Forrajes conservados II

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Forrajes conservados Henificación
¿Por
Uno
qué hablar de forraje conservado?
de los fundamentos principales por los que se confeccionan las reservas
forrajeras es el de transferir los excedentes primavero-otoñales de
producción de pasturas hacia otras épocas del año donde la oferta es
menor, lo que permitiría cubrir los baches forrajeros de verano invierno
para mantener una carga animal constante promedio a lo larga del tiempo.
Qué es la henificación?
La henificación es un método de conservación de forraje seco, producido por una rápida
evaporación del agua contenida en los tejidos de la planta. Comienza a confeccionarse con una
humedad próxima al 20 % y se estabiliza alrededor del 15 % durante el almacenaje.
¿Es importante la calidad de la pastura a conservar?
La calidad del forraje conservado nunca será superior al material que le dio origen, por esta
razón es imprescindible partir de una pastura de buena calidad por lo que se deben tener en
cuenta algunos conceptos:
1. Composición de la pastura: Para lograr una mayor cantidad de materia seca de alta
calidad, se debe priorizar al momento de corte la especie predominante. Otro punto a
tener en cuenta es el momento de inicio de confección del heno (20 % de humedad)
para evitar el enmohecimiento o ardido de los rollos confeccionados.
2. Malezas: Es de suma importancia controlar la presencia de malezas en los lotes
destinados a la confección de heno, ya que éstas disminuyen los rendimientos y la
longevidad de las pasturas pues al competir por el agua, la luz y los nutrientes
dificultan el corte y provocan una frecuente rotura de equipos.
3. Sanidad: Se debe tener en cuenta que las enfermedades o plagas afectan
principalmente a las hojas, siendo de importancia el cuidado de éstas ya que en ellas
se encuentra del 60 al 70 % de los nutrientes, y que es la parte de la planta de mayor
digestibilidad. Cuando hay caída de hojas, el valor nutritivo del forraje disminuye en un
porcentaje mucho más elevado que el de la pérdida de materia seca.
4. Densidad de plantas: El lote que se destine a corte debe presentar un buen stand de
plantas que permita lograr alta capacidad de trabajo y rápida amortización de los
equipos, debido a la elevada cantidad de rollos o fardos que se obtendrán por
hectárea.
5. Estado fenológico de la pastura: El momento óptimo de confección de los rollos
depende exclusivamente de cada cultivo y no es común a todas las especies. Por lo
tanto si se pretende lograr mayor calidad de heno, se debe cosechar el pasto en un
estado fenológico anticipado, mientras que si es el objetivo es obtener cantidad, el
corte podrá realizarse en un estado de3 madurez más avanzado.
6. Estructura de la planta: Al ser las hojas la parte de la planta de mayor valor nutritivo, y
ser las que menos sufren cambios en su composición química a lo largo del tiempo es
importante tener en cuenta los dos principios básicos que determinan las causas por
las que convienen conservar las hojas y no los tallos. LA calidad de las hojas es mayor
que la de los tallos; y las hojas mantienen la calidad por más tiempo que los tallos.
¿Cuándo es el momento óptimo de realizar el corte?
Alfalfa pura
Para compatibilizar calidad y cantidad de alfalfa se debe cortar cuando el cultivo presenta un 10
% de floración. Como regla práctica conviene comenzar a cortar cuando se observa la primera
flor en el cultivo, ya que al terminar la operación de corte se logrará un buen promedio entre la
cantidad de materia seca y el alto valor nutritivo. Si se corta antes de este estadio se produce
un envejecimiento prematuro de la pastura, mientras que si el corte se realiza en plena
floración se obtendrá mayor cantidad pero de menor calidad.
Avena
Para la confección del heno de avena se recomienda efectuar el corte en el estadio de grano
lechoso donde se obtiene un considerable volumen de materia seca, ya que este cultivo
mantiene la palatabilidad (sabor) aún en madurez avanzada. Si el corte es realizado
anticipadamente se obtendrá mayor calidad de heno, y si se realiza en el estadio de grano
pastoso se obtiene mayor cantidad de heno pero de menor calidad.
Pasturas polifíticas en base a alfalfa
Cuando la base es alfalfa ésta determinará el momento óptimo del corte, por otro lado cuando
se decida la confección del heno se debe tener en cuenta el porcentaje de humedad de la
especie que demore más tiempo en secarse.
Moha de Hungría. Mijo y raigrás
La prefloración es el momento de corte ideal para obtener la máxima cantidad de materia seca
con alto valor nutritivo. En el caso de efectuar el corte en forma anticipada se obtiene mayor
calidad pero menor cantidad de forraje, y por el contrario cuando se realiza el corte de la planta
ya semillada dará como resultado mayor cantidad pero menor calidad. Es importante aclarar
que no es aconsejable henificar moha semilla, ya que además de perder calidad no se
aprovechan la energía de las semillas debido a que estas se caen del rollo o bien terminan
pudriéndose dentro de él.
Sorgo forrajero
Como todas las gramíneas el corte es recomendado en prefloración pero cabe hacer una
salvedad con respecto a la siembra por ser este cultivo de tallos suculentos, trayendo como
consecuencia un secado lento y dificultoso. Una práctica preventiva es aumentar la densidad
de siembra en un 30 % para disminuir de esta forma el diámetro de los tallos facilitando el
acondicionamiento mecánico y el oreado del forraje antes de ser confeccionado el heno.
Fuente: Revista Forrajes y granos
Forrajes Conservados de Alta Calidad
El aumento de la productividad y la reducción de los costos, son los objetivos de todo sistema
ganadero que pretende ser eficiente y competitivo.
Para alcanzarlos es necesario aplicar toda la tecnología disponible previo análisis técnico y
económico del sistema.
Dadas las reglas de juego de la economía actual, se hace intensificar la producción, a través de
un aumento de la producción con una reducción de costos por unidad de producto, mayor
producción individual y mayor carga animal. Esto se consigue con mejores pasturas, mayor
consumo de concentrados y forrajes conservados de alta calidad.
La intensificación comienza con un ajuste en la secuencia de los cultivos y pasturas, elección
de los cultivares y variedades, la sembradora, las dosis y momento de fertilización, control de
malezas y plagas, riego, etc.
Una vez logrado un cultivo o pastura de alta con alta producción en cantidad y calidad de
MS/ha, se seleccionara el método de aprovechamiento más eficiente, ya sea el pastoreo
directo, mecánico o el método de conservación que resulte más conveniente.
La planificación de la cantidad de forraje a conservar, tanto de los excedentes de pasturas
como las variedades de maíz o sorgo a ensilar, es el factor determinante de la calidad del
producto a obtener, influyendo considerablemente en la rentabilidad del sistema productivo.
Esa calidad potencial del forraje, deberá ser conservada con la ayuda mecánica de la manera
más eficiente, durante el proceso de corte, confección y almacenaje, sin descuidar la extracción
y suministro, procurando minimizar las perdidas.
En que consisten los silajes?
El silaje es la conservación del forraje húmedo mediante fermentación, debido a la acción de
las bacterias anaeróbicas sobre los azucares del contenido celular, seguido de una posterior
preservación por el aumento de la acidez, manteniendo un pH reducido en condiciones de
anaerobiosis (ausencia de aire).
Cabe aclarar que el henolaje de pasturas, el proceso que ocurre es exactamente el mismo que
en el silaje, por tal motivo no es erróneo hablar de henolaje sin picar o picado cuando se refiere
a henolaje empaquetado o silaje de pasturas respectivamente.
El proceso de fermentación genera grandes cambios químicos, con la consiguiente perdida de
nutrientes. Es de vital importancia acortar el tiempo de duración de los procesos productivos
para lograr mayor cantidad de forraje de alta calidad.
Silaje de maíz
Uno de los principales objetivos que debe alcanzar el ensilaje, consiste en mantener las
condiciones anaeróbicas para preservar la calidad.
El cuidado de algunos factores como momento optimo de corte, velocidad de cosecha,
contenido de humedad, tamaño de picado, llenado rápido, estructura, compactación y sellado
del silo, influyen en gran medida en el proceso de fermentación y perdidas que ocurren durante
el almacenamiento. Estos factores aseguran un alimento más palpable y digestible,
posibilitando un mayor consumo de materia seca, lo que se traduce en una excelente
respuesta animal.
Todo lo mencionado tiene validez solo si se parte de un material de calidad. Se debe tener en
cuenta que las características que definen un buen maíz para cosecha en granos son las
mismas que deben reunir un buen maíz para silaje.
Se deben elegir cultivares de alto potencial de rendimiento que destaquen la maduración del
grano antes que la planta se seque, debido a que para obtener un silaje de alta concentración
energética el contenido del grano debe ser elevado y para lograr una correcta compactación la
planta debe estar verde.
Otro factor a considerar es la presencia de malezas: resulta de vital importancia el control de
malezas en tiempo y forma a lo largo de todo el desarrollo del cultivo para que al momento de
confección del silo, el lote cuente con una buena cantidad de material de alto valor nutritivo.
Momento óptimo de corte
Para el caso del maíz conviene picarlo en estado de grano pastoso a pastoso duro (30-40% de
materia seca promedio), con maquinaria de precisión y de elevada capacidad de trabajo.
En la práctica, para evitar que el cultivo se pase, se comienza a picar un poco antes, siendo la
superficie y la capacidad operativa de los equipos los factores determinantes del momento de
inicio del picado.
Estas consideraciones son válidas también para el sorgo.
Tamaño del picado
El tamaño ideal de picado para el maíz varía entre los 8-12 mm, mientras que para pasturas es
de 15-25 mm.
Como valores extremos se puede mencionar que picar maíz con un 70% de humedad y con un
largo de 13 mm requiere 54% menos potencia que una alfalfa con un 60% de humedad y un
largo de picado de 6 mm.
En síntesis, para lograr buenos silos de maíz se debe:
-Utilizar cultivares de maíz de alto potencial de rendimiento de MS/ha y controlar las malezas
en tiempo y forma.
-Cortar y picar con las cuchillas bien afiladas, cuando el maíz se encuentra en estadío de grano
pastoso o pastoso duro.
-Utilizar picadoras de precisión con cabezal de recolector en hileras y trabajar con un tamaño
de picado uniforme de 8-12 mm; esto asegura que la tasa de pasaje del forraje a través del
rumen sea la optima para la mejor respuesta animal.
-Realizar un eficiente compactado utilizando tractores que desparramen el material picado
dentro del silo en forma uniforme y en capas de no más de 10 cm, facilitando de esta manera la
extracción total del aire e impidiendo la oxidación del material ensilado.
-Completar el llenado del silo en el menor tiempo posible, trabajando en turnos durante las 24
horas del día.
-Taparlo con polietileno, asegurando la hermeticidad del silo.
-Durante el suministro, utilizar un sistema de extracción frontal que disminuya las perdidas en la
pared expuesta del silo.
Fuente: INTA, Propeco.
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