BAUTISTA HERMANO DE DANIEL (entre 55 y 65 años) SOLILOQUIO “Danielito estudiando siempre como un bárbaro. Qué inteligencia te ha salido. Qué alegría para vos. Yo no tengo ninguno así. Rómulo no paso de tercer grado y Remo apenas. Y, ¡mirá que le he dado valijazos!... Las muchachas no son tan negadas, pero también nacieron enemigas de los libros. Y apenas del espejo… para depilarse. Les gusta más ser bonitas que inteligentes. Bueno, eso no me inquietó nunca mayormente porque todas las mujeres son así. No se puede negar que bonitas son. Cada una tiene algo. Los pies de Dinora son tan lindos que mirándoselos desnudos ha llegado a llorar. Le da pena esconderlos en los zapatos. ¿No te ha dicho Nené? La vez que va a casa le pide que se los muestre. Son de ángel, ¿sabés?; parecen para volar. Quién sabe dónde irán a caer… Tan pobres que somos… Y todas; las cinco. Ojos grandes, cinturitas chicas, piernas largas, caminan bien… peo la música, por ejemplo, para bailar. Vos tenés una sola y toca el piano que es una divinidad. Bueno, vos también tocás algo. Si alguna de las mías tocara el piano me ayudaría…” DIÁLOGO “Daniel: … a dormirte después de cenar. Bautista: ¡Ha, sí! Cuando Nené toca el piano y me agarra sentado me duermo, ¿viste? No. Yo no puedo comprender por qué vos ligaste los hijos más inteligentes. Fui tan sano como vos y no te llevo dos años. Debe ser por Cipriana, mi mujer; “clavao”. Mi suegra también era analfabeta. Poca suerte. Te envidio de todo corazón, Daniel. Daniel: - ¡Jú! Decime Bautista: ¿yo soy tan “cachivache” como vos?”