Declaración final pdf, 208kb

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Declaración final
Reunión ministerial de La Haya
“Unir fuerzas en pro de la salud futura”
25 y 26 de junio de 2014
Nosotros, los ministros de salud y agricultura y otros representantes de los Estados Miembros de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), junto con los Directores Generales de la OMS, la OIE y la
FAO y el Comisario Europeo de Sanidad y Protección del Consumidor, nos hemos reunido en La Haya
(Países Bajos) los días 25 y 26 de junio de 2014 para examinar medios de responder a los desafíos
planteados por la amenaza que supone resistencia a los antimicrobianos y la necesidad de una
acción a escala mundial.
Con referencia a la resolución WHA67.25, estamos de acuerdo en que la resistencia a los
antimicrobianos es una amenaza sanitaria mundial apremiante cada vez mayor. La resistencia a los
antimicrobianos pone en grave peligro gran parte de los avances realizados en la atención de salud y
la medicina en los últimos decenios. Para reducir la resistencia a los antimicrobianos hará falta un
enfoque basado en el concepto de “una sola salud” que combine la acción de muchas partes
interesadas y sectores, especialmente en las esferas de la salud, la agricultura y la acuicultura, para
trabajar juntos empleando métodos sinérgicos y complementarios. Se debe preservar la eficacia y la
utilización futura de los antimicrobianos para el tratamiento de las enfermedades humanas y
animales.
Hacemos plenamente nuestra la necesidad urgente de un plan de acción mundial para luchar contra
la resistencia a los antimicrobianos, como lo pidió la Asamblea Mundial de la salud en mayo de 2014.
Colaboraremos activamente en su elaboración y aplicación. Pedimos además que en la reunión de
alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas mencionada en la resolución, que se
celebrará en 2016, se haga un oportuno seguimiento de alto nivel del plan de acción mundial.
En la reunión hemos considerado los aspectos siguientes:
a) un plan de acción mundial eficaz ha de ofrecer estrategias progresivas para reducir la
prevalencia de la resistencia a los antimicrobianos;
b) a la par de la elaboración de un plan de acción mundial, las acciones a nivel nacional y
regional son fundamentales para disminuir la amenaza de la resistencia a los
antimicrobianos. Destacamos la especial responsabilidad que incumbe a los ministros de
salud, a saber, liderar e impulsar el establecimiento de un método transministerial para
combatir la resistencia a los antimicrobianos;
c) el plan de acción mundial debe permitir una aplicación adaptada a los planes nacionales
intersectoriales de lucha con la resistencia a los antimicrobianos, ya que las capacidades, las
prioridades y los problemas varían según los países, regiones y sectores;
d) para poner en práctica medidas y ejercer vigilancia se requiere la mejora del conocimiento
de la opinión pública y, en relación con todos los niveles de la atención de salud y los
profesionales veterinarios, la creación de capacidad, una buena gobernanza, una legislación
adecuada y servicios de salud pública y veterinarios que funcionen bien;
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e) las medidas para reducir la resistencia a los antimicrobianos se deberían adoptar en el
marco de los sistemas de salud apropiados;
f) como la resistencia a los antimicrobianos es una amenaza sanitaria mundial tan apremiante,
se podrían adoptar medidas sobre la base del principio de precaución, aun cuando no
siempre se disponga de pruebas científicas para la adopción de posibles medidas;
g) mientras que observamos un aumento de las tasas de cepas de virus, bacterias y hongos
resistentes a los medicamentos, nos preocupa particularmente el aumento de las bacterias
farmacorresistentes;
h) existe una relación entre el uso de antimicrobianos en animales y la amenaza de resistencia
en los seres humanos y los animales;
i) debe hacerse un uso prudente y limitado de los antimicrobianos en la medicina humana y
veterinaria;
j) el mejoramiento de la higiene, la vigilancia de la prevención de infecciones y los programas
de control son pilares fundamentales para prevenir la resistencia a los antimicrobianos;
k) en la cría de animales, puede reducirse la necesidad de antimicrobianos mejorando las
medidas de higiene, la gestión y la vacunación;
l) la presencia en el medioambiente de antimicrobianos y bacterias resistentes a los
antibióticos es motivo de preocupación;
m) mejorar la calidad de los datos nacionales de vigilancia y compartirlos redundará en una
mejor comprensión mundial de la propagación de la resistencia a los antimicrobianos; las
acciones a nivel nacional y mundial para prevenir la propagación de esta resistencia pueden
basarse en ese planteamiento;
n) durante décadas no se han desarrollado nuevas clases de antibióticos; el mundo carece de
una cartera robusta de proyectos de antibióticos nuevos o de nueva generación, y
o) se requiere el desarrollo y uso de pruebas de diagnóstico rápidas en el lugar donde se
necesitan para determinar y caracterizar la resistencia bacteriana.
Acogemos con satisfacción la opinión y las recomendaciones del Grupo de asesoramiento
estratégico y técnico sobre la resistencia a los antimicrobianos, que asesora a la OMS sobre la
función de coordinación que esta debe desempeñar en la lucha contra la resistencia a los
antimicrobianos.
Llegamos a la conclusión de que, entre otras cosas, en el plan de acción mundial se deberían abordar
las prioridades siguientes:
1. la elaboración y aplicación de medidas nacionales y mundiales y estándares
intergubernamentales para la prevención de infecciones y el uso prudente y limitado de
antimicrobianos en la medicina humana y veterinaria, y el desarrollo de nuevos antibióticos;
2. la necesidad de adoptar un enfoque multisectorial progresivo para que todos los países,
especialmente los países en desarrollo, puedan reforzar su capacidad y avanzar en la
consecución de un mejor control en todos los niveles del uso de los antimicrobianos y la
resistencia a ellos;
3. el sector de la salud, los sectores veterinario, agrícola y ambiental, los gobiernos y las
organizaciones internacionales deberían trabajar juntos para conseguir lo siguiente:
a) una mayor transparencia en la gestión de las medidas para combatir la resistencia a
los antimicrobianos;
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b) un uso específico, controlado y limitado de los antimicrobianos en la medicina humana
y veterinaria;
c) sistemas de vigilancia armonizados y normalizados para conferir transparencia al uso
de antimicrobianos y la prevalencia de la resistencia a ellos en la medicina humana y
veterinaria en el plano nacional;
d) una gestión de los antimicrobianos bajo la supervisión de profesionales debidamente
capacitados;
e) una posición común sobre el tema de la reserva para uso humano de los
antimicrobianos de reciente desarrollo y de los antimicrobianos de último recurso para
la salud humana;
f) la necesidad de apoyar a los criadores primarios de animales destinados al consumo y
otras partes interesadas de la cadena de valor y hacerlos participar en la adopción y
aplicación de medidas idóneas en materia de cría, salud e higiene animal con objeto de
reducir el uso de antibióticos en la producción animal (terrestre y acuática);
la aplicación de medios nuevos e innovadores, como las alianzas publicoprivadas, para
facilitar el desarrollo de nuevos antimicrobianos y otras tecnologías, en particular pruebas
de diagnóstico y vacunas, y enfoques alternativos, así como de estrategias para su
distribución y uso controlados;
la necesidad de crear mayor conciencia sobre la resistencia a los antimicrobianos y fomentar
un uso sensato de los antimicrobianos tanto en el público en general y las organizaciones de
la sociedad civil como en todos los niveles de los profesionales de la atención de salud y
veterinaria;
la necesidad urgente de realizar investigaciones en colaboración para reforzar las pruebas
sobre la magnitud y las repercusiones epidemiológicas y económicas de la resistencia a los
antimicrobianos y la eficacia de las medidas de lucha;
la necesidad de que los países trabajen de consuno a fin de elaborar los insumos científicos
necesarios para reducir la resistencia a los antimicrobianos, inclusive apoyando la
investigación y el desarrollo de agentes antimicrobianos, intervenciones y medios de
diagnóstico rápido, nuevos y de nueva generación;
la necesidad de realizar un análisis económico de los costos que implica la resistencia a los
antimicrobianos para la atención de salud, y los costos y beneficios de aplicar estrategias
encaminadas a lograr un uso limitado y prudente de los antibióticos en la medicina humana
y veterinaria, y
el establecimiento de un día de sensibilización sobre los antibióticos.
Como medida de seguimiento de la adopción prevista del plan de acción mundial en 2015, en 2016
podría celebrarse una reunión de alto nivel de las Naciones Unidas sobre la resistencia a los
antimicrobianos, según se propone en el párrafo 2. 4) de la resolución WHA67.25, en la que
participaran todos los asociados principales. Exhortamos a todas las partes interesadas a compartir
las mejores prácticas y a aunar fuerzas en pro de la salud futura.
Los países siguientes se han comprometido a llevar a cabo acciones de interés multisectorial:
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Ghana alberga en Accra del 24 al 26 noviembre de 2014 una conferencia africana sobre el uso de
antibióticos y la resistencia titulada “¿Quién está ganando la guerra contra la resistencia a los
antibióticos: las bacterias o el hombre?”, como contribución al plan de acción mundial.
Indonesia organizará una reunión sobre las enfermedades infecciosas emergentes en el marco de la
Agenda sobre la seguridad sanitaria mundial.
Noruega albergará a fines de octubre/principios de noviembre una reunión sobre el uso de
antimicrobianos, en cooperación con la OMS, Sudáfrica, Francia y Tailandia. La reunión se celebrará
en Oslo como parte de los preparativos del plan de acción mundial.
Omán está planificando la organización de una conferencia internacional sobre la resistencia a los
antimicrobianos para los países de la Región del Mediterráneo Oriental (EMRO) de la OMS. Se prevé
celebrar la reunión en el primer semestre de 2015. El Ministerio de Salud de Omán organizará la
conferencia en colaboración con EMRO/OMS, la Sede de la OMS, la FAO y la OIE. La finalidad de la
conferencia es crear mayor conciencia acerca de la resistencia a los antimicrobianos entre las partes
interesadas a quienes preocupa la resistencia a los antimicrobianos tanto en los seres humanos
como en los animales. Además, se pretende elaborar una declaración regional y un plan de acción
relativo a la legislación sobre antibióticos y su uso en los seres humanos, la cría de animales y la
agricultura.
Suecia albergará una reunión técnica sobre la vigilancia mundial en el último trimestre de 2014. Su
finalidad es reforzar la vigilancia como medio de calibrar la carga de la resistencia a los
antimicrobianos y evaluar los efectos de las medidas adoptadas para detener la propagación de la
resistencia. También se elaborarán nuevos instrumentos para la vigilancia mundial y medios para
aplicarlos en todos los Estados Miembros, y se asumirá el compromiso de comenzar a compartir los
datos de la vigilancia.
Los Estados Unidos de América se han comprometido a trabajar en los planos nacional e
internacional para preservar los beneficios que reportan los antibióticos a escala mundial y para
prevenir, detectar y controlar las enfermedades y defunciones relacionadas con infecciones
resistentes a los antibióticos aplicando medidas encaminadas a frenar la aparición y la propagación
de la resistencia. Una acción mundial eficaz para alcanzar estos objetivos es un componente esencial
del fortalecimiento de la seguridad sanitaria mundial. En apoyo de la elaboración del plan de acción
mundial de la OMS, los Estados Unidos albergarán una reunión internacional en la Casa Blanca el 26
de septiembre de 2014 a fin de promover la salud mundial y la seguridad sanitaria mundial, en el
marco de la Agenda sobre la seguridad sanitaria mundial que han comenzado aplicar algunos
Estados Miembros en cooperación con la OMS, la FAO y la OIE.
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