monarquismo y fernandismo - Universidad Autónoma Metropolitana

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MONARQUISMO Y FERNANDISMO
DURANTE LAS REBELIONES AUTÓCTONAS
COMO EN LA GUERRA DE INDEPENDENCIA.
Arturo Lomas Maldonado
Universidad Autónoma Metropolitana
Unidad Iztapalapa
Área de Historia del Estado y la Sociedad
La lucha en contra del yugo español (que efectivamente no puede confundirse
con la lucha por la independencia, iniciada según muchos autores en 1810) adquirió perfiles
dramáticos, toda vez que no perdió su carácter genuinamente español aún en los momentos de
mayor excitación, ya que desde la época colonial, durante la invasión francesa a España en
1808, después del grito de Dolores Hidalgo y con mucha mayor razón, durante el Imperio de
Agustín de Iturbide, el monarquismo y luego el fernandismo van de la mano con una deformada
independencia que parece marcar la esencia de nuestro ser nacional aún actualmente.
La historia reseña que entre los diferentes planes y proyectos para libertar a nuestro
país en el siglo XIX, son numerosas las oportunidades en que se emplea como bandera al
monarca español Fernando VII ¡nada menos que para conseguir la independencia del Estado
Español! Tales son los casos del pronunciamiento de Iturrigaray en 1808, de la Junta de
Zitácuaro en 1812, del mismo proyecto de Miguel Hidalgo y desde luego del Plan de Iguala y
los Tratados de Córdoba, impulsados por Iurbide en 1821.
Lo sorprendente es que a escasos años de haberse realizado la conquista, existen lances
de nacionales, que, cuestionando severamente la política de continuas exacciones y franca
arbitrariedad española, los conquistados, después de consumar acciones espectaculares en
contra de sus opresores, igualmente se pliegan a sus designios, cuando que no, adoptan
resoluciones lamentables como la misma de llegar a quitarse la vida.
Del mismo modo es de hacer notar la similitud entre el plan del Conde de Aranda con
el Plan de Iguala, el primero a fines del siglo XVIII en que se proponía al monarca español, ante
el peligro que se adivinaba por la reciente independencia de los Estados Unidos de
Norteamérica, la idea de simular la “independencia” del resto de América creando tres reinos,
ofreciéndole la corona de cada uno de ellos a sus tres infantes, los cuales en su nombre
continuarían explotando estas tierras en favor del monarca, todo ello con el Plan de Iguala de
1821, en que se le ofrece la corona del Imperio a Fernando VII o a cualquiera de sus
descendientes.
No debe perderse de vista que este colonialismo cultural que se refleja en el ámbito
político (ofrecer el poder a un representante extranjero) en el fondo encuentra el cúmulo de los
intereses comerciales existentes en el período.
Para los pueblos nativos las diferentes reacciones ante la explotación y excesiva
tributación, se dan por un lado entre quienes absurdamente toman la decisión de matar a sus
hijos y matarse ellos, antes que aceptar las órdenes de los peninsulares; mientras que otros, ya
sean autóctonos o mestizos o mulatos, concluyen con la completa sumisión hacia quienes
venían a destronar: al rey de España y a la religión.
Tales casos, en plena dominación colonial ocurren por ejemplo en la provincia de
Culiacan, en el actual estado de Sinaloa, en el año de 1535, en donde los habitantes se rebelaron
contra los excesos en el cobro de los tributos y contra la política de Nuño de Guzmán y sus
hombres, de errar como esclavos a cuantos hombres quisieran; aquellos indios principales que
se tardaban (a decir de los españoles) en la recaudación de los tributos, se veían obligados a
pagar con sus hijos este retraso además de ser condenados a morir tras penoso martirio, los
2
excesos trajeron como consecuencia un alzamiento general en la provincia, en donde los
habitantes quemaron todos los pueblos huyendo a los montes, “matando a sus propios hijos si
no podían llevárselos”.1
Los otomíes siguiendo un camino parecido, encontrándose dispersos en las serranías,
fueron obligados a congregarse por medio de un decreto emitido en 1591 por el virrey.
Cumpliendo sus órdenes, fueron obligados a vivir en la llanura hombres habituados a las
serranías “...ello lleva incluso a algunos hombres a matar a su familia para, acto seguido,
suicidarse.”2
En el segundo ejemplo tenemos casos como el de Tehuantepec, en donde la
reivindicación no sólo fue para terminar con el mal trato, sino contra la avaricia del tributador.
No sólo lucharon contra el recaudador de tributo a quien asesinaron, sino que trascendieron
eligiendo un gobernador entre los mismos indígenas. “En la región de Tehuantepec (Manso
Contreras, 1983; González Obregón, 1976) aparentemente sometida.” se derrama la gota que
causara la tormenta de la rebelión; la importancia de este movimiento radica en que en plena
época colonial lograron imponer durante poco mas de una año, su independencia de los
españoles “dando el mal ejemplo a los demás.” Su objetivo final no era destruir al opresor que
tenían frente a ellos “era acabar con cuanto español se acercara con el propósito de implantar
nuevamente su dominio sobre los indios; invitaron incluso a las comunidades cercanas a
unírseles – obteniendo respuesta afirmativa en varias de ellas – eligiendo sus propias
autoridades”, pero la falta de claridad en sus objetivos quedó evidenciada en una carta enviada
al virrey por los gobernantes y alcaldes indígenas en la que expusieron su queja, justificando el
asesinato del alcalde mayor ¡pero reiterando su lealtad a la Corona! “elegimos gobernador en
nombre de Su Majestad, porque no se entienda somos rebeldes y negamos la obediencia a
nuestro Rey y Señor, sino que estamos prontos a sus mandatos, como fieles vasallos”.3
En la ciudad de México, racionado el grano con el que especulaban las autoridades
reales, la muchedumbre compuesta en su mayoría de indígenas, pero también por mestizos y
mulatos, debía hacer largas filas en la alhóndiga para comprar a precios altísimos un poco de
grano “uno de los dependientes maltrató severamente a una mujer con lo que el ánimo
descompuesto se tornó incontrolable”. La gente acudió a la casa del Arzobispo para exigir
justicia, dirigiéndose a apedrear el palacio del virrey al que prendieron fuego “No parecía un
movimiento planeado, la espontaneidad de las masas fue la característica de esta rebelión frente
al hambre que les agobiaba, se afirma que incongruentemente el tumulto gritaba ‘¡viva el rey!’
‘¡Muera el mal gobierno!’ ” Se dice que este movimiento de la ciudad de México tuvo
repercusiones en Guadalajara y en Tlaxcala, donde también se vivieron motines...con el
posterior castigo a los indígenas.4
El caso extremo de esta breve relación lo llevaron a cabo los tarascos, en Michoacán,
los cuales, se afirma, nunca dieron muestra de ofrecer la mínima resistencia ante la invasión
extranjera, por el contrario, cuando contemplaron la destrucción de la gran Tenochtitlán,
inmediatamente se ofrecieron como amigos y aliados de los recién llegados; no se opusieron al
tributo ni a los servicios personales. La actitud servil del gobernador tarasco quien presto se
bautizó y cambió sus creencias por las de los conquistadores, llevó a los aztecas a llamarlo con
el sobrenombre burlón de ‘Caltzontzin’ por su excesiva docilidad. Sin embargo “cuando las
tropas de Nuño de Guzmán pasaron por Michoacán, en el año de 1530...de nada le valió al
cacique tarasco su sobrada obediencia y fidelidad; ante los requerimientos de oro por parte de
1
Soriano Hernández, Silvia, Lucha y resistencia Indígena en el México Colonial, UNAM, México 1994,
385 pp, p 241.
2
Silvia Soriano op. cit. p 254.
3
Manso Contreras en Silvia Soriano Hernández op. cit. pp 244-245.
4
Silvia Soriano op. cit. p 256.
3
los conquistadores, que no se contentaban con nada, le torturaron mandándolo quemar
vivo...desilusionados ante la muerte de su cacique, decidieron huir a los montes renegando del
cristianismo y retornando a sus antiguas creencias”. Hubo de intervenir Vasco de Quiroga,
quien “con su amplia experiencia, logró...bajar a los indios de las montañas para formar
nuevamente poblados cristianos de paz”.5
Hay casos singulares que se presentan, uno en el año de 1614 ‘orquestado’ por el
arzobispo de la ciudad de México y el otro en 1767, relacionado con la expulsión de jesuitas en
donde las contradicciones entre las clases dominantes dieron pie a un conflicto en el que
participaron los nativos de la ciudad de México, pero también los mulatos, negros y mestizos
pobres; la raíz se encuentra en la llegada de un nuevo virrey a la Nueva España quien según
esto “venia dispuesto a terminar con la corrupción” y quiso detener a un acaparador de granos,
quien huyó a refugiarse en un convento. Fue protegido por el arzobispo, quien comenzó a
actuar para hacer caer al virrey, suspendiendo los servicios religiosos y presentándose en la
Audiencia para exigir justicia, siendo expulsado de la Nueva España; en todo este tiempo el
arzobispo se mantuvo cerca de los pobres de la ciudad para conseguir su apoyo, provocando
fuertes reacciones al suspender los oficios religiosos “Esto ya era demasiado para los pobres de
la ciudad estrujados por el hambre. Grupos numerosos comenzaron a juntarse frente al palacio
de gobierno, mientras que los agentes del arzobispo difundían el rumor de que el virrey quería
asesinar a Pérez de la Serna. Se multiplicaron las voces que responsabilizaban al virrey del
hambre y la carestía (Semo 282) La muchedumbre furiosa se decidió a atacar el palacio de
gobierno pidiendo la muerte del virrey, gritando vivas a Cristo y al rey, se encaminaron a
liberar a los presos de la cárcel y lograron una gran fuerza que terminó con la destitución del
virrey, la libertad del acaparador de granos y el regreso triunfal del arzobispo.
Posteriormente, en el año de 1767, en los actuales estados de Guanajuato, Michoacán
(Pátzcuaro) y San Luis Potosí, se dio una gran revuelta que sin actuar directamente contra la
religión, puso en evidencia la fuerte influencia de los religiosos y de las acciones del clero “La
expulsión de los jesuitas fue el pretexto para amotinarse contra las autoridades virreinales...y
los motines no solo se efectuaban en aquellos lugares, se extendía ya a provincias enteras...aun
antes de que quisiera ponerse en practica la expulsión ¿Mas cual era su objeto? Se ignoraba. Lo
único que puede inferirse de las causas formadas enseguida, es que los indígenas deseaban
sacudirse el yugo español, y poner en su lugar a la monarquía, cuyo jefe fuera un indio.”6
Cuando Estados Unidos obtuvo su independencia y fue firmado el Tratado de Paz
ajustado en Paris en 1783, sobrevinieron para nuestro país nuevas calamidades que nos llevaron
posteriormente a la pérdida de mas de la mitad de nuestro territorio, pero los europeos en su
estrecha visión, sin ir al fondo del asunto y viendo en su exclusivo beneficio, idearon un
ingenioso plan, comentado líneas arriba, que se resume en el “Dictamen reservado” del Conde
de Aranda y que dirigió al rey de España en el que después de alertar sobre que “Las colonias
Americanas han quedado independientes” el autor se lamenta “este es mi dolor y recelo...ha
nacido pigmea porque la han formado y dado el ser dos potencias como son España y Francia,
auxiliándola con sus fuerzas para hacerla independiente”7
“Engrandecida...(es posible que) sus primeras miras se dirijan a la posesión entera de
las Floridas...Dado este paso, no sólo nos interrumpirá el comercio con México siempre que
quiera, sino que aspirara a la conquista de aquel vasto Imperio, el cual no podremos defender
desde Europa...(por todo lo cual propone el) plan siguiente: Que vuestra Majestad se desprenda
de todas las posesiones del continente de América, quedándose únicamente con las Islas de
5
Riva Palacio, citado por Silvia Soriano op. cit. pp 272-273
Orozco y Berra, Ibidem Soriano Hernández pp 285-285.
7
José María Luis Mora México y sus revoluciones 3 v, París Librería Rosa, 1836, III 275-283 en Historia
Documental de México UNAM Tomo II De la Torre Villar, Ernesto, UNAM, p 18.
6
4
Cuba y Puerto Rico...(posteriormente) se deben colocar tres infantes en América: el uno del rey
de México, el otro del Perú y el otro de los restantes de Tierra Firme, tomando Vuestra
Majestad el título de Emperador...Que el rey de Nueva España le pague anualmente...una
contribución de los marcos de plata o barras para acuñarlo en moneda en las casas de Madrid y
Sevilla...que dichos soberanos casen siempre con infantes de España o de su familia...de modo
que subsista siempre una unión indisoluble entre las cuatro coronas...que se consideren como
una en cuanto a comercio recíproco...apenas los tres soberanos tomen posesión...harán tratados
formales de comercio con España y Francia, excluyendo a los ingleses”8
De este documento llama la atención lo que se encontraba en el fondo de la propuesta
que no era otra cosa que la defensa de los intereses comerciales de los peninsulares, pero
además es relevante la sugerencia de crear un imperio (la misma propuesta de Iturbide años
después) y lo mas asombroso, que después de la deplorable experiencia española, como se
admite en el texto, al haber contribuido a la independencia norteamericana, al susodicho Conde
ahora se le ocurre que dándole prerrogativas comerciales a Francia se dejara fuera a
estadounidenses e ingleses.
El comercio para la Nueva España se había convertido en la fuente de riqueza mas
importante de la colonia, pero los intereses de los europeos organizados en los Consulados, se
vieron afectados por una serie de disposiciones borbónicas, aunque en términos generales esta
actividad sufrió serias transformaciones que no solamente la hicieron mas fluida sino mas
atractiva para ambas economías. El rey Carlos III jugó un papel de singular importancia al
cambiar las relaciones comerciales y políticas de América con la metrópoli, estableciendo una
serie de medidas que se inician en el año de 1764 rompiendo con la restricción que por mas de
dos siglos limitó a un solo puerto de España el comercio del nuevo mundo, a la vez que se
establecía la baja y aún extinción de derechos en algunos ramos, lo que desde luego despertó la
ambición de los europeos radicados en América.
Así tenemos que en 25 de febrero de 1706 se suprimieron los derechos a los
aguardientes de la Habana e igual beneficio se acordó a la exportación del palo de Campeche en
abril de 1774. En el nuevo arancel publicado en 1776 se acordó por punto general que los
nuevos efectos exportados de América para España fuesen libres de derechos a su entrada. La
exportación de la plata y de oro pasta fue declarada libre de derechos en 1778 y la de cueros al
pelo en abril de 1792. Una real cédula de marzo de 1796 declaró libres de todo derecho al lino y
cáñamo que se cosechan en América y a la harina procedente de Veracruz por la real orden
expedida en abril del mismo año; a la plata amonedada que se exportase de dicho puerto por
cédula de diciembre de 1797. Por disposición de 25 de agosto de 1796 y 3 de enero de 1797 se
declaró a los americanos el derecho de expedir buques para los puertos habilitados de la
metrópoli con cargamento de frutos y producciones y con retorno de efectos y en septiembre de
1805 y abril de 1804 se suprimieron los derechos al café, azúcar y añil.
Uno de los ramos mas importante del comercio de México bajo la dominación española
era el que se hacia con Asia por el puerto de Acapulco y la historia cuenta que Felipe II, al
principio de su reinado, formó el proyecto de establecer una colonia en Filipinas, de las que no
se había hecho hasta entonces mucho aprecio, pero que permitió a un oficial de la marina real
española salir anualmente por el mes de julio o principios de agosto de Manila mandando un
buque de mil doscientas a mil quinientas toneladas. Su cargamento consistía en especerías,
drogas, porcelanas de la China y del Japón, telas de algodón y otros tejidos de la India,
muselinas, sedas y las delicadas obras de plata y oro de filigrana de la China.
El valor de los géneros que constituían el cargamento estaba fijado por las leyes en
quinientos mil pesos, pero en 1808 se calcula que excedía de dos millones. Con frecuencia los
esfuerzos de los comerciantes eran inútiles, pues como en las flotas, algunas casas poderosas de
8
Ibidem, Historia Documental, pp 1920
5
México se ligaban para tomar todo el cargamento. El galeón regresaba por febrero o marzo casi
en lastre, “pues a excepción de las barras de plata y moneda que se remitía en pago del
cargamento, no exportaba sino una cantidad muy corta de grana, vino, cacao, aceite y algunos
tejidos de lino y lana de Europa.”
Por este comercio las ventajas que reportaba a los comerciantes de México “sobre el
resto de las colonias eran incalculables, por el beneficio de proporcionarse a un precio mas
barato que las que se importaban de Europa.”
“A muchos – nos dice Mora - ha parecido extraña e inconsecuente la conducta de
España en permitir a México el comercio directo con Asia, por ser notoriamente repugnante a
su principio fundamental de tener a las colonias en una perpetua dependencia de la
metrópoli...La época del comercio libre es una de las mas memorables en los anales de
México...la data de esta época memorable es de 12 de octubre de 1778 en que se expidió la
famosa pragmática, en virtud de la cual quedaron en España habilitados y abiertos catorce
puertos para que con ellos pudiesen comerciar todas las colonias de América.”9
De tal suerte que cuando Napoleón invade España y aprehende a Fernando VII
colocando en su lugar a su hermano José, la incertidumbre hace presa a los peninsulares dueños
del monopolio comercial, en el que encontrándose con un poder ya hecho, se deciden a
conspirar, comenzando por el mismísimo virrey Iturrigaray, quien con Azcarate y Primo
Verdad, sin romper con su estrechez de miras y viendo en su exclusivo y particular beneficio,
plantean tanto la independencia de las cortes españolas como de Francia, pero sin dejar de
reconocer a Fernando VII como soberano. La convocatoria del ayuntamiento de la ciudad de
México a una Junta de Gobierno con facultades limitadas insólitamente dice defender la
soberanía popular bajo estos principios.
El Plan de Independencia de Fray Melchor de Talamantes10 (quien según Alamán “vivía
fuera de su convento, frecuentando las casas de juego y petardeando para hacerse de dinero”11)
que data del año de 1808, en la parte sustancial nos habla de un Congreso Nacional Americano
que actuará bajo los “puntos siguientes: 1.- Nombrar al virrey capitán general del reino y
confirmar en sus empleos a todos los demás. 5.- Suspender al tribunal de la Inquisición la
autoridad civil, dejándole solo la espiritual. 7.- Conocer y determinar los recursos que las leyes
reservan a su majestad. 13.- Nombrar embajador que pase a los Estados Unidos a tratar de
alianzas y pedir auxilios. Hecho todo esto, debe reservarse para la ultima sesión del Congreso
Americano, el tratar de la sucesión a la corona de España y de las Indias.”
Para los europeos que habitaban en la Nueva España, según Alamán, la cuestión estaba
decidida, “pues habiendo en la península una autoridad que gobernase en nombre de Fernando
VII, les bastaba para creer que debía ser reconocida.” 12 “Tanto el virrey como los licenciados
Azcarate y Verdad que dirigían el ayuntamiento, estaban en la persuasión de que España no
podría resistir a los franceses...Era pues, el plan de los individuos influyentes en la
municipalidad, aprovechar las circunstancias en que España se hallaba para hacer la
independencia” mas como Alamán, la opinión no estaba de ninguna manera preparada para
ello, “este plan no podía presentarse a las claras, por estar muy arraigada en los ánimos del
pueblo la fidelidad del monarca” por lo mismo se planteaban una junta nacional que ejerciese la
soberanía “y a poco andar, a favor de las circunstancias, la independencia quedaría hecha por si
misma” Sin embargo Alamán nos hace la aclaración muy pertinente de que el Licenciado
Azcarate “en articulo de muerte, hizo una solemne protesta de sus intenciones y fidelidad
9
Mora, José Maria Luis, México y sus revoluciones, FCE, México 1986, T I pp 230-240.
Tomado de Hernández y Dávalos en Historia Documental de México op. cit. pp 28-29.
11
Alamán Historia de Méjico T I, p 112
12
Lucas Alamán Historia de México Tomo I Libros del bachiller Sansón Carrasco, México 1985, p
10
6
acendrada a Fernando VII”13, con lo cual el supuesto antifernandismo de la conspiración queda
sepultado.
La siguiente pieza que nos dedica D. Lucas Alamán en su Historia de Méjico, aparte de
denotar la ambición de poder por parte de los europeos (llamada eufemísticamente
‘empleomanía’) y de que su fernandismo no rebasaba ni por mucho los límites de un
oportunismo muy conveniente al momento, revela que los intereses económicos y comerciales
buscaban afanosamente aprovecharse de la situación: “El alcalde de corte Villa Urrutia, único
que en todo esto obraba de buena fe, sospechaba que el virrey (Iturrigaray) no tenía mas plan
que ‘hacerse de cartas de todos palos’ para conservarse a todo trance en el puesto...(Cuando la)
goleta francesa de guerra ‘Vaillante’, procedente de la Guadalupe, conduciendo un pliego del
ministerio de relaciones exteriores del imperio francés fechado en Bayona el 17 de mayo...por
el que se comunicaba el llamamiento al trono de España de José Napoleón (sic), se confirmaban
en su nombre todas las autoridades, aun las eclesiásticas, y se le encargaba la custodia de estos
dominios...Aguirre y Bataller, que desde ahora consideraremos los jefes del partido europeo, el
fin a que se encaminaban los promovedores de la junta...el ayuntamiento de Veracruz,
compuesto de europeos, promovió la reunión de un congreso nacional...el mismo cuerpo fue
después el mas decidido enemigo del virrey...daban por cierto que de acuerdo con el
ayuntamiento intentaba nada menos que colocarse en el trono.”14
Es de apreciarse que los argumentos de Primo Verdad no van al fondo del asunto, pues
decir que “por la falta del monarca la soberanía había vuelto al pueblo” apoyando la necesidad
de formar un gobierno provisional y haciendo la aclaración de que en caso de quedar el rey en
edad pupilar, sin haberle su padre nombrado tutor o regente se lo nombre la nación junta en
cortes, y que según Alamán, llevan a Verdad a proponer “que el virrey y la junta proclamasen y
jurasen por rey de España y de las Indias a Fernando VII: que jurasen igualmente no reconocer
monarca alguno que no fuese de la estirpe real de Borbón, defender el reino y no entregarlo a
potencia alguna, o a otra persona que no fuese de la real familia” 15, aunque juntos, estos
artificios leguleyos no resolvían, porque no los abordaban, los problemas de la soberanía
arrancada por los españoles 300 años antes.
Por otro lado no es que se niegue que un elemento que explique las causas singulares de
la lucha por la “independencia” sea la “empleomanía”, que afirma que criollos y mestizos
únicamente aspiraban a que los empleos de los españoles pasaran a ser suyos(*), pues existen
demasiadas evidencias de que el fenómeno si existió, pero la coyuntura no puede atribuirse a
una causa única, y en caso de que la tuviera, habría que ubicarla en las condiciones económicas
del período, concretamente las condiciones comerciales.
En la “Representación de la ciudad de México a favor de sus naturales” de fecha 2 de
marzo de 1771, sin mayores subterfugios se habla de que “...Iguales razones, a las que se
consideren en la provisión de piezas eclesiásticas, urgen para que los empleos seculares de
cualesquiera clase no se confieran sino a los naturales...la provisión de los naturales con
exclusión de los extraños, es una máxima apoyada por las leyes de todos los reinos, adoptada
por todas las naciones...es un derecho, que si no podemos graduarlo de natural primario, es sin
duda común de todas las gentes, y por eso sacratísima observancia...el europeo...es inevitable
que ponga todo su estudio en que le sirva el empleo, para enriquecerse..es preciso que le falte
mucha parte de espíritu; Mas de tiempo, para dedicarse a pensar en felicitar la provincia que
gobierna, es consiguiente, que le sean mucho mas fuertes que a otros las tentaciones de la
13
Ibidem, Alamán T I pp 121-123
Ibídem, Alamán T I pp 121-123
15
Ibidem, Alamán, T I, p 129.
(*)
Michael Costelau (La primera república federal, FCE)entre otros sostiene que la “empleomanía” es una
de las razones que explica la lucha por la independencia en América.
14
7
codicia ¿Cómo no es de temerse justamente el daño en los intereses, y el trastorno en el
gobierno, y otras perjudiciales resultas de las provincias?”16
Lo mismo exactamente, pero mas descarnada, es la intervención e Ramos Arizpe ante
las cortes españolas llamada Memoria presentada a las Cortes de Cádiz (1812), en la que a
nombre de la provincia de Coahuila o Nueva Extremadura expone a “Vuestra Majestad” lo que
estimaba absolutamente necesario “para su bien y el general de toda la nación” y bajo el
argumento de “El poco interés o abandono con que los gobiernos pasados han visto por siglos
enteros aquellas vastas provincias, hace que Vuestra Majestad carezca de una idea exacta de su
localidad, extensión, clima, producciones naturales, población, agricultura, artes, comercio y
administración, sin haberse cuidado hasta ahora en lo político sino en mandar a cada una de
ellas un jefe militar con el nombre de gobernador...(que) gobierne con mano militar...su
provincia y dirija despóticamente todos los ramos de la administración publica...la agricultura,
manantial de la verdadera riqueza de las naciones...” argumentos que dan pie a su propuesta de
que fueran los naturales a quienes se les permitiera gobernar las provincias del reino sin dejar
de pertenecer a España.17.
Aunque es admitido que entre los insurgentes existía una aceptación tacita de cierto
tipo de fernandismo, tal que se afirma que el grito del cura de Dolores, Miguel Hidalgo, la
madrugada del 16 de septiembre de 1810 fue en términos de “¡Viva Fernando VII Rey de
España!”, que de ser cierto, lo interesante sería establecer si existía o no relación entre dicho
fernandismo con las aparentes aspiraciones republicanas de la época. Es decir, que si como ha
sido señalado anteriormente, la Junta del Ayuntamiento de la Ciudad de México, tanto como
la Junta de Zitácuaro y como la posterior Junta Gubernativa de 1821, establecían la potestad
de Fernando VII como depositario de la soberanía, no solo se estaba renunciando a la
República y a su enorme carga ideológica, sino a la misma independencia nacional.
Este aparente contrasentido parece resolverse si tomamos en cuenta que desde el año
de 1808, Napoleón Bonaparte al mando de 270,000 hombres invadió España, colocando en el
trono a su hermano José, tomando prisionero a Fernando VII Rey de España, por lo que
entonces no sólo los criollos y españoles sino el mismo clero estaban de acuerdo en principio
en no verse envueltos, para su destrucción, en las “herejías francesas”.
Una mayor ilustración acerca del tema nos la da una carta que Ignacio Aldama dirige
al padre José Fusiño y que recoge el notable historiador Genaro García, aclarando los motivos
del levantamiento en contra de los gachupines "en defensa de nuestra sagrada religión y los
derechos...de nuestra querida patria y de nuestro cautivo Rey, el Sr. Don Fernando VII...para
que cogiéndonos indefensos los franceses, ingleses o cualesquiera otros enemigos del Rey y
de Dios, - nos dice - se unirán con ellos, en caso que se acabase de perder España, que casi
nada le falta", por lo que es fácil colegir que para ellos el objeto de la independencia no era
otro que el de instalar en la América Latina un trono regido por la dinastía borbónica
expulsada de España.
Y no es solamente que la causa declarada de la independencia no reflejara los
sentimientos de soberanía ni de defensa del interés por la patria, sino que tampoco existen
evidencias de que los primeros insurgentes trataran de establecer un gobierno democrático,
como ejemplo tenemos el decreto del 15 de diciembre de 1810 pegado en las esquinas de la
ciudad de Valladolid por Hidalgo, que aunque habla del establecimiento de un Congreso 18
también lo hace de un Reino, sin aclarar si el susodicho Congreso legislador sería soberano o
un poder mas o en él estaría depositada la soberanía sujetando al Rey, o sería comparsa de
16
17
Mora, Obras sueltas, 2 V, Paris. 1837 en Historia Documental op. cit. pp 24-25
Historia Documental op. cit. pp30-31
El Dr. Mora censura acremente al cura Hidalgo por no haber querido acceder a las peticiones que se le hacían para
que depositase su ya pesada dictadura en una Junta, Congreso o Consejo de Gobierno, que tuviera el carácter de
representación de la soberanía nacional.
18
8
éste último.19 Hidalgo, se asegura, lanzó la revolución en nombre del rey, y López Rayón esta
de acuerdo con la idea de que la fidelidad al rey ha sido la más fuerte bandera de la
insurgencia. Es aquí en donde se observa la contradicción entre los móviles de la lucha dados
por la dirigencia, y las aspiraciones populares que formaron un ejército que llegó a ser de casi
100 mil hombres, que no eran sino el reflejo de la ira popular motivada por los trescientos
años de dominación española y que a los ojos de muchos, entre quienes se encuentra Lucas
Alamán, la guerra de independencia apareció como una lucha de proletarios contra
propietarios, carácter que se evidenció palmariamente en la toma de la Alhóndiga de
Granaditas
El alzamiento de Dolores no es obra de un hombre ni debe considerársele como su
patrimonio exclusivo, sino verse como producto de “…las implicaciones político-económicosociales que, como la sombra unida al cuerpo, se derivaban de aquélla…Ello sólo indicaba que
la revolución no se comprimía a confiscar bienes de los peninsulares, ni a quitarles sus empleos
para transferirlos a los americanos, sino que sus alcances eran mayores. Es incuestionable que
desde Dolores se trató de acabar con el ancien régime para sustituirlo por un nuevo orden de
cosas”20 y que fue en todo caso, desvirtuado por los primeros insurgentes.
“Cuando fue preso Epigmenio González, - uno de los principales seguidores de Hidalgo
- entre los papeles que se encontraron en su casa, uno de ellos fue el plan general o sistema que
se había de plantear, poniendo un emperador y varios reyes fedatarios”21
“A partir de aquellos años, esos derechos que son reconocidos como naturales e
imprescriptibles: la libertad, la igualdad, la seguridad, la propiedad, la garantía social y la
resistencia a la opresión, van a incorporarse en todos los códigos políticos de tendencia
liberal que se elaboren, así como muchos de sus principios orgánicos, aquellos que señalan la
forma de organización del Estado, el ejercicio de la soberanía, la forma y modo de
representación”.22
Es importante señalar que aunque se ha sostenido que en nuestros primeros códigos
políticos pueden advertirse dos tendencias muy marcadas, una procedente de Norteamérica y
la otra originada en la Revolución Francesa, en donde incluso se afirma que “Ambos asertos
se complementan”23, es notable que las diferencias entre ambos sistemas (presidencialismo o
parlamentarismo respectivamente), hablan de proyectos substancialmente diferentes.
Por lo tanto los hechos que ocurren en pleno auge de la guerra de independencia, en
el año de 1811 (18 de agosto), en que López Rayón al lado de José María Liceaga y José
Sixto Verduzco instalan la Junta de Zitácuaro, que sigue reconociendo a Fernando VII como
soberano de la Nueva España, y no obstante que plantea el problema de la soberanía, y que
hace explícita mención de la separación de poderes (en su Artículo 21), en su Artículo 5o
otorga amplias facultades al mismo Fernando VII, Rey de España.
Contrastando lo que ocurre en España, durante la proclamación de la Constitución de
Cádiz en 1812, la diferencia desaparece, pues ahí se proclama tener el objeto de crear un
trono para el Rey ausente, y aunque aquella llega a decretar la instalación de los
ayuntamientos de elección popular y las mismas autoridades juran su cumplimiento, dejan la
potestad de legislar en la figura del rey absoluto.
La Constitución liberal de Cádiz, (llamada, sin rodeos, “Constitución Política de la
Monarquía”), que se presenta como la respuesta de la burguesía española a la invasión francesa,
19Apoyado
en los resultados prácticos de la lucha emprendida por Hidalgo, Bulnes nos dice que “Si el cura Hidalgo,
por su posición social, por sus gustos industriales, por su vida sencilla y su afición al estudio, podía tener íntimos
sentimientos democráticos, en política ni siquiera los comprendía.”
20
21
22
23
Lemoine Villicaña Ernesto, Morelos, UNAM, México 1991, p 81
Alamán, op. cit. T I, p 231
Torre Villar, Ernesto de la, La independencia de México FCE, México 1991 p 103
Ibídem, p 102
9
y que para el momento de su promulgación aparenta un ajuste de cuentas en contra del
absolutismo Borbón de Fernando VII, a pesar del declarado carácter igualitario de sus 384
Artículos (en que señala explícitamente la existencia de la separación de poderes) viene
dejando en manos del rey la facultad "para sancionar las leyes", lo cual deviene en un
contrasentido.
Los hechos nos dan la razón, pues con posterioridad, y no obstante que Fernando VII
jura fidelidad a esta Constitución en 1820, gracias a la prerrogativa anotada, para el año de
1823 “y con el fin de que desaparezca del pueblo español hasta la más remota idea de que la
soberanía no reside en otro que en mi real persona”, el monarca español simplemente la
desconoce.
“En el plan de la revolución siguió Hidalgo las mismas ideas de los promovedores de la
independencia en las juntas de Iturrigaray. Proclamaba a Fernando VII: pretendía sostener sus
derechos y defenderlos contra los intentos de los españoles, que trataban de entregar el país a
los franceses dueños ya de España, los cuales destruirían la religión, profanarían las iglesias y
extinguirían el culto católico...la inscripción que se puso en las banderas de la revolución fue
‘Viva la religión. Viva nuestra madre santísima de Guadalupe. Viva Fernando VII. Viva la
América y muera el mal gobierno’...el pueblo gritaba solamente ‘Viva la Virgen de Guadalupe
y mueran los gachupines’” “Ya Uds. habrán visto este movimiento: pues sepan que no tiene
mas objeto que quitar el mando a los europeos, porque estos, como Uds. sabrán, se han
entregado a los franceses y quieren que corramos la misma suerte, lo cual no hemos de
consentir jamás”24
Y precisamente en el decreto de excomunión de los insurgentes dado por el obispo
Abad y Queipo (1810)25 se lee “...E insultando a la religión y a nuestro soberano, don Fernando
VII, pintó en su estandarte la imagen de nuestro soberano, don Fernando VII, pintó en su
estandarte la imagen de nuestra augusta patrona, nuestra señora de Guadalupe, y le puso la
inscripción siguiente: Viva la religión, Viva nuestra madre santísima de Guadalupe, Viva
Fernando VII, Viva la América y muera el mal gobierno.”
En la Junta que se instaló en Zitácuaro el 19 de agosto de 1811, bajo el nombre de
Suprema Junta Nacional de América, “Rayón…concretó el ideario insurgente…en una junta
nacional como las instituidas en España y en otras capitales americanas, o un congreso; se
conservaría la religión cristiana, se dejaría de remitir a España dinero, se defendería el reino
de los franceses y se trataría de mantener incólumes los derechos del monarca”. Según
Lamoine, fue Morelos quien entendió cual era la hora “de mostrar con claridad la verdadera
intención de la insurgencia”26, el Congreso declaró la independencia de la América
Septentrional, y proclamó la recuperación de la soberanía.
Aunque para algunos la creación de la Junta de Zitácuaro en 1811, estaba inspirada
en los recientes ejemplos de la Península y de Sudamérica, y es considerada un paso político
de mucha envergadura en el desarrollo de la revolución, en realidad fue instaurada para
gobernar la colonia a nombre y mientras durase la cautividad de Fernando VII. Aunque se
diga que significaba ya un principio de autonomía y de soberanía nacional a medias, no es
posible pensar que en un futuro no muy lejano pudiera afinarse “y superar las trabas y
limitaciones propias de su apresurado alumbramiento”. Poder ejecutivo, legislativo y judicial
a la vez, Rayón lo pensó en atención a la causa y a su persona. Un cuerpo de cinco vocales, de
los cuales uno llevaría el título de ‘Presidente’ - el poder ejecutivo - auxiliado por
24
Alamán, op. cit. T I, pp 242-243
25
Mora, op. cit. T III, pp 57-62
26
Ibídem Lemoine Villicaña Ernesto, Morelos, UNAM, México pp 93-94
10
funcionarios de segundo orden, ésta sería la planta para echar a andar el nuevo gobierno” 27,
veamos:
En los “Elementos constitucionales circulados por el señor Rayón” (1812) se establece
además de que 1º La religión católica cera la única sin tolerancia de otra...3º El dogma será
sostenido por la vigilancia del Tribunal de la fe 4º La América será independiente de toda otra
nación 5º La soberanía dimana inmediatamente del pueblo y reside en la persona del señor
Fernando VII y su ejercicio en el Supremo Congreso Nacional Americano 7º El Supremo
Congreso constará de cinco vocales...mas por ahora se completar el número de vocales por los
tres que existen en virtud de comunicación irrevocable de la potestad que tienen, y
cumplimiento del pacto convencional celebrado por la nación en 21 de agosto de 1811 8º Las
funciones de cada vocal durarán cinco años...9º No deberán ser electos todos en un año, sino
sucesivamente uno cada año, cesando en sus funciones en el primero, el más antiguo 11º En los
vocales que lo sean en el momento glorioso de la posesión de México, comenzara a contarse
desde este tiempo el de sus funciones...18º El establecimiento y derogación de las leyes y
cualquier negocio que interese a la nación, deberá proponerse en las sesiones públicas por el
Protector Nacional ante el Supremo Congreso en presencia de los representantes que prestaron
su ascenso o descenso; reservándose la decisión a la Suprema Junta a pluralidad de votos...Lic.
Rayón”28
Por si no bastara, en la “Exposición” dirigida desde Zacatecas por Ignacio Rayón y José
María Liceaga a Calleja, en que le manifiestan “el motivo de la insurrección y los medios de
terminarla”, previa aclaración acerca de que fueron electos “por uniformidad de votos”, lo que
nos deja una constancia transparente acerca de los fines que ambos perseguían, aseguran que “
...la empresa queda circunscrita bajo estas sencillas proposiciones: Que siendo notorio, y
habiéndose publicado por disposición del gobierno, la prisión que traidoramente se ejecutó en
la persona de nuestros reyes y su dinastía, no tuvo embarazo la Península de España, a pesar de
los consejos, gobiernos, intendencias y demás legitimas autoridades, de instalar una junta
central gubernativa...y con noticia cierta de que la España toda, y por partes se ha ido vilmente
entregando al dominio de Bonaparte, con proscripción de los derechos de la corona y
prostitución de la santa religión: la piadosa América intenta erigir un congreso o junta nacional,
bajo cuyos auspicios, conservando nuestra legislación eclesiástica y cristiana disciplina,
permanezcan ilesos los derechos de nuestro muy amado el Sr. D. Fernando VII...Cuartel
General en Zacatecas, abril 22 de 1811 Lic. Ignacio Rayón, José Maria Liceaga”29
“Rayón – nos dice socarronamente Alamán - que ya se titulaba ‘capitán general de
todos los ejércitos Americanos’, se llamó desde entonces ‘Presidente de la suprema junta y
ministro universal de la nación’, la junta tomó el nombre de ‘Suprema junta gubernativa de
América’...‘Estos’, dijo Morelos en una de sus declaraciones, hablando de una manera análoga
a ésta...‘no son mas que unos monos de los de España, que aprenden o imitan lo que ven hacer
allá’...hubo allá juntas gubernativas; era menester que en México las hubiese; hubo después allá
congreso y constitución, y en México se hizo una parodia de una y otra cosa...a Morelos para
ganarlo, la junta se lo asoció nombrándolo cuarto individuo de ella, y como se manifestaba
descontento de la superchería de seguir gobernando en nombre del rey Fernando VII, cuando
las miras que se tenían eran las de la independencia...‘no era razón engañar a las gentes
haciendo una cosa y siendo otra, es decir pelear por la independencia y suponer que se hacia
por Fernando VII’.”
En una carta reservada, después de escuchar las críticas de Morelos a la Junta, Rayón y
Liceaga confiesan el secreto de la revolución: “Habrá sin duda reflejado V. E., le dice, que
27
28
Ibídem Lemoine, p 97
Documentos de la guerra p 36-42 en Historia Documental op. cit. pp 78-81
29
Historia Documental op. cit. pp 63-64
11
hemos apellidado en nuestra junta el nombre de Fernando VII que hasta ahora no se había
tomado para nada; nosotros que ciertamente no lo hubiéramos hecho, si no hubiéramos
advertido que nos surte mejor efecto: con esta política hemos conseguido que muchas de las
tropas de los europeos, desertándose se hayan unido a las nuestras...¿Y haríamos bien nosotros ,
cuando juramos obediencia al rey de España? (gaceta de 9 de aquel mes de mayo de
1812)...nuestros planes en efecto son de independencia, pero diremos que no nos ha de dañar el
nombre de Fernando, que en suma viene a ser un ente de razón...Zitácuaro, Septiembre 4 de
1811.- Lic. Ignacio Rayón.- Dr. José Sixto Verduzco.- José Maria Liceaga’...Morelos continuó
en obrar independiente de ella.”30
Todavía en el “Manifiesto de Zitácuaro” en que se instaló la Suprema Junta Nacional
Americana de Zitácuaro” se establece sin tapujos que se reconoce al “señor D. Fernando
Séptimo y en su Real Nombre la Suprema Junta Nacional Americana, instalada para la
conservación de sus derechos, defensa de la religión Santa y libertad de nuestra oprimida
patria...se ha considerado de absoluta necesidad...en junta de Generales celebrada el diecinueve
de agosto...que la decisión recayese en las personas de los Excelentísimos Señores Licenciado
D. Ignacio Rayón, Ministro de la nación Dr. D. José Sixto Verduzco y Teniente General D. José
Maria Liceaga...Dado en nuestro Palacio Nacional de la Villa de Zitácuaro, a veintiún días del
mes de agosto de mil ochocientos once.”31
Si bien Morelos inicialmente reconoce lo que venían a proclamar primero Hidalgo,
luego Aldama y posteriormente Rayón y Liceaga en su “Decreto que contiene varias medidas,
particularmente sobre la guerra de castas” en 1811 llegó a decir “Que nuestro sistema se
encamina a que el gobierno político y militar que reside en los europeos recaiga en los criollos,
quienes guardaran mejor los derechos del señor don Fernando VII; y en consecuencia, de que
no haya distinción de calidades, sino que todos generalmente nos nombremos Americanos...Es
hecho en la ciudad de Nuestra señora de Guadalupe de Tecpan, a 13 de octubre de 1811”32
En el nombramiento de embajadores y ministros plenipotenciarios Sixto Verduzco y
José María Liceaga se conserva la misma fórmula de sumisión, pues se señala que aquellos que
han de acudir a otros países a promover la causa de la “independencia” lo hagan a nombre de
“Don Fernando VII y en su real nombre la Suprema Junta Nacional Gubernativa en los
dominios de esta América Septentrional...Empeñada la nación Americana en sostener los
derechos de su independencia, respecto de los habitantes de la Península de España que en
ausencia del rey han pretendido en si la soberanía, con manifiesto agravio de un pueblo virtuoso
que se ha esmerado en todos tiempos en dar incesantes y palpables pruebas de su fidelidad y
honradez...quince de junio de mil ochocientos doce – Dr. Sixto Verduzco – José Maria
Liceaga”33
Para mayor profusión, en los elementos que deben formar la plenipotencia se conservan
intactos los proyectos: “Elementos que deben formar la plenipotencia y reglar su conducta: 1º
Para que por acta solemne se declare si reconocen como legitima la representación de la
Suprema Junta Gubernativa que lo comisiona...para proporcionarle por todos los medios
posibles al logro de su independencia en los justos términos que lo hace, sin violar ni ofender
de modo alguno los legítimos derechos de su amado y cautivo monarca el señor Don
Fernando.” Y en el artículo VII se señala sin ambages 4º Podrá emplazar sesiones de la mutua
alianza de ofensa, lo mismo que las relaciones de comercio, para lo cual asignara seis meses de
plazo, a fin de que se propongan a la nación los medios y términos en que deban establecerse,
30
Alamán op. cit. T II, pp 245-246
31
Historia Documental op. cit. pp 64-65
Documentos de la guerra...p 29-31 en Historia Documental op. cit. pp 67-69
32
33
15 de junio de 1812 en J. E. Hernández y Dávalos, op. cit., VI-1036-1037, en Historia
Documental op. cit. pp 71-72
12
asegurándoles la preferencia que esta desde luego les dará, según que sean los primeros que se
anticipen a socorrernos en dichas armas...Dado en nuestro Palacio Nacional de Sultepec,
firmada por los Excelentísimos señores ministros, presidente y vocales de la Suprema Junta
Gubernativa, autorizado con el gran Sello de la nación y refrendado por nuestro secretario del
despacho universal a 15 de junio de 1812 – Dr. Sixto Verduzco – José Maria Liceaga.”34
Por fin en el año de 1812 Morelos se decide por romper con él, por llamarlo
suavemente, fernandismo de la época, y en su proyecto para la confiscación de intereses
europeos y americanos adictos al Congreso español, Morelos primeramente arremete contra
gachupines y criollos, llamándoles “adictos al partido de la tiranía a todos los ricos, nobles y
empleados de primer orden, criollos o gachupines, porque todos estos tienen autorizados sus
vicios y pasiones en el sistema y legislación europea.” Luego la emprende contra el virrey, a
quien llama el “...tirano Venegas” acusándolo de ser “quien esta haciendo un Virrey mercantil,
servilmente sujeto a la desenfrenada codicia de los comerciantes de Cádiz, Veracruz y México”
para pasar a dar instrucciones con respecto a la conducta que se debe observar al ocupar una
población: “...la primera diligencia que sin temor de resultas deben practicar los generales o
comandantes de divisiones de América luego que ocupen alguna población grande o pequeña
es, informarse de la clase de ricos, nobles y empleados que haya en ella, para despojarlos en el
momento de todo el dinero y bienes raíces o muebles que tengan, repartiendo la mitad de su
producto entre los vecinos pobres de la misma población para captarse la voluntad del mayor
número reservando la otra mitad para fondos de la Caja Militar...Deben también inutilizarse
todas las haciendas grandes, cuyos terrenos laboríos pasen de dos leguas cuando mucho, porque
el beneficio positivo de la agricultura consiste en que muchos se dediquen con separación a
beneficiar un corto terreno que puedan asistir con su trabajo y su industria...” 35
En su “Advertencia a los criollos que andan con las tropas de los gachupines” del
mismo año, reclama airado: “Nuestra sentencia no es otra sino que los criollos gobiernen al
Reino y que los gachupines se vayan a su tierra o con su amigo el francés que pretende
corromper nuestra religión...Ya no hay España, porque el francés esta apoderado de ella, ya no
hay Fernando VII porque o el se quiso ir a su casa de Borbón a Francia y entonces no estamos
obligados a reconocerlo por Rey, o lo llevaron a fuerza y entonces ya no existe: Y aunque
estuviera, a un Reino obediente le es licito no obedecer a un Rey, cuando es gravoso en sus
leyes, que se hacen insoportables como las que de día en día nos iban recargando en este Reino
los malditos gachupines advitristas...José Maria Morelos”36
Todavía José Maria Coss Dr., componente de la Junta Nacional, teólogo, canonista,
periodista e impresor, llevándole la contraria a Morelos, lanzó un Manifiesto que comenzando
con un “Hermanos, amigos y conciudadanos” lo llama “De la nación americana a los europeos
habitantes de este reino (1812)37” que es conocido como “Plan de Paz y Guerra”, que no es otra
cosa que la rendición absoluta al virrey a cambio de una risueña amenaza.
Plan de Paz: “1º La soberanía reside en la masa de la nación. 2º España y América son
partes integrantes de la monarquía sujetas al rey; pero iguales entre sí, y sin dependencia o
subordinación de la una con respecto a la otra. 4º Ausente el soberano, ningún derecho tienen
los habitantes de la Península para apropiarse la suprema potestad, y representar la real persona
en estos dominios. 5º Todas las autoridades dimanadas de este origen, son nulas. 8º Después de
lo ocurrido en la Península y en este continente desde el trastorno del trono, la nación
Americana es acreedora a una garantía para su seguridad, y no puede ser otra que poner en
ejecución el derecho que tiene de guardar estos dominios a su soberano, por sí misma, sin
34
35
Historia Documental op. cit. pp 74-75
Documentos de la guerra...p 60-64 en Historia Documental pp
Morelos Documentos, I-138-139 en Historia Documental pp 88-89
37
J. E. Hernández y Dávalos. Op. Cit. IV-190 y 22-224
36
84-87
13
intervención de gente europea. DE TAN INCONTRASTABLES PRINCIPIOS SE DEDUCEN
ESTAS JUSTAS PRETENSIONES. 1ª Que los europeos resignen el mando y la fuerza armada
a un congreso nacional e independiente de España, representativo de Fernando VII, que afiance
sus derechos en estos dominios. 4º Que declarada y sancionada la independencia, se echen en
olvido de una y otra parte todos los agravios...y todos los habitantes de este suelo, así criollos
como europeos, constituyan indistintamente una nación de ciudadanos americanos vasallos de
Fernando VII, empeñados en promover la felicidad publica.”
El “Plan de Guerra” que operaba bajo los mismos principios y consideraciones,
señalaba: 2º Los partidos beligerantes reconocen a Fernando VII. Los americanos han dado de
esto pruebas evidentes, jurándolo y proclamándolo en todas partes, llevando su retrato por
divisa, invocando su nombre en sus títulos y providencias...3º Los derechos de gentes y de
guerra inviolables entre naciones infieles y bárbaras, deben serlo entre nosotros, profesores de
una misma creencia, y sujetos a un mismo soberano y a unas mismas leyes...Real de Sultepec,
marzo 16 de 1812. Dr. José Maria Coss.”38
Por lo tanto, la posterior claudicación de Coss dirigida al Cabildo eclesiástico de
Valladolid no deja lugar a dudas: “Cuarto: que luego que faltó el motivo de la guerra por la
restitución del soberano y se cambió el primitivo objeto de la empresa en Chilpancingo por
Morelos, desistí de ella (El Congreso se reunió en septiembre de 1813 y Coss siguió siendo un
fervoroso insurgente, por lo menos hasta mediados de 1815, Nota de Lemoine); Quinto: que
lejos de ser enemigo del rey, me declaré contra la independencia absoluta, protestando de
nulidad contra el llamado Decreto Constitucional y reclamando mi firma, que los congresistas
me precisaron a poner en Apatzingán sin estar instruido en el nuevo sistema, en virtud de
haberme suscrito con la condición de que se tuviese por de ningún valor si aquel código no se
conformaba a los principios bajo los cuales abracé el partido de la insurrección (Todo esto no
es mas que una sarta de falsedades. Coss aceptó convencido el Decreto Constitucional y exigió
su cumplimiento, incluso hasta en los días de su ruptura con el Congreso. Nota de Lemoine)”39
Morelos no compartía los puntos de vista de la junta, “pero invitado nuevamente por
Rayón en 19 de julio a exponer su opinión, se redujo a recomendar lo que tenia por más
urgente, que era el nombramiento del quinto vocal, y ‘que se quitase la mascara a la
independencia’ cesando de tomar el nombre de Fernando VII (subrayado por el
autor)...hizo conocer a Rayón los inconvenientes de su constitución o mas que todo, porque
publicada ya la española iba a parecer monstruoso tal proyecto...y en una nueva comunicación
dirigida a Morelos desde Purgarán en 2 de mayo de 1813 (causa de Rayón) desiste de la
publicación...aunque por ella dice ‘nada avanzamos, sino que se rían de nosotros y confirmen el
concepto que nos han querido dar los gachupines de unos meros autómatas’ Estas sin embargo,
eran las ideas constitucionales de Hidalgo, manifestadas a Rayón y a Morelos, según lo asegura
el propio Morelos”40
En ese momento Morelos cita a la constitución del Congreso, invitando y nombrando a
los mismos que se decían llamar representantes de la junta (Rayón, Verduzco y Coss 41 “Rayón
entonces, desamparado de todos, sin poderse sostener en la provincia de Michoacán, en la que
era vivamente perseguido por los realistas, tuvo que ceder y manifestó su adhesión a la
convocatoria”42
38
Matute, Álvaro, México en el siglo XIX, antología de fuentes e interpretaciones históricas, UNAM, México, 1981,
pp 219-223
39
Lemoine Villicaña, Ernesto, Escritos Políticos José María Coss Introducción, selección y notas Ernesto
Lemoine Villicaña, UNAM 1996, p 210.
40
Alamán op. cit. T III pp 316-317
41
J. E. Hernández y Dávalos IV-206-207, 8 de septiembre de 1812.
42
Alamán T III p 319
14
En los “Sentimientos de la nación o puntos dados por Morelos para la Constitución”
(1813) Morelos establece nítidamente el rompimiento con cualquier idea monárquica y con el
lastre del fernandismo, estableciendo “1º Que la América es libre e independiente de España y
de toda otra nación, Gobierno y monarquía...2º Que la religión católica sea la única, sin
tolerancia de otra. 4º Que el dogma sea sostenido por la jerarquía de la Iglesia 5º La soberanía
dimana inmediatamente del Pueblo, el que solo quiere depositarla en sus representantes
dividiendo los poderes de ella en Legislativo, Ejecutivo y Judiciario 9º Que los empleos los
obtengan solo los americanos...Chilpancingo, 14 de septiembre de 1813. José Maria Morelos”43
Principios que se reproducen en el “Acta de Independencia de Chilpancingo” (1813):
“El Congreso de Anahuac, legítimamente instalado en la ciudad de Chilpancingo de la América
Septentrional...declara solemnemente a presencia del señor Dios...que por las presentes
circunstancias de la Europa ha recobrado el ejercicio de su soberanía usurpado; que en tal
concepto queda rota para siempre jamás y disuelta la dependencia del trono español...Dado en
el Palacio Nacional de Chilpancingo, a seis días del mes de noviembre de 1813. Lic. Andrés
Quintana, vicepresidente. Lic. Ignacio Rayón. Lic. José Manuel de Herrera. Lic. Carlos Maria
Bustamante. Dr. José Sixto Verduzco. José Maria Liceaga. Lic. Cornelio Ortiz Zarate,
Secretario”44
La Constitución de Apatzingán, llamada Decreto Constitucional para la
Libertad de la América Mexicana, refleja las ideas de la ilustración al establecer la separación
de poderes, en tanto que el Ejecutivo queda sometido a la Asamblea, pues el Supremo
Congreso Mexicano es el encargado del nombramiento de los tres representantes del Supremo
Gobierno (poder ejecutivo); Plantea la elección directa de los tres poderes (incluyendo al
Supremo Tribunal de Justicia); La facultad exclusiva del Congreso para iniciar las leyes; y un
sistema unicameral, en donde las tropas son puestas bajo control del poder legislativo.
De la misma forma establece el otorgamiento del derecho de voto a todos los
ciudadanos sin ningún distingo, junto con otra serie de principios que ante el sistema adoptado
eran de suyo asequibles: Libertad de hablar (Sic); de discurrir; de enseñanza y trabajo (Artículo
38º); de petición (Artículo 37º) y de imprenta (Artículo 40º). 45 Lo importante aquí consistiría en
establecer si es aceptada la afirmación de que en los territorios dominados por los insurgentes,
durante el corto período de su vigencia, tales principios fueron aplicados, tanto como conocer
sus resultados prácticos y concretos.
Evidentemente que el fruto legislativo más notable de la insurgencia fue la
Constitución de Apatzingán, uno de los documentos más importantes del movimiento
emancipador hispanoamericano, superior en muchos sentidos a los instrumentos semejantes
dados en el ámbito bolivariano y equiparable por su equilibrio, principios doctrinarios y
espíritu, ajustados a la realidad mexicana, a las grandes constituciones modernas que en esos
años se daban en numerosos países.
El Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana es, como
ya se indicó, un documento clave que establece un gobierno de tipo parlamentario, en donde
el ejército queda bajo el mando del Supremo Congreso, y en el que las ideas absolutistas de la
época colonial y las aún defendidas por los primeros insurgentes, se dejan del lado. Se dice
que las ideas expresadas en dicha Constitución rebasan en mucho las manifestadas por la
ilustración francesa en cuanto a los temas de separación de poderes y de la soberanía popular,
aunque coincidimos con O’Gorman que pretender explicar la insurgencia como un brote puro
43
44
Matute, Álvaro, op. cit. México en el siglo XIX... pp 224-226
Primer Centenario p 59-60 Historia Documental pp 112-113
A la muerte de Morelos, se instala una Junta Subalterna Gubernativa por parte de las autoridades novohispanas que
fue disuelta en el año de 1819.
45
15
del enciclopedismo del siglo XVIII “es cómodo, es habitual; pero es deformador por exceso
de simplificación sobre todo en función de su teologismo”.
A pesar de las divergencias que Morelos tuvo con el Congreso, la Constitución es, de
algún modo, la culminación de la insurgencia bajo su mando, en una ruta claramente trazada
por él mismo a través de disposiciones que indican su proceso de definición práctica.
Pero además Morelos de una plumada, “modifica la división política de las
Intendencias creando la ‘Provincia de Tecpan”, anuncia no la posibilidad de crear una Junta
Gubernativa, sino el mismísimo Congreso”46. Abolir la esclavitud, decretar la igualdad
natural de todos los hombres, anhelar el progreso y creer en la posibilidad de alcanzar pronto
e inevitablemente la felicidad pública, son las aspiraciones de la población, pero sobre todo el
apasionado deseo de constituir una patria que, como decía Morelos, fuese gobernada
democráticamente por la voluntad de la misma población. Para Lemoine “Todo lo trastorna
Morelos: los estamentos sociales, la geografía política, la administración de justicia, el
gobierno mismo, el patronato eclesiástico, la estructura económica”47
Un programa de mejoría social fundado en la visión ilustrada y racionalista de la
naturaleza y junto a él, una especie de teísmo cristiano católico y un sentimiento nacionalista
democrático, resume el fondo histórico de la revolución insurgente, según O´Gorman. Se trata
de desposeer a los españoles europeos, los ‘gachupines’, del mando y del poder que
ilegítimamente tienen, lo que por fin da sentido al grito "acabemos con los gachupines" dado
en Celaya.
Lemoine recoge un comentario de Morelos, que lo pinta de cuerpo entero, a una
circular del arzobispo electo, Bergoza y Jordán, de fecha 2 de junio de 1813 “Devuélvase
ésta, por no estar este arzobispo electo por el legítimo gobierno americano, porque la
Regencia de España no manda sino en su casa”48 “El Decreto Constitucional de 1814 revela
que el movimiento insurgente no fue un simple alborozo, sino el más loable intento para
constituir al país sobre bases distintas al absolutismo”49
El fernandismo aludido coincide con ideas monárquicas en cuanto al funcionamiento
orgánico de los proyectos constitucionales, en cambio el antifernandismo de Morelos, mas
apegado a las ideas republicanas, tenía un sesgo representativo distinto.
A la muerte de Morelos le sucede, no sólo la disgregación de su ejército, sino la pérdida
total de los principios que lo inspiraron, al Congreso le siguieron otras instituciones que
culminaron con la Junta de Jaujilla, que deshecha y marginada “representó el último organismo
gubernamental de la insurgencia”50, y lo que vino después prácticamente ya nada guardaba de
aquél.
Aunque se afirma que todavía Guerrero, el último rezago del morelismo, invitó al
coronel Carlos Mayo, oficial de Armijo establecido en Chilpancingo, a sumarse a sus proyectos
y para ello le escribió una carta el 17 de agosto de 1820 con el supuesto objeto de que tomen el
modelo para ser independiente no sólo del yugo de Fernando, sino aún de los españoles
constitucionales.
Así tenemos que en el Plan de Iguala, Iturbide, ex convicto de la Corona española,
llama a la formación de un Imperio ofreciéndole la Corona a Fernando VII o a cualquiera de sus
descendientes. Las dificultades que encontró Iturbide para imponer su proyecto fueron bastante
menores que las de los llamados insurgentes, pues las clases adineradas de criollos y mestizos y
hasta europeos, apoyaron resueltamente el Plan que los eximiría de los compromisos con la
46
47
48
Lemoine op. cit. p 85
Ibídem p 86
Ibídem Doc 83, pp 90-91
Ibídem, p 114
50
Ibídem, p 127
49
16
España liberal, que había conseguido que el monarca jurara sobre la misma Constitución que
había desconocido una vez que fue liberado de su cautiverio francés.
Fernando VII al regresar a España el 4 de mayo de 1814, decretó en Valencia la
abolición de las Cortes de Cádiz y, con ello, todos los acuerdos aprobados, los cuales se
conocieron en la Nueva España en agosto de 1814. Pero el 1º de enero de 1820 en España el
coronel Rafael Riego se rebeló en favor de la constitución de Cádiz y gracias a su revuelta se
obligó al rey a restaurarla el 9 de marzo de 1820 y el 30 de marzo del mismo año el Rey expidió
el decreto mediante el cual que obligaba a jurar “la Constitución política de la monarquía” 51
Los grupos liberales, poderosos en el ejército, al amparo de la masonería mostrábanse
descontentos y conspiraban francamente. Riego se sublevó en Cabeza de San Juan el 1° de
enero de 1820, y Quiroga posteriormente. La revuelta prosperó por el pronunciamiento de
diversas ciudades, La Coruña, Zaragoza, Barcelona y otras a favor del restablecimiento de la
Constitución liberal que las Cortes de Cádiz habían dado a la nación en 1812.52
Mientras esto sucedía en Europa, en la Nueva España al llegar la noticia de la
restauración de la constitución, se precipitaron los acontecimientos.
Es probable que la población española que vivía en México a principios de la
independencia “haya sido superior a 15,000 y que, de ellos, la mitad fueran militares, y
aproximadamente 1,500 religiosos...este reducido grupo de españoles en la cúspide de la
sociedad. Unidos a ellos, se encuentran los criollos acaudalados. Los primeros dominaban el
comercio y controlaban la administración para sus intereses y los del rey. Los segundos, debido
al carácter hereditario de sus posesiones, estaban ligados principalmente a la minería y a la
agricultura. Ambos grupos eran los directores de la economía, la sociedad y la política. 53
Como la Constitución de 1812 era el documento que regiría el gobierno de la Colonia,
se aprestaron a jurarla. Los criollos, mas que los españoles, estaban dispuestos a cuidar su
obediencia, porque el carácter liberal de la Constitución afectaba los intereses económicos de
estos y de la Iglesia. La implantación de libre comercio, el libre cultivo, la libre distribución del
azogue para la minería, la eliminación de los fueros eclesiásticos y militares, la transformación
del virrey en jefe político de la provincia de México, y la libertad de imprenta, eran medidas a
las que la oligarquía se había opuesto constantemente54
Entre los acuerdos que lesionaban a la alta clerecía debemos contar “La primera fue, la
supresión de la compañía de Jesús, decretada en 17 de agosto...Sus bienes fueron aplicados al
crédito publico...desafuero del clero, la supresión de monacales y reforma de regulares...por la
del 1º de octubre, fueron suprimidos en España todos los monasterios de las ordenes monacales,
debiendo serlo también en América”55
Mientras entre los diputados que habrían de partir a España prevalecieron en la elección
“los elementos que habían concurrido a la revolución que acababa de efectuarse: haber
contribuido a ella, haber sido perseguido por liberal o estar alistado en la masonería, fueron los
títulos que se buscaron en los candidatos...Los suplentes elegidos por Nueva España, fueron D.
Miguel Ramos Arizpe y D. José Mariano de Michelena, ambos activos cooperadores de la
revolución...D. José Maria de Couto, D. Manuel Cortazar, D. Francisco Fagoaga, D. José Maria
Montoya y D. Juan de Dios Cañedo”56
“EL coronel D. Matías Martín y Aguirre...D. Tomas Murphy y D. Andrés del
Río...promovieron varias disposiciones...baja de los derechos reales y de amonedación sobre la
51
Hdz. y Dávalos p 76 m 20
Torre Villar, Ernesto de la La independencia de México Fondo de Cultura Económica, México, 1992, pp 117118)
52
53
54
55
56
Romeo Flores p 7
Ibídem, p 55
Alamán T V pp 25-26
Alamán T V p 23
17
plata y el oro: el establecimiento de diputaciones o juntas provinciales en todas las
intendencias, y la dispensa de diezmos al cacao que se cultivase en la Nueva España...las
reformas se siguieron haciendo en este segundo periodo en el cual se decreto la reducción de
los diezmos a la mitad, mandándose vender todos los bienes raíces rústicos y urbanos,
pertenecientes al clero y a las fábricas de las iglesias, para indemnizar a los participes legos en
aquella contribución. La mitad que se dejo al clero, se gravo por vía de subsidio con el pago de
millón y medio de pesos anual, y a los propietarios, en vez de la mitad que dejaban de pagar, se
les impuso una contribución directa de nueve millones, sobre los predios rústicos y urbanos.” 57
Toda esta situación, que los aristócratas coloniales consideraban ominosas para sus
intereses, fueron el caldo de cultivo ideal para que prosperara la conjura de Iturbide con su Plan
de Iguala, sus Tratados de Córdoba y su declaración de independencia.
La conspiración parece haberse iniciado en el aposento de Matías de Monteagudo en el
oratorio de San Felipe Neri, quien había sido inquisidor y que por la aplicación de la
constitución de Cádiz había perdido su empleo aunque conservó el de Rector de la Universidad
y Arcediano de la Catedral Metropolitana. En estas reuniones se había llegado al acuerdo de
que sería necesario, que el virrey Juan Ruiz de Apodaca no proclamara la constitución
argumentando que el rey no se encontraba en libertad de actuar porque era rehén de los
liberales, y que de momento se gobernara según las Leyes de Indias. Este plan se vio frustrado
al proclamar el virrey precipitadamente la constitución. Aun así gracias a la intervención de
Monseñor Matías de Monteagudo, se comisionó a Iturbide para que se encargara del ejército
que combatía a Vicente Guerrero y a Pedro Asencio en el sur del país, su primer intento de
derrotarlos militarmente fracaso, así que decidió terminar la guerra de un modo parlamentario.
La llegada de Iturbide a la “Comandancia del sur y rumbo de Acapulco” se debió a la
renuncia que del puesto hizo Armijo, como decíamos, por recomendación de Monteagudo,
Apodaca se decidió por Iturbide para dicho puesto El nombramiento se verificó el 9 de
noviembre. “El empeño de Iturbide desde su salida de México, fue hacerse de la mayor fuerza y
recursos que pudiese reunir, con cuyo fin instó al virrey para que se le mandasen todas las
tropas y dinero posible, lisonjeándolo con las más halagüeñas esperanzas...cito a Quintanilla
para la tarde. En la conferencia que tuvieron le manifestó Iturbide sin embozo el objeto con que
había salido de México y le dio conocimiento de su plan...Quintanilla no se atrevía a creer lo
que oía...‘no le dijo Iturbide, con resolución, nada tiene esto de incierto : Usted desconfía, pero
documentos intachables harán desaparecer toda incertidumbre’ y abriendo una gaveta, le puso
en las manos el plan que después fue proclamado en Iguala, y la correspondencia que llevaba
con varias personas de México, entre cuyas firmas vio Quintanilla con no menor sorpresa, las
de sujetos de la más alta categoría. Entonces le aseguró que el batallón haría lo que Iturbide le
mandase, recomendándole éste el mas riguroso secreto...Miguel Arroyo y Valentín Canalizo
(que fue posteriormente Presidente provisional de la republica) (Gomes Pedraza en su
manifiesto citado, dice haberle dado cartas para Parres, Echavarri, Bustamante, Anastasio
Román de Teloloapan y Arce de los Llanos de Apan, a algunos de los cuales Iturbide no
conocía)...el obispo de Guadalajara le había franqueado 25,000 pesos...al virrey le expuso...que
antes de concluir febrero, podamos bendecir al Señor Dios de los ejércitos y tributarle en el
sacrificio incruento las mas sumisas y reverentes gracias...se ahorrarían de 250 a 300,000 pesos
a la hacienda nacional con el gasto oportuno de 10 o 12,000, rediciéndose la campana a dos
meses y medio o tres...’Tengo mucho adelantado en este plan’ decía Iturbide...Esta facilidad del
virrey en acceder a todo cuanto Iturbide pedía, ha sido considerada como una prueba de que
estaba de acuerdo en el plan de revolución que se tramaba...pero todo concurre a persuadir que
no tuvo parte alguna en lo que intentaba, y lo demuestran los artificios de que Iturbide se valió
57
Alamán Tomo V pp 30
18
para mantenerlo engañado...no podía presumir en otro una perfidia que el era incapaz de
cometer...la fuerza que tenia Iturbide era de 2,479 hombres”58
Así, diría Lucas Alamán, la consumación de la independencia de México, fue resultado
de un movimiento de reacción causado por la promulgación de la constitución de Cádiz, puesto
que afectaba los intereses del clero; por el ejército americano, que al finalizar la rebelión se
encontró con que los militares procedentes de la península gozaban de preferencia frente a las
unidades americanas “y por el pueblo que veía con desagrado la desaparición de las ordenes
religiosas ya que esta medida afectaba la educación de sus jóvenes”59(sic)
Aproximadamente a comienzos de enero de 1821 Iturbide envió una carta a Vicente
Guerrero, en la que lo invitaba a que “renunciase a la empresa que tanta sangre le había costado
al país’ haciéndole hincapié en los diputados que ya partían a España, y que la constitución
ofrecía instituciones liberales y la igualdad, donde los mexicanos serian tratados como hombres
libres, le recordaba la fuerza de los ejércitos virreinales y al final le invitaba a fraternizar con
él”60
Guerrero le responde a Iturbide con una carta que no deja lugar a dudas respecto a la
estrechez de miras de los que se suponían continuadores de la obra de Morelos:
“Hasta esta fecha llegó a mis manos la atenta carta de usted de 10 del corriente” (en
ella) “descubrí en usted algunas ideas de liberalidad...Todo el mundo sabe que los Americanos,
cansados de promesas ilusorias...levantaron el grito de libertad bajo el nombre de Fernando
VII” declara sin rubor, “Cuando llegó a nuestra noticia la reunión de las Cortes de España,
creímos que calmarían nuestras desgracias...¡Pero que vanas fueron nuestras esperanzas!
...Cuando agonizaba España, cuando oprimida hasta el extremo por un enemigo ‘poderoso’,
estaba próxima a perderse para siempre, cuando mas necesitaba de nuestros auxilios para su
regeneración (subrayado por el autor)...entonces descubren todo el daño y oprobio con que
siempre alimentan a los Americanos; entonces declaran su desmesurado orgullo y tiranía...no se
nos concede la igualdad de representación, ni se quiere dejar de reconocernos con la infame
nota de colonos, aun después de haber declarado a las américas parte integral de la
monarquía...Sabe ud. Que el Rey identifica nuestra causa con la de la Península...¿qué causa
puede justificar el desprecio con que nos miran los reclamos de los americanos sobre
innumerables puntos de gobierno, y en particular sobre la falta de representación en las
Cortes?...Estos a quien usted reputa como enemigos, están muy distantes de serlo...decídase
usted por los verdaderos intereses de la nación, y entonces tendrá la satisfacción de verme
militar a sus ordenes...Convencido, pues, de estas terribles verdades, ocúpese usted en beneficio
del país donde ha nacido, y no espere el resultado de los Diputados que marcharon a la
península...Si generosamente nos deja emancipar, entonces diremos que es un gobierno benigno
y liberal; pero si como espero, sucede lo contrario, tenemos valor para conseguirlo con la
espada en la mano...porque ni me ha de convencer nunca a que abrace el partido del Rey, sea
cual fuere, ni me amedrentan los millares de soldados con quienes estoy acostumbrado a
batirme...Vicente Guerrero.”61
Una vez que Iturbide sabe que no encontrará oposición seria en Guerrero, lo invita a
reunirse para zanjar lo que hubiera de diferencias: “Estimado amigo: No dudo en darle a usted
este titulo, porque la firmeza y el valor son las cualidades primeras que constituyen el carácter
del hombre de bien...dirigiéndonos usted y yo a un mismo fin, nos resta únicamente acordar,
por un plan bien sistemado, los medios que nos deben conducir indudablemente, y por el
58
Alamán T V pp 47-53
Alamán p 19
60
Lorenzo de Zavala Umbral de la Independencia p 115
61
A. Magaña Esquivel, op. Cit., p 71-78 Rincón de Santo Domingo, a 20 de enero de 1821, en Historia Documental
pp 140-143.
59
19
camino mas corto...Para facilitar nuestra comunicación me dirigiré a Chilpancingo, donde no
dudo que usted se servirá acercarse y que más haremos, sin duda, en media hora de conferencia,
que en muchas cartas...Agustín de Iturbide Tepecoacuilco, a 4 de febrero de 1821”62
Al mismo tiempo tomaba Iturbide otras medidas para asegurar el éxito de su empresa.
Desde Teloloapan hizo marchar al capitán de Celaya D. Manuel Díaz de la Madrid, con el
objeto de ponerse de acuerdo con el brigadier Negrete, igualmente a Valladolid y al bajío envió
al capitán Francisco Quintanilla quien debía proponer el proyecto a Quintanar, así como
Barragán y Parres, y pasar luego a Guanajuato para tratar con Bustamante y Cortazar. “Juan
Gómez Navarrete, nombrado diputado a Cortes por Michoacán y amigo, quien citó
reservadamente a todos sus compañeros estando en Veracruz...puso en conocimiento de la Junta
el plan de Iturbide...el comandante de la plaza de Tehuantepec Patricio López, dejaron ver
desconfianza en Iturbide: otros disgusto el plan propuesto, pues se inclinaban a una republica y
repugnaban la monarquía que Iturbide intentaba establecer; los mas estaban por dejar que la
independencia se hiciese y reservar para después de lograda, el hacer sobre sistema de gobierno
que mejor pareciese”63
Sin esperar la respuesta de Guerrero, Iturbide lanza el 24 de febrero de 1821 su
proclama conocida como Plan de Iguala, que no es sino una retahíla de conceptos, disociados y
absurdos para intentar justificar ante su soberano las razones de su infidencia, que no es sino
reflejo de esa mentalidad de sujeción continua, heredada de la colonia y producto de la misma
revolución iniciada por Hidalgo. El Plan contiene conceptos históricos que harían sonrojarse al
mas ingenuo; sus desmedidas alabanzas a la Corona y a sus trescientos años de dominación,
explotación y saqueo rayan en lo disparatado; sus conceptos de soberanía a más de
desordenados resultan francamente ofensivos; el despropósito de crear un poder legislativo
constituyente, en que no le acordó la amplitud de acción que deben tener poderes de este
género, “y por el contrario se lo restringió expresando que lo llamaba para establecer la
constitución del imperio mexicano”64; llama la atención esa mentalidad de colonizado, de
conquistado, que tanta desgracia ha traído a nuestro país; lo más relevante es que la declaración
de Iturbide coincide con el establecimiento de una régimen personalista, fincando todas las
facultades de gobernar en un solo hombre, lo que se torna en el colmo cuando el ejercicio del
poder personal se ofrece a un monarca extranjero.
“Americanos: Bajo cuyo nombre comprendo no solo a los nacidos en América, sino a
los europeos, africanos y asiáticos, que en ella residen: tened la bondad de oírme. Las naciones
que se llaman grandes en la extensión del Globo fueron dominadas por otras y hasta que sus
luces no les permitieron fijar su propia opinión, no se emanciparon. Las europeas...fueron
esclavas de la Romana; y este Imperio, el mayor que reconoce la historia, asemejó al padre de
la familia, que en su ancianidad mira separarse de su casa a los hijos y a los nietos...Trescientos
años hacen la América Septentrional de estar bajo la tutela de la Nación mas Católica y
piadosa, heroica y magnánima. La España la educó, engrandeció, formando esas ciudades
opulentas, esos pueblos hermosos, esas provincias y reinos dilatados...los daños que origina la
distancia del centro de unidad y viendo que la rama es igual al tronco: la opinión pública y la
general de todos los pueblos, es la independencia absoluta de la España y de toda otra Nación.
Así piensa el europeo, y así los Americanos de todo origen. Esa misma voz que resonó en el
pueblo de Dolores el año de 1810...fijó también la opinión pública, de que la unión general
entre europeos y americanos, indios e indígenas, es la única base sólida en que puede descansar
nuestra común felicidad. ¡Españoles europeos: vuestra patria es la América porque en ella vivís;
62
63
64
Magaña Esquivel p 79-80 en Historia Documental pp144-145
Alamán T V pp 58-59
Montiel y Duarte, Isidro Antonio, Derecho Público Mexicano, México, Imprenta del Gobierno en
Palacio, 1871, 4 Tomos, I, p II
20
en ella tenéis comercio y bienes! americanos ¿Quién de vosotros puede decir que no desciende
de español? Ved la cadena dulcísima que nos une ¡Al frente de un ejército valiente y resuelto,
he proclamado la Independencia de la América Septentrional! Es ya libre, es ya señora de sí
misma, ya no reconoce ni depende de la España, ni de otra Nación alguna...Oíd, escuchad las
bases sólidas en que funda su resolución: 1. La religión Católica Apostólica Romana, sin
tolerancia de otra alguna. 2. La absoluta independencia del Reino. 3. Gobierno Monárquico,
templado por una Constitución análoga al país. 4. Fernando VII y en sus casos los de su dinastía
o de otra reinante serán los emperadores, para hallarnos con un monarca ya hecho y precaver
los atentados de ambición. 5. Barra junta, ínterin, se reúnen Cortes que hagan efectivo este
Plan. 6. Este se nombrara Gubernativa, y se compondrá de los vocales ya propuestos al señor
Virrey. 7. Gobernará en virtud del juramento que tiene prestado al Rey, ínterin este se presenta
e México y los presta, y entonces se suspenderán todas ulteriores ordenes. 8. Si Fernando VII
no se resolviere a venir a México, la Junta de la Regencia mandara a nombre de la Nación
mientras se resuelva la testa que debe coronarse. 9. Será sostenido ese Gobierno por el Ejercito
de las Tres Garantías. 10. Las cortes resolverán si ha de continuar esta junta o sustituirse una
regencia, mientras llega el Emperador. 12 Todos los habitantes de él, sin otra distinción que su
mérito y virtudes, son ciudadanos idóneos para optar cualquier empleo...14. El Clero Secular y
Regular, conservando en todos sus fueros y propiedades. 15 Todos los ramos del Estado, y
empleados públicos, subsistirán como en el día, y solo serán removidos los que se opongan a
este plan, y sustituidos por los que más se distingan en su adhesión, virtud y mérito. 20. Interin
se reúnen las cortes se procederá en los delitos con total arreglo a la Constitución
española...Americanos, he aquí el establecimiento y la creación de un nuevo Imperio...Estos
guerreros no quieren otra cosa que la felicidad común...Asombrad a las Naciones de la culta
Europa, vean que la América Septentrional se emancipó sin derramar una sola gota de
sangre...Agustín de Iturbide”65. “...de suerte que la independencia vino a hacerse, por los
mismos que hasta entonces habían estado impidiéndola...”66
Las tres garantías ofrecidas a criollos, mestizos y europeos no eran otras que 1º La de
conservar la religión católica con el objeto único de proteger al Imperio de la amenaza
protestante, principalmente norteamericana; 2º La garantía de conservarles la propiedad a los
europeos y 3º La de conservar los fueros del clero secular y regular así como los privilegios y
empleos de civiles y militares, bajo un régimen unipersonal que además garantiza el
sometimiento de autóctonos, mestizos y mulatos.
No fue sino hasta el 9 de marzo que en Teloloapan se presentó Guerrero a Iturbide,
como se lo había anunciado en carta escrita desde el campo del Gallo en que le decía “mañana
muy temprano marcho sin falta de este punto para el de Ixcatepec, y en breve tendrá V. S. a su
vista, una parte del ejercito de las Tres Garantías, del que tendré el honor de ser un miembro y
de presentármele con la porción de beneméritos hombres que acaudillo, como un subordinado
militar.” (subrayado del autor)
En Cutzamala en donde estaba el 28 de marzo, Iturbide tuvo aviso de la salida que
hicieron de Jalapa la Columna de granaderos y los dragones de España para adherirse al plan de
Iguala “allí también se le presento D. Ramón Rayón que se había fugado de Zitácuaro, temeroso
de ser aprehendido por haber intentado con otros oficiales declararse en favor de
Iturbide”67 (el subrayado es del autor)
Y para que no quedara duda de la sumisión de los llamados insurgentes a
tamaña deslealtad (no al rey, sino por lo menos a los principios dispuestos por José María
65
M. Cuevas El libertador, documentos selectos de D. Agustín de Iturbide, colegidos por el P...México, Editorial
Patria, 1947, 480-[4] p., p 192-194, en Historia Documental pp 145-148.
66
Alamán T IV p 419
67
Alamán T V pp 93-95
21
Morelos) Nicolás Bravo, que residía en Cuautla desde que fue puesto en libertad a
consecuencia del decreto de Fernando VII, recibió una carta de Itrubide, invitándolo para la
revolución que iba a promover “Iturbide insistió...Entonces Bravo se dirigió a Iguala poco
después de la publicación del plan que lleva este nombre...Bravo respondió ‘que no aspiraba a
distinciones, pues se presentaba a servir como soldado, y solo deseaba contribuir a realizar la
independencia de su patria’ ”68(sic)
68
Alamán p T V 105
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