Vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos para actuar en el plano local y mundial Declaración final 1. Nosotros, representantes de los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), junto con expertos técnicos, la FAO y el OIE, nos reunimos en Estocolmo los días 2 y 3 de diciembre de 2014 para examinar el modo de mejorar la vigilancia local, regional y mundial de la resistencia a los antimicrobianos y adoptar un acuerdo al respecto. 2. En referencia a la resolución WHA67.25 y la petición de que se elabore un plan de acción mundial para luchar contra la resistencia a los antimicrobianos, formulada por la Organización Mundial de la Salud en mayo de 2014, la presente reunión tuvo el propósito de contribuir a la elaboración y la aplicación de ese plan de acción en lo que se refiere a la vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos. 3. Otras importantes aportaciones al plan de acción mundial son los resultados de las reuniones y consultas celebradas a principios de este año en los Países Bajos y Noruega para hacer avanzar el plan de acción mundial para luchar contra la resistencia a los antimicrobianos. 4. Disponer de conocimientos científicos sólidos sobre las causas, la prevalencia y el impacto de la resistencia a los antimicrobianos es esencial para elaborar y aplicar estrategias de lucha contra esa amenaza a la salud y evaluar el impacto de las medidas para combatirla. 5. Las importantes conclusiones del primer informe mundial de la OMS sobre la vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos 2014, a saber, que hay importantes deficiencias en la vigilancia de patógenos de gran importancia pa ra la salud pública que son resistentes a los antibióticos, así como una falta de normas y métodos, de intercambio de datos y de coordinación, ponen de manifiesto la urgente necesidad de mejorar la vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos a escala local, regional y mundial. 6. Se han llevado a cabo actividades de acopio de información sobre la resistencia a los antimicrobianos en varias áreas, pero de forma fragmentaria. Mientras que ha habido notables progresos en la elaboración de programas regionales y mundiales de vigilancia de enfermedades concretas, no se ha llegado a un consenso mundial acerca de las normas de acopio de datos y de notificación de la resistencia a los antimicrobianos en lo que se refiere a la salud humana, y no hay armonización entre los sectores. 7. Sobre la base de lo que antecede, los participantes en la reunión convinieron en que tiene importancia primordial contar con programas de vigilancia locales, regionales y mundiales con normas de calidad acordadas. Solo si se establecen esos programas se podrá disponer de los datos necesarios para afrontar el problema de la resistencia de forma sistemática y eficaz. La elaboración y aplicación de esos programas se debe hacer de forma escalonada, teniendo en cuenta las diferentes capacidades y prioridades de los Estados Miembros y otras partes interesadas. 8. Con el fin de mejorar la vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos, en consonancia con la resolución WHA67.25, convenimos en trabajar juntamente con la OMS para establecer una vigilancia mundial de la resistencia a los antimicrobianos que abarque lo siguiente: 9. hacer de la vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos una prioridad nacional y mundial y respaldar la elaboración de un programa mundial de vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos en la salud humana, de conformidad con l a hoja de ruta de la OMS, empezando por una fase de aplicación temprana de las normas y principios de colaboración acordados. 10. crear las siguientes capacidades básicas necesarias para acopiar y notificar los datos sobre prevalencia de la resistencia a los antimicrobianos de forma incremental, en el marco de nuestras estrategias nacionales y planes de acción de lucha contra la resistencia a los antimicrobianos: i) tener capacidad para acopiar y analizar datos destinados a fundamentar las políticas y la adopción de decisiones en el plano nacional ii) tener capacidad para acopiar, analizar y notificar datos sobre resistencia a los antimicrobianos en un conjunto básico de combinaciones de infecciones y organismos/antimicrobianos, incluidos los datos pertinentes procedentes de los centros de atención y la comunidad iii) tener acceso a al menos un laboratorio de referencia capaz de realizar antibiogramas que cumpla los requisitos de los datos básicos utilizando ensayos normalizados y que funcione con arreglo a normas de calidad acordadas iv) tener capacidad para atender las necesidades de vigilancia relativas a enfermedades concretas y planes de acción de importancia regional y nacional v) compartir datos e información con el fin de que se puedan detectar y seguir las tendencias nacionales, regionales y mundiales de importancia para el control de la resistencia a los antimicrobianos vi) garantizar la capacidad para detectar y notificar las resistencias de nueva aparición que puedan suponer un problema de salud pública, según lo exigido en el Reglamento Sanitario Internacional (2005). 11. trabajar de consuno para prestar apoyo a los países que no disponen aún de programas nacionales de vigilancia operativos.