El consumo de energía en los hogares viene de distintas vías: calefacción, electrodomésticos, aires acondicionados…pero además depende de varios factores como la zona climática donde está ubicada la vivienda, el nivel de aislamiento, la calidad de los materiales de construcción, la orientación, el grado de equipamiento, el uso que damos a los equipos que ya vienen instalados de serie en la vivienda… Hay que tener en cuenta que las instalaciones fijas, como el agua caliente sanitaria y la calefacción, suponen alrededor del 67% del consumo energético de los hogares en España. Prácticamente el 50% de la energía que las familias españolas consumen es calefacción. Con la existencia de muy distintos tipos de calefacciones, el consumo varía, al igual que dependiendo de las zonas geográficas españolas (hay zonas en las que apenas se necesita calefacción a lo largo del año, mientras que otras prácticamente todo el año). En torno al 15% de los hogares en España no cuentan con ningún tipo de sistema de calefacción CONSEJOS PRÁCTICOS CALEFACCIÓN. PARA AHORRAR ENERGÍA Y DINERO EN - Una temperatura de 21ºC es suficiente para mantener el confort de una vivienda. - Apague la calefacción mientras duerme y por la mañana espere a ventilar la casa y cerrar las ventanas para encenderla. - Ahorre entre un 8 y un 13% de energía colocando válvulas termostáticas en radiadores o termostatos programables, son además soluciones asequibles y fáciles de colocar. - Reduzca la posición del termostato a 15ºC (posición “economía” de algunos termostatos), si se ausenta por unas horas. - No espere a que se estropee el equipo: el mantenimiento adecuado de la caldera individual le ahorrará hasta un 15% de energía. - Cuando los radiadores están sucios, el aire contenido en su interior dificulta la transmisión de calor desde el agua caliente al exterior. Este aire debe purgarse al menos una vez al año, al iniciar la temporada de calefacción. En el momento que deje de salir aire y comience a salir sólo agua, estará limpio. - No deben cubrirse los radiadores ni poner ningún objeto al lado, porque se dificultará la adecuada difusión del aire caliente. - Para ventilar completamente una habitación es suficiente con abrir las ventanas alrededor de 10 minutos: no se necesita más tiempo para renovar el aire. - Cierre las persianas y cortinas por la noche: evitará importantes pérdidas de calor. La regulación de la calefacción depende de un sinfín de factores, ya que no ponemos la misma calefacción (o no deberíamos) por la mañana, por la tarde o por la noche; la temperatura exterior cambiará a lo largo del día; aun así, cada día es distinto al siguiente, de ahí que modulemos la calefacción en armonía con el momento. Tampoco ocupamos nuestra casa, día a día, de la misma manera; y hay espacios, como por ejemplo la cocina, que tienen sus propias fuentes de calor y requieren menos calefacción. Por lo tanto, es muy importante disponer de un sistema de regulación de la calefacción que adapte las temperaturas de la vivienda a nuestras necesidades. La legislación actual exige que las instalaciones individuales tengan un termostato colocado en el local más característico (por ejemplo, el salón); las instalaciones colectivas de calefacción central tengan para cada circuito de zona del edificio, un sistema de control de la temperatura del agua, en función de la temperatura exterior, y válvulas termostáticas en todos los radiadores situados en los locales de la vivienda, exceptuando aseos, cuartos de baño, cocinas, vestíbulos y pasillos. Por último disponer de algún sistema que permita repartir los gastos correspondientes de calefacción, climatización y agua caliente sanitaria, en función del consumo de cada usuario, así como interrumpir los servicios desde el exterior de los locales.