8. Vulnerabilidad de la Cebada Cervecera al Cambio

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VULNERABILIDAD Y ADAPTACION DE LA CEBADA CERVECERA
AL CAMBIO CLIMATICO EN EL URUGUAY
Ricardo Romero
GRAS INIA La Estanzuela
Colonia, Uruguay
RESUMEN
La cebada cervecera es el cultivo invernal que ha mostrado un mayor crecimiento en su
producción y rendimiento en los últimos años. Sin embargo la variabilidad en sus rendimientos
evidencia una marcada sensibilidad del mismo a las variaciones climáticas. Para estudiar la
vulnerabilidad del cultivo a los posibles cambios climáticos, así como para establecer medidas
de adaptación tendientes a disminuir el impacto del mismo en el cultivo, se realizó un
experimento en INIA La Estanzuela para calibrar y validar el modelo CERES BARLEY para
las condiciones de Uruguay. El uso del modelo con los coeficientes determinados para las
variedades Clipper y Estanzuela Quebracho permitió simular los escenarios de aumentos de 2
y 4ºC en la temperatura, y de cambios en la precipitación de +20% y -20%. El modelo estima
una tendencia a la disminución de los rendimientos del orden del 10% por cada ºC de aumento
de la temperatura. Dicha disminución esta asociada a un acortamiento proporcional del ciclo
del cultivo. Los escenarios de cambio de precipitación estiman cambios en el rendimiento
asociados a las rutinas de balance de nitrógeno (N) para el cultivo. Un aumento de las
precipitaciones del 20% determina una disminución del rendimiento del 5% asociada a un
aumento del estrés por N causado por pérdidas de éste nutriente por mayor lavado, mientras
que una disminución del 20% en la precipitación produce un aumento en el rendimiento
simulado del 5%, fundamentalmente por una mayor disponibilidad de N. Paralelamente se
realizó un estudio de las series históricas de rendimiento de cebada y características
ambientales asociadas. Se encontró que los aumentos propuestos de temperatura causarían una
disminución en la oferta de frío al cultivo así como un acortamiento del ciclo del 5% por cada
ºC de aumento en la temperatura, provocando que el periodo reproductivo ocurra en una época
del año con menor radiación incidente. Ambos afectan también el rendimiento final entre 20 y
30% para aumentos de 2 y 4ºC respectivamente. Ningún escenario de temperatura utilizado
permite una combinación de largo del ciclo y época de floración adecuado para la obtención de
rendimientos similares a los logrados en época normal (Julio). También se encontró que el
aumento en la precipitación propuesto determinaría un incremento en los excesos hídricos en
el suelo del 30%, lo que podria estar asociado con una disminución del rendimiento del 6%. La
disminución de precipitaciones considerada, asociado a una disminución de los excesos
hídricos del 30% podría relacionarse con un aumento del rendimiento del 7%. Estos efectos
pueden estar asociados a las condiciones de anaerobiosis en el suelo, lo que determina una
menor cantidad de oxígeno disponible para las plantas a nivel radicular. Sin embargo no existe
evidencia experimental para afirmarlo, sugiriéndose la realización de estudios en este sentido
para diferenciar el efecto de los excesos de agua ya sea por causa de las condiciones de
anaerobiosis del suelo o por las pérdidas de nitratos (NO3). Ante estos resultados se proponen
como posibles medidas de adaptación al aumento de la temperatura la selección de variedades
con respuesta al fotoperíodo de manera de lograr un largo de ciclo y época de floración
adecuados. Los aumentos de precipitación y de excesos hídricos en el suelo pueden provocar
una mayor sensibilidad del cultivo a las condiciones de anaerobiosis, sugiriéndose la selección
de variedades resistentes o tolerantes a la falta de oxígeno a nivel radicular. Asimismo, para
los escenarios de cambios en precipitación, se propone el ajuste de la dosis de fertilizante
nitrogenado (N) a los requerimientos del cultivo, difiriendo las aplicaciones hacia final de
macollaje de manera de racionalizar el uso de N y disminuir las posibles pérdidas de NO3 por
lavado y contaminación de napas de agua profundas de uso humano.
INTRODUCCION
La cebada es el segundo cereal de invierno de importancia en el Uruguay, después del
trigo. Su área de producción ha crecido substancialmente en los últimos 25 años, de
aproximadamente 30.000 hectáreas (ha) en 1970 a 90.000 ha en 1995 (300%). En el mismo
período se registró una tendencia al aumento de los rendimientos de 500 Kg./ha a 2000 Kg./ha.
Esto trajo como consecuencia un importante aumento en la producción total anual,
registrándose un incremento de 30.000 a 180.000 ton/año en los últimos 25 años (MGAP-DCE
1995, MGAP-DIEA 1991, MAP-DIEA1981, MGA 1973). Esto pone de manifiesto el
crecimiento que ha tenido el cultivo impulsado fundamentalmente por un crecimiento de las
exportaciones de cebada malteada. En contraposición el trigo ha tenido un descenso en el área
sembrada. Esta caída fue acompañada con un aumento en los rendimientos que determinó que
la producción total anual oscilara en el orden de los 370.000 ton/año. Esta cifra refleja en
promedio la producción necesaria para autoconsumo, dado que en general este cereal no se
destina a la exportación (Figura 1). A pesar de la tendencia ascendente de los rendimientos de
cebada, estos presentan una marcada variabilidad inter e intra anual. Esta variación refleja la
vulnerabilidad del cultivo a los cambios en las condiciones ambientales. Las condiciones
ambientales en las que se produce la cebada en el Uruguay determina que haya años en los que
las condiciones climáticas son beneficiosas y se obtienen buenos rendimientos (1988) y otros
en los que los rendimientos son severamente afectados por el clima (1991).
A los efectos de estudiar la vulnerabilidad del cultivo de cebada y su posibilidad de
adaptación al cambio climático se realizó un experimento en el marco del convenio de
2
cooperación técnica entre el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y la
Comisión Nacional Sobre el Cambio Global (CNCG).
El presente trabajo tuvo como objetivo principal estudiar la vulnerabilidad y adaptación
al cambio climático de la cebada cervecera en el Uruguay. Para ello se realizó un ensayo con el
objetivo de calibrar y validar el modelo CERES Barley y posteriormente usar el modelo para
analizar la sensibilidad del cultivo a los nuevos escenarios climáticos propuestos por los
modelos de circulación global.
Un segundo objetivo consistió en el análisis de series históricas de rendimientos de
cebada de manera de identificar la o las variables climáticas determinantes de los rendimientos
observados en el área de influencia de la Estación Experimental La Estanzuela.
MATERIALES Y METODOS
El experimento fue conducido en la Estación Experimental La Estanzuela situada en
Colonia, Uruguay (34.20º de latitud Sur, 57.1º de longitud oeste, 81 m de altitud) durante el
año 1995, y en coordinación con el Estudio País sobre Cambio Climatico ejecutado por la
Comisión Nacional Para el Cambio Global de Uruguay.
El suelo corresponde a un Brunosol Eutrico Típico LAc v, con un horizonte Ap de 0 25 cm de espesor, de textura franco arcillo limosa, estructura en bloque subangulares y
transición clara; un horizonte B2t de 25 - 65 cm, de textura arcillo limosa y estructura en
prismas medios y fuertes; un horizonte B3 de 65 - 85 cm, de textura arcillosa limosa, estructura
similar al B2t y transición clara o gradual. El horizonte Ap varía entre 18 y 30 cm según la
posición topográfica. En general presentan valores de pH de 5.6 a 5.9; 3.5% de M. Orgánica;
75 a 86 % de saturación en bases, pendiente suave a moderada, erosión ligera, profundidad de
arraigamiento media, drenaje interno moderado, permeabilidad lenta, agua disponible media y
riesgo de sequía medio.
Se sembraron 4 cultivares comerciales de cebada: 1-Clipper; 2-Defra; 3-Estanzuela
Quebracho; 4-FNC 6-1; a una densidad de 250 plantas /m2.
El diseño experimental usado fue de bloques al azar con 2 repeticiones; y fue sembrado
en dos épocas de siembra: 06/Julio/95 (Epoca Normal o EN) y 15/08/95 (Epoca Tardía o ET).
Se fertilizó a la siembra con 40 Kg. de N y 90 Kg. de P2O5/ha y al final del macollaje (estado
Zadoks 30) (Zadoks 1974) con 60 Kg. N. El control de malezas se realizó mediante la
aplicación post emergencia de herbicida Glean a una dosis de 20 g/ha de principio activo.
Se tomaron registros para cada cultivar de población de plantas emergidas y fecha de
antesis cuando el 50% de las plantas estaban en el estado correspondiente. Post antesis se
efectuaron 10 cortes a intervalos de 7 días aproximadamente para calcular el incremento en el
peso de granos (tasa de llenado de grano o TLG). Se consideró que la variedad había alcanzado
la madurez fisiológica cuando se detuvo la acumulación de materia seca en el grano. A la
cosecha se determinaron los componentes de rendimiento: número de espigas por m2, número
de granos por espigas y el peso de mil granos (PMG), así como el rendimiento final en kg. de
grano por hectárea.
3
En base a los resultados obtenidos en este experimento se ajustaron los coeficientes
genéticos del modelo CERES Barley. El modelo utilizado fue el perteneciente al Decision
Support System for Agrotechnology Transfer (DSSAT) Versión 3.0 (Tsuji et al 1994).
A fin de determinar los coeficientes genéticos requeridos por dicho modelo, se realizó
un estudio de desvíos entre valores observados y estimados y se seleccionaron aquellos
coeficientes genéticos que presentaban menores desvíos. A modo de ejemplo para el
coeficiente P1D, que determina la fecha de espigazón de cada variedad, se probaron valores
entre 1 y 5 con intervalos de 0.1 unidades. Para cada uno de los valores asignados a este
coeficiente se estudiaron las diferencias entre las fechas de espigazón observadas en el
experimento (para EN y ET) versus las fechas de espigazón estimadas por el modelo. A cada
grupo de diferencias entre observado y simulado por el modelo, se le calcularon los desvíos de
cero, y se seleccionó el coeficiente que presentara menor desvío.
Una vez obtenidos los coeficientes se procedió a la validación del modelo utilizando
los registros del Programa Nacional de Evaluación de Cultivares del período 1988-1995.
Estos datos fueron utilizados también para hacer un análisis de correlación con el objetivo de
identificar las variables climáticas más importantes en la determinación del rendimiento final.
RESULTADOS Y DISCUSION
1. Experimento de campo 1995
En el Cuadro 1 se presentan fechas de espigazón y de madurez fisiológica registradas
para cada variedad en ambas épocas de siembra, así como la suma térmica (base 0º C) para los
períodos siembra-espigazón y espigazón a madurez fisiológica.
Cuadro 1. Fecha de siembra (FS), fecha de espigazón (FE), días a espigazón (DE), sumas
térmicas entre siembra y espigazón (GDE), fecha de madurez fisiológica (FMF), días entre
espigazón y madurez fisiológica (DMF) y suma térmica de espigazón a madurez fisiológica
(GDMF) para cada cultivar.
Cultivar
Clipper
Clipper
Defra
Defra
E.Quebrac
E.Quebrac
FNC 6 1
FNC 6 1
FS
6 julio 95
15 agos 95
6 julio 95
15 agos 95
6 julio 95
15 agos 95
6 julio 95
15 agos 95
FE
14 oct
31 oct
22 oct
10 nov
14 oct
27 oct
16 oct
28 oct
DE
101
78
109
88
101
74
103
75
GDE
1120
1083
1298
1301
1170
1020
1199
1035
4
FMF
15 nov
22 nov
19 nov
2 dic
9 nov
19 nov
12 nov
18 nov
DMF
33
23
29
23
27
24
28
22
GDMF
598
448
542
427
494
444
513
416
Para la época de siembra temprana la duración de la etapa vegetativa osciló entre 101
días para Clipper a 109 para Defra. Cuando estos cultivares fueron sembrados en época tardía
el ciclo a espigazón se redujo en aproximadamente 25 días (25%). De manera similar la
duración de la etapa reproductiva, o período de llenado de grano, fue más prolongado en EN
que en ET, observándose una reducción de aproximadamente 6 días (20%) en cada cultivar
cuando fueron sembrados en la ET. Si consideramos estas etapas en tiempo térmico, vemos
que para ambas épocas de siembra la suma térmica entre siembra y espigazón es menos
variable entre épocas y oscila entre 1100 GD para Clipper y E.Quebracho, 1117 GD para FNC
6-1 y 1300 para Defra. Estos resultados evidencian el mecanismo de regulación térmica por
medio del cual la fenología es controlada por acumulación de temperaturas, siendo esta una
propiedad de cada cultivar. La espigazón se produce entonces cuando se alcanza una suma
térmica determinada para cada variedad.(Shaykewich 1995)
En el Cuadro 2 se presenta la fecha de siembra (FS), el número de granos por espiga
(G/E), el PMG, la tasa de llenado de grano (TLG) y el rendimientopara cada cultivar.
Cuadro 2: Componentes del rendimiento para los cv. estudiados en cada época de siembra
Cultivar
Clipper
Clipper
Defra
Defra
E.Quebrac
E.Quebrac
FNC 6 1
FNC 6 1
FS
6 julio 95
15agos 95
6 julio 95
15agos 95
6 julio 95
15agos 95
6 julio 95
15agos 95
G/E
23
21
30
27
27
23
31
28
PMG
45
50
38
42
48
48
44
48
TLG
1.4
2.2
1.3
1.8
1.8
2.0
1.6
2.2
Rend.
3779
3914
4313
3182
4722
4565
3815
3759
Puede observarse que para los 4 cultivares se obtuvo mayor número de granos por
espigas en la época normal (EN) comparada con la época tardía (ET), mientras que el PMG
fue en promedio mayor en la ET. Sin embargo el mayor rendimiento promedio fue en la EN, a
excepción del cultivar Clipper. Esto sugiere que, para las condiciones de este experimento, y
dentro de los componentes de rendimiento estudiados, el más relacionado con el rendimiento
fue el número de granos por espigas.
El aumento en el peso de granos observado durante la ET no fue suficiente para
compensar la merma en rendimiento causada por el menor número de granos obtenido en esta
época. El cociente entre el PMG y la duración del llenado de grano (o período espigazónmadurez fisiológica) determinan la TLG. La misma cuantifica la acumulación de MS en el
grano durante esta etapa. Se observa claramente que la TLG es menor en EN que en la ET
dado que durante la ET la duración del llenado de grano es menor y los pesos finales (PMG)
son similares. Esto significa que la acumulación de materia seca en el grano es un proceso
regulado térmicamente y se detiene aproximadamente a 500 GD (Cuadro 1). Por otro lado,
dado que los PMG son similares, se sugiere una compensación en el crecimiento de granos
incrementándose la TLG en ET en un 60% para Clipper, 40% para Defra y FNC 6 1 y 11%
para E.Quebracho (Cuadro 2).
2.
Calibración del modelo CERES-Barley: determinación de coeficientes genéticos
Cuadro 3 se presentan los resultados de rendimientos observados por el Programa Nacional de
Evaluación de Cultivares (PNELE) para las variedades Clipper y E.Quebracho y los resultados
simulados para estas variedades por el modelo.
Cuadro 3: Rendimientos observados por el Programa Nacional de Evaluación de INIA LE
(PNELE) y simulados por el modelo CERES-Barley
Año
1988
1988
1989
1989
1989
1990
1990
1990
1991
1991
1991
1992
1992
1992
1993
1993
1994
1994
1995
1995
Prom.
Época
1
2
1
2
3
1
2
3
1
2
3
1
2
3
1
2
1
2
1
2
Gral.
Observado PNELE
5122
4372
3630
3649
3555
3671
4373
4767
3690
1892
1500
3730
3478
3799
3168
2709
5155
2981
4211
4239
3685
Simulado CERES-Barley
5500
5450
5450
5200
4800
4900
4500
3900
4400
3700
3400
5000
5200
5250
3400
2200
4400
4250
4300
5200
4520
Diferencia Sim-Obs
378
1078
1820
1551
1245
1229
127
-867
710
1808
1900
1270
1722
1451
232
-509
-755
1269
89
961
835
En general los valores simulados tienden a sobrestimar los rendimientos (Figura 2). Por
otro lado los valores de rendimiento simulados no reflejan la variabilidad observada entre y
dentro años (Figura 3). Esto pone de manifiesto al menos dos limitantes en el uso del modelo
CERES-Barley en el Uruguay. Por un lado es posible que el modelo no contemple alguno(s)
aspecto(s) del ambiente importantes en la determinación del rendimiento de la cebada
cervecera en Uruguay. Por otro lado es posible que los rendimientos observados por el PNELE
no reflejen el potencial del cultivo para cada año y época, y que por alguna limitante (estrés de
nitrógeno, ocurrencia de enfermedades y/o plagas) el rendimiento se viera deprimido. Cabe
agregar que la simulación del modelo Ceres no considera el estado sanitario del cultivo ni las
condiciones de preparación de tierras para la siembra (laboreo).
Teniendo en cuenta lo expresado anteriormente es importante enfocar el estudio de
vulnerabilidad al cambio climático desde dos puntos de vista. El primero relacionado al uso
del modelo de Ceres, que aunque presenta algunas limitantes, es una herramienta válida para
realizar análisis de sensibilidad del cultivo al cambio climático. En este sentido resulta
2
interesante la comparación relativa entre los escenarios actuales simulados por el modelo y los
escenarios futuros sugeridos por los modelos de circulación global.
El segundo punto de vista es el estudio de la variabilidad histórica a través de la
caracterización de las condiciones ambientales durante la época de crecimiento de la cebada en
el Uruguay, y la relación de éstas con el rendimiento final. Este enfoque permite estimar la
posible respuesta del cultivo ante el eventual cambio climático en base a la variabilidad
observada en la región.
3. Uso de Ceres Barley para la determinación de la vulnerabilidad de la cebada
cervecera al cambio climático en el Uruguay
Se utilizó la subrutina de simulación Seasonal del DSSAT3 para simular los
rendimientos durante el período 1966 a 1995 utilizando los archivos climáticos con datos
reales obtenidos en INIA La Estanzuela.
Tres épocas de siembra fueron proporcionadas al modelo: época temprana (Et) 15 de Junio,
época normal (EN) 15 de Julio, y época tardía (ET) 15 de Agosto. Los resultados de rendimiento,
duración de ciclo vegetativo y reproductivo fueron analizados para el llamado escenario actual (valores
reales de temperatura y precipitación del período 1966-1995 en INIA LE) y para los escenarios
incrementales de aumento de 2ºC y 4ºC en temperatura, así como el aumento y/o disminución del 20% en
la precipitación. Se definieron dos situaciones de modelación, la primera donde la rutina de modelación
de disponibilidad de nitrógeno no fue utilizada, por lo tanto los resultados obtenidos fueron considerados
como el potencial sin limitantes, y una segunda situación donde la rutina fue utilizada y los resultados
fueron considerados como con posible limitante en el suministro de Nitrógeno (N. limitante).
3.1. Vulnerabilidad de la cebada cervecera al cambio climático bajo situaciones
de
producción potencial: Sin limitante de N
En el Cuadro 4 se presentan los rendimientos medios obtenidos para cada variedad
y
época de siembra en la simulación de los 30 años para la localidad La Estanzuela bajo el escenario actual
y los futuros considerados.
3
Cuadro 4: Rendimiento potencial medio (Kg./ha) por variedad y época de siembra para el escenario
actual y los escenarios futuros.
Var/ep.
Clipper
Et
EN
ET
EQuebr.
Et
EN
ET
Es1
3043
3153
3070
2905
3801
3899
3835
3668
Es2
2396
2449
2396
2343
2955
2979
2958
2929
Es3
1774
1848
1747
1728
2111
2101
2116
2115
Es4
3209
3291
3240
3097
4009
4054
4058
3915
Escenarios:
1- Actual: Serie histórica 1966 a 1995
2- Actual más 2ºC
3- Actual más 4ºC
4- Actual más 20% de precipitación
Es5
2788
2952
2817
2596
3478
3685
3492
3257
Es6
2519
2554
2518
2484
3101
3095
3101
3109
Es7
2209
2307
2217
2103
2725
2800
2766
2608
Es8
1862
1914
1831
1839
2212
2160
2215
2261
Es 9
1638
1743
1636
1535
1959
1996
1989
1891
5- Actual menos 20% de precipitación
6- Actual más 2ºC más 20% de precipitación
7- Actual más 2ºC menos 20% de precipitación
8- Actual más 4ºC más 20% de precipitación
9- Actual más 4ºC menos 20% de precipitación
Para un aumento de 2ºC los rendimientos de Clipper y Quebracho disminuyen en 647 y
846 Kg./ha (21 y 22%) respectivamente, y para un aumento de 4ºC el rendimiento estimado
decrece en 1269 y 1690 Kg./ha (42 y 44%) respectivamente.
Para el escenario de 20% de aumento en la precipitación el rendimiento de las dos
variedades potencial aumenta en 166 Kg./ha (5%), mientras que decrece 255 Kg./ha (8%) en el
caso de una disminución del 20% en las precipitaciones.
Existe una mayor sensibilidad de los rendimientos al posible aumento de la
temperatura que a los cambios en precipitación considerados. Esta disminución de rendimiento
debido al aumento de la temperatura está asociada a una disminución proporcional en el ciclo
de las variedades consideradas.
Cuadro 5 se presentan la duración del ciclo entre siembra y espigazón para cada variedad y
época de siembra en la simulación de los 30 años para la localidad La Estanzuela bajo el
escenario actual y los futuros considerados.
Cuadro 5: Duración de ciclo siembra-espigazón (días) por variedad y época de siembra para el
escenario actual y los escenarios futuros.
Var/ep.
Clipper
Et
EN
ET
EQuebr.
Et
EN
ET
Es1
91
109
90
73
87
104
87
72
Es2
81
97
81
66
78
92
78
65
Escenarios:
1- Actual: Serie histórica 1966 a 1995
2- Actual más 2ºC
3- Actual más 4ºC
4- Actual más 20% de precipitación
Es3
74
88
73
60
70
82
70
58
Es4
91
109
90
73
87
104
87
72
Es5
91
109
90
73
87
104
87
72
Es6
81
97
81
66
78
92
78
65
Es7
81
97
81
66
78
92
78
65
Es8
74
88
73
60
70
82
70
58
5- Actual menos 20% de precipitación
6- Actual más 2ºC más 20% de precipitación
7- Actual más 2ºC menos 20% de precipitación
8- Actual más 4ºC más 20% de precipitación
9- Actual más 4ºC menos 20% de precipitación
Es 9
74
88
73
60
70
82
70
58
Para un aumento de 2ºC se estima una reducción en el ciclo de Clipper y Quebracho de
entre 10 y 9 días (10 y 11%) respectivamente, mientras que para el aumento de 4ºC se estima
una disminución de 17 días (19 y 20% respectivamente). El cambio en el régimen de
precipitaciones no modifica el ciclo de las variedades.
El acortamiento en el ciclo del cultivo se produce porque las variedades consideradas
carecen de respuesta al fotoperíodo y la fenología del cultivo esta controlada únicamente por la
temperatura. Como fue expresado anteriormente tanto Clipper como Quebracho espigan al
alcanzarse un tiempo térmico de 1100 GD aproximadamente (Cuadro 1). El aumento en la
temperatura determina una reducción del número de días necesarios para la espigazón. A
consecuencia de este aceleramiento del desarrollo se produce una disminución en la
productividad, dado que ésta es el resultado de la tasa de producción diaria de materia seca
multiplicada por el número de días del período considerado.(Acock y Acock 1993, Magrin
1993 y Fisher 1985b)
En el mismo sentido se estima una disminución en el número de días de llenado de
grano, o período espigazón a madurez fisiológica (Cuadro 6).
Cuadro 6: Duración de ciclo espigazón-madurez fisiológica (días) por variedad y época de
siembra para el escenario actual y los escenarios futuros.
Var/ep.
Clipper
Et
EN
ET
EQuebr.
Et
EN
ET
Es1
32
34
32
30
32
35
32
30
Es2
30
32
30
28
30
33
30
28
Escenarios:
1- Actual: Serie histórica 1966 a 1995
2- Actual más 2ºC
3- Actual más 4ºC
4- Actual más 20% de precipitación
Es3
28
30
28
26
28
31
29
26
Es4
32
34
32
30
32
35
32
30
Es5
32
34
32
30
32
35
32
30
Es6
30
32
30
28
30
33
30
28
Es7
30
32
30
28
30
33
30
28
Es8
28
30
28
26
28
31
29
26
Es 9
28
30
28
26
28
31
29
26
5- Actual menos 20% de precipitación
6- Actual más 2ºC más 20% de precipitación
7- Actual más 2ºC menos 20% de precipitación
8- Actual más 4ºC más 20% de precipitación
9- Actual más 4ºC menos 20% de precipitación
En el caso de un aumento de 2ºC la disminución es de 2 días (6%) tanto para Clipper
como para Quebracho, y de 4 días (12%) para el aumento de 4ºC. Al igual que en el ciclo a
espigazón, el acortamiento de el ciclo post espigazón determina que se disponga de menos días
para el llenado de grano, lo que afecta negativamente el rendimiento final.(Fischer 1985b,
Acock 1993).
En resumen, considerando el rendimiento potencial sin limitantes de Nitrógeno, los
resultados del modelo indican una mayor disminución del rendimiento con un aumento de la
temperatura (del orden del 10% por cada ºC de aumento de la temperatura) que a los cambios
en precipitación. Con respecto a estos últimos se encontró que un aumento en el régimen de
lluvias del orden del 20% aumenta los rendimientos en 5% mientras que la disminución de un
20% en el régimen de lluvias determina una reducción de los rendimientos del orden del 8%.
2
3.2 Vulnerabilidad de la cebada cervecera al cambio climático bajo situaciones de
producción no potencial: Con posible limitante de N
En el Cuadro 7 se presentan los rendimientos medios obtenidos para cada variedad y
época de siembra en la simulación de los 30 años para la localidad La Estanzuela bajo el
escenario actual y los futuros considerados.
Cuadro 7: Rendimiento potencial medio (Kg./ha) por variedad y época de siembra para el
escenario actual y los escenarios futuros.
Var/ep.
Clipper
Et
EN
ET
EQuebr.
Et
EN
ET
Es1
3043
3153
3070
2905
3801
3899
3835
3668
Es1N
2139
2250
2055
2112
2676
2832
2513
2682
Es2N
1712
1887
1566
1682
2031
2188
1846
2058
Es3N
1245
1414
1111
1212
1449
1505
1355
1487
Escenarios:
1- Actual: Serie histórica 1966 a 1995
1N Actual: Serie histórica 1966 a 1995 con N limitante
2N- Actual más 2ºC con N limitante
3N- Actual más 4ºC con N limitante
4N- Actual más 20% de precipitación con N limitante
Es4N
2027
2112
1936
2034
2514
2625
2344
2573
Es5N
2239
2413
2201
2105
2812
3057
2717
2662
Es6N
1603
1742
1455
1613
1880
1990
1692
1957
Es7N
1793
1983
1705
1693
2162
2359
2037
2090
Es8N
1154
1295
1025
1142
1317
1336
1227
1387
Es 9N
1314
1497
1219
1224
1552
1655
1489
1512
5N- Actual menos 20% de precipitación con N limitante
6N- Actual más 2ºC más 20% de precipitación con N limitante
7N- Actual más 2ºC menos 20% de precipitación con N limitante
8N- Actual más 4ºC más 20% de precipitación con N limitante
9N- Actual más 4ºC menos 20% de precipitación con N limitante
Los rendimientos simulados por el modelo utilizando la rutina de balance de nitrógeno
indican una disminución con respecto al potencial del 30% para ambas variedades (Es1N vs
Es1). Para el caso del cultivar Clipper se estimó una disminución de 904 Kg./ha mientras que
para E.Quebracho dicho porcentaje corresponde a 1125 Kg./ha.
Bajo estas condiciones de posible limitante de N se estimó que la disminución de
rendimiento debida a un aumento de 2ºC era de 427 y 645 Kg./ha (20 y 24%) para Clipper y
E.Quebracho respectivamente. Para un aumento de 4ºC la disminución en rendimiento es de
894 y 1227 (42 y 46%) respectivamente.
De la misma manera que bajo no limitante de N, estas disminuciones se relacionan con
un acortamiento del ciclo (Cuadros 5 y 6). Los aumentos de 2 y 4ºC determinaron una
disminución en el ciclo a espigazón de 10 y 20% respectivamente, y en el ciclo espigazón a
madurez fisiológica de 6 y 12% respectivamente.
Para los escenarios de cambios en las precipitaciones los resultados con posible
limitante de N son opuestos a los obtenidos sin limitante de N, donde los cambios en
rendimiento sugeridos por el modelo son directamente proporcionales a los cambios en el
régimen de lluvias (mayores rendimientos en escenarios de mayor precipitación y viceversa).
Sin embargo cuando se simula el crecimiento del cultivo con N limitante un aumento del 20%
en las precipitaciones determina una disminución de los rendimientos de 112 y 162 Kg./ha (5 y
6%) para Clipper y E.Quebracho respectivamente, mientras que una disminución del 20 en la
precipitación tiene como resultado un aumento del rendimiento en 100 y 136 Kg./ha (5%)
para Clipper y E.Quebracho respectivamente. Estos resultados se deben a que, según el
3
modelo, el aumento en las precipitaciones afecta el ciclo del N en el suelo, incrementando las
perdidas por lavado. La disminución en las precipitaciones favorecería al cultivo,
aparentemente a través de una mayor disponibilidad de N en el suelo y disminuyendo el estrés
de este nutriente.
En términos generales, tanto para la situación potencial como para
aquella con N limitante, se obtuvo una disminución en el rendimiento de
aproximadamente 10% por cada ºC de aumento en la temperatura. Al igual que
bajo no limitante de N se estima un efecto menor para los escenarios de
cambios en las precipitaciones considerados, siendo una disminución del 5%
en el rendimiento para el aumento de 20% de precipitación, y un aumento del
5% en el rendimiento para el escenario de disminución del 20% en las
precipitaciones.
4. Condiciones ambientales durante el período de crecimiento de la cebada cervecera
en el Uruguay
De acuerdo a la clasificación climática para cultivos de invierno, el Uruguay se
considera como una región sin frío invernal (Burgos y Corsi 1971), por lo tanto las variedades
que se cultivan pertenecen al tipo primaveral, sin requerimientos de vernalización. La cebada
cervecera en el Uruguay se siembra entre fines de Junio y Agosto cumpliendo su etapa
vegetativa durante los meses invernales. El momento de siembra en el que se logran los
máximos rendimientos corresponde a Junio-Julio (Figura 4). Si bien los materiales cultivados
en el Uruguay carecen de requerimientos de vernalización, es conocida la respuesta a la
exposición del cultivo a condiciones de bajas temperaturas (Molina Cano 1989). Los mejores
rendimientos que se obtienen en esta región corresponden a épocas en que el desarrollo
vegetativo incluye el período del año más frío: Junio a Julio. A la vez siembras en estos meses
determinan que las condiciones durante la espigazón y posterior llenado de grano de estas
variedades sean óptimas. Siembras anteriores a Junio determinan que la espigazón ocurra
durante una época del año (Agosto a Setiembre) en que las heladas pueden provocar serios
daños en la espiga (Figura 5) (Molina Cano 1989).
Para siembras de Agosto a Setiembre la limitante son las temperaturas máximas hacia
fines de Octubre y Noviembre que determinan una mayor tasa de respiración durante el llenado
de grano (Figura 6) (Fischer 1985b).
Paralelamente a lo largo del año se registran precipitaciones cercanas a los 80 mm
mensuales, con 2 máximos, uno en otoño y el otro en primavera con valores mensuales
cercanos a los 100 mm (Figura 7)
La demanda de agua de la atmósfera o evapotranspiración potencial (ETP) oscila entre
6 mm/día (189 mm/mes) en verano a 1 mm/día (31 mm/mes) en invierno (Figura 7).
Para el tipo de suelos predominantes en la región, poco profundos y de baja velocidad de
infiltración, y dadas las condiciones de balance entre lluvias y ETP, surge claramente que
durante el período en que se cultivan los cereales de invierno en el Uruguay es muy frecuente
4
la ocurrencia de excesos hídricos de consideración y que los contenidos de agua en el suelo no
son deficitarios para la producción de cultivos de invierno (Figura 8).
5. Variabilidad interanual de rendimientos de cebada cervecera
En la Figura 9 se presentan los rendimientos medios nacional y experimental de cebada
cervecera observados entre 1987 y 1994. La variabilidad observada evidencia una relación
entre rendimiento y las condiciones ambientales de cada año, dado que existen años
considerados buenos (88, 92, 94) y no tan buenos para cultivos de invierno (91 y 93). La
variación en el rendimiento observada pone de manifiesto la vulnerabilidad del cultivo a las
condiciones climáticas, así como las condiciones de marginalidad en las que se produce el
cultivo en el país: falta de frío, lenta infiltración y problemas de excesos hídricos en el suelo
(Burgos y Corsi 1971).
Para poder explicar la variabilidad encontrada en los rendimientos de el PNELE entre
1988 y 1995 se determinaron las condiciones climáticas para cada uno de estos ambientes. Se
entendió por ambiente a cada una de las fechas de siembra para cada año, habiendo un total de
20 ambientes entre 1988 y 1995 (Cuadro 3). Para cada ambiente se dispone de registros de
fecha de siembra, fecha de espigazón y rendimiento. Se cuantificaron las condiciones
ambientales para cada ambiente durante la etapa vegetativa (siembra-espigazón) y durante la
etapa reproductiva (espigazón a madurez fisiológica). Dentro de las características climáticas
estudiadas se incluyeron algunas relacionadas a las condiciones térmicas (medias, máximas,
mínimas y acumulación de temperaturas mayores o menores a un umbral determinado),
radiación solar directa (estimada por el número de horas de sol) y contenido de agua en el
suelo (agua disponible, días con contenidos de agua mayores a determinados umbrales y
excesos hídricos).
El análisis de regresión lineal permitió identificar las variables climáticas más
importantes que están correlacionadas con los rendimientos obtenidos y por lo tanto poder
predecir que sucedería con el rendimiento si existe un cambio en la magnitud de dichas
variables. De este modo, este tipo de análisis sirve de complemento al análisis de modelos de
simulación.
Cabe aclarar que el análisis de correlación entre variables climáticas y rendimiento no
implica necesariamente una relación causa-efecto. Tan solo permite analizar como varían
conjuntamente ambas variables. Para un estudio más detallado es necesario la realización de
ensayos específicos en condiciones controladas.
6. Condiciones ambientales durante la etapa vegetativa y su relación con el
rendimiento final
Teniendo en cuenta lo expresado anteriormente, durante la etapa de siembra a
floración se identificaron dos variables climáticas que se relacionaban en mayor medida con el
rendimiento en grano del cultivo: excesos hídricos y temperaturas mínimas menores a 0°C.
5
Los excesos hídricos cuantifican cantidad de agua en el suelo que excede el contenido
de agua a capacidad de campo. Esta agua ocupa los macroporos del suelo, desplazando al aire.
Es a la vez una estimación indirecta de las condiciones de falta de oxígeno a nivel radicular.
De la magnitud de los excesos hídricos pre siembra también dependerá (entre otras
cosas) que se logre la fecha de siembra óptima de cebada en Uruguay, debido a que los suelos
de la zona agrícola de Uruguay se caracterizan por poseer un horizonte B textural poco
permeable.
A esto se le suma que en los meses del año en que se realizan dichas tareas se registran
los menores niveles de ETP. De acuerdo a la disponibilidad de agua de estos suelos, se
cuantificó el promedio de días aptos para laboreo (DAL) de tierras en base al número de días
con contenidos de agua disponible en la capa arable menores a 85% de la capacidad de campo.
En la Figura 10 se presenta el promedio de DAL para el área de La Estanzuela durante la serie
1965-95. Durante la época de preparación de tierras para trigo y cebada (Junio-Julio) la
cantidad de días aptos es menor a 10. Esto es limitante dado que en años más lluviosos que la
normal no existen días aptos para el laboreo del suelo de acuerdo a este criterio. Por lo tanto se
retrasa la preparación de tierras o se realiza bajo condiciones que afectaran posteriormente el
desarrollo del cultivo.
Durante el período de crecimiento vegetativo los excesos hídricos provocan, como se
indicó anteriormente, una menor aireación del suelo. Esto determina, por medio de la
respiración anaeróbica de las raíces, un aumento de la producción de etileno, lo que resulta en
un pobre desarrollo de la masa radicular y por lo tanto se afecta el crecimiento de la parte aérea
de forma irreversible (Drew 1979, Sharma 1988, Musgrave 1994). En la Figura 8 puede verse
que durante la época de crecimiento vegetativo (Junio a Agosto) ocurre un promedio de 25 a
30 mm mensuales de excesos hídricos. Esto determina que para las condiciones de Uruguay,
los excesos hídricos en el suelo estén relacionados negativamente con los rendimientos finales
(Figura 11). En términos generales, por cada milímetro de aumento en la magnitud de los
excesos hídricos durante la etapa vegetativa se observó una disminución en el rendimiento de
7.8 kg./ha.
La exposición al frío es fundamental para la determinación de los componentes del
rendimiento número de espigas por m2 y número de granos por espiga (Molina Cano 1989,
Fisher 1985a). Para determinar la magnitud de frío de cada ambiente de la serie 1988 a 1995 se
calculó la suma de temperaturas mínimas menores a 0°C durante la fase vegetativa. La mayor
acumulación de temperaturas por debajo de 0°C se relacionó con un mayor rendimiento final.
En términos generales se encontró que por cada aumento de un grado Celsius en la suma de
temperaturas negativas durante la etapa vegetativa se observó un aumento en el rendimiento de
283 kg./ha (Figura 12). Esto puede estar asociado a que el inicio de la diferenciación floral y la
velocidad de desarrollo de la espiga aumentan con la temperatura, aunque el número final de
flores por inflorescencia se reduce, posiblemente porque el incremento de temperatura acelera
la diferenciación floral y estimula el crecimiento de órganos vegetativos, lo cual a su vez
aumenta la competencia y reduce la cantidad de asimilados disponibles para la diferenciación
de nuevas espiguillas. Por el contrario, las bajas tempesraturas reducen la velocidad de
crecimiento de los demás organos, la competencia es menor y los primordios florales alcanzan
mayor tamaño, aumentando su supervivencia y por ende el número de granos por espiga
(Molina Cano 1989). Por otro lado el crecimiento del sistema radicular depende de la
temperatura del suelo, y ésta es mayor que la del aire. Al aumentar las condiciones de frío en la
6
parte aérea, aumenta la diferencia entre temperatura del aire y temperatura del suelo. De esta
manera el crecimiento del sistema radicular se ve favorecido, así como la exploración radicular
por agua y nutrientes. Esto favorece el macollaje y por lo tanto un mayor número de macollos
fértiles por m2 (Fisher 1985a) En las épocas de siembra tardía se observaron menores
rendimientos, lo que posiblemente esté asociado a la carencia de temperaturas bajas.
7. Condiciones ambientales durante la etapa reproductiva y su relación con el
rendimiento final
El período de llenado de grano es fundamental en cebada cervecera porque en esta
etapa se determina el tamaño de grano. Este componente de rendimiento es de suma
importancia para la industria cervecera. Para el período en estudio se observó que los mayores
rendimientos se obtuvieron a mayor cantidad de horas de sol (heliofanía) durante el período
de llenado de grano (Figura 13). Las horas de sol están relacionadas directamente con la
radiación global incidente, y ésta se relaciona con la capacidad de producir fotosintatos
(Fischer 1985b). La disponibilidad de fotosintatos es importante para lograr un adecuado
llenado de grano (Molina Cano 1989). Para las condiciones de este experimento por cada
aumento en 1 hora de sol durante el período espigazón a madurez fisiológica se observó un
aumento en el rendimiento final de 18.3 kg./ha.
8. Vulnerabilidad de la Cebada Cervecera al Cambio Climático en el Uruguay.
En base a los resultados de la validación del modelo CERES Barley, los rendimientos
simulados tienden a sobre estimar los observados Si bien el modelo considera una gran
cantidad de procesos y aspectos del ambiente que inciden en la producción, puede no ser
suficiente para el estudio de vulnerabilidad de la cebada al cambio climático en el Uruguay.
Por esta razón se entendió importante estudiar la vulnerabilidad al cambio climático en base a
la caracterización de las condiciones ambientales que más afectan la producción de cebada en
el Uruguay.
8.1- Vulnerabilidad al posible aumento de la temperatura.
El aumento de temperatura pronosticado por la mayoría de los modelos de circulación
global tendría dos consecuencias en la fenología y desarrollo de la cebada en el Uruguay.
La primera seria la disminución de la oferta de frío al cultivo. Dado que existe una
relación entre frío y rendimiento, conviene analizar que ocurriría si la oferta de frío
disminuyera. En la actualidad (promedio 1965-95) existe una acumulación de mínimas
menores a 0ºC de 2.61 GD. Si consideramos un aumento en la temperatura de 2ºC, éste valor
sería de 0.23 GD, y para un aumento de 4ºC, el mismo sería de 0.01 GD. En base a esta
relación se calcularon los rendimientos para la situación actual y para un aumento de 2 y 4ºC
(Cuadro 8).
Cuadro 8: Suma de temperaturas menores a 0ºC y rendimientos para los diferentes escenarios.
7
Escenario
Actual 1965-95
Serie 65-95 + 2ºC
Serie 65-95 + 4ºC
Suma min < 0
2.61
0.23
0.01
Rend
3824
3150
3087
Descenso rend
674 (17%)
737 (19%)
Una segunda consecuencia sería la disminución del ciclo, el adelanto en la fecha de
espigazón y el acortamiento del período de llenado de grano. Esto trae como consecuencia no
solo una menor duración de ciclo (viéndose afectados algunos componentes de rendimiento)
sino también un período de llenado de grano de menor radiación incidente (Acock y Acock,
1993).
Cuadro 9: Fechas de espigazón y duración de ciclo vegetativo (días) para distintas épocas de
siembra según posibles escenarios climáticos futuros.
Fecha
siembra
1 Mayo
1 Junio
1 Julio
1 Agosto
Escenario
actual
Fecha esp
Ago 2
Set 6
Oct 1
Oct 20
Escenario
actual
Ciclo
94
98
92
81
Escenario
actual+2ºC
Fecha esp
Jul 18
Ago 23
Set 16
Oct 11
Escenario
actual+2ºC
Ciclo
79
84
78
72
Escenario
actual+4ºC
Fecha esp
Jul 08
Ago 16
Set 11
Oct 06
Escenario
actual+4ºC
Ciclo
69
77
73
71
Cuadro 9 vemos que para el escenario de 2ºC existe una disminución promedio del ciclo de 13
días (14%) mientras que para un aumento de 4ºC la disminución en el ciclo es de 20 días
(22%).
En la situación actual las siembras de mejor rendimiento se dan entre junio y julio (Figura 4)
con un ciclo vegetativo de aproximadamente 95 días y fechas de espigazón de principios de
octubre. En los escenarios de aumento de 2ºC y 4ºC, ninguna época de siembra combina las
características largo de ciclo y fecha de espigazón óptimas de época de siembra normal en el
escenario actual.
Considerando que las horas de sol en el llenado de grano están asociadas al
rendimiento, un adelantamiento de la fecha de espigazón determinaría una reducción en la
radiación incidente post espigazón y por lo tanto una disminución en el rendimiento (Cuadro
10).
Cuadro 10: Horas de sol, rendimiento para diferentes períodos de llenado de grano según
posibles escenarios futuros de clima.
Actual
Futuro
Futuro
Período llenado
grano (mes)
Oct
Set
Agos
Horas de sol
242
210
186
Rendimiento
kg./ha
4050
3450
3020
8
Descenso
rendimiento
600
430
de
Descenso
rend. por día
20
14
de
Si comparamos los rendimientos obtenidos en base a las horas de sol del mes de
Octubre vemos que por cada día de adelanto de la fecha de espigazón, la disminución del
rendimiento atribuible a la menor radiación incidente sería del orden de los 20 kg./ha. Así el
adelantamiento de la fecha de espigazón en 13 días para el escenario de 2ºC tendría como
consecuencia una disminución en el rendimiento de 260 Kg./ha (6,4%) mientras que para 4ºC
el acortamiento del ciclo de 20 días provocaría una disminución de 400 Kg./ha (10%).
8.2- Vulnerabilidad al cambio en el régimen de precipitaciones.
Para analizar el posible efecto de un cambio en el régimen de precipitaciones se
plantean 2 escenarios futuros. Uno relacionado a un posible aumento del 20% en las
precipitaciones y el otro a una disminución del 20% de las mismas. El exceso hídrico en el
suelo es la variable dependiente de las precipitaciones más relacionada con el rendimiento de
cebada en el Uruguay por lo tanto los 2 escenarios planteados se correlacionan con un aumento
y una disminución respectiva del 30% en los excesos hídricos en la etapa vegetativa (Cuadro
11).
Cuadro 11: Excesos hídricos en estado vegetativo y rendimiento estimado para los escenarios
considerados.
Escenario
Actual
Actual+20 % precip.
Actual-20 % precip.
Exc. hid. est. veg
87.6
113.8
60.0
Rendimiento
3190
2970
3400
Diferencia con rend.actual
-200 (-6.3%)
+210 (+6.6%)
Considerando la relación entre los excesos hídricos en la etapa vegetativa y el
rendimiento podemos esperar una disminución de 200 Kg./ha en el rendimiento para un
aumento en la magnitud de los excesos del 30% (escenario +20% de precipitación). Por otro
lado una disminución de los excesos hídricos del 30% representaría un incremento en el
rendimientos de 210 Kg./ha.
9. Adaptación de la cebada cervecera al cambio climático en el Uruguay
De acuerdo a lo expuesto anteriormente, una de las consecuencias más importantes del
aumento propuesto en la temperatura es el acortamiento del ciclo de las variedades en uso en
la región. Como consecuencia de ello el cultivo dispondría de un menor número de días para
cumplir su ciclo, afectando directamente su productividad. Una de las razones para este
acortamiento de ciclo es la falta de respuesta al fotoperíodo de los cultivares en uso. La
respuesta al fotoperíodo se refiere al alargamiento del ciclo vegetativo hasta una fecha
determinada por la duración del día. Esto significa que el aumento de temperatura y el
cumplimiento de la suma térmica antes de la fecha óptima no adelantaría la fecha de floración,
y ésta estaría determinada por una combinación de la suma térmica y la duración del
fotoperíodo (Fischer 1985a).
9
Sería deseable incorporar la respuesta al fotoperíodo a los materiales adaptados a la
región, a través del mejoramiento genético, dado que existen actualmente materiales adaptados
con ésta característica pero que no son aptos para el malteo (German, 1993).
Los cambios en las precipitaciones propuestos implican por un lado un efecto en el
ciclo del nitrógeno en el suelo, y por el otro un cambio en las condiciones de aereación a nivel
radicular.
Los aumentos propuestos en las lluvias determinarían mayores pérdidas de N por drenaje
lavado y denitrificación (Smith 1990), así como un aumento en la magnitud de los excesos
hídricos y de las condiciones de anaerobiosis en el suelo. Como medidas de adaptación mas
relevantes se propone, en primer lugar ajustar las dosis de fertilizante nitrogenado al cultivo.
Dado que éstos fertilizantes producen inicialmente un gran aumento de la concentración de
NO3 en el suelo, y ésta forma de N es fácilmente perdible por lavado y denitrificación, es
importante la racionalización del uso de estos fertilizantes. Una práctica de manejo adecuada
en este sentido sería fraccionar la aplicación de N en dos momentos en función de las
necesidades del cultivo. Una primera aplicación se habría de realizar con una dosis mínima o
‘starter’ para cubrir las necesidades en las primeras etapas, y una segunda aplicación a fin de
macollaje (estado Zadoks 30, Zadoks 1974) correspondiente al momento en que el cultivo
comienza a realizar la máxima absorción de N. De esta manera los nitratos (NO3) en el suelo
no estarían expuestos al lavado entre la siembra y el pico de utilización, período que dura entre
60 y 90 días. La racionalización en el uso de fertilizantes nitrogenados es también muy
importante desde el punto de vista ambiental dado que las pérdidas de NO3 del suelo por
lavado pueden contaminar napas de agua profundas que son utilizadas como recursos hídricos
para consumo humano (Smith 1991).
Una segunda medida de adaptación al aumento de la precipitación es la selección de
variedades tolerantes o resistentes a las condiciones de anaerobiosis en el suelo. Actualmente
INIA La Estanzuela desarrolla una línea de investigación tendiente a cuantificar los efectos de
los excesos hídricos en el suelo en la etapa vegetativa y la detección de variedades de mejor
comportamiento bajo condiciones de anaerobiosis.
Los escenarios de disminución de lluvias propuestos determinarían una mayor
disponibilidad de NO3 en el suelo por menor incidencia de las pérdidas por lavado y
denitrificación (Smith 1990) y mayor actividad orgánica (Whitehead 1995).
El incremento en la disponibilidad de NO3 beneficiaría el desarrollo del cultivo, por
disminución del estrés de N. Sin embargo, sigue siendo importante bajo este escenario el uso
racional de fertilizantes nitrogenados aplicando dosis equivalentes a las necesidades del cultivo
para evitar que el lavado de N provoque contaminación de aguas.
Desde el punto de vista de los excesos hídricos en el suelo, la disminución en el
régimen de lluvias disminuiría las condiciones de anaerobiosis en el suelo, por lo que las
variedades actualmente en uso serían adecuadas al cambio propuesto por este escenario.
También esta disminución de las precipitaciones incrementaría el número de días aptos para el
laboreo de la capa arable de suelo, mejorando las condiciones de preparación de tierras. Esto
traería como consecuencia una mejor exploración del suelo por las raíces, aumentando la
disponibilidad de nutrientes, agua y oxígeno.
Por último, es importante considerar que el aumento en la temperatura combinado con un
aumento en las precipitaciones, podría tener como consecuencia un aumento en la incidencia
de enfermedades y plagas, aspecto no considerado en el presente estudio. Se plantea la
10
necesidad de realizar estudios en este sentido para determinar las posibles consecuencias de los
escenarios propuestos.
CONCLUSIONES
La cebada es un cultivo extremadamente sensible a las condiciones ambientales y por
lo tanto vulnerable al posible cambio climático.
El modelo de simulación utilizado evidenció una tendencia a sobrestimar los
rendimientos y no fue lo suficientemente preciso comoc para detectar la variación observada
en los últimos 8 años en la región.
Sin embargo el uso del modelo permite el análisis de rendimientos potenciales y el
estudio de vulnerabilidad a los posibles cambios en temperatura y precipitación. Así el modelo
estimó que el aumento en temperatura pronosticado por los modelos de circulación global
tendría como consecuencia directa una disminución en los rendimientos del orden del 10% por
cada grado Celsius de aumento en la temperatura. Esto esta relacionado a una disminución en
el largo del ciclo a espigazón del 5% por cada ºC de aumento en la temperatura, mientras que
el ciclo espigazón a madurez fisiológica se redujo en el orden del 3% por cada ºC de aumento
de temperatura.
El análisis de las series históricas de los ensayos del PNELE permitió detectar 3
variables ambientales relacionadas con el rendimiento final. Estas se refieren a las condiciones
de frío invernal, la magnitud de los excesos hídricos en la etapa vegetativa y a la cantidad de
radiación disponible para el llenado de grano. En base a estas relaciones se encontró que para
los aumentos de temperatura de 2ºC y 4ºC se espera una reducción en el rendimiento por
menor frío invernal del orden del 17 y 20% respectivamente. Paralelamente se estima una
reducción del 6 y 10% para aumentos de 2ºC y 4ºC respectivamente debido a la menor
radiación disponible como consecuencia del adelantamiento de la fecha de espigazón.
Los posibles aumentos en el régimen de lluvias del 20% estarían relacionados a un
aumento en los excesos hídricos en el suelo del 30% lo que produciría una reducción en el
rendimiento del 6%, mientras que una disminución en las lluvias del 20% determinaría una
reducción en los excesos hídricos del 30% y por lo tanto un incremento en el rendimiento del
8% aproximadamente.
En términos generales ambas metodologías utilizadas pronostican una reducción en los
rendimientos por el aumento de temperatura, proporcional a la disminución de los ciclos a
espigazón y a madurez fisiológica. De la misma manera se encontró una disminución en los
rendimientos para el aumento propuesto de precipitación de entre 5 y 6%, mientras que para el
escenario de disminución del 20% en la precipitación se estima un aumento en los
rendimientos de entre 5 y 7%. Sin embargo el uso del modelo sin N limitante (o potencial)
estima un incremento en el rendimiento al aumentar las precipitaciones y viceversa.
Como medidas de adaptación se propone la selección de variedades de respuesta al
fotoperíodo, de manera de controlar el momento de la floración del cultivo para que ésta
ocurra en el momento adecuado. La racionalización en el uso de fertilizantes nitrogenados se
propone para todos los escenarios de cambios en precipitaciones, debido a que la precipitación
afecta el ciclo del nitrógeno, y este nutriente no solo limita el desarrollo del cultivo cuando es
deficitario, sino que en exceso puede provocar contaminación con NO3 de aguas profundas.
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El escenario de disminución de las precipitaciones seria el único favorable para la
cebada cervecera, dado que permitiría una mejor preparación de tierras pre-siembra y por lo
tanto mejoraría la estructura del suelo para la exploración radicular, así como también se
lograría una mayor disponibilidad de NO3 y mejores condiciones de aereación del suelo.
Dado que la calibración del modelo fue realizada con tan solo un año de datos, se
plantea la necesidad de continuar los trabajos de calibración y ajuste de coeficientes para las
condiciones del Uruguay.
Se sugiere la existencia de condiciones climáticas que afectan la producción de cebada
cervecera en Uruguay que no son contempladas por el modelo, como el efecto de los excesos
de agua y la preparación de suelos. Los futuros esfuerzos de la investigación deben apuntar a
resolver esta limitante.
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