Dialéctica turismo-territorio en la sociedad globalizada

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Unidad II: La dialéctica turismo-territorio en la sociedad globalizada
Tema 2: El impacto del turismo en las estructuras territoriales
1. Introducción
El proceso de terciarización de la economía mundial en las últimas décadas ha tenido
uno de sus principales factores en el desarrollo del turismo. El subsector turístico
puede considerarse como la principal industria a escala planetaria. La dificultad para
abarcar la amplitud de sus implicaciones y concretar sus aspectos esenciales,
empezando por la propia definición y cuantificación de las actividades que contiene y
por la delimitación de los agentes o consumidores que repercuten en el conjunto de la
actividad, pero también en las repercusiones económicas, sociales y territoriales que
pueda tener.
2. El turismo, actividad estratégica en los ámbitos insulares
La región puede considerarse como un instrumento de clasificación funcional, pues
dentro de ella se puede avanzar en la definición de esas estructuras territoriales,
identificando redes y subespacios donde se articulan las diferentes actividades
socioeconómicas.
El turismo es una gran influencia en la constitución y modulación de estas estructuras
territoriales. Es uno de los proceso de mayor importancia y repercusión en las
estructuras territoriales en las últimas décadas.
El turismo ha sido la actividad económica principal de los espacios insulares. Es
significativo el Caribe, uno de los principales destinos turísticos a escala mundial.
La actividad turística implica una modulación territorial derivada principalmente de la
polarización económica y de las repercusiones directas e indirectas de las
infraestructuras necesarias para su desarrollo.
3. Turismo y actividad económica en pequeñas islas: el caso de Canarias
Uno de los principales problemas de gestión territorial en los medios insulares, lo
constituye la accesibilidad/transporte y los problemas asociados a las redes de
infraestructuras: carreteras, puertos, aeropuertos y redes eléctricas y de
telecomunicación, ya que su construcción supone un impacto y una modificación de
los equilibrios territoriales. Las consecuencias del tráfico por carretera constituye en
Canarias uno de los principales problemas.
En el caso del turismo, los retos principales se asocian sobre todo a los cambios en los
modelos de gestión del ocio en las sociedades modernas, con segmentación creciente
de las vacaciones y diversificación de los destinos.
Es indiscutible que el desarrollo turístico ha traído enormes beneficios al conjunto de
las sociedades que se han beneficiado de su implantación, y especialmente las
insulares, pero existe la percepción generalizada de que la rapidez y potencia de los
cambios no se ha visto acompañada de una planificación sectorial y territorial
adecuada que haya contribuido a limitar los desajustes derivados de esta polarización
y a reducir los impactos negativos de carácter socioeconómico, territorial y paisajístico.
Se percibe una sensación de crisis del modelo tradicional del turismo de masas, que
se concreta en ámbitos insulares de reducidas dimensiones en la sobreutilización de
un entorno ambiental frágil.
4. Turismo, territorio y planificación
Por la propia evolución del ciclo de vida turístico como por la importante repercusión
territorial el turismo es un sector que también está inclinado a ser susceptible de
planificación. La planificación efectiva que contemple los aspectos territoriales y
ambientales integrándolos con los sectoriales, ha tenido graves dificultades por dos
motivos principales:
1- Son difíciles de precisar muchos de los lazos entre turismo y medioambiente.
2- Existe poca evidencia empírica para demostrar que el turismo puede llegar a
ser sostenible en términos ambientales.
Por último, no debe olvidarse que el turismo es esencial en la consecución de mejores
ingresos de los residentes, por lo que la reducción de sus posibilidades dentro del libre
mercado, no es solo una decisión que puede tener costes políticos, sino también
económicos, que deben ser comprendidos y asumidos por la sociedad.
5. Turismo y estructura territorial en ámbitos insulares: el caso de Canarias
Se ha configurado y modelado una estructura territorial sustentada por 2
condicionantes principales:
a) En el ámbito infraestructural: una escasa articulación territorial, potenciada por
el retraso de las infraestructuras. Esta fragmentación territorial ha impuesto
también la multiplicación de las infraestructuras, lo que ha introducido un
sobrecoste adicional a la generalidad de los sectores.
b) En el ámbito socioeconómico: promoción de un modelo económico
agrocomercial librecambista, sustentado en ventajas de localización y que
estableció dos pilares económicos en el modo de inserción del Archipiélago en
la expansión del capitalismo en el cambio del XIX al XX: la agricultura
comercial orientada al abastecimiento de la demanda de mercados europeos
con productos tropicales (plátano) y fuera de estación; y la potenciación del
papel de escala portuaria (declaración de puertos francos).
Este modelo económico condicionó desde comienzos de siglo un importante desarrollo
de determinadas áreas isleñas, en las que la agricultura orientada a la exportación y la
actividad portuaria constituyeron elementos directores y dinamizadores.
Este modelo funciona hasta los años ’60 del siglo XX. A partir de los años ’60. Se
produce en el Archipiélago un basculamiento definitivo hacia el sector servicios. Este
cambio de modelo económico se consolida a finales del siglo XX y se manifiesta en
una sustancial mejora de los niveles de vida de la población. Por tanto, hay un nuevo
modelo económico que se impone en las Islas a partir de mediados de la década de
los ’60 y está basado en dos pilares:
1) La actividad turística, sustentada por factores locacionales que estaban en la
base del modelo agrocomercial.
2) La actividad inmobiliaria y la construcción, asociadas al desarrollo de las
urbanizaciones turísticas.
El fenómeno turístico lleva asociado la construcción de alojamientos, infraestructuras y
equipamientos. El resultado principal de este nuevo fenómeno de valorización de las
áreas costeras, es una polarización territorial con una disminución del peso relativo de
los espacios agro-rurales tradicionales. Tres factores son los responsables de la
evolución reciente de la estructura territorial del Archipiélago:
a) La progresiva hegemonía del binomio turismo-construcción en la configuración
de la economía y la sociedad isleña.
b) Desde la segunda mitad de los años ’80 se produce el surgimiento de figuras
de protección ambiental del territorio que marcan una defensa y protección del
territorio-paisaje.
c) Actuaciones públicas activas con transferencias de otros sectores en vistas a
tratar favorecer el mantenimiento de las rentas agrarias, se ha singularizado en
revitalización parcial de áreas rurales a partir de la promoción de nuevas
actividades complementarias como producto turístico alternativo.
El binomio turismo-construcción puede considerarse como el elemento principal de la
organización territorial isleña. Pueden distinguirse 3 niveles:
1- Primer Nivel: ocupación directa. El modelo tradicional de sol y playa, restringe
la ubicación de las urbanizaciones a las zonas termófilas costeras.
2- Segundo Nivel: ocupación indirecta: la actividad turística impone
infraestructuras necesarias para su desarrollo: puertos, aeropuertos, vías de
comunicación, viviendas dormitorio.
3- Tercer Nivel: actividades inducidas. La actividad turística potencia y articula
territorialmente un vasto hinterland en términos de espacio y paisaje.
Las principales características desagregadas a escala insular son las siguientes:
a. La Palma: presenta un sistema básico estructurante transversal, que une los
dos principales núcleos de población y también las dos principales áreas
turísticas de sol y playa.
b. Tenerife: está marcado en su desarrollo por la ampliación de las grandes vías
de comunicación interior y exterior: la autopista de Santa Cruz, que dirigen el
turismo hacia el Sur.
c. Gran Canaria: tiene un definido corredor oriental que comunica el mayor núcleo
urbano del Archipiélago, al NE, con la conurbación urbanística que va desde
San Agustín hasta Puerto Mogán. La mayor parte de la industria local se ubica
en la zona central de ese corredor, en torno al aeropuerto y las instalaciones
del Teide y Arinaga.
d. Fuerteventura: es la isla en la que los cambios inducidos por el turismo han
sido más decisivos. La ubicación de dos grandes urbanizaciones, al Norte, en
la costa de La Oliva, y al Sur, en la parte meridional de la Pájara ha cambiado
radicalmente la estructura territorial isleña.
e. Lanzarote: presenta características semejantes a Fuerteventura, el eje NE-SW
discurre a lo largo de la vertiente de sotavento insular que valoriza las áreas
donde se ubican las urbanizaciones turísticas que van desde Costa Teguise a
Playa Blanca.
f.
La Gomera: ha tenido un declive que se inicia en los años ’60 con una
emigración que despuebla gran parte de sus medianías. Sin embargo, en los
últimos años, su inserción en los circuitos turísticos en la zona Sur ha
favorecido un significativo repunte con expectativas de desarrollo.
g. El Hierro: es la isla de menor dimensión del Archipiélago. No está inserta en los
circuitos turísticos de sol y playa, pero mantiene una oferta significativa de
turismo.
6. Conclusiones
A lo largo de las últimas décadas, el turismo se ha constituido en Canarias como un
sector estratégico de creciente hegemonía y marcado dinamismo que ha afectado
decisivamente al conjunto de la sociedad y el territorio isleño.
En primer lugar, se puede afirmar que el turismo ha constituido y constituye el
elemento determinante en el desarrollo reciente de buena parte de los ámbitos
insulares y de Canarias.
Su papel modulador de la estructura territorial y en el propio paisaje de las islas ha
sido igualmente decisivo, en parte por su extensión superficial, pero sobre todo por su
capacidad articuladora del territorio, con un importante impacto ambiental. El turismo
constituye una actividad que gira en torno al territorio.
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