Los Cien años del Servicio de Urgencia del Hospital Maciel, el primero del país (V). DOMINGO PRAT (1882-1973) Domingo Prat (h.) 1 Dice el profesor doctor Jorge Lockhart, en su libro “Historia del hospital Maciel” que el doctor Domingo Prat actuó como profesor catedrático de clínica quirúrgica y luego, como director del Instituto de Clínica Quirúrgica de la Facultad de Medicina y a la vez también, como jefe de servicio de cirugía del Ministerio de Salud Pública, culminando en los cargos más altos de la Facultad de Medicina (profesor emérito) y del Ministerio de Salud Pública (asesor en cirugía). Autor de obras científicas de rigurosa consulta, fue un cirujano de excepción, con un culto y deontología especial por el enfermo, exigiendo un digno trato y un respeto ejemplar por el ser sufriente. Por muchos años, fue cirujano de urgencia del hospital Maciel donde se creó una gran reputación y asistió a innumerables pacientes. 1 Semblanza incluida en Médicos Uruguayos Ejemplares, Tomo I, 1988, Editor: Horacio Gutiérrez Blanco. Páginas 113-115. Domingo Prat en su época de creación del Servicio de Urgencia. (Tomada de F. Mañé Garzón: El Cuarteto de Urgencia). Tuvo tiempo también para ocuparse de grandes temas de interés nacional como por ejemplo: servicios de quemados, accidentes de carreteras, el deporte en el Uruguay (la gimnasia, el atletismo, el sport y el deporte en la preparación y educación de la juventud). Agrega el profesor doctor Jorge Lockhart que el profesor doctor Domingo Prat fue una de las principales figuras de la cirugía nacional e internacional, demostrando sus condiciones como didacta, como técnico, estimulando vocaciones, formando discípulos y sobre todo como hombre intelectual, bueno, generoso y de gran capacidad como organizador y en la producción científica. Vayamos ahora a su biografía. Nació en el barrio de Nuevo París – Montevideo, Uruguay – el 27 de setiembre de 1882 y falleció en Montevideo el 18 de julio de 1973, a los 91 años. Hijo de don José Prat y doña Agustina Bessouat. Ambos franceses, mi abuelo oriundo de Les Bordes de Sauveterre, Bajos Pirineos (Francia), llegó al Uruguay a los 16 años. Fue don José Prat con el tiempo un industrial destacado, honesto y laborioso, de una extrema bondad, que se dedicó y perfeccionó la industria y la técnica del curtido del cuero y fue el iniciador del charol en el país, habiendo tenido el privilegio de su fabricación durante 30 años en su curtiembre en Nuevo París. Su esposa doña Agustina Bessouat de Prat, era también oriunda como él del Bearn, de Labastide Villefranche, Bajos Pirineos (Francia). El matrimonio formó un virtuoso hogar en Nuevo París. Tuvieron dos hijos: José Pedro y Domingo Damián (mi padre). Ambos siguieron carreras diferentes. El mayor José Pedro, siguió la propia industria de su padre, mientras que domingo la profesión de médico cirujano. Realizó su primera enseñanza en una escuelita adyacente al hogar paterno; luego completó su enseñanza de la adolescencia en el Colegio del Salvador con un gran maestro, don Salvador Fernández, que le proporcionó una esmerada educación. Enseñanza secundaria la realizó en la Universidad de la República en la calle Cerrito y Patagones y Medicina en la vieja Facultad de Medicina de Sarandí y Maciel. Era un estudiante muy consciente y estudioso, sumamente humano, unido a esto, podría decir de una técnica depurada. Ingresó a la Facultad de Medicina en 1903 y se graduó de doctor en Medicina y Cirugía en 1909, con la más alta escolaridad, recibiendo por esto una beca de estudios. En 1910-1911 viaja a Europa (Francia) como becado de la Facultad. Vuelto al país, luego de un perfeccionamiento técnico en París, realiza una carrera brillante de cirujano. Inició la carrera profesional con el cargo de profesor interino de patología quirúrgica (1913), situación regularizada en el año 1916 al obtener por concurso de oposición el cargo de profesor agregado de Cirugía; en 1921 profesor titular de Medicina Operatoria y Anatomía Topográfica; en 1924 rotación de Medicina Operatoria a profesor de Patología Quirúrgica. En 1926 profesor de Clínica Terapéutica Quirúrgica y en 1930 profesor de Clínica Quirúrgica. En 1935 fue el sucesor del profesor doctor Alfonso Lamas en la cátedra en el Hospital Maciel. El profesor doctor Alfonso Lamas se acogió a la jubilación por límite de edad. Y en 1946 es designado profesor y director del Instituto de Clínica Quirúrgica sustituyendo al profesor doctor Alfredo Navarro que en esa fecha se jubiló. Domingo Prat en el apogeo de su ministerio. (Tomada de F. Mañé Garzón: El Cuarteto de Urgencia). El profesor doctor Prat se jubiló en 1951 a la edad de 68 años. Aclaro que el retiro era a los 65 años, pero continuó tres años más. Esta actuación representa 46 años consecutivos de actividad docente, actuando en los cursos con toda regularidad, asiduidad y dedicación en las clases de la Facultad y en las Clínicas de los hospitales Pasteur y Maciel. Fue en realidad de los primeros profesores que iniciaron la enseñanza práctica de la patología quirúrgica en la clínica y tuvo especial preferencia por la enseñanza de la cirugía de urgencia, especialización a la que se dedicó con gran entusiasmo durante la mayor parte de su carrera. Efectivamente, por muchos años fue cirujano de urgencia del hospital Maciel donde se creó una gran reputación y asistió a innumerables pacientes. Formó parte del famoso cuarteto de cirujanos doctores Prat, Iraola, Albo y Devincenzi, en la cirugía de Puerta del hospital Maciel. En el año 1951 – fue designado por el Consejo Directivo de la Facultad de Medicina y por unanimidad – profesor emérito, cargo que desempeñó hasta su fallecimiento el 18 de julio de 1973. También en 1951 fue designado profesor honorario de la clínica del profesor doctor Juan Carlos del Campo. Dejó una serie importantísima de obras publicadas: La úlcera gástrica y la úlcera duodenal, tesis de agregación, 1916. El íleo – oclusión y obstrucción intestinal – 2 tomos. Fracturas de la base del cráneo, 1 tomo. Patología de las vías biliares, 3 tomos. Íleo del intestino delgado. Semiología del cáncer del colon y del recto. Drenaje en cirugía. Sobre deportes en Uruguay. Obras inéditas sobre el general José Gervasio Artigas. Fue un excelente deportista y cuando era estudiante en 1899 fue socio fundador y primer capitán del Club Nacional de Fútbol, secretario durante muchos años de Nacional y de la Liga Uruguaya y jugador del primer equipo. En 1903-1911 fue presidente del Club Nacional de Fútbol. Además practicó pelota vasca en frontón y fue varias veces campeón de share en el Círculo de Armas. Su hogar: En Montevideo, el 29 de marzo de 1920 contrajo enlace el doctor Domingo Prat con doña Julia Piffaretti Grassi. Tuvieron dos hijos: Domingo Jorge (médico) y Julio Agustín (abogado). Ambos casados, el primero con la señora Silvia Martínez Trueba Serra y el segundo con la señora Beatriz Gutiérrez Amaro de Prat. Nietos: Agustín Prat Gutiérrez y María Julia Prat Martínez Serra. Otras designaciones y honores: Medalla de la Abnegación de Salud Pública, otorgada e impuesta por el señor Ministro de Salud Pública profesor doctor Pablo Purriel. Asesor de cirugía (cargo docente) del Ministerio de Salud Pública. Cargo especialmente para él concebido para acumular a su jubilación y para seguir utilizando sus servicios. Fue además presidente del Rotary Club de Montevideo, año 1951. Oficial de la Legión de Honor, condecoración otorgada por el gobierno francés. En 1926, obtención en colaboración con el doctor Pedro Barcia del Premio Doctor Alejandro Gallinal con el trabajo “Contribución al estudio clínico-radiológico de la patología ósea”. Presidente de la Sociedad de Cirugía, año 1933. En 1937, miembro activo de la Sociedad Internacional de Cirugía de Bruselas, presidente del III Congreso Interamericano de Cirugía realizado en Montevideo, Uruguay, miembro de honor extranjero de la Sociedad de Cirugía de Lyon. En 1951, Montevideo. presidente el Comité Françe – Amérique de Esta apretada síntesis de la vida de mi padre, nos permite decir con el poeta, “nada de lo humano le fue ajeno”; la ciencia, la historia, con un profundo amor por la patria y por nuestro héroe máximo José Artigas, en cuya exégesis dedicó los últimos años de su vida. Como reza la leyenda: “Velar se debe la vida de tal suerte, que viva quede en la muerte”. Y así podemos decir con Miguel de Unamuno: “El que hace una obra, vive en ella y a través de ella, en los demás para siempre”.