanceada. El reactivo que se consume primero en la reacción se llama reactivo limitante, dado que la máxima cantidad de producto formado depende de la cantidad de este reactivo que se encuentra presente originalmente. Cuando se acaba este reactivo, no se puede formar más producto. Los otros reactivos, presentes en cantidades mayores que aquellas requeridas para reaccionar con la cantidad de reactivo limitante presente, se llama reactivos excedentes. La cantidad de reactivo limitante presente al inicio de la reacción está relacionada con la cantidad de producto que se puede obtener de la reacción. Esta cantidad se llama rendimiento de la reacción. Hay tres tipos de rendimientos relacionados con el estudio cuantitativo de las reacciones químicas: El rendimiento teórico de una reacción es la cantidad de producto que se predice mediante la ecuación balanceada cuando ha reaccionado todo el reactivo limitante. El rendimiento teórico es el rendimiento máximo que se puede obtener. En la práctica, la cantidad de producto que se obtiene, llamado rendimiento real, es casi siempre inferior al rendimiento teórico. Los químicos usan a menudo el término rendimiento porcentual (% de rendimiento) , el cual describe la proporción del rendimiento real con respecto al rendimiento teórico, y se define como sigue: % de rendimiento = (rendimiento real / rendimiento teórico) 6.4.3 Cálculos donde intervienen los conceptos de Reactivo limitante Reactivo en exceso Grado de conversión o rendimiento 6.5 Aplicación del tema en Ingeniería. 6.5.1 Efecto de la relación peso-peso sobre la conductividad eléctrica, en aleaciones. 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